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TITULO:
HISTORIA DEL CENTRALISMO
AUTOR:
Prof. Lic. Luis F. Pacheco Fernández
INTRODUCCION
El propósito inicial del trabajo es el análisis del diálogo y las visiones de Montevideo y
e Interior, aplicado a las instituciones educativas en general, a la formación docente en
particular, de cara a las decisiones institucionales que exige el IUDE.
Este análisis recibe la luz de los procesos históricos del Uruguay particularmente de la
consolidación de su estructura asimétrica y centralista.
La conformación de la estructura del Uruguay tiene 280 años de actividad humana y
económica por lo tanto cambiar espacios, economías y mentalidades solo puede hacerse
en unidades cronológicas de larga duración. Hemos tomado como punto de partida la
instalación del Cabildo de Montevideo en 1730.
La Historia por definición es contemporánea y a la luz de la experiencia histórica
consideramos las visiones de futuro; tomamos decisiones en presente a partir de
aprendizajes del pasado.
La Historia explica el Hoy y el Aquí, el proceso de construcción inacabado e
perfectible. El pasado termina en una construcción del intelecto y el futuro debe ser una
construcción sabia de lo aprendido.
Cada 5 años la Administración insiste en los procesos de descentralización y
participación, sin que la estructura centralizada consolidada se vea alterada.
No se trata de un juicio de valor sino de una reflexión sobre nuestro proceso histórico y
particularmente sobre las oportunidades en el ámbito educativo donde se pueden superar
polémicas y construir estructuras.
El presente trabajo contiene los riesgos obvios de toda generalización, en sus tres
órdenes – descriptivo, interpretativo y explicativo -. Tiene un propósito didáctico para
introducirnos en la Historia a través de un concepto, por lo que constituye un ejercicio
más difícil que hace una Historia a través de un relato.
Cuando hablamos de Historia está admitida la clásica división de la Historia en: Historia
Universal, Americana y Nacional.
La Historiografía ha desarrollado otras especializaciones como la Historia Institucional,
Social, Local, Temática, Conceptual y es auxiliar de cualquier ciencia. Así podemos
elaborar: Historia de la Iglesia, Historia de la Sensibilidad; Historia de la ciudad de
Minas; Historia de la Formación Docente; Historia del Centralismo Nacional; Historia
de la Medicina.
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HISTORIA DE UN CONCEPTO
La racionalidad de un concepto puede tener sus orígenes en la irracionalidad del
esoterismo. Me resulta entonces difícil esbozar que es el centro.
El esoterismo tiene relación directa a todos los símbolos tanto de la propia Iglesia
Católica como de las logias masónicas. Actualmente se encuentra literatura esotérica de
todo tipo en cualquier librería pero tomada como divulgación para el entretenimiento,
no como guía para estructurar el pensamiento.
El concepto de centro, es simbólico, ideal, abstracto.
El centro es un concepto esotérico antiguo y reiterado en todas las civilizaciones.
El centro es centro de algo, del Cosmos.
Este Cosmos tiene representación circular con un único centro formando una figura
simple, equilibrada y perfecta.
El centro y su círculo han sido representados en todos los monumentos de las
civilizaciones asociados al Sol, al Cielo, a la Tierra, al Universo, al Poder.
Rodear es Dominar. Formar un Circulo es la defensa más efectiva.
El Centro es único y se simboliza en dios, en el Sol, en la ciudad, en el Rey.
Del Centro al borde solo se llega por rectitud.
Todos los que se ubiquen alrededor del Centro formando un circulo serán iguales entre
si y estarán en una posición equidistante.
Si hay un centro existe una asimetría resultante de las diferencias entre lo Ideal y lo
Real.
En cada una de las secciones del siguiente trabajo se examinarán los centros construidos
durante el desarrollo de nuestra Historia.
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DEMOGRAFÍA
Nuestro centralismo empieza en la distribución de la población.
La distribución de la población sobre el territorio es desigual. Dos tercios de la
población del país se concentra en cinco departamentos. Montevideo destaca como área
metropolitana que ha fagocitado muchos pueblos que hoy son barrios.
Durante la Época Colonial, las fundaciones de pueblos se concentraron en el Sur del
territorio de la Banda Oriental a partir de tres centros: Colonia, Montevideo y
Maldonado. Los tres están en las riveras del Río de la Plata y sobre el Río Uruguay
podemos incluir a Salto en el Litoral, camino de Las Misiones.
En tiempos de Carlos III se sumaron Santa Lucía, Rosario, Minas, San José, San Carlos,
Canelones, Pando, Florida,.... todos en el Sur, consolidándose la base de un modelo
urbano y demográfico asimétrico con un Norte indefinido, vacío y salvaje. Eso que
Edmundo Narancio llama la frontera interior. Los intentos de población en Batoví,
Santa Tecla, las guardias de la frontera o San Pedro, no consolidaron el dominio de
España; ni siquiera la defensa de las Misiones.
La Modernización de la segunda mitad del siglo XIX con su aporte inmigratorio
consolidó un modelo urbano, concentrando la población en el sur del país y
particularmente en Montevideo. Para el 1900, la capital concentra el 30 % de la
población del país.
Durante el Siglo XX, la migración rural – urbana, del Interior a Montevideo y de la
campaña a la ciudad, reforzaron el modelo concentrando el 70 % de la población del
Uruguay en los cinco departamentos del Sur: Montevideo y su área Metropolitana,
Canelones, Maldonado, San José y Colonia. En contraposición un Interior, vaciado, que
apenas compensa el crecimiento vegetativo.
Es particularmente interesante la situación de Minas: una ciudad dormitorio anexa a
Montevideo y a Maldonado, hacia donde se ha producido una marcada migración.
El mencionado modelo tiene su reproducción en la relación entre la capital
departamental y el resto del departamento, para este caso en particular:
Minas, tiene el 65 % de toda la población del departamento de Lavalleja y el 80 % de la
población urbana. Este departamento no ha crecido desde el censo de 1963. La densidad
estadística de población para la campaña es inferior a la densidad de población en el
desierto del Sahara.
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RED DE COMUNICACIONES
La Red de Comunicaciones del Uruguay manifiesta otro modelo centralizado en
Montevideo con el puerto, el aeropuerto y las redes tentaculares de ferrocarriles y
carreteras hacia el interior.
La red de comunicaciones durante la Época Colonial estuvo vertebrada por el Río de la
Plata y el Río Uruguay. El viaje seguro desde Montevideo a Maldonado, Colonia,
Buenos Aires ó Salto se hacia navegando. El viaje de Montevideo a Salto en velero
implicaba unos seis días con buen tiempo y navegando contra la corriente. Esta era una
ruta periférica bordeando el territorio.
Las comunicaciones terrestres hacia el Interior y el Norte podían implicar riesgos:
encuentro con manadas de perros cimarrones, estampidas de ganado cimarrón, matreros
o indios; a más de las dificultades del terreno para carretas y diligencias, las roturas de
ruedas, encontrar los pasos de los arroyos y las lluvias eventuales. El viaje en diligencia
de Minas a Montevideo eran 3 días.
La red de comunicaciones hacia el Interior quedó estructurada con el ferrocarril a partir
de los puntos de entrada a nuestro territorio: los puertos.
La Modernización incorporó la innovación del ferrocarril con un trazado radial hacia el
puerto de Montevideo. En 1874, el ferrocarril había llegado a Durazno en el centro del
país, en 1889 a Minas, en 1910 a Melo y Rivera, en 1936 a Río Branco....
El nombre de Estación Central y su ubicación aledaña al Puerto y al Centro de
Montevideo no son accidentes, fueron decisiones.
El ferrocarril construyo un camino seguro para personas y productos y supero las
dificultades del terreno, ríos y arroyos.
En cada pueblo: la estación de arquitectura “inglesa” es característica; tuvo telégrafo,
corrales de embarque, correo y fue un centro de socialización. Particularmente si la
Estación se ubicaba en el centro de la población o sobre una avenida central.
En Minas Carlos Burmester consagró el modelo de avenida Artigas entre el pueblo y la
Estación.
El ferrocarril dejo de ser inglés en 1947, fue nacionalizado como un monopolio del
Estado y celebrado como un triunfo del desarrollo y de la independencia. Sin las
inversiones debidas en las tecnologías que la época exigía, AFE inició un lento proceso
de muerte tecnológica, económica y social hasta hoy, sin que se despierten pasiones de
recuperación ferroviaria.
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Las carreteras
La celebrada visión estratégica de Batlle de que las carreteras fueran paralelas a las vías
férreas para combatir al capitalismo inglés demuestra su falencia en cuanto a que no
alteró ni por un momento hasta bien entrado el siglo XX la eficacia ferroviaria y menos
implicó un cambio en la estructura radial de las comunicaciones terrestres en el país.
Las rutas están centradas hacia Montevideo, kilómetro cero. La Ruta 1 llega a Colonia;
la ruta 2 a Fray Bentos; la ruta 3 a Salto - Bella Unión; la ruta 5 a Rivera; la ruta 8 a
Melo Aceguá; la ruta 9 a Chuy... por dar algunos ejemplos naturales y cotidianos.
En el caso del departamento de Lavalleja la ruta 8 vertebra las localidades de Solís de
Mataojo, Minas, Mariscala, Pirarajá, Poblado Aramendía y José Pedro Varela, quedan
aisladas las localidades de José Batlle y Ordóñez sobre ruta 7 y Zapicán sobre ruta 14 de
macadán.
La ruta es otro agente de socialización de una población y la más segura vía de
extracción de su población, que debe trasladarse por estudios, trabajo, consultas al
médico, internación, trámites de BPS, financieros..... a la capital departamental más
cercana. Y consideremos que la capital departamental más cercana tal vez no sea la
capital del departamento, caso de Aiguá respecto de Minas o Varela respecto de Treinta
y Tres.
Particularmente interesante es el hecho de que una ruta nacional no tenga un estatuto
definido sino que cada tramo de la ruta tiene un estatuto diferente advertido por el cartel
de “zona urbana” porque las rutas nacionales atraviesan el centro de nuestras ciudades
como avenidas y calles. Así es que la ruta ínter balnearia cruza zonas urbanas y recibe
ese doble tratamiento de avenida y ruta que tantos muertos cuesta anualmente.
La ruta 8 es la avenida principal de la localidad de Solís de Mataojo con el nombre de
Avenida “Eduardo Fabini”; en Minas cambia sucesivamente de nombre: “Baltasar
Brun”, “Luis Alberto de Herrera”, “Aparicio Saravia”, “José de San Martín” y “Javier
Barrios Amorín”. No poca polémica causó en Mariscala y Varela, la decisión de que la
ruta tuviera un trazado lateral a la urbanización, esgrimiéndose el concepto de “muerte
social” que esa lateralización produjo en Soca (Canelones) y en Aiguá (Maldonado). Es
un concepto admitido, la ruta debe cruzar el centro de la población.
Por otra parte nuestras rutas atraviesan las inmensas soledades de nuestras campañas
ganaderas, para nuestro país la mayor distancia son 500 kilómetros de un extremo a
otro, los kilómetros entre Paysandú - Tacuarembó y Melo, se transforman en aventura.
Del mismo modo, los 120 kilómetros por rutas 40 y 108 ambas de macadán entre Batlle
y Ordóñez y Minas implican un esfuerzo para admitir la necesidad de viajar; si opta por
la comodidad, el viajero recorrerá 120 kms. hasta Montevideo y 200 más hasta Batlle y
Ordóñez.
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El puerto
El puerto de Montevideo durante la Época Colonial es un centro por definición: base
naval - apostadero, mercado para negros esclavos, fortaleza, resguardo de Aduana,
ciudad amurallada del Atlántico Sur, terminal del correo, centro comercial de
exportación de carnes saladas y cueros, de distribución de importaciones legales y
contrabando, más o menos de libre comercio.
Es conocida la tesis de Pablo Blanco Acevedo sobre la “lucha de puertos” y el proceso
hacia la independencia local, comercial, política, eclesiástica y nacional.
Durante la Modernización las obras del puerto de Montevideo fueron un objetivo
culminado bajo la administración de Batlle con un importante esfuerzo financiero y de
ingeniería. El puerto de Montevideo consagró la centralidad de la capital.
El puerto de Montevideo en los hechos es el único puerto de comercio internacional que
puede prosperar a largo plazo mientras el proceso de sedimentación del Río de la Plata
lo permita. Es un hecho que en ese mismo largo plazo, el puerto de Buenos Aires se
hará más costoso para sus operaciones. El resto de los puertos del Uruguay son puertos
deportivos, de tránsito y escala.
La red ferroviaria durante la Modernización y durante el siglo XX tuvo por destino el
puerto y la red carretera reprodujo el mismo sistema centralizado y asimétrico.
Centralizado en Montevideo y asimétrico por concentración en el Sur de país.
El aeropuerto
El aeropuerto internacional de Carrasco, reprodujo en pleno siglo XX el modelo
central, esto es un aeropuerto único que concentrara todo el tránsito nacional e
internacional.
Reproduce una “lucha de aeropuertos” en cuanto que algunas empresas aéreas
internacionales dieron de baja a Montevideo como destino, anexando a los pasajes
intercontinentales y continentales el pasaje del “puente aéreo Montevideo – Buenos
Aires.
La operativa turística ha propiciado la apertura temporal de los aeropuertos de Laguna
del Sauce y Colonia y con actividad más reducida, Salto, Rivera y Melo.
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MONTEVIDEO CAPITAL
La ciudad puerto durante la Época Colonial fue la ciudad con mayor seguridad y
servicios: guarnición, murallas, gobierno, escuela, sede del Gobernador, del Cabildo,
Junta de Hacendados, adonde llegaban los envíos de ganado, de carne salada y los
cueros. Y, donde se realizaban los remitos de importación para la campaña o el
abastecimiento anual de las estancias.
El propósito de Fructuoso Rivera de que la capital estuviera al centro del país es un
hecho anecdótico para el caso de que se haya considerado en algún momento.
Durante la Modernización se consolidó el modelo urbanístico de la ciudad: se trazo la
ciudad novísima, los bulevares y avenidas; fue una ciudad cosmopolita, consumidora,
escenario de novedades importadas de Europa, como las aguas corrientes, la waters
workers – water closed (vatecló), la energía eléctrica, los tranvías... Y oportunidad de
asistir a la Universidad y socializar con el buen gusto, las maneras educadas, la moda....
de quien contrastaba la ciudad con el vivir en la campaña “bárbara”.
La ciudad de Montevideo creció hasta concentrar el 30 % de la población del Uruguay y
ser la única ciudad del país. Fagocitó los pueblos de La Unión, Toledo, La Paz, Las
Piedras, Victoria, Colón, Sayago, del Cerro, y otras villas. Este proceso hasta cierto
punto ha sido espontáneo y caótico con planificación limitada y de suerte heterogénea.
El modelo de “sustitución de importaciones” creó la oportunidad del empleo industrial,
el crecimiento del Estado creó la oportunidad del empleo público o político, la clase
media creo la oportunidad del empleo doméstico y la Universidad las oportunidades de
estudio. La migración interna tuvo presente a Montevideo.
La capital es escenario político, económico, científico, cultural, educativo, ... donde se
procesan las discusiones, decisiones e implementaciones frente a la expectativa del
Interior que espera los saludables efectos civilizatorios.
La capital es centro y es concentración. Nadie tiene éxito en ninguna actividad si no es
Montevideo quien otorga la proyección nacional: política, ciencias, artes,
administración, literatura...
Los canales nacionales 4, 5, 10 y 12, son de capital; procesados por onda o por cable;
en directo o por repetidoras locales; la producción de información esta centrada en
Montevideo, donde se filtran las noticias internacionales, financieras, deportivas, de
espectáculos, policiales y políticas. Hay una superposición conceptual entre
montevideano y nacional.
Ejemplos: un paro en Montevideo es paro nacional, la inseguridad de Montevideo se
refleja en el interior. Recordemos: el campeonato de fútbol de Montevideo, era
campeonato uruguayo. Y, el Interior queda a la expectativa de lo que ocurre y tal vez
tengamos alguna parte eventual.
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PRESIDENCIALISMO
Adecuando la fórmula monárquica a las ideas republicanas, reproduciendo las
constituciones de los Estados Unidos, de la I República Francesa, de Cádiz de 1812, de
Rivadavia de 1826,... los constituyentes de 1830 elaboraron la Constitución de 1830 de
neto corte presidencialista.
El Presidente es el titular del Poder Ejecutivo, es una imagen liberal, de los
Gobernadores y Virreyes. La combinación de presidente, figura constitucional y legal, y
del caudillo, ejercicio personal del poder, concentro el poder en un solo personaje.
La candidatura a la Presidencia es un tema de discusión entre elección y elección,
presente en todas las decisiones que implican riesgo electoral; es causa de disputas y
culmina la “carrera de los honores”.
La imagen del candidato oculta todos los acompañantes que ocuparán las candidaturas
como senadores, representantes y eventualmente como Ministros, Subsecretarios,
Directores, Consejeros, Embajadores, Jefes de Policía... la imagen personalista nos hace
perder la visión de Equipo de Gobierno.
La suposición de que un sujeto puede ejercer el poder total oculta la realidad de los
sujetos que realmente ejercen el poder. El funcionario que juega al solitario en su
computadora frente a los clientes que esperan, ejerce el poder.
El mismo concepto simple de que un sujeto puede ejercer el poder está asociado a
nuestro caudillismo local, que lejos de ser un concepto histórico, es un principio social
que explica como los dos sujetos que despiertan los mayores enconos en el país fueron
candidatos a la presidencia en noviembre de 2009.
El siguiente aspecto derivado del presidencialismo es el concepto de partido
hegemónico.
El partido hegemónico puede ejercer el poder a partir de sujetos enquistados en el
Estado hasta el extremo que partido y Gobierno se confunden en una misma estructura.
Toda decisión es política, partidaria y con efecto electoral.
El “coloradismo” o el Partido Colorado ejerció con hegemonía el poder y el gobierno
del Uruguay bajo los modelos y liderazgos de Fructuoso Rivera, Venancio Flores,
Máximo Santos, Julio Herrera y Obes y el propio José Batlle y Ordóñez entre 1904 y
1913 (período de abstenciones del Partido Nacional).
En todos los procesos el partido hegemónico no excluyó a sus oponentes, así tenemos la
“política de fusión” ó de negación de los partidos, no es la formación de un tercer
partido y la riquísima experiencia de la “política de pactos”: 8 de octubre de 1851, Pacto
de la Unión, Paz de Abril de 1872, Pacto de la Cruz, Pacto de Nico Pérez, Paz de
Aceguá...
La coparticipación instalada a partir de la Reforma Constitucional de 1917, en el
Consejo Nacional de Gobierno y en las dependencias del Estado, la proyectó durante el
siglo XX hasta la crisis misma de 1973.
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En todos los casos de crisis, la salida se negociaron sobre la concentración del poder en
la Presidencia y los Consejos de Ministros, de Estado, de Seguridad Nacional. Véase las
reformas de 1934, 1942, 1967 y el proceso Cívico Militar. La excepción de la
Constitución de 1952 es la coparticipación directa en todos los niveles de decisión.
Si sumamos liderazgo personal, partido hegemónico y Estado tendremos una muestra
clara de concentración y centralización de poder.
Es característico del proceso uruguayo que las fracciones internas reciban el nombre de
sus líderes naturales o históricos: batllismo, riverismo, herrerismo, y en el reverso:
independientes, unionistas,....
El elector uruguayo están en la encrucijada entre líder personalista y partido-programa.
No es un secreto que José Mujica ejerce un liderazgo nacional que supera largamente
las indecisiones intrínsecas de congresos, consensos, mesas, coordinadoras... de su
coalición.
En el otro extremo tenemos la participación directa o indirecta. Es directa cuando los
electores la ejercen en forma de elección, plebiscito y referéndum. Es indirecta cuando
la participación la asumen los partidos por pactos y alianzas que aseguran el poder.
Y dentro de un partido es indirecta también cuando se integra un laberinto de órganos
electivos o no, que diluyen en discusiones las decisiones y el resultado es la ineficacia o
la concentración del poder.
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LA BUROCRACIA
La monarquía española tuvo una tendencia notoria a la burocratización de los
procedimientos: veedores, factores, tesoreros, cronistas, pilotos, contadores... actas,
proclamas, reales acuerdos, ordenanzas reales y la magnifica colección de Leyes de
Indias.
El Estado Liberal formato de la Constitución de 1830 fue parcialmente inofensivo, el
equipo de gobierno tenia un presidente, un senador por departamento, un indefinido
número de diputados que dependía de cada ley electoral, cuatro ministros y los jefes
políticos. El área de mayores gastos y concentración de personal fue el ministerio de
Guerra y Marina.
El aumento de funciones del Estado con los Registros: Civil, Cívico-Juntas Electorales,
Marcas y Señales, Propiedades, Comisarios, Juzgados Letrados, Correo, Enseñanza
Pública, Escuela de Artes y Oficios, sucursales del Banco de la República y los
interminables pleitos por las tierras, impulsaron la burocratización de los
procedimientos y cargos. Todos los órganos nacionales dependerían del órgano
jerárquico superior en capital y el poder sería ejercido por abogados y escribanos.
El siglo XX con la expansión del Estado Benefactor supuso la expansión del Estado a
través de múltiples funciones: aumenta el número de ministerios y subsecretarias;
embajadas y consulados; consejeros, directores, gerentes y jefes de departamento de
Entes Autónomos, órganos de contralor,...además de dependencias municipales, del
Poder Legislativo y del Poder Judicial y los beneficiarios del servicio social.
Durante el siglo XX el numero de funcionarios públicos aumento constantemente y
alcanzo la cumbre del poder con la inmovilidad constitucional.
En el ámbito publico aumentó el número de docentes y de funcionarios administrativos
que desplazaron en el número de asalariados a los servicios de seguridad del Estado. La
ANEP tiene más efectivos que el ministerio de Defensa o que Interior.
La burocracia se funda en principios sencillos y efectivos: centralidad de las decisiones
para evitar contradicciones; principio de jerarquía y verticalidad de las resoluciones; la
existencia de dependencias departamentales no deben confundirse con
descentralización; toda actividad esta regulada por una norma y la buena función es
hace cumplir la norma hasta la racionalidad absoluta a veces absurda.
Ejemplificamos: el tránsito involucra al Ministerio del Interior, de Transportes, las
Intendencias municipales, el Banco de Seguros y el Poder Judicial,... con los efectos
sociales conocidos de incumplimiento de normas, accidentes de tránsito, daños
materiales, muertos e inseguridad; sin que haya una política que muestre resultados. Las
soluciones burocráticas son: más cargos, más normas, más multas?....sin pasión por los
resultados.
La racionalidad absoluta puede ser absurda: para cobrar un cheque de dos mil
quinientos pesos en una sucursal del BROU, debí hacer un deposito previo de cinco
centésimos.
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El crecimiento del Estado decíamos ha creado varios fenómenos sociales: el
clientelismo, el político profesional, el procedimiento y el funcionario.
El clientelismo es una práctica social admitida por los consumidores y también ofrecida
como prueba de confianza; consiste en saltear todas las etapas previstas para obtener un
resultado efectivo. Todos conocemos a alguien que nos resolverá algo y esa amistad se
cultiva.
El político profesional es el sujeto que realiza una tarea de agrupamiento de votos,
integración de listas y solución de problemas a los vecinos. En el Uruguay tenemos a
nivel departamental: 589 ediles, un número indeterminado de miembros de juntas
locales, centros comunales, comisiones de vecinos y 90 alcaldes. Estamos
hipergobernados, propio de una sociedad altamente politizada.
Un sujeto dedicado al servicio público puede ser absolutamente honorario, no recibirá
remuneración, pero podrá disponer de gastos de representación, viáticos, pasajes, vales
de combustible, celular gratis, exoneración de impuestos municipales, información
privilegiada y una elevada autoestima.
Un sujeto dedicado a su tarea política podía ser un efectivo gestor: conseguía
recomendaciones, tramitaba jubilaciones, canilla pública para el barrio, el “pico de luz”
para el barrio, el borne telefónico, referencias, una changa, una licitación, un
cargo....hacía algo efectivo. Los clubes políticos ó los comités eran referencias
efectivas.
El procedimiento fundado en las normas llego a extremos racionales; usted podía tener
4 carnes de salud: el universitario si era estudiante, el de la comisión nacional de
educación física si hacia deportes, el de salud pública si trabajaba y el municipal si
necesitaba un permiso de conducir.
Volviendo a dichos anteriores: el funcionario público con inamovilidad constitucional,
puede ejercer el poder y defender sus propios intereses, que siempre serán intereses
parciales, una parte dentro de un todo. No es casualidad que COFE sea un sindicato con
poder efectivo.
La burocracia produce la indecisión estructural porque todo está ajustado a la autoridad
central que manifiesta su voluntad, esa voluntad tiene valor jurídico en un acto
administrativo, para cada cosa necesitará una norma, un timbre, una firma, un sello, una
resolución, una apelación, un plazo, .... todo en función de las máximas garantías de
seguridad, rectitud y orden.
La justicia social como política de Estado crea el concepto de gasto público y de justicia
tributaria, esto es lo que debe usted contribuir a la distribución de su renta personal por
razones de solidaridad social alejándose todo lo posible de reminiscencias de
acumulación privada de beneficios obtenidos de su trabajo y peor del trabajo de otros.
Así es que el Estado Benefactor continua vigente en el FONASA, MIDES, Hospital de
ojos, Plan Ceibal, etc...y la carga impositiva, IRPF, BPS y DGI.
12
LOS MONOPOLIOS
El Estado Liberal eliminó todas las funciones monopólicas de la antigua monarquía.
Todo quedó librado a la iniciativa privada y al éxito individual. En realidad, el
capitalismo alimenta el éxito material individual a través de la innovación, pero el
dinero se obtiene de una amplia red de consumidores, controles de costos, acciones,
créditos y rentabilidad, aunque las decisiones estén en pocas manos.
El capital financiero tiene la mayor concentración de poder y de centralización de las
decisiones porque el crédito alimenta a los sectores productivos primarios, industriales y
comerciales.
Durante la Modernización se consolidó el grupo que JP. Barrán denomina “las clases
conservadoras”: Asociación Rural, Bancos Comercial y de Londres, oristas, Bolsa de
Comercio –barracas exportadoras y casas de importación- Legación Británica y otras
empresas como ferrocarriles, telégrafos, teléfonos, “waters workers”, servicios
portuarios y empréstitos.
La dependencia agro exportadora manifiesta en SAMAN-arroz, CONAPROLE-lácteos,
FORESTAL ORIENTAL-eucaliptos y los frigoríficos es consistente con el mercado
financiero libre, los bancos internacionales, el endeudamiento progresivo y la
adquisición de tecnología. La pregunta es ¿alguna vez estuvo en riesgo este modelo?
El Estado Benefactor del siglo XX fomento agroindustrias, servicios públicos a cargo
del estado –algunos con vencimiento tecnológico como ANTEL, AFE o
estructuralmente limitados como UTE y su producción hidroeléctrica exclusiva.
El proteccionismo y las coyunturas internacionales de la Primera Guerra, crisis de 1929
y la Segunda Guerra favorecieron la “sustitución de importaciones” al tiempo que el
BROU ejercía el monopolio del cambio y la frágil prosperidad podía fracasar por falta
de mercados consumidores, vetustez tecnológica, importación de materias primas y
déficit energético.
Por otra parte, el modelo burocrático es consistente con la expansión de las empresas
públicas. En algún momento de nuestra Historia económica, el Estado administró: UTE,
ANTEL, SOYP, Subsistencias, BROU, BHU, BSE, AFE, AMDET, BPS, Banco
Central, ANCAP, SODRE, sin contar las áreas educativas: Universidad de la República,
Consejos de Primaria, Secundaria y Universidad del Trabajo.
En este aspecto debemos señalar que la UDELAR ejerce un monopolio, tanto como el
que ejerciera el IPA antes de la creación de los CERP ó el Instituto Normal, antes de la
creación de los Institutos Normales del interior.
El neoliberalismo en sus propósitos de desnacionalizar, desestatizar, desmonopolizar
descentralizar, desconcentrar, sufrió un severo embate de la reacción conservadora del
Uruguay, en la escalada de referéndum entre 1992 y 2005.
13
LA NACION
La Nación tiene un espacio, una identidad y una historia.
El espacio está delimitado por el Río Uruguay al oeste, que nos une o nos separa de la
Republica Argentina y una frontera con el dominio portugués al decir de W. Reyes
Abadie y Edmundo Narancio.
Señalamos nuestra exigua superficie respecto de los Estados Continentes como Brasil y
casi como Argentina; y que HD compara a la suma de Bélgica, Holanda, Luxemburgo,
Suiza y Dinamarca juntas para dar otra perspectiva al Uruguay. Lord Ponsonby advertía
“la Provincia Oriental es casi tan grande como Inglaterra”.
Reiteramos la condena de Andrés Lamas que en 1851 renunció a territorios perdidos
por España, que Artigas reclamo como ocupados injustamente por los portugueses en
1813 y que Rivera evacuó definitivamente en 1828. Añoramos un territorio más grande.
Con enojo pero sin pasión fuimos espectadores de los sucesos de Gualeguaychu.
Nuestra posición entre Argentina y Brasil sigue dándonos una duda existencial histórica
y deportiva.
Capitales brasileños han abierto los bancos DO BRASIL e ITAU, adquirido la arrocera
SAMAN, tierras ganaderas y forestales , la Compañía del Gas, varios frigoríficos,
PETROBRAS ha sustituido a Shell, CLARO participa del mercado de celulares y GOL
del mercado aeronáutico. Nada de esto despierta pasiones nacionalizantes, que por otro
lado son eventuales –referéndum y plebiscitos- o electoralmente necesarias.
Fracasaron URAGUA y AGUAS de la COSTA, mientras DANONE conserva el agua
subterránea, AMBEV el monopolio de las cervezas, COCA COLA Internacional
Montevideo Refrescos, PLUNA se asoció con capitales privados, BOTNIA UPM tiene
éxito con la pasta de papel, la playa de contenedores en manos de capitales belgas, la
concesión del Aeropuerto y la privatización de los peajes. El liberalismo económico y la
política social están unidos en matrimonio.
Mientras nos negamos a aprender portugués y avanza el bilingüismo que nadie debería
discutir, tampoco realizamos ninguna actividad para conservar el idioma o nuestro
dialecto frente a la avasallante programación y cultura que nos llega de Buenos Aires
todo el año, en todos los canales, con alarde de groserías. Mientras la producción
nacional se estanca en reproducciones humorísticas, informativos y programas
periodísticos.
Es posible que en el Uruguay alguien siga negando la necesidad de hablar una segunda
lengua como parte de la educación pública. Y destacamos: hablar, no aprender
gramática con diccionario y sin uso práctico. Y, ¿alguien puede seguir negando los
avances y posibilidades futuras de la Informática?, no me refiero al paquete office que
en los años 90, se vendía con monstruosas PC. El Plan Ceibal es un éxito innegable y el
Plan Cardal una posibilidad a consolidar.
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La población
Está admitido que el Uruguay es un país de raza blanca y es notable cuantas veces se
repite el concepto de raza en la literatura del cuarto centenario y en las décadas
sucesivas. El quinto centenario del descubrimiento de América en comparación paso sin
trascendencia.
Está admitida la ascendencia española (gallegos, asturianos, vascos....) italiana y como
concesión cierta nostalgia hacia el aporte indígena de los charrúas, omitido para los
guaraníes y para los negros.
En el centro del patio de Casa de la Cultura de Minas – una casa que perteneció a los
Lavalleja y que abandonaron en 1811 - está ubicada una estela de mármol con los
nombres de cuarenta familias asturianas y gallegas que vinieron como pobladores en
1784.
Sobre este punto, los registros de la Parroquia indican que en 1783 ya había párroco
autorizado por el Obispo de Buenos Aires, un piquete del Regimiento de Dragones y
población criolla tanto de la Banda Oriental como de Paraguay y de las provincias de
Arriba; inclusive de Río Grande e inscriptos como portugueses, no pocos indios
misioneros con sus familias, numerosas esclavas y una pareja de negros libres.
La investigación histórica para el Período Colonial, para la Iglesia y para la Demografía
puede darnos una imagen de un Uruguay de tez mucho más oscura que el Uruguay
rubio de la Modernización y de la migración del siglo XX.
Y, de la migración que nos plantean dos problemas: la territorialidad física de la nación
estática aquí dentro de sus límites naturales y convencionales y la humanidad social de
la nación para el emigrante.
Una pregunta es ¿qué tan “oriental” sigue siendo quien hace 30 años vive en el
Exterior”? y la paradoja resulta de que el Interior del Uruguay está más lejos que el
Exterior Uruguayo.
La Historia
Pablo Blanco Acevedo adelantaba que la independencia de Montevideo había nacido de
la “lucha de puertos” y defensa de intereses locales frente a la capital virreinal.
La historiografía artiguista no puede omitir el conflicto entre centralismo y federalismo.
El centralismo de Buenos Aires respecto de las provincias era un consistente sistema
que implicaba la independencia con un Borbón en el Trono de Buenos Aires; el control
efectivo de los ríos, de las rentas de aduanas y del comercio de exportación e
importación; de las tierras; del ejército y de toda la legislación y administración.
En el reverso está el federalismo, agente de descentralización para unos y anarquismo
para otros.
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El Estado Nacional se consolidó durante el último tercio del siglo XIX tanto con el
Militarismo como con el Civilismo. Las autoridades residen en la Capital y resuelven.
La Educación Publica fue el nexo en el conglomerado poli clasista de nuestra escuela y
por la labor exitosa de haber erradicado todos los dialectos de los inmigrantes.
Maestro, Comisario y Juez fueron tres eficaces agentes de disciplinamiento social, por
casualidad los mismos tres puestos en la picota en nuestra contemporaneidad.
La Historia, la Escuela y la Nación conforman una trama conceptual y social simbólica:
Himno, Bandera, Escuela, túnica, gratuidad, laicidad, obligatoriedad, caligrafía,
ortografía, inclusión, disciplina, Historia Nacional, Héroes, Patria, Educación Moral y
Cívica, Geografía Nacional.
Nuestra Historia ha sido consagrada por las inspecciones, el programa, acompañados
por el éxito editorial del Libro de Texto Obligatorio; le siguen los nombres de calles,
plazas, monumentos y edificios, pero escasa reflexión en medio de conceptos
altisonantes o modismos históricos y narrativa reiterada.
Este Bicentenario es una oportunidad.
Laicidad y Religiosidad
Esta admitido de que el Uruguay es un país laico, con libertad de cultos o que el Estado
no sostiene religión alguna. Convenimos en destacar que los uruguayos no son laicos:
son creyentes católicos, protestantes, afro brasileños, deístas y ateos.
Es notable el crecimiento de los cultos protestantes y afro brasileños en todas sus
orientaciones, sin olvidar todas las consultorías respecto de la Astrología, Quiromancia,
Buzios, Feng Shui, Reiki, Horóscopo Chino, Maya, Tarot.... personales o por 0900 y el
copamiento de determinados horarios en Televisión y Radio. Observe sino el atractivo
de la celebración de Iemanjá el 2 de Febrero.
La ciudad de Minas con sus 35.000 habitantes tiene a la Iglesia Católica presente con
dos colegios, un equipo de fútbol, la Casa de la Juventud, Cáritas y una docena de
parroquias y oratorios. Las iglesias protestantes son otra docena de instituciones:
Evangélica, Asambleas de Dios, Universal, Testigos de Jehová, Apostólica, del
Nazareno, Hebraica Pentecostal, Bíblica, Bautista, de Mormón, Dios es Amor, Pare de
Sufrir. Sumemos un Templo Budista en Aguas Blancas, un centro gnóstico, los
practicantes del Reiki y el Feng Shui, por lo menos tres logias masónicas y los cultos
afro brasileños y de santería.
Estos uruguayos envían sus hijos a la Escuela Publica Laica.
Fue laico que se prohibiera entre 1897 y 1904 que los maestros tomaran parte en
actividades político partidarias. Fue laico no enseñar el catecismo. Fue polémica entre el
“Bien Publico” y “ El Día” hasta donde la laicidad sin religión podía crear una
educación moral y hasta donde la laicidad respetaba la libertad de elección del sujeto
privándolo del concepto de religión.
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LA EDUCACIÓN
Nuestras instituciones educativas abrieron sus puertas en el siglo XVIII a instancias de
la Iglesia, de maestros laicos y del Cabildo.
La Iglesia, institución omitida en nuestra historia, oscilaba en el siglo XVIII entre el
dogmatismo contra revolucionario y un liberalismo moderado. Primero los jesuitas y
después los franciscanos establecieron su colegio.
Paralelamente los maestros laicos, es decir, particulares que no estaban ordenados,
abrían sus escuelas privadas. El Cabildo de Montevideo, tardíamente abrió una escuela
pública a cargo del Párroco.
Durante la Modernización se consolidan los intentos de reforma educativa: en la
Escuela Pública con J. P. Varela, en la Escuela de Artes y Oficios y en la Universidad,
con Alfredo Vázquez Acevedo. En los tres casos se reprodujeron los mejores ejemplos
liberales tomados de Francia, Inglaterra y los Estados Unidos.
La organización de la Escuela Publica creó una organización de nacional que
prontamente exigió algunas innovaciones: creación de un Consejo con autonomía
técnica respecto del Poder Ejecutivo, que concentrara la función y centralizara las
decisiones en Montevideo con una reglada descentralización departamental, en los
inspectores.
Esta concentración y centralización en Montevideo tiene otros dos aspectos:
Enseñanza Primaria quedó a cargo de las Escuelas de Primer Grado extendidas por toda
la campaña, de las Escuelas de Segundo Grado en las capitales departamentales y las
Escuelas de Tercer Grado, dos en Montevideo.
La formación de maestros quedo concentrada en los Internatos Normales de Varones y
Señoritas en Montevideo y así permaneció hasta 1949 en que empiezan a florecer los
Institutos Normales en el Interior.
El Instituto Normal de Minas surgió en 1949 a iniciativa de Violeta Nin y Silva de
Morosoli que convoco a los vecinos a formar APAIN – Asociación de Padres y Amigos
del Instituto Normal – y en septiembre de 1961 recibió su habilitación.
Ciertamente que la formación tenía cierto grado de descentralización en Escuelas de
Práctica habilitadas para maestros de Primer Grado en carácter libre en el Interior.
El modelo central no solo depende de una locación física, ciudad capital sino de la
posibilidad de crear un único centro de formación de alta calidad, homogeneidad
intelectual y de identidad institucional. Este único centro puede concentrar todas las
funciones que corresponden a la institución.
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El caso del IPA es similar, aparece tardíamente, en 1949, concentrando la formación de
profesores y centralizándola en un único instituto en Montevideo. Este concepto mostró
una ardua defensa ante la formación en 1996 de los Centros Regionales de Profesores.
Incluso se mantuvieron dos planes diferentes de formación. Y , por otra parte una
polémica descentralización hacia los IFD –institutos de formación docente del interior-
en los planes 1977, semipresencial, semilibre y reglamentados donde estos se
habilitaron.
La Universidad
La mayor parte de las actividades universitarias están centralizadas en Montevideo,
tenemos una única y monopólica Universidad de la República. La descentralización de
algunas carreras universitarias pertenece a la historia reciente.
Consideremos algunos hechos:
No hay reválidas efectivas entre los institutos de formación docente públicos y los
cursos universitarios.
La Universidad no forma docentes. La docencia es el resultado del conocimiento.
La Universidad ha cuestionado la apertura de Universidades Privadas y de algunas
opciones de formación.
La Universidad no se ha descentralizado, excepto algunos anexos y opciones.
En la reciente Ley de Educación se iniciará la implementación del IUDE.
Es una obviedad del imaginario colectivo que esta valorado el concepto de estudiante
universitario más que el de estudiante en institutos de formación docente.
En sus orígenes (1886) la Universidad concentró la formación en Enseñanza Secundaria
Básica y Superior y en tres facultades Derecho, Medicina y Matemáticas.
El proceso de desconcentración iniciado en el siglo XX con el Estado Benefactor
supuso: la Universidad Femenina, los liceos universitarios departamentales, de barrios y
Nocturno y las nuevas facultades: Agronomía, Veterinaria, Arquitectura, Comercio e
Ingeniería. Se agregaron después: Odontología, Química y Humanidades.
La desconcentración tuvo su culminación en la separación de Enseñanza Secundaria
respecto de la Universidad, en 1935. Los cursos de Preparatorio se extendieron al
interior del país a partir de 1950 y eso solo para los Liceos Departamentales.
El resto de la Universidad se mantuvo centralizada en Montevideo hasta hace pocas
décadas.
Educación Pública y Universidad
Desde su creación la Universidad (1849) y el Instituto de Instrucción Pública
estuvieron separados en sus funciones. El instituto de instrucción pública tenía por
objetivo la universalidad de la educación y la Universidad tenia por objetivo la
selección.
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El sistema nacional de Educación Pública integrado a partir de 1879 permitió establecer
una organización nacional para las escuelas e Institutos Normales dependiente de las
autoridades con sede en Montevideo.
El Instituto Normal tuvo su ciclo cultural de 4 años de materias generales paralelo a los
Liceos Universitarios, particularmente en el Interior después de 1912 creando no pocas
polémicas alrededor de reválidas de estudios entre ambas instituciones.
La abolición del Ciclo Cultural cerró la polémica y el Plan 1955 admitió a los egresados
de los liceos con o sin preparatorio.
Los años de estudio para la formación de maestros y para formar maestros que cubrieran
las tasas de retiro, vacantes y especializaciones fue extendiéndose. Los dos años del
plan 1924, aumentaron a 3 en 1939 y 4 en 1955; a los que debemos sumar por los
menos 4 años: especialización, curso de maestro de segundo grado, director e inspector.
La carrera llegaba a 8 años tantos como una carrera universitaria.
Pero llegamos al siglo XXI con la polémica de si los docentes deben o no ser
universitarios, si quieren ser parte de la universidad y si ese cambio significa algo más
que un símbolo, alguna carga tributaria y si se reflejará en mejora de calidad de la
educación pública.
En Educación Secundaria:
La integración del cuerpo de profesores siguió los criterios universitarios: Doctores y
Bachilleres para proveer las cátedras de los Liceos. Posteriormente las agregaturas
intentaron una formación más regular asignándose además cursos de Pedagogía,
Sociología, Metodología y Psicología.
La extensión de la matricula creo un déficit de cantidad y calidad en recursos humanos
ya que no había dudas en cuanto a la formación de maestros para Educación Primaria
pero no había acuerdo en que debiera haber formación para Educación Secundaria.
En 1950 quedó conformado el Instituto de Profesores Artigas modelo de excelencia
académica centralizado en Montevideo para formar profesores en todo el territorio
nacional siguiendo un plan de fuerte influencia francesa. Los exiguos egresos no
cubrían la expansión de la matricula.
Para 1968 ni los concursos de libre oposición ni la Ley 14.106 de Presupuesto para
efectivizar a los profesores con 3 años de antigüedad calificada resolvieron el problema.
La descentralización intentada en el Plan 1977 a través de la reconversión de los
Institutos Normales en Institutos de Formación Docente y la reválida automática de
“materias generales” no dio los frutos esperados, emergiendo polémicas sobre la
pertinente inclusión de alumnos de profesorado en grupos de magisterio, el soslayo de
temas respecto de educación media, de si la formación de un profesor en modalidad
“libre” es académicamente más eficaz que la de un alumno “reglamentado”.
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Debemos esperar a la constitución de los CERP 1996 – Centros Regionales de
Profesores – para que avance la descentralización de la formación de Educación Media.
Un significativo avance en cuanto a la Formación de Formadores, a la descentralización
y a la formación con innovaciones interdisciplinarias.
Consideremos por un momento la diferencia fundamental entre un docente y un
profesor universitario.
El docente recibe sujetos –niños o adolescentes- en pleno desarrollo a los que debe guiar
en la búsqueda del conocimiento y de las competencias instrumentales. La tarea docente
está definida por la Didáctica y la Práctica.
El catedrático universitario recibe un sujeto con 14 años de escolaridad y 18 de edad y
su propósito es el conocimiento de lo que ese sujeto desea aprender. Es una población
teóricamente homogénea aunque muestre un alto grado de deserción en el primer año de
varias facultades o un rezago por diferentes razones.
Centralización y Monopolios en Educación
Para finales de la Modernización, la Educación Pública había desplazado a la Educación
Privada y dentro de esta, la Educación Confesional había desplazado a las instituciones
laicas particulares.
Una intensa polémica se abrió sobre si debía o no haber un monopolio de la educación
por parte del Estado, que se resolvió en la prevalencia de la libertad de enseñanza.
La desconcentración en Entes Autónomos a partir de la reforma constitucional de 1917,
institucionalizó para 1935 un total de 4 Entes: Universidad, Consejo de Educación
Primaria y Normal, Consejo de Educación Secundaria y Universidad del Trabajo del
Uruguay. Los ajustes de los nombres no implicaron novedades de gestión o de
organización.
Cada uno de los Entes entendió en forma compartimentada la formación de sus propios
recursos humanos. Médicos forman a los estudiantes que quieren ser médicos, maestros
forman maestros y así sucesivamente.
Aunque nadie negaba la necesidad de la coordinación de todo el sistema educativo, los
entes se comportaban como sujetos independientes entre si, celosos de su autonomía e
identidad.
El primer intento histórico de centralización provino del Ministerio de Instrucción
Publica, en 1886.
El Estado Benefactor entre 1921 y 1972 mantuvo el concepto de Entes Autónomos.
El nuevo intento centralizador cobró fuerza con la Ley 14.101 creando el CONAE y
suprimiendo las Autonomías.
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La Ley 15.739 ajustó el nuevo Ente a la institucionalidad democrática y la actual Ley
18.437 tiene un sistema mixto en el cual se articulan hipotéticamente Ministerio,
Comisiones, Entes, Consejos desconcentrados, Comisiones Descentralizadas, órganos
de participación ciudadana, docente, estudiantes, ATD...
La crítica hacia la nueva ley de educación es que demasiada gente con diversos intereses
tendrá ingerencia participativa en la Educación Pública, el riesgo organizacional tiene
que ver con una indecisión estructural o un dilución de los procesos en Asambleas,
Congresos, Coordinadoras, Consejos, Comisiones... vacío de poder que podría ser
llenado por el Ministerio de Educación y Cultura dependiente del Poder Ejecutivo
mediante decretos y proyectos de ley.
La segunda crítica tiene relación directa a la elección de los consejeros de los
desconcentrados: ANEP, Primaria, Secundaria, CETP y Consejo de Formación en
Educación. Los órganos de decisión no pueden ser deliberativos. Los consejeros son
parte del equipo de gobierno y le están sujetos en materia presupuestal. Y, por lo pronto
para ser electo consejero se necesita el respaldo nacional de un sindicato o de los
partidos políticos.
La autonomía debía ser precisamente técnica y estructuralmente parte del Estado. La
participación o no de los docentes en la elección de consejeros era una posibilidad
considerada por la constitución, pero tenia dos objeciones: la politización de las
elecciones –por el hecho de ser un asunto político y porque para hacerse elegir en una
circunscripción nacional se necesita el apoyo de un sindicato o de un partido político – y
por la indefinición del mandato que cumplía el consejero electo, si de sus electores o del
Poder Ejecutivo que representaba la “voluntad nacional”.
El IUDE
En 1958, la Ley Universitaria creo un Ente Autónomo cuasi independiente dentro del
Estado y con el monopolio absoluto de la educación superior.
En las fórmulas constitucionales (1967 –Art. 202) se enumeran “la enseñanza pública
superior, secundaria, primaria, normal, industrial y artística, serán regidas pro uno o más
consejos directivos autónomos”.
En el artículo están segregados la Enseñanza Pública Superior, de la Enseñanza Pública
Normal.
En ninguna parte dice excepto en la Ley modificable por otra Ley, que la educación
superior pertenece a la Universidad y tampoco dice que deba haber una única
Universidad.
Por el concepto de que las leyes se pueden modificar puede haber una Universidad
Autónoma Pedagógica separada y la Ley, como expresión de la Soberanía del Estado
puede aprobar la habilitación de tantas universidades como la sociedad admita.
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El Plan 1977 de formación de maestros y profesores tuvo una duración de 3 años. En lo
insólito de nuestras resoluciones mediante un simple trámite administrativo, usted puede
solicitar que su plan de estudios sea reconocido de 4 años. Esta resolución
administrativa nada agrega a las trayectorias y calificaciones de los docentes. El Plan
1986 exigió para el ingreso a los cursos de magisterio, que el aspirante aprobara el
bachillerato. El IPA lo exigía desde antes.
La duración de las carreras quedo desde 1986 fijada en 4 años, si es que la formación en
4 años es garantía de alguna calidad ante la perspectiva histórica de las polémicas sobre
asignaturas, reválidas, modalidades de examen, estudios libres y reglamentados....
No hay manera de sostener que un sujeto adulto con bachillerato aprobado que ingresa a
la carrera docente y que egresa en 3 o 4 años sea un producto terminado y perfecto. La
formación de los recursos humanos en cualquier ámbito es permanente.
No existe una justificación más allá del ejercicio del poder reflejo de la centralización
para negar a los docentes la calidad de universitarios. Sobre este concepto vale señalar
que la calidad de universitarios no tiene porque identificarse con la Universidad.
La calidad de universidad tampoco puede confundirse con una única institución
centralizada en Montevideo y con el monopolio de la formación de todos los estudios
superiores.
La discusión sobre el IUDE debe hacerse teniendo sobre la mesa los mitos, la realidad
del poder, los conceptos de centralización y concentración y las polémicas históricas
que se han superado en el país.
Por lo tanto la conformación del IUDE deben tomarse en cuenta algunas lecciones
históricas:
Superar la centralización física en Montevideo y descentralizarse hacia el
Interior.
Superar la concentración en un centro de formación y desconcentrarse en
diferentes especializaciones de formación inicial o de grado, de post grado,
maestrías y doctorados.
Esta desconcentración se ve favorecida por la red de institutos de formación
docente que cubre todo el territorio nacional y por los medios que la tecnología
dispone para lograr efectividad, eficacia y eficiencia.
Conservar y mejorar el proceso de formación de recursos humanos –formadores
de formadores - cuando es el único ente que forma recursos humanos como
función.
El concepto de que autonomía no es independencia. Los Entes Autónomos son
parte de la descentralización de la Administración del Estado. Sus autoridades
son parte del equipo de gobierno.
La universalidad de la formación empieza por la construcción de oportunidades
de formación, de evaluación de competencias y de desempeño y de
articulaciones.
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