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MINIST'EkIO [^I-^; AGRI^UI.TURA+ DIRF,CCION GENF,RAL DF. AGRICL?LTURA
^^^^^^^^^^^^^ ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^,^,^ ^^^^^^^ ^^ ^^.^^^^^,^^„^^ ^,^ ^ ^;^^^^^^^^ ^^^:^^^^^^^^ ^^^^ ^ ^ ^ ^ ^^ „^;^^ ^ ^ ^ ^^ ^ ^ ^,^^^^,^,^•.^^ ^ ^,^^^,^^^^^,^^^^^^^^,,^,^,^^,^^^ ^,^^^^^^ ^ ^ ^^.^:^,^^^^^^,^^^^ ^^^^^^^,^„ ^^ ^ ^^^^^^^^^ +
: DOJAS DIVUL^A_D_ ORAS--- ------ ---- -- _--- - - - - - --A1^0 XXVIt .iULlO UE ^y33 ^I NUM. ^3 ^
^A^€+ t + rfi+^*^A+,^ o , „ u ^. ^,. + . + .
^;+^^,A;:G^^'^ati+T+u +.t"#i^^^.r.=. ^^LL^L c ^,^^' tN _.^t+ :̂.^.., ^,,. .. ,, ^ _^,^+*.̀,v^ . ..^_.
LA PODA DE FKUTALESPOR AI,F.JANDRO VÁ`I,QUI?7.,
In^cnieru a^rónomu
f'OR (^UIC .^1^. I'OI:)^^
^^1Rt^1S^ UC Cr('- -^^tr^tnjo de 11,-0 mctros dc altirca, c^n unn pro}'occi"'^n úc^ 11 metrns dc dirimctro, Propicdad dc don I'cdro N,ivarn-
CCn ^)nl^ SI SU^^S,lc cri su fnca •Dof1., DIt^rOn, dc Olivcnzti (]3^^d^^jnz) I;^teárbol producc, térmi^o mcdio, lJ nt'.ll.^rca dc naranjns,
[Jp árh0^ Cli<ll^-
c^uiera, plantad^r
en un lugar de-
tc^rminado, se des-
arrolla conforme a
^^iertas circunstan-
c i a s : terreno,
orientaci^n, clima,
clase de arbol, et-
cétera ; es deci^^r,
Cine s u des^rroll^^^^s la resultante de
un conjunto com-
iplejo dc facfc^res
natur^tles, i n fl u-
}'endu directan^^en-
te en ^l cualcíuiervariaci^Sn. l?jem-
^;plo vivo de esta
;ifirmación son las
^V el I1CCh0 t^n O1"-
dlntll"1O C^l' ^li"l'tit'IllitrtiC lln,l nlltilllfl C17I;1O nl tl l Ll, a r-/^[i{^^L C^^ .
i V^^^-` - ^v ^ })1151.O, ^LC^)1)^, Sl'^lln ^LIS ('^II"C1I115if111C:ílti (^Ul' C^l'íCl'nll-
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^ . ^ ^^ qj. ^o,^ ° I ^^^^ nan sti ^rida 1'c^a- ^^.^n unrt ^í^l,^nla quc cr^^ce ^^sí^on-. . ,
^I "ia ^Í ^ iri^' 'b ^^Ĥ:._^^.,« «...^€u.^^t.s^:a^.^s^srr.s^.c.^:n,_. .,_.^.,..z.^nac:cs:z,.:x:,..,^s^:sP^ ^ i i +^I
^. i at?^.ír.'^ ^/\^ ^^^ `^,, '^, Estas <hojasa se rerniten gratis a quien las pide al $ervicio de Publi-
^G" ';. ^oj caciones Agrícolas de la Dirección General de Agriculiura.,^ ,^^^!órí^ŝ , ^^. ,.
^z, i C' F ^^_^ ^I
táneamente tiene, antes que nada, que ]uchar con todo lo que
la rodea ^para afirmar su vida, lucha en la que em^plea cuantos
medios ^posee y de cuyo resultado de,penden su ^^ida o su des-trucción. Yero cuando nosotros cultivamos un árbol, es deci^r,
cuando, atendiendo a su futura utili^dad, lo cuidamos y em^ple^amos
en él nuestro esfuerzo, trabajo y capital, lo hacemos con la es-
peranza de algún pro^ducto, de algún beneficio, bien sea made^ra,
frutos, sombra, etc. Entonces no debemos dejar que el árbo] crez-
ca con una libertad independiente de nuestra atención, sino que
estamos obligados a procurar que su vida y su desarrollo sean lo
más convenientes a nuestro fin-mayor y mejor madera, calidad
de los frutos, extensión de la sombra, etc.- ; es decir, que en
vez de permitir que sus energías naturales se des^placen libremen-
te, es nuestra misión encauzarlas ;para que satisfagan con la de-
bida plenitud el objeto que a nosotros interesa.
Todos los agricultores conocen esta necesidad im^periosa de la
;poda ^por pro;pia experiencia ; ipor ello resultaría ocioso recordarles
en este lugar que, amén de otros inconvenientes, los árboles aban-
donados a su propio desarrollo se vician, con ^perjuicio de la can-
tidad y calidad de sus frutos y de su made^ra.
OUÉ l:S PODAR
Podar es suprimir en los árboles las ramas, brotes, etc., que
al hombre no le conviene se desarrollen, en cuanto dichos brotes
o ramas no dan la utilidad que se busca en el árbol o arbusto.
Compréndese inmediatamente que la ^poda ha de variar según
la materia que del árbol desee obtenerse-madera, fruto, sombra,
etcétera-, y que en ella ha de hace.rse siempre, para que resulte
adecuada, sobre estos tres ^puntos :
i.° Tener formado el árbol.
z.° Conocer exactamente cómo vegeta.
3.° Fijar la utilización del mismo.
lle la observación de estos puntos surge como consecuencia
inmediata la enseñanza siguiente : que antes de nada el hombre
debe intervenir en ]a formación del árbol ; es decir, en lo que ipu-
diéramos llamar su educación durante la juventud, época de for-
mación en la que es necesario in^linar y orientar e] árbol hacia laconsecución racional de su a^provechamiento poste^rior, que es, en
cada caso, la finalidad perseguida. Esto es lo que constituye lallamada ^poda ^de formación y que es la que se hace en los ^prime-
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^ros ^:^ños, hasta que el árbol puede considerarse criado, y, ,por
^consiguiente, en condiciones de em^pczar a producir.
Vamos a ocuparnos aquí exclusivamente de los árboles fruta-
ies, ^•, por lo tanto, lo que nos interesará en cada uno de ellos es
zonccer iperfectamente cómo forman sus frutos y en qu^ clase de
brotes, si en los del año o en los del anterior, etc. Como esto de-
rpend^^ de cada es^pecie de árboles, no ^podemos entrar aquí en de-talles para ccímo debe ^re^^lizarse la poda en cada caso particu-
[!ar y qué es lo que constituve <<la poda es,pecial de cada árbol>>.
Yero todas las ipodas de formación de frutales, o sea ^para ob-
^tener la ma}'or y mejor calidad de frutos, se fundan en unos prin-
cipios gener<il^^s, que son los sibuientes (estas normas son debidas.al agrónomo f1. llu Iirenil) :
PRIICIPIOS P'UND:1^iT;NTALrs
^.' Lci dur^icirí^a dc l^i (orma d^e ura círbnl, obtenid.a ^or su po^la,
,^lej^c^r, c^^e, c^it n ra^z ^arte, ele ln i,; ualc^nc^ con, c^ue se repart^a la savia^n f.odcas s^us ru^r.as.
I,os árboles frutales abandonados a sí mismos no distribuven^a savia con igualdad si nc^ interviene la mano del hombre ayu-^dando a la Naturaleza, porque en otro caso el árbol toma necesa-riamente la fc^rma que nic^jor armoniza con la tendencia ^de la savia.'Yero a los árl^oles ^podados se les obliga a tomar una forma es-;pecial determinada, y resulta clue en ellos el flúido nutricio nos:^;ue la di^rcc^•icín o curso natural, teniendo necesidad de desarro-llar ramificacicn^^s m^'ts o menos numerosas desde la base al tronco.^om^^ la sa^-ia sc diri^c de pr^^fcrencia a las partes altas, es muv^;posible que las ramitic_aciones más o menos numeros<^s desde la^basc° languicl^^zc•an v acahen ^,por secarlo, desaparecien^do entoncesI^i forma que sc había clado al ^•egetal v siendo sustituída por la^natural, esto es, ^por un tronc^o ^,pelado hasta cierta altura y for-^mando desde allí ur,a cim^^ ni^ís o menos ^poblada. Yara conserva,r7a f^^^rma quc yuiera darse a los árboles es necesario valerse de^cierto.^ medios, con los cuales pucda cambiarse la dirección natu^ralde la savia y dir^^iria con constrincia h.^cia cad^i uno de los puntosen que se desea obtener la rami[icaciún. la u^enester ^para ello con-tr:^rar el ctn•so natural en ri^lueilas parte5 de ve^c°^acicín a lascuale°^, acude ^ran canticlad cle sa^•ia, ^- fa^•orc^cer, ^pur ^^l contra-rio, la inNuenria hacia aquellr^s a donde llega en canticlad escasn.
Los medios más recomenclables para conseguir esto son :
n) Yodar ^nuy corl,us las rnlnas dc la ^urle fuerfe, y ^^i^'icv lnr-
^as cl^^ la j^nrle d^ébil^.
I'orque, como es sabido, las hojas ejercen sobre la savia una
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^ran atracción, _^^ suprimi^enclo un gran número de yemas en Iasramas ^-i^or^^as s^^ p^ri^-a a^^stas de gran ntínicru de hojas, im-hidi^^n^l^^ <isí ^Iuc^ la sa^-ia ^icttda allí cn gran ^^<u^tidací.
h) Inclinu^r lc^s ruinas ji^^crícs v c^rid.cre^ur las c^rcleblca.
I'^or^^ue comu I^^ sa<<iti ubrrl con tanta n^{^s ft^erza en las ^pr^a-lun^raciones de l^is ramas ^^uanto más vertic^iles están éstas, re-sulta ^liie no s^^lo scr^ín lo^ l^rotes má.s vi^orosus en las partes er-,ruiclas, sino quc las ^nu^^l^^is hoj<,s clesen^^u^^lt^is en c llas Ilan?ar^ínii^a^-ur riflnjv ac sa^-ia li<^i<^i^ lris ramas dereclins ^lue hacia las in-clinaclas.
c') Supri^nir 1n mu.^^ pr^iuto j^osible, c^n lu purte fitierte, lns
h^rules inri(iles t^ relardur lu^io lo más posil^lc^ In arnpulació^r^ de
éslos c^rt^ l^i ^iarte débil.
1'or^Ine si cutinto mrn^,r nú^nero de brutes cuenta tma ^ram^m^enoti hojas tienc ^- menor es, por consiguiente, la fuerza de^rtracciún clue eje^rcen ést<is sohre Ia savia, prolongando la subsis-tenci:i cl^• l^^s br^^tcs inút:l^^s en la ^parte déhil se hace llegar a élma^^ur cantidad dc: jugo ^- c^s n^ás hosible qtre se mantenga lasa^-ia en la direcri^">n yue hahía tomado antes de estir;par dichosl^rotes inútiles.
il) I)espués, c^uinfn a^nlc^s, los vdsl,ug^^,^ ^l^c^ las ra^^i,as fucrles
y relnr^lar ^t!i.chn npcracz^í^n respecto de las rurnns d.éhil^^s.
I'or^lue teniendo estri supresión ^por cbjc^o dctenrr la vegeta-^•i^"1n, s^^ ronsiguc el mismo resultado clue c^^n las ^^^Ix^raciones an-teri^hres.
r) I:stu^ji^iilur nti^^^ c^^rcu c^el ci^reja^lo v cnit ^^ruchn a^iiicij^a-
ció^z In.c ^^úrta^os dc In pnrte nz^ís. (uerte del úrhnl, ^retrnsnnelo ^sin
nt+^er^re'itíi^ c^unttu se^ci p.>sihle j^nra las rn^nas c^e^biles^.
Po^r^lu^ con^^^^ I^;s trutus ti^^ncn la hropieda^l ^le atraer a la savia,toda l.^ tlue lleguc^ en etit^is condici^^nes a l^^.s ran^as fuertes es cil>-surbic(ri l^^^r los frutos, v la aceividad de dichati ^ramas es entonces^•n^cnor rlue la d^c las cléhiles.
O Se^arar de ln ^nr^^r^ las rn7^ias, ienie^irdo cr>nslanlen^eitlcr
urriniu^las a. ellci las m^rís ju^crfcs.
I?sta ;precauci^",n, clne s^ílo es aplicable a lcs árboles formados^ n c^sp^^Ideras, se funda ^^n ^lue las ramas reciben tanto mejor laluz en t^das las clirec^^ion^es cuanto más separadas están de la^pared ;^- co^nu la luz ejerce ^cción estimulante sohre las funciu-nes de niitrición, ^^ de stt intensidad depende, en ^primer término,el gridr^ de activida^l con cli^e se re^ali^a la función cl^orofílica, el^crecimiento viene a est<^^r en razón ^íe la cantidad de luz recibida.Para la aplicación de est^^ hroredimiento debc tenerse en cuent^,
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que la sep^^^ración de las ram^is de la ^,Pared s^ílu pued^^ hac^^rse sin^p^eli^rr^^ cuando hava ^,pasado cl tieinp^o de ]c^s rrandcs f^ríos.
^;^) T'odcrr ^n^ús corl^us las ^mm^.c del lnd^o en r^^uc^ .^^r^ des^^e unu
^^^+e,,r(ur•iríia vi,,;orosa.
I'ues la ex^periencia ha demostrado c^u^^ las nuev^is ramas son^iant^^ ni<ís fuertes ^• rápid<is en su desarrull<^ ctianto menc^r es ^^lníimr^rr> d^ ^stas :^- cumu unri rt^ma ^podada lar^a contiene mu-a hris venias, necesariameme habrá de dar ori^en a. mas ^ramas qtieut ra ^>c:clada curta.
h) I'o^i.ar lns rmm^s c^i^ru crcci^nic^nto se clc^sr^r ncli^^r^r, cic ^^iocln
q^^c yur^rtc cnnio ^ií.ltin^u ven^^n u^ici cj^ie sea vibnros^i.
1'u^^s si c^u^^dase en tíltim^r> término un pc^co d^^hil, Ipur la tei^-ú^^ncia ^^ue la savia manific^sta de diribirse a las c^tremidades delas ^ramas, r^^sultaría ^7ur la vcma t^erminal, siend^^ tiiempre la en-^^ar^ada de constituir la ^,prol^,n^ar^irín cíe la rama vieja, determi-i;aría, si era clébil, tina prolon^ación mal cons[ituída que dismi-nuirín ^l ^^mcimiento ^^n ac^tiel sentido para los aiios ven'^lr^^rr^s.
ij 1)isrninuir lu ru^id^^ dc^ In circu^lariri^^. e^i aquc^lla ^nrtr^ e^1.
auc^ se clesc^e aurirentar c^l cre^ci^nient.o.
1'ues, com^> es sahido, ^^arn ^^ue los ^-ástagos sc^ clesarrollenhi^^n ^^ prr^duzcan Ij^>r en al>undanci^i es ni^cesario c^ur^ la cir^^tila-rirín s^^<< l^,i.^tant^e lenta ^^arri c^u^^ la savia descen^dente se ^labare<l^^ niodr^ niás perf^^cira ^n Ir^s lir^jas v sea ni ís ntriritiva.
z.° C^ua^z^lo lns rn^^^^ijicacir^nc^s 1i^^rz^ri úos n^ri^^s, 1as _^^r^il^rzs qur^
nn r^nlrcrrua r^rr^ ^^c^,^-clucirín no s^^ dc^snrralln^ri ci ^in se ^ot^an ^nt.uy
cur(as.
(^^'uril^^ui^^ra que sr°a la fr^rniri en ^{ue s^• r^jecut^^ la p^d<i, de}>r^liarr^rs^^ rl^^^^ n^c;clu c^uc sr^ df^tr^rininc^ c^l dcsarrr,llr> de diehas yeil^asc°n l^i^ ^^^rnlr^n^aciones c^u^^ nazc.^n en la, ^^^^mas principales, ^,per^^K u^^^^_^r^^.indo sicm^pre los hr^^tes c^ue r^^suÍten. S'n esta precaut^i^ín,rl inirrir^r ^lc^ la co^r^a ^lr•I árh^l ^7u^'da con^pletamc^nte vacío ^u im-^^rrr^^luctivr>, si^^nd^o impr^sihle m<ís t^u^^le remf^diar este. deiecto ai^,iti.ti^i <lr° Iri clifícil ^^uc ^^ti 1^^;;rn- c^tie ]as vcuiris ^7uc^ <7ucdarr^n sin^rlr^.tirn^^r^l^^r^^rsr^ ^^n l^s tiiin5 antt^ri^^rrs lle^uc:n a desarr^^lla^se. Si^em-^;rr^ ^;^> J^r,clan mti^^ la^ryri^^ lris ramas cl«tinadns a scr la^ ^princi^^ale5tlr^ I;i r^^pír ; E^;tas scílu cl^in 1>r<^Ies cerca dc su ^^sireniu ^^ las ^^^n^nti^1^^ ^u j^rfn^^^ra porcirín c^uccian adorme^ci^las, sii^nclu tanto n^enos^^rr;lril^lr^ r^uc^ ^ ntren c^n ^-e^etacioi^.
3° L^^s ]^rotc.c d^r.clinndns n lu proi.r^u,^rir-irí^z uuttal d^^^ las rn-
^nans ^j^rii^ci fioles d^^^br°ii pr^dnrsr ía^ii^lr^ ^^irrs c^nrlos c^u,crnio siU ^li^rr^r^-,riríra se cr firo^,.i^nta n^tús u la lí^^en vertiaal,
I^úncl^ise csta ^regla ^cn ^^uc: la savia se diri^e perfeclanlent^e de.
-^-
abajo arriba, ipor lo que las yemas de la parte inferior de las deéstas sea menor. La práctica aconseja que las ramas verticales secorten, dejando una iparción casi igual a 1<1 mitad de la que seconsidere conneniente ^dejar en las ramas ho^rizontales.
4.° Cualquiera quc sea la form^a que se desee dnr a u^2^ árbo(^
^ior r^iedio de la pod^a, es sicm^pre convenic^^Ce que en la ext^rcnai-
dad de cada u^^a ^e las ra^naas ^rz^zcij^ales se origi^^e ^cn brote 2+^i-
goroso.
Como cada una de estas ramas no debe llevar más que ramitasdc fruto, se cortan cada ar^o, en interés de la f^ruc^ificación, todoslos brotes laterales que sean tamb:én vigorosos, ipues de otro modo^se originarían ramas sectmda^rias que, además de d'istraer una parteconsiderable de la savia, destruirían en ^pocos años ]a forma quc^se hubiese dado al <írbol. I;l brote vigoroso clue se desenvuelvacada año en el e^t^remo de cada rama primaria, a^plicará pro^^por-cionalmente la longitud de éstas, conservando la forma que ^pri-mitivamente se hubiese dado a la planta. Cuan^do el árbol ha^^aadquirido el desarrollo conveniente, esta ramita se suprimirá coni-ipletamente en la poda de cada invie;rno para que a la primaverasiguiente se forme en el mismo sitio que otra nueva, con lo cualse impedirá que la ramificación se ^prolongue de un modo excesivo.
5.° 1Vo se apliaará a los árboles f7utales jóvenes nin^guna clase^
de ^oda hasta que se h-aya logrado que arra^igueryz defi^n^it^ivam,e^^.te,.lo ^ue s^itcec^e ca^si. sicm^^re un año después de la ^lan^tación.
Como los árboles recién plantadas carecen del vigor necesariopa,ra so^,portar las o,peraciones de Ia poda, es ^preciso dejarles tiem-,po para que se desarrollen nuevas raíces^ en reem^,plazo de las des-truídas para el trans;plante, y como aquéllas no pueden formarsesi no hay hojas bastantes para asegurar ]a nutrición de raíces enmayor número y con mayor vigor. Todo intento de poda y deform^ación del árbol durante el primer año no sóla es prematu^ro,sino que ^pu^ede ^poner en p^eligro la vi^da misma del ^írbol. Comola prime^ra ^poda que se efectú^i en los árboles jóvenes tiene porobjeto desarrollar en la base del árbol las ramas rnecesarias ^parasti tormación, y este resultado sólo ipuede obtenerse desmochandoel árbo] muy cerca del suclo, de hacer esta eperación demas'adoipronto, como con ellas se le quitan la ma^•or parte de los brotes,y con éstos las hojas que se habrían de de^arrullar, la supresióneasi completa de los órganos nut^ritivos im,pide a las raíces repa-rar las ^,pérdidas eaperimentadas ^por el t^rans^plante, y la vegetaciónque liabrá de resultar scría d^bil y l<ínguida, careciendo de losbrotes vigorosos, que son indisp^ensables ip.ara farmar sólidamentee' armazón del árbol.
-^-
^RG:WC)ti lll^: L^R^?CTll^ICACI Ĉ)N
Q^.iédanus ahora reseñar li^^^rrimente I^^s órganos m<ís imipur-
^antes ^para la fructiiicación.
1^;^ ^írl^ol ^^a forniaido est<í c^,nstifuído ^,p^^^^r ^^I tro^ico, b^raÑos o
ran^as dc fu^nr^aci^íx, insrrtándo^e sobre ellr^s ias ra^nns seca+^nda-rins, sobre éstas las ícrciarias, etc., hasta los rnmos, qtte ,pueden ser
de 7nac^era, cuando es ^-i^oroso y^ sólo con ^-emas ; m^ixto, de vigorintermedio ^- con ^^é^nia^ ^^ 1>^^t^^nr^s, ^- ^;pQr íiltimo, fr^uclífero, débil,que soi^ los cluc llr^^an los frutos.
Lc^s ram^^5 mistos ^i^^n^+n ^;^r<^n im^^j^ortancia en los frutales de
hucso, ^^ en l^.s de I^e^^itris, los t^ructif^ros, ^^n^ a su vez ;ptteden
se^r : cl^ahuscas ^^ I^ar.^u.^rns, ^^uc ^^m dcl^acl^^s, cortos v forman^do
b<ist<inle ^ín^ul^^ ^^^^n I^is r.iui^is, t^^rniinancl.^^> 1os frutales de pepita
s:en^pre en tin hot^"^n d^^ ller ci d^n^clt., teniendo ^^etnas laterales de
madera : dar^los s^^n chal^^isra^ m^^i^ curtas, ^riiesas ^- te,rminadas
en un^ ^-em^i ^-i^^or<^sa ^- punti.^^ucla ; Icrniburdns, e^.iando la yema
terminal es, p^^r el contr^iric^, r^cl^^ndeada, e^istiendo también la
bolsci, ccnsYituícla ^po^r ^l ^^n^rosami^^nto cL^^ los cabillos de los frii-
t^os y con y^einas c^ue prod^iciran darcl^^s y chahascas.
l^l estudio detall^^d0 de ca^da e4pecie v variedad nos dar^ la
base de las o^peraciones a realiz<ir parri obt^ener la gran y ^regular
producción deseada ; ello es típico cle cacia árhol, pues no pue-
den podarse il;u^il los irutr^lcs dc hi_ics^ clue los de pe;pitas, ni,dent^^ro ^de cada ^rn^pc^, lu mism^^ el p^^ral clue el manzano, etc., y,
como ya hemes dicl;o, c^^nstittiee la <<poda especial de fructific^a-ción,>.
Las aplicaciones relleti^•as de todos estos c^onocimientos, hechas-del modo más com-eniente p^^ra cada es,pecie arbórea, p^ern^ite con-seguir I<^s resultaclos deseades en la fructificación de todas lasespecies frutales cultivadas.
('^[;l,"1'IV'(1 I)l^, L:1 ^^IOI^1',R^ (i)
POR ]. MONTERO.
^_>uedaría inc^^mnleto nue^tro trah^3jo rintexior, dcdicado a la
crianz,i clel ^tisanri ^l^ seda, s'., comc^ consecuencia de él, no per-
geiiascmos est^is líncas, en las ^u^• ^^studiaremos el cultivo de lamorera, ;principalmente enfóc^^do desde el <ínbulo de su visióncomo alimento racion^l dc°1 gusano de sedn. ^
(^l V'^S,i.<^ ?a Ili^jri núinero ro, del mc^s ^le m;no.
-8-
ia.rcc^^C^^^ nl^:^ ^rií^o nr ^^^;^^rL^°oEn lrt n^a^-or u m^en«r abundancia ^n la ^,producci<ín de la lloja,
^c^^mo i^u^llm^^nte en l^l ^ue-
jOr o pe^^r cali^d^id de la mis-
m^^t, inlluyc^n diversas cau-
saS, afectas ^inas ^i la mis-
ma planta ^^ otras en rela-
ci(m c^^il t ll^i. Sc,n ]as ^^ri-
m^ras : el clima, la natura-
leza del suelu, los cuida-
dos culilirale^, riegos, abo-
n^^s, etr., dc:terniinadas por
la vari^^^dad aceptada, tarea
en la ^^ue el cultivadur ha
^de ponrr ^;ran cLíidacío Ji^ar<^
no e^^^punerse a pcrder tiem-
^^o ^- clinero...
Ueben Iprcíerirse las v^l-
ri^dad^S aclimatadas a la lo-
^cali^da^l, de llojas abLlndan-
les, bien ílestirrí,llacl^as, ente-
r^^s, libcramcnte festone^a^las
cn sus }^or^l^s, de j^arénc^ui-
Illtt l I('i'l10 y' ) L1bOS0^ (]UC CO11 Tipo de morera mác comŭn en Castílla.
facilidad su^lten su hojri, que agosten pront<imente sus brotes, con ^el
fin ^le c7ne n^adu^ren sus }Temas antes c1e los fríos oY^oñales. Está
^prclr<idu quc ]a l^oja de morera sil^•estre ^tle huena variedad es
su^x^ri^^r en calidad <1 la de la injerta, ^,pero la cant^dad iprodlicida
j^ur c^s!a es lntlchc^ lná5 ^-1^^•ada ^7tle 1<1 dc, <<cluc^lla, desp^rc:ndiéndose^
con más facilidad, ^^ t^^das estas r^izcmes acons^jan ^l la modcrnri
seri^^icultura la acl^^^,pci^"^n dr:l ti^x^ de varie<]ad de lnorerrls injertas.
I.a morc^ra, atinc^ue es <°specie pr^>pi^^ d^_^ clim^as ráliclus, pr^s-
p^•r^^ I^icn c^n tocl^^S loS ten-enos de ^ul±i^^> d^^ la 1'enínsula [bé-
ricu. 4?s planta rústica, ntu: resiste temp^er,ltul-as mu^^ bajas, l^asta
cl^^ a^ ^rado^ hajo ceru, in^is i,p^u^a que; sLí e^^pl^^t<<cicín resulte eco-
n(^mic^^ cs n^^ce<<^ric> ^iu^^•, d^°tide l^i C«^ida cl^ la l^ojri llasi^l la c^tícla
cl^^ ^^^str^ ^•n r,tuii^^, ^lisfrtne dc un^l tem^pert^ttn^a nledia diari^ su^pe-
ri„r a^l^^ce ^racl^;s, ^' :Para cl cnm^pl^^t^^ des^arrollo e1e sus ^Sr^ana^s
n^°^•^csit^^ ul^a sunia dc z.^txl a 3.ot^o ;;^rados de cal^^r. Puede afir-
n^ri^se^ ^^u^^ ^,li rc^i^ín ^^ro^^i<i es lu d^^ la ^-:d. 1?1 clinla ^le niebla^
frecuentes no es el niás indicado ^pa^rr^ la hucna vid^i de esta plan-^ta, ya ^^ue aduéllas fa^orecen el desarrollo ^le enfermedades cri,^-
tuganiicas v sus hc^jas no alcanzan las suticientes condiciooes nu-
Irit;vas. I?n clinias niny sc^cos tami^^oco ve;^eta con ^;r^n vigor.L^^^ m^^r^^rri ^^i^e I>i^^n en tc,da clase de te^rrcnos, e^cepción l^^echa
cle los mti^• I^t^inied^^^ ^^ 1^>s ^^scetii^^amentc te•nac^es ; pretiere lus de
r^^^adíu a 1<^s d^ sc^•^ino, ^- rn lr^s profundos de ^^nsistencit^ media
_v perm^^al>l^^.v ad^^tiic^re ^ran c1^°s^irr^^ll^^.
:atm<^u^^ ^^uc^d^^ clc^sarrollarse en sccanv la murcra, c^n tantu e^-
li^^nde sus raíces ní^c^sita del atiailio d^° l^>s rictios, aunc^ue des-
puís sus ^'^r;;anos suhterr^ín^^^^s buscan la liun^edad neces^u-ia. I:n
terrenos cle rebadí^^ cs superiur ^u ;^^ruducriún ^- m<ís segura su
eida. f:l níimcro clc riegos a darle cr^ cl aiio c:s variable de una a
utra re^rirín ^^ generalmentc ^^slá su^j^edit^ido al de lcs cultivos con
^Itie. se asocia, pero ^intes d^ 1<i hr^^tacif^n ^es necesario tino, y otr<i
a los och^^ o di^c^z días de recolectada la hoia.
I;ri cuanto al ab^mrido de la niorer^i, e1 esti^rcol cuaclra bic^n ^^
l^is abonos org^í^^icos son l^^s más ind:cados ^par<i la ii^orera, ^,per<^
la cscasez de los i7^ismos liace recurri^r con frecuencia al ^itisilic^
dc los fcrtilizantcs mineral^^s. P:n este caso debc c^n^^^^lcarse el abo-
nado misto, ^• su ^^r<^porci^ín clepende del ^rado de tertilicla^d del
tenreno y de la naturnleza física de éste.
Cl'I^1'IV'O DI? \(C1R1^,R:^S
La murera de p^n^ic alto, ^^rmada ^dc i,So a z met^ros l' plantadaa distancia convenir^nle, se ^presla a ^oda asociación de cultivos.Cc^nsi^l<^ra^la la ^eri^^iculttira c^^mo atixiliar dcl pec^tieño a;ricultor,c^l ctilrivo de la mc^r^^ra, cu_^-a li^^ja se uliliza para la cría de ^usanosdc Seda, dehe h<ic^^rse en a^^}ciaci^^n con otr^^s cultieos de vege-^alcs.
I?n el cultiv<^ ^•sp^^^^:alizacl^l cle la m^^r^ra se ^c^splotan las formas<fc a m^^dio ^-ient^^, ni^:reras ^^n cc^pa, en scYc^ ^- lr^s pr^ader^is. L^^isni<rrerns a niedi^^ vi^^nt<^ se arman a un metro d^^ ^ltura ^le ]a cruz:il su^^'^, ^^ el marco cle E^l^intaci^ín es clc 4 a F metros ;]as moreras^^n ^^:^^^a tienc^n la cruz a tin<^s ^o centímetros del stielo v se ^plantana^list,m^•ia de a a^} metros ; en Ics ^etos, ]a cruz est^ en tier^ra yIa cl:s^ancia de la iplanta es dc o,8o a ttn metro, y en las ^praderas^^^^.a ^di^^.trincia c^s mti^^ variable, si^ndo de aconsejar la de 5o centí-m^^trer; rn t^^dos sentid^s. De todas estas farmas especializadas, seestiman ]as pr^deras com^o la m<ís indicada.
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C:uns,ste este sistcn^a en hacer l^lt^ntaciones de btirbades due se
^e^,plotan silvestres o injer^os, ^para ^,}^oder ap^rovechar su hoj^^ al aiiu
signiente a su plantación ; es el medio de poder improvisar, por
^derirlo ^tsí, ]a serit^:cultura t^n tma región.
I,as plantacicnes hc^clias a lo largo de t'aminos v carrcter^is nu
son nunc^^ prácticas, pues el ^,polvo tlue inva^de ]as I^ojas produce
frecuentemente enfermedades que comprometen el cultivo.
I)ehe ser de ^,prec^^pto culti^-ar I^i niorera allí donde se organiza
I,^ rrianzrt dt^l gusano de .5t^da, ti' niinca es at^^^^nsejahle el adqu;^rir
Tipo de morera m^is común en la región de Lecante. (Fotos Orrios.)
la lioja en un mercado lej^tno, siempre caro y e^pues^^^ en su, irans-
porics a malo^rar c^l alimento d^l gusanu.
1,a more^^ra sc r^^produt-e ^,por tudos los ^prucedin^ientos ^rnera-
iiz,ados e q las ^diversas cspeci-es ^!rL^úreas : 1>or estaca, por seuiilla,
por accdo ^- por injcrto.
Los proced;micntus de acodo ^^ es^u^^a, <cons^j^iil^;s st'>lu cn ^^a-
riedades de uiader^i hl^tinca, están ^l^oco g^ener^tliz,:dos actriaiinente,
no sólo por^^ue los ^'irbcles así forrnados son de ^^itla rn^^s cort^t,
sino ^portjttc cl trczo de madera muert^t qtie tlueda t^nt^crradc^ t^s fr;cr^
de propagr^ción de enfermedades de la raíz.
Ll sistema más crn^,pleado es rl injerto snbre ^p^iirunus ohteniclos
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por semilla. Cuando se adquiere la semilla empleada en el mercado
debe ensavarse primero su facultad g^erminativa. EI ^procedimiento
^s sencillo y consiste en doblar ^por la mitad una hoja de papel
secante que se humedece en a^na, y entre las dos med^as hojas
doblacías así se colocan cien semillas ; dia^riamente se levantan ]as
cubiertas superiores ^;para facilitar ]a aireaciC^n y se humedece cuan-
^as veces sea necesario ; manteniendo el ^erminador a temperatu-
ra de zo a za ^^rados centigrados, a los ^diez y ocho o veinte díasaparecen la pl^íc^n^u.lcl o tall^ifo y el rejo o^raicilla, contando el níi-
mero de semillas que ofrezcan estos hrganos, determinadores delpoder germinativo de la muestra. Si es inferior al ^o ipor too, hay
que d^^sechar dicha semilla.
Es ipreferible que di^rectamente el viverista obtenga la semilla
que necesite ; para ello, de ^írboles vigorosos en pleno desarrollo
y que no hayan sido ^podados ni deshojados, reco^erá las moras
que naturalmente se des^,prendan a una suave sncudi^da, por haher
lleaado a su completa madurez, haci^endo la recolección todos los
días. .Para ^realizar dicha a,peración es conveniente limpiar el suelo
de piedras y hierbas alrededor d^el tronco del árbol, en un espacio
que corresponda al vuelo del n^ismo. Estas moras, reeogidas a
diario, se depositan un poco apelmazadas en una vasija durante
cuarenta y ocho horas, para que la pulpa entre en iperíodo de fer-
mentación y suelte con más facilidad la semilla. La masa así for-
mada se deposita sobre tma criba de malla espesa colocada encima
de un recipiente de algún fondo, y s^e ]a estruja con las manos, di^ri-
giénd^_^le a la vez un chorro de a^ua. La semilla, con ;pequeñas
porciones de ;pulpa, pasa a trav^s de las mallas de la criba v es
reco^-ida en el recipiente ; dejándola en reposo dun^ante unos^ mi-
nutos para que se depositen en el fondo las semillas maduras, qne-dando en suspensión en el agua la pul^pa desmenuzada v las se-
millas vanas ;^,por decantaciones y lavados sucesivos se seipriraaquélla de éstas.
La semilla ^^ue quedó en el fondo del recipiente se recoge ^^nun lienzo, se esctu-^re bien ^- se e^tiende para secar a la sombra en
capa delgada ; se voltea dos o tres veces al día, y cuando los gra-
nos se suelten unos de otros al moverlos, deruostracicín de que estáncom^pletamente secos, se depositan en una bolsa de lienzo de tejido
ctaro y se conser^^a colgándola en sitio bien ventilado. La semillaasí obienida conserva sus facttltades germinativas dua-ante cinco
o seis aiios ; no obstante, es ^,preferible obtener todos los aiius ]aque se necesite para el siguiente.
E1 terreno para semillero debe^rá no haber estado sometido a
cultivo de morera desde hace muchos años. Debe ser profundo,
bien suelto, fértii, llano, con buena disposición y limpio de ^pie-
dras y iprovisto de agua abundante^para el riego.
El clima que conviene a la morera es el meridional, o sea el
de regiones en que la iprimavera y el otoño son ^prolongados, ;para
permitir el desarrollo de las ^plantas, y en especial de sus ^raíces.
La época oportuna para la siembra es marzo o abril, cuandono sean de temer heladas tardías. También se acostumbra a sem-
b^rar en junio con semilla nueva, recolectada, ^pero es más aconse-
jable la siembra tem^prana, no sólo por ei mayor desarrollo que
toman las plantas, sino ^porque tienen tiem^po suficiente para el
m,ayor desarrollo de la planta. Para pre^parar la siembra se pone
en remojo con veinticuatro horas de antici^pación a realizarla la
semilla, y cuando se va a distr^buir se le quita el agua y, bien es-
cunrida, se mezcla con su mitad de peso de arena o ^polvo de ca-
rretera, ^para que sus granos queden bien sueltos y pttedan ser
mejor distribuídos. La siembra se realiza a voleo, empleándose a
^razón de cuatro gramos de semilla por metro cuadrado (cada gramo
viene a contener unas ó0o semillas), e inmediatamente se da un
riego, dejando entrar lentamente el agua y no en gran abundan-
cia ; se cubre de mantillo bien pr^qparado, formando una capa de
un centímetro de e5pesor, y se ^riega con rociadera, procurando
vaya muy baja la alcachofa ^para que el mantillo quede bien sen-
tado. Finalmente se cubre con una ligera ca;pa de albardín para
conservar la humedad _v evitar que los pájaros se coman la se-
milla, dándose después los riegos necesa^rios al caer la tarcle.Para el cultivo con^•iene aplicar un año estiércol y al siguien-
te abono mineral, aquél en la ^proporción ^de zo a 30 ligs. por ár-bol, y el abono mineral, integrado por la siguiente fórmula :
Su;perfosfato de cal de iS/zo por ioo de riqueza... i kilogramo.Cloru^ro o sulfato de potasa ............................... joo gramos.Sulfato amcínico ............................................... 500 -
En terrenos pobres en cal con^^iene adicionar de q.oo a 50o kilo-gramos de dicho elemento ^por hectárea.
Cxisten va^rias teorías sobre la poda de la morera ; quiénesaconsejan se realice una vez al año, efecluada la recolección de
la hoja ; otros, cada dos aiios, efectuándola en invierno, y algu-nos a más rtmplio plazo o:por un sistema mixto. Lo más aconse-
jable es ^poclar cacla dos ^tños des,pués de 1a recogida de la hoja.
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