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1 ÚLTIMA HORA
2
© Juan Gargurevich Regal
Lima, 2005.
3 ÚLTIMA HORA
Juan Gargurevich Regal
Última Hora
La fundación de un diario
popular
4
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 6
Capítulo I. HACIA UNA EXPLICACIÓN POLÍTICA DE ÚLTIMA HORA
— Después de la caída de Leguía 9
— Beltrán y La Prensa, Ravines y Vanguardia 11
— La Alianza Nacional 13
— La batalla periodística 13
— La derrota del Apra y de Bustamante 15
Capítulo II. PERIODISTAS Y PERIÓDICOS ANTES DE ÚLTIMA HORA
— Las generaciones de periodistas 17
— La formación de los periodistas 21
— Libertad y El Universal 22
— La prensa chica del 45 al 49 24
— Cierres, clausuras, deportaciones 26
— El gremio de periodistas 28
Capítulo III. FUNDACIÓN Y DESARROLLO DE ÚLTIMA HORA
— Los nuevos públicos, las masas, el lenguaje 30
— Beltrán en 1950 32
— Los reclutas de Última Hora y La Prensa 34
— 13 de enero de 1950 36
— Raúl Villarán y Efraín Ruiz Caro 38
— El número 100 40
— Afinando el modelo 41
— Poggi/Joya, el gran salto 44
5 ÚLTIMA HORA
— CHINOS COMO CANCHA 45
— "Está firme el periódico" 46
— ¿Revolución de La Prensa? 51
— Redondeando el modelo 54
Capítulo IV. APORTE E INFLUENCIA DE ÚLTIMA HORA
— El aporte periodístico y cultural 57
— La influencia posterior 59
— Los periodistas 60
EPÍLOGO 64
BIBLIOGRAFÍA GENERAL 66
TEXTOS COMPLEMENTARIOS
— Pobre chico rico. John Dos Passos 74
— Tealdo el maestro. Juan Viento 77
— Cuando excomulgaron al mambo. Fernando de la Boite 81
— Al son del mambo La Lima de los 50. Francisco Bendezú 84
— Hace 30 años. Gastón Aguirre Morales 85
INTRODUCCIÓN 6
INTRODUCCIÓN
¡CHINOS COMO CANCHA EN EL PARALELO 38! gritaron los canillitas a la cara
de los limeños aquella tarde de diciembre de 1950 en que el diario Última Hora inauguró
una nueva y decisiva etapa en la historia del periodismo peruano. La edición se agotó,
recuerdan algunos colegas y no precisamente por la noticia, que ya era de por sí sensacional,
sino por el uso de una analogía tan conocida en lo coloquial pero nunca llevada al
periodismo, esto es, "chinos como cancha".
Aunque su fundación formal había sido el 13 de enero del mismo año, fue realmente
en diciembre que nació como propuesta periodística pues hasta entonces había sido sólo un
diario más, sin ninguna relevancia.
Algunos distinguidos periodistas o historiadores del periodismo que han escuchado
esta nuestra afirmación reaccionaron con sorpresa porque es lugar común que quienes
influyen son los periodistas Serios y los diarios considerados Serios, y Última Hora, decían,
careció de estos atributos.
Es corriente también insistir en que la revolución periodística peruana nació en el
famoso matutino La Prensa (1903-1984) en la época en que Pedro Beltrán decidió
modernizarlo para contar con una mejor herramienta polìtica. Es un error. Fue Última Hora,
también de la empresa de Beltrán, quien tuvo los mejores periodistas que era posible
convocar en aquellos años 50 que se iniciaban y a los que el novísimo diario de la tarde puso
un sello indeleble.
Un puñado de jóvenes inauguró una línea de trabajo periodístico en diseño, valores de
noticiabilidad inéditos y, sobre todo, lenguaje, que no se ha agotado todavía, según pueden
atestiguar sus herederos tabloides que cuelgan en los kioskos de venta. La Prensa, en cambio,
sólo importó formas y encontró traductores hábiles, pero sin el estilo propio que el vespertino
consolidó desde el día en que ese titular de primera página conmovió a la opinión pública.
Aquel 1950 en que nació, se acunó y desarrolló Última Hora, y la década que siguió
son, fueron, imborrables para los peruanos, especialmente urbanos, que estaban en contacto
con los medios masivos de información que eran por entonces la prensa y la radio. La
televisión llegó recién al final de la década.
Eran los años dorados del cine y de la radio, de la llegada cada vez más incisiva de la
propaganda y la publicidad procedente de los Estados Unidos, vencedor en la Segunda
Guerra Mundial. Se habían iniciado la Guerra Fría y su secuela dramática, el macartismo.
Eran los tiempos del poder absoluto de Stalin en la también triunfante Unión Soviética; del
triunfo de la Revolución en China, en 1949, bajo el liderazgo de Mao Tse Tung y Chou En
Lai.
7 ÚLTIMA HORA
Habían pasado escasos cinco años de la derrota del fascismo en la Gran Guerra
cuando se desató la guerra de Corea. El 25 de junio de 1950 un ejército de coreanos del
Norte, comunistas, pasó la frágil frontera hacia el Sur y se desató un cruento conflicto que
involucró a los Estados Unidos y algunos de sus aliados, haciendo temer por la cercanía de
una Tercera Guerra. Incluso hubo países latinoamericanos que enviaron tropas, como Brasil,
Colombia. No faltaron algunos peruanos enrolados.
Las grandes personalidades de esos tiempos eran el general Mac Arthur, héroe de la
Guerra del Pacífico y después derrotado en Corea; el presidente Dwigth (Ike) Eisenhower; la
Bomba Rubia Marilyn Monroe; James Dean; el físico Robert Oppenheimer, constructor de la
bomba atómica convertido al pacifismo; Martin Luther King, el predicador negro que
comenzó su batalla por la igualdad; el senador anticomunista Mac Carthy.
La industria musical norteamericana nos enviaba a Rosemary Clooney, Patti Page,
Peggy Lee, Key Star, pero sobre todo a Elvis Presley además de Frankie Avalon, Bobby
Darin, Ricky Nelson, Sal Mineo, Pat Boone, introduciendo preferencias extrañas a la cultura
latinoamericana. Es que nos confirmábamos ya como zona de dominio comercial de los
Estados Unidos y su arrolladora cultura de masas.
En el ineludible "star system" brillaban Natalie Wood, Tony Curtis y Janet Leigh (la
pareja perfecta), Grace Kelly (con su espectacular boda con el príncipe Rainero de Mónaco),
Rita Hayworth y el "play-boy" Ali Khan, Debbie Reynolds y Eddie Fisher (otra pareja ideal),
Elizabet Taylor, Kim Novak, Ava Gardner, Frank Sinatra "La Voz", las atractivas italianas
Sofía, Gina, Lucía, Silvana. Y por supuesto, la mas "sexy" de todas, la francesa Brigitte
Bardot.
El cine de esa década nos mostró films como La Reina Africana, Un Tranvía llamado
Deseo, De aquí a la Eternidad, Orfeo Negro, Hiroshima Mon Amour, La Calle, Rocco y sus
Hermanos, los 400 Golpes, Rashomon, y muchos más que hacían repletar las salas de estreno.
Y al final, a la llegada de la televisión, al Sheriff de Cochise, Maverick, Cheyenne, Revólver
a la Orden, Yo Amo a Lucy, en una lista que se haría interminable y merecería un libro
aparte.
El general Perón sacudía a la oligarquía argentina junto su carismática Evita; Marcos
Pérez Jiménez asfixiaba a Venezuela; Fulgencio Batista alentaba con su torpe dictadura la
revolución cubana provocando que, por ejemplo, Fidel Castro asaltara el Cuartel Moncada
inaugurando la Revolución Cubana; la CIA tumbaba gobiernos indeseables en Centroamérica
¿Y en el Perú? El presidente general Manuel Odría y su cohorte; Pérez Prado y el
mambo auspiciado por Coca Cola y Última Hora, Los concursos de Miss Perú promovidos
por La Crónica; Betty di Roma, la mejor representante de las Bikini Girls y las Parampampán
de Guido Monteverde en el cine Monumental en Breña; el Luna Park con los luchadores
artistas de Max Aguirre; el enfrentamiento de Fernando Belaúnde con los chorros de agua
odriístas;, el retorno a la Presidencia de Manuel Prado; el ídolo del box Antonio Frontado
noqueado en la Plaza de Acho; Gladys Zender elegida Miss Universo; la Federación de
Periodistas del Perú y el Negro Genaro Carnero Checa; la muerte cruel del carismáticoTatán,
el primer delincuente popular; el escupitajo a Richard Nixon en el Parque Universitario.
Son sólo una serie de recuerdos que surgen al evocarse aquella década de cierta
prosperidad y estabilidad económica. Una lista formidable de sucesos que fueron difundidos
de manera masiva quizá porque ahora había un diario como Última Hora que obligaba a los
demás a colocar esas noticias y otras que eran consideradas superficiales en sus páginas e
incluso elevarlas a la primera plana.
INTRODUCCIÓN 8
Las preferencias musicales pasaban por el norte y el sur. Tangos bonaerenses, boleros
cubanos que transmitían las radios desde sus auditorios del centro de Lima y muchas veces en
directo. Gregorio Barrios, Leo Marini, Beny Moré, Olga Guillot. El cine mexicano que traía
el empresario Eduardo Ibarra para el cine San Martín derrotaba al cine argentino. La
radionovela criolla conocería sus días de mayor esplendor con El Derecho de Nacer del
cubanísimo Félix B. Caignet y las aventuras del indomable Tamakún.
Esta difusión masiva de la naciente industria cultural criolla y la penetración constante
de la industria cultural de los países del norte sólo fue posible, repetimos, mediante medios de
información masivos llamados también "populares" y que a su vez requerían de un contexto
socioeconómico particular.
A la vez, se necesitaban periodistas que, a diferencia de las generaciones anteriores,
ya no privilegiaban la política sino que hacían del periodismo una mezcla de afición, pasión y
empleo pleno y regular, asumiendo a veces la representación ideal de los periodistas que
mostraban el cine, las revistas Life, Look, O'Cruzeiro.
El año 1950 y la fundación de Última Hora resultaron ser entonces una frontera clave
en la historia del periodismo peruano. Allí se encontraron y colisionaron dos generaciones de
profesionales que darían origen a su vez a otra generación que ya preferiría la Universidad
para formarse como periodistas.
Última Hora encontró a un público masivo, popular en amplio sentido, que no podía
compartir la Cultura Culta que le proponían los diarios de la época como El Comercio y La
Prensa. Es cierto que ya La Crónica hacía esfuerzos por acercarse a los nuevos amplios
públicos mediante las noticias policiales, llamada también Crónica Roja, pero su modesto
equipo de prensa no había encontrado las claves que sí hallaron los los jóvenes irreverentes
de Última Hora, esto es, el nuevo lenguaje, la "replana", y los nuevos criterios noticiosos.
Pero ese público masivo es por supuesto anterior a Última Hora, como producto de
un proceso histórico que podría encontrar su punto de partida en los años 30, cuando la
migración, la alfabetización, la difusión de la radio, etc. crearon el contexto preciso que
alguien podía aprovechar.
Ni Pedro Beltrán ni Raúl Villarán, los fundadores principales fueron, nos parece,
plenamente conscientes de sus aciertos; sus logros en el periodismo trascienden sus
personalidades mismas. Pero lograron, eso sí, un lugar propio en la historia del periodismo
nacional.
Proponemos al final una serie de artículos a modo de Apéndice para que el lector
encuentra allí mayor descripción sobre el espíritu de todo esto que queremos contar sobre
aquellos años 50. El primero de ellos es una extraordinaria biografía, muy crítica, del
controvertido editor norteamericano William Randolph Hearst escrita por John Dos Passos,
célebre escritor de los Estados Unidos. Le sigue un artículo sobre el mambo, el popular ritmo
caribeño que tanta discusión provocó entonces, escrito por "Fernando de la Boite" seudónimo
ocasional del periodista Fernando Flores Araoz. También sobre el mambo recogemos una
bella nota del conocido poeta Francisco Bendezú. Finalmente, para reforzar la visión del
ánimo de la época, hemos tomado parte de un texto de memorias del periodista arequipeño
Gastón Aguirre Morales y en donde relata con maestría y emoción como era el periodismo en
los años 50.
9 ÚLTIMA HORA
Capítulo I
HACIA UNA EXPLICACIÓN POLÍTICA
DE ÚLTIMA HORA
-Después de la caída de Leguía. –Beltrán y La Prensa, Ravines y Vanguardia. –La
Alianza Nacional. –La batalla periodística. –La derrota del Apra y de Bustamante.
Después de la caída de Leguía
Se ha insistido que Última Hora era ajeno a la política pero no es verdad. Lo que
hacía el vespertino de Beltrán era orillar los acontecimientos locales más resaltantes pero
tenía posiciones editoriales muy bien definidas así como también una visión sumamente
sesgada de los sucesos mundiales, acorde con la política de los Estados Unidos. El
anticomunismo y la denuncia del izquierdismo "rojo" eran sencillamente naturales.
Para describir mejor tales intereses habrá que remontarse a varios años atrás, a la
época en que Pedro Beltrán, propietario de la hacienda "Montalbán" en el sur, ingresa a la
política junto con sus colegas exportadores agrarios.
Luego de la caída del régimen del presidente Leguía, en 1930, un verdadero terremoto
político sacudió al país. Fuerzas sociales que habían sido contenidos por años por la durísima
represión del leguiísmo, afloraron en pocas semanas, haciéndose visibles en las calles, en el
periodismo, en la política. Como se sabe, se hizo presente el Apra, el Partido Comunista, la
Unión Revolucionaria, entre las fuerzas principales.
Al lado de estos grupos mayoritarios que se disputaban el poder aparecían y
desaparecían partidos que pugnaban por abrirse paso en la política y atraer la atención de las
masas nacientes que gracias a una nueva coyuntura electoral se convertían en decisorias.
El proceso político fue muy acelerado: En agosto de 1930 fue derrocado Leguía por
el ejército liderado por el comandante Luis Sánchez Cerro, quien luego se alejó por algún
tiempo dejando el poder a una Junta de Gobierno, que convocó a elecciones.
En un proceso eleccionario difícil, cargado de pasiones, ganó Sánchez Cerro, en
octubre de 1931, en un enfrentamiento de partidos, la Unión Revolucionaria versus el Partido
Aprista y su líder Víctor Raul Haya de la Torre.
En aquel año de 1931 surgieron varios partidos para apoyar a distintos candidatos o
HACIA UNA EXPLICACIÓN POLÍTICA DE U.H. 10
para adherirse a las candidaturas en pugna. Entre estos grupos estuvo por ejemplo la Acción
Republicana de Manuel Vicente Villarán; Laborista, de José Manuel Rodríguez;
Republicano, de Pedro Samillán; Social Nacionalista, de Elías Lozada Benavente; Regional
Nacionalista del Centro, de Javier Calmell del Solar; Nacionalista, de Clemente Revilla;
Social Demócrata, de Luis Eguiguren, y muchos otros (Miró Quesada, 1961).
Y también el Partido Nacional Agrario, de propietarios de tierras, que contaba entre
sus fundadores a Pedro Beltrán Espantoso quien a los 30 años había sido elegido presidente
de la Sociedad Nacional Agraria.
"Su debut político fue infortunado" escribió Ricketts. "A mediados de noviembre de
1930, en medio de un país convulso, Beltrán convocó como presidente de la Sociedad
Nacional Agraria a personeros de las que más tarde llamaría 'fuerzas vivas', o sea las
sociedades de comercio y la producción, y a directivos de entidades tan heterogéneas como el
Club Revólver, la Federación Odontológica y un Comité de Saneamiento y Consolidación
Revolucionaria. Trató de formar con ellos una Unión Nacionalista que, sin ser partido, haría
política. Varios de los invitados se excusaron. En Lima se armó instantánea batahola. Hubo
choques en las calles. Los cristales del Club Nacional pagaron las consecuencias" (Ricketts,
1976).
Sánchez Cerro fue asesinado en 1933 luego de meses muy difíciles para los peruanos.
Hizo frente a una sublevación aprista en Trujillo que acalló a sangre y fuego, inaugurándose
un enfrentamiento entre el ejército y el Apra que duraría muchos años.
Pocas horas después del asesinato, el 30 de abril de 1933, el Congreso Constituyente
eligió Presidente al general Oscar R. Benavides, quien aplicó una política autoritaria y
represiva contra el Apra, el comunismo y en general contra la oposición.
Cuando se acercaba la fecha de elecciones y el ambiente se recalentaba ante la
inminencia del enfrentamiento, un grupo de políticos adinerados adquirió las acciones del
diario La Prensa y se hizo cargo Pedro Beltrán, quien relató su experiencia: "...Cada vez
cobraba más cuerpo la necesidad de un nuevo periódico pero no era fácil encontrar a quien
quisiera arriesgarse a asumir su dirección. Finalmente, entre los promotores de la reaparición
de La Prensa, se escogió al más joven y, por lo mismo, al menos consciente de la enormidad
de semejante aventura. Fue así como yo terminé por aceptar un encargo que tenía que ser de
lucha y tanto más de lucha y tanto más difícil cuanto que yo no sabía una palabra de
periodismo".
"Es de imaginar cuánto esfuerzo costó, por fin, sacar el 20 de julio de 1934 el primer
número que, naturalmente, no era igual, pero sí lo más parecido posible a El Comercio que,
en opinión general, era el modelo de lo que debía ser un periódico".
"Con mucha pasión, aunque con poco conocimiento, fue en esa época que me tiré a
matar por mejorar La Prensa con las vagas ideas que por entonces tenía. Noche tras noche me
quedaba en talleres hasta la salida del diario. Apenas dormía. Tomaba una botella de cerveza
y comía apresuradamente un sandwich a cualquier hora. Esto duró unos dos años, al cabo de
los cuales mi salud se quebrantó por entero" (Beltrán, 1976).
Fueron convocadas elecciones en 1936 y nuevamente se movilizaron las fuerzas
políticas partidarias con la pasión de antes. De un lado Luis A. Flores, de la Unión
Revolucionaria y de alguna manera heredero político de Sánchez Cerro, de otro Luis Antonio
Eguiguren, apoyado formalmente por el Partido Social Demócrata pero en la práctica por el
Apra. Con menos posibilidades participaron Jorge Prado, candidato de los partidos históricos
como el Demócrata, Liberal, Democrático-Reformista, y Manuel Vicente Villarán a quien
11 ÚLTIMA HORA
apoyaban la Acción Republicana, el Partido Nacionalista de Revilla, la Acción Patriótica.
Y el Partido Nacional Agrario de Pedro Beltrán, a quien sostenían sus colegas
latifundistas.
Cuando todo parecía indicar que ganaría Eguiguren pues el Apra estaba en mayoría en
el país, el presidente Benavides suspendió el proceso de escrutinio y declaró que prorrogaba
su mandato por tres años más.
En 1939 se convocó a elecciones y el Apra no pudo hacerse visible pero votó por
Manuel Prado Ugarteche, candidato oficialista y que ganó finalmente. Se le opuso José
Quesada Larrea a quien apoyó la Unión Revolucionaria.
El proceso político de 1945 resultó ser uno de los más interesantes de la historia del
Perú, por sus consecuencias. La candidatura de Bustamante fue apoyada un grupo de partidos
denominado Frente Democrático y para nadie era un secreto que el Apra la sostendría a
cambio de la legalidad y la presencia formal. Se le opuso con escasas posibilidades el
mariscal Eloy G. Ureta, héroe de una exitosa expedición armada contra el Ecuador.
Bustamante ganó y recibió el cargo en olor de multitud pero pronto se enfrentaría a
las demandas del Apra que dominaba el Parlamento e imponía sus criterios minando al
gobierno.
Beltrán y La Prensa, Ravines y Vanguardia
Pedro Beltrán fue nombrado como Embajador en los Estados Unidos hasta 1945,
renunciando ya durante el gobierno de Bustamante "por discrepancias con el ministro de
Hacienda, Carlos Montero Bernales, acerca de la mejor manera de pagar la deuda externa. De
regreso a Lima, Beltrán asume el comando de la lucha contra el Apra" (Chirinos Soto, 1991).
Luego de la aventura de 1936, los exportadores agrarios y otros políticos que habían
colocado a Beltrán al frente de La Prensa vendieron las acciones y tomó el control José
Quesada, quien puso sus columnas al servicio de su candidatura. Lo dirigieron sucesivamente
Guillermo Hoyos Osores y Eduardo Marisca. El diario fue clausurado poco antes de las
elecciones por su insistente campaña de denuncia por las maniobras electorales del gobierno.
Luego de su derrota Quesada perdió todo interés en el periódico y las acciones quedaron a
disposición de quien quisiera comprarlo y utilizarlo.
Pedro Beltrán se hizo nuevamente presente pero esta vez con mayor experiencia y
fuerza, decidido a lograr un mayor y mejor espacio. Y con mejores conocimientos del
periodismo según propia confesión: ..."Fui nombrado embajador del Perú en Washington,
desde mediados de 1944 hasta fines de 1945, bajo el mandato del presidente Manuel Prado".
"Paralelamente y con aquella vocación latente de periodista desarrollada
incipientemente años atrás, me dediqué a familiarizarme con los principales diarios de la
época. No perdí oportunidad alguna de vincularme con los más capacitados periodistas de
entonces, viviendo prácticamente en su medio. Con ellos aprendí los secretos de la
profesión".
"Con todos estos conocimientos regresé al Perú sin sospechar que toda esta
experiencia acumulada habría de ser aplicada muy pronto. La Prensa, que había estado en manos de personas que deseaban utilizarla para fines políticos, una vez pasadas las elecciones
de 1947 (sic) perdieron interés en el periódico. Fue entonces que que un grupo que sí deseaba
tener un diario independiente e informativo decidió adquirir La Prensa y a ella ingresé
HACIA UNA EXPLICACIÓN POLÍTICA DE U.H. 12
primero como miembro del directorio y luego al frente de la dirección" (Beltrán, ob. cit.)
Se trataba de sus viejos socios agrarios con los que retomó el control de las acciones
de La Prensa, aunque esta vez el líder periodístico era el empresario Francisco Graña
Garland, quien no figuraba como director aunque lo era en la práctica.
Casi paralelamente al retorno a Lima de Beltrán, hizo lo propio Eudocio Ravines cuya
semanario Vanguardia apareció en agosto de 1945, haciéndose rápidamente de un espacio en
el debate político.
Ravines había sido un apasionado militante del Partido Comunista Peruano recibiendo
la posta de la dirección de la organización prácticamente del propio fundador José Carlos
Mariátegui, muerto prematuramente en 1931. Pronto se reveló Ravines como un buen
organizador pero conflictivo, intrigante y ciego ejecutor de las instrucciones que llegaban
desde Moscú. El partido que había imaginado Mariátegui era poco menos que una tontería
para el feroz comisario que pronto se deshizo de los mariateguistas y convocó a los
moscovitas para la revolución bolchevique en el Perú. Llegó a ser un personaje del
comunismo internacional (compartió estudios de marxismo en Moscu con Palmiro Togliatti,
fue comisario politico en la república española, fundó el Frente Popular en Chile...).
Ravines sufrió años después una transformación. Se decepcionó de los comunistas y
los soviéticos y fue expulsado del partido cuando vivía en Chile. Ofreció entonces su
colaboración a los Estados Unidos: "...Acude a la embajada de los Estados Unidos en
Santiago y se ofrece como voluntario, en calidad de periodista. Cuatro años durará su
colaboración en campañas de prensa, al lado de los norteamericanos Biddle Garrison, Lester
Ziffren y Tomlinson" (Prieto Celi, 1979).
Muchos años después, el diario New York Times publicó, en diciembre de 1977, una
lista de periodistas destacados que habían estado al servicio de la Agencia Central de
Inteligencia, la CIA. Y entre ellos figuraba Eudocio Ravines. Debemos presumir que la
colaboración con la embajada norteamericana prosiguió en Lima.
Ravines retornó a Lima con su familia después de las elecciones de 1945 e
inmediatamente entró en contacto con los adversarios del Apra para poner su talento
periodístico a su servicio. De otra manera no se explicaría la rapidez con que consiguió el
dinero para editar su semanario Vanguardia, luego bisemanario y en la imprenta del diario La
Prensa.
Luego de una breve militancia en el Partido Socialista que lideraba Luciano Castillo,
de la fundación de un círculo de estudios marxistas, Ravines se dedicó formalmente a la
demolición del Apra con eficacia terrible. Toda su experiencia y estudios marxistas, su lógica
rigurosa, su prosa incisiva y colorida, harían de Vanguardia un adversario al que el Apra no
pudo detener. Luna Vegas ha recordado algunos titulares de 1946: "Métodos nazis emplea el
aprismo en provincias"; "Grave denuncia de espionaje de Seoane"; "El Apra apoya a Franco"
(Luna Vegas, 1990).
La oposición de los agrarios dueños de La Prensa tenía un clarísimo origen
económico. Bustamante había mantenido el control de cambio que Prado impuso a principios
de 1945. Por esta disposición, los exportadores debían entregar al Banco Central de Reserva
todas las divisas que obtuvieran de sus ventas al exterior y a un precio oficial. También había
control de dólares para los importadores, que debían recabar licencias especiales y a precios
diferenciales según una lista de prioridades establecida por el gobierno.
13 ÚLTIMA HORA
La Alianza Nacional
La oposición formal al Apra fue asumida por el Movimiento Cívico Independiente,
que en su Declaración de Principios no dejó dudas sobre sus intenciones: "Tanto el aprismo
como el comunismo representan males igualmente peligrosos para el Perú y ambas
agrupaciones llevan gérmenes de disolución y lucha de clases. Su diferencia en lo que a
nuestro país se refiere solamente radica en que el comunismo no está manchado de sangre".
Entre los firmantes estaban Pedro Beltrán, Luis Felipe Villarán, Javier Ortiz de
Zevallos, Pedro Rosselló, Ricardo Ortiz de Zevallos, Carlos Alzamora Traverso, Carlos Rizo
Patrón.
Luego Beltrán promovió la fundación de una Alianza Nacional, a la que se integró el
MCI, soldándose así un grupo que tendría fuerte gravitación en la política peruana por
muchos años aunque militaran en otros partidos de coyuntura. Los partidos de aquella
Alianza fueron el citado Movimiento Cívico, la Unión Revolucionaria, representada por su
secretario general David Aguilar Cornejo; un Partido Socialista Auténtico del Perú, cuya
representación la tenía Eudocio Ravines; el Partido Social Cristiano, representado por Víctor
Cárcamo. Como Presidente del Comité Nacional quedó Pedro Beltrán.
Cotler describe así la situación en 1947: "Mientras la masa popular rebasaba el juego
parlamentario 'democrático', las fuerzas oligárquicas e imperialistas se agruparon alrededor
de la Alianza Nacional e hicieron del diario La Prensa su vocero oficial. A través de este
diario la burguesía exportadora buscó crear una opinión pública, particularmente en los
sectores medios urbanos, profundamente inquietos por el desarrollo de la lucha de clases y la
ruptura de sus medios tradicionales de subsistencia y de estilo de vida. La opinión que
buscaba constituir La Prensa era un medio de enfrentar a esos sectores ciudadanos con el
Apra y el gobierno, culpable de permitir los 'desmanes' populares que atentaban contra el
'principio de autoridad', preparando así las condiciones para retomar el poder" (Cotler, 1978).
Un acontecimiento clave para la unidad de las derechas frente al Apra y el gobierno
fue el asesinato del director virtual de La Prensa, Graña Garland, el 7 de enero de 1947. El
crimen fue inmediatamente achacado al Apra debido a que el diario estaba haciendo una
fuerte campaña contra las condiciones del contrato de las zonas petroleras del norte con los
norteamericanos. Vanguardia tituló a toda página: "Horrendo crimen político. En la Lucha
por la Liberación Nacional Cae como Héroe Francisco Graña G." y culpó directamente a los
apristas.
Es de imaginarse la conmoción nacional que produjo esta noticia y la consiguiente
crisis política que debió enfrentar Bustamante.
Ravines se hizo cargo de La Prensa, manejando así las dos publicaciones, esto es, el
diario y el bisemanario. Lo que no podía decir uno lo decía el otro, en combinación que
efectivamente atraía al público que seguía las incidencias de la batalla política que se
acercaba a un final dramático.
La batalla periodística
El Apra se defendía de los embates de la Alianza Nacional y sus voceros en dos
frentes: el Parlamento, donde tenía mayoría, y en las calles con sus diarios, La Tribuna y
luego La Tarde, y en distintas oportunidades con los semanarios Impacto y Contraataque.
La Tribuna fue fundada por los apristas en mayo de 1931 con lemas debajo del
HACIA UNA EXPLICACIÓN POLÍTICA DE U.H. 14
logotipo que decían "No podemos hablar de riquezas nacionales mientras estén en poder de
manos extranjeras - Contra el civilismo extranjerizante: el aprismo peruanizador".
El partido tenía muchos periodistas y su diario tuvo gran éxito inicial; debe recordarse
que había por entoces una gran euforia luego del derrocamiento del gobierno de Leguía y la
entrada a la arena política de un partido que convocaba masas inaugurando una etapa de la
historia peruana.
A partir de entonces siguió la suerte de sus propietarios. En la legalidad, la venta
libre; en la represión y la persecución, la circulación clandestina. Fue clausurado en febrero
de 1932 por el gobierno de Sónchez Cerro y volvió a circular recién en octubre de 1933,
luego del asesinato del Presidente.
El gobierno de Benavides también persiguió a los apristas y clausuró La Tribuna entre
noviembre de 1934 a setiembre de 1945, año en que el Apra integró el Frente Democrático
Nacional que llevó a la presidencia a Bustamante y Rivero. En esa campaña contó como un
formidable aliado: el semanario Jornada dirigido por Miguel Benavides Corbacho y que era
propiedad de un grupo de bustamantistas (Enrique García Sayán, Arturo Osores Gálvez,
Benjamín Roca Muelle, Luis Bedoya Reyes, José León Barandiarán, entre otros).
El diario El Comercio era, como ya hemos recordado, antiaprista ciego debido al
asesinato de su director. Otro diario, La Crónica, que ya era de propiedad de la familia Prado,
hacía esfuerzos por mantenerse distante de la política.
A estos bandos los acompañaban la serie de revistas, semanarios, quincenarios que se
encontrarán siempre en los procesos políticos de este tipo y cuya importancia es difícil medir.
Incluso muchos son conocidos solamente por referencias.
La Tribuna era dirigida por el reputado periodista Manuel Seoane, quien debía
compartir su trabajo en la mesa de redacción con el Senado. Al hacerse cargo de La Tribuna
en 1945 traía un rica experiencia cultivada primero en Argentina con los periódicos Crítica y
Renovación pero sobre todo en Chile, donde había revolucionado al periodismo revisterial
desde el semanario Ercilla.
Seoane ingresó a la Editorial Ercilla en abril de 1937 y convocó a grupo notable de
periodistas entre los que destacarán Orlando Cabrera Leyva (nombre que debenos recordar),
Julio Lanzarotti (más tarde director) y otros. Los periodistas chilenos recuerdan a Seoane
como el hombre que hizo vender 600 mil ejemplares de Ercilla con ocasión de una masacre
de obreros.
La Tribuna, Manuel Seoane, el subdirector Luis Alberto Sánchez, no pudieron
oponerse con éxito a los mandobles bisemanales de Ravines y Vanguardia. En el diario
aprista escribían también Alcides Speclucín ("El Mirador"), Manuel Solano, Serafín del Mar,
Arturo Sabroso ("La voz de los trabajadores"), Alejandro Gonzales, Víctor Polay, Angel
Brescia Caamaño, Ramón Velasco, Domingo Biasevich y muchos otros, incluyendo por
supuesto Víctor Raúl Haya de la Torre.
Los momentos difíciles para el diario comenzaron cuando el asesinato de Francisco
Graña, muerte que fue rápidamente achacada al Apra y particularmente al diputado Alfredo
Tello Salavarría y a Héctor Pretell. Tratando de contrarrestar la creciente campaña de la gran
prensa, La Tribuna ofrecía en su primera página y con grandes titulares enormes recompensas
en dinero a quien diera una pista para capturar al asesino.
En 1948, como un último esfuerzo, los apristas decidieron editar un diario vespertino,
La Tarde, que dirigió Hugo Otero Latorre, que fue clausurado junto con La Tribuna el 3 de
15 ÚLTIMA HORA
octubre de 1948 cuando la fallida rebelión del Callao que puso fuera de la ley al partido.
Seoane, Sánchez, Otero, Julio Esquerre y algunos periodistas más marcharon al
destierro. Otros quedaron en la clandestinidad para seguir editando el diario y no pocos
pasaron a las cárceles.
Las maquinarias, talleres y oficinas de La Tribuna ubicadas en la calle Belén, al final
del jirón de la Unión fueron expropiadas y servirían más tarde para algunas aventuras
periodísticas del nuevo gobierno.
Jornada, que llegó a publicarse como diario en octubre de 1949, reunía a mejores
periodistas pues no tenía la restricción de lo partidario. Y en la primera época, de la campaña
por el Frente, estuvieron allí José Diez Canseco, Mario Herrera Grey, Alfonso Tealdo,
Gerónimo Alvarado, Alberto Ferreyros, Antenor del Pozo, Luis Bedoya Reyes.
El periódico comenzó a tomar distancia del Apra a medida que se agudizaban los
problemas entre apristas y bustamantistas. Cuando se produjo el golpe militar Jornada
suspendió su aparición para retornar al poco tiempo perfilándose hacia la oposición a Odría.
Uno de sus redactores, Francisco Igartúa, que se había retirado poco antes, fundó en
noviembre de 1948 su revista propia, Oiga, que fue clausurada luego del tercer número.
La derrota del Apra y de Bustamante
Apresurándose, inorgánicamente, un grupo de militares y marinos apristas iniciaron
una insurrección armada el 3 de octubre de 1948, y que fue rápidamente debelada. El
gobierno se vio obligado a poner fuera de la ley al Apra e iniciar su persecución pero no pudo
ya detener la conspiración militar para derrocarlo.
El 27 de octubre se alzó el general Manuel Odría con el auspicio de los grupos
conservadores liderados por Beltrán, tomó el poder sin problemas, deportó a Buenos Aires al
Presidente y encarceló a todos los apristas que pudo atrapar. Haya de la Torre logró asilarse
en la embajada de Colombia, en la avenida Arequipa y allí permaneció casi cinco años
mientras la cancillería peruana litigaba en tribunales internacionales con su colega
colombiana.
La opinión pública reaccionó favorablemente a Odría o por lo menos así lo
presentaron los diarios La Prensa y El Comercio, que saludaron al golpe con alborozo, sin
disimulos.
El editorial de La Prensa del 30 de octubre dijo, entre otros elogios a los golpistas:
"Hombres de honor y patriotas, los miembros del Gabinete que habría evitado que se vertiera
la sangre de nuestros soldados, no se abandonaron a la inactividad. Había que salvar al Perú,
y a salvarlo dedicaron sus energías, su inteligencia y su valor. Su prestigio consiguió unificar
las voluntades de los miembros de los institutos armados. Todos ellos respondieron cuando
les hablaron del deber que tenían. Vibraron los corazones y las espadas. Y de allí este
movimiento militar, puro, sin interferencias extrañas, que cierra el paréntesis de ineptitud y
desconcierto que ha vivido el Perú por tres años" (La Prensa. 30.10.48. p.3).
El antiaprismo de El Comercio (recuérdese que Antonio Miró Quesada y su esposa
fueron asesinados por un fanático aprista en 1935) se hizo patente en el editorial de saludo al golpe y de condena al Apra, en anatema que escribió el propio Luis Miró Quesada: "...era
evidente que una secta internacional y marxista, extraña a la emoción de Patria, y que utiliza
la demagogia, la violencia y el crimen, para llegar por medio de la revolución a la captura del
HACIA UNA EXPLICACIÓN POLÍTICA DE U.H. 16
Poder, no puede ser contenida sino por la fuerza. No de otro modo, se puede salvar al país de
malvados sectarios que no vacilan en desencadenar la lucha fratricida; que pervierten el alma
de nuestra juventud; y que se arrogan el derecho de dar Códigos y convertirse en jueces, con
el criminal propósito de imponer a los prosélitos que delinquen, la marca infamante y el
asesinato cobarde" (El Comercio. 30.10.48. p. 1).
Ravines disfrutó de la noticia del triunfo en México adonde había sido deportado el 15
de octubre, es decir, a escasos días del alzamiento del general Odría y como parte de la
decisión (tardía) de Bustamante y Rivero de endurecer su gobierno y perseguir a sus
enemigos para sostenerse.
El Apra ya estaba fuera de la ley cuando se produjo el cuartelazo de Arequipa y no se
puede afirmar por tanto que los militares tenían como misión combatir a los apristas.
Simplemente resultó que la conspiración de Beltrán y sus aliados con los militares habían
avanzado demasiado y no era cuestión de retroceder por detalles.
Los efectos no se hicieron esperar: Pedro Beltrán fue nombrado Presidente del
Directorio del Banco de Reserva para que pudiera aplicar la política económica que
conviniera, Javier Ortiz de Zevallos asumió la Secretaría de la Presidencia. En suma, llegaron
al poder.
Ravines regresó a Lima el 9 de noviembre y pocos días después todo el personal de
La Prensa se reunió en el restaurante Piselli de Magdalena, para darle la bienvenida.
Vanguardia reaparecerá el 7 de enero de 1949 pero carente de objetivos concretos, de
objetivo visible. El 11 de marzose publica el último número de esa etapa y Ravines decide
dedicar su tiempo completo a La Prensa.
17 ÚLTIMA HORA
Capítulo II
PERIODISTAS Y PERIÓDICOS ANTES
DE ÚLTIMA HORA
-Las generaciones de periodistas. –La formación de los periodistas. –Libertad y El
Universal. –La prensa chica del 45 al 49. –Cierres, cláusulas, deportaciones. –El
gremio de los periodistas.
Las generaciones de periodistas
Cada proceso político peruano de cierta significación ha tenido su periodismo propio
y, por supuesto, sus periodistas. Se podría hablar incluso de generaciones vinculadas a
grandes eventos y periódicos que tuvieron actuaciones muy significativas en ellos.
Se denomina "generación", y esta definición es aceptada sin discusión mayor, a
personas de la misma edad que comparten usos, modos, costumbres, cultura en general y que
son llamados contemporáneos y también coetáneos. Cada generación convive con mayores y
menores, es decir, con la generación que les antecede y con la que viene. Para describir el
método de las generaciones se suele utilizar la analogía de las olas golpeando la playa o la
que propuso Julián Marías, esto es, una gran escenario en el que aparece en primera fila una
generación y atrás y atrás otras. El telón se abre cada 15 años y ha desaparecido la primera; la
que estaba en segundo lugar se ha colocado adelante pero compartiendo la escena con los que
aguardan detrás: "Cada una de esta generaciones va a vivir en forma distinta las creencias,
ideas, deseos, pretensiones de la época. Cada uno de éstos será visto, a la vez, según cuál lo
contemple, de frente y de espaldas, como ilusión y promesa o como limitación o desencanto"
Cada 15 años es posible reconocer una nueva generación, afirman los estudiosos del
tema (véase particularmente Varillas, 1992; Pacheco Vélez, 1993) coincidiéndose también en
que para identificar la "aparición" generacional hacen falta dos datos cronológicos: " -la zona
de fechas de nacimientos de sus integrantes; esos quince años dentro de los cuales se produce
el natalicio de todos los que la conforman; -y el momento de su 'aparición histórica': la
coyuntura precisa de su ingreso en el escenario de la sociedad en la cual van a cumplir un rol,
a repreeentar un papel y actuar un drama".
PERIODISTAS Y PERIÓDICOS ANTES DE U.H. 18
Hay entonces "zonas" de nacimiento pues sería excesivo pedir que una generación
debe ser de sólo los nacidos en un año determinado. Hay mayores, los del principios y tardíos
("seniors" y "juniors" los llama Pacheco).
Proponemos como ejemplo una lista de los relacionados con el periodismo y que
forman parte de la generación que nosotros llamaremos la generación del diario El Tiempo y
que tenían entre 20 y 30 años cuando su fundación:
Pedro Ruiz Bravo, 1885
Abraham Valdelomar, 1888
Ricardo Walter Stubbs, 1888
Augusto Aguirre Morales, 1888
Julio Baudoin, 1889
Emilio Delboy, 1889
Federico More, 1889
Alfredo Gonzales Prada, 1891
César Vallejo, 1892
Ezequiel Balarezo Pinillos, 1892
Alberto Ulloa S., 1892
César Falcón, 1892
Félix del Valle, 1892
Ladislao Meza, 1893
Reynaldo Luza, 1893
José Carlos Mariátegui, 1894
Víctor Raúl Haya de la Torre, 1895
Eudocio Ravines, 1897
Pedro Beltrán, 1897.
Cuando llegaron al periodismo, estos personajes se encontraron y convivieron
profesionalmente con una generación anterior de mayores de 30 años, como por ejemplo,
Abelardo Gamarra, 1846; Ismael Portal, 1863; Federico Blume, 1863; Carlos Rey de Castro,
1866; Clemente Palma, 1872; Aurelio Arnao, y recibieron también a otra de "de avanzada",
usando parte de la sistematización de reconocimiento que proponía Pacheco Vélez:
Características de la generación:
a) Nombre: Grupo de La Prensa (1903), el primer diario moderno del siglo.
b) Aparición histórica: Año 1903, periódico diario fundado por Pedro de Osma para sostener
las posiciones del Partido Demócrata, acaudillado por Nicolás de Piérola.
c) Años de comienzo de vigencia de la generación: Desde 1903, fecha de fundación, hasta
1915, año en que un importante grupo se marcha para fundar El Tiempo.
d) Novedad que aporta La Prensa: Adquirió maquinaria moderna, los novísimos linotipos. Se
construyó un edificio especial para el diario, en el Jirón de la Unión. Columnistas
comentaristas de primera línea. Maestría en la entrevista y la crónica, sus géneros preferidos.
Campañas apasionadas. Valoración distinta de las noticias en contraste con la aburrida
presentación de El Comercio.
19 ÚLTIMA HORA
e) Periodistas representativos:
Fausto Gastañeta, 1872; Carlos A. Romero, 1873; Enrique Castro Oyanguren, 1875;
Enrique Carrillo, 1876; Luis Fernán Cisneros, 1882; Felipe Sassone, 1884; Leonidas Yerovi,
1881; Ricardo Walter Stubbs, 1881; Pedro Ruiz Bravo, 1885; José Gálvez, 1885; Julio
Málaga Grenet, 1886; Abraham Valdelomar, 1888, Carlos Guzmán y Vera.
(Entre los periodistas más notables de la generación anterior, están Alberto Ulloa
Cisneros, 1862; Antonio Miró Quesada, 1875; Clemente Palma, 1872)
Añadiremos que la lista completa de personal de La Prensa en 1903 era la siguiente:
Pedro de Osma (Director), Enrique Castro (Parlamento), Manuel Ortiz de Zevallos (hípica,
sociales), Fausto Gastañeta, Julio Portal, Arturo Vera Tudela (corresponsal en el Callao), F.
Charún y Vivero, Carlos Iturrizaga (reporteros).
f) Otros periódicos significativos de la etapa: El Imparcial, Variedades (Palma), Lulú (Pérez
Cánepa), El Turf, Integridad (Gamarra), La Protesta (Loayza-Lévano), La Unión, La Patria,
La Epoca, La Tribuna, El Imparcial, El Mosquito (Alcorta), Rigoletto (Yerovi), La Tradición
(Arzobispado), La Crónica (Moral-Palma).
La generación siguiente:
a) Nombre: Grupo de El Tiempo (1916), los profesionales renovadores del diarismo.
b) Aparición histórica: Año 1916, diario fundado por Pedro Ruiz Bravo, independiente
originalmente, de oposición al gobierno de José Pardo, favorable a candidatura presidencial
de Augusto B. Leguía.
c) Años de comienzo de vigencia de la generación: Desde 1916 a 1930, fecha en que la caída
de Leguía marca su desaparición y un cambio decisivo en la sociedad peruana. La mayoría
son periodistas que se acercan al final de la Juventud.
d) Novedad que aporta El Tiempo: Los periodistas de esta generación ya se han consolidado
como profesionales. Fundación del Círculo de Periodistas, con aspiraciones reivindicativas.
Valoración moderna de las noticias, con presentación previamente diagramada. Confirmación
de géneros periodísticos (concurso periodístico del Círculo). Atención preferente a
informaciones sociales, laborales.
e) Periodistas representativos:
Ezequiel Balarezo Pinillos, 1892; Félix del Valle, 1892; José Carlos Mariátegui,
1894; César Falcón, 1892; Adán Felipe Mejía, 1894; Ladislao Meza, 1893; Federico More,
1889; Alberto Ulloa Sotomayor (1892).
f) Otros periódicos significativos de la etapa:
Excelsior (Cisneros), El Día (Balarezo Pinillos) Don Lunes (More) La Razón
Mariátegui), El Sol (Laos), Mundial (Aramburú), Perricholi (Balarezo Pinillos). Amauta
(Mariátegui), Labor (Mariátegui), El Hombre de la Calle.
La generación que sigue:
a) Nombre: Grupo de La Tribuna (1930), de periodismo de ideología y partido.
b) Aparición histórica: Año 1931. Diario fundado por el Partido Aprista para sostener y
PERIODISTAS Y PERIÓDICOS ANTES DE U.H. 20
difundir sus ideas. Dirigido por Manuel Seoane. Proceso político abierto a la caída del
presidente Leguía. Disputa de públicos y votantes en sucesivas elecciones.
c) Año de comienzo y vigencia de la generación: Desde 1930, año previo a la fundación,
hasta 1950, en que desaparecen las condiciones para este tipo de prensa político-combativa.
La generación se hace particularmente presente en los procesos político eleccionarios de 1931
(Sánchez Cerro vs. Haya de la Torre), 1936 (Eguiguren vs. Flores), 1939 (Prado vs.
Quesada), 1945 (Bustamante vs. Ureta).
d) Novedad que aporta la generación: Un grupo de periodistas jóvenes se encuentra con una
generación que había sido muy reprimida por el gobierno anterior, de Leguía, y participa en
un sinúmero de proyectos periodísticos-políticos. Hace pocos aportes en la cuestión técnica,
salvo el grupo que organiza el diario El Universal en 1935. Campañas políticas violentas, los
más altos tirajes de la historia, fundación de las escuelas de periodismo de la Universidad
Católica y de la Universidad de San Marcos.
e) Periodistas representativos:
Manuel Seoane, Luis Alberto Sánchez, José Diez Canseco, Eudocio Ravines, Alfonso
Tealdo, Genaro Carnero Checa, Lucas Oyague, Mario Herrera Gray, Alberto Ferreyros,
Heraldo Falconí Sevilla, Humberto Castro Príncipe, Amadeo Grados Penalillo, Gerardo
Uzátegui, Gastón Aguirre Morales.
f) Otros periódicos significativos en la etapa:
Libertad (Francisco Loayza), Nueva Libertad, La República, Última Hora (Stubbs),
Medio Día, La Derecha, El Nacionalista (de la Fuente Chávez), Nuestro Diario (More), El
Perú, Alto Parlante, Cascabel, La Revista, La Calle, El Universal, Jornada, Vanguardia, Gala,
1947, Ya, Pan, Etcétera.
La siguiente y última generación que examinaremos ahora:
a) Nombre: Grupo Última Hora, el primer diario de masas del Perú.
b) Aparición histórica: Años 1949 y 1950. El vespertino Última Hora se publica en enero de
1950.
c) Años de comienzo de vigencia de la generación: Desde 1950 hasta 1968, año en que se
produce el golpe militar que derrocará al presidente Belaunde, instaurándose "La Revolución
de la Fuerza Armada" (1968-1980).
d) Novedad que aporta la generación: Es la entrada del periodismo nacional a las más
novedosas corrientes de presentación gráfica, estilo de redacción (búsqueda de objetividad),
valores de las noticias, columnas de datos, suplementos dominicales en forma de revista,
reporterismo gráfico, organización y administración, se fundan las grandes revistas
interpretativas modelo "Time". Se enfatiza la independencia partidaria. Los cambios obligan
a la renovación de publicaciones anticuadas, como El Comercio. Se estabilizan los tirajes de
más de 100 mil ejemplares diarios. Se propone un modelo de diario tabloide, sensacionalista,
de uso de la "replana" con titulares grandes, crónicas de "interés humano", que proyectará su
influencia con fuerza creciente en las décadas siguientes.
e) Periodistas representativos:
Jorge Luis Recavarren, Raul Villarán, Pedro Alvarez del Villar, Efraín Ruiz Caro,
Guido Monteverde, Alfonso Grados Bertorini, Carlos Meneses, Francisco Igartúa, Alfonso
21 ÚLTIMA HORA
Rospigliosi, Alfonso Baella, Guillermo Cortez Núñez, Enrique Chirinos Soto, César Lévano,
Arturo Salazar Larraín, Juan Zegarra Russo, Sebastián Salazar Bondy, Alejandro Romualdo
Valle, Carlos Cstillo Ríos, Luis Loli Roca, Luis Felipe Angell.
f) Otros periódicos significativos de la etapa:
Caretas (Igartúa-Gibson), Oiga (Igartúa), Gente Escardó) Expreso-Extra (Mujica-
Villarán-, Correo-Ojo (Banchero-Villarán, La Tercera de La Crónica (Prado-Morales
Blondet), Libertad (Movimiento Social Progresista).
(En el trabajo publicado en "Alma Mater" (v. Bibliog.) propusimos nombres de
generaciones de periodistas con las siguientes denominaciones: "1968-1970, Expreso,
Periodismo trascendente", "1980-1989, Marka, Nueva empresa periodística", "1990-, Página
Libre, El diario moderno")
La formación de los periodistas
Se suele decir que hasta 1945 en que se funda la Escuela de Periodismo de la
Universidad Católica los periodistas peruanos eran autodidactas, es decir, que aprendían
solos, sin profesor. Y que la mayoría lo sigue siendo.
Esto no es exacto. Precisamente el encuentro de una generación con otra es la que
siempre hizo posible la formación de los periodistas en medio del fragor de las viejas
redacciones, en la urgencia a veces dramática por redactar un despacho. Todos los periodistas
tienen historias para contar de jefes malhumorados que arrojaron sus crónicas al canasto una
y otra vez hasta quedar satisfechos.
El hecho es que en el Perú los periodistas se dividieron en 1948, año en que se graduó
formalmente el primer periodista de la Universidad Católica, Alfredo Vignolo (Vignolo,
1987). De un lado los que "estudiaban" y de otro los "autodidactas".
Defendiendo a los nuevos periodistas, el periodista español que su extenso nombre
(Andrés Corpus García de la Barga y Gómez de la Serna), usaba sólo el de Corpus Barga y
que fuera segundo director de Instituto de Periodismo de San Marcos, escribió en 1949 un
hermoso alegato:
"Muchos periodistas, sobre todo en Europa, creen que el periodismo no se puede
enseñar. Ninguno, claro está, cree que no se puede aprender. Creen, por tanto, que sólo
puede uno aprenderlo por sí mismo. Si esto fuera cierto, sería una enseñanza, la del
periodismo, original, totalmente autodidacta. Es verdad que el último acento del periodismo,
su personalidad, no se la puede dar nadie. Pero, lo mismo ocurre en las actividades
intelectuales más racionalizadas".
(...)
"Mirando al cielo se hicieron los primeros periódicos, los calendarios, cuando los
hombres eran eternos y los astros la actualidad. Con esto reconozco la verdad evidente de
que ha habido periodistas antes de haber escuelas de periodismo. También ha habido
médicos antes que las escuelas de medicina. Una cosa es la escuela de periodismo y otra la escuela de los periodistas. La escuela de periodismo ha de ser un centro de enseñanza; la
escuela de los periodistas es el universo" (Corpus Barga, 1949).
PERIODISTAS Y PERIÓDICOS ANTES DE U.H. 22
Los presuntos autodidactas de las generaciones anteriores eran buenos lectores y en la
medida en que la mayoría compartía literatura y periodismo. Al igual que los famosos
españoles, como Torcuato Luca de Tena que fundó la revista Blanco y Negro en 1891 y que
circulaba en Lima. El mismo fundó el ABC primero como semanario y luego como diario en
1905. También se leía en el medio a Miguel de Unamuno, que hacía crónicas desde 1880 y
que fue un activísimo colaborador de periódicos; a Pío Baroja; pero sobre todo a Azorín, que
fue el mejor de todos por su inteligencia y estilo y por su magisterio.
En 1926 fue fundada en Madrid por el diario El Debate, una escuela de periodismo.
Había existido antes otra, en 1887, de poca significación. Esta, en cambio, se hizo para
modernizar al periodismo recibiendo a 12 alumnos. La Escuela Oficial de Periodismo de
Madrid fue fundada en 1940.
La antigua vertiente española de influencia en la formación de los periodistas fue
complementada formalmente a partir de los años 40 por la vertiente norteamericana. Ambas
influencias habían tenido ya resultados felices especialmente en Argentina, donde se
desarrolló un gran periodismo. Son muchos los títulos publicados pero hay que destacar el
diario Crítica, creado por Natalio Botana en 1913 y que fue una verdadera escuela de
periodismo para muchos, incluyendo a peruanos.
"La intención popular del diario Crítica se ponía de manifiesto en todos los aspectos
de su organización, tal como se mostraba en sus páginas. Una de las formas de vinculación
con su público fueron las campañas públicas: colectas, distribución gratuita de máquinas de
coser, concursos. Uno de estos consistía, por ejemplo, en adivinar el peso de un elefante”
(Rússovich y Lacroix, 1962).
Botana introdujo en esos años 20 el énfasis en las noticias deportiva en su búsqueda
de los públicos masivos, además, por supuesto de las noticias policiales. En 1928 fue fundado
el diario El Mundo, que eligió el tamaño "tabloid" (tabloide, la mitad del antiguo llamado
"standard"), las noticias breves y propuso las historietas criollas como "Quique, el niño
pirata" pero sobre todo "Patoruzú", desde 1935.
Las revistas argentinas salían al exterior, proporcionando material de lectura fácil, al
estilo de los viejos folletones.
En periódicos de Buenos Aires,en diferentes épocas, trabajaron periodistas tan
influyentes como Antonio Garland (La Razón, 1910), Felipe Sassone (Última Hora, 1910),
Leonidas Yerovi (Crítica, Caras y Caretas, 1914), Julio Málaga Grenet (La Nación, 1920-
1933), Federico, More (Crítica, La Razón, Caras y Caretas, 1920), Luis Fernán Cisneros (La
Nación, 1924-1933), Manuel Seoane (Crítica, 1924), y muchos otros. El periodismo
argentino era, en suma, familiar a los periodistas peruanos desde principios de siglo,
constituyendo una influencia muy significativa.
Añadiremos que la primera escuela de periodismo de Argentina fue fundada en 1933,
en la Universidad de La Plata. En Brasil se dictaron cursos en Río de Janeiro a partir de
1935, La Universidad Javeriana de Bogotá abrió su Escuela en 1949, la Escuela de
Periodismo de la Universidad Central de Venezuela, en Caracas, se fundó en 1947, la
Universidad Central de Quito ofreció periodismo como curso de extensión a partir de 1941.
"Libertad" y "El Universal"
En los años que median entre 1930 y 1949 se publicaron numerosos periódicos, como
hemos ya descrito, acompañando especialmente a los procesos políticos eleccionarios.
23 ÚLTIMA HORA
En la mayoría de los casos encontramos a los mismos periodistas pasando de un
periódico a otro. Sólo los Miró Quesada y El Comercio mantuvieron más o menos estable su
plana de redactores y sin interesarse mayormente en las novedades de los nuevos periodismos
que venían del extranjero.
De toda esta multitud de publicaciones reconocemos dos como muy influyentes: los
diarios Libertad, de Francisco Loayza y El Universal, de José Echecopar Herce.
Loayza (1872-1963) era toda una personalidad del periodismo radical, las letras y la
diplomacia cuando editó Libertad. Debe citarse como antecedente que era un periodista
precoz, editor de revistas como El Microbio (1888) y muchas más como Fray K Bezón, de
1907 a 1911. Ingresó a la diplomacia, fue nombrado cónsul en Japón y se convirtió en el
primer especialista en la cultura japonesa, publicando libros y artículos sobre el tema. Luego
estuvo en Guayaquil, Bahía Blanca, Shanghai y finalmente lo encontramos en Lima a la caída
de Leguía y a quien sin duda tenía gran encono.
Editó entonces el diario Libertad, que apareció con mucha publicidad en agosto de
1930, a poco de asumir el poder Sánchez Cerro. Recuérdese que por años los periodistas
habían sido reprimidos o mediatizados y ahora un independiente, sin pasado periodístico
inmediato aunque sí con experiencia, fue quien asumió la demolición de Leguía.
Contemporáneos describen a Loayza como un terrible planfletario, tenaz acusador de los que
se enriquecieron con el régimen y publicista de las acciones del famoso Tribunal de Sanción
que se formó para investigar excesos del régimen.
Inmediatamente aparecieron otras publicaciones siguiéndole el paso a Loayza y su
Libertad, periódico que fue probablemente el primero en sobrepasar la extraordinaria cifra de
los 100 mil ejemplares. Sólo se publicó hasta enero del año siguiente pero esos pocos meses
fueron suficientes para demostrar que un diario podía convertirse en una maza formidable si
se sabía manejar los títulos y la prosa como lo había hecho Loayza. Era el único propietario,
es decir, no tenía respaldo de ricos o políticos.
Entre sus redactores estuvieron Glicerio Tassara (que más tarde editaría su propio
semanario Trinchera Aliada sin preocuparse por la ética), Francisco Flores Chinarro, Marino
Ratto, Juan Malmborg Ratto y otros.
Como resultado de aquella experiencia de años iniciales de combate, un grupo de
financistas interesados en participar en política organizó el diario El Universal, de primera
plana rojinegra, que apareció en mayo de 1935 con gran despliegue publicitario. Incluso se
utilizó un avión que trataba de formar las letras del nuevo diario con humo. Las piruetas en el
cielo de Lima obligaron a todos a torcer el cuello para verlo a la vez que se enteraban de que
salía El Universal. Se publicó por última vez el 27 de julio de 1945.
Los propietarios iniciales fueron Echecopar Herce, Baily Gallagher, Hammond,
interesados en el favor del presidente Benavides que, repetimos, terminó anulando las
elecciones de 1936 porque el candidato proaprista, Eguiguren, estaba ganando. En 1939 El
Universal sostuvo la candidatura de Manuel Prado, ganador, y terminó pagando el precio del
oficialismo.
Después fueron directores José Bustamante y Ballivián, Federico More y al final,
Teodoro Garrido Lecca.
En la redacción estuvieron periodistas que tendrían gran influencia posterior, como
Gerardo Uzátegui, Eduardo Lizárraga, Román Hernández. También, según lista que elaboró
el dibujante Eduardo Calvo, José Diez Canseco, Humberto del Aguila, Dante Bottino, Ramón
PERIODISTAS Y PERIÓDICOS ANTES DE U.H. 24
Remolina, Jorge Falcón, Octavio Cabada Dancourt, Gastón Aguirre Morales, José Rosas
Soto, Carlos Lassús, Enrique Vásquez Andrade, los hermanos Mendívil, Leonidas Yerovi
hijo, los dibujantes Benavides Gárate, Mario Agostinelli y el propio Calvo.
Pero lo importante de El Universal estuvo en el esfuerzo modernizador del
periodismo. Los redactores disfrutaban de amplia libertad de expresión y podían escribir,
claro, manteniéndose en los marcos políticos preestablecidos, como quisieran y de todo.
Se encontrará crónicas novedosas, columnas de humor y comentario ágil, titulación
adecuada, selección de noticias con valoraciones precisas. Era un periódico muy profesional
que destacaba entre la mediocridad constante de El Comercio y los altibajos de La Prensa que
cambiaba de propietarios.
Ya no pudo sostenerse para participar con eficacia en la batalla de 1945 y cerró en
julio después de una larga agonía prolongada inútilmente por un puñado de periodistas que
conservaban la esperanza de revitalizarlo.
La prensa chica del 45 al 49
¿Qué es la "prensa chica" en el Perú? Es la prensa de segunda fila, la que no tiene la
presencia ni la influencia política de la llamada "grande". Tiene la característica, sin embargo,
de que en algún momento, y especialmente en coyunturas políticas, puede empinarse y
superar a la otra.
La denominación de "chica" no tiene que ver con el tamaño ni la periodicidad, y,
repetimos, varía en el tiempo. El Comercio por ejempo, siempre estuvo a la cabeza de la
prensa grande. Libertad fue de prensa chica al igual que El Universal.
Es difícil generalizar y para ser calificada la prensa debe ser observada en la etapa
histórica que se maneja. Es el caso de los años previos a la fundación de Última Hora, de
1945 a 1949.
Iniciamos el examen de esta prensa en 1944 porque es el año en que aparece Jornada,
el semanario fundado para apoyar la candidatura presidencial de José Luis Bustamante
Rivero. Los promotores eran los hermanos Benavides Corbacho, que ya editaban la revista
Turismo desde 1943 con cierto éxito y que pusieron su experiencia al servicio de la nueva
aventura política. Bustamante ganó y Jornada se tornó oficialista pero conservando su sesgo,
como hemos dicho antes, bustamantista. Mantuvo su distancia del Apra y no acompañó la
aventura subversiva del 3 de octubre de 1948.
Tenía poco que aportar en el terreno técnico y su atractivo netamente político, de
opinión.
Ya hemos descrito antes la batalla periodística entre el Apra y la Alianza Nacional (La
Prensa, Vanguardia vs. La Tribuna, La Tarde) y no repetiremos.
Debe destacarse en esta etapa la fundación en enero de 1947, de "1947 Semanario
Peruano", por Genaro Carnero Checa y que se publicaría por más de diez años y que era un
esfuerzo modernizador importante pues era la primera revista que asumía el modelo Time,
tanto en la forma, el tamaño, como en la organización interior y el estilo de presentación de comentarios, de periodismo interpretativo. Llevaba como lema "con las noticias que hacen la
historia".
25 ÚLTIMA HORA
Entre sus redactores de los primeros años encontramos a Odile Marley de Alex, que
hacía modas y manejaba la sección femenina; Juan Francisco Castillo que traía experiencia
de Cascabel, El Hombre de la Calle, La Hora; Antenor del Pozo, experimentado redactor de
La Noche, Excelsior, Jornada, etc.; Alfredo Mathews, político, de izquierda; Manuel
Ferreiros Bustos, especialista en economía; Pablo Madalengoitia, de espectáculos en general;
José Ludmir, cine; Miceno Carnero Checa, reportero, y otros. No puede dejar de citarse a la
enérgica esposa de Carnero Checa, Maruja, que asumió la dirección de la revista cuando su
director fue deportado o encarcelado, lo que sucedió con alguna frecuencia, por lo demás.
Carnero había militado en el Partido Comunista y trabajado incluso con Eudocio
Ravines. Luego, apartado de la militancia por la que sufrió prisiones y destierro, conservó sus
ideas de izquierda siendo consecuente con ellas hasta el final de su vida.
Había estado desterrado en México por largos años trabajando en el periodismo de ese
país y retornó al Perú lleno de ideas y entusiasmo por hacer una revista diferente. Dinámico y
agresivo, afable y cálido, Carnero hizo efectivamente un aporte innegable al periodismo de
interpretación con su revista que, eso sí, siempre estuvo en la primera fila de la prensa chica.
Se publicaba también Cascabel, la revista más estable de Federico More, uno de los
más importantes periodistas del siglo tanto por sus habilidades estilísticas como por su
experiencia y capacidad de crear revistas. Cultivaba el periodismo más como pasión que
como oficio aunque vivió de su pluma toda su vida. Contaban de More muchas anécdotas y él
mismo ha dejado escritas algunas (More, 1989). Cascabel se publicó irregularmente desde
marzo de 1935 hasta 1951.
Muchos periodistas de la generación del 50 se enorgullecían de haber tratado a
Federico More. Entre sus redactores de distintas épocas encontramos a Augusto Aguirre
Morales, Lucas Oyague, Ernesto More, César Alzamora, Guillermo y Humberto Rebagliatti,
Alberto Ferreyros, Angela Ramos, Ricardo Alcalde Mongrut, César Macera, Heraldo Falconí
Sevilla, Roberto Nieves, Amadeo Grados Penalillo, Víctor Mendívil, Marco Infante, Eduardo
Calvo.
Debe citarse también, en el 1948 previo a los dramáticos sucesos de octubre, la revista
Izquierda, de Franklin Urteaga Cazorla; Revolución, vocero del trostkismo; El Callao, el
diario chalaco de Darío Arrús que fue clausurado por Odría acusado de colaborar con los
apristas; Buen Humor, de Leonidas Rivera; Combate, de Guillermo Calderón; La Noche,
vespertino fundado por Ezequiel Balarezo Pinillos que sobrevivía a duras penas con
escasísima circulación y que tuvo entre sus filas a Angela Ramos, verdadera pionera del
reporterismo femenino.
De mayo de 1948 es el conocido incidente que provocó Trinchera Aliada cuando
publicó la noticia de que un obrero había muerto en uno los tanques en que se preparaba una
conocida bebida gaseosa. Según parece, Glicerio Tassara trató de conseguir avisos
publicitarios de la empresa y al negárseles decidió vengarse. Las ventas de Coca Cola cesaron
automáticamente cuando el rumor añadió que el muerto era un chino y pasarían meses antes
de que los limeños creyeran que efectivamente todo era mentira. La empresa debió hacer una
gran inversión publicitaria, en esfuerzo que continuarían al año siguiente, utilizando el nuevo
diario Última Hora.
Apareció en mayo de 1948 una revista excepcional: Gala, dirigida por Alfonso
Tealdo, al inverosímil precio de 12 soles cuando los semanarios comunes costaban un sol y
los diarios 15 centavos.
Era editada por la Editorial Etinsa ("Luz en la ruta de la cultura"), de los hermanos
PERIODISTAS Y PERIÓDICOS ANTES DE U.H. 26
Belmont Barr, que poseían negocios de farmacia (eran dueños de los Laboratorios ABF, muy
conocidos en su tiempo). Para imprimir sus etiquetas y cajas, habían instalado una buena
imprenta en Breña y seducidos por el periodismo, editaban las revistas Radioteatro (Guido
Monteverde), Olé () y Equipo (Raul Villarán y Guillermo Cortez Núñez).
Gala tenía cien páginas de papel fino (couchet de 90 y 100 grs.), pocos avisos,
artículos de Raul Porras Barrenechea, Raul Deustua, entre otros, y de los jóvenes Francisco
Bendezú y Pedro Alvarez del Villar. La publicidad estaba a cargo de la atractiva Doris
Gibson.
Un año más tarde cerraba: “Circunstancias poderosas derivadas de la situación
comercial del momento, que no hemos podido salvar, pese a la solvencia de nuestra Editorial
y a todos nuestros esfuerzos, nos obligan a suspender temporalmente la publicación de Gala,
una revista nacional que ha prestigiado la industria editorial del Perú, como lo testifica el
crecido número de sus lectores y el elogio amplio que ha merecido…" (Equipo.10.6.1949).
En abril de 1948 fueron prohibidas de vender en Lima una serie de revistas
extranjeras que tenían amplia circulación. Así suspendieron la circulación de la argentina
Rico Tipo (5 mil ejemplares quincenales) que popularizaba a las Chicas de Divito, la chilena
Pobre Diablo de la editora Zig Zag (2 mil ejemplares), la mexicana Vea y la cubana Sonrisas,
que publicaban bellezas caribeñas semidesnudas.
La más importante de todas era, como lo demuestran las elevadas ventas, la revista
que fundò José Guiillermo Divito en 1944, en Buenos Aires. El éxito estuvo probablemente
en la propuesta de sus escritores y dibujantes de personajes de la cotidianeidad, de la vida
diaria. Fue así como se hicieron muy populares en Lima el valentón del barrio Juan
Mondiola, el indeseable Fúlmine, el traidor Fallutelli, Purapinta y otros cutos nombres fueron
incorporados para nombrar a personas, como "eres purapinta" o "no seas fallutelli".
Después de Octubre el cuadro cambió radicalmente. Desaparecieron las hojas apristas,
la prensa de oposición atemperó sus comentarios y sólo hubo como novedad el intento de
publicación del diario Nuevo Tiempo, pro odriísta, luego de haber sido anunciado como
"Nuevos Tiempos", dirigido por los hermanos Federico y Ernesto More. Circuló poco tiempo
a partir del 1ro. de diciembre de aquel 1948.
Francisco Igartua, que había hecho su aprendizaje en Jornada, lanzó su Oiga, en
noviembre, declarándose de oposición. Sólo circularon tres números pues el cuarto fue
destrozado en el mismo taller y su director fue enviado a la cárcel por varios meses.
Federico More trató nuevamente con un diario, Adelante, junto con Emilio Armaza
pero no pasó de unos pocos números. Heraldo Falconí Sevilla se peleó con el gobierno con
!Aquí Está! y luego anunció y lanzó !Aquí Va! Esteban Pavletich publicó Democracia,
Glicero Tassara (y luego Luis Milachay) insistió con Trinchera Aliada, Guillermo Calderón
sacó Combate, también circulaba La Noche, la Unión Revolucionaria editó El Heraldo bajo la
dirección de Amadeo Grados Penalillo, quien después se lanzaría a la empresa propia con
Pregón, Julio C. Luna publicó Hoguera. Seguía circulando Excelsior de Lucas Oyague.
Jornada nombró a Jorge Luis Recavarren como director y continuó Eleodoro Ventocilla como
jefe de redacción por breve tiempo más.
Cierres, clausuras, deportaciones
El año 1950 sería, según la Constitución, de elecciones. Aunque pocos confiaban en
1949 en que Odría dejaría la presidencia (no se sospechaba todavía la maniobra de la "bajada
27 ÚLTIMA HORA
al llano") surgían ambiciones políticas. Unas abiertas, ingenuas, como la del Mariscal Eloy
Ureta, otras más trabajadas como la de José Quesada. Con cautela se movilizaba Ignacio
Brandariz, sin afirmar ni negar.
El gobierno dictatorial de Odría promulgó, el 1ro. de julio de aquel 1949 la "Ley de
Seguridad Interior de la República" (No. 11049), aunque en verdad no necesitaba de ningun a
disposición legal para sus arbitrariedades. Sin la ley, el 1ro. de abril hizo detener y deportar a
México a Genaro Carnero Checa, el director de "1949". Y sin explicaciones. El rumor dijo
que era por haber publicado en exclusiva la segunda respuesta colombiana a la Cancillería
peruana en el caso sobre Haya de la Torre, refugiado en la embajada de ese país, en la
avenida Arequipa. El tema irritaba profundamente a Odría, cuyos abogados llevaban las de
perder. Y Carnero Checa pagó el precio de la primicia (El Popular. 13.4.49. p.1). Regresaría a
Lima el 5 de julio.
En esos días fueron incautadas las ediciones de Buen Humor y Trinchera Aliada,
hojas modestas, de escasísimo peso político.
La nueva ley ampliaba sin embargo sus posibilidades persecutorias pues contemplaba
penas, por ejemplo, "para aquellos que propugnen verbalmente, por escrito o por cualquier
otro medio... noticias o informaciones falsas o tendenciosas, destinadas a alterar el orden
público o a dañar el prestigio o crédito de nuestro país" (Norabuena, 1982). La interpretación
de párrafos como éste podía hacerla incluso un Prefecto provincial y enviar a la cárcel al
periodista.
Los Belmont, entusiasmados con sus éxitos periodísticos, anunciaron dos revistas
nuevas que se llamarían Mocito, humorística infantil y !Ya!, política y de actualidades cuya
dirección encargaron a Alfonso Tealdo.
Como es usual, el editorial proclamaba: "... No se trata, por tanto, de una improvisada
incursión en el campo del periodismo nacional ni de una aventura más. Es un hondo anhelo
en manos de escritores aptos y el sólido respaldo que suelen acompañar a las empresas serias
y solventes". En la carátula llevaba la foto del famoso ayunador Urbano que justo ese día, 8
de febrero, abandonaría la urna en que había batido el record mundial de no comer.
En abril, Ya se declaró partidario de la candidatura a la presidencia de José Quesada,
el mismo que había competido electoralmente con Manuel Prado en 1939 y que después fue
nombrado embajador en Argentina por el gobierno de Bustamante. Quesada había formado
una coalición que luego compró el semanario Jornada para difundir su plan de acción.
Pero duró poco la relación y Tealdo se apartó para fundar el beligerante semanario
Pan, que apareció en junio.
Pan recogía el título de una revista socialista argentina y era producto de la sociedad
de Tealdo con Esmaro Salas, propietario de una gran imprenta y que se entusiasmaba con
facilidad ante la perspectiva de buenos negocios. Entre sus negocios figuraba la boite
"Acapulco", en el jirón Ica (el mismo edificio donde años después se fundó Expreso).
Se enfrentaron entonces Ya, que ahora dirigía Alfredo Cánepa Sardón, y Pan. "Será
como el pan, estará en la mesa de todos. En la del pobre y en la del rico" decía Tealdo en su
campaña publicitaria. Y bajó el precio a 1 sol cincuenta mientras que Ya quedó en 2 soles.
En esos días el gobierno decidió expropiar por Decreto la imprenta en que se había
editado los diarios La Tribuna y La Tarde, apristas. Pero no pertenecían al Apra sino a un
particular, Fernando Reuche, que la había arrendado.
PERIODISTAS Y PERIÓDICOS ANTES DE U.H. 28
Reuche había alegado por sus máquinas e incluso el fiscal Juan Bautista Velasco
opinó a su favor y cuando estaba a punto de recuperar su imprenta, el Decreto acabó con la
discusión.
Fue en esa imprenta que Enrique de los Heros organizó en octubre el nuevo diario
Últimas Noticias que sólo circuló tres días pues el Ministerio de Gobierno ordenó la requisa
del cuarto número. En ese frustrado diario trabajaban, como jefe de redacción Pedro Alvarez
del Villar; jefe de crónica, Samuel Pérez Barreto; secretario de redacción, Francisco Igartúa.
Entre los redactores estaban Percy Gibson, Sergio Vélez, Jaime de las Casas, Enrique
Angulo, Enrique Solari, Jaime Aranzáes.
En noviembre, aplicando la ley, el gobierno requisó Ya y detuvo a Cánepa Sardón, su
director y ordenó a uno de los dueños, Augusto Belmont, que se marchara del país. La familia
no quiso hacerse problemas y cortó por la sano: cerró la Editorial Etinsa cancelando las
publicaciones y negociando con los trabajadores, gráficos y periodistas, su despedida
intempestiva.
Una buena cantidad de periodistas se quedaron sin empleo. Entre ellos Guido
Monteverde.
Pan también cayó bajó la bota odriísta. A mediados de noviembre la policía notificó a
Tealdo, y por escrito, que la revista estaba clausurada. Tealdo acusaba a La Prensa: "Ravines
no ha triunfado. Mi clausura significa su derrota. Su derrota definitiva...Ya lo veré vendiendo
algodón azucarado por las calles" ("1949". 28.11.49. p. 6).
Poco antes, algunos de sus mejores nuevos redactores lo habían abandonado, como
Juan Zegarra Ruso, Arturo Salazar Larraín y Alejandro Valle.
Igual le pasó a Jornada. Su última edición estaba parcialmente dedicada a informar
sobre la clausura de Ya, reproduciendo cartas de protesta, entrevistas a periodistas. Era
evidente que Odría estaba decidido a no dejar pasar a José Quesada, que se perfilaba como
líder de la oposición. Aquella edición de Jornada se vendió más que nunca pero su éxito
significó su desaparición.
El 21 de noviembre Jornada recibió una multa de 10 mil soles "por desarrollar una
desembozada campaña sediciosa" y sus dueños decidieron no pagar. Era jefe de redacción
Alberto Ferreyros.
También cayó el modesto semanario La República, que publicaba con interrupciones
Felipe Barreda Laos quien recurrió al Habeas Corpus para evitar el pago de una multa de 10
mil soles impuesta bajo la acusación de llamar a la insurrección (Después lo deportaron a
Buenos Aires).
Pero la pasión política podía más que las amenazas y circularon nuevos periódicos
como Síntesis, en setiembre, dirigido por Bernardo Ortiz de Zevallos y teniendo en su plana a
Francisco Igartua, Sergio Vélez, Pedro Barrantes, Javier Ortiz de Zevallos, Eudocio Ravines.
El gremio de periodistas
Las clausuras de Ya y Pan, la prisión de Alfredo Cánepa Sardón, la virtual prohibición
de circular de Jornada y La República, además de los anteriores atropellos descritos arriba, hicieron que el gremio de periodistas se unificara después de muchos años.
Y la única institución que existía para nuclearlos era la Asociación Nacional de
29 ÚLTIMA HORA
Periodistas, fundada en julio de 1928 por periodistas leguiístas, de La Prensa expropiada.
La institución había sido reducida a poco menos que un club social debido a los
esfuerzos de sus dirigentes por apartarla de la política y sus problemas. Y en grandes debates
sobre la libertad de prensa, como por ejemplo, el de 1945 (la Ley de Imprenta propuesta por
el Apra) había elegido la posición de los propietarios y más específicamente, del diario El
Comercio (Chávez Costa, 1978). En algunas oportunidades se pronunciaba cautamente en
defensa de principios; incluso del discutido Ravines y otros periodistas ("1948". 19.7.48. p.
30).
En julio de 1948 había sido reelegida la directiva que administraba la Asociación en
aquel noviembre de 1949. Estaba integrada por los siguientes socios: Presidente, Alfonso
Rosales; Vicepresidente, José V. Faura; Tesorero, Juan Picón Pinzás; Protesorero, Luis
Coronado Calvo; Secretario General, Juan de la Fuente Chávez; Prosecretario General, Luis
Octavio de los Heros; Vocales Titulares, Antenor Escudero Villar, Julio Ramón Bianchi,
Antonio Olivas, Roberto Denegri Luna y Octavio Cabada Dancourt. Vocales Suplentes,
Alfredo Chang, José Carlos Llosa G.P. y Federico Jiménez León. En el Tribunal de Honor
estaban Luis Lama, Armando Herrera y José Chioino. La Comisión Revisora de Cuentas
estaba a cargo de César Guzmán Marquina, José Guillermo Gignoux y José Amador Añazgo.
Rosales era de la generación anterior, de lo que llamaban "la guardia vieja" habiendo
trabajado en periódicos antiguos. A la sazón trabajaba en una empresa que editaba una útil
"Guía Verde" de teléfonos por lo que era acusado de no ser periodista. En verdad había sido
un destacado cronista pero ya estaba prácticamente retirado de la profesión cuando se vió
sometido a la presión de la nueva generación que le exigía hacer algo en defensa del gremio.
Lo que conmovió y movilizó finalmente a los periodistas fue la citada prisión de
Cánepa Sardón. La ANP convocó entonces a una asamblea general invitando incluso a
participar a aquellos que no eran socios de la institución, es decir, la mayoría de periodistas
en ejercicio efectivo. El semanario de Carnero Checa describió así la sesión: "...Accidentada
al comienzo -hondas discrepancias separan al periodismo peruano en general, a los colegas
agraviados entre sí, y a todos y cada uno de ellos con el resto- la reunión finalizó como una
muestra de unidad, la más importante que ha podido darse en los últimos tiempos entre el
gremio de periodistas" ("1949". 28.11.49. p. 7).
El resultado de la reunión fue un comunicado emitido después de la reunión por el
Comité Ejecutivo de la ANP, y el compromiso de iniciar gestiones urgentes ante el propio
Presidente, para lograr la revocación de las últimas clausuras y prisiones. Exagerando,
Rosales se comprometió a renunciar si en ocho días la gestión encomendada no tenía éxito.
Poco después Rosales tuvo la oportunidad de plantear los reclamos del gremio al
propio General Odría en una cita en Palacio de Gobierno. Y cumplió su palabra pues no
consiguió que el Presidente levantara la clausura de las revistas, unque exhibió como éxito la
libertad de Cánepa: renunció ante el Comité Ejecutivo. Por supuesto, no le aceptaron la
renuncia y más bien le renovaron la confianza.
Los últimos días de diciembre fueron fructíferos para el periodismo. Cánepa anunció
planes para editar un diario, La Nación,; circuló la noticia de que Humberto del Aguila
preparaba el semanario Máscaras; y que otros colegas preparaban P.M., Mundo, etc. Para el
año siguiente, 1950, se anunciaba la aparición de dos nuevas publicaciones, el semanario
Etcétera y el diario Última Hora, ambos de Pedro Beltrán.
FUNDACIÓN Y DESARROLLO DE U.H. 30
Capítulo III
FUNDACIÓN Y DESARROLLO
DE ÚLTIMA HORA
-Los nuevos públicos, las masas, el lenguaje. –Beltrán en 1950. –Los reclutas de
Última Hora y La Prensa. –13 de enero de 1950. –Raúl Villarán y Efraín Ruiz
Caro. –El número 100. –Afinando el modelo. –Poggi/Joya, el gran salto.
–CHINOS COMO CANCHA. –“Está firme el periódico”. –¿Revolución de la
Prensa? –Redondeando al modelo.
Los nuevos públicos, las masas, el lenguaje
Los especialistas en la transformación de Lima, su desarrollo y acelerado crecimiento,
suelen identificar por lo menos tres oleadas migratorias a la capital. Una primera, lenta,
progresiva, que llamaron "las migraciones de mano de obra" (Millones, 1978). Luego, la más
espectacular, la de 1940-1945 que comenzó tugurizando las casas del centro, apiñándose en
los barrios populares y luego se desbordó invadiendo terrenos baldíos de particulares o del
Estado. La tercera es ya a lo largo de la década de los 50 y en la que tendrán participación
Beltrán, sus socios y sus periódicos.
En menos de diez años la población de Lima dobló su número debido a la migración
del interior, de la llegada masiva de serranos, mayormente agricultores, campesinos.
Entre las causas que produjeron este fenómeno, Matos Mar identificó el rápido
desarrollo demográfico peruano, especialmente en las zonas rurales; un desarrollo nacional
inadecuado que no pudo acompañar al crecimiento poblacional; nuevos ideales de vida
promovidos en parte por la difusión de la educación; abandono del Estado del pequeño
agricultor; bajo nivel de vida en el interior, como una consecuencia inmediata de lo citado
antes; centralismo cada vez más acentuado, por lo que las oportunidades de trabajo son
mayores (Matos Mar, 1967).
31 ÚLTIMA HORA
El caso es que el rostro de Lima cambió visiblemente y en poco tiempo. Puede
observarse por ejemplo las fotografías de grandes sucesos políticos de los años 20 ó 30: no
hay serranos, o cholos. Los grandes públicos están compuestos por blancos o morenos
(zambos, negros) que visten saco, corbata y sombrero.
Sobre la acentuación de la migración, Millones comentó: "A partir de 1950, la oleada
de migrantes se hizo sentir en los niveles de la población popular limeña, que empezaba a
traslucir la agresiva presencia de los 'serranos' con quienes debía compartir el reducido
espacio habitacional con que contaba en momentos previos a la aparición de las barriadas.
Lima empezaba a revivir el ancestral conflicto de la cultura peruana: los Andes contra la
costa".
Y añadió el conocido antropólogo: "Fue notable en esta fecha el éxito de un periódico
(Última Hora) que se dedicó a imprimir los títulos de sus artículos en la jerga popular
limeña: más del 50 % de ellos mostraba una despectiva percepción de los serranos por los
elementos 'nativos' de la capital: 'cholifáceos', 'serruchos', 'recién bajados', 'chontriles', etc.
son expresiones corrientes con que se les califica en este diario. A su vez, en una tira cómica
llamada precisamente 'Serrucho' se ridiculizaba las desmañadas acciones de un provinciano
con poncho y chullo (vestido típico) en la capital. A ellos se sumó una emisora local que
irradiaba un programa donde otro personaje con el nombre de 'Pachitea' asumía el mismo
papel, esta vez como 'alumno de una escuela nocturna" (Millones, ob. cit.).
Este cambio implicaba necesariamente un cambio en la cultura popular, entendida
ésta como conjunto de costumbres, tradiciones, lenguaje, etc. compartidos por la mayoría. Al
"valse" criollo se opuso el huaynito; a los platos criollos, la comida serrana; a las Peñas
criollas, la carpa de folklore. Atropellando, la nueva generación de limeños se incorporó a las
procesiones, al fútbol, las carreras, los negocios de comida, invadió los parques, fundó los
clubes depositarios de la melancolía por el pueblito lejano.
En tal cambio tenía que estar incluido el lenguaje. El buen decir de los limeños contra
la traducción del quechua que traían los serranos, que ya habían encontrado antes su
representación en personajes del mundo del espectáculo como Teresita Arce, la "Chola
Purificación" que marcaba con su gracioso acento la presencia migrante en la radio
(terminaba sus audiciones con un fuerte silbido y un serranísimo y vibrante "¡Vesete el
Perú!").
Martha Hildebrandt nos indica que se reconoce tres niveles en el habla: la lengua
culta, cuidada o formal, que se identifica también con la lengua escrita y con la lengua
literaria; un segundo nivel para la lengua culta espontána o familiar, de gente que se expresa
bien. Y un tercer nivel que lo constituye la lengua popular: "La lengua popular es el crisol
nunca enfriado de usos nuevos, algunos de los cuales hacen después un camino ascendente
hacia otros niveles de habla (...) la lengua popular representa la libertad irrestricta en materia
de lenguaje y el estado de perfecta inocencia linguística; es por tanto naturalmente creadora y
neologizante. Pero, al mismo tiempo, el uso popular es naturalmente conservador de formas
viejas que la lengua general va desechando y resulta, por tanto, también paradójicamente,
arcaizante" (Hidebrandt, 1969).
La lengua popular se nutre de mucha fuentes, incluyendo la "jerga del hampa"
("replana", en el Perú), y las jergas profesionales, todas con aportes que traspasan niveles
sociales, infiltrándose a los más altos (Bendezú, 1977).
FUNDACIÓN Y DESARROLLO DE U.H. 32
Beltrán en 1950
El golpe militar de Odría fue, repetimos, un éxito para los miembros del grupo que los
apristas llamaban "barones del azúcar", la oligarquía agraria. Como prueba de la participación
directa en la intriga estará el nombramiento de Pedro Beltrán como Presidente del Banco de
Reserva del Perú, justamente la institución encargada del manejo de las divisas.
Las restricciones cambiarias fueron siendo eliminadas sistemáticamente, en proceso
que provocó una devaluación del sol del 41 % a mediados de 1949.
Pero los intereses de la oligarquía exportadora no lo era todo para Beltrán y su grupo,
que ambicionaban el poder y que probablemente habían pactado con Odría que dejaría el
gobierno en 1950 y convocaría a elecciones.
No resultó según parece el General un hombre fácil de manejar, Detrás de su aspecto
y maneras bastas, poco cultivadas, se escondía un astuto manipulador que sabía elegir
colaboradores hábiles, como su famoso Director de Gobierno Esparza Zañartu. El Ejército lo
controlaba su compadre el general Zenón Noriega (quien intentaría un golpe de estado dos
años más tade); la Marina estaba en manos de su amigo el vicealmirante Roque Saldías y La
Aviación no contaba.
Al encarar 1950, la Alianza Nacional recomponía sus fuerzas pues la relación de
Beltrán con el gobierno se debilitaba día a día y su situación en el Banco de Reserva se hacía
difícil de sostener. Se acercaba el momento de pasarse a la oposición y convocar fuerzas para
obligar a Odría a llamar a elecciones generales.
Odría por su parte ya tenía definido un plan de acción para quedarse en la Presidencia,
lo que lograría por encima de consideraciones legales o éticas.
Beltrán renunció a la Presidencia del Directorio del Banco de Reserva en la primera
semana de abril de 1950. Provocado por Odría pues se ordenó la detención y deportación a
México de Eudocio Ravines, el director de La Prensa. En su carta de renuncia dijo: "Mi
fundamental desacuerdo con la línea política que sigue el Gobierno y que ha sido confirmada
por los últimos acontecimientos, constituyen un inconveniente para el desempeño de las
funciones en una institución que, como el Banco Central de Reserva, está en constante
relación con el Poder Ejecutivo".
Y así el presidente Odría se libró de Pedro Beltrán y de Eudocio Ravines.
Los intensos sucesos políticos del año 1949 dejaron lecciones a todos. Beltrán, por
ejemplo, confirmó el poder que podía ejercer la prensa en un momento determinado, y
alguien de su entorno político periodístico tuvo la idea de editar un vespertino. Estaba de por
medio además un poderoso argumento financiero: había que reforzar económicamente a La
Prensa cuyas ventas habían descendido notablemente. Tenían un buen taller, una gran
rotativa, numeroso personal, todo para un par de horas de impresión. Y la Sociedad Nacional
Agraria retiraba su auspicio porque era más interesante pactar con el General. La Prensa,
había tenido por muchos años una edición de la tarde, al igual que El Comercio. Pero con una
concepción periodística de corte antiguo que ya no era rentable ni económica ni
políticamente.
Quizá la idea original fue de Eudocio Ravines, dinámico y creativo, que había
conocido muy bien el periodismo chileno durante sus años de permanencia en Santiago. Allí
había conocido por ejemplo al buen profesional Orlando Cabrera Leyva a quien invitó a
33 ÚLTIMA HORA
trabajar en Lima cuando asumió posiciones directivas en los negocios periodísticos de
Beltrán.
Cabrera era un verdadero aventurero del periodismo. En Santiago había trabajado en
Ercilla con Manuel Seoane), luego, recorrió América escribiendo. Era regular poeta,
guionista de cine y cultivaba el periodismo literario y es por esto que Ravines lo había
colocado en la página literaria de La Prensa.
En una entrevista publicada años después hizo la lista de los diarios y ciudades en que
había trabajado: El Aconcagua (Chile), El Argentino, Columna (Argentina), La Unión,
Ercilla, Ecran, Cine Argentino, Sintonía, Leoplán, Palestra (Argentina); Vea (Chile) Últimas
Noticias, La Prensa, El telégrafo (Ecuador), Epoca, El Tiempo, El Liberal (Colombia; Última
Hora (Perú); La Opinión, El Debate (Chile), etc.
(En los pasillos de La Prensa se comentaba que Cabrera había sido responsable de una
transmisión radial, en Quito, recreando el episodio de la invasión del planeta por marcianos,
como aquella de Orson Welles en Nueva York pero esta vez en Ecuador. Indignados,
centenares de oyentes asaltaron e incendiaron Radio Quito y Cabrera debió huir al Perú).
Su presencia en Última Hora fue probablemente decisiva. En su conocida biografía
de Ravines, Prieto Celi da la siguiente versión de la idea de Última Hora: "Pedro Beltrán,
Eudocio Ravines, Carlos Rizo Patrón, Jorge Luis Recavarren, Javier Ortiz de Zevallos, el
chileno Oswaldo Cabrera Leyva, y otros, están planeando sacar un vespertino popular, que
defienda la democracia, que sea antiaprista, que apuntale las campañas del matutino La
Prensa en favor del libre cambio" (Prieto Celi, ob. cit.)
El título propuesto para el nuevo diario fue sin duda tomado del periodismo chileno
pues un vespertino del mismo nombre había sido fundado en octubre de 1943 por Carlos
Becerra, quien luego lo vendió a una empresa relacionada con la familia Alessandri. El
nombre exacto era "Noticias de Última Hora", tamaño tabloide, de intención popular. Con
titulares grandes (Silva Castro, 1958). La parte 'noticias de" iba en letras pequeñas mientras
que "Última Hora" mostraba letras gruesas muy parecidas a las que eligieron Beltrán y sus
socios.
Domingo Tamariz ha relatado su experiencia en el diario y cree que fue fundado "para
decir en sus páginas lo que ni le convenía publicar en 'La Prensa'. Por esta razón sus
adversarios políticos, al referirse al vespertino, lo motejaban como 'el desague del diario de
Baquíjano" (aludiendo al nombre antiguo de la calle donde está el edificio).
Para formalizar la propiedad del nuevo diario fundaron la Editora Lima, repartiendo
acciones entre Alfredo Allende Kuillfver, contador, el hombre de confianza de Beltrán en
cuestiones de finanzas, Eudocio Ravines, Jorge Luis Recavarren. Seguramente la experiencia
aconsejó a Beltrán a no poner nada directamente a su nombre (como se comprobaría años
más tarde con varias empresas). En el caso de La Prensa, la mayoría de acciones pertenecían
a sociedades inmobiliarias en las que participaban sus socios y parientes Thorndike, Wiesse,
Pardo Aramburú, Rizo Patrón, Rey Elmore mediante otras sociedades en las que finalmente
aparecía él como líder. Era una ruta tortuosa desde el punto de vista legal pero que le
aseguraba la dirección en la práctica a la vez que lo ponía a salvo de expropiaciones o
cambios de fortuna política.
Ya decidido el título, iniciada la propaganda en la primera página de La
Prensa, se inició la tarea de conseguir nuevo personal.
FUNDACIÓN Y DESARROLLO DE U.H. 34
Los reclutas de Última Hora y La Prensa
Hemos visto antes los avatares de los periodistas, y ya conocemos sus nombres. Sin
embargo muy pocos figurarán en la nómina del nuevo diario porque Beltrán y Ravines no
querían incorporar a personas ya signadas políticamente. Deseaban una renovación y tanto
para Última Hora como para La Prensa misma.
Una de las fuentes de reclutamiento para ambos proyectos fue un núcleo universitario
que había publicado en diciembre de 1947 la revista literaria Epsilón, en la Universidad de
San Marcos. Allí figuraban entre prosistas y poetas los estudiantes Jorge Moral, Augusto
Moral, Juan Zegarra Russo, Arturo Salazar Larraín, Alejandro Valle, Herless Buzzio,
Rodolfo Milla, Fernando Quispes Asín y Carlos Germán Belli.
Epsilón era realmente el órgano del grupo Penta-Ultra fundado por Juan Gonzalo
Rose, Francisco Bendezú, Pedro Alvarez del Villar y José Casapía (Gutiérrez, 1988).
Algunos de estos universitarios habían sido ya tentados a trabajar en periodismo por
Alfonso Tealdo en la citada revista Gala, de mayo del 48. Alvarez del Villar había encontrado
allí una excelente escuela; otro precoz y buen redactor, Bendezú, no se decidió totalmente por
el periodismo y prefirió la colaboración eventual.
Cuando cerró Gala, Tealdo inició la edición del semanario Ya con Alvarez y Tello. Y
después Pan, en cuya plana figuraron Zegarra (trujillano, 20 años), Valle (trujillano, 22 años),
Salazar (miraflorino, 23 años), Moral (limeño, 25 años), Hugo Cabrera Arca (ayacuchano, 25
años), Napoléon tello (cajamarquino, 35 años), Jaime Galarza Alcántara (jaujino, 25 años) y
Pedro del Pino Fajardo (ayacuchano, 31 años).
Un grupo, con Zegarra, Salazar, Valle, se apartaron de la revista en noviembre del 49
poco antes de que fuera clausurada, como vimos, junto con Ya, y las multas a Jornada y La
República.
Mientras tanto circulaba ya la versión que Alvarez del Villar estaba convocando a sus
jóvenes colegas para la novísima Etcétera de propiedad Carlos Rizo Patrón, político del
entorno de Beltrán y que se hjabía interesad en el periodismo (el padre había sido director de
La Prensa).
Los planes de Rizo Patrón corrían paralelos a los de Ravines y Cabrera Leyva y por
fin, "Etcétera-El Semanario que el Perú Esperaba" les ganó la delantera pues apareció en las
calles el 5 de enero de 1950 con 32 páginas a 1 sol y con periodismo de corte moderno en que
se evidenciaba la creatividad de la nueva generación. Alvarez era el director. Los otros cargos
estaban repartidos así: Gerente, Federico Costa Laurent; Jefe de tredacción, Alfonso Grados
Bertorini; redactores: Zegara, Salazar, Luis Loli Roca, Samuel Pérez Barreto, Alberto
Cuadros. Como dibujantes el ya conocido Valle y José Bracamonte Vera.
Aparecieron unos pocos números y cerraron y entonces Rizo Patrón los invitó a todos
a pasar a La Prensa o al recién fundado vespertino Última Hora. Y aquí se quedaron
Alvarez, Federico La Rosa Toro aunque sólo temporalmente porque después pasó a La
Prensa. Los otros planificaron para Beltrán, el semanario 7 Días que no llegó a salir y
entonces pasaron a la página editorial, salvo Grados que pasó como redactor principal y comentarista de fútbol ("Toribio Gol"). De aquí surgiría una versión indicando que Etcétera
fue planificada como puente para captar al grupo de universitarios que eran incluso
antibeltranistas. Al reclutarlos Rizo Patrón les aseguró que hasta podrían criticar al mismo
Beltrán.
35 ÚLTIMA HORA
Raúl Villarán y Guido Monteverde llegaron de la "Empresa Tpográfica Nacional
S.A." (Etinsa). Se habían quedado sin empleo por la decisión de los hermanpos Belmont, los
dueños, de cerrar las revistas (aunque luego reeditaron Equipo que no les provocaba
dificultades políticas con el gobierno del general Odría).
Villarán y Guillermo Cortez Núñez editaba Equipo para los Belmont desde 1947 así
que tenían experiencia que aporta. Monteverde dirigía Radioteatro luego de un breve paso por
el arte como declamador en Radio Central en el programa "Glostora Brinda". En Equipo
trabajaron también Carlos (Coco) Meneses, Rodolfo Espinar y colaboraba el culto ingeniero
calculista La Rosa ("Roberto Villa"), entre los principales.
A mediados del 49 Villarán dejó Equipo en manos de Cortez Núñez ("Cuatacho") y
fundó otra revista, Gaceta Deportiva, que sólo alcanzó a vivir dos números. Estaba sin
empleo cuando lo llamaron a Última Hora para proponerle la dirección de la sección
Deportes y entonces convocó a Espinar, La Rosa y otros. Espinar estuvo sólo un mes en el
grupo inicial y retornó a Equipo.
Se integraron al proyecto otros profesionales como el ya veterano Manuel Robles
Alarcón con experiencia en El Callao y Jornada y que se encargaría de la sección Policiales;
Luis Curie Gallegos, editor y diagramador; Emilio Bobbio, capaz de convertir un frío parte
policial en una excitante aventura; Vicente Catacora Miraval, para Judiciales; Bernardo Ortiz
de Zevallos, para Hípica; José Lumir para Cine; Julio Fairlie para las ilustraciones y
caricaturas (cuando se entrevistó con el impaciente Ravines le hizo una caricatura que le valió
el empleo); Manuel Gonzales Olaechea, para Sociales; Mario Loo, para coordinar Redacción
con el Taller; Franklin Urteaga, a quien apodaban "pulguita atómica" por su diligencia y
actividad.
Hubo dos contrataciones singulares, Norwin Sánchez, un joven nicaraguense que
resultó el único que había estudiado para periodista, en la Universidad Católica; y Efraín Ruiz
Caro, cusqueño, estudiante de ingeniería, captado por Ravines de manera circunstancial:
"Le había cobrado una deuda a Ravines por encargo de un paisano del Cusco que
distribuía Vanguardia. Lo perseguí hasta que me pagó.
Un día yo pasaba por la Plaza San Martín, por el Portal donde estaba el Bar Zela y allí
afuera, en una mesita, estaba Ravines solo, tomando una bebida gaseosa. Lo saludé, me llamó
y me senté con conversar. Me preguntaba de Cusco, de amigos comunes, y como yo había
estado ligado a la izquierda cusqueña estaba bien informado. De pronto vimos que salía a
toda velocidad la máquina de los bomberos de la calle Belén. Entonces Ravines me dijo: -
Ruiz, házme un favor, toma un taxi, sigue a los bomberos, toma los datos del incendio y me
los traes a La Prensa, yo dejaré dicho que te dejen pasar, aquí tienes cinco soles para el taxi-.
Y se fue. Yo no seguí a los bomberos sino que corrí a la Bomba, pregunté por la dirección del
incendio y tomé un tranvía.
Al regresar a La Prensa a las 5 de la tarde me hicieron subir hasta el segundo piso, a la
oficina de Ravines, quien me pidió que escribiera los datos, la información y me indicó con
un gesto una máquina de escribir. Yo nunca había escrito una nota periodística así que busqué
en l colección de La Prensa una noticia sobre un incendio y la copié, más o menos,
cambiando las circunstancias y actualizando los datos. Al final añadí que había dos muertos.
Se llevé a Ravines quien la leyó y se puso furioso: -¡Esto es una porquería, así no se
escriber, ponga los muertos al principio!- gritándome como si fuera su empleado. Pero yo
estaba interesado así que volví a escribirla y así dos veces más hasta que me dieron las dos de
la mañana.
FUNDACIÓN Y DESARROLLO DE U.H. 36
A esa hora Ravines leyó la nueva versión y me dijo: -Ahora está mejor, vamos al
taller- y bajamos al primer piso. -La información del incendio ya está impresa, saldrá en la
mañana- me explicó. Ravines me había estado probando y ahí nomás me dio otro encargo,
entrevistar a una escritora sobre el voto femenino y me entregó cinco soles más. Esa
madrugada conocí un taler de diario y la verdad que me gustó, me encantó... en pocos días
me convertí en redactor del nuevo diario que estaba por salir" (Efraín Ruiz Caro.
Comunicación personal).
Así, buscando en distintas vertientes, Ravines y Cabrera Leyva conformaron una
redacción de jóvenes que se pusieron inmediatamente a trabajar, diseñando, copiando,
redactando.
Cabrera llevaba siempre una tijera en el bolsillo y revisaba revistas: cuando veía algo
interesante lo recortaba con rapidez acentuando su gesto característico de inflar uno y otro
carrillo con la lengua. Tenía ideas claras sobre el periodismo, como demostró en la entrevista
que le hizo Luis Loli en Santiago de Chile y que fue publicada en el tercer aniversario del
diario: "Última Hora ha continuado una línea lógica ya prevista en su nacimiento: sacudir
los viejos moldes, pasar por encima de las fórmulas clásicas e interesar a los lectores con la
crónica amena. Habrá quienes digan que es sensacionalismo, pero en estos tiempos ese
calificativo casi no cuadra. Todo es sensacionalista".
"El lanzamiento de un bomba atómica produce sensación aunque se dé la noticia en
letras pequeñas. La muerte de un personaje de fama mundial es sensacionalismo. Hay
periodistas que creen que no es sensacionalismo dar una noticia escandalosa bajo un titular
hipócrita. Ese periodismo entrelíneas es el que hace más daño".
"El titular grande, lleno, franco, agresivo, pintoresco, es como una carcajada que es
siempre superior a la risita mojigata de los que sonríen dientes adentro".
"La juventud de hoy grita en los estadios. Los pueblos gritan en los mítines. Las
ciudades restallan en sus selvas iluminadas; sin embargo se pide que el periodismo sea
tranquilo y sin las necesarias explosiones de este tiempo que no es de silencio. Para mí,
Última Hora corresponde a esta época. No hago discriminaciones acerca de detalles. En un
buen periodismo deben existir grandes defectos y grandes condiciones. Y mi diario -Última
Hora- está lleno de condiciones" (Última Hora. 13.1.53. p. 4).
La Prensa inició una campaña publicitaria del nuevo vespertino con avisos en su
primera página que decían: "El Primer Gran Acontecimiento de 1950: Última Hora. Una
concepción periodística distinta en el ambiente nacional" y abrió un concurso sobre cuál
debía ser el logotipo elegido, publicando una versión distinta cada día.
13 de enero de 1950
El viernes 13 de enero de 1950, pasadas las cinco de la tarde, los canillitas vocearon
por primera vez Última Hora al precio de 40 centavos. Eran sólo 16 páginas.
Buscando desde el principio al gran público abriói su primera página con el titular
"Falleció súbitamente la potranca Rosa Astoria", una foto del animal que era efectivamente
popular pero sólo entre los aficionados a la hípica.
El logotipo fue prolijamente dibujado por Julio Fairlie. Semanas después le pondrían
debajo la frase "El periodismo es, en lo Externo, una Profesión; en lo Interno, un Sacerdocio
(C. Rivero)".
37 ÚLTIMA HORA
El elegido como director para cumplir con la formalidad era Jorge Luis Recavarren,
arequipeño de 29 años, captado también por Beltrán para La Prensa. Era un veterano en
comparación a sus redactores y había hecho ya política desde la Universidad de San Marcos,
llegando a ser secretario del Comité de Lima del Frente Democrático Nacional que triunfó en
las elecciones de 1945. Periodista precoz, había debutado en Clarinada, trabajado luego en La
Nación (1946) y también en Jornada de 1949. Era un antiaprista irreductible y conservador en
general.
Todos sabían que quienes comandaban realmente el equipo eran Ravines y Cabrera y
Recavarren pasaba más tiempo en La Prensa que el tercer piso del edificio de la calle
Baquíjano, en el jirón de La Unión. Pero se hizo cargo de la página editorial
comprometiéndose a vigilar la opinión y a redactar una columna de reflexiones.
El diario fue organizado así:
Página: Sección (Temática):
1 Titulares principales, fotos, textos
2 Notas locales (política, etc.)
3 Editorial, Opinión
4 Miscelánea. Columna de comentarios "Al margen del día" firmada por "OA Equis"
5 Notas sociales
6 Noticias internacionales
7 Noticias internacionales, Tiras cómicas
8 Deportes
9 Deportes
10 Listín cinematográfico
11 Espectáculos, columna "Mirador radial"
12 Horóscopo, Estafeta
13 Informe
14 Notas policiales
15 Deportes
16 Deportes
En verdad no ofrecía nada especial que pudioera motivar a los lectores a preferirlo a
La Crónica, por ejemplo, tabloide que tenía buenos redactores y hasta ilustraba los crímenes.
El diario de la calle Pando ya pertenecía a la familia Prado y lo dirigía Santiago Vallejo, con
César Guillermo Corzo como Jefe de redacción. En meses anteriores había logrado elevar sus
ventas publicando grandes fotos de las bellezas participantes en el concurso de la Feria de
Octubre de 1949. Allí estuvieron, en una elección controvertida, Ana María Alvarez Calderón
(quien ganó), Beatriz y Teresa Norman Sparks, Carmela Laos, Teresa Candamo Cavero,
María Delfina Alvarez Calderón Angulo, Teresa de Rávago Bustamante.
FUNDACIÓN Y DESARROLLO DE U.H. 38
En los tres meses siguientes a su debut en las calles limeñas Última Hora no pudo
pasar de un tiraje de 4 mil ejemplares de los cuales a veces los vendedores devolvían hasta la
mitad. No era negocio.
En abril el grupo fue conmovido por noticias políticas que los afectaban directamente:
Ravines, el director de La Prensa, fue detenido bajo acusaciones de conspiración y en dos
días más deportado nuevamente a México. Ese mismo día Pedro Beltrán debió renunciar a la
presidencia del Banco de Reserva. El chileno Cabrera desapareció de la redacción
anunciando que retornaba a Chile pues corría el riesgo, creía, de ser detenido y expulsado
como indeseable por su amistad con Ravines. Ya era director de gobierno Esparza Zañartu,
de quien era posible esperar cualquier arbitrariedad.
El diario no se vendía, Ravines estaba en México, Beltrán y su Alianza Nacional
estaban más lejos del poder que nunca. ¿Para qué seguir publicándolo? No era rentable desde
ningún punto de vista.
Raúl Villarán y Efraín Ruiz Caro
Era Semana Santa. Pedro Beltrán convocó a los redactores en el tercer piso y se
presentó acompañado de Pedro Rosselló, uno de sus más connotados socios políticos, y les
anunció que a fin de mes cerraban el diario; que no había problemas para pagarles su sueldo,
que lo sentía mucho...
En las filas de atrás estaba Villarán, alto, robusto, blanco, que elevando la voz dijo:
-Don Pedro, si tenemos sueldo, papel... ¿por qué no sacamos el periódico hasta fin de
mes?
Beltrán quedó tan sorprendido como los demás, y preguntó:
-¿Y quién sería el jefe de redacción?
Villarán contestó con energía:
-¡Yo!
-¿Y el jefe de informaciones? -preguntó entonces Beltrán.
-Ruiz Caro -repuso Villarán.
Titubeaba Beltrán cuando Rosselló se inclinó hacia él y le dijo algunas palabras al
oído, intercambiaron frases en voz baja y finalmente Beltrán sentenció:
-Está bien, háganse cargo por un mes.
Y sin añadir palabra salió de la redacción.
Quedó así la parte noticiosa en manos del medianamente experimentado Villarán y
del novel Ruiz Caro. Tenían en común algo decisivo: la pasión por el periodismo aunque el
primero despreciaba la política mientras que el cusqueño había frecuentado, de colegial, el
local del Partido Comunista de Cusco.
En ese abril de 1950 Villarán tenía 22 años y Ruiz Caro 20 cumplidos.
Villarán cultivaba la pasión, repetimos, por el periodismo y quería parecerse a esos
reporteros que había diseñado Hollywood de sombrero, colilla colgado en los labios,
luchando por la primicia. Conocía de memoria parlamentos enteros de "El Ciudadano Kane"
el film de Orson Welles inspirado en la vida del magnate Hearst; vibraba con el film en que
39 ÚLTIMA HORA
Kirk Douglas encarna a un reportero desterrado al interior y que logra una primicia
sensacional, un hombre atrapado en un mina al que mantiene vivo y sin rescatar para que la
noticia le dure más tiempo. Incluso imitaba los gestos del famoso duro de la pantalla
Broderick Crawford y su discplicencia para fumar y manejar el cigarrillo en postura teatral
que no abandonaría nunca.
Leía y releía los libros de John Dos Passos, admirando su estilo y prestándolos con
generosidad. Recomendaba la compra de "El Reportero Profesional" de Porter, por entonces
uno de los pocos manuales de periodismo que se conseguían; leía todas las revistas que caían
en sus manos, incluyendo a Time y Life aunque no entendía el inglés; se las traducía su
amigo Federico La Rosa, quien le contaba historias de Edward Morrow y Walter Winchell.
No escribía con soltura y más bien le costaba trabajo redondear una crónica pero cuando
corregía las notas de otros sabía añadir adjetivos y enriquecer las historias. Cuando
encontraba una frase precisa, de su gusto, la repetía a gritos por toda la redacción y su
favorita era "¡Emociónate cuando cuando el pueblo se emociona!!!".
Pero su fuerte, para lo que tenía realmente talento, eran la selección de noticias y los
titulares.
Siguiendo la técnica de la "tijera" de Cabrera Villarán hacía comprar decenas de
revistas en varios idiomas, especialmente ilustradas, y para publicar las versiones se inventó
la extraña agencia noticiosa "C.R.S." que no era otra otra cosa que la sigla de la frase "Con
Recortes Salvamos".
El cambio funcionó inmediatamente. El diagramado de la primera página fue alterado
para dar paso a titulares más grandes y colocando incluso notas deportivas. El Primero de
Mayo titularon ALVARADO Y CHACHI, TREMENDO DUELO; anunciaron que el
concurso Miss Radio iba siendo ganado por Marcelita Villamonte pero lo más atractivo fue
un título de la página 6 que anunciaba algo de lo vendría: EL ZURDO DEL HIGUAMO:
PEGABA CON LA IZQUIERDA Y JALABA CON LA DERECHA, sobre el conocido
boxeador que liquidó al ídolo local Antonio Frontado en el primer round.
Un par de días despues otra idea: la Estafeta Romántica, preludio del famoso Correo
del Corazón. El día 6 en primera pàgina y a 6 columnas: TRAFICO DE OPIO: UN SUEÑO
QUE TERMINO EN LA CARCEL.
Ese mismo día Última Hira dió cuenta de la partida del fundador Cabrera Leyva,
regresando a Chile. Su estadía en Lima era insostenible.
El 9 de mayo el titular principal es !HITLER VIVE!, mientras que Franklin Urteaga
inaugura su columna "Mis Notas" y cambian la frasde que iba debajo del logotipo por otra
menos romántica: ahora dirá "Pasan las horas, Pasan los días, Pasa la vida (Le Corbusier)". El
sábado 13 del mismo mes festejan sus cuatro meses de vida con un artículo triunfalista de
Recavarren:
"...Creamos un órgano de prensa que todavía no se había visto en nuestra patria, que
todavía no se había voceando nuestras centenarias calles, ni en nuestras modernas avenidas,
ni en los estadios o coliseos, ni a la salida de los cines, ni en ningún lugar de la ciudad o la
República. Es indiscutible que revlucionamos el periodismo. Aportamos un ritmo más
vibrante, una tónica ágil, variada, nerviosa. La presentación de Última Hora es modelo de
periodismo moderno integral, por sus páginas desfila todo aquello que interese a las más
diversas capas del pueblo" (...) "No precedió nuestra aparición bombo de ningún género. Lo
FUNDACIÓN Y DESARROLLO DE U.H. 40
único que se voceó fue el primer número del periódico de la tarde del 13 de enero de 1950,
hacia las 6 pm. Última Hora ya estaba en la calle".
Y siguiendo con el peculiar estilo de titular de Villarán, colocaron dos días después:
HUBO DOS QUE QUISIERON HACERLE CARIÑO/CUANDO ESTABA VIAJANDO DE
MADRUGADA/PERO ELLA SE MOLESTO/Y ROMPIO LA LUNA.
El número 100
El 18 de mayo llegaron al número 100 y al límite que había impuesto Pedro Beltrán
para decidir si seguían o cerraban pero esto ya no estaba en discusión pues aunque no habían
logrado la meta de los 40 mil se habían estabilizado en 20 mil diarios, lo cual era
financieramente una operación rentable.
El cuadro directivo había cambiado, siendo el siguiente: Director, Jorge Luis
Recavarren; Jefe de Redacción, Bernardo Ortiz de Zevallos; Secretario de Redacción, Raúl
Villarán, quien, salvo la página editorial, tenía el control total del periódico.
Villarán encargó la redacción de una nota especial que se publicó en las páginas
centrales, con grandes fotografías y textos explicatorios sobre cómo se hacía el diario
titulada: "Así hemos hecho los 100 números de Última Hora", y comenzaba con una foto en
la que se veía a un reportero subiendo las escaleras (Ruiz Caro posó especialmente)
regresando a la redacciÇpon con los datos de una noticia.
Aquí parte de ese texto:
"A pesar de que el periodismo no es tan antiguo como la Biblia, que Gutenberg
inventó la imprenta hace varios siglos, que los adelantos gráficos alcanzandos en nuestros
días son admirables y que un diario es una de las cosas más comunes de las sociedades
civilizadas, el público que los lee ignora casi cómo se hace un diario".
"Última Hora ha querido, como una cortesía con sus lectores -al mismo tiempo
lectores y favorecedores- revcelar los secretos de ese arte o ciencia de HACER UN DIARIO.
Vamos a limitarnos a abrir ampliamente puertas y ventanas para que el lector pueda vernos
trabajar, desde el momento que llegamos de la calle, con las noticias en la mano, hasta el
instante en que, a través de un complicado proceso, llega, aquella misma noticia, a manos de
más de veinte mil hombres y mujeres que la esperan ávidamente".
Y describían el proceso así:
"1.- EL REPORTER es el infatigable captar (sic) de noticias. Llega a la redacción a
las ocho de la mañana; recibe instrucciones y se echa a la calle. Algunas veces se le fijan
objetivos precisos, pero la mayoría de ellas, sale librado a su propia iniciativa. El repórter
debe ser un hombre de criterio y gran agilidad física e intelectual. En este último aspecto es lo
que se llama 'un hombre de recursos'. Para él no existen dificultades ni obstáculos que no
pueda vencer. Cuando las puertas se le cierran, sabe abrirlas con la exhibición de un mágico
cartoncito: el carnet. El repórter vive en permanente competencia de carreras contra el
tiempo. Sus llegadas a la redacción con su carga exigua o abundante de noticias, deben ser
precisas. Ellas determinan que el periódico salga más tarde o más temprano.
2.- POR LO GENERAL el mismo reportero redacta las noticias que trae. Pero, otras
veces, las entrega a un redactor. Este, a base de datos, cifras y referencias y con el auxilio de
41 ÚLTIMA HORA
su capacidad de discernir acerca de la importancia de cada noticia, las vierte en las 'cuartillas',
que así llaman a las hojas de papel de máquina. El redactor por la misma naturaleza de su
trabajo debe ser un buen mecanógrafo y dominar el castellano, cosa no muy fácil ni corriente.
La velocidad del trabajo no da tiempo a veces para redacciones. Crónica, información,
comentario o artículo cualquiera, salen de la máquina directamente a manos del Jefe de
Redacción, quien las revisa y entrega al mensajero que debe llevarla al taller. Antes, el
redactor debe hacerle título aparte y por duplicado, midiendo cuidadosamente columnaje,
dimensiones y clase de letras".
Los siguientes pasos eran técnicos y el texto se hace extenso y tedioso, por lo que
hemos elaborado una síntesis conservando la terminología original que nos ilustra sobre el
modo que funcionaba el antiguo sistema de esteriotipia en las imprentas de periódicos (cada
paso era ilustrado con una gran foto).
3.- El mensaje recibe "los originales" (textos ya redactados y corregidos) y los lleva al
Taller del primer piso; lleva, trae fotografías, "es un hombre indispensable";
4.- El Maestro de Talleres recibe los originales, los anota y pasa a los linotipistas;
5.- El Grabador hace los clisés (fotografías o dibujos);
6.- En la máquina "Ludlow" se hacen los títulos;
7.- La composición (texto ya en lingotes de plomo) se coloca en una mesa con su
respectivo título; se arma la página en marcos metálicos llamados "ramas";
8.- Las páginas armadas pasan a "carros" para hacer pruebas y prepararlas para el
"flaneo";
9.- El "flaneo" es el procedimiento de sacar un molde de cada página en cartón
especial;
10.- Se vacea cada página con plomo derretido;
11.- Se moldean tantas placas como pliegos son necesarios;
12.- Se coloca el papel en la rotativa, comienza la impresión.
La descripciòn terminaba con un elogio al canillita:
"No se concibe diario alguno en el mundo sin el concurso de esa legión de anónimos
difusores del pensamiento escrito o impreso que se llaman "canillitas". Puede decirse, sin
exageración alguna, que de ellos depende en gran forma la existencia de todos los diarios y
periódicos del orbe. El 'canillita' se llama así sea viejo o joven, niña o mujer. Dueños de una
sensibilidad extraña, son jueces inapelables de la importancia de un periódico. Nunca vocean
cualquier diario, vocean los que son de su simpatía. Gritan hasta ponerse roncos cuando
saben qué es bueno, que, por lo demás, es una buena razón para que se le deparen sus
simpatías. Los 'canillitas', modestia aparte, son muy amigos de Última Hora".
Pocos días después, el 21 de mayo, un violento terremoto sacude y causa graves daños
al Cusco. Ruiz Caro es enviado a cubrir la noticia y transmite por teléfono información que es
redactada en Lima con dramatismo y algunas exageraciones.
Afinando el modelo
Así, día tras día, buscando noticias que "hagan vibrar", Última Hora construye su modelo de periodismo. Hacia mediados de año ya está perfilada la redacción con nuevas
FUNDACIÓN Y DESARROLLO DE U.H. 42
contrataciones como el estudiante Carlos Castillo Ríos, el poeta Juan Gonzalo Rose.
El modelo no incluye la política local por deseo explícito de Beltrán. En una cita
reservada en casa de Villarán, Ruiz Caro, Alvarez del Vilar y alguno más acordaron eludir los
temas políticos para evitar las intromisiones de los beltranistas, especialmente Rizo Patrón.
Pero de cualquier modo, para no estar ajenos a la realidad Villarán y Ruiz Caro redactaban la
columna "Estrictamente Confidencial" que de cuando en cuando provocaba llamados de
atención.
Esto explica en parte la casi ausente información en Última Hora de los sonados
sucesos de Arequipa en que por tres días el pueblo se enfrentó a la policía y al ejército y hasta
nombró un Gobierno Provisional presidido por Juan José Mostajo. La rebelión fue aplastada a
sangre y fuego y un diario de las características de Última Hora hubiera encontrado allí
magnífico material, pero dejaron pasar el suceso como si se tratara de otro país. Sólo
publicaro un escueto comunicado oficial.
Pro surgían problemas por la extrema vigilancia del gobierno sobre los periódicos
beltranistas. Por ejemplo, Ruiz Caro hizo una nota sobre un incidente pesquero y las
declaraciones del Canciller que titularon GALLAGHER FLAGELA A USA POR DOS
ATUNEROS PIRATAS. La consecuencia fue la prisión del periodista por más de un mes
bajo la acusación de poner en peligro las relaciones con el país del norte.
El 18 de junio inician la publicación de la novela del famoso periodista José Diez
Canseco que había muerto hacía un año escaso, titulada "El Gaviota", por capítulos, a manera
del viejo folletín.
El 19 de junio publican en primera página una gran foto del matrimonio de la muy
popular Jesús Básquez "Reina y Señora de la Canción Criolla". Cinco mil personas,
convocadas por Última Hora, acudieron a la Iglesia de San Marcelo para verla casarse con el
cantante mexicano Jorge Luis Zamora.
El 20 lanzan la columna "Díganos su problema" que después reemplazarán por "Hoy
por tí - Mañana por mí".
El 21 debuta la columna "Qué pasa en Radio" de Guido Monteverde con una especie
de editorial sobre la importancia de la radiodifusión debido a que se acaba de celebrar un
nuevo aniversario de su fundación criolla. Recavarren seguirá tratando con nuevos nombres
de columnas como "Vértigo Mundial" o "Hombres, Ideas, Problemas". Pepe Ludmir se hace
cargo de la sección Cine pero por poco tiempo pues se traslada a la radio; lo reemplaza
Francois Guzmán.
Por fin el 3 de julio retiran la frase que acompañaba al logotipo coincidiendo con
noticias que conmueven al público, como el inicio de la guerra de Corea o la muerte en
Sicilia del legendario bandido Salvatore Giuliano. Por supuesto Villarán no dudará un
instante en darle la preferencia al bandolero y las incidencias de Corea quedan para las
páginas interiores.
El 1ro. de agosto Monteverde comienza a escribir en párrafos cortos divididos por
puntos suspensivos, en un estilo que ya no abandonará y que será imitado por todos los
cronistas de espectáculos.
El 23 Pedro Alvarez del Villar inicia la publicación de su gran columna de crónicas de
interés humano titulada Máscara de la ciudad" que describe aspectos poco conocidos de la
cotidianeidad. En realidad todo el que quisiera podía publicar una columna: sólo le pedían
que fuera buena.
43 ÚLTIMA HORA
El esquema del diario cambia en Octubre:
Página: Sección (Temática):
1 Titular principal, Foto. Texto breve. Otros secundarios
2 Internacional (dedicado a la Guerra de Corea)
3 Judicial-Policial (el "caso", con ilustraciones.
Cada caso dura varios días)
4 Locales
5 Caso internacional (de la agencia C.R.S., o sea, de recortes de revistas)
6 Editorial, Columnas personales
7 Notas sociales
8-9 Reportaje con fotos (generalmente de Marcos Lerner)
10 Listín cinematográfico - Correo del Corazón
11 Noticias de cine
12 Literatura (novela por entregas, folletín)
13 Hípica
14 Deportes
15 Deportes
16 Deportes o Policial (de preferencia).
Ya se han lanzado a los casos policiales y los títulos pueden llegar a ser
estremecedores: "Me enfurecí y no dejé de/patear a mi hermano/sino cuando era cadáver", o
descriptivos: "Adolescente enamorado/intentó suicidarse al/saber que ella no quería/ir con él
a la matiné".
Ruiz Caro es enviado al Callejón de Huaylas donde construyen, en el Cañón del Pato,
una represa y una hidroeléctrica. Han muerto varios obreros en un accidente que el reportero
estrella del diario describe: "El traqueteo ensordecedor de las perforadoras se quebraba en mil
ecos al chocar contra las paredes de granito del túnel, cuando pasadas las 10 de la mañana, un
equipo de trabajadores que se hallaba a cargo de un tramo de las perforaciones, vió con
horror que en medio de terrible estruendo un alud de fango y piedras invadía la galería. Todo
quedó oscuro y sólo se escuchó los gritos que implacablemente el fango trataba de ahogar...".
Siguió con el mismo tono por varios días más.
Y si no había noticias podían inventarse como aquel 2 de octubre en que anunciaron
que corrían rumores sobre el matrimonio de la Reina de Lima, de la Feria de Octubre, Ana
María Alvarez Calderón con el Rey Farouk, de Egipto, "que había visto la foto de la peruana
y estaba perdidamente enamorado...”.
Nuevos titulares que preludian el gran cambio: "La cosa está que arde/quinto incendio
en la semana; fue en callejón".
FUNDACIÓN Y DESARROLLO DE U.H. 44
Poggi/Joya, el gran salto
Buscando sensaciones, Villarán extiende en la primera ¿3A GUERRA MUNDIAL?,
para de allí saltar al caso de los cuatrillizos de Paiján, en el norte con un Enviado Especial.
Ruiz Caro escribirá: "...En una casa construida de calaminas en estado de extinción, como en
el primer día de nuestra era, nacieron las cuatrillizas. Bien pudo ser un pesebre la habitación.
Y precisamente, las cuatro criaturas vinieron el mundo sobre una estera de paja. Por la casa
pagaban cuatro soles mensuales...”.
Ya había tentado antes la primicia absoluta con la noticia de la muerte del futbolista
Vides Mosquera, en Colombia, lo que resultó ser falso. El dato lo había pasado a la redacción
un radioaficionado y la publicación causó sensación; los canillitas volaban a pedir más
ejemplares pero por fallas mecánicas sólo pudieron imprimir 8 mil.
Beltrán estaba furioso por el error que le provocaba la burla de la competencia ("eso
me pasa por confiar en irresponsables") y estuvo a punto de despedir a Villarán y su grupo y
cerrar el diario. Pero éste lo convenció con argumentos de peso: "Si la rotativa hubiera
funcionado, la venta hubiera sido enorme y mañana, al publicar la rectificación, venderemos
mucho más... ¿cuál es el problema?".
Por esos días de noviembre debía culminar el sonado Caso Poggi, un suceso que había
conmovido a los limeños en 1946. Un cadete del colegio militar Leoncio Prado había sido
conducido de emergencia a una clínica, la noche del 28 de diciembre de 1946. Agonizaba a
causa de una cruel golpiza y sólo alcanzó a balbucear que un zambo, alto, fuerte lo había
golpeado por defender a una chica cerca del Campo de Marte, en la avenida 28 de Julio.
Surgieron versiones. Una decía que había sido sorprendido mientras paseaba con la
joven; otra que un negro lo había provocado en un tranvía, bajaron y fue masacrado. Otra
versión aseguraba que el asesino no estaba solo. Pero nadie fue capturado y el crimen quedó
impune, ante la indignación pública.
Un día de 1950 un guardián de la cárcel denunció que había escuchado que un negro
preso desde 1948 por asalto y robo, Severino Joya Illescas, decía en El Frontón que él había
matado al cadete Poggi.
La noticia salió inmediatamente, abrieron el caso y las autoridades dispusieron una
reconstrucción del crimen, en el Campo de Marte.
Última Hora tomó el caso el 1ro. de noviembre en la página 3 bajo la dirección del
especialista Emilio Bobbio, reportero hostil, bajo y fuerte, de gruesos lentes, que luego de
asediar a delincuentes y jueces se pasaba a la Alianza Francesa para sus estudios de francés
avanzado. Las averiguaciones las hacía Rodney Espinel. Fairlie hizo los dibujos para la
información titulada ¿QUE OCURRIO AL CADETE POGGI?
Al día siguiente, 10, tres columnas en la primera página decían POLICIA BUSCA A
LA/MUCHACHA Q'ACOMPAÑO A/POGGI LA TRAGICA NOCHE. El texto conenzaba
así: "La reconstrucción del crimen y los interrogatorios que se han hecho a Severino Joya
permiten sentar una hipótesis: el motivo de la pelea fue defender a la muchacha. Era Poggi
quien la acompañaba. En esas circunstancias se produjo el asalto. Pero el homicida no habría estado solo".
El 11, en primera, a 3 columnas VERSIONES CONTRADICTORIAS/EN EL CASO
DE DUILIO POGGI
45 ÚLTIMA HORA
El lunes 13 a toda primera página, en las letras más grandes que pudieron encontrar
lanzaron JOYA ES/INOCENTE, agregando "Las planillas de la hacienda San José así lo
demuestran".
En la página 5 explicaban: "Severiano Joya Illescas no es el asesino del cadete Dulio
Poggi. La prueba que trae Última Hora es irrefutable... El día 28 de diciembre de 1946, a la
misma hora en que en el Campo de Marte se golpeaba y eliminaba la existencia de un joven
de 16 años, Severiano Joya Illescas recibía su jornal como peón de la hacienda San José, en
Chincha, distante 243 kilómetros".
La revelación la hizo una tía de Joya, Carlota, que trabajaba en la casa de un familiar
de Bernardo Ortiz de Zevallos. Los morenos chinchanos habían tratado de aclarar el caso
pero nadie les hacía caso. Espinel fue a Chincha, vió las planillas, la huella digital de Joya y
regresó vociferando la primicia.
Fue una verdadera bomba. Los canillitas regresaban una y otra vez por más diarios. El
14 otro gran título ¿QUIEN MATO A POGGI? Y un alud de acusaciones e interrogantes
cayó sobre la Policía de Investigaciones cuyo atribulado director Clodomiro Marín del
Aguila, no sabía cómo defenderse. ¿PORQUE CALLA INVESTIGACIONES? reclamaba el
diario el jueves 16. Los padres de Poggi dijeron el 17 que estaban convencidos de que Joya
no era el asesino. Ese día Última Hora llevó a Chincha al Juez Instructor Teófilo Ibarra para
qye vea las planillas de la hacienda y allí estaban la firma y la huella digita de Joya. No había
dudas de su inocencia.
Y salió a relucir el caso anterior por el que estaba sentenciado y todo indicaba que era
víctima de otro error. El miércoles 22, un enorme titular ocupando toda la primera página:
DENUNCIADOS 5/ INVESTIGADORES: / OBLIGARON A JOYA/ A DECLARARSE
CULPABLE.
Todo quedó claro: la policía no pudo desmentir el rumor de que Joya inventó todo
luego de recibir una paliza terrible y que sólo siguió una especie de cruel guión que le
dictaron. Era inocente.
Para Última Hora el caso se había cerrado y el viernes 24 lanzaron el caso de "El
Estrangulador de Cuyo" y se olvidaron de Severiano, quien volvió al Frontón, cumplió su
condena y probablmente regresó a Chincha.
El caso Joya causó enorme impresión a nivel popular por sus implicancias sociales,
raciales, por lo que significaba de triunfo sobre la prepotencia policial imperante. En suma, y
tal como querían Villarán y Ruiz Caro, Última Hora se hizo por fin un lugar propio en el
periodismo local; ya no era un diario más y la meta de los 40 mil ejemplares diarios se había
superado largamente.
CHINOS COMO CANCHA
Luego de la campaña que demolió a la Policía de Investigaciones, las noticias
internacionales saltaron a las primeras planas porque un suceso realmente extraordinario
conmovía al mundo: China Roja entraba a la guerra de Corea, enfrentándose al ejército
norteamericano y poniendo efectivamente en peligro la paz mundial.
Esto permitió a Villarán evitar comprometerse con el problema de la controversia del
Perú con Colombia por el caso del asilo de Haya de la Torre aunque el 28 de noviembre abrió
con PERU:2 - COLOMBIA:0 , afirmando que el Perú estaba ganando la batalla judicial en el
FUNDACIÓN Y DESARROLLO DE U.H. 46
Tribunal Internacional, lo que no era cierto.
El 29 de noviembre anunciaron MAR HUMANO DE CHINOS/ ROJOS AVANZA
APLASTANTE. Y el 30 de diciembre, a 6 columnas: AGUARDA EL MUNDO GRAN
DECISION; BOMBA ATOMICA.
El 7 de diciembre, al lado de las noticias sobre la llega del cantante de tangos Alberto
Castillo, publicaban LOS CHINOS NO/ HAN PASADO EL/ PARALELO 38.
Nadie creía que China lanzaría su enorme ejército de infantería, no menos de 250 mil
hombres, a través de la frontera que dividía a las dos Coreas pues en el Sur estaba el grueso
de las tropas del general Mc Arthur, el héroe de la Guerra que confiaba aplastar a los rojos en
pocos días.
Pero en la mañana del sábado 9 de diciembre los teletipos tintinearon anunciando con
un "Flash-Urgente" que las tropas chinas estaban traspasando el paralelo 38, la frontera,
desafiando a los americanos y al mundo.
¿Cómo titular de manera original esa noticia, de tal manera que causara impacto en
pocas palabras? Cuentan que cuando los redactores se agolpaban alrededor de Villarán que
pedía a gritos ideas para el título, Luis Loli se acercó, preguntó qué pasaba y murmuró entre
risas: "Digan que hay chinos como cancha...”.
Villarán tecleó rápidamente CHINOS COMO CANCHA EN EL PARALELO 38 y
envió la hojita de papel al taller: "¡Para primera!"
Por fin había acertado Raúl Villarán luego de tantas pruebas. Cada día le llegaban
ejemplares de los diarios Daily News y Daily Mirror y exigía a Mary Alvarez que le tradujera
los títulos principales. También ayudaba la esposa de Monteverde, que dominaba el inglés; y
ambas le explicaban que esos títulos eran intraducibles, que se trataba del "slang", una mezcla
de palabras inventadas, contracciones imposibles en el castellano, significados tan locales que
sólo los neoyorkinos podían entenderlos cabalmente. Tal como "chinos como cancha", una
frase que ningún extranjero pudo entender pero que resultó clarísima para los peruanos.
Como se diría ahora, allí había cualquier cantidad de chinos...
A partir de ese día se instalará el uso de la replana, como "Una mujer/le "pulió"/la
cartera, un recuadro de primera página del 16, en que todavía usaron unas púdicas comillas,
que después abandonaron para combinar ingenio con replana.
Otro acontecimiento importante de diciembre es la inauguración de la tira cómica
"Sampietri", de Fairlie. Era la representación de un criollo huachafo, vivo y vividor, bromista
y bueno en el fondo, que incluso hacía crítica social. Anunciando que alistan un nuevo
régimen legal para el deporte, titulan a 6 columnas: YA ESTA TUTO EL ESTATUTO.
En agosto se había incorporado el grupo de redactores de deporte que comandaba
Guillermo Cortez Núñez (Cuatacho), entre los que estaba Carlos Meneses (Coco), trabajando
simultáneamente con la revista Equipo, editada nuevamente por Etinsa.
"Está firme el periódico"
Al iniciarse 1950 Recavarren sigue como director pero ahora aparece al lado Raúl
Villarán Pasquel como Jefe de Redacción.
El diario exhibe la nueva columna de Luis Loli "A Golpe de Doce" iniciada el 23 de
diciembre pasado, "Parrafadas de Jota Ele Erre" en la sección editorial, siguen con "Cada
47 ÚLTIMA HORA
Rostro una Noticia" que se turnan para redactarla."Qué Pasa en Radio" ya tiene su logotipo
permanente con la foto de Monteverde.
El sábado 13 de enero es el primer aniversario y los periodistas de Última Hora no
disimulan su satisfacción en varios artículos. Uno en la primera página, del propio Villarán,
otro en sección Editorial escrito por Recavarren:
PRIMER AÑO DE "ÚLTIMA HORA".- El viernes 13 de enero de 1950, los canillitas
todavía en parco número, voceaban con cierta timidez el nombre de un vespertino aparecido
aquel día, pasadas las seis de la tarde: nos referimos a ÚLTIMA HORA.
De entonces hasta hoy, ha pasado justo un año. El 13 de enero de 1950, vendimos
cerca de cuatro mil ejemplares. Hace tres semanas quebrábamos un nuevo record: cuarenta
y cuatro mil ejemplares voceados por cientos y cientos de canillitas, con todas las fuerzas de
sus pulmones.
He ahí todo un símbolo de esfuerzo y ansias de superación. No, no es por cierto, falta
de modestia.
Precisamente, hay en esta redacción la idea pronunciada de no tener que ver jamás
con el refrán que reza así: "camarón que se duerme...". Por eso la vigilia es tensa, y todos
los días nos hacemos la promesa de sacar el diario mejor y más interesante. Y entendemos
que algo se ha logrado con la acogida abierta y sin reservas que a ÚLTIMA HORA le
dispensa el público.
Porque nuestro lema no es otro que este, servir. Servir a la colectividad, a la
sociedad, es decir, al hombre. Estar listos para la suprema tarea periodística: informar y
crear en el público lector una sana orientación en medio de lo tenso de la época que vivimos.
Sobre todo, en los periodos de crisis -atraviesa el mundo por uno de ellos, tal vez el más
agudo- es cuando la prensa tiene el ineludible deber de ser veraz y objetiva en sus
informaciones y equilibrada y justa en sus comentarios.
Porque no es otra que ésa, la meta que nos impusimos al fundar este diario. Puede
que haya habido algunas fallas y se atravesara algunas deficiencias. Pero no nos
doblegamos antes los obstáculos -que no fueron pocos- y con nuestra voluntad y entusiasmo
forjamos la coraza con que fuimos labrando una obra de renovación dentro de las filas del
periodismo nacional. Y es que ÚLTIMA HORA ha creado, sin lugar a dudas, el ambiente.
Ha impuesto en el medio la inquietud, el nerviosismo, la vibración del periodismo moderno.
Pero no sin un fundamente ideológico o carente de una base principista, no.
Partimos de la concepción democrática de la vida inspirada en la máxima tesis
informante de la cultura occidental: el Cristianismo. Por ello, aquí creemos firmemente que
el hombre es, no sólo individuo, sino también persona. He ahí nuestra cabal coincidencia
con el Cristianismo: el hombre es persona digna y libre, capaz de un sentido trascendente y
susceptible, por tanto, de realizar valores. Automáticamente, esta cosmovisión nos aleja de
toda ideología de tipo totalitario o retrógrado. Somos antifascistas pues no creemos que el
Estado lo sea todo; somos antinazis por deshechar enfáticamente el mito de la raza superior;
somos antimarxistas por no aceptar el factor económico como sólo y únicamente
determinante de la vida y de la cultura: porque necio es suponer, a estas alturas, que un
libro escrito el siglo pasado -nos referimos a "El Capital"- sea la panacea universal y
explique mediante una tesis unilateral la rica y variada textura de la vida y de la Historia.
Entonces, no es de extrañar que, en lo referente al campo internacional, ÚLTIMA
FUNDACIÓN Y DESARROLLO DE U.H. 48
HORA esté al lado de las naciones que libran su decisiva lucha contra los rebrotes -esta vez
rojos- del totalitarismo internacional. Harto se nos alcanza que la Democracia ha tenido y
tiene sus fallas, pero es indudable que con criterio, decisión y buena voluntad, éstas pueden
ser subsanadas. En cambio, del totalitarismo nada se puedelograr a no ser la radical
extirpación de lo mejor y más noble que tiene el hombre: su dignidad y su libertad.
Respecto del Perú, hemos dado con largueza nuestra opinión. Este país, tiene el
futuro por delante. Pueblo joven lleno de bríos, está destinado a lograr un porvenir ancho y
abierto. En este sentido tenemos una enorme fé y un optimismo que, algún día, ha de
justificarnos. Es sobre todo a la juventud peruana a la que nos dirigimos, a esa generación
moza que tiene que empuñar en sus manos la antorcha que le legaran sus mejores próceres.
Y el grano de arena que nosotros hemos aportado en la construcción de una patria
mejor, está dado en la independencia de nuestro criterio y en las innumerables campañas de
bien público que hemos venido realizando y que realizaremos mientras ÚLTIMA HORA se
vocee en las calles y pueblos de todo el Perú.
Queremos, también, hacer el recuerdo de dos ausentes, fundadores del diario:
Eudocio Ravines y Orlando Cabrera Leyva.
La siguiente es la nota de primera página:
"HOY ES SU SANTO
UN año ya. No somos nosotros los llamados a decir lo que este diario es, lo que este
diario significa en el periodismo nacional. Simplemente, como estamos de fiesta, queremos
decírselo al público para que él participe de ella.
Ha sido deseo de los editores de este diario, de los hombres que lo dirigen, de los
hombres que en él trabajan, hacer de Última Hora un diario que informe y entretenga, y que
recoja todo lo que pasa en la ciudad, en el país y en el mundo para ponerlo a disposición del
público peruano cada tarde. No queremos salvar al Perú, simplemente queremos darle un
buen periódico. Creemos que esa es la mejor manera de hacer patria, a nuestro alcance.
Hemos tenido errores pero el hecho de que Última Hora haya batido todos los
records del periodismo nacional; el hecho de que este diario se venda más y más cada día
demuestra que el público está conforme con nuestra manera de hacer las cosas.
Esta satisfacción y la de trabajar cada día en la profesión que amamos es el mejor
premio que podemos recibir como periodistas y como hombres.
Todos hemos de seguir; aquí, sobre el caballo, sobre la máquina de escribir, sobre el
tablero de dibujo, junto al plomo de las mesas de armadura, para que, más tarde, cada
ciudadano, cada mujer, cada niño tenga un diario para leer en todas partes, en el increíble
acrobatismo de los viajes en tranvía, junto a la mesa del lunch cotidiano, al lado del cesto de
costura, a la salida de los talleres y oficinas, en los cinco minutos de intermedio de los cines.
Saldremos a la calle, destrozados, con los nervios al hombro y la ropa sucia de tinta
y limaduras, con ganas de arrojarnos a descansar en cualquier parte, maldiciendo. Pero
vemos una nube de Última Hora en las manos de muchos transeúntes y alguien dice, al
pasar, a nuestro lado:
-Está firme el periódico.
49 ÚLTIMA HORA
Y entonces nos olvidamos de nuestros anhelos de conseguir un empleo lógico y
cómodo o de nuestro intenso sueño de comprar una granja para criar gallinas. Y pensamos,
fervorosa y decididamente:
-Así es el periodismo. Así somos nosotros".
Pedro Alvarez del Villar escribió la siguiente crónica, una de las mejores
descripciones que se han escrito de la redacción de un diario peruano:
"MILAGRO, AL MEDIODIA
... comer algo agradable y salir por las
tardes, comprar un buen periódico...
César Vallejo
Varios tramos de escaleras viejas, de peldaños carcomidos por el tiempo y las
anécdotas, crujientes. Un tercer piso. Una sala grande llena de todas las cosas heterogéneas
de que suelen estar llenos los manicomios y las redacciones. Alguien tropieza con un cohe
para bebé. ("Hoy por tí, mañana por mí").
-¡Oiga, Monteverde! ¿Cuándo va a entregar este aparato a su dueño?
-Estoy muy ocupado... además, ya lo entregué... tienen que venir a recogerlo. ¿Dónde
está Ivonne de Carlo?... ¿Tienes un cigarro, gordo?
El gordo -Gordo, con mayúscula- hace como que no oye. Revuelve una mesa llena de
papeles. Sigue revolviendo. Al cabo, grita:
-¡Curie! ¡El artículo del esquimal desamparado! ¿Dónde está?
Detrás de una montaña de papeles, el aludido:
-¿Y dónde se ha metido ese arequipeño?
Una voz tímida:
-Llamaron de su casa para decir que está con sarampión.
-¡Que se lo lleve el diablo! ¿Y ahora qué va en centrales?
La voz tímida:
-Yo no sé, señor.
El teléfono.
Sigue la búsqueda del esquimal desamparado. Entre Eleodoro, el cantinero andino:
-¿Quién pidió un crush, quién pidió?
El teléfono:
-Riiiiiiinnnnnngggggg...
Una señorita, entrando:
-La señorita Lenka por favor?
Ruido de una cuartilla que se rompe. Maldiciones (Robles no está inspirado hoy).
El teléfono:
-Rrrrrrrrrrriiiiiiiiiinnnnnnngggggggggg...
-Que conteste alguien ¡por los clavos!
Bobbio deja a sus carteristas un momento -ha habido un buen robo en San Isidro- y
contesta:
-No, señor, no sea usted idiota, esto no es la Maternidad. Se ha equivocado.
-¡Mejíaaaaaa!
-Está en el taller.
FUNDACIÓN Y DESARROLLO DE U.H. 50
-No importa, debería estar aquí también.
El flaco Roberto Villa deja entrar su nariz y tras de ella entra todo el resto.
-¿Has visto la de Vivianne Romance?
-¡Una foto de Tito Drago! -solicita "Cuatacho".
Por atenderlo, a Coco se le cae la máquina de escrir al suelo.
Vienen del taller para decir que la cabeza de primera página está mal medida y que
no entra.
-El maestro Pérez dice que hasta cuándo van a estar mandando material. El
periódico sólo tiene dieciséis páginas.
-Señor Villarán. Dicen de publicidad que no deje de salir el aviso de la ropa interior.
-¿De quién es este pan con queso?
(En la pared a Rita Hayworth, vestida de faena, le han pintado bigotes).
En la puerta hay un letrero grandazo:
SE PROHIBE LA ENTRADA A LOS POETAS Y A LOS ACREEDORES.
(Valle solía ir a pasear su existencialismo, fumando en pipa, tranquilamente, en
medio de la barahúnda. Lo expulsaron).
-¡Todas las máquinas están sin cinta! ¿Dónde se escribe?
-¡Curie! ¿Ya están las páginas de cables?
Entra Bernardo y rezonga:
-Otra vez vamos a salir tarde...
La voz tímida:
-Si salimos...
-¡Un borrador! ¡Un borrradoooor!
-Tacha nomás, idiota!
Mary, con un archivador en la mano:
-¿Y usted qué ha escrito hoy señor Villarán? Para el record...
-Yo le he advertido, Mary, que no quiero que me molesten cuando estoy trabajando.
¿Qué quiere usted? Váyase. No se vaya. Tradúzcame esta nota del Mirror sobre el chofer
que se fugó con la mujer de su patrón. Pero déjese de pasear, Mary. Rápido.
Catacora pregunta:
-¿Saldrá la nota que entregué anteayer?
-¡Qué hagan este grabado para la primera!
-Ya se fue el maestro Méndez.
-¿De quién es este saco?
-Oye, hermana, ¿tienes una libra?
Jorge Luis llega con su parrafada.
El Gordo:
-¿Otra vez con Ortega Y Azorín?
Jorge Luis se desentiende. Dice:
-Supongo que ya estará cerrado el periódico. Estamos casi fuera de hora.
La redacción, ante el Director, hace como que trabaja empeñosamente. A
Monteverde se le ha perdido el clisé de Blanquita Amaro.
-¿Dónde se acentúa carabina?
-En el gatillo, ignorante.
-¡Bajen esa radio!
(No están ya Cabrera, infatigable bebedor de cerveza y mejor periodista, ni el Viejo,
gruñón y avaro de congratulaciones).
-Yo me voy a almorzar.
51 ÚLTIMA HORA
Mientras tanto, en el taller, todos están convencidos de que el periódico no llegará a
salir nunca. Los correctores, metidos en su cueva siniestra, están mano sobre mano.
Mejía, el mensajero, llega a cada rato, sudoroso, con altos de papeles. Teclean los
linotipos. Rabian los correctores. Todos están locos.
Por fin, un ejército de gentes moviéndose en un infierno de plomo y zinc; las cosas se
ponen un poco en orden. Ruiz Caro se mira las manos y sube a ponerse el saco. Por lo
general lo encuentra al cabo de media hora, como promedio. Ruge la fundición. El maestro
Benavides pone en marcha la rotativa, su novia eterna. Sucede lo increíble.
Uno por uno, como pájaros blancos, salen los ejemplares. La jauría de vendedores
los lleva a lo lugares más remotos de la ciudad.
Y decenas de miles de honestos ciudadanos pagan cuarenta centavos por su diario,
por su ÚLTIMA HORA impostergable, ignorando qué maravilloso milagro ha tenido que
ocurrir para que ese mediodía pueda seguir con su costumbre.
Ha pasado un año desde que apareciera por primera vez. Y a todos los que -de uno u
otro modo- estamos cerca de este diario sabemos, por vívida experiencia, por profunda y
cotidiana convicción, que no podría haber un oficio mejor y más humano que éste.
Este oficio diario de hacer un milagro al mediodía todos los mediodías.
ALVAREZ DEL VILLAR".
¿Revolución de La Prensa?
Dijimos antes que un grupo de los de Pan y Etcétera pasaron a la Prensa,
particularmente Salazar Larraín, Zegarra Russo y Alejandro Romualdo Valle. Se les unieron
poco después Federico Costa Laurent, Alberto Rojas, Alfonso Grados Bertorini, Enrique
Chirinos Soto, Jorge Moral, Augusto Peña Espinoza. Todos jóvenes, universitarios y
talentosos, que se encontraron en el diario a algunos de la generación anterior, como Jorge
Garrido Quintana, que ingresó en 1934.
La Prensa era todavía, al comenzar 1950, un periódico de corte antiguo, no tanto
como El Comercio, pero que todavía llenaba su primera página con avisos.
Los cambios fueron tímidos. En abril por ejemplo, dedicaron la primera plana a fotos
de Semana Santa, para volver a los avisos. También trataron con los deportes los lunes.
¿Cuándo comienza entonces la mentada revolución periodística de La Prensa? Mucho
después que Última Hora, donde ya se redactaba siguiendo los cánones ya clásicos del
"lead" (párrafo inicial) de los norteamericanos.
Los cambios importantes fueron trabajados lentamente en La Prensa y se afianzaron y
pusieron en vigor recién entre 1953 y 1954, como atestiguan Zegarra Russo (citado por Prieto
Celi, ob. cit.), Jorge Castro de los Ríos en su libro de memorias (Castro, 1992) y otros (La
Prensa. 28.9.81. p. 10).
Al cumplirse el 50 aniversario de La Prensa, el cuadro de personal era el siguiente:
Director, Pedro Beltrán; Director de Informaciones, Alfonso Grados Bertorini; Subdirector de
Informaciones, Mario Miglio Manini; Asistentes de la dirección de informaciones, Luis Miglio Manini, Manuel Beltroy, Augusto Moral.
Jefes de Información Local, Jorge Donayre Belaunde, Alberto Rojas Alva, Jesús
Reyes. Editores, revisores, Augusto Peña, Pablo Talavera, Arnoldo Zamora, Roque Bosque,
Mario Sardá, Isidoro Salvatierra.
FUNDACIÓN Y DESARROLLO DE U.H. 52
Los redactores eran: Jorge Moral (Principal), Pedro Cortázar (Parlamento), Mario
Castro (Parlamento, Demetrio Túpac Yupanqui, Miguel Angel Tapia, Owen Castillo, Ricardo
Fujita (dibujante), Alfonso Reyes y Pedro Rodó (secretarios de redacción), Carlos Quiroga
(deportes), Antonio Hartman (fotografía), Ricardo Maldonado (provincias), Conrado Falco,
Alberto Cajas y Benjamín Cisneros Diez Canseco (deportes).
Un antiguo redactor, Jorge Garrido, beltranista a toda prueba escribió: "...Pedro
Beltrán vuelve a tomar el timón del diario La Prensa, en 1950; nuevamente sorprendió con
una nueva modernización tan radical que fue denominada 'Revolución del Periodismo
Peruano" (...) Se independizó la información de la opinión, se puso en práctica la redacción
mediante el sistema de la 'pirámide invertida'. Las noticias se sometieron a una evolución
para determinar su importancia o interés (...) Lo más importante de esta conquista lo
constituyó el hecho de haberse eliminado la improvisación, pues a partir de 1950 se implantó
una adecuada y completa planificación".
"Comenzaron a emplearse las carillas centimetradas en las redacciones, que permitían
que los periodistas escribieran sus informaciones o artículos a una determinada medida,
señalada por sus respectivos jefes. Igualmente se introdujo el uso del diagrama (pauta). Se
obligó que cada página fuera diseñada o pauteada en las redacciones y que una vez remitidas
al taller de composición sirviera de guía en la armadura de las páginas" (La Prensa,
28.10.1981. Suplemento Especial).
De esa época datan los cambios en los títulos (el mejor experto, Alfonso Delboy,
llegará más tarde procedente de La Crónica), de la redacción que reclamaba ser objetiva, de
la "escuelita" de Pedro Beltrán, la reunión con los redactores para examinar diariamente el
periódico, etc.
Castro de los Ríos contaría años después: "La Escuelita de La Prensa introdujo
y produjo el periodismo moderno en el Perú gracias a la aplicación de un método muy simple
llevado con tenacidad y puntualidad invariables por don Pedro Beltrán, el director. Los
grandes inventos son así. De una cosa enmarañada producen algo muy simple que los actores
consideran imposible. Pero ahí está".
"Primero, y para participar en la 'Escuelita' había que ser honesto. Segundo, someterse
a un examen cotidiano delo que se escribía, pero examen frente a todos sus críticos, como reo
ante veinte fiscales implacables. Y, terceo, estar dispuesto a decir la verdad, sólo la verdad
'pero oiga usted (muletilla de don Pedro) toda la verdad'. En suma no ser hipócrita".
"Las sesiones comenzabsan a las 8 de la mañana -para la gran mayoría como si fuera
de madrugada pues en todos los otros periódicos el ingreso era a partir de las 11. El periodista
era entonces un bohemio prototipo. Los de noche por lo regular nos quedábamos hasta el
amanecer, si no trabajando, jugndo crap, ludo, o lo que fuera, los que trabajaban de noche
estaban eximidos de 'La Escuelita".
(...)
"Iniciada la sesión y elegida la información a ser analizada, se desplegaban las
versiones de la competencia para ser leídas una a una y encontrar qué no había dicho La
Prensa y por qué, y por qué la versión de La Prensa presentaba la noticia de una manera
diferente; si La Crónica iniciaba con el qué, El Comercio con el cómo y Expreso con el
cuándo, por qué La Prensa lo hacía el quién o el dónde; qué deficiencias de redacción
encontraba uno, contenido, omisiones o lo que fuera, que cada cual echaba leña al fuego, por
lo que el autor debíoa defenderse como gato panza arriba si tenía argumentos, o callar y
recibir el chapuzón lo mejor que podía" (Castro de los Ríos, 1992).
53 ÚLTIMA HORA
Este sistema que resultó muy útil fue implantado mucho despues de la aparición de
Última Hora, cuando tanto Villarán como Ruiz Caro utilizaban ampliamente las propuestas
profesionales que haría Beltrán a su nueva redacción.
Respecto de la cronología de los cambios de Beltrán debe recordarse que comenzaron
efectivamente cuando ya hacía tiempo que los jóvenes citados manejaban Última Hora. Juan
Zegarra Russo, considerado como uno de los redactores más influyentes relató: "El primer
proyecto de '7 Días' fue trazado en el verano de 1950 por Arturo Salazar y por mí, como un
suplemento tabloide para La Prensa, que para ese objeto nos habían llamado. Hasta le
pusimos el nombre que habraí de llevar después. La idea no se realizó entonces, y en cambio
ingresamos en la página editorial, bajo la jefatura de Federico Costa Laurent. Carlos Rizo
Patrón dirigía el diario".
"En esa página inicié, entre otras, una columna semanal llamada 'Siete Días del
Mundo', con tema internacional y con mi firma. Luego, con el propio Arturo, Guillermo
Geberding, César Martín Barreda, Alvaro Belaunde y Luis Rey de Castro, hicimos anónima y
colectiva la columna, que se amplió a una página entera en la edición dominical, abarcó el
tema político y el económico tanto a nivel nacional como internacional, y pasó a ser llamada
'Siete Días del Perú y del Mundo' (Opinión Libre. 11.7.78, citado por Prieto Celi, ob. cit.).
A la saga de Última Hora el renovado diario La Prensa inició campañas que atrajeron
simpatías como "Diez centavos para los Bomberos" en 1953, el apoyo al programa "Quien
Estudia Triunfa" de 1954, La Casa Barata que Crece en 1955, el torneo "Los Guantes de
Oro", "El Día del Comprador". El "Interbarrios de Fútbol", "El Día de la Ganga" y muchas
otras.
De ese tiempo, 1953, data también el novedoso sistema de pago por primas. Se
pagaba, pero sólo a los principales, "primas" de 100 soles por cada millar de ejemplares que
se vendiera; y 250 soles adicionales por cada millar que sobrepasara los 50 mil ejemplares.
Pronto se pasó la cifra y un puñado de privilegiados periodistas se convirtieron en los mejor
pagados del medio (EXTRA. 1.3.1955. p. 14).
Las nuevas propuestas de presentación, redacción de
La Prensa influyeron fuertemente en la prensa local e incluso El Comercio abandonó su
primera página de avisos y La Crónica, que ya timoneaba Pedro Morales Blondet, procuró
acompasarse a las novedades.
Al revisarse la historia de los cambios en La Prensa deberá tenerse en cuenta la
influencia de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que inauguró un programa de
ayuda técnica a diarios latinoamericanos patrocinado por los editores norteamericanos.
Beltrán, los Miró Quesada de El Comercio y Manuel Cisneros Sánchez, por La Crónica, se
incorporaron a la SIP porque les interesaba la presión internacional que podían ejercer sobre
el general Odría.
El Centro Técnico de la SIP funcionó originalmente en las oficinas del diario The
Miami Herald y allí fueron periodistas y administradores de diarios limeños para los cursos,
especialmente técnicos, que ofrecían.
Lo que no deja de sorprender es que los participaron en aquella etapa renovadora de
La Prensa afirmaran, y aún hoy lo siguen haciendo algunos, que en el diario no se hacía
política, como si el periódico hubiera sido ajeno o neutral ante los sucesos de su época.
En lo internacional -eran tiempos de la Guerra Fría, la posición de Beltrán era de
cerrada defensa de los Estados Unidos, postura que también asumió Última Hora.
FUNDACIÓN Y DESARROLLO DE U.H. 54
En lo nacional Beltrán tenía ideas muy definidas en lo económico, defendiendo con
energía las políticas liberales que privilegiaban la inversión privada y atacando todo aquello
que significara, en su criterio, lesivo a la iniciativa privada, a la libre empresa. Perseguía los
gastos excesivos del Estado y condenaba la emisión inorgánica de billetes a lo que llamaba
"la maquinita" aludiendo al sistema de apelar a los billetes nuevos para resolver las crisis
fiscales. Se oponía al gobierno del general Odría, era antiaprista recalcitrante, perseguía el
poder fundado partidos propios. Recuérdese que fundó el Partido Nacional Agrario (con
Gerardo Klinge y Manul Gozales Olaechea, en 1934), el Movimiento Cívico Independiente y
la Alianza Nacional (con Javier Ortiz de Zevallos, en 1947-48), la Coalición Nacional (con
Pedro Roselló, en 1955).
Es difícil pues sostener que no se hacía "política" en La Prensa. Se hacía de manera
distinta, que fue justamente lo que no supieron hacer los antiguos colegas de El Universal.
Uso de titulares, elección parcializada de noticias, concesión calculada de espacios, todo fue
utilizado en La Prensa, un periódico que que convirtió en un arma poderosa que Pedro
Beltrán manipulaba con sabiduría. Sus principales colaboradores concordaban plenamente
con el pensamiento del propietario.
Cuando La Prensa logró llegar a los cincuenta mil ejemplares diarios de venta, hacía
ya tiempo que Última Hora se había instalado cómodamente más allá de los cien mil,
convirtiéndose en la fuente de ingresos principal de la empresa de Beltrán.
En un trabajo anterior, al examinar esta etapa del periodismo, aceptamos que fue
Beltrán quien tuvo la energía y posibilidad de aplicar las nuevas técnicas pero que éstas ya
eran conocidas por los profesores de los institutos de periodismo de la Universidad Católica o
de la Universidad de San Marcos (Gargurevich, 1991). Había además literatura sobre el tema
y en castellano
Debe puntualizarse que los grandes cambios son producto de procesos que
encontrarán vía de salida o de expresión en coyunturas favorables. Por ejemplo, no es exacto
que antes de La Prensa de 1950 el diarismo limeño hubiera sido una pesada versión
generalizada de El Comercio, a quien Federico More había bautizado como El Paquidermo.
Porque hubo periódicos, como El Universal ya descrito antes, en el que puede hallarse
rezagos del "viejo" periodismo al lado de proposiciones novedosas, como en el tratamiento
que hicieron de la Guerra Civil Española, de la Segunda Guerra Mundial, con mapas y fotos,
superando ampliamente a los demás.
El Universal podría ser considerado un diario "puente"; allí acabó su carrera una
generación y se arrancó otra, de gran influencia posterior. Con frecuencia caían en algunos
excesos y fallaban en la valoración de las noticias, exagerando unas veces, minimizando
otras, de acuerdo a una duda constante: o eran sensacionalistas o eran "serios", para usar la
descripción más común. Por ejemplo, no resistieron la tentación de conceder amplios
espacios y fotos a toda página a actores como Clark Gable, en búsqueda del lector masivo
que todavía parecía no existir y que sin embargo allí estaba, aguardando que alguien supiera
dirigirles la palabra.
Redondeando el modelo
Avanzando en el modelo de manejo de noticias calificadas con criterios distintos a los
de los manuales de periodismo, Villarán admitió exageraciones y no pocas mentiras si es que
no tenía algún buen caso policial o judicial. El mejor ejemplo es la historia de "Charles", un
55 ÚLTIMA HORA
gato, cuya muerte sirvió para una campaña de varios días y que involucró a varias personas.
El sábado 27 de enero publican en la página 2 el título "7 años de mala suerte/por
matar un gato blanco" añadiendo que Delia Espinoza Gutiérrez, de Sinchi Roca 2348, en
Lince, denunciaba a Última Hora que su vecino Juan Uceda Ochoa había matado de un tiro
de escopeta a su hermoso gato Charles. La nota decía "La dueña del gato, del infortunado y
aventurero gato, dijo: 'aquí también hay gallinas y pollitos. A ellos nunca les ha hecho nada
Charles...". Uceda fue detenido y pasó la noche en la Comisaría pero al día siguiente lo
soltaron.
Villarán lanzó a un redactor a Lince y el lunes 25 la noticia pasó a Primera, a 6
columnas, arriba: "Piden sanción para el que abaleó al gato".
De allí, durante varios días siguieron en el mismo tono hasta llevar el caso a 6
columnas con el gracioso LA SOCIEDAD NO PUEDE CONDENARME/ ESE GATO ERA
UN PERICOTE.
Siguieron entrevistas a vecinos, a Elmer Faucett presidente de la Sociedad Protectora
de Animales, movilizando opinión. Hasta que no fue posible exprimir más la cuestión de
Charles. Y se despidieron con una crónica titulada "Cómo vivió y murió/ Charles, gato
inolvidable" ilustrada con dibujos, a toda página 5.
El último cuadro dice: "26 de enero de 1951. Charles es ya un gato adulto. Desde días
atrás corteja a la gata del vecino. Como es muy bien plantado, le han dado el 'sí'. Sale a dar
sus rondas. Su amada lo espera en la azotea de la señora Doris. Charles es puntual en sus
citas. Escenas de ternura y efusión. Luego, inevitablemente, la despedida. Hasta el día
siguiente.
Fue en una de ésas. Una más, la última. Juan Uceda, con una escopeta prestada
cumplió con su criminal designio. Un estampido que profana el silencio de la noche. Cae
Charles. Trágico fin de un gato hermoso, sobrio, educado, romántico, que murió en el mismo
sitio donde viviera la emoción de su primer amor.
Lágrimas y flores sobre su sepultura".
Muchas veces se repetirán noticias como ésta en Última Hora, mezclas de
imaginación y cursilería que sin embargo lograron atraer la atención del público que iba
"comprendiendo" al diario, es decir, que se identificaba con sus historias independientemente
de que fueran o no ciertas.
Paralelamente Guido Monteverde iniciaba la gran campaña del mambo, el ritmo de
moda creado por el cubano Pérez Prado (véase texto suplementario). Anunciaba su llegada y
el diario inició la publicación de clases de mambo, con fotografías. Percatándose del interés
popular, la empresa Coca Cola asumió el auspicio de un "Campeonato Nacional de Mambo"
convocado por el diario y por la "Hora del mambo" de Radio El Sol.
El publicista de la Coca Cola era Alberto Ulloa Elías, entonces casado con Consuelo
Barton, heredera del negocio.
Pérez Prado llegó a Lima y se hizo el campeonato. El 27 de febrero titularon
MAMBEE CON PEREZ/ PRADO HASTA MORIR y ganó la pareja Enma Segura y Enrique
Olave en una gran velada en la Plaza de Acho. Pero el Cardenal y Arzobispo Primado de
Lima Juan Gualberto Guevara, mal aconsejado por escandalizados sectores que veían al baile
como pecaminoso decidió la excomunión de quienes lo tocaran, bailaran, escucharan. Miles y
miles pasarían al Purgatorio a través del mambo.
FUNDACIÓN Y DESARROLLO DE U.H. 56
La disposición de la Iglesia criolla se convirtió en un reto para los peruanos. En las
fiestas se colocaba los discos, sonaban las notas del mambo y todos se miraban para luego
sumarse a la ola creciente de excomulgados que desafiaban el anatema. Así recibió Última
Hora una ayuda inesperada.
El estilo de Última Hora quedó ya para entonces bien delineado, con secciones que
se hicieron populares: "Correo del Corazón", la sucesora de la Estafeta Romántica y que
servía para citas que a veces culminaron en matrimonios (estaba a cargo de Augusto
Vásquez); "A Golpe de Doce" de Lucho Loli, de comentarios finos y atinados; "Máscara de
la Ciudad" de Alvarez del Villar; "Qué Pasa en Radio" de Guido Monteverde y que después
se hizo cargo de la sección sociales con la columna "Antipasto Gagá"; consultas femeninas en
"Cosas de Mujer" suscrita por "Margarita Darré", un seudónimo de todos; "Hollywood y de
todas partes" de Francois Guzmán; las tiras cómicas de "Serrucho" de David Málaga y
"Sampietri" de Fairlie, a los que se añadirían después los personajes creados por Rubén
Osorio ("Juan Santos") y Hernán Bartra ("Boquellanta").
La presentación gráfica se hizo monótona llegando a la extrema simplificación en la
primera página: un gran titular y una foto, quizá algún pequeño recuadro y debajo del
logotipo la frase "El diario de mayor circulación en el Perú".
El 1ro. de enero de 1952 ya no está Recavarren como director (pasa a La Prensa) y
sólo figura Raúl Villarán. A partir del 22 de abril de ese año aparecen como Jefes de
Redacción Raúl Villarán y EFraín Ruiz Caro.
El 12 de agosto dice: Editor Jefe: Raul Villarán - Jefe de Redacción: Efraín Ruiz
Caro. El 2 de diciembre desaparece el nombre de Villarán (se marcha a los Estados Unidos
por una temporada y no regresará más a Última Hora) y queda solamente como Editor Jefe
Ruiz Caro. A partir del 3 de diciembre de 1952 al lado de Ruiz Caro surge como Jefe de
Redacción Guillermo Cortez Núñez, y finalmente, desde el 1ro. de diciembre de 1953 sólo
aparece como Jefe de Redacción Cortez Núñez pues Ruiz Caro también se ha retirado de la
empresa.
El modelo que planteó el equipo original será tan exitoso que nadie se atreverá a
removerlo, conservándolo hasta el final, aunque ya sin la creatividad y talento de la primera
etapa.
57 ÚLTIMA HORA
Capítulo IV
APORTE E INFLUENCIA
DE ÚLTIMA HORA
-El aporte periodístico. –La influencia posterior. –Los periodistas.
El aporte periodístico
Última Hora fue producto del trabajo en equipo de una veintena de periodistas. Sería
un error considerar que sólo Villarán y Ruiz Caro "hicieron" el popular vespertino pues ni lo
titulaban ni escribían completo. Incluso en el mérito del éxito habría que incluir el mismo
Pedro Beltrán que los dejó hacer sin entrometerse mayormente.
También debe atribuirse participación en el suceso al público mismo que con su
aceptación aseguró a los editores que habían acertado, que ese periódico se vendía, que los
títulos como "chinos como cancha" le gustaban a la gente.
Última Hora provocó un fuerte impacto en la prensa criolla de entonces. En el campo
de lo policial reinaba, como hemos dicho antes, el tabloide La Crónica. La sección estaba a
cargo de un legendario redactor, Becerra, ampliamente descrito por Mario Vargas Llosa en
sus Memorias. Precisamente este autor ha hecho un relato preciso de la competencia:
"...Muchas veces le ganábamos a nuestro rival: Última Hora. La página de Becerrita había
sido la reina y señora de la muerte violenta y el escándalo por muchos años. Pero este diario
nuevo, Última Hora, vespertino de La Prensa, que había introducido la jerga y la replana -los
dichos y modismos locales- en titulares e informaciones, le disputaba el cetro y algunos días
se lo arebataba: eso enloquecía a Becerrita" (Vargas Llosa, 1993).
La sección policial de Última Hora estaba a cargo, entre otros, de Norwin Sánchez,
todo un personaje que Vargas Llosa llevó a su novela "Conversación en la Catedral" donde,
al recrear la ciudad y la política de los años 50, eligió la profesión de periodista para el
personaje principal.
Última Hora, en suma, reavivó el espíritu de competencia en La Crónica cuyos
dueños, la entonces adinerada familia Prado, aceptaron el reto y lanzaron dos ediciones
vespertinas del diario, La Segunda y La Tercera (La Segunda fracasó y quedó La Tercera por
muchos años).
APORTE E INFLUENCIA DE U.H. 58
Paralelamente La Prensa no permanecía impasible y se veía obligada a tomar en sus
páginas los casos que ventilaba su hermano menor, el del tercer piso. La Crónica, tal como lo
cuenta Vargas Llosa, pugnaba por estar a la par y lanzó dos ediciones más, La Segunda, que
salía a media mañana y que estaba destinada mayormente a provincias y La Tercera, a la
mismo tiempo que el enemigo. No había más competencia porque El Comercio de la Tarde
no contaba. El matutino La Nación, publicado en 1953, era oficialista, odriísta, y nunca pasó
de unos pocos miles de ejemplares; pero debe destacarse aquí la presencia de debutante del
humorista Luis Felipe Angell, "Sofocleto".
En octubre de 1950 comenzó a circular el nuevo semanarioo Caretas, dirigido por
Francisco Igartua y Doris Gibson, con formato de "Paris Match".
Entre los aportes que hizo Última Hora al ejercicio del periodismo local estuvieron:
-Valoración propia para elegir noticias para la primera página, atendiendo a lo que se
estimaba que interesaría a niveles generales, populares, en discordancia con la presa
considerada seria. Igualmente para las fotografías, que debían ser de acción, nunca posadas;
-Estilo de redacción libérrimo, de búsqueda de movilización de sensaciones, sin
cuidarse de las reglas ya rigidizadas en La Prensa de la Pirámide Invertida;
-Protagonismo de los redactores, procurándose que se hicieran conocidos y hasta
populares, como Guido Monteverde por ejemplo. En la promoción de su personal Última
Hora hizo muy visibles a sus redactores principales, mientras que en La Prensa se tendía al
anonimato, a la desaparición de las firmas (salvo las estrellas de la sección editorial);
-Preferencia por el "Interés humano", patentizado en las columnas Coreo del Corazón,
Hoy por Tí Mañana por Mí, Sencillamente Humano y otras que atrajeron lectoría femenina;
-Agresividad en la búsqueda de noticias premiando las primicias, esto es, las buenas
noticias exclusivas (aunque nunca se jactaban de sus éxitos);
-Prescindencia de la polìtica explícita sobre partidos e incluso del gobierno;
-Búsqueda de ser un diario más de entretenimiento que de información;
-Reconocimiento de la presencia de los nuevos limeños, los migrantes del interior,
como un mercado potencial de lectores. Se creó un héroe serrano, con chullo y todo, como
"Juan Santos", un personaje cómico y agradable como "Serrucho", otro negro Boquellanta, la
huachafa y coqueta limeña Chabuca:
-Propuso el control de tiraje a los demás diarios colocando debajo de su logotipo la
frase "El diario de mayor circulación en todo el Perú", obteniendo la certificación de una
oficina especializada de la SIP.
Falló Última Hora en el aspecto técnico pues tanto el papel que utilizaba como su
sistema general de impresión eran muy deficientes. Los grabados, las fotografías, resultaban
muchas veces de imágenes irreconocibles.
Respecto de las columnas personales, queda ya fuera de duda la influencia de Guido
Monteverde, quien tomó el estilo de frases cortas y la invención de palabras del célebre
norteamericano Walter Winchell. Su columna se publicaba en un millar de diarios y además
retomó el estilo del protagonismo -tal como haría Monteverde mismo después. La columna
de datos de sociedad "Antipasto Gagá" tuvo tal éxito que hasta hoy la palabra "gagá" es
sinónimo de rico y distinguido.
Los periodistas de Última Hora buscaban ese protagonismo publicando
59 ÚLTIMA HORA
constantemente notas sobre otros periodistas y buscando, en fin, que el periodismo "haga
noticia". Los antiguos periodistas que eran conocidos por los limeños eran aquellos
distinguidos que ennoblecían el diario con sus comentarios pero estos no eran escritores, sólo
reporteros. Y pronto se comenzó a conocerlos, como Loli, Cortez Núñez, Guzmán, etc. Y por
supuesto el propio Villarán que no dejó desde entonces de cultivar su propia leyenda con
anécdotas e historias.
Cada vez que podían afirmaban esa imagen o representación del periodista como
trabajador abnegado, fiel y desprendido servidor de la sociedad que no espera más
recompensa que la primicia publicada. Los artículos con descripciones de hombres de prensa
así abundarán en los periódicos de ese tiempo y los periodistas mismos se ufanarán de
primicias obtenidas, aventuras provincianas de persecución de noticias.
Respecto del lenguaje ¿fue éste primero o Última Hora? Nos inclinamos por la tesis
de que el diario sólo recogió el habla popular y la puso en letras de molde combinadas con
ingenio. El uso de títulos de películas, de radionovelas, frases o refranes conocidos,
situaciones de moda, todo utilizaban lo avispados tituleros del diario.
Algunos ejemplos de aquellos primeros años: "Encanan a retaco, huatatiro y pelucón
que enamoraba a la prepo" - "Llegó Tongolele con el que le toca el bongó" -"Aplasta ñata al
que le quiso afanar el estofao" - "Más Chin Chin para Chan Chan" - "Un mano a mano que se
fue hasta el codo" - "Llegó Leo Marini, uno que se las pasa de cantor" - "Veranean microbios
en Agua Dulce" - "Serrucho abolla de un chirimoyazo a primo que le cireaba gila", "Patuto
carga retaco huatatiro y pelucón que enamoraba a la prepo", "Folidol disuelve triángulo
amoroso" y muchos más que merecen un estudio particular.
El uso de la replana invadió otros sectores, especialmente la música. El compositor
Mario Cavagnaro fue el principal representante de esa inaugurada línea con su vals "Yo la
quería patita" (originalmente se titulaba "Amargo dato", que cambió por sugerencia de
Alvarez del Villar. El Comercio. 9.3.93).
Otros de sus títulos fueron "Afana tu estofao", "Carretas, aquí es el tono", "Cutato
¿porqué te baten?", cuyo mejor intérprete fue el dúo Los Troveros Criollos.
La influencia posterior
Bastaría visitar cualquier kiosko de periódicos para comprobar cuánto se parecen
muchos diarios a la vieja Última Hora en lo que se refiere a los titulares, elección de
noticias, diagramado.
La presentación gráfica actual es por supuesto muy superior; incluso al revisarse la
colección del diario llama la atención la pobre calidad técnica del periódico.
El sistema de producción y venta en el periodismo ha cambiado radicalmente; ya casi
no existen por ejemplo los canillitas, los voceadores que eran clave en los años 50. Tampoco
hay periódicos de la tarde, aquellos viejos vespertinos, pues todos se venden en las mañanas.
Las audacias de Última Hora son hoy risibles ante las primeras planas de los tabloides que
exhiben fotos de mujeres desnudas a todo color.
Pero la mayoría de esos matutinos conservan el lenguaje, la replana que rescató Última Hora de los bajos fondos, los formatos, los estilos de columnas, en demostración de
que el modelo que propusieron los fundadores del tercer piso del edificio de la calle
Baquíjano todavía tiene vigencia, que no está agotado.
APORTE E INFLUENCIA DE U.H. 60
Los periodistas
El grupo original se dispersó a los pocos años y el modelo original fue reproducido
una y otra vez por los diferentes equipos de redacción que se sucedieron. Será entonces
posible diferenciar dos niveles de influencia posterior: la relacionada con la adopción de
estilos y formas propuestas por Última Hora, y la ejercida por los periodistas mismos en
otros periódicos.
En los años centrales decisivos, esta fue la secuencia de responsables formales del
diario (aunque la relación, dijimos, no corresponde necesariamente a las responsabilidades
reales):
-Jorge Luis Recavarren, Director, del 13 de enero de 1950 hasta el 31 de diciembre de
1952;
-Raúl Villarán, Jefe de Redacción, del 1ro. de enero al 21 de abril de 1952;
-Raúl Villarán, Editor Jefe; Efraín Ruiz Caro, Jefe de Redacción, a partir del 12 de
agosto de 1952;
-Efraín Ruiz Caro, Editor Jefe; Guillermo Cortez Núñez, Jefe de Redacción, a partir
del 3 de diciembre de 1952;
-Guillermo Cortez Núñez como Jefe de Redacción a partir del 1ro. de diciembre de
1953.
En alguna oportunidad, como dijimos antes, figuró breve y brumosamente como jefe
de redacción Bernardo Ortiz de Zevallos cuyo peso en la empresa era mayormente
administrativo. Escribía con el seudónimo de "Boz".Raúl Villarán se retiró, como dijimos,
relativamente pronto y se embarcó en una serie de aventuras editoriales de poco éxito, como
la revista Extra, en la que duró muy poco. Fue llamado por el Partido Aprista para reorganizar
La Tribuna, el diario que dirigía Manuel Seoane, pero le resultó imposible lidiar con los
militantes que pedían cupos según sus cargos en el Partido; y aunque reunió una buena
redacción no pudo soportar que los líderes del Apra dieran cada noche el visto bueno a sus
titulares.
Fue contratado para lanzar Expreso, un matutino tabloide (ya previamente diseñado
por Manuel Jesús Orbegozo) que apareció en 1961 con éxito inmediato. Se retiró para
reaparecer meses más tarde en una espectacular conferencia de prensa en Hotel Crillón
donde, al lado del magnate de la pesca Luis Banchero Rossi, anunció el lanzamiento de una
cadena nacional de diarios titulados Correo. Se fundó Sur en Tacna (luego cambió a Correo)
y después Correo de Arequipa, de Huancayo y de Piura. Quedó para el final Correo, de Lima.
Decenas de periodistas abandonaron sus empleos para acudir al llamado de Villarán
de incorporarse a la redacción en la que se ofrecía los mejores sueldos de la época. Luego de
un receso en su relación con Banchero Rossi lanzó el matutino Ojo, toda una novedad que
pronto batió records de venta.
Hizo televisión fundando el programa "Cinco Visión" para los hermanos Delgado
Parker. Viajó a Costa Rica para lanzar un diario, Excelsior, con poca fortuna. Regresó a Lima
en 1976, publicó un libro sobre el futbolista "Cholo" Sotil y murió al año siguiente, cuando
aún no había cumplido cincuenta años.
Su muerte suscitó gran emoción en el medio y sus funerales fueron una demostración
de aprecio a su talento de periodista y organizador. En el cementerio hablaron varios colegas
pero destacó el retrato que trazó César Miró que era, entonces, director del diario Ojo.
61 ÚLTIMA HORA
Miró dijo que Villarán "era ingenioso en la respuesta rápida y la calificación
oportuna. Ingenioso hasta para hacer alarde de narcisismo que, en su oculta verdad, no era
sino timidez sublimada, defensa contra un natural bondadoso y altruista que podía dejarlo
inerme. Inspirador de grandes empresas, realizador febril de lo más arduo y riesgoso,
parecía confirmarse en él ese axioma biológico según el cual toda excitación produce una
depresión. Por eso sus estados de depresión eran más intensos que su euforia. Porque este
hombre de empresa frustrado, sólo comparable en su momento a Luis Banchero Rossi, este
combatiente solitario de molinos de viento y alguna vez de enemigos que no eran nada más
que fantasmas, caía de pronto en agotadores desánimos y verdaderas crisis de su vocación
innovadora".
"Desinteresado derrochador de su talento, inconsecuente consigo mismo, jamás dio
término a empresa alguna. Dijérase que en cada creación dejaba toda su energía y luego la
abandonaba para que otros siguieran lo que a él ya no le interesaba continuar" (El
Comercio. 23.11.77, p. 11).
Efraín Ruiz Caro, el estudiante cusqueño de ingeniería que contrató Ravnes, en
cambio, era ejemplo de optimismo y tenacidad y dedicaba todo su tiempo al periódico. Alto,
de sonrisa franca y cautivadora, era el mejor reportero de la primera época, desarrollando un
talento precoz para el oficio hasta el punto de superar a los antiguos redactores y ocupoar
cargos directivos. Dejó el periódico para organizar y dirigir la revista Sí que tenía como
redactores a Castillo Ríos, Juan Gonzalo Rose y otros periodistas destacados pero el
semanario nunca vió la luz pública pues la policía del general Odría decomisó la primera
edición luego de provocar serios daños a la imprenta.
Enrumbó hacia la política y hasta fue elegido diputado (1956-62), militando en el
Movimiento Social Progresista y editó su órgano partidario Libertad que llegó a ser diario por
breve lapso. Luego volvió a las redacciones. Estuvo en Correo de Lima, Expreso -como Jefe
de Redacción en su época de mayor venta-, editó la segunda fase del matutino El Observador,
dirigió Expreso en manos de sus trabajadores en la primera etapa del gobierno militar del
general Velasco Alvarado, publicó el matutino La Voz entre 1986 y 1988.
Guido Monteverde pasó de recitador a periodista, como relatamos, y aunque él mismo
confiesa que leía revistas argentinas (Ecran, Radiolandia) y copiaba a sus redactores dsarrolló
un estilo personal inimitable y se convirtió en periodista-personaje. Gracias a su esposa que
dominaba el idioma inglés seguía y traducía al norteamericano Walter Winchell, inventor de
palabras dfifíciles de traducir como "chicagorilas" o "swasticooties" y que fue una de sus
influencias más importantes (Guido Monteverde. Comunicación personal). A la vez cultivaba
la pintura y llegó a exponer un par de veces con buena crítica. Pasó a Correo en 1962 llamado
por Villarán, editó la revista humorística Rochabús y estuvo en otras aventuras editoriales
como el diario PM, por ejemplo, en una etapa que le desagrada recordar. Sigue escribiendo
sus columnas en el diario El Popular con su viejo estilo, pintando, recitando clásicos y
redactando sus memorias.
Guillermo Cortez Núñez ("Cuatacho") estudiaba Educación y mientras hacía
periodismo se graduó y hasta se doctoró. Primero hizo Deportes y luego pasó a jefaturar
Última Hora en reemplazo de Ruiz Caro. Después trabajó en televisión, en Canal 5: fue
nombrado director de Expreso en 1965 y allí lo sorprendió la expropiación de marzo de 1970.
Viajó al exterior y editó la versión internacional de la revista Vistazo y regresó a dirigir
Expreso cuando fue devuelto a sus antiguos propietarios, los Ulloa, en 1980. Se suicidó en
1988 en circunstancias extrañas.
APORTE E INFLUENCIA DE U.H. 62
Luis Loli, Lucho, era el marxista del grupo, poseedor de la mayor cultura política del
grupo. Había militado en la Juventud Comunista en la Universidad de San Marcos cuando
estudiaba Derecho. Creó la columna "A Golpe de Doce", como se ha visto, trabajó en
Expreso y redactó "Voz y Voto". Fue Presidente de la Federación de Periodistas en 1958 y en
1986 fue elegido Decano del Colegio de Periodistas del Perú. Murió cuando ejercía el cargo,
en noviembre de 1988.
Federico La Rosa Toro ("Roberto Villa") pasó a La Prensa pero siempre colaboró con
Villarán a quien introdujo en el periodismo norteamericano. Era ingeniero calculista pero
trabajaba en La Prensa controlando la edición en horario nocturno y allí se jubiló. Murió
atropellado por un autobús en la avenida Abancay cuando, saliendo de su casa en el jirón
Ancash, se dirigía a tomar su cotidiano café exprés en un restaurante que quedaba en las
Galerías Boza, a una cuadra de su antiguo periódico, un hábito que nunca pudo abandonar y
que le costaría la vida.
Emilio Bobbio Alejos, el cronista policial que logró crónicas soberbias de periodismo
de investigación (caso Joya, por ejemplo), se convirtió en maestro de la especialidad de
crónicas judiciales. Estudiaba francés y recibió una importante condecoración de Francia.
Enseñó periodismo y escribó un libro sobre historia de la comunicación. En la revista Oiga se
contó una anécdota "… en un Congreso Mundial de Filosofía disfrazó a un orate de barba
blanca, con un vestido de chaqué y abrigo de piel y lo hizo exponer una extraña teoría
filosófica. Cuentan que los asistentes se preguntaban ¿este es loco o será tal vez un nuevo
profeta… Estas y otras anécdotas quedaron atrás cuando Emilio se convirtió en relacionador
público de la Sociedad Nacional de Industrias" (Oiga. 25.1.1988. p. 59).
Juan Gonzalo Rose (redactor de la columna "Sencillamente Humano") logró los
mayores reconocimientos como poeta y tiene un lugar en la galería de artistas ilustres del
país. Publicó varios libros de poesía, ganándose la vida como periodista, guionista y
compositor. Murió en 1983.
Carlos Meneses, Coco, dramaturgo, poeta, novelista, redactaba crónicas deportivas y
decidió emigrar a Palma de Mallorca luego de ganar un Premio Nacional de Teatro. Y se
quedó en España haciendo periodismo y publicando novelas; Pedro Alvarez del Villar llevó
su talento a México y se quedó allá; Jorge Luis Recavarren, abogado, se instaló como
editorialista de La Prensa y volvió a dirigir Última Hora muchos años después; Carlos
Castillo Ríos, educador, folklorólogo, hizo carrera en el Consejo de Menores y como docente
en San Marcos.
Norwin Sánchez volvió a Nicaragua y logró alto nivel en la bucrocracia, murió, según
cuentan, abaleado en una reyerta de cantina. Carlos Meneses, en comunicación personal
(2.11.1993) nos relató que Sánchez, que había nacido en 1929, se caracterizaba por su
temperamento vivaz y agresivo: "Dejó el Perú alrededor de 1995 tras protagonizar una
curiosa anécdota en un hospital en que estuvo internado pues se enamoró de una monja. La
castigaron devolviéndola a España… Murió entre 1973 y 1974. No se sabe si asesinado,
suicida o casualidad. Jugaba a la ruleta rusa, para muchos. Nunca pude despejar la incógnita".
Maruo Vargas Llosa también contó sobre el cronista que se graduò como Periodista en la
Universidad Católica con una tesis sobre periodismo policial.
Francois Guzmán ("De Hollywood y de todas partes"), aquejado de una enfermedad que lo
dejó semiparalizado muy joven, se retiró a la televisión; Franklin Urteaga, activo y diligente,
se tornó promotor de cine. Manuel Robles Alarcón, experto en fuentes policiales, era un fino
y sensible escritor que ganó en 1947 el Premio Nacional de Novela con "Sara Cosecho". Fue
63 ÚLTIMA HORA
calificado después como el "último indigenista" por sus trabajos, entre los que destacó el
conjunto de cuentos "Atoj y el Dieguillo". Reunió crónicas policiales en "Defensores
anónimos de tu vida (1964).
Rodolfo Espinar fue jefe de Deportes de Expreso y Presidente de la Federación de
Periodistas; Manuel Arévalo se graduó de médico, fue director de un hospital estatal.
Todos ellos, de la generación del 50, influyeron necesariamente en la generación
siguiente.
Un punto de encuentro generacional que no puede dejar de mencionarse es el que
significó la fundación de la Federación de Periodistas del Perú promovida por el infatigable
Genaro Carnero Checa, entre agosto y octubre de 1950. En la lista se fundadores se
confunden por lo menos tres generaciones de periodistas siendo la más numerosa la del 50, es
decir, los veinteañeros de Última Hora, que se adhirieron en bloque y La Prensa (v. texto
suplementario de Gastón Aguirre Morales).
Esta generación fundará, treinta años después, el Colegio de Periodistas, como
culminación de un lento proceso de formación de conciencia profesional y gremial.
APORTE E INFLUENCIA DE U.H. 64
EPÍLOGO
Última Hora persistió, como dijimos, en el mismo estilo, acartonándose, resintiendo
la competencia de los diarios que editó su antiguo editor principal, Villarán, que arrebató a su
propia creación la exclusividad del sensacionalismo ingenioso. El personal de redacción no
era ya el de antes y el nivel profesional de los que siguieron fue bastante modesto.
En 1974 el diario fue expropiado junto con los diarios de circulación nacional en el
proceso político conocido como la "Revolución de la Fuerza Armada". Era director Guido
Chirinos Lizares, que al ser desalojado del cargo fundó la revista Opinión Libre, siendo
deportado al Ecuador por el gobierno militar. Según el proyecto, la "gran prensa" peruana
quedaría en manos de los sectores organizados de la sociedad y se decidió que Última Hora
sería para las organizaciones de servicios (cooperativas, mutuales, bancos, casas de comercio,
transportistas).
El planteamiento era absurdo. Esos sectores no tenían nada en común; el proceso de
organizarlos, elegir representantes, etc. era una tarea casi imposible. Y además Última Hora
era una entidad autónoma sólo en teoría pues en la práctica dependía de La Prensa no sólo en
local sino en Talleres. Pronto se hizo claro que el proyecto era un fracaso.
La expropiación no se completó nunca quedando entonces la toma del diario a una
mera confiscación. Sirvió, como los otros, de instrumento propagandístico del gobierno
militar y especialmente entre 1975 y 1980, la Segunda Fase del general Morales Bermúdez.
Fueron directores Ismael Frías, Francisco Guerra García, Jorge Luis Recavarren.
En 1980 los diarios fueron devueltos a sus antiguos propietarios pero con Última
Hora sucedió algo singular: el hombre de confianza de Beltrán, Alfredo Allende, murió antes
y su familia reclamó el derecho de posesión de las acciones que estaban a su nombre pero que
en relidad eran de Pedro Beltrán. Se produjo así un forcejeo legal entre la viuda de Beltrán,
Miriam Kropp y los sobrinos Allende. Ambos nombraron sus propios directores y finalmente
se impusieron los Beltrán porque tenían el control de la imprenta.
Guido Chirinos, el antiguo director, fue elegido diputado entre 1980 y 1985,
alejándose así de la actividad periodìstica y murió en mayo de 1987.
El diario fue publicado a duras penas cuatro años más y cerró en 1984 porque ya
nadie lo compraba. Sus acciones pasaron a manos de la "Empresa Peruana de
Comunicaciones S.A." que lo editó en setiembre de 1989, sin éxito. Lo dirigió Pedro
Hernández, quien hizo un gran esfuerzo para reunir a periodistas experimentados y poniendo
mucho énfsis en los Deportes. Volvieron las viejas columnas y las caricaturas de Julio Fairli
("Sampietri"), David Málaga ("Serrucho"), ("Chabuca"), etc.
65 ÚLTIMA HORA
Probablemente él redactó el editorial de saludo inicial en que reafirmaban el espírituo
de los fundadores: …"Última Hora concibe un periodismo distinto. Es ese estilo informativo
que le permitió penetrar tan profundamente en el alma del pueblo. Nuestro estilo es alegre,
juguetón, entretenido, pero, aunque a primera vista resulta paradójico, tratado con seriedad.
Es el mismo estilo que posee el pueblo para expresarse en torno a los asuntos solemnes del
país. Seriedad, defintivamente, no quiere decir tristeza".
"Por eso continuaremnos utilizando el mismo lenguaje que utilizamos antes. Es que
queremos expresarnos en el léxico desenfadado del pueblo. Empleando las mismas palabras
que parecen divorciadas del diccionario pero que con los años, como ocurre siempre,
formarán la espina dorsal del mismo.” (Última Hora. 14 de Setiembre de 1989. P. 10).
Una nueva etapa se inició en noviembre de 1991 bajo la dirección de César Lévano
pero sólo pido sostenerse pocos meses más. En su editorial de reapertura, titulado "De vuelta
al barrio", dijo el conocido periodista que "…nació este diario el viernes 13 de enero de 1950.
Mucha agua ha corrido desde entonces bajo los puentes del Rímac. El país ha cambiado,
nosotros hemos cambiado. Todo el mundo ha cambiado. La Última Hora de hoy quiere ser
fiel a su nombre expresando esos cambios, y los que asoman en el horizonte".
"La vieja Última Hora nació con desplantes de palomilla. No en vano, el titular más
destacado en la primera plana de su primer dìa era: 'Falleció súbitamente la potranca Rosa
Astoria', acompañado de la imagen del noble animal. Sus titulares en lenguaje de replana y
travesura le ganaron la simpatía del pueblo y la irritación risible de los solemnes…". (Última
Hora. 12 de Noviembre de 1991).
Al cerrar definitivamente en 1992 era director Víctor Robles Sosa, un talentoso
profesional de nueva generación que no pudo ya mejorar esta versión que se titulaba "Nueva
Última Hora - La última palabra en la noticia" pues debía competir, con armas antiguas, con
la prensa chicha de muy bajo precio gracias a las subvenciones gubernamentales.
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73 ÚLTIMA HORA
TEXTOS
COMPLEMENTARIOS
TEXTOS COMPLEMENTARIOS 74
POBRE CHICO RICO por John Dos Passos
(Fragmento)
William Randolph Hearst era hijo único, el único pichón del nido lujosamente
emplumado de George y Phebe Hearst.
En mil ochocientos cincuenta, George Hearst se había desprendido de la familia y de
la granja del condado de Franklin, Missouri y había guiado una yunta de bueyes a California.
(En el cuarenta y nueve el repentino y enorme resplandor del oro había llenado todo el Oeste.
A los jóvenes ya les era imposible dedicarse al arado o a engordar los cerdos con
desperdicios o la trilla, cuando el relumbre del oro barría la costa del Pacífico. El cólera iba
detrás de los surcos de las carretas de los bueyes. La gente moría de cólera alrededor de las
fogatas de los campamentos y en las chozas improvisadas, llenas de chimeneas; era atacada
además por indios salvajes y se mataban mutuamente en broncas.)
George Hearst fue uno de los pocos que sobrevivieron. Tuvo el instinto de las minas,
y como explorador tuvo un ojo clínico para descubrir cuarzo con vetas de oro; a los seis años
de estar en el condado de Eldorado era millonario, Anaconda comenzaba, poseía la sexta
parte de la mina Ofir y tenía una participación en Comston Locke.
En el sesenta y uno volvió a su casa de Missouri con los bolsillos llenos de pepitas, se
casó con Phebe Apperson, la llevó en barco a través de Panamá a San Francisco, la nueva
capital de los mineros millonarios, y le compró una casa cerca de la Puerta de Oro y de la
costa que avanzaba hacia las nieblas del Pacífico.
Fue dueño de grandes praderas y haciendas, crió ganado, corrió en las carreras con sus
caballos, exploró tierras en México, empleó a cinco mil hombres en sus minas y propiedades,
ganó y perdió fortunas en negocios de minas, jugó al póker por cien dólares la ficha y nunca
salía sin una bola de monedas para repartirlas entre los antiguos amigos que se habían
fundido.
Y murió en Washington siendo senador, un diamante en bruto, exuberante y querido
viejo de blanca barba, boca grande y ojos de halcón que vence los obstáculos, y cejas
pobladas bajo el aludo sombrero negro de veterano.
El hijo de la señora de Hearst nació en el sesenta y tres. Nada era muy bueno por ser
hijo único. Muchacho de piernas largas y mirada solemne y voluntariosa creció entre
sirvientes y lacayos, factotums, vigilantes, pedigueños y viejos pensionados. Sus abuelos lo
mimaban y él hacía siempre lo que le venía en gana. El hijo de la señora Hearst tenía que
tener siempre lo mejor de lo mejor. No le faltaron nunca pepitas de oro y monedas de veinte
dólares.
El muchacho tuvo pocos compañeros de juegos; era demasiado rico para entenderse
bien con los demás, en la llana democracia de los muchachos que crecían en aquella época en
San Francisco, era demasiado tímido y demasiado arrogante; no despertaba simpatías.
Su madre podía conseguirle siempre compañeros de juegos con helados, dulces
importados, juguetes caros, ponies y cohetes siempre listos para reventar. El hijo de la señora
Hearst despreciaba a aquellos a los que podía comprar, marchaba siempre detrás de los otros.
Era hábil para hacer bromas y en tomaduras de pelo a los mayores; cuando se inauguró el
Palace Hotel con una recepción al general Grant, el hijo de la señora Hearst y sus amigos se
75 ÚLTIMA HORA
divirtieron a su gusto, tirando montones de piedras pequeñas sobre el techado de vidrio del
gran patio con la consternación de los personajes de abajo.
Allí donde fueron, los Hearst podían abrirse camino con el dinero, a lo largo de la
costa californiana, a través de estancias y ciudades mineras, en Nevada y México, en el
palacio de Porfirio Díaz, el viejo había vivido en contacto con ricos y pobres, había andado
por los infiernos de los mineros, abriéndose paso con su mua de carga por rutas imposibles.
El hijo de la señora de Hearst echaría a andar toda su vida en busca de ese mundo que se le
negaba oculto por una neblina de millones; tenía talento, ambiciones y una voluntad
imperiosa, pero nunca pudo desprenderse de la tiranía del oro, lo internaron en el colegio de
St. Paul en Concord, New Hampshire. Sus travesuras tuvieron al colegio sobresaltado. Fue
expulsado.
Estudió con profesores particulares e ingresó en la Universidad de Harvard, donde se
destacó como administrador del 'Lampoon' y hombre de sociedad; no bebía mucho, era
silencioso y hablaba suavemente; emborrachaba a los demás y pagaba las cuentas, y costeó
los fuegos artificiales para celebrar la elección de Cleveland; alquilaba bandas de música,
pagaba las tortas que tiraban a los actores desde un palco del teatro Old Howard, bombas de
estruendo para volar los faroles de los coches y champaña para las coristas.
Lo castigaron y finalmente lo expulsaron de Harvard, según dicen por haber enviado a
los profesores una escupidera con el retrato de cada uno grabado adentro.
Fue a Nueva York. Tenía locura por los diarios. Había frecuentado las redacciones de
los de Boston. En Nueva York lo entusiasmó el nuevo periodismo de Pulitzer. No quería
escribir; quería ser periodista. (Los periodistas formaban parte el mundo concreto que él
quería ver con claridad, el mundo de la vida real que veía enturbiado por la neblina del oro, la
vida simple y sin clases de la Democracia Americana.)
El hijo de la señora de Hearst sería periodista y demócrata. (Los periodistas veían,
oían, bebían, jugaban a las carreras, bromeaban, se codeaban con verdaderos hombres, hacían
orgías; eso era vivir.)
Al volver a su casa de California era un joven suave, silencioso, sonriente y de mirada
solemne, vestido a la última moda de Londres.
Cuando su padre le preguntó qué era lo que quería hacer, respondió que dirigir el
'Examiner', diario agonizante de San Francisco que su padre había recibido en pago de una
deuda. No era mucho pedir. El viejo no podía comprender por qué quería Willie dirigir aquel
papelucho en lugar de una mina o una hacienda, pero el hijo de la señora de Hearst salía
siempre con la suya.
El joven Hearst fue al 'Examiner' un día y dió vueltas patas arriba la redacción. Tenía
habilidad para encontrar y utilizar hombres inteligentes; para dar salida al ansia que sentía él
mismo por los placeres y deseos de los hombres y mujeres vulgares que viven la vida sórdida
de los que no tienen dinero (de los barrios miserables no ve más que las rameras, tabernas y
espectáculos bajos, y regresa a la parte alta de la ciudad diciendo que conoce los distritos
obreros); el denominador común más bajo, estiércol en el que amasar una carrera,
podredumbre de la democracia. En ella creció un maravilloso imperio de papel impreso (al
tirar millones, al destruir emblemas y tradiciones, al hacer muecas a los privilgiados, a los
monopolios y a los que mandaban, le hacía feliz pensar en que él era también un joven Julio
Cayo; una vida de César como la suya, no era más que broma de millonario. Alcibíades
también fue un bromista).
TEXTOS COMPLEMENTARIOS 76
El 'Examiner de San Francisco aumentó la circulación y se convirtió en 'El Monarca
de los Diarios’.
Cuando murió su marido, la señora de Hearst vendió Anaconda por siete millones y
medio de dólares. W.R. le pidió a ella el dinero para conquistar a Nueva York; compró el
'Mourning Journal' y empezó la competencia con los Pulitzer a quién ganaba más dinero la
emoción sin distinción.
En política era demócrata; apoyó a Bryan en el noventa y seis; en el Oeste luchó
contra el ferrocarril Southern Pacific, contra los beneficios y contra los abogados de los
ferrocarriles que iban desalojando del Estado de California a los primeros colonos; el día de
la elección del noventa y seis, sus tres diarios de Nueva York lanzaron entre los tres más de
un millón y medio de ejemplares, fué un record que obligó al 'World' a bajar el precio a un
centavo.
Cuando no hay noticias hay que inventarlas. "Usted consiga las fotografías y yo
proporcionaré la guerra" se dice que le telegrafió a Remington en La Habana.Las
revoluciones de Cuba fueron una mina de oro para la circulación de los diarios cuando Mark
Hanna arregló la política nacional colocando a McKinley en la Casa Blanca.
Hearst hizo que uno de sus más inteligentes redactores organizara la evasión de
Evangelina Cisneros, bella revolucionaria cubana encerrada en un calabozo por Weyler, y le
preparó a Evangelina un gran recibimiento en el Madison Square.
Cuando McKinley se vió obligado a declarar la guerra a España W.R. tenía todos los
planes preparados para comprar y hundir un buque inglés en el Canal de Suez, pero la
escuadra española no tomó esa ruta.
Fletó el 'Sylvia' y el 'Buccaner', fue personalmente a Cuba con una imprenta portátil y
una flota de remolcadores, y, esgrimiendo un fusil de seis tiros, avanzó con su barco,
capturando en las playas a veintiséis marinos españoles, a los que les obligó a arrodillarse y a
besar la bandera norteamericana frente a la cámara fotográfica.
La batalla de la bahía de Manila aumentó la circulación del 'Mourning Journal' a un
millón seiscientos mil.
Cuando los españoles fueron derrotados, no había con quien meterse sino con los
Mormones. Le interesaba la poligamia, la vida sexual de los ricos, los dibujos a pluma de
mujeres en paños menores y los monstruos prehistóricos a cuatro colores. Descubrió a la
hermana de los llantos: Annie Laurie, Dorothy Dix, Beatrice Fairfax. Armó gran escándalo
con las historietas cómicas: los Katzenjammer Kids, Buster Brown, Krazy Kat. Emociónese
cuando el público se emociona; sus editoriales atacaban a los malhechores pudientes, a los
trusts, al Partido Republicano, a Mark Hanna y a McKinley con tal violencia que, cuando
McKinley fue asesinado, la mayoría de los republicanos creyeron que Hearst era responsable
en cierto modo de su muerte.
Hearst respondió a esto dando al 'Morning Journal' el nombre de 'American' y
avanzando a las candilejas de chaqué negro y sombrero de copa, con aire presidencial, el
candidato millonario del hombre vulgar.
Tomado de la novela La Gran Catástrofe-1919, parte de la trilogía de Dos Passos titulada
U.S.A. conformada además por El Paralelo 42 y El Gran Dinero.
77 ÚLTIMA HORA
TEALDO... EL MAESTRO por Juan Viento
(Fragmento)
Como navegando, los grandes brazos en aspas y el tranco largo, transitaba Tealdo por
las baldosas blanquinegras del Portal de Zela. Era el mediodía o el atardecer de un año
definitorio para el periodismo peruano porque jamás un semanario como fue "Ya" había
logrado imponer un tiraje tan impresionante. Cerca de 45 mil ejemplares para una ciudad que
en 1949 no llegaba al millón de habitantes. Tealdo, ufano, definitivamente desdeñoso con la
ciudad que se le había entregado, generalmente en la compañía de Pedro del Pino Fajardo,
Napoleón Tello o Pedro Alvarez del Villar entraba a uno de sus dos escenarios preferidos en
aquel portal: el hermoso bar de Hitler con sus canarios flautistas y sus gatos poéticos y obesos
y la Dulcería Iqueña en la que, por excepción, el director de "Ya" y su plantel de notables
redactores y dibujantes consumían pan de dulce con mantequilla y café con leche.
Los muchachos estudiantes universitarios quienes tomábamos asiento en aquellos
portales, los que soñábamos con ser periodistas, escribir como ellos, lo mirábamos pasar para
decir: Ese es Tealdo. Sabíamos que un estudiante de medicina, poeta, tímido y jaujino, ese
Jaime Galarza que se nos marchó años después tan de repente, le había escrito una carta que
puso en sus propias manos ofreciéndose como periodista. Y que él le había respondido: "Sí
estudiante de medicina. Esto es casi como aceptar un suicidio, pero te esperamos"...
Alfonso Tealdo ya era por aquellos años mito y realidad de un nuevo periodismo. No
sólo por el estilo revolucionario y cautivante, por el idioma insólito que ponía el cortazón
entre el atónito trance de la ternura y el éxtasis de la cruda realidad, sino por sus tremendas
cualidades de creativo y editor. Puesto que ya era un triunfador comenzaba a a ser criticado y
vilipendiado. Mas nosotros lo admirábamos tan en los extremos de nuestra pasión por su
estilo inimitable y genuino que a los 45 o 46 años de entonces esa actitud no ha variado
(¡Palabra don Alfonso!).
Tealdo viene al caso porque hace muy poco tiempo ha sido sometido a una
intervención quirúrgica a la vista. Y ha dejado de escribir para retornar en el momento más
propicio. Juzgar al maestro desde nuestros comportamientos empresariales en los que a veces
nos atascamos y nos agredimos los periodistas que resultamos "más papistas que el Papa",
por defender los intereses políticos o de grupos que financian las publicaciones, olvidándonos
de nuestras propias conveniencias personales y profesionales, no es materia de esta nota.
Simplemente que los estilos y las lecciones de periodismo como artesanía oficio,
modos de Alfonso Tealdo, nos importan más en esta perspectiva que cualquier otra conducta
del periodista-empresario. Tealdo, ciertamente, triunfador en los campos del periodismo
televisado, a tal punto que ahora es caricaturizado y ridiculizado por la gente a la que sirvió,
es el Tealdo del reportaje hablado y la imagen grabada.
(...)
Tealdo entró al periodismo escrito virtualmente invitado por peruanos tan ilustres
como Raul Porras Barrenechea, Carlos Pareja Paz Soldán, don Jorge Basadre. Y cuando en
1943 -seis años antes de "Ya" y "Pan"- había ganado el Premio Nacional de Periodismo por
sus formidables escritos aparecidos en La Prensa y Turismo, la televisión no pensaba en
aparecer. Pero en la radio ya había demostrado también su calidad y estilo. Alfonso Tealdo es
enfocado en esta nota como el creador de un estilo de periodismo, que es en todo caso, el
TEXTOS COMPLEMENTARIOS 78
antecedente más cercano y más coherente de la llamada "generación del 50" en Baquíjano. El
término alude sin distinción a La Prensa y Última Hora, porque cada periódico en el mismo
tiempo y lugar hicieron lo propio, planteando sustantivas modificaciones al periodismo de
entonces.
Lo que hizo o quiso hacer después de sus triunfales años del 37 al 50 no corresponden
al análisis de esta crónica. Ellos se libran al juicio de la verdad y de la historia. Pero entre los
años mencionados Alfonso Tealdo Simi, muchacho de La Punta, sabio alumno del Anglo
Peruano, lector impenitente de los clásicos franceses, formidable "tirador de golpe" y hombre
de un solo amor: Lourdes Bustamante- es sin duda el periodista más brillante de esa época.
Quien asome a "Mirador" su extraordinaria columna de La Prensa, que luego lleva a Turismo
y las radios más sintonizadas, establecerá el descubrimiento de un nuevo prisma sentimental
pero no lloroso, humano pero no huachafiento, poético pero no incomprensible de la vida. En
ese rumbo le seguirán con auténtica y propia elegancia Pedro Alvarez del Villar, Juan
Zegarra, Rodolfo Milla y Alejandro Romualdo. Después otros pocos. Y más tarde muchos,
muchos imitadores tan en demasía que por seguir el estilo Tealdo lo han llegado a
desnaturalizar, para mayor gloria de su creador.
LOS COMIENZOS
Tealdo tenía sólo 16 años cuando escribe su primer artículo periodístico para líder: es
una semblanza sobre Mahoma. En la revista de su colegio: el Anglo Peruano que tiene como
sede entre la plaza Francia y la calle de La Cruz. Carlos Pareja y Paz Soldán, su profesor de
literatura, le tiene fe y le presagia mucho futuro. En 1936 al 37 escribe sus primeros artículos
en El Comercio. En el viejo continente se ha desatado la Guerra Civil Española y el fragor de
los cañonazos infraternos de las dos Españas y sus distintos países, se sienten en Lima, la hija
predilecta de la antigua Colonia, para dividir también al Perú en partidarios de Franco o de la
República. Los artículos del joven Tealdo que aparecen en El Comercio y que versan sobre la
Guerra Civil Española, preludio trágico de la II Guerra Mundial, en la que Franco y sus
aliados fascistas derrocan al gobierno legítimamente constituido, son muy diversamente
comentados. Pero ellos advierten de la presencia de un escritor con genuino lenguaje y serena
capacidad de análisis.
Así lo observa su maestro y amigo Carlos Pareja y Paz Soldán, quien lo anima a
trasladarse a La Prensa, donde, estiman ambos, podrá tener Tealdo su propia columna. Allí
hace dos cosas de gran impacto: reportajes y su columnna Mirador. El nos contó alguna vez
que Gregorio Marañón le insinuó cambiar el tema de las glándulas y la endocrinología,
aspecto médico de su especialidad, por el vaticinio de una nueva guerra mundial. El eminente
sabio y letrado español se equivocó de medio a medio cuando en aquella entrevista predijo
que si estallaba el conflicto el vencedor sería Hitler.
Por entonces ya circulaba en Lima una revista de tipo social que dirigía Benjamín
Roca Muelle, empresario y publicista vinculado al benavidismo. Allí trabajó Tealdo como
reportero y entrevistador. En la beligerante Jornada del 44-45, que se enfrentó resueltamente
a la imposición del general Ureta y que movió en mucho la formación del Frente
Democrático Nacional, también trabajó Tealdo. Nosotros recordamos particularmente dos
reportajes formidables de don Alfonso. Uno que le hizo a José Luis Bustamante y Rivero
apenas llegado de La Paz y otro en que reseñó un viaje por tierra hasta Trujillo al lado de
Víctor Raul Haya de la Torre, quien apoyaba con el Apra al FDN.
79 ÚLTIMA HORA
GALA, ALGO ORIGINAL
De su estada en México al que marchó en 1945 como Agregado Cultural ("me jode
este nombramiento porque sabe usted, que Lourdes mi esposa es sobrina de Bustamante y
Rivero, el Presidente, pero a mí quien me convenció de aceptar el cargo fue Víctor Raúl")
recuerda un reportaje a Diego Rivera que publicó aquí en Turismo y el nacimiento de Ana
Rosa, su primera hija, en aquella capital.
(...)
Tealdo regresó al Perú en 1047. Raúl Porras Barrenechea lo puso en contacto con
Alfonso Belmont Barr, quien administraba una formidable imprenta en la avenida
Restauración, en Breña. En esa histórica rotoplana ya había estructurado sendas revistas
deportivas nada menos que Raul Villarán Pasquel y Guillermo Cortez Núñez, y una de
espectáculos que concibió y dirigió Guido Monteverde.
Con la participación de Jorge Holguín de Lavalle y el decisivo aporte periodístico y
publicitario de Doris Gibson Parra, Tealdo lanzó y dirigió Gala. Ha sido una de las mejores
revistas peruanas de todos los tiempos. Bastaría mencionar que Paul Elouard era colaborador
y que muchas de las carátulas las pintó Sérvulo. Sindicada como una revista social y societal,
como la ha definido el propio Tealdo, Gala ha hecho historia. No sólo por la calidad del
contenido sino por la notable edición tan a cien años luz de su época. Gala es para Tealdo su
mejor creación literaria y artística. Allí también actuó como cronista social Guido
Monteverde quien hacía sus primeros pininos en el mundo de las élites limeñas y la farándula
(Oiga usted, dice Tealdo. Eso de Gala fue algo fuera de srie. No he hecho nada mejor aún por
estos días. Tanto en el aspecto del contenido como de la presentación editorial).
En la misma editora de Breña por el año 48 Tealdo lanzó a las calles de Lima un
semanario espectacular y diferente. Le puso de nombre "Ya" y allí reunió a formidables
escritores y periodistas. Recordamos algunos nombres: Pedro Alvarez del Villar, brillante
prosista, el que más se acercaba al estilo de su maestro; Pedro del Pino Fajardo, el querido
hermano ya fallecido, poeta, novelista y escritor por donde él quisiera tomar máquina;
Napoleón Tello, polémico, incisivo, gran estilista del castellano, ahora dedicado
exclusivamente a la abogacía.
Pero después de un año y medio de circulación y de formidable impactación popular,
Tealdo descontinuó la aparición de "Ya". Había surgido un diferendo con los Belmont.
Hay al respecto una antigua anécdota que tipifica la manera de ser de Tealdo.
Disgustado con uno de los caballeros Belmont Barr, se lo encontró en la puerta de la editora.
Belmont lo saludó con la frase: ¿Cómo está usted, colega? Tealdo le espetó una frase
tremenda: "Cual colega, oiga usted, si yo no soy boticario".
Tealdo caminaba siempre de prisa. Y entonces se trasladó a trabajar al taller de don
Esmaro Salas, que ocupaba un amplio local en un sótano del jirón Contumazá, a la espalda
del cine Metro. Allí fundó una nueva extraordinaria revista: Pan.
Incrementó su nuevo plantel con jóvenes y brillantes intelectuales que cursaban
estudios en San Marcos. El grupo principal pertenecía a la revista Epsilon, que tenía tres
directores: Jorge Moral, Herless Buzzio Zamora y Arturo Salazar Larraín.
El elenco que reunió Tealdo fue una constelación de escritores y artistas. Entre ellos
hay que recordar a Juan Zegarra Russo, un gran escritor desde sus comienzos; Jorge Moral,
redactor estrella; Arturo Salazar, Rodolfo Milla y también a Alejandro Romualdo, quien
popularizó a Xanno, notable caricaturista y escritor. La mayoría del cuadro de evidente
TEXTOS COMPLEMENTARIOS 80
tendencia izquierdista. El plantel gráfico era magnífico con Pepe Bracamonte Vera -tanto se
le extraña!- a la cabeza.
(Vea usted, cuando salía Pan yo le tomaba el pulso al tiraje recorriendo el Jirón de la
Unión. En octubre sacamos una carátula con colores morados. Fue algo impresionante. Toda
la gente pasaba con Pan. Entonces le dije a Jorge Moral que me acompañaba: Vea usted...
Hemos puesto hábito morado al Jirón de la Unión).
Con Pan, cuenta Tealdo, se llegó a tirar 50 mil ejemplares. Un milagro para una
ciudad que en 1949 al 50 no tenía más de 600 mil pobladores, aquella Lima de un solo
estadio y no más de treinta cines. Refiere Tealdo: "Una madrugada Esmaro Salas sacaba de la
imprenta dos cofres enormes. Pesaban mucho y tenían aspecto misterioso. Yo le dije: Salas...
¿se trata del tesoro de la Isla? Y él me respondió: No hombre... ¡qué va! Esla venta de hoy de
Pan. Recién pude percatarme del peso físico del tiraje y del dinero".
Como era lógico, una revista que estaba llena de humor, crítica y de revelaciones que
tanto molestan a los regímenes dictatoriales y también por extensión a los gobiernos
"democráticos", Pan comenzó a ser hostilizado por Esparza Zañartu. El tirano de la plaza
Italia se salió con su gusto el día que dijo: A la eme con Tealdo. El presidente Odría me ha
ordenado cerrar Pan...
EL HOMBRE DE LA PLUMA
Posteriormente al cierre de Pan vemos a un Tealdo flaco, prematuramente canoso,
navegando entre la bruma nebulosa de un par de huaracazos o la brillante luminosidad de sus
días de activo trabajo, y un tranquilo sosiego siempre dentro de la dinámica de su modo de
ser y actuar. Entra a "Romano" -el bar más concurrido y variopinto de La Colmena- a veces a
conversar con amigos y otras casi en plan de camorra. Tealdo, el remero de La Punta, es un
notable trompeador. Boxea y levanta las piernas para lanzar una "chalaca".
(...)
Don Alfonso entra después a dos épocas también triunfales. En la radio es libretista de
"La Voz y la Pluma". Precisamente en radio Panamericana es el lugar donde conoce a
Genaro, Héctor y Manuel Delgado Parker, quienes lo convocan para trabajar juntos. Detalles
de entonces se describen sin mayor referencia personal en la novela "La Tía Julia y el
Escribidor" de Mario Vargas Llosa.
Tealdo incursiona luego en la publicidad para darle nuevos métodos de mercadeo y
promoción a la Lotería de Lima ("Negra por fuera y por dentro de oro/Negra de octubre...
¡como te adoro!").
Adonde fuera entre los años 37 al 52 que reseñamos, y luego cuando tenemos el honor
de trabajar juntos en una revista que reune y dirige con Raúl Villarán y Freddy El Rezongón,
la misma que se titula Loquibambia, don Alfonso se asocia a dos cosas que en todo el mundo
andan dándose de patadas, esto es, el éxito y la discusión. La fama y la envidia. El talento y la
mediocridad. El buen humor y el ridículo. Los ojos del periodista que fueron capaces de
hacer saltar tantas sinceras lágrimas de ternura ante los harapos de un niño huérfano y
abandonado, los ojos que penetraron en los genes donde vibra la vida y en las células muertas
que señalan el ocaso, los ojos que anduvieron en busca de los misterios siderales de los
fantasmas de la paranoia, de los secretos de los microscopios, de las cifras computadoras, de
las cartas del tarot, de los misterios chinos del "yitkin", y de los vericuetos del corazón
humano como si fuera Barnard, estuvieron varios días sin ver.
81 ÚLTIMA HORA
¡Cuánto habrá sido el dolor que quien sabía o muchas veces presumió, haberlo visto
todo! Los ojos de Tealdo, ese don Alfonso, tan de menuda voz, enorme testa llena de talento
y sutil sabiduría. Los ojos de Tealdo, que tanto han visto y sobre todo tanto han escrito.
Publicado en el diario El Nacional el lunes 10 de marzo de 1986. pp. 20-21.
CUANDO EXCOMULGARON EL MAMBO Por Fernando de la Boite
(Fragmento)
En su lecho de dolor, con una pierna cortada y víctima de un agudo proceso de
arterioesclerosis que lo está llevando a la tumba, el pequeño y a la vez grande músico cubano
Dámaso Pérez Prado, seguramente está revisando retrospectivamente su vida repleta de
éxitos. Como a todos habrá de pasarnos, está en el "raconto" final de su existencia, allá en
México, el país donde fijó definitivamente su residencia, tras largos e intensos años de
trashumante.
Y estamos seguros que entre las anécdotas que ha evocado figura, en primer plano, lo
que le sucedió el año 1951 en Lima, cuando llegó a nuestra capital con su fabulosa orquesta,
trayendo el ritmo que estaba introduciendo con furor en el mundo: el mambo, que hoy
recuerdan con nostalgia y más de un suspiro quienes han traspuesto la barrera de los 50 años.
El popular "Cara'E Foca" (el apodo se lo puso Beny Moré, según versión de Guido
Monteverde, el sumo pontífice de los cronistas de espectáculos de la época) fue contratado en
1951 por la firma "Coca Cola" y "Radio El Sol". A Guido se le ocurrió la idea de organizar
un campeonato de mambo en la Plaza de Acho. El premio para la pareja ganadora era 10 mil
soles y la entrada a la plaza costó "una libra" (diez soles). El animador del espectáculo fue
Carlos Oneto "Pantuflas", quien se presentó por primera vez en Lima, ya que anteriormente
sólo había actuado en Ica, su tierra natal.
No había fiesta donde no se bailara entonces el mambo. En Lima y en provincias. El
empresario Carlos Maldonado programó la presentación de Pérez Prado y su orquesta en
funciones de vermouth y noche en el Teatro Monumental. Hubo descoordinación. Pérez
Prado también había sido anunciado a los 8 de la noche en la Plaza de Acho, que estaba
repleta. Dieron las 11 p.m. y "Cara'E Foca" no llegaba. El público se impacientó y empezó a
prender fogatas en las graderías. Fue entonces que "Pantuflas" se lanzó al ruedo y comenzó a
contar chistes, con gran suceso. Los asistentes festejaban sus ocurrencias. "Pantuflas",
motivado por la reacción del público, hizo poner un disco de mambo, difundido por los
altoparlantes. Y bailó mambo en chiste. La apoteosis, el aplauso general. Felizmente, Pérez
Prado, quien recién se apareció a las 11.30 de la noche, encontró ese ambiente. Y su
presentación, con un público que no se movió de la plaza, se prolongó hasta cerca de las dos
de la madrugada.
TEXTOS COMPLEMENTARIOS 82
LA EXCOMUNIÓN
Eran tiempos del gobierno autoritario del general Odría. El arzobispo de Lima y
primado del Perú era el Cardenal Juan Gualberto Guevara, conservador a ultranza. Vio en
Pérez Prado, su ritmo caliente y las mamberas ligeras de ropa una especie de manifestación
diabólica, un rito pecaminoso. Y no tuvo mejor idea que excomulgar al músico cubano, las
bailarinas, las parejas que concursaron, los asistentes a la Plaza de Acho y el Teatro
Monumental, y hasta a los directivos que contrataron a Pérez Prado (la Coca Coca -su gerente
Alberto Ulloa incluido-, Radio El Sol, "Última Hora" y, por supuesto, al periodista Guido
Monteverde).
La noticia dio la vuelta al mundo y la revista estadunidense "Time" publicó en
carátula la foto de Pérez Prado, con una leyenda: "40 mil personas excomulgadas por bailar
mambo en Perú".
Es de suponer que hoy tienen todos ellos el perdón del cielo y de la jerarquía católica.
Los vestidos y bikinis de las mamberas de los años 50 parecerían recatados, casi monacales,
ahora. En "Risas y Salsa", en "La Gran Revista", a través de la TV, las danzarinas de hoy
muestran impunemente el trasero... y nadie resulta excomulgado. Espacio-tiempo-histórico,
compañeros.
MAMBO, QUÉ RICO MAMBO
Pérez Prado se hizo en Lima muy amigo de Guido Monteverde y llegó a ser su
"ahijado de matrimonio". ¿Cómo sucedió? Cara'E Foca (tenía un defecto en la lengua y
cuando hablaba su bigotudo rostro se parecía al del simpático animal) no podía obtener su
residencia en México, como era su deseo. Fue así que para conseguir su propósito, contrató a
una mexicana para casarse con ella en el Perú. Le pidió ayuda a Monteverde y él, que se
enteraría más tarde del crematístico convenio, habló con la Alcaldesa de Puente Piedra, Eva
Falcón, y en 24 horas se realizó el enlace civil.
El mambo ya estaba pasando de moda, tras unos quince años de indiscutible
reinado, incluso en el celuloide mexicano. ¿Se acuerdan de "Hotel de Muchachas" y de
"Perdida"? ¿Se acuerdan de los filmes con el desaparecido cómico Adalberto Martínez, el
popular "Resortes" eximio bailarín de mambo?
Atrás había quedado la época rutilante de las boites limeñas, del "Grill Bolívar", del
"Embassy" en l Plaza San Martín, del "Copacabana". En Lince languidecía el "Pigalle",
supérstite de una etapa de oro de la bohemia y los noctámbulos limeños. Porque el mambo
vistió la Lima del espectáculo de esos años. Surgieron las bailarinas peruanas Betty Di Roma,
Mara, Anakaona, la China Tai Loo y poco después Nancy Jara. Coreógrafo excepcional para
los ritmos tropicales, el maestro de todas fue Rafael Ferreyra -todavía en la brega- y su más
aprovechado discípulo resultó Oscar Neyra, fallecido el año pasado.
Bailarinas de primera línea llegaron a Lima, como las "Dolly Sisters", Amalia
Aguilar, María Antonieta Pons, Tongolele, Naja Karamuru, Eda Lorna, etc. Más tarde
vendrían las chilenas: Pitica y Rosa Ubilla, Wanda Derval, Gaby Nelson, Judy Nelson, la que
danzaba en puntas de pies, una mezcla de baile tropical y ballet...El mambo, que aún se
tocaba y bailaba fue entreverándose con otros ritmos. Llegó después el cha-cha-chá y más
tarde el "dengue" de Pérez Prado y la sensual Daisy Guzmán, ritmo que tuvo corta vida.
"El liquiriqui, el matalacachimba, el Cara'E Foca..." las letras simples del mambo se
escuchaban por calles y plazas, en los salones más elegantes y en las cantinas de mala muerte.
83 ÚLTIMA HORA
Los muchachos de los años 50 recibían de los palomillas esos apodos. Pérez Prado se había
insertado en la jerga popular.
Guido Monteverde recuerda con melancolía esos tiempos. El fue el gran promotor del
mambo en el Perú. Formó las compañías de revistas que en Lima y en giras por provincias
encandilaron y despercudieron a la juventud de entonces. La primera fue las "Bikini Girls"
(1951) con la animación de la orquesta de Beny Bustillos, íntegramente conformada por
morenos cubanos. Luego vendrían las "Param Pam Pam", las "Cha Cha Chá", las "Trololó" y
finalmente las "Bim Bam Bum" (1967).
POR QUÉ EL MAMBO
Alguna vez, Pérez Prado le contó a Monteverde que el mambo existía, aunque en
pequeños compases, en las orquestaciones de la guaracha cubana (con la rumba, precedieron
al mambo, pero la guarachera coexistió buen tiempo con éste). Cuando Pérez Prado era
pianista de la famosa Blanquita Amaro desarrolló esos compases e inventó el mambo. Los
primeros fueron "Qué rico el Mambo" y "Al Compás del mambo". También alcanzaron gran
éxito, entre otros, "Skokian", "Mambo número cinco", "El Ruletero", "mambo en saxo" (para
nosotros quizás el más logrado en términos musicales) y "Cerezo Rosa".
Hoy, la vida de Dámaso Pérez Prado se apaga, como se apagaron las marquesinas de
luces multicolores que alegraron dos o tres décadas atrás las noches de la Lima bohemia y
divertida. Como el silencio prevaleciendo, ahora, sobre el metálico sonido de las trompetas y
la percusión del bongó que golpeaban frenéticamente "Leche Maranga" Phellane (retirado en
su bufete de abogado) o "El Gato", esmirrriado, famélico, ¿dónde está, si es que está?
Su hijo ha dicho en México que el otrora ídolo de multitudes carece de medios
económicos para solventar la reciente operación que se le practicó y para cubrir su costoso
tratamiento. El sindicato de músicos le ha negado apoyo, por considerar que tiene medios.
Guido Monteverde recuerda que a raíz del triunfo que tuvo en Japón con "Cerezo Rosa",
construyó en ese país dos edificios porque los japoneses no le permitieron repatriar las
utilidades. Cómo será, señor...
De Pérez Prado, alguna vez Igor Stravinski llegó a decir que era uno de los genios
musicales del siglo XX. Pocos saben, además, que el mambo ha sido adaptado para orquestas
sinfónicas y ha sido interpretado en el mismo Japón y la Unión Soviética.
A los 72 años de edad (nació el 11 de dickebre de 1916 en Matanzas, Cuba) Cara'E
Foca agoniza, o sea que aún lucha por su vida. Estuvo trabajando hasta el año pasado en
México, recorriendo pueblos y ciudades con su orquesta y su mambo. Organizaba bailes y
reunía apreciable cantidad de público en una carpa que había comprado en Alemania. En esta
última faceta de su larga carrera artística alcanzó a verlo Alfredo Aparicio Valdez, otro de sus
entrañables amigos limeños.
Quienes alguna vez conocieron con él la alegría y la liberación que son capaces de
brindar al ser humano la música y el baile populares esperan que, para el maestro, la vida sea
todavía una partitura abierta.
"Mambo, qué rico mambo. Mambo, qué rico es... es...es... el mambo".
Publicado en el semanario Oiga, el 3 de Julio de 1989. pp. 48-50.
TEXTOS COMPLEMENTARIOS 84
AL SON DEL MAMBO. La Lima de los 50
Por Francisco Bendezú
(Fragmento)
¡1950! El 13 de enero, por la certera visión comercial y admirable voluntad del finado
periodista chileno Orlando Cabrera Leyva, salía a las calles de Lima Última Hora, tabloide
que, como pude comprobarlo en Santiago, no era sino la morigerada y graciosa versión
limeña del ágil, movido y casi coprolálico vespertino Últimas Noticias de la capital del
Mapocho. Desde el 27 de octubre de 1948 gobernaba el Perú el general Manuel A. Odría, "el
general de la alegría". En 1950, precisamente, fue "elegido" abrumadoramente, tras mandar
encarcelar ¡acusándolo de extranjero! al digno general Ernesto Montagne. Recuerdo que el
mensaje a la nación del ex ministro de Educación del régimen del mariscal Oscar R.
Benavides, lo redactamos de consuno Carlos E. Ferreyros y yo. Carlos y yo éramos vecinos y
compañeros de ingreso a San Marcos el inolvidable año de 1945. ¡Cuánta agua ha corrido
bajo los puentes! Hoy, todos con más de 50 años, en diferentes sectores políticos, recordamos
las jornadas de nuestra juventud colérica, inquieta e imbuida de altos ideales de justicia,
grandeza y bienestar para nuestro pueblo engañado, expoliado, perseguido y reprimido sin
piedad por los mandones de turno. Hoy, 30 de enero de 1983, hago un alto en el camino de la
vida y proclamo que, sin lugar a dudas, los más grandes presidentes que el Perú ha tenido en
este siglo, ¡no os sorprendáis, que vuestros hijos lo verán confirmado! fueron el ilustre
lambayecano D. Augusto B. Leguía y el hijo del distrito de Castilla (Piura) el general de los
pobres Juan Velasco Alvarado. Y continúo con mi crónica.
La década del 50 es la de la "guerra fría"; la de la "guerra sucia" de Corea -que en nuestra
patria produjo un falaz clima de prosperidad-; la de la salvaje ejecución de Julius y Ethel
Rosenberg, torva y ligeramente acusados de espías; la de la abusiva, caprichosa y masiva
deportación de más de 50,000 peruanos a Chile (ya el Maestro Sánchez, en uno de sus
formidables libros de juventud, había escrito sobre el "ritual destierro a Chile"), Argentina,
Bolivia, Brasil y otros países, no los mencionados desde luego, en que campeaban el
genocidio y la privación de los más elementales derechos humanos: Nicaragua, Paraguay,
Ecuador, El Salvador, Guatemala, etc.; la del macartismo, la "caza de brujas" en Hollywood y
la inicua marginación de supremo maestro de la novela policial de la escuela "hard boiled"
Dashiell Hammet (1); la de la declaración de John Foster Dulles: "EE.UU. no tiene amigos
sino intereses" (!métanselo bien en la cabeza!); la de la caída de Arbenz en Guatemala por un
militarcillo mercenario de apellido Castillo Armas, quien pagó su traición con un tiro que le
dispararon en una emboscada; la de la condena a garrote vil del comunista Girau en España,
!quince años después de terminada la Guerra Civil (1936-1939!); la del meteórico ascenso de
Marilyn Monroe y Brigitte Bardot; la de la malhadada difusión de la televisión comercial y
sus socavadores y farragosos "enlatados", con todo lo que tienen de saqueo subrepticio y
liminal de las más puras esencias de las idiosincracias nacionales respectivas; la del
surgimiento en el jazz del "bop", el "progresive" y el "cool"; la de la boga del
existencialismo, Boris Vian y la torturada y alquitarada poesía de Henri Michaux. Y, para el
objeto específico de la presente nota, la década del 50 fue la del triunfal advenimiento del
mambo del genial Dámaso Pérez Prado.
Tomado de El Caballo Rojo, Suplemento Dominical de El Diario de Marka. 30 de enero de
1983. No. 142. pp. 8-9.
85 ÚLTIMA HORA
HACE 30 AÑOS
(Fragmento)
En la Lima de los años 40, los periodistas trabajaron entre dos mundos, entre
generaciones a punto de finar y jóvenes nacidos un poco cascabeleros y sin conciencia plena
de la guerra que acababa de finalizar. Fue una generación advenida tras la sangre de España
convertida en conejillo de Indias y la trágica aventura de la más negra experiencia humana
atacada en su libertad con amenaza.
Vivíamos los jóvenes periodistas de entonces la herencia de una intelectualidad
peiodística que no hacía mucho había leído los versos de Baudelaire con aliento de alcohol
nocturno; y un estar alerta tocado por el dolor de la hecatombe mundial.
Gustaban aquellos jóvenes de emborracharse muchas horas y de aplicarse a un
periodismo alentado por nuevas sangres, nuevas ideas y novedosos conceptos. Alguna vez,
cuando en la vieja península aún resonaba el cañón, mientras en la América chola en el
ámbito del teatro resonaba con suavidades de terciopelo la voz de un recitador mandado por
el Generalísimo español, algunos periodistas trepados en la cazuela lanzaron la bandera
republicana sobre la platea llena de suaves pieles femeninas y de etiquetas masculinas, al
grito de: Viva la República Española.
Nuestros padres retozaban dentro de un periodismo literario que alguna vez osó
describir una procesión de Viernes Santo con brigadas de lanceros y trompetas precedidas de
heraldos alegres y no sombríos como los de Vallejo.
En este cuadro aparecen los rostros del Correjidor Mejía, de Humberto del Aguila, de
Castro Príncipe, el inventor del "recuadro" tipográfico; de Don Pepe Bustamante y Ballivian,
de Julio Málaga Grenet, el arequipeño elegante que bebía pisco en copia propia y alternaba su
chicoleo audaz con el brillo de una mirada juguetona tras los espejuelos aristocráticos; César
Guillermo Corzo releía su Kempis y en la Pampa del Hambre hacían causa común de
bohemia pintores, periodistas, literatos, actores, músicos, que alternaban entre limeñas fáciles
y toreros con hambre saciados solamente en temporadas.
Desarraigada de esa bohemia periodística y literaria, estaba ya adulta una generación
que tanteaba entre el grato ambiente de la juerga y un nuevo periodismo que intentaba sacar
la noticia de las páginas interiores de El Comercio, La Prensa, La Crónica y en las semanales
páginas de Variedades, Mundial, Excelsior, Panoramas. Y cuando en Lima las bombillas de
luz ya estaban encendidas, nocturnos canillitas anunciaban La Noche de Balarezo, el
inolvidable Gastón Roger, cuya cocina periodística ejercitaba Lamparita Alzamora. Mi padre,
Augusto Aguirre Morales, el "loco" famoso, Federico More; Lucas Oyague, el negro Falcón,
Mario Chávez y otros bailaban en la cuerda floja de un periodismo en el que la noticia
nacional pugnaba por salir de su encierro hacia las primeras planas.
Una mañana, una tarde o noche, no lo sé, saltó una idea: la de unirnos con la misma
trascendencia con que brotaba la risa. Su mal no recuerdo fue Genaro Carnero Checa, el
negro cordial que de pronto carcajeaba para luego quedar perplejo en seriedad pensativa,
quien planteó la necesidad de organizar a los periodistas, a los diarios, a quienes vivíamos, un
poco hambreados de esa actividad, de reunirse en una institución representativa, seria, con
médula. Por entonces y desde mucho antes discurría su vida oscura la Asociación de
Periodistas que presidía casi en forma perpetua "el viejo" Rosales, hombre menudo cubierto
por sombrero de ancha ala que le daba aspecto sibilino, cordial amigo y con un brumoso
TEXTOS COMPLEMENTARIOS 86
prestigio de haber hecho periodismo en Buenos Aires. Acompañábanle en la Asociación
propietarios de revistas esporádicas, gente que alguna vez vió su nombre en letras de molde
en El Comercio, algunos que se daban maña para editar a como diera lugar un órgano
cualquiera y, en fin, periodistas amigos del decano de la prensa nacional, el diario de La Rifa.
La tal Asociación renovaba con puntualidad a sus dirigentes y discurría su vida entre
homenajes a sus protectores los señores Miró Quesada y austeros tragos en su local donde
hacían tertulia; pero, tal vez inocente o premeditadamente, se alzó la Asociación como un
valladar para el vigoroso impulso del grupo obstinado ya en la forja de un oganismo
institucional poderoso y de auténtica representación.
La Asociación Nacional de Escritores, la ANEA, tuvo por entonces como Presidente a
un catedrático e intelectual sumamente activo y diligente, amigo de ayudar: Manuel Beltroy
tras sus lentes de gran miope y la menudez de su contextura, cobijó al grupo organizador. Le
prestó su gran sala auditorio y allí nos reunimos, pobres de solemnidad pero bajo techo de
aristocrática prosapia, escalera de mármol y prestigio de calestre.
No fue fácil la forja, a pesar de que dentro de los organizadores funcionaba a todo dar
el negro Genaro, director propietario por entoncs de la revista 1950. Maruja Roqué, catalana
empecinada, radical en sus ideas ejecutivas, aportó junto con su esposo todo el tiempo de que
disponía. Guapeaba a la gente aún no desprendida de su apego a robarle tiempo al tiempo y a
disfrutar del dulce placer de la conversación junto a la "mula" de pisco que siempre dio calor
a la palabra.
La idea de formar la Federación concitó la presencia de periodistas de las más
dispares tendencias. Junto al marxismo de Genaro Carnero Checa se alineó la doctrina del
democristiano Antonino Espinosa Laña. Coincidieron Julio del Prado y el socialista profesor
Antenor Escudero Villar, el doctor y señor Miguel Cavero Egúsquiza, prominente periodista
de El Comercio, con el socialista Manuel Ferreyros; los independientes y apolíticos
fraternizaron con quienes pudieron ser calificados como "agentes de la reacción". Hubo
entonces una resignación política en favor del esfuerzo común, profesional y colectivo que
alguna vez será conveniente analizar. No se quebraron banderías. Se juntó, se fraternizó para
el surgimiento del pendón único y unitario.
(...) El negro Genaro propuso organizar la entidad desde arriba, hacia la base. Así se
hizo y cuando aún no existía el hoy organismo básico de la Federación, es decir, el centro
federado de Lima, nos desplazamos a provincias para fundar las células de este organismo
paradójivamente ya integrado en un nombre: Federación de Periodistas del Perú.
No es vano recordar que mucho nos costó llegar a la denominación de la institución
en ciernes. Se pensó que se llamara Sindicato Nacional de Prensa o algo parecido, pero
siempre con su calificación de sindicato. Pero más que el empuje de los sostenedores de la
idea pudo la decsión común de no complicar el nacimiento. Porque en aquella época y
también después, la palabra sindicato olía a Marx, a revuelta, a insurrrección. De hecho, el
sindicalismo resultaba extraña mezcla de anarquismo, ateísmo, cáncer social, actitud solapada
y siniestra maniobra -como decía el Marqués de Aulestia.
Triunfó la tesis estratégica y lógica. Organizada desde arriba nació la Federación de
Periodistas del Perú, en la Casa de Piedra adonde ya concurrían los adictos al movimiento
que adoptaría como lema la declarativa frase de "Libertad para la verdad, Responsabilidad en
la expresión, Decorosa condición económica para el Periodista". (...)
Publicado en Primera Plana Organo oficial de la F.P.P. Edición: No. 30 1980. pp.30-32.
87 ÚLTIMA HORA
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