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HISTORIA Y NOVENA \ DE LA
Virgen de las Viñas PATRONA DE
A R A N D A DE D U E R O
POR EL
R. P. DAMIÁN JANÁRIZ
MISIONERO HIJO DEL I. CORAZÓN DE MARÍA
8 s £ g ARANDA DE DUERO I J Imp. y Lib. de Pedro Díaz Bayo o
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Veneranda Imagen de Nuestra Señora de las Viñas
HISTORIA Y NOVENA DE L A
VIRGEN DE LAS VIÑAS P A T R O N A DE
A R A N D A DE D U E R O P O R EL
R. P. DAMIÁN JANÁRIZ
M I S I O N E R O HIJO D E L C O R A Z Ó N DE M A R Í A
S E G U N D A E D I C I Ó N
El producto de la venta de este librito se destina al culto de la Virgen de las Viñas.
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ARANDA DE DUERO Imp. y Lib. de Pedro Díaz Bayo
1924
/1./3Z2M
APROBACIONES
NIHIL OBSTAT
JOANNES POSTÍUS, C. M . F . Censor.
IMPRIMATUR
N I C O L A U S G A R C Í A , C . M . F .
Superior Generalis.
Matriíi, die vigésima secunda Februarii 1924.
NIHIL OBSTAT
D R . SILVERIO V E L A S C O
Censor
IMPRIMASE
D R . J U A N G Ó M E Z
Vicario Capitular de Osma.
Dos palabras. Las advocaciones de la Santísima Virgen que
de más prestigio gozan en los pueblos, poseen todas su devocionario propio, con el que dan las gentes forma a sus aspiraciones y afectos.
Aranda, sin embargo, carecía de una obrita semejante, en la que se reflejara la tierna devoción que a la Virgen de las Viñas profesa.
Por esto, queriendo contribuir más aún a las solemnes fiestas que con motivo de ofrecerle rica corona se le preparaban, me determiné a llenar este vacío con la presente novena, gozos y reseña histórica, que la Virgen se digne bendecir.
El Autor
RB8BÑA HISTÓRICA DE
nuestra Señora de las Viñas » • • • » • « •••• — •
i
PRINCIPIOS DEL CULTO Sentada tranquilamente a orillas del
Duero, descansa la antigua y noble villa de Aranda, rodeada de campos feracísimos, de frondosos viñedos, de varios ríos que pasan junto a ella, entonándole dulces canciones con el murmurio de sus aguas.
Y Aranda, la hermosa reina de la Ribera, guarda con cariño un joyel primoroso, y en él la perla de sus ensueños, la Virgen de las Viñas.
Las sombras de la antigüedad obscu-¡ recen los comienzos del culto a nuestra
Señora de las Viñas; pero expondremos al lector los datos que a la tradición se
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atribuyen, y los que la historia después nos ha transmitido.
En los tiempos del piadosísimo rey ñecaredo, según opinión corriente, construyóse un monasterio de Benedictinas en Lara de los Infantes, el cual monasterio era llamado de Lara y de las Viñas, de donde debió tomar el nombre la imagen que, al decir de la tradición, allí se veneraba; y en aquel monasterio consagró el devoto rey Recesvinto a sus dos hijas Ericiana y Astrocia al servicio de la Santísima Virgen.
En el año 718 fué arrasado el monasterio y martirizadas por los moros las monjas todas con su abadesaD.a Munia, de sangre real. Reedificado el sagrado recinto y poblado por nuevas religiosas, fueron también sacrificadas, en número de cuarenta y una, por los moros.
Últimamente el obispo benedictino Basilio volvió a construir el monasterio, que volvió a ser habitado por monjas procedentes de la más alta nobleza.
Las hordas sarracenas, no obstante, desolaban nuestra península sin que dejaran otra señal de su paso que sangre, destrucción y ruinas, y esta riza espantosa de los moros, produjo además de tales sangrientos resultados, los estragos lastimosos del hambre general en Castilla.
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II TRASLADO DE LA SANTA IMAGEN
A ARANDA * Apretado por estas angustias el vecin
dario de los Aurinos (Lara), entregóse a la fuga; mas para no quedar sin su dulce esperanza en tan tristes horas, y temiendo justamente que fuera profanada por los infieles, tomaron la santa imagen de la Virgen de las Viñas y lleváronla consigo en su destierro llegando con esta sagrada carga hasta el monte sagrado o Monsagro, hoy Costaján.
Llegaron entre tanto las turbas de la morisma a Lara de los Infantes y no hallando allí las riquezas con que habían soñado, emprenden furiosos y precipitados la persecución contra los cristianos fugitivos, dándoles alcance en dicho monte Costaján.
De los fieles, unos se ponen a la defensiva, más que para salvar sus vidas, para defender su queridísima Virgen de las Viñas, mientras otros se dan prisa en ocultar la santa imagen en las reconditeces del monte.
Mas oculta ya la imagen veneranda, fueron los cristianos atropellados y sacrificados por los moros, subiendo al
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cieio a recibir la palma del martirio. ¡Mártires de la Virgen!
Entre la ocultación de la imagen y su milagrosa aparición, se debe colocar un espacio prudencial de tiempo, que bien pudiera constar de dos siglos.
Esta suposición, dice D. Silverio Ve-lasco, ilustre Canónigo Penitenciario de la Catedral de Osma,0) se tiene tanto más verosímil cuanto que precisamente en 977 tuvieron comienzo las irrupciones periódicas del terrible Almanzor, que en trances tan apurados pusieron durante 25 años a los estados cristianos, y destruyeron a Aranda.(2) «Algo más desahogada se hizo su situación después de la derrota del caudillo musulmán en Cala-tañazor, acaecida el año 1002, en el mes de Agosto. Pero hasta que en 1059 y 60 no aseguró Fernando I la tranquilidad de la ribera del Duero con la conquista de toda la sierra del Guadarrama, Aranda es imposible que pudiera pensar en engrandecerse.» í}\
(1) La Nueva Ribera-, pág. 3. (2) Loperráez, Historia del Obispado de Osma, tomo prime
ro, pág. 58. (3) La Nueva Ribara, pág. 3.
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III
L A APARICIÓN
Tiempos después , según la tradición refiere, tuvo lugar la aparición o hallazgo, que vino a ser como la entrega solemne que verificó la Virgen de su efigie a la venturosa villa de Aranda; y fué así: Tenía por costumbre un labrador aran-dino visitar, a los primeros fulgores del alba, una hermosa viña que en el Costa-ján poseía. Una de esas sonrientes mañanas, avanzando monte arriba nuestro campesino, ofrecióse a sus ojos con aureola de celeste claridad el talle majestuoso y esbelto de la Santís ima Virgen María.
Estupefacto la contemplaba, cuando la celestial Señora se dignó dirigirle la palabra y manifestó su deseo de que se construyera un templo en aquel terreno y le fuese dedicado; y al decirle esto entrégale dos frescos racimos de uvas, cosa del todo maravillosa por estar lejos aún el tiempo de tales frutos.
Llena el alma de gratitud y dulces emociones, l légase el labrador a besar los pies de la bondadosísima Señora , pero he aquí que desaparece, dejando a la vista del sencillo labriego una devotí-
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sima imagen, prenda de su maternal amor a los cristianos arandinos.
Corre el hombre apresuradamente a dar parte del fausto suceso al clero y pueblo todo de Aranda; mas, como bien se podía temer, dudóse de su testimonio.
Presenta entonces los dos frescos racimos que la Virgen le entregara y todos asienten, marchando enseguida al sitio del feliz hallazgo y postrados ante la Virgen de las Viñas la veneran devotamente y la aclaman con ardor. En transportes de regocijo santo tónianla luego, la trasladan solemnemente al pueblo, y la colocan en el templo parroquial de Santa María.
I V LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA
DE LAS VIÑAS S i la hermosura es el adorno necesa
rio de una reina, pueden los arandinos gloriarse de tener una Reina cabal. En efecto, cuando la Virgen de las Viñas se pasea triunfante en los días de su gloria, con frecuencia se escucha a su paso: ¡qué hermosa es! Y no son precisamente los ricos vestidos y preciosas galas con que sale engalanada los que roban los ojos desús devotos, sino el semblante
Fachada de la actual Parroquia de Santa María de Aranda, que reemplazó a aquella en que se dio culto primeramente en esta villa a la Virgen de las Viñas.
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agraciado y amoroso de la Imagen. Gracias a Dios que de la obra primera del artista se salvó, cuando menos, esta parte tan delicada; porque lo demás un doble yerro nos lo oculta y ocultará para siempre.
Porque es de saber que esta preciosa Imagen es de talla, mas por acomodarse al mal gusto de vestir las imágenes, fué también ésta cubierta con vestidos y con el fin de acomodárselos mejor la destrozaron lastimosamente.
La Virgen está sentada en vistoso trono y parece que tendría el Niño jesús entre los brazos. Digo parece, porque precisamente la parte anterior de la Imagen está notablemente desfigurada y mutilada. ¡Qué bien harían los arandinos poniendo la efigie de su Señora en manos hábiles que la restituyeran a su esplendor primero!
Esto no obstante, vese de continuo venerada y bendecida, y desde que se la comenzó a vestir, no han faltado nunca personas piadosas que le costearan preciosos trajes y le regalaran valiosas preseas. Fuera del que ordinariamente lleva puesto, la Camarera del Santuario guarda ocho, bastante antiguos, y el Mayordomo algunos más.
El primer presente de este género que cuenta la historia, se debe a D. a Ana de
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Mansilla, quien a fines del siglo XVI donó «una saya entera de damasco carmesí y verde, forrada de tafetán amarillo.» Pocos años después la Reina D . a Margarita regaló un precioso manto a la Virgen de las Viñas, por haber sanado milagrosamente a su hijo Felipe IV.
Con todo y ser tan hermosa esta Imagen, es seguro que no fué la que se apareció al labrador de Costaján; ya que su escultura, según los datos de la iconística, no sube del siglo X V ; mientras que la aparición de la Virgen de las Viñas, según conjeturas cuyas pruebas podría aducir, debe colocarse entre los siglos XII y XIII. ¿Dónde está, pues, la efigie aparecida?
E n el camarín de la Virgen hay una esculíurilla antigua que muestra a la Madre de Dios sentada en regio sillón, sosteniendo en sus brazos al Niño jesús desnudo y tendido en el regazo materno. La escultura es de poco relieve y las formas tienden a la rigidez; tiene la pintura en parles gastada, en partes descascarillado y le arrancaron el respaldo del s i llón. Todo hace pensar que se labró por los siglos XI o XII. ¿ E s ella, por ventura, el divino presente que hizo a Aranda la Madre de Dios? Unos se inclinan a pensar que no, porque esa escultura es del siglo XI o XII y la historia nos ense-
ña que ¡a verdadera Imagen de la Virgen de las Viñas es muy anterior, pues era ya venerada por ios aurinos en el siglo VIH. Bien puede ser que por las vicisitudes o circunstancias tan especíales de aquellos tiempos se deteriorara la imagen aparecida y sacaran de ella esa copia.
Otros creen que sí, no por los documentos, que con ninguno se ha dado aún que descifre este enigma, sino por ¡os caracteres de la imagen.
Efectivamente, la correspondencia del tiempo en que se labró y del en que, se cree, se apareció la Virgen de las Viñas no puede ser más exacta, si es cierto como afirman arqueólogos entendidos, que tal efigie pertenece al siglo XI o al XII.
Además, examinando la imagen del altar, nótase el parecido de ella con la imagencilla del camarín: la postura sentada, el sillón regio y hasta el colorido del manto azul y oro. De no tener la imagen del altar mutilada su parte anferior, es muy probable que nos encontráramos también la semejanza del Niño Jesús en los brazos de su Madre. ¿ N o induce tal parecido a pensar que la imagencilla del camarín fué el original de donde se sacó la copia de la imagen del altar?
Todavía otra razón nos lo persuade. Escribe D. Vicente Lafueníe que, por los
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siglos XV y XVI algunos obispos, velando por el decoro de la casa del Señor, mandaron retirar del culto las imágenes menos artísticas o más deterioradas. Acaso tal suerte cupo a esta ima-gencilla y para sustituirla se labró la imagen del altar a su semejanza; advirtamos de paso, que, según los entendidos, la efigie del altar se esculpió en esta misma época.
En razón de lo expuesto, me atrevo a formular una súplica a las personas encargadas de mantener vivo en los pechos arandinos el fuego sagrado del amor a la Virgen de las Viñas. Puesto que dicha imagencilla posee títulos pro-vables que la acreditan de aparecida, restaúrese por artista diestro y coloqúese en hornacina conveniente para que reciba el culto que merece. (l)
(1) Escrito lo que antecede, a ruego: de la Sra. Camarera Mayor, el pintor D. Alejandro déla Higuera ha retocado la imagen-cilla habiendo hecho desaparecer los datos indicados en la descripción... y ha abierto en la pared un pequeño nicho donde ha colocado la imagen.
¡Es lástima no se haya hecho la restauración del modo debido...!
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V T E M P L O
En la primitiva iglesia de Santa María permaneció hasta que los arandinos le construyeron una pequeña Ermita en el lugar de la aparición, a donde la trasladaron con extraordinaria pompa, aclamándola por celestial Patrona de la villa de Aranda. Este glorioso hecho puede fijarse en la primera mitad del siglo XII.
Más tarde el piadoso Rey D. Juan I, después de haber celebrado Cortes en Valladolid, pasó por Burgos y por esta villa de Aranda, donde visitó a la Virgen de las Viñas en acción de gracias por haber sido librado de los portugueses en la batalla de Aljubarrota. En prenda de su real gratitud a la Virgen, y para eterno monumento de su magnificencia, ofreció construir, y en efecto construyó, una nueva iglesia para la celestial Señora, ejemplo digno de admiración que contribuyó poderosamente a difundir en toda la región castellana la devoción a la Virgen de las Viñas.
Habiéndose producido en el trascurso del tiempo grandes deterioros en la Ermita, el limo. Sr. Obispo de Osma, don
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Pedro Alvarez de Acosía, comenzó a construirla de nuevo levantando la capilla mayor o presbiterio, que terminó; y a no haber muerto, según afirma el historiador D. Aniceto de la Cruz,(1) habría acabado toda la iglesia. El Ayuntamiento, ayudado de los devotos de la Virgen¿ construyó lo restante del templo en 1688, desapareciendo así por completo la Ermita edificada por el Rey D. Juan I. En el siglo XVIII se hizo el camarín debido a la religiosa piedad de D. Pablo Esteban, coronel del Regimiento de Dragones de la Reina e hijo ilustre de Aranda. Solícito y celoso de cumplir, con el cargo de Patrono de la Virgen, el Ilustre Ayuntamiento, en el año 1792 construyó la espadaña, coronamiento hermoso del santuario, que con sus sonoras campanas llena de regocijo y animación a los fieles arandinos, cuando van a celebrar las fiestas de su Reina.
La entrada, que daba acceso a la Ermita, no era digna del bendito alcázar de la Virgen; y en razón de esto emprendió el Ayuntamiento, que presidía el señor D. José Quintana, la reforma de dicha entrada, que llevó a su perfección el Ayuntamiento presidido por el Sr. don Nicolás Fuentenebro. Ha quedado, a la
(1)' Historia de la Virgen dé. las Viñas, pág.' 101.
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admiración de cuantos a la Ermita llegan, una fachada hermosa, un atrio de bello aspecto y hasta elegante, que no desdice del interior del edificio. Obra simultánea fué la de alzar dos robustas torres en las partes norte y sur. Vióse todo felizmente perfeccionado en el año 1908.
• ",•••,'•'•• " V* • í¡ ' \ i;i NOTABLES PERSONAJES
QUE HAN VISITADO Y HECHO REGALOS A LA VIRGEN, DE LAS VIÑAS
".'•Al lado del rasgo nobilísimo del Rey don Juan I que construyó el templo de la Virgen, y de su nieto D. Juan II que visitó repetidas veces el templo construido por su abuelo y le hizo grandes donaciones, merece citarse el ejemplo del; Rey D. Fernando y de su esposa Isabel la Católica, aquella gloriosa Reina, La. más grande que ha tenido España. Que fuese devotísima de la Virgen de las Vi-, ñas lo atestiguan las donaciones y es-; plendideces Con que favoreció el santuario, y el singular privilegio de juro perpetuo que otorgó en favor de dicha ermita y contra las alcabalas dé Aranda, fechado el 30 de Abril de 1494, poco después de haber vuelto de la conquista de Granada. i
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Ni fueron éstas las únicas pruebas de cariño y veneración que de los Reyes españoles recibió la Virgen de las Viñas. Sucesivamente fueron visitando su santuario nuestros más insignes monarcas: Carlos V, Felipe II, Felipe III y Felipe IV. La Reina D . a Margarita de Austria, esposa de Felipe III, sumamente agradecida a la Virgen de las Viñas por haber curado prodigiosamente al Infante don Felipe IV, cuando se hallaba hospedado en Aranda, hizo espléndidas liberalidades en favor de tan milagrosa Imagen. A este hecho, creen algunos, parece hacer referencia el famoso Mediquín que se halla a las plantas de la Virgen, como si fuera un exvoto de ese milagro.
Los Sres. Obispos al venir a Aranda visitan la Virgen de las Viñas y muchos le ofrecen preciosos regalos, habiéndose distinguido entre todos, los limos, señores Obispos D. Sebastián Pérez, que designó los dos primeros capellanes que tuvo la Virgen para que la alabasen y extendiesen su culto; el limo. D. Pedro Al-varez de Acosta que construyó la capilla mayor o presbiterio de la Ermita y el Ilustrísimo D. Antonio Valdés, que le regaló multitud de ricas alhajas y ornamentos sagrados.
El mismo ejemplo han seguido caballeros ilustres, como D. Hernando de
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Arcaya, famoso capitán, que regaló preciosa lámpara de plata con esta inscripción: «Ofreció Hernando de Arcaya esta lámpara a Nuestra Señora de las Viñas, habiendo salido de prisión de un calabozo de poder de herejes, año 1592.»
D. Jnan de Borja, capitán, regaló otra lámpara, también muy notable y dejó una fundación para que ardiese perpetuamente.
D. Juan del Espinar, corregidor que fué de Guipúzcoa y D. Antonio González de Cárdenas con su esposa D . a Margarita de Revenga, naturales de Aranda y vecinos de Madrid fundaron dos capellanías en la ermita de la Virgen, regalando además los dos últimos una preciosa lámpara de plata para que ardiese continuamente delante de la Virgen.
D. Pablo Esteban, Coronel del Regimiento de Dragones de la Reina e hijo de Aranda, construyó el camarín en el siglo XVIII.
Han visitado y han hecho cuantiosos regalos a la Virgen ilustres personajes descendientes de Aranda, como los condes de Castrillo, los marqueses de To-rreblanca, los Sandovales, Rojas y antiguos marqueses de Denia.
Todos cuantos han visitado la Virgen de las Viñas, lo han hecho para maní-
festarle su amor y ofrecerle algrún don que patentice su tierna devoción. Sólo el gran Napoleón, en la guerra de la Independencia, se presentó lleno de furia y deseoso de apoderarse de las alhajas de la Virgen.
Era en 1808 cuando las tropas francesas invadían a España, y se acuartelaban fuertemente en esta villa de Aranda. Medio año hacía que Aranda estaba convertida en cuartel general de Napoleón, cuando sobrevino a los franceses la tremenda derrota de Bailen, que les obligó a retirarse de gran parte de España, y también de la villa de Aranda. Antes, empero, de abandonar Aranda, intentaron robar las preseas y alhajas de la Virgen de las Viñas... Acampados se
. hallaban ya en la alameda del santuario, y ya.habían comenzado a franquear las puertas de la ermita, cuando valientes arandinos, enardecidos por el amor a su Reina, arremetiendo denodados contra los franceses, lograron rechazar tan infame agresión y salvar así el honor de su adorable Patrona.
Para celebrar este glorioso hecho y como nuevo testimonio, de amor a la Virgen de las Viñas, los arandinos bajaron la Virgen a Santa María en una procesión solemnísima'que se anunció a voz de pregonero y volviéronla a su-
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bir después- con la•misma,.solemnidad. -•Nuevamente, en Noviembre de ÍSOS,
vino aí.turbar la paz de los arandinos la invasora mesnada con su caudillo Napoleón, y aterrados huyeron de su presencia. Tres años mantuvieron su.pie los franceses en esta yilla, y cuando les llegó la hora de la derrota, salieron quemando y destruyendo todas las ermitas de la población. Solamente la Virgen de las,Viñas quedó libre de la devastación. ¡Misericordia grande de María, que no consintió se destruyese este trono de, amor que le erigieron los arandinos en el monte Costaján:
Y desde entonces, es ahí, en esa bendecida ermita, donde mora y reina tranquila y pacíficamente la gloriosísima Pa-írona de Aranda, llevando sobre su pecho una tarjeta con esta inscripción: «Yo soy María de Lara de las, Viñas.» :'
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- • L A S BEATAS . • •;;. .-. * Por el tiempo en que D. JuánJ levan
tó el templo de la Virgen debió ser cuando se fundó, al lado de la ermita, la casa conventual de las llamadas Beatas, señoras que, viviendo en comunidad, cuidaban del culto de ía Virgen y del aseo de su santuario.
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La asistencia de las Beatas contribuyó poderosamente al fomento del culto y devoción de la Virgen entre los aran-dinos y gentes del contorno. El número de las Beatas era de seis u ocho. Sin embargo desaparecieron por haber dispuesto el Concilio Tridentino que todas las religiosas o beatas que, haciendo vida de comunidad viviesen en despoblado, pasasen a vivir en poblado, con el fin de evitar posibles atropellos. Para proveer al culto de la Virgen con el remanente de las dotes devueltas a dichas Beatas, fundáronse en su lugar, el año 1584, por el Sr. Obispo deOsma D. Sebastián Pérez, dos capellanías de 20.000 maravedises cada una. Poco después fundaron otras dos capellanías D. Juan del Espinar, Corregidor que había sido de Guipúzcoa y D. Antonio González de Cárdenas con su esposa D . a Margarita de Revenga, naturales de Aranda y vecinos de Madrid. Por entonces fué también cuando se creó el cargo de ermitaño con obligación de hacer de sacristán y ayudar a Misa.
La salida de las Beatas no produjo disminución del culto de la Virgen; antes bien éste fué acrecentándose con las cuantiosas limosnas de grandes personajes devotos de la Virgen. Han creído algunos que las Beatas, al
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salir de la Virgen, fundaron el convento de las Antonias de Aranda; pero es falso, pues según afirma Loperraez (1) dicho convento lo fundó en 1560, treinta años antes, D . a Mencía Martínez de Contreras, viuda rica de Aranda, dándole el nombre de Santa Isabel y la regla de San Francisco, dotándole además con todos sus bienes y entrando ella misma religiosa.
VIII EL MEDIQUÍN
Al pie de la imagen de la Virgen de las Viñas, como heraldo misterioso, encuéntrase el Mediquín.
Cuenta la tradición que, azotada esta ilustre villa por la peste en lejanos tiempos y cundiendo el estrago en sus habitantes, a poder de continuos ruegos, apareció un médico muy hábil, quien logró con su pericia conjurar el terrible azote; mas, al tiempo de recibir el merecido homenaje de gratitud por parte de la población curada, desapareció. La villa reconocida inmortalizó su recuerdo en esa graciosa efigie y la colocó, a manera de exvoto, a las plantas de su perpetua bienhechora.
(1) Tomo II, págs. 180 y 181.
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Esto dice la fama popular. ¿ C ó m o hablan los documentos?
En un libro de Cuentas de los Mayordomos de Nuestra Señora de las Viñas, de 1685 a 1785 existe un Inventario de las alhajas del Santuario; entre ellas se encuentra «Un Niño Jesús que está en el altar mayor con su diadema de plata y un sombrerito con galón de plata falsa.» En el mismo Libro se hace constar que le compró Francisco del Vado, que fué mayordomo entre 1685 y 1695, por valor de 95 reales.
Este es el único pasaje que hasta ahora se ha podido encontrar, que tenga alguna relación con el misterioso Medi güín. Por el contrario, cuantas narraciones existen (y no son pocas) de Rogativas a la Virgen de las Viñas u otras devotas imágenes de ermitas, con motivo de peste o de alguna otra calamidad, ni por asomos hacen mención del Mediquín. <1)
Así pues, armonizando unos y otros datoe, cabe la suposición de que el Mediquín sea un Niño jesús propio de la
(1) El único que ha escrito sobre,el origen y la razón histórica del "Mediquín" es D. Rodrigo Amador de los Ríos en su "Historia de Burgos," al hahlar de Aranda y tratar de la Virgen de las Viñas; pero sus afirmaciones sobre el "Mediquín" de Nuestra Señora de las Viñas no nos merecen fe ninguna por equivocar fechas ciertas y contrariar un documento de mayor excepción cual es el "Libro de Cuentas" que citamos eri el texto.
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ermita de Nuestra Señora de ias Viñas, el cual, invocado en alguna peste juntamente con la Santísima Virgen y otorgada la salud, recibiera tan extraño calificativo.
IX DEVOCIÓN Y CULTO
Siempre fué grande el amor que los arandinos profesaron a la Virgen Santísima; pero desde que su milagrosa imagen de las Viñas apareció en este bendito suelo su devoción y amor crecieron tanto, que llegó a serles connatural,transmitiéndose tan rica herencia de padres a hijos, de generación en generación.
Deseosos los nobles arandinos de que el culto y devoción a su Virgen idolatrada se sostuviera en el esplendor y magnificencia ya adquiridos, encomendaron con feliz acierto alllustre Ayuntamiento el cuidado y ornato del Santuario, instituyéndole verdadero Patrono del mismo. En la reparación de! suntuoso edificio, en las mejoras en él introducidas, en las múltiples manifestaciones de amor y simpatía del pueblo hacia la Virgen, ha demostrado cien veces el Ilustre Ayuntamiento que sabe interpretar con fidelidad los sentimientos del alma popular.
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Existe además un Comisario, un Mayordomo y una Camarera mayor, cargos que administran las personas más caracterizadas de la villa y que no pocas veces ostentan blasones de nobleza en sus escudos.
Solemnidades diversas se celebran en el Santuario de la Virgen en el decurso del año.
La fiesta principal de la Virgen de las Viñas tiene lugar el domingo siguiente a la Natividad de la Virgen, día que la anterior legislación eclesiástica fijaba para la festividad del dulce Nombre de María, cuyo oficio y Misa conserva. La precede solemne novena con notable asistencia. En ella se ponen a contribución el arte, piedad y entusiasmo de los buenos arandinos, en los escogidos cantos y plegarias, en la artística y abundante iluminación y en el exquisito adorno del altar mayor y del camarín de la Virgen. Termina la novena dos días antes de la fiesta. En la víspera se canta la Salve y Letanía a toda orquesta y al salir del templo comienza velada amena en la explanada del Santuario, donde la Banda de música ejecuta escogidas piezas y se quema variedad de fuegos artificiales. En la misa solemne del día de la fiesta, suele predicar uno de los mejores oradores de España. Después de la Misa
La Virgen de las Viñas en su elegante carroza, con la cual sale en procesión
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se organiza la tradicional procesión llevando a la Virgen en hermosa carroza bajo palio, a la que hacen corte de honor los pendones, estandartes e insignias de todas las cofradías, las autoridades civiles, militares y eclesiásticas y un gentío inmenso, así de Aranda como de los pueblos del contorno que no se cansa de mirar la bella imagen, de murmurar plegarias a su paso, de vitorearla y aclamarla su Reina y Soberana. Por la tarde se repiten los cultos religiosos de la víspera y con esto queda satisfecha la piedad filial del pueblo de Aranda para con su Virgen.
Después de la fiesta principal, la más señalada de las que en el Santuario se celebran es la del día de la Santísima Trinidad, patrocinada por el Iltre. Ayuntamiento, que asiste en corporación. Consiste en Misa cantada con sermón por la mañana y Salve por la tarde.
En las Rogativas de San Marcos se dirigen los fíeles en procesión a la Virgen de las Viñas saliendo de Sta. María, cuyo párroco lleva la capá. La M i sa rezada en la Ermita corre a cargo del párroco de San Juan, (l) También asiste el Ayuntamiento y los niños de las escuelas con sus respectivos maestros.
(1) Libro de cueutas de la Parroquia de San Juan, folio 31.
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Los jóvenes, antes de ir a cumplir el servicio militar, se despiden de la Virgen celebrando una fiesta con Misa rezada, plática y Salve cantada. Asisten a estos cultos los reclutas, sus familias y personas amigas. Van a la Ermita los jóvenes y vuelven de la misma danzando con acompañamiento de música.
Después de unirse en santo matrimor nio, visitan la Virgen y para conseguir la felicidad que ansian le cantan la Salve popular, acompañados déla música y dé cuantos amigos les rodean en esos días.
Cuando ocurre cualquier necesidad, se acude a la Virgen rezándole la novena, y una vez conseguida la gracia que se pide, se celebra función de gracias con Misa cantada y sermón.
Durante el año se celebran innumerables misas rezadas en el altar de la Virgen y sobre todo en los días de la novena que precede a la fiesta y dentro de la octava siguiente. Merece especial mención la fiesta votiva con la misa cantada y sermón, que todos los años en uno de los días de la octava de la Virgen, encarga la piadosa y aristocrática familia de los Señores Arias que en tantas ocasiones ha dado pruebas fehacientes de su acendrado amor hacia la Virgen de las Viñas.
Habiéndose introducido la costumbre,
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por los años de 1840, de sacar en procesión anualmente la Virgen en la fiesta del Dulce Nombre; de María, los Pá r ro cos por mutuo acuerdo resolvieron, el i de junio de 1851, llevar la capa en la procesión uno cada año, alternando los dos.U)
Cuando se celebra función con Misa cantada en la Ermita de la Virgen, siempre es con asistencia de las dos parroquias, correspondiendo a Santa María el: presté y el subdiácono, y a San Juan el. diácono. La de Santa María cobra dobles derechos. (2) Para las funciones de la Ermita de la Virgen, los sacristanes tocan las campanas en las dos parroquias y el de Santa María cobra dobles derechos, quedándole la obligación de cantar la Misa . (3)
. • X
EL QUINCUAGÉSIMO A N I V E R S A R I O D E L A DEFINICIÓN D O G M Á T I C A D E L A
, -• ' I N M A C U L A D A C O N C E P C I Ó N
Las bondades de la Virgen de las V i ñas acrecientan la confianza de los aran-dinos en El la , y creciendo la confianza
(1) Libro de cuentas de la Parroquia deS Juan folios 133 j; 139. (2) " .' " ; '•"•'" ' " • folio 44. (3) " ' .? .". " " ,- . ., " . foiio 44.
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crece el amor y entusiasmo que se extiende fervoroso para llevar a todas partes, en las alas de la fama las excelencias de su Patrona queridísima. Gallardas, espléndidas han sido las manifestaciones que en honor de la Virgen han realizado los hijos de Aranda con solemnísimas fiestas, romerias y peregrinaciones; pero lo que más resalta y brilla en la historia de este pueblo con orla dorada, es la habida en 1904, con motivo de celebrar el quincuagésimo aniversario de la definición dogmática de la inmaculada Concepción.
La perla de la Ribera se convirtió en un centro de animación y entusiasmo religioso, donde afluían muchedumbres incontables que venían a homenajear a la Santísima Virgen.
Llegaban los pueblos de todo el arci-prestazgo en devotas procesiones, presididas por sus párrocos y ayuntamientos, tremolando banderas y estandartes y entonando cánticos entusiastas.
El clero y el pueblo de Aranda los recibían con cariño y acompañábanlos luego hasta el santuario, para hacer la presentación de ellos a la Stma. Virgen.
Estas multitudes aumentaron todavía, porque de oíros pueblos pertenecientes a diversos arciprestazgos llegaron nuevos y considerables contingentes.
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Delante de la ermita se erigió un ar-físn'coaltar que,descansando en lacarro-za de la Virgen, constituía su real estrado donde se alzaba la Palrorta querida, llena de gracia y majestad y cobijada por espléndido pabellón, como las reinas orientales en los días de sus mayores glorias.
Formaban corte a la celestial Señora, en lugar distinguido, gran multitud de sacerdotes, los Misioneros Hijos de su Inmaculado Corazón, el Ayuntamiento de la villa, dignísimo patrón de la Virgen de las Viñas y los ayuntamientos de los pueblos concurrentes, i
El canto fué dirigido por el inteligente compositor Rdo. P. Lorenzo Alabert, C. M. F. y él sermón lo predicó z\ Reverendo P. Damián Janariz, C. M . F.
Grandiosa fué la procesión; marchaba la Virgen en su carroza triunfal, y rodeábanla el Clero, los Misioneros, los ayuntamientos y una ingente multitud* mientras tres bandas de música ejecutaban lo más escogido de sus repertorios. A pesar del mal tiempo, llegó a 12.000 el número de peregrinos. Por circunstancias especiales no pudo asistir el Señor Obispo de la diócesis.
jCuánto pueden el amor y la fe de Aran-da! ¡Madre amantísima de las Viñas, guarda y aumenta la fe de tu pueblo!
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XI LA VIRGEN REINA
Algo llevamos dicho del afecto con que es venerada la Virgen Santísima de las Viñas; y corno ese afecto y entusiasmo, lejos de extinguirse ni languidecer, crece y se agiganta siempre, ha venido ahora a manifestarse en una nueva delicadísima forma; porque en la mente del celoso sacerdote D. Alfonso Rozas y de la piadosa dama D. a Josefina Arias de Miranda apareció la idea de construir una rica y preciosa corona a la Virgen de las Viñas. El indicado Sr. sacerdote con su actividad y los Misioneros con su periódico El Eco de Aranda dieron calor y empuje al hermoso proyecto, al cual cooperaron con cariño y entusiasmo admirables los católicos arandinos, aún los que en diversas poblaciones de España y del extranjero se ven privados de las auras de Aranda, aunque no de las dulces sonrisas de la Virgen de las Viñas, que desde aquí los mira y los bendice.
Suficientemente caldeada la atmósfera, sólo faltaba prefijar el gran día de la Coronación, y se designó el 9 de Septiembre.
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Entretanto la Junta de festejos hizo grandes preparativos y la Camarera mayor D. a Josefina Arias de Miranda, a sus expensas mandó transformar la carroza de la Virgen, que hoy es una lindeza, y encargó decorar nuevamente el presbiterio y altar mayor de la ermita, obra esmerada del artista D. Alejandro de la Higuera.
El completo desarrollo del Programa de fiestas vino a probar una vez más el intenso amor que abriga el pecho de los arandinos hacia su augusta Pafrona.
Precedido de solemne novena, en que enaltecieron las glorias de la Reina ilustres oradores nacidos en Aranda, y en ¡a que cantó un lucido coro de hijos del pueblo, llegó el día 9. A las nueve y media celebró de pontifical el ílusfrísimo Sr. Dr. D. Remigio Gandásegui, entonces Obispo de Segovia (por estar vacante la diócesis de Osma). En ella panegirizó las glorias de nuestra Virgen con elocuente frase, matizada de ideas su -blimes, el célebre orador Ilustrísimo Señor Dr. D. Luis Galpena, Magistral de 3a Real Capilla. ' Terminada la Misa, se llevó en gran
diosa procesión la Imagen de la Virgen de las Viñas, por la explanada del Santuario. Tomaron en ella parte todas las cofradías con insignias, pendones y es-
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tandartes; el Co leg i o de.Mis ioneros Hijos del Corazón de Mar ía ; las autoridades eclesiásticas, civi les y mil i tares; los diputados provincia les y el Senador y ex Min is t ro E x c m o . S r . D. D iego Ar ias de M i r a n d a , con todos los h ida lgos hijos de la V i l l a , aun los ausentes, que vinieron a dar un testimonio elocuente de su.amor y gratitud a la V i rgen de las V iñas.
E n medio de la pintoresca explanada l lena de un gentío inmenso, se elevaba, frente al templo, artístico altar en forma de templete, donde se detuvo la regia ca 7
r roza de la V i rgen . A seguida entonóse un entusiasta h imno con acompañamiento a toda orquesta; y el l imo. Señor O b i s p o de S e g o v i a , después de haber bendecido las coronas de la V i rgen y del N iño , subió a la car roza por un palco- t r ibuna al efecto levantado, y ciñó las s ienes de la V i rgen y del N iño cpn sus respect ivas preciosas coronas, en medio de una emoción indescript ible que se desbordó en lágr imas ardientes, calurosos v i v a s y atronadores aplausos, mientras la música tocaba la marcha rea l , y las campanas y los cohetes y las bombas henchían los espac ios de luces'y son idos . f
Y E l l a , la V i rgen coronada, desde su trono de amor, acogía con sonr isa de M a d r e , tanta fe, tanto amor, tanto ,entu-
CORONA REAL que los hijos de Aranda de Duero regalaron
a su Patrona excelsa en la fiesta del 9 de Septiembre de 1917.
La corona es de oro de ley (de 827 milésimas), con 15 brillantes, 98 diamantes, 53 rubíes, 10 topacios, de los cuales 4 fueron donados para la Virgen por la piedad de sus devotos hijos, así como también una esmeralda, dos perlas y varios diamantes. También se puso una onza de oro para engastar en ella un brillante de la Corona.
El valor ha sido de 5.303 pesetas, juntamente con una corona para el Niño Jesús, y un rostrillo para la Virgen, de plata sobredorada.
Así consta en «El Eco áz Aranda,» 21 de Diciembre de 1917.
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s iasmo. Bendecía con bendic iones, que sólo E l l a puede dar, a sus fieles hijos de A randa , que tan gal lardamente supieron manifesfar su acendrado cariño a su Poltrona la V i rgen de las V iñas.
D igno remare de tan solemnes actos, fué el canto del Te Deum, artísticamente interpretado. Difíci lmente se borrará de la mente y corazón de cuantos asist ieron, el recuerdo de fiestas tan grand iosas.
Los oradores de la novena fueron: don Pedro Andrés, cura regente de la parroquia de S a n Juan de A r a n d a ; D. M a r i a no Ca l le ja , cura párroco de Cas t r i l l o de la V e g a ; Rdo . P . Eduardo Dodero S . J . ; M . I. D. Manue l Requejo, Maestrescuela d e O s m a ; M . I. Dr . D. S i l ve r io V e l a s c o , Penitenciar io de Osmá y M . I. D. A m b r o sio A r r o y o , canónigo de Bada joz . ; E n nombre de los M is ioneros H i jos del Corazón de Mar ía , que desean cooperar con su granito de arena a este monumento de amor que A randa levanta a su pa-trona exce lsa, publ ico esta breve reseña con novena y gozos a la Santís ima V i r gen de las V iñas, deseando ver este escrito en manos de todos los arandinos para que sobre todos desciendan a raudales las bendiciones del Corazón tierní.-simo de nuestra dulce Madre y Señora;.
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XII ROGATIVAS
Siendo las Rogativas uno de los medios más edificantes para obtener la Misericordia del Señor, de ellas echa mano el pueblo arandino en sus grandes calamidades, poniendo por intercesora a la Virgen de las Viñas y acudiendo confiados a implorar su bondad y poder en su célebre y frecuentado santuario. No será pues, fuera de propósito consignar en esta historia la forma en que se hacen y los trámites que las preceden.
Para conjurar el coquillo, langosta y demás epidemias del campo, el Gremio de Labradores por instancia escrita y firmada pide al Señor Párroco de Santa Mana y al Ilustre Ayuntamiento se hagan Rogativas, y, obtenido el permiso, se anuncia al público el día y la hora, notificando especialmente a los alcaldes de las cofradías para que asistan con las insignias respectivas. Se va en procesión desde Santa María a la Ermita de la Virgen cantando las Letanías Mayores. Después de celebrarse la Misa en el altar de la Virgen se sube a la explanada que hay detrás de la Ermita, colocándose los pendones y estandartes con el público for-
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mando un gran círculo, desde cuyo centro el sacerdote hace los exorcismos en medio de un silencio sepulcral. Concluí-dos vuelven a Santa María cantando las Letanías de la Virgren.
En las Rogativas por falta de agua y grandes epidemias, el Gremio de Labradores por instancia escrita y firmada, pide al Sr. Párroco de Santa María se hagan Rogativas, y otorgado el permiso, dicho Señor les indica acudan con otra instancia al Ilustre Ayuntamiento. Puestos de acuerdo los Párrocos de Sía. María y de San Juan y el Iltre. Ayuntamiento, determinan el día y hora que anuncian al pueblo y a los alcaldes de las cofradías a fin de que asistan con las insignias. Como en todas las Rogativas, se va desde Santa María a la Ermita de la Virgen, cantando las Letanías Mayores. Al terminar la Misa de Rogativas se advierte que si al tercer día no se consigue la lluvia o el cese de la epidemia, se repetirán las rogativas sacando a la Virgen alrededor de la Ermita. Después de la Misa vuelven a la Parroquia de Santa María cantando las Letanías de la Virgen.
Si no llueve o cesa la epidemia después de sacar la Virgen, alrededor de la Ermita, la Junta de Labradores repite la instancia primero al Sr. Párroco de San-
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ía María y :después al Mire. Ayuntamiento pidiendo se traslade la Virgen a laParro-quiadeSta. María. Puestas de acuerdo las autoridades-eclesiásticas y civiles piden permiso al Sr. Obispo y obtenido, anuncian el día y hora en que se ha dé bajar la Virgen invitando al vecindario; la Q> misión gestora de las Rogativas avisa oportunamente a los alcaldes de las cofradías para que acudan con las insignias y cuatro cirios. Como suelen ser estos momentos de suprema angustia, se forma numerosa y devota procesión dé penitencia. En el trayecto de SantaMaría a la Ermita se cantan las Letanías Mayores y a la vuelta con la Imagen el Santo Rosario y Letanías de la Virgen. La sagrada efigie no va como el día de la fiesta en soberbia carroza sino en andas que a porfía tratan de llevar sobre sus hombros los hijos todos de Aranda sin distinción de clases y categorías. Puesta la Imagen de la Patrona en,el altar mayor de la Parroquia bajo rico y artístico dosel, profusamente iluminada y adornada con flores variadas, se le dedican espléndidos cultos por espacio de siete días en la forma siguiente: Al amanecer Rosario de la aurora y a continuación Misa de alba. La Misa mayor se celebra cantada con gran solemnidad Por la tarde Rosario y ejercicio de la nove-
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na con cánticos. Mientras permanece la Virgen en la Parroquia, es continuamente visitada por toda clase de personas que satisfacen su devoción con plegarias fervorosas y Misas que mandan se ofrezcan en su nuevo altar. Se encarga algún notable orador de predicar los siete días, bien en la Misa mayor, ora por la tarde, al numerosísimo auditorio que se cobija en las naves del anchuroso templo.
Sufragan los gastos de los siete días de funciones 1.° el Ilustre Ayuntamiento, 2.° la Cofradía de Esclavos de San Juan, 3.° la Cofradía de Esclavos de Santa María, 4.° la Cofradía de la M i sericordia, 5.° la Cofradía de la Cruz, 6.° el Cabildo y 7.° el Ayuntamiento.
Terminados los siete días de funciones acostumbradas, a ruego de algunos particulares se continúan celebrando las mismas funciones según los días que encargan.
El día que se vuelve la Virgen a la Ermita los gastos son por cuenta del Gremio de Labradores. Unas veces se ha vuelto por la tarde y otras por la mañana, cantando siempre el Rosario, y al ¡legar se celebra Misa cantada con sermón, quedando ya todo terminado.
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X I I I CORRESPONDENCIA FILIAL
No se puede olvidar la gran manifestación de la protección de la Virgen de las Viñas y de la correspondencia filial de los hijos de Aranda, ocurrida a últimos de Abril y principios de, Mayo dé 1921. Los campos gemían agostados, las mieses ya adelantadas se comenzaban a helar, el pueblo anhelaba y pedía al cielo agua regeneradora. A este fin se hicieron por iniciativa de agrupaciones obreras, funciones de rogativa. A público pregón se anunciaron las rogativas a la Virgen, saliendo procesionalmente a las 6 de la mañana del día 24 de Abril todas las cofradías y vecinos de Aranda desde la parroquia de Sta. María a la Ermita donde se celebró la Misa con sermón que emocionó e hizo- derramar abundantes lágrimas. Se anunció que si no llovía para el día 28 se sacaría la Virgen en procesión al rededor de la ermita. Como no llovió se celebró Misa de rogativa y sermón que hizo prorrumpir a todos en amargo llanto y aclamar en alta voz a la Virgen pidiendo «agua» «agua» pero el agua no caía. Se acordó que si no llovía para el 5 de Mayo se
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bajaría la Virgen a la parroquia de Santa María, y no habiendo logrado la lluvia se bajó la Virgen como estaba anunciado. El día 3 de Mayo dirigióse la procesión desde Sta. María a la Ermita de la Virgen. Todos los colegios de niños y niñas, todos las cofradías, la Comunidad de Misioneros, el Clero de las parroquias, el Ilustre Ayuntamiento, los dignos representantes en Cortes, ¡a Guardia civil, todo Aranda echóse a la calle a unir sus voces de plegaria. Ya en la Ermita, la Sagrada imagen en andas llevadas en hombros de las personas más calificadas, «agua» clamó una voz varonil y «agua» gritaron todos los pechos. A pocos pasos que daba la Imagen repetíase la emocionante escena. La procesión, al llevar la Imagen a Santa María, cantó el Sío. Rosario. Ya en ella, después del sermón, entonóse con atronadores ecos la Salve popular. Al < día siguiente comenzaba la novena con misa cantada y sermón por la mañana y por la tarde con el acto de la novena, Rosario y Salve cantada. La concurrencia fué inmensa. No se hizo de rogar la Señora. Al día siguiente una gruesa lluvia alegraba a los entristecidos labradores y en el decurso del mes quedaron colmadas las esperanzas de los angustiados hijos de Aranda. Mas no fué es-
- u — te el único favor que les hizo María. En aquellos días, Aranda parecía otra. La concurrencia en el templo, la frecuencia de los santos sacramentos (siete mil comuniones llegaron a repartirse en el novenario) el respeto al santo Nombre de Dios, todo fué especial favor de la Virgen de las Viñas- Se celebró también una solemne Vigilia por la Adoración Nocturna habiendo permanecido en la iglesia toda la noche multitud de gente confesándose hasta el amanecer. La vuelta de la sagrada Imagen fué un verdadero paseo triunfal: Once arcos se erigieron. Ya en la explanada de la Ermita, en presencia del Excmo. Sr. Arzobispo de Va-lladolid Dr. D. Remigio Gandásegui, que años atrás coronó a nuestra Reina, después de elocuente sermón introdújose la Imagen santa y cantóse la Salve. Al día siguiente celebróse en la explanada Misa de campaña con sermón ante la Santísima Virgen de las Viñas. En ella comulgaron, con notable edificación del pueblo, iodos los miembros y oficiales del Ilustre Ayuntamiento. A l terminar, el Sr. Alcalde D. Fausto Vela, dirigió la palabra a la muchedumbre exhortándole a servir a la religión, a ser devotos de la Virgen de las Viñas y a no blasfemar. Los oradores que en estas solemnidades dirigieron su elocuente palabra emo-
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donando a cual más al auditorio fueron: el M. I. D. Manuel Requejo, Maestrescuela de la Catedral de Osma; D. Pedro Andrés, Regiente de la parroquia de San Juan de Aranda; los Rdos. PP. Janáriz, Ayuso y Diaz, Misioneros del Corazón de María y los Rdos. PP. Cantero y Facundo, de la Orden de San Agustín.
XIV MARAVILLAS OBRADAS POR LA
VIRGEN DE LAS VIÑAS Muchos y muy gloriosos son los nom
bres con que el pueblo cristiano invoca y honra a la Santísima Virgen, nombres que le cuadran en realidad y que corresponden a cada una de sus perfecciones; pero entre todos, el que más a-grada a los fieles y del que hace mayor ostentación la Virgen es el de milagrosa. Como que reúne este nombre glorioso todo cuanto se halla esparcido en los demás. Ahora bien, según el número y calidad de los milagros así será la importancia de las imágenes de la Virgen que se veneran en diferentes santuarios. Por esto la Virgen de las Viñas que ha obrado tantos y tan grandes milagros merece un puesto de honor y distinción entre las que honra el católico pueblo es-
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pañol. En su santuario ha constituido su trono y desde él no ha cesado de derramar gracias sobre sus fieles y devotos. Por su intercesión se ha conseguido: la, lluvia en las sequías, la salud en las enfermedades, feliz resultado en las empresas, luz y acierto en las dificultades, victoria en las tentaciones. Son incontables los favores que continuamente está dispensando desde esta encantadora y veneranda Imagen. A ella acude el enfermo, el desvalido, el tentado, el huérfano, !a viuda y todos los necesitados. Y esas súplicas han sido benignamente acogidas por la Santísima Virgen, como lo testifican los regalos, las limosnas, la3. misas que continuamente encargan para corresponder, agradecidos, a las finezas de tan compasiva Madre y de un modo especial lo publican en alta voz la multitud de exvotos de que están cubiertas las paredes de la sacristía.
Grandes volúmenes se podrían formar relatando los prodigios y maravillas que ha obrado la Virgen de las Viñas; pero tratándose de un compendio histórico, como el presente opúsculo, me limito solamente a enumerar los que publico en los días de la novena, que son los siguientes: 1.° La Virgen de las Viñas se aparece a un labrador arandino.
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2.° Libra del cautiverio al capitán Hernando de Arcaya.
5.° Extingue ei cólera. 4.° Remedia una grave dolencia. 5.° Resucita a un muerto. 6.° Obtiene lluvia milagrosa. 7.° Curación de una enferma. 8.° Cura a Mauricio Gayubo que se
le habían roto las dos piernas. 9.° Da salud al rey Felipe IV.
sf agjfc (^x;^s^(^¿¿7Ei-6jjr.<-, j¡¿ ¿¿Jo ¿Jo) •vj^* I" -¡Jo <•.•{£)
N O V E N A EN H O N O R DE
Jfotstra Señora de las Viñas Por la señal, etc.. .. Señor mío Jesucristo.... La gracia del Espíritu Santo ilustre nuestras po
tencias y el fuego del amor divino abrase nuestros corazones. Amén.
Oración para todos los días
Virgen santa de las Viñas, mi alma recurre a Vos como a su consuelo, como al seguro remedio de sus males, como a la divina fuente de todas las gracias, con más anhelo que el ciervo sediento corre a las aguas.
Sí, Madre mía, vengo confiadamente ante vuestra santa imagen, para tener el consuelo de veros y saludaros; y para implorar de vuestra ternura maternal el alivio en mis penas, la resignación en
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mis trabajos, el dominio de mis pasiones, la muerte de los vicios que me con-baten, la vida de las virtudes que me faltan, una muerte dichosa y la salvación eterna. ¡Oh Madre amadaí Y ¿a quién pediré esas gracias sino a Vos? ¿a quién acudirá un hijo tierno sino a su amante madre? ¿a quién invocará un angustiado, sino a la Consoladora de los afligidos?
Oídme, pues, Reina sagrada; no me desechéis de vuestra presencia, ya que vengo con ánimo devoto y corazón contrito a meditar vuestras virtudes y vuestro grande amor hacia nosotros. Las acciones de vuestra santa vida y prodigios de esta imagen vuestra, serán, Virgen querida, el objeto de mi devota meditación.
DÍA PRIMERO L A V I R G E N D E L A S V I Ñ A S S E A P A R E C I Ó P A
RA HABITAR ENTRE NOSOTROS Y COMUNICAR
NOS SUS BONDADES. Desde el alto del cielo contempló la
Santísima Virgen lo mucho que sufrimos los pobres mortales en este destierro y valle de lágrimas; los ayes y gemidos lastimeros quede continuo se desprenden de nuestros labios, conmovieron su
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corazón y exclamó: ¡Pobres hijos mios! Yo los consolaré.
Con este objeto se apareció a un ingenuo labrador en el monte Costaján y ] e
dijo que deseaba se construyera un templo para colocar en él su trono y desde él socorrer a todos en sus necesidades.
Se apareció María como Reina, ciñen-do su frente rica corona de oro y llevando en su brazo al Niño Jesús de quien es todo cuanto existe y a quien todo obedece, como diciendo: Hijos míos, aquí me tenéis a vuestra disposición; vengo a socorreros trayendo en mi mano al Autor de todo lo criado para que os conceda cuanto necesitéis. ¡Oh, qué consuelo tan grande para nosotros!
La Madre de Dios ha venido a visitarnos.
Termine ya el llanto, cesen de correr las lágrimas, huya la tristeza y reine la alegría.
La Virgen Santísima es Madre de Dios y al mismo tiempo es Madre nuestra, y sabemos muy bien que la madre está a disposición del hijo. Su poder se extiende a todo cuanto existe: nos dice ella misma: «Yo circuí el ámbito del cielo y penetré en el abismo profundo; me paseé por las olas del mar y puse mis pies en todas las partes de la tierra; en todas las naciones tuve supremo dominio.»
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Conoce cuanto existe, ha existido y existirá y penetra con su entendimiento hasta lo más recóndito del alma.
La bondad de su Corazón supera a la de todas las madres y nadie, por miserable que sea, queda excluido de sus benéficas influencias.
Emplea su sabiduría en conocer nuestras necesidades y su poder en remediarlas, poniendo a nuestra disposición su bondad y tesoros inmensos.
¿Quién no se entusiasma y llena de regocijo, al considerar el bien que nos ha traído la Virgen apareciéndose y colocando su templo entre nosotros?
Correspondamos con amor y gratitud. Seamos devotos de la Virgen de las V i ñas y obsequiémosla cuanto podamos durante está novena, para así merecer mejor las gracias que Ella desea comunicarnos.
Formemos los propósitos que más nos conviene hacer y pidamos las gracias que necesitemos.
DESPUÉS DE UNA BREVE PAUSA:
Para conseguir las gracias que hemos pedido rezaremos con fervor cinco Ave-Marías y Gloria Patri en reverencia de las cinco letras del dulce Nombre de María.
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Oración final para lodos los días
Dulcísima Virgen de las Viñas, miradnos con ojos de Madre y Madre de misericordia.
Nosotros, hijos vuestros, al postrarnos aquí ante vuestra imagen milagrosa sentimos aliviarse nuestros males y consolarse nuestro espíritu. Permitid, pues, que os digamos lo que os decía San Germán: ¡Oh divina María, Madre mía soberana, y, después de Dios, mi único consuelo en este mundo! Vos sois el rocío celestial, único que puede endulzar mis penas; Vos sois la luz que disipa las tinieblas de mi alma; Vos sois guía en mis viajes, fuerza en mis debilidades, el tesoro de mi pobreza, el bálsamo de mis heridas, el consuelo de mis lágrimas, mi refugio en las miserias y esperanza de mi salud. ¡Oh María, tened piedad de mi. Vos que, como Madre de Dios, amáis tanto a sus criaturas, con-cededme lo que os pido; Vos, que sois nuestra defensa y nuestro amparo, ha-cedme digno de participar en compañía vuestra la eterna felicidad de que gozáis en el cielo. Amén.
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EJEMPLO LA VIRGEN Y EL LABRADOR ARANDINO
Cuando perseguidos por las huestes sarracenas, huyeron de Lara los cristianos, quisieron salvar, como su más rico tesoro la imagen de María que allí se veneraba desde los tiempos de los primeros reyes godos.
En su angustiosa fuga llegaron hasta nuestro monte Cosíaján, (Monsagro o monte sagrado) y aquí los alcanzaron los moros martirizándolos impíamente. Mas, por la divina Providencia, habían ya ocultado los fieles la imagen de la Virgen en aquel lugar. Tiempos después moraba en la noble Villa de Aranda un ingenuo labrador que acostumbraba subir al monte al rayar el alba, con el fin de reconocer una hermosa viña que en dicho sitio poseía.
Una de esas deliciosas mañanas subía monte arriba, cuando he aquí que de entre las hojas de la vid ve salir vivísimos resplandores.
Queda sorprendido; más cobrando alientos, se acerca y contempla a una graciosa Señora, la Reina de los cielos.
Habíale la aparición y mándale dar parte a las autoridades, porque desea
54 que le levanten allí un templo. Mas como ¡a palabra de un labrador sencillo no había de ser creída por los habitantes de Aranda, dióle la Señora para que los presentara dos frescos racimos de uvas, cosa prodigiosa por estar aún las viñas muy lejos de dar frutos.
Corre a la población el dichoso campesino, lo cuenta, presenta como testimonio los dos milagrosos racimos y toda Aranda acudió al lugar de la aparición, donde vieron la encantadora imagen que había dejado la Virgen al desaparecer y que era la que escondieron los mártires cristianos de Lara.
Tomáronla con el mayor respeto y llenos de gozo la trasladaron devota y solemnemente al primitivo templo parroquial de Santa María, donde permaneció hasta que fué edificada la ermita en el solar indicado. Ahora se cantan los gozos de la Virgen de ¡as Viñas
que se hallan al final de la Novena. Ora pro nobis, sanc-
ta Dei Genitrix. Ut digni effíciamur
promissionibus Chris-ti.
ORENIUS.
Concede nos fámulos tuos, quzesumus Domi-
Ruega por nosotros, Madre de Dios.
Para queseamos dignos de las promesas de Jesucristo.
ORACIÓN
Concede, Señor, a tus siervos perpetua sa-
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ne Deus, perpetua mentís et corporís sanitate gaudere, et gloriosa beato Mariae semper vir-ginís interccessione a presentí liberari tris-tia, et ¿eterna perfrui laetitia. Per Christum Dominum nostrum.
Amén.
lud de alma y de cuerpo, y que por la gloriosa intercesión de la bienaventurada Virgen de las Viñas seamos libres de los presentes traba-í o s i Y gocemos algún día de los consuelos eternos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
DÍA S E G U N D O L A V I R G E N D E L A S V I Ñ A S E S N U E S T R A MÁS
E F I C A Z P R O T E C T O R A .
Rodeados, como estamos, de enemi; gos, necesitamos a todas horas de celoso y vigilante protector. Toda su rabia contra Dios, descarga el infierno sobre nosotros, que somos imagen divina, ya que contra Dios se reconoce impotente. Esta es la caus.a por que siempre estamos rodeados de enemigos que nos persiguen sin cesar.
Tenemos enfrente de nosotros todo el poder del infierno y servimos de blanco a sus ataques de persecución o de seducción. ¡Pobres de nosotros, hechos de continuo objeto de tan fieras acometidas!
¿Hay esperanza de salvación para el hombre en medio de tan obstinado empeño en arrebatársela? S i ; la tenemos en la Santísima Virgen, que es más fuerte
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que lodos los enemigos y nada puede el infierno entero contra quien se acoge a María.
Acudamos a la Santísima Virgen; tomémosla por nuestra protectora y no temamos. Invocando su nombre desaparecerán los ejércitos infernales, como se desvanece el polvo delante del viento.
Virgen santa de las Viñas: Ved, como está mi alma de continuo asediada, víctima de tenaz persecución, vacilando tal vez... y próxima a caer en manos de sus enemigos. Están mundo, demonio y carne contra mí y yo sólo contra todos ellos.
¿No me ayudareis? Sí, espero vuestra protección y con ella ya no me dan cuidado los enemigos.
Leváníanse en mi corazón tempestuosas pasiones; oigo zumbar sobre mi cabeza el continuo tiroteo de los que persiguen de muerte a vuestros hijos.
A vuestro lado estoy, y no desfalleceré. Caigan a mi diestra mil, y diez mil a mi siniestra; no me tocarán a mí los dardos del perseguidor. Clamaré a la Virgen de las Viñas y me oirá; conmigo estará en el riguroso trance y me sacará salvo y aun con eso mismo me glorificará.
Hagamos ahora nuestros propósitos
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y pidamos con fervor y confianza las gracias que necesitamos.
Lo demás como el día primero.
E J E M P L O
R E D E N T O R A D E C A U T I V O S
Cuando unos pérfidos ingleses aprisionaron al Marqués de Gelbes y a la armada que él dirigía como general, contábase entre los prisioneros el bizarro capitán Hernando deArcaya, natural de Aranda. A él como a sus compañeros de infortunio, cargóseles de cadenas y así fueron metidos en un pozo lleno de humedad y de hediondez, con riesgo de sus vidas. Es llamada María Redentora de cautivos y de esto se acordó el noble y piadoso Arcaya, el cual pasaba los ocios refiriendo a sus compañeros las bondades y favores de la Virgen para con los que la invocan en sus angustias y dolores.
Una noche, puestos todos en devota oración, se colocaron bajo e! patrocinio maternal de la Santísima Virgen de las Viñas; y he aquí que cuando más lejano parecía su remedio, puso la Reina de! cielo en la mente de los herejes, la idea de darles libertad, como lo ejecutaron, alabando y dando gracias aquellos bue-
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nos crisfianos a María, a la que miraban corno su dulce libertadora. E l valieníe capitán Arcaya trajo consigo las pesadas cadenas con que fué echado en el pozo y las colocó en el patio que da acceso a la iglesia de la Virgen de las Vi ñas, regalando además una lámpara de plata con esta inscripción: «Ofreció Hernando de Arcaya esta lámpara a Nuestra Señora de las Viñas; habiendo salido de prisión de un calabozo de poder de herejes, año 1592.»
DÍA T E R C E R O L A S T M A . V I R G E N AYUDA A SALIR PRONTO
DEL PECADO Muchos y muy variados son los nom
bres con que el pueblo cristiano invoca a la Stma. Virgen. Uno de los que pronunciamos con más satisfacción y que a María más le agrada, es el de Reina y Madre de misericordia.
La Virgen es como el sol; no hay nadie que quede privado de sus benéficas influencias.
A todos comunica en abundancia sus gracias y bendiciones. Pero, hay una clase de necesitados para quienes la amantísima Madre parece reservar las miradas de mayor ternura y a los cuales
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hace objeto especial de su más compasiva solicitud: son los pecadores.
Cuanto mayor es la necesidad del hijo, más crece y se manifiesta el amor de la madre.
La desgracia más grande, que puede tener el hombre, es estar separado de Jesús y encadenado a la vergonzosa esclavitud del demonio. Esto es lo que sucede al pecador, porque perdiendo la gracia santificante, se hace objeto de la indignación divina, y, si la muerte le sorprendiera en semejante estado, se condenaría...
Por esto ¡a Santísima Virgen emplea con los pecadores todo el tesoro de su misericordia y toda la ternura de su maternal Corazón. ¡Cuántos pecadores se han conmovido sólo con poner los ojos en la imagen de la Sima. Virgen! Con acento tierno y compasivo parece decir al pecador: «¡Pobrecito hijo mío! ¿hasta cuándo vas a estar ofendiendo a jesús con esos pecados? ¿hasta cuándo vas a estar atravesando mi corazón con agudas espadas? Deja ese vicio, vence esa pasión.» Estas palabras de la Virgen, que se oyen en lo interior del alma, iluminan el entendimiento, enternecen el corazón más endurecido y le hacen prorrumpir, como al hijo pródigo arrepentido: Perdón Dios mío, me arrepiento de
_ m — mis pecados, y me enmendaré. Virgen Santísima, compadeceos de mí, ayudadme para que sepa enmendarme de mi mala vida. Esto es lo que hemos de decir iodos los días de la novena para complacer a la Virgen y al mismo tiempo merecer lo que le pedimos; prometámosle que nos enmendaremos de nuestros pecados y que seremos otros en adelante.
Formemos los propósitos y pidamos ¡as gracias.
Lo demás como el día primero. EJEMPLO
EXTINCIÓN DEL CÓLERA
Si siempre ha sido la Virgen de las Viñas amorosa protectora de los arandillos, ha mostrado más su maternal solicitud cuando las epidemias y el cólera han extendido su guadaña exterrninado-ra sobre este pueblo. Cuando veían las madres a sus hijos caer rendidos al golpe terrible de esa enfermedad, cuando el contagio arrebataba a los cabezas de familia dejando en su lugar tristísima orfandad, cuando quedaban los hogares en soledad y llanto porque sus moradores eran llevados a poblar la silenciosa mansión de los muertos, entonces rnás
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que nunca, los arandinos, mezclando sus oraciones con sus gemidos y lágrimas, invocaban a su Madre adorada de las Viñas haciéndole promesas que llevaban toda la fuerza de sus corazones; y las autoridades hacían salir en procesión la imagen benditísima alrededor del Santuario y hasta la conducían por las calles de la población.
y... ¡bendita sea la ternura de la Madre de Dios! A la presencia de la Virgen huía veloz el terrible contagio, sentíanse los enfermos llenos de vida y de salud, reinaba la alegría donde antes imperaba el dolor; todos los corazones, llenos de satisfacción, daban expresivas y ardientes gracias a la celestial medicina de los enfermos, María.
Virgen Santa de las Viñas; Tú que tantas veces nos has librado del cólera y de las epidemias, libra, Madre querida, libra a tu pueblo de la peste de la blasfemia, de contagio de los escándalos en palabras y en costumbres, de la profanación de las fiestas, vicios que causan más estragos que la más desastrosa epidemia y danos también la salud de alma y cuerpo.
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DÍA C U A R T O L A V I R G E N DE LAS VIÑAS ES NUESTRA MAS
PODEROSA FORTALEZA EN LAS TENTACIONES
Y PELIGROS
En nada se conoce tanto la profunda miseria del hombre, como en su debilidad. Está nuestra alma tan flaca y endeble, que cualquier esfuerzo del enemigo basta para derribarla, si no tiene al lado una fuerza superior que la sostenga.
Puede asimismo tan poco para obrar el bien, que cualquier dificultad la amilana y arredra. ¿Queréis ser fuertes en medio de vuestra debilidad? Acudid a buscar la fortaleza en la Virgen de las Viñas.
Para esto se apareció en este lugar. Todos cuantos han acudido a Ella se han hecho fuertes e invencibles a los enemigos. Nuestros antepasados acudieron con gran confianza a la Virgen de las Viñas en las tentaciones y peligros y aflicciones, y Ella siempre loscon -fortó y los sacó victoriosos de todos los combates.
¿Sabes por qué caes tú tantas veces en las tentaciones..., por qué te vencen las pasiones y te arrastran los falsos
amigos? Por que no acudes con confianza a la Virgen. Invócala y sentirás facilidad para toda obra buena y para iodo sacrificio costoso.
¡Oh Virgen de las Viñas, fortaleza de jos débiles y caídos! M i corazón anda de continuo desalentado y acude a Vos para que le sostengáis .
Dadme la mano, como la disteis a tantos que por Vos se levantaron del vicio y subieron a la cumbre de la virtud. ¿Qué podrá el más fuerte, si Vos le abandonáis?
Y ¿qué no podrá el más débil, si Vos le fortalecéis?
Formemos los propósitos y pidamos las gracias.
Lo demás como el día primero.
E J E M P L O
REMEDIO DE UNA GRAVE DOLENCIA
Modesta López Cabestrero llegó a ver en inminente peligro su vida a causa de un tumor blanco que se le declaró con las angustias y sufrimientos inherentes a semejante dolencia.
Agotados los poderes de los médicos de la tierra ¿adonde volvería su tristes miradas sino a la que es llamada por los Santos Padres celestial Medicina y por
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la iglesia Salud de los enfermos? En esta medicina pensaron también sus afligidos padres, quienes, llenos de confianza, imploraron el favor de la Santísima Virgen de las Viñas, haciendo celebrar una misa con sermón en su sagrada ermita.
Y como jamás ha podido la misericordiosísima Señora cerrar su Corazón a los gemidos de sus hijos atribulados, despachó benignamente la demanda y la enferma recobró !a perdida salud, convirtiéndose las plegarias de todos en la más fervorosa acción de gracias. Su reconocimiento será eterno y la relación del suceso consta y figura entre los exvotos, como perenne testimonio de las bondades de nuestra dulce Madre y Protectora.
DÍA QUINTO L A V I R G E N CONSUELA E N LAS AFLICCIONES
Y TRIBULACIONES Destierro y valle de lágrimas es eí
mundo en que vivimos. ¡Cuántas y cuan grandes penas tiene
que sufrir el pobre mortal, mientras peregrina en esta tierra de maldición! Por esto, de nada necesita tanto el hombre en este mundo, como de consuelo. Consuelo necesita en los reveses de la fortu-
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na, en las enfermedades, en la pérdida de los que ama, en las dudas de conciencia, y de un modo especial en el crítico y angustioso trance de la muerte. ¿Dónde mejor podremos encontrar este consuelo que en ía Santísima Virgen que es vida, dulzura y esperanza nuestra? ¿A quién iremos en nuestras horas de amargura y desasosiego, cuando todo nos abandona y nos hallamos solos, sumergidos en honda pena y anegados en un profundo mar de amargas lágrimas? A Vos acudiremos, Virgen Santa de las Viñas, que sois fuente inagotable de todo consuelo para animarnos.
Vos misma nos llamáis con acento tierno y cariñoso, diciendo: Venid a mí todos los que estáis tristes y afligidos, que yo os consolaré.
No obstante, jcuántas veces nos hemos olvidado de acudir a la Virgen, habiendo ido antes a los parientes, amigos, y al mundo! Y ¿qué hemos hallado? Más dolor, más angustia y aflicción.
¡Ah, nadie puede dar lo que no tieneí El consuelo verdadero se halla en el Corazón amante de María.
Acudamos pues, a El con confianza diciéndole con fervor: <-A vos me acojo, como al regazo de madre amorosa, para que me abriguéis en El y me defendáis
— 66 — y consoléis. Vos sólo tenéis consuelos para mi pobre corazón. A Vos únicamente busco y en vuestro Corazón quiero permanecer hasta la muerte. Que inore en El mientras viva y que de El solamente salga para entrar en el reino de los cielos y gozar allí eternamente de vuestra compañía. Amén
Hagamos firmes propósitos de acudir a la Santísima Virgen en todas las penas y tristezas de la vida y pidamos las gracias que necesitamos.
Lo demás como el día primero. EJEMPLO
RESURRECCIÓN DE UN MUERTO Dirigíase un caballero burgalés a la
nobilísima ciudad de su nacimiento y sumido en el más amargo dolor por la muerte de su querido hijo, no hallaba ya otro consuelo que el de ir a enterrarlo en la ciudad que había tenido por cuna; y en efecto, consigo traía el cadáver de su hijo muy amado. Pasando por esta villa y al llegar al punto del camino cercano a la ermita de la Virgen de las Viñas, oye tocar a misa y entra a buscar en lo divino el consuelo que en lo humano no encontraba.
Postrado de hinojos antelaimagensan-ta de nuestra Reina y Madre, suplicábale
()< ]¡eno de fervor que calmara su pena, que abriera su corazón maternal y derramara en su alma atribulada el bálsamo del consuelo. ¿Quién acudió jamás a María que no haya sido benignamente escuchado por la Señora?
Estando todavía en oración el piadoso caballero, volvió la vida al cuerpo de su estimado hijo, obrando en él la Virgen el estupendo milagro de la resurrección. No se pueden ponderar las avenidas de gozo que inundaron el alma del buen padre, el cual, en acción de gracias y para perpetua memoria del beneficio, dejó el ataúd en el santuario donde se halló el año 1688 y se mandó custodiar fielmente.
DÍA S E X T O L A V I R G E N DE LAS VIÑAS
PROTBJE E N LAS NECESIDADES TEMPORALES
Antes del pecado, el hombre era feliz. Ninguna molestia ni pesar le atormentaba; la satisfacción inundaba los miembros de su cuerpo y solo anhelaba ser trasladado al cielo para gozar eternamente de la compañía de su buen Padre.
Pero, comete el pecado, y iodo cambia: se turba su frente, se inquieta su mi-
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rada, huye la sonrisa de sus labios, palpita desasosegadamente su corazón, tiemblan los miembros de su cuerpo y queda anegado en la más profunda tristeza.
En el cuerpo se ve acomelido por enfermedades; en el alma por tentaciones. Las nubes le niegan la lluvia, la tierra el codiciado fruto, los animales se rebelan y los elementos conspiran contra su existencia... jPobre hombre! ¡En qué estado tan triste ha quedado después del pecado!
¿No habrá algún lenitivo a tanta pena y algún consuelo a tanta desgracia? Si; Dios Nuestro Señor , compadecido de nuestras miserias, ha ofrecido a la Virgen, ser nuestro amparo y protección, y Ella ha cumplido tan bien su cometido, que, antes que nosotros la invoquemos, viene a socorrernos en todas las necesidades, mucho mejor de lo que nosotros podíamos desear...
S i la enfermedad amenaza arrebatar de nuestro lado seres queridos que constituyen nuestra dicha, la Virgen con su poder y bondad hace que vuelva la salud y restablezca la alegría en los apenados corazones. S i las epidemias diezman las gentes llevando el terror y el espanto por las comarcas, la Virgen, al ser invocada, se conmueve, cesan las plagas, y
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vuelve la paz a las familias y a los pueblos.
Si no cae lluvia en los campos, se obtiene en abundancia por medio de rogativas a la Virgen, o comunica savia a las plantas, produciendo abundante cosecha.
¡Oh, qué bondadosa es la Santísima Virgen! No hay necesidad que no remedie. Invoquémosla en todos nuestros apuros. Démosle gracias por todos los favores que nos dispensa; formemos los propósitos que más nos conviene hacer y pidamos socorra nuestras necesidades y las ajenas.
Lo demás como el día primero.
EJEMPLO LLUVIA MILAGROSA.
Inmensa amargura experimenta el labrador cuando contempla sedientas y áridas sus tierras pornegarse el cielo a derramar sobre ellas la lluvia bienhechora.
Y así estaban los campos de Aranda en el año 1908, apareciendo el más hondo desconsuelo en el rostro de los labradores arandinos.
Trabajos, afanes, sudores, todo lo habían derrochado con la esperanza de ri-
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ca cosecha y iodo lo iban a perder porque el cielo se les mostraba insensible. En tanta angustia se levanta un clamor general y todo el pueblo demanda del Ayuntamiento que se saque en procesión de rogativas a la Virgen de las Viñas. Fué esto el 28 de Mayo; el 29 se anunció por bando y el 50 salía de su ermita llena de majestad la Virgen adorada de las Viñas. Estaba el cielo sereno y sin amenaza remota de lluvia; al salir de! templo la imagen santa, toda la muchedumbre redobla sus gemidos y plegarias; contempla María a los Hijos de su Corazón formando coro con el pueblo y en el cielo aparece una nube; luego otra y otra; se dilatan, cubren el firmamento y comienza una mansa llovizna. Y al entrar la procesión en el Santuario, ¡oh bondad de María! derraman las nubes copiosa y fecundante lluvia que devolvió a los campos su frescura, verdor y lozanía. Los nobles arandinos derramaban lágrimas de emoción y llorando clamaban entusiasmados, conviriiendosus plegarias en ardiente y fervorosa acción de gracias a su Patrona querida.
Recogió entonces los sentimientos de todos el elocuentísimo P. Antonio Pue-yo, del Corazón de María, que subió al pulpito a dar gracias a la Señora y Madre de los arandinos, los cuales no cesa-
barí ele llorar de agradecimiento por tan sorprendente y repentina mudanza.
DÍA SÉPTIMO
L A V I R G E N DE LAS VIÑAS PROTEJE E N LA
HORA DE LA MUERTE
Se ha dicho que entre las cosas terribles, la más terrible es la muerte. ¡Oh, qué trance tan espantoso, qué momentos de angustia y aflicción son los de la muerte! E l cuerpo se halla atormentado por los más fuerles y vivos dolores. Las congojas y angustias de la agonía le afligen sobremanera. De un momento para otro va a pasar el alma a la eternidad, dejando aquí lo que tanto amaba y sin poder llevar nada a la otra vida.
E l demonio, considerando que le queda poco tiempo para tentarla se esfuerza de todas las maneras posibles para perderla eternamente y no se contenía con perseguir sólo a nuestra pobre alma en ese trance terrible, sino que reúne los más perversos demonios para conseguirlo.
(Pobres de nosotros, si no tenemos un defensor más poderoso que ellos! ¿Donde lo encontraremos?
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E n la V i r gen . E l l a es nuestra Madre, y no sabrá abandonarnos en tan críticos momentos.
Así como nos socorre en v ida , lo hará de un modo especial en la hora de la muerte, mandando ángeles que nos def iendan, que nos ayuden y protejan, suav izando las penas y l lenándonos de con suelo.
Y no se contenta con enviar a los ángeles para socorrer a sus devotos, sino que ella misma viene a veces en persona a asist i r los en los úl t imos momentos.
Desde el día que asistió a la muerte de su hijo Jesús, obtuvo la gracia de asistir también a todos en tan terrible trance; por esto la Iglesia nos manda pedirle que nos socor ra , especialmente en el momento de la muerte: «Ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.»
¡Oh V i rgen de las V iñas; no me abandonéis en aquella hora tremenda! Venid en mi auxi l io; fortif icadme cuando el demonio quiera arrojarme en la desesperación con el recuerdo de los pecados que he cometido. Obtenedme la gracia de invocaros entonces con más fervor que nunca, a fin de que expire pronunciando vuestro dulcísimo nombre junto con el de jesús.
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Hagamos los propósitos y pidamos las gracias.
LQ demás como el primer día
E J E M P L O
CURACIÓN DE UNA ENFERMA
Adornando los benditos muros de la ermita de nuestra Señora de las Viñas, existe un cuadrito de cortas dimensiones que suple con la amorosa gratitud que representa, cuanto le falta de mérito y de arte. Perpetúa allí el agradecimiento de Juana Almazán, que hallándose amenazada de grave riesgo al dar a luz un niño, el 24 de julio de 1848, recurrió a la Virgen de las Viñas, cuyo maternal amparo sabía la enferma que no le había de faltar, pues es todo bondad y ternura para los que le confían sus cuitas, y en sus necesidades la invocan. Mientras imploraba el auxilio de María, se ofreció ella misma a la celestial Señora , y el resultado fué según su fe; pues salió del apurado trance quedando llena de agradecimiento hacia la Madre y Señora de los arandinos dignos de ser sus hijos.
Es muy de notarse que la curación fué pronta e inmediata, porque no sufre demoras el amoroso Corazón de la Madre de Jesús.
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DÍA O C T A V O
L A V I R G E N DE LAS V I Ñ A S FAVORECE A SUS
DEVOTOS EN EL PURGATORIO
E s tan grande el amor que nos profesa la Santísima Virgen, que no nos olvida un instante, protegiéndonos en la hora de la muerte, consolándonos en el Purgatorio y favoreciéndonos, hasta que nos ve a su lado en el reino de los cielos.
Como las almas detenidas en el Purgatorio tienen necesidad de mayor auxilio, porque no pueden aliviarse por sí mismas, la Santísima Virgen se ocupa con más eficacia en socorrerlas: tiene fijas sus miradas sobre ellas, y de continuo les concede las abundantes gracias que atesora su Corazón.
Oyó un día Santa Brígida en divina revelación que Jesús decía a su Madre santísima:
«Tú eres mi Madre, la Madre de misericordia, el consuelo de los que se hallan en el Purgatorio»; y la Virgen manifestó a la misma santa que, así como a un pobre enfermo afligido y abandonado en su lecho de dolor, le agradan las palabras de consuelo que le dirigen, así tam-
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bién aquellas almas se consuelan con sólo oir su nombre.
La Virgen, al oir que la invocan, dirige sus ruegos a Dios, con lo que son socorridas dichas almas y quedan refrigeradas, como con celestial rocío, en sus atroces tormentos.
Como Reina soberana ejerce en aquella prisión dominio plenísimo, tanto para aliviar como para librar de sus penas a las almas del Purgatorio, no desdeñándose de bajar a visitar y consolar a sus afligidas hijas en ese lugar de tormentos.
¡Cuánto importa en vida profesar tierna devoción a la Santísima Virgen para que nos ayude y proteja en el Purgatorio! Comencemos desde hoy a amarla con fervor y a practicar en su obsequio diariamente alguna devoción. Pidámosle que nos visite en aquella terrible prisión, que purifique nuestras almas, que nos consuele y alivie las penas hasta que vayamos al cielo a gozar eternamente en su compañía. Amén.
Lo demás como el día primero.
EJEMPLO
MAURICIO GAYUBO
El día 2 de julio de 1887, venían del Santuario de nuestra Señora del Lirio
— 76 — los arandinos Gregorio Gayubo, su esposa Clara Sanz y un hijo suyo de 14 años de edad llamado Mauricio.
Quiso la divina Majestad sujetarlos a la prueba de ruda tribulación permitiendo que cogiera el carro al pobre muchacho, rompiéndole las dos piernas, una por dos partes distintas.
Los dolores de la víctima fueron agudísimos, pero no lo eran menos las angustias de los cristianos consortes polla desgracia de su hijo. Pensando entonces en el mejor de los remedios, se acordaron de la Virgen de las Viñas su Patrón a y llenos de filial confianza le ofrecieron al infortunado enfermo, mientras mandaron celebrar el 14 de septiembre del mismo año, una misa en la ermita de la Virgen a la que asistieron los tres. Fué el jovencifo penosamente apoyado en sus muletas para suplir como podía la falta de sus maltrechos miembros.
Llegan, oyen la santa Misa y por favor señaladísimo de nuestra Madre de las Viñas, quedó Mauricio curado; dejando su padre como exvoto y prenda de su gratitud, las muletas en el santuario, escribiendo su esposa la relación del beneficio que consta en los muros de la sacristía.
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DÍA N O V E N O
LA DEVOCIÓN A LA SANTÍSIMA V I R G E N HA
DE SER PERSEVERANTE
Firme y constante ha de ser nuestra devoción a la Santísima Virgen; de lo contrario no le agradaría. No se estima entre los hombres amistad o amor que no sean duraderos y nuestro anhelo en todos los afectos del alma es que sean inmortales y eternos, como ella se siente inmortal. Lo que en lohumano es a veces pura ilusión del deseo, en lo espiritual puede ser realidad hermosa.
Podemos muy bien empeñar nuestra palabra de ser devotos de la Santísima Virgen hasta morir y podemos religiosamente cumplirla.
Pues sea este como el sello de perpetua fidelidad con que terminemos hoy los actos de esta novena.
Nos servirá de gran estímulo el considerar que en sentir de todos los santos Padres de la Iglesia, una de las señales más ciertas de nuestra predestinación es la tierna devoción a la Santís ima Vi r gen. Decía San Anselmo: «No es posible que no se salve aquél a quien Vos honráis con vuestra benevolencia y«que, des-
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pues de Dios, pone en Vos toda su confianza». «Teneros una particular devoción, exclama San Juan Damasceno, es tener aquellas armas defensivas, que pone Dios en las manos de todos los que El quiere salvar». Y tú, oh cristiano que gimes aún en este valle de lágrimas, combatido por los enemigos de tu salvación, ¿serás todavía frió en la devoción a tan poderosa Virgen? Si Ella ha poseído siempre el corazón de todos los verdaderos fieles, vacilarás aún en ofrecerle el tuyo?
Consagrémonos todos a la Santísima Virgen, ofrezcámosle el alma con sus potencias, el cuerpo con sus sentidos, el corazón con sus afectos, inclinaciones y movimientos.
Pidámosle nos tome bajo su prolección, que nos libre de los peligros, que nos ayude a salir victoriosos de las asechanzas del enemigo; y que por último nos conduzca a la patria del cielo para vivir allí siempre en su amablecompañía.
Formemos los propósitos y pidamos las gracias que necesitamos para nosotros y para los demás.
Lo demás corno elidía primero.
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EJEMPLO D A S A L U D A U N PRÍNCIPE
Siendo de tierna edad el rey Felipe VI y estando en Aranda, asaltóle una grave enfermedad, llegando a tan apurado extremo, que los facultativos se declararon impotentes para cortar ¡a dolencia que le arrastraba a la tumba.
Los buenos arandinos, juntamenle con los religiosos de los conventos, acudieron a la excelsa Pafrona de Aranda pidiéndole auxilio para el tierno Príncipe, y con este objeto tomaron la sagrada imagen de la Virgen de las Viñas y la condujeron con gran solemnidad a la mansión donde yacía el augusto enfermito. Al punto de entrar la imagen en la regia estancia, quedóse el Príncipe dulcemente dormido, poco más tarde se declaró una rápida mejoría y en breve plazo recobró del todo la salud.
Su piadosa madre la reina quiso mostrar su profundo reconocimiento a la divina Señora y le regaló un vestido riquísimo y otras alhajas de subido valor.
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G O Z O S NUESTRA SEÑORA DE LAS VIÑA
COMPUESTOS POR EL
R. P. J o s é María S u á r e z , C. M. P.
ESTRIBILLO Gozo de nuestras campiñas,
flor de Arando, y su región: P U E B L O : Virgen santa de las Viñas
sálvenos tu protección.
ESTROFAS
1.a En el arandino suelo resplandeces majestuosa cual brilla la estrella hermosa en el puro azul del cielo; pues para nuestro consuelo fijaste aquí tu mansión.
Virgen santa etc.
2. a i Primero los reyes godos tu santa imagen adoran, pueblo y magnates te imploran llenos de confianza todos; y tú amante de mil modos premias tanta devoción.
Virgen santa etc.
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3. a La cimitarra del moro con odio feroz degüella tanta virgen casta y bella que celaba tu decoro; para el cielo gran tesoro fué esta pura inmolación.
Virgen santa etc.
4. a Con tu favor soberano el santuario se repara, mas vuelve a invadir a Lara la furia del mahometano; y el vecindario cristiano huye lleno de aflicción.
Virgen santa etc.
5.a Con amoroso desvelo toman tu imagen sagrada, y en su penosa jornada protegiéronla con celo; mas tú fuiste su consuelo en tan gran tribulación.
Virgen santa etc.
6.a Con ansia desoladora llegan hasta el Costaján y en él guardan con afán la imagen encantadora; muere y al morir te adora esta valiente legión.
. Virgen santa etc.
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7. a Como perla bendecida en la concha que la encierra quedaste ya en nuestra tierra que es hoy tu herencia escogida; gracias mil, Madre querida, por tan alta distinción.
Virgen santa etc.
8. a Con su fulgor purpurino dora el alba el horizonte, cuando sube al sacro-monte un labrador arandino; en su viña, oh Sol divino', vio tu excelsa aparición.
Virgen santa etc.
9. a De nuestros padres lo oímos: cayó el labrador de hinojos y tú ofreciste a sus ojos dos fresquísimos racimos; a tal milagro creímos por no ser de ello sazón.
Virgen santa etc.
i o . E n transportes de alegría con pompa y aire triunfal te llevan al parroquial templo de Santa María; toda Aranda te seguía en brillante procesión.
Virgen santa etc.
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11. E l amor más placentero que en nuestro pueblo palpita te erigió graciosa ermita prenda de ese amor sincero; el gran rey D. Juan primero trocóla en regia mansión.
Virgen santa, etc.
12. E n este alcázar bendito se postran en tu presencia el que brilla en la opulencia y el mendigo pobrecito; en tu amor casi infinito todos hallan salvación.
Virgen santa etc.
13. Aquí jóvenes esposos ante tu sagrado altar póstranse y el nuevo hogar te lo ofrecen fervorosos; matrimonios venturosos serán con tu bendición.
Virgen santa etc.
14. L a ejemplar madre cristiana, rendida aquí en tu presencia, te consagra la inocencia de su hijito que mañana será, oh Reina soberana, tu valiente campeón.
Virgen santa etc.
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15. ¡De cuánta esposa afligida enjugas el triste llanto si la llena de quebranto su esposo con mala vida! y si un mal hijo' la olvida solo en Tí ve compasión.
Virgen santa etc.
16. Cuando el joven abnegado por la patria el pueblo deja jamás de Aranda se aleja sin verse a tus pies postrado; ¡en la vida del soldado verá tanta seducción!
Virgen santa etc.
17. Si la sequía persiste y el campo se esteriliza, tu socorro fecundiza la campiña seca y triste; a tu poder no resiste hambre, peste ni ciclón.
Virgen santa etc.
18. Si la cólera nos ciega, si nos rinde la avaricia y si a una torpe delicia el demonio nos entrega, Madre, por tus hijos ruega, y en horas de tentación,
Virgen santa etc.
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ig. Aquí amante te venera el Misionero ardoroso que en todo el orbe, celoso, izando irá tu bandera, sufrirá, sí, mas espera en tu dulce Corazón.
. < Virgen santa etc.
20. Si ia corrupción nefanda o la impiedad insolente a nuestro pueblo creyente sus viles agentes manda, ¡hijos de la noble Aranda! sea nuestra exclamación: Virgen santa de las Viñas, sálvenos tu protección.
€n tiempo de epidemia
Líbrenos tu grande amor, de las Viñas Virgen pura;
PUEBLO: Madre, Madre de ternura, remedia nuestro dolor. v
1.a T ú que fuiste de afligidos la dulce consoladora, oye de Aranda que llora los dolorosos gemidos. Son tus hijos muy queridos y esperan en tu favor.
Madre, etc.
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:. a A tí, oh Reina piadosa, lleguen los llantos y gritos de los pobres huerfanitos, de tanta viuda llorosa; Virgen tierna y poderosa,, líbranos de tanto horror.
Madre, etc.
\* ¡Ay! muy justo es el castigo que Dios da a nuestros pecados; mas como hijos confiados contamos siempre contigo. De tan terrible enemigo líbrenos por Tí el Señor.
Madre, etc.
pidiendo el beneficio de la lluvia
Pues el Señor te ha nombrado de Aranda Madre y Señora,
PUEBLO; Concede a tu pueblo amado la lluvia que humilde implora
1.a Los trigos verdes y hermosos cubiertos de lozanía, por una larga sequía inclínanse lastimosos; por los afectos piadosos que tu bondad atesora,
i Concede etc.
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Recoge tantos sudores que, buscando su sustento, en el terreno sediento derraman los labradores: Tanto afán, tantos dolores, ¿han de ser vanos ahora?
Concede etc.
No dan sus aguas las fuentes; palidecen los sembrados; sólo hay oscuros nublados en nuestras cansadas frentes; Madre, tus ojos clementes, ¿no ven que tu pueblo llora?
Concede etc.
Vuelve tu dulce mirada a los niños tiernecitos que alzando sus bracecitos te piden el agua ansiada; su inocencia inmaculada salve a Aranda pecadora.
Concede etc.
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G O Z O S a Nues t ra Señora de las Viñas
pidiendo agua ( 1 )
Pues sois, hermosa María, De Aranda la protectora Dadnos agua gran Señora, Virgen bella de las Viñas.
Hija del Padre, adorado '<' • • . del Verbo madre.amorosa y del Espíritu esposa por la Iglesia eres llamada; y pues está declarada ya tu protección divina,
Dadnos.
De vuestro pueblo escogido sois el norte y clara estrella y os adora Virgen bella con afecto decidido, y pues del siempre habéis sido una madre enternecida,
Dadnos.
(1) Estos gozos se cantan por el pueblo desde tiempo inmemorial en época de sequía pertinaz.
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E n toda tribulación acude con su demanda a Vos el pueblo de Aranda con sencillo corazón, y como en esta ocasión se halla la gente afligida
Dadnos.
E n circunstancias fatales Ante Vos nos presentamos; Por favor os suplicamos agua y buenos temporales. Contra todos nuestros males sois la mejor medicina.
Dadnos.
E l agua nos niega el cielo; Sin duda nuestros pecados A vuestro hijo han enojado Y castiga nuestro suelo: Pues que sois nuestro consuelo Y una intercesora fina,
Dadnos.
Pues sois hermosa María De Aranda la protectora, Dadnos agua gran Señora Virgen bella de las Viñas.
— 00 -
sozos en acción de .gracias por haber
conseguido el agua • Pues el agua apetecida Nos disteis, fiel protectora Gracias os damos Señora Dulce fatrona querida.
Por vuestro influjo divino las cataratas del cielo se abrieron para consuelo de vuestro pueblo Arandino; todos cbft afecto fino cantan con grande alegría.
Gracias,., En todo lance apurado
que este pueblo escogido a tu'.auxilio ha recurrido, su conflicto, has remediado; testimonio bien sagrado el agua que nos envías.
Gracias... Por Vos estrella del mar-
sembrado el campo se mira, el labrador ya respira y sale de su pesar; por favor tan singular hoy a tus plantas divinas
Gracias...
— í)l —
Por vuestra gran mediación a tus tiernas ovejuelas con el agua las consuelas1
y sacas de su aflicción; a tan fina protección tiernamente agradecidas,
Gracias...
Pues el agua temporal nos disteis, Madre querida, dadnos ahora, per tu! vida, ; Señora, la espiritual. . . Y para la'vida inmortal . ..¡ ^ed Vos nuestro norte y guía.
Gracias... *
' Adiós, madre generosa ' ' ' Adiós, dichosa morada, • '. donde está depositada nuestra joya más preciosa. • ' ' • ' Adiós, Virgen prodigiosa,' Adiós estrella divina.
Gracias.
Pues- el agua apetecida Nos disteis fiel protectora Gracias os damos Señora Dulce patrona qzierida.
• <¡-—%-—<§>
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V I S I T A A L A V I R G E N D E L A S VIÑAS, P A R A CUANDO
A L G U N O V A D U R A N T E E L AÑO A S A L U D A R L A
E N S U T E M P L O . (1)
Saludo a la Virgen y plegaría. ¡Madre mía! al penetrar en vuestro amado
templo, siento renacer en mi corazón aquella fé, confianza y amor, que en esta milagrosa imagen depositaron nuestros padres cuando venían a dirigiros sus plegarias, volviendo siempre consolados en sus tristezas, socorridos en su infortunio, remediada su miseria y rebosando toda suerte de bendiciones; lo que ellos creyeron de vuestro maternal cariño, en favor de este pueblo que os adora, también lo creo y o ; lo que ellos esperaron de vuestra ternura, lo espero yo también; como os amaron ellos, os amo yo; los bene-
(1) ¿No aciertas devoto de la Virgen de las Vi" ñas a empezar la conversación con la Virgen, ni con el Niño precioso que tiene en sus brazos? Pues una vez arrodillado ante Ella comienza por la lectura de estas oraciones, reflexiona en lo que vas leyendo y luego te vendrán al pensamiento y a la boca tantas cosas que .decir a la Virgen y tantas cosas que pedir y suplicar por medio de Ella a su divino y hermosísimo Niño, que no sabrás por donde empezar.
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ficios que ellos imploraron de vuestra amorosa piedad me atrevo yo a implorar en estos momentos.
Sin duda que al fijar vuestro palacio en esta soledad oreada por las brisas perfumadas del bosque y bajo un cielo purísimo, quisisteis cautivar con vuestra hermosura los corazones de todos los arandinos; cautivo ya enteramente el mió permitidme esparcir a vuestros pies las flores y espinas que he recogido en el camino de mi vida contándoos mis alegrías, llorando mis desgracias, agradeciendo vuestros beneficios y rogando me concedáis lo que deseo pediros en esta visita. Asi sea.
Consideración y afectos para con la Virgen.
María: Hijo mió: la alegría que inunda el corazón de una Madre ai ver a su hijo querido volver a la casa paterna después de alguna ausencia, esasiente mi alma al verte llegar de nuevo a mi templo. ¿De donde vienes? ¿qué te trae, hijo mió, que así vienes a visitarme? ¡Ah! no sé qué veo en tu rostro y en tus ojos que no puedes ocultarlo. ¿Acaso te agobia alguna tribulación, es la desgracia que te sigue a todas partes? Quizás te es amarga la vida, lloras alguna ingratitud, lamentas un infortunio, una falsa amistad, un desengaño? Dímelo todo, sabes que soy tu
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madre cariñosa y quiero consolarte y favorecerte. ¿Es por el contrarió algún triunfo el que te regocija? '¡Ah! también quiero asociarme a él, felicitarte, hacerlo -más completo con mi bendi'cíoh; Tal vez,'querido mió, llecas con recelo a pedirme una merced, temes porque te crees indigno, no te atreves, dudas.... ¡Oh! no pienses así de mi cariño; sabes cuánto te amo, cuánto puedo socorrerte, cuan atentos están mis oidos para los hijos que tanto me costaron, porque soy su madre y mi oficio es amarlos y favorecerlos. Habla, hijo mió, cuéntamelo todo; dime sin temor tus cuitas,"eres mi hijo y hablas con tu Adadre amahtísima. - •• : .
Hijo: Madre mia, apenas entré y ya ai veros, comprendí Luego que estaba en la casa de mi Madre. ¡Oh! qué bien se está aquí, yo no sé lo que siento en este lugar bendito, que se disipan mis tristezas y crecen mis aleo-rías cuando os veo. Sí, mi alma quería confiaros sus penas y sus alegrías de que la vida está llena, quería pediros vuestra bendición y ayuda, quería... sí, pasar un ratito con Vos en dulce'intimidad; aquí me tenéis puefe, para abriros mi pecho porque entre Madree hijo no hay secretos. (Aquí se puede exponer la necesidad particular) ¡Madre! estos son mis deseos, ya que me rogáis os lo diga;'tal vez a nadie los confiaría así, pero a una Madre tan buena, tan poderosa, tan Madre, no es posible ocultarlos. ¿Queréis algo de vues-
tro hijo? Decidme en.qué puedo serviros, que me consideraré muy.feliz con ello, porque de Vos todo lo esperó; sois mi Madre ¿qué más puedo decir?
Pidas? a la Virgen lo que se desea... {Después de una breve pdusa, se dirá:) Para conseguir estas gracias rezaremos tres Ave Marías en honra del Poder, Sabiduría y Amor de la santísima Virgen.
Súplica final y despedida ¡Oh Reina y Madre mía! qué elegisteis
para trono de vuestras misericordias este bendito lugar, verdadero hogar materno de todos los arandinós; pesaroso de mis muchos pecados, pero lleno de fé, confianza y amor a vuestra persona, que adoro en esta sagrada imagen, os ofrezco mi corazón, mi vida y cuanto poseo, en prenda de mi sincero afecto, pidiéndoos en cambio lá bendición.
Vos, que perseguida os guarecisteis en esta hermosa tierra, cuna del valor y de la lealtad; Vos en' quien esperaron nuestros mayores' y los librasteis, rogaron con filial ternura que guardaseis sus hogares, mientras luchaban por su patria y por su Dios y los oísteis, escuchad también mis plegarias e inclinaos a mi humilde ruego.
Mirad ¡Oh Virgen piadosísima! mi pobre alma, combatida de tantas, pasiones y ene-
— 96 — migos y salvadla por piedad! ¡Mirad por los que son pedazos de mi corazón, por mis padres, deudos y amigos: para todos imploro las riquezas y dones de vuestra mano generosa; volved una mirada sobre Aranda que os erigió este santuario, testigo de su amor y de vuestra predilección por esta villa; derramad sobre ella los rios de gracia que manan de ese corazón amabilísimo, la feracidad sobre sus campos,' el éxito en sus empresas, y sobre las familias y hogares el bienestar y la paz que os pido para los mios.
Escuchad también ¡Virgen bendita! la petición que os he hecho en estos momentos; el deseo de conseguirla me ha traído a vuestros pies y no me levantaré de ellos si no la despacháis favorablemente. Haced ¡Oh Madre y Señora mía, Virgen de las Viñas! que arraigue más y más en mi corazón la fé, la confianza y el amor hacia Vos, con la guarda fiel de los mandamientos divinos para que logre en mi agonía ser de Vos visitado y subir a la mansión feliz, último y perpetuo hogar de los que a vuestra sombra cruzamos el áspero desierto de la vida, y allí cantar para siempre vuestras misericordias. Así sea.
-£gSfS-
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DE 3 oes ías escogidas
EN HONOR DE
Muestra ieñora de las l iñas ( 1 )
i La Virgen de las Viñas y su Ribera
Morenita del alma, ,¡qué linda eres!
T ú , que a los arandinos tanto nos quieres, mira estas flores
que te ofrenda hoy un hijo de tus dolores.
E n ellas, dulce Madre, va prisionera
el alma de los hijos de tu «Ribera»;
(1) Hansc coleccionado estas poesías, para que los padres tengan un medio de inculcar en los hijos la devoción a su Patrona; y los maestros y educadores un recurso para actos recreativos y veladítas literarias.
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te quieren tanto que es cielo de sus goces
tu regio manto. A tu Nombre ellos alzan
tronos y altares en el amplio recinto de sus hogares
y allí, a tu abrigo, pequeñuelos y grandes
viven contigo. Contigo, libre el alma de extraños miedos;
contigo, Soberana de sus viñedos,
siempre a tu lado como el niño a la sombra
del bien amado. Virgen de mis amores
la de las «Viñas», que no se pongan tristes
nuestras campiñas: vuelve tus ojos
sobre el barro infecundo de sus rastrojos;
que si prende el incendio de tus miradas
sobre el mísero polvo de sus aradas, Virgen María,
habrá en nuestros hogares paz y alegría.
Y entonces subiremos los arandinos
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en ingentes legiones de peregrinos a demandarte
por los hijos que viven sin adorarte.
CKie nadie en la pendiente de su calvario
piefda insensato, Madre, su itinerario; linda Morena
de todas eres Madre clemente y buena.
Por Tí alienta robusta la fé de Aranda
y triunfamos tus hijos de la nefanda ciega apatía
que en las almas encueva como una arpía.
T ú eres la providencia de nuestros lares;
T ú endulzas, al mirarnos, nuestros pesares, y, al sonreimos
no cesa bondadosa de bendecirnos.
Morenita del alma, qué linda eres:
T ú que a los arandinos tanto nos quieres,
no nos olvides, velando por el fruto
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de nuestras vides; que el hidalgo cariño
de tus hijuelos al sentir el influjo de tus desvelos por su Ribera
te dará hecha pedazos el alma entera. •
J. A L O N S O , C. M . F
i a LA VIRGEN DE NUESTRO PUEBLO
I Virgen, la de mi pueblo,
la de las Viñas, la flor más agraciada
de estas campiñas, oye mi acento,
que en él, Madre querida, mi amor te cuento.
Y o te amo con delirio desde mi cuna,
pues fuiste de mi infancia el sol y la luna;
[Oh clara estrella, no ceses de enviarme
tu lumbre ,bella! Guíame de tus ojos
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con los destellos, T ú que la dicha llevas
pendiente de ellos, ¡Oh luz del día,
disipa las tinieblas del alma mía!
E n mis ojos tu imagen graba, oh María;
sea de noche mi estrella, mi sol de día;
y en mis dolores Cúbranme, como un cielo,
tus resplandores. Con tu nombre querido
mis labios cierra, cuando el alma ya libre
deje la tierra; que él es la llave
que abrir del paraiso las puertas sabe.
I I Virgen, la de mi pueblo,
la de las Viñas, la flor más agraciada
de estas campiñas, tiende tu manto
sobre estas buenas gentes que te aman tanto.
Entre cantos y rosas y entre oraciones, rodeada de luces
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y corazones, dentro tu ermita
sin cesar te comtemplan,, Virgen bendita.
Por T i los de mi pueblo siempre suspiran;
tu Nombre enseña la madre al niño, y éste
solo en T i sueña. T ú en cambio con tus alas.y
blanca paloma, los cubres cuando al cielo-
la nube asoma de los nublados
y la suerte amenaza de los sembrados.
T ú a sus niños regalas besos y flores.
T ú das a sus doncellas castos amores.
T ú con tu mano los sudores enjugas
al pobre ancvano-T ú das a sus hogares
pan y alegn'a, por T i el cielo a sus campos
la lluvia envía; pues dé los bienes,
Oh Virgen, en tus ojos la fuente tienes.
Virgen la de mi pueblo,, la de las Viñas,
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la flor más agraciada de estas campiñas,
tiende tu manto sobre esas buenas gentes
que te aman tanto. A . CRESPO C. M . F.
A LA VIRGEN DE LAS VIÑAS
Para ti Diosa excelsa de nuestros patrios lares, más pura que la aurora, más brillante que el sol, brotaron de mí lira armónicos cantares aunque soy el más ínfimo del Parnaso español.
Cuando en mi tierna infancia sobre el halda ma-| terna
las primeras palabras empecé a pronunciar, mi madre, que ya mora en la mansión eterna, a tus plantas postrada me enseñaba a rezar.
¡Salve Divina Madre! ¡Mi musa predilecta! al mirarte en tu trono señorial y gentil, inspirada mí alma en tu afección dilecta, te vé más pura y bella que las flores de abril.
No hacen falta leyendas para formar tu histo-eres Reina del Cielo desde la eternidad. 1 ria; La mente del Eterno te guardaba en la Gloria para que fueras Madre de la Divinidad.
Y tu culto en Aranda, ferviente y milenario, tiene la más sencilla y franca explicación: justo es que te erigiera todo el pueblo un santua-cuando un altar tenías en cada corazón. [ rio.
Persistirá este culto, que viene de ab-eterno. Siempre bajo tu amparo Aranda ha de vivir y ningún arandino entrará en el Infierno como de Ti se acuerde al dejar de existir.
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;Oh Virgen de las Viñas, Patrona idolatrada! lodos los'arandinos te amamos con fervor, y cuando ya dejemos la terrenal morada nuestra alma hacia la Gloria volará con tu amor.
MANUEL MARTÍN. Abogado
1 ¥ LA PERLA DE ARANDA
Callados los celestes luminares Titilan con nervioso parpadeo, E l céfiro acaricia con su oreo A un gañán que durmiendo está feliz; Mas pronto dejará su pobre lecho, Que ¿l a diario a su viña se encamina Y el fulgor de la aurora purpurina Irisando ya está el rerde tapiz. U n hado bienhechor benigno bate Sus alas derramando refrigerio Y de impulso titánico al imperio Se hiergue disponiéndose a partir; Sus miradas, ya al cielo, ya a la viña Dirige llena el alma de confianza ' L a dorada colina ya se alcanza, E n su pecho ya el gozo empieza a hervir. Su pupila aun del sueño acariciada Descansa en la esmeralda de la viña, Solo esta el labrador en la campiña Nadie alienta en la inmensa soledad; Hacia el centro su vista ansioso guía
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Y entre pámpanos, hojas y zarcillos Que aprisionan la vid en sus anillos Transparenta celeste claridad...
Depone su bucólica rudeza, Sus manos al follaje ya se extienden Y separan las hojas, cual desprenden Manos virgenes hojas de clavel... De repente María ante sus ojos Aparece radiante, pura, bella Extendiendo los ángeles sobre El la Con sus alas polícromo dosel.
E l héroe del campo y las majadas Prosternase de asombro santo lleno Y el alma de su más oculto seno Extrae filigranas de su amor; Allí adora el gañán, contempla el ángel, Susurra blanda el agua, el ave trina Convirtiendo esta aurora peregrina En día de más claro resplandor.
Con aire matronil la Madre excelsa Le mira toda amor, toda ternura Y el niño encantador, que es la hermosura, Su manita de nieve alzando está; Le bendice, le manda, dale alas Y por montes, cañadas y llanuras Cual relámpago cruza, que en sus puras Alegrías de cielo el brío va.
Los muros de la antigua noble Aranda Mal resisten la olas de entusiasmo Que en las gentes la v< z, el aire, el pasmo Engendran del mensaje gañanil; En tropel con bellísimo desorden
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Por veredas, trigales y cercados Marchan, corren, acuden desalados Poseídos de júbilo febril.
¡Cuadro arrebatador'. Ante la Virgen Junto al bronco zurrón brilla el armiño. La; púrpura arrastrada con aliño Con zamarras se roza sin rubor; De trompas y bocinas los sonidos Alternan con el suave caramillo Y adargas relumbrantes dan su brillo | A l nudoso cayado del pastor.
Allí todos derraman dulces lágrimas Adoran con amor, y su fe pura Plegarias y suspiros de ternura De los labios arrancan sin cesar; Aquí la dulce Virgen de las Viñas Formó de Aranda el talismán divino Y el trabajo y amor del arandino La colina trocó en templo y altar.
JOSÉ M A R Í A SUÁREZ, C. M . F.
ARANDAY SUVIRGEN E n las honduras del estrecho valle donde los hijos de su amor batallan palpita, Madre, el corazón de un pueblo que delira por T i , y en el alcázar de tu bendito Corazón anida como en las cumbres del Tabor las águilas.
Por eso, Madre, al aclamarte un hijo,
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que del mísero polvo Tú levantas, en el mismo troquel fundidas suben Jos acentos del hijo y las plegarias del pueblo que en su Virgen de las Viñas extático de amor delira y canta.
Fuera mancilla de tu hidalgo pueblo, baldón y mengua de su ilustre raza adorarte en su Virgen de las Viñas y no cantar como la alondra canta, al rayar el oriente un nuevo día, la inmensidad del Corazón sin mancha, que en los recios combates de la vida y en las negruras de las noches trágicas ilumina de intensos resplandores el confuso horizonte de las almas...
¡Hijos fervientes de la excelsa Virgen, hidalgos hijos de la culta Aranda! alzad del polvo los sedientes ojos, rezad conmigo al Corazón sin mancha que en su diáfano cielo de Las Viñas y en las penumbras de su regio alcázar os bendice en la paz de los hogares y en la recia labor de las aradas.
Anidad en la mística abertura que su virgíneo Corazón horada y, al subir al oriente de la gloria, donde la noche del vivir acaba, vuestra imagen bendita de la Viñas y su materno Corazón sin mancha, Tabor radiante de la gloria sean de la fe secular de vuestra raza.
U N MISIONERO
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VI A T U S P L A N T A S
Oh Virgen.de las Viñas, Reina mía, M i Madrecita buena, Ante tu altar me postro Y mi fervor lo besa. Y al besar yo esa ara bendecida Donde Aranda ferviente te venera, Donde sus madres quieren, Donde sus hijos rezan, Recoge de mi alma los suspiros Que de emociones llena Siente que la extasías, Siente que la arrebata tu belleza. L a que viendo los buenos Arandinos Te aclaman con amor su dulce Reina, Y te llaman su Madre, Y te llaman su perla, Y te llaman su Virgen, i Oh gentil y adorada nazarena! Mira las tristes lágrimas Que de mis ojos ruedan Y cayendo modulan silenciosas L a plegaria más tierna Pidiendo para Aranda Tierras de vida y de verdor cubiertas. Costumbres que a tus ojos Purísimos no ofendan, Porque si es hijo tuyo el arandino
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T ú eres Virgen y Madre de pureza. Madrecita que estás siempre riendo Para aliviar las penas, Quiero pedirte amores, Ducísimas ternezas Para los corderillos Que retozones tu santuario alegran. Bendícelos, María, ¡
Guarda bien su inocencia; No apartes de los niños nunca, nunca, Tus miradas de amor materno llenas. jLos niños, Virgen Santal ¡Ay, que el lobo se acerca! Ven, corre y dales refugio De tu gran Corazón las entretelas.
JOSÉ M A R Í A SUÁREZ C. M . F .
V i l GRATITUD
A la Virgen de las Viñas
Llegaron a tus oídos de este pueblo los clamores. Y a están los campos henchidos de agua, y tus hijos queridos están ardientes de amores. ¡ Virgen, Reina poderosa! j Cuál tu trono resplandece! ¡Qué corona tan preciosa
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tu blanca sien embellece 3' cómo tu gloria crece!
Una incontable legión de corazones fervientes te ofrecen adoración r
de sus yerros penitentes*, buscando tu compasión.
A tus pies, hora tras hora,, fío cesan de prosternarse los Arandinos, Señora; ¿Habrán, por fin, de olvidarse de tu mano salvadora?'
¿A Jesús despreciarán que en tus brazos se reclina? ¿Con crueldad herirán a la Majestad divina y tu pecho angustiarán?
No tal, Virgen de las Viñas; que si, por grande favor, riegas hoy nuestras campiñas, juramos por nuestro honor, guardarte un eterno amor.
V I H A LA PATRONA DE ARAMDA
Virgen santa de las Viñas: que estás al pie de esa loma, como candida paloma
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farfullando las campiñas: Con tus hechizos apiñas •en torno de tí las gentes, que, alzando voces y frentes, aclamante veneranda y como a Reina de Aranda te saludan reverentes.
Corona de Iris y estrelllas son de tu sien los fulgores, corona de uvas y flores marca tus gráciles huellas; y el amor con que destellas encantos tan peregrinos, dio ley a los Arandinos que te ensalzan por Patrona, para otra bella corona tejer de amores finos.
Si sólo cuentas el oro y las perlas y la plata, fuera mezquina y barata la que es por dicha un tesoro. Para expresar con decoro su valer no son bastantes ni rubíes ni diamantes, y sí la fuerza de imán con que se atraen y dan los corazones amantes. Son tus brazos extendidos, corona de la región; y son tu coronación corazones como nidos,
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de tus alas suspendidos,. que esperan tender el vuelo en alas del santo anhelo y coronarte en persona y recibir la corona qué les guardas en el cielo.
FKLIPE C A L V O , C. M. F.
I X PLEGARIA A LA VIRGEN DE LAS
yirgencita de las Viñas, Madre de mi corazón, oid la tierna plegaria oid el.dulce clamor del niño, que confiado quiere ampararse de Vos. -7— Cuando de una vida muelle me seduzca la pasión y en sus olas turbulentas quiera envolverme el error, y entre dudas y entre sombras desfallezca mi razón: [Haced, Virgen de las Viñas, me acuerde entonces de Vos! — Y en las horas más amargas cuando me aflija el dolor, cuando las lágrimas broten del fondo del corazón
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y despiadadas espinas me puncen sin compasión: ] Haced, Virgen de las Viñas, me acuerde entonces de Vos! — Y en la hora de mi agonía, Virgen de mi dulce amor; cuando ante su real presencia me llame el Sumo Hacedor, cuando se me dicte el fallo de muerte, o de salvación: ] A y ! mi Virgen de las Viñas, ¡amparadme entonces Vos . !
J U A N G A R C Í A C. M . F.
¡ G L O R I A A A F S A ^ D A !
Yo quisiera entonar hoy a A/anda Entusiasta, sublime cantar, Que a través de los tiempos pudiera Siempre grato, harmonioso sonar; Yo quisiera esculpir en el bronce Para aliento de la Cristiandad Los ejemplos de fé y entusiasmo Que hoy el pueblo de Aranda les da: Yo quisiera escribir en la historia U n capitulo, una página más, U n capítulo bello, grandioso De la fe y arandina piedad.
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Porque el pueblo de Arando es un pueblo Noble, hidalgo, castizo, leal, Generoso, sincero y amante, Fiel y honrado a carta cabal.
Bajo un áspero rudo semblante Lleva un alma piadosa y sencilla, Sobria, ardiente, con temple de acero; Hija fiel de la noble Castilla.
Pueblo austero, sencillo y amante, El ha puesto sus castos amores En su excelsa Patrona, la Virgen, Reina y Madre de sus corazones.
A Ella acude en las dudas y penas, De Ella espera remedio en los males, Y Ella, siempre amorosa, a sus hijos Les concede su gracia a raudales. No hace mucho los cielos negaban La benéfica lluvia a los campos; Y los hijos de Aranda acudían A su Virgen bendita llorando. ¡Mirad, Madre, los campos, qué secos! ¡Mirad, Madre, los trigos, sin agua! ¡Mirad, Madre, sin pan, los hogares! ¡Mirad, Madre, qué triste está Aranda! Y al oir esa Madre los ecos De tan triste y sentida plegaria, Hace abrirse los cielos y llueve A raudales benéfica el agua. Y los hijos de Aranda en retorno, gritan: ¡Gracias a Ti, madre amada! Desde hoy más, te juramos valientes Desterrar la blasíemia de Aranda.
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Tuyos somos, |Oh Madre querida! Tus preceptos queremos cumplir: y en tus brazos, oh Virgen del alma Hijos fieles, queremos morir.
Á N G E L L Ó P E Z C. M . F .
X I ¡ A R A N D A !
POR LA VIRGEN TE LO PIDO No soy arandino, no besaron mi frente tus auras ni mimaron tus cielos turqueses el reír soñador de mi infancia... Ño empapé el corazón de ese fuego ribereño, que enciende y abrasa... mas no extrañes, Aranda famosa, que hoy llegue a verter a tus plantas las cascadas de rimas, que brotan del fondo del alma, como brota la flor en los campos, como brota el acento del arpa..
No extrañes que cante... porque soy el cantor de la Patria;
cantor de Castilla... de esta tierra bendita y sagrada,
cantor de lo grande, cantor de la raza...
En mis horas de sueños ardientes yo te he visto, magnifica Aranda, coronada de luz y de triunfos, con blasones que timbres proclaman, cual girón esplendente y soberbio, de la tierra sublime de España... cual Matrona gigante y austera
— 116 — revestida de púpura y grana, con un manto de lauros tejido, con diademas de glorias forjada, escribir, con la sangre que vierten los héroes que te aman, en la historia del pueblo más grande,
cien páginas áureas... y al mirarte clamé: «Eres el tipo soberano inmortal de mí raza»...
Pero encima de todas tus glorias, coronando apacible tu hazaña, entre nimbos de incendios celestes, magestuosa, ideal, se levanta cual la madre que vela tus sueños, como un ángel que tiende sus alas
para protegerte contra las borrascas
Y las tempestades de los infortunios tu Patrona, dulcísima y plácida con sonrisa de amor y cariño, que consuelos y gozos irradian, ' como el sol fulgurante destella el calor, la inquietud, la esperanza...
La Patrona que adoras rendida con la fe más sincera y cristiana, cuya imagen labró tu entusiasmo en el fondo de todas las almas, en el pecho de todos tus hijos que son tronos de fuego y de gracia, cuyo amor en turíbulos de oro do se incendian las férvidas ansias el incienso la eleva de afectos ternuras, deliquios, ensueños, plegarias.. Por esa que adoras Virgen de las Viñas, porque te sonríe como la esperanza, porque te deleita como los halagos, porque te proteje como las corazas, oye el ruego cristiano y valiente
que sale del alma: Si amas a tu Virgen, histórica Aranda
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sí la tienes por madre querida si es que la idolatras...
destierra del suelo que su altar sostiene •él vicio de «impura blasfemia satánica,» que es borrón que mancilla tu historia
y es inmunda baba que enloda tu manto de Matrona egregia que siempre ante todo tu fuiste cristiana...
Y es dardo tajante que el pecho desgarra
<le esa cariñosa Virgen de las Viñas. de tu madre, Aranda...
Corazones buenos <le la villa ilustre que seguis las brasas, de la fe potente que en vosotros arde por la Virgencita que os bendice y ama;
emprended creyentes arrollante, ardorosa campaña hasta que en el suelo que nacer os viera el aspecto horrible de blasfemia trágica
sucumba aplastado por vuestros combates, por vuestras plegarias... ¡A luchar! Dios lo quiere, soldados, y esa Virgen que hechiza y embriaga, con amor de Madre e imperio de Rema
lo manda... lo manda... EMILIO GARCÍA VEDIA
Presbítero
XI 1 PLEGARIA
de un niño a !a Viroen de las Viñas I Cuánto te quiero Virgen de las Viñas
¡ Cuanto te quiero yo!
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¡Ayl Sin tu amor mi corazón sería Árbol sin frutos y jardin sin flor.
Hijo de tus amores, sólo anhelo vivir siempre abrazado junto a Tí , Y cuando llore ¡Oh Reina del Consuelo! ¡Acuérdate de mil
Y ¡ ay Madre!... cuando muera, Cuando agonice triste el corazón, Enjuga T ú mi lágrima postrera y amansa mi dolor.
¡Cuánto te quiero, Virgen de las Viñas! ¡Cuánto te quiero yo! ¡ A y ! Sin tu amor mi corazón sería Árbol sin frutos y jardin sin flor.
J U A N E C H E V A R R Í A , C. M . F.
X I I I FLORES A LA VIRGEN DE LAS VIÑAS
Flores que vais a pasar desde las verdes campiñas de la Virgen de las Viñas al esplendoroso altar; antes os quiero besar para que, hermosa y ufana vuestra corola galana lleve con casto embeleso este dulcísimo beso a la Virgen soberana.
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X I V ¡ Y O A M O A M A R Í A
Me dicen que te quiera, mas no lo escucho; ¿puedes dudar acaso que te amo mucho?
Y ¿a quién amar podría? ¡triste de mil A quién dar mi cariño si no es a Tí?
Yo , Virgen de las Viñas, tu hijo no fuera si en amores mi pecho por Tí no ardiera.
X ¥ SUEÑOS DEL ALMA
¡ Madre, Virgen de las Viñas! Cuántas veces en mis sueños creo verme ya en tus brazos, que contigo me recreo, que me arrullas como a un hijo, y me das mil dulces besos, que me abrazas y te abrazo,
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y me reclino en tu pecho,. y que entonces amoroso adormecido me quedo; mas al despertar el día sin Tí sólito despierto y yo •me quedo más triste porque todo ha sido un sueño-..
XV! «CREPÚSCULO»
Cuando la primera estrella brilla a !a tarde en el cielo, veo, Virgen de las Viñas, uno de tus ojos bellos que me está haciendo señales de que olvide este destierro y en las alas del amor vuele a tu abrazo materno.
Ven por mi, ven, dulce Madre, que ya puedo echar el vuelo, que las aullas ya sufren subir contigo a los cielos.
OBISPADO DE OSMA (Sede Vacante)
Por lo que a Nos toca, concedemos nuestro permiso para que pueda imprimirse y publicarse el folleto titulado Historia y Novena de la Virgen de las Viñas, Patrona de Aranda de Duero, compuesto por el Presbítero Rvdo. Padre Damián Janáriz, Hijo del Inmaculado Corazón de María, de la Casa de Aranda de Duero, mediante que, examinado de nuestra orden, no contiene, según la censura, cosa alguna contraria al dogma y sana moral.
Imprímase esta licencia al principio o al final de la Obra, y entregúense dos ejemplares de la misma en nuestra Secretaría de Gobierno.
Dada en Burgo de Osma, a siete de mayo de mil novecientos veinticuatro.
• El Vicario Capitular (Sede Vacante)
&¿)t. £-yua.n , Zfó-i
POR MANDADO DE SU SRIA. ILMA.
el Vicario Capitular (S. V.)
<=¿vt. Cs CCcuzíieC CyX.eq/u.e>ÍG. . Maestrescuela-Secretario
I |jyiyi|ifu^i^ &&mm & &m* w** * « mmmmm& #
ÍNDICE Jjiginas
Dos palabras 5 I. Principios del culto 7 II. Traslado de la santa Imagen a Aran-
da . . 9 III. La aparición 11 IV. La Imagen de Ntra. Sra. de las Viñas 12 V. El templo 17 VI. Notables personajes que han visita
do y hecho regalos a la Virgen de las Viñas . . 19
VIL Las Beatas 23 VIII. El Mediquín. . 25 IX. Devoción y culto 27 X. El quincuagésimo aniversario de la
definición dogmática de la Inmaculada Concepción 31
XI. La Virgen Reina 34 XII. Rogativas 38 XIII. Correspondencia filial 42 XIV. Maravillas obradas por la Virgen de
las Viñas 45 N O V E N A
Oración para todos los días 48 Día 1.°—La Virgen de las Viñas se apare -
ció para habitar entre nosotros y comunicarnos sus bondades. 49
Oración final para todos los días . . . . 52 EJEMPLO: La Virgen y el labrador arandino 53
— 128 -
Oremus=Oración 54 Día 2."—La Virgen de las Viñas es nuestra
más eficaz protectora. . . . 55 EJEMPLO; Redentora de cautivos 57 Día 3.°—La Santísima Virgen ayuda a salir
pronto del pecado 58 EJEMPLO: Extinción del cólera 60 Día 4.°—La Virgen de las Viñas es nuestra
más poderosa fortaleza en las tentaciones y peligros. . . . 62
EJEMPLO: Remedio de una grave dolencia . 63 Día 5.°—La Virgen consuela en las afliccio
nes y tribulaciones 64 EJEMPLO: Resurrección de un muerto . . . 66 Día 6."—La Virgen de las Viñas protege en
las necesidades temporales . . 67 EJEMPLO: Lluvia milagrosa 69 Día 7.a—La Virgen de las Viñas protege en
la hora de la muerte . . . . 71 EJEMPLO: Curación de una enferma . . . 73 Día 8.°—La Virgen de las Viñas favorece a
sus devotos en el purgatorio . 74 EJEMPLO: Mauricio Gayubo . . . . . . 75 Día 9°—La devoción a la Santísima Virgen
ha de ser perseverante . . . 77 EJEMPLO; Da salud a un príncipe , 79 Gozos a Níra. Señora de las Viñas . . . 80 Gozos en tiempo de epidemia 85 Gozos para pedir la lluvia 86 Otros gozos pidiendo lluvia 88
Id. en acción de gracias por haber conseguido el agua 90
Visita a la Virgen de las Vinas 92 Saludo a la Virgen y plegaria . . . . . . 92 Consideración y afectos para con la Virgen 93 Súplica final y despedida 95
RAMILLETE DE POESÍAS I. La Virgen de las Viñas y su Ribera . 97 II. La Virgen de nuestro pueblo. . . . 100
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III A la Virgen de las Viñas 103 IV La Perla de Aranda 104 V. Aranda y su Virgen 106 VI A tus plantas 108 VÍI Gratitud a la Virgen de las-Viñas. . 109 VIII. A la Patrona de Aranda 110 IX. Plegaria a la Virgen de las Viñas . . 112 X. Gloria a Aranda 113 XI. ¡ Aranda 1 por la Virgen te lo pido. . 115 XII. Plegaria de un niño a la Virgen de
las Viñas 117 XIII. Flores a la Virgen de las Viñas. . . 118 XIV. ¡Yo amo a María! 119 XV. Sueños del alma . . 119 XVI. «Crepúsculo» . . . . . . - • • 120
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