Dilemas éticos Recursos didacticos

Preview:

DESCRIPTION

Selección d dilemas éticos para utilizar como disparador en las clases de Construcción de la Ciudadanía, destinadas a alumnos de primer año de la Educación Secundaria

Citation preview

Dilemas ticos1) Dilema del juezInacayal, un importante Cacique Tehuelche fue tomado prisionero por el ejrcito argentino en octubre de 1884 en el marco de la denominada Conquista del Desierto. El Cacique fue conducido junto con otros lderes indgenas del Valle de Tecka, en la Patagonia (su tierra natal) a una base militar en el Tigre donde vivi como prisionero, obligado a talar rboles durante un ao y medio, padeciendo, adems del destierro, otras humillaciones. Perito Francisco Moreno, importante cientfico de la poca, quien era en ese momento director del Museo de la Plata, hizo gestiones gubernamentales que le permitieron sacar a Inacayal de la prisin, junto con su familia, y llevarlo al Museo. All el cacique vivi desempeando labores humildes (portero, barrendero) hasta 1888, ao de su muerte. Despus de varias dcadas de reclamos, especialmente por parte de la comunidad indgena tehuelche, los restos de Inacayal fueron remitidos a su tierra natal Tecka hoy Provincia de Chubut- en 1994 y depositados en un mausoleo donde ahora reposan sus restos, que pueden ser visitados por todos los interesados.Hoy, en un poblado, cercano a Rawson (Capital de la provincia de Chubut), hay unas tierras en disputa. Los vecinos de la zona desean construir all un parque para ser usado por los nios que asisten a distintos colegios, quienes, prcticamente, no cuentan con espacios para su diversin y socializacin. La comunidad Tehuelche reclama, como propias, esas tierras, pues considera que pertenecen a sus antepasados y que les fueron arrebatadas desde la poca de la Conquista de desierto. Ahora pretenden hacer all un cementerio para enterrar los restos recuperados de sus ancestros. Ninguna de las dos partes desea conciliar, dividir o compartir estas tierras. Un juez debe decidir a cul de las dos partes, legalmente, se las otorga.

Tomado del libro de Alexander Ruiz Silva (2010) Nacin, moral y narracin. La Argentina en los mrgenes y el aprendizaje de la historia. Buenos Aires, Mio y Dvila.

2) Los objetores de conciencia abren una grieta en el ejrcito israelServir a la defensa militar de la nacin ha sido siempre en Israel considerado un honor. Este es un estado que ha vivido en guerra, desde su creacin, en 1948. Y en virtud de ellos, el servicio militar salvo para los religiosos, es obligatorio para hombres (3 aos) y mujeres (21 meses). Adems, todo ciudadano, hasta los 49 aos, debe prestar sus servicios a las fuerzas armadas por perodos anuales de 30 a 50 das.Motor de la propia nocin de ciudadana israel, la cultura de los reservistas comienza sin embargo, a mostrar sus grietas: hay cada vez ms objetores de conciencia entre las personas que ameritan las cualidades de lo que en Israel se considera un patriota, y que, a riesgo de ir a prisin, deciden negarse en pblico a seguir combatiendo en los territorios de palestina ocupados por Israel.El fenmeno comenz a hacerse evidente a fines de enero, cuando 52 soldados y oficiales de la reserva de Israel () explicaba su negativa a seguir siendo parte de lo que calificaron como una guerra de defensa de la colonizacin israel de los territorios: No continuaremos luchando del otro lado de nuestras fronteras con el fin de conquistar, ocupar, deportar, destruir, impedir el libre movimiento, eliminar sospechosos, hambrear a la poblacin y humillar a la totalidad del pueblo palestino, argumentaron.Desde entonces, segn informa el sitio en Internet de los combatientes, ms de 400 reservistas adhirieron a la proclama.Un juez debe decidir si los objetores de conciencia deben ir a la crcel por negarse al llamado del ejrcito.

Tomado del diario Clarn. 8 de abril de 2002

3) Dilemas ticos de los avances mdicosLa ciencia conquista cada da nuevas fronteras que amplan nuestras posibilidades de beneficiarnos de ella, pero conforme avanza, surgen nuevos dilemas morales que conviene dilucidar. La finalidad teraputica ha sido hasta ahora y sigue siendo la barrera, el muro de contencin que acota la utilizacin de procedimientos mdicos como el diagnstico preimplantacional. Su primer objetivo fue seleccionar entre los embriones de una pareja que puede transmitir una enfermedad hereditaria, aquellos que estn libres de la alteracin gentica que la provoca. El beneficiario directo de la seleccin es en este caso el propio nio, pero el diagnstico preimplantacional permite ahora nuevos usos que plantean dilemas ticos adicionales.Permite seleccionar un embrin que, adems de no padecer la enfermedad, sea histocompatible con un hermano ya nacido que la sufre. En este caso, la seleccin se hace tambin con fines teraputicos, pero no slo en beneficio del embrin, sino de otra persona, y por decisin de terceros. Cabe tambin que la enfermedad no sea hereditaria y que la seleccin del embrin tenga como nico objeto asegurar que el nio podr ser donante compatible de un hermano enfermo. En este caso, el destinatario del beneficio teraputico no es el propio embrin, sino otra persona y siguen siendo terceros quienes deciden.Todava cabe un nuevo supuesto: cuando la seleccin del embrin tiene como nica finalidad salvar a un hermano y la ejecucin del procedimiento puede suponer un riesgo para su vida. Es el caso de los nios engendrados para ser donantes de mdula sea compatible con un hermano. Aunque no es alto, el riesgo del donante no es desdeable, y siguen siendo terceras personas las que deciden.Es evidente que la frontera tica de la finalidad teraputica se ha ido ampliando conforme las posibilidades tcnicas han permitido dar respuesta a necesidades sociales ante las que hasta hace poco slo caba la resignacin. Pero tambin es evidente que en todos estos supuestos, nadie acta con fines egostas. Presumiblemente esos padres que aman tanto a su hijo enfermo como para saltar por encima de miedos y barreras, amarn de igual modo al hijo que nazca. No son hijos menos deseados, sino ms deseados. En cualquier caso, la finalidad teraputica debe seguir slidamente anclada como frontera tica. Y la mejor forma de asegurarlo es la exigencia de autorizacin previa en cada caso. Diario El Pas, 15 de octubre de 2008

Recommended