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CENTRO DE ESTUDIOS DE SOCIOLOGIA APLICADA (CESA)
D o c u m e n t a c i ó n S o c i a l
SECCION SOCIAL DE CARITAS ESPAÑOLAC u e s t a S a n t o D o m i n g o , 5, 2.1 D • M A D X I D - 1 3 910A IO II .J U X I o 1 O o o
la vivienda en sus aspectos económicos
• LA ACTUALIDAD ESPAÑOLA y perspectivas que ofrece.
• LA LABOR DE LA IGLESIA: Las Constructoras benéficas.
• EL PUNTO DE VISTA DEL PROPIETARIO.
• LO QUE SE PUEDE CONSEGUIR CON LA COLABORACION DEL PROPIO USUARIO.
• Proposiciones de CARITAS.
• Soluciones adoptadas en otros países.
• Algunas experiencias interesantes.
En el presente número han colaborado D. JUAN M. AGUIRRE, de la Sección de Estudios de Cáritas Española; D. LUIS BERTRAN!), Abogado; D. ROGELIO DUO- CASTELLA, Director de CESA; D. JESUS GARCIA VALCARCEL, Director Nacional de Cáritas Española; D. MARIO GOMEZ MORAN, Arquitecto, Director de la Sección de Viviendas de Cáritas Española; D. JOSE R. OTERO, Presidente de las Hermandades del Trabajo; don JAIME NUALART, sociólogo, y el Rvdo. D. FRANCISCO ALCALA, Jefe de Redacción.
I O T A
Esta Colección de monografías está preparada por la Secretaría del CENTRO DE ESTU D IO S DE SOCIOLOGIA APLICADA y tiene como finalidad facilitar una serie de trabajos monográficos que versen sobre temas de Acción Social.
Interesa, pues, a todos aquellos trabajadores sociales, tales como Asistentes Sociales, Directores de Instituciones benéficas y asistenciales, Colegios, Párrocos, Consiliarios de Acción Católica, etc.
El Consejo de Redacción solicita, para cada tema concreto, la colaboración de aquellos especialistas que han trabajado en la práctica y conocen a fondo cada uno de los temas, presentándonoslos a través de una visión social y cristiana.
A todos, pues, será sumamente útil poseer un cierto número de fórmulas prácticas, en vistas a lo que debe constituí/ una acción social propia para los hombres de la Iglesia.
LA VIVIENDA EN SUS
ASPECTOS ECONOMICOS
Sum atio
Págs-
El presente número..., por Dirección de C E S A .............................. 3
El problema de la vivienda en España, por D. Francisco Alcalá. 5
Hacia una nueva política de solares, por D. Mario Gómez Morán. 25
El capital privado ante el problema de la vivienda, por D. Luis Bertrand................................................................................................ 35
La colaboración de los propios usuarios, por D. Jaime Nualart. 47
La labor de la Iglesia española: Realidades y perspectivas, por C E S A .................................................................................... ............... 57
Un nuevo tipo de vivienda, por D. José Ramón Otero Pumares. 73
Posición, ofrecimiento y petición de Caritas Española, por D. José Luis García Valcárcel............... . .............................................. ... 79
APENDICES:
I. Sistemas de financiamiento de los programas de la vivienda en Europa, por D. Francisco Alcalá ................ ... 83
II. La actuación de la Iglesia católica alemana, por D. JuanManuel Aguirre............................................................... . ... 89
III. El ejemplo de la Constructora Benéfica 33San Vicente dePaul de Murcia33, por C E S A ................................................ 95
IV. Una realización interesante desde el punto de vista empresarial: Viviendas de Sabadell, S. A., por R. .......... 99
V. Los Compañeros Constructores, por CESA ............... ... 101
Imp. Romero Requejo, S. L. Madrid Depósito Legal: M. 5475-196®
¿1L pteómte ñámelo
Aunque lo hemos titulado ”LA VIVIEND A EN SU S ASPECTOS ECONOMICOS”, en contraposición al anterior número, que trataba exclusivamente de los aspectos sociales de la misma, particularmente desde el punto de vista urbanístico, es decir, de lo que condiciona el hecho de que la vivienda consiga sus objetivos de ser abrigo, refugio y alma de la vida del hogar, favorezca la intimidad y haga posible su proyección hacia el exterior (urbanización, dotación de servicios asistenciales, equipo comercial y centros de vida social) , queremos señalar, no obstante, que también son aspectos, y muy sociales, algunos de los tratados en este número, especialmente los que versan sobre el cómo conseguir la propia vivienda. Tanto es así, que queremos destacar de una manera muy particular aquellos artículos que sugieren fórmulas económico-sociales más idóneas, indudablemente, para conseguir hoy día, en España, una eficaz resolución a tan grave problema.
Así pues, consideramos el presente estudio como sumamente interesante y original, no sólo por tratarse de uno de los primeros problemas sociales de España, en los que se halla interesada la política del Estado y la multisecular caridad de la Iglesia, sino también por el acopio de materiales y por tratar de enjuiciar tales problemas desde una óptica imparcial y desinteresada, procurando calibrar adecuadamente cuál ha sido el esfuerzo global de España, qué soluciones siguen siendo precarias, qué otras fórmulas deberían ser apoyadas con mayor empeño, cuál ha sido el volumen del esfuerzo realizado por otras naciones europeas y cuál el de los organismos benéficos de la Iglesia, incluyendo también, a modo comparativo, el de la Iglesia en algún otro país hermano.
Por todo lo cual, creemos que el presente número, elaborado tras cuidadoso examen y consulta de aquellas fuentes documentales más adecuadas (aunque jamás suficientes) y como resultado de encuestas dirigidas a todas las diócesis españolas por nuestro CENTRO DE ESTU D IO S DE SOCIOLOGIA APLICADA con resultados harto halagüeños, ya que nos contestaron más número de entidades constructoras que las censadas en
3
índice
cualquier parte, nos puede aportar una visión muy objetiva y serena sobre la situación actual de dicho problema.
Se da entrada en nuestro estudio a la exposición de diversas opiniones de distintos articulistas, lo cual, aunque no supone por nuestra parte una adhesión total a todo lo escrito, creemos que todos ellos aportan nuevas luces y facetas que enriquecen la visión total de tan interesante cuestión.
Nos reservamos el formular juicios comparativos entre unos y otros países; el lector será suficientemente sagaz para descubrirlos.
De lo que sí estamos convencidos, después de todo lo escrito, es que, de darse tan sólo un puñado de hombres de Iglesia en cada una de las localidades más afectadas de España, suficientemente capacitados y, sobre todo, de buena voluntad para afrontar decididamente este problema, y aplicando soluciones no ya solamente de carácter benéfico, sino más bien de carácter social, sacando el máximo fruto de la organización cooperativista (al trabajo y al ahorro popular), ampliando el radio de las generosas aportaciones de los más pudientes y consiguiendo del Estado un debido trato de prelación a tales entidades benéfico-sociales para la obtención de sus presupuestos crediticios, cabria no ya tan sólo subsanar los déficits de viviendas actualmente existentes, sino también el poner las bases para una solución definitiva, a no muy largo plazo, de tal problema y sentar unas bases más económicas y rentables para afrontar el futuro de las generaciones venideras.
LA DIRECCION DE C. E. S. A.
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índice
El problema de la vivienda en España
PorD. FRANCISCO ALCALA, licenciado en
Ciencias Sociales.
El presente trabajo del Rvdo. Alcalá sintetiza de una manera global y muy acertada el problema de la vivienda en España: Su historia, los cálculos más aproximados que se pueden hacer sobre los déficits existentes, las causas que entorpecen una adecuada solución, las posibilidades reales y las soluciones más sociales y eficaces para resolverlo.
I. El problema de la vivienda como faceta del problemasocial total
El problema social de más di- La escasez de viviendas* como aspecto del problema so-en^nuestro0 UempoeCrUdeCld° tota resa ta so^re *os demás aspectos— alimentación*
* vestido* cultura—* ya que* por la cuantía de las inversiones que exige* presenta serias dificultades a una solución
rápida y adecuada. En los países económicamente desarrollados se estima que hacen falta* por lo menos* 30 millones de viviendas. En los países menos industrializados se ha calculado que hay 150 millones de familias* aproximadamente* sin hogar (1). No es que este déficit no existiera antes de ahora. Pero actualmente se ha tomado conciencia de ello, aparte de que se ha recrudecido por el aumento de la población y por la emigración del campo a la ciudad.
ha atraído la atención de la Reconocida la trascendencia social de la vivienda* todosmayoría de los Gobiernos, los G0biern0s3 a partir de la segunda guerra* se han apre
surado a buscar una solución urgente a este grave problema* de modo que se ha convertido durante los últimos años* en la mayor parte de los países* en una cuestión de primordial importancia.
aunque, a veces, se ha abor- Pero* a veces* la solución se ha abordado sin la debidadado su solución de una ma- preparación y sin tener en cuenta la situación económico-
social de los respectivos países. Otras veces* no se ha prestado la suficiente atención a las tendencias a largo pla
zo del desarrollo industrial y demográfico* o no se han aprovechado las oportunida-
(1) «Financiamiento de los Programas de Vivienda y de Mejoramiento de la Comunidad».— Naciones Unidas.—Nueva York* pág. 1.—E /C N . 5/323.— S T /S oA /32 .— Febrero* 1957.
i Oíndice
des de planeamiento de la expansión urbana, de acuerdo con los cánones de la naciente arquitectura humanista.
II. El problema de la vivienda en los países subdesarrollados
Dificultad especial por los En estos países, el problema adquiere características mu-K a T de^tasco^de*ioTma- cho más a8udas- Mientras los países industriales destinanferíales. un 4 por 100 de su producto nacional bruto a esta inver
sión, los insuficientemente desarrollados sólo pueden dedicarle de un 1 a un 2 por 100, sin perder de vista que se trata de un porcentaje de un total mucho más reducido. Las inversiones de la vivienda en estos países compiten con inversiones en otros sectores igualmente apremiantes, y por ello tienden a fomentar presiones inflacionarias, cuando no van acompañadas de medidas adecuadas para contrarrestarla, tales como la intervención en las concesiones de créditos y la reglamentación de los materiales y mano de obra. Es, pues, necesaria la movilización eficaz y el empleo prudente de los recursos disponibles para poder satisfacer estas enormes necesidades con desembolsos relativamente reducidos.
Por el contrario, fomenta el Como contrapartida, la vivienda influye mucho en el proahorro ceso del ahorro y de las inversiones. Hay personas que
ahorran para mejorar su vivienda y que no estarían, en cambio, dispuestas a facilitar sus ahorros para la formación de capital. Como la falta de ahorro constituye un grave obstáculo en los países en trance de desarrollo, la movilización de recursos que entraña la construcción de viviendas puede llegar a constituir una aportación importante para su desarrollo económico y social.
y absorbe la mano de obra p ero hay más: la expansión de los programas de la vi- desempieada. vienda y servicios de colectividad puede contribuir mucho,
y de una manera directa, al empleo total en los países subdesarrollados, y en los desarrollados, cuando se reduzca la fabricación de armamentos.
III. El déficit inicial de viviendas en España
Partimos de un déficit ini- Refiriéndonos a España, nos encontramos, en primer tér- ciai de 826.758 viviendas mino, con que el 31 de diciembre de 1958 había en nues
tro país 30.260.953 habitantes, agrupados en 7.565.238 familias. ^Por otra parte, en 1950 existían 6.370.280 viviendas, según el Censo de la Vivien
da de dicho año. Conforme a las cifras oficiales suministradas a la O. E. C E., el número de viviendas construidas en el período 1950-58 alcanza la cifra de 782.200, que, sumadas a las del año 1950 y restada la suma del número total de familias, arroja un déficit de 411.758 viviendas.
i Oíndice
Estas cifras de viviendas son superiores, en más del 50 por 100, a las que constan como proyectos de nueva planta en la Dirección General de Urbanismo; pero hay que tener en cuenta que estos datos sólo se refieren a las poblaciones más importantes, cuya suma de habitantes viene a representar un 40 por 100 de la población total de España, y que, además, se construyen bastantes viviendas sin control alguno, sobre todo en zonas rurales.
Aceptando, pues, como buenas dichas cifras, el déficit inicial aparente de que partimos es del orden de las 411.758 viviendas.
Decimos déficit aparente porque se ha de tener presente otro concepto para calcular el déficit real: las viviendas existentes definitivamente ruinosas. Estas se han calculado en unas 415.000, que, sumadas al déficit aparente, nos dan un déficit real de 826.758.
Pero este déficit no es estático. Progresa al ritmo de varios factores que vamos a enumerar muy brevemente.
A.— Las nuevas familias.
que aumenta con la apari- En 1953 se celebraron 251.684 matrimonios entre espadón de nuevas familias fióles. Calculando que un 30 por 100 de ellos no necesi
tan vivienda porque pueden formar su hogar en casa de alguno de sus progenitores, el otro 70 por 100, o sea, 176.178 nuevos matrimonios, sí necesitan una vivienda.
Como contrapartida, en el mismo año fallecieron 256.010 personas. No todas, naturalmente, dejaron vivienda libre; pero, teniendo en cuenta la media familiar española, el número de viudas y viudos, etc., se puede colegir, aproximadamente, que el 25 por 100 de los fallecidos dejan una vivienda vacía, lo que supone alrededor de 64.000 viviendas.
Deduciendo esta cifra de la anterior, podemos calcular en 112.178 la demanda neta de viviendas provocada por el movimiento de población.
B.— Necesidades de renovación.
y par la desaparición de p ero a ja partida anterior hay que sumarle otra.35.<HM) viviendas anuales. Según cálculos del Instituto Nacional de Estadística,
cada año hay que renovar 35.000 viviendas por llegar a ser ruinosas e insalubres. No se pierda de vista que, de cinco millones y medio de edificios existentes en 1950, cerca de cuatro millones habían sido construidos antes de 1900. Teniendo en cuenta esto y la vida media de las viviendas existentes se llega a una cifra aproximada a la anterior.
Sumando las cifras de estos dos apartados resulta que el aumento anual de demanda de viviendas es del orden de las 147.178.
Esta cifra se puede también admitir como buena por la siguiente razón:Considerando que Inglaterra es un país con un problema de la vivienda más o
menos normalizado, observamos que construye 5,5 viviendas por mil habitantes para atender a las necesidades derivadas de su movimiento de población y de la reposi-
i Oíndice
ción de viviendas ruinosas. Prescindiendo del déficit inicial, es de suponer que España, por estos dos conceptos, tendrá anualmente una demanda de viviendas proporcional a la inglesa. Ahora bien, 5,5 viviendas por cada mil habitantes ascienden a la cifra de 166.435 por año, cifra todavía superior a la calculada anteriormente.
C.— Modificaciones geográficas de la población.
Las necesidades se agravan En los países de demografía progresiva se produce el fe-torias°S movimientos migra nómeno de las migraciones interiores. En España, este
fenómeno es considerable. Alás de 25.000 familias se desplazan anualmente a la ciudad. Entre 1950 y 1960, más de un millón de personas se habrán desplazado. Sólo Madrid ha recibido 123.439 inmigrantes de 1950 a 1956. Suponiendo que un 30 por 100 lo forman solteros de ambos sexos, el resto son 21.601 familias que necesitan un nuevo hogar.
Este movimiento migratorio no amplía el problema, sino que lo concentra en determinados lugares. Por eso, puede decirse que el problema de la vivienda es más bien un problema local que nacional.
D.— Mejora del nivel de vida.
j por el deseo razonable de A no ser que se trate de una economía estancada, existe, mejorar las viviendas. además, un incremento de la renta nacional y de los in
gresos medios; esta mejora del nivel de vida crea una demanda suplementaria de viviendas mejores, que amplía el volumen de inversión necesaria en este sector. Recuérdese lo dicho sobre la antigüedad de los edificios españoles.
La demanda creada por este concepto no es, por cierto, apremiante; pero, a un plazo medio, tiene que ser atendida. No sólo la subsistencia es necesidad.
La mayoría de las viviendas actuales carecen de los servicios indispensables,
Como se sabe, los edificios antiguos carecen de servicios, que hoy se consideran indispensables. Según el censo de la vivienda de 1950, de los 5.442.550 edificios existentes en España, el 85 por 100 de ellos, es decir, 4.626.252,50,
estaban destinados a viviendas. Pues bien, únicamente el 20 por 100 de estos edificios tenían agua corriente e igual porcentaje disponían de alcantarillado. Por lo que respecta a las viviendas propiamente dichas, la proporción en que estaban dotadas de servicios era la siguiente:
Alumbrado eléctrico................ .............. .......... 79 %Baño o ducha .......... ........... ............................... 9 %G a s ............... . .. ............................................. . . . 5 %Teléfono ..................................................................... 4 %Calefacción................................................................. 3 %
i Oíndice
mientras el nivel de vida me- En una encuesta realizada en la ciudad de Avilés, cerca jara constante mente, del 50 por 100 de los encuestados deseaban cambiar de
vivienda. Incluso muchas de las que se construyen ahora con una vida probable de doscientos cincuenta años, superada la crisis actual, tendrán que ser derribadas, no por motivos de caducidad física, sino por deseos de mejora muy razonables al transformarse la economía de un país.
E.— Desigual distribución de las viviendas actuales.
a pesar de la densidad media La impresión de necesidades urgentes se acentúa si consi- de personas por habitación. deramos la desigual distribución de las viviendas actua
les. El número de habitaciones de las viviendas permanentemente ocupadas rebasan los 24.701.026. De estas habitaciones se ocupan estrictamente para vivir 23.730.660. La diferencia representa los despachos, oficinas, talleres, etc., ubicados en las mismas viviendas. El total de personas que viven en régimen familiar asciende a 26.055.350. Relacionando personas y habitaciones obtenemos un coeficiente de densidad media de 1,10 personas por habitación. No está mal del todo, pero es el coeficiente medio.
Las máximas y las mínimas son muy extremas y bastante numerosas,
Las cifras que ofrecemos a continuación nos reflejan las máximas y mínimas densidades:
Viven en viviendas de una sola habitación:
108.610 familias de cuatro personas,
64.080 » » cinco personas.
36.590 » » seis personas.
19.940 » » siete personas.
10.680 » » ocho personas.
Ocupan, en cambio, viviendas de 10 ó más habitaciones:
3.670 familias de una persona.
9.300 »
11.750 »
13.550 »
» dos personas.
» tres personas.
» cuatro personas.
Prescindimos de la emigración al exterior por la inseguridad de estos datos. Naturalmente, la cifra de emigración hay que deducirla de la de necesidades.
9
índice
IV. El ritmo de construcción seguido en España
con una media de 98.000 vi- para responder a estas necesidades, acumuladas y nu- viendas anuales. yentes, el ritmo de construcción seguido hasta ahora
en España ha sido el siguiente, según cifras facilitadas a la O. E. C. E.:
1953 67,2
1954 87,2
1955 112,2
1956 121,8
1957 98,0
1958 101,0
1959 131,0
Como es insuficiente, se pien- De continuar este ritmo de construcción, ni siquiera se sa incrementar, cubrirán las nuevas necesidades que fueran apareciendo,
con lo que el déficit irá en aumento. Según propósito del Programa Nacional de Ordenación de las Inversiones, este ritmo se va a acelerar, elevando la cifra anterior hasta 154.000 viviendas para el año 1960.
acercándonoseuropeas,
a las medias A modo de información, y como punto de referencia, detallamos las viviendas construidas, por mil habitantes, en
los países europeos, en el año 1958, según datos de la O. E. C. E.:
U. R. S. S......................................... 12,9Alemania Occidental........ . .......... 9,4Suecia ... ................................ .. 8,4Países B ajos.............................. .. . 8,1Noruega............................................ .. 7,5Finlandia........................................... 6,9G r e c ia .............................................. 6,7F rancia ............................................. 6,5Italia ................................................ 5,5Reino Unido ........... 5,5Suiza ............................................... 5,0B é lg ica ........................................ ... 4,9
10
Austria ... ............................... .. 4,9
Dinam arca....................................... 4,6
P olon ia .......... ... ... ................ 4,5
Rumania............................................ 4,4
H ungría............................................ 4,3
Checoslovaquia............................... - 4,0Portugal............................................. 3,8Alemania O riental.............. . .... 3,5
España ... ....................................... 3,4
Y ugoslavia................. 3,3Irlanda............................................. 2,1
índice
Según se acaba de decir, el Plan de Ordenación de las Inversiones piensa impulsar la construcción de viviendas hasta alcanzar la cifra de 154.000 para 1960. El primitivo Plan Nacional de la Vivienda se proponía construir 140.000 viviendas anuales, cifra que nunca se alcanzó.
aunque la tarea es larga y Ante este hecho, nos hacemos la siguiente pregunta: ¿Pue- varlados los problemas. de realmente la economía española soportar tal incremen
to de inversión en construcción de viviendas? Antes de contestar a esta pregunta vamos a referirnos brevemente a las causas que han provocado este problema.
V. Causas del problema de la vivienda
En el fondo sólo es un as- En definitiva, como se sugirió al principio de este trabajé®*® del problema soclal ge- jo, el problema de la vivienda sólo es un aspecto más
' del problema social total, y el problema social radicaen el escaso desarrollo económico y en la desigual distribución de la riqueza.
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índice
debido, en países subdesarro- Cuando el desarrollo económico es débil, el ingreso deproductividad1C1€nte mVGl de la clase modesta es bajo, o, lo que es lo mismo, los cos-
* tes son altos, por el deficiente nivel de productividad.En este caso, repetimos, el problema de la vivienda es
una cara más del problema social general y, seguramente, no la más trágica. La desigual distribución de la riqueza, que casi fatalmente comporta este grado de constitución económica, acentúa el problema, y la demanda, no la necesidad de viviendas, es floja, no ofreciendo incentivo ninguno a los inversores.
y en los países que se desarrollan, a los efectos de la inflación
do el mismo problema,
Si el desarrollo económico se promueve puede aparecer la inflación, por el ritmo y estructura de las inversiones, destruyendo poder adquisitivo en la masa y acumulando dinero en manos de unos pocos afortunados, mantenien-
aunque con carácter más provisional.
y agravado por el aumen- s i a esto unimos el aumento demográfico, los movimien-^ g dr X 5 f,espeTulIcTónnS migratorios, por los que se concentran grandes con-bre el suelo y congelación de tmgentes de población en unos pocos puntos de la Pen- aiquiieres. ínsula; la especulación sobre el suelo, que encarece los
terrenos, y la congelación de los alquileres, establecida por el Gobierno español en 1924 para proteger a los usuarios, medida que favoreció injustamente a los inquilinos existentes y perjudicó a los futuros y a los propietarios de los inmuebles, habremos conseguido una visión bastante aproximada del problema de la vivienda en España.
Aunque en nuestra patria el pero lo que hemos dicho hasta ahora no lo explica todosatisfactoriamente. España, sin ser un país superindustria-
ría de los españoles, lizado, cuenta con la capacidad financiera y técnica sufi-cíente como para salir al paso de un programa eficaz
que en un plazo medio de unos quince años superara el problema existente. Es lo que demostraremos a continuación. Pero lo que es posible para la economía española globalmente considerada, no lo es para la mayoría de los cabezas de familias españolas, por la actual distribución de la riqueza.
Se nos dirá que España es pobre, que hay que invertir y que no todos pueden ser iguales. Como se demostrará a lo largo de estas líneas, España cuenta con los medios necesarios para facilitar vivienda a todos los españoles, teniendo en cuenta las exigencias de la inversión y la distribución por desiguales méritos y rendimientos.
1.— El problema financiero.
Aquí sólo vamos a hacer unas observaciones generales, dado que este aspecto de la vivienda está suficientemente estudiado en otros trabajos que aparecen en este mismo volumen.
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la inversión de viviendas no Si no se cuenta con la ayuda exterior, cualquiera que sea100 deShírrentarnacional P°r el procedimiento arbitrado de financiación, en último tér
mino, el dinero para subvencionar las viviendas ha de salir de la renta nacional. Ahora bien, la porción de renta
dedicada a la construcción de viviendas debe ser proporcional a la cantidad dedicada a inversión, y ésta, al volumen total de renta, si se quiere que el desarrollo sea equilibrado y no convulsivo. La experiencia de las distintas naciones así nos lo enseña. La inversión total, en períodos largos, podrá alcanzar, como máximo, del 20 al 25 por 100 de la renta nacional, pues, en otro caso, incidiría sobre el consumo, sobre todo, de las clases débiles. La inversión en viviendas también debe mantenerse dentro de ciertos límites, si no se quiere provocar un cataclismo económico. Según nos muestran las comparaciones internacionales, debe estar comprendida entre el 20 y el 25 por 100 de la inversión total. O sea, que, en un tipo de desarrollo equilibrado y a largo plazo, la inversión en viviendas debe absorber del 4 al 5 por 100 de la renta nacional como máximo.
Al principio, dada la intensidad de inversiones que hay que hacer, el porcentaje dedicado a viviendas debe ser menor.
Posibilidades financieras.
Aplicando a la renta futura Aplicando estos porcentajes a la renta nacional, calcu-porcentale Para Espana un la da para los años próximos, vamos a obtener la capaci
dad financiera de la economía española respecto a la construcción de viviendas. No se olvide lo que se dijo en el
segundo párrafo de este trabajo, a saber: el bajo porcentaje (de un 1 al 2 por 100) que los países menos desarrollados pueden destinar a la construcción de viviendas. España es un país semidesarrollado, no subdesarrollado. Por otra parte, del total del presupuesto de construcción de viviendas tenemos que deducir lo que necesariamente ha de emplearse en construcciones complementarias, como urbanización, edificios públicos indispensables, comercio, espectáculos y demás edificios colectivos. La inversión actual en estas construcciones suele ser un 20 por 100 de la dedicada a la vivienda, pero con el tiempo debe ir mejorando. Prescindimos en estos cálculos del suelo porque, en realidad, no es una inversión, sino una transferencia de dinero. Hoy, por el alza galopante del precio del suelo, el desembolso necesario para adquirirlo excede, en el ámbito nacional, del 10 por 100 del valor de la vivienda. Hemos calculado el coste medio de la vivienda en 100.000 pesetas, deducidos los costes complementarios, basándonos en la media de presupuestos actuales, en la tendencia de la nueva política y en el Programa Nacional de Ordenación de las Inversiones para 1960.
establecido sobre la base de lo dedicado a la construcción en otros países,
Antes de concretar nuestros cálculos ofrecemos unas cifras que nos indican los porcentajes de inversión dedicados a la vivienda en algunos países europeos:
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in
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P A I S B */0 Inversión brota «obre !a renta
Inversión en vivienda* °/0 de inversión bruta
°/0 de rentanaelonal
Alemania Occidental ... .......................... 21,3 21,5 4,6Países B a jo s ................. .......................... 25,0 17,7 4,4Reino U n id o ................. .......................... 21,0 21,0 4,4Suecia .......................... ;. ............... .. . . . 18,0 22,7 4,1Bélgica .......................... .......................... 16,7 22,0 3,7Dinamarca ................... .......................... 18,0 17,3 3,1F ran cia ................................................ . . . 19,5 16,0 3,1I ta lia ............................... .......................... 19,0 17,7 2,4
y lo destinado a ello en Es- A continuación presentamos, en otro cuadro, lo destinadopaña los últimos años, a viviendas en España en los últimos años, según las ci-
iras facilitadas a la O. E. C. E.:
A Ñ O S R E N T A °/0 de la renta bruta en viviendas
1953 228.220 2,491954 258,397 3,541955 271.719 4,261956 310.548 4,711957 382.854 3,761958 418.494 3,31
donde se aprecia el esfuerzo superior de los años 55 y 56 y la nueva tendencia impuesta por la realidad.
obtenemos las siguientes ci- Partiendo de la inversión francesa e italiana y de la nue- fras va tendencia española, y, aumentando el porcentaje de
inversión en viviendas al ritmo de la renta nacional calculada para los años próximos, obtenemos las siguientes cifras en miles de millones:
A Ñ O S R E N T A(millones) °/0 RENTA V A L O R
(en millones)°/0 destinado a viviendas
I. N. V. neta en viviendas (millones) Viviendas
1958 438.934 3 13.167 82 10.791 107.9101959 460.879 3,14 14.469 81 11.664 116.6401960 483.919 3,29 15.920 80 12.736 127.3601961 508.114 3,45 17.529 79 13.825 138.2501962 533.519 3,62 19.312 78 15.054 150.5401963 560.194 3,80 21.283 77 16.324 163.2401964 588.199 3,99 23.465 76 17.784 177.8401965 617.604 4,19 25.877 75 19.350 193.5001966 648.484 4,41 28.594 74 21.090 210.9001967 680.904 4,64 31.593 73 22.995 229.9501968 714.949 4,89 34.958 72 25.128 251.2801969 749.907 5 37.495 71 26.554 265.5401970 787.402 5 39.370 70 27.510 275.1001971 826.772 5 41.335 68 28.107 281.0701972 868.107 5 43.405 67 29.078 290.780
i Oíndice
C R E C IM IE N T O D E L A S N E C E S ID A D E S Y D ELA CONSTRUCCION DE VIVIENDAS
MILLONES DE VIVIENDAS
DEFICIT NACIONAL DE VIVIENDASN* DE VIVIENDAS
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Hemos arrancado del año 58 en nuestros cálculos, ya que es el último cuya renta nos consta. De hecho, la construcción de viviendas, según información oficial, ha rebasado, en 1959, nuestras previsiones a priori, pero no se puede perder de vista lo que se dijo al principio de este trabajo sobre la situación económica social de cada país. A este propósito, puede leerse, en el Estudio Económico de 1958 del Banco Central, lo que sigue: «El índice de la construcción ha crecido... Este aumento induce a suponer que se reservan para estas inversiones sumas mayores de las que autoriza la cuantía del ahorro nacional, lo que muy bien puede provocar una construcción menor, computando un largo período. Es muy cuestionable la ventaja de fomentar esta actividad mientras se limita el ritmo de adelanto del resto de la economía.»
y las siguientes conclusiones, Según nuestros cálculos, podríamos, pues, concluir que,de acuerdo con las perspectivas futuras calculadas de
la economía española, y haciendo un esfuerzo razonable, nuestra patria estará en condiciones de alcanzar el ritmo propuesto en el nuevo Plan Nacional para el año 1962 y habrá enjugado el déficit en el plazo de unos doce años.
sujetas a condiciones muy p ero ello depende de que la renta aumente al ritmo diversas. previsto, que los materiales y la mano de obra no su
ban de precios, que se sigan construyendo viviendas de tipo modesto en la misma proporción que ahora y, ante todo y sobre todo, que el porcentaje de renta dedicado a la vivienda sea realmente el calculado. Como todos estos presupuestos exigen un desarrollo escrupulosamente planeado y sin desequilibrios de ninguna clase, cualidades que no pueden presumirse de nuestro deficiente proceso económico, podemos predecir con aproximación que un Programa Nacional de la Vivienda requiere un plazo de quince a veinte años para absorber el déficit acumulado y poder continuar atendiendo a las necesidades nuevas que pudieran considerarse normales.
Pero la economía española no quiere decir cada uno de los cabezas de familia españoles. Precisamente por las razones que expusimos antes, gran parte de la clase trabajadora y media española se encuentra impotente para sufra
gar sus gastos de vivienda. Así se explica el hecho simultáneo de la falta de vivienda y la cantidad de pisos sin demandantes efectivos.
Pero lo que en teoría será posible para España, no lo es, por la desigual distribución de la riqueza,
aun contando con la ayuda Ante este hecho, y ante la importancia social de la vivien- del Estado, da, e¡ Estado español, como todos los Estados modernos,
no ha tenido más remedio que acudir a la solución del problema para reducir, en lo posible, la diferencia entre el precio económico y el precio social de las viviendas. El presupuesto del Estado español para ayuda a viviendas alcanza la cifra de 5.000 millones, que, en porciones de 30.000 pesetas por vivienda, suponen subvención para unas 140.000 viviendas, aparte de lo destinado a préstamos complementarios. En la suposición de que esta ayuda se verifique realmente, todavía sigue en pie el problema de allegar los medios que debe aportar la economía privada.
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EL PROBLEMA DE LA VIVIENDA DE LOS EMIGRANTES DELCAMPO A LA CIUDAD
Más de 100.000 personas emigran cada año en España del campo a la ciudad...
...donde les espera la chabola, la suciedad y la inmoralidad.
La mayoría de las veces, junto a viviendas nuevas que ellos no pueden pagar.
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VIVIENDAS DEL CO NG RESO EUCARISTICO DE BARCELONA
— Año de fundación: 1952.
— Viviendas construidas: 2.500.
— Leyes a las que se han acogido: Viviendas Protegidas y Renta Limitada.
— Medios de financiación: a) Capital procedente de donativos de los católicos barceloneses. Lo mismo que hemos destacado la Constructora Benéfica ”La Sagrada Familia”, de Córdoba, por su anticipación y labor social, y la de Murcia, por la ejemplar aportación personal de los propios beneficiarios, aquí queremos subrayar un rasgo de esta Constructora, que creemos puede servir de ejemplo a las demás, y que consiste en la colaboración de los católicos barceloneses, cuya ayuda en metálico asciende a 50 millones de pesetas.
b ) Préstamos de las Cajas de Ahorro, al interés de 4 %.
c) Un 10 % de ayuda del propio usuario.
d) Concesión por parte del I. N. V. de anticipos sin interés a cuarenta años, importando un 50 % del valor del proyecto.
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Cómo conseguir esto, tanto de los futuros usuarios como de los ahorradores y otros organismos, se estudia profusamente en otros estudios de este volumen.
Baste señalar aquí que, admitido el coste medio de 100.000 pesetas por vivienda, la ayuda del Estado en forma de subvención y préstamo complementario, si se consigue, oscilaría alrededor de las 50.000 pesetas, quedando otras 50.000 a cuenta del usuario. No se olvide el problema de los solares.
aunque, por los movimientos Queremos subrayar un hecho antes de terminar este apar-migratorios, los más necesi- tado; m pro51ema de la vivienda, aun siendo un proble-tados de vivienda no son los . r t , , , _ , . .más débiles económicamente. ma nacional, es, ante todo, local. Por los movumentos
migratorios, se presenta más agudizado en algunos puntos de la Península, precisamente en aquéllos donde el nivel de vida es más alto y, por tanto, la capacidad económica de su población más elevada.
2.— El problema técnico.
Hay un problema técnico y También, en este aspecto, el problema de la vivienda sematiza diversamente según las regiones. Con todo, dado el
carácter de este estudio, lo vamos a abordar desde un punto de vista nacional.Refiriéndonos sólo a los materiales fundamentales, las cantidades por unidad de
vivienda de tipo medio se calculan como siguen, teniendo en cuenta los gastos complementarios:
M A T E R I A L E S Consumo medio porvivienda
Cemento ................................ 7.500 Kg.Hierro ..................................................................... 887 Kg.Madera .............. 1,5 nr*
otro económico. La c¡fra media de jornales necesarios para la construcción de una vivienda se estima en 460 jornales año. En
cuanto a la exigida para construcciones complementarias, se puede deducir considerando la relación porcentual que la inversión por este concepto representa, ya sea de hecho, ya sea como desiderátum. Supuestos trescientos días de trabajo por obre- ro/año y añadiendo un 20 por 100, dedicado a las ya nombradas construcciones complementarias, nos da un total de 550 jornales/año por vivienda.
A continuación reflejamos las necesidades que el plan de construcciones futuras representa:
1958
Mano de obra ......................... 192.562Cemento (T m .) ........................ 962.812Hierro (T m .) .......................... ,. 113.868Madera (1.000 ms) ................. 192
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1962
221.2501.106.250
130.832221
1967
325.1251.625.625
192.257325
1972
394.8751.974.375
233.502394
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Estos cálculos responden a los propósitos del Ministerio de sacrificar espacio al número de viviendas, como se viene realizando de hecho y se puede observar en el cuadro siguiente:
GASTOS MEDIOS POR VIVIENDA
^ O S Cemento Kg. Hierro Kg. Madera m.*
1957 15.148 1.337 2,61958 11.550 1.053 2,11959 (enero) 9.693 865 1,8
» (febrero) 9.528 953 1,8
IV. Posibilidad de construcción
Frente a estas necesidades, vamos a exponer brevemente la capacidad productiva de la economía española. Nos seguiremos fijando únicamente en los materiales básicos y en la mano de obra.
Sin materiales, aunque haya Aunque el problema financiero se resolviera satisfactoria-d^aco’meterse^ko^mente?*' “ e?te’ si..la economía nacional es incapaz de incrementar
la inversión al ritmo de la demanda, el problema continuaría planteado en sus mismas proporciones, ya que, o se
encarecerían los materiales, destruyendo el poder adquisitivo, o se recurre a las asignaciones, privando a un gran sector de vivienda, que era lo que se intentaba evitar.
Se cuenta con la mano de p or i0 que toca a la mano de obra, no es precisamente enobra suficiente. esta partjda donde aparece peligro de atasco. Las dispo
nibilidades de mano de obra en el año 1954 están recogidas en el siguiente cuadro:
Exiit«nte Neceiario por 100.0001954 Tiriendas
A lbañiles............................... 157.653 150.100Carpinteros ........... .......... 29.931 25.000Obreros en general .......... 200.000
Contando con el desarrollo de industrias y servicios auxiliares (cemento, cerámica, madera, hierro, transportes, etc.), seguramente se llegaría a un aumento de demanda neta de mano de pbra muy próxima a los 600.000 obreros por 100.000 viviendas,
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cifra que es inferior todavía al excedente de mano de obra que por incremento de la productividad en la agricultura quedaría disponible.
De un 47 por 100 de la población activa que ocupa ahora la agricultura se podría llegar, al final del período que comprende este estudio (1972), a un porcentaje aproximado al 29 por 100, cifra inferior a la media actual de Europa (35 por 100) y a la de Francia (34 por 100), aunque menos favorable que la actual de Alemania (23 por 100), país sumamente industrializado. Ello supondría, durante los próximos años, 750.000 obreros esperando nuevos puestos de trabajo.
El problema consistiría en readaptarlos a las nuevas técnicas de construcción para abaratar los costes de las viviendas.
La producción de cemento La expansión de la producción de cemento se encuentra tadesCntra alsunas dlficul“ limitada por estos factores:
’ 1) El tiempo que transcurre desde que se inicia elproceso de construcción de una fábrica hasta que pueden
lanzarse al mercado las primeras cantidades, lapso de tiempo que es, aproximadamente, de tres años.
2) La cuantía de la inversión necesaria para instalar una fábrica de cemento.3) La necesidad de importar gran parte de la maquinaria necesaria para esta
instalación.4) Y, por último, la necesidad de que las industrias trabajen en su dimensión
óptima, tratándose de industria pesada, y la necesidad consiguiente de una demanda segura y regular.
superables en un desarrollo Sin embargo, la producción de cemento se ha incremen-equilibrado. tado al mismo ritmo que la construcción de viviendas, lo
que da pie a creer que en el futuro podrá acomodarse, asimismo, al plan futuro de construcciones. Por las dificultades con que la expansión de la industria del cemento tropieza, este incremento deberá organizarse con un acertado criterio.
En el cuadro próximo puede apreciarse el ritmo que de hecho ha seguido laproducción de cemento en los últimos años, comparando en tanto por ciento con laconstrucción de viviendas, y el que debería seguir en los próximos con vistas al plan nacional.
En cuanto al hierro y al acero, el incremento de producción puede responder a las futuras necesidades.
Por lo que toca al hierro y al acero, dada la expansión actual de esta industria, no parece que en el futuro presente obstáculos a la construcción. El hecho de la liberación del mercado de esta materia prima es buen indicio de ello.
En el siguiente cuadro se compara el incremento, de hecho y en tanto por ciento,
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de la construcción de viviendas y la producción de hierro y cemento hasta el año actual y el requerido para los años futuros según el programa de construcción:
A Ñ O S Vivienda! I N D I C E Jodie* producción Indice producción____________ construida* cemento lingote de hierro
1953 67,2 100 100 1001954 87,2 129 124 111
1955 112,2 166 142 1251956 121,8 181 153 1171957 98,0 145 160 1251958 101,0 150 167 1771959 131,0 196 165 2341962 136,8 203 — —
1967 209,0 311 — —
1972 264,3 393 — _ _
INCREMENTOS MARGINALES DE LA CONSTRUCCION DE VIVIENDAS V DE LA PRODUCCION DE CEMENTO Y LIN60TES DE HIERRO
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Conclusiones
El esfuerzo exigido a nuestra p ara acudir a las necesidades fluyentes y apremiantes, ro°asequ1bie pe" España necesitaría empezar a construir a un ritmo de
’ 140.000 viviendas anuales, número que no se ha alcanzadoen ninguno de los años anteriores y que, según nuestros
cálculos, se podrá alcanzar el año 1961. Ello se conseguiría destinando alrededor de un 3,5 por 100 de la renta nacional bruta a esta inversión, esfuerzo no insuperable en un plazo próximo para la capacidad económica de nuestra patria. Incluso, realizado este programa, y debido al bajo nivel de nuestra renta, sólo conseguiríamos construir 4,5 viviendas por cada mil habitantes, mientras que en Europa, y en 1954, se construían 6,3 por cada mil, y se tardarían doce años en enjugar el déficit arrastrado, hechas las reservas que se indicaron anteriormente.
aunque se tope con el obs- Pero en la realidad, y sobre todo en estos años próximos,HAn1 nHvalfa faUa de aporta' el plan nacional de la vivienda se encuentra, en primer
lugar, con una limitación financiera, ya que el aspecto técnico no parece ofrecer mayores dificultades; limitación
financiera que no toca tanto a la economía nacional, considerada globalmente, como se ha demostrado, sino más bien a las economías privadas. Por una parte, el ahorrador privado no pierde el miedo a la posible congelación de alquileres, ni se siente atraído por la actual demanda de viviendas. Por otra, el futuro inquilino carece de poder económico para comprar o para alquilar, por el bajo nivel de productividad por las consecuencias de la inflación, y, sobre todo, por el exiguo ingreso de la mayor parte de las familias españolas.
debido ello a los bajos ingre- Según datos obtenidos por diversos conductos, el ingresosos de la clase asalariada. que neces¡ta una familia normal para atender a sus nece
sidades básicas de comida, vestido, vivienda, etc., no puede ser inferior a las 3.000 pesetas mensuales.
Ahora bien, según los resultados del citado estudio realizado en el Municipio de Avilés por CESA, el 60 por 100 de las familias no alcanzaban este nivel. Teniendo en cuenta que este Municipio presenta un alto grado de desarrollo industrial, abundando los obreros especializados, empleados y técnicos, podemos calcular, quedándonos cortos ciertamente, que el 65 por 100 de las familias españolas, o sea, unas 4.875.000 familias y 19.500.000 habitantes, no pueden atender adecuadamente a sus gastos de vivienda, por serles más apremiante satisfacer sus necesidades de comida, vestido, etc. Según el estudio del Banco de Bilbao sobre la renta española y su distribución en 1955, el 95 por 100 de la clase asalariada no llegaban a este nivel mínimo.
Aunque suele afirmarse que España es pobre,
Suele afirmarse con bastante frecuencia que la renta española no da para más; pero un simple razonamiento matemático nos demuestra lo contrario.
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se cuenta con la renta suficiente para que todos atiendan sus necesidades mínimas.
La renta española para el año 1960 se calcula alrededor de 483.919 millones de pesetas. Deduciendo lo que ha de destinarse a la inversión, excluida la vivienda, que ciframos en 17 por 100, o sea, 82.200 millones de pe
setas, quedan 401.719 millones de pesetas para el consumo.
y más de una tercera parte Teniendo en cuenta que el número de familias españo-aunque yasios°S superiores’ las oscila alrededor de los 7,5 millones, asignando al
‘ 65 por 100 de familias deficitarias las 3.000 pesetas mensuales necesarias, absorberían 175.500 millones de pese
tas al año, pudiéndose contar todavía con un margen de renta tal que el 35 por 100 de familias restantes pueda percibir un ingreso superior, pero razonable y equitativo, que se aproxime a la distribución actual de la renta en la mayor parte de los países europeos y norteamericanos y a los postulados más elementales de justicia social.
En este supuesto ideal, la renta española se distribuiría de la siguiente forma, aproximadamente:
65 % familias (4.875.000), 3.000 mensuales de media = 175.000 millones al año
25 % » (1.875.000), 6.000 » » = 135.000 » » »
10% » ( 750.000), 10.000 » » = 90.000 » » »
T o ta l ............................... 400.000
Por supuesto, los miles de millones que se dedican a la inversión también habrá que distribuirlos más equitativamente.
El problema de la vivienda Ante esta realidad, podemos condensar nuestras conclu- f? f°í° tle»e un obs- siones en una sola: El problema de la vivienda en Espa-bución de la riqueza. na a arg° plazo solo tiene una causa: la actual distri
bución de la riqueza. El programa nacional de la vivienda, a largo plazo y desarrollado con sano criterio económico, sólo encuentra una dificultad seria: la actual distribución de la riqueza.
Entre las varias soluciones, el Entre la nacionalización o municipalización de la indus-uim vía media01 ha eleffido tria de la construcción, no recomendable desde muchos
* ángulos de vista; la redistribución profunda de la renta,medida muy a largo plazo y problemática por ahora;
la reducción del coste económico, recurso limitado por las exigencias sociales y familiares de la vivienda y por el grado organizativo y técnico de nuestra patria, el Es-
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tado español ha elegido una vía media apoyando el poder de compra de las clases modestas por medio de exenciones, subvenciones y préstamos, etc., mientras va elevando el nivel de vida por medio de un desarrollo progresivo de la economía y una política social favorable a la clase asalariada.
La solución, por tanto, del problema de la vivienda es tan larga como lo sea la de un desarrollo económico adecuado y la de una estructuración social nueva, más conforme con los postulados de la justicia.
No obstante, la ayuda estatal puede ir suavizando mucho las consecuencias del bajo nivel de riqueza de la mayoría de los españoles.
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1. — El 95 % de los obreros españoles no pueden pagar la vivienda que realmente necesitan.2. — Aparte de las chabolas, sólo encuentran una salida aceptable: la colaboración por la convi
vencia o el subarriendo.3. — No se puede pensar en disminuir el coste de la vivienda, ya que esto, si se atiende a unas
exigencias mínimas de confort y seguridad, supondría un porcentaje muy reducido.4. —El desiderátum sería buscar la solución elevando el nivel de ingresos de las clases trabajadoras.5. —Pero en esta medida sólo cabe apoyarse en pequeñas dosis, por el peligro de inflación, debido
a la baja productividad y a la imperfección de nuestro mercado.6. — Por todo ello, no queda más recurso que apoyar el poder de compra de los usuarios por medio
de auxilios estatales, mientras se va elevando gradualmente su nivel de ingresos.Aun así, alcanzan con dificultad las cuotas de amortización, interés o alquiler, debiéndose
acudir, para enjugar estas diferencias, a ayudas sociales, tales como cooperativas, patronatos y constructoras benéficas, préstamos de empresas, tómbolas y recaudaciones públicas, cesión de terrenos por los ayuntamientos, aportaciones de trabajo personal, préstamos de Montepíos y Cajas de Ahorro, etc.
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El autor de estas líneas, Director de la Sección de Viviendas de Caritas, íija su atención sobre las funciones del suelo en orden a la política de construcción de viviendas, valorando muy ajustadamente la débil aportación social del propietario a las mismas. (Bien sabemos que ha sido precisamente el propietario-especulador quien se ha beneficiado de lo que ha venido a ser el mayor problema social de varios millones de españoles.) Formula una posible y acertada política de solares para un futuro.
I. Creciente necesidad de suelo urbano
El terreno es el único ele- Entre todos los elementos de construcción, el terreno es ^nstrucIdóneSCmdlble en ** e* Primero Y único absolutamente indispensable. Pode
’ mos fabricar casas sin ladrillos, sin cemento, sin hierroni madera; podemos utilizar infinitos sucedáneos o pro
cedimientos que nos eliminen prácticamente el consumo de materias juzgadas como imprescindibles; podemos suprimir técnica, mano de obra, créditos y préstamos, hasta no pagar a nadie, pero siempre, en todos los casos, el edificio precisará asentarse sobre una porción de suelo.
No tiene que ser manufac Afortunadamente, el terreno no es ningún producto inturado. dustrial que precise una técnica o una manufacturación
previa. Es, además, intrínsecamente inmóvil, indeformable y constante humanamente.
El suelo puede tener dos des* No siendo la edificación el único, ni siquiera el más im-tmos: cultivo y edificación. portante, de los aprovechamientos del suelo, porque tiene,
como superficie de la tierra y asiento de la vida, infinitas utilizaciones adecuadas al sostén de la misma, podremos clasificarlos, rudimentariamente, en dos tipos fundamentales: agro y urbe. Ambos, físicamente, resultan idénticos, pero son absolutamente dispares en cuanto a su producción, que, en definitiva, es lo único interesante para el hombre: el campo produce frutos; la ciudad, casas; los destinos son inconfundibles: el primero debe ser cultivado, el segundo debe ser edificado. Estos dos tipos resultan perfectamente distintos.
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El suelo rural necesita mu- £1 suelo rural precisa una labor continuada y atencionesrinda atenciones para que constantes, inclusive ciertas inversiones transformadoras,
* para mejorar su periódica producción. A fecha fija serecogen los frutos y siempre necesita una permanente vi
gilia y esfuerzo; el cíclico arar, sembrar y cosechar al que la propiedad se encuentra encadenado. La desidia, la despreocupación o el abandono quedan automáticamente castigados por los bajos rendimientos y degeneración de los cultivos.
no así el suelo urbano. Al contrario, en el suelo urbano las cosas discurren pormuy distinto cauce. Así como en el campo se exige al
propietario trabajo y atención permanentes, en los solares, la labor de la propiedad es absolutamente estática y expectante. Su función se limita al abono de impuestos y a la dotación de servicios urbanísticos, cosa ésta que se hace una sola vez, pero limitándose el dueño, corrientemente, al pago del canon, pues dado su carácter público pasarán al Municipio, quien se encargará de la conservación ulterior. Este terreno da una sola cosecha, al construirlo, y sería estúpido sembrarlo de mies, ya que su destino es exclusivamente la especulación, más aún cuando el solar urbano goza de una propiedad intrínseca y permanente de constante revalorización.
Las ciudades se extienden Las ciudades crecen siempre. Primero, porque la pobla- constantemente ción mundial aumenta rapidísimamente, y después, por
que el campo ofrece hoy bajos rendimientos de trabajo, se camina a la maquinización y existe amortización de obreros agrícolas; pero como la industria no se desplaza a estos pueblos para asimilar, «in situ», esta mano de obra sobrante, al menos en forma suficiente, el ex campesino emigra obligatoriamente a las ciudades industriales y burocráticas, que así lo serán cada día más y mayores. Por esto, la ciudad aumenta forzosamente en población, densidad y superficie, y aquel terreno que hace años estuvo situado en pleno campo, el que después formó parte de un suburbio, hoy se encuentra ya en pleno casco urbano y mañana lo estará en el mismo corazón de la ciudad. La situación urbanística de todos los terrenos es, necesariamente, mejor cada día y, por tanto, su valor intrínseco aumenta siempre constantemente, sin necesidad de trabajo alguno de nadie.
La especulación de terrenos
Siendo el crecimiento de las ciudades un fenómeno continuo, lo es también la absorción y transformación del suelo rústico para convertirlo en urbano, y, como entre ambos existe una diferencia tan profunda, se da lugar a
otra nueva calificación: el suelo de reserva urbana. Esta especie de híbrido, que ya no es campo realmente y le falta el tiempo para ser ciudad, goza de propiedades intermedias, y el propietario tanto puede continuar sus labores con fines productivos o de esparcimiento, o condenarlos al definitivo barbecho e invertir su tiempo en la busca de compradores y visitas constantes, con la pretensión de que, en el futuro
IL
absorbiendo suelo rural y convirtiéndolo en suelo de reserva urbana y provocando la especulación,
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plan parcial, sus propiedades gocen de una ordenanza densa de construcción a base de diez plantas y las vecinas queden dedicadas a parques públicos de gran belleza.
especulación que opera con- Veamos, con un pequeño ejemplo práctico y somero, lo forme al siguiente esquema: • «r* •s M que significan estos negocios:
l.° Cierto labrador X, dueño de un terreno de 10 hectáreas y dedicado a su cultivo, entiende, por los frutos que da, que el precio de la fanega es de 8.000 pesetas. Su finca tiene 33 fanegas y vale 264.000 pesetas.
2. ° Aparece el primer comprador, que a veces no resulta imprescindible porque el labriego sabe prácticamente que el terreno va teniendo otro valor nuevo, el urbanístico, y ha dejado de considerarlo como un campo, en el cual lo importante son las cosechas, sino que lo ve como solar urbano, en el que interesa la capacidad futura de construcción. Supongamos que se realiza la primera operación, a gran precio siempre, doble o triple del valor agrario; el comprador es un señor que desea invertir y ha pagado 750.000 pesetas por la tierra, cuyo producto agrícola no le interesa prácticamente nada.
3. ° El nuevo propietario se entera de que su parcela ha dejado de tener 33 fanegas y mide 100.000 metros cuadrados, equivalentes a 1.288.000 pies cuadrados. Comienza con tímidas ofertas a dos o tres pesetas el pie, es decir, para este último caso, 3.864.000 pesetas, pero no tiene ninguna prisa en vender.
4. ° La ciudad crece siempre y, por imperativo de la vida, surge una barriada o una vía de comunicación necesariamente cerca de la finca; comienzan los temores y las vueltas, hay que alejar peligros de expropiación, conseguir que nos acerquen los servicios, que nos concedan una buena ordenanza. Estas vueltas tienen siempre resultados forzosamente favorables, porque no se expropia más que lo imprescindible, y esto es muy poco, porque los servicios se acercan naturalmente, aunque no se quisiera, y porque el terreno urbano es generalmente edificable, siendo la excepción el caso contrario.
5. ° Si expropian se comienza un pleito, disconforme siempre con todas las peritaciones, que en el peor de los casos nos resarcirá cumplidamente de nuestra inversión. En el caso corriente de quedarse con sobrantes, estos retales, con todos los servicios a mano, valen una fortuna.
6. ° Caso de que se obligue a urbanizar cederemos viales, parques y jardines, y tendremos que pagar el canon de urbanización, cinco millones o diez, pero para este raro caso se procurará deshacerse del solar, que ya tiene su ordenanza de construcción, a precios de quince, veinte o veinticinco pesetas pie (depende de la capacidad edificable), o sea, 19.320.000 pesetas, 25.760.000 pesetas ó 32.200.000 pesetas por la finca, según la suerte obtenida. Allá se las entienda el futuro comprador, que es una empresa constructora, con el canon, la urbanización y las demás cosas.
7. ° Suponiendo que no se ha encontrado comprador se busca socio industrial, y la aportación es, entonces, cinco o diez pesetas más cara en pie, se cobra en pisos, locales de negocios o metálico, aquéllos a precios de costo generalmente, y la participación que nuestro inversor obtiene en la empresa es del orden de 38.640.000 pesetas (a 30 pesetas pie cuadrado).
8. ° Cuando el propietario hizo frente a la urbanización, extrañísimo caso, o bien se encontró con sobrantes de expropiación urbanizados, o la posibilidad de aprovecharse de la iniciativa de otros p an obtener servicios en su terreno, naturalmente la
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superficie edificable es sólo parte de la total, digamos que la mitad, pero el terreno está limpio y, por tanto, en una zona de baja construcción se puede vender entre 80 y 100 pesetas pie cuadrado, quiero decir los 644.000 pies edificables (51.520.000 pesetas ó 64.400.000 pesetas por la finca). (Nótese que esta operación no es tan ventajosa porque el propietario ha debido desembolsar cerca de 10.000.000 de pesetas para urbanizar.) Si el solar queda en zona de ensanche, con su ley especial, el terreno útil puede tener menor proporción, fijémosla en el 30 por 100, pero los 386.400 pies cuadrados valen a unas 200 ó 250 pesetas unitariamente, en suma cifras de77.280.000 ó 96.600.000 pesetas, respectivamenteí además, no merece la pena venderlos, porque dentro de poco subirán al doble.
9.° Por último, el solar se construye y el negocio se acaba, pero el inversor ha tenido buen cuidado de adquirir otra finca, que ha comenzado ya el ciclo y ya pide por ella 7 pesetas pie cuadrado.
El negocio puede calificarse Ignoro el adjetivo calificativo que pueda corresponderle * a semejante negocio, pero debe ser el de bueno, porque
está muy cerca del famoso ciento por uno. Y es que el propietario recibe el premio económico correspondiente a su «mucha vista» y esfuerzo, ¡como si fabricara el terreno «i brazo!, ¡como si las ciudades crecieran gracias a su labor!
viéndose, además, libre de p or s¡ t0Cj0 est0 fUera poco, nuestro propietario se en- mpues os. cuentra más estimulado en sus especulaciones, porque está
prácticamente libre de todo impuesto. No podemos considerar como gravamen la contribución rústica que en principio abona, ni la urbana y arbitrios, a la cual pocas veces llega porque suele pararse en el número 6 anterior; y si llega, procura llegar desgravado por los artículos 189 y siguientes de la Ley del Suelo, o, mucho más sencillamente, vendiendo para Viviendas de Renta Limitada, que es el tipo general y lo más corriente, con lo cual se evade de la plusvalía y de la renta, bien porque la venta sea hecha fuera de plazo, cosa normal, o porque el precio declarado sea sólo fracción pequeña del real, superior éste siempre a cualquier valoración oficial e imposible de inquirir y demostrar legalmente, dejando inerme a la inspección.
Los intermediarios, especuladores y propietarios son insustituibles,
No caeremos en la infantil demagogia de criticar al intermediario, ni al especulador, ni al propietario. No. Todos son necesarios—más aún, imprescindibles— en la economía moderna. Todos, fines y deberes sociales capitales,
y sin ellos nuestro sistema económico se hundiría en el socialismo.
y su actividad requiere inver- Una fábrica produce mil unidades, que son adquiridasdedicacióifPlta1, capacldad 1 por un comerciante con su escaparate, su local, su perso-
* nal y sus impuestos. Este hace propaganda, las vende alpúblico una por una y lleva un beneficio no sólo legal,
sino socialmente útil, porque ha dado trabajo y facilitado la labor de productor y
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consumidor.. Es* el intermediario* el elemento enlace entre producción y consumo* el que integra las pequeñas ofertas en una gran demanda. Insustituible.
Los huevos abundan en cierta época. Hay una empresa, con sus cámaras frigoríficas* su organización y su contribución industrial* que en esos días los compra en gran escala; naturalmente* esto evita que los precios caigan a cifras antieconómicas* porque cesaría la producción y a ella le interesa que continúe. Cuando las gallinas deciden tomarse un descanso lanza el producto al mercado; también impide que suban los precios extraordinariamente* porque le interesa vender. Este es el especulador* cuya misión es servir de volante regulador en la economía. Imprescindible.
Una industria, un negocio, una finca, todas con sus puestos de trabajo y con sus cargas al Fisco* precisa desvelos* inversiones, preocupaciones* lo que suele llamarse «el ojo del amo»; pues ahí está él* sin descanso* con toda su voluntad para salir a flote, para producir más y más barato, para ganarse el mercado. El propietario* el cerebro y el corazón del negocio. Indesplazable.
Estas presupuestos no se ve- p ero el caso de los solares no es éste. No existen fábri-lareíf11 ^ ^ CaS° ^ ,0S S° cas ^ue Prec sen entenderse con minoristas* el suelo ya
* nos lo fabricó Dios; en todo caso* pudiera encontrarse elcaso de alguna empresa urbanizadora despistada que en algún momento hubiera necesitado vender solares para seguir urbanizando, pero hoy lo desconocemos en la práctica; y decimos urbanizadora y no constructora porque són sustancialmente distintas, y si algo se ha hecho en este sentido han sido estas empresas de construcción las que lo han ejecutado. Tampoco los terrenos tienen nada que ver con San Antón, son iguales en otoño que en primavera, no es preciso una conservación frigorífica* ni envasarlos* ni pueden exportarse; están ahí siempre* constantemente. Tampoco precisan de desvelos ni cuidados especiales, ni se aran, ni se hielan, ni se pudren. ¿Qué hace el propietario? Pagar los impuestos. ¿Para qué necesitan al propietario, al intermediario y al especulador? ¿Para dotarles de servicios? Ese trabajo procuran, cuidadosamente, dejárselo al constructor. ¿Para compensar al agricultor de la pérdida que pueda representarle el dejar su huerta y favorecer la edificación? Desde luego que tampoco; en particular* lo último. ¿Para qué, en definitiva? Lo ignoro. El campesino saca patata?, el constructor levanta casas, pero el propietario de solares, con toda su organización financiera, libre de impuestos, no tiene más aportación social que la negativa: no edificar, no labrar, esperar* apretar y tranquilidad, porque su mercancía es absolutamente imprescindible* porque son los amos de las llaves de la construcción.
El constructor, con su es- El constructor, que es un industrial, con su empresa, sus queza° ^ Un creadar de n “ técnicos y obreros, su producción y su contribución indus-
' trial, de utilidades, de la renta y más, tiene su programay su organización empujándole. Por esto quiere siempre construir* que es su negocio y su medio de vida. ¿Que gana dinero? Lógicamente. Si así no fuera* ya habría cambiado de profesión, ya que el meterse en negocios de perder a sabiendas no suele ser síntoma de equilibrio cerebral. Gana dinero* pero
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da de comer a mucha gente* crea riqueza y nos resuelve un gravísimo problema: el de la vivienda. Cierto que el Estado le concede algunos beneficios fiscales* le subvenciona incluso, pero igualmente le condiciona la venta* le limita las rentas y le obliga o prohíbe muchas cosas. Si se encuentra con el mercado retraído o desconfiado* con la escasez o alza de materiales* con precios y plazos preestablecidos para operar* con escasez de crédito y carencia de préstamos* entonces ahí se queda en su barco velero* vendiendo los pisos por debajo del coste para hacer frente a las letras vencidas y procurando acabar la construcción* porque hasta entonces todo su trabajo no produce nada.
mientras el propietario no En i0s solares* no; ahí no se trabaja* no se crea riqueza* tiene mas que esperar. no ^ na(ja que hacer más que esperar. Si las obras de
construcción son un buen negocio, se fabrican muchas casas* se da mucho trabajo y se resuelve mucho problema. Si dejan de serlo* se para esta fabricación, aumenta el problema de la vivienda y surge el paro. Si los solares son un buen negocio* nadie podrá fabricarse un solo palmo de terreno, nadie hará más que una posible dotación de servicios* y ni esto siquiera. Si son un mal negocio* no se perderá ni un solo pie de terreno, nadie hará nada y estaremos en las mismas condiciones que antes.
III. Dificultades en la adquisición de terrenos
No existen facilidades en compra de los terrenos.
la ¿Han visto solares de «venta limitada»? ¿Conocen donde conceden cupos de terrenos «a precios de tasa»? ¿Saben de algunas empresas privadas dedicadas a lanzar al mer
cado suelo urbanizado en cantidades suficientes para abastecerlo? Quizá algunos casos* tan excepcionales que son golondrinas sin verano y hasta.. sin golondrina.
El actual derecho de expro- ¿Que el constructor tiene* a veces, derecho de expropia- piación es insuficiente. dón forzosa? A veces* el derecho* sí; pero le falta el
tiempo; no va a estar parado hasta que se resuelva. A nadie le gusta comenzar sus trabajos por un pleito que sabe llegará hasta el Supremo* y que, entre letrados, peritos y tiempo, no sabe lo que le costará. Otras veces es un modesto industrial, con capacidad para una casita de cuatro plantas, ¿cómo va a pedir éste expropiación forzosa si no sabe ni lo que es? El trabajo y la vida del constructor son, como su propio nombre indica, construir, y no quiere saber nada de otras cosas, menos aún de pleitos, ni de papeleo, que ya le tienen harto; quiere encontrarse el problema resuelto y correr, porque hasta que no cubra aguas no hay hipoteca* y prefiere quitarse todas las trabas* aunque sea a base de dinero* antes que dejar a éste* que es su mejor herramienta de trabajo, y a su gente en paro hasta que se diluciden asuntos de los que no entiende nada.
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El vigente régimen del suelo tiene perniciosas consecuencias
En resumen, podemos decir que la labor del propietario de solares, tal como hoy en día se cumple, ofrece los siguientes daños sociales:
A) Una pequeña disminución de cultivos en estas zonas del extrarradio, que han pasado de labrarse a especularse.
B) Una grave defraudación fiscal de todo tipo, en beneficio de una industria no productiva.
C) Un grave perjuicio a la construcción, porque los exorbitantes precios restan disponibilidad a los constructores, lea reducen extraordinariamente sus programas y les obligan a financiaciones altísimas, creándoles problemas para continuar en su trabajo.
D) Un peligrosísimo ejemplo social, en donde se demuestra que el que tiene la fortuna suficiente para estos negocios puede hacerse rápida y ciertamente rico, impidiendo que trabajen los demás.
E) Un incumplimiento de los deberes a la comunidad, ya que la poquísima labor que ésta puede encomendar a la propiedad se procura siempre rehuir, y se consigue esto normalmente con el mejor éxito.
F) Un semillero de pleitos y disgustos cuando, por imperativo de la expropiación, los terrenos van por única vez a producir.
y muy exiguas ventajas. s i éstos son los daños, lamentamos no encontrar más queestos beneficios:
A) Abonar los impuestos.
B) Facilitar el nombre en el Registro de la Propiedad.
C) Evitar algunas chabolas.
D) Pagar el canon de urbanización, si Dios no lo remedia.
Los plazos para la construc- Todos los problemas tienen solución; lo que puede suce- cion nos parecen una medí- der es se pretenc}e aplicar no sea idónea, y para
este de los solares, que es una mercancía bien a la vista, que puede ser inspeccionada por el público en general,
el procedimiento menos adecuado es el de fijar plazos perentorios para la construcción, porque si el propietario piensa en ello y no lo hace es porque no puede, y si, como es normal, esta labor no ha pasado jamás por su cabeza, dará todas las vueltas precisas para encontrar la trampa de la ley a base de fuerzas mayores, culpas ajenas, imposibilidades extrañas, etc., escapándose de una venta forzosa con los mil y un pleitos.
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IV. Propuesta de una posible solución
Nosotros proponemos la si El propietario de solares viene a hacer un negocio especu- guiente solución: lativo, a no pagar impuestos y a evitar que se cons
truya, y esto, posiblemente, con medidas fiscales suficientes, puede quedar remediado.
Proponemos las siguienetes:
Delimitación de un períme- i.° Delimitación de un perímetro amplio, suficiente tro urbano. aj menos para e¡ crecimiento de la ciudad y zonas
satélites en un período de veinticinco años, perímetro que se revisará cada quinquenio.
Valoración libre y revisabie, 2.° Todo propietario de terrenos incluidos en aquél pre- rrenosS l0S efectos, de los te“ sentará hoja de valoración, con precios absolutamente li
* bres, que se tomarán como válidos y legales a todos losefectos, especialmente fiscales y de venta. Esta valora
ción podrá anualmente revisarse en más, con absoluta libertad del propietario, y sólo el año en que se rectifique el perímetro podrá éste presentar nuevas valoraciones en menos, también con completa libertad.
Libertad de construcción o de venta forzosa para los propietarios.
3.° Todo propietario de solares optará por promover las obras o venta forzosa.
Los que compran para construir están sujetos a las siguientes condiciones:
4.° Todo terreno urbano se encuentra en venta forzosa a favor de cualquier persona jurídica bajo las siguientes condiciones:
á) Comenzará parcialmente las obras en un plazo máximo de un año, a partir de la fecha de la compra.
h) Las tendrá totalmente comenzadas, en todos los terrenos adquiridos, en un plazo de cinco años, a contar igual.
c) Las tendrá totalmente terminadas, en forma completa, en el plazo de siete años, a contar siempre desde el día de la compra.
d) Estos plazos no serán ampliados por transmisiones ulteriores, viniendo obligados los nuevos dueños a respetarlos y cumplirlos.
é) Si fuesen incumplidos, aquellas porciones de terreno y obras que no hubieran sido comenzadas a construir o terminadas de edificar revertirán gratuitamente a favor del vendedor forzoso, sin derecho a indemnización ni pago alguno.
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C ONSTRUCTORA " S A G R A D A FAM IL IA " , DE C O R D O B A
— Año de fundación: 1947.
— Viviendas construidas: 3.976.
— Leyes a las que se han acogido: Ley de Viviendas Protegidas.
— Medios de fi?ianciación: a) Anticipos del Instituto Nacional de la Vivienda.
b) Préstamos del Instituto de Crédito para la Reconstrucción Nacional, al 4 %„
c) Aportación de la Entidad.
¡ Oíndice
DOS PLANOS DE LA CONSTRUCTORA BENEFICA "SAN VICENTEDE PAUL", DE MURCIA
Los obreros construyen su propia vivienda, ayudados por Caritas Nacional, Diocesana, por la solidaridad de los murcianos y por el apoyo estatal.
Mientras levantan su casa, también elevan su es píritu
¡ oíndice
5. ° Todo terreno no urbanizado, afectado por el perímetro, se encontrará igualmente en venta forzosa, de la siguiente manera:
a) El comprador se comprometerá a comenzar las obras dentro del plazo de un año, a partir de la fecha de la compra.
b) Las tendrá totalmente acabadas, con la dotación de servicios completa en todas sus partes, en el plazo de tres años, contados de la misma manera.
c) Los plazos no se ampliarán por ulteriores transmisiones.
d) El incumplimiento de los mismos hará que reviertan a favor del vendedor forzoso, y en forma gratuita, las porciones de terreno que no hubieran sido completamente urbanizadas y la totalidad del mismo, en el caso a), con sus obras correspondientes.
6 . ° Si los bienes revertidos estuvieran gravados por hipotecas, el vendedor forzoso podrá optar por subrogarse, levantarla o solicitar la ejecución, quedándose con el sobrante, en caso de que lo hubiere.
Los propietarios que deseen 7 .° Los propietarios que deseen, por sí mismos, cons-normasfr 10 harán sesún truir o urbanizar lo manifestarán, y su terreno será libe
’ rado de venta forzosa bajo las siguientes condiciones:
a) Este derecho no podrá ser ejecutado más que una vez en cada finca.
b) Los propietarios tendrán los mismos plazos que el comprador de una venta forzosa, contándose desde la fecha de la notificación de su deseo de promover.
c) Una vez empezado a correr los plazos, si no se hubieran comenzado las obras en el primer año, o renunciado a sus derechos en la parte que no pudieran acometer definitivamente, con un año de antelación al consumo de los demás plazos, quedarán los terrenos y obras en venta forzosa, valorándose aquél por la última hoja presentada antes de manifestar la propiedad su deseo de promover, y las obras, por los módulos y presupuesto conjuntamente.
d) Estos plazos no serán ampliados por transmisiones ulteriores.
Algunos casos particulares. 8 .° Las empresas constructoras con programas superiores a mil viviendas podrán ser eximidas de estas obliga
ciones siempre que urbanicen o construyan totalmente, al año, un décimo de todos sus solares.
9.° Si la venta no hubiera sido forzosa, el nuevo propietario manifestará en la escritura su deseo de promover o no las obras. El precio de la finca no será inferior al de la hoja de valoración a efectos fiscales, podrá ser libremente superior, y se tomará como nuevo valor de la misma, para el resto del año, este precio, incrementado en los impuestos y gastos legalmente correspondientes al comprador. Si el nuevo
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propietario desea promover estará a lo previsto en el párrafo 7.°, siendo el origen de plazos la fecha de la compra.
10. ° Las transmisiones quedarán sujetas a todos los impuestos, en particular plusvalía, excepto en el caso de terrenos sin urbanizar o los urbanizados por cuenta de la propiedad, que tendrán las exenciones correspondientes.
11. ° Vendido el terreno, o transmitido de cualquier manera, servirá como base de precio la última valoración presentada por la propiedad, en especial para el pago de derechos fiscales de todos los tipos e impuestos personales, muy en particular utilidades y renta.
12. ° En caso de reversión a favor de la propiedad de terrenos u obras, no existirá exención alguna de impuestos, pero el pago de los mismos será aplazado hasta la primera transmisión, onerosa o no.
* * *
Ventajas de esta nueva poli- Veamos las ventajas que medidas de este tipo reportarían: tica del suelo. Al propietario de los terrenos se le obliga a vender,
pero a los precios que quiera, pues los fija libremente cada año; lo que sí tiene que hacer es pagar los impuestos correspondientes. Pero al comprador forzoso se le obliga aún más, puesto que el incumplimiento de plazos hace que revierta, con pérdida de precio y gastos, todo en manos del vendedor, al que, para mayor facilidad, se le aplazan los impuestos, con objeto de que no tenga inconveniente alguno en ejercer su derecho. El construtor puede elegir libremente, pero ha de medir sus fuerzas y no meterse en más de lo que humanamente puede abarcar. El mercádo será sencillo y flúido y habremos acabado con algo parecido a un parasitismo y convertido en una simbiosis.
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iOíndice
El capital privado, ante el
problema de la viviendaPor
D. LUIS BERTRAND
La visión leal y desapasionada de un típico propietario y su posición ante el problema de la vivienda, no deja también de sernos útil. Muy particularmente la teoría que formula al final de sus líneas sobre la escala móvil de alquileres y su correspondiente caja de compensación.
A.—Semejanza entre el problema de la vivienda y el de producciónde energía eléctrica
Hay un paralelismo entre el problema de la vivienda y el de producción de energía eléctrica,
dar y la construcción de
En España existían dos problemas de difícil solución, que tienen entre sí muchas similitudes, habiendo sido enfocada su solución por el Gobierno de muy distinta manera. Estos problemas son: la construcción de viviendas para arren-
centrales eléctricas.
y es que no admiten importa- l os dos problemas tenían que haber sido tratados conciones masivas. sumo cuidado, pues no admiten soluciones rápidas ni pue
den ser resueltos, ni siquiera temporalmente, por importaciones masivas del extranjero. La vivienda no admite importación y la energía eléctrica sólo puede ser importada en escasa cantidad, ya que necesitaría unas líneas de transporte, inexistentes en la cuantía necesaria.
Ambos exigen grandes inver- 5 ) Tanto la vivienda como la energía eléctrica requierenb X c o n U n ñ a ^ e ^ o stT 8randes dispendios de primera instalación. Estas instala
ciones no pueden, después de efectuadas, ser destinadas a otras necesidades que no sean las específicas para las que
han sido creadas. Las dos mencionadas construcciones (viviendas y centrales) han tenido, desde 1939, un coste en continuo aumento, debido al que han sufrido los materiales y jornales desde dicha fecha.
Han estado sujetos a tasa ¿) Ambos suministros han estado, desde hace muchosaños, sujetos a tasa o a restricción de la libertad de con
tratación; la energía eléctrica, por tratarse de un servicio público, y las viviendas, por motivo de las sucesivas legislaciones sobre arrendamientos urbanos desde 1920.
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y han sufrido una demanda ¿) Los dos suministros han sido objeto, desde 1939, de creciente, una demanda en continuo aumento, que no ha podido ser
totalmente atendida por el retraso en la construcción de sus instalaciones, ya que el capital privado que normalmente las llevaba a efecto no ha seguido invirtiéndose en ambas actividades en suficiente cantidad.
desatendida por el lento rit- La existencia de centrales antiguas (baratas), con unmo de capitalización precio de suministro de la energía eléctrica de acuerdo
con el coste de primera instalación de las mismas, hacía peligroso para el capital privado la construcción de nuevas centrales (caras), con un precio de suministro de energía indeterminado (pues dependía de la aprobación del Gobierno, ya que el vigente no era factible) y con un coste de producción del kilovatio-hora muy superior al de suministro de las centrales existentes.
debido al coste de las nuevas Asimismo, la gran proporción de casas antiguas (baratas), instalaciones. con sus alquileres congelados por la legislación sobre
arrendamientos urbanos, hacía difícil la construcción de nuevas viviendas (caras) con unos precios de alquiler elevados y sin proporción con los sueldos y jornales, ya que éstos estaban calculados sobre la base de los alquileres congelados de las casas antiguas.
B.—Solución dada a la producción de energía eléctrica
Partiendo de un principio para encontrar la solución a la escasez de electricidad seeconómico y realista partió del principio de que se trataba de un asunto econó
mico y que para solucionarlo era preciso encontrarle soluciones económicas, sin llamamientos al patriotismo ni a los sentimientos altruistas o caritativos de los poseedores del capital necesario para la construcción de las nuevas centrales.
se creó la OFILE. Después de tanteos y dificultades se encontró la fórmulaque permitiese la construcción y explotación de nuevas
centrales junto a la explotación de las antiguas. La solución fué la creación de la Oficina Liquidadora de Energía Eléctrica (OFILE), mediante la cual se obliga a los usuarios de las antiguas centrales a contribuir a los gastos de producción de las nuevas. Esta solución ha permitido continuar con un precio uniforme de la energía eléctrica, aunque más elevado, y el Estado mediante sus Organismos y, después, las Compañías productoras de corriente eléctrica han podido construir nuevas centrales.
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C.—Cómo se ha tratado a los inquilinos de casas antiguas en comparación con los usuarios antiguos de electricidad
Por el contrario, no sólo se Si, parrl solucionar el problema de i a energía eléctrica, aa^^uos11 0 l0S alquile" los usuarios de la corriente eléctrica producida por cen-
b ' trales antiguas se les ha obligado a contribuir a la rebaja del coste de producción de la corriente producida por
las nuevas centrales mediante el complemento «r» para la OFILE, a los inquilinosde viviendas antiguas se les conservan unos alquileres irrisorios que no sólo nocontribuyen a la solución del problema de la escasez de viviendas, sino que dificultan su solución, pues estos alquileres baratos hacen imposible un aumento general de sueldos y jornales, que permitiese a todos los que trabajan pagar los alquileres de las casas de nueva construcción sin necesidad de tener realquilados, ya que, para loa inquilinos de casas antiguas, este aumento de jornales resultaría injustificado y motivaría un aumento del coste de la vida, al disponer éstos de un dinero sin aplicación.
sino, también, una legisla La conservación de una legislación sobre arrendamien- pieUriosat0ria Para l0S Pr0 tos ur^anos establecida únicamente para favorecer a los
' antiguos inquilinos, sin pensar en el beneficio generalde todos los que necesitan tener una vivienda arrendada,
ha sido el principal obstáculo para la construcción de nuevas viviendas.
PRINCIPALES QUEJAS DE LOS PROPIETARIOS SOBRE LA VIGENTE LEGISLACION DE ALQUILERES
Congelación de alquileres l.° La congelación de los alquileres sin tener en cuenta inflación^ ^ mjUSta por la el aumento del coste de la vida.— Esta congelación, que
’ se estableció para evitar posibles abusos motivados porla escasez de viviendas, únicamente hubiese resultado jus
ta de no haberse producido el enorme descenso del valor adquisitivo de la moneda, que sirve para pagar los alquileres. Era, pues, necesario, en justicia, distinguir entre especulación y la conservación de un justo precio, teniendo en cuenta el aumento del coste de la vida.
Esto no ha sido previsto en ninguna de las consecutivas leyes generales sobre arrendamientos urbanos. Pero la justicia de este postulado ha sido reconocida por la reciente legislación sobre Viviendas Subvencionadas.
El arrendatario único tiene 2.° A l arrendatario único de una finca se le concede derecho de tanteo y retracto ¿ ^ ^ h o ¿le tanteo y retracto en caso de venta.—El
* artículo 47 de la vigente legislación continúa concediendo dicho derecho, que está en pugna con la libertad del
propietario de vender sin trabas su finca, igual que los que tienen la¡> suyas arrendadas a varios inquilinos.
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El artículo 53 estipula, además: «Aparte... o inquilino, podrá este último, cuando no hubiere ejercitado el derecho de tanteo o retracto, impugnar la transmisiónen los casos siguientes: ......... 2 .° Cuando el precio de la transmisión, incluido, ensu caso, el importe de las cargas, exceda de la capitalización de la renta anual que en el momento de la transmisión pague el inquilino, a los siguientes tipos: Al 3 por 100, cuando hubiese sido ocupada la vivienda por primera vez antes de 1 de enero de 1942, y al 4,5 por 100, si lo fuere con posterioridad.»
No es, pues, únicamente la renta la que está congelada, ya que también lo está el valor en venta de la finca por la capitalización a base de alquileres bajísimos. Como penalidad en caso de venta a precio superior, al comprador se le despoja del derecho que el artículo 62 concede a los propietarios para reclamar para sí la vivienda. Esto imposibilita encontrar comprador que pague el justo precio de la finca, pues nadie lo satisfará, si debe seguir cobrando alquileres irrisorios, sin disponer para sí de la vivienda. .
El inquilino puede ceder la 3 ° Se concede al inquilino el derecho de cesión de ladd^pi^ietaricT can*armi**ad vivienda sin la conformidad del propietario.—Esto pare
* ce carecer de base legal, ya que, si el inquilino arrendóla vivienda y después ya no le interesa, lo justo sería que
la dejase libre, pues sus familiares únicamente deberían (con ciertas condiciones) poder continuar con el arriendo en caso de defunción del inquilino, pero nunca si éste abandona la vivienda por su libre conveniencia, ya que ésta fué arrendada expresamente a él. La concesión del derecho de cesión de vivienda viene a constituir al inquilino en propietario de la misma, pues se le da derecho a disponer de ella a su capricho, aunque sea con ciertas condiciones: «Artículo 23: Queda prohibido el contrato de cesión o traspaso de vivienda a título oneroso o gratuito, aunque en él se comprenda mobiliario o cualquier otro bien o derecho.» «Artículo 24-1: No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, el inquilino... «podrá subrogar en los derechos y obligaciones propios del mismo a su cónyuge, así como a sus ascendientes, descendientes, hermanos legítimos o naturales e hijos adoptivos...» «Artículo 24-2: «Esta cesión deberá ser notificada de modo fehaciente al arrendador, para su eficacia, dentro de los dos meses de realizada.» En todo caso, hubiese sido más lógico exigir una notificación previa, ya que, hecha con posterioridad, no es posible comprobar si el aviso se ha efectuado dentro del plazo previsto.
14a llamada «conformidad tá- 4 0 Subsiste la llamada conformidad tácita del propie-falacia? alTen ad°r>> eS Una taño.—Esta conformidad tácita, que los propietarios ca-
’ lifican de manera muy dura, no debería existir, pues laconformidad no puede ser más que por escrito, ya que
el propietario desconoce lo que sucede en la vivienda arrendada, dándose lugar a todos los abusos de los inquilinos.
Así sucede que los inquilinos, confiados en la ignorancia del propietario, se atreven, por ejemplo, a traspasar la vivienda sin autorización y sin notificárselo. «Artículo 25-1: La cesión de vivienda realizada por el inquilino a título gratuito u oneroso (no se trata de los casos previstos en el artículo 24) dará acción al arrendador que ni expresa ni tácitamente la hubiere consentido para resolver el contrato de
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1níndice
inquilinato, pero deberá demandar también al cesionario, quien podrá exceptuar aduciendo el consentimiento del actor. Esta acción llevará implícita, si prosperare, el lanzamiento del cesionario y caducará a los dos años de ocupada la vivienda por este último.» Con sólo demostrar que la cesión fué efectuada con dos años de anticipación a la demanda, la cesión se consideraría válida, sin necesidad de demostrar que el propietario se había enterado de la misma. Existen muchas situaciones que imposibilitan que el propietario se entere, pero es evidente que, de haberse enterado, no lo hubiese consentido. ¿Qué propietario puede hoy tener interés en que su piso no quede libre de arrendatario?
El inquilino posee la facultad 5.° Se concede al inquilino permiso para tener dos ja-de tener dos familias realqui- milias realquiladas sin autorización del propietario.—Arpropietario, ticulo 10: «El subarriendo de vivienda exigirá siempre
autorización expresa y escrita del arrendador...» Artículo 18: «Ne obstante lo dispuesto en el artículo 10, podrá el inquilino subarrendar parcialmente la vivienda, sin necesidad de consentimiento del arrendador ni de prestación de mobiliario, siempre que no exceda de dos el número de subarrendatarios que. con su cónyuge y los hijos sometidos a su potestad, vayan a ocupar la vivienda...»
Parecerá, sin duda, a todos, muy difícil la aplicación del artículo 10, ya que nadie dejará primero de agotar las posibilidades del artículo 18. Pocas serán, sin duda, las viviendas que puedan permitir la convivencia en ellas de cuatro familias: la del inquilino, las dos del artículo 18 y la por la cual se debe pedir permiso al propietario, según el artículo 10.
dando pie a muchos abusos. Al arrendar una vivienda se arrienda, por tanto, siempre, en teoría, a tres familias: una, conocida, que firma
el contrato y pagará el alquiler al arrendador, y las otras dos, desconocidas, los subarrendatarios del artículo 18, que no pagarán al arrendador, sino al arrendatario, el cual está autorizado por la Ley a cobrarles, por habitación, el doble del alquiler que paga al propietario por dicha habitación. Artículo 12-2: «En el subarriendo parcial no podrá percibir el inquilino, por cada habitación objeto del mismo, un alquiler superior a la cantidad que resulte de dividir el doble de la renta asignada al piso por el número de habitaciones no destinadas a servicios con que cuente...» ¿Cuántos son los inquilinos que se limitan a cobrar cantidades tan módicas (teniendo en cuenta el coste de la vida) a sus subarrendatarios?
El inquilino puede impugnar 6 .° La legislación vigente permite al inquilino impugnarcienteCÍ° ^ ^ C°ntrat° re” £l precio de un contrato que acaba libremente de firmar.
Artículo 96-1: «La renta legal de las viviendas que se arrienden después de la entrada en vigor de la presente
Ley será la que se estipule para el momento en que empiece a regir el contrato, salvo lo dispuesto en leyes especiales (casas protegidas, etc.)» Artículo 96-2: «Sin embargó, cuando la vivienda hubiere estado ocupada (por otros) antes de la entrada en vigor de esta Ley, podrá el inquilino (nuevo), dentro los tres meses si-
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guientes al día de la celebración del contrato, instar, ante la Junta de Estimación, la revisión de la renta pactada si ésta fuere abusiva, teniendo en cuenta, al efecto, el alquiler convenido en el contrato primitivo (¿cuál?), las oscilaciones sufridas en los índices del coste de la vida y los sueldos y jornales, el valor en venta de la vivienda, las características y estado de conservación de ésta, el líquido imponible, la renta correspondiente a fincas de análogas caracterícticas (difícil será encontrarlas arrendadas, asimismo, después de la entrada en vigor de esta Ley) y, en general, cuantos factores puedan conducir a la determinación de la renta justa, entre ellos, cuando se tratare de finca adquirida por acto intervivos, si en la fecha de su adquisición sus alquileres estaban o no sometidos a tasa.»
acudiendo a una junta de Pero lo grave de esta disposición es que deja la fijaciónEstimación incompetente. (arbitraria) de la renta justa a una Junta de Estimación
inexistente que se tiene que crear en cada caso y compuesta, por tanto, de personas inexpertas en la materia. De hecho, estando compuesta por un propietario, un inquilino y el Juez, es éste el que resuelve en asunto técnico para el que no puede estar preparado. Artículo 152-1 «... se constituirá una Junta de Estimación bajo la presidencia del Juez municipal... del término municipal... correspondiente al lugar en que radique la finca. Serán vocales de esta Junta un propietario de finca urbana sita en el mismo término municipal que el inmueble y un inquilino de vivienda, análoga, en lo posible, a la que sea objeto de revisión de renta, cuando de vivienda se trate... Unos y otros designados por el Juez, mediante insaculación por sorteo...» Pocas serán las probabilidades de acertar en personas expertas en estos asuntos. Artículo 152-4: «Las resoluciones que dicte la Junta de Estimación, en sus respectivos casos, serán definitivas y ejecutorias, sin ulterior recurso, pero podrán ser impugnadas en el juicio declarativo correspondiente.»
De los artículos que se acaban de copiar resulta que el derecho que la vigente Ley de Arrendamientos Urbanos concede, por primera vez, al propietario y al arrendatario, de poder fijar libremente la renta para los nuevos contratos de casas antiguas, queda sujeto a revisión sin apelación (a nadie se le ocurrirá promover un costoso juicio declarativo) por una Junta creada al efecto en cada caso y formada por un Juez municipal carente de experiencia y documentación en la materia y dos vocales nombrados por el Juez mediante insaculación por sorteo, de los cuales uno será propietario de finca urbana, y el otro, inquilino. Sería una verdadera casualidad que el nombramiento recayera en personas despiertas y expertas, ya que lo más probable es que no tengan ilustración en la materia ni voluntad de documentarse, limitándose cada uno a defender el punto de vista de su clase, quedando la resolución al único criterio del Juez. ¡En buenas manos quedarán la fijación de la renta justa, cuando lo justo y natural era dejar como tal la libremente pactada por los interesados al firmar el contrato!
Hasta el año 1956, únicamente al fijar por primera vez el alquiler de las viviendas nuevas, podía el propietario determinarlo libremente. Con la legislación vigente, en todos los nuevos contratos se podrá fijar libremente el importe del alquiler, pero éste quedará sujeto a la revisión de la Junta de Estimación, según lo previsto en el artículo 96-2, con la excepción de las casas arrendadas por primera vez después de la entrada en vigor de la Ley, que no estarán sujetas a revisión.
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iOíndice
Todos los demás artículos de la Ley son de aplicación a todas las viviendas arrendadas, de modo que las quejas de los propietarios anotadas en los seis apartados correspondientes afectan a todos los propietarios de fincas arrendadas y no predisponen a los capitalistas a formar parte del gremio de propietarios de fincas urbanas para arrendar.
En tanto que los índices del coste de vida publicados por las Cámaras de Comercio y Navegación, tomando como referencia 100, el promedio de los años 1922-1926, son los siguientes:
Año 1940 ...................... .......... 241» 1 9 4 1 ...................... .......... 309,9» 1945 ...................... .......... 320,9» 1953 ...................... .......... 875,7» 1957 ...................... .......... 1.110,5» 1958 ...................... .......... 1.347,1
Noviembre 1959 .......... .......... 1.371
C O N C L U S I O N
Hay que tomar medidas radi- Son muchos los que reconocen los graves daños de todo ca es orden que causa la escasez actual de viviendas para
arrendar, pero pocos son los que, pudiéndolo hacer, están dispuestos a afrontar en su totalidad dicho problema, reconociendo los motivos que tiene el capital privado para no dedicarse, como antiguamente, a la construcción de viviendas para arrendar, y proponer los remedios para que dicho capital, que es el único que puede resolver el problema, vuelva a dedicarse, como anteriormente, a la construcción urbana, aunque estos remedios puedan parecer, por otros lados, inoportunos. Pero si, para resolver un problema tan grave como el de la vivienda, no se está dispuesto a aceptar rectificaciones de criterio en otras materias es que, en realidad, no se desea bastante, por parte de los que tienen la suya, la solución de la falta de viviendas.
Si después de los años transcurridos, todavía alguien cree encontrar la solución por otros medios que no sea por la voluntaria aportación del capital privado, los que esto piensan no están calificados para criticar la falta de civismo, a su parecer, de los capitalistas.
si realmente se quiere atraer Si, por ej contrario, se van a rectificar los motivos de re-el capital privado a la cons- traimiento del capital privado y se logra obtener la legis-iruccion 00 viviciicicis* 1 r t « 1 1 n 1 1 1lacion adecuada, entonces habría llegado el momento de
pedir, a este capital privado, una colaboración masiva en la construcción de viviendas para arrendar (que siempre estaría frenada por las disponibilidades de los materiales de construcción) para acortar todo lo posible el plazo
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de la resolución del problema, acortando, asimismo, los sufrimientos y penalidades morales y materiales de los que no disponen de vivienda propia.
A las dificultades anteriores Examinando brevemente estos motivos veremos que el im-sobre^a6 rentaÍr 61 impuesto puesto sobre la renta no es un impuesto más, sino la in-
‘ tervención del inspector de Hacienda Pública en la nuestra particular con su visita anual, lo que está en contra
dicción con la manera de ser de los españoles. Si los que tienen su capital invertido en fincas urbanas no pueden eludir la declaración de renta es evidente, y los datos del impuesto lo demuestran, que los que lo tienen invertido en otras actividades logran, en muchos casos, eludir el impuesto sobre la renta, no por su cuantía, sino por la fiscalización que supone de nuestras actividades particulares.
D.—Cómo debe buscarse la atracción del capital privado para la resolución de la escasez de viviendas
Exención del impuesto sobre i.° A los inspectores del impuesto sobre la renta se leslas^uentas^orrleiftes0950 ** tiene Prohibido & fiscalización de las cuentas corrientes
* bancarias de los rentistas, lo que evidentemente priva depoder más fácilmente controlar la renta de los inspec
cionados. Al implantarse el impuesto sobre la renta resultó evidente que la fiscalización de las cuentas corrientes bancarias de los obligados al impuesto motivaría la retirada de las referidas cuentas corrientes y la tesorización de papel moneda, por cuyo motivo no se autorizó la inspección de las referidas cuentas bancarias.
Si, para evitar un mal tan grave, no se autorizó la inspección de las mencionadas cuentas, a pesar de que, evidentemente, esto permite, en algunos casos, eludir el impuesto o la cuantía del mismo, también resultaría justificado que, para lograr la aportación mativa de capitales a la construcción de viviendas para arrendar, se dejasen exceptuadas del impuesto sobre la renta las cantidades procedentes de alquileres urbanos.
Después de lo ocurrido estos últimos años será tarea ardua volver a persuadir al capital privado para que se emplee en la construcción de viviendas para arrendar, y, por tanto, considerándose la escasez de viviendas asunto tan grave, no sería pagar cara la aportación del capital privado a su resolución mediante exceptuar las rentas por alquileres del impuesto sobre la renta. Con sólo reemprender las revisiones catas- tratales, suspendidas, según parece, desde que el párrafo 3.° del artículo 98 de la vigente Ley autoriza al propietario a elevar el alquiler hasta el asignado por el Servicio Castastral Urbano, Hacienda, seguramente, recaudaría mayor importe de lo que representaría la supresión del Impuesto sobre la Renta de las cantidades procedentes de alquileres urbanos.
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Por otra parte, si con esto se lograse facilitar la solución del problema, no resulta descabellado estimar que el aumento de contribución urbana de las nuevas viviendas compensaría la baja del impuesto sobre la renta. Si por una cuestión de principio —para que no quede ninguna renta fuera del impuesto— no se quiere intentar esta solución, será preciso reconocer que no se desea bastante la solución del problema de la escasez de viviendas y se desconocen los trastornos de toda clase que motiva, cambiando paulatinamente la manera de ser moral de los españoles, no precisamente en el buen sentido. Estos cambios no tienen luego arreglo.
Permitir subida de alquileres, 2.° Mientras subsista la enorme desigualdad existente(que continúa en aumento) entre los alquileres antiguos o
congelados y los que resultan del coste de las viviendas de nueva construcción no será posible la solución que permita a los asalariados pagar estos alquileres caros, o sea, una importante subida de los salarios y sueldos a tal fin. Si se efectuase esta subida en la situación actual de los alquileres, ¿cómo podría justificarse para los que están pagando alquileres bajísimos? Estos aumentos de jornal, al solventar las diferencias de alquileres, sólo podrían motivar un pequeño aumento del coste de la vida, ya que serían destinados para el pago de los nuevos alquileres.
o sobrecargo de los antiguos 3.0 Puesto que no se pueden rebajar los alquileres de en beneficio del propietario o jas casas nueva construcción, debido al elevado costevienta. de las obras, es preciso buscar la nivelación aumentando
los alquileres antiguos, ya sea a beneficio de los propietarios (por lo menos, en parte importante) o en beneficio de la totalidad de los alquileres, en la forma que sea, mediante un sistema similar al implantado para la corriente eléctrica (OFILE), o fijando unos precios por metro cuadrado de la vivienda con las características y categorías precisas, etc., coincidiendo con un aumento masivo de los sueldos. Parecería que ya es hora que se acabe la subvención forzosa de los propietarios de fincas urbanas a los empresarios de otras actividades, pues quien es en realidad se benefician de los alquileres congelados, más que los propios inquilinos, son los empresarios, que pueden mantener unos sueldos más bajos que los que deberían satisfacer si sus obreros tuviesen que pagar alquileres proporcionados con el aumento del coste de la vida.
Modificación de la legislación 4 .0 Después de leídos los seis motivos de queja de lostosCurbanosre arrendamien* propietarios con referencia a la vigente legislación de
’ arrendamientos urbanos (los artículos citados son todosde la última Ley), según constan en el capítulo D, no
resulta necesario insistir sobre la justicia de ir a un total cambio de la referida legislación, invirtiendo totalmente la tendencia de la misma en su articulado para favorecer al propietario en todo lo que no sea la congelación de los alquileres, la cual sólo puede ser resuelta según se dice en el párrafo anterior. Si algún subrogado o realquilado queda perjudicado—no en justicia, sino en comparación con la actual situación—, más perjudicados están los que no encuentran vivienda por motivo de la
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i Oíndice
actual Ley de Arrendamientos Urbanos, que aleja al capital privado de la construcción de viviendas para arrendar.
implantación de una escala 5 .0 sí ia baja del valor adquisitivo de la moneda ha móvil de alquileres. sido ej pr¡nc¡pai motivo de la desigualdad entre los alqui
leres antiguos o congelados y los de las casas nuevas, es preciso desde ahora, y con la mayor urgencia, poner coto a esta distanciación, pues el coste de la vida continúa subiendo.
Sin esperar la total solución de una nueva Ley sobre alquileres, se debería poner inmediatamente en vigor una Ley implantando, para todos los alquileres, lo acordado para las viviendas subvencionadas con referencia a la revisión anual de los alquileres para acomodarlos a las variaciones del coste de la vida. Esta Ley, para su implantación, debería partir del coste de la vida en 1 de enero de 1958, al igual que se ha hecho para las viviendas subvencionadas.
E.—Algunos detalles de estas medidas
Después de lo que se ha anotado en los capítulos anteriores, y sin pretensión de proponer un proyecto concreto, para lo cual sólo pueden estar calificados los técnicos que poseen la totalidad de los datos estadísticos sobre la materia, se indican seguidamente unas ideas sobre esta posible colaboración, que tal vez podrán ayudar al fin deseado por todos.
Confusión sobre los deberes La larga continuidad de tantos años de baja del valor adde justicia. quisitivo de la moneda que sirve para el pago de los alqui
leres, mientras permanecían vigentes las leyes sucesivas sobre arrendamientos urbanos, han llegado a formar un ambiente equivocado sobre lo que es justo y lo que no lo es: que los propietarios cobren en concepto de alquiler de las viviendas y locales de comercio que tienen arrendados.
Hay que tener en cuenta el Este ambiente equivocado por el que judican los inquili-feÍLuni?adones^ÍTl!tsdvid n° s obli«a a «na gran cautelai al querer llegar rápidamente riendas. a la proporcional nivelación de los alquileres antiguos con
los de las viviendas de nueva construcción. Para reglamentar esta proporcional nivelación de alquileres será, desde luego, preciso tener en cuenta el estado de conservación y de los servicios de las viviendas antiguas, pero también deberá recordarse la situación de las dos clases de viviendas dentro del perímetro urbano, con los gastos de locomoción a que obligan las más distanciadas del centro de la población, si ésta es muy extensa, así como las incomodidades y el tiempo perdido por ello motivados, y, además, desde luego, la superficie útil de ambas clases de viviendas.
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Al subir los alquileres debe Tan pronto se autorizase una subida de los alquileres avienda6 ** mCJ°ra de la V1” favor de los propietarios, adecuada al actual coste de la
* vida, se debería obligar a los mismos a dotar todas lasviviendas de los necesarios servicios higiénicos y otros
(gas y electricidad, por ejemplo) que se consideren actualmente como mínimo en viviendas de nueva construcción. La congelación de los alquileres y el aumento del coste de la vida y de todos los materiales han sido el principal motivo de que las casas antiguas no se hayan, durante estos últimos años, paulatinamente modernizado, como se hacía antes, de acuerdo con las costumbres y necesidades del momento, no sólo porque el propietario no deseaba dar satisfacción alguna al inquilino que tan mal pagaba su vivienda, sino porque lo recaudado no permitía, en modo alguno, iniciar tales reformas. Tan pronto sea posible, convendría recuperar este atraso.
Se habrá obtenido una buena proporción de alquileres entre las viviendas antiguas y modernas cuando existan categorías de inquilinos que prefieran unas u otras viviendas, según la situación de su centro de trabajo o por el modo de vida de cada uno.
No está totalmente justifica- Para poder aumentar los sueldos y jornales, al efecto dee f alquiler'n^es^usto” 08 SÍ que los que viven de ellos Puedan satisfacer los alquileres
‘ de viviendas modernas, es preciso que los alquileres antiguos sean, asimismo, aumentados para nivelarse con los
antes mencionados hasta lograr la proporción ideal a que se alude en el párrafo anterior; o sea, que el aumento de alquileres antiguos debería ser importante.
La subida de alquileres debe- Sería, desde luego, lógico que estos aumentos fuesen co-íos propietario^ beneflcla de brados integralmente por los propietarios, pues suyas son
las casas, aparte de lo muy perjudicados que hasta ahora han resultado; pero una subida de alquileres en esta for
ma, teniendo en cuenta el equivocado ambiente sobre alquileres a que antes se ha aludido, podría llevar a situaciones desagradables, aunque el aumento de alquiler hubiese sido compensado con el aumento concedido en el mismo momento de sueldos y jornales.
o debería convertirse en com- En evitación de esto, y para obtener una rápida soluciónOFILE 0 s i m i l a r al del a la escasez de viviendas, se podría estudiar algo similar
’ a lo que, desde 1953, OFILE, con su complemento «r»,ha representado para la producción de flúido eléctrico. Este sistema de aumentos de alquiler que no revirtiesen directamente a los propietarios sería, seguramente, aceptado sin tantas protestas por los inquilinos, que—para su excusa, se dice—no tienen idea alguna de la situación de muchos propietarios de fincas urbanas.
Lo que se hizo con la electricidad resulta mucho más complicado con las viviendas; pero éstas podrían dividirse, para el impuesto que luego se dirá, en dos categorías: las que pagan contribución y las que están exceptuadas.
Se debería implantar un impuesto sobre todos los alquileres de las casas que pagan contribución, en suficiente cuantía para nivelar, en promedio, los alquileres antiguos con los modernos, implantándose al mismo tiempo un correspondiente au-
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mentó de jornales y salarios que compensase los aumentos de alquiler resultantes de la repercusión al inquilino del referido impuesto.
Este impuesto especial, al que sería preciso encontrar un nombre, serviría, sobre todo, para nivelar los alquileres, y con el mismo se formaría un fondo que sería administrado, en cada provincia, por una Junta compuesta de representantes de la Diputación Provincial y de la Cámara de la Propiedad.
con un premio de cobranza Desde el momento de la implantación del impuesto, lospara los propietarios. propietarios recibirían un premio de cobranza del vein
ticinco por ciento de las cantidades por ellos satisfechas; pero, así que se considerase aconsejable, esta participación de los propietarios sería, como mínimo, del cincuenta por ciento. Los alquileres libremente convenidos después de la vigencia del impuesto quedarían libres en cuanto a su repercusión.
Destino de los fondos recau- g j líquido de lo recaudado, una vez deducido el premiodados por este procedimiento. (je C0bran2aí ingresaría al fondo, que se administraría,
independientemente por provincias, por la antes citada Junta de representantes de la Diputación y de la Cámara de la Propiedad, que lo destinarían, en primer lugar, al pago al Estado y Municipios de la contribución y arbitrios de las fincas de la provincia exceptuadas del pago de los mismos por las leyes tendientes a la mayor construcción de viviendas. Asimismo, podría servir para satisfacer la repercusión del impuesto que deberían pagar los inquilinos necesitados que no obtuviesen compensación de aumentos de jornales por no cobrar sueldo.
Si existiese sobrante, después de deducir el premio de cobranza de cincuenta por ciento de los propietarios, este sobrante podría destinarse, por la Junta administradora, a la construcción de viviendas económicas, pero con suficiente superficie, las cuales, dentro de los tres años de ser arrendadas por primera vez, deberían venderse, mediante concurso o de la forma que se juzgue más conveniente, para recuperar capital, que serviría a la construcción de nuevas viviendas, evitándose así, también, una nacionalización de viviendas, que no puede resultar conveniente si se quiere captar al capital privado para la construcción de viviendas para arrendar.
Este fondo podría, en parte, ser destinado para facilitar la construcción de viviendas mediante la construcción de medios de locomoción que permitiesen un mayor radio de la zona urbanizable con transportes económicos.
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L A C O L A B O R A C I O N D E L O S Por
P R O P I O S U S U A R I O S D. JAIME NUALART Y MAYMI
El señor Nualart, sociólogo-urbanista, nos elabora aquí un sagaz estudio sobre la mecánica del ahorro popular entre la clase trabajadora española. Nos descubre sus numerosas posibilidades dirigiéndolo hacia la construcción de sus propias viviendas. Este debería ser apoyado por los créditos de distintas entidades, como ocurre en el extranjero, y ser realizado en plan cooperativista.
Planteado el problema de la vivienda tal y como se expone en otros trabajos de este volumen, el Estado ha acudido a remediar la situación, recurriendo a las ayudas estatales y las facilidades financieras, pero sin aprovechar al máximo el esfuerzo de los propios usuarios.
En aquella situación y en esta acción estatal es donde vemos asentadas las extraordinarias posibilidades de la colaboración de los propios interesados en la construcción de viviendas, de su propia vivienda, para ser más exactos.
Porque, sin renunciar al apoyo prestado al capital, ávido de beneficios, el momento es el más oportuno para encauzar tales ayudas hacia los propios interesados, facilitando su acceso a la propiedad de su vivienda y valorizando, a la par, sus ahorros.
I.— EL A H O RRO POPULAR
Hay que proteger el ahorro si algo necesita protección es el ahorro popular. No sólo popular, una protección a¡ «capital» que le proporcione un «inte
rés» remunerador, sino, de una manera especial, una protección que le asegure la eficacia de la «inversión».
A.— No es aprovechado por los ahorradores.
que no redunda suficiente- Hasta ahora podemos decir que el ahorro popular no haborradores beneflC1° de l°* beneficiado a las clases populares; no ha beneficiado, si
' quiera, a los mismos ahorradores. Bien es verdad que sehan hecho y se hacen algunos intentos para conseguirlo,
pero todo ello no pasa de intentos, canalizados hacia el mantenimiento de obras de tipo asistencial. El Estado, por su parte, consciente de tal situación, orienta las in-
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versiones del ahorro popular hacia la satisfacción de necesidades del Bien Común y, en lo que a viviendas se refiere, hacia su financiación en condiciones favorables para el beneficiario de los préstamos. Pero no es suficiente.
sino más bien en beneficio En el estadio actual, el dinero que las clases popularesde los que lo utilizan. entregan a los establecimientos de ahorro es el dinero más
barato que se ofrece al mercado y el que produce menos beneficios a sus poseedores, lo que no quiere decir que, en crecido porcentaje, no sea «rentable»; pero no lo es para quienes ahorran, sino para quienes lo utilizan. Esta es la situación, que la cooperación de los propios beneficiarios a la construcción de su vivienda podría mejorar.
El ahorro debe beneficiar, ante todo, a los ahorradores,
Consideramos, en definitiva, que para el ahorrador ha de ser altamente beneficioso que, a la vez que ahorra, invierta, lo que hará más rentable «para él» su ahorro.
como demuestra la tendencia De hecho, la misma fuerza de las circunstancias tiendede la compra a plazos. a poner las cosas en su justo medio. De ahí que se haya
propagado extraordinariamente el ahorro en especie, es decir, la compra a plazos. Pero también aquí el capital, que busca el beneficio antes que el servicio, interviene activamente para conseguirlo a costa de los ahorradores. Y, por otra parte, este ahorro representado por las compras a plazos se orienta hacia artículos cuyo consumo, la mayor parte de las veces, ha sido dictado más por la publicidad que por la necesidad.
Pero, en esta época inflacionista, el hombre de la calle sabe o intuye que la devaluación supera al interés que su ahorro le produce cuando es administrado por los demás, y prefiere, aun a costa de no sacarle tampoco su máximo rendimiento, invertirlo por adelantado que percibir los intereses por períodos vencidos.
Ahorro que se dirige al con- En definitiva, nos hallamos ante la siguiente situación: cipadof SC CVa P°r antl a) Un ahorro popular que la inflación destruye cons-
' tantemente y que, además, no se utiliza totalmente enbeneficio de las clases populares.
b) Una nueva modalidad de ahorro—las compras a plazos— que, si bien defiende al ahorro de los estragos de la inflación, lo devalúa por adelantado—mediante una usura más o menos encubierta—y, además, lo dirige hacia el consumo de bienes no necesarios.
No hay mejor inversión ahorro que la vivienda.
del Contra tal situación oponemos la posibilidad de encauzar el ahorro hacia la obtención de un bien necesario—al individuo, a la familia, a la comunidad—y que, a la vez,
constituye una inversión rentable.La inversión-vivienda es una inversión-oro para quien, a la vez que capitaliza
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con ladrillos* los utiliza para constituir con ellos su propio alojamiento* el de su familia y el de sus hijos.
B.— La capacidad de ahorro de las clases trabajadoras.
Es posible el ahorro de la Cabe ahora dilucidar si las clases trabajadoras— que son clase trabajadora, jas que en may0r grad0 sufren las consecuencias de la
escasez de viviendas— tienen suficiente fuerza económica para ahorrar. Aunque parezca inverosímil* la realidad nos dice que el ahorro popular no decae, por lo menos en determinadas zonas de la geografía hispana.
como demuestran los balan- p ara comprobarlo* basta examinar los Balances de lasces de las Cajas de Ahorros, Cajas de Ahorro y las estadísticas sobre imposiciones y
número de imponentes. Unas y otros van en aumento constante. No podemos entrar ahora en el estudio de las causas que producen este fenómeno; al objeto de este artículo es suficiente que señalemos el hecho.
y una demanda efectiva po- Por otra parte* tanto en Madrid como en Barcelona* lopular de cierta considera- mismo las empresas constructoras que los diversos or-
’ ganismos que en estos últimos tiempos se han dedicado y dedican a la construcción y venta de viviendas saben, por experiencia* que existe un mercado cuya potencia económica se cifra alrededor de las 25.000 pesetas de pago inicial de compra y entre las 500 y 600 pesetas de pago en plazos mensuales; a este respecto es aleccionador el análisis de las demandas presentadas a los organismos denominados «Poblados Dirigidos» en Madrid. Ellas confirman la existencia de tal mercado.
Sin entrar a fondo en la cuestión* creemos que existe un factor que lo explica: la emigración del campo a la ciudad.
Muchos emigrantes traen el Efectivamente* si bien muchas de las familias emigrantesimporte de la liquidación de no p 0 s e e n nacia en propiedad* otras muchas liquidan ensus propiedades. \ r ^ .
sus lugares de partida cuanto poseen: tierras* animales*casas..., y con ello acuden a la ciudad. Diversos directores
de Cajas de Ahorro nos han confirmado que muchos recién llegados abren sus libretas de ahorro con ingresos de importancia variable* con los que hacen frente a sus primeras necesidades y que* frecuentemente* invierten en la obtención de vivienda* ya sea para el primer plazo de compra* o para pagar un traspaso* o para comprar un terreno a los múltiples especuladores que* conocedores de tales posibilidades* son los principales responsables del desorden urbano de nuestros suburbios.
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Existe un gran sector obreros especializados y esposas que trabajan.
dede
Existe otro sector con la suficiente capacidad de ahorro, el obrero de oficio especializado, que percibe salario de superior cuantía y que, de nivel cultural superior, siente mayor necesidad de poseer vivienda. Si a ello añadimos
el hecho de que en las grandes ciudades— donde más se observa la escasez de vivienda—muchas mujeres aportan, con su trabajo por cuenta ajena, nuevos ingresos al presupuesto familiar, comprenderemos mejor que existan tales posibilidades de ahorro.
Muchos pagan un traspaso Un último factor se suma a los anteriores: hoy en día, los innecesario, que aspiran al matrimonio han de sumar—y las circuns
tancias obligan—una nueva cantidad a las que presupuestan para la formación de su nuevo hogar: la del traspaso o pago inicial de compra de su nueva vivienda. Bien es verdad que esto no está al alcance de todos, pero, cuando no hay otra solución, los novios se casan previendo que en los primeros tiempos de matrimonio trabajarán los dos—para ahorrar lo que precisen—y convivirán con los padres de uno de los cónyuges. Cuando llega el primer hijo, la presión se hace más fuerte y la búsqueda de piso se acentúa; pero ya disponen—por lo común— de cierta cantidad para ofrecerla como primer pago de compra o de traspaso.
aunque hay que reconocer Esta es, en síntesis, la situación. (Desde luego, existenden ahorrar sectores no pue~ amplios sectores que no consiguen o depasan estas dispo-
* nibilidades económicas.) Su realidad es suficiente paraconsiderar la posibilidad de arbitrar fórmulas eficaces de
acción que permitan dar la máxima rentabilidad al ahorro popular; no sólo rentabilidad económica, sino también rentabilidad social.
II.—EL AHORRO POPULAR DEBE SER APOYADO
Allí donde no puede llegar el ahorro debería llegar el crédito, con la garantía del trabajo de quien lo solicita.
En nuestra nación existe hoy la posibilidad de obtener tales créditos a través de los Montepíos Laborales, que los con
ceden hasta una cuantía máxima de 25.000 pesetas al interés del 3 por 100 y con amplios plazos de amortización. He aquí una fórmula encomiable de «colocar» los fondos obtenidos con lo que podemos denominar «ahorro forzoso», encaminado a prever las contingencias del porvenir de los trabajadores y de sus familias. Dentro de los límites de una prudente administración, hacemos votos para que tal fórmula se amplíe hasta el máximo, para beneficiar «directamente» al máximo número de afiliados a aquellos organismos.
SO
i O
El ahorro debe ser completado por el crédito
de los Montepíos Laborales,
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de las Instituciones de Parecido sistema debieran aplicar las Instituciones de Aho- Ahorro rro. Algunas conceden ya préstamos con garantía perso
na^ pero ni su cuantía, ni el interés que perciben, ni los plazos de amortización, están concebidos como una ayuda eficaz a quien los solicita, sino más bien como una fórmula de «colocar» capitales a buen rendimiento. (Tales préstamos personales, según los aplica determinada Caja de Ahorros de Barcelona, se limitan a 10.000 pesetas al 6 por 100 y a devolver en tres años.)
No hacemos mención de las sociedades prestatarias que existen porque sus condiciones se acercan a la usura.
y de las empresas, Muchas empresas conceden, asimismo, préstamos a sustrabajadores para la obtención en propiedad de su vivien
da. Proceder digno de encomio y que cabría ampliar y aun reglamentar.
y de Instituciones especí- p or último, queremos mencionar la existencia, en otros flcas' países, de instituciones y fórmulas de financiación de vi
viendas de renta modesta que se basan también en el préstamo a los propios interesados, con garantía personal o con hipoteca sobre la vivienda construida con tal ayuda.
Citaremos, únicamente, dos fórmulas. La primera corresponde al «Mouvement d’Aide au Logement», alentada por el Cardenal Feltin, en Francia, y la otra, «Fonds du Logement», en Bélgica, bajo los auspicios de la «Ligue des Familles Nombreuses de Belgique».
como «Mouvement d'Aide au Basa la primera su actuación mediante préstamos a los Logement», de Francia, interesados, sin interés, a largo plazo, y cuya amortización
se ajusta al coste de la vida en el momento de vencer cada plazo, utilizando la escala móvil de salarios vigente en el vecino país. Se basa tal sistema en dar incentivos al capital destinado a dicha clase de préstamos, asegurándolo contra los fuertes desniveles de la inflación, y, por otra parte, en lo que al trabajador se refiere, obligándole a destinar al capítulo de vivienda un porcentaje fijo de sus ingresos (que la inflación hace aumentar constantemente) mientras no haya conseguido la liquidación del préstamo. Debidamente estudiada, la aplicación de tal fórmula podría constituir un elemento muy importante en la solución del problema de la vivienda modesta.
y «Fonds du Logement», en La fórmula seguida por la Entidad «Fonds du Logement» Bélgica. se j5asa en jQS pfóstamos a interés variable según el nú
mero de hijos de cada solicitante en relación, asimismo, con el total de sus ingresos. Este interés decrece a medida que aumenta el número de hijos, mientras que aumenta el límite del préstamo a medida que los ingresos familiares disminuyen proporcionalmente a los componentes de la familia. En esta fórmula, de largo alcance social, el capital tiende a desaparecer a causa de los pro-
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cesos inflacionistas y, por ello, el Estado belga aporta anualmente, a la Entidad, las cantidades necesarias para sus atenciones. Las Cajas de Ahorro del país, asimismo, aportan sus créditos a dicha Entidad.
Sirvan estos dos ejemplos para realzar la importancia y oportunidad de los préstamos personales concedidos por los Montepíos Laborales españoles y para señalar que ellos constituyen una ayuda importantísima para conseguir la colaboración de los propios interesados en la resolución del grave problema de la vivienda.
No existe un trato de favor La actual legislación española sobre la materia facilitaen España para los que cons- j ayuda estatal a quienes se proponen construir su pro
pía vivienda en la misma medida que lo hace a otras entidades o sociedades. Es decir, que puede constituirse
en promotor lo mismo un particular que una Inmobiliaria. Y, asimismo, da la misma ayuda a los particulares constituidos en Cooperativa.
Por consiguiente, desde el punto de vista de la legislación, el particular, ya sea individual o colectivamente, encuentra posibilidades de ayuda estatal. (No obstante, veríamos con agrado un trato de favor.)
Dificultades de obtener prés- Allí donde, si acaso, empiezan las dificultades es en latamos complementarios obtención de los préstamos complementarios, pues aún es
válida la definición del crédito; «Un préstamo que hacen los Bancos a quienes demuestran que no lo necesitan.» Y los promotores individuales o agrupados no pueden demostrar que tienen bienes propios suficientes que lo garanticen sólidamente, según el concepto de «solidez» vigente.
por no disponer de más ga- Los promotores individuales que acuden a la ayuda estatal^tecaria,Ue ** personal ° hl‘ son los que «a priori» cuentan ya con los fondos nece-
* sarios o garantías suficientes para proceder a la restantefinanciación de su vivienda. Para éstos no existe problema.
Este se plantea a los que cuentan con un ahorro insuficiente, pero aprovechable y útil, y que pueden, asimismo, atender a la amortización de los préstamos complementa- ríos con la garantía de su trabajo personal, o, en último término, con la garantía de la vivienda construida con aquellas aportaciones. Que es el caso de la inmensa mayoría de los sin vivienda.
a lo que hay que añadir las En una cuestión de tanta importancia para la vida social^s¿athiasS técmcas y admi“ de nuestra nación es incomprensible dejar de lado la con
siderable fuerza económica y humana que representa la colaboración de los propios interesados en la resolución de
su propio problema. Se dirá que nada ni nadie les impide hacerlo. Pero, aparte de que la actual estructura económica no es, como hemos intentado demostrar, la más adecuada para facilitar aquella colaboración, otras dificultades se oponen a que tal colaboración se preste en forma individual. La principal es la complicación administrativa y técnica que supone, hoy en día, la construcción de una vivienda. La gestión
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de permisos, las solicitudes de crédito y de beneficios, las ordenanzas municipales, etcétera, etc., son otras tantas cuestiones difíciles de resolver para un trabajador, que ha de atender, además, a su quehacer cotidiano.
y el precio de los solares. Si a ello añadimos la insuperable dificultad de los terrenos y de su coste en las grandes urbes—que es donde con
más intensidad se sufre la escasez—y, derivado de todo ello, la casi imposibilidad de construir viviendas unifamiliares, llegaremos a la conclusión de que la acción individual en esta cuestión, a pesar de su igualdad ante la ley, es casi impracticable. Y de ahí la reducida actividad en tal sentido, lo que implica dejar al margen del problema la incalculable fuerza y posibilidades de una masa extraordinaria de personas y dinero.
Es difícil acudir direetamen- Por otra parte, cabría encauzar el ahorro popular hacia te a las Constructoras, ja construcción a través de sociedades constructoras que
merecieran la debida solvencia y pudiesen merecer la confianza de los interesados. Es decir, que los sin vivienda se constituyeran en prestamistas de los constructores. Sería, indudablemente, una buena solución. Pero ello requiere un clima de confianza que hoy aún estamos lejos de conseguir. En otras latitudes— en Alemania, por ejemplo—, esta fórmula ha sido ampliamente aplicada con indudable éxito. En nuestro país se han producido demasiados casos de fraude para que esta solución pueda inspirar la plena confianza imprescindible para ponerla en práctica. Sin embargo, confiamos en que, en pequeña escala, se produzcan situaciones favorables a esta fórmula de colaboración.
III.— LAS COOPERATIVAS COM O FORMULA IDEAL
por lo que consideramos las En definitiva, consideramos que la mejor solución se en-^ucidn.tlVaS COm° la me °r cuentra en las Cooperativas de Viviendas. La unión del
ahorro de un número determinado de personas puede constituir la base económica suficiente para la adquisi
ción de los terrenos y dejar un margen para atender a la construcción. Asimismo, la unión permite contratar los elementos técnico-administrativos necesarios para atender al «papeleo». Asimismo, el capital-ahorro constituido como fondo de la Cooperativa puede servir de base para la obtención de los créditos estatales y, una vez conseguidos éstos, y en unión de éstos, para conseguir los créditos complementarios necesarios.
No es nuestra misión estudiar el funcionamiento interno de tales Cooperativas. En esta misma Colección, otras plumas tratarán de ello. Sirvan estas líneas, únicamente, para señalar las amplias posibilidades del sistema cooperativo en la construcción de viviendas, al que consideramos, hoy por hoy, como el más idóneo para encauzar las enormes posibilidades de la acción y economía individuales.
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Beneficios «le la Cooperación.
El régimen de «viviendas Aparte de los ya indicados, queremos subrayar que den- subvencionadas». tro ¿ ej vigente de «vivienda subvencionada» es
donde el socio cooperador puede encontrar el máximo beneficio. El sistema de «vivienda subvencionada» consiste en una ayuda del Estado a fondo perdido, al promotor de viviendas de dicho tipo, de 30.000 pesetas por vivienda. Si el promotor es una Inmobiliaria o Sociedad Mercantil cualquiera, esta subvención constituye un beneficio marginal para aquel promotor. Si el que construye las viviendas es el propio individuo, ya sea por sí, ya sea a través de su Cooperativa, quien se beneficia de tal ayuda es el propio interesado. Lo que, además, nos parece más justo. Ya que el dinero parte de la Hacienda Pública es más lógico que revierta a quienes sufren de la escasez que no a quienes—muy indirectamente, es cierto— la han motivado. Pero para que esto sea así es necesario dar fuerza al movimiento cooperativista.
Y, además, es necesario que el Estado y las Entidades de Ahorro Popular ayuden más directamente a dicho movimiento cooperativista.
Su aplicación a las Coopera- p ara demostrar la importancia de esta triple colaboración tivas de la Vivienda Cooperativa-Estado-Cajas de Ahorro y las ventajas que
reportaría a los interesados y a la sociedad, terminaremos estas líneas con un planteamiento financiero de la operación.
Para ello partimos de una vivienda-promedio, de 60 metros cuadrados de superficie total, a la que le aplicamos un costo global de 100.000 pesetas, distribuidas así:
Terreno y urbanización ....................... .......... 15.000Construcción y honorarios...................................... 85.000
lo que representa una construcción de algo más de 1.400 pesetas el metro cuadrado.La financiación de una vivienda de tales características, acogida al régimen de
«subvencionadas» a través de una Cooperativa y aceptadas las conclusiones descritas en este trabajo, se efectuaría como sigue:
Pesetas
Aportación del socio cooperador ............................................. 25.000Subvención del I. N . V. . . . .................................................... 30.000Préstamo complementario.................. ...................................... 45.000
T o ta l ........................................................... 100.000
contando con la colabora- Mediante esta fórmula, en el supuesto de que la aporción de las Cajas de Ahorros tación del socio cooperador fuese, en su totalidad, proce
dente del ahorro, la única cantidad que debería amortizar el interesado sería la del préstamo complementario = 45.000 pesetas, que, concertado
54 .
in
índice
a diez años y a un interés del 6 por 100, representaría 60.000 pesetas en diez años, o sea, 6.000 pesetas anuales = 500 pesetas al mes. Si el préstamo se concertase a veinte años (modalidad muy corriente), la amortización mensual sobrepasaría muy poco las 300 pesetas. (Esta última modalidad sería necesaria cuando las 25.000 pesetas iniciales proviniesen, todas o en parte, de un préstamo con garantía personal, ya fuese del Montepío Laboral o de alguna Caja de Ahorro.)
y la de los Municipios. p or último, conviene destacar la posible colaboración deun tercer elemento: el Municipio.
En una situación tan ampliamente deficitaria como la que padecen nuestras grandes ciudades (Barcelona y Madrid, especialmente) no es arbitrario solicitar la cooperación del Municipio o de órganos intermedios entre éste y el Estado, como son las Comisarías de Urbanismo, para coadyuvar a la solución del problema. Tanto en Madrid como en Barcelona, tal cooperación está en marcha.
IV.— APLICACION CONCRETA A M ADRID Y BARCELONA
Cómo financiar un Plan de Viviendas en Madrid y Barcelona.
Contando, pues, con esta cuádruple colaboración (Interesado-Estado-Caja de Ahorro-Municipio), y tomando como base las mismas cifras de costo y superficie ya indicadas, podría cifrarse así la financiación global de las
60.000 viviendas deficitarias en cada una de las ciudades mencionadas:Costo de las 60.000 viviendas (60.000 X 100.000), 6.000 millones.
Financiación: P e s e t a s
Aportación de los interesados (60.000 X 25.000)... ... ... 1.500.000.000
Subvención del Estado (60.000 X 30.000)............................... 1.800.000.000
Aportación del Municipio (60.000 X 15.000)......... .......... 900.000.000
Préstamos Caja de Ahorros (60.000 X 30.000) ... ... ... 1.800.000.000
Total .......................................... 6.000.000.000
La aportación del Estado. Supuesto un plan de actuación de cinco años, ello supondría la construcción anual de 12.000 viviendas de renta
modesta, que, aparte otras construcciones levantadas por la iniciativa privada, significarían un considerable alivio a la presión actual.
55
i Oíndice
Las aportaciones serían de:
E sta d o ........................................ ... 360 millones anualesMunicipio .......................... .......... 180 » »Cajas de Ahorro ................... , .. 360 » »
de las cuales, sólo las del Estado serían a fondo perdido. (El Presupuesto anual para la vivienda es de cinco mil millones de pesetas.) Es, pues, razonable destinar el 7,2 por 100 a la financiación de un Plan como el descrito para cada una de las ciudades de Madrid y Barcelona, donde se concentra la máxima escasez.
La aportación de institucio- Para jas Cajas de Ahorro, Instituto Nacional de Créditones financieras. y organismos similares, el préstamo anual de 360 millo
nes al 6 por 100, amortizables en diez años, significaría, en el sexto, un máximo acumulado de 1.340 millones (2.680 millones, sumando Bar- celona-Madrid), cantidad perfectamente asimilable, por la potencialidad económica de dichos Organismos.
La aportación del Municipio. p0r último, al Municipio le significaría— en el supuestode que los beneficiarios de las viviendas amortizasen en
diez años el costo de los terrenos -f urbanización—una aportación máxima acumulada de 720 millones de pesetas, desembolsadas a razón de:
180 millones, el primer año162 » el segundo año144 » el tercer año126 » el cuarto añc108 » el quinto año,
cifras que, promediadas, equivalen al 10 por 100 de su presupuesto de gastos. Posiblemente, tal cifra es superior a las posibilidades presentes de ambos Municipios. Pero en otras ocasiones, para atender a problemas de menor importancia, se ha recurrido a las Emisiones Especiales, con garantía estatal. Las graves repercusiones morales y sociales derivadas de la escasez de viviendas y la consideración de que tal situación ha sido creada en ambas ciudades por la emigración, que lo eleva a problema nacional, justifican plenamente la adopción de medidas de emergencia.
La colaboración de los bene- Posiblemente, esta última parte del presente trabajo esca-eI apoy° de Pa al tcma central; pero la cooperación de los propios
afectados a la resolución del problema de la vivienda, para que sea viable y eficaz, requiere, a su vez, la adop
ción de otras medidas. Y las aportaciones del Estado y Municipio, así como de los organismos administradores del ahorro popular, son las más indicadas.
56
índice
L a l a b o r d e l a I g l e s i a e s p a ñ o l a
REALIDADES Y PERSPECTIVAS
I
La Iglesia Católica no ha descuidado el problema de la vivienda,
La Iglesia Católica, que siempre se ha distinguido por su acción caritativa y asistencial, como demuestra la historia, no ha desatendido en la actualidad este gravísimo aspecto del problema social que es la escasez de viviendas.
y la iglesia Española ha se- La iglesia española ha seguido la misma línea de laguido esta misma norma, Iglesia Católica en otros países, especialmente en Europa,
ofreciendo en los años de la postguerra un balance de realizaciones bastante considerable. Unas veces por impulso de la Jerarquía o del Cleio, otras de Movimientos o Asociaciones católicas, han surgido, en la mayor parte de las Diócesis, organizaciones con la finalidad específica de ayudar a conseguir una vivienda digna a todos aquellos cuyos ingresos no se lo permitían.
especialmente con la fórmu- Aunque estas organizaciones constructivas pudieran habernéfieaslaS Constructoras Be“ cristalizado en alguna de las tres modalidades que permite
* la ley, a saber: Empresas con afán de lucro, Cooperati-pas y Entidades benéficas, de hecho han prevalecido es
tas últimas, aunque cada día se orienta más esta labor social hacia las Cooperativas de Construcción, por las ventajas que éstas presentan, e incluso se dan algunos casos de Inmobiliarias en forma de sociedades de lucro cuando el medio social lo permite.
Ya que las Inmobiliarias no son todavía muy frecuentes y que las Cooperativas serán estudiadas aparte, en el número de «Documentación Social» dedicado a ellas, en este trabajo únicamente vamos a exponer la labor de la Iglesia española en el problema de la vivienda a través de las Constructoras Benéficas.
II
La ((Sagrada Familia», de Prescindiendo del antecedente de la «Constructora Bené- Córdoba, dió el toque de fica círculo Católico de Obreros de Burgos», creada
iana> en 1909, y del «Patronato Pío XII», de Gerona, constituido en 1945, pero paralizado por algunas dificultades,
es en el año 1947 cuando la Constructora Benéfica «La Sagrada Familia», de Cór-
............ 57
índice
doba, dió el toque de diana. En honor de esta Constructora hay que decir que no sólo fué la primera erigida con cierta envergadura y que la labor realizada por ella aún no ha sido superada por ninguna otra, sino también que no se limitó a la construcción de viviendas, sino a una serie de servicios sociales completos, que casi la aproximaba al modelo ideal de esta clase de organizaciones. El representante de esta Constructora Benéfica se expresaba así, en la II Reunión Nacional del Secretariado de Viviendas de A. C., el año 1952: «Entendiendo que la casa tiene, fundamentalmente, una función social y que las ciudades y el urbanismo de las mismas deben servir a las viviendas y, por lo tanto, a las familias, se nota la ausencia de sociólogos en las Juntas de Urbanismo, donde hay médicos, arquitectos, ingenieros, etcétera.
»Cada uno de estos elementos enfoca el problema desde su punto de vista, procurando hacer ciudades bellas, higiénicas, cómodas para la circulación, etc., etc., pero con harta frecuencia se prescinde del factor social y de que las poblaciones no son colmenas, sino alojamiento de hombres.
Por esta razón, se considera que sería también labor del Secretariado gestionar la incorporación a estas Juntas de Urbanismo de sociólogos competentes para hacer sentir el criterio social en las mismas.»
En consecuencia con este convencimiento, «La Sagrada Familia», de Córdoba, creó Grupos Escolares, Mercados, Economatos, Cooperativas, Patronatos culturales y de recreo, Campos de deportes, Cine, Casino, Colegios, Iglesias, etc., además de un Orfeón, dos Rondallas y un Cuadro Artístico. En las dos barriadas de la Constructora se llegó a celebrar el «Día del Arbol», para inculcar en chicos y mayores el respeto por los árboles y jardines que adornaban sus calles.
Otra faceta digna de destacar de esta Constructora fué su empeño por reducir los costes, encargándose para ello de la administración de las obras y montando fábricas de losetas, talleres de carpintería, servicio de transportes, etc.
III
viéndose seguida por nume- Dado este toque de rebato, empezaron a surgir Construc-i°iesia €onstructoras d€ la toras Benéficas en diversas Diócesis, muchas de ellas ani-s esia> madas por el éxito de la cordobesa. El ritmo de consti
tución de estas Entidades Benéficas ha ido en aumento en los años sucesivos, como puede comprobarse en el gráfico siguiente, de modo que en mayo de 1959, de las 110 Constructoras Benéficas que figuraban inscritas en el Instituto Nacional de la Vivienda, 59 habían sido creadas, de una manera u otra, por la Iglesia; 36, por Diputaciones, Gobiernos Civiles y Ayuntamientos; 10, por Cajas de Ahorros, y 5, por Organizaciones políticas.
58
i Oíndice
N* DE CONSTRUCTORAS DE LA IGLESIAN2 DE CONSTRUCTORAS
pasando hoy de un centenar. En realidad, el número de Constructoras Benéficas de laIglesia es casi el doble de las que constan en el Insti
tuto, debido, en primer lugar, al hecho de que bastantes son de recentísima institución y, en segundo lugar, a una refundición realizada en el registro de dicho Instituto, en que se eliminaron muchas Benéficas que fueron creadas exclusivamente para levantar un grupo determinado de viviendas, y que, habiendo cesado ya en sus actividades constructoras, continúan sólo con la administración y explotación de las viviendas.
Las Constructoras Benéficas que nosotros hemos podido rastrear ascienden a 111, localizadas por Diócesis, según queda indicado en el Anexo, donde constan, asimismo, los años de constitución y las viviendas construidas, en construcción y en proyecto de cada una de estas Entidades.
La encuesta realizada por Los datos se han obtenido fundamentalmente por medioC. E. S. A. de una j7ncuesta realizada por CESA, a la que han con
testado 81 Constructoras, o sea, el 72 por 100 de las existentes, pero muchas más de las que figuraban inscritas en el registro del Instituto Nacional de la Vivienda y de las que constaban en el fichero del Secretariado Nacional de la Vivienda de A. C., lo cual nos induce a pensar que las que no nos
59
índice
han contestado es que carecen prácticamente de vitalidad. Por todo ello, podemos afitmar que, en porcentaje ponderado, poseemos casi el cien por cien de los datos que nos interesan.
IV
La historia de estas Constructoras Benéficas de la Iglesia consta de dos períodos, claramente definidos: El primero, de 1945 a 1954, y el segundo, desde este año hasta la actualidad.
En la primera fase, las Benéficas pudieron acogerse a la Ley de Viviendas Protegidas de 1939, ley no sólo sumamente favorable, sino que de hecho se llevaba a la práctica, entre otras razones, por el escaso número de
viviendas que por entonces se construían. Así, las Constructoras recurrían, normalmente, a esta fórmula de financiación:
Aportación de la E ntidad ...................................... 24 %Prestación personal................................................ ...Anticipo I. N . V ........................................................Prima a fondo perdido............................................ 2 0 %
Las primeras Constructoras Benéficas se acogieron a la Ley de Viviendas Protegidas.
Total 100%
Cuando la aportación de la Entidad o del Instituto Nacional de la Vivienda no alcanzaba estos porcentajes se recurría a préstamos complementarios del mismo Instituto o de Entidades de Crédito, préstamos que podían cubrir hasta el 50 por 100 del presupuesto protegido. En la cantidad aportada por la Entidad se incluía el valor de los terrenos.
V
Aparición de las primeras di- En estas condiciones se podía afirmar que las Construc- ficultades, toras Benéficas navegaban con viento favorable, aunque
ya apuntaban las dificultades que se irían con virtiendo casi en insuperables a lo largo del tiempo: en primer lugar, los expedientes marchaban con lentitud, obligando a recurrir a créditos con garantía personal de los directivos para poder disponer del capital de maniobra necesario para iniciar y proseguir las obras; a veces, las ayudas estatales no sólo tardaban, sino que se reducían o no llegaban; incluso, contando con ellas, era muy difícil hacerse con el capi-
60
iOíndice
tal que debía aportar la Entidad, que se obtenía por procedimientos como los siguientes :
á) Ayuda oficial:
— Donación de terrenos por Ayuntamientos.— Préstamos del Instituto de Crédito para la Reconstrucción Nacional.— Donativos de Diputaciones, Gobiernos Civiles o algún Ministerio.
b) Ayuda privada:
1) Empresas:
— Fondo de reserva social.— Suscripciones anuales.— Donativos.
2) Particulares:
— Donativos de terrenos, materiales o metálico.— Suscripciones anuales.— Cuestaciones públicas.— Títulos de socios protectores.— Aportaciones de los beneficiarios, en trabajo o dinero.— Tómbolas, etc.— Prestación personas simpatizantes, etc.
Por este tiempo se comenzó a pensar en las Cooperativas, para cubrir con las cuotas de los socios la aportación exigida a la Entidad.
VI
por lo que las Constructoras En vista de estas dificultades, las Benéficas sintieron laBenéficas deciden agruparse. necesidad de agruparse, y el 6 de junio de 1949 surgió
el «Secretariado de Viviendas del Consejo Superior de los Hombres de Acción Católica». El año 1951 se celebró la primera Reunión Nacional de Viviendas, animada por este Secretariado, que se repitió anualmente hasta 1956, inclusive.
En la III Reunión, de noviembre de 1953, se subraya el avance experimentado en el espíritu y deseo de colaboración y se lanza la idea de una Federación Nacional de Constructoras Benéficas de la Iglesia. Esta Federación, que estaría secundada por los Secretariados Diocesanos de la Vivienda, constaría de tres servicios: l.°, de Información y Estudio; 2.°, de Propaganda, y 3.°, de Gestión. Algunos abogaron por un cuarto Servicio Técnico.
61
índice
En la IV Reunión, de noviembre de 1954, la idea de la Federación toma cuerpo en un anteproyecto, confeccionado con todo detalle. La vida de las Constructoras Benéficas parecía entrar en un «forte» definitivo. Sin embargo, las dificultades esbozadas antes se fueron agrandando, y la nueva Ley de 15 de julio de 1954, sobre Viviendas de Renta Limitada, significaba llover sobre mojado. En realidad, las facilidades teóricas eran casi las mismas; pero tres hechos agravaron la situación, ya difícil, de las Benéficas:
Las dificultades se agravan, i ) La inflación alocada que entonces se iniciaba.
2) El aumento de construcciones acogidas a las leyes sociales.
3) El régimen de favor concedido a la Obra Sindical del Hogar, que absorbía gran parte del presupuesto estatal para viviendas.
En los años 1955 y 1956, esta organización construyó 69.000 viviendas con un presupuesto total de 3.312.000.000 de pesetas, de las que casi el 90 por 100, o sea,2.980.800.000 pesetas, eran aportadas por el Estado. Esta suma es verdaderamente considerable si se tiene en cuenta que, hoy, el presupuesto del Estado para subvenciones a viviendas no sobrepasa los 5.000 millones de pesetas.
Estas tres causas operaron en el sentido de retrasar y reducir las ayudas oficiales, al mismo tiempo que subían los precios de las viviendas, siendo, por consiguiente, cada vez mayor el capital-puente que se necesitaba para echar a andar las obras. Todas las Constructoras Benéficas, incluso las ya existentes, tuvieron que readaptar sus Estatutos a la nueva ley vigente, lo que, unido a las dificultades anteriores, alteró bastante su funcionamiento.
No obstante, por esta época aumentaron notablemente no sólo las Constructoras Benéficas, sino también las viviendas construidas por ellas. Tanto que, en el quinquenio 1955-60, se edificaron 12.319 viviendas, frente a las 6.364
del decenio 1940-49. Queremos destacar este hecho, que las conclusiones.
VII
Ante el cariz que tomaban los acontecimientos, la Ayuda Americana pareció abrir una brecha a la esperanza. Quizá, en Cáritas Nacional hubiera podido crearse un fondo para suministrar préstamos, a corto y largo plazo, a las
Constructoras de la Iglesia. ¿Por qué la Ayuda Americana iba a reducirse a alimentos y no iba a extenderse a la vivienda, que, económicamente además, tendría la ventaja de absorber el paro?
En la VI Reunión, de diciembre de 1956, se constituye la Cáritas-Secretariado de Viviendas, con un voto de confianza para representar a todas las Entidades Benéfico-Constructoras promovidas por la Iglesia y afines ante el Gobierno de la
a pesar de lo cual las Constructoras aumentan en número y construcciones.
de 1950-54 y las 2.564 tendremos en cuenta en
La Ayuda Americana y la constitución de Cáritas Nacional.
62
índice
nación y organismos oficiales dependientes; en las gestiones y trabajos necesarios para tratar de conseguir una posible ayuda americana; en los Congresos, Asambleas o Reuniones de tipo nacional o internacional, y en todas cuantas gestiones le encomienden las Entidades Benéfico-Constructoras relacionadas con el fin específico de las mismas.
VIII
Las dificultades llegan al cul- Pero, a partir de este año, este movimiento asociacionista
daTionistí se°coíapsaí° sufre un colaPso’ del <lue aí°,ra emPieza 3 aperarse,mientras las Constructoras pululan y construyen en contrade todas las dificultades. Como muestra de esta situación
entresacamos unos párrafos de una carta del presidente de una Constructora Benéfica: «En la 1.a fase... de Renta Limitada, 2.° Grupo, 1.a Categoría, se nos autorizó pedir hasta 8.500.000 pesetas y, después de mucho luchar, se nos aprobaron 3.400.000 pesetas, que todavía no hemos recibido. En la 2.a fase se nos autorizó la suma de5.700.000 pesetas y se nos aprobaron 1.700.000 pesetas, que tampoco se han hecho efectivas. No nos hemos atrevido a pedir el préstamo de la 3.a y 4 a fases por el largo trámite que esto supone y lo estamos preparando para solicitarlo del Banco Hipotecario de España, y hacemos notar que las tres primeras fases las tenemos completamente terminadas.
Nuestra ilusión era poder hacer esta obra con toda la economía posible; pero, ante el recorte tan señalado que nos ha dado el mencionado Instituto, hemos tenido que elevar la aportación personal, y, al ser tan subida, no han podido soportarla aquellos a quienes estaban reservadas, y nos encontramos que sólo podemos beneficiar a los que tienen dinero y no necesitan tanto nuestras viviendas.
Tenemos durmiendo el sueño de los justos, en el Instituto de Crédito, el expediente N , cuyo préstamo pedíamos y no se nos ha concedido, estando terminadas las obras hace un año.»
IX
Posibilidades que ofrece la a finales de 1957 aparece el Decreto del Ministerio de Ley vigente. ja vivienda regulando la nueva categoría de «Viviendas
Subvencionadas» («B. O. del E.» de 2-XII-57). Con fecha 24-1-58, y por Decreto, se extiende para toda España la nueva modalidad de «Viviendas Subvencionadas» con carácter exclusivo.
Por estas nuevas disposiciones se suprimen los anticipos y la ayuda estatal se reduce a:
1. ° Subvención o prima a fondo perdido de 30.000 pesetas para toda clase de viviendas comprendidas entre los 48 y los 150 metros cuadrados.
2. ° Préstamo complementario a razón de 400 pesetas metro cuadrado de superficie total construida.
Según esto, la financiación de una vivienda ha de realizarse conforme al siguiente esquema:
63
índice
EJEMPLO DE CONSTRUCCION DE U N A VIVIENDA SUBVENCIONADA CON PRESTAMO COMPLEMENTARIO EN UN A CIUDAD DE MAS
DE 100.000 HABITANTES
Coste de la vivienda:
Superficie construida (comedor, cuarto de aseo, cocina y tres dormitorios), 67,31 metros cuadrados.
VaJor de un metro cuadrado construido (solar, construcción, honorarios, urbanización), 1.594 pesetas.
Coste total = 67,31 X 1.594 = 107.354,40 pesetas.
Su financiación:
Hay que hallar el valor legal para la venta a razón de 8,20 pesetas por metro cuadrado útil—en este caso, 54,55 metros cuadrados—y, capitalizando en razón del 5 por 100 estas rentas, obtener el precio de venta y el plan de financiación.
Así: Metros cuadrados
Superficie útil ... .................................................................. ................. 54,55Superficie construida......................... .................................................... 67,31Préstamo 67,31 X 400 pesetas....................... .................................... 26.924,00Alquiler mensual 8,20 X 54,55 ............................................................ 447,31
Pesetas
Alquiler anual 447,31 X 12 .............................................................................. 5.367,7210 anualidades de a lqu iler............................................................................... 53.677,20
Capitalización al precio de venta
53.677,20 X 1005 % ............................................................................ 107.354,40
5
Financiación: Pesetas
Pago aplazado por O. M. 10 anualidades alquiler ............................... 53.677,20Préstamo hipitecario 67,31 X 400 ................................................................. 26.924,00Entrega inicial del beneficiario (53.677,20 — 2 6 .9 2 4 ) ............................... 26.753,20
Total . . . .............................................. 107.354,40
iOíndice
Aportaciones: Pesetas
1. a La entrega del beneficiario ... ... ... ... ... ... ........................ 26.753,20
2. a Inversión Constructora Benéfica ... ... .. ... ... .. . . ....... 80.601,20
T o ta l ................ ... ... ............... ........................ 107.354,40
Pero esta inversión es mientras dura la obra. Al obtenerse la calificación definitiva de Viviendas Subvencionadas del Ministerio de la Vivienda, las 80.601.20pesetas se amortizan del siguiente modo:
Préstamo hopitecario ......................... .................................................... 26.924
Subvención a fondo perdido ........................ .................................... 30.000 = 56.924
Queda sin recuperar al final de la o b r a ............................................. 23.677,20
Es decir, un 28,50 por 100, aproximadamente, de la cifra invertida. Esta cantidad queda recuperada al percibir las mensualidades del beneficiario comprador de la vivienda, en la cifra y plazos que la Constructora le haya señalado, plazo que no podrá ser inferior a cinco años ni superior a diez.
En resumen: Las Constructoras necesitan un capital inicial de 80.000 pesetas por vivienda para comenzar las obras, del que recuperan 56.924, si consiguen los préstamos complementarios, y aun conseguidos, tienen que aportar 23.677,20 pesetas por vivienda, que sólo amortizarán muy a largo plazo.
Para atender a esta inversión, las Constructoras acuden a los procedimientos antes reseñados, con la diferencia de que, ahora, las cantidades a recaudar son casi diez veces mayores, por la restricción de la ayuda estatal y por la subida del coste de las viviendas.
X
¿Qué porvenir nos espera? ¿Qué porvenir aguarda, pues, a las Constructoras Benéficas? A pesar de todo lo expuesto, creemos que, aun
en las presentes circunstancias, es posible realizar una labor interesante de construcción de viviendas para el necesitado.
1. El solo hecho de que en los últimos cinco años se hayan construido más viviendas que en los quince anteriores nos obliga a pensar que ello era posible.
2. Pese a lo reciente de la fecha de implantación de las «Viviendas Subvencionadas» (1958), gran parte de los grupos construidos se han acogido a ellas, como puede comprobarse en el siguiente cuadro:
................. ...................... 65
índice
Q\
5
Protegidas ... ... .................. ... ................. 16Renta Limitada ... ............... . ........................ ... ... 34Subvencionadas ... ... .................................................. 22Tipo S o c ia l........................... ..................................... ... 4Urgencia so c ia l....................... 1Bonificables........................ 1
3. Por lo demás, si comparamos las viviendas construidas con las que están actualmente en construcción y en proyecto, llegamos a las mismas conclusiones:
Viviendas construidas................. .................................................... 21.147Viviendas en construcción........................... . ............................... 6.615Viviendas en proyecto.......................... . ...................................... 16.249
XI
No obstante, somos del parecer que debe crearse un clima más propicio para que las Constructoras Benéficas se desenvuelvan con más facilidad y eficacia.
Lo que puede hacer el Es- l . Por una parte, el Estado debería arbitrar un régimen tado* de favor para estas Entidades. No pueden ser tratados
lo mismo, ni lo son en ningún país, los constructores que lo hacen con ánimo de lucro, aquellos que construyen sus propias viviendas (Asociaciones, Colegios Profesionales, Empresas industriales o mercantiles para sus obreros, Cooperativas de edificación, Cámara de Propiedad, Diócesis y Parroquias) y, por fin, las Entidades Benéficas y las Cajas de Ahorros.
Estas últimas Entidades están en condiciones de movilizar un capital y un esfuerzo que en otras condiciones no existiría. Pueden, además, crear un ambiente de solidaridad y suscitar una conciencia y sentido sociales con inspiración religiosa que, como sucede en muchos casos, y en este mismo volumen dejamos constancia de uno, pueden aprovecharse para la promoción humana de esas clases humildes. Muchas personas que acudirían a la llamada de un sacerdote o de una institución religiosa, no lo harían del mismo modo tratándose de una iniciativa oficial.
En la última Ley sobre Viviendas Subvencionadas se prevé que, con carácter de excepción, el Instituto Nacional de la Vivienda pueda encomendar, a cualquiera de las Entidades oficiales promotoras, la construcción de viviendas de renta limitada, cuando se trate de atender necesidades graves y apremiantes y falte toda otra iniciativa (1). Si ya existe esta iniciativa, ¿por qué no se la protege?
En un país que no es confesionalmente católico, como Norteamérica, la ayuda exterior se ha realizado por medio de una organización religiosa de caridad y asistencia, debido a las garantías que ofrecía.
(1) Según el Programa Nacional de Ordenación de las Inversiones para 1960, serán 40.000 las viviendas afectadas por esta medida.
67
iOíndice
Por todas estas razones, creemos que está más que recomendado un trato especial para estas Constructoras Benéficas por parte del Estado.
Lo que pueden hacer las mis- 2. Por otra parte, estas Constructoras deberían esfor- mas Constructoras. zarse por multiplicar su eficiencia acudiendo a las me
didas siguientes:a) Aprovechar al máximo la colaboración de los propios usuarios, recurriendo,
si es preciso, a la sustitución de las Constructoras por Cooperativas de Construcción.b) Volver a la idea de Federación, iniciada y abandonada, ya que ello ahorraría
esfuerzos en todos los terrenos.c) Intentar crear un Fondo de capital, sobre todo con vistas a los préstamos
a corto plazo exigidos por el capital-puente.d) Fundar una Constructora con seriedad y garantía que acabase con el dilema
administración-contrata de una manera definitiva, o recurrir a la construcción en serie.
e) Luchar por una legislación más favorable a las Constructoras Benéficas.
El camino abierto a la es* Para cerrar estas líneas, tenemos que anunciar que el peranza. Secretariado Nacional de la Vivienda de A. C. ha reanu
dado su labor coordinadora y orientadora, que la Sección de Viviendas de Cáritas marcha con seguridad y que ha sido nombrado un representante de las Constructoras Benéficas en el Consejo Nacional de la Vivienda, recién instituido.
Todo esto nos permite esperar que las Constructoras Benéficas entren en una nueva fase de menos dificultades y mucho más rendimiento.
68
i Oíndice
C U A D R O
DIOCESIS CONSTRUCTORA
A l b a c e t e .................... Ptr. Virgen de los Llanos ...
A lic a n te ( O r ih u e la ) . C, B. V. del Remedio, Aligante .........................................
C. B. S. Francisco de Asís, Alicante .....................................
C. B. Ntra. Sra. de la Asunción, Elche ............................
D. P. D. Felipe Rinaldi .......
A lm e r ía ....... ............ Ptr. Virgen del Mar ...............
B a d a jo z ........... ........ C. B. Ntra. Sra. de la Soledad. C. B. San Francisco de Asís... C. B. Santa Eulalia (Mérida)...
B a rc e lo n a .................. C. B. Viviendas del Congreso Eucarístico ...............................
Cong. N. S. de la Estrada.Sección Viviendas ................
Ptr. de la Vivienda de San Ignacio .........................................
Ptr. Social de Parets del Valles.D. Ptr. D. Felipe Rinaldi .......
B ilb a o .......... ............ C. B. Nazareth ........................La Inmaculada, Centro S. Luis.D. P. D. Felipe Rinaldi .......
B u r g o s ..................... C. B. Patronal ........................C. B. Círculo Católico de
Obreros .....................................
C á c e r e s -C o r ia ......... A. B. iC. Virgen de Guadalupe, Cáceres ................. ..........
Ptr. San José, Coria ................
C á d iz ........................ P. V. Sagrada Familia ...........D. P. D. Felipe Rinaldi .......
C iu d a d R e a l ........... Cooperativa de Viviendas Protegidas de la Hermandad Ferroviaria de A. C ....................
S. C. B. San Luis ....................D. P. D. Felipe Rinaldi, Puer-
tollano .........................................
Fechaconstitución Construidos
En construcción Proyecto
1954 19 — 500
1954 32 68 300
(2 ) 1.726 399 412
1957 — 31 —(2 ) 134 (2) (1)
1956 — — 32
(2 ) (2 ) (2) (2)(2 ) (2 ) (2) (2)(2 ) (2) (2) (2)
1952 2.500 500 3.000
1959 — 91 15
(2 ) (2 ) (2) (2)(2 ) (2 ) (2) (2)(2 ) 136 (2 ) (1)
1960 — — —1954 99 — 200
(2 ) (2 ) (2) (2) ( 0
1955 23 — —
1909 288 — 97
1954 135 148 721954 24 6 24
1959 — — 64(2 ) (2 ) (2) (2)
1956 104 200 _1957 —- — 54
<2J (2) (2) (2 )
69
¡ oíndice
DIOCESIS CONSTRUCTORA Fechaconstitución Construidos
En construcción Proyecto
C iu d a d R o d r ig o ...... Ptr. Inmaculada Concepción ... 1957 — — 16
C ó r d o b a ...................., A. B. La Sagrada Familia ....... 1947 3.976 — —A. B. San Francisco de Asís,
Palma del Río ........................ (2) 360 — 130 (1)A. B. N. Sra. de la Salud, Cas
tro del Río ............................ (2) (2) (2) (2)D. P. D. Felipe Rinaldi, Mon-
tilla y Pozoblanco .................... (2) 144 (2) (2) (1)
C u e n c a ..................... , P. B. Inmaculada Concepción de A. C ., Horcajo de Santiago ............................................ (2) (2) (2) (2)
G e r o n a .................... P. Sta. Cruz de la Selva ....... 1957 — 20 80P. Pío XII ..................................... 1945 — — —Viviendas por Un Mundo Me
jor, Figueras ............................ 1956 — 40 —P. Parroquial Olotense «El Por
tal», Olot ................................. 1958 12 48 —
D. P. D. Felipe Rinaldi ............ (2) 105 — 90
G ra n a d a .................... B. C. N. Sra. de las Angustias. 1948 236 204 —C. B. San Francisco Javier ... 1956 67 — 50
G u a d ix -B a za ........... C. B. iCáritas Interparroquial, Baza .............. ............................. (2) _ _ 50
Hmdad. C. Ferroviaria ............ (2) (2) (2) (2)
H u e lv a ..................... A. B. C. Virgen de la Cinta. 1955 96 — —
H u e s c a ..................... Hogar de San Vicente de Paúl. 1957 — 6 6D. P. D. Felipe Rinaldi ....... (2) 50 (2) (2) (1)
Jaén ........................... P. Stma. Virgen de la Capilla. 1959 18 — 30A. B. C. San Vicente de Paúl. 1959 — 40 10D. P. D. Felipe Rinaldi ........... (2) (2) (2) (2)
L a s P a l m a s .............. C. B. San José Artesano ....... 1959 — — —P. B. Parroquial de la Vivien
da, S. C. de la Palma ....... (2) (2) (2) (2)
L e ó n .......................... P. de San Isidoro .................... 1952 100 15 —
L é r id a ........................ P. Diocesano del Hogar ....... (2) 64 32 96
L o g ro ñ o -C a la h o rr a . . C. B. Caritas Riojana ............ 1959 — — 30P. B, Viviendas San José ... (2) (2) (2) (2)
M a d rid ....................... Ptr. Madrileño Virgen de la Al- mudena ............................... . 1951 1.451 964 3.118
C. B. Hogar del Empleado ... 1951 1.760 1.308 —La Constructora B. Asociación
de Caridad ............................... 1875 443 110 70
70
i Oíndice
DIOCESIS CONSTRUCTORA
M a d r id .................... C. B. «Belén)) ........................D. P. D. Felipe Rinaldi .......
M á la g a . . . . ............... C. B. del Sagrado Corazón ...A. B. Cristo de la Vera Cruz,
Estepona ....................................D. P. D. Felipe Rinaldi, Ronda.
M a llo rca .................... C. B. Virgen del Lluch ............B. C. Hermandad Obrera Cris
tiana ............................................
Menorca ................. P. Virgen de Monte-Toro, Ciu-dadela .........................................
M o n d o ñ e d o ........... P. Construcciones S. Rosendo.
M u rc ia .................... C. B. San Vicente de Paúl ...C. B. La Purísima ..................C. B. San Vicente de Paúl
(filial), Molina del Segura ... C. B. ((Los Angeles)), Abanilla. C. B. Ntra. Sra. de la Fuen
santa ...........................................C. B. del Buen Suceso, Cieza. C. B. San Fulgencio .................
O v ie d o .................... C. B. Sta. María de Cova-donga ...........................................
E. C. B. «Mutua Diocesana de •Casas Sacerdotales del Arzobispado de Oviedo» ................
A. B. C. Ntra. Sra. de Cova- donga, Gijón ...........................
P alien cia ................. D. P. D. Felipe Rinaldi, Astu-dillo ............................................
P a m p lo n a ................ D. P. D. Felipe Rinaldi ...........
P la s e n c ia ................ P. B. Constructora Ntra. Señora del Puerto ....................
G. B. Ntra. Sra. de la Victoria, Casa Arciprestal-Trujillo ...
S a la m a n ca .............. P. B. Sta. Teresa de Jesús ...D. P. D. Felipe Rinaldi, Béjar.
S an S e b a s tiá n ....... C. B. Ntra. Sra. de Izaskun,Tolosa ........................................
P, C. de la Sgda. Familia, Irún. C. B. San Ignacio de Loyola,
Azpeitia (Casa de Loyola) ...
Fechaconstitución Construidos
En construcción Proyecto
(2 ) (2 ) (2) (2 )(2 ) (2 ) (2) (2 )
1948 — — - -
1950 70 — 500(2) 168 (2) (2) (1)
1954 40 — —
1957 — 10 28
1954 36 11 16
(2 ) (2) (2) (2 )
1958 — 96 6801959 — 12 —
1959 — 36 —
1959 _ 10 —
(2 ) (2 ) (2) (2 )(2 ) (2) (2) (2 )(2 ) (2 ) (2) (2 )
1950 — — 48
1957 8 16 100
1950 556 102 —
(2 ) (2) (2) (2)
(2 ) 112 (2 ) (2) (1)
1954 — — —
1955 27 — —
(2 ) (2 ) (2) (2 )(2 ) 60 (2 ) (2) (1)
(2 ) 88 — —
1954 24 — 24
1955 48 — , —
71
i Oíndice
DIOCESIS CONSTRUCTORA Fechaconstitución Construidos En construc*
ción Proyecto
S ta . C . d e T e n e r ife . C. B. Pío XII ............................ (2) (2) (2) (2)
S a n ta n d e r ................ C. B. Santiago el Mayor ....... 1949 239 4 300
S a n tia g o d e C o m p . C. B. La Sgda. Familia, Co- ruña ............................................. 1953 252 210 1.750
P. B. Ntra. Sra. de Fátima ... (2) 5 56 (2) (1)
S e v i l la ..................... P. D. del Hogar de Nazareth... 1952 100 1.152 —R. P. de Casas Baratas ........... (2) 1.000 — 3.000 (1)C. B. San José, La Rinconada. (2) (2) (2) (2)D. P. D. Felipe Rinaldi ....... (2) 12 (2) (2) (1)D. P. D. Felipe Rinaldi, Car-
mona ................ .......................... (2) (2) (2) (2)D. P. D. Felipe Rinaldi, Mo
rón de la Frontera ................ (2) (2) (2) (2)
T a ra zo n a ................. A. B. P. San Prudencio ....... 1959 — — —
T o r to sa .................... D. P. D. Felipe Rinaldi, Bu- rriana ......................................... (2) 52 (2) (2) (1)
V a le n c ia ................... P. B. Ntra. Sra. de los Desamparados .......... ............................ 1929 1.509 (2) (2) (1)
D. P. D. Felipe Rinaldi ....... 1949 1.218 267 938
V a lla d o lid ............... P. San Pedro Regalado ............ 1951 472 129 —P. S. Católico de la Vivenda... 1959 — 19 —
V ig p .......................... P. B. San Pablo ..................... (2) (2) (2) (2)D. P. D. Felipe Rinaldi ........... (2) 44 (2) (2) (1)
V ito r ia ..................... A. B. C. San José .................... 1948 70 — —C. Alavesa de Viviendas «Mun
do Mejor» ................................. 1956 160 158 110
Z a m o r a .................... C. B. Jesús O brero.................... 1958 — — —
Z a ra g o za ................. C. B. «Hogar Cristiano» ....... 1949 680 153 339
T ótales : Constructoras, 111. 21.147 6.615 16.249
(1) Datos correspondientes al año 1956.(2) No existen datos.
iOíndice
U N NU EV O TIPO DEP o r D . J O S E R A M O N O T E R O P U M A R E S , C o n s e j e r o N a c io n a l d e ia V iv ie n d o , P re s id e n te d e H e r m a n d a d e s
VIVIENDA d e l T r a b a jo , V ic e p r e s id e n t e d e l P a t ro n a to d e N u e s t ra
S e ñ o ra d e la A lm u d e n a .
Don José Ramón Otero Fumares es personalidad sobradamente conocida en el campo de la construcción benéfica, donde ha obtenido éxitos que le han llevado al Consejo Nacional de la Vivienda, como representante de las C. B. de la Iglesia.
Su experiencia le ha permitido vivir los constantes problemas financieros de la vivienda modesta, problemas que han pretendido resolverse reduciendo superficies y calidades. El señor Otero propugna acertadamente un nuevo tipo de vivienda, en la cual lo que se reduce son los acabados, remates y aquellas partes capaces de ejecutarse a posteriori, sin perjuicio de la habitabilidad. Por este procedimiento no disminuye el tamaño ni las unidades fundamentales, cosa que después es absolutamente imposible de remediar, y obtiene una vivienda capaz que cumple, en principio, con su destino y que llevará al beneficiario a ir rematándola por su cuenta, lentamente, pero dentro, siempre, de sus posibilidades económicas.
La experiencia nos dicta que las Constructoras Benéficas no deben salir de su tipo de vivienda económica.
Abominamos la llamada vivienda de tipo social porque* tal como está concebida, no cubre las necesidades permanentes de la familia.
En 38 metros cuadrados habitables sólo caben dos dormitorios capaces y, por lo tanto:a) Es «antisocial»: parece preparada para los estratos subinferiores de la sociedad.b) Es «malthusiana», porque sólo caben en ella el matrimonio y dos hijos y, por lo
tanto, impide la procreación.c) «No es cristiana», porque, al administrarla, queda establecida una diferenciación
acusada entre los mismos miembros de la Iglesia, por razón de sus posibilidades económicas.
d) No son «sólidas», porque el presupuesto de 950 pesetas no permite hacer obra duradera.
é) Son de «muy difícil» administración, porque, generalmente, en este tipo de viviendas hay personas sin rentas de trabajo.
❖ * *
Sin embargo, convendría mejorar su superficie y el costo de su metro cuadrado cons-
73
in
índice
truído, en bien de todos, y así que sea construida por el Estado, o las organizaciones paraestatales y las Constructoras Benéficas.
Con vistas a esta exclusividad viene montado el sistema de su financiación, el cual no puede ser más favorable: 80% del presupuesto general, como anticipo sin interés, por 50, 40, 30 ó por 25 años.
Esta facilidad en la financiación o protección ya impide que este tipo de vivienda venga a nosotros.
* * *
Ideemos un nuevo tipo de viviendas que merezca la protección de la Ley, cubra las necesidades de una familia normal y cuyo valor en renta o en rentas sea fácilmente asequible para los beneficiarios.
EL TIPO DE VIVIENDA
«Hoy» tiene que denominarse «subvencionada» (porque la Ley de 1957 «así lo determina») la vivienda que estudiamos.
Esta hay que concebirla para familia normal, compuesta de matrimonio y 4 ó 5 hijos. Para familias numerosas bastaría con agregar un dormitorio; pero únicamente cuando el número de miembros de la familia que convivan llegue a 10.
ESTUDIO DE LA VIVIENDA TIPOMetros
1 dormitorio de 3 X 3 — 9 m2 construidos, cuadrados
3 dormitorios X 10 m2 ...................................... ......................... .. 301 comedor de 4 X 4 m. (incl. balcón-terraza) ................................ 161 cocina de 2 X 3,5 m ............................................................................. 71 cuarto de aseo de 3 X 2 m ........................................ 61 vestíbulo de 2 X 1,5 m . .......... .............................. ........... . .. 3
T o ta l ..................................... 62
que, aproximadamente, dan los 50 metros cuadrados habitables.
* * *
En una vivienda de este tipo caben las 7 y 8 personas sin agobios.En cada dormitorio, usando de las camas hasta corrientes, de 1,90 X 0,80 ó 0,90 m.,
pueden colocarse muy bien dos camas. Es decir, que tenemos:
74
índice
Personas
En su dormitorio, el matrimonio ... ................................................... 2En cada alcoba, dos camas; o sea, dos dormitorios X 2 camas ... 4
T o ta l ................ . .. ........... 6
Los aumentos de familia nunca serán temibles, porque se puede recurrir a las camas literas, las cuales, al ganar altura, dejan espacio libre para colocar en éste otra cama normal, y, en tal caso, los dos dormitorios son capaces, sin ahogos, de seis personas, que, con el matrimonio, dan las ocho personas.
* * *
Otras características de este tipo de vivienda:Una gran reducción en su valor, impuesta por el arquitecto autor del proyecto, que
se atendrá a estas condiciones:a) Una cimentación extraordinariamente fuerte.b) Aislamiento eficaz entre ésta y los muros de carga, en evitación de humedades
por capilaridad.c) Muros de carga hechos a conciencia.d) Forjados sólidos y perfectamente probados para resistencias muy superiores a las
que se suponen para un uso corriente.e) Instalación general eléctrica, que pueda permitir el uso de 3.000 V./) Caídas de aguas de buena sección y sólidas.g) El resto de la obra, el corriente en las viviendas de tercera categoría.h) Supresión de aquellas unidades de obra que no son absolutamente necesarias y
que el beneficiario podrá ir agregando cuando las condiciones económicas se lo permitan, tales como:
— Mejor solado.
— Termo sifón.
— Puertas en los dormitorios, salvo en el de matrimonio y en el cuarto de aseo. (Los cercos deben quedar instalados, por mejor conservación de los tabiques.)
— Armarios empotrados.
— Rodapiés.
— Puntos de luz (no indispensables).
— Pintura de los lienzos de paredes y techos. (Unicamente se pintarán al óleo las maderas, por necesidad de su conseravción, y los hierros de la terraza.)
— Alguna otra no prevista aquí: herrajes, decoraciones, cerrajería, sustitución de alicatados por bruñidos, etc.
75
i Oíndice
Este tipo de vivienda, si se hiciera de un modo normal y completo, lor de:
tendría un va-
Pesetas
62 m* X 1.451,50 pesetas .......................................................................... 89.993En cifras redondas............................................................................... . . . 90.000
Al suprimir las unidades juzgadas como innecesarias, se reduciría el costo en cifra muy aproximada a las 20.000 pesetas.
De donde:90.000 pesetas
— 20.000 »
70.000 »
* * *
¿Se aceptaría este tipo de vivienda por el Ministerio para el goce de los beneficios de la Ley? Creo que sí, y si fuese necesario recurrir al Consejo de Ministros, convienehacerlo.
En este supuesto favorable, la vivienda de 50 m2 útiles = 62 de construcción, da un valor real de 70.000 pesetas.
Se obtendría: Pesetas
Por subvención................ . . . . ................................................................ 30.000Por préstamo hipotecario, a razón de 400 por m2, 62 X 400 ... 24.800
54.800
Valor real de la vivienda de 50 m2 ú t i le s .......... ............................... 70.000Protección del Estado ................................................................................ 54.800
Luego quedan sin protección.......... .................................................... 15.200Aportación del beneficiario ................................................. ................ 15.200
La obra, así, queda e n .................................................................. 0
FINANCIACION
Pero, para llegar a este final, es necesario comenzar con los gastos del proyecto, replanteo, licencias municipales, acopio de materiales, sobre el solar que compremos:
Comienzan los gastos. Es necesario disponer de dinero.
. 76
índice
SIGAMOS ESTE ORDEN:
Una Constructora Benéfica no puede ser un ente teórico con vida sólo en sus Estatutos.
Debe tener, en pleno dominio, libre de cargas, los terrenos sobre los cuales funda su razón social.
A falta de solares, disponer, por lo menos, del capital suficiente que pueda concretarse a un 25 % de su proyecto de obras, para proyectar y poder construir.
Entremos— esto aceptado—en la financiación de la vivienda tipo.
Pesetas
Primera aportación de la Constructora Benéfica en terrenos; 15 %del presupuesto general.................................................. ................. 11.500y en metálico: 10% ... ............................................................. .. 7.000
Ambas cifras recuperables en el tiempo que señale la Constructora (no inferior a 5 años): T o t a l ...................................... 18.500
Segunda aportación (inmediata) del beneficiario ... ..................... . 15.200
T o t a l .......... ........................... ........................................... 33.700
Tercera aportación: Préstamo hipotecario después de obtener la calificación provisional................................................................... .. ... 24.800
Con las primeras aportaciones llegamos a ... ...................................... 58.500Faltan (15% )............................... ................................... 11.500
70.000
Pero hay que terminar la obra y recuperar el dinero anticipado por la Constructora, y para lograrlo hay que merecer la Calificación definitiva, después de terminadas las construcciones y dispuestas para su habitación.
Solución: Un préstamo, con garantía personal, endosando al prestamista la Subvención de 30.000 pesetas...................................... 30.000
Certificación fin a l............................................................... ... ................. 11.500
Sobrante de la Subvención.............. . ........................ 18.500
Recuperación, por la Constructora, del valor del terreno y del metálico invertido...................................................................................... 18.500
La operación queda en . . . .................. ........................... 000
77
i Oíndice
i Oíndice
Posición, ofrecimiento y petición de Cáritas Española
PorD. JESUS GARCIA VALCARCEL, Director Nacional de Cáritas
Española.
El articulista no necesita presentación. Fruto de su gran experiencia es la promoción de varias entidades constructoras, en las que ha adoptado distintas fórmulas, según las posibilidades que se ofrecieron en cada caso. Resume aquí, de una manera global, la posición de Cáritas Española en la coyuntura actual de España.
Como conclusión de los estudios anteriores y de la experiencia de las 111 Benéfico- Constructoras existentes en España* la posición de Cáritas Española* en relación con los problemas económicos de la vivienda social obrera* puede formularse de la manera siguiente:
1. ° La vivienda social obrera debería ser de unos 60 metros edificados* que permitieran cocina* comedor y tres dormitorios. Podrían dejarse sin terminar algunas unidades de obra para que las acabara* a medida de sus posibilidades* el obrero propietario; pero nunca debería construirse una vivienda de menor extensión o con las partes fundamentales poco sólidas o imperfectas.
2. ° La anterior casa de 60 metros* terminada* hoy día no cuesta* por término medio* más de 85.000 pesetas* incluido terreno y urbanización* según se ha comprobado en las 20.000 viviendas construidas por las Benéfico-Constructoras.
3. ° Como consecuencia de lo anteriormente expuesto* si tenemos en cuenta que el Estado da 30.000 pesetas de subvención* la vivienda puede y debe llegar al obrero a pesetas 55.000* sin perjuicio de cobrarle aparte lo que le corresponda* para que las barriadas tengan centros religiosos* sociales y culturales.
Si se alquila* la renta no deberá exceder de 250 pesetas mensuales.4. ° La anterior vivienda* sin servicios religiosos* sociales ni culturales* se está ven
diendo al obrero a 117.000 pesetas* más las 30.000 de subvención del Estado* que quedan a favor del empresario constructor, o se alquila por 500 pesetas al mes.
5. ° El Estado tiene poderosas razones para no otorgar la subvención y el préstamo complementario hasta después de terminar las casas* entre las cuales destacan:
a) El provocar que se movilice el capital privado* a razón de 85.000 pesetas por vivienda* con el acicate de poder obtener un alto beneficio.
b) Por las mayores garantías que supone el pago al final que al principio.
6. ° La sociedad española ha cometido el grave pecado colectivo de no movilizar un capitalismo popular cristiano para financiar las Benéfico-Constructoras* como se ha hecho
79
in
índice
en otras naciones del mundo, en las que, con leyes menos buenas que las españolas, la sociedad ha colaborado para que llegaran todos los beneficios de las mismas al mundo obrero: sirva de ejemplo la diócesis de Colonia, en Alemania, que en un solo año puso a disposición de su Obispo el equivalente a setecientos millones de pesetas como capital circulante para sus Benéfico-Constructoras. Si Cáritas Española se hubiera podido presentar ante el Gobierno con cientos de miles de socios y miles de millones de pesetas de capitalismo popular cristiano, es indudable que hubiera conseguido del Gobierno, desde el primer momento, prioridad en las subvenciones y en los préstamos complementarios; pero desde el momento en que la sociedad española no ha cumplido con este deber de comunicación cristiana de bienes, y las Benéfico-Constructoras no han tenido otras fuerzas económicas que las que les han dado unas tómbolas y limosnas de una minoría virtuosa, la consecuencia lógica ha sido que se han convertido en constructoras los únicos que tenían miles de millones para afrontar la construcción: las entidades parabancarias, las benéficas de las Cajas de Ahorros y las entidades políticas y sindicales, no habiendo conseguido ninguna de ellas, en distintos grados y medidas, que los altos márgenes permitidos por la Ley queden en beneficio del obrero.
7. ° Desde el momento en que, en las entidades privadas, una casa que cuesta 85.000 pesetas se vende al obrero a 147.000, y las 85.000 pesetas se consiguen con las 30.000 de subvención, las 30.000 de créditos complementarios a veinte años y las 25.000 que se le piden en mano al comprador, es imposible para las Benéfico-Constructoras conseguir los créditos complementarios, puesto que todas las Instituciones que tienen dinero lo utilizan para montar ellas, directa o indirectamente, sus correspondientes constructoras.
8 . ° Sería conveniente, en relación con las Benéfico-Constructoras y la Obra Sindical del Hogar, el no otorgar cantidad fija alguna como subvención a fondo perdido, sino un crédito hipotecario del 85 por 100 del valor de la construcción, al 5 por 100, durante veinte años. Esta hipoteca debería estar compuesta de dos sumandos: uno de 36.250 pesetas por vivienda y otro de 600 pesetas por metro cuadrado.
La vivienda se debería vender por el 15 por 100 de su coste, más el pago, por parte del beneficiario, de una mensualidad de 250 pesetas, para amortizar la hipoteca, y el resto de lo que faltare para la anualidad de amortización sería lo subvencionado por el Estado. Esta subvención standard sería revisable anualmente, con arreglo al índice de salarios, de tal forma que la cantidad que debiera pagar el obrero genérico fuera un porcentaje fijo de su salario medio. La enajenación de la vivienda llevaría consigo la pérdida de la subvención.
9. ° Es justo y altamente conveniente que, en la medida de lo posible, se otorguen facilidades de financiación y beneficios a la construcción de viviendas de clase media del orden de 120 a 180 metros cuadrados, dando preferencia a las empresas que se movilizaron como consecuencia de la anterior legislación sobre viviendas de Renta limitada.
10. Para las casas de categoría de lujo debe haber libertad, pero ningún privilegio.
OFRECIMIENTO
l.° Cáritas Española, por medio de sus 111 Benéfico-Constructoras, se ofrece como instrumento eficaz para hacer llegar la totalidad de los beneficios concedidos por la Ley, directamente, al mundo obrero, sustituyendo el natural ánimo de lucro de las empresas mercantiles y la falta de agilidad de otras estructuras por un espíritu religioso y patriótico
80
i Oíndice
suficiente para colaborar con el Gobierno en la solución del dramático problema de la vivienda social obrera, haciendo que las casas lleguen a los beneficiarios a 55.000 pesetas, en vez de a las 117.000 pesetas, como ahora sucede.
2.° Todas las Benéfico-Constructoras han funcionado bien, sin más dificultades que la de no conseguir préstamos complementarios y cobrar con mucho retraso las subvenciones ofrecidas, pero merecen especial mención los dos tipos siguientes:
a) Benéfico-Constructoras presididas por el señor Obispo, con doce Consejeros, de los cuales cuatro son obreros elegidos entre los propios beneficiarios de las viviendas, cuatro representantes de personas cristianas que han facilitado capital circulante y cuatro técnicos de clase media que, como todos, colaboran gratuitamente.
No ha habido un solo incidente y, trabajando los propios obreros que se están construyendo sus casas, en equipos de cien hombres, únicamente de 7 a 11 de la noche y media jornada los domingos, así como algunos sábados que las empresas les conceden para mientras se construyen la vivienda, se ha conseguido una aportación de trabajo superior a las 25.000 pesetas por casa.
b) Empresas mixtas, constituidas por empresarios y obreros, que han procedido de forma análoga al caso anterior.
Resulta inadmisible que la tínica razón por la cual no se han podido desenvolver prósperamente las Benéfico-Constructoras haya sido el no poder conseguir los préstamos complementarios y ni siquiera el pago de subvenciones con puntualidad.
P E T I C I O N
Cáritas Española solicita del Gobierno:l.° Un anticipo de 600.000 pesetas sin interés, o con el interés legal, para finan
ciar a todas las Benéfico-Constructoras, sobre las bases siguientes:
a) No les facilitará más crédito que aquella cantidad que no supere a su patrimonio.
b) No se les facilitará más de 60.000 pesetas por casa.
c) Se les entregarán las cantidades contra certificados de obras.
d) Todas las Benéfico-Constructoras responderán mancomunadamente, de forma que cualquier fallida será prorrateada entre todas.
e) Terminadas las casas, Cáritas Española mandará la oportuna certificación al Ministerio de la Vivienda, que le repondrá las 30.000 pesetas de subvención a fondo perdido por cada casa, y enviará otra certificación al Ministerio de Hacienda, que le repondrá, a través de la Institución que él mismo señale, 30.000 pesetas, a crédito en primera hipoteca, a veinte años y al 5,50 por 100.
81
índice
2 . ° Las entidades Benéfico-Constructoras y la Obra Sindical del Hogar tendrán, en paridad, preferencia absoluta para disfrutar de las subvenciones y préstamos complementarios.
3. ° Si se modificase el régimen de subvenciones o créditos complementarios, continuará la anterior preferencia, en relación con los nuevos privilegios y beneficios que se otorguen por las leyes futuras a las viviendas de tipo social.
4. ° Los técnicos o funcionarios podrán dispensar, total o parcialmente, de sus honorarios a las Benéfico-Constructoras, y cuando se trate de viviendas iguales, los honorarios sobre la segunda casa y sucesivas serán, como máximo, del 25 por 100.
RESUMEN FINAL
Si el Gobierno aceptara el anterior ofrecimiento de la Cáritas Esupañola, estamos convencidos de que con todas las Benéfico-Constructoras presididas por los señores Obispos, en santa emulación de precios y calidades de obras con la Obra Sindical del Hogar, se harían llegar todos los beneficios de la legislación española directamente al mundo obrero, que elegiría su casa a través de una de las dos Instituciones, sin necesidad de difíciles trámites burocráticos. Y quien consiguiera más encargos de casas cobraría más subvenciones y créditos de los correspondientes Ministerios de la Vivienda y de Hacienda.
N. B.—Por omisión involuntaria, en el artículo de D. Jesús García Valcárcel se han saltado dos ideas que, por su importancia, no deben quedar silenciadas en el presente trabajo:
1. a Que es necesario un mayor alcance y eficacia en la política del suelo.
2. a Que la organización de las Benéfico-Constructoras puede, de momento, construir20.000 viviendas al año, y fácilmente, y en breve tiempo, ampliar su actividad.
82
índice
APENDICE
I
Sistemas de financiamiento de los programas de la vivienda en Europa(1)
Por D. FRANCISCO ALCALA
I. Desnivel entre los precios de las viviendas y el poder de compra
Según un informe del Director General de la Oficina Internacional del Trabajo, «el problema que tradicionalmente se ha planteado en materia de vivienda obrera es el de que las viviendas deseables han estado siempre fuera del alcance de la gran mayoría de los trabajadores».
En España, el problema de la vivienda, en el fondo, también se reduce a esto; pero el fenómeno no es exclusivo de nuestra Patria, sino que afecta, en mayor o menor medida, a todos los países.
Por esto, no basta con fomentar la construcción de viviendas si las categorías modestas, que son la mayor parte de la sociedad, no tienen medios para pagarlas.
No basta con proclamar el derecho a una vivienda digna, ni basta con fijar las dimensiones y la distribución óptimas, las condiciones sanitarias y los elementos de un mínimo confort indispensables para que las viviendas puedan cumplir con la función social que les corresponde.
Hay que estudiar las medidas a tomar para
(1) Como bibliografía general sobre el tema pueden consultarse las siguientes publicaciones de las Naciones Unidas:
«Financiamiento de los programas de Vivienda y de mejoramiento de la Comunidad».— Naciones Unidas, Nueva York.— E /C N . 5/323. S T /SoA /32 . Febrero, 1957.
«La situation du logement en Europe».—Na- tions Unies. Généve, 1956.
«Estudio sobre tendencias y política de la vivienda en Europa».— Secretariado Comisión Económica Europea.—Naciones Unidas.— Ginebra, 1957.
capacitar a todas las familias de modo que puedan atender a las cargas normales de un hogar.
Para ello ayudará mucho considerar las experiencias llevadas a cabo en otros países. Pero, ya que las recomendaciones de orden práctico que puedan deducirse de esta confrontación únicamente pueden aplicarse a las condiciones concretas de cada país o de un grupo de países de características análogas, sólo vamos a referirnos a Europa.
Con anterioridad a la segunda guerra mundial ya existía escasez de viviendas en algunos países europeos. Pero la guerra agravó el problema considerablemente, no sólo por las viviendas que fueron destruidas, sino por las que dejaron de construirse en la guerra y en la postguerra. Tanto que, si se tiene en cuenta el aumento del número de familias, la necesidad de reponer viviendas caducas y el deseo de mejorar la vivienda, por la elevación de los ingresos de las clases trabajadoras, se puede decir que la situación no ha mejorado sensiblemente con relación a los años de la anteguerra. Claro que el panorama es distinto en aquellos países en que las condiciones de la vivienda ya eran buenas, como Escandinavia y el Reino Unido, y en los que la situación era difícil, como en el sur y este de Europa y en Francia.
Refiriéndonos sólo a nuestro vecino país, según los datos que nos vienen de allí, 29 millones de franceses carecen de vivienda propiamente dicha. Para acabar con este déficit en un plazo de diez años sería necesario construir 530.000 viviendas anuales; 360.000, si en veinte
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años, y 300.000, si en treinta años. En los últimos catorce años se han construido 1.400.000 viviendas, o sea, 100.000 por año. En 1957, 275.000; en 1958, 290.000. Para 1959 se pretendía llegar a 300.000, aunque se dudaba de la posibilidad de alcanzar esta cifra. O sea, que han de transcurrir más de treinta años para que el problema de la vivienda sea resuelto satisfactoriamente en Francia.
Aun ciñendo nuestro estudio a Europa es muy difícil hacer generalizaciones sobre procedimientos para financiar la vivienda y sobre la importancia dada a este problema dentro del cuadro general del desarrollo económico. Sólo una circunstancia es común en todos los países europeos a partir de la segunda guerra mundial, y es el hecho de que los fondos pú
blicos han constituido, en casi todos ellos, la parte principal del financiamiento. Hoy día se está revisando este proceder, aunque, por lo que parece, no se ha encontrado aún otra medida más hacedera.
Los países del sur de Europa, entre los que se encuentra España, dada la menor cuantía de los ingresos estatales y la mayor exigencia de atender a otras inversiones de desarrollo económico, han de limitar mucho los presupuestos destinados a los planes de la vivienda, y se ven en la necesidad de estimular y acudir a las Cajas de Ahorros, las Compañías de Seguros, las Cooperativas, las Sociedades de construcción, las Sociedades de crédito cooperativo, los Bancos hipotecarios y otros recursos para movilizar y encauzar el ahorro voluntario.
II. Medidas adoptadas para acortar esta distancia
Ante el desnivel entre el precio de la vivienda y el poder adquisitivo de la mayoría de los ciudadanos, las medidas que pueden adoptarse, y que de hecho se han adoptado, pueden agruparse en tres apartados:
1. Socialización o municipalización de la construcción de viviendas.
2. Reducción del precio de la vivienda.3. Aumento del poder de compra o los in
gresos de las clases modestas.
No nos referimos ahora a la vivienda levantada principal o exclusivamente por el esfuerzo del futuro usuario. Este modo de financiamiento, que era frecuente antes de la segunda guerra mundial, ha disminuido en gran escala después de la misma y ha quedado casi reducido a las zonas rurales del sur y del este de Europa, incluida la Unión Soviética.
Aun en estos casos suelen bajarse las tasas de interés y concederse exenciones tributarias.
En Europa occidental, más de la mitad de las construcciones, ya en 1953, fueron objeto de asistencia directa. En algunas naciones, como los Países * Bajos, el 98 por 100 de las viviendas construidas han sido, en mayor o menor grado, subvencionadas por el Gobierno.
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1) Este apoyo ha tomado, en algunos países, la forma de s o c ia liz a c ió n o m u n ic ip a liza c ió n d e la in d u s tr ia d e la co n s tru c c ión . Los ejemplos más característicos de este sistema son Rusia e Inglaterra. En la U R S S , la casi totalidad de viviendas urbanas ha sido construida por empresas oficiales. El alquiler es generalmente reducido, ya que el alquiler básico máximo es de 1,32 (a veces, 1,65) rublos por metro cuadrado en todos los edificios propiedad del Estado.
Lo que significa que, en general, los alquileres de las casas corrientes varían entre un 4 y un 6 por 100 de la media de salarios de la clase trabajadora. El alquiler máximo permitido con relación a los ingresos es muy reducido y, cuando el espacio neto ocupado excede de una superficie máxima fijada según el número de personas que componen la familia, se triplica el importe del alquiler, pero sin llegar éste a ser prohibitivo. Así, la diferencia de calidad de la vivienda no es muy sensible.
Las utilidades de las Empresas estatales dedicadas a la vivienda se integran con el presupuesto del Estado para atender a esta inversión.
i Oíndice
Para los que desean construir su casa en régimen de propiedad, sobre todo en zonas rurales, el Estado concede préstamos con grandes facilidades.
Por lo que toca a Inglaterra, el 80 por 100 de las viviendas las construyen los Municipios, tomándolo todo a crédito del Banco Nacional de Créditos, que financia, casi en su totalidad, la construcción de viviendas de tipo social.
El interés es del 4,25 por 100, y el plazo, de sesenta años. El otro 20 por 100 lo construyen empresas cooperativas o benéficas y las industrias para sus obreros. Estas entidades privadas invierten un 10 por 100 de capital propio y toman el otro 90 por 100 de los Municipios, que recargan un 0,25 por 100 el tipo a que ellos lo han sacado del Banco Nacional. De este Banco, por tanto, procede el 98 por 100 del dinero invertido en viviendas.
Aun así, todavía el precio de la vivienda no está al alcance de los ingresos, y el Estado tiene que acudir de nuevo, concediendo los «auxilios de alquiler».
2) El segundo modo de apoyo estatal al financiamiento de la vivienda se produce en forma de redacción de precios de la misma. La reducción de precios se puede conseguir por diversos medios:
a) Bloqueo de alquileres. Medida adoptada en algunos países (Inglaterra, Francia) y de resultados muy discutibles. Favorece injustamente a algunos inquilinos, no siempre los más necesitados, y paraliza la construcción e incluso la restauración y el mantenimiento de los edificios. La inflación suele acentuar hasta lo increíble los inconvenientes de esta medida.
b) Esfuerzo técnico para reducir el coste de la vivienda. De hecho, la técnica de la construcción no ha crecido al ritmo de la de otros sectores económicos. Los países más atrasados van adoptando procedimientos que rebajan grandemente el precio de las viviendas.
En Checoslovaquia, por ejemplo, las 8.500 pequeñas empresas de construc
ción que existían en 1948 fueron sustituidas en 1953 por 460 empresas. En Polonia, los 50.000 obreros empleados en 1949 por las pequeñas constructoras quedaron reducidas a un número mínimo. En Hungría se reorganizó por completo la industria de la construcción, y en 1954 había una industria más importante, que empleaba 250.000 obreros.
La reducción del coste por vía técnica no debe orientarse hacia la reducción excesiva de la superficie de la vivienda, como pasó en Alemania, ya que la familia exige un mínimo de espacio, ni en la baja calidad de los materiales, como en el empleo de madera en Rusia, en lugar del cemento, ya que, a la larga, las reparaciones necesarias neutralizarán con mucho el ahorro inicial.
c) Ayuda financiera. En sus diversas formas de exención de impuestos (procedimiento muy extendido en toda Europa); primas y subvenciones, en forma de dinero o de materiales, a las empresas o a los usuarios (en Noruega, estas subvenciones ascienden al 18 por J00 del costo del edificio; en los Países Bajos, al 35 por 100, y en Grecia y Portdgal, hasta el 40 por 100); préstamos a tasas reducidas o hipotecas con garantía del Estado; prestación gratuita o barata de solares, urbanización y servicios; apoyo a las entidades constructoras sin fines lucrativos, como las Constructoras Benéficas, las mismas Empresas, las Cooperativas, etc.
Como ejemplo de los procedimientos relacionados en este párrafo tenemos que citar aquí los Países del Norte de Europa, donde a base de segundas y terceras hipotecas, con tipos de interés y plazos de amortización favorables, llega a cubrirse casi el total del costo de la vivienda.
En Alemania, el 30 por 100 del costo de la vivienda se obtiene, en primera hipoteca, del mercado privado de capitales; el 45 por 100, del Estado, en forma de segunda hipoteca, y el 25 por 100 restante, del esfuerzo directo de los propios constructores, por créditos per-
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sonales o cooperativos, anticipo de las empresas a sus trabajadores, etc., etc. El Gobierno Federal y las instituciones bancarias han llegado a un acuerdo, en virtud del cual dedicarán a vivienda el 50 por 100 de préstamos a largo plazo, debiendo destinar, por lo menos, el 75 por 100 a subvencionados. Con miras a los económicamente débiles, el Estado de la República Federal concede unas ayudas pro-vivienda en proporción a los ingresos, al número de hijos y al ahorro realizado por los mismos usuarios.
Como se echa de ver, la concesión de préstamos ha sido el sistema más generalizado en los países europeos, y en la Europa occidental, con toda seguridad, el más importante. Por lo general, estos préstamos los concede la Administración Central, pero en algunos países, como Austria, Alemania y Suiza, proceden, a veces, de los Municipios y entidades locales.
No podemos cerrar este apartado sin hacer una mención especial de la labor que las cooperativas y otras entidades no lucrativas pueden realizar en colaboración con los Municipios, el Estado y las Entidades de Crédito. La política urbana seguida en algunos países ha hecho posible que los Municipios compren terrenos y que, una vez urbanizados, puedan ser alquilados a largo plazo o vendidos en condiciones ventajosas a esta clase de entidades no comerciales, como ha sucedido en Copenhague, Estocolmo, Oslo, Zurich, algunas ciudades de los Países Bajos y en la mayor parte de los p a íse s d e la E u r o p a O r ie n ta l en que se han
organizado Cooperativas de la Vivienda.Por otra parte, estas entidades reciben
préstamos en mejores condiciones, gozan de una legislación especial, a veces se les reduce en los primeros años la tasa de amortización y el tipo de interés se aplaza o se suprime en parte en esos primeros años, como sucede en muchas naciones del Norte de Europa y, de una manera especial, en la Europa Oriental.
3) Queda, finalmente, un tercer procedimiento para cortar la distancia entre los precios de las viviendas y los ingresos de la mayor parte de la gente: in c re m e n ta r e s o s . m ism o s in g re so s .
Todos pensamos en la subida de salarios y todos conocemos de sobra las consecuencias perniciosas que una política de salarios mal llevada puede traer consigo. Evidentemente, lo ideal sería que el ingreso de los trabajadores fuera suficiente para cubrir normalmente sus necesidades de la vivienda. Pero, incluso en los Estados Unidos, esto es todavía un ideal.
En algunos países, como el citado caso de Inglaterra, se concede una especie de cuota para la vivienda, cosa que también sucede en Francia y en los Países Bajos. Esta cuota se discrimina en otros sitios, como Alemania Occidental, Bélgica, Dinamarca y Suecia, en proporción con el número de hijos, el nivel de ingresos y, a veces, con el ahorro realizado por los interesados.
Hoy se aboga mucho porque las ayudas del Estado sean diferenciadas con base a las necesidades de los beneficiarios.
III. Procedencia de los londos
De la exposición que antecede se deduce que actualmente en Europa raramente se construye una vivienda, sobre todo de tipo modesto, sin el apoyo financiero del Estado o de instituciones oficiales.
Ahora bien, ¿de dónde proceden esos recursos? Ya, al reseñar las diversas medidas de fi-
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nanciamiento, se ha indicado el origen de los recursos. Con todo, vamos a tratarlo separadamente, dado su interés.
1) En primer lugar, se encuentra el aprovechamiento del a h o rro d e lo s p ro p io s in te re sa d o s . Unas veces se tratará del ahorro obligatorio depositado en sociedades de seguros, de
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Previsión, etc.; otras, el ahorro privado voluntario estimulado por concesión de suplementos, subvenciones, exención tributaria, etc.
Sin embargo, como se expuso anteriormente, el recurso a este procedimiento es insignificante en Europa, si exceptuamos las zonas rurales del sur de Europa, de la Europa oriental y de la Unión Soviética. En Suecia el porcentaje de viviendas construidas con el ahorro de los propios usuarios es casi nulo y representa menos de un 10 por 100 en los nuevos edificios de Bélgica, Dinamarca, Francia, Noruega, Países Bajos, Reino Unido y República Federal Alemana. En Europa, en conjunto, apenas se construye una tercera parte de los nuevos edificios sin préstamos ni subvenciones del Estado o de instituciones privadas. No obstante, en algunos países (Dinamarca, Finlandia, República Federal Alemana, Suecia, Bélgica, Suiza, Francia e Italia') han recurrido a los fondos de las Cajas de Ahorros y Seguridad Social.
2) Otra modalidad de aprovechamiento del esfuerzo y ahorro privado son la s c o o p e r a tiv a s d e la v iv ie n d a y la s en tid a d es c o n s tru c to ra s sin f in e s lu c r a tiv o s , agrupadas por un canitalismo popular cristiano, frecuentes en el Norte de Europa, aunque se va observando la tendencia de reemplazarlas por sociedades de viviendas de tipo semioficial y sin fines lucrativos. Abundan mucho en Europa Oriental, incluida Alemania Oriental, donde se ha incrementado el número de esta clase de cooperativas, especialmente en las zonas urbanas.
3) A veces se recurre a la s u ti l id a d e s d e las E m p r e sa s , ya sean de construcción ya sean de otro ramo. En algunos países existe la obligación de dedicar un tanto por ciento de los salarios pagados a construcción de viviendas para los empleados. En Italia y Portugal rige un impuesto especial destinado a este objeto. La República Federal Alemana exime de impuestos a las inversiones de viviendas. En Rusia, las utilidadesi de las Empresas constructoras oficiales son empleadas en la construcción de nuevas viviendas.
4) En ocasiones se erigen in s titu c io n e s f i n a n c iera s c o n s ti tu id a s con e l f in e sp ec ífico d e fo m e n ta r la c o n stru cc ió n d e v iv ie n d a s . En el norte de Europa son muy frecuentes los Bancos
Hipotecarios, las Cooperativas de crédito, que emiten títulos hipotecarios garantizados por los socios conjuntamente (Escandinavia); algunos países (Bélgica, Francia y Países Bajos) establecen garantías a los créditos para la vivienda; otros crean entidades oficiales de crédito que obtienen su capital mediante la emisión de títulos. Recuérdese el Banco Nacional de Créditos de Inglaterra.
Otras veces se obliga a las organizaciones de crédito ya existentes a dedicar parte de sus préstamos a largo plazo a la construcción de viviendas, sobre todo de tipo social, como se ha hecho en la República Federal Alemana.
5) Por fin, los programas de la vivienda son, en parte, sufragados con fo n d o s d e l p r e su p u e s to g en era l d e l E s ta d o o M u n ic ip io s , como sucede muchas veces con las subvenciones y primas obtenidas por procedimientos fiscales ordinarios.
6) Aparte de estos esfuerzos internos, la co o p era c ió n in te rn a c io n a l también puede coadyuvar eficazmente en la solución de este gran problema. La colaboración en este terreno, que no ha sido, hasta lo presente, muy intensa, ha solido tramitarse a través de la Administración de Socorro y Rehabilitación de las Naciones Unidas (UNRRA), el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y la Mancomunidad Europea del Carbón y del Acero.
Además de este auxilio financiero, también se ha estudiado en la Secretaría de la Sede de las Naciones Unidas la posibilidad de una asistencia técnica por medio de servicios de asesora- miento de expertos y de concesión de becas de estudio y de exámenes periódicos de las tendencias. Asimismo se pretende asistir al desarrollo de las industrias de la construcción, condición indispensable no sólo para aumentar la producción y reducir el costo de la vivienda, sino también para la ejecución de grandes planos de inversión en la industria, la agricultura, los transportes y la energía eléctrica de los países que se hallan en período de desarrollo.
En el plano internacional también se organizan conferencias regionales sobre normas y procedimientos para el financiamiento de la vivienda cuando se trata de países de características parecidas.
sr.
in
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APENDICE
I ILa colaboración de la Iglesia alemana a la solución del problema de la vivienda
Por D. JUAN MANUEL AGUIRRE
1. Historia
El año 1945 señala el inicio de una de las etapas más decisivas en la historia del pueblo alemán. La postguerra se abría para Alemania con la más sombría de las perspectivas: ruinas por doquier, millones de seres humanos sin hogar, ya que la guerra destruyó o hizo inhabitables cuatro millones de viviendas... Esta situación desesperada se vió aún más agravada con los diez millones de desplazados del Este, expulsados de sus hogares y granjas y sin más fortuna que una maleta o un hatillo. Todos estos seres sin techo manteníanse con las fuerzas de la desesperación y de la voluntad y ansia de vivir. Donde había dos paredes, éstas eran aseguradas y sobre las mismas se colocaba un tejado de trozos de chapa o de cartones, completándose después la obra con un cristal y una puerta... Los vecinos acudían para aportar su ayuda, facilitando su esfuerzo personal... Estos fueron los primeros grupos de ayuda mutua, que dirigidos por algún hombre inteligente se aprestaban a encontrar materiales de construcción; otras veces el cerebro director era el párroco o un capellán, que al mismo tiempo iba conquistando a la juventud y a toda la comunidad. Por ejemplo, en Augsburgo fueron reconstruidas así más de mil viviendas, siguiendo este sistema de «Ayuda cristiana para viviendas».
Pero ello no era suficiente. En 1948, al advenimiento de la reforma monetaria, faltaban cinco millones de viviendas. Tal carestía exigía una fuerza y voluntad completas, para vivificar la organización existente; pues sabido es que ya hacía cincuenta o sesenta años que se fundara una Federación Católica de construcción y después de la primera guerra mundial creóse la Asociación de Organizaciones de Ahorro y de Construcción, la cual en 1930 se transformó en
el «Servicio Católico de Viviendas» «Katholis- cher Siedlunsdienst). Esta ya vieja tradición del trabajo de construcción de la Iglesia, cimentado sobre las dos fuerzas de amor y necesidad, existía igualmente por parte de la iglesia evangélica.
En los años que siguieron a la segunda guerra mundial, numerosas pastorales postularon la urgente tarea de la vivienda; la famosa frase del obispo Dópfner: « C o n s tru ir v iv ie n d a s es co n str u ir c a te d r a le s», se hizo lema. La Iglesia aportó solares y dinero para constituir sociedades constructoras, colectó fondos para protección de los beneficiarios necesitados y reunió todos los esfuerzos en este terreno dentro del Katholischer Siedlungsdienst (Servicio Católico de Viviendas), convirtiéndolo en la oficina episcopal oficial de construcción. Tras diez años de actividad—hasta fines de 1955— se habían construido alrededor de 85.000 viviendas. Las «Jornadas Católicas» nacionales pusieron sobre el tapete el problema viviendas, especialmente en Bochum en 1949; y en las Jornadas de Alten- berg, en 1951, se colocó como objetivo primordial la idea de casa propia, que desde entonces domina la política alemana de viviendas. La Liga de Familias Católicas Alemanas, con sus cientos de miles de miembros, se hizo portadora de este deseo. Y hoy, en ciudades y campo, casas y barriadas testimonian esta preocupación de la Iglesia.
Desde pascua de 1953 se ha iniciado también el trabajo en los medios rurales, sobre todo para labradores desplazados del Este y sus familias, a fin de proporcionarles su propia granja y labor. Con este objeto tienen lugar reuniones y conferencias para sacerdotes, juntas de labradores, cursos para juventud rural y aparecen
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trabajos en la Prensa. El Servicio Católico de Viviendas gestiona y aconseja en lo relativo a la proporción y entrega de granjas. Ha realizado grandes trabajos, como la instalación de setenta labradores de la Prusia Oriental en Ahrbrück y las operaciones de tala y coloni
zación por parte de once jóvenes labradores en Góllheim (Renania-Palatinado), efectuados durante el verano de 1956.
Mas toda esta labor necesita de un aparato eficiente y apropiado para su puesta en práctica.
2. Organización
A S Í TODAS LAS DIÓCESIS TIENEN SU PROPIAO f ic in a D io c e s a n a d e V iv ie n d a s , fundadas paulatinamente en los años posteriores a la guerra. N o todas son iguales ni llevan el mismo nombre, pero sí todas poseen idénticos ejercicios a cumplir:
1) Como a len ta d o ra s de la construcción, encargarse de la vigilancia y atención— en nombre del beneficiario— de los planes proyectados; estar al corriente del desarollo técnico y financiero; garantizar frente al Estado el legítimo uso y aplicación de los fondos destinados a construcciones.
2) Como O b r a s d e a y u d a p r o -v iv ie n d a s , ha- hacer propaganda para esta idea, organizar y dirigir colectas y cuestaciones, administrar y aplicar el dinero procedente de las mismas, en especial para préstamos a los beneficiarios que lo necesiten.
3) Como o rg a n iza c io n es d e b en e fic ia r io s , fundar grupos, a los cuales se ha de instruir en el trabajo de ayuda mutua, y cuidar el espíritu cristiano de solidaridad y vecindad, así como el familiar, en las nuevas colonias de viviendas. Para esto, en el Land Horte Rhin Westfalia se fundó una propia Liga de Colonos Católicos.
Al lado de estas actividades de las Diócesis, hay organizadas otras obras independientes cooperativistas, estimuladas o dirigidas por sacerdotes o personas responsables. Por doquier trabajan también grupos de construcción cuyos mantenedores son comunales (de la ciudad) o neutrales que laboran igualmente en esta tarea, pues en este aspecto la libertad es absoluta: Lo único importante es el fin a lograr: fundar hogares propios rodeados de zonas verdes, con aire, luz y un confort adecuado.
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E l p u n t o c e n t r a l d e l t r a ba jo d e v iv ie n d a s d e l a I g l e s ia es el «Servicio Católico de Viviendas», que está bajo el patrocinio de la Conferencia Episcopal, representada para las cuestiones de vivienda por el obispo de Aquis- grán, Dr. Johannes Pohlschneider. El Servicio Católico de Viviendas no es la cabeza técnica o económica que dirige los proyectos de construcción (esto se deja a la absoluta y libre determinación de cada Diócesis), sino la oficina central para los estímulos e iniciativas espirituales del trabajo de viviendas de la Iglesia; ella suministra ideas, sugestiones, experiencias; influye en la legislación relativa a estos problemas, está en contacto con autoridades, Parlamentos, etc., así como con la Prensa, a la que suministra artículos e información; da instrucciones a las oficinas diocesanas y a los grupos de beneficiarios y les presta el auxilio y protección necesarios. La Central de este Servicio Católico de Viviendas para toda Alemania se encuentra en Colonia y, como textualmente me indicó su director, Pralat Bosnitza, puede decirse que su misión es similar a la de un sindicato.
Hasta aquí, labor espiritual, la Iglesia interviene directamente. Pero entonces surge el trabajo práctico, hay que comprar, contratar, financiar, mover capitales. Esto no lo realiza ella, ¿qué hace, pues?— Convoca a las personas adecuadas, les entrega un capital y se constituye una Sociedad Constructora de Utilidad Pública con Responsabilidad Limitada, a la que compete toda la labor material del problema vivienda. Esta Sociedad, con vida propia e independiente, se pone en movimiento con su capital propio, que en una gran parte ha sido invertido por la Iglesia. Todas las Diócesis de Alemania han fundado o trabajan en colabo-
i Oíndice
ración con una Sociedad constructora, así constituida ; de esta forma el Episcopado alemán, sin adulterar los fines espirituales de la Iglesia, ha sabido laborar eficazmente en la imprescindible labor cristiana de fundar nuevos hogares, proporcionando los medios necesarios— no sólo de orden espiritual—para que otros puedan construir y actuar en delegación suya.
Al mismo tiempo que Sociedades constructoras diocesanas, también se han constituido otras Sociedades constructoras locales, con responsabilidad limitada.
Asimismo, como organismo episcopal oficial existe en cada Diócesis el «Siedlungehilfswerk» (Obra de ayuda pro-vivienda)— que en algunas lo constituye la propia Oficina Diocesana de que se habla anteriormente. Su papel es complementario y a ella concierne todo lo relativo a colectas, donativos, propaganda, préstamos a los beneficiarios que lo necesiten, etc.
Y por último, es importante citar lo que se llama «Siedlerorganisation», o asociaciones vecinales que reúnen a los habitantes de estas colonias o barriadas con fines cooperativistas, como pueden ser el cuidado y atención de las mismas, el mantenimiento del espíritu de buena vecindad...
Así pues, tenemos las siguientes instituciones:l.° K a th o lis c h e r S ie d lu n g s d ie n s t (Servicio
3. Financiación
Costo aproximado de cada vivienda:
1. Vivienda en propiedad— casas familiares— : h a sta 4 0 .0 0 0 m a rc o s .
2. Viviendas en bloques—para alquilar— :a lre d e d o r d e 2 0 .0 0 0 m a rco s.
6 por 100 intereses. 8 por 100 amortización.
Garantizado: 30 por 100 préstamo del Banco (6 más 1 por 100). 40 por 100 préstamo público (del Gobierno Federal, del Land o de la ciudad). 30 por 100 del empresario (préstamo de la empresa, etc.). 10 a 20 por 100 paga el
Católico de Viviendas o Colonias), oficina episcopal oficial, como cabeza directora de la Iglesia en el campo de la Construcción. Labor espiritual análoga a la de un sindicato. N o c o n s tru y e . Central en Colonia.
2. ° «D id z e sa n trd g e r g e s é llsc h d f t», o S o c ie d a dM e r c a n ti l D io c e s a n a con capital propio (en su mayoría procedente de la Iglesia) y administración propia. C o n s tru y e . (Las designaremos con las letras DTr.)
3. ° « O r tl ic h e T rd g e r g e se lls c h ft», o S o c ie d a d M e r c a n til L o c a l en forma de cooperativa. El capital viene de la misma fuente y de instituciones o personas católicas. C o n s tru y e . (Las designaremos con las letras OTr.)
4. ° «S ie d lu n g s h ilfs w e r k », u O b r a d e A y u d aP r o -v iv ie n d a s o C o lo n ia s . Organismo episcopal para colectas, propaganda, etc. N o co n stru ye . (Los designaremos con las letras Hi.)
5. ° «S ie d le ro r g a n isa tio n », u O rg a n iza c io n e sV e c in a le s . Poseen fines de tipo cooperativista, para atenciones de la colonia o barriada, espíritu de unión, etc. N o co n s tru y e . (Las designaremos con las letras SO.)
En la página siguiente pasamos a reseñar los centros e instituciones (de las cuatro clases citadas) de las Diócesis alemanas (de la República Federal). Todos ellos son también miembros del Katholischer Siedlungsdiest u oficina episcopal oficial con sede en Colonia.
de las viviendas
mismo beneficiario (de 5.000 a 10.000 marcos) en dinero, géneros o trabajo.
Es también una norma el hecho de que la v iv ie n d a n o d eb e re g a la rse , sino que ha de costar un pequeño esfuerzo. Por esta razón la Iglesia no regala viviendas, dirige su actividad y sus desvelos al objetivo de p o n e r a la s fa m ilia s en co n d ic io n es de que por sí mismas puedan disfrutar de un hogar acogedor y sano. Este es el p r in c ip io d e su b s id ia r id a d que rige el trabajo social católico en Alemania: «Tú, esfuérzate, y donde tú no puedas llegar, allí están los demás para ayudarte.»
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SISTEMA DE PRESTAMO
H ip o t e c a .
PARA 10.000 MARCOS
En el primer año ................................. I
En el segundo año ........................... . II
En el tercer año ................................. III
En el año vigésimotercero ................ XXIII
En 33 años están cancelados los intereses.
I N T E R E S6%
imortización1°/# Total amortizado
600.— DM más 100,— DM = 700.—
594 — DM más 106.— DM = 700 —
587,13 DM más 112,87 DM = 700,—
60 — DM más 640.— DM = 700 —
En virtud de la Ley de Impuestos, todo empresario, patrono o director que concede un préstamo para vivienda a cualquiera de sus empleados no ve gravada con impuesto la cantidad prestada. El préstamo ha de ser devuelto sin in te re se s , al menos en un plazo de diez años (no es obligatorio pagarlo antes, salvo, claro está, que el beneficiario lo desee). Este aparente sacrificio del empresario se ve compensado, ya que salva de los impuestos la parte concedida en préstamo.
He aquí un ejemplo:
Un empresario (con dos hijos)gana al año ... ....................... 100.000 DM
Impuestos ...................................... 33.280 DMImpuestos de la Iglesia (10 %). 3.328 DM
Total im puestos.......... 36.608 DM
Supongamos ahora el caso de que el mismo empresario haya concedido un préstamo para construcción de 10.000 marcos. Esta cantidad está libre de impuestos.
Por consiguiente, pagará impuestos sobre:
90.000 DM
Impuestos ........................................ 28.902 DMImpuesto de la Ig le s ia ............... 2.890 DM
Total impuestos ......... 31.792 DM
Si consideramos que anteriormente pagaba 36.608 marcos de impuestos, y ahora sólo 31.792, deducimos que, en virtud del préstamo concedido, el empresario ha ahorrado 4.816 marcos.
4. Sistema de pago por parte del beneficiario
Primeramente tiene lugar un llamado «período de pruebas», que dura de uno a tres años, durante el cual el inquilino paga mensualmente como si se tratara de un alquiler normal. Esto tiene por objeto comprobar si aquél cumple las obligaciones de pago contraídas con exactitud
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y regularidad. Una vez pasado este período, se continúa pagando la misma suma durante un plazo, que suele oscilar de treinta a cincuenta años, hasta que la vivienda está libre de deudas, gozando entonces de la completa propiedad de la misma.
iOíndice
Ejemplo:
Si la vivienda cuesta ...................... 40.000 DMSi el beneficiario ha aportado, en
dinero, trabajo o material ... 6.000 DM
Quedan para liquidar ... 34.000 DM
Entre interés y amortización, el beneficiario viene a pagar anualmente, más o menos, unos 1 .2 0 0 m a rc o s; lo mismo que se paga al año por el a lq u ile r de las viviendas en bloque, y con la notable diferencia de que en éstas nunca será propietario y en aquéllas, por el contrario, va formando un capital.
C a r a c te r ís tic a s d e la s v iv ie n d a s (viviendas en propiedad):
Dos plantas (dos viviendas): 100 a 120 metros cuadrados de superficie habitables. La vivienda inferior (planta baja): 65 metros cuadrados de superficie habitables. La vivienda superior (segunda planta): 55 metros cuadrados.
Cada vivienda contiene, como mínimo: dos habitaciones, cocina y baño. Y calefación central o instalación para estufa (con ésta incluida).
A y u d a s .— Entre las diversas ayudas pro-vivienda citaremos aquí dos.
En familias i En familias <En familias <En familias <En familias <
Son ambas estatales. La primera de ellas está implantada pensando sólo en las personas más débiles económicamente. Existen unas cuentas o Cajas de Ahorro destinadas exclusivamente a vivienda. El estado concede premios anuales a los que ahorran con este fin, y de acuerdo con la cantidad ahorrada en un año, aquél concede, de la misma:
El 25 % . . . . . . ... ................ sin hijos.El 27 % ..................................... 1 a 2 hijos.El 30 % ..................................... 3 a 5 hijos.El 35 % ..................................... más de 5 hijos.
El hecho de estar fijado el tope máximo de premio en 400 marcos al año indica que este sistema de ayuda está enfocado hacia los más débiles económicamente.
Otro tipo de ayuda, muy interesante y existente tan sólo en el Land Norte Rhin-Westfalia, es como sigue:
Teniendo en cuenta que en Alemania se considera que del sueldo mensual ha de destinarse a vivienda del 12 al 20 por 100, conjugando esta idea con el número de hijos, el Gobierno del Land paga un tanto por cientto del alquiler de la vivienda a este tenor:
i del sueldo i del sueldo í del sueldo ¿ del sueldo í del sueldo
con 3 hijos, paga todo lo que exceda al 15 /con 4 hijos, paga todo lo que exceda al 12 /con 5 hijos, paga todo lo que exceda al 10 /con 6 hijos, paga todo lo que exceda al 8 /con 7 y más, paga todo lo que exceda al 6 /
5. Realizaciones en 1957
Mediante entidades adheridas al Servicio Católico de Viviendas:
1) Por Sociedades constructoras diocesanas ................................. 7.419 viviendas2) Por otras entidades católicas . . . ................................................. 2.839 »Mediante colectividades católicas que son atendidas por otras
entidades, aproximadamente.......................................................... 3.000 »
T o t a l ...................... 13.258 »
1954-1956 ............................................................................................... 98.000 »
Desde el fin de la guerra.................................................................... 111.000 »
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APENDICE
I I IC O N S T R U C T O R A BENEFICA SA N
VICENTE DE PAUL (MURCIA)
La experiencia de Caritas murciana vale la pena de ser contada a nuestros lectores. Uno o dos Hombres de ”buena voluntad?con letra mayúscula, han dado solución cumplida a la vivienda de un centenar de hombres con sus respectivas familias, de aquellas que ni tienen voz para clamar por su propia miseria y que necesitan que otros les ayuden.
En mucho menos de un año hemos tenido el gozo de observar desde la delincación de los terrenos a la terminación de la primera fase de las magníficas viviendas, sólo a base de horarios de trabajo nocturno y dominical. Con la máxima simplicidad administrativa y de planificación; dos libros registro en total, uno de horas de trabajo de cada obrero y otro de cuentas de material de obras a cobrar directamente en el Banco.
Resultado. Un centenar de hombres que obtienen una magnífica vivienda, dotada de los mejores materiales, sólo con su trabajo y que consiguen una capacitación profesional (tal vez sea hoy el mejor equipo constructor de Murcia) y con ello la conciencia de su valor personal y, además, un valor social de primer orden: el respeto mutuo en vistas a su futura convivencia con el espíritu de equipo para proseguir solidariamente otras futuras realizaciones: su centro y servicios sociales, ya proyectados en el presente.
El relato nos viene de sus promotores, sorprendidos de su propia obra.
ANTECEDENTES
Fué el Consejo Diocesano de los Hombres de Acción Católica el que, desde hacía tiempo, venía madurando la idea y haciendo los estudios necesarios para la organización de una Constructora Benéfica de Viviendas, habiendo llegado incluso hasta la redacción de unos Estatutos muy similares a los que hoy la rigen, ya que fueron el modelo sobre el que se redactaron.
Traspasado el proyecto a CARITAS D IO CESANA DE ACCION CATOLICA hace dos años, se ultimaron las gestiones y quedó cons
tituida la Junta correspondiente, que llevó a cabo la legalización y el reconocimiento oficiales, quedando así constituida jurídicamente la Constructora Benéfica San Vicente de Paúl, como obra marginal de Cáritas murciana, autónoma en sí misma, aunque fuertemente vinculada a la organización oficial de caridad de la Iglesia.
PRIMEROS SOLARES
En noviembre de 1958, y cumplido por parte de la primera Junta el encargo de su constitu-
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ción oficial, fué nombrada, según los Estatutos, la Junta definitiva, incorporando, además de los miembros natos, otros seleccionados por su actividad apostólica, merecimientos y simpatía con los ideales acariciados o por su calidad técnica.
Cáritas D iocesana, cumplimiendo su promesa solemnemente expuesta en la Asamblea General de A. C. de octubre de 1958, abrió a la Constructora una cuenta bancaria con un capital inicial de 600.000 pesetas, que se han invertido íntegramente en solares (tres en Murcia y el cuarto en Espinardo), adquiridos después de laboriosísimas gestiones y dificultades, a precios excelentes y en óptimas condiciones.
BENEFICIARIOS
Desde las primeras reuniones, la dirección seglar de la Constructora expuso su criterio de adoptar el sistema de prestación personal de los propios beneficiarios, previamente seleccionados antes del comienzo de las obras, como único medio posible de lograr que los humildes, carentes de medios económicos suficientes para aportar ningún metálico, pero con posibilidades de poner su propio esfuerzo, llegasen a tener vivienda propia, al tiempo que, a través de la duración de las obras, era posible una labor de regeneración individual, familiar y social que les devolviese la dignidad humana perdida.
Aceptada la sugerencia, no sin debate, se tomó el acuerdo de proponer a los habitantes de una cierta calle de Murcia cuyas casas eran verdaderos tugurios y madrigueras humanas, condenadas al derribo, el sistema anterior de construcción de vivienda propia apoyados por la Constructora. Ello supuso una ingrata labor de apostolado y convencimiento que culminó, tras largos esfuerzos y entrevistas, con el fichaje de noventa y seis familias futuras beneficiarías de las viviendas en proyecto. .
FINANCIACION
Valorado el coste de la construcción, por vivienda unidad, aproximadamente en 70.000 pesetas, la financiación por vivienda proyecta- tada fué la siguiente, vista la legislación en vigor sobre construcción de viviendas:
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1) Prestación personal valorada e n .......................................... 20.000 pts.
2) Subvención legal a fondo perdido ............................................ 30.000 »
3) Préstamo complementario legal 24.000 »
T otal ... ... ... ... 74.000 ptas.
La diferencia de 4.000 pesetas sobre el costo de unidad se consideró necesaria y conveniente para cubrir intereses.
Ahora bien: la prestación personal ya estaba organizada e iría aplicándose al ritmo de la construcción, día a día. El préstamo complementario legal llegaría también por su conducto complementario en su momento oportuno. Pero la subvención de 30.000 pesetas a fondo perdido no se recibiría sino al terminar las obras. Por tanto, tendría que ser adelantada, suplida... ¿Cómo?
FORMULA DE CARITAS NACIONAL
En Cáritas Nacional se encontró la fórmula ideal; Cáritas Española aportaría una peseta por cada otra peseta que aportase el capital católico local, en condiciones comunes de préstamo, al cinco por ciento, en dos años, tiempo que se considera suficiente para iniciar y terminar la construcción de los bloques, reintegrable con la subvención a fondo perdido, a la que sustituye para las necesidades de construcción, haciendo de capital puente.
SU REALIZACION
Como la aportación del préstamo del capital murciano era condición previa, se realizaron las gestiones oportunas, prefiriéndose la aportación de unos pocos (11 a 100.000 pesetas), para hacer más rápida la labor. Un hombre de empresa, cabeza seglar de la Constructora, aportó las primeras 100.000 pesetas, para predicar con el ejemplo, y arrastró consigo otras diez aportaciones, completando la cifra. Entre los once se encontraba el Prelado de la Diócesis. Las gestiones fueron muy penosas, pero se llevaron a feliz término.
Cáritas N acional respondió también a su palabra, y el capital puente quedó asegurado.
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Iba a com enzar la gran prueba: la prestación personal de trabajo de los propios beneficiarios: CUATRO HORAS DIARIAS, TREINTA HORAS SEMANALES como mínimo , con criterio am plio en los casos justificados y recuperables a lo largo de la construcción.
LA GRAN PRUEBA
Considérese que esas horas de trabajo habrían de ser cumplidas después del horario laboral ordinario en el puesto de trabajo profesional o actividad con la cual el humilde beneficiario ganaba el sustento familiar. Considérese que habrían de dar de lado ocupaciones complementarias de la economía familiar, escasísima, en esas cuatro horas diarias y por todo el tiempo, casi dos años, de la construcción. Considérese la fatiga física de una jornada laboral, que así se extendería hasta las once de la noche, haciendo esto posible la potente iluminación artificial nocturna del solar en que los bloques se están edificando.
Era, desde luego, una gran prueba, porque exige un gran sacrificio, un esfuerzo sobrehumano.
LA GRAN IN SID IA
Ya preparado el capital puente, era hora de formalizar los contratos con los futuros beneficiarios, mediante el cual se convertían en constructores de su propia vivienda. A todos, para un día y hora determinados, se citó en Cáritas, a la cual habían acudido ya varias veces a escuchar las explicaciones del sistema proyectado por la Constructora para que ellos tuviesen vivienda propia y digna.
Pero la insidia, propalando rumores imaginarios, estaba abriendo brecha entre ellos: gentes mal intencionadas afirmaron que no se les llamaba para construir viviendas, sino una iglesia, y que se les engañaría cruelmente.
Algunos no tuvieron fe, y de los citados sólo un aproximado cincuenta por ciento estamparon su firma al pie del contrato que se les presentó, informados de su contenido con toda claridad y detalle.
Para completar el resto de beneficiarios constructores, se recurrió a las Parroquias de la ciu
dad, que propusieron casos de necesidad, y así se completó el cupo.
EL GRAN EXITO
Proyecto, capital puente, prestación personal. Todo estaba ya a punto y la obra dió comienzo, ante la expectación de toda la socieda murciana. Un día de mayo de 1959 se hizo la sencilla ceremonia oficial, y el trabajo comenzó...
El comentario pesimista era casi unánime. No resistirán. Abandonarán el empeño. Fracasará el sistema de prestación personal. No aprenderán el oficio los que ya no sean profesionales. La construcción saldrá disparatada...
Pero van surgiendo zanjas, es colocado el pilotaje, se cubren los cimientos, se levanta pared, se doma el hierro con maestría y van surgiendo, de gentes sin oficio, albañiles, ferra- llistas, pavimentadores, amasadores..., toda la gama de la profesión de albañilería fundamental y complementaria. Es un milagro visible de cada día. Milagro de fe, de entusiasmo, de coraje. Hombres abandonados a su destino, organizados bajo el nombre de Dios en una comunidad de trabajo para la construcción de sus hogares, daban una magnífica lección de tesonero empeño.
LOS MAESTROS
Sólo hay cinco profesionales de albañilería, entre ellos un maestro de obras, que mediante contrato normal de trabajo hacen la jornada laboral establecida para el gremio y, sobre ella, la marcada para los beneficiarios, siendo profesores de estos últimos para un correcto aprendizaje experimental del oficio, con el éxito apuntado en el apartado anterior.
Creemos superfluo destacar que la labor de estos cinco hombres ha sido una de las claves del éxito del sistema.
OBRA FORMATIVA
Pero tan importante como el aspecto material de trabajo y rendimiento es el aspecto espiritual, de apostolado permanente con los beneficiarios, que ha sido formidable palanca para el éxito total.
Misa en domingos y días festivos en un altar
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levantado al pie del bloque central en el mismo solar donde se construye. Por supuesto, siempre se dejó plena libertad de asistencia a los obreros constructores.
Todas las semanas se dedican cuatro horas de labor formativa, que se computan como horas de trabajo. Charlas, diálogos, conferencias, conversaciones, auxilios a necesidades momentáneas personales o familiares que Cáritas cubre, y a la que acuden con plena confianza y veracidad. Destacadas personas de la sociedad murciana, ganadas para esta apostólica labor, se
turnan con variedad de temas. Un sacerdote se pone a trabajar como uno más de ellos, después de predicarles o celebrar. Otros sacerdotes, más seglares. Todos con constancia, con sacrificio...
Y la obra cala. Y el convencimiento llega. Y la reforma se da, paulatina pero segura.
Como última modalidad de esta eficaz obra formativa, comenzará en breve una clase diaria, de una hora de duración, para los beneficiarios que son analfabetos, que también se computará como hora de trabajo.
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APENDICE
IVUna realización interesante desde el punto de vista
empresarial: Viviendas de Sabadell, S. A.Por R. D.
Crear un clima de buena voluntad siempre es el camino más rápido para conseguir óptimas realizaciones sociales.
Unos contactos entre Cáritas Nacional y la Asociación de Dirigentes de Sabadell fué el
Viviendas Subvencionadas, construyera 500 viviendas por año.
Sabadell es una ciudad de 100.000 habitantes, distante 30 kilómetros de Barcelona, muy industrial y faltada de viviendas.
punto de partida para canalizar una realización de tipo empresarial, que hoy día, a menos de un año de distancia, está dando ya sus frutos.
Resumiremos aquí, tan sólo, sus características:
a) Se constituyó una sociedad mercantil de fondo social que, acogiéndose a la Ley de
b ) Se suscribieron 10 millones de pesetas, entre un grupo de industriales y una pequeñísima aportación de Cáritas Nacional.
Las Empresas se reservaron parte de las viviendas para sus respectivos obreros.
c ) Se fijó un módico interés, con el fin de que las ganancias revirtieran en la calidad y baratura de las mismas viviendas. Los precios
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de venta de los tres tipos de viviendas que se construyen oscilan entre las 66.000 y 88.000 pesetas. La entrega inicial es de 18.000 a 25.000 pesetas y con una amortización mensual entre 349 y 458 pesetas.
d ) Una circunstancia que ha favorecido la rápida aportación de capital ha sido la del derecho de adjudicación de un cierto número de viviendas a cada Empresa, para ser distribuidas entre sus propios obreros, en proporción al número de acciones suscritas (con lo que quedan exonerados de construirlas por su cuenta).
e) La convivencia de obreros de varias empresas evita la formación de «colonias» o grupos de viviendas «de Empresa», que siempre han dado resultados negativos en el aspecto social. Asimismo, hay que hacer resaltar que de este modo se evita que las Empresas se conviertan en caseras de sus clientes, al adoptar el sistema de venta con una entrega en metálico por parte de los futuros propietarios y facilitándoles, en cambio, los préstamos hipotecarios que les permitan irlas amortizando a largo plazo.
f ) El rápido giro del capital, con la rapidez de la operación, les permitirá proseguir . la obra y beneficiar a un mayor número de necesitados.
g ) En la financiación de las mismas ya se ha previsto el capítulo de servicios sociales indispensables (Centro Social, Escuelas, Iglesia, comercios, etc.) y una asistenta social, que prestará sus servicios desde el primer momento.
CONCLUSION:
Ya se están terminando las 270 primeras viviendas y otras tantas se hallan en vías de ejecución, para ser acabadas durante el presente año. De momento no se ven graves dificultades que puedan impedir la construcción de las 500 anuales previstas.
Creemos que es ésta una magnífica fórmula social, con la que pueden salir mucho más beneficiados, tanto los obreros como las propias Empresas, que no con las utilizadas hasta el presente.
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APENDICE L O S C O M P A Ñ E R O S
V C O N Í J T R U C T O R E SPor C. E. S. A.
No nos perdonaríamos cerrar este número, dedicado al esfuerzo económico que nos exige la solución del problema de la vivienda, sin consa- sagrar unas líneas a los llamados «Compañeros Constructores», poco conocidos aún en nuestra Patria.
Reconocemos que los resultados materiales que tal iniciativa puede reportar no son muy considerables. Pero con ella se consigue crear un ambiente de solidaridad y fraternidad internacional, de apertura a todos, de colaboración con el que la necesita, de práctica de la caridad, etc., instrumentos todos ellos inapreciables para desarrollar en nosotros el espíritu de comprensión, condición ineludible para la paz. La experiencia de sacrificar unas vacaciones o parte de ellas para ayudar al prójimo con el propio trabajo personal, cuando no se posee otra cosa, puede ser decisiva como medio de formación de nuestro sentido social.
La obra se ha extendido especialmente entre estudiantes, profesionales y miembros de ambos cleros, etc., precisamente los que más peligro tienen de perder el sentido de colaboración con los que sufren por su falta de contacto con ellos.
Lo que venimos diciendo se puede ver reflejado en estas palabras de un español que trabajó en un campo de Compañeros Constructores alemán: «Allí, por primera vez, mis manos se han llenado de ampollas. Y allí he sentido la satisfacción íntima, a cada golpe de pico, a cada ladrillo colocado, de estar cooperando para un mundo mejor, donde «buenos días» signifique realmente «buenos días».
La Asociación Internacional de «Compañeros Constructores» o la «Orden de Constructores» surgió como continuación y ampliación de la obra de socorro en favor de los refugiados del Este, fundada por el Padre Werenfried Van Straaten, premostratense de la Abadía de Ton- gerlo (Amberes), Bélgica. La Orden es hoy una institución independiente destinada a prestar
ayuda en todos los sitios donde se plantea el problema de la vivienda o de la escasez de iglesias y escuelas, que suelen ser causas de la miseria moral.
Los Compañeros Constructores trabajan por los más necesitados, sin reparar en nacionalidad, opiniones políticas o confesión religiosa.
Ya que el solo esfuerzo de estos trabajadores voluntarios no basta, en algunos países, como Alemania, se parte de un empréstito estatal de hasta el 50 por 100 del valor de la vivienda, y el resto es dinero recaudado de los católicos de todo el mundo. El dinero del Gobierno es devuelto en veinticinco anualidaes, reintegrándolo en mensualidades. El otro cincuenta por ciento es donativo.
La Orden radica en Bélgica y tiene ramificaciones en Alemania, Austria, Holanda y Francia. En 1953-1954, los primeros equipos flamencos construyeron en Alemania y Austria viviendas para fugitivos y expulsados del Este; 636 voluntarios trabajaron en 1953, 2.000 en 1954, 3.000 en 1955, mientras se abrían nuevos grupos en Francia y Bélgica. En el curso de los últimos años, mientras la obra se extendía por Europa, desde los Países Bajos a Italia y España, llegaba hasta el mismo Congo Belga. En estas seis primeras temporadas (los grupos trabajan sobre todo en los períodos de vacaciones escolares y universitarias) 20.000 compañeros han trabajado en 290 grupos, y han construido 2.400 viviendas, 57 iglesias, 63 escuelas, dispensarios, locales de reunión, hogares de jóvenes, etc.
A la cabeza de la Asociación existe un Consejo Internacional, compuesto por Delegados de Secciones Nacionales y de Dirigentes de los Institutos, y presidido por la Direción Internacional y el Reverendo Padre Fundador. La Asociación es miembro permanente del «Comité de Coordinación de los Campos Internacionales de trabajo voluntario» de la UNESCO.
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Todos aquellos que por su trabajo, su oración o su dinero, cooperan a esta obra común, se convierten en Compañeros Constructores, los cuales pueden ser de tres categorías:
L o s co m p a ñ ero s te m p o ra le s , jóvenes de diecisiete a treinta años que se enrolan por dos, tres o cuatro semanas de vacaciones.
L o s m ie m b ro s d e l g ru p o té c n ic o , jóvenes que ofrecen benévolamente su preparación técnica y su trabajo al menos por un año.
L o s m ie m b ro s d e l I n s t i tu to S e c u la r , actualmente en formación, bajo la jurisdicción del obispo de Klagenfurt (Austria). No siendo religiosos, según la voluntad expresa de Pío XII, los miembros de la Orden de Constructores no se distinguen en nada de otros compañeros, pero viven según los consejos evangélicos de perfección cristiana, y se entregan enteramente al servicio de Dios y de la Iglesia.
Después de un tiempo de formación, que dura al menos dos años, el candidato emite votos temporales, renovables todos los años durante seis años, al término de los cuales puede pronunciar los votos definitivos y ligarse perpetuamente a la Orden.
El Secretariado Central de la Orden ha publicado unas hojitas tituladas «Guía del Compañero Constructor», donde se explican brevemente los fines, las normas de conducta, las condiciones de admisión, e incluso el trámite administrativo que se requiere para incorporarse a algún campo de trabajo voluntario en favor de los que no tienen vivienda. Tanto para adquirir este folleto como para cualquier otra información sobre la obra, pueden dirigirse, en castellano, al P. Werenfried Van Straaten, Abbaye de Tongerlo (Anvers), Bel- gique.
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Colección de las Conferencias, Lecciones y Coloquios que integraron la XVIII Semana Social.
Los temas tratados pueden sistematizarse según el esquema siguiente:1) El hecho de la emigración.
En la Historia.Emigración española al exterior.Emigración interior.
V I V I E N D A
T í t u lo : J. a vivienda en la econom ía nacional.
A u t o r : José Fonseca.In stitu to Social León X III.
F e c h a : M adrid , 1955.
El autor hace un recorrido completo sobre los problemas económicos de la vivienda, de una manera resumida. Por lo que toca a la economía individual, analiza el grado de necesidad que la vivienda suele y debe representar en el cuadro general de las necesidades humanas. Estudia, asimismo, la cuantía que sobre el presupuesto familiar ha de alcanzar la partida dedicada a la vivienda, y hace notar que una gran parte de los españoles no puede destinar a los gastos de vivienda la cantidad que sería necesaria.
Como remedio a este problema, apunta como solución ideal el aumento de los ingresos de las clases débiles, y ya que esto no puede conseguirse en un plazo inmediato,
V I V I E N D A
T í t u lo : L ’effort réalisé p a r F E ta t pou r la construction .
R e v is t a : L ’H ab ita tion .
F e c h a : A \ r i1, 1958.
Para nadie es un secreto el interés que los Estados actuales de todo el mundo se están tomando por la solución del gravísimo problema de la vivienda. En este artículo se nos ofrece una idea de la labor realizada por el Gobierno francés en este campo.Para subrayar el volumen que la Política de la Vivienda ha adquirido en los últimos tiempos, establece una comparación entre el esfuerzo realizado por el Gobierno en los años 1947-1956 y 1956-1958.
El estudio, resultado de unas estadísticas obtenidas de difentes instituciones interesadas en la construcción, vivienda y urbanización, suministra especialmente datos sobre los programas de descentralización, a fin de estimular las economías regionales.
Por último, el autor aborda los problemas de equipo en las viviendas nuevas y re
índice
2) Problemas que plantea en el orden psicológico, económico, social y religioso. Los suburbios.
3) Principios de solución.Planificación revalorizadora de las zonas de emigración.Población y producción. Ecuación económica del bienestar.Organizaciones nacionales e internacionales para la solución de los problemas
migratorios.
La importancia y la amplitud de los temas, y la competencia de los especialistas que los tratan, dan un alto valor al presente volumen.
admite la necesidad de la ayuda estatal, puesto que la caridad no es suficiente.Después de unos párrafos sobre la vivienda como negocio desde el punto de vista
del empresario, el autor se extiende en consideraciones sobre la ayuda estatal, considerándola necesaria y posible, incluso en las proporciones en que lo exijan las necesidades y el Plan Nacional de la Vivienda.
laciona los medios puestos en práctica para* facilitar a las familias la solución de este problema: la ayuda financiera propiamente dicha (subsidios familiares, créditos de los grandes almacenes y organismos especializados, préstamos de ciertos empresarios, compras globales por ciertos grupos de copropietarios) y la ayuda indirecta, en la cual hay que incluir el papel del consejo y la orientación de la familia, que pueden desempeñar los consejeros familiares en los centros sociales de los grandes conjuntos.
i Oíndice
VIVIENDA
Título: Jalons p o u r une p o litique d¡i logem ent pop u la ire .Autor: P h ilip p e B ancliard .
Revista: A ction F am ilia le ouvriére.
Fecha: N um ero spécial. D écem bre, 1957.
En este trabajo, Philippe Bauchard trata de aportar una nueva luz sobre las bases jurídicas del «derecho a la vivienda», muy poco precisado en el estado actual de cosas. Pide a los poderes públicos que se orienten hacia la noción más vasta de vivienda «servicio público». El autor hace a continuación un estudio que, sin limitarse a una exposición crítica de la situación, formula diversas proposiciones que se sitúan dentro de una perspectiva socialista, y que pueden reducirse a los puntos siguientes: política de paz, construcción de un mínimo de 350.000 viviendas anuales durante veinte años, supresión de chabolas insalubres, redistribución de viviendas insuficientemente ocupadas, refundición completa del cuadro legislativo de la construcción (que comportará un
SUBURBIOS
Título: Del cam po al suburb io .
Autor: M iguel Siguán.
Consejo S uperio r de Investigaciones Científicas. Ju n ta de Estudios Económ icos, Ju ríd icos y Sociales.
Fecha: M adrid , 1959.
Aparte del valor intrínseco de este libro, cuyas limitaciones reconoce el mismo autor, «vale la pena hacer notar su valor como símbolo de una preocupación creciente en nuestro país por los problemas sociales concretos y su análisis objetivo. El cultivo a fondo de la sociología empírica ha de ser el mejor camino para terminar con el desvio tradicional de los universitarios españoles frente a los problemas sociales».
No se trata de un tfabajo estadístico ni económico, sino de un estudio intermedio entre la Psicología y la Sociología donde se abordan temas como la diferencia entre
SUBURBIOS
Título: Los suburbios.
Autor: Rogelio D uocastella.Sem ana del S uburbio .
Fecha: B arcelona, 1957.
Recopilación compendiada de las ponencias y coloquios desarrollados en la Semana del Suburbio celebrada en Barcelona en 1957. Confeccionada con precisión y claridad por don Rogelio Duocastella, Secretario y organizador de la Semana. Esta no quiso reducirse a una exposición quejumbrosa de la situación, sino que procuró analizar las causas de la misma, hacer un recuento de los métodos y resultados obtenidos y proponer los medios y recursos aptos para resolver íntegramente el problema suburbial.
En el volumen pueden leerse excelentes trabajos sobre la realidad social de los suburbios, pulsada con rigor y escrupulosidad; sobre la inmigración como causa inmediata de los mismos y la estructura económica como causa remota; sobre los problemas
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sector público y otro semipúblico), creación de un verdadero urbanismo y refundición de la Ley del Suelo.
Aunque el autor se refiere a Francia, sus sugerencias son aprovechables para todos los países, aunque, de hecho, en España el problema de la vivienda ha gozado por parte del poder público un trato mucho más favorable que en el país vecino.
el inmigrante joven y el viejo; las crisis que comporta la fase de readaptación, y el papel que en la misma ejerce la mujer y la clase de trabajo que consiga el emigrante.
El estudio se basa sobre la colección de cien historias de otras tantas familias emigrantes, completado con algunos datos sobre los lugares de origen y la vida que los emigrantes desarrollan en el suburbio.
de adaptación que al inmigrante se le plantean y la actitud que los autóctonos deben adoptar hacia ellos; y, sobre todo, de las soluciones que podrían acometerse en los siguientes aspectos: vivienda y urbanismo; la composición social de un barrio; servicios asistenciales del mismo; cooperativas de suburbio; transformación del suburbio en barrio; servicios culturales y profesionales; acción apostólica en los suburbios.
En definitiva, un trabajo que puede servir de ejemplo para otros similares que debieran prodigarse más.
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CAMPO (PRO BLEM AS DEL. . . )
Título: La tie rra y el hom bre.
IV Congreso In te rn ac io n al Católico de la V ida R ural.1-6 de ab ril de 1957. Santiago de Chile.
Fecha: Buenos A ires, noviem bre, 1958.
Existen dos grupos sociales cuyo grado de desarrollo está muy por debajo del nivel medio de una nación: las zonas rurales no incorporadas aún a la marcha del progreso, por falta de medios y comunicaciones, y los sectores suburbiales de las grandes ciudades. El presente volumen es un ejemplo de cómo debe acometerse el estudio del mundo rural. La profunda acción educativa y promocional que éste exige dará como fruto un «standard» de vida más elevado, la aparición de una consistente clase media y, sobre todo, la amortización, dentro de ciertos límites, del éxodo inconsiderado del campo a la ciudad.
Tras unos trabajos de carácter teórico sobre principios fundamentales y una ex-
PARO
Título: El paro tecnológico y los m ovim ientos de población en la actual coyuntura económ ica española.
Autor: José Jim énez M ellado.Servicio de P ublicaciones de la Com isión N acional de
Acción Social P a tro n a l.
Fecha: M adrid , 1956.
Breve, pero interesante trabajo, en que el autor estudia las causas de la emigración interna y las posibles soluciones dentro de las características de la economía española. Según él, el trasvase de población tiene como causa fundamental el paro abierto y encubierto de las zonas rurales españolas; paro que, a su vez, es provocado por el mayor crecimiento demográfico de las mismas, su escaso capital y su consiguiente baja productividad, y la mecanización, lenta, pero visible, del campo.
Para su solución, y después de recordar algunos principios básicos como el efecto
CAMPO ( IND USTRIALIZACION DEL . . . )
Título: La in d u stria hacia el cam po.I I I Jo rnadas Sociales Católicas de A rquitectos, Ingenieros
y Técnicos.E uram érica.
Fecha : M adrid, 1959.
El Consejo Superior de Hombres de Acción Católica Española convoca desde 1955 estas Jornadas Sociales Católicas de Arquitectos, Ingenieros y Técnicos. El presente libro está integrado por los estudios de las III Jornadas, celebradas en Córdoba, que versaron sobre el tema central: «Progresiva y armónica industrialización de Andalucía como solución a diversos problemas nacionales.»
En él se estudia la manera de conseguir el desarrollo industrial de Andalucía para absorber la mano de obra parada o insuficientemente empleada, y así evitar, al menos en parte, las migraciones internas.
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posición de los regímenes más característicos de explotación agraria existentes en el mundo, se analizan profusamente los problemas que ofrecen la educación, la familia, la vivienda y la salud y la alimentación en la^ comunidades rurales.
multiplicador de la inversión en zonas de mucha propensión al consumo, el mismo efecto multiplicador de unas regiones en otras, etc.; el señor Jiménez Mellado propone un doble plan: a largo y a corto plazo. El primero lo fundam enta principalmente en un subsidio al paro, insinuando su aprovechamiento para fines culturales, y el segundo, en un programa equilibrado de desarrollo económico, terminando con unas indicaciones sobre el posible financiamiento del plan.
En el libro se analiza el paro, la industrialización de Andalucía por medio del aprovechamiento de residuos agrícolas, minería e industria pesada, industrias de la construcción, industrias derivadas de la construcción naval y aeronáuticas, de la alimentación, textil, del algodón, de la telecomunicación, la política forestal, obras públicas, situación de la energía eléctrica, etc., y el problema de la formación profesional acelerada, más dos estudios concretos de las provincias de Córdoba y Málaga.
El estudio es de lo más serio y destacado que sobre el particular se ha hecho.
DOCTRINA SOCIAL
Título: B reviario de pasto ra l social.Com isión E piscopal de D octrina y O rien tación Social.
F e c h a ; M adrid , 1959.
Presentamos a nuestros lectores el presente volumen, ya que la doctrina contenida en él puede considerarse como la expresión oficial de nuestra jerarquía en materia social, en el sentido de que «la autoridad de la Comisión garantiza, por una parte, que la doctrina es conforme con los principios de la enseñanza social católica, tal como ha sido expuesta por los Sumos Pontífices, y, por otra, asegura que las normas prácticas de actuación son prudentes y bien orientadas».
Sería superfluo recomendar su uso y lectura asidua a todos los trabajadores sociales, ya que su acción, como católicos, debe inspirarse siempre en la más completa sumisión a las directrices de la jerarquía. Por otra parte, la mitad del Breviario está dedicada a «Normas de actuación», descendiendo hasta aquellos detalles que le permiten su carácter doctrinal y la zona reservada a la prudencia práctica de cada circunstancia
SOCIOLOGIA APLICADA
Títu lo : La ville et l ’hom m e.
Autor: M ichel Quoist,Les E ditions O uvrieres. Econom ie et H um anism e.
Fecha: P arís (13.°), 1952.
Conforme al subtítulo del libro, que reza así: «Rouen. Estudio Sociológico de un sector proletario. Conclusiones para la acción», el autor nos ofrece en este libro los resultados de una investigación directa y viva sobre un barrio obrero, integrado por 25.000 personas. Quizá el rasgo más destacable de este trabajo radique en el método empleado: el autor no se ha limitado a hacer una estadística fría, sino que se ha sumergido en la vida, confundiéndose con sus habitantes. Como afirma Le Bras en la Introducción, «es el amor de los hombres, y no el amor de la ciencia o el arte, el que inspira su pensamiento, que no vibra si no para la acción». Debido a ello, y a
APOSTOLADO SOCIAL
Título: R encontrés. Jo u rn a l d ’irne m ission ouvriere. 1941-1959.
Autor: Jacqués Loew.Les editions du elerg. 29, boul. L atour-M anbourg,
Fecha: P arís (7.°), 1959.
Interesante libro para todas aquellas personas que deseen conocer una profunda experiencia de apostolado por medio de la acción social. El volumen contiene las experiencias de un equipo de la Misión obrera de Marsella.
Para apreciar en su justo valor estas relaciones hay que indicar que el autor ha sido cargador del puerto de Marsella de .1941 a 1959, al mismo tiempo que dirigía la Parroquia, e igualmente que todos los componentes del equipo actual de la Misión obrera Saints-Pierre et Paul continúan ganándose la vida por medio de su trabajo manual, al mismo tiempo que ejercen el Ministerio.
En sus páginas se abordan problemas tan actuales y apasionantes como la men-i Oíndice
pesar de que los temas tocados son los habituales, el libro ofrece sugerencias inesperadas y suministra una serie de medidas, en orden, sobre todo, a un apostolado más ágil de la clase obrera.
talidad religiosa y obrera, el valor del culto y los sacramentos en un «país de Misión», el trabajo del sacerdote, el compromiso laboral o sindical, el marxismo, etc., pero todos ellos a partir de la experiencia cotidiana.
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DOCUMENTACION SOCIALPUBLICADA POR EL
CENTRO DE ESTUDIOS DE SOCIOLOGIA APLICADA
D irec to r : D r . R. D uocastella
Jefe de R eda cción : D. F. A lcalá
Adm inistración. S rta . P. A lm erich
Cuesta de Santo Domingo, 5 - 2.° —; Madrid - 13.
CON LICENCIA ECLESIASTICA
El contenido del p róxim o núm ero será el siguiente:
• Q u é deben ser las colonias de vacaciones.
• L o s m ovim ien tos católicos sobre colonias de vacaciones en el m undo.
• L as colonias de vacaciones de la Iglesia española.
• Las colonias com o elem ento de form ación.
• Organización de una colonia.
• M e d io s de financiación.
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Precio del ejemplar: 30 ptas.
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