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LA CADENA HERCINICA EN EL PERU Y BOLIVIA
(Primeros res'ult.ados de las investigaciones geológicas del O.R.S.T.:M. en el Perú y Bolivia en colaboración del Servicio
de Geología y Minería del Perú).
INTRCDUCCION
El presente trabajo ti·ene por objeto evidenciar y describir los rasgos generales de la cadena herdnica que constituye el substrato de gran parte de los Andes del Perú y Bolivia, donde la hemos estud fado en una extensión de más de 200 km.
Hacia el Norte, la cad~a hercíni.ca continúa hasta la frontem con el Ecuador, sin poder d-ascribirla más septentrionalmente por falta de información. Hacía el Sur, dicha cadena hercínica se amortígua rápidamente al NW de la Argentina. En consecuencia, la longitud total de ·este tramo hercínico sobrepasa los 2,500 km.
Trabajos Previos.
D'Orbigny (1842) fué uno de los primeros autores que reconoció la existe11cia de series paleozo:cas en el Perú y Bolivia.
En 1929, Steinmann sintetisó los conocimientos de la época en el Perú, apoyándos·e en trabajos anterJores, tales como los de Douglas (HH4-1921) y de McLaughlin (1924). estableciendo las grandes divisiones estructurales del edificio tectónico pre-andino, limitadas por las orogénesis pre-Cambriana, Caledoniana y neo-Devoniana. Posteriormente Harrison en sus estudios regionales de la zona central del Perú (1943) conslideró la existencia de un cicl() de deformación caJedoniana que finali:zJa en una fase paroxismal después del devoniano medio, Newel e t. al..en su estudio del Paleozoico superior peruano (1953); conside· ra, p()r el contrario, que la . primera gran orogénesis paleozoica es de edad Permiana y tiende a minimizar la influencia de la orogénesis a fines del Devoniano, cuya importancia fué comprobada por Katz (1959) y después por Egeler y de Booy (1951) en el Sureste del Perú. ..
En Bolivia series menos defl()rmadas y más completas del Paleozoico inferior solamente han sido materia de estudios estratigráficos y paleontológicos (bibliografía en Ahlfeld y Bran~sa, 1960) en los cuales no se menciona todavía la cadena hercínica: sólo Ljunggren y Radelli ( 1964) hacen alusión a granitos hercínicos relacionados con una
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SERVICIO DE GEOLOGIA Y MINERIA
"pulsación herc.iníana" que Lohman (1970) ignora en provecho de · una fase de deformación a fines del Devoniano o eocarbonífera, marcada por la d~positación de conglomerados en la base del Carbonífero Gondwana, pero sin dar lugar a una discordancia angular. :
Los autores de este artículo (Megard desde 1964, Dalmayrac, Laubacher, Marocco, Martínez, Paredes, Tomasi desde 1967) se deCflicaron a analizar las estructuras del substrato preandino entre Huánu- · co (998) y el Sur de Bolivia (2298) (I) y concluyen en la existencia de una cadena hercínica muy extensa, donde el plegamiento ha sido muy intenso, descansando sobre un substratum precambriano comple.i.o ( +). El mapa geológico al 1/5'000,000 que acompaña el presente trabajo muestra la ubicación de los afloramientos paleozoicos y precambrül'nos.
( + >: Nota de edición- . Esta conclusión es una ratificac~ón de hechos conocidos con anterioridad a través de diversos med:os (publicaciones, trabajos inéditos, charlas, conferencias). Asimismo, después de ~conocimientos de campo realizados por miembros de la ex--Comisión de la Carta Geológica Naciona·l. (1960) se reco.mendó h-acer un c:studio a nivel Nacional sobre la Cordillera Oriental, labor que se empezó mediante un Convenio de Colaboración con: el ORSTOM y aún en la fecha (1974·) continua en proceso.
( I ) A continuación mencionamos el orígen de las nuevas observaciones reportadas en este trabajo:
En et Perú:
- Por la Cordillera Oriental · Entre 99S y 109 30'S: B. Dalmayrac Entre 1()9 30 y 13~ y al Oeste de 739 30'S: F. Megard. Hoja de Jauja (119 3G' - 1298 y 759 - 30' W): J. Paredes Ent~ 12930' - 149S y 7193()' ~ 73930': R.- Marocco Entre 139 - 1698 y entre 71930' W y la frontera bolivliana: G. Laubacher.
En Bolivia:
- Por la Cordillera Real y la Cordillera de Quimsa Cruz: CL Martínez y por partes P. Tomasi.
- Por la zona Oruro - Cochabamba: P . Tomas 1.
-- Por el extremo Sur: Cl. Martínez.
Los geólogos J. Caldas, F . García Zabaleta, E. Olchauski, O. Palacios, V. Velasquez, J. Vera en el Perú y R. Cornejo, J Lizarazu, R. Suárez, T. Subieta en Bolivia fueron colaborado-
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LA CADENA HERCINICA EN EL PERU Y BOLIVIA
res cuya ayuda tanto en el campo como en el gabinete, nos fué valiosa.
En el texto se mencionará a los autores utilizando unicamente sus iniciales.
Agradecimientos.
En primer lugar, agradecemos a los diferentes organismos por su aporte financiero y mate~ial que ha permitido la realización de este trabajo común:
- Direction de la Cooperation Technique du Ministere des Afaires Etrangeres, ORSTOM et R.C.P. 132 . du CNRS;
-- ''Servicio de Geología y Minería del Perú" -·- "Facultad de Ciencias Geológicas" de la Universidad de La Paz,
y GEOBOL (Servicio Geológico de Boliv;ia).
;Quedamos agradecidos al señor Profesor M.. Mattauer de haber asumido la dirección y la crítica ~ este trabajo; al Sr. E. Audebaud, por las informaciones inéditas que nos ha comu~cado sobre su . . wna de estudio y en particular sobre ei perfil Ocongate-Marcapata.; a los señores R. Capdevila y J.P. Bard, quienes nos han llevado a una apreciac~ón más justa de los procesos magmáticos y metamórficos; y, dejamos constanqia de nuestro agradeciW.ento a los señores profesores Borrello y Furque por proporcionarnos varios documentos e informaciones sobre la cadena hercínica d~ Argentina .
Presentacj_ón General de la Cadena HercínJca.
La cadena hercínica en el Perú y BoLivia tiene un ancho de 250 a 300 km., al nivel de la frontera peruano-boliviana, entre el macizo prec~mbriano costero y la zona subandina, cuyas coberturas paleozoicas no han sido deformadas en el Hercínico.
En el Perú, la cadena hercínica se d¡ispone oblícuamente a los Andes, tal como se le observa claramente en el centro d~l país, donde su dirección es 12()9 y la de la cadena andina 1359. En Bolivia, dícha eadena presenta dos zonas axiales con fuerte deformación: . una corresponde a Ja prolongación de ]a cadena. hercínica del Perú , y . va h~st~ la deflex1ón de Arica-Santa Cruz y la otra, relegada más al Sur, Íliene una dirección submeridiana próxima a . la d~rección de los Andes de esta zona.
En el Perú, la cadena Hercínica aflora ampliamente en la Cordillera Oriental, denominada también Cordillera Central a1 Norte de Cerro de Paseo (10930'S). A la latitud de Lima_. ella aflora en el núcleo de algunos anticlinales de las mesetas altas delJ Perú Central. Se le encuentra también cerca de la Costa del Pacífico, a la . altura de lea
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SER VICIO DE GEOLOGIA Y MINERIA
(1498} y en el extremo Norte del Perú en el maCizo de Olmos y en los montes Amotapes .En Bolivia, la' cadena Hercín!ca constituye la ma· yor parte de los Andes Orientales y aflora en algunos "Hor~" del altiplano meridional hacia el paralelo l.29S.
En ciertas zonas, aparece el .substrato precámbriano metamórfico sobre el cual el edificio Hercínico descansa en neta discordancia angular.,
El materJal sedimentar-io hercinico está constituido por series detríticas del Paleozoico inferior que son verdaderos "flyschs". Su grosor alcanza casi 15,000 metros en Bolivia, donde la existencia de series completas permitió establecer u:na estratigrafía detallada, que se aplica al Paleozoico inferiot· del Sur del Perú. Desde el paralelo 1398 hacia el Norte, los ai'loramientos soo más reducidos, a menudo intensamente deformados (los escasos yacimientos fOSIÍlíferos conocidos no hacen sino comprobar la existencia lOcal Ordoviciano y Devoniano). Igualmente Una' secuencia nerítica y continental, generalmente más delgada que alcanza 8,000 metros hacia el paralelo 139 30'S, de edad Carbonífero inferior a Permjano medio, descansa gene~ ralmente7 por lo menos en el Perú, en discordancia angular sobre el Paleozoko inferior plegado. Esta sec!Jencia está cubierta "transweS(i\'amente" y a veces con discordanc;a angular por las molasas rojas con intercalaciones volcánicas del Permiano superior
En 'Bolivia, raramente se observa t.ma discordancia angular neta entre el Paleozoico inferior y la base de las series def Gondwana (Paleozoico superior), además el Permiano superior está ausente; por lo tanto es el Cretáceo continental transgresivo que recubre eón discordancia .angular al Gondwana y a moenudo al Paleozoico . inferior.
Las discordancias angulares reconocida$ en el Perú permiten diferenciar dos grandes etapas de deformación, una a fines del devoniano o eohercínica, y la otra de edad intra-permiana o tardihercínica. En Bolivia la datación precisa de la oroglnesis hercínica es proble'htática.
El estilo general de la cadena está representado muy esquemáticamente en la Fig. l. Esta iliustración se basa en un corte SW - NA (Fig. 8,. A) pasando por la extremidad NW del Lago Titicaca. Ella muestra ciertas características generales de la cadena, tales como: &xistencia de fuertes pliegues eohercínicos acompafiados de exquistoc:..idad; amortiguamiento progresivo de los pliegues eohercín;cos y tardihercínicos tanto hacia el escudo brasileño como hacia el eje precambriano costero; adelgazamiento correlatíivo de las series, muy nítido en el Paleozoico superior; y discordancia angular general de las series de edad permiana superior a cretácea sobre las estructuras hercínicas
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LA CADENA HERCINICA EN EL PERU Y BOLIVIA
(los grandes pliegues acostados hacia el SW que caracterizan este corte tr:ansversal no han sido hasta ahora encontrados en otras zonas. Igualmente, en este perfil, las deformaciones tardihercínicas son particularmente pronunciadas ya que están acompañadas de esquistosidad
El metamorfismo regional relacionado con la cadena hercínica es leve, habiendo ocurrido esencialmente a fines del devoniano y salvo excepciones no pasa el grado de esquistos verdes con sericita y jo clorita.
El magmatísmo eohercínico parece leve, fuera de la emisión muy tardía (a principios del Carbonífero) de lavas de composición anciesítica a dacítica. El magmatismo tardi-hercínico es más marcado y también esencialmente post-tectónico (se emplazaron masas graníticas de cierta importancia, así como lavas y tufos andesíticos a riolíticos).
EL SUBSTRATO PRECAMBRIANO
En el Perú, desde 1929, Steinmann estableció con argumentos mdirectos la existencia de un substratum metamórfico precambriano en la Costa Sur y en la Cordillera Oriental, el cual afectado por una tectónica ;intensa durante la "Marañonische Faltung" habría sido cubierto, después de un largo período de. erosión, por las series ordovicianas.
Sin embargo la discordancia basal! del Paleozoico no había sido observada claramente en el campo y es solamente en 1961 que Egeler y de Booy la señalaron al NW del Cuzcü.
Discordancia basal del Paleozooco inferior
Numerosas observaciones recientes comprueban las ideas de Steinmann y permiten · generalizarlas .
. Wilson y Reyes (1964) describen en Pataz (79 45'S) una discordancia angular entre micaesquist.os que atribuyen al Precambriano y al Cambr:,iano y pizarras con graptolites del Ordov~ciano inferior ..
En Huacar (1{)9()7'S, 32 km. al Sur de Huánuco), esquistos sericitüsos co~ numerosos micropliegues infrayacen, en discordancia angular neta (Dalmayrac, 1970), a una serie sin esquistosidad con unos treinta metros de conglomerados y cuarcitas, seguido de pelitas datadas del Llanvjrniano inferior por graptolites. Al nivel del paralelo II9S, 17 km. al E-NE de Junín, una serie rítmica del Paleozoico inferior, con esquistosidad y con conglomerado basal, descansa en discordancia angular sobre esquistos sericitosos con tectónica (B.D. y F.M.).
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LA CADENA HERCINICA EN EL PERU Y BOLIVIA - --- -----··- - - -
En la Cordillera de Vilcabamba (13Q 15'S), al NW de Cuzco, Egeler y de Booy (1961) menciona!l una discordancia angular regional 2ntre las pizarras con graptolites del Ar~ni-Llanvirniano y un complejo metamórfico que atribuye al Precambriano. Más al Norte, la carretera Calca-QueNouno Quillabamba atraviesa un domo de ortogneises debajo de anfibolitas, micaesquístos y cuarcitas, conjunto que a su vez está cubierto po·r una serie menos metamórfic3¡ de esquistos amp~líticos del Paleozoico infer.ior (R.M.) . Las mismas relaciones se encuentran en el valle de Marcapata, 100 km. al Este del Cuzco (Oppenbeim, 1946; Audebaud y Capdevilla com. Oral). Por último, en la frontera entre Bolivia y Argentina, el Tremadooiano bien datado cubre una potente serie detrítica atribuída al Cambriano discordante sobre un substratum metamórfico y cristal1no (Turner, 1964b).
El substratum de la cadena hercínica ·está constituído por terrenos metamórficos y cristalinos cubiertos con discordancia. angular por terrenos, poco · o nada metamórficos, del Ordoviciano inferior qu~ en algún caso pueden . llegar probablemente al Cambriano. En consecuencia consideramos como lógico atribuir a este substratum uría edad pre-cambriana.
Características y extensión del zócal~ precambriano.
El zócalo precambriano consiste esencialmente de una serie detrítica muy potente con algunas intercalaciones . de material calcáreo y de una serie volcano - sedimentaria.; Este conjunto ha sido afectado por una tectónica polifásica (Dalmayrac, 1970) y por un metamorfismo de baja p.l"'esión y de jntensidad variable, cuyos productos van de Ja facies esquistos verdes a la facies anfibolita profunda (Audebaud et.a1. ,1971).
En muchos de los macizos precambrianos, se encuentra una seri-e de rocas básicas y ultrabásicas preorogénicas, granitoides anatectónicos autóctonos o para-autóctonos sintectónicos a tarditectónicos y granitos alóctonos post-tectónicos.
Las características ·que acabamos de evidenciar son las de numerosos afloramientos limitados por fallas, .tal como pueoe verse en los gneis·es y rn!icaesqu¡istos del río Tarma, de Comas y de Huaytapallana (de la Cordillera de Vilcabamba y de la zona de Marca pata), todos ubicados entre 11~ y 12QS.
Un complejo metamórfico con características similares aflora a partir de los l49S en la Costa y ·en los valles encañonados de la vertiente pacíf:ica de los Andes Occidentales, tanto en el Perú como en Chile. En el valle del r ío Majes está cubierto en discordancia por el Devoniano inferior poco plegado.
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LA CADENA HERCINICA EN EL PERU Y BOLIVIA
En primera aproximación, parece exüstjr una gran similitud er:: la composición litológica, el comportamiento tectónico y la intensidad del metamorfismo de los substratos precambrianos de la CostaSur peruana y de los Andes Orientales del Perú y Bolivia. Una misma cadena precambriana habría ocupado estos dominios, removilizando los restos de un orógeno más antíguo repres·entado por los domos de ortogneises .
Sin duda, un estudio más detallado permitirla verificar a esta hi.pót"esis y establecer una comparación con el escudo brasileño donde han sido defin1dos varios ciclos orogénicos, teniéndose entre ellos un ciclo tardío a 506---600 M.A. ·
DESCR1PCION DE LA SERIE PALEOZOICA
El Paleozoico ha sido descubierto en 1842 por D'Orbigny en el Perú y Boli.vía:
En Bolivia, la parte inferior del Paleozoico es muy pot.ente, poco o nada metamórfica ·y a menudo muy fosilifera~ estando referti.da en los trabajos de Kozlowski (1923) y de Branisa .(1965). Su estudio detallado está en curso de realización (Yacimientos Petroleros Fiscales de Bolivia y Geobol). Esta secuencia estratigráfica continúa al SE del Perú y en el resto del país todavía está mal conocido y muy tectonizada, razón por la cual su división en unidades cartográf~cas no ha podido ser realizada.
· Las series Permo - Carboníferas, por el contrario, están compl.e· tas en el Perú y son en gran parte marinas, habiendo sjdo estudiadas detalladamente por Newell, Chronic y Roberts (1953). En Bolivia el carbonífero se presenta con facies Gondwana continental seguida por el Permiano inferior matino, y el Permiano superior no está representado.
Algunas de las secuencias más t.ípicas del Paleozoico están indicadas en la Fig. 3.
Paleozoico inferior.
Cambriano.~ La existencia del Cambriano ha s ido detectada en algunas zonas de poca extensión en Bolivia.
En la frontera Bolivüma-iArgentina, areniscas y cuarcitas probablemente cambrianas están debajo de series fosillferas atribuidas al Tremadociano (Harrington y Leanza, 1957). Este cambriano está más completo en el Norte d~ Argentina, donde tiene un grosor de casi 3,000 m. y descansa con discordancia sobre el Precambriano (Turner, 1964b).
En el centro de Bolivia, región de Limbo (1'7915'8), debajo de l¡lll potente conglomerado atribuído al Ordoviciano (P.T.) , Fraenkl
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SERVICIO DE GEOLOGIA Y MINERIA
(1959), d'~scribe una serie evaporítica debajo de esquistos, calizas y dolomitas, proponiéndole una edad cambriana para este conjunto de 500 a 800 m. Esta secuencia desconocida en ·otras partes de los Andes presenta muchas analogías con la de la· región de Corumb8. (fronter.:l ·brasileña) atribuída también al Cambriano después del hallazgo de una alga: Aulophycus (Beurlen et Sommer, 1957).
OrdovícianÓ.- Los sedimentos de edad ordoviciana constituyen la mayor parte de los afloramlientos de los Andes Orientales de Bolivia Y. del Sureste del Perú hasta la Cordillera de Vilcahamba (1398). Más hacia el Norte solo se le conoce en puntos aislados.
El Ordoviciano presenta generalmente una facies monótona y su grosor alcanza 6000 a 7000 m. en Bolivia.
En la parte NW de Argentina y en la reg10n de Tari.i.a en el Sur Boliviano, Harrington y Leanza (1943, 1957), establecen las bas,es de una estratigrafía del Ordov.iciano (fig. 3, columna 6); estos trabajos fueron completados por Turner (1964b) en Argentina y por Branisa {1960) y los trabajos recientes de Geobol en lo que se refiere a Bolivia. El Tremadociano arenopelítico, localmente conglomerático Y. suavemente . discordante, descansa sobre el Cambriano. Por encima, . el Arenigiano . el Llanvirniano y elLlandeiliano están representados por 6000 m. de are· níscas y esquistos muy fusilíferos, donde varias zonas paleontológicas han podido ser diferenciadas (fig. 5).
Al Norte del paralelo 199S sólo es conocido el Ordoviciano me· dio y superior en los Andes Orientales peruano bo.lli.vjanos, salvo quizás en la región de Limbo.
En la Cordillera Real, cerca a la Paz, un reciente estudio (MarHnez, Suárez y Subieta, 1971) muestra que '21-ürdovioiano medio y superior fosUífero tiene una potencia de aproximadamente 5000 m. Con~iste del LlanvJrniano bien datado, correspondiente a 1000 m. de esquistos negros volviéndose más y más arenosas hacia el tope, mientras que el conjunto Llandeiliano (?)-Caradociano, cuarcítico y areno-pelítico, alcanza 3000 m. de grosor (fig. 3, columna 5). Este Ordoviciano supe· rior se vuelve más arcilloso y muy fosilífe·ro en el NW de la Cordillera Oriental (Bulman, 1931).
Esta mlsma secuencia se conoce en el P.erú (columnas 3 Y 4) hasta la Cordillera de Vilcabamba: una serie arenoso-p~lítica s;in datar pasando a veces a un verdadero "flisch" se superpone a esquistos a me· nudo ampelíticos con graptolites y trilobites del Arenigriano y del Lianvirnjano (Egeler y de Booy, 1961); estos autores mencionan la pre· sencia de un vulcanismo de edad paleozoica ;inferior que habría comen· zado d~sde el Ordoviciano con el emplazamiento de riolitas y andesi-
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tas en el curso de la s2dimentación, esencialmente bajo forma de piroclásticos. Las observaciones de R.M. no han permitido conf~rmar este hecho. Por lo menos una parte de estas vulcanitas, cuya edad precisa queda por determinar, está cubierta en concordancia por un conglomerado de más de 300 m. de grosor sobre el que yacen esquistos con trilobites y grapto~ites del Ordoviciano a lo largo de la carretera Ollantaytambo-Quelluno-Quillabamba; otra parte que aflora en la orilla :í,zquierda del río Urubamba, .pertenece probablemente al Permiano suPerior (grupo Mitu).
Entre 139 S y 119 15' S no se conoce Ordoviiciano datado; sin embargo las areniscas y esquistos en parte ampelíticos, que afloran . en la parte oriental de la hoja de Huanta (l2930'S, 749W; F.M.) pertenecen probablemente al Ordoviciano. Esta serie de Huanta contiene una curiosa intercalación de calizas cori restos de areniscas asociadas a areniscas verdes con elementos volcánicos que se encuentran también en la serie del domo de Yaul:i, ubicado en la Cordillera Occidental en los 119 45'S.
Al nivel del paralelo 109 S, en la región de Huánuco (columna D, se encuentran graptolites del Llanvirniano inferior (Lemon y Granswick, 1956) en series mucho más delgadas que las del Sur del Perú. Mencionamos que en Huacar estos sedimentos descansan directamente sobre el Precambriano. En la boja de Pataz (79 45'S), en la orilla izquierda del tío Marañón, WJlson y Reyes (1964) señalan un Ordoviciano inferior y medio con graptolites.
. Finalmente, en la Amazonía peruana, el Núcleo del anticlinal de Contaya (74934'W, 79 9'S) muestra lutitas negras con graptolites del Llanvirniano (Newell y Tafur, 1943). · ··
Siluro - Devoniano.- Así como las otras subdivisiones del · Paleozoico inferior, el Siluro - Devoniano es más completo y mejor estudiado en Bolivia que en el Perú. Dentro de los numerosos estudios al respecto resalta el de· Kozlowski (1923), clásico en lo que se refiere al Centro y al Sur de Bolivia, así como los de Branisa (1965) y Wolfart y Voges 0968), quienes proponen series típicas para el Altiplano y la Cordillera Oriental. En éstas últimas regiones hay acu~rdo acerca de la sucesión litológica, sin embargo queda en discusión la posición del límite entre el Siluriano y el Devoniano (Rodríguez y Dávila, 1968; Branisa, 1969) , así como la existencia del Devoniano superior.
Por todo el territorio boliviano el nivel de tilita Zapla o Cancamri, conocido desde el NW de Argentina, constituye la base del Siluriano. Este nivel, de edad wenlock¡ana, descansa directamente sobre el Caradociano. En el NW de Argentina, Turner (1964b, 1970) atribuy~ i~ laguna del Asguiljano y de todo el Siluriano a un plegamiento y un
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LA CADENA HERCINICA EN EL PERU Y BOLIVIA
levantamiento de edad tacón:ca .. Sin embargo, en Bolivia siempre se nota en los afloramientos una concordancia perfecta entre el Ordoviciano y el Wenlockiano, lo que hace más lógico Justificar esta laguna por movimientos epirogénicos.
La columna estratigráfica 6', estabccida seg{m la sección observada en Pojo, es característica de la Cordillera Oriental Sur Boliviana, donde el Siluro-Devoniano tiene una potencia de 3,700 m. y el Siluriano y el Devoniano inferior presentan una facies euxínica. Más al Oeste hacia Sucre, la serie tiene solamente 2,000 m. y se enriquece co~ elementos detríticos.
En el Altipltémo Nor- Boliviano el Devoniano alcanza su mayor potencia (9000 m.) y se presenta por partes con facies flysch (colurn. 5)
En el sur del Perú se reduce notablemente la serie: 3,000!l1-. aproximadamente en la región del Lago Titicaca (columna 4); 2,000 m. en la región ~ Cuzco (columna 3). Entonces se admitía una laguna general del Siluriano en territorio peruano de la . cual sólo Katz (1959) dudó ( +). Después fueron descubiertos fósiles del Siluriano ligeramen-
. te al Oeste del Lago Titicaca, entre Lampa y Calapuja (Megard y /Boucot, 1970), Dávila y Ponce de León (1971), en el valle del río Inambari y luego R.M. en la Cordillera de Vilcabamba, han observado un nivel de tilitas equivalentes al Zapla, hechos que indican que el Siluriano ·se extendería hacia el Norte por lo menos hasta el paralelo 12930'S.
·Más al Norte, el Devoniano medio ha sido descrito por Harrtson (1943) en la región de Huancayo y Tarma 119- 139S, donde nuevos fósHes recolectados por J.P. y F.M.-confirman su existencia así como la del Devoniano inferjor (determinaciones de A. Pardo); en esta región predomina la facies flysch bastante arenosa" la secuencia sobrepasa seguramente 2000 m. y queda la posibilidad para qu~ otros niveles existan. En cuanto al Devoniano descrito. por Steinmann en la región de Huánuco (1929, p.23), se trata probablemente del Mis:isipiano marino (B.D. y determinaciones de J. lVIurphy). Finalmente, la presencia del Devoni~no ha sido señalada en la región de Olnlos (69S) (Petersen, p.20, 1949) y en los montes Amotapes (498, Martínez~ 1970).
Conclusiones sobre el Paleozoico inferior.- Todas las series del Paleozoico inferior conocidas en la cadena hercínica son francamente mar.inas, en general potentes (2,000 hasta más de 15,000 m.) y a veces de tipo flysch. A nuestro conocimiento, jamás se les ha · encontrado asociadas con ofiolitas solamente algunas lavas en almohadillas han sido señaladas por Harrison (p. 73, 1943) en un lugar del Perú Central.
( +) Nota de edición.- 'El Siluriano fue admitido por otros autores anteriores, o indicado por Geólogos de compañías petroleras en base a correlaciones 'estratigráficas con afloramientos en Bolivia. También ha s'do divulgado por ch~rlas -:¡
conferencias de geólogos del Servicio de Geología y Minería y de la ;ex-CoÍ\Üsi'Ó:t de 1a Carta Geológica Nacional. '
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SERVICIO DE GEOLOGIA Y MINERIA
En general, las secuencias ordovicianas y devonianas que acabamos de describir son muy comparables con las de Europa o Ar~ica del Norte.
El escudo brasileño limitaba hacia el Este el mar del Paleozoico inferior,. y debido a su poco relieve, se explica las fluctuaciones de la línea de costa según las transgresiones. El mar Paleozoico inferior .estaba por lo menos en ciertas épocas parcialmente J!im:itado hacia el Oeste por un umbral precambriano análogo al macizo Pampeano del Norte de Argentina; y ubicado en su prolongaQión NW. Este ·'Macizo de .Arequipa" que tuvo un papel tectónico importante durante la orogénesis hercinica (fig. 9), estaba emergido, al menos en parte, durante ~1 Cambriano, el Ordoviciano y el Siluriano, cubierto parcialmente pOr el mar durante el Devoniano inferior.. Este macizo de Ar¿quipa siguió sien!io zona positiva en el curso del Devoniano, por lo me· nos. al nive~ de 1998, si' consideramos Iras reducciones de potencia y los cambios de facies que observamos del Este hacia el Oeste sobre este paralelo.
Paleozoico superior.
El Paleozoico superior descansa en discordanc,ia angular sobre difere~tes horizontes del Paleozoico inferior y del Precambriano en las partes axiales de la cadena hercinica, fuera de estas zonas, esta discórdaneia es cada vez menos marcada y puede desaparecer (f!ig. 1).
En. el Perú, el Permocarbonifero se encuentra bien desarrolla- __ do tanto en la zona axial como en J.os.t bordes de la cadena hercinica,
. ·habiendo sido estudiado sistemáticamente por Newell et.al. (1953). En BoJ:ivia se le conoce solamente fuera de las zonas axiales.
Pernio--carbonífero en el Perú.- Clásicamente se puede diferenciar: (Newell et . .al., op.oit.), los siguientes horizontes de abajo hacia arriba:
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-- molasas continentales m,imsipianas (grupo Ambo): -- sedimentos marinos de facies variadas de edad pensylvaniana (gru-
po Tarma) y Permiano inferior y medio (grupo Copacabana);. - molasas rojas con frecuentes intercalaciones volcánicas del Permia·
no superior (grupo Mitu), posteriores al ·ciclo orogénico herCínico y las describimos · en el acá pite correspondiente al capítulo estratigráfico ..
Míssissip!ano.- Este piso consiste en conglomerados, areniscas y pelitas negras que presentan a menudo una sedimentación rítmica mal dasificada, de tipo molásico. Estos sedimentos esencialmente continentales contienen intercalaciones carbonosas y numerosos restos de plantas que han sido estudiadas, desde el principio del siglo (Steinmann, 1929) y
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SERVICIO DE GEOLOGIA Y MINERIA
más recientemente por Jongmans (1954), quién atribuye a las series una edad que corresponde a la base del Misisiptiano. En varios lugares del Perú Central y meridional se han descubierto recientemente intercalaci<r nes marinas en la base de la secuencia, las mismas (2) que contienen fó · siles de los géneros Rhynchopora, Schellwienella, Syringothyrtis y Kitakamithyris, similares a especies conocidas en Pensylvania (J. Murphy, comunicación es~ ita) y que córresponde a la base del Misisipiano.
Hacia el tope de la secuencia, se encuentra a veces importantes intercalaciones volcánicas; en la hoja de Tarma (F.M., 1198) 500 m. de tufos piroclásticos verdes y derrames dacíticos a rio1íticos (3) constituyen el tope de la serie; en Huanta (F.M., 1~30'S) se trata de andesitas y dacitas moradas.
Probablemente este volcanismo ha sido explosivo ya que numerosas secciones muestran en la parte superior del Misisipiano y hasta en la base del Pensylvarúano cineritas verdes a veces azuladas, qu~ constituyen un excelente nivel guía en la Cordillera Oriental y la zona subandina del centro y sur del Perú.
El grosor total del grupo Ambo puede variar de O a más de 1000 metros entre zonas poco distantes y alcanza 2,000 m. en la región de .Huánuco (B.D. 1098).
·Este grupo está bien representado en la Cordillera Oriental y en la zona subandina desde '1930'S hasta el Lago Titicacá; también está presente en la Costa Sur, especialmente en Paracas con una facies ex-. .
clugivamente continental (Ruegg, 1957). Las facies y los cambios de potencia del grupo Ambo, atestiguan el ·proceso de destrucción de los relieves hercinicos en esta época; ·el volcanismo que lo acompaña estaría asociado a la persistencia de movimientos de distensión.
Pensylvan!ano.- El . Pensyl'vaniano o grupo Tarma descansa en concordanda sobr~ el M:~isipiano; es esencialmente marino y contiene ocasionalmente intercalaciones de facies continental. Sólo está bien representado en el Perú central entre 109301 y 139S y sus facies vatían mucho del oeste hacia el este ..
- En la región de Tarma, localidad típica, el Pennsylvaniano s~ compone de areniscas y pelitas negras a pardas con frecuentes intercalaciones de calizas en bancos o en lentes; localmente se puede en-
(2) Wilson, Reyes y Garayar (1967) y publicaciones en preparac!ón por Dalma,yrac, Laubacher, M'egard y Murphy.
(>) Este volcanismo ha sido descrito por primera vez por Harrizon (1956), quién le daba una edad pre- devónica.
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LA CADENA HERCINlCA EN EL PERU Y BOLIVIA
contrar algunos lentes de areniscas y hasta de conglomerados rojos. Este conjunto puede alcanzar 500 m. y contiene numerosos fósiles, en particular braquiópodos y fusulinas que permiten atribuirle una edad P2nsylvaniana media;
-- Más al Este (hojas de Jauja, Andamarca, Pampas, Huanta) la secuencia pasa a más de 2000 m •. de lutitas, a menudo asociadas en alternancia centimétrica con areniscas, en las cuales se intercalan cuarcitas y calizas con goniatites;
- Aún más al Este, en toda ;Ja zona subandina, el Pensylvaniano ha sido reconocido en la base de un amplio conjunto calcár~o que ~ncluye hasta el Permiano: ésta es la formación Muralla de algunos geólogos petroleros, equivalente lateral de los grupos Tarma y Copacabana. El Pensylvaniano se encuentra también bajo ésta misma facies calcárea asociado con areniscas cineríticas verdes en una parte de la Cordillera Oriental del SE del Perú. ·
Se le ·conoce también en la Costa Sur del Perú donde está constituído por más de 500. m. ele lutitas, areniscas y calizas y al extre
. mo NW del país en los Amotapes donde 1500 m. de lutitas y areniscas han sido medidas por Chromic (in Newell et.al.; op.cit.).
Permiano inferior y medio.- Sobre el carbonífero yace en concordancia el Permiano inferior y medio pjp.p., marino y muy fosilífero, representado por calizas con algunas intercalaciones de lutitas (grupo Copacabana). Los últimos trabajos no traen nuevos conodmientos sobre este grupo, por lo ta:rito el lector puede referirse integralmente al estudio de Newell et.al. (op. cit.)
Permo - carbonüero de Bol.livia.- En el Albiplano y en una parte de la Cordillera Oriental, una serie carbonífera mal datada cuyo grosor varía de unos metros a más de 600 m., seguida con calizas marinas con fusulinas del Permiano ~nferior y medio p.p., descansan sobre el Paleozoico inferior. Este carbonífero, de tipo Gondwana empieza generalmente por un conglomerado con numerosos rodados de cuarzo y algunos rodados de granitos; contiene horó.zon~ tes deltaicos y continentales así como algunas intercalaciones de tiloides. Se le considera como de edad e_sencialmente pensylvaniana, la presencia del Misisipiano mencionada por Lohman (1970) ·nunca ha sid\» comprobada.
El Gondwana típico aflora en la zona subandina donde descansa siempre sobre el Devónico. Su potencia puede alcanzar 2000 m.; esencialmente es continental, constituído por areniscas, tiloide~ y !utitas. En est~s lutitas a veces marinas se ha encontrado una fauna que sería de edad carbonífera (Ahlfeld y Branisa, 1960>; los geólogos petro-
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SERVICIO DE GEOLOGIA Y ~INERIA
leros basándose sobre los estudios de palinología mencionan la existencia de Misisipiano y de Pensylvaniano. La edad de la parte superior de esta seri-e es discutida: para Chamot (1960), el Gon.dwana llega al Permiano, para Lohman (1970), es excluSivamente carbonífera.
Paleogeografía durante el Carbonñero y el · Permiano inferior y medio.- Sólo se conoce sus grandes rasgos: En la Cadena eohercínica !os relieves no están todavía totalmente destruídos y siguen movimientos de distens.¡ón (Newell et.al, 1953, p. 13 ~ Katz, 1959) lo que explica la compl~jidad de la morfología de las cuencas.
En el Perú las regiones emergidas persisten en la zona de la Cordillera Occidental pero parece que no forman una barrera contínua. En algunos lugares las facies de las series indican la proximidad de una línea de costa, como en la región de Huancayo (Megard, 1968) . Una cuenca amplia persistiendo en el tiempo y más a menudo en co. municación con el mar abierto, se instaló en la zona subandina y parte de la Cordillera Oriental, resaltando entre los paralelos 119 y 1398.
En Bolivia ·hubieron dos cuencas subsidentes, donde la sedimentación fué esencialmente continental y ocupan respectivamente las partes Norte y Sur de la zona subandina. En cambio al Oeste, en la Cordillera Oriental y el Altiplano, la sedimentación se efectuó sobre uria plataforma. Estas tres áreas de sedimentación están episódicamente en comunicación entre ellas y con la cuenca peruana (Dumb~ y Newell, ·1946; Ahlfe1d y Branisa, 1960) .. La teudencia a la emersJ.ón que. y~ s~ observa en Bolivia a fines del Palozoico se confirma durante el Mesozoico y se extiende hasta el Sur del Perú; la cadena hercínica se Vuelve entonces una área positiva.
Lím!te superior de la Cadena Hercíilica
Las series post-hercínicas descansan con d~scordancia regional muy nítida (Overlap) a vec.es angular sobre terrenos paleozoicos de diferentes edades e .inclusive directamente sobre el Precambriano.
En el Perú el Permiano superi<Jr, Hamado Grupo Mitu, fosiliza a menudo la última tectónica hercínica. Su facies, notablemente constante, facilita su cartografía por tratarse de molasas rojas a violáceas: conglomerados, areniscas y pelitas alternando de modo irregul'ar y asociados a volcánicos andesíticos a riolíticos (brechas, tufos y coladas) y también a intrusivos hipabisales. Este conjunto tiene una potencia que varía de algunos centenares de metros hasta 4000 metros.
Conocido en los Andes y en la Costa del Sur del Perú, el Grupc Mitu desaparece hacia el Norte del país y hacia el Noreste en la zona suhandina. Su edad ha sido inferida de su posición entre el Leonardiano medio y el Noriano, los dos pisos marinos y fosilíferos. Hacia el SE
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LA CADENA HERCINICA EN EL PERU Y BOLIVIA
ios últimos afloramientos del Grupo ·Mi tu se encuentran al Norte del Lago T~ticaca (Katz, 1959) .
En Bolivia la presencia del Permiano superior nunca ha sido establecida y las series mesozoicas o más recientes d·escansan directamente sobre el Paleozoico. Estas s.eries Mesozoicas ( 4) son continentales en la base y en ellas no se han encontrado fósiles, por lo menos en el dominio de la cadena hercínica (sólo se sabe que son anteriores a las calizas cenomanianas "Miraflores", Branisa, Hoffstetter y col., 1966), razón por la que es difícil datar las estructuras hercínicas, particularmente cuando falta el Paleozoico superior.
&tructuras Bercínicas
En el Perú la cadena bercinica presenta los efectos de dos fa~ de deformación:
-La primera fase ocurre durante .el Devoniano superior; es la fase principal, llamada fase eohercínica y está marcada por la discor
. dancia general del Misisipiano sobre el PaleQzoico inferior intensamente plegado;
~--La segunda fase ocurre en el Permiano medio y corresponde a la fase. tardihercínica cuyos efectos son menos intensos.
El permiano superior descansa generalmente con . discordancia ero· sional (disconfonnity) sobre terrenos que van del Permiano inferior al Precambriano.
La superposición de estas dos fases así como sus respectivas influencias han sido evidenciadas por Egeler y De Booy (1961) en la región del Cuzco. Los nuevos datos permiten precisar, en gran parte de la cadena bercinica del Perú, el rol de cada una de estas dos fases y se ba emprendido el estudio sistemático de las estructuras correspon~ dientes.
En Bolivia la edad de l:as deformaciones y las relaciones entre los diferentes segmentos de la cadena bercínica plantean problemas todavía no resueltos y al respecto sólo se han dado algunas hipótesis.
Tectónica Hercínica en· el Perú.
Las estructUras eohercínicas.- En muchas zonas el conjunto Carbonífero-Permiano inferior y medio sobreyace con gran discordancia a las estructuras eohercinicas, caracterizadas en general por numerosos mi·
( 4) Más adelante trataremos de estas .eries continentales bajo el nombre d!e Cretáceo", según se acostumbra en Bolivia. Mencionamos sin embargo que Lolunan ( 197 O) duda de esta atribución de edad y considera que la part• inferior de ... tas seriea es localmente triásica.
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SERVICIO DE GEOLOGIA Y MINERIA
crcpliegues y uno o dos esquistosidades bien marcadas. Una discordancia de este tipo ha sido observada cerca de la frontera boliviana al Norte del Lago Titicaca (G.L .. ) entre el Misisipiano y el Paleozoico ~nferior. Von Braun (1967) la describió también en la Cordillera de Vilcabamba entre las·calizas del Permiano inferior y las series Pre-Carboníferas. ,Esta misma discordancia se encuentra de nuevo al Este de Huanta (1395
1 F.M.) y en las Hojas de Huancayo (Megard, 1968), Jauja
(J.P.), La Oroya y Tarma (F .,M.) comprendidas entre los paralelos ll9S y 12930'S y en ta zona de Huánuco (109S, B~D.). La discordancia eohercínica también se ha podido reconocer en los Amotapes en la extremidad NW del país.
En todas estas zonas, las estructuras eohercínicas están bien caracterizadas y presentan un estilo muy diferente al de los pliegues andinos, los cuales en la mayoría de los casos son los únicos que afectan el Paleozoico superior. Por extensión, de un modo general, s·e atribuye una edad eohercínica a las estructuras del mismo estilo observadas en las series precarboníferas; cubiertas directamente con discordancia por terrenos de edad Permiano super~or o más recientes, tal es el caso del Anticlinal de Malpaso, del domo de Yauli (11930'S) y en el Macizo de Olmos (69S) o al NW de lea (14QS, Ruegg, 1957) cerca a ta Costa.
Las estructuras eÓbercínicas pertenecen a los niveles estructurales medio e inferior. El nivel estructural inferior aflora en la mayor parte de la Cordillera Or>iental y permite definir una zona axial delimitada por el frente superior. de · esquistosidad, cuya posición sólo se ·puede precisar en el SE del país.
En esta zona axial los pliegues están acompañados de ·esqúistosidad, al menos en los niveles peliticos, y sus ejes son sub-horizontales Se trata generahnente de· pliegues decamétricos a hectométricos, puesto que raras v·eces se han observado grandes estructuras.
Estos pliegues son anisópacos en los niveles pelíticos donde se puede observar una esquistosidad de fractura muy fina, que pasa a menudo a una esquistosidad de flujo. Los bancos arenosos muestran generalmente pliegues isópacos en la charnela, y en ellos se puede observar cizallamientos oblícuos en relación a la esquistosidad de las pelitas. Es poco frecuente encontrar pliegues con flancos ensanchados.
La esquistosidad es paralela al plano axial de los pliegues y diseña abanicos bastante apretados, su buzamiento es casi s:iempre próximo de la vertical; por lo tanto, los pliegues son derechos o ligeramente inclinados y en su conjunto la cadena no muestra un acostamiento preferencial.
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LA CADENA HERCINICA EN EL PERU Y BOLIVIA
Sólo el sector del valle de Sandía, al NNE del Lago Titicaca presenta una excepción a esta regla. En esta zona se puede observar un gran pliegue echado hacia el WSW con un flanco inverso que alcanza diez kilómetros (fíg. 8, A).
La mayoría de las estructuras tiene un rumbo de N 1309 a N 1501? que pued2 variar excepcionalmente hasta N 17()Q; pero la mayor parte de ejes de pliegues y micropliegues, de direcciones de esquistosidad y de lineaciones de int?rsección-estratificación esquistosidad se agrupan alrededor de N lW.
Estructuras polifásicas se conocen en muchos lugar~s.. En el núcleo del amplio antidinal andino de Tarma Huancayo (F.M.) en el Centro del país, el examen de pliegues decamétricos con buzamiento axial suave y con esquistosidad subvertical de rumbo N 1309, muestra que dichos pliegues afectan micropliegues decimétricos de dirección casi ortogonal, Y. cuya dirección primaria varía entre N 459 y N 60Q (son pliegue$ apretados, casi isoclinales) .. En la Cordillera de Vilcabamba (R.M.) se puede observar estos dos tipos d2 pliegtres, siendo en ~sta zona los de primera fase de dirección N 1309 y ·los de segunda fase aproximadamente N W ·
Finalmente, se puede comprobar, por ejemplo en las cercanías de Tarma (F.M.), la existencia de fallas normales de salto importante, de edad eohercínica y posteriores a la tectónica flexible (tectonique souple). Efectivamente el .Carbonífero infel"lior descansa sobre el Devoniano en un blbq'ue y directamente sobre el pre-Cambriano en el otro. Estas fallas tienen también una dirección aproximada ·de N 139.
Fuera de las zonas con gran deformación, la cadena no aflora mucho; solo la sección A de la figura 8 (G.L.) mu2stra estructuras que pasan al nivel estructural medio en ambos lados de la zona a:x,ial. En el caso de las cercanías de Juliaca, donde se puede observar vastos pliegues bien abiertos con dirección N 1409, los cuales presentan so. lamente una esquistosidad de fractura muy grosera cerca de las charnelias.
Las estructuras tardihercínicas.-:- U n o d e 1 o s méritos d e 1 trabajo de Newell et.al ha: sido poner en evidencia el gran hiato tardihercínico; pero dicho Mato es más importante desde el ' punto de vista estratigráfico que del tectónico. En efecto, la discordancia angular, que con frecuencia pone directamente en contacto las molasas rojas del Permiano superior y los terrenos eopaleozoicos y hasta precambrianos, proviene de la orogénesis eohercínica o de la orogénesis precambriana.
Los depósitos de estas molasas han sido precedidos por una epirogénesis general, muchas veces acompañada de magmatismo. Un ple-
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SERVICIO DE GEOI.:OGIA Y MINERIA
gamiento tardihercínico ha sido también reconocido en un sector de la Cordillera Oriental situada al Norte del Lago Titicaca (Audebaud, 1969). Este plegamiento parece extenderse en la mayor parte de Bolivia ( cf. p. 24 y 25) .
Plegamiento tardibercínico al Norte del Lago Titicaca
Entre Nuñoa y Macusani (Fig. 5), el Carbonífero y el Permiano infe;rior plegados están cubiertos coq discordancia angular por conglomerados y andesitas de probable edad Permiano superior .(Grupo Mitu, Katz, 1959; Audebaud, 1969-, seguidos en. concordancia por yeso y calizas de probable edad Cretáceo inferior. Es decir, que en esta parte ha ocurrudo un plegamiento durante el Permiano medio,
Los terrenos del Carbonífero :y'· del Permiano inferior forman grandes pliegues cuyos ejes se pueden seguir por más de 10 km. Son muy decimétricos, muchas veces echados hacia el Oeste con flancos ínvert1idos que pueden alcanzar hasta 1 km. Están acompañados de pliegues menores decamétricos a hectométricos con el mismo rumbo. Estas estructuras se forman en la proximidad del frente superior de esquistosidad, lo que está .indicado por la presencia de una esquistosidad de fractura o de "strain slip" que aparece en el núcleo de algunos anticlinales.
Estos pliegues dibujan una gran virgación que no afecta las molasas discordantes del Permiano supel">ior (fig. 4), hecho que Sé
puede interpretar como la reacción de la cobertura al juego de umi falla transcurrente de dirección NW-SE en el: zócalo (Laubacher, 1970).
Es verosímil que la discordancia angular del Cretáceo interior sobre el Permiano medio, mencionada por Rivas .(1968) en Bolivia en la margen ~~ del Lago 'niticaca:, sea debida a esta ·tectónica tardihercínica.
Epirogénesis y tecoonica de fractura en el Penniano medio.
En una época no determinada del Penniano, pero posterior al Leonardiano inferior (Newell et.al. 1953, p.l8), un levantamiento ~eneral afectó la mayor parte del territonio peruano seguido por una fuerte erosión; debido a lo cual los hol'lizontes marinos del Penniano medio están cubiertos por las molasas rojas del Permiano supenior (grupo Mitu). Estas molasas descansan con discordancia erosiona! sobre diferentes formaciones, sin embargo nunca cubr~n al Carbonífero-Permiano .inferior ni siquiera con una discordancia angular de pocos grados, salvo en el sector al Norte del Lago Titicaca. El levantamiento se manifestó probablemente por un amplio arqueamiento y el juego de numerosas fallas longitudinales.
Efectivamente, la cartografía que hemos emprendido indica, principalmente en el Perú Central, la presencia de numerosas fallas
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SERVICIO DE GEOLOGIA Y MINERIA
tardihercínicas, como por ejemplo en la hoja de Tarma al Sur de Tapo (F.M.), donde una falla vertical qu~ pone en contacto los sericito-esquistos precámbricos y las pelitas del Pensylvaniano está fosilizada pot· los congl\omerados del Permiano superior. Este es un caso raro ya que la mayoría de estas fallas se han reactivado durante el Cretáceo y el Terciario, aunque generalmente s~ puede calcular el salto tardihercínico a veces importante.
Las molasas rojas descansan frecuentemente sobre substratos diferentes en bloques fallados vecinos. Así, al Este de Junín {119S) se puede observar que estas molasas descansan con li.gera discordancia erosiona! sobre 1500 m. de Carbonífero ~n un compartimento y 2 km. más al NE, en el otro compartim~nto dichas molasas se hallan directamente sobre el. Precambriana. Observaciones de este tipo se han realizado en varios otros sectores.
Estas fallas han jugado en distensión (fallas normales) durante un tiempo bastante largo antes o durante el emplazamiento de las rnolasas, lo que probablemente ha favorecido la e"misión de productos . volcánicos durante el Permiano superior.
Conclusiones.- En la cadena hercínica del Perú sólo se manif1iesta la tectogénesis eoh~rcínica, de edad devónica superior~ · salvo en el sector situado al Norte del Lago TJticaca, donde un plegamiento tardi-hercí · nico de probable edad Permi~mo-medio se superpone al primero. En las otras regiones del país, el Paleozoico superior es solamente afectado por movimientos verticales que son particularmente intensos a partir del Permiatn.o medio, y que se manifiestan principalmente por Ins molasas rojas de grano grueso y las rocas volcánicas.
Las rocas tectonisadas, en el nivel estructural inferior, aflol'an a lo largo de la cadena eohercínica según una faja de dirección N 1209 cuyo ancho no sobrepasa los 100 km. (fig. 9); esta faja está bordeada por afloramientos del nivel estructurall medio, que son más anchos al SW que al NE.
A la latitud de Cuzco (13930'S), las estructuras eohercínicas se desvían bruscamente y toman por más de 100 km. una dirección que varía de E- W a N 609. En la misma zona, las principales estructuras andinas pasan del mismo modo de una dirección habitual N 1309 - N 1609 a una dirección promedia E-W. Estos cambios de di· rección son conocidos como "deflexión de Abancay~'. El problema de la edad de esta megaestructura no está todavía resuelto. Según R.M. se puede proponer dos soluciones extremas:
- -- La doble virgación del hercínico original, y en este caso las direcciones andinas han seguido el patrón estructural hercínico ;
-- 28 - --
LA CADENA HERCINlCA EN EL PERU Y BOLIVIA
- - La d=flexión de Abancay es una estructuni tardía que ha deformado tanto a las direcciones hercínicas como a las andinas. También se puede imaginar varias soluciones intermedias.
Tectónica hercínica en Bolivia
En Bolivia, el Paleozoico inferior está intensamente plegado y esquistoso en dos dominios (fig, 9). El primero, en la prolongación de la cadena hercínica del Perú, tiene una dirección N 130Q y sigu;! hasta el "codo" de Santa Cruz. El otro, de dirección sub·merídiana, ocupa la mayor parte de los ·Andes meridionales bolivianos y su tramo septentrional se inflexiona hacia el Oeste. En el interior de esta zona no se conoce el Paleozoico superior y el Cretáceo descansa directamente sobre la ser:ie Carbonífera. Fpera de estas zonas7 donde el Paleozoico inferior-es menos plegado y no presenta esquistosidad, una secuencia permo-carbonífera completa la columna estratigráfica.
Las · observaciones permiten establecer la existencia de una fase de plegamiento eohercínica, pero la ausencia del Permiano supe· rjor y de gran parte del Mesozoico dificulta det1inir la edad de la fase de pl~gamiento tardihercínico.
Discordancia eohercínica.- Atribuímos a la tectón1ica eohercíni· ca la discordancia de la ba~e del Permo-Carbonífero, el cuar. es conocido solament= en las zonas más externas de la cadena:
- -- Al Norte del Lago Titicaca y en el Norte del Altiplano, descansa con discordancia angular sobre déversos niveles del Devoniano inferior y medio
.En la zona comprendida entre Oruro-Cochabamba-8ucre, esta dis· cordancia es bien nítida ; y en Morochata (30 km. al ·Norte de Cochabamba) . un conglomerado debajo de calizas con fusulinas del Permiano inferior y medio, descansa sobre el Ordoviciano superior plegado (Ahlfeld y Branisa, 1960, p. 93 y P. T.) .
Discordancia del post-Permíaho medio y pre-cretáceo.~ Los primeros terrenos datados discordantes sobre el Paleozoico . ple-gado pertenecen generalmente al Cretáceo superior Cenomania~ no)- La transgresión cretácea ha ocurrido después de un largo período de emersión y de peneplanisación de una cadena plegada cuyos límit~s más próximos son de edad Permiano medio. La discordancia se puede observar tanto sobre los terrenos de la zona axial con esquisto· sidad, como sobre las estructuras del Paleozoico inferior y superio!" de las zonas laterales, salvo en la zona subandina, donde todas las estructuras se deben a una orogénesis del Terciario superiór.
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SERVICIO DE GBOLOGIA Y MINERIA
En las zonas axiales podemos citar dos ejemplos:
-En la región de Palea (Cl. M.), 20 km. al SE de La Paz, una discordancia de casi 909 se observa entre capas rojas del Cretáceo y el Devoniano, que forma el núcleo de un sinclinal volcado acompañado de mictopliegues y de esquistosidad;
- En el Sur boliviano, el Cretáceo sin esquistosidad del sinclinal de Camargo (65920'W), descansa directamente sobre el Ordoviciano •inferior plegado y con esquistosida:d (Cl. M.).
Fuera de las zonas axiales el Cretáceo descansa frecuentemente con una gran discordancia angular sobre el Paleozoico inferior y superior, así:
·-· En Sayari, sobre la carretera Oruro-Cochabamba (17945'S) el Cretá· ceo descansa con discordanoia sobre el Devoniano pLegado e invertido (P.~.);
-En Luribay, 100 km. al Sur de La Paz, el Permo.Carbonífero está cubierto con discordancia por un sinclinal cretáceo.
La discordancia entre el Cretáceo y el Paleozoico ha sido explicado por movimientos jurásicos-fase nevadiana de Ahlfeld (5) pero la naturaleza y la extensión de esta fase tectónica nunca ha· sido evidenciada. Por lo tanto nos. parece más lógico correlacionar las estructuras de edad post.permiana medio a pre-cretácea con el plegamiento tardihercinico, tal como ha sido definido en el Sur del · Pení (Audebaud y La~bacher, ·1969, Laubacher, 1970).
Estrocturas hercínlcas.- En Bolivia las estructuras hercínicas se observan en dos segmentos: el primero, septentrional, de rumbo NWSE constituye la prolongación de las estructuras peruanas; el otro, meridional y de rumbo N-S, sigue en ·el Norte de Argentina.
Las estructuras hercinianas de Bolivia tienen mucha semejanza con las estructuras eohercínicas del Perú y con la ventaja de estar mejor expuestas.
En la zona axial septentrional, de dirección N 1209 (Cl.M. y P .T.) la disposición en abanico de la esquistosidad y de los pliegues
( 5) Ahlfeld ( 1970) está en movimientos nevadianos y no admite la posibilidad de movimientos tardihercín·icos. Por otra parte es opue~to· a la existencia de una cadena hercínica escribiendo solamente: -'lm .. ·Palaozoikum herrscht konkordan'Z", lo que parece contradecir sus propias observaciones (por ejemplo en Ahlfeld y Branisa, 1960, p. 83 y 93 ) .
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LA CADENA HERCINICA EN EL PERU Y BOLIVlA
es muy nítida y la posición cartográfica del frente superior de esquistosidad es bien conocida (flig. 8, B y C), estando casi siempre a proximidad de la base del Siluriano, donde la carga litostática debía ser considerable, ya que el Siluro-Devoniano sobrepasa muchas veces los 7000 m. Por otra parte, el factor litológico es muy importante, en cuanto a la aparición y ·la extensión de la esquistosidad, en la Cordillera Real, donde las areniscas macizas muy potentes del Ordoviciano superior son casi tabulares y no presentan clivaje esquistoso, aunque están situadas debajo del frente de esquistosidad.
En el extremo SE de este segmento, una tectónica polifásica ha sido reconocida en el Paleozoico inferior (P. T.), estando representada por pliegues NS métricos a decamétricos con gran buzamiento axial y parecen replegados por otros pliegues cuya dirección varía entre EW y N 1309.
En el segmento meridional de dirección NS ( Cl. M~ y T. Subieta), una esquistosidad subvert!cal afecta la mayor parte de los terrenos de fa Cordillera Oriental esencialmente constituida de Ordoviciano; el nivel estructural medio se observa solamente en los terrenos silurodevonianos, en el limite de la zona subandina (fig. 8, D). Al este de la falla de Camargo, los pliegues son amplios y la esquistosidad parece esenc:ialmente debida a una carga importante. Al Oeste de esta falla, los pliegues son mucho :nás apretados y se nota que la compresión ha actuado más claramente en el desarrollo de la esquistosidad. Por otra parte, parece posible definir una primera fase que se manifiesta por ondulaciones EWde gran amplitud, cuya interferencia con los pliegues N-S de la tase principal, ha originado la formación de pliegues cónicos cuyo buzamiento axial puede alcanzar 45t~ .
Fuera de estos dominios de deformación ;intensa o mediana, y principalmente en la región de Oruro·Cochabamba-Sucre (P. T.), sólo existe el niv<2l estructural medio caracterizado por pliegues cilíndricos sin esquistosidad, lo que también se observa en el Altiplano ..
Conclusión.- Las discordancias y la diferencia entre los estilos de plegamiento hercínico y andino caracterizan una cadena hercínica constituida por dos zonas axiales muy deformadas, sep~adals por una zona menos deformada.
Las relaciones entre estas zonas son · toda.vía mal conocidas. y se pueden proponer varias hipótesis para explicar el aspecto particular de la cadena hercinica en Bolivia (Martínez y Tomasi, 1970>.
-·La primera supone la existencia de una virgación al nivel del "codo de Santa Cruz", a l·os 1898, que habría sido controlada por la disposición de la cuenca paleozoica;
- Otra supone la eXlistencia de dos fases de deformación sucesivas con orientaciones y zonas de intensidad máxima diferentes;
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SERVICIO DE GEOLOOIA Y· MINERIA
-- Finalmente, podría ser un gran accidente E - W del basam~mto (Rod, 1960); (Ahlfeld, 1970) que en la región del "codo" afecta la cadena de tal modo que los niveles estructurales profundos están en contacto con los niveles superiores.
La edad de la deformación principal no es conocida y no se sabe a que fase pert~necen la esquistosidad y el metamorf\irmo general observados en las zonas axiales.
Fuera de la zona axial septentrionat, al Norte del Altipano, las deformaciones post-permianas-pre-cretáceas son muy intensas, mientras que la tectónica eohercínica se manifi.esta sólo por una discordancia suave, lo cual permite suponer localmente, por lo menos, que la fase tardihercínica fué más importante que la fase eohercínica.
En la región Or.uro-Cochabamba-Sucre, se puede observar dos direcciones de plegamientos ortogonales, pero es muy prematura establecer relaciones precisas entre los dos fenómenos.
En Bolivia, hay posiblementa dos cadenas distintas, una eohercínica, la otra tardihercínica, con características estructurales y zonas de extensión diferentes. Sin embargo, el Cretác:2o discordante se ha depositado sobre una peneplanicie producida por la destrucción de la cadena hercínica, que se volvió zona positiva a partir del Permiano medio en Bolivia.·
Metamorfismo Hercínico
La existencia de un metamorfirmo regional debil en las series del Paleozoico inferior. plegadas antes del ciclo andino, es señalado desde 1924 por Mac Laughlin en el centro del Perú. También Steinmann (1929~ p. 17), luego Harrison (1943) admiten la posibilidad que una parte d~ las series levemente metamórficas de la CordiB.era Oriental seari Ordovicianas o Silurianas, siendo las otras Precambrianas.
Las observaciones que hemos hecho sobre el metamorfismo del Paleozoico inferior en el Perú y en Bolivia coinciden con la de nuestros p!"edecesores. Se trata de un metamorfismo de edad hercínica que nunca sobrepasa las condiciones de la facies "esquistos verdes". Süs mi · nerales de metamcrfi8mo están siempre dispuestos en los planos de una esquistosidad asociada con frecuenda al plano axial' de pliegues isoclinales de una primera fase, tal es e~ caso del domo de YauH y del antidinal de Malpa~o (Perú Central), donde la esquistosidad primada foué a su vez afectada por una esquistosidad de crenulacipn debida a una fase tardía.
Sin embargo, en algunos sectores tales como los valles de San Gaban 2n el Sur del Perú o de Zongo en el Norte de Bolivia, intrusio-
LA CADENA HERCINICA EN EL PERV Y BOLIVIA
nes sintectónicas aumentaron la temperatura y la gradiente geotérmica produciendo un metamorfismo de tipo intermedio de baja presión, caracterizado por las asociacion~s Andalusita + Cordierita+ Estaurolita, Andalusita + Estaurolita + Granate, (J.P. Bard y R. Capdevjla, com. oral . ) .
La existencia de removilizaciones hercínicas en las formaci<r nes metamórficas del zócalo precambriano queda aún problemática, particularm~nte cuando se trata de reconocer paragénesis de edad herdnica dentro de estas formaciones.
Comentario de algunos perfiles geológicos de la Cadena Hercínica
P~rfi)l río Marnñón-Ambo y Huánuoo-Las Palmas . ~ ' ;.
Este perfil (B.D., fig 6). hecho en la Cordillera Oriental peruana, corresponde a los alrededores de los 109 de latitud Sur. Su parte occidental de rumbo E .W. empieza en el valle del Marañón y llega al pueblo de Ambo en el valle del Huallaga. La parte oriental de dirección SW-NE, va de Huánuco, ciudad situada a 30 km. al NNW de Ambo, a Las Palmas en la zona sub-andina este perfil sigtie la carretera Huánuco-Tingo María, que pasa oblícuamente el codo que forma el río Huallaga en esta zona.
Li.geramente al Oeste de AmbO, el Llanvirniano fosilítero des. cansa con clara discordancia angular sobre un complejo metamórfico del Precambriano intensamente plegado.
Este Precambriano constituye el substrato de toda la región, exponiéndose en algunos sitios d~l valle del Marañón y luego, aflora ampliamente al Oeste de Ambo en la quebrada de Ch.aupihuaranga (Dalmayrac, 1970). Forma todo el macizo ubicado al NE de Huánuco y · se pone en contacto con la zona subandina por intermedio de una faHa inversa de gran desp~zamiento. La parte occidental de este complejo precámbrJco está constituída por esquistos epimetamórficos afectados por una tectónica polifásica. El grado de metamorfismo aumenta hacia el Este hasta llegar · a la facies anfibolita a la altura de Huánuco. Más al Este todavía reaparece la facies. epimetamórfica seguida por rocas de facies anfibolita en el extremo oriental de la sección.
El Paleozoico inferior está solament.e representado por un Ordoviciano pelítico poco potente y ligeramente tectonisado (fase eohercínica) formando pliegues bastante amplios con una ligera esquistosidad. J.,allas posteriores a estos pliegues han permitido la individualización de compartimientos en los cuales el Carbonüero discordante se ha deppsitado sobre el Ordcviciano o directamente encima del zócalo precámbrico.
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LA CADENA HERCINICA EN EL PERU Y BOLIVIA
El Paleozoico superior empieza por el Misis.ipiano continental con intercalaciones marinas, siendo Ambo la localidad típica del Perú (Newell et.al., op.cit.) seguido en concordancia por las calizas marinas del Permiano inferior y finalmente las molasas rojas del Permiano superior. La fase tardihercínica corr·esponde a la reactivación de algunas fallas.
El área de este perfH parece estar emplazada cerca det borde NE de la cadena hercínica.
,-Perfil San Cristobal-Tarma-La Merced.
Este perfil (F.M., fig. 7) aproximadamente de dirección SWNE ha sido hecho entre ll~S y l29S, empezando en la mina San Cristóbál (en el borde este de la Cordillera Occidental) atravieza el domo de Y auli, las mesetas altas del Perú Central, la Cordill.era Oriental y termina en la zona subandina. El perfil sigue aproximadamente el trazo de la carretera Lima-La Mérced.
El substrato hercínico y precámbrico afectado por estructuras anticlinales de edad andina aparece sucesivamente desde el SW hacia el NE en el domo de Yauli, el anticlinal de Malpaso (15 km. al NW de este perfil, al nivel de La Oroya) y en el amplio anticlinorium de la Cordillera Oriental compuesto por el AnticlinaJ de Tarmat el complejo sinclinal de Ricrán y el anticlinal de Huacapistana.
Los eventos tardihercínicos se manifiestan por:
- - la intrusión del stock granítico de la Merced;
- una tectónica de fallamiento de edad Permiano medio muy nítida en la región de Tarma;
- un volcanismo particularmente bien desarrollado en el domo de Yauli, donde la casi totalidad de la secuencia del Permiano superior, de más de 1000 m. de potencia, consiste en brechas y coladas ande· síticas a dacíticas.
-· una tectónica muy tardía que afectó a las molasas volcanógenas del Permiano superior, dió algunos pliegues amplios en el domo de Yauli y fallas en la zona de Tarma. Esta tectónica ha sido fosilizada por er Noriano marino transgresivo (ninguna tectónica de esta edad ha s:ido descrita hasta ahora tanto en el Perú como en Bolivia).
Sin embargo, no eXJiste una discordancia regional signif-icativa ni entre Mesozoico y Permiano, ni entre Permiano superior y Carbonífero.
La única discordancia hercínica es de edad eohercínica, observándosele claramente cerca de Tarma, entre el Misisipiano o el Pensylvaniano y el Devoniano medio plegado.
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LA CADENA HERCINICA EN EL PERU Y BOLIVIA
La discordancia entre el Permíano superior y el Paleozoico interiOr plegado y epimetamórfico que se observa en Yauli o Malpaso es probablemente también de edad hercínica.
Las series de Yauli y Malpaso, posiblemente de edad Ordoviciana, están constituídas de esquistos y cuarcitas epimetamórficas de la facies esquistos verdes, afectadas por una tectónica polifásica: en el domo de Yau1i. Hacia Andaychagua, pliegue con gran buzamiento 2xial y echado al NE afectan a una esquistosidad tnás antígua paralela a la estratificación. En el anticlinal de Malpaso, la fase 1 se manifiesta por pliegues echados, isoclinales, de ejes horizontales y de rumbo N 609 E cuya esquistosidad ax¡ial está replegada por una segunda fase de pliegues "en rodilla" con una dirección N 1309 y del orden mé-trico a decamétrico. ·
En los flysch · devoQianos de Tarma, las ~structuras más frecuentes son pliegues decamétricos a hectométricos, simétricos o ligeramente echados al SE, con rumbo N 12()9 a N 1509 y buzamientos axiales que llegan a 3()9. Estos pliegues son concéntricos en los niveles pe líticos, donde la esquistosidad del plano axial es muy nítida. Unos 20 km. más al Sur, existen pliegues isoclinales de una fase anterior, de dirección sensiblemente perpendicular a los pliegues de rumbo N 1309 y replegados por éstos últimos.
Estas estructuras hercínicas se diferencian de las estructuras andinas por su tamaño y su estilo, inclusive cuando las dos tienen las mismas. direcciones (N 1209 - N 1509).
El zócalo precambriano está bien expuesto a 20 km. al NE de· 'farma, en el cañón del río Chanchamayo por donde pasa la carretera Lima-La Merced, p2ro no se puede observar su relación con el Paleozoico inferior. Está ·constituído por micaesquistos que pasan al NE a gneises con ~ilimanita, ambos intrusados por gr~itos de anatexia con cordierita. Entre Tarl!la y este macizo se encuentran también dos horst precambrianos con rocas de la facies esquistos verdes, cubiertos directamente por el Carbonífero.
Perfil Caban'illas-Río Tambopata.
Este perfil (G.L., Fig. 8, A) de dirección SW-NE, aprmiimadamente con 300 km. de largo, está ubicado entre los paralelos 13? 30'S y va del Altiplano en la región del Lago Titicaca (ál oeste) hasta 18. zona subandina de la cuenca del río Madre de Dios (al Este) siguiendo la carretera Juiiaca - San Juan del Oro. · ·
Los terrenos que afloran a lo largo de este perfil' pueden ser agrupados en tres conjuntos separados J)or dos etapas de plegamiento. El zócalo precambriano no aflora.
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SER VICIO DE GEOLOGIA Y MINERIA
-un conjunto eohercínico, muy potente constituído por rocas del Paleozoico' .inferior plegadas durante el Devoniano superior;
- un conjunto tardihercínico, discordante sobre las estructuras eohercínicé!~, correspondiente al Permo-Carbonífero plegado· durante el Permi;:¡no medio; y
- - un conjunto post-hercínico, discordante sobre el conjunto de la cadena hercínica e iniciada por las molasas del Permiano superior ..
Del Oeste hacia el Este se observa una gran variación en el estilo del plegamiento eohercínico y al respecto se tiene:
-entre Maravillas y Huancané la fase eohercínica se manifiesta por pliegues amplios acompañados de esquistosidad de fractura en la proximidad de las charnelas. En Juliaca se nota la discordancia del Misisipiano continental con leve buzamiento hacia el Oeste, sobre el Devoniano vertical;
- entre Putina y Sandia, el Pal·eozoico inferior está intensamente plegado. Esta parte corresponde a la zona axial de la Cadena. Poco después de Putina se observa una esquistosidad de flujo replegada que buza mediana a suavemente hacia el NE, pero las grandes estructuras no son conocidas. Entre la Divisoria de la Cordillera Oriental y Cuyo-Cuyo s·~ nota la presencia de un gran pliegue acostado sobre más de 10 km·. Este pliegue de· rumbo N 16()9 - N 17()9 está echado hacia el SSW y su esquistosidad de flujo es subhorizontal. También cerca de Cuyo-.-Cuyo hay una esquistosidad de fractUra tardía con direc~ión N 1209- N 14092 muy parada y limitada a fajas de 100 a 200 m ... de ancho. Entre. Cuyo-Cuyo y Sandía las estructuras se abren nuevamente y la esquistosidad se endereza progresivamente; y
-- aguas ~bajo de Sandía, la esqu1stosidad sigue s¡iendo vertical y luego va desapareciendo. Hacia el Este una gran falla pone en contacto el Paleozoico inferior con las ser;ies rojas plegadas del Cretáceo y del Terciario de la zona subandina.
Perfil Colquencha-La Paz-Puerto Linares
Desde La Paz hasta Puerto Linares, este perfil (Cl. M., Fig. 8, B) sigue la carretera que va hasta el río Alto Beni. De dirección S.SON.NE, atraviesa la parte NE del Altiplano boliviano y después de la ·cordillera Real alcanza la zona subandina., La estratlgrafía de la región ·atravesada está resumida en la columna 5 de la F:ig. 3 .
.. (6) E$te corte está descrito en un estudio detallado de C.L. Martínez, R: Suárez y1' . Subieta, publicado en el Boletín N° 15 del Scrvc¡o Geológico de Bo-liv ia . (GE0-'60L) bajo el títuT.o "La Cadena H ·ercínica de la parte septentrional de la Cot·dillera Oriental de los Andes bolivianos (Perfil La Paz-Alto Bcni)".
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El Permo-Carbonífero y el Cretáceo aflora sólo en las dos extremidades de este perfil:
- En su extremidad N.NE, toda la serie, desde el Paleozoico inferior hasta -el Terciar;io es concordante (zona subandina);
-- En su extremidad S.SO, en el Altiplano, el Cretáceo plegado con una tectónica según ejes más o menos paralelos a los del hercínico, es nítidamente discordante sobre los pliegues del Paleozoico dnf·erior, mientras que -el Permo-Carbonífero sólo cubre al Devoniano con muy ligera oblicuidad. Por lo anterior se deduce, que, al menos en el
, Altiplano NE, la fase principal es posterior al Permiano inferior y anterior al . Cret~ceo. Consideramos esta fase como tardihercín:ica
· por razones de continuidad con la región que atraviesa el perfil A (Fig., 8).
La ausencia del Permo-Carbonífero en la zona axial de la Cordillera Real y su flanco oriental conocido con el nombre de Yungas, no permite decidir la edad del plegamiento, el cual puede ser bien tardihercínico si se siguen las conclusiones relativas al Altiplano, o bien cohercínico si se considera que los ejes son La prolongación ·de los ejes de pliegues eohercínicos del perfil A. ·
La disposic:ión general en abanico, de los pliegues y de la esquistosidad, que ya ·hemos indicado, aparece nítidamente en la zona axial donde · aflora eL nivel ~structural inferior, el cual. raras veces está encima del or.doviciano superior. Los . pliegues, flexibles -pero todavía .. jsopacos" en las cuarcitas, son · acompañados de una esquistosidad axial, habitualmente de fractura o . de "strainslip", la cual hacia Coroido pasa a una esquistosidad ·de flujo con neoformación de minerales
· filíticos y recristalízación del cuarzo.
En el borde SO de la zona axial, el Paleozoico inferior presenta pliegues muy volcados haCia el Altiplano, pero el estudio de los pliegues que afectan el Cretáceo muzstra que este volcamiento ha sido muy acentuado por el plegamiento and:ino. Al NE, el paso de ~a cadena herdnica hasta la zona subandina se hace por intermedio de fallas inversas de edad andina (aquí, probablemente del Terciario superior).
Si S>e elimina la influencia de la tectónica andina, se ve que en esta parte, la cadena hercínica es un amplio anticlinorium con pliegues cilíndricos, rectos o lig~ramente volcados hacia el exterior.
También se ha considerado en este perfil datos relativos al macizo granítico del Taquesi que af~ora algunos kilómetros más al Sur;
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LA CADENA HERCINICA EN EL PERU Y BOLIVIA
su edad no es conocida (7) sabiéndose solamente que es posterior a los pliegues hercínicos y que está recortado por fallas andinas.
Perfil Oruro--Cochabamba-VUla Tunarj (entre 179 y 18'8).
El trazo de este perfil (P.T., F!ig. 8, C) sigue también una de las grandes vías que une el Altiplano del centro de Bolivia con la zona subandina.
La parte superior de la columna 6 y de la 6' (Fig. 3) r·esume la estratigrafía de la región atravesada; se notará la gran reducción del espesor del Caradociano y del Siluro-Devoniano.
~te peliil más que todo, está caracterizado por la mayor extensión de los afloramientos del nivel estructural medio. Los caracteres de la zona axial son los mismos que en el corte B (disposición en abanico de las estructuras de todo ~ípo, esquistos!dad de fractura pasando localmente hasta una esquistosidad de flujo, influencia de las estructuras andinas sobre el volcamiento de los pliegues hercínicos).
El. análisis de los datos recogidos a lo largo de esta área y en los lugareS' vecinos donde aflora el Permo,Carbonífero, pone en evidencia un plegamiento eohercínico y también una tectónica polifásica, con una superposición de pliegues N-S y E-0 ( cf. p. 25).
Perfil en el Sur boliviano, (entre 219 y 22'S).
Este perfil (Cl. M., Fig. s. D) es el único que se ha hecho a través del segmento hercínico al Sur de Boliv:ia también hemos utilizado su anális_is para caracterizar tectónicamente este segmento (cf. p. 25), pero no vamos a repetirlo aquí (8).
La columna 6 (Fig. 3) dá la estratigrafía del área a lo largo del itinerario en lo que concierne al Paleozoico se notará que el Cambriano aflora aquí ampliamente en el an~iclinal de Sama. Aquí también, !a ausencia del Permo-Carbonífero en la cadena imp~de una datación precisa del plegamiento.
Desde el punto de Vlista estructural, la zona con esquistosidad tiene un ancho que no se ha observado nunca en los demás perfiles de la cadena hercínica. En la mitad Oeste del perfil se veri~ica la presencia de esta esquistosidad en algunos pequeños horts paleozofcos qu~ sobresalen en medio de extensos afloramientos cenozoicos. Las estructuras parecen particularmente sencillas y no hay volcamiento preferencial ..
( 7) Evernden ( 1961 ) , en una n&ta dirigida a la Soci~ad Geológ1ca &liviana todavía inédita, da edades V/ Ar de 180 .a 190 MA (Triásico superior) para los granitos de }a Cordillera Real . Pero m~idas en el núdec. darían edades Mi&cenas. Esta interrogante falta pÍantear.
(S) La descripción de este 'padil eerá realizada con más detallo por Cl. Martinez Y T. Subieta en las publiAlciones d!e GEOBOL.
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Fig. 9 .- Corto estructural esquemdtieo de 10 cadena · hereiniona peruano .. b.oliviono
i .~Sección d9nde unci esquistosidod herclnlono está presente (zonas axiales) 2r0ireceiones de lo· esquit10·
si dod¡ 3,. Ejes-de loa pliegues heréinionos (col'lereinionoa en el Perú,coc ytordihercinionoa en Bolivia),
El t'riángulo indica lo pendiente del plano axial; 4, Ejes de pliegues cohercinionos de lo primero fue,
donde lo Tectón ica coherciniano · u bifásico; 5 ~ Ejes de pliegues Tordihercinianos(en el Peru) -, 6 ,. Frente &uperior de esquistosidad 1 7.- Limites de la extenaión de los plegamientos hercinianos C trozo conHnuo :
límite observado, linea entrecortada. límite aprOllimodo)¡ a,. LÍmi te s.w. del Escudo Brosilero; 9 :- MOCiZOS
precombriános no áfectados por lo re·ct6nico herciniano
Noto ' Los perfiles de los figs 6, 7 '1 8 után incruidos en la Fig. 9
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LA CADENA HERCINICA EN EL PERU Y BOLIVIA
Límites del Plegamiento Hercínico.
Se puede definir sin mayores dificultades el límite NE aproximativo del dominio de plegamiento hercínico.
En Bolivia se confunde más o menos en el borde interno de los , . relieves de la zona subandina donde el Paleozoico inferior y superior Y el Meso-Cenozoico son generalmente paralelos.
En el Perú meridional las estructuras hercínicas se amortiguan también rápidamente hacia el N- NE como lo demuestra el perfil (Fig. 8), y el límite se puede ubicar en las cercanías del contacto del Paleozoico con el Mesozoico subandino.
Según los geólogos petroleros, en el domo de Sira y en la parte septentrional del amplio anticlinal de Vilcabamba, 1l!os cuales ocupan la mayor párte de la zona subandina entre los paralelos 99 y l.29S, ninguna discordancia angular nítida marca la base o el tope del Paleozoico superior; por eso, el límite oriental del hercínico en la fig. 9, recorta ei anticlinal de Vilcabamba alrededor de 129S y se confunde más al Norte con el' borde Este de los Andes orientales.
Asímismo, sabemos que los pliegues eohercínicos. todavía muy acentuados en Huánuco, están ausentes en Pataz, donde Wilson y Reyes (1964) describen el contacto Ordovícico-Misisipiano como muy ligeramente angular hasta subparalelo, hecho que nos permite ubicar el límite Noreste de la cadena hercínica en la cercanía de Pataz. Esta es la localidad más septentrional en donde se ha obtenido datos sobre e~te límite. Se sabe que la cadena se prolonga más al Norte (Olmos, Montes Amotape) y aun en Ecuador, donde se conoce una discordancia eo·· hercínica en Macuma (cf. F . Macuma, en Hoffstetter, 1956), pero sus límites no pueden ser ubicados actualmente.
El limite SW de la cadena es mucho m-enos definido. Por lea, Ruegg (1956) ha encontrado Paleozoico inferior, muy plegado y con esquistosidad, en la proximidad del Misisipiano de Paracas que es solo afectado por algunas ondulaciones. El límite pasa, por eso, entre. lea y la parte baja del valle de Majes donde el Devoniano no está más deformado que las series jurásicas y cretáceas contíguas.
Por otra parte, el perfil A (Fig .. 8) muestra con nitidez la amortiguación de la tectónica hercínica entre Sandia y la región de Juliaca. El límite SW de los plegamientos hercínicos sería, pues, una línea aproximadamente W-NW y E-SE que se ubicaría entre la parte baja del valle de Majes y Julia ca y, probablemente, bastante cerca de esta última ciudad. La prolongación de este límite en Bolivia ·es muy arbitraria, ya que no se sabe nada sobre el substrato Paleozoico del Altiplano septentrional, al Oeste de la falla de Conirl.
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SERVICIO DE GEOLOGIA Y MINERIA
Magmatlsmo Hercínlco
En el magmatismo hercínico se puede, a veces, distinguir el relacionado con la fase eohercínica, del otro que lo está con la fase tardihercínica. Granitos anatécticos alóctonos (muy raros) en ciertos lugares, 'indican la existencia de un metamorfismo importante en profundi- . dad; pero, conio los hemos visto, el metamorfismo regional es generahnen· te muy débil. También el ma~tismo es esencialmente póst-tectónico y mayormente se traduce por el elnplazamiento de rocas efusivas y de roc~s intrusivas francamente alóctonas.
Roct\S efusivas.
Las rocas volcánicas ligadas a las fases eohercínicas y tardihercínicas, en el Perú solamente han sido, datadas por su intercalación dentro de las "molasas·' post-tectónicas del Misisipiano y del Pérmico superior (cf. p. 17 y 18) .
En ambos casos son riolitas, dacita:s y andesitas (las coladas son menos frecuentes que los tufos y las brechas). Mientras que .ei volcanismo misisipiano es conocido, hasta la fecha solo en tres lugares, de dimensiones reducidas (Ambo, Tarma y Huanta>, con excepción de sus productos retomados en forma de cineritas. El volcanisrno del Permiano supedor es mucho más impOrtante por su volumen y extensión, presentándose en la mayor parte de la Cordillera Oriental peruana ·), alre-dedor del domo de Yauli:.
Hasta la fecha ningún estudio sistemático del volcanismo hercínico ha sido emprendido.
Rocas intmsivas
El problema principal que se presenta en los intrusi vos hercínicos, es el de su indentificación. ~ efecto, en la Cordillera Oriental, rocas graníticas de edades diferentes (precámbricas, hercínicas y andinas) coexisten y solo en algunos caso se ha podido determinar su edad por sus relaciones con formaciones contíguas. Para resolver este problema sería necesario un estudio de campo más detallado, incluyendo la búsqueda y la determinación sistemática de los rodados de rocas ígneas de los conglomerados encontrados dentro de las formaciones del Misisipiano, del Permiano superior, del Cretáceo y del Terciario, unido a la cartografía clásica, el examen petrográfico y a la determinación de edades radiométricas (9).
Hasta ahora, sólo hemos examinado algunos casos particulares que prueban la existencia de un magmatismo hercínico, · tales son:
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LA CADENA HERCINICA EN EL PERU Y BOLIVIA
Adamelita de Pacococha (Perú Central).- Es una adamellta con biotita, porfiroide con grandes cristales de feldespato potásico zonal (5 cm. y más), de color gris.
La adamelita forma un macizo elíptico, alargado en la dirección E - W donde la mayor dimensión es aproximadamente de 12 kilómetros; está situado a unos 20 kilómetros al E-NE de Junín (759 45'W y 1198'S) y muy bien expuesto a lo largo de la carretera (en construcción) de Y anec.
Harrison mencionó este macizo en 1956; él constató que recorta esquistos metamorficos y. que está c~bierto ·en discordancia por conglomeradc;>s retomados, asociados con lutitas que contienen restos de plantas. Los levantamientos de la hoja de Tarma (F.M.) prueban que la formación metamórfica es precámbrica y que las lutitas· son misisi-
. pianas. Por otra parte, como los plegamientos cohercínicos en los flyschs del Paleozoico inferior encontrados a pocos kilómetros, son intensos y acompañados por esquistosidad, y como la adamelita presenta únicamente una red de diaclasas espaciadas de 5 a 10 metros y- ningún indi-
. cio . de deformación penetrativa, nos parece lógico con~iderarla como una adamelita cohercínica post-tectónica.
El granito de La Merced (Perú Central), des~ito inicialmente por Douglas {1921), está situado sobre el borde Oeste de la zona subandina y forma un macizo elongado en dirección N.NW ... S. SE por una extensión de 50 km., aflorando en el valle de Chanchamayo, donde ~e hall? la· localidad de La Merced., La extremidad NE del perfil de la fig. 7 lo atraviesa. Es un granito de grano grueso, con estructura rapakivi s.l..; contiene habitualmente un poco de biotita, con menos frecuencia hornblenda y nunca está deformado
En la hoja de ,Tauja (JP.), este granito penetra y metamorfisa al Carbonífero y al Permiano. En la hoja de La Merced, a lo largo de la carretera que va a la mina de San Vicente, el granito figura entre los el€·mentos de una brecha volcánica roja que, lógicamente, se puede atribuir al Permiano superior. Dicha brecha tiene buena exposición a 3 kilómetros más al SO (cerca de San Vicente> y está cubierta en concordancia por calizas liás·icas datadas. Por eso consideréllllos a este granito como tardihercínico. ·
Adamefita de Hualluniyocc.- En la m'isma reg10n (F. M.) ias adamelitas de Huall'uniyocc leucocratas y con biotitas raramente · cloritizadas (ubicadas a medio camino entre Tarma y La Merced sobre d perfil de la Fig. 3), son rocas intensamente deformadas. Var1as superficies de discontinuidad, tapisadas de cl'ord.ta, se suceden cada 10 fl 50
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SER VICIO DE GEOLOGIA Y MINERIA
cm., y en sección delgada se observa frecuentes vetillas delgadas, rellenadas de cuarzo y también cuarzos rotos y recristalizados.
Estas adamelitas afectan a lutitas negras que no pueden ser más que paleozo1cas y están cubiertas por brechas y lavas del Permiano superior. Por su grado de deformación son muy· diferentes al granito de La Merced o a la adamelita de Pacococha, pero también son herclnicas.
Rocas graníticas, semejantes a las de Hualluniyocc y La Merced, se encuentran en el gran batolito complejo que constituye la mayot· parte de la Cordillera Oriental, entre la carretera Huánuco-Tingo :María (Fig.: 6) y el Vplle de Tarma por el cual pasa el perf:il de lía Fig. 7. Pero, el estudio de otras partes del mismo macizo prueba que todos los granitos de la Cordilbra ·Oriental no son Precámbricos o Paleozoicos, porque los de Rumichaca, atravesado por la carretera Tambo del Sol-Huachon, intruyen a calizas jurásicas.
Más al Sur, Egeler y De Booy (1961) consideran que el Batolito de Vilcaoamba, de composición adamelWca y granodiorítica, es eohercínico, pero edades isotópicas obtenidas con el método U/Pb lo ubi-caría en el límite Cretáceo-Eoceno (Lenz y Weldt, 1969). ·
La sienita nefelínica de Macusani (149S, 7(}930'0), precarbonífera según Francis (1956), penetra a las series volcánicas del Permiano superior (G.L., F .M.) y, por lo tanto, se emplazó después del depósito rle esas series y anteriormente a los plegamientos andinos s.L, los cuales le ocasionaron una foliación tardía en su borde Norte. Una sienita de las mismas características es conocida en Bolivia (Cerro Sapo, Ahli~ld y Schneider-ScherbiD;a. 1964) .
Los granitos deformados del valle de Zongo, 40 kilómetros al Norte de La Paz, son granitos s·intectónicos hercínicos y por lo que se conoce de los granitos de la cadena hercínica de Europa (J.P. Bard y R. Capdevila, com. oral) serían granitos anatectónicos alóctonos.
El problema de la edad de· los otros granitos de la Cordillera Reai y de la Cordillera de Quinua Cruz en Bolivia, queda pend;ente debido a que las edades radiométricas obtenidas son liásicas en unos casos y terciarias en otros para macizos muy similares. Notamos que no s~ conoce grandes macizos intrusivos al Sur del paralelo 179 30'S.
En su conjunto, aparte de los granitos de Zongo, los intrusivos herdnicos son granitos calco-alcalinos de orígen profundo.
Si se considera ahora la repartición de los intrusivos hercínieo:.; en la parte de la cadena hercínica conocida, o sea la Cordillera
·- 46- -
LA CADENA HERCINICA EN EL PERU Y BOLIVIA
Oriental, as:mismo, teniendo en cuenta las reservas legítimas en cuan
to a la atribución al Hercínico de tal o cual macizo, se ve que esos in
trusivos son más numerosos y de mayores dimensiones entre los 9Q y
Jos l49S~ o sea, donde la tectónica eohercínica es más intensa y más
compleja y donde la tectónica de distensión tardía, tanto eohercínica
como tardihercínica, está bien caracteri'zada (sin duda esta coinciden·
cía no es f<>rtuita> .
Conclusiones
Hemos dado evidencias que demuestran la existencia de una ca
dena hercínica peruano - bolfviana de más de 2,500 kilómetros de largo,
y en ella se t:ene los aspectos principales siguientes:
-·· PJ'es~nta dos zonas axiales donde la intensidad de la deformación
aJcanza el nivel estructural inferior. La primera zooa (Perú y Norte
de Bolivia) con dirección 1209 - 1309, se observa en más de 1500 ki
lómetros. La segunda (Sur de Bolivia y Norte Argentino) con direc
ción submeridiana, sólo afora en 500 kilómetros.
- - El mater1al, intensamente plegado, es esencialmente detrítico y par-.
cialmente con caracteres de ftlysch, pero sin oficlitas. Este material
fué tectonizado durante el Devoniano superior (fase eohercínica).
Una fase tardía, permiana, fundamentalmente de ruptura en el Pe
rú, pero que podría ser la fiase de plegamiento principal en algunas
partes de Bolivia, marca el final .del ciclo de deformación hercínica.
·- El metamorfismo regional es débil (facie esquistos verdes).
- El magmatismo que tiene una importancia relativamente reducida,
parece estar relacionado especialmente con la fase permiana (intru
sión de rocas graníticas y efusión de riolitas, dacitas y andesitas) y
se ha desarrollado preferentemente en determinadas regiones. 11.
r .• r . -;~~ · (·
Durante el HercíníCo,. en ese segmento, la energía tanto mecá-
nica como térmica, fué menor que en otras cadenas de la misma edad,
tal como OCUlTe particularmente con la cadena hercínica de Europa.
Eso se debe probablemente, al carácter intracratónico del segmento
hercínico peruano-boliviano, probado por la presencia de numerosos
núcleos precambrianos en el seno de las estructuras, asi como por el
hecho de que ese segmento está enmarcado por bloques precambrLanos
del Escudo Brasilero y los macizos de Arequipa y el Pampeano.
La formación en el cratón precambriano (aquí probablemente
baikaliano p.p.) de un surco subsidente donde se ha acumulado el ma
terial hercínico, no parece ser acompañada de rupturas tan importantes
·como para permit1r la subida del material simaico.
-47 :._
SERVICIO DE GEOWGIA Y MlNERIA
Todo lo indicad~. nos permite situar a este segmentü peruanoboliviano dentro· ds los orógenos hercínicos .de América del Sur y det hemisferio austral.
Al Norte del Ecuador las informaciones acerca de la cadena hercínica son muy fragmentarias. Se conocen movimientos hercinicos en Colombia y Venezuela y alla la fase eqhercínica es generalmente poco marcado. La edad de las deformacione-s en el Carbonifero y el Permiano e~tá mal conocido y, muchas veces, parece no coincidir perfectamente ·de un macizo a otro, razón por la que los grandes rasgos de la arquitectura hercínica no se destacan, y por eso no intentamos ·prolongar el hercínico peruano-boliviano hacia estas regiones septentrionales.
Hacia el Sur, por el contrario, se conoce muy bien el edificio hercínico en Chile y Argentina, así se tiene:
--· En las provincias de Salta y Jujui, del Norte de Argentina, la cuenca Paleozoica boliviana se prolonga y choca contra el bloque precambriano del macizo pampeano (10); hacia el Este, se desvía y empalma con la cuenca del ataco argentino-paraguayo (TUmer, 1970); hacia el Oeste, la cuenca Paleozoica cruza francamente al macizo pampeano, por lo menos durante el Ordoviciano. como lo prueban · los afloramientos del Sur de Boliv:ia, 'de la región de San Antonio de los Cobres en Argentina (Turner! id.; Schwab, 1970>, y' d~ ta Puna de Atacama en Chile (García et.al., 1962).
- Las estructuras mas orientales del eje hercínico mer·idional de Bo- · livia se amortíguan rápidamente hacia el Sur. En Argentina, 100 kilómetros al Sur de la frontera, cerca a Huamahuaca, todo es C$ncordante del C~briano al Mioceno a pesar de unas enormes lagunas (cf. Aubouin y Borrello, 1970>. · ·
Por el contrario, los pliegues antecretáceos más . occidentales se siguen hacia el Sur en la Puna Argentina (Turner, id. Schwab ·id.) ; En Chile, en la Puna de Atacama el Ordoviciano muestra pliegues de dirección N 14()9 a N lW, mientras que los pliegues andinos tienen una dirección de N 20Q. Solo la contin~idad con las estructuras del extremo Sur boliviano nos hace considerar esos pliegues como hercínicos s.l.
Por este "relais de Atacama" (229 30'S), poco conocido por estar mal expuesto pero a pesar de ello, es bastante comparable con el de Oruro - Cochabamba - Sucre, pasamos a un nuevo segmento de !a cadena hercínica. el cual es bien conocido en el Norte de Chile y se prolonga en Argentina por la Cordillera Frontal y la Precordillera, donde el macizo pampeano lo limita al Este.
( 1 O) Llamado Dorsa l Calchaqui en e l artículo de Aubouin y Borrello ( 1 970)
- 48 -
LA CADENA HERCINICA EN EL PERU Y BOLIVIA
-- En Chile MÍller (1970a) ha examinado en detalle los afloramientos preandinos entr~ 21ºS y 339S, reconociendo un conjunto hercínico sin contactos conoc-i dos con un zócalo intensamente metamórfico, probablemente de edad precambriana., Series de flysch, por lo menos en parte devonianas, están plegadas y cubiertas por conglomerados del Carbonífero superior. En otros lugares, se observa el Triásico medio d~scansando con discordancia sobre areniscas y esquistos misisipia· nos plegados, pero menos intensamente que el Devoniano. En el PapleozoicO' inferior los pliegu~s son muchas veces polifásicos y tienen direcciones pr]ncipalrnente N .NE. La esquistosidad es general y se observa en ciertos lugares un leve metamorfismo regionaL Por últimú, granitos hercínicos post-tectónicos afloran en· superficies mayores que en el Perú, particularmente al Sur de 33QS, y en el Norte del país se han descrito riolitas permo-carboníferas (cf. Ruiz Fuller, 1965)
--Estos hechos un poco fragmentarios se completan en Argentina; particularmente en la Precordillera entre 279S y 3395. y en la Cordillera Frontal entre 2898 y 3598 (11). La cadena hercínica está bien representada en este lugar y se puede -distinguir varios conjuntos sedimentarios plegados con una intensidad variable y separados por discordancia, estando ubicada una al final del Devoniano y la otra entre el Carbón:fero .inferior y superior y la base del Permo-Triásico.
El Paleozoico inferior está completo, con un espesor de cerca de diez mil metros, formado en su mayor parte de flysch e incluyendo niveles de rocas v~rdes (Borrello, 1959). El Carbónífero más es de tipo molásico .. Como en el Perú, el plegamiento principal es de edad dev-oní ana sup~rior. Según los perf.iles de varios autores, y en particular,
de Arnold Heim (1952), esta fase principal se traduce por una tectónica suave, con ejes en mayoría N-s, con una esquistosidad de plano aXtia] a veces volcada a más de 459 y numerosos pliegues menores. La direc· ción del volcamiento de las estructuras no aparece claramente en las publicaciones citadas, pero podría ser hacia el Este. Asimismo, en algunos lugares fue observado un metamorflismo hercínico de facies esquistos verdes. Las fases tardías retoman esas estructuras en pliegues abiertos sobre los cuales el Permo-Triásico descansa en discordancia,
presentando muchas veces una facies de molasas rojas con intercalaciones volcánicas, riolíticas y hasta andesíticas.¡ El magmatismo se traduce también por la intrusión de granodioritas y granitos, de edad carbonífera inferior, permiano inferior a medio o triásico medio según
los macizos considerados (Polanski, 1966; .Dessanti y Caminos 1967).
Acabamos de describir de una manera muy breve los grandes rasgos de un segmento h~rcínico chileno-argentino, parecidos a los ras-
(ll) Hemos consultado entre otros: ICeidel, 1.92 1; Zoliner, 1.9SO. Harrington, 1.956;
Furque, 1.963; Polanski, 1.964; Herrero Ducloux, 196J; Turner, 1964a; Au
bouiri y BorreJlo, 1.966 ')'11 970.
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SERVICIO DE GEOLOGIA Y MINERIA
gos de.la cadena hercínica peruano-boliviana, en particular desde el púnto de vista de la sucesión de los eventos, tectónico y del magmatismo. Sin embargo, notamos un mayor desarrollo de flysclls y la presen· cia de rocas yerdes en el primero.
El maciZo Pamp~ano y los ramales de la Precordillera y ~e. la CordHlera Frontal se hWlden bajo el Cuaternario de la Pampa argentina al nivel de 3598. Más al Sur, hasta hace poco, la extensión y la organización del sist~ma hercínico parecían todavía problemáticas por la presencia de los macizos patagónico y del Deseado (cf. Harrington, 1962), considerado como afloramientos del zócalo precambriano y cuyo compOrtamiento durante la orogénesis hercínica, quedaba desconocido. Esta tlipótesis acaba de ser resuelta por Halpern (1968), quien demuestra que al menos una parte de los granitos de este "zócalo" es de edad permiana superior {12); así, pues, el macizo patagónico es integrado a la cadena hercínica.
- Si se toma en cuenta, por otra parte, las manifestaciones de la oro génesis hercínica conocidas en el Sur de Chile y en particular en la Tierra del Fuego (cf. Miller, 1970a), se ve que toda la extremidad meridional de América del Sur, borrando las estructuras andinas, es ocupada por un amp1io edificio hercínico que retoma quizás aigunos núcleos precambrianos (Halpern, 1967), y cuyo segmento hercínico chileno-argentino, tal como lo hemos definido más arriba, no sería otra cosa que un elemento de bordura.
Halpern (1968) ~ncluye este edifício hercínico meridional en una amplia "cintura orogénica de Samfrau" que comprende la extremidad meridional de Africa, una parte de la Antártida y de Australia, Y así hace revivir el concepto de DU TOIT del geosinclinal de Samfrau (1927, 1007). En este enfoque, la cadena del Cabo (DU TOIT, 1964) Y la Sierra ·de la ventana argentina (6290, 3898) no son otra cosa que otro elemento de bordura de esta cintura, y más joven por su edad permiana superior a triásica, que la Precordil'lera y la Cordillera Frontal esencialmente eohercínica. El problema del empalme de estas últimas con la Sierra de la Ventana tiene solo una importancia secundaria (Fig. 8).
Relegada a una de las extremidades de esta ,inmensa cintura orogénica de Samfrau, la cadena hercínica peruano-boliviana parece ser únicamente una cadena de bordura con carácter intracratónico. Queda por saber si esta cadena que se acaba progresivamente hacia d Sur. en Bolivia, por disminución de la intensidad de los ajustes y del magmatismo, se termina del mismo modo hacia el Norte, o por el contrario con aumento progresivo de la .intensidad de la tectónica y de los
( 12) La edad 2 3 2 + 4 MA dada por Halpern correspon!de a un isocrono RB/ Sr establ·ccida con la ayuda de 9 ntedidas sobre roca total o sobre biotita. Corrobora una edad K/ Ar y observaciones de campo de Stipanicic et.al ('in Halpern, 1968)
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LA CADENA HERCINICA EN EL PERU Y BOLIVlA
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FicJ.lO.-Lo Cadena hereiniono en los portes meridionales de lo América del Sur y del Africo antes de lo obertura del Atlántico. i
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l._ Dominio afectadO por los pleQomitntos hercinionos, 2-DirecciÓn de lo esquistosidod llerciniono S. S .(finidevomono, introCiorbonífero o permiono ), 3- Dirección del o esquistosidod tordio (Triásico? ),4 .• Ejes de los plieoues hercinio nos,et triónoulo indico el buzamiento de los planos o•ioles, 5.-ZÓcolo precambriano poco o nodo afectado por lo orooinetb Nreiniono, 6- Coverturo Sedimentario sobre ti zÓCalo precombriono no afectada por la orooínt~is herciniono.
Noto: o) Esto fiouro utilizo lo uniÓn América del Sur- Afrieo de Bullord et.ol.(l965),(b) las esquistosiclodts prineipolos (5y6) ·no hGn sido indicados lino clomM sus direcciOnes son conocidos.
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SERVICIO DE GEOLOGIA Y MlNERIA
fenómenos magmáticos, esta cadena peruano-boliviana se empalma con las cadenas hercínicas del hemisferio Norte (América del Norte y Africa septentrionali), de las cuales no estaba muy a~ejada antes de la aberb1ra del Atlántico.
Finalmente, merece ser 'Mencionado el hecho de que la costa Pacífica corta .actuálmente con oblicuidad las direcciones estructurales hercinicas :tanto· en Chile como en el Perú. La presencia, paralelamente a la costa.y a poca-distancia, de fosas marinas desde las cuales se pasa a Ja litósfer.a oceánica, impide prolongar las estructuras hercínicas en el mar por más de una decena de kilómetros. Se puede proponer dos soluciones a este problema (cf. Miller, 1970b):
- - La primera es la deriva, en un modelo de tipo átlántico, de un "Continente Pacífico" ·donde se prolongaba el orógeno hercínico;
-- La segunda es la desaparición de este continente hipotético pÓr así · milación·.eri.la astenósfera, in situ o bajo el continente sud-americano.
~Además, recalcamos que la primera solución se aproxima a l~ segunda; desde que aparentemente . no se ·encuentra en ninguna parte este continente pacífiico en deriva, y por lo tanto, hay ;que suponer que fué asimilado en la astenosfera fuera del borde del continente sudamericano .
. Así la reconstitución de la cadena hercínica que hemos emprendido ·desemboca ~sobre -el problema de la :deriva de los continentes y
de la génesis de ]os .fondos oceánicos.
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LA CADENA HERCINICA EN EL PERU Y BOLIVIA
BIBLIOGRAFIA
Entre los documentos consultantes durante la preparación del mapa a escala
l/5'000,000 de los terrenos paleozoicos y precámbricos qUe acompaña este texto,
citamos en particular:
Para el Perú:
- El Mapa Geológico del Perú a escala 1/POOO,OOO· del Servicio· de GeolOgÍa y ·
Minería.
- El Mapa Geológico del Perú a escala 1/4'000,000, publicado· en 1969\ por e1
Servicio de Geología y Minería· con un texto explicativo de E.' Bellido (Bot 22):
--- Los mapas geológicos publicados entré 1960 y 1971 eQ. los Boletínes de-la Co
misión de la Carta Geológica Nacional y después Servicio de Geologíá y Mineria.
Para BoUvia:
- El Mapa Geológico de Bolivia a escala 1/2'500,000, . publicados en 1968 por
GEOBOL.
- Los mapas geológicos a escala 1/100,000, publicados entre 1960 y. 1971 por eJ
Departamento Nacional de Geología y después por GEOBOL.
El Mapa Geológico a escala 1/1 '500,000, de la parte andina de Bolivia de !Qs señores Ahlfe)d y Branisa (en un anexo de Geología de Boli\lia, 1960).
( 13) Ademas de .las obras citadas, hemos con:sultado muchos informes y mapa&· iAéditoS, especialmente en los organismos sigaentea: - & ~~ Perú-2 Se:rvitio de Geología y. Minerí. Petróleos; del Perú. - En-. Bollyia: GEOBOL (en particu!ar los. informa de la-- M'.is • • .Alellran&-)i , - Yacimientos Petrolíferos Fiscalea de Bolivia, .Facuhad de Geolog¡ía, U~~ - dad de La Paz.
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