View
12
Download
0
Category
Preview:
Citation preview
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI,
CAMBIOS DE PARADIGMA”
DOCUMENTO METODOLÓGICO
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................................... I
1. JUSTIFICACIÓN DE LA IMPORTANCIA DEL TEMA DE INVESTIGACIÓN. ........................................ IX
2. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN. ............................................................................................ XVI
3. PLANTEAMIENTO Y DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA. .............................................................. XVIII
4. PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN. ............................................................................................. XXIII
5. MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL DE REFERENCIA. ............................................................... XXV
6. FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS. .................................................................................................. XCII
7.- PRUEBA EMPÍRICAS O CUALITATIVAS LAS HIPÓTESIS. ......................................................... XCIV
CONCLUSIONES Y NUEVA AGENDA DE INVESTIGACIÓN. ............................................................ CVIII
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA. ................................................................................................................. CXIX
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
I
INTRODUCCIÓN
Nuestra Constitución Política contiene en sus primeros veintinueve artículos las
denominadas garantías individuales, es decir, un conjunto de derechos públicos
subjetivos que el gobernado tiene frente al Estado y que la doctrina ha clasificado
en: garantías de libertad, de igualdad, de seguridad pública y de propiedad.
Existen tanto garantías individuales como garantías sociales, las primeras se
conceden al individuo en cuanto a un ser particular o individual, mientras que las
segundas son dirigidas a un grupo social determinado, como los obreros,
campesinos y los grupos indígenas.
De la lectura de los veintinueve primeros artículos de la Constitución se desprenden
muchos derechos a favor del gobernado, de igualdad, libertad, propiedad y
seguridad jurídica, sin embargo, en ellos no se hace alusión alguna a la cultura como
un derecho de todo mexicano.
Un concepto primario de la cultura indica que se entiende por esta todo lo que el ser
humano crea y que nos transmite algún tipo de conocimiento. La cultura es una
actividad inherente al ser humano, lo ha acompañado a través de su desarrollo,
desde los más antiguos pobladores, puede decirse que había un tipo de cultura y
además, cada civilización, cada pueblo y Estado en toda época y lugar, han tenido
su propia cultura.
En este sentido, la cultura ha pasado por varias etapas históricas, desde la etapa
en la que se consideraba como algo clasista o que sólo era destinada a ciertos
núcleos o clases, hasta la etapa actual en la que si bien, la cultura está más al
alcance de las personas, también es cierto que muchos de nosotros no tenemos un
verdadero acceso a ella, con lo que nuestro pueblo sigue en el atraso histórico, en
la ignorancia y sigue siendo presa fácil de las manipulaciones de partidos políticos
e incluso del mismo Estado.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
II
Ya que el estudio y la conservación del patrimonio, el fomento a la creación artística
y la difusión cultural que hacen las instituciones públicas en México son tareas de
lenta aplicación. Sin embargo, el énfasis mayor en el tratamiento de la cultura
tradicionalmente ha sido puesto sobre el patrimonio cultural. El fomento a la
creación ha recibido en los últimos años atención académica y periodística,
concentrándose en los mecanismos, beneficiarios y el presupuesto para la
asignación de becas y financiamiento de proyectos artísticos. No así, la difusión
cultural, sobre la que existen estudios únicamente en lo tocante a la que llevan a
cabo las instituciones de educación superior.
En términos generales, la gestión y difusión cultural aparece sólo tangencialmente,
en trabajos relativos al consumo cultural y conformación de públicos, economía
cultural, políticas sobre la juventud, e incluso en algunos casos confundiendo la
difusión con la promoción de la cultura. No obstante, las prácticas de difusión han
aumentado exponencialmente en las últimas décadas, tanto en número como en
diversidad.
La difusión cultural mexicana se acercó a las políticas culturales mundiales, al
tiempo que se desligó ideológica y prácticamente de la educación impartida por el
Estado, que durante la mayor parte del siglo XX consideraba a la difusión un medio
para el establecimiento de una cultura e identidad nacionales. Del mismo modo, se
introdujeron en ella la iniciativa privada (empresas, mecenas) y el sector civil
(asociaciones, grupos de creadores, organizaciones no gubernamentales [ONG´s]).
Las instituciones estatales, por su parte, han consolidado sus espacios de difusión
y reforzado conmemoraciones a través de ésta: desde los festivales anuales de
cine, música, teatro, ferias del libro, ediciones de libros, programación radial y
televisiva, y paseos culturales, hasta las más de dos mil trescientas actividades que
se programaron en 2010 para la conmemoración del Bicentenario de la
Independencia y el Centenario de la Revolución, que recibieron —de manera
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
III
presencial y virtual— a millones de personas, dando cuenta del alcance de esta
tarea en la actualidad.
Ello no habría sido posible sin la modificación de las políticas culturales del Estado
Mexicano, gracias a la cual la difusión se ha renacionalizado hasta adquirir un papel
central en las mismas, pero de contenido novedoso. Entonces, la investigación que
aquí se presenta gira en torno a la gestión cultural, que ha llevado a la apertura y
centralidad de la tarea mencionada, lo cual permite rastrear una nueva articulación,
cada vez más consolidada, del Estado en y con la sociedad en el terreno cultural.
Para el abordaje de tal diversidad, se ha planteado en los organismos
internacionales la reestructuración del papel del Estado en el campo cultural, y se
hacen presentes nociones como las de democratización de la cultura y derecho de
acceso a la misma, que si bien declarativamente se presentan como intentos de
acercar diversas manifestaciones culturales a la mayor parte de la población,
implican fundamentalmente, en la práctica, una apertura hacia el consumo simbólico
que puede ser llevado a las masas. Pero también se ha caminado en el terreno de
la democracia cultural, que apuesta por el reconocimiento de que la cultura es
producida por diversos grupos y comunidades, y no sólo recibida por ellos.
En ese sentido, y hablando del caso mexicano, uno de los aspectos que se han
modificado es el de la difusión cultural, que, al mismo tiempo que ha adquirido una
relevancia cada vez mayor en las políticas culturales estatales, ha cambiado
profundamente de sentido, en tanto que: a) se ha autonomizado y se asume como
una práctica independiente de la educación y b) se han incorporado paulatinamente
otros sectores de la sociedad en los espacios del sector cultural que antes eran
dominio privilegiado del Estado. Así, tal como señala Eduardo Cruz Vázquez, a
partir de 1988 es posible hablar de cuatro subsectores que participan activamente
en el sector cultural (una tendencia que ha ido incrementándose con el tiempo): “El
del Estado, el de las micro, pequeñas y medianas empresas, el de los organismos
asistenciales y de cooperación-coproducción internacional, y el de las grandes
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
IV
empresas e industrias culturales”. Sin embargo, las instituciones estatales siguen
siendo los agentes poco participativos en el sector.
No debe perderse de vista el hecho de que la modificación del campo cultural en
México, está articulada y coincide cronológicamente con una serie de cambios en
todas las dimensiones de la vida social nacional: la pérdida de centralidad del
Estado y las reformas estructurales, la apertura económica, los procesos de
democratización, y el reacomodo del poder legislativo (en cuyo seno se crearon por
primera vez las comisiones de cultura en 1988).
Todo ello sin dejar de lado el trastrocamiento, en las últimas décadas, de una serie
de modelos de relación social, que en el terreno cultural se han traducido en un
conjunto de iniciativas donde creadores, empresarios y comunidades tanto urbanas
como rurales reclaman para sí la posibilidad de ejercer sus prácticas, dotarlas de
sentido y aprovecharlas como fuente de ingresos o de desarrollo económico sin la
intervención del Estado o poniendo límites a ésta.
La política cultural contemporánea en México muestra continuidad desde 1988 y se
extiende hasta el presente, y sus bases ideológicas, jurídicas y operativas se
asentaron durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), aunque ya
hay algunos intentos en ese sentido desde principios de la década de los 80, con la
inscripción (tardía, por cierto) de México en las políticas culturales de la globalidad.
Esta situación nos ha motivado para llevar a cabo el presente trabajo de
investigación en el que analizamos esta situación y pretendemos como premisa
principal, que, a través de las razones y consideraciones de orden práctico y jurídico,
se pueda elevar a una garantía social el derecho a la cultura de todos los mexicanos,
como un mandato imperioso de nuestra Carta Fundamental.
Consideramos que sólo mediante esta reforma y adición constitucional y a las leyes
reglamentarias correspondientes se podrá erradicar tanta ignorancia y
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
V
desconocimiento de nuestro pueblo, pues el arma fundamental que nos permitirá
enfrentar los nuevos y futuros tiempos de grandes cambios y de fenómenos
mundiales como la globalización. El conocimiento nos permitirá sin duda, ser más
libres y mejores personas. Por esto, esta investigación tratará de establecer la
importancia y necesidad de que haya un real y práctico acceso a la cultura para
todos los mexicanos, sin importar su condición económica, social, racial o religiosa.
Debemos aprender de muchos de los países del primer mundo en los que el
conocimiento está garantizado por el Estado, con lo que sus ciudadanos tienen un
mejor nivel de vida.
En vista de ello, en el primer capítulo desarrollaremos la temática de la cultura como
una atribución del Estado Mexicano, donde se justifican y explican las definiciones
Cultura y Estado. Partimos de una revisión de las líneas generales que ha seguido
el campo cultural en el país, cuyos límites de posibilidad han sido delineados en los
documentos internacionales que ha suscrito el Estado mexicano a partir de su
puesta en marcha en relación a la cultura. Se indican entonces el surgimiento,
generaciones y contenidos de las políticas culturales, y cómo se entrelaza la gestión
cultural con las distintas formaciones discursivas, paradigmas de la política cultural
y modelos de infraestructura cultural que se han postulado en el mundo y en la
nación. Además, se establece la distinción entre la cultural como universo simbólico
y la promoción de la cultura, que, aunque son actividades íntimamente ligadas, son
distintas, a pesar de que en múltiples documentos oficiales aparecen confundidas o
definidas con poca claridad.
A lo largo del segundo capítulo se mostrará cómo en la difusión se condensa, en el
campo cultural, un proceso amplio de transformación social que implicó el viraje
hacia una economía y sociedad de mercado. Ello envolvió no sólo el recorte de los
Estados nacionales y la desestatalización de la sociedad, sino la apertura a la
participación ciudadana y la democratización, que se constituyó desde entonces en
referente omnipresente. Del mismo modo, se analiza el agotamiento de un discurso
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
VI
sobre la historia que asumía la existencia de contenidos unívocos que sustentaban
una identidad nacional. Se expone también la construcción de un discurso
ideológico que desvincula la cultura de la educación y la articula con la economía,
lo que ha llevado a que la difusión de la cultura se conciba ligada al entretenimiento
mediático, la virtualidad y la publicitación de la cultura.
En el capítulo tercero. Tal importancia de la cultura obliga a estudiar qué hacen u
omiten los gobiernos en México al respecto: qué rubros consideran, cuáles se
plantean como prioritarios y cuáles son mantenidos al margen en su gestión
gubernamental lo que permite saber qué es la cultura en México. En este sentido,
es indispensable conocer el papel del Estado en las leyes de desarrollo cultural que
hay en cada entidad, así como los artículos de la Constitución que hacen referencia
a la cultura, el Programa Especial de Cultura y Arte 2014-2018, y la Declaración
Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural.
En el Capítulo cuarto, hablamos y exponemos la necesidad de que el derecho a la
cultura que todas las personas tenemos, sea elevado a rango de garantía social,
con lo que efectivamente podamos tener acceso a un derecho determinado por
ordenamientos internacionales como la célebre Declaración Universal de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1787 y de 1945. Asimismo, la formulación
de la política cultural trazada en el gobierno de Salinas, fue de la mano del proceso
de modernización del país que se estableció como objetivo fundamental en todos
los ámbitos de la vida pública (económico, político, cultural y social) en el
mencionado sexenio, y que todavía hoy tiene vigencia. La modernización se
prescribió como vía para la reinserción de México en el nuevo orden mundial, pero
se la construyó también como respuesta a las exigencias sociales que pugnaban
por la articulación de un nuevo orden nacional, que diera cabida a una mayor
participación social.
Finalmente, cabe señalar que la investigación brinda una perspectiva sobre cómo
la gestión cultural se convirtió, abierta pero discretamente, en el centro de las
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
VII
políticas culturales y las disputas sobre la definición de la cultura y su administración
estatal. El proceso recorrido desde la búsqueda de legitimación para la fundación
del Conaculta, en 1988, en un sentido alcanza su cúspide con la desaparición del
mismo y su sustitución por la mencionada Secretaría de Cultura en 2015.
El diseño de la investigación es de naturaleza no experimental, descriptiva y
observacional, es decir, se han identificado y descrito los principales elementos y
características de la política cultural en México, para lo cual, se requirió la consulta
y revisión de fuentes y bases de datos del pasado; en particular se utilizó los
elementos que ofrecen las fuentes bibliográficas y hemerográficas disponibles,
proponiendo una visión crítica sobre el material seleccionado para evitar cualquier
sesgo ideológico.
Debe señalarse que las fuentes bibliográficas consultadas se encuentran
adecuadamente registradas en el apartado Bibliografía, pese a que en algunas
referencias no fueron consideradas para su integración en el cuerpo de la
investigación, sin embargo, facilitaron elementos para contrastar, validar o refutar la
información obtenida en otras fuentes.
Asimismo, en cuanto al diseño de la investigación se encuentra el haber sido de
carácter retrospectivo y transversal, dado que se trabajó con información obtenida
con anterioridad al proyecto y con fines ajenos al trabajo de investigación, así como
el que se mide una sola vez las variables en un momento determinado.
De esta manera el tipo de estudio se caracteriza por ser de tipo exploratorio, el cual
permite “preparar el terreno” para investigaciones posteriores de mayor profundidad
y con objetivos más precisos, conforme a la definición Movimiento Ciudadano como
línea de profundización, considerando donde requiera análisis más puntuales. Lo
anterior con el interés de ofrecer a simpatizantes, militantes y ciudadanía en general,
elementos de juicio para definir su postura política – ideológica sobre este tema.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
VIII
En este sentido, el diseño de la investigación busco ante todo allegarse de una
visión integral de las variables, actores y circunstancias del sector de la cultura en
México y que dan cauce para la definición de una política de estado, distinguiendo
su problemática y las áreas de oportunidad para insertarse como elemento de
desarrollo y justicia social.
En esta parte, se realizó una revisión suficiente de la bibliografía y fuentes
disponibles con el fin de discernir el material que atendiera de mejor manera el
objetivo y propósito encomendado para la investigación, en este sentido, fue
necesario prescindir de algunas de ellas en razón de la dificultad manifiesta de
acceder al material y también debido a que la profundidad y contenido del material
difería sustancialmente del perfil definido para la investigación. No obstante, se
integró una base de datos bibliográficos que pudiera ser útil para futuras
investigaciones, conforme la línea de investigación definida con Movimiento
Ciudadano.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
IX
1. JUSTIFICACIÓN DE LA IMPORTANCIA DEL TEMA DE INVESTIGACIÓN.
En el ámbito de los cambios sociales y económicos que ha sufrido el país como
resultados de las llamadas reformas estructurales ha quedado pendiente el
identificar los rasgos que prevalecerán en los próximos años respecto a la manera
en que el sector cultural subsistirá, no están lejanas las voces que propugnan por
una nula política cultural donde el estado no intervenga; y el contraste en la posición
de otros actores que exigen el acompañamiento del estado para subsistir.
Es por ello que cobra relevancia la determinación de los objetivos y naturaleza de
la intervención del estado, alcances, instrumentos y recursos que se ocuparan.
En este sentido, existe un planteamiento generalmente aceptado que señala el inicio
de la política cultural contemporánea en México se ubica el día 7 de diciembre de
1988, fecha en que se fundó el Conaculta. Una contribución de esta investigación
es mostrar el proceso de formulación y legitimación de dicha política, comenzando
en febrero de ese mismo año, las cuales inician a partir de una serie de reuniones
temáticas sobre la cultura como parte de la campaña del candidato del PRI a la
presidencia.
No debe olvidarse que el propio decreto de fundación del Consejo ya establecía la
intención de que éste, centrara sus acciones en la difusión de la cultura, junto con
la promoción artística, sin embargo, la participación del estado en el desarrollo de
la cultura es intrínseco y ha estado presente a lo largo, de la historia nacional, en
nuestra nación y todas las culturas.
La campaña presidencial de 1988 es un periodo ampliamente revisado en la
bibliografía disponible, aunque no hay algún texto que se concentre
específicamente en los planteamientos en materia cultural que hizo Salinas durante
la contienda. Por lo tanto, en este capítulo buscaremos recuperar ese aspecto
específico de la intención de legitimar a la cultura como algo primordial en el hombre
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
X
para su desarrollo personal, y exponer cómo las posturas y opiniones vertidas en
los encuentros del nuevo gobierno —en principio contrarias— finalmente
convergieron en la formulación de una política estatal que giraba en torno a la
difusión y promoción de la cultura.
También se muestra cómo en el discurso de toma de posesión de la presidencia de
Salinas, el de inauguración del CNCA y en el decreto que lo crea, el mandatario
colocó al Estado en un papel articulador, promotor, y transfirió la responsabilidad de
llevar a cabo una creación diversa y de efectuar la difusión a los miembros del sector
cultural. Al reconocer simultáneamente lo que se había construido como base de lo
que vendría, y como proyecto a dejar atrás, el énfasis no se puso en la creación de
infraestructura, sino en la modernización de los contenidos y la ampliación de la
cobertura.
No, no es la personalidad lo que establece la verdadera continuidad humana: el
heredero directo de Alejandro es César, no el débil infante nacido de una princesa
persa en una ciudadela de Asia… Marguerite Yourcenar “Memorias de Adriano” En
este capítulo se definirán los conceptos clásicos de la cultura que despierta y emana
este gobierno nacional a la naciente población.
De principio, es necesario declarar que no hay unanimidad cuando se debate acerca
de la Cultura, las definiciones en torno a ella son diversas, hay teóricos que la
reducen al ámbito artístico, otros la usan para distinguir entre lo trivial y lo culto, o
bien, hay quienes se centran en sus funciones, es decir, en lo que debe hacer y no
en lo que es.
Ejemplo de esos teóricos de la Cultura es Herbert Marcuse para quien la cultura es
el conjunto de objetivos morales, intelectuales y estéticos por los que una sociedad
se organiza. Otro más es Manuel Castells que señala como propósito de la cultura
la formación de identidad como fuente de sentido, la manera en que se establece la
diferencia entre el ‘yo’ y los ‘otros’.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XI
También nos encontramos con Fredric Jameson, teórico posmoderno para quien
“hoy la cultura no está rodeada de la semi-autonomía de la que antes disponía, lo
cual no quiere decir que se extinga, sino que se expande en el ámbito social, hasta
el punto que se dice que todo lo que contiene la vida social se ha vuelto cultura
(Herbert Marcuse: 1998, p. 45).
Un último ejemplo es Kenneth Frampton, arquitecto y escritor inglés quien aborda
la relación cultura/civilización y menciona que desde la época de la Ilustración “la
civilización se ha preocupado esencialmente de la razón instrumental, mientras que
la cultura se ha dirigido a los detalles específicos de la expresión” (Kenneth
Frampton: 2015).
Estos autores que brevemente se acaban de mencionar, han sido elegidos de forma
arbitraria únicamente para mostrar la diversidad de perspectivas desarrolladas en
torno a la cultura, mismas que, aunque no son erróneas, son reduccionistas.
Debido a esta variedad de teorías que, como se explicó, oscilan entre los que
suponen que todo es cultura y quienes la equiparan con la estética, con lo intelectual
o con la parte expresiva del hombre, es necesario señalar límites.
Ya desde la campaña se observaba la intención, como parte del proceso de
modernización, de generar políticas separadas, especializadas, para la educación
y cultura, lo que se haría oficial más adelante, por una parte, con la creación del
Conaculta. El 21 de abril aparece en los diarios un desplegado del IEPES
convocando a enviar comentarios para elaborar el plan de gobierno en materia de
Educación. Este sector contó con un temario enteramente independiente del que se
planteó para el área de cultura: se centraba en discutir la educación básica,
tecnológica, de adultos, formación de maestros, contenidos y métodos. Asimismo,
cultura y educación contaron cada una con una comisión propia; el coordinador de
educación era Miguel Limón Rojas.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XII
Con respecto al campo cultural, se realizó el 1ero de febrero de 1988 en
Villahermosa, Tabasco, la “Reunión Nacional: Cultura e Identidad Nacional”. Es
precisamente este evento el que ubico como origen del proceso que dio vida y
legitimidad a la existencia del Conaculta, y por lo tanto de la política cultural del
gobierno de Salinas. A la reunión asistieron como invitados especiales, por
convocatoria, Jaime Sabines, Enrique Krauze, Rufino Tamayo, Rubén Bonifaz
Nuño, Teresa del Conde, Alberto Lozoya, Eduardo Matos Moctezuma, Héctor
Aguilar Camín, y Enrique González Pedrero (Vid. Miguel Ángel Rivera: 1988, pp. 32
y 14) (este último dirigía el IEPES en aquel momento). El acto se llevó a cabo en la
biblioteca pública del Estado, “José María Pino Suárez”, y a él “asistieron más de
500 intelectuales tabasqueños y de otras partes del país”. (Bernardo González
Solano: 1988, p. 7).
Mientras que Krauze (Vuelta) fue sentado a la derecha del candidato, Aguilar Camín
(Nexos) se ubicó en su flanco izquierdo, lo cual fue interpretado como una referencia
a sus posturas políticas. Aunque Krauze declaró en la reunión que esperaba que no
se diera esa interpretación, y que al final pesaban más coincidencias entre ambos
(Pablo Hiriart: 1988, p. 12), sus ubicaciones junto al candidato no pasaron
desapercibidas, y por el contrario, se las consideró como gesto de la voluntad de
legitimarse mediante el acercamiento con los intelectuales de una y otra línea
ideológica.
La presencia del propio Emilio Carballido es otro ejemplo de ello, pues fue invitado
a pesar de que había declarado abiertamente sus simpatías hacia Cárdenas, las
cuales refrendó en su turno como orador, que llevó a cabo a pesar de que su
intervención estaba fuera de programa. Ahí llamó a nacionalizar la televisión
privada, para evitar la penetración de formatos y contenidos televisivos que “nos
han inundado de series y programas que imponen modos ajenos de enfocar la
realidad… tipos de belleza que niegan la nuestra, nociones de racismo, de
intolerancia y de violencia” (Miguel Ángel Rivera. Op. cit., p. 14). Pero, así como la
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XIII
presencia de Carballido en la reunión es una muestra de que el partido gobernante
conservaba —y buscaba retener— su poder de interlocución entre los miembros del
campo cultural, sus palabras no dejan de tener un tono que resultaba un tanto
arcaico para los tiempos que corrían: las persistencias del nacionalismo también
hicieron parte y mostraron los límites de lo que podía modificarse en el manejo de
la cultura.
En su ponencia, Aguilar Camín llamó a contraponer a la cultura del tutelaje y
autoritarismo otra que girara en torno a la democracia: “Quizá la mayor novedad de
la historia mexicana reciente sea la aparición de una nueva sociedad que reclama
un nuevo tipo de relación con su gobierno. Es decir: un nuevo gobierno.
Los ejes de ese reclamo son participación y democracia” (Héctor Aguilar Camín:
Op. cit., p. 32). Krauze, por otro lado, se preguntó: “¿Cuándo nos liberaremos del
síndrome de Vasconcelos?” y señaló que “en cultura, como en todos los renglones
de la economía oficial, el gobierno debe volver a lo básico —el cuidado y
mantenimiento de las zonas arqueológicas, por ejemplo— y abandonar las mil y una
atribuciones que no le corresponden”. (Enrique Krauze: Op. cit., p. 10).
Las intervenciones de ambos muestran con claridad lo que habría de dejarse atrás.
A la vez, anticipan lo que habría de construirse: una nueva modalidad de relación
social (que incluía a la cultura), donde la participación y la democracia serían los
referentes principales. En ese momento se las vio como posturas encontradas, y las
desavenencias entre ambos, a petición del propio Salinas, se convirtieron en debate
en la reunión de Tabasco. Sin embargo, al final quedaron integradas como parte de
una misma política: el recorte de las funciones del Estado en materia cultural se
apoyaría en el argumento de que había que aumentar la participación. Por su parte,
Bonifaz Nuño y Matos Moctezuma hablaron sobre la identidad nacional: “Ambos
coincidieron en la necesidad de una recuperación distinta de nuestra historia y un
nuevo sentido a nuestra educación” (Teresa Losada. Op. cit., p. 8). Bonifaz llamó a
dejar atrás “la visión de los vencidos”, y a retomar la de “los grandes señores”
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XIV
(Bernardo González Solano: Op. cit., p. 7), indígenas y “prácticamente protestó
porque se ha dejado en manos extranjeras el estudio de, y ‘la facultad de definirnos
en aquello que nos es esencial: lo indígena’” (Teresa Losada: Op. cit., p. 8). Para
Matos, por su parte, “el problema reside en la manera en que puede transitarse a la
modernidad mediante la conservación de lo tradicional. Desde el punto de vista del
autor, la recuperación de la historia resulta fundamental, porque es por medio de
esta disciplina cómo es posible reivindicar el pasado para integrarlo al presente”
(Ídem).
También sobre el asunto de la identidad nacional hubo una participación fuera de
programa, del poeta Jaime Sabines. En su intervención, afirmó que “la identidad
está determinada por una confluencia emotiva más que ideológica, es el punto en
que se reúnen nuestras emociones, el lugar en que nos parecemos hasta
confundirnos” (Ídem). Asimismo, llamó a convertir la identidad “en el tema de la
unidad consciente para desterrar la pobreza, la marginación y el desamparo, (ya)
que no hay privilegios de cultura en el hombre ni hay progreso que valga sin la
dignidad humana” (Miguel Ángel Rivera. Op. cit., p. 14).
Como puede verse, en Eduardo Matos y Rubén Bonifaz hay una coincidencia en el
sentido de valorar el pasado para dejarlo atrás. Considero que los dichos de ambos
en aquel momento dan cuenta precisamente de la conciencia de que había una
nueva manera de concebir las identidades nacionales, en un mundo que había
cambiado y exigía otros modos de inserción en la universalidad. No se trataba de
ignorar el legado histórico que constituía la identidad mexicana, sino de ver de qué
manera se podían articular sus valores de orientación con los ánimos
modernizadores que se asentaban como tendencia general en el mundo.
Tal como señala Ricardo Pozas Horcasitas: Para poder construir, por diferenciación,
la nueva propuesta de una época y darle sentido a lo actual y lo diverso, los actores
y sujetos sociales que representan la propuesta emergente construyen una doble
relación con el tiempo social: una temporalidad negada y otra identitaria. Es en pos
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XV
de ésta última, que se salta al pasado remoto en la búsqueda de un ideal que
englobe a la diversidad cultural del nuevo tiempo y se crea una representación del
cambio, que atraviesa a la sociedad y produce una representación colectiva, en la
cual todos adquieren la condición individual de constructores y promotores del
tiempo nuevo (Ricardo Pozas Horcasitas: 2015).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XVI
2. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN.
Objetivo General
Analizar el ámbito de la cultura como en elemento clave para la modernización de
Estado, así como los cambios de paradigma en sus enfoques y perspectivas con el
fin de procurar elementos para fomentar la igualdad y contribuir a reducir la
problemática social.
Objetivos específicos
Identificar los conceptos clásicos de cultura en los que se basa el Estado
mexicano para la difusión del ámbito cultural en el país.
Describir la importancia de la cultura como elemento de desarrollo.
Identificar el vínculo que existe entre cultura, educación, arte y medios de
comunicación.
Identificar los obstáculos sociales y jurídicos que limitan o impiden el acceso
a la cultura a la población general.
Distinguir la importancia de la cultura como un capital que favorece la
igualdad y contribuye a la resolución de la problemática social.
Describir los organismos, instituciones y marcos legales que tiene como
objetivo la difusión y gestión de la cultura en México.
Identificar las leyes y garantías individuales que se fundamentan en la
constitución para el desarrollo cultural en México.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XVII
Describir los ámbitos del universo simbólico en donde se enfocan las líneas
de trabajo para la creación de políticas públicas.
Distinguir las regiones del país los ámbitos más favorables para el desarrollo
de la cultura de acuerdo a sus tendencias e intereses.
Describir los elementos que caracterizan la relación de la cultura con el
Estado mexicano, la sociedad y la difusión que se hace de la misma.
Describir el debate entre Cultura e Identidad Nacional, como base para la
creación de Conaculta.
Identificar el sector cultural como factor para la modernización del Estado,
promoviendo la conjugación entre Cultura Tradicional y Cultura Moderna en
el Contexto de la Globalización en México.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XVIII
3. PLANTEAMIENTO Y DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA.
Hablar de toda la riqueza cultural que nuestro país posee y que constituye el legado
más importante de nuestros antepasados sería una tarea muy ardua en razón de
todo lo que hay que hablar sobre ese particular. La cultura vista en un sentido amplio
debemos de considerarla como el aspecto de formación y educación informal que
la comunidad entrega al individuo y se constituye de ese modo en unos de los bienes
inmateriales más importantes.
Es una opinión compartida, que la imagen de México en el mundo se debe en mucho
a su gran riqueza cultural, venida de todas y cada una de las civilizaciones
antepasadas, y de la mezcla de dos razas y culturas que dio por resultado lo que
hoy es nuestro país. A lo largo del territorio que hoy ocupa México, se asentaron
varias civilizaciones que destacaron por sus amplios conocimientos en diferentes
áreas, logrando la mayoría de ellas sobresalir por sus logros artísticos,
construcciones idiomáticas, y cosmovisiones que aún se aprecian a lo largo de
nuestro país.
Por su la riqueza cultural nacional fuera poca, la naturaleza aporta el escenario
diverso que doto de riqueza y diversidad en recursos naturales, flora, fauna, climas
y un territorio amplio y noble; y asimismo a su gente.
La globalización, por otra parte, ha implicado una exigencia para que los
profesionistas egresen con una alta calidad técnica y académica que les permita
colaborar con personas de cualquier otro país, a la vez, pueden desarrollar y poner
en práctica sus conocimientos en el campo laboral en cualquier parte que se
encuentren, en este sentido alimentar su creatividad con elemento socioculturales
más diversos fortalecen su desempeño, por lo que la competencia que se establece
es cada vez más enriquecedora, y por otra parte los mejor capacitados Además,
este fenómeno implica que los profesionistas y los prestadores de bienes y servicios
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XIX
tengan cada vez una mayor cultura que redundará en una mayor competitividad
mundial.
Desgraciadamente en el caso de México, la calidad académica de la mayoría de las
universidades no es correctamente valorada, lo que significa que el egresado de
una licenciatura difícilmente deba competir con un egresado de una universidad
extranjera: Harvard, Yale, Rochester, Oxford, etc.
En cuanto a la globalización y su relación con la cultura podemos distinguir que la
cultura como parte de la formación informal es un factor determinante para el
progreso económico de un país, aunque esto no siempre es así, como en el caso
de México en el que falta una adecuada planeación educativa que permita
aprovechar realmente los recursos culturales.
Además de lo anterior, las bases de la productividad y de los altos niveles de vida
se dan de la acumulación de capital físico (maquinaria) y de capital cultural
(conocimientos y capacitación). En este sentido, es lógico pensar que áreas como
la filosofía, las artes, entre otras; tienden a satisfacer inquietudes de la población en
esos campos, más no contribuyen al aspecto económico, ni al producto interno bruto
de un Estado, lo cual se encuentra lejos de ser cierto.
Lo que implica que la cultura sea el instrumento de control que posibilita la
civilización porque a través de la interiorización de normas, las acciones ya no son
la expresión de los impulsos sino el resultado de un proceso de reflexión que antes
de actuar considera las convenciones sociales, sus reglas, hábitos y costumbres.
El Estado no sólo monopoliza el capital simbólico, ni lo universaliza para señalar lo
oficial y legítimo, también naturaliza sus decisiones para que nadie cuestione que la
realidad pueda constituirse de otra manera, “el Estado fortalece un punto de vista
entre los demás. Es un efecto de divinización. Y para ello debe convencer de que él
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XX
mismo no es un punto de vista, es esencial que haga creer que es el punto de vista
sin punto de vista” (Pierre Bourdieu. Op. Cit., p. 47).
Lo que significa que los valores culturales no son naturales sino delimitados por el
Estado, por mencionar un ejemplo:
El Estado, como lo menciona Bourdieu, no sólo descansa en la espada, en la
fuerza, o en la violencia, sino en los símbolos que respaldan el ejercicio de la
fuerza y en la hegemonía que, de acuerdo a Gramsci, “presupone una cierta
colaboración, o sea un consenso activo y voluntario (libre), o sea un régimen
liberal-democrático” (Antonio Gramsci, Op. Cit., p. 18).
La hegemonía o el consenso, se logra al definir una cultura que se consolidará en
perspectivas, contextos o los referentes válidos para que los individuos se
relacionen y vinculen en sociedad. Asimismo, la cultura ayuda a delinear un tipo de
opinión pública, elemento clave en la generación de hegemonía.
A propósito, hay que destacar que entre los órganos generadores de opinión que
Gramsci menciona, se encuentra el parlamento, es decir, el grupo de legisladores
que promulgan leyes para organizar a los ciudadanos, su extorno y sus expresiones.
Por lo que se reafirma la necesidad de revisar el trabajo legislativo para conocer la
personalidad de la opinión pública mexicana sobre cultura.
En este sentido, con la revisión y organización de la información vertida en las leyes
sobre desarrollo cultural es posible saber qué valores han ganado en las guerras de
posiciones, o bien, qué considera el Estado como cultura.
Por eso Bourdieu relaciona al poeta con el legislador en su capacidad de crear, son
ellos quienes “pueden hacer que existan cosas que no deberían existir, pueden
convertir en nombrarle lo innombrable, lo que significa que se puede hablar de ello
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XXI
en público, y se puede dar la palabra en público a alguien innombrable hasta
entonces” (Pierre Bourdieu. Op. Cit., p. 90).
La cultura es entonces atribución del Estado porque éste para constituirse como tal
monopoliza los valores culturales, los universaliza, genera consenso y hegemonía
para señalar lo legítimo en ese ámbito, lo cual se especifica en la legislación ya que
“uno de los efectos del poder simbólico asociado con la institucionalización del
Estado es la naturalización en forma de doxa” (Ibíd., p. 162).
Lograr la hegemonía y civilizar Para el Estado la cultura tiene una función política
que consigue la hegemonía a través de la violencia simbólica que civiliza a los
individuos por medio de reglas que limitan espacios, temas e interlocutores, así
como por medio de la interiorización de normas que auto limitan el comportamiento.
Por ello, cuando Norbert Elías estudia el proceso de la civilización, explica el origen
y relación entre las palabras ‘civilización’ y ‘cultura’. Dice que “con el término
‘civilización’ trata la sociedad occidental de caracterizar aquello que expresa su
peculiaridad y de lo que se siente orgullosa: el grado alcanzado por su técnica, sus
modales, el desarrollo de sus conocimientos científicos…” (Ibíd., p. 57).
En realidad, tal definición de civilización proviene específicamente de Inglaterra y
Francia, en Alemania es diferente, para ellos “civilización significa algo muy útil, algo
que afecta a la exterioridad de los seres humanos. La palabra con la que expresan
el orgullo por la contribución propia es cultura.” (Ídem).
Lo civilizado también involucra el comportamiento, los buenos modales, las normas
de sociabilización. La diferencia de significados es por la historia de los países de
donde proceden las palabras.
En Alemania “su situación de origen es la de un pueblo que, en comparación con
los otros pueblos occidentales, alcanzó tardíamente una unidad y consolidación
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XXII
políticas […] en su concepto de cultura se refleja la conciencia de sí misma que
tiene una nación que ha de preguntarse siempre ‘¿en qué consiste en realidad
nuestra peculiaridad?’.” (Ibíd., p. 59).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XXIII
4. PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN.
¿Cuáles son los conceptos clásicos que el Estado mexicano toma como
fundamento para la difusión de la cultura en el país?
¿Qué importancia tiene la cultura como elemento de desarrollo de la
sociedad?
¿Cuál es el vínculo que existe entre cultura, educación, arte y medios de
comunicación y en qué favorece a la difusión de la cultura como promotora
del desarrollo de la sociedad?
¿Qué obstáculos sociales y jurídicos condicionan que la población tenga
acceso a la cultura?
¿De qué manera contribuye la cultura a la igualdad y a la resolución de las
problemáticas sociales?
¿Cuáles son los organismos, instituciones y marcos legales cuyo objetivo es
la difusión y gestión de la cultura en México?
¿Cuáles son las leyes y garantías individuales constitucionales que
sustentan el desarrollo cultural en México?
¿Cuáles son ámbitos del universo simbólico en los que se centran las líneas
de trabajo para la creación de políticas públicas enfocadas al desarrollo
cultural del país?
¿Cuáles son las regiones del país, sus ámbitos, intereses y los ámbitos más
favorables para el desarrollo de la cultura de en México?
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XXIV
¿Cuáles son los elementos que caracterizan la relación de la cultura con el
Estado mexicano, la sociedad y la difusión que se hace de la misma?
¿En qué se fundamenta el debate entre Cultura e Identidad Nacional, como
base para la creación de Conaculta?
¿Cuáles son las principales claves para consolidar el sector cultural como
factor para la modernización del Estado?
¿De qué manera se vincula la conjugación entre Cultura Tradicional y Cultura
Moderna en el Contexto de la Globalización en México?
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XXV
5. MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL DE REFERENCIA.
1.2 Cultura
El concepto Ernst Cassirer, filósofo alemán, es considerado pionero en definir la
cultura desde la antropología de ahí que aun cuando hay textos de otros
antropólogos que también explican la configuración del ámbito cultural, se prefieran
sus teorías.
Él define al hombre como un animal simbólico y a la cultura como la realidad en la
que se desenvuelve y que se constituye por lenguaje, mitos, religión, ciencia, arte e
historia. En su libro “Antropología filosófica” precisa que:
La cultura humana, tomada en su conjunto, puede ser descrita como el
proceso de la progresiva auto liberación del hombre. El lenguaje, el arte, la
religión, la ciencia constituyen las varias fases de este proceso. En todas ellas
el hombre descubre y prueba un nuevo poder, el de edificar un mundo suyo,
un mundo ideal. […] Todas estas funciones se completan y complementan,
pero cada una de ella abre un nuevo horizonte y muestra un nuevo aspecto de
lo humano (Ernst Cassirer: 2012, p. 334).
Señala a la naturaleza animal como una etapa inferior que el hombre supera a
través de la cultura al configurar una realidad distinta a la que le ofrece el mundo
natural para transformarse en un animal simbólico (Ibíd., p. 49). Expone que:
…el hombre no sólo vive en una realidad más amplia sino, por decirlo así, en una
nueva dimensión de la realidad. […] El hombre ya no vive solamente en un puro
universo físico sino en un universo simbólico. El lenguaje, el mito, el arte y la religión
constituyen partes de este universo, forman los diversos hilos que tejen la red
simbólica, la urdimbre complicada de la experiencia humana (Ibíd., p. 47).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XXVI
Para Cassirer los pilares de la cultura son el lenguaje, el mito, el arte, la religión y la
ciencia, y se vinculan entre sí creando una realidad simbólica que trasciende a la
realidad física.
Esta espontaneidad y productividad constituye […] el poder supremo del hombre y
señala, al mismo tiempo, los confines naturales de nuestro mundo humano. En el
lenguaje, en la religión, en el arte, en la ciencia, el hombre no puede más que
construir su propio universo simbólico que le permite comprender e interpretar,
articular y organizar, sintetizar y universalizar su experiencia (Ibíd., pp. 323-324).
Este mundo nuevo está integrado por los productos de las interpretaciones de los
individuos y, al mismo tiempo, es la plataforma desde donde estos comprenden a
los demás y sus expresiones. Lo cual quiere decir que es inútil la búsqueda de
reglas, ya que lo que deriva de la interpretación depende de las circunstancias y,
por tanto, cambia a cada instante junto con éstas.
De ahí que el antropólogo Clifford Geertz, al citar al Max Weber, escriba que “el
hombre es un animal inserto en tramas de significación que él mismo ha tejido, el
análisis de la cultura ha de ser, por lo tanto, no una ciencia experimental en busca
de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significaciones” (Clifford
Geertz: 2006, p. 20).
1.3 Universo simbólico
Cada ámbito de la cultura tiene sus particularidades que son necesarias para
comprender la amplitud del universo simbólico. A sabiendas de que no hay
explicación suficientemente vasta, a continuación, retomando a Cassirer se
describirán brevemente los ámbitos del universo de la cultura.
Mitos El mito es representación y al mismo tiempo es más que eso. En él se sintetiza
la idea y la expresión, “ofrece un rostro doble, por un lado, nos muestra una
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XXVII
estructura ‘conceptual’, y por otro una estructura ‘perceptual’, no es una masa de
ideas sin organización. Si el mito no percibiera el mundo de modo diferente no
podría interpretarlo a su manera” (Ernst Cassirer, Op. Cit., p. 119).
El propósito del mito es comunicar una perspectiva sobre el mundo. Lo que expresa,
aunque podría parecer incoherente o confuso, debe ser comprendido por un
observador para encontrar su intención última, es decir, debe ser interpretado.
Complementando la explicación de Cassirer, el antropólogo Olaf B. Rader señala
que el mito es “una historia originaria, legitimadora que tiene trascendencia en la
constitución de grupos. Cada comunidad ha tenido que remontarse a temas míticos
para su auto-representación al exterior y para su integración al interior” (Olaf B.
Rader: 2006, p. 25).
De esta manera, los mitos no sólo son historias que exponen posturas ante el
mundo o interpretaciones de una realidad externa a los hombres, sino que los
mismos sujetos son parte de esa realidad que han creado, es decir, los individuos
son lo que ellos piensan y han decidido ser a través de sus creaciones míticas.
Un mito tampoco es estático, al ser una construcción de la realidad cambia junto
con ella. Sus expresiones explican la relación con la naturaleza, la vida, el hombre,
así como el vínculo que los hace parte de un todo: “para el sentir mítico y religioso
[…] el hombre no ocupa un lugar destacado en esta sociedad; forma parte de ella,
pero en ningún aspecto se halla situado más alto que ningún miembro” (Ernst
Cassirer, Op. Cit., p. 129).
Religión Cassirer relaciona la religión con el mito, la primera se nutre del segundo
de la misma manera que en el mito se encuentran elementos religiosos. Desde su
perspectiva, el objetivo de las religiones es aliviar la carga del tabú, y “la esencia del
tabú consiste en que, sin consultar la experiencia, declara a priori que ciertas cosas
son peligrosas” (Ibíd., p. 159).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XXVIII
Cuando el hombre rompe un tabú o traspasa la línea de lo permitido, viene el
arrepentimiento, y es así que la religión no sólo señala los límites de lo bueno sino
también sana las heridas de la conciencia.
Clifford Geertz cita a George Santayana para decir que “toda religión viva y
saludable tiene una marcada idiosincrasia. Su poder consiste en su mensaje
especial y sorprendente y en la orientación que la revelación da a la vida. Los
panoramas que abre y los misterios que propone son otro mundo en el cual vivir; y
otro mundo en el cual vivir es lo que entendemos por tener una religión” (Clifford
Geertz, Op. Cit., p. 87).
Si Geertz considera a la religión como las ideas que dirigen la conducta en un
terreno distinto al que se percibe de forma inmediata creando un mundo organizado
en ciertos valores y comportamientos al que sus adeptos aspiran, resulta claro que
la experiencia religiosa sea parte de la cultura.
Cassirer precisa que la religión es la forma primaria que el hombre desarrolla para
explicar su entorno, aunque paulatinamente sea reemplazada por la ciencia,
menciona que “los ritos religiosos avanzan únicamente donde falla el conocimiento.
En ellos el hombre trata de obtener milagros, no porque ignore los límites de sus
fuerzas mentales, sino, por lo contrario, porque los conoce plenamente” (Ernst
Cassirer, Op. Cit., p. 125).
Esto significa que contrario a lo que se piensa, no es la ignorancia lo que crea la
religión sino una aceptación de los alcances restringidos del hombre.
Arte Cuando desarrolla el tema del arte, Cassirer define al artista como al creador
por excelencia, “lo mismo que las demás formas simbólicas, tampoco es el arte
mera reproducción de una realidad acabada, dada. Constituye una de las vías que
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XXIX
nos conducen a una visión objetiva de las cosas y de la vida humana. No es una
imitación sino un descubrimiento de la realidad” (Ibíd., pp. 213-214).
Sin importar la disciplina artística (danza, artes visuales, música, letras, teatro),
todas usan códigos y lenguajes distintivos. Como cada creación responde a un
momento determinado, ninguna ejecución es igual a otra. En cada obra artística se
concreta el pensamiento del artista en un tiempo y espacio que jamás se repetirá.
Por medio del arte, se conocen mundos que nacen de la imaginación del creador
quien no copia las imágenes, sonidos o movimientos de la realidad inmediata, sino
que los interpreta y, por tanto, los reconstruye. Cada artista es un punto de vista y
muestra qué y cómo ve la realidad que lo rodea.
Los objetos no llegan de forma directa a su mente, su sensibilidad y creatividad es
el lente a través del cual, percibe. Quizá para el científico la naturaleza tiene cierta
permanencia: su composición química, física o ciertas propiedades, pero no es así
en el arte donde los objetos son afectados por la luz, el viento, la perspectiva o
estado de ánimo de quien los observa, es decir, jamás son estáticos, se
transforman.
Historia Sobre la historia, Cassirer la considera la verdadera naturaleza del hombre,
estudiarla sirve no para predecir sino para comprender el pasado y con ello, la vida
humana, argumenta que “las obras humanas son vulnerables, aun persistiendo, su
existencia se halla en constante peligro de perder su sentido. Su realidad es
simbólica y no física, y exige una interpretación y reinterpretación incesantes. Aquí
es donde comienza la gran tarea de la historia” (Ibíd., p. 271).
Ahí estriba la relevancia de la difusión y resguardo de la historia oficial: en ella se
define la naturaleza de una nación y se garantiza la permanencia de las obras
humanas. Todo lo creado por el hombre tiene la posibilidad de trascender, esa es
la opción que la historia ofrece al hombre para no morir.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XXX
El filósofo mexicano, Guillermo Hurtado, ubica la crisis de nuestro país precisamente
en la desvinculación con la historia, porque si no hay una historia nacional ¿hacia
dónde dirigir el porvenir?, precisa que “en la democracia siempre tiene que haber
un campo abierto para la pluralidad de las interpretaciones sobre el pasado, y lo que
ha de determinar cuál de ellas será la base del acuerdo social es, además de su
rigor académico, su dimensión de sentido colectivo” (Guillermo Hurtado: 2011, p.
81).
Hurtado, igual que Cassirer, explica la necesidad de interpretar la historia para
seleccionar la que se considerará como oficial. Incluir o excluir versiones es
necesario únicamente si con esto se contribuye a la integración colectiva.
Ciencia La ciencia, por su parte, se caracteriza por la definición de métodos que
permitan sistematizar la realidad. A través de las matemáticas, la física, la química
o la biología, se descubre el funcionamiento de la naturaleza.
Cassirer dice que la ciencia “busca en los fenómenos algo más que semejanza,
busca orden” (Ernst Cassirer, Op. Cit., p. 307), sin embargo, las obras científicas no
son una recolección de hechos, son obras teóricas y, por lo tanto, también
construyen una realidad: la de los procesos biológicos, físicos, químicos o
matemáticos.
Es pertinente citar la ponencia que el físico y escritor C. P. Snow dio en la
Universidad de Cambridge en 1959, en ella expuso su preocupación por el
distanciamiento entre la ciencia y lo que él llamó “los intelectuales literatos”.
Si bien podrían hacerse diversas críticas a sus argumentos deterministas, su
inquietud central es válida y vigente: propone que un mejoramiento de las
condiciones sociales y políticas es viable a través del avance científico.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XXXI
Es posible llevar a cabo la revolución científica en la India, en África, en el sudeste
de Asia, en América Latina y en el Oriente Medio, en unos 50 años. El hombre de
occidente no tiene excusa para ignorar este hecho, ni para ignorar que esta
revolución es la única manera de eludir las amenazas a las que nos enfrentamos.
Ésta es una de esas situaciones en las cuales el peor de los crímenes es la
ignorancia (Charles Percy Snow: 2013, pp. 77-78).
Snow y Hurtado apuntan a la educación como una vía que resolvería gran parte de
los problemas que se padecen (sociales, políticos o económicos) (Ibíd., p. 40),
porque a través de la escuela se trasmitirían las actitudes y métodos científicos, así
como la historia oficial y los valores nacionales.
Lenguaje, Por último, al lenguaje se le considera “el sistema de comunicación más
poderoso y eficaz, el atributo más típicamente humano, y universalmente
reconocido como único del hombre” (Pio E. Ricci Bitti y Bruna Zani: 1990, p. 93).
Para explicar los atributos del lenguaje, Cassirer cita a Herder y dice que “no es un
objeto, no es una cosa física para la cual tengamos que buscar una causa natural o
sobrenatural; es un proceso, una función general de la psique humana” (Ernst
Cassirer, Op. Cit., p. 68).
Luego retoma a Guillermo de Humboldt para señalar que la diferencia real entre las
lenguas no es de sonidos o de signos sino de perspectivas cósmicas o visiones del
mundo, luego entonces, el lenguaje, que posibilita la comunicación, es un fenómeno
social porque a través de él se crea una realidad.
Para reafirmar la perspectiva del lenguaje como aquel con la capacidad de crear,
Marx y Engels primero explican que la conciencia y el espíritu son atributos
humanos.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XXXII
En este punto nos encontramos ante un círculo que relaciona nuestros conceptos
principales: un Estado se define a través de la selección de una cultura oficial que
difunde una lengua específica, perspectivas artísticas, métodos científicos, visiones
sobre el mundo, fundamentos religiosos, y la historia desde la que sus ciudadanos
se explican a sí mismos.
Con la vinculación de estos conocimientos (arte, ciencia, religión, mito e historia) el
lenguaje diseña un tipo de comunicación en el que se concreta la conciencia y, al
mismo tiempo, se crean formas como los grupos sociales, comunidades, o Estados,
los cuales, a su vez, apoyan y determinan una cultura oficial que, por supuesto,
trasmitirá una cultura oficial, es decir, que se crea a sí misma.
1.4 Cultura desde el Estado Mexicano.
Clifford Geertz escribe que “la cultura no es una entidad, algo a lo que puedan
atribuirse de manera causal acontecimientos sociales, modos de conducta,
instituciones o procesos sociales; la cultura es un contexto dentro del cual pueden
describirse todos esos fenómenos” (Clifford Geertz, Op. Cit., p. 27).
Y de esta manera, coincide con Cassirer porque ese contexto que menciona no es
más que el universo del entramado simbólico desde donde todas las acciones
encuentran un sentido y una explicación.
Ahora bien, aun cuando la cultura puede ser, de forma restringida, un conjunto de
elementos estéticos, o desde la antropología, formas simbólicas o un contexto de
interpretación, cuando hablamos de cultura de Estado o de la cultura desde el
Estado, ésta tiene como fin civilizar a sus hombres por medio de la violencia
simbólica.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XXXIII
Violencia y hegemonía simbólica Para Pierre Bourdieu la violencia que ejerce la
cultura no es física, es decir, no deriva del incumplimiento de las leyes, ya que las
cadenas de la cultura son más complejas porque son invisibles: son simbólicas.
Y la violencia simbólica no se percibe, se establece a través de la asignación de
nombres a personas, conductas, situaciones… Por lo que se encuentra en la
reproducción de las estructuras del Estado: clases sociales, estatus, roles de
género, entre otros. Dice Bourdieu que “podemos imaginar a muchos agentes
luchando todos contra todos por aspirar al monopolio de la violencia simbólica
legítima, de la denominación, por la facultad de nombrar” (Ibíd., p. 98).
Por tanto, la violencia simbólica es exclusiva de los hombres porque requiere de la
capacidad para desarrollar un lenguaje: “no poseemos ninguna prueba psíquica de
que ningún animal traspasara jamás la frontera que separa el lenguaje proposicional
del emotivo. El llamado lenguaje animal expresa diversos estados del sentimiento,
pero no designa ni describe objetos” (Ernst Cassirer, Op. Cit., p. 175).
Además, la habilidad de nombrar se concreta por excelencia en las leyes porque en
ellas se especifican los valores culturales legítimos y, de forma implícita, se excluye
a los que no lo son, y así se “utiliza el recurso simbólico universal que consiste en
movilizar aquello sobre lo que todo el grupo se supone que está de acuerdo. No se
moviliza el consenso, sino que se moviliza la doxa” (Pierre Bourdieu. Op. cit., pp.
54-55).
Profundizaremos en el tema de la violencia con Norbert Elías. Desde su perspectiva
no siempre se hace uso de la fuerza porque cuando existe un acuerdo sobre algún
aspecto y éste se generaliza como el válido, las normas se asimilan a la estructura
del pensamiento como “lo que debe ser de esa manera”.
Es decir, la cultura oficial delimita los espacios, las estructuras, y éstas se mantienen
no en la fuerza sino en la interiorización de las convenciones sociales.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XXXIV
… a partir de la Edad Media y del Renacimiento temprano se da un
aumento especialmente fuerte del autocontrol individual, especialmente
de este mecanismo automático, independiente del control externo al que
nos referimos hoy día con conceptos como “interiorizado” o
“internalizado” (Norbert Elías: 1987, p. 41).
Luego menciona que “característica de este avance de la civilización, son las
autocoacciones fortalecidas que impiden a todos los impulsos espontáneos
expresarse de modo directo en acciones, sin la interposición de aparatos de control”
(Ibíd., p. 42).
Lo que implica que la cultura sea el instrumento de control que posibilita la
civilización porque a través de la interiorización de normas, las acciones ya no son
la expresión de los impulsos sino el resultado de un proceso de reflexión que antes
de actuar considera las convenciones sociales, sus reglas, hábitos y costumbres.
En este sentido, Bourdieu explica que el Estado:
… se define por la posesión del monopolio de la violencia física y simbólica
legítima. […] en la medida en que el monopolio de la violencia simbólica
es la condición de la posesión del ejercicio del monopolio de la violencia
física misma (Pierre Bourdieu. Op. Cit., p. 14).
La idea citada es fundamental: monopolizar la violencia física sólo es posible si se
obtiene la simbólica. Es decir, en un inicio no es la fuerza sino el dominio sobre los
símbolos.
Y es de esta manera que al determinar lo oficial también se señala lo no oficial, tal
distinción es la base sobre la que se sostiene el uso de la violencia física.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XXXV
O como diría Antonio Gramsci, es “sólo la lucha con su éxito, con el que se
manifiesta una historia permanente, dirá qué es lo racional o irracional, qué es
‘digno’ de vencer” (Antonio Gramsci: 1984, p. 17).
El Estado no sólo monopoliza el capital simbólico ni lo universaliza para señalar lo
oficial y legítimo, también naturaliza sus decisiones para que nadie cuestione que la
realidad pueda constituirse de otra manera, “el Estado fortalece un punto de vista
entre los demás. Es un efecto de divinización. Y para ello debe convencer de que él
mismo no es un punto de vista, es esencial que haga creer que es el punto de vista
sin punto de vista” (Pierre Bourdieu. Op. Cit., p. 47).
Lo que significa que los valores culturales no son naturales sino delimitados por el
Estado. Por mencionar un ejemplo:
… los términos griegos y latinos para designar la luna, no expresan, aunque
se refieran al mismo objeto, la misma intención o concepto. El término griego
(men) denota la función de la luna para medir el tiempo; el término latino (luna,
luc-na) denota la luminosidad o brillantez de la vida (Ernst Cassirer, Op. Cit.,
pp. 201-202).
Los argumentos de Gramsci sobre la hegemonía vienen a fortalecer esta idea de
Estado, no sólo por lo que implica el concepto, sino porque el propio autor señala
que “los servicios intelectuales son elementos de hegemonía, o sea de democracia
en sentido moderno” (Antonio Gramsci: 1999, p. 145), es decir, la democracia que
conocemos requiere de hegemonía y ésta se conforma por servicios intelectuales
que son, al mismo tiempo, servicios culturales.
Gramsci narra que mientras no hay una decisión, hay guerra, pero cuando alguna
postura gana, todo el aparato hegemónico se despliega para proteger una postura
oficial naturalizándola:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XXXVI
En la política la ‘guerra de posiciones’, una vez ganada, es decisiva. O sea que en
la política subsiste la guerra de movimientos mientras se trata de conquistar
posiciones no decisivas y por lo tanto no son movilizados todos los recursos de la
hegemonía y del Estado (Antonio Gramsci: Op. Cit., p. 106).
De no existir una decisión a tiempo, deviene la crisis de la hegemonía del Estado y
con esto, su desequilibrio y desintegración. Dice Gramsci que la crisis se exhibe en
“la creciente dificultad de formar los gobiernos y en la siempre creciente
inestabilidad de los mismos gobiernos” (Antonio Gramsci, Op. Cit., p. 81)
El Estado, como lo menciona Bourdieu, no sólo descansa en la espada, en la fuerza,
o en la violencia, sino en los símbolos que respaldan el ejercicio de la fuerza y en la
hegemonía que, de acuerdo a Gramsci, “presupone una cierta colaboración, o sea
un consenso activo y voluntario (libre), o sea un régimen liberal-democrático”
(Antonio Gramsci, Op. Cit., p. 18).
Por tanto, si la hegemonía requiere del consenso, esto sólo es posible en un sistema
democrático que permite el debate, pero también el acuerdo y la conformación de
mayorías que trabajan en proyectos comunes.
La hegemonía o el consenso, se logra al definir una cultura que se consolidará en
perspectivas, contextos o los referentes válidos para que los individuos se
relacionen y vinculen en sociedad.
Asimismo, la cultura ayuda a delinear un tipo de opinión pública, elemento clave en
la generación de hegemonía.
Lo que llamamos ‘opinión pública’ está estrechamente vinculado con la hegemonía
política, es el punto de contacto entre la ‘sociedad civil’ y la ‘sociedad política’, entre
el consenso y la fuerza. […] La opinión pública tal como hoy se entiende, nació en
la víspera de la caída de los Estados absolutos. La opinión pública es el contenido
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XXXVII
político de la voluntad política pública: por eso existe la lucha por el monopolio de
los órganos de la opinión pública: periódicos, partido, parlamento, de modo que una
sola fuerza modele la opinión y con ello la voluntad política nacional, convirtiendo a
los disidentes en un polvillo individual e inorgánico (Ibíd., pp. 196-197).
En el absolutismo, por ejemplo, hay fuerza, pero no hegemonía porque no se aspira
a un consenso con la opinión pública. Es decir, la violencia, la agitación y la táctica,
da dominio, pero no hegemonía, ésta requiere consenso, civilización, propaganda y
estrategia (Ibíd., pp. 259-260).
Lo anterior no significa que no exista la fuerza o que desaparezca, Gramsci también
menciona que “la hegemonía se caracteriza por la combinación de la fuerza y del
consenso que se equilibran diversamente, sin que la fuerza domine demasiado al
consenso, incluso tratando de obtener que la fuerza parezca apoyada en el
consenso de la mayoría, expresada por los llamados órganos de la opinión pública
–periódicos, [parlamento] y asociaciones” (Antonio Gramsci, Op. Cit., p. 81).
Lo que implica que la fuerza es necesaria, pero debe estar o al menos parecer que
está sostenida sobre un consenso que se expresa a través de los generadores de
la opinión pública: los medios de comunicación, los actores oficiales, y las leyes que
derivan del parlamento o, en el caso de México, del congreso.
Una vez definida la opinión oficial, las opiniones inconformes estarán al margen del
curso normalizado de la vida, y serán, como apuntó Gramsci, ‘polvillo individual e
inorgánico’. Con esta expresión, acentúa que, al no estar dentro de la norma, las
personas se desintegran en algo tan frágil e insignificante como el polvo, y se
transforman en lo inorgánico, es decir, en lo no vivo, algo que no produce,
intrascendente.
A propósito, hay que destacar que entre los órganos generadores de opinión que
Gramsci menciona, se encuentra el parlamento, es decir, el grupo de legisladores
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XXXVIII
que promulgan leyes para organizar a los ciudadanos, su extorno y sus expresiones.
Por lo que se reafirma la necesidad de revisar el trabajo legislativo para conocer la
personalidad de la opinión pública mexicana sobre cultura.
En este sentido, con la revisión y organización de la información vertida en las leyes
sobre desarrollo cultural es posible saber qué valores han ganado en las guerras de
posiciones, o bien, qué considera el Estado como cultura.
Por eso Bourdieu relaciona al poeta con el legislador en su capacidad de crear, son
ellos quienes “pueden hacer que existan cosas que no deberían existir, pueden
convertir en nombrarle lo innombrable, lo que significa que se puede hablar de ello
en público, y se puede dar la palabra en público a alguien innombrable hasta
entonces” (Pierre Bourdieu. Op. Cit., p. 90).
El legislador al igual que el poeta, especifica el significado de los conceptos y
marcan los límites del campo social. De esta manera, define nuevas circunstancias
y a los actores que pueden opinar sobre un tema.
La cultura es entonces atribución del Estado porque éste para constituirse como tal
monopoliza los valores culturales, los universaliza, genera consenso y hegemonía
para señalar lo legítimo en ese ámbito, lo cual se especifica en la legislación ya que
“uno de los efectos del poder simbólico asociado con la institucionalización del
Estado es la naturalización en forma de doxa” (Ibíd., p. 162).
Lograr la hegemonía y civilizar Para el Estado la cultura tiene una función política
que consigue la hegemonía a través de la violencia simbólica que civiliza a los
individuos por medio de reglas que limitan espacios, temas e interlocutores, así
como por medio de la interiorización de normas que auto limitan el comportamiento.
Por ello, cuando Norbert Elías estudia el proceso de la civilización, explica el origen
y relación entre las palabras ‘civilización’ y ‘cultura’. Dice que “con el término
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XXXIX
‘civilización’ trata la sociedad occidental de caracterizar aquello que expresa su
peculiaridad y de lo que se siente orgullosa: el grado alcanzado por su técnica, sus
modales, el desarrollo de sus conocimientos científicos…” (Ibíd., p. 57).
En realidad, tal definición de ‘civilización’ proviene específicamente de Inglaterra y
Francia, en Alemania es diferente, para ellos “civilización significa algo muy útil, algo
que afecta a la exterioridad de los seres humanos. La palabra con la que expresan
el orgullo por la contribución propia es ‘cultura’.” (Ídem).
Es decir, mientras en Francia e Inglaterra ‘civilización’ se refiere a logros de
cualquier ámbito (político, moral, económico), el concepto alemán de cultura está
relacionado con las creaciones artísticas o espirituales.
Lo civilizado también involucra el comportamiento, los buenos modales, las normas
de sociabilización. La diferencia de significados es por la historia de los países de
donde proceden las palabras.
En Alemania “su situación de origen es la de un pueblo que, en comparación con
los otros pueblos occidentales, alcanzó tardíamente una unidad y consolidación
políticas […] en su concepto de cultura se refleja la conciencia de sí misma que
tiene una nación que ha de preguntarse siempre ‘¿en qué consiste en realidad
nuestra peculiaridad?’.” (Ibíd., p. 59).
Continúa diciendo que “las preguntas de ‘¿qué es lo francés?, ¿qué es lo inglés?’
hace mucho tiempo que desaparecieron del ámbito de discusión de la conciencia
propia de los franceses y de los ingleses. La pregunta de ‘¿qué es lo alemán?’ no
ha dejado de plantearse desde hace siglos.” (Ídem).
En síntesis, fue la unidad o división en cada nación lo que propició el desarrollo de,
por decirlo de alguna manera, dos tipos de civilizaciones: una como un conjunto de
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XL
conductas aceptadas como adecuadas, y otra como productos artísticos y
espirituales de una clase social específica.
Siguiendo a Norbert Elia, sucedió así porque, por un lado, en Inglaterra y Francia
las clases altas eran las más civilizadas en el sentido de que eran quienes mejor
conocían y usaban los códigos de conducta, la ciencia o los valores que se
generaban en su propia clase, y por su integración social y política, todo este bagaje
se extendió fácilmente a los individuos que pertenecían a otras clases,
civilizándolos.
Escribe Norbert Elías que “en Francia, toda la intelectualidad se reúne en un lugar,
donde mantiene su cohesión en el trato continuo con una buena sociedad más o
menos centralizada; en Alemania, en cambio, con sus múltiples pequeñas capitales,
la intelectualidad se encuentra diseminada a lo largo de todo el país” (Ibíd., p. 78).
Si son los intelectuales quienes generaban las normas culturales, la no integración
del Estado Alemán propició que las barreras entre grupos sociales, incluyendo el de
intelectuales, fueran más grandes, y que no se permitiera que las ideas permearan
a otros grupos.
De forma contraria, en Francia la unión facilitó que lo creado por el grupo
hegemónico, llegara a las demás clases sociales:
“Esta vinculación se mantuvo incluso después de que se hubiera hundido el antiguo
régimen porque, a causa de los contactos estrechos entre los círculos aristocráticos
y los de la clase media, una gran parte de las costumbres aristocráticas habían
pasado a ser costumbres de las clases medias desde mucho antes de la
Revolución. Esto explica por qué la Revolución Francesa destruyó el antiguo
entramado político, pero no la unidad de la tradición en las costumbres” (Ibíd., p.
95).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XLI
De esta manera, Francia es el ejemplo de que cuando un Estado está cohesionado,
las expresiones culturales, aun cuando nazcan o sean propias de una clase social,
se compartirán entre sus ciudadanos.
Ahí donde hay unión se puede cambiar la estructura política pero no la cultural, tal
como sucedió luego de la Revolución Francesa donde aun cuando con ella se
derrocó la monarquía absoluta y con esto se modificó el régimen político de Francia,
los franceses conservaron los principios de su cultura.
Además, Norbert Elías explica que “las clases burguesas tenían ya una importancia
política de que, en cambio, carecían en Alemania donde la intelectualidad se
limitaba a la esfera del espíritu y de las ideas, mientras que, en Francia, la reflexión
de la intelectualidad cortesano burguesa se abre a las cuestiones sociales,
económicas, administrativas y políticas” (Ibíd., p. 89).
Es decir, la unión o carencia de ella también influyó en el tipo de temas que esta
intelectualidad abordó. Ahí donde hubo cohesión, se habló sobre cualquier ámbito,
precisamente porque la relación estrecha con otros sectores facilitó el conocimiento
de la situación de los demás. De manera opuesta, el sectarismo trajo ignorancia de
los procesos de vida de otros grupos sociales.
Por ejemplo, en Alemania la no integración derivó en que la clase media, que no
tenía la formación ni compartía los valores de las clases altas, creara un movimiento
que nació precisamente en oposición al estilo civilizado de la clase dominante, “los
ataques de esta clase raramente se dirigen contra los privilegios políticos de la
aristocracia cortesana; los ataques se dirigen contra el comportamiento humano de
la aristocracia” (Ibíd., p. 77).
Nos encontramos aquí con una clase social excluida en general de toda
participación política, que apenas piensa en categorías políticas y sólo de un modo
tímido en categorías nacionales y cuya legitimación reside fundamentalmente en
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XLII
sus realizaciones espirituales, científicas o artísticas. Frente a ella se encuentra una
clase alta que, desde el punto de vista de la otra, no rinde nada y para la cual el
comportamiento distinguido y distintivo constituye el punto central de su
autoconciencia. […] Es la polémica entre el sector intelectual alemán de clase media
y los buenos modales de la clase alta cortesana dominante; polémica responsable
de la antítesis conceptual entre cultura y civilización… (Ibíd., pp. 61-62).
Podemos sintetizar que para que una cultura de Estado logre hegemonía a través
del consenso, es necesario que exista integración, porque si no hay unidad, es decir,
si los referentes culturales no se comparten, tendremos ciudadanos que hablarán
en códigos diferentes y, por tanto, será imposible la civilización, el consenso, la
monopolización del universo simbólico y, en consecuencia, el Estado.
Mantener la hegemonía, sin embargo, no basta con monopolizar los valores o lograr
la hegemonía, hay que conservarla, y esto es posible a través de lo que Louis
Althusser denomina como Aparataos Ideológicos del Estado (AIE). Los menciona
cuando explica que a través de ellos se perpetúa la producción porque los AIE
reproducen las relaciones de producción existentes.
Althusser, retomando a Karl Marx, señala que la base de la sociedad, es decir, la
infraestructura, es la economía y sobre ella se sustenta la superestructura
compuesta por lo jurídico-político y la ideología.
Al margen de si se está o no de acuerdo con la explicación marxiana de la realidad,
es útil para este trabajo considerar sus planteamientos respecto a la manera en que
la ideología contribuye a la reproducción de las relaciones sociales a través de
ciertos aparatos ideológicos, el cultural entre ellos.
Antes de abordar la ideología, es necesario considerar que, desde la perspectiva
marxiana, y tratando de resumir su vasta teoría, el Estado es un aparato represivo
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XLIII
que permite a las clases dominantes asegurar su dominio sobre las clases obreras
para obtener plusvalía.
Pero como ya se ha mencionado, el aparato Estatal de represión no se respalda
únicamente en la fuerza física sino en la simbólica, por lo que no sólo está formado
por la policía, las cárceles, el ejército, el gobierno y la administración, sino también
por los Aparatos Ideológicos de Estado (AIE), y son éstos los que le permiten
preservar el poder.
Lo que distingue a los AIE del Aparato (represivo) de Estado, es la diferencia
fundamental siguiente: el Aparato (represivo) de Estado, funciona mediante la
violencia, mientras que los Aparatos Ideológicos de Estado funcionan mediante la
Ideología (Louis Althusser: 1975, p. 126).
Lo que no significa en los AIE no exista la violencia o que en el Aparato Represivo
no exista la ideología, sino que en cada uno predomina la violencia o la Ideología.
Para Althusser, la ideología tiene dos principalmente significados: como un sistema
de ideas, o bien, desde Marx, como “una representación de la relación imaginaria
de los individuos con sus condiciones reales de existencia.” (Ibíd., p. 146).
La ideología es entonces una ilusión de las relaciones reales de los sujetos, en ella
“los hombres se representan a sí mismos, en forma imaginaria, sus condiciones de
existencia reales” (Ibíd., p. 147), y son imaginarias o subjetivas porque no se
representan las condiciones de existencia en sí mismas sino la relación del hombre
con esas condiciones, es decir, lo que interpreta de ellas.
Designamos por Aparatos Ideológicos de Estado cierto número de realidades que
se presentan de modo inmediato al observador en forma de instituciones
diferenciadas y especializadas (Ibíd., p. 124).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XLIV
Althusser propone una lista provisional sobre el tipo de instancias que funcionan
como AIE entre ellos está el religioso, escolar, familiar, jurídico, político (diferentes
partidos), sindical, de la información (medios de comunicación), y el cultural donde
incluye a las letras, las bellas artes y el deporte.
A través del trabajo coordinado entre los Aparatos Ideológicos y Represivos, el
Estado reproduce las condiciones políticas y sociales de producción que, desde la
teoría marxiana, son relaciones de explotación, ya que “mediante el dispositivo
conceptual perfectamente ideológico así constituido (un sujeto dotado de una
consciencia en la que él forma libremente o reconoce libremente ciertas ideas en
las que cree), el comportamiento de dicho sujeto se deduce naturalmente.” (Ibíd., p.
151).
Es decir, los Aparatos Ideológicos, el cultural entre ellos, reconocen que las ideas
de los individuos se reflejan en actos, prácticas y rituales:
Esta ideología habla de actos: nosotros hablaremos de actos insertos en
prácticas, y además indicaremos que estas prácticas están reglamentadas por
rituales en los que dichas prácticas de inscriben, en el interior de la existencia
material de un Aparato Ideológico (Ibíd., p. 153).
Es precisamente el seguir o compartir rituales establecidos lo que vuelve deducible
el comportamiento social; en saber qué conductas esperar de los demás, está el
éxito de los Aparato Ideológicos que, inculcando ideas, representaciones sociales,
prácticas y rituales, conservan estable al Estado.
Configurar al ciudadano, Por tanto, la relevancia del ámbito cultural estriba en que
en manos del Estado se transforma en un aparato ideológico que en la trasmisión
de valores, prácticas y normas que hacen predecible el comportamiento en
sociedad, forman la identidad de las personas.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XLV
Dicho de otro modo, cuando el Estado selecciona los valores culturales que se
enseñarán y difundirán, define la identidad de los hombres que se convertirán en
ciudadanos, es decir, hay una relación íntima entre configurar al ciudadano y
establecer un tipo de cultura. De ahí que se deba pensar la cultura desde un enfoque
social pero también, y sobretodo, político.
Norbert Elías escribe que “conceptos como ‘individuo’ y ‘sociedad’ no se remiten a
dos objetos con existencia separada, sino a aspectos distintos, pero inseparables,
de los mismos seres humanos” (Norbert Elías, Op. Cit., p. 16).
De ahí que, al legalizar los referentes culturales, se definan los valores de
socialización, pero también los de identidad individual. Hay armonía donde lo
personal corresponde a lo social y viceversa.
Asimismo, cuando Louis Althusser explica el funcionamiento de los Aparatos
Ideológicos de Estado, menciona que la ideología, esencia de estos aparatos,
interpela a los individuos en tanto que sujetos:
La categoría de sujeto es constitutiva de toda Ideología únicamente en tanto
que toda ideología tiene la función (que la define) de ‘constituir’ a los individuos
concretos en sujetos (Louis Althusser, Op. Cit., p. 156).
De ahí que se considere a la cultura como el aparato que configura a los sujetos
porque a través de sus diferentes expresiones (religión, mito, arte, ciencia, arte) les
asigna a los individuos un rol, valores y pautas de comportamiento, en fin, una
ideología que los define como sujetos ideológicos, ideología que se concreta en los
actos que requiere la estructura social.
Por eso se vuelven predecibles porque actúan por sí mismos en el sentido de que
funcionan con referencia a rituales, prácticas y acciones de la ideología
hegemónica:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XLVI
… los sujetos funcionan, funcionan por sí mismos en la inmensa mayoría de
los casos, con excepción de los malos sujetos que ocasionalmente provocan
la intervención de tal o cual miembro del Aparato Represivo de Estado. Pero
la inmensa mayoría de (buenos) sujetos funcionan bien por sí mismos, es
decir, por la ideología (cuyas formas concretas están realizadas en los
Aparatos Ideológicos de Estado) (Ibíd., p. 167).
Cuando decimos que la cultura forma a los ciudadanos, no lo hace para que estén
separados sino para que se relacionen entre sí, es decir, no hay culturas
individuales: la cultura es algo común, que se comparte.
Tan así que, para el análisis de la economía política, Karl Marx ya apuntaba que la
producción sólo es desarrollada por individuos que viven en sociedad, pensar en la
existencia de sujetos que produzcan aislados de los demás, lo considera producto
de las robinsonadas del siglo XVIII, refiriéndose a las teorías económicas
individualistas de Adam Smith y David Ricardo. Explica que:
Individuos que producen en sociedad […] éste es naturalmente el punto de
partida. El cazador o el pescador solos y aislados […] pertenecen a las
imaginaciones desprovistas de fantasía que produjeron las robinsonadas del
siglo XVIII (Karl Marx: 1989, p. 33).
Dice que interpretar la historia de Robinson Crusoe como un retorno a la naturaleza,
es malinterpretar la vida natural. Incluso menciona que cuando Rousseau basa el
Contrato Social en hombres por naturaleza independiente, tampoco se refiere a ese
tipo de independencia.
De acuerdo con Marx, la confusión estriba en que se consideró al hombre como
producto de la naturaleza cuando su origen se encuentra en la historia y, por tanto,
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XLVII
en relación con otros hombres con los que se organiza y crea formas sociales más
complejas:
Cuanto más lejos nos remontamos en la historia, tanto más aparece el individuo
como dependiente y formando parte de un todo mayor: […] familia […], tribu […],
comunidades. […] Solamente al llegar el siglo XVIII, con la ‘sociedad civil’, las
diferentes formas de conexión social aparecen ante el individuo como un simple
medio para lograr sus fines privados. […] La época que genera esta idea del
individuo aislado es aquella en la cual las relaciones sociales han llegado al más
alto grado de desarrollo (Ibíd., p. 34).
Es decir, cuando la sociedad alcanza un mayor grado de desarrollo, el individuo
puede, de cierta manera, aislarse, en el sentido de pensar en sus fines que logrará
a través de las relaciones sociales, jamás al margen de ellas.
Concluye Marx precisando que, si el hombre es un animal político, sólo puede
individualizarse dentro de su sociedad ya que “la producción por parte de un
individuo aislado fuera de la sociedad […] no es menos absurda que la idea de un
desarrollo del lenguaje sin individuos que vivan juntos y hablen entre sí” (Ídem).
Al respecto, Norbert Elías diría que La imagen del ser humano es la imagen de
muchos seres humanos interdependientes, que constituyen conjuntamente
composiciones, esto es, grupos o sociedades de tipo diverso. Desaparecen las
imágenes de seres humanos aislados, de individuos, que a menudo dan a entender
que pudieran existir individuos sin sociedades, y las imágenes de sociedades que a
menudo dan a entender que pudieran existir sociedades sin individuos (Norbert
Elías, Op. Cit., p. 44).
O lo que es lo mismo, que la cultura transforma al sujeto para que comparta con
otros. Las personas pueden modificar su circunstancia cultural pero no lo hacen de
forma personal sino en colaboración con los demás. De la misma manera, la
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XLVIII
comunidad es mucho más que el conjunto de individuos, es el resultado de sus
interacciones y creaciones.
Lo mismo sucede entre los países. La cultura es un vínculo que los relaciona, sin
importar su nacionalidad. El reconocimiento del otro está acompañado de un
sentimiento de solidaridad.
Así como no hay culturas individuales, tampoco las hay impuestas. Los valores
culturales son una mezcla de hacia dónde vamos y de dónde venimos, una
combinación de lo tradicional y lo moderno.
Por tanto, cuando decimos que una cultura de Estado debe definir o ser
hegemónica, esto no significa que imponga, sino que genere consenso con los
diversos grupos para que estos se sientan involucrados en un proyecto oficial.
Esto es necesario para evitar conflictos, como el que señala el filósofo Guillermo
Hurtado cuando argumenta que “una de las dimensiones de la crisis en México es
un fenómeno que llamó ‘la fractura de nuestra historicidad’. Se han resquebrajado
los lazos de sentido que tuvimos con nuestro pasado y nuestro futuro y, como
resultado, estamos atrapados en un presento asfixiante y confuso” (Guillermo
Hurtado, Op. Cit., p. 17).
El diseño de un proyecto cultural de Estado debe, por tanto, considerar la
circunstancia, el pasado, y el porvenir de una nación y sus ciudadanos.
Por ejemplo, Antonio Gramsci hablando sobre la literatura popular menciona que “el
acercamiento al pueblo significaría una recuperación del pensamiento burgués que
no quiere perder su hegemonía sobre las clases populares y que, para mejorar esta
hegemonía, acoge una parte de la cultura proletaria” (Antonio Gramsci, Op. Cit., p.
120).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XLIX
Cuando explica la conversión de la cultura india al catolicismo describe que:
…el papa ha dicho que las masas populares se convertirían si se convirtieran
núcleos intelectuales importantes (el papa conoce el mecanismo de reforma
cultural de las masas populares-campesinas, él sabe que una gran masa no
se puede convertir molecularmente, es preciso, para acelerar el proceso,
conquistar a los dirigentes naturales de las grandes masas, o sea a sus
intelectuales. De ahí la necesidad de conocer exactamente los modos de
pensar y las ideologías de estos intelectuales, para entender mejor su
hegemonía cultural (Ibíd., p. 191).
Si bien Gramsci aborda en la cita anterior, de forma específica, la circunstancia
religiosa, al describir la manera en que la iglesia genera consenso, aporta elementos
para comprender el proceso de hegemonía. Ahora sabemos que ésta requiere de
la inclusión de aspectos de las culturas que quieren organizar, así como considerar
y acordar con los dirigentes de estos grupos.
Si trasladamos las situaciones que Gramsci acaba de describir (en la literatura y
religión) a otros ámbitos del universo simbólico, advertiremos la necesidad de
recoger elementos de todas las culturas que coexistan dentro del Estado en un
intento de generar el consenso que le brinde estabilidad.
La capacidad de generar o producir cultura es innata en el hombre, no existe
civilización sin desarrollar formas simbólicas, de ahí que Clifford Geertz escriba que
“hoy es firme la convicción de que hombres no modificados por las costumbres de
determinados lugares en realidad no existen, que nunca existieron y, lo que es más
importante, que no podrían existir por la naturaleza misma del caso” (Clifford Geertz,
Op. Cit., pp. 44-45).
Por tanto, donde hay hombres, hay símbolos, y hay civilización. De ahí que Cassirer
aunque reconoce la relevancia del Estado, lo redimensiona:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
L
La vida política no es la forma única de una existencia humana en común. En la
historia del género humano el Estado, en su forma actual, es un producto tardío en
el proceso de civilización. Mucho antes de que el hombre haya descubierto esta
forma de organización social ha realizado otros ensayos para organizar sus
sentimientos, deseos y pensamientos. El Estado, aunque importante, no es todo, no
puede expresar y absorber todas las demás actividades del hombre.
Sin embargo, es necesario recordar que es tan natural la creación cultural como la
inclinación a organizarse, es decir, a desarrollar política. Por eso al hombre se le
considera tanto un animal simbólico (Cassirer) como político (Aristóteles).
Y aunque la construcción de símbolos es una virtud inevitablemente humana, es
decir, no hay hombre que no se relacione con su realidad y con otros hombres a
través de símbolos, la definición o selección de los valores culturales de la nación
es atribución exclusiva del Estado o de quienes ostenten el poder político.
Lo cual no es restrictivo a la creatividad porque la libertad no se obstaculiza. La
regulación estatal, así como señala límites también garantiza los derechos
personales y sociales.
1.5 La Cultura como Rasgo Distintivo de los Seres Humanos.
En esencia, todos los seres humanos somos iguales, con ciertas características
anatómicas fisiológicas particulares, como el color de piel, de cabello, de ojos, etc.,
pero orgánicamente, tenemos exactamente lo mismo, sin embargo, es el aspecto
cultural el que ha marcado signos de distinción, lo que no quiere decir que una
cultura sea mejor que otra, simplemente que su grado de cultura es diferente.
La mayoría de los países de la actualidad cuentan con raíces históricas y culturales
muy profundas como es el caso de Egipto, de Grecia, de Italia, heredera de la gran
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LI
cultura romana y por supuesto del México actual que es la suma de la mezcla de
dos razas y de dos grandes culturas: la indígena y la española, Todas esas culturas
poseen grados de distinción muy claros. Algunas de ellas avanzaron
significativamente en algunas disciplinas, mientras que otras lo hicieron en otras
ramas del conocimiento humano. En este sentido, recordemos que civilizaciones
como la maya aportó al mundo el número cero; los aztecas aportaron el chocolate
y sus diferentes usos, la civilización griega grandes ideas en materia política, etc.
Refiriéndonos al caso de nuestro país, es Innegable que el mundo conoce a México
a través de su gran cultura, admirada y envidiada por muchos. Muchos turistas
extranjeros llegan al país para admirar de cerca todos nuestros tesoros culturales
que nos han identificado como una gran nación. Este es el punto que nos caracteriza
e identifica en todo el orbe, puesto que al oír la palabra "México", inmediatamente
se le identifica con todo su pasado y riqueza cultural única en el mundo, con sus
pirámides, sus esculturas y como el lugar donde se mezclaron dos razas dando
origen a lo que hoy somos: una extraordinaria nación pluricultural como lo enuncia
el artículo 2° Constitucional que hoy sienta las bases para la reivindicación de los
derechos y el respeto hacia los grupos indígenas quienes a partir de la reforma a
ese artículo alcanzan un grado notable de autonomía. Invocamos aquí el artículo:
"Articulo 2.- La Nación Mexicana es única e indivisible. La Nación tiene una
composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas
que son aquellos que descienden de poblaciones que habitaban en el territorio
actual del país al iniciarse la colonización y que conservan sus propias
instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas. La
conciencia de su identidad indígena deberá ser criterio fundamental para
determinar a quiénes se aplican las disposiciones sobre pueblos indígenas.
Son comunidades integrantes de un pueblo indígena, aquellas que formen
unas unidades sociales, económicas y culturales, asentadas en un territorio y
que reconocen autoridades propias de acuerdo con sus usos y costumbres. El
derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación se ejercerá en un
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LII
marco constitucional de autonomía que asegure la unidad nacional. El
reconocimiento de los pueblos y comunidades indígenas se hará en las
constituciones y leyes de las entidades federativas, las que deberán tomar en
cuenta, además de los principios generales establecidos en los párrafos
anteriores de este artículo, criterios etnolingüísticas y de asentamiento físico.
A. Esta Constitución reconoce y garantiza el derecho de los pueblos y las
comunidades indígenas a la libre determinación y, en consecuencia, a la
autonomía para:
I. Decidir sus formas internas de convivencia y organización social,
económica, política y cultural.
II. Aplicar sus propios sistemas normativos en la regulación y solución
de sus conflictos internos, sujetándose a los principios generales de
esta Constitución, respetando las garantías individuales, los
derechos humanos y, de manera relevante, la dignidad e integridad
de las mujeres. La ley establecerá los casos y procedimientos de
validación por los jueces o tribunales correspondientes.
III. Elegir de acuerdo con sus normas, procedimientos y prácticas
tradicionales, a las autoridades o representantes para el ejercicio de
sus formas propias de gobierno interno, garantizando la participación
de las mujeres en condiciones de equidad frente a los varones, en un
marco que respete el pacto federal y la soberanía de los estados.
IV. Preservar y enriquecer sus lenguas, conocimientos y todos los
elementos que constituyan su cultura e Identidad.
V. Conservar y mejorar el hábitat y preservar la integridad de sus tierras
en los términos establecidos en esta Constitución.
VI. Acceder, con respeto a las formas y modalidades de propiedad y
tenencia de la tierra establecidas en esta Constitución y a las leyes
de la materia, así como a los derechos adquiridos por terceros o por
integrantes de la comunidad, al uso y disfrute preferente de los
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LIII
recursos naturales de los lugares que habitan y ocupan las
comunidades, salvo aquellos que corresponden a las áreas
estratégicas, en términos de esta Constitución. Para estos efectos
las comunidades podrán asociarse en términos de ley.
VII. Elegir, en los municipios con población indígena, representantes ante
los ayuntamientos. Las constituciones y leyes de las entidades
federativas reconocerán y regularen estos derechos en los
municipios, con el propósito de fortalecer la participación y
representación política de conformidad con sus tradiciones y normas
internas.
VIII. Acceder plenamente a la jurisdicción del Estado. Para garantizar ese
derecho, en todos los juicios y procedimientos en que sean parte,
individual o colectivamente, se deberán tomar en cuenta sus
costumbres y especificidades culturales respetando los preceptos de
esta Constitución. Los indígenas tienen en todo tiempo el derecho a
ser asistidos por intérpretes y defensores que tengan conocimiento
de su lengua y cultura. Las constituciones y leyes de las entidades
federativas establecerán las características de libre determinación y
autonomía que mejor expresen las situaciones y aspiraciones de los
pueblos indígenas en cada entidad, así como las normas para el
reconocimiento de las comunidades indígenas como entidades de
interés público.
B. La Federación, los Estados y los Municipios, para promover la igualdad de
oportunidades de los indígenas y eliminar cualquier práctica discriminatoria,
establecerán las instituciones y determinarán las políticas necesarias para
garantizar la vigencia de los derechos de los indígenas y el desarrollo integral de
sus pueblos y comunidades, las cuales deberán ser diseñadas y operadas
conjuntamente con ellos. Para abatir las carencias y rezagos que afectan a los
pueblos y comunidades indígenas, dichas autoridades, tienen la obligación de:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LIV
I. Impulsar el desarrollo regional de las zonas indígenas con el propósito de
fortalecer las economías locales y mejorar las condiciones de vida de sus
pueblos, mediante acciones coordinadas entre los tres órdenes de
gobierno, con la participación de las comunidades. Las autoridades
municipales determinarán equitativamente las asignaciones presupuéstales
que las comunidades administraron directamente para fines específicos.
II. Garantizar e incrementar los niveles de escolaridad, favoreciendo la
educación bilingüe e intercultural, la alfabetización, la conclusión de la
educación básica, la capacitación productiva y la educación media superior
y superior. Establecer un sistema de becas para los estudiantes indígenas
en todos los niveles. Definir y desarrollar programas educativos de
contenido regional que reconozcan la herencia cultural de sus pueblos, de
acuerdo con las leyes de la materia y en consulta con las comunidades
indígenas. Impulsar el respeto y conocimiento de las diversas culturas
existentes en la nación.
III. Asegurar el acceso efectivo a los servicios de salud mediante la ampliación
de la cobertura del sistema nacional, aprovechando debidamente la
medicina tradicional, así como apoyar la nutrición de los indígenas mediante
programas de alimentación, en especial para la población infantil.
IV. Mejorar las condiciones de las comunidades indígenas y de sus espacios
para la convivencia y recreación, mediante acciones que faciliten el acceso
al financiamiento público y privado para la construcción y mejoramiento de
vivienda, así como ampliar la cobertura de los servicios sociales básicos.
V. Propiciar la incorporación de las mujeres indígenas al desarrollo, mediante
el apoyo a los proyectos productivos, la protección de su salud, el
otorgamiento de estímulos para favorecer su educación y su participación
en la toma de decisiones relacionadas con la vida comunitaria.
VI. Extender la red de comunicaciones que permita la integración de las
comunidades, mediante la construcción y ampliación de vías de
comunicación y telecomunicación. Establecer condiciones para que los
pueblos y las comunidades indígenas puedan adquirir, operar y administrar
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LV
medios de comunicación, en los términos que las leyes de la materia
determinen.
VII. Apoyar las actividades productivas y el desarrollo sustentable de las
comunidades indígenas mediante acciones que permitan alcanzar la
suficiencia de sus ingresos económicos, la aplicación de estímulos para las
inversiones públicas y privadas que propicien la creación de empleos, la
incorporación de tecnologías para incrementar su propia capacidad
productiva, así como para asegurar el acceso equitativo a los sistemas de
abasto y comercialización.
VIII. Establecer políticas sociales para proteger a los migrantes de los
pueblos indígenas, tanto en el territorio nacional como en el extranjero,
mediante acciones para garantizar los derechos laborales de los jornaleros
agrícolas; mejorar las condiciones de salud de las mujeres; apoyar con
programas especiales de educación y nutrición a niños y jóvenes de familias
migrantes; velar por el respeto de sus derechos humanos y promover la
difusión de sus culturas.
IX. Consultar a los pueblos indígenas en la elaboración del Plan Nacional de
Desarrollo y de los estatales y municipales y, en su caso, Incorporar las
recomendaciones y propuestas que realicen. Para garantizar el
cumplimiento de las obligaciones señaladas en este apartado, la Cámara
de Diputados del Congreso de la Unión, las legislaturas de las entidades
federativas y los ayuntamientos, en el ámbito de sus respectivas
competencias, establecerán las partidas específicas destinadas al
cumplimiento de estas obligaciones en los presupuestos de egresos que
aprueben, así como las formas y procedimientos para que las comunidades
participen en el ejercicio y vigilancia de las mismas. Sin perjuicio de los
derechos aquí establecidos a favor de los Indígenas, sus comunidades y
pueblos, toda comunidad equiparable a aquellos tendrá en lo conducente
los mismos derechos tal y como lo establezca la ley.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LVI
Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del
extranjero que entren al territorio nacional alcanzarán, por ese sólo hecho, su
libertad y la protección de las leyes".
Este artículo recoge el sentir de nuestros pueblos indígenas quienes son el ejemplo
vivo de todo nuestro legado cultural y el símbolo que nos identifica en el exterior y
que nos da la identidad en la que se fundamenta nuestra nación.
1.6 La Importancia de la Cultura en el Desarrollo de los Pueblos.
La cultura, entendida como el conjunto de conocimientos, artes y técnicas que un
pueblo puede aprender es un importante vehículo de desarrollo para éstos. La
cultura proporciona los instrumentos necesarios para que un pueblo pueda alcanzar
un nivel de vida mayor. En este sentido, cultura y educación tienen una relación muy
estrecha y se complementan en aras del desarrollo. Por ejemplo, en el mes de
octubre del año 2003, arribo en el Distrito Federal el ex Presidente Bill Clinton, quien
a invitación expresa del Senado de la República ofreció una conferencia magistral
en la que solamente vino a subrayar la trascendencia de la educación y la
capacitación como Instrumentos necesarios para que México pueda competir dentro
de la globalización. Los honorarios del señor Clinton fueron de $ 100, 000 dólares
(más de un millón de pesos mexicanos). No obstante que dicha conferencia no
aportó cosas extraordinarias como se esperaba, lo cierto es que las palabras del
visitante y ex Presidente de la nación más poderosa fueron ciertas, ya que nuestro
país requiere de mayor apoyo a la educación y a la capacitación para poder competir
en un mundo globalizado.
Así, además de apostar por la educación y la capacitación en el trabajo, nuestro
país debe ponderar la importancia que conlleva tener un pueblo más culto, en el
que todos tengan un real acceso a la cultura nacional e internacional y con esto
mejoren sustancialmente sus condiciones de vida y se pueda lograr lo establecido
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LVII
en el artículo 3o constitucional cuando habla de la educación democrática la cual
es:
"Artículo 3.- Todo individuo tiene derecho a recibir educación. El Estado -
Federación, Estados y Municipios- impartirá educación preescolar, primaria y
secundaria. La educación primaria y la secundaria son obligatorias.
La educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las
facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria y la
conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia.
I- Garantizada por el artículo 24 la libertad de creencias, dicha educación será
laica y, por tanto, se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina
religiosa;
II.- El criterio que orientaré a esa educación se basará en los resultados del
progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las
servidumbres, los fanatismos y los perjuicios.
Además:
a) Será democrático, considerando a la democracia no solamente como una
estructura Jurídica y un régimen político, sino como un síntoma de vida
fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del
pueblo;
b) Será nacional, en cuanto -sin hostilidades ni exclusivismos-atenderá a la
comprensión de nuestros problemas, al aprovechamiento de nuestros
recursos, a la defensa de nuestra independencia política, al aseguramiento
de nuestra independencia económica y a la continuidad y acrecentamiento
de nuestra cultura, y
c) Contribuirá a la mejor convivencia humana, tanto por los elementos que
aporte a fin de robustecer en el educando, junto con el aprecio para la
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LVIII
dignidad de la persona y la integridad de la familia, la convicción del interés
general de la sociedad, cuanto por el cuidado que ponga en sustentar los
ideales de fraternidad e igualdad de derechos de todos los hombres,
evitando los privilegios de razas, de religión, de grupos, de sexos o de
individuos;
III.- Para dar pleno cumplimiento a lo dispuesto en el segundo párrafo y en la
fracción II, el Ejecutivo Federal determinará los planes y programas de estudio de
la educación primaria, secundaria y normal para toda la República. Para tales
efectos, el Ejecutivo Federal considerará la opinión de los gobiernos de las
entidades federativas y de los diversos sectores sociales involucrados en la
educación, en los términos que la ley señale;
IV.- Toda la educación que el Estado impartirá será gratuita;
V.- Además de impartir la educación preescolar, primaria y secundaria, señaladas
en el primer párrafo, el Estado promoverá y atenderá todos los tipos y modalidades
educativos -incluyendo la educación superior-necesarios para el desarrollo de la
Nación, apoyará la investigación científica y tecnológica, y alentará el
fortalecimiento y difusión de nuestra cultura;
VI- Los particulares podrán impartir educación en todos sus tipos y modalidades. En
los términos que establezca la ley, el Estado otorgará y retirará el reconocimiento
de validez oficial a los estudios que se realicen en planteles particulares. En el caso
de la educación primaria, secundaria y normal, los particulares deberán;
a) Impartir la educación con apego a los mismos fines y criterios que establecen
el segundo párrafo y la fracción II, así como cumplir los planes y programas
a que se refiere la fracción III, y b) Obtener previamente, en cada caso, la
autorización expresa del poder público, en los términos que establezca la ley;
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LIX
VII- Las universidades y las demás instituciones de educación superior a las que la
ley otorgue autonomía, tendrán la facultad y la responsabilidad de gobernarse a sí
mismas; realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la cultura de acuerdo
con los principios de este artículo, respetando la libertad de cátedra e investigación
y de libre examen y discusión de las ideas; determinarán sus planes y programas;
fijarán los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal
académico; y administrarán su patrimonio. Las relaciones laborales, tanto del
personal académico como del administrativo, se normarán por el apartado A del
artículo 123 de esta Constitución, en los términos y con las modalidades que
establezca la Ley Federal del Trabajo conforme a las características propias de un
trabajo especial, de manera que concuerden con la autonomía, la libertad de cátedra
e investigación y los fines de las instituciones a que esta fracción se refiere; y
VIII.- El Congreso de la Unión, con el fin de unificar y coordinar la educación en toda
la República, expedirá las leyes necesarias, destinadas a distribuir la función social
educativa entre la Federación, los Estados y los Municipios, a fijar las aportaciones
económicas correspondientes a ese servicio público y a señalar las sanciones
aplicables a los funcionarios que no cumplan o no hagan cumplir las disposiciones
relativas, lo mismo que a todos aquellos que las infrinjan".
Tomemos el caso de la mayoría de los países de Europa, los cuales cuentan con
pueblos considerados como históricamente "cultos", es decir, que en esas naciones
como Francia, Inglaterra o Alemania, la gente tiene un acceso real a eventos
culturales, a la lectura, la música, el arte, la información científica, etc. Así, a lo largo
de la historia, estos pueblos han podido destacar en esos ámbitos, llegando a
grados de desarrollo casi excelsos en muchos de ellos como la música, la pintura,
la escultura y la literatura. Hoy, nadie niega que esas naciones sean cultas y
poderosas desde diferentes puntos de vista como el social, el económico y el
político, lo que significa que la cultura les ha permitido alcanzar ese grado de
desarrollo que en la actualidad gozan y por lo que son países del primer mundo.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LX
En el caso de México, muchos han opinado que debemos buscar nuestros orígenes
para salir adelante como nación, lo cual es muy cierto, puesto que descansamos se
quiera o no en un gran pasado cultural e histórico, el cual hemos ido descuidando a
través de los años y hemos adoptado patrones culturales extranjeros con los que
no hemos podido identificarnos plenamente, por eso, para muchos, lo ideal es
regresar a lo nuestro, a nuestros orígenes, a nuestra cultura para poder entender
otras culturas y crecer como una gran nación que en teoría somos.
1.7 Cultura, Educación y Arte.
Estas tres palabras guardan una relación importante en la actualidad. Hemos
manifestado que la cultura puede ser entendida como el conjunto de rasgos
distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una
sociedad o grupo social en un período de tiempo y que lo diferencian de otros grupos
o sociedades. La cultura engloba así también, estilos de vida, ceremonias, artes,
invenciones, tecnologías, valores, derechos del ser humano, tradiciones y
creencias, en fin, muchos conocimientos que hacen mejor al hombre y le permiten
tener un nivel de vida también mejor.
La educación o enseñanza es por otro lado:
"Enseñanza o Educación, presentación sistemática de hechos, ideas, habilidades y
técnicas a los estudiantes. A pesar de que los seres humanos han sobrevivido y
evolucionado como especie por su capacidad para transmitir conocimiento, la
enseñanza (entendida como una profesión) no aparece hasta tiempos relativamente
recientes. Las sociedades que en la antigüedad hicieron avances sustanciales en el
conocimiento del mundo que nos rodea y en la organización social fueron sólo
aquellas en las que personas especialmente designadas asumían la
responsabilidad de educar a los jóvenes' (Enciclopedia Encarta Microsoft 2002).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXI
A manera de sinopsis histórica tenemos que en la India antigua, en China, en Egipto
o en Judea la enseñanza solía ser impartida por un sacerdote. El profesor gozaba
de un elevado prestigio, así como de privilegios. A los niños judíos se les enseñaba
a honrar a sus profesores aún más que a sus padres, dado que el profesor era
considerado la gula para la salvación.
Los antiguos griegos, cuyo amor por aprender es evidente en sus manifestaciones
artísticas, literarias, políticas o filosóficas, dieron un gran valor a la educación de los
niños. Los más ricos mantenían entre sus sirvientes a profesores que eran a
menudo esclavos de pueblos conquistados. Algunos siglos después, cuando Roma
estaba en toda la plenitud del Imperio, sus ciudadanos continuaron con esta práctica
de acoger a profesores entre sus esclavos, normalmente griegos, Integrados en el
personal de sus casas.
"En la Edad Media la Iglesia asumió la responsabilidad de la educación, que se
realizaba en los monasterios o en centros de aprendizaje que gradualmente
evolucionaron hasta convertirse en grandes universidades como la de París
(Francia) y Bolonia (Italia). En los siglos XVII y XVIII hubo un renovado interés por
la educación infantil y el conocimiento sobre los métodos de enseñanza se
incrementó. El clérigo francés y educador Juan Bautista de la Salle, y
posteriormente el pedagogo suizo Johann Pestalozzi, fundaron escuelas modelo
para niños y jóvenes (véase Pedagogía). Fue a partir de la segunda mitad del siglo
XIX cuando se organizaron los primeros sistemas nacionales de educación,
principalmente en Europa y Estados Unidos" (Wagener, Franz: 1989, p. 23).
Mediante la educación se desarrollan las habilidades de las personas y se les dan
los conocimientos necesarios para aprovecharlas y aplicarlas en la vida cotidiana.
La educación es en la actualidad la clave para el desarrollo y un valioso instrumento
para competir en un mundo globalizado como el que tenemos.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXII
La educación es diferente en cada país, sin embargo, en aquellas naciones del
primer mundo, los patrones y programas educativos son muy completos en
comparación con los que existen en nuestro país donde la calidad académica es
muy deficiente en todos los niveles educativos.
Existe una disciplina encargada del estudio de los distintos tipos de enseñanza, la
pedagogía sobre la cual podemos decir que es:
"Pedagogía, teoría de la enseñanza que se impuso a partir del siglo XIX como
ciencia de la educación o didáctica experimental, y que actualmente estudia las
condiciones de recepción de los conocimientos, los contenidos y su evaluación, el
papel del educador y del alumno en el proceso educativo y, de forma más global,
los objetivos de este aprendizaje, indisociables de una normativa social y cultura"
(Enciclopedia Encarta Microsoft. Op. Cit.).
En la antigüedad la educación estaba más enfocada a la formación general del
hombre y del ciudadano (paideia) que a la transmisión y al contenido de los
conocimientos en el sentido estricto de la palabra. En este contexto, la dialéctica y
la mayéutica, practicada por Sócrates en sus famosos diálogos, eran consideradas
técnicas capaces de hacer progresar el razonamiento y el conocimiento.
Igualmente, Platón y Aristóteles consideraban que la pedagogía debía ponerse al
servicio de fines éticos y políticos.
Más tarde, durante la Edad Media, la pedagogía se asimiló a un catecismo bajo la
Influencia del escolasticismo, cuyos principios fueron expuestos principalmente por
san Agustín y santo Tomás de Aquino. Los métodos de educación, que hacían
hincapié en la comunicación maestro-alumno, se basaban en la transmisión de la fe
a través de una enseñanza que giraba principalmente alrededor de la lingüística.
Este método, ridiculizado principalmente por Francois Rabelais en Gargantúa
(1534), se basaba en la memorización y la imitación, y permaneció vigente en las
escuelas hasta el siglo XVII.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXIII
Por otra parte, Erasmo de Rotterdam, rompiendo con esta concepción, cuyo aspecto
esterilizante y repetitivo habla sido ampliamente denunciado, fue el primero que
destacó el valor de la afectividad y del juego en el aprendizaje del conocimiento.
Con esta reflexión, Juan Amos Comenio fue el primero que presentó una nueva
metodología de la educación basada en la unión de la pedagogía con la didáctica.
Con su proyecto de una 'didáctica magna' ('instrucción universal') inspirada en
principios religiosos y humanistas, Comenio se propuso implantar un sistema de
educación que, por su organización en ciclos, permitiera dirigir la progresión moral
e intelectual del alumno (ídem).
Sin embargo, hasta el Siglo de las Luces, especialmente con Jean-Jacques
Rousseau, no se logró imponer la reflexión sobre la pedagogía. El autor de Émile,
fijando como premisa la especificidad del niño, concebido no como un pequeño
adulto, sino como un ser con necesidades y satisfacciones específicas, asignó al
pedagogo la misión de observar sus capacidades para intentar favorecer su
desarrollo, bajo el lema: "dejar crecer". Al mismo tiempo, Rousseau insistió en el
objetivo fundamental de la educación: educar al hombre en potencia, Rousseau
ejerció una doble influencia: en la vertiente política (formación del ciudadano),
inspiró los proyectos de reforma de la educación propuestos durante la Revolución
Francesa por Jean Antoine Condorcet y, en la vertiente metodológica, propició los
estudios de Pestalozzi, que asignó al alumno un papel central en el proceso
educativo.
Friedrich Frübel, seguidor de Pestalozzi y creador de los primeros jardines de
infancia, identificaba a Dios con la naturaleza a través de una visión metafísica,
formulando las grandes líneas de una pedagogía que asignaba un lugar preferente
a la espontaneidad y el juego, entendidos como bases de la conciencia en
formación. Al mismo tiempo, Johann Friedrich Herbart introdujo la experimentación
en la pedagogía, colaborando en la fundación de la psicología infantil.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXIV
A medida que los sistemas de enseñanza fueron difundiéndose con una fuerza sin
precedentes en los países desarrollados, el papel de la pedagogía fue objeto de
nuevas reflexiones, dando lugar a corrientes a veces contrapuestas.
Así, Émile Durkheim, al tiempo que afirmaba que la pedagogía era un producto de
un determinado momento de la historia, le asignó como misión constituir un proyecto
susceptible de preparar al niño para la sociedad en la que está llamado a
evolucionar. Desde finales del siglo XIX, y a partir de una perspectiva relativista, la
pedagogía ha visto sus objetivos cuestionados en el marco de una interrogante que
abre el camino a una pluralidad de concepciones pedagógicas, convirtiéndola, muy
a menudo, en un campo de enfrentamientos.
A pesar del aspecto excesivamente normativo de la educación escolar, se ha
impuesto una corriente que se caracteriza por su constante referencia ideológica a
la espontaneidad. Partiendo del niño, la nueva educación se presenta como una
ampliación del método científico en el campo de la educación.
A estos métodos se les reprochó haber olvidado algunas veces las relaciones
escuela-sociedad. En diferente medida, los métodos denominados ocupacionales
de John Dewey (intentando hacer de la escuela el lugar de adaptación a la vida
social) o las experiencias de Makarenko en colonias de jóvenes delincuentes
(sustituyendo las relaciones basadas en la violencia por un aprendizaje de vida en
colectividad) se inscribieron dentro de una problemática que sigue siendo el centro
del debate sobre la escuela.
En estas corrientes se basa la polémica de hoy, en un contexto donde la pedagogía
parece atravesar por una crisis. Confrontada a la 'sospecha' (lanzada por algunos
psicoanalistas como Octave Mannoni) de perpetuar con sus estructuras la
reproducción de un modelo de poder, la pedagogía ha tenido que adaptarse, desde
la década de 1960, a las nuevas condiciones derivadas del fenómeno de la
escolarización masiva. Al mismo tiempo, la crisis social (caracterizada por el
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXV
aumento del individualismo), la generalización de la técnica e incluso la crisis del
concepto de trabajo la obligan a responder a nuevos interrogantes sobre sus
objetivos y su papel en la sociedad.
Pasemos a una nueva conceptuación de como se ve al arte en comparación con el
término de cultura:
"Arte, actividad que requiere un aprendizaje y puede limitarse a una simple habilidad
técnica o ampliarse hasta el punto de englobar la expresión de una visión particular
del mundo. El término arte deriva del latín ar, que significa habilidad y hace
referencia a la realización de acciones que requieren una especialización, como por
ejemplo el arte de la jardinería o el arte de jugar al ajedrez" (Ídem).
Sin embargo, en un sentido más amplio, el concepto hace referencia tanto a la
habilidad técnica como al talento creativo en un contexto musical, literario, visual o
de puesta en escena. El arte procura a la persona o personas que lo practican y a
quienes lo observan una experiencia que puede ser de orden estético, emocional,
intelectual o bien combinar todas esas cualidades.
Tradicionalmente, en la mayoría de las sociedades el arte ha combinado la función
práctica con la estética, pero en el siglo XVIII en el mundo occidental se empezó a
distinguir el arte como un valor puramente estético que, además, tenía una función
práctica. Las bellas artes (en francés beaux arts) —literatura, música, danza,
pintura, escultura y arquitectura— centran su interés en la estética. Las
consideradas artes decorativas, o artes aplicadas, como la cerámica, la metalistería,
el mobiliario, el tapiz y el esmalte suelen ser artes de carácter utilitario y durante
cierto tiempo estuvieron degradadas al rango de oficios. Dado que en la Escuela de
Bellas Artes de París sólo se impartía la enseñanza de las principales artes visuales,
a veces el término se ha utilizado de modo restringido para referirse sólo al dibujo,
la pintura, la arquitectura y la escultura. Sin embargo, desde mediados del siglo XX,
el mayor interés por las tradiciones populares no occidentales y la importancia del
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXVI
trabajo individual por parte de una sociedad mecanizada, ha hecho que esa vieja
diferenciación fuese cada vez menos clara y que se consideren artes tanto las unas
como las otras.
Por otra parte, tanto el arte como la ciencia requieren habilidad técnica. Los artistas
y los científicos intentan crear un orden partiendo de las experiencias diversas y. en
apariencia, aleatorias del mundo. También pretenden comprenderlo, hacer una
valoración de él y transmitir su experiencia a otras personas. Sin embargo, existe
una diferencia esencial entre ambas intenciones: los científicos estudian las
percepciones de los sentidos de modo cuantitativo para descubrir leyes o conceptos
que reflejen una verdad universal. Los artistas seleccionan las percepciones
cualitativamente y las ordenan de forma que manifiesten su propia comprensión
personal y cultural. Mientras que las investigaciones posteriores pueden llegar a
invalidar leyes científicas, una obra de arte —aunque cambie el punto de vista del
artista o el gusto del público— tiene un valor permanente como expresión estética
realizada en un tiempo y en lugares determinados.
Aun cuando los artistas puedan ser genios únicos movidos por unas energías
creativas propias, también son en gran parte un producto de la sociedad en la que
viven. Ésta debe procurar un grado de bienestar económico y suficiente tiempo libre
como para permitir que el público o las instituciones puedan pagar a los artistas
profesionales, como hacían los sacerdotes súmenos o los príncipes renacentistas.
Un artista aficionado ha de poder disponer de tiempo libre, tanto el granjero que talla
o la granjera que borda durante el invierno como el empleado de una oficina que se
dedica a pintar los domingos. Incluso la decisión de ser artista puede fomentarse
culturalmente. En muchas sociedades tradicionales era costumbre que los artistas,
como otra mucha gente, siguieran la profesión de sus padres, como las familias de
actores o pintores en Japón y las dinastías familiares de músicos en la Europa del
siglo XVIII.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXVII
Los recursos físicos de la sociedad en que vive el artista condicionan el medio con
el que trabaja. En una zona como Mesopotamia, carente de piedra, los arquitectos
sumerios hablan de construir con ladrillos; los pastores nómadas asiáticos tejían la
lana de sus rebaños para hacer alfombras; los pintores medievales europeos
trabajaban sobre paneles de madera, paredes revestidas de yeso, vidrieras de
ventanas y pergaminos en una época en la que el papel no era conocido en
Occidente. Pero en el siglo XX la producción en masa y el comercio mundial han
proporcionado a los artistas un enorme abanico de materiales.
El medio que utiliza un artista condiciona el estilo de su trabajo. Así un escultor ha
de tratar la piedra de modo diferente a la madera; un músico logra con los tambores
unos efectos que difieren de los que logra con los violines; un escritor, si escribe
poesía, ha de cumplir ciertos requisitos que en una novela serian irrelevantes.
También la tradición local afecta a los estilos artísticos; los diseños en la cerámica
de un área geográfica y un periodo determinados, pueden ser geométricos y en
otros, naturalistas. La tradición en la India prescribía que se representara a Buda
con el pelo muy rizado, al igual que la tradición occidental estipulaba que Cristo
fuera representado con el pelo largo. Los artistas de Oriente hacían caso omiso de
la perspectiva científica, que ha sido una de las preocupaciones fundamentales de
los pintores occidentales desde el periodo renacentista en Europa.
Además, el tema artístico está muchas veces dictado por la sociedad que lo financia.
El arte y la arquitectura de Egipto, dominado por el Estado y las concepciones
religiosas, utilizaban como motivos la glorificación del faraón y la vida después de
la muerte. En la piadosa Europa medieval, la mayor parte de las artes visuales y el
teatro trataban temas cristianos. En el siglo XX en los países totalitarios el arte
oficialmente reconocido había de estar al servicio del Estado. Desde el siglo XIX, en
la mayoría de los países occidentales, los artistas han disfrutado de mayor libertad
en la elección de los temas y, en algunas ocasiones, la forma de la obra se ha
convertido en el tema, como sucede en el arte conceptual y en la música pura.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXVIII
El rango social de los artistas ha ido cambiando en Occidente a lo largo de los siglos.
En la época clásica y en la edad media los poetas y escritores, al utilizar para sus
obras sólo la capacidad intelectual, estaban considerados creadores de rango
superior a los actores, bailarines, músicos, pintores y escultores, que utilizaban la
habilidad manual o física. Pero desde el renacimiento, cuando empezaron a
valorarse todos los aspectos de la personalidad humana, la capacidad creativa en
el campo de las artes visuales y de representación ha ido ganando mayor
reconocimiento y prestigio social. Hoy en día el arte se considera, en todas sus
categorías, como parte fundamental de los logros de la humanidad y muchos
creadores de los más diversos campos artísticos se encuentran entre los
ciudadanos más famosos del mundo.
De acuerdo a lo anterior, la cultura, la educación y el arte son instrumentos de
enorme utilidad para que el ser humano pueda crecer y lograr sus metas en la vida,
sin embargo, le corresponde al Estado hacer accesible los mismos a los gobernados
a través de planes y programas específicos los cuales redundarán en el crecimiento
de un país como ha sucedido con naciones como Alemania, Austria, Francia, Suiza
y los Estados Unidos, por ejemplo.
Podemos concluir también que la educación es el instrumento que inicialmente
reciben las personas y su objetivo es formarlos, exteriorizando sus capacidades y
ponerlas a su alcance. La cultura hace que las personas crezcan más como tales y
desarrollen aún más sus capacidades, a grados profesionales o maestros y
finalmente, el arte, es otro instrumento que complementa a los dos anteriores y que
ennoblece el alma, los sentimientos y la visión de la gente.
1.8 La Cultura como Vehículo de Comunicación en la Actualidad.
La comunicación es un proceso de transmisión y recepción de ideas, información y
mensajes. En los últimos 150 años, y en especial en las dos últimas décadas, la
reducción de los tiempos de transmisión de la información a distancia y de acceso
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXIX
a la información ha supuesto uno de los retos esenciales de nuestra sociedad
(Roaro Zanctti, Carlos: 1992, p. 8).
La comunicación es un proceso que caracteriza a los seres humanos y que nos
permite manifestar nuestras ideas, necesidades y adquirir los satisfactores
necesarios para las mismas; sin embargo, en un mundo en el que las barreras
lingüísticas han sido un serio obstáculo durante mucho tiempo, la cultura se torna
en un instrumento que logra comunicar a todos los pueblos del mundo, a través de
conciertos, exposiciones y traducciones a todas las lenguas existentes. Es así, que
podemos decir que la cultura es un idioma universal que ni siquiera el inglés ha
podido llegar a ser a pesar de que se estima que es el idioma que más se habla en
todo el orbe, hay muchos lugares y personas que se rehúsan a aprenderlo y
hablarlo.
La cultura en todas sus manifestaciones es un vehículo de comunicación
permanente entre los pueblos. Veamos el siguiente ejemplo, una pintura de
cualquier pintor (Modigliani, Monnet, Cezanne) o un mural de Diego Rivera o
Sequeiros que se expone en cualquier parte del mundo es una forma de
comunicación entre el artista y su tiempo y el público actual el cual tiene ante sí la
oportunidad de admirar y conocer no sólo la belleza y estética de la obra, sino su
entorno social, económico y político, lo que indudablemente dejará un conocimiento
a quienes admiren la obra. No necesitamos ser eruditos en ballet, pintura, ópera o
música clásica para entender una obra de arte que finalmente es una manifestación
de la cultura de un pueblo.
En otros ámbitos de la cultura, por ejemplo, el tecnológico, es sorprendente la
posibilidad que tenemos gracias a los avances en ese campo de acceder a
instrumentos tan sofisticados como la informática, los teléfonos celulares con chip
integrado, el INTERNET mismo, etc., los cuales son una manifestación de la
tecnología y la cultura de los países del primer mundo como los Estados Unidos,
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXX
Japón y Corea del Sur. Hoy, esos adelantos son una realidad y ya forman parte de
nuestra cultura que hemos asimilado rápidamente.
En materia de los países del primer mundo tenemos que es usual decir que su
población es generalmente culta, lo que significa que tienen acceso a eventos de
diferente naturaleza como los literarios, los musicales, los estéticos, etc. Tenemos
aquí un ejemplo, en el año de 1993, en la República Federal de Alemania se
imprimieron 67,206 libros, en Canadá 22,208, en Dinamarca 11,492, en los Estados
Unidos 49,276, en Francia 41,234, en Japón 35,496, en Inglaterra 95.015, en China
92,972 y en Rusia 29,017. En comparación con estas cifras tenemos que en México
en 1990 sólo se imprimieron 2,608 libros contra 5,628 de Argentina (Almanaque
Mundial: 1998. pp. 567 a 670).
Estos números nos indican la realidad cultural y educativa en México en
comparación con las otras naciones.
1.9 Cultura y Globalización.
Para efecto de iniciar el presente apartado es necesario explicar a grandes términos
lo que es la globalización, término que alude a un fenómeno actual en el que se
interconectan las economías, las políticas y en general, los Estados.
El autor español Carlos Sánchez V. advierte sobre la globalización que es:
"Un término difícil de definir pero que, en cualquier caso, está determinado por
dos variables. Una se refiera a la globalización de carácter financiero que ha
tenido lugar en el mundo al calor de dos fenómenos: los avances tecnológicos
y la apertura de los mercados de capitales...
La otra globalización, se trata de las transacciones de bienes y servicios que se
realizan a nivel mundial. En este caso, son los países pobres y los mayores
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXXI
productores de materias primas (que en muchos casos coinciden) los que reclaman
apertura de fronteras, ya que tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea
existe un fuerte proteccionismo. Muchas ONG de las que se manifiestan contra la
globalización quieren desarrollar el comercio, pero no los capitales" (Fondo
Monetario Internacional (FMI)).
Otra opinión señala lo siguiente:
"Los sucesivos descubrimientos del hombre le han permitido una mejora
considerable de sus condiciones de vida. Así, por ejemplo, el Invento del ferrocarril
multiplicó por quince la velocidad de traslado de personas y mercancías, haciendo
posible la Revolución Industrial.
Si bien el proceso creativo se ha desarrollado durante todo el camino evolutivo, ha
sido ahora en este siglo que acaba cuando más pensante se ha hecho la capacidad
de nuestra especie. Desde la invención del transistor en 1947, las innovaciones
tecnológicas en el campo de la electrónica y las comunicaciones ha cambiado
radicalmente nuestro comportamiento y nuestra forma de ver el mundo.
La posibilidad de intercambiar información instantáneamente y a escala mundial ha
provocado el debilitamiento de las fronteras y el mutuo contacto de los pueblos de
la Tierra. Es lo que llamamos globalización" (Sánchez, Carlos).
"Una interdependencia económica creciente del conjunto de países del mundo,
provocada por el aumento del volumen y la variedad de las transacciones
transfronterizos de bienes y servicios, así como de los flujos internacionales de
capitales, al tiempo que la difusión acelerada de generalizada tecnología" (La
Enciclopedia Encarta Microsoft).
Cabe decir que la Real Academia de la Lengua Española define a la globalización
como:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXXII
La tendencia de los mercados y las empresas a extenderse alcanzando una
dimensión mundial que sobrepasa las fronteras nacionales" (Ídem).
El autor Miren Etxezarreta dice simplemente que la globalización es:
"No es más que el nombre que se le da a la etapa actual del capitalismo"
(Etxezarbta, Miren: 1999, p. 3).
Para este autor una definición de globalización más amplia es: "La globalización es
la expresión de la expansión de las fuerzas del mercado, espacialmente a nivel
mundial y profundizando en el dominio de la mercancía, operando sin los obstáculos
que supone la intervención pública". Esto es la globalización. No es un fenómeno
completo y terminado, sino que hay que contemplarla como un largo proceso
inacabado en el que el capital lucha por ampliar su dominio".
En sus inicios, el concepto de globalización se ha venido utilizando para describir
los cambios en las economías nacionales, cada vez más integradas en sistemas
sociales abiertos e interdependientes, sujetos a los efectos de la libertad de los
mercados, las fluctuaciones monetarias y los movimientos especulativos de capital.
Los ámbitos de la realidad en los que mejor se refleja la globalización son la
economía, la innovación tecnológica y el ocio" (Enciclopedia Encarta Microsoft
2002. Op. Cit.).
Hay que decir que la caída del Muro de Berlín y la desaparición del bloque comunista
han impuesto una acusada mundialización de nuevas ideologías, planteamientos
políticos de "tercera vía", apuestas por la superación de los antagonismos
tradicionales, como "izquierda-derecha", e incluso un claro deseo de
internacionalización de la justicia.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXXIII
En todos los países crece un movimiento en favor de la creación de un tribunal
internacional, validado para juzgar los delitos contra los derechos humanos, como
el genocidio, el terrorismo y la persecución política, religiosa, étnica o social.
La globalización es uno de los fenómenos más complejos que existen en la
actualidad, por lo que las definiciones o conceptos difícilmente alcanzan a expresar
todos sus alcances y contenidos.
De hecho, el término globalización ha tenido que incorporarse a los distintos
diccionarios de casi todas las lenguas del mundo, pues anteriormente no existía
como tal.
Tal y como lo define el Fondo Monetario Internacional, este fenómeno alcanza a
todos los Estados al extenderse los mercados y las empresas en el mundo,
sobrepasando las fronteras.
La globalización no sólo comprende la interconexión o conjunción de las economías,
los mercados, los bienes y los servicios, sino que se extiende hacia otros rubros
como el político, el social, el tecnológico y el cultural entre los Estados. Por ejemplo,
basta acceder a Internet para observar una pequeña parte de este fenómeno, pues
en cuestión de minutos podemos ir de un país a otro, podemos comprar virtualmente
o visitar un museo de arte en cualquier parte del mundo o consultar una enciclopedia
en Europa o Asia.
Todas las economías del mundo dependen en la actualidad del uso de las
computadoras y de Internet, lo que significa que vivimos en un mundo globalizado
donde la informática representa el vehículo de logística más importante.
La globalización ha alcanzado a la mayoría de los Estados del mundo, sin embargo,
ha traído también algunas consecuencias que debemos considerar, los Estados
pobres han visto que este fenómeno los ha hundido más al no poder competir con
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXXIV
los demás países. Contrariamente, los Estados ricos han visto incrementadas sus
ganancias al competir y exportar a más naciones.
En cuanto a la globalización y su relación con la educación y la cultura podemos
argumentar lo siguiente.
La educación y la cultura son factores determinantes para el progreso económico
de un país, aunque esto no siempre es así, como en el caso de México en el que
falta una adecuada planeación educativa que permita aprovechar realmente los
recursos educativos. Por ejemplo, gran parte de los que ingresan a nivel licenciatura
optan por las áreas conocidas: medicina, contaduría, ingeniería, derecho,
comunicaciones, etc., mientras que las áreas técnicas son desechadas, por lo que
se da una saturación de egresados de las áreas mencionadas y con ello se crean
más desempleados.
Además de lo anterior, las bases de la productividad y de los altos niveles de vida
se dan de la acumulación de capital físico (maquinaria) y de capital humano
(conocimientos y capacitación).
Es lógico pensar que áreas como la filosofía, las artes, etc. tienden a satisfacer
inquietudes de la población en esos campos, más no contribuyen al aspecto
económico, ni al producto interno bruto de un Estado.
Dice el autor Luis Pazos que:
"La capacitación, instrucción, educación técnica y científica, aplicada al proceso
productivo, es fundamental para elevar los niveles de vida, y los salarios reales en
una comunidad" (Pazos, Luis: 1999, p. 84).
La Globalización implica y exige que los profesionistas egresen con una alta calidad
académica que les permita competir con personas de cualquier otro país, a la vez,
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXXV
pueden desarrollar y poner en práctica sus conocimientos en el campo laboral en
cualquier parte que se encuentren, por lo que la competencia que se establece es
cada vez más agresiva, y sólo los más capacitados son quienes obtienen los
mejores puestos en las empresas públicas y privadas. Además, este fenómeno
implica que los profesionistas y los prestadores de bienes y servicios tengan cada
vez una mayor cultura que redundará en una mayor competitividad mundial.
Desgraciadamente en el caso de México, la calidad académica de la mayoría de las
universidades no es la óptima, lo que significa que el egresado de una licenciatura
difícilmente pueda competir con un egresado de una universidad extranjera:
Harvard, Yale, Rochester, Oxford, etc.
En México, si bien existen las concesiones que otorga el Estado en materia de
educación a los particulares, también es cierto que no hay un control ni exigencias
de parte del Gobierno para que los particulares cumplan con un estándar mínimo
de calidad académica, por lo que cada vez hay más "universidades patito", que lejos
de ayudar a preparar mejor a los mexicanos del futuro, crean más desempleados y
profesionistas mediocres que lo más seguro es que no tendrán éxito en su vida
profesional.
En la mayoría de las universidades de Iberoamérica se utilizan muy pocos los
recursos multimedia que son ya normales en los Estados de Europa, un signo
característico de la Globalización educativa donde hay que conocer y utilizar todos
y cada uno de los recursos que están disponibles.
Por último, hay que señalar que, en materia de la carrera de Derecho, sería bueno
orientar a las nuevas generaciones para que se adentren en otros campos laborales
que son relativamente nuevos, como el Derecho Ecológico, los Derechos Humanos,
el Derecho Bursátil e inclusive retomar la importancia que siempre ha tenido el
Derecho Internacional, tanto público como privado, ya que las ramas tradicionales:
Derecho Civil, Mercantil, Penal, etc., están ya muy saturadas.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXXVI
1.10 El Gran Patrimonio Cultural de México.
Hablar de toda la riqueza cultural que nuestro país posee y que constituye el legado
más importante de nuestros antepasados sería una tarea muy ardua en razón de
todo lo que hay que hablar sobre ese particular.
La imagen de México en el mundo se debe en mucho a su gran riqueza cultural,
que como ya enfatizamos anteriormente el legado de todas y cada una de las
civilizaciones antepasadas y de la mezcla de dos razas y culturas que dio por
resultado lo que hoy es nuestro país.
A lo largo del territorio que hoy ocupa México, se asentaron varias civilizaciones que
destacaron por sus amplios conocimientos en diferentes áreas del conocimiento
humano, logrando la mayoría de ellas sobresalir por sus logros artísticos que aún
se aprecian en los museos de nuestro país.
Por su la riqueza cultural nacional fuera poca, la naturaleza y el creador nos dotaron
de una riqueza en recursos naturales, flora, fauna, climas y un territorio amplio y
noble.
El ex Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, en un comunicado hablaba de la
riqueza cultural de México en el siguiente tenor:
"XX COMUNICADO NO. 2339 LOS PINOS, 5 DE AGOSTO DEL AÑO 2000.
El patrimonio cultural de México es deslumbrante y asombroso
México posee un patrimonio cultural que debe preservar para las futuras
generaciones. 21 monumentos y sitios arqueológicos de México son
considerados patrimonio de la humanidad.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXXVII
Este Gobierno ha Impulsado la exploración, la restauración y la difusión de
nuestro patrimonio arqueológico.
En 1999, mil 957 monumentos históricos y seis sitios arqueológicos fueron dañados
por sismos e inundaciones en siete estados de la República; a la fecha, más de 90
por ciento han sido reparados.
La restauración Integral del Castillo de Chapultepec es una parte del esfuerzo
de los mexicanos por recuperar y enriquecer nuestro patrimonio cultural.
Destacó el Jefe del Ejecutivo en su programa radiofónico "Pláticas del
Presidente" las obras de restauración del Alcázar del Castillo de
Chapultepec.
México posee un patrimonio cultural deslumbrante y asombroso que debemos
preservar para las futuras generaciones, no sólo de los mexicanos sino de toda la
humanidad, afirmo el presidente Ernesto Zedillo en su programa radiofónico
sabatino "Pláticas del Presidente".
Actualmente 21 monumentos y seis sitios arqueológicos son considerados
Patrimonio Cultural de la Humanidad, lo que coloca a México entre las diez naciones
con mayor riqueza histórica viva. Tan sólo en los últimos cinco años se hizo la
declaratoria de Patrimonio Mundial de siete sitios, señaló.
Enfatizó que lo que juntos se ha logrado es una muestra clara de la fuerza
integradora de nuestra herencia histórica y cultural.
Recordó que el miércoles inauguró las obras de restauración del Alcázar del Castillo
de Chapultepec, en donde han ocurrido hechos que han marcado nuestra historia a
lo largo de más de cinco siglos. Refirió que en este sitio Moctezuma construyó sus
famosos baños; los Niños Héroes lucharon hasta el último aliento contra las fuerzas
invasoras de su escuela militar, nuestra bandera y nuestra patria.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXXVIII
El Primer Mandatario señaló que en este sitio vivieron varios Presidentes de la
República hasta que el General Lázaro Cárdenas decretó que fuera la sede del
Museo Nacional de Historia. El Castillo de Chapultepec es un monumento que
sintetiza y simboliza la herencia cultural y la identidad que une a los mexicanos; por
lo que resaltó la importancia de poner al servicio del pueblo de México diversas
obras que recobran el esplendor y la belleza de una parte fundamental, su Alcázar.
Indicó que esas obras son parte de un proyecto de rescate total que concluirá este
mismo año con la rehabilitación y modernización del Museo Nacional de Historia.
Además, dijo, es parte del esfuerzo con el que los mexicanos nos hemos propuesto
recuperar y enriquecer nuestro patrimonio cultural.
En su mensaje radiofónico, el presidente Ernesto Zedillo afirmo que desde 1995 se
han realizado trabajos de restauración importantes en más de 400 edificios
históricos de todo el país, entre los que destaca la rehabilitación de Palacio
Nacional, donde se recuperaron jardines y crearon nuevas salas de exposiciones
que ofrecen una amplia visión del desarrollo cultural de México y la restauración del
ex Convento de Santo Domingo, en Oaxaca, transformado en centro cultural y
museo.
Mencionó que otros trabajos de restauración importantes son el de la Catedral
Metropolitana, el Antiguo Palacio de las Comunicaciones, el Museo Nacional de
Antropología y el ex Convento del Carmen, en la Ciudad de México.
El Presidente de la República aseveró que con la suma de recursos públicos y
privados que fortalecen las labores de conservación de nuestro patrimonio cultural.
El respaldo de las organizaciones civiles también ha sido decisivo en la
rehabilitación de la Parroquia de Santa Prisca, en Guerrero; la Catedral de Morelia,
en Michoacán, y el Santuario de Atotonilco, en Guanajuato.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXXIX
De la misma forma, expresó que el trabajo coordinado de los tres órdenes de
Gobierno con todos los sectores de la sociedad ha sido eficaz para enfrentar
desastres que dañaron nuestro patrimonio cultural. El año pasado mil 957
monumentos históricos y seis sitios arqueológicos fueron dañados por sismos e
inundaciones en siete estados de la República. A la fecha más de 90 por ciento de
esos inmuebles y centros arqueológicos han sido reparados.
Reiteró que la riqueza arqueológica de México es un legado cultural invaluable y
maravilloso, por eso en este Gobierno hemos impulsado la exploración, la
restauración y la difusión de nuestro patrimonio.
Finalmente, el Jefe de la Nación, invitó, como Presidente y como mexicano, a
conocer nuestros monumentos nacionales y sitios arqueológicos, y participar en su
rescate, conservación y difusión. De esta manera, reafirmaremos nuestra pluralidad
étnica y cultural, y afianzaremos la grandeza de nuestra patria.
Las anteriores palabras del hoy ex Presidente de la República ponen de manifiesto
de manera muy general la gran riqueza cultural que posee nuestro país y que debe
ser motivo de orgullo por parte de cada uno de los mexicanos.
Hay que tener presente que el conocimiento de nuestro patrimonio cultural se debe
también a legionarios quienes se aventuraron a nuestro país recorriéndolo y
enseñando en el viejo continente todas nuestras maravillas culturales y naturales.
Se trata de grandes amigos de México, como el barón Alexander von Humbold, el
cual en el siglo XIX recorrió la mayor parte del territorio nacional en busca de sus
riquezas para después llevarlas y promocionarlas en el exterior.
La labor que este personaje desarrollo durante gran parte de su vida fue
fundamental para el conocimiento del país en Europa y otras naciones del mundo.
1.11 Cultura y Medios de Comunicación.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXXX
Los medios de comunicación masiva (prensa, radio, televisión e Internet)
constituyen vehículos adecuados para que la cultura llegue a más mexicanos cada
vez. Para ejemplo de ello tenemos el canal 22, el canal 11 cuyos contenidos son
generalmente culturales. En materia de radio, desgraciadamente las estaciones con
carácter cultural son pocas: Radio Universidad y Radio Educación son las que
sobreviven. Hace algunos años existió una estación dedicada a difundir música
clásica: la extinta XELA que estuvo al aire por más de cincuenta años y después
desapareció porque difundir música clásica no es un negocio en México. Este es un
ejemplo de la realidad que vive la cultura y su relación con los medios de
comunicación en el país, ya que la comercialización de ellos es un gran obstáculo
para que se difundan actividades culturales que mucho ayudarían a los mexicanos.
Es una pena ver que las programaciones diarias de la mayoría de los canales de
televisión abierta, así como de las estaciones de radio sean de contenidos
superfluos, comerciales y poco informativos, pero es evidente que la cultura no es
un negocio para las empresas como Televisa y Televisión Azteca.
El único medio en el que se puede acceder realmente y de manera rápida a la
cultura en el mundo es Internet, esa red maravillosa que nos permite viajar con la
mirada hacia el pasado y el presente de cualquier lugar en el mundo. Internet no
conoce de limitaciones ni de fronteras, por lo que es en la actualidad el único medio
de comunicación en el que podemos encontrar todas las manifestaciones culturales
existentes en este mundo.
1.12 Ganancia o Cultura
Existe una oleada de ideas que promueven un nuevo consumo cultural basado en
estereotipos que redefinen a la población mexicana, se dispersa de manera masiva
a través del internet. Durante el sexenio de Fox, se habló de llevar a toda la
población internet (Véase, Lourdes Arizpe. “Los retos culturales de México”. México
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXXXI
2000) proyecto más que ambicioso y positivo si se pudiera llevar a cabo; el discurso
oficial era; “que toda la gente pueda acceder a la información libremente”; en el
proyecto se hablaba de llevar diferentes formas de cultura a la población más pobre,
y que si no tuvieran recursos para estar presentes en eventos culturales, al menos
pudieran verlos por medio de la internet; el pequeño detalle que olvidó Fox y su
gabinete, fue que no es posible llevar internet sin computadoras, y peor aún llevar
internet a un país donde el 6.9% de la población aún es analfabeta, o dónde el
46.2% de la población se encuentra en estado de pobreza.
Asimismo, las políticas neoliberales que adelgazaron al Estado y sus instituciones
por medio de la privatización, han mermado más la vida de la población asalariada,
no sólo en la cuestión laboral (que es en donde empieza) sino en el ámbito
educativo, cultural y social, que están íntimamente ligados.
La educación (básica) y la cultura en México están a cargo de dependencias
públicas como la Secretaría de Educación Pública <SEP> y el Consejo para la
cultura y las artes <Concaulta>, quienes se encargan de regular y crear proyectos
educativos y culturales, además captan y distribuyen el presupuesto que emite el
gobierno anualmente a través del Presupuesto de Egresos de la Federación, PEF.
Sin embargo, el capital privado se ha visto últimamente inmiscuido en ambas. Para
el caso de la educación, se han abierto escuelas (en los grados básico, medio y
superior) que captan a los niños y jóvenes que no reciben una educación impartida
por el Estado, teniendo que pagar por ella, ya sea porque supuestamente es de
mejor calidad (en el caso de la educación básica; primaria, secundaria y nivel medio
superior) o porque los jóvenes se quedan sin lugar, debido a la alta demanda de
algunas escuelas (como es el caso de la educación media y superior), donde en el
mejor escenario, los padres de familia asumen el costo (que es responsabilidad del
Estado) enviando a sus hijos a escuelas privadas.
En 1988 nace Conaculta, para preservar y promocionar la cultura, las artes y la
diversidad cultural de México. Tiene a su cargo el Instituto Nacional de Antropología
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXXXII
e Historia (INAH) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), - en su página
escriben- “Conaculta es la institución encargada de preservar de forma integral el
patrimonio cultural de la Nación en sus diversas manifestaciones artísticas y
culturales, así como estimular los programas orientados a la creación, desarrollo y
esparcimiento de las mismas. Las acciones de Conaculta están encaminadas a
mantener un compromiso profesional que beneficie a toda la sociedad mexicana
con la promoción y difusión de todo el sector cultural y artístico”
(http://www.conaculta.gob.mx). Ahora en el marco del neoliberalismo, el Estado es
un administrador; así, ha dejado en manos de privados la cultura, se han otorgado
concesiones de museos a empresas, por ejemplo la venta de boletos principalmente
a eventos de teatro y música al monopolio ticketmaster, las tienditas de recuerdos
y las cafeterías en los museos, los eventos y festivales de empresas privadas que
son cada vez más frecuentes en sitios arqueológicos, que generan derrama
económica dentro de patrimonios culturales de la humanidad, que a pesar de dañar
los recintos suelen captar altas rentas y eso es lo que al Consejo le importa.
Estas empresas generan ganancias con el pretexto de la visita masiva de la
población a los recintos, entonces aumentan el precio de los boletos para los
recintos culturales, que además resultan prácticamente inaccesibles para una gran
parte de la población, propiciando que la cultura se vuelva una “cultura de elite” ya
que en un país (como México) donde hay una pésima distribución de la riqueza
social, o sea que el dinero se concentra en pocas manos, es así como la cultura
pasa a ser sólo de aquel que pueda pagarla.
Si sumamos la diversa gama de servicios (Lista de museos de la ciudad de México,
servicios y ubicación), que han adoptado los museos de la ciudad como: las tiendas,
librerías, cafeterías y el estacionamiento, así como los eventos culturales y
recreativos que ahí se realizan, y que aumentan el precio de los boletos. Esta
comodidad que repercute en el precio, y que además se ha vuelto un fetiche entre
las clases medias; “la visita al museo y después el cafecito”, y “si vas a turistear y
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXXXIII
visitas un museo llevar un recuerdito”, aunque ni se lea, ni se sepa lo que el museo
y su historia representa para la humanidad.
El desarrollo de empresas pertenecientes a la industria cultural es cada vez más
evidente, y con ellas (aunque no es un acontecimiento del todo nuevo), se acentúa
la mercantilización de la cultura, estas industrias como cualquier otra industria
capitalista, buscarán y crearán nuevos mercados de consumo, la cultura se ha
vuelto una inversión muy rentable, aumentando el número de comercializadoras
culturales bajo una ideología tipo progresista, que impone modas en las que se
vende la cultura.
Mientras la mercantilización de la cultura hace que se masifique ésta y sea más fácil
consumirla en todos los mercados mundiales, más se abre la brecha entre la
comprensión y la realización de las artes, ya que el aumento constante de bienes
culturales y la “facilidad” (en cuanto a la promoción) de acceso a servicios culturales
como museos, sitios arqueológicos y galerías, disminuyen la calidad de la cultura,
pues las empresas que venden cultura además han elevados sus precios, gracias
a la forma en la que psicológicamente añaden cualidades que no tienen, donde su
valor de uso pasa a segundo plano. Además, las clases medias son las primeras en
seguir las tendencias que marca el capital, dejando de comprender la esencia del
arte para sólo consumirla.
Sólo bajo este contexto podemos entender cómo es que el consumo cultural sea
cada vez mayor, y esté en continuo crecimiento.
La cultura comercial es ahora muy rentable, es por eso que se le ha prestado más
atención a su medición, asimismo se mira su producción por los empleos que
genera y los servicios que se pueden prestar en estos eventos además de las
comercializadoras que acumulan grandes masas de dinero, lucrando con la cultura,
ya que no pretenden llevar la cultura a la población para que desenvuelvan su
creatividad, sino siguen la lógica del capital mercantil.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXXXIV
1.13 El Ocio y el Tiempo Libre
Los conceptos de ocio y tiempo libre tienen íntima relación con el concepto de
trabajo y esto a su vez acarrea que se deje de lado el lado cultural , ya que para que
exista uno debe existir el otro, sin embargo el trabajo en el capitalismo es trabajo
enajenado, Marx en su manuscrito del trabajo enajenado nos explica que en la
sociedad capitalista el trabajo enajenado invierte la relación que el hombre tiene con
su naturaleza, ya que el trabajo es externo a la naturaleza del hombre, y éste no se
realiza en sus horas de trabajo, pues está atado, ya que el trabajo, es el único medio
por el cual puede satisfacer sus necesidades, y por ello se niega al trabajo
sintiéndose cómodo sólo en sus horas libres, en las cuales intentará satisfacer otras
necesidades “Llegamos al resultado de que el hombre (el trabajador) se siente
libremente activo sólo en sus funciones animales –comer, beber y procrear o,
cuando más, en su vivienda y en el adorno personal- mientras que en sus funciones
humanas se ve reducido a la condición animal” (Erich Fromm: p. 108-109).
Al desprenderse el humano de su naturaleza también fractura su subjetividad ya
que gradualmente se desprende de su vistosidad para cosificar las relaciones a las
que está expuesto como ser social.
La jornada laboral de acuerdo con Marx tiene límites: a) los límites mínimos serían
la parte de la jornada que el trabajador “...tiene necesariamente que trabajar para la
subsistencia de sí mismo. Pero sobre la base del modo de producción capitalista el
trabajo necesario no puede ser sino una parte de la jornada laboral del obrero y ésta
nunca puede reducirse a ese mínimo” (Karl Marx: tomo I, vol. I, p. 278-279), y b) los
límites máximos se determinan de dos maneras; la barrera física de la fuerza de
trabajo, ya que el humano tiene que satisfacer necesidades para sobrevivir; y la
barrera moral, ya que “el hombre necesita tiempo para la satisfacción de
necesidades espirituales y sociales, cuya amplitud y número dependen del nivel
alcanzado en general por la civilización” (Ibíd.).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXXXV
El ocio y el tiempo libre están sujetos al concepto de trabajo, de igual modo a los
límites de la jornada laboral, y estos están sujetos a otras condiciones, ya que a
pesar de que en el sentido estrictamente legal la jornada laboral es de ocho horas
en México, los trabajadores actualmente en el contexto real sufren otros agravios, y
están condicionados a la sobreexplotación, en la cual se extrae plusvalía, ya sea
alargando la jornada laboral (plusvalía absoluta), o accediendo a más tecnología
para aumentar la productividad dentro de la misma jornada de trabajo (plusvalía
relativa), o como escribió Marini; a través de la súper explotación del trabajo.
Los límites mínimos que nos sugiere Marx prácticamente se eliminan dentro del
sistema capitalista pues, aunque el trabajador reproduzca su salario en nueve
minutos (Tiempo de la jornada de trabajo destinado para la generación del salario
de los trabajadores (Horas/minutos) México, 2006-2012), éste seguirá dentro del
proceso cumpliendo con una larga jornada. Dentro de los límites máximos morales
se debería ubicar el ocio y el tiempo libre, ya que es en este tiempo cuando el
hombre puede satisfacer sus necesidades espirituales, sociales y artísticas.
Cada país establece legalmente un determinado número de horas en las que se
debe laborar, en México la jornada es de ocho horas, dejando para el trabajador 16
horas “libres”, esto suponiendo que esas 16 horas sean “puras”, dentro de las cuales
se debe descontar ocho horas de descanso total (para dormir), y aproximadamente
tres para alimentarse y asearse, dejando entonces cinco para que las puedan
dedicar al ocio.
La precariedad laboral en general y en mayor medida en los países
subdesarrollados provoca que muchos trabajadores tengan dos empleos; ya sea en
la mañana y en la tarde, o nocturnos, o de fines de semana, además las mujeres
también tienen que insertarse al mercado laboral, sólo para poder cubrir los gastos
familiares. Si las mujeres tienen familia se dedican también a las labores domésticas
en su “tiempo libre”.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXXXVI
Por otro lado, en la estructura capitalista es vital el ejército industrial de reserva, que
funciona de acuerdo al ritmo de la acumulación de capital, pues cumple varios
papeles dentro de la forma de reproducción y acumulación, uno de ellos es la
desvalorización de la fuerza de trabajo teniendo como efecto directo el
abaratamiento del trabajo, y el otro la valorización del capital en tiempo de auge.
Este ejército industrial de reserva permite identificar a la población que se encuentra
ocupada dentro del proceso laboral y a la que no, en términos convencionales a los
desocupados, de esta forma podemos observar a dos clases de personas, los que
son “productivos” y los “improductivos” (según el discurso oficial), siendo estas
últimas personas ociosas, que aunque son necesarios para el sistema, no lo
reconocerá en su discurso, “La laboriosidad de algunos exige el ocio de otros. Los
pobres y los ociosos son un fruto necesario de los ricos y de los activos, etc.” (Karl
Marx. tomo I, vol. III. p. 806). Mientras que el tiempo libre es un concepto ocupado
por aquellos que son dueños de los medios de producción, es decir la burguesía, y
en menor medida la pequeña burguesía. “‘El progreso de la riqueza social’, dice
Storch, ‘engendra esa clase útil de la sociedad… que ejerce las ocupaciones más
fastidiosas, viles y repugnantes, que echa sobre sus hombros, en una palabra, todo
lo que la vida tiene de desagradable y de esclavizante, proporcionando así a las
otras clases el tiempo libre, la serenidad del espíritu y la dignidad convencional”
(Ibíd. p. 807). A partir de esta cita podemos entender por qué lo que conocemos
como “alta cultura” es arte para una pequeña elite, y que está en función de lo que
el capital (En el discurso de Marx el ‘Capital) y la burguesía dicten.
El tiempo libre y el ocio conceptualmente no son lo mismo. El tiempo libre es
entendido como el tiempo que sobra después de los quehaceres, ya sea para ir al
trabajo, a la escuela o las múltiples labores domésticas. El ocio moralmente tiene
otra concepción, ya que para la “sociedad capitalista” el hecho de no trabajar es mal
visto, y el ocio es relacionado con una persona “no productiva o floja”, sin embargo
esta es una consideración ideológicamente impuesta, pues es el mismo sistema el
que propicia la existencia de un ejército industrial de reserva, o sea personas que
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXXXVII
no laboran, no porque no quieran, o porque no lo necesiten, sino porque el sistema
requiere de este ejército (para desvalorizar la fuerza de trabajo), generalmente estas
personas son rechazadas por la sociedad, pues son “ociosas”. Entonces podríamos
deducir que el tiempo libre es bueno y el ocio es malo para la sociedad capitalista.
Dentro de la sociedad capitalista, el discurso oficial nos dice que: “el uso del tiempo
es libre”, de manera que cada persona le puede destinar a su tiempo el uso que
más le convenga o el que le traiga mayor satisfacción, sin embargo, existen tiempos
que están determinados a ciertas actividades de las cuales la población no puede
desentenderse, como es el trabajo, ya sea por una remuneración o de tipo
doméstico, y en el caso de los menores de edad la escuela. Además de estar sujeto
a otras condiciones que INEGI señala como; “A nivel individual las actividades que
las personas realizan y el tiempo que le dedican están relacionados con el sexo, el
curso de vida de las personas y su relación con el trabajo; así como con la
organización cotidiana del hogar, la etapa del ciclo vital en la que éste se encuentra
y su posición económica y social” (INEGI. Mujeres y hombres en México 2006,
Décima edición). Además, se deben considerar otros aspectos que influyen en la
elección de las personas, para la distribución de su tiempo libre, por ejemplo;
realizan actividades que ya están determinadas en un mercado de consumo, como
ir a ciertos lugares, o ver ciertos programas en los canales de televisión o radio, “En
todo este sistema, el vendido y comprado, el público, no tiene más que una
participación pasiva. Puede rechazar un programa no viéndolo, pero no puede exigir
ninguna clase de programación. Además, es manipulado, deformado para aceptar
cierto tipo de programas” (Galindo, Magdalena: 1972. p. 12). Desde la visión de las
industrias culturales, el ocio y tiempo libre es visto como una mina de ganancias,
pues el consumismo cultural es altamente rentable, ya que las producciones de cine,
música y teatro (principalmente estos tres eventos artísticos) son a las que el público
recurre.
Pero, en México ¿qué hacen las personas que tienen tiempo libre y quiénes son?
En México, el INEGI ha realizado dos encuestas sobre el uso del tiempo una en
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXXXVIII
2002 y otra en 2009, siendo esta última la más reciente, sin embargo, en ambas
realizó preguntas diferentes que sesgan los resultados estadísticos, y los resume
en sus publicaciones de manera muy sintética.
Podemos comprobar con estas cifras estadísticas que el ser humano dedica tanto
tiempo al trabajo, en búsqueda de una remuneración, que ha quedado condicionado
sólo a tener tiempo para los quehaceres que más le ocupan como cuidados básicos,
descansar, y convivir con otros seres humanos. Además la dinámica en que se ha
insertado a la sociedad es tan violenta que no es posible hablar de los límites
máximos de los cuales Marx hace mención, pues para enriquecerlos se debe tener
un desprendimiento de los vicios que han enajenado y cosificado las relaciones
sociales, además debemos recordar que en una sociedad capitalista existe una
sociedad de masas que está históricamente atosigada y acostumbrada a un tipo de
diversión impuesto que difícilmente ahora quiere alta cultura, y no necesariamente
por qué no quiera, sino porque en el reducido mercado cultural consumista y clasista
es lo que se vende, ya que de ahí se obtiene un amplio margen de ganancia.
Marco de Referencia.
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I. LA CULTURA COMO ATRIBUCIÓN DE ESTADO MEXICANO.
1.1. Cultura: Atribución del Estado.
1.2. Cultura.
1.3. Universo simbólico.
1.4. Cultura desde el Estado Mexicano.
1.5. La Cultura como Rasgo Distintivo de los Seres Humanos.
1.6. La Importancia de la Cultura en el Desarrollo de los Pueblos.
1.7. Cultura, Educación y Arte.
1.8. La Cultura como Vehículo de Comunicación en la Actualidad.
1.9. Cultura y Globalización.
1.10. El Gran Patrimonio Cultural de México.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
LXXXIX
1.11. Cultura y Medios de Comunicación.
1.12. Ganancia o Cultura.
1.13. El Ocio y el Tiempo Libre.
CAPÍTULO II. EL ACCESO A LA CULTURA EN MÉXICO. PROBLEMÁTICA
SOCIAL Y JURÍDICA. LA NECESIDAD DE ELEVAR A GARANTÍA SOCIAL LA
IGUALDAD CULTURAL.
2.1. La Cultura en la Acumulación de Capital por Desposesión.
2.1.1. La Cultura en el Proceso de Acumulación Capitalista como Valor.
2.1.2. La Desculturación en la Determinación del Individuo.
2.2. La Cultura como Medio de Desvalorización del Trabajo.
2.3. Surgimiento de nuevos fenómenos culturales.
2.3.1. Cultura de Masas.
2.3.2. Cultura Popular.
2.4. Los Órganos Encargados de Difundir la Cultura en México.
2.4.1. La Secretaria de Educación Pública.
2.4.2. El Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.
2.4.3. El Instituto Nacional de Bellas Artes.
2.5. El Marco Legal de la Promoción de la Cultura en México.
2.6. La Realidad del Acceso a la Cultura en México.
2.7. La Necesidad de que el Pueblo Mexicano Pueda Acceder a la Cultura.
2.8. Propuesta para Elevar a Rango de Garantía Social el Derecho a la Cultura.
2.9. Los Alcances de la Educación Mexicana en la Cultura.
CAPÍTULO III. LAS LEYES Y LAS GARANTÍAS INDIVIDUALES EN EL
DESARROLLO CULTURAL EN MÉXICO
3.1. Organismos de Cultura.
3.2. Características de las Leyes de Cultura en México.
3.2.1. Objeto de la Ley.
3.2.2. Margen de Innovación.
3.2.3. Conservación.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XC
3.2.4. Mecanismos de Armonización.
3.3. Universo Simbólico en México.
3.3.1. Arte.
3.3.2. Lenguaje.
3.3.3. Ciencia.
3.3.4. Historia.
3.3.5. Religión.
3.3.6. Mito.
3.4. Comparativo entre Regiones.
3.5. Clasificación Doctrinal de las Garantías Individuales.
3.5.1. Garantías Individuales.
3.5.2. Garantías Sociales.
3.6. Las Garantías Individuales. Fundamento Legal y Trascendencia.
3.7. Clasificación de las Garantías Individuales.
3.7.1. De Libertad.
3.7.2. De Igualdad.
3.7.3. De Seguridad Jurídica.
3.7.4. De Propiedad.
CAPÍTULO IV. ESTADO, SOCIEDAD Y DIFUSIÓN: EL CAMINO HACIA UNA
NUEVA RELACIÓN DE LA CULTURA EN MÉXICO
4.1. Fundación del Conaculta y Centralidad de la Difusión.
4.2. Las Reuniones Sobre “Cultura E Identidad Nacional”.
4.3. La Fundación del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: Establecimiento
de la Centralidad de la Difusión.
4.3.1 Acciones en Materia de Promoción y Difusión
4.4. La Estrategia de Modernización del Estado: Los Límites de la Apertura.
4.5. Ejes Fundamentales del Ajuste en el Sector Cultural, el Primer Programa
Nacional de Cultura y la Difusión Cultural.
4.6. Los Intelectuales y el Poder: Los Límites de la Apertura y la Persistencia de una
Tradición.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XCI
4.7. México como Generador de Cambio en Materia Cultural.
4.8. La Conjugación entre Cultura Tradicional y Cultura Moderna en el Contexto de
la Globalización en México.
4.9. La Presencia de las Comunidades Étnicas como Portadoras de la Cultura
Tradicional.
4.10. La Economía Creativa como Propuesta para el Desarrollo Integral.
4.11. Revisión al Sector Cultural de México, la Creación de una Política de Estado
en Materia Cultural.
CONCLUSIONES.
BIBLIOGRAFÍA.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XCII
6. FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS.
Hipótesis central
La cultura desde su acepción más amplia debe entenderse como la expresión
integrada socialmente de la realidad, creencias, virtudes y anhelos de una
comunidad u organización social, la perspectiva clasista y utilitaria que ha tenido la
política cultural de los últimos gobiernos federales, ha suplantado el carácter
articulador y renovador que tiene, por lo que debe ser considerada dentro de las
acciones de desarrollo que debe tutelar el estado.
La realidad es que las estrategias, acciones y el discurso político se han centrado
solo en el fomento y difusión de la cultura nacional, entendiéndola como una
mercancía más, lo que provoca que las políticas de carácter cultural carezcan en la
práctica de una perspectiva unificada e integral; situación que se refleja en la en el
clasismo y banalización de la cultura, excluyente en su ejecución y omisa en su
evaluación relativa al fomento y difusión de las diferentes expresiones culturales.
Hipótesis secundarias
1) A pesar de existencia de un amplio andamiaje institucional del estado mexicano
con relación a la implementación de políticas, leyes y organismos reguladores
de la cultura estos se encuentran orientados principalmente a la promoción y
difusión de las distintas expresiones de la cultura, por lo que se carece de una
perspectiva que integre y articule las diversas expresiones de ésta, en favor de
la integración social y el desarrollo humano principalmente de las clases más
desfavorecidas.
2) La baja presencia de mecanismos institucionales y la dispersión de esfuerzos,
evitan que pese a crecientes recursos, se carece de mecanismos que alienten y
profundicen el ejercicio y respecto de las expresiones cultures, entendiéndola
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XCIII
como un derecho humano fundamental el acceso a la producción y consumo de
la cultura, por lo que la actual política cultural se convierte de hecho en una forma
de exclusión social.
Marco de Referencia.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XCIV
7.- PRUEBA EMPÍRICAS O CUALITATIVAS LAS HIPÓTESIS.
Hipótesis central
La cultura desde su acepción más amplia debe entenderse como la
expresión integrada socialmente de la realidad, creencias, virtudes y
anhelos de una comunidad u organización social, la perspectiva clasista y
utilitaria que ha tenido la política cultural de los últimos gobiernos
federales, ha suplantado el carácter articulador y renovador que tiene, por
lo que debe ser considerada dentro de las acciones de desarrollo que
debe tutelar el estado.
La realidad es que las estrategias, acciones y el discurso político se han
centrado solo en el fomento y difusión de la cultura nacional,
entendiéndola como una mercancía más, lo que provoca que las políticas
de carácter cultural carezcan en la práctica de una perspectiva unificada
e integral; situación que se refleja en la en el clasismo y banalización de
la cultura, excluyente en su ejecución y omisa en su evaluación relativa al
fomento y difusión de las diferentes expresiones culturales.
Para comprobar la hipótesis central que guio esta investigación, se desarrolló en
primer lugar (capítulo 1 y 2) un marco teórico y conceptual basado en los
posicionamientos explícitos que ha hecho la autoridad respecto a la relevancia del
fomento, producción y difusión de las expresiones culturales en declaraciones,
acuerdos y protocolos fundamentalmente a través de las Naciones Unidas. Dicho
enfoque teórico permite situar tanto en el tiempo como en el espacio la relevancia
que para el desarrollo de una vida democrática y constructiva tienen las expresiones
culturales, las cuales deben ser vistas como parte intrínseca dl patrimonio social y
convertirse en un activo a favor.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XCV
En este sentido la política cultural desplegada, se ha distinguido por su carácter
clasista y corporativo, donde una camarilla decide que es una expresión artística
que puede ser valorada, y cuáles no. En este sentido, es necesario rescatar el largo
andar del pensamiento sociológico y antropológico, para darle vida a una serie de
principios que garantizan la existencia de un ambiente que favorece la mayor
diversidad en el plano de la expresión cultural, la cual debe ser erigido como un
paradigma democrático que incide en el plano de la convivencia social.
En este sentido, los planteamientos en lo particular que se encuentran en los planes
nacional de desarrollo de las últimas administraciones y en los programas
específicos de cultura, no tienen mucha coincidencia con el diseño, programación y
ejecución de la política cultural; por lo que resulta evidencia suficiente para
considerar como el camino más adecuados para evaluar el impacto y situación de
la política cultural propiamente dicha se mantiene desarticulada, con un alto
componente clasista; cuando la alternativa se encuentra precisamente cuyo acceso
y disfrute podríamos catalogar como un derecho humano de tercera generación en
México. Asimismo, la propuesta es entender la cultura en un sentido más amplio y
como una herramienta de cohesión social, así como de denuncia y contestatario es
que se vuelve altamente columna del sistema democrático por naturaleza, sus
diferendos y pluralidad encajan perfectamente con el periodo de alternancia en el
poder; el cual derivó en una mayor tolerancia hacia las expresiones culturales, aun
contestataria.
En los primeros capítulos expusimos la relación que existe entre el concepto de la
promoción y difusión de la cultura, su evolución y su interacción con diversos
ámbitos como la democracia, la pobreza y la violencia. Ámbitos en los cuales se
desarrollan políticas que han tenido como finalidad promover el principio del acceso
y oportunidad de la difusión de la cultura, pero donde dejan de lado la importancia
que tiene considerarlo como un espacio de convivencia para todos de todos los
derechos.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XCVI
La hipótesis central quedó corroborada con la información presentada en los
capítulos 2 y 3. En el segundo capítulo, presentamos una selección de mecanismos
jurídico-institucionales, tanto a nivel internacional como nacional, que promueven el
respeto y fomento por parte del estado mexicano, así como la implementación de
los mecanismos existentes de formación y difusión de la cultura.
Además de la recuperación documental, que abarca desde la Constitución Política
hasta leyes y programas específicos. También se consideraron los análisis que en
distintas esferas de agencias especializadas han realizado diversas instancias tanto
pública, privada y de la sociedad civil como las Comisiones estatales y federales de
los derechos humanos, la Organización de las Naciones Unidas y grupos
independientes.
De esta manera identificamos que los mecanismos jurídico-institucionales
establecidos y los resultados concretos reflejados en acciones y políticas públicas
explicitas han tenido como falta acciones concretas para garantizar su pleno disfrute
por el ciudadano al que hace referencia la hipótesis central quedó corroborada al
enfrentar estos datos sobre los mecanismos jurídico-institucionales, con una serie
de indicadores que fueron elegidos para evaluar los niveles de correlación entre los
principios suscritos por el estado mexicano y las acciones realmente puestas en
práctica al amparo de dichos principios.
De esta manera presentamos información empírica sobre tres grandes rubros: La
situación general de la política cultural en México, en tanto resultado de un proceso
histórico que tiene su origen en un intenso nacionalismo posterior a la revolución
mexicana, cuando fue concebido como parte de las acciones para dar cohesión y
distinguir a los gobiernos que emergieron del este proceso histórico.
Los indicadores revisados fueron: acciones que fortalecen el ámbito ejecutivo-
institucional como la creación del Instituto Nacional de Bellas Artes, el Consejo
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XCVII
Nacional de la Cultura y las Artes, entre otras leyes y reglamentos que tienden a dar
sustento a la acción del gobierno en ámbitos culturales.
Desde un enfoque de políticas públicas, la implementación y ejecución de las
acciones de fomento a la cultura nacional y difusión para el consumo de la
ciudadanía que debería sustentarse en el ideal democrático, dónde la cultura se
convierte en un activo social, para aportar al ejercicio de los derechos sociales y
humanos inalienables en todos los integrantes de la sociedad, permitiendo la más
amplia difusión de los valores culturales afines con principios democráticos
fundamentales.
Los indicadores utilizados para evaluar la importancia de un cambio de paradigma
y por lo tanto de los principios y garantías jurídicos-institucionales que dan sustento
a la política cultural en México fueron: la presencia de criterios afines a los principios
de los derechos humanos y sociales de la población, el carácter público abierto y
gratuito que tuvieron la creación de grupos especializados en diversas artes
atestiguan ese carácter democrático con el que nació la política cultural; sin
embargo, se observa un escaso interés de profundizar en la articulación las
acciones, y en la definición de un marco jurídico que sustente los derechos de
acceso a la cultura por la ciudadanía en el país, número de recintos regionales,
entre otros.
En este sentido, no se trata solo de establecer el grado de presencia en el nivel
discursivo de las acciones de política cultural, si no de identificar primero la
presencia formal de dichos principios, sin importar si estos responden al interés de
cumplir con compromisos internacionales o ideológicos, o si provienen de procesos
coyunturales, pero que de alguna manera coinciden en su propósito.
Los indicadores utilizados para medir la correspondencia entre ambos factores
fueron: el análisis entre los elementos constituyentes en las leyes de obligaciones
estatales en materia de promoción y difusión de la cultura nacional y su contraparte
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XCVIII
en los acuerdos internacionales, considerando que estos, conforme lo establece la
propia carta magna, tienen rango constitucional.
Presencia de organismos e instituciones (andamiaje institucional).
En nuestro país, la dispersión de esfuerzos en materia de política cultural evidencia
el bajo compromiso por establecer un sólido andamiaje que estimule y facilite la
renovación generacional y la apertura a enfoques que renueven el escenario
cultural, que por definición es un sistema dinámico que además de aportar a la
sociedad nuevas perspectivas, se significan por promover valores
significativamente constructivos orientados a la reflexión y a la participación;
contribuyendo a revitalizar el orden social y la prácticas que como sociedad
consideramos valiosas. La falta de una política cultural expresa también, la
afectación a los derechos humanos y civiles que inhabilita el buen desarrollo
socioeconómico de la población y que representa un ejemplo de la baja presencia
e incidencia del sistema democrático en la cultura cívica y política del país.
Asimismo, desde una perspectiva social se trata de una expresión más de la
desigualdad entre la ciudadanía.
Hipótesis secundaria 1
1) A pesar de existencia de un amplio andamiaje institucional del estado
mexicano con relación a la implementación de políticas, leyes y organismos
reguladores de la cultura estos se encuentran orientados principalmente a la
promoción y difusión de las distintas expresiones de la cultura, por lo que se
carece de una perspectiva que integre y articule las diversas expresiones de
ésta, en favor de la integración social y el desarrollo humano principalmente
de las clases más desfavorecidas.
Esta hipótesis se comprobó con la presentación de dos instrumentos jurídicos
específicos en materia de rectoría de la acción del gobierno federal y por lo tanto
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
XCIX
valido a nivel nacional: el Programa Nacional de Cultura. Si bien dichos instrumentos
fueron diseñados y modificados para garantizar y promover diversos ámbitos de la
cultura nacional; la escases de cifras expuestas en materia de acciones
consolidadas o en líneas directa a lo definido en el programa, constata que hace
falta una verdadera política regulatoria que garantice que los apoyos que son
entregados a entes privados o de organizaciones y grupos culturales
independientes, por lo que se considera que la renovación de una política cultural
pasa por la rendición de cuentas y la transparencia en los procesos de asignación
de recursos públicos, por lo que la forma en que estos se asignan es fundamental,
la opacidad al contrario muestra que dichas acciones aún no han tenido el efecto
esperado.
Indicadores que asimismo apoyan la comprobación de la primera hipótesis
secundaria. La baja presencia de mecanismos institucionales que garanticen la
promoción, garantía y ejercicio de todos los derechos sociales de acceso a los
servicios y manifestaciones culturales; de manera especial como parámetros de
exclusión social, utilizando los siguientes indicadores:
Coincidencia en el marco jurídico y acciones de políticas públicas del ámbito federal
y local de los principios rectores que definen los acuerdos internacionales en materia
de preservación y difusión de la cultural nacional:
Los indicadores utilizados para evaluar la baja presencia de organismos e
instituciones que garanticen el adecuado ejercicio de recursos fueron: la variedad
de grupos participantes en los programas de fomento, número de denuncias
presentadas ante irregularidades en la asignación de recursos, estudios realizados
por organismos y organizaciones privadas y de organizaciones sociales.
Hipótesis secundaria 2
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
C
2) La baja presencia de mecanismos institucionales y la dispersión de
esfuerzos, evitan que, pese a crecientes recursos, se carece de mecanismos
que alienten y profundicen el ejercicio y respecto de las expresiones cultures,
entendiéndola como un derecho humano fundamental el acceso a la
producción y consumo de la cultura, por lo que la actual política cultural se
convierte de hecho en una forma de exclusión social.
Esta hipótesis se comprobó con la presentación de los marcos programáticos de las
diversas instituciones que participan en el desarrollo de las acciones ligadas con la
política cultural; en consecuencia se han diseñado y establecido una serie de
agencias gubernamentales para garantizar y promover en diversos ámbitos de la
vida cultural de todos los ciudadanos; sin embargo parece una paradoja el que en
estos años, la re funcionalización de muchas de estas instituciones las ha alejado
del cumplimiento de estos principios.
Los indicadores utilizados para evaluar la baja eficacia de organismos e
instituciones que garanticen la participación y disfrute de las diversas expresiones
artísticas fueron: evaluación propia de las accione programadas a partir de los
informes disponibles en las distintas agencias gubernamentales, la presencia social
de las actividades socioculturales en los diferentes organismos involucrados.
Estos indicadores apoyaron la comprobación de la segunda hipótesis secundaria.
Cabe señalar que los indicadores utilizados provienen de fuentes gubernamentales
e instituciones públicas como el INEGI, la CEPAL, Secretaría de Educación Pública,
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, entre otras
Objetivo General Objetivos específicos Preguntas Hipótesis Desarrollo
Analizar el ámbito de la cultura como en elemento clave para la modernización de Estado, así como los cambios de paradigma en sus
Identificar los conceptos clásicos de cultura en los que se basa el Estado mexicano para la difusión del ámbito cultural en el país.
- ¿Cuáles son los conceptos clásicos que el Estado mexicano toma como fundamento para la difusión de la cultura en el país?
La cultura desde su acepción más amplia debe entenderse como la expresión integrada socialmente de la realidad, creencias, virtudes y anhelos
CAPÍTULO I. LA CULTURA COMO ATRIBUCIÓN DE ESTADO MEXICANO. 1.1. Cultura: Atribución del Estado 1.2 Cultura 1.3 Universo simbólico
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CI
enfoques y perspectivas con el fin de procurar elementos para fomentar la igualdad y contribuir a reducir la problemática social.
Describir la
importancia de la cultura como elemento de desarrollo
Identificar el vínculo
que existe entre cultura, educación, arte y medios de comunicación.
C2 Identificar los
obstáculos sociales y jurídicos que limitan o impiden el acceso a la cultura a la población general.
Distinguir la importancia de la cultura como un capital que favorece la igualdad y contribuye a la resolución de la problemática social
Describir los
organismos, instituciones y marcos legales que tiene como objetivo la difusión y gestión de la cultura en México.
C3
Identificar las leyes y garantías individuales que se fundamentan en la constitución para el desarrollo cultural en México.
Describir los ámbitos del universo simbólico en donde se enfocan las líneas de trabajo para la creación de políticas públicas.
Distinguir las regiones del país los ámbitos más
- ¿Qué importancia tiene la cultura como elemento de desarrollo de la sociedad? - ¿Cuál es el vínculo que existe entre cultura, educación, arte y medios de comunicación y en qué favorece a la difusión de la cultura como promotora del desarrollo de la sociedad?
C2 - ¿Qué obstáculos sociales y jurídicos condicionan que la población tenga acceso a la cultura?
- ¿De qué manera contribuye la cultura a la igualdad y a la resolución de las problemáticas sociales?
- ¿Cuáles son los organismos, instituciones y marcos legales cuyo objetivo es la difusión y gestión de la cultura en México?
C3
- ¿Cuáles son las leyes y garantías individuales constitucionales que sustentan el desarrollo cultural en México?
- ¿Cuáles son ámbitos del universo simbólico en los que se centran las líneas de trabajo para la creación de políticas públicas enfocadas al desarrollo cultural del país?
de una comunidad u organización social, la perspectiva clasista y utilitaria que ha tenido la política cultural de los últimos gobiernos federales, ha suplantado el carácter articulador y renovador que tiene, por lo que debe ser considerada dentro de las acciones de desarrollo que debe tutelar el estado. La realidad es que las estrategias, acciones y el discurso político se han centrado solo en el fomento y difusión de la cultura nacional, entendiéndola como una mercancía más, lo que provoca que las políticas de carácter cultural carezcan en la práctica de una perspectiva unificada e integral; situación que se refleja en la en el clasismo y banalización de la cultura, excluyente en su ejecución y omisa en su evaluación relativa al fomento y difusión de las diferentes expresiones culturales. Hipótesis secundarias 3) A pesar de
existencia de un amplio andamiaje institucional del estado mexicano con relación a la implementación de políticas, leyes y
1.4 Cultura desde el Estado Mexicano. 1.5 La Cultura como Rasgo Distintivo de los Seres Humanos. 1.6 La Importancia de la Cultura en el Desarrollo de los Pueblos. 1.7 Cultura, Educación y Arte. 1.8 La Cultura como Vehículo de Comunicación en la Actualidad. 1.9 Cultura y Globalización. 1.10 El Gran Patrimonio Cultural de México. 1.11 Cultura y Medios de Comunicación. 1.12 Ganancia o Cultura 1.13 El Ocio y el Tiempo Libre CAPÍTULO II. EL ACCESO A LA CULTURA EN MÉXICO. PROBLEMÁTICA SOCIAL Y JURÍDICA. LA NECESIDAD DE ELEVAR A GARANTÍA SOCIAL LA IGUALDAD CULTURAL. 2.1 La Cultura en la Acumulación de Capital por Desposesión 2.1.1 La Cultura en el Proceso de Acumulación Capitalista como Valor 2.1.2 La Desculturación en la Determinación del Individuo 2.2 La Cultura como Medio de Desvalorización del Trabajo 2.3 Surgimiento de nuevos fenómenos culturales. 2.3.1 Cultura de Masas 2.3.2 Cultura Popular 2.4 Los Órganos Encargados de Difundir la Cultura en México 2.4.1 La Secretaria de Educación Pública. 2.4.2 El Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. 2.4.3 El Instituto Nacional de Bellas Artes. 2.5. El Marco Legal de la Promoción de la Cultura en México.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CII
favorables para el desarrollo de la cultura de acuerdo a sus tendencias e intereses.
C4
Describir los
elementos que caracterizan la relación de la cultura con el Estado mexicano, la sociedad y la difusión que se hace de la misma.
Describir el debate
entre Cultura e Identidad Nacional, como base para la creación de Conaculta.
Identificar el sector cultural como factor para la modernización del Estado, promoviendo la conjugación entre Cultura Tradicional y Cultura Moderna en el Contexto de la Globalización en México.
- ¿Cuáles son las regiones del país, sus ámbitos, intereses y los ámbitos más favorables para el desarrollo de la cultura de en México? C4 - ¿Cuáles son los elementos que caracterizan la relación de la cultura con el Estado mexicano, la sociedad y la difusión que se hace de la misma? - ¿En qué se fundamenta el debate entre Cultura e Identidad Nacional, como base para la creación de Conaculta? - ¿Cuáles son las principales claves para consolidar el sector cultural como factor para la modernización del Estado? - ¿De qué manera se vincula la conjugación entre Cultura Tradicional y Cultura Moderna en el Contexto de la Globalización en México?
organismos reguladores de la cultura estos se encuentran orientados principalmente a la promoción y difusión de las distintas expresiones de la cultura, por lo que se carece de una perspectiva que integre y articule las diversas expresiones de ésta, en favor de la integración social y el desarrollo humano principalmente de las clases más desfavorecidas.
4) La baja
presencia de mecanismos institucionales y la dispersión de esfuerzos, evitan que, pese a crecientes recursos, se carece de mecanismos que alienten y profundicen el ejercicio y respecto de las expresiones cultures, entendiéndola como un derecho humano fundamental el acceso a la producción y consumo de la cultura, por lo que la actual política cultural se convierte de hecho en una forma de
2.6 La Realidad del Acceso a la Cultura en México. 2.7 La Necesidad de que el Pueblo Mexicano Pueda Acceder a la Cultura. 2.8 Propuesta para Elevar a Rango de Garantía Social el Derecho a la Cultura. 2.9 Los Alcances de la Educación Mexicana en la Cultura CAPÍTULO III. LAS LEYES Y LAS GARANTÍAS INDIVIDUALES EN EL DESARROLLO CULTURAL EN MÉXICO 3.1 Organismos de Cultura 3.2 Características de las Leyes de Cultura en México 3.2.1 Objeto de la Ley 3.2.2 Margen de Innovación 3.2.3 Conservación 3.2.4 Mecanismos de Armonización 3.3 Universo Simbólico en México 3.3.1 Arte 3.3.2 Lenguaje 3.3.3 Ciencia 3.3.4 Historia 3.3.5 Religión 3.3.6 Mito 3.4 Comparativo entre Regiones 3.5 Clasificación Doctrinal de las Garantías Individuales. 3.5.1. Garantías Individuales. 3.5.2. Garantías Sociales. 3.6 Las Garantías Individuales. Fundamento Legal y Trascendencia. 3.7 Clasificación de las Garantías Individuales. 3.7.1 De Libertad. 3.7.2. De Igualdad. 3.7.3 De Seguridad Jurídica. 3.7.4 De Propiedad. CAPÍTULO IV. ESTADO, SOCIEDAD Y DIFUSIÓN: EL CAMINO HACIA UNA
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CIII
exclusión social.
NUEVA RELACIÓN DE LA CULTURA EN MÉXICO 4.1 Fundación del Conaculta y Centralidad de la Difusión 4.2 Las Reuniones Sobre “Cultura E Identidad Nacional” 4.3 La Fundación del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: Establecimiento de la Centralidad de la Difusión. 4.3.1 Acciones en Materia de Promoción y Difusión 4.4 La Estrategia de Modernización del Estado: Los Límites de la Apertura 4.5 Ejes Fundamentales del Ajuste en el Sector Cultural, el Primer Programa Nacional de Cultura y la Difusión Cultural. 4.6. Los Intelectuales y el Poder: Los Límites de la Apertura y la Persistencia de una Tradición. 4.7 México como Generador de Cambio en Materia Cultural 4.8 La Conjugación entre Cultura Tradicional y Cultura Moderna en el Contexto de la Globalización en México 4.9 La Presencia de las Comunidades Étnicas como Portadoras de la Cultura Tradicional 4.10 La Economía Creativa como Propuesta para el Desarrollo Integral 4.11 Revisión al Sector Cultural de México, la Creación de una Política de Estado en Materia Cultural.
Primera hipótesis secundaria
Objetivo General Objetivos específicos Preguntas Hipótesis Desarrollo Analizar el ámbito de la cultura como en elemento clave para la modernización de Estado, así como los cambios de paradigma en sus
Identificar los conceptos clásicos de cultura en los que se basa el Estado mexicano para la difusión del ámbito cultural en el país.
- ¿Cuáles son los conceptos clásicos que el Estado mexicano toma como fundamento para la difusión de la cultura en el país?
Hipótesis secundarias 1) A pesar de existencia de un amplio andamiaje institucional del
CAPÍTULO I. LA CULTURA COMO ATRIBUCIÓN DE ESTADO MEXICANO. 1.1. Cultura: Atribución del Estado 1.2 Cultura 1.3 Universo simbólico
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CIV
enfoques y perspectivas con el fin de procurar elementos para fomentar la igualdad y contribuir a reducir la problemática social.
Describir la importancia de la cultura como elemento de desarrollo
Identificar el vínculo
que existe entre cultura, educación, arte y medios de comunicación.
C2 Identificar los
obstáculos sociales y jurídicos que limitan o impiden el acceso a la cultura a la población general.
Distinguir la importancia de la cultura como un capital que favorece la igualdad y contribuye a la resolución de la problemática social
Describir los
organismos, instituciones y marcos legales que tiene como objetivo la difusión y gestión de la cultura en México.
C3
Identificar las leyes y garantías individuales que se fundamentan en la constitución para el desarrollo cultural en México.
Describir los ámbitos del universo simbólico en donde se enfocan las líneas de trabajo para la creación de políticas públicas.
Distinguir las regiones del país los ámbitos más favorables para el desarrollo de la
- ¿Qué importancia tiene la cultura como elemento de desarrollo de la sociedad? - ¿Cuál es el vínculo que existe entre cultura, educación, arte y medios de comunicación y en qué favorece a la difusión de la cultura como promotora del desarrollo de la sociedad?
C2 - ¿Qué obstáculos sociales y jurídicos condicionan que la población tenga acceso a la cultura?
- ¿De qué manera contribuye la cultura a la igualdad y a la resolución de las problemáticas sociales?
- ¿Cuáles son los organismos, instituciones y marcos legales cuyo objetivo es la difusión y gestión de la cultura en México?
C3
- ¿Cuáles son las leyes y garantías individuales constitucionales que sustentan el desarrollo cultural en México?
- ¿Cuáles son ámbitos del universo simbólico en los que se centran las líneas de trabajo para la creación de políticas públicas enfocadas al desarrollo cultural del país?
estado mexicano con relación a la implementación de políticas, leyes y organismos reguladores de la cultura estos se encuentran orientados principalmente a la promoción y difusión de las distintas expresiones de la cultura, por lo que se carece de una perspectiva que integre y articule las diversas expresiones de ésta, en favor de la integración social y el desarrollo humano principalmente de las clases más desfavorecidas. .
1.4 Cultura desde el Estado Mexicano. 1.5 La Cultura como Rasgo Distintivo de los Seres Humanos. 1.6 La Importancia de la Cultura en el Desarrollo de los Pueblos. 1.7 Cultura, Educación y Arte. 1.8 La Cultura como Vehículo de Comunicación en la Actualidad. 1.9 Cultura y Globalización. 1.10 El Gran Patrimonio Cultural de México. 1.11 Cultura y Medios de Comunicación. 1.12 Ganancia o Cultura 1.13 El Ocio y el Tiempo Libre CAPÍTULO II. EL ACCESO A LA CULTURA EN MÉXICO. PROBLEMÁTICA SOCIAL Y JURÍDICA. LA NECESIDAD DE ELEVAR A GARANTÍA SOCIAL LA IGUALDAD CULTURAL. 2.1 La Cultura en la Acumulación de Capital por Desposesión 2.1.1 La Cultura en el Proceso de Acumulación Capitalista como Valor 2.1.2 La Desculturación en la Determinación del Individuo 2.2 La Cultura como Medio de Desvalorización del Trabajo 2.3 Surgimiento de nuevos fenómenos culturales. 2.3.1 Cultura de Masas 2.3.2 Cultura Popular 2.4 Los Órganos Encargados de Difundir la Cultura en México 2.4.1 La Secretaria de Educación Pública. 2.4.2 El Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. 2.4.3 El Instituto Nacional de Bellas Artes. 2.5. El Marco Legal de la Promoción de la Cultura en México. 2.6 La Realidad del Acceso a la Cultura en México.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CV
cultura de acuerdo a sus tendencias e intereses.
- ¿Cuáles son las regiones del país, sus ámbitos, intereses y los ámbitos más favorables para el desarrollo de la cultura de en México?
2.7 La Necesidad de que el Pueblo Mexicano Pueda Acceder a la Cultura. 2.8 Propuesta para Elevar a Rango de Garantía Social el Derecho a la Cultura. 2.9 Los Alcances de la Educación Mexicana en la Cultura CAPÍTULO III. LAS LEYES Y LAS GARANTÍAS INDIVIDUALES EN EL DESARROLLO CULTURAL EN MÉXICO 3.1 Organismos de Cultura 3.2 Características de las Leyes de Cultura en México 3.2.1 Objeto de la Ley 3.2.2 Margen de Innovación 3.2.3 Conservación 3.2.4 Mecanismos de Armonización 3.3 Universo Simbólico en México 3.3.1 Arte 3.3.2 Lenguaje 3.3.3 Ciencia 3.3.4 Historia 3.3.5 Religión 3.3.6 Mito 3.4 Comparativo entre Regiones 3.5 Clasificación Doctrinal de las Garantías Individuales. 3.5.1. Garantías Individuales. 3.5.2. Garantías Sociales. 3.6 Las Garantías Individuales. Fundamento Legal y Trascendencia. 3.7 Clasificación de las Garantías Individuales. 3.7.1 De Libertad. 3.7.2. De Igualdad. 3.7.3 De Seguridad Jurídica. 3.7.4 De Propiedad.
Segunda hipótesis secundaria
Objetivo General Objetivos específicos Preguntas Hipótesis Desarrollo Analizar el ámbito de la cultura como
Identificar las leyes y garantías
- ¿Cuáles son las leyes y garantías
Hipótesis secundarias
CAPÍTULO III. LAS LEYES Y LAS
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CVI
en elemento clave para la modernización de Estado, así como los cambios de paradigma en sus enfoques y perspectivas con el fin de procurar elementos para fomentar la igualdad y contribuir a reducir la problemática social.
individuales que se fundamentan en la constitución para el desarrollo cultural en México.
Describir los ámbitos del universo simbólico en donde se enfocan las líneas de trabajo para la creación de políticas públicas.
Distinguir las regiones del país los ámbitos más favorables para el desarrollo de la cultura de acuerdo a sus tendencias e intereses.
Describir los elementos que caracterizan la relación de la cultura con el Estado mexicano, la sociedad y la difusión que se hace de la misma.
Describir el debate
entre Cultura e Identidad Nacional, como base para la creación de Conaculta.
Identificar el sector
cultural como factor para la modernización del Estado, promoviendo la conjugación entre Cultura Tradicional y Cultura Moderna en el Contexto de la Globalización en México.
individuales constitucionales que sustentan el desarrollo cultural en México?
- ¿Cuáles son ámbitos del universo simbólico en los que se centran las líneas de trabajo para la creación de políticas públicas enfocadas al desarrollo cultural del país? - ¿Cuáles son las regiones del país, sus ámbitos, intereses y los ámbitos más favorables para el desarrollo de la cultura de en México? - ¿Cuáles son los elementos que caracterizan la relación de la cultura con el Estado mexicano, la sociedad y la difusión que se hace de la misma? - ¿En qué se fundamenta el debate entre Cultura e Identidad Nacional, como base para la creación de Conaculta? - ¿Cuáles son las principales claves para consolidar el sector cultural como factor para la modernización del Estado? - ¿De qué manera se vincula la conjugación entre Cultura Tradicional y Cultura Moderna en el Contexto de la Globalización en México?
2) La baja
presencia de mecanismos institucionales y la dispersión de esfuerzos, evitan que, pese a crecientes recursos, se carece de mecanismos que alienten y profundicen el ejercicio y respecto de las expresiones cultures, entendiéndola como un derecho humano fundamental el acceso a la producción y consumo de la cultura, por lo que la actual política cultural se convierte de hecho en una forma de exclusión social.
GARANTÍAS INDIVIDUALES EN EL DESARROLLO CULTURAL EN MÉXICO 3.1 Organismos de Cultura 3.2 Características de las Leyes de Cultura en México 3.2.1 Objeto de la Ley 3.2.2 Margen de Innovación 3.2.3 Conservación 3.2.4 Mecanismos de Armonización 3.3 Universo Simbólico en México 3.3.1 Arte 3.3.2 Lenguaje 3.3.3 Ciencia 3.3.4 Historia 3.3.5 Religión 3.3.6 Mito 3.4 Comparativo entre Regiones 3.5 Clasificación Doctrinal de las Garantías Individuales. 3.5.1. Garantías Individuales. 3.5.2. Garantías Sociales. 3.6 Las Garantías Individuales. Fundamento Legal y Trascendencia. 3.7 Clasificación de las Garantías Individuales. 3.7.1 De Libertad. 3.7.2. De Igualdad. 3.7.3 De Seguridad Jurídica. 3.7.4 De Propiedad. CAPÍTULO IV. ESTADO, SOCIEDAD Y DIFUSIÓN: EL CAMINO HACIA UNA NUEVA RELACIÓN DE LA CULTURA EN MÉXICO 4.1 Fundación del Conaculta y Centralidad de la Difusión 4.2 Las Reuniones Sobre “Cultura E Identidad Nacional” 4.3 La Fundación del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: Establecimiento de la Centralidad de la Difusión. 4.3.1 Acciones en Materia de Promoción y Difusión
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CVII
4.4 La Estrategia de Modernización del Estado: Los Límites de la Apertura 4.5 Ejes Fundamentales del Ajuste en el Sector Cultural, el Primer Programa Nacional de Cultura y la Difusión Cultural. 4.6. Los Intelectuales y el Poder: Los Límites de la Apertura y la Persistencia de una Tradición. 4.7 México como Generador de Cambio en Materia Cultural 4.8 La Conjugación entre Cultura Tradicional y Cultura Moderna en el Contexto de la Globalización en México 4.9 La Presencia de las Comunidades Étnicas como Portadoras de la Cultura Tradicional 4.10 La Economía Creativa como Propuesta para el Desarrollo Integral 4.11 Revisión al Sector Cultural de México, la Creación de una Política de Estado en Materia Cultural.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CVIII
CONCLUSIONES Y NUEVA AGENDA DE INVESTIGACIÓN.
El tema de la cultura es complejo y polémico porque puede abordarse desde
diferentes perspectivas, ya sean conceptuales o pragmáticas, así como desde
diferentes escuelas y posiciones de clase. Sin embargo, lo que no se puede obviar
es que la cultura forma parte del proceso histórico de la sociedad y que por esa
misma razón se transforma en conjunto. La cultura requiere ser estudiada como un
proceso que en lo general forma parte de un múltiple conjunto de modos y formas
que están sujetas a su propio contexto histórico, político, social y geográfico, el
reconocimiento de esto es fundamental para modificar y potencializar el desarrollo
social.
Nosotros abordamos el tema de la política cultura en dos amplias vertientes: el
primero se refiere a garantizar una cultura de fácil acceso, que influye sobre la
manera de ser o de comportarse dentro de la sociedad; el segundo señala a las
expresiones de las artes como la forma acabada de la cultura popular, en el sentido
de materializar la manera en que la sociedad se expresa, y se accede a esta de
forma exclusiva para una pequeña parte de la población.
En este sentido, es necesario recordar los datos que nos proporciona la Encuesta
Nacional de Hábitos, Prácticas y Consumo Cultural 2015, sabemos que en México
las palabras con las que las personan relacionan a la cultura son: arte (8%),
educación (8%), tradiciones (7%), música (5%). Por lo que nos deja idea de la
necesidad de modificar la relevancia de que la sociedad reconozca y se apropie del
patrimonio de las manifestaciones culturales representan.
Sin embargo, se puede reconocer en el diseño de políticas públicas la misma
perspectiva clasista y segmentada, así como lo expresado en las leyes de
regulación cultural de las entidades y el Gobierno Federal, donde el concepto
Cultura se refiere principalmente al Arte, la Ciencia, el Lenguaje y la Educación.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CIX
Es también significativo que existan más similitudes entre las acciones en las
entidades y la Declaración de la UNESCO, mientras a nivel Federal se encuentran
más deficiencias y ausencias. Por tanto, incluir todos los lineamientos de la
UNESCO en los Programas Nacionales de Cultura, es una tarea pendiente para
México.
Y es aquí donde identificamos la primera propuesta de políticas públicas, en
materia cultural:
Validar y establecer dentro del plan nacional de desarrollo el cumplimiento de
los acuerdos internacionales, de forma que se establezcan compromisos
presupuestales específicos en líneas de acción orientadas a las premisas
establecidas en los estándares internacionales que integra la UNESCO, y que
estas acciones sean valuadas en relación a dichos estándares.
En este sentido, vale la pena recordar lo mencionado por Alfonso Reyes en su
ensayo Cartilla Moral, donde explicaba que la moral idónea debe considerar el
respeto a sí mismo y a la dignidad humana, a la familia, la sociedad, las normas
jurídicas, la patria, y a la naturaleza. Precisa que “el amor a la morada humana [a la
naturaleza], es una prenda de que la persona ha alcanzado un apreciable nivel del
bien: aquel en que se funden el bien y la belleza. Este punto es el más alto que
puede alcanzar, en el mundo, el ser humano” (Alfonso Reyes, Cartilla Moral: 2005,
p. 60). En este sentido, entendemos la cultura como la expresión más amplia de las
creencias, convicciones y anhelos de las comunidades, de su expresión sea esta
espontánea y cotidiana, o de un alto grado de especialización; las expresiones
culturales nos definen de la manera más genuina.
Adicionalmente, en este sentido es importante establecer que la visión de la cultura
como un activo social, implica que las expresiones culturales pueden desempeñar
un motor económico para promover y sustentar el desarrollo regional; en este
sentido se encontró que en México cuando se planea el trabajo cultural, se
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CX
especifica que la cultura debe contribuir al desarrollo económico y al turismo sin
dañar el medio ambiente y, en la medida de lo posible, haciendo uso de él.
Ya que, a través del arte, los mitos, la historia, la ciencia y la religión, las personas
expresan su identidad, se vuelven únicos al apropiarse y expresar la cultura. Por
ello, proteger los símbolos de una comunidad, es garantizar los medios para que los
hombres manifiesten su singularidad.
De esta manera arribamos a la segunda estrategia específica en materia de
política específica:
Establecer una Comisión Nacional de Gestión del Patrimonio Cultural e
Inmaterial, la cual tendrá representaciones estatales, dicha comisión desde
una perspectiva de gestión integral proteja, promueva y ejecute acciones
legislativas y en materia de políticas públicas de carácter integral, en dicha
comisión participarán además de las autoridades de la cultura las diversas
agencias involucradas como son Economía, Turismo, SHCP, así como los
gobiernos estatales y municipales.
De esta manera, debemos concluir que la cultura se comparte desde lo particular,
es decir, no hay expresiones aisladas, cada una se realiza en reciprocidad con los
demás; es decir, en igualdad de interacción, creando consenso porque descansa
en un principio de equilibrio en las relaciones sociales. Donde hay cultura, hay
convivencia. Esta aseveración tiene profundas consecuencias en la materia sobre
la forma en que integran las opciones de intervención para el desarrollo de las
comunidades.
Cada sujeto es el eslabón en la representación de una cultura, por eso los une y los
identifica entre sí y ante los demás, son una comunidad. Esto significa que el
ciudadano no es ya solamente el individuo dotado de derechos personales, también
es definido por su relación con los otros; por eso se percibe como conciudadano,
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXI
los nuevos tiempos de intercomunicación persona- persona, exigen modelos de
fomento cultural acordes con las necesidades de comunicación y expresión
comunes e individuales.
Diversos autores coinciden que hoy en día es necesario garantizar que la
participación, la comprensión, y la circulación, sean comunes al total de la
comunidad, es decir, que se compartan. En este sentido, la cultura propicia
acontecimientos en coordinación con otros, y genera los símbolos y referentes
sociales que garantizan su compresión, así como implican que el espacio físico sea
intervenido por lo que lo vuelve, común a todos.
El uso de las Tecnologías de Información y la Comunicación, debe incorporarse
como un medio que aglutine propósitos y potencialice sus alcances, no sólo para el
desarrollo de la ciencia sino de los demás campos culturales, en una perspectiva de
cumplimiento pleno de derechos humanos, así como la necesidad de incluir a los
grupos vulnerables para arribar a una cultura digital.
La violencia es otro problema social donde la cultura puede intervenir. En 2015 The
Institute for Economics and Peace elaboró el Índice de Paz que es un análisis de la
dinámica de los niveles de paz tomando en cuenta siete variables: la tasa de
homicidios, delitos con violencia, delitos cometidos con armas de fuego,
encarcelamiento, tasa de financiamiento de las fuerzas policiales, incidencia de
delitos de delincuencia organizada y eficiencia del sistema judicial.
Destacan entre los resultados que se reportan el impacto económico que significa
la violencia, el cual en 2014 fue de casi tres billones de pesos, que equivalen a 17.3
por ciento del Producto Interno bruto (PIB). El monto equivale a que cada uno de
los mexicanos hubiera pagado cerca de 25 mil pesos el año pasado por este
concepto. Eso es, según los analistas, tres veces más que lo se invierte por persona
en salud. En este sentido, la gestión cultural, apoyado en una infraestructura
informática permitirá la promoción y difusión de mensajes favorables para el cambio
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXII
de actitudes en las comunidades y con ello impactar en la situación de violencia que
sufren las comunidades.
La urgencia de acciones alternas se adivina a partir de considerar que en los últimos
cuatros años el índice de paz ha mejorado, actualmente 23 estados son aún más
violentos que hace doce años. Además, las tasas de homicidios y delitos con
violencia son todavía muy elevadas de acuerdo con estándares globales (Índice de
Paz México 2017).
A escala mundial, México retrocedió seis lugares en el Índice Global de Paz 2015,
al colocarse en la posición 144 de un total de 162 países. De acuerdo con el Instituto
para la Economía y la Paz, y el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO),
en México se vive en “un contexto de brutal violencia, ya que durante el 2014 se
incrementó la tasa de homicidios, la presencia del crimen organizado, la percepción
de la delincuencia, el terrorismo de Estado, la violencia política y la descomposición
del tejido estatal”.
Esta situación donde confluye la pérdida del sentido, la desigualdad y la violencia
genera caos, desintegración social, desconfianza, egoísmos, mismos que pueden
ser atenuados a través de la cultura. Recordemos que es una red que envuelve y
da sentido a las acciones de los hombres. Explica Geertz que:
Si no estuviera dirigida por estructuras culturales, “...la conducta del hombre sería
virtualmente ingobernable, sería un puro caos de actos sin finalidad y de estallidos
de emociones, de suerte que su experiencia sería virtualmente amorfa. La cultura,
la totalidad acumulada de esos esquemas o estructuras, no es sólo un ornamento
de la existencia humana, sino que es una condición esencial de ella”.
Sin embargo, estas estructuras culturales que gobiernan la conducta son lo que
Gramsci llama los servicios públicos intelectuales, útiles para que el Estado
conserve su hegemonía:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXIII
La educación es el ámbito de mayor oportunidad para el desarrollo de cambios
culturales, pero no es la única, el teatro, las bibliotecas, los museos, las pinacotecas,
los zoológicos, los jardines botánicos, etcétera. Se debe entender que las
instituciones deben ser consideradas de utilidad para la instrucción y la cultura
pública y que como tales son consideradas en una serie de Estados, las cuales no
podrían ser accesibles al gran público y se considera, por las mismas razones
nacionales, garantizar a la población su acceso y su reproducción social, sin una
intervención estatal.
Esta situación descansa sin duda en la asignación de recursos financieros que
garanticen el acceso, sin embargo, la política en materia cultural en México, no ha
sido así. De acuerdo al sistema de Cuentas Nacionales en 2011 el PIB del sector
cultural era del 2.7% en donde la iniciativa privada aporta 2%, el sector de los
hogares el 0.6% y la participación del Gobierno en actividades culturales, como
gestión y difusión, representa únicamente 0.1%.
Es decir, el Estado mexicano se ha minimizado en su aportación en la cultura.
Situación que debe cambiar, la cultura es un servicio en el que debe
obligatoriamente intervenir el Estado para garantizar que los valores culturales sean
difundidos de acuerdo a los principios de la nación.
En este sentido, la cultura ofrece herramientas y caminos para vincularse con el
mundo, toda relación entre sujetos y realidad está mediada por la cultura, por ese
marco de pensamiento que se vuelve una margen de actuación.
En este sentido, las políticas públicas deberán profundizar en cada ámbito, lo que
implica es innovar en sus formas y ejes de trabajo. Por mencionar algunos ejemplos,
las siguientes son algunas tareas prioritarias por rubro:
Lenguaje: reiterar su compromiso con el idioma español y no limitarse a
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXIV
proteger las lenguas indígenas.
Mitos: proteger el sentido y la cosmovisión que se esconde tras las
representaciones y los rituales de las comunidades y grupos sociales
emergentes.
Arte: Ampliar a las expresiones populares como hechos artísticos y no reducir
las expresiones por no pertenecer a un determinado tipo, es decir una
revaloración.
Ciencia: integrar a los niños y a los adultos mayores a los beneficios de las
nuevas tecnologías promoviendo la alfabetización digital, vincularse con las
demás áreas de la cultura, así como a la difusión.
Historia: fomentar el rescate de la herencia cultural de más de mil años de
cultura nacional, a partir de la investigación y la difusión de los valores
cívicos.
No se trata de que las entidades estén completamente de acuerdo sobre qué es o
no cultura, sino generar un consenso para precisar qué ámbitos la implican y hasta
dónde abarca.
En este sentido, se propone como tercera estrategia especifica en materia de
política pública.
La emisión de una Ley General de Protección y Fomento de la Cultura
Nacional, de alcance nacional que establezca a partir de una definición
totalizadora e integral, el rescate, la promoción y la preservación de todas las
manifestaciones culturales de la nación, bajo un principio de aglutinar los
distintos esfuerzos de las dependencias y programas hacia para volver a la
cultura un activo de cohesión social y promotor del desarrollo social y
económico, es decir reconociendo la multifuncionalidad social que garantiza
la reproducción cultural de la nación.
Esto es relevante en tanto reconocemos, que en la actualidad el objetivo que se
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXV
persigue con la constitución de las políticas culturales es imprescindible para la
articulación de las concepciones y acciones aisladas que se habían generado en
los países, las políticas sectoriales en materia artística o cultural; las políticas
educativas y las denominadas de corte social o económico que planteaban bases y
objetivos parcializados; suponen hoy día un esfuerzo monumental para alcanzar la
articulación de todos aquellos agentes que intervienen en todas y cada una de las
mencionadas, abarcando desde el sector público, privado, civil; ahora bajo el
sustento de las innovaciones, creaciones científicas y tecnológicas, y abarcando la
promoción del desarrollo sustentable tanto de los grupos mayoritarios como de los
minoritarios, reduciendo la disparidad entre los llamados sectores marginados
contra los que gozan de mayores beneficios económicos y de oportunidades,
retomando el discurso de la diferencia y la equidad.
Todo ello es en raíz lo que engloba la política cultural para un Estado que se jacte
de llamarse “moderno”, o en este caso todo ello debería constituir lo indispensable
para la construcción de un Estado sano y con oportunidades dignas de desarrollo
para su población.
La estrategia que integra a la Cultura, como un espacio que fomenta y fortalece la
gobernabilidad, reconoce como un bien social el binomio cultura-desarrollo, por lo
que investigaciones posteriores será necesario abarcar el estudio de los procesos
productivos, la educación, el consumo, las condiciones materiales, simbólicas y
demográficas para la trasformación del entorno de cada comunidad y para la nación.
Convirtiéndose entonces como factor de transformación social, ya que dicho atributo
en su proyección la nutre continuamente.
Como lo mencionaba García Canclini, esta visión tan abarcadora que se concibe en
la cultura, sin lugar a dudas lleva a considerarla como algo más que la
administración burocrática de los aparatos culturales del patrimonio, el arte o la
educación.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXVI
Como bien se extrae de su definición de la política cultural “… es el conjunto de
intervenciones realizadas por el Estado, las instituciones civiles y los grupos
comunitarios organizados a fin de orientar el desarrollo simbólico, satisfacer las
necesidades culturales y obtener consenso para un tipo de orden o transformación
social”.
De esta forma, entendemos que la política cultural no es únicamente
responsabilidad del gobierno en sí, denota la responsabilidad manifiesta para todos
los agentes que participan en la sociedad, sector público, sector privado,
organizaciones civiles, emprendedores, profesionistas, investigadores, etcétera. Así
como de nuevos actores que acuerden y se interesen por participar en esta cruzada
nacional que pretende potencializar las capacidades sociales.
Aunque es evidente que, es necesario que la política cultural se despliegue en el
ámbito administrativo, es indispensable implementar la misma más allá de los
programas de gobierno en curso o periodos sexenales, pues la relevancia de la
misma se demerita si su actuar se reduce a la dimensión administrativa periódica
que lleva el país, esto con una gestión tradicional del tema de la cultura.
Se debe notar que “… al dar a la política cultural un sentido de política pública se
pone de relieve que esta es resultado de un conjunto de acuerdos sociales y
políticos acerca de los objetivos y necesidades que debe atender… es resultado del
debate público sobre el sentido de la acción del Estado”.
La política cultural como política pública, requiere de objetivos definidos
explícitamente en un marco de eficacia y legitimidad, a través mecanismos de
planificación, desarrollo, implementación y evaluación. La misma debe establecer
plazos en las acciones e instrumentos y agentes legales que garanticen la
evaluación de la misma de forma periódica.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXVII
Pero lo que sucedió fue que el Estado cambió su participación, ésta dejó de ser
directa, es decir los recursos ya no se destinan a la producción de muestras
artísticas, por el contrario, incentivan las coproducciones, estos recursos se
proporcionan como programas de estímulos. Las políticas implementadas en el
neoliberalismo generan situaciones que demuestran las consecuencias de malas
decisiones y la aplicación de principios maximizados de utilidad, por es el caso de
los artistas busquen por cuenta propia la manera de obtener recursos para producir
y auto emplearse y, como producir una obra resulta ser bastante costoso, los artistas
buscan producir sus obras a través de las becas y programas de estímulos que
ofrece el Conaculta, sin embargo como se demostró a lo largo del capítulo IV estos
programas son insuficientes para cubrir la demanda que tienen, dejando a los
artistas en manos de la iniciativa privada o en la producción independiente; sin
embargo las producciones que las empresas de entretenimiento realizan están en
función de la ganancia y esto implica dejar completa o prácticamente abandonada
la estética de las artes, para pasar a ser eventos de entretenimiento de las masas,
que además tienen un público reducido pues el precio de estos espectáculos es
muy alto y en México por lo menos una tercera parte de la población no puede
costearlos debido a los bajos niveles de ingreso del grueso de los mexicanos.
En este sentido, la cultura en el marco del neoliberalismo es sometida a la
liberalización del mercado. La figura del Estado aparece como un ente que se
encarga de organizar y promover eventos culturales. Las transformaciones que se
llevaron a cabo en México que afectaron a las artes fueron sugeridas por la
UNESCO en 1988, bajo el discurso de la modernización y democratización de las
artes, que en el fondo tenían como propósito la privatización y mercantilización de
la cultura. Además, estas políticas públicas provocaron que el presupuesto que se
destina al sector cultura disminuyera en términos reales, pues, aunque el
presupuesto, en algunos años haya sido mayor, como en el sexenio de Calderón,
gran parte de los recursos se quedan en la administración, es decir en las
dependencias que se crearon después del surgimiento de Conaculta, como lo son
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXVIII
el FONCA y el SNCA.
Es por tanto, fundamental recuperar el concepto original de cultura, pensarla en su
complejidad, con la responsabilidad que amerita el rescatar, proteger y difundir, la
producción de bienes culturales relativos a los cuerpos sociales.
Por lo tanto, cabe concluir que la difusión cultural es, aún hoy, una tarea clave en
función de la necesidad de democratizar el acceso a bienes y servicios culturales,
pero siempre bajo la consideración de que la labor de comunicar no es suficiente
para cubrir la necesidad de que exista democracia cultural, es decir, una
participación plena en la vida cultural. La persistencia de asimetrías económicas,
tecnológicas y de capital cultural entre las distintas capas de la población implica la
continuidad del problema central que ha caracterizado a la difusión cultural: la
necesidad de una permanente ampliación del acceso (un acceso a la diversidad de
las culturas y no sólo a la cultura nacional o a las bellas artes), que sólo puede
pensarse en relación con el acortamiento de dichas asimetrías, pero también en
relación con políticas que efectivamente conciban a la cultura en términos
participativos y de construcción de redes sociales que generen lazos de solidaridad,
más allá del intercambio virtual, fundado en la utilización de nuevas tecnologías, y
que bien organizados pueden resolver necesidades específicas y anhelos de las
propias comunidades.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXIX
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA.
ACOSTA ROMERO, Miguel. Teoría General del Derecho Administrativo.
Primer Curso. Editorial Porrúa, 16" edición, México, 2002, p. 263.
ADLER, Larissa; SALAZAR, Rodrigo; Adler, Ilya (2004). Simbolismo y ritual
en la política mexicana. México: UNAM-Siglo XXI.
AGENCIA, Afp. Industria cultural mueve más dinero que la automovilística y
el lujo en Francia. La Jornada.8 de noviembre 2013.
AGUILAR CAMÍN, Héctor (1988). Hacia una cultura del consenso. La
Jornada, 2 de febrero de 1988.
AGUILAR, YANET; Ventura, Abida (2017). Sindicatos de la Secretaría de
Cultura esperan diálogo con Cristina García Cepeda. El Universal. 4 de enero
de 2017.
AGUIRRE BELTRÁN, Gonzalo, 1992. El proceso de aculturación y el cambio
socio-cultural en México. Cd. de México. Fondo de Cultura Económica.
ALEJO SANTIAGO, Jesús (2013). Debe revisarse el sistema de becas:
creadores. Milenio, 19 de julio de 2013.
ALEMÁN, Ricardo (1988). Convoca Clouthier a un plan de 9 acciones de
desobediencia. La Jornada, 2 de febrero de 1988.
ALTHUSSER, Louis, Ideología y aparatos ideológicos del Estado en
“Escritos”, Barcelona, Lala, 1975.
ALVATER, Elmar. Estado y capitalismo. Notas sobre algunos problemas de
intervención estatal. Cuadernos políticos, número 9, México, Editorial Era,
1976. Consultado en internet el 30 de enero de 2014.
http://www.cuadernospoliticos.unam.mx/cuadernos/contenido/CP.9/CP.9.3.
ElmarAl tvater.pdf
AMADOR TELLO, Judith (2012). Secretaría de Cultura, no; fortalecer al
Conaculta, sí: Tovar y de Teresa. Proceso, 20 de diciembre de 2012.
APF (1991). Temor y angustia, desató la guerra en EU. La Jornada, 17 de
enero de 1991.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXX
ARELLANO GARCÍA, Carlos. Métodos y Técnicas dg la Investigación
Jurídica. Editorial Porrúa, México, 1999.
ARGÜELLO ALTUZÁR, Gilberto. Minas, Agricultura y política en la formación
del capitalismo mexicano (1770-1870). Traducción y coordinación editorial de
Patricia Cabrera López. México, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias
en Ciencias y Humanidades, UNAM, 2008. 450 págs.
ARIZPE, Lourdes. Mexicanos en la era global, Revista de la Universidad de
México. pp. 70-81. ______. Los retos culturales de México. México, Editorial
Porrúa, 2006. 627 págs.
ARVATOV, B. Arte y producción. El programa del productivismo. Trad. por
José Fernández Sánchez. España, Industrias FELMAR, 1973. 121 págs.
ARVIZU, Juan (2008). Teotihuacán: Piden retirar luz y sonido. El Universal,
23 de diciembre de 2008.
ÁVILA ORTIZ, Raúl (2000). El derecho cultural en México: una propuesta
académica para el proyecto político de la modernidad. México: Porrúa-
UNAM, Coordinación de Humanidades.
AVILÉS FABILA, René (1991). Canal destinado a la cultura, Excélsior, 2 de
febrero de 1991.
AZUELA DE LA CUEVA, Alicia (coord.) (2016). México: 200 años de
imágenes e imaginarios cívicos (dos tomos). México: IIE-UNAM.
BADILLO, Miguel (2001). Favoreció Salinas a Aguilar Camín. El Universal, 9
de febrero de 2001. Disponible en:
http://archivo.eluniversal.com.mx/nacion/47393.html, recuperado el 24 de
enero de 2016.
BAENA PAZ. Guillermina. Metodología de la Investigación. Publicaciones
Cultural, México, 2002.
BARBA SOLANO, Carlos (1991). Mercado y democracia en la nueva Europa
Central. Carlos Barba Solano; José Luis Barros Horcasitas; Javier Hurtado
(comps.). Transiciones a la democracia en Europa y América Latina. México:
FLACSOUdeG-Porrúa.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXXI
BASSOLS BATALLA, Ángel (2012). La revolución educativa de Narciso
Bassols, segunda parte. Siempre, 27 de marzo de 2012. Disponible en
http://www.siempre.com.mx/2012/03/la-revolucion-educativa-de-narciso-
bassols/, recuperado el 11 de octubre de 2016.
BAUTISTA, Eduardo (2017). Por fin comienza la redacción de la ley de
cultura. El Financiero, 8 de enero de 2017.
BAUTISTA, Virginia (2016). Se erige una crisis laboral; Secretaría de Cultura.
Excélsior, 17 de diciembre de 2016.
BAYARDO, Rubens (2008). ¿Hacia dónde van las políticas culturales?
Ponencia presentada en el 1º Simposio Internacional de Políticas Públicas
Culturales en Iberoamérica. Córdoba, Arg.: Universidad Nacional de
Córdoba, Facultad de Ciencias Económicas.
BELL, Daniel, MacDonald, Dwight, et al. Industria cultural y sociedad de
masas, (3a. ed.) Caracas Venezuela, Monte Ávila Editores, 1992. 259 págs.
BENEDETTI, Mario. Algunas formas subsidiarias de la penetración cultural.
México, Ediciones Tierra Adentro. 1979. 79 págs.
BERMAN, Sabina (2015). La misteriosa Secretaría de Cultura. Proceso, 10
de diciembre de 2015.
BERNAL, Guadalupe (1991). Bitácora de Canal 22. Revista de la Universidad
de México, no. 484, mayo de 1991.
BLAUBERG, I. Diccionario de Filosofía. Ediciones Quinto Sol 2a edición,
México, 1995, p. 77 y 78.
BOBBIO, Norberto. Contribución a la teoría del derecho, México, Cajica ,1990
BOHNER, L. 1979. Indicadores de Desarrollo Cultural en el Contexto
Europeo. Número asignado de trabajos: ST-79/Cof. 602/12, UNESCO.
BONFIL, Guillermo. 1991. Lo propio y lo ajeno, una aproximación al problema
del control cultural. Alianza Editorial.
BORJA, Rodrigo. Derecho Político y Constitucional. Editorial Fondo de
Cultura Económica, 2* edición, México, 1992, p. 336.
BOUZADA FERNÁNDEZ, Xan (2007). El campo del arte en la génesis de las
políticas culturales. Poder y gobernanza en la gestión pública del arte.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXXII
Política y sociedad, vol. 44, no. 3. Madrid: Universidad Complutense de
Madrid.
BREWSTER, Claire (2005). Responding to Crisis in Contemporary México.
The Political Writings of Paz, Fuentes, Monsiváis and Poniatowska. Arizona:
The University of Arizona Press.
BRICEÑO MOSQUERA, Andrea. La educación y su efecto en la formación
de capital humano y en el desarrollo económico de los países. Colombia,
Apuntes del CENES, No. 51, volumen 30. 2011. Consultado en internet el 25
de abril de 2014 http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3724527
Centro de estudios de las Finanza públicas. “El apoyo a la cultura en México”.
México, 2011. Consultado en internet el 15 de junio de 2014.
http://www.cefp.gob.mx/publicaciones/nota/2011/mayo/notacefp0162011.pd
f
BURGOA ORIHUELA, Ignacio Las Garantías Individuales. Editorial Porrúa
30" edición, México, 1998, p. 161.
CALVO PONTÓN, Beatriz (2002). Descentralización del sistema educativo
mexicano; autonomía y supervisión escolar. Luz Elena Galván Lafarga
(coord.). Diccionario de historia de la educación en México. UNAM-CIESAS.
CARPIZO, Jorge (2002). El presidencialismo mexicano. México: Siglo XXI.
CARRANZA PALACIOS, José Antonio (2004). 100 años de educación en
México, 19002000. México: Noriega.
CASTELLS, Manuel, La era de la información. Vol. II, México, Siglo XXI, 2004
Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM). Reporte de investigación No.
106, Pésimas las prestaciones sociales de los trabajadores en México, 2006-
2012. Febrero de 2013. Consultado en internet el 28 noviembre de 2013.
http://cam.economia.unam.mx/
Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (2006). Antecedentes.
Cultura. Disponible en: www.diputados.gob.mx/cesop, recuperado el 10 de
mayo de 2014.
Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (1998). Una
nueva gestión pública para América Latina. CLAD: Madrid.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXXIII
CERVANTES BARBA, Cecilia (2005). Política de comunicación y política
cultural en México (2001-2005), ponencia V Encuentro Latino de Economía
Política de la Información la Comunicación y la Cultura, Salvador da Bahía,
Brasil. 9-11 de noviembre de 2005. Disponible en:
http://www.andi.org.br/sites/default/files/legislacao/47 - Política de
comunicación y política cultural en México (2001-2005).pdf, recuperado el 30
de octubre de 2013.
CNDH (1991). Recomendación 4/91. Gaceta, número 91/7, 15 de febrero de
1991. Disponible en: www.cndh.org.mx/sites/all/doc/Gacetas/7.pdf,
recuperado el 6 de noviembre de 2015. *Colectivo de Sindicatos de
Educación y Cultura. “Boletín de prensa”, 9 de septiembre de 2015. Original.
Comisión de Educación y Cultura (2001). Legislación sobre cultura en
México. Enfoque panorámico de su estado actual. México: Senado de la
República.
Conaculta (1990). Programa Nacional de Cultura 1990-1994. México:
Conaculta.
Conaculta (1996). Programa Nacional de Cultura 1995-2000. México:
Conaculta.
Conaculta (2001). Programa Nacional de Cultura 2001-2006. México:
Conaculta.
Conaculta (2007). Programa Nacional de Cultura 2007-2012. México:
Conaculta.
Conaculta (2010). Encuesta nacional de hábitos, prácticas y consumo
culturales. México: Conaculta.
Conaculta (2012). Manual de Organización del Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes. México: Conaculta.
CONSTANT, Benjamín. La libertad de los antiguos comparada con la de los
modernos, en Estudios No. 36 México CELA, FCPS UNAM, 1978
CONTREIRAS BASPINEIRO, Adalid (2010). La palabra que camina.
Culturas e integración andina. Revista de la Integración. “Políticas culturales
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXXIV
en la región andina”. Número 5, enero de 2010. San Isidro, Perú: Secretaría
General de la Comunidad Andina.
CRUZ VÁZQUEZ, Eduardo (2011). Rescatar el poder perdido. El Heraldo de
Chiapas, 17 de noviembre de 2011.
CUEVAS VILLANUEVA, Jade Ramírez. Las políticas culturales
institucionales en México: El circulo vicioso aparentemente sin fin. Folios. Año
II, núm. 13, México, 2009, pp. 22-29. Consultado en internet el 10 de
noviembre de 2012 http://www.revistafolios.mx/node/170
CHARLOT, Jean (1985). El renacimiento del muralismo mexicano (1920-
1925). México: Dornés.
CHAVERO, Patricia. Memoria del foro de políticas públicas relativas al sector
teatro. México INBA, 2010. Consultado en internet el 13 de mayo de 2014.
http://www.citru.bellasartes.gob.mx
DE LA MADRID HURTADO, Miguel; Lajous, Alejandra (1988). Las razones y
las obras. Gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado. Sexto año. México: FCE.
DE LA PEÑA, Guillermo (2008). Sobre el concepto de cultura, los derechos
humanos y la antropología. Francisco Toledo, Enrique Florescano, José
Woldenberg (coords.). Cultura mexicana: revisión y prospectiva. México:
Taurus.
DE MORAGAS, Miguel (1996). Políticas culturales en Europa: entre las
políticas de comunicación y el desarrollo tecnológico. Néstor García Canclini
(coord.). Culturas en globalización. América Latina-Europa-Estados Unidos:
libre comercio e integración. Caracas: Nueva Sociedad-CLACSO-CNCA.
DEL CASTILLO DEL VALLE, Alberto. La Libertad de Expresar Ideas en
México. Editorial Duero, México, 1995, p. 17.
DUBOIS, Vincent (2008). Cultural policy in France- Genesis of a Public
Category. Working papers. Octubre de 2008. Strasbourg: Centre for the
European Political Sociology- University of Strasbourg. Disponible en:
http://prisme.ustrasbg.fr/workingpapers/WPDubois.pdf, recuperado el 6 de
octubre de 2014.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXXV
DUGUIT, León. Traité de Droit Constitutionnel. Paris, Ancienne Librairie
Fontemoing, 1923. T. II. Versión abreviada al español del Dr. David Pantoja
DURÁN, José María. Sobre el modo de producción de las artes, Marx y el
trabajo productivo. Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y
Jurídicas. Núm. 17, 2008. Consultado en internet el 25 abril de 2014
http://pendientedemigracion.ucm.es/info/nomadas/17/josemariaduran.pdf
ECHEVERRÍA ANDRADE, Bolívar Vinicio, comp. Modernidad, mestizaje
cultural y ethos barroco. México, UNAM/El Equilibrista, 1994. 393 págs.
Editorial (1991). Canal 22, ¿para qué, para quiénes? Excélsior, suplemento
El Búho, 3 de febrero de 1991.
Editorial (1992). Nexos y el coloquio de invierno. Nexos, mayo de 1992.
Editorial (2005). Jaque Mate/Aguilar Zínser. El siglo de Torreón, 7 de junio de
2005.
EJEA MENDOZA, Tomás. La liberalización de la política cultural en México:
el caso del fomento a la creación artística. Sociológica, año 24, número 711,
septiembre-diciembre de 2009, pp. 17-46. Consultado en internet el 26 de
mayo de 2014. http://www.revistasociologica.com.mx/pdf/7103.pdf
EJEA, Tomás (2008). La política cultural de México en los últimos años. Casa
del Tiempo, volumen I, época IV, número 5-6, marzo-abril de 2008.
ELÍAS, Norbert, El proceso de la civilización, F.C.E., México, 1987, 532 pp.
ENDER-EGG Ezequiel, Como elaborar un proyecto, Buenos Aires,
Lumen/Humanitas, 1998
ESPINOSA CARBAJAL, Eugenia (2002). La escuela primaria en el siglo XX.
Consolidación de un invento. Luz Elena Galván Lafarga (coord.). Diccionario
de historia de la educación en México. UNAM-CIESAS. Disponible en:
http://biblioweb.tic.unam.mx/diccionario/, recuperado el 25 de octubre de
2014.
ETXEZARRETA, Miren. Economía Crítica. Editorial Taifa, Pamplona, 1999,
P 3.
FABRIZIO, Claude (1981). Cultural Development in Europe. UNESCO.
Cultural Development. Some Regional Experiences. UNESCO: París.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXXVI
FELL, Claude (1989). José Vasconcelos. Los años del águila. México: IIH-
UNAM.
FERNÁNDEZ RUÍZ, Jorge, Derecho administrativo y administración pública,
México, Porrúa, 2009.
FIORAVANTI, Mauricio. Constitución de la antigüedad a nuestros días,
Madrid, Trotta, 2001
FISCHER-LICHTE, Erika. El teatro y el proceso de civilización: Un
acercamiento a la historia de la actuación, en: La interpretación del pasado
teatral. Ensayos sobre historiografía de la escenificación. Trad. por Dolores
Ponce. México, Ed. por Thomas Postlewait y Bruce A. McConachie, 2010.
FITZPATRICK, Sheila (1977). Lunacharski y la organización soviética de la
educación y de las artes (1917-1921). Madrid: Siglo XXI.
FLORESCANO, Enrique (coord.) (2004). El patrimonio nacional de México,
Tomo I. México: Conaculta-FCE.
FOUCAULT, Michel. El orden del discurso, Buenos Aires, Tusquets, 1992
FRAGA, Gabino. Derecho Administrativo. Editorial Porrúa, 38° edición,
México, 1998.
FRAMPTON, Kenneth, Hacia un regionalismo crítico: seis puntos para una
arquitectura de resistencia, en Hal Foster, “La posmodernidad”, Kairós,
México, 1988
FRASER, Nancy. 1999. Iuistitia Interrupta, Siglo del Hombre Editores y
Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia.
FRIEDRICH, Ratzel. 2009. Desde México, Apuntes de viaje de los años 1874
– 1875. México, Herder.
FROMM, Erich. Marx y su concepto del hombre. Trad. Por Julieta Campos.
México, Fondo de Cultura Económica, 1962. 272 págs.
FUENTES, Carlos (1988). Myself with others. New York: Farrar, Straus &
Giroux.
GALINDO, Carmen. Apuntes sobre la Narcocultura en América Latina, en:
Nuestra América en Marcha, segunda época; número 12, octubre-diciembre
de 2009.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXXVII
GALINDO, Magdalena. Televisión. De la masificación de las cosas a la
cosificación de las masas. El Día. México 15 de febrero de 1972. En;
Testimonios y documentos. p. 12.
GALVÁN LAFARGA, Luz Elena (2002). Del arte de ser maestra y maestro a
su profesionalización. Luz Elena Galván Lafarga (coord.). Diccionario de
historia de la educación en México. UNAM-CIESAS. Disponible en:
http://biblioweb.tic.unam.mx/diccionario/, recuperado el 25 de octubre de
2014.
GALLEGOS, Elena; Garay, Enrique (1988). Tenemos derecho al mitin de
Cárdenas: Pérez Arreola. La Jornada, 18 de mayo de 1988.
GARAUDY, Roger. Materialismo filosófico y realismo artístico, en; Estética y
Marxismo. Ediciones Martínez Roca, 152 págs.
GARCÍA CANCLINI, Néstor (1987). Políticas culturales y crisis de desarrollo:
un balance latinoamericano. Néstor García Canclini (ed.). Políticas culturales
en América Latina. Grijalbo: México.
GARCÍA CANCLINI, Néstor. 2009. Culturas Hibridas. Estrategias para entrar
y salir de la Modernidad, primera edición, México. De bolsillo.
GARZA GARCÍA, César Carlos. Derecho Constitucional Mexicano. Editorial
McGrawHill, México, 1997.
GARZÓN VALDÉS, Ernesto. 2004. El problema ético de las minorías étnicas,
en Ética y diversidad cultural, México, FCE, 2004.
GEERTZ, Clifford, La interpretación de las culturas, Gedisa, Barcelona, 2006,
387 pp.
GIMÉNEZ, Gilberto (2009). Ficha teórica para estudiar la problemática
cultural en México. Cultura y representaciones sociales. Año 3, número 6, 1
de marzo de 2009, México: IIS-UNAM.
Gobierno de la República (1989). Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994.
México: Secretaría de Gobernación.
GÓMEZ LEYVA, Ciro (1991). El otoño de una primavera. Este País, abril de
1991. Disponible en:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXXVIII
http://archivo.estepais.com/inicio/historicos/1/8_elfinylosmedios_primavera_l
eyva. pdf, recuperado el 14 de noviembre de 2015.
González Rosas, Blanca (2009). Los dispendios del Fonca. Proceso, no.
1710, 8 de agosto de 2009.
GONZÁLEZ SOLANO, Bernardo (1988). Salinas: la cultura no debe ser
monopolio de unos cuantos. Uno más Uno, 2 de febrero de 1988.
GRAMSCI, Antonio, Cuadernos de la cárcel, Tomo 3, Ediciones Era, México,
1984, 508 pp.
GRANADOS CHAPA, Miguel Ángel (1990). Plaza pública. La Jornada, 17 de
diciembre de 1990.
GUEDEA, Rogelio (2013). El Fonca y la industria de la beca en México. El
Financiero, 2 de agosto de 2013. Disponible en:
http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/blogs/rogelio-guedea/26228-el-
fonca-y-laindustria-de-la-beca-en-mexico.html, recuperado el 10 de octubre
de 2014.
GUILLÉN, Arturo (1996). Balance de la privatización en México. Iztapalapa.
Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, no. 38, 1996, Economía y
Desarrollo. México: UAM-I.
GUIRAUD, Pierre, La semiología, México, Siglo XXI, vigesimonovena edición
en español, 2006
GUTIÉRREZ MARTÍNEZ, Daniel. 2006. Multiculturalismo: Perspectivas y
Desafío. México, D.F. El Colegio de México y Siglo Veintiuno editores,
primera edición.
GUTIÉRREZ, Vicente (2015). Sindicatos detendrían una ‘secretaría hecha al
vapor. El Economista, 9 de septiembre de 2015. Disponible en:
http://eleconomista.com.mx/entretenimiento/2015/09/09/sindicatos-
detendriansecretaria-hecha-vapor, recuperado el 21 de octubre de 2015.
HABERMAS, Jürgen. Teoría de la acción comunicativa II, Madrid, Taurus,
2001
HARMONY, Olga (1988). Rechazo a una invitación. La Jornada, 17 de marzo
de 1988.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXXIX
HARVEY, Edwin R. (2008). Instrumentos normativos internacionales y
políticas culturales nacionales, ponencia presentada en la Cuadragésima
Sesión de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 8 de mayo de 2008.
Ginebra: Consejo Económico y Social-ONU. Disponible en:
http://www.ohchr.org/Documents/HRBodies/CESCR/Discussions/May2008/
Edwin RHarvey.pdf, recuperado el 25 de octubre de 2014.
HERNÁNDEZ CARBALLIDO, Flor Alejandrina. Los fines de la educación.
Educar para la sabiduría: propuesta de Alfred North Whitehead. Revista
digital universitaria, Vol. 5, núm. 1. enero de 2004. Consultado en internet el
28 de febrero de 2014.
http://www.revista.unam.mx/vol.5/num1/art5/ene_art5.pdf
HERNÁNDEZ SAMPIERI, Roberto, Metodología de la investigación; México,
McGraw-Hill, 1998
HERRERA, Felipe (1981). Cultural Policies in Latin America and the
Caribbean. UNESCO. Cultural Development. Some Regional Experiences.
UNESCO: París.
HIRIART, Pablo (1988). A pasar del derecho a la realidad en la igualdad de
la mujer: Salinas. La Jornada, 16 de marzo de 1988.
HOWKINS. 2007. Oxford Economics y Banco Mundial, cálculos tomados de
la publicación electrónica Economía Naranja. Buitrago Restrepo, Felipe;
Duque Márquez, Iván. 2013. Economía Naranja. Banco Iberoamericano de
Desarrollo.
IANNI, Octavio. Enigmas de la modernidad-mundo. México, Siglo XXI
Editores, 2000. 269 págs.
INEGI (2016). Estadísticas a propósito del Día Mundial de Internet, 13 de
mayo de 2016. Disponible en:
http://www.inegi.org.mx/saladeprensa/aproposito/2016/internet2016_0.pdf,
recuperado el 24 de agosto de 2016.
Internetlivestats (2015). Sito web Internetlivestats. Disponible en:
http://www.internetlivestats.com/, recuperado el 9 de noviembre de 2015.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXXX
IRÍZAR, Guadalupe (1988). No me duelen prendas admitir que Salinas es un
hombre capaz: Fuentes. La Jornada, 24 de abril de 1988.
JIMÉNEZ, Lucina; Berman, Sabina (2006). Democracia Cultural. México:
FCE.
KIERKEGAARD, Sören, El concepto de la angustia, España, Alianza,
Tercera reimpresión, 2012
KRAUZE, Enrique (1988). Defensa contra la defensa cultural. La Jornada, 2
de febrero de 1988.
KROTZ, Esteban (2014). Indigenismo, multiculturalidad, interculturalidad:
enfoques analíticos y políticos acerca de los pueblos indígenas en México.
Seminario Permanente Nuevos conceptos de la vida democrática, PPCPyS,
conferencia dictada el 16 de octubre de 2014.
KRUPSKAYA, Nadeshda (1978). Sobre la autocapacitación. La educación
de la juventud. Madrid: Nuestra Cultura.
La Redacción (1988). Promover la creatividad cultural sin trabas ni
cortapisas, pide Salinas. El Nacional, 2 de febrero de 1988.
La Redacción (1988). Salinas se enteró de qué es La Laguna. Proceso, 13
de febrero de 1988.
LABASTIDA MARTÍN DEL CAMPO, Julio (2000). Perspectivas del cambio
democrático en México, Julio Labastida; Antonio Camou; Noemí Luján
(coords.). Transición democrática y gobernabilidad. México y América Latina.
FLACSO-IIS/UNAMPlaza y Valdés.
LARA GONZÁLEZ, Carlos A. (2012). La política cultural en México.
Oficialismo, alternancia y transición. Cultura y transición, 1988-2012. México:
UANL-Instituto de Cultura de Morelos.
LATAPÍ SARRÉ, Pablo (1998). Un siglo de educación nacional, una
sistematización, Pablo Latapí Sarré (coord.). Un siglo de educación en
México. Volumen I. México: Conaculta, FCE.
LEAL, Alejandra (1991). Canal 22 no se privatiza, decide CSG; será cultural.
Uno más Uno, 2 de febrero de 1991.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXXXI
LENIN, Mao Tse-Tung. Arte, literatura y prensa. México, Editorial Grijalbo,
1969. 153 págs.
LINDBLOM, CHARLES E. (1979) Politics and markets. The world´s Political-
Economic Systems. New York: Basic Books.
LINO, Manuel (2012). La cultura ya es tema de Estado. El Economista, 6 de
marzo de 2012.
LÓPEZ LEYVA, Miguel Armando (2007). La encrucijada: entre la protesta
social y la participación electoral (1988). México: FLACSO-UAEH-Plaza y
Valdés.
LOSADA, Teresa (1988). Desacartonada junta IEPES-Salinas-cultos. Uno
más Uno, 2 de febrero de 1988.
LUNACHARSKY, Anatoli (1967). Decreto sobre la educación popular. John
Reed, Diez días que conmovieron al mundo. La Habana: Instituto Cubano del
Libro. Texto del decreto disponible en:
https://www.marxists.org/espanol/lunacha/obras/1917-1111.htm, recuperado
el 12 de octubre de 2016.
LLOVERAS, Elisabet; Martínez, Rubén, et. al (2009). La política cultural y la
economía de la cultura. Clara Piazuelo, Jarón Rowan, et. al (coords.). Nuevas
economías de la cultura. Tensiones entre lo económico y lo cultural en las
industrias creativas. Madrid: Y Productions.
MAGAÑA, Juan Manuel (1988). Modernizar es desterrar tutelajes. El
Nacional, 2 de febrero de 1988.
MARCUSE, Herbert, Ensayos sobre política y cultura, Notas para una nueva
definición de la cultura, España, Planeta-Agostini, 1986
MARCUSE, Herbert. El hombre unidimensional. 7a. ed. México, Editorial
Joaquín Mortiz, 1973. 273 págs.
MARDONES, J. M. y N. Ursua, Filosofía de las ciencias humanas y sociales,
México, Coyoacán, Segunda reimpresión, 2003
MARINI, Ruy Mauro. Dialéctica de la dependencia. 2a. ed. México, Era, 1974.
101 págs. Colección serie popular.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXXXII
MARISCAL OROZCO, José Luis. 2007. Políticas Culturales. Una revisión
desde la gestión cultural. UEDGVIRTUAL, México. 157 pp.
MARTÍ CARVAJAL, Armando J. Contrapunteo Etnológico: El debate
aculturación o transculturación. Desde Fernando Ortiz hasta nuestros días.
Revista interdisciplinaria Metro- Inter. Kálathos. Consultado en internet el 30
de diciembre de 2013.
http://kalathos.metro.inter.edu/kalathos_mag/publications/archivo9_vol4_no
2.pdf
MARTÍNEZ GARCÍA, Carlos (1991). La UNAM y el Canal 22. Uno más Uno,
14 de febrero de 1991.
MARTÍNEZ GUZMÁN, Vicent, París Albert, Sonia. 2006. Amartya K. Sen y la
globalización. Universitat Jaume I, Servicio de Publicaciones.
MARTÍNEZ VERA, Rogelio. Fundamentos de Derecho Público. Editorial
McGraw Mili. 2a edición, México, 1996.
MARTÍNEZ, Alba (2007). Opacidad y corrupción en la asignación de becas.
Contra línea, 2nda quincena, septiembre de 2007, año 5 no 87. Disponible
en:
http://www.contralinea.com.mx/archivo/2007/septiembre2/htm/Corrupcion_B
ecas. htm, recuperado el 4 de febrero de 2015.
MARTÍNEZ, Susana. Opinan actores, directores y productores. Agrava al
teatro el 15% de impuesto. Tiempo Libre. Julio de 1986, en; sección teatro.
MARX, Carlos y Federico Engels, La ideología alemana, México, El Caballito,
2013
MASON HART, Jhon. El México Revolucionario. (3a. ed. 1992), reimp.
México Alianza editorial mexicana, 1997. 573 págs.
MATTELART, Armand. La cultura como empresa multinacional. Argentina,
Editorial Galerna. 1974. 101 págs.
MEJÍA ARANGO, Juan Luis (2009). Apuntes sobre las políticas culturales en
América Latina, 1987-2009.
MÉNDEZ, Enrique (2016). La Secretaría de Cultura opera sin reglamento,
advierte diputado. La Jornada, 5 de septiembre de 2016.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXXXIII
MENDIZÁBAL, Antton, Autodeterminación y globalización. Ponencia para el
Foro Social Mundial sobre “Derecho de autodeterminación. Derecho humano
frene a la Globalización neoliberal. Organizado por Liga Internacional por los
derechos y la liberación de los pueblos, LIDLIP. Puerto Alegre, 2002.
México 2010. (2010). Alcanza la cifra récord de un millón de visitas la
exposición México 200 años. La patria en construcción. 4 de marzo de 2015.
MIDDLEBROOK, Kervin J. (1994). La liberalización política en un régimen
autoritario: el caso de México, Guillermo O´Donell; Philippe C. Schmitter;
Laurence Whitehead. Transiciones desde un gobierno autoritario, vol. 2.
Barcelona: Paidós.
MIGDAL, Joel S. (2001). State in Society. Studying How States and Societies
Transform and Constitute One Another. Cambridge: Cambridge University
Press.
MILLÁN, Jovita. Programa de teatro del seguro social, en; Cambios
paradigmáticos del teatro mexicano, S. XX y XXI. México, CITRU, 2013.
MONCADA, Luis Mario. El milagro teatral mexicano. En: Un siglo de teatro
en México. Coordinado por David Olguín. México, Fondo de cultura
económica, 2011.325 pp.
MONSIVÁIS, Carlos. Notas sobre la cultura mexicana en el siglo XX. Colegio
de México comp. Historia General de México. Tomo IV. 2ª edición corregida
1977. p. 462.
MONTESQUIEU, Charles-Louis de Secondant, Del espíritu de las leyes.
Tomo I, México, Gernika, 2005
MORALES, Andrés T. (2006). Regresan las protestas contra el festival
artístico Cumbre Tajín. La Jornada, 16 de marzo de 2006.
MOTO SALAZAR, Efraín. Elementos de Derecho. Editorial Porrúa, 40"
edición, México, 1994.
MOYADO Estrada, Francisco (2002). Gestión pública y calidad: hacia la
mejora continua y el rediseño de las instituciones del sector público. CLAD:
Lisboa.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXXXIV
MUÑOZ, Alberto (2015). Décimo aniversario del primer video de Youtube, El
Mundo [España], 23 de abril de 2015. Disponible en:
http://www.elmundo.es/espana/2015/04/23/5537e4dc22601d97368b457a.ht
ml, recuperado el 9 de noviembre de 2015.
MUÑOZ-MUÑOZ, Ana María (2010). Nadezdha Konstantinovna Krupskaia
(1869-1939): Feminista y bibliotecaria, Ana María Muñoz-Muñoz; Pilar
Ballarín Domingo (eds.). Mujeres y libros. Homenaje a la profesora Dña.
Isabel de Torres Ramírez. Granada: Universidad de Granada.
NIVÓN BOLÁN, Eduardo. Desarrollo y cultura en la Ciudad de México.
México, PNUD, 2010. 56 págs.
NIVÓN, Eduardo (2004). Malestar en la cultura. Conflictos en la política
cultural mexicana reciente. Pensar Iberoamérica. Número 7 - septiembre -
diciembre 2004 OEI. Disponible en:
http://www.oei.es/pensariberoamerica/ric07a01.htm, recuperado el 17 de
diciembre de 2008.
NORA, Pierre (1996). The Era of Commemoration. Realms of Memory. New
York: Columbia University Press.
NORIEGA CANTÚ, Alfonso. La Naturaleza de las Garantías Individuales en
la Constitución de 1917. Editorial UNAM, México. 1967.
O´Donell, Guillermo (1994). Introducción a los casos latinoamericanos.
Guillermo O´Donell, Philipe C. Schmitter, Laurence Whitehead (comps.).
Transiciones desde un gobierno autoritario. Tomo 2. América Latina.
Barcelona: Paidós.
OCHOA SANDY, Gerardo (1991). El 22 a los intelectuales: una salida
honrosa tras el fracaso en la venta de canales estatales. Proceso, 11 de
febrero de 1991.
OCHOA VIDAL, Juan; Morales, Antonio Garza (1988). No es tarea estatal
crear cultura, pero sí darle un ámbito de libertad. Excélsior, 16 de marzo de
1988.
OEI (2002). Desarrollo de la política cultural en México. Sistemas Nacionales
de Cultura. Informe de México. México: OEI. Disponible en:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXXXV
http://www.oei.es/cultura2/mexico/indice.htm, recuperado el 3 de octubre de
2014.
ORDORICA ESPINOSA, Andrés (2012). Trazos: cuatro presidentes de la
república ante la cultura. Cultura y transición, 1988-2012. México: UANL-
Instituto de Cultura de Morelos.
ORTUÑO, Antonio (2013). FONCA: Mecenas rico de un pueblo pobre”.
Letras Libres, no. 173, mayo de 2013.
PAZOS, Luis. La Globalización. Riesgos y Ventajas. Editorial Diana S.A.
México, 1999.
PEÑA NIETO, Enrique (2014). Decreto por el que se aprueba el Programa
Especial de Cultura y Arte 2014-2018. Diario Oficial de la Federación, 28 de
abril de 2014. México: Gobierno Constitucional de los Estados Unidos
Mexicanos.
PERRIN, Thomas (2014). France. Historical Perspective: Cultural Policies
and Instruments. Compendium of Cultural Policies and Trends in Europe. 15°
ed. Council of Europe/ERI Carts. Disponible en:
http://www.culturalpolicies.net/web/france.php?aid=1, recuperado el 9 de
octubre de 2014.
PIEDRAS, Ernesto. ¿Cuánto vale la cultura? Contribución económica de las
industrias protegidas por derecho de autor en México. México, CONACULTA,
2004. Consultado en internet el 1 de enero de 2014.
http://sic.conaculta.gob.mx/centrodoc_documentos/70.pdf
PINA, Rafael de y Rafael de Pina Vara. Diccionario de Derecho. Editorial
Porrúa, 26a edición, México, 1997.
PINTADO CERVERA, Óscar (1988). Elecciones legislativas y credibilidad del
sistema. La Jornada, 18 de febrero de 1988.
PIÑÓN, Alida; Sierra, Sonia; Ventura, Abida, et al. (2015). Sí a secretaría de
Cultura, pero con reglamento. El Universal, 4 de noviembre de 2015.
Disponible en:
www.eluniversal.com.mx/articulo/cultura/patrimonio/2015/11/4/si-secretaria-
decultura-pero-con-regamento, recuperado el 4 de noviembre de 2015.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXXXVI
Poder ejecutivo, Secretaría de Gobernación (1993). Decreto que declara
reformados los artículos 3o. y 31 fracción I de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. Diario Oficial de la Federación, 5 de marzo de
1993. México: Gobierno Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
Poder Ejecutivo, Secretaría de Gobernación (2009). Decreto por el que se
adiciona un párrafo noveno al artículo 4to. Diario oficial de la Federación, 30
de abril de 2009. México: Gobierno Constitucional de los Estados Unidos
Mexicanos.
POPO, José Luis (1988). Se rechaza el autoritarismo y se busca mayor
negociación: Salinas. El Universal, 2 de febrero de 1988.
POZAS HORCASITAS, Ricardo (1999). El proceso de apertura y la
observación electoral en México. Fractal. Disponible en:
http://www.mxfractal.org/BVpozas.html, recuperado el 4 de marzo de 2013.
(Primera publicación en la Revista Mexicana de Sociología 1/99, México,
Instituto de Investigaciones Sociales-UNAM).
Presidencia de la República (1973). Ley Federal de Educación, Diario Oficial
de la Federación, 29 de noviembre de 1973. México: Gobierno Constitucional
de los Estados Unidos Mexicanos.
PRIETO de Pedro, Jesús (2004). Derechos culturales y desarrollo humano.
Pensar Iberoamérica, número 7, septiembre-diciembre de 2004. Madrid: OEI.
RAVELO, Renato; Becerril, Andrea (1999). Se impulsa en el Senado un
proyecto de nueva ley de patrimonio cultural. La Jornada, 27 de abril de 1999.
READ, Christopher (2007). Krupskaya, Proletkul´t and the Origins of Soviet
Cultural Policy. Jeremy Ahearne; Oliver Bennett (eds.). Intellectuals and
Cultural Policy. New York: Routledge.
Redacción (2014). Cronología caso Sicilia, caso que sensibilizó al país. El
Universal, 15 de enero de 2014. Disponible en:
http://archivo.eluniversal.com.mx/estados/2014/cronologia-sicilia-
979830.html, recuperado el 22 de octubre de 2016.
Redacción (2015). Sería un honor encabezar la secretaría de Cultura: Tovar.
El Universal, 16 de diciembre de 2015.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXXXVII
Redacción (2016). Nuevo sindicato divide a trabajadores de Cultura. El
Universal, 15 de marzo de 2016.
Redacción (2016). Sindicatos reinician diálogo con la Secretaría de Cultura.
El Universal 18 de octubre de 2016.
Redacción (2017). Sesiona el Consejo Redactor de la Ley de Cultura. El
universal, 10 de enero de 2017.
Redacción AN (2013). Salinistas dirigen la burocracia cultural en México.
Aristegui Noticias, 15 de enero de 2013. Disponible en:
http://aristeguinoticias.com/1501/kiosko/salinistas-dirigen-la-burocracia-
culturalen-mexico/, recuperado el 16 de enero de 2013.
REYES DE LA MAZA, Luis. Cien años de teatro en México [1810-1910].
México, Secretaria de Educación Pública. 1972. 135 págs.
REYES HEROLES, Federico (2003). Añoranza. El siglo de Durango, 25 de
noviembre de 2003.
REYES TÁPACH, M. en E. El presupuesto público Federal para la función
recreación, cultura y otras manifestaciones sociales, 2013-2014. Dirección
general de servicios de documentación, información y análisis. México, 2013.
37 págs.
RICCI BITTI, Pio E. y Bruna Zani, La comunicación como proceso social,
México, Grijalbo, 1990
RICOEUR, Paul, Teoría de la interpretación, México, Siglo XXI, Sexta
edición, 2006
RÍOS NAVARRETE, Humberto (1991). Absurdo, que un grupo de señores le
diga al gobierno qué hacer con el Canal 22. Uno más Uno, 31 de enero de
1991.
RIVERA, Miguel Ángel (1988). Salinas, contra autoritarismo y por nuevas
formas de organización. Libertad política y cultural. La Jornada, 2 de febrero
de 1988.
ROARO ZANETTI, Carlos. Historia de la Comunicación. Editorial Santa Fe,
Buenos Aires, 1992.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXXXVIII
ROCHA DÍAZ, Salvador (1986). Las reformas constitucionales iniciadas por
el licenciado Miguel de la Madrid Hurtado. Revista de la Facultad de Derecho
de México, Tomo XXXVI, enero-junio de 1986, números 145-146-147.
RODRÍGUEZ LASCANO, Sergio, et al. Crisis del capitalismo: resistencia y
alternativas desde la perspectiva de l@s trabajadores. México, Editorial
Cilas, 2010. 59 págs.
RODRÍGUEZ LEDESMA, Xavier (2012). Intelectuales y poder en México, la
moderna añeja relación. Cultura y transición, 1988-2012. México: UANL-
Instituto de Cultura de Morelos.
RODRÍGUEZ, Huemanzin (2013). Pérez Gay y una charla sobre cómo se
creó el Canal 22. Agencia N22, Información Cultural, 27 de mayo de 2013.
Disponible en: http://www.canal22.org.mx/p/search_doc.php?ndf=1637,
recuperado el 18 de noviembre de 2013.
RODRÍGUEZ, Víctor Manuel (2001). Políticas culturales y textualidad de la
cultura: Retos y límites de sus temas recurrentes OEI – Documentos.
Iberoamérica: Unidad cultural en la diversidad. Disponible en:
http://www.oei.es/cultura2/vmrodirguez.htm, recuperado el 10 de enero de
2015.
ROJAS RUIZ, Minerva (2012). El cambio en la difusión cultural del Estado
mexicano: El programa de Paseos Culturales del INAH (2000-2010). Tesis
de maestría en Estudios Políticos y Sociales. México: Universidad Nacional
Autónoma de México.
RORTY, Richard. Contingencia, ironía y solidaridad, España, Paidós, 1989.
ROSSET, Clément, El objeto singular, España, Sexto Piso, Primera Edición
en Español, 2007
S/a (1991). El Canal 22 no se desincorporará de Imevisión y será cultural.
Excélsior, 2 de febrero de 1991.
S/a (1991). Impostergable, adoptar nuevas tecnologías ante e incipiente
avance en radio y TV. Uno más Uno, 28 de enero de 1991.
S/a (1991). Pide la SNTE (sic) oportunidad de participar en el canal 22. Uno
más Uno, 5 de febrero de 1991.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXXXIX
S/a (1991). Que no se venda Canal 22 al sector privado. La Jornada, 26 de
enero de 1991.
S/a (2015). ¿Cuántas páginas web hay en 25 años de la Internet? El
Comercio [Perú]. Disponible en:
http://elcomercio.pe/mundo/actualidad/cuantas-paginasweb-hay-25-anos-
internet-noticia-1757509, recuperado el 9 de noviembre de 2015.
S/a. (s/f). María Cristina Irina García Cepeda. Suplemento Red Política, El
Universal. Disponible en: http://www.redpolitica.mx/yopolitico/perfil/maria-
cristinairina/garcia-cepeda, recuperado el 8 de enero de 2017.
SALINAS CESÁREO, Javier (2011). Se oponen expertos a que instalen luz
y sonido en las pirámides de Teotihuacán. La Jornada, 27 de octubre de
2011.
SALINAS DE GORTARI, Carlos (1988). Discurso de toma de posesión. Diario
de los Debates de la Cámara de Diputados. LIV Legislatura, Año I- Período
Ordinario, 1ero de diciembre de 1988. Número de Diario: 30.
SALVAT, Ricard. El teatro como texto, como espectáculo. 2a. ed. España.
Editorial Montesinos, 1996. 152 págs.
SÁNCHEZ BRINGAS, Enrique. Derecho Constitucional. Editorial Porrúa, 3a
edición, México, 1998.
SÁNCHEZ VÁZQUEZ, Adolfo. Los problemas de la estética marxista, en
Estética y marxismo. Comp. por Adolfo Sánchez Vázquez. 2 vols. México,
Editorial Era, 1970. Vol. II. 252 págs.
SÁNCHEZ, Luis Carlos (2014). Celebra Conaculta 25 años con Plan Nacional
hasta 2018. Excélsior, 18 de enero de 2014.
SANDOVAL RAMÍREZ, Luis. Los ciclos económicos largos de Kondratiev.
México, Instituto de Investigaciones económicas, UNAM, 2004.
SCHARA, Julio César (2002). Educación y cultura, políticas educativas.
México: UDUAL, Plaza y Valdés.
SCHERER, Julio (2011). El valor del tiempo. Proceso, no. 1824, 16 de
octubre de 2011.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXL
Secretaría de Educación Pública (2013). Historia de la SEP. Creación de la
Secretaría de Educación Pública. Disponible en:
http://www.sep.gob.mx/wb/sep1/sep1_Historia_de_la_SEP/_rid/7720/_mto/
3/_wst/
maximized?url2print=%2Fwb%2Fsep1%2Fsep1_Historia_de_la_SEP&page
=0&i mp_act=imp_step3, recuperado el 8 de octubre de 2014.
Secretaría de Gobernación (1983). Decreto que reforma y adiciona los
artículos 16, 25, 26, 27, fracciones XIX y XX; 28, 73, fracciones XXIX-D;
XXIX-E; y XXIX-F de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos. Diario Oficial de la Federación, 3 de febrero de 1983.
Secretaría de Gobernación (2016). Reglamento Interior de la Secretaría de
Cultura. Diario Oficial de la Federación, 8 de noviembre de 2016.
http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5460041&fecha=08/11/201
6, recuperado el 10 de diciembre de 2016.
SIERRA, Sonia (2017). La nueva agenda de la ley de cultura. El universal, 3
de enero de 2017.
SOTELO VALENCIA, Adrián. Crisis capitalista y desmedida del valor. Un
enfoque desde los Grundrisse. México, Editorial Itaca, 2010. 143 págs.
STANISLAVSKI, Constantine. Trabajos teatrales. Correspondencia. Buenos
Aires, Ed. Quetzal, 1986. 348 págs.
Subcomandante Insurgente Marcos [seud.]. La cuarta guerra mundial.
Revista electrónica rebeldía. México, noviembre de 1999. Consultado en
internet el 30 de mayo de 2013. http://enlacezapatista.ezln.org.mx
SUBIRATS, Eduardo. La cultura como espectáculo. México, Fondo de
Cultura Económica, 1988. 228 págs.
TALAVERA, Juan Carlos; Bautista, Virginia (2015). Peña Nieto propone
creación de Secretaría de Cultura. Excélsior, 3 de septiembre de 2015.
Disponible en: www.excelsior.com.mx/expresiones/2015/09/03/1043704,
recuperado el 3 de septiembre de 2015.
TAYA DE ARAUJO, Luiz Claudio. Cultura contemporánea: Arte e
Mercantilização. Brasil.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXLI
TAYLOR, Charles. 1993. El Multiculturalismo y La Política del
Reconocimiento, México, FCE, primera edición.
TÉLLEZ TEJEDA, Luis (2011). Vida y obra de Jaime Torres Bodet. Sitio web
Descarga cultura UNAM. Disponible en:
http://descargacultura.unam.mx/app1?sharedItem=26382#, recuperado el
12 de octubre de 2016.
THROSBY, David. Economía y cultura. Trad. Por cristina Piña y María
Condor. México, Gestión cultural/ CONACULTA, 2008. Consultado en
internet el 15 de enero de 2014. http://www.cartamaior.com.br
TIBOL, Raquel (2006). Tres décadas sin legislar sobre cultura. Proceso, no
1552, 30 de julio de 2006.
Tomlinson, John. 2001. La Globalización y la Cultura. México. Oxford,
primera edición.
TOVAR Y DE TERESA, Rafael (1994). Modernización y Política Cultural. Una
visión de la modernización de México. México: FCE.
TREJO DELARBRE, Raúl (1988). Campañas y reiteraciones: de la plaza a la
televisión, La Jornada. Suplemento La Jornada Semanal, 24 de abril de 1988.
UNESCO (2016). Jaime Torres Bodet (1902-1974). Disponible en:
http://www.unesco.org/new/es/unesco/about-us/who-we-
are/history/directorsgeneral /jaime-torres-bodet/, recuperado el 12 de octubre
de 2016.
UNESCO, Nuestra diversidad creativa. Informe de la Comisión Mundial de
Cultura y Desarrollo. París, septiembre de 1996. Consultado en internet el 25
de enero de 2014.
http://unesdoc.unesco.org/images/0010/001055/105586sb.pdf
United Nations, Department of Economic and Social Affairs. Population
Division (2016). World Population Prospect: The 2015 Revision, World
Population 2015 Wallchart. ST/ESA/SER.A/378. Disponible en:
https://esa.un.org/unpd/wpp/Publications/Files/World_Population_2015_Wal
lchart. pdf, recuperado el 24 de agosto de 2016.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXLII
USIGLI, Rodolfo. Caminos del teatro en México. México, Imprenta de la
secretaria de relaciones exteriores, 1933. 80 págs.
VALDERRÁBANO, Azucena (1988). Iré a la UNAM cuando recobre su cauce
la realización del congreso. La Jornada, 25 de febrero de 1988.
VALENZUELA ARCE, José Manuel. 2003. Los Estudios Culturales en
México. México Biblioteca Mexicana, FCE, 1a Edición.
VAN DIJK, Teun A., Estructuras y funciones del discurso, México, Siglo XXI,
Decimoquinta edición en español, 2007
VARGAS LOZANO, Gabriel. La cultura y las humanidades en el México del
futuro. Revista electrónica siempre. 30 de junio de 2012, Cultura hoy mañana
y siempre. Consultado en internet el 18 septiembre de 2013.
http://www.siempre.com.mx/2012/06/la-cultura-y-las-humanidades-en-el-
mexicodel-futuro/
VARGAS, Ángel (2003). Consolidado, canal 22 cumple 10 años. La Jornada,
23 de junio de 2003.
VARGAS, Eduardo. La Historia de la Nación Mexicana. Editorial Labor,
México, 1987.
VARGAS, Martín (1991). Habrá trato especial al Canal 22 en la venta de la
TV estatal: SCT. Uno más Uno, 29 de enero de 1991.
VASCONCELOS, José (1998). El desastre. Guadalupe Lozada (comp.). José
Vasconcelos. Hombre, educador y candidato. México: UNAM.
VATTIMO, Gianni. 1986. El fin de la modernidad. Nihilismo y hermenéutica
en la cultura posmoderna. Barcelona. Gedisa.
VICTORIA, Eulalio (2009). Exigen diputados detener proyecto de luz y sonido
en Teotihuacán. Milenio, 13 de enero de 2009.
VIZCAÍNO, Fernando (2002). Los cambios recientes del nacionalismo
mexicano. Raúl Béjar Navarro, Silvano Héctor Rosales (coords.). La
identidad nacional mexicana como problema político y cultural: los desafíos
de la diversidad. México: CRIMUNAM.
WAGENER, Franz. Historia de la Educación. Editorial Fénix, Buenos Aires,
1989.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXLIII
WALLERSTEIN, Immanuel. Historia y dilemas de los movimientos
antisistémicos. Trad. por Carlos Antonio Aguirre Rojas. México, Editorial Los
libros de contrahistorias. 2008. 306
WEINBERG, Liliana. Ensayo y transculturación. En; Cuadernos Americanos,
nueva época, UNAM. núm. 96, vol. 6, 2002, pp. 31-47.
WEINSTEIN, José. Compilación. 2005. Industrias Culturales: Un aporte al
desarrollo, Santiago de Chile, Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
Primera Edición.
YÚDICE, George (1996). El impacto cultural del tratado de libre comercio
norteamericano. Néstor García Canclini (coord.). Culturas en globalización.
América Latina-Europa-Estados Unidos. México: CNCA-CLACSO.
ZAÏTZEFF, Serge I. (2009). Cartas de José Vaconcelos a Gabriela Mistral y
Carlos Pellicer”. Casa del tiempo, volumen III, época IV, número 25. México:
UAM.
LEGISLACIÓN.
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, promulgada el 5 de
febrero de 1917.
Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural, 2 de
noviembre del 2001.
Ley de Cultura del Estado de Aguascalientes, promulgada el 23 de
septiembre del 2010.
Ley de Cultura del Estado de Puebla, promulgada el 12 de enero del 2009.
Ley de Cultura del Estado de Sinaloa, promulgada el 13 de agosto del 2008.
Ley de Cultura para el Estado de Durango, promulgada el 7 de junio del 2009.
Ley de Cultura para el Estado y Municipios de San Luis Potosí, promulgada
el 17 de abril del 2008.
Ley de Cultura y las Artes del Estado de Quintana Roo, promulgada el 17 de
diciembre del 2007.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXLIV
Ley de Desarrollo Cultural del Estado de Campeche, promulgada el 13 de
septiembre del 2013.
Ley de Desarrollo Cultural para el Estado de Coahuila de Zaragoza,
promulgada el 29 de abril del 2005.
Ley de Desarrollo Cultural para el Estado de Michoacán de Ocampo,
promulgada el 26 de septiembre del 2007.
Ley de Desarrollo Cultural para el Estado de Nayarit, promulgada el 27 de
julio del 2011.
Ley de Desarrollo Cultural para el Estado de Oaxaca, promulgada el 12 de
agosto del 2010.
Ley de Desarrollo Cultural para el Estado y Municipios de Zacatecas,
promulgada el 16 de agosto del 2003.
Ley de Fomento a la Cultura del Estado de Jalisco, promulgada el 16 de
diciembre del 2000.
Ley de Fomento a la Cultura para el Estado de Guanajuato, promulgada el 8
de diciembre de 1992.
Ley de Fomento Cultural del DF, promulgada el 14 de octubre del 2003.
Ley de Fomento de la Cultura y Protección del Patrimonio Cultural del Estado
de Sonora, promulgada el 1 de diciembre del 2011.
Ley de Imprenta. Editorial SISTA S.A. México, 2004.
Ley de las Culturas y las Artes del Estado de Chiapas, promulgada el 2 de
mayo del 2006.
Ley de Preservación y Promoción de la Cultura de Yucatán, promulgada el 8
de agosto del 2005.
Ley Federal de las Entidades Paraestatales, promulgada el 14 de mayo de
1986.
Ley Federal de Radio y Televisión. Editorial SISTA S.A. México, 2004.
Ley General de Educación. Editorial SISTA S.A. México, 2004.
Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, promulgada el 29 de
diciembre 1976.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXLV
Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. Editorial SISTA S.A.
México, 2004.
Ley para el Desarrollo Cultural del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave,
promulgada el 11 de marzo del 2010.
Ley para el Fomento y Desarrollo de la Cultura y las Artes del Estado de
Guerrero, promulgada el 5 de noviembre de 2013.
Ley para la Cultura y las Artes del estado de Querétaro, promulgada el 29 de
diciembre del 2005.
Programa Especial de Cultura y Arte 2014-2018 del Gobierno Federal.
Reglamento de la Ley de Imprenta Sobre Revistas Ilustradas. Editorial SISTA
S.A. México, 2002.
Reglamento Interior de la Secretaría de Educación Pública.
Páginas electrónicas consultadas:
Animal Político, La paz no llega al país de Arturo Ángel, 19 de marzo de 2015
[En Línea], Dirección URL: http://www.animalpolitico.com/2015/03/la-paz-
nollega-a-mexico-y-la-violencia-le-cuesta-a-cada-mexicano-unos-24-mil-
pesos/ [Consultado el 03 de noviembre de 2015]
Cartelera de teatro de la ciudad de México.
http://carteleradeteatro.mx/2012/reestrenara-lopez-tarso-la-tempestad/
Centro de Análisis Multidisciplinario, CAM. http://cam.economia.unam.mx/
Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral,
Rodolfo Usigli, CITRU. http://www.citru.bellasartes.gob.mx/
CNN México, Afromexicanos, un rostro olvidado de México que pide ser
reconocido por José Roberto Cisneros [En Línea], Dirección URL:
http://mexico.cnn.com/nacional/2014/07/25/afromexicanos-un-rostro-
olvidadoque-quiere-ser-reconocido [Consultada el 10 de octubre de 2015]
Colegio Nacional [En Línea], Dirección URL:
http://www.colegionacional.org.mx/ [Consultado el 03 de noviembre de 2015]
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXLVI
Colombia Turismo [En Línea], Dirección URL:
http://www.colombia.com/turismo/sitios-turisticos/eje-
cafetero/atractivosturisticos/sdi464/76856/parque-nacional-de-la-cultura-
agropecuaria-panaca [Consultado el 03 de noviembre de 2015]
Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas [En Línea,]
Dirección URL:
http://www.cdi.gob.mx/index.php?option=com_content&id=758&Itemid=68
[Consultado el 20 de agosto de 2015]
CONABIO, La diversidad biológica en México, [En Línea], Dirección URL:
http://www.conabio.gob.mx/institucion/cooperacion_internacional/doctos/db
_m exico.html [Consultado el 12 de diciembre de 2015]
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, CONACULTA.
http://www.conaculta.gob.mx http://sic.conaculta.gob.mx/
http://www.conaculta.gob.mx/turismocultural/cuadernos/pdf19/articulo3.pdf
Enlace zapatista. http://enlacezapatista.ezln.org.mx
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Encuesta Nacional de hábitos,
prácticas y consumo cultural 2010 [En Línea] Dirección URL:
http://www.cultura.gob.mx/encuesta_nacional/ [Consultado el 15 de enero de
2015]
Enciclopedia Filosófica [En Línea], Dirección URL:
http://www.philosophica.info/voces/cassirer/Cassirer.html [Consultado el 28
de abril de 2015]
Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías, FONART.
http://www.fonart.gob.mx/web/index.php?option=com_content&view=article
&id=46 &Itemid=69 Lista de museos de la ciudad de México, servicios y
ubicación. http://www.museosdemexico.org/museos/todoslosmuseos.php
Foro Consultivo, Científico y Tecnológico, Ranking de Producción Científica
Mexicana 2011 [En Línea], Dirección URL:
http://www.foroconsultivo.org.mx/libros_editados/ranking_por_institucion_20
11 .pdf [Consultado el 17 de noviembre 2015]
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXLVII
Índice de Paz México 2015 [En Línea], Dirección URL:
http://economicsandpeace.org/wp-content/uploads/2015/06/Mexico-
PeaceIndex-2015-Spanish-Report.pdf [Consultado el 03 de noviembre de
2015]
Instituto Nacional de Estadística y Geografía [En Línea], Dirección URL:
http://www.inegi.org.mx/sistemas/bie/cuadrosestadisticos/GeneraCuadro.as
px ?s=est&nc=785&c=24393 [Consultado el 1 de octubre de 2015]
Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Estadísticas sobre
disponibilidad y uso de tecnología de tecnología de información y
comunicación en los hogares 2011 [En Línea], Dirección URL:
http://www.inegi.org.mx/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/en
cu estas/especiales/endutih/ENDUTIH2011.pdf [Consultado el 15 de enero
de 2015]
Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI. http://www.inegi.org.mx/
Instituto Nacional de Estadística y Geografía, La diversidad religiosa en
México 2000 [En Línea], Dirección URL:
http://www.inegi.org.mx/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/int
egracion/sociodemografico/religion/div_rel.pdf [Consultado el 20 de mayo de
2015]
Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Panorama Agropecuario en
México 2007 [En Línea], Dirección URL:
http://www.inegi.org.mx/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/ce
ns os/agropecuario/2007/panora_agrop/mex/PanagroMex1.pdf [Consultado
el 23 de julio de 2015]
La Jornada, El INEGI cuenta por primera vez a los afromexicanos; hay1.4
millones, revela por Blanca Juárez [En Línea], Dirección URL:
http://www.jornada.unam.mx/2015/12/10/sociedad/046n1soc [Consultado el
11 de diciembre de 2015]
México, el país de las maravillas, [En Línea], Dirección URL:
http://www.biodiversidad.gob.mx/ninos/mexico.html [Consultado el 12 de
diciembre de 2015]
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXLVIII
Organización de las Naciones Unidas [En línea], Dirección URL:
http://www.un.org/es/members/index.shtml [Consulta el 10 enero de 2014]
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura [En línea], Dirección URL:
http://www.unesco.org/new/es/unesco/about-us/who-we-
are/introducingunesco/ [Consultado el10 enero de 2014]
Parque Nacional de la Cultura Agropecuaria [En Línea], Dirección URL:
http://www.panaca.com.co/ [Consultado el 03 de noviembre de 2015]
Portal de Estadística Universitaria de la UNAM.
http://www.estadistica.unam.mx/ Secretaría de Cultura. Ciudad de México
http://www.cultura.df.gob.mx/ Secretaría de Turismo, SECTUR.
Revista Este País, ¿Es México un país multilingüe? de Yásnaya Aguilar, junio
2015 [En Línea], Dirección URL:
http://www.estepais.com/articulo.php?id=144&t=es-mexico-un-pais-
multilinge [Consultado el 03 de noviembre de 2015]
Revista Este País, Confianza y democracia de Alejandro Moreno, septiembre
2015 [En Línea], Dirección URL:
http://www.estepais.com/articulo.php?id=193&t=confianza-y-democracia
[Consultado el 03 de noviembre de 2015]
Revista Este País, Data, abril 2014 [En Línea], Dirección URL:
http://archivo.estepais.com/site/2014/data/ [Consultado el 06 de noviembre
de 2015]
Secretaría de Turismo [En Línea], Dirección URL:
http://atlasturistico.sectur.gob.mx/ [Consultado el 27 de septiembre de 2015]
Serra, Rojas Andrés, Las formas de organización administrativa [En Línea],
Dirección URL:
http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/rap/cont/111/pr/pr35.pdf
[Consultado el 01 de mayo de 2015]
MESOGRAFÍA
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CXLIX
Aguilar, Salvador. 2011. Las sociedades anómicas. Estructura y Cambio
Social. Universidad de Barcelona.
URL:http://conceptosdeccss.blogspot.mx/2011/09/concepto-de-anomia-las
sociedades.html
Alonso, José Antonio. 2006. Cambios en la doctrina del desarrollo: el legado
de Sen En: Amartya K. Sen y la globalización, V. Martínez Guzmán y S. París
Albert (eds), Universidad Jaime I. Disponible en versión electrónica. URL:
http://www.cce.co.cu/pdf/10-INDUSTRIAS_CULTURALES.pdf
Bermejo Mora, Edgardo. 2012. La Diáspora Cultural. Consejo Nacional para
la Cultura y las Artes, Dirección General de Asuntos Internacionales, México,
Distrito Federal. México. Disponible en versión electrónica en formato PDF.
URL:http://biblat.unam.mx/es/revista/revista-mexicana-de-
politicaexterior/articulo/la-diaspora-cultural-mexicana-y-la-proyeccion-de-
imaginarios-en-el-exterior,
URL:http://www.academia.edu/8186499/La_di%C3%A1spora_cultural_mexi
cana_y_la_proyecci%C3%B3 n_de_imaginarios_en_el_exterior
Bonilla Arjona, J., R. Maroto Illera. 2012. Las industrias culturales y creativas:
un sector clave de la nueva economía. Madrid, Fundación Ideas.
URL:https://universoabierto.com/2016/01/04/las-industriasculturales-y-
creativas-un-sector-clave-de-la-nueva-economia/
Buitrago Restrepo, Felipe y Duque Márquez, Iván. 2013. Economía naranja.
Aguilar. Banco Iberoamericano de Desarrollo (BID). Disponible en versión
electrónica.
URL:http://publications.iadb.org/bitstream/handle/11319/3659/La%20econo
mia%20naranja%3a%20Una% 20oportunidad%20infinita.pdf?sequence=4
Calduch Cervera, Rafael. 2003. Cultura y civilización en la sociedad
internacional. Universidad Complutense de Madrid. Disponible en versión
electrónica en formato PDF.
URL:http://eprints.ucm.es/6499/1/Homenaje_Carvajal.pdf
Campaña Nacional por la Diversidad Nacional en México. La Diversidad
Cultural (marco conceptual). CIESAS, CONAPRED, CGEIB-SEP,
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CL
DGPLADES-SS, DGCP-CONACULTA, DGEI-SEP, INALI, PGJ-DF,
CONAPO, UPN, DELEGACIÓN TLALPAN (GDF), UNESCO. Disponible en
formato pdf. URL:
http://www.inali.gob.mx/pdf/Marco_conceptual_CNDCM.pdf
Carrasco Arroyo, Salvador. 1999. Indicadores Culturales. Econcult.
Disponible en versión electrónica. URL:
http://www.uv.es/~carrascs/PDF/indicadoresCult.pdf
Coll-Serrano, Vicente; Carrasco-Arroyo, Salvador; Blasco-Blasco, Olga y
Vila-Lladosa, Luis. 2011. Sistema de Indicadores Culturales Local (SICLO).
Departamento de Economía Aplicada, Valencia.
URL:http://www.elprofesionaldelainformacion.com/contenidos/2012/enero/1
5.pdf
Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo
(UNCTAD). 2010. Economía Creativa: una opción factible de desarrollo.
Naciones Unidas PDF. Disponible en versión electrónica.
URL:http://unctad.org/es/Docs/ditctab20103_sp.pdf
Cooley, Charles H. El Yo espejo. 2005. Disponible en versión PDF.
https://revistas.ucm.es/index.php/CIYC/article/viewFile/CIYC0505110013A/7
290
Declaración de México sobre las políticas culturales. Conferencia Mundial
sobre las Políticas Culturales. México D.F, 26 de julio al 06 de agosto de
1982. UNESCO. Disponible en versión electrónica en formato PDF.
URL:http://portal.unesco.org/culture/es/files/35197/11919413801mexico_sp.
pdf/mexico_sp.pdf
Definición de Método tomada Diccionario de la Legua Española.
URL:http://dle.rae.es/?id=P7dyaFK
URL:http://www.alcoberro.info/pdf/Descartes2013Metodo.pdf
Díaz, Espinoza Raúl. 2015. El Proyecto filosófico de la modernidad y su
crítica desde el exterior constitutivo. URL:
www.revistascientificas.udg.mx/index.php/CL/article/download/2787/2529
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CLI
Diccionario de la Lengua Española. URL:
http://lema.rae.es/drae/?val=identidad
Diccionario de la Real Academia disponible en: http://dle.rae.es/?id=ZVAt4Ig
Discurso Ministro de la Cultura de Chile Simposio Internacional sobre
Industrias Culturales 10-11 de noviembre de 2004. URL:
http://www.buenosaires.gob.ar/areas/produccion/industrias/observatorio/doc
umentos/simposio_industrias _culturales_chile_nov_2004.doc
Documento preparado para la Cumbre Mundial Sobre Desarrollo Sostenible,
Johannesburgo. 26 de agosto-4 de septiembre 2002. Declaración Universal
sobre Diversidad Cultural: Una visión, una plataforma conceptual. UNESCO,
Disponible en: http://unesdoc.unesco.org/images/0012/001271/127162s.pdf
Escobar, Arturo. 2002. Globalización Desarrollo y Modernidad. Organización
de Estados Americanos. Corporación Región, ed. Planeación, Participación
y Desarrollo. Medellín: Corporación Región, pp. 9-32. URL:
http://www.oei.es/salactsi/escobar.htm
ETHNIKA. Diseño y fabricación de sandalias y accesorios ecoamigables.
URL: https://www.facebook.com/ethnika.mx
Fondo Nacional para la Ciencia, la Tecnología y las Artes (NESTA, en inglés)
URL: http://www.nesta.org.uk/about-us
Fonseca Reis, Ana Carla. 2008. Economía creativa: como estrategia de
desarrollo: una visión de los países en desarrollo / organización. São Paulo:
Itaú Cultural. 277 pp. URL:
http://sic.conaculta.gob.mx/centrodoc_documentos/555.pdf
García Canclini, Néstor. 2005. La antropología Urbana en México. Políticas
Culturales y consumo cultural urbano. FCE-UAM, 26 pp. Disponible en
versión electrónica en formato PDF. URL:
https://ceas.files.wordpress.com/2007/03/cons-cult-arm-ngc1.pdf
García Cancliní, Néstor. 2012. Geopolítica de la Industria Cultural y Políticas
emergentes. III Congreso Internacional de la Asociación Argentina de
Estudios de Cine y Audiovisual, ASAECA. Disponible en versión electrónica
en formato PDF en:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CLII
URL:http://www.asaeca.org/aactas/garc_a_canclini__n_stor__geopol_tica_
de_la_industria_cultural_e_ini ciativas_emergentes.pdf
Giménez Romero, Carlos. 2003. Pluralismo, Multiculturalismo e
Interculturalidad. Propuesta de Clarificación y apuntes educativos.
URL:http://red.pucp.edu.pe/ridei/wpcontent/uploads/biblioteca/100416.pdf
Ianni, Octavio. Las ciencias sociales en la época de la globalización. Estudios
Latinoamericanos UNAM. URL:http://josemramon.com.ar/wp-
content/uploads/Ianni-Octavio-Las-ciencias-sociales-en-la%C3%A9poca-
de-la-globalizaci%C3%B3n.pdf
Informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (UNESCO). Invertir en la Diversidad cultural y en el
diálogo intercultural. París, Francia. 2010 disponible en versión electrónica.
URL: http://unesdoc.unesco.org/images/0018/001878/187828s.pdf
Informe sobre la Economía Creativa 2013. Edición Especial Ampliar los
cauces del desarrollo local. UNESCO. Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD). Disponible en versión electrónica.
URL:http://www.unesco.org/culture/pdf/creative-economy-report-2013-
es.pdf
Instituto Nacional de Estadística y Geografía. 2013. Perfil Sociodemográfico.
Estados Unidos Mexicanos. Censo de Población y Vivienda México 2010.
INEGI.
URL:http://www.inegi.org.mx/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/product
os/censos/poblacion/2010/perf il_socio/uem/702825047610_1.pdf
Instituto Nacional de Estadística y Geografía. 2014. Sistema de Cuentas
Nacionales de México. Cuenta Satélite de la cultura de México 2008 – 2011.
URL: http://www.cultura.gob.mx/PDF/inegi/CSCMMONOGRA.pdf
José Luis, Mariscal Orozco. Compilador. 2007. Políticas Culturales. Una
revisión desde la gestión cultural. UEDGVIRTUAL, México. 157 pp.
Disponible en versión electrónica en formato PDF.
URL:http://148.202.167.133/drupal/sites/default/files/Politicas%20Culturales.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CLIII
Katz, Jorge. 2006. Tecnologías de la Información y la Comunicación e
Industrias Culturales. Una perspectiva Latinoamericana. Naciones Unidas.
Cepal.
URL:http://www.cepal.org/publicaciones/desarrolloproductivo/2/lcw92/w92.p
df
Keane, M. 2013. Informe sobre la Economía Creativa. Ampliar los cauces del
desarrollo local. UNESCO. PNUD. 19 pp. URL:
http://www.unesco.org/culture/pdf/creative-economy-report-2013-es.pdf
Kliksberg, Bernardo. 2002. Capital social y cultura, claves olvidadas del
desarrollo. El Colegio de México. URL:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=59916902
Knell y Oakley, London’s creative economy – An accidental success? Citado
en: Fonseca Reis, Ana Carla. 2008. Economía Creativa como estrategia de
desarrollo: una visión de los países en desarrollo. Sao Paulo, Brasil, PDF,
277 pp. Disponible en versión electrónica. URL:
http://sic.conaculta.gob.mx/centrodoc_documentos/555.pdf
La Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura, en su 17a, reunión celebrada en París del
17 de octubre al 21 de noviembre de 1972. Convención sobre la protección
del patrimonio mundial, cultural y natural. Disponible en versión electrónica.
URL: http://whc.unesco.org/archive/convention-es.pdf
López, Jesús Eduardo. Inversionistas ángeles. Forbes México. URL:
www.forbes.com.mx
Lozano Vallejo, Ruth. 2005. Interculturalidad: Desafío y Proceso en
construcción. México, Servindi. URL: http://servindi.org/pdf/manual2.pdf
Maraña, Maider. 2010. Cultura y Desarrollo. Evaluación y Perspectivas.
UNESCO. URL:
http://www.unescoetxea.org/dokumentuak/Cultura_desarrollo.pdf
Mariscal Orozco, José. 2007. Políticas Culturales una gestión desde la visión
cultural. Universidad de Guadalajara Virtual, México. Disponible en versión
electrónica en formato PDF.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CLIV
URL:http://148.202.167.133/drupal/sites/default/files/Politicas%20Culturales.
Matsuura, Koichiro (traducción de Hilda Becerril). 2006. El reto cultural en el
centro de las relaciones internacionales. Politiqueé Étrangere. Disponible en
versión electrónica en formato PDF.
URL:http://www.diplomatie.gouv.fr/es/IMG/pdf/0903_Matsuura_ESP.pdf
Matterland, Armand. 2006. Diversidad cultural y mundialización. Barcelona.
Paidós, 98 pp.
URL:http://www.suplemento.uner.edu.ar/userfiles/Industrias%20Culturales.j
pg
Mckinley, Terry. Medida de la contribución de la cultura al bienestar humano:
los indicadores culturales del desarrollo.
URL:http://132.248.35.1/cultura/informe/cap18.htm
Molano L, Olga Lucía. 2007. Identidad cultural un concepto que evoluciona.
Bogotá, Colombia. Revista Opera. URL:
http://www.redalyc.org/pdf/675/67500705.pdf
Newbing, John. 2010. La Economía Creativa. Una Guía Introductoria. Serie
Economía Creativa y Cultura. British Council, Londres, Reino Unido, 2010.
URL: http://cerlalc.org/wp-content/uploads/2013/02/21.pdf
OMPI. 2006. La expresión creativa: Introducción a los derechos de autor y
los derechos conexos para las pymes. URL:
www.wipo.int/freepublications/en/sme/918/wipo_pub_918.pdf.
OMPI. Definiciones y explicaciones básicas sobre la propiedad intelectual y
los derechos de autor. URL: www.wipo.int/about-ip/es |
www.wipo.int/copyright/es
Organización de Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura
(Traducción al idioma español). Página Oficial de la UNESCO. URL:
es.unesco.org
Ortega Villa, Luz María. 2009. Consumo de bienes culturales: reflexiones
sobre un concepto y tres categorías para su análisis. Universidad Autónoma
de Baja California Disponible en versión electrónica. URL:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CLV
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-
11912009000200002
Página oficial de Art Loss Register disponible para consulta en versión
electrónica. URL:http://www.artloss.com/en
Página oficial de Creative City Network. URL: http://www.creativecity.ca
Página Oficial de Taller Flora. URL: www.flora2.com
Porcentaje de exportaciones por regiones, 2006. Instituto de Estadística de
la UNESCO, 2008, a partir de datos de la base de datos Comtrade de las
Naciones Unidas, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales/División
de Estadística de las Naciones Unidas. 157PP
Portal Convenio Andrés Bello. URL:
http://convenioandresbello.org/inicio/que-es-el-cab/
Portal de la UNESCO Informe Final de la Primera Conferencia
Intergubernamental sobre los Aspectos Institucionales, Administrativos y
Financieros de las Políticas Culturales, UNESCO, 1970. Disponible en
versión electrónica.
Portal de la UNESCO relativa a la Declaración sobre los Principios de
Cooperación Cultural Internacional, 1966. Disponible en versión electrónica
en: URL:
http://portal.unesco.org/es/ev.phpURL_ID=13179&URL_DO=DO_TOPIC&U
RL_SECTION=201.html
Portal de la UNESCO. Declaración sobre los Principios de Cooperación
Cultural Internacional, 1966. URL: http://portal.unesco.org/es/ev.php-
ID=13147&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html
Portal oficial Confederación Internacional de Sociedades de Autores y
Compositores (CISAC). URL: www.cisac.org
Portal oficial Observatorio Latinoamericano del Derecho de Autor (ODAI).
URL: www.odai.org
Portal oficial OMPI. URL: http://www.wipo.int/portal/es/
Portal oficial UNCTAD. URL: http://unctad.org/es/Paginas/Home.aspx
Portal oficial UNESCO. URL:http://www.unesco.org/new/es
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CLVI
Portal Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. URL:
http://www.wipo.int/copyright/es/
Portal Secretaría de Gobernación. Diario Oficial de la Federación. DOF:
30/04/2014. Programa Especial de los Pueblos Indígenas 2014-2018. URL:
http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5343116&fecha=30/04/201
4
Portal UNESCO. Industrias creativas.
URL:http://www.unesco.org/new/es/culture
Ramírez Alvarado, María del Mar. 2005. El desafío de la diversidad: el
pluralismo cultural como compromiso político. Universidad de Sevilla.
URL:http://www.revistacomunicacion.org/pdf/n3/articulos/el_desafio_de_la_
diversidad_el_pluralismo_cult ural_como_compromiso_politico.pdf (7 de
junio de 2013)
Rausell Köster, Pau (dir); Abeledo Sanchis, Raúl; Marrades, Ramón.
Economía de la Cultura. Una mirada desde la voluntad de transformar la
realidad. Unidad de Investigación Econcult. Instituto Interuniversitario de
Desarrollo Local. Universidad de Valencia. Disponible en versión electrónica.
URL:http://www.uv.es/econcult/docencia/MatGesCul/Economia%20de%20la
%20Cultura.pdf
Rausell Köster, Pau; Abeledo Sanchis, Raúl. 2012. La cultura como factor de
innovación económica y social. Econcult. Universidad de Valencia.
Disponible en versión PDF.
URL:https://sostenutoblog.files.wordpress.com/2012/05/sostenuto_cast.pdf*
Rey, German. 2009. Industrias Culturales, Creatividad y Desarrollo. Agencia
Española de Cooperación para el Desarrollo. Madrid España. Formato PDF.
Disponible en el Catálogo General de Publicaciones Generales. URL:
http://www.cce.co.cu/pdf/10-INDUSTRIAS_CULTURALES.pdf
Rodríguez Barba, Fabiola. Ensayo Por una política cultural de Estado en
México. UAM. Disponible en versión electrónica en formato PDF.
URL:http://www.uam.mx/difusion/casadeltiempo/09_iv_jul_2008/casa_del_ti
empo_eIV_num09_16_20.pdf
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CLVII
Rosas Mantecón, Ana. 2008. Mercados, políticas y públicos: la
reorganización de las ofertas y los consumos culturales. Alteridades vol.18
no.36 México jul/dic. 2008. Laboratorio de cultura urbana. Disponible en
versión electrónica en formato PDF.
URL:http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S018870172008000200003&
script=sci_arttext
Siva de Metate. Artesanos y productores de cacao y mezcal de la Costa
Chica de Guerrero.URL: https://www.facebook.com/SivaDeMetate,
http://www.lacoperacha.org.mx/Siva-de-Metate.php
Socorro Moyado Flores, La importancia de la gestión en el conocimiento en
el servicio civil de carrera de la cámara de senadores para el aprendizaje
organizacional. URL:
http://www.eumed.net/tesisdoctorales/2010/smf/Modernidad%20y%20Posm
odernidad.htm
UNESCO. 1970. Informe Final de la Primera Conferencia Intergubernamental
sobre los Aspectos Institucionales, Administrativos y Financieros de las
Políticas Culturales. Disponible en versión electrónica.
URL:http://unesdoc.unesco.org/images/0009/000928/092837SB.pdf
UNESCO. 1982. Conferencia Mundial sobre las Políticas
Culturales/MONDIACULT. Disponible en versión electrónica.
URL:http://portal.unesco.org/culture/es/files/12762/11295424031mexico_sp.
pdf/mexico_sp.pdf
UNESCO. 2005. Convención sobre la Protección de la Diversidad de las
Expresiones Culturales. París. Documento de la convención disponible en
versión electrónica.
URL:http://unesdoc.unesco.org/images/0014/001429/142919s.pdf
UNESCO. 2010. Políticas para la Creatividad. Guía para el desarrollo de las
industrias culturales y creativas. Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura. Publicado, París, Francia. 152 pp.
Disponible en versión electrónica en formato PDF.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
CLVIII
URL:http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/HQ/CLT/images/U
NESCOCulturalandCreativeIn dustriesguide_01.pdf
UNESCO. 2011. Políticas para la Creatividad. Guía para el desarrollo de las
Industrias Culturales y Creativas. Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura. Paris, Francia. URL:
http://es.unesco.org/creativity/creativity/publications/panorama-industrias-
culturales-ycreativas
UNESCO. 2012. Culture: a driver and an enabler of sustainable development.
Disponible en PDF. URL:
http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/HQ/post2015/pdf/Think
_Piece_Culture.pdf
Zarankin, Andrés; Salerno A. Melisa; Perosino, María Celeste (Comp). 2010.
Historias desaparecidas: arqueología, memoria y violencia política.
Encuentro Grupo Editor. Disponible en PDF.
URL:http://www.academia.edu/2464132/Bianchi_S._et_al._2010_De_las_id
entidades_pol%C3%ADticas._a_la_construcci%C3%B3n_de_la_memoria_
colectiva_
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI,
CAMBIOS DE PARADIGMA”
DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 1
CAPÍTULO I. LA CULTURA COMO ATRIBUCIÓN DE ESTADO MEXICANO.................... 9
1.1. Cultura: Atribución del Estado. ...................................................................................... 9
1.2. Cultura. ................................................................................................................................ 10
1.3. Universo simbólico. ......................................................................................................... 12
1.4. Cultura desde el Estado Mexicano. ............................................................................. 17
1.5. La Cultura como Rasgo Distintivo de los Seres Humanos. .................................. 35
1.6. La Importancia de la Cultura en el Desarrollo de los Pueblos. ............................ 41
1.7. Cultura, Educación y Arte. ............................................................................................. 45
1.8. La Cultura como Vehículo de Comunicación en la Actualidad. ........................... 53
1.9. Cultura y Globalización................................................................................................... 55
1.10. El Gran Patrimonio Cultural de México. ................................................................... 61
1.11. Cultura y Medios de Comunicación. ......................................................................... 65
1.12. Ganancia o Cultura. ....................................................................................................... 65
1.13. El Ocio y el Tiempo Libre. ............................................................................................ 69
CAPÍTULO II. EL ACCESO A LA CULTURA EN MÉXICO. PROBLEMÁTICA SOCIAL Y JURÍDICA. LA NECESIDAD DE ELEVAR A GARANTÍA SOCIAL LA IGUALDAD CULTURAL. .................................................................................................................................... 74
2.1. La Cultura en la Acumulación de Capital por Desposesión. ................................ 74
2.1.1. La Cultura en el Proceso de Acumulación Capitalista como Valor. ............ 74
2.1.2. La Desculturación en la Determinación del Individuo. ................................... 79
2.2. La Cultura como Medio de Desvalorización del Trabajo. ...................................... 81
2.3. Surgimiento de nuevos fenómenos culturales. ....................................................... 83
2.3.1. Cultura de Masas. ...................................................................................................... 89
2.3.2. Cultura Popular. ......................................................................................................... 92
2.4. Los Órganos Encargados de Difundir la Cultura en México. ............................... 94
2.4.1. La Secretaria de Educación Pública. ................................................................. 104
2.4.2. El Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. ............................................... 114
2.4.3. El Instituto Nacional de Bellas Artes. ................................................................ 117
2.5. El Marco Legal de la Promoción de la Cultura en México. .................................. 119
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
2.6. La Realidad del Acceso a la Cultura en México. .................................................... 120
2.7. La Necesidad de que el Pueblo Mexicano Pueda Acceder a la Cultura. ......... 122
2.8. Propuesta para Elevar a Rango de Garantía Social el Derecho a la Cultura. . 123
2.9. Los Alcances de la Educación Mexicana en la Cultura. ...................................... 125
CAPÍTULO III. LAS LEYES Y LAS GARANTÍAS INDIVIDUALES EN EL DESARROLLO CULTURAL EN MÉXICO............................................................................................................ 130
3.1. Organismos de Cultura. ................................................................................................ 130
3.2. Características de las Leyes de Cultura en México. ............................................. 133
3.2.1. Objeto de la Ley. ...................................................................................................... 136
3.2.2. Margen de Innovación. .......................................................................................... 136
3.2.3. Conservación. .......................................................................................................... 137
3.2.4. Mecanismos de Armonización. ........................................................................... 138
3.3. Universo Simbólico en México. .................................................................................. 138
3.3.1. Arte. ............................................................................................................................. 139
3.3.2. Lenguaje. ................................................................................................................... 141
3.3.3. Ciencia. ...................................................................................................................... 143
3.3.4. Historia. ...................................................................................................................... 144
3.3.5. Religión. ..................................................................................................................... 145
3.3.6. Mito. ............................................................................................................................ 146
3.4. Comparativo entre Regiones. ...................................................................................... 147
3.5. Clasificación Doctrinal de las Garantías Individuales. ......................................... 150
3.5.1. Garantías Individuales. .......................................................................................... 151
3.5.2. Garantías Sociales. ................................................................................................. 152
3.6. Las Garantías Individuales. Fundamento Legal y Trascendencia. ................... 154
3.7. Clasificación de las Garantías Individuales. ........................................................... 157
3.7.1. De Libertad. ............................................................................................................... 157
3.7.2. De Igualdad. .............................................................................................................. 164
3.7.3. De Seguridad Jurídica. .......................................................................................... 166
3.7.4. De Propiedad. ........................................................................................................... 167
CAPÍTULO IV. ESTADO, SOCIEDAD Y DIFUSIÓN: EL CAMINO HACIA UNA NUEVA RELACIÓN DE LA CULTURA EN MÉXICO ........................................................................... 170
4.1. Fundación del Conaculta y Centralidad de la Difusión. ....................................... 170
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
4.2. Las Reuniones Sobre “Cultura E Identidad Nacional”. ........................................ 171
4.3. La Fundación del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes: Establecimiento de la Centralidad de la Difusión. ................................................ 183
4.3.1 Acciones en Materia de Promoción y Difusión ................................................ 191
4.4. La Estrategia de Modernización del Estado: Los Límites de la Apertura. ...... 195
4.5. Ejes Fundamentales del Ajuste en el Sector Cultural, el Primer Programa Nacional de Cultura y la Difusión Cultural. ............................................................ 196
4.6. Los Intelectuales y el Poder: Los Límites de la Apertura y la Persistencia de una Tradición. ................................................................................................................. 199
4.7. México como Generador de Cambio en Materia Cultural. ................................... 203
4.8. La Conjugación entre Cultura Tradicional y Cultura Moderna en el Contexto de la Globalización en México. .................................................................................. 215
4.9. La Presencia de las Comunidades Étnicas como Portadoras de la Cultura Tradicional. ..................................................................................................................... 222
4.10. La Economía Creativa como Propuesta para el Desarrollo Integral. ............. 225
4.11. Revisión al Sector Cultural de México, la Creación de una Política de Estado en Materia Cultural. ....................................................................................................... 244
CONCLUSIONES. ....................................................................................................................... 270
BIBLIOGRAFÍA. ........................................................................................................................... 281
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
1
INTRODUCCIÓN
Nuestra Constitución Política contiene en sus primeros veintinueve artículos las
denominadas garantías individuales, es decir, un conjunto de derechos públicos
subjetivos que el gobernado tiene frente al Estado y que la doctrina ha clasificado
en: garantías de libertad, de igualdad, de seguridad pública y de propiedad.
Existen tanto garantías individuales como garantías sociales, las primeras se
conceden al individuo en cuanto a un ser particular o individual, mientras que las
segundas son dirigidas a un grupo social determinado, como los obreros,
campesinos y los grupos indígenas.
De la lectura de los veintinueve primeros artículos de la Constitución se desprenden
muchos derechos a favor del gobernado, de igualdad, libertad, propiedad y
seguridad jurídica, sin embargo, en ellos no se hace alusión alguna a la cultura como
un derecho de todo mexicano.
Un concepto primario de la cultura indica que se entiende por esta todo lo que el ser
humano crea y que nos transmite algún tipo de conocimiento. La cultura es una
actividad inherente al ser humano, lo ha acompañado a través de su desarrollo,
desde los más antiguos pobladores, puede decirse que había un tipo de cultura y
además, cada civilización, cada pueblo y Estado en toda época y lugar, han tenido
su propia cultura.
En este sentido, la cultura ha pasado por varias etapas históricas, desde la etapa
en la que se consideraba como algo clasista o que sólo era destinada a ciertos
núcleos o clases, hasta la etapa actual en la que si bien, la cultura está más al
alcance de las personas, también es cierto que muchos de nosotros no tenemos un
verdadero acceso a ella, con lo que nuestro pueblo sigue en el atraso histórico, en
la ignorancia y sigue siendo presa fácil de las manipulaciones de partidos políticos
e incluso del mismo Estado.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
2
Ya que el estudio y la conservación del patrimonio, el fomento a la creación artística
y la difusión cultural que hacen las instituciones públicas en México son tareas de
lenta aplicación. Sin embargo, el énfasis mayor en el tratamiento de la cultura
tradicionalmente ha sido puesto sobre el patrimonio cultural. El fomento a la
creación ha recibido en los últimos años atención académica y periodística,
concentrándose en los mecanismos, beneficiarios y el presupuesto para la
asignación de becas y financiamiento de proyectos artísticos. No así, la difusión
cultural, sobre la que existen estudios únicamente en lo tocante a la que llevan a
cabo las instituciones de educación superior.
En términos generales, la gestión y difusión cultural aparece sólo tangencialmente,
en trabajos relativos al consumo cultural y conformación de públicos, economía
cultural, políticas sobre la juventud, e incluso en algunos casos confundiendo la
difusión con la promoción de la cultura. No obstante, las prácticas de difusión han
aumentado exponencialmente en las últimas décadas, tanto en número como en
diversidad.
La difusión cultural mexicana se acercó a las políticas culturales mundiales, al
tiempo que se desligó ideológica y prácticamente de la educación impartida por el
Estado, que durante la mayor parte del siglo XX consideraba a la difusión un medio
para el establecimiento de una cultura e identidad nacionales. Del mismo modo, se
introdujeron en ella la iniciativa privada (empresas, mecenas) y el sector civil
(asociaciones, grupos de creadores, organizaciones no gubernamentales [ONG´s]).
Las instituciones estatales, por su parte, han consolidado sus espacios de difusión
y reforzado conmemoraciones a través de ésta: desde los festivales anuales de
cine, música, teatro, ferias del libro, ediciones de libros, programación radial y
televisiva, y paseos culturales, hasta las más de dos mil trescientas actividades que
se programaron en 2010 para la conmemoración del Bicentenario de la
Independencia y el Centenario de la Revolución, que recibieron —de manera
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
3
presencial y virtual— a millones de personas, dando cuenta del alcance de esta
tarea en la actualidad.
Ello no habría sido posible sin la modificación de las políticas culturales del Estado
Mexicano, gracias a la cual la difusión se ha renacionalizado hasta adquirir un papel
central en las mismas, pero de contenido novedoso. Entonces, la investigación que
aquí se presenta gira en torno a la gestión cultural, que ha llevado a la apertura y
centralidad de la tarea mencionada, lo cual permite rastrear una nueva articulación,
cada vez más consolidada, del Estado en y con la sociedad en el terreno cultural.
Para el abordaje de tal diversidad, se ha planteado en los organismos
internacionales la reestructuración del papel del Estado en el campo cultural, y se
hacen presentes nociones como las de democratización de la cultura y derecho de
acceso a la misma, que si bien declarativamente se presentan como intentos de
acercar diversas manifestaciones culturales a la mayor parte de la población,
implican fundamentalmente, en la práctica, una apertura hacia el consumo simbólico
que puede ser llevado a las masas. Pero también se ha caminado en el terreno de
la democracia cultural, que apuesta por el reconocimiento de que la cultura es
producida por diversos grupos y comunidades, y no sólo recibida por ellos.
En ese sentido, y hablando del caso mexicano, uno de los aspectos que se han
modificado es el de la difusión cultural, que, al mismo tiempo que ha adquirido una
relevancia cada vez mayor en las políticas culturales estatales, ha cambiado
profundamente de sentido, en tanto que: a) se ha autonomizado y se asume como
una práctica independiente de la educación y b) se han incorporado paulatinamente
otros sectores de la sociedad en los espacios del sector cultural que antes eran
dominio privilegiado del Estado. Así, tal como señala Eduardo Cruz Vázquez, a
partir de 1988 es posible hablar de cuatro subsectores que participan activamente
en el sector cultural (una tendencia que ha ido incrementándose con el tiempo): “El
del Estado, el de las micro, pequeñas y medianas empresas, el de los organismos
asistenciales y de cooperación-coproducción internacional, y el de las grandes
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
4
empresas e industrias culturales”. Sin embargo, las instituciones estatales siguen
siendo los agentes poco participativos en el sector.
No debe perderse de vista el hecho de que la modificación del campo cultural en
México, está articulada y coincide cronológicamente con una serie de cambios en
todas las dimensiones de la vida social nacional: la pérdida de centralidad del
Estado y las reformas estructurales, la apertura económica, los procesos de
democratización, y el reacomodo del poder legislativo (en cuyo seno se crearon por
primera vez las comisiones de cultura en 1988).
Todo ello sin dejar de lado el trastrocamiento, en las últimas décadas, de una serie
de modelos de relación social, que en el terreno cultural se han traducido en un
conjunto de iniciativas donde creadores, empresarios y comunidades tanto urbanas
como rurales reclaman para sí la posibilidad de ejercer sus prácticas, dotarlas de
sentido y aprovecharlas como fuente de ingresos o de desarrollo económico sin la
intervención del Estado o poniendo límites a ésta.
La política cultural contemporánea en México muestra continuidad desde 1988 y se
extiende hasta el presente, y sus bases ideológicas, jurídicas y operativas se
asentaron durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), aunque ya
hay algunos intentos en ese sentido desde principios de la década de los 80, con la
inscripción (tardía, por cierto) de México en las políticas culturales de la globalidad.
Esta situación nos ha motivado para llevar a cabo el presente trabajo de
investigación en el que analizamos esta situación y pretendemos como premisa
principal, que, a través de las razones y consideraciones de orden práctico y jurídico,
se pueda elevar a una garantía social el derecho a la cultura de todos los mexicanos,
como un mandato imperioso de nuestra Carta Fundamental.
Consideramos que sólo mediante esta reforma y adición constitucional y a las leyes
reglamentarias correspondientes se podrá erradicar tanta ignorancia y
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
5
desconocimiento de nuestro pueblo, pues el arma fundamental que nos permitirá
enfrentar los nuevos y futuros tiempos de grandes cambios y de fenómenos
mundiales como la globalización. El conocimiento nos permitirá sin duda, ser más
libres y mejores personas. Por esto, esta investigación tratará de establecer la
importancia y necesidad de que haya un real y práctico acceso a la cultura para
todos los mexicanos, sin importar su condición económica, social, racial o religiosa.
Debemos aprender de muchos de los países del primer mundo en los que el
conocimiento está garantizado por el Estado, con lo que sus ciudadanos tienen un
mejor nivel de vida.
En vista de ello, en el primer capítulo desarrollaremos la temática de la cultura como
una atribución del Estado Mexicano, donde se justifican y explican las definiciones
Cultura y Estado. Partimos de una revisión de las líneas generales que ha seguido
el campo cultural en el país, cuyos límites de posibilidad han sido delineados en los
documentos internacionales que ha suscrito el Estado mexicano a partir de su
puesta en marcha en relación a la cultura. Se indican entonces el surgimiento,
generaciones y contenidos de las políticas culturales, y cómo se entrelaza la gestión
cultural con las distintas formaciones discursivas, paradigmas de la política cultural
y modelos de infraestructura cultural que se han postulado en el mundo y en la
nación. Además, se establece la distinción entre la cultural como universo simbólico
y la promoción de la cultura, que, aunque son actividades íntimamente ligadas, son
distintas, a pesar de que en múltiples documentos oficiales aparecen confundidas o
definidas con poca claridad.
A lo largo del segundo capítulo se mostrará cómo en la difusión se condensa, en el
campo cultural, un proceso amplio de transformación social que implicó el viraje
hacia una economía y sociedad de mercado. Ello envolvió no sólo el recorte de los
Estados nacionales y la desestatalización de la sociedad, sino la apertura a la
participación ciudadana y la democratización, que se constituyó desde entonces en
referente omnipresente. Del mismo modo, se analiza el agotamiento de un discurso
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
6
sobre la historia que asumía la existencia de contenidos unívocos que sustentaban
una identidad nacional. Se expone también la construcción de un discurso
ideológico que desvincula la cultura de la educación y la articula con la economía,
lo que ha llevado a que la difusión de la cultura se conciba ligada al entretenimiento
mediático, la virtualidad y la publicitación de la cultura.
En el capítulo tercero. Tal importancia de la cultura obliga a estudiar qué hacen u
omiten los gobiernos en México al respecto: qué rubros consideran, cuáles se
plantean como prioritarios y cuáles son mantenidos al margen en su gestión
gubernamental lo que permite saber qué es la cultura en México. En este sentido,
es indispensable conocer el papel del Estado en las leyes de desarrollo cultural que
hay en cada entidad, así como los artículos de la Constitución que hacen referencia
a la cultura, el Programa Especial de Cultura y Arte 2014-2018, y la Declaración
Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural.
En el Capítulo cuarto, hablamos y exponemos la necesidad de que el derecho a la
cultura que todas las personas tenemos, sea elevado a rango de garantía social,
con lo que efectivamente podamos tener acceso a un derecho determinado por
ordenamientos internacionales como la célebre Declaración Universal de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1787 y de 1945. Asimismo, la formulación
de la política cultural trazada en el gobierno de Salinas, fue de la mano del proceso
de modernización del país que se estableció como objetivo fundamental en todos
los ámbitos de la vida pública (económico, político, cultural y social) en el
mencionado sexenio, y que todavía hoy tiene vigencia. La modernización se
prescribió como vía para la reinserción de México en el nuevo orden mundial, pero
se la construyó también como respuesta a las exigencias sociales que pugnaban
por la articulación de un nuevo orden nacional, que diera cabida a una mayor
participación social.
Finalmente, cabe señalar que la investigación brinda una perspectiva sobre cómo
la gestión cultural se convirtió, abierta pero discretamente, en el centro de las
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
7
políticas culturales y las disputas sobre la definición de la cultura y su administración
estatal. El proceso recorrido desde la búsqueda de legitimación para la fundación
del Conaculta, en 1988, en un sentido alcanza su cúspide con la desaparición del
mismo y su sustitución por la mencionada Secretaría de Cultura en 2015.
El diseño de la investigación es de naturaleza no experimental, descriptiva y
observacional, es decir, se han identificado y descrito los principales elementos y
características de la política cultural en México, para lo cual, se requirió la consulta
y revisión de fuentes y bases de datos del pasado; en particular se utilizó los
elementos que ofrecen las fuentes bibliográficas y hemerográficas disponibles,
proponiendo una visión crítica sobre el material seleccionado para evitar cualquier
sesgo ideológico.
Debe señalarse que las fuentes bibliográficas consultadas se encuentran
adecuadamente registradas en el apartado Bibliografía, pese a que en algunas
referencias no fueron consideradas para su integración en el cuerpo de la
investigación, sin embargo, facilitaron elementos para contrastar, validar o refutar la
información obtenida en otras fuentes.
Asimismo, en cuanto al diseño de la investigación se encuentra el haber sido de
carácter retrospectivo y transversal, dado que se trabajó con información obtenida
con anterioridad al proyecto y con fines ajenos al trabajo de investigación, así como
el que se mide una sola vez las variables en un momento determinado.
De esta manera el tipo de estudio se caracteriza por ser de tipo exploratorio, el cual
permite “preparar el terreno” para investigaciones posteriores de mayor profundidad
y con objetivos más precisos, conforme a la definición Movimiento Ciudadano como
línea de profundización, considerando donde requiera análisis más puntuales. Lo
anterior con el interés de ofrecer a simpatizantes, militantes y ciudadanía en general,
elementos de juicio para definir su postura política – ideológica sobre este tema.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
8
En este sentido, el diseño de la investigación busco ante todo allegarse de una
visión integral de las variables, actores y circunstancias del sector de la cultura en
México y que dan cauce para la definición de una política de estado, distinguiendo
su problemática y las áreas de oportunidad para insertarse como elemento de
desarrollo y justicia social.
En esta parte, se realizó una revisión suficiente de la bibliografía y fuentes
disponibles con el fin de discernir el material que atendiera de mejor manera el
objetivo y propósito encomendado para la investigación, en este sentido, fue
necesario prescindir de algunas de ellas en razón de la dificultad manifiesta de
acceder al material y también debido a que la profundidad y contenido del material
difería sustancialmente del perfil definido para la investigación. No obstante, se
integró una base de datos bibliográficos que pudiera ser útil para futuras
investigaciones, conforme la línea de investigación definida con Movimiento
Ciudadano.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
9
CAPÍTULO I. LA CULTURA COMO ATRIBUCIÓN DE ESTADO MEXICANO.
1.1. Cultura: Atribución del Estado.
No, no es la personalidad lo que establece la verdadera continuidad humana: el
heredero directo de Alejandro es César, no el débil infante nacido de una princesa
persa en una ciudadela de Asia… Marguerite Yourcenar “Memorias de Adriano” En
este capítulo se definirán los conceptos clásicos de la cultura que despierta y emana
este gobierno nacional a la naciente población.
De principio, es necesario declarar que no hay unanimidad cuando se debate acerca
de la Cultura, las definiciones en torno a ella son diversas, hay teóricos que la
reducen al ámbito artístico, otros la usan para distinguir entre lo trivial y lo culto, o
bien, hay quienes se centran en sus funciones, es decir, en lo que debe hacer y no
en lo que es.
Ejemplo de esos teóricos de la Cultura es Herbert Marcuse para quien la cultura es
el conjunto de objetivos morales, intelectuales y estéticos por los que una sociedad
se organiza. Otro más es Manuel Castells que señala como propósito de la cultura
la formación de identidad como fuente de sentido, la manera en que se establece la
diferencia entre el ‘yo’ y los ‘otros’.
También nos encontramos con Fredric Jameson, teórico posmoderno para quien
“hoy la cultura no está rodeada de la semi-autonomía de la que antes disponía, lo
cual no quiere decir que se extinga, sino que se expande en el ámbito social, hasta
el punto que se dice que todo lo que contiene la vida social se ha vuelto cultura
(Herbert Marcuse: 1998, p. 45).
Un último ejemplo es Kenneth Frampton, arquitecto y escritor inglés quien aborda
la relación cultura/civilización y menciona que desde la época de la Ilustración “la
civilización se ha preocupado esencialmente de la razón instrumental, mientras que
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
10
la cultura se ha dirigido a los detalles específicos de la expresión” (Kenneth
Frampton: 2015).
Estos autores que brevemente se acaban de mencionar, han sido elegidos de forma
arbitraria únicamente para mostrar la diversidad de perspectivas desarrolladas en
torno a la cultura, mismas que, aunque no son erróneas, son reduccionistas.
Debido a esta variedad de teorías que, como se explicó, oscilan entre los que
suponen que todo es cultura y quienes la equiparan con la estética, con lo intelectual
o con la parte expresiva del hombre, es necesario señalar límites.
1.2. Cultura.
El concepto Ernst Cassirer, filósofo alemán, es considerado pionero en definir la
cultura desde la antropología de ahí que aun cuando hay textos de otros
antropólogos que también explican la configuración del ámbito cultural, se prefieran
sus teorías.
Él define al hombre como un animal simbólico y a la cultura como la realidad en la
que se desenvuelve y que se constituye por lenguaje, mitos, religión, ciencia, arte e
historia. En su libro “Antropología filosófica” precisa que:
La cultura humana, tomada en su conjunto, puede ser descrita como el proceso de
la progresiva auto liberación del hombre. El lenguaje, el arte, la religión, la ciencia
constituyen las varias fases de este proceso. En todas ellas el hombre descubre y
prueba un nuevo poder, el de edificar un mundo suyo, un mundo ideal. […] Todas
estas funciones se completan y complementan, pero cada una de ella abre un nuevo
horizonte y muestra un nuevo aspecto de lo humano (Ernst Cassirer: 2012, p. 334).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
11
Señala a la naturaleza animal como una etapa inferior que el hombre supera a
través de la cultura al configurar una realidad distinta a la que le ofrece el mundo
natural para transformarse en un animal simbólico (Ibíd., p. 49). Expone que:
…el hombre no sólo vive en una realidad más amplia sino, por decirlo así, en una
nueva dimensión de la realidad. […] El hombre ya no vive solamente en un puro
universo físico sino en un universo simbólico. El lenguaje, el mito, el arte y la religión
constituyen partes de este universo, forman los diversos hilos que tejen la red
simbólica, la urdimbre complicada de la experiencia humana (Ibíd., p. 47).
Para Cassirer los pilares de la cultura son el lenguaje, el mito, el arte, la religión y la
ciencia, y se vinculan entre sí creando una realidad simbólica que trasciende a la
realidad física.
Esta espontaneidad y productividad constituye […] el poder supremo del hombre y
señala, al mismo tiempo, los confines naturales de nuestro mundo humano. En el
lenguaje, en la religión, en el arte, en la ciencia, el hombre no puede más que
construir su propio universo simbólico que le permite comprender e interpretar,
articular y organizar, sintetizar y universalizar su experiencia (Ibíd., pp. 323-324).
Este mundo nuevo está integrado por los productos de las interpretaciones de los
individuos y, al mismo tiempo, es la plataforma desde donde estos comprenden a
los demás y sus expresiones. Lo cual quiere decir que es inútil la búsqueda de
reglas, ya que lo que deriva de la interpretación depende de las circunstancias y,
por tanto, cambia a cada instante junto con éstas.
De ahí que el antropólogo Clifford Geertz, al citar al Max Weber, escriba que “el
hombre es un animal inserto en tramas de significación que él mismo ha tejido, el
análisis de la cultura ha de ser, por lo tanto, no una ciencia experimental en busca
de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significaciones” (Clifford
Geertz: 2006, p. 20).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
12
1.3. Universo simbólico.
Cada ámbito de la cultura tiene sus particularidades que son necesarias para
comprender la amplitud del universo simbólico. A sabiendas de que no hay
explicación suficientemente vasta, a continuación, retomando a Cassirer se
describirán brevemente los ámbitos del universo de la cultura.
Mitos El mito es representación y al mismo tiempo es más que eso. En él se sintetiza
la idea y la expresión, “ofrece un rostro doble, por un lado, nos muestra una
estructura ‘conceptual’, y por otro una estructura ‘perceptual’, no es una masa de
ideas sin organización. Si el mito no percibiera el mundo de modo diferente no
podría interpretarlo a su manera” (Ernst Cassirer, Op. Cit., p. 119).
El propósito del mito es comunicar una perspectiva sobre el mundo. Lo que expresa,
aunque podría parecer incoherente o confuso, debe ser comprendido por un
observador para encontrar su intención última, es decir, debe ser interpretado.
Complementando la explicación de Cassirer, el antropólogo Olaf B. Rader señala
que el mito es “una historia originaria, legitimadora que tiene trascendencia en la
constitución de grupos. Cada comunidad ha tenido que remontarse a temas míticos
para su auto-representación al exterior y para su integración al interior” (Olaf B.
Rader: 2006, p. 25).
De esta manera, los mitos no sólo son historias que exponen posturas ante el
mundo o interpretaciones de una realidad externa a los hombres, sino que los
mismos sujetos son parte de esa realidad que han creado, es decir, los individuos
son lo que ellos piensan y han decidido ser a través de sus creaciones míticas.
Un mito tampoco es estático, al ser una construcción de la realidad cambia junto
con ella. Sus expresiones explican la relación con la naturaleza, la vida, el hombre,
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
13
así como el vínculo que los hace parte de un todo: “para el sentir mítico y religioso
[…] el hombre no ocupa un lugar destacado en esta sociedad; forma parte de ella,
pero en ningún aspecto se halla situado más alto que ningún miembro” (Ernst
Cassirer, Op. Cit., p. 129).
Religión Cassirer relaciona la religión con el mito, la primera se nutre del segundo
de la misma manera que en el mito se encuentran elementos religiosos. Desde su
perspectiva, el objetivo de las religiones es aliviar la carga del tabú, y “la esencia del
tabú consiste en que, sin consultar la experiencia, declara a priori que ciertas cosas
son peligrosas” (Ibíd., p. 159).
Cuando el hombre rompe un tabú o traspasa la línea de lo permitido, viene el
arrepentimiento, y es así que la religión no sólo señala los límites de lo bueno sino
también sana las heridas de la conciencia.
Clifford Geertz cita a George Santayana para decir que “toda religión viva y
saludable tiene una marcada idiosincrasia. Su poder consiste en su mensaje
especial y sorprendente y en la orientación que la revelación da a la vida. Los
panoramas que abre y los misterios que propone son otro mundo en el cual vivir; y
otro mundo en el cual vivir es lo que entendemos por tener una religión” (Clifford
Geertz, Op. Cit., p. 87).
Si Geertz considera a la religión como las ideas que dirigen la conducta en un
terreno distinto al que se percibe de forma inmediata creando un mundo organizado
en ciertos valores y comportamientos al que sus adeptos aspiran, resulta claro que
la experiencia religiosa sea parte de la cultura.
Cassirer precisa que la religión es la forma primaria que el hombre desarrolla para
explicar su entorno, aunque paulatinamente sea reemplazada por la ciencia,
menciona que “los ritos religiosos avanzan únicamente donde falla el conocimiento.
En ellos el hombre trata de obtener milagros, no porque ignore los límites de sus
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
14
fuerzas mentales, sino, por lo contrario, porque los conoce plenamente” (Ernst
Cassirer, Op. Cit., p. 125).
Esto significa que contrario a lo que se piensa, no es la ignorancia lo que crea la
religión sino una aceptación de los alcances restringidos del hombre.
Arte Cuando desarrolla el tema del arte, Cassirer define al artista como al creador
por excelencia, “lo mismo que las demás formas simbólicas, tampoco es el arte
mera reproducción de una realidad acabada, dada. Constituye una de las vías que
nos conducen a una visión objetiva de las cosas y de la vida humana. No es una
imitación sino un descubrimiento de la realidad” (Ibíd., pp. 213-214).
Sin importar la disciplina artística (danza, artes visuales, música, letras, teatro),
todas usan códigos y lenguajes distintivos. Como cada creación responde a un
momento determinado, ninguna ejecución es igual a otra. En cada obra artística se
concreta el pensamiento del artista en un tiempo y espacio que jamás se repetirá.
Por medio del arte, se conocen mundos que nacen de la imaginación del creador
quien no copia las imágenes, sonidos o movimientos de la realidad inmediata, sino
que los interpreta y, por tanto, los reconstruye. Cada artista es un punto de vista y
muestra qué y cómo ve la realidad que lo rodea.
Los objetos no llegan de forma directa a su mente, su sensibilidad y creatividad es
el lente a través del cual, percibe. Quizá para el científico la naturaleza tiene cierta
permanencia: su composición química, física o ciertas propiedades, pero no es así
en el arte donde los objetos son afectados por la luz, el viento, la perspectiva o
estado de ánimo de quien los observa, es decir, jamás son estáticos, se
transforman.
Historia Sobre la historia, Cassirer la considera la verdadera naturaleza del hombre,
estudiarla sirve no para predecir sino para comprender el pasado y con ello, la vida
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
15
humana, argumenta que “las obras humanas son vulnerables, aun persistiendo, su
existencia se halla en constante peligro de perder su sentido. Su realidad es
simbólica y no física, y exige una interpretación y reinterpretación incesantes. Aquí
es donde comienza la gran tarea de la historia” (Ibíd., p. 271).
Ahí estriba la relevancia de la difusión y resguardo de la historia oficial: en ella se
define la naturaleza de una nación y se garantiza la permanencia de las obras
humanas. Todo lo creado por el hombre tiene la posibilidad de trascender, esa es
la opción que la historia ofrece al hombre para no morir.
El filósofo mexicano, Guillermo Hurtado, ubica la crisis de nuestro país precisamente
en la desvinculación con la historia, porque si no hay una historia nacional ¿hacia
dónde dirigir el porvenir?, precisa que “en la democracia siempre tiene que haber
un campo abierto para la pluralidad de las interpretaciones sobre el pasado, y lo que
ha de determinar cuál de ellas será la base del acuerdo social es, además de su
rigor académico, su dimensión de sentido colectivo” (Guillermo Hurtado: 2011, p.
81).
Hurtado, igual que Cassirer, explica la necesidad de interpretar la historia para
seleccionar la que se considerará como oficial. Incluir o excluir versiones es
necesario únicamente si con esto se contribuye a la integración colectiva.
Ciencia La ciencia, por su parte, se caracteriza por la definición de métodos que
permitan sistematizar la realidad. A través de las matemáticas, la física, la química
o la biología, se descubre el funcionamiento de la naturaleza.
Cassirer dice que la ciencia “busca en los fenómenos algo más que semejanza,
busca orden” (Ernst Cassirer, Op. Cit., p. 307), sin embargo, las obras científicas no
son una recolección de hechos, son obras teóricas y, por lo tanto, también
construyen una realidad: la de los procesos biológicos, físicos, químicos o
matemáticos.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
16
Es pertinente citar la ponencia que el físico y escritor C. P. Snow dio en la
Universidad de Cambridge en 1959, en ella expuso su preocupación por el
distanciamiento entre la ciencia y lo que él llamó “los intelectuales literatos”.
Si bien podrían hacerse diversas críticas a sus argumentos deterministas, su
inquietud central es válida y vigente: propone que un mejoramiento de las
condiciones sociales y políticas es viable a través del avance científico.
Es posible llevar a cabo la revolución científica en la India, en África, en el sudeste
de Asia, en América Latina y en el Oriente Medio, en unos 50 años. El hombre de
occidente no tiene excusa para ignorar este hecho, ni para ignorar que esta
revolución es la única manera de eludir las amenazas a las que nos enfrentamos.
Ésta es una de esas situaciones en las cuales el peor de los crímenes es la
ignorancia (Charles Percy Snow: 2013, pp. 77-78).
Snow y Hurtado apuntan a la educación como una vía que resolvería gran parte de
los problemas que se padecen (sociales, políticos o económicos) (Ibíd., p. 40),
porque a través de la escuela se trasmitirían las actitudes y métodos científicos, así
como la historia oficial y los valores nacionales.
Lenguaje, Por último, al lenguaje se le considera “el sistema de comunicación más
poderoso y eficaz, el atributo más típicamente humano, y universalmente
reconocido como único del hombre” (Pio E. Ricci Bitti y Bruna Zani: 1990, p. 93).
Para explicar los atributos del lenguaje, Cassirer cita a Herder y dice que “no es un
objeto, no es una cosa física para la cual tengamos que buscar una causa natural o
sobrenatural; es un proceso, una función general de la psique humana” (Ernst
Cassirer, Op. Cit., p. 68).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
17
Luego retoma a Guillermo de Humboldt para señalar que la diferencia real entre las
lenguas no es de sonidos o de signos sino de perspectivas cósmicas o visiones del
mundo, luego entonces, el lenguaje, que posibilita la comunicación, es un fenómeno
social porque a través de él se crea una realidad.
Para reafirmar la perspectiva del lenguaje como aquel con la capacidad de crear,
Marx y Engels primero explican que la conciencia y el espíritu son atributos
humanos.
En este punto nos encontramos ante un círculo que relaciona nuestros conceptos
principales: un Estado se define a través de la selección de una cultura oficial que
difunde una lengua específica, perspectivas artísticas, métodos científicos, visiones
sobre el mundo, fundamentos religiosos, y la historia desde la que sus ciudadanos
se explican a sí mismos.
Con la vinculación de estos conocimientos (arte, ciencia, religión, mito e historia) el
lenguaje diseña un tipo de comunicación en el que se concreta la conciencia y, al
mismo tiempo, se crean formas como los grupos sociales, comunidades, o Estados,
los cuales, a su vez, apoyan y determinan una cultura oficial que, por supuesto,
trasmitirá una cultura oficial, es decir, que se crea a sí misma.
1.4. Cultura desde el Estado Mexicano.
Clifford Geertz escribe que “la cultura no es una entidad, algo a lo que puedan
atribuirse de manera causal acontecimientos sociales, modos de conducta,
instituciones o procesos sociales; la cultura es un contexto dentro del cual pueden
describirse todos esos fenómenos” (Clifford Geertz, Op. Cit., p. 27).
Y de esta manera, coincide con Cassirer porque ese contexto que menciona no es
más que el universo del entramado simbólico desde donde todas las acciones
encuentran un sentido y una explicación.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
18
Ahora bien, aun cuando la cultura puede ser, de forma restringida, un conjunto de
elementos estéticos, o desde la antropología, formas simbólicas o un contexto de
interpretación, cuando hablamos de cultura de Estado o de la cultura desde el
Estado, ésta tiene como fin civilizar a sus hombres por medio de la violencia
simbólica.
Violencia y hegemonía simbólica Para Pierre Bourdieu la violencia que ejerce la
cultura no es física, es decir, no deriva del incumplimiento de las leyes, ya que las
cadenas de la cultura son más complejas porque son invisibles: son simbólicas.
Y la violencia simbólica no se percibe, se establece a través de la asignación de
nombres a personas, conductas, situaciones… Por lo que se encuentra en la
reproducción de las estructuras del Estado: clases sociales, estatus, roles de
género, entre otros. Dice Bourdieu que “podemos imaginar a muchos agentes
luchando todos contra todos por aspirar al monopolio de la violencia simbólica
legítima, de la denominación, por la facultad de nombrar” (Ibíd., p. 98).
Por tanto, la violencia simbólica es exclusiva de los hombres porque requiere de la
capacidad para desarrollar un lenguaje: “no poseemos ninguna prueba psíquica de
que ningún animal traspasara jamás la frontera que separa el lenguaje proposicional
del emotivo. El llamado lenguaje animal expresa diversos estados del sentimiento,
pero no designa ni describe objetos” (Ernst Cassirer, Op. Cit., p. 175).
Además, la habilidad de nombrar se concreta por excelencia en las leyes porque en
ellas se especifican los valores culturales legítimos y, de forma implícita, se excluye
a los que no lo son, y así se “utiliza el recurso simbólico universal que consiste en
movilizar aquello sobre lo que todo el grupo se supone que está de acuerdo. No se
moviliza el consenso, sino que se moviliza la doxa” (Pierre Bourdieu. Op. cit., pp.
54-55).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
19
Profundizaremos en el tema de la violencia con Norbert Elías. Desde su perspectiva
no siempre se hace uso de la fuerza porque cuando existe un acuerdo sobre algún
aspecto y éste se generaliza como el válido, las normas se asimilan a la estructura
del pensamiento como “lo que debe ser de esa manera”.
Es decir, la cultura oficial delimita los espacios, las estructuras, y éstas se mantienen
no en la fuerza sino en la interiorización de las convenciones sociales.
… a partir de la Edad Media y del Renacimiento temprano se da un
aumento especialmente fuerte del autocontrol individual, especialmente
de este mecanismo automático, independiente del control externo al que
nos referimos hoy día con conceptos como “interiorizado” o
“internalizado” (Norbert Elías: 1987, p. 41).
Luego menciona que “característica de este avance de la civilización, son las
autocoacciones fortalecidas que impiden a todos los impulsos espontáneos
expresarse de modo directo en acciones, sin la interposición de aparatos de control”
(Ibíd., p. 42).
Lo que implica que la cultura sea el instrumento de control que posibilita la
civilización porque a través de la interiorización de normas, las acciones ya no son
la expresión de los impulsos sino el resultado de un proceso de reflexión que antes
de actuar considera las convenciones sociales, sus reglas, hábitos y costumbres.
En este sentido, Bourdieu explica que el Estado:
… se define por la posesión del monopolio de la violencia física y simbólica
legítima. […] en la medida en que el monopolio de la violencia simbólica
es la condición de la posesión del ejercicio del monopolio de la violencia
física misma (Pierre Bourdieu. Op. Cit., p. 14).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
20
La idea citada es fundamental: monopolizar la violencia física sólo es posible si se
obtiene la simbólica. Es decir, en un inicio no es la fuerza sino el dominio sobre los
símbolos.
Y es de esta manera que al determinar lo oficial también se señala lo no oficial, tal
distinción es la base sobre la que se sostiene el uso de la violencia física.
O como diría Antonio Gramsci, es “sólo la lucha con su éxito, con el que se
manifiesta una historia permanente, dirá qué es lo racional o irracional, qué es
‘digno’ de vencer” (Antonio Gramsci: 1984, p. 17).
El Estado no sólo monopoliza el capital simbólico ni lo universaliza para señalar lo
oficial y legítimo, también naturaliza sus decisiones para que nadie cuestione que la
realidad pueda constituirse de otra manera, “el Estado fortalece un punto de vista
entre los demás. Es un efecto de divinización. Y para ello debe convencer de que él
mismo no es un punto de vista, es esencial que haga creer que es el punto de vista
sin punto de vista” (Pierre Bourdieu. Op. Cit., p. 47).
Lo que significa que los valores culturales no son naturales sino delimitados por el
Estado. Por mencionar un ejemplo:
… los términos griegos y latinos para designar la luna, no expresan, aunque
se refieran al mismo objeto, la misma intención o concepto. El término griego
(men) denota la función de la luna para medir el tiempo; el término latino (luna,
luc-na) denota la luminosidad o brillantez de la vida (Ernst Cassirer, Op. Cit.,
pp. 201-202).
Los argumentos de Gramsci sobre la hegemonía vienen a fortalecer esta idea de
Estado, no sólo por lo que implica el concepto, sino porque el propio autor señala
que “los servicios intelectuales son elementos de hegemonía, o sea de democracia
en sentido moderno” (Antonio Gramsci: 1999, p. 145), es decir, la democracia que
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
21
conocemos requiere de hegemonía y ésta se conforma por servicios intelectuales
que son, al mismo tiempo, servicios culturales.
Gramsci narra que mientras no hay una decisión, hay guerra, pero cuando alguna
postura gana, todo el aparato hegemónico se despliega para proteger una postura
oficial naturalizándola:
En la política la ‘guerra de posiciones’, una vez ganada, es decisiva. O sea que en
la política subsiste la guerra de movimientos mientras se trata de conquistar
posiciones no decisivas y por lo tanto no son movilizados todos los recursos de la
hegemonía y del Estado (Antonio Gramsci: Op. Cit., p. 106).
De no existir una decisión a tiempo, deviene la crisis de la hegemonía del Estado y
con esto, su desequilibrio y desintegración. Dice Gramsci que la crisis se exhibe en
“la creciente dificultad de formar los gobiernos y en la siempre creciente
inestabilidad de los mismos gobiernos” (Antonio Gramsci, Op. Cit., p. 81).
El Estado, como lo menciona Bourdieu, no sólo descansa en la espada, en la fuerza,
o en la violencia, sino en los símbolos que respaldan el ejercicio de la fuerza y en la
hegemonía que, de acuerdo a Gramsci, “presupone una cierta colaboración, o sea
un consenso activo y voluntario (libre), o sea un régimen liberal-democrático”
(Antonio Gramsci, Op. Cit., p. 18).
Por tanto, si la hegemonía requiere del consenso, esto sólo es posible en un sistema
democrático que permite el debate, pero también el acuerdo y la conformación de
mayorías que trabajan en proyectos comunes.
La hegemonía o el consenso, se logra al definir una cultura que se consolidará en
perspectivas, contextos o los referentes válidos para que los individuos se
relacionen y vinculen en sociedad.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
22
Asimismo, la cultura ayuda a delinear un tipo de opinión pública, elemento clave en
la generación de hegemonía.
Lo que llamamos ‘opinión pública’ está estrechamente vinculado con la hegemonía
política, es el punto de contacto entre la ‘sociedad civil’ y la ‘sociedad política’, entre
el consenso y la fuerza. […] La opinión pública tal como hoy se entiende, nació en
la víspera de la caída de los Estados absolutos. La opinión pública es el contenido
político de la voluntad política pública: por eso existe la lucha por el monopolio de
los órganos de la opinión pública: periódicos, partido, parlamento, de modo que una
sola fuerza modele la opinión y con ello la voluntad política nacional, convirtiendo a
los disidentes en un polvillo individual e inorgánico (Ibíd., pp. 196-197).
En el absolutismo, por ejemplo, hay fuerza, pero no hegemonía porque no se aspira
a un consenso con la opinión pública. Es decir, la violencia, la agitación y la táctica,
da dominio, pero no hegemonía, ésta requiere consenso, civilización, propaganda y
estrategia (Ibíd., pp. 259-260).
Lo anterior no significa que no exista la fuerza o que desaparezca, Gramsci también
menciona que “la hegemonía se caracteriza por la combinación de la fuerza y del
consenso que se equilibran diversamente, sin que la fuerza domine demasiado al
consenso, incluso tratando de obtener que la fuerza parezca apoyada en el
consenso de la mayoría, expresada por los llamados órganos de la opinión pública
–periódicos, [parlamento] y asociaciones” (Antonio Gramsci, Op. Cit., p. 81).
Lo que implica que la fuerza es necesaria, pero debe estar o al menos parecer que
está sostenida sobre un consenso que se expresa a través de los generadores de
la opinión pública: los medios de comunicación, los actores oficiales, y las leyes que
derivan del parlamento o, en el caso de México, del congreso.
Una vez definida la opinión oficial, las opiniones inconformes estarán al margen del
curso normalizado de la vida, y serán, como apuntó Gramsci, ‘polvillo individual e
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
23
inorgánico’. Con esta expresión, acentúa que, al no estar dentro de la norma, las
personas se desintegran en algo tan frágil e insignificante como el polvo, y se
transforman en lo inorgánico, es decir, en lo no vivo, algo que no produce,
intrascendente.
A propósito, hay que destacar que entre los órganos generadores de opinión que
Gramsci menciona, se encuentra el parlamento, es decir, el grupo de legisladores
que promulgan leyes para organizar a los ciudadanos, su extorno y sus expresiones.
Por lo que se reafirma la necesidad de revisar el trabajo legislativo para conocer la
personalidad de la opinión pública mexicana sobre cultura.
En este sentido, con la revisión y organización de la información vertida en las leyes
sobre desarrollo cultural es posible saber qué valores han ganado en las guerras de
posiciones, o bien, qué considera el Estado como cultura.
Por eso Bourdieu relaciona al poeta con el legislador en su capacidad de crear, son
ellos quienes “pueden hacer que existan cosas que no deberían existir, pueden
convertir en nombrarle lo innombrable, lo que significa que se puede hablar de ello
en público, y se puede dar la palabra en público a alguien innombrable hasta
entonces” (Pierre Bourdieu. Op. Cit., p. 90).
El legislador al igual que el poeta, especifica el significado de los conceptos y
marcan los límites del campo social. De esta manera, define nuevas circunstancias
y a los actores que pueden opinar sobre un tema.
La cultura es entonces atribución del Estado porque éste para constituirse como tal
monopoliza los valores culturales, los universaliza, genera consenso y hegemonía
para señalar lo legítimo en ese ámbito, lo cual se especifica en la legislación ya que
“uno de los efectos del poder simbólico asociado con la institucionalización del
Estado es la naturalización en forma de doxa” (Ibíd., p. 162).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
24
Lograr la hegemonía y civilizar Para el Estado la cultura tiene una función política
que consigue la hegemonía a través de la violencia simbólica que civiliza a los
individuos por medio de reglas que limitan espacios, temas e interlocutores, así
como por medio de la interiorización de normas que auto limitan el comportamiento.
Por ello, cuando Norbert Elías estudia el proceso de la civilización, explica el origen
y relación entre las palabras ‘civilización’ y ‘cultura’. Dice que “con el término
‘civilización’ trata la sociedad occidental de caracterizar aquello que expresa su
peculiaridad y de lo que se siente orgullosa: el grado alcanzado por su técnica, sus
modales, el desarrollo de sus conocimientos científicos…” (Ibíd., p. 57).
En realidad, tal definición de ‘civilización’ proviene específicamente de Inglaterra y
Francia, en Alemania es diferente, para ellos “civilización significa algo muy útil, algo
que afecta a la exterioridad de los seres humanos. La palabra con la que expresan
el orgullo por la contribución propia es ‘cultura’.” (Ídem).
Es decir, mientras en Francia e Inglaterra ‘civilización’ se refiere a logros de
cualquier ámbito (político, moral, económico), el concepto alemán de cultura está
relacionado con las creaciones artísticas o espirituales.
Lo civilizado también involucra el comportamiento, los buenos modales, las normas
de sociabilización. La diferencia de significados es por la historia de los países de
donde proceden las palabras.
En Alemania “su situación de origen es la de un pueblo que, en comparación con
los otros pueblos occidentales, alcanzó tardíamente una unidad y consolidación
políticas […] en su concepto de cultura se refleja la conciencia de sí misma que
tiene una nación que ha de preguntarse siempre ‘¿en qué consiste en realidad
nuestra peculiaridad?’.” (Ibíd., p. 59).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
25
Continúa diciendo que “las preguntas de ‘¿qué es lo francés?, ¿qué es lo inglés?’
hace mucho tiempo que desaparecieron del ámbito de discusión de la conciencia
propia de los franceses y de los ingleses. La pregunta de ‘¿qué es lo alemán?’ no
ha dejado de plantearse desde hace siglos.” (Ídem).
En síntesis, fue la unidad o división en cada nación lo que propició el desarrollo de,
por decirlo de alguna manera, dos tipos de civilizaciones: una como un conjunto de
conductas aceptadas como adecuadas, y otra como productos artísticos y
espirituales de una clase social específica.
Siguiendo a Norbert Elia, sucedió así porque, por un lado, en Inglaterra y Francia
las clases altas eran las más civilizadas en el sentido de que eran quienes mejor
conocían y usaban los códigos de conducta, la ciencia o los valores que se
generaban en su propia clase, y por su integración social y política, todo este bagaje
se extendió fácilmente a los individuos que pertenecían a otras clases,
civilizándolos.
Escribe Norbert Elías que “en Francia, toda la intelectualidad se reúne en un lugar,
donde mantiene su cohesión en el trato continuo con una buena sociedad más o
menos centralizada; en Alemania, en cambio, con sus múltiples pequeñas capitales,
la intelectualidad se encuentra diseminada a lo largo de todo el país” (Ibíd., p. 78).
Si son los intelectuales quienes generaban las normas culturales, la no integración
del Estado Alemán propició que las barreras entre grupos sociales, incluyendo el de
intelectuales, fueran más grandes, y que no se permitiera que las ideas permearan
a otros grupos.
De forma contraria, en Francia la unión facilitó que lo creado por el grupo
hegemónico, llegara a las demás clases sociales:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
26
“Esta vinculación se mantuvo incluso después de que se hubiera hundido el
antiguo régimen porque, a causa de los contactos estrechos entre los círculos
aristocráticos y los de la clase media, una gran parte de las costumbres
aristocráticas habían pasado a ser costumbres de las clases medias desde
mucho antes de la Revolución. Esto explica por qué la Revolución Francesa
destruyó el antiguo entramado político, pero no la unidad de la tradición en las
costumbres” (Ibíd., p. 95).
De esta manera, Francia es el ejemplo de que cuando un Estado está cohesionado,
las expresiones culturales, aun cuando nazcan o sean propias de una clase social,
se compartirán entre sus ciudadanos.
Ahí donde hay unión se puede cambiar la estructura política pero no la cultural, tal
como sucedió luego de la Revolución Francesa donde aun cuando con ella se
derrocó la monarquía absoluta y con esto se modificó el régimen político de Francia,
los franceses conservaron los principios de su cultura.
Además, Norbert Elías explica que “las clases burguesas tenían ya una importancia
política de que, en cambio, carecían en Alemania donde la intelectualidad se
limitaba a la esfera del espíritu y de las ideas, mientras que, en Francia, la reflexión
de la intelectualidad cortesano burguesa se abre a las cuestiones sociales,
económicas, administrativas y políticas” (Ibíd., p. 89).
Es decir, la unión o carencia de ella también influyó en el tipo de temas que esta
intelectualidad abordó. Ahí donde hubo cohesión, se habló sobre cualquier ámbito,
precisamente porque la relación estrecha con otros sectores facilitó el conocimiento
de la situación de los demás. De manera opuesta, el sectarismo trajo ignorancia de
los procesos de vida de otros grupos sociales.
Por ejemplo, en Alemania la no integración derivó en que la clase media, que no
tenía la formación ni compartía los valores de las clases altas, creara un movimiento
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
27
que nació precisamente en oposición al estilo civilizado de la clase dominante, “los
ataques de esta clase raramente se dirigen contra los privilegios políticos de la
aristocracia cortesana; los ataques se dirigen contra el comportamiento humano de
la aristocracia” (Ibíd., p. 77).
Nos encontramos aquí con una clase social excluida en general de toda
participación política, que apenas piensa en categorías políticas y sólo de un modo
tímido en categorías nacionales y cuya legitimación reside fundamentalmente en
sus realizaciones espirituales, científicas o artísticas. Frente a ella se encuentra una
clase alta que, desde el punto de vista de la otra, no rinde nada y para la cual el
comportamiento distinguido y distintivo constituye el punto central de su
autoconciencia. […] Es la polémica entre el sector intelectual alemán de clase media
y los buenos modales de la clase alta cortesana dominante; polémica responsable
de la antítesis conceptual entre cultura y civilización… (Ibíd., pp. 61-62).
Podemos sintetizar que para que una cultura de Estado logre hegemonía a través
del consenso, es necesario que exista integración, porque si no hay unidad, es decir,
si los referentes culturales no se comparten, tendremos ciudadanos que hablarán
en códigos diferentes y, por tanto, será imposible la civilización, el consenso, la
monopolización del universo simbólico y, en consecuencia, el Estado.
Mantener la hegemonía, sin embargo, no basta con monopolizar los valores o lograr
la hegemonía, hay que conservarla, y esto es posible a través de lo que Louis
Althusser denomina como Aparataos Ideológicos del Estado (AIE). Los menciona
cuando explica que a través de ellos se perpetúa la producción porque los AIE
reproducen las relaciones de producción existentes.
Althusser, retomando a Karl Marx, señala que la base de la sociedad, es decir, la
infraestructura, es la economía y sobre ella se sustenta la superestructura
compuesta por lo jurídico-político y la ideología.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
28
Al margen de si se está o no de acuerdo con la explicación marxiana de la realidad,
es útil para este trabajo considerar sus planteamientos respecto a la manera en que
la ideología contribuye a la reproducción de las relaciones sociales a través de
ciertos aparatos ideológicos, el cultural entre ellos.
Antes de abordar la ideología, es necesario considerar que, desde la perspectiva
marxiana, y tratando de resumir su vasta teoría, el Estado es un aparato represivo
que permite a las clases dominantes asegurar su dominio sobre las clases obreras
para obtener plusvalía.
Pero como ya se ha mencionado, el aparato Estatal de represión no se respalda
únicamente en la fuerza física sino en la simbólica, por lo que no sólo está formado
por la policía, las cárceles, el ejército, el gobierno y la administración, sino también
por los Aparatos Ideológicos de Estado (AIE), y son éstos los que le permiten
preservar el poder.
Lo que distingue a los AIE del Aparato (represivo) de Estado, es la diferencia
fundamental siguiente: el Aparato (represivo) de Estado, funciona mediante la
violencia, mientras que los Aparatos Ideológicos de Estado funcionan mediante la
Ideología (Louis Althusser: 1975, p. 126).
Lo que no significa en los AIE no exista la violencia o que en el Aparato Represivo
no exista la ideología, sino que en cada uno predomina la violencia o la Ideología.
Para Althusser, la ideología tiene dos principalmente significados: como un sistema
de ideas, o bien, desde Marx, como “una representación de la relación imaginaria
de los individuos con sus condiciones reales de existencia.” (Ibíd., p. 146).
La ideología es entonces una ilusión de las relaciones reales de los sujetos, en ella
“los hombres se representan a sí mismos, en forma imaginaria, sus condiciones de
existencia reales” (Ibíd., p. 147), y son imaginarias o subjetivas porque no se
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
29
representan las condiciones de existencia en sí mismas sino la relación del hombre
con esas condiciones, es decir, lo que interpreta de ellas.
Designamos por Aparatos Ideológicos de Estado cierto número de realidades que
se presentan de modo inmediato al observador en forma de instituciones
diferenciadas y especializadas (Ibíd., p. 124).
Althusser propone una lista provisional sobre el tipo de instancias que funcionan
como AIE entre ellos está el religioso, escolar, familiar, jurídico, político (diferentes
partidos), sindical, de la información (medios de comunicación), y el cultural donde
incluye a las letras, las bellas artes y el deporte.
A través del trabajo coordinado entre los Aparatos Ideológicos y Represivos, el
Estado reproduce las condiciones políticas y sociales de producción que, desde la
teoría marxiana, son relaciones de explotación, ya que “mediante el dispositivo
conceptual perfectamente ideológico así constituido (un sujeto dotado de una
consciencia en la que él forma libremente o reconoce libremente ciertas ideas en
las que cree), el comportamiento de dicho sujeto se deduce naturalmente.” (Ibíd., p.
151).
Es decir, los Aparatos Ideológicos, el cultural entre ellos, reconocen que las ideas
de los individuos se reflejan en actos, prácticas y rituales:
Esta ideología habla de actos: nosotros hablaremos de actos insertos en
prácticas, y además indicaremos que estas prácticas están reglamentadas por
rituales en los que dichas prácticas de inscriben, en el interior de la existencia
material de un Aparato Ideológico (Ibíd., p. 153).
Es precisamente el seguir o compartir rituales establecidos lo que vuelve deducible
el comportamiento social; en saber qué conductas esperar de los demás, está el
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
30
éxito de los Aparato Ideológicos que, inculcando ideas, representaciones sociales,
prácticas y rituales, conservan estable al Estado.
Configurar al ciudadano, Por tanto, la relevancia del ámbito cultural estriba en que
en manos del Estado se transforma en un aparato ideológico que en la trasmisión
de valores, prácticas y normas que hacen predecible el comportamiento en
sociedad, forman la identidad de las personas.
Dicho de otro modo, cuando el Estado selecciona los valores culturales que se
enseñarán y difundirán, define la identidad de los hombres que se convertirán en
ciudadanos, es decir, hay una relación íntima entre configurar al ciudadano y
establecer un tipo de cultura. De ahí que se deba pensar la cultura desde un enfoque
social pero también, y sobretodo, político.
Norbert Elías escribe que “conceptos como ‘individuo’ y ‘sociedad’ no se remiten a
dos objetos con existencia separada, sino a aspectos distintos, pero inseparables,
de los mismos seres humanos” (Norbert Elías, Op. Cit., p. 16).
De ahí que, al legalizar los referentes culturales, se definan los valores de
socialización, pero también los de identidad individual. Hay armonía donde lo
personal corresponde a lo social y viceversa.
Asimismo, cuando Louis Althusser explica el funcionamiento de los Aparatos
Ideológicos de Estado, menciona que la ideología, esencia de estos aparatos,
interpela a los individuos en tanto que sujetos:
La categoría de sujeto es constitutiva de toda Ideología únicamente en tanto
que toda ideología tiene la función (que la define) de ‘constituir’ a los individuos
concretos en sujetos (Louis Althusser, Op. Cit., p. 156).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
31
De ahí que se considere a la cultura como el aparato que configura a los sujetos
porque a través de sus diferentes expresiones (religión, mito, arte, ciencia, arte) les
asigna a los individuos un rol, valores y pautas de comportamiento, en fin, una
ideología que los define como sujetos ideológicos, ideología que se concreta en los
actos que requiere la estructura social.
Por eso se vuelven predecibles porque actúan por sí mismos en el sentido de que
funcionan con referencia a rituales, prácticas y acciones de la ideología
hegemónica:
… los sujetos funcionan, funcionan por sí mismos en la inmensa mayoría de
los casos, con excepción de los malos sujetos que ocasionalmente provocan
la intervención de tal o cual miembro del Aparato Represivo de Estado. Pero
la inmensa mayoría de (buenos) sujetos funcionan bien por sí mismos, es
decir, por la ideología (cuyas formas concretas están realizadas en los
Aparatos Ideológicos de Estado) (Ibíd., p. 167).
Cuando decimos que la cultura forma a los ciudadanos, no lo hace para que estén
separados sino para que se relacionen entre sí, es decir, no hay culturas
individuales: la cultura es algo común, que se comparte.
Tan así que, para el análisis de la economía política, Karl Marx ya apuntaba que la
producción sólo es desarrollada por individuos que viven en sociedad, pensar en la
existencia de sujetos que produzcan aislados de los demás, lo considera producto
de las robinsonadas del siglo XVIII, refiriéndose a las teorías económicas
individualistas de Adam Smith y David Ricardo. Explica que:
Individuos que producen en sociedad […] éste es naturalmente el punto de
partida. El cazador o el pescador solos y aislados […] pertenecen a las
imaginaciones desprovistas de fantasía que produjeron las robinsonadas del
siglo XVIII (Karl Marx: 1989, p. 33).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
32
Dice que interpretar la historia de Robinson Crusoe como un retorno a la naturaleza,
es malinterpretar la vida natural. Incluso menciona que cuando Rousseau basa el
Contrato Social en hombres por naturaleza independiente, tampoco se refiere a ese
tipo de independencia.
De acuerdo con Marx, la confusión estriba en que se consideró al hombre como
producto de la naturaleza cuando su origen se encuentra en la historia y, por tanto,
en relación con otros hombres con los que se organiza y crea formas sociales más
complejas:
Cuanto más lejos nos remontamos en la historia, tanto más aparece el individuo
como dependiente y formando parte de un todo mayor: […] familia […], tribu […],
comunidades. […] Solamente al llegar el siglo XVIII, con la ‘sociedad civil’, las
diferentes formas de conexión social aparecen ante el individuo como un simple
medio para lograr sus fines privados. […] La época que genera esta idea del
individuo aislado es aquella en la cual las relaciones sociales han llegado al más
alto grado de desarrollo (Ibíd., p. 34).
Es decir, cuando la sociedad alcanza un mayor grado de desarrollo, el individuo
puede, de cierta manera, aislarse, en el sentido de pensar en sus fines que logrará
a través de las relaciones sociales, jamás al margen de ellas.
Concluye Marx precisando que, si el hombre es un animal político, sólo puede
individualizarse dentro de su sociedad ya que “la producción por parte de un
individuo aislado fuera de la sociedad […] no es menos absurda que la idea de un
desarrollo del lenguaje sin individuos que vivan juntos y hablen entre sí” (Ídem).
Al respecto, Norbert Elías diría que La imagen del ser humano es la imagen de
muchos seres humanos interdependientes, que constituyen conjuntamente
composiciones, esto es, grupos o sociedades de tipo diverso. Desaparecen las
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
33
imágenes de seres humanos aislados, de individuos, que a menudo dan a entender
que pudieran existir individuos sin sociedades, y las imágenes de sociedades que a
menudo dan a entender que pudieran existir sociedades sin individuos (Norbert
Elías, Op. Cit., p. 44).
O lo que es lo mismo, que la cultura transforma al sujeto para que comparta con
otros. Las personas pueden modificar su circunstancia cultural pero no lo hacen de
forma personal sino en colaboración con los demás. De la misma manera, la
comunidad es mucho más que el conjunto de individuos, es el resultado de sus
interacciones y creaciones.
Lo mismo sucede entre los países. La cultura es un vínculo que los relaciona, sin
importar su nacionalidad. El reconocimiento del otro está acompañado de un
sentimiento de solidaridad.
Así como no hay culturas individuales, tampoco las hay impuestas. Los valores
culturales son una mezcla de hacia dónde vamos y de dónde venimos, una
combinación de lo tradicional y lo moderno.
Por tanto, cuando decimos que una cultura de Estado debe definir o ser
hegemónica, esto no significa que imponga, sino que genere consenso con los
diversos grupos para que estos se sientan involucrados en un proyecto oficial.
Esto es necesario para evitar conflictos, como el que señala el filósofo Guillermo
Hurtado cuando argumenta que “una de las dimensiones de la crisis en México es
un fenómeno que llamó ‘la fractura de nuestra historicidad’. Se han resquebrajado
los lazos de sentido que tuvimos con nuestro pasado y nuestro futuro y, como
resultado, estamos atrapados en un presento asfixiante y confuso” (Guillermo
Hurtado, Op. Cit., p. 17).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
34
El diseño de un proyecto cultural de Estado debe, por tanto, considerar la
circunstancia, el pasado, y el porvenir de una nación y sus ciudadanos.
Por ejemplo, Antonio Gramsci hablando sobre la literatura popular menciona que “el
acercamiento al pueblo significaría una recuperación del pensamiento burgués que
no quiere perder su hegemonía sobre las clases populares y que, para mejorar esta
hegemonía, acoge una parte de la cultura proletaria” (Antonio Gramsci, Op. Cit., p.
120).
Cuando explica la conversión de la cultura india al catolicismo describe que:
…el papa ha dicho que las masas populares se convertirían si se convirtieran
núcleos intelectuales importantes (el papa conoce el mecanismo de reforma
cultural de las masas populares-campesinas, él sabe que una gran masa no
se puede convertir molecularmente, es preciso, para acelerar el proceso,
conquistar a los dirigentes naturales de las grandes masas, o sea a sus
intelectuales. De ahí la necesidad de conocer exactamente los modos de
pensar y las ideologías de estos intelectuales, para entender mejor su
hegemonía cultural (Ibíd., p. 191).
Si bien Gramsci aborda en la cita anterior, de forma específica, la circunstancia
religiosa, al describir la manera en que la iglesia genera consenso, aporta elementos
para comprender el proceso de hegemonía. Ahora sabemos que ésta requiere de
la inclusión de aspectos de las culturas que quieren organizar, así como considerar
y acordar con los dirigentes de estos grupos.
Si trasladamos las situaciones que Gramsci acaba de describir (en la literatura y
religión) a otros ámbitos del universo simbólico, advertiremos la necesidad de
recoger elementos de todas las culturas que coexistan dentro del Estado en un
intento de generar el consenso que le brinde estabilidad.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
35
La capacidad de generar o producir cultura es innata en el hombre, no existe
civilización sin desarrollar formas simbólicas, de ahí que Clifford Geertz escriba que
“hoy es firme la convicción de que hombres no modificados por las costumbres de
determinados lugares en realidad no existen, que nunca existieron y, lo que es más
importante, que no podrían existir por la naturaleza misma del caso” (Clifford Geertz,
Op. Cit., pp. 44-45).
Por tanto, donde hay hombres, hay símbolos, y hay civilización. De ahí que Cassirer
aunque reconoce la relevancia del Estado, lo redimensiona:
La vida política no es la forma única de una existencia humana en común. En la
historia del género humano el Estado, en su forma actual, es un producto tardío en
el proceso de civilización. Mucho antes de que el hombre haya descubierto esta
forma de organización social ha realizado otros ensayos para organizar sus
sentimientos, deseos y pensamientos. El Estado, aunque importante, no es todo, no
puede expresar y absorber todas las demás actividades del hombre.
Sin embargo, es necesario recordar que es tan natural la creación cultural como la
inclinación a organizarse, es decir, a desarrollar política. Por eso al hombre se le
considera tanto un animal simbólico (Cassirer) como político (Aristóteles).
Y aunque la construcción de símbolos es una virtud inevitablemente humana, es
decir, no hay hombre que no se relacione con su realidad y con otros hombres a
través de símbolos, la definición o selección de los valores culturales de la nación
es atribución exclusiva del Estado o de quienes ostenten el poder político.
Lo cual no es restrictivo a la creatividad porque la libertad no se obstaculiza. La
regulación estatal, así como señala límites también garantiza los derechos
personales y sociales.
1.5. La Cultura como Rasgo Distintivo de los Seres Humanos.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
36
En esencia, todos los seres humanos somos iguales, con ciertas características
anatómicas fisiológicas particulares, como el color de piel, de cabello, de ojos, etc.,
pero orgánicamente, tenemos exactamente lo mismo, sin embargo, es el aspecto
cultural el que ha marcado signos de distinción, lo que no quiere decir que una
cultura sea mejor que otra, simplemente que su grado de cultura es diferente.
La mayoría de los países de la actualidad cuentan con raíces históricas y culturales
muy profundas como es el caso de Egipto, de Grecia, de Italia, heredera de la gran
cultura romana y por supuesto del México actual que es la suma de la mezcla de
dos razas y de dos grandes culturas: la indígena y la española, Todas esas culturas
poseen grados de distinción muy claros. Algunas de ellas avanzaron
significativamente en algunas disciplinas, mientras que otras lo hicieron en otras
ramas del conocimiento humano. En este sentido, recordemos que civilizaciones
como la maya aportó al mundo el número cero; los aztecas aportaron el chocolate
y sus diferentes usos, la civilización griega grandes ideas en materia política, etc.
Refiriéndonos al caso de nuestro país, es Innegable que el mundo conoce a México
a través de su gran cultura, admirada y envidiada por muchos. Muchos turistas
extranjeros llegan al país para admirar de cerca todos nuestros tesoros culturales
que nos han identificado como una gran nación. Este es el punto que nos caracteriza
e identifica en todo el orbe, puesto que al oír la palabra "México", inmediatamente
se le identifica con todo su pasado y riqueza cultural única en el mundo, con sus
pirámides, sus esculturas y como el lugar donde se mezclaron dos razas dando
origen a lo que hoy somos: una extraordinaria nación pluricultural como lo enuncia
el artículo 2° Constitucional que hoy sienta las bases para la reivindicación de los
derechos y el respeto hacia los grupos indígenas quienes a partir de la reforma a
ese artículo alcanzan un grado notable de autonomía. Invocamos aquí el artículo:
"Articulo 2.- La Nación Mexicana es única e indivisible. La Nación tiene una
composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
37
que son aquellos que descienden de poblaciones que habitaban en el territorio
actual del país al iniciarse la colonización y que conservan sus propias
instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas. La
conciencia de su identidad indígena deberá ser criterio fundamental para
determinar a quiénes se aplican las disposiciones sobre pueblos indígenas.
Son comunidades integrantes de un pueblo indígena, aquellas que formen
unas unidades sociales, económicas y culturales, asentadas en un territorio y
que reconocen autoridades propias de acuerdo con sus usos y costumbres. El
derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación se ejercerá en un
marco constitucional de autonomía que asegure la unidad nacional. El
reconocimiento de los pueblos y comunidades indígenas se hará en las
constituciones y leyes de las entidades federativas, las que deberán tomar en
cuenta, además de los principios generales establecidos en los párrafos
anteriores de este artículo, criterios etnolingüísticas y de asentamiento físico.
A. Esta Constitución reconoce y garantiza el derecho de los pueblos y las
comunidades indígenas a la libre determinación y, en consecuencia, a la
autonomía para:
I. Decidir sus formas internas de convivencia y organización social,
económica, política y cultural.
II. Aplicar sus propios sistemas normativos en la regulación y solución de sus
conflictos internos, sujetándose a los principios generales de esta
Constitución, respetando las garantías individuales, los derechos humanos
y, de manera relevante, la dignidad e integridad de las mujeres. La ley
establecerá los casos y procedimientos de validación por los jueces o
tribunales correspondientes.
III. Elegir de acuerdo con sus normas, procedimientos y prácticas tradicionales,
a las autoridades o representantes para el ejercicio de sus formas propias
de gobierno interno, garantizando la participación de las mujeres en
condiciones de equidad frente a los varones, en un marco que respete el
pacto federal y la soberanía de los estados.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
38
IV. Preservar y enriquecer sus lenguas, conocimientos y todos los elementos
que constituyan su cultura e Identidad.
V. Conservar y mejorar el hábitat y preservar la integridad de sus tierras en los
términos establecidos en esta Constitución.
VI. Acceder, con respeto a las formas y modalidades de propiedad y tenencia
de la tierra establecidas en esta Constitución y a las leyes de la materia, así
como a los derechos adquiridos por terceros o por integrantes de la
comunidad, al uso y disfrute preferente de los recursos naturales de los
lugares que habitan y ocupan las comunidades, salvo aquellos que
corresponden a las áreas estratégicas, en términos de esta Constitución.
Para estos efectos las comunidades podrán asociarse en términos de ley.
VII. Elegir, en los municipios con población indígena, representantes ante los
ayuntamientos. Las constituciones y leyes de las entidades federativas
reconocerán y regularen estos derechos en los municipios, con el propósito
de fortalecer la participación y representación política de conformidad con
sus tradiciones y normas internas.
VIII. Acceder plenamente a la jurisdicción del Estado. Para garantizar ese
derecho, en todos los juicios y procedimientos en que sean parte, individual
o colectivamente, se deberán tomar en cuenta sus costumbres y
especificidades culturales respetando los preceptos de esta Constitución.
Los indígenas tienen en todo tiempo el derecho a ser asistidos por
intérpretes y defensores que tengan conocimiento de su lengua y cultura.
Las constituciones y leyes de las entidades federativas establecerán las
características de libre determinación y autonomía que mejor expresen las
situaciones y aspiraciones de los pueblos indígenas en cada entidad, así
como las normas para el reconocimiento de las comunidades indígenas
como entidades de interés público.
B. La Federación, los Estados y los Municipios, para promover la igualdad de
oportunidades de los indígenas y eliminar cualquier práctica discriminatoria,
establecerán las instituciones y determinarán las políticas necesarias para
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
39
garantizar la vigencia de los derechos de los indígenas y el desarrollo integral de
sus pueblos y comunidades, las cuales deberán ser diseñadas y operadas
conjuntamente con ellos. Para abatir las carencias y rezagos que afectan a los
pueblos y comunidades indígenas, dichas autoridades, tienen la obligación de:
I. Impulsar el desarrollo regional de las zonas indígenas con el propósito de
fortalecer las economías locales y mejorar las condiciones de vida de sus
pueblos, mediante acciones coordinadas entre los tres órdenes de gobierno,
con la participación de las comunidades. Las autoridades municipales
determinarán equitativamente las asignaciones presupuéstales que las
comunidades administraron directamente para fines específicos.
II. Garantizar e incrementar los niveles de escolaridad, favoreciendo la
educación bilingüe e intercultural, la alfabetización, la conclusión de la
educación básica, la capacitación productiva y la educación media superior y
superior. Establecer un sistema de becas para los estudiantes indígenas en
todos los niveles. Definir y desarrollar programas educativos de contenido
regional que reconozcan la herencia cultural de sus pueblos, de acuerdo con
las leyes de la materia y en consulta con las comunidades indígenas.
Impulsar el respeto y conocimiento de las diversas culturas existentes en la
nación.
III. Asegurar el acceso efectivo a los servicios de salud mediante la ampliación
de la cobertura del sistema nacional, aprovechando debidamente la medicina
tradicional, así como apoyar la nutrición de los indígenas mediante
programas de alimentación, en especial para la población infantil.
IV. Mejorar las condiciones de las comunidades indígenas y de sus espacios
para la convivencia y recreación, mediante acciones que faciliten el acceso
al financiamiento público y privado para la construcción y mejoramiento de
vivienda, así como ampliar la cobertura de los servicios sociales básicos.
V. Propiciar la incorporación de las mujeres indígenas al desarrollo, mediante el
apoyo a los proyectos productivos, la protección de su salud, el otorgamiento
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
40
de estímulos para favorecer su educación y su participación en la toma de
decisiones relacionadas con la vida comunitaria.
VI. Extender la red de comunicaciones que permita la integración de las
comunidades, mediante la construcción y ampliación de vías de
comunicación y telecomunicación. Establecer condiciones para que los
pueblos y las comunidades indígenas puedan adquirir, operar y administrar
medios de comunicación, en los términos que las leyes de la materia
determinen.
VII. Apoyar las actividades productivas y el desarrollo sustentable de las
comunidades indígenas mediante acciones que permitan alcanzar la
suficiencia de sus ingresos económicos, la aplicación de estímulos para las
inversiones públicas y privadas que propicien la creación de empleos, la
incorporación de tecnologías para incrementar su propia capacidad
productiva, así como para asegurar el acceso equitativo a los sistemas de
abasto y comercialización.
VIII. Establecer políticas sociales para proteger a los migrantes de los pueblos
indígenas, tanto en el territorio nacional como en el extranjero, mediante
acciones para garantizar los derechos laborales de los jornaleros agrícolas;
mejorar las condiciones de salud de las mujeres; apoyar con programas
especiales de educación y nutrición a niños y jóvenes de familias migrantes;
velar por el respeto de sus derechos humanos y promover la difusión de sus
culturas.
IX. Consultar a los pueblos indígenas en la elaboración del Plan Nacional de
Desarrollo y de los estatales y municipales y, en su caso, Incorporar las
recomendaciones y propuestas que realicen. Para garantizar el cumplimiento
de las obligaciones señaladas en este apartado, la Cámara de Diputados del
Congreso de la Unión, las legislaturas de las entidades federativas y los
ayuntamientos, en el ámbito de sus respectivas competencias, establecerán
las partidas específicas destinadas al cumplimiento de estas obligaciones en
los presupuestos de egresos que aprueben, así como las formas y
procedimientos para que las comunidades participen en el ejercicio y
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
41
vigilancia de las mismas. Sin perjuicio de los derechos aquí establecidos a
favor de los Indígenas, sus comunidades y pueblos, toda comunidad
equiparable a aquellos tendrá en lo conducente los mismos derechos tal y
como lo establezca la ley.
Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del
extranjero que entren al territorio nacional alcanzarán, por ese sólo hecho, su
libertad y la protección de las leyes".
Este artículo recoge el sentir de nuestros pueblos indígenas quienes son el ejemplo
vivo de todo nuestro legado cultural y el símbolo que nos identifica en el exterior y
que nos da la identidad en la que se fundamenta nuestra nación.
1.6. La Importancia de la Cultura en el Desarrollo de los Pueblos.
La cultura, entendida como el conjunto de conocimientos, artes y técnicas que un
pueblo puede aprender es un importante vehículo de desarrollo para éstos. La
cultura proporciona los instrumentos necesarios para que un pueblo pueda alcanzar
un nivel de vida mayor. En este sentido, cultura y educación tienen una relación muy
estrecha y se complementan en aras del desarrollo. Por ejemplo, en el mes de
octubre del año 2003, arribo en el Distrito Federal el ex Presidente Bill Clinton, quien
a invitación expresa del Senado de la República ofreció una conferencia magistral
en la que solamente vino a subrayar la trascendencia de la educación y la
capacitación como Instrumentos necesarios para que México pueda competir dentro
de la globalización. Los honorarios del señor Clinton fueron de $ 100, 000 dólares
(más de un millón de pesos mexicanos). No obstante que dicha conferencia no
aportó cosas extraordinarias como se esperaba, lo cierto es que las palabras del
visitante y ex Presidente de la nación más poderosa fueron ciertas, ya que nuestro
país requiere de mayor apoyo a la educación y a la capacitación para poder competir
en un mundo globalizado.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
42
Así, además de apostar por la educación y la capacitación en el trabajo, nuestro
país debe ponderar la importancia que conlleva tener un pueblo más culto, en el
que todos tengan un real acceso a la cultura nacional e internacional y con esto
mejoren sustancialmente sus condiciones de vida y se pueda lograr lo establecido
en el artículo 3o constitucional cuando habla de la educación democrática la cual
es:
"Artículo 3.- Todo individuo tiene derecho a recibir educación. El Estado -
Federación, Estados y Municipios- impartirá educación preescolar, primaria y
secundaria. La educación primaria y la secundaria son obligatorias.
La educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las
facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria y la
conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia.
I- Garantizada por el artículo 24 la libertad de creencias, dicha educación será laica
y, por tanto, se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa;
II.- El criterio que orientaré a esa educación se basará en los resultados del progreso
científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los
fanatismos y los perjuicios.
Además:
a) Será democrático, considerando a la democracia no solamente como una
estructura Jurídica y un régimen político, sino como un síntoma de vida
fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del
pueblo;
b) Será nacional, en cuanto -sin hostilidades ni exclusivismos-atenderá a la
comprensión de nuestros problemas, al aprovechamiento de nuestros
recursos, a la defensa de nuestra independencia política, al aseguramiento
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
43
de nuestra independencia económica y a la continuidad y acrecentamiento
de nuestra cultura, y
c) Contribuirá a la mejor convivencia humana, tanto por los elementos que
aporte a fin de robustecer en el educando, junto con el aprecio para la
dignidad de la persona y la integridad de la familia, la convicción del interés
general de la sociedad, cuanto por el cuidado que ponga en sustentar los
ideales de fraternidad e igualdad de derechos de todos los hombres, evitando
los privilegios de razas, de religión, de grupos, de sexos o de individuos;
III.- Para dar pleno cumplimiento a lo dispuesto en el segundo párrafo y en la
fracción II, el Ejecutivo Federal determinará los planes y programas de estudio de
la educación primaria, secundaria y normal para toda la República. Para tales
efectos, el Ejecutivo Federal considerará la opinión de los gobiernos de las
entidades federativas y de los diversos sectores sociales involucrados en la
educación, en los términos que la ley señale;
IV.- Toda la educación que el Estado impartirá será gratuita;
V.- Además de impartir la educación preescolar, primaria y secundaria, señaladas
en el primer párrafo, el Estado promoverá y atenderá todos los tipos y modalidades
educativos -incluyendo la educación superior-necesarios para el desarrollo de la
Nación, apoyará la investigación científica y tecnológica, y alentará el
fortalecimiento y difusión de nuestra cultura;
VI- Los particulares podrán impartir educación en todos sus tipos y modalidades. En
los términos que establezca la ley, el Estado otorgará y retirará el reconocimiento
de validez oficial a los estudios que se realicen en planteles particulares. En el caso
de la educación primaria, secundaria y normal, los particulares deberán;
a) Impartir la educación con apego a los mismos fines y criterios que establecen
el segundo párrafo y la fracción II, así como cumplir los planes y programas
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
44
a que se refiere la fracción III, y b) Obtener previamente, en cada caso, la
autorización expresa del poder público, en los términos que establezca la ley;
VIl,- Las universidades y las demás instituciones de educación superior a las que la
ley otorgue autonomía, tendrán la facultad y la responsabilidad de gobernarse a sí
mismas; realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la cultura de acuerdo
con los principios de este artículo, respetando la libertad de cátedra e investigación
y de libre examen y discusión de las ideas; determinarán sus planes y programas;
fijarán los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal
académico; y administrarán su patrimonio. Las relaciones laborales, tanto del
personal académico como del administrativo, se normarán por el apartado A del
artículo 123 de esta Constitución, en los términos y con las modalidades que
establezca la Ley Federal del Trabajo conforme a las características propias de un
trabajo especial, de manera que concuerden con la autonomía, la libertad de cátedra
e investigación y los fines de las instituciones a que esta fracción se refiere; y
VIII.- El Congreso de la Unión, con el fin de unificar y coordinar la educación en toda
la República, expedirá las leyes necesarias, destinadas a distribuir la función social
educativa entre la Federación, los Estados y los Municipios, a fijar las aportaciones
económicas correspondientes a ese servicio público y a señalar las sanciones
aplicables a los funcionarios que no cumplan o no hagan cumplir las disposiciones
relativas, lo mismo que a todos aquellos que las infrinjan".
Tomemos el caso de la mayoría de los países de Europa, los cuales cuentan con
pueblos considerados como históricamente "cultos", es decir, que en esas naciones
como Francia, Inglaterra o Alemania, la gente tiene un acceso real a eventos
culturales, a la lectura, la música, el arte, la información científica, etc. Así, a lo largo
de la historia, estos pueblos han podido destacar en esos ámbitos, llegando a
grados de desarrollo casi excelsos en muchos de ellos como la música, la pintura,
la escultura y la literatura. Hoy, nadie niega que esas naciones sean cultas y
poderosas desde diferentes puntos de vista como el social, el económico y el
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
45
político, lo que significa que la cultura les ha permitido alcanzar ese grado de
desarrollo que en la actualidad gozan y por lo que son países del primer mundo.
En el caso de México, muchos han opinado que debemos buscar nuestros orígenes
para salir adelante como nación, lo cual es muy cierto, puesto que descansamos se
quiera o no en un gran pasado cultural e histórico, el cual hemos ido descuidando a
través de los años y hemos adoptado patrones culturales extranjeros con los que
no hemos podido identificarnos plenamente, por eso, para muchos, lo ideal es
regresar a lo nuestro, a nuestros orígenes, a nuestra cultura para poder entender
otras culturas y crecer como una gran nación que en teoría somos.
1.7. Cultura, Educación y Arte.
Estas tres palabras guardan una relación importante en la actualidad. Hemos
manifestado que la cultura puede ser entendida como el conjunto de rasgos
distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una
sociedad o grupo social en un período de tiempo y que lo diferencian de otros grupos
o sociedades. La cultura engloba así también, estilos de vida, ceremonias, artes,
invenciones, tecnologías, valores, derechos del ser humano, tradiciones y
creencias, en fin, muchos conocimientos que hacen mejor al hombre y le permiten
tener un nivel de vida también mejor.
La educación o enseñanza es por otro lado:
"Enseñanza o Educación, presentación sistemática de hechos, ideas, habilidades y
técnicas a los estudiantes. A pesar de que los seres humanos han sobrevivido y
evolucionado como especie por su capacidad para transmitir conocimiento, la
enseñanza (entendida como una profesión) no aparece hasta tiempos relativamente
recientes. Las sociedades que en la antigüedad hicieron avances sustanciales en el
conocimiento del mundo que nos rodea y en la organización social fueron sólo
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
46
aquellas en las que personas especialmente designadas asumían la
responsabilidad de educar a los jóvenes' (Enciclopedia Encarta Microsoft 2002).
A manera de sinopsis histórica tenemos que, en la India antigua, en China, en Egipto
o en Judea la enseñanza solía ser impartida por un sacerdote. El profesor gozaba
de un elevado prestigio, así como de privilegios. A los niños judíos se les enseñaba
a honrar a sus profesores aún más que a sus padres, dado que el profesor era
considerado la gula para la salvación.
Los antiguos griegos, cuyo amor por aprender es evidente en sus manifestaciones
artísticas, literarias, políticas o filosóficas, dieron un gran valor a la educación de los
niños. Los más ricos mantenían entre sus sirvientes a profesores que eran a
menudo esclavos de pueblos conquistados. Algunos siglos después, cuando Roma
estaba en toda la plenitud del Imperio, sus ciudadanos continuaron con esta práctica
de acoger a profesores entre sus esclavos, normalmente griegos, Integrados en el
personal de sus casas.
"En la Edad Media la Iglesia asumió la responsabilidad de la educación, que se
realizaba en los monasterios o en centros de aprendizaje que gradualmente
evolucionaron hasta convertirse en grandes universidades como la de París
(Francia) y Bolonia (Italia). En los siglos XVII y XVIII hubo un renovado interés por
la educación infantil y el conocimiento sobre los métodos de enseñanza se
incrementó. El clérigo francés y educador Juan Bautista de la Salle, y
posteriormente el pedagogo suizo Johann Pestalozzi, fundaron escuelas modelo
para niños y jóvenes (véase Pedagogía). Fue a partir de la segunda mitad del siglo
XIX cuando se organizaron los primeros sistemas nacionales de educación,
principalmente en Europa y Estados Unidos" (Wagener, Franz: 1989, p. 23).
Mediante la educación se desarrollan las habilidades de las personas y se les dan
los conocimientos necesarios para aprovecharlas y aplicarlas en la vida cotidiana.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
47
La educación es en la actualidad la clave para el desarrollo y un valioso instrumento
para competir en un mundo globalizado como el que tenemos.
La educación es diferente en cada país, sin embargo, en aquellas naciones del
primer mundo, los patrones y programas educativos son muy completos en
comparación con los que existen en nuestro país donde la calidad académica es
muy deficiente en todos los niveles educativos.
Existe una disciplina encargada del estudio de los distintos tipos de enseñanza, la
pedagogía sobre la cual podemos decir que es:
"Pedagogía, teoría de la enseñanza que se impuso a partir del siglo XIX como
ciencia de la educación o didáctica experimental, y que actualmente estudia
las condiciones de recepción de los conocimientos, los contenidos y su
evaluación, el papel del educador y del alumno en el proceso educativo y, de
forma más global, los objetivos de este aprendizaje, indisociables de una
normativa social y cultura" (Enciclopedia Encarta Microsoft. Op. Cit.).
En la antigüedad la educación estaba más enfocada a la formación general del
hombre y del ciudadano (paideia) que a la transmisión y al contenido de los
conocimientos en el sentido estricto de la palabra. En este contexto, la dialéctica y
la mayéutica, practicada por Sócrates en sus famosos diálogos, eran consideradas
técnicas capaces de hacer progresar el razonamiento y el conocimiento.
Igualmente, Platón y Aristóteles consideraban que la pedagogía debía ponerse al
servicio de fines éticos y políticos.
Más tarde, durante la Edad Media, la pedagogía se asimiló a un catecismo bajo la
Influencia del escolasticismo, cuyos principios fueron expuestos principalmente por
san Agustín y santo Tomás de Aquino. Los métodos de educación, que hacían
hincapié en la comunicación maestro-alumno, se basaban en la transmisión de la fe
a través de una enseñanza que giraba principalmente alrededor de la lingüística.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
48
Este método, ridiculizado principalmente por Francois Rabelais en Gargantúa
(1534), se basaba en la memorización y la imitación, y permaneció vigente en las
escuelas hasta el siglo XVII.
Por otra parte, Erasmo de Rotterdam, rompiendo con esta concepción, cuyo aspecto
esterilizante y repetitivo habla sido ampliamente denunciado, fue el primero que
destacó el valor de la afectividad y del juego en el aprendizaje del conocimiento.
Con esta reflexión, Juan Amos Comenio fue el primero que presentó una nueva
metodología de la educación basada en la unión de la pedagogía con la didáctica.
Con su proyecto de una 'didáctica magna' ('instrucción universal') inspirada en
principios religiosos y humanistas, Comenio se propuso implantar un sistema de
educación que, por su organización en ciclos, permitiera dirigir la progresión moral
e intelectual del alumno (Ídem).
Sin embargo, hasta el Siglo de las Luces, especialmente con Jean-Jacques
Rousseau, no se logró imponer la reflexión sobre la pedagogía. El autor de Émile,
fijando como premisa la especificidad del niño, concebido no como un pequeño
adulto, sino como un ser con necesidades y satisfacciones específicas, asignó al
pedagogo la misión de observar sus capacidades para intentar favorecer su
desarrollo, bajo el lema: "dejar crecer". Al mismo tiempo, Rousseau insistió en el
objetivo fundamental de la educación: educar al hombre en potencia, Rousseau
ejerció una doble influencia: en la vertiente política (formación del ciudadano),
inspiró los proyectos de reforma de la educación propuestos durante la Revolución
Francesa por Jean Antoine Condorcet y, en la vertiente metodológica, propició los
estudios de Pestalozzi, que asignó al alumno un papel central en el proceso
educativo.
Friedrich Frübel, seguidor de Pestalozzi y creador de los primeros jardines de
infancia, identificaba a Dios con la naturaleza a través de una visión metafísica,
formulando las grandes líneas de una pedagogía que asignaba un lugar preferente
a la espontaneidad y el juego, entendidos como bases de la conciencia en
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
49
formación. Al mismo tiempo, Johann Friedrich Herbart introdujo la experimentación
en la pedagogía, colaborando en la fundación de la psicología infantil.
A medida que los sistemas de enseñanza fueron difundiéndose con una fuerza sin
precedentes en los países desarrollados, el papel de la pedagogía fue objeto de
nuevas reflexiones, dando lugar a corrientes a veces contrapuestas.
Así, Émile Durkheim, al tiempo que afirmaba que la pedagogía era un producto de
un determinado momento de la historia, le asignó como misión constituir un proyecto
susceptible de preparar al niño para la sociedad en la que está llamado a
evolucionar. Desde finales del siglo XIX, y a partir de una perspectiva relativista, la
pedagogía ha visto sus objetivos cuestionados en el marco de una interrogante que
abre el camino a una pluralidad de concepciones pedagógicas, convirtiéndola, muy
a menudo, en un campo de enfrentamientos.
A pesar del aspecto excesivamente normativo de la educación escolar, se ha
impuesto una corriente que se caracteriza por su constante referencia ideológica a
la espontaneidad. Partiendo del niño, la nueva educación se presenta como una
ampliación del método científico en el campo de la educación.
A estos métodos se les reprochó haber olvidado algunas veces las relaciones
escuela-sociedad. En diferente medida, los métodos denominados ocupacionales
de John Dewey (intentando hacer de la escuela el lugar de adaptación a la vida
social) o las experiencias de Makarenko en colonias de jóvenes delincuentes
(sustituyendo las relaciones basadas en la violencia por un aprendizaje de vida en
colectividad) se inscribieron dentro de una problemática que sigue siendo el centro
del debate sobre la escuela.
En estas corrientes se basa la polémica de hoy, en un contexto donde la pedagogía
parece atravesar por una crisis. Confrontada a la 'sospecha' (lanzada por algunos
psicoanalistas como Octave Mannoni) de perpetuar con sus estructuras la
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
50
reproducción de un modelo de poder, la pedagogía ha tenido que adaptarse, desde
la década de 1960, a las nuevas condiciones derivadas del fenómeno de la
escolarización masiva. Al mismo tiempo, la crisis social (caracterizada por el
aumento del individualismo), la generalización de la técnica e incluso la crisis del
concepto de trabajo la obligan a responder a nuevos interrogantes sobre sus
objetivos y su papel en la sociedad.
Pasemos a una nueva conceptuación de como se ve al arte en comparación con el
término de cultura:
"Arte, actividad que requiere un aprendizaje y puede limitarse a una simple
habilidad técnica o ampliarse hasta el punto de englobar la expresión de una
visión particular del mundo. El término arte deriva del latín ar, que significa
habilidad y hace referencia a la realización de acciones que requieren una
especialización, como por ejemplo el arte de la jardinería o el arte de jugar al
ajedrez" (Ídem).
Sin embargo, en un sentido más amplio, el concepto hace referencia tanto a la
habilidad técnica como al talento creativo en un contexto musical, literario, visual o
de puesta en escena. El arte procura a la persona o personas que lo practican y a
quienes lo observan una experiencia que puede ser de orden estético, emocional,
intelectual o bien combinar todas esas cualidades.
Tradicionalmente, en la mayoría de las sociedades el arte ha combinado la función
práctica con la estética, pero en el siglo XVIII en el mundo occidental se empezó a
distinguir el arte como un valor puramente estético que, además, tenía una función
práctica. Las bellas artes (en francés beaux arts) —literatura, música, danza,
pintura, escultura y arquitectura— centran su interés en la estética. Las
consideradas artes decorativas, o artes aplicadas, como la cerámica, la metalistería,
el mobiliario, el tapiz y el esmalte suelen ser artes de carácter utilitario y durante
cierto tiempo estuvieron degradadas al rango de oficios. Dado que en la Escuela de
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
51
Bellas Artes de París sólo se impartía la enseñanza de las principales artes visuales,
a veces el término se ha utilizado de modo restringido para referirse sólo al dibujo,
la pintura, la arquitectura y la escultura. Sin embargo, desde mediados del siglo XX,
el mayor interés por las tradiciones populares no occidentales y la importancia del
trabajo individual por parte de una sociedad mecanizada, ha hecho que esa vieja
diferenciación fuese cada vez menos clara y que se consideren artes tanto las unas
como las otras.
Por otra parte, tanto el arte como la ciencia requieren habilidad técnica. Los artistas
y los científicos intentan crear un orden partiendo de las experiencias diversas y. en
apariencia, aleatorias del mundo. También pretenden comprenderlo, hacer una
valoración de él y transmitir su experiencia a otras personas. Sin embargo, existe
una diferencia esencial entre ambas intenciones: los científicos estudian las
percepciones de los sentidos de modo cuantitativo para descubrir leyes o conceptos
que reflejen una verdad universal. Los artistas seleccionan las percepciones
cualitativamente y las ordenan de forma que manifiesten su propia comprensión
personal y cultural. Mientras que las investigaciones posteriores pueden llegar a
invalidar leyes científicas, una obra de arte —aunque cambie el punto de vista del
artista o el gusto del público— tiene un valor permanente como expresión estética
realizada en un tiempo y en lugares determinados.
Aun cuando los artistas puedan ser genios únicos movidos por unas energías
creativas propias, también son en gran parte un producto de la sociedad en la que
viven. Ésta debe procurar un grado de bienestar económico y suficiente tiempo libre
como para permitir que el público o las instituciones puedan pagar a los artistas
profesionales, como hacían los sacerdotes súmenos o los príncipes renacentistas.
Un artista aficionado ha de poder disponer de tiempo libre, tanto el granjero que talla
o la granjera que borda durante el invierno como el empleado de una oficina que se
dedica a pintar los domingos. Incluso la decisión de ser artista puede fomentarse
culturalmente. En muchas sociedades tradicionales era costumbre que los artistas,
como otra mucha gente, siguieran la profesión de sus padres, como las familias de
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
52
actores o pintores en Japón y las dinastías familiares de músicos en la Europa del
siglo XVIII.
Los recursos físicos de la sociedad en que vive el artista condicionan el medio con
el que trabaja. En una zona como Mesopotamia, carente de piedra, los arquitectos
sumerios hablan de construir con ladrillos; los pastores nómadas asiáticos tejían la
lana de sus rebaños para hacer alfombras; los pintores medievales europeos
trabajaban sobre paneles de madera, paredes revestidas de yeso, vidrieras de
ventanas y pergaminos en una época en la que el papel no era conocido en
Occidente. Pero en el siglo XX la producción en masa y el comercio mundial han
proporcionado a los artistas un enorme abanico de materiales.
El medio que utiliza un artista condiciona el estilo de su trabajo. Así un escultor ha
de tratar la piedra de modo diferente a la madera; un músico logra con los tambores
unos efectos que difieren de los que logra con los violines; un escritor, si escribe
poesía, ha de cumplir ciertos requisitos que en una novela serian irrelevantes.
También la tradición local afecta a los estilos artísticos; los diseños en la cerámica
de un área geográfica y un periodo determinados, pueden ser geométricos y en
otros, naturalistas. La tradición en la India prescribía que se representara a Buda
con el pelo muy rizado, al igual que la tradición occidental estipulaba que Cristo
fuera representado con el pelo largo. Los artistas de Oriente hacían caso omiso de
la perspectiva científica, que ha sido una de las preocupaciones fundamentales de
los pintores occidentales desde el periodo renacentista en Europa.
Además, el tema artístico está muchas veces dictado por la sociedad que lo financia.
El arte y la arquitectura de Egipto, dominado por el Estado y las concepciones
religiosas, utilizaban como motivos la glorificación del faraón y la vida después de
la muerte. En la piadosa Europa medieval, la mayor parte de las artes visuales y el
teatro trataban temas cristianos. En el siglo XX en los países totalitarios el arte
oficialmente reconocido había de estar al servicio del Estado. Desde el siglo XIX, en
la mayoría de los países occidentales, los artistas han disfrutado de mayor libertad
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
53
en la elección de los temas y, en algunas ocasiones, la forma de la obra se ha
convertido en el tema, como sucede en el arte conceptual y en la música pura.
El rango social de los artistas ha ido cambiando en Occidente a lo largo de los siglos.
En la época clásica y en la edad media los poetas y escritores, al utilizar para sus
obras sólo la capacidad intelectual, estaban considerados creadores de rango
superior a los actores, bailarines, músicos, pintores y escultores, que utilizaban la
habilidad manual o física. Pero desde el renacimiento, cuando empezaron a
valorarse todos los aspectos de la personalidad humana, la capacidad creativa en
el campo de las artes visuales y de representación ha ido ganando mayor
reconocimiento y prestigio social. Hoy en día el arte se considera, en todas sus
categorías, como parte fundamental de los logros de la humanidad y muchos
creadores de los más diversos campos artísticos se encuentran entre los
ciudadanos más famosos del mundo.
De acuerdo a lo anterior, la cultura, la educación y el arte son instrumentos de
enorme utilidad para que el ser humano pueda crecer y lograr sus metas en la vida,
sin embargo, le corresponde al Estado hacer accesible los mismos a los gobernados
a través de planes y programas específicos los cuales redundarán en el crecimiento
de un país como ha sucedido con naciones como Alemania, Austria, Francia, Suiza
y los Estados Unidos, por ejemplo.
Podemos concluir también que la educación es el instrumento que inicialmente
reciben las personas y su objetivo es formarlos, exteriorizando sus capacidades y
ponerlas a su alcance. La cultura hace que las personas crezcan más como tales y
desarrollen aún más sus capacidades, a grados profesionales o maestros y
finalmente, el arte, es otro instrumento que complementa a los dos anteriores y que
ennoblece el alma, los sentimientos y la visión de la gente.
1.8. La Cultura como Vehículo de Comunicación en la Actualidad.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
54
La comunicación es un proceso de transmisión y recepción de ideas, información y
mensajes. En los últimos 150 años, y en especial en las dos últimas décadas, la
reducción de los tiempos de transmisión de la información a distancia y de acceso
a la información ha supuesto uno de los retos esenciales de nuestra sociedad
(Roaro Zanctti, Carlos: 1992, p. 8).
La comunicación es un proceso que caracteriza a los seres humanos y que nos
permite manifestar nuestras ideas, necesidades y adquirir los satisfactores
necesarios para las mismas; sin embargo, en un mundo en el que las barreras
lingüísticas han sido un serio obstáculo durante mucho tiempo, la cultura se torna
en un instrumento que logra comunicar a todos los pueblos del mundo, a través de
conciertos, exposiciones y traducciones a todas las lenguas existentes. Es así, que
podemos decir que la cultura es un idioma universal que ni siquiera el inglés ha
podido llegar a ser a pesar de que se estima que es el idioma que más se habla en
todo el orbe, hay muchos lugares y personas que se rehúsan a aprenderlo y
hablarlo.
La cultura en todas sus manifestaciones es un vehículo de comunicación
permanente entre los pueblos. Veamos el siguiente ejemplo, una pintura de
cualquier pintor (Modigliani, Monnet, Cezanne) o un mural de Diego Rivera o
Sequeiros que se expone en cualquier parte del mundo es una forma de
comunicación entre el artista y su tiempo y el público actual el cual tiene ante sí la
oportunidad de admirar y conocer no sólo la belleza y estética de la obra, sino su
entorno social, económico y político, lo que indudablemente dejará un conocimiento
a quienes admiren la obra. No necesitamos ser eruditos en ballet, pintura, ópera o
música clásica para entender una obra de arte que finalmente es una manifestación
de la cultura de un pueblo.
En otros ámbitos de la cultura, por ejemplo, el tecnológico, es sorprendente la
posibilidad que tenemos gracias a los avances en ese campo de acceder a
instrumentos tan sofisticados como la informática, los teléfonos celulares con chip
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
55
integrado, el INTERNET mismo, etc., los cuales son una manifestación de la
tecnología y la cultura de los países del primer mundo como los Estados Unidos,
Japón y Corea del Sur. Hoy, esos adelantos son una realidad y ya forman parte de
nuestra cultura que hemos asimilado rápidamente.
En materia de los países del primer mundo tenemos que es usual decir que su
población es generalmente culta, lo que significa que tienen acceso a eventos de
diferente naturaleza como los literarios, los musicales, los estéticos, etc. Tenemos
aquí un ejemplo, en el año de 1993, en la República Federal de Alemania se
imprimieron 67,206 libros, en Canadá 22,208, en Dinamarca 11,492, en los Estados
Unidos 49,276, en Francia 41,234, en Japón 35,496, en Inglaterra 95.015, en China
92,972 y en Rusia 29,017. En comparación con estas cifras tenemos que en México
en 1990 sólo se imprimieron 2,608 libros contra 5,628 de Argentina (Almanaque
Mundial: 1998. pp. 567 a 670).
Estos números nos indican la realidad cultural y educativa en México en
comparación con las otras naciones.
1.9. Cultura y Globalización.
Para efecto de iniciar el presente apartado es necesario explicar a grandes términos
lo que es la globalización, término que alude a un fenómeno actual en el que se
interconectan las economías, las políticas y en general, los Estados.
El autor español Carlos Sánchez V. advierte sobre la globalización que es:
"Un término difícil de definir pero que, en cualquier caso, está determinado por
dos variables. Una se refiera a la globalización de carácter financiero que ha
tenido lugar en el mundo al calor de dos fenómenos: los avances tecnológicos
y la apertura de los mercados de capitales...
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
56
La otra globalización, se trata de las transacciones de bienes y servicios que se
realizan a nivel mundial. En este caso, son los países pobres y los mayores
productores de materias primas (que en muchos casos coinciden) los que reclaman
apertura de fronteras, ya que tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea
existe un fuerte proteccionismo. Muchas ONG de las que se manifiestan contra la
globalización quieren desarrollar el comercio, pero no los capitales" (Fondo
Monetario Internacional (FMI)).
Otra opinión señala lo siguiente:
"Los sucesivos descubrimientos del hombre le han permitido una mejora
considerable de sus condiciones de vida. Así, por ejemplo, el Invento del ferrocarril
multiplicó por quince la velocidad de traslado de personas y mercancías, haciendo
posible la Revolución Industrial.
Si bien el proceso creativo se ha desarrollado durante todo el camino evolutivo, ha
sido ahora en este siglo que acaba cuando más pensante se ha hecho la capacidad
de nuestra especie. Desde la invención del transistor en 1947, las innovaciones
tecnológicas en el campo de la electrónica y las comunicaciones ha cambiado
radicalmente nuestro comportamiento y nuestra forma de ver el mundo.
La posibilidad de intercambiar información instantáneamente y a escala mundial ha
provocado el debilitamiento de las fronteras y el mutuo contacto de los pueblos de
la Tierra. Es lo que llamamos globalización" (Sánchez, Carlos).
"Una interdependencia económica creciente del conjunto de países del mundo,
provocada por el aumento del volumen y la variedad de las transacciones
transfronterizos de bienes y servicios, así como de los flujos internacionales de
capitales, al tiempo que la difusión acelerada de generalizada tecnología" (La
Enciclopedia Encarta Microsoft).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
57
Cabe decir que la Real Academia de la Lengua Española define a la globalización
como:
La tendencia de los mercados y las empresas a extenderse alcanzando una
dimensión mundial que sobrepasa las fronteras nacionales" (Ídem).
El autor Miren Etxezarreta dice simplemente que la globalización es:
"No es más que el nombre que se le da a la etapa actual del capitalismo"
(EtxezaRBta, Miren: 1999, p. 3)
Para este autor una definición de globalización más amplia es: "La globalización es
la expresión de la expansión de las fuerzas del mercado, espacialmente a nivel
mundial y profundizando en el dominio de la mercancía, operando sin los obstáculos
que supone la intervención pública". Esto es la globalización. No es un fenómeno
completo y terminado, sino que hay que contemplarla como un largo proceso
inacabado en el que el capital lucha por ampliar su dominio".
En sus inicios, el concepto de globalización se ha venido utilizando para describir
los cambios en las economías nacionales, cada vez más integradas en sistemas
sociales abiertos e interdependientes, sujetos a los efectos de la libertad de los
mercados, las fluctuaciones monetarias y los movimientos especulativos de capital.
Los ámbitos de la realidad en los que mejor se refleja la globalización son la
economía, la innovación tecnológica y el ocio" (Enciclopedia Encarta Microsoft
2002. Op. Cit.).
Hay que decir que la caída del Muro de Berlín y la desaparición del bloque comunista
han impuesto una acusada mundialización de nuevas ideologías, planteamientos
políticos de "tercera vía", apuestas por la superación de los antagonismos
tradicionales, como "izquierda-derecha", e incluso un claro deseo de
internacionalización de la justicia.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
58
En todos los países crece un movimiento en favor de la creación de un tribunal
internacional, validado para juzgar los delitos contra los derechos humanos, como
el genocidio, el terrorismo y la persecución política, religiosa, étnica o social.
La globalización es uno de los fenómenos más complejos que existen en la
actualidad, por lo que las definiciones o conceptos difícilmente alcanzan a expresar
todos sus alcances y contenidos.
De hecho, el término globalización ha tenido que incorporarse a los distintos
diccionarios de casi todas las lenguas del mundo, pues anteriormente no existía
como tal.
Tal y como lo define el Fondo Monetario Internacional, este fenómeno alcanza a
todos los Estados al extenderse los mercados y las empresas en el mundo,
sobrepasando las fronteras.
La globalización no sólo comprende la interconexión o conjunción de las economías,
los mercados, los bienes y los servicios, sino que se extiende hacia otros rubros
como el político, el social, el tecnológico y el cultural entre los Estados. Por ejemplo,
basta acceder a Internet para observar una pequeña parte de este fenómeno, pues
en cuestión de minutos podemos ir de un país a otro, podemos comprar virtualmente
o visitar un museo de arte en cualquier parte del mundo o consultar una enciclopedia
en Europa o Asia.
Todas las economías del mundo dependen en la actualidad del uso de las
computadoras y de Internet, lo que significa que vivimos en un mundo globalizado
donde la informática representa el vehículo de logística más importante.
La globalización ha alcanzado a la mayoría de los Estados del mundo, sin embargo,
ha traído también algunas consecuencias que debemos considerar, los Estados
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
59
pobres han visto que este fenómeno los ha hundido más al no poder competir con
los demás países. Contrariamente, los Estados ricos han visto incrementadas sus
ganancias al competir y exportar a más naciones.
En cuanto a la globalización y su relación con la educación y la cultura podemos
argumentar lo siguiente.
La educación y la cultura son factores determinantes para el progreso económico
de un país, aunque esto no siempre es así, como en el caso de México en el que
falta una adecuada planeación educativa que permita aprovechar realmente los
recursos educativos. Por ejemplo, gran parte de los que ingresan a nivel licenciatura
optan por las áreas conocidas: medicina, contaduría, ingeniería, derecho,
comunicaciones, etc., mientras que las áreas técnicas son desechadas, por lo que
se da una saturación de egresados de las áreas mencionadas y con ello se crean
más desempleados.
Además de lo anterior, las bases de la productividad y de los altos niveles de vida
se dan de la acumulación de capital físico (maquinaria) y de capital humano
(conocimientos y capacitación).
Es lógico pensar que áreas como la filosofía, las artes, etc. tienden a satisfacer
inquietudes de la población en esos campos, más no contribuyen al aspecto
económico, ni al producto interno bruto de un Estado.
Dice el autor Luis Pazos que:
"La capacitación, instrucción, educación técnica y científica, aplicada al
proceso productivo, es fundamental para elevar los niveles de vida, y los
salarios reales en una comunidad" (Pazos, Luis: 1999, p. 84).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
60
La Globalización implica y exige que los profesionistas egresen con una alta calidad
académica que les permita competir con personas de cualquier otro país, a la vez,
pueden desarrollar y poner en práctica sus conocimientos en el campo laboral en
cualquier parte que se encuentren, por lo que la competencia que se establece es
cada vez más agresiva, y sólo los más capacitados son quienes obtienen los
mejores puestos en las empresas públicas y privadas. Además, este fenómeno
implica que los profesionistas y los prestadores de bienes y servicios tengan cada
vez una mayor cultura que redundará en una mayor competitividad mundial.
Desgraciadamente en el caso de México, la calidad académica de la mayoría de las
universidades no es la óptima, lo que significa que el egresado de una licenciatura
difícilmente pueda competir con un egresado de una universidad extranjera:
Harvard, Yale, Rochester, Oxford, etc.
En México, si bien existen las concesiones que otorga el Estado en materia de
educación a los particulares, también es cierto que no hay un control ni exigencias
de parte del Gobierno para que los particulares cumplan con un estándar mínimo
de calidad académica, por lo que cada vez hay más "universidades patito", que lejos
de ayudar a preparar mejor a los mexicanos del futuro, crean más desempleados y
profesionistas mediocres que lo más seguro es que no tendrán éxito en su vida
profesional.
En la mayoría de las universidades de Iberoamérica se utilizan muy pocos los
recursos multimedia que son ya normales en los Estados de Europa, un signo
característico de la Globalización educativa donde hay que conocer y utilizar todos
y cada uno de los recursos que están disponibles.
Por último, hay que señalar que, en materia de la carrera de Derecho, sería bueno
orientar a las nuevas generaciones para que se adentren en otros campos laborales
que son relativamente nuevos, como el Derecho Ecológico, los Derechos Humanos,
el Derecho Bursátil e inclusive retomar la importancia que siempre ha tenido el
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
61
Derecho Internacional, tanto público como privado, ya que las ramas tradicionales:
Derecho Civil, Mercantil, Penal, etc., están ya muy saturadas.
1.10. El Gran Patrimonio Cultural de México.
Hablar de toda la riqueza cultural que nuestro país posee y que constituye el legado
más importante de nuestros antepasados sería una tarea muy ardua en razón de
todo lo que hay que hablar sobre ese particular.
La imagen de México en el mundo se debe en mucho a su gran riqueza cultural,
que como ya enfatizamos anteriormente el legado de todas y cada una de las
civilizaciones antepasadas y de la mezcla de dos razas y culturas que dio por
resultado lo que hoy es nuestro país.
A lo largo del territorio que hoy ocupa México, se asentaron varias civilizaciones que
destacaron por sus amplios conocimientos en diferentes áreas del conocimiento
humano, logrando la mayoría de ellas sobresalir por sus logros artísticos que aún
se aprecian en los museos de nuestro país.
Por su la riqueza cultural nacional fuera poca, la naturaleza y el creador nos dotaron
de una riqueza en recursos naturales, flora, fauna, climas y un territorio amplio y
noble.
El ex Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, en un comunicado hablaba de la
riqueza cultural de México en el siguiente tenor:
"XX COMUNICADO NO. 2339 LOS PINOS, 5 DE AGOSTO DEL AÑO 2000.
El patrimonio cultural de México es deslumbrante y asombroso
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
62
México posee un patrimonio cultural que debe preservar para las futuras
generaciones. 21 monumentos y sitios arqueológicos de México son
considerados patrimonio de la humanidad.
Este Gobierno ha Impulsado la exploración, la restauración y la difusión de
nuestro patrimonio arqueológico.
En 1999, mil 957 monumentos históricos y seis sitios arqueológicos fueron dañados
por sismos e inundaciones en siete estados de la República; a la fecha, más de 90
por ciento han sido reparados.
La restauración Integral del Castillo de Chapultepec es una parte del esfuerzo
de los mexicanos por recuperar y enriquecer nuestro patrimonio cultural.
Destacó el Jefe del Ejecutivo en su programa radiofónico "Pláticas del
Presidente" las obras de restauración del Alcázar del Castillo de
Chapultepec.
México posee un patrimonio cultural deslumbrante y asombroso que debemos
preservar para las futuras generaciones, no sólo de los mexicanos sino de toda la
humanidad, afirmo el presidente Ernesto Zedillo en su programa radiofónico
sabatino "Pláticas del Presidente".
Actualmente 21 monumentos y seis sitios arqueológicos son considerados
Patrimonio Cultural de la Humanidad, lo que coloca a México entre las diez naciones
con mayor riqueza histórica viva. Tan sólo en los últimos cinco años se hizo la
declaratoria de Patrimonio Mundial de siete sitios, señaló.
Enfatizó que lo que juntos se ha logrado es una muestra clara de la fuerza
integradora de nuestra herencia histórica y cultural.
Recordó que el miércoles inauguró las obras de restauración del Alcázar del Castillo
de Chapultepec, en donde han ocurrido hechos que han marcado nuestra historia a
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
63
lo largo de más de cinco siglos. Refirió que en este sitio Moctezuma construyó sus
famosos baños; los Niños Héroes lucharon hasta el último aliento contra las fuerzas
invasoras de su escuela militar, nuestra bandera y nuestra patria.
El Primer Mandatario señaló que en este sitio vivieron varios Presidentes de la
República hasta que el General Lázaro Cárdenas decretó que fuera la sede del
Museo Nacional de Historia. El Castillo de Chapultepec es un monumento que
sintetiza y simboliza la herencia cultural y la identidad que une a los mexicanos; por
lo que resaltó la importancia de poner al servicio del pueblo de México diversas
obras que recobran el esplendor y la belleza de una parte fundamental, su Alcázar.
Indicó que esas obras son parte de un proyecto de rescate total que concluirá este
mismo año con la rehabilitación y modernización del Museo Nacional de Historia.
Además, dijo, es parte del esfuerzo con el que los mexicanos nos hemos propuesto
recuperar y enriquecer nuestro patrimonio cultural.
En su mensaje radiofónico, el presidente Ernesto Zedillo afirmo que desde 1995 se
han realizado trabajos de restauración importantes en más de 400 edificios
históricos de todo el país, entre los que destaca la rehabilitación de Palacio
Nacional, donde se recuperaron jardines y crearon nuevas salas de exposiciones
que ofrecen una amplia visión del desarrollo cultural de México y la restauración del
ex Convento de Santo Domingo, en Oaxaca, transformado en centro cultural y
museo.
Mencionó que otros trabajos de restauración importantes son el de la Catedral
Metropolitana, el Antiguo Palacio de las Comunicaciones, el Museo Nacional de
Antropología y el ex Convento del Carmen, en la Ciudad de México.
El Presidente de la República aseveró que con la suma de recursos públicos y
privados que fortalecen las labores de conservación de nuestro patrimonio cultural.
El respaldo de las organizaciones civiles también ha sido decisivo en la
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
64
rehabilitación de la Parroquia de Santa Prisca, en Guerrero; la Catedral de Morelia,
en Michoacán, y el Santuario de Atotonilco, en Guanajuato.
De la misma forma, expresó que el trabajo coordinado de los tres órdenes de
Gobierno con todos los sectores de la sociedad ha sido eficaz para enfrentar
desastres que dañaron nuestro patrimonio cultural. El año pasado mil 957
monumentos históricos y seis sitios arqueológicos fueron dañados por sismos e
inundaciones en siete estados de la República. A la fecha más de 90 por ciento de
esos inmuebles y centros arqueológicos han sido reparados.
Reiteró que la riqueza arqueológica de México es un legado cultural invaluable y
maravilloso, por eso en este Gobierno hemos impulsado la exploración, la
restauración y la difusión de nuestro patrimonio.
Finalmente, el Jefe de la Nación, invitó, como Presidente y como mexicano, a
conocer nuestros monumentos nacionales y sitios arqueológicos, y participar en su
rescate, conservación y difusión. De esta manera, reafirmaremos nuestra pluralidad
étnica y cultural, y afianzaremos la grandeza de nuestra patria.
Las anteriores palabras del hoy ex Presidente de la República ponen de manifiesto
de manera muy general la gran riqueza cultural que posee nuestro país y que debe
ser motivo de orgullo por parte de cada uno de los mexicanos.
Hay que tener presente que el conocimiento de nuestro patrimonio cultural se debe
también a legionarios quienes se aventuraron a nuestro país recorriéndolo y
enseñando en el viejo continente todas nuestras maravillas culturales y naturales.
Se trata de grandes amigos de México, como el barón Alexander von Humbold, el
cual en el siglo XIX recorrió la mayor parte del territorio nacional en busca de sus
riquezas para después llevarlas y promocionarlas en el exterior.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
65
La labor que este personaje desarrollo durante gran parte de su vida fue
fundamental para el conocimiento del país en Europa y otras naciones del mundo.
1.11. Cultura y Medios de Comunicación.
Los medios de comunicación masiva (prensa, radio, televisión e Internet)
constituyen vehículos adecuados para que la cultura llegue a más mexicanos cada
vez. Para ejemplo de ello tenemos el canal 22, el canal 11 cuyos contenidos son
generalmente culturales. En materia de radio, desgraciadamente las estaciones con
carácter cultural son pocas: Radio Universidad y Radio Educación son las que
sobreviven. Hace algunos años existió una estación dedicada a difundir música
clásica: la extinta XELA que estuvo al aire por más de cincuenta años y después
desapareció porque difundir música clásica no es un negocio en México. Este es un
ejemplo de la realidad que vive la cultura y su relación con los medios de
comunicación en el país, ya que la comercialización de ellos es un gran obstáculo
para que se difundan actividades culturales que mucho ayudarían a los mexicanos.
Es una pena ver que las programaciones diarias de la mayoría de los canales de
televisión abierta, así como de las estaciones de radio sean de contenidos
superfluos, comerciales y poco informativos, pero es evidente que la cultura no es
un negocio para las empresas como Televisa y Televisión Azteca.
El único medio en el que se puede acceder realmente y de manera rápida a la
cultura en el mundo es Internet, esa red maravillosa que nos permite viajar con la
mirada hacia el pasado y el presente de cualquier lugar en el mundo. Internet no
conoce de limitaciones ni de fronteras, por lo que es en la actualidad el único medio
de comunicación en el que podemos encontrar todas las manifestaciones culturales
existentes en este mundo.
1.12. Ganancia o Cultura.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
66
Existe una oleada de ideas que promueven un nuevo consumo cultural basado en
estereotipos que redefinen a la población mexicana, se dispersa de manera masiva
a través del internet. Durante el sexenio de Fox, se habló de llevar a toda la
población internet (Véase, Lourdes Arizpe. “Los retos culturales de México”. México
2000) proyecto más que ambicioso y positivo si se pudiera llevar a cabo; el discurso
oficial era; “que toda la gente pueda acceder a la información libremente”; en el
proyecto se hablaba de llevar diferentes formas de cultura a la población más pobre,
y que si no tuvieran recursos para estar presentes en eventos culturales, al menos
pudieran verlos por medio de la internet; el pequeño detalle que olvidó Fox y su
gabinete, fue que no es posible llevar internet sin computadoras, y peor aún llevar
internet a un país donde el 6.9% de la población aún es analfabeta, o dónde el
46.2% de la población se encuentra en estado de pobreza.
Asimismo, las políticas neoliberales que adelgazaron al Estado y sus instituciones
por medio de la privatización, han mermado más la vida de la población asalariada,
no sólo en la cuestión laboral (que es en donde empieza) sino en el ámbito
educativo, cultural y social, que están íntimamente ligados.
La educación (básica) y la cultura en México están a cargo de dependencias
públicas como la Secretaría de Educación Pública <SEP> y el Consejo para la
cultura y las artes <Concaulta>, quienes se encargan de regular y crear proyectos
educativos y culturales, además captan y distribuyen el presupuesto que emite el
gobierno anualmente a través del Presupuesto de Egresos de la Federación, PEF.
Sin embargo, el capital privado se ha visto últimamente inmiscuido en ambas. Para
el caso de la educación, se han abierto escuelas (en los grados básico, medio y
superior) que captan a los niños y jóvenes que no reciben una educación impartida
por el Estado, teniendo que pagar por ella, ya sea porque supuestamente es de
mejor calidad (en el caso de la educación básica; primaria, secundaria y nivel medio
superior) o porque los jóvenes se quedan sin lugar, debido a la alta demanda de
algunas escuelas (como es el caso de la educación media y superior), donde en el
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
67
mejor escenario, los padres de familia asumen el costo (que es responsabilidad del
Estado) enviando a sus hijos a escuelas privadas.
En 1988 nace Conaculta, para preservar y promocionar la cultura, las artes y la
diversidad cultural de México. Tiene a su cargo el Instituto Nacional de Antropología
e Historia (INAH) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), - en su página
escriben- “Conaculta es la institución encargada de preservar de forma integral el
patrimonio cultural de la Nación en sus diversas manifestaciones artísticas y
culturales, así como estimular los programas orientados a la creación, desarrollo y
esparcimiento de las mismas. Las acciones de Conaculta están encaminadas a
mantener un compromiso profesional que beneficie a toda la sociedad mexicana
con la promoción y difusión de todo el sector cultural y artístico”
(http://www.conaculta.gob.mx). Ahora en el marco del neoliberalismo, el Estado es
un administrador; así, ha dejado en manos de privados la cultura, se han otorgado
concesiones de museos a empresas, por ejemplo la venta de boletos principalmente
a eventos de teatro y música al monopolio ticketmaster, las tienditas de recuerdos
y las cafeterías en los museos, los eventos y festivales de empresas privadas que
son cada vez más frecuentes en sitios arqueológicos, que generan derrama
económica dentro de patrimonios culturales de la humanidad, que a pesar de dañar
los recintos suelen captar altas rentas y eso es lo que al Consejo le importa.
Estas empresas generan ganancias con el pretexto de la visita masiva de la
población a los recintos, entonces aumentan el precio de los boletos para los
recintos culturales, que además resultan prácticamente inaccesibles para una gran
parte de la población, propiciando que la cultura se vuelva una “cultura de elite” ya
que en un país (como México) donde hay una pésima distribución de la riqueza
social, o sea que el dinero se concentra en pocas manos, es así como la cultura
pasa a ser sólo de aquel que pueda pagarla.
Si sumamos la diversa gama de servicios (Lista de museos de la ciudad de México,
servicios y ubicación), que han adoptado los museos de la ciudad como: las tiendas,
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
68
librerías, cafeterías y el estacionamiento, así como los eventos culturales y
recreativos que ahí se realizan, y que aumentan el precio de los boletos. Esta
comodidad que repercute en el precio, y que además se ha vuelto un fetiche entre
las clases medias; “la visita al museo y después el cafecito”, y “si vas a turistear y
visitas un museo llevar un recuerdito”, aunque ni se lea, ni se sepa lo que el museo
y su historia representa para la humanidad.
El desarrollo de empresas pertenecientes a la industria cultural es cada vez más
evidente, y con ellas (aunque no es un acontecimiento del todo nuevo), se acentúa
la mercantilización de la cultura, estas industrias como cualquier otra industria
capitalista, buscarán y crearán nuevos mercados de consumo, la cultura se ha
vuelto una inversión muy rentable, aumentando el número de comercializadoras
culturales bajo una ideología tipo progresista, que impone modas en las que se
vende la cultura.
Mientras la mercantilización de la cultura hace que se masifique ésta y sea más fácil
consumirla en todos los mercados mundiales, más se abre la brecha entre la
comprensión y la realización de las artes, ya que el aumento constante de bienes
culturales y la “facilidad” (en cuanto a la promoción) de acceso a servicios culturales
como museos, sitios arqueológicos y galerías, disminuyen la calidad de la cultura,
pues las empresas que venden cultura además han elevados sus precios, gracias
a la forma en la que psicológicamente añaden cualidades que no tienen, donde su
valor de uso pasa a segundo plano. Además, las clases medias son las primeras en
seguir las tendencias que marca el capital, dejando de comprender la esencia del
arte para sólo consumirla.
Sólo bajo este contexto podemos entender cómo es que el consumo cultural sea
cada vez mayor, y esté en continuo crecimiento.
La cultura comercial es ahora muy rentable, es por eso que se le ha prestado más
atención a su medición, asimismo se mira su producción por los empleos que
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
69
genera y los servicios que se pueden prestar en estos eventos además de las
comercializadoras que acumulan grandes masas de dinero, lucrando con la cultura,
ya que no pretenden llevar la cultura a la población para que desenvuelvan su
creatividad, sino siguen la lógica del capital mercantil.
1.13. El Ocio y el Tiempo Libre.
Los conceptos de ocio y tiempo libre tienen íntima relación con el concepto de
trabajo y esto a su vez acarrea que se deje de lado el lado cultural , ya que para que
exista uno debe existir el otro, sin embargo el trabajo en el capitalismo es trabajo
enajenado, Marx en su manuscrito del trabajo enajenado nos explica que en la
sociedad capitalista el trabajo enajenado invierte la relación que el hombre tiene con
su naturaleza, ya que el trabajo es externo a la naturaleza del hombre, y éste no se
realiza en sus horas de trabajo, pues está atado, ya que el trabajo, es el único medio
por el cual puede satisfacer sus necesidades, y por ello se niega al trabajo
sintiéndose cómodo sólo en sus horas libres, en las cuales intentará satisfacer otras
necesidades “Llegamos al resultado de que el hombre (el trabajador) se siente
libremente activo sólo en sus funciones animales –comer, beber y procrear o,
cuando más, en su vivienda y en el adorno personal- mientras que en sus funciones
humanas se ve reducido a la condición animal” (Erich Fromm: p. 108-109).
Al desprenderse el humano de su naturaleza también fractura su subjetividad ya
que gradualmente se desprende de su vistosidad para cosificar las relaciones a las
que está expuesto como ser social.
La jornada laboral de acuerdo con Marx tiene límites: a) los límites mínimos serían
la parte de la jornada que el trabajador “...tiene necesariamente que trabajar para la
subsistencia de sí mismo. Pero sobre la base del modo de producción capitalista el
trabajo necesario no puede ser sino una parte de la jornada laboral del obrero y ésta
nunca puede reducirse a ese mínimo” (Karl Marx: tomo I, vol. I, p. 278-279), y b) los
límites máximos se determinan de dos maneras; la barrera física de la fuerza de
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
70
trabajo, ya que el humano tiene que satisfacer necesidades para sobrevivir; y la
barrera moral, ya que “el hombre necesita tiempo para la satisfacción de
necesidades espirituales y sociales, cuya amplitud y número dependen del nivel
alcanzado en general por la civilización” (Ibíd.).
El ocio y el tiempo libre están sujetos al concepto de trabajo, de igual modo a los
límites de la jornada laboral, y estos están sujetos a otras condiciones, ya que a
pesar de que en el sentido estrictamente legal la jornada laboral es de ocho horas
en México, los trabajadores actualmente en el contexto real sufren otros agravios, y
están condicionados a la sobreexplotación, en la cual se extrae plusvalía, ya sea
alargando la jornada laboral (plusvalía absoluta), o accediendo a más tecnología
para aumentar la productividad dentro de la misma jornada de trabajo (plusvalía
relativa), o como escribió Marini; a través de la súper explotación del trabajo.
Los límites mínimos que nos sugiere Marx prácticamente se eliminan dentro del
sistema capitalista pues, aunque el trabajador reproduzca su salario en nueve
minutos (Tiempo de la jornada de trabajo destinado para la generación del salario
de los trabajadores (Horas/minutos) México, 2006-2012), éste seguirá dentro del
proceso cumpliendo con una larga jornada. Dentro de los límites máximos morales
se debería ubicar el ocio y el tiempo libre, ya que es en este tiempo cuando el
hombre puede satisfacer sus necesidades espirituales, sociales y artísticas.
Cada país establece legalmente un determinado número de horas en las que se
debe laborar, en México la jornada es de ocho horas, dejando para el trabajador 16
horas “libres”, esto suponiendo que esas 16 horas sean “puras”, dentro de las cuales
se debe descontar ocho horas de descanso total (para dormir), y aproximadamente
tres para alimentarse y asearse, dejando entonces cinco para que las puedan
dedicar al ocio.
La precariedad laboral en general y en mayor medida en los países
subdesarrollados provoca que muchos trabajadores tengan dos empleos; ya sea en
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
71
la mañana y en la tarde, o nocturnos, o de fines de semana, además las mujeres
también tienen que insertarse al mercado laboral, sólo para poder cubrir los gastos
familiares. Si las mujeres tienen familia se dedican también a las labores domésticas
en su “tiempo libre”.
Por otro lado, en la estructura capitalista es vital el ejército industrial de reserva, que
funciona de acuerdo al ritmo de la acumulación de capital, pues cumple varios
papeles dentro de la forma de reproducción y acumulación, uno de ellos es la
desvalorización de la fuerza de trabajo teniendo como efecto directo el
abaratamiento del trabajo, y el otro la valorización del capital en tiempo de auge.
Este ejército industrial de reserva permite identificar a la población que se encuentra
ocupada dentro del proceso laboral y a la que no, en términos convencionales a los
desocupados, de esta forma podemos observar a dos clases de personas, los que
son “productivos” y los “improductivos” (según el discurso oficial), siendo estas
últimas personas ociosas, que aunque son necesarios para el sistema, no lo
reconocerá en su discurso, “La laboriosidad de algunos exige el ocio de otros. Los
pobres y los ociosos son un fruto necesario de los ricos y de los activos, etc.” (Karl
Marx. tomo I, vol. III. p. 806). Mientras que el tiempo libre es un concepto ocupado
por aquellos que son dueños de los medios de producción, es decir la burguesía, y
en menor medida la pequeña burguesía. “‘El progreso de la riqueza social’, dice
Storch, ‘engendra esa clase útil de la sociedad… que ejerce las ocupaciones más
fastidiosas, viles y repugnantes, que echa sobre sus hombros, en una palabra, todo
lo que la vida tiene de desagradable y de esclavizante, proporcionando así a las
otras clases el tiempo libre, la serenidad del espíritu y la dignidad convencional”
(Ibíd. p. 807). A partir de esta cita podemos entender por qué lo que conocemos
como “alta cultura” es arte para una pequeña elite, y que está en función de lo que
el capital (En el discurso de Marx el ‘Capital) y la burguesía dicten.
El tiempo libre y el ocio conceptualmente no son lo mismo. El tiempo libre es
entendido como el tiempo que sobra después de los quehaceres, ya sea para ir al
trabajo, a la escuela o las múltiples labores domésticas. El ocio moralmente tiene
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
72
otra concepción, ya que para la “sociedad capitalista” el hecho de no trabajar es mal
visto, y el ocio es relacionado con una persona “no productiva o floja”, sin embargo
esta es una consideración ideológicamente impuesta, pues es el mismo sistema el
que propicia la existencia de un ejército industrial de reserva, o sea personas que
no laboran, no porque no quieran, o porque no lo necesiten, sino porque el sistema
requiere de este ejército (para desvalorizar la fuerza de trabajo), generalmente estas
personas son rechazadas por la sociedad, pues son “ociosas”. Entonces podríamos
deducir que el tiempo libre es bueno y el ocio es malo para la sociedad capitalista.
Dentro de la sociedad capitalista, el discurso oficial nos dice que: “el uso del tiempo
es libre”, de manera que cada persona le puede destinar a su tiempo el uso que
más le convenga o el que le traiga mayor satisfacción, sin embargo, existen tiempos
que están determinados a ciertas actividades de las cuales la población no puede
desentenderse, como es el trabajo, ya sea por una remuneración o de tipo
doméstico, y en el caso de los menores de edad la escuela. Además de estar sujeto
a otras condiciones que INEGI señala como; “A nivel individual las actividades que
las personas realizan y el tiempo que le dedican están relacionados con el sexo, el
curso de vida de las personas y su relación con el trabajo; así como con la
organización cotidiana del hogar, la etapa del ciclo vital en la que éste se encuentra
y su posición económica y social” (INEGI. Mujeres y hombres en México 2006,
Décima edición). Además, se deben considerar otros aspectos que influyen en la
elección de las personas, para la distribución de su tiempo libre, por ejemplo;
realizan actividades que ya están determinadas en un mercado de consumo, como
ir a ciertos lugares, o ver ciertos programas en los canales de televisión o radio, “En
todo este sistema, el vendido y comprado, el público, no tiene más que una
participación pasiva. Puede rechazar un programa no viéndolo, pero no puede exigir
ninguna clase de programación. Además, es manipulado, deformado para aceptar
cierto tipo de programas” (Galindo, Magdalena: 1972. p. 12). Desde la visión de las
industrias culturales, el ocio y tiempo libre es visto como una mina de ganancias,
pues el consumismo cultural es altamente rentable, ya que las producciones de cine,
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
73
música y teatro (principalmente estos tres eventos artísticos) son a las que el público
recurre.
Pero, en México ¿qué hacen las personas que tienen tiempo libre y quiénes son?
En México, el INEGI ha realizado dos encuestas sobre el uso del tiempo una en
2002 y otra en 2009, siendo esta última la más reciente, sin embargo, en ambas
realizó preguntas diferentes que sesgan los resultados estadísticos, y los resume
en sus publicaciones de manera muy sintética.
Podemos comprobar con estas cifras estadísticas que el ser humano dedica tanto
tiempo al trabajo, en búsqueda de una remuneración, que ha quedado condicionado
sólo a tener tiempo para los quehaceres que más le ocupan como cuidados básicos,
descansar, y convivir con otros seres humanos. Además la dinámica en que se ha
insertado a la sociedad es tan violenta que no es posible hablar de los límites
máximos de los cuales Marx hace mención, pues para enriquecerlos se debe tener
un desprendimiento de los vicios que han enajenado y cosificado las relaciones
sociales, además debemos recordar que en una sociedad capitalista existe una
sociedad de masas que está históricamente atosigada y acostumbrada a un tipo de
diversión impuesto que difícilmente ahora quiere alta cultura, y no necesariamente
por qué no quiera, sino porque en el reducido mercado cultural consumista y clasista
es lo que se vende, ya que de ahí se obtiene un amplio margen de ganancia.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
74
CAPÍTULO II. EL ACCESO A LA CULTURA EN MÉXICO. PROBLEMÁTICA
SOCIAL Y JURÍDICA. LA NECESIDAD DE ELEVAR A GARANTÍA SOCIAL LA
IGUALDAD CULTURAL.
2.1. La Cultura en la Acumulación de Capital por Desposesión.
Uno de los factores que determinan el ethos cultural de la sociedad es la relación
que existe entre la tierra y los pobladores. La tierra porque es el contacto que se
tiene con la naturaleza y por la cual se adoptan ciertas costumbres. El concepto de
desposesión que retomaremos se conecta con el despojo de los medios de
subsistencia de las comunidades, que no sólo implica arrebatarles sus recursos
naturales a las comunidades sino también parte de sus raíces y su cultura.
En México se permitió, y se legalizó la desposesión de la tierra, con la reforma al
artículo 27 constitucional, en la que se modificó la forma de propiedad, permitiendo
su privatización, lo cual implica despojar a los dueños de la tierra de su propiedad y
así poder vender la tierra a capitales privados y extranjeros. En este proceso se
altera el modo de vida de la población que originalmente estaba asentada ahí,
además de que se explotan los recursos naturales (y causan daño a los pobladores
y al medio ambiente), sólo para vender y abastecer a empresas de otras naciones,
un ejemplo reciente es el caso de los pueblos yaquis en el norte del país, donde una
empresa canadiense está despojando a las comunidades originarias del agua (La
jornada en línea, sección sociedad y justicia. 7 de septiembre de 2013).
2.1.1. La Cultura en el Proceso de Acumulación Capitalista como Valor.
Para comprender la función que tiene la cultura como una mercancía, es necesario
remitirnos a un viejo debate sobre el trabajo productivo e improductivo, ello para
poder determinar el valor de la cultura como mercancía, y posteriormente penetrar
en la discusión de sí a través de la mercantilización de la cultura el capital valoriza
y acumula o no, cómo se desarrolla este proceso y qué impacto tiene en la sociedad,
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
75
sin embargo en este apartado sólo profundizaremos en su desarrollo, pues
posteriormente se definirá su impacto en la sociedad y en las relaciones
interpersonales.
Marx explica en el Capital que la mercancía es la célula del sistema capitalista, pues
en ella se objetivan las relaciones sociales de producción, por esta razón
analizaremos el valor de la mercancía, pero primero partiremos de la discusión,
sobre el trabajo productivo e improductivo, haciendo hincapié en su análisis para
definir el valor pues de esta manera entenderemos los factores que constituyen una
mercancía.
“…-y sólo es un trabajador productivo aquel productor de capacidad de trabajo-
que directamente produzca plusvalía; por ende, sólo aquel trabajo que sea
consumido directamente en el proceso de producción con vistas a la
valorización del capital” (Karl Marx, “El capital, libro I, Capítulo VI).
Entonces el trabajo productivo será aquel que genere valor en el proceso productivo,
siendo su contrario el trabajo improductivo, o sea aquel que no genere valor, es
necesario aclarar en este punto que el hecho de que no sea productivo el trabajo
(estrictamente en el concepto) no quiere decir que deje de ser necesario para el
capital, pues aquí se encuentra el sector servicios que de igual forma es
fundamental para la acumulación “En los servicios (Ibíd.) los trabajadores
asalariados se emplean como valores de uso”, así el dinero funciona como medio
de circulación, no como capital. Es por esta razón que en el sector servicios no
existe una valorización del capital, así pues, este sector es un vehículo de
realización de mercancías.
Sólo en el trabajo productivo se genera valor, y sólo el trabajo (humano) genera
nuevo valor, que junto con el valor pretérito, o sea aquel que las máquinas
transfieren, crean la mercancía, esta mercancía contiene valor de uso y valor de
cambio. El término valor de uso se refiere a la capacidad que tiene la mercancía de
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
76
ser socialmente útil, y el término valor de cambio se refiere a la utilidad social
abstracta que tiene la mercancía para ser intercambiada. La mercancía contiene
una forma natural y una forma valor. Se encuentra en su forma natural en tanto que
es socialmente útil para la satisfacción de necesidades humanas, y se encuentra en
su forma valor en tanto que es la cristalización del tiempo de trabajo socialmente
necesario. Y es en esta última forma, que sea su forma valor, que en la sociedad
capitalista (moderna) se convertirá en forma valor del objeto mercantil, es decir, no
sólo perderá poco a poco la forma natural (que es satisfacer necesidades) sino que
la llega a perder completamente como en el caso de aquellas mercancías que no
son útiles en la vida humana y que incluso la dañan. Es en este momento cuando
se llega a la contradicción de valor- valor de uso que Echeverría examina a detalle,
en la cual se contrapone la forma natural de valor
El servicio no es en general más que una expresión para el valor de uso particular
del trabajo, en la medida en que éste no es útil como cosa sino como actividad. Es
este caso el extremo del valor de uso, en dónde se pierde completamente la forma
natural del valor de uso, y causa daños severos en la salud de los consumidores,
como es el caso de aquellos alimentos chatarra, o nocivos, como los refrescos.
La cultura en la perspectiva del ethos cultural suele ser compleja, ya que es
mercancía en tanto que se hagan públicos usos y costumbres de una comunidad,
por ejemplo los pueblos indígenas de México, comenzaron a tener mayor relevancia
para el gobierno después del levantamiento del EZLN (Ejército Zapatista de
Liberación Nacional, 1994), pero el discurso oficial ha tergiversado (tanto para
contrarrestar sus demandas como para aminorar el apoyo que la población les da)
lo que los pueblos indígenas zapatistas que buscan. Es a partir de ello que se han
creado más programas que intentan ser integrales, en los que se han reconocido
más derechos de los pueblos indígenas reformando artículos de la constitución que
aceptaron a México como el país pluricultural que es (Es necesario aclarar que es
en Enero de 1992 cuando se reconoce que México es oficialmente un país
pluricultural, con la reforma al artículo 4° constitucional que acepta el derecho de los
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
77
pueblos indígenas), además de destinar recursos al estudio y al debate sobre la
situación indígena. Es relevante mencionar este caso, porque así el gobierno ha
justificado políticas que se dirigen a difundir la artesanía de las pluriculturales
indígenas mexicanas, con este propósito: la secretaría de desarrollo actualmente se
encarga de las operaciones del Fonart (El Fonart Fondo Nacional para el Fomento
de las Artesanías) es una institución gubernamental que diseña y ejecuta políticas
públicas de desarrollo, promoción y comercialización de la actividad artesanal de la
República Mexicana, se funda el 28 de mayo de 1972 por mandato del Ejecutivo
Federal), quien a través de sus funciones está explotando la diversidad cultural del
país para así tener un doble discurso, primero expresando su preocupación por
integrar a las comunidades apoyando a los integrantes que no tienen recursos
económicos suficientes para que se desarrollen, después para obtener el
reconocimiento mundial, es decir poder comercializar y hacer de México un gran
atractivo turístico, pues incentivar el turismo es uno de los objetivos que se han
fijado los últimos gobiernos, ya que a través de este ramo se han captado recursos
bastante generosos que no le cuestan al Estado, pues en el sector servicios, la
inversión es menor y el tiempo de rotación de esa inversión es más rápida.
Para la comercialización de la cultura entre los turistas extranjeros y mexicanos
existe la secretaria de turismo (SECTUR), que tiene una visión institucional, donde
El Turismo Cultural juega un papel muy importante para dar a conocer, preservar y
disfrutar el patrimonio cultural y turístico de nuestro país. Los efectos que genera el
tratamiento adecuado del turismo cultural, desde una perspectiva de mercados, trae
como consecuencia, la satisfacción del cliente, la conservación del patrimonio de
uso turístico y el desarrollo económico y social de las comunidades a partir de la
generación de nuevos empleos.
De esta forma el ethos cultural se ha vuelto mercantil, hablamos de que la cultura
se ha vuelto una mercancía cuando pasa por un proceso de producción capitalista,
y de cultura mercantil cuando se venden ideas o imágenes de costumbres y
tradiciones como un atractivo para vender otras mercancías o servicios. Ahora que
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
78
hemos resaltado la gran diferencia que existe entre la cultura como mercancía y la
cultura mercantil, podemos definir que ethos cultural no puede ser una mercancía
ya que no pasa por un proceso meramente productivo, o sea formal en el que haya
un proceso de acumulación de capital a escala ampliada, pues el hecho de que el
Fonart destine recursos e incentive la producción artesanal, estructure ferias y
festivales que promocionen la venta de estas mercancías artesanales, no quiere
decir que necesariamente habrá acumulación de capital (aunque podría darse el
caso) (Sin embargo el Fonart no pública de cuánto es la producción ni la venta de
las artesanías, ni tampoco el precio de producción, ni el precio final. Así que no
podemos determinar sí existe acumulación, y de ser así si le pertenece al Estado o
al pequeño productor artesanal), sin embargo, sí existe una ganancia, ya sea que
se efectivice en la circulación o a través de atractivos turísticos.
En otro plano aparecen las artes, como “alta cultura”. En este momento debemos
aclarar cuándo es que los espectáculos artísticos se vuelven mercancía y cuándo
sólo son servicios (o sea no generan valor). Marx menciona que un escritor que
escribe un libro y lo vende no es productivo, pero que, si el mismo escritor trabaja
para una empresa que edita libros, los reproduce y los vende se vuelve productivo,
o sea que al artista lo hace productivo el hecho de que trabaje para una empresa o
compañía, ya que es por medio de ésta que valorizará el capital, que genera
acumulación. Así los productos de un artista se vuelven mercancía en el momento
en que se comercian con un fin de lucro “…el actor es un artista para el público,
aunque para su empresario sea un obrero productivo” (Marx y Engels. compilación
de escritos p. 153). Por ejemplo, las industrias culturales acumulan en gran escala
(o sea global) por la valorización, producto del trabajo productivo de los artistas y
trabajadores, además de otras personas que también forman parte de la producción.
Aunque para la delimitación conceptual del término cultura de este texto, no estén
incluidos los eventos deportivos, en el discurso gubernamental “los deportes son
una nueva expresión cultural”, aunque sea solamente con fines mercantiles y sea
altamente rentable, así el deporte (como espectáculo) puede generar acumulación
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
79
y ganancia, o sea en el sentido de ser mercancía que además genera nuevas
industrias (como productos alusivos a ese deporte etc.), en dónde las empresas
privadas ya sean nacionales o no, comercializan los eventos ya sea como
mercancía o servicio.
El hecho de que el INEGI contabilice en cuentas nacionales el porcentaje del PIB
que aporta la cultura y que lo registre desde 2003 nos deja analizar el rumbo de la
visión institucional que hay, el problema es que no ven más allá de lo que la cultura
pueda generar en términos de un crecimiento económico, y la cultura es mucho más
que sólo un negocio, en ella se determina el desenvolvimiento de los individuos y
por ende de la sociedad mexicana expresando su situación.
Sólo si dejamos de tener esta visión economicista del dinero por el dinero, que
reproduce un discurso capitalista podremos mirar el amplio mundo que la cultura
ofrece.
2.1.2. La Desculturación en la Determinación del Individuo.
El desarrollo de las fuerzas productivas que valorizan y acumulan capital, cambia
continuamente a lo largo de la historia e impacta directamente en la fuerza de
trabajo alterando las relaciones sociales de las naciones.
La subsunción formal y después la subsunción real a la que el capital somete al
individuo como objeto productivo que lo valoriza, condiciona al asalariado alterando
su desarrollo y desenvolvimiento social. La desculturación es expresión de la
subsunción, pues modifica al ethos cultural, como se mencionó con anterioridad la
desculturación es producto de la transculturación.
Se discutió con anterioridad porqué se haría uso del concepto transculturación, pero
cabe mencionar que el termino aculturación es el concepto que se reconoce entre
los intelectuales norteamericanos, situación que se debe entre otras cuestiones
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
80
políticas, a que “La aculturación comprende aquellos fenómenos que resultan
cuando grupos de individuos que tienen culturas diferentes entran en contacto, con
cambios subsecuentes en los patrones culturales originales de uno o ambos grupos.
El uso de la palabra aculturación suele contener cierto grado de discriminación y
racismo, pues como señaló Ortiz en sus obras, el concepto se refiere solamente a
la asimilación de la nueva cultura, haciendo ello referencia a la que han adoptado,
o sea a la nueva cultura.
En la aculturación se manifiesta un sometimiento, se habla de una cultura que está
sojuzgando a otra y presiona para que abandone la original, o sea implica una
superioridad cultural que se impondrá. Y esta imposición cultural la tendrá el país
hegemónico porque le pertenecen los capitales más grandes, teniendo la posibilidad
de marcar el destino ya no sólo cultural sino ideológico de los países no
hegemónicos que le son dependientes como México.
Por esta razón Bolívar Echeverría escribe que “las modas no son fenómenos
arbitrarios o carentes de efectividad en la historia de la cultura. Por el contrario, son
formas necesarias en las que el <<espíritu de una época>> dirime conflictos
esenciales” (Bolívar Echeverría, “Valor de uso y utopía”), en este párrafo se explica
que las modas también culturales son necesarias porque llegan a resolver algunas
contradicciones del mismo capitalismo, como las crisis, por ejemplo.
En lo general a una nación y en lo particular a sus individuos, el proceso de
asimilación (aculturación), de renunciar o de aceptar (transculturación), es una
transformación radical, pues implica arrancar a los sujetos la identidad que los
determina como parte de una comunidad, entonces se forman seres nuevos que no
tienen definido quienes son, así se va borrando la historia de esos sujetos. El no
tener historia merma su conciencia nacional, les genera nuevas necesidades y
pierden el sentido de cuestionar, pues se remiten a vivir sólo lo que ven y escuchan,
siempre de manera superficial, pues han sido manipulados.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
81
2.2. La Cultura como Medio de Desvalorización del Trabajo.
Las diversas transformaciones culturales le permiten al capital la vulnerabilidad de
la clase asalariada, pues se encarga por este medio de tener personas que se
acoplen a sus necesidades ya que las formas de extracción de plusvalía suelen ser
deshumanas en algunas líneas de producción (si no es que en todas), como en la
maquila y la manufactura (por mencionar unos ejemplos), para la acumulación de
capital es preciso contar con trabajadores que no tengan una cultura o una
educación que les haga reflexionar que no está bien esta manera de vivir (si se le
puede llamar vida), trabajadores que ya perdieron su identidad, sus costumbres que
les hagan recordar que existe una mejor condición de vida, y que hay una historia
atrás que les permitió en algún momento tener mejores condiciones laborales, por
ejemplo en México esta mejora laboral fue después del cardenismo y se debió a
una proceso histórico producto de la Revolución mexicana. Cuando una persona
pierde su esencia cultural, o sea sus raíces, le permite al capital una súper
explotación, aunque ésta implique el atropellamiento de sus derechos. La
desarticulación de las relaciones sociales entre las personas propicia una mayor
acumulación para el capital, pues las personas están dispuestas a vender su trabajo
por salarios paupérrimos, ya que es la única opción que tiene en el lugar en dónde
viven.
En la sociedad capitalista las personas sólo pueden satisfacer sus necesidades si
trabajan, ya que a cambio de vender su fuerza de trabajo se les remunera a través
del salario con dinero, pues éste es el medio de cambio común y aceptado en esta
sociedad. Sin embargo, el trabajo para los capitalistas (empresarios) es un costo de
producción, y como la finalidad del capitalista es la máxima ganancia, y ésta sólo
puede existir por el trabajo impago, es por medio de esta plusvalía que se obtendrá
la ganancia, y por ello que el salario, que es el trabajo que sí se le paga al trabajador,
tenderá a ser cada vez más bajo, para que haya un margen más elevado de
ganancia. La desvalorización de la fuerza de trabajo se refiere a los diversos
mecanismos que emplea el capitalista para hacer que la fuerza de trabajo sea más
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
82
barata, o sea que el salario no tenga un incremento, pues el crecimiento del salario
ocasiona el aumento de los costos de producción y un decremento directamente
proporcional en la tasa de ganancia. La tasa de ganancia no sólo se define en una
rama de la producción, sino a nivel global. Cuando la proporción del pago de la
fuerza de trabajo disminuye en relación con el capital total por la alta composición
orgánica de capital, la tasa de ganancia de estos capitales tenderá a bajar, y cómo
ningún capitalista está dispuesto a que su tasa de ganancia disminuya, tratará de
nivelar el descenso de la tasa de ganancia por unidad producida, además de que
los trabajadores que se queden en el proceso serán más productivos, equilibrando
esta caída con un aumento en la tasa de plusvalía, pues dentro de la misma jornada
habrá mayor explotación, y se podrá producir un mayor número de mercancías, que
en masa harán contrapeso al descenso de la tasa de ganancia por unidad,
recuperándolo en la masificación. La aplicación de la plusvalía relativa por el nivel
de producción permite la masificación, y vender el producto más barato en
comparación con un capital que no cuenta con tecnología de punta. Pero también a
una mayor masificación de mercancías le deberá corresponder un mercado mayor
de consumo. La relación que tiene la cultura con la desvalorización del trabajo, para
la acumulación de capital es a través de la desposesión, la transculturación y la
desculturación, sin embargo, existen otros factores que hacen que la cultura sea un
medio para desvalorizar la fuerza de trabajo. La desvalorización de la fuerza de
trabajo es una de las causas contrarrestantes del descenso de la tasa media de
ganancia, pues se le arranca al trabajador el valor real de su trabajo, al no
remunerarle lo que realmente genera de valor en cada mercancía, la
desvalorización no se refiere a que el trabajador genere menos valor, sino que, pese
a que su trabajo sea más productivo, éste no está siendo pagado, se entiende que
a menor trabajo pago, mayor es la desvalorización del trabajo. Alterar las relaciones
culturales de la población, desde la modificación (impuesta) de sus patrones de
producción y de consumo, es una herramienta más para abaratar la fuerza de
trabajo, por ejemplo; cambiar su forma de alimentación, es desvalorizar su trabajo,
pues se le hace creer a la población que los nuevos alimentos que hay el mercado
son lo que necesitan, y al entrar en la canasta básica, se argumenta que no es
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
83
necesario aumentar el salario, pues lo que gastan en alimentos les es suficiente,
aunque culturalmente lo que estén consumiendo no sea parte de su dieta
tradicional. Otra manera se expresa en las relaciones familiares, pues por los
cambios en la estructura económica mundial la familia ha tenido modificaciones
diversas una de ellas se encuentra en su composición. Las familias no se componen
ya por el mismo número de integrantes que hace algunas décadas algunos factores
son el espacio geográfico, otro que por las condiciones de ingreso-gasto ya no
alcanza para sostener familias grandes, además de que las campañas de
planificación hicieron que disminuyeran el número de integrantes; ahora mayor
número de miembros de las familias han tenido que trabajar porque los ingresos ya
no son suficientes, o por querer alcanzar un nivel de vida mayor (en el caso de la
clase media) esto ha ocasionado que la fuerza de trabajo femenina desvalorice a la
fuerza de trabajo masculina, cuestión que le ayuda al capital a la valorización, pero
estos tipos de fenómenos culturales fomentan la desintegración de las familias,
generando ambientes hostiles e incluso de violencia que repercuten en las
relaciones sociales.
La vulnerabilidad de los trabajadores asalariados que han sido despojados y
enajenados permite al capital la realización de sus productos a través de la
movilidad de las culturas, es decir, generando patrones de consumo que permitan
vender mercancías que no sean necesarias, pero que parecen serlo, pues cuando
se nos arrebata nuestra cultura dejamos de tener noción de lo que realmente
necesitamos y surge una especie de dependencia a objetos que son bienes de
consumo innecesarios, pero también la manera en que las industrias penetran en el
pensamiento de las personas por medio de las ideologías, de las cuales se
encargan los medios de comunicación y la mercadotecnia. Además, le hacen creer
a las personas que pueden adquirir cualquier tipo de aparatos de lujo,
proporcionándoles créditos, que entre los estratos de bajos recursos suelen ser
insostenibles, pero que les permite sentirse parte de la “sociedad moderna”.
2.3. Surgimiento de nuevos fenómenos culturales.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
84
La enorme dimensión cultural que existe en todo el mundo, pero específicamente la
pluriculturalidad mexicana, hace que los estudios en torno a la cultura y sus
trasformaciones se analicen en casos específicos, concentrándose principalmente
en la transculturación y aculturación que vive la población migrante (ya sea interna
o externa), y la población indígena, pues en su mayoría las investigaciones acerca
de los fenómenos culturales son hechas por sociólogos y antropólogos sociales.
Sin embargo, los fenómenos de transculturación y aculturación no son únicos de las
comunidades indígenas, ni de los migrantes. Ambos fenómenos son inherentes a
los seres humanos, pues como los seres sociales que somos, las cuestiones que
atañan a la sociedad tendrán un impacto en nuestra forma de ser y de vivir. Pero la
problemática social, no se construye por sí misma, sino que tiene un trasfondo
económico y político, es decir lo que suceda en el ámbito económico de un país,
transformará las relaciones sociales, lo cual cambiará la manera en la que
interactúan los habitantes modificando también sus hábitos culturales tanto en sus
raíces como en su desarrollo artístico (alta cultura). Algunos factores que inciden e
incluso determinan el ámbito y el rumbo cultural son el estado, las industrias
culturales y no culturales, o la misma población cuando hacen frente a la estructura
impuesta generando nuevos fenómenos culturales ya sea resistiendo o cuando
luchan por seguir siendo lo que son, además de las diversas luchas de clase, por
ello es preciso entender su comportamiento.
Para comprender a fondo lo que implica el surgimiento de nuevos fenómenos
culturales es importante aclarar el concepto de identidad que retomaremos de la
antropología social, que lo define como “el punto de vista subjetivo de los actores
sociales acerca de su unidad y sus fronteras simbólicas; respecto a su relativa
persistencia en el tiempo; así como en torno de su ubicación en el mundo, es decir
en el espacio social” (Gilberto Giménez: 1991), entonces la identidad cultural se
metamorfosea dependiendo del tiempo y del lugar al que esté sujeta la comunidad.
Así la identidad cultural mudará dependiendo de lo que suceda dentro de la
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
85
estructura en la que se desenvuelvan los habitantes de cierto lugar, por ello el
desarrollo de cada región y de cada país es diferente. Por ejemplo, si nos remitimos
a las antiguas culturas (romana, japonesa, azteca) podemos observar a través de
su historia cómo evolucionaron, cómo sufrieron cambios e incluso cómo se
fusionaron, dando paso a nuevas culturas que recogieron las formas productivas,
sociales, religiosas y artísticas de otras culturas para consolidar una nueva
civilización en la que se construyó una cultura diferente, pero con actitudes
similares. Así cada región y cada país cuenta con su propia identidad que le permite
ser diferente a otros, pero que a la vez le otorga un sentimiento de pertenencia a un
lugar, que le posibilita el querer cuidar su entorno, y vivir de manera “armónica” en
él y con otros habitantes del mismo lugar. Lo que sucede en el modo de producción
capitalista con la sociedad es que las transformaciones que se implementan en la
estructura y en la superestructura son impulsadas no para buscar el desarrollo de
una comunidad sino por la dinámica del capital, sin importar el costo social que esto
implique. Es por ello que en la sociedad capitalista la cultura y sus “ajustes” están
acompañados de los procesos de acumulación de capital. Es decir, se imponen
patrones en las relaciones sociales de producción que replantean la cultura, pues
todo cambio en la estructura incidirá en el comportamiento de la sociedad, o sea en
su identidad por la relación que existe entre la cuestión económica y el espacio
social en que nace y se desenvuelve la identidad cultural, por ello podemos decir
que la identidad es también un fenómeno social histórico, pues no permanece
constante, sino que evoluciona o involuciona (dependiendo el cristal con que se
mire) según el desarrollo de las fuerzas productivas. En el capitalismo las fuerzas
productivas tienen dueño, son privadas, generan riqueza y acumulación para el
dueño de ellas, entonces la estructura burguesa está condicionada por la ganancia,
por esta razón decimos que el Estado y todo lo que lo compone es burgués, es decir
funciona para el capital. En este sentido cabe señalar que el estado de bienestar y
el neoliberalismo son sólo patrones de acumulación capitalista que si bien actúan
diferente tienen la misma esencia, y las mismas bases de relaciones sociales,
aunque en el estado de bienestar la participación del Estado permitió que existieran
recursos destinados al desarrollo cultural sin un fin únicamente mercantil, no por ello
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
86
se impulsó el mismo desarrollo para toda la población. Por el contrario, en el
neoliberalismo la cuasi nula participación del Estado ya no permite ni el poco
desarrollo cultural, pues el fin es que la cultura genere un crecimiento económico,
que merma aún más la posibilidad de que la cultura llegue a más estratos
poblacionales, concentrándose en aquellos que pueden pagarla, o sea en el
neoliberalismo la cultura se mercantilizó.
El desarrollo de las fuerzas productivas y su comportamiento dentro de la
acumulación de capital, son las determinantes del rumbo cultural de la sociedad,
pues están íntimamente vinculadas.
Ejemplificaremos lo dicho mencionando la manera en que se han alterado los
modos culturales de algunos sectores de la población.
La población indígena históricamente ha sido marginada y excluida, pues tanto los
órganos gubernamentales como la población los identifica como vulnerables y
subdesarrollados, no obstante, siempre ha habido intentos por parte del gobierno
para “integrarlos” a la “vida moderna” que se dificulta por la diversidad lingüística
que existe. Pero cuando los pueblos indígenas necesitan tener contacto con las
ciudades es para conseguir un trabajo, o tener acceso a servicios básicos como la
salud y la educación, pues en sus comunidades difícilmente los tienen. En este gran
núcleo encontramos pobladores que defienden su identidad y otros que buscan la
aceptación e integración a las ciudades. En el caso de aquellos que defienden su
identidad, lo han hecho a través de la resistencia, como los zapatistas, ellos quieren
conservar su cultura para convivir con las demás culturas sin que implique una
alteración de sus formas, por eso su palabra dice “un mundo donde quepan muchos
mundos”. Sin embargo, los pobladores indígenas que reniegan de su cultura y
quieren cambiarla se someten a una aculturación, pues la nueva cultura “citadina”
a la que se enfrentan tiene un ritmo de vida diferente; en un intento por adaptarse
aceptan sus usos y costumbres, formando una cultura diferente en la que a veces
convergen rasgos de ambas, predominando la cultura del lugar en el que se
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
87
establecen.
En el capitalismo criminal surgió una nueva cultura la llamada narcocultura (Carmen
Galindo: 2009), que se dice es patrocinada por la industria criminal, que también es
parte de la burguesía mexicana, que genera a través de todo lo ilegal, un amplio
margen de dinero. La narcocultura es expresión no solo de la violencia del país, sino
también de la descomposición social, pues pese a que es un problema grave que
diariamente causa muertes a lo largo y ancho del territorio mexicano, es común
verla en periódicos amarillistas, en películas (taquilleras) y presuntamente de
carácter artístico con nominaciones, y sin censuras pese a sus escenas violentas,
que no tienen un contenido ni de denuncia, ni de concientización; algunas se
realizan con el característico humor negro mexicano, pero lo realmente preocupante
es que el público receptor ya no alcance a notar la diferencia entre la realidad y la
ficción, que les parezca normal; o, peor aún, que los niños los tomen como ejemplo
a seguir, pues entre el desempleo, la baja salarial, la agresividad de las políticas
neoliberales que dejan a los jóvenes sin oportunidad ni de estudiar ni de trabajar
como los ninis, o de estudiar sin conseguir un empleo digno, la alternativa ha sido
el narcotráfico. Pero no como el dueño de las grandes industrias, sino como el
mismo asalariado, que arriesga su vida, enfrentado la explotación, aunque
aparentemente sea con mejores condiciones salariales. Además, es común entre
algunos jóvenes adoptar esta cultura del narcotráfico y reproducirla sin estar
realmente conscientes de las implicaciones sociales que atraen.
La narcocultura también “ha producido una superestructura cultural, que abarca,
como ocurre siempre, desde modos de vida, hasta obras de alta cultura” (Ibíd.),
pues pertenece al capitalismo criminal (Magdalena Galindo), el cual como bien
escribe Magdalena Galindo “funciona como cualquier otra industria capitalista”, que
genera todo un mercado de consumo, ya no sólo de lo que producen o distribuyen,
sino también de modos de vida, “pues bien esto incluye, además de una vestimenta,
una especie de religión, que tiene santos muy particulares”, música (en los corridos),
libros etc.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
88
El caso de los migrantes permanentes que atraviesan la frontera puede mirarse en
dos grandes ramos: los migrantes que pertenecen a comunidades indígenas y
aquellos que son trabajadores del campo u obreros; entre los primeros se han
realizado numerosos estudios en los que se han identificado poblaciones indígenas
que migran con su cultura, como los mazahuas, los mixtecas, etc. Algunas
comunidades de ellos se trasladan organizadamente en conjunto y se asientan ya
sea en EUA o en la zona fronteriza, continúan sus costumbres y sus usos iguales
que en la comunidad de origen. Otros no, ello suele dejarse llevar por la
aculturación, y la aceptan, incluso la reproducen, y como sus familias no están
cerca, también reproducen formas culturales de otro país, sucede comúnmente con
los trabajadores del campo que se van de manera ilegal para quedarse. Del caso
de los migrantes surge el fenómeno de los “chicanos”, que son mexicanos que, al
mezclar su cultura con la gringa, propiciaron un nuevo lenguaje, nuevos ritmos
musicales y formas de vivir diferentes, en las que encontramos rasgos de México y
de Estados Unidos.
Además de estos fenómenos aparecen otros que son determinados igualmente por
las inercias del capital, en los cuales la población responde de manera diferente a
la problemática que enfrenta como clase trabajadora o desempleada; estos
fenómenos se ligan a un deterioro de sus condiciones de vida, en las que las
personas no resisten más y buscan salida a la presión social, a veces con violencia,
a veces para ser aceptados en grupos, sectas o religiones entre otros, como sucedió
en el caso de los llamados “emos” quienes se caracterizan por ser jóvenes
depresivos y apartados de la sociedad. Recientemente los llamados “ninis” que son
jóvenes que no estudian ni trabajan, pero que no es porque no quieran sino porque
no encuentran oportunidad, tanto en el ámbito académico como en el laboral. Estas
expresiones son sólo algunas de las tantas que se han desenvuelto en nuestra
sociedad, y que tienen de fondo alguna problemática económica, pero que también
deterioran el tejido social, pues se fomenta la violencia.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
89
Uno de los principales problemas con la pérdida de identidad cultural, es que las
personas reproduzcan culturas de las cuales no tienen ni la mínima idea de dónde
provienen, ni qué quieren decir, pues muchas se caracterizan por su contenido que
incentiva la violencia, y dificulta la convivencia social, impactando en la vida de los
seres humanos, ya que si dentro de la sociedad capitalista es difícil construir nuestra
propia identidad cultural, menos podremos pensar en la alta cultura, pues los
humanos tenemos necesidades sociales básicas, como son la alimentación, la
salud y la vivienda, y al contar con las realmente necesarias podremos pensar
entonces en la educación y la alta cultura, pero en esta sociedad neoliberal la
situación se torna aún más difícil y caótica.
2.3.1. Cultura de Masas.
La industrialización de los países capitalistas se apuntala con el propósito de
acelerar la acumulación de capital e incrementar de manera exorbitante la ganancia.
La masificación de mercancías propiciada por el sistema de producción fordista y
taylorista, vigentes aún en la década de los cuarentas y cincuentas, proporcionaron
una inmensa cantidad de mercancías que aceleraron el proceso productivo,
generando economías de aglomeración y gran escala, que aunque nacen en la
industria automotriz son retomadas por otras industrias de bienes de consumo
inmediato.
El Estado de bienestar fue un patrón de acumulación que permitió hacer un
contrapeso político al socialismo. La clase media es resultado del Estado de
bienestar pues su existencia mistifica la explotación de la fuerza de trabajo, ya que
es una clase que está en condición de llegar a ser propietaria de pequeñas y
medianas empresas, o ser asalariados en sectores “privilegiados” principalmente en
el área de servicios donde tienen un salario mayor, pues la fuerza de trabajo que
venden generalmente es intelectual. Como este sector de la sociedad tiene un mejor
nivel salarial puede acceder con mayor facilidad a bienes de consumo, que si bien
no son necesarios, suelen formar parte de fetiches que permiten que la realización
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
90
y rotación de mercancías se acelere e incremente. Esta dinámica está ligada a un
proceso de mercadotecnia que se entrelaza con el surgimiento de los medios de
comunicación que llegan a una cantidad importante de la sociedad, como lo son la
radio y la televisión (y actualmente la internet) (Daniel Bell, Dwight MacDonald:
1992). El bombardeo masivo de estos medios de comunicación fue (es y será dentro
del capitalismo) a través de comerciales en los que las industrias de bienes de
consumo se hacen promoción, pues el uso que se le da a la televisión es mediático,
ya que está controlada por grandes monopolios que manipulan la información que
se da a conocer y la cual llega a la mayor parte de la población.
Detrás de las industrias culturales existe toda una estructura que se encarga de
producir no sólo espectáculos que se venden bajo el nombre de cultura, sino que
también diseña una ideología de acuerdo con las necesidades de las otras
industrias. La figura de las industrias culturales juega entonces un doble papel: la
enajenación por medio de los espectáculos, y la estructura de la nueva ideología de
las masas.
Las industrias culturales como cualquier otra industria capitalista, diseñan sus
mercancías dentro de fábricas y la única finalidad es llegar a un mercado de
consumidores que buscan únicamente divertirse. Para la sociedad de masas la
industria cultural se ha vuelto una forma de olvidar la situación en la que se
encuentran, por ello resulta normal encontrar en las series televisivas y; telenovelas
que la situación en la que coexisten los personajes gira en torno “al amor o a una
situación de violencia” (Mario Benedetti: 1979. P. 79). Ya Mario Benedetti escribió
que en estos programas los personajes no tienen conflictos sociales ni entorno
político; encontramos también en el otro extremo programas que trasmiten conflictos
sociales que engañan a la gente haciéndola creer que los problemas salariales, la
pobreza, la violencia, la delincuencia y demás problemática es normal y no
consecuencia del desarrollo de capitalismo, encontrando la solución dentro de las
instituciones estatales de manera efectiva, siempre y cuando las personas tengan
una conducta adecuada, fundamentada en valores y principios; o mejor dicho la
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
91
moralina de la población juega un papel activo.
La industria cultural de masas delinea el perfil de la sociedad, prueba de ello son
algunas caricaturas, películas y series que forman parte de la empresa cultural
mundial, que tiene la finalidad de formar personas que se readecuen a las
necesidades laborales, políticas y sociales que están prontas a propiciarse. Además
no existe una oferta que sea diversa, cómo podemos observar en la programación
televisiva, que si ya de por sí, es mala en cadena abierta, resulta ser igual o peor
cuando se paga por canales de televisión vía cable, pues la cantidad de canales
que se puedan pagar dependiendo de sus diversos paquetes, no incluye calidad en
la programación, obteniendo únicamente como resultado más canales con la misma
mala calidad, aunque existen canales que programan series, películas, o
documentales interesantes, en su mayoría son de mala calidad.
Las industrias culturales también juegan el papel de la vulgarización de la cultura
superior, entendida ésta como una cultura artística y estética, haciéndole creer a las
personas que es lo mismo. Dwight MacDonald definió a la cultura dentro de la
sociedad de masas en la masscult y la midcult.
La masscult (Daniel Bell, Dwight MacDonald: 1992) es un intento por recrear a la
cultura superior, de mediatizar la división de clases, y de desaparecer el hecho de
que el capitalismo es un modo de producción clasista. Además, encubre que la
cultura desde tiempos remotos, incluso antes del capitalismo fue un privilegio de
élites.
La midcult resulta ser lo más bajo de la masscult, en ella se encierra la vanguardia
que siguen las masas de la sociedad, aquellas que no tienen gusto por la alta
cultura, que buscan dentro de la industria cultural diversión sin sentido; sin embargo,
su papel es más activo y peligroso para la cultura superior porque se vende como
ésta, pero no lo es y llega a la mayoría de las masas. Tanto en la masscult como en
la midcult toda la producción tiene un precio, en ambas las personas que
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
92
manufacturan dentro de las industrias culturales lo hacen por un salario, con el
propósito de venderlo y de que obtenga ganancias, para ello se genera un mercado
que gira en torno a las preferencias de los consumidores buscando y seleccionando
aquellos espectáculos que tendrán mayor éxito.
Señala Javier Maqua en un artículo que escribió para la revista el Viejo Topo que la
masificación de la cultura no busca obtener obreros “súper cultos”, sino que consiste
en vender ideas que logren que la gente compre las mercancías que produce la
industria cultural, ya que éstas, que son intermediarios entre el artista y el público,
reducen la capacidad del publico de relacionarse y por lo tanto de comprender el
sentido estético de las obras de arte, pues la vendimia de la cultura en escala masiva
propicia la pérdida de la elevación cultural del hombre.
2.3.2. Cultura Popular.
Marx no logro desarrollar una teoría sobre la cultura y el arte, sin embargo, en
diversas partes de sus escritos hizo notas relacionadas con algunos
planteamientos, después algunos autores que pertenecieron al bloque socialista
recopilaron las citas en las que Marx hace referencia al arte y a la cultura, que serán
tomadas en cuenta, como referente en el análisis y crítica de la mercantilización
cultural.
Marx escribió que; “En una sociedad dividida en clases, no hay literatura sin
tendencia, no porque exprese la tendencia subjetiva del autor, sino la tendencia
objetiva del desarrollo social”.
El antagonismo que existe entre las clases sociales en las que está dividida la
sociedad capitalista crea una fragmentación también en la cultura, pues ésta al ser
el reflejo de la estructura económica y política responderá de acuerdo al contexto
histórico-social en el que se encuentre la sociedad. La división de clases recrea
diferentes escenarios culturales, pues la clase dominante cuenta con una cultura
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
93
que no necesariamente es mejor, sin embargo, es el arte de ellos el que está
reconocido y es aceptado, generando una brecha entre lo que ellos conocen como
cultura y lo que también es cultura de alta calidad, sólo que sin el reconocimiento
de la alta sociedad.
La clase trabajadora construye su propia cultura y arte, que no necesariamente
cuentan con el reconocimiento que la clase intelectual (al servicio de la burguesía)
que se encarga de calificarlas dentro de la sociedad clasista a la que la cultura
popular se enfrenta, pero que sin embargo en algunas ocasiones este arte puede
interesar a la cultura superior.
El arte popular es aquel que forma la clase trabajadora de cada país con los
recursos con los que cuenta para enriquecerla, pues todos los seres humanos
tenemos las mismas capacidades aunque con diferentes talentos los cuales en una
sociedad clasista no pueden desarrollarse con plenitud, pues los problemas a los
que se enfrentan los generadores del valor y sus familias son primeramente los
bajos ingresos, las exhaustivas horas dentro del proceso laboral y a todo el contexto
de precarización que implica la relación trabajo-capital, pues estas condiciones no
permiten (como se había abordado en los primeros apartados) que haya un
desarrollo creativo de esta clase sin embargo, la cultura y el arte son intrínsecos a
los humanos, es por ello que sin buscar la creación consiente de prácticas culturales
y artísticas, las llevan a cabo alcanzando en muchas ocasiones la calidad estética
que permite que sus obras se eleven a la considerada alta cultura.
Asumir el concepto de cultura popular implica tener en cuenta que existe una
división de clases: los dueños del capital y los asalariados con una subclasificación,
la clase media y la clase baja. La hegemonía ideológica estará situada de acuerdo
con los intereses de los dueños del capital o sea de la clase alta, el antagonismo de
estas clases fragmenta a la cultura, pues la cultura va a variar dependiendo de las
condiciones de vida que cada una de las clases mantiene. En el capitalismo la clase
burguesa controla y domina la ideología que se requiere para sostener la dinámica
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
94
del sistema. Lo anterior implica que la clase baja, o trabajadora esté predispuesta a
la cultura que la burguesía le imponga “Las clases oprimidas, hasta cierto grado, se
inician en la cultura de los dominadores: el pueblo recoge las migajas de la mesa
de éstos” (Lunacharsky, Anatoly), aunque no comprenda del todo lo que
estéticamente se traduce en arte.
Cabe señalar aquí la diferencia entre el arte popular y el arte populachero. La cultura
popular escribió Dwight MacDonald, “crece desde abajo, como producto autóctono,
salido del pueblo para satisfacer sus propias exigencias, aun cuando muchas veces
padezca la influencia de la cultura superior” (Daniel Bell, Dwight MacDonald: 1992).
Mientras que la cultura mercantil es el símil de la masa cultural, pues “desciende de
lo alto, la fabrican los técnicos puestos al servicio del hombre de negocios. Dichos
técnicos investigan por uno o por otro lado y sí algo tiene éxito de taquilla, tratan de
obtener ganancias con productos similares, igual que hacen los expertos de
consumo con un nuevo cereal…” (Ibíd.).
2.4. Los Órganos Encargados de Difundir la Cultura en México.
La labor de difusión de la cultura en el país le corresponde al Poder Ejecutivo de la
Unión, compuesto sólo por el Presidente de la República en términos de lo
dispuesto por el artículo 80° constitucional:
"Artículo 80°. -Se deposita el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión
en un solo individuo, que se denominará "Presidente de los Estados Unidos
Mexicanos".
El Ejecutivo de la Unión se auxilia en el desempeño de sus atribuciones por otros
órganos administrativos que integran la Administración Pública Federal en términos
de lo señalado por el artículo 90°:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
95
"Artículo 90°. -La Administración Pública Federal será centralizada y paraestatal
conforme a la Ley Orgánica que expida el Congreso, que distribuirá los negocios
del orden administrativo de la Federación que estarán a cargo de las Secretarlas de
Estado y Departamentos Administrativos y definirá las bases generales de creación
de las entidades paraestatales y la intervención del Ejecutivo Federal en su
operación.
Las leyes determinarán las relaciones entre las entidades paraestatales y el
Ejecutivo Federal, o entre éstas y las Secretarlas de Estado y Departamentos
Administrativos".
La Administración Pública Federal se puede entender como el conjunto de órganos
administrativos y de funcionarios encargados de auxiliar al Presidente de la
República en todas y cada una de las atribuciones que le corresponden en diversos
campos.
A continuación, algunos conceptos doctrinales de la Administración Pública:
Gabino Fraga dice:
"La satisfacción de los intereses colectivos por medio de la función
administrativa se realiza fundamentalmente por el Estado.
Para ese objeto éste se organiza en una forma especial adecuada sin perjuicio
de que otras organizaciones realicen excepcionalmente la misma función
administrativa.
La organización especial de qué hablamos constituye la Administración
Pública, que debe entenderse desde el punto de vista formal como el
organismo público que ha recibido del poder político la competencia y los
medios necesarios para la satisfacción de los intereses generales y desde el
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
96
punto de vista material es la actividad de este organismo considerado en sus
problemas de gestión y de existencia propia tanto en sus relaciones con otros
organismos semejantes como con los particulares para asegurar la ejecución
de su misión". (Fraga, Gabino: 1998, p. 119).
Miguel Acosta Romero advierte sobre la Administración Pública lo siguiente:
"Es la parte de los órganos del Estado que dependen directa, o indirectamente,
del Poder Ejecutivo, tiene a su cargo toda la actividad estatal que no
desarrollan los otros poderes (Legislativo y Judicial), su acción es continua y
permanente, siempre persigue el interés público, adopta una forma de
organización jerarquizada y cuenta con: a) elementos personales; b)
elementos patrimoniales; c) estructura jurídica, y d) procedimientos técnicos".
(Acosifi Romero, Miguel: 2002, p. 263).
Después agrega el autor lo siguiente:
"La Administración Pública puede estudiarse desde un punto de vista orgánico
y desde un punto de vista funcional o dinámico…".
Según lo que señala el autor, a la Administración Pública se le identifica con el
Poder Ejecutivo y todos los órganos o unidades administrativas que, directa o
indirectamente, dependen de él. Así, orgánicamente la Administración Pública
Federal se integra por el Presidente de la República, las Secretarias de Estado, los
Departamentos Administrativos (que ya no existen en la práctica), la Procuraduría
General de la República y todos los órganos centralizados, desconcentrados,
descentralizados, las empresas, sociedades mercantiles de Estado y los
fideicomisos públicos.
Desde el punto de vista funcional, la Administración Pública Federal se entiende
como la realización de la actividad que corresponde a los órganos que forman ese
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
97
sector. Administrar implica entonces llevar a cabo una serie de actos para conseguir
una finalidad determinada, es decir, para que el Estado consiga sus fines.
La Administración Pública Federal cuenta con una estructura jurídica, con
elementos materiales y un conjunto de bienes que en un momento determinado
dado tiene a su disposición y el elemento personal, empleados, funcionarios y
trabajadores quienes prestan sus servicios a la misma Administración Pública
Federal.
Dentro de las formas de organización administrativa, el artículo 90° constitucional
se refiere esencialmente a dos formas: la centralización y la descentralización
administrativa.
Dice el maestro Miguel Acosta Romero que la centralización administrativa es:
"El orden y grado que guardan entre si los distintos órganos de la
Administración Pública, establecida a través de un vínculo jurídico entre ellos
para determinar órganos superiores coordinados e interiores, mediante el
ejercicio de los poderes que implica la propia relación y que se ejercen por los
titulares de los mismos". (Ídem).
El mismo autor ofrece otro concepto sobre la centralización administrativa en los
siguientes términos:
"Es una forma de organización administrativa en la cual las unidades y órganos
de la Administración Pública se ordenan y acomodan articulándose bajo un
orden jerárquico, a partir del Presidente de la República, con el objeto de
unificar decisiones, el mando, la acción y la ejecución".
La Administración Pública Federal centralizada es una forma de organización
administrativa en la que los órganos que la conforman se ordenan jerárquicamente
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
98
a partir del Presidente de la República, el cual tiene y ejerce poderes diferentes de
decisión, nombramiento, mando, revisión, vigilancia, disciplinario y resuelve los
problemas de competencia de dichos órganos.
La Administración Pública federal centralizada es el eje de toda la Administración
Pública en el país, cuenta con su propia normatividad: la Ley Orgánica de la
Administración Pública Federal, publicada en el Diario Oficial de la Federación el
29 de diciembre de 1976.
Otras formas de administración pública son la descentralización y desconcentración
administrativa, las cuales guardan ciertas similitudes entre sí.
La descentralización administrativa es según el maestro Acosta Romero:
"La descentralización administrativa es una forma, de organización que
adopta, mediante una ley (en el sentido material), la Administración Pública
para desarrollar:
1. Actividades que competen al Estado.
2. O que son de interés general en un momento dado.
3. A través de organismos creados especialmente para ello, dotados de:
a. Personalidad Jurídica.
b. Patrimonio Propio.
c. Régimen Jurídico Propio". (Ibíd. p. 495)
Este tipo de organismos son creados ya sea por una Ley del Congreso de la Unión
o por un decreto del Ejecutivo. Poseen personalidad Jurídica propia y patrimonio, y
si bien, reciben un subsidio económico para la consecución de sus fines, también
lo es que su nexo con el Ejecutivo no es tan firme como sucede con los organismos
centralizados que dependen directamente de ese Poder. Esto significa que tienen
cierto grado de autonomía respecto del Poder citado.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
99
En cuanto a la desconcentración administrativa, el autor Acosta Romero dice que:
"Consiste en una forma de organización administrativa en la cual se otorgan al
órgano desconcentrado, por medio de un acto materialmente legislativo (ley o
reglamento), determinadas facultades de decisión y ejecución limitadas, que le
permite actuar con mayor rapidez, eficacia y flexibilidad, así como el tener un
manejo autónomo de su presupuesto, sin dejar de existir el nexo de jerarquía, con
el órgano superior" (Ibíd. p. 463).
En términos generales, la desconcentración implica siempre una distribución de
facultades entre los órganos superiores y los órganos inferiores, existiendo una
variedad de estructuras desconcentradas o bien, modalidades de la
desconcentración como las siguientes:
1. Desconcentración en estricto sentido o funcional.
2. Desconcentración vertical.
3. Desconcentración horizontal.
4. Desconcentración regional. (Ídem).
Las características de los organismos desconcentrados son estas:
a) Son creados por una ley o reglamento.
b) Dependen siempre de la Presidencia o de una Secretaría de Estado.
c) Su competencia deriva de las facultades de la Administración Central.
d) Su patrimonio es el mismo que el de la Federación, aunque también pueden
tener presupuesto propio.
e) Las decisiones más importantes, requieren de la aprobación del órgano del
cual dependen.
f) Tienen autonomía técnica.
g) No puede tratarse de un órgano superior (ya que siempre dependen de otro).
h) Su nomenclatura puede ser muy variada.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
100
i) Su naturaleza jurídica hay que determinaría teóricamente en cada caso.
j) En ocasiones tiene personalidad propia.
Miguel Acosta Romero establece como diferencias sustanciales entre ambas las
siguientes:
En la desconcentración, el órgano inferior está subordinado a una Secretarla de
Estado o a la Presidencia de la República, mientras que, en la descentralización, el
órgano depende indirectamente del Ejecutivo Federal.
En la desconcentración, se puede contar o no con personalidad jurídica propia,
mientras que en la descentralización el organismo tiene necesariamente
personalidad jurídica propia.
En la desconcentración, el organismo puede tener o no patrimonio propio, mientras
que, en la descentralización, el organismo siempre cuenta con un patrimonio propio.
En la desconcentración, el organismo posee facultades limitadas, mientras que en
la descentralización e\ organismo posee facultades más autónomas (Ibíd. p. 478).
Dentro de la Administración Pública Centralizada, podemos ubicar a las Secretarlas
de Estado, órganos que se ocupan de auxiliar al Presidente de la República en la
realización de sus tareas legales en todos los campos que ellas establecen. Las
Secretarlas de Estado cuentan con un titular que designa directa y libremente el
Presidente de la República en términos del artículo 89°, fracción II de la
Constitución:
"Las facultades y obligaciones del Presidente son:
II. Nombrar y remover libremente a los secretarios del despacho, remover a los
agentes diplomáticos y empleados superiores de Hacienda, y nombrar y remover
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
101
libremente a los demás empleados de la Unión, cuyo nombramiento o remoción no
esté determinado de otro modo en la Constitución o en las leyes".
Es la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal la encargada de regular a
dichas secretarias. En su artículo 26° se fija un catálogo de las mismas, el cual ha
sido reformado a partir del actual Gobierno Federal.
A continuación, hablaremos sobre estos importantes órganos de la Administración
Pública Federal centralizada.
Gabino Fraga señala sobre los Secretarios de Estado:
"El Secretario de Estado constituye el auxiliar más inmediato del Presidente de la
República. Tiene un doble carácter: es un órgano político al mismo tiempo que un
órgano administrativo". (Fraga, Gabino. Op. cit. p. 176).
Ignacio Burgoa señala por su parte, lo siguiente:
"El depósito unipersonal de la función administrativa del Estado exige, por
imperativos prácticos ineludibles, que el presidente sea auxiliado por diversos
funcionarios que, a su vez, son jefes de las entidades gubernativas que tienen a su
cargo la atención de todos los asuntos concernientes a los distintos ramos de la
administración pública. En el sistema presidencial, esos funcionarios reciben el
nombre de 'secretarios de despacho' y las mencionadas entidades el de 'Secretarlas
de Estado', en que prestan sus servicios múltiples funcionarios y empleados cuyas
categorías están jerárquicamente organizadas en relaciones de dependencia. Estas
"unidades burocráticas" tienen como superior jerárquico al secretario respectivo,
quien es subordinado directo e inmediato del presidente". (Burgoa Orihuela, Ignacio.
OP. Cit. pp. 800 y 801).
Miguel Acosta Romero nos ofrece el siguiente concepto:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
102
"La Secretaría de Estado..., es el órgano superior político administrativo compuesto
por la estructura jurídica y el conjunto de personas y elementos materiales a su
disposición, para ejercitar su competencia, bajo la autoridad del titular, quien, a su
vez, depende del Ejecutivo". (Acosta Romero, Miguel. Op. Cit. p. 372).
Los Secretarios de Estado o de Despacho son aquellos funcionarios que se ocupan
de asesorar al Presidente de la República en diferentes materias que constituyen
una prioridad para el desarrollo del país.
El artículo 1o de la Ley Orgánica de la Administración Pública federal dice que:
"Artículo 1°. -La presente Ley establece las bases de organización de la
Administración Pública Federal, centralizada y paraestatal.
La Presidencia de la República, las Secretarías de Estado, los Departamentos
Administrativos y la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal, integran la
Administración Pública Centralizada.
Los organismos descentralizados, las empresas de participación estatal, las
instituciones nacionales de crédito, las organizaciones auxiliares nacionales de
crédito, las instituciones nacionales de seguros y de fianzas y los fideicomisos,
componen la administración pública paraestatal".
El artículo siguiente dispone la estructura orgánica básica de cada Secretarla de
Estado:
"Artículo 14°. - Al frente de cada Secretarla habrá un Secretario de Estado, quien,
para el despacho de los asuntos de su competencia, se auxiliará por los
Subsecretarios, Oficial Mayor, Directores, Subdirectores, Jefes y Subjefes de
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
103
Departamento, oficina, sección o mesa, y por los demás funcionarios que
establezca el reglamento interior respectivo y otras disposiciones legales.
En los juicios de amparo, el Presidente de la República podrá ser representado por
el titular de la dependencia a que corresponde el asunto, según la distribución de
competencias. Los recursos administrativos promovidos contra actos de los
Secretarios de Estado serán resueltos dentro del ámbito de su Secretaría en los
términos de los ordenamientos legales aplicables".
Finalmente, el artículo 16° de la misma Ley reglamentaria, enumera las nuevas
Secretarias de Estado, aumentadas en la nueva administración del Presidente Fox:
"Artículo 26P.-Para el despacho de los asuntos del orden administrativo, el Poder
Ejecutivo de la Unión contará con las siguientes dependencias:
• Secretaria de Gobernación.
• Secretarla de Relaciones Exteriores.
• Secretarla de la Defensa Nacional.
• Secretaria de Marina.
• Secretarla de Seguridad Pública.
• Secretarla de Hacienda y Crédito Público.
• Secretarla de Desarrollo Social.
• Secretarla de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
• Secretarla de Energía.
• Secretaría de Economía.
• Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación.
• Secretarla de Comunicaciones y Transportes.
• Secretarla de Contraloría y Desarrollo Administrativo.
• Secretaría de Educación Pública.
• Secretaría de Salud.
• Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
104
• Secretaría de la Reforma Agraria.
• Secretarla de Turismo.
• Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal".
Como ya lo dijimos, los Secretarios de Estado no forman parte del Ejecutivo
Federal, pero si son asesores directos del Presidente, por lo que su nombramiento
corresponde únicamente a él, según lo dispone el artículo 89, fracción II de la
Constitución Política:
"Artículo: 89°. -Las facultades y obligaciones del Presidente son las siguientes:
II.- Nombrar y remover libremente a los secretarios del despacho, remover a los
agentes diplomáticos y empleados superiores de Hacienda, y nombrar y remover
libremente a los demás empleados de la Unión, cuyo nombramiento o remoción no
esté determinado de otro modo en la Constitución o en las leyes;"
A continuación, nos referiremos a la Secretarla de Educación Pública como órgano
encargado de la difusión de la cultura en el país.
2.4.1. La Secretaria de Educación Pública.
La Secretaría de Educación Pública es el organismo encargado de promover y
desarrollar los planes y programas en materia educativa en el país, con fundamento
en el artículo 3o constitucional que habla del derecho de toda persona a la
educación.
Primeramente, transcribiremos el artículo 3o constitucional completo para efecto de
tener un mejor panorama de la importancia de la educación en el país:
"Artículo: 3°. -Todo individuo tiene derecho a recibir educación. El Estado -
federación, estados, Distrito Federal y municipios-, impartirá educación
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
105
preescolar, primaria y secundaria. La educación preescolar, primaria y la
secundaria conforman la educación básica obligatoria.
La educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las
facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria y la
conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia.
I. Garantizada por el artículo 24 la libertad de creencias, dicha educación será laica
y, por tanto, se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa;
II.- El criterio que orientará a esa educación se basará en los resultados del
progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los
fanatismos y los prejuicios.
Además:
a) Será democrático, considerando a la democracia no solamente como una
estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida
fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del
pueblo;
b) Será nacional, en cuanto -sin hostilidades ni exclusivismos-atenderá a la
comprensión de nuestros problemas, al aprovechamiento de nuestros
recursos, a la defensa de nuestra independencia política, al aseguramiento
de nuestra independencia económica y a la continuidad y acrecentamiento
de nuestra cultura, y
c) Contribuirá a la mejor convivencia humana, tanto por los elementos que
aporte a fin de robustecer en el educando, junto con el aprecio para la
dignidad de la persona y la integridad de la familia, la convicción del interés
general de la sociedad, cuanto por el cuidado que ponga en sustentar los
ideales de fraternidad e igualdad de derechos de todos los hombres, evitando
los privilegios de razas, de religión, de grupos, de sexos o de individuos;
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
106
III. Para dar pleno cumplimiento a lo dispuesto en el segundo párrafo y en la fracción
II, el Ejecutivo Federal determinará los planes y programas de estudio de la
educación preescolar, primaria, secundaria y normal para toda la República. Para
tales efectos, el Ejecutivo Federal considerará la opinión de los gobiernos de las
entidades federativas y del Distrito Federal, así como de los diversos sectores
sociales involucrados en la educación, en los términos que la ley señale.
IV, - Toda la educación que el Estado imparta será gratuita;
V Además de impartir la educación preescolar, primaria y secundaria señaladas en
el primer párrafo, el Estado promoverá y atenderá todos los tipos y modalidades
educativos -incluyendo la educación inicial y a la educación superior- necesario para
el desarrollo de la nación, apoyará la investigación científica y tecnológica, y
alentará el fortalecimiento y difusión de nuestra cultura.
VI Los particulares podrán impartir educación en todos sus tipos y modalidades. En
los términos que establezca la ley, el Estado otorgará y retirará el reconocimiento
de validez oficial a los estudios que se realicen en planteles particulares. En el caso
de la educación preescolar, primaria, secundaria y normal, los particulares deberán:
a) Impartir la educación con apego a los mismos fines y criterios que establecen
el segundo párrafo y la fracción II, así como cumplir los planes y programas
a que se refiere la fracción III, y
b) Obtener previamente, en cada caso, la autorización expresa del poder
público, en los términos que establezca la ley;
VIl- Las universidades y las demás instituciones de educación superior a las que la
ley otorgue autonomía, tendrán la facultad y la responsabilidad de gobernarse a sí
mismas; realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la cultura de acuerdo
con los principios de este artículo, respetando la libertad de cátedra e investigación
y de libre examen y discusión de las ideas; determinaran sus planes y programas;
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
107
fijarán los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal
académico; y administrarán su patrimonio. Las relaciones laborales, tanto del
personal académico como del administrativo, se normarán por el apartado A del
artículo 123 de esta Constitución, en los términos y con las modalidades que
establezca la Ley Federal del Trabajo conforme a las características propias de un
trabajo especial, de manera que concuerden con la autonomía, la libertad de cátedra
e investigación y los fines de las instituciones a que esta fracción se refiere, y
VIII.- El Congreso de la Unión, con el fin de unificar y coordinar la educación en toda
la República, expedirá las leyes necesarias, destinadas a distribuir la función social
educativa entre la Federación, los Estados y los Municipios, a fijar las aportaciones
económicas correspondientes, a ese servicio público y a señalar las sanciones
aplicables a los funcionarios que no cumplan o no hagan cumplir las disposiciones
relativas, lo mismo que a todos aquellos que las infrinjan".
De la lectura del numeral nos percatamos que la educación es un derecho de toda
persona y que constituye un deber del Estado mexicano, el cual puede concesionar
a los particulares. La educación debe reunir ciertas características como son:
desarrollar armónicamente las capacidades de las personas, fomentando el amor a
la patria, la conciencia y la solidaridad internacional, la independencia y la justicia.
Hay opiniones en la actualidad que dicen que el artículo debe incluir la paz como
parte importante de la educación y formación de las personas, cuestión que
apoyamos totalmente. Destacamos que la educación deberá ser democrática, es
decir, debe hacer que el individuo tenga un nivel de vida digno, basado en el
mejoramiento integral del mismo.
Todos estos objetivos le corresponden a la secretaría de Educación Pública, como
parte de la Administración Pública Federal centralizada.
El artículo 38° de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal señala las
atribuciones fundamentales de la Secretaría de Educación Pública:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
108
"Artículo 38P.-A la Secretarla de Educación Pública corresponde el despacho de
los siguientes asuntos:
I- Organizar, vigilar y desarrollar en las escuelas oficiales, incorporadas o
reconocidas;
a) La enseñanza preescolar, primaria, secundaria y normal, urbana,
semiurbana y rural.
b) La enseñanza que se imparta en las escuelas, a que se refiere la fracción
XII del Artículo 123 Constitucional.
c) La enseñanza técnica, industrial, comercial y de artes y oficios, incluida la
educación que se imparta a los adultos,
d) La enseñanza agrícola, con la cooperación de la Secretaria de Agricultura,
Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación;
e) La enseñanza superior y profesional
f) La enseñanza deportiva y militar, y la cultura física en general;
II.- Organizar y desarrollar la educación artística que se imparta en las escuelas e
institutos oficiales, incorporados o reconocidos para la enseñanza y difusión de las
bellas artes y de las artes populares;
III.- Crear y mantener las escuelas oficiales en el Distrito Federal, excluidas las que
dependen de otras dependencias;
IV.- Crear y mantener, en su caso, escuelas de todas clases que funcionen en la
República, dependientes de la Federación, exceptuando las que por la Ley estén
adscritas a otras dependencias del Gobierno Federal;
V.- Vigilar que se observen y cumplan las disposiciones relacionadas con la
educación preescolar, primaria, secundaria, técnica y normal, establecidas en la
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
109
Constitución y prescribir las normas a que debe ajustarse la incorporación de las
escuelas particulares al sistema educativo nacional;
VI.- Ejercer la supervisión y vigilancia que proceda en los planteles que impartan
educación en la República, conforme a lo prescrito por el Artículo 3o. Constitucional;
VII.- Organizar, administrar y enriquecer sistemáticamente las bibliotecas generales
o especializadas que sostenga la propia Secretarla o que formen parte de sus
dependencias;
VII- Promover la creación de institutos de investigación científica y técnica, y el
establecimiento de laboratorios, observatorios, planetarios y demás centros que
requiera el desarrollo de la educación primaria, secundaria, normal, técnica y
superior; orientar, en coordinación con las dependencias competentes del Gobierno
Federal y con las entidades públicas y privadas el desarrollo de la investigación
científica y tecnológica;
IX.- Patrocinar la realización de congresos, asambleas y reuniones, eventos,
competencias y concursos de carácter científico, técnico, cultural, educativo y
artístico;
X.- Fomentar las relaciones de orden cultural con los países extranjeros, con la
colaboración de la Secretarla de Relaciones Exteriores;
XI. Mantener al corriente el escalafón del magisterio y el seguro del maestro, y crear
un sistema de compensaciones y estímulos para el profesorado; atendiendo a las
directrices que emita la Secretarla de Hacienda y Crédito Público sobre el sistema
general de administración y desarrollo de personal;
XII.- Organizar, controlar y mantener al corriente el registro de la propiedad literaria
y artística;
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
110
XIII.- Otorgar becas para que los estudiantes de nacionalidad mexicana puedan
realizar investigaciones o completar ciclos de estudios en el extranjero;
XIV.- Estimular el desarrollo del teatro en el país y organizar concursos para autores,
actores y escenógrafos y en general promover su mejoramiento;
XV.- Revalidar estudios y títulos, y conceder autorización para el ejercicio de las
capacidades que acrediten;
XVI.- Vigilar, con auxilio de las asociaciones de profesionistas, el correcto ejercicio
de las profesiones;
XVII.' Organizar misiones culturales;
XVIII – Formular el catálogo del patrimonio histórico nacional;
XIX.- Formular y manejar el catálogo de los monumentos nacionales;
XX.- Organizar, sostener y administrar museos históricos, arqueológicos y artísticos,
pinacotecas y galerías, a efecto de cuidar la integridad, mantenimiento y
conservación de tesoros históricos y artísticos del patrimonio cultural del país;
XXI. Conservar, proteger y mantener los monumentos arqueológicos, históricos y
artísticos que conforman el patrimonio cultural de la Nación, atendiendo las
disposiciones legales en la materia;
XXII.- Organizar exposiciones artísticas, ferias, certámenes, concursos, audiciones,
representaciones teatrales y exhibiciones cinematográficas de interés cultural;
XXIII Determinar y organizar la participación oficial del país en competencias
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
111
deportivas internacionales, organizar desfiles atléticos y, todo género de eventos
deportivos, cuando no corresponda hacerlo expresamente a otra dependencia del
Gobierno Federal;
XXIV Cooperar en las tareas que desempeña la Confederación Deportiva y
mantener la Escuela de Educación Física;
XXV. Formular normas y programas, y ejecutar acciones para promover la
educación física, el deporte para todos, el deporte estudiantil y el deporte selectivo;
promover y en su caso, organizar la formación y capacitación de instructores,
entrenadores, profesores y licenciados en especialidades de cultura física y
deporte; fomentar los estudios de posgrado y la investigación de también, debe
promover la cultura en todo el territorio nacional como una forma de educación del
pueblo mexicano.
La dependencia cuenta con su propia normatividad interna, el reglamento Interior el
cual fue publicado en fecha 20 de diciembre del 2002. En este cuerpo normativo
encontramos que:
"Artículo: 1°. -La Secretarla de Educación Pública, como dependencia del Poder
Ejecutivo Federal, tiene a su cargo el desempeño de las atribuciones y facultades
que le encomiendan la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, la Ley
General de Educación y demás leyes, así como también los reglamentos, decretos,
acuerdos y órdenes del Presidente de la República".
El artículo: 2° nos da la estructura orgánica de la dependencia: "Artículo 2o. -Al frente
de la Secretarla de Educación Pública estará el Secretario del Despacho, quien para
el desahogo de los asuntos de su competencia se auxiliará de:
a) Los servidores públicos siguientes:
I. Subsecretario de Planeación y Coordinación;
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
112
II. Subsecretario de Educación Superior e Investigación Científica;
III. Subsecretario de Educación Básica y Normal;
IV. Subsecretario de Educación e Investigación Tecnológicas;
V. Subsecretario de Servicios Educativos para el Distrito Federal, y
VI. Oficial Mayor.
b) Las unidades administrativas siguientes:
I. Dirección General de Asuntos Jurídicos;
II. Dirección General de Relaciones Internacionales;
III. Unidad de Comunicación Social
IV. Coordinación General de Representaciones de la Secretaría de
Educación Pública en las Entidades Federativas;
V. Representaciones de la Secretarla de Educación Pública en las
Entidades Federativas;
VI. Coordinación General de Educación Intercultural Bilingüe;
VII. Coordinación General de Educación Media Superior,
VIII. Coordinación General de Atención Ciudadana;
IX. Unidad de Enlace con el Congreso de la Unión;
X. Dirección General de Televisión Educativa;
XI. Dirección General de Planeación, Programación y Presupuesto;
XII. Dirección General de Evaluación;
XIII. Dirección General de Acreditación, Incorporación y Revalidación;
XIV. Coordinación de órganos Desconcentrados y del Sector
Paraestatal;
XV. Coordinación Nacional de Carrera Magisterial;
XVI. Dirección General de Educación Superior,
XVII. Dirección General de Profesiones;
XVIII. Coordinación General de Universidades Tecnológicas;
XIX. Dirección General del Bachillerato;
XX. Dirección General de Normatividad;
XXI. Dirección General de Materiales y Métodos Educativos;
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
113
XXII. Dirección General de Investigación Educativa;
XXIII. Dirección General de Educación Indígena;
XXIV. Coordinación General de Actualización y Capacitación para
Maestros en Servicio;
XXV. Dirección General de Institutos Tecnológicos;
XXVI. Dirección General de Educación Tecnológica Industrial;
XXVII. Dirección General de Educación Tecnológica Agropecuaria;
XXVIII. Dirección General de Centros de Formación para el Trabajo;
XXIX. Dirección General de Educación Secundaria Técnica;
XXX. Dirección General de Educación en Ciencia y Tecnología del
Mar,
XXXI. Dirección General de Planeación, Programación y Presupuesto
en el Distrito Federal;
XXXII. Dirección General de Operación de Servicios Educativos en el
Distrito Federal;
XXXIII. Dirección General de Servicios Educativos Iztapalapa;
XXXIV. Dirección General de Administración de Personal en el Distrito
Federal;
XXXV. Dirección General de Educación Normal y Actualización del
Magisterio en el Distrito Federal;
XXXVI. Dirección General de Extensión Educativa;
XXXVII. Dirección General de Educación Física en el Distrito Federal;
XXXVIII. Dirección General de Innovación, Calidad y Organización;
XXXIX. Dirección General de Recursos Financieros;
XL. Dirección General de Tecnología de la Información; XU.
Dirección General de Personal, y
XLI. Dirección General de Recursos Materiales y Servicios. C. Los
Órganos Desconcentrados:
I. Comisión Nacional del Deporte;
II. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes;
III. Instituto Nacional de Antropología e Historia;
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
114
IV. Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura;
V. Instituto Nacional del Derecho de Autor;
VI. Instituto Politécnico Nacional;
VIl. Radio Educación, y
VIII. Universidad Pedagógica Nacional.
La Secretaría contará con una Contraloría Interna, órgano interno de control, que
se regirá conforme al artículo 54 de este Reglamento".
La Secretaria de Educación Pública realizará sus objetivos de acuerdo al Plan
Nacional de Desarrollo del Presidente de la República:
"Artículo: 3°. -La Secretarla de Educación Pública realizará sus actividades con
sujeción a los objetivos, estrategias y prioridades del Plan Nacional de Desabollo,
para el logro de las metas de los programas a su cargo, así como también las de
los programas de las entidades paraestatales coordinadas por ella".
El titular de la dependencia es también nombrado y removido libremente por el
Presidente de la República, en términos de la fracción X del artículo 89°
constitucional.
2.4.2. El Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.
Este organismo fue constituido el 2 de marzo de 1989, como respuesta a las
peticiones de la comunidad artística interesada en fomentar el trabajo independiente
de los creadores, al mismo tiempo que satisface la necesidad de transformar el
panorama cultural mexicano. El FONACULTA es el resultado de un decreto
presidencial y su creación marca una nueva pauta en la historia del quehacer
cultural en México.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
115
El FONACULTA conjuga los esfuerzos del Estado y de la iniciativa privada y la
comunidad artística en tomo a tres objetivos artísticos: la preservación, la promoción
y la difusión de la cultura en el país.
La creación del FONACULTA está relacionada con el CONACULTA (Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes) en 1988, con la idea de que el Estado debe
garantizar la actividad de los creadores en el país.
El FONACULTA es un programa de apoyo a los creadores mexicanos que funciona
en forma de un fideicomiso en el que intervienen el Estado y la iniciativa privada.
El INBA fue creado en el arto de 1946. Con la creación del Consejo nacional para
la Cultura y las Artes (dependiente de la Secretaria de Educación Pública), pasó a
formar parte de su estructura básica. El INBA administra la principal red de museos
y centros de investigación, conservación y formación artística. El INBA impulsa la
organización de exposiciones temporales con artistas nacionales e internacionales
y fomenta un mayor conocimiento de las distintas corrientes artísticas, por medio de
conferencias, mesas redondas, cursos, visitas guiadas y servicios educativos de
tipo público.
El INBA fue creado a través de la promulgación y la publicación de una ley especial
publicada en fecha 31 de diciembre de 1946 en el Diario Oficial de la Federación: la
Ley que crea el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Los artículos 1, 2 y 3
de esa Ley disponen lo siguiente:
Artículo 1. Se crea por medio de la presente ley el instituto nacional de bellas artes
y literatura, con personalidad jurídica propia.
Artículo 2.-el instituto nacional de bellas artes y literatura dependerá de la secretaría
de educación pública y tendrá las finalidades siguientes:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
116
I.- el cultivo, fomento, estimulo, creación e investigación de las bellas artes en las
ramas de la música, las artes plásticas, las artes dramáticas y la danza, las bellas
letras en todos sus géneros y la arquitectura.
II.- la organización y desarrollo de la educación profesional en todas las ramas de
las bellas artes; de la educación artística y literaria comprendida en la educación
general que se imparte en los establecimientos de enseñanza preescolar, primaria,
de segunda enseñanza y normal.
Para la coordinación, planeación, organización y funcionamiento de la finalidad a
que se contrae el presente inciso, se creara un consejo técnico pedagógico como
órgano del instituto nacional de bellas artes y literatura, que bajo la presidencia de
su director se integrara con representantes de las dependencias técnicas
correspondientes de la secretaria de educación pública y con representantes de las
dependencias también técnicas del propio instituto.
III.- el fomento, la organización y la difusión de las bellas artes, inclusive las bellas
letras, por todos los medios posibles y orientada esta última hacia el público en
general y en especial hacia las clases populares y la población escolar.
IV- el estudio y fomento de la televisión aplicada a la realización, en lo conducente,
de las finalidades del instituto.
V.- las demás que en forma directa o derivada le correspondan en los términos de
esta ley y de las que resultaren aplicables.
Artículo 3.- las escuelas, instituciones y servicios, que en el futuro cree el gobierno
federal con finalidades semejantes a las comprendidas en el artículo anterior,
quedaran a cargo y bajo la dependencia del instituto. Igualmente, las subvenciones
que otorgue el gobierno federal, así como tos trabajos que encargue o patrocine
para el fomento de actividades de la misma naturaleza de las que conforme a la
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
117
presente ley son propias del instituto, deberán ser otorgadas, encargados o
patrocinados por este.
Reiteramos que el INBA es el organismo más importante en materia de difusión del
arte y la cultura en el país, a pesar de que hoy esté incluido en la estructura del
CONACULTA.
2.4.3. El Instituto Nacional de Bellas Artes.
Sin duda que el Instituto Nacional de Bellas artes y Literatura es el organismo que
por excelencia ha sido la cuna del arte y la cultura en el país. Su página web señala
al visitante lo siguiente:
El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), en 50 años de existencia ha difundido
las disciplinas artísticas y las manifestaciones culturales más representativas de
México y de otras naciones. Cumple una labor paralela de educación e investigación
artística, protección y preservación del patrimonio, y fomenta el conocimiento de
nuevas corrientes artísticas.
El Instituto cumple sus objetivos gracias a una amplia infraestructura de museos,
teatros y foros. La creación artística tiene lugar a partir de tres compañías
nacionales de danza, teatro y ópera, y de ocho agrupaciones de orquestas y coros.
Para rescatar y promover el patrimonio artístico de la nación, cuenta con tres centros
nacionales encargados de la preservación de los acervos literarios, muebles e
inmuebles. Promueve en 29 escuelas la formación de profesionales en las distintas
disciplinas artísticas.
El INBA fue creado en el arto de 1946. Con la creación del Consejo nacional para
la Cultura y las Artes (dependiente de la Secretaria de Educación Pública), pasó a
formar parte de su estructura básica. El INBA administra la principal red de museos
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
118
y centros de investigación, conservación y formación artística. El INBA impulsa la
organización de exposiciones temporales con artistas nacionales e internacionales
y fomenta un mayor conocimiento de las distintas corrientes artísticas, por medio de
conferencias, mesas redondas, cursos, visitas guiadas y servicios educativos de
tipo público.
El INBA fue creado a través de la promulgación y la publicación de una ley especial
publicada en fecha 31 de diciembre de 1946 en el Diario Oficial de la Federación: la
Ley que crea el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Los artículos 1, 2 y 3
de esa Ley disponen lo siguiente:
Artículo 1.- se crea por medio de la presente ley el instituto nacional de bellas artes
y literatura, con personalidad jurídica propia.
Artículo 2.-el instituto nacional de bellas artes y literatura dependerá de la secretaría
de educación pública y tendrá las finalidades siguientes:
I.- el cultivo, fomento, estimulo, creación e investigación de las bellas artes en las
ramas de la música, las artes plásticas, las artes dramáticas y la danza, las bellas
letras en todos sus géneros y la arquitectura.
II.- la organización y desarrollo de la educación profesional en todas las ramas de
las bellas artes; de la educación artística y literaria comprendida en la educación
general que se imparte en los establecimientos de enseñanza preescolar, primaria,
de segunda enseñanza y normal.
Para la coordinación, planeación, organización y funcionamiento de la finalidad a
que se contrae el presente inciso, se creara un consejo técnico pedagógico como
órgano del instituto nacional de bellas artes y literatura, que bajo la presidencia de
su director se integrara con representantes de las dependencias técnicas
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
119
correspondientes de la secretaria de educación pública y con representantes de las
dependencias también técnicas del propio instituto.
III.- el fomento, la organización y la difusión de las bellas artes, inclusive las bellas
letras, por todos los medios posibles y orientada esta última hacia el público en
general y en especial hacia las clases populares y la población escolar.
IV- el estudio y fomento de la televisión aplicada a la realización, en lo conducente,
de las finalidades del instituto.
V.- las demás que en forma directa o derivada le correspondan en los términos de
esta ley y de las que resultaren aplicables.
Artículo 3.- las escuelas, instituciones y servicios, que en el futuro cree el gobierno
federal con finalidades semejantes a las comprendidas en el artículo anterior,
quedaran a cargo y bajo la dependencia del instituto. Igualmente, las subvenciones
que otorgue el gobierno federal, así como tos trabajos que encargue o patrocine
para el fomento de actividades de la misma naturaleza de las que conforme a la
presente ley son propias del instituto, deberán ser otorgadas, encargados o
patrocinados por este.
Reiteramos que el INBA es el organismo más importante en materia de difusión del
arte y la cultura en el país, a pesar de que hoy esté incluido en la estructura del
CONACULTA.
2.5. El Marco Legal de la Promoción de la Cultura en México.
El marco jurídico de la cultura en el país se integra a partir de lo establecido por la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 3°, que habla
de la educación como una garantía individual. Sin embargo, cabe notar que la
Constitución Política del país no habla específicamente de la cultura como un
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
120
derecho de los mexicanos, posiblemente, el Constituyente haya contemplado que
dentro del derecho a la educación se ubique también la cultura.
Otras leyes aplicables a esta materia son; la Ley Orgánica de la Administración
Pública Federal, que regula las atribuciones de la Secretaria de Educación Pública
y de sus órganos desconcentrados, la Ley General de Educación, la Ley Federal
del Derecho de Autor, la Ley que crea el Instituto Nacional de Bellas Artes y
Literatura, la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e
Históricos, la Ley General de Bibliotecas, la Ley General de Cultura Física y
Deporte, la Ley General de los Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, la
Ley Orgánica de la UNAM, la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma
Metropolitana, la Ley Orgánica del Instituto Politécnico Nacional, la Ley Orgánica
del Instituto Nacional de Antropología e. Historia, la Ley que crea la Universidad
Autónoma de Chapingo, la Ley que crea la Comisión Federal de Electricidad, entre
otros cuerpos normativos como son reglamentos, acuerdos, etc.
Podemos observar entonces que el marco jurídico en materia de cultura es muy
amplio, pues abarca diversas leyes federales, más las de aplicación local.
2.6. La Realidad del Acceso a la Cultura en México.
México ha sido, desde la época de la Conquista, un pueblo de atraso, de
discriminación, de burguesía donde sólo los acomodados o ricos han tenido acceso
a lo mejor. Esto se ve perfectamente siglos después en los gobiernos de personas
como Antonio López de Santa Anna y sobretodo, de don Porfirio Díaz, donde la
clase pobre llegó a extremos lamentables, mientras que la clase alta o burguesa
experimentaba un "afrancesamiento", impuesto y alimentado durante muchos años
por el propio Porfirio Díaz. Cabe decir que, durante su gestión en la primera
magistratura del país, la cultura fue una actividad muy beneficiada, ya que se
pudieron traer a grandes artistas como el tenor italiano Enrico Caruso y se inició la
construcción del Palacio de las Bellas Artes, haciendo un derroche de recursos
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
121
económicos, ya que se mandó traer mármol de Carrara, en Italia para la fachada.
Sin embargo, las actividades artísticas eran destinadas sólo para la clase burguesa
o alta; por lo que la discriminación hacia los demás fue una característica y una
constante de los gobiernos de Porfirio Díaz. (Vargas, Eduardo: 1987, p.145).
No podemos negar que México es un país en el que han florecido las artes y la
cultura. Por nuestros escenarios han pasado los mejores artistas del mundo a través
de las diferentes épocas, por lo que se podría decir que la cultura es una realidad
en la nación, sin embargo, tampoco podemos soslayar u ocultar que las actividades
culturales que ennoblecen el alma y que hacen mejores a las personas han sido
preponderantemente dirigidas hacia un público específico, inclusive llamado "culto",
unos cuantos, quienes tienen un poder adquisitivo bueno para poder acudir a los
variados eventos culturales que hay en el país.
La cultura ha sido una actividad que ha marcado las diferencias existentes entre la
clase alta y la baja. Desgraciadamente, los últimos no cuentan con los recursos
económicos necesarios para poder acudir, aunque sea esporádicamente a los
eventos culturales y hoy, esto es más evidente. Las constantes crisis económicas,
la carestía de los productos y servicios básicos, así como el bajo poder adquisitivo
de la moneda han hecho que la clase llamada "media", de la que se hablaba en las
décadas de los sesentas, setentas, ochentas y noventas desapareciera y sólo
quedaran dos: el alta y la baja.
En la actualidad, un obrero, que gana un sueldo mínimo inferior a los ochenta pesos
no puede aspirar a acudir con su familia a eventos culturales. Además, hay que
agregar que el costo de esos eventos se ha incrementado considerablemente, por
ejemplo, la entrada al teatro está entre los $ 60 y los $ 250 pesos; la entrada a un
concierto o al ballet está entre los $ 50 y los $ 250 o $ 300 pesos. Inclusive, la
entrada al cine, que habla sido la diversión al alcance de cualquier persona durante
muchos años, hoy tiene un costo considerable $ 35 pesos por persona, por lo que
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
122
una persona que gana el sueldo mínimo difícilmente puede gastar tanto para asistir
a este tipo de actividades.
Otro dato curioso, el público que acude a los conciertos, la ópera, el teatro, el ballet,
etc., es casi el mismo de siempre, es decir, son personas con cierta estabilidad
económica y gusto por el arte y la cultura.
El factor económico ha sido en los últimos años, un freno para que el pueblo
mexicano pueda asistir a eventos culturales, en el entendido de que un pueblo culto
es indudablemente, un pueblo mejor. Hoy que hablamos de problemas como la
inseguridad pública y la delincuencia, es oportuno considerar a la promoción de la
cultura como otro instrumento más que puede ayudar a frenar el índice de comisión
de delitos, sin embargo, el Gobierno a nivel Federal y los locales le han restado
importancia a este rubro que es un alimento para el alma de todo pueblo.
2.7. La Necesidad de que el Pueblo Mexicano Pueda Acceder a la Cultura.
De acuerdo a lo anterior, es impostergable ya, que la cultura pierda su carácter de
"clasista" o "elitista" y discriminatorio que mantuvo durante muchos siglos,
segregando a quienes no tienen una posición económica buena holgada y se
convierta en un verdadero derecho de todos los mexicanos, sin excepción alguna,
tomando en consideración que el artículo 10 constitucional contiene la garantía de
no discriminación:
"Artlculo1.-En los Estados Unidos Mexicanos todo Individuo gozará de las garantías
que otorga esta Constitución, las cuales no podrán restringirse ni suspenderse, sino
en los casos y con las condiciones que ella misma establece.
Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del
extranjero que entren al territorio nacional alcanzarán, por este solo hecho, su
libertad y la protección de las leyes.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
123
Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el
género, la edad, las capacidades diferentes, la condición social, las condiciones de
salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que
atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los
derechos y libertades de las personas".
En este tenor de ideas, es importante que el Gobierno Federal apueste más por la
cultura como una inversión a largo plazo que seguramente traerá grandes
beneficios sociales y económicos al país, ya que, como lo hemos venido
manifestando, un pueblo culto es un pueblo mejor.
La promoción de la cultura y la garantía de su real acceso por parte de todos los
mexicanos debe ser una parte del México que todos queremos ver, un México
democrático, entendiendo por democracia al sistema de vida basado en el
mejoramiento de las condiciones de cada mexicano, como lo señala el artículo 3o
"a). - Será democrático, considerando a la democracia no solamente como una
estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado
en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo".
Por otra parte, la cultura debe ser un derecho al alcance de todos los mexicanos,
que no cueste mucho y que le ayude a ser mejor cada día.
Habrá, sin duda quien diga que hemos mejorado, que la cultura hoy llega a más
mexicanos, lo que podría ser aceptado, sin embargo, la mayoría de nuestros
compatriotas no tienen acceso a los eventos culturales, por lo que sigue existiendo
la discriminación y el elitismo.
2.8. Propuesta para Elevar a Rango de Garantía Social el Derecho a la Cultura.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
124
De conformidad con la presente investigación, consideramos que una solución
importante para que todos los mexicanos tengamos un real acceso a la cultura es
elevar este derecho a garantía individual, tomando en consideración que nuestra
Constitución Política no hace mención de la cultura como un derecho de los
mexicanos.
Estamos seguros de que esta propuesta legislativa será un primer paso para que
los mexicanos podamos acceder a la cultura como un instrumento para el desarrollo
de nuestro pueblo y para consolidar nuestra incipiente democracia.
Para tal efecto, proponemos que se reforme y adicione el artículo 3o constitucional,
con una fracción que sería la novena cuyo texto podría ser el siguiente:
"IX.- La cultura es un derecho de toda persona. El Estado garantizará el real y
efectivo acceso a la cultura para todas las personas, a través de las instancias
gubernamentales y de los planes y programas realizados por el Poder Ejecutivo de
la Unión".
Esta propuesta debe ser complementada con las siguientes:
a) Es necesario que el Estado destine un mayor presupuesto en materia de
educación y cultura para el pueblo mexicano, viendo esta medida como un
instrumento que coadyuvará para que la criminalidad y la inseguridad
pública disminuya.
b) El Estado debe promover las actividades culturales, tanto las nacionales,
alimentando nuestras tradiciones y costumbres, como las internacionales.
Esto reafirmará nuestra identidad nacional y nos fortalecerá de cara a los
tiempos futuros de mayores responsabilidades.
c) Es necesario que el Estado fortalezca a los organismos encargados de la
promoción de la cultura y el arte en el país: el CONACULTA y el INBA,
destinándoles mayor presupuesto para sus actividades y revisando y
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
125
actualizando su marco jurídico.
d) Nuestro país debe revisar y suscribir más tratados con otras naciones en
materia de intercambio cultural y educativo, lo que sin duda, beneficiará al
pueblo de México y podrá llevar nuestra cultura a otras latitudes.
e) Con un mayor presupuesto en materia de cultura, los precios de las
actividades y eventos en este campo deben bajar hasta estar en las
posibilidades del pueblo de México.
f) Deben promoverse aún más, los eventos culturales a través de los medios
de comunicación, en escuelas, oficinas; hacerse algunas de ellas al aire
libre y llevarlas a las poblaciones más alejadas del país, ya que
consideramos que nuestro pueblo no es inculto por naturaleza, sino que
las circunstancias, los malos gobiernos y los problemas económicos nos
han llevado a alejarnos de los mismos. Además, la cultura debe perder su
etiqueta de clasista o elitista y ser a partir de hoy, un verdadero derecho al
alcance de todos los mexicanos en el que no tengamos que desembolsar
mucho dinero para presenciar espectáculos o eventos culturales de
calidad.
2.9. Los Alcances de la Educación Mexicana en la Cultura.
Con el fin de entender el papel que tiene la educación y su relación con la cultura,
agregaremos a nuestro análisis alguno elementos que nos ayudarán a su
comprensión, desde la perspectiva crítica que hemos intentado abordar a lo largo
del trabajo visto hasta estos momentos. Analizaremos a la educación como
formadora de la fuerza de trabajo, es decir a lo que institucionalmente se le ha
nombrado “formación de capital humano”, y que no es otra cosa que instruir a la
mano de obra y prepararla para los procesos productivos que convergen en la gran
fábrica mundial bajo la dirección de la acumulación de capital. Es así como la
educación ha pasado a ser una herramienta más del capital para su valorización o
para la desvalorización de la fuerza de trabajo, dependiendo del polo en el que el
país se encuentre (más adelante se abundará sobre este punto). El hecho es que
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
126
la educación vista desde la perspectiva de la economía convencional “se percibe
como una fuerza necesaria para la adaptación a la economía globalizada, para
restablecer la cohesión e integración social, alcanzar metas democráticas de largo
plazo y aumentar las posibilidades de la equidad y reducción de la pobreza para el
desarrollo del individuo, en la familia y la sociedad” (Andrea Briceño Mosquera:
2011). La argumentación que da pie a esta aseveración gira en torno a utilizar a la
educación para alcanzar una meta económica que permita el aumento de las
ventajas comparativas y competitivas de un país, que más bien se comprende como
una inversión del Estado para crear el conocimiento necesario que posibilite el
desarrollo de las fuerzas productivas y así éstas se enfoquen a valorizar al capital
más avanzado, o sea al capital que contenga una composición orgánica mayor. Esta
concepción para nosotros es economicista, pues los seres humanos dentro de este
proceso no tienen la posibilidad de elegir la educación que desean recibir, sino que
está enmarcada en un sistema educacional que tiene un fin definido y ese es
beneficiar al capital. De esta manera se vuelve también una educación manipulada
por el sistema, pues como sostiene Whitehead “La finalidad de la educación es
infundir sabiduría, la cual consiste en saber usar bien nuestros conocimientos y
habilidades. Tener sabiduría es tener cultura y la cultura es la actividad del
pensamiento que nos permite estar abiertos a la belleza y a los sentimientos
humanitarios.” (Flor Alejandrina Hernández Carballido: 2004). Él también hace la
distinción entre instruir y educar, el primero se refiere a impartir conocimiento y crear
habilidades, mientras el segundo se refiere a infundir sabiduría. Por lo tanto, la
fuerza de trabajo que tiene como finalidad el crecimiento económico está siendo
instruida y adiestrada para un mercado laboral, a diferencia de aquella población a
la que se infunde la sabiduría que tendrá la capacidad de desenvolver sus sentidos
y su cultura. La educación en el capitalismo está subordinada a los procesos de
acumulación, es por esta razón que coexisten dos pensamientos totalmente
contrarios con propuestas sobre cómo y qué tipo de educación debe impartirse.
Cada una de las posturas asume una posición de clase, es por ello que encontramos
discrepancias entre los postulados. Por ejemplo, para la escuela clásica la
educación es una herramienta potenciadora que logra vencer algunos problemas
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
127
económicos y sociales, sosteniendo que <<a mayor nivel educativo, mayor
salario>>, esta concepción resulta ser bastante refutable, primero porque si
partimos del análisis marxista de la estructuración de la fuerza de trabajo mundial,
nos encontramos con fuerza de trabajo que está empleada dentro de los procesos
productivos y también con el ejército industrial de reserva, que cumple algunas de
sus tareas ejerciendo presión sobre el trabajo “ocupado” desvalorizándolo y
conteniendo el alza salarial de los que están insertos en el mercado de trabajo. En
segundo lugar, porque debido al desarrollo desigual en el que se encuentra inmerso
nuestro país, a la fuerza de trabajo mexicana, dentro de los esquemas de
reproducción del capital mundial, le toca (por así decirlo) debido a su abundante
población proporcionar mano de obra sumamente barata, aunque tenga o no
estudios. Rodríguez Lazcano en su análisis sobre la reestructuración de la fuerza
de trabajo en el mercado mundial (Se retoman apuntes de la charla “Contra la
Explotación, el Despojo, el Desprecio y la Represión” en la que participó Sergio
Rodríguez Lazcano en Octubre de 2013), sostiene que a las economías
subdesarrolladas les corresponde contener el descenso de la tasa media de
ganancia por medio de la transferencia de valor productiva, ya que la fuerza de
trabajo (de los países subdesarrollados) genera en los procesos del mercado
mundial el valor que requiere el capital, por ser el trabajo la única fuente de riqueza.
Por este fenómeno es que podemos encontrar que los grandes capitales
trasnacionales inviertan en países del tercer mundo, contratando así, a la mano de
obra (barata) que generará valor. Sin embargo, la fuerza de trabajo que requiere el
capital tiene en cada proceso histórico un perfil definido, pues siendo una mercancía
debe tener ciertas cualidades que aumenten la productividad, valiéndose el capital
de la fuerza que tiene el Estado para implementar políticas educativas que le sean
funcionales para su valorización en la esfera de la producción y en la circulación. La
educación que tiene como fin abastecer de mano de obra a las empresas provoca
el alfabetismo funcional, que es cuando sólo se instruye a las personas dentro de
una educación bancaria, Paulo Freire se refiere a este concepto en el sentido de
que “la visión bancaria anula el poder creador de los educandos y lo minimiza,
estimulando así su ingenuidad y no su criticidad, satisfaciendo los intereses de los
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
128
opresores”, lo que implica una desvinculación con su propia realidad, propiciando a
la par una sociedad alienada, que reduce al ser humano al trabajo enajenado y al
consumismo.
Las políticas educativas durante el neoliberalismo han sido sometidas a reformas
que instruyen a los educandos, preparándolos únicamente para el mercado laboral,
es por ello que existen una serie de iniciativas que pretenden eliminar materias que
puedan infundir sabiduría a la población, ya que no sólo son un peligro para la
reproducción del capital, por la conciencia social que puede llegar a adoptar la
población preparada, sino que también es improductivo para el capital invertir en
conocimiento que no tiene como fin su valorización. Realizar un análisis sobre cada
uno de los perfiles educativos que necesita el capital en un contexto mundializado
resultaría además de complejo, difícil, pues se requeriría conocer la estructura de
cada una de las industrias, puesto que cada capital funciona de manera particular
aunque con sus generalidades, y es exactamente retomando estas últimas que
abordaremos algunos ejemplos, para contextualizar el tipo de mano de obra que se
está instruyendo desde finales de la década de los noventa y comienzos del siglo
XXI, encontrando así cabida a las reformas educativas que se han aprobado en
México. Debido al papel que México posee en la reproducción del capital mundial
actual, la educación está determinada, por un lado porque la mayoría de la
población tiene niveles escolares básicos, y por otro lado porque sólo una parte muy
pequeña de la población puede acceder a estudios superiores (licenciatura,
maestría o doctorado) puesto que el número de escuelas que imparten el nivel
superior es tan reducida que no logra captar la demanda total, esto propicia
fenómenos sociales como el de los ninis (Se les conoce como ninis, a la parte de la
población joven, que no pudo acceder a una escuela para continuar sus estudios,
pero que tampoco encuentra un trabajo formal. Ni trabajan, ni estudian). Aquí
podemos observar que al capital le conviene que en México haya solamente
alfabetos funcionales, pues estos serán los que se inserten en los procesos que
valorizarán el capital industrial, mientras que los que tienen estudios medios, se
harán cargo de la realización de las mercancías en el sector servicios, y los pocos
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
129
que sí llegan a tener acceso a un mayor nivel educativo (debido a los bajos niveles
salariales que ofrece el gobierno y la iniciativa privada) tienden a irse a otros países
en los que tengan una remuneración mayor que la que les ofrece su país (aunque
sea inferior a la remuneración que tiene un nativo), a este fenómeno se le conoce
como “fuga de cerebros”, que no es otra cosa, que mientras en el país de origen, la
población (por medio del Estado) asumió su educación, ese conocimiento no se
quedará allí, sino por el contrario es el capital de otro país quien aprovecha este
conocimiento para su valorización. En el neoliberalismo se requiere mano de obra
diversificada, pues por una parte el mercado requiere mano de obra poco calificada
y por otra parte mano de obra especializada en alguna área, y en menor medida de
mano de obra altamente calificada. Sin embargo, la visión empresarial contrata
personal con especialidades en algún sector, pero que en los hechos operarán
como fuerza de trabajo polivalente, o sea multifuncional y flexible. Entendemos,
entonces, que la gran relación que guarda la educación y la cultura en el capitalismo
se deriva de la necesidad de mantener mano de obra moldeada de acuerdo con la
demanda del mercado, sin importarle a éste que la población caiga en un nivel de
lo que Gabriel Vargas Lozano llama en su artículo106 “indigencia cultural”, que es
una pobreza en términos de su cultura y también de la alta cultura. Nosotros
creemos firmemente que la educación no debe ser vista como una inversión que
deba estimular el crecimiento económico. Sino por el contrario la educación es un
derecho social del ser humano que fortalecerá la riqueza cultural dentro de la
sociedad en su conjunto.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
130
CAPÍTULO III. LAS LEYES Y LAS GARANTÍAS INDIVIDUALES EN EL
DESARROLLO CULTURAL EN MÉXICO
3.1. Organismos de Cultura.
De acuerdo con el artículo 73 constitucional, fracción XXIX-N, el Congreso de la
Unión tiene facultad para expedir leyes que establezcan las bases sobre las cuales
la Federación, los Estados, los Municipios y el Distrito Federal coordinarán sus
acciones en materia de cultura […].
Es decir, si el Congreso puede elaborar leyes que vinculen el trabajo en materia
cultural de la federación, las entidades, sus municipios y el DF, es porque la cultura
es un área de confluencia de los niveles de gobierno que existen en México.
La cultura es una responsabilidad que comparten y aun cuando pueden trabajar de
forma aislada, cada acción debe ser coherente con las que realizan los demás
órdenes de gobierno.
Y aunque tal como lo señala el Art. 115 Constitucional, los municipios son la base
de la organización territorial, política y administrativa de las entidades, incluirlos en
este análisis hubiera requerido de una investigación más extensa que rebasa el
tiempo planeado para el desarrollo de la investigación.
Que este modesto párrafo sirva para apuntar que existen localidades que han
creado organismos para administrar el trabajo cultural y sería útil retomarlos en un
estudio posterior para mostrar las afinidades y contradicciones que valgan para
replantear la idea del trabajo coordinado.
El tipo de instancia al que se confía el desarrollo y promoción de la cultura, significa
una manera diferente de trabajar administrativamente. En México encontramos tres
posibilidades: que sean Secretarías, Consejo o Institutos.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
131
Actualmente, de acuerdo con el Art. 90 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos “la Administración Pública Federal será centralizada o
paraestatal conforme a la Ley Orgánica que expida el Congreso.”
Al remitirnos a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal encontramos
que en su Art. 1 señala que “la Oficina de la Presidencia de la República, las
Secretarías de Estado, la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal y los Órganos
Reguladores Coordinados integran la Administración Pública Centralizada.”
La administración centralizada, que incluye a las Secretarías, es aquella en donde
“se promueve la uniformidad tanto en la aplicación de las leyes como en la
prestación de servicios. […] Consiste en reunir en un punto de convergencia,
configurado como un ente central, la toma de decisiones del poder público.” (Jorge
Fernández Ruíz: 2009).
Es necesario precisar que el titular que centraliza las funciones administrativas es
el Ejecutivo, y que la organización de ese tipo de administración se desarrolla de la
siguiente manera:
…descansa en su organización jerárquica estructurada piramidalmente, de tal
manera que los órganos inferiores se subordinan a los inmediatos superiores
y estos a los contiguos de arriba, y así sucesivamente hasta llegar al vértice
de la pirámide que es el órgano supremo de la administración, investido de la
máxima autoridad. (Ibíd., p. 281).
El Ejecutivo como poseedor del punto de centralización tiene las siguientes
atribuciones ante las Secretarías:
Poder de nombramiento. Facultad de elegir discrecionalmente a sus
colaboradores.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
132
Poder de remoción. Puede cesar a sus funcionarios.
Poder de mando. Facultad de dirigir las acciones de sus subordinados.
Poder de decisión. El ejecutivo elige y su elección es respetada.
Poder de vigilancia. Inspeccionar las acciones de sus colaboradores
Poder disciplinario. Reprimir o sancionar.
Poder de revisión. Verificar las acciones de los subordinados.
Poder para resolver conflictos de competencia
El Art. 1 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal establece respecto
a la administración pública paraestatal que está conformada por “los organismos
descentralizados, las empresas de participación estatal, las instituciones nacionales
de crédito, las organizaciones auxiliares nacionales de crédito, las instituciones
nacionales de seguros y de fianzas y los fideicomisos”.
Cabe mencionar que tanto los Institutos como los Consejos de Cultura son
organismos públicos descentralizados y, por tanto, son parte de la administración
pública paraestatal, los que, como se describe en el Art. 45 de la Ley Orgánica, “son
entidades creadas por ley o decreto del Congreso de la Unión o por decreto del
Ejecutivo Federal, con personalidad jurídica y patrimonio propio.”
Las entidades paraestatales sirven de apoyo al Ejecutivo Federal, en el Art. 49 de
la Ley Orgánica se explica que “la intervención [del Ejecutivo Federal] se realizará
a través de la dependencia que corresponda […] la cual fungirá como coordinadora
del sector respectivo”. Y de acuerdo con el Art. 8 de la Ley Federal de las Entidades
Paraestatales:
…corresponderá a los titulares de las Secretarías de Estado encargados de la
coordinación de los sectores, establecer políticas de desarrollo para las
entidades del sector correspondiente, coordinar la programación y
presupuestario de conformidad, […] conocer la operación y evaluar los
resultados de las entidades paraestatales.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
133
Lo que significa que la relación entre el Ejecutivo y los organismos descentralizados
no es directa sino a través de alguna dependencia, por ejemplo, en muchos estados
la Secretaría de Educación Pública es la instancia que coordina a los Institutos o
Consejos de Cultura.
Es decir, de acuerdo con Jorge Fernández Ruíz, un organismo público
descentralizado “propende a transferir de un determinado centro de toma de
decisiones, un conjunto de atribuciones, funciones, facultades, actividades y
recursos, en favor de entes, órganos, instituciones o regiones que se hallan,
respecto del centro, en una situación de cierta subordinación, más no en una
relación de jerarquía” (Ibíd., p. 485).
Asimismo, en las regiones donde hay menos Secretarías y al mismo tiempo se han
creado más Institutos, es en el Noroeste. De forma general, el número de Consejos
es mínimo en México, en promedio hay uno en cada región.
Es en la región Centro donde más entidades trabajan la cultura a través de
Secretarías. Aunque esto puede significar manejar mayor presupuesto, no siempre
es de esa manera, además, por lo general una Secretaría implica mayor burocracia
y lentitud al momento de tomar decisiones porque a diferencia de los Institutos o
Consejos, no tiene personalidad jurídica y está supeditada a un Ejecutivo que
concentra la facultad de elegir.
Sin embargo, la práctica política puede modificar esta situación ya que el monto
presupuestal, el margen de decisión, organización, planeación y ejecución varía por
acuerdos políticos que al menos en la práctica, podría volver equiparable a la
administración pública centralizada con la paraestatal. (Ídem).
3.2. Características de las Leyes de Cultura en México.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
134
Aun cuando todas las entidades tienen algún organismo para promover y difundir la
cultura, once estados que se concentran en el centro y noroeste del país, no cuentan
con leyes de desarrollo cultural, se trata de: Hidalgo, Estado de México, Morelos,
Tlaxcala, Colima, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Nuevo León,
Tamaulipas y Tabasco.
Estas once entidades han promulgado leyes vinculadas con la protección al
patrimonio cultural, con el rescate de la cultura indígena o bien, leyes que regulan
la actuación de la instancia de cultura en su entidad; pero esto dista mucho de una
ley de desarrollo cultural.
Por ejemplo, las leyes de protección, ya sea al patrimonio cultural o a las culturas
indígenas, no consideran la idea de desarrollo, sólo la de conservación; no
contemplan acciones encaminadas a la trasmisión, formación y enseñanza de la
cultura, la programación artística o la participación social.
Asimismo, una ley de instauración del organismo de cultura no se equipará a una
de desarrollo cultural porque está última considera la coordinación interinstitucional
o bien, a otras instancias como autoridades en materia cultural mientras la primera
sólo señala las funciones específicas y el campo de acción del Instituto, Consejo o
Secretaría de Cultura.
Cabe mencionar que hasta 1999 sólo había una ley de desarrollo cultural en el país,
y es la de Guanajuato que se remonta a 1992, pero a partir del año 2000 comienzan
a crearse de forma constante, coincidentemente es el año en que se da la
alternancia política en el Ejecutivo Federal.
Es posible que el cambio político, así como tambaleó al que era el partido
hegemónico hasta ese momento y con él, a una clase política que organizaba al
país de acuerdo a ciertas prácticas sociales y culturales, también cuestionara la
cultura nacional.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
135
La transformación política requirió de una transformación cultural, y esta debía
quedar asentada en las leyes que explicaran cuál era la cultura mexicana en ese
momento y qué la distinguía del pasado, fue una manera de proteger el cambio,
pero también de contenerlo, de no permitir que la fuerza de la innovación se
desbordara o derivara en extremismos.
A partir del año 2000, el aumento en la creación de leyes estatales estuvo
acompañado de modificaciones a nuestra Constitución. En el año 2001 se reformó
el artículo 2, fracción IX, para incluir que se debe consultar a los pueblos indígenas
en la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo y de los estatales y municipales
y, en su caso, incorporar las recomendaciones y propuestas que realicen.
Un año después, en 2002, se modificó el artículo 3, fracción V, para señalar que el
Estado promoverá y atenderá todos los tipos y modalidades educativos […]
necesarios para el desarrollo de la nación, apoyará la investigación científica y
tecnológica, y alentará el fortalecimiento y difusión de nuestra cultura.
Es necesario señalar que los cambios en las leyes fueron consecuencia y la
respuesta a movimientos sociales como el levantamiento en Chiapas del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional que se gestó precisamente en esa época.
Con las modificaciones mencionadas, se dio poder a los pueblos indígenas y, por
supuesto, a su cultura, para influir en los Planes de Desarrollo Estatales y
Municipales, al mismo tiempo que se reafirmó la obligación del Estado por apoyar
la difusión de la cultura como vía necesaria para el desarrollo de México.
De las 21 Leyes de Desarrollo Cultural que hay en México, la mayoría se
promulgaron entre los años 2008 y 2011; 3 entre 2000 y 2003; 6 entre 2004 y 2007;
9 entre 2008 y 2011; y 2 entre 2012 y hasta la fecha. Son estas 21 leyes las que
fueron sistematizadas para hacer nuestro análisis comparativo.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
136
3.2.1. Objeto de la Ley.
Las 21 leyes sistematizadas destinan un apartado a explicar el objeto de la ley, al
compararlas notamos que en suma son 14 objetos los que se consideran, de los
cuales, las regiones sólo coinciden en dos: garantizar el acceso a la cultura y el
ejercicio de los derechos culturales.
Las únicas regiones que incluyen algo distintivo son la centro que se enfoca a
regular las políticas, fomentar la creación artística, la diversidad cultural, y la
participación social; y la noroeste que menciona el consolidar un estado humanista,
social y democrático de derecho.
3.2.2. Margen de Innovación.
La cultura se actualiza cuando se permite el cambio. Si la cultura es la forma en que
el hombre se relaciona con el mundo y éste se modifica y lo humano descubre otras
maneras de relacionarse, entonces la cultura se transforma. De ahí que sea
necesario saber si las leyes permiten o no un margen de innovación.
En nuestro país sólo en la ley de Guanajuato no se especifica promover las
transformaciones culturales.
En relación con el contenido, los documentos manejan nueve líneas que fomentan
la innovación cultural, las regiones coinciden en dos de ellas: propiciar la creación
estimulando la creatividad, y respetar la diversidad, el pluralismo y la expresión.
Ambas se complementan: no se puede estimular la creatividad si al mismo tiempo
no se implementan estrategias que garanticen que se respetará lo que produce la
imaginación creativa.
De forma particular, la región centro occidente se distingue al proponer la búsqueda
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
137
de nuevos creadores y trabajar nuevas identidades; así como la región sur que
declara necesario tener novedosas formas de expresión en donde coincidan lo
tradicional y lo moderno, así como promover la crítica y autocrítica por medio del
pluralismo.
Es interesante que al menos en dos regiones (occidente y noroeste), se señala
considerar el riesgo que representa la homogeneización. Porque una cultura viva y
fuerte no es aquella donde hay estandarización sino donde se comparten referentes,
pero se permite que estos se transformen a través de una interacción que no
contravenga a los principios de cada gobierno.
Sin libertad creativa las sociedades no estarían preparadas para enfrentar nuevas
circunstancias o bien, de configurar nuevas realidades. De ahí que Richard Rorty
escriba que “…el principal instrumento de cambo cultural es el talento de hablar de
forma diferente más que el talento de argumentar bien.” (Richard Rorty: 1989, p.
27).
Podríamos decir también que cada innovación en la cultura es una metáfora, es
decir, “usos inhabituales de viejas palabras, pero tales usos sólo son posibles sobre
el trasfondo de otras viejas palabras que son usadas a la antigua usanza habitual.”
(Ibíd., p. 60).
En la medida en que se permite la creación de metáforas, de innovaciones, de
nuevas maneras de pensar y hablar al mundo, la cultura, las sociedades y el Estado
no morirán ya que la estabilidad necesita una interacción entre la comunidad y su
circunstancia que, aunque no la puede controlar, la necesita porque no hay culturas
aisladas.
3.2.3. Conservación.
Asicomo es necesario tener mecanismos que posibiliten la transformación es igual
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
138
de importante el implementar los que aseguren la conservación del patrimonio
tangible e intangible de las entidades. En México todas las leyes lo consideran.
De las once líneas de trabajo que las regiones proponen en su conjunto, coinciden
en cuatro: respeto a la diversidad; preservación de lo popular, indígena y
afromexicano; protección del patrimonio; y fortalecimiento de las artesanías.
De manera destacada, en el centro occidente se propone que cada ayuntamiento
tenga un cronista para que no se pierda la tradición oral; en la sur la creación de un
programa para salvar las expresiones en peligro de extinción, la capacitación a
artesanos para promover las técnicas tradicionales; y en el centro la promoción en
distintos ámbitos de la cultura indígena.
3.2.4. Mecanismos de Armonización.
No es suficiente que las entidades a través de sus leyes apoyen los diversos
ámbitos que conforman la cultura, también se requiere que señalen tácticas que
coordinen el trabajo de todas las instancias involucradas, de esta manera el impacto
y la eficacia es mayor.
Si no hubiera vinculación, las actividades culturales estarían aisladas, no
perseguirían un fin común ni compartirían valores que las conformaran como un
proyecto y parte de la planeación gubernamental.
En este sentido, todas las leyes señalan qué hacer para armonizar el trabajo cultural
que se realiza. En su conjunto, se plantean ocho líneas de trabajo, las regiones
coinciden en seis: coordinación interinstitucional y con los municipios, elaboración
de un Programa, Fondo y un Sistema Estatal de Cultura, y fomentar la participación
ciudadana.
3.3. Universo Simbólico en México.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
139
La presentación de los resultados organizados de acuerdo a los ámbitos que
conforman el universo simbólico, se hará mencionando primero aquellos donde se
encontraron más líneas de trabajo.
Es por ello que el orden será el siguiente: arte, lenguaje, ciencia, historia, religión y,
por último, mito; estos últimos, significan para México áreas de oportunidad para
legislar y crear políticas públicas que los contemplen en el trabajo gubernamental.
En relación al tema analizado que es la cultura.
3.3.1. Arte.
Las regiones únicamente coinciden en ocho líneas: propiciar la creación artística,
profesionalizar a los artistas, descubrimiento temprano de talentos, implementar un
sistema estatal de educación artística, asegurar la educación artística en la
educación básica, fomentar la investigación, conseguir becas o financiamiento
adicional para artistas, y establecer el arte como parte de la cultura. En general, las
regiones del país concuerdan en la importancia de la formación y educación
artística.
Sólo en la región centro se promueve la creación de Fábricas de Artes y Oficios,
que son espacios en donde las personas aprenden técnicas artísticas que
significarán un medio para vivir.
También es distintivo de esta región proponer trabajar en el arte popular; revalorizar
la cultura de los estados; crear un directorio de artistas, acción importante porque
significa organizarlos, lo que propiciaría la generación de comunidad, intercambios,
o creación de redes.
La región centro occidente expresa la importancia de la innovación artística; el
desarrollar las capacidades artísticas de los trabajadores de la entidad; facilitar la
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
140
formación artística a personas con discapacidad; de forma curiosa, es la única que,
al estilo positivista, menciona la idea de progreso artístico, en este sentido la cultura
no sería una expresión del hombre sino un estado que se podría mejorar.
La noroeste destaca la protección legal del artista, el fomento del empleo para ellos,
considera las artesanías como un tipo de arte, así como el uso de espacios
alternativos para difundir la cultura. Por último, la región sur del país sobresale por
ser la que menos líneas de trabajo propone. De 34, únicamente se suma en siete.
De acuerdo a un balance que la revista Este País realizó sobre los 25 años de
gestión del CONACULTA, expuso los siguientes resultados:
En 1989 existían 3 mil 147 bibliotecas públicas, hoy existen 7 mil 388 y se alcanza
una cobertura de 2 mil 281 municipios del país (93.2% del total). En 1988 no existía
un esquema para la entrega de estímulos al trabajo intelectual y artístico, el Fondo
Nacional para la Cultura y las Artes ordenaron la entrega de estímulos y, en 25 años,
ha dado cerca de 22 mil. Tan sólo había tres librerías pertenecientes al subsector
cultura, hoy existen 116. Se ha incrementado en 46% el número de zonas
arqueológicas abiertas al público. El número de bienes mexicanos inscritos en la
lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO era de seis, en 2014 son treinta
y dos. (Revista Este País: 2014).
A pesar de esos avances, la Encuesta nacional de hábitos, prácticas y consumo
cultural exhibe que las personas no han asistido ni una vez a algún espectáculo de
danza (66%), teatro (67%), zona arqueológica (53%), y de manera más acentuada,
tampoco a exposiciones de artes plásticas (86%), artes visuales (86%), ni han leído
por lo menos un libro en el último año (68%). (Consejo Nacional para la Cultura y
las Artes, Encuesta Nacional de hábitos, prácticas y consumo cultural 2010).
Solamente han ido a conciertos (54%) o a museos (55%). Lo que coloca a la música
y a los museos como ámbito del arte más populares entre la población.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
141
Quienes han asistido declaran que el entretenimiento es la razón principal para ir,
mientras quienes dijeron que no van colocan a la falta de tiempo y de dinero como
la causa primordial, esto con excepción de la danza y las artes plásticas donde las
personas respondieron que si no van es porque no les interesa (28%).
En este sentido, las artes plásticas (dibujo, grabado, escultura, pintura,
arquitectura), las artes visuales (fotografía, multimedia, performances, diseño
gráfico), y la danza son las disciplinas que están peor colocadas entre la población:
las personas no asisten, no les interesa asistir y, además, los encuestados expresan
que no pagan para verlas.
Por último, el 84% de los individuos no practican alguna actividad artística, las
principales razones son que no les gusta (38%), no tiene tiempo (29%), o no hay
alguna que les interese (12%). Sólo el 4% argumentó razones económicas.
Es decir, la gratuidad en talleres o eventos artísticos no es suficiente para atraer a
las personas, se requiere fomentar el placer por el arte. Por lo que las líneas de
trabajo que busquen la sensibilización y educación artística, son fundamentales
para propiciar el gusto por las disciplinas artísticas y su valoración ya que quien
conoce el procedimiento, la técnica y el esfuerzo del artista, tiene más posibilidades
de apreciar el arte.
3.3.2. Lenguaje.
Los estados de Aguascalientes y Guanajuato que pertenecen a la región centro
occidente, son los únicos que no consideran difundir la lengua. En las demás
regiones es un tema que aparece en todas las leyes.
Al analizar el contenido de los documentos, son doce líneas de trabajo las que se
manejan en el país, las regiones coinciden en dos: el fomento a la pluralidad
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
142
lingüística a través de la creación de literatura bilingüe, y el respeto de los lenguajes,
especialmente los indígenas.
Sobre la diversidad lingüística de México, escribe Yásnaya Aguilar que:
Hace casi 200 años, cuando se creó este país como un Estado independiente,
aproximadamente el 65% de la población hablaba alguna de las distintas lenguas
indígenas existentes antes de la llegada de los españoles; tras 300 años del
colonialismo ejercido por la Corona española, ese era el saldo lingüístico.
Actualmente solo el 6.5% de la población mexicana habla alguna lengua indígena:
entre el porcentaje (65%) que existía después de los 300 años que duró la Colonia
y el 6.5% que trajeron consigo estos 200 años de México independiente media una
historia que se necesita contar, analizar y poner en perspectiva. El Estado ha tenido
un éxito evidentemente mayor —en números y en tiempo— extinguiendo las
lenguas mexicanas que el que tuvieron los 300 años de colonialismo español.
(Revista Este País: Junio 2015).
Por lo que no es casualidad que en las leyes de desarrollo cultural se evidencie la
preocupación del Estado Mexicano por salvaguardad la diversidad y uso de las
lenguas indígenas.
En el noroeste del país se señala la distinción entre lenguas, idiomas y dialectos.
Pero es el sur el que incluye más elementos porque promueve la traducción de
convocatorias, programas o carteleras, la posibilidad de que se usen las lenguas
indígenas en empresas o instancias de gobierno, así como subtitular los medios de
comunicación en lenguaje de señas para las personas con discapacidad.
Lo que es perfectamente coherente con la realidad del sur del país donde con base
en lo difundido por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos
Indígenas, en Veracruz se hablan cuatro lenguas indígenas, en Yucatán una y
Chiapas once. (Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
143
Además, en estas entidades las lenguas están vivas en todo su territorio, es decir,
no se trata de una práctica focalizada a ciertas regiones.
Por último, resulta revelador y preocupante que, en el centro del país, región
conformada por estados donde se hablan lenguas indígenas (en Hidalgo, dos;
Oaxaca, trece; Guerrero y Puebla, cuatro) únicamente propongan cuatro líneas de
trabajo al respecto.
3.3.3. Ciencia.
En la región centro occidente y en menor medida en la noroeste, son las únicas
donde hay leyes que no consideran la difusión y protección de la ciencia o la labor
científica.
Para trabajar la ciencia desde la cultura, las leyes mexicanas proponen, de forma
general, diez líneas de trabajo. Las regiones coinciden en tres: vincular la ciencia
con el arte, incluir las tecnologías de la información y la comunicación, y proteger el
patrimonio científico de los pueblos indígenas.
El centro occidente se destaca por mencionar los encuentros de medicina como
culturales, y promover la tecnología ambiental.
Como parte de la Ley de Ciencia y Tecnología que se publicó en junio de 2002, se
creó el Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT) que forma parte del
Consejo General de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico encargado de
regular los apoyos que el Gobierno Federal otorga para el desarrollo de la
investigación científica.
En 2011 el FCCyT elaboró un Ranking de Producción Científica Mexicana que
realizó revisando las bases del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) que en
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
144
2013 involucraba a casi 20 mil investigadores.
Los resultados arrojaron que el sector con mayor producción en nuestro país es el
Educativo, considerando únicamente a las Universidades públicas, con una
producción total de 58 mil 115 artículos publicados en revistas indizadas, seguido
del sector Gobierno con 15 mil 794 durante el mismo periodo, en tercer lugar, se
encuentra el sector Salud con 14 mil 073100, y en último lugar el sector Empresarial
con 546. (Empresas en los primeros lugares: Petróleos Mexicanos).
Por otro lado, el grado de colaboración internacional entre los investigadores o
productores de conocimiento da cuenta de la capacidad de establecer y materializar
vínculos.
De acuerdo con la distribución por sectores, se encuentra que el sector Educativo
muestra la tasa más alta de colaboración internacional, 30% de los artículos de
dicho sector pertenece a esta categoría, en el sector Gobierno el 28%, en el
empresarial 24%, y en el Salud únicamente el 13% se realiza en colaboración
internacional. (Foro Consultivo, Científico y Tecnológico, Ranking de Producción
Científica Mexicana 2011).
Por lo que fortalecer la ciencia tendría que implicar el propiciar una mayor
producción científica en los sectores salud, empresarial y el gobierno, que, si bien
su función principal es brindar un servicio específico, su experiencia contribuiría a
desarrollar trabajos que abonen a la ciencia mexicana.
3.3.4. Historia.
La protección y difusión de la historia es un tema que se señala en todas las leyes
de desarrollo cultural.
Incluso las cuatro regiones parecen tener un consenso sobre las líneas de trabajo
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
145
que hay que seguir: conservar archivos, difundir la historia de la entidad, designar
cronistas, y proteger el patrimonio tangible histórico.
De forma distintiva, la región centro occidente es la única que aborda la
actualización de investigadores de la historia, y la región sur el fortalecer los valores
cívicos a través de homenajes.
3.3.5. Religión.
De forma general, la religión es un tema que se aborda en pocas leyes de desarrollo
cultural. Sin embrago en la región centro occidente es donde se le apoya o se
incluye más líneas de trabajo al respecto.
Para interpretar los resultados, es útil remitirnos al documento La diversidad
religiosa en México que publicó en 2005 el Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática (INEGI) donde hizo un comparativo desde 1895 hasta el
año 2000 sobre el aumento o disminución de la población religiosa en México.
De él se desprende que el porcentaje de católicos en México ha disminuido.
Mientras en 1895 el 99.1% de la población lo era, en el 2000 el número se redujo
hasta un 88%. (Instituto Nacional de Estadística y Geografía: 2000).
Al analizar la situación en las entidades notamos que las que tienen un porcentaje
más alto de población católica son: Guanajuato (96.4%), Aguascalientes (95.6%),
Jalisco (95.4%), Querétaro (95.3%), y Zacatecas (95.1%).
Estados que pertenecen a la región centro occidente donde los brotes de resistencia
religiosa fueron mayores durante la Guerra Cristera. Por lo que no es extraño que
sea precisamente en esa zona donde se incluyan de forma más profunda aspectos
religiosos dentro del ámbito cultural.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
146
En las leyes mexicanas no hay acuerdo sobre los aspectos de la religión que se
apoyan, es decir, aunque de forma general podemos decir que son siete líneas de
trabajo, las regiones no coinciden en alguna de ellas.
El centro y sur del país señalan a las celebraciones que tienen motivos religiosos
como patrimonio cultural, el centro y el noroeste incluyen la arquitectura y los
inmuebles dentro de este patrimonio.
Pero, como ya se ha mencionado, es la del centro occidente la que profundiza al
explicar en sus leyes que la religión es un elemento de identidad, parte de la
memoria cultural, defiende el derecho de las minorías religiosas y de los pueblos
indígenas a practicar su cultura, incluso proponen la colaboración con centros
religiosos, si esto es con fines culturales.
Con base en La encuesta nacional de cultura y práctica religiosa ‘Creer en México’,
la religión con respecto a otras instituciones sociales, ocupa el tercer lugar en
generar confianza (47%), solo por debajo de la Marina (57%) y el Ejército (49%), es
decir, “la religión sigue siendo un marco moral desde el cual se conforman modos
de ser ciudadanos, de comprometerse en acciones comunitarias, de ayudar a los
más necesitados, de contribuir para forjar mejores condiciones sociales, o de actuar
en favor de ciertos valores éticos que repercuten en la sociedad”. (Revista Este
País: Marzo 2015).
De ahí que, aunque este tema resulta delicado por la condición laica del Estado
mexicano, no puede negarse que la religión forma parte de la historia de nuestro
país y, por lo tanto, de nuestra cultura, por lo que una ley de desarrollo cultural debe
considerar ese ámbito.
3.3.6. Mito.
Aun cuando en todas las regiones hay leyes que omiten el apoyo a los mitos, rituales
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
147
o ceremonias tradicionales, esta situación se acentúa en las de la región centro
occidente.
En relación con el contenido de las leyes, son tres los temas que se retoman: la
confirmación de que tanto rituales como representaciones son patrimonio cultural,
fomentar la investigación al respecto, y uno que es distintivo de la región centro
occidente: colocar a los chamanes y curanderos como productores culturales.
Estas líneas de trabajo no dan cuenta de la complejidad de los mitos. Es incluso
preocupante que para las entidades sean reducidos a rituales o, como en la región
centro occidente, a chamanes y curanderos.
Por lo que se puede asegurar que no tenemos leyes que reconozcan la relevancia
de los mitos para la conformación de identidades y para la estabilidad de las
comunidades.
Una de las consecuencias y, al mismo tiempo, causas de esta situación es que,
como lo expone la Encuesta nacional de hábitos, prácticas y consumo cultural que
elaboró el CONACULTA en 2010, cuando se les pregunta a las personas qué tan
importante consideran conocer los mitos o leyendas tradicionales mexicanas, el
33% responde que algo, el 20% que poco, y un 10% nada.
Recordemos que los mitos son más que una representación, son la unión de idea y
expresión que en su síntesis comparten un sentido que da cuenta de una parcela
de la realidad. A través de los mitos, las sociedades explican su origen, pero también
aquello que no comprenden: su relación con el mundo y la forma de interactuar entre
sí.
3.4. Comparativo entre Regiones.
En contraste con las regiones centro y noroeste donde hay menos entidades con
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
148
una Ley de Desarrollo Cultural, en la centro occidente (Aguascalientes, Colima,
Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Querétaro, San Luis Potosí, Zacatecas)
casi todos los estados tienen su Ley de Cultura, pero al revisarlas, en pocas se
aborda la protección del lenguaje, los mitos, la ciencia y la religión, y en las demás
se proponen ejes de trabajo innovadores, paradójicamente, en el reconocimiento de
los mitos, apoyo a la ciencia, promoción del arte, religión e historia.
Esto la vuelve una región de contrastes porque significa que en el centro occidente
hay entidades que descuidan completamente aspectos de la cultura, y otras que, al
abordarlos, se colocan a la vanguardia en el país.
La región sur (Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz, Yucatán) es
otra en donde casi todos los estados que la componen han promulgado una Ley de
Desarrollo Cultural. De fondo, a través de sus artículos propone líneas de trabajo
distintivas en la regulación y respaldo de expresiones lingüísticas y la historia, pero
es la que menos involucra al arte en su planeación cultural.
Resulta peculiar debido a que en las demás regiones hay una tendencia por
inclinarse hacia el trabajo artístico en detrimento de otros ámbitos culturales, pero
en el Sur no es así, se enfocan más a la protección y difusión de sus lenguas que a
las expresiones artísticas.
El noroeste (Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Durango,
Nuevo León, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas) es la región donde la cultura se trabaja
mayoritariamente por medio de Institutos y menos a través de Secretarías. De la
misma manera, esta es una de las regiones donde se ubican las entidades que no
han promulgado una Ley de Desarrollo Cultural.
Por último, en la región centro (Guerrero, Hidalgo, Morelos, Edo. de México,
Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, D.F.) la mayoría de las entidades trabajan la cultura a
través de Secretarías (cinco de ocho). Sin embargo, son pocos los estados que
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
149
cuentan con una Ley de Desarrollo Cultural, únicamente tienen cuatro de ocho.
La historia y el arte son dos ámbitos que se mencionan en todas las leyes que hay
en el país. Pero es en la historia donde hay mayor consenso entre las regiones
sobre qué líneas de trabajo seguir para promover y resguardar.
De forma contraría, la religión es el área menos considerada. Aun cuando todas las
regiones tienen estados que no la incluyen en sus leyes, el centro occidente se
distingue al proponer la vinculación con centros religiosos con fines culturales.
Si comparamos el número de líneas de trabajo que las regiones proponen en los
ámbitos culturales, notaremos que hay más en el arte (34 ejes), le sigue el lenguaje
(12 ejes), la ciencia (10 ejes), la religión (7 ejes), la historia (6 ejes) y los mitos (3
ejes).
Es claro que en las leyes de los estados el Arte está por encima de los demás
ámbitos considerados en el concepto de cultura que propone Cassirer. Es el rubro
prioritario. Mientras los demás tienen entre 3 y 12 líneas de trabajo, para el arte se
han diseñado 34.
Esto significa que no hay un equilibrio en el apoyo que se le planea brindar a las
áreas que componen la cultura ni claridad sobre cómo trabajarlas. No olvidemos
que el número de ejes de trabajo reflejan los aspectos concretos que se van a
realizar, entre menos ejes, hay más incertidumbre sobre cómo abordar esa parcela
de la cultura.
A largo plazo, eso deriva en que los individuos escapen de las manos del Estado.
Es decir, al no tener suficientes ejes de trabajo para los mitos, la ciencia, la historia
o la religión, se están desatendiendo los ámbitos que conforman la identidad de las
personas que luego, se convertirán en ciudadanos.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
150
Después de la revisión de las leyes sabemos que hay poca coincidencia entre las
regiones sobres las rutas que hay que seguir para abordar cada ámbito de la cultura:
en el lenguaje de 12 líneas coinciden en dos; en los mitos de tres ejes, en uno; en
el arte de 34, en ocho; en la ciencia coinciden en tres de diez; en la historia en cuatro
de seis; y en la religión no hay acuerdo.
Podemos interpretar lo anterior como un reflejo del tipo de integración que existe en
el país. Esto porque todas las regiones tienen leyes de desarrollo cultural, todas
abordan incluso los mismos temas, pero las directrices para trabajar en cada entidad
no son iguales.
Es decir, el problema no es abordar la cultura, sino que no hay consenso sobre
cómo hacerlo.
Si el trabajo cultural es tan distinto en cada región, y ya hemos dicho que la cultura
configura la identidad de las personas, tendremos en México identidades diversas
que serán más difíciles de integrar a cualquier proyecto político.
La desintegración tiene su origen en la forma en que configuramos las identidades
de las personas. De ahí que sea tan necesario un acuerdo sobre cómo trabajar la
cultura sin ignorar las particularidades de cada región.
3.5. Clasificación Doctrinal de las Garantías Individuales.
Ignacio Burgoa al clasificar las Garantías Individuales parte de dos criterios
específicos. El primero de ellos es desde el punto de vista de la índole formal de la
obligación estatal que surge de la relación jurídica que implica la garantía individual,
mientras que el segundo criterio, toma en consideración el contenido mismo de los
derechos públicos subjetivos que se forman de la relación Estado y particular en
beneficio de este último. (Ibíd. P. 92).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
151
De acuerdo con el segundo criterio expuesto por el maestro emérito, es decir,
atendiendo al contenido mismo del derecho subjetivo público que nace para el
gobernado de la relación jurídica con el Estado, las Garantías Individuales se
clasifican en:
I.- Garantías dé Igualdad;
II.- Garantías de libertad;
III.- Garantías de seguridad Jurídica; y
IV.- Garantías de propiedad.
A pesar de que nuestra Constitución Política vigente (y sus antecesoras) no haga
clasificación alguna de las Garantías Individuales, podemos advertir que los
distintos constituyentes estuvieron bastante influenciados de la Declaración
Francesa de 1789 sobre los Derechos del Hombre y plantearon en nuestras
diversas Cartas Magnas distintos tipos de derechos públicos subjetivos que
atienden a la naturaleza del sujeto activo o titular de los mismos. Esta clasificación
es hoy en día la más aceptada por la doctrina constitucionalista. Así, nuestra
Constitución Política vigente consagra Garantías Individuales de libertad, de
igualdad, de seguridad jurídica y de propiedad; pero además, contempla las
llamadas Garantías Sociales, contenidas en los artículos 27 y 123.
3.5.1. Garantías Individuales.
La clasificación más general de las Garantías constitucionales señala que éstas se
dividen en; individuales y sociales. Acto seguido hablaremos brevemente de las
primeras.
De acuerdo con lo que hemos manifestado anteriormente, las garantías individuales
son concebidas por algunos como simples normas jurídicas que aseguran la
titularidad de los derechos subjetivos públicos a los gobernados, mientras que para
otros, son en esencia los derechos subjetivos públicos mismos. Consideramos que
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
152
el tema de su naturaleza jurídica es un asunto de didáctica más que de orden
práctico, por lo que consideramos que resulta irrelevante. Lo que sí es trascendente
es que las Garantías individuales tutelan y garantizan a los gobernados el goce de
los derechos en ellos consignados, derechos que el Estado debe observar y
respetar e inclusive, debe garantizar.
El término "Garantías individuales" se utiliza para diferenciarlas de las "Garantías
Sociales", y se refiere a los derechos que el Estado le reconoce a cada uno de los
gobernados como un ente físico diferente, pero, a la vez, perteneciente a la misma
clase, por lo que todas las personas o gobernados en lo particular gozan de ellos.
Esto significa que la Constitución Política vigente individualiza este tipo de
derechos, aunque están destinados a todos y cada uno de los gobernados, sin
importar su condición social, económica, religión, estado civil, sexo o edad.
Las Garantías individuales constituyen un freno a la actividad del Estado en sus
relaciones con los gobernados, por lo que se desprende su importancia.
Cabe reiterar que las garantías individuales se clasifican desde el punto de vista del
derecho que consignan en: garantías de libertad, igualdad, propiedad y seguridad
jurídica y se encuentran en los artículos del primero al veintiocho de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.
3.5.2. Garantías Sociales.
Existen otro tipo de derechos o Garantías llamadas "sociales", que no atienden al
individuo o gobernado en lo particular, sino que se dirigen hacia un grupo social
determinado, para buscar salvaguardarlo. Tal acontece con los obreros y
campesinos, grupos que, a través de nuestra historia, han estado totalmente
rezagados y han sido explotados. Es por eso que la Constitución Política de 1917
les reconoce sus derechos como grupo, con lo que se trata de reivindicarles en sus
legítimos reclamos: un mejor nivel de vida y de las condiciones de trabajo. De esta
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
153
manera, nacieron a la vida jurídica los artículos 27° y 123° constitucionales, que
contienen sendas garantías no individuales sino sociales.
El reconocimiento de este tipo de derechos a ciertos grupos sociales obedece a la
necesidad imperiosa de equilibrar su situación de desigualdad histórica con
respecto a otros como los que detentan los medios de producción: patrones o
empresarios, los que han explotado siempre a los más débiles.
Para el maestro Ignacio Burgoa:
"Al igual que la garantía individual, la garantía social también se revela como
una relación jurídica, más los elementos distintivos de ambas difieran. De los
antecedentes históricos que acabamos de narrar se advierte que
determinadas clases sociales, colocadas en una deplorable situación
económica, exigieron del Estado la adopción de ciertas medidas
proteccionistas, de ciertos medios de tutela frente a la clase social poderosa.
Por ende, al crearse dichas medidas por el Estado mediante conductos
normativos, o sea, al establecerse las garantías sociales, que es como
jurídicamente se denomina a estos medios tutelares, se formó una relación de
derecho entre los grupos sociales favorecidos o protegidos y aquellos frente a
los que se implantó la tutela". (Burgoa Orihuela, Ignacio: Op. Cit. p. 704).
En efecto, los sujetos del vínculo jurídico en que se traducen las garantías sociales
(utilizando las palabras del maestro Burgoa) son, por un lado, las clases sociales
carentes del poder económico de los medios de protección y en general los grupos
que se encuentran en situación difícil, y por otra parte están las clases que todo lo
tienen, los que poseen los medios de producción y poseedores de la riqueza. Se
desprende entonces que la relación que se establece es entre clases muy
diferentes, económicamente hablando, por lo que se marca la desigualdad entre
ambas.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
154
El objeto de las garantías sociales es en primer lugar establecer derechos y
obligaciones para las partes que estos derechos involucran, pero finalmente,
podemos decir que su objeto último es el de reivindicar a las clases desprotegidas
en el goce de los derechos que históricamente les han sido arrebatados, con lo que
se procura que los débiles puedan tener acceso a un mejor nivel de vida, a mejores
salarios, a fuentes de trabajo más dignas, etc.
En las garantías sociales, el Estado actúa como un regulador, un fiel observador de
las condiciones en que se desenvuelven o desarrollan las relaciones mencionadas,
pero que ejerce un imperio o poder, aunque limitado. Así, el Estado establece, por
ejemplo, las Juntas de Conciliación y Arbitraje, la Secretaría del Trabajo, el Tribunal
agrario, etc., instituciones que le ayudan a intervenir a favor de los más
desprotegidos, logrando con ello la tan ansiada justicia social que persiguen las
Garantías sociales.
Por último, cabe decir que las garantías sociales no se oponen ni contravienen a
las garantías individuales, por el contrario, son perfectamente complementarias en
razón de sus contenidos y fines, puesto que todo grupo débil como son los obreros,
campesinos e incluso, los indígenas, gozan de sendas garantías sociales (artículos
123°, 27° y 2o constitucionales), pero, cada uno de sus miembros también gozan
de sus respectivas garantías individuales.
3.6. Las Garantías Individuales. Fundamento Legal y Trascendencia.
Las garantías individuales o derechos subjetivos públicos encuentran su
fundamento primario en el derecho natural, porque tienen como objetivo conservar
la integridad y la dignidad de la persona, y también evitar, hasta donde la armonía
e interdependencia social lo permitan, la destrucción o simple perturbación de la
actividad del individuo en sus múltiples relaciones sociales.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
155
Sin embargo, los derechos a los que nos referimos, no siempre han sido poseídos
por los gobernados, ya que, en diversas etapas de la historia, tales derechos les
fueron arrebatados por los gobernantes, creándose verdaderos gobiernos
despóticos o tiránicos que en el ejercicio de su poder vejaban a todo ser humano
que se encontraba en su territorio, y dejaron, en consecuencia, de reconocerles la
más elemental prerrogativa frente a la arbitrariedad y al gobierno omnipotente.
Las garantías individuales no se dieron a conocer en forma de derechos subjetivos,
sino hasta el siglo XVIII, más exactamente en el año de 1789, cuando con motivo
de la Revolución Francesa se promulgó la famosa Declaración de los Derechos del
Hombre, aunque cabe decir que antes de esa época si existieron países donde se
reconocían dichos derechos a los ciudadanos, Inglaterra fue uno de ellos, con la
expedición de la "Carta Magna de Juan sin Tierra", país que merece el mote de
padre de las Garantías Individuales.
Es también justo reconocer que las ideas de Rousseau, Montesquieu y Voltaire, en
mucho influyeron el movimiento revolucionario de Francia.
La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que fue un resultado
jurídico de la Revolución gala, enarboló cuatro garantías fundamentales del
Individuo: la libertad, la igualdad, la propiedad y la resistencia a la opresión. Desde
entonces, la mayoría de los pueblos del mundo civilizado cobraron conciencia y se
dio inicio a una revolución cívica y conceptual, que se prolongó hasta parte del siglo
XX, y por lo cual los hombres reclamaron de los gobiernos el respeto a sus
Garantías Individuales.
Es así, que casi todas las constituciones del mundo contemplan en la actualidad un
capítulo especial dedicado a las Garantías Individuales. En el caso de México, es el
Capítulo I del Título Primero el que consagra los derechos citados, en los primeros
veintinueve artículos. De ellos, es destacable el numeral 1o que dispone:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
156
"Artículo 1.- En los Estados Unidos Mexicanos todo individuo gozará de las
garantías que otorga esta Constitución, las cuales no podrán restringirse ni
suspenderse, sino en los casos y con las condiciones que ella misma establece.
Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del
extranjero que entren al territorio nacional alcanzarán, por este solo hecho, su
libertad y la protección de las leyes.
Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el
género, la edad, las capacidades diferentes, la condición social, las condiciones de
salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que
atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabarlos
derechos y libertades de las personas".
De acuerdo a este numeral, en México, todo individuo, sea nacional o no, gozará
de las garantías contempladas en ella (a excepción de los derechos políticos que
están destinados sólo a los ciudadanos mexicanos), y estos derechos sólo podrán
restringirse o suspenderse en los términos que la misma Constitución señale
(artículo 29). Por consiguiente, tenemos que el fundamento legal de las Garantías
Individuales es la propia Constitución Política del país, ordenamiento legal supremo
y rector de toda la República.
Podemos concluir este punto agregando que, si no existieran las garantías
individuales y sociales, el Estado, a través de sus variadas autoridades actuaria de
manera arbitraria constantemente, con lo que la legalidad sería sólo un deber moral.
Las Garantías individuales y sociales son la manifestación más clara de la existencia
de un Estado de derecho, en donde la actuación del Estado a través de sus órganos,
así como la de loa particulares se rige en todo momento por la norma jurídica, es
decir, es el imperio de la norma el que reina.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
157
A continuación, hablaremos de la clasificación doctrinal más aceptada sobre las
garantías individuales: de igualdad, de libertad, de propiedad y de seguridad
jurídica.
3.7. Clasificación de las Garantías Individuales.
Una de las clasificaciones mayormente aceptadas de las Garantías individuales es
la que señala que estos derechos se clasifican de acuerdo a su contenido o al tipo
de derecho que tutelan en: garantías de libertad, de igualdad, de seguridad jurídica
y de propiedad.
La Constitución Política recoge de alguna forma esta clasificación al contener varios
tipos de cada una de ellas.
3.7.1. De Libertad.
La libertad es uno de los derechos más importantes e inherente al ser humano. En
términos generales se encuentra integrada por el conjunto de facultades que
poseen las personas para determinar los medios y las formas de conducta externa
e interna para alcanzar sus propios fines o para lograr la satisfacción de sus
intereses particulares.
Rafael de Pina y Rafael de Pina Vara, argumentan que la libertad es la:
“Facultad que debe reconocerse al hombre, dada su conducta racional, para
determinar su conducta sin más limitaciones que las señaladas por la moral y
el derecho." (Ibíd. p. 338).
El ser humano nace libre, por lo que este derecho a seguir así, no es un regalo de
alguna autoridad, sino la consecuencia lógica de su propia naturaleza.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
158
La libertad como derecho del hombre, tiene diferentes manifestaciones: de
ambulatoria, de expresión de las ideas en forma verbal o por escrito, política, de
trabajo, religiosa, etc. Esta libertad que posee el individuo para seleccionar las
formas y los medios para alcanzar sus propios objetivos, no es absoluta, se
encuentra supeditada a una serie de limitaciones, que encuentran su fundamento
en la interdependencia social, es decir, en las diferentes relaciones que mantiene
una persona, con el resto de la colectividad. Si por el contrario, cada persona
pudiera actuar como le viniera en gana, sin someter su libertad de actuación a
determinados cauces impuestos por la propia sociedad de la convivencia social, la
vida en común resultarla materialmente imposible, y ello terminaría también con
toda posibilidad de convivencia social. Por esto, resulta más que justificado el hecho
de que exista un orden jurídico establecido y vigilado por el Estado, que imponga
limitaciones al ejercicio de esta libertad.
Lo anterior, ha dado pauta al nacimiento de una definición más simple de la libertad,
la cual señala que este derecho consiste en poder hacer lo que uno quiera siempre
y cuando no dañe a otro.
El ilustre doctor y maestro Ignacio Burgoa, al referirse a la fundamentación filosófica
de las garantías individuales expresa que:
"Una de las condiciones indispensables, sine qua non, para que el individuo
realice sus propios fines, desenvolviendo su personalidad y propendiendo a
lograr su felicidad, es precisamente la libertad, concebida no solamente como
una mera potestad psicológica de elegir propósitos determinados y excogitar
los medios subjetivos de ejecución de los mismos, sino como una actuación
extrema sin limitaciones o restricciones que hagan imposible o impracticable
los conductos necesarios para la actualización de la teleología humana. La
existencia sine qua non de la libertad, como elemento esencial del desarrollo
de la propia individualidad, encuentra sustrato evidente en la misma naturaleza
de la personalidad humana". (Burgoa, Ignacio. Op. Cit. p. 17).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
159
Otra opinión interesante es la del autor Alberto del Castillo del Valle, quien señala
lo siguiente:
"La libertad del individuo, en todas y cada una de sus manifestaciones, es uno
de los derechos de mayor trascendencia e importancia con que cuenta y de
que es titular el ser humano. Por virtud de este derecho y su ejercicio por parte
del hombre, éste llega a su perfeccionamiento y su desarrollo total como tal,
merced a la consecución de los fines propuestos a lo largo de su existencia"
(Del Castillo del Valle, Alberto: 1995, p. 17).
El derecho a la libertad ha llamado la atención de grandes pensadores universales,
los cuales han elaborado diversas teorías sobre él, algunos defendiéndolo y otros
más pretendiendo restringirlo, inclusive, llegando a proscribirlo. No obstante, tales
consideraciones, el ser humano ha venido luchando por obtener una mayor libertad
y una protección más amplia.
La libertad del ser humano constituye el derecho de elegir entre varias opciones,
aquella que mejor convenga a sus intereses, para hacer realidad los fines que
previamente una persona se ha impuesto. Tales fines que el hombre se impone,
derivan también del ejercicio de su libertad.
Ya que sería lo que la libertad del hombre no es un derecho "ad libitum" (sin límite),
sino que guarda ciertas restricciones, llamadas constitucionalmente restricciones, y
que deben ser respetadas, para no incurrir en una violación al Derecho. Esas
limitaciones a las distintas libertades del hombre están dadas por la legislación.
La idea anterior, es decir, de que el hombre puede actuar en sociedad libremente,
siempre y cuando con su conducta no altere los derechos de ningún otro miembro
del grupo social, fue aceptada desde la famosa "Declaración de los Derechos del
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
160
Hombre y del Ciudadano", de 1789 expedida por la Asamblea Nacional Francesa,
en cuyo artículo 4o se declara que:
"La libertad consiste en podar hacer lo que no perjudica a otros".
De este artículo se entiende que el derecho de una persona termina donde empieza
el de otra.
Nuestra Constitución Política consigna diferentes tipos de libertades, entre ellas las
siguientes:
a) Libertad corporal. Es un derecho subjetivo público que se refiere a que el
hombre debe nacer y morir libre, lejos de todo vínculo que le impida hacer
uso de su persona y de los destinos de ésta. Por ejemplo, el artículo 2° de
la Constitución, prohíbe la esclavitud, y advierte que todo esclavo extranjero
que entre al país, recobrará por ese sólo hecho su libertad y la protección
de las leyes.
b) Libertad para el ejercicio de la paternidad. El artículo 4o de la Constitución
en su párrafo tercero dispone que las personas tienen el derecho a decidir
el número y espaciamiento de sus hijos, y que tal derecho se podrá ejercer
libremente. Este derecho significa, sin embargo, que se tendrá que llevar a
la práctica informada mente, lo cual quiere decir que las personas deben
tomar en consideración el problema de la explosión demográfica.
c) Libertad de trabajo. Todas las personas tienen el derecho de dedicarse a
la profesión, comercio o trabajo que más les acomode, Esto está
consignado en el artículo 5o de nuestra Ley Suprema, Desde luego que
para que éste derecho pueda conformarse como una libertad del individuo,
es necesario que no pugne con los intereses jurídicamente protegidos de
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
161
la sociedad, Por ello, esta libertad se encuentra sujeta a diversas
limitaciones como las siguientes:
I.- La licitud. La actividad elegida por una persona no debe estar prohibida
por la ley, es decir, no debe constituir la comisión de un delito, como sería
el dedicarse a cometer robos de diversa índole, donde la autoridad no sólo
va a impedir su ejercicio, sino que procederá penalmente por los delitos que
se hubieren perpetrado. Hay otros casos en los que, aun no tratándose de
delitos, las actividades que una o varias personas pretenden realizar son
contrarias a la moral o a las buenas costumbres, como la prostitución.
II.- La presencia de una resolución judicial, cuando se ataquen los derechos
de la sociedad. El poder público debe velar por la armonía y la
interdependencia social, y por ende, debe expedir todas las disposiciones
jurídicas que mantengan en buen nivel a aquéllas. Si un particular con el
pretexto de la libertad de trabajo, viola la disposición jurídica que regula
dicha actividad, es lógico pensar que el Estado dictará las providencias
necesarias para impedir que esa actividad se realice. Este es el caso de los
vendedores ambulantes que invaden la vía pública, o el de una persona
que en zona residencial instala una planta industrial. En ambos casos, el
Estado tiene, generalmente, normas expedidas que impiden o limitan tales
actividades y que los gobernados deben obedecer.
III.- Limitación derivada del ejercicio de una profesión. El Estado determina
por medio de una ley, cuáles son las profesiones que requieren cédula
profesional, es decir, la autorización para su ejercicio. Aquí, el Estado vigila
la delicadeza de la actividad, que la persona que vaya a ejercer una
actividad de carácter profesional, compruebe ante aquél que ha realizado
los estudios necesarios que lo capacitan para el desempeño de dicha
actividad.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
162
IV. Obligatoriedad para la prestación de determinados servicios personales.
La ley puede exigir a las personas que presten de manera obligatoria
determinados servicios personales, tales como el servicio militar, los cargos
concejiles y de elección popular, el trabajo impuesto como una pena por la
autoridad judicial, las funciones electorales, etc.
V.- El sexo y la edad. El artículo 123 apartado "A" de la Constitución Política
expresa que para los menores de dieciséis años quedan prohibidos los
trabajos insalubres o peligrosos, así como el trabajo nocturno industrial, y
cualquier otro que deba realizarse después de las diez de la noche; no se
permite que se utilicen los servicios laborales de menores de catorce años;
las mujeres durante el embarazo, no deberán realizar trabajos que exijan
un esfuerzo considerable y signifiquen un peligro para la salud, etc.
d) Libertad de manifestación de las ideas. Todas las personas tienen el
inalienable derecho de expresar libremente sus pensamientos ya sea en
forma oral o escrita. Por consiguiente, el Estado no puede limitar o impedir
el ejercicio de la libertad de expresión. Este derecho se encuentra tutelado
en los artículos 6o y 7° de nuestra Constitución Política, en los cuales
también se fijan las limitaciones al mismo derecho como son, los ataques a
la moral, o a terceros, que no se provoque algún delito o se perturbe el
orden y la paz pública; limitantes éstas que se encuentran contenidas en la
Ley de Imprenta, reglamentaria de los mismos numerales.
El artículo 130 constitucional, señala otra limitación a este derecho pues los
ministros de los cultos religiosos no podrán en reunión pública o en actos de culto
religioso, ni en publicaciones religiosas oponerse a las leyes del país ni atentar
contra las Instituciones públicas, ni mucho menos agraviar los símbolos patrios.
e) Libertad para ejercer el derecho de petición. El artículo 8º de la Constitución
establece el derecho de toda persona a dirigirse a las autoridades a efecto
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
163
de solicitarles algo, teniendo éstas la obligación de responder a lo
solicitado. Este derecho debe sujetarse a ciertos requisitos:
I. Que se haga por escrito. Esto quiere decir, que los órganos de la
autoridad deberán siempre atender las peticiones, quejas, denuncias,
rogativas, suplicas o protestas de los gobernados. Lo anterior significa, que
las peticiones orales no podrán producir efectos jurídicos.
II. Que se ejerza en forma pacífica. En el momento de dirigirse a la
autoridad, el peticionario debe hacerlo absteniéndose de utilizar la violencia
o en forma agresiva, con el fin de obligarla a tomar alguna decisión.
III Que sea respetuosa. El lenguaje utilizado en el escrito, a pesar de ser
enérgico, debe ser en términos de absoluto respeto, cuidándose las formas
y los procedimientos.
Una vez que la petición del particular ha cumplido con estos requisitos, la autoridad
deberá contestarle sobre lo solicitado, emitiendo un acuerdo escrito y en breve
término, debiendo fundamentar su resolución. Esto no significa que la autoridad
esté obligada a responder favorablemente, y el particular, ante la negativa de la
autoridad puede interponer los recursos legales pertinentes.
f) Libertad de asociación y reunión. El artículo 9o de nuestra Ley básica
señala que todas las personas tienen el derecho de reunirse o asociarse
libremente para algún objetivo lícito. Este precepto constitucional protege
dos formas fundamentales de aglutinamientos de personas físicas: las de
asociación y las de reunión. Las primeras, de asociación son aquellas en
las que las personas se agrupan más o menos permanentemente para
realizar algún fin: empresarial, político, cultural, social, etc. Las segundas,
de simple reunión, lo hacen mediante un agrupamiento pasajero o
temporal, y una vez satisfecho el motivo o fin, se disuelve.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
164
g) Leyes sobre migración, más específicamente la Ley General de Población
limita la entrada y salida de los extranjeros. La salubridad general es otra
limitante a la libertad de tránsito, y se relaciona con las medidas que sobre
esta materia dicten las autoridades, quienes, en caso de epidemias, por
ejemplo, podrían limitar la libertad de tránsito, con el fin de controlar el foco
de infección.
h) Libertad de creencia religiosa. La práctica de un culto religioso es un asunto
muy importante para casi todas las personas. Desde la antigüedad, el
hombre ha profesado una religión, frecuentemente con el propósito de
complementar su fuerza espiritual.
El artículo 24 de la Constitución política establece que todo hombre es libre para
profesar la creencia religiosa que más le agrade, así como practicar las ceremonias
o actos del culto respectivo.
Dentro de la profesión a un culto, no se deben causar delitos o faltas a la moral y a
las buenas costumbres, y no pueden ser realizados en la vía pública o en el exterior,
de acuerdo a la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, la cual reglamenta
al citado artículo 24.
3.7.2. De Igualdad.
El término igualdad nos indica similitud de derechos y de deberes entre todos los
hombres. Igualdad significa que personas que se encuentran en las mismas
condiciones, deben tener los mismos derechos y obligaciones.
Rafael de Pina y Rafael de Pina Vara expresan:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
165
"Trato igual en circunstancias iguales, que significa la prohibición de toda decisión
o forma legal de carácter discriminatorio por parte de órganos estatales..." (Pina,
Rafael de y Rafael de Pina Vara. Op. cit. p. 294).
No obstante lo dicho anteriormente, el vocablo "igualdad" no puede ser aceptado
como un valor absoluto, por consecuencia, el aforismo jurídico ampliamente
utilizado que dice " todos son iguales ante la ley", tiene que ser ajustado al caso
concreto de que se trate; porque ciertamente, todas las personas son iguales ante
la ley, pero siempre y cuando se encuentren en igualdad de circunstancias, ya que
debemos tener presente que el ser humano convive con sus congéneres en un
mundo desigual por naturaleza. Por eso, la ley se aplica de la misma manera a los
que son iguales y de manera desigual a los que por natura son desiguales. Esta
máxima jurídica es toda una verdad de justicia.
Ejemplo de lo anterior, son las leyes existentes que prodigan un trato diferente a los
menores de edad, a los que son mayores pero incapacitados; hoy en día, a las
mujeres, a los ancianos y a los minusválidos con respecto a las demás personas.
La igualdad es un elemento indispensable para todas las personas, ya que les
asegura la convivencia dentro de un ambiente de equidad, y les abre la posibilidad
de alcanzar sus metas. Este derecho como una garantía individual se traduce en
que todos los gobernados que estemos en igualdad de circunstancias, tengamos
las mismas prerrogativas y deberes frente al Estado.
En nuestro régimen constitucional, todas las personas gozan los derechos que la
propia Constitución les otorga, sin que importe el sexo, la edad, su raza, religión o
condición social o económica, inclusive la nacionalidad de la persona, aunque con
ciertas limitaciones. Esto está ordenado por el artículo 1o de nuestra Ley
Fundamental que contiene una de las garantías de igualdad más importantes y
trascendentes para los mexicanos y aquellos otros que sin tener nexo político-
jurídico con este país, se encuentren residiendo en su territorio.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
166
Otras garantías de igualdad que consagra nuestra Constitución se encuentran en
los artículos: 4o que se refiere a la igualdad entre el hombre y la mujer, así como el
derecho de todos los mexicanos a la protección a la salud, también en ese mismo
numeral; el 8o que contiene el derecho de petición, facultad que todos tenemos para
solicitar alguna petición al Estado, por escrito y con respeto; el artículo 9o que
contiene el derecho de asociación pacifica; el artículo 17° que se refiere al derecho
de toda persona a acudir ante los tribunales para que se le administre justicia en los
plazos y términos marcados en la ley, etc.
3.7.3. De Seguridad Jurídica.
Las relaciones entre los órganos del Estado y los particulares son numerosas y
constantes. En efecto, a cada momento los órganos de autoridad emiten actos que
con frecuencia afectan los intereses jurídicamente protegidos a los gobernados.
Los particulares ven como el Estado toma injerencia directa y a menudo unilateral
en relación con los bienes que pertenecen a las personas. Por esta constante
interferencia que el Estado ejerce en los intereses propios de las personas, se hace
muy necesario que los órganos de autoridad representados por los servidores
públicos, que actúan en su nombre, se ajusten a determinados y precisos
ordenamientos legales, con el fin de que esos actos de afectación estén fundados
en la ley, tengan un procedimiento claro y jurídico y se evite que el gobernado se
vuelva víctima de los gobernantes. Los requisitos de fondo y de forma que debe
tener cada acto del poder público, cuando afecten con él los intereses de los
particulares, se hallan establecidos en los ordenamientos legales ordinarios, por
exigencia imperiosa de los preceptos constitucionales que requieren esa
fundamentación y debido proceso legal a todos los actos de autoridad. Esto es lo
que se conoce como garantías de seguridad jurídica. Estos derechos son los más
importantes pues sirven de freno al poder público para que respete las demás
garantías de igualdad, libertad y de propiedad.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
167
Dentro de las garantías de seguridad jurídica encontramos las establecidas en los
artículos: 13a, 14°, 15°, 16, 17°, 18°, 19°, 20°, 21°, 22° y 23° constitucionales.
De esta forma, las Garantías de seguridad jurídica buscan que en el caso de que el
Estado, a través de una autoridad, pretenda molestar a un particular, tal acto de
molestia se lleve a cabo con estricto apego a derecho, y en caso contrario, el
particular tendrá expeditos otros medios de control constitucional como la
interposición del juicio de amparo (artículos 103 y 107 constitucionales)
3.7.4. De Propiedad.
Propiedad es la facultad que tiene una persona para usar, disfrutar y disponer de
un bien o de un derecho con las modalidades y limitaciones que establece la ley.
La propiedad es el prototipo de los derechos reales, es también, la figura más
completa que hay en el ámbito de los derechos patrimoniales de las personas; se
trata de un derecho real, individual, exclusivo, perpetuo y limitado.
En general, este derecho se divide en dos tipos: propiedad de muebles y propiedad
de Inmuebles. El primero se refiere al dominio exclusivo, a título de dueño que
ejerce una persona sobre bienes muebles, en tanto que el segundo versa sobre la
titularidad que con este carácter se ejerce sobre bienes inmuebles.
La garantía de propiedad, tanto de muebles como inmuebles, se incluye en el
segundo párrafo del artículo 14 constitucional que a la letra dice:
"Nadie podrá ser privado de la vida, de la libertad o de sus propiedades,
posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales
previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales
del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho".
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
168
Otro precepto de la Constitución Política que se refiere a la garantía de propiedad
es el 27, el cual, en diversos párrafos, no sólo reconoce el derecho de propiedad,
sino que determina, regula y establece limitaciones a este importante derecho.
Dicho precepto dispone sobre la propiedad privada:
"La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del
territorio nacional corresponde, originariamente a la nación, la cual ha tenido
y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares
constituyendo la propiedad privada".
El párrafo tercero del mismo artículo señala que la Nación tendrá en todo tiempo el
derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el interés
público, así como el de regular, en beneficio social, el aprovechamiento de los
elementos naturales susceptibles de apropiación, con el objeto de hacer una
distribución equitativa de la riqueza pública.
El derecho de propiedad privada posee ciertas limitaciones, las cuales pueden
llegar hasta el grado de realizarse la expropiación de los bienes por causa de
utilidad pública, previa indemnización por parte de la autoridad estatal. Por ejemplo,
para abrir una calle, construir un mercado, una escuela, etc., la autoridad puede
realizar la expropiación de alguno o algunos predios a particulares.
Los párrafos cuarto y quinto del citado precepto, reservan al Estado el dominio
directo de todos los recursos naturales que se encuentran en el mar territorial, en
la plataforma continental, así como los zócalos submarinos de las islas. También el
Estado tiene el dominio directo de todos los minerales o substancias cuya
naturaleza sea distinta de los elementos componentes de los terrenos, como los
minerales, el petróleo y los carburos de hidrógeno. El Estado ejerce dominio sobre
las aguas marinas interiores, sobre los lagos interiores, sobre los ríos y sobre las
demás corrientes de agua. Estos derechos del Estado son inalienables, lo cual
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
169
significa que no pueden ser susceptibles de apropiación por los particulares, y
además, son imprescriptibles.
Sin embargo, algunos de ellos si son susceptibles de transmitirse en explotación a
los particulares mediante el otorgamiento de una figura importante creada por el
derecho, que recibe el nombre de concesión.
Otra limitación Importante al derecho de propiedad en México es la establecida por
la fracción I del artículo 27 constitucional, en donde se dice que únicamente los
mexicanos por nacimiento o por naturalización, así como las sociedades mexicanas,
tienen el derecho para adquirir la propiedad de tierras, aguas y sus accesiones o en
su caso, para obtener concesiones de explotación de minas o aguas. Los
extranjeros podrán tener este derecho siempre y cuando convengan ante la
Secretaria de Relaciones Exteriores en considerarse como nacionales y en no
invocar en ningún momento la protección de sus gobiernos, so pena de perderlos a
favor del Estado mexicano.
La Constitución prohibí también (en el mismo artículo), que los extranjeros puedan
adquirir el dominio de tierras y aguas en una franja de 100 kilómetros que se
extiende a lo largo de las fronteras, y de 50 kilómetros a lo largo de todas las playas.
La fracción II del multicitado artículo 27 dispone que las asociaciones religiosas
legalmente constituidas, tendrán capacidad para adquirir, poseer o administrar los
bienes que sean indispensables para su objeto, siempre que reúnan los requisitos
y las limitaciones que la ley reglamentaria establezca.
Las fracciones III y IV del precepto en comento, estipulan que tanto las instituciones
de beneficencia pública o privada, como las sociedades mercantiles por acciones
sólo podrán ser propietarias de los bienes raíces que sean necesarios para el
cumplimiento de su objeto directo.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
170
CAPÍTULO IV. ESTADO, SOCIEDAD Y DIFUSIÓN: EL CAMINO HACIA UNA
NUEVA RELACIÓN DE LA CULTURA EN MÉXICO
4.1. Fundación del Conaculta y Centralidad de la Difusión.
Existe un planteamiento extendido —y hasta ahora incontestado— de que el inicio
de la política cultural contemporánea se ubica el día 7 de diciembre de 1988, fecha
en que se fundó el Conaculta. Una contribución de esta investigación es mostrar el
proceso de formulación y legitimación de dicha política, comenzando en febrero de
ese mismo año, cuando inicia una serie de reuniones temáticas sobre la cultura
como parte de la campaña del candidato del PRI a la presidencia.
No debe olvidarse que el propio decreto de fundación del Consejo ya establecía la
intención de que éste centrara sus acciones en la difusión de la cultura, junto con la
promoción artística, pero justamente por ser un acto inaugural (tan sólo seis días
después de que Salinas asumiera la presidencia), considero que no es posible
seguir señalando esa fecha como inicio, como si no existiera un proceso de
planificación previo.
La campaña presidencial de 1988 es un periodo ampliamente revisado en la
bibliografía disponible, aunque no hay algún texto que se concentre
específicamente en los planteamientos en materia cultural que hizo Salinas durante
la contienda. Por lo tanto, en este capítulo buscaremos recuperar ese aspecto
específico de la intención de legitimar a la cultura como algo primordial en el hombre
para su desarrollo personal, y exponer cómo las posturas y opiniones vertidas en
los encuentros del nuevo gobierno —en principio contrarias— finalmente
convergieron en la formulación de una política estatal que giraba en torno a la
difusión y promoción de la cultura.
También se muestra cómo en el discurso de toma de posesión de la presidencia de
Salinas, el de inauguración del CNCA y en el decreto que lo crea, el mandatario
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
171
colocó al Estado en un papel articulador, promotor, y transfirió la responsabilidad de
llevar a cabo una creación diversa y de efectuar la difusión a los miembros del sector
cultural. Al reconocer simultáneamente lo que se había construido como base de lo
que vendría, y como proyecto a dejar atrás, el énfasis no se puso en la creación de
infraestructura, sino en la modernización de los contenidos y la ampliación de la
cobertura.
4.2. Las Reuniones Sobre “Cultura E Identidad Nacional”.
Ya desde la campaña se observaba la intención, como parte del proceso de
modernización, de generar políticas separadas, especializadas, para la educación
y cultura, lo que se haría oficial más adelante, por una parte, con la creación del
Conaculta. El 21 de abril aparece en los diarios un desplegado del IEPES
convocando a enviar comentarios para elaborar el plan de gobierno en materia de
Educación. Este sector contó con un temario enteramente independiente del que se
planteó para el área de cultura: se centraba en discutir la educación básica,
tecnológica, de adultos, formación de maestros, contenidos y métodos. Asimismo,
cultura y educación contaron cada una con una comisión propia; el coordinador de
educación era Miguel Limón Rojas.
Con respecto al campo cultural, se realizó el 1ero de febrero de 1988 en
Villahermosa, Tabasco, la “Reunión Nacional: Cultura e Identidad Nacional”. Es
precisamente este evento el que ubico como origen del proceso que dio vida y
legitimidad a la existencia del Conaculta, y por lo tanto de la política cultural del
gobierno de Salinas. A la reunión asistieron como invitados especiales, por
convocatoria, Jaime Sabines, Enrique Krauze, Rufino Tamayo, Rubén Bonifaz
Nuño, Teresa del Conde, Alberto Lozoya, Eduardo Matos Moctezuma, Héctor
Aguilar Camín, y Enrique González Pedrero (Vid. Miguel Ángel Rivera: 1988, pp. 32
y 14) (este último dirigía el IEPES en aquel momento). El acto se llevó a cabo en la
biblioteca pública del Estado, “José María Pino Suárez”, y a él “asistieron más de
500 intelectuales tabasqueños y de otras partes del país”. (Bernardo González
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
172
Solano: 1988, p. 7).
Mientras que Krauze (Vuelta) fue sentado a la derecha del candidato, Aguilar Camín
(Nexos) se ubicó en su flanco izquierdo, lo cual fue interpretado como una referencia
a sus posturas políticas. Aunque Krauze declaró en la reunión que esperaba que no
se diera esa interpretación, y que al final pesaban más coincidencias entre ambos
(Pablo Hiriart: 1988, p. 12), sus ubicaciones junto al candidato no pasaron
desapercibidas, y por el contrario, se las consideró como gesto de la voluntad de
legitimarse mediante el acercamiento con los intelectuales de una y otra línea
ideológica.
La presencia del propio Emilio Carballido es otro ejemplo de ello, pues fue invitado
a pesar de que había declarado abiertamente sus simpatías hacia Cárdenas, las
cuales refrendó en su turno como orador, que llevó a cabo a pesar de que su
intervención estaba fuera de programa. Ahí llamó a nacionalizar la televisión
privada, para evitar la penetración de formatos y contenidos televisivos que “nos
han inundado de series y programas que imponen modos ajenos de enfocar la
realidad… tipos de belleza que niegan la nuestra, nociones de racismo, de
intolerancia y de violencia” (Miguel Ángel Rivera. Op. cit., p. 14). Pero, así como la
presencia de Carballido en la reunión es una muestra de que el partido gobernante
conservaba —y buscaba retener— su poder de interlocución entre los miembros del
campo cultural, sus palabras no dejan de tener un tono que resultaba un tanto
arcaico para los tiempos que corrían: las persistencias del nacionalismo también
hicieron parte y mostraron los límites de lo que podía modificarse en el manejo de
la cultura.
En su ponencia, Aguilar Camín llamó a contraponer a la cultura del tutelaje y
autoritarismo otra que girara en torno a la democracia: “Quizá la mayor novedad de
la historia mexicana reciente sea la aparición de una nueva sociedad que reclama
un nuevo tipo de relación con su gobierno. Es decir: un nuevo gobierno.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
173
Los ejes de ese reclamo son participación y democracia” (Héctor Aguilar Camín:
Op. cit., p. 32). Krauze, por otro lado, se preguntó: “¿Cuándo nos liberaremos del
síndrome de Vasconcelos?” y señaló que “en cultura, como en todos los renglones
de la economía oficial, el gobierno debe volver a lo básico —el cuidado y
mantenimiento de las zonas arqueológicas, por ejemplo— y abandonar las mil y una
atribuciones que no le corresponden”. (Enrique Krauze: Op. cit., p. 10).
Las intervenciones de ambos muestran con claridad lo que habría de dejarse atrás.
A la vez, anticipan lo que habría de construirse: una nueva modalidad de relación
social (que incluía a la cultura), donde la participación y la democracia serían los
referentes principales. En ese momento se las vio como posturas encontradas, y las
desavenencias entre ambos, a petición del propio Salinas, se convirtieron en debate
en la reunión de Tabasco. Sin embargo, al final quedaron integradas como parte de
una misma política: el recorte de las funciones del Estado en materia cultural se
apoyaría en el argumento de que había que aumentar la participación. Por su parte,
Bonifaz Nuño y Matos Moctezuma hablaron sobre la identidad nacional: “Ambos
coincidieron en la necesidad de una recuperación distinta de nuestra historia y un
nuevo sentido a nuestra educación” (Teresa Losada. Op. cit., p. 8). Bonifaz llamó a
dejar atrás “la visión de los vencidos”, y a retomar la de “los grandes señores”
(Bernardo González Solano: Op. cit., p. 7), indígenas y “prácticamente protestó
porque se ha dejado en manos extranjeras el estudio de, y ‘la facultad de definirnos
en aquello que nos es esencial: lo indígena’” (Teresa Losada: Op. cit., p. 8). Para
Matos, por su parte, “el problema reside en la manera en que puede transitarse a la
modernidad mediante la conservación de lo tradicional. Desde el punto de vista del
autor, la recuperación de la historia resulta fundamental, porque es por medio de
esta disciplina cómo es posible reivindicar el pasado para integrarlo al presente”
(Ídem).
También sobre el asunto de la identidad nacional hubo una participación fuera de
programa, del poeta Jaime Sabines. En su intervención, afirmó que “la identidad
está determinada por una confluencia emotiva más que ideológica, es el punto en
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
174
que se reúnen nuestras emociones, el lugar en que nos parecemos hasta
confundirnos” (Ídem). Asimismo, llamó a convertir la identidad “en el tema de la
unidad consciente para desterrar la pobreza, la marginación y el desamparo, (ya)
que no hay privilegios de cultura en el hombre ni hay progreso que valga sin la
dignidad humana” (Miguel Ángel Rivera. Op. cit., p. 14).
Como puede verse, en Eduardo Matos y Rubén Bonifaz hay una coincidencia en el
sentido de valorar el pasado para dejarlo atrás. Considero que los dichos de ambos
en aquel momento dan cuenta precisamente de la conciencia de que había una
nueva manera de concebir las identidades nacionales, en un mundo que había
cambiado y exigía otros modos de inserción en la universalidad. No se trataba de
ignorar el legado histórico que constituía la identidad mexicana, sino de ver de qué
manera se podían articular sus valores de orientación con los ánimos
modernizadores que se asentaban como tendencia general en el mundo.
Tal como señala Ricardo Pozas Horcasitas: Para poder construir, por diferenciación,
la nueva propuesta de una época y darle sentido a lo actual y lo diverso, los actores
y sujetos sociales que representan la propuesta emergente construyen una doble
relación con el tiempo social: una temporalidad negada y otra identitaria. Es en pos
de ésta última, que se salta al pasado remoto en la búsqueda de un ideal que
englobe a la diversidad cultural del nuevo tiempo y se crea una representación del
cambio, que atraviesa a la sociedad y produce una representación colectiva, en la
cual todos adquieren la condición individual de constructores y promotores del
tiempo nuevo (Ricardo Pozas Horcasitas: 2015).
Así, en el planteamiento de Bonifaz, “la visión de los vencidos” sería parte de la
temporalidad negada; la de los “grandes señores”, la temporalidad identitaria que
se buscaría revalorar. La intervención de Sabines también es significativa, por
cuanto coloca a la identidad como elemento de cohesión para el tránsito hacia el
futuro, donde justamente la modernización se planteaba como un camino hacia el
“progreso”. Su llamado a constituir la identidad como medio de unidad para desterrar
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
175
la pobreza y la marginación da cuenta de cómo en la nueva representación colectiva
que se estaba conformando, la inclusión era vista como necesaria para la
construcción de ese “tiempo nuevo”.
Además de los mencionados participaron otras personas, cuyos nombres no están
consignados en los diarios:
Otros despotricaron en contra de las canciones rancheras, las pinturas “muy
realistas de bodegones que se venden en Aurrera y las llamadas fotonovelas”. Unos
más recordaron lo que el gobierno gasta en Australia y en Francia para el fomento
de la cultura, mientras que en México es muy poco... Por último, dos ponentes
propusieron que, con base en una propuesta hecha por la revista Plural, que dirige
Octavio Paz, se creara un fondo para las artes y las letras (Bernardo González
Solano: Op. cit., p. 7).
Al tomar la palabra, el candidato del PRI dejó ver la intención aglutinadora
mencionada líneas arriba, y adelantaba lo que definiría su relación con las
comunidades culturales —o por lo menos con sus élites—, al llamar a los presentes
“hombres de la cultura, pero también activamente participantes en el desarrollo de
la nación”; al referirse a la confrontación de las posturas ahí vertidas, señaló que “el
talento de los participantes y también del sistema político mexicano, y esta reunión
es prueba de ello, está en que la confrontación sea, precisamente, de ideas” (Miguel
Ángel Rivera. Op. cit., p. 14). En su retórica quedaron unidas libertad, democracia y
participación, por una parte, y difusión y promoción de la creación cultural, por otra:
La crítica, no cabe duda, es parte de la creación cultural, de la libertad indispensable
para el fortalecimiento de la cultura. La esencia es participación y democracia, por
eso trasciende [la cultura], necesariamente la política, pero además, porque la
presencia del Estado se vuelve destacada, tiene que respetarla, pero también —
como aquí se ha reclamado— tiene que difundirla y alentarla; repito, el Estado tiene
la obligación de respetar la libertad para que se dé la creación cultural, pero también
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
176
se le reclama que la difunda y la aliente (Ibíd., pp. 14-15).
Como en otras reuniones, Salinas presentó un programa —que contenía ocho
puntos— para atender al sector cultural. Los ejes de su discurso fueron los
quehaceres que consideró centrales en la política del Estado mexicano: alentar y
difundir la creación cultural (que como se verá más adelante, fueron las tareas que
se le confirieron a Conaculta en el decreto de su creación); para ello se desarrollaría
simultáneamente a la reforma del Estado, la corresponsabilidad de la sociedad en
materia cultural, lo que resumió en la frase “más sociedad, menos Estado” (Juan
Manuel Magaña: 2 de febrero de 1988, p. 1), que no conduciría a la “anarquía” (En
la negación que Salinas hace de la “anarquía” debe aclararse que ésta estaba
entendida en sentido laxo, como “desorden” (no hay aquí ninguna consideración de
los postulados ácratas), sino que sería la antesala de la democracia.
Antes de dar paso a los puntos, nos interesa destacar que la difusión se presentó
como la vía que posibilitaría el acercamiento de la cultura a la población, también
como espacio de discusión y de crítica. Sin embargo, cito las palabras de Salinas,
con las que introduce su propuesta para la creación “de una nueva política cultural”:
Estado y nación requieren de ese diario quehacer del arte, de la reflexión intelectual
y del ejercicio de la crítica y, dentro del Estado, de la autocrítica. La cultura necesita
de la comunicación, y en ese sentido, yo reitero que el Estado puede jugar un papel
relevante abriendo los espacios propicios para la difusión inteligente de las
manifestaciones de las ideas y también de los sueños de los mexicanos (Juan
Manuel Magaña. Op. cit., p. 15).
Los puntos contenidos en este programa también serán retomados en el primer
Programa Nacional de Cultura, con lo que podríamos situar a esta reunión como el
momento fundacional de la política cultural contemporánea en México. El primer
asunto que se planteó fue la necesidad de proteger el patrimonio de la nación, un
esfuerzo en el que también debería haber corresponsabilidad de la sociedad, y que
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
177
por lo demás avisa la continuidad en la visión conservacionista en el manejo de los
bienes históricos, artísticos y arqueológicos del país. En el segundo, Salinas señaló
que consolidaría la infraestructura cultural, y abordó la necesidad de “plantearnos la
revisión a fondo de los órganos burocráticos responsables de la difusión y el aliento
de la cultura", lo que culminaría con el decreto de diciembre que creaba al CNCA.
En tercer lugar, dijo que había que “redoblar los trabajos para identificar, preservar
y difundir” las culturas regionales, para lo cual se acudiría a la descentralización de
la política cultural y se fortalecerían las instituciones culturales de los estados de la
república.
El cuarto punto se refirió a garantizar la libertad creativa y reducir la intermediación
administrativa en el manejo de recursos destinados a la creación cultural. A la luz
de lo ocurrido en marzo de 1989, cuando se fundó el Fondo Nacional para la Cultura
y las Artes, este postulado se entrelaza con el octavo, en el cual Salinas adelanta la
creación de dicha institución. En ese momento Salinas le llamó “un fondo nacional
de las artes y las letras” (Aunque no los menciona, es claro que hace referencia a
la propuesta de Zaid, a la que se sumó en su momento Octavio Paz, quien después
sería parte del consejo directivo del FONCA), cuyo objetivo sería precisamente
“incrementar sustancialmente los recursos destinados a difundir la creación artística
y cultural y a promover el talento individual”. El fondo sería un órgano
desconcentrado en cuya junta de gobierno participarían “mexicanos distinguidos”
(Juan Manuel Magaña. Op. cit., p. 15).
En el quinto tema —y éste es el único punto donde se hace referencia de algún
modo al ámbito educativo en relación con la cultura— el candidato afirmó que el
Estado debía continuar su auspicio de la educación e investigación artísticas. En el
sexto, habló del intercambio cultural y el diálogo con otras culturas, que en la
práctica se convirtió en el eje de la diplomacia cultural durante su gobierno.
La séptima propuesta resulta especialmente significativa porque retoma la
necesidad de “abrir espacios adicionales a la presencia de la sociedad organizada
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
178
en los espacios de comunicación masiva” y a la vez acota la apertura: “los medios
masivos deben ampliar los espacios destinados a dar acceso al pueblo al disfrute
de la cultura. Habrá que avanzar en el mejoramiento de la calidad de las
manifestaciones artísticas que se ofrecen al pueblo por la radio y la televisión y
evitar, en cambio, la transmisión de programas vacíos de contenido… tendrá el
Estado que recoger ese reclamo legítimo de la propia sociedad” (Ídem). Esta
declaración de nueva cuenta permite sostener que el Estado no abandonaría la
producción de sentido, ni dejaría de vigilar por completo los contenidos presentados
a la población.
No obstante, ya durante el sexenio se privatizaron los canales 7 y 13 de televisión,
que pertenecían a Imevisión, lo que dio origen a Tv Azteca, cuyos contenidos son,
por decir lo menos, de dudosa calidad. A pesar de lo anterior, hay que señalar que
en el proceso de privatización hubo una petición pública asignada por 800
intelectuales, en 1991, para que se creara un canal cultural público, lo que dio origen
a Canal 22, que hasta la fecha es el medio de comunicación masivo de mayor
alcance del Estado mexicano, dedicado, precisamente, a la difusión cultural.
Posteriormente a esa reunión se llevaron a cabo cuatro reuniones de seguimiento,
en el orden siguiente: 16 de marzo, Veracruz, Ver., coordinada por Ida Rodríguez
Prampolini; 22 de abril, en Culiacán, Sinaloa, coordinada por Jaime Labastida
Ochoa; el 27 de mayo, en Morelia, Michoacán, coordinó el profesor Saúl Juárez; y
finalmente la reunión del 10 de junio, llevada a cabo en el Distrito Federal estuvo a
cargo de Víctor Sandoval. El Coordinador de la Comisión de Cultura e Identidad
Nacional era Javier Barrios Valero.
Además, el 15 de marzo, se llevó a cabo una reunión intitulada “Mujeres en la
cultura”, en el Museo Anahuacalli del Distrito Federal. En la reunión del mes anterior,
donde Salinas trazó los ejes de la cultura (que sostengo se mantienen como pilares
fundamentales de la política cultural hasta el presente), hubo una omisión que hoy
parecería imperdonable: precisamente la de las mujeres — recuérdese que el
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
179
candidato habló de los “hombres de cultura” y para ellos—. Sin embargo,
posteriormente se organizaron actos proselitistas específicamente con mujeres en
todos los estados (una novedad en las campañas electorales mexicanas), en los
cuales, aunque Salinas llamó a incluir con mayor igualdad a las mujeres en la vida
social y económica, lo hacía en términos de “revalorar el papel social de la mujer en
la familia”, lo cual “es impostergable si queremos tener una convivencia democrática
y además lograr un desarrollo integral en la modernización en la que estamos
empeñados” (Pablo Hiriart: La Jornada 16 de marzo de 1988).
La intervención de Salinas en “Mujeres en la cultura” versó en torno a las mismas
propuestas que había planteado a los “hombres de cultura” (nótese de cualquier
modo la diferencia de apelativos), aunque también habló del apoyo que el Estado le
daría al cine y teatro en caso de llegar a la presidencia, y “reconoció que hay un
serio reclamo en todas las áreas de la cultura ‘donde la ley ya no corresponde a la
realidad que estamos viviendo’” (Pablo Hiriart: La Jornada, 16 de marzo de 1988, p.
13). Señaló además que la responsabilidad de decidir qué debe circular no debía
recaer en el Estado, sino en “el que crea y recrea la cultura”, es decir, precisamente
en el artista y el difusor; la radio y televisión debían ser, en su opinión, “medios de
comunicación de la cultura”, pues “cultura es, en efecto, comunicar”; y el Estado
debía “orientar”, pero no “calificar” esas comunicaciones (Juan Ochoa Vidal:
Excélsior, 16 de marzo de 1988, pp. 20 y 29).
A dicho evento acudieron la actriz Lilia Aragón, y la pintora Leticia Tarragó, además
de Margarita Peimbert (coordinadora de la reunión), la directora Martha Luna,
Cristina García Cepeda (directora del Festival Cervantino), la cantante Eugenia
León, la dramaturga Sabina Berman, la bailarina Patricia Cardona, la cineasta
Marcela Fernández Violante, y las escritoras Nadia Piemonte y Marcela del Río. De
acuerdo con Olga Harmony, quien rechazó la invitación para acudir, el encargado
de invitar a las asistentes fue Víctor Hugo Rascón Banda (Olga Harmony: La
Jornada, 17 de marzo de 1988, p. 18). El formato difirió con mucho del que rigió la
reunión masculina, no sólo por la premura con que se convocó a las presentes (con
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
180
sólo tres días de antelación), sino porque no había un programa de oradoras
preestablecido.
Las participantes, a su vez, refirieron frente al candidato del PRI los problemas que
enfrentaban los creadores de sus respectivas disciplinas (que por otro lado, en
mucho se parecen a las críticas y reclamos que se hacen hoy en día): Luna le
interrogó sobre cuál sería el futuro del teatro, si se eliminaría del presupuesto y se
frivolizaría, como había sucedido con otras artes. Fernández Violante habló de la
agonía del cine mexicano por falta de apoyos; Cardona de las escasas fuentes de
trabajo disponibles para los bailarines; García Cepeda de la posibilidad de incluir a
las mujeres, con mayor amplitud, en la cultura. Sabina Berman refirió la escasez de
teatro de calidad.
Lilia Aragón postulaba los modos en que podría ampliarse el acceso,
particularmente al teatro (muy en consonancia con las premisas de la
democratización de la cultura, que están en la base de la centralidad de la difusión
en las políticas culturales internacionales, como se ha dicho ya): “Dejando aparte el
teatro privado como una empresa digna y lícita, creemos que se debe hacer ‘otro
teatro’: el cercano a la ciudadanía por los precios, los lugares, y el acceso, que de
alguna manera esté apoyado por el Estado”. (Juan Ochoa Vidal; Antonio Garza
Morales. Op. cit., p. 20-A).
Es llamativo el hecho de que a pesar de la extensa gira que llevó a cabo Salinas de
Gortari a lo largo y ancho del país, y de los múltiples encuentros que sostuvo con
empresarios, deportistas, campesinos, mujeres, y un largo etcétera, el candidato del
PRI llegó a cada reunión con un programa de acción bien definido, por lo que al final
las participaciones de los asistentes a las reuniones, más que para coadyuvar a la
formulación del programa de gobierno, que estaba planteado de antemano, se
constituían en una síntesis colectiva del panorama del sector abordado; en todo
caso, la reuniones sirvieron para presentar dicho programa y convocar a su
adhesión.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
181
Como en otros campos, la presencia en las reuniones sobre cultura tenía sobre todo
un carácter simbólico, en donde los concurrentes hacían pública su simpatía hacia
el candidato priista. Al mismo tiempo que le otorgaban a éste su apoyo moral, eran
momentos en los que se dejaba ver con claridad su cercanía con el poder, y que el
reconocimiento era mutuo: si las reuniones de seguimiento eran abiertas a todo
público, las reuniones nacionales (como las del 1ero de febrero y el 15 de marzo)
—a las que asistían el candidato y los ocupantes de las posiciones consagradas—,
requerían de una invitación personal. La asistencia a las reuniones —que no por
amplias dejaron de ser selectas— implicaría entonces una inversión a plazo (por
decirlo en términos bourdesianos) para los concurrentes. El acomodo espacial de
los invitados, también tenía una carga simbólica y contribuía a la reproducción de
las jerarquías al interior del campo cultural: no era lo mismo estar en la mesa con el
candidato, que entre los invitados de honor en las tres primeras filas, que tener un
asiento asignado en el resto del auditorio (o no haber recibido invitación).
No sólo eso, sino que personajes de la cultura de masas (cantantes y “estrellas” de
televisión, por ejemplo) se hacían presentes en diversos actos de campaña de
Salinas. Así, personajes de amplia popularidad como los cantantes Juan Gabriel y
Laura León “La Tesorito”, y las conductoras de televisión Lourdes Guerrero y Talina
Fernández se sumaban sin ambages a la candidatura del priista. También a dichos
actos acudieron la escritora Ángeles Mastretta y la pintora Martha Chapa. Del mismo
modo, el candidato tuvo actos más informales, en los que convivió con personajes
tan variados como deportistas, cantantes, creadores: “Ahí, en La Casa del Buen
Comer tomaron asiento Carlos Salinas, el Yayo de la Torre, Vicente Fernández, el
historiador José María Muría, el pintor Gabriel Flores, el muralista Guillermo Chávez
Vega, el escultor Rafael Zamarripa y el deportista Salvador Esquivel… la comitiva
era pequeña, seis mesas” (Pablo Hiriart: La Jornada, 21 de abril de 1988, p. 10).
Algunos más, como Carlos Fuentes, sin sumarse abiertamente a la campaña, daban
su voto de confianza a Salinas, contribuyendo a su legitimación por la vía cultural.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
182
Al día siguiente de que le entregaran en Madrid el Premio Cervantes de Literatura,
Fuentes declaraba: “Yo era partidario, dentro de lo que ofrecía el PRI, de otro
candidato, como ustedes saben. Pero no me ‘duelen prendas’ para admitir que
Carlos Salinas es un hombre capacitado para ser presidente” (Jornada, Excélsior y
Radio Educación el viernes 22 de abril).
No es la intención hacer un recuento exhaustivo de los apoyos que fue recibiendo
en el transcurso de los meses Salinas de Gortari, sino llamar la atención sobre la
continuidad que se da en medio de la ruptura. En el llamado a dialogar y promover
una participación ciudadana activa en los asuntos públicos hay la postulación de
una novedad política. Para hacerla valedera, paradójicamente, se sigue acudiendo
a la estrategia añeja de hacerse cobijar por los actores consagrados en el imaginario
colectivo como los más altos representantes de la cultura nacional —y vale decir,
también por representantes muy populares de la cultura de masas—, apelando a su
carácter de opinadores “legítimos” y “cultos”, como recurso simbólico que
contribuiría a la propia legitimación del cambio.
Es decir, el partido gobernante recurrió a la tradición y movilizó todos sus recursos
(económicos, políticos y en este caso simbólicos), para proponer la modernización
del Estado y de sus relaciones con la sociedad como la vía a seguir. El reclamo
social de transformación, derivado de la percepción de insuficiencia del Estado en
el cumplimiento de las tareas culturales, por una parte, y de la exigencia de apertura
a la participación, por otra (como se puede apreciar en la reunión con las mujeres,
pero también en las notas y columnas periodísticas aparecidas en las secciones
culturales de la época), obtuvo por respuesta la delegación en los reclamantes de
la responsabilidad de cumplir esas tareas: esta transferencia es la base de la
apertura que derivó en la centralidad de la difusión cultural.
No deja de ser notorio el que en la época se estableciera una construcción
ideológica que permitió al Estado y a la sociedad pensarse como entes separados
e incluso opuestos. De tal modo, el primero se distanció discursivamente de la
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
183
sociedad para transferirle a ésta parte de sus responsabilidades; por su parte, las
voces del sector civil (particularmente de los creadores) y del privado también
asumieron que la sociedad era un ente distinto del Estado, lo que les posibilitó
establecer demandas frente al segundo. En esta convergencia de retóricas, la
desestatalización de la sociedad encontrará en la difusión cultural el espacio donde
Estado y sociedad promueven la refundación de sus relaciones, y se condensa en
la cultura la instauración de un nuevo orden social.
Hubo, por supuesto, intelectuales y creadores de prestigio que se sumaron a las
candidaturas de otros contendientes (Carlos Monsiváis y Elena Poniatowska, por
ejemplo, apoyaron la campaña del FDN); sin embargo, es claro que en la campaña
de Salinas el sector cultural tuvo un peso simbólico mayor. Así, puede verse en este
caso lo que señala el historiador polaco Bronislaw Baczko, en el sentido de que
“todo poder, y particularmente el poder político se rodea de representaciones
colectivas… para él, el ámbito del imaginario y de lo simbólico es un lugar
estratégico de una importancia capital” (Bronislaw Baczko: p. 12). Tal como
anunciaba en febrero (“Me apoyaré en el inapreciable valor de la cultura de México.
Gobernaré con la inteligencia de los mexicanos, con su talento y con su vocación
democrática” (Miguel Ángel Rivera: p. 15)), Salinas acudió a la cultura como uno de
los medios que le darían las “condiciones simbólicas de posibilidad” (Bronislaw
Baczko. Op. cit., p. 17), para legitimarse y a su proyecto de modernización, no sólo
durante el periodo electoral, sino a lo largo de su mandato. Su primer acto de
gobierno fue en este sentido, al decretar, sólo seis días después de tomar la
presidencia, la creación del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
4.3. La Fundación del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes:
Establecimiento de la Centralidad de la Difusión.
Como ya se señaló anteriormente, en 1982 México fue sede de la Conferencia
Mundial sobre las Políticas Culturales de la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés). De
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
184
ahí emanó la Declaración de México sobre Políticas Culturales, documento que se
convirtió desde entonces en pilar de las políticas culturales en el mundo. En ella se
insiste en enfocar la cultura como un elemento clave para el desarrollo en sentido
amplio; democratizar la creación de bienes culturales, su difusión y su acceso;
preservar el patrimonio; descentralizar la vida cultural; promover la creación de
industrias culturales, consideradas como espacio fundamental de la difusión de los
bienes culturales; y fortalecer la cooperación cultural internacional (UNESCO.
“Declaración de México sobre las Políticas Culturales”).
Si bien México suscribe tardíamente (1981) el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) de la propia UNESCO (documento
que data de 1966), es claro que, a partir de la Conferencia de 1982, nuestro país se
inscribe abiertamente en la lógica planteada por el organismo de las Naciones
Unidas (Cecilia Cervantes Barba: 2005, p. 8). El mismo estableció —a partir de la
Recomendación número 27 de la Declaración de México— el Decenio Mundial para
el Desarrollo Cultural 1988-1997, en que los Estados Miembro deberían
implementar las acciones necesarias para llevar a cabo los objetivos de la
Declaración arriba mencionados (UNESCO. “Decenio Mundial para el Desarrollo
Cultural 1988-1997).
El inicio del Decenio Mundial coincide temporalmente con un evento crucial en la
concreción de la política cultural del Estado mexicano: nos referimos al decreto del
presidente Carlos Salinas de Gortari, a partir del cual se creó el Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes (Conaculta/CNCA). Tal como señala Cecilia Cervantes,
la inserción en la lógica de la UNESCO, las presiones de intelectuales y artistas
mexicanos y las transformaciones que tuvieron lugar en el país con la apertura de
mercados a finales de los ochenta, condujeron a la redefinición de la política cultural
en el país.
La reorientación adoptó forma con la creación, en 1988, del Consejo Nacional para
la Cultura y las Artes (Conaculta).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
185
Precisamente el establecimiento del Consejo muestra la intención de modernizar al
sector cultural, y de inscribir dicha modernización en un proyecto nacional de
desarrollo económico, político y social.
El Conaculta tuvo sus antecedentes dentro de la Secretaría de Educación Pública
en una serie de Subsecretarías que se transformaron unas en otras: De Asuntos
Culturales, de Cultura Popular y Educación Extraescolar, de Cultura y Difusión
Cultural, de Cultura y Recreación, y finalmente, en Subsecretaría de Cultura. La
primera nombrada fue constituida en tiempos de Adolfo López Mateos (1958-1964)
(José Antonio Carranza. México, p. 56). Sin embargo, en México la planificación
cultural propiamente dicha ha sido dividida por Eduardo Nivón en dos etapas, en
torno a las cuales hay acuerdo generalizado (Carlos A. Lara. Op. cit., pp. 20-24): La
primera abarca el Plan Global de Desarrollo 1980-1982, del gobierno de José López
Portillo, y el primer Plan Nacional de Desarrollo 1983-1988, del sexenio de Miguel
de la Madrid Hurtado. En ellos la cultura todavía es incluida como parte de las tareas
educativas del Estado, y la planeación cultural se dirigía principalmente a las tareas
del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Instituto Nacional de
Bellas Artes (INBA). La segunda etapa inicia formalmente con el decreto de creación
del Conaculta y, para Nivón, quien escribía en 2008, continuó hasta el gobierno de
Felipe Calderón, inclusive (Eduardo Nivón. Op. cit., pp. 11-15). Más recientemente,
en enero de 2014, el presidente Enrique Peña Nieto presentó el Programa Especial
de Cultura y Arte 2013-2018, cuyas líneas generales continúan por el mismo rumbo.
La creación del Consejo, el 7 de diciembre de 1988, fue un acto inaugural del
sexenio de Salinas, quien había tomado posesión tan sólo seis días antes. Como
se señaló en el apartado anterior, el proceso estuvo marcado por unas cuestionadas
elecciones, en las que el candidato del PRI se había rodeado de intelectuales de
diversas tendencias; su discurso de protesta como ejecutivo federal, el 1ero de
diciembre de ese año, giró en torno a los mismos puntos que en los meses de
contienda (Cfr. Miguel de la Madrid, Alejandra Lajous 1988), es decir en la
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
186
insistencia de modernizar al país en todos los ámbitos:
Cambiaremos para estar en la vanguardia de la transformación mundial…
Tendremos que promover el cambio en ámbitos muy diversos, pero lo haremos en
el cauce de nuestro estado de derecho y tomando en cuenta invariablemente el
cuidado de nuestra soberanía y el bienestar del pueblo de México… habremos de
modernizar al Estado mexicano; creadas ya las grandes fuerzas sociales, es tiempo
de reconocer y alentar el extraordinario potencial de la incitativa comunitaria y la
superación personal. El Estado al inicio del nuevo siglo y del nuevo milenio no puede
ni debe intentar ser el único actor, sino el conductor de una sociedad democrática…
El Estado moderno es aquel que conduce la estrategia nacional de desarrollo,
debemos entrar sin más a la modernidad política de México. Modernizar al país en
ese sentido quiere decir abrirnos al mundo contemporáneo, reafirmando nuestra
identidad (Carlos Salinas de Gortari: 1988, 209 Ídem).
Para alcanzar lo que llamó tres “grandes acuerdos nacionales”, para “avanzar” en
materia de democracia, desarrollo y justicia, planteó modernizar las relaciones del
Estado con la prensa, con los campesinos y profesionalizar a las Fuerzas Armadas;
así como modernizar el sistema educativo, la política nacional, la economía; urgía
entonces a la incorporación de la iniciativa privada en este último ámbito, a ampliar
la base fiscal y controlar estrictamente el gasto público, y anunciaba que el siguiente
año se integrarían estos principios en el Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994.
Señaló también que se buscarían “nuevos equilibrios” en la relación con los Estados
Unidos, se estrecharían las relaciones con otros países —particularmente con
Canadá— y se fortalecerían las que se tenían con los países latinoamericanos.
En el discurso de toma de posesión, Salinas hizo énfasis en la nación como una
comunidad que comparte una historia, cultura y valores, pero también un proyecto
histórico, es decir, un “pacto entre el pasado y el futuro”, y anunciaba la creación del
Conaculta, que habría de condensar lo planteado en la campaña en materia de
cultura:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
187
Vamos a estrechar las relaciones del Estado y los intelectuales; a través de un
nuevo Consejo del Programa Nacional de Cultura, promoveremos
participativamente el florecimiento cultural, la investigación científica y tecnológica
y el ejercicio de la creatividad dentro del más cabal y amplio concepto de la libertad,
porque es claro que sin libertad no hay cultura ni verdadera educación, ni genuino
desarrollo; abriré los medios electrónicos de comunicación del Estado al libre flujo
de las ideas y las imágenes, la crítica y el debate.
En esta primera declaración como presidente ya se delinean las bases de lo que
será el proyecto de modernización nacional, y particularmente la modernización del
sector cultural. Se trataba de establecer un distanciamiento del pasado, donde
México se insertaría en la nueva lógica mundial, en que el Estado se recortaría, se
daría paso a la privatización de sus empresas, y la competencia en el mercado se
daría por la vía económica, pero también por la vía simbólica: no sólo en el recorte
del gasto social, y la transferencia de las responsabilidades estatales a los
particulares, sino también por la vía de la libre competencia de las ideas en el
mercado creativo e intelectual.
En la práctica, el propio Estado tendió a favorecer a ciertos grupos, provenientes de
élites culturales consolidadas previamente, y en los proyectos que se suponían
abiertos a la participación de la iniciativa social y privada, se favoreció a los grandes
consorcios (así ocurrió en el ámbito de la organización de grandes espectáculos, y
en la privatización de los canales de radio y televisión estatales). A pesar de lo
anterior, hubo proyectos culturales, alejados tanto de las élites culturales como de
las grandes empresas, que recibieron apoyo estatal, al amparo de los esquemas de
financiamiento y coparticipación, que no por ello han estado exentos de críticas,
como se verá más adelante. También se fueron multiplicando las iniciativas surgidas
completamente al margen de la intervención estatal.
El miércoles 7 de diciembre de 1988 se dieron cita en Palacio Nacional intelectuales
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
188
y artistas miembros de El Colegio Nacional, rectores de asociaciones culturales y
premios nacionales (En la ceremonia estuvieron presentes, entre otros, Octavio
Paz, Gabriel García Márquez, Rufino Tamayo, Carlos Fuentes y Jaime Sabines). En
el Patio de Honor se efectuó la ceremonia de instalación del Consejo Nacional para
la Cultura y las Artes. En su discurso, el presidente Salinas hizo un recuento de los
grandes momentos de la política cultural del “Estado de la Revolución Mexicana”
(Carlos Salinas de Gortari: p. 359). Como en otros momentos, establece una liga
con el pasado, al tiempo que busca diferenciarse de él. Así, se refirió a la obligación
del Estado de educar a la sociedad, a la vasta red de difusión de “los más altos
valores de nuestra cultura” (Ibíd., p. 361), construida a lo largo de décadas, a la
intención de “movilizar la conciencia colectiva para que la sociedad misma proteja
el patrimonio histórico, cultural y natural de la nación” (Ibíd., p. 362). Pero también
habló de querer una sociedad “en búsqueda permanente de lo nuevo” (Ibíd., p. 359),
que forjara la unidad nacional en la diversidad.
Conservando todavía una visión evolutiva de la sociedad, llamaba a un “avance”
cultural y educativo, a un desarrollo que no se restringiera al ámbito económico, al
considerar que el Estado y los creadores —aunque con medios diferentes a los del
pasado— comparten un fin último, un propósito final que los entrelaza: un encuentro
con la historia.
De acuerdo con Salinas de Gortari, la creación del CNCA era una pronta respuesta
a las “nuevas demandas culturales” en pos de una mayor participación y de una
reorganización del aparato cultural encargado del fomento a la creación y de la
difusión cultural. Ésa es la primera tarea que le asignó al Consejo. Junto con ella,
se encargaría de impulsar la difusión de la lectura y edición, preservar las
tradiciones populares e incrementar la presencia cultural de México en el mundo.
Tal como señala Salinas, “la creación del Consejo manifiesta una nueva actitud del
Gobierno” (Ibíd., p. 364). Entonces, al igual que en otros ámbitos, en el cultural el
Estado se dotó a sí mismo de un papel a la vez protagónico y secundario,
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
189
corresponsable en una “sociedad moderna” de la creación y la difusión de la cultura
nacional. En este proceso de apertura la diversidad fue vista como un objetivo, y su
consecución les correspondía a los miembros del sector cultural:
Los verdaderos hombres de cultura… son depositarios de su libertad, pero en
un país y en una sociedad como los nuestros, son responsables, además, de
la vasta tarea del desarrollo y de la difusión de la cultura y el arte… Debe
resultar claro para todos que los objetivos serán alcanzados sólo como actos
de corresponsabilidad y colaboración… Vamos a alejarnos de la uniformidad,
de pretendidas ortodoxias, de consignas a la creatividad… vamos a hacerlo
juntos (Ibíd., pp. 364-365).
También en dicha reunión el presidente instruyó a Víctor Flores Olea, quien fue
nombrado como primer presidente de Conaculta, para que gestionara la creación
del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA). Queda claro entonces que
la intención del gobierno de Salinas no era, en modo alguno, que el Estado
abandonara el campo cultural. Por el contrario, se trató de una reformulación de su
intervención en la cultura, pero también de una refuncionalización del propio campo
cultural en el entramado de las relaciones sociales. En las bases ideológicas de este
proyecto, como se ha señalado, ya no se encuentra el modelo del vasconcelismo
—al que reconoce, pero llama a dejar atrás (Ibíd., pp. 359-361; 364-365). Ya no
estaba en juego la consolidación del Estado ni de la identidad nacional, hacia los
que se encaminaba dicho modelo, sino la reinserción de México en el nuevo orden
mundial, la recuperación de su prestigio internacional, y particularmente la salida de
la grave crisis económica por la que atravesaba el país desde inicios de los 80.
La importancia que cobra el campo cultural en este contexto se deriva del hecho de
que era en este ámbito donde se podía replantear la representación de la unidad
nacional y de lo que era México, tanto con sus propios ciudadanos como en el
reposicionamiento internacional del país (pensando justamente que la cultura fuera
de nueva cuenta uno de los pilares del prestigio de México en el mundo). Se asumió
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
190
que las bases sociales de la valoración de una identidad compartida ya estaban
sentadas; no se precisaba entonces la creación de un conjunto de obras y discursos
representativos de la mexicanidad, ni de preguntarse en qué consistía ésta, sino de
establecer una nueva modalidad de relaciones sociales, que estarían marcadas por
la diversidad (pensando justamente que la modernización implica diferenciación)
como signo de su tiempo, un tiempo inscrito en la globalidad.
Ese mismo día (7 de diciembre de 1988), se publicó en el Diario Oficial de la
Federación el “Decreto por el que se crea el Consejo Nacional para la Cultura y las
Artes, como órgano administrativo desconcentrado de la Secretaria de Educación
Pública [SEP] que ejercerá las atribuciones de promoción y difusión de la cultura y
las artes” (Diario Oficial de la Federación, 7 de diciembre de 1988, p. 11). En los
considerandos preliminares se afirma que la desconcentración de la administración
estatal es fundamental para que ésta sea eficiente y eficaz. La preocupación por la
eficiencia marca el periodo, sobre todo considerando que una de las distancias que
se quieren tomar respecto a los sexenios anteriores giraba en torno a la intención
de recortar un aparato institucional que se caracterizaba por su ineficiencia, su gran
tamaño y la carga que representaba para el erario (Arturo Guillén: p. 16).
En el decreto de creación se señalan además los lineamientos para las dos
funciones del Estado que corresponderían al CNCA: en el campo de la creatividad
artística “ha de ser esencialmente de organización y promoción”, por una parte; y
por otra, deberá buscar “la más amplia difusión de los bienes artísticos y culturales
entre los diversos sectores de la población mexicana, procurando siempre la
preservación y el enriquecimiento del patrimonio histórico y cultural de la Nación”
(Diario Oficial de la Federación, 7 de diciembre de 1988, p. 11).
Por otro lado, el decreto dispuso la desaparición de la Subsecretaría de Cultura de
la Secretaría de Educación Pública (SEP) y transfirió al Consejo las atribuciones
que correspondían previamente a la Secretaría en materia de promoción y difusión
de la cultura, así como los bienes, recursos financieros y materiales, y el
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
191
presupuesto anual que destinaba para dichos fines. También el personal, los bienes
inmuebles y los archivos fueron transferidos a Conaculta.
El planteamiento de que el Consejo fuera un órgano desconcentrado, lleva no solo
al tema de la hibridación del modelo de infraestructura, sino al de la especialización
de las funciones de las instituciones estatales. Dicha especialización —otro rasgo
de la modernización— implicó en este caso que oficializara la separación de las
funciones educativas y las culturales, que previamente la SEP ejercía
conjuntamente. Además, es otro elemento que da cuenta de aquello que se agotó
del modelo cultural del vasconcelismo, que consideraba a la educación artística
como parte fundamental de la formación de una conciencia nacional. Asimismo,
queda claro que hay una tensión entre concentración (pensando en que Conaculta
—y hoy la Secretaría de Cultura— conjuntaba y regía más de 20 instituciones), y
desconcentración (pensando en la separación de sus funciones), que por lo demás
no se ha resuelto a la fecha.
4.3.1 Acciones en Materia de Promoción y Difusión
En función de lo establecido en el Decreto que fundó el CNCA, pueden observarse
algunas de las acciones que se emprendieron: en el ámbito de la promoción, se
creó del Sistema Nacional de Creadores de Arte y se instaló el FONCA (programa
de becas para creadores); se otorgó apoyo a proyectos culturales a través de
programas como el Programa de Apoyo a las Culturas Municipales (PACMyC), se
crearon el Fideicomiso para la Cultura y los programas internacionales de
intercambio de residencias (también para creadores), y el Programa de Becas para
Escritores en Lenguas Indígenas.
También en este rubro se inscribe la formación de nuevos creadores en las escuelas
del INBA, y la restructuración de la educación artística, que en el sexenio de Salinas
se encaminó principalmente a la educación profesional. En resumen, los subsidios
del Estado se otorgan —a la fecha— de dos maneras: una, mediante becas; la otra,
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
192
es el financiamiento de productos y producciones artísticas (desde discos
compactos y libros hasta puestas en escena de obras, organización de conciertos,
etc.) (Rafael Tovar y de Teresa. Op. cit., pp. 71-73).
Asimismo, en la propia definición que se hizo de la promoción, queda clara la nueva
intención de eliminar el discurso unívoco en el pensamiento y arte nacional. El
mecanismo que se estableció para asegurar la libertad creativa que se buscaba
promover fue que las solicitudes de becas y las propuestas para premios, así como
la evaluación de proyectos, quedaron a cargo de comisiones paritarias.
Es decir, que en la transferencia que se hizo hacia la sociedad de la tarea de
valoración de los bienes culturales, son los propios creadores e intelectuales
quienes integran las comisiones evaluadoras, lo que no obsta para que haya
repetidas denuncias de que en las comisiones se han establecido mecanismos de
clientelismo que determinan a quiénes se les otorgan fondos y qué proyectos se
favorecen. También se ha criticado que los subsidios sean escasos en número y
presupuesto, por lo que, aunque a primera vista hay muchos programas de
financiamiento, sus beneficiarios son pocos en comparación con la cantidad de
creadores que necesitan de recursos para financiar sus proyectos.
Otro obstáculo que enfrentan los creadores son los requisitos que les impiden
concursar para obtener un estímulo, en función de la antigüedad de sus proyectos,
la necesidad de demostrar una experiencia ininterrumpida —que según cada
programa va de cinco a treinta años de trayectoria— e incluso la edad. Por último,
se ha denunciado que quienes ocupan las becas se “eternizan” en ellas, dejando
poco espacio para que nuevos creadores ingresen al sistema, de donde resulta que
a pesar de que en la retórica de la apertura se habló de democratizar el acceso al
financiamiento para la producción creativa, ésta en realidad se trató de un proceso
acotado.
En cuanto a la difusión, el objetivo que se trazó no implicó crear la infraestructura
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
193
de difusión, como en el caso de la promoción, pues se asumió que ésta ya había
sido creada. Tampoco se buscó incrementarla, lo que en todo caso habría resultado
oneroso y contrario al proyecto de desembarazar al Estado de cargas
“innecesarias”. Más bien, se habló de “modernizar los servicios culturales que
ofrecen las instituciones nacionales” (Ídem), e incrementar la cobertura que ofrecían
instituciones y espacios que se habían formado en las décadas anteriores, como
museos, bibliotecas, ediciones, paseos culturales y espacios de presentación de
espectáculos.
El único proyecto que se planteó en términos de infraestructura fue la construcción
en la Ciudad de México del Centro Nacional de las Artes (CNA), que buscó vincular
a las comunidades de las escuelas superiores del Instituto Nacional de Bellas Artes
(INBA) (música, cine, teatro) con un público creciente. De tal modo, al CNA no sólo
se trasladaron las instalaciones de dichas escuelas, sino que se crearon foros tanto
abiertos como techados que desde entonces tienen una variada y constante
programación, casi siempre gratuita, o a bajos costos. Además, en el Centro se
organizan desde entonces espectáculos escénicos con agrupaciones no
académicas de música y danza. Por lo tanto, la infraestructura nueva en difusión se
construyó en relación con la hecha para la formación, de modo que a pesar de que
hay una especialización, ella no implica que se corten por completo las ligas entre
las tareas culturales.
Aunque a primera vista parece que la tarea del Estado se ha concentrado mucho
más en la promoción que en la difusión, en realidad el alcance de la segunda es de
mucho mayor envergadura que la de la primera. Por ejemplo, desde su creación y
hasta 2013, de acuerdo con sus propias cifras, el Fonca otorgó 12 mil becas
(FONCA. “Programa de retribución social”, s/p.). Sin embargo, ello no implica que
12 mil personas hayan sido beneficiadas, puesto que algunas han recibido beca
más de una vez: “un postulante puede recibir el mismo apoyo hasta tres veces y
optar por otros a lo largo del tiempo”. Mientras que el Fonca no tiene cifras oficiales
sobre los becarios absolutos, se calcula que “es probable que la cifra de creadores
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
194
apoyados ronde, a lo sumo, los cinco o seis mil” (Antonio Ortuño. Op. cit., s/p). El
propio Fondo reconoce que la preocupación se centra en la difusión de la obra
producida:
Gran parte de ella se ha llevado al público a través de exposiciones, conciertos,
videos, películas, puestas en escena y libros publicados. No obstante, el FONCA
busca mecanismos más eficientes para que la inversión de los recursos públicos en
becas, apoyos y estímulos beneficie de manera más tangible y directa a la sociedad.
Por lo anterior, el FONCA ha considerado la necesidad de instrumentar nuevos
mecanismos que amplíen y fortalezcan la posibilidad de dar a conocer y poner al
alcance de la sociedad la producción cultural generada con el apoyo del FONCA
(FONCA. Op. cit., s/p.).
Un claro ejemplo de los alcances que la difusión ha adquirido puede observarse en
las conmemoraciones del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la
Revolución (2010) (Para estas celebraciones se programaron más de 2,300
actividades. Notimex. “Presenta FCH programa de actividades del Bicentenario”.
Crónica, 11 de febrero de 2010). Aunque evidentemente las cifras del público que
acudió a estos festejos será mayor que las que obtengan de ordinario otro tipo de
eventos, no deja de ser un signo de la magnitud de tales actividades en comparación
con las de promoción. Además, permite observar cómo la difusión se ha visto
potenciada por el uso de medios masivos de comunicación, como el internet, que
permiten el acceso por vías no presenciales.
La exposición que más visitantes generó fue “México 200 años. La patria en
construcción”, presentada en Palacio Nacional durante 2010, que alcanzó la cifra
récord de un millón de visitantes, con una asistencia máxima de 10 mil 521 personas
el 22 de abril de ese año (Sitio web de los festejos del Bicentenario. “Alcanza la cifra
récord de un millón de visitas la exposición México 200 años…”). Además, sólo con
respecto a la conmemoración del Bicentenario, hasta el 4 de marzo de 2015 se
contabilizaban 1, 266,766 descargas de libros electrónicos de la página oficial; 3,
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
195
130,353 videos del sitio vistos en Youtube; casi 36 mil reproducciones del “Curso
Independencia” y más de 27 mil del “Curso Revolución” (Sitio web de los festejos
del Bicentenario. “Visitors counter”).
El énfasis en la promoción y difusión de la cultura no deja de lado la preservación
del patrimonio cultural como tarea del Estado, sin la cual las dos primeras carecerían
de sustento. Sin embargo, los contenidos que se difunden y la manera en que se
conciben el patrimonio y la propia historia nacional, carecen de unicidad: lo que
aparece es la pluralidad interpretativa, la valoración de bienes nuevos, la
desacralización de los héroes nacionales e incluso la renuencia a construir un
discurso histórico unificador.
Así, aunque estas tres tareas son históricas en las políticas culturales mexicanas,
debe considerarse su resemantización, la cual, como se ha dicho, no responde
exclusivamente a las condiciones nacionales. Antes bien, su transformación
muestra la articulación entre dichas condiciones y las que primaban desde finales
del siglo XX en términos de la globalidad, donde se camina hacia una unificación
entre las políticas culturales de los Estados nacionales en función de acuerdos
establecidos en organismos internacionales.
La difusión se establece entonces como el espacio donde pueden converger la
diversidad, la reescritura de la historia y de la identidad desde la sociedad civil, la
participación y competencia en el mercado, los bienes consagrados y los de nuevo
cuño, y el discurso estatal sobre modernización y democratización.
4.4. La Estrategia de Modernización del Estado: Los Límites de la Apertura.
Los ajustes en el sector cultural fueron parte de una estrategia de modernización
del Estado, en la que se incluyó la dimensión política, a través de la modernización
del ejercicio de autoridad; la económica, mediante la desregulación de la economía
y la reducción de la intervención estatal a los “rubros estratégicos”; y la social,
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
196
acudiendo a la “corresponsabilidad” y la ampliación de la “participación social”, y
mostrando al Estado como articulador de dicha participación.
En ese sentido, en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari se formuló un Plan
Nacional de Desarrollo que se concentró en estos aspectos, e incluyó a la cultura
en el apartado de modernización social, puesto en práctica a través del primer
Programa Nacional de Cultura. No obstante, la desregulación económica permeó
también al campo cultural, y la participación social en la cultura fue acotada, pero
también cómo en su aplicación se mantuvieron prácticas tradicionales en el ejercicio
de la autoridad y el manejo de la administración cultural. La difusión,
paradójicamente, al ser considerada un “asunto secundario” adquirió un rol central
en las políticas de apertura del sector.
4.5. Ejes Fundamentales del Ajuste en el Sector Cultural, el Primer Programa
Nacional de Cultura y la Difusión Cultural.
Al año siguiente (1990), en consonancia con lo planteado en el PND 1989-1994, se
presentó el primer Programa Nacional de Cultura 1990-1994; en él se establecieron
seis ejes temáticos o programas sustantivos, que guiarían la política cultural en su
conjunto, y que reafirman como centrales para el CNCA las tareas históricas de
difusión y promoción cultural, y la preservación del patrimonio. El primero de dichos
programas es precisamente el de Preservación y Difusión del Patrimonio Cultural
Nacional; los demás versan en torno al aliento a la creatividad artística y su difusión,
educación e investigación en materia de artes, fomento del libro y la lectura,
preservación y difusión de las culturas populares, y fomento y difusión de la cultura
en medios de comunicación audiovisuales. Además, surgen los llamados “proyectos
especiales”, a los que se dio su principal impulso bajo la presidencia de Rafael Tovar
en el CNCA; dichos programas, en ese sexenio tendrían como eje la arqueología —
desarrollándose 14 proyectos de restauración y apertura de sitios prehispánicos—
y, como ya se mencionó, la creación del Sistema Nacional de Creadores de Arte y
la construcción del Centro Nacional de las Artes.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
197
En función de lo dicho hasta ahora.
Eduardo Nivón señala, en el mismo sentido: “En mi opinión, las líneas maestras
definidas de manera sencilla en el primer programa nacional de cultura que
corresponde al sexenio de Salinas de Gortari casi se han mantenido hasta la
actualidad” (Eduardo Nivón. Op. cit., pp. 11-12). A pesar del acuerdo que mantengo
con este planteamiento, Nivón señala que las tres líneas principales de la
programación cultural son el papel prioritario del patrimonio, el aliento a la
creatividad artística y la descentralización de la cultura, e incluye a la difusión en la
primera. Nuestra postura, basada en los Planes Nacionales de Desarrollo, y en los
Programas Nacionales de Cultura (1988-2012), es que la difusión es en sí misma
una de las líneas de la programación cultural en cuanto a tareas sustantivas (junto
con la promoción de la creatividad, y la preservación y estudio del patrimonio). La
descentralización y “corresponsabilidad” las ubico dentro de la estrategia de
modernización del sector que se planteó en el sexenio de Carlos Salinas, a la que
después se suman sucesivamente (en cuanto a acentos, pues ya estaban presentes
con Salinas) la desconcentración (sexenio de Ernesto Zedillo), ciudadanización de
la cultura (Vicente Fox), el desarrollo regional (Felipe Calderón) y finalmente, el
tránsito a los medios digitales como centro de la difusión de la cultura (Enrique
Peña).
A partir del primer programa se establecieron líneas de acción que entrelazaban las
tres tareas, de tal modo que reestructuró la red de museos existentes, y se
fortalecieron los ubicados en los estados. Además, se iniciaron las llamadas
“grandes exposiciones” en los del INAH, particularmente en el de Antropología e
Historia, que viajaron a los museos estatales; una serie de recintos fueron
rehabilitados, sus instalaciones se remozaron para permitir una museografía más
moderna.
Asimismo, se procuró una rotación más intensiva de las exposiciones de los museos
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
198
del INBA, para dar cabida a más contenidos. Los medios audiovisuales (televisión,
cine, radio) adquirieron una importancia central en la difusión: se comenzaron a
producir “cápsulas”, programas de radio y televisión, y documentales.
Dentro del FONCA se creó el Programa de Apoyo a la Promoción y Difusión de la
Cultura, un esquema de financiamiento por el cual particulares pueden hacer
donativos para proyectos culturales. Los donativos son deducibles de impuestos y
los destinatarios administran los fondos en proyectos que ellos mismos proponen,
ya sean para la creación artística o para la difusión cultural. Entre 1988 y 1994
cuarenta y tres empresas privadas participaron de este esquema (Rafael Tovar y de
Teresa: Op. cit., p. 126), dando cuenta nuevamente de cómo el mecenazgo
institucional encontró cabida también en la difusión.
La difusión de las artes correspondiente al INBA también se modificó.
Desaparecieron las direcciones de Bellas Artes y se reagruparon en dos
Coordinaciones, una de las cuales se encarga de promover la creación, y la otra, de
coordinar la difusión. También el INBA se transformó en “interlocutor” entre los
creadores y los difusores, y se abrió la posibilidad de que participaran grupos de la
sociedad civil, mediante la creación de patronatos y sociedades de amigos. Los
grupos que anteriormente cumplían los objetivos originarios de difusión en el INBA
(compañías de teatro, ópera, danza y música) siguieron siendo parte de la
institución, cuya modernización se concentró en la administración.
El Auditorio Nacional se remodeló y se desconcentró la administración del Festival
Cervantino. Por su parte, se reservó la ejecución de la educación artística en la
enseñanza básica a la SEP, y el INBA quedó a cargo únicamente de las escuelas
especializadas en educación artística (nivel medio y superior) (Debe aclararse que
las escuelas del Centro Cultural Ollin Yoliztli, que ofrecen educación artística inicial
—además de media y superior—, pertenecen a la Secretaría de Cultura del gobierno
del Distrito Federal). Éste fue un paso más para especializar las instituciones
estatales, pero también da cuenta del fin definitivo de un proyecto donde la
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
199
educación y la formación en materia de artes estaban íntimamente ligadas.
Tal como señala Carlos Lara, “durante gran parte del siglo XX”, la cultura “estuvo
orientada por el paradigma vasconcelista que la concibió como eje estratégico de la
educación nacional” (Carlos Lara: p. 18). Entonces, el Programa Nacional de Cultura
1990-1994 se ancla en ese pasado a través de la conservación de las tareas básicas
de las instituciones, pero las remasterizan, separa y especializa —en particular
establece como dos políticas independientes la educativa y la cultural—, y modifica
el papel del Estado en la administración, y su relación con la sociedad, a través de
la incorporación discursiva, económica y organizativa de la iniciativa social y
privada.
En tanto que en los procesos arriba detallados se apeló a la sociedad para una
participación activa en la delimitación de los caminos a seguir, hay un conjunto de
actores fundamentales a los cuales se acudió (y se sigue acudiendo) para ello. Se
trata de las élites culturales, cuyos miembros consagrados en algún campo (las
letras, la pintura, el pensamiento filosófico y social) tradicionalmente han participado
en las estructuras del poder cultural en México. Durante el gobierno de Carlos
Salinas se les llamó a dirigir diversas instituciones, con lo que, paradójicamente,
acudiendo a la tradición se reforzó la idea de una modernización basada en la
ciudadanización de dichas instancias. Sin embargo, el acotamiento de la apertura a
la participación institucional allanó el camino a una inserción social amplia por otra
vía: la de la difusión cultural.
4.6. Los Intelectuales y el Poder: Los Límites de la Apertura y la Persistencia
de una Tradición.
La cultura fue refuncionalizada como instrumento de legitimación gubernamental,
acudiendo a un discurso modernizador pero que apelaba a un anclaje en la historia;
para realizar esta refuncionalización se echó mano de intelectuales de élite, cuyo
nombramiento en diversos cargos tenía un efecto de sentido claro: el proceso de
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
200
modernización contaba con el apoyo moral de reconocidos personajes de la cultura
nacional. Sin embargo, estas designaciones dan cuenta también de la persistencia
de prácticas tradicionales en el manejo de las instituciones del sector; es decir, que
a pesar de los cambios mencionados, se observan también continuidades.
Ello permite —a través del contraste entre el discurso y la práctica—, por un lado,
evidenciar los límites de la apertura que se planteó, pues la conducción de la política
cultural queda en las manos de las élites ya consolidadas (artísticas e intelectuales)
y de los grupos de poder gubernamentales ligados a este sector. Por otro, permite
argumentar que lo que sí se abrió a la participación social es el campo de la creación
de proyectos artísticos y de difusión.
Tal como señala Pierre Bourdieu, las transformaciones en el campo cultural están
ligadas y subordinadas (Pierre Bourdieu. Las reglas del arte, p. 319), a su vez, al
campo político, en tanto que dentro del primero hay relaciones de poder que se van
modificando a lo largo del tiempo. A pesar de que hay una autonomización del
campo cultural con respecto al educativo, y particularmente con su componente
nacionalista, no hay un deslinde con respecto al campo político o con los discursos
ideológicos en él producidos. Bourdieu afirma que los campos son universos
relativamente autónomos (Pierre Bourdieu: p. 188); esto es, a pesar de que se dotan
de sus propias normas internas, no deja de haber permeabilidad entre ellos. Por lo
tanto, es posible establecer ligas y analogías entre lo que sucede en el campo
cultural y el político.
Para ello es pertinente acudir a las formulaciones de Charles Lindblom (Cfr. Charles
E. Lindblom, Politics and Markets. The World´s Political-Economic Systems), quien,
apoyándose también en Bourdieu, muestra la manera en que se constriñen las
aperturas en el campo político; estas constricciones pueden ser analizadas al
campo cultural, para el caso que aquí se aborda. Los mecanismos de constricción
son los siguientes: las capas dirigentes legitiman su posición privilegiada,
asociándola a la democracia y libertad (que es justo el discurso que se empleó para
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
201
dar legitimidad a la transformación estatal y en particular de la política cultural);
evitan la discusión de “asuntos mayores”, acudiendo a creencias fuertemente
enraizadas (en el caso que aquí se estudia, sobre los contenidos de la cultura
nacional, y sobre los creadores y pensadores considerados sus representantes más
prestigiosos) y postulando la “inevitabilidad” de las creencias nucleares (por
ejemplo, que la custodia del patrimonio quede en manos del Estado, pero también
la inevitabilidad de la apertura económica y la reinserción del país en la globalidad
en los términos del libre mercado).
En cambio, en los asuntos “secundarios” se permite el desacuerdo y la producción
de mensajes contradictorios, al tiempo que se insiste en evitar el “adoctrinamiento”;
por lo tanto, en estos asuntos se admite una mayor competencia. Entonces,
sostenemos que una de las razones fundamentales por las que la difusión cultural
se colocó en el centro de las políticas culturales, es que en su momento dio cauce
a la demanda de participación social, y posibilitó la generación de una percepción
de democratización de la cultura, y de apertura a la diversidad de actores y
contenidos —aun cuando éstos sean contradictorios, pues justamente se ha
insistido en que no debe haber adoctrinamiento por parte del Estado—. Así, la
propia apertura de la difusión cultural contribuyó al ejercicio de legitimación, y sin
embargo, la diversidad planteada no deja de ser sobre los “asuntos secundarios”,
es decir, ha permitido que los “asuntos mayores” en cuanto a quién conduce la
cultura y cómo se la conduce queden básicamente intactos.
Cabe aclarar lo siguiente: no es que los “asuntos secundarios” carezcan de
importancia. Al contrario, ésta radica en que permiten una amplia participación
social, pero sin amenazar los consensos que se asumen sin mayor trámite. Por
ejemplo, al poner el foco de atención en las culturas locales y regionales, y permitir
a la iniciativa social y privada la organización de eventos para difundir una miríada
de creaciones, se satisface la demanda de participar económicamente en el campo
cultural, y de valorar contenidos específicos, sobre todo los de cuño reciente.
Simultáneamente, ello impide que se pongan en cuestión la grandeza del pasado,
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
202
las obras clásicas de la producción artística nacional, la exclusividad del Estado en
la administración y protección del patrimonio, y al conjunto de actores que dirigen la
política cultural.
Esto también permite argumentar contra las posiciones que señalan que el Estado
abandonó la regencia del campo cultural, y la producción de sentido. El que haya
una política que delimita lo que se puede abrir a la discusión y el disenso, mientras
cierra la posibilidad de agendar para su discusión lo que se da por sentado, da
cuenta de que dicha conducción sigue existiendo.
Para mostrar los límites de la apertura que se planteó, abordaremos a continuación,
brevemente, los nombramientos de intelectuales en cargos públicos. Estas
designaciones, que reiteran la tradición de buscar la legitimación de las políticas
estatales por la vía del recurso a los intelectuales, así como el papel que asumió el
Estado como árbitro en las contiendas por la apropiación del poder simbólico, se
mantienen como “asuntos mayores”, mostrando que la participación ciudadana sólo
podía darse en los asuntos “secundarios” (como la propia difusión). Así, la difusión
se coloca en el centro de las políticas culturales, justamente por ser un elemento
secundario, que deja intacta la tradición y permite a la vez hablar de modernización,
apertura a la corresponsabilidad, diversidad y democratización. El primer presidente
de Conaculta fue Víctor Flores Olea (1989-1992). Su encomienda inicial, tal como
se señaló anteriormente, fue la creación del Fondo Nacional para la Cultura y las
Artes (FONCA), mismo que se instaló el 2 de marzo de 1989. El discurso inaugural
del Fondo le fue encargado a Octavio Paz, miembro del consejo directivo. Una serie
de intelectuales y artistas particularmente literatos— de diversos signos ideológicos
fueron designados en distintas dependencias estatales, ya bajo la égida del CNCA.
Para dirigir el FONCA el elegido fue Héctor Vasconcelos, hijo precisamente de José
Vasconcelos. En 1992 se crea la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y entre
sus consultores se incluye a Carlos Fuentes y Héctor Aguilar Camín. A Octavio Paz
se le ofrecieron las embajadas de México en España y Francia, cargos que rehusó.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
203
También durante este periodo, en 1989, se crea la Comisión de Cultura de la
Cámara de Diputados, y de presidirla se encargó el poeta Jaime Sabines. Ese
mismo año, Enrique González Pedrero se convirtió en director del Fondo de Cultura
Económica. Por su parte, en 1993 reinicia sus trasmisiones Canal 22, que quedó
bajo la dirección de José María Pérez Gay.
La designación de estos personajes de nueva cuenta refrendaba el interés del
gobierno de establecer una relación estrecha y plural con las élites de los
intelectuales y artistas del país, y de involucrarlos activamente en la conducción de
las políticas culturales nacionales. También reafirmaba la intención de legitimación
del gobierno de Salinas a través de la cultura: la propia creación del CNCA “subraya
en el sentido más vasto y propio de las palabras el significado político y social de la
cultura como expresión de libertad y democracia” (Palabras de Víctor Flores Olea:
p. 59).
Estos nombramientos también muestran los límites de la apertura: lo que se abre
es el campo de la participación social en la creación de proyectos artísticos y de
difusión, pero en la conducción de las instituciones se reitera, como asunto mayor
año después La Jornada. Después de su acercamiento con el FONCA, Paz volvió
a ser columnista principal de Excélsior —dirigido hasta 2001 por Díaz Redondo—,
entre 1989 y 1992. (Cfr. Julio Scherer, “El valor del tiempo”. Proceso, no. 1824, 16
de octubre de 2011).
Además de los nombramientos señalados, dos episodios paradigmáticos, ocurridos
en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, dan cuenta de lo dicho en este apartado:
en primer lugar, la “Carta abierta” con que un numeroso grupo de miembros
consagrados del campo cultural solicitó al entonces presidente la retención estatal
de Canal 22 y su conversión en canal cultural.
4.7. México como Generador de Cambio en Materia Cultural.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
204
En la actualidad el contexto se encuentra marcado por el proceso de mundialización
en gran medida impulsado por los medios de comunicación; dentro de los beneficios
que se perciben derivados de dichas aperturas, se encuentra lo concerniente a las
cuestiones culturales, que son de los aspectos más dinámicos en presencia de
dicha mundialización.
Así como se puede percibir cultura en cada aspecto de la vida cotidiana la facilidad
con la que los cambios originados con el proceso de globalización pueden llegar a
trastocar repertorios y significaciones culturales es muy delgada en apariencia.
Dentro de los sectores que se han encontrado en mayor medida afectados por
dichos procesos con impacto mundial se encuentran la gran diversidad de pueblos
indígenas u originarios, que muchas veces perciben de manera muy lejana los
beneficios de la misma, evidenciando los bajos niveles en la obtención de resultados
tangibles para sus comunidades.
Sabiendo en este sentido que gran parte de la cultura tradicional de los países es
detentada en su mayoría por dichas comunidades surge la importancia y la
necesidad de direccionar correctamente y unificar la cultura y el desarrollo.
A pesar de que las tendencias homogeneizantes son sumamente latentes y
principalmente expresadas en las formas de consumo, resultaría demasiado parcial
centrar la visión solamente dentro de dicha categorización, cuando al mismo tiempo
es posible presenciar la gran complejidad que se deriva de los intercambios o
“prestamos culturales”, pues en estas circunstancias resulta muy difícil que la
interacción no trastoque la particularidad de cada cultura.
Cuando existen interacciones y contacto entre dos o más culturas es muy difícil que
una no tome trascendencia ante la otra y es de esa manera como la cultura se
dinamiza, cambia y se adapta.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
205
Aunque esta comunicación cultural se ha manifestado sobre todo en sentido Norte-
Sur, el surgimiento de nuevas economías con grandes impactos mundiales (en
particular, Brasil, Rusia, India y China) continúa diversificándose e inclusive en
ocasiones invirtiendo la dirección del mismo.
A pesar del reavivamiento de las cuestiones culturales para las comunidades
originarias no se debe olvidar que más allá de popularizar el tema, lo que se aborda
desde la perspectiva de los pueblos indígenas va más allá, y no se debe obviar que
las tendencias de la globalización intervienen no sólo en las expresiones culturales
en sí mismas, sino que trastocan el imaginario cultural que es inherente a las formas
de vida y existencia de dichos grupos. Lo que para ellos está en juego es una
perdida existencial, no simplemente la desaparición de manifestaciones de
diversidad humana (Informe de la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO))
Victoria Tauli-Corpuz, Presidenta del Foro Permanente de las Naciones Unidas para
las Cuestiones Indígenas (2002-2010), ha destacado algunos aspectos que son
latentes con respecto a las afectaciones que produce el proceso de globalización
para los pueblos indígenas (Ibíd. p. 17).
El primero de ellos que es necesario considerar es el relativo a la Insuficiente
aplicación, por los Estados y las instituciones multilaterales, de las leyes, las
políticas y los instrumentos internacionales que promueven los derechos de los
pueblos indígenas y el desarrollo autónomo para los mismos.
Debido a que como se mencionó en capítulos anteriores la cuestión de normar los
temas con respecto a la diversidad cultural es relativamente naciente, la creación
de normas, conferencias, convenios y organismos encargados de dicha función son
prematuros y aún existen una sería de deficiencias y aspectos que no se han
alcanzado a cubrir, pero en los cuales se continúa trabajando.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
206
De igual forma hay que rescatar que si bien el interés por las cuestiones culturales
tomo relevancia para la gran mayoría de los Estados, hace apenas alrededor de dos
décadas se ha ido trabajando para alcanzar los objetivos tendientes a promover,
defender y conservar las expresiones culturales, a quienes intervienen dentro del
proceso de transmisión y son portadoras de las mismas para encaminar el proceso
hacia la conjugación de cultura y desarrollo.
Otro de los aspectos en los que se producen afectaciones para las culturas
tradicionales se presenta con respecto a la comercialización de sus artefactos
culturales, esto con referencia a los procesos de producción en serie y la
apropiación de sus conocimientos tradicionales, sin el reconocimiento de los
portadores de la misma, así como el desligue entre el repertorio cultural y la
significación del mismo, se da paso a una cosificación de las expresiones y
manifestaciones culturales, desligándolas de todo sentido, para incluirlas dentro de
un proceso evanescente producido por las tendencias del consumo.
Sin dejar de mencionar la ya latente violación de los derechos a las tierras, territorios
y recursos ancestrales, la erosión y destrucción de los sistemas indígenas de
subsistencia y otros medios de vida tradicionales, la extracción masiva de recursos
naturales en territorios indígenas, el acceso reducido de los pueblos indígenas a la
educación, la salud y otros servicios sociales, lo que conduce a la degradación de
la calidad de la vida, etc.
Sin lugar a dudas, los aspectos anteriormente mencionados, por citar algunos,
constituyen una clara evidencia de la escasa e ineficiente atención que se brinda a
los pueblos originarios con respecto a la conducción de su desarrollo social,
económico, normativo y político.
Sin embargo, hoy día son éstos los que se encuentran en el foco de atención tras
el avivamiento de los temas de desarrollo y cultura, también es en gran medida
buscando la mejora en las condiciones de vida de los mismos que actualmente
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
207
cobran relevancia los temas enmarcados dentro de las economías e industrias
culturales.
Como señaló Claude Levi-Strauss (2007) en una comunicación dirigida
recientemente a la UNESCO: ‘El tiempo no se mueve siempre en la misma
dirección. Los periodos de uniformidad generalizada pueden ir seguidos de
inversiones inesperadas. Esto ya ha ocurrido, y hay motivos para pensar que es
posible que en el núcleo del propio proceso de mundialización se estén gestando
nuevas formas de diversidad cuya naturaleza no sospechamos’ (Ibíd. pp. 36 y 37).
Por lo cual, es importante comenzar a desarrollar herramientas para interactuar con
los cambios culturales de manera más efectiva.
Este tipo de concepción dinámica lleva a cuestionar una serie de dicotomías
inoperantes y categorías prefabricadas, como la oposición entre tradición y
modernidad.
Debido a que la cultura ha mantenido su cualidad de transmutar en el tiempo, la
cuestión actualmente consistirá en aprender a conjugar de manera óptima lo que
conocemos como cultura tradicional y cultura moderna, evitando el detrimento de
las mismas, incorporándolas e imbricándolas de la mejora manera dentro de la
sociedad. Sin lugar a dudas éste habla de un proceso sumamente complejo y que
llevará tiempo, sin embargo, si lo analizamos esta podría ser una posible solución
para reducir las tendencias uniformistas y unilaterales, y dar paso al reconocimiento,
valoración y desarrollo de cada cultura, pues la diversidad cultural, como la identidad
cultural, remiten a la innovación, la creatividad y propensión a nuevas formas y
relaciones sociales.
A nivel Mundial el peso y relevancia que presenta el país dentro del contexto de las
representaciones culturales sobra decir es bastante relevante.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
208
México a lo largo de su historia se ha caracterizado por ser un país lleno de riqueza
cultural a través de expresiones tangibles e intangibles, tan es así que, a partir de
la trascendencia de dichos temas en el escenario mundial, como se vio en capítulos
anteriores, es que se configura un importante parte aguas para las cuestiones
normativas del país.
Antes de comenzar a analizar la trascendencia del país en materia cultural a nivel
internacional se debe de contextualizar lo referente a los estudios culturales en
nuestro país, puesto que esto permitirá tener una mejor idea durante el transcurso
del desarrollo, porqué de los retos y alcances que vienen manifestando las
economías creativas a nivel nacional.
Los temas de investigación cultural en México estudiados desde una disciplina
específica y con perspectivas metodológicas propias se muestran aún muy
prematuros, aunque en constante crecimiento y relevancia, puesto que presentan
aproximadamente dos décadas en las que se ha manifestado mayor efervescencia
a los mismos.
Durante la década de 1970 en México la influencia de los estudios realizados por
Gramsci resultaron de gran trascendencia para las ciencias sociales, a pesar de que
se tiene noción de que parte de su trabajo estuvo inspirado en el trabajo de Alberto
M. Cirese para que los estudios sobre cultura fueran constituyéndose dentro de los
ejes de análisis preponderantes.
Aunque dichos autores son reconocidos por sentar bases para la incorporación de
las nociones culturales algo cierto es que el país ya llevaba una larga trayectoria
buscando reavivar la cultura tradicional, desde la tradición campesina e indigenista
hasta las manifestaciones de revival de los pueblos y minorías indígenas que
pretendían el reconocimiento de sus derechos y la defensa de una vida digna en
donde se les reconociera su valor como elementos vitales para la nación.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
209
Durante mucho tiempo las culturas populares fueron estudiadas al margen de la
cultura nacional, creando serias distinciones entre unos y otros que lejos de
reconocer el derecho a la diferencia sentaron bases para la exclusión y subyugación
de una cultura sobre otra.
Los Antropólogos Manuel Gamio, Alfonso Caso, Julio de la Fuente y Gonzalo
Aguirre Beltrán fueron pilares en la construcción ideológica y operativa de las
políticas incorporacioncitas e integracionistas del Estado destinadas a los
indígenas.
Manuel Gamio quién fue de los principales precursores y promotores de la
construcción de la política indigenista, consideraba que ésta era necesaria si se
quería lograr el consenso y unificación de la población mexicana fuertemente
trastocada por los acontecimientos que devinieron con la lucha de la Revolución
mexicana, en las décadas de 1920 a 1940, dicha idea no parecía del todo errada,
pese a que a primera vista podía llegar a interpretarse de homologadora e inclusive
discriminadora de las poblaciones étnicas. La verdad es que para comenzar a
reconstruir el Estado nacional era de vital importancia lograr la unificación de la
población, pues ante el panorama internacional imperante era necesario desplegar
una imagen de unificación nacional.
Además, más allá de la imagen que se pudiera proyectar, lo cierto es que era
necesario construir la identidad del país, desarrollar e impulsar las actividades
económicas, políticas y sociales.
Gamio consideraba que entre los elementos que eran indispensables para construir
la nación se encontraban la heterogeneidad racial, cultural, lingüística y económica.
Es de esta forma que en las décadas posteriores el país era percibido como un
Estado en el que prevalecían los aspectos propios de la “mexicanidad” los cuales
eran el centro de atención para las políticas públicas.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
210
México se traducía como un país mega, diverso, pero dentro de esa diversidad
prevalecía por sobre todo la cultura nacional, el idioma oficial era el español y el
mestizaje se presentaba en la gran mayoría de la población.
La concepción que se mencionó anteriormente si bien no puede encasillarse de
pretender tendencias homologadoras, debido a que al momento en el que se
constituyeron dichos elementos eran vitales para la nación, lo que se llega a criticar
es la falta de reconocimiento para el resto de las culturas que se encontraban en
ese entonces y aún se encuentran en nuestro país.
Principalmente, fue para el caso de las poblaciones indígenas un gran impacto el
tener que presenciar cómo sus culturas iban siendo desfasadas en consideración e
importancia para el Estado, como sus culturas pasaban a ser consideradas como
subculturas, sus lenguajes fueron denominados dialectos y su población junto con
sus manifestaciones y representaciones culturales diezmadas en demasía.
A, Julio de la Fuente, es a quién se le deben los primeros trabajos sobre las
relaciones interétnicas en el país, fue él quien contribuyo para el reconocimiento y
tratamiento del carácter pluricultural del país oponiéndose a aquellas políticas que
promulgaban la asimilación e incorporación de la sociedad dentro de modelos que
respondían a las condiciones externas.
Como señala Gonzalo Aguirre: “…de las aportaciones relevantes y que vienen a
bien considerar son las de Gonzalo Aguirre Beltrán, en su análisis del cambio
cultural se considera que en toda sociedad existen fuerzas favorables y
desfavorables al cambio. Las favorables que vienen desde adentro del grupo se
deben a la invención y a los descubrimientos; las de afuera se deben al préstamo
cultural. Las fuerzas opuestas al cambio pueden venir también de adentro y se
deben al condicionamiento cultural, y las externas, al imperio, al control, a la
autoridad, a la sujeción y al dominio” (Aguirre Beltrán, Gonzalo. 1992).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
211
Durante las décadas que abarcan de 1950 a 1960 México se caracterizaba por
mantener una política discrecional en donde por un lado el gobierno mantenía e
impulsaba a los principales artistas y creadores lo cual le permitía conservar su
identidad de apoyo a las artes y a cultura, posición caracterizada a partir del periodo
postrevolucionario en cada uno de los gobiernos subsecuentes; y por otro lado esto
le permitía enarbolar la idea de cierta legitimidad en el normar del sector cultural.
Ante la idea de la modernización de los Estados, principalmente en América Latina,
incluyendo a México se comienza a dar apertura a los artistas para la construcción
y reconstrucción de monumentos, edificios, escultura, y demás elementos de
expresión cultural.
A partir de la segunda mitad del siglo XX una gran variedad de países de América
Latina comienzan a sentar bases para el desarrollo de elementos que permitieran
el normar del sector cultural.
Durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari se llevó a cabo la denominada
“modernización de la cultura”, período en el cuál se procede a la creación del
Consejo Nacional para Cultura y las Artes (CONACULTA) y el Fondo Nacional de
la Cultura y las Artes (FONCA), los cuales tienen trascendencia hasta la fecha.
El surgimiento de estas instituciones para muchos significó solamente un intento del
gobierno mexicano para demostrar su interés ante las demandas sociales sobre la
Política Cultural que se había ido desplegando a lo largo del tiempo.
Sin embargo, hoy en día aún mantienen trascendencia dichas instituciones
dedicadas a la promoción, conservación y difusión de la cultura y las artes.
En un principio la lógica para la creación de dichas instituciones estaba concentrada
en ser el propulsor de la creación de una política de Estado en materia cultural que
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
212
no dependiera de los vaivenes de las transiciones sexenales y que pudiera
preservar a lo largo del tiempo su carácter homogéneo en los programas y políticas
para dar atención de manera más efectiva a los procesos culturales y sus
implicaciones para la sociedad.
Con todo y los nobles propósitos por los que se formaron dichos organismos para
dar paso a la construcción de una política estatal en materia cultural hasta la fecha
no ha sido posible concretar la misma debido a la complejidad del tema en sí, y a la
falta de claridad y seguimiento en los mismos; se recuerda que por mucho tiempo y
a pesar de que se dejó de considerar a la cultura como un subsector dentro del
sector educativo, la verdad es que no es sino hasta hace poco más de dos décadas
que dichas demandas han tomado la trascendencia necesaria en el plano
internacional como para ser consideradas de vital atención a nivel nacional.
Hoy día la investigación en el campo de la economía de la cultura, que comprende
tanto los elementos de economía creativa como aquellos referidos como industrias
culturales, ha avanzado para dejar clara la importante contribución económica que
generan las unidades económicas o empresas que la constituyen.
Es sólo en tiempos recientes que empieza a desarrollarse un nuevo enfoque
orientado hacia el análisis de lo que podría llamarse Sector Económico de la Cultura,
inicialmente con la medición de su contribución o generación en términos de valor
del Producto Interno Bruto, inversión, empleo y comercio, entre otros. En una fase
aún más novedosa, se han comenzado a explorar y a desarrollar algunas más de
sus implicaciones como sector económico, como por ejemplo la generación o
identificación de indicadores cuantitativos y estadísticos, el diseño y ejecución de
una política económico-cultural, la estrategia de eslabonamiento del sector
económico cultural con otros sectores económicos y, finalmente, el desarrollo de
aquellos aspectos que llevan al reconocimiento integral de la cultura como un motor
de crecimiento y de desarrollo económicos.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
213
La evidencia estadística reciente revela para México una intensificación de
producción cultural, medida por su participación en el Producto Interno Bruto (PIB),
alcanza 6.7%, así como por una mayor apropiación o consumo de bienes y servicios
culturales por parte de los individuos. Este crecimiento ha situado a este sector
como uno de los más importantes para la economía nacional (Fonseca Reis, Ana
Carla. 2008).
Sin embargo, en Latinoamérica, al verlos por país, dichos avances han sido
desiguales. En algunos países aún no se desarrollan mediciones formales de esos
impactos, sobre todo en Centroamérica y el Caribe, siendo Guatemala y Jamaica
las notables excepciones.
Otros, se puede afirmar que la mayoría, cuentan ya con mediciones de la
contribución económica de las Industrias Culturales y Creativas, que sin embargo
se han basado en metodologías distintas y además con notables diferencias en el
grado de refinación y confiabilidad estadística. En este esfuerzo destacan los
trabajos de Chile, Colombia y México.
Es necesario admitir que la Economía de la Cultura y Creatividad requiere un
tratamiento formal de sector económico, cuya operación se optimizaría con reglas
de operaciones claras, estables en el tiempo y conducentes para su desarrollo, en
beneficio de los creadores, trabajadores y empresas que en él participan. La
experiencia muestra que un sector económico que cuenta con estas reglas tiene en
consecuencia una política económica sectorial, una atención y tratamiento
específico en lo relativo a sus relaciones comerciales con el resto del mundo y, de
manera destacada, una política fiscal, en general, y de incentivos fiscales para su
promoción en lo particular.
El sector cultural comprende un conjunto de unidades productoras de bienes y
servicios culturales, incluidas el micro, pequeñas, medianas y grandes empresas,
ya sea de capital privado o bien gubernamental cuyo principal insumo es la
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
214
creatividad. Dicho sector abarca las bellas artes (música, pintura, danza, escultura,
etc.), el patrimonio cultural, los museos, las artesanías y el entretenimiento (cine,
radio, televisión).
Sin embargo, éstas son sólo una parte de la producción y generación de recursos
de la economía basada en la creatividad o el sector económico de la cultura, que
también abarca otras actividades como las de artistas independientes, pequeñas
compañías de teatro, música o danza y el patrimonio cultural ligado fuertemente al
turismo y por lo tanto a la generación de riqueza en un país.
La cultura tiene un carácter dual como sector económico, conforme al cual genera
simultáneamente crecimiento y desarrollo económico. Ha mostrado su potencial
económico, pero su potencial se ve acotado y amenazado, por lo que necesita
superar una serie de obstáculos que le permitan alcanzar su potencial en plenitud.
Un aspecto notable de toda industria productiva es la presencia de “efectos
multiplicadores”, lo que implica no sólo un beneficio dirigido a cierto sector, sino la
relativa facilidad que esta industria – en este caso el sector cultural – tiene para
transmitir dichos efectos sobre el resto de la economía.
El desarrollo de actividades culturales se complementa con la contribución de otros
sectores fuertes, como el financiero, el industrial, el agrícola y por todos los insumos
que de ellos recibe. Así, es difícil pensar que las industrias culturales sean total o
altamente autónomas de los demás sectores, por lo que su potencial se maximizará
como resultado de políticas económicas conducentes para su desarrollo, pero
también en la medida en que su actividad se retroalimente de los beneficios de los
demás sectores económicos.
Dos importantes obstáculos que las nuevas tecnologías enfrentan en México y en
varios países de Latinoamérica: por un lado, la adopción tardía de Tecnologías y
por el otro la alta concentración que predomina en los mercados de las
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
215
Comunicaciones. Respecto al primero, se sabe que los cambios socioeconómicos
más importantes han estado íntimamente relacionados con la adopción oportuna
del progreso tecnológico; y respecto al segundo, la escasa competencia no sólo
perjudica el bienestar social, sino que pone a México en una amplia desventaja en
materia de competitividad y de acceso a contenidos culturales.
4.8. La Conjugación entre Cultura Tradicional y Cultura Moderna en el
Contexto de la Globalización en México.
En la actualidad no resulta ajeno escuchar términos como hibridación de manera
común cuando se tratan temas con respecto a sociedad y cultura. Sin embargo,
estar inmersos en un devenir en el que al hablar de hibridación en las culturas lleva
consigo condiciones históricas y sociales particulares por lo que en este caso se
dará atención específica al estudio de la cultura tradicional en México ante la cultura
moderna con carácter globalizador.
El proceso de modernización en México se hizo latente a partir de la segunda mitad
del siglo XX como consecuencia del proceso externo que se estaba viviendo. Con
el advenimiento del sistema económico librecambista promovido por las grandes
economías del mundo se comienza a incentivar en los países el crecimiento de las
industrias y de las tecnologías, el incremento de las movilizaciones de la población
a zonas urbanas para mejorar el acceso a los bienes y servicios será de igual forma
un importante propulsor al momento de hibridar las culturas; sin embargo, de los
elementos primordiales fueron precisamente aquellos que vinieron acompañados
con las producciones en serie de productos y servicios culturales en el marcado, en
su mayoría exportados por los países desarrollados.
La masificación o como algunos autores denominan la popularización de los bienes
culturales llevo a una pérdida de la autenticidad suplida por la facilidad de acceso a
los mismos y la universalización de estos.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
216
Un aspecto clave que considera García Canclini es el que evidencia que si bien, se
presentó un modernismo cultural otra cosa muy distinta es alcanzar la
modernización social, pues hasta el momento es claro percibir el desfase entre los
países desarrollados y los países en vías de desarrollo.
La primera línea de los cambios de la política cultural mexicana se dio durante la
década de los cuarenta. El Estado que había promovido una integración de lo
tradicional y lo moderno, lo popular y lo culto, impulsa a partir del alemanismo, un
proyecto en el cuál la utopía popular cede a la modernización, la utopía
revolucionaria a la planificación del desarrollo industrial. En este periodo el Estado
diferencio sus políticas culturales en relación con las clases sociales: se crea el
Instituto Nacional de Bellas Artes, dedicado a la cultura “erudita”, se fundan, casi en
los mismos años, el Museo Nacional de Artes e Industrias Populares y el Instituto
Nacional Indigenista (García Canclini, Néstor. Culturas híbridas. Op. cit.).
Sin embargo, esta etapa abrió paso para marcar de manera tajante las diferencias
entre lo que sería denominado el arte culto del cual sólo las élites tendrían acceso;
al arte popular, en el que se englobaba al gran mosaico de culturas locales y
tradicionales, en donde las creaciones artísticas de éstos grupos fueron
denominadas “artesanías”.
Hoy en día, la cultura moderna se ve reflejada a través y como consecuencia de los
cambios tecnológicos, la inserción de los recientes medios de comunicación y
transporte, el modelo económico libre cambista y el sistema que promueve el
consumo en masa.
Tal y como lo retoma José Manuel Valenzuela en Los Estudios Culturales en
México: “(…) La modernidad es la condición de base de las actuales sociedades
latinoamericanas y reconociendo los beneficios (no sólo las pérdidas y las
amenazas) que este proceso ha traído a lo largo de cinco siglos al mejorar la
duración y las condiciones de vida, salud, trabajo, educación, conocimiento y
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
217
comunicación en nuestras sociedades y entre ellas. Por eso los antropólogos –que
nos hemos complacido en encapsular y exaltar las tradiciones que representan
resistencias a la modernización – vemos la necesidad de investigar en los últimos
20 años por qué tantos grupos indígenas adoptan formas de producción modernas,
asimilan con gusto los bienes de consumo y la simbólica difundidos por los medios
de comunicación masiva. Se han incrementado los estudios que tratan de entender
cómo los campesinos usan los créditos bancarios, los artesanos se relacionan con
el imaginario turístico y televisivo, los migrantes reformulan sus tradiciones para que
coexistan con las relaciones industriales y el espacio urbano, los jóvenes populares
combinan las viejas melodías regionales con la música transnacional (Arizpe,
Carvalho, García Canclini, Good Eshelman, Ortiz, Silva) ...” (Valenzuela Arce, José
Manuel: 2003. p. 41).
Ante la evidente incidencia que crece de manera visible con respecto a los procesos
de hibridación entre las culturas, se puede notar el punto en el que una cultura
trastoca a otra durante el proceso de interacción.
Cada vez se percibe de mejor manera como se ha desarrollado la imbricación entre
cultura tradicional y cultura moderna en muchas sociedades. No es posible negar
que en algunos casos (o en su mayoría) las culturas tradicionales son las que corren
mayor peligro al decidir hibridarse, muchas de ellas son expuestas a la cultura de
masas que lejos de reconocer la otredad tiende a absorber e implantar las
condiciones propias de la cultura moderna.
Es sabido, como se mencionó de igual forma en capítulos anteriores que la cultura
por su alto nivel de dinamismo no puede permanecer estática e inerte a los cambios,
muchas comunidades locales son conscientes de ello, y es por eso que han tendido
a hibridarse, procurando conservar sus repertorios simbólicos en gran medida.
Con todo y las consideraciones anteriores en México existe una gran divergencia
de opiniones al respecto, por un lado, desde la perspectiva de los pueblos indígenas
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
218
la opinión se muestra dividida, pues están quienes consideran que no es posible
realizar dicha conjugación entre cultura local y cultura global, pues el sistema
económico que impera imposibilita el adecuado reconocimiento y desarrollo del
primero.
Por otro lado, también existen pueblos que a pesar de la desconfianza en las
autoridades estatales e internacionales han mostrado gran presencia en el
escenario mundial buscando la promoción de sus derechos y luchando por la
equidad de las culturas.
Estas últimas son las que han buscado nuevas formas para incentivar el desarrollo
de sus comunidades, dentro de las cuales se encuentra la incorporación de las
economías creativas.
Al respecto, Valenzuela señala: “todavía falta un enfoque sociológico global sobre
la cultura moderna en México que contemple la articulación entre “cultura de masa”
(turismo de masa, medios de comunicación de masa, deportes de masa, educación
de masa, prácticas religiosas de masa…) y “cultura científica” en el sentido moderno
del término, es decir, de la ciencia entendida en términos de performance y de
eficacia, todo ello en el contexto de los nuevos fenómenos urbanos y de la
consolidación de la tecnocracia como campeona de la modernización, de la eficacia,
de la rentabilidad, y de la competitividad.” (Ibíd. p. 65).
Sin lugar a dudas, como lo menciona, José Manuel Valenzuela al reconocer la
presencia de la cultura moderna en la sociedad, ésta debe vincularse con los
cambios surgidos recientemente derivado del proceso de globalización y de la
revolución tecnológica devenida. Sin embargo, otro aspecto que complementaria el
enfoque referido es el que tiene que ver con el proceso de interacción entre la cultura
tradicional y la cultura moderna, así como el balance que debe buscarse ante la
presencia de ambas en muchas comunidades.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
219
La importancia de buscar la confluencia entre cultura tradicional y cultura moderna
radica en que la presencia de ambas es incuestionable, aunque la cultura moderna
en ocasiones tiene la característica de resultar tan abarcadora que puede llegar a
asfixiar o inhibir la presencia de las culturas locales.
Algunos factores externos que han permitido es la escasa investigación al respecto
son por considerar algunos la preponderancia y liderazgo que ha mostrado el sector
privado al darle mayor apertura a los aspectos culturales, muchos países incluidos
en ocasiones el nuestro, han permitido e inclusive desligado las cuestiones
culturales concentrándose en mayor grado en las cuestiones económicas, políticas
y sociales; sin percatarse que son éstas las que se encuentran indiscutiblemente
ligadas a todo aspecto de la vida. La cultura y sus manifestaciones están inmersas
en cada momento y espacio.
Por tal motivo incluirlas de manera específica como un pilar adicional a considerar
durante los procesos de desarrollo y crecimiento de los países será vital, sí es que
de verdad se quiere lograr progreso, con resultados que beneficien a la mayoría de
la población.
En segundo lugar, la tendencia a descontextualizar y desligar cada aspecto y
experiencia de la vida de las personas con los significados es un efecto que se ha
producido gracias al modelo económico imperante, la evanescencia de la
producción ha dado paso a desvincular a las sociedades con las formas identitarias
de sus culturas. Situando a la población en un devenir del consumo desmedido
motivado por ideas transmitidas y prefabricadas en las que entre más consumas
más satisfecho estas, más incluido a la sociedad, más representado y más
reconocido. Sin duda, los valores han cambiado pero la persistencia de conservar
lo que para algunos es la forma de su existencia y la base de todas sus relaciones
es lo que motiva a continuar el proceso por el derecho al reconocimiento de la
diferencia y a sobre guardar las culturas locales, a la vez que se busca situarlas en
mejores condiciones para su subsistencia.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
220
En adición, menciona José Manuel Valenzuela, “La crisis institucional de las
ciencias sociales en la universidad, debido en gran parte a la mencionada crisis
fiscal y al desinterés del Estado, pero también, a la crisis del marxismo en los años
ochenta, ha provocado primero una gran desorientación teórica, y posteriormente,
un desinterés generalizado por todo lo teórico” (Ibíd. p. 96); por lo que es común
hoy en día que la mayor parte del contenido de los Programas Educativos se
concentre en prácticas comúnmente aceptadas y socorridas para la conservación
del sistema económico y social imperante; reduciendo de manera paulatina el
interés por las cuestiones de carácter reflexivo con impacto trascendental para la
vida presente, así como para la de generaciones venideras.
Actualmente, las repercusiones del debate internacional sobre la cuestión étnica
relacionada con las guerras centroamericanas, la inusitada atención de diversos
organismos internacionales a las poblaciones indígenas en todo el mundo, el debate
sobre los aspectos culturales de los derechos humanos, la modificación de 1991,
mediante la cual por primera vez se hace mención en la Constitución política
mexicana de la población indígena y la inacabada discusión parlamentaria y pública
sobre la reglamentación correspondiente, por una parte y, por otra, la sublevación
del Ejército Zapatista de Liberación Nacional 1994 y los malogrados Acuerdos de
San Andrés, han contribuido decisivamente a que actualmente se esté presentando
mayor atención a esta problemática (Ibíd. p. 96).
A pesar de que la posición que hegemonizó hasta la década de 1950 fue la vertiente
del indigenismo integracionista, proceso de desintegración de dicha etapa comenzó
a presentarse durante el decenio de 1960, debido a la incapacidad para responder
adecuadamente a los conflictos presentes en las relaciones interétnicas, así como
para los presentados desde las comunidades indígenas con la nación.
Es desde este punto que la Política Indigenista sentó los cimientos para su posterior
debilitamiento; la perspectiva marxista introdujo temas relacionados con la base de
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
221
las relaciones materiales e históricas de dominación, las relaciones entre etnia y
clase, etc.
En ideas de Bonfil Batalla, es necesario tener presente que a lo largo de los vaivenes
nacionales e internacionales las comunidades indígenas no han permanecido
intactas, e iguales a sí mismas, a lo largo de la historia. Por el contrario, veían en
ellas procesos de fuerte imposición, adaptación y expropiación, pero también de
resistencia e innovación, que les habían permitido la sobrevivencia (Valenzuela
Arce, José Manuel: 2003, p. 135).
Cabe considerar que en determinado tiempo y espacio las formas de la dimensión
política de la cultura se han ido presentando a lo largo de la construcción de la
identidad nacional y no es que en determinado momento se pueda decir que alguna
de las opciones antes mencionadas imperen y permanezcan constante, pues
tenemos un poco de cada uno de los formas de cultura mencionadas que han
participado en la construcción de la identidad nacional que detentamos al día de
hoy, la cual se va transformando de manera constante.
En México, al igual que en otros países la dimensión política de la cultura se ha visto
reflejada de diversas formas que van desde “(…) la cultura autónoma ( el grupo
mantiene no sólo la capacidad de usos sino también el control de reproducción de
sus elementos y procesos culturales), el de cultura apropiada (hace referencia al
ámbito en que el grupo mantiene sólo el control de uso), el de cultura enajenada
(ámbitos de la cultura sobre los cuales han perdido el control aunque por origen
sean propios) y el de cultura impuesta (ámbito cultural sobre el cual no tienen
ninguna capacidad de control, pues lo ejerce el grupo cultural dominante)” (Ibíd. pp.
135-136).
Finalmente, depende de los ciudadanos de cada país conservar las raíces que
consideren representan elementos fundamentales e inherentes de su cultura e
incorporar aquellos nuevos elementos que pueden llegar a enriquecer la misma,
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
222
innovando y creando nuevas oportunidades de desarrollo para los integrantes de la
misma. Sin embargo, algo es seguro esta evaluación, por llamarla de algún modo,
tiene que estar cargada de conocimiento y conciencia reflexiva, pues sí la misma
careciera de estos aspectos necesarios, cabría la posibilidad de perder todo sentido
simbólico propio de determinado grupo social, reduciendo la identidad a un
repertorio cargado elementos efímeros y superficiales, debilitando en gran medida
el óptimo desarrollo de las sociedades, reduciendo la participación ciudadana y
generando de manera inminente el sentimiento de individualización, que podría
traducirse de manera riesgosa para el devenir de desarrollo en el tema en cuestión.
En este orden de ideas uno de los aspectos que vale la pena mencionar en el
presente apartado es el considerado por Valenzuela (2003) y que se menciona de
la siguiente forma: “(…) Dentro de las ideas de los pueblos indígenas, consideraban
que lo importante en su permanencia étnica no radicaba en su mayor o menor
acercamiento a sus orígenes prehispánicos, sino en el grado de identidad que les
capacitara para proporcionar a sus miembros las normas de comportamiento y las
relaciones sociales necesarias para su continuidad en el contexto de la sociedad
mexicana. Mismo principio que ha derivado en la aceptación en muchos casos de
la incorporación de elementos externos o modernos dentro de las estructuras
tradicionales que detentan, viven y reviven en el día a día (…)” (Ibíd. p. 136).
La retomada cita permite de igual forma, ser el espejo en muchos casos de las
trasformaciones que se van gestando a lo largo del mundo en diversas sociedades,
que interactúan y conjugan los saberes tradicionales con las nuevas formas de
simbolismo que se presentan como consecuencia de los nuevos procesos de
relación e intercambio a los que estamos sujetos tras la era de la globalización.
4.9. La Presencia de las Comunidades Étnicas como Portadoras de la Cultura
Tradicional.
Al hablar de cultura tradicional, comunidades étnicas, tradiciones y saberes locales
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
223
sin duda viene a la mente el papel característico de la artesanía en México, la cual
constituye un importante bien cultural por medio del cual se manifiestan rasgos
culturales latentes de las zonas de donde éstas provienen.
Además, la misma representa un importante factor de ingresos económicos para los
individuos que viven de la misma, principalmente pueblos indígenas.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI)
de acuerdo a los resultados del censo nacional de 2010, estima una población de
15.7 millones de indígenas en México. Existen 11.1 millones que viven en un hogar
indígena, son ubicables geográficamente y son el entorno poblacional de las
políticas públicas en materia indígena. De los 15.7 millones, 6.6 millones son
hablantes de lengua indígena y 9.1 millones no hablan lengua indígena y 400 mil de
los hablantes no se consideran indígenas (Instituto Nacional de Estadística y
Geografía. 2013):
La información del Censo 2010 permite establecer que casi la mitad (48.8%) de la
población hablante de lengua indígena de 12 años y más, es económicamente
activa. En efecto, la mayoría de los varones hablantes de 12 años y más (77.3%),
está integrada en el mercado de trabajo y reproduce el papel de proveedor del
hogar; no obstante, la participación de las mujeres en el mercado laboral alcanza
un nivel importante (21.4 por ciento) (Portal Secretaría de Gobernación. Diario
Oficial de la Federación. DOF: 30/04/2014).
Gran parte de la población se dedicaban a la actividad artesanal, quienes por su
trabajo recibían en promedio dos salarios mínimos al día. Sin embargo, el resto de
esta población percibía ingresos muy por debajo del estándar registrado.
Desafortunadamente este sector de la población mexicana está representado como
uno de los más vulnerables a nivel nacional, debido a la falta de acceso a la
educación, la visión e ideología que se ha venido construyendo con respecto a los
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
224
artesanos y a la población indígena en general, para la cual a lo largo de la historia
se ha visto denigrada en cuanto a su representación en la vida social del país,
traduciéndose en importantes limitantes para el desarrollo y crecimiento del sector.
En México existen dependencias encargadas de dar atención al sector como lo son
Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), Secretaría de Economía (SE), Fondo
Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART), aunque la crítica por
autores como Canclíni está dirigida a la falta de eficiencia y eficacia que se ha
presentado en las últimas décadas, los programas han sido varios, pero los
resultados difícilmente son los esperados por los mismos.
En ocasiones los programas resultan de difícil acceso para la población indígena,
los enfocados principalmente con el emprendimiento o la tecnología les resultan
sobrepasados, y difícilmente se incorporan a los mismos, los fondos destinados
para dichas instituciones cada vez resultan ser inferiores, motivo por el cual el sector
artesanal se ha mantenido en el rezago en gran medida por factores como la falta
de una política gubernamental que brinde atención especial al mismo, que se
encuentre bien definida y que presente un plan de trabajo a corto y largo plazo, la
falta de inversión a las instituciones y el seguimiento a programas de desarrollo
social, la falta de estímulos fiscales, la poca normatividad en cuestiones de derechos
de autor, el hecho de que las instancias no fomenten de manera tangible para los
artesanos la vinculación entre innovación, tecnología y cultura ve mermado el
potencial gran potencial que detentan las mismas.
Uno de los factores que debe tomar relevancia imperante es la falta de confianza y
valoración del trabajo que realizan los artesanos, para quienes un poco de materia
prima o elementos de los cuales tienen acceso son su fuente de trabajo e inventiva,
la mayor parte de su producción está concentrada en su trabajo, en la mano de obra
que realizan, para el cual requieren gran parte del día para la elaboración. Los
costos son bajos, al igual que los precios, pero el valor está representado por las
aportaciones culturales de las cuales hacen participes a su comunidad dentro del
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
225
entorno nacional y en ocasiones inclusive el internacional.
Es inevitable desligar el hecho de que gran parte de los consumidores de las
artesanías se encuentran en países extranjeros, comúnmente aquellos con
crecimiento económico considerable, quienes encuentran gran valor en dichas
piezas y alcanzan a percibir la valía cultural a través de los bienes ofrecidos.
Algunos artesanos en consecuencia han migrado a la exportación de sus
creaciones, algunos de ellos incorporando a las denominadas economías creativas,
encontrando en punto de sinergia entre la tradición y lo nuevo, aceptando como una
herramienta la innovación y la tecnología, evitando cambiar los sistemas de
producción tradicionales para no perderse dentro de la industria y el mercantilismo,
de los cuales inevitablemente son víctimas.
4.10. La Economía Creativa como Propuesta para el Desarrollo Integral.
Dentro de la lógica anteriormente analizada es que comienzan a surgir los primeros
brotes de acciones llevadas a cabo desde los organismos internacionales,
involucrando paulatinamente tanto a sociedad civil como a los gobiernos de los
Estados.
Antes de comenzar el desarrollo del presente apartado resulta necesario dar una
primera aproximación conceptual sobre lo que significa la economía creativa, con la
finalidad de desarrollar óptimamente el tema y que resulte efectivo el análisis del
mismo.
Primeramente, es necesario tener presente que, “La cultura es un espacio donde
se unen lo local y lo universal y esta característica tiene incidencias de primera
importancia en los mercados culturales, pues en la medida en que los bienes
culturales que surgen de una nación alcanzan ciertas características especiales de
calidad artística, de profundidad, o simplemente de entretenimiento, son también
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
226
interesantes para la humanidad en su conjunto. Es verdad que algunos países se
destacan en la amplitud mundial de la expansión de sus industrias culturales,
especialmente Estados Unidos y algunos países europeos, lo cual plantea
problemas de gran envergadura en relación con el equilibrio de influencias que debe
haber para asegurar una real diversidad cultural.” (Weinstein, José. Compilación.
2005. p. 12).
Respecto a la terminología que comúnmente se remonta al tema es que, al
introducirnos en las significaciones de cultura y creatividad, se verán conceptos
tales como Economía Creativa, Industria Cultural o Industria Creativa, en su mayoría
las más retomadas por los autores en el tema.
El término Economía Creativa fue popularizado en 2001 por John Howkins, quien
aplicó el concepto a 15 industrias, desde aquellas enfocadas a las artes, así como
a industrias de comunicación, entretenimiento y tecnología.
Según los cálculos de Howkins, en el año 2000 la economía creativa tenía un valor
de 2.2 billones de dólares estadounidenses a nivel mundial y crecía al año a una
tasa de 5% (Informe sobre la Economía Creativa 2013 p. 22).
La Economía Creativa, denominada de igual forma Industria Creativa o Economía
Naranja. Definida por John Howkins como aquella que “(…) comprende los sectores
en los que el valor de sus bienes y servicios se fundamenta en la propiedad
intelectual: arquitectura, artes visuales y escénicas, artesanías, cine, diseño,
editorial, investigación y desarrollo, juegos y juguetes, moda, música, publicidad,
software, TV y radio, y videojuegos” (Buitrago Restrepo, Felipe y Duque Márquez,
Iván. 2013. p. 15).
Adicionalmente, se mencionan algunas definiciones de Organismos Internacionales
que pueden servir de orientación al tema, son las manifestadas desde la visión de
la UNESCO, UNCTAD o la OMPI.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
227
Las industrias culturales y creativas son aquellas que combinan la creación, la
producción y la comercialización de contenidos creativos que sean intangibles y de
naturaleza cultural. Estos contenidos están normalmente protegidos por el derecho
de autor y pueden tomar la forma de un bien o servicio. Incluyen además toda
producción artística o cultural, la arquitectura y la publicidad (UNESCO. Comprender
las Industrias Creativas. Las estadísticas como apoyo a las políticas públicas).
CONFERENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL COMERCIO Y EL
DESARROLLO (UNCTAD)
Las industrias creativas están en el centro de la economía creativa, y se definen
como ciclos de producción de bienes y servicios que usan la creatividad y el capital
intelectual como principal insumo. Se clasifican por su papel como patrimonio, arte,
medios y creaciones funcionales (Conferencia de las Naciones Unidas para el
Comercio y el Desarrollo (UNCTAD)).
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL (OMPI)
Las industrias protegidas por el derecho de autor (IPDAs) son aquellas que se
dedican, son interdependientes, o que se relacionan directa e indirectamente con la
creación, producción, representación, exhibición, comunicación, distribución o venta
de material protegido por el derecho de autor (Buitrago Restrepo, Felipe y Duque
Márquez, Iván. 2013. p. 37).
Resulta necesario tener presente que estas definiciones si bien han sido
consideradas con el propósito de acercarnos un poco al argumento no son
definiciones universales ni definitivas de los conceptos, pues tal y como sucede con
términos como cultura, al definir lo que significa industria cultural, economía
creativa, economía naranja, y demás nociones que se han ido considerando en
torno al tema, no se cuenta con la definición exacta de la misma, o aquella que se
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
228
utilice de manera ecuménica, por el contrario encontraremos todo un universo de
definiciones que pretenden explicar y conceptualizar lo referente a dicho tema.
Como bien se menciona en el trabajo denominado “Economía Naranja”, es que se
ha logrado estar de acuerdo en no estar de acuerdo en cuanto a la
conceptualización de la economía creativa (Ibídem), aunque se han brindado
algunos elementos que servirán de base común para todas aquellas
manifestaciones conceptuales.
Dentro de los elementos que no pueden faltar en la conceptualización de la
economía creativa encontramos que los pilares de formación para las mismas y que
servirán para su aplicación son los conformados por la creatividad, el conocimiento,
la innovación y la aplicación de las aportaciones tecnológicas.
Teniendo en consideración el breve acercamiento conceptual manejado
anteriormente resultará indispensable señalar la diferencia entre Economía Creativa
e Industria Cultural.
En primera instancia se tiene que la Industria cultural se ha caracterizado por
representar principalmente al conjunto de actividades dedicadas a la promoción,
difusión, creación y demás referentes al sector cultural, además de que la parte del
término industrial incorporada en el binomio conceptual hace referencia clara a que
las actividades realizadas son efectuadas en mayor escala, por lo que son
comúnmente percibidas dentro del escenario internacional, pues tienen en
ocasiones un impacto especialmente comercial.
En las últimas décadas, el mundo se ha trasformado a gran velocidad. La
globalización de la economía, las comunicaciones y la cultura, así como la
revolución digital y la reorientación productiva hacia una economía de servicios y de
innovación, han concedido un papel central a las industrias culturales y creativas.
Como indican numerosos analistas latinoamericanos, estas industrias –cuya
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
229
materia prima es la capacidad para imaginar e innovar– se están convirtiendo en un
sector estratégico para el desarrollo productivo, la competitividad y el empleo, pero
también para la construcción de consensos, la circulación de la información y los
conocimientos (UNESCO. 2011).
De acuerdo con estudios de la UNCTAD se estima que las industrias culturales y
creativas contribuyen en torno al 3,4% del PIB mundial, y entre el 2% al 6% del PIB
de numerosas economías nacionales:
El 2,6% del PIB de la Unión Europea, con cinco millones de empleados en el
sector;
4,5% del PIB en los países del MERCOSUR (promedio);
Alrededor de 2,5% en los países de la región andina con Chile incluido.
En la República Popular China, la contribución alcanza al 2,15% con una tasa
de crecimiento anual en torno al 7%.
Si bien estas cifras responden a metodologías de cálculo diferentes, son indicativas
de la importancia económica y comercial de este sector (Conferencia de las
Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD). 2010).
Sin embargo, no todas las sociedades tienen la capacidad de proyectar su cultura y
los productos de su creatividad hacia el exterior. Muchos países de economías
emergentes y en desarrollo, pese a su gran riqueza cultural y potencial creativo,
tienden a recibir y consumir un volumen importante de productos culturales
procedentes de otros países, reduciendo el espacio para sus propias expresiones
culturales. Esta situación lleva implícito el riesgo de convertir a estas sociedades en
consumidoras pasivas de tales bienes y servicios. Ello resulta de una combinación
de debilidades de las estructuras productivas, de las políticas en el nivel nacional y
de las dificultades sistémicas.
El papel protagónico de las industrias culturales y creativas ha sido reconocido de
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
230
maneras diversas por los gobiernos latinoamericanos, los organismos de
integración regional y las organizaciones de desarrollo. Estas instituciones han
elaborado, a lo largo de los últimos diez años, un amplio abanico de políticas y
estrategias de fortalecimiento y crecimiento de los sectores de audiovisual, música,
edición, artesanías y diseño, entre otros. Este reconocimiento induce a una
participación más activa de los Estados en el desarrollo de sus propias industrias
culturales y creativas.
Conforme a la UNCTAD, no obstante, la crisis financiera y económica de 2008, las
exportaciones mundiales de bienes y servicios creativos mantuvieron su crecimiento
histórico de tal forma que en 2008 alcanzaron los US$ 592 mil millones, más del
doble de los US$ 267 mil millones de 2002, con una tasa de crecimiento del 14.2%
anual. En 2008 ALC exportó $17.368 millones de dólares en bienes y servicios
creativos y cuatro países de la región de ALC superaron los mil millones de
exportaciones de este tipo de bienes y servicios (Ibíd.).
En resumen, el comercio internacional es un componente clave de la economía
creativa. La UNCTAD mide su crecimiento en un promedio anual del 8.7%, según
los datos más recientes de los que se dispone (2000-2005). Así mismo, el
importante impacto social de las industrias creativas reside en su contribución al
empleo, pues suelen contabilizar entre el 2% y el 8% de la fuerza de trabajo en la
economía, dependiendo del alcance del sector definido (Ibíd.).
Desde una perspectiva cultural, el valor de las industrias creativas en la promoción
de la diversidad cultural se acentúa a medida que se desarrolla el proceso de
globalización. Las industrias creativas contribuyen al desarrollo sostenible mediante
todo tipo de activos, de idiomas minoritarios, de obras de arte, pasando por
artefactos y sitios del patrimonio cultural. Las industrias creativas también son
respetuosas del medio ambiente ya que sus insumos primarios son provenientes de
la creatividad y la innovación.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
231
Por su parte, la OMPI destaca que: las Industrias Protegidas por el Derecho de Autor
(IPDA) movilizan cuantiosos recursos, generan riqueza, empleos y divisas; tienen
estrecha relaciones económicas, industriales y tecnológicas con otros sectores de
la economía; ocupan un lugar central en las áreas de mayor dinamismo económico;
hoy presentan un mayor valor económico que muchas industrias dedicadas a la
producción de bienes y servicios tradicionales.
Las Industrias culturales, como se ha demostrado en informes y estudios por parte
de la UNESCO y la UNCTAD han resultado ser sumamente trascendentes dentro
del proceso de producción y han mostrado gran impacto dentro de las cuentas
económicas y financieras para los Estados.
Representando en los años noventa una tasa anual de crecimiento igual al doble de
la correspondiente a las industrias de servicios y 4 veces más de la correspondiente
a la manufacturera.
En 2006, las seis principales empresas ‘culturales’ transnacionales y multi
mediáticas (Disney, Time Warner, General Electric, Sony, Vivendi y Bertelsman),
generaron ingresos anuales por un total aproximado de 320,000 millones de dólares
en EE.UU. Como es natural, las cifras mundiales del comercio de bienes y servicios
culturales encubren amplias disparidades regionales, especialmente entre los
países desarrollados y los países en desarrollo (Ibíd.).
Europa fue la potencia predominante del sector (64%), seguida de América del
Norte (20%), Asia Oriental (10,7%), América Latina y el Caribe (2,7%), Asia central
y meridional (0,9%), el Pacifico (0,87%), el África subsahariana (0,35%) y los
Estados Árabes (0,23%) (Ibíd. p. 157).
La información recabada anteriormente da muestra en cierta medida de la
preponderancia de las Industrias Culturales para los países desarrollados, quienes
son en apariencia los que mayormente contribuyen al comercio de bienes y servicios
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
232
culturales, todo esto aunado efectivamente al grado de desarrollo económico y
comercial que detentan principalmente dichos Estados.
A pesar del gran impacto que muestran los contenidos y manifestaciones culturales
provenientes de las grandes potencias están surgiendo de manera paralela
contracorrientes en el sector local de los países que apelan a su bastedad en
contenido cultural para poder incidir y participar de manera equitativa en el
escenario mundial.
Derivado de lo anterior, es que el proceso de globalización significó un intento de
las grandes industrias culturales y mediáticas de ajustar los productos culturales a
los gustos de los mercados locales, conllevando así una amenaza por medio de la
aniquilación simbólica de las culturas, en su mayoría locales.
Estas industrias o economías creativas tienen su origen en la creatividad, habilidad
y talento individual y presentan un potencial para la creación de riqueza y empleos
por medio de la generación y explotación de propiedad intelectual, yendo de la mano
con la innovación de sus expresiones y/o manifestaciones.
Desde que resultó más latente el alcance del sector cultural para el desarrollo social
y con la intervención de las economías creativas en el panorama es que se ha
tendido a desdibujar en gran medida los clichés las y falsas creencias que dictaban
que las artes y la cultura se encontraban muy lejos de coincidir con los aspectos
económicos.
Es a causa de importantes economistas pioneros en el tema de la conjugación entre
la economía y el arte, que autores como Lionel Robbins, Alan Peacock, Pedro
Schwartz, Bruno Frey o Amartya Sen, entre otros varios han puesto sobre la mesa
lo que algunos de los mencionados han denominado como Economía Cultural o
Economía del Arte.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
233
Caracterizándola básicamente como la conjugación entre disciplinas, aplicando la
interdisciplinariedad en el campo de acción, encontrando los puntos de contacto,
interacción e impacto entre la cultura y la economía.
“El nacimiento de la economía del arte como disciplina independiente dentro de la
ciencia económica moderna se puede fechar con exactitud. Comenzó con el libro
de Baumol y Bowen publicado en 1976 titulado Performing Arts – The Economic
Dilemma, «El dilema económico de las artes escénicas».” (Frey, Bruno. 2000).
A raíz de dicha publicación es que cobró gran relevancia y se incrementaron las
publicaciones de manera paulatina en dicha década, respecto a temas de ésta
índole, principalmente el impacto generado se vio fuertemente presentado en las
publicaciones anglosajonas para abrir camino posteriormente al resto de los países.
Sin dejar de lado que el principal componente de las economías creativas es valga
la redundancia la creatividad mediante la vinculación entre el contenido y las
expresiones culturales e innovaciones, inclusive con herramientas derivadas del
desarrollo tecnológico. Es necesario ubicar dos aspectos que son indispensables
para la misma el primero: la importancia del contenido cultural, el respeto, valoración
y reconocimiento a las manifestaciones culturales sin desprenderlas de sus
significaciones identitarias y caracteres simbólicos y en segundo lugar la creatividad,
la innovación desarrollada para mostrar al exterior el imaginario cultural de una
comunidad, incentivando la generación de riqueza y el empleo, produciendo
cambios a su vez dentro de la esfera económica.
Se menciona el término “comunidad” debido a que la Economía Creativa muestra
su impacto en mayor grado dentro de comunidades o espacios un tanto más locales
o reducidos en población, la finalidad misma de la economía naranja o creativa
consiste precisamente en reactivar el proceso productivo dentro de una localidad y
generar beneficios económicos, sociales y culturales en primera instancia para la
misma; mejorando de esa manera la calidad de vida de sus integrantes.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
234
Por tanto, el binomio cultura y desarrollo es sumamente latente al mencionar a las
economías creativas.
Dentro de las localidades, en su mayoría poblaciones indígenas, es que se ha
promovido el reconocimiento del valor que presentan sus culturas, brindándoles la
oportunidad de expresar dicho valor más allá de las expresiones simbólicas,
presentes en el día a día en sus vidas y relaciones sociales y traducirlo de igual
forma en valor tangible, en beneficios económicos que permitan la subsistencia
digna de la comunidad y que les admita generar progreso en la región de manera
autónoma.
Precisamente parte de las exaltaciones por las cuales se ha generado la presencia
de economías creativas parten de motivaciones de reconocimiento político o
cultural, procurando apartarse de la cultura uniforme o institucionalizada.
Por lo general la economía creativa se ubica dentro de ámbitos sin fines de lucro de
manera exclusiva, alejándose de la cultura de masas y de la producción serializada,
pues dentro de los objetivos principales que se persiguen se encuentra el de permitir
el desarrollo social y económico de la localidad, invirtiendo todo tipo de recursos con
los que se cuenta para promover el reconocimiento de la diferencia y la valorización
de las diversas manifestaciones culturales y formas de pensar tan plurales como se
pudiera imaginar.
Todo ello conjugando elementos distintivos tanto de modernidad como los
elementos locales y tradicionales que vienen incluidos dentro de la identidad de
cada persona y/o comunidad.
Pues, para la economía naranja algo es seguro, en este proceso es indispensable
dejar de lado algunos de los prejuicios más comunes que se tienen dentro de las
manifestaciones de la cultura tradicional, y es que la cultura tradicional no debe ser
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
235
encasillada únicamente como la cultura ya dada, innata en el devenir de las
sociedades; la cultura dentro de su mismo dinamismo debe y cuenta con la
capacidad de transformase y representar procesos innovadores utilizando los
nuevos medios y herramientas que la modernidad han traído consigo, desde la
apertura de las comunicaciones hasta el uso de la tecnología.
“Menos interesada por lo masivo y lo industrial, esta perspectiva se conecta con
procesos sociales y la creación es más un elemento de cohesión que de
competencia” (Rey. German. 2009).
Considerando las aportaciones realizadas por el British Council, la Economía
Creativa, ofrece los siguientes elementos considerados como algunos de mayor
impacto social:
Nuevas maneras de consolidar identidades culturales.
Crecimiento y creación de empleos.
Nuevas maneras de generar riqueza (tangible e intangible).
La proyección del poder suave, etc.
Intersección entre la economía, la cultura y el derecho.
Incorporan la creatividad como componente central de la producción.
Contenido artístico, cultural o patrimonial.
Bienes, servicios y actividades frecuentemente protegidas por la propiedad
intelectual: derecho de autor y los derechos conexos.
Doble naturaleza: económica (generación de riqueza y empleo) y cultural
(generación de valores, sentido e identidades) Innovación y re-creación.
Aunado a la visión del British Council algunas características adicionales de la
economía creativa son (Discurso Ministro de la Cultura de Chile Simposio
Internacional sobre Industrias Culturales 10-11 de noviembre de 2004):
Valor agregado de la Intangibilidad. El carácter intangible de la creatividad
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
236
genera valor agregado al incorporar características culturales, inimaginables
por excelencia. Desde el turismo cultural, abarcando patrimonio y fiestas
típicas, hasta el audiovisual, se crean sinergias entre el estilo de vida y el
entorno en el que florece. La noción de creatividad también se asocia a la
cultura por su unicidad, capaz de generar productos tangibles con valores
intangibles. Por ello, la diversidad de culturas y, por lo tanto, de ideas se ve
como una gran palanca de la creatividad.
Nuevos modelos de consumo. La economía creativa se basa en una
ampliación de los modelos de consumo existentes, mediante la creatividad y
tecnologías que brindan al consumidor el protagonismo de sus decisiones de
consumo y la identidad cultural que confiere a los bienes y servicios un
carácter único.
Es justo para mantener un equilibrio entre la fuerza aplastadora de la oferta de
productos y servicios creativos globales y la identidad de las manifestaciones
locales que cobra mayor importancia el mantenimiento de la diversidad y del
abanico de posibilidades de elección de las comunidades.
Un informe de la Unesco de 2005 reconoció que la creación de una cultura aliada a
las tecnologías contribuye a una circulación creativa continua de información y
conocimiento, diluyendo la división social que separaba los productores culturales y
los consumidores culturales.
Uno de los ejemplos más destacados que pueden encontrarse en materia de
Emprendimiento cultural es el desplegado en México por la creadora Carla
Fernández (Carla Fernández), directora artística y fundadora de Taller Flora.
Taller Flora, es considerado “(…) una marca de moda y un laboratorio itinerante que
viaja por todo México visitando comunidades indígenas, especialmente
cooperativas femeninas que se especializan en tejidos artesanales (…) el modelo
de negocio de Taller Flora también resulta innovador, pues promueve una red de
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
237
comercio justo y una serie de políticas ambientales que fomentan buenas prácticas
en el mundo de la moda. Además, en dicho modelo convergen la industria y el
talento de un modo tal que le permite incorporar prácticas de manufactura existentes
para darle a México la oportunidad de trascender su papel de “fabricante de ideas
foráneas”, a la luz de un estilo totalmente local y contemporáneo. Las colecciones
de Taller Flora han sido exhibidas en importantes escenarios de Londres, San
Francisco, Japón, Los Ángeles, Colombia y México” (Página Oficial de Taller Flora).
En México se han desarrollado una serie de organizaciones enfocadas en la
economía creativa, con aportaciones innovadoras, buscando alcanzar beneficios
para sus comunidades. Algunas asociaciones representativas con las mencionadas
a continuación:
Tanto la economía creativa e industrias culturales no son en esencia de reciente
creación, pues estas se han encontrado presentes a lo largo del desarrollo de las
diversas sociedades. Sin embargo, nos referimos a que se consideran de reciente
interés a nivel internacional pues es solo desde hace un par de décadas que éstas
se han ido posicionando dentro de países tanto desarrollados como en aquellos que
se encuentran en vías de desarrollo.
La preponderancia a tratar el tema de la economía creativa y/o industria cultural
radica principalmente en que la conjugación de cultura y economía rinde frutos para
las Siva de Metate. Constituye un grupo de productores y artesanos de insumos
principalmente derivados del cacao y de bebidas con identidad regional
representativa de la Costa Chica de Guerrero como es el chilate, el agua de
horchata de arroz morado y mezcal cupreata. Quienes conscientes de la
importancia de preservar prácticas milenarias, imparten talleres en el uso del metate
para elaboración de chocolate y apoyan a artesanos en la promoción de productos
característicos del estado de Guerrero relativos a cultura e identidad local.
Ethnika. Empresa 100% mexicana apasionada por el arte y el diseño con una
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
238
profunda admiración por la artesanía y el colorido del país, por lo que a través de
sus productos impulsan y mantienen vigentes las raíces artesanales mexicanas a la
vez que combinan sus diseños modernos y vanguardistas completamente originales
que se adaptan al estilo de vida actual. Sus productos son naturales, pues están
elaborados, casi en su totalidad con materiales como madera, semillas, cáscaras,
hojas, hilos, telas de fibras naturales, etc.
“El informe de la UNCTAD del 2008, titulado The Creative Economy Report, estimó
que el comercio mundial en productos y servicios creció a una tasa anual promedio
de 8,7% entre el 2000 y el 2005, y explicó que “esta tendencia positiva se presentó
en todas las regiones y grupos de países” (Ibíd.).
El Fondo Nacional para la Ciencia, la Tecnología y las Artes del Reino Unido
(NESTA) (Ibíd.), en su informe llamado Beyond the creative industries: Mapping the
creative economy in the United Kingdom (Detrás de las industrias creativas: Mapeo
de la economía creativa en Reino Unido), dio a conocer lo que denominó como
“creativos infiltrados”, a aquellos sectores o grupos sociales que no pueden
registrarse dentro de las consideradas industrias culturales, las cuales resultan
hasta cierto punto de medición un tanto más factible, pues estas se encuentran
manifestadas en actividades típicamente tradicionales, en la mayor parte de las
ocasiones.
Los denominados “creativos infiltrados” son aquellos considerados dentro del gran
número de personas que trabajan en sectores como la industria manufacturera
tradicional, como emprendedores, en ventas al por mayor y como intermediarios
financieros, personal de soporte para dichas industrias, tales como gerentes,
asistentes administrativos, secretarias, contadores, etc.” (Ibíd.).
Las economías creativas se están tornando esenciales para la infraestructura de las
sociedades, pues sin lugar a dudas se ha demostrado que generan empleos, valor
y riqueza.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
239
Uno de los principales países que acentuó la importancia de las economías
creativas en el desarrollo social fue constituido por Reino Unido, que en 1998
expuso un mapeo en el que se definían a las industrias culturales como “aquellas
actividades que tienen su origen en la creatividad, la habilidad y el talento individual
y que tienen el potencial de crear empleos y riqueza a través de la generación y la
explotación de la propiedad intelectual”. Aunado a que el catalizador que convierte
la actividad creativa en Industrias o Economías creativas es la Ley de Propiedad
Intelectual.
Con el paso de los años y la trascendencia en el tema los diversos países han ido
incorporando la definición dentro de sus ámbitos geográficos y de acción, adaptando
la misma a las condiciones particulares de sus Estados, incorporando o delegando
las actividades que constituyen las propias a considerarse dentro de las economías
creativas.
La definición que propuso la UNCTAD en 2008 entorno a dicho tema y que retomó
e incorporó nuevos elementos se define como “La interfaz entre la creatividad, la
cultura, la economía y la tecnología, expresada en la habilidad de crear y poner en
circulación capital intelectual con el potencial de generar ingresos, empleos y
exportaciones, junto con la promoción de la inclusión social, la diversidad cultural y
el desarrollo humano. Esto es lo que la economía creativa emergente está
logrando”.
Las economías creativas, han identificado que la clave por la cual deben transitar
necesariamente es aquella en la que deben tener la capacidad de adaptarse e
innovar en procesos valiéndose de su insumo más elemental, pero a la vez el más
importante, la creatividad.
“A escala mundial, la UNESCO (2010) ha estimado que la contribución económica
de las industrias culturales y creativas, ascendería al 3,4% del PIB mundial, y en
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
240
numerosas economías nacionales se situaría entre el 2% y 6% del PIB”. (Buitrago
Restrepo, Felipe y Duque Márquez, Iván. 2013).
La vinculación de la cultura con el desarrollo socioeconómico puede verse, por lo
menos, desde seis perspectivas (Rey. German. 2009):
Por su impacto -especialmente a través de las industrias culturales- en la
economía de los países (PIB, generación de empleo, promoción de
exportaciones e importaciones, generación de empresas).
Por su articulación con procesos de desarrollo socioeconómico locales y
regionales.
Por su integración con otras estrategias de desarrollo socioeconómico (salud,
medio ambiente, educación, competitividad, tecnología, convivencia,
gobernabilidad democrática, etc.).
Por su vinculación con los procesos de responsabilidad social empresarial.
Por la generación de una “cultura” (producción/circulación de significados)
sobre el desarrollo y la economía de la sociedad.
Por los movimientos de resistencia a ser incluidos dentro de proyectos de
desarrollo comprendidos dentro de los enfoques de Occidente. Comunidades
indígenas, por ejemplo, se apartan de estos enfoques y elaboran sus propios
planes de vida, referidos a sus tradiciones, historias y motivaciones sociales
y organizativas.
Dentro de los principales avances y aportaciones que se han ido construyendo
entorno a los modelos de análisis y medición de la contribución e impacto de la
economía creativa en la sociedad. (Ibíd. p. 89):
Dentro de los principales medios o formas de obtener la información necesaria para
elaborar planes de trabajo, estrategias y promoción de políticas públicas es
indispensable tener en cuenta métodos concisos que constituyan una herramienta
importante en el desarrollo de los modelos, para ello se enlistan a continuación
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
241
algunos de ellos considerados como la denominada Economía Naranja:
Métodos (Definición de Método: La palabra ‘método’ deriva del griego hodos (vía,
camino) y el método en Descartes es exactamente eso: el camino que nos conduce
hacia la verdad):
Mapeo, permite apreciar cómo en una fotografía los vacíos existentes en cuanto a
información, determinar impactos y considerar la información que se tiene hasta el
momento con respecto al tema de estudio.
Estadística básica, para corregir los vacíos existentes en la investigación resulta
necesario crear los formularios con los cuales se realizan las encuentran con el
objetivo de obtener mejores datos e información con respecto a las actividades
informales, para las cuales resulta un tanto más difícil evaluar el impacto que tienen
sobre la economía. Cuentas Satélite, Son mecanismos de medición que se
caracterizan por ser contantes, comparables y confiables pues parten de los
sistemas de cuentas nacionales considerando un mayor número de elementos,
inclusive aquellos que no podrían apreciarse a simple vista pero que sin duda llegan
influir en la medición del impacto de la cultura en la economía. Indicadores,
constituyen las variables que ayudan con el seguimiento de datos e información.
A continuación, se mencionarán algunos hechos retomados de investigaciones
realizadas tanto por el Banco Mundial, UNESCO, que constituyen un parte aguas
para considerar la magnitud del impacto económico que generan día a día las
actividades creativas para los países, los cuales fueron tomados de investigaciones
del Banco Internacional Iberoamericano, UNCTAD, Cuentas satélite Nacionales,
etc.
Investigaciones impulsadas por el Banco Mundial concluyen que, si la
economía creativa pudiera ser representada como un país, a nivel global este
ocuparía la cuarta posición en materia económica, de manera similar se
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
242
situaría en el noveno puesto como uno de los mayores exportadores de
bienes y servicios con 646 miles de millones de dólares, ocuparía el cuarto
lugar en cuanto a fuerza laboral con 144 millones de trabajadores (Buitrago
Restrepo, Felipe y Duque Márquez, Iván. 2013).
Con respecto a su contribución a la economía ésta se situaría dentro de los
sectores productivos significando el 6.1% en cuanto a contribución para los
mismos; la agricultura contribuiría con el 3.1%, la industria de manufacturas
y minerías el 25.4% y el sector de los servicios el 65.4% (Ibíd.).
En el 2005, la exportación mundial de bienes creativos fue de 335,494
millones de dólares, de los cuales 149,445 correspondieron a Europa, 25,544
a los Estados Unidos, 5,547 a Japón y 11,337 a Canadá. China, por su parte,
tuvo 61,360, una cifra descomunal, América Latina y el Caribe 8,641 y África
1,775 millones de dólares (UNCTAD, PNUD, 2008).
Las cifras cambian en cuanto a las importaciones y ofrecen un panorama
muy interesante de la naturaleza geográfica del intercambio comercial de
bienes y servicios culturales. El 44,6% de las importaciones culturales
proviene de la propia región, el 34,5% de Asia, el 10.9% de Europa y el 9.1%
de los Estados Unidos.
IMPACTO A NIVEL REGIONAL
La contribución de la misma al empleo en América representa el 16% a nivel
global, es decir 23.3 millones de trabajadores. Tan solo en América sí la
economía creativa fuera un país se posicionaría en el tercer lugar
económicamente hablando, generando 1.93 billones de dólares (Ibídem).
La contribución de la economía creativa a las exportaciones mundiales tan
solo en América representa el 13.5% de la totalidad a nivel global,
traduciéndose en 87.6 mil millones de dólares (Ibíd.).
Los datos que ofrecen los estudios sobre la economía creativa en los países
en desarrollo muestran que América Latina tiene industrias culturales que se
están afirmando sobre todo en países como México, Brasil, Argentina,
Colombia y Chile. Aún existen balanzas comerciales deficitarias debido a la
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
243
importancia que tienen las importaciones de bienes culturales. Sin embargo,
llama la atención la interacción intra regional de bienes y servicios culturales:
son los propios países latinoamericanos (México a la cabeza), los que
distribuyen sus productos en la región.
Comparativamente y con la finalidad de percibir la trascendencia que juega
la economía naranja podemos decir que en la economía de Estados Unidos
ésta es equivale a construir cuatro veces su sistema de 75 mil kilómetros de
autopistas representando 425 mil millones de dólares corrientes en 2006 -
Oxford Economics (OMPI).
Es importante subrayar que a pesar de que en la distribución de bienes
creativos hay una participación significativa de empresas transnacionales, en
los catálogos la oferta y los consumos tienen un peso significativo los
productos culturales locales. Sucede en la música, tal como lo ha demostrado
en sus estudios, George Yúdice (Ibíd.).
IMPACTO A NIVEL NACIONAL
En México en cuanto a miles de millones de dólares la Economía naranja se
traduce en casi el doble de lo que percibe el país a través de las remesas
teniendo 55 mil millones de dólares para la primera y 24 mil millones de
dólares para la segunda” esto con respecto a la información de Oxford
Economics y el Banco Mundial (Ibíd.).
México es el líder en la región en exportaciones e importaciones de bienes y
servicios creativos (una confirmación fundamental para el análisis de las
industrias culturales latinas en Estados Unidos), seguido por Brasil,
Argentina, Colombia y Chile. Si se observa el conjunto de exportaciones de
estos países, las culturales apenas representan un 0,9% y si se hace lo
mismo con las importaciones, las culturales conforman el 3.0% del total. El
mayor volumen de exportaciones culturales de este grupo de países se dirige
hacia la propia región (América Latina en un 74,6%, lo que representa 2.533,
1 millones de dólares). Hacia Estados Unidos va el 17,8%, hacia Europa el
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
244
3,5%, hacia Asia el 2.7% y hacia África, el 1.3% (Ibíd.).
Las importaciones de productos creativos que más crecieron en las
economías en desarrollo fueron el diseño, las publicaciones y medios
impresos, la música y los nuevos medios.
Dentro de los sectores que se consideran de manera general conforman el universo
de la economía creativa se pueden encontrar tan variadas versiones al respecto.
4.11. Revisión al Sector Cultural de México, la Creación de una Política de
Estado en Materia Cultural.
Gran parte de las ideas que se tienen con respecto al desarrollo económico y social
para las sociedades ha estado orientada por la visión eurocéntrica, de la cuál ha
sido sumamente difícil desprenderse debido al sistema económico que continúa
imperando y que ha traído consigo su propia visión cultural.
Como lo ha señalado Gianni Vattimo, los modelos de desarrollo se han conformado
entorno a “(…) una idea de historia unitaria, un ideal único de progreso, con modelos
de hombre y mujer eurocéntricos” (Vattimo, Gianni: 1986).
Los proyectos para impulsar el desarrollo económico en los países en vías de
crecimiento comúnmente estuvieron ligados a los postulados que exponían que la
baja cultura del ahorro, la carencia de un impulso externo y la baja capacidad
productiva evitarían alcanzar las altas tasas de crecimiento económico que se
pretendían para mejorar las condiciones de vida de la población.
En la década de los 80 se intensifica el uso del concepto de “desarrollo sostenible”
que básicamente consistió en enfocar el concepto de desarrollo hacia aquellos
procesos socioeconómicos que permiten satisfacer las necesidades de las
generaciones presentes, sin comprometer las capacidades de las generaciones
futuras para satisfacer sus propias necesidades.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
245
Jon Hawkes sitúa precisamente a la cultura como el cuarto pilar del desarrollo
sostenible, junto con la dimensión social, económica y ambiental.
Dentro de los elementos más relevante a considerar en el campo cultural se
encuentra el de exportar valores al resto de la realidad socioeconómica.
El campo cultural está externalizando valores que trastocan en el conjunto del
espacio socioeconómico y cimentando las bases para los vectores que guían las
acciones de la creatividad, los cuales ya no se traducen únicamente racionalidad
puramente instrumental, sino que operan valores expresivos, de intercambio, de
beneficio mutuo, etc.
Con carácter general, los trabajadores culturales se caracterizan por algunos de los
siguientes rasgos:
Elevados niveles formativos, superiores a la media de la economía.
Mejores competencias creativas: dotes de imaginación, pensamiento
divergente, valores estéticos, espíritu crítico.
Naturaleza de trabajador cognitivo que hace de la gestión de sus
conocimientos tácitos y explícitos su medio de vida. Los estilos de vida se
integran con la forma de ganársela.
Valoración del trabajo por placer, prestigio y diversión.
Mejores dotes de comunicación. ‐ Mayor liderazgo y voluntad de
independencia frente a rígidas jerarquías.
Una mayor aptitud para el trabajo en equipo, el intercambio y la cooperación
en red.
Valores sociales.
Mayor movilidad geográfica, competencia de idiomas.
De acuerdo con José Antonio Alonso “Se justificó así una concepción histórica del
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
246
desarrollo, poco sensible a las peculiares condiciones sociales, culturales e
institucionales de los países afectados; y se formuló una terapia uniforme, basada
en la mimética traslación de la experiencia vivida por los países ricos, que hacía
descansar el proceso de cambio social en una sobrevaluada capacidad
transformadora de la dimensión económica” (Martínez Guzmán, Vicent, París
Albert, Sonia: 2006).
Como resultado del proceso multicultural que se ha gestado con mayor ímpetu en
las últimas décadas y debido a la presencia cada vez más latente de las demandas
por reconocimiento social y político es que los discursos de identidad y alteridad han
ido permitiendo que las concepciones que se tienen para la creación de postulados
y proyectos de desarrollo tengan en cuenta las diversas manifestaciones y visiones
del mundo y sus ciudadanos.
Se puede decir que, como lo plantea Nancy Fraser (Fraser, Nancy: 1999), se ha
pasado del conocimiento al reconocimiento, enarbolando que una Política social
coherente, a este fundamento, debe considerar las necesidades de redistribución
teniendo en cuenta la necesidad de reconocimiento, paradigma de las demandas
políticas del Siglo XXI.
Las demandas sociales de las poblaciones más vulnerables se han visto
respaldadas por las demandas culturales, de reconocimiento a la diferencia. Sin
embargo, algo es importante, no hay que perder de vista que la incorporación de
estos discursos no desplazan los que se han efectuado desde décadas anteriores
con respecto a la igualdad de oportunidades, reivindicaciones en las disparidades
de clases y diferencias económicas latentes, con incrementos graduales.
Dentro del escenario principal que se percibe en las sociedades locales se
encuentra la constante resistencia a la globalización y sus procesos de cambio,
pues como se ha constatado los beneficios que se generan a través de la misma
son en ocasiones proporcionales a evidenciar y acrecentar las disparidades entre
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
247
diferentes sociedades.
Un ejemplo, de cómo se ha ido transformando esta idea se lleva a través de la
negociación entre la cultura nueva y la cultura tradicional conjugando a la vez a las
sociedades, sus entornos y particularidades.
Escobar, Grueso y Rosero mencionan un proyecto concreto que bien ejemplifica el
reconocimiento y valoración de las comunidades locales:
El Proyecto Biopacífico, “comenzó en la década de 1990, en la costa del Pacífico
colombiano, como una propuesta tecnocrático-científica y poco a poco, en una
relación muy activa con las comunidades negras e indígenas, se fue convirtiendo
en algo completamente diferente. De ser un proyecto científico de conservación —
dicen— se convirtió en un proyecto político de concertación; se pasó de considerar
como ‘atrasadas’ las prácticas culturales y agrícolas de las poblaciones negras e
indígenas, a una conceptualización de los sistemas tradicionales productivos del
Pacífico como ‘sostenibles’ y como la base de la sustentabilidad, de la propiedad
privada a los territorios colectivos, de una concepción puramente taxonómica de la
biodiversidad a una concepción cultural y política de la biodiversidad, de
comunidades ‘sin conocimientos’, que no tienen, supuestamente, capacidades para
desarrollarse, a comunidades étnicas con conocimientos culturales válidos para su
entorno e importantes para su conservación” (Escobar, Arturo: 2002, pp. 9-32).
Ejemplos como el citado anteriormente, permiten visualizar la concepción del
desarrollo desde las diferentes identidades culturales y visiones locales, tal y como
lo menciona la autora Nancy Fraser, una teoría del desarrollo debe ser capaz de
incluir e imbricar las políticas de la redistribución económica, así como las políticas
del reconocimiento cultural e identiario.
Martín Barbero (Martín Barbero, Jesús: 1999), comenta que se no se debe de
identificar únicamente la dimensión cultural en el desarrollo como un elemento
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
248
humanizante del mismo, carente de verdadero significado, pues el desarrollo que
se ha promovido durante décadas, como parte del proceso capitalista, que de
manera invasiva ha sido determinado por los países altamente desarrollados,
también es indispensable pensar y ejecutar las medidas necesarias para desligar la
idea del avance al crecimiento material y tomar en cuenta las diferentes
cosmovisiones que se presentan y promueven en torno al progreso en las
comunidades locales.
A nivel internacional se han buscado relacionar el conocimiento, vinculación,
financiación y evaluación de las experiencias culturales tradicionales con el
desarrollo local, por lo que este tema en particular se convierte, en el día a día, en
un tópico central y estratégico en la agenda de cooperación, dejando entrever que
los resultados se vislumbran en las aportaciones que se están ejecutando en los
procesos de inclusión, gobernabilidad, convivencia, reconocimiento identitario,
respecto a la diferencia e igualdad en las oportunidades de acceso a mejores
condiciones de vida y crecimiento.
La cultura a través de las economías creativas y como resultado de su alcance en
los ámbitos sociales y económicos se puede ver reflejada en las siguientes
aproximaciones:
Por su impacto económico, reflejado a través de la activación de las cadenas
productivas, revitalizando los diversos sectores y contribuyendo en el
Producto Interno Bruto mediante la generación de empleos, creaciones de
clústers económicos, promoviendo los emprendimientos sociales y dando
apertura a las exportaciones del talento creativo y cultural de las sociedades.
Articulación de procesos de desarrollo socioeconómicos locales, la
trascendencia de las economías creativas en los sectores menos
desarrollados y comúnmente en las minorías étnicas o locales han
incentivado a gestionar procesos de desarrollo sostenible para sus
comunidades, produciendo, contribuyendo, retribuyendo y valorizando el
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
249
trabajo dentro de sus localidades, creando progreso desde lo local a lo
regional con impacto nacional.
Integración en diversos sectores, la cultura como elemento fundamental de
los seres humanos indiscutiblemente se encuentra presente en Todo lo que
pensamos, creamos, construimos y expresamos, la cultura forma parte de
cada uno de los elementos y pilares del desarrollo, los ámbitos sociales,
económicos, político, educativo y ecológico.
Emprendimientos e incorporación de innovación y tecnología.
Por la generación de simbolismos, significados y relaciones identitarias, dado
que las tradiciones y las habilidades específicas aportan a los productos
locales un halo de exclusividad que puede ser imitada en otro lugar, pero
nunca reproducida en su totalidad, es un componente clave del producto y
una garantía de su autenticidad y calidad simbólica, y se ha hecho tan
importante que las localidades buscan proteger cada vez más este rasgo
distintivo a través de marcas registradas o certificados de origen geográfico.
Responsabilidad y reconocimiento ciudadano, etc.
A pesar de la participación activa de las localidades dentro de las economías
creativas resulta preocupante el hecho de la fragilidad de las infraestructuras de
producción con las que participan del proceso de producción de bienes culturales,
es por ello la necesidad de recalcar que la preponderancia en la aplicación de
tecnología e innovación es crucial para la implementación y desarrollo de las ideas
culturales creadas.
Adicional a esto, se tiene la debilidad de las políticas culturales nacionales, el
acaparamiento monopólico de áreas culturales por parte de grandes empresas
nacionales o transnacionales, la ausencia de promoción de la creatividad local y de
las productoras independientes o la asimilación de dicha creatividad a exigencias
comerciales y de los mercados. Todas tendencias que confirman las asimetrías que
existen en el campo cultural y que son un serio peligro para la diversidad cultural y
el pluralismo en el mundo (Rey. German: 2009).
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
250
La OCDE, en 2006, consideró que por un lado la dificultad que existe a la fecha para
medir y cotejar comparativamente de manera internacional los sectores con
incidencia cultural en la sociedad, se deben principalmente a las escasas y
prematuras investigaciones que se han generado a la fecha. Sin embargo, en
posible comenzar el proceso exploratorio mediante los datos económicos de la
cultura a través de los Sistemas de Cuentas Nacionales (SCN).
Las cuentas satélites a nivel nacional se refieren a “…un sistema de medición
económica… El adjetivo de satélite hace referencia a que su construcción gira en
torno a los conceptos, definiciones, clasificaciones y reglas contables del sistema
de cuentas nacionales. Este último se basa en un marco contable coherente y
sistemático y aceptado internacionalmente. El SCN tiene la ventaja de presentar el
conjunto de la economía en un marco único y coherente.
La Cuenta Satélite de la Cultura de México (CSCM) constituye la herramienta a
través de la cual se presentan los agregados macroeconómicos y principales
indicadores del sector, los cuales cuantifican los flujos generados por las actividades
económicas asociadas con las prácticas culturales, siendo el PIB de la cultura el
principal indicador. Los cuadros estadísticos que incluye se integran por cuentas de
producción, de generación del ingreso primario, cuadro de oferta y utilización, gasto
por usuarios y beneficiarios y por financiamiento, y puestos de trabajo ocupados
remunerados, los cuales se presentan clasificados por actividades para el periodo
2008-2011, en valores corrientes.” (Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
2014).
Para la Cuenta Satélite de la Cultura hay que obtener las piezas de una planta que
se denomina Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (SCIAN). Esto
significa que, a partir de 1997, compartimos un modelo para caracterizar las
economías de México, los Estados Unidos y Canadá.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
251
Al impulsar con el Conaculta la decisión de construir la CSCM, tomaron 103 clases
de actividad ligadas a la cultura, de más de mil que existen en todo el clasificador.
Se eligieron 9 de los 20 sectores. Lo cual refleja la considerable trascendencia de
la cultura en gran parte de los sectores productivos a nivel nacional. De dichas
actividades 71 son identificables y los 32 restantes, se llaman conexas, ya que, al
irse entrelazando, permiten que tal o cual actividad pueda hacerse realidad para el
consumidor, como el papel o los equipos de grabación (Ibíd.).
Siguiendo al economista Keith Nurse, la cultura no debería ser sólo el cuarto pilar,
sino el pilar central. Y que alrededor de este pilar los otros tres: el económico, el
social y el medioambiental. Nasrallah explica: “Cuando la historia y la cultura se
incorporan al proceso de fabricación, las medidas de la productividad cambian.
Generalmente, la calidad se vuelve más importante que la cantidad y allí reside el
valor emocional añadido en la participación de un proceso como este” (Informe
sobre la Economía Creativa 2013).
En los países desarrollados, el hecho de traspasar la idea y la propuesta de un país
a otro o inclusive de una región a otra puede ser sumamente riesgoso e ineficaz.
En primer lugar, al considerar la propuesta de elaborar una Política Cultural en
México es necesario tener en cuenta la recabación de la información necesaria para
desarrollar, elaborar e implementar la misma. Se debe tener presente la
temporalidad, ubicación geográfica determinada, condiciones políticas, económicas
y sociales propias de la región sin dejar de tener presente la multiculturalidad
característica propia de la sociedad, pero muy particularmente de la nación.
Este punto sin lugar a dudas debe presentarse a discusión y consenso para
determinar en principio sí es viable la construcción de una Política Cultural en
México, pues por un lado se corre el riesgo de que la creación de la misma resulte
un tanto limitativa respecto al gran universo de actores y medios que lo componen,
sería un error encauzar una política que termine reduciendo dicho universo.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
252
Además, es necesario considerar que hacer evidente la necesidad y la
trascendencia que tiene el sector cultural para el desarrollo social y económico en
el país, no llevará necesariamente a una promulgación de peso que pueda llegar a
implicar el surgimiento de la Política Cultural, pese a la obviedad de sus beneficios.
Para ello, es indispensable que la promoción de la misma venga acompañada de
una serie de factores que dentro de un contexto geográfico y temporal favorable
permitan el desarrollo óptimo de la misma.
La Política pública busca la operatividad en las acciones a seguir contendiendo su
dirección y aplicación a las instituciones (Mariscal Orozco, José Luis: 2007, p. 153).
Algunos autores enfocados al análisis cultural coinciden en el detrimento de la
cultura nacional, independientemente de los procesos que están llevando a la
misma, mayormente citado el efecto de la cultura de masas con potencial
homogeneizador, lo cierto es que estos temas no siempre fueron considerados
relevantes y por ende la manera de legislarlos o en su defecto de analizarlos de
manera objetiva, cualitativa y cuantitativamente ha resultado relativamente
recientes a la fecha.
Es de ahí la preocupación de gestionar de manera eficaz las posibilidades que se
desarrollan en la materia a través de aquellas defensoras y promotoras de la cultura.
Tal y como lo señala José Mariscal, en la última década especialmente, se ha ido
generando un importante proceso de institucionalización de la cultura, esto a través
de la formación de gestores culturales y en segundo lugar posicionando la
formalización de la gestión cultural en materia de especialización para las diversas
áreas con carácter multidisciplinario lo cual, apunta Mariscal, implica pensar desde
y para la gestión cultural analizando, explicando, definiendo y proponiendo acciones
en torno a la misma con el objetivo de beneficiar a la sociedad y de prestar la
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
253
atención y defensa imperativa a aquellos grupos vulnerables en el país, como es el
caso de los grupos indígenas.
De acuerdo al desarrollo en la investigación del autor Mariscal Orozco, en México a
lo largo de su historia se han efectuado tres maneras de desarrollar la gestión
cultural, las cuales se describirán brevemente a continuación con la finalidad de dar
un bosquejo a través de las formas en las que se ha promovido e institucionalizando
el desarrollo respectivo del sector:
El Modelo de Desarrollo Local, tal y como se muestra en su denominación este
modelo se concentró principalmente en las comunidades, presentándose a
principios del Siglo XX ante la necesidad del Estado por crear e inculcar en la
población el sentimiento nacionalista.
Este modelo promovido por Moisés Sáenz, en el ámbito educativo promulgaba la
creación de escuelas y centros educativos distribuidos a lo largo del país, con el
objetivo de llegar a cada individuo para inculcarle el sentido de pertenencia a un
territorio, a una cultura nacional, y a objetivos universales que les permitieran
saberse integrados a un Estado, y de tal manera contribuyeran al crecimiento del
mismo.
Dentro de los principales propósitos que se detentaban a través de la misma se
encontraban:
La castellanización de la población a nivel nacional, desde la fundación del
Estado Mexicano se hizo visible la gran pluralidad de idiomas, lenguajes o
dialectos que existían, para lo cual era imprescindible establecer un idioma
nacional que fuera reconocido dentro y fuera del país para la comunicación
y creación de relaciones entre los integrantes de las comunidades, además
de servir como punto focal de la uniformización al ser considerado un
elemento ineludible para la formación de la identidad nacional de un Estado.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
254
Construcción de sistemas de comunicación, lo cual permitió en su momento
y aún a la fecha, abarcar y transmitir mensajes a lo largo del territorio
nacional, llegando a comunidades localmente aisladas. Los medios de
comunicación han significado un impresionante medio para cultivar
sentimientos de identidad, en ocasiones la crítica de la misma gira en torno
a la manipulación llevada a cabo a través de los mismos para infiltrar
procesos y actividades en torno al consumo, consensuado la efervescencia
de algunos elementos propios de la identidad.
Preservación de tradiciones y saberes originarios; las políticas culturales o
los programas de promoción y conservación de la cultura deben sin lugar a
dudas considerar y retomar dentro de su quehacer los elementos identitarios
y representativos de las diversas sociedades, constituidas por la diferencia.
De ahí que radica la dificultad de “regularlas” e implementarlas de manera
universal. Porque independientemente de las particularidades debe existir un
piso en común en las mismas, que permita la equidad de oportunidades para
cada individuo en sociedad.
Modelo de Difusión de las Artes, este modelo ha sido el de mayor recurrencia para
aplicación a lo largo de la historia del país, representativo del modelo de
Vasconcelos con primacía en el Siglo XX, José Vasconcelos consideraba que la
educación de calidad y su relación con la cultura y las artes constituían elementos
vítales para el desarrollo social; es durante este período que se crea la Secretaria
de Educación Pública y se llevan a cabo las misiones culturales; los puntos focales
del Modelo se constituyen por:
La visión de la cultura idealista, como elemento constitutivo del desarrollo
social se encuentra la producción, circulación y consumo de los bienes y
servicios culturales.
Las artes como formación del desarrollo humano, por un lado, debe
asegurarse la producción de creaciones y apoyo a los artistas y creadores y
por la otra se debe garantizar las oportunidades de acceder a la cultura, ser
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
255
partícipe de ella y detentar los elementos necesarios para el reconocimiento
y valorización de la misma, cualidades que en parte son cultivadas a través
del proceso educativo.
Promoción de talleres, centros culturales, festivales de intercambio cultural,
etc.
Modelo de Gestión Empresarial, es el modelo que se caracteriza por tener una
visión mercantilista de la cultura en donde los gestores culturales se convierten en
empresarios que terminan por comercializar y transformar los repertorios culturales,
con la finalidad de lucrar con los mismos dejando en un segundo plano y sin
necesidad de alcanzarlo, el desarrollo social local o nacional.
En este modelo no es raro percibir a las llamadas industrias culturales como lo
pueden ser el sector cinematográfico, musical o editorial.
En la investigación de José Mariscal junto con sus colaboradores especializados en
temas culturales presentan un cuadro-modelo que ejemplifica brevemente los
sectores de la Gestión cultural en el país.
Por fines prácticos José Mariscal divide esta interpretación en dos vertientes
diferentes de las cuales se puede partir dependiendo el caso.
La primera concebida como una interpretación elitista en la que se reduce a la
cultura a expresiones y manifestaciones artísticas, dentro de las cuales las
promulgadas por la alta cultura occidental serán el estandarte de dicha visión,
delegando a un segundo plano las cosmovisiones originarias de los pueblos; la
cultura popular, como la define N. Canclini (García Canclini, Néstor: 2009, p. 363).
En segundo lugar, se encuentra la visión antropológica que pugna por ser un
elemento común e inherente en la sociedad y particular de los seres humanos. Para
esta concepción se pude considerar en un sentido amplio de la conceptualización.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
256
La definición del cómo se logrará concebir y desarrollar la gestión de la cultura
mediante la aplicación de políticas culturales sí, es el objetivo que se pretende en la
sociedad de un determinado territorio, deberá estar basada en aspectos como la
delimitación del espacio y la temporalidad de la misma, los ámbitos del proceso
sociocultural al que van dirigidas estas acciones y planes, las estrategias y la visión
propia de la manera en la que se intervendrá.
Lo ideal sería considerar aspectos característicos de la localidad en la que se
implementará la gestión cultural, independientemente de que se quiera retomar
elementos de políticas culturales implementadas en otros circuitos o Estados. Se
debe reconocer las particularidades y tener la habilidad de imbricarlas con los
elementos universales inherentes a cada individuo.
El tiempo de implementación comúnmente en nuestro país está dado en manera de
administraciones públicas, en buena medida es cierto que se deben tener en cuenta
en el proceso de articulación. Sin embargo, como en toda política es necesario
considerar que los resultados efectivos en su mayoría se verán a largo plazo, pues
ese es el impacto que se busca generar precisamente. De las estrategias que se
consideran relevantes en cuanto a herramientas por las que se pretenden alcanzar
objetivos y tener resultados perdurables, se pueden considerar las siguientes
(García Canclini, Néstor: 2009, p. 363):
De Creación,
De preservación,
De rescate,
Estrategias de formación,
De promoción,
De difusión,
De recreación,
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
257
Se define como Política Cultural a todas “(…) aquellas intervenciones, que
deliberadamente tratan de afectar al significado simbólico de un territorio” (Rausell,
Pau; Abeledo, Raúl y Marrades, Ramón) según la UNESCO, en la Conferencia de
Mónaco se definió a la Política Cultural como “Conjunto de principios operacionales,
prácticas sociales conscientes y deliberadas y procedimientos de gestión
administrativa y presupuestaria, de intervención o no intervención que deben servir
de base a la acción del Estado tendiente a la satisfacción de ciertas necesidades
culturales mediante el empleo óptimo de recursos materiales y humanos de los que
la sociedad dispone en un momento dado” (Ibíd.).
A pesar de ser una definición reconocida por la UNESCO, es claro que la misma
resulta un tanto restringida en su esencia al abarcar de manera restringida y como
objeto de la misma únicamente a las necesidades culturales de manera ambigua y
general.
Una política cultural tendría que ser representada por aquella en la que agentes
privados o públicos tuvieran incidencia en el universo simbólico cultural que
comparte una determinada comunidad en un tiempo y espacio delimitado. Otro
aspecto sumamente importante a considerar es que la Política Cultural no puede
ser elaborada de manera aislada al resto de las políticas públicas existentes, o en
su defecto indiscutiblemente se debería de considerar que la misma se encuentra
intrínsecamente relacionada con las Políticas Educativas.
Debido al universo simbólico que detenta una comunidad se dificulta la acción de
tomar en cuenta cada uno de dichos elementos que han ido construyendo la
identidad de la comunidad dentro de un espacio normativo.
Es por esa razón que algunos autores como Bianchini (Ibíd.), rescatan elementos
esenciales que deben y pueden regularse como lo son los enlistados a continuación:
El patrimonio histórico, artístico arqueológico y antropológico;
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
258
El patrimonio cultural tangible e intangible,
Las creaciones, bienes y servicios culturales, etc.
El primer paso para la formación de Políticas culturales en un espacio territorial
definido es que se debe de tener en cuenta que se habla de cultura y sus
expresiones, pero también se debe saber presente a la Política para poder
elaborarla de la mejor manera sin olvidar la trascendencia que se pretende alcanzar
con la misma y formalidad con la que debe abordarse.
Las políticas culturales deben centrarse especialmente en temas como el fomento
a la diversidad, el incremento de bienes y servicios culturales, el impulso a la
innovación y a la creatividad y a la democratización al acceso de estos, el fomento
al crecimiento y vitalidad del tejido productivo local; evaluando y promoviendo la
participación de las entidades no gubernamentales y organismos civiles que
intervienen en el mercado, el fomento de las relaciones y valores culturales y
cívicos; el impulso de la sostenibilidad local y nacional, etc.
El espacio de acción sin lugar a dudas será variable dependiendo del territorio o
comunidad que se aborde, por lo que es necesario considerar las especificidades
del entorno a tratar. En este aspecto de manera general el diagrama anteriormente
presentado pretende servir de ejemplo y partir del mismo como esquema
representativo de los sectores en los que encuentra participación la economía
creativa y desde las cuales se pueden llegar a plantear políticas culturales.
Las políticas públicas requieren de una especial coordinación entre los agentes
involucrados en la misma y las entidades que se pretende tomar como impulsores
o de interrelación dentro de las mismas con su campo de aplicación. Además de
que se deberá gestionar la continuidad de la misma a través de dichos actores,
desde los que la implementan hasta a los personajes a los que van dirigidas.
Dentro de los argumentos que se encuentran para acrecentar el interés y
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
259
participación en los espacios públicos de políticas orientadas a la cultura y de la
promoción de las economías creativas como eje propulsor de las mismas, se tiene
que:
La cultura es un sector de demanda creciente, y sus manifestaciones cobran
a cada día relevancia no sólo dentro de sus entornos próximos, sino que
también se redescubren con la interacción y conjugaciones de expresiones
culturales ajenas a las mismas, con las que hoy en día se tiene la oportunidad
de entrar en interacción continua.
La cultura es intensiva en el sector económico, debido a que aporta valor
agregado a las diversas actividades productivas en las que toma
participación, genera empleos de manera directa en indirecta, además de la
multidisciplina en la que va inmersa la misma le permite tomar acciones en
distintas áreas y actividades sociales, se vislumbra un sector con potencial
de crecimiento constante debido a la innovación y creatividad que la
envuelven; tiene la posibilidad de converger con otras culturas lo cual
contribuye a la riqueza constante de las manifestaciones de bienes y
servicios culturales que pueden darse a conocer a nivel internacional;
contribuye a equilibrar la balanza de las exportaciones en algunos países,
como bien se trató anteriormente y como lo ejemplifica la investigación
denominada Economía Naranja del Banco Internacional Iberoamericano, la
economía creativa constituye una importante fuente de exportaciones y por
ende un importante elemento en la aportación de riqueza económica para el
país, con participación activa y creciente en el Producto Interno Bruto;
permite la revalorización de los valores y costumbres ciudadanos y el
reconocimiento de la diferencia; es notable propulsor de la actividad turística
y promotor de la movilidad social; generador de recursos sustentables,
destacando en la sostenibilidad económica de comunidades en las que
literalmente se vive de y con la cultura.
La clave para lograr la transformación social y efectuar el cambio real en la
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
260
incorporación de las industrias culturales, es re-direccionarlas a una nueva
arquitectura económica, en la que las participaciones de las economías creativas
sean pensadas en primer lugar como instrumento de la sustentabilidad
construyendo cohesión social, buscando que los objetivos de la política no se
subordinen explícitamente a la lógica de la rentabilidad económica.
La política cultural de implementarse deberá proteger y defender los intereses de
las comunidades más vulnerables y no dejarlos nuevamente rezagados ante la
ineficacia en la interpretación y ejecución de la misma.
El desarrollo previo para la elaboración de una política cultural parte desde las
premisas en el tema cultural y sus efectos que son consideradas por la opción
pública, teniendo a su vez el planteamiento normativo o causal del surgimiento de
la necesidad expresa de elaborar una política normativa es que se planteará hacerla
parte de la Agenda Política, en la que será esencial considerar el impacto y las
relaciones que se detentan en el actuar social, económico, ecológico, político, etc.
Posteriormente, será necesario definir el estado pragmático y la realidad que se vive
en torno a la premisa plateada, edificando un diagnóstico o una radiografía social
mediante la cual se pueda dar paso a la construcción de modelos teóricos y
normativos que pretendan a través del planteamiento de los objetivos generales y
particulares alcanzar el estado deseado o necesario en sociedad.
A su vez es primordial definir los instrumentos e instituciones por los cuales se
llevará a cabo el cumplimiento de dichos objetivos y los recursos financieros,
materiales y humanos que fungirán como herramientas para alcanzar dichos
propósitos medibles en tiempo y forma.
En la etapa de Planificación, confluyen los métodos y alternativas que soportan el
diagnóstico de la realidad local y/o nacional dependiendo sea el caso, desarrollando
la Política ramificada en objetivos y efectos a lograr en plazos determinados.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
261
Sin el conocimiento previo que se menciona es imposible llegar a implementar
acciones, por lo que definir las áreas de intervención constituirá uno de los
principales pilares.
Partiendo de la planificación, base en la elaboración de las políticas culturales la
preponderancia de considerar en un primer plano el Plan de Trabajo que incluya de
manera inevitable la identificación y cuantificación de los recursos materiales,
económicos y humanos con los que se cuenta, para en un segundo orden, plantear
el mapa o campos sobre los cuales se implementará el mismo, mediante las
relaciones que contribuyan a la legitimidad de la gestión.
Cabe mencionar que los recursos que se consideren deberán ser proporcionales a
los objetivos que se pretenden alcanzar. Durante el diseño de una Política Cultural
la revisión del marco normativo de en la sociedad funge como un elemento que debe
conocerse y analizarse dependiendo la unidad administrativa en cuestión
dependerá la asignación de funciones para esta.
Es necesario tener presente que al abordar legislaciones con carácter general de
primer orden en la sociedad y vislumbrar sus relaciones con la normatividad en la
que se afecta la economía creativa se tendrán que abordar temas de impacto directo
o indirecto de las mismas.
Los recursos económicos a través de los cuales se servirá la implementación de la
política en cuestión no provienen única y exclusivamente del sector público, sino
que también se encuentran en los recursos provenientes del exterior, mediante
créditos, financiamiento, inversión, etc.; los recursos que provienen de la
cooperación internacional como donaciones; entre otros, por lo que se puede decir
que las aportaciones con las que se cuentan son tan amplias como las
oportunidades de acción y mejora.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
262
Mediante el mapeo se pueden conocer a los actores y percibir sus relaciones dentro
del proceso productivo, definir el campo de acción permitirá considerar a los actores
que intervienen en el mismo buscando contribuir una política que los considere y
apoye en la consecución de los objetivos generales y específicos que se persiguen.
La consideración del entorno político y normativo permitirá tener presente lo que se
ha venido implementando cuestionando los resultados que se han conseguido y sí
se han alcanzado los objetivos, para el contexto de las economías culturales, que
en esencia resultan de reciente creación en muchos países y es de ahí que a la
fecha no se cuente en muchos Estados con una Planificación y asignación de
personal y recursos especialmente direccionados para lograr la misma.
La implementación retoma los elementos esenciales del marco normativo, en el cual
se incluye el alcance de las leyes generales y específicas de un Estado, la
regulación internacional, la pirámide jurídica que se aplicará en la ejecución de la
normativa, así como los elementos imprescindibles para el desarrollo de las
Economías Creativas como lo son la implementación de los Derechos de Autor, el
análisis de la propiedad intelectual y los derechos conexos.
En cualquier Estado resulta esencial un diagnóstico de la legislación existente, de
los vacíos normativos y de las dificultades de implementación y cumplimiento.
Debido a los constantes cambios que se generan día con día en el contexto
internacional y que van desde los tecnológicos, comerciales, económicos y demás
aspectos que impactan o tienen influencia en las Industrias Culturales es que resulta
ineludible para los países mantenerse actualizados en materia normativa y jurídica
al respecto.
Todo ello con la finalidad de garantizar mejores condiciones de crecimiento para los
sectores involucrados.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
263
Derechos de autor, los derechos conexos, así como otras formas de propiedad
intelectual (propiedad industrial, diseño industrial, patentes, marcas) son
componentes cruciales del desarrollo del sector cultural y creativo en tanto que
instrumentos jurídicos que garantizan la protección, promoción y remuneración de
la creatividad (UNESCO: 2010).
De los elementos que se saben indispensables para la óptima implementación tanto
de la reglamentación o normatividad en el tema es el que concierne a los recursos
humanos, pues sin la formación de creadores, artistas, emprendedores, gestores y
de más actores involucrados en las economías creativas no sería posible alcanzar
los objetivos planteados para los Estados.
Este es un sector donde abunda el autoempleo o la creación de pequeñas empresas
colectivas impulsadas por la pasión al proyecto artístico. La falta de conocimientos
y experiencia empresarial es un lastre para muchas iniciativas. La mitificación del
joven emprendedor (esa minoría de empresas nacidas en un garaje que logran en
poco tiempo un gran éxito) esconde una realidad y es la de que muchos proyectos
no llegan a cristalizar (Ibíd. p. 77).
El primer desafío para los responsables de la formulación de políticas es obtener
datos fiables sobre las actividades culturales y creativas.
Sin embargo, en ocasiones las estadísticas culturales son irregulares y poco fiables,
ya que están diseñadas para conocer únicamente aquellas cosas que se considera
que vale la pena medir, particularmente como justificante de financiación pública.
En la región de América Latina y el Caribe, la situación es sumamente diversificada.
Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Cuba ya tienen un marco de economía creativa
instaurado mientras que México, Perú y Uruguay están empezando a reconocer el
potencial del sector.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
264
Algunas de las medidas políticas clave que deben aplicarse para el
desenvolvimiento y promoción de la Economía Creativa son el incremento de la
inversión en capital humano, el ajuste del marco jurídico y normativo, brindar mayor
financiación, mejorar las políticas comerciales y brindar el respaldo institucional
óptimo, etc.
En muchos países en desarrollo, los municipios y las comunidades actúan más
rápida y efectivamente que las instituciones nacionales a la hora de respaldar a las
industrias creativas, así como en el momento de empoderarlas para desempeñar
un papel económico mayor en la formulación e implementación práctica de las
estrategias de desarrollo (Informe sobre la Economía Creativa: 2013).
Sin duda, uno de los mayores desafíos en el desarrollo de la economía creativa en
los países en vías de desarrollo es la financiación. Esto debido a que la empresa
cultural opera como un híbrido entre actividad comercial y actividad sin fines
lucrativos.
La realidad en muchos casos es que el apoyo a la financiación que se da en estratos
locales deviene del presupuesto que destinan para la cooperación los países
desarrollados.
Con todo ello, la realidad es que inclusive en países desarrollados se presenta la
dificultad de conseguir recursos económicos para financiar a las economías
creativas o empresas culturales.
A pesar de estas dificultades, la garantía/bursatilización de los derechos de
propiedad intelectual (PI) individual o carteras de PI, se están convirtiendo en una
opción cada vez más viable para financiar empresas de la industria creativa (Ibíd.).
Algunas de las Fuentes de financiamiento a las que se puede recurrir para la
obtención de recursos para el desempeño de las economías creativas son las
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
265
enlistadas a continuación:
FF (Family, Friends); el apoyo en un primer momento podría ser procurado por las
personas del entorno cercano, que van desde la familia, amigos o compañeros.
Fondos gubernamentales, proporcionado en forma de subsidio, comúnmente
conocido como Fondo Perdido, pues en la mayoría de los casos el mismo no tiene
retorno.
Capital semilla, Se refiere a la cantidad de dinero necesaria para implementar un
negocio o empresa y financiar actividades claves en el proceso de su iniciación y
puesta en marcha de un proyecto. Inversionistas ángeles, se trata de asociaciones
o clubes de inversionistas que buscan negocios o ideas potenciales para invertir su
capital, dictan las reglas de operación para acceder al apoyo y se involucran en el
proyecto o negocio.
En México los proyectos de negocios seleccionados por Ángel Ventures son
presentados por los mismos emprendedores ante el Club de Inversionistas de
México, integrado por personas de diversos perfiles e interesados en diferentes
sectores (López, Jesús Eduardo).
Capital de riesgo, comúnmente se invierte en este caso en Start ups (Constituyen
colectivos o empresas emergentes apoyadas en la tecnología, que buscan innovar
y realizar propuestas de negocios creativos), con potencial de crecimiento. Private
equity, Se refiere al negocio de administrar recursos dedicados a adquirir
participaciones en el capital social de las empresas. Estos recursos generalmente
provienen de inversionistas institucionales como fondos de pensiones, fundaciones,
etc. (EMX CAPITAL. Private Equity), Crowfunding, se caracteriza por efectuar una
publicación con la idea que se pretende desarrollar, en la que tienen la opción de
participar diversos co-financiadores con montos de diversa índole, en esta opción el
solicitante hará público el monto total que se requiere y los financiadores tendrán la
oportunidad de monitorear las recaudaciones. En caso de que se acumule la
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
266
cantidad solicitada se dispone de la misma de lo contrario el dinero se devuelve a
los donadores. Concursos y premios, proveedores varios, financiamiento bancario,
etc.
Adicionalmente, y como se comentaba los derechos de autor y propiedad intelectual
son un instrumento necesario a considerar y reforzar dentro de las políticas
culturales, así como un elemento indispensable para las economías creativas, pues
a través de ellos los creadores cuentan con la oportunidad de resguardar y proteger
sus ideas y creaciones, obteniendo de igual forma el reconocimiento económico por
sus trabajos.
La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), cuyos estados
miembros adoptaron una Agenda de Desarrollo en 2007 en la que se subraya el
vínculo fundamental entre propiedad intelectual y desarrollo, además de reconocer
la propiedad intelectual (PI) como herramienta para el desarrollo más que como fin
en sí mismo… Como con muchos otros componentes del sistema legal y normativo
para la promoción de la cultura, los derechos de propiedad intelectual están
definidos y aprobados por ley a nivel estatal. Otros tratados internacionales que
regulan derechos derivados y de autor en las industrias creativas incluyen el Tratado
de la OMPI sobre Derecho de Autor, el Tratado de la OMPI sobre Interpretación o
Ejecución y Fonogramas, y el Tratado de Pekín sobre Interpretaciones y
Ejecuciones Audiovisuales.
Los sistemas de Propiedad intelectual posibilitan mejorar el valor económico y
garantizar los derechos de propiedad de los creadores impulsando la creación de
canales de distribución y oportunidades de innovación.
Para que la protección de los Derechos de autor se traduzca en desarrollo local se
debe controlar, recaudar y distribuir eficazmente las regalías a los creadores u
autores, pues es de esta forma que éstos podrán aumentar las creaciones de su
trabajo, imprimiéndoles mayor calidad a sus producciones y apreciando la
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
267
retribución de ver resultados que van más a allá de lo económico, para los
destinatarios, detentores y receptores de sus creaciones.
La OMPI también ha trabajado en la relación entre expresiones culturales
tradicionales arraigadas en la comunidad conocimiento, sobre todo de pueblos
indígenas, a lo que se refiere como “el resultado de la creación e innovación por un
creador colectivo: la comunidad”. Lo hace mediante el trabajo del Comité
Intergubernamental sobre la Propiedad Intelectual, Recursos Genéticos,
Conocimientos Tradicionales y Folclore, así como su programa de desarrollo de
políticas, asistencia legislativa y desarrollo de capacidades. En este ámbito, la
cuestión fundamental es equilibrar la preservación cultural, con el objetivo de
estimular la creatividad de raíz tradicional y su contribución al desarrollo.
Proporcionando protección legal a este tipo de creatividad colectiva.
Para el caso de las artesanías el registro de propiedad intelectual permite además
comprobar el origen de las mismas, permitiría valorar su autenticidad, conservando
su reconocimiento simbólico tanto para comunidad, así como para los consumidores
de los bienes culturales.
Para las Expresiones Culturales Tradicionales (ECT´s), en el Comité
Intergubernamental sobre la Propiedad Intelectual, Recursos Genéticos,
Conocimientos Tradicionales, Folclore (CIG) de la OMPI, se han buscado
propuestas y soluciones para prevenir y combatir la apropiación indebida o cualquier
tipo de explotación ilícita, aunque debido a la complejidad en particular de los bienes
tradicionales es que actualmente se continúa trabajando en el tema. Por mencionar
algunos ejemplos de las políticas que han tenido impacto en las culturales populares
en América Latina, se pueden considerar las siguientes (García Canclini: 2007, p.
157):
La Política Cultural Modernizadora Recaba la idea de que la sociedad se
debe conducir hacia procesos que generen “modernidad”, exponiendo a la
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
268
cultura occidental como la cultura preponderante y reconocida por el Estado,
tuvo preponderancia entorno al Siglo XIX y Siglo XX, dentro del contexto
histórico de la revolución industrial. Este tipo de política considera que las
culturas populares han significado el atraso de las sociedades por lo que
están deben de ser eliminadas, transformadas o asimiladas.
La Política Cultural Nacionalista Basada en el surgimiento de los Estado-
Nación modernos, con la idea de unificación social se pretendía mediante la
misma generar sentimientos nacionalistas que permitieran la consolidación
en la uniformidad de los valores y símbolos culturales para la Nación.
De masas Esta política se encuentra regida por las leyes del mercado,
considerado a los bienes y servicios culturales como objetos de lucro, de
manera general encontramos las siguientes vías de despliegue para ésta;
mediante la difusión de la cultura occidental hegemónica, el denominado
“maquillaje de las culturas populares, que retoma elementos tradicionales de
determinadas culturas locales sometiéndolas a un formato comercial en el
que las desliga completamente de su carácter simbólico, dando énfasis en la
“popularidad” transitoria de las mismas. Destacando un efecto efímero en la
atención a lo que significan y la tradición que llevan consigo las culturas
populares. Exponiéndolas como un concepto de moda accesorio.
Defendido por los Estados Unidos, considera que los productos culturales son
esencialmente mercancías que forman parte del entretenimiento, con derechos de
autor que pueden ser adquiridos por empresas y cuya circulación debe tener el
mínimo de barreras comerciales y por supuesto regulativas.
Pluralismo Cultural Basada en el desarrollo de las diversas culturas
populares, el dialogo, interacción y reconocimiento para con éstas. En México
esta política sólo se ha incorporado en ciertos sectores por lo que no puede
decirse que constituye un estandarte en la política nacional, aunque
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
269
recientemente se han realizado considerables avances al respecto.
En general, esta riqueza de iniciativas de política confirma la conveniencia de contar
con una base industrial sólida para que puedan prosperar las economías creativas
y las industrias culturales como vehículos para la transmisión de la creatividad, pero
también como base del desarrollo integral. Sin embargo, aún no hay consenso en
cuanto a lo que constituiría un conjunto óptimo de políticas para las industrias
culturales. La experiencia ha demostrado que las políticas transectoriales son las
más efectivas y a la vez necesarias, aunque también es indispensable tener en
cuenta las especificidades de las identidades culturales
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
270
CONCLUSIONES.
El tema de la cultura es complejo y polémico porque puede abordarse desde
diferentes perspectivas, ya sean conceptuales o pragmáticas, así como desde
diferentes escuelas y posiciones de clase. Sin embargo, lo que no se puede obviar
es que la cultura forma parte del proceso histórico de la sociedad y que por esa
misma razón se transforma en conjunto. La cultura requiere ser estudiada como un
proceso que en lo general forma parte de un múltiple conjunto de modos y formas
que están sujetas a su propio contexto histórico, político, social y geográfico, el
reconocimiento de esto es fundamental para modificar y potencializar el desarrollo
social.
Nosotros abordamos el tema de la política cultura en dos amplias vertientes: el
primero se refiere a garantizar una cultura de fácil acceso, que influye sobre la
manera de ser o de comportarse dentro de la sociedad; el segundo señala a las
expresiones de las artes como la forma acabada de la cultura popular, en el sentido
de materializar la manera en que la sociedad se expresa, y se accede a esta de
forma exclusiva para una pequeña parte de la población.
En este sentido, es necesario recordar los datos que nos proporciona la Encuesta
Nacional de Hábitos, Prácticas y Consumo Cultural 2015, sabemos que en México
las palabras con las que las personan relacionan a la cultura son: arte (8%),
educación (8%), tradiciones (7%), música (5%). Por lo que nos deja idea de la
necesidad de modificar la relevancia de que la sociedad reconozca y se apropie del
patrimonio de las manifestaciones culturales representan.
Sin embargo, se puede reconocer en el diseño de políticas públicas la misma
perspectiva clasista y segmentada, así como lo expresado en las leyes de
regulación cultural de las entidades y el Gobierno Federal, donde el concepto
Cultura se refiere principalmente al Arte, la Ciencia, el Lenguaje y la Educación.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
271
Es también significativo que existan más similitudes entre las acciones en las
entidades y la Declaración de la UNESCO, mientras a nivel Federal se encuentran
más deficiencias y ausencias. Por tanto, incluir todos los lineamientos de la
UNESCO en los Programas Nacionales de Cultura, es una tarea pendiente para
México.
Y es aquí donde identificamos la primera propuesta de políticas públicas, en
materia cultural:
Validar y establecer dentro del plan nacional de desarrollo el cumplimiento de
los acuerdos internacionales, de forma que se establezcan compromisos
presupuestales específicos en líneas de acción orientadas a las premisas
establecidas en los estándares internacionales que integra la UNESCO, y que
estas acciones sean valuadas en relación a dichos estándares.
En este sentido, vale la pena recordar lo mencionado por Alfonso Reyes en su
ensayo Cartilla Moral, donde explicaba que la moral idónea debe considerar el
respeto a sí mismo y a la dignidad humana, a la familia, la sociedad, las normas
jurídicas, la patria, y a la naturaleza. Precisa que “el amor a la morada humana [a la
naturaleza], es una prenda de que la persona ha alcanzado un apreciable nivel del
bien: aquel en que se funden el bien y la belleza. Este punto es el más alto que
puede alcanzar, en el mundo, el ser humano” (Alfonso Reyes, Cartilla Moral: 2005,
p. 60). En este sentido, entendemos la cultura como la expresión más amplia de las
creencias, convicciones y anhelos de las comunidades, de su expresión sea esta
espontánea y cotidiana, o de un alto grado de especialización; las expresiones
culturales nos definen de la manera más genuina.
Adicionalmente, en este sentido es importante establecer que la visión de la cultura
como un activo social, implica que las expresiones culturales pueden desempeñar
un motor económico para promover y sustentar el desarrollo regional; en este
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
272
sentido se encontró que en México cuando se planea el trabajo cultural, se
especifica que la cultura debe contribuir al desarrollo económico y al turismo sin
dañar el medio ambiente y, en la medida de lo posible, haciendo uso de él.
Ya que, a través del arte, los mitos, la historia, la ciencia y la religión, las personas
expresan su identidad, se vuelven únicos al apropiarse y expresar la cultura. Por
ello, proteger los símbolos de una comunidad, es garantizar los medios para que los
hombres manifiesten su singularidad.
De esta manera arribamos a la segunda estrategia específica en materia de
política específica:
Establecer una Comisión Nacional de Gestión del Patrimonio Cultural e
Inmaterial, la cual tendrá representaciones estatales, dicha comisión desde
una perspectiva de gestión integral proteja, promueva y ejecute acciones
legislativas y en materia de políticas públicas de carácter integral, en dicha
comisión participarán además de las autoridades de la cultura las diversas
agencias involucradas como son Economía, Turismo, SHCP, así como los
gobiernos estatales y municipales.
De esta manera, debemos concluir que la cultura se comparte desde lo particular,
es decir, no hay expresiones aisladas, cada una se realiza en reciprocidad con los
demás; es decir, en igualdad de interacción, creando consenso porque descansa
en un principio de equilibrio en las relaciones sociales. Donde hay cultura, hay
convivencia. Esta aseveración tiene profundas consecuencias en la materia sobre
la forma en que integran las opciones de intervención para el desarrollo de las
comunidades.
Cada sujeto es el eslabón en la representación de una cultura, por eso los une y los
identifica entre sí y ante los demás, son una comunidad. Esto significa que el
ciudadano no es ya solamente el individuo dotado de derechos personales, también
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
273
es definido por su relación con los otros; por eso se percibe como conciudadano,
los nuevos tiempos de intercomunicación persona- persona, exigen modelos de
fomento cultural acordes con las necesidades de comunicación y expresión
comunes e individuales.
Diversos autores coinciden que hoy en día es necesario garantizar que la
participación, la comprensión, y la circulación, sean comunes al total de la
comunidad, es decir, que se compartan. En este sentido, la cultura propicia
acontecimientos en coordinación con otros, y genera los símbolos y referentes
sociales que garantizan su compresión, así como implican que el espacio físico sea
intervenido por lo que lo vuelve, común a todos.
El uso de las Tecnologías de Información y la Comunicación, debe incorporarse
como un medio que aglutine propósitos y potencialice sus alcances, no sólo para el
desarrollo de la ciencia sino de los demás campos culturales, en una perspectiva de
cumplimiento pleno de derechos humanos, así como la necesidad de incluir a los
grupos vulnerables para arribar a una cultura digital.
La violencia es otro problema social donde la cultura puede intervenir. En 2015 The
Institute for Economics and Peace elaboró el Índice de Paz que es un análisis de la
dinámica de los niveles de paz tomando en cuenta siete variables: la tasa de
homicidios, delitos con violencia, delitos cometidos con armas de fuego,
encarcelamiento, tasa de financiamiento de las fuerzas policiales, incidencia de
delitos de delincuencia organizada y eficiencia del sistema judicial.
Destacan entre los resultados que se reportan el impacto económico que significa
la violencia, el cual en 2014 fue de casi tres billones de pesos, que equivalen a 17.3
por ciento del Producto Interno bruto (PIB). El monto equivale a que cada uno de
los mexicanos hubiera pagado cerca de 25 mil pesos el año pasado por este
concepto. Eso es, según los analistas, tres veces más que lo se invierte por persona
en salud. En este sentido, la gestión cultural, apoyado en una infraestructura
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
274
informática permitirá la promoción y difusión de mensajes favorables para el cambio
de actitudes en las comunidades y con ello impactar en la situación de violencia que
sufren las comunidades.
La urgencia de acciones alternas se adivina a partir de considerar que en los últimos
cuatros años el índice de paz ha mejorado, actualmente 23 estados son aún más
violentos que hace doce años. Además, las tasas de homicidios y delitos con
violencia son todavía muy elevadas de acuerdo con estándares globales (Índice de
Paz México 2017).
A escala mundial, México retrocedió seis lugares en el Índice Global de Paz 2015,
al colocarse en la posición 144 de un total de 162 países. De acuerdo con el Instituto
para la Economía y la Paz, y el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO),
en México se vive en “un contexto de brutal violencia, ya que durante el 2014 se
incrementó la tasa de homicidios, la presencia del crimen organizado, la percepción
de la delincuencia, el terrorismo de Estado, la violencia política y la descomposición
del tejido estatal”.
Esta situación donde confluye la pérdida del sentido, la desigualdad y la violencia
genera caos, desintegración social, desconfianza, egoísmos, mismos que pueden
ser atenuados a través de la cultura. Recordemos que es una red que envuelve y
da sentido a las acciones de los hombres. Explica Geertz que:
Si no estuviera dirigida por estructuras culturales, “...la conducta del hombre sería
virtualmente ingobernable, sería un puro caos de actos sin finalidad y de estallidos
de emociones, de suerte que su experiencia sería virtualmente amorfa. La cultura,
la totalidad acumulada de esos esquemas o estructuras, no es sólo un ornamento
de la existencia humana, sino que es una condición esencial de ella”.
Sin embargo, estas estructuras culturales que gobiernan la conducta son lo que
Gramsci llama los servicios públicos intelectuales, útiles para que el Estado
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
275
conserve su hegemonía:
La educación es el ámbito de mayor oportunidad para el desarrollo de cambios
culturales, pero no es la única, el teatro, las bibliotecas, los museos, las pinacotecas,
los zoológicos, los jardines botánicos, etcétera. Se debe entender que las
instituciones deben ser consideradas de utilidad para la instrucción y la cultura
pública y que como tales son consideradas en una serie de Estados, las cuales no
podrían ser accesibles al gran público y se considera, por las mismas razones
nacionales, garantizar a la población su acceso y su reproducción social, sin una
intervención estatal.
Esta situación descansa sin duda en la asignación de recursos financieros que
garanticen el acceso, sin embargo, la política en materia cultural en México, no ha
sido así. De acuerdo al sistema de Cuentas Nacionales en 2011 el PIB del sector
cultural era del 2.7% en donde la iniciativa privada aporta 2%, el sector de los
hogares el 0.6% y la participación del Gobierno en actividades culturales, como
gestión y difusión, representa únicamente 0.1%.
Es decir, el Estado mexicano se ha minimizado en su aportación en la cultura.
Situación que debe cambiar, la cultura es un servicio en el que debe
obligatoriamente intervenir el Estado para garantizar que los valores culturales sean
difundidos de acuerdo a los principios de la nación.
En este sentido, la cultura ofrece herramientas y caminos para vincularse con el
mundo, toda relación entre sujetos y realidad está mediada por la cultura, por ese
marco de pensamiento que se vuelve una margen de actuación.
En este sentido, las políticas públicas deberán profundizar en cada ámbito, lo que
implica es innovar en sus formas y ejes de trabajo. Por mencionar algunos ejemplos,
las siguientes son algunas tareas prioritarias por rubro:
Lenguaje: reiterar su compromiso con el idioma español y no limitarse a
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
276
proteger las lenguas indígenas.
Mitos: proteger el sentido y la cosmovisión que se esconde tras las
representaciones y los rituales de las comunidades y grupos sociales
emergentes.
Arte: Ampliar a las expresiones populares como hechos artísticos y no reducir
las expresiones por no pertenecer a un determinado tipo, es decir una
revaloración.
Ciencia: integrar a los niños y a los adultos mayores a los beneficios de las
nuevas tecnologías promoviendo la alfabetización digital, vincularse con las
demás áreas de la cultura, así como a la difusión.
Historia: fomentar el rescate de la herencia cultural de más de mil años de
cultura nacional, a partir de la investigación y la difusión de los valores
cívicos.
No se trata de que las entidades estén completamente de acuerdo sobre qué es o
no cultura, sino generar un consenso para precisar qué ámbitos la implican y hasta
dónde abarca.
En este sentido, se propone como tercera estrategia específica en materia de
política pública.
La emisión de una Ley General de Protección y Fomento de la Cultura
Nacional, de alcance nacional que establezca a partir de una definición
totalizadora e integral, el rescate, la promoción y la preservación de todas las
manifestaciones culturales de la nación, bajo un principio de aglutinar los
distintos esfuerzos de las dependencias y programas hacía para volver a la
cultura un activo de cohesión social y promotor del desarrollo social y
económico, es decir reconociendo la multifuncionalidad social que garantiza
la reproducción cultural de la nación.
Esto es relevante en tanto reconocemos, que en la actualidad el objetivo que se
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
277
persigue con la constitución de las políticas culturales es imprescindible para la
articulación de las concepciones y acciones aisladas que se habían generado en
los países, las políticas sectoriales en materia artística o cultural; las políticas
educativas y las denominadas de corte social o económico que planteaban bases y
objetivos parcializados; suponen hoy día un esfuerzo monumental para alcanzar la
articulación de todos aquellos agentes que intervienen en todas y cada una de las
mencionadas, abarcando desde el sector público, privado, civil; ahora bajo el
sustento de las innovaciones, creaciones científicas y tecnológicas, y abarcando la
promoción del desarrollo sustentable tanto de los grupos mayoritarios como de los
minoritarios, reduciendo la disparidad entre los llamados sectores marginados
contra los que gozan de mayores beneficios económicos y de oportunidades,
retomando el discurso de la diferencia y la equidad.
Todo ello es en raíz lo que engloba la política cultural para un Estado que se jacte
de llamarse “moderno”, o en este caso todo ello debería constituir lo indispensable
para la construcción de un Estado sano y con oportunidades dignas de desarrollo
para su población.
La estrategia que integra a la Cultura, como un espacio que fomenta y fortalece la
gobernabilidad, reconoce como un bien social el binomio cultura-desarrollo, por lo
que investigaciones posteriores será necesario abarcar el estudio de los procesos
productivos, la educación, el consumo, las condiciones materiales, simbólicas y
demográficas para la trasformación del entorno de cada comunidad y para la nación.
Convirtiéndose entonces como factor de transformación social, ya que dicho atributo
en su proyección la nutre continuamente.
Como lo mencionaba García Canclini, esta visión tan abarcadora que se concibe en
la cultura, sin lugar a dudas lleva a considerarla como algo más que la
administración burocrática de los aparatos culturales del patrimonio, el arte o la
educación.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
278
Como bien se extrae de su definición de la política cultural “… es el conjunto de
intervenciones realizadas por el Estado, las instituciones civiles y los grupos
comunitarios organizados a fin de orientar el desarrollo simbólico, satisfacer las
necesidades culturales y obtener consenso para un tipo de orden o transformación
social”.
De esta forma, entendemos que la política cultural no es únicamente
responsabilidad del gobierno en sí, denota la responsabilidad manifiesta para todos
los agentes que participan en la sociedad, sector público, sector privado,
organizaciones civiles, emprendedores, profesionistas, investigadores, etcétera. Así
como de nuevos actores que acuerden y se interesen por participar en esta cruzada
nacional que pretende potencializar las capacidades sociales.
Aunque es evidente que, es necesario que la política cultural se despliegue en el
ámbito administrativo, es indispensable implementar la misma más allá de los
programas de gobierno en curso o periodos sexenales, pues la relevancia de la
misma se demerita si su actuar se reduce a la dimensión administrativa periódica
que lleva el país, esto con una gestión tradicional del tema de la cultura.
Se debe notar que “… al dar a la política cultural un sentido de política pública se
pone de relieve que esta es resultado de un conjunto de acuerdos sociales y
políticos acerca de los objetivos y necesidades que debe atender… es resultado del
debate público sobre el sentido de la acción del Estado”.
La política cultural como política pública, requiere de objetivos definidos
explícitamente en un marco de eficacia y legitimidad, a través mecanismos de
planificación, desarrollo, implementación y evaluación. La misma debe establecer
plazos en las acciones e instrumentos y agentes legales que garanticen la
evaluación de la misma de forma periódica.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
279
Pero lo que sucedió fue que el Estado cambió su participación, ésta dejó de ser
directa, es decir los recursos ya no se destinan a la producción de muestras
artísticas, por el contrario, incentivan las coproducciones, estos recursos se
proporcionan como programas de estímulos. Las políticas implementadas en el
neoliberalismo generan situaciones que demuestran las consecuencias de malas
decisiones y la aplicación de principios maximizados de utilidad, por es el caso de
los artistas busquen por cuenta propia la manera de obtener recursos para producir
y auto emplearse y, como producir una obra resulta ser bastante costoso, los artistas
buscan producir sus obras a través de las becas y programas de estímulos que
ofrece el Conaculta, sin embargo como se demostró a lo largo del capítulo IV estos
programas son insuficientes para cubrir la demanda que tienen, dejando a los
artistas en manos de la iniciativa privada o en la producción independiente; sin
embargo las producciones que las empresas de entretenimiento realizan están en
función de la ganancia y esto implica dejar completa o prácticamente abandonada
la estética de las artes, para pasar a ser eventos de entretenimiento de las masas,
que además tienen un público reducido pues el precio de estos espectáculos es
muy alto y en México por lo menos una tercera parte de la población no puede
costearlos debido a los bajos niveles de ingreso del grueso de los mexicanos.
En este sentido, la cultura en el marco del neoliberalismo es sometida a la
liberalización del mercado. La figura del Estado aparece como un ente que se
encarga de organizar y promover eventos culturales. Las transformaciones que se
llevaron a cabo en México que afectaron a las artes fueron sugeridas por la
UNESCO en 1988, bajo el discurso de la modernización y democratización de las
artes, que en el fondo tenían como propósito la privatización y mercantilización de
la cultura. Además, estas políticas públicas provocaron que el presupuesto que se
destina al sector cultura disminuyera en términos reales, pues, aunque el
presupuesto, en algunos años haya sido mayor, como en el sexenio de Calderón,
gran parte de los recursos se quedan en la administración, es decir en las
dependencias que se crearon después del surgimiento de Conaculta, como lo son
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
280
el FONCA y el SNCA.
Es por tanto, fundamental recuperar el concepto original de cultura, pensarla en su
complejidad, con la responsabilidad que amerita el rescatar, proteger y difundir, la
producción de bienes culturales relativos a los cuerpos sociales.
Por lo tanto, cabe concluir que la difusión cultural es, aún hoy, una tarea clave en
función de la necesidad de democratizar el acceso a bienes y servicios culturales,
pero siempre bajo la consideración de que la labor de comunicar no es suficiente
para cubrir la necesidad de que exista democracia cultural, es decir, una
participación plena en la vida cultural. La persistencia de asimetrías económicas,
tecnológicas y de capital cultural entre las distintas capas de la población implica la
continuidad del problema central que ha caracterizado a la difusión cultural: la
necesidad de una permanente ampliación del acceso (un acceso a la diversidad de
las culturas y no sólo a la cultura nacional o a las bellas artes), que sólo puede
pensarse en relación con el acortamiento de dichas asimetrías, pero también en
relación con políticas que efectivamente conciban a la cultura en términos
participativos y de construcción de redes sociales que generen lazos de solidaridad,
más allá del intercambio virtual, fundado en la utilización de nuevas tecnologías, y
que bien organizados pueden resolver necesidades específicas y anhelos de las
propias comunidades.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
281
BIBLIOGRAFÍA.
ACOSTA ROMERO, Miguel. Teoría General del Derecho Administrativo.
Primer Curso. Editorial Porrúa, 16" edición, México, 2002, p. 263.
ADLER, Larissa; SALAZAR, Rodrigo; Adler, Ilya (2004). Simbolismo y ritual
en la política mexicana. México: UNAM-Siglo XXI.
AGENCIA, Afp. Industria cultural mueve más dinero que la automovilística y
el lujo en Francia. La Jornada.8 de noviembre 2013.
AGUILAR CAMÍN, Héctor (1988). Hacia una cultura del consenso. La
Jornada, 2 de febrero de 1988.
AGUILAR, YANET; Ventura, Abida (2017). Sindicatos de la Secretaría de
Cultura esperan diálogo con Cristina García Cepeda. El Universal. 4 de enero
de 2017.
AGUIRRE BELTRÁN, Gonzalo, 1992. El proceso de aculturación y el cambio
socio-cultural en México. Cd. de México. Fondo de Cultura Económica.
ALEJO SANTIAGO, Jesús (2013). Debe revisarse el sistema de becas:
creadores. Milenio, 19 de julio de 2013.
ALEMÁN, Ricardo (1988). Convoca Clouthier a un plan de 9 acciones de
desobediencia. La Jornada, 2 de febrero de 1988.
ALTHUSSER, Louis, Ideología y aparatos ideológicos del Estado en
“Escritos”, Barcelona, Lala, 1975.
ALVATER, Elmar. Estado y capitalismo. Notas sobre algunos problemas de
intervención estatal. Cuadernos políticos, número 9, México, Editorial Era,
1976. Consultado en internet el 30 de enero de 2014.
http://www.cuadernospoliticos.unam.mx/cuadernos/contenido/CP.9/CP.9.3.
ElmarAl tvater.pdf
AMADOR TELLO, Judith (2012). Secretaría de Cultura, no; fortalecer al
Conaculta, sí: Tovar y de Teresa. Proceso, 20 de diciembre de 2012.
APF (1991). Temor y angustia, desató la guerra en EU. La Jornada, 17 de
enero de 1991.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
282
ARELLANO GARCÍA, Carlos. Métodos y Técnicas dg la Investigación
Jurídica. Editorial Porrúa, México, 1999.
ARGÜELLO ALTUZÁR, Gilberto. Minas, Agricultura y política en la formación
del capitalismo mexicano (1770-1870). Traducción y coordinación editorial de
Patricia Cabrera López. México, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias
en Ciencias y Humanidades, UNAM, 2008. 450 págs.
ARIZPE, Lourdes. Mexicanos en la era global, Revista de la Universidad de
México. pp. 70-81. ______. Los retos culturales de México. México, Editorial
Porrúa, 2006. 627 págs.
ARVATOV, B. Arte y producción. El programa del productivismo. Trad. por
José Fernández Sánchez. España, Industrias FELMAR, 1973. 121 págs.
ARVIZU, Juan (2008). Teotihuacán: Piden retirar luz y sonido. El Universal,
23 de diciembre de 2008.
ÁVILA ORTIZ, Raúl (2000). El derecho cultural en México: una propuesta
académica para el proyecto político de la modernidad. México: Porrúa-
UNAM, Coordinación de Humanidades.
AVILÉS FABILA, René (1991). Canal destinado a la cultura, Excélsior, 2 de
febrero de 1991.
AZUELA DE LA CUEVA, Alicia (coord.) (2016). México: 200 años de
imágenes e imaginarios cívicos (dos tomos). México: IIE-UNAM.
BADILLO, Miguel (2001). Favoreció Salinas a Aguilar Camín. El Universal, 9
de febrero de 2001. Disponible en:
http://archivo.eluniversal.com.mx/nacion/47393.html, recuperado el 24 de
enero de 2016.
BAENA PAZ. Guillermina. Metodología de la Investigación. Publicaciones
Cultural, México, 2002.
BARBA SOLANO, Carlos (1991). Mercado y democracia en la nueva Europa
Central. Carlos Barba Solano; José Luis Barros Horcasitas; Javier Hurtado
(comps.). Transiciones a la democracia en Europa y América Latina. México:
FLACSOUdeG-Porrúa.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
283
BASSOLS BATALLA, Ángel (2012). La revolución educativa de Narciso
Bassols, segunda parte. Siempre, 27 de marzo de 2012. Disponible en
http://www.siempre.com.mx/2012/03/la-revolucion-educativa-de-narciso-
bassols/, recuperado el 11 de octubre de 2016.
BAUTISTA, Eduardo (2017). Por fin comienza la redacción de la ley de
cultura. El Financiero, 8 de enero de 2017.
BAUTISTA, Virginia (2016). Se erige una crisis laboral; Secretaría de Cultura.
Excélsior, 17 de diciembre de 2016.
BAYARDO, Rubens (2008). ¿Hacia dónde van las políticas culturales?
Ponencia presentada en el 1º Simposio Internacional de Políticas Públicas
Culturales en Iberoamérica. Córdoba, Arg.: Universidad Nacional de
Córdoba, Facultad de Ciencias Económicas.
BELL, Daniel, MacDonald, Dwight, et al. Industria cultural y sociedad de
masas, (3a. ed.) Caracas Venezuela, Monte Ávila Editores, 1992. 259 págs.
BENEDETTI, Mario. Algunas formas subsidiarias de la penetración cultural.
México, Ediciones Tierra Adentro. 1979. 79 págs.
BERMAN, Sabina (2015). La misteriosa Secretaría de Cultura. Proceso, 10
de diciembre de 2015.
BERNAL, Guadalupe (1991). Bitácora de Canal 22. Revista de la Universidad
de México, no. 484, mayo de 1991.
BLAUBERG, I. Diccionario de Filosofía. Ediciones Quinto Sol 2a edición,
México, 1995, p. 77 y 78.
BOBBIO, Norberto. Contribución a la teoría del derecho, México, Cajica ,1990
BOHNER, L. 1979. Indicadores de Desarrollo Cultural en el Contexto
Europeo. Número asignado de trabajos: ST-79/Cof. 602/12, UNESCO.
BONFIL, Guillermo. 1991. Lo propio y lo ajeno, una aproximación al problema
del control cultural. Alianza Editorial.
BORJA, Rodrigo. Derecho Político y Constitucional. Editorial Fondo de
Cultura Económica, 2* edición, México, 1992, p. 336.
BOUZADA FERNÁNDEZ, Xan (2007). El campo del arte en la génesis de las
políticas culturales. Poder y gobernanza en la gestión pública del arte.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
284
Política y sociedad, vol. 44, no. 3. Madrid: Universidad Complutense de
Madrid.
BREWSTER, Claire (2005). Responding to Crisis in Contemporary México.
The Political Writings of Paz, Fuentes, Monsiváis and Poniatowska. Arizona:
The University of Arizona Press.
BRICEÑO MOSQUERA, Andrea. La educación y su efecto en la formación
de capital humano y en el desarrollo económico de los países. Colombia,
Apuntes del CENES, No. 51, volumen 30. 2011. Consultado en internet el 25
de abril de 2014 http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3724527
Centro de estudios de las Finanza públicas. “El apoyo a la cultura en México”.
México, 2011. Consultado en internet el 15 de junio de 2014.
http://www.cefp.gob.mx/publicaciones/nota/2011/mayo/notacefp0162011.pd
f
BURGOA ORIHUELA, Ignacio Las Garantías Individuales. Editorial Porrúa
30" edición, México, 1998, p. 161.
CALVO PONTÓN, Beatriz (2002). Descentralización del sistema educativo
mexicano; autonomía y supervisión escolar. Luz Elena Galván Lafarga
(coord.). Diccionario de historia de la educación en México. UNAM-CIESAS.
CARPIZO, Jorge (2002). El presidencialismo mexicano. México: Siglo XXI.
CARRANZA PALACIOS, José Antonio (2004). 100 años de educación en
México, 19002000. México: Noriega.
CASTELLS, Manuel, La era de la información. Vol. II, México, Siglo XXI, 2004
Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM). Reporte de investigación No.
106, Pésimas las prestaciones sociales de los trabajadores en México, 2006-
2012. Febrero de 2013. Consultado en internet el 28 noviembre de 2013.
http://cam.economia.unam.mx/
Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (2006). Antecedentes.
Cultura. Disponible en: www.diputados.gob.mx/cesop, recuperado el 10 de
mayo de 2014.
Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (1998). Una
nueva gestión pública para América Latina. CLAD: Madrid.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
285
CERVANTES BARBA, Cecilia (2005). Política de comunicación y política
cultural en México (2001-2005), ponencia V Encuentro Latino de Economía
Política de la Información la Comunicación y la Cultura, Salvador da Bahía,
Brasil. 9-11 de noviembre de 2005. Disponible en:
http://www.andi.org.br/sites/default/files/legislacao/47 - Política de
comunicación y política cultural en México (2001-2005).pdf, recuperado el 30
de octubre de 2013.
CNDH (1991). Recomendación 4/91. Gaceta, número 91/7, 15 de febrero de
1991. Disponible en: www.cndh.org.mx/sites/all/doc/Gacetas/7.pdf,
recuperado el 6 de noviembre de 2015. *Colectivo de Sindicatos de
Educación y Cultura. “Boletín de prensa”, 9 de septiembre de 2015. Original.
Comisión de Educación y Cultura (2001). Legislación sobre cultura en
México. Enfoque panorámico de su estado actual. México: Senado de la
República.
Conaculta (1990). Programa Nacional de Cultura 1990-1994. México:
Conaculta.
Conaculta (1996). Programa Nacional de Cultura 1995-2000. México:
Conaculta.
Conaculta (2001). Programa Nacional de Cultura 2001-2006. México:
Conaculta.
Conaculta (2007). Programa Nacional de Cultura 2007-2012. México:
Conaculta.
Conaculta (2010). Encuesta nacional de hábitos, prácticas y consumo
culturales. México: Conaculta.
Conaculta (2012). Manual de Organización del Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes. México: Conaculta.
CONSTANT, Benjamín. La libertad de los antiguos comparada con la de los
modernos, en Estudios No. 36 México CELA, FCPS UNAM, 1978
CONTREIRAS BASPINEIRO, Adalid (2010). La palabra que camina.
Culturas e integración andina. Revista de la Integración. “Políticas culturales
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
286
en la región andina”. Número 5, enero de 2010. San Isidro, Perú: Secretaría
General de la Comunidad Andina.
CRUZ VÁZQUEZ, Eduardo (2011). Rescatar el poder perdido. El Heraldo de
Chiapas, 17 de noviembre de 2011.
CUEVAS VILLANUEVA, Jade Ramírez. Las políticas culturales
institucionales en México: El circulo vicioso aparentemente sin fin. Folios. Año
II, núm. 13, México, 2009, pp. 22-29. Consultado en internet el 10 de
noviembre de 2012 http://www.revistafolios.mx/node/170
CHARLOT, Jean (1985). El renacimiento del muralismo mexicano (1920-
1925). México: Dornés.
CHAVERO, Patricia. Memoria del foro de políticas públicas relativas al sector
teatro. México INBA, 2010. Consultado en internet el 13 de mayo de 2014.
http://www.citru.bellasartes.gob.mx
DE LA MADRID HURTADO, Miguel; Lajous, Alejandra (1988). Las razones y
las obras. Gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado. Sexto año. México: FCE.
DE LA PEÑA, Guillermo (2008). Sobre el concepto de cultura, los derechos
humanos y la antropología. Francisco Toledo, Enrique Florescano, José
Woldenberg (coords.) Cultura mexicana: revisión y prospectiva. México:
Taurus.
DE MORAGAS, Miguel (1996). Políticas culturales en Europa: entre las
políticas de comunicación y el desarrollo tecnológico. Néstor García Canclini
(coord.). Culturas en globalización. América Latina-Europa-Estados Unidos:
libre comercio e integración. Caracas: Nueva Sociedad-CLACSO-CNCA.
DEL CASTILLO DEL VALLE, Alberto. La Libertad de Expresar Ideas en
México. Editorial Duero, México, 1995, p. 17.
DUBOIS, Vincent (2008). Cultural policy in France- Genesis of a Public
Category. Working papers. Octubre de 2008. Strasbourg: Centre for the
European Political Sociology- University of Strasbourg. Disponible en:
http://prisme.ustrasbg.fr/workingpapers/WPDubois.pdf, recuperado el 6 de
octubre de 2014.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
287
DUGUIT, León. Traité de Droit Constitutionnel. Paris, Ancienne Librairie
Fontemoing, 1923. T. II. Versión abreviada al español del Dr. David Pantoja
DURÁN, José María. Sobre el modo de producción de las artes, Marx y el
trabajo productivo. Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y
Jurídicas. Núm. 17, 2008. Consultado en internet el 25 abril de 2014
http://pendientedemigracion.ucm.es/info/nomadas/17/josemariaduran.pdf
ECHEVERRÍA ANDRADE, Bolívar Vinicio, comp. Modernidad, mestizaje
cultural y ethos barroco. México, UNAM/El Equilibrista, 1994. 393 págs.
Editorial (1991). Canal 22, ¿para qué, para quiénes? Excélsior, suplemento
El Búho, 3 de febrero de 1991.
Editorial (1992). Nexos y el coloquio de invierno. Nexos, mayo de 1992.
Editorial (2005). Jaque Mate/Aguilar Zínser. El siglo de Torreón, 7 de junio de
2005.
EJEA MENDOZA, Tomás. La liberalización de la política cultural en México:
el caso del fomento a la creación artística. Sociológica, año 24, número 711,
septiembre-diciembre de 2009, pp. 17-46. Consultado en internet el 26 de
mayo de 2014. http://www.revistasociologica.com.mx/pdf/7103.pdf
EJEA, Tomás (2008). La política cultural de México en los últimos años. Casa
del Tiempo, volumen I, época IV, número 5-6, marzo-abril de 2008.
ELÍAS, Norbert, El proceso de la civilización, F.C.E., México, 1987, 532 pp.
ENDER-EGG Ezequiel, Como elaborar un proyecto, Buenos Aires,
Lumen/Humanitas, 1998
ESPINOSA CARBAJAL, Eugenia (2002). La escuela primaria en el siglo XX.
Consolidación de un invento. Luz Elena Galván Lafarga (coord.). Diccionario
de historia de la educación en México. UNAM-CIESAS. Disponible en:
http://biblioweb.tic.unam.mx/diccionario/, recuperado el 25 de octubre de
2014.
ETXEZARRETA, Miren. Economía Crítica. Editorial Taifa, Pamplona, 1999,
P 3.
FABRIZIO, Claude (1981). Cultural Development in Europe. UNESCO.
Cultural Development. Some Regional Experiences. UNESCO: París.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
288
FELL, Claude (1989). José Vasconcelos. Los años del águila. México: IIH-
UNAM.
FERNÁNDEZ RUÍZ, Jorge, Derecho administrativo y administración pública,
México, Porrúa, 2009.
FIORAVANTI, Mauricio. Constitución de la antigüedad a nuestros días,
Madrid, Trotta, 2001
FISCHER-LICHTE, Erika. El teatro y el proceso de civilización: Un
acercamiento a la historia de la actuación, en: La interpretación del pasado
teatral. Ensayos sobre historiografía de la escenificación. Trad. por Dolores
Ponce. México, Ed. por Thomas Postlewait y Bruce A. McConachie, 2010.
FITZPATRICK, Sheila (1977). Lunacharski y la organización soviética de la
educación y de las artes (1917-1921). Madrid: Siglo XXI.
FLORESCANO, Enrique (coord.) (2004). El patrimonio nacional de México,
Tomo I. México: Conaculta-FCE.
FOUCAULT, Michel. El orden del discurso, Buenos Aires, Tusquets, 1992
FRAGA, Gabino. Derecho Administrativo. Editorial Porrúa, 38° edición,
México, 1998.
FRAMPTON, Kenneth, Hacia un regionalismo crítico: seis puntos para una
arquitectura de resistencia, en Hal Foster, “La posmodernidad”, Kairós,
México, 1988
FRASER, Nancy. 1999. Iuistitia Interrupta, Siglo del Hombre Editores y
Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia.
FRIEDRICH, Ratzel. 2009. Desde México, Apuntes de viaje de los años 1874
– 1875. México, Herder.
FROMM, Erich. Marx y su concepto del hombre. Trad. Por Julieta Campos.
México, Fondo de Cultura Económica, 1962. 272 págs.
FUENTES, Carlos (1988). Myself with others. New York: Farrar, Straus &
Giroux.
GALINDO, Carmen. Apuntes sobre la Narcocultura en América Latina, en:
Nuestra América en Marcha, segunda época; número 12, octubre-diciembre
de 2009.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
289
GALINDO, Magdalena. Televisión. De la masificación de las cosas a la
cosificación de las masas. El Día. México 15 de febrero de 1972. En;
Testimonios y documentos. p. 12.
GALVÁN LAFARGA, Luz Elena (2002). Del arte de ser maestra y maestro a
su profesionalización. Luz Elena Galván Lafarga (coord.). Diccionario de
historia de la educación en México. UNAM-CIESAS. Disponible en:
http://biblioweb.tic.unam.mx/diccionario/, recuperado el 25 de octubre de
2014.
GALLEGOS, Elena; Garay, Enrique (1988). Tenemos derecho al mitin de
Cárdenas: Pérez Arreola. La Jornada, 18 de mayo de 1988.
GARAUDY, Roger. Materialismo filosófico y realismo artístico, en; Estética y
Marxismo. Ediciones Martínez Roca, 152 págs.
GARCÍA CANCLINI, Néstor (1987). Políticas culturales y crisis de desarrollo:
un balance latinoamericano. Néstor García Canclini (ed.). Políticas culturales
en América Latina. Grijalbo: México.
GARCÍA CANCLINI, Néstor. 2009. Culturas Hibridas. Estrategias para entrar
y salir de la Modernidad, primera edición, México. De bolsillo.
GARZA GARCÍA, César Carlos. Derecho Constitucional Mexicano. Editorial
McGrawHill, México, 1997.
GARZÓN VALDÉS, Ernesto. 2004. El problema ético de las minorías étnicas,
en Ética y diversidad cultural, México, FCE, 2004.
GEERTZ, Clifford, La interpretación de las culturas, Gedisa, Barcelona, 2006,
387 pp.
GIMÉNEZ, Gilberto (2009). Ficha teórica para estudiar la problemática
cultural en México. Cultura y representaciones sociales. Año 3, número 6, 1
de marzo de 2009, México: IIS-UNAM.
Gobierno de la República (1989). Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994.
México: Secretaría de Gobernación.
GÓMEZ LEYVA, Ciro (1991). El otoño de una primavera. Este País, abril de
1991. Disponible en:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
290
http://archivo.estepais.com/inicio/historicos/1/8_elfinylosmedios_primavera_l
eyva. pdf, recuperado el 14 de noviembre de 2015.
González Rosas, Blanca (2009). Los dispendios del Fonca. Proceso, no.
1710, 8 de agosto de 2009.
GONZÁLEZ SOLANO, Bernardo (1988). Salinas: la cultura no debe ser
monopolio de unos cuantos. Uno más Uno, 2 de febrero de 1988.
GRAMSCI, Antonio, Cuadernos de la cárcel, Tomo 3, Ediciones Era, México,
1984, 508 pp.
GRANADOS CHAPA, Miguel Ángel (1990). Plaza pública. La Jornada, 17 de
diciembre de 1990.
GUEDEA, Rogelio (2013). El Fonca y la industria de la beca en México. El
Financiero, 2 de agosto de 2013. Disponible en:
http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/blogs/rogelio-guedea/26228-el-
fonca-y-laindustria-de-la-beca-en-mexico.html, recuperado el 10 de octubre
de 2014.
GUILLÉN, Arturo (1996). Balance de la privatización en México. Iztapalapa.
Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, no. 38, 1996, Economía y
Desarrollo. México: UAM-I.
GUIRAUD, Pierre, La semiología, México, Siglo XXI, vigesimonovena edición
en español, 2006
GUTIÉRREZ MARTÍNEZ, Daniel. 2006. Multiculturalismo: Perspectivas y
Desafío. México, D.F. El Colegio de México y Siglo Veintiuno editores,
primera edición.
GUTIÉRREZ, Vicente (2015). Sindicatos detendrían una ‘secretaría hecha al
vapor. El Economista, 9 de septiembre de 2015. Disponible en:
http://eleconomista.com.mx/entretenimiento/2015/09/09/sindicatos-
detendriansecretaria-hecha-vapor, recuperado el 21 de octubre de 2015.
HABERMAS, Jürgen. Teoría de la acción comunicativa II, Madrid, Taurus,
2001
HARMONY, Olga (1988). Rechazo a una invitación. La Jornada, 17 de marzo
de 1988.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
291
HARVEY, Edwin R. (2008). Instrumentos normativos internacionales y
políticas culturales nacionales, ponencia presentada en la Cuadragésima
Sesión de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 8 de mayo de 2008.
Ginebra: Consejo Económico y Social-ONU. Disponible en:
http://www.ohchr.org/Documents/HRBodies/CESCR/Discussions/May2008/
Edwin RHarvey.pdf, recuperado el 25 de octubre de 2014.
HERNÁNDEZ CARBALLIDO, Flor Alejandrina. Los fines de la educación.
Educar para la sabiduría: propuesta de Alfred North Whitehead. Revista
digital universitaria, Vol. 5, núm. 1. enero de 2004. Consultado en internet el
28 de febrero de 2014.
http://www.revista.unam.mx/vol.5/num1/art5/ene_art5.pdf
HERNÁNDEZ SAMPIERI, Roberto, Metodología de la investigación; México,
McGraw-Hill, 1998
HERRERA, Felipe (1981). Cultural Policies in Latin America and the
Caribbean. UNESCO. Cultural Development. Some Regional Experiences.
UNESCO: París.
HIRIART, Pablo (1988). A pasar del derecho a la realidad en la igualdad de
la mujer: Salinas. La Jornada, 16 de marzo de 1988.
HOWKINS. 2007. Oxford Economics y Banco Mundial, cálculos tomados de
la publicación electrónica Economía Naranja. Buitrago Restrepo, Felipe;
Duque Márquez, Iván. 2013. Economía Naranja. Banco Iberoamericano de
Desarrollo.
IANNI, Octavio. Enigmas de la modernidad-mundo. México, Siglo XXI
Editores, 2000. 269 págs.
INEGI (2016). Estadísticas a propósito del Día Mundial de Internet, 13 de
mayo de 2016. Disponible en:
http://www.inegi.org.mx/saladeprensa/aproposito/2016/internet2016_0.pdf,
recuperado el 24 de agosto de 2016.
Internetlivestats (2015). Sito web Internetlivestats. Disponible en:
http://www.internetlivestats.com/, recuperado el 9 de noviembre de 2015.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
292
IRÍZAR, Guadalupe (1988). No me duelen prendas admitir que Salinas es un
hombre capaz: Fuentes. La Jornada, 24 de abril de 1988.
JIMÉNEZ, Lucina; Berman, Sabina (2006). Democracia Cultural. México:
FCE.
KIERKEGAARD, Sören, El concepto de la angustia, España, Alianza,
Tercera reimpresión, 2012
KRAUZE, Enrique (1988). Defensa contra la defensa cultural. La Jornada, 2
de febrero de 1988.
KROTZ, Esteban (2014). Indigenismo, multiculturalidad, interculturalidad:
enfoques analíticos y políticos acerca de los pueblos indígenas en México.
Seminario Permanente Nuevos conceptos de la vida democrática, PPCPyS,
conferencia dictada el 16 de octubre de 2014.
KRUPSKAYA, Nadeshda (1978). Sobre la autocapacitación. La educación
de la juventud. Madrid: Nuestra Cultura.
La Redacción (1988). Promover la creatividad cultural sin trabas ni
cortapisas, pide Salinas. El Nacional, 2 de febrero de 1988.
La Redacción (1988). Salinas se enteró de qué es La Laguna. Proceso, 13
de febrero de 1988.
LABASTIDA MARTÍN DEL CAMPO, Julio (2000). Perspectivas del cambio
democrático en México, Julio Labastida; Antonio Camou; Noemí Luján
(coords.). Transición democrática y gobernabilidad. México y América Latina.
FLACSO-IIS/UNAMPlaza y Valdés.
LARA GONZÁLEZ, Carlos A. (2012). La política cultural en México.
Oficialismo, alternancia y transición. Cultura y transición, 1988-2012. México:
UANL-Instituto de Cultura de Morelos.
LATAPÍ SARRÉ, Pablo (1998). Un siglo de educación nacional, una
sistematización, Pablo Latapí Sarré (coord.). Un siglo de educación en
México. Volumen I. México: Conaculta, FCE.
LEAL, Alejandra (1991). Canal 22 no se privatiza, decide CSG; será cultural.
Uno más Uno, 2 de febrero de 1991.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
293
LENIN, Mao Tse-Tung. Arte, literatura y prensa. México, Editorial Grijalbo,
1969. 153 págs.
LINDBLOM, CHARLES E. (1979) Politics and markets. The world´s Political-
Economic Systems. New York: Basic Books.
LINO, Manuel (2012). La cultura ya es tema de Estado. El Economista, 6 de
marzo de 2012.
LÓPEZ LEYVA, Miguel Armando (2007). La encrucijada: entre la protesta
social y la participación electoral (1988). México: FLACSO-UAEH-Plaza y
Valdés.
LOSADA, Teresa (1988). Desacartonada junta IEPES-Salinas-cultos. Uno
más Uno, 2 de febrero de 1988.
LUNACHARSKY, Anatoli (1967). Decreto sobre la educación popular. John
Reed, Diez días que conmovieron al mundo. La Habana: Instituto Cubano del
Libro. Texto del decreto disponible en:
https://www.marxists.org/espanol/lunacha/obras/1917-1111.htm, recuperado
el 12 de octubre de 2016.
LLOVERAS, Elisabet; Martínez, Rubén, et. al (2009). La política cultural y la
economía de la cultura. Clara Piazuelo, Jarón Rowan, et. al (coords.). Nuevas
economías de la cultura. Tensiones entre lo económico y lo cultural en las
industrias creativas. Madrid: Y Productions.
MAGAÑA, Juan Manuel (1988). Modernizar es desterrar tutelajes. El
Nacional, 2 de febrero de 1988.
MARCUSE, Herbert, Ensayos sobre política y cultura, Notas para una nueva
definición de la cultura, España, Planeta-Agostini, 1986
MARCUSE, Herbert. El hombre unidimensional. 7a. ed. México, Editorial
Joaquín Mortiz, 1973. 273 págs.
MARDONES, J. M. y N. Ursua, Filosofía de las ciencias humanas y sociales,
México, Coyoacán, Segunda reimpresión, 2003
MARINI, Ruy Mauro. Dialéctica de la dependencia. 2a. ed. México, Era, 1974.
101 págs. Colección serie popular.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
294
MARISCAL OROZCO, José Luis. 2007. Políticas Culturales. Una revisión
desde la gestión cultural. UEDGVIRTUAL, México. 157 pp.
MARTÍ CARVAJAL, Armando J. Contrapunteo Etnológico: El debate
aculturación o transculturación. Desde Fernando Ortiz hasta nuestros días.
Revista interdisciplinaria Metro- Inter. Kálathos. Consultado en internet el 30
de diciembre de 2013.
http://kalathos.metro.inter.edu/kalathos_mag/publications/archivo9_vol4_no
2.pdf
MARTÍNEZ GARCÍA, Carlos (1991). La UNAM y el Canal 22. Uno más Uno,
14 de febrero de 1991.
MARTÍNEZ GUZMÁN, Vicent, París Albert, Sonia. 2006. Amartya K. Sen y la
globalización. Universitat Jaume I, Servicio de Publicaciones.
MARTÍNEZ VERA, Rogelio. Fundamentos de Derecho Público. Editorial
McGraw Mili. 2a edición, México, 1996.
MARTÍNEZ, Alba (2007). Opacidad y corrupción en la asignación de becas.
Contra línea, 2nda quincena, septiembre de 2007, año 5 no 87. Disponible
en:
http://www.contralinea.com.mx/archivo/2007/septiembre2/htm/Corrupcion_B
ecas. htm, recuperado el 4 de febrero de 2015.
MARTÍNEZ, Susana. Opinan actores, directores y productores. Agrava al
teatro el 15% de impuesto. Tiempo Libre. Julio de 1986, en; sección teatro.
MARX, Carlos y Federico Engels, La ideología alemana, México, El Caballito,
2013
MASON HART, Jhon. El México Revolucionario. (3a. ed. 1992), reimp.
México Alianza editorial mexicana, 1997. 573 págs.
MATTELART, Armand. La cultura como empresa multinacional. Argentina,
Editorial Galerna. 1974. 101 págs.
MEJÍA ARANGO, Juan Luis (2009). Apuntes sobre las políticas culturales en
América Latina, 1987-2009.
MÉNDEZ, Enrique (2016). La Secretaría de Cultura opera sin reglamento,
advierte diputado. La Jornada, 5 de septiembre de 2016.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
295
MENDIZÁBAL, Antton, Autodeterminación y globalización. Ponencia para el
Foro Social Mundial sobre “Derecho de autodeterminación. Derecho humano
frene a la Globalización neoliberal. Organizado por Liga Internacional por los
derechos y la liberación de los pueblos, LIDLIP. Puerto Alegre, 2002.
México 2010. (2010). Alcanza la cifra récord de un millón de visitas la
exposición México 200 años. La patria en construcción. 4 de marzo de 2015.
MIDDLEBROOK, Kervin J. (1994). La liberalización política en un régimen
autoritario: el caso de México, Guillermo O´Donell; Philippe C. Schmitter;
Laurence Whitehead. Transiciones desde un gobierno autoritario, vol. 2.
Barcelona: Paidós.
MIGDAL, Joel S. (2001). State in Society. Studying How States and Societies
Transform and Constitute One Another. Cambridge: Cambridge University
Press.
MILLÁN, Jovita. Programa de teatro del seguro social, en; Cambios
paradigmáticos del teatro mexicano, S. XX y XXI. México, CITRU, 2013.
MONCADA, Luis Mario. El milagro teatral mexicano. En: Un siglo de teatro
en México. Coordinado por David Olguín. México, Fondo de cultura
económica, 2011.325 pp.
MONSIVÁIS, Carlos. Notas sobre la cultura mexicana en el siglo XX. Colegio
de México comp. Historia General de México. Tomo IV. 2ª edición corregida
1977. p. 462.
MONTESQUIEU, Charles-Louis de Secondant, Del espíritu de las leyes.
Tomo I, México, Gernika, 2005
MORALES, Andrés T. (2006). Regresan las protestas contra el festival
artístico Cumbre Tajín. La Jornada, 16 de marzo de 2006.
MOTO SALAZAR, Efraín. Elementos de Derecho. Editorial Porrúa, 40"
edición, México, 1994.
MOYADO Estrada, Francisco (2002). Gestión pública y calidad: hacia la
mejora continua y el rediseño de las instituciones del sector público. CLAD:
Lisboa.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
296
MUÑOZ, Alberto (2015). Décimo aniversario del primer video de Youtube, El
Mundo [España], 23 de abril de 2015. Disponible en:
http://www.elmundo.es/espana/2015/04/23/5537e4dc22601d97368b457a.ht
ml, recuperado el 9 de noviembre de 2015.
MUÑOZ-MUÑOZ, Ana María (2010). Nadezdha Konstantinovna Krupskaia
(1869-1939): Feminista y bibliotecaria, Ana María Muñoz-Muñoz; Pilar
Ballarín Domingo (eds.). Mujeres y libros. Homenaje a la profesora Dña.
Isabel de Torres Ramírez. Granada: Universidad de Granada.
NIVÓN BOLÁN, Eduardo. Desarrollo y cultura en la Ciudad de México.
México, PNUD, 2010. 56 págs.
NIVÓN, Eduardo (2004). Malestar en la cultura. Conflictos en la política
cultural mexicana reciente. Pensar Iberoamérica. Número 7 - septiembre -
diciembre 2004 OEI. Disponible en:
http://www.oei.es/pensariberoamerica/ric07a01.htm, recuperado el 17 de
diciembre de 2008.
NORA, Pierre (1996). The Era of Commemoration. Realms of Memory. New
York: Columbia University Press.
NORIEGA CANTÚ, Alfonso. La Naturaleza de las Garantías Individuales en
la Constitución de 1917. Editorial UNAM, México. 1967.
O´Donell, Guillermo (1994). Introducción a los casos latinoamericanos.
Guillermo O´Donell, Philipe C. Schmitter, Laurence Whitehead (comps.).
Transiciones desde un gobierno autoritario. Tomo 2. América Latina.
Barcelona: Paidós.
OCHOA SANDY, Gerardo (1991). El 22 a los intelectuales: una salida
honrosa tras el fracaso en la venta de canales estatales. Proceso, 11 de
febrero de 1991.
OCHOA VIDAL, Juan; Morales, Antonio Garza (1988). No es tarea estatal
crear cultura, pero sí darle un ámbito de libertad. Excélsior, 16 de marzo de
1988.
OEI (2002). Desarrollo de la política cultural en México. Sistemas Nacionales
de Cultura. Informe de México. México: OEI. Disponible en:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
297
http://www.oei.es/cultura2/mexico/indice.htm, recuperado el 3 de octubre de
2014.
ORDORICA ESPINOSA, Andrés (2012). Trazos: cuatro presidentes de la
república ante la cultura. Cultura y transición, 1988-2012. México: UANL-
Instituto de Cultura de Morelos.
ORTUÑO, Antonio (2013). FONCA: Mecenas rico de un pueblo pobre”.
Letras Libres, no. 173, mayo de 2013.
PAZOS, Luis. La Globalización. Riesgos y Ventajas. Editorial Diana S.A.
México, 1999.
PEÑA NIETO, Enrique (2014). Decreto por el que se aprueba el Programa
Especial de Cultura y Arte 2014-2018. Diario Oficial de la Federación, 28 de
abril de 2014. México: Gobierno Constitucional de los Estados Unidos
Mexicanos.
PERRIN, Thomas (2014). France. Historical Perspective: Cultural Policies
and Instruments. Compendium of Cultural Policies and Trends in Europe. 15°
ed. Council of Europe/ERI Carts. Disponible en:
http://www.culturalpolicies.net/web/france.php?aid=1, recuperado el 9 de
octubre de 2014.
PIEDRAS, Ernesto. ¿Cuánto vale la cultura? Contribución económica de las
industrias protegidas por derecho de autor en México. México, CONACULTA,
2004. Consultado en internet el 1 de enero de 2014.
http://sic.conaculta.gob.mx/centrodoc_documentos/70.pdf
PINA, Rafael de y Rafael de Pina Vara. Diccionario de Derecho. Editorial
Porrúa, 26a edición, México, 1997.
PINTADO CERVERA, Óscar (1988). Elecciones legislativas y credibilidad del
sistema. La Jornada, 18 de febrero de 1988.
PIÑÓN, Alida; Sierra, Sonia; Ventura, Abida, et al. (2015). Sí a secretaría de
Cultura, pero con reglamento. El Universal, 4 de noviembre de 2015.
Disponible en:
www.eluniversal.com.mx/articulo/cultura/patrimonio/2015/11/4/si-secretaria-
decultura-pero-con-regamento, recuperado el 4 de noviembre de 2015.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
298
Poder ejecutivo, Secretaría de Gobernación (1993). Decreto que declara
reformados los artículos 3o. y 31 fracción I de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. Diario Oficial de la Federación, 5 de marzo de
1993. México: Gobierno Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
Poder Ejecutivo, Secretaría de Gobernación (2009). Decreto por el que se
adiciona un párrafo noveno al artículo 4to. Diario oficial de la Federación, 30
de abril de 2009. México: Gobierno Constitucional de los Estados Unidos
Mexicanos.
POPO, José Luis (1988). Se rechaza el autoritarismo y se busca mayor
negociación: Salinas. El Universal, 2 de febrero de 1988.
POZAS HORCASITAS, Ricardo (1999). El proceso de apertura y la
observación electoral en México. Fractal. Disponible en:
http://www.mxfractal.org/BVpozas.html, recuperado el 4 de marzo de 2013.
(Primera publicación en la Revista Mexicana de Sociología 1/99, México,
Instituto de Investigaciones Sociales-UNAM).
Presidencia de la República (1973). Ley Federal de Educación, Diario Oficial
de la Federación, 29 de noviembre de 1973. México: Gobierno Constitucional
de los Estados Unidos Mexicanos.
PRIETO de Pedro, Jesús (2004). Derechos culturales y desarrollo humano.
Pensar Iberoamérica, número 7, septiembre-diciembre de 2004. Madrid: OEI.
RAVELO, Renato; Becerril, Andrea (1999). Se impulsa en el Senado un
proyecto de nueva ley de patrimonio cultural. La Jornada, 27 de abril de 1999.
READ, Christopher (2007). Krupskaya, Proletkul´t and the Origins of Soviet
Cultural Policy. Jeremy Ahearne; Oliver Bennett (eds.). Intellectuals and
Cultural Policy. New York: Routledge.
Redacción (2014). Cronología caso Sicilia, caso que sensibilizó al país. El
Universal, 15 de enero de 2014. Disponible en:
http://archivo.eluniversal.com.mx/estados/2014/cronologia-sicilia-
979830.html, recuperado el 22 de octubre de 2016.
Redacción (2015). Sería un honor encabezar la secretaría de Cultura: Tovar.
El Universal, 16 de diciembre de 2015.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
299
Redacción (2016). Nuevo sindicato divide a trabajadores de Cultura. El
Universal, 15 de marzo de 2016.
Redacción (2016). Sindicatos reinician diálogo con la Secretaría de Cultura.
El Universal 18 de octubre de 2016.
Redacción (2017). Sesiona el Consejo Redactor de la Ley de Cultura. El
universal, 10 de enero de 2017.
Redacción AN (2013). Salinistas dirigen la burocracia cultural en México.
Aristegui Noticias, 15 de enero de 2013. Disponible en:
http://aristeguinoticias.com/1501/kiosko/salinistas-dirigen-la-burocracia-
culturalen-mexico/, recuperado el 16 de enero de 2013.
REYES DE LA MAZA, Luis. Cien años de teatro en México [1810-1910].
México, Secretaria de Educación Pública. 1972. 135 págs.
REYES HEROLES, Federico (2003). Añoranza. El siglo de Durango, 25 de
noviembre de 2003.
REYES TÁPACH, M. en E. El presupuesto público Federal para la función
recreación, cultura y otras manifestaciones sociales, 2013-2014. Dirección
general de servicios de documentación, información y análisis. México, 2013.
37 págs.
RICCI BITTI, Pio E. y Bruna Zani, La comunicación como proceso social,
México, Grijalbo, 1990
RICOEUR, Paul, Teoría de la interpretación, México, Siglo XXI, Sexta
edición, 2006
RÍOS NAVARRETE, Humberto (1991). Absurdo, que un grupo de señores le
diga al gobierno qué hacer con el Canal 22. Uno más Uno, 31 de enero de
1991.
RIVERA, Miguel Ángel (1988). Salinas, contra autoritarismo y por nuevas
formas de organización. Libertad política y cultural. La Jornada, 2 de febrero
de 1988.
ROARO ZANETTI, Carlos. Historia de la Comunicación. Editorial Santa Fe,
Buenos Aires, 1992.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
300
ROCHA DÍAZ, Salvador (1986). Las reformas constitucionales iniciadas por
el licenciado Miguel de la Madrid Hurtado. Revista de la Facultad de Derecho
de México, Tomo XXXVI, enero-junio de 1986, números 145-146-147.
RODRÍGUEZ LASCANO, Sergio, et al. Crisis del capitalismo: resistencia y
alternativas desde la perspectiva de l@s trabajadores. México, Editorial
Cilas, 2010. 59 págs.
RODRÍGUEZ LEDESMA, Xavier (2012). Intelectuales y poder en México, la
moderna añeja relación. Cultura y transición, 1988-2012. México: UANL-
Instituto de Cultura de Morelos.
RODRÍGUEZ, Huemanzin (2013). Pérez Gay y una charla sobre cómo se
creó el Canal 22. Agencia N22, Información Cultural, 27 de mayo de 2013.
Disponible en: http://www.canal22.org.mx/p/search_doc.php?ndf=1637,
recuperado el 18 de noviembre de 2013.
RODRÍGUEZ, Víctor Manuel (2001). Políticas culturales y textualidad de la
cultura: Retos y límites de sus temas recurrentes OEI – Documentos.
Iberoamérica: Unidad cultural en la diversidad. Disponible en:
http://www.oei.es/cultura2/vmrodirguez.htm, recuperado el 10 de enero de
2015.
ROJAS RUIZ, Minerva (2012). El cambio en la difusión cultural del Estado
mexicano: El programa de Paseos Culturales del INAH (2000-2010). Tesis
de maestría en Estudios Políticos y Sociales. México: Universidad Nacional
Autónoma de México.
RORTY, Richard. Contingencia, ironía y solidaridad, España, Paidós, 1989.
ROSSET, Clément, El objeto singular, España, Sexto Piso, Primera Edición
en Español, 2007
S/a (1991). El Canal 22 no se desincorporará de Imevisión y será cultural.
Excélsior, 2 de febrero de 1991.
S/a (1991). Impostergable, adoptar nuevas tecnologías ante e incipiente
avance en radio y TV. Uno más Uno, 28 de enero de 1991.
S/a (1991). Pide la SNTE (sic) oportunidad de participar en el canal 22. Uno
más Uno, 5 de febrero de 1991.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
301
S/a (1991). Que no se venda Canal 22 al sector privado. La Jornada, 26 de
enero de 1991.
S/a (2015). ¿Cuántas páginas web hay en 25 años de la Internet? El
Comercio [Perú]. Disponible en:
http://elcomercio.pe/mundo/actualidad/cuantas-paginasweb-hay-25-anos-
internet-noticia-1757509, recuperado el 9 de noviembre de 2015.
S/a. (s/f). María Cristina Irina García Cepeda. Suplemento Red Política, El
Universal. Disponible en: http://www.redpolitica.mx/yopolitico/perfil/maria-
cristinairina/garcia-cepeda, recuperado el 8 de enero de 2017.
SALINAS CESÁREO, Javier (2011). Se oponen expertos a que instalen luz
y sonido en las pirámides de Teotihuacán. La Jornada, 27 de octubre de
2011.
SALINAS DE GORTARI, Carlos (1988). Discurso de toma de posesión. Diario
de los Debates de la Cámara de Diputados. LIV Legislatura, Año I- Período
Ordinario, 1ero de diciembre de 1988. Número de Diario: 30.
SALVAT, Ricard. El teatro como texto, como espectáculo. 2a. ed. España.
Editorial Montesinos, 1996. 152 págs.
SÁNCHEZ BRINGAS, Enrique. Derecho Constitucional. Editorial Porrúa, 3a
edición, México, 1998.
SÁNCHEZ VÁZQUEZ, Adolfo. Los problemas de la estética marxista, en
Estética y marxismo. Comp. por Adolfo Sánchez Vázquez. 2 vols. México,
Editorial Era, 1970. Vol. II. 252 págs.
SÁNCHEZ, Luis Carlos (2014). Celebra Conaculta 25 años con Plan Nacional
hasta 2018. Excélsior, 18 de enero de 2014.
SANDOVAL RAMÍREZ, Luis. Los ciclos económicos largos de Kondratiev.
México, Instituto de Investigaciones económicas, UNAM, 2004.
SCHARA, Julio César (2002). Educación y cultura, políticas educativas.
México: UDUAL, Plaza y Valdés.
SCHERER, Julio (2011). El valor del tiempo. Proceso, no. 1824, 16 de
octubre de 2011.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
302
Secretaría de Educación Pública (2013). Historia de la SEP. Creación de la
Secretaría de Educación Pública. Disponible en:
http://www.sep.gob.mx/wb/sep1/sep1_Historia_de_la_SEP/_rid/7720/_mto/
3/_wst/
maximized?url2print=%2Fwb%2Fsep1%2Fsep1_Historia_de_la_SEP&page
=0&i mp_act=imp_step3, recuperado el 8 de octubre de 2014.
Secretaría de Gobernación (1983). Decreto que reforma y adiciona los
artículos 16, 25, 26, 27, fracciones XIX y XX; 28, 73, fracciones XXIX-D;
XXIX-E; y XXIX-F de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos. Diario Oficial de la Federación, 3 de febrero de 1983.
Secretaría de Gobernación (2016). Reglamento Interior de la Secretaría de
Cultura. Diario Oficial de la Federación, 8 de noviembre de 2016.
http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5460041&fecha=08/11/201
6, recuperado el 10 de diciembre de 2016.
SIERRA, Sonia (2017). La nueva agenda de la ley de cultura. El universal, 3
de enero de 2017.
SOTELO VALENCIA, Adrián. Crisis capitalista y desmedida del valor. Un
enfoque desde los Grundrisse. México, Editorial Itaca, 2010. 143 págs.
STANISLAVSKI, Constantine. Trabajos teatrales. Correspondencia. Buenos
Aires, Ed. Quetzal, 1986. 348 págs.
Subcomandante Insurgente Marcos [seud.]. La cuarta guerra mundial.
Revista electrónica rebeldía. México, noviembre de 1999. Consultado en
internet el 30 de mayo de 2013. http://enlacezapatista.ezln.org.mx
SUBIRATS, Eduardo. La cultura como espectáculo. México, Fondo de
Cultura Económica, 1988. 228 págs.
TALAVERA, Juan Carlos; Bautista, Virginia (2015). Peña Nieto propone
creación de Secretaría de Cultura. Excélsior, 3 de septiembre de 2015.
Disponible en: www.excelsior.com.mx/expresiones/2015/09/03/1043704,
recuperado el 3 de septiembre de 2015.
TAYA DE ARAUJO, Luiz Claudio. Cultura contemporánea: Arte e
Mercantilização. Brasil.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
303
TAYLOR, Charles. 1993. El Multiculturalismo y La Política del
Reconocimiento, México, FCE, primera edición.
TÉLLEZ TEJEDA, Luis (2011). Vida y obra de Jaime Torres Bodet. Sitio web
Descarga cultura UNAM. Disponible en:
http://descargacultura.unam.mx/app1?sharedItem=26382#, recuperado el
12 de octubre de 2016.
THROSBY, David. Economía y cultura. Trad. Por cristina Piña y María
Condor. México, Gestión cultural/ CONACULTA, 2008. Consultado en
internet el 15 de enero de 2014. http://www.cartamaior.com.br
TIBOL, Raquel (2006). Tres décadas sin legislar sobre cultura. Proceso, no
1552, 30 de julio de 2006.
Tomlinson, John. 2001. La Globalización y la Cultura. México. Oxford,
primera edición.
TOVAR Y DE TERESA, Rafael (1994). Modernización y Política Cultural. Una
visión de la modernización de México. México: FCE.
TREJO DELARBRE, Raúl (1988). Campañas y reiteraciones: de la plaza a la
televisión, La Jornada. Suplemento La Jornada Semanal, 24 de abril de 1988.
UNESCO (2016). Jaime Torres Bodet (1902-1974). Disponible en:
http://www.unesco.org/new/es/unesco/about-us/who-we-
are/history/directorsgeneral /jaime-torres-bodet/, recuperado el 12 de octubre
de 2016.
UNESCO, Nuestra diversidad creativa. Informe de la Comisión Mundial de
Cultura y Desarrollo. París, septiembre de 1996. Consultado en internet el 25
de enero de 2014.
http://unesdoc.unesco.org/images/0010/001055/105586sb.pdf
United Nations, Department of Economic and Social Affairs. Population
Division (2016). World Population Prospect: The 2015 Revision, World
Population 2015 Wallchart. ST/ESA/SER.A/378. Disponible en:
https://esa.un.org/unpd/wpp/Publications/Files/World_Population_2015_Wal
lchart. pdf, recuperado el 24 de agosto de 2016.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
304
USIGLI, Rodolfo. Caminos del teatro en México. México, Imprenta de la
secretaria de relaciones exteriores, 1933. 80 págs.
VALDERRÁBANO, Azucena (1988). Iré a la UNAM cuando recobre su cauce
la realización del congreso. La Jornada, 25 de febrero de 1988.
VALENZUELA ARCE, José Manuel. 2003. Los Estudios Culturales en
México. México Biblioteca Mexicana, FCE, 1a Edición.
VAN DIJK, Teun A., Estructuras y funciones del discurso, México, Siglo XXI,
Decimoquinta edición en español, 2007
VARGAS LOZANO, Gabriel. La cultura y las humanidades en el México del
futuro. Revista electrónica siempre. 30 de junio de 2012, Cultura hoy mañana
y siempre. Consultado en internet el 18 septiembre de 2013.
http://www.siempre.com.mx/2012/06/la-cultura-y-las-humanidades-en-el-
mexicodel-futuro/
VARGAS, Ángel (2003). Consolidado, canal 22 cumple 10 años. La Jornada,
23 de junio de 2003.
VARGAS, Eduardo. La Historia de la Nación Mexicana. Editorial Labor,
México, 1987.
VARGAS, Martín (1991). Habrá trato especial al Canal 22 en la venta de la
TV estatal: SCT. Uno más Uno, 29 de enero de 1991.
VASCONCELOS, José (1998). El desastre. Guadalupe Lozada (comp.). José
Vasconcelos. Hombre, educador y candidato. México: UNAM.
VATTIMO, Gianni. 1986. El fin de la modernidad. Nihilismo y hermenéutica
en la cultura posmoderna. Barcelona. Gedisa.
VICTORIA, Eulalio (2009). Exigen diputados detener proyecto de luz y sonido
en Teotihuacán. Milenio, 13 de enero de 2009.
VIZCAÍNO, Fernando (2002). Los cambios recientes del nacionalismo
mexicano. Raúl Béjar Navarro, Silvano Héctor Rosales (coords.). La
identidad nacional mexicana como problema político y cultural: los desafíos
de la diversidad. México: CRIMUNAM.
WAGENER, Franz. Historia de la Educación. Editorial Fénix, Buenos Aires,
1989.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
305
WALLERSTEIN, Immanuel. Historia y dilemas de los movimientos
antisistémicos. Trad. por Carlos Antonio Aguirre Rojas. México, Editorial Los
libros de contrahistorias. 2008. 306
WEINBERG, Liliana. Ensayo y transculturación. En; Cuadernos Americanos,
nueva época, UNAM. núm. 96, vol. 6, 2002, pp. 31-47.
WEINSTEIN, José. Compilación. 2005. Industrias Culturales: Un aporte al
desarrollo, Santiago de Chile, Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
Primera Edición.
YÚDICE, George (1996). El impacto cultural del tratado de libre comercio
norteamericano. Néstor García Canclini (coord.). Culturas en globalización.
América Latina-Europa-Estados Unidos. México: CNCA-CLACSO.
ZAÏTZEFF, Serge I. (2009). Cartas de José Vaconcelos a Gabriela Mistral y
Carlos Pellicer”. Casa del tiempo, volumen III, época IV, número 25. México:
UAM.
LEGISLACIÓN.
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, promulgada el 5 de
febrero de 1917.
Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural, 2 de
noviembre del 2001.
Ley de Cultura del Estado de Aguascalientes, promulgada el 23 de
septiembre del 2010.
Ley de Cultura del Estado de Puebla, promulgada el 12 de enero del 2009.
Ley de Cultura del Estado de Sinaloa, promulgada el 13 de agosto del 2008.
Ley de Cultura para el Estado de Durango, promulgada el 7 de junio del 2009.
Ley de Cultura para el Estado y Municipios de San Luis Potosí, promulgada
el 17 de abril del 2008.
Ley de Cultura y las Artes del Estado de Quintana Roo, promulgada el 17 de
diciembre del 2007.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
306
Ley de Desarrollo Cultural del Estado de Campeche, promulgada el 13 de
septiembre del 2013.
Ley de Desarrollo Cultural para el Estado de Coahuila de Zaragoza,
promulgada el 29 de abril del 2005.
Ley de Desarrollo Cultural para el Estado de Michoacán de Ocampo,
promulgada el 26 de septiembre del 2007.
Ley de Desarrollo Cultural para el Estado de Nayarit, promulgada el 27 de
julio del 2011.
Ley de Desarrollo Cultural para el Estado de Oaxaca, promulgada el 12 de
agosto del 2010.
Ley de Desarrollo Cultural para el Estado y Municipios de Zacatecas,
promulgada el 16 de agosto del 2003.
Ley de Fomento a la Cultura del Estado de Jalisco, promulgada el 16 de
diciembre del 2000.
Ley de Fomento a la Cultura para el Estado de Guanajuato, promulgada el 8
de diciembre de 1992.
Ley de Fomento Cultural del DF, promulgada el 14 de octubre del 2003.
Ley de Fomento de la Cultura y Protección del Patrimonio Cultural del Estado
de Sonora, promulgada el 1 de diciembre del 2011.
Ley de Imprenta. Editorial SISTA S.A. México, 2004.
Ley de las Culturas y las Artes del Estado de Chiapas, promulgada el 2 de
mayo del 2006.
Ley de Preservación y Promoción de la Cultura de Yucatán, promulgada el 8
de agosto del 2005.
Ley Federal de las Entidades Paraestatales, promulgada el 14 de mayo de
1986.
Ley Federal de Radio y Televisión. Editorial SISTA S.A. México, 2004.
Ley General de Educación. Editorial SISTA S.A. México, 2004.
Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, promulgada el 29 de
diciembre 1976.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
307
Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. Editorial SISTA S.A.
México, 2004.
Ley para el Desarrollo Cultural del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave,
promulgada el 11 de marzo del 2010.
Ley para el Fomento y Desarrollo de la Cultura y las Artes del Estado de
Guerrero, promulgada el 5 de noviembre de 2013.
Ley para la Cultura y las Artes del estado de Querétaro, promulgada el 29 de
diciembre del 2005.
Programa Especial de Cultura y Arte 2014-2018 del Gobierno Federal.
Reglamento de la Ley de Imprenta Sobre Revistas Ilustradas. Editorial SISTA
S.A. México, 2002.
Reglamento Interior de la Secretaría de Educación Pública.
Páginas electrónicas consultadas:
Animal Político, La paz no llega al país de Arturo Ángel, 19 de marzo de 2015
[En Línea], Dirección URL: http://www.animalpolitico.com/2015/03/la-paz-
nollega-a-mexico-y-la-violencia-le-cuesta-a-cada-mexicano-unos-24-mil-
pesos/ [Consultado el 03 de noviembre de 2015]
Cartelera de teatro de la ciudad de México.
http://carteleradeteatro.mx/2012/reestrenara-lopez-tarso-la-tempestad/
Centro de Análisis Multidisciplinario, CAM. http://cam.economia.unam.mx/
Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral,
Rodolfo Usigli, CITRU. http://www.citru.bellasartes.gob.mx/
CNN México, Afromexicanos, un rostro olvidado de México que pide ser
reconocido por José Roberto Cisneros [En Línea], Dirección URL:
http://mexico.cnn.com/nacional/2014/07/25/afromexicanos-un-rostro-
olvidadoque-quiere-ser-reconocido [Consultada el 10 de octubre de 2015]
Colegio Nacional [En Línea], Dirección URL:
http://www.colegionacional.org.mx/ [Consultado el 03 de noviembre de 2015]
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
308
Colombia Turismo [En Línea], Dirección URL:
http://www.colombia.com/turismo/sitios-turisticos/eje-
cafetero/atractivosturisticos/sdi464/76856/parque-nacional-de-la-cultura-
agropecuaria-panaca [Consultado el 03 de noviembre de 2015]
Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas [En Línea,]
Dirección URL:
http://www.cdi.gob.mx/index.php?option=com_content&id=758&Itemid=68
[Consultado el 20 de agosto de 2015]
CONABIO, La diversidad biológica en México, [En Línea], Dirección URL:
http://www.conabio.gob.mx/institucion/cooperacion_internacional/doctos/db
_m exico.html [Consultado el 12 de diciembre de 2015]
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, CONACULTA.
http://www.conaculta.gob.mx http://sic.conaculta.gob.mx/
http://www.conaculta.gob.mx/turismocultural/cuadernos/pdf19/articulo3.pdf
Enlace zapatista. http://enlacezapatista.ezln.org.mx
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Encuesta Nacional de hábitos,
prácticas y consumo cultural 2010 [En Línea] Dirección URL:
http://www.cultura.gob.mx/encuesta_nacional/ [Consultado el 15 de enero de
2015]
Enciclopedia Filosófica [En Línea], Dirección URL:
http://www.philosophica.info/voces/cassirer/Cassirer.html [Consultado el 28
de abril de 2015]
Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías, FONART.
http://www.fonart.gob.mx/web/index.php?option=com_content&view=article
&id=46 &Itemid=69 Lista de museos de la ciudad de México, servicios y
ubicación. http://www.museosdemexico.org/museos/todoslosmuseos.php
Foro Consultivo, Científico y Tecnológico, Ranking de Producción Científica
Mexicana 2011 [En Línea], Dirección URL:
http://www.foroconsultivo.org.mx/libros_editados/ranking_por_institucion_20
11 .pdf [Consultado el 17 de noviembre 2015]
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
309
Índice de Paz México 2015 [En Línea], Dirección URL:
http://economicsandpeace.org/wp-content/uploads/2015/06/Mexico-
PeaceIndex-2015-Spanish-Report.pdf [Consultado el 03 de noviembre de
2015]
Instituto Nacional de Estadística y Geografía [En Línea], Dirección URL:
http://www.inegi.org.mx/sistemas/bie/cuadrosestadisticos/GeneraCuadro.as
px ?s=est&nc=785&c=24393 [Consultado el 1 de octubre de 2015]
Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Estadísticas sobre
disponibilidad y uso de tecnología de tecnología de información y
comunicación en los hogares 2011 [En Línea], Dirección URL:
http://www.inegi.org.mx/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/en
cu estas/especiales/endutih/ENDUTIH2011.pdf [Consultado el 15 de enero
de 2015]
Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI. http://www.inegi.org.mx/
Instituto Nacional de Estadística y Geografía, La diversidad religiosa en
México 2000 [En Línea], Dirección URL:
http://www.inegi.org.mx/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/int
egracion/sociodemografico/religion/div_rel.pdf [Consultado el 20 de mayo de
2015]
Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Panorama Agropecuario en
México 2007 [En Línea], Dirección URL:
http://www.inegi.org.mx/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/ce
ns os/agropecuario/2007/panora_agrop/mex/PanagroMex1.pdf [Consultado
el 23 de julio de 2015]
La Jornada, El INEGI cuenta por primera vez a los afromexicanos; hay1.4
millones, revela por Blanca Juárez [En Línea], Dirección URL:
http://www.jornada.unam.mx/2015/12/10/sociedad/046n1soc [Consultado el
11 de diciembre de 2015]
México, el país de las maravillas, [En Línea], Dirección URL:
http://www.biodiversidad.gob.mx/ninos/mexico.html [Consultado el 12 de
diciembre de 2015]
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
310
Organización de las Naciones Unidas [En línea], Dirección URL:
http://www.un.org/es/members/index.shtml [Consulta el 10 enero de 2014]
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura [En línea], Dirección URL:
http://www.unesco.org/new/es/unesco/about-us/who-we-
are/introducingunesco/ [Consultado el10 enero de 2014]
Parque Nacional de la Cultura Agropecuaria [En Línea], Dirección URL:
http://www.panaca.com.co/ [Consultado el 03 de noviembre de 2015]
Portal de Estadística Universitaria de la UNAM.
http://www.estadistica.unam.mx/ Secretaría de Cultura. Ciudad de México
http://www.cultura.df.gob.mx/ Secretaría de Turismo, SECTUR.
Revista Este País, ¿Es México un país multilingüe? de Yásnaya Aguilar, junio
2015 [En Línea], Dirección URL:
http://www.estepais.com/articulo.php?id=144&t=es-mexico-un-pais-
multilinge [Consultado el 03 de noviembre de 2015]
Revista Este País, Confianza y democracia de Alejandro Moreno, septiembre
2015 [En Línea], Dirección URL:
http://www.estepais.com/articulo.php?id=193&t=confianza-y-democracia
[Consultado el 03 de noviembre de 2015]
Revista Este País, Data, abril 2014 [En Línea], Dirección URL:
http://archivo.estepais.com/site/2014/data/ [Consultado el 06 de noviembre
de 2015]
Secretaría de Turismo [En Línea], Dirección URL:
http://atlasturistico.sectur.gob.mx/ [Consultado el 27 de septiembre de 2015]
Serra, Rojas Andrés, Las formas de organización administrativa [En Línea],
Dirección URL:
http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/rap/cont/111/pr/pr35.pdf
[Consultado el 01 de mayo de 2015]
MESOGRAFÍA
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
311
Aguilar, Salvador. 2011. Las sociedades anómicas. Estructura y Cambio
Social. Universidad de Barcelona.
URL:http://conceptosdeccss.blogspot.mx/2011/09/concepto-de-anomia-las
sociedades.html
Alonso, José Antonio. 2006. Cambios en la doctrina del desarrollo: el legado
de Sen En: Amartya K. Sen y la globalización, V. Martínez Guzmán y S. París
Albert (eds), Universidad Jaime I. Disponible en versión electrónica. URL:
http://www.cce.co.cu/pdf/10-INDUSTRIAS_CULTURALES.pdf
Bermejo Mora, Edgardo. 2012. La Diáspora Cultural. Consejo Nacional para
la Cultura y las Artes, Dirección General de Asuntos Internacionales, México,
Distrito Federal. México. Disponible en versión electrónica en formato PDF.
URL:http://biblat.unam.mx/es/revista/revista-mexicana-de-
politicaexterior/articulo/la-diaspora-cultural-mexicana-y-la-proyeccion-de-
imaginarios-en-el-exterior,
URL:http://www.academia.edu/8186499/La_di%C3%A1spora_cultural_mexi
cana_y_la_proyecci%C3%B3 n_de_imaginarios_en_el_exterior
Bonilla Arjona, J., R. Maroto Illera. 2012. Las industrias culturales y creativas:
un sector clave de la nueva economía. Madrid, Fundación Ideas.
URL:https://universoabierto.com/2016/01/04/las-industriasculturales-y-
creativas-un-sector-clave-de-la-nueva-economia/
Buitrago Restrepo, Felipe y Duque Márquez, Iván. 2013. Economía naranja.
Aguilar. Banco Iberoamericano de Desarrollo (BID). Disponible en versión
electrónica.
URL:http://publications.iadb.org/bitstream/handle/11319/3659/La%20econo
mia%20naranja%3a%20Una% 20oportunidad%20infinita.pdf?sequence=4
Calduch Cervera, Rafael. 2003. Cultura y civilización en la sociedad
internacional. Universidad Complutense de Madrid. Disponible en versión
electrónica en formato PDF.
URL:http://eprints.ucm.es/6499/1/Homenaje_Carvajal.pdf
Campaña Nacional por la Diversidad Nacional en México. La Diversidad
Cultural (marco conceptual). CIESAS, CONAPRED, CGEIB-SEP,
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
312
DGPLADES-SS, DGCP-CONACULTA, DGEI-SEP, INALI, PGJ-DF,
CONAPO, UPN, DELEGACIÓN TLALPAN (GDF), UNESCO. Disponible en
formato pdf. URL:
http://www.inali.gob.mx/pdf/Marco_conceptual_CNDCM.pdf
Carrasco Arroyo, Salvador. 1999. Indicadores Culturales. Econcult.
Disponible en versión electrónica. URL:
http://www.uv.es/~carrascs/PDF/indicadoresCult.pdf
Coll-Serrano, Vicente; Carrasco-Arroyo, Salvador; Blasco-Blasco, Olga y
Vila-Lladosa, Luis. 2011. Sistema de Indicadores Culturales Local (SICLO).
Departamento de Economía Aplicada, Valencia.
URL:http://www.elprofesionaldelainformacion.com/contenidos/2012/enero/1
5.pdf
Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo
(UNCTAD). 2010. Economía Creativa: una opción factible de desarrollo.
Naciones Unidas PDF. Disponible en versión electrónica.
URL:http://unctad.org/es/Docs/ditctab20103_sp.pdf
Cooley, Charles H. El Yo espejo. 2005. Disponible en versión PDF.
https://revistas.ucm.es/index.php/CIYC/article/viewFile/CIYC0505110013A/7
290
Declaración de México sobre las políticas culturales. Conferencia Mundial
sobre las Políticas Culturales. México D.F, 26 de julio al 06 de agosto de
1982. UNESCO. Disponible en versión electrónica en formato PDF.
URL:http://portal.unesco.org/culture/es/files/35197/11919413801mexico_sp.
pdf/mexico_sp.pdf
Definición de Método tomada Diccionario de la Legua Española.
URL:http://dle.rae.es/?id=P7dyaFK
URL:http://www.alcoberro.info/pdf/Descartes2013Metodo.pdf
Díaz, Espinoza Raúl. 2015. El Proyecto filosófico de la modernidad y su
crítica desde el exterior constitutivo. URL:
www.revistascientificas.udg.mx/index.php/CL/article/download/2787/2529
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
313
Diccionario de la Lengua Española. URL:
http://lema.rae.es/drae/?val=identidad
Diccionario de la Real Academia disponible en: http://dle.rae.es/?id=ZVAt4Ig
Discurso Ministro de la Cultura de Chile Simposio Internacional sobre
Industrias Culturales 10-11 de noviembre de 2004. URL:
http://www.buenosaires.gob.ar/areas/produccion/industrias/observatorio/doc
umentos/simposio_industrias _culturales_chile_nov_2004.doc
Documento preparado para la Cumbre Mundial Sobre Desarrollo Sostenible,
Johannesburgo. 26 de agosto-4 de septiembre 2002. Declaración Universal
sobre Diversidad Cultural: Una visión, una plataforma conceptual. UNESCO,
Disponible en: http://unesdoc.unesco.org/images/0012/001271/127162s.pdf
Escobar, Arturo. 2002. Globalización Desarrollo y Modernidad. Organización
de Estados Americanos. Corporación Región, ed. Planeación, Participación
y Desarrollo. Medellín: Corporación Región, pp. 9-32. URL:
http://www.oei.es/salactsi/escobar.htm
ETHNIKA. Diseño y fabricación de sandalias y accesorios ecoamigables.
URL: https://www.facebook.com/ethnika.mx
Fondo Nacional para la Ciencia, la Tecnología y las Artes (NESTA, en inglés)
URL: http://www.nesta.org.uk/about-us
Fonseca Reis, Ana Carla. 2008. Economía creativa: como estrategia de
desarrollo: una visión de los países en desarrollo / organización. São Paulo:
Itaú Cultural. 277 pp. URL:
http://sic.conaculta.gob.mx/centrodoc_documentos/555.pdf
García Canclini, Néstor. 2005. La antropología Urbana en México. Políticas
Culturales y consumo cultural urbano. FCE-UAM, 26 pp. Disponible en
versión electrónica en formato PDF. URL:
https://ceas.files.wordpress.com/2007/03/cons-cult-arm-ngc1.pdf
García Cancliní, Néstor. 2012. Geopolítica de la Industria Cultural y Políticas
emergentes. III Congreso Internacional de la Asociación Argentina de
Estudios de Cine y Audiovisual, ASAECA. Disponible en versión electrónica
en formato PDF en:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
314
URL:http://www.asaeca.org/aactas/garc_a_canclini__n_stor__geopol_tica_
de_la_industria_cultural_e_ini ciativas_emergentes.pdf
Giménez Romero, Carlos. 2003. Pluralismo, Multiculturalismo e
Interculturalidad. Propuesta de Clarificación y apuntes educativos.
URL:http://red.pucp.edu.pe/ridei/wpcontent/uploads/biblioteca/100416.pdf
Ianni, Octavio. Las ciencias sociales en la época de la globalización. Estudios
Latinoamericanos UNAM. URL:http://josemramon.com.ar/wp-
content/uploads/Ianni-Octavio-Las-ciencias-sociales-en-la%C3%A9poca-
de-la-globalizaci%C3%B3n.pdf
Informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (UNESCO). Invertir en la Diversidad cultural y en el
diálogo intercultural. París, Francia. 2010 disponible en versión electrónica.
URL: http://unesdoc.unesco.org/images/0018/001878/187828s.pdf
Informe sobre la Economía Creativa 2013. Edición Especial Ampliar los
cauces del desarrollo local. UNESCO. Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD). Disponible en versión electrónica.
URL:http://www.unesco.org/culture/pdf/creative-economy-report-2013-
es.pdf
Instituto Nacional de Estadística y Geografía. 2013. Perfil Sociodemográfico.
Estados Unidos Mexicanos. Censo de Población y Vivienda México 2010.
INEGI.
URL:http://www.inegi.org.mx/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/product
os/censos/poblacion/2010/perf il_socio/uem/702825047610_1.pdf
Instituto Nacional de Estadística y Geografía. 2014. Sistema de Cuentas
Nacionales de México. Cuenta Satélite de la cultura de México 2008 – 2011.
URL: http://www.cultura.gob.mx/PDF/inegi/CSCMMONOGRA.pdf
José Luis, Mariscal Orozco. Compilador. 2007. Políticas Culturales. Una
revisión desde la gestión cultural. UEDGVIRTUAL, México. 157 pp.
Disponible en versión electrónica en formato PDF.
URL:http://148.202.167.133/drupal/sites/default/files/Politicas%20Culturales.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
315
Katz, Jorge. 2006. Tecnologías de la Información y la Comunicación e
Industrias Culturales. Una perspectiva Latinoamericana. Naciones Unidas.
Cepal.
URL:http://www.cepal.org/publicaciones/desarrolloproductivo/2/lcw92/w92.p
df
Keane, M. 2013. Informe sobre la Economía Creativa. Ampliar los cauces del
desarrollo local. UNESCO. PNUD. 19 pp. URL:
http://www.unesco.org/culture/pdf/creative-economy-report-2013-es.pdf
Kliksberg, Bernardo. 2002. Capital social y cultura, claves olvidadas del
desarrollo. El Colegio de México. URL:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=59916902
Knell y Oakley, ¿London’s creative economy – An accidental success? Citado
en: Fonseca Reis, Ana Carla. 2008. Economía Creativa como estrategia de
desarrollo: una visión de los países en desarrollo. Sao Paulo, Brasil, PDF,
277 pp. Disponible en versión electrónica. URL:
http://sic.conaculta.gob.mx/centrodoc_documentos/555.pdf
La Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura, en su 17a, reunión celebrada en París del
17 de octubre al 21 de noviembre de 1972. Convención sobre la protección
del patrimonio mundial, cultural y natural. Disponible en versión electrónica.
URL: http://whc.unesco.org/archive/convention-es.pdf
López, Jesús Eduardo. Inversionistas ángeles. Forbes México. URL:
www.forbes.com.mx
Lozano Vallejo, Ruth. 2005. Interculturalidad: Desafío y Proceso en
construcción. México, Servindi. URL: http://servindi.org/pdf/manual2.pdf
Maraña, Maider. 2010. Cultura y Desarrollo. Evaluación y Perspectivas.
UNESCO. URL:
http://www.unescoetxea.org/dokumentuak/Cultura_desarrollo.pdf
Mariscal Orozco, José. 2007. Políticas Culturales una gestión desde la visión
cultural. Universidad de Guadalajara Virtual, México. Disponible en versión
electrónica en formato PDF.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
316
URL:http://148.202.167.133/drupal/sites/default/files/Politicas%20Culturales.
Matsuura, Koichiro (traducción de Hilda Becerril). 2006. El reto cultural en el
centro de las relaciones internacionales. Politiqueé Étrangere. Disponible en
versión electrónica en formato PDF.
URL:http://www.diplomatie.gouv.fr/es/IMG/pdf/0903_Matsuura_ESP.pdf
Matterland, Armand. 2006. Diversidad cultural y mundialización. Barcelona.
Paidós, 98 pp.
URL:http://www.suplemento.uner.edu.ar/userfiles/Industrias%20Culturales.j
pg
Mckinley, Terry. Medida de la contribución de la cultura al bienestar humano:
los indicadores culturales del desarrollo.
URL:http://132.248.35.1/cultura/informe/cap18.htm
Molano L, Olga Lucía. 2007. Identidad cultural un concepto que evoluciona.
Bogotá, Colombia. Revista Opera. URL:
http://www.redalyc.org/pdf/675/67500705.pdf
Newbing, John. 2010. La Economía Creativa. Una Guía Introductoria. Serie
Economía Creativa y Cultura. British Council, Londres, Reino Unido, 2010.
URL: http://cerlalc.org/wp-content/uploads/2013/02/21.pdf
OMPI. 2006. La expresión creativa: Introducción a los derechos de autor y
los derechos conexos para las pymes. URL:
www.wipo.int/freepublications/en/sme/918/wipo_pub_918.pdf.
OMPI. Definiciones y explicaciones básicas sobre la propiedad intelectual y
los derechos de autor. URL: www.wipo.int/about-ip/es |
www.wipo.int/copyright/es
Organización de Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura
(Traducción al idioma español). Página Oficial de la UNESCO. URL:
es.unesco.org
Ortega Villa, Luz María. 2009. Consumo de bienes culturales: reflexiones
sobre un concepto y tres categorías para su análisis. Universidad Autónoma
de Baja California Disponible en versión electrónica. URL:
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
317
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-
11912009000200002
Página oficial de Art Loss Register disponible para consulta en versión
electrónica. URL:http://www.artloss.com/en
Página oficial de Creative City Network. URL: http://www.creativecity.ca
Página Oficial de Taller Flora. URL: www.flora2.com
Porcentaje de exportaciones por regiones, 2006. Instituto de Estadística de
la UNESCO, 2008, a partir de datos de la base de datos Comtrade de las
Naciones Unidas, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales/División
de Estadística de las Naciones Unidas. 157PP
Portal Convenio Andrés Bello. URL:
http://convenioandresbello.org/inicio/que-es-el-cab/
Portal de la UNESCO Informe Final de la Primera Conferencia
Intergubernamental sobre los Aspectos Institucionales, Administrativos y
Financieros de las Políticas Culturales, UNESCO, 1970. Disponible en
versión electrónica.
Portal de la UNESCO relativa a la Declaración sobre los Principios de
Cooperación Cultural Internacional, 1966. Disponible en versión electrónica
en: URL:
http://portal.unesco.org/es/ev.phpURL_ID=13179&URL_DO=DO_TOPIC&U
RL_SECTION=201.html
Portal de la UNESCO. Declaración sobre los Principios de Cooperación
Cultural Internacional, 1966. URL: http://portal.unesco.org/es/ev.php-
ID=13147&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html
Portal oficial Confederación Internacional de Sociedades de Autores y
Compositores (CISAC). URL: www.cisac.org
Portal oficial Observatorio Latinoamericano del Derecho de Autor (ODAI).
URL: www.odai.org
Portal oficial OMPI. URL: http://www.wipo.int/portal/es/
Portal oficial UNCTAD. URL: http://unctad.org/es/Paginas/Home.aspx
Portal oficial UNESCO. URL:http://www.unesco.org/new/es
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
318
Portal Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. URL:
http://www.wipo.int/copyright/es/
Portal Secretaría de Gobernación. Diario Oficial de la Federación. DOF:
30/04/2014. Programa Especial de los Pueblos Indígenas 2014-2018. URL:
http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5343116&fecha=30/04/201
4
Portal UNESCO. Industrias creativas.
URL:http://www.unesco.org/new/es/culture
Ramírez Alvarado, María del Mar. 2005. El desafío de la diversidad: el
pluralismo cultural como compromiso político. Universidad de Sevilla.
URL:http://www.revistacomunicacion.org/pdf/n3/articulos/el_desafio_de_la_
diversidad_el_pluralismo_cult ural_como_compromiso_politico.pdf (7 de
junio de 2013)
Rausell Köster, Pau (dir); Abeledo Sanchis, Raúl; Marrades, Ramón.
Economía de la Cultura. Una mirada desde la voluntad de transformar la
realidad. Unidad de Investigación Econcult. Instituto Interuniversitario de
Desarrollo Local. Universidad de Valencia. Disponible en versión electrónica.
URL:http://www.uv.es/econcult/docencia/MatGesCul/Economia%20de%20la
%20Cultura.pdf
Rausell Köster, Pau; Abeledo Sanchis, Raúl. 2012. La cultura como factor de
innovación económica y social. Econcult. Universidad de Valencia.
Disponible en versión PDF.
URL:https://sostenutoblog.files.wordpress.com/2012/05/sostenuto_cast.pdf*
Rey, German. 2009. Industrias Culturales, Creatividad y Desarrollo. Agencia
Española de Cooperación para el Desarrollo. Madrid España. Formato PDF.
Disponible en el Catálogo General de Publicaciones Generales. URL:
http://www.cce.co.cu/pdf/10-INDUSTRIAS_CULTURALES.pdf
Rodríguez Barba, Fabiola. Ensayo Por una política cultural de Estado en
México. UAM. Disponible en versión electrónica en formato PDF.
URL:http://www.uam.mx/difusion/casadeltiempo/09_iv_jul_2008/casa_del_ti
empo_eIV_num09_16_20.pdf
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
319
Rosas Mantecón, Ana. 2008. Mercados, políticas y públicos: la
reorganización de las ofertas y los consumos culturales. Alteridades vol.18
no.36 México jul/dic. 2008. Laboratorio de cultura urbana. Disponible en
versión electrónica en formato PDF.
URL:http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S018870172008000200003&
script=sci_arttext
Siva de Metate. Artesanos y productores de cacao y mezcal de la Costa
Chica de Guerrero.URL: https://www.facebook.com/SivaDeMetate,
http://www.lacoperacha.org.mx/Siva-de-Metate.php
Socorro Moyado Flores, La importancia de la gestión en el conocimiento en
el servicio civil de carrera de la cámara de senadores para el aprendizaje
organizacional. URL:
http://www.eumed.net/tesisdoctorales/2010/smf/Modernidad%20y%20Posm
odernidad.htm
UNESCO. 1970. Informe Final de la Primera Conferencia Intergubernamental
sobre los Aspectos Institucionales, Administrativos y Financieros de las
Políticas Culturales. Disponible en versión electrónica.
URL:http://unesdoc.unesco.org/images/0009/000928/092837SB.pdf
UNESCO. 1982. Conferencia Mundial sobre las Políticas
Culturales/MONDIACULT. Disponible en versión electrónica.
URL:http://portal.unesco.org/culture/es/files/12762/11295424031mexico_sp.
pdf/mexico_sp.pdf
UNESCO. 2005. Convención sobre la Protección de la Diversidad de las
Expresiones Culturales. París. Documento de la convención disponible en
versión electrónica.
URL:http://unesdoc.unesco.org/images/0014/001429/142919s.pdf
UNESCO. 2010. Políticas para la Creatividad. Guía para el desarrollo de las
industrias culturales y creativas. Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura. Publicado, París, Francia. 152 pp.
Disponible en versión electrónica en formato PDF.
“LA GESTIÓN CULTURAL EN EL MÉXICO DEL SIGLO XXI, CAMBIOS DE PARADIGMA”
320
URL:http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/HQ/CLT/images/U
NESCOCulturalandCreativeIn dustriesguide_01.pdf
UNESCO. 2011. Políticas para la Creatividad. Guía para el desarrollo de las
Industrias Culturales y Creativas. Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura. Paris, Francia. URL:
http://es.unesco.org/creativity/creativity/publications/panorama-industrias-
culturales-ycreativas
UNESCO. 2012. Culture: a driver and an enabler of sustainable development.
Disponible en PDF. URL:
http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/HQ/post2015/pdf/Think
_Piece_Culture.pdf
Zarankin, Andrés; Salerno A. Melisa; Perosino, María Celeste (Comp). 2010.
Historias desaparecidas: arqueología, memoria y violencia política.
Encuentro Grupo Editor. Disponible en PDF.
URL:http://www.academia.edu/2464132/Bianchi_S._et_al._2010_De_las_id
entidades_pol%C3%ADticas._a_la_construcci%C3%B3n_de_la_memoria_
colectiva_
Recommended