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Fotoperiodisme de UAB Alba Mateo Peralta
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a base de M U A Y T H A I
¿Es posible que toda tu vida gire en torno a tu gran pasión?Y lo que es más importante, ¿es posible lograr el éxito? David Calvo, más conocido como Currito, te diría que sí sin dudar, de hecho, ésa es su rutina de vida. Eso no significa vivir como un rey sin ningún tipo de preocupación, más bien al contrario. Implica arriesgar y sacrificar tiempo y dinero sin saber a ciencia cierta si saldrá bien o mal. Implica basar todas tus actividades diarias en un deporte de combate. La recompensa es desvanecer límites; superar las propias expectativas; enorgullecerse.
David Calvo, absorto, desatando sus guantes
a punto de iniciar su entrenamiento individual.
a ntes de conocer a Currito
no había pensado que un
deporte de combate die-
ra tanto de sí. Creía que solamente el
futbol, el baloncesto y el tenis eran los
únicos deportes de los que podías vivir
cómodamen-te, y estando en una bue-
na categoría, ya fuera como entrenador
o como propietario de un club. Ya se
sabe que ahora con la crisis, muchos
entrenadores de deportes alternativos
a éstos—que no compiten en ligas pre-
ferentes—se toman el deporte como un
hobbie, e incluso lo combinan con otros
oficios. Es lo que se suele hacer pero,
por supuesto, no es lo que hace Currito.
Él empezó a los 17 años. Desde peque-
ño había jugado a fútbol aunque no le
llenaba competir en esa disciplina. Se
apuntó, invitado por un amigo, a un
gimnasio donde impartían Muay Thai
además de otros deportes de com-
bate. Y ya sólo en el primer año que
practicó Muay Thai, su entrenador le
recomendó que compitiera profesio-
nalmente. Entonces y como le encan-
taba, basó su vida en ello: torneos
en Cataluña, España, Francia, Portugal,
Tailandia… Ha peleado contra los mejo-
res y conserva tres títulos como cam-
peón del mundo, el último en 2013.
Sigue compitiendo, el próximo mes en
China, aunque su prioridad actualmente
es su recién nacido gimnasio. Antes,
aprendió el oficio de paleta instado por
sus tíos que tenían una empresa. Pero
no le llenaba y empezó a plantearse la
idea de abrir un gimnasio propio donde
enseñar todo lo que él había aprendido.
Sus tíos no creían que ése fuese un
oficio de verdad, con el que ganarse la
vida, pero él no se limitó a seguir tra-
bajando en algo que no le gustaba, por-
que eso es dejar que muera tu pasión.
Así que le hizo caso a esa idea impa-
rable que le rondaba por la mente. Y
después de ahorrar durante un tiempo
se lanzó a construir un gimnasio junto
con un amigo suyo. Sólo lleva en fun-
cionamiento dos meses y tiene un éxito
sorprendente. Da clases de Muay Thai a
Arriba, Currito corriendo 300 metros lisos, entrenadose para su próxima pelea en China. Abajo, David en su gimnasio haciéndole moñerías a su sobrina.
David haciendo de “sparring” a un chico joven que peleará la próxima semana.
un grupo reducido de niños, pero
reconoce que educar a niños en
esa disciplina no es lo suyo por-
que “van mucho a su rollo y no
prestan mucha atención”. Tiene
mucha paciencia y se nota que no
le gusta reñirlos, por eso quizás
se le da mejor tratar con los ma-
yores. A las ocho tiene clase de
Muay Thai con varones de entre
16 y 40 años aproximadamente.
Son un grupo grande que están
muy motivados y obedecen las
instrucciones del joven maestro.
Además también hace de sparring
con jóvenes que también compiten
profesionalmente y se entrenan
en su gimnasio, tanto de boxeo
como de Muay Thai. Los viernes
es el día “libre”, donde en lugar
de dar clases, los deportistas se
entrenan de manera individual y
compiten unos contra otros. Se
respira un aire muy familiar; todo
el mundo se conoce, todo el mun-
do se habla de manera amistosa
y con sincero interés. La verdad:
nada que ver con los fríos gimna-
sios actuales en los que hay un
monitor cuyo nombre no conoces,
y compañeros de espacio a los
que desvías la mirada al pasar
Arriba centro, David
le ata la venda a su
pequeña alumna Noa,
Abajo izquierda, David
da instrucciones
a Noa sobre el
entrenamiento.
Abajo derecha, Noa
en pose de atacar
y el reflejo de David
con ella en la misma
posición.
David saca a pasear a sus dos buldogs franceses por las calles de Sant Joan Despí., antes de irse a trabajar por las mañanas.
Currito desayunando en la chatarrería de su primo. Con una mano sostiene su caña de chocolate, con la otra el café mientras habla por teléfono, antes de abrir su gimnasio.
Como si no fuera poco,
cuenta con otras dos
responsabilidades más:
Rocky y Benito. Dos
perritos buldog fran-
cés, cariñosos aunque
gruñones. Duermen en
habitaciones separadas
para evitar problemas
“como son bull cuando
se muerden se quedan
enganchados con los
dientes y es muy difícil
separarlos”, comenta
Currito. Será verdad
que los perros se pa-
recen a sus dueños…
Rocky y Benito intentan atacar a la cámara, mientras David les sostiene de la correa con fuerza para evitarlo.
el gimnasio no es lo único que ha
hecho relacionado con el Muay
Thai.El Muay Thai le ha inspirado a
crear su propia marca de ropa, muy basada
en este deporte. Vende pantalones de
competición y camisetas para entrenar.
El Muay Thai como todos los deportes de
combate, son socialmente poco aceptados
o mal vistos. Su práctica se atribuye a
jóvenes de familias desestructuradas
o se asocia con las drogas o “la mala
vida”. Para competir en Muay Thai, has
de estar tanto física como psíquicamente
al cien por cien. Currito, proviene de un
barrio marginal de Cornellà de Llobregat.
Arriba Izquierda, Currito poniéndose sus guantes antes de entrenar. Abajo, Detalle de las manos de Currito atándose sus guantes de pelear.Arriba Derecha, Currito, que no sabe que le estan fotografiando, mira a sus compañeros después de calentar en su entrenamiento individual. Detrás tres de sus cinturones de campeón.
Reconoce que el Muay Thai le apartó de malos
hábitos que podría haber adquirido en su
adolescencia, puesto que como él asegura
“tenía todas las papeletas”. También le alejó de
malas compañías porque se dedicó plenamente
al deporte, y optó por una vida saludable.
El comer sano es un deber: sigue una dieta basa-
da en arroz, verduras y carne. Aunque para desa-
yunar se alimenta de grasas saturadas, el imper-
donable café con la caña de chocolate. Nunca se
ha dopado y no suele ingerir los batidos proteicos
que se han puesto tan de moda ahora; lo único que
toma son vitaminas para contribuir a la regenera-
ción de tejidos y fibras musculares. No abandona
su físico ni por un momento, puesto que la com-
petición fuera de España también da dinero si
vences. Se entrena de lunes a sábado unas cinco
horas aproximadamente: antes de iniciar su cla-
se de Muay Thai a mayores y por la mañana. Tie-
ne dos entrenadores físicos que le preparan los
ejercicios adecuados a la rutina que necesite.
Opina que el Muay Thai en España es un de-
porte muy marginal, un título a nivel nacional
no tiene mucho valor puesto que hay muy poca
competencia. Si realmente quieres ser alguien
en esta disciplina es indispensable realizar com-
peticiones internacionales e ir a Tailandia, donde
el Muay Thai equivale al fútbol en nuestro país.
La disciplina del Muay Thai le apartó de malos hábitos en los que se podría haber visto inmerso porque tenía muchas posibilidades de ir por un camino más difícil
Seuencia de fotografias de Currito entrenándose. Arriba Izquierda, Currito en posición defensiva.Abajo , Currito proporciona un golpe directo al saco.Página siguiente, Currito dando un golpe volador con la rodilla derecha al saco.
A Currito se le ve el hombre más feliz del mundo haciendo lo que hace. Y eso es
difícil de encontrar hoy por hoy en emprendedores jóvenes. “Rutina” no es una pa-
labra que le produzca aburrimiento, porque disfruta de la suya. Desprende alegría
incluso cuando le falta el aire haciendo cinco series de 300 metros lisos en menos
de veinte minutos. Siempre tiene preparada una sonrisa para el que pasa por su
lado o un guiño de ojo que regalar al que atraviesa la puerta de su gimnasio. Es
el ejemplo más brillante del que apuesta por su pasión y acaba haciendo lo que le
gusta. No hace falta tener reconocimiento mundial, basta con tener una “vida anóni-
ma” llena de gratitud por parte de los que aprecias y repleta de bienestar personal.
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