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¿Q U E ES LO QUE M AS IM PO R TA
A LA ESPAÑA?
DI SC URS O
DE UN MIEMBRO DEL POPULACHO,
C O N L I C E N C I A .
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ESPAÑOLES.
L a empresa gloriosa en que ahora os ocupáis , llama poderosam ente la atención
de la E uropa , y llenará , con admiración y júbilo del m undo entero , muchas pá
ginas , útiles á la posteridad , en la historia del siglo X I X . Despues de una ti
ranía sorda y exterm inadora , con que por espacio de 2 0 , años oprim ieron esta nación la debilidad de sus R e y e s , y la ra-* pacidad é ineptitud de un privado crimi
nal : despues de hallarse y a en poder dcl
enem igo las plazas fuertes de la frontera , el centro y la misma C ap ital d cl
rey n o : despues de haber sido entregados
vilm ente al mismo , por los M in istro s , y demás depositarios de la autoridad pública , los pertrechos y municiones de guer
ra que abundaban en nuestros almacenes: de»pues de perder h augusta Persona , y
aun ignorar el paradero del joven Monarca , cu y a bondad de corazon , largos su
frim ientos y altas virtudes lo hacian el o b jeto de todas las esperanzas y de la
mas sincera adoracion : quando los males de la patria parecian incurables : quando
d el mismo Tribunal superior de justicia, d el C on sejo R e a l , no salían mas que pro
clamas infames , exhortaciones b a x a s , di
rigidas á que prestaseis sumisos obediencia al n u evo A tila y á su primer Satélite;
quando y a se hallaban en B ayon a , con gregados para una farsa con nom bre de Cortes , m uchos Grandes , M agistrados y
M ilitares quem ando profusam ente incienso en aquel hediondo tem plo de la mentirai
y perfidia ; entonces levantasteis la cabeza . E l grito de la libertad y de la glo
ria española , la v o z de la santa religión
am enazada , los ecos del desgraciado F e r n a n d o , resonaron en vu estros oidos coii la fuerza y tono de una trom peta militar que llama imperiosamente á !a guer
ra y á la venganza. Y a no escucháis el m iedo ni las tímidas reflexiones de la con
descendencia : al a rm a , a l arma es el
grito general de España : al arma j a l ar~ m a corren las provincias , y revestidas de confianza en la causa mas justa , se
preparan gozosas á rom per el cetro de un tirano cubierto de crím en es, de un mons
truo vom itado por el infierno para acabar con la Europa civilizada , p s ra 'd a r á
nuestra sacrosanta religión el em bate mas vio lento , y para arrebatar , si pudiera, á todos los hom bres el dulce consuelo de
la p a z y la seguridad de las propiedades y de las personas.
A stu ria s , cuna de nuestra restauración, es la primer provincia que m anifiesta solem nem ente el generoso sacrificio á que se consagra. V alen cia , M urcia , Aragón , C an
tabria , G alicia , E xtrem adura , parte do
las C a stilla s , Andalucía y C ataluña , casi al mismo m o m en to , y com o heridas to
das por la violencia del rayo 6 por una súbita conm ocion eléctrica , tom an las ar
mas , declarando que prefieren quedar sepultadas b axo las ruinas de sus ciudades
á la sacrilega obediencia que desde B a y o
na les Intima N apoleon , y que les per
suaden desde M adrid Tribunales violenta
dos ó Consejeros p é rñ d o s, vendidos al encr
m igo de España,N o , no era posible que pueblos tan
nobles y pundonorosos formasen una mis
ma lam illa con estos bandidos , que entrando en la Península com o huéspedes, y tratados en su tránsito y mansiones con la generosidad y galantería propias del ca
rácter español , llegan á la C o rte , y en
cam bio de tantos beneficios com eten los
asesinatos horribles del 2 . de M a y o . N o , no podian mancillar la gloría de su nom
bre , consintiendo en ser vasallos de un Em perador intruso ; del asesino del D u q u e
Hnghlcn } del <juc conm ueve y ensan
grienta la E uropa entera con el único fin de entronizar la caterva numerosa de sus
herm an os, cuñados, hijos y sobrinos, adop
tivos ó naturales ; del que paga las condescendencias y favores del Santo Padre con el despejo vio lento de todos sus do
minios tem porales ; del que ignominiosam ente y sin el mas le v e p retexto arroja
á una Infanta de España del T ron o de
Etruria , T ron o com prado pocos años án-
tes por nuestra C o rte á trueque de la
L uisian a j de otros im portantes sacrificiosj
d el que llama á sus dominios al candoro
so M onarca F e r n a n d o , para arreglar asuntos que no le pertenecían , lo agasaja
á su entrada , lo coge luego prisionero, le obliga despues pérfida y violentam ente
á uoa renuncia , con que el infeliz Prín
cipe salva por el m om ento su v id a , y lo
confina para siempre en un castillo , ignorado y distante de sus fieles vasallos, y destinado quizá al fin trágico que cor
responde por desenlace de tantas malda
des , y que el tirano creerá preciso para su seguridad. N o , nunca podrán persuadirse q u e quiera la fe lic idad de España quien em pieza su reynado desacreditando
en infames escritos á los individuos de
aquella misma augusta familia , sobre cuy a s renuncias funda sus derechos ; quiea
liberta de la venganza pública y arranca de la espada de la justicia al favorito es
túpido y m alvado , cuyas rapiñas y trai
ción serán siempre objeto de horror en España , de escarm iento para los pueblos,
le asegura en Francia un retiro cóm odo,
y conduce á su com pañía, con escanda
loso a p a rá te , su manceba y los frutos bastardos de su brutal lascivia j quien para
restaurar la R eal Hacienda é introducir el orden en el erario , llama de las cárceles
y del destierro , donde justam ente estaban confinados los principales actores en las
dilapidaciones pasadas , los instrumentos viles que destinaban la substancia de los
pueblos á sa c ia r , si fuera posible j la in
saciable avaricia de G o d o y ; quien por lin
prepara esposas y cadenas para llevarse amarrada nuestra juven tu d á las orillas del D anuvio , y allí , con el auxilio de estos españoles esclavizados , arruinar la Casa de Austria , y esclavizar los va lerosos habitantes del D ravc y del M uldaw .
N ada h ay sagrado para la am bición
frenética de este hom bre. L a vida de sus
semejantes nada es , quando la pesa en la balanza de sus combinaciones extcrm i-
nadoras. A sesinatos, juramentos falsos, per
fidias , traiciones , mentiras im prudentes, corrupción ; todos son medios nobles y
aprobados en el código KapoUon de su
m oral sacrilega. É l ha saqueado y cubier
to de ruiuas y cadahalsos la Italia , la
Holanda y la Alem ania : él ha desorganizad o la anticua constitución helvética ; él
ha convertido en un despotism o militar el
gobierno de Francia , dexÁndolo sin bases n¡ garantía : él imposibilita la educa« cion pacífica de los ciudadanos , y desti
nándolos exclusivam ente á la guerra , y á
guerras injustas , acaba con la moral pú* —
blica , con las luces y con todos los b le -* nes sociales. É l no tiene religión alguna; en E gip to hace alarde de musulmán : en
Francia de c a tó lico , porque a s íle conviene para afianzar la obediencia y sumisión de la pluralidad de sus vasallos; y e n cierta época ( 1 8 0 5 ,) con el ob jeto de sacar dinero á algunos logreros ricos , se decla
ra también protector del judaismo , convo ca el gran Sanedrín , y poco falta para recibir el título de Mesías. Y de un
hom bre semejante ¿ había de esperar la Es
paña su Ubertad , su regeneración , sus le y e s , y el goce asegurado de su cató
lica creencia ?A n im o , Españoles. V u estra causa es
la de todos los pueblos y la de todos los
hom bres. D esde las heladas riberas del
lOB áltico y hasta las p layas ardientes de la
G u y a n a , se están form ando h o y votos por vuestra felicidad , y por la fortuna
de vuestros exércitos. L a espectacion del universo está y a convertida enteram ente
liácia el occidente de E urop a. Todas las
naciones , todos los individuos de la especie humana , que <5 arrastran las cade
nas , ó se ven amenazados de la univer
sal opresion , esperan su libertad del feliz éx ito de esta lucha magestuosa , en que un pueblo magnánimo pelea por su gloria , por su religión , por su seguridad, y por su buen R e y , con e l mas detes
table de los tiranos.N i temáis sus fuerzas. E llas consisten
en exércitos heterogéneos , esto e s , com
puestos de mil naciones d iferen tes, todas violentam ente sometidas á su dom inación, todas impacientes por sacudir su y u g o á
qualquier precio , aspirando todas por su antigua constitución y gobierno que él ha destruido. ¿ Y croéis acaso que los mis
m os franceses no gimen en secreto por
la situación política en que se hallan? Sí,
E sp añ oles; los franceses honrados gimen,
y se avergüenzan al considerar que el fruto de una revolución sangrienta , el re
sultado de tantas crisis y tantas mudan
zas en el gobierno , del destronam iento de la dinastía Borbónica , de la destrucción
y despojo del clero y n o b le z a , no ha sido otro , que levantar el nuevo trono
d e cinco extrangeros obscuros , establecer
e l despotism o m ilitar , elevar los satélites del indolente déspota , desde el fango de la nulidad y de la miseria á la clase de
Príncipes y D uques , substituir á los M inistros respetables del antiguo clero gali
cano , unos Obispos y C uras asalariados, que se em plean en predicar la doctrina
de la mas ciega obediencia al usurpador, entonando himnos de gracias en el tem^
p ío de Dios siempre que alcanza alguna victoria ; es d e c ir , siempre que le fa vo
rece la fortuna en sus constantes p ro y ectos de maldades y de opresion : conver
tir finalmente á una nación , de su yo dulce , culta , sociable y gen ero sa , en una
horda de bandidos y ladrones , que á do
quiera que va yan , llevan , con las órdenes execrables de Bonaparte , la desola-
cion , el robo , la miseria y males sin número.
Si el tirano ha triunfado hasta ahora casi en todas partes , si la victoria y la fortuna le han acom pañado siempre en sus
em presas , es porque ha sabido en todos
los países sem brar la desconfianza y ia división entre los gobiernos y las nacio
nes ; es porque ha guerreado con los R e
y e s y no con los pueblos. N uestra situación es m u y diferente. N o se presenta y a
com o un fie l aliado que viene á reform ar la débil y funesta administración de C arlos I V . y á echar de la C o rte al
privado odioso. E s y a el enem igo pérfid o , que vio lan do las leyes mas santas de
la hospitalidád , nos roba un R e y adorado , nos quiere sujetar por la fu erza y
la perfidia , y viene á rejovenecer esta na
ción lánguida y vieja , con el singular auxilio de un exército de asesinos , mandado en x e fe por un bárbaro que se llama Príncipe , y con el regalo de un R e y
d e la raza de los N apoleones, — Españoles , acordaos que en el año pasado di-
x o á los P o la c o s ; Una nación de 8. m i-
Hottes de habitantes j si quiere ser libre, no corre riesgo de ser jam as subyugada. M as de 1 2 . millones de almas com ponen
la poblacion de España. Aprovechém onos
por esta v e z de su doctrina. Hagam os ver al mundo , que las fuerzas de la tiranía
nada son al frente de un millón de hom bres , armados en masa para defender su libertad y su honor.
M as para que la fortuna corone núes-, tros heroycos esfuerzos , lo que mas importa , despues de los auxilios dcl Om ni
potente , es la union entre las provincias,
la conform idad en sus planes , el concierto y armonía mas grandes en todos los acaecim ientos. C ad a provincia de por sí no podrá librarse dcl y u g o que á toda
costa querrá im ponerle' el tirano. Todas ju n ta s , con m ucha constancia en los re - beses , si ocurren , m ucho tesón en la em
presa , y buen orden en la prosperidad, vencerán al cabo , y su gloria permane
cerá eternam ente con la m emoria de sus triunfos. T od os somos Españoles : el nom
b re sagrado de España sea siempre la se
ña para reunir todas las voluntades. Q uan-
cío se trata del bien com ún de la patria, no lu y a diferencia entro el G allego y el V alcn ciaiio , el C án tabro y el A n daluz.
T od os somos miembros de una gran fam ilia : todos peleamos por nuestro R e y F e r í í a n d o , por nuestra religión , leyes y
honor : la causa es una ; unos sean siemp re los á n im o s, uno el plan , una la d e
fensa , y comunes siempre los peligros y las victorias.
E s cierto que ahora están las provincias perfectam ente unidas en el ob jeto donde se cifran sus esperanzas ; y que si algunas no han levantado la bandera toda
vía , es por hallarse b axo las bayonetas francesas , enteram ente oprimidas y sin arbitrio alguno para armarse y defenderse. P ero falta siempre un centro de unión,
una autoridad suprema , c u y a v o z se escuche y obedezca en todas las provin
cias , y en cu yo s consejos se decidan los
planes generales de defensa , de ataque y de negociación. Se necesita un L u g a r- Teniente General, del R e y n o , que en fa l
ta del M onarca exerza la dictadura mili
tar de España , mientras haya soldados
MI R E S P U E S T A
Á LA PREGUNTA;
QUÉ ES LO QUE M AS IM PO R T A
X L A ESPAÑ A ?
CON L I C E N C I A .
ATc TU'123í i l í¿
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í 7.2¿4'é3L AS A
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Q,uando el mar está> tra n q u ilo , qual-
quiera Marinero gobierna bien la n av^ pero quando se v e furiosamente agitado
por la tem pestad , el mas diestro P iloto se confunde. L a España se encuentra
com battda de violentas y terribles olas; y para que no se estrelle contra los es
collos que la rodean , es preciso que hay a una mano cu ya destreza y manejo
sean superiores á lo que s« puede discurrir. E s necesario , p u e s , primeramente
q u e se form e un G obierno Suprem o, firm e , central y sólido , c u y o dom iiiio se extienda sobre todas las Provincrj« , y q u e estas obedezcan á su voluntad , com o
los m iem bros del cuerpo obedecen al
im perio del alma que les da la vida. Sí la España se mantiene d ivid ida 4n P ro
vincias , si cada una quiere gobernarse á solas por su Junta p articu lar, ó si quie
ren disputarse la prerogativa de dietar L e y e s ; nuestros enemigos , atentos siem
pre á aprovecharse de- los desórdenes age- nos para lograr sus fines , se valdrán de nuestra desunión para adelantar sos inte-
reses , y establecer el trono de su desm edida ambición sobre las ruinas de !a P atria. ¿ Y quién duda que este enemigo
astuto , que siempre ha hecho sus conquistas con engaños , traiciones y ase
sinatos , ni de dia ni de noche dexará
reposar á sus viles emisarios para que aticen entre nosotros el fuego de la dis
cordia , y nos mantengan divididos á fin -de sorprender separadamente á cada P ro
vin cia , y subyugarla con violencia? E l halcón no se arroja nunca sobre los palom os quando vuelan reunidos en bandada,
solo se abalanza al que tiene la tem eridad de vo lar á solas.
D eb e form arse pues sin tardanza la necesaria Suprema Junta , mirando cada uno con desprecio sus intereses particu
lares por atender únicamente al bien com ún de la Patria : con tal que h a ya una
C a b e z a firme que nos gobiern e, y de ia qual com o de un centro fixo se dirijan
hacia todos los puntos de su circunferencia las líneas que tiren á la consecu
ción de nuestro único y loable objeto,
ningún obstáculo por grande que sea de-
(>e embarazarnos.
P ero quál ha de ser esta C a b eza ?
qué sugato debe ser elegido para que,
baxo el título de L u gar-T en ien te del R e y - no , tom e las riendas del G obierno en
circunstancias tan críticas ? ¿ D eberá ser un M ilitar Español que tenga el debido ascendiente en la opinion piiblica , por sus talentos y ardiente patriotismo , 6 conferir esta alta d igm dad a l Príncipe de Sicilij9y l^ápoles? M i d ictam en, aunque en una materia tan delicada y tan
superior á mis conocim ientos , es que ni á uno ni á otro ; porque de la elección de uno ú otro pueden resultar incon
venientes que precipiten despues á la España en un abismo de males. L os Políticos sa g a c e s , cu ya vista perspicaz penetra el opaco velo que nos oculta los suce
sos venideros , sabrán descubrir los males que deben temerse de semejante elección:
á mí no me seria d ifíc il insinuarlos , pe
ro no im porta detenerme ahora en ello . I Faltan por ventura en España hombres capaces de, desempeñar el alto cargo de
que se trata ? N o h a y en ella sugetos que
por la excelencia de sus virtudes y ta
lentos , por los beueácios hechos á U Pa-»
tria , y por la capacidad de h a c e rlo s , se
les reconozca acreedores á la sublim e dignidad que se pretende conferir ? N o v iven por fortuna los ilustres Condes de F lorida-Blanca , y los Saavedras ? Su fidelidad , su in tegridad, su sincero amor 4 la P a tr ia , sus vastos y profundos co
n ocim ien tos, acreditados por la experien
cia de tantos a ñ o s , son bien notorios á tod a la E uropa ̂ y nadie que no esté
odiosamente preocupado dexará do conocerlos. Incapaces de obrar por enemistad ó por favor ; y lo que mas debe tem er
se ahora , incapaces de dcxarse corrom per...... Sobre las ruinas del C onde deFlorida-B lanca te elevó el pérfidamente ingrato G o d o y , y con su elevación c o m enzó á decaer la España : y quando parece que este tirano de la P a tr ia , ar
repentido tal v e z de su y e r r o , queria re
pararlo elevando al M inisterio á Jovelia- nos y Saavedra ; al ver que se oponian
á sus negros designios , los derriba del alto puesto que ocupaban y con ellos
precipita á la España en el abismo de
desastres en que se halla. ^Se podrá te
m er que la corrupcioQ.....
Designado pues el C on de de F iorid a- Blanca ó Saavedra ( ó los dos juntos } y constituido en el lugar que se juzgue me7
nos expuesto á las irrupciones del ene
m igo , destínense de cada. Provincia dos Diputados que sean sugctos experim entados , en quienes no pueda Fecaer la mas ligera sospecha de infidelidad , y que ten
gan conocim iento exacto de las fuerzas y de los recursos , & c . del P ueblo que
representan.
Form ada esta Junta , en la qual deberá estar depositada la suma del poder,
y que deberá igualmente estar autorizada para juntar E x é r c ito , hacer guerra, obligar á ella á todos los que sean aptos , y £ xercer en toda la España el Su
prem o Im perio ; se le concederá al L ugar- Teniente que la presida el v o to decisi
v o quando se equilibren los de los R epresentantes de las Provincias , pero ja-
el mando absoluto. D e este Suprem o Consejo , com o que en é l se hallan
reunidos todos los conocim ientos militares y p o lít ic o s , es de donde com o die
un manantial perene y abundante deben
aacer los plácidos y fecundos rios que
derram en la felicidad por nuestra Penín
sula : este supremo poder medirá el ím petu del enem igo quando enfurecido am enace por alguna parte nuestra ru in a , sa
brá detenerlo , despojarlo de su fuerza,
y desvanecerlo : sabrá descubrir sus asechanzas , y cortar los hilos con que incesantem ente urde sus inlquas telas , y
vo lv er en daño su yo sus ocultas tenta
tivas : sabrá -encontrar á quantos indignos Españoles se hallen com prendidos en el delito atroz de conjuración , ó de adhe
sión á los pérfidos designios del enemigo^ é imponerles el' últim o suplicio para el
cxem p lo y escarm iento. Por fin cl P re sidente de esta Suprema Junta- deberá e s pedir sus órdenes baxo el nombre-Jd^: nuestr o suspirado F e r n a n d o S é p t i m o , y ba
x o el mismo augusto nom bre tratar sus negociaciones de p az con la In glaterra,
•y de alianzas y socorros con las P oten
cias que le parecieren convenientes.
A sí lo ju zgo y o ; y si no acierto, á lo menos nadie podrá quitarm e la lib ertad de juzgarlo así, ^
D e mi Q u in ta á 1 9 .d e Julio de 1 8 0 8 .
franceses en nuestro territo rio , y sea cab e za de quantos guerrean por el R e y , y de quantos vivim os en el suelo español. Y a en su M anifiesto convidó el Capitan
G eneral de Aragón á todas las Ciudades á que enviasen Diputados á T eru el ú otro
parage adcquado para verificar esta elección importantísima. ¿P or qué no se ha
pensado en ella despues ? U rge este asun
to mas de cada dia , .á proporcion que el
riesgo de ser atacadas separadamente las provincias está y a sobre nosotros , y for
m a el gran p ro yecto del enem igo. Sea pue*
la elección de L u gar-T en ien te General el o b jeto de las primeras deliberaciones en todos los pueblos que se han declarado* contra el opresor del m undo. D e ella depende la unidad de España , y el que
lo s m iembros de este gran tod o tengan
entre sí las relaciones necesarias. Y" mientras se congregan los Representantes de la N a c ió n , ventilen los buenos patriotas
en escritos públicos : S i en las actuales circunstancias convendrá mas elegir por Lu^ar-Tenicnte de España á un M ilitar £s£afÍQl, ^ue ten^a el debido ascendien^
ie en la opinion pública por sus talentos y ardiente patriotismo , o conferir esta alta dignidad desde luego a l Vrincipe de Sicilia y 'Ñápales , para que S. A . R . •venga inmediatamente á gobernar el Rcy~ no en nombre y durante el cautiverio de su desventurado primo y cuñado ¡ y nuestro ornado Rey D on F eritand o Sé p -* Tildo.
T eru el 2 8 . de Junio de 18 0 8 ,
Un Miembro del populacho*
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