Agenda Cultural de Abril

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Agenda oficial de las actividades a realizarse en Abril por las fiestas de Fundación de Cuenca

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Es nuestro anhelo, como Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal del cantón Cuenca, que la ciudadanía participe en cada una de las actividades culturales, artísticas y de entretenimiento que hemos preparado para conmemorar los 458 años de fundación de Santa Ana de los Ríos de Cuenca.

Estamos seguros que a través de estos eventos, su involucramiento y colaboración, fomentamos la cultura, preservamos las tradiciones que de generación en generación, son transmitidas desde el asentamiento de nuestra ciudad en el valle cañari de Guapondelig.

Para nosotros más que un compromiso, es una obligación y un privilegio trabajar incasablemente por las cuencanas y cuencanos en búsqueda de una ciudad para vivir mejor, establecida el 12 de abril de 1557, por Gil Ramírez Dávalos.

Para esta importante fecha, a días de cumplir un año en nuestras labores asignadas por ustedes en las urnas, ratificamos nuestra disposición de servicio a todos, para seguir concretando nuestro Plan de Gobierno 2014-2019.

Nuestra invitación a que durante este feriado ustedes y quienes nos visitan, disfruten de la Atenas del Ecuador.

Marcelo Cabrera PalaciosAlcalde de Cuenca

Con ocasión del aniversario 458 de Fundación, la Municipalidad de Cuenca y el Comité Permanente de Festejos han programado diversas actividades para que la familia cuencana y nuestros visitantes podamos disfrutar de la belleza, arte y costumbres.

La agenda es producto de la participación de barrios, parroquias, gremios, asociaciones y de la ciudadanía en general, convencidos siempre de que trabajar por Santa Ana de los Cuatro Ríos es un verdadero privilegio que Dios y la vida nos han concedido, compartir con quienes se han convertido en esta gran familia, aquellos que cada día nos invitan a darle un rotundo sí a nuestro trabajo; sin duda, las sonrisas, los abrazos, las palabras de aliento… ¡Esa es nuestra gran inspiración!... ver que cada acción no se realiza en vano, sentir que todo vale la pena, poner el alma y el corazón en cada jornada, por esta bella ciudad, Cuenca, donde LO MEJOR ES SU GENTE.

CPA. Ruth Caldas AriasVicealcaldesa de Cuenca

La descripción más elogiosa que se ha hecho de la especialísima –sobre todo en lo tonal y en lo lexical- de la lengua de los cuencanos es la que salió de la pluma de Albert B. Franklin, un viajero norteamericano que, hacia el año 1945, pasó por la ciudad en viaje que había comenzado en el sur. Estas son sus deslumbradas palabras:

“Cuenca es una gema en un engarce resplandeciente, y, como todas las gemas, es preciosa. El ornamento afiligranado, el ritmo del lenguaje cuencano, el aire con perfume a eucalipto que respira, son solo signos superficiales. Cuenca es barroca, no solamente en la arquitectura, el arte plástico y la literatura, sino en su misma alma. Cuenca es España del siglo XVII bajo cristal (...)

La clase dirigente habla el castellano de la España del siglo XVII, con un ritmo que no se encuentra en otra parte del hemisferio occidental. Este ritmo es impartido acentuando levemente la antepenúltima sílaba de cada palabra de tres sílabas o más. Es de una cadencia muy musical y produce el efecto aristocrático deseado. Fuera de este leve rasgo provincial, el español de los ciudadanos de Cuenca es puro y cosmopolita”.

Todo lo dicho por el notable observador es cierto; de esta lengua rica, barroca y con algo de persistencia arcaica extraemos ahora unas cuantas perlas,- modismos, palabras sueltas- que describen de manera perfecta el paisaje cultural de esta maravillosa ciudad; términos que quizá no se puedan entender a cabalidad fuera del ámbito comarcano:

Salado, Baños.Esta es una frase que, si se desconoce el origen y la situación de la ciudad, carece de sentido. Este modismo se origina en el hecho de que los buses que hacían – y hacen- todavía el recorrido de Cuenca hasta la parroquia de Baños, pasaban también por el Lugar llamado El Salado. De modo que los controladores –conocidos popularmente como chulíos- lo que hacían era vocear los destinos para convocar a más gente. Gritaban: ¡Salado, Baños! Esta misma frase pasó, por la creatividad de la población, a significar una cosa diferente: salado se usa también –ya no como nombre propio- para designar a la persona que está salada, es decir con mala suerte. Por esa razón se oía ¡salado, Baños! en el contexto en el que se quería significar que a tal persona le había acaecido alguna desgracia.

¡Qué gara!La palabra gara –originada en garañón- servía para designar al cuy macho, al cuy valiente, al camorrista, y al pegador de los demás. Pues esta palabra dejó los cuyeros y se trasladó a la lengua de la ciudad y de los jóvenes para designar a aquello que es bonito, muy bueno, excelente, de mejor calidad en cualquier situación. De modo que en Cuenca a una buena película se le puede decir ¡Qué película tan gara! o quizá, garísima.

¡Hele!Esta es una palabra que, con frecuencia, ha sido mal escrita, pues se la representa, a veces, sin la H inicial. Lo cierto es que se trata de un término compuesto del verbo he (haber) y del pronombre le. El sentido es, aproximadamente: He aquí, aquí está, qué sorpresa. Entre los escolares esta palabra solía pronunciarse repetidamente ante alguna mala situación, lo que podría traducirse algo así como: Ya se fregó, te fregaste. ¡Hele!, hele! En la ciudad de Quito- debido al influjo de su entonación aguda se la pronuncia como Helé. Para nosotros, la sorpresa siempre se manifiesta con ¡Hele!

¡Helaque!Esta forma, que parece extravagante o vulgar, nada tiene de ello. Es un término cuyo sentido es, más o menos: Aquí está, toma. Procede de la aglutinación de un verbo, un pronombre y un adverbio, en este orden: He + le+ aquí. Por eso es que en ámbitos populares se mantiene todavía la pronunciación –que en este caso resulta ser la correcta- como helaqui.

Más cuencano que el mote.Este modismo se aplica a las personas o situaciones que reflejan con nitidez y con fidelidad el espíritu y las actitudes de los cuencanos. Como en Cuenca y sus alrededores, el acompañante infaltable y general de todas las comidas es el mote, resulta natural que al que se presenta como cuencanísimo se lo premie y se los describa con esta frase.

Esto de la comida se puede reconocer en las frases que se escuchaban en los campeonatos escolares. Las barras solían desalentar al equipo contrario gritándole: Ote, ote, ote, a ese equipo le falta mote.

¡Quierde!Esta es otra frase típica de la lengua azuaya y cuencana, que ya fue muy bien estudiada por el gran Honorato Vázquez. Para alguien que no conozca nuestras costumbres lingüísticas le parecerá una forma estrafalaria; pero el sentido es muy claro, aunque la forma haya evolucionado casi caprichosamente. Su origen viene de la pregunta: ¿Qué es de…? ¡Quierde la cuchara!, ¿Y qué es de la cuchara, dónde está?

¡Chendo!Por último, esta es la frase emblema de la lengua joven de los cuencanos. Desde los niños son chendosos y, por tanto, con gusto, chendean todo el tiempo. Chendo significa de mentira, de bromita. El origen de este vocablo se remonta a la lengua infantil, la misma que ha creado Chela a partir de Graciela. En la lengua de muchas personas el verbo decir suele entenderse también con el sentido de mentir. Por ejemplo, afirmamos de alguien: Dice que es honrado. Del verbo decir obtenemos la forma diciendo. De modo que si escuchamos solo estoy diciendo, se entendería que solo estoy diciendo de broma, mintiendo. Sobre este diciendo ha operado la lengua infantil, la misma que convirtió la C de Graciela en Ch. Así que diciendo pasó a dichendo y de ahí solo quedó un pequeño paso para convertirse en chendo.

Por: Oswaldo Encalada Vásquez

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