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7/27/2019 Atalaya 10
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ARTICULOS DE ESTUDIO
26 DE NOVIEMBRE2 DE DICIEMBRE
Afrontemos con valenta
los golpes de la vidaP
AGINA 7 C
ANTICOS: 81, 33
3-9 DE DICIEMBRE
Qu
e clase de espritu
manifiesta usted?P
AGINA 12 C
ANTICOS: 122, 124
10-16 DE DICIEMBRE
Obedezca a Diosy ver
a cumplidas
sus promesasP
AGINA 22 C
ANTICOS: 129, 95
17-23 DE DICIEMBRE
Que su s signifique s
PAGINA 27 C
ANTICOS: 63, 125
34567
1 5 D E O C T U B R E D E 2 0 1 2
DE D I C I
O N D E E S T U D I O
7/27/2019 Atalaya 10
2/32
EL PROPOSITO DE LA ATALAYA
es honrar a Jehov
a Dios, el Sobe-rano del universo. En el pasado,
las atalayas, o torres de vigilan-
cia, permitan descubrir lo que
suceda a lo lejos. De igual modo,
esta revista nos ayuda a descu-
brir la relaci
on entre las profecas
bblicas y los sucesos de nuestro
tiempo. La Atalaya consuela a la
gente anunciando que el Reino
de Dios un gobierno de verdad
que se halla en los cielos pronto
acabar
a con la maldad y transfor-
mar
a la Tierra en un paraso.
Adem as, promueve la fe en el Rey
reinante de dicho gobierno, Jesu-
cristo, quien muri
o para que
pudi
eramos alcanzar la vida eter-
na. Esta publicaci
on, editada sin
interrupci
on desde 1879 por los
testigos de Jehov
a, es poltica-
mente neutral y reconoce la
Biblia como m
axima autoridad.
Esta publicaci
on se distribuye como parte
de una obra mundial de educaci
on bblica
que se sostiene con donativos. Prohibida su
venta. A menos que se indique lo contrario,las citas b
blicas se han tomado de la ver-
si
on en lenguaje moderno Traducci
on del
Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (con
referencias).
345676
OCTOBER 15, 2012
PROPOSITO DE LOS ART
ICULOS
DE ESTUDIO
ARTICULO DE ESTUDIO 1 P
AGINAS 7-11
Vivimos en una
epoca de grandes de-
sastres. En este artculo analizaremos
ejemplos de siervos de Dios de tiempos
antiguos y modernos que han afrontadodiversas desgracias. Tambi
en veremos
c
omo mantener el valor y el optimismo
venga lo que venga.
ARTICULO DE ESTUDIO 2 P
AGINAS 12-16
El mundo est
a inundado por un espritu
que ejerce un efecto destructivo en la gen-
te. Este artculo nos ense
nar
a a evitar
cualquier comportamiento o actitud que
perjudique a la congregaci on, as como a
cultivar buenas relaciones con los dem
as.
ARTICULOS DE ESTUDIO 3 Y 4
PAGINAS 22-31
El primer artculo subraya las inestimables
promesas que Dios ha jurado cumplir.
Para beneficiarnos de ellas, debemos obe-
decerle y ser fieles a nuestra palabra.
El segundo artculo habla de personas
cuyo s signific o s, y anima a los cristianos
bautizados a cumplir con su s m
as impor-
tante (Mat. 5:37).
OTROS ARTICULOS
3 SE OFRECIERON DE BUENA GANA
PARA SERVIR EN BRASIL
17 SESENTA A NOS COMO AMIGOS...
Y SOLO ES EL PRINCIPIO
32ANIMO DE LA BOCA DE LOS NI
NOS
PORTADA: Una pareja
de precursores predica
en una zona muy con-
currida de la ciudad
utilizando un expositor
port atil
TIMES SQUARE
(MANHATTAN, CIUDAD
DE NUEVA YORK)
600PRECURSORES
PREDICAN EN
12PUNTOS DE
MANHATTAN
55CONGREGACIONES
EN MANHATTAN
Vol. 133, No. 20 Semimonthly
SPANISH
The Watchtower (ISSN 0043-1087) is
published semimonthly by Watchtower
Bible and Tract Society of New York, Inc.;
L. Weaver, Jr., President; G. F. Simonis,
Secretary-Treasurer; 25 Columbia Heights,
Brooklyn, NY 11201-2483, and by Watch
Tower Bible and Tract Society of Canada,
PO Box 4100, Georgetown, ON L7G 4Y4.
Periodicals Postage Paid at Brooklyn, NY,
and at additional mailing offices.
POSTMASTER: Send address changes toWatchtower, 1000 Red Mills Road,
Wallkill, NY 12589-3299.
5 2012 Watch Tower Bible and Tract
Society of Pennsylvania.
Todos los derechos reservados.
Printed in Canada.
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HACE unos a
nos, R
ubia (1), una hermana que ahora tie-
ne 30 a
nos de edad, viaj
o al sur de Brasil para visitar a
Sandra (2), quien serva de precursora en una peque
na
congregaci
on. Durante la visita ocurri
o algo que le cambi
o la vida.
Qu
e fue? Dejemos que ella misma nos cuente qu
e le caus
o una
impresi
on tan profunda.
NO ME LO PODIA CREER!
Sandra me llev
o a visitar a una mujer a la que daba clases bbli-
cas. Durante el estudio, la se
nora le dijo: En mi trabajo hay tres
chicas que quieren aprender de la Biblia, pero como s
e que tie-
nes la agenda de este a
no completa, les dije que tendr
an que
SE OFRECIEROND E B U E N A G A N A P A R A S E R V I R
en Brasil
Noemi y Jo
ao Paulo en Ascurra (Santa Catarina)
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4
esperar turno. No me lo poda creer! Hab
a tantas
personas deseosas de conocer a Jehov
a que San
dra tena una lista de espera. Con lo que a m
me
costaba encontrar en mi territorio una sola perso
na interesada en estudiar! En ese momento, en la
casa de aquella mujer, sent un intenso deseo de
ayudar a la gente de all. Poco despu
es me mude
de la gran ciudad al pueblo donde serva Sandra.
C
omo le fue a R
ubia? Ella explica: En solo dos
meses ya diriga quince estudios b
blicos. Y, po
sorprendente que parezca, en poco tiempo tena m
propia lista de espera.
REEVALUO SU MINISTERIO
Diego (3), un hermano de veintipocos a
nos, fue a
visitar a unos precursores que sirven en un pueblo
del sur de Brasil llamado Prudent opolis. La expe
riencia le cal
o tan hondo que le hizo reevaluar su
propio ministerio.El mismo admite: En mi congre
gaci
on segua la ley del m
nimo esfuerzo y predica
ba unas cuantas horas al mes. Pero estar con los
precursores y escuchar sus experiencias me impu
s
o a comparar su alegre espritu con mi indiferen
cia hacia el ministerio. Vi
endolos tan felices y entu
siasmados, pens
e: Ojal
a mi vida fuera como la
suya!. A su regreso a casa, Diego se hizo precursor.
Qu
e hay de ti? Tambi
en eres un joven Testigo que
predica y asiste a las reuniones, pero que a veces
nota que su ministerio se ha vuelto aburrido y rut
nario? En tal caso, tal vez puedas hacer cambios
en tu vida para sentir el gozo de ir adonde se nece
siten m
as publicadores del Reino. Claro, puede que
no te atraiga mucho la idea de renunciar a algunas
comodidades. Pero eso es justo lo que muchos de
tu edad han hecho: han tenido el valor de cambia
sus deseos y objetivos con tal de servir m
as plena
mente a Jehov
a. Veamos el caso de Bruno.
MUSICO O MINISTRO?
Bruno (4), que ahora tiene 28 a
nos, estudi
o m
us
ca en un prestigioso conservatorio. Su sue
no era
ser director de orquesta, y progres
o tanto que lo
1 2
3
4
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invitaron varias veces a dirigir una orquesta sin-
f
onica. Su futuro era muy prometedor. No obstan-
te,
el admite: Tena la sensaci
on de que me falta-
ba algo. Le haba dedicado mi vida a Jehov
a, pero
saba que no le estaba dando todo lo que pod
a,
y eso me haca sentir mal. Le abr
mi coraz
on y
tambi
en habl
e con varios hermanos de experien-cia. Tras pensarlo mucho, decid
poner el ministe-
rio en primer lugar en mi vida: dej
e el conservato-
rio y acept
e el reto de servir a Jehov
a en un lugar
donde realmente hacan falta proclamadores del
Reino. Fue aquella una buena decisi
on?
Bruno se mud
o a una localidad de 7.000 habi-
tantes llamada Guapiara, a unos 260 kil
ometros
(160 millas) de S
ao Paulo. Como
el mismo cuenta,
fue un cambio dr
astico: La casa era muy peque-na, sin nevera, televisi
on ni Internet. Eso s
, ten
a al-
gunas cosas que para m eran nuevas, como un
huerto con
arboles frutales. Bruno serva en una
congregaci
on de pocos hermanos. Un da a la se-
mana tomaba una bolsa con publicaciones, comi-
da y bebida, y se iba en su motocicleta a predicar a
una zona rural donde muchas personas jam
as ha-
ban o
do las buenas nuevas. Dirig
a nada menos
que dieciocho estudios bblicos explica. Era ma-
ravilloso ver a aquellas personas hacer cambios ensu vida. Entonces comprend
que hab
a encontra-
do lo que me faltaba: la profunda satisfacci
on que
produce poner los intereses del Reino en primer
lugar. Ning
un sue
no materialista me habra hecho
tan feliz. Y c
omo se ganaba la vida en Guapiara?
Responde con una sonrisa: Dando clases de gui-
tarra!. As que, despu
es de todo, sigue siendo m
u-
sico!
SENCILLAMENTE, TEN
IA QUE QUEDARME
La situaci
on de Mariana (5), de veintitantos a
nos,
era parecida a la de Bruno. Aunque ganaba bas-
tante dinero como abogada, no se senta realiza-
da. Ella misma dice: Mi vida era como esforzarse
tras viento (Ecl. 1:17). Varios hermanos la ani-
maron a plantearse la posibilidad de emprender
el precursorado. Despu
es de meditarlo, ella y tres
No nos ha faltadonada
Cuando Jo
ao Paulo y su esposa, Noemi, co-
mentaron que les gustara ir a un lugar conmayor necesidad de predicadores, no todas
las respuestas fueron positivas. Algunos her-
manos de la congregaci
on les decan: Si se
van a un pueblo peque
no, pueden sufrir pro-
blemas econ
omicos, y Por qu
e quieren
mudarse, con todo lo que hay que hacer en
esta congregaci
on?.El explica: Sab
amos
que lo decan sin mala intenci
on, pero aun
as nos costaba evitar que sus palabras nos
desanimaran. No obstante, despu
es de va-
rios a
nos sirviendo en una zona donde se ne-cesitan m
as publicadores, los dos se alegran
de haber ampliado su ministerio, tal y como
haban decidido. Jo
ao Paulo asegura: Desde
que llegamos aqu, no nos ha faltado nada.
Y en lo que respecta a las cosas que realmen-
te importan, tenemos mucho m
as que an-
tes. Noemi a
nade: El esfuerzo vali
o la
pena.
Ganarse la vida en un pueblo peque
no sue
le ser difcil. C
omo se las arreglan quienes
se han mudado a zonas distantes? Siendo
creativos. Algunos ense
nan ingl
es u otro idio-
ma, dan clases privadas a ni
nos, cosen, pin-
tan casas o hacen cualquier otro trabajo a
tiempo parcial. Todos est
an de acuerdo en
que las bendiciones superan con creces los
sacrificios.
15 DE OCTUBRE DE 2012
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amigas llamadas Bianca (6), Caroline (7) y Ju-
liana (8) decidieron ayudar a una congregaci
on
de Barra do Bugres, un pueblo situado cerca de
Bolivia, a miles de kil
ometros de su hogar. Qu
e
ocurri
o?
Mariana comenta: Mi intenci
on era quedarme
tres meses. Sin embargo, cuando acab
o ese
plazo, estaba dirigiendo quince estudios bbli-
cos, y los estudiantes necesitaban mucha m
as
ayuda para progresar en la verdad. C
omo po-
da decirles que me iba? No fui capaz. Sencilla-
mente, tena que quedarme. Y eso fue lo que
hicieron las cuatro. Ahora Mariana est
a mucho
m
as satisfecha: Me hace sentir muy bien saberque Jehov
a me usa para ayudar a la gente a me-
jorar sus vidas y que estoy dedicando mi tiempo
y energas a algo que s
vale la pena. Caroline
resume as el parecer de las cuatro: Me acues
to cada noche con la satisfacci
on de haberlo
dado todo por los intereses del Reino. Me con
centro en ayudar a mis estudiantes de la Biblia
y es maravilloso verlos progresar. He comprobado que la Biblia tiene raz
on cuando aconse
ja: Gusten y vean que Jehov
a es bueno (Sa
34:8).
Sin duda, a Jehov
a debe complacerle muchs
mo ver como cada vez m
as j
ovenes de todo e
mundo se ofrecen de buena gana para pred
car las buenas nuevas del Reino en zonas leja
nas (Sal. 110:3; Prov. 27:11). A su vez, estos
abnegados j
ovenes reciben muchas bendiciones (Prov. 10:22).
Combaten la nostalgia
Tiago: Poco despu
es de llegar a la nueva congre-
gaci
on empec
e a sentirme desalentado. En el pueblo
haba muy pocos publicadores y apenas sitios donde
divertirse, as que me entr
o nostalgia. Como sab
a que ten
a
que hacer algo para animarme, me propuse conocer mejor a
los hermanos, y funcion
o! Hice nuevas amistades y no tard
e
en sentirme muy feliz y como en casa.
5
6
7
8
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VIVIMOS en una
epoca de grandes desgracias.
Terremotos, tsunamis, incendios, inunda-ciones, volcanes, tornados, tifones y huraca-
nes causan estragos en todo el mundo. Adem
as, laspersonas sufren todo tipo de problemas personales yfamiliares que las llenan de temor y tristeza. La Bi-
blia lleva mucha raz
on cuando afirma que a cual-quiera nos puede ocurrir un suceso imprevisto (Ecl.9:11).
2 En conjunto, los siervos de Dios nos hemos en-frentado con valor a todas esas circunstancias dif
ci-
les. No obstante, necesitamos estar preparados para loque pueda venir seg
un se acerca el fin de este sistema.
C
omo podemos afrontar los problemas sin dejar quenos abrumen? Qu
e nos ayudar
a a sobrellevar con va-
lenta los golpes de la vida?
IMITEMOS A QUIENES AFRONTARON
LA VIDA CON VALENTIA
3 Aunque los problemas afectan hoy da a m
as gen-
te que nunca, lo cierto es que existen desde hace mi-lenios. Veamos c
omo lograron afrontar los golpes de
la vida algunos siervos de Dios de tiempos bblicos
(Rom. 15:4).4 En primer lugar, hablemos de David. Entre otras
cosas, tuvo que soportar la c
olera de un rey, los ata-
ques de sus enemigos, la captura de sus esposas, latraici
on de sus propios hombres y una enorme angus-
tia emocional (1 Sam. 18:8, 9; 30:1-5; 2 Sam. 17:1-3;
1, 2. Qu
e desgracias son comunes hoy, y qu
e necesitamos lossiervos de Dios?
3. Seg
un Romanos 15:4, qu
e puede alentarnos cuando sufrimosproblemas?
4. Qu
e tuvo que padecer David, y de d
onde sac
o las fuerzas?
AFRONTEMOSCON VALENT
IA
LOS GOLPESDE LA VIDA
Dios es para nosotrosrefugio y fuerza, unaayuda que puede ha-
llarse prontamentedurante angustias.(SAL. 46:1)
QUE RESPONDER
IA?
C
omo podemos impedir que
las desgracias nos abrumen?
Qu
e motivos tenemos para ser
valientes?
Qu
e ayudas nos ha proporcio-
nado Jehov
a para afrontar los
problemas?
7
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24:15, 17; Sal. 38:4-8). Los relatos bblicos
de su vida reflejan muy bien lo mucho quesufri
o. Sin embargo, los problemas no aca-
baron con su espiritualidad. De d
ondesac
o las fuerzas? Rebosante de fe, dijo:
Jehov
a es la plaza fuerte de mi vida. De
qui
en he de sentir pavor? (Sal. 27:1; l
easeSalmo 27:5, 10).
5 Pensemos ahora en Abrah
an y Sara.Ambos vivieron la mayor parte de su vidacomo extranjeros en tiendas de campa
na.
Y aunque las cosas a veces se ponan di-
fciles, encararon con decisi
on problemas
como el hambre y los conflictos con nacio-nes vecinas (G
en. 12:10; 14:14-16). C
omo
lo lograron? La Palabra de Dios se
nala que
Abrah an esperaba la ciudad que tienefundamentos verdaderos, cuyo edificadory hacedor es Dios (Heb. 11:8-10). En lugarde dejarse arrastrar por el mundo que losrodeaba, los dos se concentraron en el fu-turo.
6 Por su parte, Job tambi
en soport
o pre-siones muy intensas. Para
el debi
o de ser
horrible ver como su vida pareca derrum-
barse a su alrededor (Job 3:3, 11). Y lo peorera que no comprenda por qu e le esta-ba ocurriendo todo aquello. Pero nunca sedio por vencido, sino que mantuvo su feen Dios (l
ease Job 27:5). Qu
e gran ejemplo
de integridad!7 Veamos a continuaci
on el ejemplo de
Pablo. Este ap
ostol atraves
o peligros enla ciudad, en el desierto y en el mar.Adem
as, soport
o hambre y sed, fr
o y
desnudez. Incluso dijo que estuvo unanoche y un d
a [...] en lo profundo, refi-
ri
endose seguramente a uno de sus varios
5. C
omo lograron Abrah
an y Sara encarar las nu-merosas dificultades de su vida?
6. En qu
e debemos imitar a Job?
7. Qu
e situaciones vivi
o Pablo durante su servicioa Dios, y qu
e le dio valor para seguir adelante?
naufragios (2 Cor. 11:23-27). Pero siem-pre manifest
o una buena actitud, como lo
demuestra lo que dijo tras estar a puntode perder la vida por servir a Dios: Estofue para que no tuvi
eramos nuestra con-
fianza en nosotros mismos, sino en el Dios
que levanta a los muertos. De tan grandecosa como la muerte nos libr
o y nos libra-
r
a (2 Cor. 1:8-10). Pocas personas han vi-vido tantas situaciones extremas como Pa-blo. No obstante, podemos identificarnoscon sus sentimientos y cobrar
animo al
examinar su ejemplo de coraje.
NO DEJEMOS QUE LAS DESGRACIAS
NOS ABRUMEN
8
A mucha gente le abruman los desas-tres, problemas y presiones del mundo ac-tual. Hasta a algunos cristianos les ocurre.Lani,1 que serv
a de tiempo completo jun-
to con su esposo en Australia, recibi
ocomo un jarro de agua fr
a la noticia de
que tena c
ancer de mama. Ella recuerda:
Los tratamientos me dejaron muy enfer-ma y con la autoestima por el suelo. Paracolmo, su esposo se someti
o a una ope-
raci
on de la columna vertebral y ella tuvoque cuidarlo. Qu e podemos hacer si nosvemos en una situaci
on parecida?
9 No olvidemos que Satan
as se vale delos problemas que tenemos para atacarnuestra fe. No permitamos que nos robe laalegr
a de vivir. Proverbios 24:10 advierte:
Te has mostrado desanimado en el da de
la angustia? Tu poder ser
a escaso. Si re-flexionamos en ejemplos b
blicos como los
que hemos analizado, podremos afrontarcon valent
a los golpes de la vida.
1 Se han cambiado algunos nombres.
8. En qu
e situaciones podemos vernos? Cuenteun caso real.
9, 10. a) Qu
e debemos impedirle al Diablo?b) Qu
e efecto deben tener en nosotros las pala-
bras de Hechos 14:22?
8
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10 Por supuesto, no es realista esperarque nunca nos ocurra nada malo; m
as bien
es al contrario (2 Tim. 3:12). Hechos 14:22asegura que tenemos que entrar en elreino de Dios a trav
es de muchas tribulacio-
nes. Pero en vez de tirar la toalla, debemos
ver los problemas como oportunidades dedemostrar valor y fe en la ayuda divina.
11 Necesitamos concentrarnos en cosaspositivas. La Palabra de Dios explica: Uncoraz
on gozoso tiene buen efecto en el
semblante, pero a causa del dolor del cora-z
on hay un esp
ritu herido (Prov. 15:13).
Hace mucho que los cientficos conocen
los beneficios fsicos del optimismo. Mu-
chos de los pacientes a los que se les ad-
ministra un placebo mejoran simplementeporque creen que est
an recibiendo un me-
dicamento real. De hecho, tambi
en se hademostrado la existencia del efecto contra-rio, conocido como nocebo: los pacientesempeoran simplemente porque alguien lesdijo que el f
armaco que estaban tomando
les perjudicara. Si nos obsesionamos con
situaciones que no podemos cambiar, soloconseguiremos desanimarnos. La buenanoticia es que Jehov a nunca nos da sim-ples placebos. Cuando sufrimos unadesgracia, nos fortalece de manera realcon su Palabra, con nuestra amorosa her-mandad y con el esp
ritu santo. Recurrien-
do a estas tres ayudas, recuperaremos lasfuerzas. Por tanto, en lugar de seguir d
an-
dole vueltas a lo negativo, tomemos medi-das pr
acticas para afrontar cada problema
y concentr
emonos en las cosas buenas denuestra vida (Prov. 17:22).12 En los
ultimos a
nos, varios pa
ses
11. C
omo podemos evitar que las desgracias nosabrumen?
12, 13. a) Qu
e ha ayudado a los siervos de Dios asuperar las consecuencias de los desastres? D
e al-
g
un ejemplo. b) Cuando ocurre un desastre, c
omose hace evidente lo que es m
as importante?
han sufrido desastres muy graves, y loscristianos que viven all
han manifesta-
do un aguante admirable. A principiosde 2010 se produjeron en Chile un potenteterremoto y un tsunami que arrasaronlas viviendas de numerosos hermanos.
Muchos de ellos perdieron sus posesio-nes, y algunos, su medio de vida. Perosu espiritualidad se mantuvo intacta. Sa-muel, quien perdi
o su hogar, asegur
o:
A pesar de esta situaci
on tan dura, mi es-posa y yo nunca dejamos de ir a predi-car y a las reuniones. Creo que eso nosayud
o a no desesperarnos. Junto con mu-
chos otros, siguieron adelante sirviendo aJehov
a.
13 En septiembre de 2009, las lluviastorrenciales inundaron m
as del 80% de
Manila, la capital de Filipinas. Cierto hom-bre adinerado que perdi
o mucho en el de-
sastre dijo: Las inundaciones nos hanpuesto a todos al mismo nivel; ricos y po-bres estamos padeciendo los mismos pro-blemas. Esto nos recuerda el sabio conse-jo de Jes
us: Acumulen para s
tesoros en
el cielo, donde ni polilla ni moho consu-
men, y donde ladrones no entran por fuer-za y hurtan (Mat. 6:20). Quienes dedicanla vida a conseguir cosas materiales quetan r
apido se esfuman suelen acabar
desilusionados. Es mucho mejor centrar-nos en cuidar nuestra relaci
on con Jeho-
v
a, una posesi
on que no se ve afectada pornada de lo que suceda a nuestro alrededor(l
ease Hebreos 13:5, 6).
TENEMOS MOTIVOS
PARA SER VALIENTES
14 Jes
us avis
o a sus discpulos que du-
rante su presencia se produciran proble-
mas, pero luego les dijo: No se aterrori-cen (Luc. 21:9). En efecto, con
el como
Rey y con el Creador del universo a nuestro
14. Qu
e motivos tenemos para ser valientes?
15 DE OCTUBRE DE 2012 9
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lado, tenemos motivos de sobra para ser va-lientes. Pablo anim
o a Timoteo con las si-
guientes palabras: Dios no nos dio un es-p
ritu de cobard
a, sino de poder y de amor
y de buen juicio (2 Tim. 1:7).15 Muchos siervos de Dios expresaron
su inquebrantable confianza en
el. Porejemplo, David afirm
o: Jehov
a es mi fuer-
za y mi escudo. En
el ha confiado mi co-raz
on, y se me ha ayudado, de modo que
mi coraz
on se alboroza (Sal. 28:7). Pa-blo declar
o: En todas estas cosas estamos
saliendo completamente victoriosos me-diante el que nos am
o (Rom. 8:37). Y Je-
s us, al verse ante el peligro, dej o claro queten
a una s
olida relaci
on con Dios cuan-
do dijo: No estoy solo, porque el Padreest
a conmigo (Juan 16:32). Las palabras
de todos ellos evidencian que confiabanpor completo en Jehov
a. Si imitamos su
actitud, tendremos valor para hacer fren-te a cualquier problema (l
ease Salmo 46:
1-3).
JEHOVA NOS AYUDA
A SER VALIENTES
16 Los cristianos no somos valientes
15. Qui
enes demostraron tener una confianzainquebrantable en Dios, y c
omo podemos cultivar
un valor similar?
16. Por qu
e es tan importante que estudiemos laPalabra de Dios?
porque confiemos en nosotros mismos,sino porque conocemos a Dios y nos apo-yamos en
el. Para ello debemos estudiar su
Palabra, la Biblia. Una hermana que pade-
ce de depresi on explica lo que a ella le ayu-da: Leo una y otra vez los pasajes que m
as
me consuelan. Y qu
e hay de la exhor-taci
on de dedicar tiempo regularmente a
adorar a Dios en familia? Lo estamos ha-ciendo? Si as
es, podremos cultivar la ac-
titud del salmista que dijo: C
omo amo tuley, s
! Todo el d
a ella es mi inter
es inten-
so (Sal. 119:97).17 Tambi
en disponemos de publicacio-
nes bblicas que fortalecen nuestra con-fianza en Jehov
a. A numerosos hermanos
les han ayudado muchsimo las biograf
as
de nuestras revistas. Por citar un caso, unahermana de Asia que sufre trastorno bi-polar ley
o la historia de un hermano que
haba sido misionero y que estaba luchan-
do con
exito contra la misma enfermedad.Agradecida, escribi
o: Me ayud
o a com-
prender mi problema y me infundi
o espe-ranza.
18 Adem
as, contamos con una ayudaque est
a disponible en cualquier situaci
on:
17. a) Qu
e nos ayudar
a a mantener una actitudpositiva? b) Mencione alguna biograf
a que lo haya
ayudado en su caso.
18. Por qu
e debemos aprovechar al m
aximo laoraci
on?
Cuando la vida lo golpee,aproveche las ayudas
que nos proporciona Jehov
a
10
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11/32
la oraci
on. El ap
ostol Pablo destac
o sugran valor cuando dio este consejo: No seinquieten por cosa alguna, sino que entodo, por oraci
on y ruego junto con acci
on
de gracias, dense a conocer sus peticio-nes a Dios; y la paz de Dios que supera atodo pensamiento guardar
a sus corazones
y sus facultades mentales mediante Cris-to Jes
us (Filip. 4:6, 7). Aprovechamos al
m
aximo esta ayuda para buscar fuerzascuando las cosas se ponen cuesta arriba?Alex, un joven brit
anico que lucha contra
la depresi
on desde hace mucho, explica:Hablar con Jehov
a y escuchar lo que dice
a trav es de su Palabra es para m un salva-vidas.
19 Otra ayuda que tenemos a nuestradisposici
on son las reuniones cristianas.
Un salmista escribi
o: Mi alma ha anhela-do, y tambi
en se ha consumido, en su vivo
deseo por los patios de Jehov
a (Sal. 84:2).Nos sentimos como
el? Lani, mencionada
anteriormente, cuenta c
omo vea las reu-
niones: Asistir no era opcional. Saba que
si quera que Jehov
a me ayudara, ten
a que
estar all.
20 Predicar las buenas nuevas del Reinotambi
en nos ayuda a ser valientes (1 Tim.
19. C
omo debemos ver la asistencia a las reunio-nes?
20. C
omo nos ayuda la predicaci
on?
4:16). Una hermana de Australia que hapasado por diversos problemas se
nala:
Un anciano me invit
o a predicar, y aun-que en ese momento era lo
ultimo que
quera hacer, acept e. Y debe de ser queJehov
a me estaba ayudando, porque cada
vez que sala al ministerio me sent
a muy
feliz (Prov. 16:20). Muchos cristianos hancomprobado que, cuando fortalecen la fede los dem
as, al mismo tiempo fortalecen
la de ellos. Adem
as, alejan de la mente susproblemas y se concentran en las cosasm
as importantes (Filip. 1:10, 11).21 Jehov
a nos ha proporcionado nu-
merosas ayudas para afrontar con valentalos golpes de la vida. Si las aprovechamos,reflexionamos en los relatos de los sier-vos de Dios e imitamos su ejemplo devalor, podemos estar seguros de que logra-remos enfrentarnos con
exito a los proble-
mas que se nos presenten. A medida quese acerca el fin de este sistema, es posi-ble que nos ocurran cosas negativas, pero
podemos hacer nuestras estas palabras delap ostol Pablo: Se nos derriba, pero no senos destruye. [...] Por lo tanto no nos ren-dimos (2 Cor. 4:9, 16). Mientras tengamosa Jehov
a de nuestro lado, podemos afron-
tar con valenta los golpes de la vida (l
ease
2 Corintios 4:17, 18).
21. De qu
e podemos estar seguros?
15 DE OCTUBRE DE 2012 11
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EN SUS cartas, el ap
ostol Pablo expres
o vez tras
vez su deseo de que Dios y Cristo aprobaran elesp
ritu que cada congregaci
on mostraba. Por
ejemplo, a los g
alatas les escribi
o: La bondad inme-recida de nuestro Se
nor Jesucristo est
e con el esp
ri-
tu que ustedes manifiestan, hermanos. Am
en (G
al.
6:18). A qu
e espritu se refer
a?
2 En este contexto, ese espritu es la actitud, o
modo de pensar, que nos impulsa a decir o hacer lascosas de cierta manera. Por ejemplo, una persona pue-de ser amable, considerada, cari
nosa, generosa o com-
prensiva. La Biblia alaba a quien refleja un espritu
quieto y apacible y a quien es sereno de espritu
(1 Ped. 3:4; Prov. 17:27). Por otro lado, hay quienes sonsarc
asticos, materialistas, susceptibles, individualistas
o, peor a
un, inmorales, desobedientes o rebeldes.3 Por tanto, al usar expresiones como el Se nor est e
con el espritu que manifiestas, Pablo estaba animan-
do a sus hermanos a adoptar una actitud acorde con lavoluntad de Dios y la personalidad cristiana (2 Tim.4:22; l
ease Colosenses 3:9-12). Hoy d
a, cada uno de
nosotros hace bien en preguntarse: Qu
e actitud mecaracteriza? En qu
e puedo mejorarla para que agrade
a Dios? Puedo hacer una mayor aportaci
on al buen es-p
ritu de la congregaci
on?. En un campo de girasoles,
cada flor contribuye a la fascinante belleza del conjun-to. Es usted una de las flores que contribuyen a labelleza de su congregaci
on? Sin duda, todos debemos
esforzarnos por serlo. As pues, veamos c
omo cultivar
un espritu que agrade a Dios.
1. Qu
e deseo expres
o Pablo en sus cartas?
2, 3. a) En algunos casos, a qu
e se refiri
o Pablo al usar la pala-bra esp
ritu? b) Qu
e preguntas podemos hacernos?
QUE CLASE
DE ESPIRITU
MANIFIESTA
USTED?
La bondad inmerecidadel Se
nor Jesucristo
est
e con el espritu que
ustedes manifiestan.(FILEM. 25)
SABE LA RESPUESTA?
Por qu
e es importante cuidar
la clase de espritu que
manifestamos?
Qu
e actitudes queremos evitar,
y c
omo lo lograremos?
C
omo podemos manifestar
un buen espritu en la
congregaci
on?
12
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RECHACE EL ESPIRITU DEL MUNDO
4 La Biblia indica: Nosotros recibimos,no el esp
ritu del mundo, sino el esp
ritu
que proviene de Dios (1 Cor. 2:12). Qu
ees el esp
ritu del mundo? Es el mismo
mencionado en Efesios 2:2, que habla de
quienes en un tiempo anduvieron confor-me al sistema de cosas de este mundo, con-forme al gobernante de la autoridad delaire, el esp
ritu que ahora opera en los hi-
jos de la desobediencia. Dicho aire re-presenta la actitud mental de este mun-do, un esp
ritu que, como el aire, est
a por
todas partes. Se traduce en lemas tan co-munes hoy d
a como A m
nadie me dice
lo que tengo que hacer o Lucha por tusderechos. Quienes manifiestan esta acti-tud son los hijos de la desobediencia delmundo de Satan
as.
5 Esta actitud no es nueva. En tiemposde Mois
es, Cor
e se rebel
o contra quie-
nes haban recibido autoridad en la con-
gregaci
on de Israel. Atac
o particularmen-te a Aar
on y sus hijos, quienes serv
an de
sacerdotes. Tal vez se fij
o en sus defectos o
concluy o que Mois es les haba concedidolos privilegios solo por ser parientes suyos.Lo que est
a claro es que empez
o a mirar las
cosas desde una
optica humana y critic
oa los hombres que Jehov
a hab
a nombra-
do. Tuvo el descaro de decirles: Ya bastade ustedes [...]. Por qu
e, pues, deben us-
tedes alzarse por encima de la congrega-ci
on de Jehov
a? (N
um. 16:3). De forma si-
milar, Dat
an y Abiram le presentaron estaqueja a Mois es: Procuras hacerte prncipesobre nosotros hasta el l
mite. Y cuando
el
los mand
o llamar, replicaron de malos mo-dos: No vamos a subir! (N
um. 16:12-14).
Est
a claro que a Jehov
a no le agrad
o esa
4. Qu
e es el espritu del mundo?
5. Qu
e mala actitud mostraron algunos israelitas?
actitud, pues ejecut
o a todos los rebeldes(N
um. 16:28-35).6 En el siglo primero tambi
en hubo quie-
nes criticaron y despreciaron a los hom-bres que ten
an autoridad en la congrega-
ci
on (Jud. 8). Es probable que estuvieran
descontentos con las responsabilidadesque se les hab
an confiado. Y quiz
as procu-
raran predisponer a otros cristianos con-tra los hombres nombrados, los cualesse esmeraban por cumplir las tareas queDios les hab
a encomendado (l
ease 3 Juan
9, 10).7 No hace falta decir que esa actitud est
a
fuera de lugar en la congregaci
on cristia-na. As
pues, tenemos que estar alerta. Los
ancianos de la actualidad no son perfec-tos, como tampoco lo eran los contempor
a-
neos de Mois
es o del ap
ostol Juan. Puedencometer errores que nos afecten personal-mente. Si eso ocurriera, jam
as debemos
adoptar el espritu del mundo, exigiendo
que se haga justicia o que el hermano re-ciba su merecido. Si Jehov
a decide pa-
sar por alto ciertos errores de relativamen-te poca importancia, no podemos hacerlo mismo nosotros? Algunos cristianos quehan cometido un pecado grave se han ne-gado a comparecer ante el comit
e designa-
do para ayudarles. Por qu
e raz
on? Porquese han concentrado en los supuestos de-fectos de los ancianos del comit
e. Pero eso
es como negarse a aceptar un tratamientom
edico solo porque no nos agrada algo del
doctor.8
Para evitar ese esp
ritu, recordemosque la Biblia dice que, en su mano
6. Qu
e mala actitud demostraron algunos cristia-nos en el siglo primero, y cu
al pudo ser el motivo?
7. Ante qu
e actitud tenemos que estar alerta en lacongregaci
on?
8. Qu
e versculos nos ayudan a seguir mostran-
do el debido respeto por los superintendentes de lacongregaci
on?
15 DE OCTUBRE DE 2012 13
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derecha, Jes
us tiene siete estrellas. Estasrepresentan a los superintendentes ungi-dos y, por extensi
on, a todos los superin-
tendentes de las congregaciones.El pue-
de dirigir como considere apropiado a lasestrellas que tiene en la mano (Rev. 1:16, 20). Por consiguiente, en su papel deCabeza de la congregaci
on cristiana, ejer-
ce pleno control sobre los cuerpos de an-cianos. La Biblia indica que sus ojos [son]
como una llama de fuego, es decir, est aal tanto de todo; por tanto, si es precisocorregir a alg
un anciano,
el se encargar
a
de que se haga cuando y como lo estimeoportuno (Rev. 1:14). Mientras tanto, se-guimos mostrando el debido respeto a loshombres que han sido nombrados por es-p
ritu santo, pues Pablo escribi
o: Sean
obedientes a los que llevan la delantera en-tre ustedes, y sean sumisos, porque ellosest
an velando por las almas de ustedes
como los que han de rendir cuenta; paraque ellos lo hagan con gozo y no con sus-piros, por cuanto esto les ser
a gravemente
da
noso a ustedes (Heb. 13:17).9 La actitud de un cristiano tambi
en
puede verse sometida a prueba cuando sele corrige o se le retiran sus privilegios de
servicio. En una congregaci on, los ancia-nos hablaron con un hermano joven sobresu costumbre de jugar con videojuegos vio-lentos. Por desgracia, no escuch
o sus con-
sejos y tuvo que ser dado de baja como
9. a) A qu
e prueba puede verse sometido un cris-tiano cuando se le corrige o disciplina? b) C
omo
debemos ver la censura?
Si reflexionamos en la funci
oque desempe
na Jes
us
c
omo reaccionaremos cuandlos ancianos nos corrijan
14
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siervo ministerial porque ya no satisfaca
los requisitos bblicos (Sal. 11:5; 1 Tim. 3:8-
10). Despu
es de eso comenz
o a manifestaren p
ublico su desacuerdo, envi
o a la sucur-
sal numerosas cartas de queja y hasta ani-m
o a otros miembros de la congregaci
on
a hacer lo mismo. De veras vale la penaponer en peligro la paz de toda la congre-gaci
on solo para tratar de justificar nues-
tros actos? Es mucho mejor ver la censu-ra como un medio para descubrir defectospropios que tal vez no ve
amos y entonces
aceptar la correcci
on sin quejarnos (l
easeLamentaciones 3:28, 29).
10 Santiago 3:16-18 nos ayuda a ver cu
ales la actitud adecuada en la congregaci
on
y cu al no lo es: Donde hay celos y espritude contradicci
on, all
hay desorden y toda
cosa vil. Pero la sabidura de arriba es pri-
meramente casta, luego pacfica, razona-
ble, lista para obedecer, llena de misericor-dia y buenos frutos, sin hacer distincionespor parcialidad, sin ser hip
ocrita. Adem
as,
en cuanto al fruto de la justicia, su semillase siembra en condiciones pac
ficas para
los que est
an haciendo la paz. Si mani-festamos la sabidura de arriba, nuestrascualidades cristianas contribuir
an a que
reine la armona entre los hermanos.
MUESTRE UNA ACTITUD RESPETUOSA
EN LA CONGREGACION
11 No debemos olvidar que es Jehov
aquien les ha asignado a los ancianos lalabor de pastorear la congregaci
on
(Hech. 20:28; 1 Ped. 5:2). Por tanto, lo m
assabio es respetar la voluntad divina, seaque tengamos ese privilegio o no. Si culti-
10. a) C
omo nos ense
na Santiago 3:16-18 cu
al esla actitud adecuada y cu
al no lo es? b) C
omo nos
beneficia manifestar la sabidura de arriba?
11. a) Qu
e trampa evitaremos si cultivamos la ac-titud adecuada? b) Qu
e nos ense
na el ejemplo de
David?
vamos la actitud adecuada, evitaremos latrampa de dar demasiada importancia atener una posici
on de autoridad. Cuando
el rey Sa
ul crey
o que David le iba a quitarel trono, empez
o a mirarlo de continuo
con sospecha (1 Sam.18:9). De hecho, su
mala actitud lo llev
o al punto de quererasesinarlo. Qu
e hay de nosotros? En vez
de ser como Sa
ul y preocuparnos en exce-so por un puesto, ser
a mucho mejor pa-
recernos al joven David. A pesar de todaslas injusticias que padeci
o, siempre respe-
t
o la autoridad que Dios haba establecido
(l
ease 1 Samuel 26:23).12 Las diferencias de opini
on pueden
provocar desavenencias entre los miem-bros de la congregaci on, incluso entre lossuperintendentes. A este respecto pue-den ayudarnos los siguientes consejos b
-
blicos: En cuanto a mostrarse honra unosa otros, lleven la delantera, y No se ha-gan discretos a sus propios ojos (Rom.12:10, 16). En vez de insistir en que lleva-mos la raz
on, debemos admitir que casi
siempre hay m
as de una forma v
alida de
ver las cosas. Si tratamos de comprenderlos puntos de vista de los dem as, contri-buiremos a la unidad de la congregaci
on
(Filip. 4:5).13 Quiere esto decir que estar
a mal
ofrecer alg
un comentario si nos pareceque hace falta cambiar algo en la congre-gaci
on? No necesariamente. En el siglo
primero, cuando surgi
o cierta cuesti
onmuy pol
emica, los hermanos se encarga-
ron de que Pablo y Bernab e y algunosotros de ellos subieran a donde los ap
osto-
les y ancianos en Jerusal
en respecto a estadisputa (Hech. 15:2). Seguro que todos
12. C
omo podemos contribuir a la unidad de lacongregaci
on?
13. C
omo debemos considerar nuestras opinio-nes, y qu
e ejemplo b
blico lo ilustra?
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tenan su opini
on sobre el problema y su
posible soluci
on. Cada uno expres
oloquepensaba, y se tom
o una decisi
on guiada
por el espritu santo. A partir de ese mo-
mento, ninguno sigui
o insistiendo en suopini
on personal. Y cuando la carta que
anunciaba la resoluci
on lleg
o a las congre-gaciones, todos se regocijaron por el es-tmulo y continuaron haci
endose firmes
en la fe (Hech. 15:31; 16:4, 5). Hoy ocurreigual: una vez que presentamos un asun-to a los hermanos responsables, debemosdejarlo en sus manos confiando en que loatender
an con esmero.
MANIFIESTE UN BUEN ESPIRITU
EN SUS RELACIONES PERSONALES14 En el plano personal tambi
en se nos
presentan numerosas oportunidades demanifestar un buen esp
ritu. Por ejem-
plo, cuando alguien nos ha ofendido,podemos fomentar la paz con el pr
o-
jimo siendo comprensivos. La Palabra deDios aconseja: Contin
uen soport
ando-
se unos a otros y perdon
andose liberal-mente unos a otros si alguno tiene cau-
sa de queja contra otro. Como Jehov a losperdon
o liberalmente a ustedes, as
tam-
bi
en h
aganlo ustedes (Col. 3:13). La fra-se si alguno tiene causa de queja indi-ca que puede haber razones justificadaspara enojarnos con los dem
as. Pero en lu-
gar de obsesionarnos con sus defectos yperturbar la paz de la congregaci
on, pro-
curamos imitar a Jehov
a y perdonarlos,para as
continuar sirvi
endole juntos.
15 El ejemplo de Job nos recuerda laimportancia de perdonar. En lugar deconsolarle, sus tres supuestos amigos le
14. C
omo podemos manifestar un buen espritu
en el plano personal?
15. a) Qu
e aprendemos de Job sobre la importan-cia de perdonar? b) C
omo nos ayuda la oraci
on a
cultivar una buena actitud?
ofendieron con comentarios muy descon-siderados. A pesar de todo, or
o a favor
de sus compa
neros y los perdon
o (Job16:2; 42:10). En efecto, orar por los de-m
as puede cambiar nuestra actitud ha-
cia ellos. Si pedimos por todos nuestros
hermanos en la fe, cultivaremos un es-p
ritu cristiano (Juan 13:34, 35). Adem
as,
debemos pedir espritu santo (Luc. 11:13).
La fuerza activa de Dios nos ayudar
a amanifestar las verdaderas cualidades cris-tianas al tratar con el pr
ojimo (l
ease G
ala-
tas 5:22, 23).
FOMENTE UN BUEN ESPIRITU
EN LA ORGANIZACION DE DIOS
16 Como ya hemos visto, cuando cadamiembro de la congregaci
on se propone
cultivar un buen espritu, toda la congre-
gaci
on se beneficia. Es posible que, des-pu
es de haber analizado este art
cu-
lo, veamos que podemos mejorar nuestraactitud personal. Si ese es su caso, exam
-
nese a la luz de la Palabra de Dios (Heb.4:12). Pablo, quien se esforzaba por darun buen ejemplo a las congregaciones,afirm o: No tengo conciencia de nadacontra m
mismo. Sin embargo, no por
esto quedo probado justo, sino que el queme examina es Jehov
a (1 Cor. 4:4).
17 Si nos esforzamos por guiarnos por lasabidur
a de arriba y no tomamos dema-
siado en serio nuestras opiniones o nues-tra posici
on, contribuiremos a que reine
un buen espritu en la congregaci
on. Y si
perdonamos a nuestros hermanos y losmiramos con buenos ojos, estaremos enpaz y armon
a con ellos (Filip. 4:8). Enton-
ces, Jehov
a y Jes
us se pondr
an muy con-tentos al ver el esp
ritu que manifestamos
(Filem. 25).
16, 17. Qu
e clase de espritu quiere usted mani-
festar?
16
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15 DE OCTUBRE DE 2012 17
EN FEBRERO de ese a
no, 122 precursores haban
llegado a South Lansing (Nueva York) para asistira la clase 17 de la Escuela de Galaad. Entre losfuturos misioneros estaban Lowell Turner y Wil-liam (Bill) Kasten (ambos de Michigan), RichardKelsey (de Iowa) y Ramon Templeton (de Califor-nia). Los cuatro no tardaron en hacerse buenosamigos.
Unos cinco meses despu
es se dio un anun-cio que cre
o mucha expectaci
on: el hermano
Nathan Knorr vendra de la sede mundial para
hablar a los estudiantes! Los cuatro hermanoshab
an expresado su deseo de servir juntos en el
mismo pas, si era posible. Estar
an a punto de
conocer sus destinos como misioneros en el ex-tranjero?
La intriga creci
o cuando el hermano Knorr,que se dirig
a a toda la clase, empez
o a decir-
les a los estudiantes d
onde haban sido asigna-
dos. Los primeros en ser llamados a la plataformafueron aquellos cuatro j
ovenes. Subieron nervio-
sos, aunque contentos porque al fin saban que
no iban a separarse. Pero ad
onde iran? Cuan
do se anunci
o, sus compa
neros aplaudieron sorprendidos al saber que servir
an en Alemania.
Los testigos de Jehov
a de todo el mundo estaban admirados por la fidelidad que sus hermanos mostraron en Alemania a partir de 1933 bajel r
egimen de Hitler. Muchos estudiantes recor
daban haber enviado ropa y ayuda humanitaripara sus hermanos europeos al acabar la segunda guerra mundial. Los siervos de Dios de aquepa
s eran ejemplos de fe, determinaci
on, valor
confianza en Jehov
a inquebrantables. Lowell recuerda que pens
o: Vamos a conocer a esos que
ridos hermanos en persona!. No es de extra
naque aquella noche estuvieran tan emocionados quisieran llamar a su familia y amigos.
RUMBO A ALEMANIA
El 27 de julio de 1951, el vapor Homeland zarpde un muelle del East River (Nueva York) en untraves
a de once d
as que llevar
a a los cuatro am
gos a su destino. El hermano Albert Schroede
Sesenta a
nos comoamigos... y solo esel principio
Una noche a mediados de 1951, cuatro veintea-neros hicieron varias llamadas de larga distancia
a Michigan, Iowa y California desde unas cabinas
telef
onicas de Ithaca (Nueva York). Tenan bue-
nas noticias!
De izquierda a derecha: Richard, Lowell, Ramon
y Bill se hicieron amigos en Galaad
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profesor de Galaad y posteriormente miembrodel Cuerpo Gobernante les haba ense nado al-gunas frases en alem
an. Como en el barco hab
a
algunos pasajeros alemanes, pensaron que po-dr
an aprender algunas m
as. Sin embargo, al pa-
recer hablaban diferentes dialectos del idioma.Qu
e confuso!
Tras un viaje no exento de n
auseas y mareos,los hermanos por fin pisaron tierra firme enHamburgo la ma
nana del martes 7 de agosto. Las
cicatrices de la guerra, que hab
a terminado soloseis a nos antes, estaban por todas partes. Abati-dos por lo que vieron, tomaron un tren nocturnohacia Wiesbaden, donde entonces estaba la su-cursal.
El mi
ercoles por la ma
nana temprano cono-cieron por primera vez a un Testigo en Alema-nia. Este hermano, cuyo nombre muy t
pico, por
cierto era Hans, los llev
o de la estaci
on a Betel.
All los dej
o con una hermana de edad avanza
da y de car
acter decidido que no hablaba ni unapalabra de ingl
es. Por lo visto, pensaba que uno
puede hacerse entender en cualquier idioma simplemente hablando m
as alto. No obstante, cuan
to m
as gritaba ella, mayor era la frustraci
on de to
dos. Finalmente apareci o Erich Frost, el siervo desucursal, y los salud
o afectuosamente en ingl
es
La cosa iba mejorando!
A finales de agosto, los cuatro asistieronen Francfort del Main a su primera asambleaen alem
an, titulada Adoraci
on Limpia. Con
47.432 asistentes y 2.373 bautizados, aquellaasamblea aviv
o el celo de estos misioneros. Que
ganastenan de predicar! Pero unos d
as despu
es
el hermano Knorr les inform
o que no serviran en
el campo, sino en Betel.
Tiempo antes, Ramon haba dejado pasar una
oportunidad de trabajar en el Betel de EstadoUnidos porque quer
a ser misionero. Por su par
te, Richard y Bill nunca haban pensado en ser
vir en Betel. Pero el gozo que luego sintieron alllos convenci
o de que Dios siempre sabe lo que
m
as nos conviene. Sin duda, es mucho m
as sabio
El gozo que sintieronlos convenci
o de que
Dios siempre sabe loque m as nos conviene
Arriba: Ramon dando clases en la Escuela del Ministerio
del Reino; derecha: Richard haciendo placas para
imprimir direcciones en el Betel de Wiesbaden
18 15 DE OCTUBRE DE 2012
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confiar en Jehov
a que dejarse llevar por los de-seos personales. Comprender este hecho es la cla-ve para ser felices sin importar d
onde sirvamos a
Jehov
a o qu
e responsabilidades se nos asignen.
VERBOTEN!
Muchos miembros de la familia Betel estabanmuy contentos de contar con varios estadouni-denses con los que practicar ingl
es. No obstan-
te, algo frustr
o de s
ubito sus intenciones. Cier-to d
a, mientras todos estaban en el comedor, el
hermano Frost comenz
o a hablar en alem
an consu caracter
stica energ
a de algo que parec
a bas-
tante serio. Todo el mundo estaba callado y conlos ojos pegados al plato. Los cuatro americanosno sab
an qu
e ocurr
a, pero poco a poco empeza-
ron a darse cuenta de que ten
a que ver con ellos.Y se sintieron muy inc omodos cuando el herma-no Frost dijo alzando la voz: VERBOTEN!(es de-cir, prohibido!). Luego lo repiti
o a
un m
as alto
para enfatizarlo. Qu
e haban hecho para provo-
car semejante tensi
on?
En cuanto termin
o la comida, todos salierondisparados a sus habitaciones. M
as tarde, un her-
mano les explic
o: Para que ustedes puedan ayu-darnos, es necesario que sepan alem
an. Por eso,
el hermano Frost nos dijo que, hasta que lo aprendan, hablar con ustedes en ingl
es est
a VERBO
TEN.
La familia Betel fue muy obediente, lo cuano solo ayud
o a los nuevos a aprender alem
an
sino que tambi
en les ense
n
o una lecci
on: cuand
un hermano amoroso te da un consejo, aunqual principio te cueste aceptarlo, suele ser por tbien. Al hermano Frost lo impulsaban el inter
e
por la organizaci
on de Jehov
a y el amor por suhermanos.1 No es extra
no que los cuatro term
naran queri
endolo muchsimo.
APRENDEN DE SUS AMIGOS
El buen ejemplo de los amigos leales a Diopuede ayudarnos a fortalecer nuestra propiamistad con Jehov
a. Por ejemplo, nuestros pro
tagonistas aprendieron mucho de los fieles hermanos alemanes demasiados para mencionarlos por nombre, pero tambi
en unos de otros
Richard relata: Lowell se manejaba m
as o menobien con el alem
an, pero los dem
as nos defend
a
mos a duras penas. Como adem
as era el mayor dlos cuatro, siempre le pregunt
abamos nuestra
1 La apasionante biografa del hermano Frost se public
o e
La Atalaya del 15 de julio de 1961, p
aginas 437 a 443.
Arriba: Erich Frost (derecha) y otros hermanos
durante una visita de Nathan Knorr (izquierda);
derecha: de vacaciones en Suiza en 1952
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dudas ling
usticas y le ped
amos que llevara la
iniciativa. Ramon recuerda: Un hermano nosofreci o quedarnos en su casa de campo en Sui-za. Ser
an nuestras primeras vacaciones despu
es
de un a
no en Alemania. Qu
e alegra! Dos sema-
nas sin tener que pelearnos con el idioma! Perono cont
abamos con la determinaci
on de Lowell,
quien insisti
o en que todas las ma
nanas ley
era-mos y analiz
aramos el texto diario en alem
an.
Muy a mi pesar, no dio su brazo a torcer. Peroaprendimos la importancia de hacer caso a quienbusca lo mejor para ti, aunque a veces no est
es de
acuerdo. A lo largo de los a nos, este principio nosha beneficiado mucho y nos ha hecho m
as f
acil
someternos a las instrucciones teocr
aticas.
Los cuatro amigos tambi
en aprendieron a valo-rar los puntos fuertes de cada uno, consideran-do con humildad mental que los dem
as son su-
periores, como dice Filipenses 2:3. Por ejemplo,Lowell, Richard y Ramon concordaban en quehab
a asuntos que Bill sab
a manejar mejor que
ellos. Lowell cuenta: Si surg
a un problema deli-cado y est abamos de acuerdo en que haba quetomar ciertas medidas dr
asticas o desagradables,
recurramos a Bill. A diferencia de nosotros,
el
siempre tena el valor y la capacidad para hacerlo.
FELIZMENTE CASADOS
Uno tras otro, los cuatro decidieron casarse.Como su amistad estaba cimentada en el amor
por Jehov
a y por el ministerio de tiempo completo, se propusieron fijarse solo en hermanadispuestas a darle a Jehov a la m axima prioridad. El servicio de tiempo completo les hab
a en
se
nado que quien da es m
as feliz que quien recibe y que se deben anteponer los intereses deReino a las preferencias personales. As
pues, se
casaron con hermanas que ya servan a tiempo
completo, y sus matrimonios fueron s
olidos y felices.
Para que una amistad o un matrimonio searealmente fuerte, Jehov
a debe formar parte de la
relaci on (Ecl. 4:12). Aunque Bill y Ramon enviudaron, ambos disfrutaron de la alegr
a y el apo
yo de sus fieles esposas. Lowell y Richard siguenfelizmente casados, y Bill, que volvi
o a casarse
tom
o la sabia decisi
on de elegir a una mujer conla que podr
a seguir en el servicio de tiempo com
pleto.
Con los a
nos, sus responsabilidades los llevaron a separarse y vivir en pa
ses distintos, prin
cipalmente Alemania, Austria, Luxemburgo, Canad a y Estados Unidos. Aunque la distancia leimpidi
o pasar juntos tanto tiempo como les hu
biera gustado, siempre mantuvieron el contactoy compartieron las alegr
as y las tristezas (Rom
12:15). Amigos as son valiosos regalos de Jeho
v
a que nunca deben darse por sentados (Prov17:17). Los amigos de verdad no se encuentran f
a
cilmente, pero los testigos de Jehov
a contamo
De izquierda a derecha: Richard, Bill, Lowell
y Ramon juntos en Selters para la dedicaci
on
de los edificios de la nueva sucursal en 1984
20 15 DE OCTUBRE DE 2012
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21/32
con la amistad de nuestros hermanos de todo elmundo y, en especial, con la de Jehov
a y Jesu-
cristo.
Como es natural, no todo ha sido un camino derosas para estos cuatro amigos. Han tenido que li-diar con desaf
os como la p
erdida de un c
onyu-
ge, una enfermedad grave, el cuidado de padresenvejecidos, la crianza de hijos mientras serv
an
a tiempo completo, la incertidumbre ante nuevasresponsabilidades teocr
aticas y los achaques de
la edad. Pero la experiencia les ha ense
nado quelos buenos amigos se encuentren cerca o lejossiempre est
an con quienes aman a Jehov
a para
ayudarlos a afrontar los sinsabores.
AMIGOS PARA SIEMPRE
Lowell, Ramon, Bill y Richard hicieron muybien en dedicar sus vidas a Jehov
a con 18,12, 11 y
10 a
nos y emprender el servicio de tiempo com-pleto entre los 17 y los 21. Siguieron el consejo deEclesiast
es 12:1: Acu
erdate, ahora, de tu Magn
-
fico Creador en los das de tu mocedad.
Si eres un joven var
on cristiano, Jehov
a te ani-ma a servirle a tiempo completo. Te es posibleaceptar su invitaci
on? En tal caso, por su bondad
inmerecida quiz
a puedas disfrutar como estos
cuatro amigos de las alegras de ser superinten-dente de circuito, de distrito o de zona; de serviren Betel, incluso en un Comit
e de Sucursal; de ser
profesor de la Escuela del Ministerio del Reino ola del Servicio de Precursor, o de pronunciar dis-cursos en asambleas. Estos cuatro hermanos sesent
an muy felices de saber que su trabajo bene-
ficiaba a miles y miles de cristianos. Y todo fueposible simplemente porque de j
ovenes acepta-
ron la invitaci
on divina de servir a Jehov
a de todo
coraz on (Col. 3:23).En la actualidad, Lowell, Richard y Ramon sir-
ven juntos de nuevo en la sucursal de Alemania,
que ahora est
a en Selters. Por desgracia, Bill falleci
o en 2010, siendo precursor especial en Esta
dos Unidos. La muerte le ha asestado un durgolpe a esta amistad de casi sesenta a
nos. Per
nuestro Dios, Jehov
a, no olvidar
a a sus amigonunca. Bajo el Reino de Dios, sus siervos reanu
dar
an todas las amistades que la muerte ha truncado temporalmente.
Poco antes de morir, Bill escribi
o: En estos sesenta a
nos no recuerdo ni un solo momento qu
empa
ne nuestra amistad. Nuestra relaci
on siempre ha sido algo muy especial para m
. A lo qu
los tres amigos, con la vista fija en el nuevo mundo, inmediatamente a
naden: Y esto solo es e
principio.
En estos sesenta a
nosno recuerdo ni un solomomento que empa
ne
nuestra amistad
De izquierda a derecha: Ramon, Richard y Lowell
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JEHOVA es el Dios de la verdad (Sal. 31:5). Como
los hombres son pecadores, no siempre son dig-nos de confianza; en cambio, es imposible que
Dios mienta (Heb. 6:18; l
ease N
umeros 23:19).
Lo que se propone para el bien de la humanidadsiempre se cumple. Por ejemplo, todo lo que dijo que
har
a al principio de cada per
odo creativo lleg
oaseras, de modo que al final del sexto da vio Dios todolo que hab
a hecho y, mire!, era muy bueno (G
en. 1:
6, 7, 30, 31).2 Tras contemplar sus creaciones, Jehov
a anunci
o
el comienzo de un s
eptimo da. No se refer
a a un d
a
literal de veinticuatro horas, sino a un largo perodo
de descanso durante el cual no ha creado m
as cosasen la Tierra (G
en. 2:2). Y ese d
a a
un no ha termina-
do (Heb. 4:9, 10). La Biblia no revela cu
ando comen-
z o exactamente, pero fue algun tiempo despu es de lacreaci
on de Eva, la esposa de Ad
an, hace unos seis
mil a
nos. Ante nosotros se extiende el Reinado deMil A
nos de Jesucristo, el cual se encargar
a de cum-
plir el prop
osito de Dios al crear la Tierra: que fueraun para
so donde los seres humanos vivieran para
siempre siendo perfectos (G
en. 1:27, 28; Rev. 20:6).Podemos estar seguros de que disfrutaremos de esefuturo tan feliz? Claro que s
, pues Dios procedi
o
a bendecir el da s
eptimo y a hacerlo sagrado. Eso
fue una garanta de que, sin importar los imprevis-tos que pudieran surgir, el prop
osito de Dios se cum-
plira sin falta al finalizar su d
a de descanso (G
en.
2:3).
1. En qu
e se diferencian las promesas divinas de las que hacenlos hombres?
2. Qu
e es el da de descanso de Dios, y por qu
e lo declar
o sa-
grado?
OBEDEZCA A DIOSY VER
A CUMPLIDAS
SUS PROMESAS
Puesto que [Dios]no pod
a jurar por
nadie mayor, jur
o por
s mismo. (HEB. 6:13)
SABE LA RESPUESTA?
Por qu
e estamos seguros de
que las promesas de Dios se
cumplir
an sin falta?
Qu
e promesa hizo Dios
despu
es de que Ad
an
y Eva pecaron?
C
omo nos beneficia el
juramento que Dios le
hizo a Abrah
an?
22
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3 Tras iniciarse ese da de descanso, so-
brevino el desastre. Satan
as, quien era unangel de Dios, se alz
o como un dios ri-
val cuando le dijo a Eva la primera menti-ra y la indujo a desobedecer a su Creador(1 Tim. 2:14). A su vez, ella consigui
o que
su esposo se le uniera en su mal proceder(G
en. 3:1-6). Incluso en ese triste momen-
to de la historia universal en que se pusoen duda su veracidad, Jehov
a no vio ne-
cesario confirmar con un juramento quesu prop
osito se har
a realidad a pesar de
todo. M
as bien, con palabras que se en-tender
an cuando
el lo estimara oportu-
no, simplemente declar
o c
omo se aplasta-ra la rebeli
on. Le dijo a Satan
as: Pondr
e
enemistad entre ti y la mujer, y entre tudescendencia y la descendencia de ella.El [la Descendencia prometida] te magu-llar
a en la cabeza y t
u le magullar
as en el
tal
on (G
en. 3:15; Rev. 12:9).
EL JURAMENTO,
UN VALIOSO RECURSO LEGAL
4 En esa primera etapa de la historiahumana, probablemente nunca hizo fal-
ta certificar algo con un juramento. Lascriaturas perfectas que aman a Dios ylo imitan no necesitan jurar, pues siem-pre dicen la verdad y conf
an por comple-
to unas en otras. Pero todo cambi
o cuan-do el ser humano cay
o en el pecado y
la imperfecci
on. Con el tiempo, la menti-ra y el enga
no se hicieron comunes entre
los hombres, as que vieron necesario ha-
cer juramentos para garantizar la veraci-
dad de asuntos importantes.5 Abrah
an emple
o ese recurso legal al
menos en tres ocasiones (G
en. 21:22-24;24:2-4, 9). Una de ellas fue despu
es de
3. a) Qu
e rebeli
on se produjo tras iniciarse eld
a de descanso de Dios? b) C
omo expres
o Jehov
a
su voluntad de aplastar la rebeli
on?
4, 5. Qu
e recurso legal emple
o a veces Abrah
an?
derrotar al rey de Elam y sus aliados.Cuenta la Biblia que, mientras regresabade la batalla, el rey de Salem y el de Sodo-ma salieron a su encuentro. El primero,llamado Melquisedec, era adem
as sacer-
dote del Dios Altsimo, y como tal ben-
dijo a Abrah
an y alab
o a Dios por haberconcedido al patriarca la victoria sobresus enemigos (G
en. 14:17-20). Entonces,
cuando el rey de Sodoma quiso recom-pensarle por rescatar a su pueblo de losej
ercitos invasores, Abrah
an le contest
o:
De veras alzo la mano en juramento aJehov
a el Dios Alt
simo, Productor de cie-
lo y tierra, y juro que, desde un hilo has-ta una correa de sandalia, no, no tomar
e
nada de lo que es tuyo, para que no digas:Yo fui quien enriqueci
o a Abr
an (G
en.
14:21-23).
EL JURAMENTO QUE JEHOVA
LE HIZO A ABRAHAN
6 Para ayudarnos a confiar en sus pro-mesas, Jehov
a tambi
en hizo juramentos
que comenzaban con expresiones comoesta: Tan ciertamente como que yo estoy
vivo es la expresi
on del Se
nor SoberanoJehov
a (Ezeq. 17:16). En la Biblia se re-
gistran m
as de cuarenta juramentos deJehov
a, y puede que el m
as conocido sea
el que le hizo a Abrah
an. A lo largo de mu-chos a
nos le hab
a hecho varias promesas
que, en conjunto, revelaban que la Des-cendencia prometida vendr
a de su linaje,
a trav
es de su hijo Isaac (G
en. 12:1-3, 7;13:14-17; 15:5, 18; 21:12). Entonces Jeho-
v a lo someti o a una difcil prueba, pues lemand
o que le sacrificara a su amado hijo.
Abrah
an se dispuso a obedecer sin de-mora, y cuando estaba a punto de matar-lo, un
angel lo detuvo. Entonces Dios le
6. a) Qu
e magnfico ejemplo nos dio Abrah
an?
b) C
omo nos beneficiar
a la obediencia deAbrah
an?
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hizo este juramento: Por m mismo de ve-
ras juro [...] que por motivo de que hashecho esta cosa y no has retenido a tuhijo, tu
unico, yo de seguro te bendecir
e
y de seguro multiplicar
e tu descendenciacomo las estrellas de los cielos y como los
granos de arena que hay en la orilla delmar; y tu descendencia tomar a posesi onde la puerta de sus enemigos. Y median-te tu descendencia ciertamente se bende-cir
an todas las naciones de la tierra debi-
do a que has escuchado mi voz (G
en. 22:1-3, 9-12, 15-18).
7 Con qu
e prop
osito le jur
o Dios aAbrah
an que sus promesas se cumpli-
ran? Con el de animar y fortalecerles la fe
a las personas que compondran la parte
secundaria de la descendencia prometi-da, quienes ser
an herederos con Cristo
(l
ease Hebreos 6:13-18; G
al. 3:29). Comoexplic
oelap
ostol Pablo, Jehov
a intervino
con un juramento, a fin de que, mediantedos cosas inmutables [su promesa y su ju-ramento] en las cuales es imposible queDios mienta, tengamos [...] fuerte est
mu-
lo para asirnos de la esperanza puesta de-
lante de nosotros.8 Los cristianos ungidos no son los
uni-
cos que se benefician de ese juramento.Jehov
a jur
o que mediante la descenden-
cia de Abrah
an se bendeciran perso-
nas de todas las naciones de la tierra(G
en. 22:18). Entre ellas se encuentran las
obedientes otras ovejas de Cristo, quie-nes abrigan la esperanza de vivir parasiempre en una Tierra hecha un para
so
(Juan 10:16). Sea que tengamos la espe-ranza de vivir en el cielo o en la Tierra, de-bemos asirnos, o aferrarnos, a ellaobedeciendo a Dios en todo aspecto denuestra vida (l
ease Hebreos 6:11, 12).
7, 8. a) Con qu
e prop
osito le hizo Dios un ju-ramento a Abrah
an? b) C
omo se beneficiar
an del
juramento de Dios las otras ovejas?
JURAMENTOS DIVINOS RELACIONADOS
CON LAS PROMESAS A ABRAHAN
9 Siglos m
as tarde, Jehov
a volvi
o a ju-rar que cumplir
a las promesas que ya he-
mos mencionado cuando envi
oaMois
es ahablar con los descendientes de Abrah
an,
quienes por ese entonces eran esclavos delos egipcios (
Ex. 6:6-8). Dios dijo con refe-
rencia a aquella ocasi on: El da en queescog
a Israel [...] alc
e la mano en ju-
ramento a ellos para sacarlos de la tierrade Egipto a una tierra que yo hab
a es-
piado para ellos, una que manaba leche ymiel (Ezeq. 20:5, 6).
9. Qu
e jur
o Dios cuando los descendientes deAbrah
an eran esclavos de los egipcios?
Dentro de poco, Abrah
anver
a cumplirse las promesas de Jehov
a
24
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10 Tras liberar a los israelitas del yugode Egipto, Jehov
a les hizo este otro ju-
ramento: Si ustedes obedecen estricta-mente mi voz y verdaderamente guardanmi pacto, entonces ciertamente llegar
an a
ser mi propiedad especial de entre todos
los dem
as pueblos, porque toda la tierrame pertenece a m
. Y ustedes mismos lle-
gar
an a ser para m un reino de sacerdo-
tes y una naci
on santa (Ex. 19:5, 6). Qu
e
gran privilegio! Si eran obedientes, mu-chos miembros de esa naci
on podr
an te-
ner la esperanza de que Dios los utilizaracomo un reino de sacerdotes para bende-cir al resto de la humanidad. Posterior-mente, explic
andoles lo que hab
a hecho
por ellos en aquella ocasi on, Jehov a lesdijo: Proced
a [...] hacerte una declara-
ci
on jurada y a entrar en un pacto contigo(Ezeq. 16:8).
11 Jehov
a no oblig
o a los israelitas a ju-rar que le obedecer
an, ni tampoco a en-
trar en esa privilegiada relaci
on con
el.Fue por su libre voluntad que dijeron:Todo lo que Jehov
a ha hablado estamos
dispuestos a hacerlo (Ex. 19:8). Tres d
as
despu es, Jehov a les dijo lo que tenanque hacer como naci
on escogida. Prime-
ro oyeron los Diez Mandamientos, y lue-go Mois
es les transmiti
o otros mandatos
(Ex. 20:2223:33). Qu
e hicieron? Todo el
pueblo respondi
o con una sola voz y dijo:Todas las palabras que ha hablado Jehov
a
estamos dispuestos a ponerlas por obra.(
Ex. 24:3.) M
as tarde, Mois
es escribi
o las
leyes en el libro del pacto y las ley
o envoz alta para que toda la naci on pudierao
rlas de nuevo. Al instante, el pueblo pro-
meti
o por tercera vez: Todo lo que Jeho-
10. Qu
e promesa le hizo Dios a Israel tras liberar-los del yugo de Egipto?
11. Qu
e hicieron los israelitas cuando Dios los in-vit
o a entrar en un pacto con
el como su naci
on
escogida?
v
a ha hablado estamos dispuestos a hacer-lo, y a ser obedientes (
Ex. 24:4, 7, 8).
12 Jehov
a empez
o a cumplir de inme-diato su parte del pacto de la Ley. Dequ
e manera? Estableciendo una tienda
para su adoraci
on y un sacerdocio. De ese
modo, los seres humanos pecadores po-dr
an acercarse a
el. Por su parte, los is-
raelitas olvidaron enseguida su dedica-ci
on a Dios. Con su actitud, causaban
dolor aun al Santo de Israel (Sal. 78:41).Por ejemplo, mientras Mois
es estaba re-
cibiendo m
as instrucciones en el monteSina
, ellos pensaron que los hab
a aban-
donado, as que se impacientaron y co-
menzaron a perder su fe en Dios. Como
resultado, fabricaron un becerro de oro yproclamaron: Este es tu Dios, oh Israel,que te hizo subir de la tierra de Egipto(
Ex. 32:1, 4). Entonces se pusieron a ce-
lebrar lo que denominaron una fiesta aJehov
a, inclin
andose y haciendo sacrifi-
cios ante la imagen. Al ver aquello, Jehov
ale dijo a Mois
es: Se han desviado apresu-
radamente del camino en que les he man-dado ir (
Ex. 32:5, 6, 8). Por desgracia, de
ah en adelante Israel adopt o la mala cos-tumbre de hacer votos para luego romper-los (N
um. 30:2).
DOS JURAMENTOS MAS
13 Durante el reinado de David, Jehov
ahizo otros dos juramentos para bendecir atodos sus siervos obedientes. En primerlugar le jur
o a David que su trono durar
a
para siempre (Sal. 89:35, 36; 132:11, 12).
Esto signific o que la Descendencia pro-metida provendr
a de su linaje, y por eso
se la llamara Hijo de David (Mat. 1:1;
21:9). De hecho, aquel rey se refiri
o con
12. Qu
e hicieron Jehov
a y su pueblo escogido conel pacto que hab
an celebrado?
13. Qu
e juramento le hizo Dios al rey David, yqu
e relaci
on tiene con la Descendencia prometida?
15 DE OCTUBRE DE 2012 25
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humildad a su futuro descendiente comosu Se
nor, reconociendo que el Cristo
ocupara un puesto superior al suyo (Mat.
22:42-44).14 En segundo lugar, Jehov
a inspir
o a
David para que predijera que ese singu-
lar Rey tambi
en sera el Sumo Sacerdo-
te de la humanidad. En Israel, los reyes ylos sacerdotes eran figuras totalmente se-paradas. Los sacerdotes proven
an de la
tribu de Lev, y los reyes, de la de Jud
a.
Pero en cuanto a su ilustre heredero, Da-vid profetiz
o: La expresi
on de Jehov
a a
mi Se
nor es: Si
entate a mi diestra has-ta que coloque a tus enemigos como ban-quillo para tus pies. Jehov
a ha jurado (y
no sentir a pesar): Tu eres sacerdote hastatiempo indefinido a la manera de Melqui-sedec! (Sal. 110:1, 4). En cumplimientode esta profec
a, Jesucristo, la Descen-
dencia prometida, ya reina en los cie-los. Adem
as, es el Sumo Sacerdote de la
humanidad, y en ese papel ayuda a laspersonas arrepentidas a disfrutar de unabuena relaci
on con Dios (l
ease Hebreos 7:
21, 25, 26).
EL NUEVO ISRAEL DE DIOS
15 Cuando rechazaron a Jesucristo, losisraelitas como pueblo perdieron su posi-ci
on privilegiada ante Dios y la posibili-
dad de convertirse en un reino de sacer-dotes. Jes
us les asegur
o a los l
deres
judos: El reino de Dios les ser
a quitado
a ustedes y ser
a dado a una naci
on que
produzca sus frutos (Mat. 21:43). La nue-va naci on llego a existir en la fiesta dePentecost
es del a
no 33 de nuestra era,
14. Qu
e juramento hizo Jehov
a respecto a la Des-cendencia prometida, y c
omo nos beneficia?
15, 16. a) A qu
e dos naciones de Israel se refie-re la Biblia, y cu
al tiene hoy la bendici
on divina?
b) Qu
e mandato dio Jes
us a sus seguidores respec-to a jurar?
cuando se derram
o el espritu de Dios so-
bre unos ciento veinte discpulos de Jes
us
que se encontraban reunidos en Jerusa-l
en. Como grupo, se los lleg
o a conocer
como el Israel de Dios, al que no tarda-ron en unirse varios millares de cristianos
de todas las naciones del mundo conoci-do de aquel tiempo (G
al. 6:16).
16 A diferencia del Israel literal, la nue-va naci
on espiritual de Dios no ha deja-
do de producir buenos frutos gracias a sucontinua obediencia a Dios. Uno de losmandatos que cumplen sus miembros tie-ne que ver con los juramentos. En tiem-
pos de Jes
us, mucha gente juraba en falsoo sobre cuestiones de poca monta (Mat.23:16-22). Sin embargo, Jes
us les ense
n
o
a sus seguidores: No juren de ningunamanera [...]. Simplemente signifique supalabra S
, S
, su No, No; porque lo que
excede de esto proviene del inicuo (Mat.5:34, 37).
17 Quiso decir Jes
us que siempre est
amal jurar? Y m
as importante, qu
e im-
plica que nuestro s
signifique s? Exami-
naremos estas preguntas en el siguiente
art
culo. Que nuestra reflexi
on constanteen torno a las Escrituras nos impulse a se-guir siendo obedientes a Dios. Entoncesel se complacer
a en concedernos bendi-
ciones eternas, en armona con sus inesti-
mables juramentos.
17. Qu
e preguntas examinaremos en el siguienteart
culo?
Las promesasde Jehov
a siempre
se hacen realidad
26 15 DE OCTUBRE DE 2012
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POR lo general, los verdaderos cristianos no ne-cesitan jurar que lo que dicen es cierto, puesobedecen a Jes
us, quien exhort
o: Simplemen-
te signifique su palabra S, S
. Lo que quiso decir
es que debemos ser fieles a nuestra palabra. Justoantes hab
a dicho: No juren de ninguna manera.
As conden
o la costumbre que muchas personas tie-
nen de jurar por cualquier cosa, incluso sin la menorintenci
on de cumplir lo que prometen. En realidad,
debera bastar con pronunciar un s
o un no cuan-
do nos comprometemos a algo. Quien se excede deesto quiz
a revele que no es confiable y que se ha-
lla bajo la influencia del inicuo (l
ease Mateo 5:33-37).
2 Quiso decir Jes
us que jurar es siempre malo?Obviamente no. Como aprendimos en el art
culo an-
terior, Jehov a y su justo siervo Abrah an juraron enocasiones importantes. Adem
as, la propia Ley de
Dios exiga que se hicieran juramentos para zanjar
ciertas disputas (Ex. 22:10, 11; N
um. 5:21, 22). Por
consiguiente, tal vez un cristiano deba jurar que dir
ala verdad en un tribunal. O, en raras ocasiones, debahacerlo para confirmar sus intenciones o resolver al-g
un asunto. Por ejemplo, cuando el sumo sacerdote
puso bajo juramento a Jes
us,
el no se opuso y le dijo
la verdad al Sanedr
n jud
o (Mat. 26:63, 64). Y esoque el no necesitaba jurar por nada ni nadie. Contodo, a menudo recalc
o la veracidad de su mensaje
con esta singular introducci
on: Muy verdaderamen-te les digo, o, seg
un la nota, verdaderamente, ver-
daderamente les digo (Juan 1:51; 13:16, 20, 21, 38).
1. Qu
e dijo Jes
us sobre la costumbre de jurar, y por qu
e?
2. Por qu
e no siempre est
a mal jurar?
QUE SU SI
SIGNIFIQUE SI
Simplemente signifi-que su palabra S
, S
,
su No, No. (MAT. 5:37)
SABE LA RESPUESTA?
Qu
e dijo Jes
us sobre la costum-
bre de jurar?
Qu
e magnfico ejemplo nos
dej
o Jes
us respecto a ser fieles
a nuestra palabra?
En qu
e campos de la vida
debemos hacer que nuestro
s signifique s
?
27
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Veamos qu
e m
as podemos aprender delejemplo de Jes
us, as
como del de Pablo y
otras personas cuyo s signific
o s
.
JESUS, EL MEJOR EJEMPLO
3 He venido [...] para hacer tu volun-
tad, oh Dios.(Heb. 10:7.) Con estas signi-ficativas palabras, Jes us se present o anteDios para cumplir todo lo que se hab
a
predicho sobre la Descendencia prometi-da, incluida la herida que Satan
as le oca-
sionara en el tal
on (G
en. 3:15). Nin-
g
un otro ser humano se ha ofrecido jam
aspara cargar con una responsabilidad tanpesada. Jehov
a expres
o desde los cielos
su completa confianza en que su Hijo
cumplira lo que haba prometido, sin exi-girle que lo jurara (Luc. 3:21, 22).
4 Jes
us predic
o con el ejemplo, puessu s
siempre signific
o s
. No permiti
o
que nada le impidiera cumplir la misi
onque hab
a recibido de su Padre: predicar
las buenas nuevas del Reino y ense
nar aquienes se acercaran a
el impulsados por
Dios (Juan 6:44). Hasta qu
e punto fue
fiel Jes
us a su promesa? La Biblia lo mues-tra con estas conocidas palabras: No im-porta cu
antas sean las promesas de Dios,
han llegado a ser S mediante
el (2 Cor.
1:20). No cabe duda: Jes
us dio el mejorejemplo en cuanto a cumplir lo que le ha-b
a prometido a su Padre. Hablemos aho-
ra de alguien que se esforz
o al m
aximopor imitar a Jes
us.
PABLO, UN HOMBRE DE PALABRA5 Qu
ehar
e, Se
nor?(Hech. 22:10.) Pa-
blo, conocido entonces como Saulo, res-
3. Qu
e le prometi
o Jes
us a su Padre celestial, yc
omo respondi
o Jehov
a?
4. Hasta qu
e punto se asegur
o Jes
us de que su s
significara s?
5. Qu
e ejemplo nos dej
o el ap
ostol Pablo?
pondi
o con estas sinceras palabras a lasinstrucciones del Se
nor Jes
us glorificado,
quien se le haba aparecido en una vi-
si
on para que no siguiera persiguiendo asus disc
pulos. Saulo se arrepinti
o de sus
hechos pasados, se bautiz
o y acept
o la co-
misi
on especial de dar testimonio de Je-s
us a las naciones. Sigui
o llam
andolo Se-
nor y obedeci
endolo como tal hasta el
fin de su vida en la Tierra (Hech. 22:6-16;2 Cor. 4:5; 2 Tim. 4:8). No fue como aque-llos a quienes Cristo dijo: Por qu
e me
llaman Se
nor! Se
nor!, pero no hacenlas cosas que digo? (Luc. 6:46). En efec-to, Jes
us espera que cuantos lo aceptan
como su Se
nor cumplan con su pala-bra, como hizo el ap ostol Pablo.
Desde su bautismo hastasu muerte, Jes
us cumpli
o lo
que le prometi
o a su Padre
28
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6 Pablo difundi
o con celo el mensajedel Reino por toda Asia Menor y algunasregiones de Europa, donde fund
o y volvi
o
a visitar muchas congregaciones. A vecesvio necesario garantizar con un juramen-to lo que escrib
a (G
al. 1:20). Cuando al-
gunos corintios lo acusaron de no serdigno de confianza, se defendi
o con estas
palabras: En Dios se puede confiar res-pecto a que nuestra habla dirigida a uste-des no es S
y, no obstante, No (2 Cor.
1:18). En ese momento, Pablo haba sali-
do deEfeso y viajaba a trav
es de Macedo-
nia para despu
es ir hacia Corinto. En unprincipio hab
a pensado hacerlo al rev
es,
es decir, regresar primero a Corinto y lue-go ir a Macedonia (2 Cor. 1:15, 16). Perocomo les sucede a veces a los superin-tendentes viajantes, tuvo que cambiar elitinerario, no por capricho o intereses per-sonales, sino por motivos de fuerza ma-
yor. En este caso, Pablo retras
o su visita aCorinto por el bien de aquella congrega-ci
on. Veamos por qu
e.
7 Alg
un tiempo despu
es de planear su
viaje, mientras a un estaba enEfeso, Pa-
blo se enter
o de que en la congregaci
onde Corinto se toleraban brotes de desu-ni
on e inmoralidad (1 Cor. 1:11; 5:1). Para
corregir la situaci
on, les escribi
o su pri-mera carta. Luego, en vez de navegar di-rectamente de
Efeso a Corinto, decidi
o
darles tiempo a sus hermanos para seguirsus consejos y que, cuando llegara, su vi-sita resultara m
as animadora. Para garan-
tizarles que esa haba sido la raz on de sucambio de planes, les escribi
o en su se-
gunda carta: Invoco a Dios como testi-
6, 7. a) Por qu
e retras
o Pablo su regreso a Corin-to? b) Por qu
e no ten
an raz
on quienes acusaban a
Pablo de no ser digno de confianza? c) C
omo de-bemos tratar a las personas nombradas para dirigir-nos?
go contra mi propia alma al asegurarlesque por consideraci
on a ustedes no he ido
todava a Corinto (2 Cor. 1:23). Nunca
seamos como quienes criticaron a Pablo;m
as bien, mostremos profundo respeto a
las personas nombradas para dirigirnos.
Nos conviene imitar a Pablo, tal comoel imit
o el de Cristo (1 Cor. 11:1; Heb.
13:7).
OTROS BUENOS EJEMPLOS
8 Estoy dispuesta a ir. (G
en. 24:58.)Con estas sencillas palabras, Rebeca indi-c
o a su madre y a su hermano que estaba
dispuesta a irse de casa ese mismo da y
viajar con un desconocido m
as de 800 ki-
l
ometros (500 millas) para casarse con elhijo de Abrah
an, Isaac (G
en. 24:50-58).
El s de Rebeca signific
o s
, y ella fue una
esposa fiel y temerosa de Dios. Por el restode su vida vivi
o en tiendas como una ex-
tranjera en la Tierra Prometida. Y su fide-lidad fue recompensada, pues tuvo el ho-nor de ser antepasada de la Descendenciaprometida, Jesucristo (Heb. 11:9, 13).
9 No, sino que contigo volveremos atu pueblo. (Rut 1:10.) Las viudas moabi-tas Rut y Orp
a le iban repitiendo estas pa-
labras a su suegra Noem, tambi
en viu-
da, mientras ella regresaba a Bel
en desdeMoab. Tanto insisti
o Noem
para que se
quedaran en Moab, que al final Orp
a vol-vi
o a su pa
s. Pero el no de Rut signific
o
no (l
ease Rut 1:16, 17). Lealmente se fuecon Noem
dejando atr
as a su familia y la
religi
on falsa de Moab. Gracias a su per-severancia como fiel adoradora de Jehov a,tuvo el honor de ser una de las cinco
uni-
cas mujeres que Mateo incluy
o en la l-
nea geneal
ogica de Cristo (Mat. 1:1, 3, 5,6, 16).
8. Qu
e ejemplo nos dej
o Rebeca?
9. Cumpli
o Rut con su palabra?
15 DE OCTUBRE DE 2012 29
7/27/2019 Atalaya 10
30/32
10 Aqu estoy yo! Env
ame a m
. (Is.
6:8.) Antes de pronunciar estas palabras,Isa
as tuvo una gloriosa visi
on de Jehov
a
sentado en su trono por encima del tem-
plo de Israel. En ella, Isa
as oy
o a Jehov
apreguntar: A qui en enviar e, y qui en ir apor nosotros?. Se trataba de una invita-ci
on a ser su portavoz y transmitir su men-
saje a su pueblo descarriado. Isaas fue
fiel a su palabra: su s signific
o s
. Desem-
pe
n
o la funci
on de profeta durante m
asde cuarenta y seis a
nos, en los que pro-
clam
o tanto fuertes mensajes de conde-naci
on como magn
ficas promesas de res-
tauraci
on de la adoraci
on verdadera.11 Por qu e se encargo Jehov a de queestos ejemplos se registraran en su Pa-
10. Por qu
e es Isaas un buen ejemplo para noso-
tros?
11. a) Por qu
e es tan importante que cumplamosnuestra palabra? b) Qu
e ejemplos de personas que
no fueron fieles a su palabra nos sirven de adver-tencia?
labra? Y cu
anta importancia tiene quenuestro s
signifique s
? La Biblia dice
claramente que quienes resultan fal-sos en los acuerdos [...] son merecedoresde muerte (Rom. 1:31, 32). El fara
on de
Egipto, el rey Sedequas de Jud
a y Ana-
nas y Safira son ejemplos de personas
cuyo s signific
o no. Las tr
agicas conse-
cuencias de sus actos nos sirven a todosde advertencia (
Ex. 9:27, 28, 34, 35; Ezeq.
17:13-15, 19,
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