Cuando Jesús fue llevado a Juicio Pedro lo siguió Mc 26,58; Mt 14,54; Lc 22,54-55; Lc 18,15 Mc 14,...

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Cuando Jesús fue llevado a Juicio Pedro lo siguióMc 26,58; Mt 14,54; Lc 22,54-55; Lc 18,15

Mc 14, 54 También Pedro le siguió de lejos, hasta dentro del palacio del Sumo Sacerdote,

y estaba sentado con los criados, calentándose al fuego.

Jesús ante Anás Jn 18,13-14

37 Les aseguro que debe cumplirse en mí esta palabra de la Escritura: «Fue contado entre los malhechores. Ya llega a su fin

todo lo que se refiere a mí».

Bofetada del Guardia Jn 18,19-23

18, 19 El Sumo Sacerdote interrogó a Jesús. 20 Jesús le respondió: «He hablado abiertamente al mundo; siempre enseñé en la sinagoga

y en el Templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada en secreto.

22 Apenas Jesús dijo esto, uno de los guardias allí presentes le dio una bofetada. 23 Jesús le respondió: «Si he hablado mal,

muestra en qué ha sido; pero se he hablado bien, ¿por qué me pegas? .

Jesús ante el Consejo y Caifás Mt 26,57; Mc 14,53; Jn 18,24

Anás entonces le envió atado al Sumo Sacerdote Caifás.

Falsos testigos Mt 26,59-62; Mc 14,55-60

Donde consiguen dos falsos testigos que dicen que Jesús destruiría el Templo y en tres días los edificaría otro no hecho por hombres.

Confesión y condena de Jesús Mt 26,63-66; Mc 14,61-64

62 Jesús respondió: «Ustedes verán al Hijo del hombre sentarse a la derecha

del Todopoderoso y venir entre las nubes del cielo». 63 Entonces el Sumo Sacerdote rasgó

sus vestiduras y exclamó: 64 Ustedes acaban de oír la blasfemia.». Y todos sentenciaron que merecía la muerte.

Ultrajes a Jesús Mt 26,67-68; Mc 14,65; Lc 22,63-65

Entonces se pusieron a escupirle en la cara y a abofetearle; y otros a golpearle, diciendo:

«Adivínanos, Cristo. ¿Quién es el que te ha pegado?»

El Consejo ratifica la condena Mt 27,1; Mc 15,1; Lc 22,66-71

Llegada la mañana, todos los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo celebraron consejo contra Jesús

para darle muerte.

Jesús conducido ante Pilato Mt 27,2; Lc 23,1; Jn 18,28

Y después de atarle, le llevaron y le entregaron al procurador Pilato. Ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse

y poder así comer la Pascua.

Fin de JudasMt 27,3-10

Entonces Judas, viendo que había sido condenado, fue acosado por el remordimiento,

y devolvió las treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes y a los ancianos, diciendo: «Pequé entregando sangre inocente.» Ellos dijeron: «A

nosotros, ¿qué? Tú verás.»El tiró las monedas en el Santuario; después se retiró y fue y se ahorcó.

Ante Pilato Lc 23,2; Jn 18,29-32

Comenzaron a acusarle diciendo: «Hemos encontrado a éste alborotando a nuestro pueblo,

prohibiendo pagar tributos al César y diciendo que él es Cristo Rey.»

Primera indagatoria de Pilato Mt 27,11; Mc 15,2-4; Lc 23,3; Jn 18,39-38

Entonces Pilato llamó a Jesús y le dijo: «¿Eres tú el Rey de los judíos?»Respondió Jesús: «Mi Reino no es de este mundo.»

Pilato le dijo: «¿Luego tú eres Rey?»

Respondió Jesús: «Sí, soy Rey. Para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad.

Todo el que es de la verdad, escucha mi voz.»

Perplejidad de Pilato Mt 27,12-14; Mc 15,3-5; Lc 23,4-5; Jn 18,38

Le dice Pilato: «¿Qué es la verdad?» Y, dicho esto, volvió a salir donde los judíos y les dijo:

«Yo no encuentro ningún delito en él.»

Jesús ante Herodes Antipas Lc 23,6-12

Pilato preguntó si aquel hombre era galileo. Y, al saber que era de la jurisdicción

de Herodes. Cuando este vio a Jesús le pidió una señal, pero él no respondió nada. Después de despreciarle y burlarse de él, le puso un

espléndido vestido y le remitió a Pilato.

Juicio de Pilato Lc 23,13-16

Pilato convocó a los sumos sacerdotes, a los magistrados y al pueblo y les dijo

que ni el ni Herodes no encontraba en Jesús delito alguno que merezca la muerte.

Así que lo castigaría y luego lo soltaría.

Aviso de la mujer de Pilato Mt 27,19

Mientras él estaba sentado en el tribunal, le mandó a decir su mujer: «No te metas con ese justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por su

causa.»

Jesús y Barrabás Mt 27,15-26; Mc 15,6-15; Lc 23,17-25; Jn 18,39-40

Cada Fiesta, el procurador solía conceder al pueblo la libertad de un preso, el que quisieran. Tenían también un preso famoso, llamado Barrabás.

Entonces Pilato preguntó al pueblo a quién elegían para liberar e incitados por los sumos sacerdotes

escogieron a Barrabás y pidieron a gritos que Jesús sea crucificado.

Pilato manda azotar a Jesús Jn 19,1

Pilato entonces tomó a Jesús y mandó azotarle.

Coronación de espinas Mt 27,27-30; Mc 15,16-19; Jn 19,2-3

Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le vistieron un manto de púrpura; y, acercándose a él, le decían:

«Salve, Rey de los judíos.» Y le daban bofetadas.

¡Ecce homo! Jn 19,4-7

4 Pilato volvió a salir y les dijo: «Miren, lo traigo afuera para que sepan que no encuentro en él ningún motivo de condena».

5 Jesús salió, llevando la corona de espinas y el manto rojo. Pilato les dijo: «¡Aquí tienen al hombre!».

6 Cuando los sumos sacerdotes y los guardias lo vieron, gritaron: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!».

Segunda indagatoria de PilatosJn 19, 8-12

Al oír estas palabras, Pilato se alarmó más todavía. Pilato le dijo: «¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y también para

crucificarte?».

Jesús le respondió: «Tú no tendrías sobre mí ninguna autoridad, si no la hubieras recibido de lo alto. Por eso, el que me ha entregado a ti ha

cometido un pecado más grave».

Desde ese momento, Pilato trataba de ponerlo en libertad. Pero los judíos gritaban: «Si lo sueltas, no eres amigo del César,

porque el que se hace rey se opone al César».

El Rey rechazado por el puebloJn 19, 13-15

Al oír esto, Pilato sacó afuera a Jesús y dijo a los judíos: «Aquí tienen a su rey». Ellos vociferaban: «¡Que muera! ¡Que muera! ¡Crucifícalo!».

Pilatos les dijo: «¿Voy a crucificar a su rey?». Los sumos sacerdotes respondieron:

«No tenemos otro rey que el César».

Jesús condenado a muerte Jn 19,16-17

Entonces se lo entregó para que fuera crucificado. Tomaron, pues, a Jesús, y él cargando con su cruz, salió hacia el lugar

llamado Calvario, que en hebreo se llama Gólgota.

Oración

Señor Jesús, cuantas veces como Pilato

no queremos crucificarte pero lo hacemos

por respetos humanos de quienes nos invitan a vivir según sus criterios de perdición humana y espiritual en

lugar de vivir según tus Palabras de Vida

Eterna.

Danos valor para estar de tu lado y seguirte hasta el final.

Amén

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