View
2.527
Download
229
Category
Preview:
Citation preview
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 1/54
EI Jardin de la
Emperatriz Casia
Gabrielle Wang
Ilustraciones de Olga Cuellar
Traducci6n de Magdalena Holguin
GRUPOEDITORIAL
normahTtp://,,,,,,,,,,.norrna_com
Bogota, Barc elona, Buenos Aires. Caracas,
Guatemala, Lima, Mexico, Miami, Panama, Quito,
San J 08t. San Juan , S an Salvador, Sa-mingo de
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 2/54
Wang , G ab ri e ll e
£1 j a rd tn de la emperan i z C asia I G ab ri el le W a ng ; r ra du cc io n
M a gd ale na H o lg ui n ; i l us rr ac io ne s O lg a C ue lla r, - - B o g o a : Grupo
E di to r ia l N o rm a , Z003,
112 p . ; 19 ern . -- (T orre de p ap el, T orre a ma rilla)
I SBN 958- 04 - 7346- 31. N ove la c hin a 2. N ovela ju ven il ch in a 3. Dibujo - Novels
j uvenil 1. H olgu in , M agda lena, 1950- , tr, II. Cuella r, O lga
Rosario, 1953- , ilIll. T ic , I V S en el895.13 cd 19 I 'd .
.A .HR2906
CEP-Ban 0de 1 2 R ep ub li ca -B lb li ot ec a L ui - An ge l A ra ng o
Ttrulo original en ingles:Th e Garden o f E mp res s Omia
Copyright © G ab ri ell e W a ng , 2 00 3
Copy r igh t © E dito ria l N orm a, S .A ., 20 03, p ara E srado s U nidos,
Mexico, G ua te ma la , P ue rto R ic o, C ost a R ic a, N ic ar ag ua , H on du ra s,
E I S a lv ad or , R ep ub li ca D om in ic an a, P an am a, C olo mb ia , V en ezu ela ,
E cu ad or , P er u, B oli vi a, P ar ag ua y, U ru gu ay , A rg en tin a y C hi le
A A 5 35 50 , B og ota, C olo mbia
R es er ve d s c od as l os d er ec ho s,
P ro hi bi da la r ep ro du cc io n c o r a l 0 p arcia l de esta obra sin p erm iso
e sc ri to d e II I Editorial .
I rnpreso por Banco de Ideas Publ ic it ar ia s L tda.
l rnpreso en Colombia - P rinted inColombia
Julio de 2005
D ir ec ci on e di to ri al: M a ri a C an de la ri a P os ad a
E di ci 6n : C ri st in a P ue rt a
Diag ramac lon y a rm a da : S on ia R ub io
c.c. 11696ISBN 958 -04 - 73 46- 3
Contenido
La tienda de los aromas extrafios
Elobsequio
Cuatro estaciones en un dia
La casa de te de la senora Lu
E1]ardin de la Emperatriz Casia
Despertar a1drag6n
La historia de la emperatriz Casia
E1regreso del doctor Lu
La promesa rota
La maldici6n
El Parque de los Cauchos Fantasmas
Dukes suefios
, 9
15
2 3
31
41
53
61
68
75
85
95
105
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 3/54
Q uisiera ag ra decer a H azle E dw ard s p a r
todo SJl a f)o )'o in ien tr as es ctib ia es te libra.
Para mis h ijos , Lei Lei y Ren
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 4/54
L a tien da de lo s ar0111aS
extrafios
En la escuela, habra quienes ohan .: salsa
de tornate y quienes olfan a ajo. Y,d sde i l l ,
no habia manera de evitar el apestoso alar a
transpiracion despues de la carrera 'm
traviesa. Pero1Vfi.mt,tenia un olor que 1 1 1 - : 1 [~
podia reconocer.
Mimi Lu vivia en una rienda de dos pisos
que pareda flotar en una nub d ar mas
extrafios. Se sentia avergonzada de que su
hogar apestara como una pila de ab no vegetal
en un dfa caluroso, pero el olor se filtraba a
todas las casas (su ropa, sus trenza , su piel) , e
incluso podia detectarselo en su aliento. Sus
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 5/54
10
padres ia bligaban a b ber toda clase de bre-
baje a qu rosos. La (mica manera de tornar-
1 0 era apretarse la nariz ha ta el ultimo sorbo.
En la escuela la llamaban Apestosa. Los
chicos se quejaban cuando tenian que corn-
partir su pupitre can ella. Nunca le dijo a Sll
mama ill a su papa como la intimidaban. No
1 0 cornprenderfan. Parecian marcianos.
-Recuerda, Mimi, tu eres china. Sient te
orgullosa de ella -la palabras re onaban en
su cabeza. Eran palabras vacia que no le per-
tenecfan.
"lComo puedo sentirme orgullosa? Ella
hablan ingles can un extrafio acento que los
hace parecer tontos. Y los orros nines viven en
ca a nonnales, can cesp d y unjardin. La unico
que yo tengo es una vereda que da a la calle' .'
Mimi estaba sentad en la vieja mesa pl -
tificada de la cocina contemplando el sombrero
azul oscuro de su uniforme. Recordaba 1 0 que
su profesora de Arte, la senorita 0'Dell, Ie
habfa dicho aquel dia acerca del claroscuro:
como pintar la luz y 1a sombra. Cuanto mas
miraba su sombrero mas parecia una cordillera
con colin as y valles.A traves de la cortina roja que separaba la
tiencla de las habitaciones Mimi podta ver
c6mo su padre se ponia una bata blanca, pre~
parandose para atender a su primer paciente.
Ding~dong . L a puerta de 1a tienda se abrio.
-Dr. Lu, tengo alga de prisa. lPuede aten-
t rme ahora? -se ovo una voz, habituada a dar
r n s .
"Uh oh" Mimi e cult6 detras de su libra
de Maternaticas.
-Desde luego, seriorira Stemho -~replic6 el
padr~ N J i l l lL - - - -
La senorita Sternhop hizo sonar su baston
sobre el piso de concreto. Era una mujer salida,
de cabello castano, liso y corto, y de piernas
macizas como troncos. La unica parte delgada
de SL cuerpo eran 1 0 labios, Si la fiorita
Stemhop chocara alguna vez con un auto, ~ ria
el auto el que uti-ida mas dana.
Puso su mufieca sobre un pequefio cojin. El
doctor Lu le tom6 el pulso, lEra debit 0 fuerte,
alterado 0 firrne? Escribi6 en una libreta can
caracteres chinos.
=Muestrerne su lengua, por favor -dijo el
doctor Lu.
La senorita Sternhop abrio la boca y sac6la
lengua. Era rnorad ,gru a hinchada en los
bordes.
"Parece una iguana d las islas Galapagos"
Mimi ahog6 una risita.
En la pared de atra de 1 3 tienda habra un
antiguo armario de madera, can den gavetas
como cajas. EI arrnario habra pertenecido
alguna vez al abuelo de Mimi en la China. E ltambien habra sido un herbolario. El doctor
Lu no sabia que tan antiguo era el armario,
pero siempre encontraba dentro secretos de
la vida de otras personas. En una ocasion habia
hallado un brazalete de jade labrado en un
compartimiento secreta en el fondo de un
cajon. Era tan pequefio que solo una nifia
11
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 6/54
1 2
habria podido usarlo. Habia tambien una carta
doblada en forma de ave e insertada dentro
del brazalete.
-Aiya, familia tan pobre que tuvo que re-
galar preciosa hebe. Antes en China mucha
gente as f - 1 2 1 . senora Lu se llev6 la mano a l
corazon.
Mimi se preguntaba como seria vivir en
China. "S i hubiera nacido alla, me veda como
rodos los dernas. Serfa como los otros"
El doctor Lu abri6 un cajon y tome un
manojo de muerdago seco. De otros cajones,
saco tajadas de angelica olorosa, rafz de regaliz
y blancos granos cremosos de lagrimas de Job.
Peso cada hierba par eparado, y luego las
dividio en cuatro paquetes de papel iguales.
-Esto bueno para artritis -dijo el Doctor Lu-.
Tomar dos veces cada dia.
-lC6mo le ha ido a Mimi en la escuela?
-pr gunto 1 2 1 . senorita Sternhop.
Mimi se deslizo en l a s il la .
-No bien -replico el doctor Lu-. Dibuja
demasiado.
-Ese era el problema cuando estaba en mi
clase el afio pasado -Ia senorita Sternhop ape-
nas movia sus labios delgados y apretados-.
N unca se concentraba. Segun mi experiencia,
es neeesario ser severo con nifios as! -golpeo
el mostrador con el puna cerrado, como si
aplastara un insecta indefenso.
-Lo vere el mes entrante, doctor Lu -la
senorita Sternhop sali6 para unirse al flujo de
la vida en la calle.
I_l
Cuando la senorita Sternhop estuvo 1 0 sufi-
cientemente lejos, Mimi grit6 desde la cocina.
-La dio, a esa vieja grunona. Nunca le agrade.
l.S -Odio no buena palabra, Mimi.
-Pero la odio. Es malvacla. Tocla la escuela
se alegr6 cuando partie.\ . C -, -iPor que tarde hoy? -el doctor Lu limpio
el mostrador can un plumero y luego atraveso
la cortina roja.
- Ya te 1 0 dije, papa, la senorita 0 'DiUme
da clases especiales de Arte despu~s de la
escuela. Dice que tengo unverdadero talento
-Mimi no Ie habfa dado mucha irnportancia.
Sabra que su padre se enojaria,
- T u, concentrate en el trabajo de la escue-l a . .. no en 1a pintura -dijo, pasando subita-
mente a1 chino. Siempre 1 0 hacta cuando
estaba serio 0 enojado-. La pintura no es una
profesion respetable.
-Pero me fascina pintar y dibujar, papa
-respondi6 en ingles. Dos afios arras, Mimi ha-
bia decidido no hablar nunca mas en chino-.
Soy aus_!raIIarul,}no china -habfa dicho, desa-
fiante. Sabia que esto enojaba a sus padres, pe-ro era 1 0 iinico que podia controlar en su vida.
Su padre agito la mana hacia la fotografia
amarillenta que colgaba sobre la mesa del altar
en e1 recibo, y se dirigi6 a ella can el cefio
fruncido: - Tu nai naL y gong gong te estan
vigilando, aguardando a que hagas honor a1
nombre de tu familia. No tienes hermano, asf
que depende de ti agradar a ancestros.
13
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 7/54
il11 , Inll['ritls!liju Mimi s ua ve rn en te , y
1 11 l' ). l( I I 1l in ') h n 'i8 a rr ib a, esp er an do que sus
:111('\,:-.1 r us fUL: :> (' n duros de oido. Sinti6 la rni-
1:ld:1 Ie d -su pro ba ion de su abuela y de su
IIllIl 'Ill vn xu nubc ancestral. ulNa les basta
I H\ q Ill' q II 'In L'mns in cienso todos los dias?
NI 'I II l'll JIll' lo s padres de los arras n ifio s
dlll'l1! 'Hi,'n, hiciste 10mejor que pudisre'?
S 'lliPl'l' St' I 'S d i e 10 maravillosos que son.
: \ 1 1 11 1. 1 ) uhl' .ngo 98 en la p ru eb a de Ma te ~
Illi l 'liS, pap.)dice que no es suficientemente
b u 'n il. Lo rni a que hace siempre es criticar ..."
-0 ir a tu maestra que estas ocupada des-
pu s de es uela. No perder mas tiempo -la voz
del padre de Mimi interrurnpio sus pensa-
mientos.
-Pero, papa, eso no es justa =replico enojada.
E I doctor L u estaba sentado en su escritorio;
su espalda bloqueaba 1aconversaci6n. Era imi-
til. La habra ignorado como de costumbre.
Mimi habra aprendido hada largo tiempo que
los nines chinos nunca discuten can sus padres.
Conternplo fijamente su libro de Maternati-
cas, mientras las lagrimas derretian los negros
digiros en borrasos globos grises. "ZPcr que tuve
que nacer en una familia china?"
Elobsequio
El(r.Mico es~a.ba terrible aquella manana
en la (:g_lk_R_umba~Los tranvfas se arnonto-
naban a 1 0 largo de los rieles como ciempies
verdes que jugaran a seguir al prirnero. Habra
dos hombres en el techo de uno de losvagones del tranvia, arreglando los cables que
se encontraban encima de ellos; alambres
negros que jugaban tres en linea contra el
cielo.
-iOye, ching chong! +exclarno una voz
desde uno de los autos que pasaban.
-iSeres inforrunados: -susurro Mimi, para
evitar el dolor.
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 8/54
l6
-La gente as! es muy infortunada -decia
su madre-. Sus padres no les ensefian a
distinguir el bien del mal.
Cuando Mimi lleg6 a 1aentrada de la escue-
la , comenz6 a sonar la campana. El exira de la
semana, cantado por LosFurbaI ls , se escuchabaa todo volumen par los altoparlante en e! Lugar
de la asamblea.
-Crea que hoy p riam s hacer alga de
c rsmica, Mimi -dijo I fiorita 0 'Dell,
mien ra c minab a slllad per el sendero de
asfalt -. Ay rene ndi 1homo.
L S 1 11 -jill 5' nr s d 5 d la 5 norira 0 'Dell
5 r all 11 rn p qu fi globos rosados
CUe nd 1 mel a Mimi. Su piel era lisa ysuav ,y cuand hab1 ba era como si susurrara
una dulce canci6n de curia irlandesa.
-Mi padre no me dejara venir mas =res-»
pondio Mimi con tristeza
-Y, lpor que no?
-Dice que dibujo demasiado. Debo concen-
trarme en los deberes de 1a escuela.
-Oh, es una Iastima Quizas si trabajas muy
duro. el cambie de idea y te permita regresar,
lntentalo, testa bien? iPor qu e no pasas par el
salon de Arre cuando salgas de todas maneras?
Tengo alga para ti.
Despues de la asamblea de la manana, Mimi
se deslizo a su pupitre de madera al lado de
[osh Rudd:Le agradaba Josh. A todos les agra-_ - - - - - - - - - - '.daba. Tenia una cara amplia y sonnente, ca-
bellos rubios y erizados, y su voz se quebraba
en la mitad de las frases. Pew 1 0 mejor de todo
era que nunca 1allamaba Apestosa. La llamaba
Eme.
Josh era extrernadamente desordenado. Sus
libros comenzaban en una pila ordenada a las
9·15. A las 9'16. se habian dispersado, como
lava fundida, sobre ambos pupitres, habiancaido sabre la silla y , finalmenre, a1 suelo. A
las 3.30,10 pies de Mimi estaban rodeados de
libros, lap ices , plumas, borradores y reglas,
codes pertenecientes a Josh. Pero a Mimi no
le importaba en absolute.
Ala hora del almuerzo, Mimi se sent6 sola
en el lugar habitual, debaja de un arbol de
pirnienta, balanceando las piernas para alejar
las moscas.
-Oye, Apestosa ... [Que tienes hoy para
almorzar? =canturreo Gemma 0~ la lfder
del~o in. Guifio e l aja a sus d~ecuaces,OIelia y Elizal Gemma siempre llevaba su
ca Jalo recogido en una cola de caballo, que
deliberadamente rnecfa de un lado a otto para
llamar la atenci6n. Especialmente la de Josh
Rudd. Estaba celosa de que Mimi se sentara al
lado de Josh en clase. -Que desperdicio -1
deda a todo el mundo.
Mimi hizo una mueca, tratando desespera-
damente de ocultar su termo antes de que
Gemma pudiera burlarse de el. Pero era derna-
siado tarde.
-iEsta comiendo aloz flito! -Ofelia la sefialo ,
riendo.
-Oh, que asco -di]o Gemma, introducien-
dose los dedos en I a garganta-. Y mira esos
17
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 9/54
8
p rimi ti ve s p ali llo s para comer -Ie arrebat6 los
p allilo s a M im i y los aplast6 con el zapato -. Y a
st ~,todos bien esterilizados. iPor que no usas
un cuchillo y un tenedor como la gente ci-
vilizada?
Eliza y Ofelia se reian tontamente. -Nosvemos, Aroma -cantaron en coro, y se echaron
a COLTerhacia el patio.
HlPor que mama no puede darme un empa-
redado corriente, como el de todo el mundo?"
Mimi le habra rogado a su madre que Ie
empacara alrnuerzos normales , pero su madre
no comprendia cual era el problema. -Arraz
frito caliente es seguramente mejor que crnpa-
red ado frio para almuerzo -Ie habra dicho a
Mimi-. Comida fda no es buena para esto-
mage.
Subitamenre, Mimi habia perdido el apetito.
En cuanto sono la campana, Mimi tom6 su
maleta y sali6 corriendo hacia el salon de Arte.
Le fascinaba el alar pesado y levem.ente empa-
lagoso de la pintura, y los pinceles que sobre-
salian de los recipientes como peludos ramos
de flores. Las repisas estaban llenas con una nue-
va entrega de papeles de colores, pero era el puro
papel blanco el que mas le gustaba a Mimi,
esperando alIi a que se le diera nueva vida.
La senorita 0 "Dell estaba de pie en una
banca, sujetando con alfileres caras gigantescas
d papel rnache, con ojos salrones y narices
t ludas.
-I:-I la, Mimi -dijo, can los labios llenos de
,11.1 r s-. Entra.jardo s610 un segundo.
Escupi6 los alfileres en su mana y se bajo de
la banca, luego inclin61a cabeza hacia un lado
y mire a Mimi a ia cara.
-Algo te rnolesra, to se.
-No tiene importancia.
-Vamos, [que es?
Mimi no estaba acostumbrada a contarle sus
sentimientos a ex tTQ1 los . -Nosotros chinos nos
guard amos nuestras casas -decfa siempre su 19
rnadre-, para nunca avergonzamos -Mimi, sin
embargo, senna una intimidad con 1a sefiorita
O'Dell que nunca habia senndo can sus padres.
-OdlO ser un banana -las palabras reso-
naron por el salon de Arte.
-lUn banana?
-iSabe ... .? .Amarilla por fuera y blanca pOT
dent~o. Quisiera no parecer china, porque no
me siento china. Me iento igual que todo .
L odi .
La s riorita It anri6su v m t1 :
qu es c l i f f il se r i~r n t IP rIm ' ~
ravill d ti. Er shin ustraliana, I' m
y soy irlandesa australiana. Creo que omos
afortunadas.
-N0 1 0 creo. Alguien como Gemma Johnsones afortunada. Se amolda perfectamente.
-~s posible que sienras eso ahara, pero, a
me?Ida que crezcas, veras que puedes elegir 1 0
rnejor de ambas culturas. Sientate, Mimi -1a
senorita 0 "Dei acerc6 un taburete-. ZSabes?
I~ay alga mas , aparte de ser china, que te hace
dlferente de los dernas. Eres una artista. Yes el
mundo de una manera especial y pintas con
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 10/54
-)
tu c raz6n. Pocos pu den hacerlo -los ojos de
la ii. rita 0 "0 11se iluminaron-. Tengo una
id a. 'ino t importa renunciar a tu hora del
lrnuerzo, lper que no vienes dos veces per
mana, Ilunes y el jueves, por ejemplo? Se-
guramente ru padre no podra objetarlo.-iOh, senorita 0 'Dell, eso seria tan mara-
villose! "Papa nunca 1 0 sabra, y podre almorzar
en paz", pens6 Mimi.
-He querido darte algo durante largo tiern-
po. Creo que ha tlegado el memento.
La senorita 0 "Dell se dirigio hacia su bolso
y sac6 un objeto oblongo envuelto en una
pafiuelo de seda violeta. Se 1 0 dio a Mimi.
-Abrelo -susurr6, como si se dispusiera a
compartir un secreta.
Mimi dej6 d es li za r l a s ed a, Era una caja larga
d madera, con un predoso grabado de un jardin
riental en miniatura en la tapa, con sauces,
p bellones y puentes sobre lagos. Mientras Mimi
r orrta con I s dedos Lasuperficie de un dorado
m i I, ra mit ara la seda mas fina 0 la
iel d un r Le n n cid . Al s costados habia
I gan ara tere h in s g rabado s, incrus-
tad s d na r. M im i I y6 c ad a l et ra en voz alta:Emperatriz Casia:
Gobernante suprema de toda Ia China
80 barras de los pasteles mas finos de China
Un tesoro para algunos
Una maldici6n para otros
"Esro es extrafio, ipor que habrian de ser
una maldici6n unos pasteles l", se pregunt6
Mimi, y luego se olvido de ello.
Puso la c aja sobre 1a banca y ia abri6 cui-
dadosamente. Adentro habta hileras e hileras
de pasteles de colores que brillaban bajo la luz.
Lo s colores eran tan delicados que parecfan
hechos con las tenues alas de las hadas.Mimi toc6 los pasteles can 1a punta de los
dedos y su imaginaci6n comenz6 a llenarse de
pinruras asombrosas.
- Debes prometenne una cosa, Mimi -la voz
de 1asenorita 0"Dell era inusualmente serial
y frunda un poco el cefio.
-IQue, senorita 0 ' De 1 1 ?
-Nadie puede usar los pasteles, sino ni.
Mframe a los ojos ,Mimi, y promete1o ahora.-Lo promero, senorita 0' Dell. Definitiva~
mente no permitire que nadie mas los use. Son
t~n preciosos. Muchfsimas gracias -impul-
srvarnerite, abraz6 con fuerza a la senorita
O'Dell-. Debo irme ahora, de 10 conrrario,
mi padre se enfadara, Mil gracias por todo.
Mimi envo1vi6 cuidadosamente la caja en
el patiuelo de seda y sali6 corriendo, con la
mente rebosante de imagenes. Estaba ansiosa
par Uegar a casa y comenzar a pintar.
2 1
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 11/54
Cuatro estaciones en un dia
Mm
ntr
-pregunt6 speranzada,
- Tu papa if Sydney. Tio ing rihospit 1
-la senora Lu parecla preocupada. Sacudio
lentamente 1a cabeza-. E I no vivir rnucho,Mimi.
-lEI rioTing? Pero sies mas joven que papa,
lverdad?
-Su est6mago no esta bien, come demasiada
carne, demasiada grasa.
Mimi no habia visto a su no desde que tenia
seis afios. Recordaba c6mo habra bromeado
can ella y recitado bellos poemas de la dinastia
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 12/54
Tanz; cada una d us palabras r daba par su
lengua como una perla lustrada. C6mo deseaba
que u padre fuese como el.
-iP r que nunca regres6 a visirarnos? -pre-
gunt6 Mimi.
-Aiya ... -suspir6 la senora Lu-. Tu papaenojado. Decir que tio Ting perezoso, porque
no encontr6 buen rrabajo. Familia Lu se aver-
gi.ienza, hace Infelices a ancestros -suspir6 de
nuevo-. Tal vez ahara reconcilien.
-{Morira pronto?
-Doctor decir en cualquier memento. lQue-
ret comer, Mimi?
-Mas tarde, mama. Voy a salir a hacer un
dibujo para el tio Ting, testa bien?Mimi saco la caja de pasteles de la emperatriz
Casia de Sll morral de la escuela y sali6 a la
calle. La vereda era un caballete gigante. Di-
bujar le calmaba el corazon cuando estaba eno-
jada, y la alegraba cuando estaba rriste. Y
cuando estaba alegre, dibujaba tan libremente
como un aguila remontandose n corrientes
de aire caliente en un cielo azul y despejado
Mimi conoda a rodos I c mpradores ha-
bitual s par su calzado y, a veces , incluso par
el sonido de sus pisadas, La senora Jacobs usaba
siempre tacones altos, que hadan d oc, d oc , d oc
cuando pasaba de prisa. iAquellos zapatos su-
yos, rojo bril lante, can sus puntas afiladas, po-
dian usarse como armas letales! Y luego estaba
el sefior Honevbun Un dia, mientras Mimi
inspeccionaba una hormiga dirninuta que
transportaba una migaja enorme a traves de
una grieta en la vereda, escuch6 sonoros pedos
que bajaban par la calle. "Que asco", pens6,
sosteniendo el aliento, cuando un hombre se
aproxim6 a ella cojeando. H i Doce pedos en fila!
Deberia estar en el Libra Guinness"
Fue s610 unas pocas semanas despues queMimi se entero de que la pierna izquierda del
senor Honeybun habra sido volada por una
bomba en 1aSegunda Guerra Mundial. Se veia
obligado a usar una pierna de plasrico, que
sujetaba al mufion mediante succi6n. La piema
artificial no se ajustaba adecuadarnente, asi que
sonaba como pedos cuando caminaba. Ahara
Mimi 1 0 saludaba siernpre de una manera es-
pecial.Mimi se arrodillo en el pavimento y abri6
con cuidada la caja de pasteles. De nuevo, su
imaginaci6n exploto can brillantes colores.
Imagenes maravillosas de jardines flotaron
ante sus ojos. Torn6 un azul zafiro brillante y
cornenzo a dibujar un estanque. Una suave
brisa de verano soplaba par la calle, as! que
Mimi dibuj6 suaves olas que ondeaban cerca
de la orilla, Cisnes de largos cuellos se sumer-
gian en busca de caracoles. Sus colas aparedan
en el agua como esponjosos merengues blan-
cos.
Mimi tenia un sentido agudo para captar los
detalles, pero aquel dfa se sorprendio a 5 1 mis-
rna. El mundo de dos dimensiones que habia
dibujado en pasteles en el sendero era verdade-
ramente bello.
-Cena lista, Mimi -llam6 la senora Lu.
25
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 13/54
Mimi estaba guardando sus pasteles, cuando
Gemma y Ofelia pasaron par alli , can Ia mano
en la nariz y arrugando la cara.
-lQue es ese olor espantoso? -pregunto Ge-
mma-. Oh, hola, Mimi, no te vi. tTu papa con-
tinua dandole ala gente basura del jardin para
que 1 3 hierva y la beba?
Ofelia rio.
"iPor que no puedo enfrentarla? Responde
alga, idiota" Pero las palabras se ahogaron en
su garganta.
-2Quieres venir a cazar fantasma - esta no-
che! -pregunt6 Gemma, con una sonrisita
satisfecha en la cara-. Dicen que en el Parque
de los Cauchos Fantasmas hay un verdaderoenjambre de enos.
-No, gracias =respondic Mimi fr famenre.
- T u te 1 0 pierdes y nosotras ganamos. Va-
mos, Ofelia -Gemma se volvio para partir,
cuando via la caja de pasteles que estaba sabre
el sendero-. Oye, estos no estan nada mal.
lD6nde los conseguiste? -se incline para mi-
rarlos mas de cerca.
-iVete! -Mimi se sorprendio ante la rabiaque escuch6 en su propia voz. Se predpit6 a
ornar la caja, protegiendola contra su pecho,
y luego entr6 corriendo a la tienda, dejando a
J rnma parada en la vereda, boquiabierta.
***In rn fiana siguiente, Mimi estaba ansiosa
I OJ ' :Id .lar tarse al a avalancha de compradores
I ·1 5(\1 ado. El afio anterior, el Consejo de
Wattle Valley habia consrruido grandes blo-
ques de concreto a [0 largo de la calle Rumba.
Era una. superficie mucho mejor para dibujar
que [a VlEJa vereda allado de la tienda. Ya no
e st ar ia l im i ta d a par la s gri ras, ni par los gran-
de peg tes de goma de mascar que salpicabanel piso.
Mimi habra tenido una idea durante la no-
che ..Qu~ria dibujar las imageries antes de que 27
se dlsolvleran en el aire. Abri6 la caja de pas-
teles. En Sllmente, via flare de primavera que
se abrfan y f1oredan. Eligi6 un pastel color
musgo aterciopelado, d 1color del suelo de un
b?sq.l;e tro?ical temprano en Ia manana, y
dibujo un dla de primavera, fresco y despejado.Una joven paso trotando a su lado, y luego se
detuvo. Se incline para mirar el dibujo y se
sec6 la {rente con Ia mangel. Era como si
pudiera sentir la rrescura n el aire. -Mara-
villo a pintura, chica -dij , y dej6 caer una
In. n~da e.n la tapa de la c aja . Antes de que
~llm tuviera la oportunidad de regresar el
dinero, la joven estaba en 1 0 alto de la celina y
habra desaparecido de su vi ta o Otro tran-seunte se deruvo a rnirar la pintura, Era el senor
Huecos. Mimi no sabra cual era su nombre
verdadero. La llamaba asf porque su abrigo
estaba tan Ilene de huecos que parecfa como
si los ratones 1 0 hubiesen canfundido on un
queso. .
El senor Huecos pasaba la neche dondc-
quiera que encontrara abrigo de'! viento y de
la lluvia, En o c as io n es , era en el urnbral de
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 14/54
28
una rienda, otras veces, era en unbasurero. No
t nia un [ugarfijo. Era un vagabundo. E l senor
Hu esse rasco la cabeza. Su cabello enredado
se agit6 como si fuese un punado de gusanos
gruesos y rizados. lQue estaba tratando de re-
cordar?Para el mediodia, orras personas se habian
reunido en tomo a ella. Mimi dibujo una playa
rayada de algas y salpicada de nifios que reian.
Sobre ellos, las gaviotas recogian boronas en
el aire.-Papa -dijo un nino pequefio-, yo quiero
jugar tambicn -luch6 par librarse del cintur6n
de seguridad para salir de su caminador.
Su padre sonri6. -Bello ilia para ir a nadar-dijo distraidamente, aun cuando una cortina
de nubes cubria para entonces el cielo.
-Creo que llevare a los nitios a la playa des-
pues del almuerzo =replico la senora que se
encontraba a su lado.
Para el final de la tarde, Mimi estaba dibu-
jando un remolino de hojas de otofio que flora-
ban sobre colina doradas. La muchedumbre
se habia acomodado ya en dos mas de fonda,pero no habia empellones nicodazos mientras
miraban c6mo se desplegaba el Jardin de las
Cuatro Estaciones. Las personas estaban mara-
villadas pOI los colores y las finas line as sensi-
bles. Habra algo en los dibujos que cada
persona comprendia, como si un recuerdo dis-
tante se hubiese despertado. EI perfume de las
rosas floraba en el aire, aun cuando no habra
una sola rosa en cinco kil6metros a la redonda.
Y una pausa en el tra fic o se asemejaba al sonida
de una cascada sobre las rocas.
A medida ql l llegaba el atardecer, Mimi
complete rodo el cielo. Un murieco de nieve,
con una zanahoria par nariz y corchos por ojos,
resistia alienternente los vientos helados delinvierno. En el centro de las cuatro pinrura ,
Mm1L dibuj6 el Im bolo del Yin Yang. El rio
Ting Ie habra ensefiado esta antigua imagen
que giraba y giraba 5 bre sf rni ma o De nina,
este simbol le fascinaba. Su uo deda que repre-
sentaba el cielo interminable de cambIa en el
unive rso : e I d [a qu ~_se can vie rte en n o c h e : - el
verano en invierno, 1 0 bu no en 1 0 malo. Y luego
el ciclo se repite d nuevo otra vez. -.Mimi pens6 en el do Ting, -tendido en el
hospital, en el invierno de su vida. iRenaceria
para continuar con el cielo? Su madre creta
que redo regresamos a la Tierra rnuchas veces.
Era budista. Por esta raz6n era vegerariana y
no maraba siquiera una hormiga. Mimi espe-
raba que fuese verdad.
-Tio Ting.. el] ardin de las Cuatro Esra-
ciones es para ti -murmur6.A medida que el sol se ocultaba en el hori-
zonre, la genre sali6 de su estupor y record6 a
su familia, que esperaba en casa. Era necesario
hacer los deberes, preparar la cena, bariar a
los nifios. Por un moruento se habian olvidado
par complete de su vida cotidiana. Visitar el
Jardin de las Cuatro Estaciones era como tamar
unas maravillosas vacaciones.
29
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 15/54
La casa de te de la senora Lu
La noticia acerca d el a somb ro so jardin de
la calle Rumba viaJ6 como un bo ste zo c on -
ta gio so en u no s p ec os dfas, In du so lo s p etro s
del vecindario, al Ilegar el viento de l jardfn,
olfatearon alga delicioso en el aire y aullaban
tras las verjas para que los dejaran salrt
La senora Lu estaba sorprendida al ver atodas aqueUas personas en la puerta de su
tienda ..Mimi dibujaba a menudo en la vereda,
pero nunca se habfa producido tal interes,
Ding-dong,
-Hola, senora Lu -dijo eI senor Honevbun,
asomando su calva cabeza por la puerta de la
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 16/54
tienda-: Tiene aqui a un verdadero pequefio
Pi ass . E ta s rni tercera visita en dos dias , y
un n 1 he vista todo,
-lYer tad que, senor Honeybun? -pregunt6
la n ra Lu.
-Pues el Jardin de las Cuatro Estaciones.
iNa 1 0 ha visto todavia?La senora Lu salio de la tienda, curiosa por
1 2 v er c ua l era la raz6n d e tan to a lbo ro to . Lanz6
una mirada sabre el jardin, dibujado tan
beUamente sabre las piedras grises del pavimento,
Instantaneamenre, la invadieron recuerdos de
su vida en China durante los afios sesenta,
Se via a S 1 misma. una joven en Hangzhou.
Su cabello estaba trenzado, can un pariuelo rojo
anudado en el cuello. Era la epoca de laRevolucion Cultural. Afuera, en Ia calle, un
altoparlante escupia lernas: (Sean buenos nifios
r para el i P~denfe Mao. EI es el sol dorado y
b r il lan te . Es tud ie n mucho y llegaran a l a c ima . "
A traves de la celosia de la ventana de su
habitaci6n, vela un arbol de ginkgo . Sus hojas
en forma de abanico caian al suelo como capos
de nieve dorados. El ginkgo es una de las
especies mas antiguas del mund . Ha s bre-
vivido 300 rnillone de afios: desde antes de
los dinosaurios. La jov r,amaba e sr e a nr ig uo
arbol tanto como amaba al presidente Mao, ellfder de la China. Todos amaban al presidente
Mao. Algunos nines 1 0 amaban incluso mas
que a sus propios padres.
Mimi abri6 la gaveta del gabinete de las
m dicinas y tom6 un pufiado de cerezas dimi-
nutas para merendar. Cuando se volvio, via la
cara sonriente de Josh Rudd al otro lado del
mostrador. Llevaba unos pantalones anchos
color caqui y una camisa naranja. Su cabello
rubio estaba Ileno de gomina, para que luciera
intencionalment de arreglado.
-Hola, Erne.
-Um ... iQue estas hacienda aqui? =Mimi 33
e enred6 a1 pronunciar las palabras y se ru -
borizo de verguenza. El verla por fuera de la
escuela le parecia inc6modo y poco natural.
-Vine aver el ja rd fn . .E s tantastico!
-Gracias -Mimi mir6 las cerezas que tenta
en 1amano. "Vamos, di algol de 1 0 contrario,
va a pensar que eres una verdadera tonta"
-Ah ... lquieres probar unas?- y le ofreci6las cerezas.
-Segura, lque son?
-Go [i Zi. Buenas para los ojos.
-tTienes alga para el desorden?
Mimi rio; -No hay hierbas tan fuertes.
La senora Lu entr6 correteando.
-Mama, este es Josh. Esra en 1a escuelaconrnigo.
-Hola, Josh -se puso sus lentes y 1 0 mir6 de
arriba abajo-. Eres joven {uene y agradable:
venir conmigo -la senora Lu tam6 a Josh par
el braze y 10arrastro hasta la cocina,
-lQue haces , mama? -nunea habfa vista a
su madre tan entusiasmada.
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 17/54
34
-Abrir casa de r e igual a la de Hangzou. Mu-
chos clientes sedientos alia afuera. Te de Pozo
del Dragon el mejor en China, mis pasteles los
mejores de Australia. Papa no regresa hasta
una sernana. Ganar algo de dinero asL
-La gente no quem:'. te y pasteles, mama. Estan. tan.. chino. Todo 1 mundo toma
capuchinos. Deberias abrir un cafe. Yo hare el
pastel de chocolate ...
-Creo que un salon de t e chino es una gran
idea -dijo [osh-. Yo sere seguro uno de sus
clientes, senora Lu -luego alz6 los pulgares en
sefial de aprobaci6n.
Mimi seguia pensando que era una mala
idea, pero su madre estaba decidida y Josh tarn-bien erda que estaria bien.
De la parte de abajo de la escalera, Josh sac6
dos mesas plegab1es de mahjong y ocho sillas, y
las puso al frente de la tienda, rnientras que la
sefiora Lu comenzaba a hacer sus pasteles.
Primero hacia la masa con harina y agua; luego
1aenroUaba en bolitas. Despues aplastaba cada
bola hasta tener un drculo perfecto. El relleno
estaba hecho con vegetales finarnente picados y
mezclados can una gene rosa porci6n de salsa de
soya, aceite de ajonjolf y una pizca de azucat Los
dedos de la senora Lu trabajaban can rapidez,
mientras doblaba los pasteles. Paredan pequefios
hombrecitos sentados con los brazos abiertos, y
con sus gordos est6magos sobre la mesa.
La senora Lu via que Josh la contemplaba
intensamente: -Vamos, intenralo.
Josh seguia a la senora Lu paso a paso, pew
sus primeros intentos no se asemejaban en
nada a un pastel.
-Parecen bolas grises de vomito de perro =su-
surr6 Mimi a su aida.
Josh le lanzo un punado de hanna. Mimi se
incline y el misil polvoroso Ie atino a la senora
Lu precisamente en una de las mejillas.
-Lo siento -dijo Josh.
La senora Lu rio. Luego Mimi rio.
-No irnporta, Josh -dijo, limpiandose la
car a con el antebrazo-. Harina buena para piel
-y se la refreg6 en la cam, hasta que esta qued6
tan blanca como la de una eantante de opera
china-. Tus pasteles ahora pequefias orugas
gordas, pew algun dla bellas mariposas como
los mios,
La senora Lu pu 0 los pasteles denrro de una
canasta de barnbu de cinco pisos para cocerlos,
y enceridio la estufa de gas. Pronto la eocina
se vio invadida par un delicioso aroma. El
vapor salia par htapa tejida, como el aliento
de un drag6n enfurecido,
Mimi hizo un cartel que decia.
Casa de t e de la senora Lu
Pastel v 5 vegetarianos
Sopas de hierbas saludabl
Te de F'ozo del Dr g6n
El [aroiu de las u .tr E ta 'Lones y la casa
de te fu 'on exit inm di tos. La gente con-
temp lab I jardln, y lu g ntraba a la ti nda
para una refr sc nt taza d t e o Algunos ve-
cinos se conocieron por primera vez, aun
35
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 18/54
6
euando habian vivido en la misma calle
durante decadas.1 n. -Hola, u cara me e conocida.
lVive usted par aquf?
- L.. n la calle Tango -respond fa alguno.
-Entonees somas vecinos.
-Que casualidad. He aida decir que los
pasteles aqui son maravillosos. LQuiere tamar
una taza de te conmigo?
-Claro. iPor que no?
Mimi disfrutaba siendo la meseta, especial-
mente can la ayuda de Josh. El hacia reir a 1 a
genre can su estilo especial de servir. Mientras
entraba y salta alrededor de las mesas con una
bandeja sostenida en una mana sabre su ca-
beza, gritaba. -Lau le. Lai le. Aqui esta lacomida -deda que 1 0 habra visto una vez en
una peHcula china.
El S us ur ro d el V a lle W a tt le escribio un articulo
sabre Mimi:
Magia en Rumba
MImi Lu, de dace anos. estudiante de la
Escuela Prirnaria del Valle Wattle, es un talento
in ipient .M imi ha dibujado un [ardm tan real
en la vereda de la calle Rum ba , que gente detoda la ciudad acude a v erlo . "L o llama el Jardin
de las Cuatro Estaciones" dijo Mimi. Los
vendedores de este sector afirman que sus
negodos nunca han estado rnejor "lodes quie-
ren ver el jardin', dijo Vic Taranto, duerio de la
tienda de vegetales Vic. "Es dif'cil aparcar, asi
que la gente deja su auto en casa y camina. Es
1 0 mejor que le ha pasado a esta pequefia
com Ul1tdad" La em prendedora m adre de M im i
ha abierto La casa de t e de la sen ora Lu, donde
sirve te chino y p asteles. V ale la p en a visitaria.
El senor Honeybun estaba sentado en una de
las mesas, rornando te verde en una pequefia tazade porcelana.
-Saborear dulce en parte de arras de gargan-
[a, senor Honeybun -la senora Lu le puso
enfrence un plato de humeantes pasteles.
El tom6 orro sorbo, y sus cejas se dispararon
hacia arriba como dos tupidas colas de coma-
dreja,
-Sf, 1 0 siento p rfectamente -respondio-:
E I te es dulce.
-Pasteles muy buenos, probar --dijo lasenora
Lu. Y aguard6 para ver u reaccion.El senor Honeybun tom6los palillos y persi-
gui6 el pastel por todo e l plato, como si estu-
viese VlVO.
- Tiene que pincharlo, Henry -dijo Alma,
quien se encontraba detras de el en una mesa
vecina. Hizo un movimiento rapido y corto con
la mana.
-Gracias, Alma -respondi6 cortesmente.
asintiendo. Luego pincho con exito el pastel.La salsa se escurria par los bordes-: Mmm ...
esra delicioso, senora Lu .
37
Durante el ultimo ana, el efior Honeybun
habra querido pedirle a Alma que saliera con
el, pero se sentia avergonzado par su pierna
de plasrico. Esta seria la ocasi6n perfecta. EIsenor Honeybun se volvi.6 para mirada, y luego
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 19/54
38
s e vo lv io rapidamente de nuevo, E lla s e e sr ab a
poniendo su lapiz de labios. Quizas en otra
oport unidad.Mimi vio que la senorita 0 'Dell entraba a
la tienda.~lLo vio? El jardin, quiero decir -pregunt6
entusiasmada-. Los pasteles son asombrosos ...-Shhh ...-la sefiorita 0 "Dellla interrumpi6
amablemente, y luego susurrc--: Manten-
garnoslo en secreta, Mimi. Recuerda ... pueden
ser muy peligrososen las manos equivocadas.
-Oh,.lo siento ... 1 0 habfa olvtdado.
-Vine a preguntarte S 1 querias pintar un mu-
ral en la pared del sal6n de Arte . . iQue dices?
-Me encantaria -respondi6 Mimi-.lewin-
do puedo cornenzar?-En cuanto termine la asamblea manana por
la manana.Mimi no se entretuvo cammo a laescuela a
la manana siguiente No podia creer que se le
permitiria faltar a la clase deMaternaticas, para
trabajar en algo que realmente adoraba hacer.
Abrio la caja de pasteles de la emperatriz
Casi.ay dibuj6 una cascada que caia en un lago
cristalino. Tres nifios color chocolate estabansentados en la orilla arenosa, sumergiendo los
pies en los vados y riendo. Entre loshelechos y
los altos arboles de la selva, aves y animales
coloridos los miraban jugar. El mural parecia
temblar con Iavida que se agitaba dentro de el.
-Hola, Apestosa. Eres tada una celebridad
ahora, lverdad! -era Gemma.
Mimi fingi6 noescucharla.
-Crees que puedes agradar a todos haciendo
estes dibujos; pew no olvides que, en elfondo,.
todavla eres Lavieja Apestosa que vive encirna
de una apestosa tienda.
Mimi continuo pintando. Hubo un silencio,
perc podia sentir aun 1apresencia de Gemma
a sus espaldas:En lugar de concentrarse en Mimi, Gemma
comemplaba ahara el mural. Dio un paso arras
para nurar el bello mundo pintado en lapared,
y luego se aproximo para inspeccionar uno de
sus diminutos detalles. Gemma estaba inrri-
gada. Mir6 la caja de pasreies que se encon-
rraba sobre el pafiuelo de seda violets. Subi-
ram ente, un rayo de lu z paso sabre ellos.
Atoruta, Gemma mirolos pasreles, luego el
mural, luego los pasteles orra vez, y Iuego a
Mimi. Una sonrisa taimada le levanto las comi-
suras de la boca ..- Yaennendo. No eres tri... t uno eres tan buena ... Son esos.., esas... especies
de crayolas.
M im i dejo de dibujar y tome la caja para
protegerla,
D in g d in g d in g ding . .Son6 la campana para el
almuerzo. Mientras los profesores y I s n ifios
salian de los salones, Gemma s e volvi6 y se
march6.
Todos estaban en frent d [apared del salon
de Arte, contemplando el.dibujo en un silencio
maravillado. AqueHa imagen les exigfa toda
su concentraci6n. Luego, una nina de primer
grado dijo: -iShhhI Escuchen.
39
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 20/54
-lQue? -pregunt6 un nino de quinto grado,
-El ruido del agua y de las risas. iNa las
oy' n?-Yo sf las oigo -dijo un pequefio nino.
-Yo tambien -susurro otro.
-Esran fingiendo que son mars as -grir6 otro.-Podemos oir chillar a los murcielagos -di-
jeron los mellizos al mismo tiempo.
Pronto) todos los nifios pudieron oirlo. II
mural habra cobrado vida para ellos. Hubo un
zurnbido de excitaci6n, como de abejas que
encuentran los primeros capullos de nectar en
Ia prirnavera.
-Los nifios tienen una imaginaci6n tan vi-
vida -dijo el director Cooper-. Pero debo ad-m irirlo ... E I mural parece casi real.
Los otros profesores asinrieron. Todos con
excepci6n de la senorita 0 "Dell, Al igual que
los nifios, ella tambien podia ofrlo.
EIJardin de la Emperatriz Casia
M u m estaba acostada debajo d e s u c ob er -
tor relleno de seda y contemplaba par la ven-
tan a un par de 0]05 diminutos y briliantesen el
cielo de Ia manana. Las estrellas le guifiaban
lo s ojos. EI ruido del trafico se estaba convir-
tiendo en un rugido. Eran l a s s ei s de la manana.
En su mesa de nache estaban los pasteles de
la emperatriz Casia. "Que extrafio que luzcan
tan nuevas. tAcasa nunc a se desgastan?" Ley6
de nuevo la Ultima parte de la inscripcion:
Un tesoro para algunos, una maldici6n pa-
ra otros.
Mimi sabfa que eran realmente un tesoro:
perc icoma podfan ser una maldid6n?
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 21/54
~l n{) I t ,I ;fm ( n ta hahitaci6n conrigua.
W ei -t.lijL) In eriors Lu, respondiendo en
rI l tH ,
iyll . .. Pobrcciro.
Iv Ilm illt liv i1 1 6 q u e era su padre.
N ) 1 1 '1\' .sposa, no tiene hijos, 5610noso-
I tl! : - ' 1 1 pi r de nuevo-. Fue buena que
1 \ . \ k as n el al final. lEstaras en casa el
'" II' '~,n UI ces? 1 , comprendo ... despues del
1111 ' I 'n l.Mimi p rrnanecio en la cama, tratando de
t .' rd : r la cara del ti o Ting. Era como s i e sr u-
vi '5' contemplanda un estanque, y gotas de
[luvi: cay [all sabre su superficie, haciendo
rrosos los contomos. Pero Mimi estaba segu-
ra de que las dos estrellas que le hadan guirios
p r la ventana eran los ojos brillantes de su
no . Mir6 el cielo negro azulado de la alborada
y susurr6: -Echo de menos que estes en la
Ti rra, tio Ting, aun cuando hace siglos que
no te veo. Desearia tener una fotografia tuya.
Ya no recuerdo tus facciones. Si has nacido
o tra vez , como dice mama que 1 0 hacemos to,
dos, espero que regreses y vivas cerca de no,
r s. Tal vez puedas enviarme algun tipo de
s n a t . Adi6s, tio Ting.Mimi se visti6 can rapidez y sali6. "Bien,
H I nas uficiente luz del amanecer para co'
rn .nzar". Se arrodi1l6 en la vereda afuera de la
I 1 de vegetales de Vic. Aun cuando su
Inmt estaba vacia, sentia como si hubiese algo
rme d ntro de su corazon, alga muy es-
speraba salir. Abri6 la tapa de los
pasteles. En un instante, un jardin magnff
e form6 como un sueno ante sus ojos. Mimi
respire profundarnente, eligi6 un pastel del co'
lor de un dia de Ot0110 y comenz6 a dibujar el
[ardin de la Emperatriz Casia.
EI tranvia de las doce del df a pas6 traque-rcando hacia ia calle Rumba cuando Mimi
,Llba el ultimo pincelazo. El dibujo estaba
rcrrninado. Se puso de pie para verlo completo.
E1 ja rd fn era tan bello que incluso la propia
Mimi se sorprendio. Cada detalle dirninuto era
precise, y los colores eran tan brillanres como
'1 el jardin estuviese vivo. Siibitamcnte, escu-
eh6 un fuerte grito a sus espaldas.
-iTen cuidado! -exdam6 alguien.Mimi choc6 can un cuerpo grande y grueso
que venia en direcci6n opuesta. Cay6 al suelo,
aterrizando dolorosarnente sobre sus rodillas,
sin poder respirar. Le tom6 algunos momentos
recuperar e l aliento, luego sus ojos se centr r n
en un bast6n, un par de zapatos n e gr os qu - I,
eran familiares y dos piernas c m ilnr s. E ra
la ternida senorita St rnh p.
43
-Sefiorira Stir-ern-up ...hop ... Lo siento.
Mimi sinti6 u
fiorita Sternhop I trav
sorbia las c lulas d u r br .
-Nifi tupi a, p r que n miras para
donde vas? iY que es este graffiti sabre la ve-
reda? -Ia voz de la senorita Sternhop cor tab a
el aire como vidrios rotos.
ir, , t ru -
d [a e-
abez y ab -
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 22/54
~I c razon de Mimi latta salvajemente en
u p ho cuando replico: -Es un ja . .. jardfn.
El Jardin de 1aEmperatriz Casia,
- Y , lesto que es? -la senorita Sternhop g o l -
p 'unas palabras con su baston, y luego ley6
lentamente: "Bajo tus pies comienza el viaje.En la palma de tu mano termina el viaje. Yen,
entra al espacio entre el Cielo y la Tierra"
iQue espacio? iQue viaje? iQue tonterfas,
nina! -y comenz6 a borrar las palabras con el
zapato,
-iNo 1 0 haga, senorita Sternhop! -grit6 Mi-
mi, subitarnente temerosa. Pero era demasiado
tarde. il.a senorita Sternhop estaba siendo
engullida lentamente par el jardinl ,-Oh, cielos, ique esta pasando? iAYUUU-
UDENMEEE!
La aterrorizada voz se hizo cada vez mas de-
bil.
-iSujetese, senorita Sternhop, voy a bus-
carla! --exclam6 Mimi, saltando detras de ella.
La senorita Sternhop aterrizo sobre su espal-
da can un suave sonido, agitando los pies y los
brazos en el aire como una tortuga patas arriba.
Mimi se aproxim6 para ayudarla a levantarse.
-Oh, que lugar m a s bello =dijo 1a senorita
Sternhop, con una voz inusualmente suave y
dulce.
-Es el Lago de los Suefios Secretos -dijo Mi-
mi. Aun cuando ella conocia en detalle cad a
pine lada del Jardin, esta era la primera vez
que habfa estado dentro de una de sus pinturas.
Mir6 rnaravillada a su alrededor. iEra tan real!
A 1 0 largo de la oril la, los sauces sumergian
su s largas trenzas verdes en el lago, mientras
que perezosos pececillos de colores besaban el
agua buscando insectos. La senorita Sternhop
se senro en una TOeay mire a traves del jardfn
hacia una montana en la distancia, Su cuerpose derretia en eada hueco y ranura. Ya no era
la mujer tiesa y severa que Mimi habra cono-
cido alguna vez. 45
-lLe gustaria explorar el Jardin? -pregunt6
Mimi.
=Si , desde luego -replic6 la senorita Stem-
hop.
E I Jardin era enorme, como un reino en sf
mismo, con altos pieos rnontafiosos, delicadospabellones y puentes que cruzaban el lago.
Mimi y la senorita Stemhop pasearon par el
Bosque de los Fantasmas Amables y exploraron
la Gruta del Hoyo de la R is a. Luego treparon
1.065 escalones hasta e1 lugar donde se en-
contraba el Templo de Ia Nube Carrnesi, exca-
vado en el costado de un profundo acantilado.
Alli descansaron en la terraza, rnientras que
monjes de cabeza brillante, vesridos con habitosgrises, les servfan te y dukes tort as de datil.
El [ardin de la Emperarriz Casia estaba com-
pletamente cercado por un largo muro, euya
parte superior serpenteaba como un drag6n en
vuelo. En el muro, ventanas en forma de aba-
nico enmarcaban un paisaje de montana 0una
flor de peonia, blanca cremosa. Y a 1 0 largo de
la superficie del muro, habra todo tipo de
dragones grabados, volando entre nubes del
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 23/54
mas claro color rosa. Mimi y la senorita Stem-
hop bajaron de lamontana, riendo. Pero cuan-
do la senorita Sternhop vio el muro, 1a risa
desapareci6 de su rostro. Conternpl6 fijarnente
los dragones voladores, y sus ojos se llenaron
de lagrirnas.
-ZQue Ie ocurre, senorita Sternhop? -Mimi
no podia creer que estuviese Uorando. En clase,
habia trarado de irnaginar a la senorita Hilda
Sternhop cuando era un bebe, Un bebe gordo
de labios fines y apretados. La bebe Hilda
nunea lloraba, 5610gritaba: "MA ... MA ... estoy
despierta, cambia mi pafial, d6nde esta mi bi-
ber6n, dame mi 050, [evantarne, mueve una. "plerna ....
Mimi supo entonees que cualquier cosa era
posible en el Jardin de la Emperatriz Casia.
-Estaba recordando Beechwood =dijo la
sefiorita Srernhop-. El dia errelque una avio-
neta de dos puestos aterriz6 de emergeneia en
la calle Main. Yo tenia tu edad, dace 0 treee
afios. El avi6n pas6 rozando el viejo carni6n
rojo de la senora Hatchet, apenas raspando el
techo con sus llantas. El piloto, sin embargo,
era muy habil , virando bruscamente a un lado
y a otro, esquivando los autos, y termin6 final-
mente con la helice enterrada en el suelo.
Cuando sali6 de la eabina, todos aplaudieron
y los hombres se aproximaron a el para estre-
charle la mana y darle palmadas en la espalda,
como si fuese un heroe. Era muv atractivo.
orri a casa a contarselo a mi padre. Nada
mocionante pasaba nunea en Beechwood.
"Le conte 1 0 valiente que era el piloto y I e
dije que queria volar cuando fuese mayor.
Siempre he querido volar. Solfa acostarme en
el campo de girasoles que habra al lado de rn i
casa y rnirar a las aguilas deslizandose sin
esfuerzo por el eielo.
"Mi padre me rino. Me dijo que era ridicule.
'iLas nifias no manejan aviones!', dijo. 'Ensenat
Esa es una buena profesi6n para una nina'
"En aquella epoca, las nirias obededan a sus
padres y tertian poeas opciones acerca de 1 0
que harlan. Esa fue la ultima ve z que hable
can alguien acerca de volar... hasta ahora".
Mimi tom6la mana de la senorita Scemhop.
La condujo por un puente en zigzag hacia un
pabell6n que se enconrraba en la mitad del
Lago de los Suefios Secretes. Su tejado de losas
negras pareda uno de los elegantes sombreros
que se usan en las carreras de caballos. La
senorita Sternhop subio la escalinata.
~E I Pabe1l6n de la Manera Misteriosa -ley6
la senorita Stemhop. Por un momenta, se pre-
gunt6 c6mo era posible que pudiera leer los
caracteres chinos.
Juntas, Mimi y la senorita Sternhop se sen;
taron en la banca de madera que rodeaba la
parte interior del pabellon, Ambas ternan su ;
nos secretos y se comprendian perfeetam nt
la una a la otra.
D in g, d in g, d in g. EI tranvia de I s d c del
dia traquete6 ruidosam nt calle abajo, dejan-
do una nube de polvo tras de 5 1 . No habra
pasado siquiera un nano-segundo en el mundo
47
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 24/54
-3
exterior, en la calle Rumba, desde que la sefio-
rita Sternhop habia side engullida par el jardin.
S encontro de pie sobre la vereda, relajada,
ap yandose en una pierna. No recordaba su
viaje. Pero cuando se incline para acariciar la
cabeza de un nino, Mimi supo que habia earn-
biado por dentro.
-Adios, Mimi -dijo. iNa has visto donde
deje mi bast6n?
~Tal vez va no 1 0 necesite -clijo Mimi.
-iSabes? Cree que no-la senorita Sternhop
camino par 1acane Rumba como si tuviese un
nuevo par de piernas.
E I dia siguiente fue uno de aqueUos dias
calientes y pesados del hemisferio SUf, cuando
el viento del norte sopla tan calidamente que
resulta difici.lrespirar Induso las moscas tenian
demasiada pereza como para moverse V pren-
derse a la piel como sanguijuelas.
-Hola, mi vieja bandeja china - sa ludo el se-
n o r Honevbun-. Hoy sera una verdadera pesa-
dilla.
-Cierre los ojos -dijo Mimi-, y 1 0 llevare a
un lugar bello y fresco.
El senor Honeybun siempre estaba dispuesto
cuando se traraba de una diversion, asf que
cerro los ojos y estir6 su mana. Mimi to condujo
al pavimento, al lugar donde estaban escritas
las palabras, a la entrada del jardin.
-Parese aqui y lea esto, senor Honeybun.
Estara allf en un instante.
El senor Honeybun leva: "Bajo tus pies co-
rnienza el viaje. En la palma de tu mane ter-
rnma el viaje. Ven, entra al espacio entre el
Cielo y la Tierra" En cuanto termin6 de leer,
desapareci6 en el jardfn.
El siguiente visitante que pas6 par 1a calle
fue la senora Jacobs, asfixiada y molesta, can
sus zapatos rajas de tae6n alto. Daba unos
pocos pasos V luego tenia que detenerse asecarse la {rente y a espantar las moscas.
=Hola, querida, lque dibujaste esta vez?
-Otro jardin, senora Jacobs.
=Oh, me encantan los jardines ... -dijo, y
sintio una brisa fresca que soplaba par la
vereda-. Quizas el cambia ya este en camino.
lEs un poerna, querida?
-Si, senora Jacobs.
La senora Jacobs ley6 la inscripcion y , a t igualque Ia senorita Stemhop y e l senor Honeybun,
desaparecio al instante en el jardfn, Mimi la
sigui6.
La senora Jacobs respire e] aroma de las Was
y fuego camino con ojos sonadores hacia el
Pabe1l6n de la Manera Misteriosa, La brisa le
refrescaba la cara.
Se volvi6 y le sonri6 a Mimi .. -George me
regal6 un anillo azul de zafiro cuando tenia 16
afios. Era demasiado grande para rni declo, aS I
que 1 0 llevaba alrededor del cuello en una
hebra de lana. Al ana siguiente, me regale una
cadena de oro para colgarlo allt -la senora Ja-
cobs se toc6 el cuello, como si aun pudiera
sentirla-. La perdi arras arras ... Era el unico
obsequio que realmente atesoraba, lsabes?
49
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 25/54
-Kristel.. -se oy6 una voz del orro lado del
lago.
La senora Jacobs rniro a su alrededor, des-
concertada. -[George? iGeorge, eres ui?
-Sf, Kristel. Tengo algo que decirte.
La imagen acuosa de UT I hombre se desliz6
por ellago y entre al pabe1l6n como un espe-jismo.
George se incline y bes6 a Kristel en la me-
jilla, luego le susurro algo al oido. Ella asintio
lentamente, sonriendo.
-La sabra. Sabia que estaba en un lugar
seguro. Gracias, amor -la Figura fantasmal de
George se deslizo de nuevo sobre ellago y se
desvaneci6 gradualmente en la niebla.
Cuando la senora Jacobs sali6 del Pabe1l6nde. la Manera Misteriosa, el senor Honeybun
subia las escalinatas. No se saludaron, aun
cuando eran viejos amigos. Era como S I estu-
viesen solos en el jardfn.
Habra otras personas tarnbien. Todos cami-
naban disfrutando su belleza, perdidos en sus
propios pensamientos. Mimi vio aI senor Hue-
cos, sentado en el bosquecillo de barnbii le-
yendo. Se alegr6 de que hubiera vemdo avisitar el jardin.
Mimi estaba en la vereda a l lado de la senora
jacobs. Acababan de salir del jardin.
-Ah, ide que estabarnos hablando? Oh sf,
d ' tu nuevo ja rdin . E s un bello dibujo, querida
I~l nora Jacobs no recordaba nada de su
lsita; pero luego inclin6 Ia cabeza hacia un
lnrlo y apareci6 una expresi6n de perplejidad
en su cara-. Hay algo ... algo que debe recor-
dar ... algo que tiene que ver con George. lQue
era: -sLlbitamente, su cara se ilumino y le
brillaron 1 0 ojos: -iMi anillo! Ahora 1 0 recuer-
do. George y yo hicimos un viaje a Tassie en el
811078. Ames de partir, escondf el anillo en el
sotano, entre dos ladril los sueiros. Es increible
recordar eso ahora, despues de t dos estos
afios. Debe de er el calor, aun cuando me sien-
to ra n fresca como la brisa del mar -levant6 1 3
cabeza y mir6 el cielo-: Gracias, querida ..
Debe if a cas a de inrnediato. Hasra luego,
Mimi.
Unos dias mas tarde, Mimi via al senor
Huecos que carninaba frente a la tienda. Ape-
nas pudo reconocerlo sin su abrigo harapiento
y su barba. Uevaba unos pantalones vaqueros
y una camisa a cuadros, y sus rizos e taban
corrades ala mitad de su largo original. Ahora
parecian espaguetis. Mimi se sorprendi6 al ver
que joven era en realidad. no tendrfa mas de
veinte aries.
-Regreso a la universidad =dijo.
-No sabra ...
-S[, voy a terminar 111isestudios de Derecho.Mis padres me han aceptado de nuevo, a f qu
vivire en casa un tiempo. Ellos viven al tro
lado del pueblo, pero vendre a sal udal' d v z
en cuando. Te vere Iuego, nina.
-Sf, hasta luego, senor Hu... is u l p , l llal
es su verdadero nombre?
-Es Ed -cespondio, guifiarido ·1 oj y
despidiendose con 1 3 mana.
51
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 26/54
Despertar al dragon
Lasa de t e de la senora Lu
estara cerrada hoy
can mativa del Ana Nuevo chino.
jFeliz ana del Dragon!
La senora Lu se sent6 en la cama de Mimi y
le entreg6 un pequefio sabre rojo de Afio
Nuevo.
-iVaya, 40 d o la r es l Gracias, m am a ... iFue-
ron s61020 el ana pasado !
-Lo se, pero til nacer ana del drag6n. Ya
dar doble dinero de la suerte. Ahara, preparate
desfile. Comienza a [as 11:00.
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 27/54
4
-Pero no quiero ir iN o puedo faltar este
ano? Papa no 1 0 sabra.
Todos los anos, Mimi era obligada a rnarchar
en el desfile del dragon de Afio Nuevo, y odia-
ba cada minuto de el . lY sialguien de la escuela
la vela? Moriria de 1 3 verguenza.
-Dragon traer buena suerte -dijo la senora
Lu-. Mira, poner mi vestido de novia. Seguro
ira bien -sostenia un sencillo vestido rojo de
seda can el cuello alto y diminutas mari.posas
bordadas que bailaban en el frente.
-Alguien en puerta. Yo ir, tu probarlo -or-
den6.
Mimi se puso el vestido de su madre con
reticencia. "Ahora sf parezco una verdadera
china", pens6 disgustada, al ver su reflejo en
el espejo.
-Mira quien venir -la senora Lu entr6 a la
habitacion, seguida de Josh-. Vine a ser pata
del drag6n.
-Hola, Erne. iTe ves maravillosal Como una
princes a china.
-No quiero lucir como una princesa china
-dijo Mimi, molesta.
-Tan bonita -agreg6 su madre, anudando el
cabello de Mimi en una cola de caballo alta.
Ella se sacudio: -Me siento estupida asi. No i r e .
-Aiya -grufi6 la senora Lu. I
-Vamos, Erne. Sera muy divertido -dijo
J h.-iPero estoy tan aburrida de eso! Todos te
miran y te sefialan con el dedo. Te sientes como
linn verdadera idiota.
-iTienes tanta suerte de tener algo asf! Es
un gran prerexto para una fiesta. Mi familia
eran pobres convictos traidos a Australia a ras-
tras en cadenas, 0hay nada que celebrar alli.
Vamos, podemos ir a comer una pizza despues,
lQue dices?
-Esta bien ... Al menos no lucire como una
esrupida yo sola.55
El drag6n esta durmiendo en una vieja
bodega del barrio chino. No se ha movido du-
rante un afio entero. El drag6n tiene la cabeza
de un camello, los cuemos de un venado, la
barba de una cabra, las escamas de un pez, losdientes de LID tigre y la cola de una carpa. Tiene
fuerza y poder. EI drag6n trae la lluvia y Ia
buena suerte, y esta a punro de ser despertado.
Cada afio, el viejo Ma era invitado a realizar
una ceremonia especial. Tenfa 170 afios. Como
era taofsra y practicante del antiguo arte del
fen g s ui, conoda muchos secretos ace rca de Ia
vida, y uno de estos secretos era despertar dra-
gones. Estaba de pie ante un altar con vino,te, carne y fruta, era una diminuta Figura n
traje de negocios, que sostenia un atad d in-
cienso.
-lPara que es roda esa comida. -susurro
Josh, allaclo de Mimi, vestid
negros de kung , fu y una amisa n 1 di fi
de un drag6n en la parte de adelante. J ugaba
con Ia banda raja que tenia en la cintura,
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 28/54
56
-Es para Guan Gong, el guarda del drag6n.
-iQuien e s e l?
-Una especie de dios. Fue un general que
vivi6 n China hace cientos de afios. Ese es
un r trato de el , el que se encuentra sobre la
mesa -era el rerrato de un hombre grande, conla cara raja y una barba negra.
Se encendieron las barras de incienso. El
humo se elev6 en volutas V la fragancia del
sandaio Ilen6 la bodega. El viejo Ma se inclin6
tres veces y comenz6 a recitar una oraci6n
especial en chino.
-Hoy es el Nuevo Afio chino. EIdrag6n sal-
dra a bendecir a la gente V a espantar a los
malos espiritus. Aqui hay una ofrend a para
agradecerte, Gum Gong, per rnantener a salvo
al drag6n todo el ana, mientras dormia.
-lQUe esta diciendo? -susurr6 Josh.
Mimi se encogi6 de hombros V sonri6: - Todo
esto es griego para mi. Esta hablando en otro
dialecto.
El viejo Ma se volvio hacia eldragon. Sumer-
gi6 un pincel en sangre fresca de cerdo. La
muchedumbre contuvo el aliento, mientras el
hombrecilIo se ponfa en puntas de pie para
susurrar al oido del drag6n. Luego, con gran
precision, pinto prirnero un ojo V luego el otro.
La gran bestia habfa clespertado.
Hubo una enorme ovaci6n, V el gran tambor
toc6 un ritmo exultante cuando se aproxim6
el leon que danzaba. Pero, en lugar de hacerse
a un lado para dejarlo pasar, como era la cos-
tumbre, el viejo Ma permaneci6 en su sitio,
mirando al dragon a los ojos, con una expresion
de perplejidad en su arrugada cara. Luego,
como sisiguiera lamirada del drag6n, se volvi6
can lentitud V conternplo fijarnente a Mimi.
Parecia que sus ojos estuvieran mirando dentro
de su cerebro.
Mimi no podia moverse. No podia respirar,
Todo pareda estar sucediendo en camara len-
ta, incluso el sonido del tambor.
Subitamente, elIe6n salt6 al espacio silen-
cioso que habra entre el viejo y Mimi, rom-
piendo el hechizo; 1 0 con forma ban un hombre
debajo de la cabeza y otro debajo de la cola.
La melena naranja del leon, adornada con
borlas, bail6 par el aire como una llamarada.
-Ove, Erne, mejor nos vamonos. Nos estan
llamando -Ie urgi6 Josh.
-lQue? Oh ... esta bien -respondi6, como si
despertara de un suefio. Inclino la cabeza para
mirar una vez mas al viejo Ma, perc Labodega
estaba atestada de gente que segula al drag6n
par la puerta hacia la calle.
Mimi se uni6 a las otras j6venes que en,
cabezaban el desfile. Llevaba un caballo depapel mac he en una larga vara de bambii.
.Otras chicas llevaban lamparas de colores en
forma de flores, hechas de seda. Josh avanzaba
en la parte de arras con los rnuchachos, llevan-
do una Espada ceremonial. Era demasiado jo-
ven para ser una de las patas del dragon,
Un hombre, vestido de seda amarilla, provo-
caba al drag6n con una bola de bambii tejido
57
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 29/54
3
en una vara larga. La agitaba enfrente de la
nariz del dragon, haciendolo avanzar. Era la
perla de la sabidurta, y ningun drag6n podia
resistirse a ella.
La proeesi6n serpente6 por las estreehas
calles del barrio chino. Petardos bailaban al-
rededor de los pies de Mimi, explotando en
diminutas chispas naranja. Pero ella no veia
ni oia nada; estaba pensando todavia en el vie-
joMa.
-lEres Mimi? -Ie dijo una voz sorda a su
lado.
-lQUe? -pregunt6, sacando un taco de
algod6n de su ofdo.
Una persona can una mascara de cerdo, que
llevaba en la mana un rastrillo, repiti6: -lEres
Mimi?
-St, soy yo.
-Entonees tengo un mensaje para ti -el
eerdo Ie entreg6 un pedazo de papel y luego
desapareci6 entre la muchedumbre.
Mimi abri6 la nota:
URGENTE
Rcunase con el senor Ma
12 calle Celestial
Barrio chino
Manana
"Que extrafio. lQue podria querer el s 'n r
Ma?", Mimi se senna entusiasmada y at '111
rizada a la vez.
El desfile del drag6n entr6 a la calle prin I t aldel barrio chino y se detuvo bajo la Pu Ita I 1
Cielo, Mimi no advirti6 siquiera la hilera de dos
pisos de petardos que seria encendida para el
gran final. Estaba buscando a l viejo Ma.
De repente, el sonido de los petardos rompi6
el silencio: cada uno encendfa al siguiente en
una reacci6n en cadena. Luego, tan subi-
tamente como habia comenzado, el ruido sedetuvo. El desfile del drag6n habra terminado
hasta el afio siguiente: el afio de Ia serpiente.
De regreso en la bodega, Mimi se cambi6
con rapidez y fue a buscar a Josh. Estaba ansiosa
por ensefiarle la extraria nota del senor Ma.
La encontr6 aguardando allado de la puerta.
-iQue divertido estuvo! -dijo-. Vendre el
afio entrante can seguridad. Traere a toda una
pandilla de la escuela.-St, yo tarnbien 1 0 disfrute, par primera vez
en mi vida. Vamos a buscar una pizza. Tengo
alga que decirre.
Cuando estaban en el restaurante comiendo
pizza, Mimi le cont6 a Josh acerca del viejo
Ma y le ensefio la curiosa nota. Lo que no Ie
rnosrro fue 1 0 atemorizada que estaba. Deseaba
pedirle que la acornpariara, pero sabia que era
alga que debra hacer sola.
59
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 30/54
La historia de la crnperatriz
Casia
Mmentr6 a la tienda que seencontraba
en el ruimero 12 de la calle Celestial, en el
barrio chino. Pilares de libros y revistas des,
cuadernados estaban apilados sobre repisas
llenas de polvo. Un pequefio golpe los habrfa
rnandado a volar.
-LSI? -pregunt6 una voz ruda detras del
rnostrador.
-Estoy buscando al viejo Ma.
Un dedo, con una ufia pintada de rojo,
surgi6 de la oscuridad y sefial6 hacia la em,
pinada escalera de madera que habra al fondo
del local.
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 31/54
lind s abrio paso cuidadosarnente entre
h, l ihs de libros, Las escaleras le recorda ron
~11 I l gar' ernpinadas y crujientes. Cuando lleg6
, I 1 8 parte de arriba, encontr6 un largo pasillo
'on puertas a ambos lados.
Uam / timidarnente: =Serior Ma testa usted< l . q ul ?
-iEh~se oy6 una voz carrasposa, prove-
ni nte de una de las puertas a la izquierda.
El viejo Ma esra ba sentado en una 5i11ade
uero, de cuyas costuras salta crin de caballo.
Su cuerpo era tan pequeno, y la silla tan grande
y deshecha, que en la penumbra parecia enca-
ramada en la boca de un hipop6tamo gigan-
tesco. En aquel momento, no inspiraba temoralguno. Mimi ahog6 una risita y cubri6 su
sonrisa can 1a mana.
-iQuieres un poco de te de casia? -el viejo
Ma habl6 con una voz semejante a la de viejos
clavos oxidados en la boca. Se inclin6 hada la
pequefia mesa de bronce donde habra una
tetera terracota y dos tazas tan finas como cas-
caras de huevo. El dulce aroma de la flor de
casia invadio la enmohecida habitaci6n, cuan-
do el palido Iiquido amarillo se deslizo como
mid de seda en las dirninutas tazas. Con una
mana nudosa V tiesa, el viejo Ma empuj6 una
de las tazas hacia Mimi, y luego la mir6 pro-
fundamente a los ojos.
-Aver desperte dragon. £1 abri6 ojos y mir6
a alguien en muchedumbre. Yo muy sorpren-
dido. Me volvt y vi cara de una nina. Vi el
Jardin de Emperatriz Casia. iEs cierto, Mimi!
iHas visto Jardin ... ?
-Sf ' , es dena, senor Ma. El Jardin esta en la
vereda, cerca de mi casa. La dibuje can los
pasteles de la emperatriz Casia.
El viejo Ma se sumi6 en su silla de hipo-p6tamo: -Finalmente ... -suspir6-. He espe-
rado tanto ... tantos cientos de afios.
Mimi tuvo la curiosidad de saber si era s610
el mal manejo del idioma del viejo Ma, a sl
realmente habia vivido "muchos cientos de
63
- "anos.
-lHas aida historia de emperatriz Casia?
-pregunt6, antes de que ella pudiera pre-
guntarle su edad.
-lEra una verdadera emperatriz?
- Vivi6 hace mucho tiempo en la China.
-lEra bella?
El viejo Ma asinti6: -La mas bella del pais.
Tenia labios como petalos de rosa, ojos grandes
y cabello negro como noche. Vivir en gran
palacio can rnuchos sirvientes y Hevar tunica
amarilla de emperatriz, Cuando tenia 11 afios,
su padre, gran valiente emperador Wu, morir
en batalla contra barbaros. MuV triste. P r
Casia nina inteligenre. Montar a cab II y
disparar flechas mas derechas q U J 11 .jor
arquero. Nadar mas rapido qu r n ra )1
del mar en la Cueva Occid ntal, y pin r
viento bailando en lago Taihu. ran razon.
Todas las noches, puertas del palacio abiertas
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 32/54
para gran fiesta. Cuando cumpli6 12 afios,
genre dar obsequio
-lQU' obsequio?
-Caja de belles pasteles,
-iLos pasteles de la ernperatriz Casia .. . desde
luego! -exclam6 Mimi-. Muy bien. Pero no
pueden ser los mismos que yo tengo.
-S610 una caja en redo el mundo.
-Pero ... todavta parecen nuevas -dijo Mimi,
incredula.
-Ser pasteles magicos, de mundo antiguo.
Ernperatriz Casia dibujar pared de La sala del
trono -continuo-. Dibujar plan de bello jardin.
Al curnplir 16 anos, construir Jardin de Em,
peratriz Casia. Era jardin de equilibria perfecto
con largo muro de dragon a su alrededor. Todos
los dlas, mperatriz Casia cabalgar hasta el Pa-
bell6n de La Manera Misreriosa. Alimentar
peces que viven en Lago de los Suefios Se-
cretos, y hablarles.
-Un dfa, general Hu, jefe de ejercito, inurn-
pir sala del trono: "iBarbaros atacan desde e l
norte. Atravesar la Gran Muralla!"
'''lQue tan cerca estan?' , preguntar Empera-
triz Casia.
"Dos dias a caballo. Nuestro ejercito no
suficientemente fuerte'.
"Emperatriz Casia toma lentamente t e de
casia. Hace esto para pensat 'Reunir a toda
gente de la ciudad y llevar j ardin. Aguardar
allt barbaros', ordenar.
"Dos dlas mas tarde, barbaros llegar a muro
del palacio, tirar abajo puerta. Pero todo vacfo.
Ni siquiera apetitosa cucaracha arrasrrandose
en piso cocina.
"' iArrasar todo!' grita gran jefe barbaro, 'Y
quemar palacio"
-Y, lque sucedi6 entonces? -pregunt6 Mimi,
conteniendo el aliento.
-Barbaros entrar jardin. Gran jefe barbaro
levantar espada sabre emperatriz Casia.
-iNo! -exclam6 Mimi, can la mana sobre
la boca.
-Pero espera ... cosa muy extrafia ocurrir. No
tener fuerza en brazo. Espada pesa como cinco
elefantes. Granjefe barbara sentir cada vez mas
adormecido. Todo ejercito caer suelo roncando
como oso en cueva de invierno.
=lFantastico! -rio Mirni-. Y lque pas6 en-
tonces?
-Cuando despertar, oIvidar de d6nde han
venido, Creer que ser ejercito de emperatriz
Casia. Gran jefe barbaro, mas leal generaL Paz
reinar otra vez en todo China. Emperatriz
Casia vivir muy larga vida. 93 arios. Luego
rnorir ... j ardin desaparecer de tierra.
- Vaya. Pew le6mo pudo desaparecer? lA
d6nde fuel
-Espacio entre Tierra y Cielo donde yacer
jardin, como drag6n que duenne. Mimi usa
pasteles, jardin r~gresa.
-Pem, lpor que yo, senor Ma?
-Porque tener coraz6n puro.
-Sin embargo, a veces soy realmente mala.
Pregunteselo a rni padre.
65
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 33/54
-Ttl nina desobediente a veces y no escu-
char a papa, til no mala. Pasteles como espejo
del coraz6n. No mentir. Si persona es mala,
pasteles muy peligrosos: por eso deber man,
tenerlos siempre seguros y ocultos. En cada
epoca, pasteles esperar persona adecuada para
traer de nuevo jardin de emperatriz Casia.
Persona como til, Mimi.
-lEs cierto 1 0 que dices?
-Si, as! durante miles de afios.
-Senor Ma -Mimi se incorpor6, can los ojos
brillantes-, venga conmigo. La llevare aljardin
ahara mismo.
-No, Mimi ... no ser posible -euspiro el viejo
Ma-. Jardin Emperatriz Casia s610 para quie-
nes sufren par dentro. Jardin para curar.
Mimi se sent6 de nuevo, decepcionada.
-No importar. Enmivida, ver muchos bellos
jardines, Mimi -el viejo Ma levant61a taza len-
tamente y tom6 un largo y ruidoso sorbo de te
de casia.
La luz disminuy6 subitarnente cuando el sol
se ocult6 detras de los altos edificios de la ciu-
dad.
-Es tarde. Mama estara inquieta. Gracias,senor Ma. Vendre a visitarlo de nuevo.
-Adi6s, Mimi. Y recuerda. cuidar bien los
pasteles.
-La hare ... Oh, casi 1 0 olvido. Hice un obse-
quia para listed -y le entreg6 un pequefio rolla
de papel al viejo Ma.
Cuando Mimi sali6 de la tienda, comenz6 a
caer una suave llovizna. El viejo Ma deshizo la
cinta roja y desenroll6 el dibujo, Mimi habfa
dibujado e l Jardin de la Emperatriz Casia para
el. Una version en miniatura, perc can cada
detalle diminuto y perfecto.
E1v iejo Ma escuch6 un zumbido de alas.
Una libelula sumergi6 su nariz en el Lago de
los Suefios Secretes, y luego vol6 par fuera de
Ia pintura par la empolvada habitaci6n.
-Ah ... Emperatriz Casia ... -susurr6. 67
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 34/54
El regreso del doctor Lu
EI doctor Lu camino a casa desde la es-
tacion del tren, can su maleta en una mana y
una cesta de mimbre cerrada en la otra. Den-
tro de la cesta se encontraba la mas preciada
posesicn del tio Ting: su obsequio para Mimi.La que via el doctor Lu cuando camino ha-
cia la calle Rumba era tan extrafio, que pens6
que se habfa equivocado de direccion al salir
de la estaci6n. Nunca antes habfa vista tanta
gente rondando afuera de su tienda. lHabria
ocurrido un accidente? Cornenzo a correr, con
la cesta balanceandose contra su piema. Cuan-
do lIeg6 al sitio donde se encontraba la
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 35/54
o
mu hedumbr , las p rsonas se apartaron para
de ja rl o pa sa r , como si fuese un gran emperador.
Algunos sonreian y 1 0 felicitaban, orros 5610
sacudlan la cabeza, admirados.
-Has regresado -dijo la senora Lu-. Debes
de estar fangado. Toma un poco de te de casia.
El doctor Lu contempl6 su c li ni ca s or pr en -
dido. Habra genre senrada en las mesas de
mahjong, corniendo y bebiendo. Estaban el se-
nor Honeybun y Alma juntos, absortos en una
conversaci6n. Habia arras personas a las que
el doctor Lu no recanoci6 en absolute Y , en
lugar del alar de las hierbas, un aroma de pas-
teles y de te de casia Ueg6 a su nariz.
-[Que ha sucedido desde que pard? =pre-
gunt6 a su esposa en chino.-Es el mara villa so jardin de Mimi -replic6
la senora I,u, secandose las manes en el delan-
tal y tornando la maleta-. La genre viene a la
calle Rumba 5610para verlo. Organice una casa
de te para ganar un poco de dinero rnientras
estabas ausente.
-El negocio parece ir bien -dijo.
-Mm ... no esra mal. Te traere algo de comer.
-lD6nde esta Mimi?-En la cocina, desayunando -la efiora Lu
se volvio hacia la cocina y llam6-: Mimi, tu
padre ha regresado.
HiOh, no! Se pondra furioso cuando des-
cubra que he estado pintando".
Las patas de la silla chillaron enojadas contra
el suelo de madera, cuando 1a empuj6 hacia
arras.
-H la, Mimi -dijo el doctor Lu, entrand a
la coeina.
-Hola, papa.
=Mama decir que haces mucho dibujo.
-S610 un poco .. Pero obtuve una A en la
prueba de Ingles y 47 sobre 50 en Matemaricas
-dijo can rapidez.-Mm ... bien ... no hablemos ahara de la
escuela. 71
liE "to es una sorpresa
-Te traje un obsequio de parte del tio Ting.
-tEsta vivo todavfa? -pregunt6 Mimi, can
un deja de esperanza.
El doctor Lu hablo en chino, y su vo z son6
triste y cansada. -No, Mimi, muri6 mientras
dormia. Era un buen hombre -los ojos deldoctor Lu se llenaron de lagrimas. Levant6 la
cesta de mimbre y la puso sobre la mesa de la
cocina-. Queria que tuvieras esto.
-iQue es, papa?
-Abrela y veras.
Mimi levant6 el pasador y sintio alga vivo
que se agitaba adenrro. Lentamente, cedio .
la presion. Un perrito de color gris as m 1,
cabeza por 1a abertura, grun n y auil: I Ientusiasmado al v ru r fil ta I n '11 I i . .berrad. Batia s u l i r a n r 1 ,I) ia I qu .
parecia un resorte.: as j r anon' y rlllnn-
tes la mira ron, como la s d S '$IT illa s [ u habra
vista POt la v en ta n a de Stl h . bit i [1.
-IT(o Ting? -susurr n su r ja- l res til?
Levant6 al perrit y I abraz . Su barriguita
era uave y sada, bierta can manchas grises
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 36/54
-~
de difererites tarnafios. Parecia como si su
madre 1 0 hubiera puesto bajo una suave llo-
vizna. can la barriga hacia arriba, y las gotas
de lluvia hubieran permanecido alii. De hecho,
esta era 1 8 1 manera como lc gustaba dormir,
confiado en el mundo. Et perrito gruiua como
un cerdito que hebe leche, cuando Mimi 1 0acunaba en sus brazos y le hacfa cosquillas en
1a barriga.
-leoma se llama, papa?
-EI tio Ting 1 0 llamaba Peppy.
En aquel memento, Mimi sinti6 el impulse
de hacer alga que nunca habra hecho antes.
VacU6 un instante ..Luego puso a Peppy en e]
suelo, se dirigio hacia 5U padre y 1 0 abrazo. Al
principia, fue un poco extrafio: nunea se ha-bran abrazado. Perc cuando Mimi sintio que
el tambien la abrazaba, todo pareci6 tan na-
tural y sencilio como abrigarse debajo de su
cobertor de seda en una neche fria de invierno.
Mimi esraba acostada en su cama, con Peppy
a su lado, como si Ie hubiera pertenecido toda
la vida. De la habitacion contigua, verna el so-
nido familiar de las voces de sus padres ha-
blando entre 5 1 en chino.
-lDe que hablaste can Ting? -pregunt6 la
senora Lu .
-De nuestra tnfancia, de c6mo nos diver-
tfamos. Luego, de 1 0 distintos que eramos, Ting
era un sofiador. De nino, solta sentarse en ei
rejado de Ia casa leyendo poesia todo el dfa,
Yo pense que era un imitil. Ai menos a l f in al
tuvimos la oportunidad de ser hermanos otra
vez -el doctor Lu hizo una pausa-: No come-
tere el misrno error can Mimi.
Mimi pudo sentir una caUdez que derretia
lentarnente los helados espacios entre padre e
hija. Un cambia, mayor que la casa de te de sumadre, mayor que sus pinturas, quizas mas
grande que el rnismo jardin, habra sucedido
en la pequeria y olorosa tienda de dos pisos
del ruirnero 83 de la calle Rumba. 7 3
I
I 1-.,
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 37/54
\ .
t- .
\ r: 'to
/
La promesa rota
La senora Lu estaba ocupada en la cocina
cantando 6peras chinas y preparando jugosos
y gruesos pasteles. Despues del regreso del
doctor Lu, la clfruca volvio a la normalidad,
con excepci6n de una mesa redonda al ladode la ventana con ocho sillas. Cuando la senora
Lu se encontr6 hacienda pasteles en uefi. •
supo que habfa Uegado el momento·d t mar
las cosas con mas calma. Una noch It g
incluso a sonar que los pasteles t nf n tit y
que la perseguian par la c ina.
Detras del mosrrad r, Mimi yud a su
padre a llenar las prescripcion s. La prirnera
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 38/54
-5
paci nte del doctor Lu fue la senorita Stern-
h p. Habra id o specialmente temprano
a u lla manana, porque mas tarde, aquel dia,
nla la cita mas importante de su vida.
El doctor Lu termino de tomarle el pulse a
la senorita Sternhop y de inspeccionar su
lengua. Escribio algunas palabras en su libreta
y Ie entreg6 la prescripcion a Mimi.
Mimi habra comenzado a pesar las hierbas
cuando tenia siete afios, bajo la mirada vi-
gilante de su madre. En aquel entonces, tenia
que subirse encima de cuatro directorios te-
lef6nicos para mirar por encima del mostrador.
Mimi abrio una gaveta, tom6 un pufiado de
hierbas y las puso en una pequena bandeja debronce del tarnario de un plato pequeno. Este
estaba suspendido de una delgada varilla par
tres cuerdas. La varilla estaba hecha de hueso y
tenia diminutas medidas a 1 0 largo de la
superficie, Mimi sostuvo una cuerda rosada
ajustada a la parte superior de la varilla entre el
dedo pulgar y el indice. AI mover un peso hasta
que la varilla esruviera en complete equilibria,
Mimi podia medir can precision las hierbas.-Su salud muy, muy buena hoy, senorita
Sternhop -dijo el doctor Lu-. Su piel tan clara,
sus ojos tan brillantes. S610 necesita hierbas
para mantener salud.
La senorita Sternhop sonrio can sus del-
gados labios. Mir6 luego el reloj. -Oh, cielos,
iya son las 10:00 a.m.? iMi clase de vuelo es a
las dace!
-iDe vuelo? -pregunt6 el doctor Lu, qui-
tandose los lenres para ver si la senorita
Sternhop estaba bromeando.
-He estado aprendiendo a manejar un
planeador, un Blanik. He des ado hacerlo toda
la vida. Sin motor ... 5610 el ruido del viento.
Es Ia sensaci6n mas maravillosa del mundo,doctor Lu -levant6 la cabeza y cerr6 los ojos-.
En el aire, soy tan libre como un aguila. Hoy
debo obtener rni licencia.
La senorita Sternhop se dirigio de prisa hacia
la p ue rta . -Adi6 l doctor Lu , adi6s Mimi.
Deseenme suerte -grit6, apresurandose calle
arriba, como si ruviese alas en los talones,
El doctor Lu e volvi6 hacia Mimi. -Muy
extrafio ... senorita Sternhop como joven otravez. Hierbas no tan fuertes.
-Ha estado en el Jardin, papa.
-i]ard[n?
-tSabes .. ? En el [ardfn de Ia Emperatriz
Casia -Miml sefialo hacia la calle.
-Pero s610 pintura,
-Eso parece, perc hay gente que pasea
denrro del J ardin todo el riernpo.
-lCaminar denrro de pintura? No poder
creerlo.
-El J ardin 5610puede ser dibujado can unos
pasteles especiales que me obsequi61a senorita
0" Dell. Solo las personas que necesitan ser
curadas de alguna rnanera pueden entrar al
Jardin. Suefia extrafio, 10se, pero cuando salen,
son diferentes. Es par eso que la senorita
Stemhop ha cambiado. Su suefio era volar y
77
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 39/54
ahora 1 0 hace. Despues de que entre, el senor
Honeybun tuvo el valor de pedir a Alma que
saliera can el.
-iPor que no habla genre acerca de interior
del Jardin?
-Esa es precisamerite la cues ti6n. nadie
recuercla estar dentro de el, con excepci6nde mi. Probablemente porque fui yo quien
1 0 pint6.
El doctor Lu sacudi6 la cabeza, mcredulo.
-Es cierto, papa. El viejo Ma dice que el
Jardin ha existido durante miles de afios.
Siernpre esta ahi, esperando que la persona
indicada use los pasteles y entonces el jardin
cobra vida de nuevo. Esta vez fui yo.
La senora Lu sacaba una bandeja de pastelesfritos de Ia cocina.
- Vengan, prueben la nueva receta. Tiene
pasta de frijol rojo -dijo entusiasmada.
Mimi tom6 un par de palillos y pesc6 un
pastel. -Mmm. de lictoso, mama =dijo,
mientras mordia la crujiente pasta del pastel.
La suave y dulce pasta de frfjol se deshizo en
su boca. Estaba muy sabroso.
-tHas estado en el J ardfn de Mimi? -pregunt6el doctor Lu a la senora Lu .
-Estuve en la entrada y lef la inscripcion,
pero no sucedi6 nada.
-Es porque no necesitas el Jardin, mama.
Din g din g d ing . La puerta de la tienda se
abri6. Gemma entr6 en la tienda, siguiendo a
su madre.
-Senora Johnson, pase, por favor. Sientese
=dijo el doctor Lu.
"Oh, no, [que esta haciendo aqui?" El pastel
que tenia Mimi en 1aboca le supo de repente
pastoso y seco.
-Gracias, doctor Lu . Gemma me dice que
esta en la misma clase con su hija. Pens6 que
seria agradable reunirse can ella, mientras yo
estoy en mi consulta,
-Buena idea. Mimi, ocupate de Gemma.
Llevala a tu habitaei6n.
-Pero, papa, estoy ocupada. Debo limpiar
la clinica.
Gemma se aproxim6 con ccnfianza al
rnostrador, sonriendo can su gran sonrisa falsa,
como si fuese 1amejor amiga de Mimi.
-HoIa, Mimi -luego se incline sobre el
mostrador y susurr6-: Pense que podiarnos
conversar, mientras mama esta en su trata-
miento de p6cimas de brujo con tu papa, el
doctor Apestoso-Lu.
-lQue quieres? -susurr6 Mimi.
-Apresurate, Mimi. lQue te pasa? Lleva a
tu amiga al piso de arriba -el doctor Lu ladespidio con un gesto.
=lre preparar te para ti y Gemma --dij ,.
senora Lu-: Vamos, apresurate, Tu p dr .st
ocupado.
Con reticencia, Mimi la ndu]o a su
habitaci6n. "Esta tramando al .l us?
Gemma preferiria morir a que la vi ran. !l
conmlgo .
79
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 40/54
-Que simpatico pernto. lComo se llama?
-pregunro Gemma, dejandose caer sobre la
carna.
Estiro la mario, pero la retire rapldamente
cuando Peppy grufio "Bien hecho, Peps",
pens6 M im i. S iern pre estaba tan t ranquilo.
Nunes antes 1 0 habia visto grufiir a nadie. "Los
perros pueden sentir cuando alguien es malo.
Me pregunto si ha y un tipoespecial de mal
olor que despiden tamhien"
-Bonita habitacion -ciija Gemma sarcasti-
camente-. Mama me compr6 una cama doble
cuando curnpli 12 afios, y un cobertor rosa
encendido -solto una risita-. Ove, t u tarnbiend eb erta s p ed ir uno ... -rn iro a su alrededor-.
Pensandolo bien, no ereo que irfa bien. Tu
habi.taci6n es mas pequeria que mi alacena.
-lPor que viniste, Gemma?
-Estaba de compras can mama, es todo. iPor
que tanta suspicacia!
-Porgue no confio en ti.
-Mimi -llam6 la senora Lu desde lo parte
de debajo de la escalera-. Baja a tamar r e dela manana.
-En un segundo, mama.
-No, baja ahora.
-Esta bien -Mimi avanz6 haci.a la puerta-.
Vamos, Gem ma, veri conmigo.
-No. Esperare aqui rnismo -repuso fda-
mente-. No tocare nada, 1 0 prometo -Gemma
hizo una cruz sabre el coraz6n y mir6 a Mimi
can inocentes ojos azules.
-Mirm -llam6 otra vez su mama.
- T6mate tu tiernpo. SOlo jugare con tu
perrito mientras regresas. Vamos, Pupy, vamos
-Peppy grufi6 y luego salto de la eama para
seguir a Mimi ..
En cuanto estuvo sola, Gemma comenz6 a
busear par to da la h abita cto n. "E so s p aste les m e
haran f amosa" , pens6. Mira en la estanteria,debajo de 1acama, en el armano. "Aparecere en
la caratula de Chica Ma ra villo sa . T o do s estaran 81
tan celosos. lD6nde Loshabra puesto?"
Gemma abri6 el cajon de la mesa de noche.
-iS1i.iii! -exdam6 entusiasmada, y luego se
cubriola boca en caso de que alguien hubiera
escuchado su grito de alegria. "Sera eI
eomienzo de mi carrera como acrriz, 0 quizas
sere modelo".Cuando Gemma levanro la tapa, le vinieron
a la mente de inmedlato extrafias imageries.
-iVaya, es fantastical .... ..emma cerr6 la tapa
con rapidez , y ocu1t6 lo s pasteles debajo de su
blusa.
Baj6 sigilosamente la escalera y atraveso la
clinica. -Ire a casa antes, mama. Acabo de
recordar que tengo deberes que hacer -su
madre no levanto la cabeza, 5610 se despidi6con la mano cuando Gemma pas6 a SU lado,
Mimi salio corriendo de la cocina cuando
oy6 a Peppy ladrar freneticamente. Nunca
habia Iadrado en la clinica. Algo estaba muy
mal. Puso la bandeja de bebidas en el suelo y
corrio a su hahiracion. "Por favor , que no sean
lo s p a st ele s" , r ez o. Pero cuande via el panuelo
de seda en el suelo donde Gemma 1 0 habia
nrrojudo, sintio como si se hubiera robado su
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 41/54
n lm a tam bi en .
"Tal vez no sea dernasiado tarde", pens6
dcsesperadamente.
Mimi vol6 escalcras abajo, salio y corrio calle
abajo basta 1 3 casa de Gemma. Peppy corria a
su lado. Mientras llegaba, practicaba una voz[ucla, -DEVUELVELOS, GEMMA, sf : QUELOS TIENES, LOS QUIERO AHORA.
Ueg6 a una casa con un bonito sendero
borde ado de rosas blancas. Respire protun-
damenre y oprimi6 el timbre de seguridad que
habra en la pared.
-lQuienes? ......csey6 la voz de Gemma,
-Sabes perfectamente quien es, Gemma.
iDevuelveme los pasteles!-lEres tu, Mimi? Larnento no haberrne
quedado para el t e de la manana, pero recorde
que tenia unos debe res por terrninat =dijo
Gemma, can voz de inocente.
-Devuelvelos 0 te acusare.
-Mira, Mimi, no tengo idea de que hablas.
Desesperada, Mimi cambro de t0110: -Por
favor, Gemma. La senorita 0 /DeU dice que
son realrnente peligrosos, y 1 0 mismo dijoelviejo Ma. iNo 1 0 yes? No puedes usarlos.TNo
debes usarlos:
~No se de que hablas. Debo irme ahora.
Adi6s -el interrupter se apag6.
Mientras Mimi caminaba de regreso a casa,
sentfa como si todos sus huesos se hubiesen
fracturado y sus rmisculos se hubiesen con-
vertido en gelarina. Le6mo se 10 dirfa a la
senorita 0'" Dell? E1 viejo Ma estaba equi-
vocado. Ella no mereda los pasteles Ni
siquiera habra podiclo cuidar bien de eUos..
Mimi mir6 el cielo, henchido de sombrias
nubes grises. Un rayo. El ruido de un trueno.
El v...ento azoraba las negras cuerdas de la luz,
tocandolas como una guicarra. Luego, como si
toda la fuerza de I a n at ura le za la c as tig ar a, lleg6
la lluvia. Senna cada gota como si fuera una 83
bala de plata en 5U piel.
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 42/54
La maldici6n
Impotente, Mimi mira par Ia ventana de
la tienda c6mo sedisolvia lentarnente eljardin.
EI Lago de los Suefios Secretos, e l Pabe llcn
de IaManera Misteriosa, el Muro del Dragon,
todos se convirtieron en riachuelos de un color
indefinido que corrian par la vereda y caian a
los desaguaderos que se entrecruzaban debajo
de la ciudad. Se habian perdido los pasteles y ,
ahora, el Jardin. Y la lluvia no amain6 hasra
que Mimi hubo agotado sus Iagrimas.
Josh la salud6 con larnano par la ventana, Y
luego entr6 a [atienda. =Hola, Erne. Memuero
de hambre. lHa hecho pasteles hoy tu mama?
Mlrni se volvi6 a
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 43/54
" ( Y " ique te pasa? -pregunt6.
I ln 0 urrid algo terrible.
_. ue es, Erne?
M inti respire profundamente y luego, como
lJI a repr sa que estalla, le cont6 aJosh acerca
'l bsequio de la senorita O/Dell, la maldi-" 1 n d los pasteles, su encuentro can el viejo
Ma, lahistoria de la ernperatriz Casia y el poder
curativo del jardin.
Josh la escuchaba incredulo.
-iVaya, eso esasombroso! -dijo, cuando ella
termin6.-Pero ahora Gemma ha robado los pasteles.
-lQue? le6mo ocurri6 eso?
- Vino a verme y yo estupidamente la dejesola en mi habitaci6n.
- Todo estara bien, Erne. No te preocupes.
Sentira remordimientos y te los regresara.
-No, Gemma no. Estoy realmente asustada
por ella. La senorita 0' Dell y el viejo Ma
dijeron que los pasteles pueden ser peligrosos
-Mimi sepult6 su cabeza entre las mano .
-lTe dijeron alga acerca de la maldici6n?
-pregunt6 Josh.-No. Nunca pregunte. lQue voy a hacer?
Josh se puso de pie -Ire de inmediato
a casa de Gemma y los recuperar e -dijo
dccididamente.
-Sera inunl. Ya intente hacerlo -la voz de
Mimi sonaba cansada y sin vida.
-lY que hay de la senorita 0 'Dell? lYa se
1 0 dijiste?
-No puedo -Mimi estaba otra vez a punto
de llorar-. Confi6 en mi yyo rornpf mi promesa.
-Pero no fue tu culpa. Vamos, Erne, tendras
que dedrselo tarde 0 temprano.
-La se -dijo Mirni-. Eso es 1 0 que terno
-suspir6 profundamente y luego mir6 a Josh.
-iQue?
-Temo par Gemma.
- - 5 £ , yo rambien.
-Pero tambien tengo este mal pensamiento
que dice: "Me alegro, me alegro, se 1 0 merec ".
Es horrible ... lVes?No me merezco los pasteles.
-Eso 5610 signifies que eres normal -di]
Josh-. Si no estabas destin da I: -n r I
pasteles, no hubieras podido cr .r 1Jar in dla Emperatriz Casia, lverdad? V : rnos, Em ,
busquerno a la sefi rit U, n qu
s marche casa.
La sen. rita It - aba upada lavando
paletas Y pincel s. -H la, Mimi, hola, Josh.
Que agrad 1 s rpr a.
Mimi mant nl I ojos fijosen una mancha
de pintura n el piso de lin61eo: - Tengo algo
que decide.La senorita 0' DeB se sec6 las manos con
una toalla y se acerc6 a la enorme mesa de
madera: -lQue sucede, Mimi? -pregunt6
preocupada.
-Gemma robo los pasteles, senorita O'DelL
La deje sola en mi habitacion. Se que no
hubiera debrdo hacerlo. Ahora no quiere
devolverlos.
87
~Yolos use una vez -la senorita 0/ Dell mir6
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 44/54
Mimi miro a Ia senorita O~Den a la cara.Todavia tenia la misma expresion suave y
hondadosa._Y el jardin .. se ha perdido tambien. La
Uuvia 1 0 borr6 ... 1 0 siento.
-No fue culpa de Eme -dijo Josh lealmcnte-.
Fue Gemma. Estaba celosa.
Los ojos de Mimi se abrieron asombrados:
-iCelosa? lPor que habrfa de estar celosa? Ella
1 0 tiene todo.
- Toda la atenci6n que recibiste por el jardin
Ia puso terriblemente celosa, especial mente
cuando apareci6 tu fotografia en eI diana. Y
lquien es ahara la chica mas popular de la
escueIa? No es Gemma.
-Josh esta en 1 0 cierto, Mimi. No fue tu
culpa -dijo la senorita 0' Dell-. lLe dijiste 10
peligrosos que pueden ser?
-Si, pero eso s610hizo que los deseara mas .
Usted conoce a Gemma -Mimi se senro-.
lQue pasaria si los usara?
La cara de la senorita 0' Dell empalided6
subitamente y un temblor Ie recorri6 todo e]
euerpo. Mimi y Josh se miraron sorprendidos.
Fue entonces cuando un frio ternor par laseguridad de Gemma invadio lentamente a
Mimi, pues advirtio que Ia senorita 0 ~Dell
tambien debi6 haber usado los pasteles. Pero
lera algo tan aterrador que no podia siquiera
hablar de ella?
Una parte deMimi no queria saber. Para ella,
los pasteles eran puros, buenos y bellos. lComo
podrfan ser una maldicion?
par la venrana.
-lQue sucedi6? -pregunt6 [osh-. i Fue
realmenre malo?
. .-~e temo que fue mucho peor de 1 0 que
jarnas hubiera podido imaginar.
Mimi y Josh aguardaron a que Ia senoritao~Dell continuara.
Se volvio a mirarlos. -De nina, soha pasar 89
mucho tiernpo en la pequeria cabana de mi
abuelo en el campo. Era cocinero en un barco
mercante y rccolectaba recuerdos de todas
partes del mundo; los guardaba en un alto
armaria de madera a l final del pasiIlo. Habia
mascaras hechas de conchas, plumas y barto.
"Habia tarnbien borellas de extrafias formas,tazas y estatuas de jade, huesos y collates. Era
como un museo en una caja de zapatos. EI
armario estaba cerrado siernpre con Have. A
nadie se le permitfa abrirlo, Onicamente el
abuelo tenia la llave. Cada vez que iba a
visitarlo, abrfa el armario, sacaba uno de sus
tesoros, y me narraba una historia acerca de
el. Yonunca me eansaba de ofr estas historias
aun euando las hubiera escuchado miles deveces antes.
"En un viaje a China, trajo consigo una
bellfsima caja de p asteles, U n viejo vendedor
callejero de Shangai se Ia vendi6. EI abuelo
me dijo que la caja se encontraba entre viejos
y empolvados pinceles, piedras de tinta y roUos
de papel, como un girasol en un cementerio
invemaL Cuando se marchaba con la caja de
p:l:-. lelc5 bajo el braze, el viejo le dijo. 'Los -Torne los pasteles que no eran mfos. Asf
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 45/54
1 < ls l '1 -"5 n 5 n de esre mundo. Pueden ser un
l'sore para algunos, y una maldici6n para
o trc '. se si crey6 1 0 que le dijo 1 viejo,
p .ro el abuelo nunca levant61a tapa de la caja,
nun cuando yo constantemente 1 0 fastidiaba
para que 10hiciera.
"U ri dia , me encontre sola en 1a casa. El
abuelo habia olvidado su llave en la mesa del
r cibo. Abrt el armaria, saque la caja y luego
levante la tapa. En un instante, rni mente se
lleno de visiones dantescas y , aun cuando me
aterrorizaban, tenia que dibujarlas. No podia
evitarlo. Salt al bosque que se eneontraba
detras de la cabana, donde habia una roca
plana, y cornence a dibujar algo siniestro y
horrible. Todo el tiempo, senria que se burlaba
de mi. Estaba atemorizada, tanto, que cord a
esconderme en la casa. Pero cuando pense en
el abuelo y c6mo se enojaria cuando descu-
briera 1 0 sucedido, puse los pasteles otra vez
en el armaria y la Have clonde la habra
encontrado. A l dfa siguiente, con miedo en el
coraz6n, regrese a aquella roca. Todas las
plantas y arbustos que habia a su alrededor
habian muerto. lSaben que? Nada ha crecido
a1Hdesde entonces. Era como si cada pedazo
de vida hubiera sido extirpado de aquella
tierra"
-Es horrible -dijo Josh.
-Pero usted no es mala, senorita 0~elL
lPor que pint6 un jardin asf -pregunt6 Mimi.
como 1 0 ha hecho Gemma. No me perte-
nedan. Ahora puedo comprenderlo. Ni
siquiera le pertenedan a mi abuelo. Cuando
murio, me 1eg6todos sus tesoros. Mantuve esos
pasteles escondidos durante 22 afios .... hasra
que re conod a ti, Mimi. Desde el primer diaque viniste ami clase, supe que te pertenecian.
- Y ahora los he perdido. 91
=Quizas no sea demasiado tarde -dijo la
senorita 0 "Dell-. Acompafienme al salon de
profesores y hare algunas llamadas.
No respondi6 nadie en casa de Gemma. La
senorita 0~ell intent6 entonees llamar a
Ofelia. Su padre respondio.
-El padre de Ofelia die que salio canGemma alrededor de las 4:00 p.m., pero no
tiene idea a d6nde fueron -dijo la senorita
O~Dell cuando colgo-. Mimi, lsabes a donde
habran podido ir? -s naba desesperada.
Mimi pens6 unmomenta y luego replic6:
-5610 al centro comercial. Suele ir alli a
menudo.
Josh asintio: -Si es atenci6n 1 0 que esta
buscando, usaf los pasteles en el centrocomercial seria ellugar perfecto.
-Bien. Ustedes dos ensayen alli. Yo i r e a c s
de Gemma.
Cuando Mimi y Josh llegaron al 'IHr)
comercial, era hora de cerrar. Dl f l u j lu IIm l
de compradores, 5610 quedaban unas
personas. E l centro c m rial r a " ' 1 1 . • un
pequefia arcada, con una hit fa de tiendas
den r y t er a hil ra de t iendas sabre la calle; colira -Yo tambien te arno, Peps -1 0 levant6 y
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 46/54
p r mu 1 los chieos de la escuela 1 0
utiUz an como lugar de reuni6n, y al
su inamiento vacio como pista de patinaje.
-Nos encontraremos en diez minutes -dija
M imi-. iApresurate:
-Esta bien -dijo Josh.Mimi buse6 en las tiendas que aun estaban
abiertas e inspecciono los banos. Gemma y
Ofelia no e veian par ninguna parte. Diez
minutes mas tarde, se encontr6 can Josh, quien
sacudia negativamente la cabeza.
Mimi 1 0 mir6 desesperada. Estaba oscu-
reciendo.
-No hay nada mas que podamos haeer, Eme
-dijo [osh-. Es mejor que regresernos a casa.-Sf, supong que tienes raz6n -Mimi 1 0
sigui6 como un robot. Estaba dernasiado
cansada para pensar.
Al comienzo de la calle Rumba, se des-
pidieron.
-No te preocupes, Erne. Toda saldra bien
-josh trataba de sonar optimista.
Mientras Mimi carninaba hacia su casa,
penso que xrrano era que tad a pudiera ser
tan bueno en un momenta, y lu ego, a1
momenta siguiente, todo pudiera s r tan malo.
"Ahara comprendo 1 0 que deda el tio T in g. El
ciclo del cambio: Yin y Yang. Me pregunto
uanto tendre que esperar para que el cielo
j re otra vez" Suspire y abri6 la puerta de
I ti n . Peppy bail6 alrededor de sus pies,
hind abriolas y batiendo furiosamente su
se sent6 con el en la escalera. Peppy Ie puso su
cabeza en el hombro. Podia sentir su tristeza.
Mimi perrnanecio alli pensando: "Si yo fuera
Gemma, ia d6nde ina can los pasteles? Querria
estar en un lugar tranquilo, porque no querria
que me descubrieran. Perc, par otra parte, oytan vanidosa que quiero que todos vean mi
fantastica creaci6n" Mimi repas6 var ios
lugares en su ment "iEl Parque de los
Cauchos Fantasmas seria el lugar perfecto!
Vado durante los dias de trabajo, y atiborrado
de gente durante el fin de sernana", -Es alli
don le esta, Peps, seguro.
Torno la antorcha y Ie orden6 a Peppy que
quedara donde estaba. S610 los fantasmas ylos locos iban al parque de los fantasmas en la
noche. Uncreciente temor comenz ~a subirle
por la espalda, como un millen de agujas
heladas. Mimi no era un fantasma ni estaba
loea, pew sabia que debia ir alli. Tenia que
salvar a Gemma y, ante todo, tenia que
recuperar sus pasteles.
93
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 47/54
El Parque de los Cauchos
Fantasrnas
AqueHa noche 5610habra una fracci6n de
la luna, cubierta parcialmente can manchas
de nubes grises, can una estrella que ocasio-
nalmente luchaba par brillar entre ellas. Mimi
temblaba y sus dienres crujian cuando entr6al parque. Sabia que no era por el frio.
Mientras avanzaba por el sendero princ ipal ,
via el enorme caucho fantasma. Su tron '0
blanco y desnudo y sus ram as, con larH tls y
delgados dedos, paredas brazos gig.an!'. q L H :
se extendian para agarrar a lIHlqnl ~n' till '
pasara a su lado, La gent d . l l u ~ n J ' lo H l I l ' 1 : m h " ,
"el arbol del ahorcado".
En el x r m sur del parqu , el arr yo bola de boliche gigantes, habian cafdo miles
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 48/54
-)
~5 d Negr e habfa convert ido en un
furi so rio. Mimi resbalo por los matorrales
hasta un sendero enlodado que coma allado
del arroyo.
E 1 follaje de los arboles creaba una luz
inquietante. Algunas personas decfan quehabian visto fantasmas de ahorcados en
aquellos bosques. "Per o yo no creo en
fantasmas", se record6 a sf misma Mimi. Fij6
su mente en su objetivo: hallar a Gemma y los
pasteles.
E1 fuerte olor de l a ra iz de cebolla l1enaba el
aire, y e l agua que corria pOTel arroyo pareda
llamar su nombre: "Miiiiimiiii . .. Miiiimiiii . .."
Luego vio el brillo de una fogata al otro ladodel torrente. Y via dos figuras oscuras que se
movfan, con sus largas sombras bailando en
las rocas del acantilado.
Mimi comprendfa por que Gemma habia
elegido aquel sitio. La enonne cara de la roca
era como una pantalla gigante de television
Cualquier dibujo podrfa ser vista desde
cualquier lugar del parque.
Se dirigi6 al puente, que se encontraba cercade un kil6metro carriente arriba. Un subito
alarido se elev6 par sabre el ruido del torrente.
-iGemma! -grit6 Mimi freneticamente,
pero el viento se llev6 su voz, Mimi supo que
no habra tiempo de ir hasta el puente.
Donde se encontraba, el arroyo era mas an-
h y luego caia en una cascada sobre las rocas,
n una serie de rapidos, Enormes piedras, como
de anos arras del acanrilado. ormalmente,
e te era el lugar perfecto para cruzar, pero
aquella noche las rocas esraban rodeadas par
un torrente de espumas blancas. Sin embargo,
Mimi sabia que tendria que arriesgarse.
Camin6 diez pa os hacia arras y despuescorri6 tan rapido como pudo hacia el borde
del agua. Cay6 con pies y manos en la mitad
de la prirnera piedra, asiendose a su resbalosa
superficie, rnientras que la espuma chorreaba
a su alrededor, salpicando y mojando su ropa.
<lS610faltan dos", se dijo, Perc el segundo salto
seria mucho mas dificil. Como no podia
impuisarse, tendrfa que saltar como un gate.
Calm6 su agitada respiraci6n y luego salt6.Pero el salto no fue lo suficientemente largo.
Cay6 duro sobre ellado de la piedra y resbalo
par su rugosa superficie, deslizandose en el
agua. Un punzante dolor le atraveso la rodilla.
Con rodas sus fuerzas, se aferr6 y trep6 a la
toea, y luego se senro sobre eUa para cuidar de
su herida sangrante. El dolor se convirtio en
una punzada que palpitaba. Se sintio debit.
"Es imposible", pens6 Mimi, cuando mir6la ultima piedra, que ahara pareda tan
distance. "Nunca 1 0 lograre". Luego gimi6
cuando advirtio que estaba dernasiado lejos
para regresar. Se sinti6 tan indefensa como un
gate herido en una autopista llena de trafico.
Mas alla del rugido del agua, pudo escuchar
otto alarido. Sribirament record6 par que
estaba alli. los pastele , el jardin y Gemma.
97
IIVIUllll,~, Mimi, no seas cobarde. iLevantate! -iApartatel -grit6 Mimi freneticamcrue-.
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 49/54
I IU 1 tllhlt· que V i] sea deruasiado tarde".
M im i sc levan to, can la espuma blanca del
> 1 1 : \ 1 1 1 g llipcando at p ie de la roca. Centro su
11H'11l1' en un lugar en la mitad de la piedra
~Inlr lc r u c, o lv i dandose del espacio entre elias.
( : t lIll(~h asta tres, p id io ayuda al tfo T ing y luegodj() un gran sa lto . Sus pies cayeron perfec-
uunente esta vez. Recuperando el equilibria,
Mim i sa lr o can fac ihda d a la orilla.
No habra un sendero deeste lado del arroyo,
s610 un borde de piedra que sobresalia del
ncanti lado. Se deslizo par e l, con la espalda
apoyada contra la roca, hasta que lleg6 a un
claro. Podia o r r la voz de Gemma.
~iEstos pasteles san increfbles ' Mi jardin esta n buena como e l de Mimi -Gernma retro-
cedi6 para admirar la enorme pintura que
habra creada sabre la roea.
~No pense que pudieras dibujar tan bien,
Gem. Dejarne probar -ovola voz impaciente
de Ofelia.
-iDetente! -exclam6 Mimi.
-Hola, Apestosa, Uegaste justo a riernpo para
ver c6mo pengo 1 3 ultima pincelada en mi obra
maestra. iMafiana, cuando todos vengan a1
parque, sere famasa!
La luz de 1a fogata brillo en la cara de la
roca .. Un de do helado recorrio el cuello de
Mimi y baj6 por su espalda. Gemma habfa
dibujado un jardfn oscuro y aterrorizador. Era
como la muerte misma.
iTe engullira:
-.lQue dijiste? -las dos chicas se doblaron
de risa.
-Se que es bueno, pero no exageres -se burlo
Gemma-. S610 estas celosa porque mi jardln
es m ejo r qu e el tuyo. -Gemma sostenia la cajade pasteles de la ernperatriz Casia en alto, como
si fuese un trofec-- .. Puedo dibujar tan bien
como tu, y ahara estes son pasteles mfos,
-Oye, Gem, ique di.ce la inscripci6n? =pre-
gunr6 Ofelia, volviendo la eabeza hacia un lado
para descifrar 1 0 que habra garabateado sobre
la roea.
~Es brillante Me Heg6 en un instante
Escuchen -Gemma toco cada palabra mientrasIda la inscripci6n-: "En el Jardin de la Oscu-
ridad comienzan todas las pesadillas ... "
Subitamenre, una gran masa de nubes B u r g i O
del jardfn ..Tenfael sonido Y la fuerza de uri
gigantesco huracan. Y entre las nubes apar ,-
dan repulsivas serpientes can lenguas oruo
latigos y ojos ensangrenrados .. R p aban,
giraban y se devoraban unas a otras.
=iApartare de el, Gemma! -grit Mimi. Pr
el jardin ya habia comenzado a cngulllrla n
su purrida boca negra, que se abrf y s - c rraba
como una llaga supurante.
Mimi tomo a Gemma por Ia cintura y halo,
Pero era dernasiado tarde: la cabeza y los brazos
de Gemma ya estaban atrapados denrro del
jardfn de 1a Oscurtdad.
99
Bajo las nubes tormentosas, no habia una de la Oscuridad absorbia cada vez mas a
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 50/54
-J
gota de viento; s610 un siIenciomortaL Gemma
abri6 la boca para gritar. Un largo y ronco
gemid fue el uuke sonido que pudo ernitir,
Mir6 horror1zada a su alrededor, los arboles
deformes y el arido paisaje. Una luna llena se
asomaba par sabre un lago negro y frio, pew
apenas brillaba. Era como si se hubiese tejido
una telarana gigantesca sabre el cielo.
Gemma trato de correr, pero la parte inferior
de su cuerpo estaba todavia par fuera del
jardin. Podia sentir que Lahalaban desde afuera
Mimi y Ofelia, pero rambien que la halaba
desde dentro una fuerza mucho mas poderosa.
Luego via alga que se movia entre las
sombras. Una criatura horrenda, can forma de
serpiente, de pie] viscosa y malvados ojos
verdes, se aproxim6 .reptando y deslizandose
hacia ella par un muro ondulante. Intenro
gritar, pero era como si sus pulmones y su
garganta estuviesen taponados con algod6n.
Gemma estaba campletamente indefensa.
A medida que se aproximaba, podia oler su
aliento caliente y fetido sabre su cara, como el
de un cadaver descompuesto y podrido, Luego
sus garras se aferraron a sus hombres, halando
y [levandola a sus fauces.
-iRapiclo, Ofelia, ayudamel iEstoy perdien-
do la fuerza! -grit6 Mimi.
Ofelia cave al suelo y se aferro desespe-
radamente a las rodillas de Gemma.
-Es demasiado fuerte. Yo rampoco puedo
sostenerla -exclam6 Ofelia,. mientras el J ardin
Gemma.
Mimi sintio de repente una mano frfa en SD
hombro. Grit6.
-Soy yo -exclam6 Josh, en media del
tremendo ruido.
-iOh, Josh, justo a tiempo! .iRapido., aferratea Gemma! i E l [ardln [a esta enguHendo!
Josh sostuvo a Gemma par la cintura, Mimi
asi6 sus piernas y Ofelia halaba los tobillos. Era
un juego letal de tira y afloja.
-iNa podemos dejar que nos venza, inten-
tela con mas fuerza: -grit6 Mimi, al sentir
subitamente que era atraida par eI jardin-.
Cuando cuente tres. Hagarnoslo. Uno ... dos ...
tres ... iAHORA!
Can el ultimo estallido de fuerza que les
quedaba, finalmente consiguieron arrastrar a
Gemma fuera del jardin. Cayeron hacia arras
en una pita de brazos, piernas y cuerpos.
Permanecieron aUi at6nitos y agotados.
-i.Que viste alla adentro? -susurr6 Ofelia.
Pero Gemma no respondi6. Esraba mor-
talmente palida. Pasmada por el mie do,
man tenia aun los ojos fijos en la masa retorcida
que era el Jardin de I a Oscuridad. el comienzo
de todas las pesadillas.
Mimi sintio una gota de Iluvia en la cara.
Luego, orra, y una mas. Mir6 a1 cielo que se
oscurecia. La lluvia cay6 sobre el parque,
salpicando 1a cara de Ia roca con flechas de
agua, destruyendo el jardfn y limpiando la
tierra que 1 0 rodeaba.
10 1
, dg\IIllUS d a uf. Este sitio me aterra
In h "llbi6 I cuello de la carnisa.su voz-. Casas viles y malvadas. Regresen al
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 51/54
lln 1 1 . - nconrraste? -pregunt6 Mimi,
n " I d '11. I 1 0 pasteles.
() 1 s incline para ayudarla. -Eliza supo
l( do ,I riernpo donde estaba Gemma, pero no
l' all' via a decirselo a nadie. Finalmente,
'nr f 5 .
Caminaron en silencio a 1 0 largo del pie del
n ntilado hacia el puente que cruzaba eln yo, mas arriba. No notaban la lluvia.
mma estaba como un zombi. No habia
pronunciado una sola palabra desde que la
sacaron del jardfn.
Elarroyo estaba crecido y corria can rapidez.
J sh cruz6 el puente primero; luego, Ofelia y,
despues, Gemma y Mimi, lado a lado.
Mimi sostenia la caja de pasteles de la
emperatriz Casia cerca de su cuerpo. Podia
sentirlos, calidos y vibrantes contra su coraz6n.
Sabia que le pertenecian. -N unca los perdere
de vista otra vez =susurro-. Mis preciosos
pasteles. Ustedes son parte de mi y yosoy parte
de ustedes -y los abraz6 can mas fuerza.
Mimi no via c6mo se agrandaban los ojos
de Gemma en una mirada loca, ill como se
abalanz6 sabre ella. Solo tomo un segundo. Y
para cuando Mimi advirtio lo que sucedia, era
demasiado tarde. Con la ira y la furia de un
violenta tornado, Gemma Ie arranc6 la caja
de las manos a Mimi, corri6 hacia ellado del
puente y la lanz6 al agua. -iHasta nunca!
-grit6, como sipudiera hundir los pasteles can
lugar de donde vinieron.
Mimi vio con horror c6mo 1 0 pasteles de la
ernperatriz Casia flotaban en la superficie par
un momenta y luego desaparecfan, arrastrados
por el torrente de agua.
-Gemma, lque has hecho? -exc1am6 Mimi.-Le hice un favor a todos -grit6 Gemma.
-Pero no puedes destruir los pasteles. iN o
1 0 sabes? Han existido durante miles de aries
-Mimi e ahog6 en sus lagrimas, Corri6 a 1 0
largo del arroyo, buscando 1a caja freneti-
camente en el agua can la mirada) esperando
que saliera de nuevo a flote 0que se encontrara
atrapada entre las piedras. Pero fue inutil.
Habia perdido los pasteles para siempre.Mimi regres6 a reunirse can los dernas. Las
lagrimas corrian par sus mejillas. Ni siquiera
podia odiar a Gemma. No le quedaba ningiin
sentimiento. -Te hice un favor, Mimi -la voz
de Gemma temblaba y su cuerpo tiritabs
incontrolablemente-. Si hubieras vista 1 0 que
yo vi en aquel repulsivo jardin, habrfas hecho
exactamente 1 0 mismo. Tendre pesadilla
durante el resto de mi vida.
10 3
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 52/54
Dulces suefios
Desde su carna, Mimi podia ver el espacio
vacfo que solian ocupar los pasteles de la
emperatriz Casia. Los pensamientos se atro-
pellaban en su mente, como alas que rompen
en la playa. Daba vuelras una y otra vez sobre
la almohada. "Probablemente estan flotando
en el mar ahora", pens6. "iQuien los encon-
trara despues? Espero que sea alguien buena".
EI unico consuela de Mimi era el pequefio
Peppy, arrimado a ella en el cobertor, can la
barriga hacia arriba, roncando fuertemente. fly
el jardfn, Nunca mas 1 0 vere tampoco".
II .lu! 1'lIllHlll dl,l'l IIIHd l' 11\111.111\\,11111111:1 y 01.,'1111,1 1.111Ihl~'11 l'~l:i I v h i : - , j111I'Q(lt·:11I1],n:-, 1 (1
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 53/54
11111 '1 1 ,\ 1 11111 Y "JiI'llll/f ,'III" I1I'nl'llllllll'llll ,~,MinH
I II I IIIh i, ( "I ,"'llli,lll d ' la :>ed:l, pt'llllh IIt'V,1I1111
I,I 1,1I1t'.;1 Ill' 1:1 :d tn ul.w d~ 1. U n» IWl'V:1 idl':1
11111111'11:1 ('II ~11 mente. E l hilo CL1W Y b r i l l n n i c
t iL 11I1 lH'J\~;unicntn: "EI jardln ... rodavia esta
1\1p If... PlIl,(h: que hava regresado al espacio('11111.' (·1l .ic 1 0 y LaTierra, pero esta creciendo
1 1" 11 11 '1 1 l it : rodas eS8S personas .. La senorita
S11'1' IIIH I jl , cIsenor Honeybun, la senora Jacobs,
1 , 1 M'I-lor Hu ... quiero decir, Ed, y todas esas
II1I :I~personas a quienes cur6. Y si esta en elias,
.kllt' cstar tarnbien en mi' Este pensamiento
III("(1IIst116.
I 'cI1PY la miraba y gemfa. -Esta bien, Peps -
Mimi 1 .0 acaricio suavernente.
''Tanta genre ha cambiado a causa de los
pasteles yel Jardin. Gemma ya no me fastidiara,
estoy segura de eso. Tendra pesadiIlas para el
resto de su vida. eso es suficiente castigo".
"Tuvo que morir el rio Ting para que papa
carnbiara. Eso es muy drastico. Supongo que
en lugar del Jardin, es el tfo Ting quien esta
denrro de el ahora. Hola, do Ting. Te alegrara
saber que papa esta mucho mas alegre ulti-
mamente. Ya no me presiona par el trabajo de
Ia escuela. No podia creer]o cuando dijo que
m e llevarla at cine ... Es la primera vez que 1 0
propene. Esta contento tambien porque ahara
hablo en chino con el. Nunca antes 1 0 habia
advertido, perc es muy util cuando no quieres
que otras personas sepan de que estas hablando.
nil ,IOIII~. A~II'"clLI, l'11:II,III!t.'lll lk Ll P:I'::".
" i Y jmll" 1 . \ I 1 ' ~ hll'II,C:-' hll'11 P:III'( kl,.l, lh.lkl'
)I III I vnri:H Ivll) :111l1g! I. 1 : . . . c · 1 111.l'j( II :llldgl) que
haya li.:nidll j:lIl1:Is..E.I I'lnico ;uni.gll que he
tenido. elm excep ionde la scfiorira O'Dell y
de Peppy"La mente de Mimi era como una capa de
nieve recien caida. todos los pensamientos
grises habfan desaparecido. Se relaj6 en Ia
cama, dispuesta a conciliar el suefio. Luego,
mientras el petalo de una flo! de casia le rozo
la rnejilla, una joven, de labios como borones
de rosa y con una tunica de la mas fina seda
amarilla, entr6 a los dukes suefios de Mimi.
-Emperatriz Casia ... -susurr6.
-Esra aquf, esra a n a , todo aI rrusmo tiernpo,
Mimi -la voz era como el trino de un pajaro
en un bosque tranquilo de Ia montafia-. iN a
puedes verla? +graciosamente aparto la larga
manga bordada can aves y flores, y luego agir6
el brazo como si estuviese en media d !Jardin ..
Mimi apart6 e l cobertor y se senr6 en lacama.
Mir6 hacia donde senalaba la ernperatriz asia,
pew 5610 via la pared vacia ! su habitac ion.
La emperatriz Casta se incline yaccrc su
cara a la de Mimi. EI aroma de la dulc tlor sc
hizo mas fuerte, -Busca profundamente dentro
de ti -dijo-. Deja que venga ..... que venga
lentamente a la superficie. EI Jardin esta a l l f ,
pero debes ayudarle a crecer, Cuando oigas
cantar a tu coraz6n, aparecera el Jardin.
107
Mimi cerr6 I OJOS.
5/15/2018 El Jard n de la Emperatriz Casia - Gabrielle Wang - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/el-jardin-de-la-emperatriz-casia-gabrielle-wang 54/54
108
-Pu do.. pu do sentirlo-susurr6 Mimi,
mientras el Jardin surgfa dentro de ella. El
Mur d 1 Dragon, el Lago de los Suefios Se-
cretos, las montafias y los temples y , final-
In nte, el Pabe1l6n de la Manera Misteriosa,
aparecian como una pelfcula sabre la pared dela habitacion de Mimi.
-Vamos, ahora dibuja el [ardfn con tu co-
razon. Ya no necesitas los pasteles -la ernpe-
ratriz Casta tom6 1a mano de Mimi y juntas
salieron a 1acalle desierta. Estaba oscuro, can
excepci6n del brillo verdoso del alurnbrado.
La lluvia habta lavado todo, dejando una
noche calida y clara de verano.
Mimi podia sentir ahara cada detalle delJardin dentro de S 1 . Y aun cuando los viejos
pasteles que utilize estaban rotos y opacos, las
lineas y los colores eran tan vibrantes como
antes. El jardfn de la Emperatriz Casia cobraba
vida una vez mas.
-Dibujalo cuantas veces quieras; pues nunca
se agota .. .-dijo la ernperatriz Casia. Y , con este
susurro, desapareci6.
El Espiritu del Valle nunca muere:Se llama la Mujer Misteriosa,
Y la entrada a la Mujer Misteriosa
Es la raiz del Cielo y de la Tierra.
Esta alli dentro de nosotros todo el tiernpo;
T6mala cuando quieras, pues nunca se
agota.
Lao Tzu (400 AC)
Recommended