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Estudiando el Capítulo
Siete de Juan
www.esperandeisrael.org
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Estudiando el
Capítulo Siete
de Juan
Introducción:
El apóstol Juan era hermano de
Jacobo, hijos de Zebedeo, ambos
pescadores de profesión, el
Maestro los llamó para su
ministerio mientras arreglaban sus
herramientas de trabajo: “Y
pasando de allí vió otros dos
hermanos, Jacobo, hijo de Zebedeo, y
Juan su hermano, en el barco con
Zebedeo, su padre, que remendaban
sus redes; y los llamó. Y ellos,
dejando luego el barco y á su padre,
le siguieron.” Mateo 4:21 – 22. Eran
oriundos de la zona más olvidada
de la tierra de Judea, este apóstol
escribió su Evangelio, tres cartas y
el libro de Apocalipsis, fue testigo
ocular de todos los
acontecimientos que se dieron en
el magisterio de Jesucristo y
aprendió bien el libreto de su
Maestro transformándose
asombrosamente en un hombre
manso pletórico de amor y
adquiriendo un conocimiento muy
elevado acerca de la Divinidad de
su Maestro.
Hemos preparado este material de
estudio sobre el capítulo siete del
Evangelio de Juan para
documentar a nuestros coadjutores
sobre algunas doctrinas reveladas
en esta pequeña porción de su
Evangelio, leamos los textos 1 al 4
del capítulo 7: “Y pasadas estas
cosas andaba Jesús en Galilea: que
no quería andar en Judea, porque los
Judíos procuraban matarle. Y estaba
cerca la fiesta de los Judíos, la de los
tabernáculos. Y dijéronle sus
hermanos: Pásate de aquí, y vete á
Judea, para que también tus
discípulos vean las obras que haces.
Que ninguno que procura ser claro,
hace algo en oculto. Si estas cosas
haces, manifiéstate al mundo.”
Esto es lo que se puede entender al
leer todo el capítulo en cuestión
que nuestros lectores deben
estudiar cuidadosamente para que
se formen un concepto general de
todo este marco de estudio.
Cuando leemos que los judíos lo
querían matar, debemos
entender estrictamente que se
refiere a la cúpula religiosa, es
decir sacerdotes, los doctores
de la Ley, y la mayoría de los
dirigentes de diversas escuelas
de pensamiento que en ese
tiempo existían y lógicamente
Jesucristo no comulgaba con
ellos por la mala interpretación
de la Ley que habían inventado.
3
En el texto dos Juan alude a la
fiesta de los tabernáculos o cabañas
curiosamente como una fiesta de
los judíos, no le pone la
importancia religiosa ni histórica
que originalmente tuvo esta fiesta
de las cabañas o tabernáculos,
como el resto de las fiestas anuales
eran festividades nacionales de
Israel según la carne, donde iban
implícita su cultura, su origen
como nación y el recuerdo de su
esclavitud.
¿Qué recordaban con la fiesta de
las cabañas?: “Y le haréis fiesta al
Eterno por siete días cada año; será
estatuto perpetuo por vuestras
generaciones; en el mes séptimo la
haréis. En tabernáculos habitaréis
siete días; todo natural de Israel
habitará en tabernáculos, para que
sepan vuestros descendientes que en
tabernáculos hice yo habitar a los
hijos de Israel cuando los saqué de la
tierra de Egipto. Yo vuestro Dios.”
Levítico 23:41 – 43.
Los textos son más que claros y
contundentes al demostrar que
eran para que los hijos de Israel
recordaran el tiempo que vivieron
en el desierto, por eso el apóstol
Juan señala que era una fiesta para
los judíos, algo que no alcanzaba a
los gentiles porque estos nunca
habían habitado en tales
condiciones por orden de Dios, las
fábulas judaicas le han agregado
huecas filosofías a estas fiestas para
impresionar a los gentiles y que
estos también la celebren diciendo
algo así como que es símbolo del
milenio pero la verdad de la
Palabra enseña lo contrario, y
curiosamente Juan aunque era
judío se excluye en el texto, él
hubiera escrito que era una fiesta
de nosotros los judíos, empero no
escribe así sino simplemente “Una
fiesta de los judíos”, de esto
hablaremos más adelante que relata
Juan en este capítulo.
Los incrédulos hermanos de Jesús
Ahora veamos cual fue la actitud
de los hermanos de Jesucristo con
respecto a su ministerio, Juan
señala que ellos no creían en Él
como Maestro enviado del Cielo,
leamos los versos 3 al 5: “y le
dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y
vete a Judea, para que también tus
discípulos vean las obras que haces.
Porque ninguno que procura darse a
conocer hace algo en secreto. Si
estas cosas haces, manifiéstate al
mundo. Porque ni aun sus hermanos
creían en él.”, es que nadie sabía
nada acerca del engendro de
Jesucristo en el vientre virginal de
María, ella guardó todas las cosas
4
extrañas y sobrenaturales que
sucedieron: “Pero María guardaba
todas estas cosas, meditándolas en su
corazón.” Lucas 2:19
María, la esposa de José, un
carpintero del municipio de
Nazaret perteneciente a la
provincia de Galilea, por la
operación del Espíritu Santo, fue la
Madre de Jesús, el hijo mayor de
este santo matrimonio, en el
Evangelio de Marcos se registra
con toda naturalidad y sin
alteración alguna el nombre de sus
hermanos: “Salió Jesús de allí y
vino a su tierra, y le seguían sus
discípulos. Y llegado el día de
reposo, comenzó a enseñar en la
sinagoga; y muchos, oyéndole, se
admiraban, y decían: ¿De dónde
tiene éste estas cosas? ¿Y qué
sabiduría es esta que le es dada, y
estos milagros que por sus manos son
hechos? ¿No es éste el carpintero,
hijo de María, hermano de Jacobo,
de José, de Judas y de Simón? ¿No
están también aquí con nosotros sus
hermanas? Y se escandalizaban de
él. Mas Jesús les decía: No hay
profeta sin honra sino en su propia
tierra, y entre sus parientes, y en su
casa. Y no pudo hacer allí ningún
milagro, salvo que sanó a unos pocos
enfermos, poniendo sobre ellos las
manos. Y estaba asombrado de la
incredulidad de ellos. Y recorría las
aldeas de alrededor, enseñando.”
Marcos 6:1 – 6, realmente las
Escrituras no registran que esta
santa mujer María haya seguido
una vida de virginidad después de
haber nacido su hijo primogénito,
no señala la Escritura que Jesús
haya sido el unigénito hijo de
María sino “el primogénito”: “Pero
no la conoció hasta que dio a luz a su
hijo primogénito; y le puso por
nombre JESÚS.” Mateo 1:25. Y si
dice primogénito es obvio que
hubo más hijos, cuando leemos que
no la conoció José está señalando
que no cohabitó con ella hasta que
nació el engendro del Espíritu
Santo, de hecho cuando José
contrajo matrimonio con la virgen
María era para llevar una vida
marital como el Dios ha ordenado,
en ningún momento José está
pensando que María iba a ser
divinizada, el ángel Gabriel no le
dijo absolutamente nada de esto
que hoy se dice de María, léalo en
su propia Biblia en el Evangelio de
Mateo 1: 18 al 25: “El nacimiento
de Jesucristo fue así: Estando
desposada María su madre con José,
antes que se juntasen, se halló que
había concebido del Espíritu Santo.
José su marido, como era justo, y no
quería infamarla, quiso dejarla
secretamente. Y pensando él en esto,
he aquí un ángel del Señor le
apareció en sueños y le dijo: José,
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hijo de David, no temas recibir a
María tu mujer, porque lo que en ella
es engendrado, del Espíritu Santo es.
Y dará a luz un hijo, y llamarás su
nombre JESÚS, porque él salvará a
su pueblo de sus pecados. Todo esto
aconteció para que se cumpliese lo
dicho por el Señor por medio del
profeta, cuando dijo: He aquí, una
virgen concebirá y dará a luz un hijo,
Y llamarás su nombre Emanuel, que
traducido es: Dios con nosotros. Y
despertando José del sueño, hizo
como el ángel del Señor le había
mandado, y recibió a su mujer. Pero
no la conoció hasta que dio a luz a su
hijo primogénito; y le puso por
nombre JESÚS.” Mateo 1:18 – 25
La Virginidad no Salva, sino la Santidad
Una mujer puede ser virgen y gran
pecadora, ¿Cómo así?, es
borracha, drogadicta, malcriada
con sus padres, y si nunca ha
cohabitado con varón es virgen,
pero no Santa. Repetimos, la
virginidad no salva y las Escrituras
revelan que si una virgen se casa no
peca: “Mas también si te casas, no
pecas; y si la doncella se casa, no
peca; pero los tales tendrán aflicción
de la carne, y yo os la quisiera
evitar.” 1 Corintios 7:28
Doncella es sinónimo de Virgen, así
leemos en la versión de Casiodoro
de Reina, Sagradas Escrituras
1569: “Mas también si tomares
mujer, no pecaste; y si la virgen se
casare, no pecó;…”
Este dogma que ella está en el cielo
y que como virgen hace milagros
las Escrituras no lo avalan, no
revela el Santo Escrito que Dios la
haya elevado a esa dignidad de
diosa. ¿Por qué se puede decir que
si tuvo vida marital con José se
convertiría en una mujer pecadora?
El matrimonio es santo, lo ideó
Dios, los dogmáticos religiosos son
los que lo han desfigurado. Otros
argumentan que José ya estaba
muy anciano y que el matrimonio
con María fue un simple arreglo, y
Las Escrituras presentan que
María fue una mujer Santa antes
y después del parto, pero eso
no implica que haya sido virgen
todo el tiempo y deificada, era
una mujer de carne y sangre
engendrada no según la
voluntad de Dios sino según la
voluntad de varón, por lo tanto
no puede ser una divinidad, con
toda naturalidad se casó y tuvo
sus hijos, solo uno fue
engendrado por el Espíritu
Santo.
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esos hermanos que aparecen de
Jesús eran hijos solo de José pero
esto solamente refleja una
maquiavélica idea para sostener
una mentira, las Escrituras son
claras y dicen que José al principio
se sintió incómodo cuando vio a su
prometida con signos de gravidez:
“José su marido, como era justo, y
no quería infamarla, quiso dejarla
secretamente. Y pensando él en esto,
he aquí un ángel del Señor le
apareció en sueños y le dijo: José,
hijo de David, no temas recibir a
María tu mujer, porque lo que en ella
es engendrado, del Espíritu Santo
es.” Mateo 1:19 – 20.
Si José hubiese ido a los ancianos
del pueblo y se hubiera quejado de
la anormalidad que miraba en
María la hubieran lapidado, pero la
acción de él fue irse secretamente,
porque era justo, no quiso
difamarla o sea que como hombre
sintió celos de su futura esposa, no
hay tales de que era un matrimonio
arreglado, no sabemos cuánto le
costó a José aceptar esta verdad,
pero tuvo que hacerlo porque era
un hombre de Dios.
“El dogma de la Maternidad Divina
se refiere a que la Virgen María es
verdadera Madre de Dios. Fue
solemnemente definido por el
Concilio de Efeso(año 431).
Tiempo después, fue proclamado
por otros Concilios universales, el
de Calcedonia y los de
Constantinopla.
El Concilio de Efeso, del año 431,
siendo Papa San Clementino I
(422-432) definió:
"Si alguno no confesare que el
Emmanuel (Cristo) es
verdaderamente Dios, y que por
tanto, la Santísima Virgen es Madre
de Dios, porque parió según la carne
al Verbo de Dios hecho carne, sea
anatema."
El Concilio Vaticano II hace
referencia del dogma así:
"Desde los tiempos más antiguos, la
Bienaventurada Virgen es honrada
con el título de Madre de Dios, a
cuyo amparo los fieles acuden con
sus súplicas en todos sus peligros y
necesidades" (Constitución
Dogmática Lumen Gentium, 66)”
(Fuente: EWTN, Eternal Word
Television Network,
https://www.ewtn.com/spanish/Mar
ia/dogmas_marianos.htm#LA
MATERNIDAD DIVINA)
Estos fueron arreglos doctrinales
que se dieron a partir del año 400
d.C., los grandes apóstoles y la
segunda generación de estos
grandes hombres nada hablaron
acerca de este dogma, y las
Escrituras son testigo, porque no se
menciona absolutamente nada de
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que a María Dios la haya elevado a
diosa, antes bien se ve claro que el
cristianismo descarriado, queriendo
imitar a los paganos que se han
caracterizado por tener sus diosas,
y ellos queriendo imitar a los
paganos se idearon una diosa:
María, con los títulos de: “La Reina
del Cielo”, “La Madre de los
desamparados”, y “la intercesora
de los pecadores”; los títulos son
bonitos, pero no son reales, porque
las Escrituras, la única fuente de
verdadero crédito no lo avalan.
Los hermanos de Jesús
Al principio ya dijimos que no
creían en Él, eso es lo que revela
Juan en el capítulo siete pero
andando el tiempo la situación
cambió, Jesucristo después de
resucitado se le apareció a uno de
los incrédulos hermanos, y este fue
a Jacobo: “Después apareció a
Jacobo; después a todos los
apóstoles;” 1 Corintios 15:7
Este Jacobo se convirtió en un
baluarte para la causa de Cristo, no
figuró entre los doce apóstoles,
pero seguramente con el
aparecimiento de su hermano se
convirtió a la causa: “Después,
pasados tres años, subí a Jerusalén
para ver a Pedro, y permanecí con él
quince días; pero no vi a ningún otro
de los apóstoles, sino a Jacobo el
hermano del Señor.” Gálatas 1:18 –
19.
Después que Jesucristo ascendió al
cielo y en la espera del descenso
del Espíritu Santo sucedieron cosas
extraordinarias, entre ellas la
conversión de los hermanos de
Jesús, la Palabra revela: “Y
entrados, subieron al aposento alto,
donde moraban Pedro y Jacobo,
Juan, Andrés, Felipe, Tomás,
Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de
Alfeo, Simón el Zelote y Judas
hermano de Jacobo. Todos éstos
perseveraban unánimes en oración y
ruego, con las mujeres, y con María
la madre de Jesús, y con sus
hermanos.” Hechos 1:13 – 14
Seguramente la conversión de
Jacobo contribuyó enormemente
para que el resto de sus hermanos
en la carne se convirtieran.
¿Cuántos Jacobos se
mencionan en el ministerio de Jesús?
Esto es sumamente importante
saberlo para evitar confusiones en
cuestiones de tiempos y personas.
El primer Jacobo que encontramos
es el hermano de Juan apóstol,
ambos hijos de Zebedeo: “Pasando
de allí, vio a otros dos hermanos,
Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su
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hermano, en la barca con Zebedeo su
padre, que remendaban sus redes; y
los llamó.” Mateo 4:21
También está Jacobo hijo de Alfeo:
“Y cuando era de día, llamó a sus
discípulos, y escogió a doce de ellos,
a los cuales también llamó apóstoles:
a Simón, a quien también llamó
Pedro, a Andrés su hermano, Jacobo
y Juan, Felipe y Bartolomé, Mateo,
Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Simón
llamado Zelote, Judas hermano de
Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a
ser el traidor.” Lucas 6:13 – 16
Y Jacobo el hermano del Señor,
quien no figura entre los Doce:
“pero no vi a ningún otro de los
apóstoles, sino a Jacobo el hermano
del Señor.” Gálatas 1:19
Algunos historiadores dicen que el
Jacobo que mató Herodes Agrippa
I en el año 44 d. C. fue el
hermano de Juan, hijos de
Zebedeo: “En aquel mismo tiempo
el rey Herodes echó mano a algunos
de la iglesia para maltratarles. Y
mató a espada a Jacobo, hermano de
Juan.” Hechos 12:1 – 2
Se cree que el autor de la Carta de
Santiago es Jacobo el hermano del
Señor, y el autor de la carta de
Judas también es hermano del
Señor: “Judas, siervo de Jesucristo,
y hermano de Jacobo, a los llamados,
santificados en Dios Padre, y
guardados en Jesucristo” Judas 1:1
Jesucristo no le dio importancia a la fiesta de
los tabernáculos
A juzgar por lo que le dice a sus
entonces incrédulos hermanos:
“Subid vosotros a la fiesta; yo no
subo todavía a esa fiesta, porque mi
tiempo aún no se ha cumplido. Y
habiéndoles dicho esto, se quedó en
Galilea. Pero después que sus
hermanos habían subido, entonces él
también subió a la fiesta, no
abiertamente, sino como en secreto.”
Juan 7:8 – 10.
Ya para ese tiempo a Jesucristo lo
buscaban para matarlo, la cúpula
religiosa le tenía miedo porque los
romanos les podían quitar el poder
religioso y dárselo a Él como era
costumbre entre los romanos que
al líder religioso de mayor
aceptación lo entronizaban en los
templos. Si Jesucristo no fue al
principio de la fiesta, sino como
dice el texto 14: “Mas a la mitad
de la fiesta subió Jesús al templo y
enseñaba” Está escrito que: “lo
incompleto no puede contarse”
Eclesiastés 1:15, entonces si
Jesucristo llegó hasta la mitad de la
fiesta no se le podía contar que iba
a celebrarla, su propósito era otro
y lo manifiesta Juan en su Escrito:
“Y le buscaban los judíos en la fiesta,
y decían: ¿Dónde está aquél? Y
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había gran murmullo acerca de él
entre la multitud, pues unos decían:
Es bueno; pero otros decían: No,
sino que engaña al pueblo. Pero
ninguno hablaba abiertamente de él,
por miedo a los judíos. Más a la
mitad de la fiesta subió Jesús al
templo, y enseñaba. Y se
maravillaban los judíos, diciendo:
¿Cómo sabe éste letras, sin haber
estudiado? Jesús les respondió y
dijo: Mi doctrina no es mía, sino de
aquel que me envió.” Juan 7:11 – 16.
La atmosfera que se respiraba era
tensa sobre Él, la cúpula religiosa
había ordenado capturarle:
“Entonces procuraban prenderle;
pero ninguno le echó mano, porque
aún no había llegado su hora.” Juan
7:30 La presencia de Jesucristo
durante los restantes días de la
fiesta causó tremendo revuelo, y
dice el verso 32: “Los fariseos
oyeron a la gente que murmuraba de
él estas cosas; y los principales
sacerdotes y los fariseos enviaron
alguaciles para que le prendiesen.”
Juan 7:32 Con esto Juan nos está
testificando que Jesucristo no llegó
sumisamente a meterse a una de las
ranchitas donde estaban los judíos
recordando su historia en el
desierto, antes bien llegó a
provocar un revuelo, el cual
intranquilizó a todos los que se
encontraban en Jerusalén: “En el
último y gran día de la fiesta, Jesús
se puso en pie y alzó la voz, diciendo:
Si alguno tiene sed, venga a mí y
beba. El que cree en mí, como dice la
Escritura, de su interior correrán
ríos de agua viva. Esto dijo del
Espíritu que habían de recibir los
que creyesen en él; pues aún no
había venido el Espíritu Santo,
porque Jesús no había sido aún
glorificado. Entonces algunos de la
multitud, oyendo estas palabras,
decían: Verdaderamente éste es el
profeta. Otros decían: Este es el
Cristo. Pero algunos decían: ¿De
Galilea ha de venir el Cristo? ¿No
dice la Escritura que del linaje de
David, y de la aldea de Belén, de
donde era David, ha de venir el
Cristo? Hubo entonces disensión
entre la gente a causa de él. Y
algunos de ellos querían prenderle;
pero ninguno le echó mano. Los
alguaciles vinieron a los principales
sacerdotes y a los fariseos; y éstos
les dijeron: ¿Por qué no le habéis
traído?” Juan 7:37 – 45
Entre toda la cúpula religiosa había
un hombre importante que estaba
cierto que Jesús, el mal llamado
Galileo, era verdaderamente el
Cristo, pero no pudo revelarlo
públicamente, solamente le dejó un
Mensaje subliminal a todo el
sanedrín, pero estos lo rechazaron:
“¿Acaso ha creído en él alguno de
los gobernantes, o de los fariseos?
Mas esta gente que no sabe la ley,
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maldita es. Les dijo Nicodemo, el que
vino a él de noche, el cual era uno de
ellos: ¿Juzga acaso nuestra ley a un
hombre si primero no le oye, y sabe
lo que ha hecho? Respondieron y le
dijeron: ¿Eres tú también galileo?
Escudriña y ve que de Galilea nunca
se ha levantado profeta.” Juan 7:48
– 52. Si ni aun sus hermanos le
creían ¿Cómo le iba a creer el
sanedrín? Estos despectivamente
decían que era galileo, el cual era
sinónimo de ignorancia, no tenía
ninguna certificación de alguna
escuela de pensamiento que lo
acreditara como Maestro: “Sucedió
un día, que enseñando Jesús al
pueblo en el templo, y anunciando el
evangelio, llegaron los principales
sacerdotes y los escribas, con los
ancianos, y le hablaron diciendo:
Dinos: ¿con qué autoridad haces
estas cosas? ¿O quién es el que te ha
dado esta autoridad?” Lucas 20:1 –
2. Esta pregunta era bien profunda
y al mismo tiempo le exigían un
respaldo de alguien superior a Él
que le hubiese instruido en la
doctrina que enseñaba, Jesucristo
no les contestó quién lo había
autorizado, sino que les lanzó una
pregunta: “Respondiendo Jesús, les
dijo: Os haré yo también una
pregunta; respondedme: El bautismo
de Juan, ¿era del cielo, o de los
hombres? Entonces ellos discutían
entre sí, diciendo: Si decimos, del
cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le
creísteis? Y si decimos, de los
hombres, todo el pueblo nos
apedreará; porque están persuadidos
de que Juan era profeta. Y
respondieron que no sabían de dónde
fuese. Entonces Jesús les dijo: Yo
tampoco os diré con qué autoridad
hago estas cosas.” Lucas 20:3 – 8.
Pero Nicodemo y otros más que se
constituyeron en seguidores
secretos de Jesús sí sabían de
donde había recibido tal autoridad:
“Había un hombre de los fariseos
que se llamaba Nicodemo, un
principal entre los judíos. Este vino a
Jesús de noche, y le dijo: Rabí,
sabemos que has venido de Dios
como maestro; porque nadie puede
hacer estas señales que tú haces, si
no está Dios con él.” Juan 3:1 – 2.
Por ello Nicodemo le dijo al
sanedrín que se encontraba
indignado contra Jesucristo,
porque el Maestro había llamado
toda la atención en la fiesta de las
Cabañas, provocando una
tremenda confusión, prácticamente
les deshizo la fiesta y Nicodemo
sugiere investiguen al hombre
¿Quién es?, pero como todos
estaban engolfados en la absurda
idea que era un simple e ignorante
Galileo, que no había egresado de
ninguna escuela no valía la pena
investigarlo. Mientras que el pueblo
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sediento sí creía pero no lo
manifestaban por miedo a los
judíos: “Y le buscaban los judíos en
la fiesta, y decían: ¿Dónde está
aquél? Y había gran murmullo
acerca de él entre la multitud, pues
unos decían: Es bueno; pero otros
decían: No, sino que engaña al
pueblo. Pero ninguno hablaba
abiertamente de él, por miedo a los
judíos.” Juan 7:11 – 13.
¿Cómo era posible que este
enigmático hombre haya irrumpido
en medio de la fiesta de los
tabernáculos predicando una
doctrina en la cual hacía sentir a
todos los que se encontraban en
esa reunión sedientos de la
Palabra?, Él les dice: “En el último y
gran día de la fiesta, Jesús se puso en
pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno
tiene sed, venga a mí y beba. El que
cree en mí, como dice la Escritura,
de su interior correrán ríos de agua
viva. Esto dijo del Espíritu que
habían de recibir los que creyesen en
él; pues aún no había venido el
Espíritu Santo, porque Jesús no
había sido aún glorificado.” Juan
7:37 – 39
¿Qué poderoso timbre de voz tuvo
el Maestro como para que todos le
escucharan y llamar la atención en
aquel bullicioso festín? Tenían
razón los doctores de la Ley de
querer matar al intruso que estaba
“ultrajando” sus ritos, su tradición,
“La fiesta de los judíos.”
Horario de Reuniones Miércoles y Viernes de 5:50 a 6:50 p.m.
Sábados de 8:00 a.m. a 10:00 a.m. y de 3:00 a
5:00 p.m.
Francisco Morazán:
- Comayagüela:
Res. Centro América
4ta.Etapa, Calle # 26 y 27
- Santa Ana:
La Bodega, KM 22 y 23
Carretera al Sur.
El Paraíso:
- Güinope: Galeras, Calle Principal a
Güinope
Cortés:
- San Pedro Sula:
Bo. Cabañas 17 calle, 13 y 14
Ave. Sureste
- Omoa:
Bo. San Antonio
Valle: - San Lorenzo: Comunidad de
El Comercio, Carretera a
Coyolito, Frente a la Escuela
Choluteca:
- Pespire:
Río Chiquito y
Cacautare
Macuelizo, San
Antonio de Flores
Comayagua:
- Siguatepeque:
Bo. Suyapita, Contiguo a
Beneficio de Arroz
Yoro: El Progreso, Las Minas
Colón:
- Tocoa: Zamora, Colonia Rivera.
Santa Bárbara:
- Gualala: Guacamaya
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Escuche: “La Voz del Tercer Ángel”
Por Cadena Hondureña de Noticias
(CHN)
de 8:00 a 8:30 p.m.
de Lunes a viernes por la frecuencia:
106.5 FM para Francisco Morazán
98.3 F.M. Súper “K”
San Lorenzo, Valle, Choluteca y
Alrededores
De Lunes a Sábado de 6:00 a 6:30 p.m.
Y por Estéreo Fuente de Vida
98.9 F.M. En Guaimaca,
Francisco Morazán
De Lunes a Domingo
de 5:00 p.m. a 6:00 p.m.
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