El angel de la abuelita

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  • El ngel de la abuelita

    file:///C|/Antiguo/Www/Geocities%206/amiguitos/ElAngelDeLaAbuelita.htm[25/06/2013 21:56:42]

    EL NGEL DE LA ABUELITA

    Por Marsha Cameron

    CON la meloda de un himno de Navidad de Handel titulado "Almundo paz!" sonando en mis odos, me sent en el borde de lacama y me puse los zapatos. "Ahora mi cabello. Si no meapresuro pap se va a..-Aprovechemos el tiempo -dijo el pap hablando hacia el cuartodonde estaba Marsha, con cierto tono de impaciente en la voz.-Me estoy apurando todo lo que puedo. Todava es temprano -respond-. No llegaremos tarde.Y segu batallando con un mechn de cabello indomable.-Necesitas ayuda? -pregunt mam, entrando en el cuarto.-No; pero por qu tenemos que salir tan temprano? Siempresomos casi los primeros en llegar. ;le har dao a alguien si hoysalimos diez minutos ms tarde?... Todava llegaremostemprano.-No te impacientes ni te enojes con pap. El quiere solamenteasegurarse de que todo saldr bien en la escuela sabtica. Hoy tiene un programa especial de Navidad.-S, lo s, y lo siento -respond-. Y tratando de calmarme, mir por laventana al paisaje iluminado por la luz del sol. Es Navidad, pens pero parece poca de primavera. Nonecesito usar mi abrigo. Tom entonces la cartera, y la Biblia, y me dirig a la puerta.-Lista? vamos! -dijo el pap.-Ah, hermana, qu elegante! Aunque te haya llevado la mitad de la maana para vestirte!Para evadir el objeto que le vol a la cabeza, mi hermano Carlos se escondi detrs de la puerta y luegocorri hacia el automvil.- Los hermanos son imposibles! No pueden hacer otra cosa que molestar?Ocup entonces mi lugar en el automvil, exasperada, planeando desquitarme.-Cmo est el trnsito esta maana! -exclam pap al ver que avanzbamos lentamente en lacarretera-. Me parece que todos los automviles del lugar estn en la carretera!-Tranquilzate, querido. Llegaremos a la iglesia bien a tiempo -dijo mam.-Dijo abuelita que traera algunas de sus poinsetias para poner en la plataforma hoy? -pregunt.-S -respondi mam-. Tiene dos arbustos que estn llenos de flores. Darn mucho realce al programa.Y ella las trae con tanto placer!-No s lo que la iglesia hara sin abuelita -coment el pap-. El culto en la iglesia no sera lo mismo sinsus flores cada semana. Ella es una verdadera joya!-Me encargar de ellas como de costumbre -dije, sintindome un tanto culpable, y preguntndome siquizs mi contribucin semanal de arreglar las flores sera necesaria esta vez. Quizs abuelita ya habrallegado a la iglesia y arreglado las flores ella misma.Tan pronto como el automvil entr en la plaza de estacionamiento y se detuvo el motor, sal de l y meadelant a los dems, determinada arectificar mi demora. Pero not algo extrao. A! acercarme a la puerta de entrada de la iglesia o unmurmullo de excitacin. Cuando ascend los escalones y entr en el vestbulo, el murmullo se cambi enun cuchicheo, y finalmente en un doloroso silencio.Para entonces mi familia me haba alcanzado, y estando all juntos, notamos que todos los ojos sevolvieron hacia nosotros. Un terrible temor se apoder de nosotros. Algo haba ocurrido!Los que estaban all desaparecieron. Desde donde estbamos pudimos ver claramente por la puertaabierta, los escalones que conducan al subsuelo.La sangre se me hel y a mi aIrededor, todo comenz a dar vueltas.Al pie de los escalones yaca abuelita, encogida, en el suelo, y abuelito, con su amado rostro plido y

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    delgado, estaba inclinado a su lado.No pude moverme. Me sent entumecida por el temor, un temor que no me abandon durante dos mesesdesgarradores.Perd la nocin del tiempo. Los gritos de dolor que dejaba escapar mi abuelita, las palabrastranquilizadoras aunque vacas de gente bien intencionada, la consoladora oracin del pastor, elespectculo de la ambulancia que lleg a la iglesia, y la accin rpida y segura del mdico, todo mepareci una pelcula proyectada sobre una pantalla de televisin."No puede ser cierto! Tengo una pesadilla," pens. Pero, era cierto!"Seor. aydala -rogu-. Por qu tuvo que suceder esto? Aydala. Te ruego que la ayudes!"Todo lo que pude hacer fue pronunciar esa oracin vez tras vez. El temor se haba apoderado de m detal manera, que oraba automticamente, sin darme cuenta de lo que deca.Entonces o que mam me hablaba.-Querida, acompaaras a abuelito al hospital para ayudarle a internar a abuelita?La voz de mam era tranquila y firme, y ayud a que me calmara.-Tengo que ayudar a pap con la escuela sabtica, pero en seguida estaremos all. Si no sientes deseosde ir, est bien. Pero me parece que podras ser de ayuda para abuelito.Asent con la cabeza y me encamin a la puerta. Afuera me encontr con abuelito, y salimos hacia elhospital, que quedaba a dos cuadras.Antes de que la ambulancia se alejara de la acerca, o que el mdico le deca a abuelita: "No sepreocupe, Sra. Stevens. Con tantas personas que estn orando por Ud., se mejorar. Dentro de muypoco tiempo estar bien y andando. Despus de contestar todas las preguntas y llenar todos losformularios, trat por fin de poner en orden todas las piezas del cuadro que se haba hecho aicos esamaana.En mi imaginacin pude ver a abuelita cuando llegaba a la iglesia con un ramo de poinsetias.Indudablemente me busc para que le ayudara, y como no me vio por all, decidi arreglarlas ella misma.En camino a la cocina de la iglesia, las flores oscurecieron su visin, perdi pie en la escalera delsubsuelo, y cay, quebrndose la cadera. Oh, por qu no habr estado all!-Probaremos con traccin durante un par de das y veremos qu ocurre -dijo el mdico y colg de nuevola ficha de abuelita a los pies de la cama.- Traccin, doctor? -pregunt Carlos-. Qu quiere Ud. decir?-Bueno, simplemente significa acomodar un miembro en una cierta posicin y mantenerlo tirante conpesas y correas. Eso ayudar a los huesos rotos a soldarse bien, y el miembro no quedar deformado.-Cree Uh. que eso resultar? -pregunt ansiosamente mam.El mdico no contest en seguida, y cuando lo hizo pareci no estar muy seguro --Esperemos que as sea. Operaremos si es necesario, pero me gustara recurrir a la operacin comoltimo recurso.Esa noche no pude dormir. Qued despierta, cavilando. Era responsable del accidente? Podrahaberlo evitado? Por qu permit que mi vanidad me hiciera demorar? Por qu no habr estado lista atiempo? Yo tendra que haber ido a la cocina de la iglesia, y no abuelita.Di vueltas y vueltas en la cama. De pronto sent un toque suave en el hombro. Mam estaba inclinadasobre m, y antes de que me diera cuenta de lo que ocurra estaba en sus brazos, exteriorizando entresollozos mis temores y mi sentimiento de culpabilidad.Nadie puede consolar como una madre, y ella no me fall esa vez.-Recuerdas ese texto que abuelita cita tan a menudo? -Me pregunt-. El que se encuentra en Salmo34: 7"El ngel de Jehov acampa alrededor de los que le temen, y los defiende"? Abuelita siempre ha credoesa promesa. S que para nosotros ha sido fcil escucharla y dejar que las palabras nos entraran por unodo y salieran por el otro; pero pienso que ahora debiramos comenzar a tomarlas literalmente yreclamar su promesa como nuestra. Quizs ese texto sea el que necesitamos para encontrar consuelo yserenidad.Las dos guardamos silencio, por un momento.-Dios tiene un propsito en cada cosa que ocurre -me asegur mam-. Quizs nunca conozcamos elpropsito que l tiene en relacin con este accidente. pero siempre debiramos creer que nos ama y quehar lo mejor para los que lo aman.

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    Antes de mucho el mdico se dio cuenta de que la traccin no ayudaba .i abuelita. La posicin incmodaen que tena la pierna, le produca a abuelita terribles dolores con cada movimiento que haca. Y a losdos das los mdicos llegaron a la conclusin de que tendran que operarla.Las horas que abuelita pas en la sala de operacin fueron muy difciles para todos nosotros. De pronto,son el telfono. Mam levant el receptor con manos temblorosas. Era abuelito. "Todo est bien. Salide la operacin tan bien que los mdicos apenaspudieron creerlo. Gracias a Dios!" Ms tarde, cuando hablamos con el mdico, l explic:-Parte del hueso se haba fracturado en centenares de pedacitos. Pero creo que podr caminar denuevo. Naturalmente, no ser en seguida. pero algn da...A medida que los das se tornaban en semanas y abuelita segua mejorando, todos esperbamos que deun momento a otro el mdico la diera de alta. Por fin un da dijo que pronto saldra. Cun felices nossentimos entonces!-Abuelita, irs a casa! -dije abrazndola. Mis temores comenzaron a desvanecerse, y un maravillososentimiento de paz alivio inund mi corazn adolorido.Pero no... no todava.-Crno est Ud. esta hermosa maana, Sra. Stevens? -pregunt la enfermera a abuelita dos das mstarde-. Se la ve un poquito cansada. No durmi bien?-S, dorm bien. Pero creo que la pierna sana est doliendo porque siente simpata por la enferma.Puede darse algo as? -sonri dbilmente la abuelita.-He odo hablar de esa clase de dolores, pero no s si realmente ocurren. Veamos.Cuando la enfermera sac las vendas, todos recibimos un shock al ver que la pierna de abuelita se habahinchado hasta alcanzar dos veces su tamao normal.Fingiendo no preocuparse la enfermera dijo:-No creo que haya nada de que alarmarse, pero llamar al mdico y l podr echarle una mirada.-No puede haber nada malo, siendo que vas a casa dentro de dos das! -se adelant Carlos.En cuanto a m, qued muda. El corazn se me subi a la garganta, y no pude pronunciar palabra.-No se preocupen ahora -dijo abuelita-. Si hay alguna otra cosa que est mal. tendremos que aceptarlacomo la voluntad de Dios. El me ha cuidado hasta ahora, y ahora no me abandonar.El mdico lleg, y su opinin fue de que dentro de las venas de abuelita se haba formado un cogulo desangre que estaba bloqueando el paso de la corriente sangunea.Nuevamente el temor se apoder de m. Y otra vez mi mente se llen de pensamientos atormentadoresde culpabilidad. Si tan slo me hubiera apresurado!Si el cogulo se soltaba, y eso poda ocurrir en cualquier momento, sera arrastrado por la corrientesangunea hacia el corazn. Y si se detena all,-y era muy probable que eso ocurriera al llegar a los angostos conductos del corazn- abuelita morira. , .sin ms... en unos dos segundos!Los mdicos trabajaron febrilmente, tratando de disolver el cogulo en la sangre, as como un terrn deazcar se disuelve en el agua. Emplearon todas las medicinas en que pudieron pensar, recomendadaspara disolver cogulos de sangre, pero ninguna de ellas surti efecto.Todo pareca perdido. Da a da veamos como abuelita empeoraba -Orar? Oh, cmo oramos! Pero aun las drogas nuevas no surtieron ningn efecto. "Oh Dios -rogu-,dame la oportunidad de hacer algo especial por abuelita.., y por ti. No permitas que muera por mi culpa!"Una noche, ya tarde, despus de lo que haba sido un da largo y difcil, dejamos el hospital para ir acasa. Pareca que ya no haba ninguna esperanza. Aunque queramos creer que nuestras oracioneseran odas, el temor pareca dominarnos.Al da siguiente, de maana muy temprano, mam y pap, mi hermano y yo recorrimos el viejo caminofamiliar que conduca al hospital, ascendimos por el lento ascensor, y recorrmos luego el corredorinterminable. Con mano temblorosa pap abri la puerta.-Buenos das! -salud el mdico-. Quiero que sepan que esta seora ha confundido a la profesinmdica! Ha mejorado tanto durante la noche que no tengo ninguna explicacin mdica para su caso.Parece un milagro.Entonces, tranquilamente, la voz de abuelita rompi el silencio.-Y fue un milagro, doctor.Con slo mirarla nos convencimos de que era verdad lo que deca.

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    Aunque todava se senta muy dbil, su voz haba recuperado su cadencia, y sus mejillas su tintehabitual.-Creo con todo mi corazn que anoche Dios envi un ngel para sanarme. Recuerda su promesa? "Elngel de Jehov acampa alrededor de los que le temen, y los defiende". Eso es lo que l hizo por manoche. El cogulo se disolvi, y la hinchazn se ha ido, estoy curada.La profunda conviccin que haba en su voz y en nuestros corazones no dej ningn lugar a duda. Noimporta lo que otros pensaran, sabamos que "el ngel de Jehov" haba salvado a abuelita.Y yo resolv firmemente que siempre estara temprano para la escuela sabtica por el resto de mi vida.

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