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Gran banquete de los partidos independientes de la convención liberal. 1890.
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&Æĩ$-
GRAN BARQU.ETEDADO POR LOS
PARTIDOS ÍNDEPENDIENTES
GONVENCION LIBERAL
■
« lOS EK-MINÍSTROS D£ ESTADd',. i
JBAN CASTELLON, ISIDOEO HtRAZOĩUZ, LUI8 BARROS
BOEBOfîO ĨPEDRO MONTT.
EL. 26,DE FEBRERO DE 1§90.
VALPARAISO
Imprenta de "La Pathia", Calle DEI. AI.MENDRO, Nl'jWEHO 16.•
_
■
I
1890 ,
,-^W ,
ENTROOUOOgOH
Desde que la opinion liberal adquiriô el convencimiento
de que existia un candidato a la Presidencia de la Repú-
blica por la esclusiva voluntad del actual jefe del Estado,
como igualmente de que éste no reconocia ni límites, ni
valla, ni consideraciones en su política dispendiosa y
derrochadora de los caudales públicos, comprendiô que era
preciso borrar fronteras y salvar divisiones para asociarse
los liberales de todos los campos en un solo gran propôsito
y acometiendo unidos una sola obra de reparacion y de
vida para la administracion y la política del pais.
Comprendio, en consecuencia, que a Ia candidatura
oficial debia oponerse la accĩon enérjica de los partidos yal derroche corruptor e imprudente de los dineros fiscales
la proclamacion de un sistema escrupuloso, sensato ypre-
visor que permitiese abrigar la esperanza de una pronta
vuelta al réjimen metálico y en obsequio al alivio de las
cargas que pesan sobre los contribuyentes del pais.
EI ministerio Lastarria-Matte procuro servir estos
propôsitos desde el seno del gobierno, esto es, entregar a la
accion libre del partido liberal la designacion del candida-
to a la futura presidencia del pais y al mismo tiempodete-
ner al Exmo. senor Balmaceda en su escesiva aficion a los
gastos inmoderados.
Cuando los miembros de ese gabínete palparon visible-
mente la imposibilidad de realizar esos propésitos, salieron
del gobierno y formaron en la union que todos los libera-
les llevaron a efecto con el propôsito de imponer la realiza-
cion de la política enunciada.
Al realizarse esta alianza patridtica y fecunda en prove-
chos para la nacîon, los liberales de Valparaĩso aplaudieron
sin reserva un movimiento encaminado a dar a los partidos
su lejítima influencia en la direccion de los negocios
públicos, a impedir el triunfo de una candidatura ominosa
y levantada en desden de Ios hombres que han encanecido
en el servicio del pais y del progreso liberal y que por
último tendia a volver la confianza a los negocios resentĩ-
dos y perturbados por una administracion indiscreta de los
fondos públicos.
El ministerio de Octubre, encarnacion de este feliz
suceso. merecid, como era natural, el apoyo decîdido y
caloroso de este pueblo independiente y celoso defensor de
sus derechos y libertades como entusiasta partidario del
mérito.
La verdad de esta afirmacion quedô comprobada en la
espléndida asamblea que tuvo lugar el '2-4 de Enero último,
en la cual un concurso inmenso de todos los hombres que
en este pueblo tienen el patrimonio del trabajo. de la
intelijencia y la fortuna espresaron su adhesion a la futura
convencion de los grupos liberales unidos y su protesta a
la última evolucion llevada a cabo por el Presidente de la
República, con mengua del prestijio de la majistratura que
él inviste y violacion de sus juramentos y compromisos.
Pero esta asamblea, que tuvo lugar mui pocos dias
despues de la aludida evolucion presidencial, no permitiá
reunir a los distinguidos caballeros que habian representado
en el último gabinete a los partidos aliados y a todos los
miembros de dichas agrupaciones. Esta circunstancia did
oríjen a la idea de organizar un banquete que fuese a la
vez una manifestacion en obsequio a la causa de los parti-
dos aliados y a los hombres que acababan de servirla en el
gobierno, una oportunidad que permitiese esplicar las
causas y alcance de la última crísis, el programa de las
agrupaciones liberales y el que sustenta y reune hoî a los
pocos hombres que forman el grupo presidencial.
Obedeciendo a este propdsito, se formo con miembros
de las diversas agrupaciones liberales de Valparaiso, una
comisĩon organizadora del banquete que tuvo lugar en esta
ciudad el dia 26 de Febrero último y al cual fueron invita-
dos los senores ex-ministros, a quîenes se dirijia la mani-
festacion, y todos los miembros firmantes de las bases de
Convencion, de la cual debe salir en condiciones de lamas
libre y espontánea eleccion el candidato a la presidencía
de la Repúblĩca en el prôximo período.
^Cuál fué la importancia y el resultado de este banquete?
La opinion pública y ia prensa, que es su principal voz en
el paĩs, han dado ya su fallo sobre esta manifestacion, la
que por la calidad de su concurrencîa, por el entusiasmo
de sus asistentes y por los discursos allí pronunciados
puede asegurarse que sobrepujô a las mejores espectativas
y ha venido a probar una vez mas que Valparaiso en las
horas de gran interes nacional sabe ponerse a la altura de
su historia y de su prestijio conquistado en hermosas cam-
panas políticas.
El éxito del acto que nos preocupa ha impuesto la pu-
blícacion del presente folleto que contiene la descripcion
del banquete, los discursos pronunciados, las adhesiones al
banquete y el juicio que ha merecido de la prensa liberal
del pais.
IHVSTACIONES
Valparaiso, Febrero 20 de iSgo.
Senores:
Numerosos amigos y correlijíonarĩos de esta ciudad,
despues de apreciar debidamente el alcance político de la
última crísis ministerial, han concebido el proyecto de
ofrecer a ustedes una manifestacion que signiíĩque nuestra
adhesion y simpatia al programa que ustedes representaron
en el gobierno y nuestros aplausos a la manera leal yde-
sinteresada con que sirvieron a esos propôsitos, que son
los de Ia inmensa mayoria de los liberales del pais.
Ha llegado el momento de realizar esta manifestacion,
y con este objeto nos permĩtimos rogar a ustedes se sirvan
concurrir a un banquete que tendrá Iugar elmiércoles'
26
del corriente en el salon de la Sociedad FilarmonÍca de
este puerto, a las 6.30 P. M.
Tenemos el honor de ofrecernos de ustedes atentos
y S. S.
Onofre Sotomayor
Arturo Besa
Enrique Valdes Vergara
Federico Pinto Izarra
Antonio Varas
Alfredo Edwards
Heriberto DucoingDaniel Carvallo
Alfredo Délano
Luis Waddington
Tomas J. Gonzalez
Alfredo Cabezon
Emilio J. Herrera B.
Enrique del Rio
EL BANQUETE
RESUMEN DE LAS DIVERSAS DESCRIPCIONES DE LA PRENSA.
Si alguna vez el éxito ha correspondido de lleno a los
esfuerzos hechos por alcanzarlo; si alguna vez ha podido
decirse, tratándose de una gran ceremonia o manifestacion,
que tanto en sus detalles como en su conjunto todo estuvo
a la altura de la gran idea que la sustentara o presidiera,
nunca podria decirse todo esto con mas justicia que para
dar a conocer el banquete que anoche ha tenido lugar en
elsalonde la Filarm6nica, dedicado a los senores Juan
Castellon, Isidoro Errázuriz, Pedro Montt y Luis Barros
Borgono y en la persona de éstos a la idea de la gran
evolucion política que dichos senores acaban de represen-
tar en el Gobierno.
Puede asegurarse que el gran homenaje de la noche del
26 de Febrero no ha tenido sino faces risuenas y altamente
consoladoras para el patriotismo nacional. Ha sido una
digna manifestacion del pueblo de Valparaiso y digna
tambien de los distinguidos caballeros a quienes fué dirijida,
de todos los esclarecidos políticos que fueron anoche nues-
tros huéspedes y, todavia mui principalmente, digna ma-
nifestacion en obsequio de una gran causa y de una her-
mosa bandera de lucha.
Esto por lo que toca a los aspectos principalcs del ban-
quete; en cuanto a sus pequenos detalles, nada hubo que
desear y todos contribuyeron a su realce y a su brillo.
El salon se encontraba primorosamente decorado y
arreglado, desde la fresca verdura de los arrayanes que
adornaban sus paredes y los grupos de árboles o pequenos
bosquecillos formados en su testera y esquinas, como
símbolo de Ia espléndida naturaleza de nuestro suelo, hasta
la disposicion y arreglo de las mesas cubiertas de las
viandas mas esquisitas al paladar y del mas hermoso as-
pecto a la vista de los concurrentes.
La comida fué especialmente delicada y agradable al
mas exijente paladar y el servicio esmerado y atento, todo
lo cual hace honor al Café de la Bolsa, encargado de la
preparacion y servicio del banquete.
Iguales elojios merecieron los ricos licores, complemento
indispensable y mui principal en una gran comida como la
de anoche.
Y como parte mui notable de la gran fiesta que descri-
bimos debemos mencionar la orquesta dirijida por elmaes-
tro Casorati, la cual con armonias delicadas y celestiales,
contribuyo en gran parte a la animacion y el entusiasmo
que fueron en el banquete de anoche uno de sus mejores y
mas satisfactorios topices.
A las 64 P. M., hora en que los salones de la Filarmô-
nica estaban ya invadidos por la distinguida concurrencia
invitada a la gran fiesta, una comision compuesta de los se-
nores Agustin Edwards, David Mac-Iver, Alejo Barrios,
Enrique Valdes Vergara, Francisco Javier Riesco, Fran-
cisco A. Pinto, Eduardo Délano y Luis Waddington se
dirijio a buscar a los senores Castellon, Errázuriz, Montty
Barros Borgofio, con Ios cuales regresaron pocos momen-
tos despues y los que al penetrar en la sala del banquete
fueron saludados con estruendosas manifestaciones de entu-
siasmo.
En la puerta de la Filarmúnica se encontraba unacomi-
sion compuesta de los senores Alejo Barrios, Alvaro Besa,Cárlos Garcia, Enrique del Rio, Eusebio Guerra P., Cár-
los A. Rodriguez, Emilio J. Herrera B., Roberto T. Déla-
no, Enrique Herrera, Gregorio Escobar C. y Alfredo Ca-
bezon, encargadosde recibir a las personas invitadas, y jus-
to es decĩrlo, cumplieron su cometido con la mas solícita
atencion y cortesia.
Una vez que los senores festejados entraron a Ia sala del
banquete, la numerosa concurrencia ocupô sus asientos, to-
mando la presidencia del acto el senor don Cárlos Garcia
Huidobro y teniendo a uno y otro lado de su personaa los
ex-ministros, en cuyo honor se daba el banquete.
Cuando tan distinguido y numeroso personal estuvo al
rededor las mesas de comida, Ia sala de la fiesta ofreeia el
mas espléndido golpe de vísta.
La primera idea que heria la mente era ĩa de preguntar:
í'quiénes, fuera de Ios mui pocos ausentes cuya adhesion
era ya conocida, que ocuparan en Chile una situacion polí-
tica y pudieran llevar como título una larga historia de ser-
vicios distinguidos al pais, no estaban ahí?
Un movimiento político que tiene a su servicio tales sol-
dados, que tĩene en su apoyo a lo únĩco de honorable ydistinguido que se cuenta en las listas del partido liberal de
Chile, un movimiento así secundado, no puede ser ven
cido.
Las horas comprendidas entre la sopa y el Champagne
se deslizaron alegres, entusiastas y caracterizadas por una
franca y espontánea cordialidad que se mantuvo y se hizo
notar en todos los concurrentes.
Era hermoso y profundamente consolador observar un
V
entusiasmo que no lo pioducia el artificio de un banquete;
en los jovenes, como en los hombres maduros era aquello
!a obra consciente y lojica de la causa que hoi se defiende
en contra de la actitud amenazante, torpe y corruptora del
presidente de Ia república, débil juguete de pasiones que
nunca encontraron hasta hoi cabida en las altas salas de
gobierno.
Era esta situacion la que producia el enérjico y hermoso
entusiasmo de anoche.
Llegada la hora del champana llegô tambien la anhelada
hora de los bríndis. Don Cárlos Garcia Huidobro, que
presidia el banquete, lo ofreciô a nombre de Valparaiso a
los ministros que habian ilustrado sus nombres retirándose
del poder despues de haber servido eficazmente a la union
del partido liberal, a los buenos principios administrativos
y a la reforma de las malas prácticas electorales, sin olvi-
dar a los miembros del gabinete anterior, que con su acti-
tud patriotíca prepararon eficazmente el terreno a las con-
quistas de la libertad.
Largas aclamaciones saludaron con entusiasmo a los
festejados, y esas aclamaciones se trasformaron en tormen-
ta cuando el seiĩor Garcia Huidobro anuncid a continua-
cion que don Isidoro Errázuriz, ex-ministro de justicia e
instruccion pública, iba a hacer uso de la palabra.
Durante largo rato permanecio de pié el querido tribu-
no de Valparaiso, de esta ciudad que ha Uegado a consi-
derarlo como gloria propia y como el hijo mimado de
sus mas nobles afectos. Su voz estaba sofocada por los
aplausos atronadores. por los gritos entusiastas, por Ias
aclamaciones carinosas con que todos lo saludaban. Solo
el deseo de escuchar 311 palabra siempre elegante, sus pen-
samientos siempre elevados, su frase siempre fiorida, su
voz siempre atrayente, pudo poner un término a la pro-
longada demostracion de que era objeto.
Comenzo dando las gracias, a nombre suyo y de sus
compafieros, por aquella espléndida manifestacion del pue-
blo de Valparaiso, representante en esos momentos de la
voluntad y de los deseos de Chile entero.
Y, arrebatado por el poder de los recuerdos, hizo enton-
ces de Valparaiso el mas brillante de los elojios.
"Las heridas de la patria, dijo, la patria misma las cura;
pero esas heridas se hacen leves y hasta gratas cuando es
Valparaiso el encargado de poner sobre ellas el suave bál-
samo de su adhesion y de su aplauso; las caidas del po^r
son livianas y felices cuando es Valparaiso el que nosteco-
je en sus brazos; porque vosotros, hijos de Valparaiso,poseeis cl don especial, la facultad estraordinaria de pre-
sentir las herĩdas y las glorias que se divisan para la
patrîa.
"Siempre ha sido Vaĩparaiso el centinela avanzado de
la patria. Al estallar la última guerra estranjera, de aquí
partiô el primer grito, aquí se verificd el primermovimiento
que dieron por resultado la epopeya gloriosa de la última
campana; y hoi, clausurado el congreso, dispersos por todo
Chile los hombres importantes de la nacion; cuando los
asaltadores del poder creian burlar la voluntad del pueblo
aprovechando esa dispersion para hacer surjir sus propé-
sitos. es tambien Valparaiso el que monta la guardia del
patriotismo. Valparaiso en estos momentos de clausura
del congreso, representa al congreso; Valparaiso hace la
la guardia a nombre del pais".
Los aplausos repercutian con estrépito en la anchurosa
sala. El patriotismo porteíio se sentia recompensado y
halagado por la voz carinosa de su insigne tribuno. De
nuevo hubo de detenerse el senor Errázuriz para dar
tiempo a que aquellas demostraciones, largo rato compri-
midas, estallasen como trueno imponente y prolongado.
Entrô en seguida el ex-ministro a hacer Ia historia del
pasado gabinete, manifestando cuán laboriosa y difícil fué
su tarea, no tanto a causa de la conducta de los naturales
— 18 —
adversario:, de todo gobierno liberal, "de los cuales, dijor— lo confieso,
—
procuramos hacer neutralesbondadosos,'"
sino a causa de los manejos de un partido o de un grupo
que se presentaba como amigo decididoide la política y de
la persona del presidente de la república.
"Ese partido, agregd, se presentaba francamente como
presidencial, juraba por el presidente de la república, y sin
embargo, hostilizaba a unos ministros que S. E. declaraba
poseedoros de su confianza y fieles intérpretes de»su poli-
tica. Ese partido Ilego a tomar una actitud verdadera-
mente demagdjica. Hallándose en diminuta minoria, sin
representacion en la mesa de lacámara, provocd una'crísis
por medio de su representante en el gabinete.
"Todos creíamos y teníamos derecho para creer que Ia
dificultad quedaria fácilmente vencida. Recuerdo que el
jefe del gabinete, senor Sanchez Fontecilla, pronuncio a
este respecto una frase en que manifestaba su estraneza
de que aquella dificultad pudiera provocar una crisis. Pero
cuando yo y mis colegas creíamos que ehasunto se resol-
veria nombrando un nuevo ministro en'lugar del dimisio-
nario, nos encontramos con una dificuitad técnica de lasituacion..."
La palabra técnica, puesta tan de moda por la fraseolojia
presidencial, y aplicada al estrafio procedimiento-de S. E.
para desprenderse del gabinete, produjo una verdadera
esplosion de alegres aplausos y de burlescas risas. Otro
tanto sucediô cuando el eminente orador dijo con su pinto-
resco Ienguaje que el canditato oficial, ahuyentado de la
Moneda durante el dia,"penaba"
en ella de noche.
Larga tarea scria referir las aclamaciones que cortaron
a cada instante la palabra del seiior Errázuriz en el curso
de su elocuente y palpitante improvisacion. Todos le
escuchaban anhelantes, entusiasmados, ya risuefios yale-
gres al oir las finas y artísticas sátiras de que salpicaba su
discurso, ya entusiasmados y conmovidos cuando arreba-
tado por los ímpetus de su elocuencia, hacia la historia de
la caida del gabinete, recordaba la actitud del congreso y
disefiaba en toques vigorosos el porvenir glorioso reser-
vado a nuesfa patria.
Hablô a continuacion del seũor Errázuriz el diputado
don David Mac-Iver, el cual se refiriô en especial a los
intereses de ĩa provincia de Tarapacá, puestos en peligros
por el nuevo gabinete, haciendo de paso consideraciones
sobre la última evolucion política y su significado para el
pais.
EI seiĩor Mac-Iver estuvo mui feliz en su discurso yrecibiô a su término entusiastas aplausos.
Tocd en seguida a don Pedro Montt, ex-ministro de
hacienda, hacer uso de Ia palabra. Saludado con nutridos
aplausos al ponerse de pié, esos aplausos se repitieron
calorosos al comenzar recordando las grandes conquistas
realizadas por el pais desde su descubrimiento. Fué la
primera la de la civilizacion en lucha contra la barbarie,lucha sangrienta y prolongada, pero que diô al fin el
triunfo a la civilizacion. Vino despues la lucha de la inde-
pendencia contra el vasallaje y triunfd la independencia.
Hoi está en lucha la libertad civil contra Ia invasion de
los presidentes; la libertad electoral contra la imposicion
de candidatos, y, como en las anteriores, el triunfo final
ha de ser de Ia buena causa.
Sobre este magnífico tema se estendio en patriôticas
consideraciones, manifestando que divisaba prdxima la vic-
toria decisiva de la libertad y la reduccion del poder ejecu-
tivo a sus justos y racionales límites, y terminô su brillante
perorata en medio de los aplausos repetidos y de las acla-
maciones unánimes de Ia entusiasmada asamblea.
Toco su turno en seguida a don Enrique Valdes Ver-
gara, quien fué saludado con prolongadas, especiales yrui-
dosas aclamaciones. La entusiasta concurrencia vivá re-
petidas veces al Heraldo, valiente espada de la presen-
te campafía. Por largo rato fué imposible al sefior Valdes
Vergaru hacer uso de la palabra. por obra de la verdadera
ovacion que se hizo a su persona y a su actitud en la lucha
hoi empenada.
Rodô su discurso sobre la importancia del poder lejisla-
tivo en todas las naciones civilizadas; sobre el papel que ha
desempenado < n el desarrollo de la libertad de los pueblos,
y sobre la gravedad del atentado cometido por el presiden-
tede larepdblicaal deshacerse de un ministerioquecontaba
con la voluntad decidida del poder lejislativo.
Anunciô el sefior Garcia Huidobro al presidente de la
cámara de diputaclos, don Ramon Barros Luco; y a la par
con el 'saludo carifioso de que fué objeto se notô en todos
el interes mas vivo por escuchar los conceptos de un hom-
bre público de tan alta significacion política.
Los deseos de todoS quedaronaltamentesatisfechos. No
solo llamaron la atencion en el seiĩor Bairos Luco la limpi-
dez de la frase y la claridad de la diccion, sino principal-
mente la enerjia de los pensamientos, la elevacion de los
conceptos, la lealtad de los raciocinios, la enérjica firmeza
de las convicciones. Hablando del préximo programa del
congreso declarô que se daria una lei electoral que matase
para siempre la imposicion de las candidaturas oficiales.
"Todo lo sacrificaremos a esa obra, dijo; todo, hasta la
satisfaccion de una necesidad premiosa; la creacíon de una
corte en Valparaiso. Dedicaremos a esa tarea nuestros pri-
meros esfuerzos, sin que haya poder nĩ tropiezo alguno que
nos lo impida. Dictaremos todas las leyes que la situacion
ilel pais reclama; levantaremos mui en alto el pendon del
poder parlamentario; demostraremos prácticamente que el
congreso es digno del varonil pueblode Chile. Nosocupa-
remos tambien de la corte para Valparaiso: sabremos dar-
nos tiempo paratodo."
Y hablando en seguida de los díceres que los ministros
circulaban respecto de la pasada de algunos diputados, de-
clarô solemnemente que él, como presidente de la cámara
de diputados, salia garante del honor de todos sus miem-
bros, gratuitamente insultados por los seiĩores ministros,
quienes no tomaban en cuenta el descrédito que arrojaban
sobre el pais con esa clase de imputaciones.
"Yo os respondo, dijo, que ninguno de los diputados de
Chile ha perdido su honor. Yo os respondo de que en
esta lucha entre el ejecutivo y el congreso, éste, que tiene
la honra de representar al pueblo de Chile, saldrá definiti-
vamente victorioso, porque nuestra resolucion esincontras-
table ynuestra. actitud, cobijados por la lei, enérjica y
Durante largo rato retemblo la sala con las ardientes
aclamaciones que estas palabras del prestijioso presidente
de Ia cámara atrajeron a los labios de todos. El entusiasmo
era en esos momentos indescriptible. Cuando de boca de
un hombre que tiene fama de reservado y de frio salian
tan valientes v alentadoras espresiones, todos se sentian
arrebatados y delirantes. Los vivas en honor del congreso
se repetian, y el seiíor Barros Luco, que tenia personali-
dad suficiente para responder de la honradez y de lacon-
secuencia de los que lo elijieron para presidirlos, fué objeto
de una verdadera, calorosa y unánime ovacion,
Hablô en seguida don Eulojio Altamirano, y basta men.
cionar este nombre para calcular cuál seria el efecto que su
palabra produjo entre los delegados de un pueblo que tan
cordial aprecio tiene por su antiguo intendente, actual se-
nador y constante amigo. Durante largo espacio de tiempo
se vid tambien impedido de hacer uso de la palabra. Las
aclamaciones se repetian, los vivas resonaban. Valparaiso
daba al ex-primer majistrado de su provincia, cuya atinada
conducta tan vivo contraste forma con la de sus sucesores,
una prueba elocuente de un amor que no hace mas que
aumentarse con los afios y con las terribles comparaciones
No hablaremos de su discurso, que publicamos íntegro
mas adelante y que es una pieza de primer orden, aun en-
tre las mismas que forman el bagaje de este ilustre orador.
Nos contentaremos con decir que la voz resonante, flexi-
ble y es'ensa; las inflexiones artisticas y adecuadas: el tono,
el jesto, Ia espresion, todas lás condiciones esternas del ar
te y de Ia inspiracion oratorias dieron al discurso del seîior
Altamirano un realce que contribuia a poner de relieve la
elevacion de las ĩdeas y el poder de las convíccîones.
Mientras hablé mantuvo a su auditorĩo en delicioso arro-
bamiento. Todos admiraban a la par al hombre de esfido
y al artîsta; todos aplaudîan estrepitosamente al ex-inten-
dente de Valparaiso cuya estadia en esta ciudad recordaba
los mejores dias de libertad y de glorîa que ha gozado
nuestro pueblo. Cuando termind parecîa haber terminado
el eco de una música deliciosa. Algunos entusiastas le gri-
taban que hablase toda la noche.
Don Augusto Orrego Luco hablo en seguida de lasitua-
cĩon política del pais; don Federico Pinto Izarra de los
empleados destituídos; el doctor don Joaquin Talavera de
las dolencias que afectaban nuestro organĩsmo político, y
don Luis Martiniano Rodriguez de la inconsecuencia polí-
tica de que era viva muestra el escelentísimo senor Balma-
ceda como tambien del valioso concurso que debiamos
esperar de la clase obrera, elemento poderoso de opinion
independiente y al cual debiamos mucha proteccion.
Don Agustin Edwards tomô en seguida la palabra y su
hermoso y bien pensado discurso fué saludado repetidas
veces por las manifestaciones de aprobacion de la concur-
rencia. Afiadié sus aplausos a los que ya se habian hecho
oir en favor de !os ex-Ministros, y manifestô que el pais
entero los acompaíiaba en su caida como despues los acom-
panaria en su triunfo. Grandes y prolongados aplausos
coronaron el discurso del jdven Senador de Valparaiso.
Otro orador mui aplaudido fué el joven ex-Ministro de
la Guerra don Luis Barros Borgofio, quién elijid por tcma
— 23 —
la guerra. . . a las candidaturas oficiales y la necesidad de
reaccionar al fin contra un sistema de Gobierno que es una
verguenza para el pais.
En seguida tomo la palabra el ex-Ministro de Relaciones
Esteriores don Juan Castellon, el cual recojio tambien
entusiastas aclamaciones, no solo durante su discurso sino
tambien en una brillante improvisacion de que a manera
de exordio Io precedid. Dijo que desearia que sus palabras
tuviesen poder suficiente para cruzar como con un látigo
de fuego el rostro de los detentadores de las leyes y de las
libertades públîcas, quienes ahora, despuesde consumar su
atentado, trataban de corromper al Congreso y a lamajis-
tratura judicial solicitando a Diputados y procurando la
ayuda de Jueces que se convirtieran en falseadores de las
leyes.
En medio de los aplausos provocados por las palabras
del seiior Castellon, quien se presentô como un simple
soldado de la idea radical, álguien, interrumpiéndolo, pîdíô
una copa en honor de don Manuel Antonio Matta, el viejo
radical, el luchador infatigable y constante, el hombre probo
y sin mansilla, y la concurrencia entera se puso de pié para
saludar el nombre del respetable jefe del radicalismo chi-
íeno.
Despues usá de la palabra don Eduardo Matte, quien
en nombre del Gabinete de que formô parte, agradecio los
conceptos dedicados por el Presidente del banquete a ese
Ministerio, al cual cupo en suerte cooperar eficazmente ala
alianza de los lĩberales cuya bandera principal es la recons-
titucion política del pais y Ia muerte de la intervencion
oficial.
Brindô rambîen por la prensa de la alianza liberal.
La concurrencia aplaudid con entusiasmo repetidas veces
al orador, uno de los que mayor esfuerzo ha dedicado a la
union liberal.
Contesto el seiĩor Montiel Rodriguez en nombre de la
prensa y conquistando merecidos aplausos.
El sefior Francisco Antonio Pinto se puso de pié en
seguida y fué saludado con aclamaciones unánimes; brindo
por que la alianza Iiberal realice la completa independencia
del Municipio, único modo decimentar sobre súlidas bases
la autonomía de las provincias; termino pidiendo una copa
por el Municipio de Valparaiso, celoso defensor de sus
derechos.
Le contestô ei sefíor Barrios, primer Alcalde Municipal.
quien recibid unánimes aclamaciones, que se repitieron
diversas veces y que demostraron a las claras las simpatías
que ha conquistado su actitud valiente dentro de la lei.
Dos jovenes brindaron en seguida, el setior Alfredo
Cabezon, en nombre de la juventud radical, y el sefior
Pedro A. del Rio, aplaudiendo la actitud del pais contra la
omnipotencia presidencial; uno y otro cosecharon nutridos
aplausos, con elocuencia de antiguos veteranos en las luchas
políticas.
Por fin, siendo ya las once y media de la noche, el
Presidente del banquete puso término a la larga serie de
discursos, declarando cerrado aquel hermoso acto.
"Al poner término, dijo, a la presente manifestacion,
permitidme, sefiores, espresar un deseo, una esperanza y
una aspiracion que de seguro estará en el corazon de todos
vosotros, y es que el eco de nuestra voz repercuta en el
corazon de todos los chilenos a fin de que se vean unidos
en un solo cuerpo y que la sombra de esta pura y bella
bandera que cubrid tantas glorias en la tierra y en el mar,
cobije tambien Ia conquista de nuestros derechosciviles."
Esta enérjica y brillante peroracion fué saludada con
manifestaciones locas de entusiasmo, el cual parecia no
haber desmayado un ápice desde el principio del banquete.
Las horas habian trascurrido placenteras y veloces. Al
mirar sus relojes, todos se sorprendian de ver que ya la
media noche se acercaba; pero todos se sentian felices por
haber tenido oportunidad de asistir a un banquete que no
ha tenido superiores en Valparaiso, y sobre todo al pensar
que sus ecos, conforme con los deseos del seiíor García
Huidobro, repercutirán con fuerza en el corazon del pais
entero.
Los concurrentes abandonaron la sala de tan espléndido
y soberbio homenaje a la causa verdadera de la libertad,
levantando henchidos sus pechos del alegre entusiasmo,
que solo los grandes principios inspiran y que esa noche
debio necesariamente despertar el éxito de una manifesta-
cion, que como preludio de esta campafia, permite abrigar
para el futuro las espectativas mas felices y consoladoras.
LISTA DE ASISTENTES AL BANQUETE
Altamirano Euloiio
Alamos Gonzalez Simon
Abrines Ricardo
Aguilera José E.
Achurra Manuel M.
Aninat Arturo
Besa José
Barros Luco Ramon
Barros Borgofio Luis
Barrios Alejo
Barros Borgofio Manuel
Besa Arturo
Besa Alvaro
Besa José V.
Burton Cárlos E.
Bricefio Ramon B.
Bartels Pablo
Bascufian Adolfo T.
Bolton Marco A.
Cazotte Enrique
Castellon Juan
Cubillos Máximo
Castro Pablo José
Castro Salvador
Castro Luis E.
Cubillos Pedro
Cruz Elías C. de la
Covarrúbias Antonio
Canciani Pedro
Cabezon Alfrcdo
Ceardi Salvador
Carvallo Daniel
Caviedez Eloi T.
Castro Lino
Cubillos Vicente
Dueiias Benigno
Délano Eduardo
Délano Roberto
Danto José Antonio
Délano Alfredo
Ducoing Heriberto
Devoto Luis
Donoso Eduardo
Edwards Agustin
Errázuriz Isidoro
Escobar Cerda Gregorio
Fernandez Lopez Miguel
Feliú Daniel
Fernandez Pedro Javier
Figueroa Exequiel2.°
Frederick Jorge
Frederick Eduardo
Frederick Alejandro
Ferreira Enrique
García Huidobro Cárlos
Grez Yicente
Gandarillas josé Antonio
García Tristan
Gacitúa Antonio
Garrao José R.
García L. Cárlos
García L. Enrique
Gallardo Fructuoso
Garfias T. Manuel
Guevara Luis
Gacitúa Anjel Antdnio
García Isidro L.
Guzman A. Manuel A.
GonzalezJ. Bruno
Gonzalcz Aristoteles
Gundelach Manuel
Givovich Arturo
Guzman José Roberto
Gonzalez Tomás J.
Guerra Eusebio
Gormaz Eduardo
Hernandez Bruno
Herrera B. Emilio
Hesselbalt Emilio
Ivol Enrique
Izquierdo Luis H.
Letelier Valentin
Letelier José
— 30 —
Lemus Horacio
Linacre Guillermo2.°
Luco Huici Manuel
Leighton Francisco S.
Letts Arturo
Lopez Antonío
Montt Pedro
Montt Alberto
Matte Eduardo
Montiel R. Agustin
llac-Iver David
Mac-Clure Eduardo
Mac-Kellar Pedro E.
Montt Silvestre A.
Morris Cárlos
Martinez Heraclio
Mũnnich Guillermo2.°
Montt Cárlos
Mufioz Ernesto
Môller Guillermo
Navarrete G. Cárlos
Xieto Jerman
Orrego Luco Augusto
Orczco Fernando
Olavarría Agustin M.
Ponce de Leon Ramon
Pozo H. Juan de Dios
Pinto Francisco Antonio
Pinto Izarra Federico
Pardo Correa Manuel
Pino i\*icolas del
Rodriguez Luis Martiniano
Reyes Nolasco
Renard Cárlos
Rodriguez Anjel C.
Romero Herrera Alberto.
Riesco Francisco Javier
Rodriguez Cárlos A.
Rio Enrique del
Rodriguez Luis E.
Reyes Cárlos A.
Rios Gonzalez Cárlos
Robinson Alberto
Renjifo Absalon
Rodriguez Rodolfo
Rio Pedro del
Silva Waldo
Soruco Rômulo
Soruco Ruperto
Sotomayor Onofre
Sanchez M. Antonio
Talavera Joaquin
Tupper Felipe
Urmeneta Guillermo
Valdes Vergara Enrique
Varas Antonĩo
Varas Cárlos
Vial Román
Vial Nicolás
Velazquez Francisco Javier
Vives Wenceslao
Vargas Lago Eulojio
Waddington Luis.
DISCURSOS
Don Cárlos Garcia Huidobro
He tenido el honor de habcr sido designado para presî-
•dir la presente reunion y cumplo esta grata y honrosa
mision ofreciendo la presente manifestacion a Ios senores
ministros que realizaron desde sus altos puestos el hecho
político mas grandioso que hemos presenciado en estos
últimos tiempos, la base de una convencion que una las
aspiraciones de todos los partidos. Pero este trabajo tuvo
sus iniciadores, que fué el ministerio presidido por el sefior
Lastarria, a quienes asociamos tambien en nuestramanifes-
tacion.
La confianza que por momentos abrigô el pais al ver
al frente de los negocios del Estado hombres que encarna-
ban sus ideas y sus principios, fué, senores, una fugaz ilu-
sion. La voluntad de uno solo dominô y eclipsd la volun-
tad del pueblo.
Los liberales de Valparaiso aquí reunidos, apreciando el
(•i!
— 3-t —
espíritu elevado de esos sefiores ministros, han queridoma-
nifestarles su adhesion y sus aplausos y al hacerlo creen
tambien interpretar los deseos y sentĩmientos de todos los
liberales de la República para unir sus aplausos a los suyos
en esta manifestacion.
Recibid, pues, senores inĩciadores y vosotros sefiores que
fuisteis los realizadores dé este gran paso político, nuestros
entusiastas aplausos.
Don Isidoro Errázuriz
Senores: me inclino, en nombre de los que fueron mis
nobles y distinguidoscompafieros de trabajo ministerial y
en el mio propio, con vivo agradecimiento, ante estagran-
diosa manifestacion de las simpatias de Valparaiso.
Las heridas de la política lascurala política. Y las caidas
del poder causan poco dano, son apenas caidas, cuando
un pueblo como éste recibe entre sus brazos a los hombres
a quienes la intriga o el capricho han derribado
Vosotros habeis poseido siempre el privilejio de presentir
antes que nadie los quebrantos que sufre el patriotismo,
asi como sabeis adivinar sus glorias. Por eso os habeis le-
vantado periddicamente a tributar aplausos entusiastas a
Ios buenos servidores de la nacion. Por eso tambien habeis
tenido a veces cruelescensuras y habeis tenido silencios
mas elocuentes que la censura misma, silencios que han
debido producir calofrios yestremecimientos como los de
la conciencia culpable.
Por otro lado, la circunstancia de encontrarse reunida en
sus hogares la sociedad portefia, en estos meses de vaca-
ciones en que el Congreso Nacional no funciona, y en que
los habitantes de las demas ciudades del pais se hallan
ausentes, hace de vosotros el centinela avanzado de la li-
bertad, de la lei y de la dignidad nacional. Asi como en
I'ebrero de 1879 estuvisteis de pié para responder con inol-
vidable enerjia al reto del estranjero, os levantais este afío
a denunciar el peligro que amenaza las instituciones.
Es esta la primera ocasion en que los que fuimos miem-
bros del gabinete organizado en Octubre, nos encontramos
en presencia de una reunion considerable de nuestros con-
ciudadanos, y la aprovechamos con gusto para darlescuen-
ta de los propôsitos que perseguimos en el poder, de los
elementos hostiles o amigos con que tuvimos que contar yde las causas y las peripecias de la síngular catástrofe que
puso término a nuestra accion mînisterial.
Se formô el gabinete de Octubre a la luz de la mas ám-
plia publicidad.
Desde principîos de 1889 se pronunciá, en los círculos
liberales parlamentarios, el convencimiento de que estaba
funcionando un sistema de política perturbador y disolvente
a costa de la integridad y del prestijio del partido liberal
del pais.
Al paso que se entonaba himnos a la union de los libera-
les, se esplotaba sin piedad las divisiones, los rencores an-
tiguos, Ias rivalidades del dia. Se hacia servir a un grupo
contra los demas grupos, y recíprocamente. Se contenia y
amenazaba al grupo gobernante por medio de negociacĩo-
nes más o menos veladas con el grupo de oposicion. Y a
favor de esta táctica, se habia logrado implantar un réjimen
de arbîtrariedad personaĩ sin ejemplo en nuestros anales
patrios y se preparaba el campo a la usurpacion del dere-
cho electoral, no ya en beneficio de alguno de los caudillos
y buenos servidoresdel partido, nd, ni siquiera en favor de
— 30 —
un recien llegado con méritos de intelijencia o de honora-
bles antecedentes.
A mediados del ano, la mayoria de liberalismo parla
mentario se habia lanzado a una evolucion salvadora. A la
union de aparato oponia la union súria, estricta y fecunda,
destinada a amparar el derecho del partido y el derecho
del pais y a sustituir al personalismo dictatorial el gobierno
de la opinion pública representadá y servida por el Con-
greso.
Fruto de este movimiento fué la organizacion del gabi-
nete de Octubre. Nuestra fuerza y nuestro encargo fueron
conocidos desde la primera hora. Nuestra fuerza estuvo en
el Congreso, y de él recibimos el encargo solemne de man-
tener en el gobierno la union de los elementos liber.iles co-
mo barrera contra las tendencias dictatoriales, de cumplir
y hacer que se cumpliesen las leyes y de ahuyentar de la
Moneda la candidatura oficial.
Se ha dicho, en son de reproche, que no fuimos ministe-
rio de bailes. Sin duda, no lo fuimos. Antes que nosotros
se habĩa hecho correr a torrentcs el tesoro nacional, y en
vez de continuar en esa via, preferimos ?doptar una política
de severo recojimiento en la inversion de los caudalcs del
Estado y estancar, por medio de medidas de discreta y
cautelosa administracion las heridas causadas por alarman-
tes y peligrosos procedimientos.
No fuimos, tampoco, ministerio de combate. En tres
meses no conseguimos ventaja ninguna sobre los antiguos
adversarios. No lo negamos, y casi no hacemos mérito de
ello. Obedecimos al propôsito de obligar a los partidos que
viven fuera de la atmúsfera oficial a la neutralidad. De
esta suerte, esperábamos encontrarnos mas fuertes para el
combate contra la intervencion.
^'Esta política tuvo éxito? Básteme recordar que la obser-
vancia fiel de las leyes, de administracion regular financiera
y la leal neutralidad en asuntos electorales, que fueron Ia
norma de nuestra conducta, encontraron en todas partes
favorable acojida. Ganamos terreno en el Congreso, en
donde no se logrô desarrollar contra el gabinete una sola
interpelacion de carácter político. Pudimos, de esta suerte,
ver formarse en torno nuestro una atmôsfera de simpatias
y respeto, y logramos envolver en ella la persona y ladig-
nidad deĩ jefe del Estado, que no fueron siempre acaricia-
das por el aura del prestijio popular y del acatamiento par-
lamentario durante la época anterior de su administracion.
Se ha dicho, por otros, que fuimos inocentes y crédulos.
En realidad, vivimos en el gobierno con la confianza que
es propia de hombres de honor en el levantado puesto que
ocupábamos. Ceder a impulsos del recelo y de Ja sospecha
habria importado tanto como declarar que habîa felonia en
el juego de la suprema autoridad de Chile.
No negaré que descubriamos aquí y allá síntomas alar-
mantes. Nos parecia singular que un grupo político que
siempre hizo profesion de fé de su cĩego sometímiento a la
voluntad y las inspiraciones del jefe del Estado asumiese
por momentos actitudes hostiles a la política proclamada
por S. E. y manifestase veleidades de oposicîon. Pero ^qué
importancia podriamos atribuir a síntomas comoéstecuan-
do las palabras del primer majistrado los desautorizaban
por completo, cuando a la manífestacion de nuestro deseo
de que se convocase el Congreso en Abril a sesiones estraor-
dinarias, contestaba aquel que, si el funcionamiento del
Congreso era considerado por nosotros como un medĩo de
tranquilizar Ia opinion y como una garantia para el derecho
electoral, se hallaba él dispuesto, a fuer de buen pagador
a quien no dolian prendas, a mantener las cámaras enfun-
cion hasta el último dia de su administracion?
Tocô al grupo de adictos al presidente a que me he re-
•erído desempenar un papel mui importante en la catástrofe
en que desaparecĩô el ministerio formado en Octubre.
— 38 —
Los escelentes senores que pertenecen a ese grupo de-
bieron sentirse mui confundidos y perplejos al desempeiiar
el encargo que les fué asignado en la crísis. Ejecutar ama-
gos de oposicion, aparentar enojos y esplosiones de propia
côlera, manifestarse resentidos por quiméricos agravios ygastar el lujo de desautorizar a un ministro y de ])romover
una crísis, debieron parecer sorprendentes y audacísimas
evoluciones a estos políticos, por mucho que el actual go-
bierno los hubiera acostumbrado a ejecutar saltos mortales.
Ln presencia del descalabro del ministro que represen-
tabajenuinamente el grupo presidencial, los cinco miembros
restantes del Gabinete nos dijimos que aquella dificultad no
podia tener sino el carácter de una crísis parcial. Podia ser
salvada éstamedianteja desĩgnacion de un nuevo ministro
que contara con las simpatias del grupo en pronunciamíento
mas seguramente que el anterior, o si esto no era posible,
el Gabinete se sentia con apoyo suficiente en el Congreso y
en el pais para continuar al frente de los negocios.
Sucediú entonces lo que supo caracterizar con mucha fu-
sion y exactitud nuestro estimado compafiero del interior,
a quien quisiera hacer llegar, desde el seno de esta reunion,
la espresion del respeto y el aprecio que la correccion y
cortesia, la enerjia y el patriotismo de su actitud inspira-
ron siempre a sus colegas. No se veia motivo para una
crísis; pero <-.l medio dia del 18 de Enero, fué preciso con-
vencerse de que nos hallábamos en crísis por la mui sen-
cilla y poderosa razon de que estábamos en crísis.
La verdad era que los cinco miembrosdel Gabinete uni-
dos en un comun propdsito no habiamos contado con un
detalle técnico del funcionamiento ministerial de estos tiem-
pos. Habíamos perdido de vista la mui importantecircuns-
tancia de que, segun parece, ha sido regla de estaadmi-
nistracion que las crísis de gabincte tengan el carácter de
crísis jenerales.
Aquí estuvo la catástrofe.
— 39 —
El pais y la historia juzgarán si, en verdad, el Gabinete
■sostenido por el Congreso resbalô en un resorte técnico
de la máquina administrativa.
Los que sufrimos la caida tenemos nuestra opinionfor-
mada sobre la materia, y esta opinion, digna sin duda de
respeto porque es la de los pacientes, es que noresbala-
mos en otra cosa que en la candidatura oficial.
Estamos convencidos de que la candidatura oficial, que
lográbamos ahuyentar y mantener alejada durante el dia,
se paseaba, en las horas de los espectros y de las sombras
en pena, por los claustros de Ia Moneda.
Estamos convencidos de que ella fué retirada en Octubre
temporalmente, por via de homenaje forzado a la volun-
tad del Congreso y del pais y con el ánimo de hacerla rea-
parecer en Enero sobre las ruĩnas de la coalîcion, y en todo
caso, a favor de la disposicion universal y de la clausura
del Gongreso.
Los que han asestado al réjimen parlamentario este
golpe, saben probablemente mejor que nosotros en ddnde
está para ellos la conveniencia. A ellos toca resolver si,
despues de huir el bulto a la lucha en Octubre, cuando la
mayoria de resistencia en la cámara de diputados se halla-
ba en via de formacion, les conviene provocar el combate,
en estos momentos, cuando la mayoria de ámbas cámaras
está pronunciada contra ellos y cuando resuena el pais en-
tero con el escándalo de la bancarrota escandalosa de la
confianza en el poder.
De todas maneras, es una situacion solemne, tremenda
y peligrosa la que han delineado sobre el pais los auto-
res de esta audaz calaverada. Todo el réjimen de nuestras
instituciones elaborado durante medio siglo, está sometido
a dolorosa prueba. El buen sentido de Chile será apenas
suficiente para contener el desborde de las influencias
desmoralizadoras puestas en juego y de los elementos de
desôrden desencadenados por el poder.
— 40 —
Os he manifestado agradecimiento por esta manifesta-
cion espléndida, en nombre de los que fuimos miembros
del gabinete pnrlamentario. Debo, al concluir, tributároslo
en nombre de la causa sagrada de la lei y de la libertad y
felicitaros por haber encendido en vuestras colonias el pri-
mero de los fuegos de alarma, que en pocas semanas,es-
tarán encendidos en todo el pais, anunciando el peligro
público y llamando a los hombres de patriotismo y dehon-
radez, a los que confian en el porvenir de Chile, a los que
tienen algo que temer y que perder, que ha llegado la
hora de armarse y de acudir a la defensa de lo que es que-
rido y sagrado al ciudadano y a contener y castigar la
insolencia de la empresa catilinaria.
T;on David Mac Iver.
Sefiores:
Nada mas justo, nada mas oportuno, que esta hermosa
manifestacion, que es merecidísimo y espontáneo aplauso
a la digna y discretaconducta observada por los ministros
que con tanto acierto como patriotismo, supieronrepresen-
tar en el gobierno las aspiraciones y propositos de las
agrupaciones liberales que los designaron. Tenian ellos
la ámplia confianza de esas agrupaciones quecontaban con
mayoria en el Congreso ytienen hoi, a mas, su aplauso
mas entusiasta.
Subieron al poder ybajaron de él en las mas honrosas
condiciones.
Su salida del gobierno, donde ellos eran garantia de
legalidad y concordia, ha sido un acontecimientoinespe-
rado e injustiftcable que hace temer dias de intranquili-
dad y perturbacion para los intereses públicos.
De aquí viene la patriôtica inquietud con que el pais se
pregunta si es verdad que el presidente de la república,
desoyendo la voz de la leĩ, Ia del interes nacional, acaso la
de su tranquilidad y prestijio, pretende hacer triunfar, a
todo trance, una candidatura que comenzaron por rechazar
sus amigos mas distinguidos y que hoí rechaza la inmensa
mayoria de la nacion.
Si esto es verdad, como verdad lo creen todos los que
me escuchan, como verdad lo cree el paĩs, deber. y deber
sagrado, es para todo concîudadano, que algun amor siente
por su patria y por sus instituciones republicanas,esfor-
zarse porque el voto del pueblo, no el de un solo hombre,
sea el que designe y elija al futuro presidente.
Y es tanto mas sagrado el deber qne se impone a los
ciudadanosde hacer valer, en Iacercana eleccíonpresiden-
cial, su voto, hasta hoĩ supeditado, cuanto que durante la
prôxima administracion habrán de ser solucionados intere-
santísĩmos problemas políticos, internacionales yeconô-
micos.
Entre estos últimos la cesacion del curso forzoso y la
implantacion de la mas ámplia libertad de industria en la
esplotacion de los territorios del norte ocupan et primer
térmĩno.
Es el curso forzoso un cáncer que debilĩta las fuerzas
sociales, de estirpacion impostergable, que solo beneficia
transĩtoriamente a unos pocos.
Su vijencia trae las constantes oscilaciones de nuestro
cambio internacional, y fomenta el ajio y la especulacĩon,
producĩendo a la larga, considerables perjuicĩos a los ne-
gocios.
Xingunasituacion mas propiciaparasalir de él que laque
ha venido y va atravesando el paĩs. Los abundantes re-
cursos que fluyen de Tarapacá, esa Cdlquide que encierra
las riquezas que en vano buscaron Jason y Ios argonautas,han bastado y sobrado para pagar al pueblo la deuda sa-
grada que la nacion contrajera en hora amarga yangus-
tiada.
Debemos aprovechar jenerosamente esas riquezas que,como las del Pactolo, habrán de tener su término.
No habrá descendido la jeneracion actual al valle don-
de termina la vida cuando habrá acaso que aplicar a Ta-
rapacá los versos que el célebre poeta cantara a Itálica
famosa.
;Y que se habrá aprovechado hasta entonces de las
grandes riquezas de Tarapacá, de Tarapacá que ha visto
sus montafias, sus pampas y sus mares regados por la
sangre jenerosa de nuestros valerosos marinos y soldados?
Y al llegar a este punto, séame permitido felicitar al
ex-ministro de hacienda porque, sin dejarse deslumbrar
con la prosperidad que lanza a otros al derroche, puso mano
firme a la supresion de muchos gastos inútiles y a íare-
duccion de contribuciones que gravan a las clases pobres.
Sefiores:
A Ios sefiores Castellon, Errázuriz, Montt y Barros
Borgofio, a Ios ministros del cuadrilátero que existiô, nô
como el de Ia historia para oprimir la libertad de un pue-
blo, sino para dársela, a los ministros que cayeron honrosa
mente del poderpor defenderlas libertades públĩcas..
— 43 —
Don Pedro Montt.
Los gobiernos libres no son tiendas levantadas para el
suefio: son campamentos en que dominan la vijilancia, la
actividad y el trabajo. Estas virtudes robustecen la ener-
jia del carácter y despiertan sentimientos jenerosos que
no se ponen en accion cuando no hai una noble causa
que los in\-oque.
La obra en que estamos empenados es de las mas gran-
des que pueden ocupar a un pueblo. En nuestro suelo se
batieron la civilizacion y la barbarie: triunfú la civilizacíon.
Lucharon tambien Ia independencia y el vasallaje; \'en ciú
la independencia. Hoi se bate el gobiemo parlamentario
y el gobierno personal; ^de quien será la victoria? La res-
puesta depende de la voluntad de nuestros conciudadanos,
de su cultura y patriotismo, que tienen tan numerosos y
lejítimos representantesen esta escojida reunion.
V no se trata, sefiores, de aniquilar el poder ejecutivo.
El gobíerno parlamentario consiste en que la union de las
miras políticas del Ejecutivo con las miras políticas del Con-
greso es una condicion indispensable de la marcha de los
negocios públicos. Esa union que se ha destruiJo es lo
que debe restablecer.se, para volver a la letra y al espíritu
de la Constitucion y para respetar la voluntad bien pro-
nunciada del pais.
El prdspero estado de la hacienda pública debe aprove-
charse para fomentar el progreso nacional y aliviar las
cargas de los contribuyentes, en especial de los mas me-
nesterosos.
Y ha de tenerse presente que las rentas fiscales son el
producto del trabajo de los ciudadanos para que se consi-
— U —
deren deber primordial todo el celo y dilijencia que ase-
guren su discreto y correcto empleo.
Las cantidades que no han de invertirse con el debido
estudio y vijilancia en vista de los recursos y elementos
del pais, en ninguna parte se hallan mas seguras que en
el bolsillo de los contribuyentes: allí fomentan el trabajo yes donde dan un producto mas abundante y bsneficioso
para la república.
Presupuestos escesivos enjendran graves peligros: des-
piertan ambiciones de toda clase, debilitan el espíritu de
trabajo, relajan la administracion y disminuyen el vigoryla enerjíade los caracteres.
Si por fortuna necesitamos todavia mirar fuera del pais
para hallar la confirmacion práctica de estas consecuen-
cias, no cerremos los ojos ante el peligro que nos ame-
naza, y siguiendo el rumbo trazado por el Congreso en sus
últimas sesiones, unamos nuestros esfuerzos y pidamos la
cooperacion denuestrosconcíudadanos paraquela prôxima
eleccion sea el Iejítimo resultado de la opinion popular,
para aue se respete el gobierno parlamentario garantido
por la Constitucion y para que la república lo defienda y
Io conserve mediante las virtudes y el patriotismo de sus
hijos.
Don Enrique Valdes Vergara
Seiĩores:
La impjtencia y el despecho son peligrosísimos conse-
jeros a quienes debe negarse en absoluto la entrada a los
palacios de gobierno,
Sin embargo ellos predominan en la Moneda desde la
pérfida actitud de S. E. con el gabinete a cuyos ministros
festejamos. La carencia de razones se suple con audacia y
la falta de elementos de lucha con doctrinas absurdas, cuyo
alcance no han medido los escritores palaciegos. ni sos-
tendrán el dia de mafiana.
Entre esas doctrinas, entreesas ensefianzas de lasober-
bia impotente, ninguna reviste tanta trascendencia como
la propaganda hecha contra el Congreso Nacional. base de
nuestra Constitucion y garantia de las libertades públicas
amenazadas.
El réjimen parlamentario en sus diversas formas ha
sido fruto de conquistas graduales e incesantes alcanza-
das por hombres celosos de sus derechos contra las usur-
paciones del absolutismo; en un principio el parlamento
no tuvo otra prerogativa que Ia de conceder o negarsub-
sidios estraordinarios exijidos por el estado de guerra de
Ias naciones o por el derroche de los rcycs, v al presente
ejerce soberania real y positiva en todos los paises civili-
zados del mundo.
El parlamento cambia el gobierno de los partidos en
Inglaterra tantas cuantas veces las variaciones de la polítĩ-
ca forman mayorias contra los gabinetes; en Francia arroja
del poder a los partidos y hace abdicar a presidentes que
se llaman Thiers. Mac Mahon y Grévy, vencidos los pri-
meros por sus adversarios políticos y aplastado el último
por la corrupcion de un deudo, no por su propia corrupcion.
En Bcljica han caido los liberales y los conservadores
sucesivamente por los votos del congreso y en laabsolu-
tista Alemania imperial el omnipotente canciller necesité
solicitar el ausilio de Leon XIII para alcanzar el voto del
congreso en la lei del septenado.
Nuestra constitucion política establece que el de Chile
es gobierno popular representativo, y entrega al fallo del
Congreso desde Ios gastos públicos hasta los ministros de
Estado y el presidentc'de la república que solo pueden
— 46 —
ser juzgados y condenados por su conducta funcionaria
ante aquel soberano cuerpo.
Todos los gobiernos han reconocido esta lejítima pre-
ponderancia del Congreso en la direccion del Estado. El
sefior Montt se doblegô ante la mayoíia del senado, el
gobierno Perez por un voto de censura de Ia cámara alte-
rô el rumbo que se dirijia hácia los liberales moderados ydio el éxito a los enemigos de ellos en el seno del go-
bierno.
Mas, ^para qué esforzarse en probar este derecho del
Congreso y el respeto que ha merecido a todos los gobier-
nos de este pais? ;Xo hemos visto ayer no mas al e3forzado
adalid de la comuna autdnoma en el senado reconocerque
todos nuestros gobiernos, liberales y conservadores, han
intervenido en la eleccion del Congreso para tener libertad
y marchar segun su capricho?
Los gobiernos de este pais hubieran violado Ias leyes y
asumido ese odioso papel si el Congreso no fuese la llave
de toda situacion y garantia segura de victoria?
Se trata de dar confianza en el éxito de la aventura
quijotesca ĩniciada el 18 de Enero declarando que el actual
Congreso, hijo de la intervencion, no tiene derecho a in-
fluir decisivamente en el pais, y en nombre del presidente
ds la república, verdadero responsable de ese delito, se for-
mula la acusacion con el objeto de allanarle el camino para
ejercer una vez mas otra intervencion mas desvergonzada
que aquella.
El cargo que desde palacio se lanza contra el congreso
de hoi no sirve sino para probar la firmeza del cerebro del
primer majistrado que lanza él mismo su propia condena-
cion y no por noble arrepentimiento, sino para repetir el
delito que proclama. Un congreso constituido y en funcio
nes tiene el valor de una lei sancionada y promulgadu, sin
que sea lícito investigar si hubo un vicio orijinario en su
aprobacion.
Y cuando el gobierno alza bandera ámplia de reforma
radical, trata de destruir la autoridad del congreso, único
freno que detiene al Ejecutivo y que suprimiéndose nosde-
jaria inermes, maniatados, a disposicion de las pasiones o los
crímenes o la conveniencia de un hombre.
Y suprimido el Congreso, ^en qué se fundaria la existen-
cia y los derechos del Ejecutivo?
Esas pretensiones no son. pues, sino frutos enfermizos
de la soberbia impotente, que si por desgracia Ilegasen
aquellos hombres a tratar de ejecutarlos, impondrian a los
ciudadanos amantes de su patria y de las hbertades públi-
cas un tremendo sacrificio y sin duda del norte, del sur y
del centro del [>ais acudirian hombres patriotas a Ilenarlo.
Sefiores representantes del pueblo: llenad leal yresuelta-
mente vuestros deberes y el pais cumplirá el suyo.
Por el Congreso Nacional!
Don Ramon Barros Luco.
Las agrupaciones liberalcs del Congreso que han acorda-
do las bases de la convencion del mes de Octubre del afio
actual han creido corresponder a un anhelo comun a todos
Ios partidos políticos: la independencia del poder electoral.
Para conseguirlo será indispensable reformar la Iei de elec-
ciones, poniéndola en armonia con las modificaciones que
se han hecho a la Constitucion dei Estado para obtener ese
mismo objeto.
Es natural que la reforma encuentre mas de una dificuĩ-
tad; pero tambien es indudable que ella se abrirá camino,
porque se trattt, sefiores, de dictar la lei de lasleyes.
— 48 —
La reforma constitucional, la creacion de la comunaautô-
noma y aun la satisfaccion de esta gran necesidad, estable-
cimiento de una corte de apelaciones en Valparaiso, tendrán
que ceder su primer puesto a la reforma electoral. Tenemos
plena confianza en que no será el tiempo un obstáculo para
realizar aspiraciones aconsejadas por un deber de patrio-
tismo.
El carácter de la reforma en que estamos empefiados es
volver a la constitucion liberal de 1828, que organizo la pro-
vincia sin Ias trabas, ya insostenibles, establecidas por la
corte de ls;í.-í.
Es una feliz coincidencia que la Constitucion de 1828,
dictada por un congreso que funcionô en esta ciudad,reci-
ba de este mĩsmo pueblo, hoi tan ilustrado, las manĩfesta-
ciones de adhesion debidas a los fundadores de los princi-
pios liberales en Chile
Una grave tarea está encomendada al actual Congreso:
dictar la lei y vijilar su observancia, hasta llegar a conse-
guir una eleccion de los poderes públicos que represente la
opinion de la mayoria de nuestros conciudadanos.
Seria un grave error creer que haya un solo miembro
del Congreso que en el cumplimiento de aquellos deberes
faltare a la cita dada en el campo del honor.
Don Eulojio Altamirano.
Sefiores: Estaba mui lejos de este lugar cuando recibi
la invitacion con que me honrd la comision encargada de
preparar este espléndido banquete, y, como es natural, va-
cilé en aceptarla por razon de la distancia que nos sepa-
raba.
— 49 —
Pero pensé luego que era Valparaiso el pueblo que sa
levantaba para tomar su puesto en las filas de los que bus-
camos para la patria mas libertad, mas verdad, mas altura,
mas dignidad en la política, mas seriedad, mas prudencia
en la administracion de los intereses nacionales, y ante esta
consideracion mis vacilaciones desaparecieron.
Cuando Valparaiso marcha a la vanguardia, no puedo
yo quedar entre los rezagados o entre los poltrones.
Quiera Dios no prolongar tanto mi vida que pueda lle-
gar un dia en que Valparaiso se levante en defensa de una
causa noble y justa como lo hace ahora, y que no me sea
dado a mí, su vicjo servidor, llegar, siquiera sea arrastrán-
dome a sus asambleas, a sus meetings, a sus plazas para
decir como en este momento: "Senores, hé aquí un solda-
do mas, y, como vosotros, entusiasta, firme yresuelto."
Feliz ídea ha sido, seiiores, la de esta reunion. Con ella
se ejecuta un acto de justicia, con ella pagamos nuestro tri-
buto de aplausos a los dignos repúblicos que fueron a la
Moneda en los brazos y sobre el escudo que le formaban
sus amigos correlijionarios,
Caidos, reciben en este momento la mas gloriosa recom-
pensa a que puede aspirar un hombre público. Caidos he
dicho y no es esa la palabra consagrada: han sido arrojados
con desden olímpico, han sido precipitados desde la altura
pero no pudieron estrellarlos sobre las frias losas del parla-
mento. porque han caido sobre nuestros pechos, y allí han
han sentido el latido de nuestro corazon, que la indignacion
inflama. y allí habrán encontrado la fuente de las resolucio-
nes que la situacion reclama, prudentes, tranquilas, serenas,
pero firmes y altivas.
No hai motivo alguno que nos aconseje ocultar que la
situacion es delicada, que puede ser grave; pero mas que
grave y delicada esinteresantísima para el pais. Tengo el
convencimiento mas profundo de que esta situacion, tan
preîiada de tempcstades, se va a resolver en un-i lluvia de
(i)
— 50 —
oro para nuestras libertades. Todas las barreras que antes
detenian la reforma, están cayendo: hai hambre de nueva
vida.
El llamado ministerio de Enero, conociendo la insubsa-
nable irregularidad de su formacion, dándose cuenta cabal
de que su existencia al frente de los'negocios públicos im-
porta el desconocimiento mas ultrajante de los fueros del
Congreso, cuya mayoria indiscutible en ambas cámaras ha
sido pisoteada, cuya opinion, claramente manifestada, ha
sido despreciada, sintiendo temblar la tíerra que pisan, se
ha dírijido al pais con la esperanza de tranquilĩzarlo y Ie
han dicho: que no debe alarmarse. puessi sepresentaarma-
do no es para amordazarlo sino para libertarlo. "Dejamos,
ha dicho, la víeja política personal a los ambiciosos de San-
tiago; nosotros no tenemos mas candidato que la reforma
de la Constitucion, para dar cabida en ella a Ia comuna
Yo no quiero, sefiores, desautorizar el programaminis-
terial contrastando la jenerosidad de sus conceptos con la
pequefiez de las obras que, en este momento, preocupan a
los sefiores ministros en sus viajes y correrias. El velo que
los cubre es demasiado trasparente pani que necesite levan-
tarlo ante vosotros.
Pero sí es necesario contestar a S. E. el presidente de la
república, y por mi parte yolo haria en estos términos:
"Seîíor: sin la cooperacion de un congreso prestijioso y
respetado no hai posibilidad de realizar las reformas ofre-
cidas. Lo primero es dar ejemplo de respeto al poder eje-
cutivo, apresurándose aorganizar un ministerio que refleje
su opinion, que es la opinion del pais liberal. Y despues
contad con la aprobacion inmediata de vuestros proyectos,
si es que realmente consultan la completa independencia
del congreso, la verdaderaindependencia del poder judi-
cial, la creacion del poder comunal municipal con vida,re-
cursos yfacultades propias, con real y verdadera autono-
mia; contad sobre todo con Ia adhesion del Congreso y del
pais si os resolveis por fin a rendir acatamiento a la opinion
de vuestros conciudadanos que reclaman su derecho de ele-
jir al majistrado que habrá de sucederos y que resisten la
candidatura que pretendeis imponerles.
Esta demostracion práctica de vuestro respeto al dere-
cho valdria mas que todas las promesas de reforma, que
para muchos son polvos de oro arrojado a los ojos del pue-
blo para cegarlo y
Esto le diria a S. K. hoi mismo si lo pudiera, y en todo
caso se lo diré desde mi asiento responsable de senador.
A vosotros, amigosy correlijionarios, os digoque en esta
campana se juega la suerte y el porvenir del partido libe-
ral. Ser o no ser, esta es la consigna del dia para el partido
liberal.
Estamos obligados a restablecer el réjimen parlamenta-
rio consiguiendo que S. E. respete la autoridad del congre-
so, y si no lo alcanzamos, debemos ceder el puesto a otros
que sean mas altivos y dignos representantes del pueblo.
Estamos obligados a dotar al pais de una lei electoral
que mate la intervencion del gobierno y que sea garantia
de libertad para todos.
Necesitamos crear el municipio autdnomo como medio
único de llegar a la república, poniendo término a la reyer-
ta electiva y temporal que hoi nos rije.
Y sobre todo, senores, necesitamos pelear la batalla de
nuestra independencia electoral con enerjiay resolucion de
vencer.
Los sefiores ministros aseguran que esto no sucederá, y
andan diciendo por todos los pueblos del sur, a quien quiere
oirlos, que ya la mayoria les pertenece, pues ha habido
quince o mas miembros del congreso que, despues de fir-
mar las bases de la convencion, han ido a la Moneda a
hacer protestas de adhesion al réjimen imperante.
— 52 —
Los sefiores ministros no se fijan en la injuria que hacen
al pais circulando especie tan denigrante.
-El dia que el congreso de Chile cuente en su seno tanto
número de hombres olvidados de su dignidad y de su de-
coro, habrá llegado el momento de sembrar sal en esta
tierra que en los albores de la independencia fué regada
con la sangre de nuestros padres. ,;Esa sangre habria sido
estéril?
Pero como la especie circulada es falsa, ha habido quien
ha dicho a los sefiores ministros que el deseo de escapar a
una muerte inevitable los engana; que desde el dia en que
suscribimos las bases de convencion, los adherentes han
aumentado en vez de haber disminuido, hoi y en Abril y en
Junio seremos la mayoria.
^Sabeis lo que han contestado? Que nada les importa,
que podrá el Congreso negar la lei de contribuciones, negar
los presupuestos, dar votos de censura, sin ;que ellos lo
tomen para nada en cuenta.
Esto no es sério, es una simple baladronada.
Yo hago al patriotismo de los sefiores ministros mas
honor del que ellos mismos se hacen.
Presentarán sus renuncias el mismo dia en que el Con-
greso declare que no merecen su confianza. Y si olvidaran
cumplir este deber de hombres de estado y de caballeros.
S. E. se veria obligado a sefialarles la puerta.
jAh! seiiores: imajinar que en el afio en que vivimos, en
en esta tierra de América que ayer no mas ha visto des-
plomarse un trono que la virtud sostenia; que en Chile
pudiera exhibirse el cesarismo sin máscara, y queestuviéra-
mos destinados a oir en este siglo de luz, de libertad y de
emancipacion la frase de los reyes de derecho divino: "el
Estado soi you joh! seiĩores, eso es demencia!
No quiero seguir abusando de vuestra bondad.
Hemos abrazado la defensa de una gran causa, tenemos
— 53 —
una hermosa bandera y para llevarla a la victoria no se
necesita del heroismo de Prat.
Bastará que seamos caballeros, bastará que seamoshon-
rados y que cumplamos con nuestro deber de resistencia
en el Congreso y en las urnas, y que una vez por todas
formemos el propisito de no abandonar nuestra actitud,
hasta que el pais goce de la libertad electoral en la misma
estension con que hoi disfruta de la libertad de imprenta.
La república será entonces una verdad, Chile será gran-
de, y a vosotros, sefiores, os corresponderá el honor de ha-
ber hecho la gran campafia, marchando siempre a la van-
guardia.
Don Augusto Orrego Luco
Nos encontramos, sefiores, en presencia de una situa-
cion estrafia y feliz, en que se presentan unidos todos los
grupos liberales, quizas por prîmera vez en nuestra historia,
y en que se presenta la verdadera cuestion que ha domina-
do la política chilena.
La cuestion que ahora asoma a la superficie, que se
levanta clara y desnuda, es el conflicto entre el poder pre-
sidencial y el poder de la opinion pública encarnada en los
partidos.
Desde la administracion Perez, esa cuestion viene avan-
zando, velada y envuelta por la habilîdad de los que tenian
en sus manos las riendas del gobierno.
Desde entonces, seiiores, vemos constantemente aplicado
el poder presidencial a la disolucion de nuestros partîdos
políticos.
Lo vemos constantemente empeiĩado en levantar las
personalidades que se aislan, los hombres que rompen con
la disciplina del partido y que solo Uevan lazos personales
al gobierno.
Y al mismo tiempo vemos cubrirse con todas'las caretas
esa poh'tica de la ambicion presidencial, tristemente con-
sagrada a mantener siempre vivos los rencores del pasado ya lanzar uno sobre otros los grupos liberales, levantando
entre ellos la barrera de los odios.
Sefiores: ha sido triste ese espectáculo de nuestra histo-
ria política en que solo ha habido horas de tregua para los
odios de partido cuando el poder presidencial se sentia
tranquilo y seguro, cuando dominaba nuestra situacion sin
contrapeso.
Pero apenas seprincipiaba aajitar la opinion pública pa-
ra sacudir ese imperio desastroso, volvia de nuevo la mano
del poder a derramar el fermento de los viejos rencores, a
armar a los unos en contra de los otros para consolidar
sobre las ruinas de todos los partidos, su vacilante omnipo-
tencia.
Ese ha sido el resúmen de una triste y larga historia a
que la situacion actual ha puesto término descubriendo a
todas nuestras agrupaciones políticas el secreto de esa
astuta comedia del poder.
Hoi, seiiores, se pueden invocar impunemente los viejos
fantasmas que hasta ayer conservaban el poder de domi-
narnos.
Hoi todos sabemos lo que se oculta en realidad detras
de las sombras de los viejos rencores y debemos agradecer
a un conjunto escepcional de circunstancias favorecidas
por la torpe duplicidad de la política imperante el que
haya caido gastado y hecho pedazos el poderoso instru-
mento de nuestras antiguas divisiones; debemos agradecerle
esta situacion estrafia y feliz en que la duplicidad del
gobierno no solo ha asociado a todos los grupos liberales
en el mas vivo y sincero propôsito de union; en que no
solo ha dado a cada uno de esos grupos una hermosa
Oportunidad para mostrar la honradez y la lealtad con que
entraban en esa union, sino tambien ha arrojado en nues-
tro campo una grande y hermosa bandera de partido,
presentándose abiertamente nuestros hombres de gobierno
a combatir el poder parlamentario, a negar al Congreso, a
los partidos, a la opinion pública, la intervencion que la
carta fundamental les ha otorgado en la direccion de los
negocios públicos.
Avanzamos, pues, sefiores, a una lucha en que de un
lado se levantan los que van a defender el réjimen de
derechoque nuestra Constitucion ha establecido. el réjimen
de justicia que nuestra dignidad de pueblo libre nos impo-
ne y de otro lado, sefiores, se levantan los que creen que
sobre ese derecho conquistado con herôicos sacrificios por
nuestros padres, y sobre esas soberanas exíjencias de la
dignidad humana debe colocarse la voluntad de un hombre,
la avasalladora y humillante dictadura de un jefe de Estado
que posee el privilejio de conocer nuestros propios intere-
ses y llevar en sus manos la balanza de la justicia y del
derecho.
En esalucha, senores, el pais va a presenciar un espec-
táculo que tendrá conmovedora resonancia en nuestra
historia.
Va a ver si las disposîcîones de nuestra carta fundamen-
tal son o no suficientes para amparar Ia libertad de un
pueblo. Va a ver si los hombres a quienes los partidos de
Chile han confiado el tesoro de su dignidad y de su dere-
cho, son o no son dignos de esa honrosa distincion. Va a
ver si falla la coraza que forjaron los padres de la patria
en el yunque ardĩente de sus grandes luchas, o si falla el
corazon de los hijos al defender esa herencia del pasado.
Situacion grandiosa, sefiores, en que dos jeneraciones
se presentan ante ese gran jurado de la historia.
— 56 —
No podemos disimularnos ni Ias dificultades, ni los sacri-
ficios de esa lucha en contra de un poder a que la Constitu-
cion da una fuerza exhorbitante y a que nuestros hábitos
y tradiciones polfticas dan una fuerza monstruosa y en que
nosotros tenemos el terreno del derecho en que pisamos.
Pero, mas grande que ese poder presidencial es la in-
mensidad solemne del océano, mas pequeno que ese te-
rreno del derecho es la roca que se levanta de su seno, ytodos los dias estamos viendo en nuestras playas esa lucha
entre el océano y la roca; todos los dias estamos viendo
retroceder la omnipotencia humillada delante de la enérjica
resistencia del granito.
Y, seiĩores, desde ese terreno del derecho podemos
seguros y tranquilos decir a nuestros adversarios políticos
lo que un orador ingles decia a los suyos: »es inútil que
ustedes nos pretendan combatirn you cannot fight the
fulure! Ustedes no pueden combatir el porvenir.
Sí, sefiores, el tiempo está de nuestro lado. Todas esas
grandes fuerzas sociales que empujan a los pueblos y que
el tumulto de las luchas políticas no pueden ni siquiera un
momento detener ni perturbar; todas esas grandes fuerzas
sociales están en contra de nuestros adversarios; están
atadas al carro que nos lleva. Y si la bandera que llevamos
ahora a este combate puede por un momento parecer caida
sobre nuestras cabezas hundidas, mafiana la vereis flamear
a la altura del cielo, sostenida por los brazos firmes de un
pueblo unido. Mafiana la vereis avanzar a una victoria
que tal vez no será fácil, pero que será segura y no estará
distante,
Ahora, sefiores, permitidme que os invite a beber por
el municipio de Valparaiso, por los hombres que en el go-
bierno local se han mostrado celosos y dignos represen-
tantes de este pueblo de la lealtad enérjica y valiente,
Sefiores, por los hombres que aquí encarnan el espírilu
de la resistencia legal.
Don Federico Pinto Izarra.
Lo habeis oido ya, sefiores, están rotas las hostilidades
y trabado el combate entre los que radican la soberania
nacional en el poder ejecutivo y Ios que aspiramos a que
de los derechos secuestrados desde antiguo al pueblo se
le devuelva hoi siquiera la libertad de sufrajio.
Al empezar esta lucha, un reto nos lanzan nuestros adver-
sarios, y es la destitucion de los empleados públicos afectos
a la convencion liberal, esto es, de los que creen que la pre-
sidencia de la república debe ser en Chile electiva y no he-
reditaria.
jRespondamos, sefiores,a ese reto, coronando de aplausos
y de simpatías a las víctimas! Aclamemos, en los momentos
en que tratamos de organizar y de armar las huesteslibera-
les para una nobilísima contienda, a los empleados que han
tenido la honra de ser destituidos por el actual gabinete—•
a Ios intendentes, a los gobernadores, a los médicos—que
por ardorosas que sean nuestras aclamaciones, serán tan solo
el eco de las que el pais entero lés prodiga.
Somos todos los cíudadanos chilenos cdmplices del crí-
men que se ha castigado en los empleados destituidos, por-
que ellos, como nosotros, veian con asombro y con dolor
que este pueblo, despues de cerca de un siglo de vida in-
dependiente y republicana, despues de tantos tan sangrien-
tos y tan herdicos sacrificios hechos por crear la patria chi-
Iena, por estenderla y por engrandecerla. despues de tanto
respeto y sumision al orden y a las autoridades establecidas
no haya logrado aun arrancar a sus gobernantes la libertad
de elejir; el primero, el mas elemental de los derechos de
todo pueblo constituido; aquel sin el cual el gobierno no es
— 58 —
mas que una usurpacion y la representacion nacional un
mandato esptireo; aquel de que disfrutan hoi hasta los ciuda-
•danos de las monarquías sometidas a despotismos seculares!
Esta dura y oprobiosa condicion pesaba, seũores, sobre
la conciencia de los empleados destituidos, como pesa sobre
la del pais, con los caractéres de una afrenta.
Aceptaron y suscribieron conjúbilo la idea de convocar
una convencion, de donde saliese designado, sin coaccion
ni influencia alguna oficial, el candidato del partido liberal
a la presidencia de la república, porque vieron en ello el
principio de la emancipacion y el término de una usurpa-
cion vergonzosa.
Hé aquí su culpa. Como lo veis, enaltece a los delincuentes
y deshonra a los jueces.
jY los ministros que han arrojado a estos empleados, son
hombres a quienes el partido liberal recibia en su hogar y
nutrĩa con su sávia! Y sonlos mismos que momentosdespues
de lanzar las destituciones declaraban bien alto, para que
el pais les oyese y les creyese que es grande y patridtico el
principio que los lleva al poder, que es de union y de
concordia su bandera, que es la unidad del partido libera'.,
rota, segun ellos, por la fuerza disolvente de las ambiciones
personales, lo que persiguen!
Nú, seiiores; el verda'dero partido liberal rechaza de su
seno y rompe todo vínculo de parentesco con los que bus-
cando en la intimidacion las fuerzas que debieron pedir a la
confianza de sus conciudadanos, han subido al poder con
una lista de proscripcion en la mano.
La noble y hermosa bandera liberal debe izarse yman-
tenerse al tope de la nave del Estado solo cuando haya
algun progreso que realizar, alguna reforma que emprender,
alguna institucion que depurar, algun combate leal que sos-
tener o alguna gloria lejítima que recojer. Pero permitir que
con csa gloriosa insigniá se cubra un ministerio que se inicia
con la destitucion violenta, injusta y arbitraria de los buenos
— 59 —
servidores de la nacion, de un gabinete que principía por
estampar sobre la frente del patriotismo la marca que la jus-
ticia reserva para la inepcia o la corrupcion, seria, sefiores,
como consentir en que se lance a los mares, empavesada
con el tricolor de la patria, una nave pirata.
|A la salud, sefiores, de los empleados destituidos!
El Doctor Joaquin Talavera
Senores:
Uno de los mas penosos deberes de nuestra profesion
es aquel que obliga al médico a prevenir a la familia del
paciente, y a veces a éste mismo, que su estado es grave,
que los recursos ordinarios de la ciencia no l^astan para de-
\-olverle la salud y que será necesario proceder a una ope-
racion delicada y riesgosa qne ocasionará sérias perturba-
ciones funcionales y que comprometerá talvez su vída.
Alejados de la política militante, pero observando con
interes ĩa salud de la patria, los médicos de Valparaiso que
hemosmerecido atraernos las iras del gabinete actual, hemos
creido que la 'grave enfermedad que hoi aqueja al pais—el
absolutismo presidencial—ha llegado a su período áljido y
amenaza concluir con la sombra del réjimen republicano
que aun nos queda.
N'o hemos vacilado, entônces, en dedicar toda nuestra
atencion al gran paciente—
a nuestro pais—
y uniendonues-
tra voz a la de tantos distinguidos ciudadanos, le hemos
dicho con nuestra habitual franqueza: Vuestro e.stado es
grave, gravísimo, pero aun es tiempo de salvaros. Si no
quereis sucumbir, alzaos eontra vuestros opresores ymani-
festadles que no estais dispuesto a sacrificar vuestra vitali-
dad y vuestro porvenír de nacion libre e tndependiente eu
obsequio de ambiciones que solo contemplan su interes
privado.
Este penoso deber es el que hemos cumplido al firmar
las bases de la convencion del partido liberal y unirnues-
tros esfuerzos a los que quieren que haya en fin un presi-
dente de Chile que sea elejido por la nacion chilena.
El valioso aplauso de la prensa independiente y el no
menos prestijioso de los representantes del partido liberal
aquí reunidos, no-i dicen con eiocuencia que hemosprocedi-
do bien.
Esto, unido a la voz de nuestra conciencia, habria bastado
para nuestra satisfaccion mas completa. Pero el gabinete
actual ha querido que esa satisfaccion fuera aun mayor,
dictando en contra del que habla y dos de sus colegas un
decreto de cesantia de los puestos públicos que en nuestro
carácter profesional desempeîiábamos. Nos han separado
en castigo de ser liberales; este será un timbre de honor
en nuestra carrera.
Este decreto de proscripcion contra tres médicos liberales
acordado en consejo de gabinete por un pseudo-ministerio
liberal, cuyo jefe—a la vez que destituye liberales—procla-
ma como su primer deber el respeto al partido conservador,
ha sido la piedra de toque para aquilatar el pretendidolibe-
ralismo de los actuales ministros y dar al pais la voz de
alerta contra Ios que, finjiendo ideas que no tienen, tratan
de sacrificar al pais a sus desatentadas ambiciones
Es una suerte para nosotros, que el mal que se nos ha
querido inferir haya redundado indirectamente en servicio
de la causa liberal y nos haya valido una palabra deaplau-
so y de estímulo de parte de vosotros.
Ágradeciendo sinceramente v.iestra benevolencia, os pro-
pongo una copa por la union de todos los liberales sinceros
— 61
y por su enerjía yperseverancia en la lucha, todo lo cual
será prenda segura de una victoria eficaz en la campafia
queseinicia para arrebatar al poderel derecho electoral
que al pueblo tiene usurpado.
Don Agustin Edwards.
Sefiores:
Como representante de esta provincia, que no solo es la
colmena cosmopolita que fomenta el progreso material e
intelectual de la república, sino que tambienen materia
po-
lítica es la celosa guardadora de tradiciones liberales, alzo
mi copa para saludar concarifioso afecto a los honorables
caballeros que en el dltimo gabinete representaron los in-
tereses jenuinos del liberalismo chileno.
Los principios que en el gobierno sostuvieron los seîiores
Castellon, Errázuriz, Montt y BarrosBorgono fueron, a mi
juicio, los misraos que desde el campo de la oposicionde-
fendieron, ya sea en la tribunaparlamentaria o en la prensa,
ya en las reuniones de partidos o en loscírculos sociales.
Si su patriôtica obra de rejeneracion no se realizô sino
, en pequetia escala, demasiado sabeis que de ello no son
culpables. Su hermosa yfructífera labor fué bruscamente
cortada por la omnipotencia presidencial, que en aquella
ocasion no guardosiquiera la forma esterna de cortesía que
los hombres se deben entre sí.
Los caballeros a quienes estádedicada esta manifestacion
fueron los que, cumpliendo con el deseo de la gran mayoria
de los chilenos, buscaron como base angular de su progra-
ma el hacer práctica la libertad electoral, ycomo primer paso
— 62 —
estimularon la formacion de una convencion que designarael candidato del partido liberal para el práximo período
presidencial. Las bases de esa convencion fueron estableci,das con absoluta prescindencia de los miembros del Ejecuti-
vo, y esas bases, garantizando a todos y cada uno su derecho,a nadie escluyen ni a nadie benefician. De esa convencion
necesariamente nacerá.prestijiado porel voto de conscientes
electores, el prdximo presidente de la república, y ya no
podrá en lo futuro surjir aquel quedirecta o indirectamentenazca con el abrumador peso de la intervencion de loshombres de gobierno.
Chile ha Ilegado a su mayoría de edad y reconquista su
derecho de elejir libremente a sus mandatarios. Bebo, se-
fiores, por los ministros que en el gobierno tuvieron por
norma de conducta el estricto cumplimiento de las disposi-
ciones constitucionales y leyes reglamentarias; por Caste-
llon, Errázuriz, Montt y Barros Borgofio que, representan-
tes en el gobierno de las distintas fracciones del liberalismo
independiente, fueron respetuosos del derecho ajeno, fieles
servidores de sus mandatos y en todos sus actos se ajusta-
ron al cumplimiento estricto del deber. Bebo tambien por
el programa que ellos en el gobierno representaron y que
viniendo a unir bajo la sombra de una comun bandera a
todos los liberales independientes, nos Ilevará sin miedo ysin vacilaciones a la conquista de la amplitud de nuestros
derechos civiles.
— 63
Don Luis Barros Borgofío
Sefíores:
Asistimos en este moment.o al primer acto de la gran-
jornada política que emprende el pais en rei\'indicacion de
sus fueros y de sus libertades públicas.
En esta hermosa y espléndida manifestacion de la ciu-
dad de Valparaiso. hai mas que la aprobacion de la polí-
tica de un ministerio, la esplícita y solemne declaracion de
los principios que el partido liberal ha sabido conquistar
despues de cien combates en las urnas electorales ydes-
pues de cien gloriosas campafias en la arena parlamentaria.
Hoi, cuando tenemos todavia entre nosotros a los gran-
des y esforzados Iuchadores de aquellas lides; hoi, cuando
está aun fresca y vigorosa la voz de Ios oradores formida-
bles del liberalismo, y cuando todavia no se pierde el eco
de las palabras enérjicas y varoniles con que liberales y
conservadores, todos los hombres honrados del congreso
de Chile, se apresuraban a condenar aquellos actos de
intervencion electoral que en hora desgraciada pudieron
acaso tolerar altos dignatarios de Ia nacion; hoi, cuando
nos sentiamos orgullosos de nuestro nombre de ciudada-
nos de un pais libre y democrático, acabamos de sentir por
esas calles de Dios el chasquido del Iátigo con que el ma-
yoral dirije las blancas acémilas de su heredad patriarcal!
Ah! senores: jcuánto se engafian los que no creen en la
fuerza de la dignidad humana! jcuánto se equivocan los
que no son capaces de medir el grado de espansion patrid-
tica que puede alcanzar un pueblo que se levanta indig-
nado para defender su herencia de honradez y deprobidad
política!
— 64 —
Este pueblo de Valparaiso, el primero en los torneos
•del trabajo, el mas fuerte en los azares de la guerra, y el
mas pujante en las lides políticas, se apresuro hace poco a
lanzar en una inmensa asamblea ptíbica el veredicto de su
•enérjica y justiciera condenacion popular.
Y al presente, encontrándonos de nuevo invitados a
tomar parte en este importante movimiento de la iniciativa
individual, no podetnos sino levantar mui en alto nuestra
voz para pediros confianza y fé en el éxito de la contienda
que está trabada entre el derecho y la violencia, la lei y
el abuso, el Congreso y el Ejecutivo.
La convencion organizada para designar de una manera
honrada y libre la persona del candidato á la presidencia
de la república que el partido liberal considere digno de
presentar al voto de sus conciudadanos, ha pasado a ser,
desde el dia en que se le arrojô el guante a la plaza públi-
ca, el centro ooderoso de nuestra vitalidad política, el
hogar comun de todos los liberales del pais, la encarnacion
jenuina de la voluntad nacional,
La cortvencion llevará a cabo su obra con la tranquila,
pero inquebrantable resolucion que saben inspirar la con-
ciencia de la buena causa y el ejercicio lejítimo de su de-
recho soberano.
Para Uegar a su término, la convencion tendrá que en-
frenar debidamente a los segadores mercenarios qne se ha
enviado a recojer las gavillas mas lozanas de nuestros pro-
pios cercados; tendrá que hacer caer la accion inexorable
de la justicia sobre todos los culpables que se hayan com-
prometido en esta empresa criminal de reaccion contra las
libertades públicas, de atentado audaz contra las garantias
constitucionales y de verdadero desenfreno político; tendrá
que apretar todos los tornillos v hacer funcionar todas las
piezas que componen la poderosa máquina llamada la Cons-
titucion del Estado, hasta que se quebren allí todos sol
audaces que han imajinado poder sobreponerse a los dere-
chos que reconoce y declara la carta fundamental denues-
tras libertades públîcas.
La obra de la convencion será de moralidad política, de
reparacion pública y de desagravio constitucional.
Para cumplirla y realizarla eficazmente cuenta con el
derecho y con el poder; sí, sefiores, con el poder, porque
lo es tal en Chile, como en cualquiera nacion organizada,
la voluntad del Cuerpo Lejislativo, y vosotros y el pais en-
tero saben sobradamente que esa voluntad está en el seno
de la convencion formada por la inmensa mayoria de las
dos ramas del Congreso Nacional.
Cuenta tambien para cumplirla con el concurso y Ia de-
cidida proteccion de pueblos tan enteros y varoniles como
Valparaiso; allí están a su lado, para no designar sino a
aqucllas provincias que hasta este momento nos han en-
viado el testimonio de su adhesion y de su confianza, la
invicta y gloriosa Atacama, laopulenta Concepcion, Talca
la indomable, Colchagua, Linares, Nuble y por fin Santia-
go, la ca])ital, esa ciudad de la cual tratan de escapar los
hombres que hoi se llaman el gobierno, y a la que miran
con espanto deseando sacudirse hasta el polvo de sus calles.
Bien, senores, en nombre de esos veteranos de la política
santiaguina invito en vosotros a los nobles correlijionarios
de todas nuestras provincias liberales, a beber a la salud
de la convencion, que es y será el gobierno .de la repú-
blica.
Don Juan Castellon
Senores:
Ante todo mi sincero y profundo agradecimiento por la
parte que me cabe en esta espléndida manifestacion y por
los aplausos con que me alentais a usar de la palabra,
aplausos dirijidos, mas que a mi naturalmente, al soldado
radical que tuvo la honra de representar a su partido en el
gabinete de Octubre, y al ciudadano que llega de Con-
cepcion trayendoa este banquete de tan alta significacion
política el pensamiento que en su concepto, anima hoi a
aquella siempre altiva y libre provincia.
Cuando se organizd el ministerio de Octubre dándose
representacion en él a todas las agrupaciones liberales del
Congreso con el noble propdsito de unificarlas para la labor
comun, el pais creyô que habia sonado para Chile la hora
feliz de los gobiernos parlamentarios; de tal manera que
su sorpresa no tuvo límite al ver el 18 de Enero que ese
mismo gabinete, contando mas que nunca con la mayoria
de ambas cámaras y hallándose tranquila, leal yhonrada-
mente consagrado al cumplimiento de su programa de
pureza administrativa y de libertad eĩectoral, era arrojado
de la Moneda por el presidente de la república ysusti-
tuido por otro que desde el primer momento no ha enar-
bolado mas que una sola bandera; la de la mas audaz y mas
peligrosa intervencion que se haya visto jamas.
Porque debeis saber, seiiores, que esta intervencion va
mucho mas allá de las irritantes destituciones y de losabu-
sos de todo jénero que dcnuncia la prensa diaria: como
que va tambien, erijida esta vez en sistema jeneral, a
campos hasta donde no habia Ilegado antes sino por caso
— 67 —
de escepcion, al campo vedado de la hacienda pública y al
mas vedado aun del poder judicial.
En efecto, sefiores, no sonya tan solo Ios intendentes y
gobernadores, el jefe de la esplotacion de los ferrocarriles
y los mil otros ajentes conocidos; son hoi. ademas, los vi-
stladores de oficinas fiscales quienes se han repartido a los
cuatro vientos con la palabra de orden del gobierno para
los tesoreros y para todo el mundo, premunidos contarje-
tas de un alto personaje que los acreditan y los ponen a
salvo de responsabilidad; y lo son tambien \osjueces letra-
tios a quienes en persona han estado solicitando ycompro-
metiendolos sefiores ministros en su tristísimajirapolítica
por las provincias del sur.
Bien comprendeis, sefiores, que si esta nueva faz de la
intervencion oficial llegara a echar raices, las consecuen-
cias no tardarian en producirse y veríamos pronto para
vorgiienza de la república las defraudaciones fiscales sin
scvero correctivo, y lajusticia arrastrada sin freno por la
pasion política lejos, mui lejos de la serena rejion de la lei
y del derecho.
Por fortuna, en el exceso mismo de los males que asom-
brada presencia Ia nacion, se encontrará el correctivo; y,
si he de juzgar por lo que he visto en la provincia de
Concepcion y sé por referencias de las vecinas, no osbtante
los desengaiios de las pasadas campaiias electorales; no
obstante la voz o consigna propalada en todos los tonos,
de presidente abajo, de que solo se trata de una oposicion
santiaguina, sin interes para las provincias y debida a
mezquinos môviles personales; no obstante la peligrosa
rivalidad que por estos y otros medios igualmente repro-
bados procura levantar entre las provincias y la capital
y entre el pueblo y sus representantes independientes en
el congresc, ese pueblo, sefiores, no presta crédito a tales
concejas, cuya hilaza descubre hasta el mas ciego, y en
— 68 —
esta ocasion tiene fé en la campaîia política electoral que
se prepara, porque sabe que la mayoria de las cámaras,
pensando como él y ajenas a las influencias gubernativas
amparará el libre ejercicio de sus derechos y, con solo ello
lo pondrá por primera vez en Chile en situacion de luchar
y vencer en campo abierto.
Desde luego y en prueba de esto, las jentes del sur han
recibido con indiferencia y desconfianza las confidencias ypromesas de los ajentes electorales; se han mofado cruel-
mente de un ministro que en Chillan y otras partes tuvo
la audacia de decir—(la palabra quema mis labios; pero
en ninguna parte sé hacer el papel de cortesano y la pro-
nunciaré, aun cuando sea desagradable),—tuvo la osadia
de decir, agregando que respondia de ello, que el gobierno
se habia "ganadon a varios de nosotros y que contaba con
mayoria segura en elparlamento; esas jentes han mirado
con profundo desprecio a todos y cada uno de los tres mi-
nistros portavoces de la intervencion, sin que nadie les haya
creido, sin que nadie haya querido oirlos, ni nadie se haya
asomado siquĩera a la ventana para verlos pasar; y esas
jentes por fin, sefiores, o sean los pueblos del sur, esperan
tranquilos y confiados los primeros actos de las cámaras
de los cuales todos comprenden que va a depender el éxi-
to de la campana, para lanzarse con decision y entusiasmo,
a la accion y al trabajo, precursores del triunfo.
Seftores:
Alcemos la copa a la union inquebrantable, a la comu-
nidad de miras y propôsitos de la alianza liberal en el
Congreso, sin olvidar que en Ia lucha que se inicia será
lo único que, salvando a !a patria de un abismo, podrá
abrirle ttn porvenir seguro de libertad y de grandeza.
69 —
Don Eduardo Matte
Tuve el honor, senores, de formar parte del ministerio
Lastarria y ahora me cabe el de .agradecercordialmente,
a nombre de mis colegas y al mio propio, las benévola*
palabras que el sefior presidente de este banquete se ha
servido dedicar a aquel ministerio.
El gabinete Lastarria se limitô a cumplir con su deber.
Organizado sobre la base de eliminar toda candidatura
oficial, mui pronto se apercibid que su tarea era harto di-
fícil. Una mano ocultay en estremo poderosa ponia en
juego los resortes de la administracion para forjar con ellos
una candidatura a la presidencia de la república.
EI gabinete combatid enérjicamente esos estraiĩos pro-
cedimientos cuyas huellas eran numerosas y visibles.
Lo demas es sabido de todos: el ministerio cayo, como
habia de caer en Enero por las mismas causas su sucesor.
Y ahora, senores, permitidme proponeros un bríndis.
Hemos alzado la copa en honor de los hombres que en
el gabinete de Octubre representaron la noble causa de la
no intervencion del gobierno en las elecciones populares;
la hemos alzado en homenaje a los miembros de la mayo-
ria del Congreso que, al iniciar la organizacion de la con-
vencion que ĩejos de toda influencia oficial ha de designar
el candidato del partido liberal a la presidencia de la repú-
blica, contrajeron ante el pais el compromiso solemne de
hacer triunfar esa grande idea; yo os invito, senores, a que
la levantemos de nuevo para enviar una palabra de calo-
rosos aplausos a los luchadores que en la prensa defienden
la gloriosa bandera a cuya sombra estamos hoi reunidos.
El mas formidable enemigo que tenemos que derribar
— 70 —
en esta trascendental jornada es una vieja preocupacion,
arraigada, por desgracia, en muchos espíritus, la de que el
poder del presidente de la república es invencible.
jComo obtener Ia victoria con un ejército que desde an-
tes de la batalla cree ciegamente en su derrota?
Gracias a los sucesos políticos que vienen desarrollán-
dose desde Octubre y que tanta resonancia han tenido en
la opinion y gracias tambien a la difusion tenaz que- del
alcance y trascendencia que de esos sucesos ha hecho la
prensa liberal, esa fatal preocupacion está ya considerable-
mente debilitada.
Y asi tenia que suceder.
Mucho ha podido el presidente de la república cuando ha
contado con el apoyo del Congreso para mantener en los
sillones ministeriales a hombres dispuestos a serlos instru-
mentos de su omnipotencĩa; mucho ha podido cuando los
representantes del pueblo, olvidando quesonjueces deleje-
cutivo, se han convertido en sus complices o cortesanos;
mucho ha podido cuando ha contado con ei Consejo de
Estado para cubrir con un manto de indemnidad a los
funcionarios políticos arrastrados ante ese alto tribunal
por sus faltas y abusos; mucho ha podido, por fin, cuando
la opinion pública, fatigada o desencantada, le ha dejado
libre el campo para imponer su voluntad.
Por fortuna, esa situacion, degradante y vejatoria para
todos, ha cambiado por completo.
El Congreso está resuelto a tomar en el gobierno de la
república la influencia que por la Constitucion y las leyes
le corresponde, y a reprimir con mano vigorosa todo avan-
ce del Ejecutivo; el Consejo de Estado no seráen lo suce-
sivo escudo impenetrable para los fnncionarios culpables;
la opinion pública, ilustrada y disciplinada por la prensa,
comprende que se acerca para ella una era de libertad y
de poder.
Yo bebo y os invitoa beber, senores, por los diaristas
71
de la alianza que, aplicando la luz de su linterna al fantas-
ma de la omnipotencia presidencial, han conseguido despo-
jarlo de sus fantásticas proporcĩones.
Don Agustin Montiel Rodriguez
Tomo para mí, senores, la honiosísima tarea de devolver
a nombre de la prensa de la alianza liberal los conceptos
altamente favorables con que la ha enaltecido el distin-
guido orador que acaba de hacer uso de la palabra.
Senores: Los grandes momentos en la vida nacional
tienen la ventaja de colocar a las naciones y a los hombres
en el camino que conduce al cumplimiento de los mas so-
lemnes y graves deberes.
Puede decirse que no existe causa grande o pequefia,
que descanse en un solido sentimiento de equidad, que
pueda zozobrar cuando se teje a su alrededor una malla de
fino acero y cuando ese acero es templado por almas esfor-
zadas y corazones varoniles.
Por otra parte, los caractéres que han honrado al mun-
do con sus hechos y talentos se han formado al impulso de
estas exijencias especiales, y ellas han sido tanto mas
notables cuanto mas tremendas las responsabilidades que
las han envuelto.
En los sucesos políticosque se desarrollan a la vista del
pais entero, ha tocado a la prensa liberal. como lo ha dicho
elocuentemente el sefior Matte, una mision difícil, verda-
deramente estraordinaria y que puede ser calificada de
redentora: la de preparar con sus consejos y ejemplos el
advenimiento de mejores dias para la causa de la libertad,
— 72 -
inspirando y trasmitiendo al pais su fé y enerjia pararesis-
tir y luchar; sefialando—sin vacilaciones—responsabilida-
des y culpables; y cubriendo, finalmente, a lo suyos con el
respeto que merecen los servicios cuando se prestan a la
nacion y se ofrecen con entereza y lealtad.
Comparo esta obra precursora de nuestros grandes dia-
rios liberales, en la hora actual, al papel que han desem-
pefiado en mas de una ocasion los barcos de la república
cuando, cubriéndose de gloria, han barrido el Pacífico,
despejándolo de enemigos, facilitando a nuestras lejiones la
era de las batallas y de las victorias, [)ara tomar parte tam-
bíen en ellas y realizar unĩdos la grandeza y la felîcĩdad
de la patria.
Cerrado el Congreso de la manera intempestiva que co-
noceis, en vísperas de resolver importantes problemaspolí-
ticos y financicros y mui en especial el que iba a satisfacer
el justo anhelo que por tantos afios ha acaricíado esta culta
ciudad, la opinion pública no ha tenido cn esta hora de crísis
suprema otra tribuna donde ilustrarse que la prensa diaria.
Sus columnas han sido el gran tribunal donde se ha inicia-
do ese proceso que debe fallar en último término la repre-
sentacion nacional, y que está llamado a resolver el dilema
que coloca la voluntad sin contrapeso de un solo hombre,
por elevada que sea su jerarquia, sobre ias doctrinas sérias
de buen gobierno: una supuesta vanidad herida, sobre el
juego regular de las instituciones y el propîo odecoro de
una sociedad que se cree libre en sus juicios y en sus
actos.
jEnvidiable pájina que este noble sacerdocio del periodis-
mo agrega a las muchas con que ha contribuido en todas
las edades al progreso de la república, en sus diversas ma-
nifestaciones!
Sefiores: no olvidemos que al consorcio de sus tribunos,
escritorcs y oradores parlamentarios quehan desarrollado
sus poderosas facultades dentro del campo liberal, debe
Chile todas las conquistas políticas de los últimos anos y
mui en especial aquellas que han emancipado la conciencia,
renovando en el cerebro del pais una sávia que estaba a
punto de agotarse merced al absolutismo de los afios.
Hoi recibe nueva consagracion esa alianza.
V son el Congreso, la prensa y la opinion, los que sepre-
paran—unidos por vínculos estrechos y no menos jenerosos,en que los mas han ofrecido, como prenda, el olvido de
asperezas de luchas pasadas, todos su desinteres, su propia
abnegacion; —se preparan, repito.aesta nuevay santacru-
zada contra el último baluarte que defiende aun el persona-
lismo, y desde cuyas ruinas hai que rescatar, arrancándolas
de manos poco patrioticas, atribuciones, prerogativas yde-
rechos que solo deben lucir para adornar la frente de la
nacion como emblema de su soberania absoluta.
Al calor de estas ideas que representan las aspiraciones
de la mayoria del pais, renuevo la adhesion de la prensa
liberal a esta causa, que todos vosotros representais y que
tan cara es a nuestros corazones, porque tiende arestable-
cer el lustre que siempre ha tenido en esta tierra el impe-
rio de la lei, supremo tesoro que hasta aquí habia sido
consĩderado por Ios que mandaban en el Capitolio, como
por los que cooperaban en la plaza pública, como el talisman
que daba la felicidad a Chile. Bebo por el triunfo de esta
misma causa que asegurarán desde luego el patriotismo de
los miembros del Congreso, la enerjia de la prensa y la
cooperacion decidida de la opinion, representada por los
mas prestijiosos ciudadanos.
— 74 —
Don Francisco A- Pinto
Entre los poderes que formanel cuerpo del Estado hai
uno que debe merecer nuestra particular atencion y ser
acreedor a Ias miradas predilectas del pais. Me refiero al
poder municipal, y voi a invitaros me acompaneis a alzar
la copa por todas las municipalidades del pais, saludando a
todas ellas en lamunicipalidad de Valparaiso.
La absoluta independencia del poder local tiene que ser
uno de los propdsitos y una de las mas simpáticas banderas
de este gran movimiento en que estamos comprometidos,
porque solo en esa situacion debemos mirar la base mas so-
lida de la libertad politica que perseguimos.
El dia que entreguemos el gobierno local a manos de los
mismos a quienes sus intereses conciernen; que hagamos
de cada poblacion pequefia o grande un centro indepen-
diente y entregado a los propios y solos esfuerzos del cír-
culo de sus habitantes, habremos echado las bases de la
única escuela que puede formar el criterio individual, por-
que lo habremos puesto en la necesidad de discurrĩr y
tomar resoluciones sobre intereses y negocios que dejados
de lamano le afectarian su trabajo, su vida, su salud, su casa.
Preparando, pues, al individuo para el estudio ydiscer-
nimiento y resolucion de los asuntos de. la comunĩdad, que
son al propio tîempo los asuntos de él y su familia, será ya
mui difícil obtener de él un distinto proceder para el uso de
su criterio y de sus derechos políticos.
El poder local o municipal ha formado hasta hace poco
como hijo sumiso en la familia de ese gran patriarca ypro-
tector que se llama el poder presidencial; y yaque en una
— 75 —
hora de feliz condescendencia se dejd salir de la casa. no
es posible permitir que como el hijo prddigo vuelva a bus-
car el amparo del hogar que abandond.
Para esto es menester que lo armemos de todos los ele-
mentos y recursos que lo hagan fuerte y lo habiliten para
la vida libre y por sí mismo.
Es menester que hagamos del poder Municipal una es-
pecie de Jibraltar levantado sobre el mar de nuestras
contiendas políticas, como dique bastante poderoso para
resistir a las olas invasoras que de la Moneda partan.
Don Alejo Barrios
Seiĩores:
El sefior Pinto nos ha hecho escuchar un hermoso dis-
curso en favor de la autonomia municipal, y ha tenido la
cortesia de recordar la actitud de la municipalidad de \'alpa-
raiso. Séame permitido decir algunas palabras a este res-
pecto.
Cuando se aprobô la lei de 12 de Setiembre de 18S7 so-
bre organizacion y atribuciones de las municipalidades, el
pais se congratulú del paso que se daba en obsequio de la
libertad mumcipal.
La reforma, aunque deficiente, habia tenido la fortuna
de ser sancionada por el voto unánime del Congreso. Esto
hacia esperar que la lei en su aplicacion contaria con apoyo
decidido, a fin de prestijiarla y hacerla servir en bien de
los intereses locales.
Esta conviccion se sentia con mayor fuerza al recordar
que el sefior Balmaceda en el discurso que pronunciô en la
convencion de 17 de Enero de ISSC consignaba en su
programa la independencia del poder municipal.
Pero, por doloroso que sea reconocerlo, los hechos han
venido a manifestar que el gobierno, en vez de prestar su
concurso íi los minicipios y a los alcaldes, impartia instruc-
ciones en sentido mui diverso, salvo para los que se convir-
tieran en instrumentos de su absorvente poder.
A este propôsito obedecio la memorable circular de 12
de Julio de 1888, dirijida por el ministro del interior don
Pedro Lucio Cuadra a los intendentes y gobernadores. EI
ministro se considerd autorizado para interpretar la lei,
destruyendo la obra del congreso e íniciando a la vez una
reaccion entcramente ajena a las aspiraciones del pais.
Aquella circular, que con tanta razon indigno a toda la
república y que merecid Ia censura unánime de la prensa,
desempeiid, sin embargo, un papel mui importante en esta
ciudad, pues fué puesta en práctica con verdadero lujo de
violencia.
Desde este momento la municipalidad de Valparaiso y
su alcalde tuvieron que resistir los avances del intendente
y sostener una lucha constante en defensa de los fueros y
derechos de la corporacion.
No enumeraré estos hechos, puesto que son mui recientes
y están en la memoria de todos; pero sí manifestaré que
me asiste la satisfaccion de que la contienda sostenida por
la munícipalidad ha dado benéficos frutos, pues ha contri-
buido a manifestar de una manera palpable la necesidad
de establecer la independencia de los cabildos.
Para Henar, pues, esta aspiracion del pais y hacer desa-
parecer los conflictos que diariamente se producen, se hace
preciso que el Congreso actual llevc a efecto la reforma de
la lei munĩcipal, estableciendo la libertad absoluta de los
municipios. Es indispensable que el poder local pueda ejer-
cer libremente su vasta accion y que en consecuencia sea
emancipado por completo de la perturbadora tutela del
Ejecutivo.
Don Alfredo Cabezon
Senores:
Me levanto a nombre de la juventud de Valparaiso que
sustenta los principios que han servido de bandera al par-
tido radical en Chile, sin que mĩ voz lleve el prestijio de la
esperiencia que se adquiere en las luchas políticas o como
fruto de largo estudio y vasta ilustracion,
No puedo presentar otro título que el de Ia apreciacion
exacta de los hechos historicos que representan el desenvol-
vimiento de los partidos que han influido en estos últímos
tiempos en el desarrollo de nuestras instituciones, asi en el
orden social como en el orden político,
La historia contemporánea nos ensefia que cuando un
gran hombre de Estado, rompiendo con todas las tradicio-
nes del pasado, iniciô resueltamente la reforma de nuestras
ĩnstitucĩones en el sentido de líbertad y progreso, quere-
clamaba nuestro estado social, todos los hombres de ideas
liberales se agruparon en esa bandera y ella nos dio revi-
sion de nuestras instituciones en el interior, advenimiento
al poder supremo de un republicano cuya pérdida prema-
tura no podrá jamas ser bien sentida, y aliento, esfuerzo
herôico y supremo para triunfar en Ios combates a que
nuestra patria fué provocada,
Pero necesidades indispensables en las luchas políticas
han podido modincar y retardar la unîon de todos los libe-
rales en un solo partido político, cualqutera que sea la de-
signacion que Ileve y el partido radical, que en orden social
se compone de los que aspiran a las reformas de las leyes,
al mejoramiento de las institucĩones, a la admĩnistracion
honrada y entendida, al desenvolvimĩento prudente de los
— 78 —
intereses materiales en el terreno político, en el campo de
la lucha o combate electoral, tiene forzosamente que ejer-
cer una accion limitada, pues para que su solo esfuerzo
trajera el triunfo de una idea o principio que pudiera sig-
nificar verdadero progreso en la democracia, seria necesario
que nuestros hábitos sociales hubieran adquirido el desar-
rollo que solo puede servir de una larga práctica del sistema
republicano, de la mas estricta moralidad en los actos polí-
ticos y de la difusion completa de la instruccîon y aun díré
de la ilustracion en todas las clases sociales.
Si aquella alianza, evolucion política llevada a cabo por
eminentes hombres de Estado, por austeros y probados
domocratas, no ha producido todas las consecuencias que
de ella debieron esperarse: si hemos visto formarse del
seno de ella misma diversas agrupaciones políticas, cuando
llega el momento de luchar porel afianzamiento de un alto
principio, de encontrarse unidos todos los hombres que
desean la constitucion de nuestra república bajo las verda-
deras bases de la democracia.
Y las ideas que constituyen el programa del radicalismo
en Chile, asi como de todos los partidos liberales, la mas
importantees sindudalaque proclama Ialibertad electoral.
Y si no hemos llegado aun en nuestro desarrollo social
al punto de que la designacion del primer majistrado del
Estado y de los rej)resentantes del pueblo puede ser la
libre espresion de la opinion pública, un alto deber de pa-
triotismo nos impulsa a trabajar porque la designacion de
uno y otros no sea la espresion de una sola voluntad por
alta y poderosa que sea, por grande que sea la influencia
que nuestras leyes y nuestros hábitos sociales hayan de-
positado en manos de un solo majistrado.
Es por esto que proclamado por los grupos liberales el
cumbate a la intervencion oficial en la designacion, la ju-
ventud radical de Valparaiso se asocia a este propdsito
sin mas ambicion que la de contribuir al triunfo de una idea
que significa el mantenimiento de las libertades que el pais
ha conquistado hasta ahora en el terreno político y que seria
garantia de engrandecimiento en el porvenir.
He dicho.
Don Pedro A. del Rio (D
Seiic
Los períodos políticos que se marcan en la historia de
ĩos pueblos por la arbitrariedad e ineptitud de sus gober-
nantes, acarrean consigo males funestísimos cuyas tristes
consecuencias se'hacen sentir todavia cuando las voces de
maldicion lanzadas contra aquellos que lo provocaron van
estinguiéndose ya en el clamoreo incesante que levanta la
ardiente ajitacion de las luchas políticas.
Pero del medio de esos desastres que orijína un gobierno
menguado y rastrero; del medio de esos mismos vergonzo-
sos males, surje como esplendentc lĩama el espíritu público,
que alienta a los buenos patriotas, que los levanta del lecho
de su indolencia y los anima a combatir con esa fé que
inspiran las buenas causas, que enciende el entusiasmo y
conquista el triunfo.
Esto es lo que esplica Ia mas formidable oposicion
política que se rejistra en los anales de nuestra patria y
esta brillante reunion en cuyo seno se distinguen tan altas
(1) Heiuos tratado <Je serlo mas ex.irt.. posible al tiisciibir siquiera eti parte la
brillante y calorosaimi.rovisacioii del seũor del Rio.
personalidades, nombres cuyo esplendor deja avergonzados
en la sombra a los tristes mandones que hoi se sientan
al rededor del Júpiter de zarzuela del Olimpo chileno.
Esto es lo que aleja de nuestros [lechos el temor de una
derrota que seria un triunfo y me hace venir lleno de
entusiasmo y lleno de fé a pediros una copa por el feliz
éxito de esta gloriosa campafia.
CARTAS DE ADHESION
Santiago, Febrero 24 de 1890.
Sexor dox Alkkedo Edwards.
Mui seiĩormio:
Sôlo hoi llega a mis manos la invitacion al banquete,
•que tendrá lugar el miércoles 26 en obsequio a los senores
ministros que representaron, en el último gabinete, a las
agrupaciones liberales unidas. Esta circunstancia no me
ha permitido dar antes del dia 24 el aviso a que alude la
nota puesta al pié de ella.
Escusado me parece espresar a usted cuánto deploro
que consideraciones de carácter esencialmente doméstico
me impidan corresponder, con la forma debida, a la hon-
rosa invitacion que he recibido. Puede usted tener la cer-
tidumbre de que me habria sido altamente grato acompanar
a ustedes en la manifestacion, tan merecida como oportuna,
a la lealtad y desinteres con que esos hombres sirvíeron.
Soi de usted Atto. y S. S.
Miguel A. Varas,Senador [.or Oiiuimbo.
(6)
Su Chacra, Febrero 23 de 1890.
Senor don Enrique ValdesV.,
Valparaiso.
Mui sefior mio y amigo:
Sírvase hacer presente a los nombrados de la comision
para el banquete del 26 del presente, a que han tenido la
bondad de ĩnvitarme, que el mal estado de mi salud me
impide el placer de asistír y significarles mĩs simpatias y
adhesion con que deben contar de parte de su afmo.
amigo y atento servidor.
Joaquin Valledor,Senador por Santiago.
Sanliago, Febrero 2'î de 1890.
Senor don Alfredo Edwards,
Valparaiso.
Estimable seíior:
Sintiendo que mi salud no me permita concurrir a la jus-
ta mamfestacion que se trata de tributar al ministerio que,
con intelijencia y patriotismo, sirvid los intereses del pais,
me adhiero a ella, deseando que tan satisfactoria recom-
pensa sea estímulo para los servidores de la nacion.
Con consideraciones de aprecio, me suscribo de usted
S. A. y S. S.
Eleodoro G-ormaz,Senailor por Santiago.
— 83 —
Cunaco, Febrero 22 de 1890.
Senor don Alfredo Edwards,
Valparaiso.
Mui senor mio:
Con verdadero sentĩmiento participo a usted que no me
es posible asistir al banquete que tendrá ĩugar en esa el
miércoles prôximo, al cual habria deseado asistir como ma-
nifestacion de simpatĩa al ministerĩo de Ias agrupacíones
liberales unĩdas.
Sírvase hacerlo así presente a los senores invitantes y
creerme'su atento servidor
Cárlos Valdes,Sei;atĩ ir por Colchagua.
Santiago, Febrero 23 de 1890.
Senor Alfredo Edwards.
Valparaiso.
Sefior:
Acabo de recibir Ia invitacion para el banquete que
tendrá lugar el miércoles 2IÍ del actual, en obsequio a los
sefiores ministros que representaron en el úĩtimo gabinete.
Y aunque enteramente de acuerdo en el motivo ypropô-
sito de la manifestacion, tengo sin embargo el sentimiento
de no poder concurrir, por atenciones ineludibles.
Esperando que será disculpadamĩ ĩnasistencîa, tengo el
honor de suscribirme de usted atento y obsecuente S. S.
J. E. Rodriguez,iHiiador por Curicâ
— 81 —
Valparaiso, Febrero 24 'de 1890.
Mui sefiores mios:
Por motivos de salud me hallo en la imposibilidad de
asistir al banquete a que ustedes se han servido invitarme
y que debe tener lugar el 26 del corriente.
Doi a ustedes las gracias por su honrosa invitacion y me
es grato suscribirme de ustedes A. y S. S.
Manuel Amunátegui,Senador por Cbillan.
A los sefiores Cárlos Gareía Huidobro, Agtistm E.lwartls, etũ .
Febrero 2G de 1890.
Senor Francisco Antonio Pinto,
Val[iaraiso.
Estimado amigo:
Siento mucho que una mayor anticipacion en el conoci-
miento del dia en que tendria lugar el banquete no haya
permitido desprenderme del cúmulo de impostergables
quehaceres agravados con la ausencia de seis meses que
en este momento me radican aquí por algunos dias todavia.
Sin eso habria sido de los primeros en acudir a esta cita
de la amistad y del patriotismo a alzai mi copa con los que
pagan tan justo tributo a la lealtad política y a la doctrina
liberal honradamente servida.
Estas son las palancas que en las manos de los políticos
de Chile habrán de remover su progreso y bienestar; como
medio e indispcnsable condicion la una, de cohesion yfuer-
za en los partidos; como fin la otra, que dé lejítima satis-
— S5 —
í'accion y campo de desenvolvimiento a todos los derechos.
^Ouién mejor que los ministros salientes encaminaron en
su momento el triunfo de la opinion y sirvĩeron con sus
actos a su credo y su bandera?
Honor entonces a ellos, que soi el primero en tributarles,
y hago votos porque el falaz espejismo que ha ofuscado al
presidente en su marcha gober'nante y que le forman o ro-
bustecen, el soplo malsano del adulo, la pasion o la com-
placencia, desaparezca, dando lugar a que, para su propio
honor, se restablezca en el gobierno el imperio de la opinion
honrada, séria e independiente del pais, que tiene sus for-
mas constitucionales de manifestacion amparadas tambien
con sanciones efectivas.
Sintiendo la imposibilidad que me detiene, te ruego que
pagues a mi nombre el tributo que debo a los amigos fes-
tejados.
Tuyo
Aníbal Zaũartu,Senador por Concepcion.
Chanqueahue, Febrero i\ de 1S90.
Senor don Francisco A. Pinto,Valparaiso.
Acejito con placer la invitacion que usted y otros amigos
liberales me hacen al banquete que, en muestra de simpatía
y adhesion, ofrecen ustedes a los ministros del últimogabi-
nete parlamentario.
Ni mi salud, ni el lugar apartado en que me encuentro
solo con mi familia me permitirán tener el gusto de acom-
pafiar a ustedes en ese dia; pero mi corazon sentirá lasmis-
mas ajitaciones aquí, que el entusiasmo patriôtico hará
producir allá en ustedes.
De usted afmo. amigo.
M. Recabárren,Seuador por Concepcion.
— 86 —
Fundo Peralesde Tapihue, Febrero 23 de 1890.
Senor don Alfredo Edwards;
• Mui sefior mio:
He recibido ayer la invitacion de usted y demascorreli-
jionarios políticos para asistir al banquete que en honor
del último gabinete han dis[)uesto ustedes dar a los sefiores
ministros que representaron las agrupaciones liberales uni-
das.
Siento sobre manera que circunstancias personales de
mala salud no me permitan tener el honor de concurrir
oportunamente en esta ocasion a coadyuvar en union de
ustedes a tan escelente propdsito.
Deseo y espero que la influencĩa moral de esta manifes-
tacion, resulte en definitiva en beneficio de la querida pa-
tria.
Agradeciendo con toda cordialidad la invitacion de uste-
des, soi de ustedes atento S. S.
RafaelMontt A.,Senador por Bio-Bio.
Pudagiiel. Febrero i?> de 1S90.
SeSior don Francisco A. Pinto,
Valparaiso.
Estimado amigo:
Siento encontrarme en la imposibilidad de concurrir al
banquete ofrecido por miembros de las agrupaciones libe-
rales a los ministros que la representaron en el último ga-
binete.
Habria deseado asociarme personalmente a esta mani-
festacion.
Agradezco a usted la invitacion y me es grato ofrecer-
me su amigo y S. S.
Vicente DáviĩaLarrain,Diputado porAntofagasta.
Buin, Febrero 23 de 1800.
Senor Alfredo Edwards,
Valpa raiso.
Sefior:
Contesto a la atenta invitacion con que usted,conjunta-
mente con varios honorables miembros del partĩdo liberal,
me han honrado para asistir a un banquete que tendrá
lugar en esa ciudad el 2G del corriente en obsequio de los
sefiores ministros que en el último gabinete representaron
a las agrupaciones unidas del liberalismo.
Consĩdero aquella demostracion como necesaria,espe-
cialmente para acentuar el inquebrantable proposito que la
mayoria del partido liberal viene desde algunos afios per-
siguiendo: la reivindicacion de los derechos políticos del
pueblo y de los partidos que lo representan; antes y hoi dia
supeditados por la ya lejendaria omnipotencia presidencia
Omnipotencia que es la absorcion de casi todo el poder
público de la nacion y que ahoga toda virtud cívica en el
ciudadano; que ha sido denunciada y condenada por todos
nuestros hombres de estado y confesada por todos sus
usufructuarios: los presidentes de Chile.
Omnipotencia acrecentada, mas que por la lei, por el
servilismo de los que anhelan los dineros y los honores que
el presidente de Chile tiene a manos llenas, y por Ia com-
plicidad inconsciente o culpable de los que por inercia o
cobardia, entregan lajestion de todos sus deberes políticos
al último mandon de departamento.
Hoi dia esa omnipotencia presidencial contará con un
aliado mas: lo forman los que ayer hacian fuego contra
ella, pero que hoi se suben a los balcones y aun harán
fuego de mampuesto contra los defensores de la libertad,porque esperan usufructuar de Ia victoria que obtuviera la
prepotencia presidencial. Siguen su vieja táctica: elfinjus-
tifica los medios.
Xo importa! Solos o acompafiados queremos independen-
cia política y Ia obtendremos. Hoi, como ayer, como manana,los liberales que amen a su patria y al Congreso, esto
exi-
jirán y esto han de obtener sin que Ios tro])iezos ni aun
los descalabros sean parte a disminuir la fé y laenerjia que
imprimen en los corazones la verdad y la justicia.
He querido dejar esto estampado ante mis correlijiona-
rios políticos, ya que no me es dado poder asistir al ban-
quete.
Ruego a usted que reciba y trasmita a los demas se-
fiores invitantes mis agradecimientos y un cordial saludo.
José Alberto Bravo,Diputado por Anlofagasta
Rengo, Febrero 2$ ae 18go
Sf.nor Enkique Valdes Vergara,
Valparaiso.
Acabo de recibir la invitacion para el banquete de ma-
nana. Creo escusado decirle que me adhiero de todo
corazon a esa manifestacion de justicia y de aplauso que se
hace a nuestros amigos que formaron parte del último gabi
— 89 —
nete. Si circunstancias independientes de mi voluntad no
me lo impidieran, me habria apresurado a estar conuste-
des; pero ya que esto no me es posible, sírvase manifestar
a los amigos mi entera adhesion y disponga usted de su
afectísimo
Francisco Carvallo Elizalde,
Diputado por Coquimbo
Santiago, Febrero il de 1890.
Senor don Alejo Barrios,
Valparaiso.
Estimado sefior y amigo:
Aunque estaba léjos de Valparaiso cuando llegd a mi
poder la invitacion al banquete dedicado a los sefiores Cas-
tellon, Errázuriz, Montt y Barros Borgono, creí que era
deber de amistad y de patriotismo asistir a él.
Inconvenientes ineludibles y de ultima hora, me detu-
vieron en Santiago y me privaron, con vivo pesar mio, de
concurrir a esa manifestacion que es un tributo dejusticia
y de honor a las distinguidas personas que, en el último ga-
binete, defendian el principio de la libertad contra el de la
intervencion electoral.
Sírvase usted escusar mi inasistencia y créame su aten-
to S. y amigo.
Máximo del Campo,
Dipolalo por EI_i.
Santiago, Febrero 24 de 1890.
-Senor don Francisco A. Pinto,
Valparaiso.
Estimado amigo:
Siento no poder asistir al banquete: tengo que estat por
Chillan necesariamente el 26.
Lo saluda atentamente su afectísimo.
P. Pv_a Borne,Piputado por San Felipe.
Rancagua, Febrero 23 de 1890.
Senor don Alfredo Edwards,
Valparaiso.
Mui sefior mio:
He tenido la honra de recibir la invitacion al banquete
que el miércoles 26 del actual será ofrecido por los amigos
y correlijionarios políticos de Valparaiso a los sefiores mi-
nistros que representaron en el último gabinete a las agru-
pacĩones liberales unidas y una manifestacion que signifique
nuestra adhesion y simpatia al programa que con tanta
Iealtad y desinteres sirvieron.
Sincera y profundamente me asocio a la espresada mani-
festacion, que considero una obra de justicia y de patriotismo,
una prueba de que viven intactos, en medio de nosotros, el
aprecio por el verdadero mérito y laestima por los hombres
que se sacrifican en pro de l&s intereses y de los altosdes-
tinos del pais.
— 91 —
Lamento que dificultades invencibles y motivos de salud
no me permitan concurrir a esa manifestacion, y suplico a
usted se sirva así espresarlo tambien a los demas caballeros
que firman Ia invitacion.
De usted atento y S. S.
V. Aguirre V.,
Diputado por La Ligua.
Santiago, 3 deMarzo de 1890.
Senor don Enrique Valdes Vergara.
Valparaiso.
Estimado amigo:
Lamento que con motivo de hallarme ausente de ésta no
me haya sido posible concurrir al banquete con que ustedes,
en representacion de los amigos políticos de Valparaiso.
significaron su simpatia al programa que el último gabinete
sirvid con tanta lealtad y desinteres.
Mas, hoi que de regreso a ésta encuentro la invitacion
con qué ustedes se sirvieron honrarme, me cabe manifes-
tarles que me adhiero en todas sus partes al proposito ya
indicado.
Siempre de usted afectísimo amigo y seguro servidor.
M. A. Cristi,
Diputado por La Ligua.
— 92 —
Chillan, Febrero 23 de 1890.
Senor Alejo Barrios,
Valparaiso.
Mui sefior mio:
Correspondiendo a la invitacion y al propdsito del ban-
quete que tiene lugar el 26, uno mi adhesion a la de los
amigos políticos que forman Ia alianza de las agrupaciones
liberales, dando estímulo a los que lealmente han tratado
demantener esa alianza, sirviendo honradamente los intere-
ses del Estado y cooperando al progreso de la república.
De usted afectísimo amigo.
Luis F. Puelma,
Diptltado por Valparaiso.
San Francisco de Limache, Febrero 23 de 1890.
Senores CArlos García Huidobro, José Besa, Agus-
TIN El)WARDS, ETC.
Sefiores:
He tenido el honor de recibir la amable invitacion de
ustedes para el banquete que tendrá Iugar en esa ciudad el
26 del presente, en obsequio de los sefiores ministros que
representaron en el dltimo gabinete a las agrupaciones libe-
rales unidas y como una manifestacion que signifique nues-
tra adhesion y simpatia al programaque con tanta lealtad y
desinteres sirvieron.
Siento mucho que una larga enfermedad que me tiene
todavia en cama, me prive del placer de estar con ustedes
— 93 —
el 26 y tomar parte mas de cerca en una manifestacion a
la cual me asocio con entusiasmo.
Tengo el honor de suscribirme de ustedes mui atento yseguro servidor.
Tomas Eastman,Diputado por Limaclie.
Santiago, Febrero 2ide 1890.
Senor Francisco Antonio Pinto.
Tengo encargo del doctor don José Joaquin Aguirre de
comunicar a usted que no puede asistir al banquete a causa
de estar enfermo en cama.
R. L. Carvajal,
El seũor don José Joaquin Aguirre es Diputado por Santiago.
Florida, Febrero 25 de i8go.
Senok Francisco A. Pinto.
Mui sefior mio:
Atenciones ineludibles me impiden asistir al banquete
que los amigos y correlijionarios políticos de Valparaiso
ofrecerán el prdximo 26 a los distinguidos caballeros del
anterior ministerio. Ello no me impide, sin embargo, adhe-
rĩrme de la manera mas sentida a esta noble fiesta consa-
grada/A premiar el deber patrioticamente cumplido y a
dar espansion a un sentimiento de la mas alta significacion
política. De usted atento servidor.
Gregorio A Pinochet,Diputado por Santiag0
— 94 —
Santiago, Febrero 22 de 1890.
SeSor don Francisco A. Pinto,
Valparaiso.
Estimado amigo:
He recibido una invitacion al banquete del 2G queagra-
dezco.
Aplaudo esa manifestacion y habria asistido con gusto
al banquete si circunstancias de famîlia no me impidieran
salir de Santiago.
Sĩntĩendo perder esta oportunidad para conversar con-
tigo; te ruego escuses mi inasistencĩa y me creas siempre
tu afmo. amigo y correlijionario.
Julio 2. ° Zegers,Diputinlo por San Javiei
Santiago, Febrero 6 de 1890.
Senores Alejo Barrios, Francisco A. Pinto v E.
Valdes Vergaka.
Acabo de recibir hoi que llego del fundo la invitacion al
banquete. Siento que la falta de tiempo me impida asociar-
me a la manifestacion personalmente, pero les ruego que
cuenten con mi adhesion.
Demetrio Lastarria,Diputinlo \m Rancngna.
— 95 -
Cunaco, Febrero 23 ae 1890.
Senor don Francisco A. Pinto.
.Valparaiso.
Estimado amigo:
He recibido la invitacion que usted y otros amigos ycorreltjionarios políticos de Valparaiso se han servido diri-
jirme para concurrir al banquete que tendrá lugar el 26 delpresente.
,
Me es imposible estar en esa el dia indicado, por lo que
no podré aceptar la atenta invitacion de ustedes, pero me
asocio a esa manifestacion a los honorables caballeros que
representaban en el último gabinete a las agrupaciones Ii-
berales unidas, y que estrechan al mismo tietnpo las relacio-
nes en Ios hombres que unidos pueden resistir la absorcion
de nuestros poderes públicos por el prejidente de la repú-
blica, que he creido siempre humillante y desgraciada para
nuestro pais.
Xo creo en la invencĩble íuerza del poder presidencial
cuando se le resiste, cuando los ciudadanos hacen uso de
susderechos, cuando desaparece esa adoracion perpétua al
presidente de la república, a que tantos hombres se sien-
ten aquí inclinados; el éxito corona sus esfuerzos; y unidos
ahora'
todos los hombres que no están dispuestos a some-
terse al tutelaje presidencial, son invencibles y, cueste lo
que cueste, llegarán al resultado que persiguen: mantener
al Congreso sus elevadas atribuciones y devolveral pue-
blo sus olvidados derechos.
Debemos tener confianza en el buen sentido del pais y
en el patriotismo de nuestros conciudadanos.
Lo saluda atentamente su afectísimo amigo,
Ismael Valdes Valdes,
Diputado por San Fernando.
Vina delMar, Febrero 22 de i890.
Senok nox Francisco A. Pinto,
Valparaiso.
Estimado sefior y amigo:
Agradeciendo el honor que se me hace invĩtándome al
banquete que los amigos y correlijionarios políticos de
Valparaiso ofrecen a los sefiores ministros que reprcsen-
taron en el últîmo gabinete a las agrupaciones liberales
unidas, Ie ruego se sirva darmis escusas alos senores invi-
tantes por no poder asistir por causas mui independientes
de mi voluntad, aunque mĩs deseos son de manĩfestar en
cualquĩer moinento mĩ adhesion a la actitud de esos se-
îiores.
Me es grato ofrecerme de usted mui atto. y S. S.
José Florencio Valdes,Diputado por Lhiares.
Talca, Febrero 24 de iS90.
Senok Alfredo Edwards,
V'alparaiso.
Mui sefior mio:
Llegado hoi a medio dia a éstn, despues de algunos
de ausencia, he recibido la invitacion que se me hace
para el banquete que se dará el 2(i en ese puerto en
obsequio de los sefiores ministros que representaron en el
último ministerio a las agrupaciones liberales unidas. Por
— 97 —
esta causa no he podido avisar con mas oportunidad no
serme posible asistir a esa manifestacion a que me adhiero
cordialmente.
Sírvase hacer presente mis escusas a los senoresfirman-
tes de la invitacion con mi mas espresivoreconocimien-
to y aceptar las consideraciones con que tiene la honra
de suscribirse de ellos y de usted atento y S. S.
Nicolas Hederra,Diputado por San Javier.
Santiago, 24 de Febrero de 1890.
Senor don Francisco A. Pixto,
Vaĩparaiso.
Mui estimado amigo:
Acabo de llegar del sur, donde he andado de vacaciones,
de suerte que solo en este momento recibo la invitacion
para el banquete del 26.
Mi regreso antes del1.°
de Marzo ha sido debido a ra-
zones personales que exijian mi presencia en Santiago y
esas mismas son las que me impiden ausentarme, aunque
solo fuera por un dia, para tomar parte en la manifestacion
de que van a ser objeto los ministros que representaron en
el último gabinete a las agrupacionesliberales unidas.
Asi, pues, aunque yaestá fuera de tiempo, me pernnto
rogarle que escuse miinasistencia y mi faltti de respuesta
oportuna ante los demas caballerosque suscriben la
invita-
sion, yque agregue mi nombre a los de las personas que
se aahieran a los propôsitos de la mencionadamanifes-
tacion.
Aprovecha esta oportunidad parasaludarlo atentamente
cn S S. V amigo,su 3. j. ) &M H Lira,
Dipntado por Parral.
(7!
— 98 —
Chillan, Febrero 2« de 1890.
Senor Francisco A. Pinto,
Valparaiso.
Tenga la bondad de manifestar a los caballeros a quie-
nes festeja hoi Valparaiso, mis aplausos por la dignísima
conducta en el pasado ministerio y mi incondicional adhe-
sion a la causa del parlamentarismo contra las invaciones
del Ejecutivo.Juan G. Valenzuela P.,
Diputado por Chillan.
Chillan. Febrero 26 de 1890.
Senor Francisco A. Pinto,
\o pudiendo asĩstir al banquete en honor de los glorio-
sos caidos en defensa de una grande idea. sírvtise tenerme
presente con mi adhesion y con mi aplauso.
Bernardo Paredes.Dipntado por Bolneí'.
Santiago, Febrero 22 de 1890.
Senor don Enrique Valdes Vergara.
Valparaiso.
Estimado amgo:
Acusando recibo de la honrosa invitacion que se me ha
hecho para que tome asiento en el banquete con que el
pueblo de Valparaiso obsequiará a los sefiores ex-ministros
— 99 —
que representaron en el último gabinete a las agrupacio-
nes liberales unidas, hago presente a usted que considera-
ciones de salud me Ímpiden darme el placer y el honor de
tomar parte personalmente en esa merecida manifestacion,
a la cual me adhiero, aunque sea a la distancia, con suma
satisfaccion.
Aprovecho esta oportunidad para suscribirme de usted
S. S. S. y amigo.
R. Sankueza Lizarcií,Diputado por ChiIIan.
Santiago, Febrero 22 de 1890.
Senordon Alfredo Edwards,
Valparaiso.
Senor:
Me encuentro gravemente enfermo y postrado en cama
desde hace. mas de un mes. Por consiguiente no podré con-
currir al banquete polítĩco que tan merecidamente se está
preparando para el miércoles proximo en obsequio a los
sefiores mínistros que representaron a las agrupaciones
liberales unidas en el último gabinete.
Tengo eĩ honor de suscríbirme de usted atento seguro
servidor.
David Saiamanca,
Diputado por Yungai.
Santiago, Febrero 25 de 1890.
Senor Alfredo Edwards.
Por encontrarme enfermo me es imposible asistĩr mafia-
na al banquete.
Ladislao Brrázuriz,Diputudo i'or Concepcion.
100
Santiago, Marzo 2 de i$go.
Senor Don Enrique Valdes Vehgara,
Valparaiso.
Mi estimado amigo:
Ayer regresé del sur y encontré la invitacion al ban-
quete con que el pueblo de Valparaiso obsequid a los
senores ministros que en el último gabinete representaron
a las agrupaciones liberales unidas.
Hago presente a usted y a los demas sefiores invitantes,
mi sincero agradecimiento y siento mui de veras nohaber-
me encontrado presente en esa espléndida manifestacion a
la que me asocio con entusiasmo.
De usted afmo. amigo y S. S.R. L. Trumbull,
Diputado por Conceiĸúon.
. Santiago, Fcbrero 22 de 1890.
SeNor Don Enrique Valdes Vekgaka,
Valparaiso.
Mi estimado primo:
He recibido la invitacion que Ios liberales de Valparaiso
se han servido dirijirme para que concurra al banquete que
el 2fi del presente ofrecerán a los miembros del último
gabinete que répresentaban en el gobierno las aspiracio-
nes ypropdsitos de la mayoria liberal del Congrcso. Siento
que un compromiso anterior a la invitacion no me permita
concurrir a él, pero puede usted asegurar a los sehores in-
vitantes mi sincera adhesion al alto fin político que per-
sĩguen.
Saluda a usted su mui atento y seguro servidor y primo.
Herman Eclieverria,Diputado por I. ... t... .
Santiago, Febrero 26 de 1890.
SeSor Agustin Montiel R.
Lamento que una dificultad me prive a última hora de
asistir a la grande y justísima manifestacion de hoi, que no
dudo será espléndida.
Los acompafio desde aquí con mi entusiasmo y con mi
corazon.
Juan VillamilB.,Diputado p..r Rerc.
Santiago, Febrero 23 de 1890.
Sf.nor Don Francisco A. Pinto,
Valparaiso.
Querido amigo:
Ocupaciones impostergables me privan del placer de
ocupar un asiento en el banquete de la amistad y de la
comunidad de ideas.
Usted sabe que soi fiel soldado y que los acompafio con
el corazon, no ignorando tampoco las estrechas relaciones
que cultivo con algunos de los festejados.
Ordene a su afectísimo amigo y S. S.
R. Baflados Espinosa,Diputado por t.ebil.
Curicá, Febrero 24 de 1890.
Senor Francisco A. Pinto y demas firmantes a la
invttacion del banquete del 26.
Siento verdaderamente que circunstancias del momento
no me permitan concurrir al banquete del 26. Me apresu-
ro a enviarles mi calorosa adhesion a los propositos políti-
102 —
cos que él envuelve y mi agradecimiento por la invitacion
con que ustedes han querido honrarme.
Marcelo Somarriba U.'
Diputado pjr
Santiago, Febrero 25 de 1890.
Senor Francisco A. Pinto,
Valparaiso.
Estimado amigo:
Recien llegado del sur, solo hoi he tenido el gusto de
recibir Ia invitacion que varios amigos y correlijionarios
tienen la bondad de hacerme para asistir al banquete que
mafiana miércoles tendrá lugar en esa ciudad en obsequio
a los sefiores ministros que representaron en el último
gabinete a las agrupaciones liberales unidas.
Siento tener que decir a usted que motivos de familia
me impiden tener el gusto de concurrir a la merecida ma-
nifestacion; pero al mismo tiempo me es mui grato hacerle
presente que me adhiero con el mas ardorosa entusiasmo.
Con las consideraciones del mas distinguido aprecio,
tengo el gusto de suscribirme de usted mui A. A. S. S. y
amigo.
G. Urrutia,Hiput:<.lo pnr Collipulli.
Santiago,\.°
de Rlarzo dc 1890.
Senor Don Enrique Valdf.s Vergara,
Valparaiso.
Mui sefior mio:
Estando ausente de Santiago, solamente hoi ha llegado
a mis manos la invitacion al banquete del 26; siento no
haberme encontrado en el número de los asistentes, para
— 103 —
manifestar mi adhesion a las ideas sustentadas por las ho-
norables personas a quienes fué dedicado.
De usted seguro servidor.
V.Carvallo E.,Diputado por Caflete.
Santiago, Marso'.i de 1890.
Senor Don Enrique Valdes \'ergara,
Vifia del Mar.
Mi estimado amigo:
Estando aun en el sur, recibí su carta invitacion al ban-
quete que ha tenido lugar en Valparaiso en dias pasados.
Habiéndome sido materialmente imposîble asistir a esta
manifestacion de simpatia al ministerio pasado, no puedo
menos de espresar a usted, ahora a mi vuelta, mi mas sin-
cera adhesion a este acto de justicia de los partidos coali-
gados.
De usted A. S. S. y amigo.
Victor Kôrner,Diputado por Yaldivia
Santiago, Marzo 7 de 1890
Senor Dox Alejo Barrios.
Vnlparaiso.
Estimado amigo:
Solamente ayer tarde he regresado a ésta, en donde
encontré la invitacion al banquete del 26 prdximo pasado.
Siento el no haber podido personalmente asociarme a la
justa y merecida manifestacion a los Ministros del último
Gabinete parlamentario, pero le ruego se sirva espresar a
los amigos invitantes mi mas franca y leal adhesion.
Le saluda su afmo. amigo.
Uldaricio Prado,Diputado por Quiueliao.
— 104 —
Santiago, Marzo 2 de 1890.
Senor Francisco A. Pinto,
Valparaiso.
Mi estimado amigo:
Por haber estado ausente, solo hoi llega a mi conoci-
miento la invitacion con que se me honro para tomar parte
en el banquete dado en esa ciudad el 26 de Febrero en ho-
nor de los senores ex-Ministros Castellon, Errázuriz, Montt
y Barros Borgofio.
Sin esta circunstancia habria tenido la satisfaccion de
asistir al banquete, adhiriéndome a la bien merecida mani-
festacion de aplauso que se les ha tributado.
Gracias a su abnegacion, a la rectitud de sus procedi-
mientos y a su actitud leal, honrada y enérjica pudieroh
detener por algun tiempo los desmanes dc la omnipotencia
presidencíaĩ que pugnaba por desbordarse. Los actos
posteriores del Ejecutivo han venido a revelarnos la mag-
nitud dc la lucha que dentro de la Moneda han debido
sostener dia a dia contralos torcidos manejos y las disimu-
ladas ambiciones e intemperancias del titulado "Jefe Su-
premo de laNacion."
Supieron sostener dignamente los fueros de la mayoria
del Congreso que tan lejítimamente representaban. Se han
hecho acreedores a la gratitud nacional.
Sirvase hacer presente mi escusa a la junta directiva y
ordene a su afectísimo amigo y companero.
P. Bannen,Diputado pm-
Lautarn.
— 105 —
San Bemardo, 22 de Febrero de 1890.
Senor don Francisco Antonio Pinto Cruz,
Valparaiso.
Mi estimado amigo;
Si circunstancias absolutamente estranas a mi voluntad
no me penniten trasladarme a Valparaiso para asistir al
banquete político que debe celebrarse en esa ciudad el 26
del corriente, estoi en el deber de espresar, por el drgano
de usted, mi sincero agradecimiento a los distinguidos ca-
balleros que firman la invitacion, y que se han servido
honrarme con una de ellas.
A los seiiores a quienes se trata de festejar debo muestras
de estimacion que aprecio en todo su valor. Esto soio seria
un motivo para que me asociara a esa manifestacion; pero
reconozco ademas en ella un propdsito mas alto que el de
dar una prueba de simpatia personal a los referidos sefiores.
Creo que ese banquete tiende a levantar la opinion del
pais en favor de una grande idea, y a reunir en un solo
centro de accion a la familia liberal chilena, para que por
medio de una convencion séria y honrada designe el can-
didato que, llevado al gobierno por la libre y espontánea
voluntad de los pueblos, sea ĩa espresion de ella en la direc-
cion de los negocios públicos.
Deseando de que el triunfo de esas ideas sea alguna
vez una realidad en nuestra querida patria, he firmado
gustoso las bases de la convencion liberal, y presto ahora
mi entera adhesion al banquete dcl pueblo de Valparaiso,
porque veo en él un paso dado para unificar las voluntades
en favor de las resoluciones que han de salir de aquella
asamblea.
— 106 —
Sírvase manifestarlo asi a los demas seiiores que con usted
firman aquella invitacion, y aceptar la espresion con que
me repito su afectísimo amigo y S. S.
Die_> Barros Arana.
Santiago, Febrero 24 de 1890.
Senor don Francisco A. Pinto.
Valparaiso.
Estimado amigo:
Honrosa y justiciera para los sefiores ministros que en el
gabinete anterior representaron las ideas y los intereses del
partido iiberal es la manifestacion que mafiana hacen algu-
nos de sus amigos polítícos, la que es realzada ante todo
por la adhesion que contará en todo el pais.
Aplaudiéndola yo tan sinceramente, nada me seria mas
grato que tomar parte en ella; pero inconveniente que no
he podido salvar no me permiten, como habria sido mi mas
vehemente deseo, trasladarme a Valparaiso.
Le saluda su afectísimo amigo.
Adolfo Guerrero.
Sautiago, Febrero 23 de 1890.
Sknor don Enrique Valdes Vérgara,
Valparaiso.
Seîior y amigo:
Al regresar hoi a ésta he tenido el gusto de encontrar la
invitacion que usted y otros honorablescaballeros me hacen
para concurrir al banquete que se dará en esa en honor de
ĩos honorables que formaron el último gabinete.
Si asuntos mui urjentes no me obligaran a salir hoimis-
mo para Talca, me haria un deber y seria para mí muigrato
— 107 —
y honroso concurrir a tan justa y patriotica manifestacion
a los honrados hombres públicos que interpretando fiel-
mente los deseos del pais y de la mayoria del Congreso
pugnaron por resistir, cuanto les fué posible, la intromision
y predominio absoluto de la voluntacl presidencial que hoi
todo lo malea y desorganiza en el pais.
Deseando que esa manifestacion tenga el mas brillante
éxito, me suscribo su mui afectísimo servidor y amigo.
Benjamin Vivanco.
Valparaiso. Febrero 2:i dc 1890.
Senor Aleredo Edwakds.
Presente
Sefior y amigo:
Motivos de familia, independientes de mi voluntad, me
impiden aceptar ĩa invitacion con que se me ha honrado
al banqute que se ofrece a los sefiores ex-ministros quere-
presentaron en el últimogabinete alas agrupaciones libera-
les unidas, pero esto no obsta a que me adhiera a la mani-
festacion que con tanta justicia se lcs hace.
Saluda a usted atentamente su servidor y amigo.
Julio Villanueva.
Valparaiso, Febrero 26 dc 1890.
Senor don Enrique Valdes Vergara,
Presente.
Mi apreciado amigo:
Repentinamente me ha echado a la cama la enfermedad
que con carácter de epidemia está en Valparaiso; mi edad
y el deseo de servir con mi escaso continjente en la
campana ya inicĩada, meobligan acuidarme, aunhaciendo
el sacrificio de no asistir a una manifestacion tan justa y
conveniente como la de hoi.
Sírvase, pues, presentar mis disculpas por esta ausencia
que tanto me contraría.
De usted afectísimo S. S. y amigo.
Valparaiso, Febrero 22 de 1890.
Senor Exrique Valdes,
Presente.
Mui senor mio:
El banquete que tendrá lugar el 26 del actual, a los
caballeros que representaron en el gabinete a los partidos
Hberales unidos, merece mi entera adhesion.
Un duelo reciente me impide, sin embargo, asistir, lo
que deploro profundamente; pero me adhiero a esta mani-
festacion que Ios liberales sinceros hacen a los cuatro ex-
ministros.
De usted A. S. S.Cárlos Crande.
Valparaiso, 22 de Febrero de 1890.
Sexor dox Alfredo Edwards.
Mi muĩ estimado amigo:
Recibí la invitacion que se me hace al banquete que
tendrá lugar eĩ 26 del presente.
Siento mucho no poder asistir, por el mal estado de mi
— 109 —
salud, a esa manifestacion honrosa a la lealtad de esos se-
fiores ex-ministros.
Saluda a usted su afectísimo amigo y S. S
Manuel Antonio Caro.
Santiago, Febrero 25 de 1890.
Senor Francisco A. Pinto,
Valparaiso.
Por estar mis socios ausentes me es imposible moverme
de Santiago para asistir a Ia oportuna y significativamani-
festacion que se hace mafiana eu Valparaiso a los últimos
Ministros liberales.
J. A. Palazuelos.
Valparaiso, Febrero 24 de 1890.
Senor Francisco A. Pinto,
Mui senor mio:
Por encontrarme mal de salud, tengo el sentimiento de
comunicarle que no me es posible asistir al banquete que
se prepara para el 26 del presente en obsequio a los seno-
res Ministros que representaron en el último gabinete, a
cuya manifestacion de aprecio he tenido la honra de ser
invitado, dando por ello Ias mas espresivas gracias.
Me es grato suscribirme de usted atento y seguro
servidor.
Pablo Ouevas.
— 110 —
Va/paraiso, Febrero 22 de 1890.
Senor Alfredo Edwards,Presente.
Mui senor mio:
Deberes de familia me impiden tencr el gusto de concur-
riral banquete que en representacion de sus correlijionarios
políticos ofrecen ustedes a los seíĩores Ministros que en el
último Gabinete representaron al partido liberal.
Es con mucho ])esar que comunico a usted mi inasisten-
cia; pues nada me seria tan agradable como tomar parte en
esa simpática y oportuna manifestacion.
Tengo el honor de suscribirme de usted atento seguro
servidor y correlijionario.
Valparaiso, Febrero 23 de 1890.
Senor Don Ai.eredo Edwards,Presente.
Estimado amigo:
Debiendo partir el 25 para Santiago, siento no poder
asistír al banquete.
Lo saluda su afectísimo atento y seguro servidor.
J. F. Campaûa C.
Valparaiso, Febrero 23 de 1890.
Senor E. Valdes Vergara,Presente.
Distinguido sefior:
He recibido una invitacion al banquete que tendrá lugar
el 26 del presente, la cual me honra sobremanera yacep-
taria gustosísimo a no existir inconvenientes que no puedo
salvar.
Hago votos porque él se lleve a cabo del modo más
cumplido posible, [)ara así oscurecer el ridículo banquete
gobiernista y hacer coni])render a los políticos dc laMone-
da que están aislados y que todo lo mas honorable ypudiente de los partidos liberales está de oposicion.
Me suscribo de usted Ato. y S. S.
E. Sainz de ĩa Pefía.
Valparaiso, Ftbrero 25 de 1390.
Senor Enrique Valdes Vergara,
Presente.
Mui sefior mio:
Xada habria sido mas grato para mí, que poder aceptar
la honorífica invitacion, que los amigos v corielijionarios
políticos de Valpuraiso me hacen a un banquete en obse
quio a los sehores Minístros que con tanta lcaltad repre-
sentaron las diversas agrupaciones liberales; pero, recien
salido de una enfermedad, que me ha obligado a guardar
cama por una semana, me encuentro imposibilitado para
asistir a dicho banquete.
Agradeceré a usted se sirva significarlo así a los sefiores
Directores y al mismo tiempo que me hago un deber en
adherirme en todas sus partes a la manifestacion que se
hace a los sefiores Ministros, que en el desempeiio de sus
funciones erán nuestra mejor garantia.
Aprovecho esta oportunidad para suscribirme de usted
atento yseguro servidor.
1 °Viotonano Sofna.
— 112 —
Valparaiso, Febrero 26 de 1890.
:Senores don Cârlos García Huidobro, don Agustin
Edwards v demas firmantes de la invitacion al
BANQUETE DEL 20 DEL ACTUAL.
Sefiores:
He tenido el honor de recibir la invitacion al banquete
que ustedes han organizado en obsequio de los seiĩores
Ministros que representaron en el último Gabinete a las
agrupaciones liberales unidas.
Siento que el mal estado de mi salud no me permita
asistir a esa manifestacion, que considero merecida en alto
grado, y a Ia cual me adhiero con toda sinceridad yentu-
siasmo.
Soi de ustedes atento y seguro servidor.
Josué Waddington.
Valparaiso, Febrero 2G de 1890.
Senores Cárlos Garcia Huidobro, Agustin Edwards
v de.mas fikmantes de la invitacion al hanquete
de esta fecha.
Senores:
He tenido el honor de recibir la notu en que ustedes me
invitan al banquete con que la opinion liberal festeja esta
tarde a los sefiores Ministros del último gabinete.
Lamento que una indisposicion repentina me prive del
placer de acompafiar a ustedes en este justo homenaje de
simpatia y respeto a los Ministros salientes, y de adhesion
sincera y entusiasta a la política y a la Convencion de la
Alianza Liberal.
Soi de ustedes atento y S. S.Manuel Waddini_rton.
— 113 —
Senor don Alfredo Edwards,Valparaiso.
Mui sefior mio:
Por motivos de salud me encuentro en la imposibilidad
de asistir al banquete que dan hoi nuestros amigos polí-
ticos.
Siento muĩ sĩnceramente no poder acompanarlos en esa
justa manifestacion al Ministerio de Octubre y no poder
hacer junto con ustedes un voto por el progreso de nuestras
instituciones y el engrandecimiento de nuestro pais.
Espero que usted manifestará a los amigos las razones
que me impiden acompafiarlos en esa manifestacion de hoi
y que ellos aceptarán las escusas de S. S. y amigo.
Javier Dueflas C.
Santiago. i?>dc Febrero de 1890.
Senor Ricardo Abkines,
Valparaiso.
Amigo don Ricardo:
Don José Jesus Carvajal acaba de decirme, desde Pirque,
por teléfono, que se sirva usted pasar a verse con alguno
de los sefíores que firman la invitacion para el banquete, y
decirles que siente mucho no poder asistir a su atenta
invitacion porque estando en toda la fuerza de la cosecha,
no tiene un instante de que disponer.
Sin otro particular, me repito su siempre Afmo. amigo
S. S.Antonio M. Olmedo.
IITDICE
Pájina
l^TRODUCCION 5
INVITACIONES 9
EL BANQUETE, resúmen de las diversas descripciones
de la pren.sa 13
Lista de asistentes al banquete 27
DISCURSOS:
Don Cárlos García Huidobro '. . 33
■j Isidoro Errázuriz 34
it David Mac-Iver 40
» Pedro Montt 43
n Enrique Valdes Vergara 44
m Ramon Barros Luco 47
it Eulojĩo Altamirano 48
n Augusto Orrego Luco 53
ii Federico Pinto Izarra 57
Doctor Joaquin Talavera 59
Don Agustin Edwards 61
ii Luis Barros Borgono 63
1 1 Juan Castellon 66
ii Eduardo Matte 69
i- Agustin Montĩel Rodriguez 71
ii Francisco A. Pinto 74
u Alejo Barrios 75
ti Alfredo Cabezon 77
„ Pedro A. del Rio 79
CARTAS DE ADHESION:
Don Joaquin Valledor, Senador por Santiago 82
n Eleodoro Gormaz, Senador por Santiago 82
n Cárlos Valdes, Senador por Colchagua 83
n Juan E. Rodriguez, Senador por Curico 83
n Manuel Amunátegui, Senador por Chillan 84
n Aníbal Zanartu, Senador por Concepcion 84
„ Manuel Recabárren, Senador por Concepcion 85
„ Rafael Montt A., Senador por Bio-Bio... 86
,i Vicente Dávila Larrain, Diputado por Antofagasta... 86
„ José Alberto Bravo, Diputado por Antofagasta 87
ii Francisco Carvallo Elizalcle, Diputado por Coquimbo.. 88
— 116 —
Pájina
Don Máximo del Campo, Diputado por Elqui 89
F. Puga Borne, Diputado por San Felipe 90V. Aguirre V., Diputado por La Ligua 90
M. A. Cristi, Diputado por La Ligua 91
Luis F. Puelma, Diputado por Valparaiso 92
Tomas Eastman, Diputado por Limache 92Jose'
Joaquin Aguirre, Diputado por Santîago 93
Gregorio A. Pinochet, Diputado por Santiago 93
Julio 2.°Zegers, Diputado por San Javier 94
Demetrio Lastarria, Diputado por Rancagua 94Isrnael Valdes Vahle.s, Diputado por San Fernando .. 95José Florencio Valdes, Diputado por Linares 96Nicolas Hederra, Diputado por San Javier 96
Máximo R. Lira, DÍputado por Parral 97Juan G. Vaĩenzuela P., Diputado por Chillan 98
Bernardo Paredes, Diputado por Búlnes 98
R. Sanhueza Lizardi, Diputado por Chillan 98
David Salamanca, Dĩputadopor Yungai 99
Ladislao Errázuriz.Diputadopor Concepeion 99
R. L. Trumbull, Diputado por Concepcion 100
Herman Echeverría. Diputado por Lautaro 100
Juan Villamĩl B., DÍputado por Rere 101
R. Bafiados Espinosa, Diputado por Lebu 101
Marcelo Somarriba U., Diputado por Angol 101
G. Urrutia, Diputado porCollipulli 102
V. Caivallo E., Diputado por Canete 102
Víctor Korner, Diputado por Valdivia 103
Uldaricio Prarío, Diputado por Quinchao 103
Pedro Bannen, Diputado por Lautaro 104
Diego Barros Arana 105
Adolfo Guerrero 106
Benjamin Vivanco 106
Julio Villanueva 107
J. B. Billa 107
Cárlos Crande 108
Manuel Antonio Caro 108
J. A. Palazuelos 109
Pablo Cuevas 109
O. Polanco 110
J. F. Campana C 110
E. Sainz de la Pena 110
Victoriauo Soffia 111Josue'
Waddington 112
Manuel Waddington 112
Javier Duefias C 113
José Jesus Carvajal 113
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