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Octubre 2019
Impacto de la inserción laboral de personas con discapacidad en el marco del Programa INSERTA Informe de resultados Octubre 2019
Publicación cofinanciada por el Fondo Social Europeo en el marco del
“Programa Operativo de Inclusión Social y Economía Social 2014-2020”
Coordinación de los trabajos y del documento:
Maria Tussy Flores y Carla Bonino Covas (Fundación ONCE).
Virginia Carcedo Illera, Mar Medeiros Cuiña y Edurne Álvarez de Mon González (Inserta Empleo).
Documento elaborado por PwC*
La elaboración y publicación del presente documento están cofinanciadas por el Fondo Social Europeo, en el marco
del Programa Operativo de Inclusión Social y Economía Social (POISES) 2014-2020.
PRIMERA EDICIÓN: Octubre 2019.
© Fundación Once Madrid 2019.
Reservados todos los derechos.
Para su uso es necesario citar a los autores y la ayuda financiera de la Unión Europea.
* El propósito de PwC es generar confianza en la sociedad y resolver problemas importantes. Somos una red de firmas presente en
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Este documento se ha realizado dentro del ámbito del proyecto “Medición de impacto en términos de inclusión social del Programa
Inserta” para y sólo para Fundación ONCE y según los términos de nuestra carta de contratación de fecha 28 de julio de 2017.
PricewaterhouseCoopers Asesores de Negocios, S.L. (en adelante, PwC) no acepta ninguna responsabilidad ante terceros que
pudieran hacer uso del contenido de este informe, sin la aceptación previa de PwC
© 2019 PricewaterhouseCoopers, S.L. Todos los derechos reservados. "PwC" se refiere a PricewaterhouseCoopers, S.L, firma
miembro de PricewaterhouseCoopers International Limited; cada una de las cuales es una entidad legal separada e independiente.
Índice
Resumen ejecutivo ..................................................................................................................................................... 3
1. Introducción ............................................................................................................................................................ 6
1.1. Contexto ......................................................................................................................................................... 6
1.2. El Proyecto D_INNOVAR: entender y medir para avanzar ....................................................... 7
1.3. Contenido ...................................................................................................................................................... 8
2. Impacto sobre las personas con discapacidad empleadas ................................................................ 9
2.1. Introducción ................................................................................................................................................. 9
2.2. Resultados agregados ........................................................................................................................... 12
2.3. Relación entre la si tuación de part ida y el impacto generado ........................................... 14
2.4. Desagregación por d imensiones afectadas ................................................................................. 15
2.5. Desagregación de resultados por perf i les ................................................................................... 33
2.6. Desagregación de resultados por sectores ................................................................................. 39
3. Impacto sobre la sociedad .............................................................................................................................. 42
3.1. Introducción ............................................................................................................................................... 42
3.2. Resultados .................................................................................................................................................. 43
4. Impacto sobre las empresas contratantes ............................................................................................... 44
4.1. Introducción ............................................................................................................................................... 44
4.2. Resultados por dimensiones .............................................................................................................. 46
5. Palancas de actuación para potenciar la inc lusión social a t ravés del empleo ..................... 50
3
Resumen ejecutivo El Programa INSERTA:
una iniciativa para la inclusión social
de las personas con discapacidad a
través del empleo
A pesar de que cualquier persona es
susceptible de estar afectada por un proceso
de exclusión social, hay algunos colectivos en
los que la incidencia de la exclusión es
especialmente elevada, entre los que se
encuentra el de las personas con discapacidad.
Consciente de esta realidad, Fundación ONCE
trabaja por la inclusión social de estas
personas a través de diferentes iniciativas, con
especial foco en el empleo. El Programa
INSERTA es una de sus iniciativas más
emblemáticas y con mayor trayectoria en este
ámbito. Se trata de un sistema de colaboración
con grandes empresas para la inserción laboral
directa, que cuenta ya con más de 100
entidades colaboradoras. En el marco de este
programa, Fundación ONCE y sus empresas
colaboradoras han conseguido en sus años de
funcionamiento la materialización de 22.500
contrataciones de personas con discapacidad.
En este contexto, el acceso a un empleo puede
tener un efecto especialmente trasformador y
romper el círculo de la exclusión social . El
empleo proporciona una fuente de ingresos,
estabilidad económica y mayores posibilidades
materiales, a la vez que aspectos más
intangibles, pero igualmente relevantes como
un aumento del bienestar emocional, mayor
interacción social o mayor desarrollo
profesional y acercar a estas personas a una
situación de normalidad e inclusión en la
sociedad.
El Proyecto D_INNOVAR:
entender y medir para avanzar
Partiendo de la idea de que la medición del
impacto social es un elemento fundamental
dentro del proceso de gestión y comunicación,
Fundación ONCE ha llevado a cabo el proyecto
D_INNOVAR con el objetivo de desarrollar y
aplicar una nueva metodología innovadora
para la identificación y medición del impacto
social generado por su actuación y, en
particular, por el Programa INSERTA. Persigue
con ello mejorar la eficacia y eficiencia del
programa, impulsar fórmulas innovadoras de
inclusión activa y generalizar actuaciones
exitosas, buscando en definitiva incrementar la
inserción laboral de personas con discapacidad
como grupo en riesgo de exclusión social.
La metodología desarrollada se ha denominado
IS_IMPACT y, en este informe se recogen los
principales resultados de la aplicación de esta
metodología a la medición del impacto del
Programa INSERTA.1
Aplicada al Programa INSERTA, esta
metodología ha permitido analizar y medir el
impacto generado sobre tres grandes grupos de
agentes:
Personas con discapacidad empleadas
Sociedad
Empresas contratantes
Para llevar a cabo esta estimación se ha
construido una muestra compuesta por 20
empresas colaboradoras del Programa
INSERTA, en representación del conjunto de
entidades.
1 IS_IMPACT es un marco metodológico general y
transversal para la medición y valoración de impactos
sociales y resulta de aplicación a programas de diversa
naturaleza, como iniciativas generales de empleo y de
educación, entre otros.
4
Impacto en las personas empleadas:
reducción de la exclusión social
Las personas con discapacidad que han
accedido a un empleo a través del Programa
INSERTA han experimentado una clara mejor ía
de su nivel de calidad de vida y han reducido
en gran medida la brecha que tenían en
relación al nivel de bienestar medio de la
sociedad.
Según el análisis realizado, antes de la
inserción laboral, las personas registraban
un nivel de inclusión social de 76,9 puntos
en una escala de 100, en la que 100
representa una situación de plena inclusión
(relativa al nivel de bienestar medio de la
población española). Tras acceder al empleo,
estas personas han alcanzado un nivel de
90,5 puntos sobre 100. Por tanto, el trabajo ha
permitido que, en promedio, las personas con
discapacidad mejoren en 13,6 puntos su
inclusión social.
En términos ajustados, es decir, ponderando
el impacto en función del diferente riesgo de
exclusión social asociado al perfil de las
personas, el impacto asciende a 12,2 puntos .
Esto implica que, de media, las personas
empleadas han reducido en un 59% su nivel
de exclusión social inicial, esto es, la brecha
de su nivel de bienestar respecto al del
promedio del conjunto de la población.
La inserción laboral ha afectado a diferentes
dimensiones que conforman el nivel de calidad
de vida de las personas. Principalmente, ha
contribuido a mejorar de forma muy relevante el
nivel de bienestar material de las personas
que, de forma mayoritaria, han experimentado
una mejora de la estabilidad de sus ingresos
(antes inestables o muy inestables), una mejor
cobertura de sus necesidades o una reducción
de las carencias materiales experimentadas.
También muy destacable es la mejora en el
bienestar emocional, consecuencia de un
aumento de la autoestima y del nivel de
satisfacción con la propia vida.
Relevante es igualmente la contribución al
desarrollo personal de las personas
empleadas. Antes de acceder al empleo a
través del Programa INSERTA la mayoría de
las personas consideraban que tenían una
actividad inferior a sus expectativas, acordes a
sus habilidades y potencial y que les ofrecía
escasas oportunidades para el desarrollo. Tras
acceder a un empleo a través del Programa
INSERTA, las personas consideran de forma
mayoritaria que éste se ajusta a sus
habilidades y potencial y que su actividad
laboral les ofrece oportunidades para el
aprendizaje y el desarrollo profesional.
Aunque no medidos en el presente proyecto, el
Programa INSERTA aporta también otros
beneficios de gran valor para las personas con
discapacidad empleadas. Por ejemplo, el
acceso a un empleo aporta conocimientos,
experiencias y desarrollo de habilidades que
resultan en una mejora de la empleabilidad de
la que las personas se pueden beneficiar en el
futuro. Asimismo, mejora la igualdad de
oportunidades y el acceso de personas con
discapacidad a puestos especializados y de
responsabilidad, lo que, a su vez, mejora la
visibilidad de este colectivo en el ámbito
laboral.
Valor aportado a la sociedad:
un programa valorado socialmente y
que genera ahorro público
La valoración económica del impacto se ha
llevado a cabo mediante un enfoque que
relaciona el gasto público con el valor que la
sociedad otorga a la inclusión social de
personas con discapacidad.
En la medida en la que la distribución de
recursos públicos refleje las preferencias de
los/as ciudadanos/as, se considera que las
ayudas que las Administraciones públicas
conceden en materia de discapacidad recogen
el valor que la sociedad otorga a la mejora de
la inclusión social de este colectivo.
Con esta aproximación, se pueden estimar los
recursos públicos que se ahorran las distintas
Administraciones públicas gracias a un
5
programa (en este caso, el Programa
INSERTA) o, alternativamente, lo que se
hubieran tenido que gastar para conseguir una
mejora de la inclusión social de estas personas
equivalente a la conseguida gracias al
programa social.
Según el análisis realizado, la inserción laboral
en las empresas colaboradoras del Programa
INSERTA supone una mejora de la inclusión
social valorada en 13.237 euros por persona
empleada. Esto significa que el Programa
INSERTA y las empresas colaboradoras han
mejorado la calidad de vida de las personas
con discapacidad a través del empleo
ahorrando a las Administraciones públicas
13.237 euros por persona. Esta cifra es
equivalente a 3,8 veces el gasto medio por
persona beneficiaria de las ayudas concedidas
en España a la integración laboral de personas
con discapacidad en 2017.
Para el conjunto de las 20 empresas
analizadas, el impacto asciende a 19.087.754
euros. Esto equivale a decir que el Programa
INSERTA y las empresas colaboradoras han
mejorado la calidad de vida de las personas
con discapacidad a través del empleo creado
ahorrando a las Administraciones públicas más
de 19 millones de euros. Esta cifra es
equivalente, por ejemplo, a 2,7 veces el
presupuesto total de la Dirección General de
Políticas de Apoyo a la Discapacidad del
Gobierno de España en 2018.
El dato anterior es solo el impacto para las 20
empresas analizadas y para las personas que
trabajan en las compañías en el momento de
realizar el análisis y que habían accedido al
empleo a través del Programa INSERTA. El
impacto para el histórico de contrataciones y
para el conjunto de todas las empresas sería
muy superior.
Impacto para las empresas: efecto
transversal desde la gestión de las
personas hasta el desarrollo de
nuevos productos
Cada vez son más numerosas las empresas
que apuestan por la contratación de personas
con discapacidad, conscientes de que la
construcción de una plantilla con capacidades,
visiones y experiencias diversas puede tener
efectos transversales muy positivos en las
distintas áreas empresariales. Se ha explorado
el efecto generado sobre las empresas
contratantes de personas con discapacidad en
base a un mapa de potenciales impactos,
estructurado en torno a variables comunes a
la práctica totalidad de las empresas.
Este análisis se ha llevado a cabo en 5
empresas de entre las 20 empresas
anteriormente citadas y se han obtenido los
resultados que siguen.
El 100% de las empresas consideran que
contratar a personas con discapacidad:
mejora la diversidad y aporta valor
diferencial a la compañía
mejora la motivación de sus trabajadores/as
y el clima laboral de la empresa
mejora el orgullo de pertenencia de los/as
trabajadores/as
permite participar en foros de interés para la
compañía
El 80% de las empresas considera que:
afecta positivamente sobre la accesibilidad y
el “diseño para todos” de las instalaciones
utilizadas por los/as clientes/as
influye positivamente sobre el desarrollo de
nuevos productos y servicios y/o en el
acceso a nuevos mercados
influye positivamente sobre su política de
RSC y su cultura corporativa
mejora su relación con los grupos sociales y
la sociedad
El 60% de las empresas considera que:
mejora la relación con sus clientes y su
grado de satisfacción
afecta positivamente en el desarrollo de
entornos de trabajo basados en el “diseño
para todos”
6
1. Introducción
1.1. Contexto
Personas con discapacidad como
colectivo con especial riesgo de
exclusión social
A pesar de que cualquier persona es
susceptible de estar afectada por un proceso
de exclusión social, hay algunos colectivos en
los que la incidencia de la exclusión es
especialmente elevada, entre los que se
encuentra el de las personas con discapacidad.
El mayor riesgo de exclusión social se refleja
en multitud de estadísticas. Por ejemplo, el
65% de las personas con discapacidad se
encuentran inactivas, casi el triple que las
personas sin discapacidad (22,3%); su tasa de
desempleo es del 26,2%, 9,1 puntos
porcentuales más elevada que la de las
personas sin discapacidad;2 y su tasa de riesgo
de pobreza y exclusión social (AROPE) es 7
puntos porcentuales superior a la de las
personas sin discapacidad.3
El Programa INSERTA:
una iniciativa para la inclusión
social de las personas con
discapacidad a través del empleo
En este contexto, el acceso a un empleo puede
tener un efecto especialmente trasformador y
romper el círculo de la exclusión social . El
empleo proporciona una fuente de ingresos,
estabilidad económica y mayores posibilidades
materiales, a la vez que aspectos más
intangibles, pero igualmente relevantes como
un aumento del bienestar emocional, mayor
interacción social o mayor desarrollo
profesional.
2 Instituto Nacional de Estadística (INE): Encuesta sobre el
Empleo de las Personas con Discapacidad 2017 (últimos
datos disponibles). 3 Eurostat Database: People at risk of poverty or social
exclusion by level of activity limitation, sex and age 2018.
Consciente del valor del empleo como palanca
para la inclusión social, la Fundación ONCE,
entidad de referencia en el ámbito de la
discapacidad en España, ha mantenido desde
sus inicios un alto compromiso con la inserción
laboral de personas con discapacidad. Para
cumplir con este compromiso, la Fundación
ONCE colabora con las Administraciones
públicas, las empresas y los agentes sociales
en el desarrollo de iniciativas que faciliten la
cualificación profesional y el acceso al mercado
laboral de las personas con discapacidad,
mediante la formación y la creación de puestos
de trabajo.
Una de estas iniciativas es el Programa
INSERTA, mediante el cual Fundación ONCE y
su entidad de recursos humanos experta en
discapacidad, INSERTA Empleo, ofrece a las
empresas un asesoramiento global y
personalizado; identifica las necesidades y
oportunidades de empleo; y realiza
reclutamiento, formación y preselección de
candidatos y candidatas con discapacidad. De
esta forma, la Fundación ONCE desarrolla el
talento de las personas con discapacidad, en
ocasiones desconocido, y contribuye a la
inclusión laboral exitosa de estas personas en
la plantilla de estas empresas y a la
construcción de empresas más sólidas,
humanas e innovadoras.
Para hacerlo, Fundación ONCE ha creado
alianzas con empresas como socias
estratégicas para impulsar la inserción laboral y
la inclusión social de las personas con
discapacidad.
Actualmente el Programa INSERTA cuenta ya
con la colaboración de más de 100
entidades.
7
1.2. El Proyecto D_INNOVAR: entender y medir para avanzar
La medición del impacto social es un elemento
fundamental dentro del proceso de gestión y
comunicación y cada vez existe una mayor
concienciación sobre la utilidad de entenderlo y
medirlo. A pesar de lo anterior, el tercer sector
ha tenido tradicionalmente una brecha en el
ámbito de la medición ya que, a diferencia de
las mediciones económico-financieras, el
impacto social es técnicamente más complejo
de abordar y hasta ahora no se han dedicado
suficientes recursos humanos ni económicos.
Desde Fundación ONCE, convencidos de que
solo entendiendo y midiendo el resultado de su
trabajo podrán alcanzar mejor sus objetivos, han
asumido el reto de entender mejor la relación
entre inserción laboral e inclusión social y, en
última instancia, de medir y valorar el impacto
generado por el Programa INSERTA. Con este
propósito, la Fundación ONCE, en el marco del
Eje 6 de Innovación Social del Programa
Operativo de Inclusión Social y Economía Social
(POISES) 2014-2020, ha llevado a cabo el
proyecto D_INNOVAR.
El proyecto D_INNOVAR tiene como objetivo
desarrollar y aplicar una nueva metodología
para la identificación y medición del impacto, en
términos de inclusión social, del Programa
INSERTA, persiguiendo con ello mejorar la
eficiencia y eficacia del programa, impulsar
fórmulas innovadoras de inclusión activa y
generalizar actuaciones exitosas, buscando en
definitiva incrementar la inserción laboral de
personas con discapacidad como grupo en
riesgo de exclusión social.
Este proyecto se ha estructurado en dos fases.
La primera fase del proyecto consistió en el
desarrollo de un marco metodológico general
y transversal para la evaluación de programas
sociales orientados a mejorar la inclusión social
de personas en situación de vulnerabilidad y
riesgo de exclusión social. Esta metodología se
ha denominado IS_IMPACT.4
La segunda fase del proyecto ha consistido en
la aplicación de la metodología desarrollada
para la medición y valoración del impacto
generado por el Programa INSERTA,
analizando para ello una muestra de convenios
de entre el conjunto de colaboraciones que la
Fundación ONCE ha suscrito con empresas
colaboradoras en el marco de este programa.
¿Qué impactos se miden?
Aplicado al Programa INSERTA, la metodología
IS_IMPACT ha permitido analizar y medir el
impacto generado sobre los siguientes agentes:
Personas con discapacidad
empleadas
Cambio experimentado en su nivel
de inclusión social gracias al empleo
Sociedad
Valor económico que tiene para la
sociedad el impacto social generado
en las personas empleadas
Empresas contratantes
Efecto que genera la contratación de
personas con discapacidad sobre las
empresas contratantes
De forma más concreta, esta metodología
permite responder a las siguientes cuestiones:
¿Qué nivel de exclusión social tienen las
personas con discapacidad antes de
acceder al empleo?
¿El trabajo permite reducir el nivel de
exclusión social? y, en caso afirmativo, ¿en
qué medida?
¿Cuánto tendrían que gastarse las
Administraciones públicas para conseguir
ese mismo impacto?
¿Qué aporta a las empresas la
incorporación de personas con
discapacidad a su plantilla?
4 Los fundamentos de la metodología IS_IMPACT se
explican de forma detallada en el Documento
Metodológico, disponible en la web de la Fundación
ONCE (https://goo.gl/DaexEo).
8
En última instancia, las respuestas a las
cuestiones anteriores han permitido abordar el
objetivo del proyecto: medir y valorar el
impacto del Programa INSERTA, tanto para
las propias personas con discapacidad
empleadas a través del mismo como para las
empresas contratantes colaboradoras .
¿Qué impactos adicionales genera
el Programa INSERTA?
Además de los impactos analizados y medidos
en el marco del Proyecto D_INNOVAR, el
Programa INSERTA aporta, al menos, dos
aspectos especialmente destacables:
Ha mejorado el nivel de empleabilidad de
las aproximadamente 22.500 personas
insertadas laboralmente en sus años en
funcionamiento, aportándoles nuevos
conocimientos, experiencias y desarrollo de
habilidades que, sin duda, mejoran la
probabilidad de que estas personas accedan
a nuevos puestos de trabajo en el futuro.
Ha contribuido a la igualdad de
oportunidades y a fomentar el acceso de
personas con discapacidad a puestos de
trabajo especializados y de responsabilidad.
Esto supone además un impacto positivo en
la visibilidad y normalización de la
discapacidad en el ámbito profesional.
Aportación a la innovación social y
a los incentivos a la contratación
La innovación social persigue dar respuesta a
los grandes retos sociales a través de nuevos
productos, servicios o modelos de trabajo. En
este sentido, el proyecto D_INNOVAR
contribuye a la innovación social en la medida
en la que aporta una metodología innovadora
para medir impactos sociales y fomenta e
impulsa el Programa INSERTA, a su vez, una
fórmula innovadora para mejorar la inclusión
social de las personas con discapacidad como
grupo especialmente afectado por procesos de
exclusión social.
La información acerca del impacto positivo
generado sobre las personas con discapacidad
contratadas y sobre el valor económico de este
impacto proporciona a las empresas
instrumentos para poner en valor su actuación
en el ámbito de la diversidad en discapacidad.
Asimismo, el análisis sobre el impacto
empresarial informa a las empresas sobre cómo
la contratación de personas con discapacidad
impacta sobre variables clave dentro de su
organización. En conjunto, estos dos factores
contribuyen a aumentar los incentivos de las
empresas (las que actualmente colaboran y las
potencialmente colaboradoras) a participar en
este tipo de iniciativas, lo que aumenta la
inserción laboral de personas con discapacidad
y, reduce, en consecuencia, su riego de
exclusión social.
1.3. Contenido
El presente documento se estructura como
sigue:
En la sección 2 se analiza y cuantifica el
impacto que tiene el acceso al empleo para las
personas con discapacidad insertadas
laboralmente a través del Programa
INSERTA. Esta sección incluye una
desagregación de los principales resultados
tanto por perfil de las personas empleadas
(género, edad y grado de discapacidad) como
por sector económico de actividad.
En la sección 3 se estima el valor económico
del impacto intangible (analizado en la sección
anterior) para la sociedad. Este valor se
expresa tanto en términos unitarios (por persona
empleada) como agregados, para el conjunto de
las 20 empresas analizadas. Además, se
proporciona una serie de comparables que
facilitan la comprensión del orden de magnitud
de los impactos.
La sección 4 está destinada a analizar el
impacto de la inserción laboral sobre las
empresas contratantes, en base a un mapa de
potenciales impactos estructurados en torno a
dimensiones empresariales comunes a la
práctica totalidad de las empresas.
Por último, en la sección 5 se identifican una
serie de palancas de actuación orientadas a
aprovechar el potencial que tiene la inserción
laboral para impulsar la inclusión social de las
personas con discapacidad.
9
2. Impacto sobre las personas con discapacidad empleadas
2.1. Introducción
El concepto de inclusión social
El concepto de inclusión social ha sido definido
y utilizado por varios autores y autoras en
diferentes contextos y la mayoría coinciden en
remarcar su carácter multidimensional .
En coherencia con esta naturaleza
multidimensional, la metodología IS_IMPACT
utiliza un esquema de ítems que representa el
nivel de inclusión / exclusión social de una
persona en torno a ocho dimensiones,
tradicionalmente asociadas al concepto de
calidad de vida: bienestar material, bienestar
físico, bienestar emocional,
autodeterminación, derechos, desarrollo
personal, interacción social y relaciones
personales (ver Figura 1).
Para abordar la cuantificación del nivel de
inclusión / exclusión social, la metodología
define para cada una de estas dimensiones una
serie de parámetros e indicadores, variables
más concretas que permiten entender el efecto
del empleo en la calidad de vida y operativizar
la cuantificación.
Figura 1. Mapa de ocho dimensiones de calidad de vida 5
5 La metodología se basa en un esquema de ítems articulado en torno a las ocho dimensiones de calidad de vida propuestas por
Schalock, R.L. y Verdugo, M.A. (2003). Calidad de vida. Manual para profesionales de la educación, salud y servicios sociales.
Madrid: Alianza Editorial.
Objetivo y análisis
En esta sección se analiza y se mide el efecto que ha tenido el acceso al empleo en las personas
con discapacidad insertadas laboralmente a través del Programa INSERTA para responder a las
siguientes preguntas: ¿Qué nivel de exclusión social tienen las person as con discapacidad antes
de acceder al empleo? ¿El trabajo permite reducir el nivel de exclusión social? ¿En qué medida?
Para hacerlo, se han analizado 20 empresas, que conjuntamente empleaban a un total de 1.442
personas en el momento de realizar el anál isis, y se han llevado a cabo entrevistas en profundidad
a 309 de ellas, lo que supone una muestra estadísticamente representativa del conjunto.
10
Medir la inclusión social
La Metodología IS_IMPACT parte del
entendimiento de que la inclusión social
consiste en el acercamiento de las personas al
nivel de calidad de vida medio de la sociedad
en la que viven y, en consecuencia, solamente
tiene en cuenta las mejoras de calidad de vida
hasta alcanzar este nivel. Es decir, se centra
únicamente en situaciones de exclusión
social (aquéllas en las que las personas se
encuentran en un nivel de calidad de vida
inferior al de la media de la población).
Figura 2. Histograma de calidad de vida
Partiendo del esquema conceptual definido en
la Figura 1, cada una de las posibles situaciones
en las que se puede encontrar una persona en
cada uno de los ítems del mapa de impactos
tiene un valor asignado que oscila entre el 0 y
el 100. La agregación de todos los ítems indica
el nivel de inclusión / exclusión social agregado
de la persona en una escala que, igualmente
toma valores entre 0 y 100, donde:
0 hace referencia a una situación de
máxima exclusión social (en todas las
variables que componen el mapa de
dimensiones), y
100 a una situación de plena inclusión
(con un nivel de calidad de vida como
mínimo igual al del promedio de la
sociedad en todas las variables).
La diferencia entre el nivel de inclusión social
antes y después de la inserción laboral es el
impacto en inclusión social en términos
brutos.
Este valor es mayor cuanto más precaria sea la
situación de partida y el grado de precariedad
se valora por el número de personas del
conjunto de la sociedad española que se
encuentra en esa situación.
De esta forma, la metodología, a partir de una
escala no lineal, otorga un mayor peso a las
mejoras de calidad de vida cuanto menor sea el
nivel de calidad de vida de partida de la
persona.
Ajuste para “premiar” el impacto
en perfiles en especial riesgo de
exclusión social
Además del impacto en términos brutos, la
metodología contempla un ajuste para otorgar
una mayor puntuación relativa a aquellos
perfiles que muestran, de media, un mayor
riesgo de exclusión social:
Mujeres. Se otorga un mayor peso al
impacto generado en mujeres por el
mayor nivel de desempleo y exclusión
social que registran, en promedio, en
relación a los hombres.
Residentes en áreas desfavorecidas .
Se otorga una mayor puntuación
relativa al impacto generado sobre
personas residentes en territorios con
bajas oportunidades económicas y
laborales.
Construcción de la muestra
La selección de las 20 empresas se ha
realizado en base a criterios de
representatividad, buscando la participación de
empresas de las principales áreas de actividad.
Posteriormente estas actividades se han
agrupado en torno a cinco grandes sectores
económicos: (i) infraestructura, servicios y
transporte, (ii) comercio, (iii) hostelería y
restauración, (iv) seguros y servicios
profesionales y (v) alimentación (Figura 3).
El conjunto de personas con discapacidad que
accedieron a trabajar en las 20 empresas a
través del Programa INSERTA y que
11
permanecían en las mismas en el momento de
realizar el trabajo de campo asciende a 1.442.
Partiendo de esta población, se seleccionó
para cada una de las 20 empresas una muestra
estadísticamente representativa en términos de
género, edad, discapacidad y lugar de
residencia, entre otros aspectos, que en
conjunto ascendió a 309 personas (Figura 5).
El trabajo de campo se llevó a cabo a lo largo
de 15 meses, entre abril de 2018 y junio de
2019. En este proceso se realizaron entrevistas
en profundidad a personas con discapacidad
empleadas en las 17 Comunidades Autónomas
(CCAA). La distribución geográfica de la
muestra refleja la de las personas con
discapacidad empleadas a través del Programa
INSERTA en España (ver Figura 4).
Figura 3. Distribución de las personas
entrevistadas por sectores de actividad
13,0% Alimentación
21,0% Comercio
19,7% Hostelería y restauración
30,1% Infraestructura, servicios y transporte
16,2% Seguros y servicios profesionales
Figura 4. Distribución de las personas
entrevistadas por lugar de residencia
Figura 5. Distribución de la muestra por características de las personas
Género Edad Grado de discapacidad Tipo de discapacidad
57,0% hombres
43,0% mujeres
31,7% menores de 35 años
34,6% entre 36 y 45 años
33,7% mayores de 45 años
60,6% inferior a 40%
29,0% entre 41 y 65%
10,4% superior a 65%
56,3% física
11,7% auditiva
8,7% visual
7,4% mental
4,9% intelectual
11,0% desconocido
Se han realizado 309 entrevistas en profundidad a personas con discapacidad trabajadoras en las 20 empresas analizadas, pertenecientes a diferentes sectores económicos
Se ha entrevistado a personas representativas del conjunto del Programa INSERTA en términos de género, edad, discapacidad y lugar de residencia (distribuidas en las 17 CCAA)
12
2.2. Resultados agregados
Inclusión social antes y después
del empleo: impacto bruto
Antes de acceder a su empleo a través del
Programa INSERTA, las personas
registraban, de media, un nivel de inclusión
social de 76,9 puntos sobre 100 en la escala
de medición de la metodología IS_IMPACT,
considerablemente alejado del nivel de
bienestar medio de la población española.
Tras su inserción laboral, las personas
alcanzaron, de media, un nivel de 90,5
puntos sobre 100, una situación ya muy
cercana a la plena inclusión.
Por tanto, la inserción laboral en las empresas
analizadas ha permitido mejorar en 13,6
puntos la inclusión social de las personas
empleadas, en promedio, en términos brutos.
Esto es equivalente a decir que la inserción
laboral ha reducido el grado de exclusión
social medio de las personas con
discapacidad en un 58,9% (ver Figura 6).
Figura 6. Nivel de inclusión / exclusión social antes y después de la inserción laboral
Gracias al empleo y al efecto que éste genera sobre la calidad de vida, las personas con discapacidad empleadas gracias al Programa INSERTA han alcanzado una situación muy cercana a la plena inclusión
En términos cuantitativos, el empleo ha contribuido a reducir en un 58,9% el nivel de exclusión social medio de las personas con discapacidad empleadas a través del Programa INSERTA en las empresas analizadas
13
Impacto ajustado por perfil:
género y lugar de residencia
Cualquier persona, independientemente de
cuáles sean sus características
sociodemográficas, es susceptible de verse
afectada por un proceso de exclusión social.
Sin embargo, en la práctica hay determinados
perfiles que experimentan dificultades de forma
más intensa y reiterada que otros.
Las mujeres y las personas residentes en
territorios desfavorecidos o con escasas
oportunidades laborales acusan especialmente
la exclusión social, y más aún cuando se trata
de personas con discapacidad.
Para tener en cuenta la mayor prevalencia de
la exclusión social en estos perfiles,
IS_IMPACT incorpora unos factores de ajuste.
La introducción de estos ajustes está
orientada a otorgar un mayor peso relativo
al impacto generado sobre sus mejoras de
calidad de vida. De esta forma, la metodología
“premia” a las empresas por su contribución al
empleo femenino y en entornos con escasas
oportunidades económicas y contribuye de esta
forma a mejorar la inclusión social de las
mujeres con discapacidad y a fomentar el
empleo en los territorios menos desarrollados.
Así, para medir el impacto generado por el
Programa INSERTA teniendo en cuenta esta
realidad, se parte del impacto bruto (la
diferencia entre el nivel de inclusión social
después y antes de la inserción laboral) y se
ajusta para otorgar un mayor peso relativo al
impacto generado sobre las personas que
tienen unas condiciones asociadas a unas
mayores dificultades y a un mayor riesgo de
exclusión social.
El impacto promedio ajustado, es decir, una
vez ponderado el impacto de cada persona
según su género y su lugar de residencia,
asciende a 12,2 puntos.
Figura 7. Ajuste del impacto de la inserción laboral de personas con discapacidad
Nota : E l impac to en té rminos a jus tados es s iempre in fer io r a l impac to b ru to po r c ues t iones
metodo lóg icas . E l impac to de los hombres se a jus ta mul t i p l i cándo lo por 0 ,902, o torgándole s una
ponderac ión in fe r io r a l de l as mujeres (es te a jus te se debe a la d i fe renc ia re l a t i v a en e l n ive l de
exc lus ión soc ia l ent re hombres y muje res , ap rox imados a t ravés de l Índ ice Genera l de Exc lus ión de
FOESSA). De forma s imi l ar , e l impac to de las pe rsonas res identes en l uga res más desar ro l l ados y con
mayores pos ib i l i dades económico - labora les se a jus ta para o to rgar l es un menor peso re la t i vo que a l
impac to generado en las personas res identes en zonas más des favorec idas . Pa ra hacer es te a jus te se
han u t i l i zado datos sobre desempleo, ac t i v idad económica y desa rro l l o a n ive l de cód igo pos ta l .
La inserción laboral ha mejorado, en promedio, en 13,6 puntos la inclusión social de las personas trabajadoras en términos brutos y en 12,2 puntos en términos ajustados. La primera cifra otorga el mismo peso a las mejoras experimentadas por todas las personas, mientras que la segunda las pondera de forma diferente en función del riesgo de exclusión social asociado a su género y el nivel de desarrollo económico de su lugar de residencia
14
2.3. Relación entre la situación de partida y el impacto generado
El impacto generado por el empleo depende en
gran medida del nivel de bienestar y de
inclusión social de las personas con
discapacidad antes de acceder al empleo. Las
personas que se encontraban en una situación
de exclusión social antes de acceder al
Programa INSERTA presentaban un mayor
margen para avanzar hacia situaciones de
inclusión que las personas que, a pesar de no
trabajar, presentaban niveles de bienestar
similares a la media de la población.
Por tanto, como era de esperar, se ha
observado una relación inversa entre el nivel
de inclusión social en la situación previa al
empleo, y el impacto generado por el
empleo. Es decir, a menor nivel de inclusión
social en la situación de partida, mayor es, de
media, la contribución del trabajo al nivel de
bienestar (ver Figura 8).
Esta relación se explica intuitivamente, puesto
que una persona que se encuentra en una
situación de mayor exclusión social presenta un
mayor recorrido de mejora que una persona
que está inicialmente más cercana a la plena
inclusión y que, por tanto, cuenta con escaso
margen de mejora.
Además de lo anterior, esta relación se debe
también a las características de la metodología,
que se basa en una escala no lineal y otorga
más puntos a las mejoras de calidad de vida
obtenidas por las personas en una situación de
mayor exclusión social. De este modo, las
mejoras del bienestar en situaciones de
exclusión severa tienen asociado un nivel de
puntos superior a las mejoras que se producen
en torno a situaciones de mayor inclusión.
Por último, el grado de reducción de la brecha
de exclusión social es relativamente similar
para diferentes niveles de situación de
partida (59,0%, 58,4% y 58,5% para niveles de
partida inferiores a 60 puntos, entre 60 y 80 y
superiores a 80, respectivamente). Es decir, las
personas consiguen reducir el diferencial
respecto al promedio de la población en una
proporción similar, independientemente de su
nivel inicial.
Figura 8. Relación entre la situación de partida y el impacto generado por el empleo en términos
de inclusión social
15
2.4. Desagregación por dimensiones afectadas
El trabajo habitualmente es un elemento central
en la vida de las personas y aporta ingresos y
estabilidad económica, factores críticos para
tener una vida digna y cubrir las necesidades
más básicas. Sin embargo, la contribución del
empleo no se limita a lo económico y, en
muchas ocasiones, constituye un factor
transformador, que aporta a las personas una
serie de beneficios más intangibles, pero
igualmente relevantes. Para analizarlo se ha
partido del esquema de ocho dimensiones de la
Figura 1 y se ha medido la contribución del
empleo a cada una de ellas.
Según los resultados obtenidos, las
dimensiones más afectadas por la inserción
laboral son aquellas en las que las personas
partían de un nivel de exclusión social mayor,
en término medio (ver Figura 9) y que son:
bienestar material (que acumula el 27% del
impacto), bienestar emocional (24% del
impacto) y desarrollo personal (21% del
impacto). Además, la inserción laboral ha
contribuido a mejorar, en cierta medida, otros
aspectos como interacción social (10% del
impacto), autodeterminación (7% del impacto),
bienestar físico (6% del impacto) o
conocimiento y ejercicio de los derechos (2%
del impacto).
En las próximas secciones se analizan en
detalle las dimensiones con mayor impacto.
Para cada una de ellas se llevan a cabo los
siguientes análisis: (i) desglose de los impactos
para los principales componentes afectados en
cada dimensión; (ii) análisis de la distribución
de las personas por situación de inclusión /
exclusión social antes y después de la
inserción laboral y (iii) análisis cualitativo a
través de la selección de extractos de las
entrevistas.
Figura 9. Nivel medio de inclusión social de las personas empleadas a través del Programa
INSERTA antes y después de la inserción laboral y desglose del impacto por dimensión afectada
16
Bienestar material
Probablemente la esfera de la calidad de vida
que más atención ha recibido tradicionalmente
en los estudios sobre situaciones de
vulnerabilidad sea la económica, la relativa al
bienestar material, vinculada al concepto de
pobreza. Esto se debe a la elevada influencia
que tiene la situación económica de una
persona sobre su nivel de bienestar general, ya
que difícilmente alguien sin ingresos o con
serias dificultades para cubrir sus necesidades
puede registrar un buen nivel de calidad de
vida.
En términos generales, esta dimensión hace
referencia a la capacidad de las personas para
cubrir sus necesidades y llevar a cabo sus
proyectos, lo que puede reflejarse a través de
múltiples vías, muchas de ellas
interrelacionadas.
A nivel operativo, esta dimensión está
integrada por tres parámetros: estabilidad y
nivel de ingresos; vivienda; y cobertura de
necesidades, cada uno de ellos integrado por
diversos indicadores (ver Figura 10).
Como se refleja en la Figura 11, las personas
con discapacidad empleadas a través del
Programa INSERTA han experimentado una
mejora muy notable de su nivel de inclusión
social en el ámbito del bienestar material . En
concreto, han reducido la brecha respecto a la
media de la población española en un 74% y
han pasado a estar prácticamente en una
situación de normalidad y plena inclusión,
similar a la media de la población española.
Figura 10. Parámetros e indicadores de la
dimensión de bienestar material
Figura 11. Nivel medio de inclusión / exclusión social en bienestar material antes y después de la
inserción laboral, en términos brutos
17
El impacto viene generado principalmente por
una mejora en la estabilidad y nivel de
ingresos (57,6% del impacto), así como por
una mejora en la cobertura de sus
necesidades y una disminución de las
restricciones económicas (39,4% del impacto) –
ver Figura 12.
Figura 12. Impacto en bienestar material
desagregado por parámetros
El principal indicador del bienestar material es
el nivel de ingresos, ya que no se puede
concebir la integración de una persona si no
existe un mínimo de capacidad adquisitiva que
le permita disponer de suficientes medios
materiales para poder vivir dignamente. En este
ámbito, el impacto del acceso al empleo a
través del Programa INSERTA ha sido muy
relevante. Por ejemplo, el 80,8% de las
personas entrevistadas han experimentado
una mejora significativa en el nivel de
ingresos familiares como consecuencia del
trabajo.
Complementariamente al nivel de ingresos, el
bienestar de una persona depende en gran
medida de la existencia de una fuente de
ingresos estable, que aporte certidumbre para
planificar y llevar a cabo proyectos vitales
relevantes como independizarse, formar una
familia o realizar adquisiciones relevantes como
un vehículo o una vivienda.
Antes de la inserción laboral, las personas
entrevistadas presentaban una importante
inestabilidad económica. En concreto, tan
solo el 15,2% contaban con una fuente de
ingresos estable, mientras que el 84,8% de las
personas indicaban que sus ingresos provenían
de fuentes inestables o muy inestables, como
empleos temporales, prestaciones por
desempleo, actividades precarias, ayudas
puntuales, etc.
En esta situación, el acceso al empleo les ha
permitido mejorar significativamente su
estabilidad económica de manera que,
actualmente, la proporción de personas que
consideran que cuentan con una fuente de
ingresos estables asciende al 90,4%.
Así, el 75,2% de las personas ha pasado de
disponer de una fuente de ingresos
inestable o muy inestable a poder disfrutar
de una posición de estabilidad económica ,
con todos los beneficios que ello conlleva.
Figura 13. Estabilidad de los ingresos de las
personas empleadas antes y después de la
inserción laboral
Pese a la importancia de la estabilidad y el
nivel de ingresos, estos factores no han de ser
analizados de forma aislada, sino que es
aconsejable valorarlos de forma integrada con
variables de gasto que permitan evaluar la
existencia de privaciones y carencias
materiales. En este ámbito, algunos de los
indicadores que reflejan la cobertura de
necesidades incluyen la dificultad que tienen
las personas para atender a los gastos
considerados como usuales; es decir, la
capacidad para llegar a fin de mes, y la
18
dificultad de hacer frente a aquellos gastos de
carácter más imprevisto.
En este sentido, el 64,8% de las personas han
mejorado su capacidad para llegar a fin de
mes gracias a su empleo a través del Programa
INSERTA. Como se muestra en la Figura 14, el
47,3% de las personas han pasado de
experimentar dificultades o grandes dificultades
para llegar a fin de mes a situarse en la media
de la población española (con alguna o ninguna
dificultad).
Además, la proporción de personas con
grandes dificultades para llegar a fin de mes
se ha reducido notablemente , pasando de un
41,5% a apenas un 3%.
Como consecuencia, actualmente, el 72,7% de
las personas empleadas han manifestado
experimentar solamente alguna o ninguna
dificultad para llegar a fin de mes, frente al
25,4% que se encontraban en esta situación
antes de su inserción laboral.
Figura 14. Dificultad para llegar a fin de mes
de las personas empleadas antes y después
de la inserción laboral
El acceso al trabajo ha contribuido a mejorar fundamentalmente el nivel de bienestar material de las personas con discapacidad empleadas. Principalmente, han mejorado el nivel de ingresos familiares, han aumentado su estabilidad económica y la cobertura de necesidades y han reducido significativamente las dificultades para llegar a fin de mes.
Antes de la inserción laboral, solo el 15,2% de las personas con discapacidad entrevistadas disponía de una fuente de ingresos estable. Tras empezar a trabajar gracias al Programa INSERTA, más del 90% de las personas considera que se encuentra en una situación de estabilidad.
20
Bienestar emocional
La situación de desempleo, unido en ocasiones
a los efectos generados por la discapacidad,
pueden provocar que algunas personas tengan
una baja autoestima, ansiedad o frustración, lo
que puede afectar negativamente a su estado
anímico y provocar un bajo nivel de bienestar
emocional.
A nivel operativo, esta dimensión está
integrada por dos parámetros: autoestima y
satisfacción (ver Figura 15).
Como se aprecia en la Figura 16, de media, las
personas que han accedido a su empleo a
través del Programa INSERTA han pasado de
un nivel de inclusión social en bienestar
emocional de 68 a uno de 93,6 , lo que supone
un impacto de 25,6 puntos de inclusión
social, en términos brutos. De forma
equivalente, estos resultados indican que las
personas han reducido prácticamente por
completo la brecha que registraban en relación
a la media de la población y disminuido su
nivel de exclusión social en un 80% en esta
dimensión.
Figura 15. Parámetros e indicadores de la
dimensión de bienestar emocional
El impacto en el bienestar emocional de las
personas empleadas proviene
fundamentalmente del aumento del nivel de
autoestima (un 59% del impacto), y en menor
medida, de la mejora del grado de satisfacción
general con la vida (un 41% del impacto) –
ver Figura 17.
Figura 16. Nivel medio de inclusión y exclusión social en bienestar emocional antes y después de
la inserción laboral, en términos brutos
21
Figura 17. Impacto en bienestar emocional
desagregado por parámetros
Como se ha comentado anteriormente, es
frecuente que las personas en riesgo de
exclusión o con dificultades para acceder al
mercado laboral experimenten falta de
autoestima, sentimientos de pesimismo,
tristeza, apatía, falta de confianza o
inseguridad. Tras el análisis realizado, se ha
observado que el acceso al empleo revierte
esta situación e impacta de forma muy positiva
sobre el bienestar emocional.
Según los resultados obtenidos, el 72,3% de
las personas entrevistadas consideran que
su nivel de autoestima ha mejorado tras
acceder a su empleo a través del Programa
INSERTA. El efecto ha sido especialmente
relevante para el 30,1% de las personas que,
como se puede apreciar en la Figura 18, han
pasado de un nivel de autoestima bajo o
muy bajo a uno alto o muy alto.
Figura 18. Nivel de autoestima de las
personas empleadas antes y después de la
inserción laboral
Por otro lado, los procesos de exclusión social
y las perniciosas consecuencias que generan
en la vida de las personas provocan que la
satisfacción de estas personas consigo mismas
y con los aspectos que componen su vida sea
baja. Por el contrario, las personas incluidas
socialmente se sienten libres, cómodas consigo
mismas, satisfechas con sus vidas y, en
definitiva, más felices. Para abordar este
aspecto, la autopercepción de la satisfacción
personal es un potente indicador del grado de
tranquilidad y felicidad de las personas. En
este caso, el análisis ha mostrado que el
empleo a través del Programa INSERTA
también ha permitido a las personas mejorar su
grado de satisfacción con los diversos aspectos
de sus vidas.
En concreto, el 73,2% de las personas
empleadas han experimentado una mejora
en su satisfacción. Además, como se muestra
en la Figura 19, más de la mitad de las personas
beneficiarias del programa, un 51,1%, han
alcanzado el nivel de satisfacción medio de la
población española. De este modo, tras la
inserción laboral, el porcentaje de personas
que manifiestan una satisfacción alta o muy
alta es del 59%, frente al 7,9% que se
encontraban en esta situación con anterioridad.
Figura 19. Grado de satisfacción general de
las personas empleadas antes y después de
la inserción laboral
23
Desarrollo personal
Las personas con discapacidad registran, en
promedio, un peor acceso a la formación y al
mercado laboral y experimentan mayores
dificultades para desarrollarse en el ámbito
educativo y profesional. En este sentido, las
actividades que permiten que las personas se
desarrollen según sus habilidades, potencial y
expectativas mejoran la calidad de vida de las
personas, ayudando a que se sientan más
realizadas. De este modo, existe una
importante relación entre el nivel de desarrollo
personal y profesional y el proceso de inclusión
o, en su defecto, de exclusión social.
En términos generales, esta dimensión
contempla la importancia del acceso de las
personas con discapacidad a un empleo
adecuado a su nivel formativo, a su potencial y
a sus expectativas profesionales, que les
permita desarrollar nuevos conocimientos,
habilidades y destrezas.
A nivel operativo, esta dimensión está
integrada por dos parámetros: aprendizaje y
desarrollo; y desarrollo de habilidades
tecnológicas (Figura 20).
Tal y como se muestra en la Figura 21, la
incorporación al empleo a través del Programa
INSERTA ha permitido a las personas
empleadas incrementar su nivel de inclusión
social en esta dimensión, de media, en 22,4
puntos. De forma equivalente, esto implica
que, de media, las personas han disminuido
su nivel de exclusión social en desarrollo
personal en un 59,6% gracias al empleo .
Figura 20. Parámetros e indicadores de la
dimensión de bienestar material
Figura 21. Nivel medio de inclusión y exclusión social en desarrollo personal antes y después de
la inserción laboral, en términos brutos
24
El impacto en esta dimensión proviene
fundamentalmente del aprendizaje y
desarrollo que experimentan las personas
con discapacidad en su empleo (80,0% del
impacto) y, en menor medida, del desarrollo
de habilidades tecnológicas (20% del
impacto) - Ver Figura 22.
Figura 22. Impacto en desarrollo personal
desagregado por parámetros
Uno de los principales motores del desarrollo
personal es el aprendizaje, ya que es un
proceso que permite a las personas adquirir
conocimientos y habilidades necesarios para la
realización de su trabajo y desarrollarse
personal y profesionalmente. Por lo tanto, es
necesario que exista una correcta adecuación
entre las capacidades y expectativas
profesionales de cada persona y la actividad
que desempeña para alcanzar cierto grado de
autorrealización y desarrollo. Por el contrario,
si las personas perciben que los requerimientos
para la actividad que desempeñan son menores
a los que poseen, se genera un sentimiento de
frustración e infravaloración que contribuye de
forma negativa al proceso de desarrollo y al
sentimiento de autorrealización.
En este sentido, antes de la inserción laboral a
través del Programa INSERTA,
aproximadamente la mitad de las personas (el
48,8%) consideraban que su actividad diaria
tenía unos requerimientos inferiores a su
formación, potencial y expectativas. Tras
acceder a su empleo, el 38,6% de las personas
consideran que han mejorado en este ámbito
(ver Figura 23), y actualmente el 89,7% de las
personas desempeñan labores que
consideran acordes a su potencial y
expectativas.
Figura 23. Adecuación de la actividad diaria a
potencial y expectativas antes y después de
la inserción laboral
Por otro lado, el aprendizaje y el desarrollo
son procesos continuos y que se
retroalimentan, de tal forma que las personas
se van desarrollando a medida que aprenden y
adquieren nuevas habilidades, progresan y se
enfrentan a nuevos retos en su día a día. En
este sentido, si las actividades diarias que
desempeñan las personas les permiten el
aprendizaje y la adquisición de nuevas
competencias y habilidades, esto se convierte
en un potente factor de mejora de la calidad de
vida y, en definitiva, de la inclusión social.
Figura 24. Oportunidades de aprendizaje de
las personas empleadas antes y después de
la inserción laboral
25
Según las entrevistas realizadas, gracias al
empleo del Programa INSERTA, el 67,4% de
las personas encuentran que su actividad
diaria les ofrece oportunidades de
aprendizaje y desarrollo siempre o
frecuentemente. El 52,1% de las personas han
mejorado en este sentido, y, como se observa
en la Figura 24, el cambio ha sido
especialmente significativo para el 36,8% de
las personas, que han pasado de no
experimentar oportunidades de aprendizaje
casi nunca o solo alguna vez, a percibir estas
oportunidades siempre o frecuentemente tras la
inserción laboral. Asimismo, el porcentaje de
personas que no experimentan oportunidades
de aprendizaje en su día a día se ha reducido
muy considerablemente, pasando de un 34,7%
a un 5,2%.
Relacionado con lo anterior, en la sociedad del
conocimiento actual, las nuevas tecnologías
están cada vez más presentes, de modo que el
acceso a las mismas y el desarrollo de
habilidades en su manejo se ha convertido en
un elemento esencial en el proceso de
inclusión de las personas. En este sentido, el
17,6% de las personas han mejorado sus
habilidades tecnológicas gracias a su empleo
a través del Programa INSERTA.
Como consecuencia de lo anterior, el trabajo a
través del Programa INSERTA y sus empresas
colaboradoras ha contribuido al desarrollo
personal y profesional de las personas
empleadas y ha aumentado su nivel de
empleabilidad. Esta contribución a la mejora
del capital humano supone un impacto que
trasciende el presente y del que se pueden
beneficiar las personas en el medio y largo
plazo.
Antes de la inserción laboral, una parte muy relevante de las personas realizaba actividades por debajo de su formación y expectativas, no tenían oportunidades de aprendizaje y desarrollo y hacían un uso escaso de las nuevas tecnologías.
Gracias el empleo, casi el 90% de las personas considera que realiza una labor acorde a su formación, potencial y expectativas. Además, la mayor parte cuentan en su día a día con oportunidades para el aprendizaje y el desarrollo y muchas de ellas han mejorado en el conocimiento y uso de las nuevas tecnologías
27
Interacción social
Las personas con discapacidad en ocasiones
se enfrentan a obstáculos en el acceso a
diversos aspectos de la vida social y el peor
acceso al mercado laboral agrava esta
situación. La existencia de barreras, ya sean
físicas o de otro tipo, pueden limitar la
participación social de las personas con
discapacidad y aumentar su riesgo de
aislamiento. A lo anterior hay que unir que las
personas desempleadas suelen tener menores
posibilidades de establecer nuevas amistades y
de dirigirse a personas fuera de su entorno más
inmediato por la ausencia de interacción social
en el entorno laboral.
Esta dimensión integra precisamente estas
ideas y, a nivel operativo, está integrada por
dos parámetros: acceso a relaciones
sociales y sentimiento de integración (ver
Figura 25).
Según los resultados obtenidos, el empleo a
través del Programa INSERTA ha facilitado la
interacción social de las personas con
discapacidad empleadas, permitiéndoles
incrementar, de media, su nivel de inclusión
social en este ámbito en 11,2 puntos. Esto
significa que, gracias al empleo, han logrado
reducir su nivel de exclusión social en
interacción social en un 82,4%. Como
consecuencia, las personas han alcanzado de
media un nivel de inclusión de casi el 98% en
interacción social. Es decir, han logrado
prácticamente la plena inclusión en esta
dimensión – Ver Figura 26.
Figura 25. Parámetros e indicadores de la
dimensión de interacción social
Figura 26. Nivel medio de inclusión y exclusión social en interacción social antes y después de la
inserción laboral, en términos brutos
28
El impacto generado proviene principalmente
de la mejora en el sentimiento de integración
en la sociedad de las personas empleadas
(58,3% del impacto) y, aunque en menor
medida, de un mayor acceso a relaciones
sociales (41,7% del impacto) – ver Figura 27.
Figura 27. Impacto en interacción social
desagregado por parámetros
Como se ha comentado anteriormente, la
capacidad de interactuar y establecer
relaciones sociales con las personas del
entorno es un elemento esencial para un
correcto desarrollo y una plena inclusión en la
sociedad. No se puede concebir la integración
en la sociedad de las personas sin que exista
un grado mínimo de relaciones interpersonales
con la gente del entorno, esto es, amistades,
vecindario, compañeros de trabajo, etc. con los
que las personas mantengan un contacto
individual de forma más o menos cotidiana.
Según muestran los resultados obtenidos del
análisis, el 45,9% de las personas con
discapacidad que se han incorporado en las
empresas colaboradoras del Programa
INSERTA han mejorado su nivel de acceso a
relaciones sociales.
La interacción con las personas del entorno es
un poderoso agente socializador, de forma que
fomenta que las personas participen y
compartan actividades con sus semejantes.
Todo ello contribuye al desarrollo de un
sentimiento de comodidad consigo mismas y
con el entorno que las rodea y, en definitiva,
contribuye a que las personas se sientan más
integradas en la sociedad.
En este sentido, el 47,7% de las personas
empleadas a través del Programa INSERTA
entrevistadas han mejorado su sentimiento
de inclusión en la sociedad. El cambio ha sido
especialmente significativo para el 15,5% de
las personas que han pasado de sentirse
excluidas o muy excluidas a situarse en la
media de la población española, sintiéndose
muy incluidas, tal y como se puede observar en
la Figura 28.
Figura 28. Sentimiento de integración de las
personas empleadas antes y después de la
inserción laboral
Gracias al empleo, las personas con discapacidad han alcanzado un nivel de prácticamente plena inclusión social en el ámbito de la interacción social al mejorar su nivel de acceso a relaciones sociales y su sentimiento de participación en la sociedad
30
Otras dimensiones de impacto
Autodeterminación
La capacidad para desenvolverse de forma
autónoma y de afrontar y tomar las propias
decisiones afecta a la calidad de vida de las
personas.
Esta capacidad empieza con la posibilidad de
llevar a cabo las actividades básicas de la vida
cotidiana con autonomía. En ocasiones, las
personas con discapacidad tienen dificultades a
la hora de realizar actividades elementales,
como el cuidado personal, las tareas del hogar,
etc., de modo que las mejoras en su grado de
autonomía personal contribuyen a mejorar su
calidad de vida y son fuertes integradoras
desde un punto de vista social.
De forma similar, la autodeterminación también
afecta a la capacidad para tomar las propias
decisiones libremente acerca de cómo vivir,
con quién vivir, cómo pasar el tiempo libre, en
qué gastar el dinero, etc.
Según el análisis realizado, el acceso al trabajo
ha mejorado de forma significativa el grado de
autodeterminación de ciertas personas. En
particular, la mejora del nivel de inclusión
social en autodeterminación alcanza los 8
puntos de inclusión social, de media. Esto
significa que se ha disminuido el nivel de
exclusión social medio de las personas en esta
dimensión en un 50%.
El empleo ha contribuido a aumentar el nivel de
autonomía, especialmente en lo relativo a la
capacidad de las personas para tomar
decisiones libremente sobre su forma de vida.
En concreto, el 40,7% de las personas
consideran que han podido incrementar su nivel
de autonomía intelectual, y actualmente el 82%
de las personas manifiesta tener un nivel de
autodeterminación pleno en este ámbito.
En el ámbito de la autonomía física, la mayor
parte de las personas entrevistadas
consideraban que no tenían problemas
significativos para desenvolverse en el
desarrollo de las actividades cotidianas. En
todo caso, el impacto del empleo en las
personas que sí los tenían ha sido en este caso
más limitado.
Bienestar físico
La salud tiene una importancia primordial en la
vida de las personas y forma, por tanto, una de
las dimensiones de la calidad de vida. Ahora
bien, es necesario distinguir entre los aspectos
estrictamente biológicos (por el hecho de estar
vivas todas las personas pueden desarrollar
alguna enfermedad o experimentar alguna
discapacidad en algún momento de sus vidas) y
los aspectos sociales, en última instancia
relacionados con los procesos de exclusión.
Las personas con discapacidad son más
propensas a desarrollar enfermedades
secundarias, enfermedades crónicas y
trastornos relacionados con la edad como
consecuencia de la propia discapacidad.
Además, las limitaciones causadas por la
discapacidad pueden provocar que estas
personas tengan una baja actividad física o
desarrollen hábitos de vida menos saludables.
A menudo necesitan un mayor acceso a la
asistencia sanitaria y, sin embargo, éste no
siempre es el adecuado, por ejemplo, como
consecuencia de la existencia de barreras de
acceso.
En este sentido, gozar de un adecuado acceso
a los servicios sanitarios y tener hábitos de
vida saludables son variables fuertemente
integradoras desde un punto de vista de
inclusión social.
Según los resultados obtenidos, el empleo a
través del Programa INSERTA ha permitido a
las personas mejorar su nivel de inclusión
social en bienestar físico en 6,4 puntos. Esto
implica una reducción del nivel de exclusión
social medio de un 50%.
Este impacto viene dado fundamentalmente por
una mejora del estado de salud percibido de
las personas empleadas (57,1% del impacto),
seguido de una mejora en los hábitos de vida
(28,6% del impacto) y, en menor medida, por
31
una mejora del acceso a la asistencia
sanitaria (14,3% del impacto).
Las personas con discapacidad consideran que
tener trabajo afecta positivamente a su estado
de salud. En concreto, el 30,4% de las
personas entrevistadas consideran que han
mejorado su estado de salud gracias a su
empleo a través del Programa INSERTA. La
mayor parte de las personas beneficiadas han
indicado haber experimentado mejoras en la
saludo como consecuencia de haber mejorado
el estado anímico y el bienestar emocional.
Asimismo, algunas personas han mejorado su
estado de salud por tener un puesto de trabajo
adaptado a sus necesidades y otras por poder
acceder a tratamientos adecuados.
Relaciones personales
Disponer de un círculo social formado por
personas en las que poder confiar y que sirvan
de apoyo, tales como familiares, amistades y
pareja es un factor determinante en el
bienestar y en la calidad de vida de las
personas. De esta forma, la calidad de las
relaciones personales es un rasgo distintivo de
la inclusión / exclusión social, ya que
habitualmente las personas excluidas disponen
de una red social menos sólida y tienen menor
grado de satisfacción con sus relaciones
personales.
La falta de empleo puede provocar un
resentimiento en las relaciones personales,
puesto que en ocasiones genera sentimientos
de frustración, insatisfacción y pérdida de
confianza en las demás personas.
Los resultados muestran que el acceso al
trabajo ha impacto en esta dimensión. Las
personas que han accedido a su empleo a
través del Programa INSERTA han mejorado
en 3,2 puntos su nivel de inclusión social en
el ámbito de las relaciones personales, en
promedio. Como resultado, han disminuido su
grado de exclusión social en un 28,6% en esta
dimensión.
El impacto proviene principalmente de una
mejora de las relaciones de pareja, derivada de
una mayor satisfacción con el tiempo
compartido en pareja, el entendimiento mutuo y
el afecto (50% del impacto) y, en menor
medida, de las relaciones de amistad y
familiares (25% del impacto cada una).
Derechos
Uno de los pilares fundamentales de los
estados de derecho actuales es el
reconocimiento por parte del ordenamiento
jurídico de una serie de derechos civiles,
políticos y sociales, así como la práctica
efectiva de los mismos por parte de la
ciudadanía. A pesar de estar bajo el amparo de
los derechos, determinadas circunstancias
personales pueden llegar a incidir sobre el
conocimiento y ejercicio de estos derechos, así
como sobre la implicación y participación activa
en la sociedad.
En algunos casos, el acceso al empleo ha
supuesto también una mejora en el
conocimiento y ejercicio de estos derechos y de
la participación social de las personas.
Gracias a la inserción laboral, las personas han
incrementado su nivel de inclusión social en 2,4
puntos y, en consecuencia, han reducido su
nivel de exclusión social en este ámbito en un
11,1%. El impacto proviene a partes iguales de
los tres parámetros de la dimensión:
conocimiento de los derechos, ejercicio de los
mismos, y participación ciudadana.
Gracias al empleo, las personas han podido
incrementar su nivel de información sobre
cuáles son sus derechos como ciudadanos/as
en diversos ámbitos (derechos como
consumidores/as o derechos laborales, etc.).
Asimismo, las personas consideran que han
reforzado el ejercicio de los derechos, por
ejemplo, a través de un mayor grado de
participación en las elecciones y en la toma de
decisiones de la comunidad. Finalmente, las
personas han incrementado su interés en el
conocimiento de la realidad social y política
que les rodea, y han manifestado un mayor
interés por la actualidad.
33
2.5. Desagregación de resultados por perfiles
Resultados por género
Según muestran las estadísticas, las personas
con discapacidad presentan un peor acceso al
mercado laboral. Por ejemplo, registran tasas
de actividad más bajas y tasas de desempleo
mayores. En este contexto, las mujeres con
discapacidad suman además las dificultades
laborales asociadas a su género y, presentan
un acceso al mercado laboral más precario que
los hombres con discapacidad.6
Esta menor participación en el mercado laboral
afecta a su nivel de bienestar y a su grado de
inclusión en la sociedad, de forma que las
mujeres con discapacidad constituyen un
colectivo especialmente afectado por procesos
de exclusión social.
Los resultados obtenidos del análisis realizado
ilustran esta idea, ya que las mujeres con
discapacidad empleadas a través del Programa
INSERTA mostraban antes de acceder al
empleo un mayor nivel de exclusión social que
los hombres.
En particular, las mujeres partían de un nivel
de 74,8 puntos, mientras que los hombres
tenían un nivel de 79 puntos (ambos sobre
100). Tras acceder al empleo, tanto hombres
como mujeres han incrementado su nivel de
inclusión social y, aunque tras la inserción
laboral las mujeres siguen mostrando un nivel
de exclusión social mayor que los hombres,
esta brecha se ha reducido casi a una tercera
parte de la brecha inicial.
6 Las mujeres con discapacidad tienen una tasa de actividad
del 35,0% y una tasa de paro del 26,7%. Esto es 36,8
puntos menos que la actividad mostrada por las mujeres sin
discapacidad y hasta 7,8 puntos más de paro. Los hombres
con discapacidad presentan una tasa de actividad similar,
pero menor tasa de empleo que las mujeres con
discapacidad. Por tanto, las mujeres con discapacidad
tienen más complicado el acceso al empleo que los
hombres con discapacidad. – Fuente: Odismet.
Tras la inserción laboral, las mujeres han
alcanzado un nivel de inclusión social de 89,6
puntos. Esto es, han experimentado un
incremento de 14,8 puntos o, de forma
equivalente, han experimentado una reducción
de su nivel de exclusión social del 58,7%.
Por su parte, los hombres han alcanzado
gracias al empleo un nivel de inclusión social
de 91,2 puntos, por lo que han experimentado
un incremento de 12,2 puntos. Esta mejora
equivale a una reducción del nivel de exclusión
social del 58,1%.
Por tanto, las mujeres partían de una peor
situación que los hombres y se han visto
relativamente más beneficiadas por el acceso
al empleo, llegando prácticamente a reducir la
brecha de género respecto a los hombres con
discapacidad (ver Figura 29).
En cuanto a dimensiones afectadas, las
mujeres han experimentado principalmente un
aumento en el nivel de bienestar emocional
(26% del impacto), seguido de una mejora del
bienestar material (23% del impacto) y del
desarrollo personal (20% del impacto).
En cuanto a los hombres, el impacto proviene
principalmente de una mejora del bienestar
material (32% del impacto), seguido de un
aumento del bienestar emocional (23% del
impacto) y del desarrollo personal (20% del
impacto).
Las mujeres partían de una situación de mayor exclusión social y se han beneficiado especialmente del acceso al empleo, logrando prácticamente reducir la brecha que tenían en relación a los hombres con discapacidad
34
Figura 29. Desagregación por género del grado medio de inclusión social antes y después de la
inserción laboral y detalle por dimensiones afectadas
35
Resultados desagregados por
tramos de edad
El acceso al mercado laboral varía también
considerablemente por grupos de edad. Según
las estadísticas, las personas jóvenes son las
que experimentan tasas de desempleo más
elevadas. La tasa de desempleo de las
personas con discapacidad entre 16 y 24 años
es de un 56,2%, frente al 22,5% en el tramo de
45 a 65 años.7 Sin embargo, las personas de
mayor edad pueden experimentar graves
problemas para acceder al mercado laboral si
parten de una situación de desempleo.
Encontrarse en una situación de desempleo es
complicado para cualquier persona, pero puede
ser especialmente problemático para las
personas de edad más avanzada, ya que
pueden encontrar más obstáculos que las
personas jóvenes para incorporarse al mercado
laboral. Por ello, el efecto producido por la
inserción laboral en las personas de mayor
edad puede ser especialmente transformador.
En el análisis realizado, se han agrupado los
resultados en tres grupos de edad:
Menores de 36 años
Entre 36 y 45 años
Mayores de 45 años
Según los resultados obtenidos, los dos
grupos de edad más jóvenes registraban
antes de la inserción laboral un nivel de
inclusión social similar, de 79,3 puntos de
inclusión social sobre 100 . El grupo de
personas mayores de 45 años tenía, de media,
un nivel de inclusión social más bajo, de 73,8
puntos sobre 100. Es decir, las personas de
edad más avanzada experimentaban una
situación de mayor exclusión social que el resto
(ver Figura 30).
Al partir de una peor situación, las personas de
más de 45 años han sido las más beneficiadas
del acceso al empleo y son el grupo de edad
7 Instituto Nacional de Estadística (INE): Encuesta sobre el
Empleo de las Personas con Discapacidad 2017 (últimos
datos disponibles)
con mayor impacto. En particular, el empleo a
través del Programa INSERTA ha generado a
las personas de más de 45 años un
incremento de 15,6 puntos de inclusión social,
mientras que en el tramo medio (36-45 años) y
en el tramo inferior (≤35 años), el impacto ha
sido de 12,8 y 11,5 puntos de inclusión
social, respectivamente.
Las dimensiones más afectadas coinciden
para los tres grupos de edad, pero varía, en
cierta medida, la proporción en la que
contribuyen al impacto. Estas dimensiones son:
bienestar material (de menor a mayor edad:
33,0%, 28,1% y 24,4% del impacto), bienestar
emocional (en el mismo orden: 22,6%, 25,0% y
23,7%), y desarrollo personal (20,9%, 20,3% y
20,5%, respectivamente). De forma diferencial,
las personas de más de 45 años han
experimentado una mejora más relevante que
el resto de grupos de edad en interacción
social (9,6%, 7,0% y 12,2% de menor a mayor
edad) y en bienestar físico (3,5%, 6,3% y 6,4%,
en el mismo orden).
El empleo ha impactado de forma similar en todos los tramos de edad, pero la incidencia ha sido mayor en el segmento de personas mayores de 45 años, donde el avance experimentado ha sido significativamente superior.
Las personas con discapacidad de más de 45 años, desempleadas en su mayoría antes de acceder al empleo del Programa INSERTA, presentaban especiales dificultades para acceder al mercado laboral y, por tanto, el trabajo ha contribuido a mejorar su nivel de bienestar de forma especialmente relevante
36
Figura 30. Desagregación por grupos de edad del nivel de inclusión social medio antes y después
de la inserción laboral y detalle por dimensiones afectadas
37
Resultados desagregados por
grado de discapacidad
Las personas con un mayor grado de
discapacidad frecuentemente se encuentran
en una situación de mayor exclusión social y
así lo reflejan los niveles promedio de inclusión
social desagregados por grado de discapacidad
obtenidos en el presente estudio (ver Figura 31).
Las personas con un grado de discapacidad del
40% o inferior partían de un nivel de inclusión
social de 78,4 puntos sobre 100; las personas
con un grado de discapacidad entre el 41 y el
65% se encontraban de media en una situación
de inclusión social de 75,5 puntos sobre 100;
y las personas con un grado de discapacidad
del 66% o superior partían de una situación de
inclusión social de 73,8 sobre 100.
La inserción laboral ha generado un mayor
impacto en las personas con mayor grado de
discapacidad. Más concretamente, las
personas con un grado de discapacidad
superior al 66% han experimentado un impacto
de 15,8 puntos. Esto implica que se ha
reducido la exclusión social de estas personas
en un 60,3%, en término medio.
En las personas con un grado de discapacidad
entre el 41% y el 65% el empleo ha supuesto
un impacto de 14,5 puntos. Esto implica una
reducción de su nivel de exclusión social del
59,2%.
Por último, en las personas con menor grado
de discapacidad (≤ 40%), la inserción laboral a
través del Programa INSERTA ha generado un
impacto de 12,8 puntos. En este caso, la
reducción de la exclusión social asciende al
59,3%.
En línea con los resultados generales, las
dimensiones más afectadas,
independientemente del grado de discapacidad,
son bienestar material, bienestar emocional,
y desarrollo personal.
Antes de acceder al empleo, las personas con grados de discapacidad más elevados registraban una mayor exclusión social que las personas con grados de discapacidad más reducidos.
El acceso al empleo es especialmente transformador para las personas con un grado de discapacidad más elevado. En consecuencia, el acceso al empleo ha reducido la brecha de bienestar que tenían las personas con mayor grado de discapacidad respecto al resto.
38
Figura 31. Desagregación por grado de discapacidad del grado medio de inclusión social antes y
después de la inserción laboral y detalle por dimensiones afectadas
39
2.6. Desagregación de resultados por sectores
Como se ha comentado anteriormente, para
estimar el impacto del Programa INSERTA se
ha analizado una muestra de 20 empresas,
representativas del conjunto, entre otros
aspectos, en la actividad económica que
desarrollan. Estas empresas se han clasificado
en torno a cinco grandes sectores, construidos
para garantizar un tamaño muestral adecuado
para el desarrollo de los análisis: (i)
alimentación, (ii) comercio, (iii) hostelería y
restauración, (iv) infraestructura, servicios y
transporte y (v) seguros y servicios
profesionales.
Tras el análisis realizado, se puede concluir
que el acceso al empleo ha generado un
impacto muy positivo en el nivel de
bienestar y de inclusión social en todos los
sectores, con impactos ajustados que
oscilan entre los 7,5 y los 13,9 puntos de
impacto ajustado (ver Figura 32).
Las principales diferencias entre sectores se
explican fundamentalmente por el diferente
nivel de inclusión social medio de partida de las
personas con discapacidad empleadas en cada
uno de ellos.
En los sectores que han empleado, en término
medio, a personas que provenían de una
situación de mayor exclusión social, han
generado, de media, un impacto mayor que
aquellos que han empleado a personas en
promedio más incluidas. Recordemos que se ha
observado una relación inversa entre la
situación de partida de las personas en
términos de inclusión social y la contribución
del empleo a este nivel (ver sección 2.3).
Además, los resultados sectoriales se explican
también por las diferencias en los perfiles que
las diferentes empresas requieren y pueden
incorporar en función de su actividad y
necesidades específicas de sus puestos de
trabajo.
Es importante señalar que estos resultados se
refieren únicamente al impacto en términos de
inclusión social. La contratación de personas
con mayor nivel de inclusión social, en muchos
casos en puestos especializados, es muy
relevante para garantizar la igualdad de
oportunidades en el mercado laboral, conseguir
la normalización y favorecer la visibilidad
profesional de personas con discapacidad,
aspectos no analizados ni medidos en el
presente estudio, pero, sin duda, de gran valor.
Figura 32. Principales resultados de la inserción laboral a través del Programa INSERTA
desagregados por sectores económicos
Nivel de inclusión social Puntos de inclusión social
Sectores económicos Antes de la inserción
laboral
Tras la inserción
laboral
Impacto bruto
Impacto ajustado
Alimentación 76,2 92,0 15,8 13,9
Comercio 81,2 89,5 8,3 7,5
Hostelería y restauración 72,9 90,1 17,2 15,5
Infraestructura, servicios y transporte 77,2 89,0 11,8 10,8
Seguros y servicios profesionales 81,4 93,0 11,6 10,5
Agregado 76,9 90,5 13,6 12,2
40
Figura 33. Desagregación por sectores económicos del grado medio de inclusión social antes y
después de la inserción laboral y detalle por dimensiones afectadas
42
3. Impacto sobre la sociedad
3.1. Introducción
Gasto público como aproximación
del valor social
El valor económico del impacto en inclusión
social expresa, en términos monetarios, el
valor económico que tiene para la sociedad
la inclusión social conseguida a través del
empleo creado en el marco del Programa
INSERTA y gracias a sus empresas
colaboradoras. Para estimarlo, se utiliza el
gasto público como aproximación del valor
social de la inclusión social de personas con
discapacidad.
El objetivo de las políticas públicas sociales es
mejorar la situación de los colectivos
sociales que afrontan mayores dificultades,
como es el caso de las personas con
discapacidad. A su vez, las asignaciones del
gasto público están relacionadas con las
preferencias de gasto de la ciudadanía, de
forma que se puede entender que reflejan la
disponibilidad de la sociedad a financiar
determinadas necesidades sociales (lo que, a
su vez, refleja el valor económico que ésta
concede a los diferentes objetivos sociales).
Siguiendo esta idea, se considera que las
ayudas públicas concedidas en materia de
discapacidad recogen el valor que la sociedad
otorga a la mejora de la inclusión social de
este colectivo.
Estimando el valor económico de
la inclusión social
El valor económico que la sociedad otorga a la
inclusión social de personas con discapacidad
se ha definido en la metodología IS_IMPACT
como VExPI (Valor Económico por Punto de
Inclusión social) y constituye el dato de
referencia básico para calcular el valor
monetario de la mejora en términos de
inclusión social generado por el empleo creado
a través del Programa INSERTA.
En 2017 se llevó a cabo un ejercicio de
estimación del VExPI para utilizarlo en la
cuantificación del valor económico generado
por el Programa INSERTA. Se entrevistó a 150
personas con discapacidad en desempleo
perceptoras de ayudas públicas a la
discapacidad y se estimó un valor económico
de 1.085 euros por punto de inclusión social .
Partiendo de esta cifra, el valor económico en
términos de inclusión social del empleo creado
para personas con discapacidad en las
empresas colaboradoras del Programa
INSERTA se obtiene simplemente
multiplicando este valor por el impacto en
“puntos de inclusión social en términos
ajustados” alcanzado por dicho programa
(calculado en el apartado 2.2.).
Objetivo y análisis
En esta sección se estima el valor económico que tiene para la sociedad el impacto intangible
en términos de inclusión social (cuantificado en la sección anterior). Para ello, se utiliza un
enfoque que relaciona el gasto público con el valor social.
Para llevar a cabo esta estimación se han realizado 150 entrevistas a personas con discapacidad
perceptoras de ayudas públicas y se ha aproximado la cantidad de recursos necesarios para obtener
un “punto de inclusión social” según la escala de inclusión social de IS_IMPACT.
El impacto estimado en esta sección permite aproximar los recursos públicos que hubieran sido
necesarios para alcanzar un impacto equivalente al obtenido con los empleos del Programa
INSERTA o, de forma análoga, lo que el Programa INSERTA ha ahorrado a las Administraciones.
43
3.2. Resultados
Partiendo de los resultados de impacto
generado en inclusión social (en términos
ajustados) es posible obtener dos
mediciones del valor económico que la
sociedad otorga a esta inclusión . El primero
es el valor económico promedio por persona y
el segundo, el valor económico de la inclusión
social alcanzada por el conjunto de las
personas con discapacidad empleadas en el
total de las empresas analizadas.
Valor económico de la inclusión
social por persona
La inserción laboral en las empresas
colaboradoras del Programa INSERTA supone
una mejora de la inclusión social valorada en
13.237 euros por persona con discapacidad
empleada, en promedio.
Este resultado implica que habría sido
necesario dedicar 13.237 euros de recursos
públicos por persona para alcanzar un nivel de
inclusión social equivalente al conseguido
gracias a los puestos de trabajo creados a
través del Programa INSERTA en colaboración
con las empresas.
De forma equivalente, el Programa INSERTA y
las empresas colaboradoras han mejorado la
calidad de vida de las personas con
discapacidad a través del empleo, ahorrando a
las Administraciones públicas 13.237 euros por
persona empleada.
Esta cifra es equivalente a: 8
8 Fuente: Análisis PwC a partir de los últimos datos
disponibles en el Anuario de Estadísticas del Ministerio de
Empleo y Seguridad Social.
Valor económico de la inclusión
social agregado
En conjunto, el valor económico del impacto en
inclusión social generado por el empleo creado para
personas con discapacidad a través del Programa
INSERTA en las 20 empresas analizadas asciende
a 19.087.754 euros.
Así, el Programa INSERTA ha generado, solamente
a través de las empresas analizadas y en el
momento de realizar el estudio, un ahorro para las
Administraciones públicas superior a 19 millones de
euros.
Esta cifra equivale, por ejemplo, a: 9
Esta cifra solamente tiene en cuenta a las
personas que trabajaban en las 20 empresas
analizadas en el momento de realizar el
estudio. El impacto del total de
contrataciones para el conjunto de empresas
colaboradoras del Programa INSERTA sería
considerablemente superior.
9 Fuente: Análisis PwC a partir del Ministerio de Hacienda,
Comunidad de Madrid y Ayuntamiento de Madrid.
44
4. Impacto sobre las empresas contratantes
4.1. Introducción
El impacto para las empresas:
un efecto inexplorado
Tradicionalmente los análisis relacionados con
la inserción laboral de personas con especiales
dificultades de empleo, como las personas con
discapacidad, se han centrado en la medición
del impacto generado en las personas
empleadas y no se ha prestado atención al
efecto sobre las entidades contratantes, que
existe y, según se ha observado, es relevante.
En este sentido, desarrollar un sistema de
medición y evaluación de los impactos que
genera la inserción laboral de personas con
discapacidad en las empresas tiene gran
importancia, puesto que puede contribuir a
poner en valor los logros y resultados
alcanzados, identificar mejores prácticas y,
probablemente, impulsar el interés de las
empresas por la incorporación de personas
con discapacidad en sus plantillas .
Mapa de potenciales impactos:
un instrumento para el análisis
Cada vez son más numerosas las empresas
que apuestan por la contratación de personas
con discapacidad, conscientes de que la
construcción de una plantilla con capacidades,
visiones y experiencias diversas puede tener
efectos transversales muy positivos, con
incidencia en distintas áreas empresariales.
Con el objetivo de explorar los efectos
generados por la contratación de personas con
discapacidad, en el marco metodológico
IS_IMPACT se define un mapa de potenciales
impactos, estructurado en torno a cinco
categorías que hacen referencia a
dimensiones empresariales comunes a la
práctica totalidad de las empresas (Figura 34).
Este esquema está orientado a estructurar el
análisis de los impactos, que pueden ser
diferentes en función de las características de
las empresas contratantes, del sector al que
pertenezcan o de los puestos de trabajo que
desempeñen las personas con discapacidad
contratadas, entre otros aspectos.
Figura 34. Mapa de potenciales impactos
empresariales
Objetivo y análisis
La contratación de personas con discapacidad no solamente afecta a las personas empleadas. Las empresas
también se benefician de la incorporación a su plantilla de estas personas que aportan talento, diversidad y una
visión y experiencia que pueden ser especialmente valiosos para las compañías.
En esta sección se analiza el impacto que ha tenido para las empresas contratantes la inserción laboral de
personas con discapacidad. Para ello, se han analizado 5 empresas, seleccionadas entre las 20 entidades
colaboradoras anteriormente citadas, atendiendo nuevamente a criterios de representatividad.
45
Este análisis se ha llevado a cabo a través de
una muestra de 5 empresas, pertenecientes al
grupo de 20 empresas sobre las que se basa el
análisis de la sección 2. A cada una de estas
empresas se les ha pedido que valoraran si la
contratación de personas con discapacidad
afectaba a cada una de las cinco dimensiones
establecidas, a través de una serie de aspectos
concretos.
La recopilación de esta valoración se ha
realizado a través de cuestionarios,
entrevistas y grupos de trabajo con personas
representantes de diferentes áreas de las
compañías y de información complementaria
aportada por las entidades.
Con esta información, se ha realizado un
estudio detallado del impacto individual para
cada una de estas empresas.
Principales resultados
La Figura 35 muestra los resultados obtenidos
para cada una de las cuestiones planteadas,
así como el promedio simple de las respuestas
que componen cada dimensión.
Según muestran los resultados, las
dimensiones donde más ha impactado la
incorporación de personas con discapacidad
son: personas y clima laboral; entorno, y
clientela.
En las páginas siguientes se explican los
impactos identificados con más detalle.
Figura 35. Porcentaje de empresas que han experimentado un impacto por la contratación de
personas con discapacidad y promedio por dimensiones
46
4.2. Resultados por dimensiones
Impacto sobre las personas y el
clima laboral de las empresas
Las personas son el activo más importante con
el que cuentan las empresas y la contratación
de personas con discapacidad suele afectar
positivamente al capital humano de las
empresas contratantes, tanto directamente
como a través del efecto que generan estas
personas mediante su interacción con el resto
de trabajadores/as y, de forma más general,
sobre el clima laboral y el sentimiento de
orgullo de pertenencia a la compañía.
La contratación de personas con discapacidad
contribuye a mejorar el capital humano de las
empresas y permite generar equipos más
diversos en términos de competencias,
experiencias y visiones y una cultura
corporativa más rica, abierta y alineada con la
sociedad, lo que refuerza la posición
competitiva de las empresas.
Por otro lado, la oportunidad de compartir
tareas con personas con discapacidad es una
experiencia de aprendizaje para todas las
personas, potencia la capacidad de resolución
de conflictos y el compromiso y tiene un
impacto muy positivo en el funcionamiento
general de los equipos, en su nivel de
motivación y en el clima laboral de las
empresas.
Además, la diversidad no solo mejora el capital
humano de las empresas sino también el grado
de vinculación de las personas empleadas
hacia la compañía, al despertar en los/as
trabajadores/as un orgullo de pertenencia por
formar parte de una empresa con cuyos
valores se identifican.
Asimismo, la mayoría de las empresas
consideran que contar con personas con
discapacidad en la plantilla puede mejorar la
vinculación de las personas trabajadoras con
las empresas contratantes, aumentando la
duración de las relaciones laborales y
reduciendo el grado de rotación y, en
consecuencia, los costes de contratación y
formación. Algunos estudios han estimado
hasta en un 20-30% la reducción de la
rotación.10
Según los resultados obtenidos en las
empresas analizadas, el 100% de las empresas
consideran que la contratación de personas con
discapacidad (i) mejora la diversidad y aporta
valor diferencial; (ii) mejora la motivación y el
clima laboral y (iii) mejora el orgullo de
pertenencia; y el 80% considera que afecta
positivamente a la estabilidad y rotación de la
plantilla (ver Figura 36).
Figura 36. Impacto de la contratación de
personas con discapacidad en las personas y
el clima laboral de las empresas
100% de las empresas consideran que
mejora la diversidad y aporta valor
diferencial
100% de las empresas considera que
mejora la motivación de sus
trabajadores/as y el clima laboral de
la empresa
100% de las empresas considera que
mejora el orgullo de pertenencia de
los/as trabajadores/as
80% de las empresas considera que
mejora la estabilidad y la rotación
de la plantilla. El restante 20% no
dispone de información suficiente
para valorar este impacto.
Impacto sobre las relaciones de
las empresas con su entorno
La contratación laboral de personas con
discapacidad y las políticas de diversidad de
las empresas generan un impacto no solo en
los ámbitos mencionados anteriormente, sino
también en la relación de la compañía con
10 Business Case. Disability Employment and Inclusion: Your
guide to success.
(http://workplaceinitiative.org/wp-
content/uploads/2017/01/01-Disability-Employment-
Inclusion-Guide-Business-Case.pdf)
47
grupos de interés como el sector público, los
inversores o la sociedad en su conjunto, entre
otros.
Figura 37. Impacto de la contratación de
personas con discapacidad en las relaciones
de la empresa con el entorno
100% de las empresas considera que le
permite participar en foros de
interés para la compañía
80% de las empresas considera que
influye positivamente sobre su
política de RSC y cultura corporativa
80% de las empresas considera que
mejora su relación con los grupos
sociales y la sociedad. El restante
20% no dispone de información
suficiente.
67% de las empresas que tienen relación
con accionistas y fondos de
inversión considera que se produce
un impacto positivo. El restante 33%
no dispone de información suficiente
para valorar este impacto.
La apuesta por la diversidad y por la
incorporación de personas con discapacidad
refleja la responsabilidad y el compromiso de
las empresas ante los distintos grupos de
interés (empleados/as, clientes/as,
proveedores, etc.).
Además, la participación en iniciativas como el
Programa INSERTA y el establecimiento de
acuerdos y convenios de colaboración otorga a
las empresas un capital relacional relevante ,
y la posibilidad de participar en foros de interés
para la compañía.
Por otro lado, la apuesta por la diversidad y por
la incorporación de profesionales con
discapacidad convierte a las organizaciones
en más inclusivas y las acerca a las
sociedades a las que pertenecen, lo que es
valorado por los/as ciudadanos/as y por las
Administraciones públicas.
Por su parte, los/as inversores/as también
valoran cada vez en mayor medida la
responsabilidad y el compromiso social de las
empresas a la hora de llevar a cabo sus
decisiones de inversión. Por ello, las políticas
orientadas a la incorporación de la diversidad
en las plantillas benefician también la relación
con accionistas y potenciales compradores .
Impacto sobre los/as clientes/as
A pesar del elevado número de personas con
discapacidad y con necesidades específicas,
todavía un número muy limitado de empresas
cuentan con estrategias comerciales orientadas
a este segmento de la población. Por ejemplo,
se calcula que, en Reino Unido, el 75% de las
personas con discapacidad y sus familias han
tenido que abandonar un establecimiento
debido a la mala accesibilidad o a un mal
servicio al cliente. Asimismo, cerca del 75% de
la población con discapacidad que consume
online se ha visto obligada a abandonar una
página web por motivos de accesibilidad.11
Las políticas de diversidad en discapacidad
pueden ayudar a las empresas a avanzar en
este ámbito al aportarles una visión y una
experiencia interesantes, que pueden contribuir
a mejorar la satisfacción de los clientes y las
clientas.
Figura 38. Impacto de la contratación de
personas con discapacidad en los/as
clientes/as
80% de las empresas considera que afecta
positivamente sobre la accesibilidad
y el “diseño para todos” de sus
instalaciones
60% de las empresas considera que
mejora la relación con sus
clientes/as y su grado de
satisfacción. Un 20% no dispone de
información suficiente.
El análisis realizado confirma esta idea, ya que
la mayor parte de las empresas considera que
los/as trabajadores/as con discapacidad
11 Purple: Understanding the Purple Pound Market.
(https://wearepurple.org.uk/understanding-the-purple-pound-
market/)
48
aportan conocimiento y experiencia que facilita
la adaptación de las empresas a las
necesidades de su clientela . Por ejemplo,
contribuyen a que las empresas mejoren el
trato y la atención a los/as clientes/as con
discapacidad. También aportan su visión y su
experiencia para la mejora de instalaciones y
sistemas con “diseño para todos”, lo que
proporciona mejores experiencias de compra
para personas con discapacidad y también con
limitaciones temporales a la movilidad,
personas mayores, personas con carritos de
bebé, etc.
Asimismo, los/las clientes/as perciben a las
empresas que contratan a trabajadores/as con
discapacidad como organizaciones inclusivas
que apuestan por la diversidad y se sienten
satisfechas al comprar productos o servicios a
organizaciones con cuyos valores se sienten
identificadas. Como consecuencia, la
contratación de personas con discapacidad
contribuye a establecer vínculos con los/las
clientes/as y a mejorar la relación con ellos.
Este efecto puede ser especialmente
significativo para los/las clientes/as con
discapacidad, así como también para sus
amistades y familiares.
Impacto sobre el crecimiento:
desarrollo de productos, servicios
y acceso a nuevos mercados
Actualmente existen en los hogares españoles
alrededor de 3,8 millones de personas con
discapacidad. Además, en España existe un
número muy elevado de personas mayores de
65 años y se espera que en los próximos años
esta cifra aumente de forma muy significativa.
Por tanto, el mercado de personas con
discapacidad y con necesidades específicas es
ya muy relevante y seguirá creciendo en los
próximos años.
Figura 39. El mercado de las personas con
necesidades específicas12
3,8 Millones de personas con discapacidad
3,3 Millones de hogares como mínimo con una persona con discapacidad
8,5 Millones de personas de más de 65 años
Las empresas son cada vez más conscientes
de la importancia del mercado de las personas
con discapacidad como consumidores/as de
bienes y servicios y del mercado ampliado,
el de las personas que, sin tener discapacidad,
presentan necesidades análogas.
En este contexto, los/as trabajadores/as con
discapacidad cuentan con conocimientos y
experiencias únicos relacionados con su
discapacidad, que pueden resultar de utilidad
para mejorar los productos y servicios de las
compañías e, incluso, para impulsar algunos
nuevos. Por ejemplo, de la identificación de
necesidades no cubiertas por el mercado puede
derivarse el desarrollo de productos o servicios
12 Número de personas y hogares con personas con
discapacidad: Instituto Nacional de Estadística. Encuesta de
Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de
Dependencia (2008). Número de personas mayores:
Instituto Nacional de Estadística (julio de 2018).
“La accesibilidad, que se planteó
originalmente como necesidad básica de
un único colectivo social, ha ido
progresivamente adquiriendo un
reconocimiento general como elemento que
mejora la calidad de vida de todos los
ciudadanos. Algunas soluciones tan
implantadas hoy, como los autobuses de
plataforma baja, los rebajes de acera o la
incorporación de paneles luminosos para
mostrar las informaciones acústicas en los
edificios públicos y transportes, se han
convertido en ejemplos de cómo partiendo
de la demanda de una minoría se puede
llegar a mejorar las condiciones de vida de
la mayoría.”
Plan Nacional de
Accesibilidad 2004-2012
49
adaptados a personas con discapacidad o con
necesidades específicas.
Según han indicado las empresas analizadas,
la contratación de personas con discapacidad a
través del Programa INSERTA ha tenido estos
efectos. El 80% considera que influye
positivamente sobre el desarrollo de nuevos
productos y servicios y/o en el acceso a nuevos
mercados y el 40% considera que mejora el
conocimiento y el entendimiento del mercado
de personas con discapacidad y, en
consecuencia, su posicionamiento en este
segmento de clientes/as – Ver Figura 40.
Por otro lado, las Administraciones públicas de
los países desarrollados apuestan cada vez
más por la contratación socialmente
responsable. Así, las empresas que cuenten
en sus plantillas con personas con
discapacidad, dispongan de planes de igualdad
entre hombres y mujeres, fomenten la
conciliación laboral y tengan buenas
condiciones salariales y laborales tienen
mayores posibilidades de convertirse en
proveedores de la Administración.
Figura 40. Impacto de la contratación de
personas con discapacidad sobre el
crecimiento y el acceso a nuevos mercados
80% de las empresas considera que influye
positivamente sobre el desarrollo de
nuevos productos y servicios y/o en
el acceso a nuevos mercados . El
restante 20% no dispone de
información suficiente.
40% de las empresas considera que
mejora el conocimiento y el
entendimiento del mercado de
personas con discapacidad y, en
consecuencia, su posicionamiento
en este segmento de clientes/as.
Otro 40% no dispone de información
suficiente.
75% de las empresas que contratan con
las Administraciones públicas
consideran que su compromiso con la
diversidad de la plantilla afecta
positivamente a su relación con la
Administración. El restante 25% no
dispone de información suficiente.
Impacto sobre procesos y
operaciones
Las fórmulas de trabajo flexible como las
jornadas intensivas, las jornadas reducidas o el
teletrabajo, además de la incorporación de
herramientas tecnológicas que otorguen
flexibilidad pueden resultar de gran ayuda para
mejorar la inserción laboral de personas con
discapacidad en algunos casos.
Estas fórmulas pueden ser beneficiosas para
cualquier persona, tenga o no discapacidad y
puede acabar mejorando la productividad, la
eficiencia y la motivación de todas las personas
trabajadoras.
Figura 41. Impacto de la contratación de
personas con discapacidad en aspectos
operacionales
60% de las empresas considera que ha
afectado positivamente en el
desarrollo de entornos de trabajo
basados en el “diseño para todos”.
40% de las empresas considera que ha
impactado positivamente sobre las
dinámicas y formas de trabajar. El
20% no dispone de información.
Las empresas con una política más orientada
hacia la diversidad son a menudo también las
que muestran un mayor compromiso por
asegurar que sus instalaciones físicas están
basadas en el acceso universal y en el
“diseño para todos”. En este sentido, contar
con trabajadores/as con discapacidad puede
ser de utilidad para conocer en la práctica
necesidades y soluciones en esta materia.
Las iniciativas basadas en la incorporación de
la tecnología, la flexibilidad y la conciliación
pueden contribuir en algunos casos a conseguir
una buena integración laboral de las personas
con discapacidad. Además, no solo benefician
a estas personas, sino que también afectan
muy positivamente a toda la plantilla y pueden
generar mejoras en la eficiencia y la
productividad de las empresas que las
impulsen.
50
5. Palancas de actuación para potenciar la inclusión social a través del empleo
El trabajo es un elemento transformador que
contribuye a mejorar el bienestar de las
personas de forma transversal y a revertir
situaciones de exclusión social.
Si bien todas las contrataciones efectuadas en
el marco del Programa INSERTA han
contribuido a la normalización y a la igualdad
de oportunidades en el ámbito laboral, existen
una serie de factores que permiten potenciar el
efecto del empleo sobre la inclusión social de
estas personas de forma especialmente
relevante.
A continuación, se señalan algunas de las
principales, identificadas a la vista de los
resultados y de la información recabada en las
entrevistas con las personas con discapacidad
empleadas y con las empresas contratantes.
La importancia del asesoramiento y
la formación para mejorar las
oportunidades laborales
Son muchas las personas con discapacidad
que acuden al Programa INSERTA porque se
han visto en la necesidad de abandonar su
profesión o trabajo habitual, en algunos casos
como consecuencia de la discapacidad. Se
trata de personas que por una discapacidad
sobrevenida (o por la crisis económica) no
pueden dedicarse a la profesión para la que se
habían formado y en la que tienen experiencia
y que, habitualmente, muestran grandes
dificultades para identificar nuevas
oportunidades profesionales para la reinserción
al mercado laboral.
Según las experiencias recopiladas en las
entrevistas, la intervención de entidades que,
como Fundación ONCE, ofrecen un
asesoramiento sobre las posibilidades
laborales y una formación y capacitación en las
áreas laborales más demandadas, resulta clave
en estos casos. En particular, las personas
entrevistadas que se han encontrado en esta
situación han indicado que la orientación de
INSERTA Empleo y la formación recibida han
resultado imprescindibles para su reinserción al
mercado laboral y para aumentar su nivel de
empleabilidad.
El asesoramiento para el desarrollo de
habilidades y la formación para la obtención de
conocimientos resultan palancas clave para
que las personas estén en disposición de optar
a los puestos demandados por las empresas
contratantes, primer paso para reducir el riesgo
de exclusión social.
En este ámbito, además de la labor de
entidades como Fundación ONCE e INSERTA
Empleo, resulta fundamental que las empresas
transmitan los requerimientos demandados
para orientar la formación y capacitación en
aras de preparar a las personas candidatas
para la demanda real del mercado.
Objetivo y análisis
Como se ha mostrado en las secciones anteriores, la inserción laboral contribuye de forma decisiva
a la inclusión social de las personas con discapacidad. Aunque todas las contrataciones son
relevantes y contribuyen a mejorar las posibilidades laborales de este colectivo, algunas
actuaciones permiten potenciar el impacto del empleo sobre la inclusión social especialmente. En
esta sección se exponen las más relevantes, identificadas en las entrevistas con las personas con
discapacidad empleadas y con las empresas contratantes.
51
Fomentar la inserción laboral de
perf i les con mayor r iego de
exclusión social
Como se ha comentado en el apartado 2.3.,
existe una estrecha relación entre el nivel de
exclusión social de partida y el impacto del
empleo para reducir esta exclusión social. Es
decir, el potencial para contribuir a la inclusión
social es lógicamente mayor cuando las
personas contratadas parten de situaciones de
mayor vulnerabilidad, por el mayor recorrido de
mejora en términos de bienestar que presentan.
Por tanto, aunque todas las contrataciones son
positivas, aquellas que consiguen la inserción
laboral de personas en situaciones de mayor
precariedad y vulnerabilidad lo son
especialmente en términos de contribución a la
inclusión social.
Por ejemplo, las personas con mayor grado de
discapacidad suelen registrar más dificultades
para acceder al empleo y, en consecuencia,
mayor riesgo de exclusión social.
Las empresas tienen, por tanto, la capacidad
de potenciar su contribución a la inclusión
social avanzando en la contratación de perfiles
asociados a un mayor riesgo de exclusión
social como las personas con grados de
discapacidad más elevados.
Con una correcta asignación persona-puesto de
trabajo, existe potencial para que más
personas con grados de discapacidad elevados
accedan al mercado laboral y mejoren su nivel
de bienestar y de inclusión en la sociedad.
Buenas práct icas
Asimismo, una vez realizada la inserción
laboral, las empresas pueden maximizar el
impacto tratando de aumentar el bienestar de
las personas empleadas. Para ello, se han
identificado una serie de buenas prácticas
relacionadas con (i) accesibilidad y adaptación
de puestos de trabajo; (ii) desarrollo personal y
profesional; (iii) bienestar y conciliación; (iv)
entorno laboral; y (v) cultura y valores
corporativos – Ver Figura 42.
Figura 42. Buenas prácticas en la inserción
laboral de personas con discapacidad
Accesibilidad y adaptación de puestos de trabajo
• Eliminación de barreras arquitectónicas (a través de rampas, ascensores y aseos adaptados, plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida, instrucciones en braille, etc.)
• Adaptación física de puestos de trabajo
• Adaptaciones tecnológicas
Desarrollo personal y profesional
• Diseño y comunicación de carrera profesional
• Oportunidades para desarrollar nuevos conocimientos y habilidades
• Valoración del desempeño y existencia de canales de comunicación internos
• Políticas de incentivos y recompensas
Bienestar y conciliación
• Políticas en el ámbito de la salud (seguro médico, atención médica y/o fisioterapia, etc.)
• Flexibilidad en el horario
• Equilibrio entre vida laboral y personal y políticas de conciliación
• Impulso al teletrabajo cuando las condiciones del puesto lo permitan
Entorno laboral
• Acciones de formación y sensibilización a compañeros/as y supervisores/as
Cultura y valores corporativos
• Cultura empresarial que fomente la diversidad
• Comunicación externa accesible y coherente con valores de diversidad
Los factores que potencian el efecto de la
inserción laboral sobre el nivel de inclusión
social de las personas insertadas laboralmente
no difiere en esencia de los factores que
afectan al nivel de bienestar de cualquier
persona trabajadora, tenga o no discapacidad.
En primer lugar, para que las personas puedan
desempeñar su trabajo deben contar con los
52
medios físicos y organizativos adecuados .
Más allá de los aspectos más tradicionales
como adaptaciones de mobiliario, tecnológicas,
etc., las personas entrevistadas indicaban que,
en ocasiones, su nivel de bienestar dependía
de aspectos relativamente sencillos pero
relevantes para ellos como, por ejemplo, el
tejido o la rigidez de los uniformes o la
posibilidad de optar a un servicio de reparto de
comida en los casos de personas con movilidad
reducida. En estas circunstancias, la existencia
de una comunicación fluida entre las personas
empleadas y las empresas contratantes resulta
fundamental para identificar y eliminar posibles
obstáculos y asegurar así un mayor impacto en
bienestar y, en última instancia, en inclusión
social.
La estabilidad de la relación laboral y la visión
sobre las perspectivas futuras es
probablemente uno de los factores con mayor
incidencia en el impacto generado por el
empleo. La inestabilidad de un puesto de
trabajo temporal o la incertidumbre acerca de
las perspectivas laborales futuras limita en gran
medida el efecto del empleo en la mejora de la
calidad de vida de las personas, ya que
condiciona la planificación a medio plazo y
puede condicionar el desarrollo de proyectos
vitales como la formación de una familia o la
adquisición de una vivienda. Por ello, la
estabilidad laboral o, en su defecto, cierto
grado de previsión sobre el futuro de la relación
laboral otorga certidumbre y tranquilidad a
las personas y mejora considerablemente sus
niveles de bienestar.
Otro factor con incidencia en el nivel de
bienestar de las personas empleadas es la
existencia de una buena comunicación entre
los diferentes niveles de responsabilidad de
las organizaciones, así como la existencia de
procesos que permitan valorar de forma
objetiva y periódica el desempeño de los/as
profesionales y sus posibilidades de desarrollo
profesional. Las personas entrevistadas han
valorado muy positivamente el sentirse
implicadas en el desarrollo y evolución de las
empresas para las que trabajan, así como
recibir valoraciones sobre su desempeño de
forma honesta y periódica. Para lo anterior,
resulta clave la implicación de mandos
intermedios que estén alineados con los
objetivos y valores de las empresas.
Por otro lado, como se ha comentado en el
apartado 2.4, el empleo ofrece a las personas
una mayor capacidad para la relación social y
se ha mostrado como una palanca para la
mejora del bienestar de las personas con
discapacidad empleadas. En este sentido, el
fomento por parte de las empresas de entornos
de trabajo con buena comunicación y con
espacios para la interrelación entre
compañeros/as puede potenciar este efecto.
Por último, las personas entrevistadas han
valorado especialmente las acciones de
sensibilización y comunicación (interna y
externa) acerca de los valores relacionados con
la diversidad de la plantilla. Así, las personas
se sienten especialmente orgullosas de
pertenecer a organizaciones con cuyos valores
y compromisos se identifican, lo que resulta
especialmente relevante en lo relacionado con
el apoyo a la discapacidad.
En conclusión
En sus años en funcionamiento, el Programa
INSERTA ha conseguido a través de sus
22.500 contrataciones en las entidades
adheridas contribuir enormemente a la mejora
de la inclusión social de las personas con
discapacidad, tal y como demuestran los
resultados expuestos en el presente informe.
Estos resultados dan acceso a un mejor
entendimiento de la relación entre empleo e
inclusión social y pueden ser de utilidad para
que Fundación ONCE y su cada vez más
numeroso grupo de empresas colaboradoras
pueden seguir trabajando de forma cada vez
más efectiva y eficiente por la igualdad de
oportunidades y por la mejora de la calidad de
vida de este colectivo.
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