El hamster aventurero

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EL HAMSTER AVENTURERO

Había una vez un niño llamado Miguel. Miguel tenía un hámster que se llamaba Pelusa. Pelusa era muy chiquitita y también muy suave. La encantaba su jaula, porque era muy amplia y grande. En su jaula tenía una ruleta, para hacer ejercio, una casita de plástico para dormir y un tarro de comida que siempre estaba lleno.

Pero Pelusa escondía un secreto. Todas las noches se escapaba de su jaula para hacer pequeñas excursiones en la cocina. Una noche decidió entrar en el lavavajillas de la cocina, para ver lo que había dentro. Como nunca había entrado, cogió su mochila por si acaso tenía hambre. La verdad es que Pelusa es muy lista.

Miguel ya había perdido todas las esperanzad de encontrar a Pelusa, aunque por si acaso, decidió ir a la cocina a ver si la encontraba. ¡Que sorpresa se llevó Miguel cuando entró en la cocina y se encontró a Pelusa!

A partir de ese día, Pelusa decidió no hacer más excursiones y contentarse con correr en la ruleta