View
214
Download
0
Category
Preview:
Citation preview
1
Publicado en Actas del VII Congreso de Historia. Écija, economía y sociedad (Celebrado en Écija
del 11 al 13 diciembre de 2003), Écija 2005, tomo I, 139-166.
Distribución de moneda y crecimiento económico en
Écija bajo Claudio y Nerón: a propósito de una colección
numismática local.
Joaquín de la Hoz Montoya.
Universidad de Sevilla.
Hace pocos meses vinimos a Écija en busca de información sobre la presencia de la moneda
de bronce de Claudio y Nerón en los hallazgos locales. La información publicada al respecto era
escasa y no era posible por el momento disponer de una muestra significativa de moneda obtenida
en excavaciones. Ante esa situación se presentó la posibilidad de emplear como muestra la moneda
de Claudio y Nerón contenida en una importante colección numismática local, la de D. Juan Olmo1.
Ésta está formada por una importante cantidad de moneda procedente de hallazgos casuales
localizados por todo el actual término municipal de Écija. La muestra que proporciona no es, por
tanto, fruto de una prospección sistemática, y carece de contexto arqueológico. No obstante sus
características la hacen a nuestros ojos interesante.
En efecto, su descubridor ha recopilado estas monedas en el marco de una investigación
global sobre la Historia monetaria de Écija que el propio autor ha presentado en varios volúmenes,
accesibles en la biblioteca del Museo Histórico Municipal de Écija2. Su investigación se centra en el
análisis a largo plazo, sin discriminación de valores y con un enfoque metodológico netamente
cuantitativo, criterios que excluyen la selección cualitativa del material. La propia calidad de las
monedas recopiladas, a menudo poco legibles y en mal estado de conservación, confirma este
1 Este trabajo ha sido realizado en el marco del Grupo de Investigación HUM 323, financiado por la Junta de Andalucía. Queremos expresar nuestro agradecimiento a D. Juan Olmo, quien amablemente nos dio todas las facilidades para estudiar con detenimiento sus monedas, así como a Antonio Fernández Ugalde, Director del Museo Histórico Municipal de Écija, quien puso a nuestra disposición todos los medios de los que precisamos en todo momento para el examen y reproducción de las monedas. La confección del mapa de hallazgos habría sido imposible sin la inestimable ayuda de Sergio García-Dils y la de las reproducciones sin la de José Miguel Rubio. 2 Para la época que nos interesa vd. OLMO, J.A.J., Historia monetaria de Astigi. Desde la Antigüedad hasta el año 54 d.C., Écija, 2001; OLMO, J.A.J, Historia monetaria de Astigi durante el Imperio Romano. Volumen I: De Augusto a Constante, Écija, 2001 (volúmenes autoeditados por el autor).
2
extremo, como lo hace la coherencia interna del conjunto claudio. Finalmente, el carácter disperso
de los hallazgos, además de ilustrar la circulación monetaria rural, aumenta el grado de aleatoriedad
de la muestra.
En suma, la colección proporciona a nuestro juicio un instrumento útil para obtener
información sobre las pautas de suministro y circulación monetaria en el territorio de la actual Écija,
siempre que nos limitemos a interpretar esta información en términos relativos con respecto a
conjuntos monetarios de otras áreas. En esta comunicación deseamos presentarles la moneda de
Claudio y Nerón contenida en esta colección y plantear a partir de ella algunas cuestiones relativas a
la relación entre crecimiento económico y suministro monetario en la Astigi de las décadas centrales
del siglo I d.C.
El conjunto que les presentamos consta de un total de 90 monedas de bronce. De 10 de ellas
no nos sentimos capaces de garantizar su atribución a Claudio, dada su mala conservación, si bien
esta atribución nos parece la más probable. Hemos preferido, con todo, limitar nuestro análisis a las
80 monedas restantes. En total, se trata de 79 bronces de Claudio (2 dupondios, 24 ases y 53
cuadrantes) y un solo bronce de Nerón, en concreto un semis de oricalco3.
Esta desproporción entre la abundancia de bronces claudios y la práctica ausencia de
bronces de Nerón es el primer rasgo que llama la atención. No se trata de un rasgo insólito. En
general, los bronces de Nerón tienden a estar peor representados que los de Claudio en toda Europa
y en las provincias hispanas la desproporción parece particularmente acusada. Dentro de la Bética
podemos citar el caso de Baelo Claudia, donde aparecen 54 monedas de bronce a nombre de
Claudio frente a 12 bronces de Nerón4; de Carteia, con 11 bronces de Claudio frente a uno de
Nerón5; o de Italica, donde la relación entre los bronces es de 9 claudios frente a 6 de Nerón6. En la
recopilación realizada por Bartolomé Mora Serrano para la provincia de Málaga Claudio aparece
representado por 31 bronces, mientras Nerón lo está por 97. Ahora bien, una desproporción tan
acusada en una muestra tan amplia como la de Écija no es habitual, ni siquiera en la Bética. Su
3 En otras publicaciones relativas a hallazgos de Écija, en contraste con la abundante constatación de acuñaciones claudias (véase DURÁN, V., PADILLA, A., Evolución del poblamiento antiguo en el término municipal de Écija, Écija, 1990, 68, 77, 82, 96, 108, 110, 112, 114, 117), sólo hemos constatado otro posible ejemplar de Nerón (RODRÍGUEZ TEMIÑO, I., NÚÑEZ PARIENTE DE LEÓN, E., Excavaciones arqueológicas en Écija. Diciembre 1984, Écija, 1987, 11 (“Puerta Cerrada”): “moneda casi corroida que posiblemente fuese un dupondio de época de Nerón”). Agradecemos al Prof. S. Ordóñez esta indicación. 4 BOST, J.-P. et alii, Belo IV. Les monnaies, Madrid, 1987, 52-68. 5 CHAVES, F., “Monedas halladas en las excavaciones de Carteia”, en PRESEDO, F.J. et alii, Carteia I (EAE 120), Madrid, 1982, 300-1. 6 CHAVES, F., “Avance sobre la circulación monetaria en Italica”, Symposium Numismático de Barcelona (27-8 febrero 1979), Barcelona, 1979, 82. 7 MORA SERRANO, B., “La circulación monetaria en los territorios malacitanos durante la Antigüedad”, en WULFF ALONSO, F. et alii (eds.), Comercio y comerciantes en la Historia Antigua de Málaga (Siglo VIII a.C.-año 711 d.C.). II Congreso de Historia Antigua de Málaga, Málaga, 2001, 434.
3
paralelo más próximo sería el de Conimbriga, donde las 78 monedas aparecidas a nombre de
Claudio contrastan con la sola mención de dos monedas de Nerón en excavaciones antiguas8. A
título orientativo, recientemente tuvimos ocasión de examinar en el Museo Arqueológico de Cabra
una serie de depósitos -en este caso sin ninguna garantía en cuanto a origen o a criterios de
selección-, obteniendo una relación de 74 bronces de Claudio frente a 6 de Nerón9.
Se podría aducir que tras esta aparente desproporción entre Claudio y Nerón haya en
realidad un espejismo. Ciertamente, hay motivos para sospechar que la moneda de Nerón está
infrarrepresentada en los hallazgos. Discutir esta cuestión en detalle excedería los límites de esta
comunicación. Para lo que nos interesa baste decir que lo que no hay es motivo alguno para afirmar
que la moneda de Nerón sufra más este fenómeno en la Bética que en lugares como Italia y
especialmente las Galias o las Germanias, donde las emisiones de este emperador, aun siendo
generalmente menos frecuentes que las de Claudio, aparecen como media notablemente mejor
representadas que en los conjuntos béticos10.
La cronología de las monedas examinadas muestra un perfil relativamente temprano11. Ello
es así en el ejemplar de Nerón, un semis acuñado en Roma en el 64 d.C., pero de un solo ejemplar
nada podemos inferir. En el caso de Claudio los datos cronológicos sí resultan significativos. Sólo
dos de los ejemplares claudios que pueden ser datados con seguridad corresponden al 42 d.C. En el
8 PEREIRA, J., et alii, Fouilles de Conimbriga III. Les monnaies, París, 1974, esp. 219-220. Para otros ejemplos hispanos véase Clunia, con 68 bronces de Claudio frente a dos áureos y trece bronces de Nerón (GURT, J.M., Clunia III. Hallazgos monetarios. La romanización de la Meseta norte a través de la circulación monetaria en la ciudad de Clunia, (EAE 145), Madrid, 1985, 62-70); la recopilación de Ripollès en la Comunidad Valenciana daba 1 denario y 54 bronces de Claudio frente a 1 áureo y 9 bronces de Nerón (RIPOLLÉS ALEGRE, P.P., La circulación monetaria en las tierras valencianas durante la Antigüedad, Barcelona, 1980); Pollentia, con 14 bronces claudios frente a 2 de Nerón (MANERA, E., GRANADOS, O., “Aproximación a la circulación monetaria en la ciudad romana de Pollentia (Alcudia, Mallorca) hasta el 294 d.J.C.”, Symposium Numismático..., 40-5); la necrópolis romano-cristiana de Tarragona, con 12 bronces claudios frente a 1 de Nerón (AVELLÁ DELGADO, L.C., “Las monedas de la necrópolis romano-cristiana de Tarragona”, Symposium Numismático..., 52-76); el Portus Ilicitanus, con 12 bronces a nombre de Claudio frente a ninguno de Nerón (ABASCAL, J.M., La circulación monetaria del Portus Illicitanus, Valencia, 1989, 105-6); Villalazán, con 11 bronces claudios frente a ninguno de Nerón (BLÁZQUEZ CERRATO, C., “Conjunto numismático de Villalazán: un nuevo testimonio de la presencia militar en la provincia de Zamora”, Gladius, Anejos 5, 2002, 447). 9 Claudio: 1 sestercio, 2 dupondios, 55 ases, 16 cuadrantes; Nerón: 1 sestercio, 3 dupondios y 2 ases. 10 Se ha afirmado para explicar la escasa representación de Nerón en los conjuntos hispanos que la abundancia de moneda claudia de baja calidad supuso un obstáculo para la circulación de la buena moneda neroniana, pero ello no explica por qué este fenómeno afecta notoriamente más a Hispania que a las Galias o Britania, donde las imitaciones claudias también son ubicuas. Por otro lado, dentro de la Bética parece haber indicios de que la moneda neroniana está algo mejor representada en las áreas en contacto directo con el mar. Si esta impresión se confirma, podría apuntarse como hipótesis que esa diferencia se debería al mayor influjo que tiene en la costa los bronces llegados con el movimiento de personas, confirmando que la llamativa escasez de moneda neroniana en la Bética es, efectivamente, consecuencia de un escaso abastecimiento por parte del poder. 11 Seguimos la cronología de H.-M. von Kaenel (KAENEL, H.-M. VON, Münzprägung und Münzbildnis des Claudius (DAI, Antike Münzen und geschnittene Steine Bd. IX), Berlin, 1986), hoy en día la más autorizada.
4
resto de los casos la moneda procede, bien de la primera emisión en bronce de Claudio, del año 41
d.C., como ocurre en 28 monedas, o bien, en el caso de otras 10 monedas, de una breve emisión
intermedia de cuadrantes realizada en enero del 42, si bien esta segunda posibilidad es poco
probable dada su escasa constatación en los hallazgos. Es razonable suponer que esta relación entre
emisiones no variaba sustantivamente en el resto de las monedas del conjunto. Por tanto tenemos un
marcado predominio cronológico de las acuñaciones del 41 d.C. Nos parece particularmente
importante resaltar el hecho de que son los cuadrantes los que proporcionan la mayoría de la
información para establecer esta cronología, siendo fechables sólo 3 de los ases.
En cuanto a la relación entre tipos dentro de las emisiones claudias, el cuadro que tenemos
en nuestra muestra es bastante corriente. Entre los ases el tipo de la Minerva está mejor
representado que la suma de los tipos Libertas y Constantiae, que aparecen relativamente
equilibrados entre sí12. Esta relación entre tipos concuerda muy estrechamente con lo hallado en
conjuntos claudios de importancia, como los estudiados en Clunia, Baetulo, Valeria, Valencia,
Baelo Claudia, Conimbriga, Barcelona o los fondos de la Universidad de Valladolid13. En los
cuadrantes, el tipo del modio parece predominar sobre el de la balanza, si bien dentro de un cierto
equilibrio. Es la situación constatada generalmente en el Imperio y muy en particular en los grandes
depósitos italianos14.
Una cuestión espinosa en todo hallazgo monetario claudio es la relativa a las llamadas
“imitaciones” o “acuñaciones locales”, fenómeno común a las provincias occidentales y que en las
provincias hispanas parece aportar la práctica totalidad de los ases encontrados. Se trata de una
cuestión compleja en la que no podemos entrar en profundidad y que requiere aún una investigación
sistemática. Baste por el momento decir que, aparte de que no hay aún un acuerdo sobre en qué
medida puede tratarse de imitaciones, sean o no consentidas, o de acuñaciones oficiales realizadas
en las provincias, no existen unos criterios unívocos para distinguir exactamente qué ases son
12 Constantiae: 3; Libertas: 4; Minerva: 11. La presencia añadida de ases que sólo pueden pertenecer a uno de los dos primeros tipos (3) sugiere un peso relativo real para el tipo de Constantiae aún menor al planteado. 13 Si bien en estos tres últimos casos el tipo Constantiae predomina sobre el de Libertas. Personalmente hemos constatado lo mismo entre 55 ases examinados en el Museo Arqueológico de Cabra (Minerva: 40; Libertas: 4; Minerva o Libertas: 3; Constantiae: 8). Curiosamente una de las pocas excepciones conocidas a esta norma la ofrecen los fondos del “Museo Arqueológico y Etnográfico de Córdoba”, donde los tres tipos parecen muy igualados, perdiendo incluso la Minerva su predominio en favor de Libertas. Fuentes: BOST, J.-P. et alii, Belo IV. Les monnaies, Madrid, 1987, 53; SAGREDO SAN EUSTAQUIO, L., “La circulación monetaria en Deobrigula durante la etapa julio-claudia”, en HERNÁNDEZ GUERRA, L., et alii (eds.), Actas del I Congreso Internacional de Historia Antigua. “La Península Ibérica hace 2000 años” (Valladolid 23-25 noviembre 2000), Valladolid, 2001, 566; CEBRIÁN SÁNCHEZ, M.A., “Imitaciones de Claudio I en el monetario del Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba”, Numisma, 242, 1999, 12. 14 Modio: 32; balanza: 20. KAENEL, H.-M. VON, Münzprägung..., 161, 259. En la muestra que hemos examinado en Cabra el predominio del modio es aún más marcado: 15 cuadrantes del tipo modio frente a sólo uno del tipo balanza.
5
romanos y cuáles no, de tal modo que en ocasiones un mismo autor ha variado de opinión en cuanto
a la identificación de unas mismas piezas15.No siendo especialistas en análisis de cuños, no nos
sentimos autorizados para asegurar con exactitud cuántos de los ases analizados son “acuñaciones
locales”. En nuestra modesta opinión, las características estilísticas los asimilan en la totalidad de
los casos a los que en publicaciones previas aparecían caracterizados como tales.
Puede entonces aducirse que esta presencia de ases irregulares matiza los perfiles
cronológicos anteriormente expuestos. En efecto, estas “acuñaciones locales” copiaron casi en
exclusiva los ases de la primera emisión claudia, las del 41. Pero numerosos numísmatas defienden
que ello no implica que su cronología sea previa a la segunda emisión, ni siquiera próxima en el
tiempo, pudiendo prolongarse hasta el gobierno de Nerón.
Precisamente por este problema es tan importante que sean los cuadrantes los que marquen
la cronología temprana de este conjunto. Hasta donde conozco, ningún numísmata ha defendido la
idea de un fenómeno masivo de acuñaciones locales o “imitaciones” de cuadrantes, por lo que las
dataciones sí son aquí fiables. El claro predominio de la primera emisión de cuadrantes sobre la
tercera que encontramos en nuestra muestra no es un rasgo normal. En Italia, particularmente en el
gran depósito del Tíber, las dos emisiones principales de cuadrantes aparecen equilibradas, como lo
está el conjunto de la acuñación en bronce de Claudio16. La explicación más razonable para un
sesgo tan marcado en los cuadrantes de Écija es que la administración claudia envió los cuadrantes
a esta área fundamentalmente antes de que la emisión del 42 llegara masivamente a sus arcas. De
ese modo, si asumiéramos una acuñación dilatada en el tiempo de los ases hallados en Écija, nos
encontraríamos con una imagen extraña. El emperador Claudio se habría preocupado de abastecer la
Bética de cuadrantes fundamentalmente antes de tener a punto la emisión del 42. Pero apenas se
habría preocupado de abastecerla con el principal valor en bronce, el as. La imagen no resulta
verosímil. Los cuadrantes eran una moneda destinada a complementar a los ases. Por tanto,
imitaciones locales o no, lo razonable es pensar que los ases a los que complementaban estos
cuadrantes fueron puestos en circulación en la Bética de forma coordinada con estos últimos. O
asumimos que hemos perdido todos los ases romanos que pudieron llegar con estos cuadrantes,
quedando en el registro sólo las piezas de mala calidad; o asumimos que los ases con que contamos
eran parte del circulante al que los cuadrantes complementaban y por tanto, si proceden realmente
de emisiones locales, éstas debieron de ser encargadas por la propia autoridad imperial y efectuadas
al tiempo que se enviaban los cuadrantes.
15 Vd. J.-B. Giard, citado en KAENEL, H.-M. VON, Münzprägung..., 223. 16 KAENEL, H.-M. VON, “Roma - Monete dal Tevere...”, 85-327; ID., Münzprägung..., 161, 259.
6
Una última característica de nuestra muestra de monedas atañe también a los cuadrantes: se
trata de la extraordinaria cantidad de ellos que la componen. Como algunos autores han puesto en
evidencia, los cuadrantes son una moneda frecuentemente infrarrepresentada en las excavaciones,
dado que se pasan por alto con relativa facilidad. Que en una colección obtenida a partir de
hallazgos casuales de moneda se obtengan muchos más cuadrantes que ases es algo insólito, al
menos hasta donde conozco. Las mayores frecuencias relativas de cuadrantes se dan en los
conjuntos italianos, particularmente en los grandes depósitos fluviales, como el del Garigliano y el
del Tíber. Pero, aun en éstos, los cuadrantes no llegan a representar más de un tercio del total de
moneda claudia17, cuando en el caso que nos ocupa, su presencia supone dos tercios del total18. En
suma, en la muestra que manejamos hay buenos motivos para sospechar que los ases están
infrarrepresentados con respecto a los cuadrantes.
Pero eso no minimiza la importancia del número de cuadrantes recuperados. En términos
absolutos siguen apareciendo como una moneda extraordinariamente abundante. Cuanto más, la
aparente sobrerrepresentación de cuadrantes es un indicio indirecto de que por alguna razón se ha
perdido una exagerada proporción de ases claudios con respecto a la norma. Lo cual, enlazando con
lo dicho anteriormente, sólo confirmaría la excepcionalidad de las entradas de moneda claudia al
comienzo de su reinado.
De lo dicho se impone una conclusión lógica: Si la administración de Claudio consideró que
era oportuno transportar gran cantidad de cuadrantes a la Bética, transporte que no olvidemos que
era comparativamente menos económico que el de piezas mayores, es porque estimaba que tales
monedas eran necesarias en la circulación de destino.
En general los cuadrantes son una característica típica de la circulación itálica, en la que se
da una articulación más compleja entre los diversos valores nominales que en el occidente romano.
Estos mismos cuadrantes claudios son notablemente escasos en las provincias noroccidentales del
Imperio19.
Esta asimilación de la circulación bética a la itálica me parece suficientemente indicativa
del grado de monetización de las economías locales de la Bética. Parece claro que el cuadrante,
como mínima división del as, resultaba necesario cuando las transacciones en moneda eran muy
flexibles, lo que sólo ocurre cuando hay una economía monetaria sólidamente establecida. Si nos
17 Alcanzan respectivamente el 32,1 % y el 9,5 % del total de la moneda claudia, frente a un 55,6 % o un 70,3 % de ases. KAENEL, H.-M. VON, “Roma - Monete dal Tevere...”; BELLINI, G.R., (ed.), Minturnae. Antiquarium. Monete dal Garigliano IV. Monete romane (Caesar-Nero). Fonti epigraphiche e letterariae (textos de R. Martini, F. Pompilio), Milán, 1999, 23-4. 18 67,1 % del total de la muestra garantizada como claudia, mientras el de los ases desciende a un 30,4 %. 19 Fuera de Italia sólo Carnuntum, en estrecha relación con ésta, muestra cotas de representación parangonables. BELLINI, G.R., (ed.), Minturnae..., 23-4.
7
preguntamos para qué podía valer un cuadrante podemos responder que para atender a pequeñas
transacciones, lo que implica que aun en estas se recurría a la moneda. Pero dado su bajo valor una
función central del cuadrante debía de ser sobre todo la de moneda suplementaria en los pagos20.
Sabemos por autores como Plinio21 que los precios oscilaban bastante según el lugar, pero también
el tiempo. Un caso típico sería el de los precios agrícolas. En una economía densamente monetizada
éstos irían variando elásticamente según las estaciones o las cosechas. Es difícil de creer que el
precio de bienes de valor tan modesto como una pieza de pan o una hortaliza pudiera oscilar
anualmente sin necesidad de pagar en monedas inferiores al as. La necesidad de moneda
suplementaria que este tipo de proceso originaba parece haberse satisfecho en el noroeste imperial
con la pieza de medio as; en Italia y la Bética, por contra, se estimaba precisa la pieza de un cuarto.
Esto quiere decir que en la elasticidad de los precios y en el protagonismo de la moneda en el cierre
de transacciones la economía de Astigi y su entorno se comportaba de un modo más similar a Italia
que a las provincias noroccidentales.
De particular importancia es el hecho de que este considerable grado de monetización se
constate en el territorio rural próximo a Astigi, del que procede la mayoría de las monedas de
nuestra muestra22. Probablemente tras este fenómeno debamos ver las huellas de la emergencia en el
siglo I de una economía de uillae que parece haber hecho un amplio recurso al trabajo estacional de
jornaleros, como ha mostrado el Profesor G. Chic en su ponencia a este Congreso23. Tales
jornaleros recibirían retribuciones en metálico y posiblemente gastarían una parte de ellas para
20 Por ejemplo, sabemos que un precio de 12 ases por un modio de trigo (aprox. 6.5 Kg) no debía de resultar bajo siquiera en la propia Roma, de tal modo que podemos suponer que con dos ases no debía ser difícil en cualquier parte del Imperio hacerse con una aceptable pieza de pan. Igualmente en la vecina Pompeya, donde los precios tampoco debían de ser relativamente bajos, una medida de vino común podía costar un as. Tac.Ann.15.39.2. DUNCAN-JONES, R., The Economy of the Roman Empire. Quantitative Studies, Cambridge, 19822, 145-6. BREGLIA, L., “Circolazione monetale ed aspetti di vita economica a Pompei”, en Pompeiana. Raccolta di studi per il secondo centenario degli scavi di Pompei, Nápoles, 1950, 50-2. 21 Plin.NH 33.57.164. 22 Sólo unas pocas monedas proceden del actual centro urbano de Écija, aquellas cuya procedencia es descrita como “Depósito” (nº 81) y “La Guita” (nº 2; 13; 37; 53; 70). Asimismo, dos monedas proceden de un antiguo centro urbano, El Nuño (nº 57, 88). 23 Sobre la integración de las uillae en los circuitos de la economía monetaria véase también BOST, J.-P., “Villa y circulación monetaria: hipótesis de trabajo”, en GORGES, J.-G., SALINAS DE FRÍAS, M. (eds.), Les campagnes de Lusitanie romaine. Occupation du sol et habitats. Table ronde internationale (Salamanque, 29 et 30 janvier 1993), Collection de la Casa de Velázquez 47, Madrid-Salamanca, 1994, 219-225. La ambigua posición que ocupan las uillae entre la “economía urbana” y la “economía rural” justifica en nuestra opinión la necesidad planteada por P.P.M. Erdkamp de afinar más allá de la tradicional dicotomía entre ambos ámbitos (ERDKAMP, P.P.M., “Beyond the Limits of the ‘Consumer City’. A Model of the Urban and Rural Economy in the Roman World”, Historia, 50.3, 2001, 332-356).
8
cubrir sus necesidades en el mercado de la propia uilla, dando lugar a un modesto circuito
monetario en el que la moneda fraccionaria debió de resultar imprescindible24.
Pero si el conjunto que presento parece apuntar a una densa monetización del área
astigitana, abre por el mismo motivo una cuestión que no creo que quepa zanjar en este momento,
pero que es interesante al menos plantear. Entre la época de Claudio y de los Flavios, Astigi y el
curso bajo del Genil experimentaron un notable florecimiento económico, basado sobre todo en su
protagonismo en las exportaciones de aceite y en el tránsito comercial entre la costa y el interior de
la Bética25. Ello implica que considerables cantidades de moneda hubieron de afluir hacia el área de
Astigi. Sin duda el grueso de esta riqueza, en términos de valor, entró en forma de áureos y
denarios, el numerario de las grandes transacciones; y sin duda en su mayor parte corrió
directamente a las arcas de las elites locales, alimentando su proceso de promoción en el orden
social imperial.
Pero las transacciones cotidianas, las dominantes en la escala local de la economía,
requerían de la moneda de bronce, como elocuentemente nos demuestran los monederos de las
víctimas de la erupción del Vesuvio. Si la verosímil afluencia de moneda de oro y plata no se vio
acompañada de una correspondiente de bronce, debemos entender que, o bien la riqueza obtenida de
las exportaciones apenas se distribuyó socialmente, y por tanto no generó un aumento significativo
de las transacciones de escala local, o bien no lo hizo en forma monetaria, caso éste último que
parece que debemos excluir.
Ahora bien, a juzgar por la muestra que les presento, la inmensa mayoría de la moneda de
bronce romana que penetró en Écija durante los casi treinta años que van del 41 al 69 había sido
acuñada en el año 41. Las grandes emisiones de bronce de los años 65-66 apenas parecen haber
alimentado esta economía en aparente expansión. Tras la muerte de Nerón, según el recuento de la
colección Olmo, la situación se corrige, pero tampoco de un modo espectacular: a 1 as de Galba le
siguen doce ejemplares de Vespasiano: 10 de ellos bronces26.
Dado que estamos tratando del período julio-claudio entendemos además que las citadas
fechas de emisión son, en términos generales, próximas en el tiempo al momento de la entrada real
de las monedas en la circulación local. En efecto, en este período la acuñación del bronce es
episódica: se concentra en años concretos, separados a menudo por largos períodos de pausa. En
24 Cabe también plantear la posibilidad de que la frecuencia de los cuadrantes se deba en parte a la prolongación de su uso, una vez perdida su relevancia monetaria, como fichas en el marco de las grandes propiedades rurales. 25 Véase a este respecto la comunicación de E. García Vargas en este mismo Congreso. 26 De Tito se constatan 2 bronces y de Domiciano 1 denario y trece bronces.
9
nuestra opinión ello implica que el bronce se acuñaba en respuesta a necesidades concretas, y por
tanto para ponerlo en circulación a corto plazo.
La única forma constatada por la que el Estado romano podía poner en circulación la
moneda es mediante el gasto público o imperial27. En el caso de la puesta en circulación de áureos y
denarios es fácil asumir que el recurso al gasto público bastara para mover la moneda. En el del
bronce hemos advertido en otro estudio cómo Nerón empleó el abastecimiento del ejército como
forma de introducir el circulante requerido por las vecinas economías civiles28. Pero ¿qué ocurría en
las provincias desmilitarizadas, como la Bética? Creo que lo más razonable es pensar que los fiscos
provinciales recibían partidas de monedas a fin de facilitar la fluidez del circuito provincial de
entradas y gastos públicos, un circuito que en mi opinión el Estado romano intentaba hacer lo más
autónomo posible29. Probablemente fueron estas arcas provinciales las principales encargadas de
poner en circulación la nueva moneda enviada desde Roma. Creemos por ello que la mayoría de
estos bronces hallados en Écija habían llegado a las arcas provinciales de Corduba en fecha muy
poco posterior a su acuñación. Llegadas allí no debieron de tardar muchos años en diseminarse por
la circulación monetaria de la Bética, y mucho menos en torno a un lugar como Astigi.
En última instancia, sólo en fechas claudias o poco posteriores pudo tener sentido la masiva
diseminación de un valor monetario que ya a partir de Nerón empezaba a encontrarse en franco
declive. No sabemos, por otro lado, si el fisco provincial abastecía directamente de moneda a las
arcas de las grandes ciudades, pero dado que éstas eran el pilar básico de todo el sistema fiscal la
hipótesis parece razonable. Por otro lado creo preciso salir al paso de una posible objeción. Astigi,
como gran foco redistribuidor de productos, debió de convertirse también en un importante polo
hacia el que gravitaban considerables cantidades de monedas del resto de la Bética. Se podría argüír
que este proceso lento de atracción habría alimentado de modo sostenido la circulación del territorio
de Écija a lo largo del período. Pero precisamente las áreas de las que podía alimentarse este
proceso de gravitación estaban también creciendo como comunidades de tipo romano en ese mismo
27 No hay en mi opinión indicios que por el momento apoyen la hipótesis de que algún tipo de sociedades de nummularii cumplieran un papel significativo en este proceso, el menos en occidente (En apoyo de esta hipótesis vd. HARL, K.W., Coinage in the Roman Economy, 300 BC to AD 700, Baltimore-Londres, 1996, 4, 83, 209, 238-247. Pero véanse las indicaciones sobre la estructura bancaria en occidente en ANDREAU, J., La vie financière dans le monde romain. Les métiers de manieurs d’argent (IVe siècle av. J.-C.-IIIe siècle ap. J.-C.), Roma, 1987). 28 DE LA HOZ, J. “Patrones en la distribución de la moneda de bronce de Nerón. I. El ritmo de la operación monetaria”, en CRESPO ORTIZ DE ZÁRATE, S., ALONSO ÁVILA, A. (coords. & eds.), SCRIPTA ANTIQVA in honorem Ángel Montenegro Duque et José María Blázquez Martínez, Valladolid, 2002, 321-341; ID., “Patrones en la distribución de la moneda de bronce de Nerón. II. La distribución regional de los ases”, HABIS, 35, 2004, 257-275 (en prensa). 29 DUNCAN-JONES, R.P., “Mobility and immobility of coin in the Roman Empire”, AIIN, 36, 1989, 135. Sobre estas partidas véase el caso del tesoro de la Pobla de Mafumet (CAMPO, M. et alii, El tesoro de la Pobla de Mafumet (Tarragona). Sextercios y dupondios de Claudio I, Barcelona, 1981).
10
período, y por tanto estaban aumentado sus propias necesidades de numerario. No creo que se
pueda, por tanto, postular un movimiento de moneda tan unidireccional como para alimentar un
crecimiento sostenido y significativo del circulante a lo largo del período.
Estas consideraciones nos confirman en nuestra opinión: la práctica totalidad de la moneda
de bronce que penetró en el territorio de Écija durante los reinados de Claudio y Nerón lo hizo
fundamentalmente al comienzo del reinado del primero. De ese modo, o la circulación económica
cotidiana no se vio modificada por los beneficios de la exportación tras los primeros años de
Claudio, y por tanto no fue necesaria más moneda, o sencillamente la política de abastecimiento
monetario no estuvo a la altura de las necesidades, lo que hubo de repercutir negativamente en la
evolución de la circulación económica local, restándole flexibilidad y favoreciendo el desarrollo de
prácticas irregulares en las transacciones.
Varios apuntes nos pueden orientar en la búsqueda de una respuesta. Veamos el primer
momento del proceso. Claudio suministra masivamente moneda de bronce a la Bética justo al inicio
de su reinado. Luego las necesidades debían de sentirse ya como muy acuciantes, y eran las propias
de una economía monetizada. El problema es ¿cuáles eran estas necesidades? Pueden ser las
derivadas del florecimiento económico de la Bética. O quizá las vinculadas a la contradicción entre
una reciente monetización de las economías locales y un desabastecimiento crónico de moneda. O
tal vez la necesidad de sustituir en el circulante las anteriores emisiones hispanas, suspendidas
desde Calígula.
La aparente magnitud de la operación de Claudio y su ritmo abrupto orientan más bien
hacia la segunda y la tercera respuesta que hacia la primera. Su operación se explica más fácilmente
como medida destinada a lograr la plena incorporación de territorios como los de la actual Écija en
las estructuras monetarias del Imperio, tanto a través de la agilización como de la homologación del
sistema monetario. Es este cambio cualitativo, más que un proceso cuantitativo, el que mejor puede
explicar la rápida entrada de toda esta moneda.
Veamos el segundo momento del proceso. Durante los años 65 y 66 Nerón vuelve a acuñar
bronces en grandes cantidades, pero éstos apenas alcanzan a una zona como la de Écija. ¿Implica
ello que tales suministros no eran precisos en la zona? No necesariamente. La lógica de la política
monetaria de Nerón parece haber obviado las eventuales necesidades de la Bética. En Occidente,
fuera de Italia, lo central de sus esfuerzos se concentró en el abastecimiento del limes y de su
Hinterland, alimentando muy particularmente el hambre de moneda de las regiones próximas a la
gran línea de comunicaciones fluviales del norte de la Galia. La Bética, aparentemente, no estuvo en
11
el centro de sus preocupaciones en los últimos años de su reinado, y esto parece haberle pasado
factura en la sublevación del 6830.
En suma, Nerón pudo descuidar fácilmente las necesidades del entorno de Astigi, pero si su
descuido fue realmente grave, ¿no deberíamos encontrarnos con algunos signos de irregularidades
monetarias? ¿o quizá con una entrada más llamativa de numerario vespasianeo a fin de paliar el
descuido? En cuanto a la primera posibilidad, si algún indicio pudiera ser interpretado como
irregularidad monetaria podrían ser los llamados plomos monetiformes, pero no parece que su uso
monetario sea considerado hoy en día por la mayoría de los especialistas. En cuanto a la segunda
posibilidad, tal vez esa moderada presencia de moneda vespasianea dé la medida de un problema
percibido por el poder, pero no especialmente grave. Si la rigidez de la política monetaria imperial
tuvo repercusiones negativas en la economía local de Astigi y su entorno, como es verosímil
plantear, estas no tuvieron la suficiente entidad como para dejar marcas reconocibles por el
momento en los hallazgos.
En conclusión, en el estado actual de nuestros conocimientos sólo nos queda plantear como
hipótesis más razonable que la distribución social de la riqueza acumulada en el entorno de Astigi
durante las décadas centrales del siglo I fue bastante modesta, de tal modo que no intensificó a un
ritmo sustancial la red de transacciones locales. La acumulación, en suma, primó sobre la
circulación. Lo que sí hubo de ser un cambio acelerado, y probablemente con importantes
repercusiones económicas a corto plazo, fue la plena incorporación de la economía astigitana a las
estructuras monetarias imperiales.
30 Como es bien sabido, el final de la guerra armenia no supuso la pérdida de la posición prioritaria que tenía Oriente en las preocupaciones del emperador, como probablemente muchos esperaban que sucediera, sino precisamente lo contrario. La visita a Roma de Tiridates, sobre la que P. Fernández Uriel ha realizado un profundo análisis (P. Fernández Uriel, “La llegada de Tiridates de Armenia a Roma. Su contexto, trascendencia y significado”, en In memoriam J. Cabrera Moreno, Granada, 1992, 117-133) debió de suponer para muchos una seria advertencia del giro hacia Oriente del emperador, que iba a quedar definitivamente consagrado en el ambicioso proyecto de “restauración” de Grecia que, como han demostrado diversos autores, estaba detrás del viaje a Acaya del 66-67 (CORTÉS COPETE, J.M., “Delfos, colonia neroniana”, Habis 30, 1999, 237-251; FERNÁNDEZ URIEL, P., “Los beneficia concedidos a las ciudades de Acaya en el año 66 d.C.”, Espacio, Tiempo y Forma. Serie II. Hª Antigua, 10, 1997, 91-108).
12
Catálogo31.
Claudio. Dupondios. 1. Nº Ref.: 21. Procedencia: “Martín Delgado”. Ref. Bibl.: RIC2 92, 104. Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Antonia a derecha. [ANTONIA - AVGVSTA]. Rev.: Claudio estante a izquierda con simpulum. Campo: S-C. Peso: 10,80 g. Diámetro máx.: 28 mm. Eje: 5. Ceca: Probabl. Roma. 2. Nº Ref.: 45. Procedencia: “La Guita”. Ref. Bibl.: RIC2 94, 110. Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. C]AESAR AVG[ . Rev.: Ceres sentada a izquierda con antorcha y espigas. [CERES] - AVGVST[A - S]-C. Peso: 11,35 g. Diámetro máx.: 28 mm. Eje: 7. Ceca: Probabl. Roma.
Ases. 3. Nº Ref.:45bis. Procedencia: “Mocho”. Ref. Bibl.: RIC2 95, 111. Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. [TI CLAV]DIVS CAESAR AVG [PM TRP IMP...] Rev.: Constantia estante a izquierda con lanza. CONSTAN[TIAE - AV]GVSTI. Campo: S-C. Peso: 10,64 g. Diámetro máx.: 27 mm. Eje: 6. Ceca: Probabl. “local”. 4. Nº Ref.: 46. Procedencia: “Mocho”. Ref. Bibl.: RIC2 95, 111. Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. TI CLAVDIVS [CAESAR AVG PM TRP IMP...]
Rev.: Constantia estante a izquierda con lanza. CON[STANTIAE - AVGVSTI]. Campo: S-[C]. Peso: 10,50 g. Diámetro máx.: 27 mm. Eje: 7. Ceca: Probabl. “local”. 5. Nº Ref.: 60. Procedencia: “Montorillo”. Ref. Bibl.: RIC2 95, 111. Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. [TI CLAV]DIVS CAESAR AVG [PM TRP IMP...] Rev.: Constantia estante a izquierda con lanza. C[ONSTANTIAE - AVGVSTI]. Campo: [S-C]. Peso: 9,25 g. Diámetro máx.: 27 mm. Eje: 6. Ceca: Probabl. “local”. 6. Nº Ref.: 51. Procedencia: “Barrero”. Ref. Bibl.: RIC2 97. Cronología: 41. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. [TI] CLAV[DIVS CAESAR AVG PM TRP] IMP. Rev.: Libertas estante a derecha. [L]IBERTAS - [AVGVSTA]. Campo: S-[C]. Peso: 11,73 g. Diámetro máx.: 25 mm. Eje: 5. Ceca: Probabl. “local”. 7. Nº Ref.: 47. Procedencia: “La Moranilla”. Ref. Bibl.: RIC2 97, 113. Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. Leyenda ilegible. Rev.: Libertas estante a derecha. [LIBERTAS - AVGVSTA]. Campo: S-C. Peso: 11,48 g. Diámetro máx.: 26 mm. Eje: 6. Ceca: Probabl. “local”. 8. Nº Ref.: 53. Procedencia: “Mocho”. Ref. Bibl.: RIC2 97, 113. Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. TI CLAVDIVS CAES[AR AVG PM TRP I]¿MP?[¿...?]
31 Los ejemplares de la colección no están catalogados numéricamente. El número de referencia remite al que ostentan sus reproducciones en OLMO, J.A.J, Historia monetaria de Astigi durante el Imperio Romano.... Por dificultades tipográficas las letras parcialmente legibles son representadas mediante cursivas.
13
Rev.: Libertas estante a derecha. LI[BERTAS] - AVGVSTA. Campo: S-C. Peso: 10,98 g. Diámetro máx.: 27,5 mm. Eje: 6. Ceca: Probabl. “local”. 9. Nº Ref.: 61. Procedencia: “La Choza”. Ref. Bibl.: RIC2 97, 113. Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. [TI CLA]VDIVS C[AES]AR AV[G PM TR]P IM[P...] Rev.: Libertas estante a derecha. [LIBERTAS] - AVGVSTA. Campo: S-C. Peso: 10,89 g. Diámetro máx.: 27 mm. Eje: 1. Ceca: Probabl. “local”. 10. Nº Ref.: 37. Procedencia: “Martín Delgado”. Ref. Bibl.: RIC2 100. Cronología: 41. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. TI CLAVDIVS CAESAR AVG PM TRP IMP. Rev.: Minerva a derecha con escudo y lanza. Campo: S-C. Peso: 11,18 g. Diámetro máx.: 29 mm. Eje: 6. Ceca: Probabl. “local”. 11. Nº Ref.: 43. Procedencia: La Estrella. Cantera. Ref. Bibl.: RIC2 100. Cronología: 41. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. TI CLAVDIV[S CAESAR] AVG [PM] TRP IMP. Rev.: Minerva a derecha con escudo y lanza. Campo: S-C. Peso: 12,78 g. Diámetro máx.: 27 mm. Eje: 7. Ceca: Probabl. “local”. 12. Nº Ref.: 38. Procedencia: “Los Visos”. Ref. Bibl.: RIC2 100, 116. Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. [TI CLAVDI]VS CAESAR AVG PM [TRP IMP...] Rev.: Minerva a derecha con escudo y lanza. Campo: S-C. Peso: 9,78 g. Diámetro máx.: 27 mm. Eje: 6. Ceca: Probabl. “local”. 13. Nº Ref.: 44. Procedencia: “La Guita”. Ref. Bibl.: RIC2 100, 116. Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. [TI CLA]VD[I]VS C[AESAR AVG PM TRP IMP...] Rev.: Minerva a derecha con escudo y lanza. Campo: S-C. Peso: 12,79 g. Diámetro máx.: 27,5 mm. Eje: 7. Ceca: Probabl. “local”. 14. Nº Ref.: 35. Procedencia: “El Mocho”. Ref. Bibl.: RIC2 100, 116. Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. [TI CLAV]DIVS CAE[SAR AVG PM TRP IMP...] Rev.: Minerva a derecha con escudo y lanza. Campo: S-C. Peso: 9,70 g. Diámetro máx.: 27 mm. Eje: 7. Ceca: Probabl. “local”. 15. Nº Ref.: 39. Procedencia: La Estrella. Cantera. Ref. Bibl.: RIC2 100, 116. Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. [TI CLA]VDIVS CA[ESAR AVG PM TRP IMP...] Rev.: Minerva a derecha con escudo y lanza. Campo: S-C. Peso: 11,91 g. Diámetro máx.: 27 mm. Eje: 8. Ceca: Probabl. “local”. 16. Nº Ref.: 41. Procedencia: “Montoro”. Ref. Bibl.: RIC2 100, 116. Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. [TI] CLAVDIVS CAES[AR AVG PM TRP IMP...] Rev.: Minerva a derecha con escudo y lanza. Campo: S-C. Peso: 11,79 g. Diámetro máx.: 28,5 mm. Eje: 7. Ceca: Probabl. “local”. 17. Nº Ref.: 40. Procedencia: “Martín Delgado”. Ref. Bibl.: RIC2 100, 116. Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. TI CLAVDIVS CAESAR · AVG PM [TRP IMP...] Rev.: Minerva a derecha con escudo y lanza. Campo: S-C. Peso: 11,94 g. Diámetro máx.: 27 mm. Eje: 7. Ceca: Probabl. “local”. 18. Nº Ref.: 48. Procedencia: “La Estrella”. Ref. Bibl.: RIC2 100, 116. Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. T[I CLAV]DIVS CAESAR [AVG PM TRP IMP...] Rev.: Minerva a derecha con escudo y lanza. Campo: S-C. Peso: 8,46 g. Diámetro máx.: 30,5 mm. Eje: 6. Ceca: Probabl. “local”. 19. Nº Ref.: 36. Procedencia: “Las Balas”. Ref. Bibl.: RIC2 100, 116. Cronología: 41-42.
14
Anv.: Busto de Claudio a izquierda. Leyenda ilegible. Rev.: Minerva a derecha con escudo y lanza. Campo: S-C. Peso: 9,66 g. Diámetro máx.: 28,5 mm. Eje: 7. Ceca: Probabl. “local”. 20. Nº Ref.: 55. Procedencia: “El Caño”. Ref. Bibl.: RIC2 100, 116. Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. [TI CLAVDIV]S CAESAR AVG [PM TRP I]M?[P...] Rev.: Minerva a derecha con escudo y lanza. Campo: S-C. Peso: 8,25 g. Diámetro máx.: 29,5 mm. Eje: 6. Ceca: Probabl. “local”. 21. Nº Ref.: 42. Procedencia: La Estrella. Cantera. Ref. Bibl.: ¿RIC2 100?. Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. TI CL[A]VD[I]VS CAESAR [AVG PM TRP I]M[P.] Rev.: Probablemente Minerva a derecha con escudo y lanza. Campo: S-C. Peso: 10,63 g. Diámetro máx.: 28,5 mm. Eje: 7. Ceca: Probabl. “local”. 22. Nº Ref.: 52. Procedencia: Sin determinar. Ref. Bibl.: ¿RIC2 100, 116? Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. [TI C]LAVDIVS CAESAR AVG [PM TRP IMP...] Rev.: Probablemente Minerva a derecha con escudo y lanza. Campo: S-C. Peso: 9,77 g. Diámetro máx.: 27 mm. Eje: 6. Ceca: Probabl. “local”. 23. Nº Ref.: 58. Procedencia: La Estrella. Cantera. Ref. Bibl.: ¿RIC2 100, 116? Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. TI CLAVD[IVS CAESAR AVG PM TRP IMP...] Rev.: Probablemente Minerva a derecha con escudo y lanza. Campo: S-C. Peso: 9,02 g. Diámetro máx.: 28 mm. Eje: 8. Ceca: Probabl. “local”. 24. Nº Ref.: 57. Procedencia: “Las Balas”. Ref. Bibl.: Indeterminada. Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. [TI CLAV]DIVS CAESAR [AVG PM TRP IMP...] Rev.: Figura estante. Campo: S-C. Peso: 8,87 g. Diámetro máx.: 29 mm. Eje: 7. Ceca: Probabl. “local”. 25. Nº Ref.: 59. Procedencia: “Los Visos”. Ref. Bibl.: Indeterminada. Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. [TI CLAVD]IVS CAESAR [AVG P]M(?)[ TRP IMP...] Rev.: Ilegible. Peso: 8,47 g. Diámetro máx.: 27 mm. Eje: Ceca: Probabl. “local”. 26. Nº Ref.: 54. Procedencia: “Mocho”. Ref. Bibl.: Indeterminada. Cronología: 41-42. Anv.: Busto de Claudio a izquierda. Leyenda ilegible. Rev.: Ilegible. Peso: 11,24 g. Diámetro máx.: 27 mm. Eje: Ceca: Probabl. “local”.
Ases probablemente atribuibles a Claudio. 27. Nº Ref.: 56. Procedencia: “La Estrella”. Ref. Bibl.: ¿RIC2 97, 100, 113,
116? Cronología: ¿41-42?.
Anv.: Busto a izquierda. [¿TI C]L(?)AVD[IVS CAESAR AVG PM TRP IMP...?] Rev.: Figura estante a derecha, posiblemente Libertas o Minerva. Campo: S-C. Peso: 9,15 g. Diámetro máx.: 28 mm. Eje: 6. Ceca: Probabl. “local”. 28. Nº Ref.: 49. Procedencia: “Benavides”. Ref. Bibl.: ¿RIC2 97, 100, 113,
116? Cronología: ¿41-42?.
Anv.: Busto a izquierda. Leyenda ilegible. Rev.: Figura estante a derecha, posiblemente Libertas o Minerva. Campo: S-C.
15
Peso: 8,89 g. Diámetro máx.: 25 mm. Eje: 6. Ceca: Probabl. “local”. 29. Nº Ref.: 50. Procedencia: “Guijo”. Ref. Bibl.: Indeterminada. Cronología: ¿41-42?. Anv.: Busto a izquierda. Leyenda ilegible. Rev.: Ilegible. Peso: 7,99 g. Diámetro máx.: 28 mm. Eje: Ceca: Probabl. “local”.
Cuadrantes.
30. Nº Ref.: 68. Procedencia: Sin determinar. Ref. Bibl.: RIC2 84. Cronología: 41. Anv.: Modio. TI CLAV[DIVS CAESAR] AVG. Rev.: Campo: SC. PON M TRP I[MP COS DE]S IT. Peso: 3,55 g. Diámetro máx.: 15 mm. Eje: 6. Ceca: Roma. 31. Nº Ref.: 64 Procedencia: “La Choza”. Ref. Bibl.: RIC2 84. Cronología: 41. Anv.: Modio. TI CL[AVD]IVS CAESAR AVG. Rev.: Campo: SC. PON M TRP IMP COS DES [IT]. Peso: 3,05 g. Diámetro máx.: 16 mm. Eje: 7. Ceca: Roma. 32. Nº Ref.: 80. Procedencia: “Benavides”. Ref. Bibl.: RIC2 84. Cronología: 41. Anv.: Modio. [TI CLAVDI]VS CAESA[R AVG]. Rev.: Campo: SC. PON M T[RP IMP COS D]ES IT. Peso: 4,09 g. Diámetro máx.: 15 mm. Eje: 6. Ceca: Roma. 33. Nº Ref.: 79. Procedencia: “Martín Delgado”. Ref. Bibl.: RIC2 84. Cronología: 41. Anv.: Modio. [TI CLAVDI]VS CAESA[R AVG]. Rev.: Campo: SC. [PON M TRP I]M[P] COS DE[S IT]. Peso: 2,84 g. Diámetro máx.: 16 mm. Eje: 7. Ceca: Roma. 34. Nº Ref.: 75. Procedencia: “Montoro”. Ref. Bibl.: RIC2 84. Cronología: 41. Anv.: Modio. TI CLA[VDIVS CAE]SAR AVG. Rev.: Campo: SC. [PON M] TRP IMP COS DE[S IT]. Peso: 3,22 g. Diámetro máx.: 15 mm. Eje: 7. Ceca: Roma. 35. Nº Ref.: 74. Procedencia: “Mocho”. Ref. Bibl.: RIC2 84. Cronología: 41. Anv.: Modio. TI CLA[VDIVS CAES]AR AVG. Rev.: Campo: S·C. PON [M TRP IMP] COS DES IT. Peso: 3,07 g. Diámetro máx.: 14 mm. Eje: 6. Ceca: Roma. 36. Nº Ref.: 73. Procedencia: “Martín Delgado”. Ref. Bibl.: RIC2 84. Cronología: 41. Anv.: Modio. TI CLAVDIVS CAESAR AVG. Rev.: Campo: S·C. PON [M TRP IMP C]OS DES IT. Peso: 2,39 g. Diámetro máx.: 15,5 mm. Eje: 7. Ceca: Roma. 37. Nº Ref.: 83. Procedencia: “La Guita”. Ref. Bibl.: RIC2 84. Cronología: 41. Anv.: Modio. TI CLAV[DIVS CAE]SAR AVG. Rev.: Campo: S·C. PON M TRP IMP COS DES IT. Campo: S-C. Peso: 3,25 g. Diámetro máx.: 17 mm. Eje: 1. Ceca: Roma. 38. Nº Ref.: 87. Procedencia: “Mocho”. Ref. Bibl.: RIC2 84. Cronología: 41. Anv.: Modio. TI [C]LAVDIV[S CAES]AR AVG.
16
Rev.: Campo: S·C. PON M [TRP] IMP COS . . . . . [...]. Peso: 3,38 g. Diámetro máx.: 16 mm. Eje: 6. Ceca: Roma. 39. Nº Ref.: 82. Procedencia: “El Segador”. Ref. Bibl.: RIC2 84. Cronología: 41. Anv.: Modio. [TI CLA]VDI[VS CAESAR AVG]. Rev.: Campo: S·C. [PON M TR]P IMP COS D[ES IT]. Peso: 2,04 g. Diámetro máx.: 14 mm. Eje: 12. Ceca: Roma. 40. Nº Ref.: 62. Procedencia: “Los Visos”. Ref. Bibl.: RIC2 84, 88. Cronología: 41-4.1.42. Anv.: Modio. [TI CLA]VDIVS CAESAR A[VG]. Rev.: Campo: S·C. [P]ON M TRP IMP COS [...]. Peso: 2,58 g. Diámetro máx.: 17 mm. Eje: 7. Ceca: Roma. 41. Nº Ref.: 81. Procedencia: “Las Balas”. Ref. Bibl.: RIC2 84, 88. Cronología: 41-4.1.42. Anv.: Modio. TI CLAVDIVS CAESAR AVG. Rev.: Campo: S·C. [P]ON M TRP IMP CO[S...]. Peso: 3,76 g. Diámetro máx.: 17,5 mm. Eje: 1. Ceca: Roma. 42. Nº Ref.: 101. Procedencia: “Sotillo gallego”. Ref. Bibl.: RIC2 84, 88. Cronología: 41-4.1.42. Anv.: Modio. TI CLAV[D]IVS [CAESAR A]VG. Rev.: Campo: S·C. [PON] M TRP IMP COS . [...]. Peso: 3,33 g. Diámetro máx.: 15 mm. Eje: 7. Ceca: Roma. 43. Nº Ref.: 97. Procedencia: “Santo Siervo”. Ref. Bibl.: RIC2 84, 88. Cronología: 41-4.1.42. Anv.: Modio. TI CLAVDI[VS CAESAR AVG]. Rev.: Campo: SC. [PON M TRP] IMP COS . [...]. Peso: 2,72 g. Diámetro máx.: 14,5 mm. Eje: 7. Ceca: Roma. 44. Nº Ref.: 71. Procedencia: “Mocho”. Ref. Bibl.: RIC2 84, 88. Cronología: 41-4.1.42. Anv.: Modio. [TI CLAVDIVS C]AESAR AVG. Rev.: Campo: SC. [PON M T]RP IMP COS [...]. Peso: 3,44 g. Diámetro máx.: 15 mm. Eje: 6. Ceca: Roma. 45. Nº Ref.: 77. Procedencia: “La Estrella”. Ref. Bibl.: RIC2 84, 88. Cronología: 41-4.1.42. Anv.: Modio. [TI CL]A[VDIVS CAESA]R A[VG]. Rev.: Campo: SC. [PON M TRP] IMP COS . [...]. Peso: 2,92 g. Diámetro máx.: 16,5 mm. Eje: 7. Ceca: Roma. 46. Nº Ref.: 99. Procedencia: “Los Visos”. Ref. Bibl.: RIC2 84, 88. Cronología: 41-4.1.42. Anv.: Modio. [TI CL]AVDIVS CAESAR [AVG]. Rev.: Campo: S·C. [PON M] TRP IMP COS [...]. Peso: 2,54 g. Diámetro máx.: 15 mm. Eje: 7. Ceca: Roma. 47. Nº Ref.: 96. Procedencia: “Los Algarves”. Ref. Bibl.: RIC2 85. Cronología: 41. Anv.: Mano con balanza. Campo: PNR. [TI CLAVDIVS] CAESAR AVG. Rev.: Campo: S·C. PON M TRP IMP COS D[ES IT]. Peso: 2,50 g. Diámetro máx.: 15,5 mm. Eje: 6. Ceca: Roma. 48. Nº Ref.: 94 Procedencia: “Las Balas”. Ref. Bibl.: RIC2 85. Cronología: 41. Anv.: Mano con balanza. Campo: PNR. [TI CLA]VDIV[S CAESAR AVG]. Rev.: Campo: S·C. [PON M TRP I]MP COS DE[S IT]. Peso: 2,96 g. Diámetro máx.: 14,5 mm. Eje: 8. Ceca: Roma. 49. Nº Ref.: 104. Procedencia: “Cortillo”. Ref. Bibl.: RIC2 85. Cronología: 41.
17
Anv.: Mano con balanza. Campo: PNR. [TI CLA]VDIVS CAESAR AVG. Rev.: Campo: SC. PO[N M T]RP IMP [COS D]ES [I]T. Peso: 3,32 g. Diámetro máx.: 17,5 mm. Eje: 7. Ceca: Roma. 50. Nº Ref.: 105. Procedencia: “Las Conejeras”. Ref. Bibl.: RIC2 85. Cronología: 41. Anv.: Mano con balanza. Campo: PNR. TI [CLAVDIV]S CAESAR AVG. Rev.: Campo: S·C. [PON] M [TRP IMP CO]S DES IT. Peso: 2,08 g. Diámetro máx.: 16,5 mm. Eje: 6. Ceca: Roma. 51. Nº Ref.: 106. Procedencia: “Mocho”. Ref. Bibl.: RIC2 85. Cronología: 41. Anv.: Mano con balanza. Campo: PNR. TI CLAVDIVS CA[ESAR AVG]. Rev.: Campo: S·C. PON M TRP IMP COS DES IT. Peso: 3,72 g. Diámetro máx.: 18 mm. Eje: 5. Ceca: Roma. 52. Nº Ref.: 108. Procedencia: “Mocho”. Ref. Bibl.: RIC2 85. Cronología: 41. Anv.: Mano con balanza. Campo: PNR. TI CLAVDIV[S CAESA]R AVG·. Rev.: Campo: S·C. PON· M TRP IMP COS DES IT. Peso: 3,28 g. Diámetro máx.: 17 mm. Eje: 1. Ceca: Roma. 53. Nº Ref.: 109. Procedencia: “La Guita”. Ref. Bibl.: RIC2 85. Cronología: 41. Anv.: Mano con balanza. Campo: PNR. TI CLAVD[IVS CAE]SAR AVG. Rev.: Campo: SC. PON· M TRP· IM[P COS] DES· IT·. Peso: 2,90 g. Diámetro máx.: 16,5 mm. Eje: 1. Ceca: Roma. 54. Nº Ref.: 110. Procedencia: Sin determinar. Ref. Bibl.: RIC2 85. Cronología: 41. Anv.: Mano con balanza. Campo: PNR. [T]I CLAVDIVS [CAESAR AVG]. Rev.: Campo: SC. PON [M TRP IMP COS] DES IT. Peso: 2,68 g. Diámetro máx.: 16 mm. Eje: 6. Ceca: Roma. 55. Nº Ref.: 111. Procedencia: “Mocho”. Ref. Bibl.: RIC2 85. Cronología: 41. Anv.: Mano con balanza. Campo: PNR. TI CLAVDIV[S C]AESA[R] AVG. Rev.: Fallo de acuñación: una primera acuñación ha sido parcialmente obliterada por otra de la misma
emisión: 1ª acuñación: Campo: S·C. [PON M TRP IMP C]OS DES [IT]. 2ª acuñación: Campo: S[C]. [PON M TRP I]MP COS D[ES IT].
Peso: 3,22 g. Diámetro máx.: 17,5 mm. Eje: 1 (1ª)/5 (2ª). Ceca: Roma. 56. Nº Ref.: 112. Procedencia: “Martín Delgado”. Ref. Bibl.: RIC2 85. Cronología: 41. Anv.: Mano con balanza. Campo: [P]NR. TI C[LAVDIVS CAESAR] AVG. Rev.: Campo: SC. [PON M TRP IMP] COS DES IT. Peso: 3,54 g. Diámetro máx.: 19 mm. Eje: 2. Ceca: Roma. 57. Nº Ref.: 122. Procedencia: “Nuño”. Ref. Bibl.: RIC2 85. Cronología: 41. Anv.: Mano con balanza. Campo: PNR. TI CLAVD[IVS CAESA]R AVG. Rev.: Campo: S·C. PON M TRP [IMP C]OS DES IT. Peso: 3,52 g. Diámetro máx.: 16,5 mm. Eje: 1. Ceca: Roma. 58. Nº Ref.: 121. Procedencia: “Mocho”. Ref. Bibl.: RIC2 85. Cronología: 41. Anv.: Mano con balanza. Campo: PNR. TI· CLAVDIVS· CAESAR AVG. Rev.: Campo: S·C. PON M TRP IMP COS DES IT. Peso: 2,07 g. Diámetro máx.: 18,5 mm. Eje: 4. Ceca: Roma. 59. Nº Ref.: 117. Procedencia: “Friílla”. Ref. Bibl.: RIC2 85. Cronología: 41. Anv.: Mano con balanza. Campo: [PNR]. [---] A [---]. Rev.: Campo: S·C. [PON M TRP IMP CO]S DES [IT].
18
Peso: 4,00 g. Diámetro máx.: 17 mm. Eje: 5. Ceca: Roma. 60. Nº Ref.: 116. Procedencia: “Visos”. Ref. Bibl.: RIC2 85. Cronología: 41. Anv.: Mano con balanza. Campo: PNR. TI CLAVDIVS CAESAR AVG. Rev.: Campo: S·C. PON M TRP IMP COS DES IT. Peso: 3,24 g. Diámetro máx.: 17 mm. Eje: 1. Ceca: Roma. 61. Nº Ref.: 114. Procedencia: “Martín Delgado”. Ref. Bibl.: Probabl. RIC2 85. Cronología: 41. Anv.: Mano con balanza. Campo: PNR. TI CLAVDIV[S CAESAR] AVG. Rev.: Campo: SC. [PO]N M [TRP IMP CO]S DES. Peso: 2,65 g. Diámetro máx.: 15,5 mm. Eje: 7. Ceca: Roma. 62. Nº Ref.: 107. Procedencia: “Martín Delgado”. Ref. Bibl.: RIC2 85, 89. Cronología: 41.4.1.42. Anv.: Mano con balanza. Campo: PNR. TI CLAVDI[VS CAESAR] AVG. Rev.: Campo: S·C. [PON M T]RP IMP COS . [...]. Peso: 2,87 g. Diámetro máx.: 14 mm. Eje: 7. Ceca: Roma. 63. Nº Ref.: 119. Procedencia: “Las Balas”. Ref. Bibl.: RIC2 85, 89. Cronología: 41-4.1.42. Anv.: Mano con balanza. Campo: PNR. TI CLA[VD]IVS CAESAR AVG. Rev.: Campo: SC. PON M [TRP] IMP COS . . [...]. Peso: 3,18 g. Diámetro máx.: 17 mm. Eje: 6. Ceca: Roma. 64. Nº Ref.: 65. Procedencia: “Martín Delgado”. Ref. Bibl.: RIC2 84-5, 88-9. Cronología: 41-4.1.42. Anv.: Ilegible. Rev.: Campo: [S]C. [PON M TR]P IMP C[OS ...]. Peso: 2,83 g. Diámetro máx.: 16 mm. Eje: Ceca: Roma. 65. Nº Ref.: 63. Procedencia: “Mocho”. Ref. Bibl.: RIC2 90. Cronología: 42. Anv.: Modio. TI CLAVDIVS CAESAR AVG. Rev.: Campo: SC. PON M TRP IMP PP COS II. Peso: 2,65 g. Diámetro máx.: 18 mm. Eje: 6. Ceca: Roma. 66. Nº Ref.: 76. Procedencia: La Estrella. Cantera. Ref. Bibl.: RIC2 88, 90. Cronología: 42. Anv.: Modio. TI CLAV[DIVS CA]E[SAR] AVG. Rev.: Campo: SC. [P]O[N M TRP IMP ¿PP?] COS II. Peso: 3,23 g. Diámetro máx.: 18,5 mm. Eje: 6. Ceca: Roma. 67. Nº Ref.: 91. Procedencia: “Las Balas”. Ref. Bibl.: RIC2 84, 88, 90. Cronología: 41-42. Anv.: Modio. TI [CLAVDIV]S CAESAR AVG. Rev.: Campo: S·C. PON M TRP IMP [... ]. . Peso: 2,88 g. Diámetro máx.: 15,5 mm. Eje: 6. Ceca: Roma. 68. Nº Ref.: 98. Procedencia: La Estrella. Cantera. Ref. Bibl.: RIC2 84, 88, 90. Cronología: 41-42. Anv.: Modio. Leyenda ilegible. Rev.: Campo: SC. PON M [TRP IM]P [... ]¿T?. Peso: 3,39 g. Diámetro máx.: 17,5 mm. Eje: 5. Ceca: Roma. 69. Nº Ref.: 69. Procedencia: “Los Visos”. Ref. Bibl.: RIC2 84, 88, 90. Cronología: 41-42. Anv.: Modio. TI [CL]AVDIVS CAESAR AVG. Rev.: Campo: SC. [PO]N M TRP IMP [...]. Peso: 2,57 g. Diámetro máx.: 15,5 mm. Eje: 6. Ceca: Roma. 70. Nº Ref.: 67. Procedencia: “La Guita”. Ref. Bibl.: RIC2 84, 88, 90. Cronología: 41-42. Anv.: Modio. [TI CLA]VD[I]V[S CAESAR AVG].
19
Rev.: Campo: SC. [PON M] TRP I[MP ... ]. Peso: 3,69 g. Diámetro máx.: 14 mm. Eje: 6. Ceca: Roma. 71. Nº Ref.: 66. Procedencia: “Las Balas”. Ref. Bibl.: RIC2 84, 88, 90. Cronología: 41-42. Anv.: Modio. TI CLAVDIVS CAESAR AVG. Rev.: Campo: SC. PON M TRP [IMP ... ]S ¿II?. Peso: 4,09 g. Diámetro máx.: 16 mm. Eje: 7. Ceca: Roma. 72. Nº Ref.: 78. Procedencia: “Mocho”. Ref. Bibl.: RIC2 84, 88, 90. Cronología: 41-42. Anv.: Modio. [TI] CLAVDIVS CA[ESAR AVG]. Rev.: Campo: SC. PON M TRP IMP [...]. Peso: 3,00 g. Diámetro máx.: 15 mm. Eje: 5. Ceca: Roma. 73. Nº Ref.: 86. Procedencia: La Estrella. Cantera. Ref. Bibl.: RIC2 84, 88, 90. Cronología: 41-42. Anv.: Modio. [TI CL]AVDIVS CA[ESAR AVG]. Rev.: Campo: SC. [PON] M TR[P IMP ...]. Peso: 3,05 g. Diámetro máx.: 14 mm. Eje: 7. Ceca: Roma. 74. Nº Ref.: 72. Procedencia: La Estrella. Cantera. Ref. Bibl.: RIC2 84, 86-8, 90. Cronología: 41-42. Anv.: Modio. [TI C]LA[V]DIVS C[AESAR AVG]. Rev.: Ilegible. Peso: 3,12 g. Diámetro máx.: 16 mm. Eje: Ceca: Roma. 75. Nº Ref.: 90. Procedencia: “Los Visos”. Ref. Bibl.: RIC2 84, 86-8, 90. Cronología: 41-42. Anv.: Modio. [TI CLA]VDIVS [CAESAR AVG]. Rev.: Campo: SC. [PO]N M [TRP IMP... ]. Peso: 3,13 g. Diámetro máx.: 16,5 mm. Eje: 6. Ceca: Roma. 76. Nº Ref.: 88. Procedencia: “La Moranilla”. Ref. Bibl.: RIC2 84, 86-8, 90. Cronología: 41-42. Anv.: Modio. [TI] CL[AVDIVS CAESAR AVG]. Rev.: Campo: SC. PON [M TRP IMP... ]. Peso: 3,23 g. Diámetro máx.: 15 mm. Eje: 12. Ceca: Roma. 77. Nº Ref.: 85. Procedencia: “Martín Delgado”. Ref. Bibl.: RIC2 84, 86-8, 90. Cronología: 41-42. Anv.: Modio. [TI CLAVDIVS CAESA]R A[VG]. Rev.: Campo: [SC]. PON [M TRP IMP...]. Peso: 3,45 g. Diámetro máx.: 16,5 mm. Eje: ¿12? Ceca: Roma. 78. Nº Ref.: 100. Procedencia: “Sotillo”. Ref. Bibl.: RIC2 84, 86-8, 90. Cronología: 41-42. Anv.: Modio. Leyenda ilegible. Rev.: Campo: S·C. Leyenda ilegible. Peso: 3,32 g. Diámetro máx.: 15 mm. Eje: 6. Ceca: Roma. 79. Nº Ref.: 102. Procedencia: “Mochales”. Ref. Bibl.: RIC2 84, 88, 90. Cronología: 41-42. Anv.: Modio. TI CLA[VDIVS CAE]SAR AVG. Rev.: Campo: S·C. [P]ON M [TRP IMP ¿PP?] COS [...]. Peso: 3,39 g. Diámetro máx.: 16,5 mm. Eje: 12. Ceca: Roma. 80. Nº Ref.: 103. Procedencia: La Estrella. Cantera. Ref. Bibl.: RIC2 85, 89, 91. Cronología: 41-42. Anv.: Mano con balanza. Campo: PNR. TI CLAVDIV[S CAESAR AV]G. Rev.: Campo: SC. Leyenda ilegible. Peso: 3,34 g. Diámetro máx.: 16 mm. Eje: 6. Ceca: Roma. 81. Nº Ref.: 120. Procedencia: “Depósito”. Ref. Bibl.: RIC2 85, 89, 91. Cronología: 41-42.
20
Anv.: Mano con balanza. Campo: PNR. TI CLAV[DIVS CAESAR] AVG. Rev.: Campo: SC. [PON M TRP I]¿MP CO?[S...]. Peso: 2,87 g. Diámetro máx.: 15 mm. Eje: 6. Ceca: Roma. 82. Nº Ref.: 113. Procedencia: “Sotillo”. Ref. Bibl.: RIC2 85, 89, 91. Cronología: 41-42. Anv.: Mano con balanza. Campo: PNR. TI CLA[VDIVS CAESAR A]VG. Rev.: Campo: S·C. [PO]N M TRP IM[P...]. Peso: 2,31 g. Diámetro máx.: 14,5 mm. Eje: 7. Ceca: Roma.
Cuadrantes probablemente atribuibles a Claudio. 83. Nº Ref.: 115. Procedencia: La Estrella. Cantera. Ref. Bibl.: ¿RIC2 84-85? Cronología: ¿41?. Anv.: Ilegible. Rev.: Campo: SC. [...] I [...] ESI . [...]. Peso: 3,00 g. Diámetro máx.: 16 mm. Eje: Ceca: ¿Roma? 84. Nº Ref.: 89. Procedencia: “Martín Delgado”. Ref. Bibl.: ¿RIC2 84, 88-91? Cronología: ¿41-42?. Anv.: Figura quizá identificable con un modio. Leyenda ilegible. Rev.: Campo: SC. [...]I(?) TRP IM [...]. Peso: 2,92 g. Diámetro máx.: 16,5 mm. Eje: Ceca: ¿Roma? 85. Nº Ref.: 92. Procedencia: La Estrella. Cantera. Ref. Bibl.: ¿RIC2 85, 89, 91? Cronología: ¿41-42? Anv.: Trazos quizá identificables con la mano del tipo de la balanza. [...]SAR AV[...] Rev.: Campo: [S]C. [...] TRP IMP [...]. Peso: 4,49 g. Diámetro máx.: 17 mm. Eje: Ceca: ¿Roma? 86. Nº Ref.: 93. Procedencia: La Estrella. Cantera. Ref. Bibl.: ¿RIC2 84-5, 88-91? Cronología: ¿41? Anv.: Ilegible. Rev.: Campo: S·C. [P]ON M TRPIMP[...] . . Peso: 2,89 g. Diámetro máx.: 18 mm. Eje: Ceca: ¿Roma? 87. Nº Ref.: 70. Procedencia: La Estrella. Cantera. Ref. Bibl.: Indeterminada. Cronología: ¿41-42? Anv.: Ilegible. Rev.: Campo: SC. Leyenda ilegible. Peso: 3,09 g. Diámetro máx.: 17 mm. Eje: Ceca: ¿Roma? 88. Nº Ref.: 84. Procedencia: “Nuño”. Ref. Bibl.: Indeterminada. Cronología: ¿41-42? Anv.: Ilegible. Rev.: Campo: SC. [...] NM . . [...] Peso: 2,75 g. Diámetro máx.: 18 mm. Eje: Ceca: ¿Roma? 89. Nº Ref.: 118. Procedencia: La Estrella. Cantera. Ref. Bibl.: Indeterminada. Cronología: ¿41-42? Anv.: Ilegible. Rev.: Campo: SC. Leyenda ilegible. Peso: 3,73 g. Diámetro máx.: 17,5 mm. Eje: Ceca: ¿Roma?
21
Nerón. Semises (oricalco). 90. Nº Ref.: 123. Procedencia: La Estrella. Cantera. Ref. Bibl.: WCN 315; RIC2 223. Cronología: 64. Anv.: Busto laur. de Nerón a derecha. No globo. NERO [CL]AVD CAESAR AVG [GER] Rev.: Roma sentada a izquierda con corona y parazonium. [P]ON MA [T]RP IM[P PP]-SC. Peso: 3,09 g. Diámetro máx.: 17 mm. Eje: 6. Ceca: Roma.
22
Distribución de monedas por cronología (T=80). Claudio Dupondios 41-42 2 1 RIC2 92, 104 Monedas acuñadas en el
41 d.C.: 28 (35 %)
1 RIC2 94, 110 Ases 41 3 1 RIC2 97
2 RIC2 100 41-42 21 3 RIC2 95, 111
3 RIC2 97, 113 Monedas acuñadas entre el 41 d.C. y enero del 42 d.C.: 10 (12,5 %)
9 RIC2 100, 116 3 ¿ RIC2 100, 116? 3 Tipo indeterminado
Cuadrantes 41 25 10 RIC2 84 Monedas acuñadas en el 42 d.C.: 2 (2,5 %) 15 RIC2 85
41-enero 42 10 7 RIC2 84, 88 2 RIC2 85, 89 1 RIC2 84-5, 88-9
42 2 1 RIC2 90 Monedas acuñadas entre el 41-42 d.C.: 39 (48,75 %)
1 RIC2 88, 90 41-42 16 8 RIC2 84, 88, 90
5 RIC2 84, 86-8, 90 3 RIC2 85, 89, 91
Nerón Semises 64 1 1 WCN 315 = RIC2 223 Monedas del 64 d.C.: 1 (1,25 %)
Distribución espacial de los hallazgos.
1 moneda
2-5 monedas
6-10 monedas
11-18 monedas
El Guijo
Los AlgarbesLas ConejerasEl Nuño
Montoro/Montorillo
Friíllas Cerro de las Balas
Santo Siervo
El Mocho Cortillo
Martín Delgado Benavides
Sotillo GallegoÉcija
Barrero
El Viso
Moranilla
MochalesEl Caño
El Segador
La Estrella
Recommended