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ícela ANO 1 Madrid, 15 de Mayo de 1927. NÚM. 10.

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ÜIRBCTOR'FUNDADOR: B. Oiménez Caballero SECRETARIO: Oulliermo de Torre

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LA CRÍTICA CREADORA por Albert Thibaudet

(El presente artículo son utms páginas iné­ditas que M. Thibaudet ha tenido la gentilcaa de ofrecer a L A GACETA L I T E R A R I A . Pertene-

. cen al último capitulo (La Cr i t ique c réa t r i ce ) de un libro próximo a publicarse, titulado "Essois sur la Critique").

Si se tratara de precisar el punto cul­minante a que pudiera llegar—o haya lle­gado, al menos, hasta hoy—la creación al servicio de la inteligencia, es decir, la gran crítica, yo diría que estaba, no en crear genio, como lo ha venido haciendo por mucho tiempo la crítica clásica, sino en crear un Genio. La mayúscula, he ahí lo decisivo. La crítica francesa no se ha desarrollado hasta el siglo XIX, a con­secuencia del romanticismo, ya que el mismo libro que diera el impulso decisi­vo al romanticismo lo dio a la crítica, un libro cuyo título trazó a la crítica, no sólo su programa, es decir, el círculo que ilebía íjcapur, sino iambién sus límites, es decir, el círculo que no debía trasvasar. Quiero hablar del "Genio del Cristia­nismo".

El francés, que Nietzsche llamara el más cristiano de todos los ])ueblos, había tomado frente al Cristianismo, tras el fracaso de la Reforma francesa, dos ac­titudes opuestas. Construir en él y jx^r él, omnia instaurare in Christo, fué el ideal del siglo XVII, así como de los jesuítas y de los jansenistas, que lo ejercitaron, los unos, en el terreno del alma, y los otros, en el terreno social, para instuir un cristianismo integral—y, además, des­truir todo en él, como lo habían ensaya­do en el siglo XVI11 los enciclopedistas, el libre jjensamiento volteriano. Los dos sistemas, al implicar un "parti-pris", ex­cluyeron i^arejamente la crítica. Hay crí­tica, cuando al ideal construir y al ideal destruir, ambos interesados, se substitu­ye un ideal desinteresado, comprender.

Para que este ideal pudiese ser busca­do razonablemente en materia de reli­gión, era preciso que la religión no fuera demasiado fuerte ni estuviese demasiado debilitada; era precúso que se hallara jus­tamente en el punto y en la época en que la encontró Chateaubriand; era pre­ciso que, entre el día del siglo XVII y la noche del XVIII, se realizase ese es­tado intermediario, crepuscular, que tan bien encajó en la palabra Genio. El Ge­nio del Cristianismo es, en efecto, para Chateaubriand el impulso vital del cris­tianismo, pero este impulso vital en el momento en que un escultor puede apre­henderlo, traducirlo en plástica y en be­lleza, en que una sensibilidad general puede amarlo, en que una inteligencia general puede entenderlo, y en que falta la voluntad general de vivirlo realmente.

El "Genio del Cristianismo" dio al ro­manticismo una parte de su atmósfera poética e histórica, pero también dio a la literatura su atmósfera crítica, su ca­pacidad de crítica amplia, bella, ágil y vivaz.

He dicho ya cómo Port-Royal .salió del "'^ciiio del Cristianismo", cómo el libro de Sainte-Beuve es, en rigor, un Genio de Port-Royal. Pero, en este an­cho sentido, toda gran obra de crítica li­teraria, y hasta las obras medias, con tal que permanezcan extrañas a la apologé­tica y al "partis-pris", pueden recibir el nombre de Genio. Nisard mismo, surgido a la sombra de M. de Chateaubriand, experimentó, ante el manuscrito de las "Memorias de Ultratumba", las frescas admiraciones que revela su Correspon­dencia. Y su Historia de la literatura clá­sica, planeada sobre la idea del espíritu francés, ¿no puede llamarse un "Genio del Clasicismo"?

Brunetiére recogió este Genio. Taine escribió un "Genio de la Literatura in­glesa". Lemaitre, un "Genio de Racine".

Comparad la crítica del siglo XIX a la de los dos siglos precedentes, y veréis que lo que faltó a ésta para crear una gran obra fué, precisamente, tal idea, o, mejor dicho, ese ser de los Genios.

Formular en crítica técnica, en artista inteligente (las dos o])eraciones son ne­cesarias) uno de estos (Jcnios, uno de es­tos seres intermediarios, una de estas brillantes y bienhechoras nubes flotantes entre el cielo y la tierra: he aquí hoy—y desde hace un siglo—la ruta normal de la critica.

ALBERT THIBAUDET.

LA FIGURA LITERARIA DE THI-BAUDET

Representa Thibaudet, en las letras actua­les, el mejor proseguidor de las figuras clási­cas de la crítica francesa. Taine, Sainte-Beuve, Lemaitre... Albert Thibaudet. Una dosis gran­de de universitarismo, mas una pulgarada de distinción, de gusto, de sensibilidad.

Una copiosa capacidad de lectura, mas una, aún mayor, de reglamentar en crónicas lo leí­an. Y reglamentarlo a la manera francesa: elegantemente, con una precisión algo artificio­sa, en la que los destellos de la sagacidad, su­mados a una delicada minucia, substituyen a la solides de trabajos auténticos de investigación. Crítica agradable, instructii'a y encantadora.

S t e p h a n e M a l i a r m e , o las deliciosas venta­jas de uno soledad pura, para ser exptustas en capítulos glosadores y popularisantes, te­niendo a la vista no tras que los poemas ma-Uarmianos.

T r e i n t a años de vida f rancesa , o el asombro de todos los profesores de Hisluria literaria de Francia. Y el mayor servicio prestado a la

cultura franccia de los últimos treinta años para su r ayonnenien t fuera del país.

Reflcxions su r la l i t t é ra tu rc , o una rúbrica mensual en la N. R. F. donde verter, en blo­ques apretados, esbozos y comentarios de gra­ves tonos, apenas rizados de vea en cuando por una comedida ironía.

Albert Thibaudet: Nariz recta. Frente cla­ra. Ojos azules y firmes. Combos mostachos sobre los labios. Manos poderosas en gestos de profesor irredento, sobre la mesa de sus conferencias. Cinta roja en el ojal negro de la chaqueta. Y una especial deleitación al pro­nunciar reiteradamente en sus ensayos la pa­labra AcadéiiTif.

THIBAUDET EN MADRID

Una semaha ha pasado Thibaudet en Ma­drid. Alojado en el Instituto }• ranees, trans­currió su tiempo en vi.ñtas protocolarias de personas y monumentos, y en preparación de

Albert Thibaudet Por Grctíorio I'rieto

sus tres excelentes conferencias: "Le Journal des Goucourt", "La vie littéraire a la fin du XIX siecle a travers le journal des Coucourt" y "Journaux et Mémoires d'écrivains an debut du XX siecle".

Interrogado por nosotros sobre su estancia española, Albert Thibaudet se puso en guardia, temiendo una petición impresionista de cosas y paisajes.

— Y o - no soy como aquella profesora fran­cesa, que estuvo cuatro días en .'tuecia y, al volver, hizo el libro de Suecia.

— D e ello estamos seguros, .S>. Thibaudet — le argumentamos—. Nosotros, lo que le in­citábamos a contar era la conmoción asociativa de ideas literarias que, el contacto español, le haya podido producir.

' — ¡ O h ¡ Tal vez, en reposo..., luego... Por ahora no puedo atreverme a hacer nivguna ma­nifestación.

— L A GACETA L I T E R A R I A hubic.u- deseado re­

unir en honor suyo, ágape de minorías, parle del grupo de personas que hace algún tiempo guar­dó, una mañana madrileña, cinco minutos de silencio en recuerdo de Mallarmé... Pero su estancia es demasiado breve aquí, M. Thibau­det... Y de la literatura española, ¿qué pien­sa?...

— ¡ O h ! Conozco muy poco. Ignoro lo len-i/ua.

^—Seguramente tendrá usted algún punto de ^^lsta nuevo sobre Góngora, nuestro preclaro Mallarmé... Interesarí<t conocerlo. Ya que su libro sobre Mallarmé no alude, ni una vez, al fenómeno gongorino.

—i Oh I De Góngora no he leído sino lo poco traducido por Miomandre.

En el gabinetito del Insituto Francés, ro­deado de arqueologías españolas, en vitrinas y paredes (abanicos, cerámica, escayolas), y de retratos de mariscales y legionarios de honor de la gran guerra, M. Thibaudet—concentrado sobre un montón de revistas francesas excu-saba su parvedad de respuestas hispanizantes, con la sonrisa gentil, amable y decidida del embajador que ha sido enviado para llenar ta­les y tales objetivos—sin perder otro tiempo que el imprescindible—, marcados en el mapa con lápiz azul por su Cancillería.

Accidente del trabajo

S U M A R I O P á g . I . » — A L B E R T T H I B A U D E T : L A C R Í ­

TICA C R E A D O R A . — G U I L L E R M O D E T O ­

R R E : M A N Í A S D E E U Í Í E N I O D ' O R S . — R O -

M A N O N E S Y L A L I T E R A T U R A . — L A

P R I M E R A C E N A D E L A GACETA L I T E R A ­

R I A . — T R A N S E Ú N T E S L I T E R A R I O S .

P á g . 2 . " — M A X S C H E L E R : E i . R E S E N T I M I E N ­

TO KN I.A MORAL.—^JEAN C A S S O U : G I B E . —

C O R P U S B A R G A : CARTA A P Í O B A R O J A . —

E L T O R P E D O E N L A P I S T A . — P O S T A ­

L E S I B É R I C A S .

P á g . 3 . « — G O N Z A L O D E R E P A R A Z : E L

PROBLEMA PENINSULAR.—V. P A Z - A N D R A -

D E : L A RENAICENCIA G A L E G A . — P O E M A S

E N M A P A : C A S T I L L A . — A . C O N D Ó N : E L

HOMENAJE (cuento) .

P á g . 4 . " — E S C A P A R A T E D E L I B R O S : L I ­

BROS ESPAÑOLES, AMERICANOS, PORTUGUESES,

A L E . M A N E . ' Í . — A N U N C I O S . — I T I N E R A R I O

D E R E V I S T A S .

P á g . s."—Teatro: J A C I N T O G R A U : E L TEA-

Ti!o KM'AN.ii. i.K i i n v , . . - , l r / r : A N T O N I O

l ' .SI ' l XA : I 'AI.SAJKS DE PUIÍKTAS A D E N T R O . —

P O . S T A l . K S A M E R I C A N A S E I N T E R ­

N A C I O N A L E S .

P á g . 6 ."—Música: B. J A R N E S : K N TORNO A

AucoNAiM.- ( / , » , / . ; : R A D I O T E C N I A Y

B O T Á N I C A . N O T I C I A S . — A N U N C I O S .

M A N Í A S D E L O S E S C R I T O R E S

LAS DE EUGENIO D'ORS por Guillermo de Torre

Al t r a t a r de inquir i r la m a n í a de E u g e n i o ] d ' O r s , me h e encon t rado con <iuc el s ingu la r j le quedaba es t recho y e ra necesar io apl icar le un plural i l imitado. E l incubador de Glo.<:as no tiene una .sola m a n í a neta, d i ferenciada , r e - , presenta t iva , sino que posee un g r a n stock de ellas y todas en es tado la tente . ¿ C ó m o , pues, | ais lar un e jempla r individual izado de ta les ma- I nías que pueda incorpora r se a este friso, más pintoresco que patológico, compues to por las predi lecciones e x t r a r r a d i a l e s , por el iiLstrumeii-to que a legor iza el " v i o l ó n " d ' I ng re s , de nues­t ros p r ima te s l i t e ra r ios? P o r o t r a pa r t e , quizá n inguna de las manías d 'o rs ianas encajen en los l indes de esta sección. P u e s an tes que las manías profes ionales , los capr ichos , las der i ­vaciones a r b i t r a r i a s de los escr i tores , nos in­te resan las manías personales ex t ra l i te rar ías , marg ina les , un poco e x t r a m u r o s de la órb i ta profes ional . Son las que revelan la nior ío lo-g ía in t e rna del personaje , sus apetencias iiiti mas , sus predi lecciones o su fobias na tu ra l e s . Son las que nos ofrecen su escorzo fisonóini-co m á s veraz, su fondo insobornable , s in ve ­laduras ni cor t ina jes .

P e r o sucede que todas las inanias d 'ors ia­nas son de or iundez intelectual , son de a lcan­ce l i t e ra r io . N i n g u n a de ellas t iene ca rác te r inst int ivo o sensual , ni es u n a proyección vi tal , de r a sgos p in torescos .

Cofi todo, vayamos e n u m e r a n d o manías—ix)r mí en t rev i s t as o dec la radas por é l—. en la es ­pera de que bro te a lguna uti l izable.

i P e r o qué m á s le imixjrfará a O r s — pre ­g u n t á b a m e c ier to día un ami,go—que la d apos-

MENÉNDEZ PIDAL LESIONADO

A f o r t u n a d a m e n t e , no ha revest ido los ca-I r ac t e r e s a l a r m a n t e s que en un principio p re ­

sen ta ra el accidente su f r ido por D . R a m ó n Menéndez P ida l en estos días . U n a repent ina lesión ocu la r , p roduc ida por el inten,so t r aba jo a c u m u l a d o sobre los ojos del eminente filó­logo.

E n g r a n quietud, vendada la vista provis io­na lmente , Menéndez P i d a ! sigue, no obs tante , t r aba jando en sus múl t ip les ob ra s empezadas , ayudado por D . ' M a r í a Goyr i , su esposa, y por J imena , su h i ja .

H a c e m o s votos por el r áp ido res tablec imien­to del amigo y m a e s t r o .

Las visitas en la Redacción de la «Gaceta Literaria», calle de Recoletos, 10, se recibirán miércoles y sába­dos de 7 a 9.

EL 1.° DE J U N I O

"LA GACETA LITERARIA" P U B L I C A R Á

OCHO GRANOES PÁGINAS Centenarios de Góngora y de Goya, Informacione.s ibérica.s especiales, un ctiento ru.so, bibliografía, dibu­jos, libros, y colaboración escojii-

dísima.

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Eugenio d'Ors Por Vázquez Díaz

t r o f a d a de su apell ido se escr iba con d mi ­núscula o D m a y ú s c u l a ? T a n capr ichosa es una cosa como la o t r a . P u e s b i e n : he ahí la p r i m e r a man ía de O r s . La del após t ro fo con la (/ minúscu la . G r a f í a ca t a l ana que posee u n a inevitable reminiscencia irlandesa.» Apl icac ión de un para le l i smo nacional is ta , cuya significa­ción en 1906, cuando O r s empezó a escribir , a e l iminar , a s intet izar , quizá no fuese toda ­vía previsible , pero que después se ha ut i l iza­do pol í t icamente .

M e pasa lo mismo que a d 'Annunz io—nos de­cía un d ía O r s — . Soy vic t ima del mismo e r r o r cal igráfico que él suf re , y con t r a el que ha p ro tes t ado va r i a s v e c e s : la subs t i tuc ión de la i) m a y ú s c u l a p o r la d m inúscu la que nos co ­r responde .

O t r a m a n í a : la que p r i m e r a sa l ta a los ojos —a los oídos—del vis i tante—del a u d i t o r — : la de hab la r en voz baja , la d e hace r fluir sus pa labras por los tulx>s es t rechos del g r a n ó r ­gano plur i tonal de su voz, casi s iempre impos­tada en tono menor , y que sólo o r a t o r i a m e n t e op r ime los r eg i s t ro s g r a v e s ; la de emi t i r sus frases sot to-voce a c o m p a s a d a s p o r suave r i tmo de vals, meloso y t rop ica l—de habane ra , m á s e-xactamente. (Fi l iac ión a p r o x i m a d a y suje ta a toda clase de u l te r io res rectificaciones es la an te r io r sobre_ el acento vocal de O r s . Nad i e ha acer tado aún—ni a c e r t a r í a el m á s es tupen­do fonét ico—a fijar con exac t i tud el mer id ia ­no geográfico en que pueda e n c u a d r a r s e el acento de O r s . Acen to ex t r an j e ro—dice el o ido caste l lano. Acen to mest izo—dicen por ah í los d e m á s oídos penin.sulares.)

O t r a manía , más acusada y pe rcep t ib l e : la pseudonímica, la de mul t ip l icarse en desdobla­mientos nominales , la de enca rna r en alter egos, la de p royec ta r se en o t r o s yo. A s i h a n nacido esos personajes enteléquicos que se lla­man Xenius, Octavio de Komeu, Guaita y—úl-l imamente , r eenca rnac ión m u n d a n a y adjc t i -\n—Un ingenio en esta Corte. C o r o de per ­sonajes no d ivergentes del c e n t r a l r - d e Eugen io d ' O r s — , sino m á s bien a rmón icos , concéiitri CDs: desdoblamientos y mult ipl icaciones que s u b r a y a n su per.sonalismo y ' e x t i e n d e n sus con­ceptos, sus puntos de vista más genuinos , in­t r ans fe r ib l e s y carac te r í s t i cos .

ICsta m a n í a pseudonímica ha l l a su p ro longa ­ción,^ o me jo r su cr is ta l ización, en la man ía a f o r í s t i c a ; en la tendencia acusad ís ima a p r o ­ducir su pensamiento de un modo apodícfico > fo rmula r io .

La pasión de la r azón , la predi lección rac io­nal is ta de O r s le conduce a lo s is temát ico, al vér t ice del a fo r i smo, de la f ó r m u l a condeiisa-(la, que d e g e n e r a en tópico, en clisé extens ible a mil conceptos homólogos .

O r s es un g r a n " p r o d u c e r " de aídiÍNnios. Sus ta l leres a for í s t icos h a n lanzado unos cuan

tos modelos " n e v a r i e t u r " que se riL-íntienen, año t r a s año, en el m e r c a d o de las frases. O r s i m i t e 1111 a í i i r i smo como quien emite una m o -nrda <li- n m v n cuño y después de pulir sus bordes la <H!ia a roda r incan,sablemciUe en to­das sus c(in\ci-.-,.iciones, conferenc ias y libríjs. A la ho ra presente , ya posee un cuant ioso slock de a fo r i smos , que, en r igor , no modifica nunca y sólo se enr iquece, de t a rde en tarde , con la aixir tación de a lgún o t r o nuevo.

i H a pensado alguien, a l g ú n a tento lector d 'ors iano en lo fácil que resu l t a r í a e x t r a e r un repe r to r io a for í s t ico de su obra , u n a especie de común denominador <|uc equivale a todo su con jun to?

Sin mal ignidad, des in te resadamente , jxir un pu ro j u e g o del espír i tu , podr ía a g r u p a r s e u n a lista de frases y conceptos , desnudamente , sin apost i l las , de jando que ellos solos se ca.sen o luchen en t re sí, int>straii(lo sus .ilinidadcs o sus contradicciones . \'.[ efecto seriíi c u r i o s o :

E l concepto de "fin-de s in lu" (ii ('imsiciiHi al "novecen t i sn io" .

L a " s a n t a con t inuac ión" . L a . frase pascal iana mil veces cita<la .sobre

" l a s razones de! corazón que la r a z ó n no co­n o c e " .

O t r a f rase f avor i t a que ba te con la an t e r i o r el r écord de las r e i t e rac iones : la del c o r e ó g r a ­fo setecent is ta Marce l , u t i l izada por 'Wanda L a n d o w s k a : On ne sait pos tout ce qu'il y a lons «I! ménuel.

F ó r m u l a s l e y - m o t i v o s : la un idad mora l de E u r o p a . El ideal de la vida sencilla.

íngenios idadí s y " b o t i i a d i s " . " L o m á s r e -voluci tmario que N( puede hacer en E s p a ñ a es tener buen guhi<>," " l l ay dos clases de hom­b r e s : los que ^alieii (|iic el (|ueso es un man­j a r y los que se imaginan que es un p o s t r e . " " l'"l hombre que bosteza y qiu f u m a : la mi­tad, por lii lueno.s, de la vida e spaño la . "

\ ' e tcé tera , e tcé tera , e t c . .

l 'ero , ¿cuál (le todas las enunciadas puede cons idera r se como la man ía m á s genu ina y ca­rac te r í s t i ca de Eugen io d ' O r s ? E s h o r a y a de t e rmina r este soliloquio y de p regun tá r se lo a él mismo, lü icuen t ro a Eugen io d ' O r s en .su casa, recién instalado, en una calle r emansada del liarriii (le .'-i.il.uii.iiica, y teñida del " g r i s f a s c i s t a " - c o l o r \ a descubier to por (jtros — pr ivat ivo (je esie " ( | u . u t i e r " . Recién l legado de un viaje y en vísp( ras de olKi. .Seii.saciíjn de su atnii ' jsí<ra: cont rad icc ión v ia je ra del hom-lire estát ico. Ratificándola, .sobre su mesa, em­boscados t r a s mil papeles , divi.so un Baedecke r de E s p a ñ a y P o r t u g a l y, a poca dis tancia , la antinimiia de u n a lista de miembros de la Real . \ c a d e m i a Españo la .

¡ ( j r a v e dificultad su an t imonismo, su visión p lura l i s ta p a r a s inte t izar en una sola h o r a y en im solo a r t icu lo el r epe r to r io de manías que cul t iva O r s vo lup tuosamen te ! M e doy cuenta de ello a los IK)COS minutos .

— N o una, sino t res -me e x p l i c a — ; las que usted ha present ido, pero s i s temat izadas . E n pr imer t é rmino , la man ía de la Razón , o m á s exac tamen te , al a g r a v a r s e , la locura de la Ra­zón. Después , la de la p lura l idad per.sonal, descompues ta a s í : proyecciones del y o — " a l t e r ego"—pseudón imos—desdob lamien tos y mul t i ­pl icaciones—pasión por el d i á l o g o — " Á n g e l de la g u a r d a " , etc. Y, por ú l t imo, la de los via­jes y desplazamientos .

— S i n embargo—ins i s to yo , r e sumidor y p r e ­m u r o s o — , todas el las pud ie ran reduc i r se a una. P a s a lo mismo que con sus l i b r o s : admiten la unif icación—dentro de la p lura l idad y sin mengua de sus esencias . Y o veo su o b r a como a lgo un i fo rme que viene g i r a n d o en círculos concént r icos y en t o r n o al mi smo eje desde hace muchos años . ¿ M e equivoco, por tanto , al deci r le sin i ronía , respetuosa , amis tosamcn te, que usted apenas r e se rva .sorpresas de cr i ­ter io i m p r e v i s t o ; que la a r t icu lac ión de su pen­samiento a lcanza tal lógica y t r abazón , que , conociendo sus esquemas apr ior ís t icos , puede uno intuir ya de an t emano cómo va usted a j u z g a r una cuest ión, u n a idea que se le p re ­sen te? E n s u m a : su s is tema de reacciones intelectuales apr ior í s t icas , ixir un lado, es ad­mirable , y por o t ro lado, me resul ta pernic io­so. A n t e s de a f r o n t a r una idea ya la t iene us­ted asida, p re juzgada , inscr ip ta en su cuadr icu­lado menta l , siendo capaz de l legar incluso a la de fo rmac ión de esa idea p a r a que pene t re en el en re jado de sus conceptos apr ior í s t icos . Eso d a a su pensamiento un c ier to a i re de a u ­tomat i smo, de maqu ina r i a au tomát ica . Se di ­ría que inser tando en una de sus r a n u r a s mía ficha va a salir inmedia tamente la respues ta , el a fo r i smo , la definición cmpaiiuctada, como si fuese una caj i ta de bímilxmes. . . ^ — E x a c t o — me a t a j a O r s r i s u e ñ a m e n t e — .

E.SO espe ro yo , a eso quis ie ra l l e g a r : a con­ver t i r mi pensamiento en algo casi au tomá t i ­co, en la m á q u i n a de Ixnnbones conceptuales . Sin e m b a r g o , ese momen to a ú n está lejos y mucho imprevis to nie sal ta cada d ía al pa.so de mí misino, l ' e ro digo esto sin sat isfacción, como me digo en vísperas de vuidurez sin ha­ber l legado a ella. P u e s sab rá usted que he compues to la " r é p l i c a a D a r í o " , unos versos ((ue t i tulo Madures, dvinno tcsor,¡, y que voy a e n t r e g a r l e p a r a un p r ó x i m o n ú m e r o de L A (¡ACETA L I T E R A R I A .

U n a pausa en la conversac ión . Yo insisto en rec lamar le " s u m a n í a " pa ra vale friso, en pe­dir le que la s ingular ice , que la unifique. Pe ro O r s , amab lemen te , insiste, a su vez, en rec la ­m a r espacio p a r a más de una. E n prosponer a o t r a ocasión la que a mi se me an to jaba m á s suges t iva—los pseud(5nimo,s—, ade lan tando úni­c a m e n t e la m a n í a que está m á s cerca de su espí r i tu en todas las h o r a s : la manía de la l\ 'azóa

Nuestros políticos y la literatura

LO QUE LEE Y ESCRIBE ROMANONES BRKVK MKMoKA.siH M HIOOR.M'K(I : Don Al­

varo de ¡'iinicroa y Turres nació en Madrid, 1H63. Hija (Id Maiqui-s ile ¡'illamejor, una de ¡US mayorc.\ forhaias del ¡mis, heredó excelente posición económica y nohiliarui. I'.sludió leyes ,11 la thii'.'crsidad Central y prosiguió en I'w-lonia sus cfhtilios. rncrciinnhi huciia calijica-ción di'l i-r.'ti'sor Ciif'clliiiL ,1 .ui •elorno, em­pezó la farrcni paltlicn. iSijn, Cunejal por Madrid, it^tj-l. .ÍUaidc de /.; Corle, rijof, .Mi­nistro de Instrucción publica con un i/ahinelc liberal. Luego de Fomento. Luego de Gulier nación. Luego de Gracia y Justicia. F.n i'jr--muerto Canalejiís, fué designtidn como Jefe del partido liberal. ) ' ci»no /'residente de Go­biernos. Hasta K/-'-; un se le cliijió .Senador. La llegada del ¡hrectnria le sorprendió de Presidente del Senado. Un la actualidad sigue manteniendo su pasinón de prohombre liberal-

Siis principales arlas de Gobierno fucion en jmüeriíi pedagógica. Dio una ley snhre la gim­nasia. I'/ <!ihiijii y /(' callgiat'ia Otta sahre la primera cnsciian-':a. para incarparar sus gastos

hay

,> ¡alo a

Conde de Romanoaes

al Estado. (Jira suhre el enseñamiento secun­dario y el técnica. ) ' .u-la-e lo ampliación supe­rior lie esluilias. .Sin embarga, los más caaii'n-ladas jiícriai el del matrimonia cii'il y c¡ tic la ley lie Jurisdiccu an

F.s Académica di- ( ienrias Morales y Poli-

(CoDtinúa en segunda plana).

LA 1.̂ CENA DE "LA GACETA LITERARIA"

Como anunciamos , se celebró la noche del 7 de M a y o la p r i m e r a cena de LA ' Í A O T A L I ­TERARIA.

Y obtuvo—como dijo el Di rec to r del per ió­dico, S r . Giménez Cabal lero , al sa ludar a t(j-dos los concurren tes—el ( ' \ i to de un pr imer número . Acud ie ron sesenta l o n . n s . d e s y se re­cibieron numerosas adhesiones.

E n t r e éstas , se ha l laban las de Meniiulr , ' P ida l , N . M . de Urgo i t i , (ire^rorio .Mar.iíion, Di rec to r de FJ Si'l. ( onde de 1.a Mol l e ra , l u i s Moiitiel, Jac in to ( . rau, . \ lni is lro de C'liile, , ' \1~ varez del \ ' a y o , ( ierardí j DieRo, ( i a re ía Mar ­tí, M a r g a r i t a Nelke i i , .Sergio IMñcro, J o s e M. Chacón, Manue l Agu i l a r , A. Díez -Malh ieu , O l a r r a , J o s e M a r í a de Sucre , J u a n A l s a m o r a , Sub i r á , "Vencgas, Luisa H e r r e r o y o t r a s . I)c los comensales , r eco rdamos los s iguientes nom­b r e s : 1'",. Gómez de llaijiiero, Min i s t ro del U r u ­guay, Ignacio l ' auer , Mar t ínez R e u s , J o s é M a r í a Sa l ave r r í a , F r a n c i s c o A l c á n t a r a , J o s é l ' r ancés , F r anc i s co l i e l t r án , An ton io iíspiíui, J o s é Ruiz Casti l lo, P . E . Coll, Lo renzo L u -zur iagaj Radia , Giménez Cabal le ro , A n d r é s Révesz, Gu i l l e rmo de T o r r e , F r a n c i s c o Vighi , ( iabr ie l G. M a r o t o , J o s é D í a z - F e r n á n d e z , T o ­más R. Bachi l ler , A . P imia rega , J u a n ("babas, Melchor F e r n á n d e z A l m a g r o , Solana (I . y l í . ) , A l c á n t a r a (J . ) , F e r n á n d e z Casado , Keajamin J a r n é s , E n r i q u e L a í u e n t e , Manue l A r c o n a d a , A n d r é s Resa, Miguel P é r e z P e r r e r o , F r a n c i s ­co .^yala, J u a n Viceiis, Luis Huñuc! , J o s é M a ­ría lliiiDJosa, 1". 1 )iceiita, ( jonzález Olmedi l la , Schumache r , Ba l t a sa r Peña , Víc tor Calvo, M. de . ' \zcoitia, M a r t í n e z Alonso , Rodr íguez de ( i t ís tázar , t i r e g o r i o P r i e t o , V a l e n t í n A n d r é s A lva rez , J o s é I.-uis P laza , A . Conesa, Dr . Bo­nilla, Dr, Ros, Anton io Bal lesteros , Manuel Abr i l , Xet^rin. G e m í a n . \ r t e t a , Tor i ie r , etc.

La cena resul tó ap re t ada y difícil en los p r imeros monieiilos, pues la capacidad previs­ta, i\- ' ' ' '- '->, había sido sobrepa­sad;! il calxi, se puso en mareli.). i-anaiiiio e; nnai, como en m\ campeo­n a t o : eou [iiemios. N o a los m.injare.s, sino al ingenio de a.l(.íniios de los coneurna i t e s del Concursa de naticrri literarias, r edac tadas du­ran te el lieini>o de la cena.

K'eprodijcimos unas mueslr; is de laS' leídas tan e\eelenlciiieriie como siempre—-por el lec­

tor iidciai " l ' e \ I. ::inipo al D i r ec to r de L A

( i A ( K l A 1,1 II KAUIA :

Me es g r a t o comunica r l e que aquí , en Bue­nos A i r e s , se comen ta mucho la boda p r ó x i m a de Jac in to B e n a v e n t c ' c o n la viuda D . ' Blanca de los k'ios

Que L IO l!ariij:i está aprendiendo el t ango p a r a nac ional izarse a rgen t ino .

Q u e R i c a r d o Baeza no escr ib i rá m á s a r t í cu ­los sobre las B iog ra f í a s , ni .sobre Miró , ni so­bre ( . ran . l 'ori jue no le permi ten enilKiscarse en la pla t ina de la ro ta t iva p a r a d i spara r sobre las e r r a t a s que él dice que le salen a él .solo.

Q u e L u z u r i a g a ixjne un colegio de mon ja s p a r a d e m o s t r a r al Es t ado la incapacidad téc­nica de las órdenes meiulir--•-' !v;i:i escuela no será visi tada por Lui^ iendo Helio en t re monjas , seria peligí

Q u e J ac in to V e r d a g u e r -.e i inn io Q u e d ' O r s renuncia a su c u g o de académico. (Jiie el l ibrero Schumache r sólo belwrá agua

de liisaliis. I 'or recomendación de Solana, a quien le va. muy bien este r ég imen h i d r i c o . "

El p r imer premio, una botella de Champán , co r respond ió al S r . Vighi , por preciosos ver sos, que l amentamos no rep ioduc i r a fa l ta de espacio.

El ;;i inind.). 1111 l ' a i k a i i l de varios ci l indros, cedido pa ia l.i eeiia \«<r el S r Kcvi l le , al ban([uero ]) , Imiaeio

I.os o t ros premi. : en liino-,, corba tas y per iódicos inleruaciou.ili"-. d u r e s ixmdieron a A n d r c n i o , Salaverr i . i , Ren ,, Ivs pina, Fraiii '' " ' '.. e 1 l inojosa

l a cena '.iradalileliieule a lio inuv alt:is l loras ne );i iioelic.

ticas y Presidente de la .tcailciniíi tic Helias .Artes de San Fernanda en Madrid

Sus libros publicados, hasta ahora, son los siguientes: "Fl régimen parhnna'ian.,". uSSo. "liiolagía de las parl¡ ' '• " l'-l Ejercita y la l'alitu

Ha puesta .•arias j^r >i. "S, a libros de Hartluai. I 'ii!¡t¡i! t-

b'l (."onde de RoiiKiiioii. ' :. polít icas y lio [lolitiías. - .ei í i i io .i : i ;nes:i heiuí i ida de libro-. N ei i r . i i in lanter ia de voliíniem -' iieuadi rn,;e!oíies

an t iguas . l ín el nioineii:

.sobre su mesa IÜ ¿ A l a m o d a , .. : i "> X -n-iiv .

( i ó n g o r a ? — N o . Me lo h a n mandado . P e r o no lo leeré.

N o leo versos. Los versos y la música—a><-ir qué no dec i r lo?—no me interesan. T e n g o un oído detestable .

— ¿ Q u é lee usted a h o r a ? - - ; A h ! , muchís imo. M:'is (|iie . .nunca .en mi

vida. F igúrese . Ün hombre . oinn yo, C|iic :w levanta muy t emprano , ((in ne ahora , d e s g r a c i a d a n i i v •

se ve obl igado a co i r . la. i e i lu ra , — ¿ P a r a usted leer . . n e l o , por tanto. ' —"Y un deleite. - - Y el tea t ro y el cine, ¿qué son pa ra usted,

señor Conde ?—proseguimos. — A h o r a , nada . Desde la di sL'i.ii-i.a de mi

hijo no he vueh — ¿ U s t e d iieii. ; iide, a l o s '

i|uc hacen de i;i (u i i i i ra drai i ia i iea un tabú para los duelos i )ersonales? . . . Y l ibros , ¿qué libros está leyendo, excúseme que le r ep i t a?

— P u e s el úl t imo de Vi l l au r ru t i a . U n o ya ant iguo de Sánchez Toca . Y las Cartas de .Sar .María de Agreda, muy útiles de leer en estos míiiiieutos. También a mi favori to Har thou , ese hi iiiliie admirab le de I ' rancia

- ,; \ I' <• usled a(|ui en .Madrid:' — N o . .•\|Hi.,i--. l''ii el oanf(io. en Toledo . Aqu í ,

sólo la l'rcii^ii. — ¿ Q u é can t idad? — E s p a ñ o l a , la que puedo, l ' r ancesa . Y a lgo

la lile lesa, V (•al;ihuia, ;y li: t ia lana?

-—Nada absohitamei — ¿ Y cómo e n c u P i ü - ;i isa ac tua l e s ­

pañola ? Técnicamei i le , e- insuperable. Con la me jo r

colaboración, e.'tigeiitiV r, <iue hace años no po, m á s . . . Cal lemos.

— ¿ V literatur:f, e\ii-.uijera., •' — L a francesa, ( l i e leído a h o r a L'honneur

de sauflrir, de la C'ondesa de Noai l les . ) Y a lgo la i tal iana. P i randc l lo no me convence.

— ¿ Q u é au to r t iene usted en p r e f e r e n c i a ? . . . P o r e jemplo, en los novel i s tas españoles .

--l-;i aiiloi (le , í /i).í pies de ¡'ettus me pa­rece innv siqieriirr .i lodos los 11-.tantcs...

- ¿ \ ' ((lie le jiarece del ; oto de las lenguas | ieninsulares ?

— Q u e la democrac ia se ha ¡Í .: es te campo. Va no liay lenguas de ¡r- •{<: .se­gunda clase.

— ¿ Q t i é l ibros está prepnrarido t is ted? r . 'MÍO sobre ';• • ' •.•;.''|-r<I-

. ' Uigvire.s i|'.. Rfx-/ • . > ; M J / | I / ; . Í , ; , / , ' , V , / " ' • ;

saludan ile dla< en i ' t o lili c: i | )Í!i iIo i m ' d i t o . ! v«iA.

I li n i ; i M , i ( | i ' , I I I I ; Í I - '

M A D R I D

LOS TRANSEÚNTES LITERARIOS Sergio Pinero

F l : i n i o , - , 1 , . f-'l l'HMal :!• ' •" .••• -••-:•

l ibro li. l;is Ishi'-del S u , , con un e, .. ....... , „., ¡..,, y criollo, \ 'erlieneante de imágenes (no .. sisti-mos en siibrav:u ,;i . .iioi- DOI^ÍH,- Í;I1 liliro ya fué analizai! o de los jóvenes os de personal idad i m i o ha par t ic ipado in­tensa y efie.i .. i l iiioviiiiieiiti! renova­dor cjue desde luiee po ios afios viene düse cu el mundr) l i terar io y art ísi i i nos Ai res , y que <'- • -revis ta Mariin ' nente.

C o m p a ñ e r o lUH'Stro en Madr id dur .ni te l)re-ves días-.anlii'ii.Ki únu " ' ' . m á s larg.i que lia d. que con Serg io P i n e r o n. mo. ron p re fe ren temen te en ion io .; n e s : la amis tad intelectual eiitiv .-veiUud y la juven tud a r g e n t i n a ; man o d iscrepantes de j u z g a r a lgunos sii. , . :: ra r ios recientes de aquí y de .lU.i, eti .

* * *

— S í — n o s confirma ha caudolosa y límpí : i pr incipio (fstoy de .acuerdo con el p u m o de vi.s-ta (pie exponííiti u'-tedes en el penú l t imo n ú m e ­ro de L A 1 . M a d r i d c r h -p a n o a m é r i c a ' . r l (ii|,;;,iii.> de! " la i ; . evidente. Las nuevas generac iones . empiezan ya a mi ra r hacia IÍSIK^ en cuenta sn.-, \ a l o i e s intelectuali vocii'm que las [wsadas. La prm Uo se real iza l;i a i ianc ión de i> taiite sm c o n t a r con l;f <'''••- • i)..i,,.;,., , , - , . •-, opinión de los prestit, " l a pioilue

cicín l i t e ra r i a de l'lsp.:i: \ líneiios .Aires con la nii.Miia leini.. .dial c>ai (pie nace a(]ni, -iü ¡ .•!!!..i ' < e.n il .\tl,',i, tic.

treeliado.-, d. — S i n enii

iri.'niiria de n.iede.s ' ¡la^.u. d a n " : .signe iniaiiiiiHl, .li" p iasnadi rse siendo s.iteii dad indepeiKíii i;l" \ .d nr, el úi crítore.s españoles , como iioe aipii.

l-'all.i la r-R é p l i c a s a i i l l i . !o,i . .--ai', ei i i i .nü

recíprocas . ,'\l fin, l ' iñero ¡ireí i — P e r o es (¡iie I ' . iris pa* •

canos, nostálgiciis v .•nid. i s í n t e s i s Vilal V-:':-: •-•-<• •'".

l inente. Aiii. . nn sólo Ilion de -er el b o g a r !es N cointiretiii. eni.-lia, :itin,nee • (le see eiiiil uj.i Í!. por el •• nieiidi.n!

O t r a Cosa \ ¿ Q u é |.i. . . . . .

n cordial , " Iones

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