El seminarista y su familia. Seminario Menor, Diócesis de Celaya 2014

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SIGUIENDO A CRISTO CON MI FAMILIA

ENCUENTRO CON PADRES

DE FAMILIA19-OCTUBRE-2014

SEMINARIO MENOR

¿Vocación?

Cada persona es llamado a la existencia como un

acto creador del amor de Dios y llamado a vivir

en comunión de amor con Él: Vocación (llamada).

Esta vocación se configura

mediante el seguimiento de

Cristo en la santidad del amor:

Mt 4, 21-23; 5, 48; Ef 5, 1, 4.

Siendo un don gratuito de

Dios, donde Él toma la

iniciativa (Mc 3, 13; Jn 15, 16),

es necesario una respuesta y

compromiso del hombre (Jn 1,

35-39; Mt 19, 21-22).

Para seguir a Cristo, para responder a

nuestra vocación, necesitamos la ayuda de

los demás (Jn 1, 35; 1, 40-42; 4, 28-30.39-

41).

Caminos específicos para seguir a Cristo

La vocación a ser santos, avivir en comunión con DiosPadre, en Jesucristo por elEspíritu Santo, se realiza en lahistoria de cada hombre ymujer según diversos génerosde vida y ocupación, según susdones y funciones (GS 41):vocaciones específicas delMATRIMONIO, SACERDOCIO,VIDA CONSAGRADA (religiosa),CELIBATO en el mundo.

Los padres han de

respetar y valorar la

libertad de cada uno de

sus hijos, animando su

vocación personal y sin

pretender imponerles

ninguna determinada

vocación (SH 36).

Llamado a la vida sacerdotal

Como Jesús llamó a susApóstoles para estar con Él ypara enviarlos a predicar en suNombre (Mc 1, 16-20; 3, 13-14), así continúa llamando amúltiples jóvenes para ser susnuevos apóstoles, sus nuevossacerdotes (PDV 1): vocación alsacerdocio.

Hay que orar parapedir vocaciones (Mt9, 37-38).

¿Cómo reaccionaste?

Cuando llega el momento de ladecisión, surge una inquietud engran parte de los muchachos:«¿cómo va a reaccionar mifamilia?».

Ante un hijo que decide sersacerdote o religiosa, observamosuna diversidad de reaccionesentre sus padres y familiares.

¿Alegría, sorpresa, indiferencia,enojo, rechazo, sentimiento deser bendecidos, preocupación?

¿Cómo acompañar y ayudar la vocación de tu hijo, hermano, etc.,

seminarista?

La familia cristiana ha ofrecido siempre y

continúa ofreciendo las condiciones favorables

para el nacimiento de las vocaciones: “primer

seminario” (PDV 41; OT 2).

En el seno de la familia, «los padres hande ser para sus hijos los primerosanunciadores de la fe con su palabra y consu ejemplo, y han de fomentar la vocaciónpersonal de cada uno y, con especialcuidado, la vocación a la vida consagrada»(CEC 1656; LG 11).

La ayuda y acompañamiento en la vocación de

sus jóvenes en el sacerdocio se sitúa en tres

momentos principales:

Antes de entrar al Seminario.

Durante los años de vida de discernimiento y madurez vocacional en

el Seminario.

En su vida de Ordenado.

Antes de entrar al Seminario

Dándoles lasherramientas necesariaspara responder a lavocación al amor.

Educación humana ycristiana.

Testimonio.

Vida de piedad.

Valores y virtudes.

Etc.

“Deberán entonces, adaptar la formación al amorcasto a las necesidades de estos hijos, animándolosen su propio camino hasta el momento del ingresoen el seminario o en la casa de formación, o tambiénhasta la maduración de esta vocación específica aldon de sí con un corazón indiviso” (SH 36).

Formación en el Seminario

Rezando por ellos.

Estando atentos de su desarrolloformativo en el Seminario.

Integrándolos a la vida familiarordinaria.

Ambiente familiar adecuado.

Compartir las experiencias de vida delseminario.

Fomentando la rectitud y coherencia devida con respecto a su vocación.

Apoyo material y económico; etc.

Ministerio Sacerdotal