El pueblo de Dios es un pueblo peregrino. Es un camino que, vivido con plenitud, nos lleva a la luz...

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El pueblo de Dios es un pueblo peregrino.

Es un camino que, vivido con plenitud, nos lleva a la luz esplendente de la Pascua.

La palabra “Cuaresma” viene de cuarenta.Es un tiempo de prueba,

de preparación.

Para un encuentro gozoso y radiante con Cristo resucitado.

El antiguo pueblo de Israel caminó 40 años por el desierto para llegar a la “tierra prometida”.

Moisés sube al monte y permanece 40 días

para recibir los mandamientos de Dios.

Elías llegó al monte Horeb después de una penosa travesía de 40 días a través del desierto.

Jesús también quiso prepararse para el comienzo de su predicación con 40 días en el desierto.

Nosotros tenemos ahora 40 días “penitenciales” para llegar más limpios a la meta, que es Jesucristo.

Caminar hacia Jesús es sintonizar con El, es pensar como El, es vivir con El y como El.

El evangelio de este día es de san Marcos. Habla de Jesús en el desierto de una manera muy breve, pasando ya a sus primeros mensajes.

Mc 1, 12-15 Dice así:

En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto.

Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás.

Vivía entre alimañas

Y los ángeles le servían.

Cuan-do arres-taron a Juan,

Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.

Decía: “Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios:

Convertíos y creed en el Evangelio”.

Palabra del Señor

Para vivir rectamente este tiempo, la Iglesia nos propone tres prácticas cuaresmales: el ayuno, la oración y la limosna.

De ello se hablaba desde el miércoles de ceniza.

Este año el papa, en su exhortación cuaresmal, se ha fijado especialmente en el AYUNO.

Dice el Papa:

Qué valor y qué sentido tiene para nosotros, los cristianos, privarnos de algo que en sí mismo sería bueno y útil para nuestro sustento.

“La Sagrada Escritura y toda la tradición enseñan que el ayuno es una gran ayuda para evitar el pecado y todo lo que induce a él”.

“Puesto que el pecado y sus consecuencias nos oprimen a todos, el ayuno se nos ofrece como un medio para recuperar la amistad con el Señor”

“Jesús habla contra los fariseos, porque observaban las prácticas del ayuno, pero su corazón estaba lejos de Dios”.

“Por eso el verdadero ayuno consiste sobre todo en cumplir la voluntad del Padre celestial”.

“En nuestra época hay personas que ayunan como una medida terapéutica para el cuidado del propio cuerpo”.

“Para un cristiano, el ayuno debe servir para mortificar el egoísmo, para controlar los apetitos de la naturaleza debilitada por los pecados”.

“El ayuno debe significar el don total de uno mismo a Dios”

Para abrir el corazón a Dios, en el tiempo de Cuaresma es muy propicio el recibir el sacramento de la Confesión.

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Pero el ayuno que Dios quiere es sobre todo:

Practicar las obras de misericordia.

Este es el ayuno que agrada al Señor.

Este es la sincera conver-sión.

Este es el ayuno que agrada al Señor.

Parte tu pan con el hambriento,

Dale posada al peregrino,

Acoge al emigrante y extranjero.

Este es el ayuno que agrada al Señor.

Esta es la sincera conversión.

Este es el ayuno que agrada al Señor.

Abre las cárceles injustas,

Libra los presos

y oprimidos,

y rompe las cadenas y los cepos.

Este es el ayuno que agrada al Señor.

Esta es la sincera conversión.

Este es el ayuno que agrada al Señor.

Mira al Señor que está escondido,

Sale al encuentro en los hermanos:

Y rasga el corazón y no el vestido.

Este es el ayuno que agrada al Señor.

Esta es la sincera conversión.

Este es el ayuno que agrada al Señor.

Que nos acompañe la Virgen María, causa de nuestra alegría, y nos sostenga en el esfuerzo por liberar nuestro corazón para que se convierta cada vez más en “tabernáculo viviente de Dios”

Y termina el Papa:

AMEN