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Evaluación de cambios estructurales en cerebelo de estudiantes universitarios consumidores
habituales de Cannabis sativa mediante Resonancia Magnética Estructural Estudio de Caso
Juan Camilo Carvajal Rojas
Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Facultad de Ciencias y Educación
Proyecto Curricular Licenciatura en Biología
Bogotá D.C 2019
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Evaluación de cambios estructurales en cerebelo de estudiantes universitarios consumidores
habituales de Cannabis sativa mediante Resonancia Magnética Estructural Estudio de caso
Juan Camilo Carvajal Rojas
Trabajo de Grado en la Modalidad de Investigación para optar por el título de Licenciado
en Biología
Director(a): Carmen Helena Moreno Durán M.Sc.
Asesor: German Anibal Arango Bonnet MD. Neuroradiólogo
Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Facultad de Ciencias y Educación
Proyecto Curricular de Licenciatura en Biología
Bogotá D.C 2019
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AGRADECIMIENTOS
De manera profunda y como primera medida, gratitud a la vida, al universo, al amor y a Dios por que todos juntos son uno.
Las palabras y el lenguaje, aunque son el mayor descubrimiento de la humanidad, nunca serán suficientes para expresar lo infinito, lo sentido y lo verdaderamente valioso que habita en cada uno de nosotros, no obstante, hago uso de las mismas para poder transmitir, aunque sea de una manera superficial, la felicidad y el privilegio de encontrarme en el camino hoy de esta manera y no de otra.
Siento gratitud por el propósito en el destino de haber pasado por diversidad de situaciones, cosas y momentos para culminar esta pequeña, pero no menos importante, etapa de mi vida. Gratitud por las enseñanzas aprendidas durante este proceso que llamamos universidad y que está representada con personas puntuales que hicieron de este, un camino más ameno, más liviano y más enriquecedor. Gratitud por mi tutora Carmen Helena Moreno por su gran empatía, afecto, paciencia, tiempo y conocimiento que compartió conmigo. Gratitud porque con ella aprendí a crecer, a aprender y a investigar. Gratitud porque me abrió sus brazos y su corazón en su grupo de investigación (GINUD), ya que sin él, esto difícilmente hubiese sido posible. Gratitud porque creyó en mí, en lo que puedo hacer y en lo que represento.
Gratitud a mi padre Luis y a mi madre Magdalena con quienes aprendí a dejarme llevar por la vida confiado y con los ojos cerrados mientras sonrió. A mis hermanos Miguel, Felipe y David que me empujan cada vez con más fuerza para que aumente la velocidad mientras me dejo llevar. El amor de ellos de ellos juntos fue el que me mantuvo a flote antes y durante el constante aprendizaje de esta travesía.
Gratitud a la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, mi alma mater, donde aprendí a pensar, a compartir y a reír grande, también a cada uno de mis profesores, que como jardineros, plantaron semillas de conocimiento que germinaron. Igualmente gratitud a mis compañeros de aventura, Camila Díaz, Sergio Vanegas, Camilo Forero, Maira Zambrano, Amaranta Neira y especialmente a Sebastián Vélez, con quienes tuvimos largas tertulias hasta el amanecer.
A David Gonzales por ayudarme a comprender más el universo de manera numérica y estadística.
Finalmente agradezco todos, todas y cada uno que siguió, observo, paso, entro, saludo y salió de esta experiencia de escribir y concluir este trabajo de investigación.
Gracias.
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A Dios por su infinito amor,
A mi familia por catalizar ese amor,
A la vida por permitirme expresar ese amor.
“Cuida el exterior tanto como el interior, porque todo es uno”
Siddharta Gautama (Buda)
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TABLA DE CONTENIDO
1. INTRODUCCION ..................................................................................................................... 5
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ................................................................................ 6
3. JUSTIFICACIÓN ..................................................................................................................... 8
4. OBJETIVOS .............................................................................................................................. 9
4.1 OBJETIVO GENERAL .................................................................................................................. 9 4.3 OBJETIVOS ESPECÍFICOS ............................................................................................................ 9
5. MARCO TEORICO ............................................................................................................... 10
5.1 CANNABIS SATIVA (LINNAEUS 1753) ......................................................................................... 10 5.1.1 Cannabis sativa L. Propiedades y Características .......................................................... 10 5.1.2 Cannabinoides, Receptores y Ligandos endógenos ......................................................... 11 5.1.3 Cannabis sativa en Colombia........................................................................................... 15 5.1.4. Marco Legal de Cannabis sativa en Colombia ............................................................... 16 5.1.5. ∆-9-tetrahidrocannabinol (THC), Cerebro y efectos ...................................................... 17 5.1.6. Consumo de Cannabis sativa en Colombia ..................................................................... 20
5.2 ESTUDIOS DE IMAGENOLOGÍA ................................................................................................. 21 5.2.1 Resonancia Magnética Funcional (fMRI) ........................................................................ 21 5.2.2. La Resonancia Magnética Estructural (sMRI)................................................................ 23 5.2.2.1. Secuencias potenciadas en T1 ...................................................................................... 24 5.2.2.2 Secuencias potenciadas en T2 ....................................................................................... 25
6. METODOLOGIA ................................................................................................................... 26
7. RESULTADOS ........................................................................................................................ 31
7.1 VOLUMETRÍA EN CEREBELO DE REGIONES IZQUIERDA Y DERECHA EN HOMBRES Y MUJERES
TANTO ESTUDIO COMO CONTROL. ................................................................................................. 32 7.2 VOLUMETRÍA DEL CEREBELO DE CONSUMIDORES POR FACTOR AÑOS DE CONSUMO VERSUS NO
CONSUMIDORES. ............................................................................................................................ 32 7.3 VOLUMETRÍA DEL CEREBELO DE CONSUMIDORES POR FACTOR DE FRECUENCIA DE CONSUMO
VERSUS NO CONSUMIDORES. .......................................................................................................... 33 7.4 VOLUMETRÍA DEL CEREBELO DE CONSUMIDORES POR FACTOR DE EDAD DE INICIO VERSUS NO
CONSUMIDORES. ............................................................................................................................ 33
8. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN ..................................................................................................... 42
9. CONCLUSIONES ................................................................................................................... 47
10. RECOMENDACIONES ..................................................................................................... 48
11. BIBLIOGRAFIA ................................................................................................................. 49
12. ANEXOS .................................................................................................................................... 57
12.1. ANEXO 1. .............................................................................................................................. 57 12.2. ANEXO 2. .............................................................................................................................. 60 12.3. ANEXO 3. .............................................................................................................................. 62
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1. INTRODUCCION
En la actualidad la Cannabis sativa es la planta con propiedades psicotrópicas más
consumida entre la población joven y de considerable aumento sobre la población adulta a
nivel mundial. La Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) en
su Informe mundial sobre las Drogas 2017, calcula que unos 250 millones de personas, en
torno al 5% de la población mundial adulta, han consumido drogas por lo menos una vez en
el último año. De este porcentaje el 0.6%, aproximadamente unas 29.5 millones de personas
consumidoras, padecen trastornos provocados por el uso de las drogas. La UNODC plantea
al Cannabis como la sustancia más consumida por sobre todas las drogas con un total de 183
millones de personas que han hecho uso de la misma y que estaría en aumento
mayoritariamente sobre la población adulta por efecto de las novedades del mercado del
cannabis, tales como la regulación para uso medicinal y la legalización para uso recreativo
por parte de estados, países y organizaciones mundiales. (UNODC, Informe mundial sobre
las Drogas, 2017).
Para Colombia en los Estudios Nacionales de Consumo de Sustancias Psicoactivas
realizados en los años 2013 y 2016 por el Observatorio de Drogas de Colombia junto al
Ministerio de Justicia y de Derecho, el Ministerio de Educación Nacional y el Ministerio de
Salud y Protección Social, con el apoyo de la Comisión Interamericana para el Control del
Abuso de Drogas (CICAD) de la Organización de los Estados Americanos (OEA),
demuestran que alrededor del 15.6% de la población ha hecho uso de cualquier sustancia
ilícita algunas vez en la vida y un 11% al menos el último año. En cuanto al Cannabis, se
declara como la sustancia ilícita de mayor consumo con una prevalencia de 3,27% de la
población que expresa haberla consumido en el último año, siendo el grupo de edad de 18 a
24 años como el de mayor consumo con un 8.7%, seguido del grupo de 12 a 17 años (4.8%)
y el grupo de 25 a 34 años (4.3%). (MJD, MSPS, DNE, & ICBF, 2017) (ODC y otros,
Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Colombia 2013 – 2016).
Frente a la realidad actual sobre el tema de drogas y entendiendo que la incidencia y
consumo de sustancias ilícitas se localizan principalmente y de manera más pronunciada en
la población joven estudiantil donde el sexo no representa un factor determinante en el
6
instante en el que el consumo de sustancias psicoactivas de manera indiscriminada e
irresponsable afecta el proceso de neuromaduración regular (Squeglia & Gray, 2016), se
decidió a plantear el actual estudio con la finalidad de evaluar el efecto del Cannabis sativa
a nivel estructural del cerebelo observando los cambios volumétricos en el mismo teniendo
en cuenta las mínimas diferencias estructurales que se puedan presentar, pues como reporta
la literatura, estos cambios se pueden evidenciar por medio de imágenes de resonancia
magnética estructural (V. Lorenzetti, et al., 2010). Para la realización de este estudio se contó
con 24 estudiantes, dentro de los cuales, 16 son usuarios regulares de Cannabis sativa (8
hombres y 8 mujeres), y 8 son control (4 hombres y 4 mujeres), que se clasificaron dentro de
grupos con variables específicas como la edad de inicio y tiempo de consumo lo que permite
una correlación satisfactoria de datos.
Este estudio hace parte de un macro-proyecto ejecutado por el Grupo de Investigación
de Neurociencias de la Universidad Distrital (GINUD), siendo este una continuación de la
fase III del mismo en el que se busca no solamente una aproximación y explicación de los
efectos del Cannabis sativa en el desarrollo y funcionamiento del encéfalo, sino también
lograr una asimilación y reconocimiento social por medio de propuestas educativas
innovadoras que promuevan una prevención y mitigación sobre los daños ocasionados del
consumo de Cannabis en la población estudiantil.
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
El uso de sustancias psicoactivas, en la actualidad, se entiende como una realidad de
interés social, político, cultural, pedagógico, de seguridad y de salud pública. Según el más
reciente Informe Mundial sobre las Drogas realizado por La Oficina de las Naciones Unidas
Contra la Droga y el Delito (UNODC, Informe mundial sobre las Drogas, 2017), estima que
los usuarios de cannabis a nivel mundial representan un aproximado de 183 millones de
personas agrupando el 73.2% del total de usuarios de sustancias, lo que la convierte en la
sustancia ilegal de mayor consumo a nivel global. Este organismo de Naciones Unidas
plantea de igual manera, un aumento considerable en el consumo de cannabis en todo el
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continente americano pasando de 36.6 millones de personas en 2005 a 49.2 millones en 2015
con un crecimiento de usuarios diarios o casi diarios de marihuana en un 67% en ese mismo
periodo. Para Suramérica la media de prevalencia de consumo se encuentra entre los rangos
menores al 6%, como 3.2% en Colombia o 1,7% en Perú. Los países con mayor consumo de
cannabis en población joven entre 15 y 24 años son Chile (32.87%), Colombia (15%) y
Argentina (13.6%), (OEA, Informe sobre Uso de Drogas en las Américas, 2015) (ODC,
Reporte de Drogas de Colombia, 2017).
Fundamentados por investigaciones actuales se puede objetar que, debido a las
nuevas alternativas legales, medicinales y sociales en el mercado del cannabis, su baja
percepción de riesgo, su alta a la tendencia de consumo y su fácil disponibilidad, se ha
disparado el uso por parte de la población joven y joven adulta además de empezar a ganar
terreno sobre la adulta. (UNODC, 2016), comprobando así de esta manera, como llega está
a ser la mayor sustancia ilícita usada entre los estudiantes universitarios de Colombia, pues
de 22.679 estudiantes encuestados de 12 universidades públicas y privadas del país, 36.3%
declararon haber usado marihuana alguna vez en la vida, con una marcada diferencia entre
hombres (43.1%) y mujeres (30.2%), con una edad mediana de inicio de 17 años en hombres
y 18 en mujeres que aumenta su prevalencia a medida que aumenta la edad, desde 15.4%
menores de 18 años, hasta 22.21% a los 24 años, pasando por un pico de 24.41% entre los
21 y 22 años, luego de los 25 años comienza a decrecer el uso de la sustancia con un 16.97%.
(UNODC y otros, III Estudio epidemiológico andino sobre consumo de drogas en la
población universitaria de Colombia, 2016).
El Reporte de Drogas de Colombia (MJD & ODC, 2016), señala a la marihuana como
la sustancia ilícita de mayor consumo en el país, pues del total de consumidores de sustancias
psicoactivas en el último año, el 87% consumió o consume marihuana. De igual manera
plantea que el consumo de drogas ilícitas en algunos departamentos es dos veces o más al
promedio nacional influenciado por su nivel de urbanización, ya que las áreas con menor
densidad de población arrojan las prevalencias más bajas de consumo en comparación a las
grandes urbes como Medellín y su área Metropolitana con un 8.2% de prevalencia siendo la
más alta del país, seguido de Quindío (6.8%), Risaralda (6,4%), y Resto de Antioquia (5.6%)
(MJD & ODC, Reporte de Drogas de Colombia, 2016). Para Bogotá D.C, siendo la ciudad
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con mayor densidad poblacional de la nación, presenta una prevalencia de consumo inferior
de 4.6% siendo la marihuana la mayor sustancia ilícita consumida y la tercera sustancia
psicoactiva después de alcohol y el tabaco. Según el más reciente Estudio de Consumo de
Sustancias Psicoactivas de Bogotá. D.C, el 13.4% dice haber consumido esta sustancia al
menos una vez en la vida, donde el último año aproximadamente el 6.8% de los hombres y
el 1.7% de las mujeres dicen haber hecho uso del cannabis lo que equivaldría a cerca de 240
mil personas, el grupo de edad de mayor consumo se encuentra entre los 18 y 24 años con el
8% seguido del grupo de adolescentes con el 6.7%. (Alcaldía de Bogotá, Secretaria Distrital
de Salud, UNODC, Cicad & OEA, Estudio de Consumo de Sustancias Psicoactivas en
Bogotá, D.C. 2016).
Un estudio realizado por Moreno et. al., (2016) concluyó, luego del análisis de los
efectos fisiológicos del Cannabis sativa en estudiantes, que la administración temprana,
continua, crónica o aguda de esta sustancia psicoactiva puede traer consecuencias y
alteraciones a nivel social –conductual, cognitivo, cerebral, cardiaco, pulmonar y hormonal,
pudiendo llegar a ser más pronunciado en mujeres. Zamudio, Arango y Moreno 2013, en su
investigación sobre los efectos en el lóbulo temporal e hipocampo del consumo de Cannabis
sativa en estudiantes universitarios, reafirman y sustentan lo anteriormente planteado, pues
señalan que el TCH sobre las regiones cerebrales más ricas en receptores CB1, puede
producir una reducción del volumen sobre los lóbulos, provocando así, afectaciones
cognitivas de orden visoespacial, de memoria y auditivo a largo plazo.
3. JUSTIFICACIÓN
Guiado por lo mencionado hasta ahora e influenciado por lo plasmado dentro del Plan
de Desarrollo 2018-2022 de la Alcaldía Mayor de Bogotá en el cual se plantea el consumo
de sustancias psicoactivas (SPA) como un problema social y de salud pública que requiere
alternativas y estrategias que promuevan la prevención y reducción de daños en la población
joven de la ciudad, que junto al Plan estratégico de Desarrollo de la universidad Distrital
Francisco José de Caldas, herramienta que fomenta el desarrollo social generando un espacio
9
cultural, institucional y social para la formación de profesionales capaces de responder a las
variadas problemáticas y factores geográficos desde los diversos campos del conocimiento,
se formula este proyecto investigativo, dando cuenta del alto nivel en el uso y abuso de
Cannabis sativa por parte de una población universitaria bogotana que desconoce los riesgos
y las consecuencias que tal actividad puede ocasionar y que debido a la falta de estudios
propios y locales que evidencien los efectos a nivel estructural del uso habitual de C. sativa
más la falta de políticas públicas de programas preventivos y de reducción de riesgo y daño,
se expone la pregunta de investigación ¿Qué efectos a nivel estructural produce el consumo
de Cannabis sativa en cerebelo de estudiantes universitarios consumidores?, la cual procura
entender y reconocer los efectos que genera el consumo regular y abusivo de marihuana en
estudiantes universitarios de la ciudad de Bogotá, D.C con un rango de edades de 18 a 30
años, a nivel cerebelar por medio de resonancias magnéticas estructurales (RMI).
4. OBJETIVOS
4.1 Objetivo General
• Establecer posibles diferencias volumétricas estructurales a nivel de cerebelo en
estudiantes universitarios de acuerdo a la edad de inicio, frecuencia y años de
consumo del Cannabis sativa empleando resonancia magnética estructural
(RMI).
4.3 Objetivos Específicos
• Analizar las imágenes obtenidas del equipo de resonancia magnética (RMI)
determinando posibles diferencias volumétricas del cerebelo de universitarios
hombres y mujeres consumidores versus hombres y mujeres no consumidoras.
• Identificar variaciones estructurales en las medidas del cerebelo de acuerdo a los
grupos establecidos (edad de inicio de consumo, tiempo de consumo y frecuencia
de éste) de los universitarios consumidores habituales de Cannabis sativa.
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• Determinar si el consumo de Cannabis sativa presenta un efecto diferencial en
el cerebelo de hombres y mujeres en los grupos de sujetos de estudio.
• Relacionar los hallazgos obtenidos a nivel estructural de la población estudio
frente a la población control.
5. MARCO TEORICO
5.1 Cannabis sativa (Linnaeus 1753)
5.1.1 Cannabis sativa L. Propiedades y Características
Cannabis sativa, el cáñamo o la marihuana, es una planta cuyos registros datan de las
planicies de Asia Central hace 4.000 a.C, fue cultivada por los humanos por sus múltiples
usos: como fuente textil, para extraer aceite de sus semillas, como planta medicinal de tipo
psicotrópico y herramienta mística y espiritual hace 2.737 a.C (B. Amar, 2006). Por efecto
de la intervención humana el Cannabis sativa es distribuido en todo el mundo logrando una
mejor adaptación en las regiones templadas y tropicales (B. Amar, M., Leonard, L., 2002).
Es una especie de planta de tipo herbácea, anual, dioica; con flores anemófilas, diclinas
monoicas o dioicas; pequeñas, en inflorescencias cimosas. Las flores masculinas son
ramificadas, paniculiformes y con muchas flores. Las flores femeninas son más compactas,
pistiladas con un cáliz tubular, membranoso, corto, que encierra al ovario con dos carpelos
unidos formando un ovario unilocular con dos estigmas alargados (Ángeles López, et al.
2014), puede alcanzar varios metros si las condiciones son favorables, pero generalmente no
sobrepasa 1m de estatura. En sistemática vegetal La familia Cannabinaceae a la cual
pertenece el Cannabis sativa y el lúpulo, hace parte del Orden Rosales, emparentada con la
familia Ulmaceae y taxonómicamente hermana del grupo Moraceae mas Urticaceae, no
obstante, aunque el cannabis este emparentado con estas plantas, su relación es más distante
que con su propia familia (Fernandez Honaine, et al., 2018). Este taxón agrupa 11 géneros
y hasta 170 especies. Dentro de los géneros se encuentra el género Cannabis, el cual alberga
las principales especies con actividad psicoactiva siendo C. sativa, C. indica y C. ruderalis
(Escobar, Berrouet, & Gonzales, 2009). Por efecto de su veloz distribución, propagación y
11
adaptabilidad al ambiente, el Cannabis ejerció un gran impacto en el desarrollo, evolución y
expresión de diversas culturas antiguas debido a las características y usos propios de la planta
tales como la manufactura de vestimenta, cuerdas, textiles industriales y pasta de papel. El
aceite de sus semillas y sus semillas enteras se usaron como combustible y como alimento
para mascotas y ganado, así como también y de manera paralela, su propiedad psicoactiva de
algunas variedades confirió a la planta, en algunas culturas, un papel religioso y espiritual,
además de efectos medicinales de tipo analgésico, antiespasmódico y antitusígeno (Téllez J.
2015).
La constante domesticación y selección a la par de la hibridación han dado lugar a
una gran cantidad de variedades cultivables de cannabis, pues más de 2500 han sido
reportadas y otras aún no se han descrito (Hazekamp, 2012). En la actualidad se conocen más
de 700 nombres para designar la planta y las preparaciones de la mismas, que son de tres
tipos: para comer, beber y fumar. El ultimo tipo es el más común de consumo pues se basa
en preparados de cigarrillos a base de tallos, hojas y botones florales, principalmente
femeninos, cuyo contenido psicoactivo es mayor y fluctuante dependiendo de la variedad de
la cual provenga (Téllez J. 2015). Hasta el momento se han identificado cerca de 113 tipos
de fitocannabinoides siendo los principales cannabinoides ∆9 – tetrahidrocannabinol (∆9 –
THC), 8 – tetrahidrocannabinol (8 – THC), cannabidiol (CBD) y cannabinol (CBN). Además
de estos, existen a su vez compuestos no cannabinoides como los terpenoides y flavonoides
(Torres, L. M, 2013), dentro de los cuales se encuentran sustancias responsables de los
conocidos efectos psicoactivos de la planta.
5.1.2 Cannabinoides, Receptores y Ligandos endógenos
En la actualidad, a la Cannabis sativa se le han descubierto más de 500 tipos de
compuestos químicos diferentes, entre ellos al menos 113 cannabinoides. Los cannabinoides
son sustancias con estructura carbocíclica de 21 carbonos, compuesto habitualmente por
anillos tricíclicos caracterizados por un anillo central pirano, un anillo fenol y un anillo
ciclohexil monoinsaturado (Aizpurua-Olaizola, 2016); entre los 113 compuestos
cannabinoides presentes en la planta los mas abundantes son el ∆9-tetrahidrocannabinol (∆9-
THC) (Fig.1), el cual es el responsable del efecto psicotrópico característico de la planta; el
cannabidiol (CBD) (Fig.1), responsable del efecto analgésico, sedativo, antiinflamatorio,
12
ansiolítico y antipsicótico, y el cannabinol (CBN) (Fig.1) un agonista débil en los receptores
CB1 y CB2 además de metabolito del THC (Netzahualcoyotzi, Muñoz, Martínez, Florán, &
Ilhuicamina, 2009). También se pueden encontrar, en menor medida, el ∆8-
tetrahidrocannabinol (∆8-THC), cannabigerol (CBG) y cannabicromeno (CBC).
Figura 1. Estructura de los principales compuestos químicos de Cannabis sativa (Tomado de
(Ángeles López, et al. 2014).
La presencia y cantidad de estos compuestos varía dependiendo el tipo o la variedad
del Cannabis y de manera general, pueden estar presentes solo tres o cuatro compuestos en
concentraciones mayores al 0.1% (Herradon, 2009). Los cannabinoides herbarios o
fitocannabinoides sintetizados naturalmente por la planta del cannabis, actúan a través de dos
tipos de receptores específicos, los CB1 que se expresan principalmente en el sistema
nervioso central (SNC) pero también en pulmones, hígado y riñones y los CB2 que se
expresan principalmente en el sistema inmune y en células hematopoyéticas (Graham ES,
Ashton JC, Glass M, 2009). Ambos receptores están acoplados a la proteína G.
La activación y estimulación de los receptores CB1 da paso a los característicos
efectos sobre el sistema circulatorio y la psique conocidos tras el consumo de cannabis,
mientras que la estimulación sobre los CB2 no los produce. Los receptores CB1 se localizan
13
principalmente en las neuronas del SNC; siendo cerebro, sistema nervioso periférico y
medula espinal. En el cerebro de manera más abundante se encuentran en el hipocampo,
ganglios basales, amígdala y cerebelo (Elphick MR, Egertová M, 2001). No obstante,
también están presentes en algunos tejidos y órganos periféricos como bazo, corazón,
glándulas salivales, glándulas endocrinas, leucocitos y en regiones específicas de los aparatos
urinario, gastrointestinal y reproductor. La presencia de receptores CB1 en las terminales
nerviosas centrales y periféricas, inhiben la liberación de otros neurotransmisores, generando
así, una acción protectora del sistema nervioso contra la sobre-inhibición o sobre-activación
provocada por la acción de neurotransmisores específicos (Pagotto U, et al., 2006). Los
receptores CB1 tienen una incidencia mucho más marcada por su abundancia en las regiones
responsables del procesamiento de la memoria (hipocampo y corteza cerebral), del
movimiento (ganglios basales y cerebelo) y la modulación del dolor (sustancia gris
periacueductal y regiones puntuales de la medula espinal), a diferencia del tronco cerebral,
donde su abundancia es relativamente baja, explicando así las pocas adversidades agudas
relacionadas al uso del cannabis (Grotenhermen, 2006).
El receptor CB1 es un heteroreceptor que se expresa pre-sinápticamente en las
interneuronas glutaminérgica y GABAérgica, actuando como modulador que inhibe la
liberación de glutamato y GABA (Elphick MR, Egertová M., 2001), activándose de manera
específica, dependiente de la dosis, estereoselectiva. El receptor CB1 se activa con
cannabinoides, generados naturalmente dentro del cuerpo (endocannabinoides) o
introducidos, como el cannabis o compuestos sintéticos relacionados (Pertwee RG, 2006).
La literatura plantea que por generalidad los receptores CB1 están acoplados a través de
proteínas G. Tas la activacion, el receptor CB1 (Fig. 2) exhibe sus efectos principalmente a
través de la activacion de la subunidad alfa G, la cual disminuye la concentración intracelular
de AMPc al inhibir su producción enzimática, anilato ciclasa, e incrementa la concentración
de proteína quinasa activada por mitogenos (Demuth DG, Molleman A., 2006). AMPc es
conocido por funcionar como segundo mensajero acoplado a una variedad de canales iónicos,
incluyendo los canales de potasio y de calcio, siendo estos últimos activados por la
interacción dependiente de AMPc con moléculas como la proteína quinasa A (PKA) y C
(PKC) (Pertwee RG, 2006). La expresión de AMPc, acorta la duración de los acciones de
14
potencial pre-sinapticos. Esta inhibición se pronuncia cuando se considera con el efecto de
los receptores CB1 activados, pues se limita la entrada de calcio a la célula, restringiendo su
concentración para la liberación de vesículas, por lo que se disminuye el transmisor que entra
a la sinapsis tras la liberación del mismo (Elphick MR, Egertová M., 2001).
Figura 2. Cannabinoides derivados de Cannabis sativa & principales Cannabinoides endógenos. A
la izquierda se observa la estructura del principal cannabinoide psicoactivo el ∆9-
tetrahidrocannabinol y de los principales cannabinoides endógenos: la anandamida y el 2-
araquidonil-glicerol. A la derecha, principales acciones de los cannabinoides a nivel neuronal. Los
endocannabinoides se producen como consecuencia del aumento de Ca2+ intracelular e interactúan
con receptores CB1 ubicados en las neuronas presinapticas, modulando la liberación de
neurotransmisor (NT). Este activa a receptores ionotrópicos (iR) y/o metabotrópicos (mR). Los
endocanabinoides son removidos del espacio sináptico por un transportador especifico (T), ya en el
citoplasma, son degradados por la hidrolasa de la amida de acidos grasos (FAAH) a etanolamina
(Et) y acido araquidónico (AA). (Tomado de (Valenzuela, et al., 2010).
Los endocannabinoides son ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga derivados
de los fosfolípidos de membrana, específicamente del ácido araquidónico. En la actualidad
los dos endocannabinoides principales son la anandamida y el 2-araquinodildlicerol (2-AG)
(Pertwee RG, 2006). El endocannabinoide más abundante en el cerebro es el 2-AG con una
concentración de hasta 200 veces superior a la anandamida. El 2-AG se genera a partir de
fosfolípidos de membrana plasmática, como la anandamida (Aizpurua-Olaizola, 2016). Otros
15
cannabinoides endógenos que pueden identificarse son el éter 2-araquidonilglicerol (éter de
noladino), la virodamida (antagonista endógeno del receptor CB1) y la N-
araquidonoildopamina (NADA) (agonista vaniloide con afinidad CB1) (Herradon, 2009).
Los endocannabinoides son considerados como neurotransmisores no clásicos, por su síntesis
primordial (pero no exclusiva) de las células neuronales, además de no almacenarse en
vesiculas sinápticas, sino que son producidos “a demanda y necesidad”. Su liberación se
produce como respuesta a la despolarización de la membrana y al influjo de calcio al interior
de la célula, de igual manera con los neurotransmisores clásicos, para unirse luego a su
receptor e inactivación a través de mecanismos de degradación y receptación enzimática
(Feliciano, Mendivil Anaya, & Sierra, 2006). La enzima primordial para la degradación de
endocannabinoides se denomina hidrolasa de amidas de ácidos grasos (FAAH).
5.1.3 Cannabis sativa en Colombia
Datos y registros históricos nacionales indican que la marihuana fue introducida a
Colombia, al igual que en la totalidad del continente americano, por mano humana europea
a mediados del siglo XVI, en sus dos tipos o variedades más comunes: El Cannabis indica y
la Cannabis sativa. No obstante, su uso como sustancia psicoactiva en Colombia data sobre
los años 20 del siglo pasado (Paez, 2012), teniendo un marcado auge en la década de los 70,
principalmente sobre las regiones de la Guajira, los Llano Orientales y la Sierra Nevada de
Santa Marta; Su producción ilegal con finalidad de exportación decreció en la década de los
80 por efecto de un cambio en el mercado hacia la cocaína. Sin embargo, recientes estudios
demuestran un aumento considerable en los cultivos de marihuana (MJD & ODC, Reporte
de Drogas de Colombia, 2016).
Un estudio realizado por (Florian, Parada, & Garzón, 2009) quiso determinar el
contenido de cannabinoides presentes en muestras vegetales procedentes de cuatro regiones
distintas del país, siendo la Sierra Nevada de Santa Marta, los Llanos Orientales, el Eje
Cafetero y el Cauca las aportantes del material, logrando evaluar y diferenciar de acuerdo a
las concentraciones de THC, determinando así, altas concentraciones en las regiones de los
Llanos Orientales (15.74%) y el Cauca (10.98%), y bajas concentraciones en la Sierra
Nevada (2.81%) y Caldas (1.87%) respectivamente. Los investigadores concluyeron en su
estudio que los altos contenidos de THC presentes en las muestras de cannabis de los Llanos
16
Orientales y el Cauca podrían indicar un cultivo y siembra de variedades de Cannabis sativa
mejoradas genéticamente, es decir, hibridas con contenidos mas altos de THC provocando
efectos psicoactivos más fuertes con el uso de la misma (Florian, Parada, & Garzón, 2009).
La intensidad y el tipo de efectos producidos por el Cannabis sativa en los humanos,
varía dependiendo la dosis administrada, la vía de administración y la frecuencia de consumo.
La manera más común de consumo es a partir de cigarrillos armados con picadura de botones
florales (generalmente femeninos, ya que contienen más THC que los masculinos) donde la
concentración de cannabis oscila entre los 5 y 150 mg por cigarrillo y su biodisponibilidad
(Fracción de THC que llega a la sangre) está entre el 5 y 24% (Téllez J. 2015).
5.1.4. Marco Legal de Cannabis sativa en Colombia
La normatividad legal en Colombia sobre el consumo de sustancias psicoactivas,
tienen su inicio en la Ley 17 de 1973, donde el Congreso de la Republica da facultad al
Presidente para legislar sobre el tema de drogas en la nación. En 1974 se constituye el Decreto
1188 el cual lleva por nombre Estatuto Nacional de Estupefacientes, tipificando así las
conductas adictivas y enunciando las drogas consideradas por la Organización Mundial de la
Salud (OMS). En 1986 bajo la Ley 30 se modifica y se promulga un nuevo Estatuto,
diferenciando y enunciando las puntuales definiciones establecidas por la ley para:
medicamento, estupefaciente, droga, psicotrópico, adicción, abuso o drogadicción entre otros
y en lugar de una lista, señala las sustancias que generan dependencia, así como a los usuarios
o consumidores que bajo un dictamen legal se consideren en condición de drogadicción. Se
condena la siembra, distribución y comercialización de cualquier sustancia que produjera
dependencia con sanciones monetarias o prisión (Giraldo, 2002).
Para el año 2002 se proclama la Ley 745, que tipifica como contravención el porte y
consumo de la dosis personas de estupefacientes que produzcan dependencia, con peligro
para menores de edad y la familia (Alfonso López & Fernando Gómez, 2014). En 2009, el 9
de diciembre el Congreso aprueba una reforma para el artículo 49 de la Constitución, donde
se prohíbe el porte para consumo de sustancias psicoactivas; aunque no se conoce el tipo de
penalización, se reconoce el derecho de los consumidores de la dosis personal de drogas. Esta
reforma de la Ley 1453 de Seguridad Ciudadana del año 2011 generó incertidumbre en su
17
momento al no dejar claro ni poner el protocolo específico de cómo se debía proceder por
parte de las autoridades competentes (policiales y judiciales) frente a la prohibición
constitucional, que es esta ley lograba eliminar del código Penal la disposición que
exceptuaba de la penalización del porte de SPA. (Min Justicia, Lineamientos Política
Nacional de Drogas, 2017).
Para el año 2011, por medio de pronunciamientos judiciales se esclarece el panorama
normativo nacional, reafirmando que, en Colombia desde un enfoque constitucional, no
puede penalizar el porte para consumo, incluso cuando se trata de cantidades mayores a la
dosis personal. La sentencia C-574 del 2011 establece, que en lugar de una penalización se
deben adoptar medidas de carácter administrativas con fines terapéuticas, que solo podrán
proceder con el consentimiento del consumidor. En el año 2012 con la aprobación de la Ley
1566 se dictan las normas para garantizar la atención integral a personas que consumen
sustancias psicoactivas con enfoque terapéutico y preventivo. Es en el 2016 tras la
suscripción del acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz
estable y duradera entre el Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionadas –
FARC- en cual en el punto 4 “solución al problema de drogas ilícitas” se plantea un enfoque
de prevención, educación y reducción de riesgo y daño para los consumidores de SPA
reforzando así, lo pronunciado en el 2012 por la Ley 1566 (Min Justicia, Lineamientos
Política Nacional de Drogas, 2017). El 11 de agosto de 2017, con la publicación de cinco
resoluciones, el Gobierno Nacional concluye el proceso para la reglamentación, fabricación,
uso de semillas y cultivo de cannabis para fines medicinales y científicos brindándole a los
consumidores más derechos sobre su uso y autocultivo de cannabis con fines terapéuticos.
5.1.5. ∆-9-tetrahidrocannabinol (THC), Cerebro y efectos
Los receptores cannabinoides tipo 1 (CB1) se expresan extensamente de manera
heterogénea en el cerebro humano. Presentan una alta concentración en el neocórtex,
particularmente en áreas con función asociativa y la región frontal (Pertwee, 2008), de
manera más densa los receptores CB1 se expresan en los núcleos talámicos, responsables en
funciones cognitivas y conductuales, de igual manera en otras regiones límbicas, tales como
hipocampo y amígdala (Pagotto U, et. al., 2006). La expresión y distribución de los receptores
CB1 en ganglios basales se distribuyen en mayor medida en el globo pálido y el globo pálido
18
ventral, no obstante, estando ausentes en el cuerpo estriado (núcleo caudado y putamen). En
el rombencéfalo las localizaciones de estos receptores se encuentran específicamente en la
corteza cerebelar, a diferencia del cordon espinal y el tronco cerebral donde casi no hay
presencia de estos receptores (Rabinak, Sekhar, Angstadt, Wit, & Phan, 2011).
El componente psicoactivo ∆-9-tetrahidrocannabinol (THC), a nivel molecular, es
mediado por el receptor neuronal CB1 inhibiendo la liberación presináptica de
neurotransmisores específicos. La alta densidad y presencia de estos receptores sobre la
corteza temporal medial, cingulada anterior y prefrontal soportan la función en los procesos
fundamentales inhibitorios. No obstante, según la zona cerebral y la localización especifica
de los receptores CB1 se puede liberar glutamato o acido gamma-aminobutirico (GABA)
gracias a los efectos excitatorios e inhibitorios del THC sobre algunas áreas (Borgwardt, et
al., 2008).
La corteza prefrontal está implicada y es la responsable de los procesos en la “funcion
ejecutiva”, como la resolución de problemas, la atención, flexibilidad cognitiva, memoria de
trabajo, planificación y toma de decisiones. Al igual que el hipocampo, cuyo papel crucial
está basado en los varios tipos de memoria, incluyendo la memoria espacial, las
trnascripciones de ARNm del receptor CB1 son abundantes en interneuronas GABAérgicas,
reflejando indirectamente la expresión de estos receptores (Elphick MR, Egertová M., 2001).
Estos receptores están localizados más densamente en las células piramidales del hipocampo
que en corteza prefrontal, otorgándole a los cannabinoides el factor crucial para la
selectividad de la memoria. (Pertwee RG, 2008). Junto a estas regiones, los receptores CB1
también tienen incidencia sobre los ganglios basales implicados en la planificación,
integración y control del movimiento voluntario además del aprendizaje procedimental,
donde se observa que la administración de cannabinoides sintéticos, propicia por efecto de la
inhibición, una disminución en la actividad locomotriz que varía dependiendo de la dosis
(Fernández-Ruiz, 2012). Estas evidencias indican las fuertes influencias de los cannabinoides
sobre el movimiento y la coordinación, pues es en el cerebelo donde el papel de los receptores
CB1 puede modificarse por la expresión adicional de este receptor. Las investigaciones
suguieren que la anandamida es sintetizada por células de Purkinje y actúa sobre receptores
presinapticos para inhibir la liberación de glutamato de células granulares o la liberación de
19
GABA de las terminales de células en canasta, influenciando así en cierta medida los
procesos de aprendizaje y coordinación motora propias del sujeto (Manzo & Miquel, 2010).
La activación y estimulación de estos receptores específicos, se convierte en pieza clave para
determinar si el uso de la marihuana afecta este tipo de funcionamiento ejecutivo y motor,
especialmente en el desarrollo del cerebelo en el desarrollo humano del periodo adolecente a
joven. La coordinación y la habilidad motora no es solo favorecida por el cerebelo y los
ganglios basales, sino también por el hipocampo, corteza frontal y prefrontal (Eric R. Kandel.
Et. al., 2012).
Dada la alta densidad, concentración y expresión de los receptores cannabinoides
CB1 en las áreas cerebrales responsables de la memoria motriz y coordinación,
investigaciones han demostrado que el ingreso de cannabinoides de manera aguda y no aguda
tiene incidencia o afectación en la ejecución de tareas motrices y de movimientos finos (Y.
Kawamura, et. al., 2006). Sin embargo, los efectos neurocognitivos no son consistentes y por
consiguiente existe controversia con respecto a sus efectos sobre las bases neuronales y la
capacidad de procesamiento cognitivo (Weinstein, et al., 2008).
Existe una extensa lista de efectos cognitivos y neurocoductales por efecto de la
extensa distribución de receptores cannabinoides en determinadas áreas cerebrales y que
puede fluctuar dependiendo el consumo de cannabis crónico o agudo. Los efectos agudos del
THC sobre el sistema nervioso central (SNC) en humanos pueden ir desde euforia, aumento
de la percepción sensorial, incremento de la sociabilidad, relajación, dificultad en la
concentración, antinocicepcion y deterioro de la memoria. Las grandes cantidades de THC,
en fumadores experimentados, puede tener un efecto de despersonalización seguido de un
marcado incremento bilateral del flujo sanguíneo cerebral (Budney AJ, Stanger C., 2017), el
cual se correlaciona significativamente con los efectos del cannabis sobre la conducta, el
humor, atención y la psicomotricidad (Beverido Sustaeta, 2010). De acuerdo a esto, es
posible determinar los efectos psicoactivos de esta sustancia sobre ciertas áreas estratégicas
del encéfalo por medio de diferentes técnicas, como la Imagenología.
No obstante, la relación entre el cannabis y la neurotoxicidad ha sido subestimada
durante bastante tiempo, pues estudios realizados demuestran que el consumo prolongado
20
provoca una alteración en las estructuras de materia blanca y gris sobre las regiones con
mayor densidad de receptores CB1 (Matteo Rocchetti, et. al., 2013), especialmente a mayores
concentraciones y a más temprana edad de inicio de consumo (Zamudio & Morales, 2013).
5.1.6. Consumo de Cannabis sativa en Colombia
El “III estudio epidemiológico andino sobre sobre consumo de drogas en la población
universitaria de Colombia 2016”, realizado por la Oficina de las Naciones Unidas Contra la
Drogas y el Delito (UNODC) y el Ministerio de Justicia y del Derecho de Colombia, indica
que en términos generales, el 38,7% de los estudiantes universitarios en Colombia han
probado algún tipo de droga ilícita o indebida alguna vez en la vida, lo que quiere decir, 4 de
cada 10 estudiantes y el 22.4% ha consumido por lo menos en el último año. La sustancia
ilícita más consumida es la marihuana, con una prevalencia en el último año de un 20.8%,
seguido por el LSD con 4.2%, cocaína con 2.7%, cannabinoides sintéticos con 2.6%, estasis
con 2.0% y Hongos alucinógenos con 1.2%, el resto de sustancias presentan una prevalencia
en el último año de 0.4% o inferior (UNODC & MDJ, 2016).
Para este estudio, la marihuana es la sustancia psicoactiva más consumida en el país
por la población joven, donde un poco más de un tercio de los estudiantes universitarios en
Colombia (36.3%) manifiestan haber hecho uso de la misma alguna vez en la vida, con una
marcada diferencia entre hombres (43.1%) y mujeres (30,2%) respectivamente, con una
prevalencia en el consumo del último año del 20,8%, elevándose en los hombres a un 26.2%
y disminuyendo en las mujeres en un 15.9%, demostrando así, un consumo superior entre los
hombres con relación a las mujeres: 13.8% y 6.1%. En cuanto a su incidencia, el 12.3% de
los estudiantes indican un inicio en el consumo de marihuana en el último año y un 4.1% en
el último mes (UNODC & MDJ, 2016).
La edad promedio para el inicio en el consumo de marihuana se encuentra
aproximadamente a los 18 años, sin marcadas diferencias entre sexos. En los resultados se
concluye también que un 25% de los usuarios de marihuana iniciaron su consumo a los 16
años o antes, y un 50% lo hizo a los 18 o antes. En este estudio se observa que el mayor uso
de esta sustancia está en el grupo etario de 21 a 22 años con un (24,41%), seguido por el de
19 a 20 años (22.27%), y el de 23 a 24 años (22.21%), que luego de los 25 años empieza a
21
decrecer (16,97%), llegando a los niveles parecidos al grupo de 18 años o menos (15,42%).
La percepción del riesgo se mantiene alta por parte de los consumidores siendo mucho más
alta en mujeres que hombres. En cuanto a la percepción de riesgo del uso experimental (1 o
2 veces) se expresa con un 22.9% para hombres y un 26.4% mujeres de riesgo, tendencia que
se mantiene de manera más pronunciada con el consumo frecuente siendo un 56.1% y 66.9%
respectivamente (UNODC & MDJ, 2016). Finalmente, la oferta y facilidad de acceso a la
marihuana se declara con una gran facilidad para conseguir con el 72.9% para hombres y
66.5% para mujeres.
5.2 Estudios de Imagenología
En la actualidad y a través de tiempo, el consumo de sustancias psicoactivas (SPA)
se relaciona con variaciones y modificaciones neuropsicológicas asociadas al
funcionamiento de regiones específicas cerebrales (implicadas directamente e indirectamente
con los efectos de recompensa y procesos cognitivos), que gracias a la continua evolución de
las técnicas de neuroimagen (Gustavo Aroca, et. al., 2015) (García Fernández, Olaya García
Rodríguez., 2011), se permite identificar e investigar con superior certeza tanto la
localización, la extensión y la naturaleza de los cambios y modificaciones cerebrales
concebidas por el consumo de SPA (A. Montoya-Filardi, M. Mazón, 2017). Como visión
prospectiva, los estudios en neuroimagen tienen una gran posibilidad sobre las tecnologías
de la imagen funcional, que junto a mediciones conductuales psicológicas, pueden ayudar a
generar diagramas más específicos neuroanatomicos y bioquímicos asociados al refuerzo
inducidos por el uso de sustancias psicoactivas (Stephen J. Wilson Michael A. Sayette.,
2014).
5.2.1 Resonancia Magnética Funcional (fMRI)
La Resonancia Magnética Funcional (fMRI) o la neuroimagen funcional logra
suministrar un medio eficiente para investigar, entender y examinar el cómo los efectos del
THC afectan a nivel neuronal la respuesta de inhibición cerebral. Variadas investigaciones
de neuroimagen han logrado demostrar que la acción de relajación corporal y cognitiva se
encuentra perturbada en el cerebelo y en la región prefrontal (Eric A. Moulton Igor Elman
Lino R. Becerra Rita Z. Goldstein David Borsook., 2013). Dada la complejidad química y
22
molecular de la cual está compuesta el cannabis, aún no está claro el mecanismo de acción
por el cual algunos de sus componentes son responsables de algunos efectos psicoactivos
característicos de la planta, pues teniendo en cuenta que los efectos del THC luego de su
administración suelen ser la reducción del rendimiento motor y las tareas de respuesta de
inhibición, además de inducción síntomas psicóticos, y que el CBD o cannabidiol no afecta
el rendimiento cognitivo o motor pero que genera sedación y reducción de la asiedad en el
usuario, se ha asociado con el aumento del metabolismo en reposo en las capas corticales
cerebelares, frontal y temporal, asi como un aumento en la actividad global cerebral (T.
Brumback, N. Castro, J. Jacobus & S. Tapert., 2016).
Figura 3. Controles vs THC. (A) El color azul muestra alteraciones neuroanatómicas en los usuarios
de marihuana - El color verde las regiones relativas de los sujetos de control. (B) Mapa cerebral con
distribución regional de la densidad del receptor de cannabinoides [verde oscuro] - verde claro
rango, densidad 40-1680 de los sitios de unión del receptor, medido mediante técnicas
autorradiográficas (3). Los colores más claros indican evidencia de más estudios y mayor densidad
de receptores. (C) El mapa binario (rojo) ilustra la superposición entre (A) y (B), incluidas las
regiones con alto contenido de receptores de cannabinoides que también muestran alteraciones
neuroanatómicas. (D) El mapa binario (violeta) ilustra el no solapamiento entre (A) y (B), incluidas
las áreas que mostraron alteraciones neuroanatómicas y son bajos en receptores de cannabinoides.
Tomado de Lorenzetti, V., Solowij, N., & Yücel, M. (2016).
23
5.2.2. La Resonancia Magnética Estructural (sMRI)
La base primordial de la MRI es la carga rotacional nuclear, que produce un campo
magnético llamado: un momento magnético. El elemento principal de un equipo de MRI es
un imán capaz de generar un campo magnético constante de gran intensidad. Este campo
magnético constante se encarga de alinear los momentos magnéticos de los núcleos atómicos
en dos direcciones, paralela (los vectores apuntando hacia un mismo sentido) y anti-paralela
(los vectores apuntando en sentidos opuestos). La intensidad del campo y el momento
magnético del núcleo determinan la frecuencia de resonancia de los núcleos, así como la
proporción de núcleos que se encuentran en cada uno de los dos estados (Liney, MRI in
Clinical Practice, 2006). Luego de emitir la radiación electromagnética a una determinada
frecuencia de resonancia (pulso de radiofrecuencia o pulso RF), debido a los estados de los
núcleos, algunos de los que se encuentran en estado paralelo o de baja energía cambiaran al
estado anti-paralelo o de alta energía, donde al cabo de un corto periodo de tiempo, retornaran
a su estado previo, perdiendo en forma de fotones, la energía que habían ganado (Carr,
Herman Y., 2004). Estos fotones serán los encargados de ser detectados por instrumental
adecuado para ello. Debido a que el imán principal genera un campo constante, todos los
núcleos que posean el mismo momento magnético (por ejemplo, todos los núcleos de
Hidrogeno) tendrán la misma frecuencia de resonancia por lo que se aplican diferentes
gradientes de intensidad con frecuencias controladas, que luego pasaran a ser transformada
en posiciones espaciales (Weishaupt, Köchli, & Marincek, 2006).
La Imagen de Resonancia Magnética (RMI) es una técnica usada primordialmente
por los centros de salud con el objetivo de generar imágenes de alta resolución del interior
del cuerpo humano. La RMI se basa en los principios de la resonancia magnética nuclear,
cuya técnica espectroscópica es usada para obtener información química y física
microscópica molecular (Vadim Kuperman, 2000). El procedimiento adecuado para el
estudio por RMI se compone, en primera medida, de colocar al paciente dentro del imán,
luego enviar una onda de radio que será interrumpida de manera controlada y que emitirá una
señal, la cual será usada luego para reconstruir la imagen. La construcción de la imagen está
dada por el campo magnético externo, el cual alinea los protones y una vez alineados procede
24
a romperlos un con pulso de radiofrecuencia. Es la energía liberada en el realineamiento, la
que será usada para reconstruir la imagen (Rozner MA, Burton AW, Kumar A., 2005).
5.2.2.1. Secuencias potenciadas en T1
Las imágenes potenciadas en T1 se obtienen usando un tiempo de repetición de eco
cortos. Al usar tiempo cortos, la información se adquiere antes de la relajación transversal;
que por eso que las diferencias en el componente de la magnetización longitudinal entre
tejidos aparecen como las diferencias en intensidad de señal (Bitar R, Tadros S, Sarrazin J,
2006). Debido a esto, estructuras con tiempos de relajación muy cortos, como la grasa,
aparecen con alta intensidad de señal con respecto a aquellas con tiempos más prolongados,
como el agua o el líquido cefalorraquídeo, pues estos se ven de muy baja intensidad de señal.
La sustancia blanca cerebral, por ser rica en grasa, se ve con mayor señal en relación con la
sustancia gris, que tiene baja señal por su alto contenido de agua. (Diego Miguel Rivera,
Sofía Puentes, Ligia Caballero., 2011). Las imágenes en T1 proporcionan un excelente
detalle de anatomía además de demostrar entidades patológicas.
Figura 4. Secuencia potenciada en T1. Las estructuras con gran contenido de agua, como la
sustancia gris, se ven de baja señal, mientras que los tejidos con alto contenido graso, como la
sustancia blanca, se ven señal alta.
25
5.2.2.2 Secuencias potenciadas en T2
Empleando un tiempo de repetición largo, los tiempos de relajación longitudinal entre
los tejidos serán aproximadamente iguales. Usando tiempos de ecos largos, las diferencias
en el tiempo de relajación entre los tejidos aparecen como las diferencias en el contraste de
imágenes. Por lo tanto, usando tiempos de repetición y tiempos de eco largos se obtienen
imágenes potenciadas en T2. Esta secuencia deja ver la grasa como una imagen de baja
intensidad, y el líquido, como una señal de alta intensidad (Diego Miguel Rivera, Sofía
Puentes, Ligia Caballero., 2011). Las secuencias en t” son útiles en la identificación de
lesiones patológicas que suelen caracterizarse por un aumento en el contenido de agua.
Figura 5. Secuencia potenciada en T2. Las estructuras con gran contenido de agua, como el líquido
cefalorraquídeo, se ve en señal alta y hay inversión de la intensidad de señal en la sustancia blanca,
que se ve en menor señal con respecto a la gris.
Esta técnica resulta sumamente eficiente, ya que tiene la facultad de mostrar los
cambios que ocurren a nivel estructural por el consumo agudo o crónico de Cannabis sativa.
Estudios con sMRI ha demostrado como el consumo de C. sativa genera cambios y
alteraciones en el cerebelo en adolescentes y adultos jóvenes en comparación con los
controles (Cousijn et al., 2012; Medina, Nagel, & Tapert, 2010) (Moreno et. al., 2016) cuya
incidencia y modificación neuroestructural, puede variar dependiendo la edad de inicio y el
efecto del uso acumulativo del cannabis. El cerebelo es señalado como un objetivo clave en
26
la exposición a la marihuana y la adicción, ya que es una región sumamente rica en receptores
CB1 (Weiland et al., 2015). Weiland et al. 2015) (Zamudio, Arango y Moreno 2013)
resaltan, además, que esta sustancia puede y tiene el potencial para afectar directamente el
desarrollo del cerebro en una población juvenil ya que esta se encuentra en pleno desarrollo
cerebral, siendo vulnerable a cambios por efectos externos, como las drogas.
6. METODOLOGIA
La presente investigación hace parte y es la continuación de la tercera fase del
macroproyecto “Efectos Del Consumo Del THC (Delta-9-Tetrahidrocanabinol) en el
Sistema Nervioso, Circulatorio, Respiratorio, Endocrino e Influencia En La Capacidad
Cognitiva de Consumidores Universitarios Habituales” del Grupo de Investigación en
Neurociencias de la Universidad Distrital (GINUD), avalado y financiado en la convocatoria
N° 001 de 2011 del centro de investigaciones y Desarrollo Científico (CIDC) de la
Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
Se realizó una encuesta (ver anexo 1) a 400 estudiantes de diferentes universidades y
programas académicos de la ciudad de Bogotá D.C. La encuesta indagaba sobre el uso regular
de sustancias psicoactivas, conformada por 27 ítems con múltiple respuesta, divididos en 3
áreas: a) Información Socioeconómica b) Situación Familiar c) Vida Personal, afectiva y
sentimental (rastreando aspectos referidos a uso de sustancias psicoactivas SPA, tipo de
sustancia, edad de inicio de consumo, frecuencia y cantidad consumida, duración del efecto
y actividades realizadas durante y sin consumo).
Entre los criterios de inclusión de la muestra poblacional, se tuvo en cuenta que fueran
estudiantes universitarios, que estuvieran en un rango de edad entre 18 y 30 años, que no
presentaran enfermedades clínicamente significativas (Tumores cerebrales, esquizofrenia,
Accidente Cerebrovascular, Cuadros convulsivos frecuentes, Epilepsia, Alzheimer, cefalea
frecuente, golpes a nivel craneal, implantes cocleares o implantes metálicos (brackets),
presencia de marcapasos y presión arterial alta) que fueran a interferir en el análisis de los
exámenes por Resonancia Magnética, ni tipos de artefactos que no posibilitaran la lectura de
las imágenes (anexo 2). Para el caso de los Participantes estudio se seleccionaron los que
27
fueran consumidores habituales de Cannabis sativa y que no consumiera más de tres
psicoactivos habitualmente. La población control se constituía de personas que no
consumieran ningún tipo de sustancias psicoactivas. Finalmente, fue de vital importancia que
los estudiantes manifestaran interés y disposición para cumplir con los requisitos del estudio
de manera voluntaria y con la libertad de renunciar al presente estudio en el momento en que
este lo deseara. A los estudiantes seleccionados se les entregó un consentimiento informado
(según el decreto 2164 de 1992 y la Ley 10 de 1990 en la Resolución 008430 de 1993 en el
Articulo No. 11 investigación con riesgo mayor que el mínimo) ver anexo 3, el cual
mencionaba el carácter voluntario de la participación en la investigación, los propósitos y
metodología empleada (incluyendo el examen de Resonancia), un acuerdo de
confidencialidad y anonimato, además del manejo exclusivo de la información por parte del
integrante del Grupo de Investigación (GINUD). Para la realización de las pruebas incluidas,
se seleccionó una muestra aleatoria de 32 individuos universitarios voluntarios de la ciudad
de Bogotá D.C. 16 sujetos consumidores habituales de Cannabis sativa (8 hombres y 8
mujeres) y 16 no consumidores (8 hombres y 8 mujeres), todos ellos estudiantes
universitarios de diferentes instituciones y programas académicos, en un rango de edad de
18 a 30 años, a los que se les realizó resonancia magnética estructural cerebral en la Clínica
Congregación de Hermanas de Caridad Dominicas de la Presentación de la Santísima Virgen
Palermo (Clínica Palermo) de Bogotá, los cuales fueron separados en los siguientes grupos
de acuerdo a la edad de inicio de consumo, tiempo que llevan consumiendo y la frecuencia
con la que estos lo realicen, de la siguiente manera:(1) consumidores de 11 a 15 años de
consumo de C. sativa, (2) consumidores entre 6 y 10 años de consumo de C. sativa, (3)
consumidores con un tiempo menor o igual a 5 años de consumo de C. sativa, y (4) el grupo
control, con respecto a la frecuencia (1) Alta (Para Hombres: 2 a 3 cigarrillos por día y
Mujeres: entre 1 a 2 cigarrillos por día), (2) Media (Para Hombres: 2 a 3 cigarrillo por semana
y Mujeres: 1 a 2 cigarrillos por semana), (3) Baja (Para Hombres y Mujeres: 1 a 2 cigarrillos
por mes), y (4) el grupo control. Por último, en cuanto a la edad de inicio de consumo se
tomó la población que hubiera iniciado su consumo a los dieciocho años o menor (≤18 años),
y a los que hubieran iniciado el consumo después de los 18 años (>18 años), estos
correlacionados con el grupo control. Las características de la población se presentan en la
tabla 1.
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Tabla 1. Características de la población sMRI
Controles (N=16)
Consumidores (N=16)
Sexo Masculino N (%) 8 (50%) 8 (50%) Femenino N (%) 8 (50%) 8 (50%)
Edad (Años) Masculino �� ± SD 25,3 ± 4,4 26,8 ± 3,1 Femenino �� ± SD 26,2 ± 4,0 24,1 ± 2,7
Características de hábitos de consumo
Masculino Femenino Masculino Femenino
Marihuana Años de Consumo
(1) 1-5 años N (%) N/A N/A 2 (25%) 4 (50%) (2) 6-10 años N (%) N/A N/A 2 (25%) 4 (50%) (3) 11-15 años N (%) N/A N/A 4 (50%) -
Frecuencia de Consumo (1) Alta-Diario N (%) N/A N/A 6 (75%) 3 (37,5%) (2) Media-Semanal N (%) N/A N/A 2 (25%) 2 (25%) (3) Baja-Mensual N (%) N/A N/A - 3 (37,5%)
Edad de Inicio de Consumo > 18 años de edad (%) N/A N/A 2 (25%) 4 (50%) ≤ 18 años de edad (%) N/A N/A 6 (75%) 4 (50%)
La tabla presenta las características de la población seleccionada para la toma de imágenes por MRI, indicando número de
individuos por grupo poblacional, el porcentaje (%) que representan, diferenciando por sexo. Se indica la media (X� ) y
desviación estándar (SD) de la edad. Adicionalmente, se mencionan el número de personas y porcentaje, para las
características y hábitos de consumo en años (bajo, medio, alto) y en frecuencia (diario, semanal, mensual), separando en
hombres y mujeres
La toma de datos de sMRI fue obtenida usando un resonador 1.5-T (Intera; Phillips
Medical Systems, Netherlands, B.V.), con antena neurovascular de 8 canales. Se tomaron
datos de imágenes volumétricas en lóbulo temporal e hipocampo. La toma de las imágenes
no requirió la preparación previa del paciente, la posición del mismo dentro del equipo fue
decúbito supino, con la cabeza centrada en la línea media, minimizando el movimiento para
ayudar a la toma de exámenes. La toma de datos con el resonador se realizó por medio de
técnicas de T1 ‘Weighted’ 3D con un espesor de 1 mm/0, debido a que provee un mayor
contraste morfológico entre sustancia blanca y gris (Li, 2010), y de T2 ‘Weighted’ con un
espesor de 1 mm/0, debido a que esta técnica es muy utilizada para encontrar patología
periventriculares, ya que en esta técnica, las imágenes de la región afectada son exaltadas y
no se van a tomar en cuenta los detalles anatómicos normales que la rodean y el resto del
tejido cerebral, por ser una relación hidrógeno-hidrógeno (Pons, García, Soto, & & González,
29
2009). Para obtener imágenes con medidas volumétricas que sirvieran para la correlación de
los resultados entre los diferentes sujetos una vez concluyó el estudio (Yücel, et al., 2008),
Estas imágenes fueron tomadas durante un tiempo de 20 minutos, con un gradiente de
secuencia eco (GRE) el cual provee una reconstrucción multiplanar del cerebro, el que se
realizará con una aproximada reconstrucción isotrópica y un bajo nivel de voxeles. Además
se utilizara las secuencias con un pequeño tiempo de repetición el cual es capaz de generar
datos de alta resolución espacial (Wetzel, et al., 2002), y un software SENSE (Sensitivity
Encoding o Sensibilidad de Codificación) una aplicación de formación de imágenes en
paralelo comercialmente implementado por Phillips (Liney, 2010), esto para reducir el
tiempo de adquisición lo cual no altera las características de contraste y por lo tanto las
imágenes se puede interpretar de la misma manera que lo convencional, además se pueden
emplear para mejorar la resolución espacial o para adquirir más cortes sin aumentar
excesivamente el tiempo de exploración en el estudio, la Imagen con SENSE es menos
ruidosa ya que puede reducir los efectos no deseados que interfieren con la calidad de la
imagen, reduciendo así los artefactos o variables que puedan interferir con la obtención de
las imágenes (Weishaupt, Köchli, & Marincek, 2006). (Figura 6).
Este estudio se realizó en 4 fases: La primera comprendió la toma de las resonancias
en la respectiva institución médica autorizada para ello, la siguiente etapa consistió en
analizar las imágenes con ayuda del software de código abierto BRAVIZ el cual se encargó
del análisis exploratorio completo y detallado de los datos conjuntos y mediciones del
cerebelo en su totalidad. La tercera etapa comprendió el análisis estadístico de los datos
obtenidos mediante el programa de código abierto R versión 3.6.1 en el laboratorio de
Neurociencias de la Universidad Distrital. Se compararon las puntuaciones medias de los
Captura Segmentación Extracción de características
Análisis
Archivos DICOM ROI
Utilización de algoritmo
Morfológicas (Volumen, Superficie), Textura
Indicadores
Figura 6. Etapas del procesamiento de señales de MRIs. Modificado de (Orlando & Manterola, 2012)
30
estudiantes consumidores y no consumidores, mediante una prueba de t-Student para
muestras independientes. Adicionalmente se realizó una ANOVA multifactorial para años y
frecuencia de consumo; si los datos del modelo ANOVA eran significativos, se realizaban
comparaciones múltiples post hoc con el test de Tukey para análisis intergrupos. Se aceptó
como grado de significancia estadística un valor de p <0,05, estos análisis fueron
exploratorios debido al limitado tamaño de la muestra por los costos de los exámenes. Por
último se pretendió comparar las diferentes variables que arrojo el estudio entre los diferentes
grupos establecidos, analizando los efectos en las estructuras previamente mencionadas, de
igual forma se tomó el sexo (Masculino y Femenino) como una variable debido al
dimorfismo a nivel cerebral encontrado (McCarthy, Arnold, Ball, Blaustein, & De Vries,
2012 ) (Ingalhalikara, et al., 2014) (McCarthy M. , 2015), y a que corresponde a una variable
básica dentro de los estudios pre-clínicos y clínicos, ya que las diferencias sexuales dentro
de la fisiología y patofisología poseen tres categorías; 1, Condiciones y/o enfermedades
únicas para un sexo, 2 Condiciones y/o enfermedades que tienen una prevalencia mayor en
un sexo comparado con el otro, y 3, Condiciones que difieren en la edad de inicio,
sintomatología, o respuesta a un tratamiento en un sexo comparado al otro (Miller, 2014).
No obstante, este al ser un estudio de caso de tipo múltiple, persigue el desarrollo y
contrastación en un marco representativo desde un contexto general (Martinez Manuel,
Porras Cecilia. 2011).
31
7. RESULTADOS
El cerebro humano forma parte del Sistema nervioso Central (SNC), en el cual se
distinguen dos partes, siendo el encéfalo y la medula espinal. A grandes rasgos, durante el
desarrollo, el encéfalo humano se encuentra dividido en Procencéfalo, Mesencéfalo y
Rombencéfalo, siendo esta última, la estructura más antigua presente en todas las especies
vertebradas (Miller, E. K. 2000). Esta región es la encargada de regular las funciones básicas
para la supervivencia y el control del movimiento, por lo que las lesiones en estas estructuras
pueden conducir discapacidades graves, el coma o la muerte. El Rombencéfalo está situado
justo en la parte superior de la medula espinal y se encuentra formado por varias estructuras
(Tirapu, Javier, et. al, 2011), tales como el Mielencéfalo, el cual ayuda a controlar las
funciones involuntarias como la respiración, presión sanguínea, digestión, etc., y el
Metencéfalo, el cual está compuesto por dos estructuras, siendo la primera el Puente
troncoencefálico , el cual además de conectar la medula espinal y el bulbo raquídeo con las
estructuras superiores de los hemisferios del córtex cerebral, está implicado con el estado de
alerta, conciencia y regulación del sueño (Nieto, Antonieta. Et al., 2004), y la segunda el
cerebelo, el cual se localiza debajo de los hemisferios cerebrales, siendo la segunda estructura
más grande del encéfalo. En el cerebelo se integra toda la información que llega de las vías
sensitivas y motoras del cerebro, por lo que su función primordial es la del control del
movimiento, como la postura, el equilibrio, el caminar y los movimientos finos (Tirapu,
Javier, et. al, 2011), sin embargo, también se encuentra relacionado con algunas tareas
cognitivas como el lenguaje, las capacidades visoespaciales, la memoria, funciones
ejecutivas, atención y emociones. Un daño en esta estructura puede producir problemas de
movimiento, coordinación y control de postura, así como procesos cognitivos superiores con
los que se encuentra vinculado (Acevedo-Triana, et al. 2014). De esta manera, y teniendo en
cuenta la gran cantidad de receptores CB1 sobre esta estructura, se procede a analizar ambos
hemisferios cerebelares tanto en hombres como mujeres, diferenciando cada grupo con sus
respectivas variables de consumo, tales como edad de años de consumo, frecuencia de
consumo y edad de inicio de consumo.
32
7.1 Volumetría en Cerebelo de regiones izquierda y derecha en hombres y mujeres tanto estudio como control.
Al contrastar y correlacionar las variables arrojadas con los dos grupos poblacionales
a estudio, No Consumidores (NC) frente a Consumidores (C) para la población de hombres
y mujeres (Tabla 2), mediante la prueba t-Student para muestras independientes, no se
encontraron diferencias significativas con un p<0,05 en las variables comparativas de las
volumetrías del cerebelo en mujeres y hombres consumidores (Grafico 1)(Grafico 2), no
obstante, se logra evidenciar una tendencia de reducción en el la volumetría cerebelar de la
población C frente a los NC.
7.2 Volumetría del cerebelo de consumidores por factor años de consumo versus no consumidores.
En el análisis ANOVA multifactorial se logra establecer una diferencia significativa
en las relaciones intergrupos con un p<0.05, que luego al ser analizado por comparaciones
múltiples con el test de Tukey, presentó significancia para la población de mujeres, entre los
grupos de C de 6-10 años de consumo en relación a los NC, siendo esta en Cerebelo Izquierdo
p= 0,05*. Las demás comparaciones entre los otros tratamientos aplicados y los controles,
no fueron significativos en ninguna de las dos poblaciones, no obstante, en los diferentes
tratamientos tanto significativos como no significativos se evidenciaron diferencias
volumétricas entre ambas poblaciones, donde los C presentan una tendencia de menor
volumen a nivel de cerebelo que los NC (Tabla 3). Se logra apreciar la comparación de las
volumetrías y las medidas volumétricas del grupo control frente a los consumidores según
los años y tiempo de consumo (Grafico 3 - 3.1 y 4 - 4.1).
33
7.3 Volumetría del cerebelo de consumidores por factor de frecuencia de consumo versus no consumidores.
Con respecto al análisis de ANOVA multifactorial, en el factor Frecuencia de
Consumo no se evidencian diferencias significativas en las relaciones intergrupos p<0,05,
que posteriormente al analizarlos por múltiples comparaciones con la prueba de Tukey, se
confirma la no significancia a nivel de Cerebelo Derecho e Izquierdo en ambos grupos de
poblaciones C con respecto a las NC, sin embargo, en los diferentes tratamientos tanto
significativos como no significativos se logra observar diferencias volumétricas entre ambas
poblaciones y su variable teniendo los C una tendencia a un menor volumen frente a los NC
(Tabla 3). Se logra apreciar la comparación de las volumetrías y las medidas volumétricas
del grupo control frente a los consumidores según la frecuencia de consumo (Gráficos 5 -
5.1 y 6 – 6.1).
7.4 Volumetría del cerebelo de consumidores por factor de edad de inicio versus no consumidores.
En cuanto al análisis de ANOVA multifactorial, para la edad de inicio de consumo
no se observan diferencias significativas en las relaciones intergrupos con un p<0,05 que al
ser analizados por múltiples comparaciones con la prueba de Tukey, se confirma la no
significancia a nivel de Cerebelo Derecho e Izquierdo en ambos grupos de poblaciones C con
respecto a las NC, no obstante, en los diferentes tratamientos tanto significativos como no
significativos se observaron diferencias volumétricas entre ambas poblaciones teniendo los
C una tendencia al menor volumen a nivel de cerebelo que los NC (Tabla 3). Se puede
apreciar la comparación de las volumetrías y las medias volumétricas del grupo control frente
a los consumidores de acuerdo a la edad de inicio de consumo (Gráficos 7 – 7.1 y 8 – 8.1).
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Tabla 2. Medias Volumétricas de Cerebelo de Controles y Consumidores
Controles (N=16)
Consumidores (N=16)
Valor – p (p<0,05)*
Cerebelo Derecho (cm3)
Hombres X ± SD 14,12 ± 1,1 13,42 ± 1,3 0,616
Mujeres X ± SD 13,01 ± 1,2 12,40 ± 0,9 0.374
Cerebelo Izquierdo (cm3)
Hombres X ± SD 14,42 ± 1,3 13,94 ± 1,4 0,148
Mujeres X ± SD 13,08 ± 0,5 12,76 ± 0,8 0,119
Los resultados presentan la media y desviación estándar de las poblaciones contrastadas (no consumidores y consumidores) mediante la t-Student para muestras independientes de cada región del cerebelo. Los valores de significancia p<0,05 se señalan con un *.
Tabla 2. ANOVA - análisis post hoc ( Tukey ) para regiones del Cerebelo
ANOVA multifactorial Cerebelo Derecho
(p<0,05)* Cerebelo Izquierdo
(p<0,05)*
Intergrupos Años de Consumo
Hombres 0,808 0,698 Mujeres 0,156 0,039*
Frecuencia de Consumo
Hombres 0,485 0,156 Mujeres 0.922 0,693
Edad de Inicio de Consumo
Hombres 0,130 0,280 Mujeres 0,488 0,979
Análisis confirmatorio post hoc por Tukey
Hombres (p<0,05)*
Mujeres (p<0,05)*
Cerebelo Der. Cerebelo Izq. Cerebelo Der. Cerebelo Izq.
Años de Consumo
Control - 11-15 Años 0.883 0,774 - -
Control - 06-10 Años 1,000 0,960 1,000 0,057* Control - 1-5 Años 0,998 1,000 0,741 1.000
11-15, 1-5, 6-10 años 0,803 0,235 0,317 0,566
Frecuencia de Consumo
Control - Alta (Diaria) 0,819 0,742 0,976 1,000 Control - Media (Semanal) 0,905 0,877 0,996 0,852 Control - Baja - - 1,000 0,851 Alta – Media - Baja 0,701 1,000 1,000 1,000
Edad de Inicio de Consumo
Control - ≤ 18 Años 0.819 0,742 1,000 1,000 Control - > 18 Años 1,0000 0,879 1,000 0,663
≤ 18 Años - >18 0,701 1,000 0,758 1,000
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Los resultados indican la significancia de los volúmenes del Cerebelo en las poblaciones contrastadas (Consumidores y Controles) mediante un ANOVA multifactorial en los intergrupos y el análisis post hoc de Tukey para los tratamientos de Años de Consumo, Frecuencia de Consumo y Edad de Inicio de Consumo, diferenciando regiones y distinguiendo los grupos de hombres y mujeres. Los valores de significancia p<0.05 se señalan con un *.
Los resultados presentados anteriormente se presentan gráficamente a continuación, para cada una de las variables observadas; diferenciando entre hombres y mujeres.
Comparación de Volúmenes Cerebelo Derecho Femenino Comparación de Volúmenes Cerebelo Izquierdo Femenino
Grafico 1. Comparación de las volumetrías del Cerebelo. En el grafico se ilustra la media, mediana, desviación estándar, valores máximos, mínimos y ectópicos entre cada uno de los grupos: Control, consumidores diferenciando entre hemisferios Derecho e Izquierdo en Mujeres.
Comparación de Volúmenes Cerebelo Derecho Masculino
Comparación de Volúmenes Cerebelo Izquierdo Masculino
Grafico 2. Comparación de las volumetrías del Cerebelo. En el grafico se ilustra la media, mediana, desviación estándar, valores máximos, mínimos y ectópicos entre cada uno de los grupos: Control, consumidores diferenciando entre hemisferios Derecho e Izquierdo en Hombres.
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Comparación Volúmenes Cerebelo región Izquierda
Femenina (Años de Consumo)
Comparación Volúmenes de Cerebelo región Derecha
Femenina (Años de Consumo)
Grafico 3. Comparación de la volumetría en regiones Izquierda y Derecha del Cerebelo en mujeres. En el grafico se ilustra la media, mediana, desviación estándar, valores máximos, mínimos y ectópicos entre el grupo control y consumidor. A la Izquierda las medidas para el factor años de consumo con respecto a la región izquierda del cerebelo y a la Derecha las medidas para el factor años de consumo con respecto a la región derecha del cerebelo.
Medias Cerebelo región Izquierda Femenina Medias Cerebelo región Derecha Femenina
Grafico 3.1. Comparación de las medias volumétricas en regiones Izquierda y Derecha del Cerebelo en mujeres entre el grupo consumidor y control. En el grafico se ilustra la media volumétrica en población femenina. A la Izquierda las medias para el factor años de consumo con respecto a la región izquierda del Cerebelo y a la Derecha las medias para el factor años de consumo con respecto a la región derecha del Cerebelo.
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Comparación Volúmenes Cerebelo región Izquierda
Masculina (Años de Consumo) Comparación Volúmenes Cerebelo región Derecha
Masculina (Años de Consumo)
Grafico 4. Comparación de la volumetría en regiones Izquierda y Derecha del Cerebelo en Hombres. En el gráfico se ilustra la media, mediana, desviación estándar, valores máximos, mínimos y ectópicos entre el grupo control y consumidor. A la Izquierda las medidas para el factor años de consumo con respecto a la región izquierda del cerebelo y a la Derecha las medidas para el factor años de consumo con respecto a la región derecha del cerebelo.
Medias Cerebelo región Izquierda Masculina Medias Cerebelo región Derecha Masculina
Grafico 4.1. Comparación de las medias volumétricas en regiones Izquierda y Derecha del Cerebelo en hombres entre el grupo consumidor y control. En el grafico se ilustra la media volumétrica en población masculina. A la Izquierda las medias para el factor años de consumo con respecto a la región izquierda del Cerebelo y a la Derecha las medias para el factor años de consumo con respecto a la región derecha del Cerebelo.
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Comparación Volúmenes Cerebelo región Izquierda
Femenina (Frecuencia de Consumo)
Comparación Volúmenes de Cerebelo región Derecha
Femenina (Frecuencia de Consumo)
Grafico 5. Comparación de la volumetría en regiones Izquierda y Derecha del Cerebelo en Mujeres. En el grafico se ilustra la media, mediana, desviación estándar, valores máximos, mínimos y ectópicos entre el grupo control y consumidor. A la Izquierda las medidas para el factor frecuencia de consumo con respecto a la región izquierda del cerebelo y a la Derecha las medidas para el factor años de consumo con respecto a la región derecha del cerebelo. Alta: entre 1 a 2 cigarrillos por día, Media: 1 a 2 cigarrillos por semana, Baja: 1 a 2 cigarrillos por mes.
Medias Cerebelo región Izquierda Femenina
Medias Cerebelo región Derecha Femenina
Grafico 5.1 Comparación de las medias volumétricas en regiones Izquierda y Derecha del Cerebelo en mujeres entre el grupo consumidor y control. En el grafico se ilustra la media volumétrica en población femenina. A la Izquierda las medias para el factor Frecuencia de Consumo con respecto a la región izquierda del Cerebelo y a la Derecha las medias para el factor Frecuencia de Consumo con respecto a la región derecha del Cerebelo.
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Comparación Volúmenes Cerebelo región Izquierda
Masculina (Frecuencia de Consumo)
Comparación Volúmenes Cerebelo región Derecha
Masculina (Frecuencia de Consumo)
Grafico 6. Comparación de la volumetría en regiones Izquierda y Derecha del Cerebelo en Hombres. En el gráfico se ilustra la media, mediana, desviación estándar, valores máximos, mínimos y ectópicos entre el grupo control y consumidor. A la Izquierda las medidas para el factor frecuencia de consumo con respecto a la región izquierda del cerebelo y a la Derecha las medidas para el factor años de consumo con respecto a la región derecha del cerebelo. Alta: entre 1 a 2 cigarrillos por día, Media: 1 a 2 cigarrillos por semana, Baja: 1 a 2 cigarrillos por mes.
Medias Cerebelo región Izquierda Masculina
Medias Cerebelo región Derecha Masculina
Grafico 6.1. Comparación de las medias volumétricas en regiones Izquierda y Derecha del Cerebelo en Hombres entre el grupo consumidor y control. En el grafico se ilustra la media volumétrica en población masculina. A la Izquierda las medias para el factor Frecuencia de Consumo con respecto a la región izquierda del Cerebelo y a la Derecha las medias para el factor Frecuencia de Consumo con respecto a la región derecha del Cerebelo.
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Comparación Volúmenes Cerebelo región Izquierda
Femenina (Inicio de Consumo)
Comparación Volúmenes Cerebelo región Derecha Femenina
(Inicio de Consumo)
Grafico 7. Comparación de la volumetría en regiones Izquierda y Derecha del Cerebelo en Mujeres. En el gráfico se ilustra la media, mediana, desviación estándar, valores máximos, mínimos y ectópicos entre el grupo control y consumidor. A la Izquierda las medidas para el factor Inicio de Consumo con respecto a la región izquierda del cerebelo y a la Derecha las medidas para el factor Inicio de Consumo con respecto a la región derecha del cerebelo.
Medias Cerebelo región Izquierda Femenina
Medias Cerebelo región Derecha Femenina
Grafico 7.1. Comparación de las medias volumétricas en regiones Izquierda y Derecha del Cerebelo en mujeres entre el grupo consumidor y control. En el grafico se ilustra la media volumétrica en población femenina. A la Izquierda las medias para el factor Inicio de Consumo con respecto a la región izquierda del Cerebelo y a la Derecha las medias para el factor Inicio de Consumo con respecto a la región derecha del Cerebelo.
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Comparación Volúmenes Cerebelo región Izquierda
Masculina (Inicio de Consumo)
Comparación Volúmenes Cerebelo región Derecha
Masculina (Inicio de Consumo)
Grafico 8. Comparación de la volumetría en regiones Izquierda y Derecha del Cerebelo en Hombres. En el grafico se ilustra la media, mediana, desviación estándar, valores máximos, mínimos y ectópicos entre el grupo control y consumidor. A la Izquierda las medidas para el factor Inicio de Consumo con respecto a la región izquierda del cerebelo y a la Derecha las medidas para el factor Inicio de Consumo con respecto a la región derecha del cerebelo.
Medias Cerebelo región Izquierda Masculina
Medias Cerebelo región Derecha Masculina
Grafico 8.1. Comparación de las medias volumétricas en regiones Izquierda y Derecha del Cerebelo en Hombres entre el grupo consumidor y control. En el grafico se ilustra la media volumétrica en población masculina. A la Izquierda las medias para el factor Inicio de Consumo con respecto a la región izquierda del Cerebelo y a la Derecha las medias para el factor Inicio de Consumo con respecto a la región derecha del Cerebelo.
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8. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN
Si bien los efectos del cannabis en el hipocampo (Volkow ND, Hampson AJ, Baler RD. 2017), corteza prefrontal (PFC) (Silveira MM, Arnold JC, Laviolette SR, et al. 2017), Amígdala y lóbulo temporal (Zamudio, Arango y Moreno 2013) han sido ampliamente estudiados, los efectos del delta-9-tetrahydrocanabinol (THC) sobre el cerebelo han sido relativamente ignorados por la literatura, ya que la mayor parte de los estudios de neuroimagen se hacen sobre regiones de interés predefinidas sin incluir esta región del encéfalo (Battistella G, Fornari E, Annoni J�M, et al. 2014). No obstante, recientemente se ha reconocido al cerebelo como un actor importante del circuito de la adicción (Miquel M, Vazquez�Sanroman D, Carbo�Gas M, et al., 2016), relacionándose considerablemente con el circuito límbico cortico-estriado, participando así en el almacenamiento y formación del aprendizaje emocional, otorgándole un papel crucial en el manejo y modulación del ansia hacia las sustancias psicoactivas (Moreno�Rius J, Miquel M., 2016). Estudios de neuroimagen proponen que el cerebelo tiene el potencial de ser una estructura intermedia entre las funciones ejecutivas, la motivación, la recompensa y la ejecución motora (Moulton EA, Elman I, Becerra LR, Goldstein RZ, Borsook D., 2017) por lo que a su vez y de manera paralela, teniendo en cuenta la importancia conocida del sistema endocanabinoide sobre estas funciones cognitivas, el presente estudio utilizó Resonancias Magnéticas Estructurales (sMRI) para establecer las diferencias morfológicas volumétricas en el cerebelo de sujetos consumidores con respecto a sujetos control, donde no solo se evaluaron los efectos generados por el consumo habitual del Cannabis sativa en la citoarquitectura del cerebelo humano, sino que también se establecieron relaciones tales como: sexo, tiempo de consumo, frecuencia de consumo y edad de inicio en el consumo.
En general, la población consumidora de Cannabis sativa a nivel de cerebelo no mostró una alteración o una variabilidad significativa a nivel de volumetría cerebelar tanto en hombres como mujeres (Tabla 2) concordando así con los estudios reportados por (Weiland BJ, Thayer RE, Depue BE, Sabbineni A, Bryan AD, Hutchison KE. 2015) en el que por medio de resonancias magnéticas aplicadas a dos poblaciones, siendo la primera adulta consumidora diaria de cannabis (n = 29) versus no consumidora (n = 29) y la otra adolecente también consumidora de cannabis diario (n =50) versus no consumidora (n = 50)
concluye el no encontrar diferencias estadísticamente significativas entre los usuarios diarios y los no usuarios en cuanto al volumen o la forma de la región de interés, refiriendo que el hecho de no encontrar diferencias estadísticas, se puede deber a las diferentes variables exógenas como estandarización del consumo, el uso de otras drogas, el estilo de vida, hábitos, etc, que pueden influir en la toma y muestra de la población, además, a su vez sugiriendo la existencia de afectaciones más a nivel cognitivo que estructural, donde al igual que otro estudio realizado por (Block RI, O'Leary CADSO, Ehrhardt JC, 2000), también con el uso de imágenes de resonancia magnética sobre una población adulta joven usuaria habitual de cannabis (n=18) y no usuaria (n=18) no se mostró evidencia de diferencias estadísticas significativas o cambios globales o regionales en los volúmenes del tejido cerebelar, sin embargo, la constante tendencia de reducción volumétrica encontrada en este estudio
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(Graficas 1 y 2) sumado además de la significancia encontrada en el cerebelo izquierdo en mujeres (Tabla 3) en el factor de años de consumo, en el grupo de Consumidores de 6-10 años (p<0.05) puede lograr dar luces de una posible disminución paulatina del cerebelo en usuarios habituales de Cannabis sativa tanto en hombres como mujeres, pues (Solowij N, Yücel M, Respondek C, et al. 2013) en su estudio realizado con población consumidora de cannabis sana y con esquizofrenia, demostró la relación existente entre el cerebelo y la disminución de su volumen en la sustancia blanca con relación a la población control o no consumidora, concluyendo y confirmando lo presentado en este estudio, donde el volumen total del cerebelo disminuye en función a la duración del consumo de cannabis (Grafico 3 – 3.1) (Grafico 4 – 4.1), manifestando así además, que el consumo pesado de cannabis se logra asociar con un volumen cerebelar disminuido (Grafico 5 – 5.1) (Grafico 6 – 6.1), similar a lo observado en pacientes con esquizofrenia (Solowij N. et.al. 2013). Esta tendencia a la disminución más la significancia presentada en los resultados de este estudio logran ser consistentes, además, con la idea de que el consumo de cannabis puede aumentar el riesgo de presentar síntomas psicóticos (Bhattacharyyaa, et al., 2015) logrando un panorama más amplio en torno a los posibles efectos nocivos a largo plazo del consumo de cannabis por efecto de una posible disminución sobre las áreas ricas en receptores cannabinoides CB1 (Solowij N. et.al. 2013).
Aunque no existen suficiente estudios sobre los efectos sexo-dependientes del uso y abuso del cannabis en los seres humanos, McQueeny, et al., (2011), Zamudio et al., (2013) demostraron una acción del THC mayor sobre el cerebro femenino que el masculino, indicando una mayor predisposición a los efectos derivados de este sobre las mujeres con relación a los hombres, afirmando así, lo presentado en esta investigación, ya que al realizar el análisis por la variable de sexo, la única significancia arrojada, además de un mayor pronunciamiento en la tendencia a disminución del volumen por consumo, se dio en las mujeres (Grafico 3 y 3.1) sobre la región izquierda del cerebelo en comparación con los hombres. No obstante, los hombres muestran una edad de inicio en el consumo más temprana que las mujeres, así como un tiempo de uso de la sustancia más prologando (Kandel & Chen, 2000), (Grafico 4 y 4.1), lo que como consecuencia, puede provocar una mayor predisposición de los hombres a generar una dependencia por la sustancia que en las mujeres (Schepis, et al., 2011).
Estudios sobre el efecto sexo-dependiente sobre otras sustancias psicoactivas de abuso indican una mayor prevalencia de los efectos negativos en las mujeres se manifiesta tiempo antes en comparación con los hombres, aumentando la probabilidad de sufrir algún trastorno derivado como la depresión o la ansiedad (Kloos, Weller, Chan, & Weller, 2009), diferente en hombres, donde se presentan mayores conductas de externalización como la impulsividad y la agresividad. (Solowij N. et.al. 2013) plantean las diferencias volumétricas a nivel de cerebelo en relación con el cannabis como una disminución en la función ejecutiva y de parecida ejecución a trastornos mentales como la esquizofrenia, por otro lado, otros estudios de IMR funcional sobre esta región, relacionan el consumo de cannabis y el cerebelo con alteraciones neurocognitivas importantes como la atención, la memoria, la toma de decisiones o el comportamiento (Mackie K. 2005) (Wetherill RR, et. al., 2015) (Sneider JT,
44
Pope HG, Silveri MM, Simpson NS, 2006). Esta diferencia bidireccional sobre los efectos negativos del cannabis a largo plazo, superior en las mujeres que en los hombres la plantean (Sneider JT, Pope HG, Silveri MM, Simpson NS, 2003) indicando que se debe a una influencia significativa en el impacto de los cannabinoides sobre el sistema endocrino, particularmente sobre el eje hipotálamo-hipofisario-gonadal (HPG) e hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA) modulando la actividad y funcionamiento hormonal de los mismos a partir de su densidad en receptores CB1, por lo que se encuentra relación con los resultados arrojados en el presente estudio.
Por otro lado, la literatura indica al (∆ 9 -THC), como un agonista parcial del receptor CB1 que de manera paralela es el principal objetivo pre sináptico de la señalización endocannabinoide retrograda por lo que se encuentra ampliamente distribuido en el sistema nervioso central (SNC), especialmente en la corteza, el hipocampo, los ganglios basales y el cerebelo (Mackie K., 2005). Estos receptores indican una amplia gama de acciones como la modulación de la liberación de glutamato y GABA (Katona I, Freund TF.2012), e interacción con el sistema dopaminergico, serotoninergico, noradrenergico y opioide endógeno (Oleson EB, Beckert MV, Morra JT, et al. 2012) (Mendiguren A, Aostri E, Pineda J. 2017) por lo que el efecto de la activación del receptor CB1 tiene una gran probabilidad de diferir entre regiones cerebrales y los sistemas de neurotransmisores, además de sus consecuencias en el comportamiento, pues implican la cognición, funciones motoras, emocionales, el aprendizaje asociativo y la adicción (El Manira A, Kyriakatos A. 2010) donde, sumado a la edad de inicio del consumo de cannabis, puede convertirse en un factor dominante que afecte con consecuencias estructurales y funcionales del encéfalo.
Un estudio realizado por (Ganesh S, Vidya KL, Rashid AA, Singh J, D'Souza DC.2018) en el que se estudiaron las consecuencias de la exposición a los cannabinoides en adolescentes encontró que en personas que habían iniciado el consumo de cannabis en edades tempranas presentan una tendencia a la afectación, desarrollo y maduración normal del cerebro. Así mismo, Ashtari & Cyckowski, (2012) por medio de Resonancia Magnética de Difusión sugirió que los cannabinoides tienen influencia en los procesos que involucran la migración neuronal, elongación axonal y la formación de mielina, por lo que el consumo de cannabis en edades de adolescencia puede influir en la disminución de la actividad de los receptores CB1 como consecuencia la inhibición de la función oligodendritica asociada a los mismos, así como una disminución en la formación de sinapsis neuronal, la longitud y número de espinas dendríticas y la sustancia blanca (Ashtari & Cyckowski, 2012) (Bossong & Niesink, 2010) (Solowij, et al., 2011), alcanzando su punto máximo de expresión de este receptor CB1 en la etapa pre-adolescente (juvenil), seguido por una reducción gradual del mismo hasta la vida adulta (Sturman DA, Moghaddam B. 2011) corroborando de esta manera, lo expuesto en los resultados del presente estudio, pues pronunciadas tendencias de reducción volumétrica de cerebelo se dan en los grupos con un inicio de consumo de cannabis más temprano ( < 18 años) que los que lo hicieron en una edad más adulta ( > 18) (Gráfico 7 y 7.1) (Grafico 8 y 8.1) tanto en mujeres como en hombres.
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De esta manera, los resultados obtenidos del presente estudio presentan relación con los hallazgos encontrados el estudio de la fase I (Sandoval, León, & Moreno, 2014) del macroproyecto mencionado en la introducción, revelando los efectos a nivel cognitivo de ciertas áreas cerebrales, los cuales de la misma manera presentaron diferencias con respecto al grupo control, así como el presente estudio, asociando los resultados expuestos en la literatura a nivel cognitivo con los encontrados a nivel estructural, pues el cerebelo se encuentra relacionado con la integración de las vías sensitivas, motoras, motivación, recompensa y funciones ejecutivas (Moulton EA, et al. 2017). Un estudio realizado por Chang L, Yakupov R, Cloak C, Ernst T. (2006) buscó identificar los efectos residuales y crónicos del cannabis en relación con la atención y el cerebelo, por medio de 24 usuarios crónicos de cannabis y 19 controles emparejados en un conjunto de tareas de atención visual con dificultad graduada, demostrando que aunque los consumidores respondían de manera similar a los controles, presentaban una disminución en la activación neuronal de varias regiones cerebrales, principalmente en las regiones prefrontales y el cerebelo medial el cual se relacionó con la edad temprana de inicio de consumo y una mayor exposición a la sustancia acumulada (Chang L, et al. 2006), sustentando así la disminución paulatina presentada en los resultados de este estudio, sin embargo, por falta de estudios, el uso crónico de cannabis no ha demostrado tener un efecto consistente sobre el comportamiento en las tareas de atención visual o auditiva. En cuanto a la memoria Kattoor J. et al., (2014) sugiere en su estudio que aunque los fumadores crónicos después de 26 horas de abstinencia, realizan de manera similar a los controles tareas de memoria verbal, requieren más repeticiones para memorizar, indicando un déficit de aprendizaje acompañado de una disminución en la activación de la corteza prefrontal, el hipocampo y el cerebelo, (Block RI, et. al., 2002) proponiéndose así una relación entre los efectos agudos y residuales del consumo de cannabis con déficits en la memoria de trabajo y aprendizaje siendo el cerebelo el mediador en estas actividades cognitivas. A nivel inhibitorio, Atakan Z, Bhattacharyya S, Allen P, et al. (2013), Realiza un estudio de resonancia magnética funcional examinando los efectos del THC en individuos sanos al someterlos a un cuadro psicótico transitorio (TP) y consumidores agudos de cannabis, demostrando que los efectos agudos en el grupo de consumidores como en el grupo sano, generan disminución en la activación de varias regiones del cerebro, incluyendo la circunvolución temporal media, la circunvolución del hipocampo y el cerebelo. Sin embargo, el grupo consumidor ya había reportado con anterioridad una disminución en la activación cerebelosa y giro temporal, sugiriendo diferencias individuales de los efectos agudos del cannabis (Eldreth DA, 2004). Otro estudio realizado por Bolla KI, et. al., (2005) sobre consumidores crónicos de cannabis y controles sanos, demuestran, además, la influencia en la toma de decisiones y el cannabis, pues los usuarios crónicos obtuvieron peores resultados que los controles en tareas IGT (Juego de azar de Iowa), evidenciando tasas de aprendizaje más lento, sumado a un aumento en la actividad del cerebelo izquierdo y lóbulo parietal izquierdo, acompañado de una menor activación en la Corteza dorsolateral prefrontal y corteza orbitofrontal lateral derecha (Bolla KI, et. al., 2005), sugiriendo de esta manera, que los grandes consumidores de cannabis son menos sensibles a las consecuencias negativas de sus propias decisiones, indicando que las alteraciones en la actividad del cerebelo pueden contribuir a una falta de sensibilidad sobre el sujeto. En cuanto a la función psicomotora,
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Lopez et. al. (2012) en su estudio de tarea de golpeteo de dedo, realizado en adolecentes consumidores agudos de cannabis y sujetos sanos, demostró que la mayoría de adolecentes consumidores presentaban una disminución en la activación del cerebelo, correlacionándose de manera negativa a la exposición temprana al cannabis, sugiriendo así, que el cerebelo podría ser particularmente sensible a los efectos del THC durante el desarrollo y, por lo tanto, asociarse con alteraciones a largo plazo, reforzando así de esta manera, los resultados presentados en este estudio, pues se logran dilucidar las posibles implicaciones relevantes que puede presentar el consumo de C. sativa en la etapa de desarrollo adolescente (juvenil), especialmente sobre las mujeres, y su uso y abuso, pues como lo indica Sandoval, León, & Moreno (2014), existe una fuerte relación entre el consumo, la edad y el volumen de ciertas estructuras cerebrales ricas en receptores CB1 con alteraciones neurocognitivas. Algunos estudios relacionados con la reducción de la materia blanca y la disminución en cuanto al volumen de algunas estructuras cerebrales por efecto del cannabis, apuntan que el consumo excesivo y temprano puede afectar de manera negativa el desarrollo oligodendrogial, dando espacio a una baja en la estructuración y mantenimiento de la mielina celular (Jacobus, Bava, Cohen-Zion, Mahmood, & Tapert, 2009), pudiendo traer consigo consecuencias sobre la citoarquitectura y la neurocognición además de modificaciones emocionales y conductas de riesgo, especialmente sobre las altas y actuales tasas de consumo de cannabis entre los jóvenes-adultos y menores, sin embargo, aun no existe la evidencia y estudios suficientes que indiquen una sólida alteración estructural cerebelosa por el uso de misma (King GR, Ernst T, Deng W, et al, 2011).
No obstante, a pesar de los hallazgos derivados de este estudio, aun no es claro como a nivel celular y molecular se producen los efectos neuronales o gliales que alteran un cambio en la estructura y tamaño celular, además de una disminución en la densidad sináptica provocando una diferenciación en la anatomía y funcionamiento cerebral sobre los usuarios habituales de cannabis, justificando así, una investigación y replicación mayor de estudios en este campo. Estudios futuros sobre la influencia del cannabis en el cerebelo deben tener en cuenta, además de una estandarización del consumo de cannabis, su interacción hormonal y la diferenciación en la neuromaduracion (Lenroot, et al, 2007), los efectos sobre los reflejos, el comportamiento cerebelo-dependiente (El Manira A, Kyriakatos A. 2010) (Cheron et al., 2013), y la adaptación sensomotora, pues investigaciones indican que también se alteran después del uso crónico de cannabis (Bernard, et al.,. 2013). Aún si estos resultados son congruentes con la literatura reportada, es difícil extrapolar con otros estudios, ya que diferentes variables como la diferencia preexistente en los cerebros de los usuarios precedida al inicio del consumo y/o participantes predispuestos al uso de cannabis, los hábitos de vida, el uso de otras sustancias, el tiempo de consumo, la cantidad y potencia del cannabis o el inicio del mismo, pueden influir en la obtención de la muestra y su posterior análisis.
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9. CONCLUSIONES
Aunque no se presentan diferencias estadísticas significativas, se logra aportar evidencia de anormalidades estructurales afines con la exposición de C. sativa en universitarios consumidores habituales a nivel de cerebelo, presentando mayores diferencias en consumidores crónicos en relación a los factores frecuencia de consumo y años de consumo, estableciendo además, una mayor afectación con una edad de inicio de consumo más temprana.
En cuanto al factor diferencial de sexo se establecen variables dependientes del mismo en respuesta farmacocinética entre los cannabinoides y citoarquitectura del cerebelo de hombres y mujeres, pues se evidencia que las mujeres a nivel del hemisferio izquierdo del cerebelo presentan una diferenciación y afectación mayor y significativa con relación a los hombres, sin embargo, los hombres presentan una mayor predisposición y dependencia al uso de C. sativa en cuanto a duración en tiempo de consumo en años con respecto a las mujeres.
Por otro lado este estudio logra ser consistente con la evidencia reportada en la literatura, pues es la etapa de la adolescencia juvenil donde el cerebro sufre un cambio o transición anatómica y neuroquímica hacia la vida adulta trayendo consigo cambios a nivel emocional, social, cognitivo y reproductivo por lo que el sistema endocannabinoide cumple funciones de vital importancia para un desarrollo cerebral óptimo. Una estimulación de alto impacto por los componentes cannabinoides de la C. sativa, que actúan a través del sistema endocanabinoide endógeno, tienen una alta probabilidad de provocar cambios neurobiológicos a largo plazo generando afectaciones cerebrales sobre la vida adulta.
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10. RECOMENDACIONES
Esta investigación se estableció como una prueba piloto para el entendimiento e interpretación de los efectos a nivel estructural del cerebelo, posterior al consumo de C.
sativa, por lo cual se invita a investigadores a replicar pruebas con una mayor muestra poblacional para robustecer las comparaciones entre factores de consumo, así como una mayor estabilidad sobre las variables exógenas como la estandarización (tipo de cannabis), la potencia, la actividad física, el consumo de tabaco u otras sustancias para evitar y minimizar el margen de error que pueda presentarse.
Es importante en próximos estudios sobre resonancia magnética estructural, tener en cuenta, además de las áreas a interés, el cerebelo, pues en la actualidad son pocas e insuficientes las investigaciones realizadas para comparar y establecer diferencias contundentes sobre el consumo de cannabis y su influencia en la volumetría cerebelar.
Se recomienda además, sobre estudios futuros, analizar factores funcionales como el comportamiento, los reflejos y la adaptación sensomotora que no se analizaron en esta investigación, además de una toma en cuenta sobre la interacción hormonal y la neuromaduracion diferenciada en sexos con una muestra más grande para confirmar estos hallazgos.
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57
12. ANEXOS
12.1. Anexo 1.
ENCUESTA SOCIODEMOGRAFICA
“Efectos del consumo del THC (delta-9-tetrahydrocanabinol) en el sistema nervioso,
circulatorio, respiratorio, endocrino e influencia en la capacidad cognitiva, de consumidores
universitarios habituales”, es un trabajo aceptado por el Centro de Investigaciones de la
Universidad Distrital; por tanto este test se presenta con la finalidad de realizar una estadística
para poder analizar el consumo de SPA en diferentes universidades.
Código: ________ Sexo: F____ M____ Fecha: _________ Edad:_________
Carrera: ____________________Semestre:_______Universidad:____________
*ASPECTOS SOCIOECONÓMICOS.
1. Colegio de donde es egresado:
Publico ________ Privado ________
2. ¿A qué estrato socioeconómico pertenece?
1 ___ 2___ 3___ 4___ 5___
*ASPECTOS NÚCLEO FAMILIAR.
3. Su núcleo familiar está conformado por:
A) Madre. B) Padre. C) Hermanos. D) Tíos. E) Abuelos.
4. ¿Si sus Padres son separados desde cuando se realizó el proceso de separación?
A. Menos de un años
B. De uno a Tres Años
C. De Cuatro a seis Años
D. De Siete a Diez Años
E. De Diez a Quince Años
F. De Quince a Veinte Años
G. Mayor a veinte años
58
5. Su infancia y adolescencia transcurrieron teniendo en cuenta las siguientes situaciones:
A. Unión y convivencia de los Padres.
B. Padres separados y el proceso de Crianza dado solo por la Madre.
C. Padres separados y el proceso de Crianza dado solo por el Padre.
D. Huérfano de Madre.
E. Huérfano de Padre.
F. Proceso de Crianza fue por Abuelos.
G. Proceso de Crianza dado por Tíos.
6. En su núcleo familiar alguien consume sustancias psicoactivas?
SI. NO.
En caso afirmativo que vinculo posee con él.
HERMANO
(A).
TIO
(A).
PADRE MADRE. ABUELO
(A)
PRIMO(A). PAREJA
.
7. Marque con una X, con qué frecuencia consume sustancias Psicoactivas.
8. Marque con una X, Cuantas Veces consume día
1 2 3 4 5 6
9. Consume:
DROGAS
ILICITAS
ALCOHOL CIGARRILLO
.
NINGUNA.
10. Qué tipo de drogas consume
A. Marihuana
B. Éxtasis
C. Metanfetaminas
D. Opio
E. Morfina
F. Heroína
G. LSD
H. Cocaína
I. Inhalantes
DIARIO SEMANAL
QUINCENAL MENSUAL
59
11. En caso de ser A, ¿Qué tipo de marihuana consume?
______________________________________________________________________
12. ¿Qué cantidad?
______________________________________________________________________
13. ¿Cada cuánto consume?
______________________________________________________________________
14. ¿Desde qué edad consume?
______________________________________________________________________
15. ¿Qué sensación siente cuando consume?
___________________________________________________________________________
_________________________________________________________________
16. ¿En cuánto tiempo siente el efecto?
______________________________________________________________________
17. ¿Cuál es el tiempo de duración del efecto?
______________________________________________________________________
18. ¿Realiza alguna actividad relacionada con el arte?
Cuál?
19. ¿Realiza alguna actividad de ejercicio?
20. ¿con que frecuencia lo realiza?
___________________________________________________________________
SI. NO.
SI. NO.
60
12.2. Anexo 2.
Bogotá, de 201_
Congregación de Hermanas de Caridad Dominicas de la Presentación de la Santísima Virgen
Clínica Palermo
Calle 45C No. 22-02
Señores Departamento de Radiología e Imagenología
Autorización:
Yo con Cédula de Ciudadanía número: de autorizo al
Grupo de Investigación en Neurociencias de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, con
NIT 899999230-7 a que se realice los exámenes de Resonancia Magnética en las instalaciones de la
Clínica Palermo Sede 1, y se entreguen los resultados de dicho examen adscritos a mi nombre,
archivado con el código a los miembros del grupo de investigación.
Atentamente,
Nombre completo Paciente:
Nombre completo Investigador:
Nombre completo Técnico clínica Palermo:
Firma C.C.
Firma C.C.
Firma C.C.
61
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
LABORATORIO DE NEUROCIENCIAS
DEPARTAMENTO DE RADIOLOGÍA E IMAGENOLOGÍA CLÍNICA PALERMO
En el siguiente procedimiento realizaremos una resonancia magnética cerebral con la cual podremos realizar un estudio volumétrico para el análisis de los efectos del Cannabis sativa
en el cerebro a nivel estructural. El procedimiento dura cerca de 25 minutos, es totalmente gratuito y le tomaremos imágenes a su cerebro en estado de reposo, así como el volumen y el grosor de la corteza. Para ello necesitamos que llene el siguiente formato. Si tiene alguna duda con respecto a las preguntas que se le realizarán se puede dirigir al investigador para resolverlas.
DATOS PRSONALES Paciente No
Nombres y Apellidos
Número de Identificación
Fecha de Nacimiento Edad
Dirección Teléfono:
Correo electrónico
1. ¿sufre de alguna enfermedad mental?
SI. NO.
2. ¿Ha presentado ACV? SI. NO.
3. ¿Tiene algún implante metálico? SI. NO.
4. ¿Sufre de claustrofobia? SI. NO.
5. ¿Tiene marcapasos? SI. NO.
6. ¿Tiene implantes cocleares? SI. NO.
7. ¿Tiene brackets? SI. NO.
8. ¿Tiene conocimiento de presentar tumores cerebrales?
SI. NO.
9. ¿Ha presentado cuadros convulsivos frecuentes?
SI. NO.
10. ¿Sufre de presión arterial alta? SI. NO.
Agradecemos su interés en querer participar en nuestro estudio.
2
12.3. Anexo 3.
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
LABORATORIO DE NEUROCIENCIAS CONSENTIMIENTO INFORMADO PARA LA TOMA DE PRUEBAS Y MUESTRAS BIOLOGICAS CON EL
OBJETIVO DE REALIZAR UN TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
(Estipulado en la Resolución 008430. De 1993)
Es muy importante que usted lea y entienda ciertos puntos importantes en la realización de este estudio -La realización de este es totalmente voluntaria. -La naturaleza de esta investigación, su propósito, sus limitaciones, sus riegos, sus inconvenientes, incomodidades y cualquier información pertinente al resultado de este. Le será explicado por el equipo de investigación. -Confidencialidad: Los resultados de este estudio serán archivados en el laboratorio de Neurociencias de la Universidad Distrital. Las historias médicas. Los resultados de exámenes y la información que usted nos ha dado son de carácter absolutamente confidencial, de manera que, solamente usted y el equipo de investigación tendrá acceso a estos datos. Por ningún motivo se divulgará esta información sin su consentimiento.
Cualquier información adicional usted puede obtenerla directamente con: CARMEN HELENA MORENO DURAN Laboratorio de Neurociencias Facultad de Ciencias y Educación Universidad Distrital Francisco José de Caldas
EXPLICACIÓN DE LAS PRUEBAS
OBJETIVO: Analizar los principales efectos fisiológicos y cognitivos que tiene el THC (delta-9-tetrahydrocanabinol) en el organismo, tomando como punto de partida el sistema nervioso, sistema circulatorio, y la capacidad cognitiva en estudiantes universitarios consumidores y no consumidores, y sus consecuencias en el desempeño académico dirigida a concienciar a la población estudiantil.
PROCEDIMIENTO: Para la realización de este estudio será necesario la donación de sangre u orina, para identificar metabolitos de neurotransmisores, también se llevaran a cabo una serie de exámenes; como Electroencefalograma, Electrocardiograma, Resonancia Magnética Estructural, asimismo se realizaran una serie de Test de habilidades verbales, velocidad perceptual, toma de decisiones, memoria, análisis de imágenes, lo anterior contrastado con la sabana de notas de cada paciente.
RESULTADOS: A. De adquirir los resultados usted debe solicitarlos por escrito a grupo de investigación,
estos serán entregados en presencia de uno de los investigadores que le explicarán los resultados obtenidos en sus pruebas y exámenes.
B. Los resultados de esta investigación solo serán utilizados con fines netamente académicos y su publicación se realizara únicamente con fines científicos y reportados anónimamente a los participantes en este estudio.
3
Deseo que la muestra que me fue extraída sea DESECHADA una vez complete el estudio
Autorizo conservar de manera anónima la muestra que me fue extraída con la posibilidad de emplearla junto con el resultado del estudio, en las situaciones señaladas a continuación.
En estudios de investigación específicos para la(s) entidades(s) objeto de esta toma de muestra, siempre y cuando se conserve en anonimato mis datos de identificación.
Si No
En estudios de investigación de entidades distintas objeto de esta toma de muestra, siempre y cuando se conserve en anonimato mis datos de identificación
Si No
En estudios de investigación colaborativos con otras instituciones nacionales y/o internacionales siempre y cuando exista acuerdo interinstitucional previo, aprobación del comité de ética y se conserve en anonimato mis datos de identificación
Si No
AUTORIZACIÓN PARA LA TOMA DE MUESTRAS Y REALIZACIÓN VOLUNTARIA DEL ESTUDIO Fecha Yo ; Identificado con documento de identidad Nº de acepto voluntariamente que se tome una muestra de sangre, también la realización de pruebas como: Electrocardiograma, Electroencefalograma , Resonancia Magnética Estructural, presentar test de aprendizaje, las cuales se llevaran a cabo antes y durante el consumo de la marihuana. Así mismo, declaró que se me ha explicado la no presencia de riesgos y el manejo que se le dará al material de la muestra. Firma CC Testigo CC Fecha Tel Firma del Investigador CC Fecha:
DATOS PRSONALES Muestra No
Nombres y Apellidos
Número de Identificación
Fecha de Nacimiento Edad
Dirección Teléfono/s:
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