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directorio de la cooperativas de trabajo en catalunya
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COOPERATIVAS DE TRABAJO ASOCIADO EN
CATALUNYA:
¿MEJORES RESULTADOS SI INTERCOOPERAN?
David Millà Sardà
Universitat Autònoma de Barcelona
Campus de la UAB, 08193 Bellaterra, Cerdanyola del Vallès
Tel.: +34 93 581 11 11, Fax: +34 93 581 25 95
Email: davidguillemmilla@hotmail.com
RESUMEN
Las cooperativas son generadoras de empleo y repartición de riqueza, en especial las
Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA). El mercado actual exige altos niveles de
competitividad, siendo las alianzas una buena solución para las CTA que quieran
incrementar su tamaño, sus servicios o reducir sus costes. Las Sociedades Cooperativas
de Segundo Grado (SCSG) son la solución más habitual de intercooperación, pero ello no
asegura mejores resultados a sus cooperativas socias. A través de la Teoría Relacional, se
comparan distintos ratios de eficiencia entre las CTA integradas en SCSG y no integradas
en SCSG. Los resultados significativos respecto al salario de los socios de las CTA
integradas deben considerarse en un contexto exploratorio y no concluyente dadas las
limitaciones encontradas.
Palabras clave: Cooperativas Trabajo Asociado, Cooperativas Segundo Grado,
Intercooperación, Teoría Relacional, Rentabilidad Económica
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1
1. INTRODUCCIÓN
El cooperativismo es un movimiento que, en su origen, no puede entenderse desde una
perspectiva estrictamente económica. Su contexto seminal debemos situarlo en un Estado
de liberalismo incipiente y extremo (medianos S.XIX) y adopta un papel marginal en la
periferia del sistema (Barea y Monzón, 1992). Su posición minoritaria necesita acentuar
sus ideales y rasgos socio políticos para mantenerse integrado en un sistema centrado en
el capital y no en el trabajo, justificándose más allá del rendimiento económico.
En la actualidad, sigue siendo vigente el modelo cooperativista, puesto que en España,
según el Observatorio de Economía Social, 298.013 empleos se generaron en el 2009 por
este tipo de sociedades. Este dato, pero, no sólo debemos entenderlo en términos
cuantitativos, sino también desde una perspectiva social y de equilibrio de mercado. El
desarrollo de la economía social aporta equilibrio a las imperfecciones que genera el
mercado mediante la redistribución de la renta, integrando lo “económico” y lo “social”.
Varios datos corroboran esta redistribución, puesto que casi el 70% de las Cooperativas
de Trabajo Asociado (CTA) mantienen una paridad salarial entre sus socios, siendo
habitual la proporción de 1 a 3 en las cooperativas más grandes la que marca el rango
entre el salario más bajo y el más alto. Por otra parte, las CTA tienen tendencia a crear
empleo estable (Barea y Monzón, 1992), realizan formación continua a sus socios y
aplican el principio de gestión democrática (una persona, un voto), con lo que desarrollan
el sentimiento de pertinencia y la implicación aumentando la calidad de vida de sus
trabajadores (Asociación de Mujeres Empresarias de Cooperativas, 2008).
Desde una perspectiva funcional, la situación socio económica actual experimenta un
aumento de creación de cooperativas (incremento de nacimientos de las CTA 14,7% del
2009 respecto al 2008 según el Observatorio de Economía Social) como respuesta a una
alternativa para el desempleo y para personas en situación de exclusión social (Morales,
1992; Romero y Pérez, 2000), aportando el correspondiente ahorro en subsidios,
generación de empleo y rentas. En los motivos expuestos por los socios fundadores, éstos
priorizan el hecho de autoemplearse al de ganar dinero o los motivos ideológicos (Vara,
1985; Lorendhal, 1996; Coll y Cuñat, 2006). En este soporte motivacional podemos
identificar dos grupos: personas con formación académica media-alta y poca experiencia
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profesional y personas con formación académica media-baja y alta experiencia
profesional y técnica (Morales, 1992; Díaz, 2000).
Los motivos estratégicos no aparecen de forma explícita entre los principales para la
creación de cooperativas. No obstante, tanto la naturaleza ideológica marcada por los
principios como la gestión democrática y propiedad colectiva, condicionan la
organización de la empresa y su funcionamiento, con lo que las condiciones estratégicas
no deben quedarse al margen. Incluso en etapas posteriores a la creación, el sexto
principio (cooperación entre cooperativas) sigue marcando una vía de desarrollo, útil
desde la estrategia y coherente con la ideología.
Estos planteamientos teóricos adquieren una importancia relativa al cruzarse con las
investigaciones empíricas, pues como se ha anticipado anteriormente y varios autores han
defendido (Vargas, 1993; Romero, 2000; Montegut, 2006), la asociación entre los
principios y su aplicación se aleja de ser ideal, marcada a menudo de forma circunstancial
por el estilo de liderazgo directivo ejercido (Morales, 2004). Esta falta de enfoque
estratégico radica en la escasa formación directiva de los socios cooperativistas (Morales,
1992) con lo que condiciona su comportamiento en las alianzas entre cooperativas y la
generación de ventajas competitivas específicas (Dyer y Singh, 1998) que les permitan
obtener mejores resultados.
Así pues, teniendo en cuenta la literatura teórica sobre las sinergias generadas por las
alianzas y la falta de visión estratégica por parte de los integrantes de las cooperativas, el
objetivo de este trabajo es verificar si las alianzas entre cooperativas generan una ventaja
competitiva superior en forma de mejores resultados económicos.
El presente trabajo seguirá de la siguiente manera: En el apartado 2 se procederá a
contextualizar el modelo desde una perspectiva estratégica, resaltando las diferencias
entre Cooperativas Agrarias (CA) y Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA). En el
apartado 3 se revisará la literatura específica de la intercooperación. En el apartado 4 se
establecerá el marco teórico pertinente. En el apartado 5 se detallará la metodología
utilizada, aportando los resultados en el apartado 6. Finalmente, en el apartado 7 se
procederá a la conclusión, discutiendo los resultados obtenidos, especificando las
limitaciones y proponiendo futuras líneas de investigación.
3
2. CONTEXTO ESTRATÉGICO COOPERATIVO Y DE LAS CTA
2.1. Cooperativas y estrategia
Contextualizando el entorno cooperativo, debemos definir el modelo según su legislación
que nos aporta la Ley 27/1999 del 16 de julio de Cooperativas: “La cooperativa es una
sociedad constituida por personas que se asocian, en régimen de libre adhesión y baja
voluntaria, para la realización de actividades empresariales, encaminadas a satisfacer
sus necesidades y aspiraciones económicas y sociales, con estructura y funcionamiento
democrático, conforme a los principios formulados por la alianza cooperativa
internacional, en los términos resultantes de la presente Ley”. En esta definición,
destacaremos tres aspectos relevantes a nivel estratégico:
1) La referencia directa a la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) como órgano
legitimado para marcar las pautas ideológicas basándose en los principios. La
importancia de este aspecto radica en la autonomía legislativa respecto a los
fundamentos conceptuales que dispone el movimiento. Ello acentúa la
responsabilidad interna para asegurar el futuro del modelo, pudiéndose adaptar a
nuevas realidades económicas y sociales distintas a les que envolvían la última
actualización de los principios.
2) El carácter mixto entre los objetivos sociales y económicos. La falta de control y
precisión sobre las “la satisfacción de las necesidades sociales” convierten este
aspecto en un testimonio estético, puesto que, según Coll y Cuñat (2006), “la
elección de la fórmula cooperativa viene determinada, en general, por la
posibilidad de aprovechar determinadas ventajas que ofrece la constitución de
este tipo de sociedad, antes que por razones de naturaleza ideológica”.
3) La baja voluntaria representa una de las grandes debilidades del modelo, puesto
que supone que la aportación del socio es difícilmente clasificable como fondos
propios, por lo que la organización queda en debilidad financiera. No obstante, la
tendencia de la normativa contable busca adaptarse a las necesidades específicas
de las cooperativas.
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Caracterizados algunos aspectos clave basados en la definición, procederemos a
especificar la relevancia estratégica de las CTA. Según la Ley 27/1999 del 16 de julio de
Cooperativas, actualmente se reconocen doce tipos de cooperativas, a saber: Cooperativas
de trabajo asociado, de consumidores y usuarios, de viviendas, agrarias, de explotación
comunitaria de la tierra, de servicios, del mar, de transportistas, de seguros, sanitarias, de
enseñanza y de crédito. El peso relativo en España, pero, es muy distinto según la
tipología (ver Tabla 1).
Tabla 1 – Creación de Cooperativas según su tipología
2009 %
Trabajo asociado 656 64,3%
Consumidores y usuarios 5 0,5%
Viviendas 157 15,4%
Agrarias 88 8,6%
Expl. comunitaría de la tierra 17 1,7%
Servicios 27 2,6%
Mar 0 0,0%
Transportistas 25 2,4%
Enseñanza 12 1,2%
Otras 34 3,3%
TOTAL 1021 100,0%
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Observatorio Español de la Economía Social
A pesar del escaso peso relativo en la creación de Cooperativas Agrarias (CA), éstas
centran, como veremos posteriormente, la mayoría de estudios, resultando prácticamente
inexistentes los estudios sobre intercooperación de CTA.
2.1. Diferencias estratégicas entre CA y CTA
Las diferencias básicas entre las CA y las CTA que condicionan la estrategia son:
1) Objetivos: El objetivo de las CTA es maximizar el retorno de su capital trabajo,
sea de forma más tangible a través de la renta o a través de la satisfacción y
calidad laboral (Barea y Monzón, 1992). El objetivo de las CA es obtener el mejor
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precio por su producto, estableciendo los precios en función del excedente
previsto y no en función del mercado, es decir, contablemente, “beneficio cero”
(Montegut, 2006)
2) Riesgo: Las CA pueden considerarse cooperativas de socios-empresarios, puesto
que utilizan la cooperativa como cliente final y canal de distribución hacia el
mercado. Su riesgo no se asocia directamente al funcionamiento de la cooperativa
como organización, puesto que pueden vender su producto directamente al
mercado. Por otra parte, las CTA “son las únicas cooperativas en que la renta de
los socios depende exclusivamente de la suerte de la propia cooperativa” (Barea
y Monzón, 1992)
La relevancia de las diferencias entre los objetivos entre las CA y las CTA, la
encontramos en el análisis contable, puesto que en las primeras se prioriza el coste de la
materia prima y en el segundo el coste de personal. Entre sí, no resulta determinante a
nivel de gestión estratégica, pero sí lo es al compararlo con las sociedades mercantiles
convencionales, pues las CA y CTA ven disminuidos sus fondos propios y las
posibilidades de reinversión y crecimiento. Respecto al riesgo, en las CA está bastante
limitado, mientras que en las CTA, el socio arriesga con su trabajo y su patrimonio
personal al futuro de una organización en la que tiene un control limitado (gestión
democrática, un socio, un voto). Trasladado al ámbito funcional y comparando al socio
de la CTA con la de la empresa convencional, sólo se entiende su elección bajo
circunstancias de alta seguridad en el futuro de la cooperativa unido a valores ideológicos
marcados o por falta de alternativas, como recurso ante una situación de desempleo. En el
segundo caso, condiciona la composición de recursos humanos de la organización y su
desarrollo estratégico.
Finalmente, existen otras diferencias funcionales, históricas y sectoriales entre las CA y
las CTA, entre las que destacamos el efecto tamaño para ser competitivos en las CA
(Server y Meliá, 2002; Hernández y Arcas, 2003), los localismos e individualismos
históricos de las CA (Montero, 1999) o la intensidad en capital de las CTA industriales.
Para materializar dichas diferencias, realizaremos un análisis descriptivo de distintas
variables y ratios (ver Tablas 2 y 3).
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En primer lugar, actualmente no sólo hay un mayor incremento en la formación de CTA
respecto a CA, sino que los datos agregados sobre la totalidad de CTA registradas supera
en más de 4 veces las CA. No obstante, su producción agregada es similar, por lo que la
producción media por CA es muy superior a la de las CTA.
Tabla 2 – Comparación Valor Añadido datos Agregados 2.008
CA CTA
Nº Sociedades 3.990,00 13.508,00
Producción (P) 16.081.182,00 14.935.550,00
Producción media 4.030,37 1.105,68
Valor Añadido VA 1.578.506,00 3.171.740,00
Gastos de Personal (GP) 1.102.004,00 2.722.382,00
% VA / P 9,82% 21,24%
% GP / VA 69,81% 85,83% * Importes en miles de euros
Fuente: Elaboración propia según datos Observatorio Economía Social
La explicación la encontramos en el sector agrario, pues éste necesita concentrar la oferta
para equilibrar su poder de negociación con los distribuidores. Entendiendo a los
agricultores como empresarios individuales, la cooperativa es una integración vertical
dónde el tamaño es un factor crítico, por lo que las SCSG seguirán esta misma lógica
acercándose hacia el consumidor final (Arcas et al, 2002). En este sentido, las CTA
siguen una estrategia distinta, puesto que el efecto tamaño no es tan relevante.
Consecuentemente, las SCSG de CTA tendrán un objetivo y estructura diferente con lo
que el análisis deberá tener en cuenta la tipología de cooperativa.
Por otra parte, la mayor proporción del Gasto de Personal (GP) respecto el Valor Añadido
(VA) tiene parte de su explicación en la disparidad de objetivos que tiene cada tipología
de cooperativa, como hemos visto anteriormente.
A continuación, utilizando la investigación realizada por Montegut (2006) sobre las CA
oleícolas catalanas, compararemos los distintos ratios económicos entre CA y CTA (ver
Tabla 3). En este caso, los datos utilizados son las medianas por su menor sensibilidad a
los valores extremos (Montegut, 2006).
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Puesto que el análisis de la autora disponía de las medianas de los años 1.992 a 2.002,
hemos procedido a realizar la media de las medianas, utilizando la misma lógica para los
datos de las CTA que incorporan los años 2.005, 2.006 y 2.007. Por la naturaleza
descriptiva y no determinista de la comparación, no valoraremos como relevante la
disparidad de años.
Tabla 3 – Comparación de medianas Rentabilidad CA y CTA
Medianas de Rentabilidad
CA CTA % Variación
ROA 1,433 1,783 24,5%
MV 0,016 0,032 100,0%
RE 0,022 0,039 77,3%
Fuente: Elaboración propia. Datos CA, Montegut (2006)
Para no centrar un análisis exhaustivo de los ratios, puesto que no es el objetivo de este
trabajo, sólo destacaremos la gran diferencia en las rentabilidades que ofrecen ambas
tipologías de cooperativas, por lo que confirma la necesidad de individualizar su estudio,
tal como hemos visto desde el punto de vista teórico y empírico.
A continuación revisaremos los estudios realizados sobre la intercooperación, incidiendo
en los que describen la realidad española por sus aspectos distintivos.
3. LA INTERCOOPERACIÓN, ESTADO DE LA CUESTIÓN
La obtención de ventajas competitivas sostenibles mediante la cooperación defendidas
por Dyer y Singh (1998) podríamos encontrarlas directamente en las Sociedades
Cooperativas de Primer Grado (SCPG), entendiéndolas como una cooperación entre
empresarios (Senise y Parras, 2005). No obstante, esta cooperación queda diluida en la
confusión entre factores personales y colectivos por parte de los socios (Barea y Monzón,
1992) y por motivaciones de los socios que no responden a una finalidad estratégica, por
lo que su efecto difícilmente puede aislarse, medirse y ser relevante.
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Por otra parte, la organización y funcionamiento de las cooperativas se estructura
mediante el ejercicio del voto democrático, por lo que es lógico que, en beneficio del
grupo, prime una distribución de cargos por criterios meritocráticos. Así pues, la
delegación de poder otorga un liderazgo formal a los directivos más capacitados
(Bataille-Chedotel y Huntzinger, 2004), permitiendo a la cooperativa ser competitiva en
el mercado junto a empresas convencionales.
Las circunstancias del mercado obligan a menudo a tener un tamaño mínimo eficiente
para incrementar el poder de negociación, reducir costes u ofrecer disparidad de servicios
o productos, por lo que fomenta distintos tipos de integración y alianzas estratégicas.
Por otra parte, el sexto principio de la ACI promulga que “las cooperativas sirven a sus
miembros más eficazmente y fortalecen el movimiento cooperativo, trabajando de
manera conjunta por medio de estructuras locales, nacionales, regionales e
internacionales”. De esta forma, sea de naturaleza estratégica o ideológica, las alianzas
entre cooperativas se fortalecen en el movimiento de forma estructural. Entre las formas
más comunes en el cooperativismo, encontramos las Sociedades Cooperativas de
Segundo Grado (SCSG) frente a las fusiones, grupos cooperativos u otro tipo de alianza
estratégica (Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya, 2010).
A continuación, revisaremos la literatura acerca de la intercooperación entre SCPG (ver
Cuadro 1) centrada en el ámbito español, incluyendo los artículos más relevantes a nivel
internacional.
Un primer aspecto destacable es que el sistema utilizado en casi todos (excepto en Server
y Meliá, 1999; Moreno, 2001) analizan la relación de SCSG. Sólo cuatro de estas
investigaciones añaden la opción de grupos cooperativos (las dos anteriores más Garrido,
Puentes y Navarro, 2007 y Puentes, Velasco y Vilar, 2010) limitándose al plano teórico o
legislativo. El motivo es doble: en primer lugar, la dificultad de realizar investigaciones
empíricas ante una muestra muy escasa de grupos cooperativos (Federació de
Cooperatives Agràries de Catalunya, 2010).
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Cuadro 1 – Resumen revisión de literatura intercooperación
Autor/es Año Marco Teórico Tipo Estudio Recogida datos Muestra Zona Sector Unidad de análisis
1 Sargent 1991 Teoría Costes Transacción Teórico No aplica No aplica Europa Indiferente 1r Grado - AGRÍCOLAS
2 Vargas 1993 Sin especificar Teórico No aplica No aplica España
(Andalucía) Agrarias oleícolas 1r Grado - AGRÍCOLAS
3 Ollila 1994 Teoría Costes Transacción Teórico No aplica No aplica Suecia y
Finlandia Agrario 1r Grado - AGRÍCOLAS
4 Server y Meliá 1999 Sin especificar Descriptivo - Legislativo No aplica Legislación vigente España Indiferente Grupos Cooperativos
AGRARIOS
5 Arcas, Hernández y
Munuera 2000 Marketing de relaciones y redes Teórico No aplica No aplica España Indiferente 1r Grado - AGRÍCOLAS
6 Moreno 2001 Sin especificar Teórico No aplica No aplica España Aseguradoras Grupos Cooperativos -
MUTUAS
7 Arcas 2002 Orientación al Mercado Cuantitativo Cuestionario 190 cooperativas España Agrarias
hortofructícolas 1r Grado - AGRÍCOLAS
8 Arcas, Munuera y
Hernández 2002 Cadena de Suministro Cuantitativo Cuestionario
190 cooperativas (Zona:
Nacional) España
Agrarias
hortofructícolas 1r Grado - AGRÍCOLAS
9 Weber y Schwaninger 2002 Sin especificar Cualitativo Sesión de grupo/
Cuestionario 6 cargos representativos Suiza Agrario 1r Grado - AGRÍCOLAS
10 Server y Meliá 2002 Sin especificar Cualitativo Análisis de caso Proceso fusión empresa
cooperativa España Agrario 1r Grado - AGRÍCOLAS
11 Hernández y Arcas 2003 Cadena de Suministro/ Orientación al
Mercado Teórico/Cuantitativo Cuestionario 161 cooperativas España
Agrarias
hortofructícolas 1r Grado - AGRÍCOLAS
12 Aizega y Valiñani 2003 Sin especificar Teórico No aplica Legislación vigente España Indiferente 2o Grado y Grupos -
INDIFERENTE
13 Mozas y Bernal 2004 Redes Cuantitativo Cuestionario 102 cooperativas España Indiferente 2o Grado - INDIFERENTE
14 Senise y Parras 2005 Cooperativismo dinámico Cualitativo Entrevistas 20 cooperativas España
(Andalucía) Agrarias oleícolas 2o Grado - AGRÍCOLAS
15 Bruque y Moyano 2006 Redes Cuantitativo Cuestionario 162 cooperativas y no
cooperativas
España
(Andalucía) Agrarias oleícolas 1r Grado - AGRÍCOLAS
16 Garrido, Puentes y
Navarro 2007 Sin especificar Descriptivo - Fiscal No aplica Régimen Fiscal vigente España Indiferente
2o Grado y Grupos -
INDIFERENTE
17 Puentes, Velasco y Vilar 2010 Sin especificar Descriptivo - Órganos
Gobierno No aplica No aplica España Indiferente 2o Grado - INDIFERENTE
Fuente: Elaboración propia
En segundo lugar, el dilema que presenta otorgar a una cooperativa el liderazgo de un
grupo frente al principio de gestión democrática del resto de cooperativas que integran el
grupo (Server y Meliá, 2002; Puentes, Velasco y Vilar, 2010), puesto que se diluye el
control por parte de sus socios. Alternativamente, el grupo permite que no haya
duplicidad de estructuras, puesto que aprovecha la estructura de uno de sus integrantes,
resultando ser un modo de intercooperación altamente recomendable para las CA
(Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya, 2010).
Un segundo aspecto destacable, es la evolución de los marcos teóricos. Inicialmente se
han utilizado los enfoques de la nueva teoría institucional, centrados en la Teoría de los
Costes de Transacción de Coase (1937) y Williamson, (1975). Posteriormente, se ha dado
paso a entender la intercooperación como una relación entre distintos individuos,
utilizando la Teoría de Redes (Senise y Parras, 2005) para analizar la aportación de la
orientación al mercado de las SCSG a las SCPG (Arcas et al, 2000) o para investigar si
las relaciones entre las SCPG son siempre cooperativas o pueden ser competitivas
(Bruque y Moyano, 2006). En esta última investigación, los autores concluyen que la
naturaleza exploratoria de la investigación y los resultados no estadísticamente
significativos no permiten concluir la competitividad entre SCPG aliadas, pero sí abre un
camino a futuras investigaciones. Finalmente, los enfoques basados en la cadena de
suministro (Dyer y Singh, 1998; Chen y Paulraj, 2004) han permitido medir la generación
de ventajas competitivas específicas, aunque las muestras sólo se han limitado a analizar
las SCPG y no las SCSG.
Respecto al tipo de estudio, los iniciales eran básicamente teóricos (Sargent, 1991;
Vargas, 1993; Ollila, 1994; Arcas, Hernández y Munuera, 2000; Moreno, 2001; Aizega y
Valiñani, 2003), mientras que de los empíricos, predominan los estudios cuantitativos
(Arcas, 2002; Arcas, Munuera y Hernández, 2002; Mozas y Bernal, 2004; Bruque y
Moyano, 2006).
En otras disciplinas también han sido fructíferas las investigaciones en proporción, puesto
que la complejidad legislativa cooperativa es amplia. En España existen catorce leyes
cooperativas distintas, una general (Ley 27/1999 del 16 de julio de Cooperativas) y otras
trece que dependen de las Comunidades Autónomas (CCAA). A parte, la complejidad se
10
11
acentúa con la legislación específica, como por ejemplo, la legislación fiscal (Garrido,
Puentes y Navarro, 2007).
Finalmente, destacar que en todos los estudios empíricos se ha utilizado como unidad de
análisis las CA. La zona de Andalucía es la que ha recibido más atención a nivel español,
siendo el sector oleícola el que ha monopolizado las investigaciones (Vargas, 1993;
Senise y Parras, 2005 y Bruque y Moyano, 2006). La razón principal es el peso histórico
del sector en la zona y el interés que ello genera.
Destacar que por razones de la estructura del tejido empresarial cooperativo, en
Andalucía las investigaciones se han centrado en el sector agrícola oleícola, en la
Comunidad Valenciana han sido los cítricos y en el País Vasco las CTA del sector
industrial, motivados por el efecto del Grupo Mondragón. En Catalunya hay muy pocos
trabajos sobre cooperativismo y éstos se centran también en las CA de las provincias de
Lleida y Tarrgona (Montegut, 2006).
Las diferencias legislativas entre CCAA incitan a estudios específicos, puesto que, por
ejemplo, en la Llei 18/2002, de 5 de juliol, de cooperatives de Catalunya (Llei 18/2002),
respecto a la Ley 27/1999, de 16 de julio, de Cooperativas (Ley 27/1999) nos muestran
distintas posibilidades en la composición de las SCSG (Server y Meliá, 1999).
Otras diferencias relevantes entre CCAA, las encontramos respecto al porcentaje de
SCPG integradas en SCSG, puesto que según Barea y Monzón (1992), el 11% de las
CTA españolas pertenecen a alguna SCSG, destacando Aragón (54,7%) y País Vasco
(27,9%), mientras que Catalunya tiene un porcentaje de 10,5% y Extremadura de sólo un
2,5%.
Viendo la necesidad de considerar las diferencias culturales, legislativas y de tejido
empresarial cooperativo, resulta relevante centrar la investigación en una de las CCAA,
siendo Catalunya, por proximidad del autor, la que mejor se ajusta a las necesidades de la
investigación.
12
4. MARCO TEÓRICO
Para analizar las relaciones entre las cooperativas se han utilizado varios marcos teóricos,
partiendo de los mencionados anteriormente (Teoría de Costes de Transacción) y
complementados con la Teoría de la Agencia de Simon (1957), Alchian y Demsetz
(1972) y Jensen y Meckling (1976).
Los motivos encontrados en las investigaciones para la intercooperación han sido reducir
los costes de transacción (Ollila) o de producción (Sargent, 1991). Otras razones más
indirectas se derivan de las ventajas que ofrece la consideración de fórmula mixta a nivel
organizativo entre el “mercado puro” y la “jerarquía pura” (Morales, 1996; Coque, 2007).
Bajo este parámetro, varios estudios teóricos y empíricos se han llevado a cabo,
enfatizando sobre la especificidad del activo gerencial (Bataille-Chedotel y Huntzinger,
2004) bajo el enfoque de la Teoría de Costes de Transacción, analizando las
multidireccionalidades de las relaciones “agente” y “principal” (Orellana y Rueda, 2004)
soportado por la Teoría de la Agencia o debatiendo entre los límites teóricos sobre la
propiedad de los activos adquiridos de los fondos propios que encontramos en la
investigación de Salazar y Galve (2008), basados en la Teoría los Derechos de Propiedad,
surgen considerables diferencias con las empresas mercantiles convencionales.
La Teoría de Redes (Mozas y Bernal, 2004; Bruque y Moyano, 2006) ha permitido a
estos autores superar parte de las limitaciones de las teorías anteriores que consideraban
otras teorías como excluyentes (Arcas et al, 2000).
Finalmente, la Teoría Relacional de Dyer y Singh (1998) es la que ofrece un mejor ajuste
al objeto de estudio, pues combina la importancia de las características de la alianza en
función de la especificidad de las inversiones, el intercambio de información, la
interdependencia y los costes de transacción con las características de la Teoría de
Recursos y Capacidades de Barney (1991) y Teece y Pisano (1994).
En concreto, los autores argumentan que la relación entre empresas debe ser considerada
como unidad independiente generadora de ventajas competitivas. Para ello, identifican
cuatro aspectos a considerar: 1) La especificidad de la relación. A mayor implicación,
mejores resultados, teniendo en cuenta la escala, alcance y frecuencia de los
13
intercambios. 2) La instauración de rutinas y la gestión fluida del conocimiento. En este
sentido, son relevantes tanto la capacidad de absorber conocimientos como los incentivos
para que éstos sean transferidos y evitar comportamientos oportunistas. 3) La
complementariedad de recursos y capacidades. La creación de una sinergia eficiente pasa
por la complementariedad. Cuando más valiosos, escasos y difíciles de imitar sean los
recursos y capacidades complementarias, más potencial tendrá la relación de generar
ventajas. En el caso de los recursos, la disposición es previa, mientras que en el caso de
las capacidades, el objetivo debe ser que éstas sean propias de la relación. 4) Una
dirección eficaz. En este sentido, la capacidad para alinear objetivos y minimizar los
costes de transacción, es una responsabilidad directiva que adquiere un alto valor en el
éxito o fracaso de la relación.
Partiendo de estos principios, la integración de CTA en estructuras de segundo grado,
debe generar ventajas competitivas específicas y, éstas, deben permitir ofrecer unos
mejores resultados a las cooperativas que integran la alianza. Estos resultados pueden
medirse con distintos ratios, siendo las de rentabilidad económica pertinentes para ello.
La hipótesis a contrastar sería la siguiente:
H1: Las medidas de rentabilidad económica serán mejores en CTA de primer grado que
estén integradas en SCSG que en CTA de primer grado que no estén integradas en
SCSG.
A continuación, describiremos la obtención de datos, variables y metodología para el
contraste de la hipótesis.
5. METODOLOGÍA
5.1. Datos
Para la investigación se han utilizado datos de distintas fuentes secundarias, al no existir
un único registro central. En primer lugar, se han determinado las SCSG existentes a la
zona analizada, en concreto, se ha limitado a la CCAA de Catalunya. Para ello, se
contactó por correo con el “Registre general de Cooperatives de Catalunya” (RGCC) en
el mes de Mayo para identificar a las SCSG registradas en Catalunya. Los datos que nos
14
facilitaron fueron el nombre de todas las cooperativas de Catalunya, con la distinción de
la tipología (entre las que se distinguía CA, CTA o SCSG). En total, se identificaron 47
SCSG, de las cuales no todas siguen operativas. En el estudio de Mozas y Bernal (2004),
encontraron que de 43 SCSG en Catalunya, 13 no estaban operativas, lo que supone un
30%. En nuestro caso, puesto que la lista facilitada por el RGCC no facilitaba ni
teléfonos, ni direcciones electrónicas, se procedió a la búsqueda en internet de todas ellas
de las cuales se encontraron datos concretos de contacto (teléfono o direcciones
electrónicas) de 40, un 85%. Puesto que el año para analizar quería evitar el efecto del
ciclo económico, se cogieron datos del 2.005, 2.006 y 2.007, por lo que las SCSG
formadas en los años posteriores se han eliminado, al no inferir en la mejora de resultados
de sus cooperativas socias. La muestra se redujo a 28 SCSG. De ellas, se identificaron vía
Internet o teléfono las SCPG que formaban de estas SCSG. Eliminando las duplicidades
de SCPG que pertenecían a distintas SCSG, se obtuvo una base de datos de 187 SCPG.
Su tipología se muestra a continuación (ver Tabla 4).
Tabla 4 – SCPG integradas en SCSG según tipología
Agrarias Viviendas Consumidores
y usuarios Mixtas
Trabajo asociado
Otras
143
5 2 6 24 7
Fuente: Elaboración propia
Respecto a las cooperativas mixtas, éstas “cumplen finalidades propias de diversas clases
de cooperativas y unifican las diversas actividades en una sola cooperativa de primer
grado”. (Llei 18/2002, art.119). Se filtraron según su actividad principal, siendo ésta la de
CTA, se añadía a la muestra que, sumando a las 24 identificadas, sumaron 29 CTA
integradas en SCSG en Catalunya.
Para la obtención de los datos financieros, se tenía que realizar la petición al “Servei
Territorial de Barcelona (STB), siendo de dependencia provincial, puesto que el RGC
sólo dispone de las cuentas anuales de las SCSG y de las SCPG que auditan externamente
sus cuentas.
Respecto a la disposición de las cuentas anuales en el STB, aunque el artículo 72 de la
Llei 18/2002 especifica su obligatoriedad, la falta de medidas sancionadoras desincentiva
15
su aplicación rigurosa. Cuatro de ellas no se tenían datos y seis estaban auditadas
externamente, por lo que el STB no disponía de las cuentas. La petición al RGCC fue
realizada el 1 de junio del 2011 y actualmente está en trámite. Mientras, la muestra de
CTA asociadas a SCSG queda en 19 sobre 29, lo que supone un 65% (ver Cuadro 2).
Cuadro 2 – Ficha técnica de la investigación
Muestra 1
Universo de población 31 cooperativas de trabajo asociado y mixtas en Catalunya
que son socias de cooperativas de segundo grado
Ámbito geográfico Catalunya
Método de recogida de información Cuentas Anuales del Registro de Cooperativas de
Barcelona
Tamaño de la muestra 19
Nivel de confianza 95%. p = q = 50%
Fecha de realización del trabajo de campo De abril a junio 2011
Muestra 2
Universo de población 3.001 cooperativas de trabajo asociado y 31 mixtas
registradas en Catalunya. Total: 3031
Ámbito geográfico Catalunya
Método de recogida de información Sistema Analítico de Balances Ibéricos (SABI)
Tamaño de la muestra 20
Nivel de confianza 95%. p = q = 50%
Fecha de realización del trabajo de campo De abril a junio 2011
Fuente: Elaboración propia
Por otra parte, para comparar los ratios de rentabilidad, se necesitaba un grupo de
similares características en cuanto a tamaño y sector. Para ello se ha accedido a otra
fuente secundaria, el Sistema de Análisis de Balances Ibéricos (SABI) que permite
identificar la forma jurídica (cooperativa). Se han buscado los mismos años, 2.005, 2.006
y 2.007, filtrando por CCAA (Catalunya). Con datos, se obtuvieron 54 cooperativas, de
las cuales incorporaban Sociedades Agrícolas de Transformación y cooperativas que no
estaban actualmente registradas en la base de datos facilitada por el RCG. Éstas fueron
eliminadas, puesto que no pertenecían o no se identifican con CTA. Finalmente, la
muestra se quedó en 20 observaciones.
5.2. Variables
Las variables utilizadas han sido escogidas en función del objetivo y de su adecuación
con las hipótesis planteadas. Para ello, la base de la investigación de Montegut (2006) en
16
el que se utilizaron distintas medidas para conocer la rentabilidad de las almazaras
oleícolas catalanas y poder realizar un diagnóstico sobre su situación, entendiendo que el
objetivo principal de cualquier empresa es la obtención de una ganancia,
independientemente de su forma jurídica. No obstante, estos datos hay que relativizarlos
en el contexto cooperativo y sus objetivos particulares. Puesto que la comparación
efectuada en esta investigación queda en un entorno de objetivos homogéneo (CTA) y el
interés no se focaliza en los datos absolutos, los ratios utilizados son válidos.
En concreto, se ha utilizado indicadores de:
Rentabilidad económica (RE): Se define como la capacidad de la empresa para generar
resultados en función de los medios invertidos. Los ratios permiten evaluar la eficacia de
la estrategia implantada y realizar comparaciones. Si estos indicador presenta valores
apropiados, permitirán tanto el crecimiento interno como la retribución de los
propietarios (González, Correa y Acosta, 2002). Si el valor es alto, es positivo para la
CTA, mientras que si el activo está infrautilizado, los resultados serán bajos (Montegut,
2006). Se mide con el Beneficio antes de Intereses e Impuestos dividido entre el Activo
total.
Rotación del activo (ROA): Se define como el volumen de ventas por cada unidad
monetaria implicada en el proceso de producción. Si este indicador presenta valores
apropiados, significa que las inversiones tienen capacidad para generar ingresos de
explotación. Se mide con las Ventas dividido entre el Activo total
Margen sobre ventas (MV): Se define como el nivel de eficiencia o rentabilidad de la
empresa, puesto que analiza las diferencias entre el precio de venta y el coste mediante el
resultado (Montegut, 2006). Se mide con el Beneficio antes de Intereses e Impuestos
dividido entre las Ventas.
Coste de Personal (GP): Es un indicador de la suma salarial de la empresa, incluyendo
las cargas sociales por parte de la empresa. Como indicador por sí solo no resulta
determinante, puesto que se necesitaría el número de empleados de cada organización en
cada año. De esta forma se podría establecer un salario medio, pero la información sobre
el número de trabajadores en la muestra del SABI faltaban muchos datos y en el grupo
17
perteneciente a SCSG no era fiable, por lo que la relevancia de este dato sólo servirá de
forma exploratoria para indicar futuras investigaciones.
Otras variables incorporadas han sido las que componen el numerador y denominador de
los ratios identificados, siendo éstas el Beneficio Antes de Intereses e Impuestos (BAIT),
el total de ventas (VENTAS) y el total del activo (ACTIVO)
5.3. Metodología
Para comparar los distintos parámetros entre una variable cualitativa dicotómica
(pertenencia a SCSG) y las distintas medidas de rentabilidad, se utilizará la comparación
de medias.
El problema, pero, lo encontramos ante la falta de observaciones en el análisis transversal
(para el año 2.006 hay 17 CTA que pertenecen a SCSG y 19 CTA que no, es decir, un
total de 36 observaciones). Por ello, aprovechando los datos del 2.005 y 2.007,
utilizaremos el “pooled data estimation”. Otros estudios han utilizado esta metodología
ante muestras pequeñas (Ríos y Féliz, 2003; Perlbach, Calderón y Ríos, 2003). Según
Ríos y Féliz (2003), se puede estimar con datos de panel utilizando distintos modelos
econométricos.
La utilización de esta técnica, permite incrementar de forma sustancial la muestra. En este
caso, pasamos de 36 observaciones a 88 y 92 (en función de las variables). Ello es posible
al considerar el año 2.005 y 2.007 de la empresa “X” como dos empresas distintas a la
observación del año 2.006, por lo que el factor año se considera irrelevante en el análisis.
Según Calderón y Ríos (2003), “No varía la interpretación de los coeficientes básicos del
modelo ni tampoco difieren los métodos de estimación e inferencia”, por lo que,
considerando la limitación del análisis transversal con datos longitudinales y las
consideraciones necesarias en una interpretación prudente de los resultados, a
continuación procederemos a exponerlos.
6. RESULTADOS
A continuación, se adjunta la tabla con los resultados correspondientes (ver Tabla 5)
18
Tabla 5 – Resultados
100,0%92,0%0100,0%92ROTACIONactivo *
INT2nGrau
100,0%922,2%297,8%90MARGENsVentas *
INT2nGrau
100,0%92,0%0100,0%92RENTeconom * INT2nGrau
100,0%92,0%0100,0%92ACTIVOtotal * INT2nGrau
100,0%922,2%297,8%90VENTAS * INT2nGrau
100,0%921,1%198,9%91BAIT * INT2nGrau
100,0%924,3%495,7%88GASTpersonal * INT2nGrau
PercentNPercentNPercentN
TotalExcludedIncluded
Cases
Case Processing Summary
100,0%92,0%0100,0%92ROTACIONactivo *
INT2nGrau
100,0%922,2%297,8%90MARGENsVentas *
INT2nGrau
100,0%92,0%0100,0%92RENTeconom * INT2nGrau
100,0%92,0%0100,0%92ACTIVOtotal * INT2nGrau
100,0%922,2%297,8%90VENTAS * INT2nGrau
100,0%921,1%198,9%91BAIT * INT2nGrau
100,0%924,3%495,7%88GASTpersonal * INT2nGrau
PercentNPercentNPercentN
TotalExcludedIncluded
Cases
Case Processing Summary
1,526602,89342,108881791439,939291602843,66747188967,40461873702,37915Std. Deviation
92909292909188N
1,9218,5100,05791348166,06261629651,661381835,9008640414,2460MeanTotal
1,658781,64142,086071932793,497801784895,86072228799,13246987871,07265Std. Deviation
49484949484948N
1,7391,4431,05721623902,81141772687,4823101144,9790807061,6385MeanSI
1,349623,88243,131221579318,615271368737,30855127014,87358672013,97945Std. Deviation
43424343424240N
2,1300,5863,05871033954,41861466182,151759308,6429440437,3750MeanNO
ROTACIONacti
vo
MARGENsVent
as
RENTecono
mACTIVOtotalVENTASBAIT
GASTpersona
lINT2nGrau
Report
1,526602,89342,108881791439,939291602843,66747188967,40461873702,37915Std. Deviation
92909292909188N
1,9218,5100,05791348166,06261629651,661381835,9008640414,2460MeanTotal
1,658781,64142,086071932793,497801784895,86072228799,13246987871,07265Std. Deviation
49484949484948N
1,7391,4431,05721623902,81141772687,4823101144,9790807061,6385MeanSI
1,349623,88243,131221579318,615271368737,30855127014,87358672013,97945Std. Deviation
43424343424240N
2,1300,5863,05871033954,41861466182,151759308,6429440437,3750MeanNO
ROTACIONacti
vo
MARGENsVent
as
RENTecono
mACTIVOtotalVENTASBAIT
GASTpersona
lINT2nGrau
Report
Total
Within Groups
,2221,510(Combined)Between GroupsROTACIONactivo * INT2nGrau
Total
Within Groups
,816,054(Combined)Between GroupsMARGENsVentas * INT2nGrau
Total
Within Groups
,950,004(Combined)Between GroupsRENTeconom * INT2nGrau
Total
Within Groups
,1162,525(Combined)Between GroupsACTIVOtotal * INT2nGrau
Total
Within Groups
,368,817(Combined)Between GroupsVENTAS * INT2nGrau
Total
Within Groups
,2951,110(Combined)Between GroupsBAIT * INT2nGrau
Total
Within Groups
,0493,973(Combined)Between GroupsGASTpersonal * INT2nGrau
Sig.F
ANOVA Table
Total
Within Groups
,2221,510(Combined)Between GroupsROTACIONactivo * INT2nGrau
Total
Within Groups
,816,054(Combined)Between GroupsMARGENsVentas * INT2nGrau
Total
Within Groups
,950,004(Combined)Between GroupsRENTeconom * INT2nGrau
Total
Within Groups
,1162,525(Combined)Between GroupsACTIVOtotal * INT2nGrau
Total
Within Groups
,368,817(Combined)Between GroupsVENTAS * INT2nGrau
Total
Within Groups
,2951,110(Combined)Between GroupsBAIT * INT2nGrau
Total
Within Groups
,0493,973(Combined)Between GroupsGASTpersonal * INT2nGrau
Sig.F
ANOVA Table
19
Una visión general a los resultados, no ofrece ninguna diferencia de medias
estadísticamente significativa (al 95%) para los ratios económicos, por lo que no se puede
confirmar la Hipótesis 1.
De forma más precisa, observamos que la probabilidad de error en caso de aceptar la
hipótesis planteada, es muy alto, tanto en la Rentabilidad Económica (RE) como en el
Margen sobre Ventas (MV). No basta con considerar que las diferencias entre las medias
son diferentes, aunque estadísticamente no resulte significativo a un porcentaje
académicamente aceptable, puesto que, además, se aleja mucho de ello.
Por otra parte, destacar que sí resulta significativo el gasto de personal al nivel de
confianza del 95%.
Finalmente, aunque sin tener una significancia estadística, el activo podría presentar
diferencias, por lo que incide a ser cuidadosos con el efecto tamaño de las muestras.
A continuación, procederemos a concluir, discutiendo los resultados, exponiendo las
limitaciones y proponiendo futuras investigaciones.
7. CONCLUSIONES
7.1. Discusión
Como han mostrado los resultados de la prueba de medias, los ratios analizados no han
presentado diferencias de medias entre las CTA que pertenecen a SCSG y las que no
pertenecen a ellas. Tres motivos podrían explicar este hecho.
En primer lugar, que los costes de estructura de una SCSG fuesen elevados respecto a la
dimensión de la misma, de forma que no resultaría eficiente. Por ley, las SCSG deben
regirse bajo los mismos principios democráticos que las SCPG y ello significa tener
órganos de gobierno propios. A estos costes se unen los costes administrativos, por lo que
se necesita un tamaño mínimo para que estos costes se diluyan con cada transacción
efectuada. Precisamente, el efecto tamaño no es esencial en las CTA, siguiendo la misma
lógica en las SCSG compuestas por CTA.
20
Otra explicación podría ser la falta de implicación por parte de los socios integrantes en la
SCSG, es decir, siguiendo con la Teoría Relacional, podrían darse comportamientos
competitivos (Bruque y Moyano, 2006), oportunistas, falta de fluidez en las relaciones y
la información, transacciones esporádicas y de escasa importancia o gobiernos de la
SCSG poco eficaces. En definitiva, no cumplir con los requisitos que postula la Teoría
Relacional para generar la pertinente ventaja competitiva e, indirectamente, mejores
resultados.
Finalmente, la tercera explicación podría ser la diferencia de objetivos entre las empresas
mercantiles convencionales y las CTA. En este sentido, como se ha expuesto
anteriormente, las CTA centran su interés en remunerar al trabajador y no al capital. Ello
podría explicar como la suma de Gastos en Personal (GP), sí presenta diferencias
significativas. Sí es cierto que hay que tener en cuenta dos aspectos: A) el efecto tamaño
medido por el activo, que, sin ser estadísticamente significativo, presenta un porcentaje
de error no muy alto, por lo que se debería considerar este aspecto. B) Al no disponer de
la totalidad del número de empleados por año y empresa, este valor no puede calcularse
en términos unitarios (salario medio por trabajador), por lo que la significación del
indicador debe tomarse de forma prudente y proyectarlo para futuras investigaciones.
7.2. Limitaciones
Existen limitaciones sobre la utilización de la metodología “pooled data estimation”, en
la medida en que existen algunos valores perdidos a parte de las propias limitaciones del
método en la estimación del error y la interpretación de los datos. También resulta una
limitación, reducir la Teoría Relacional a medidas de eficiencia contable, aunque tengan
una importante correlación, debería medirse con otras variables mucho más ricas y
cercanas a la realidad de las relaciones, captando otros factores cualitativos intermedios.
7.5. Futuras investigaciones
Las futuras investigaciones pues, pasan por ampliar la muestra, añadir variables
explicativas relacionadas con el marco teórico y analizar los beneficios recogidos por las
SCSG. Todo ello controlado por sector de actividad (puesto que en las CTA está más
disperso que en las CA) y tamaño.
21
7.4. Conclusiones
En primer lugar, considerar que existe una amplia literatura académica respecto a la
eficiencia del modelo cooperativo (Bartlett et al, 1992; Bonin et al, 1993; Romero, 2000;
Dow, 2001; Guzmán et al, 2006; Melgarejo et al, 2007; Salazar y Galve, 2008; Salazar y
Galve, 2011) y aunque la mayoría de ellos no presenta soporte a su favor, su crecimiento
en ciclos económicos negativos merece una especial atención.
Por otra parte, aunque el análisis económico sea el más directo y sencillo, la aportación
social de las cooperativas respecto a la calidad del trabajador, redistribución de las rentas
y recurso al desempleo requiere de consideraciones especiales.
El mercado competitivo exige a los agentes actuar de forma estratégica para sobrevivir en
él y, en muchos sectores, la necesidad de un tamaño mínimo o de una diversidad de
cartera de productos y servicios, incentiva a la integración y alianzas entre cooperativas.
Siendo la SCSG la forma de alianza más usual (puesto que permite mantener la
independencia jurídica y de poder de sus socios), ésta debe justificarse por la aportación
de ventajas competitivas sostenibles que mejoren los resultados económicos de sus
socios.
Las CTA son un tipo de cooperativa con unas características funcionales, históricas y
estratégicas distintas al resto de cooperativas, principalmente, de las CA que son las que
han centrado la mayoría de investigaciones académicas.
La influencia geográfica en España es relevante, dada la diversidad jurídica, el entorno
empresarial, histórico y cultural en el que compiten las cooperativas.
Los resultados no muestran diferencias significativas con la hipótesis planteada, por lo
que las SCSG deben considerar su pertinencia bajo otros indicadores y parámetros,
considerando otras posibles formas de integración.
Finalmente, este estudio debe considerarse, independientemente de su formato, como una
exploración hacia una investigación relevante de la relación entre las CTA y las SCSG.
22
8. BIBLIOGRAFÍA
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www.observatorioeconomiasocial.es
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