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Evaluación de la calidad de la Educación Superior mediante las Políticas
Públicas en el marco de la Acreditación1
Autora: Natalia Barinas2
El presente documento pretende ser un acercamiento al análisis de las Políticas Públicas en
Educación Superior, abordando en primera instancia y de manera general el espacio nacional, y
pretendiendo llegar a aproximarse a una definición de este tema desde el contexto de la
Educación Superior en Colombia; tomando como eje primordial el concepto que se le ha venido
otorgando a la calidad en el ámbito educativo, y cómo esta se articula en los procesos de
acreditación fruto de las mismas políticas estatales que pretenden determinar los criterios
mínimos de funcionamiento para las instituciones de Educación Superior y busca darles un
reconocimiento a quienes estén al día con estos criterios.
Es el Estado el principal espacio donde se ejerce y se genera la acción política desde la misma
formalidad, en particular Colombia está proclamado como un Estado Social de Derecho, para el
cual las garantías sociales de sus ciudadanos están dadas desde el cumplimento eficaz de sus
derechos, de esta manera el Estado se convierte así en la institución que tiene como prioridad
determinar las condiciones necesarias para el desarrollo de los individuos a quienes representa,
todo esto con el objetivo de alcanzar un grado superior de desarrollo respecto a otros países. La
educación aparecerá entonces, como un eje primordial que se traza el Estado para que sus
ciudadanos aporten desde la ciencia al desarrollo, concibiéndola (a la educación)
primordialmente como un derecho al cual todos los ciudadanos deben tener acceso sin ningún
tipo de excepción, y desde los niveles básicos para promover la formación humana desde todos
sus ámbitos.
1 Ensayo presentado al curso de contexto “La Universidad Nacional de Colombia en el contexto Latinoamericano”.
Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. primer semestre de 2010. 2 Estudiante de Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogotá.
Ya en este contexto podríamos abordar la necesidad de que el Estado cree para sí mismo y para
sus ciudadanos los términos bajo los cuales se debe conseguir las metas en los ámbitos
necesarios para alcanzar su desarrollo, y particularmente lo que nos trae a colación en el tema de
educación, haciendo entonces necesaria la aparición las Políticas Públicas que representan una
realidad política de los países y que se han venido abordado desde variadas perspectivas. El
Estudio de las Políticas Públicas se emprende principalmente desde el campo de la politología sin
ser un tema exclusivo de esta ciencia ya que visto de manera interdisciplinar es transversal a
varias realidades convirtiéndose en tema de estudio además para el derecho, la sociología y hasta
la misma pedagogía. Aborda dos conceptos; el de política y lo público que ya en su particularidad
resultan bastante complejos de analizar y que en conjunción brindan una gama de posibilidades
que es primordialmente las que vamos a tener en cuenta.
El profesor André-Noël Roth3 comienza por definir éstas como el resultado de un proceso de
elaboración y de puesta en marcha por autoridades políticas de programas de acción pública
así mismo hace referencia a varios conceptos de otros especialistas en la materia de esta manera:
“para citar a Thoenig4 la política Pública corresponde <<al trabajo de las autoridades investidas
de legitimidad pública o gubernamental>> Dye5 dice: “todo lo que un gobierno decide hacer o
no hacer” André además cita ciertos autores argumentando que estos toman el concepto de
manera más específica, es el caso de Mény, Thoenig6 que define las Políticas Públicas como “ un
programa de acción de una o varias autoridades públicas en un sector o en un territorio definido”.
Ya en Colombia, el profesor cita a Alejo Vargas7 quién dice: las Políticas Públicas son el
conjunto de sucesivas iniciativas, decisiones y acciones del régimen político frente a situaciones
socialmente problemáticas, que buscan la resolución de las mismas y llevarlas a niveles
manejables sin duda está ya es una concepción más sustentada en un contexto lleno de contrastes
y problematizado como el Colombiano, finalmente y basado en sus años de investigación acerca
del tema el profesor Roth8 concibe las Políticas Públicas como:
3 Profesor Investigador Asociado, Departamento de Ciencia Política Universidad Nacional de Colombia.
4 Thoenig, J. P “Política Pública y acción pública” en Gestión y política Pública.
5 Dye, T (1976) Policy analysis, University of Alabama Press
6 Mény Y., Thoenig Politiques publiques, PUF, Paris
7 Vargas, A. Notas sobre el Estado y las políticas Públicas, Almudena - Bogotá
8 Roth Deubel, A Discurso sin compromiso. La política Pública de derechos humanos en Colombia,
Ediciones Aurora Bogotá (2006)
un conjunto conformado por uno o varios objetivos colectivos considerados necesarios o
deseables y por medios y acciones que son tratados, por lo menos parcialmente, por una
institución u organización gubernamental con la finalidad de orientar el comportamiento
de actores individuales o colectivos para modificar una situación percibida como
insatisfactoria o problemática… el interés del concepto de la política pública se
encuentra en que permite enlazar bajo un mismo termino tanto la producción normativa
de las instituciones públicas como las actividades políticas y administrativas realizadas
por las autoridades públicas para la elaboración e implementación de esta producción así
como sus efectos en la sociedad y en la actividad política misma. Hay que entender la
Política Pública como un conjunto de elementos y procesos que, con el concurso de
alguna institución gubernamental, se articula entre sí en vista de lograr una modificación
por lo menos parcial del orden social. 9
Es como de esta manera podemos llegar a concebir de manera general pero no superficial las
Políticas Públicas como aquellas acciones que responden a las cuestiones del orden público, que
son diseñadas e implementadas por las instituciones en este caso especial por el Estado para dar
respuesta a las necesidades de una sociedad representadas en muchas ocasiones por dificultades
en el desarrollo de algún aspecto; aunque vale la pena aclarar la necesidad de la creación de estas
no solo frente al surgimiento de un problema sino como un agente generador de desarrollo. Otro
asunto a analizar, que expongo de manera particular es la eficacia de las Políticas Públicas frente
a las posibilidades, es decir si estas se presentan como la solución a un problema o por el
contrario generan una problemática, tal es el caso a estudiar en el contexto de la Educación
Superior en Colombia y particularmente en la Educación Pública, vale la pena evaluar si las
Políticas Públicas de este sector están ayudando o por el contrario la están deteriorando.
En cuanto al aspecto anteriormente mencionado, el balance de la Educación Superior Pública en
Colombia no es alentador, como lo comenta el Profesor Luis A. Ordóñes10
para quien existe en
la actualidad un gran número de problemas que ponen como solución la liquidación de la
9 Análisis y evaluación de Políticas Públicas: Debates y experiencias en Colombia. Grupo de
Investigación en análisis de las Políticas Públicas y de la Gestión Pública. Universidad Nacional de Colombia. 10
Profesor Titular Universidad del Valle (Cali) Presidente Federación Nacional de Profesores universitarios
educación pública: problemas como déficit presupuestal, disminución de la planta de profesores
de tiempo completo, privatización, perdida de la autonomía entre otras. Menciona que:
el marco general de dichas tendencias corresponde a la Política Pública
denominada “Revolución Educativa” que se desarrolla, sin una sustentación
conceptual previa sobre la misión de la Educación Superior, simplemente en
función de una excesiva retórica de parámetros indicadores, cifras y porcentajes,
sobre cobertura eficiencia y calidad.11
Aquí podemos empezar a analizar la pertinencia de las Políticas Públicas como la solución a un
problema, como lo planteaban los autores que mencionamos anteriormente; pero así mismo es
necesario poner en contexto el surgimiento de este tipo de políticas, saber de dónde y porqué
surgieron para hacer un análisis más preciso y no sesgado de la situación, así, en América Latina
el proceso de reformas en Educación Superior respondió a una transformación paulatina de las
realidades económicas, políticas y sociales que se fueron adaptando a cada país de acuerdo a su
realidad, pero en sí a un proceso que se iba dando en conjunto para toda la región, procesos
como el de la Globalización que llevaron a adecuar las exigencias de la educación a las
necesidades que planteaba este nuevo sistema. En Colombia fue evidente la llegada de esta
tendencia que en conjunción con las nuevas políticas de Estado que dieron el nuevo rumbo de las
políticas educativas. La “revolución educativa” es pues el resultado de la Política de Seguridad
Democrática, expedida por el Ministerio de Educación Nacional que con cobertura, calidad,
pertinencia laboral, capacitación técnica e investigación científica pretende posicionar a
Colombia en los más altos estándares de calidad y competitividad como otros países de América
Latina y el Mundo.
Las cuestiones de la calidad de la Educación Superior quedan entonces expuestas como una de
las metas a alcanzar,
la calidad de un programa o institución se aprecia por el grado de cumplimiento
de un conjunto de características que expresan las condiciones que sería deseable
11
ORDOÑES, B., Luis Aurelio. “Alarmante panorama de la Educación Superior Pública” Revista Educación y cultura N°87. Federación Colombiana de Educadores. 2006
lograr. Dichas características hacen referencia a la misión y al proyecto
institucional que le sirve de orientación a los profesores con que cuenta, a la
selección y atención de los estudiantes a quienes forman, a los procesos de
investigación, docencia y la proyección social que adelanta, al bienestar de la
comunidad que reúne, la organización, administración y gestión, a los egresados,
al impacto que logra en el medio y los recursos físicos y financieros con que
cuenta12
.
Según el documento expedido por el Ministerio de Educación Nacional, la calidad de la
Educación Pública se dará en términos de capacitación de la planta profesoral con apoyo
económico del ICETEX, la masificación del internet como herramienta de aprendizaje, la
evaluación permanente de docentes e instituciones con posibles medidas sancionatorias y la
actualización de los programas curriculares. Si bien es cierto los medios para alcanzar la
“calidad” están bastante delimitados, es muy superficial la meta en sí, no se habla de calidad en
cuanto a qué, qué tipo de educación es la educación con calidad. La que genere conocimiento
intelectual o la que este más al servicio de los procesos de mercantilización?
Con el decreto 2566 de 2003 se definen las condiciones mínimas de calidad de los programas
académicos de Educación Superior, donde los contenidos son definidos por el Ministerio de
Educación Nacional, entre estos están los aspectos curriculares, la organización de las
actividades de formación por créditos académicos, la Infraestructura, la estructura académico
administrativa, ahora bien, es de tener en cuenta que esta legislación se plantea en general para
todos los centros educativos de Educación Superior sin importar si se trata de instituciones
privadas o públicas y de ahí podemos pasar a cuestionar la viabilidad de estos presupuestos si
tenemos en cuenta que la Educación Pública depende en su mayoría de los aportes otorgados por
el Estado, sin embargo, algunos de los problemas que se presentan para alcanzar los niveles de
calidad requeridos, son aumentar con los mismos o menores ingresos de presupuesto
intensificando el trabajo de los profesores y el uso de la infraestructura, el escaso número de
profesores con formación doctoral en el país, los contenidos curriculares no determinados por
12
Conferencia “Educación Superior: Situación de la Universidad Pública” Universidad Distrital Francisco José de Caldas – Facultad de Educación. Bogotá 2007
académicos conocedores de las disciplinas sino por funcionarios que cumplen con los mandatos
del MEN, acompañado de los bajos niveles de investigación.
La cuestión de la calidad de la Educación Superior que se venía planteando desde la llegada del
neoliberalismo empezando la década de los 90 planteó el nuevo modelo de educación de la
Universidad Nacional de Colombia:
…..las reformas académicas y administrativas iniciadas por el entonces Rector
Marco Palacios, a partir del primero de Abril de 2003 y continuadas por el Rector
Ramón Fayad, desde Marzo de 2005, reformas que están en consonancia con las
políticas de gobierno nacional, orientadas a la privatización y mercantilización de
la Educación Superior Pública… La premura y la improvisación primaron para
lograr que el Consejo Superior expidiera el cuerdo 037, que con la creación del
sistema de Créditos, obliga a las facultades a modificar los contenidos de la
formación y la duración de sus programas, también se expidió la Resolución 964,
dando plazo perentorio a las facultades, hasta el 1 de Marzo de 2006, como fecha
límite para realizar las reforma13
Cabe destacar que la participación de otros estamentos que se hacía pertinente para la aprobación
de este tipo de reformas no se tuvo en cuenta, como era lógico los estudiantes debieron
intervenir en la implantación de este tipo de medidas, pero su participación además de ser
mínima no fue tenida en cuenta ya que era de rotunda oposición.
Sin embargo y como es evidente la reforma es una realidad que hoy en día es cuestionada, por los
estudiantes quienes somos los principales afectados de esta, y que no vemos en ella una respuesta
a la calidad que esperamos de la Educación Superior y menos de la Universidad Nacional, y por
el contrario hace cada vez más evidente el desinterés del Estado por fomentar una educación que
genere un desarrollo y un cambio radical en la sociedad, sino que más bien está siendo creada al
servicio de otros intereses. Y a pesar de proclamar abiertamente la autonomía universitaria,
13
ORDOÑES, B., Luis Aurelio. “Alarmante panorama de la Educación Superior Pública” Revista Educación y cultura N°87. Federación Colombiana de Educadores. 2006
permitiéndole a esta precisar por si misma su misión, su orientación académica y los procesos
que contribuyen a potenciar el libre desarrollo de sus funciones básicas, como son docencia,
investigación y servicio, lo que buscan decretos como el 2566 es determinar los requisitos
mínimos sin importar los medios, ni las circunstancias, llevando la legitimidad de la Universidad
y la Educación Superior Pública ya no como una institución sino como una empresa que debe
cumplir normas mínimas para funcionar y evaluar su eficacia en términos de rentabilidad y no de
calidad.
Lo importante entonces no es lo necesario sino lo requerido y se cae en el juego del beneficio por
intereses, se genera todo un proyecto de universidad totalmente distinto al que necesita una
sociedad como la colombiana. Así en los procesos de formación y restructuración de las
Políticas Públicas en Educación Superior se tiene como un recurrente general el proponer la
calidad como unas de sus metas, la calidad es mencionada y muchas veces no se precisa el
enfoque en el que se desea utilizar este término.
La multiplicidad de juicios que se exponen sobre este concepto obedece de manera obvia a los
intereses y configuraciones que se asumen en cada caso, de tal manera el concepto de calidad
resulta ser algo relativo, especialmente cuando se trata de calidad en educación, ya que acoge
conceptos complejos y a veces paradójicos debido a que representa la formación de personas en
diferentes niveles. La institución educativa, hoy por hoy se visualiza y proyecta como una
“empresa del conocimiento” donde la cultura, la ciencia, el conocimiento y las tecnologías son
su primer producto, donde se espera generar un desarrollo y entrar en el desafío de la
modernización educativa, tal como lo menciona Guillermo Briones14
en su ensayo acerca de la
modernización de la universidad en América Latina: “ existen dimensiones básicas que
caracterizan a la modernidad considerada globalmente, la primacía del conocimiento, que
significa su gran aumento y su importancia en la investigación y sus aplicaciones tecnológicas
que se concretan en el dominio de los procesos productivos, la creación de nuevos productos… la
aparición diaria de todo tipo de innovaciones y la gran variedad en la especialización del trabajo.
Una complejidad creciente del sistema social que, en definitiva, se expresa en nuevas imágenes y
14
¿Qué significa la modernización de la universidad en América Latina? Ensayo en: Seminario Internacional: Filosofía de la Educación Superior. Universidad de Antioquia.
expectativas de las personas.” De tal modo lo que se pretende hoy en día es involucrar la
universidad en los procesos propios de desarrollo, basados en las crecientes necesidades de un
contexto social cada vez más amplio y complejo donde se busque satisfacer necesidades y
expectativas, bajo el dominio de la calidad.
Hasta hace algunos años, este término no resultaba ser prioritario en la planeación de la
educación, donde se daba más importancia a factores como la cobertura el financiamiento y hasta
la misma masificación de la educación, (pero haciendo la advertencia que incluirla ahora en los
planes no es garantía de que se esté haciendo efectiva), sin embargo se empezó por dilucidar algo
importante y es que una educación de calidad aporta a todo un proyecto personal, social y de
desarrollo nacional. Actualmente se espera formar una cultura en la que en la medida que
tengamos una mejor calidad educativa, la sociedad gozará de superiores condiciones de
desarrollo y progreso.
Una categoría imprescindible para asegurar el establecimiento de una estrategia de calidad radica
en precisar y comprender con claridad el significado del concepto, en el documento de trabajo
elaborado en la Universidad Nacional por las mesas de trabajo, conformadas por profesores
estudiantes y trabajadores para el estudio de la Educación superior se asume la calidad, como
un tema prioritario a discutir, y que está estrechamente ligado a los procesos de acreditación y
autoevaluación, así la evaluación de la Educación Superior debe darse mediante procesos de
autoevaluación. Los criterios deben fundamentarse en la medida del grado de respuesta que da a
los problemas sociales, y no con base en criterios particulares.
Se rechaza la acreditación y los procesos que en este sentido se han desarrollado, por
considerarlos violatorios de la autonomía universitaria y estar ajenos a los fines de la
Universidad Pública. La calidad no debe ser concebida como rentabilidad, pero sí
como la integración acertada de los procesos de docencia, investigación y
extensión.15
15
Comisión para el estudio de la Educación Superior. Documento de trabajo- Mesas de trabajo. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, 2000.
De igual forma se entiende como la búsqueda de la pertinencia académica y social de la
Universidad en sus procesos, proyectos y estructura, hacia la solución de problemas nacionales.
La autoevaluación debe ser dirigida y realizada por los estamentos académicos
universitarios en participación mayoritaria; puede involucrar la comparación con
instituciones externas como insumo para el mejoramiento de la calidad, sin que
ello signifique la intervención externa, y además, puede propiciar el intercambio
de conocimientos entre estas instituciones, mientras ello represente un aporte a la
construcción de la nación colombiana. 16
Los requerimientos en cuanto a la calidad de la educación resultan ser algo contradictorio, los
estudiantes, como vimos anteriormente sustentan su ideal de una universidad de calidad, de cierto
modo, pero según el Profesor Carlos Miñana17
la calidad no es prioritaria en la política educativa
gubernamental. “Entrar en los detalles de la calidad es demasiado complejo y en lo que
intervienen criterios de valoración dispares y contradictorios, y de ello se encargara el mercado”,
esto deja en evidencia que lo que el gobierno espera de una educación de calidad ni siquiera está
regido por principios de valoración cualitativitos y de verdadera calidad, sino lo que está en su
momento requiriendo las necesidades del mercado. La calidad de la educación puede estimarse
con indicadores cualitativos, entre otros, los relacionados con la formación y dedicación de los
profesores, su productividad intelectual y sus publicaciones. Las mejores universidades del
mundo tienen profesores que ostentan altos niveles de información, significativos aportes al
conocimiento universal y las más elevadas distinciones intelectuales. Pero en Colombia la
Política Educativa va en sentido contrario. En la mayoría de las universidades se tiende a
prevalecer el número de profesores ocasionales, contratistas y de hora cátedra, el proceso de
indexación de revistas se hace de manera lenta. En las universidades más prestigiosas del
mundo los contenidos curriculares son diseñados por académicos, conocedores de las
especificidades de las disciplinas, porque tienen la autoridad para garantizar su actualización
respecto de los avances del conocimiento específico, su trabajo se hace de manera
interdisciplinar y se hace evidente la participación de los estudiantes a través de los cuerpos
colegiados. 16
Reestructuración del Sistema de Educación Superior –ICFES 17
Miñana Carlos “La Misión de la Universidad Nacional” Pág. 14
En Colombia quienes definen estos contenidos hacen parte del Ministerio de Educación, dejando
claro que no es de su interés incluir a quienes viven la realidad de la educación y saben cuáles
son sus problemas y necesidades es evidente que lo que se busca es favorecer intereses, se
determinan con base en la definición de estándares mínimos y los procesos de acreditación,
que cumplen básicamente con los mandatos del MEN, por encima de los que corresponden al
cumplimiento de la misión de la universidad.
Con el Decreto 272 de 1998, se establecieron los requerimientos de creación y funcionamiento
de los programas de pregrado ofrecidos por las instituciones universitarias en el país, se indica
que las ofertas educativas que se pretenden ofrecer requieren de una Acreditación Previa
otorgada por el Ministerio Nacional de Educación, previo concepto del Consejo Nacional de
Acreditación, dicho concepto sustentado en la aplicación de los criterios y procedimientos
definidos por este consejo, la norma determinó además un plazo máximo de dos años para que
las instituciones pudieran obtener su acreditación previa , sin la cual no podrían continuar
prestando su servicio de formación.
Para este caso es particularmente importante señalar que hace pocos días la Universidad Nacional
de Colombia recibió por parte del Consejo Nacional de Acreditación la Acreditación
Institucional, máxima calificación para una institución de Educación Superior, que fue otorgada
por 10 años.
“La UN es evidentemente la institución de educación superior más fuerte que
tenemos en el país desde el punto de vista de cualquier indicador que uno pueda
tomar, sea en cuanto a la calidad del cuerpo docente, al número de profesores
doctorados, grupos de investigación en sus diversas sedes, y ha jugado un papel
muy importante en lo que es la apropiación social al conocimiento.”18
El Consejo Nacional de Acreditación explicó que en el caso de la Universidad Nacional, se
tuvieron en cuenta tres puntos esenciales para otorgar este mérito; la calidad de los recursos
18
Fernando Chaparro- Coordinador del Consejo Nacional de Acreditación CNA- Diario El Tiempo 15 de Abril /2010
humanos, en segundo lugar, la capacidad de generar conocimiento, a partir de la investigación, y
finalmente su capacidad de proyectarse a la comunidad. El concepto de calidad utilizado en el
Consejo Nacional de Acreditación hace referencia al servicio público de la educación en general
y al modo como se presta dicho servicio según el tipo de institución que se trate. Es importante
aclarar que al Sistema pueden pertenecer las instituciones de Educación Superior públicas o
privadas de cualquier tipo, se orienta bajo parámetros de universalidad, integridad, equidad,
idoneidad, responsabilidad coherencia transparencia, pertinencia, eficacia y eficiencia, la calidad
y el cumplimiento de la función social son valorados con base en el logro de un conjunto de
características, sobre los elementos en que descansa la calidad, han sido agrupados por factores
que son los temas de análisis.
“La acreditación es una declaración del Estado sobre la calidad de un programa o
institución basándose en un proceso previo de evaluación en el cual intervienen la
institución, las comunidades académicas y el Consejo Nacional de Acreditación”19
Según el Decreto 2904 de 1994, forman parte del Sistema Nacional de Acreditación el Consejo
Superior Nacional de Educación Superior (CESU), EL Consejo Nacional de Acreditación (CNA),
las instituciones que optan por la acreditación y la comunidad académica. Como organismo
rector del sistema en Consejo Nacional de Acreditación orienta, organiza, fiscaliza, da fe de su
calidad y recomienda al Ministerio de Educación Nacional acreditar los programas e instituciones
que hayan cumplido con los requisitos. A su vez, el CESU es el órgano de inspección y vigilancia
de las instituciones de educación superior; con funciones de coordinación, planificación,
recomendación y asesoría para el gobierno nacional. Mediante el Acuerdo 06 del 14 de
Diciembre de 1995, le corresponde determinar las políticas generales que permiten organizar y
poner en marcha el SNA.
El proceso de acreditación tiene cuatro etapas, la primera trata de la autoevaluación, la segunda,
de la evaluación externa realizada por los pares académicos, la tercera es la evaluación realizada
19
SARMIENTO, Gómez Alfredo. Situación de la Educación básica, media y superior en Colombia. Casa Editorial El Tiempo- Fundación Corona- Fundación Antonio Restrepo Barco. Bogotá, 2002
por el Consejo Nacional de Acreditación y por último si esta evaluación es positiva, se hace el
acto de acreditación por parte del Estado.
“La calidad de la educación superior es la razón de ser del Consejo Nacional de
Acreditación. Supone el esfuerzo constante de las instituciones por cumplir en
forma responsable con las exigencias propias de cada una de sus funciones.”20
De este modo se ha empezado a abrir paso entre la comunidad académica del país la cultura de la
calidad, y así la búsqueda de circunstancias optimas de operación. Se empieza así a aceptar la
legitimidad de la acreditación como un transcurso que establece una garantía pública de un buen
nivel de calidad y además como un mecanismo para fomentarla. Sin embargo también se va
asimilando este proceso de acreditación como una implicación al aumento en la competitividad
del mercado lo que significa que se está buscando determinar la calidad de nuestra educación
en estándares de mercantilización, la Acreditación de Alta Calidad hace creer ante los ojos de la
sociedad que el país cuenta con una institución de educación superior que se ajusta a las
necesidades de nuestra sociedad colombiana en desarrollo, pero en realidad las necesidades
vienen dadas desde otros ámbitos, y somos nosotros los que sabemos cómo es nuestra realidad y
que francamente la universidad puede brindar más a la sociedad que lo que se está haciendo
creer, que a pesar de su excelencia esta corre el riesgo de algunas limitaciones y su horizonte se
está viendo intervenido. Un modelo de evaluación está al servicio de una determinada
concepción de educación. Por ello es importante comprender la acreditación más en función de
un mejoramiento de la calidad que de procesos de mercantilización21
. Podemos decir que aunque
la palabra calidad, se repite insistentemente en los procesos de autoevaluación y acreditación, no
se mencionan sus fines, dejando de lado lo fundamental, que es lograr la satisfacción y calidad de
vida de todos quienes están implicados en el proceso de formación educativa.
La decisión gubernamental de obligar a las instituciones a acreditar las carreras de educación abre
un horizonte de expectativas interesantes, porque por primera vez las universidades tienen que
20
ARMIENTO, Gómez Alfredo. Situación de la Educación básica, media y superior en Colombia. Casa Editorial El Tiempo- Fundación Corona- Fundación Antonio Restrepo Barco. Bogotá, 2002 21
Guillermo Hoyos, miembro del Consejo Nacional de Acreditación en: “Alarmante panorama de la Educación Superior Pública” Revista Educación y Cultura N°87.
evidenciar sus fundamentos investigativos, la consolidación de grupos académicos, las
infraestructuras adecuadas para desarrollar investigación y los medios de divulgación. En este
contexto, la evaluación y la acreditación se convierten en imperativos para que se garantizar la
calidad de los procesos educativos.
Colombia, en particular es un país donde se puede evidenciar variadas ofertas educativas de
Educación Superior donde la acreditación se convierte en un elemento estratégico dentro de las
Políticas Públicas en Educación donde el objetivo es promover un “mejoramiento” del sistema
educativo universitario. Un significativo número de programas académicos superiores se han
hecho parte del proceso de reconocimiento de alta calidad de programas establecido en la
acreditación creada por la Ley 30 de 1992. Sin embargo la misma composición y creación del
SNA es un tema de amplios debates, su composición implicó toda una repartición de poderes
que le otorgó un carácter jurídico a la acreditación, son diversas las ofertas para escoger a su
miembros, en un principio simpatizó con la idea –controversial- de integrarlo por cinco o siete
personalidades destacadas de las comunidades académicas y científicas, las cuales podrían ser
nombradas en concordancia con el Presidente de la República en un periodo fijo22
El Consejo
Nacional de Acreditación debería salir de lo burocrático, para tener la capacidad de convocar de
manera eficaz y acorde a la magnitud del proceso que implica implementar. Ahora bien, en un
principio se hablo de un proceso de acreditación voluntario en el que las instituciones que querían
obtener este reconocimiento podían hacerlo de manera voluntaria, a pesar de esto con el paso de
los años el proceso de acreditación se está convirtiendo casi en una obligación que se requiere a
veces no de manera directa pero que en la práctica del ejercicio universitario se hace necesaria,
los programas reciben más beneficios que los que no lo están, y parece ser entonces algo muy
conveniente para el desarrollo del calidad, pero si lo analizamos desde otra perspectiva la limita,
ya que define la calidad desde el ámbito de interés estatal la calidad que de establece estatalmente
no es la calidad que se requiere en la práctica, es un molde que busca poner a todas las
instituciones al margen pero garantiza que ese concepto que se aplica para su búsqueda sea el
adecuado.
22
PEREZ, Gutiérrez – Acreditación por resultados, acreditación universitaria ensayo en Simposio sobre Acreditación Universitaria- Memorias. Instituto Colombiano para el fomento de la educación Superior ICEFES - 1993
El ejemplo más claro es el de la Universidad Nacional donde actualmente se está viviendo una
crisis financiera que pone en juego su proyección a futuro y su funcionamiento, sin embargo se
le ha otorgado este reconocimiento que deja atrás la evidente crisis que se está afrontando y
entonces se promueve un proceso enfocado hacia el mejoramiento de otros aspectos que resultan
de poca prioridad, vendiendo una imagen de excelencia, que si bien es evidente en la Universidad
Nacional se está forjando bajo la precariedad de las circunstancias de un contexto político y
social que minimiza las necesidades y las convierte en parámetros mínimos.
Para concluir se debe pensar de manera crítica todas las políticas que en materia de educación se
vienen dando en Colombia y es recurrente recalcar que es evidente la necesidad de crear un
política de planeación de la Educación en Colombia, ya que es un proceso que se viene
acelerando, la educación está tomando un papel muy importante en la sociedad colombiana que
entiende que es necesaria para surgir y establecer todo un nuevo modelo de sociedad, sin
embargo estas políticas deben estar dirigidas a suplir verdaderamente las necesidades del país y
no a los intereses de quiénes las diseñan, la creación de un comité de acreditación de carreras e
instituciones es una avance significativo, pero aún falta dimensionar el significado de una
educación de calidad, los parámetros que se establecen para otorgar un título de acreditación aún
dejan por fuera muchos aspectos muy importantes para que se pueda afirmar con certeza que lo
que ofrecen las instituciones es una educación de calidad en sí misma y no una calidad mínima
para un mundo mercantilizado que pretende establecer la educación como un servicio más que
como un derecho, en particular para el caso de la Universidad Nacional.
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