“Hágase en mí según tu palabra” - Schoenstatt

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“Hágase en mí según tu palabra”Lectio Divina Familiar IV Domingo de Adviento Ciclo B Lucas 1, 26-38

Cuarto Domingo de Adviento

En el Cuarto Domingo de Adviento la Iglesia nos invita a mirar a la Mater, la “Virgen del

Adviento”. Ella, con su Sí, se convierte por obra del Espíritu

Santo, en el Sagrario viviente de Jesús. Con Ella y como Ella

pedimos abrir nuestro corazón para recibir a nuestro Salvador.

Oración Inicial

Querida Virgen María, al encender la cuarta vela, en este último domingo de Adviento te queremos mirar. Nadie esperó a Jesús con más ansia, con más ternura, con más

amor que tú. Nadie lo recibió con más alegría.Señor Jesús, hiciste de Ella tu hogar y en sus brazos

encontraste la mejor cuna. También nosotros queremos prepararnos así: en la fe, en el amor, y en el trabajo de

cada día.

¡Maranatha, ven, Señor Jesús!

Oración para encender la cuarta vela de la Corona de Adviento

“Hágase en mí según tu palabra”

Ángel Gabriel Virgen María

Alégrate llena de gracia

Saludo ¡No temas!

Concebirás un Hijo Jesús

Trono de David Espíritu Santo

Poder del Altísimo Soy la esclava, Hágase

Antes de ir al evangelio de este IV domingo de Adviento, observen las siguientes palabras o frases y conversen acerca de qué creen hablará la lectura de hoy:

“Anuncio del Nacimiento de Jesús”En un ambiente dispuesto pueden leer el evangelio de

este IV Domingo de Adviento: Lucas 1, 26-38

Evangelio del IV domingo de Adviento Ciclo B 20 de diciembre de 2020

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas   1, 26-38

El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un

hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.

El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: “¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo”.

Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.

Pero el Ángel le dijo: “No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre

Jesús; Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de

Jacob para siempre y su reino no tendrá fin”.

María dijo al Ángel: “¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relación con ningún hombre?”

El Ángel le respondió: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será

Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril,

ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios”.

María dijo entonces: “Yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí según tu Palabra”.

Y el Ángel se alejó.

El que lee: “Palabra de Dios” Todos: ”Gloria y Honor a Ti Señor Jesús”

¿Qué dice el texto de la lectura?

¿Qué me dice la lectura del texto?

Recemos Juntos…

A

Algunas preguntas que pueden ayudar en la reflexión

1. ¿Alguna vez he percibido al Señor que me salió al encuentro? ¿Qué me dijo?

2. ¿Hay algo que me impide dejar actuar al Señor con libertad?

3. ¿Soy consciente de la vida que el Señor está gestando cerca mío y que me invita a cuidar?

4. ¿Descubro algún “milagro” cerca mío?

Para profundizar…

“Alégrate”

“Llena eres de gracia”

“El Señor es contigo”

“El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra”

“Yo soy la esclava del Señor, que se cumpla en mí tu palabra”

Material para niños y niñas

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