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LA ORACION, SU NATURALEZA Y SU TECNICA, EXPILCADO POR EL GRAN MISTICO DEL SIGLO XX, SANT KIRPAL SINGHLa oración es la sal de la vida y no podemos pasarnos sin ella. Está engranada en la naturaleza del hombre el orar por la realización de sus deseos, sean éstos cuales fueren pero lo más corriente es que no sepamos en realidad qué es aquello por lo que debemos orar, cómo orar, y qué hacer para convertir nuestra oración en una gran fuerza dinámica que pueda conmover la misericordia del Cielo.
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La Oracin
SU NATURALEZA Y SU TCNICA
Kirpal Singh
L a O r a c i n
Su Naturaleza y su Tcnica
POR:
KIRPAL SINGH
RUHANI SATSANG, SAWAN ASHRAM
Delhi 6 INDIA
1 9 6 5
D E D I C A D O
Al Dios Todopoderoso que ha operado a travs de
todos los Maestros que han venido.
Y a Baba Sawan Singh Ji Maharaj a cuyos Pies
de Loto el actor se embebi en el Dulce Elxir del
Sagrado NAAM... el Verbo.
2
Sawan Singh
3
A L L E C T O R
No slo de pan vivir el hombre, sino de toda palabra que
procediere de la boca de Dios.
Mateo 4: 4
La oracin es la sal de la vida y no podemos pasarnos sin ella.
Est engranada en la naturaleza del hombre el orar por la
realizacin de sus deseos, sean stos cuales fueren pero lo ms
corriente es que no sepamos en realidad qu es aquello por
lo que debemos orar, cmo orar, y qu hacer para convertir
nuestra oracin en una gran fuerza dinmica que pueda
conmover la misericordia del Cielo.
El secreto del xito de una oracin no se encuentra tanto en
las palabras que usamos, ni en el tiempo que dedicamos a la
oracin, ni en el esfuerzo que ponemos en ello, como en la
concentracin de la atencin que podamos lograr en el
asiento del alma, para que esta tenga conciencia de ella.
La forma ms natural de una oracin fructfera es la ansiedad
del alma, sin necesidad de palabras, orales o mentales con la
lengua del pensamiento. Esta clase de oracin genera y libera
tal cantidad de energa espiritual que todos los poderes
csmicos son atrados y se combinan para dar forma a las
cosas de la mejor manera posible.
Una verdadera oracin es un proceso continuo, independiente
de forma, tiempo y lugar y conduce por ltimo al estado de Sehaj
una calma y tranquilidad maravillosa, un equilibrio perfecto y
una saciedad completa, sin ninguna clase de deseo. Esta es
entonces la culminacin de una oracin verdadera y aqu la
oracin deja de ser oracin para convertirse en un estado de ser,
a medida que uno se eleva gradualmente, hasta la Conciencia
Csmica, sindole plenamente revelada la Voluntad Divina.
Esto es el principio y el fin de la oracin. Y como llevar a cabo
esto, es el objeto de esta encuesta.
4
Al final del libro, en forma de apndice, han sido clasificados
distintos especmenes de oraciones, provenientes de distintos
Santos y Escrituras, para el beneficio del lector interesado.
KIRPAL SINGH.
5
Sawan Ashram . Delhi, India
Julio 1 de 1959.
L A O R A C I N
La oracin es la llave maestra que abre el Reino de los Cielos.
La oracin puede ser definida como el grito de angustia que el alma afligida
en su impotencia dirige a un Poder ms grande que s misma en busca de ayuda
y Consuelo. Es, en un sentido genrico y comnmente aceptado, una
invocacin a Dios o al Hombre-Dios (un Maestro Viviente), que tiene la
capacidad necesaria para conceder salaz y paz a la mente desgarrada y
torturada por el remolino de los problemas de la vida y de su medio ambiente.
"La oracin es el sincero deseo del alma, expresado o inexpresado; el
movimiento de un fuego oculto que tiembla en el pecho".
Vizconde Montgomery.
Un hombre considerado como sabio en esta edad cientfica, considera la vida
humana como cualquier organizacin mecnica que se mueve y que acta
ciegamente bajo el principio nico de Causa y efecto, y sin ninguna mano
que la gue. Contra este concepto mecanicista el universo y el hombre, existe
igualmente un concepto orgnico. Sin negar el principio de los Causa y
efecto que est visiblemente en operacin en los asuntos humanos, los
exponentes de la teora orgnica ven tras de ella la mano de Dios o la ley de
Dios, a travs de la cual est en accin el principio de Causa y efecto. La ley
de Dios es entonces el poder motriz o fuerza simiente del cual brota todo
principio concebible, cientfico o tico y lleva a cabo la voluntad divina, de
acuerdo a sus propsitos. Desgraciadamente, nosotros solo vemos las
Corrientes superficiales y no somos capaces de penetrar en las profundidades
interiores.
En nuestra experiencia comn podemos ver que un hombre de sabidura
mundana, con todos los recursos materiales a su disposicin, se encuentra sin
embargo en un estado de absoluta impotencia. Nunca satisfecho con lo que
tiene, se desespera por poseer ms y trabaja incesantemente para ese fin,
empleando todos los medios, buenos o malos para satisfacer sus deseos.
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Pero todas sus riquezas y posesiones, todo su boato y poder, todo su renombre
y su fama, no son suficientes para darle una completa satisfaccin. Sigue tan
impotente como siempre, y talvez ms, frente a la enfermedad, a la de-
cadencia y a la muerte. Su mente est siempre asediada por temores no
confesados y por horrores imaginarios. Sin un ancla que le sujete, vaga a
la deriva por el ocano de la vida, presa fcil del capricho de los vientos y las
mareas. Al encontrarse en este triste predicamento, o bien se estrella en la roca
del suicidio o si logra escapar a ello, arrastra una existencia agotadora hasta
que la muerte viene a rescatarlo. Pero ni siquiera en la muerte encuentra
tranquilidad. Se rinde a ella porque simplemente no puede hacer otra cosa.
Esta es la triste historia del hombre comn de nuestros das.
Por otra parte, un hombre verdaderamente sabio trata tambin al igual
que el otro de pro curarse una existencia confortable; pero al contrario
del otro, este propsito no es para l una obsesin. Detrs de todos sus
esfuerzos ve la mano de Dios y jams se siente preocupado por el xito o el
fracaso de sus esfuerzos. Deja el resultado a la "Voluntad Divina" porque
slo ella sabe realmente lo que es bueno para l. Si las cosas vienen a l segn
sus deseos, no se Siente exaltado a causa de ello, sino que lo acepta con
sinceras gracias y un corazn agradecido. Pero si las cosas suceden al revs,
no se siente decepcionado, sino que sonriente se inclina ante el Supremo
Juez que decidi las cosas de otra manera, y a cada paso ora a Dios porque
sabe que sin Su ayuda activa, no puede hacer nada por s mismo.
"La Oracin" es otro nombre dado al proceso de recoger las facultades de la
mente que se encuentran dispersas en el exterior y concentrarlas en la
raz de la mente. Al igual que los rayos del sol, stas se esparcen por el
mundo, e igualmente pueden ser recogidas y concentradas en su fuente.
Una persona enfatuada con una cosa que no puede obtener, o que se encuentra
angustiada y distrada por alguna calamidad de la que no puede escapar,
vuelve su faz a Dios, en busca de xito para sus esfuerzos o consuelo en
su situacin, segn sea el caso. Esta concentracin mientras se ruega
pidiendo ayuda, se llama oracin.
La mente humana es el trono de Dios, y as, a veces se la llama "Kaaba
De todos los peregrinajes, aquel que se hace a la mente humana,
es el ms sagrado".
Mucho mejor es ganar mrito aqu, que incontables viajes a la
Meca". Maulana Rumi.
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Tan pronto como una persona se recoge en s misma y concentra su atencin
en el asiento de la mente, conmueve la misericordia de Dios, la cual a su vez
la llena de fuerza y de Fortaleza jams experimentadas anteriormente. Estas le
ayudan y le capacitan para encontrar un camino de salida de la dificultad,
cualquiera que sta sea. Una voluntad, cuando concentra logra hacer
maravillas, donde hay una voluntad hay un medio, es un dicho comn. La
oracin no es sino la voluntad concentrada que regresa a su Fuente, al gran
reservorio de poder, en el que estn alojadas toda clase de posibilidades,
fsicas, mentales y espirituales, y del que se pueden extraer de acuerdo a
nuestras necesidades. Grande es ciertamente el hombre. Vive en un temple
hecho por Dios junto con Dios mismo. Su espritu mismo no es sino una gota
del Ocano de vida Divina. Entre Dios y espritu no existe otro obstculo sino
el velo de la mente. Si este velo dejara de flamear en la brisa de los deseos,
como lo hace actualmente, el espritu podra captar la energa csmica de su
Fuente misma.
As como piensas, as te haces, es un comn adagio. Si una parte piensa en la
totalidad, gradualmente empieza a embeberse de las caractersticas de la
totalidad. Lo mismo sucede con el espritu humano. Partiendo de la posicin
enjaulada, limitada y humillada en la que se encuentra en su estado actual.
Puede expandirse gradualmente hasta llegar a ser omni-abarcante. Cuando se
siente libre de sus ataduras fsicas, mentales y causales, grita triunfalmente:
Yo soy alma o Yo soy T, o Yo y mi Padre somos uno. (como lo expres
Cristo).
Hay dos clases de gente en el mundo: primero, aquellos que pueden retirar su
atencin de lo externo, que pueden invertirse y derivar su inspiracin
directamente del Gran Poder interno. Segundo, aquellos que dependen de
ayudas externas, como ser iglesias y templos para rendir culto, para ofrecer
oraciones ante altares o ante dolos y estatuas. Algunos tratan de encontrar
inspiracin en las grandes fuerzas de la Naturaleza como el sol, la luna, las
nevadas montaas o las aguas de los ros sagrados, tomando a estas como
manifestaciones del Poder Uno que est tras de todo el Universo. Cada
cual, de acuerdo a su fe y a su grado de concentracin, logra alguna clase
de beneficio de esta forma de adoracin, ya que nada se pierde en la
Naturaleza y ya que ningn es fuerzo es vano.
Algunas gentes no creen en la existencia de Dios, y as, no tienen fe en la
oracin. Esto es a causa de que no se dan cuenta de que Dios no tiene forma
objetiva y que en consecuencia no puede ser visto por los ojos carnales.
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"Oh Nanak, los ojos que contemplan al Seor, son
muy diferentes de aquellos que contemp1an al mundo''
Maru War: M .5
Y en realidad, la verdad es que Dios es espritu, y slo se le puede adorar en
espritu. No podemos adorar a Dios con las manos humanas y, mucho menos
en los templos y sinagogas hechos por el hombre. El mora en las ms
recnditas profundidades del alma humana. l es la mismsima alma de
nuestra alma. Est inmanente en cada forma, y no est separado de las
formas. Todos los colores y las formas toman sus matices y sus diseos
de l. Sea que creamos en El o no, la verdad es que vivimos en El, y
tenemos nuestro ser en El.
La verdadera oracin es entonces, el medio de concentrar la atencin errante,
en un slo punto. . . el centro del alma, y de llevar las corrientes espirituales
hasta el punto inmvil del cuerpo. . . el punto que se encuentra entre las dos
cejas. Aqu se encuentra toda adoracin, toda oracin y todo conocimiento de
aqu y del ms all. El sendero que conduce a la salvacin se encuentra ms
en el contacto con el Poder Interno que en enredadas en una u otra cosa ex-
terna. "La Verdad es una, aunque los sabios la han descrito de diferentes
maneras. Este es un bien conocido aforismo expresando en los Upanishads.
Por qu no buscar entonces la Verdad Eterna, de la cual habla Nanak?.
"La Verdad estaba en el principio de la Creacin, la Verdad ha
sido el principio de toda Edad, y la Verdad permanecer siempre,
cuando todas las Edades y las Creaciones desaparezcan".
Jap Ji.
LA ORACION ES INSTINTIVA EN EL HOMBRE
La oracin es instintiva en el hombre, y nadie puede prescindir de la oracin,
en uno u otro grado y sea cual fuere la forma que sta adopte. El fiel y
el infiel, el Momn y el Rafir, el hombre de Dios y el hombre que no cree en
Dios, todos oran, naturalmente, cada cual a su manera. Por lo general, la
necesidad de oracin suele presentarse cuando se encuentra uno en peligro, en
estado de calamidad, de angustia, o en las garras de alguna enfermedad
devastadora o cuando desea uno la satisfaccin de alguna imperiosa necesidad
fsica o espiritual que no puede conseguir de otra manera, o cuando quiere
uno combatir las fuerzas de la adversidad y de las tinieblas. En tales
circunstancias, siente el hombre que por su solo esfuerzo no puede lograr la
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satisfaccin de sus deseos, y al darse cuenta de su incapacidad, busca fuerza
en la oracin. En la vida diaria, vemos a un estudiante buscando la ayuda
de su profesor para solucionar algn problema difcil. El hombre enfermo,
busca la ayuda del mdico. El empleado busca la ayuda de su jefe, etc., etc.,
etc.. Todas estas son distintas formas y grados de oracin. Para la satisfaccin
de sus diarias necesidades, el nio busca a sus padres, la esposa a su marido,
etc..
En toda circunstancia de prueba, la oracin es la ltima arma de nuestro
arsenal y est siempre a mano. All donde falla todo esfuerzo humano, la
oracin tiene xito.
Ms cosas se logran por la oracin, que lo que este mundo se
imagina
Porque en qu es mejor el hombre que la oveja o la cabra.
Que alimenta una ciega vida dentro del cerebro,
Si al conocer a Dios no eleva sus manos en oracin, Tanto para s
mismo como para los que llama amigos".
Tennyson
La oracin es la sal de vida y no podemos prescindir de ella. Pero, orar a
quin? La respuesta natural es: Al Dios supremo nico, al Dios-Hombre en
quien su poder reside y a travs de quien El opera en este mundo. Todas las
religiones estn de acuerdo en que la oracin realizada en el asiento del alma,
despierta los poderes latentes de la Divinidad interna y que uno puede llegar
por medio de ella a la bienaventuranza espiritual. Es un lazo de unin entre el
creador y su Creacin, entre Dios y el Hombre. Es un cayado en las manos
del aspirante espiritual, y un alma peregrina no puede prescindir de ella en
ninguna parte de su jornada, porque a ella le ha de salvar de ms de una cada
en su camino y porque transforma completamente a la mente hasta que esta
empieza a brillar y a reflejar la luz del alma.
"Por medio de Su Gracia, el guila se transforma en un cisne real.
Oh Nanak, l puede, transformar en un Cisne a un cuervo.
Sri. Rag M .1
Uno debe orar solamente al Seor Dios, quin es Omnipotente y tiene la
capacidad para conceder todos los deseos.
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"No hay nada que el Seor no pueda conceder". Kabir
"Rico es ciertamente aqul que tiene la Naturaleza a su orden".
Gur Arjn: Gauri M .5
Los diferentes dioses y diosas tienen un horizonte y un campo de accin
limitado; y as, operan dentro de sus limitaciones. Ellos tambin derivan sus
poderes de l, y pueden o no conceder los pequeos dones que se encuentran
dentro de su capacidad. Lo que s es seguro es que no pueden conceder la
salvacin del alma. Solo un alma liberada puede conceder la libertad, nadie
ms. Gur Arjn nos dice que slo Dios puede remediar todo tipo de
enfermedades, sean stas fsicas (como dolores, tumores u otro tipo de
enfermedad, etc.) astrales (desastres inevitables como ser accidentes, rayos,
inundaciones, terremotos, choques, etc.), o causales, (propensiones malignas
inherentes, como son: lujuria, ira, codicia, apegos y egosmo).
"Dios, t eres el dispensador de todo mal y el dador de paz,
Quienquiera que ore a ti, no puede sufrir mal alguno".
Todi M .5
"El alborear de la Luz del Cielo le convierte a uno en adorador de la
Verdad solamente.
El florecer de la amante devocin le hace a uno olvidar los inertes objetos
de adoracin.
El conocimiento de l, muestra la futilidad de todo rito y de todo ritual.
La manifestacin de la Sagrada Luz interna, distingue al puro
del impuro". Gur Gobind Singh.
Y el Gur Arjn sigue diciendo:
"Yo oro a Aquel que es el dispensador de toda bendicin y el salvador
de todo mal
"Derrama tu misericordia, Oh Misericordioso!, y mis esfuerzos
habrn sido bien dirigidos". Sri Rag M .5
"Recuerda al nico y canta Sus alabanzas, canta su Sagrado Nombre y tenlo
establecido en tu corazn. En sus infinitos atributos incesantemente medita
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y srvele a l con toda tu alma y corazn. Dios es Uno, es sin par y es
precioso, completo en S mismo, omnipresente y omnipermeante, Creador
de la vasta creacin es El.
Adrale entonces a l y a nadie ms, Satrate todo, cuerpo y
mente, en Su amor, Oh Nanak !, es por la Gracia del Maestro
quese logra la realizacin de l".
Gauri M .5 . . . .....
"Si alguna vez tienes un deseo, ruega al Seor para su realizacin, te
ser concedido si el Maestro de tu oracin Testigo es. Riquezas
infinitas de l provienen, y tambin el Elxir de la Vida.
Misericordioso es el dispersador de los, temores, y siempre permanece
con su esclavo". War Sri Rag M4.
"Yo oro a ti, Oh Seor, el Seor eres t de mi cuerpo y de mi alma.
Nanak atribuye su grandeza a Ti, porque nadie le conoci antes".
Asa M .5
"T eres la trama y la urdimbre. Oh, Seor, a ti oro yo.
T eres mi altar, sea que est yo en placer o en dolor".
Suhi M .4
"En vano es que oramos a las gentes del mundo, llenos de
problemas, como se encuentran, Ora solamente al Seor si deseas
cruzar el ocano de la vida". Gujri M .5
En el Sagrado Corn est claramente expresado que el nico que debe ser
invocado es Dios, ya que una invocacin a l es la nica invocacin correcta
en el verdadero sentido de la palabra.
Similarmente, Abraham, al denunciar a sus propios seguidores, declar:
"Oh, dejo a vosotros y a los dioses que adoris. Yo tan slo me dirijo
a mi Dios y tengo la plena confianza de que no permanecer con las
manos vacas".
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Y de nuevo les dijo:
"Oh, vosotros, los fieles, unmonos y lleguemos a un terreno comn...
el terreno de la Divinidad. Y no adoremos a nadie ms sino a Dios
y no consideremos a otro igual a l, porque no hay otro que pueda
comparrsele". Al-Humar: Ayat 9-10
El instinto del amor no puede entrar en juego, a menos que uno pueda ver
al amado. Mientras nosotros no podamos ver a la Divinidad o la gloria de
Dios, no podemos tener fe en la existencia de Dios; y sin esto, todas las
oraciones son en vano. Pero el Gur, o sea, el Dios-Hombre es la morada de
la Luz de Dios y es un centro de radiacin de ella. Con igual eficacia podemos
orar al Maestro, quien es uno con Dios. Conectado como est con la Central
de Energa que tras de l opera, el Maestro es igualmente competente para
acceder a nuestros deseos o para realizar nuestras demandas. Se ha dicho
que:
"Dios se manifiesta a s mismo en la forma de un SADH (un alma
disciplinada). Maru M .5
Y Cristo dice tambin:
"Dios se revela as mismo a travs de Sus Profetas".
En Gurbani encontramos:
"Dios habla a travs de un SADH". Gauri M .5
Un Telogo Musulmn nos dice:
"Sus palabras (del Maestro) son las palabras de ALA, aunque stas
puedan parecer como que provienen de labios humanos".
Una oracin al Maestro Viviente equivale a una oracin a Dios. Por lo tanto,
uno debe depender nica y enteramente del Maestro y volver la faz a l para
la realizacin de sus deseos.
De manera que, toda oracin debe ser dirigida a quien tiene en sus manos el
misterio de la vida y de la muerte. Debemos tener una fe perfecta en el Dios
Viviente, quien vive y se mueve entre nosotros en forma humana. Con la
atencin plenamente enfocada en El, no debemos pensar en nada ni en nadie
ms. Esta es la forma en la que podemos comulgar con l. Kabir Sahib dice
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que la distancia no cuenta en la relacin que existe entre Maestro y discpulo.
Pue- den estar separados por vastos ocanos, pero el solo pensamiento del
discpulo en su Maestro, tiene la virtud de atraer la atencin del Maestro, y
puede dirigirle (al discpulo) donde quiera que ste se encuentre. Se dice de
Vivekananda, que cuando se levant para dirigirse al Congreso Mundial de
todas las Religiones en Chicago, se sinti falto de confianza. Pidi un vaso de
agua, cerr por un momento sus ojos y pens en su Maestro (Paramhansa
Ramakrishna, el Sabio de Dakshineswar) y, en un instante, las compuertas de
la inspiracin se abrieron dentro de l, y pronunci un discurso apasionado y
sin precedentes ante la augusta concurrencia, discurso que dur varias horas.
Un Dios - Hombre es un verdadero Rey, y a sus puertas, los ms poderosos
reyes de la tierra inclinan su cabeza en humilde suplica, buscando la
realizacin de sus deseos el logro de sus ambiciones irrealizables de otra
manera.
El Gur Arjn nos dice a este respecto:
"l tiene a todos los potentados dentro de su poder sustentador,
No, la vasta creacin misma est bajo su dominio.
Su voluntad reina suprema en todas partes,
Y nada queda fuera de su Divina Voluntad;
Oh, ofrece tus plegarias solamente al Maestro
Porque l realizar las ambiciones de tu corazn.
Su trono est en los ms altos cielos y
La devocin a l se encuentra en la comunin con su Palabra.
Omnipermeante, l es completo en S mismo.
Y su luz brilla en todos los corazones,
Su recuerdo dispersa todo dolor,
Ni siquiera el ngel de la muerte llega cerca de su devoto,
El muerto vuelve a la vida por el Poder de su Palabra y,
el ms bajo y el perdido son recibidos y honrados.
Oh, Nanak ! Tu oracin ha sido oda y aceptada y,
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A travs de la Gracia del Maestro, Su Luz se ha manifestado adentro.
Gauri M .5
Un Dios-Hombre tiene a su alcance todo lo que uno puede necesitar.
. . los dones de Dharma, Artha, Kaama y Moksha, (los mritos de
rectitud, riquezas terrenas y posesiones, la realizacin de deseos, y la
salvacin misma) .
Si uno desea cualquiera de los cuatro grandes dones Debe
entregarse al servicio de un SADH.
Si uno desea librarse de la afliccin y el dolor,
Uno debe comulgar con el Verbo, en las profundidades del alma.
Si uno busca nombre y fama,
Uno debe perder su ego en la compaa de un Santo.
Si uno teme los dolores del nacimiento y de la muerte,
Debe uno buscar refugio en los pies de loto de un Santo.
Gauri M .5
De lo anteriormente expuesto se desprende con gran claridad que nuestra
oracin debe ser para Dios o para un Dios-Hombre, y que solamente debemos
depender de l y no de otro poder; porque solamente l es capaz de sacarnos
de los poderosos remolinos y de los profundos abismos de la mente y de la
materia, y de aplicar el blsamo curativo a los corazones lacerados por los
salvajes deseos y tentaciones. Es la fortaleza del dbil, es el ancla en medio de
la tempestad y presiones de la vida, es un refugio celestial para el que no tiene
morada. Su mirada de Gracia cura los corazones destrozados.
"Un Maestro perfecto habla al corazn,
Y de corazn a corazn, un impulso de vida salta".
Bhei Nandial.
Al discpulo corresponde descargar sin vacilaciones su mente ante el Maestro,
y exponerle sus dificultades, no importan en donde pudiere encontrarse,
porque el Maestro est ms all del tiempo y del espacio, y puede atender al
llamado de Su discpulo.
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''Abre tu mente ante el Maestro ;
Deja de lado tus astucias y sutilezas, y
busca refugio en cuerpo y alma a Sus pies".
Gurjri M .5
En el Sagrado Corn tenemos: "Salvo l, nadie hay que escuche el doloroso
relato del angustiado, ni el grito agonizante del impotente, m nadie hay que
a stos pueda devolver la paz".
Las observaciones de Cristo a este respecto son muy significativas:
"Para que todo lo que pidieseis al Padre en mi nombre. l os lo d''.
Juan 15:16
''De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en
mi nombre, l os lo dar". Juan 16:23
"Si algo pidieseis en mi nombre, yo lo har. Juan. 14:14
Desde el momento en que Dios., o el Dios-Hombre, es la fuente de toda
bendicin, debemos dirigir nuestras oraciones a cualquiera de ellos y a nadie
ms.
LA ORACION- UNA APELACION AL DIOS INTERNO
En asuntos mundanos, solemos buscar la ayuda de personas que son ms
inteligentes o ms capaces que nosotros. Tambin oremos pidiendo ayuda
a Dios. . . el mayor poder concebible. Y esta es ciertamente una manera
correcta de enfocar los ms difciles y desconcertantes problemas que nos
enfrentan en los das de nuestras vidas. Pero, considerar a ese Poder
Omnipotente como algo diferente y separado de nosotros y apelar a l como
se apela a un benefactor externo, esto es un lamentable error que solemos
cometer, porque l es e1 alma misma de nuestra alma, y est siempre
operando dentro y fuera de nosotros, y nosotros, en realidad vivimos y
tenemos nuestro ser en El. El secreto del xito se encuentra en la oracin
directa, y en la apelacin el poder interno. Estas fructifican siempre, y en
abundancia. Le hacemos una gran injusticia a Dios y a nosotros mismos
cuando Le pensamos como residiendo en las nevadas monta- as, o en las
profundidades de los ros sagrados, en las fuentes, en las mezquitas, en
16
las iglesias, en las sinagogas o en este o en aqul lugar sagrado. Limitados
como somos en tiempo, espacio y causacin, tratamos de limitar al ilimitado
dentro de los estrechos canales que nuestra imaginacin es capaz de
concebir. Tales creencias de nuestra parte y sus consiguientes frustraciones,
tienden a hacernos escpticos en lo que a l se refiere. Estando la fuente
de todo poder dentro de nosotros, podemos, por medio de una zambullida
en ella, convertirnos en grandes y poderosos espiritualmente. De la misma
manera que el ejercicio fsico nos hace fsicamente fuertes y robustos,
el ejercicio espiritual despierta en nosotros los poderes espirituales latentes.
Por medio de stos podemos abrir las compuertas e inundar nuestro ser con
las Divinas Corrientes. Cuando una persona se Diviniza, o sea, se
convierte en la Divinidad Personificada, la naturaleza misma, que es la
criada de Dios, empieza a obedecer su ms mnimo deseo y a esforzarse por
satisfacer todas sus necesidades y requerimientos.
Una voluntad fuerte avanza siempre y se forja un camino para s misma.
En ciertas ocasiones, por medio de la oracin a ciertos supuestos poderes
externos, tenemos xito en nuestros esfuerzos. Este xito se debe, en
realidad, a un pequeo esfuerzo concentrado de nuestra parte, ms bien que a
algn factor externo. De esta manera, no slo nos engaamos a nosotros
mismos, sino que gradualmente perpetramos un auto-engao, a tal grado,
que al cabo del tiempo se convierte en parte de nosotros y no podemos
hacer otra cosa que considerar a Dios como algo distinto de nosotros. Y
lo peor de ello es que de ninguna manera podemos entrar en contacto con
los infinitos tesoros de Divinidad que se encuentran dentro de nosotros y
que constituyen nuestra herencia. Solamente despus de haber establecido
un contacto interno con El, podemos comprender verdaderamente su
permeacin en el Universo y contemplar su Gloria en todas partes. Sin esta
percepcin directa y sin esta experiencia de primera mano de l,
interiormente, nuestro concepto de Dios es tan slo de odas, es pura
erudicin, y, por lo tanto, errneo y nuestras oraciones a l son tan slo una
jerga de palabras sin significado alguno.
ORACION Y ESFUERZO:
La Oracin y el esfuerzo marchan codo con codo. Oramos a Dios por qu?
Por el xito de nuestros esfuerzos. Si deseamos una cosa, debemos esforzarnos
por ella y al mismo tiempo que nos esforzamos, orar a Dios para que la
conceda. La oracin es solamente la ltima arma y un arma que con seguridad
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nos ha de ayudar. All donde fallan los esfuerzos humanos, la oracin tiene
xito.
" ...Ms cosas que las que el mundo suea se han logrado por la
oracin". Tennyson
Tal como un ave no puede volar con una sola ala o un carro con una sola rueda,
as el esfuerzo y la oracin deben marchar juntos si queremos tener xito en
nuestros empeos. Uno solo no puede logar nada. Mientras una persona no se
haya divinizado completamente, o sea, en otras palabras, mientras no se haya
convertido en un co-trabajador consciente con el Poder Supremo, por medio
de la comprensin de su voluntad, no puede prescindir del esfuerzo, porque
Dios ayuda a los que se ayudan a s mismos.
Una oracin sin esfuerzo rara vez fructifica. Tomemos el ejemplo de un nio
que se hace tarde para el colegio. Si se sentara al lado del camino a orar,
estara sencillamente corriendo contra el tiempo. Si quiere ganar tiempo, debe
correr, y es muy posible que aunque llegue tarde, el profesor le perdone en
consideracin del esfuerzo que ha realizado para llegar a tiempo. El tener una
pasin dominante por una cosa y trabajar duro para lograr el objetivo
es el verdadero tipo de Oracin en el ms puro sentido de la palabra. El
esfuerzo debe combinarse con la oracin, porque la sola oracin para alcanzar
el objetivo no es nunca una gran ayuda. Uno debe orar con toda sinceridad, y
ciertamente, el esforzarse con alma y corazn es la mejor oracin y es seguro
que ha de fructificar. En los momentos de tribulacin y en las situaciones de
prueba uno debe sobreponerse al cansancio y al descorazonamiento y
debe orar a Dios para que l nos ayude en nuestros esfuerzos. Esta esta es
la actitud correcta. En el CORAN se dice que cuando Moiss y Harun oraron
pidiendo la victoria sobre Faran, Dios, aceptando la oracin, les orden
mantenerse firmes y no seguir la huella de aquellos que ignoran la Realidad.
Moiss tambin orden a sus seguidores ser sinceros y buscar la ayuda de
Dios.
En momentos de dolor y tensin nunca te descorazones, y ms an si tu
corazn est en Dios y en el Hombre-Dios. Si a pesar de ello fracasas en tus
esfuerzos, considera a este fracaso como venido de la mano de Dios y para
tu propio bien.
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LA ORACION- SUS PARTES ESENCIALES
Una oracin jams es vana. Un grito del corazn es siempre odo y siempre
recibe atencin, pero cmo y de qu manera, es algo que depende de la
voluntad de Dios.
La Oracin de un devoto nunca es vana". Bilawal M .5
"Cualquier cosa que un devoto Le pida, no puede menos que suceder".
Asa M .5
"El siempre concede lo que se le pide, oh Nanak !, las palabras de
un devoto son verdaderas aqu y en el ms all".
Dhansari M .5
En las Escrituras de los Sikhs, se menciona que Dios, el Padre, ha dicho que
El dar libremente cualquier cosa que Sus hijos Le pidan:
"El siempre Bondadoso Padre ha prometido realizar lo que Sus
hijos desearen". Malar M .5
Igualmente, el Sagrado Corn respalda esta misma idea cuan- do expresa:
"Dios ha dicho, llmame, y Yo aceptar tu llamada".
Y tambin:
"O RASUL (mediador), cuando una persona Me solicite, dile que yo
resido en l y que oigo sus oraciones cuando l las pronuncia".
San Juan declara:
"Todas las cosas por las que oris y peds, creed que las habis
recibido y las tendris.
Y en el Evangelio de San Mateo, tenemos:
19
''Pedid, y se os dar; buscad y hallaris; llamad, y se os abrir, porque
todo aquel que pide, recibe; y al que busca halla y al que llama
se le abrir". VII : 7-8
En la experiencia, sin embargo, encontramos que la mayora de nuestras
oraciones no fructifican. Tenemos, por lo tanto, que estudiar el asunto un tanto
crticamente, en lo que respecta a la clase de oracin que es aceptable a Dios,
como esta oracin es ofrecida y por qu no son aceptadas todas las oraciones.
Para el xito en la oracin hay ciertos pre-requisitos esenciales, como :
I.- FE EN DIOS, que es la causa raz del xito. Podemos engaarnos a
nosotros mismos y a los que nos rodean; pero no podemos engaar al poder
interno a Dios. El orar es para nosotros como correr una carrera con gran
desventaja. No somos verdaderos en nuestros pensamientos, en nuestras
palabras, en nuestros actos. En realidad, no hay armona entre los tres.
Dependemos demasiado de nuestra astucia, de nuestras maniobras, de
nuestras elucubraciones. No tenemos confianza en Dios y en Sus poderes.
Nuestras oraciones no se elevan del fondo de nuestra alma. Lejos de ser un
grito de angustia, pronunciamos mecnicamente unas cuantas palabras de
apurada oracin. Esto es servir a Dios de labios para afuera, la profundidad
de ello ni siquiera penetra bajo la piel. No es entonces de extraar que estas
oraciones ceremoniales que solamente se atienen a la forma, sean en vano
y que no sean odas. Debemos darnos verdadera cuenta de la grandeza
de Dios, tener fe en su magnificencia y advertir que l conoce nuestros ms
ntimos pensamientos y el funcionamiento mismo de nuestra mente,
porque:
''El sabe lo que yace en los pliegues de nuestra mente, y tiene plena
conciencia de las aflicciones de todos, el virtuoso y el vil".
Gur Gobind Singh
II.- RENDIMIENTO A DIOS- Con fe en Dios, el prximo paso es
automticamente rendir por completo nuestro ser a los pies de Dios.
Cuando el pequeo ser se funde en el Gran Ser, ste opera y acta por y
en beneficio del primero. En tal caso ya casi no existe la necesidad de
oracin.
"Oh, mente!, s aceptable a tu Seor, s toda humildad ante El."
Dev. M .5
III.- AMOR A DIOS - Es otro de los pre-requisitos para el xito en la oracin.
Debemos estar agradecidos a l por lo que ha hecho por nosotros sin que se
20
le pidamos, antes de pedirle otros dones. Debemos amarle y respetar Sus
mandamientos y seguirlos estrictamente. Mil veces nos inclinamos ante l,
pero desgraciadamente no tomamos Sus palabras en serio. Que poco nos
damos cuenta de que l no est separado de Sus palabras.
"Si me amis, guardad mis mandamientos". Cristo
"Si estuviereis en M, y Mis palabras estuvieren en vosotros, pedid
todo lo que quisiereis, y os ser hecho".
Juan 15:7
"Deleitaos tambin en el Seor y l os dar los deseos de vuestro
corazn". Salmos 37.4
CORRECTA ACTITUD - Es otro de los pre-requisitos que deben existir para
esperar favores de Dios. La correcta actitud puede ser considerada en relacin
tanto a Dios como al hombre. "Aquel que volviera sus odos para no or la
Ley, incluso sus plegarias, sern abominacin".
" Y cualquier cosa que pidamos, recibiremos de l, porque guardamos
sus mandamientos y hacemos aquellas cosas que son placenteras a
Sus ojos". Evang. de S. Juan
Por otra parte, si queremos que Dios nos perdone nuestros errores, debemos
estar listos para perdonar libremente los errores de los dems.
"Cuando estis orando, perdonad si tenis algo en contra de alguien,
para que igualmente vuestro Padre que est en los cielos os
perdone vuestras culpas" Mateo.
"Y perdnanos nuestras deudas as como nosotros perdonamos
a nuestros deudores".
" ....mas si no perdonis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro
Padre os perdonara vuestras ofensas".
Mateo 6: 12-15
TEMOR DE DIOS: No vivimos en temor del Seor. l es el alma misma
de nuestra alma, pero sin ninguna vergenza hacemos una cantidad de cosas
en secreto, como si l no las supiera. Nos sentimos avergonzados de hacer un
acto pecaminoso en presencia de un nio de cortos aos, pero ni siquiera esta
consideracin tenemos para con el Rey de Reyes que tiene su trono dentro de
21
nosotros y que est mirando no solamente nuestros actos sino que incluso
leyendo nuestros pensamientos y conociendo el curso de nuestros instintos y
propensiones que se encuentran en el limbo de nuestra mente sub-consciente.
Solamente el temor de El debera eliminar todo temor del mundo, pero
desgraciadamente vivimos en un estado de continuo temor de todo y de
todos y vamos por el mundo solicitando pequeos favores aqu y all.
"Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehov
de los que le temen. Salmos 103:13
"Seor, creo, ayuda mi incredulidad". Marcos 9:24
PURIFICACIN: La pureza de cuerpo, mente y alma es el factor ms
importante para ganar el amor del Seor. Esto lo podemos considerar en tres
etapas: Arrepentimiento, Perdn y Abstencin.
a).- Arrepentimiento: Nada de lo que existe bajo el cielo es perfecto y cada
uno de nosotros tiene sus debilidades. El pecado ha llegado al hombre como
una herencia de Adn. La mente es en el hombre un agente del poder Negativo
y no pierde oportunidad de tentar al hombre en contra de Dios.
En la vida diaria, resbalamos a cada paso. Nuestras mejores resoluciones
se convierten en nada cuando nos asaltan las tentaciones. Sin ayuda, nos es
imposible escapar de las astutas redes, de las ingeniosas trampas y de las
feroces tentaciones de Kal, el seor del Tiempo (es decir, la mente).
Solamente el brazo salvador del Maestro puede protegernos y liberarnos
de sus terribles asaltos. Pero cada vez que caemos presa de una tentacin,
debemos darnos cuenta de nuestra debilidad y arrepentirnos sinceramente por
lo que hemos hecho.
b) Perdn: - El arrepentimiento a pesar de ser bueno en s mismo, no puede
alterar el pasado. Cada acto omitido o cometido deja su impresin indeleble
en la mente y nos enfoca como blanco de su reaccin o fruto. De esta manera,
incontables impresiones Krmicas siguen acumulndose da tras da,
sumndose a nuestros Sanchit Karmas (el vasto depsito de nuestras acciones
infructificadas). Nadie puede escapar a travs de este tremendo peso que tiene
un efecto de largusimo alcance y que se extiende hasta cientos de vidas y a
veces ms. Quiere esto decir entonces que no hay remedio? Que no
podemos quemar la plvora de la Santa Brbara antes de que explote? Los
Santos nos dicen que s hay un mtodo, y un mtodo perfectamente seguro.
La oracin pidiendo perdn es un arma positiva en manos de un pecador. Hay
esperanza para todos, incluso los pecadores. Los Santos vienen al mundo a
22
salvar a los pecadores y a aquellos que estn perdidos. La compaa de un
Alma Maestra es una ayuda enorme en el proceso de liquidar nuestras
cuentas Krmicas. Mientras l perdona merced a Su Gracia Salvadora
nuestros diarios errores, recomienda que nos abstengamos de repetirlos.
"Hasta aqu y nada ms", es su consejo. Ve y no peques ms", era el consejo
habitual del Cristo, y tambin del Maestro Sawan Singh, quien sola
aconsejar a sus discpulos: detenerse en el punto en que estaban y no pecar
ms. Las acciones pasadas pueden ser borradas, siempre que nos abstengamos
de seguir sembrando los dientes de dragn.
c).- Abstencin: Aunque es cierto que el arrepentimiento y el perdn nos
ayudan a escapar de los efectos del Kriyaman, o sea, de los actos diarios,
debemos, sin embargo, abstenernos de futuras repeticiones. Ningn proceso
purificativo puede ayudarnos a menos que pongamos fin al incesante girar de
la rueda Krmica, la cual aumenta su movimiento de inercia con cada acto que
ejecutamos.
Hay momentos en que un magistrado suele imponer una pena liviana por algn
crimen, pero es muy posible que esto no ennoblezca al criminal. En la
dispensacin del Maestro est siempre presente la rgida advertencia que es
tan necesaria para mantener a una persona en guardia. l tiene que limpiar al
pecador para hacerlo apto para emprender el viaje al Hogar. Al igual que un
Maestro-escultor, tiene que golpear duro para dar forma a un inerte trozo de
piedra.
En resumen, es necesario primeramente que moldeemos nuestras vidas de
acuerdo a las instrucciones del Maestro y que sintamos una genuina delicia
y alegra al pensar en El. Segundo, debemos entender su voluntad y orar por
aquellas cosas que son de Su gusto; y, tercero, debemos aprender a
aceptar sus decretos con la sonrisa de los labios, sean estos cuales fueren.
Finalmente, pero no lo menos importante, el amor es el terreno en donde
mejor crece la vida. Un amante da, nunca recibe favores. Si uno trata de vivir
una vida divina, todos los favores de Dios fluyen automticamente hacia
uno. Uno que ama a Dios no necesita pedir favor alguno. Es suficiente que
dediquemos nuestra vida a l y que nos convirtamos en sus amantes esclavos.
A l le corresponde tratarnos como le plazca. El vivir en Su Sagrada
presencia es la recompensa en s misma y no puede haber una recompensa ms
grande ni ms rica que esto.
23
"Verdadera hereja es orar, Pidiendo a Dios que la calamidad aleje"
Maulana Rumi.
"El fruncir de tu ceo es ms bello que la sonrisa de miles de
doncellas". S.T. Coleridge
"Hay dulzura exhilarante incluso en el fruncir de tu ceo. Oh,
Maestro". Suhi M .5
LA ORACION, OBSTACULOS EN EL CAMINO ...
INTELECTUALISMO ... FILOSOFIA.
Algunas personas piensan que conociendo Dios los ms pro- fundos secretos
de nuestra mente, cul es la necesidad de la oracin?. -Otros piensan que
estando Dios listo para concedernos cualquier don que le pidamos, no
debemos en nuestra ignorancia pedir cosas que nos han de ser dainas y de
las que posteriormente nos hemos de arrepentir. Hay adems otros que
piensan que siendo Dios ms que nuestro padre terreno y que sabe lo que es
bueno para Sus hijos, nos ha de proveer de lo necesario sin que tengamos que
pedrselo y que evitar el darnos aquello que pudiere ser detrimental para
nuestros intereses. A pesar de todos estos argumentos, los Santos insisten en
la necesidad de orar. Indudablemente, Dios conoce nuestras necesidades:
"Vuestro Padre sabe de qu cosas tenis necesidad, antes de que
vosotros las pidis. Mateo 6-8
"Su grandeza est en Su Omnipotencia". Asa M.5
"El conoce el secreto de cada corazn, Y lo que debajo de l se oculta".
Gur Gobind Singh
"Mi KIRDGAAR (Creador) conoce mis necesidades mucho mejor
que yo mismo". Un telogo Musulmn
24
El objeto involucrado en la oracin es hacernos conocer y entender nuestras
necesidades, prepararnos para la realizacin de ellas cuando llegue el
momento y desarrollar en nosotros un sentido de gratitud hacia l.
"Somos tus criaturas, Oh Maestro, Concdenos el don del correcto
entendimiento". Asa M.4
"A las ignorantes criaturas el Padre dio la Luz". Kalyen M.4
Puede parecer a veces que nuestras oraciones solicitando que se nos libre de
alguna calamidad no son odas; pero ciertamente, de ellas sacamos fortaleza
suficiente para soportar la prueba y combatirla sin sentir demasiado el dolor.
DIFICULTADES INTERNAS.- COMO DOMINARLAS:
1.- PUREZA : El corazn es el plpito desde donde ofrecer la oracin, y debe,
por lo tanto, ser limpiado y purificado antes de entregarnos a la oracin. La
pureza del corazn consiste en:
Una actitud humilde y respetuosa hacia Dios, libre de todas las
preocupaciones y ansiedades del mundo.
"El Omnisciente mismo arregla todo correctamente A El, Oh
Manek, ofrece tu oracin". Maru War M.2
''Con las manos juntas, ofrece tu oracin". Bhairon M.5
2.- HUMILDAD, nacida del conocimiento de nuestra impotencia y
acompaada de confianza y fe en El.
3.- AMANTE DEVOCION. El paso siguiente es inmovilizar la mente,
liberarla de las oscilaciones mentales que continuamente la llevan de
izquierda a derecha. Para lograr la inmovilidad de la mente, tenemos que
encontrar algn centro o polo interno al cual regresar una y otra vez hasta
conseguir su perfecta inmovilidad. A menos que encontramos este terreno, el
aspirante se encuentra en un estado muy peligroso. Al retirarse del mundo
exterior y de sus asociaciones, y al encontrarse esperando el alborear de un
25
nuevo mundo, se ve asaltado por incontables impresiones, simientes que se
encuentran ocultas en lo profundo de su inconsciencia. Es posible librarse de
ellas, sea por la correcta contemplacin o buscando ayuda, a travs de la
oracin, del Poder interior. La manera ms segura y ms fcil de cruzar por
sobre estos obstculos es pensar en la forma del Maestro y fijar nuestra
atencin en esta forma. Este golpear, al hacerse firme y continuo, va
abriendo gradualmente el camino hacia los mundos interiores y nos trae
infinitas visiones espirituales y los acordes de la Divina Sinfona.
Por otra parte, hay millones de obstculos en el sendero interno. A veces, un
aspirante no obtiene respuesta a sus oraciones y empieza a dudar de su
eficacia. En otras ocasiones, muy alejado de Dios, se encuentra en un vasto
silencio o vaco, y siente sus propias vibraciones. Otras veces, se enreda en
la profunda obscuridad que se encuentra detrs de los ojos y no puede
penetrar en el Ms all. Tan complicadas y engaosas son estas regiones de
obscuridad y silencio, que uno se siente perdido. A pesar de sus mejores
esfuerzos, uno vacila y tropieza una y otra vez, trata de mantenerse sobre sus
piernas pero vuelve a resbalar. Esta es en realidad una triste y delicada
situacin. Sin ayuda y por su propio esfuerzo, no puede uno salir a salvo de
este laberinto. Es justamente en esta sobrenatural y pavorosa situacin que las
instrucciones de un Alma-Maestra pueden ser de gran ayuda para el discpulo.
Estas son algunas de las incontables dificultades de las que el sendero est
sembrado. El Poder negativo tiene una verdadera red de trampas preparadas
para burlar los designios, incluso de los ms inteligentes. Su triunfo es el
mantener a los Jivas, o sea, a las almas encarnadas dentro del poder de sus
garras, de manera que su dominio sobre ellas siga ntegro y su gloria
inmaculada. El escapar de estas fuerzas de tinieblas solo es posible con la
ayuda de uno que las ha conquistado porque estas fuerzas le temen y
no se atreven a molestar al alma que viaja con l. El largo brazo del Maestro
es fuerte y puede llevar al Jiva sin peligro alguno a travs de todas las
amenazas de las que el sendero interno est sembrado a cada paso.
LOS TRES TIPOS DE ORACION
1.- VOCAL U ORAL.-Es decir, la oracin que se ofrece por medio de palabras
enunciadas con la lengua y los labios. Consiste en repetir alguna oracin pre-
establecida y generalmente registrada en alguna de las Escrituras y dada por
uno u otro MAHATMA como una oracin modelo. Algunas personas sienten
que este tipo de oracin no es de gran consecuencia. En realidad, una oracin
26
no es una mera repeticin de un grupo de palabras en particular, sino que es
un grito de angustia de un alma individual, que se eleva de sus ms negras
profundidades. Podemos comparar estas oraciones orales con la ropa prestada,
que nunca le queda bien al que las pide. Como un modelo, son ciertamente
muy valiosas y debemos tratar de hacer el apasionado llamado desde las ms
remotas profundidades de nuestra mente, describiendo con la mayor precisin,
nuestros sentimientos y emociones.
2.- MENTAL.-Una oracin puede ser repetida con solo la lengua del
pensamiento. Esto puede hacerse solamente cuando se logra preparar un
terreno apropiado dentro de uno mismo. Uno debe ver la presencia de Dios y
ser capaz de concentrar los pensamientos antes de ofrecerle una accin de
gracias, haciendo una confesin libre y franca de sus defectos y buscando Su
ayuda para coronar con xito todo esfuerzo. Es un arte como cualquier otro, y
requiere una gran cantidad de paciencia y constancia, igual que se necesita en
aprender msica o pintura. Para empezar, la mente tiene que ser entrenada e
inmovilizada por medio del pensamiento constante en el Maestro, lo cual
opera como un ankus (el gancho de hierro usado por los conductores de
elefantes). Despus de ofrecer este tipo de oracin, uno debe esperar durante
algn tiempo por Su Gracia o bendicin; la cual "desciende como una gentil
paloma", como dice Cristo. Junto a ello llega una gran paz que le hace a uno
temblar de placer, desde la cabeza a los pies. Cuando una persona llega a
gustar esta sensacin, siente dentro de s misma una perfecta saciedad. La
infatuacin de mundo con sus maravillosos atractivos cae como una cosa
descartada y olvidada en el limbo del pasado. Estando en el mundo, ya no
pertenece al mundo. No es ste un cambio maravilloso?. Algunas gentes
consideran a esto como el principio y el fin de la espiritualidad. Pero no es as.
Este cambio de enfoque no es ms que el precursor del advenimiento de la
forma luminosa del Maestro, y mucho ms de all en adelante.
3. ESPIRITUAL.- Para llegar a la verdadera espiritualidad, un Sadhak
tiene todava que esperar y mantener la vigilancia. A medida que sigue la
prctica de su Sadhna, logra ocasionalmente trascender su muerte fsica y
encontrar al Maestro en su forma efulgente. De aqu en adelante, se
desarrollarn ante su vista incontables visiones espirituales, maravillosas,
ms all de toda descripcin Aunque sigue siendo un ciudadano de este
mundo, consigue acceso a regiones superiores de donde slo viene
bienaventuranza. Aqu se tie completamente en el verdadero color de la ms
pura espiritualidad. Ya no es una persona enfocada en el mundo como sola
ser, sino que est cargado de espiritualidad. Se ha transformado
27
completamente y es ahora una persona altamente civilizada y establecida
en su Divinidad. Esto puede ser denominado "Oracin Mstica". En este tipo
de oracin el aspirante no tiene nada que hacer. De todo se encarga el
Maestro. Una vez que el Maestro se hace cargo de un alma, es tarea suya el
realizar esta transformacin, eliminando toda huella de materia tosca y
convirtindola en oro esterlino. Incluso la ms elemental de las experiencias
en este estado es suficiente para desvanecer toda duda. Es suficiente que un
alma sea despertada a la Conciencia Csmica, para que en adelante deje de
ser presa del escepticismo y pueda mantenerse sobre sus propios pies. Al
contemplarse en su gloria desnuda y prstina, exclama alborozada: "Yo
soy el alma" o "Yo soy T" o "Yo soy Brahm".
ORACIONES EN VOZ ALTA
Las oraciones cuando se pronuncian en voz alta, operan momentneamente
como una palanca para elevar la mente y producen un estado de sobriedad
; pero como no entendemos su verdadero valor y significado, no constituyen
una ayuda en preparar el terreno para elevar la superestructura espiritual.
Por el contrario, muchas veces nos sentimos enredados por el aplauso y la
aprobacin pblicos. El resultado, las ms de las veces es que somos presa
fcil de la auto-decepcin. Como estas oraciones no salen del fondo del alma,
suenan huecas y sin un acorde de verdad en ellas. Pueden ser usadas para
capturar la imaginacin de una audiencia, momentneamente, pero no
hacen ningn bien en ltimo trmino a los que se entregan a ellas, sean como
ejecutores o como audiencia. A veces, crean una sensacin fsica y
provocan un trance, pero no conducen al Despertar Consciente que viene
solamente con el Auto-Conocimiento. A Dios no se le puede ganar con
palabras sonoras, ni tampoco las necesita El. Es el alma misma de nuestra
alma y puede percibir hasta el ms mnimo ruido provocado por la ms
pequea hormiga. El conoce nuestras necesidades mucho mejor que nosotros
mismos, y mucho antes que nosotros nos damos cuenta siquiera de ellas.
La riqueza de la espiritualidad no viene por medio de sonoras demostraciones.
Una oracin enunciada en el profundo silencio de la mente y solamente con la
lengua del pensamiento es capaz de producir cualquier fruto. Todo lo
dems es en vano.
"Llama a tu Dios con toda humildad y en silencio".
Corn
28
"No necesitas gritar, porque l lo sabe todo".
Corn
"El oye la llamada de una hormiga antes que la trompeta de un
elefante". Gur Gobind Singh-Akal Ustat
ORACIONES PBLICAS E INDIVIDUALES
En la oracin individual, no hay naturalmente necesidad de pronunciar las
palabras en voz alta. Solamente se necesita cambiar el curso de nuestros
pensamientos de uno a otro canal. En este tipo de oracin, el Simran mental
es ms que suficiente.
"Qu es la bsqueda de Dios?". "Transplanta la mente y contempla
todo". Shah Inayat
En las oraciones pblicas perdemos generalmente de vista las verdaderas
emociones personales, y a pesar de nosotros mismos, nos dejamos arrastrar
hacia una hiprbole. En una oracin de este tipo, no hay armona entre la
mente y la lengua. Divorciados del sentimiento personal, resbalamos hacia
el aplauso pblico del momento. Todo el tiempo nos esforzamos por
maniobrar con los sentimientos de la gente, de manera de lograr una mayor
ofrenda de sus bolsillos, o lgrimas de sus ojos, o palabras de alabanza
para nuestras realizaciones. Estas son oraciones ms o menos ceremoniales,
que se ofrecen, por lo general, con ocasin del Ura, o sea, el aniversario del
nacimiento o muerte de algn Santo. Los Qewwalis entre los Musulmanes y
los Kirtans entre los Hindes, caen dentro de esta categora.
Estas oraciones pre-establecidas son sencillamente la expresin de algn
devoto del pasado y no el espontneo brote emocional de aquellos que las
recitan, y como tales no es probable que sean aceptadas ni que produzcan fruto
o que lleguen a hacer una impresin duradera en los participantes, sean los
que oran o los que escuchan. Una flecha que no emprende el vuelo desde un
arco bien templado y cuya cuerda llegue hasta el pecho mismo del arquero,
rara vez da en el blanco. De igual manera, las meras oraciones verbales que
no provienen de las profundidades del alma, no alcanzan a llegar al Dios-
Hombre, quien es tambin el alma misma de nuestra alma y que est ms
al tanto de nuestras necesidades que nosotros mismos. En los Vedas, en el
Corn y en otras Escrituras, se habla de oraciones en comn, dirigidas a Dios
29
para el beneficio de una comunidad, de una nacin o de la humanidad en
general.
ORACIONES CONGREGACIONALES
Lo mismo podemos decir de las oraciones congregacionales, las cuales caen
tambin dentro de las observaciones expresadas en el captulo anterior. Estas
son ofrecidas en templos, en mezquitas, en iglesias, sinagogas, guardwaras y
otros lugares sagrados. El hombre del plpito da su sermn y la audiencia
le oye mecnicamente, o bien, l lee alguna oracin y la audiencia repite la
oracin en coro. Con una que otra honorable excepcin, la gran mayora
solo viene al servicio semanal o mensual, segn sea el caso para cumplir con
un formulismo establecido. Si estas oraciones no crean en nosotros una
ansiedad, un intenso deseo de Dios, no sirven de nada. Este es el ms elemental
de los servicios que pueden esperarse de tales oraciones, y si esto no se logra,
en realidad no se ha ganado nada.
Estos servicios o ceremonias, si son conducidos correctamente, pueden hacer
un enorme bien a la gente. Podemos orar con toda humildad por el bienestar
de la humanidad, lo cual es una causa universal y siempre agradable a Dios.
Es un poderossimo instrumento que ha sido responsable de la creacin de
naciones y como un elemento aglutinador de sociedades.
"Oh, Nanak! Grande es Su nombre. Pueden todos tener bienestar
bajo Tu Voluntad, Oh Seor".
Nanak.
"Oh, Dios, en el correcto sendero, Haznos firmes en la fe, Danos
tu Misericordia, Oh, Al, Nadie es ms misericordioso que T".
Corn
"Oh, Dios, perdona nuestras culpas, E ignora nuestra porfa; Haznos
verdaderos en Tu sendero y concdenos la victoria sobre el infiel".
Corn
El nico objeto de este tipo de oracin es, o bien ennoblecernos a nosotros
mismos o beneficiar a la audiencia o contar a Dios acerca de los sufrimientos
universales o hablarle de algunas de las necesidades de la humanidad en
general, o por ltimo, congraciarnos con el favor pblico por medio de una
30
exhibicin de religiosidad. Las oraciones ofrecidas y los servicios conducidos,
con este ltimo objeto, son naturalmente no slo intiles, sino que
decididamente contraproducentes, y deben ser evitados a toda costa.
En el Sura Bagar, del Corn, est expresado :
"Oh, Dios, si erramos en nuestro esfuerzo o en nuestra prctica, no
nos censures por ello, sino que perdona nuestros errores".
"Oh, Dios, nunca nos pongas duras pruebas ni nos impongas
restricciones y obligaciones como en los tiempos pasados".
"Oh, Dios, nunca pongas sobre nosotros una carga tan pesada
que no podamos soportar".
"Oh, Dios, perdnanos nuestras transgresiones y derrama sobre
nosotros Tus bendiciones, porque T eres nuestro Amo y Seor; A
quin podemos volvernos si no es a Ti? Concdenos Tu victoria y Tu
gloria en contra del no creyente y del infiel".
LUGAR PARA LA ORACION.
No se necesita un lugar especfico para la oracin. Crece y se desarrolla mejor
en un corazn elevado. Todo lo que se necesita es un lugar tranquilo, aislado
del ruido del mundo y de otros factores de distraccin. Puede ser dentro
de casa o al aire libre. Incluso el dormitorio puede servir para el propsito,
o una parte de l, si no podemos disponer de la totalidad. A falta de un lugar
en la casa, podemos ir a un templo, una mezquita, una iglesia o una sinagoga
porque esos sitios estn all justamente para satisfacer la necesidad del
pblico. Si no dispusiramos de uno de estos sitio uno puede orar caminando
o sentado a la orilla de un ro, o en la falda de una montaa, haciendo el
Simran, como lo indica el Maestro, comulgar con Dios y exponerle nuestros
sentimientos. Naturalmente, todo el mundo es la creacin de Dios, y como
tal debe ser usado.
"Este mundo es la morada de Dios, y Dios vive ciertamente en el
mundo".
Bendito es el sitio en donde se sienta uno a orar, toda la tierra es sagrada, y
uno puede ofrecer sus oraciones en cualquier momento que lo desee.
31
"Una mezquita, la Tierra es y como tal, sagrada, Orad vosotros los
fieles cuando llegue el momento,
y no os cuidis del lugar, cualquiera que ste sea".
Alamsaen
Dios ha creado todo el mundo y es el Seor de l. No vive en templos hechos
por la mano del hombre. Siendo espritu, slo puede ser adorado en espritu.
"El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en l hay, siendo
Seor del Cielo y de la tierra, no habita en templos hechos de manos
humanas". Hechos de los Apstoles 17-24
''Todo es sagrado en donde la devocin se arrodilla".
O. W. Holmes
"Dios es el Maestro del Oriente y del Occidente, vulvete a cualquier
lado que quieras, y Dios te estar mirando en la cara, porque l est
permeando en todo el espacio". Corn: Al-Bakr
El cuerpo humano es el templo de Dios, y al hombre le corresponde
adorar a Dios en el templo hecho por Dios en el cual El reside. Nosotros
por el contrario, corremos a las mezquitas y a otros templos hechos por la
mano del hombre a ofrecer nuestras plegarias.
"No sabis que sois templo de Dios, y que el espritu de Dios mora
en vosotros?" 1 Corintios 3:16
"Este cuerpo es el templo de Dios" La verdadera perla de JANA
brilla en l". Parbhati M:3 ( Hari - Mandir)
"Tu mente es la mezquita, s t all el adorador".
Un telogo Musulmn
El mejor sitio para adorar a Dios es el cuerpo. No necesitamos ir de un lado
a otro como vagabundos. Toda gloria y toda belleza existe ya dentro de ti.
Fuera del cuerpo humano, todas las estructuras son hechas de agua y barro.
Los Vedas, los Puranas, el Corn y los Evangelios, repiten todos lo mismo.
"El Amado est en la casa, Le busco arriba, abajo y afuera, Mientras
el cntaro de agua yace a mi lado, vergenza a m por vagar
sediento". Un telogo Musulmn
32
"Mas t, cuando ores, entra en tu cmara, y cerrada la puerta, ora a
tu Padre que est en secreto ; y tu Padre que ve en secreto, te
recompensar en pblico". Mateo 6:6
Aqu puede presentarse el interrogante de por qu siendo que Dios vive en
nuestro cuerpo, no es visible para nosotros. Esto puede explicarse diciendo
que nuestros ojos de carne slo pueden ver cosas materiales. Son demasiado
toscos para ver las glorias de lo sutil. A menos que el poder de la visin est
de acuerdo con la densidad del objeto, no podemos ver este objeto. Es
solamente con el Ojo Interno, cuando ste sea abierto, que podremos ver a l.
"Diferentes son los Ojos o Nanak, Que contemplan la visin de
Dios". "Oh, quita los velos de mis ojos, y Mustrame la faz del
Verdadero" Kabir
"Elvate hasta el nivel de Dios y solo entonces podrs contemplarle"
Gauri M.5
"Cuando cierres t las diez puertas de tu cuerpo, la luz de Dios brillar
en ti". Gauri M.5
"As que, si tu ojo fuera (nico), todo tu cuerpo estar lleno de Luz".
Mateo 6:22
La verdadera oracin consiste en concentrar al espritu interiormente, con una
mente pura y una actitud plenamente devocional. Esta es una oracin que no
puede menos que dar fruto en abundancia y en corto tiempo.
PRE-REQUISITOS PARA LA ORACION
l.- NECESIDAD DE UN DIOS -HOMBRE.- Siendo que la oracin debe ser
dirigida a alguien, es necesario y lgico que ten- gamos una firme creencia en
la existencia del Ser a quien nos dirigimos. Todava no tenemos experiencia
de Dios, y por lo tanto, no tenemos concepto de l, ni de sus poderes. Nuestro
conocimiento de l es un conocimiento muy pequeo y de orden secundario,
derivado del estudio de libros o escuchado de personas tan ignorantes de l,
como nosotros; en semejante estado, no podemos contemplar nada. Pero
puede haber una persona que tenga un conocimiento directo de Dios y que
interiormente est sintonizado con el Infinito. Hay un encanto peculiar en Su
compaa. Sus profundas palabras de sabidura calan hondo en la mente, y
cargadas como estn con Su poder, tienen una influencia magntica. Se siente
33
una especie de serenidad y de tranquilidad interna en Su sagrada presencia. El
no razona acerca de Dios. Simplemente habla de El con autoridad, porque
tiene de l un conocimiento directo y de primera mano, y en l vive
conscientemente cada momento de su vida. Tal persona puede sr llamada un
Profeta, un Mesas o un Hombre-Dios. El Evangelio nos dice que Dios habla
a travs de Sus Profetas y hombres escogidos. Esto no es ms que una cosa
perfectamente natural. Slo el hombre puede ser el instructor del hombre. Y
en lo que se refiere a la Ciencia de Dios, necesitamos a un Hombre-Dios que
nos ensee. El Sant Satgur es el polo desde donde se refleja la Luz de Dios.
Slo de El podemos obtener el conocimiento del Sendero que conduce a Dios;
y solo l es un gua seguro del cual podemos depender en las buenas y en las
malas situaciones, tanto aqu como en el Ms All.
"El que me ha visto a m, ha visto al Padre; Cmo, pues, dices t:
Mustranos al Padre?.
No crees que Yo soy el Padre, y el Padre en m? Las palabras que Yo
os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que
mora en m, l hace las obras.
Creedme que Yo soy en el Padre, y el Padre en m; de otra manera,
creedme por las mismas obras. San Juan 14:9-
11.
De lo anteriormente dicho, se desprende que el Dios-Hombre o SatGur es
la persona indicada para acercrnosla en primer lugar, y a quien nuestras
oraciones deben ser dirigidas. La fe es la nota clave del xito en todos nuestros
esfuerzos. Debemos entonces tener una fe completa en la competencia del
Maestro. Con amor y humildad debemos acercarnos a l si queremos
iniciarnos en la Ciencia Espiritual. Sinceramente debemos orar a l desde lo
profundo de nuestro corazn. Debemos considerarnos ciertamente
afortunados si en Su Gracia nos acepta para impartirnos el conocimiento de
Para-vydia. La ciencia del Auto-Conocimiento, que es en realidad el
conocimiento simiente del cual brota todo conocimiento.
2.- ABSORCION COMPLETA. La segunda necesidad esencial a este
respecto es la absorcin completa. Mientras ofrecemos una creacin,
debemos olvidar todo lo dems, incluso nuestro cuerpo y nuestras relaciones
corporales. La unidad de propsito es un sine qua non para acertar en el
blanco. Es un conocimiento comn, el que no se puede servir a dos Maestros
al mismo tiempo. Tenemos que elegir entre Dios y Mammon, y luego olvidar
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al otro. Una por una tenemos que descartar las diferentes envolturas que
rodean al alma como otros tantos sudarios. El espritu es una entidad
viviente, y no puede moverse hacia adelante a menos que las impedimentas
materiales (fsicas, menta- les y causales) en las que est envuelto sean
descartadas. Por medio de la absorcin completa, stas caen una por una, por
su propio peso, dejando al espritu libre para volar a las regiones
espirituales.
Los musulmanes llaman a esta absorcin, ''Fana-fil-Sheikh", la cual conduce
en ltimo trmino a "Fana-fil-Al'', completando de esta manera la jornada de
Fana a Baqa. (de la muerte a la inmortalidad).
3.- VERDAD Y RESIGNACION. Nuestras oraciones solo pueden ser
fructferas si somos veraces con nosotros mismos en todos los aspectos de la
vida. Debemos tener pensamientos rectos, aspiraciones rectas, correcta
contemplacin, correcto vivir y recta conducta. La pureza de pensamiento,
de palabra y de obra, es algo que tiene que preceder a todo. La rectitud, la
castidad y la verdad estn ntimamente ligadas con Brahmacharya, en realidad
brotan de all ya que Brahmacharya es una gran fuerza motriz en la vida. En
la base de roca de Brahmacharya que todas estas cosas crecen y dan su fruto.
La resignacin, el contento, es una ayuda activa en el proceso de controlar
las errabundas facultades de la mente. A menos que las oscilaciones mentales
sean detenidas y que se logre la inmovilidad de la mente, no es posible ofrecer
una oracin sincera y verdadera. Solo una mente inmvil puede reflejar la Luz
de Dios cuando empieza a manifestarse.
"Dios es atrado de manera rpida y segura con la oracin de una
mente contenta y pura" Ramkali M.1
"A tu propio ser s veraz, y el resultado, como el da sigue a la noche,
ser que no podrs ser falso con hombre alguno".
William Shakespeare.
4.- SENSACION SINCERA Y ANIMADA. La oracin debe elevarse de las
profundidades del alma. No debe ser una vana repeticin de palabras vacas
y sin ningn significado. Aquello por lo que oramos, debemos realmente
desearlo, no solo intelectualmente, sino que desde el fondo de nuestro ser.
Debe encantar al alma hasta sus ms remotas profundidades, y la msica de la
oracin debe salir vibrando por los nervios, las fibras, los tejidos y por todo el
cuerpo, hacindonos olvidar todo lo que no sea la dulce msica del alma.
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"Oh, Kabir, qu necesidad tiene el IMAN de subir al minarete a ser
su llamada?, Dios no es sordo. Por qu no diriges tu llamada a la
mente, para que as vaya adentro?".
5.- ESPONTANEIDAD. La Oracin, siendo como es un grito del alma en
agona, es ms bella y ms natural cuando brota espontneamente como un
fresco manantial brota de las entraas de la tierra. No necesita de adornos, ni
de palabras especiales ni de frases sonoras. Por el contrario, tales adornos
daan la verdadera belleza de la libre expresin, y muy a menudo, el hombre
que ora es arrastrado a las redes de una excesiva verbosidad vaca. Esto
convierte a la oracin en algo artificial. ... el producto de un arte deliberado y
divorciado del sentimiento. Estas oraciones nos hacen falsos con nosotros
mismos y no son de beneficio alguno. A Dios le interesan las emociones
genuinas, expresadas en palabras propias, no importa cun sencillas, pero
no las frmulas pre-establecidas, repeticiones vanas, fraseologa ostentosa o
exposiciones aprendidas.
Maulana Rumi nos ha dado una bella ilustracin de una amante
oracin que un sencillo muchachito pastor pronunciaba humildemente,
cuando acertaba a pasar por all el Profeta Moiss. De para Ti,
tnicas de lana y peinar Tu cabello, Quisiera servirte leche,
deca: "Oh Dios Dnde ests?. Yo quisiera servirte. Yo
quisiera tejer cuajada y queso, atenderte en Tus
enfermedades, besar Tus manos y masajear Tus pies.
Quisiera sacrificar todas mis cabras y ovejas para Ti". Estas palabras del pastorcillo sonaron como hereja en los odos del Profeta, quien
enojado llam la atencin del nio dicindole: "Calla tu boca, Oh, infiel. Qu
ests all hablando como loco?. Retira tus insolentes palabras, o Dios nos
maldecir y nos castigar con los fuegos del infierno por tus blasfemias. Dios
no es un ser humano y no necesita de ninguna de las cosas que quieres
ofrecerle. Es un espritu sin manos ni pies, y t le has insultado con tu ociosa
habladura". Herido en lo ms ntimo el muchacho se desgarr las ropas
y llorando amargamente huy a la selva lamentndose por haber incurrido en
el desagrado de Dios. En la intensidad de su agona, perdi la conciencia y
contempl dentro de s la Luz de Dios y escuch una dulce y bondadosa voz
que le asegur que sus oraciones, siendo como eran puras y sinceras, eran
aceptables a Dios y que l se senta grandemente complacido por ellas. Por
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otra parte, cuando Moiss entr en su diaria meditacin, sinti que Dios estaba
grandemente disgustado con l por haber tratado de alejar de l a un alma
amante, y le respondi as: "T has venido al mundo para unir a la gente
conmigo, Y no para separar a los que estn conmigo".
"Cada cual me recuerda en sus propias palabras, de acuerdo a sus
sentimientos internos. Y he aceptado todo lo que ese pastorcito me ofreca
espontneamente con sus palabras sencillas e incultas como deben parecerte
a ti, pero estoy disgustado contigo por haberle separado de su comunin
conmigo.
A M no me afectan las meras palabras, porque cualquier cosa que puedan
ser no Me santifican, pero purifican el corazn del que las pronuncia. Yo no
presto atencin a la forma de las palabras sino al corazn y a la sinceridad
interna que respalda las palabras, porque es de la abundancia de su corazn
que habla el hombre, y no importa cun toscas e incultas sean las palabras
que dan expresin a sus sentimientos, Oh, Moiss!, hay un mundo de
diferencia entre el erudito enredado en su etiqueta de pulido lenguaje y el
corazn lleno de amor que quiere dar salida a lo que hay dentro de l ; que
diferencia con esas almas marchitas que habitan en el desierto de su propio
corazn, perdidas para todo sentido de la decencia y del decoro, como
gustaras t llamarlas.
No sabes t que ni siquiera el Gobierno reclama impuestos sobre una tierra
que es BANJAR, o infrtil?. Un mrtir en Dios necesita tu cuidado y tu
atencin. La religin del amor es muy diferente de la religin de los
formulismos pre-establecidos y de rgidos rituales. Para un corazn
verdaderamente amante, no hay religin ms elevada que Dios mismo. Una
joya fina es siempre una joya de gran valor aunque no tenga impreso el sello
del fabricante".
Cuando Moiss oy estas palabras, se sinti aterrorizado, corri a la selva,
encontr al pastorcillo y le dijo: "Dios ha aceptado tus oraciones, y tus
palabras que me parecieron herticas son tan buenas como las del ms devoto,
y tu devocin es la luz de tu cuerpo. Cualquier cosa que sintieses salir de tu
interior, exprsalo sin miedo". El muchacho sonri dulcemente y replic:
"Oh Moiss, me he elevado muy por encima de las barreras de la carne. Tu
censura fue suficiente para producir en m un gran cambio. Ahora conozco
al Gran Ser y no habra palabras capaces de describir mi condicin actual.
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MOMENTOS PARA LA ORACION
No se necesita hora ni momento especial para la oracin. En realidad, se puede
orar sin interrupcin. Es una ebullicin del espritu, y al igual que un volcn,
puede hacer explosin en cualquier momento. Sin embargo, la oracin debe
ser ofrecida regularmente, a cualquier hora del da o de la noche. Las
tempranas horas del alba, y los ltimos resplandores del da son naturalmente
los ms apropiados.
"A la hora de ambrosa del alba, Entra en comunin con el Verbo
Divino, Y medita en Su gloria". Jap Ji.
La mayora de nosotros busca desesperadamente una hora para orar,
desgraciadamente, estamos tan ocupados que finalmente no encontramos
tiempo para ello. La oracin no necesita de disertaciones filosficas ni de
arreglos elaborados. Con fe plena y llena de amor, uno debe expresar sus
ansiedades internas con las palabras ms sencillas posible. La verdadera
oracin no necesita de hora ni de lugar alguno en particular. Todo lo que
tenemos que hacer es sentarnos tranquilamente en el templo del cuerpo, en el
asiento del alma y contemplar fijamente en el entrecejo y repetir mentalmente
las palabras magnetizadas que nos han sido enseadas por el Maestro. Esto es
ms que suficiente como oracin. Pero nuestro problema es que no sabemos
cmo orar. En un caso as, podemos sencillamente pedir: "Oh, Seor,
ensanos a orar". En este aspecto podemos guiarnos por alguno de los
muchos prototipos de oraciones que nos han sido dados por los diferentes
Maestros.
OCASIONES DE ORACION
Oramos generalmente cuando tenemos problemas o en caso de desgracia; pero
cuando estos momentos han pasado, empezamos a pensar que nos hemos
librado por nuestros propios esfuerzos, y ya no sentimos la necesidad de orar.
Debemos estar en guardia contra estas peligrosas trampas. En realidad, la
oracin es una necesidad en cada paso de nuestras vidas. Cuando estamos en
dificultades, debemos orar para librarnos de ellas. En la desgracia, cuando
todo lo dems falla, el pensar en el Padre Omnipotente es un solaz para la
mente. Cuando el xito est a la vista, oremos para no sentirnos hinchados de
vanidad y pidamos la Gracia de Dios, y Su generosidad, ya que sin ellas, no
puede haber xito alguno. Despus de que nuestros deseos hayan sido
realizados, o de habernos librado de nuestras dificultades, debemos dar
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gracias a Dios por Sus favores. Sabiendo que Dios es el Padre Amante, y que
sin El nada podemos hacer, la oracin debe convertirse en parte integrante
de nuestro ser.
ORACION Y PECADO
Una mera confesin de nuestros pecados y de nuestros defectos, no conduce
a nada. Si pensamos que por la mera confesin, nuestros pecados son
eliminados y que libremente podemos volver a dedicarnos a ellos, estamos
muy equivocados. Esta actitud, lejos de ser una fuerza de salvacin, nos
mantiene perpetuamente atados al pecado. La redencin es un don que viene
de Dios o del Hombre- Dios, quien ha venido especficamente para el
beneficio de los pecadores. Nuestro deber consiste simplemente en
comprender sus mandamientos y observarlos con cuidado. El resto, debemos
dejarlo ntegramente en Sus manos.
"Cmo puede uno conocer la Verdad y atravesar el velo de la
falsedad?. Hay un medio, Oh Nanak: Hacer nuestra Su Voluntad. Su
Voluntad est ya tejida en nuestra existencia". Jap Ji
Toda accin tiene su reaccin. Todo acto omitido o cometido tiene su pena
correspondiente. No podemos escapar del pecado mientras nos consideremos
como hijos de la carne, ya que la carne es la causa raz de todos los males del
mundo. A menos que un espritu aprenda a dejar a voluntad el plano de los
sentidos, los gozos y las distracciones proliferan como la mala hierba.
"Demasiada indulgencia significa desastre, El goce lleva por
ltimo a la enfermedad. El placer no puede desterrar al dolor,
Sin Su aceptacin, en el desierto vagamos a eternidad".
Maru M.1
Dios es todo amor. Pensar que es a causa de nuestro perdn que l nos
perdona nuestras culpas y desacatos, y que de lo contrario no lo hara, es
malentenderlo terriblemente, y hacer un mal uso de las oraciones,
utilizndolas para seguir haciendo mal.
El hombre Dios, por otro lado, tiene un doble plan de Dispensacin. Mientras
que con una mano concede el perdn por las faltas cometidas, con la otra
est previniendo severamente contra toda repeticin. "Hasta aqu y nada
ms", es su consejo. "Ve y no peques ms", era la familiar frase de Cristo
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que usaba para perdonar a los pecadores. En esta forma ejecuta su proceso
purificativo y talla y da forma al espritu hasta hacerlo aceptable a Dios.
La oracin por s, no puede alterar Su Ley de Dispensacin ni ser una
ayuda para llegar a l. Solamente la obediencia y un intenso anhelo de Dios,
la estricta observancia de los mandamientos del Hombre-Dios, sirven como
factores para hacer de la oracin un medio para llegar a Dios.
El amor, no las oraciones pomposas, es la base de la Ley de Redencin.
Si con todo amor dependemos del fuerte brazo del Dios-Hombre. Su Gracia
brotar espontneamente de la fuente de amor que es El. Reciprocidad en
el amor, sto es algo ciertamente proverbial, y no hay lmite para Su Gracia
Salvadora. Incluso las penas que El impone, estn teidas con los rayos de
Su amor, y en ellas no hay ni la ms mnima huella de rencor.
ORACIONES PARA LOS OTROS
Desde el momento en que todas las almas son de la misma esencia de Dios y
estn inter-relacionadas, las unas con las otras, lo mejor que puede uno hacer
es orar en beneficio de las otras. Las almas elevadas oran siempre por toda la
humanidad en general. Ellas no se contentan con que el mayor bien sea para
el mayor nmero, como consideran generalmente apropiado los dirigentes de
nuestra sociedad actual. Sus oraciones terminan generalmente con las
palabras: "Oh, Dios haz bien a todos".
Los Musulmanes oran por los Momins (sus hermanos en la fe), y luego
por todos los dems. Igualmente, los Budistas oran por todos. Cristo sugiri
incluso que se debe orar por los enemigos. Entre los Hindes es una prctica
comn el cerrar sus oraciones con unas palabras caritativas para todas
las criaturas vivientes, grandes y pequeas. Algunas personas ofrecen sus
oraciones por los males y enfermedades de la humanidad, y otros usan la
oracin en el caso de enfermedades individuales. La telepata ha probado
conclusivamente como los corazones de diferentes individuos vibran en
unsono, sin que tenga importancia la distancia que media entre ellos. Hay un
tremendo poder en las vibraciones mentales, y su campo de accin es tambin
ilimitado. La existencia y la disolucin de universos enteros es el resultado de
una tremenda fuerza pensamiento, que podramos llamar Voluntad de Dios,
aunque se le dan otros nombres como: Kalma, Verbo, Hukam o Bhana. De
esta manera, las cuerdas de simpata que existen entre el Maestro y su
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discpulo, llevan mensajes de amor entre los dos, con una fuerza que es
inimaginable. Esta es la maravillosa relacin que podemos establecer con
Dios. Al entrar en armona con el infinito, uno puede, por la mera fuerza del
pensamiento hacer gran cantidad de bien a los dems, ya que en el fondo todos
crecemos en la misma tierra el suelo de la Divinidad.
ACEPTACION DE LAS ORACIONES
Es una experiencia comn el que la mayora de nuestras oraciones no
obtienen respuesta. La razn para ello no es muy difcil de encontrar.
Todava no hemos comprendido la Voluntad de Dios, ni tampoco que esta
Voluntad opera ntegramente en beneficio nuestro. En nuestra ignorancia,
oramos a menudo por cosas que a la larga nos han de ser ms perjudiciales
que beneficiosas, y no es de admirarse que el Bondadoso Padre, en Su Infinita
Bondad para con nosotros, no acepte esas oraciones y que no produzcan fruto,
pues de lo contrario jams escaparamos del goce sensorio.
"Peds y no recibs, porque errneamente peds para malgastarlo
en vuestras lujurias".
Y tambin:
"Nosotros, pobres ignorantes, Elevamos nuestros brazos, pidiendo
cosas que los sabios poderes, para nuestro bien nos niegan, de manera
que encontramos provecho al perder nuestras oraciones".
William Shakespeare
George Meredith nos aconseja recordar que:
"Aqul que al levantarse de orar es un hombre mejor es aquel cuya
oracin es contestada".
Por otra parte, por lo general, oramos a Dios pidiendo milagros, y no es de
extraarse que esas oraciones no sean contestadas.
"Siempre que un hombre ora, est pidiendo un milagro". Toda oracin se
reduce a lo siguiente:
''Oh, Dios, concdeme el que dos veces dos no sean cuatro".
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Vivimos continuamente una vida sensual, y ni siquiera nos hemos dado cuenta
de que existe el otro lado del cuadro... una vida ms all de los sentidos. La
mayora de nuestras oraciones son, por lo tanto, de naturaleza temporal, y si
stas nos fueran concedidas sin excepcin, nos hundiramos ms y ms en la
escala de los valores morales y nuestras transgresiones o pecados aumentaran
da a da, poniendo fuera de nuestro alcance la oportunidad de salir de esta
prisin que es el mundo, el cuerpo y los goces corpreos o sensuales, con el
consiguiente resultado de que seramos para siempre desterrados del Reino
de Dios. .. Un Reino perdido sin esperanza de retorno.
Cuando el discpulo recuerda al Maestro, siente dentro de s una influencia
tranquilizante, una especie de intoxicacin Divina. Esto se conoce como
telepata, y es una comunicacin de simpata que va a la distancia de corazn
a corazn. De la misma forma, podemos, sintonizando nuestra atencin con el
Infinito, extraer del gran reservorio de Poder de Dios y utilizarlo para el bien
y el beneficio de los dems. Para este propsito, uno tiene que unir su ser en
el suelo Divino en donde crecemos todos y de a
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