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LAS OBSESIONES SUTILES E INSIDIOSAS FILOMENO DE MIRANDA DIVALDO FRANCO
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LAS OBSESIONES SUTILES E
INSIDIOSAS ESPÍRITU: Manuel Filomeno de Miranda/ Divaldo Franco
Libro: Trastornos Psiquiátricos y Obsesivos
La sala donde, a partir de ahora, irían a realizarse las actividades
socorristas de desobsesión, cara a ser un recinto, en el cual los
pacientes anteriormente recibían los esclarecimientos espirituales
y se beneficiaban con los pases fluídicos, suministrados por los
dedicados aficionados a la caridad, irradiaba suave luz que se
prolongaba por los corredores del pabellón, en el cual se
encontraba instalada.
Espíritus afectuosamente ligados a los internados acudían a aquel
recinto hermoso para rogar, en oración, beneficios en favor da su
recuperación. Y es cierto que cualquier lugar donde se anuncia el
nombre de Dios y se piensa en el luego se transforma en santuario.
Jamáis un apelo de la Tierra es desconsiderado por el Cielo.
Mecanismos sutiles y de delicada engranaje se encargan de ese
sublime intercambio, a través de las ondas de energía que llenan
todo el espacio, en variedad casi infinita, demostrando que el amor
está presente en todo y vitaliza a todos los que se hacen
permeables.
Luego además, en razón de la ampliación de los servicios, con la
presencia de técnicos espirituales en socorros des obsesivos, que
aunque los hubiese antes, más operabilidad tendría lugar en el
recinto, que se iría transformar en puesto avanzado de
atendimiento especial.
Amanecía, cuando Petitinga, Dr. Juliano y nosotros, nos apartamos
del pabellón, dirigiéndonos a una bella plaza arborizada en el
centro de la ciudad. La pujanza de luz del Sol vencía lentamente a
las sombras que huían coloreándose, en cuanto la a los pájaros en
sinfonía fascinante bendecía la Naturaleza en fiesta.
Raros vehículos y transeúntes se movían en aquella hora, y el aire
se presentaba levemente perfumado. Espíritus ociosos y gandules,
viciados y en desaliño emocional, transitaban de uno para otro
lado, como si aún estuviesen vistiendo la indumentaria carnal, sin
percibir nuestra presencia en la agradable pérgola adornada de
rosas rojas que se abrían a la luz en victoria creciente donde nos
encontrábamos...
Percibí que la gran mayoría era constituida de antiguos residentes
del lugar, que aún no se habían dado cuenta del fenómeno de la
gran pérdida, encarnación, apegados a los viejos hábitos que
mantuvieran durante la existencia. De cuando en cuando, podíamos
identificar también rastros de luz cortando el aire en dirección de
lo alto, dejados por nobles mensajeros, quiera encarnados o no, que
se alejaban de las residencias donde allí estuvieron durante la
noche... En ese clima de suave renovación, Dr. Juliano, aun
impresionado con el que tuviera oportunidad de acompañar,
esclareció: "La esquizofrenia, por ejemplo, siempre me despertó un
gran interés. En mi visión de unicidad de la vida, delegaba a la
genética la casi total responsabilidad por la entonces enfermedad
mental, que también se presentaba como proveniente de
enfermedades letales o de recuperación difícil, del alcoholismo, de
las drogas, tornándoseme difícil entender ese mecanismo.
Reducía toda la responsabilidad al acaso que elegía unos, más
infelices que los otros, para cercearles la felicidad, interesándome
en encontrar procedimientos hábiles para disminuirles los
padecimientos o, quién sabe?, liberarlos totalmente de ellos.
Fascinado por los descubrimientos del Dr. Emil Kraepelin, en sus
estudios en torno a la melancolía, hoy conocida como depresión,
pase a interesarme por los factores psicológicos que la
desencadenaban. Igualmente interesado por la incomparable
contribución del Dr. Eugene Bleuler, el eminente psiquiatra sueco
que denomino la demencia precoz como esquizofrenia,
profundizando los estudios en las causas endógenas a que él se
refería para entender esa terrible enfermedad mental que ataca al
ser humano en todas las edades, más de preferencia entre los 15 y
25 años, cuando la vida comienza a florecer en el cuerpo.
Las alteraciones del pensamiento, las alucinaciones y delirios, la
falta de discernimiento, la ausencia de interés social, el abandono
de sí mismo o la agresividad, me fastidiaban, y use los mejores
esfuerzos para contribuir en favor de la recuperación a sus
víctimas.
Hoy, con la visión de las causas profundas, comprendo la justicia de
las divinas leyes que alcanzan a los infractores conforme el estado
moral en que se encuentran. Nadie defrauda la vida inútilmente, sin
dejar de ser alcanzado por el desencadenamiento de los males que
se permitió.
Es natural, por tanto, que las denominadas causas actuales, nada
más sean qué efectos de aquellos desastres que cada cual se
permitió. Actualmente es reconocida, no más como una enfermedad
mental, más si como un conjunto de patologías diversas, es un
látigo aplicado a las conciencias livianas, a fin de reajustarla a los
códigos superiores.
Felizmente, la Farmacología consiguió sintetizar diversas
sustancias que mantienen al paciente en parcial equilibrio,
permitiéndole una vida social relativamente normal, desde que
permanezca en tratamiento cuidadoso. En esa ocasión, el
discernimiento puede inducirlo a la renovación moral, al cambio de
comportamiento, que le traerá beneficios mucho mayores,
reduciendo la intensidad de la enfermedad cara a la mejora
espiritual del enfermo. Mediante la visión espiritista, no en tanto, se
modifica totalmente el conocimiento en torno de ese terrible
trastorno psicótico, que toma cuenta de 1 % de la población
terrestre. Podemos incluir en esa tasa los casos típicamente
obsesivos, muy difícil de separarlos de aquellos considerados
clásicos, por la razón de la semejanza de síntomas con que se
manifiestan.
Deduzco que el perseguidor desencarnado, reencontrando aquel
que lo infelicito, se le acerca, por la Ley de Afinidad - débito crédito -
, emitiendo las ondas del sentimiento rencoroso, alcanza y
sincroniza con las matrices morales del endeudado, como
verdaderos pliegues que se le fijan, utilizándome del Lenguaje
recientemente aprendido, pasando este último a experimentar el
pensamiento invasor, que lentamente lo aliena, por desequilibrar
las sinopsis neuronales, el sistema nervioso central y algunas
glándulas de secreción endócrina...
A lo largo del tiempo, lo que era apenas una influencia perniciosa
desequilibra la harmonía de las comunicaciones mentales,
transformándose en la decantada locura"... Cuando silencio,
demostrando el entusiasmo por lo que había visto y acompañara,
Petitinga completo:
"La reencarnación es la luz que aclara el entendimiento lógico en
torno de los incontables requisitos afligidos de la existencia
humana. Demostrando que cada espíritu es autor de sus conquistas
y desgracias, faculta la rehabilitación de quien erra y estimula el
progreso de quien acierta a través de los mismos procesos
pedagógicos del amor y del trabajo.
Me llama l atención, sin embargo, en la actualidad, la alta
estadística de portadores del mal de Alzheimer, padeciendo de
lamentable degeneración neuronal, en proceso expiatorio aflictivo
para ellos mismos y para los familiares, no siempre preparados
para esa injunción dolorosa.
Incomprendido el proceso degenerativo, la irritación y la rebeldía
toman cuenta de la familia que maltrata al enfermo, cuando este
necesita de más cariño, cara al proceso irreversible-.
La seguridad de los diagnósticos ya contribuye para que, en el
inicio, se pueda atenuar y retardar los efectos progresivos de esa
demencia asustadora. Sin duda, se trata de un vehículo expiatorio
para el paciente y su grupo familiar. Aunque la gravedad de que se
reviste esa degeneración, adversarios desencarnados empeoran el
cuadro, afligiendo a la víctima en tormentosos proceso de agresión
espíritu a espíritu, en razón del paciente encontrarse en parcial
desdoblamiento, por la imposibilidad de utilizarse del cerebro,
entonces alucinándolo por el miedo que alcanza las muestras del
terror...
Ignoraba que en esa demencia también pudiesen ocurrir
influencias nefastas. Sin duda que, en todos los procesos de rescate
espiritual siempre existen dos envueltos, y aquel que fue víctima
siempre se aprovecha de cualquier oportunidad, sin compasión,
para desforrarse de quien lo perjudicó.
La obsesión, por eso mismo, es más voluminosa y sutil de lo que se
conoce, aun mismo en los estudios espiritistas actuales, por cuanto,
no todos los cuadros pueden ser percibidos exteriormente, siendo
muy común en los estados del coma, de la muerte aparente, de las
degeneraciones cerebrales...
Me acuerdo de cuando Alois Alzheimer estudio una paciente, la
señora Augusta D., portadora de un tipo de degeneración mental y
en ella encontró los elementos cerebrales de estructuración de sus
alicientes para el conocimiento de la enfermedad que
posteriormente recibió el nombre, en homenaje a su trabajo
extraordinario, aún más considerándose el atraso de la pesquisa
óptica a través de los microscopios, que él consiguió de forma
exhaustiva en sus longas necropsias. Desencarnando el paciente,
aunque el diagnóstico establecido, fue constatado que ella
falleciera de otro tipo de enfermedad, mas abriera el camino para
el conocimiento de ese flagelo neurodegenerativo. Fue el quien
describió, por primera vez, en 1906, lo que sucede con los ovillos
neuro fibrilares, que son modificaciones intracelulares que se
presentan en el citoplasma de los neurônios, complicando diversos
departamentos cerebrales. Como efecto de ese proceso, los
pacientes tienen afectada inicialmente la memoria, sufren
disturbios cognitivos, especialmente aquellos que responden por el
habla por la capacidad de concentración, ampliándose el
desequilibrio en el raciocinio, en la perdida de la orientación
espacial, de la habilidad para calcular, en fin, de los procesos
normales de la lógica y del comportamiento...
Anteriormente ignorada, la enfermedad era tratada como un
estado de demencia progresiva, sin posibilidad de reversión. Aun
hoy continúa sin gran esperanza de cura, cara a los daños graves
producidos al cerebro, que se atrofia expresivamente, más que,
detectada precozmente, puede tener disminuidos los efectos
desastrosos... Entonces constato que, tratándose de una expiación,
en un proceso terminal, no tiene como ser estacionada, y menos,
recuperada. ¿Lo curioso, en ese cuadro, es la herencia, que ejerce un
papel fundamental en su manifestación, comprobando que esos
pacientes son espíritus incursos en delitos idénticos y practicados
juntos, no le parece?
Pesquisidores atentos identificaron una base hereditaria mediante
el descubrimiento de un marcador genético en el cromosoma 21 en
determinado grupo familiar, mientras que, en otro, la evidencia
induce a la acción del cromosoma 19"...
"Exactamente" - concluyo, Petitinga - gracias a esa ocurrencia
infeliz, los espíritus cómplices retornan en el mismo grupo
biológico, a fin de encontrar los factores predisponentes y
preponderantes para la acción del periespiritu en la elaboración
del cuerpo que propiciará el aparecimiento de la enfermedad
moralizadora del endeudado.
Aquel, sin embargo, que no consigue la dádiva de la reencarnación,
permanece en la erraticidad en aflicción, vinculándose al
antagonista cuando las circunstancias se hacen propiciatorias. Las
obsesiones sutiles son muy graves, porque pasan casi
desapercibidas y, cuando son notadas, ese las ve ya enraizadas en
los departamentos mentales y emocionales de sus víctimas.
Silencio, un poco, como que ordenando el raciocinio, y prosiguió:
"Cara a esas degeneraciones, el parkinsonismo, cuyas raíces
profundas están en el espíritu endeudado, al manifestarse, da
lugar también a vinculación morbígena con los oponentes
vigilantes que le empeoran el cuadro, dando lugar, de ese modo, a
la recuperación moral del enfermo...
Es, por tanto, como se inicia el tormento obsesivo que no siempre
culmina con la desencarnación del paciente." - "Así considerando, la
cuestión en torno de las obsesiones es muy grave —adujo el Dr.
Juliano. — Conforme datos estadísticos fiables, la población de
portadores de la enfermedad de Parkinson en la Tierra alcanza en
la actualidad el 1 % de las personas de más de 50 años, lo que no
deja de ser casi alarmante. Surgen las primeros señales en forma
de leves temores que se tornan más graves, aumentando
progresivamente y consumiendo a la víctima.
Gracias a la identificación de los neurolépticos, la dopamina
especialmente, producida en la región denominada substancia
negra, en el cerebro, que está encargada de conducir las corrientes
nerviosas por todo el cuerpo, responde por esa cruel problemática
en el área de la salud. Su ausencia causa el desequilibrio
neurotransmisor, afectando los movimientos y dando lugar a otros
disturbios orgánicos siempre graves, porque son irreversibles.
“- ¿Cómo se encaja ahí la vinculación obsesiva? Petitinga reflexionó
calmadamente, y respondió: - "Algunas veces, desde la cuna, los
litigantes permanecen más o menos vinculados psíquicamente.
Aquel que reencarnó sufre la presencia enferma del enemigo que lo
aflige, llevándolo a una infancia atormentada, hiperactiva o
molesta.
A través de los años, el asediador aguarda que ocurra algún factor
orgánico que le proporcione el esfuerzo, instalando su pensamiento
en los delicados tejidos mentales, pasando a desestabilizar las
sinapsis y a generar perturbaciones en los diferentes sistemas
nerviosos simpático e autónomo... Lentamente tiene inicio los
disturbios en relación a la vida vegetativa, la presión arterial, a los
fenómenos respiratorios, facultando la instalación de
enfermedades orgánicas. En los procesos degenerativos
parkinsonianos, ese procedimiento vibratorio más inhibe la
producción de dopamina y afecta igualmente las musculaturas
vinculadas al sistema nervioso autónomo, dando lugar a la pérdida
del equilibrio. Comprendemos, sin embargo, que no todos los casos
tengan influenciación obsesiva, porque hay muchos espíritus en
recuperación de sus delitos, más portadores de otros valores que
los resguardan de la interferencia malsana de los enemigos
desencarnados. Cuando los investigadores científicos puedan
dedicar mayor atención a las pesquisas parapsíquicos,
especialmente aquellas de naturaleza mediúmnica - pues es que, en
la base de la ocurrencia, siempre se está ante un fenómeno
mediúmnico de largo porte - serán encontradas respuestas para
muchas incógnitas enfrentadas en las terapéuticas aplicadas a las
enfermedades. En algunos pacientes — no obsesados - los
resultados son sorprendentes, en cuanto que, en otros—los
obsesados — los efectos son casi nulos, cuando no presentan
secuelas, algunas veces, injustificables, que son provenientes de los
fluidos enfermizos emitidos por el agresor y asimilados por las
delicadísimos engranajes nerviosos." Tras el silencio natural,
dándonos cuenta de que las horas avanzaban, resolvimos por el
retorno a la clínica, donde nos aguardaban las actividades bajo la
dirección del Dr. Ignacio Ferreira. El día actuaba de luz, y en
llegando allá, encontramos al querido amigo en la sala de reposo
que nos fuera reservada, acompañado por los demás miembros del
compromiso espiritual. Con cordialidad y buen humor, que nos
recibió, explicando que vamos a seguir un paciente debe ser
hospitalizado inmediatamente, viniendo de un pueblo cercano. Él
fue informado de la problemática por devotado cooperador de la
Casa.
Acto continúo, nos acercamos a la recepción de la clínica y vimos
llegar una ambulancia que traía un señor prácticamente hebetado,
con aproximados cuarenta años de edad, en deplorable estado de
desgaste orgánico. Visiblemente vencido por el medicamento que le
fuera aplicado, le observe las compañías perversas que se nutrían
de las parcas energías de que era portador. Se deducía que se
encontraba dominado por pertinaz obsesión de efectos
devastadores y de demorado curso... después de los procedimientos
formales, fui llevado a una enfermaría donde se alojaban más otros
tres pacientes casi dementados, donde quedó instalado. Algún
tiempo después, con el prontuario en las manos, un joven
psiquiatra se le acerco, para una valoración, no ocultando la
preocupación que se le estampó en el semblante. El enfermo era un
cocainómano inveterado, que allí estaba anteriormente en proceso
de des encharcamiento, de modo que pudiese tener una sobrevida
mayor, caso se resolviese por la liberación del vicio, lo que se
constataba no haber conseguido. El especialista hizo las
anotaciones competentes a su atendimiento, dejándolo bajo la
vigilancia y los cuidados de la enferma. En cuanto a eso, el Dr.
Ignacio lo ausculto con cuidado y, solicitando la ayuda de Petitinga,
para que le aplicase pases dispersivos, a fin de desligar
parcialmente el espíritu encarcelado, facultándole mejor examen
de la ocurrencia en profundidad. Silenciosos, en actitud de oración,
acompañamos el trabajo de socorro en procesamiento, viendo al
paciente dislocarse del cuerpo que entró en pesado torpor.
Simultáneamente, acompañamos la algazara de los vengadores
que se complacían en atormentarlo por medio de lamentos que no
eran escuchados y de las carcajadas de mofa en relación a
cualquier posibilidad de rehacimiento orgánico para él. En ese
momento, se adentró nuestro hermano justiciero, que venía a
informarse a respecto del nuevo paciente, en el que fui atendido por
uno de los perseguidores del recién llegado. Aunque su temple y
arrogancia, no nos pudo ver, asumiendo la ridícula postura de
representante da organización de justicia local, como hice cuestión
de enfatizar.
Pudimos observar que el Dr. Ignacio, sin preocuparse con la
presencia del indigente obsesor, se detuvo en analizar al espíritu en
atendimiento, apuntando los fulcros energéticos en los cuales se
instalaban algunas matrices psíquicas deletéreas, que servían de
vinculación entre él y sus exploradores. Convidando a la querida
señora Modesto, le pidió que aplicase la mano derecha sobre el
chacra cerebral del paciente y que procurase identificar las causas
do problema inscritas en los recesos del inconsciente profundo a
través de la acción plástica del periespiritu. No haciéndose de
rogar, la dedicada médium se acercó, y profundamente
concentrada, toco la región indicada, proporcionando que la misma
se abriese en poco tiempo, desvelando sucesivos escenarios de
ocurrencias archivadas que nos sorprendieron. Con voz pausada,
Dr. Ignacio esclareció que el enfermo traía escrita la historia de sus
crímenes en la memoria del pasado, de cuyos acontecimientos
resultará el desequilibrio que ahora enfrentaba. - "Nuestro
hermano - enuncio sereno - aquí estuve reencarnado, en esta
región, en días no muy distantes del desenvolvimiento agrario de
estas tierras. Europeo de nacimiento, forme parte de una gran
migración que se instaló en este Estado, trabajando con ahínco y
almacenando sólida fortuna. Inescrupuloso y venal, pasó a explorar
otros compatriotas, que también anhelaban por independencia
económica, esclavizándolos prácticamente en trabajos exhaustivos
y degradantes. Tornados sus colonos, muchas de las familias que
trabajaban para el sufrieran el guante terrible de sus perversiones
y desvaríos sexuales, haciendo desgraciados a jóvenes indefensas
que eran posteriormente entregadas al comercio carnal en la
ciudad, en las cercanías o en la capital, gracias a secuaces
mantenidos a su sueldo. Los años transcurrieran engañosos para él
y terribles para sus víctimas hasta que la muerte a todos arrebató.
Su despertar en el más allá fue terrorífico, pues que, de inmediato,
enfrento al gran número de víctimas que providenciaran severas
puniciones en reductos infames de odio y torpeza moral, donde
estuvo por más de veinte años. Gracias a la interferencia de la
madrecita fue recambiado a la reencarnación, volviendo a los
mismos sitios, como heredero de sí mismo, a fin de recuperarse de
los muchos males practicados...
La conciencia de culpa lo afligió desde la niñez y las vinculaciones
con las victimas que no pudieron ser impedidas, cara a la Ley de
Afinidad vibratoria, le facultaron el deseo de atormentarlo, desde
temprano, haciéndolo revivir las escenas hediondas del presidio en
la erraticidad inferior donde estuvo en punición, mientras el sitio
del odio le aturdía el pensamiento.
En la adolescencia atormentada, se descubrió con incapacidad para
el uso del sexo, que lo arrojó a una depresión profunda, cuando
comenzó el uso de alcohólicos, de cocaína... Los estudios no
pudieron ofrecerle un título universitario a pesar de los esfuerzos
de los genitores actuales, que terminaron por sucumbir de angustia
a la muerte, por los disparates y escándalos perpetrados por la casi
alienado... Recogido anteriormente a este nosocomio, después de
conveniente atendimiento especializado y abstinencia de las
drogas, presento mejoras no muy significativas que lo llevaran de
regreso al hogar, donde, pasado poco tiempo, volvió a lamentable
dependencia a la droga... su conflicto más grave es en el área
sexual, señalada por los abusos y crímenes practicados
anteriormente.
La impotencia fisiológica es el resultado del desgaste perverso de la
a sagrada función procreativa, de que se benefició en la
extravagancia y en la hediondez de su práctica. Sintiéndose
poderoso, porque joven, hermoso y rico, no pudiendo dar baza a los
impulsos mal contenidos del organismo, se debatió en la desespero,
empujado por los enemigos que lo estimulan y empeoran el cuadro
por medio de pensamientos libidinosos y desestructurados... E -lo,
entonces, con los problemas derivados del comportamiento
mórbido, azuzado por el odio de sus víctimas..." En ese momento,
noble Espíritu en vestidos femeninas adentrase en la enfermaría y
luego percibimos se trataba de aquella que fuera madre en los días
anteriores a la actual existencia, y que intercedía por él, el hijo
alucinado e infeliz. Nos saludó con delicado sonrisa y agradeció al
Dr. Ignacio la síntesis biográfica presentada, que confirmó,
entristeciéndose. Doña Modesto retiro la diestra de la frente del
paciente y desaparecieran los cuadros que allí podíamos observar,
como si fuesen impresos en una pequeñita pantalla de televisión.
Con la ternura habitual de las madres, explico:
- "Anselmo es un Espíritu muy querido, que el tiempo viene
trabajando sin que se operen los resultados positivos deseados.
Enrojecido por los hábitos enfermizos, no ha conseguido realizar la
necesaria mudanza de comportamiento mental, a fin de ajustarse a
los programas iluminativos que están a su alcance. Aquellos que lo
amamos, tenemos investido un expresivo cabezal de afecto y
paciencia, que él no ha conseguido absorber, transformando en
conquistas libertadoras de las pasiones que lo encarcelan en la
ignorancia y en la crueldad. Cara al proceso largo de alucinaciones
cometidas, aquí llega hoy en deplorable estado de aflicción, para
sumergirse en recurso expiatorio irreversible, en esta existencia,
como delineamiento para las experiencias del futuro... Mucho
agradecemos la cooperación de los queridos amigos que se
disponen a misericordioso concurso terapéutico. En mis rogativas
al Divino Médico, había suplicado para el querido infractor más
una oportunidad, y es que la respuesta celeste llega en forma de
compasión y apoyo." Dr. Ignacio, que estaba informado de la
problemática, se le acercó, y gentilmente anunció,
complementando: — "Cuando recibimos su prontuario espiritual y
observamos la gravedad de su problema, procuramos penetrar--las
causas profundas de la alienación, detectando el trastorno de
conducta que se ha permitido. Por lo que nos fue posible observar,
que es muy grave a su actual situación. Esto porque, entre las
varias entidades espirituales que lo odian, una de ellas localiza la
concentración mental en el aparato genésico, agravando la
perturbación funcional de que es objeto. Concomitantemente, otro
enemigo insidioso domina el centro de su voluntad mediante
continua inducción al consumo de la droga perversa. Como
consecuencia, la arritmia cardíaca denuncia grave coyuntura en el
órgano, visiblemente afectado por la acción química de la sustancia
largamente absorbida." - "Acredito que el hijo querido – señalo la
dama espiritual - deberá retornar dentro de algunas horas. Mi
preocupación es con el proseguimiento de su martirio obsesivo,
desde que las vinculaciones con los adversarios son muy poderosas.
Así pensando, vengo a interceder junto al dedicado psiquiatra, en el
sentido de impedir su arrastramiento por los enemigos a alguna
región inferior o, por su vez, permanecer en deperecimento de
energías absorbidas por sus actuales verdugos."
Ella silenció. Por unos brevísimos instantes, aduciendo luego: Sus
dolores han sido morales muy profundos, que lo llevaron a la fuga
espectacular por la drogadicción y por la obsesión… No dispones, en
su angustia, de tiempo mental para la reflexión, martirizándose
con la culpa inconsciente instalada en los rescoldos del alma, sin
valor espiritual para el enfrentamiento. Y una existencia talada en
pleno desenvolvimiento. Su retorno al Gran Hogar se hace
ineludible, a fin de que no se sumerja en el abismo del suicidio
conforme planean sus adversarios. Dr. Ignacio reflexionó un poco, y
expuso: - Podremos inducirlo a un profundo sueño, cual si fuera un
coma de largo porte, preparándolo para el desprendimiento
espiritual definitivo, de acuerdo con la anuencia del Plano superior,
que ciertamente la noble genitora ya consiguió. — Y claro, que sí. -
afirmó, conmovida. - Interferimos junto a los elevados
programadores de la reencarnación, explicando la necesidad de
serle concedida una nueva oportunidad con carácter expiatorio,
tras de esta existencia, en la cual tendría tiempo para meditar a
respecto de las leyes divinas, habiendo recibido el necesario
consentimiento. Como el momento es propicio, intentemos,
entonces, la terapéutica oportuna y salvadora. Invitándonos a
todos a la oración, lo vimos concentrarse de forma inhabitual,
envolviéndose en diáfana claridad, cuando se adentró en la
enfermaría noble Espíritu que examinó al paciente, y explicó al Dr.
Ignacio: — Será fácil dislocar un pequeño coágulo sanguíneo y
encaminarlo al cerebro, provocándole un accidente vascular
cerebral de expresivo curso, localizándolo en el hemisferio
izquierdo, cuyos efectos le serán benéficos... Démonos cuenta de que
el visitante era un hábil neurocirujano, ahora sedado en el
Sanatorio Esperanza, que le atenderá la solicitación mental y
vendrá en su socorro. Observamos el esculapio examinando el
aparato circulatorio del paciente, luego explicando:
— Notamos que nuestro enfermo es portador de grave problema en
las carótidas, especialmente en la lateral izquierda. Será muy fácil
dislocarle un pequeño trombo que irá proporcionarle una isquemia
cerebral de larga proporción, obstruyéndole delicada área de
comunicación motora, verbal, sin anularle el raciocinio, el flujo del
pensamiento, ayudándolo a despertar para la autoconsciencia. A
continuación, Dr. Ignacio nos invitó a una actividad desobsesiva, en
la cual doña Matilde y doña Modesto deberían contribuir
mediúmnicamente, atrayendo a las dos entidades más vinculadas
al paciente, dislocándolas de las chacras a los cuales se fijaban, al
tiempo en que serían realizados los procedimientos para la
producción del accidente vascular cerebral. Yo me encontraba
encantado con los recursos para mis desconocidos, de que se
utilizan los benefactores espirituales a fin de contribuir para la
recuperación moral de las calcetas e impertinentes defraudadores
de las divinas leyes, trabajando siempre con amor. Así pensando,
me di cuenta que, invariablemente, lo que se presenta como un mal
constituye terapia saludable para excelentes resultados en el bien y
en la salud. No fuera, sin embargo, esa, la primera vez que
acompañaba algo de esa naturaleza, aunque, no del mismo porte.
Este puesto, quedó establecido que, en aquella misma noche, tras
las 23h, seria realizado una labor desobsesiva en el plano
espiritual, teniendo en vista a desestructuración de Anselmo, el
paciente irresponsable y recalcitrante que, no obstante, era amado
y acreedor de cariñosa ayuda, aunque dolorosa, teniéndose en
cuenta los promisores resultados futuros. El médico especialista
convidado y la noble genitora devotada solicitarán permiso para
retirarse, quedando establecido el horario referido para los
procedimientos espirituales en beneficio del paciente adormecido.
Luego después, Dr. Juliano Moreira interrogó al colega Uberabense:
- Confieso que ignoraba totalmente este programado recurso
terapéutico. ¿Equivale decir que los espíritus nobles pueden
desencadenar disturbios orgánicos con vistas a la recuperación
moral de los enfermos?
- Si - concordó el interlocutor. – Conviene que no olvidemos que nos
encontramos en un mundo de causas, de la energía, y que los
fenómenos orgánicos pueden ser producidos desde aquí, mediante
la alteración de fuerzas específicas. Veamos el caso de nuestro
Anselmo. Él se encuentra con diversas arterias muy comprometidas
con exceso de gordura, con algunos depósitos lipídicos en sus
paredes - ateromas — y que, estimulados por vigorosa descarga
mental bien orientada, pueden ser dislocados y seguir la corriente
sanguínea hasta obstruir los vasos de pequeño calibre, aunque
esenciales en la irrigación, especialmente en el cerebro. Advendrán,
por consecuencias, las parálisis correspondientes en las áreas
afectadas... - "Es bastante lógico" - concordó, meneando la cabeza,
afirmativamente. ¡Cuánto vana es nuestra filosofía, en la Tierra! No
puedo dejar de parafrasear Shakespeare... Como quedan sin
cualquier respaldo las tesis afrentosas de que el pensamiento es
resultado del quimismo cerebral, cuando ese es, en realidad, el
factor que mantiene la producción de los agentes electroquímicos
para las neuro comunicaciones! Pasamos el día observando los
pacientes psiquiátricos y procurando encontrar la línea probable
de división entre el trastorno fisiológico e o de naturaleza obsesiva,
que se confunden, cara a las idénticas manifestaciones enfermizas
con muy sutiles delineamientos específicos. El espectáculo en el
patio en que se reunían era deprimente, en razón de la pérdida de
discernimiento de algunos en delirios de la imaginación y en
captación telepática de las imágenes mentales que les eran
impuestas. Algunos enfermeros de formación espírita, pacientes y
gentiles, dialogaban con algunos pacientes, en cuanto a otros
cooperadores mantenían el sentimiento de fraternidad y de
comprensión de sus disturbios emocionales y mentales. En razón de
las vibraciones y de las preces que allí eran habituales, se hacían
menos penosas las exudaciones psíquicas de los enfermos y de los
espíritus infelices mezclados en el comercio tenebroso de las
exploraciones de energías.
Traducido al español por: M. C. R
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