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Vivían dos familias no muy lejos una de la
otra, el padre reunió a sus hijos y les dijo:
"Pronto os dejaré y antes de
irme os voy a dejar una
herencia muy grande y
seréis muy felices. Os dejo
propiedades casas, campos
haciendas, un avión barcos
y mucho oro en el banco“
Los hijos escucharon con
atención y querían saber la cuenta
del banco si era Suiza o en otra isla.
"Seréis muy ricos y así podréis
ser felices, por fin puedo irme
tranquilo, sereno porque nada os
faltará".
La otra familia era la
Madre y les dijo a sus
hijos: "Ha llegado el
momento de irme, no
tengo oro, ni plata para
dejaros como herencia,
sólo lo que habéis
recibido durante toda mi
existencia, mi devoción,
mi dedicación a vosotros,
a protegeros, cuidaros,
alimentaros y que nada os
faltase.
He luchado mucho desde niños para daros una
buena educación, es una gran riqueza,
las bases son importantes obediencia, generosidad y
escuchando a vuestros ángeles".
Los hijos le
dijeron:
Madre lo más
grande ha sido
siempre tu amor
hacia nosotros y
será siempre
nuestro pilar y
nuestro ejemplo.
La Madre les sonrío y les contestó:
"Mirar, en el cajón de la mesita, abrirlo,
coger una semilla que guardo,
se la regaló el bisabuelo a mi abuelo,
mi abuelo a mi padre y hoy os la ofrezco a
vosotros".
Los hijos tomaron en su mano esta semilla y
la miraron, no había nada de extraordinario,
pero dijo:
-Esta semilla guarda un gran secreto, ésa es
mi riqueza y mi tesoro que os doy como herencia.
Los hijos cerraron bien la mano,
dentro tenían la semilla, pero lo
que más les importaba es estar al
lado de su Madre.
Llegó el día donde se encontraron
únicamente con la semilla,
antes la Madre les dijo:
“El secreto de la semilla nadie lo sabe y
nunca ha sido divulgado”.
Los hijos empezaron a hacerse la pregunta
¿qué misterio tendrá este secreto si Madre nos lo ha
regalado? ¿por qué insistió tanto? también nos dijo
que fuésemos a ver a los hombres que viven cerca del
campo. Se decidieron a ir a verlos y llegaron y les
dijeron en la plaza a todos los hombres que trabajan
en el campo:
- Mirar, nos han dejado de
herencia esta semilla y nos han dicho
que tiene un secreto que nunca ha sido
divulgado.
Los hombres miraron la semilla y dijeron:
¿qué será? ¿es qué hay un libro dónde lo explica?
¿es qué hay un modo de empleo?¿es qué os ha
dejado un índice? Si tanto misterio tiene
¿dónde se encuentra ese secreto?
Los hijos respondieron
"no lo sabemos" sólo que os lo diéramos a
vosotros y lo encontraríais. Lo desvelará
únicamente si la lleváis al campo, trabajáis
la tierra, hacéis un agujero, metéis dentro la
semilla, tenéis que apretar bien la tierra y
regarla, echarle bastante agua. Dijo
también que dejarais unos días y esperarais,
poco a poco conoceremos el secreto.
Pasaron los meses fue creciendo y después de dos
o tres años ya se hizo un árbol, un tronco grueso
lleno de hojas cubierto de flores, sin comprender
el por qué tenía gente de todo el planeta a hacer
fotografías,
se sentaban debajo del árbol, sus flores eran
preciosas y olorosas igual que los cerezos en flor
en el Japón o los almendros en Europa; igual que
esos árboles en vuestros países, tan maravillosos.
Las familias llegaban y los niños jugaban, los padres
con ellos con pelotas, columpios, las Madres siempre
sacaban del cesto sus meriendas, los jóvenes
enamorados al recibir esa belleza de las flores sólo
tenían ganas de darse besitos y tomarse las manos.
Había otras parejas llegaban porque sentían ese
aroma que les envolvía y les invitaba a rezar, a
meditar, a sentarse serenamente y cerrando los ojos
se ponían en contemplación ¡era una paz! Sólo allí
se sentía y todos buscaban el secreto de esa semilla.
Recordaron los hijos que la Madre insistió mucho
en la palabra:
"El día que la semilla revele su secreto los hombres
me matarán, si no lo hacen los hombres, el tiempo
pasará por encima de mí y me llevará”
pero fueron las palabras que olvidaron, eran
demasiado sencillas, para complicarse en analizar o
comprender.
Un día llegó el propietario del
campo y dijo: "He vendido el
campo porque van a construir
casas y un centro comercial".
El árbol bajó sus ramas, abrazó a los
hombres que lo habían puesto en la tierra, a los
hijos de aquella Madre y les dijo:
¡No lloréis! Ya ha llegado la Verdad del
secreto de la semilla. Mientras que estaba en la
semilla yo vivía, dijo el árbol, estaba protegido y
feliz, una vez que me entraron en la tierra
recibí los minerales, los alimentos, el agua y
entonces desvelé el secreto de la semilla que es
la Esencia, si no habéis comprendido
os lo diré más grande LA VIDA la Esencia de la
Vida, tuve que romper yo mismo la cáscara, así
fue mi corazón como lo dejé en la tierra,
y entregué mi alma, mi existencia eran las raíces
que continuaban la Vida de lo que un día fue mi
corazón y mi alma continuó viviendo que era la
salvia del árbol,
ahí está el secreto,
he dado frutos,
he alimentado a la
sociedad, he dado
dinero a la humanidad,
he dado cobijo a
aquellos que han venido
bajo mis ramas, he dado
felicidad y he
compartido alegrías,
risas y llantos,
ése es el secreto, una vez dada toda mi vida,
mi dolor y mi alegría, el hombre me mataría
¿os acordáis?
Ahora ha llegado el
momento que el
cemento, las piedras,
las máquinas pasen
por encima de mí,
también tuve mucho
miedo, cuando
empecé a sacar mis
primeras hojas
verdes tiernas,
porque algún animalito del campo podía haber
venido a comerlas y viví ese sufrimiento y esa
angustia, no sabía si continuaría a vivir o ya se
terminaría mi existencia.
cada vez que venían
los enamorados a
dejar sus iniciales
ellos no sabían que
me dejaban heridas
que conservaba con
tanto cariño y tanto
amor, porque
mientras vivían en
mi propia carne ellos
serían felices
estarían protegidos,
ése era mi secreto y ése es el secreto que estaba
escondido en la semilla:
la Esencia de la Vida, la Obediencia y
Creer en Dios. Obedecer a la Ley del
Universo nacer y morir, no lloréis, he aceptado
de vivir feliz, he aceptado de compartir, he
aceptado de estar en medio de vosotros y
realizarme en esta plenitud tan grande.
sencillamente que el tiempo había llegado, e igual
que un día aquel padre dejó la herencia y la Madre
dejo la suya también le tocó al árbol
Fueron a decirle al propietario que por favor no cortaran el árbol y lo aceptó, pasaron los años y un
día cuando fueron a visitar el árbol vieron que ya no estaba ¡¿qué pasó?!
Pasó un virus y
acabó con él y desde
entonces hasta hoy
en día las familias
van a aquel lugar se
sientan y cada vez
hay niños y niñas
que recogen una
semilla, no saben de
dónde vienen, no
saben de dónde cae,
pero con ésa semilla les dicen
¿podemos llevarla a casa, podemos guardarla?
y los padres les responden ¡Claro que sí!
la guardaréis bien en el baúl de vuestros
recuerdos, se echan a reír y todos se llevan su
semilla mágica,
aquella semilla que guardó
el secreto, pero hoy en día
los jóvenes ya no saben qué
es una semilla, ya no saben
de dónde nacen los árboles,
ya no conocen la fauna ni la
vegetación.
Padres llevar a vuestros hijos al campo,
explicarles el nombre de un árbol y lo que
significa sus raíces, sus frutos, su vida.
Esas semillas que continúan a brotar en
ese lugar cada día, sois vosotros mis amadas
semillas, es esa Enseñanza que tenéis dentro
que se llama Amor Infinito, igual que las
estrellas que existen en el firmamento sois
iguales y venís de ahí;
cada vez que hacéis 5 minutos es una
semilla que sembráis en el corazón para
que guíe el alma de ésa persona.
Mis queridísimas semillas, mis bellas estrellas
"Eu Medito" en cada instante que cumpláis de
Eu Medito, que meditéis 5 minutos, ya habéis
transmitido a ese viento, a esa brisa, al Universo
todas las semillas, con su secreto.
sólo 5 minutos es puesta y dejar que la
Energía la cuide, dejar que esos ángeles de
la guarda echen el agua, le den los
minerales y ya sabéis que el Maestro guíe
sus pasos,
Con todo mi amor,
vuestra siempre fiel
La herencia más
valiosa que podemos
tener es LA VIDA
éste es nuestro
regalo y
Servidora
lo comparte con
vosotros
¡VIVA LA
VIDA!
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