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LAS RELACIONES DE ESPAÑACON LAS
IIEPtill,ICIS HISPANO-IMERICINIS
POR
RAFAEL M. DE LABRA
TERCERA EDICIÓN
our..........~1••■•■••••••••••■11~110
MADRID
TIPOGRAFÍA DE ALFREDO ALONSO
Calle de Barbieri, núm. 8
1910
INDICE
Introducción:
El Tema de la intimidad Ilispano-americana. — Hechos recientes que acentúan su linportan3ia. — Necesidad de cono-cer exactamente los términos del problema. -- Urgencia dedar á éste el carácter de una cuestión política del día .y depresentar soluciones positivas y prácticas. — Necesidad deprecisar las condiciones de vida y los antecedentes históri-cos de los Pueblos Hispano-americanos como uno de los térmulos de la relación que se ha de estudiar. — Necesidad deconocer la obra realizada por los Gobiernos españoles yamericanos para la inteligencia y franca comunicación delos Pueblos de allende y aquende el Atlántico.— La idea dela intimidad internacional. ---Sras supuestos, sus antecedentes,sus formas y su alcance. —Pág. 1.
1. El Mconociiniento de la independencia de las antiguasColonias españolas. —Por los Estados Unidos de América, In-glaterra y Francia. —Resistencia de España hasta 1836, con-tradiciendo las experiencias británica y portuguesa respecto de Norte América y el Brasil.- -Iniciativa de aproxima-ción de parte de las antiguas Colonias.—La ley española de1836 autorizando al Gobierno para celebrar Tratados diplo-máticos con las Repúblicas hispano-americanas. Comple-
mento de esta ley por otra de 1855.—Conforrne á la primera
,de estas leyes se hizo, ea 28 de Diciembre de 1836, el Tratado,
VI
Hispano Mejicano, primero de la serie de los reconocimien—tos de los Estados Americanos por España. — Apertura depuertos de España, Venezuela, Colombia, Nueva Grana-'da, Chile, Uruguay y Ecuador desde 1837 á 1840. —Tratadosda Hispano-brasileñ os y de El: gaña con los Estados Unidos. —
Singularidad y alcance del Tratado de París de 10 de Di-
ciembre de 1898, ratificado en 11 de Abril de 1899.—Situación anómala de España y Cuba después de 1900. --Pág. 3.
II. Tratados y Convenios de España con las Repúblie as
Hispano-Americanas desde 1836 á 1909. —Tratados de 1836con Méjico, de 1840 con Ecuador, de 1841 con Chile, de1845 con Venezuela, de 1847 con Bolivia, de 1850 con Cos-
ta Rica, de 1851 con Nicaragua, de 1855 con SantoDomingo, de1852 con la Argentina, de 1863 con Guatemala, de 1865 con el
Perú y San Salvador , de 1845 con Uruguay , de 1880'con Paraguay, de 1895 con Honduras, y de 1906 conCuba.—Tratados posteriores á los antes citados. Tratadosvigentes en 1909.— Tratados en proyecto.— Pag. 21.
III. Resumen de ¿os Tratados de España é Hispano-Ame-ricanes.—Grupos en que pueden dividirse esos Tratados.De reconocimiento, paz y amistad y comercio.—De extradi-ción.—De arbitraje.—De validez de títulos académicos é in-corporación de estudios.—De ventajas comerciales. —De de-recho civil y procesal.—Avance considerable del tratado de1888 con el Ecuador.— Adelanto excepcional de los último*tratados de arbitraje con Uruguay, Salvador, Colombia, San-to Domingo, Bolivia, Guatemala y Méjico.—Comparación deestos Tratados con el reciente argentino italianoy con el his-pano suizo de 1907.— Los Convenios para la ejecución deSentencias de España y Colombia de 19)5.—Comparacióndel de España con Cerdeña de 1851 .—Convenio tácito de Es'palia con Cuba sobre este particulary en sentido pro gresive.
- VII
Auto afortunado del Tribunal Supremo de Justicia de Espa-ñ de 1907.—Atraso de los tratados europeos sobre este pun-to.—Art. y consecuencias del Tratado de París de 1899 res-pecte de las relaciones internacionales de Cubay España.La Constitución de Cuba de 1901 y la nacionalidad extranje-ra. -La Ley Platt como Apéndice y complemento de estaConstitución ratifica los preceptos del Tratado de París de1898.— Last Leyes Municipal y de Propiedad intelectual é in-dustrial de Cuba favorecen excepcionalmente la intimidadhispano cubana.—Pag. 21.
IT. Tratados generales internacionales en que figuranlos Estados Hispano-Americanos.—Tratados de comunica -clones postales, telégrafos, marcas de fábrica, Sanidad, et-cétera, etc. -Concurrencia de &as Repúblicas latino-americanas á la Segunda: Conferencia del Haya de 1907. — A laPrimera (de 1889) sólo asistió Méjico.—En la Segunda Con-ferencia todos los asistentes se adhieren á los acuerdos dela Primera.—Todos los Estados Hispano-Americanos tienenrepresentación en el Tribunal permanente de arbitraje delHayas—Los Convenios de Derecho Internacional Pávadoeuropeo del Haya no se han extendido á América.—Esta hahech ) el Congreso Internacional de Derecho Privado ckMontevideo de 1892, al cual se adhirió ad re fe rendwn España ,
y que constituye un gran progreso.—Parte ds lo acordadoentonces se ha sancionado en los Tratados pm-tic/llares pos-teriores á 1900. Parte considerable) falta por convenir. ----Reclamaciones hechas por el Gobierno español y satisfe-chas por los Gobiernos americanos en 1847, 51, 53, 66,.71 y 87.—Reclamaciones resistidas por Venezuela en 1845,el Perú en 1864 y 65, y Méjico en 1861. — La guerra del Pacifioo.--La expedición á Méjico.— Solución afortunada á e/gtos eonfictos Hispano- americanos. - Restabi iniociewie de re-
ciones de España con Méjico y el Perú, Chile y Bolivia.¡a —Intervención satisfactoria de España en algunas cuestio-
nes de las Repúblicas latino-americanas.— Laudos arbitra-les de España en los litigios de la Argentina con Paraguay, y
d varios Estados de la América Central, así como del Perú
con el Ecuador.—Diferen cias de España con la América es -
pañola por las cuestiones de Cuba. —El Congreso de Pana-má de 1826 y su fracaso.—La República española de 1873,
haciendo reformas coloniales, impidió la ruptura de re-
laciones de España con la América independiente. —Actitudbenévola de los Estados Unidos del Norte en aquella oca-sión.—Simpatias manifiestas de Hispano América en las fies-
tas del IV Can cen.ario del Descubrimiento de América,—LosCongresos Ibero-americanos de Madrid de 1892. — Despuésde la pérdida de nuestras Antillas y Filipinas se acentúan lassimpatías del Centro y Sur de América. — El Congreso His-pano Americano de Madrid de 1900. — De qué suerte el au-mento considerable de la emigración española á Cuba y á to -das las Repúblicas latinas de América ha acentuado las bue-nas relaciones de ésta con la vieja Madre Patria. — De quémodo ha servido para esto la abstención de los españoles enlas cuestiones interiores americanas. —Cómo los españolesse han asociado últimamente á los actos conmemorativos delsetablecimiento de la Soberanía de América.— Ley españolade 1854 sobre nacionalidad de los españoles que van á América.—Decreto de 1906 sobre exclusión de los argentinos delservicio ii militar en España.•
—Real decreto de 1897 facultan-do á los extranjeros para cursar estudios y obtener títulosacadémicos en Inspaña .—Intimidad de los Representantes deEspaña y do la América latidel Haya. ---- Adhesiónd •
latina en la Segunda Conferenciaootrinal de los primeros á las fór-
mulas de Drago. —134ina 26.
......... ......
V. Origen y fundación de las Repúblicas Hispano Ameri-, canas. —Disposición y organización de la América española
dentro del primer decenio del Siglo XIX. — Los cuatro Vi-rreinatos.—Las siete Capitanías generales. --- Las Intenden-cias. -Las Audiencias. -Los Corregimientos. - Los Cabildos.
Consulados.—Disposiciones de la Recopilación de In-dias (libro 3.") sobre facultades de los Virreyes. -E1 librode dicha Recopilación sobre las Audiencias. -Las Ordenanzas de Intendentes de 1775 á1898.— La vida local represen-tada por los Consulados y los Cabildos. --- El. libro 9 ° de laRecopilación de Indias sobre los primeros. El libro 4.° so-bra:los segundos. — Complemento de la dirección superiormoral, política y económica de América. _- La Organizacióneclesiástica de los Arzobispados, los Obispados y los Abades.--El Patronato Real.— Los eclesiásticos y los abogados enAmérica.—La instrucción pública. - Las Universidades, losColegios y los Seminarios. — Las Sociedades Económicas deAmigos del País. - La población de América, — Los cuatrogrupos: indios, negros, mestizos y mulatos y blancos.— Di-visión de éstos en peninsulares y criollos. -- Disposiciones
del Código de Indias sobre los indios.— Los decretos delsiglo XVIII sobre esclavos. — Declaraciones del Código enfavor de los pobladores y sus hijos. - Corruptelas - Injustainferioridad de los criollos al finalizar el siglo XVIII. — Laobra admirable del Marqués de la Sonora, primer MinistroUniversal de Indias, en 1775. —Olvido y falseamiento desus reformas. —E1 monopolio del ComerdLo UI tramaritio.—
La reforma insuficiente de Carlos III, — Leyes de la Reco-pilación de Indias que resumen y sintetizan el ré gimen po-lítico, administrativo, económico y social de América.— Pd-yina 32,
TI. La EstadiEica de la Población y la Riquec de la
América española á principios del siglo XIX. —En 1787 eran
13.200.000 habitantes en 468.440 leguas cuadradas, impor-tando el Viejo Mundo mercancías por 59.200.000 pesos —En
1828 eran 19.490.000 habitantes en 382.8000 millas cuadra-das. —Distribución de la población en 1810 con distinciónde razas y procedencias, en los diferentes Virreynatos, yCapitanías generales. --Movimiento económico de los paísesamericanos en .1810 —Las rentas públicas la víspera de lainsurrección. -- Valor total de la importación en América ydo su exportación en aquella fecha.—Datos de Ganga Ar-
güelles. 42.VII. ,é ntecedIntes ininidiatos é iniciación de la Revolución
Hispano-Americana. — Alzamientos y conspiraciones del.Perú, Méjico, y Venezuela desde 1781 á 18( 0.—Tentati-vas de Miranda en 1807. — Movimientos dominados deQuito, Charcas, y la Paz del Perú, desde 1809 á 1810.—La Re-volución en Venezuela y Nueva Granada.—• La primera seplantea en 1810 y sigue hasta 1512.—Resurge el movimientovenezolano en 1813 con Bolivar.—Sus progresos y vicisitu-des hasta principios del año 15, en cuya fecha es dominado.—Vuelve á producirse en 1819, con la cooperación neograna-dina y en este año se constituye la República una ¿ indivi-sible de Colombia, por la fusión de Nueva Granada y Vene-zuela, las cuales siguen unidas hasta 1829. —La Revoluciónde Nueva Granada se inicia en Setiembre de 1809, en San-ta Fe de Bogotá; se formaliza á mediados de 1810 y tomafuerza con' la unión de los venezolanos en 1814. — Discor-dias de los revolucionarios neogranadinos y vicisitudes delmovimiento hasta que en 1815 se reune un Congreso alcual asisten varios representantes de Venezuela y Nueva=Granada, para proclamar la independencia de ambos paL,ses.—Es casi dominado el movimiento á fines de 1816 y
- XI -
vuelve á tomar pujanza ya incontrastable en 1819, ¡echade la Constitución de Colombia y la Presidencia de Bolivartriunfantes definitivamente por la batalla de Carabobo de1821.—Los colombianos, con Sucre, emancipan á Quito, porla batalla de Pichincha, en 1822,— Los argentinos y chile-nos revolucionarios, dirigidos por San Martín, emancipan áGuayaquil á mediados de 1822. - Guayaquil y Quito • en-tran á formar parte de Colombia en 1822. La Repúblicade Colombia dura hasta 1829, en cuya fecha se separaVenezuela, y en 1830 Quito, y Guayaquil, que constitu-yen la República del Ecuador. La Revolución de la-Plata se inicia y es dominada en Montevideo en 1808,pero toma cuerpo en Buenos Aires en Mayo de 1810.— ElCongreso de Tucuman decretó en 9 de Julio de 1816 la inde-pendencia de la República de las provincias Unidas del Río de
la Plata, reconocida por Inglaterra en 1825. —Uruguay (conMontevideo) se une á Buenos Aires en 1816, y fué conquis-tado por el Brasil en 1820. —En 1828 se establece como Es-tado independiente. El Alto Perú formó parte de las pro-vincias Unidas de la Plata, pero en 1825 se separó de ellas Y el Congreso de Ohuquisaca de aquel año las declaró Estado independiente de Bolivia.— El Paraguay secundó el mo-vimiento de Buenos Aires en 1811, pero resistió su unión conlas provincias de la Plata, y en 1814 se declaró Repúblicaindependiente con el Dr. Francia. — La Revolución co-menzó en Chile en Julio de 1810, pero fué dominada en 1814por las fuerzas espaAolas del l?erú.—En 1815 invaden el
país los argentinos, mandados per San Martín, y en Abril de
1818 se verifica la batalla de Maipo, que emancipa definiti-
vamente á Chile, donde en 23 de Febrero de 1818 se había
proclamado la República indoperwliente.—Pág 46.
VIII. /4 Revolución en Al éjico y en el Perú.—La preparau
XII
Méjico la destitución y embarque del Virrey Yturrigaray,por los españoles, en Mayo de 1810.—El Grito de Dolores de
Setiembre del mismo año.—Siguen los movimientos de Mo-
relos y otros cabecillas.—E1 Congreso de Chinpaleinga de-clara, en 1813, la independencia mejicana, que ratifica el
Congreso do Apateingan que hizo la primera Constitu-
ción' republicana de su país, en Octubre de 1814'. La
Revolución os vencida en 18l 6.—Resurge el movimiento
en 1821 con Iturbide y el Plan de Iguala.— En 28 de Setiem
bre de 1821 se proclama la independencia de Méjico como
Imderio.—Iturbide, Emperador en 1822 y 23.- La República
federal mejicana á fines de 1823.—Dura hasta nuestros días/
con la breve interrupción del Imperio de Maximiliano en1864- 7, -La Revolución tardó en aparecer en el Perú, y des-
de allí pudieron enviar los Virreyes españoles, fácilmente,
fuerzas para combatir á los insurrectos de la Argentina,Chile, Guayaquil y Quito. - El movimiento revoluciona-rio se inició en el Cuzco en Noviembre de 1813 y duró lo-calizado hasta 1815. En 1818 hubo tentativas en el Cailao,y en este año, los Argentinos con San Martín invaden el Pe-
rú.— Secundaron los peruanos y la guerra dura hasta 1821,
en cuya fecha (15 de Julio) se proclama, en Lima, por San
Martín, la independencia de la nueva República. Rehá-
cense los españoles en 1822, pero al fin son vencidos en las
batallas de Junin y de Ayacucho (6 de Agosto y 9 Diciembrede 1824) que consagran, con las de Carabobo y de Maipoo, laEmancipación americana. — La Revolución en Centro Mndrica.
Conspiraniones y tentativas de 181.0 á 1814. — Aparece un
serio movimiento en 1821' en Guatemala, cuyo resultadoinmediato y fácil es la proclamación de la independenciade la antigua Capitanía general, por las autoridades de lamisma. -- Itarbide consigue la anexión de Guatemala y
- X111 --
Salvador en 1822 y 23. — Caído Iturbide en Méjico se cons-tituye en 1823 la RIpública de las Provincias Unidas del ( en-
tro 4 mérica. Sepáranse estas provincias en 1828. — La Re-pública de Santo Domingo data de 1821 y 1844. — En 1861se reincorpora á España, pero en 11.>. 64 se separa. — Pana-má formó parte de Nueva Granada hasta 1903. -- Y la inde -pendencia de Cuba data de 1902, en maya fecha se retira-ron de la Isla los norte -americanos, que con el Tratado de'París de 1898 impusieron á España el abandono de aquellaAntilla.—Pág. 57.
IX. Caracteres do ,iiinantes en la lnYurreeción americawa.
Primeros determinantes de ésta. -- El ejem olo de las provin-
cias peninsulares; las excitacianes de los afrancesados y los
pretendientes portugueses; la interrupción do comunicacio-
nes; el ejemp l o cercano de los Estados Unidos; las guerras
con Francia é Inglaterra y la propaganda revolucionaria
francesa .—Causas anteriores: la agitación del pais, su mal
gobierno, el fracaso de la reforma del Marqués de la Sonora,
Aparte de esto hay que contar con las causas de carác-
ter mundial que dieron al traste, en el Siglo XIX, con el viejo
Sistema Coloniai imponiendo la Libertad de los mares, la So-
ciedad de los Pueblos y las Naciones y la Personalidad y la
Libertad de las Colonias.—Fu Arza moral de España en Amé,
rica la víspera de la Insurrección .—Al principio el movi-
miento americano se hace contra la invasión francesa y en
nombre de Fernando VII. — Lueg¿ se complica y transforma
á partir de mediados de 1810 — La Independencia no se pro-
clama sino á partir de 1812-13, y con muchas dificultades.—
Cómo contribuyen á la Insurrección la tardanza en lns pro-
metidas reformas Wtramarinas, el aplazniniento do la pro-
mulgación de la Constitución gaditana ó su suspansión donde
fué p • omuL'ada y la conducta de la mayoría de !as autorida-
- XIV --
irles opuestas al nuevo régimen._Tentativas durante la gue-
rr& de una rewneiliación de América con España. —Carácter
de guerra civil que tuvo la )ucha de americanos y españoles.
Cómo ha reaparecido en América la devoción (latente) á Es-
paña.--Comprometiero n esta devoción la participación y los
compromisos de los españoles en las cuestiones políficas 1n -
terions de la América latina.--Y 3a dMeultó, después, la
cuestión de Cuba. --De qué suerte estas dificultades se van
veaci 4 ndo desde 1900.—Efecto saludable del aumento extra-
ordinario de la inmigración ospañola en Amégica y de la
nueva disposición y discreta conducta de los españoles en el
interior del Nuevo Mundo —Pág 63.
X. Interés excepcional de las Corte.? de Cádiz en la Historia deEspaña y América, Diputados electos en las Cortes extraordi-
narias: el mayor número eclesiásticos (19)y letrados (17) —Su
modo de elección según decreto de la Regencia de 17 de Fe-
brero de 1810.—Desigualdad respecto de la Península.--Los
Diputados suplentes. -Intervención activa de los Diputados
americanos en las Cortes, desde que éstas comenzaron. —Ini-
ciativa de Mejía, el 25 de Septiembre ó sea el día. siguiente
á la apertura de las Cortes. - Po steriores y elocuentes discur-
sos de Mejía que, con Argüelies, compartió la representación
de la elocuencia en las Cortes gaditanas.—E1 peruano Mo-
rales Duarez ocupa la Presidencia dentro del primer año de
la vida de las Cortes y el mejicano Gordoa preside la sesiónde clausura de las Cortes extraordinarias --Fué el primer
Vicepresidente de éstas el puertorriqueño Power y fornvIronparte de la Comisión constitucional (compuesta de 15 Dipu-tados presididos por Muñoz Torrero) el chileno FernándezLeiva, el peruano Morales Duarez, eI mejicano IVIendiola, elmejicano Pérez y el cubano Jáuregui.—Diputados america-nos (52) que firmaron la Constitución de Cádiz.— De los cua-,
XV
1ro Secretarios qr e firmaron el Acta de aprobación, el 18 deMarzo de 1812, dos eran americanos.—La Comisión perma-nente nombrada por las Cortes extraordinarias para prepa-rar las ordinarias, fué presidida por el catalán Espiga y delos cinco vocales dos fueron americanos, lo mismo que elSecretario Olmedo, diputado de Guayaquil—En las Cortesordinarias fué dos veces Presidente el mejicano D. AntonioJoaquín Pérez, que presidía cuando las Cortes fueron di-sueltas por Fernando VIII > en Madrid, el 10 de Mayo de1914.—Los Diputados americanos tuvieron positiva impor-tancia en las Cortes de Cádiz y rivalizaron, en doctrina yelocuencia, con sus compañeros peninsulares.--No es exactoque se ocuparan en aquellas Cortes sólo de asuntos de Amé-rica, aunque naturalmente, éstos atraían más su atención. —
La cuestión americana que fué quizá la más política de todaslas cuestiones tratadas por las Cortes.--La aspiración másenérgica y constante de los Diputados de Ultramar era la
igualdad eh españoles y americanos.—Pag. 73.
XI. Relaciones de las Cortes de Cddiz con A merica y disposi-
ciones de los americanos dentro de aquella Asamblea.—Críticas
desfovorables para aquella que han corrido por Europa yAmérica suponíendo á dicha Asamblea propicia, aunque conhipócritas protestas, al mantenimiento de la desigualdad, elmonopolio y la dictadura en la tierra americana —Críticasopuestas que en España han prosperado, suponiendo á los
Diputados americanos el propósito de suscitar maliciosa-
mente dificultades y aprovechar estas para conseguir la in-
dependencia de América. La realidad es que las Cortes
gaditanas deseaban la libertad de los Virreinatos america-nos y su igualdad con las provincias de la Metrópoli, perosu pecado consistió en el aplazamiento para llevar á efectoestos buenos propósitos y en su preocupación respecto de las
- XVI -
causas de la guerra ultramarina y de los medios y las perso-
nas para evitarla ó contenerlas— Un gran número de Dipu-
tadospeninsulares estuvieron al lado de los americanos yla causa de la guerra americana y los medios justos de re-solverla los explicaron valientemente Flores Estrada y Unirpuinaona.--Hermosas declaraciones favorables á América
de la Junta Central de 22 de Enero de 1809, la Regencia de
14 de Febrero de 1810 y de las Cortes de 15 de Octubrede 1810. — Es completamente falso que los Diputados,
americanos cometieran ninguna incorrección en las Cor-
tes gaditanas ni mantuvieran secretas relaciones con log
insurrectos trasatlánticos — El error del aplazamisnto de las
reformas ultramarinas se repitió con creces de 1820 á 23 y
después en 186, cuando fueron expulsados de las Cortes es-
pañolas, los Diputados de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, á
pretexto de que se harían leyes especiales para Ultramar, que
sólo se hicieron, en alguna parte, después de la Revolución
democrática de 1868. Torpeza insistente el e la política co-
lonial española contemporánea de hacer del Ministerio deUltramar un Minisierio de entrada y de notoria inferioridad;de confiarlo á personas desconocedoras de la materia y deexcusar las resoluciones urgentes con la fórmula del («cesa-9. io estudio.—Frecuente aplicación de las reformas necesariasen hora tardía, en condiciones totalmente desfavorables
y por personas vacilantes ó adversas. — Error de las si-tuaciones liberales de la Península de escatimar ó ne -
gar á las Colonias las libertades que aquellas afirmaban co-
mo imprescindibles para los ciudadanos de la Metrópolis'ii.—Protestas de los colonos contra el supuesto de ser es-pañoles de segunda clase.— Cómoy por qué la cuestión ame-ricana tenía que ser capital para los Diputados de América.—De qué suerte éstos tomaron parte en las discusiones y
— X1711
votaciones generales. — Frialdad. que se produjo en muchoe,diputados americanos por el aplazamiento de algunas reso-luciones sobre América. -Error insistente y funesto de loe,Gobiernos Españoles de aplazar las reforma ultramarinas,en todo el siglo' XIX, contrastando con los progresos pen-cos realizados dentro de la Metropóli.—Protesta constantecreciente de los colonos contra esta desigualdad y aquelaplazamiento.—Nota española de esta protesta. Torpeza deslos que la han calificado de impaciencia ó de rebeldía.—Error de calificar de meras concesiones las reformas colonialesy les derechos de Ultramar.—Las Cortes de Cádiz y la Cons-titución gaditana, obra de americanos y peninsulares españo-les, es el acto más saliente y transcendental de la vida hispanoamericana,. Se debe lamentar profundamente que este pun-to no haya sido estudiado por los estadistas, lo políticos ylos historiadores de nuestro tiempo.—Del propk i»odo hayque lamentar que no se haya visto bien la razón, el grado yel alcance de la intimidad de España y América antes deisiglo XIX y que se hayan reducido las relaciones de la Metrópoli y los Virreynatos á un orden puramente mercantily á lo sumo, genéricamente económico. En el orden inteloctual, moral,,jurídico, literario y económico, las cuestiones ylas personas de América han tenido una extraordinariafluencia en la vida de España.— Esta influencia ha sido ma-yor que la ejercida por todas y cada una de las demás colo-nias del Mundo en sus respectivas metrópolis, dentro de h1Edad moderna .—En esto descansa grandemente el Retan'
movimiento de aproximación hispano americana y este fíene que ser un dato principalisimo de la Política internaaje-nal española, en el momento presente —Pág. SO.
XII.-- Estado actual de los Pueblos ame r icanos iidependlenfe.•
y Merano& Los cien aflos de revolución y de vida indepec
--i ente Dificultades con que han luchado y luchan aquellosd Pueblos.-La virgen é indomable Naturaleza.- Despropor-eión de los medios conocidos y utilizados en el Viejo Mundo
con las energías y las exigencias de la tierra sud. americana
--Prevenciones de los Gobiernos europeos contra los del-
Nuevo Continente.-Saturación colonial y anacrónica de lamacla europea y de la representación trasatlántica dediplo
Europa.---Preocupaciones de la masa inmigrante é interven.;
ción dañosa de parte de ésta en las cuestiones políticas inte-
riores de la América Latina -Agitación interiorde ésta y fla -
Pi ueza de sus nuevos elementos directivos y soeiales.-Arro-
gancia é imprevisión de las nuevas generaciones.-Conse
euencias inmediatas de la guerra de Separación y lucha de los
elementos, las instituciones y los intereses del viejo régimen
con los nuevos intereses y orientaciones. - Fuerza del cau-dillaje y del localismo. -Falta de población.-Comparaciónde lo sucedido en América española desde 1825 á 1870con I.o pasado en. la Metrópoli con las guerras carlistas ylos pronunciamientos ínilitares y las revoluciones políticasen el mismo período.-Las dictaduras y las fantasías y no-vedades de los intelectuales en América. - Cómo en este semodificaron las condiciones desfavorables para el progresodel Mundo hispano americano. - Cambio de la actitud euro-pea. Sus motivos y sus inmediatas consecuencias. In-fluencia del monroismo y de los progresos de la Américadel Norte.-Cambio de actitud de los inmigrantes.-Exce-lente disposición de los españoles.-Aumento extraordina-rio de la inmigración.-En Buenos Aires entraron desde1 857 á 1905 sobre 4 millones de inmigrantes.-En Cuba entra-ron en 1906 sobre 52 mil .--Adelantos políticos de la Américaespañola.-Las Constituciones políticasposteriores á 1870 .-Estable43imiento de la libertad religiosa, el régimen constitu-
XIX -
,cional, la seguridad individual y la propiedad inviolable ygarantizada para el extranjero.- -Tratados internacionalesdentro de América y con Furopa . Progresos considerablesde América en el estudia y lapráctíca del Derecho Interna-cional contemporáneo.—La privanza del arbitraje - El Con-greso de Derecho Internacional de Montevideo.—E1 inter -cambio universitario.— Los viajes rápidos. La alta culturade los intelectuales americanos que frecuentan los centrossuperiores de Europa y Norte América.—Los CongresosAmericanos de Méjico y Río Janeiro.—E1 desarrollo del librocomercio intercontinental. Progresos jurídicos de Cuba.—
Ejemplar intimidad hispano cubana.— Su alcance mun-dial.—Pdg. 86.
XIII.— Extensión, población, riqueza, presupuestos, movimien
to mercantil y orden político de los. Estados Hispano- A mericanos
Estadísticas y detalles respecto de la Argentina, Bolivia, Co-lembia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, Guatemala, Hon-duras, Méjico, Nicaragua Panamá, Paraguay, Perú, Salva -dor, Santo Domingo, Uruguay y Venezuela Comparacionescon los Estados Unidos del Norte, el Canadá, el Brasil,y lasprincipales Naciones de Europa; singularmente con España.—Resumen. Movimiento mercantil. Total 2.290 millones pe-sos oro: Importación, sobre mil ciento Exp. sobre
un millón !doscientos mil.—Extensión superficial; 11.650.468kil. c. —Población; 46.300.000 almas.— Por la población des-tacan Méjico, Argentina, Perú, Colombia, Chile, Venezuela,Bolivia, Cuba, Ecuador, Uruguay... —Por su movimien-to mercantil Argentina, Chile, Méjico, Cuba.— Aumento depoblación en 100 años, de toda América, comprendidos losEstados Unidos y el Canadá: sobro 146.500.00) individuos . —Supuestos de la población total americana el año 2 mil:sobre 869 millones —Aumento de población en los cien años,
últimos, solo en la América española, cerca de 50 millones.
ión probable dé esta América el año 2 mil: sobre-Poblac 237 millones -Pág. 90.
.-B/ capital, la producción y la población de la AnaéricaXIV
española. - La propiedad de los extranjeros en Cuba sene (oficiosamente) de 7 mil á 10 mil millones desupo
francos; de ellos bastante más de la tercera parte quizácerca de los 2 quintos) de españoles, la décima de ingleses yla quinta de norte-americanos.-El capital inglés de la Ar-gentina se supone de 300 millones de libras esterlinas.-E1francés, de más de 10 mil millones de francos—Entrada delos alemanes en América (sobre todo en Bolivia) -Acción delos Estados Unidos sobre la América latina. - Los Congresospan-americanos de 1889, 900 y 906. •- Los capitales r orte-americanos en aquella América.- Inferioridad considerabledel comercio de los Estados Unidos con la América latina,comparado o u el comercio de ésta con Europa. -Fuerza superior y de orden económico de la población y elelemento europeo hispano americano - Valor excepcionalde los elementos españoles como influencia económica y--factor de trabajo.-Grandes capitales españoles en Améri-ea ,-Pág. 107. .
XV .- Moviirnibto 'mercantil de la Amér; ca latina. -Datos es-tadísticos oficiales y oficiosos. -Reserva sobre todos ellos.--Importa .dones europeas (sobre todo de Inglaterra, Fran-cia, Alemania, Bélgica, Italia y España) en cada una de ha -Repúblicas y en conjunto. -Exportaciones de éstas á Euro-pa y especialmente á las Naciones europeas antes indicadas.--Detalles estadísticos. ---Totales.--Los mismos datos con re---Mojón á los Estados Unidos y al Brasil.-Pipi
XVI. -Resumen y comparación de los datos referentes al mo-vimünto mercantil de la mértca española. - movimien-
XXI -
lo total de ésta cen los Estados Unidos sube á 681 millonesde pesos (números redondos): de ellos 322 millones, de im -portación norte -americana y 359 millones de exportaciónamerico-española.—Extensión y población de los Estados^Unidos. De sus 84 millones de habitantes, sobre 10% mi-llones son de procedencia extranjera. —Los españoles no pa-
- san de 7.100, y los portugueses, son tres veces más. -- La in-migración, en 1907, llegó á 1 285.350 individuos. —Su moví -miento total mercantil es de 2.030 millones de dollars. — Elmovimiento entre los Estados Unidos y la América españolaes de cerca de 3.500 millones do pesetas (1.6C0 rnilllones im-portación en América y 1 900 millones en los Estados Unidos'.—La mayor importación norte-americana en la América es-pañola es en Méjico, Chile y Panamá.--La mayor exportaciónpara los Estados Unidos es de Méjico, Cuba, Venezuela y Chi-le.--Las naciones europeas que tienen más relación mercan -
con la América española so dividen en dos grupos de pri-mera y segunda importancia. — Primer grupo: Inglaterra,Francia y Alemania.—Segundo grupo: Italia, España, Bélgiea y Holanda. —Datos estadísticos sobre estos países. —El mo-vimiento mercantil general a y el especial con América.--Cua-dro general de este movimiento especial que es de dollars1..221,110 424 (sobre 6 mil y pico de pesetas) ó sea la décimatercera parte del movimiento general y total mercantil de lascitadas Naciones europeas, cifrado en 7G. 688.258_8 0 pesetas: de ellas, 38 133.663.900 importación y 389554.4C0 exp —
: Gran superioridad numérica del movimiento europeohispano-americano, respecto del movimiento entre la Amé-rica española y los Estados Unidos --Particularmente In-glaterra vence á los Estados Unidos, pero estos vencen á
Francia y las demás naciones separadas--El mayor comer_cio de Inglaterra es con Chile.- -Después coi la Argentina
Colombia, Méjico, Venezuela, Cuba y Perú.—E1 mejor mer—
cado de Alemania en la América latina es el argentino. —Después vienen los mercados de Méjico, Venezuela y Cuba.El mejor mercado de Francia es el Argentino. Después elChileno y los mercados de Méjico, Venezuela y Uruguay. —
Bélgica 9011 1 la Argentina, Chile, Méjico, Venezuela y Perú.—
Holanda con Chile y Venezuela.-- El comercio de España es
principalmente con Cuba (10 millones de pesos); después conMéjico (ocho millones), con la Argentina (otros tantos millo-nes), con Venezuela (cinco millones), con Chile (por los mis-mos 5 millones), y con Uruguay (por tres millones). --Reservas sobre la exactitud de estas cifras —Las estadísticasespañolas atribuyen al comercio hispano cubano, la cifra de13V, millones de pesos (escasos); de ellos 750 mil pesos de im--portación cubana y doce y medro millones de exportación es-pañola.—Los datos del movimiento mercantil europeo ame-ricano antes señalados dejaron fuera los relativos al tráficode las Naciones europeas con las colonias de América y con el'Brasil, datos imprescindibles para estimar la competenciaque en el Nuevo Mundo sostienen Europa y los Estados Uni -dos, después de rectificados por aquélla los prejuicios del'antiguo Colonismo y de afirmado y ensanchado por Norte,'América le ilionroismo.— Pág. 118.
XVII. --Influencias que trabajan el espíritu de la América espa-ñolci —Preferencia que á las antiguas Metrópolis demuestranlas jóvenes Repúblicas latino americanas. — Esfuerzos siste-máticos y perversantes de Norte América para reducirla y-para aumentar la acción política y económica de Washington.—Los Congresos de Méjico y de Río Janeiro dentro del.sigh XX .—Resistencia acentuada de la Argele atina y de Chi-.—Aprietos de Méjico vacilante bajo c ontrariaspresiones „.—Dificultades de Cuba bajo la acción de la ley Platt. cau..-
XXII! -
gas principales de la influencia de las Naciones latinas; so-bre todo, de España é Italia.—La Historia, la Raza, la Len -gua, la Religión y lá Masa considerable, entusiasta y cre-ciente de inmigrantes Enorme inferioridad numéri-ca de los norte-americanos en la América latina. — Nopasan de 15 mil trescientos en Méjico; y de 6 mil en Cu -ba, siendo estos los países preferidos de Norte América,
—Situación difícil y antipática de los norte-americanos enPuerto Rico, después de la violenta anexión de esta Isla (pro-fundamente española), á los Estados Unidos. Torpe é injus-ta conducta del Gobierno norte americano en esta Isla.—Norte América pesa en Cuba, por medio de la Ley Platt,que fué impuesta á los cubanos para reconocerles la Soberanía en 1901.—Causas principales del poder de los EstadosUnidos en América.—Su vecindad, sus grandes recursos,su actividad, su política orientada y perseverante, su propó-sito creciente de intervenir en las crisis de Centro y Sikr deAmérica.—El Monroísmo.--Sus primeras fórmulas, su des-arrollo, su transformación.—Cómo las torpezas y violencith_zde Europajhan servido al progreso y fuerza del Monroismo.--Contradición de éste con el sentido del Derecho Internacio-nal contemporáneo, La solidaridad de las Naciones.— Ladoctrina Drago. —Los Congresos y las Exposiciones de laAmérica latina para celebrar el aniversario de su independencia y afirmar su personalidad en relación con Europa ycon los Estados Unidos.—Los italianos en el Nuevo Conti-nente.—Su superioridad numérica en la Argentina yUruguay.—La superioridad numérica, de los españoles en 113.
totalidad de la América latina.—Aumento considerablereciente de la inmigración española en la Plata (Argentiw,y Uruguay).—Cuidados exquisitos del Gobierno italiano re-4,
pecto de los emigrantes de Italia.— Descuido y escasez
medios del Gobierno español._ Progreso que implica pies -
ctra nueva Ley de inmigración de 1997, á pesar de sus consi -
derables deficiencias y sus graves errores.—Como la acción
ilar suple las deficienciaa oficiales—E 1 Congreso departa Emigración do Santiago de Galicia de 1909.—La organiza-ción do los españoles en América.—Los Centros españolesde Cuba, Méjico, Buenos Aires, Montevideo y Santiago deChite — La discrección actual de los españoles en América ysa creciente popularidad. —Proyecto de Federación de los
Centros españoles de beneficencia y de cultura de toda Amé-
rica y de un Congreso en Costa Rica para realizar esta idea—Plausibles esfuerzos del Gobierno español en los últimosaños para estrechar las relaciones con los latino- america-nos —Valor trascendental (político y social) de los recientes
Tratados de Arbitraje.—Urgencia de Tratados con Cuba, cu -ya disposición favorable á España es excepcional y quizáúnica en la Historia. Ciaras relativas á la población españo-la en cada una de las Repúblicas Hispano-Americanas.---Sucomparación con las de los demás extranjeros:— Quizá el mi_mero total de los españoles pase de millón y medio. Enmuchos libros-y periódicos se habla de dos millones. —A lo.que hay que agregar la cifra de los españoles nacionalizadosen América por la.s leyes obligatorias de aquéllos países. —Relaciones constantes y sistemáticas de los españoles de Amé -rica con los de la Península.—De qué suerte aquéllos contri-buyen con sus envíos de dinero al progreso del litoral es pa-ñol. — Cale/fiase que los ingleses residentes en la Amé --rica española no pasan de 45 mily los alemanes de 31 mil.—Los franceses no exceden de 40 mi -- que lamasa latina europea pasa de 3 millones de individuos.--Da -tos sobre la extensión y población de la América española.—La principal fuerza de las influencias inglesa, francesa y
--•■•••11.1. X X V ••■•••••
alemana está en el poder éoonómico y el prestigio políticode las Metrópolis europeas.—Actual movimiento de simpa-tías hispano americanas y prestigio renaciente de España enAmérica.—Movimiento análogo que se advierte en España;sobre todo, en el litoral español donde se crean Centros,Academias y Ligas de diverso carácter para tratar cuestio -nes é intereses americanos,,—Proyectos del Gobierno espa-ñol de facilitar las comunicaciones postales y telegráficas.Propaganda de los catedráticos, publicistas y artistas espa-ñoles en América. Su éxito extraordinario —El instinto po-pular señala (por la creciente emigración) la Intimidad hispano-americana como un recurso salvador de la Españacontemporánea. Comolo ha proclamado el Congreso deemigración de Santiago de Galicia.—EI proyecto de esteCongreso de una Sociedad protectora ¿e los españoles que
fuera de su país, y señaladamente en Portugal, América yNorte de Africa.—Cómo todos estos datos contribuyen á de-terminar la urgente necesidad de una nueva y acentuadaPolítica Internacional de España.--Cómo ha de privar (34ella, principalmente, una Orientación Americana,—P4. 124
XVIII. —Apéndices.---he Congreso de Emigracill de Santiap
de Galicia. --Origen.--Organizadores (Económica de Amigos
del País,y Cámaras Agrícola y de Comercio de Santi o),—Convocatoria y apertura.—Mesa directiva.— Programa. -Congresistas españoles.—Adhesiones americuna44, Diseursc
del presidente Sr. Labra.—Acuerdos.Pck, 146.
11.—Bibliografía Hispano Americana con tempGrár ea. --
.Pág. 159.
LIBROS
DE REFERENCIA Y CONSULTA SOBRE MATERIA HISPANO
AMERICANA
Por
RAFAEL, M. DE LABRA
LA COLONIZACION EN ESPAÑA
Curso dado en el Ateneo de adrid. 2 vol. 4.° Madrid, 1890,
SUMARIO
I.—Introducción. Razón, plan y fin de la obra.—La esteriorizaciót
de los Pueblos.—La trama y el orden histórico de la Civilización.—Los
Pueblos conquistaderes, colonizadores y propagandistas.
II.—La Colonización en sus Principios y su Historia. Las teorías y
las esperiencias.—La acción individual y la del Hstado.—La autonomía
colonial, la unidad nacional, el concierto internacional y la solidaridad
de los Pueblos.
III .— La Colonización en la Historia—Los tiempos griegos y ro-
manos .— La libertad, la expansión y el dominio.
IV . preparaci5n de la Colonización moderna.—Tentativas y ensa-
yos desde el siglo XIV.—La dirección de Oriente. — Los navegantes y
descubridores.—La dirección de Occidente. —o El escenario ambricano
V,—La Colonización moderna.—La obra del siglo XVI y la crisis
del XVIII.—Períodos de su historia.—El de descubrimientos é inicia-
tivas.—El de reflexión y organización..E1 de decadencia. — El de re-
volución y emancipación de las Colonias de América.—Consecuencja
esta emancipación.
VI.-'.Las Colonias inglesas de América. - Su historia —Primer peri(1,-
do: los descubridores y las Compradas de Londres y Pliatg ut la par t
--- XXVIII --®
América; los puritanos y las Colonias americanas . Segundo período.
11 reacción de los Estuardos; los Quo Warrants 45 Jacobo 2.' y el Acta
de Navegación.—Tercer período. la Revoluoióa de 1688 y las inconse-
cuencias de los liberales.Revolución norte-arnericana.—Sua períodos -- La guerra
de pluma (1165-15).—Los bilis del timbre y del té. — La resistencia do
Boston.—Los Congresos de Filadelfia.
VIII.—Ba Revolución norteamericana (continuación).—La guerra de
espada (1715-18). —El, Congreso de 1116 y la Declaración de Derechos.
—La persona y la obra de Washington,-111 concurso de Francia, Ho
landa y España.—Los Artículos de la. Confadezas i Ón de 1118 — La paz
de Versalles de 1181
Emancipación de Norte América. —La Contátitución de 1187.
—Los gérmenes del separatismo.—La Federación y la Confederación.
—La Exclavitut—La Abolición desde 1180 á 1804. — Las Enmiendas
Constitucionales. —Lincolu y saz obra.—Influencia de la Emanoipación
nz.rta-americana en la vida inglesa.
X.—La Colonización francesa. —Las Compañías del Canadá y de Su-
matr:.—La obra del Estado francés en el siglo XVII. —Los Tratados deIltrech 4; y de Ryswi^h en el sigo XVIII. —La cooperación de filibus-teros y bucaneros.
XI —La isla de Santo Domingo y la Revolución negra.— La Compañía
de las Islas de América.—Los Códigos negros. — Las Ordenanzas de
Luis XIV.--La legislación espaboia sobre indios y apgroe.— La Trata
en los siglos XVII y XVII1.—La propaganda abolicionista inglesa yfrancesa.--Las protestas de las Cortes españolas de Cádiz Las duo.das y contrancciones de la Constituyente y la Legislativa franceastsas del siglo XVIII.—Los blancos de Santo Domingo.—La Isla en 1189.
XII.— La catástrofe de S.*nto Damingo.—gl decreto abolicionista dela Convención francesa de 1194.- La resistencia de los blancos.—La mofa
tauración de la trata y ue la esclavitul, por N tpole6n, en 1802.-~131 al-zamiento de los negros. —Toussaint L'Ouverture y su obra.—La Cara.»paha de Dessalines.—La Revolución y la independencia de Haity.—Consecuencias en América y en Europa.—E1 desa .rollo del abólicio-nismo .-~Experiencias inglesa, francesa, española y americana.
— XXI X —
XIII.— Las CaotiiO44 hispano-amsricanas.—Períodos de la Historia de
la Colonización española: Período de iniciación (1402-1548).—La eapi-
teylación de Sentafé; las Ordenanzas de Méjico y el. Cusc o; las Leyes
nuevas; el Consejo y el Pairiarea de las Indias; el Consulado y lag Gaga
de Contratazión; las expediciones de Colón, Ojeda, Cortés, Pizarro y
Mendoza; los Testamentos de Isabel la Católica y de Colón; las fórmu-
las de Ojeda y !as Ordenanzas imperiales en 1528.
XIV —Las Colonias -hispano americanas (continuación).—Segundo pe-
ríodo. Apogeo.-. -'Siglos XVI y XVII y primer tercio del XVIII, Gober-
nadores ilustres y tratadistas; las Leyes do Indias; las Ordenanzas de
Tlaxcala; los Virreyes y las Audiencias; el Concejo y los Consulados;
las ~contiendas y las reducciones de indios; las leyes abolicionistas de
Carlos y Felipe II.XV.---Las Coionias hispano americanas (continuación). —El régimen
económico.--Las rentas de América. —El monopolio colon i al. ig". Te reer
período: La decadencia ooionial espariola en el siglo XVIII. — Reparos
puestos al derrumbamiento.—El Virrey Revillagigedo y el Marqués de
la Sonora.--E1 Ministerio de Ultramar.—Insubsistencio de los reparos.
—Inferioridad de los gobernantes. Excitación y protestas de las C.
Ionias.—Intentos revolucienarios en Méjico, Venezuela y Perú. —In
fluencia de las R, g voinciones norteamericana de 1716 y francesa de
1189.—Influencia de Inglaterra.
XVI. — La hasurrectidn hispano amerieana.—In cten eia del alzamiento
de España contra los franceses.—Fracaso de los ing:eees, los bonapar-
tistas, los portugueses y los partidarios de la Infanta Carlota para sepa-
rar á América de Espata. —Efecto desastroso de la invasión de Andalu-
cía por los franceses. —La obra de la Junta Central. — La Regencia y
las Cortes de Cádiz reepe g;to de Amérioa.—Las Juntas de defensa ameriw
tarta —Los diputados americanos en las Cortes gaditanas.
XVII.--La Repolv4cidn hispano-americana.— Loe buenos deseos y lee
errores de las Cortes de Cádiz. —Int ficacia de la hermosa Declaración da
Octubre de 1810. —Deplorable efecto del aplazamiento de las reforma/
ultramarinos.--Esfuerzos de los diputados americanos. © insuficiencla
de la Constitución del 12, en ciertos órdenes de la vida colonial.—Tor.
Peza en la dirección política de Ultramar.—Desarrollo de la ineurrec-
— XXX —
:i6n en América. — Las Cortes de 1820.—Propues tas de los diputados
americanos.—Cegusdad del Gobierno español.—La batalla de Ayacum
cho de 1824.— :usancipación, general. —El Gobierno español no aprom
Inch() esta dura lección psra, cambiar de política, en las Antillas. —Ej em.-
pío contrario de Ingl p t9rra y uortugal.Co¿onízacidri portuguesa en ámárica. —Las empresas mana
r'.timss de Portugal “n los siglos IV y XV.—Las raformas de Pombal..
Los Jesuitfts. —E l Directorio de indios —La entrada de los negros es-
,clavos.
XIX —La tran pformación del Brasil.—La centralización portuguesa.
—Los monopolios coloniales.—La intolerancia mercantil.--Protestas de
Tos colonos de Minas Gerass en 1189 y de Peruambuco en 1811. —El Rey
portugués en Río Janeiro.—a {f.,--croas de D Juan (1808 á 1815). —La
Constitución dei Reino Unido de Portugal, y Brasil de 1815.
Re:olución y la independencia del Brasil. ---Efectos de lostratados lusitIno británicorda 1810 y 1812 en el Brasil.--Regreso de
la Corte á Lisboa. —Preocupación. récolonizadora de los portuguesas.—
Protestas brasil as,—La Revolución de 1820.—Resistencias da la Mem
trópoli..A.rrepantimUnto tardío de ésta,--D. Palto, defensor constitu5,
ciona: del Brasil —La saparación de éste (1822-24).
Repalicas sudamericanas y el Iliperio del Brasid.—Influen•
cía de la Emancipación latino americana en la Colonización moderna y
la Civilización contemporánea. — Dificultades conque los países america-
nos han luchado después de su emencipación.—Las prevenciones de Eumropa.—La dictadura, el caudillage y el clericalismo en America hasta
1868.—Advenimento de la Democra-ia. —Progresos. de la América latina.
XXII. --Resumen, —La Colonización después de la Emancipación deAmérica.— Cnnciusión.--Períodos de la Colonización contemPoránea.—
Primero: de 1825 á 1850. Las reformas portuguesas.--La política con.lonial española.—Las contradicciones francesas. —El progreso de Inglamtorra .•• período, de 1850 á 1810.-- El régimen de la Autonomía colonial.
- XXXI -
POLÍTICA HISPANO AMERICANA
Conferencia dada en la Unión Ibero Americana de Ma-
drid. 1 foll. 4.°
SUMARIO
La campaña española de la Intimidad Hispano Americana.--Re-
cuerdos del atto 1860 al 1898 • —Precursores y propagandistas en Es-
paña. —Propensión al olvido de los recién llegados. —La indiferen-a
cia española.—Fatal iufluencia del estado político de Cuba y Puerto
Rico.—Feliz dispos ición de América en 1836.—El error del Pacífico yel acierto de Prim.—Nuevos horizontes en 1892 (Cuarto centenario del
descubrimiento de América).—Los Congresos ibero-americanos de
1892.— Los diputados de las Antil as.—Los desastres de 1898.-•El Con.
greso Hispano Americano die 1900.—Importancia excepcional que la
vida de América ha tenido en la Historia de la España moderna. —Las
Cortes de Cádiz de 1810 y su obra.—Les problemas actuales de la re-
lación de Espata y América.—Los españoles de ahora en América.—
Los intelectuales y los Gobiernos americanos.—Hermosas perspectivas.
—Influencia del ahorro y de la experiencia de aquellos españoles de
América en el progreso económico actuai de España.—La Personalidad
española. Problema internacional de hoy .—Bases y supuestos de la
Política hispano americana que ahora se impone como una necesidad
urgente de España—Los elementos americanistas de la Espata cona.
temporánea,
INTRODUCCIÓN Á LA HISTORIA DE LAS RELACIONES -
INTERNACIONALES DE ESPAÑA
Un foil. en 4.° Madrid, 1898.
SUMARIO
Alcance político y fin vulgarizador de este estudio .—Los dos gran
des errores de la alta dirección política de España.--E1 problema colo-nial.—E1 problema internacional.—Rectificación del primer error porla gravedad del conflicto cubano..—Predisposición del país á rectificarel error internacional.---E1 aislamiento'--Boas diferentes formas y semicenas.—La antigua politioa internacional de España.—Cambio de si-tuación y de medio.—Las nuevas costumbres y los 11.1,181108 intereseseconómicos de España. --La influencia política francesa y la inglesadentro del siglo corriente.—Nuestras Colonia es—Nuestra posición geo•gráfica. —La intervención de Raparla en la vida extranjera.—Losgrantes españoles..--Movimiento exterior mercantil de España.—Capi-tales extranjeros comprometidos en los ferrocarriles, minas, fábricas ysaciedades mercantiles de España.—La Historia de España.--Las Leyesde Indias —El Consulado del mar y las Ordenanzas mercantiles de Bi'mbro.--Los tratadistas españoles y el Derecho internacional.—Interven-cita de Espata en la Política Universal.—Las Casas de Austria y deBorbón.•Las Revoluciones de 1808 y 1888.- •Cuestiones palpitantes.—.—Le de pertugs1.—La de Melilla. —La Filipinas. --La de Cuba.-~ Ladel Muni.—Soledad de Itspaha en medio de estos conflictos.~Exaltacio-nes é improvisaciones de ditima hora.--Imposib'lidid de repentizar tra-tándose de Política intornacional.—Prograina de un Curso de DerechoInternacional, en el Atiotio de Madrid,
LA PÉRDIDA DE LAS AMÉRICAS
Estudio histórico y político, 1 vol. Madrid 1870.
SUMARIO
Problema: ¿El Gobierno de España favoreció la Revolución americana
con sus medidas liberales á con sus reservas y errores?—La América
española á fines del siglo XV 131 —La influencia Ge la invasión francesa
en España. — Actitud de Inglaterra.—La obra de la Central y de) la Re-
gencia respecto de América en /809 y 1810, — Opiniones de Humboldt,
de Florez Estrada y de Argtielles.—Crítica de Gervinus.— Lao Cortesde Cádiz y sus decretos.—La Constitución de 1812,—La Revolución de
Buenos Aires, Caracas y Méjico.—Los errores de la Reacción en Améri-
ca transcienden á 11. Península. —Resumen. — La 13berta-1
lis Amérieas.
......onewwwwww■•■•■■••date
EL MARQUÉS DE LA SONORA, PRIMER MINISTRO
DE INDIAS
t vol. 8 ° Madrid 1880.
SUMARIO
El problema colonial en España en eÁ siglo xvin —El Corástjo de In.,
dias' y la Casa de Contratación de Sevilla. —Las Leyes de Indias,—Es-
tado de América.—BEl reinado de Carlos III —Datos biográficos del in-
tendente Gálvez. --Su obm en América --La creación del. Ministerio de
transcendencia.—Ców Gálvez trató deiontener el desplome,
colonial.—Cómo éste se produjo.—Fatal olvido de hombres como Gál-,
vez, Revillagigedo y el diputado Megía.—Insistencia de lo g erroretv
coloniales en la España contemporánea . - Urgencia de un cambio rao-
dical de conducta prescindiendo do toda idea de dominio, toda designar..
— XX IV —
dad de procedencia, toda desconfianza y todo aplazamisnto.--Esparia no
odrá prescindir de América (Colonias Repúblicas independientes)P mientras sea España.—Alcance internacional de la reforma colonial es-
pañola••••••■■■••
ORIENTACIÓN INTERNACIONAL DE ESPAÑA
Discursos parlamentarios pronunciados en el Senado, complemen-
tados y desarrollados con estudios particulares so3re los roble,
mas americanos.
1 vol , 4. Madrid., 1910.
SUMLICAO
Primera parte:Los Problemas internacionales de la Esparta contemporánea —Las
Cuestiones de Europa, América y Africa.—El fracaso español de 1898.
•La posición y los compromisos actuales de España.—Las Orientaciom
nes internacionales.—La Orientación europea problema de Porta.
gal. —La Orian'ación americana. —El problema de Cuba.—La Orienta*
ción africana.—L"3 problemas de Marrueoos, Guinea v Canarias.
Sepunda parte:
España y la América latina, --La Personalidad eapaTiola.--Lo que en
ella tienen que influir La Historia de la Colonización moderna, la (misa.
tercia de la América española independiente y los millares de españolesqua ahora viven en ésta.—Renacimiento de las simpatías americanas y
de las tendencias de aproximación de las Repúblicas de la América Me-ridional y de Cuba á España.—Nuevo aspecto de la intimidad hispano.
americana—Importancia excepcional que ésta tiene ahora para España.—Sus bases, sus supuestos, sus medios, su fin y sus condiciones.--Urgencia del problema. —Papel que en él tienen loe Gobiernos, los i ntelectuales, el comercio y la masa de emigrantes españoles_
Tercera parte:La situación actual de Caba.—La de la República Argentina. CO•-,
»tercio de Espata con las Repúblicas hispano americanas. —Las
XXXV
ciu eurlpeas 7 ucte .4maticanaa en la América latina.— La represen •ilación de Inglaterra, Alamania, ?rancia, Ctalia, España y Portugal.—Zstadlitica 7 Palltica.
LA CUESTIE5N COLONIAL ESPAÑOLA (1871-86-98) ,
4n vol. en 4. 4 IW:d •Ñi 1899.
Stfl
1. La Cuestión da Uitramar en 1811.--Prólogo.--Discurso parlamen-
tario del autor 3a 10 da Junio de 18/1.—A los 25 años.—Meeting de In
fiesto.—Ei pacto de: Zaz ,16n. —La experiencia de Puerto Rico en 1818.—
La Cuestión da Caba an 1896 —Prólogo.—El discurso del Senado de
20 de Jumo de 1896.—Una interview con La R819t4. intornationau. -- Las
reformas de C4nolra ln da 1891 .—Las declaraciones de Sagasta.--El Mos-
Mig de Le4r. mita 11 Directorio autonomista de Puerto Rico ..arta
á, los autonntr.a r,as ant:1:anos de Barcelona. —III. Las reformas de Ul-tramar en 1845 —DisezIrsgs del. Congreso de 10 de Mayo.—El bin de in,.
demnidad —El reripuesto del Ministerio de Estado.—E1 presupuesto
de Fernando P6c,—Aspecto internacional de la cuestión de Cuba.—
El Derecho de intwrTenc9In.—Las lecciones del Ateneo de Madrid sobre
Derecho I atan:tac-Ion ,
LA CUESTIÓN COLONIAL EN 1869
Un vol. en 8. 4 Madrid. 1878
kume/
El agravio de t8a4.--La ezpulefSa Diputados de las Antillas
de las Cortes espalioIao„—La dictadura ? el monopolio y la dictadura por
treinta y cuatro arios.— La inconsacuencla de los libeirales de la Penín-
snla.—La Revolución da Septiembre Ministro López de Mala.._.
Movimiento de Cádiz, Lares y --Zara.—Medio da atajar el movimiento
.zubano.—Estado de Filipinas.—La justicia, la libertad, la confianza y
la igualdad como recursos políticos ea Ultramar.
XX X VI —
A. REVOLUCIÓN NORTEAMERICANA DEL SIGLO XVIII°::
rmación y constituí (1,t 74 República de los EstadlFo
Unidos.
Un vol. Madrid. 1888.ÍWIDTON
El espíritu norte-americano Origen de los Estados Unidos de Amé.
rica.—La colonización.-52 conflicto anglo americano.—La indepen-
dencia de América. —La obra idea! Le la Revolución.—La CoEstituci6r
del 69.—La presidencia de Wáskington.--Ls.e enmiendas constitucio.
nales.—Infinencia en el Mundo Moderno. —En la política británica.—
En América.
CUESTIONES PALPITANTES
Un vol . 4.° Madrid. 1897.
I. Las relaciones de España y ca. ReptVtlicas Sud-americanas . Nueetrth,
política internacional . —Marruecos.-• Portugal .—La América latina.~
Los Estadob,Unidos —Nuestras colonias e —350.000 españoles fuera de
España.—El Congreso panamericano de 1890. — Loa Congresos dla,
Madrid de 1892.—E1 Derecho internacional privado de Montevideo de
1889.—Las relaciones de España, con Francia, Inglaterra é Italia.—II.
La enseñanza primaria por fi Estado. —La teoría.— La libe tal de ense-ñanza y la tatela del Estado.—.La emancipación progresiva de la Roone— •la.—.La Escuela como elemento político. —La enseñanza primaria eneFrancia, Inglaterra, Italia, Suiza, Suecia, Prusia y Estados Unidos deAmérica.—La enseñanza oficial en España. — Detalles . 1—Nuestra enes•Bauza privada y libre . Los errores oficiales,--La prisión preventiva.,.,—Los autos de detención y la irresponsabilidad de loe jueces.— Ejem.plos extranjeros. —El Habeas Corpus sia oficial.—La Monarquía mo-
derada.— División de los poderes públicos.~E1 poder .1.egislativo.—La-
Cámara popular. El sufragio universal indirecto.—Las antiguas Cortesespañolas —El Poder Real. EL Poder ejecutivo —Los Ministros y
— XXXVII —
onsesjo de Estado. ---La tradición efe paiioia —111 Consejo de Castilla.—111 poder ju.dicial.—Lajusticia h'stórica en Castilla y Aragón. —Fórmulas
docearlistas.~Unidad de fuero —Inamovilidad y responsabilidad de los
veces. --Seguridad personal.—Abolición del tormento y de la confis•
cación.—Inviolabilidad del hogar.— Las tres instancias en lo civil.—
31 acto de conciliación.—E1 Tribunal Supremo..—El anuncio del Jura-
do.—C. Desenvolvimiento y garantías .---El gobierno interior de los
pueblos.—Las Regiones y las provincias.—Los Municipios.—E1 régi-
aen de Ultramar.—E1 Ejército.—La Instrucción pública . —La Hacienai
da.—IV. Resumen.—Transcendencia de la Constitución en Espata y
u Europa.
LA ABOLICIÓN Y LA SOCIEDAD ABOLICIONISTA
ESPAÑOLA
Estudio histórico. Un vol. en 8.° Madrid. 18 9.
SUMARIO
Primer periodo.—Vizcarrondo en 1865.—El medting de Variedaded
~El certamen de la Zarzuela. —El Abolicionista .—Los comisionados de
Puerto Rico y Cuba en la Jant g, de información de 1865.—La ley contra
la trata en 1866. —Segundo período la Revolución de Septiembre.—
Fernando de Castro, presidente.—Acentuación de las fórmulas y de
la campana. El ~Uno de Price.—Las conferencias de Rueda. —Orga-
nización de la Sociedad. —La ley preparatoria de Julio de 1'S10.—La
hnmienda do Gabriel Rodríguez sobre castigos corporales.—La ley del
/8. --Excitación esclavista. ,--E1 partido radical y la Repdbitc-a abojicio-
,,iiata.—La restauración borbónica.—Tercer período: 1815,. - AygTJala
le E zoo y Antonio Carrasco,
"•••• X XXVIII ---
ESTUDIOS BIOGRÁFICOS
Tres vol. 4.° Madrid. 1890-99.
SUMARIO
Primera serie. Lincoln.~ Touseaint L' Oavertare. --
Olastone.—Pombal. —Segunda serie . ~Fernando de Castro.—Sanromí.,
--Muñoz ¡Torrero .—Calizto Bernal( —Pedregal .—EI Maestro Rafael. —
Tercera perie.~Marqués de la Sonora —Rivero.~Power.—Pi—,
gueras.—Los diputados americanos en las Cortes de Cádiz.
LA ABOLICIÓN DE LA ESCLAVITUD
Estudio de las experiencias extranjeras y del estado de Ita,servidumbre en nuestras Antillas.
Un vol. 4.. Madrid, 1872.
SUM&RIO
La libertad del trabajo. —La servidumbre. La situación del li
berro, —El patronato .—Ida inmigración.—Los negros y los chinos.—Las colonias francesas en 1811,—La abolición en 1848 . —Las colonias-inglesas en 1832. —La abolic i ón ` ..Los Estados Unidos en 1880. ~Laexperiencia abolicionista.—Las Antillas espaholas. —El problema de-las razas. —El trabajo en Puerto Rico y en Cuba.—La espontaneida&local. —Historia económica; gl problema colonial.
— XXXIX —
INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA POLÍTICA
CONTEMPORÁNEA
Conferencias de la Institución Libre de Enseilanza.
Un vol 8.° Madrid. 1886.
SulL&Rlo: Plan.—Punto de partida.—La libertad.—La democracia.
—Las naciones.—Las colonias.—El Derecho internacioDal.—La revo-
lución...Los partidos.—La prensa...Las Sociedades.--Las letras.
La industria.—El movimiento económico.
LOS DIPUTADOS AMERICANOS EN L kS CORTES
ESPAÑOLAS
Un vol. en 4.° de 409 páginas. Madrid, 1880.
Sumvaio: 1. La Revolución española de 1868.—Las Constituyentes
del 69. — Las Cortes de I812.—Los diputados y senadores porto-
rriqueños.—El Ministerio radical de 18 de Junio.—La ley electoral del
I*, modificada en Abril del 11.—La situación política de Puerto Rico.
—La reforma municipal y provincial del 7ü, aplazada hasta fines del 72.
—Los decretos sobre régimen municipai del año 46. —Proyecto de abo.
lición de la esclavitud.—H. La Asamblea Nacioral de 10 de Febrero
en favor de la República.—El Gobierno republicano.—Las Cortes
Constituyentes del 1. • de Junio del 73.--Manifiesto razonado á los elec-
tores del distrito de Sábana Grande, de Puerto Itico.—Memorandurn
sobre la campaña de los diputados reformistas en 1872 y sobre la situad.
ción de la Península y de las Antillas.—III: Discursos de los diputados
puertorriqueños. —De Sanromá, sobre las elecciones de Puerto Rico. —
De Cintron y Labra, sobre la casación criminal de Ultramar,>-De Ida.>
bra, sobre el Código penal.—De Sanromí, Cintron, Labra y Alvarez
Peralta, sobre abolición de la esclavitud.- ..De Labra, sobre i&. Diputa-
ción de Puerto Rico ante las reformas ultranaarinaeL—Do Paditk] y Lauz,
— XL —
ira, 30bf3 a nforma electoral. --De Labra, sobre los sucesos de Camuy.
—Da Labra, sobre publicación de leyes y reglamentos de Ultramar.--
IV: Proposizi.oass de ley y dictámenes de los diputados. —Sobre aboli»
ción de la esclavitud .—Sobre reforma social. —Sobre libertad del tTa•
bajo ....Sobre la promulgación de la Constitución del 69.—Sobre la Ley
Tunicipai .—Sobre Organización d& presidio de Puerto Rico.—Sobre
el Código penaL—Sobre la reforma alectoral.—Sobre casación crimi-
nai.•Sebre el Registro civil.—Sobre 11 Ley de matrimonioProyecto de Ley llevando á Puerto Rico el título primero de la Constio
tución del 39 . -Dictamen de la Comisión.—Ley definitivas—Discurso
de Labra,—VL Semblanzas de los diputados reformistas de Puerto
Rico. Artículo de la Revista La América.
LA REPúBLICA, ESPAÑOLA Y LAS LIBERTADES DE
ULTRAMAR
Un vol.. 4.° Madrid, 1898.
SUMARIO
La. R,epública del '73.—Sus antecedentes. --La propaganda autono-mista y la Democracia antes de la Revolución del 68. —Cuba y Puertoa,ico, del 68 al. '72. —Los proyectos y los decretos de la República sobreCuba.--La gran experiencia de Puerto Rico en 1813.-- Compromisos yéxitos internacionales de la República.—E1 golpe del 3 de Enero.—La
Restauración boru6nica.—La Regencia.—La paz del I ir ejón.--Los par-tidos antillanos desde 1819 .—La representación parlamentaria autono-mista.--El debate de Junio de 1884. -Las siete proposiciones de los au-tonomistas de 1886.—La Enmienda Montoro —La cooperación de los re-publicanos.—la votación del 88. —Proposiciones discursos republicamnos en el Parlamento.--Declaraciones autonomistas de los republicanos
fuera del Congreso. —La protesta de los republicanos contra la clausu-ra de 19s Cortes en 1895.
XLI
LOS CÓDIGOS NEGROS
Un vol. 4. 0 Madrid. 1879.
SUMARIO
Los esclavos blancos.--Los convicta, los idented servants y los en-,
gagés en los Estados' Unidos y en las Antillas francesas .—Los indios y
las encomiendas españolas.--Los africanos en Américas—Las Leyes deindias y las Partidas.—Ei Tratado de Utrecht y la trata africana.—Los
indios y los negros en Sanco Domingo ~Las Reales C'écluitte españolas
de 1680 á 1181.—Real Cédu'a de Febrero de 1189.—Suspendida en 1190,
Reglamentos de esclavos de Cuba de 1845 y-de Puerto Rico de 1846.—
Superioridadde éste sobre el de Cuba —Los cimarrones, --E1 decreto de
1854 y el registro de esclavos.—La ley contra la trata de 1866.—Los ne-
gros en las colonias portuguesas.—E1 reglamento de 1124 en el Brasil.
La obra de Pombal.—La emancipación del 11. —Los negros en «las Anti-
llas francesas. —El Código Negro de 1685.—Revolución francesa.--.Los,
negros en las colonias inglesas y en los Estados Unidos .—EI acta de
Barbada de 1688.—La Abolición en Agosto del 34. —El Código civil dt3
la Luisiana.--E1 penal de la Carolina de 1140. —Los informes oficiale3
de 1863 sobre !a situación moral y material de los negros.—Blasfemia
de Calhcun y Palmer y Stephens.—Temores de Jeffersoa .—La obr e: leLincoln.—La Abolición en 1868.
sérummemma."••001111111111
PROGRAMA DE UN CURSO DE DEWM110
INTERNACIONAL KBLICO
Introducción. Historia.—Un vol. Málaga. 1(179.
íNDICIC
LOCCiOfSid dadas en /a Institución libre de lbssettansa 46 Mokirld i4
"friso acatiétnieo do 1816 6.11—Supuestos del Derecho internacional,—
Contlicionalidad de la vida individual,Las ne.ciones. —La Inaulan tad
— XLII —
—Solidaridad de los pueblos. _Personalidad humana.--El Derecho ro-
mano. —La Cristiandad.—El equilibrio europeo.—La esclavitud astim
gua .—La servidumbrd europea hasta el siglo ni.—La esclavitud de
los indios.—La trata de los negros.—La trata china.—Ln abolición.—
La libertad de conciencia.—Loe judíos en Portugal.—España y Rema.
—El protestantismo en Alemania, Holanda, Inglaterra y Francia.—La
Relf'orma. — La Revolución francesa .—Los cristianos en Turquía
siones de Derecho internacional.—Las naciones y las colonias.—La
bertad de los mares.—El concierto de las naciones. —Fuentes del De-
recho internacional. —Historia del Derecho internacional.—Sus cuatro
perlodo ► .—El imperio de Alemania y la Reforma.—Paz de Westfal a.—
Hugo Grocio.—Luis XIV.--Las paces de Utrecht, París y Huberetri
burg, de 1713 á 1163.—Wlof.—Vatel. —La emancipación de América y
la Revolución francesa —Sas causas.—Sus períodos y f,...ras efectos. —El
Imperio napoleó ico.—Los tratados de Viena de 1815.
LA REFORMA ELECTORAL DE 1890 EN LAS ANTILLAS
ESPAÑOLAS
Discursos parlamentarios, con un prólogo de 120 páginas, sobre lapolítica antillana en la Metrópoli española.
Un vol. 8.° Madrid. 1892.
sliMARZO,
Nuestra política colonial. suNgio univerp$ , en las Antillas...La ley electoral. de 1818.—E1 proyecto Becerra de 1890. —Loe dicttmemnes de la Comisión censo y el impuesto..-.Los m'ocios de. ocasión.—El voto de los voluntarios.....al proyecto en el Senado. - Divisiónterritorial.-.Perspectivas en 1892.
— XLIII
LA AUTONOMÍA COLONIAL EN ESPAÑA
Discursos parlamentarios' de 1891, con un estudio sobre la situacióngeneral de las Antillas •
1 vol. 4,® Madrid. 1894.
SUM &RIO
Prólogo.—Las provincias de Ultramar y las provincias peninsulaw
res.—El régimen de la desigualdad.—Relaciones de los partidos colon
niales con los partidos nacionales. —La opinión pública en la Penínsu
la.—Distracciones de los antillanos de la campaña peninsular.—Estado
político y económico de nuestras Antillas,—Declaraciones y compromi-
sos de los republicanos españoles en fiivor de la autonomía
Los partidos en las Antillas.—Los autonomistas en las Antillas y en la
Península.—Programas de los partidos autonomistas de Cuba y Puerto
Rico. —Los manifiestos y declaraciones oficiales desde Agosto del J8 á
Febrero del 92.
EL DESCUBRIMIENTO DE LAS ANTILLAS
Conferencia en el Ateneo de Madrid.
1 vol. 8.° Madrid. 1860.
SUMARIO
El mar de las Antillas.—Los viajes de Colón.—Descubrimiento de
Cuba, Santo Domingo, Puerto Rico, Guadalupe y Jamaica.—Los caribes"
El régimen de Santo Domingo antes y después del descubrimiento., —
Anacaona, Caonabo, Guarionez, Guacanagari y Cotabanoma —Colón,
Los rebeldes de Jarana y Obando.--La Leyenda y la Historia
LA CUESTIÓN DE PUERTO RICO EN 1870
1 vol. 4. 0 Madrid. 1871.SUMARIO
El Proyecto de Constitución del Sr. Becerra y el voto particular del
Sr, Romero Robledo.—La opinión de lo. 14.000 habitantes de Cuba elma
La 9itnaciÓn de Puerto Rico y de Cuba. —El régimen de la asimilación.
—El de autonomía.—Compromisos de los demócratas espanoles.—Re-
3umen histórico de la insurrección americana desde 1809 á 1825.«—La
ceLtralización en Puerto Rico.—Deplorable estado de la instrucción y
de las obras públicas.—Contraste con el período inicial de la reforma
de principios del sigla—El intendente Ramírez.—La Sociedad Eccnó-
mica . —La Junta de Fomenta —El canónigo D. Rufo, — La población ,
)a rizas, el trabajo, la propiedad territorial, la esclavitud, la produc-
ción y el comercio en Puerto Rico.—Su cultura.—Proyecto de Consti•
tac t.151 de los Sres. Padial y Labra.
LA, ABOLICIÓN DE LA ESCLAVITUD EN LAS ANTILLAS
ESPAÑOLAS
Contestación á Mr. A. Cochin y á D. José Antonio Saco .
1 vol. 4.° Madrid. 1871.SUMARIO
Preocupaciones que se oponen á la emancipación de los negros.--Laabotíción contuvo los desastres en Sante Domingo, Jamaica, San The-mas, Guadalupe y Martinica á fines del siglo XVIII.—lncomparablepreparación de nuestras Antillas para la abolición .—Comparación congalúa, Moldo, Valaquia, Egipto, Estados Unidos y, las Antillas francesa,é inglesas.—Estado moral de nuestros negros.--E1 negro no es refrac-tario al trabajo.--La libertad es una.--El trabajo en nuestras Antillas,—Producción colonial y vida económica en Cuba y Puerto Rico —Ur-gencia de la abolición simultánea y total.
— X L V —
LA CUESTIÓN DE ULTRAMAR EN 1871
Discurso parlamentario. —1 foll, Madrid. 1892.
SUMA1110
Planteamiento de la cuestión colonial en el Congreso español. —De-
fensa de la Revolución de Septiembre en la sesión de 10 de
1811.—Iniciación de la vida parlamentaria del orador.
LA BRUTALIDAD DE LOS NEGROS
1 vol. 16.° Madrid. 1872.SUMARIO
Estudio carácter, hálitos 4 hiltr;ria de la raza negra en el senc
de la civil ; zación.—Refutación de prejuicios y calumnias sobre la ferozi-
¿ad de 1JA negros . —Su indolencia.—Su falta absoluta de cultura.—Su
resistencia y su incapacidad para ella: Refutación.—Las eetadisticas de
la Península, de Cuba y Puerto Rico..—Declaraciones de los cónsules
tranjeros en Puerto Rico y de las autoridades de esta isla sobre lee efsc-
tos de la abolición en 1813.—Eféctos de ésta en Antigua, Jamaica y le e
Antillas francesas.—L gs negros estudiantes.--Las escuelas mixtas.
Los anuncios contraproducentes de ventas de esclavos en Cuba.
LAS COLONIAS DE INGLATERRA EN AMÉRICA
Conferencia dada en el Ateneo Mercantil de Madrid.
1 folI. de 40 págs en 4.° Madrid. 1874.
SUMARIO
Iniciación de la empresa colonizadora ea el siglo XVI..—Fundacish
de los Estados Unidos.--Posesión de 1ts Antillas —El Canadí..
— XLVI
LA ABOLICIÓN EN PUERTO RICO
1 foll. 8.° Madrid. 1873.SUMARIO
Primeros efectos de la ley abolicionista de 22 de Marzo de 1813.—
Decepción de los esclavistas.- -eio del gobernador general Primo ae
Rivera. —Los protectores de libertos Sres. Goico, Carbonell y Arias.--
Dificultades par el planteamiento de la ley,--PrInieros y alentara
dores ¡Irnos.
amM11.11•1~•~11."
LA LIBERTAD DE LOS NEGROS DE PUERTO RICO
1 foil. 3.° Madrid. 1873.
SUMARIO
Discursos p •orunciados en el Congreso de los Diputados en defensa
del proyecto de ley de abolición al fin promulgado en 23 de Marzo de
1813.---Debate con los Sres. Ulla°, Esteban Collantes, Bugalial y Ro.mero Ortiz.
L h. CUESTIÓN SOCIAL EN LAS ANTILLAS ESPAÑOLAS
1 vol. 8.° Madrid. 1872.
SUMARIO
Discurso pronunciado en las conferencias abolicionistas de Madrid*del Circo de Pala.
LA ABOLICIÓN Y LA SOCIEDAD ABOLICIONISTA
ESPAÑOLA
Discurso resumen de la histo7ia de esta &cuidad desde 1815
hasta 1874.
1 vol. en 16.° Madrid. 1875.
8ITMA 110
Fundación. —Primer perígdo.—Vizcarrondo en 1365 . -- El mecting de
Variedades .ZI certamen de la Zarzaela. —El AboTicionista.—Los co-
misionados de Puerto Rico y Cuba en la Junta de información de 1865.
La ley contra Ta trata en 1864.—Segundo período: la Revolución de
Septiembre .—D. Fernando de Castro, presidente.—Acentuaoi6n de las
fórmulas y de la campaña.- .E1 mettinj de Price.—Las conferencias de
Ruefla. 2-OrganIzación de la Sociedad —La ley preparatoria de Julo
de 1810.—La enmienda de D. Gabriel Rodríguez sobre castigos carpo-.
ralee.---La ley de 1813.—Excitación esclavista.-111 partido radical y la
Reptblica abolicionistas. —La Restauración borbónica..—Te vcer perlado,.
Comienza en 1.815.—Recuerdo3 á Ayguals de izco y á Antsnio Carrasco.
41111•■•■•••■■•••
LA EXPERIENCIA AB LICIONISTA DE PUERTO RICO
1 foil. Madrid. 1874.
SUMARIO
Felicidad de la experiencia.—Informe de 108 tn5113111313 (11.1, train eft)9 ea
Puerto Rico.—Reconocímiento por la Restauración IY)rbófaLn.
miento mercantil sorprendente.---i Gloria española!
— XLVIII —
e NFERENCIAS DE ABULI, S OBRE POLÍTICA
COLONIAL
vol. Madrid. 1889.
Publicado en 1888 por D. Francisco Cepeda., Secretario general del
Eirectorio Autonomista de Puerto Wco.—La Autonomía, colonial.—La
uniéad fundamental y la igualdad de derechos de los españoles.—
mposibIlidad moral de que existan espanoles de prioiera y sogunda ciase.
—Escándalo de que esto prive dentro de situaciones liberales y detnocrix
:i'em, de !a Per ínsula. ;O todos libres 6 todos esclavos!
UNA FónmuLk, DE TRANSACCIÓN EN LA POLÍTICA
COLONIAL
Disemno parlamehtario de 1886.
1 foil. 4.°
Aplicación del régimen actual de las Antillas francesas y del concier"
to económico de las Provincias Vascongadas a/ Gobierno de las Antillasespatolas.,
LOS PRESUPUESTOS DE PUERTO RICO DE i888-89
Y E 1891-92.
D Scursos parlamentariosl
Hojas de la edición popular de 80.000 ejemplares,
5CL1X
LA ABOLICIÓN INMEDIATA Y SIMULTÁNEA
EN PUERTO RICO
1 foll. 4 Madti I . 1873.
SUMARIO
Discurso pronunciado en el Teatro Nacional de la Ópera en 23 de Ene -
ro de 1813, en el meeting presidido por D. Fernando de Castro, y en el
que terciaron los Sres. Carrasco, Labra, Alonso y Rodríguez, para pro.
parar la Ley de Marzo del propio ano.
POLÍTICA Y SISTEMAS COLONIALES
Un vol. 4.° Madrid 1874.
SUMARIO
Introducción. —España como país colonizador.-- Su historia y su por.
venir.—Icuportancia de estos estudios.—Antecedentes —La coloniza
ción griega, romana y medioeval.—La Edad Moderna.—Sus bases.--La
!agitación guerrera é ir telectual del siglo xtv.—Las naciones, la ira.,
preüta y la alta navegación.—La emigración europea del siglo
Los portugueses y españoles en el siglo ivi. -- Los holandeses y franca-
oes en el ingleses en el xvith —Bases de la colonización
derna.—La independencia de América y la abolición de la esclavitud.—
Proyectos de la colonización contemporánea
"Mi"1~.~«..1~za mi!
EL PARTIDO AUTONOMISTA DE PUERTO RICO
1 foll. 8.° Madrid. 1893.
SUMARIO
La obra de Pover en 1812. --14fas Revoluciones del
y del 14 en PueN
jo idea. —La reacción absolutista y- la Ley del l rj de Abril de ' ,Mí _ —La
Junta de información de 1866.—El destierro de los reformistas en 1861.
—La Revolución del 68.—El motín de Lares. —Los partidos en Puerto
Rico.—E1 reformista constituido en 1870.—La Repáblica. — E1 golpe del
3 de Enero del 14.—La paz del Zanj6n.—La ley Electoral del 18.—La
votación de la enmienda Montoro en 1865.—La Tribuna, de Madrid.—
Resurrección pasajera de los reformistas en 1883.—Se funda en Ponce
el partido autonomista portorriqueño en 188'1.
ft..~........eonnar•reeM•P
DISCURSOS POLTTICOS, AOADEMICOM Y FORENSES
vois. 1884- 86
S UM ARIO
;6'i7. ie: La vida pojltica. —El primer presupuesto de Caba.
El patriotisui.o.—E1 GaIinete Castelar.—La intervención —La mujer
francesa —Moreno Nieto.— El esfuerzo individual , La propaganda
abolicionista en España.—El poder de Inglaterra.—E1 juramento de los
diputados. —La cuestión de Oriente . --El régimen colonial. -El irurac -ha I y el obispo de Vitoria.—Segunda serie: Cuba en 1884.—Turquía yel Tratado de París de 1856.—La abolición en las colonias inglesas...
La politica exterior de lo3 conservadores españoles.—Los Estados Uni-
dos y el Derecho internacional.—EI negro Fanstirio.—Puerto Rico en1885.—Los maestros y las Normales. --El Fomento de las Artes en 1885.
—El proyecto de Código civil.—La mujer y la legislación castellana.
emamaxicama......».~.41
INTRODUCCIÓN Á LA HISTORIA POLÍTICA
CONTÉ Y. PORÁNEA
Extracto de trece conferencias de la Institución libre de Enseñanza.
1 vol. 4.°
SUMARIO
Plan.--Punto de partida.—La libertad„—La democracia.--Las CIO
LI
nes,—Las Colonias.~ El Derech' internacional.—La Revolución —tos
partidos.— La prensa.—Las Sociedades. -Las letras.-•La industria.El movimiento económico.
LAS RELACIONES JURÍDICAS DE ESPAÑA Y EL SUR
DE AMÉRICA
1 foil. 4.' Madrid. 1897.
Discurso pronunciado en la sesión que la Academia de Jurispruden-
cia de Madrid celebró el 16 de Diciembre de 1890 en honor de la cono..
titución de las Academias correspondientes de Derecho de Méjico y
el Perú.
LA UNIÓN IBERO-AMERICANA
1 foil. Madrid. 1891.
Discurso pronunciado en el banquete que so celebró en el Hotel tu,.
glés el 28 de Abril de 1890 en favor de la fusión de las antiguas Socia.
dados tituladas Unión Hispano-Americana y Unión Ibero-Americana:
Allt.11.~~~Ingp,
EL TRATADO DE PARIS. DE 1898
1 vol, Madrid 1910.
Conferencia dada en la Unión
UARIO
Mercantil en 1900 Trabajos especia-les sobre las Colonias española!! en 190G, la Política Monroe, el Petlimit-
mo tfeyué3 del desastre, las Campatias hispano africana é hispano amerim
cana, loa Congreso,' africanistas de Zaragoza y de Valencia, el America.»
Mono en Españ'cé, las Energivs, prorlyandista* 14 I- ala y las ds
¿a Independencia en Etultry-?,4 4 7110 tea
LII —
LA INTIMIDAD IBERO AMERICANA
1 fon. Madrid. 1894.
Discurso pronunciado en el banquete de los pedsgrgos ibero-ameri-
canos que se celebró en el restaurant de /romos el dia 5 de Noviembre
de 1892.
LA CUESTIÓN DE CUBA EN 1898
Discurso pronunciado en el Congreso español en JÁnio de 1898.
1 foll. 4.° Madrid. 1899.
SUMARIO
Presencia y papel de los diputados autonomistas antillanos en las
Cortes del 98.—Personalidad del grupo de que forma parte el oradoraiss
Declinación de la representación total de los diputados autonomistas.—
Afirmación de la tradición parlamentaria y extraparlamentaria del par-tido autonomista de loe últimos quince ateos.--Carácter del debate *ce
tual.—Los diputados autonomistas están dispuestos á contestar y á dist»cutir á toda hora.—Distinción de su responsabilidad respecto de la del
Gobierno.—Conveniencia de discutir la situación de las Antillas teniendodo á la vista el Libro Rojo y una Memoria detallada del Ministerio deUltramar. Ociosidad de todo debate sobre términos ve gos.—Negam
ción del supuesto de la incompatibilidad de la doctrina autonómica conel principio de la soberanía nacional.--La teoría y la práctica autono•mista en Inglaterra.«—El discurso de John Rusell de 1252.--La trazosformación del régimen colonial británico ~El imperio colonial.—Lasconferencias de Julio del 91 y la Liga del Imperio británico. Explica-
ción de la doctrina de los autonomistas españoles. —Relación de estadoctrina con el desarrollo de una vigorosa política internacional y con
la idea de la unión ibérica . y la intimidad hispano-americana —El timo
lamiento internacional de España.
LA REFORMA COLONIAL ESPAÑOLA
hstuaio poiitico 6 histórico, De 1868 4 1898,
1 vol. 4.* Madrid. 1899.
SUMARIO
I. La cuestión de Ultramar en 1811.—Prólogo.—Discurso de 10 de
Junio de 1811.—A. los 25 ahos,--ifeeting de Infiesto.—Et pacto del Zan-
jón.--La experiencia de Puerto Rico en 1818.—II. La cuestión de Cuba
en 1896.—Prólogo.—EI discurso del Senado de 20 de Junio de 1896.—
Una in/6M~ con La Rey us Internatiohale,,,—Las reformas de Cánovas
de 18919—Las declaraciones de Sagasta.—E1 Meeting de León.,—Carta
al Directorio autonomista de Puerto. Rico.—Carta á los autonomistas
antillanos de Barcelona.—III. Las reformas de Ultramar en MIL--
Discurso del Congreso de 10 de Mayo.—El bill de indemnidad.—Elpre-
supuesto del Ministerio de Estado.—E1 presupuesto de Fernando Póo.
--IV. Aspecto internacional de la cuestión de Cuba. — El Derecho de
intervención.—Las lecciones del Ateneo oe Madrid. sobre Derecho In-
ternacional.
LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA. EN 1812
(Conferencias de vulgarización del Fomento de las Artes).
Un vol. 8.° Madrid 1898. (2. a edición) 1900.
sumÁRio
Antecedentes de 11 Constitución. --Vida y trabajos de las Cortes dtA
Cádiz.—I. La forma de la Const,itución.—Su eltensién.—Su carácter
de perdurabilidad.—Su tono moral. —II. El contenido . A . p¿saarcécia-
nes generales. —La Nación.—La Ciuti admita Cuestión Aro er1~.
—La esclavitud:—E1 colonos—Los americanos, los europeos, los in •
dios, los africanos y los mestizos. —Los extranj eros. —La Soberanía
nacional. —B. instituciones fundamentales. —La Iglesia oficial.—La
Monarquía moderada. —División de los Poderes pllblicos. —El Poder
legislativo.—La Cámara popular. —El Sufragio universal indirecto.-~
Las antiguas Cortes españolas. —El Poder Real. —El Poder ejecutivo.
—Los Ministros y el Consejo de Estado.—La tradiciónlespañola.—El
Consejo de Castilla. —C. El Poder judicial.---La Justicia histórica en
Castilla y Aragón.—Fórmulas doceanistas. —Unidad de fuero.—Inam
movilidad y responsabilidad de los jueces. —Seguridadlpersonal. - Abo-
lición del tormento y de la confiscación. —Inviolabilidad del hogar..
Las tres instancias en lo civil. —El acto de conciliación —El Tribunal
Supremo.—El anuncio del Jurado .—III. resonvolvimientos y yarantías.
—El Gobierno interior de los pueblos. —Las Regiones y las provincias»
—Los Municipios.—El régimen de Ultramar.—El Ejército. —La Int,truccIón pública.—La Hacienda —IV. Resumen.—Transcendencia de
la Constitución en Espolia y en Europa.
.111111111111111111911~1111111111
LA CUESTIÓN DE PUERTO RICO EE 1870
Un vol. en 4.° 1871.
SUMARIO
El Proyecto de Constitución del Sr. Becerra y el voto' particular delSr. Romero Robledo.—La opinión de los 14.000 habitantes de Cuba.—Ull situación de Puerto Rico y de Cuba.. El régimen de la asimilación.--El de la autonomía.— Compromisos de los demócratas españolesResumen histórico de la insurrección americana desde 1809 á 1825La centralización en Puerto Rico. —Deplorable estado de la instrucciódy de las obras pública.—Contraste con el período inicial de la reformade principios del siglo. —El intendente Ramírez .—La Sociedad Econó-mica. —La Junta de Fomento.—El canónigo D. Rufos—Lapoblación'as r azar, el trabajo, la prapiedad teraitorial, la esclavitud, la produc
cién y el comercio en Puevto Rico. —Su cultura, —Froyeeto de Conste
tildón de los Sres. Padial y Labra.
WISIMMR~M~N~I
LOS ACTOS Y TRATADOS INTERNACIONALES
ESPAÑOLES DESDE EL SIGLO XV
1 vol 4 t' Madrid 1907.
SUMARIOLos cinco periodos históricos,--.Del siglo XV it mediados del XVIII,
— Desde la Paz de Wdstfalia (1648) al Tratado de Utrecht (1113).—Des-
de éste á las Paces de París y Hubertsburgo de 1718.—Desde éstashasta los Tratados de Viena de 1815.~E1 período contemporáneo.—
Tratados particulares y generales.----Los celebrados en Rapiña. ~-Los
celebrados f-cera. —La acción extraotIciala—Los Congresos interuacio
nales celebrado« ea Espata dentro del siglo XIX-.--Los ibero america-
nos de 1892 y el hispano americano de 1900.—Los dos últimos Cona
grecos cticiales celebrados en España: el de Madrid de 1830 sobre &la«
rruecos y el de Algeciras de 1905 sobre la misma materia - Biblio
grafía,11~1101110■11~Meal
EL GONG RES I-IHPANO AMERICANO DE MADRID
DE 1900
1 volt 4 0 Madrid 11',06.
SUMARIO
Razón y alcance del Congreso.—La Intimidad hispano- americana,
—'Las relaciones de España y la América latina en el Pasado y en el
Porvenir.---Las aspiraciones y los compromisos de los españoles en el
presente.--Orgaflización del Congreso.--Sus Temas.—Sesiones de los
días 13 y 18 de Noviembre.—Los discursos del Pleno.— Los trabajos
de lás Secciones.—Las Acuerdos.—Antecedentes del Congreso.—Los
Congresos hispano-americano de Madrid de 1892.--E1 contraste de
Congresos pan americanos de V' a: Wrgitudt 1889 3 de V( jicc de 11401
—
EL DERECHO PÚBLICO CONTEMPORÁNEO 1
1 vol. en t.° Madrid, 190.
tiUMARIO
El Derecho Internacional. —Su sustantividad. La Política interna.
Actualidad. —La Cuestión de Oriente.— La de Italia.em La
Germánica. —La Ibérica.—La de Marruecos. —La Americana. — La ese
pecial de Cuba.—El porvenir internacional de España. — La Interven-
ción internacionat.—El Arbitraje.—El. Concierto de los Pueblos direc-
tores,—La Sociedad necesaria de las Naciones
Ii11111~~111
ASPECTO INTERNACIONAL DE LA CUESTIÓN DE CUBA
Un vol. 4.° Madrid. 190.
SUMARIO
Relaciones de las cuestiones coloniales con la política internacional.
—E1 Gobierno norteamericano antes de 1891.—Las reformas coloniales
espatolas de Noviembre de 1891. —La intervención europea en las cueto'
tiones de Cuba (1826-5244496). — El Derecho de intervención. — Su-
puestos entretadoe en las cuestiones de Oriente, de Italia y de Alemaeaia . —La cuestión. americana y la política Monroe. — La política Mac_1inley y ha complraoión non la del Presidente Grant en mr►. Moti.vos aparentes y motivos verdaderos de la guerra de los estados Unidoscon España en 1898.—Las Notas de Everctt da 1852, de Olney de 1896 y
de Woodford de 189.—Enormidad jurídica del bid norteamericano de
18 de Abril de 1898 —Consecuencias doctrinales y políticas de las de•claraciones del Gobierno norteamericano en 1897, y de su victoria sobreEspaña.'Compromisos futuros de España.--Soluciones posibles de lacuestión de Cuba.—Inverosimilitud de la que ha prevalecido — Erro-res de Espata y desafueros y violencias de los Estados Unidos.— Quietrent° del Derecho Internacional novísimo.
S ERLACIONRS OFICIALEIS DE ESPAIAY LAS
REPÚBLICAS HISPANO-AMERICANASMINIEIMPOP
Circunstancias, verdaderamente excepcionales énetáperadas, han dado en estos últimos meEes una im-
portanoia considerable al ya viejo tema de la aproxi-mación é intimidad hispano-americanas.
Con motivos distintos y para diversos fines, se hahablado y habla de esto en las Cámaras políticas deCuba, Buenos Aires y España. La prensa de estos y
otros países trasatlánticos, de esto con frecuencia tra-tan. Les teatros americanos son ahora simpático esce-nario donde se aclama el nombre de la Vieja España,abrillantado por la aplaudida labor de grandes actoregespañoles. Nuestros primeros artistas son celebradoR ysolicitados para llevar á América, sus cuadros, sus s--
tatuas y sus trabajes musicales. Se enuncia el próximoviaje de catedráticos y críticos espaüoles á Cuba y laArgentina, cuyas Universidades tratan de establecerel intercambio regular é íntimo coro nuestros Centresdecentes y propagandistas. Y ahora se prepara en In
hermosa Galicia española una gran fiesta de espeto-les y americanos que darán relieve extraordinario a las
casi inmediatas fiestas do Compostela y que quizá sea
de consecuencias admirables é insuperables en el orden
da i83 relaciones fraternales de los Pueblos de aquende
y allende el Atlántico.En este caso, parece oportuno contribuir al ensan -
che, generalización y fortificación da ese movimiento,
para que este sea no una mara zendencia ó una obra de
simple y vaga simpatía, si que una empresa seria y
poderoso, cimentada en el conocimiento de sus antece-dentes, sus supuestos, su razón y sus lógicas conse-
cuencias.En tal sentido, es de rigor poner á la vista de los
simpatizadgres y devotos, los elementos primeros óintegrantes de la obra que ahora se está realizando.Entre esos elementos destacan las condiciones moralesy políticas de los Pueblos interesados en la aproxima-ción aludida, y les actos que en esta dirección se hanrealizado y cuyo aprovechamiento es indispensablepara nuevos avances y más fuertes empeños.
A tal propósito, responden estas linees, dedicadasespecialmente á las relaciones diplomáticas. é interna-cionales oficiales de España y las Repúblicas españolasdel Nuevo Mundo ,
Triunfante la Revolución hispano-americana, y consagrada la inde-
,pendencia de las antiguas colonias españolas, desde 1811 á 1826, fueron
éstas reconocidas como Naciones soberanas por los Gobiernos libres eu-
ropeos y americanos. Iniciaron el reconocimiento los Estados Unidos de
América en 1822 é Inglaterra en 1823.
España, sin embargo, resistió en absoluto hacer esto, separándose,
por completo, de lo que Inglaterra y Portugal habían hecho, dentro del
primer cuard del siglo XIX, en circunstancias análogas, respecto de
:as colonias norteamericanas y el Brasil.
Pasados al gunos arios, comerciantes de las costas mejicana y platen-
te ensayaron relaciones mercantiles con puertos peninsulares, y los
Gobiernos de Colombia (en 14 de Marzo y 26 de Junio de 1838), de Cki-
le (en 3 de Mayo de 1838 y 9 de Diciembre de 1839), de Nueva Grana-
da (en 14 Marzo del 38 y 28 Abril del 39), de Uruguay (13 de Julio del
35), del Ecuador (28 Marzo de 1839) y de Venezuela (30 Marzo del 31 y
13 Marzo del 38), franquearon sus puertos á los buques y las banderas
de España.
Esta correspondió decretando, en 30 de Junio de 1838 y 29 de Abril
de 1839, 10 de Enero de 1839 y 8 de Diciembre de 1841, 25 de Junio y
-29 deiOctabre de 1839 2 de Febrero de 1831 y 12 de Septiembre del 3'7,
-28 Junio del 38 y 17 de Febrero de 1340, la admisión de 104 buques y
la bandera de les paises americanos antes citados en los puertos espa-
holes.
Al fin, entre nontros se hizo—(no sin resistencia)—una opinión sua-
.ziente para determiLa.r, y sobre todo para hacer cumplir, con cierto in-
terés y cinta despieccupLción, la ley de 4 de Diciembre de 1846, que
autorizó al Gobierno espaltol para que, 1:A/ uotalante foz art'lcuios 1t),
y 178 de la Constitución de 11112 entonces vigente, conehyase tratadw
depaz y amistad con los nuevos Estados de la Aroérica espaliG -
la sobre la base del reconocimiento de la tIclependencia y rennnc;:‘t
de todo derecho territorial 6 de soberanea por parte de la antigua Me.
atrópoli, siempre que no se comprometieran el honor ni los intereses
nacionales .
Por efecto de esa ley (y de la especial de 11 de Diciembre de 1855 par.3.
celebrar convenios que facilitasen la correspondencia y comunicacAll
postal) se hicieron los tratados y convenios cuya indicación sigue, sien
do muy de observar y estimar que los tratados que vinieron despeé*
del celebrado por España y Méjico en 1836 fueron preparados por cLs-
posiciones que expontáneamente tomaron las autoridades de Venezuea,
Montevideo y Nueva Granada, para admitir en los puertos de estas lb«,
públicas, con toda clase de ventajas, los barcos y productos españoles, á
cuya generosa disposición correspondió luego el Gobierno espailio.s.
singularmente por los citados decretos de 1837 y 1838 respecto del trzw-
guay y Venezuela.
Las relaciones entabladas entre Espata y las Repúblicas latino-am:z9,
ricanas continuaron regularmente, aunque con algunas interrupcionw
de que se hablará luego.
A. esto h 'y que agregar que Espata ha hecho con el Brasil vari
convenios y tratados, entre los que destacan los de 1860, sobre aduana1803, 1818 y 1889, sobre régimen consular; 1870, sobre correos; 1818, sc--bre extradición criminal; y1906, sobre comunicaciones postales—apartt4slos convenios generales sobre pesas y medidas, correos y propiedad I-.-teraria é industrial.
También hay que registrar los convenios y tratados hechos por Espa-ha con la República de los Estados Unidos de América.
Estos, son el de 1'795 (de San Lorenzo), de amistady navegación;de 1802, sobe indemnización por datos y perSuictos ocasionados en el.guerra; el de 1819, sobre limites y derechos de los ciudadanos de amboaL,países; el de 1834, para arreglar dificultades; los de 1877 y 1882, ao"Gri-administración de justicia y extradición de criminales; el de 1882, sobremarcas de fábrica; los de 1884, 1k391 y 1895, sobre el. comercio de Cuba yr
°a ier Rico, los de 1895 y 1902, sobre propiedad intelectual, artística yiiU.raria; el de 1898 (de París), de paz; el de 1900, sobre la soberanía es-peitsla en Sibuta y Jo'o; el de 1902, de relaciones generales, y los de.:1900, sobre comercio. El 18°70, el Gobierno de Washington intervino
para reanudar las relaciones de Espata coa las Repúblicas españolasdel Pacífico que en 1871 firmaron un Armisticio.
Además, los Estados- Unidos y Est ata han firmado con otras Naciones
tratados generalas como el de 1815, sobre el sistema métrico; los de 1878y 1906, sobre correos; el de 1880, sobre protección en Marruecos y el de1385 1 sobre el comercio y civilización del Congo.
El Tratado de París, de 10 de Diciembre de 1898, ratificado en 11 de -
Mayo de 1899, representa algo muy trascendental en la Historia inter-
nacional y en la política general exterior de España, tanto como en las
relaciones particulares de ésta con la América latina.
Por su virtud perdió Espata su carácter de nación americana y ee evi-
denciaron la desatentada política colonial que aquélla realizó dentro
de la segunda mitad del siglo XIX y el profundo error de la política de
aislamiento internacional (más 6 menos manifiesto) que praetic6 en el
illtimo‘ercio del siglo próximo pasado.
Desde este doble punto de vista, el desastre de 1898 y el Tratado de
p arís, que le puso remate, deben ser estimados como lecciones eloa
cuentisimas para todes los elemento :3 directores de la España de nues-
tros días.Además, eee Tratado impuso una nueva forma á la acción de Espata
en América, donde, desde entonces, no tiene posesión material de nin-
gún género; pero sí un vasto y favorable escenario para realizar una
,p olítica de serio empeño y gran alcance.
En lo que toca á las relaciones positivas y o ficiales de Esparia en
América ) debe tenerse en cuenta que el Tratado do Paris de 1898 con-
tiene varios artículos especialmente referidos á Cuba y cuya vigencia
subsiste aun después de la retirada de los norteamericanos de aquella
;ola y de haberse constituído el Gobierno republicano de la aranda
Cierto que en una de los artículos (el II) del Tratado, 'vos Estados
r:a7 nidos sólita se comproreatlaa á recamendar al Gobierna: inclApeaLtSInt9
nue se constituyera en Cuba, , cuando aquéllos abandonaran la Isla,
mantenimiento de los compromisos que el Gobierno norteamericar o hu-
biera contraído con el español, durante la ocupación de Cuba por eP
protector. Pero el artículo 4.' del Apéndice á la Constitución de Cuba-
establece que todos los actos realizados por los Estados Unidos en aque•la Isla durante su ocupación militar quedan ratificados y teni-
dos por válidos, así como que todos los derechos legalmente adquiridos
á virtud de aquéllos son mantenidos y protegidos.
Por tanto, todo lo que en el Tratado de París se establece T esputo de,la nacionalidad de los cubanos y los españoles residentes en Cuba, asícomo en punto á la• libertad religiosa, el ejercicio de las profesioneslos oficios, la propiedad, el régimen arancelario, el goce de los derechos-,civiles, etc., etc., y que afectan esencialmente á los sopo -toles, subsist•key en la República Cubana.
••■■••■•••••
Loe Tratad u/ y Convenios de España y las ReptIblicas hispano-ame-
Idcanas son estos:
11836«Méjico.
Trats.do ¿e reconocimiento, olvido y arl-zIstja general de Espata
ver Méjico firmado en 28 de Diciembre de 1886.
Se colvino además en ajustar un Tratado de Comercio y navegacibn.
II 840Ecudo-r.
Tratado renunciando .España á la soberanía sobre el Ecuador y re-
conociéndole como nación libre é independiente-, firmado en 16 de Fe-
brero de 1840.
En 29 de Octubre de 1860 se celebró otro convenio con el Ecuador
pare, el arresto y entrega de marinerce desertores de buques de ambos
paises. Análogo al celebrado con Bélgica en 1855.
EL 15 de Mayo de 1861 se modificó el artículo 16 del Tratado de
3.84.
18414°Mit.
Zeconocimiento de la República de Chile por España-25 AbriL
1845Venenteia.
Tratado de renuncia de soberanía y reconocimiento po.' ITepalla de
Venezuela, Firmado el 30 de Marzo de 1845.
Interrumpidas las buenas relaciones entre España y Venew.leiLa -por
el fracasD de :ec:arnaciones hechas por Es par2.& Fobre dalos y perjteleos
s
calmaos á los eepaholeli cka Venezuela por las autporidadas cto acutul::
ís,. Tlanudarou las amiatade3 loor el Convenio de 12 de .Agosta (1.4
pa
18,61.
Uruguay.
Tratado de renuncia de 119 -tera2ia, paz y amistad de España can 11 t.
Uruguay. —Firmado en 26 de Marzo de 1845.
Tratado de reconocimiento, paz y amistad de Espata con ist 3.(3) ».
b' ica de Chile. Firmado en 25 da Abril de 1845.
18417
Bolivia.
Tratado de reconocimiento, paz y amistad; firmado el 21 Jhija (le
1841 y ratificado el 12 Febrero de 11-161.
Bn 21 de Agosto de 1879 se Tel/tableció el Tratado anteri,lr, 11113-
penso por la ruptura de relaciones de Ftspata con Bolivia y otras Re.
públicas del Pacífico, desde 1865. Antes de 1819, Bolivia suscrilió ceu
Espata y las otras Repúblicae el Armisticio de 1811.
1850Cfmta Rica.
Tratado de reconocimiento y estipulando las relaciones políticas, ci-viles y comerciales entre Eepala y Costa Rica; firmado el 10 de MayJ185t).
Nicaragua.
Tratado de renuncia de soberanía, reconocimiento y estipulación.relaciones civiles, políticas y ennerciales de Espata con Nicaragnix..Irmado ea 25 de Junio de len.
Santo Domingo.Tratado de reconocimiento, paz, amistad, comercio, navegación y
15K- tradición de Espata con Santo Domingo, firmado en 18 de Febrero
tse 1:'455 y ratificado en 19 de Mayo del mismo ano.
11159Árpfitína.
Tratado de reconocimiento y amistad de S. M. C. y la Repdblica:argentina, firmado en 9 Julio 1859 y ratificado en 27 de Junio 180.
aeliecho y publicado nuevamente el 21 Septiembre de 1863.
1861&59.44:0 DOMi290.
Akiirisión de eu reincorporación á España..-19 Mayo..
1863Guatemala.
Tratado de reconocimiento, paz y amistad de España con Guate-
Taala l firmado el 29 de Mayo de 1863..
Concurrió además. Guatemala, al Tratado univeral para protejer Lt.
-Dropiedad industrial, celebrado en 20 de Marzo de 1883.
~Juras.
De paz y am stad. 1: Noviembre.
1865ttifi
Tratado dando por terminado el conflicto ocurrido con motivo de ig.
Jzupación de las Islas (1 ,5 Chincha; conviniéndose en negociar y con-
:luir un tratado de paz, amistad, navegeción y come v cio semejante al
justado con Bolivia y otras Repúblicas. Firmado en 2 de idinero de
1865 y ratificado en 23 de Abril del mismo aflo.
Este Tratedo elywió en suspenso por efecto de la guerra del Pacifica
que determlnó el armisticio de 1311.
San Satvador.Tratado de reconocimiento s paz y amistad de Espaha cou pSan
'fiador, Eretado el 24 de Junio de 1365.
SCItej Df)mingo.
Dercga fzi4n dei decreto de relneorporación de 19 de Mayo I ?:;61
'4; Mays.
tJ
— l o
Uruiquage
Tratado de confirmación del de 26 de Marzo de 1845, celebrado entr e
España y el Uruguay, en idénticos términos que el de B&ivia de 21 de
Julio de I g47. Firmado el 19 de julio de 1810 y ratificado en 1882. Pu-
blicado en 28 de Enero de 1883.
1871Chile y las Repúblicas del Pacifico.
Artículos de Armisticio de Espata con Chile, Bolivia, Ecuador y
Perú. 11 Abril.
‘874Santo Domingo.
Tratado de perfecta amistad de Espata con Santo Domingo, resta-
bleciendo el de 18 de Febrero de 1855, suspenso por haberse anetion3"
do de nuevo la República Dominicana á Espata en 1861. Firmado el 14
de Octubre de 1814. Publicado el 6 de Febrero de 1876.
1875República Argentina, Perú, y Venezuela.
Concurrieron al Tratado internacional para la unificación y perfec-
cionamiento del Sistema métrico.--20 Diciembre 1815.
1819República Argentina, Méjico, Perú, y Salvador.
Tratado de Unión universal de Correos.--26 Febrero de 1879.Perú.
Convenio de paz y amistad de Espata con el Perú, 14 de Agostode 1819.
Bolivia.
Tratado de paz y amistad después de la guerra ,del pacífico, 21 de.A gosto.
Paraguay.
Tratado de paz, amistad y olviio de lo pasado, de Espata con Para.
play, firmado el 10 de Septiembre) da 1880. Publicado el 23 de Julio de
1882.
Colombia.
Tratado de paz y amistad de Repela con la República da Colombia,
firmado en 80 de Enero de 1881. Publicado el 22 Diciembre del mismo
República Argientina.
Tratado de extradición de 7 de Mayo de 1881.
Méjico.
Tratado de extradición de Espata con Méjico, firmado en 11 de No
vimbre de 1881.
11882Venezuela.
Tratado sobre la libertad de comercio y navegación entre los súb -
ditos de Espata y Venezuela.—Firmado en 20 de Mayo de 1882. Rati-
ficado el 12 de Julio de 1882.
2883Chile.
Tratado de paz y amistad, 12 Junio. Después del Armisticio de 18 -7
1884San Salvador.
Convenio para garantizar la propiedad de las obras literarias cien-
tíficas y artísticas. Firmado en 23 de Junio de 1884, publicado el 20 de
Junio de 1485
Tratado de extradición semejante al convenido con la Reptblica
Argentina. Firmado el 27 de Noviembre de 1884, publicadl 211 Jarcio
de 1885.
Costa Rica, Colombia, Guatemala, Saltador, Santo Dowiye
ffruguay.
Convenio universal para la Drotecz'Án., tablee telegráf col st»Prrik
rinos. 14 Marzo.
-
1885irsquay.
Tratado de extradición de España con el tSrliguay.—Firraado el 23
le Noviembre de 1885. Publicado 5 Enero 188't.
San Salvador.Tratado fijando las reglas que determinan la nacionalidad de los
mijos de españoles nacidos en el Salvador y los salvadoreños nacidos en
Espalda .—Firmado el 2 de Marzo de 1885,--Ratificado el 23 de Julio de
1881,
Colombia.Convenio entre España y Co t ombia para la protección de la pro-
piedad de las obras literarias, científicas y artísticas . —Firmado el 23
1e Noviembre de 1885.—Ratificado en 22 cie -1Noviembre de 1886.
Ecuador .Tratado de paz y amistad entre España y el Ecuador.—Firmado el
28 de Enero de 1885.—Publicado el 26 Junio S& Después del armisti-
cio de 18".71.
1888Lcador.
Nuevo pacto internacional de España con el Ecuador ampliando las
estipulaciones concertadas en el tratado de paz y amistad de 28 deEnero de 1385. Firmado el 26 de Mayo de 4588. Ratificado el 22 deMarzo de 1889. De valor excepcional).
1891Repalica Argentina.—Bolivia.—Brasa y
Chile. —Colombia.—Costa Rica.—Santo Domingo. Ecuador.—Bon-luras . —Méjico.— Nicaragua. Paraguay.-» Perú.--San Salvador. —Uruguay.—Venezuela.
Convenio de Unión Postal de España con los países antes señalados..Firmado 4 Julio 1891.. —Itatificado 21 Mayo de 1892.
Reylblica Argentina.—Brasil yCosta Rica. San Salvador y otros países.
— 13it cuerdo y convenio concerniente al cambio de cartas y cajeta con
val©r declarado entre España y los países antes señalados. —Firma do 4Julio 1891.—Ratificado el 21 Mayo de 1892.
Guatemala y otros países de América.
Arreglo y protocolo entre Espata y los países citados sobre Regis-
tro internacional de marcas de Fábrica 6 de Comercio y la dotación de
la Oficina internacional de la Unión para la protección de la propiedad
industria l .—Firmado el 14 y 15 de Abril de 1891 y ratificados el 15 de
Junio de 1892.
1892Colombia.
Convenio de extradic:.£n entre España y Col o mbia.--Firmado el 2:3
a Julio de 1892 y ratificado el 1'1 Junio 1893.—Ventajas comen:A.188d
20 Mayo y 29 Junio.
Argentina.
Mejoras arancelarias, .2e Mayo y 29 Junio.
Chile.Ventajas comerciales, 20 Mayo y 29 Junio.
Guatemala.
Ventajas comerziales, 20 'Mayo y 29 Junio.
J1 e:
Ventaja arancelarae, 20 Mayo y 29 Junio.
I%icaragua.
Ventajas comatcialem, 10 layo y 29 Junio
1893
República Ar.gentc, Bolivia. Costa Rica.—Chile.
temala.—Mejico y
Nicaragua.---Paraguay.—Perú. — San Salvador.—Uruguay.—Vene-
znela.— Colombia.—Ecuador y otros países.
Régimen Arancelario con los países expresados —Real decreto de
31 Diciembre de 189::;.
— 1 -1 --
Guat emala
Convenio sobre propiedad intelectual entre Espata y Guatemala
el 25 de Mayo V.1_ 1.893.—Rat.ficado el 26 de Junio de 1894.
Costa Rica.Convenio y protocolo con aclaraciones de propiedad intelectual.—
Firmados en 14 Noviembre de 1893 y 20 de Junio de 1896. —Ratificados
en esta última facha.
18941Colombia.
Tratado de paz y amistad entre Esp :ñ a y Colomhia. Adicionado al
48 1S8I.—Firrnado el 28 Abril 1894 Ratificado en 23 Agosto 1895.
Venezuela.
Tratado de extradición entra España y Venezuela.—Firmado el 22
Enero 1894. —Ratificado el 2 de Mayo de 1895 y rigió desde el '7 de
Junio del mismo ario.
1895Guatemala.
Tratado de extradición de España con, Guatemala.—Firmado en 7:Noviembre de 1895.
Chile.
Tratado de extradición entre Espata y Chile.--Firmado el 30 Di-ciembre 1895.—Ratificado 2 Abril 119'7.
Uruguay.
Tratado de extradición entre in g paña y 'el Uruguay.—Firmado el 21Noviembre 1895 —Rat fica rio 11 Cctubre 1896.
ti
Honduras.
De arbitraje con Honduras, raVficado en 16 de Julio de 1906.
Da recenc cimiento de títulos, eLc., etc. con Honduras. Ratificado en14 de Julio de 1906.
Costa Rica.
Convenio postal universal, 26 lkia: o.
- - 15 --
Cuba.."onvenio postal universal, 26 Mayo.
aonvenio postal universal, 26 Mayo.
Santo Domingo,
Convenio postal universal, 26 Mayo.
Guatemala.
Convenio postal universal, 26 Mayo.
Honduras.
Convenio postal universal, 26 Mayo.
Honduras.Tratado de paz y amistad entre Espaila y Honduras.—Firmado el 28
Agosto 1895.—Ratificado en la misma fecha y publicado 11 Julio 96.
Méjico.Convenio de propiedad intelectual entre España y Méjico.—Firmam
do el 10 de Junio de 1895 y Ratificado el 13 de Agosto del mismo ano.
11896Costa Rica.
Tratado de extradición, 16 Noviembre,
Chile.Tratado de eztradición reformado, 1 Agosto.
Nicaragua.Convenio postal universal, 26 Mayo.
1847Perú, .
Tratado adicional al de paz y amistad entre Espat y el Perú, de 14
de Agosto de 1819.—Firmado el 16 Julio 1891.—Ratificado el 18 Junio
da 1898.
Guatemala,P otocolo adicional a4 tratado de extradición entre Eepaila y Guate
mala de 1 de Noviembre de 181/5.—Irtrronido en, 28 de Feb,re,rt) f..1E 11847.
-..Publicado el 28 Junio del mism ) arlo.
Costa Rica.Sobre el estado civil de los súbditos respectivos, 15 Juno
Sobre el estado civil de los súbditas, 8 Mayo.
Guatemala.
Sobre estado civil de los súbditos, 8 Abril.
1898Perú.
Decla-ación estableciendo entre Espacia y el Perú la conarinicacióil
ecíproca de las partidas referentes al estado civil.—Firmado el 21
ulio 1898 —Pubrie ltdo el 11 Septiembre del mismo 'atto.
Estados Unidos de América.
Tratado de Paz entre España y los Estados Uaido g , 10 Diciembre
Ratificado en 11 Abril, 1899.
Contiene varios artículos referentes á Cuba, donde subsisten des-
pués de la independencia de esta Isla, por efecto del art. 4.* del Apén-
dice (fecha 12 de Junio de 1901) á la Censtituciónpolítica de Cuba dry
21 de Febrero de 1901.
1900República Argentina.
De propiedad literaria y artística con República Argentina, con -
-forme el ongrsso de Montevideo de 1889-92, 10 de Abril. ConfornwlCongreso de Montevideo de 1889.
Paraguay.
Propiedad científica y literaria conforme al Congreso de Montevldeo; 28 Mayo.
Guatemala y Salvador.
Convento Universal de protección de la propiedad industrie -1 naDdi-fican la de 1883, 14 Diciembre.
1901Perú.De extradición. Ratificado en 26 de Julio de 1901.
•■••■•■•MOI. 1 7 •■•■■•■••■
1902Méjico.
Suprimiendo la legalización de firmas en documentos que ea dirijan
por las autoridades mejicanas 6 viceversa y que sean cursados por la v5a
d.j.plemática, ratificado en 7 de Enero de 1903.
De arbitraje. Hecho en 11. de Enero. Ratificado.
.Bolivia.
De arbitraje. Hecho ea. 17 Febrero.
Uruguay .
De arbitraje, 28 Enero.
Guatemala.
De Arbitrage. 28 Febrero.
Salvador.
De at. bitraj. Hecho en 28 Enero. Ratificado en 28 de Se :ex
h e.
1903Cuba.
Notas sobre previa petición del Agre'zent para la recíproca designa-
ción de Ministros en Madrid y en la Habana. Reconocimiento especial
de la.soberanía de la República de Cuba por España, 11 y 21, Enero
Méjico.De propiedad intelectual, literaria y artístiet. con Méjico, hecbia
26 Marzo y ratificado en 12 de Septiembre.
Venezuela.Sometiendo las diferencias con Espata al arbit,ra J e de WashingtoL e
Colombia.
De arbitraje. Hecho en 1902: ratificado en 24 de Enero de 1901.
lonabis.
Santo Domingo.
De arbitraje. Hecho en 1902 y ratifica Lt ez* Enero, 3.
Guatemala.
Validez de títulos académicos é incor,3, uacilen 3e estudios, Ti Q",
timbre,
2
- 18 --19041
00,l;o1nbi«..
De reconocimianto píe títulos académicos é incorporación de esta.-
tics con Colombia, 5 de Agosto.
Guatemala.
1» reconocimiento de títulos académicos é incorporación de estnqg
dios con Guatemala, S de Septiembre.
Méjico.
De .reconocimiento de títulos académicos con Máj'co. Hecko en 25
de Mayo, rat i ficado en 23 de Diciembre.
Pena.
De Call e de obras y textos legales con el Perú, publicado en 1.'
de Noviembre.
Vali-iez de título3 académicos é incorporación de estudios 9 Abril.
Ecuador.
De canje de obras y textos legales con el Ecuador, publicado en
V' de Noviembre.
Bolivia
De canje de obras y textos legales con Bolivia, publicado en 1.' de
Noviembre.
Salvador.
De validez de titulo3 académicos, 16 Julio.
De arbitraje. Ratificado en 10 de Octubre de 1903 y publicado en 22de Octubre de 1904.
•1905
Ecuador.
De propiedad literaria con el Ecuador. Ratificado en 15 de Noviem-bre de 1904 y publicado en 21 de Noviembre de 1905 y reproducido, concorrecciones, en la Gaceta de 24 de Abril del mismo ario.
Salvador.
De reconocimiento de títulos académicos á incorporación de estudiosCon San Salvador, ratificado en 28 de Abril de 1905.
Ventajas arancelarias, 15 Agosto.
19Uruguay.
'Ventajas arancelarias, 15 Agosto.
Argentina.
Ventajas comerciales, 15 Agcsto. Prorrogado en 1906.
Convenio postal universal, 26 Mayo.
Bolivia.Ventajas comerciales, 15 Agosto. Prorrogado hasta 1906
Convenio postal universal, 26 Mayo.•
Colombia.Convenio postal universal, 26 Mayo.
Costa Rica,Ventajas comerciales, 15 Agosto. Prorrogado en 190
-Mejoras arancelarias, 15 Agosto.
Guatemala.
'Mejoras arancelarias, 15 Agosto.
_Honduras.
-De validez de títulos académicos é incorporación de estudios, 5 Mayo.
De arbitraje, 13 Mayo.
MéjicoDe propiedad literaria, científica y artistica, 10 Junio.
Jonvenio postal universal, 26 Mayo.
Nicaragua.Convenio de arbitraje obligatorio. Ratiacartlo el 19 de Marzo.
Paraguay.Ventajas arancelarias, 15 Agosto.
Perú.Veztajas arancelarias, 15 Agosto.
1906Argentina.
Real orden sobre servicio militar de arger'Inos hijos 1.-0 ::Rtcles
an Espata. Con referencia al tratado de 21 de Seltiembre del 63. 5 de
,Marzo de 1906.
20 -
(UU.De extradici6n. Ratificado en 16 de Julio de 1906,
1907Argentina.
Sobre exhortos. Ratificado en 17 de Septiembre de 1906 y pubis caro
el 13 de Enero de 1907.
Perú.De reconocimiento de títulos, etc., etc. Publicado en 20 de Enero
de 190'7.
1908Nicaragua.
De validez de títulos, etc., etc., 19 de Marzo (ratificado).De arbitraje. Ratificado en 19 de Marzo.
11909Colombia.
Sobre la ejecución de sentencias de los tribunales. Hecho en 3de Mayo, 1906. Ratificado en 16 de Abril, 9.
21 ••••■■••■■
Por manera, que los Convenios y Tratados hechos entre España y lasRepúblicas Americanas, á que se refieren las líneas anteriores, forman
seis grupos que son de reconocimiento de soberanía, paz y amistad con
artículos especiales sobre comercio: de extradición, de arbitraje, de
validez de títulos académicos é incorporación de estudios, de ventajas
comerciales y arancelarias y de derecho civil y procesal.
Hay que advert r que lo concertado sobre algunos de esos particu-
lares acusa progresos verdaderamente excepcionales.
Las fórmulas empleadas en los Tratados de arbitraje son de lo mas
acentuado y progresivo que se conoce en la materia, toda vez que en
ellos se consagra el principio del arbitraje obligatorio, sin más reserva,
por regla general, que la del caso en que las controversias sometidas al
juicio arbitral 'afecten á los preceptos constitucionales y no puedan ser
resueltas por negociaciones directas). Los últimos Tratados con Uru-
guay, Salvador, Colombia, Santo Domingo y Bolivia sancionan expresa -
mente estas excepciones, relativas á la independencia 6 el honor
nacionales. Los Tratados con Guatemala y con Méjico del año dos, re-
ducen considerablemente las excepciones aludidas, determinando loa
casos en que (no se consideran comprometidos la independencia y el
monarca de los países contratantes) 3 El camino de estos progresos loseñaló el Tratado de Esparta y el Ecuador en 1888.
En América la nota más acentuada dada en esta dirección es el últimmo y reciente Tratado suscrito por la República Argentina é Italia.
El último Tratado de arbitraje flecho por España con una Potencia
europea, es el celebrado con Suiza en 14 de Mayo de 194)1 (ratificado en
«1 de Junio), y eu lee dice que Flerán sometidas al Tribunal permanente
de arbitraje del Haya todas las cuestiones de orden jurídico ó relativas"
ft la interpretación de los Tratados existentes siempre, «que no pongan
-en litigio los intereses vitales ni la independencia 6 el honor de loe
Estados contratantes y que no afecten á los intereses de terceras Po-
tencias›.También lo convenido respecto de Derecho procesal es muy notable.
La eficacia de las Sentencias civiles en territorio extraflo, pactada por
España y Colombia en 1909, sólo tiene precedentes en los Convenio-e'
análogos de España y Cerdeña (hoy Italia) de 30 de Junio de 1851 y de
España y Suiza de 19 de Noviembre de 189(3. Y esto rige también de
un modo indirecto, pero positivo, en Cuba y España.
Lo sucedido en Cuba merece particular atención.Al principio de este ligero estudio se ha hecho una alusión al par-
ticular, cuyo examen y explicación, un tanto detallada, corresponden á;
este sitio.La insurrección. de Cuba (la primer tierra americana descubierta
por los españoles y la última abandonada ó cedida por los mismos, des-
pués de imperar en ella por espacio de más de cuatro siglos), terminó
con el Tratado que firmaron en París los representantes de España 5
los Estados el 10 de Diciembre de 1898. El art. 1.° de aquel Tratado,ignpuesto por los norteamericanos, establece que (España renuncia tododereeho de soberanía y propiedad sobre Cuba». Y en varios de los ar-
tículos siguientes se consiwnan preceptos 'relativos á la grande Antilla,la cual foé ocupada y gobernada por los norteamericanos desde 189-á 1902.
Los artículos aludidos establecen entre otras cosas el libre ejérciciode la religión de los habitantes de Cuba, la sumisión de los españoles
residentes en esta isla á. los Tribunales de la misma, en igualdad de
condiciones que los naturales-de ésta; el derecho de aquéllos á perma-
necer en Cuba 6 marcharse de la misma, conservando, en uno ú otro -caso, todos sus derechos de propiedad; el de ejercer su industria, co-mercio 6 profesión y el de conservar su nacionalidad siempre que as,lo quisieren y declarasen% Se respetarían los derechos de propiedad li-teraria, artística é industrial, adquiridos por los españoles en Cuba..antes de aquella fecha. Y las obras españolas científicas, literarias y ar–:
- 23 ---
tánicas que no fuesen peligrosas para el orden público, continuarían
entrando en aquel territorio, con franquicia de todo derecho de Adua-
na, por un plazo de diez alios que comenzó á contarse desde el 11 de
Abril de 1899.
En punto á procedimientos judiciales. pendientes al canjearse las
ratificaciones del Tratado, se acordó: t.°, que las sentencias dictadas
en causas civiles 6 criminales, antes de canjearse las ratificaciones del
Tratado y contra las cuales no hubiese apelación ó casación, se ten-
drían por firmes y ejecutables por la autoridad competente en el terri-
torio, dentro del cual dichas sentencias debían cumplirse; 2.°, que loe
pleitos civiles no juzgados, continuarían tramitándose ante el Tribuna,
en que se hallara el proceso ó ante aquel que le sustituyese, y 3.°, que
las acciones en materia criminal pendientes ante el Tribunal Supremo
de España contra personas que dejaban de ser espaholas por efecto del
Tratado de París, continuarían bajo la jurisdicción de aquel Tribunal
hasta la sentencia definitiva, pero que ésta sería ejecutada por la auto-
ridad competente del lugar en que la acción se hubiera suecitado.
El Tratado de París reconoció el derecho de continuar siendo espae
boles sólo á los peninsulares residentes en la isla y que así lo reclama.
Tan; pero de ninguna suerte á los cubanos que se 'rallaran en la isi
)a época de las ratificaciones.
Aparte de esto, el Tratado contiene otras disposiciones de menor
importancia, y el art. 16 dice que ‹quedaba entendido que cualquiera
obligación aceptada en el Tratado por los Estados Unidos con respecto
á Cuba, ()ataba limitada al tiempo que durase su ocupación en dicha is.
la, pero que al terminar dicha ocupación dichos Estados aconsejanan.
&i Gobierno cubano que aceptase dichas obligaciones.›
Este último precepto revistió un carácter definitivo al. i Itponee
Gobierno de Washington al Gobierno de Cura ciertas obligaciones
para entregarle la dirección de este pais y reconocer plenamente la ao
berania cubana. Aquellas condiciones formsn, desde el 12 de »,7,1313o
de 1901, el Apéndice á la Constitución de Cuba que lleva la fecfia
de 21 de Febrero del referido año de 190 1. E: art. 4.- de dicho eepénd-ce
establece que, todos los actos realizados por lee) Estados Unido; ere
Ceba durante su ocupación militar serán ratifica¿os y tenidos por ilabe
24
doe y todos los derechos tegaivnante adquiridos é. virtud (1.3 aqu,állus,
serán mantenidos y protegidos •Por manera, que bien, pede decirse que el Tratado de París de 1398
ea, en todo lo que ce refiere á Cuba, un Tratado hispano-cubano, que s, 'a.a modificado después ventapsament e para todos por prácticas y libres
disposiciones de los Gl-obiernos de Madrid y de la Habana, con un bus*
deseo plausible y hasta admirable.Constituído el Gobierno independiente de Cuba en 1901-2, el Gobierno
español se dispuso á reconoce?" inmediatamente la independencia de la
nueva República, y en 11 y 21 de Enero de 1903, se canjearon entre
los dos Gobiernos mencionados Notas satisfactorias sobre previa peti-
ALI del Agrement necesario para la recíproca designación. de Alitistrris
en Madrid y en la Habana.Por efecto de estad Not9,11. (-1.ueda.ron establecidas, de un modo cual.-
p 1,1j ,tJ, 7 definitivo, el trato d2Licirz:Itico y le representAción consular en-
tre lis dios peí es. Por la Lr...zervención de los representantes diplomáti.-
,qos de Cuba y E s paña., se pudo hacer el Tratado de extradicción
nal de 19043 y quizá se hubieran realizado otros Convenios á no sobre»
venir movimiento revolucionario cubano de 1906 que produjo la in-
ervezwión del Gobierno norteamericano en la grande Antilla; interna
verkción que ha durado hasta los primeros días del ario de 1909, en cuya
'ecia han vuelto á funcionár las Cámaras soberanas de las Repúblicasde Cuba y la Presidencia ciel , Sr. Miguel G6mez.
Antes de llegar á este punto, se han producido en Cuba y en Espataalgunos hechos muy satisfactorios que favorecen la cordialidad de 1a3
relaciones oficiales entre ambos .países. Entre ellos destacan la resolum
ción del Tribunal Supremo de justicia de España favorable al cumpli-miento en territorio español de 109 fallos dictados en materia civil pc›los Tribunales españoles. Este acuerdo (que fué tomado contra el dicta --men del Ministerio Fisca y data de 24 de Mayo de 1902), ha tramen/4uelido ventajosamente á cuba, donde se aplica el principio de la recipre-cidaá consagrada por las leyes procesales civiles de Cubay EspaZia„
Además, en Cuba sella publicado- recientemente una ley de pro-piedad intelectual 6 industrial que hace ocioso los Tratados particularesiobre esta materia. g1 ectranero puede solicitar en Cuba registra da
- 25
%te obrae, y su derecho queda por este sencillo procedimiento garanti.cado en los mismos términos que el de cualquier cubano. Sin embargo,esto no empece que el Gobierno de Cuba haya de reclamar que el dere-cho de los cubanos en la Península sea objeto de una consagraci6n es-
pecial y satisfactoria.
I V
Aparte de los Tratados particulares de Espata con América, las Re.
publicas Hispano-americanas han firmado, después de 1880, con otros
Estados europeos (y Espata entre ellos), Tratados de carácter general
F()bre comunioaciones postales, marcas de iábricas, sanidad etc., etc.
Entre estos Tratados, merecen particul p r consideración los que han
Falido de la segunda Conferencia del : aya (1901), á la cual concurrie-
on por primera vez, con los Estados europeos, asiáticos y africanos/
los de la América española, merced á los buenos oficios de los Estados
Unidos de América y de Espata. En ella, los hispano-americanos se
adhirieron á los acuerdos de la Conferencia anterior celebrada en 1899,
e la cual fueron excluidos aquellos Estados (á excepción de Méjico), á
tesar de figurar en dicha asamblea, naciones como Siam, Montenegro
y Persia.
Tam poco aquellos Estados concurrieron á las Conferencias del Haya
e¿e 1896 y fl, sobre Derecho Internacional privado. Pero ésta fué una,
Asamblea puramente europea (aun cuando Inglaterra se excusó de
asistir á ella) y las Naciones Hispano-americanas, por su parte, tonta.
han ya con lo hecho por el Congreso de Montevideo de 1889. Luego setrató de esta materia en el Congreso Americano de Méjico de 1900, aletal asistieron aquellas Repúblicas y todo el resto de América. Con.posterioridad se ha celebrado el Congreso de Río Taneiro (1906), que seocupó también de este asunto,
Fuera del cuadro de los principales Tratados internacionales cele-bradoa por España y las Repúblicas latino-americanas, hay que ponerlos especiales de reclamaciones hechas por el Gobierno español y ea-tisfechas por los de América. Por ejemplo: los celebrados por RaparlaC312 Méjico en 1841 (Julio, rol 1851 (Noviembre, 14) y 1853 (12, No-
viembre), ccn la Argentina, en 18'71 (23,•Entro), con Chile en '188'7 (11
Julio) y con Venezuela en 1866 (12 Agosto).
Desgraciadamente, no todas las reclamaciones españolas se trami-
taron con facilidad ni fueron satisfechas por completo.
No habían pasado muchos arios desde el reconocimiento de la anden
pendencia de Venezuela (1845), cuando la oposición de ésta á la pre-
tensión formulada por el Gobierno Espatol para que el venezolano in-
demnizase á súbditos españoles por daños y perjuicios que aquél creíaciertos y probados, determinó la ruptura de relaciones entre las dos
Potencias; ruptura que duro algunos años, hasta que en 12 de Agosto
de 1861 se hizo un Convenio satisfactorio y que sirvió de base al extenso
y plausible Tratado general de comercio y navegación de 20 de Mayo
de 1882, ratificado en 12 de Julio del mismo arao y que ha durado hasta
los días actuales.
Ultimamente se produjeron nuevas cuestiones de E quena naturaleza
Entre España y Venezuela, resolviéndose por los Gobiernos de estas dos.
Nacicaes someterlas al arbitraje dal Gobierno de Washington. Así se
acoadó en 2 de Febrero de 1903.
De mucha mayor gravedad fué el deplorable resultado de las recia.
melones españolas al Perú en 1864 y á Chile en 1865. Las primeras
tuvieron también por base intereses económicos de particulares y las
segundas la actitud hostil de los chilenos á la escuadra española, que
había comenzado á operar contra los persianas y tomado posesión de
las islas de Chinchas.
De esto conflicto resultó en 1865 la guerra del Pacífico, sostenida
de una parte por Espata y de otra por las Repúblicas del Perú,
B alivia y Ecuador, aliadas; guerra que, si bien duró water almente loco
tiempo después del bombardeo de Valparaíso y el ataque al Calina, 1
terminó un estado de violencia terminado por el Armisticio que t,c)(s,1
las Potencias aludidas firmaron, por la mediación de los Estados .1.1--)1z
de América, en 11 de Abril de 1811.
Después de esta fecha s e regularon las relaciones de las Repa17.
citadas con su antigua Metrópoli, en años diferentes, como antes
dicho.
También merece particular consideración lo sucedido entra Eppai'la
y Mico desde 1861 A 1861. Por efecto de reclamaciones europeas sobe?
pagos y asuntos financieros, los Gobiernos de Madrid, Londres y Fran-
cia, suscribieron el Convenio de Londres, fecha 81 de Octubre de 1861,
para exigir, unidos y de viva fuerza, la satisfacción. de ciertos crélito►
pero sin intervenir (así se decía), en los negocios ir teriores de la Repú-
blica mejicana. Por consecuencia de esto fuerzas militares europeas
llegaron á Méjico, y en 9 de Febrero de 1862 (Convenio de la Soledad),
los jefas de aquéllas y el mejicano concertaron un armisticio que abría
las puertas á negociaciones que debían celebrarse en Abril, en Onzaba.
Pero el jefe francés estimó opertuno prescindir de ello y comenzar
(como hizo) las operaciones militares, con cuyo motivo los ingleses y
los españoles se retiraron de Méjico, donde siguió la guerra entre me-
jicanos y funcep es, hiq sta principios de 1861. En esta última época, los
frac eecicz e ae -€. tharon, bajo la presión de los Estados Unidos, dejando
insta' ado en et trono de Méjico (que levantaron en 1864) al príncipe
Maximiliano de FIapsburgo, el cual cayó prisionero de los mejicanos
y en 19 de Junio de 1861 fué fusilado.
Por manera, que la cuestión de 1861 . 4 no rompió el estado jurídico
internacional de las relaciones de aquella República con España; rela•
ciones que databan de 1836. Y la retirada española (dirigida por el
general Prim), dió prestigio y fuerza á España
Esta última se ha puesto después En comunicación especial con la
América independiente española, por medio del Congreso de Derecho
Internacional privado que en 1888-9 se celebró en Montevideo, con
asistencia de los representantes de Argentina, eerú, Chile, Brasil, Ve-nezuela, Méjico, Bolivia y Uruguay.
De aquel Congreso salieron ocho Tratados: de derecho civil, de pro-piedad literaria, de patentes de invención, de marcas de comercio yfábricas, de libertad profesional, de derecho procesal, de derecho co-atereial y de derecho penal. Én 1893 recibió el Ministro de Espata en
Uruguay autorización del Gobierno español para adherirse á los acuer-dos de Montevideo, ad referendutn, y así lo hizo nuestro Ministro, D. Jeséde a Rica. Pero esta adhesión no ha producido todo el efecto deseable.
Bien es verdad que á la fecha presente, tampoco han ratificado suactitesiiran á los acuerdes de Montevideo que se firmaron en 1889 varios
- 29 ---
de los Estados americanos representados en aquella Asma/ lea, que
acusa un avance positivo en la materia del. Derecho Internacional pri.
vade), por cuanto sus resoluciones precedieron á las de la Conferenciaeuropea del Haya de 1896 y 97 sobre procedimiento civil. Lo conveni-
do en el Haya se ha promulgado en España, en Mayo de 1899 para que
comenzara á regir el 25 del mismo mes y año. Así se ha h-cho también
respecto del Convenio que en la misma ciudad del Haya se firmó por loe
representantes europeos en 12 de Junio de 1902 para reglamentar la
tutela de los.rnenores de edad. •
España se ha limit , do en lo tocante á los acuerdos de Montevideo á
invocarlos para algunos Tratados que recientemente ha hecho con al-
gunos Estados de América, sobre propiedad intelectual procedí caientoa
y libertad profesional. Por ejemplo, con la A . gentina y Paraguay en
1900 y con alguna de las Repúblicas de Centro América.
Además de esto, hay que registrar la intervenoión que el G(bierno,
de España ha tenido en la resolución de algunas cuestiones entre Re-
públicas hispano-americanas y entre algunas de éstas y °t'as Potena,
cias extrañas.
Responden á esto los laudos arbitrales pronunciados por España en
1865 sobre el litigio de Venezuela y los Países bajos acerca de la propie-
dad de la isla de las Aves; en 1891, sobre límites de Colombia y Vene-
zuela; en 1897, sobre reclamaciones de un particular, entre Francia y
Santo Domingo; en 1898, en pleito entre Guatemala é Italia sobre re-
clamaciones de un italiano; y en 1906 sobre límites de H nduras y Ni.
carsgua. En estos -momentos, el Gobierno español se ocupa de resolver
la cuestión de límites entre el Perú y el Ecuador,
En alguna otra ocisión han corrido grave peligro de romperse la-
buenas relaciones de España y los Pueblos Hiepar o-americanos.
Antes se ha aludido al Congreso de Unión hispano-americana que
se celebró en Panamá en 1826, al cual apenas si prestaron su COUCUT20
la Argentina y Chile y cuyos resultados fueron efímeros,. Entonces t?).,
davía España no había reconocido la independencia de América, pez,
los primeros efectos de aquel acuerdo habían de ser en perjuicio
del imperio espsia. ol en Cuba y Puerto Rico y robustecer lo que 141
armas resolvieron en la batalla de "yacuello de 18)4. Además aq
30
k10 ngzeao tenía un alcance excepcional en la mente de Bolivar, que lo
promovió y que se proponía la reducción de toda la América latina á
tres grandes Repúblicas. Contribuyó no poco al fracaso del intento de
.12431a actitud desdeñosa de la República Norte-americana.
Pisado bastante tiempo, las Repúblicas vecinas de Cuba simpati-
zaron con la insurrección de esta Isla, de 1868 4 1810. Y lag cosas lle-
garon al punto de iniciarse tratos diplomáticos entre algunos Gobier-,
nos hispano americanos, los cuales solicitaron de los Estados Unidos
que se asociaran al reconocimiento que proyectaban del Gobierno re-
volucionario cubano. Esto suceii6 hacia 1813. Pero el triunfo de la Re-
pública ea España (11 de Febrero de 1813) y si compromiso formal de
ésta de introducir grandes y profundos cambios en el orden político,
económico y social de las Antillas españolas, así como la abolición de
la esclavitud, autorizaron á los Estados Unidos para recabar de las
demás Repúblicas de América el desistimiento de la actitud hostil que
tenían y de los proyectos que acariciaban.
En efecto, la República española decretó inm3diatamente la &boli..
ción de la esclavitud en Puerto Rico, una reforma de sentido autonow
mista en la organización municipal y provincial de esta Isla, la exten-
sión á la misma del título 1.° de 1. Constitución democrática de 1869, y
la abolición de las facultades discrecionales de los Capitanes generales
Gobernadores de las Colonias, de los embargos y de las confl%caciones
de los bienes de los insurrectos cubanos, amén de otras medidas que
facilitaron la terminación de la guerra de Cuba, por el llamado Pacto
del Zanjón.
Después de la pérdida de nuestras Antillas, han tomado mayor re-
ieve las simpatías de Amé rica por España; simpatías ya manifiestas en
las fiestas del Cuarto Centenario del descubrimiento de América y en los
Congresos científicos, jurídicos, pedagógicos, económicos y literarios
que por aquel entonces (1892) se celebraron en Madrid.
Por último, hay que añadir tres disposiciones españolas de gran
transcendencia en las relaciones de España y América: la ley de 20 de
Junio de 1864 sobre nacionalidad de los españoles en América--el Real
decreto de 5 de Mayo de 1906 sobre exclusión de los ciudadanos argenti-nos del servicio militar —y el Real decreto de 12 Marzo de 1897 sobre la
- 31?acuitad de iba extranjeros para cursar estudios y obtener títulos aca-
démicos en las Universidades y Escuelas especiales españolas.
Y no hay que desdeñar, para el efecto de que aquí se trata, 14 inti-
midad de relaciones y las declaraciones colectivas de los representantes
de Espata y las Repúblicas hispano-americanas, en la Conferencia in
tertscrional últimamente celebrada en el Haya. Nada más elocuente. (1)
(1) Sobre éste deben verse:
Cuila diplomática y Consular de España. Publicada por el Ministerio
de Estado, 1 vol., Madrid, 1908.
Diccionario de la Administración Española de Alcubilla. 1881491908.
Notas sobre el Arbitraje internacional en las ReptIblilas latino-amerisa
lianas, por Gaspar Toro. Santiago de Chile, 1898.
Aspecto internacional de la Cuestión de Cuba, por R. M. de Labra.
vol. 4.° Madrid, 1900.
La República española y Zas libertades de Ultramar, por R. M. de Lam
bra. 1 vol. Madrid, 1899.
La Segunda Conferencia internacional de la Paz (El Hay>, 19r) por
Fernando Sánchez de Fuentes: 1 vol. Habana, 1908.
La Segunda Conferenciu de la Paz por Antonio Sánchez Bustante. 1,4
-vol. Habana, 1908.
Para estimar relaciones y los tratados internacionales antes 8.9
Baladas convendrá tener en cuenta cómo se desprendieron de la Metró.
poli española sus antiguas colonias de América, y de qué manera se
constituyeron éstas en Naciones independientes y soberanas.
El movimiento revolucionario hielpano americano se anuncia e 1809,
se plantea en 1810, se desarrolla en 1811 y 1812, decae en 1816 y n y
vuelve á levantarse después para triunfar definitivamente, desde 1821 á
1826. Los últimos actos de resistencia material de España en el Nuevo
Continente, en todo este período (dejando siempre aparte la reciente
emancipación de Cuba), son las batallas de Carabobo en 1821, de Pi-
chincha en 1822 y la final y decisiva de Ayacucho en 9 de Diciembre
de 1824.
Al iniciarse la Revolución, la América española estaba dividida er...cuatro virreinatos y siete Capitanías generales. La razón de los primomeros era el mejor gobierno de los países. La de las segu,netas, su mejordefensa.
Los Virreinatos eran los de Méjico (6 Nueva Espata) y del Perú,que databan de 1542, el de Santa Fé de Bogotá (6 Nueva Granada), quedataba de 1111 (suprimido en 1723 y restablecido en 1139-40), y elde Buenos Aires, de 1116.1.18. Estos dos últimos Virreinatos se crea-ron en las extremidades Norte y Sur de la América meridional, y fue.ron formados á expensas de los dos anteriores, que son los primitivos yá los cuales se refieren las leyes La y o a, título 3.°, libro 30, de la Re.copilación de Indias, hecha y promulgada por el Rey de España DcnCarlos II, en 18 de Mayo de 1630.
ác;
Las Capitanías generares eran las de Cuba, Puerta Rico, Venezuela,
Yucatán, Guatemala, Chile y Dos Floridas.
Los Virreinatos se gobernaron inter'ormente de diverso moda), según
los tiempos. A principios del siglo XIX regía en ellos la Ordenanza
general' de Intendentes da 22 de Septiembre de 1803, que modificó
las de V782 y 1186. Aparte los preceptos generales de la Recop'alación
de Indias, consignados en el lily o 3.° de ésta.
Según la Ordenanza de 1803, las Intendencias "ó Gobiernos) eran los
iguientes:
El Virreinato de Nueva Espa97.4 comprendía las Intendencias de Pue-
bla de los Angeles, Nueva Veracruz, Mérida de Yucatán, Antequera de
Ilaxaca, Valladol'd de Mechoacán, Santa Fé de Guanajuato, San Luis
de Potosí, G-uadals,xara, Zacatecas, Durango y Sonora.
Virreinato del Pe 5 -ü. —Intendencia de Farnia, , Cuzco, aus-
mang4, H.taacavalica l Arequipa, Chiloe, Puno.
Virreinato de Buenos Airea/a--Intendencia de Paraguay, Córdoba
Tucumán, Cochabambo, Paz, Plata, Potosí.
Virreinato de Santa Fé 6 Nueva Granada.—Intendencia de Quito,
Popayan, Cuenca, Cartagena, Panamá.
capitanía general de Chile.---Intendencias de Sntiago, Concepción.
Capitanía general de Guateanaia.—Intendencias de San Salvador, Co-
mayagaa, Nicaragua, Chiapa, Guatemala.
Capitanía general de Caracas (Venezuela)..--I ntendencias da Caracas,
Maracaibo, Barínas, Cumaaa y Guayana.
Capitanía general de Puerto Rica. --Intendencia da Ejército.
Capitanía general de Cuba.—Intendencia militar.Con esas divisiones hay que relacionar la de) las Audiencias, com-
prendidas dentro de los Virreinatos y las Capitanías Generales. Esas
Audiencias eran las siguientes: Méjico, Guadalajara, Charcas, Guata-
mala, Puerto Príncipe (Cuba), Caracas, Santa Fe de Bogotá, Quito, Li-
ma, Cuzco, Chile y Buenos Aires.
Los Virreinatos eran las organizaciones más extensas y conaprensi-
vas, repartiéndose catre ellos la mayor parte del país y abarcando laa
comarcas más dilatadas del mimo. Por este, dentro de ellos se ciaban
las inteadeneisis de carácter esencialmente administrativo, las Coa, pit5s-
Rías genaraieR (CC (1,ceptaacias), de pura,T.-.arácter zuWtar y 1a3 Audien-.
ciar de carácter judicial con ci !rtas origina es atribuciones y funciones
de GebigrnoOrdinariamente los Virreyes eran Presidentes de la Aui'iencia más
r.sracterizada de su comarca, Capitanes generales y aun Intendentes
de la provincia más saliente del Virreinal', ciwzdei éste tenia su centro
de accitn.Las Capitanías generales eran de dos clases. La ordinaria, sometida
hl Virreinato, dentro del cual fnneionaba, y la especial, consagrada
particularmente por la ley, y cuyo titular era, por excepcón, también
superior á las Intendencias y las Audiencias que dentro de esa juris-
dicción funcionaban
Sobre las facultades y obligaciones de los Virreyes, hay que leer
especialmente los t:t. 3 y 4, libro 3. 6 de la Recopilacióa de India,
de 1630.Sobre las Audiencias, los tít. 15 al 24 del libro 2.) de la Recopila
cióa de Indias,_Sobre las Intendencias, los artículos de la Ordenanza de 1803.
Hacían juego con las instituciones antes se -flaladas otras dos en re-
lación directa é inmediata oon la vida íntima del país y que tuvieron
una importancia excepcional en el desenvolvimiento de lb. interioridadcolonial y un papel y una it fluencia decisivos en el movimiento revo--lucionario y emancipador de la América española. Estas dos institucio-nes fueron loa Consulados y los Cabildos.
Eran los primeros corporaciones y tribunales nombrados por tér-mino de dos años, mediante elección por los comerciantes de las pri-meras plazas mercantiles. Tenían atribuciones judiciales en los nego-cios de comercio y se ocupaban, también, del Fomento del Comercio?la Agricultura y la Industria, arbitrando fondos, haciendo camino"
reparando puertos, abriendo escuelaF, construyendo Aduanasy rece-bmado del legislador mejoras y leyes sobre materia mercantil. Lesuonsulados estaban constituídos, generalmente, yor peninsulares y sufundación data de 1592, en cuya facha se erearo5 á imitación de losConsulados de Sevilla y Burgos, los de Méjico y Lima, modelo de todoslos que después, y sobre todo en el siglo XVIII, aparecieron en Indias.
35
A (,}1s dos primeros (de Lima y Méjico) se refieren las 76 leyes del tí-
tul° 46, libro 9.° de la Recopilación de 1680, una de las sueles dispone
que en todo lo que en este título fuere omiso y no comprendido se
guarden las leyes y ordenanzas de Burgos y Sevilla.
A los Cabildos se -re fieren, especialmente las 23 leyes del título 9.*
libro 4.° da la Recopilación de Indias. En estas corporaciones predomi-
naban 'loa criollos. Existían en las ciudades y villas y se constituían.,
bajo la presidencia de la autoridad 6 gobernador político. Los titulares
gener lmente 'compraban el cargo en subasta y lo desempeñaban de
por vida. Los Cabildos estaban encargados de la policía, sanidad y or-
nato de los pueblos, así como de su orden económico interior y elegían
aunálmente dos Alcaldes encargados de administrar justicia en primera
instancia y del mantenimiento del orden público. Los decretos reales
precisaron y limitaron bastante las facultades de los Cabildos ) pero es-
-toa propendieron siempre á ensanchar su alcióa clán tole cierto aire po-
pular y consiguiendo que la práctica consagrase lo que no era de dere-
cho positivo. En el período inicial de la Revolución americana, los Ca-
h Idos hicieron frente á tos gobernadores y otras autoridades metropo-
laicas,, determinando el kentído del mwimiento insurrecciona', en el
'curso de los años 1810 y 1811. En este camino fueron secundados por
)aeiaa parte del clero secular y parroqu al.
Completábase el cuadro de la dirección superior moral, política y
economice de la América es fifí da con lal organización ec l.esiáitice y
:a organización de la enseianza pública. A. estos particulares están de•»
dicados especialmente el libro 1 a de la Recopilación de Indias. Desde
el título 1.° al 21 se trata de materia eclesiástica. El 22 y el 23, de la*
.Universidades, Estudios genera . es y particu ares, los Colegios y lce.
-Seminarics. El título último (el 24) se ocupa particu'armente de . l ol
.los libros que se imprimen y pasan á las Indias,.
El titulo 6.° de este libro 1. • 83 refiere al Patronato Real de las In-
_dial, que (pertenece privativamente al Rey y su Rebl CorouP e sin
pueda salir da ella en todo ni en parte. Luego se consagra al derect ►
e presentación por e Rey á su S4.ntidad, de los A-zabispos, Obispot;
Abades y el mismo derecho del Rey á «premolar las dignidades y P.-vendas á los Prelados›
36
La ley le a, título -,16, libro 1.'3 de la citada Recopilación de :Indias'?
atribuye al Rey los diezmos eclesiásticos, que le fueron concedidas por
los Sumos Pontífices (señaladamente por Alejandro VI, en 1501) con la,
obligación de propagar y mantener en aquellos países la religión cap,
tólica. Todo el tít.116 aludido (3 1L leyes) está dedicado á los diezmos
Con este y con la ley 2, del tít. 6.° del libro 1.° que prohibe que se erija.
Iglesia ni lugar pío sin licencia del Rey, y la ley 1, tít. 9 (dedicado á las
balas y breves apostólicos) que dispone que el Consejo Real de Indias-
haga (guardar, cumplir y ejecutar todas las Letras, • Bulas y Breve
apostólicos sino fuese en derogación ó perjuicio del Patronato Rasa,» se afian
za la posición excepcional de la Corona en el orden eclesiástico ultra-
marino.El título 1° se refiera á los Arzobispos y Obispos, á quienes la ley
12 manda expresamente que (procuven la educación, enseñanza y buen
tratamiento de los indios. ' La ley 7 autoriza el ordenamiento de los-
mestizos y que las mestizas sean admitidas á profesar como religiosas ,El título 10 se ocupa del Tribunal de la Inquisición y sus Ministros.
Y el 20 de la Santa Cruzada.Et título 14 (noventa y tres leyes) está dedicado á los religiosos -Ir
el 15 (treinta y cinco leyes) á los religiosos doctrineros.
Los Arzobispadosy Obispados de la América española eran los sii-
gaientes:
Arzobispados: ocho, que eran: el de Méjico, el de Bogotá, el de San-
tiago de Cuba (antes de Santo Domingo), el de Lima, el de Charcas 6Chuquisaca y los de Guatemala y Caracas.
Obispados eran 83. A saber: Los ocho de Méjico que eran los de Puo.bla de loe Angeles, Oajaca, Mechoacan, Guadalajara, Yucatán, Duran-go, Nuevo-León y Sonora.—Los tres de Guatemala, que eran el de enmaycua, el de Nicaragua y el de Chiapas que hizo célebre Bartolomélas Casas.—Los cuatro de Bogotá que eran los de Popayan, Cartagena;Salte Marta y Maracaibo.—E1 de Guayana dependiente del Arzobispact.de Caracas.—Los nueve obispados de Lima que eran los de Cuzco, Aro-quipa, Trujillo, Guamanga y Mainas, además de los obispados de QuLcy Cuelea de la ?residencia de Quito, el de Panamá de Nueva Grana •pa y les de Santiago y la Concepción de la Capitanía General de Chile.
37
—Les dos del Arzobispado de Santiago de Cuba (Habana y Puerto Rico)que se erigió en 1904, sustituyendo al de la Isla de Santo Domingo ce-
dida por España á Francia en 1795.—Y las seis obispados de Charcas
que eran los de la Faz, Santa Cruz de la Sierra, Paraguay, Tucumán,
Buenos Aires y Salta ,
Se tiene por cierto que el numero de clérigos existentes en Nueva
Espalia llegaba á 15 mil.—Tres mil quinientos eran los que vivían en Ve -
nezuela y4 mil los de Nueva Granada, comprendiendo en este número á
los de Quito. Eran otros 4.000 los del Perú. Aparte las monjas. A media-
dos del siglo XVII había en América ochocientos cuarenta conventos. Sólo
en Lima había 160 Capellar ías al terminar el siglo XVIII . Los jesuitas
,que entraron en América á fines del siglo XVI, se extendieron en ella
extraordinariamente, creando las célebres misiones del Paraguay de loa
siglos XVII y XVIII, hasta que en 1161 fueron expulsados por el Rey
Carlos Hl.
La Inquisición tuvo tres Tribunales establecidos en Méjico, Lima y
Cartagena de Nueva Granada.
La ley 1. a del título 22 (que data de 1551) se refiere á la fundación
de las Universidades y Estudios generales de Lima y Méjico, conforme
con los privilegios y el estilo de la Universidad de Salamanca.—La
ley 2 (que data del Re y Felipe IV), autorizó la creacibu de Estudios y
Universidades en las ciudades de Santo Domingo, Santa Fe de Nueva
Granada, Santiago de Chile y Manila; autorización de que se hizo uso,
aunque con limitaciones y reservas, contarme á licencias especiales y
por bajo de la cédula general de fundación de las Universidades de
Lima y Méjico. El resto del título (que comprende 57 leyes) está consa-
grado á la organización y sostenimiento, con fondos del Estado, de aque-
llos ,letablecitnientos, preceptuando que las cátedras sean provistas por
aposición y que aquéllas sean de teología, medicina, cánones, leyes,
latinidad y lengua de los indios.
En. algunos colegios se eneen6 á mediados del siglo XIII, Física. La
.1.j única, la Mecánica, las Ciencias naturales y las Matemáticas proa
piamente dichas fueron desconocidas. Pero Méjico two un jardín bo..
'tánico y Bogotá un observatorio astronómico.
1 tí►, 23 recomienda 1 :os Arzobispos y Obispos que funden, aus.-
- 38 -
unten y conserven los Colegios Seminarios que dispuso el Concilio
Trento y consagra especial atención al Colegio Seminario de San Mar-
tín de Lima, para teók.gos y jesuitas; al Colegio de Mechoacan para
que estudien gramática españoles, indios y mestizos, amparados tam-
bién por un hospital fundado con este fin; al Colegio de San Pedro y°
San Pablo de Méjico dirigido por los jesuitas;; al especial de niños po-
bres mestizos de la misma ciudad de Méjico creado hacia 1857 y á loa
Colegios da San Antonio y San Bernardo del Cuzco. Sobre todos e .b os y
fundados por particulares, se afirma el Pratronato de la Corona.Establecimientos docentes importantes. aparte de los consagrados de
un modo especial por las Leyes de Indias, eran las Escuelas de Dibujo
Matem ticas y Aros oonocimientos útiles creadas por la Sociedad ¡seo-
nómica de Amigos del País que se fundó en Guatemala en 1195, y las
Escuelas análogas de las Sociedades Económicas de Santiago de Cuba
y la Habana fundadas también á fines del siglo XVIII. Pero sobre toda
estaban las Universidades de Santa Fe de Bogotá, San Gregorio y San-
to Tomás de Nueva Granada, que databan de fines del siglo XVI y plein
cipios del XVII; la Universidad de Caracas de 1125 y los Colegios desu dependencia; la Universidad de Cuzcc constituida á fines del sigloXVII sobre un Colegio que databa del siglo XVI; la Universidadde Chuquisaca ó las Charcas de 1623 y la Universidad de Santiagode 1141.
El tít 23 dedicado á los libros contiene 15 leyes inspiradas er tisentido de la previa censura.
La población de la América española se dividía en cuatro grandesgrupos: el de los indios, el de los negros, el de los mestizos y mulatos yel de los blancos.
Estos últimos se subdividían en peninsulares ó español Ss damiento y criollos, hijos de los peninsulares ó descendientes de los po-badores y colonizadores del Nuevo Mundo. Vivían por regla genera'1,en las ciudades y poblaciones importantes. Los peninsulares (chapetones4 gachupines) se dedicaban principalmente al comercio y monopolizabanlos cargos oficiales. La gente del país figuraba principalmente en lawlilas del clero, los letrados y los propietarios territoriales.
Les mulatos y mestiza (hijos de europeos, , indios y negros).eran la
plebe de les poblaciones die importavcia, los trabajadores de las minasy del campo y los soldados del ejército regular.
Los negros procedian de Africa y eran por lo general esclavos. Vi-
vían grincipainiente en Cuba, Perú, Venezuela y Méjico.
Los indios constituían la mayoría de la población de Araórica , Su
tetado difería mucho en las regiones de ésta, y pesaban poco en las po-
blaciones. Alaman, en su reputada Historia de Méjico, asegura que de
los 6 millones de habitantes que tenía Nueva Espata en 1804, un millón
y doscientos mil eran de raza española (de ellos '70 mil españoles euro-
peos) y 2.400.000 indios. El resto, mestizos y otras razas.
A los negros y mulatos están consagradas precisamente varias leyes
del libro J.° del Código de indias. A los esclavos en particular, otras
leyes del libro 9.` D A los mestizos, varios del libro 1. c y el libro 6.°. A
los indios todo el libro 6.' y muchas leyes de los libros 1.°, 2.', 4.' y
8.° En el libro 6.° se trata extensamante de las mitas, las encomiendas
y los repartimientos en general, y de los servicios personales de los
indios de Chile y la Plata, así como de las Reduccionsql y Pueb!os de In-
dios. Todo inspirado en un buen sentido, que bastaría para la : rama del
código,
Las leyes de este sobre esciavos son pocas: 61 régimen especial de
aquéllos estaba determinado por Cédulas, Ordenanzas y Reglamentos
particulares como los de 1'708, 1":131, 1184 y sobre todo 1180, todos fa-
vorables al esclavo, en términos superiores á cuanto ae había loho,
dentro y fuera de España, hasta aquellasepoca.
La ley 6. 1 tít. 6,° (cédula de Felipe 11), lib. -11. < de la Rew'spiiiaci6a
de Indias establece que por honrar las personas, hijos y &scan-
dientes legítimos de lo/ pobladores ue América sean éstos tenidos par
bijosdalgo y Caballeros de Castilla ' . la ley 14, 2, lib. dispone que
en igualdad de méritos, sean preferidos para la provisión je oficios los
descendientes ds lag primeros descubridores y luego lod de los paciflIca-
dores y pobladores de :ndas .., porque (ice la ley) el 17 ,i:how-Ad real
«que los hijos y naturales da aquellas provincias sean cz.la Dad3,9,' y pre-
miados donde sirvieron sus antepasados›
Por desgracia estas buse2as iispcsiráone g f7,Çero-2, de basan -le rue
Pfee to del eue lograror, las plwasib:es Leve ity¿
dios. Ats)i se explican las reclamaciones y :Dro433. 1.vs calurosas de loa
naturales de América á los comienzos de Tal nevoluaión y la .razonada
exposición que sobre este particular hicieron los diputados americancs
de las Cortes de Cáliz, la razonada nota del diputado mejicano Alcocer,
y las observaciones que sobre la materi contiene la obra del Dr. Mier so-
bre la Historia de Méjico, robustecida por el hermoso libro de D. Lucas
Afaman sobre aquella misma Historia desde los primeros movimientos
del ato 1808 hasta 1849.
.Asf se comentó (y á veces con exageración) al hecho de que de Las
110 Virreyes que existieron en A In ética desde la creación de los Virre.i.:-
natos iaasta 1813, sólo cuatro habían nacido en América, donde sus pa-
dres eran empleados Por cierto, Virreyes modelo, De 702 capitanes ge -
nerales, sólo 14 hablan sido criollos. De 106 obispos. sólo 105 eran na-
turales de América. LL Según el diputado Alcocer, todos los empleos.
de primera clase (á excepción del Obispado de Puebla y la dirección de
loterías) en Nueva Espata, en 1312, estaban ocupados por peninsulares.,
La razón, el sentido, la economía y el orden histórico colonial espa-
áol, y par tanto de la vida política, económica y soci I del Continente hila-paro americano, ja, víspera de su emancipación, están sintetizados enlas iguientes leyes de la Recopilación de Indias,, Iniciada en 1510 y
puesta e vigor en 1680. Ley 1. a tít. 1, libro 8.° que estableció (por
el Emperador Carlo./ en 1519) la incorporación de las, Indias á laCorona de CastWa, dándoles el carácter de Inalienables; la ley 14, títu-b 12, libro e', que afirma e 1 Señorío de las Indias é ir cluye en el pa-trimanio real los baldíos, suelos y tierras no repartidos, consagrando
al mismo tiempo la propiedad territorial de los indicen la ley 1. a titulo6, libra 1.° que consagra el patronato real; la ley 8,, tít. 2. libro 2 ° quedeclara el fin catequista, católico de la empresa colonizadora (declara-,ción robustecida y ampliad i)1 por las leyes 1, tít. 1.*, libro 4.° y lameta, tít. 3, libro 6.* sobre poblacion. es é indios); la ley 13, tít. 2.*libro 2.* que proclama la unidad fundamental de las legislaciones
castellana y ultramarina y la especialidad de esta última (doctrina des-arrallarla por la ley 2, tít 1, libro 2:.° que invoca la ordenación de leyescaetellazas ajada por la de Toro); la ley 4, tit. 1,, libro 2 que autoriza Fi.
loe :odios para conser7ar sus leyes, usos y oostunibres mal tal pie nop
- 41 --
toateadigan á la religiéll católica; la ley 1. a , tít. 26, libro 9 que prohi-be 3l paso á las Indias sin permiso del Rey; la 4, a, tit. 1. 0 , libro 4.° quecastiga, con las penas de muerte y confiscación á quien, por su propia
auteridad, hiciere descubrimientos en América 6 población 6 ranchería
en lo descubierto, les leyes 3, tít. 1. 0 1 libro 4.° y 1.° y 1. 1 , tít. 21, li-bro 3 que cierran al extranjero el comercio y niegan la entrada el trá-fico del extranjero en Indias; y las leyes 1. a y 2. 1 , tít. 1 °, libro 9 queconsagran el monopolio del comercio americano á favor de los españolesy lo organizan bajo la dirección de la Casa de Contratación de Sevilla
(fondada en 1493) afirmación completada por las leyes 1 y 55, tít. E0,
libro 9 referentes á la navegación en conserva y al ordenamiento de las
feras y mercados de Cartagena y Portotello y Veracruz y la salida. de
Acapulco en América, 613i como las relativas á los privilegios de los
puertos de Sevilla y Cádiz, privilegios luego modificados por Carlos III,
El monopolio del comercio ultramarino fué, al principio de la em -
presa, ea favor exclusivo de los castellanos. Pero despué-i de la muerte
de Isabel la Católica, se extendió, por el Regente D. Fernando y el Em-
perador Carlos y, á los aragoneses y otros súbditos de la Monarquía,
:quedando consagrado en beneficio de castellanos y aragoneses, en 1585,
per -reclamaciones de las Cortes de Monzón, y extendiéndose en 1102
loe eatalanes.
-Las reformas de Carlos III fueron, en primer término, el decreto de
`21 21 pllarión de puertos de 1165, por el cual se habilitaron once puertos
ele La Península (á loe que se aumentaron luego dos) y veb ticuatro
Ntevo Mundo para el tráfico ultramarino. Luego, en 1118 se hicieron
redicacciones considerables en los Aranceles de ,eduanas en América,
..leede se permitía llevar desde 'España géneros extranjeros, con excep-
c).4a de los vinos, licores, eidre, aceite y otrora caído:- , Porque ni princi-
pie ra producción epa ola era la que surtía el merca le americano .
Luege ésta decayó por muchas causas y sehaladamente por e le monopo-
he de América. Y € 13 todo el s . lo XVIII vino á tierra, dedicándoee las
e<maerciantes peninsu l ares á comprar gáneme eztranjeroa para mante-,eer T)rneinal del l'.,-AtIca ultramarino..
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3.000.000 5.701,4098:000.000 11 500.001
5.000.000 3.500 000all•••••••••■•••••■••••• ••••~0**
5
42
V iiLos datos publicados en varios libros europeos y americari)s
del siglo XIX sobre el estado político y económico de la Américalatina, en vísperas de la Revolución americana, atribuyen á aquel
Mundo en 1787) una población de 13.200.000 habitantes, reparti-des en 468.440 leguas cuadradas de 25 al grado. Y establecen queel producto anual de las minas de oro y plata subía á 39 millonesde pesos, y el valor de las mercancías allí importadas del ViejoContillen . e á 59.200.000.
E s tas cifras se dividen de este modo.
GRANDE DIJSIOiNES POLITICkS
Irlrrelnato de la Nueva Es-paña con la g provincias]nternas... .
Capitanía general de Gua-temala con Nicaragua yVerapaz.... . 26.152 1.200.000 46
1 4,1a -de Cuba y Puerto Rico. 6 921 600.000 87Las dos Floridas .......8.555Capitanía general de Cara-
cas (Cumaná, Venezuela,Cuzco, Maracaibo, Bari-
nas,la Guayana española). 47.856 900.000Virreinato de la Nueva Granada (con la Presidenciade Quito) 64.5001 1.800.010Virreinato de Perú 30 390
Presidencia de Chile .... 22 . 574 1.7(30.000 33Virreinato de Buenos Ai-
res.
118 4781 5.900.000 49 23.000.000 20.001000
19
28
143:014 1 100.000 8
468.44 '0 13.200.000 28
43
La extensión y la población de la América espa?iol& en 1828, según.el British Almanach de 1829, citado por Cang g Argüelles en su Diccio-nario de Hacienda, eran éstas:
Millascuadradas. Población.
•••••■■••
Méjico . 242.000
7.500.000Guatemala . .
139.000
1.650.000
Colombia . 828.000
2.800.000
Perú
373.000
1 700.000
Bolivia 310 000
1 300 000
Río de la Plata... .. • 683 090
700 000
Chile • • e ..000
1.400.000
Haity
22 100
950.000
Paraguay ..... 1-;7.000
250.000
América española Un -tillas y Norte)... ... 35.000 1.240.000
3.828.100 19.490.000
En 1810 varían los datos. Según el Si r. Carlos Calvo, en el Prólogo
de sus Anales de la Revoluci€n de la América latir. a ; la población de Nue-
va España y la Capitar la general de Guatemala sube á. 1.400.0e0
habitantes. De &los 3,351 000 blancos y mestizos y el resto indios.
La población de Nueva Granada y Q ito era de 2.000.000 de alma9,
La población de la Capitanía general de Caracas subía á 950.00"3.
individuos. De ellos, 54 mil esclavos.
La población de Perú y la Capitanía general rie Chile Ilegalia 13.
2.050.000. De ellos 320.000 blar ces, ‘,240 mil meetin g y el resto indio
y negros.
La población de Buenos Aires era de 2 Iri0.000.
La población de Méjico, según Alaman (cerro antes se ha
llegaba á 6 millones: de ellos sólo 1.200,000 blancos Total, 14.SEI'1911(4.
El comercio de las antiguas Colonias Espatiolas con su Metropo
1800, estaba representado por las siguientes cdras:
Méjico y Guatemala b—Importaeión: 111.000.000 .!rancos=—
ojón: 45.000.000 francos.—Total l 155.000.000
44 ---
Nueva Granada,, 17,2 millones.—Exp.• 10.000.000.—Total,
38 112 millones„Caracas: Imp . 112 atillones.—Exp. 20.030.000.—Total, 41 112
millones.Perú y Chile, kap,. 5'7 112 millones —Exp. 20 000.000.--Tsta1, 11 112
millones,
Buenos .1 itmeSi Imp.X112millones.~Exp. 10.000.000. —'rotal ,1"4
112 millones,
Totales:
importació 241..000.000 francas,
Exportación, 105.000.000.
Total, 346.000.000 francos.
Se da por cierto que gas rentas percibidas por el Gobierno metropo-
lltico pasaban de 28 millones de pesos al año. Los impuestos sobra los
productos de las minas de oro y plata se elevaban anualmente á 8 mi-llones y medio de pesos. El derecho regio del tabaco subía á nueve
milimes y á 23 millones el producto de la alcabala, los derechos de
Aduana y los de la mitad de Indias.
Esas rentas se repartían del modo siguiente: Virreynato de Nueva
Espa 20.000.000 pesos.—Perú, 6. 500,00 ).—N delta Granada, 3.800.000,
—Buenos Aires, 4.100.000.—Capitania general de Caracas, 1.800.000.
—Capitana general de Cuba, 2.300 000 .
Los gastos de la Administración interior llegaban á 81.000.000; de
modo que el Tesoro de Madrid recibía anualmente sólo de 9 á 10 millo-
nes de pesos, El saldo de Nueva España era de 6 y medio millones; eldel Perú de millón y medio; el de Buenos Aires, de 800.000 á 1.000.000.y el de Nueva Granada de 900.000 á 1.000.000. Los gastos de Adminis-tración absorvían todas las entradas, en Cuba, Puerto Rico, Caracas yGuatemala,
Hay que advertir que las rentas todas de la Espata peninsular, en
1810, no pasaban de 35 millones de pesos.Calcú ase el valor de la importaciha y exportación de la América
e spaiola, á principios del siglo XIX, en 585,501).000, de. pesos de loscuales 155 millones correspondían á Méjico y Guatemala; 38 y medioNueva Granada; 111 y medio al Perú y Chile; 47 y medio á Caracas; y 21
45
y medio á Bu'nos Aires, y á Cuba y Puerto Rico, 100.000.000. El ario1800, que é el de mayor prosperidad, el valor del comercio total, seelevó á 688.500 000.
Estimados en 588.500.000 francos el movimient• mercantil america-
no, de la época citada comprendido en é) el contrabando, un escritor
(Darlos Calvo en sus Anales) atribuye 241 millones de francos á la im-
portación europea, 105 millones á la exportación general de productos
y 192 112 á la ae minerales. Da este mode:
Nueva España y 0:42temala: Importación europea: 110.000.000 de l'ean.=
cos.—Exportación general, 45 000.000.—Exportacióa: de minerales,
112.500.000. Total, 26'7.500 000.
Nttevi Granda.: Importación, 28.500.000; Exportación general..
30 000`000. Exportación de minerales. 15.030 000 Total, 53,500 000.
Caracas: Importación 27.b00.000, Exportación general, 20.000.000
Total, 47.500 000
Perú y Chile: Importación, 51.500.000. Exportación general<
20.000.000 Exportación da mineraI•54, 40.000.000, Total, ni.5oo„ooes,
Buenos 4íres: Importación, 1'7.500.000. Export-icián general,
10.000.000. Exportación de minerales, 25.000,000. Total, 52,500 t00.
- 46 -
1-v" T I
Antes de 1809 se habían p:o iuci lo colspiraciones é intentonas se-
paratistas, entre las cuales se destaca la invasión de Venezuela (Costa
,:inne), por Francisco Miranda, en 25 de Marzo y Agosto de 1806. PerG
este esfuerzo de los americanos duró poquísimo tiempo, yen el otoDo
de aquel alio le había restabbci io totalmente el orden en las costas
venezolanas. Mas no por esto se ha de creer (como se lit supuesto al-
gun q s veces) que las agitaciones sudamericanas son sólo del siglo XIX
y producto exclusivo de los movimientos políticos europeos y espec*Ál-
mente de Espada, de este época.
Para creer esto sería necesario cerrar los ojos a las preven iones y
íos selialaraientos de documentos tan importantes como las Noticias Se-
cretas de D. Jorge Juan y D. Antonio Ulloa sobre el estado de la América
meridional dentro del último tercio del siglo XVIII, el Informe dei Vi-
sitador del reino de Nueva Espata.
Además hay hechos tau elocuentes como la gran revolución del
Perú de 1180 (alzamiento de Topic Auzavu y los indios); la conspira-
ción del canario León en Caracas contra la privilegiada Compattía Glai-puzcoana de Venezuela, á medíados del siglo XVIII; el alzamiento de
la provincia neogranadina de S000rro en 1781, la conspiración de acialy España en Venezuela, hacia 1'791 y otras protestas de menor impoz-tancia que, si bien dcrninadae, dejaron profunda huella en el ánimo delos americanos é hicieron fijar la atención á los extranjeros á la in-•quietud latente del dominio hispano-americano.
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In 9 de Agosto de 1809 estalló en Quito (capital de la importante
AuaIencia de este nombre y de una de la% comarcas más preciadas del
'77.eeeinato de Santa Fe de Nueva Granad I), un alzamiento que produjo
inixediata,mente la destitución de las autori Jades eapañolae y la consti-
tzelbon de una Junta gubernativa presidida por el marqués de Selva
.,.kagre, la cual aclamó a soberanía de Fernando VII, Rey de España yVe dirigió oficialmente para aer reconocida é imitadP, constituy ando
Juntas análogas con independencia de la Metrá )oli, á los Virreyes de
uleva Granada v Perú, á los Gobernadores dependientas de Quito y á
icki Cabildos municipales de toda la comarca.
Contra aquella Junta y aquel movimiento dirigieran fuerzas el Vi -
-rr g y de Nueva Granada y los Gobernalores de Popay 4.0, Cuenca y Gua
y,;:tquil. También se movió contra ella el Virr 3y del Perú. En Diciembre
del mismo año quedó sofocado el alzamiento, formándose á los rebeldes
el correspondiente proceso; pero el suceso tuvo consecuencias, pro.
<luciéndose poco después de aquella fecha conflictos y lucha armada,
tu que á mediados del año siguiente se dió por terminado el asunto,
otorgándose el perdón á todos los comprometidos en los hechos anterio.y es. Estos dejaron, sin embargo, resto de sangre y grandes prevencio-
nes, garantía de nuevas y próximas protestas.
Así quedaron las cosas en Quito hasta que en Octubre de 1810 resur-
gió el movimiento de Agosto de 1809 y se constituyó de nuevo otra
„Tonta de Gobierno, presidida por el Conde Ruiz del Castillo, suatituído,
pronto por personas más decididas en sentido americano
Esta J lata fuó reconocida por buena parte de las provincias de la
Audiencia, pero otras provincias (como Cuenca, Loja y Guayaquil) la
resistieron. La autoridad española envió tropas contra ella. Hubo lucha
entre esas tropas y las del país y así se continué hasta que, en N
viembre de 1812, fueron batidos completamente los criollos. Ea Di
siembre de aquel año la insurrecci? u quedó deshecha y el país domina-.
do, hasta que en 1822 lo invadieron los patriotas peruanos, siguiendo
desde entonces la suerte de éstos y conquistando definitivamente su in -
lependencia por la batalla de Pinchincha (Mayo de 1822). A poco sa fu-
lionó con Colombia, declarán o'e esta fusión en 29 de Mayo de tique
mismo año. Antes, en 2 de Enero de 1812, se habla reunida un Congr,3
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so constituyente que proclamó la independencia de Quito, pero eese
declaración, por el momento, no dió resultado.
Casi al mismo tiempo que el movimiento de Quito se produjo oto.'
en Charcas y en la Paz, poblaciones importantes de la Audiencia t€
Claras, en el Alto Perú, dependiente á la sazón de Buenos Aires. Tra.tóse allí, á principios de 1809, de resistir lalpretensiones de los france-
ses invasores de la Metrópoli española y con anuencia de las autorida-
des locales, se constituyó en Mayo de aquel año una Junta tuitiva po-
pular, para el gobierno y defensa del distrito. Pero los Virre y es de'_
Perú y Buenos Aires enTiaron fuerzas que batieron á las de la Junta
después de lo cual,, los directores de ésta fueron prescs y condenados á
muerte. Y tolo terminó en Diciembre del mismo año 9.
En el mes de Abril de 1810 resurgió la insurrección en Venezuela.
En Caracas se constituyó una Junta gubernativa, que destituyó al
Virrey Emparan, y tomó la dirección del país á nombre de Fernando VII.
A. su voz respondieron algunas provincias como Barcelona, Cumana,
Margarit y Baninas. Otras, como Maracaibo, Coro y Guayana, la desco-
nocieron, sometiéndose en cambio á la Regencia española de Cádiz. La•
guerra comenzó entre españoles y venezolanos. Estos reunieron en 2 de
Marzo de 311 un Congreso en Caracas, el cual decretó (en 5 de Julia
del propio año) la independencia de las Provincias Unidas de VenezuelaLa guerra ofreció muchas al'. ernativss. En Agosto de 1812 pude
creerse terminada por el convenio que hicieron el General español Ilion-
teverde y el americano Miranda, que había vuelto á Venezuela para
luchar contra España. Entonces se sometió la provincia de Cumana y
todo quedó concluido. Pero en Enero de 1813 se verifica una invasión
de insurgentes por la parte oriental del país, y la acción. de los inva-
sores (que ee habían preparado en Chacachara, vecina á la Isla de la Tri-nidad, bajo dirección de Mariño, Bermúdez y Piar) se extiende vic -briosa por las provincias orientales de Cumana y Barcelona. En sem
guida Bolivar, refugiado en Curazao, desembarca (segundo trimestre de1813) en Cartagena (de Nueva Granada) y bajo la bandera de la revo-volución neogranadina (que ya había estallado en Citra per el Sur y Batece Venezuela) al fin se posesiona de Caracas, en el mes de Agosto de 181S.
»tirante la segunda mitad del año 13 todo el ario 14, sigue la gue-
49 -rra en Venezuela, hasta principios de 1815, en cuya fecha quedó otra
vez dominada por los españoles la insurrección venezolana.
Esta resurge en fines de 1816, sobre la base de las partidas sueltas
que habían quedado en los territorios contiguos al Orinoco y en la comar
ea oriental de Nueva Granada. Después de muchas dificultades Bolivares nombrado ilnico jefe y director de los revolucionarios venezolanosy dirige su campaña ti identificar la suerte de éstos y de los neograna-dinos. Para .3110 realiza la empresa extraordinaria del paso de los An-
des y establece su cuartel general en Angostura, y provoca en Fe-
brero de 1819 la reunión de un Congreso en el cual, por el pronto,
acuden sólo representantes de Venezuela y de una provincia de Nueva
Granada, y donde se rat'fica la declaración de independencia. Luego y
ya en intimidad con los venezolanos y los neogranadinos reúnese en
Santa Fe de Bogota otro Congreso, que en Diciembre de 1819, vota la
fusión de Venezuela con Nueva Granada, tomado el nombre de Repúbli
ca una é indivisible da Colombia.
Desde entonces la suerte de la Revolución de Venezuela es la mis-
ma que la de Nueva Granada.
El movimiento revolucionario de Nueva Granada se inició por la
constitución de una Junta de notables reunida en Santa Fe de Bogotá,
en los primeros días del mes de Septiembre de 1909, por virtud de las
graves noticias recibidas de Espelta sobre el avance y los triunfos de los
franceses. así como por efecto de los requerimientos del Gobierno pro-
visional de la Metrópoli y de la agitación revolucionaria de Quito.
Aquella Junta fué reunida por el Virrey que lo era el general Amar.
A poco de verificarse esto y continuando en aumento la gravedad de
la Península española y la agitación de Quito, en todo el primer semes-
tre de 1810, se produjo una sacudida en Cartagena (capital de la pro-
vincia neogranadina de este nombre), cuyo cabildo destituyó en Junio
de este último ario al gobernador y le hizo cargo de la dirección política
de la comarca. Su ejemplo determinó algo parecido en la capital del
Virreinato y en Julio y Agosto del citado ario de 1810 quedó constitui-
da, en Santa Fé de Bogotá, otra Junta popular directiva, que pronto pre-
tendió que faese reconocida como superior por todas las demás provin-
cias donde se había realizado cosa parecida y que se negó á someterse
4
á la Regeecia de El3paha, si bien declarando que sostendría la religión
católica y los derechos de Fernando VII, en cuyo nombre había de go-
bernar, Además se propuso convocar un Cong . eso de representantes del
Virreinato, para lo cual solicitó el concurso de las demás provincias.Este concurso le fue negado, primeramente, por la Junta de Cartage-
na, la cual, en 19 de Septiembre de 1810, invitó á las demás provincias
á otro Congreso que había de reunirse en Antioquía. Por efecto de esta
oposición, sólo los representantes de seis provincias del Virreinato ya
revuelto y casi alado , asistieron al primer Congreso de Bogotá, el cual
no surtió efecto algune. Pero la provincia de este nombre, tomó el ape-
llido de Estado de Cundinamarca y se dió, en Abril de 1811, una Constia
tución especial é independiente, pero siempre reconociendo los derechos
de Fereando VII
En Noviembre de S11, la Junta de Cartagena (siempre gola y aisla-
da) se decidió á r roclamarze por completo separada de España.
Con estos contraditorios ejemplos, el antiguo Virreinato se dividió
profundamente y por espacio de muchos meses sis provincias se ago•taron luchando entre sí. Unas (las menos, como Panamá, Río Hacha ySanta Marta) estaban del lado del Gobierno de España; otras afirmabansu autonomía pero acatando á Fernando VII y entendiéndose, más 6menos, entre sí, según las ocasiones, y otras, como Cartagena, tomaronel rumbo de la independencia no sólo respecto de Espata sino frente átoda autoridad regional.
Apesar de esas divisiones, que produjeron choques y luchas entrevarias provincias neogradinas, continuó la Revolución, acentuándose porefecto de l os fracasos la tendencia á una cordial inteligencia y una s.cración común. Esto produjo la celebración en Tuunja (Setiembre de 1814)de otro Congreso al cual acudieron los representantes de la mayoría delas provincias v al cual se ofreció el venezolano Bolívar.
Después de muchas alternativas, se logró esbozar un pian de ségimen federal aceptado, con más 6 menos reserva; pero buena parte deaquellas provincias y que por lo pronto hizo posible la terminación delas luchas entre americanos y la reunión de las fuerzas militares de losfederados bajo la dirección de Bolívar. Con esto se llegó á la proclamara
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nión detiniva (1815) de la independencia de todas las provincias- aizada.ade Nueva Granada.
Pero esto no obstó para que triunfase la causa de la Metrópoli, repr8-
sentada á la sazón por el general Morillo, que había logrado dominar la
insurrección de Venezuela. La de Nueva Granada quedó también venci-á fines de 1816.
Así continalron las cosas en aquel Virreinato hasta el arao de 1818.
en cuya época, Bolivar, que había vuelto á Venezuela y dirigía allí 1».
insurrección, se preocupa (con éxito) de asociar nuevamente á su em-
presa á los reveluoioaarios neogranadinos. En Junio de 1819 se verifir,6
el famoso paso de los Andes por las tropas insurgentes que entraron
triunfantes en las provincias de Nueva Granada y el el de Agosto fue-
ron vencidos los españoles en la batalla de Boyaca. El 10 del misma
mes entró Bolívar en San José de Bogotá y el 11 de Septiembre de 181
-Aló proclamada la Repalica de Colombia, mediante la fusión de Valle-.
acalla y Nueva Granada.
Todavía después de esa fecha los españoles resistieron, aunque coa
evidente desaliento. Y así llegó, pasando por un armisticio de seis meses
(ei armisticio de Trujillo) hasta la batalla de Carabobo, ganada por los
iusurgentes , el 21 de Junio de 1821, con la cual se puso término á la
dominación de España en aquella parte de América.
Dueños los insurgentes de lo que hoy es Colombia, pusieron su
atención y su esfuerzo en .103 territorios iumadiataa da Quito y Guaya-
qull, al Sur del territorio emancipado. El efecto del nuevo empaño fue
satisfactorio para loa revolucionarios. Los españoles fueron definitiva-
mente vencidos en la batalla de Pichincha, que ganó el general Sucre,
el 24 de Mayo de 1822. Y Quito quedó emancipada.
Cosa análoga sucedió en Guayaquil, donde trabajaron de consuno
los guayaquileños (alzados en armas contra el Gobierno y las autorida.
des españolas, en Octubre de 1821) los soldados de Colombia mandados
por el general Sucre y los soldados argentinos y chilenos enviados por
San Martín. A mediados de 1822, Guayaquil era por completo inde-
pendiente.
En 30 de Julio de 1822, el cabildo de Guayaquil decretó la unión de
esta provincia á la República de Colombia constituida en 11819.
52 --
poco antes, en 29 de Mayo del propio año 22, íaé votada por lasN
autoridades y los representantes de Quito la incorporación de esta re-á la República colombiana, constituida. como antes se ha dicho,gión desde 1819, por Venezuela y Nueva Granada
Parapreparar y asegurar esta obra había tomado med`das de gran
efecto, el Cong-eso lennido en Rosario de Cuenta el 6 de Mayo de 1821
al cual asivieron diputados de veintidós provincias ya emancipadas
del antigua Virreinato de Nueva Granada y la Capitanía gen e ral de Ve-
nezue la. Este Congreso hizo la constitución de la nueva República de
Colombia, que lleva la fecha de 21 de Agosto de 1821 y designó come
Presidente de la República de Bolívar, alma de todo este movimiento.
La República se dividió en siete departamentos. Y así vivió hasta que
en 1829 se separó de ella para constituirse en República independiente,.
a antigua Capitanil general de Venezuela. En 1830 hizo lo propio
Quito, constituyendo con Guayaquil, la República del Ecuador.
Muchos silos después, en nuestros mismos días, se separó de Colom-
Ua el Estado de Panamá, constituido cómo República independiente
en 4 de Noviembre de 1903.
Casi al mismo tiempo que tomaba forma precisa el movimiento reiN,
volucionario en Venezuela y Nueva Granada, se realizaba une; empresa
análoga en el otro extremo de la América Meridional en la Plata.
El 24 de Setiembre de 1808 se constituyó en Montevideo una Junta•gubernativa, que, desconociendo la autoridad dei Virrey de Buenos Ai-
res, se puso en releción y dependencia directa de las autoridades de la.Metrópoli.
Aquella rebeldía (provocada y seguramente amparada por el Go-
bernador militar de la plaza, D. Francisco Javier Elio), tuvo por'causa 6 por pretexto el temor 6 la sospecha de que el Virrey Liniersi,grandemente identificado con los criollos de Buenos Aires, simpatizase,.por su origen y naturaleza franceses, con el invasor de la Península es-pañola, Tan peligrosa oposición no fué mal vista por la Junta Central-metro-política, que en Junio de 18 «09 nombr6 Virrey el General de Ma-Tina D. Baltasar Hidalgo Cisneros: Con este terminó la irregularidadde Montevideo, de fatales consecuencias como ejemplo y como detererminación de uno de los partidos que en lo sucesivo habían de sostener
53-violenta y sangrienta lucha en la Plata. Montevideo fué el centro d©los realistas.
Buenos Aires llevó la representación del partido opuesto y pronta
la dirección del movimiento revolucionario de toda la Plata.
La situación cada vez más crítica de Espata y la viveza que toma-ron á partir de mediados de 1809 las encontradas gestiones de los
Comisionados de las Juntas peninsulares, de los invasores franceses yde la infanta Carlota, hermana de Fernando VII, para que Buenos Airee
abrazase la causa de cada uno de estos pretendientes, determinaron al
pueblo bonarense á asegurar su defensa, del mismo modo que lo habla
hecho poco tiempo antes (en 1806 y 1807), rechazando por sí mismo y
sus milicias locales los ataques y la invasión de los ingleses.
Complicóse aquella situación con la oposición que el elemente
español comenzó á manifestar al Virrey Liniers, que había dirigi.
do la resistencia contra la invasión británica; oposición que llegó (ea
Enero de 1809) al intento de la deposición de la primera Autoridad del
Virreynato, salvada por la actitud de los criollos jefes de las miliciaf
coloniales.
La Junta Central peninsular sustituyó á Liniers por Cisneros, pene
éste fué destituido el 25 de lia3 o de 1810, por la voluntad del Pueblo,
representado por el Cabildo do Buenos Aires. Croóse entonces una Jun-
ta de (} bienio que presidió el criollo Saavedra, Comandante de uno
de los batliliont6 s deraiHicias de 1131 capital. La Juntagobern5 en nombre
de FI.-znand o VII, fo'rt,' fi cárldola muy especi lmente las terribles noticiatt
de la entrada de ion fraráceses victorlusoz en Andalucía y de la dispersi5a
de la %huila (Ut-itral metropolitica en Enero cl,f../ 1810. En la Mata, como
en. Europa, fué genentl la creencia de que la csuaa eipaiaola estaba
totatmeh te perdida
Dekpu4s consdtuyó en Esparis, (29 dé/ Enero de 1810) la Regencia,
que intimó la sumisión de la txteocionada Junta de Buenos Aires y uom-
1.1r6 Virrey al G¿nerai Elio, el cual conciuyó por ,áa,clarar la guerra á loa
de Bu -nos Aires, apGyados, á la suzón, pt:r las prtiNincias contraes del
Virreynato. Esto sucedió en 12 de Febrero de 1811.
La Regencia, además, decretó Ty libre comercio que, forzados por las
circunstancias y por efecto directo da 151. interrupción material d3 18o
- 54 -
comunicaciones de Buenos Aires yla Penínsul a española, habían dado
las autoridades coloniales y señaladamente el Virrey Cisneros.Mas ápoco y bajo la in fluencia de los comerciantes gaditanos esa misa
naa Regencia revocó aquel decreto, produciendo nuevas y calurosas pro.
testas en el Sur deAmérica. Fué éste un poderoso estimulo para el mana
tenimiento de la insurrección argentina.Sigue ésta con alternativas en los años de 1811 á 1814, verificándose
:a reunión irregular y deficiente de dos Asambleas 6 Congresos de re-
presentantes de varias provincias, en Buenos Aires; Congresos que dan
varias form&s P. I Gobierno de/ país y votan un Estatuto provisional de
Gobierno que lleva la facha de 22 de Novierabre de 1811. Con todo este,
Los revolucionarios no pretendían romper definitivamente con el Rey de
España, en cuyo nombre funcionan todas las autoridades argeiihtinas; pero
reunido un nuevo Congreso, en Enero de 1813, éste declara que en sur
manos residía la soberanía del país. Sin embargo, la declaración de in-
dependencia no se hizo hasta el 9 de Julio de 1816, por un nuevo Cona
greso de diputados que se reunió en Tucumán el 24 de Marzo del pro-pio a o La nueva Nación se llamó (República de las Provincias Unidasdel Río de la Plata ' y fué reconocida por Inglaterra en 1825.
Antes de 1816 formaban parte de la Nación Argentina, además de losEstados que hoy la constituyen: 1. 0 la región del Uruguay, 2.* Jas proa,vincias del Ato Perú y 3.. la provincia y gobierno del Paraguay.
El territorio uruguayo (llamado Banda Oriental), cuya capital eraMontevideo, se adh.rió definitivamente á la empresa de Buenos Aires en
Junio de 1814, pece luego fué disputado por el Brasil que lo ocupó en
1820, dándole el nombre de provincia Cisplatina. Y así siguió con dife•-rentes vicisitudes y la guerra constante con las demás Provincias de,iPlata, hasta que en 28 de Agosto de 1828 se firma el Tratado de Río deJaneiro, ratificado Montevidtto en 4 de Octubre inmediato, que consagreta independencia del Uruguay como Estado soberano. .
Las provincias del Alto Perú fueron separadas del antiguo Virreyaz -to del Perú, p\ra constituir en 1T el nuevo Virreynato de la Plata, yen los comienzos de la insurrección de ésta, ya dentro del si
delo XIX, fri-
!olieron la suerte los argentinos. Pero en 1825 esas provincias se se'pararon de las Unidas del Río de la Platay luego constituyeren la Re*.
--- 55
pública independiente de Bolivia. Esta fué la obra de la asamblea 6
Congreso de Chuquisaca, cuyo decreto tiene la fecha de 10 de Agosto
de 1825.
El Paraguay fué invadido por tropas de Buenos Aires á poco de ha-
berse establecido en esta ciudad la Junta revolucionaria del 25 de Mayo
de 1810; pero las autoridades y el pueblo paraguayo resistieron la in-
vasión, y más aún, la dependencia que le querían imponer los bonaren-
ses. Al fin, también allí triunfó en Mayo de 1811 la Revolución, y el
Paraguay se separó de España, constituyendo, en Mayo de 1814, una
República ó Nación separada é independiente, bajo la presidencia, 6
mejor, dictadura del Doctor Francia.
Chile era, como ya se ha dicho, una Capitanía Ganers.I independice-
te del Sur de América, pero con relaciones muy vivaa con los Virrey-
natos del Perú y Buenos Aires, entre los cuales viva, sin tener gran
importancia.
La revolución de Chile comenzó el 16 de Julio de 1810 1 por la depo-
sición de su Gobernador y Capitán Géneral Carralca, COGR que realizó,
la Audiencia bajo la presión del vecindario de Santiago, capital de la
comarca. A poco, en Septiembre del mismo alio, se reunió una Junta
de Magistrados y notables de la Ciudad, la cual creó una Junta de Go-
bierno que cuidara de los asuntos de la Capitanía General, mientras du-
raba la situación crítica de la Metrópoli, Aquella Junta fué reconocida
-por casi todas las provincias y se inspiró, ayudada por el Cabildo de San-
tiago, en el ejemplo de la Junta análoga de Buenos Airea, Tomó medi-
das de importancia, y en 4 de Julio fué sustituida por un Congreso que
creó otra Junta de Gobierno encargada del Podar ejecutivo —Luego
votó (Octubre de 1812) una Constitución política.,
Con gran intranquilidad y lucha de los partidos 'locales, continuó vi-
viendo el Gobierno revolucionario chileno que invocaba 3h,12npre el res-
peto debido al. Rey Fernando VII, pero sin ponerse en relación de nin-
gún género con el Gobierno de la Metrópoii, hasta que, en Enero de
1813 fué invadido el país por una columna que envió contra al Gobier-,
no revolucionario el Virrey del Perú, Don Fernando Abascal.
De tal suerte comenzó una lucha muy viva entre loe soidado2 realis
tas y el ejército patriota que organizó el Cobierno Esta, luche,
56
siguió con varias alternativas hasta la derrota que en Rancagua sufrie-ron las patriotas en el otoño de 1814, á fines de cuyo año Chile volvió á
poder de los esp añoles. En 1815 el argentino San Martín comienza á
preparar la invasión de Chile. Realízase ésta ea Enero de 181 17 y el
más completo éxito corona los esfuerzos de los protectores argentinos y
los patriotas chilenos. El Gobernador revolucionario O'Higgins, en 1818,
acude al plebiscito para declarar la independencia de Chile, y ésta se
aclama el 12 de Febrero de 1818, primer aniversario de la batalla de Cha-cabuco, ganada por los insurrectos y decisiva para el porvenir chileno ,
A poco se verifica la batalla de Maipo (15 de Abril de 1818) que obli-
gó al Virrey del Perú á no salir de su propia juriediccíón y facilitó á loschiJeaos dos empresas: la invasión del Perú, para lograr la independen-
cia de éste, y Ja extensión de la acción revolucionaria al Archipiélago
de Chi'oe. Esto último se hizo luego; pero hasta, el 22 de Enero de 1826
no pudo declararse oficialmente que aquel Archipiélago quedaba incor-porado á la República Chilena.
57
vi"
El Virreynato de Méjico (la Nueva España agrandada), era el país
más español de toda América. Tsmbiéa allí se inició la Revolución por la
violencia que el partido espsh„1 ejerció, en 6 de Diciembre de :808 , des-
tituyendo y embarcando para España, al Virrey Yturrigarai. é,ste faé
sustituído por el Arzobispo Lizana, nombrado por la Julia Central dé
España en Julio de 1809. El Arzobispo, en Mayo de 1810, delegó el man-
do en la Audiencia, de la cual paró, en Agosto, al nuevo Virrey Ve-
negas.
En este mismo año principia la agitación popu"..ar, que produce, ea
16 de Septiembre, el llamado Grito de Doiores y la cauvp-tül robo 1 - recta
dirigida por el Cura Hidalgo, al qué después, y en cullso de itm ari )11
1811 á 1813, sustituyen con vario éxito, otros capita yb3ciil.ari.
como Morelos,
En 13 de Septiembre de 1813 se reunió en Chinpalcingo, ebrea, do
Acapulco, el primer Congreso de los rebeldes, que rompió todo víaculo
de dependencia con la Metrópoli española.. Y el 22 de Octu ne d 18
aquel Congreso votó, en Apatzingan la primer Coastitue:i ijn republi.
cana de Méjico.
La Revolución decayó en /815, después del fusilamiente de Morelos yde la disoluci(n del Congreso, que se dispersó en Diciein.b?-¿p dé, 1815. Y
al comenzar el ahu 18 parece punto menos qu pacificado el. Virreyato,
apesar de continuar en campaña el guerrillero Gue reto. St 24 de Fe-
brero de 1821 se alza Iturbide en Iguala. A. Iturbide se rime Guerrero,,
en Marzo; y el 5 de Julio del propio aLo es destituido el Virrey Ruiz
de Apodaca, por los oficiales del ejército español. Desde entonces la
causa de la insurrección tomó extraordinari'i vuelo y la empresa de
Iturbide aseguró su éxito. En 21 de Agosto de 1821, se firmó por Itur-
b'vle y El General espabot O'donoj el Convenio de Córdoba y el 28 de
Septiembre, la Junta provisional gubernativa constituida en Méjico
firma el Acta de iniependencia del Imperio Mejicano.Sin embargo, la Junta gubernativa estableció que la primera dig-
nidad del país 83 reservaría al Rey Fernando VII de España, para que
éste se trasladara á Méjico y que sólo en defecto de aquel soberano,
Méjico eligiría otro Emperador.—E1 24 de Febrero de 1822 se instaló
en la capital el primer Congreso Nacional y en 19 de Mayo fué votado
Iturbide, Emperador de Méjico.
Iturbide cavó en Abril de 1823, y en 4 de Octubre se creó la
República Federa/ ej cana, con una Constitución federal; República
true ha vivido hasta hoy salvo la efímera monarquía de Maximiliano de
áustria,, deade 1864 á 61.
E Perú fué la región americana donde mejor y por más tiempo
tesist:t6 el poder metropolitano á la acción revolucionaria. Seguro de
su país pudo el Virrey enviar fuerzas españolas para combatir la insu-rrecci¿n, á:kg C119,1°C88 / en 1809 y 10, al Norte Argentino en 1811 y 1815,á Clilo ell 1814 y 1818 y á Guayaquil y Quito desde 1810 á 1815.
Sin embargo en el Perú fué donde se produjo y sostuvo con más em-peño la mayor insurrección que registra la historia de América desde
los tiempc8 da a coloni:ación y la conquista hasta el siglo XIX; la in-
surrección de Tupac Amaruc ae 1180. Y allí sé dan la última resisteinffcia y el último golpe del empeño español en América..
El naj.s reciente levantam l ento peruano se verificó en la provincia deCuzco el 5 de Noviembre de 1818 y se desarrolló en el ato 14, siendo lacausa ocasional la resistencia de las autoridades á promulgar la Conga,.
titución de Cádiz de 18'2. Continuó el movimiento localizado en lacomarca del Cuzco en el ato 15, á mediados del cual sufrió ungolpe
decisivo por efecto de la contrarevolución qué estalló en la capital deaquella provincia. Pero en 1818 se descubre una conspiración de peletriotas para apoderarse- del Callao, y el 8 de Septiembre de este sí'
59 -
desembarcaron en territori i peruano los Argentinos y Chileños man-
dados por San Martín, para dar la libertad al Perú, indeciso.
Los peruanos se levantan y la lucha se entabló y desarrolló
desde fines de 1818 hasta el 12 de Julio de 1821, en cuya facha San
Martín se posesionó de Lima, donde en 15 del propio mes se proclamó
solemnemente la independencia del Perú.
Esto no obstante sigue la resistencia de los españoles, aunque
bastante decaída por la generalización del movimiento revolucionario
en todo el país peruano, por la calurosa adhesión á éste de los ^ficia-
les peruanos que formaban en el ejército realista, por la pérdida del
Callao y por la influencia de lo que pasaba en toda América.—La ba-
talla de Pinchincb 4, que decidió la suerte de Quito y la entrada
victoriosa de los colombianos en Guayaquil, aumentaron el quebran-
to:de los españoles, que se rehacen á fines de 1822, por efecto de
las divisiones políticas de los revolucionarios y la dimisión de San
Martín, director y protector del Perú independiente. Este país, después
de no pocas alternativas, vuelve los ojos á los colombianos y en par-
ticular al General Sucre, el cual baja al Perú en Junio da 1823. En
Septiembre siguiente aparece Bolivar en Lima y otro Congreso
peruano en Febrero d.e 1824, le confiere el título y el cargo de dic-
tador. Bolivar aprovecha las diferencias qu3 se producen entre los jefem
y oficiales del ejército espanol, de los cuales el Virrey Laeorna se man-
tiene con la legalidad y el General Olañeta se subleva en el Alto Perú,,
donde siguió hasta después de la batalla de Ayacucho. Antes había
sido depuesto por los españoles el Virrey Pezuela y sustituído por La
Berna, en Enero del 21. En 6 de Agosto de 1824 los españoles
perdieron la batalla de Juni; a y ül 9 de Diciembre la de Ayacucho, gple
hay que poner al lado de las de Carabobo y Maipo, ex la historia de ist
emancipación americana. La fortaleza del Callao, recuperada por loa
españoles, capituló el 22 de Enero de 1826, en los mismos días en (ple
los chilenos tomaban posesión de Chiloe. Dueño el Perú de sus desenos.,
en 28 de Enero de 1821 prescindió de Bolivar, y luego un. Congreso
proclamó la Constitución liberal que llevaba la fecha de 1823 con la
Presidencia del General La Mar.
Como en otro lugar se ha dicho, antes de esto y en 25 de Mayo de
60 -
1826- asegurada (también contra las pretensiones de
) la independencia del Alto eerú, con la Presidencia de Sucre,Bolivar) que, come General colombiano, había entrado en el País, después de
Ayacucho, para redimirlo de la dominación española. Y así lo hizo,
poniendo al congreso de Chuquisaca en disposición de declarar la inde-
pendencia en 10 de Agosto de 1325. Apesar de esto, Bolivar pretendió
la unión del Alto Perú con Colombia como hicieron Guaquil y Quito. Pero
la resistencia del país triunfó en 1826, y como antes se ha dicho, de
entonces data la que desde aquella fecha es República de BoiiviaGuatemala era otra Capitanía General dentro de la cual existían las
Intendencias de San Salvador, Comayagus, Nicaragua, Chiapa y Gua-
temala y que permaneció espectante en todo el primer período de le
Revolución Americana, apesar del ejemplo de los vecinos Virreynatos
de Méjico y Nueva Granada.Ya en San salvador (Noviembre de 1810), se descubrió una conspi-
ración separatistr dirigida por el cura elgado, pero el intento no tuvo
consecuencias.En Diciembre del mismo ario surgió algo más importante; el alza-
miento del Alcalde Arguelto, de Granada, con mil h5mbres y ocho ca-
mones. Pero esto fué dominado inmediatamente. Lo mismo que otro
amago de revuelta, que por aquel tiempo se produjo en la ci dad de
Rivas, bajo la dirección de los presbíteros Silva y Marenco. A poco, en1812 y 1818 se registran intentos análogos y sin resultado, en Teguci-galpa, León de Nicaragua y Guatemala (convento de Belén); pero sóloen 1821 apareció iniciado un movimiento serio.
El 14 de Septiembre de aquel ario, el capitán general Gainza, porexcitación de la Diputaoión provincial de Guatemala (compuesta en su
mayoría de españoles) convoca á Junta extraordinaria á las autoridadesy en esa Junta se proclamó la independencia, el día 15 del mismo mes
acordándose la convocatoria de un Congreso de representantes de todala Capitanía general. Pero al mismo tiempo, Iturbide, Emperador de
Méjico, propone la incorporación de Guatemala al Imperio; cosa que se
aceptó en Enero de 1822 por todas las Intendencias, fuera de la del Sal•vador, la cual también se adhirió, en Febrero de 1829, cuando losmejicanos enviaron 6 mil soldados para hacer efectiva la anexión.
61 --Destronado Iturbide y convocado un Congreso de todas las provin-
cias de Centro América, ésta en 1.° de Julio de 1823, decretó que Gua.
te lt:cala, Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica se llamaríanProvincias unidas del Centro de América y serían «librea é independientesde la Antigua España de Méjico y de cualquiora otra Potencia, así delAntiguo como del Nuevo Mundo y no eran ni podían ser el patrimoniode persona alguna'.
Y así sucedió y así continuaron les cosas hasta 1838, en cuya facha
se disolvió la Unión, constituyéndose las antiguas provincias en Es-
tados independientes, 10 cuales pretendieron después (sobre todo
desde 1885 á 1890) vanir á una inteligencia y constituir otra Confede-
ración.
La Isla de Santo Domingo fué la primera ocupada por los españoles=
á fines de 1492 y donde, hácia 1514, habil mil de éstos, pocos indios y
de 12 á 13 mil negros. Fué la lysse de la Audiencia m;s antigua de 'amé-
rica, comprensiva de los términos de Cuba, Yamáica, Puerto Rico, Ve-
nezuela, Margarita y Trinidai.
En 1691 y por la Paz de Riswick cedió Espata á Francia la parte
Oeste de la Isla. Y en 1195, Francia, por el tratado de Basilea, se hizo
dueña del resto de la misma. En 1801 se alza el negro Tossaint
verture, y Santo Domingo es declarado independiente, con el nombre
primitivo de Haiti. En 1814 (y después de varios incidentes que comen-
zaron en 1803) los españoles (por el tratado de Paris) vuelven á adquirir
parte de la Isla, la cual en 1821 se declara independiente. En 1821 se une
á la parte francesa, constituyendo una sola Repliblica l que vuelve á divi-
dirse en 1844, constituyendo la República dominicana ó de Santo Domingo.
Y así siguen las cosas hasta 1861 en cuya fecha ee da el caso, ver-
daderamente extraordinario, de la reincorporación de la antigua Co-
lonia á la Metrópoli española.
Pero en 1863 la Colonia se alza y Esparza en 1865, después de ruda
lucha, retiró su bandera de la Isla, que recobró su independencia y
la ha mantenido después, á pesar de que el Presidente de la República
norte americana, pár. Grant, propusiera, sin éxito y por dos veces (1861:
y 1810), su %nex1ón á los Estados Unidos.
Panlmá, formó parte del Virreinato de Nueva Granada y aunque a:
62
principio resistió el movimiento emancipador, al fin se identificó con
este y en 1821 apl.:eco como rulo de los departamentos de la República
de Colombia. Con Nueva G?anada quedó después de la separación de
Venezuela y Quito (el Ecuador) en 1830, Y así continuó hasta que, en
4 de Noviembre de 1903, se declaró Estado independiente y soberano.
Le dan importancia excepcional el recuerdo del Congreso Hispano-
americano que allí se celebró en 1326 y las obras del Canal ahora en
construcción por esfuerzo nortemámericano, que ha de unir los mares
Atlántico y Pacífico.
Cuba fué una Capitanía general española de América, que (lo misa
mo que Puerto Rico) se exceptuó de la obra emancipadora americana
de 1809 á 1826. La pérdide, de Santo Domingo y del Continente his-
pano americano y las reformas económicas expansivas, de 1811 á 1820
contribuyeron al engrandecimiento de Cuba, que antes de esta última
lecha dependía, en lo financiero, de las Cajas de Méjico.
A partir da 1840 comienzan las conspiraciones é intentonas separa-
tistas en aquella Isla, llegando á revestir extraordinaria importancia en1868, en cuya fecha se inicia una gu,-,rra que duró diez años y queterminó en 10 de Febrero de 1818, por la llamada Paz del Zanjon.De nuevo se produjo la insurrección en 1895, insurrección fomentada
por los Estados Unidos de Norte-américa, los cuales llegaron á laguerra con España en 18 de Abril de 1898. Esta guerra terminó en estemismo año, haciendo en París, el Tratado de este nombre, que se firmóen 10 de Diciembre de 1898 y se ratificó por España en 11 de Abrilde 1899.
Por consecuencia de la guerra, los Estados Unidos ocuparon y go-bernaron la Isla, hasta que en 20 de Mayo de 1902 se constituyó el
país en Gobierno independiente, conforma á las condiciones impuestas
por el norte-americano en el año anterior, agregadas á la Constituciónde la nueva República de 21 de Febrero de 1901 .
63 4.111.111.•
Loa ligeros -recuerdos y bravea nrialaraientes que va hacenlas páginas anteriores de este trabajo no tienen, ni han pudid tener°nunca, la injustificada pretensión de VI 2a estadio, más ó menos profunda,
de las causas y del desenvolvimiento de la insurrección (6 m&jor
el levantamiente y la revolución) de lo. América española 'S r.inipiel
del siglo XIX.
Los datos registrados y agrupados en una especie de sencillo resn-,men de aquel gran movimiento que duró algo más del doble tiempo qu3
han solido durar las grandes transformaciones políticas del Mundo Inc].derno, servirán sólo para que el lector (un poco distraído de loa hechca
y las lecciones de la Historia contemporánea, pero que ahora se coa -
mueve patrióticamente al oir hablar de las simpatías de América, de
nuestras rblaciones con Portugal y de los problemas de Marruecos), sa
dé mediana cuenta del modo y manera cómo se ha verificado la erran®clpación de la América española y de qué suerte; lo que allí ha pasad()entre espanoles y americanos ha tenido siempre el carácter de una g -rra civil, sin que las violencias y los recuerdos de ésta constituyan zipuedan constituir un obstáculo para la reconciliación de la familia hEs-
pana, partiendo de los supuestos indispensables de la independencia d4
América, el carácter y los compromisos históricos de España y La
cooperación que ésta presta, ahóra mismo, por medio de sus em t gvantea •á la prosperidad y la grandeza de sus antiguas Colonias.
Por fortuna, la tendencia reconciliadora iniciada hace baatanzes aaz
64
y algo contenida desde 1395 á 1898 por la guerra de Cuba, se fortifica y
ensancha (-n estos -.11timos días le una manera que no se puede señalar
sin profun i a cm> ción. Porque en estos meamos momentos, allá en Bue-
nos ireg se preparan las fiestas conmemorativas de la emancipación
argentina que se refiere al 25 de Mayo de 1810 A estas fiestas se ASO,.
cien miles de españoles que en l a joven República viven sin haber
rEnut c do á su nacionalidad. Y esos entusiastas, al recabar de las Cá-
maras Argentinas la licencia necesaria para levantar, en una de latir
principales /Alzas de la espléndida Buenos Aires, un gran monumento,
que hará uno de nuestros primeros artistas, en honor de tos progresos'
contemporáneos de hl Plat g , obtienen del Gobierno de aquel país eman-
cipado lws declaraciones más explícitas y cormovedoras-de simpatía
en fever de la Historia española y del servicio que actualmente presta
á la República platenee el crecido número de hijos de IR Madre patria
enropea, que allí prodigan su trabajo y reparten los prriuctos de éste
entre el país de su adopción y el hogar de su procedencia.
Por otro lado, Cuba, aún no pasados once años desde que términó le
guerra separatista, se presta, á la voz de sus intelectuales, de la Colo
Asia española y de los veteranos de la úliena guerra, á levantar otro mo
numento a Vara de Rey, el General español de la heroica defensa del
Caney; y en estos mismos momentos, quizá, se esté votando en las Cá-
maras cubanas el proyecto de ley que, no sólo autoriza la fijación de
aquel monumento, hecho por suscripción popular en la capital de la-isla, sino que lo declara monumento nacional de la República triun-fante é independiente. ¡Sen pocos—si hay alguno--los hechos análogos
parecidos que registra la Historia! •Todo esto pasa á puco de aparecer y actuar en la Segunda Confee
rencia de la Paz del Haya (inaugurada el 15 de Junio de 1901), los re-pi esentantes diplomáticos de España y las Repúblicas hispano•ameri-
canas. En aquella gran Asamblea se presentan unidos todos los vocerosde la familia española de allende y aquende el Atlántico, sosteniendo ladoctrina del argentino Drago, y al terminar las sesiones de la Conferen-cia, se hace escuchar la voz de Saenz Peña, para saludar á Espafis ennombre de la América latina y rendirla público tributo de gratitudporla participación que el Gobierno español había tenido (en unión con el
111.... Jela.
- 65norte americano) para recabar que, á aquel Congreso, fuesen invitados
loe países americanos preteridos en la anterior Conferencia de 1899.
Tal cordialidad de relaciones se patentizó de modo eiocnentísimo
en, el banquete con que en el Haya se conmemoró, por los diplomáticos
americanos y españoles, el descubrimiento de América. Estos inci-
dentes, prr desgracia poco 6 nada conocidos en España, han tenido
rierta felialtrascendenc' ja en los altos círculos políticos de ]a América
latina.
Considerando los hechos aludidos en el curso de este trabajo se com
prende que las causas determinantes del movimiento hispano-america-
no conque se inaugura en el siglo próximo pasado pueden considerarse
ovalando tics grupos. El uno, de causas generales y mundiales. El
otro, de causas íntimamente relacionadas con nuestra Historia colonial
la vida general hist6rica espahola. Y el tercero de causas ocasionales,
especialmente relaciotadas con le, situación particularísima porque
atravesó España en los primeros años del siglo XIX.
En el primero de los grupos aludidos figuran aquellas condiciones
propias y características del antiguo régimen 6 sistema colonial que
toda Europa patrocinó, en. mayor 6 menor grado dentro de la Edad
moderna y que eran sustancialmente incompatibles con el espíritu
del Progreso eontemporánec, manifiesto en las últimas determinacio-
nes del Derecho Público, de la Política., la Economía y 491 orden general
social creado por las Revoluciones inglesa y francesa, la emancipa-
ción norte-americana y la crítica del período de los Re es Filósofos y
la época de los Enciclopedistas.
Estos progresos impusieron, necesaria y absolutamente, entre otras
cosas, la libertad de los mares—la sociedad de los Pueblos y de las Na-
ciones--y la personalidad y la libertad de las Coloniae.
Con lo primero terminó el monopolio de los mercados coloniales y
el trato mercantil sostenido por los galeones y viajes en conserva y
dificultado sistemáticamente por los piratas y los corsarios, que hacían
un constante peligroso problema del tráfico marítimo.
Impuesta la comunicación de los Pueblos civil izados (para llegar
pronto á conseguir, aun por la fuerza, el franqueamiento de los puertos
del Japón 1 China y Marruecos) tenían que venir al suelo el apartamien-
topolítico y aoclai de as Colonias y la prollibiozión (asta aLacimien.W
y aun de la entrada (en ellas del extranjero.Por último, se hizo imposible el considerar á ninguna ;sociedad
ningún Pueblo, llamárase Colonia á de cualquier otro modo, como so-
metido á 7.r.na tutela de por vidae tutela que 5e traducía, en el arden de
loe he chos, ositivos y las prácticas corrientes, en la perdurabilidad del.p absolutismo político ; tanto xnás incomputable cuanto que lo ejercitaban
las Metrópolis que habían conseguido emanciparse y dar en tierra
con la oinnipoten&A. de los Reyes.Con solo producí'r esto, la Emancipación de América ejerció una
influencia enorme (eiaal Derecho Público y en la vida toda del Mundo,
ya preparado para tales avances por los Tratados de Wletsfalia, Utrecht,
Parfs y Hubersburgo.El segundo grupo de causas de la Revolución ilispane-americana,
se contrae especialmente á la vida histórica española y á particularim
dados de nuestro orden colonial.
Como se ha indicado ligerísimamente en páginas anteriores, losfundamentos de la vida legal y moral de nuestras Colonias de Amé-
rica eran, en rigor, los mismos de la sociedad metropolítica; los mis-
mos . en su origen y en la época gloriosa de las Leyes de Indias; losmismos en la época de la adulteración de éstas y de la corrupción delos organismos oficiales y Ios funcionarios públicos. Pero además es evi-dente que la distancia y otras circunstancias singulares y más ó menoscomplejas, extremaron allende el Atlántico la decadencia y la corrup-ción que, con gran bravura y admirable nobleza, denunció y trató decorregir, en el último tercio del siglo XVIII, el Visitador D. José deGálvez, luego Ministro de tedias. --L o que esto fué y lo que esto costópuede imaginarse recordando que aquel enorme trabajo produjo la pa-
sajera demencia de Gálvez, obsequiado más tarde con el título de Mar-qués de la Sonora.
Es ya corriente entre cuantos con espíritu de justicia y libre con-ciencia se han ocupado del estado de las cosas americanas á principiosdel siglo XIX., que la inmoralidad administrativa llegó á lo inverosimilen los tiempos del Virrey Iturrigaray y de otros altea funcionarios delContinente latíno,americano.—Y siendo esto así, no es dablepensar
- 67lue lo que ea la Penrasula produjo 6 contribuyó á producir el levanta-miento y la Revolución de 1808 á 1814, no determinara en AméricaeEectes análogos, siendo allá más fuertes y complicadas las causas.
Además, conviene poner alguna atención en los fundamentes y los eles,:meatoa del podar de EsTota en América, que en este período histórico,
descansaba principalmente (aparte el valor sustantivo de obra colonial)
1.° en la-eztensión, y los medios de la red oficial así como en el poderle
yla devoción. de las clima superiores de la Sociedad trasatlántico), que
deslumbraban con su lujo, en poblaciones y ciudades verdaderamente
sunteteaas, como Lima y Méjico; 2." e la distancia y el aislamiento de
'La sociedad colonial, respecto del resto del Mundo y especialmente da
3uropa i cuya intermitente influencia allí llegaba tan sólo por la acción
irregular y difícil del contrabando y de la guerra pasajera—y 3.°, ea
la fuerza inmensa de la tradicción, con isis prestigios, sus compro,•
mimos y 3ua r.l.tereses.
Así 39 ex plican la relativa pequeñez de has fuerzas militares de Es-
pata en el Nuevo Mundo y la confianza que la autoridad metropolftica
'tenia en la población del mismo para su defensa material. Alamán dice
, que el ejército regular copaba' de .Nueva Espata (donde los espaholee
nacidos en Europa eran10.000 y la población total era de cerca de aeia
millones de almas), no pasaba de 6.000 hombres. La guarnición da
Cuba era de un regimiento de 1.000 soldados.
Alamín agrega que por espacio de más de dos siglos, en Nueva
Espata no hubo más fuerza regular y Permanente que la escolta de
alabalderoe del 'Virrey y dos compañías de Palacio;cosa que varió con
a Casa de Borlón., cuyos Reyes enviaron á América algunos regimien-
tos ds linea.
Mas aparte del ejército regular figuraban en las Colonias las mili-
cias provinciales, formadas por gente del campo y artesanos (no in-
dios) bajo la dirección de los propietarios dei país; gente toda que es-
taba, ordinariamente, en sus casas y dedicada á sus ocupaciones civiles,
hast que la de.lensa del país exigía que se pusiese en pie de guerra.
En Nueva Espata los milicianos eran unos 20.000. Los de Buenos
Aires fueron los defensores heróicos y afortunados de aquella Ciudad,
ca p 180 y 180'4 contra los ingleses. Y en el ejército regular peruano
— 68 —
eran muy numerosos los oficiales hijos del país, los cuales resistiere",
briosos, por mucho tiempo, la acción revolucionaria. Ya se ha dicho
como ésta fué obra principal (y al principio, casi exclusiva) de los are
que,qchileñosy dirigidos por San Martín, invadieron el Vi-gentinosereynato para libertarle; y ahora hay que allsdir que la oficialidad pe-
ruana no entró en las filas revolucionarias hasta 1824.,Pero seria un enorme e rror deducir de esto que la América española
estaba verdaderamente tranquila y que nadie, dentro y fuera de Es-
paña, sospechaba la posibilidad de un cambio considerable y, más
menos próximo, de aquel orden político y económico y aún del orden
Las últimas guerras de España con Inglaterra y con Francia, den-
re del tercio final del siglo XVIII y los primeros años del XIX; el
alzamiento y emancinac , én de las Colonias británicas de Norte América
y la propaganda de la Revolución francesa tuvieron una gran influen-
cia en la preparación, más 6 menos oculta, de elementos y factores de
muy diverso género que aceleraron la ruina del Imperio colonial espa-
ñol, cuyos peHgros vieron y trataron de contener 6 destruir los estadis-tas del reinado de Carlos III.
Sirviéroules á éstos para estudiar y resolver, con toda urgencia, lasNoticias secretas de D. Jorge Juan y D. Antonio Uiloa, sobre la Américameridional; l os informes de los visitadores Arteche del Perú y Gálvezde Méjico; las Notas y advertencias del Conde de Aranda, embajadorde Fspaha en Francia y algunas Memorias é Instrucciones de Virreyescomo el Duque de Linares y el Conde de Revillagigedo;
De esos estudios (que produjeron grandes perturbaciones . y disgus-tos y la real ó supuesta locura de Gálvez) salieron el Ministerio Uni-versal de Indias, las Ordenanzas de Intendentes de 1786, La Cédula depoblación de la Isla de Trinidad, las Nuevas Ordenanzas de Minas, el
Reglamento de Comercio, las Instrucciones de gobierno al Virrey Bn -carrelli y otras varias transcendentales disposiciones, que desgracia-damente se bastardearon y quedaron en desuso á poco de reinar Car-los IV.
Las guerras europeas de Espata y principalmente la últ .imaqueésta sostuvo con Inglaterra, sirviendo más 6 menos los ,intereses
69 --
Francia, interrumpieron el tráfico mercantil .de la Metrópoli espa?ioia
con sus Colonias americanas, las cuales tuvieron que abrir sus puertos
al comercio extranjero, por causa de sus imperiosas necesidades. Y con
Las mercancías y las cartas de los comerciantes europeos y norteame-
ricanos vinieron á la América central y á la meridional ideas renova-
doras y revolucionarias. De esta suerte aquellas guerras quebrantaron
profundamente el aislamiento mercantil y moral que constituía una deLas bases del régimen colonial español á fines del siglo XVIII.
De la propanda revé, llicienar',a francesa no hay que decir palabra. EL
Mundo todo de aquella turbulenta y esplendoro ea. época, fué atacado yremovido por los escritores, los a gitadores, los soldados y el grandiosa
ejemplo del Pueblo entusiasta que escribió y promu l gó el cuadro de los
Derechos naturales, ínalizablea é imprescriptiblos de nombre, A nuestra
América llegó también, por muchos cooductos y de mil maneras, el
acento soberano de la Democracia francesa, pujante y creciente en la
Asamblea nacional de 1189, en la Legislativa, eu la Constituyente y en
la Convección de 1193 Y las manifestaciones del espíritu crítico y el sen-
tido educativo de La sociedad de Rouseau, Voltaire v .íos Enciclopedistas,
sopló, con fuerza inc)ntrastable, er el cerebro de los i',ntelectuaIes ame,
icanos, cuyas aptitudes, cuyo disgusto y cuyas protestas describe eou
girase calurosa Humboldt en su famoso Ensayo político sobre el reino de
Nueva Espata, dentro de la primera década deL s'gio XIX.
El cercano ejemplo de las trece celonias británicas que suscribeeea
-La protesta y la Declaración de 11'76 y luego hicieron y proclamaron
Joustitución de la República de ioe' Estados Ueidos de Améri de
1781 89 con I: gis doce euraieada4 de 1'789 á 18'44, excitó podeerosameeite
las clases medias del Centro y Sur álleerice.teee„ lue pronto advirtieren
la analogía de situación de toles 'tal uo,onie,s europeas del Nuevo Muele
io y esperaron confiados en el auxilio eveuittlal c.e los colonos vietori
3os sobre la potísima Gran Bretaña. 7dt.a 9 por otra parte, no podía ol-
vidar, en caso necesario, que la undeperidertcra norte americana se le-
glró por el auxilio que, de diferente modo, prestaron á ion re'eei.des antena
ricanos, Francia y España,
Bajola presión de estas eimanstanciaa y determinados por otras
produjérense en 1A América sapaiors., (mi .7)s iiti 4 aZiog del tl.
O) XVIII y primeros del siglo XIX, tentativas y ensayos revole:101am
ríos no despreciables y que contradicen la especSe muy corrías de que
le, agitación americana fué consecuencia (y pronto menos que exclusiva)
del movimiento político espahol de aquella fecha.De ellos se ha habiade rápidamente eu das páginas anteriores, ce-
in en Bando por la sublevación ele la provincia neogranadina de Socorre
en 1181; ha de Gual, en Veneziae3sa, en 1191; y la conspiración mejicana
de los Machetes en 1199, hasta llegar al desembarco y la campaña de
Franeisco Miranda en Costa Firme, desde Marzo á Agosto de 1808.A principios de siglo XIX, América ya no estaba tranquila. Entona
ees se produce la invasión de la Pee:Insuls, 6spaIola por loe franceses.
Ratos envían al Nuevo Mundo i(regido á a saz6a pos autoridades délaie
1 Dcapaces y de escaso peeeligio), mensajeros y comisionados para
ecabar de esas autoridades españolas su adhesión á Bonaparte. y en la
Península se organizan, para resistir á los -franceses, Juntas provincia«,
los que resisten ó desconocen la autoridad central y toman por su cuen-
te 'fa dirección del país, hasta q'e se crea la Regencia y se reunen loe
Cortes de Cádiz, á las cuales son convocados, de un modo singular > loerepresentantes de toda EspaTia, y con ellos, bien que de otra manera,aliputados de América.,
Estos 'últimos hechos son decisivos en la vida americana de 1808 L
810. Entonces surgen en América las Juntas populares de Gobierna, L
imitación de las Juntas provinciales de la Metrópoli. Y por este camine
ee entra en el escenario de la Revolución, balo la triple influencia del
ejemplo de la Penínaula, de la cooperación moral y material del extranjero y de las ideas y los intereses de la nueva vida contemporánea.,
Porque es cierto que las Juntas provinciales de la Península se so-metieron, con más 6 menos dificultades, á la Regencia y á las Cortes tic
Cácka. "Y verdad también que la Constitución de, 1812 se promulgó enalgunas comarcas americanas en el ano 13 y que resistida en otras (comeel Pert) por las Autoridades españolas, éstas ofrecieron, cuando la hura-erección tomó gran vuelo, su solemne paomulgación.,
Pero todo eso, generalmente, llegó tarde; cuando la protesta re-voelucionaria había creado grandes compromisos é intereses y mandas ledecidida é insistente resistencia, de las Juntas americanas á someterse á
la, Central de Sevilla y después á la Regencia, haba determinado actosde represión y fuerza de parte de la Metronóli, produciéndose por la ac-titud de unos y otros la división del país americano en partidos, flojos aprincipio, y después y pronto, calurosos é intratables. Verdaderos paretidos españoles,
Además no puede dejar de estimarse la circunstancia de que la mas
yor parte de las autoridades á quienes se confió la promulgación y elplanteamiento de la Constitución y las 1 . yes reformistas de Cádiz, asínonio la explicación y práctica de las declaraciones y los decretos, m
Ó menos expresivos, de la Regencia española', eran, por lo general, per-
sonas de opiniones contrarias á estas disposiciones > como lo evidenciasvos despues, combatiendo resueltamente en Espaila 4, los elementos y
ikam situaciones liberales.a
Agréguese á esto la consideración de que aun en aquellas comarcas
donde fué promulgada la Constitución del 12 (cuyo injustificado aplaza-
miento produjo concretamente la insurrección del Cuzco) Tiro muy poco
la vigencia le! Código democrático, porque pronto fué éste sus:pendide
y todo quedó bsjo el imperio de la ley de la guerra,.
Es por demás significativo el hecho general en America de que las
Juntas gubernativas allí creadas en 1809 y 1810 reconocieran solemne-
mente y actuaran por mucho tiempo en nombre dei. Rey Fernando
defendiendo al país contra los fcanceses y alegando para ello los mismos
títulos que las Juntas análogas peninsulares. Hasta 1811 no comienzan
allende el ?atlántico ias declaraciones de independencia. Y resistidas
por aigntioe meses y con singular calor aun en paises corno Venezuela,
lueva Granada y Buenos Airee, donde pronto la insurrección y las vio•
lencias de la, guerra tomaron, imponentes proporciones,
Sobre esto merecen ser muy est i madas las coriAnnacticionel Dfici kles
del Gobierno inglés y los comisionados venezolanos y Bolivar que fue-
ron á Inglaterra en 1809 con el fin de recabar el apoyo oficial británico
(que no consiguieron) para la resistencia venezolano las auseri
dadas de la Metrópoli española, acusadas de débiles y sospechosas.
protesta de los comisionados en favor de España y riel carácter tempo-
ral de su alzamientol determinado (á au decir) por la in va sien j()raneess
y la actitud de ailueflas autoridades, es terminante.
- 72 -
Y ya muy avanzada la Revolución, se producen en muchas partes de
América manifestaciones favorables á una cordial ..inteligencia con la Me-
trópoli, sobre la doble base de la independencia de las r rovincias ameri-
canas y la constitución en ellas de Monarquías dirigidas por individuos
de la familia real de la Metrópoli 6 por el mismo Rey Fernando VII.
Zsto último pasó en Méjico. Lo otro, en Buenos Aires. Y es sabidoque de esto último se trató en las conferencias que para terminar la
guerra del Perú, celebraron el argentino San Martín y el español La-
acula.Tampoco se puede prescindir de la representación y la actitud y los
discursos y declaraciones de los diputados americanos en las Cortes de
Cádiz.
's increíble lo poco que se ha estudiado en España este particular
Interesantísimo de nuestra Historia contemporánea.
En lo tocante á la acción de aquellas Cortes sobre América, y al pa-
pel de los americanos dentro de ellas, la generalidad de las gentes doc-
tas se ha atenido á las breves frases que á este punto ha dedicado Tore -
no en su Historia, prescindiéndose de que Toreno (aunque algo menos
que Atoelles) figu' a en las Cortes citadas como adversario de la Dipu-tación de América.
Bien es que todavía menos se sabes en punto á la actitud y las resolu-ciones cie nuestras Cortes del 20 al 23, respecto á la América latina ya
ctui perdida. A pesar de esto (que veía todo el Mundo) aqnellas Cortesoreyeron que g spaila podía conservar nuestro desvencijado y revueltoimperio . colonial. lechazando de plano lássfórmuias y pretensiones automnornislas presentadas par los pocos diputados de América que figuraran
en aquellas Asambleas y por un pequeño grupo de inteligentes y previ-sores diputados peninsulares de energía y patriotiámo bastantes paradesafiar y resistir las pasiones vulgares del viejo colonismo.
¡Es increíble cómo se repite la Historia!
73
x
En las Cortes extraordinarias y constituyenteb de Cádiz aparecieron
65 Diputados, representando al Perú (14), á Santo Dekmingo (2), Guate-
mala (2), Méjico (19), Nueva Granada (3), Costa Rica (I), Salvador (1),
Venezuela 3), Filipinas (3), Chile (2) 1 Cuba (4), Nicaragua (1), Buenos
Aires (3), Quito (1), Honduras (1), Guayaquil (1), Panamá (1), Puerto
Rico (1), Nueva Granada (3) y Montevideo (1). De ellos 19 eclesiásticos
(en aquellas Cortes hubo 91 eclesiásticos), 17 letrados, 12 militares, 4
de los cuerpos de Milicias locales, 6 propietarios y comerciantes y 3
catedráticos. Entre todos esos Diputados figuraban varios (no lle-
gaban á 10) que desempeñaban funciones oficiales en la Hacienda, la
Administración de Justicia, los Ayuntamientos y el Ejército de Amé...
rica
Pero conviene no perder de vista cómo y cuándo fueron elegidos esos
Diputados. La elección se hizo (después de varios incidentel” (.1onfasane
al decreto de la Regencia de 11 de Febrero de i810„ que consagra el
derecho de representación de los cuatro Virreynatos y ltis Capitanias
generales de Puerto Rico, Cuba, Santo Domingo, Guatemala, Provin.
ciase internas de Méjico, Venezuela, Chile y Filipinas. Los Diputados se-
rían uno por cada capital cabeza de partido y los elegirían los Ayun-
tamientos de Lada capital. Al efecto, éstos design.arian «' gires individuos
naturales de la provincia, dotados de providad,, talento á .12stbruicci6n y
exentos de toda notaD, de loa casase se sacaría, por sorteo, oi Diputado á
Cortes.
emewww- 74 -
Lente,eonsideración á las dificulta rles! materiales que la gel()*:y erg
Yra de le Península y la agitación de América ()ponla á la elección y
sobre todo, la inmediata presencia de los Diputadoe americanos en ls
Isla de Lele, y en Cádiz, ae acordó por la Regencia., en 16 de Agosto de
1810. que se reuniesen en la Isla y en esta ciudad los americanos en
ellas residentes, para proceder á la elección de Dipue adoe supientes.
ekei se verificó en el mes de Septiembre, nombrándose entonces, los
cerrespondientes á Méjico, Guatemala, Filipinas, Lima, Ceba, Santo
Domingo, Buenos Aires, Chile y Puerto Rico,
L mitad de estos suplentes, por lo memas, 'eetervin',ieron activareeca
ee y fiando :la atención, en los debates de las Cortes.Las elecciones en la Penínsule se hicieron de otro modo. La instruc-
rión que para ellas diá., en 1,, ° de Enero de 1810, la Junta Central, esta-
blece que teudrlan derecho electoral las Juntas provinciales superiores
de observazión y defensa, las antiguas ciudades con voto en Cortes, y la
generalidad de los habitantee de :1,13 provit cies, Las Juntas y las ciu-
dades aludidas tendrían 1 diputado cada una., Las provincias elegirían
Tia diputado por cada 50.001 almas, en vista del Censo de población de1197, Esta elección se haría designando cada Junta parroquial un elec
tor., Reunidos los electores parroquiales el5girlan el elector del partida
y los electores de loe partidos elegirían los electores provinciales y ésterdeeigeariar. '.(11113 candidatos entre los cuales se sortearía la Diputación á
Cortes. Eme electores parroquia:1es todos íos parroquianos, ma yores deveinticinco arios, con casa abierta, así como todos los eclesiásticosseculares,
Lee elecciones de las Juntas de observación y defensa las haríanlas personas que formaran parte de éstas, designando tres candidatos,entre les cuales se sacaría por suerte el diputado.
Las dudados con voto en Cortes habían de ser las que enviaron
diputados á las últimas Cortes de 1189, á las cuales no concurrió
América., También se aplicaría á esta elección el procedimiento delsorteo.
Para algunas provincias como Asturias, Galicia, Baleares y Canas.ries, se dictaron reglas especiales eine afectaban principalmente á ladistribución y al número de diputados que se habían de elegir.
- 75 --
También respecto de loe diputados peninsulares se estableció ladiferencia de los propietarios y los suplentes.
El total de los diputados peninsalarea propietarios, según la Instruc-
ción de 1810, fué de 208 para una población de 10.534 985. El número
de suplentes, 643.
Los diputados de América fueron 62. "Y los suplentes 30, Fueron
diputados suplentes, algunos de los que más destacaren en las Cortes.
Por ejemplo, el gran orador D. José Mejía (por Quito), el abogado For«
nández de Leiva (por Chile), al consejero de Indias López Lisperguer
por Buenos Aires), el coronel de Artillería Llanos (por. Perú), el cate-
drático Morales Duarez (por Lima), el capellán Ostolaza (de , Lima), el
brigadier Suazo (por Perú), Gutiérrez 'Darán (de Méjico), etc., etcétera.
Fueron diputados propietarios el catedrático Castillo (de Costa Rica), el
catedrático Gordea (por Zacatecas), el cura Guriii Al cocer (por MéjUeo),
el alguacil mayor de la Habana Andrés jáuregui, el abogado y Mendiola
(de Méjico), el canónigo D. Joaqua A. Pérez {de Méjico), el presbítero
Ramos Arispe (de Méjico) y el marino Pover (de Puerto Rico).
Casi todos los diputados americanos entraron en campaña en loe
primeros días de las Cortes, que ge abrieron el 24 de Septiembre de
1810, en la Isla de León.
A la solemnidad de la apertura asistieron 59 diputados propietariae
y 48 suplentes, de toda la Nación. De esos suplentes, los americanos
que tomaron asiento en lis Cortes, en 1810, fueron 23.
Las Cortes comenzaaos inmediatamente (24 y 25 de Septiembre:1,
por votar su Mesa, en la crla figanaron loe diputados D. gamón "Mara
(diputado catalán), coma PresAante y como Vice el puerto riqueño, 'Pea
Diente de navío, don Ramón Foc raer. Fueron electos Secretarios: D,Evsia.
nieto Pérez de Castro(suplente de Valladolid) y D Manuel Lajáa
13; xtr e m ad lira) , El Presidente tuvo mayoría de votos y el Vicepresidanta
Salió por unanimidad
El primer diputado que hizo uso da la palabra en las Cortes les.'
24 de Septiembre), fué Muñoz Torrero para proclamar la Sobera-
nía de la Nación y la autoridad do las Cortes. El primer diputado,
americano que hizo oir su voz en aquella Asambl a fné Mejía (2 de.
Noviembre) para proponer y tonsegure 11 discusión del decreto sobre
- 7 U
tratamiento de las Cortes, el Poder Ejecutivo y los Tribunaies Supre-
D3 08 de la ración. Inmediatamente. después, Mejía intervino en varios
incidentes parlamentarios y presentó algunas proposiciones de ley,
como las relativas á las reclamaciones políticas americanas, varios
asuntos económicos y militares de la Península y al reglamento del
Comercio terrestre y maritimo; pero 311 primer discurso, digno de este
nombre, es de 20 de Octubre de 1810 en defensa de la libertad de im
pernta que, á juicio del orador y contra el parecer de Munoz ToLrero,,
debía extenderse á las cuestiones religiosas. Luego, en 29 de Noviembre
del mismo año, pronunció su famosó discurso sobre las célebres renun.i.
cias fernandinas de BayJna,
En el año 1812 ocupó la presidencia de las Cortes un americano:
D. Vicente Morales Duttrez, cate icalico de Lima y Diputado por el Perú.
Aquel Presidenbe murió ,iesempeñando su cargo, el 2 de Abril del mis"
Lao año, tributándose á su cad .ver los honores de Infante de España.
Fuá éste el primer Presidente de Cortes espah glas muerto ea el ejer-
ccio de sus funciones.
Después otro americano, D. José Miguel Gordoa, Presbítero y Cate-
drático de Méjico, diputado de Zacatec,q s, ocupó la presidencia, y desde
ella pronuncio, en 14 de Setiembre, el discurso de Clausura de las Cor-
tes generales y extraordinarias que se habían instalado en la Isla tres,años antes, y que en el curso de sn laboriosa vida celebraron 1.1'10 se-sienes; de ellas, 814 secretas.
Compusieren la Comisión que redactó el Proy cto de Constitución,
Maiioz Torrero, Presidente, DiputaD Extremadura; Argtielles,:iiputade asturiano; Fern4ndez LITiva abogado y diputado por Chito; Ro-dríguez de la Ba.,-cena, diputado por Sevilla; Morales Duáros y catedra-eieo y díput►do por Perú; Mendiola, abogado y diputado por lifffico; Espiga,diputado por Cataluña; Rich, magistrado, diputado de Aragón; Cañedodiputado por Asturias; Gutiérrez de la Huerta, diputado por Olivem
diputado pnr Extremadura; D. Anton4p Joaquín Pérez, ecus6n4co y olí-/tstado por Méjico; Jaursgui, abogado y diputado per Cuba; `miente, dii-petado por..)Sevilla, y Pérez de Castro, dipatado por Valladolid, Sks-zretario. Cinco diputados americanos ea una Coraisi6n de 14 &pa.*tad os.
77De "los cuatro secretarios que firman el acta de aprobación de la
Constiltución el 18 de Marzo de 1812, dos son americanos: D. José M.Gutiérrez de Terán (Secretario 1. •), diputado por Nueva Espata, y do»José Antonio Navarrete (Secretario 2 0), diputado por el Perú. Era elPresidente D. Vicente Pascual, diputado por Teruel.
La fuma que sigue á esta es la de D. Antonio Joaquín Pérez, dipu.
tado por Méjico (Puebla de los A ngeles). Entre las demás figuran 1P.rs
firmas de otros 48 diputados como Urja, diputado por Nueva EspaiSa.,
~Juan Bernardo O G g bán, por Cuba.—José Miguel Guridi Alcocer,
por Trascala.—José Juan Oitiz, por Panamá. —José Megia Lique.
rica, por Nueva Granada — José Miguel G gr-oa y Ilirrios, por
la proviinia, de Zacatecas. José Antonio I 6pez de la Plata, por Ni..
caragua.—José Ignacio Beye Cisneros, por Méjico.—Fr,ncisco de Mos-
quera y Cabrera, por Santo Domingo. —Octaviano Obregón, por Gua.
naxato.—Francisco Fernández Mulailla, por Nueva Espata, — José
Eduardo de Cárdenas, por Ti.basco.—Andrés de Jauregui, por la Haba-
na.—Antonio Larrazabal, por Guatemala,--.. Ramón Povver, por Puerto
Rico. —Mariano Mendiola, por Querátoro.—José María Conto, pf/r Nueva
España,—Jot quin Maniaca, por Veracruz, —Andrés S3.variego, por Nueva
Espata.—Florencio CastiJlo, por Costa Rica — Rafael Jufriategui, por
Montevideo.—Juan José Guereila, por Nueva Vizcaya — José Ignacio
Avila, por San Salvador. --Ventura de les Reyes, por Filipinas —Fran.
cisne López Lisperger, por Buenos Aires. — Salvador Sanmartín, por
Nueva Espata. — José Domingo Rus, por Maracaibo. — Dionisio Inca
Chupangui, per Perú.—Antonio Luazo, por Perú.—José Lorenzo Ber.
múdez, por Taru2a del Perú.—Pedro García Coronel, por Trujillo del
Perú —Miguel González y Lastióri, por Yucatán.—kianuel Rodrigo, por
Buenos Aires.—Ramón Feliu, por Perú.—Vicente 'V orales Suárez, por.
Perú.— José Joaquín de Olmedo, por Guayaquil.—José Francisco More-
ón, por Hondur s —José Miguel Ramos de Arizpe, por Cohahuilh.—
Joaquín Fernández de Leiva, por Chile,--Blas Ostolaga, por Perú.
Francisco Solazar, por Perú — Esteban de Palacies, por Vent zuela —Con-
de de Pullo en Rostro, por Nueva Granada.—Miguel Riesco y Puenter
por Chile.—Fermín de Clemente, por Venezuela. — Luis de Velasco, por
Buenos AiTes.— Manuel de Llano, por Chiapa.—José Calletano de Pon.
Arrado, por Mechoszán. Et total de ármais de Constitución es as
i136; de ellas, 52 de americanos.
Las Cortes ordinarias comenzaron SUA 303i0irtee en Cádiz y preparó
en reunión una Comisión parlamentaria nombrada por las Extraordina-
r)ilas y constituyentes. 6e aquellz Conaísión fué Presidente el Diputada
catalán D. José Espiga, Arcediano de Benasqu.e, y desempeñaron les
(cargas de vocales los diputa .o D. Graux (de Urgel, de Cataluña);
Jolió Teodoro Santos (de Madrid); el Marqués de Espeja (de Sala-
manca); D. Mari ano Mendiola (abogado mefiecoto y diputado de Queriata-
m0 v D. Antonio Larrazabal (Canónigo y diputado de Guatatnal4)„ Fué
Aecretario D. José Joaquín de 1)Inned g , diputado de Guayaquil.
Convertidas en Curtes ordinarias, las Extraordivarias y generales,
comenzaron su vida en 24 de Septiembre de 1813 y en la sesión de
,este d ía fué votada Its. Mesa de Ie. nueva Asamblea.,
Resultó electo Presidente, en segundo escrutinio, el Diputado pe-
ninsular Rodríguez Ledesma, por 51 votos contra que obtuvo Ma-
riano Robles, Eclesiástico, Secrt:staro del Obispo de Chiapa y Diputadodel Perú. En el primer escrutinio figuró también D. José CayetanoFoncerrada, Canónigo, Diputado de Mechoacán, Méjico.
Así mismo fueron electos para otros cargos. de la Mesa otros ameri-canos. Por ejemplo; D. Ramón Feliz., Militar, Diputado del Perú, Se-cretario 1. 0 y D. Pedro Acosta (de Cuba), Secretario 9.•
En las Comisiones generales entonces formadas, entraron varios
americanos como Mendiola, Olmedo, Avila, Gordoa, Ynca y otros.Y otro americano, D. Antonio Joaquín Pérez, Canónigo y Diputa-
do mejicano (de Puebla de los Angeles), fué Vicepresidente en 1.° deAbril de 1814 y Presidente en 16 de Febrero y 1.° de Mayo del mis-mo alio.
En la Presidencia estaba (por segunda vez), cuando las Cortessalieron de Cádiz para Madrid, y cuando fueron disueltas por Fernan-do VII, el 10 de Mayo de 1814. En la' lista de diputados que debían serpresos aquel día, figuraban los americanos Larrazabal, Ramos Arispe yGutiérrez de Terán. Antes habían firmado el llamado Manifiesto de losPersas, los americtnos Ostolaza, D. Antonio. Joaquín Pérez, Alonso Pan..tiga, Foncerrada, ()araste, García Coronel, Ortega, Salmón, Rodríguez,
- 79 -
atmedir„ sanmartín y López Lisperguer„ Algunos de J3sttms al pseteas-cieron á las Cortes Extraordin.ariaio.
En las Cortes ordinarias tuvieron muy escasa importancia las Vtlekl
tionets americanas. De lo ,más interesante fué la discusión de la protesta
del Virrey del Pera, /amical, 'contra las criticas del Diputado peruano
ivero, y la proposición del diputado gallego Alnxansa para que Ele
aombrase naa Comisión parlaraentarj.a que se ocupara de la pacifica-
t,tión de Américana,.
Muy otra cosa pasó en las Cortes sztraordinanas. Desde sute pri-
meras sesiones, la cuestión, americana fué una de las más )importantes,
lontribuyendo su discusión á acentuar las difersimias de los parti rlos 7
rupo3 de aquella Cámara.
Seria completamente impropio de este lugar el szamon de 19,3 diseu-JjOine3 de Y4as Cortes gaditanas sobre loe asuntos de América.
No se trata aquí la cuestión del trabajo y la política (suficiente 6 tirade aquellas Cortes para atajar 5 resolver la Revolución de América.. Tm-
?ertinente también sería apreciar si estos esfuerzos fueron 6 pudieran ser
estimados por las revolucionarios trasatlánticos,
De ello he tratado en otra parte, con la pratsTosión da hacer "fIntisela.
á todos los que intervinieron en el particular,
Lo ahora recordado y dicho debe servir tan 1510 para que el lector:
oxnprenda: 1. 1), que los Diputados americanos tuvieron lnduencia y pescen las inmortal es Cortes de Cádiz, á pesar de que mientras ellos letuasball en Europa, se desarrollaba la insurrección en América. 2.°, que enddiputados se ocuparon en aquel las Cortes no sólo de los intereses excluso3ivos de sus respectivos países si que de asuntos generales y nacionales.3,°, que en sus campañas acreditaron su talento y su ilustración, ea justcorrespondencia con sus compañeros peninsulares, evidenciando, no sólola cultura de las clases intelectuales de América, si que la capacidad deesta país para vivir la v da libre y constitucional qua los españoles, conindiscutible derecho; aclamaron y procuraron asegurar en la Metrópoli,y 4.° que la aspiración más enérgica y constante de esos diputados fuéla de la igualdad de espanles y ame ricarws,
X
Con exageración y apasionamiento —fáciles de explicar y hasta de
poner Cía e vi d cia— se ha tratado, ez Vspaña y fuera de ella, de las
relaciones de Iss Cortes de Cádiz con rnérica y de la disposición de los
diputados Ilmericanos dentro de aquella Asamblea. Fuera de España pe
extTemó hasta hace poco la desconsideración de esta y se explicaba
desfavorablemente la a ctitud de las grandes Cortes y sus inmediatos
efectos, bsio la influencia de juicios y motivos determinados singular-
mente por a' efecto que en todas partes producía el mantenimiento de laesclavitud, la intobrancia religiosa, la centralización y la dictadura
militar en Cuba, Puerto Rico y Filipinas . después de la expulsión de los
diputados coloniales en 1836; esto es, cuando se asentó definitiva:
mente en la Península, el régimen constitucional, con tanta sangre
conquistado.
Y aquí en la Península; las cuestiones y las revueltas de Cuba no
dejaban libre el ánimo para apreciar, con calma y justicia, los sucesosde 1810 á, 1x314.---Suponías® en los americanos, en todo momento, el
propósito absoluto de romper con la Metrópoli y de aprovechar aro
teramente las dificultades de ésta en el tremendo período de 1810á 1813.
Las cosas han variado izucho en estos últimos altos. En el extranjeroya pocos hablan del libro de Robertson sobre Américf, y eón muchos losdoctos que enaltecen la obra española en el Nuevo Mundo. En la Penín-sula se va imponiendo la serenidad, aunque no sé si todavía con la Buil-
si —
ciente fuerza para hacer totalmente imposibles los dlsgus‘oe y lasillas.ción que tuvieron, por su defensa de una política espansiva en América,hombres de la altura y la rectitud de D. Alvaro Floree Estrada y del ma-gistrado D. Pedro de Urquinaona, autores, el primero, del libro publicadoen 1813, con el título de Examen imparcial de las disenciones de la Amét.ica
con Espafia y de los medios de reconciliación; y el segundo, redactor y et1J-
tor en 1820, del libro titulado Relación documentada de¿ origen y profro.
sos del, trastorno de Venezuela desde 1809 á 1813: Ambstv non de tnex.•.,zusabld consulta para el estudio de esta época.
Mullas personas, relativamente benévolas, inculpan á Fui amer'J-
canos por el empeño que pusieron en la defensa de su causa:, hastK
punto (se dice) de haberla hecho objeto exclusivo de su atención..YL
esto es bastante menos del otro supuesto de que el prinoips1 objeto de
aquellos diputados fué el dificultar la acción de 3ne Cortes con fines
desleales y perversos. Lo último no se podrá demostrar con ningún.
dato, hecho 6 documento cierto. Contra esa calumnia (muy acostum.)
brada en todas las luchas coloniales) protestan *las declaraciones y
los actos públicos de aquellos hombres honorables, en lae Cortes ga-
ditana" que nadie intentó envilecer ni deshonrar.
Pero ningún hombre de juicio dejará de considerar la eitraordinaris
importancia que el problema americano tenía para toda España y si
excepcional que debía revestir para los representantes del país
trasatlántico. Esto último oon tanto mayor motivo cuanto que era evi-
dente la diferencia de las leyes por que se habían regido las elecciones
aquende y allende del Océano y la situación dificilísima é- insostenible
que los Virreynatos y Capitanías generales tenían antes y después de la
reunión de las Cortes. En lo crítica de esta situación convinieron todos.
amigos y adversarios, dentro y fuera de aquella Asamblea, á partir de
la célebre declaración de a Regencia de 14 de Febrero de 1810, en la
cual, llamando á los americanos á las Cortes ,describió el estado de
las Colonias españolas en términos positivamente mucho más duros que
cuantos emplearon los diputados más acalorados para sostener sus pro-
puestas.
Hay que reconocer, tanto como lamentar, que en España no se haya,
comprendido el valor politico que sus Colonias tenían y la total in-
6
— 82
.fluencia que la vida y &I desarrollo y la disposición de éetaa lían ojer.
d.:ido en la vida entera de nuestra Naei6a. Nuestras Colonias no
han sido nuncapara Espahe un detalle ni una cuestión secundaria.—
Lo impedían todo el sentido y toda la obra de nuestra Colonización;
porque constantemente en España se dijo, desde Los Reyes Católicos á
las Cortes de Cádiz, que esas Colonias no eran una ira dependaneis
le la Metrópoli.
La verdad de a p ta aármación se demuestra con el estudio histórico
rv la glosa de la g principales Reales Cédulas contenidas en la Recopim
]ación de Indias de 1.680 y de la totalidad armónica de la imponente
reforma del marqués da la Sonora, así como de la vida y los trabajos
de las Universidades, los Colegio& y los Semanarios de nuestra Amé-
rioa y de la espléndi dabibliografía con que enriquecieron á la Etapa-
histórica.. los prcfundos jurisconsultos, políticos y economistas
„que han considerado nuestra política colonial, siempre, como parte
esencial de la vida po ática total y la integridad y sustancia del ondea
económioo de la sociedad española..
Bastaría esto para afirmar resueltamente que la cuestión americana
rae y tenía que ser una de las cuestiones primeras y capitales de las
Cortes de Cádiz. No la había ni podía haber superior en aquella Agallas-
blsa.—Ni podía ser otra cosa para el Mundo que tenía puestos los ojos
13n la España cuya bandera ondeaba sobre inmensas y codiciadas coa,marcas, aquende y allende el Atlántico.
Por tanto, de ningún modo había que esperar que esos problemas
quedaran aplazados 6 más 6 menos eludidos 6 pospuestos, en 1813.
Lo que ha sucedido después, cuand.) el imperio eolonial quedó muyreducido, fortifica extraordinariamente estas consideraciones.
Porque después de 1886, en Espata ee creyó que la cuestión colonialera un detalle y hasta un incidente de nuestra Administración públicay nuestra Política interior. Se creó el Ministerio de Ultramar, que fuáun Ministerio de entrada y subalterno en el Consejo de Ministros. Seaplazaron indefinidamente las reformas, alegando, en la mayor parte delos casos, que se trataba de cosas que pedían un detenido estudio y pro-funda meditación; frases estereotipadas de todos los documentos ofi-c iales.--Y por no comprender nuestros elementos directoresque des.
pués de la Revolución le 1868 no eran poaibles en Zapara, mpeoToíes de
primera, segunda y toreara ciase, ni el imperio de unas provincias sobre
otra, ni el monopolio del mercado colonial; por no ver esto se prepa-
raron los días terribles y cuando se formuló la solución adecuada para
aquello que nos quedó después de Los desastres y las lee.cionea de 1310
á 1826, también se llegó tarde.Aparte de, todo y para negar el exclusivismo que apasionada-
mente algunos atribuyen á loa americanos de 1812, á Taí están las Ac
tas y 103 Diarios de Sesiones de las célebres. Cortes; 'documentos que hay
que ver y no s i mplemente aludir por lo que dicen los apasionados.
De esos papeleo resulta que de ninguna suerte es exacto que los di-
putados de América dejaran de tomar parte—y á veces muy activa"en
los problemas poItticos generalas de la Nación y en el empeño superior
de la guerra. AM están para rectificarlo los grandilocuentes discursos
de Mejía, que compartió con it.rgaelles, la fama de primer orador de
la Cámara é intervino con gran frecuencia en sus debates, grandes y
pequeños.
Ea las listas de 'las votaciones nominales recaídas sobre asuntos tan
importantes coma la libertad de imprenta, la abolición de señoríos,
'la del voto de Santiago, la de la Inquisición--y la reforma de regula-
res, así como en 09 debates magnos de los principales artículos de la
Constitución, aparecen juntos los nombres de peninsulares y ameri.-
canos.
Claro es que en el curso de los debates (sobre todo, después de 13
muerte de Mejía, y del quebranto de la 'autoridad del canónigo Pérez,
entre los americanos) se produjeron rozamientos, determinados frecuen -
temente por causas distintas de la meramente americana pero que con
ella se mezclaron. Cierto también que el progreso de la insurrección
allende el Atlántico, había de reducir la acción de los Diputados
de América, los cuales se movieron relativamente poco en los últimos
'meses del ardo 13 y manos aún, en el seno de las Cortes ordinarias. Pon
de ninguna suerte esto autoriza el supuesto con que, por espacio de
mucho tiempo (y hasta que Espata perdió á Cuba, Puerto Rico y Fi-
lipinas), nos han mortificado los exagerados y los frenéticos (y á veces,
los mal intencionados á interesados en el mantenimiento de un statz
MNIMIIMD ' e...maullan,
que antipático é imposible) los cuales, abusando de la gnors,ncía 6 tie
fía susceptibilidad patriótica de la- Península, han querido contener 45
destruir los esfuerzos más patrióticos é . inteligentes de los defensores de
la reforma colonial española, invencibles en el. terreno de los principios
y del derecho.
De -modo nálogo han pecado los que dentro de la insurrección ame‘ •
Tisana y en la prensa extranjera han enplioadlo alguraos actos, ciertas
dudas y contradicciones y algunas esperas de la Regencia de Cáliz y
df, las Cortes de 1812, como efecto de prevenciones, anacronismos, so-
- berIia y despecho, frente á la espiración igualitario. de las ColoniasMentadas por el ejemplo do las Juntas provinciales de . la Península, la-,
debilidad y las vacilaciones de lao principales autoridades met ropolíti-
cas y las declaraciones solemnes y :favorables así de la Junta Central de•
Enero de 1809 como de la Regencia en la ya citada Convocatoria de 11
de Febrero de 1810, y como, .en fin, del Decreto de las mismas Cortes . de
10 de Octubre del mismo año sobre la igualdad de españoles y americanos
y á favor del rinconcusoconcepto (así decía) de que los dominios espa-
ñoles de ambos hemisferios forman una sola y misma monarquía y una--
misma y sola nación y una sola familia).
Todas esas acusaciones y malicias carecen de sólido fundamento.Tampoco lo ha tenido el supuesto de que al despedir las Cortes del
3"1 á los Diputados de las Colonias españolas y votar el att. 2.° adicionalde la Constitución de aquella fecha, pretendieron los peninsulares man-
tener el absolutismo, más 6 menos disfrazado, fuera de la Península. Los
legisladores de aquella época pensaron en hacer leyes especiales paraUltramar, pero dentro y bajo la Constitución general del Reino... Sinembargo, las leyes especiales no se hicieron y la dureza colonial se exm.Cremó con el contraste irritante de que en tanto la Metrópoli vivía dis-frutando de las franquicias del régimen constitucional.
La culpa no estuvo, ni en 1837 ni en 1812, en la intención. El pecador-consistió en no estimar bien las circunstancias.
Además, lo sucedido en la América española, á principios del siglo
XIX, evidencia, como pocas veces ha pasada, que las soluciones se han dedar en la hora debida y con ánimo firme de aplicarlas con tanto tacto-
85 -
como energía y ea todo el rigor de la concepción, por el personal ade..
cuado y convencido de la eficacia de los medios empleados.
En último caso confirma la tesis de que la guerra hispano americana
de 1909 á 1826 fué una guarra civil española.
Si no hubiere pruebas de más fuerza y sustancia, convendría señalar
al hecho de los disturbios y contiendas que en el curso de esa larga
guerra, se produjeron dentro de cada uno de aquellos pa tídos. Ni más
ni menos que en la Metrópoli. Tal y como, después, se produjeron en la
Península, dentro de los partidos liberal y carlista.
Esas divisiones hicieron decaer dos veces, por lo menos, y en 3..guaa
ocasión casi concluir, á la Revolución americana. Y las divisiones de
los españoles, determinaron alguna vez y en algunas comarcas, la
franca iniciación del movimiento revolucionario; entraron por mucha
en al desarono de ésta después de 181G y contribuyeron poderosa, siz.o
decisivamente, al éxito definitivo de ,.os empeños de Bolívar, San Martín.
Iturbide.
Por lo que hace á las Cortes da Cádiz 210 podrá .negase que ést¿,t
trataron de impedir la separación de América.
Además entrando en la vida de aquella Asamblea, se ve claro que
3a obra y serialadamen ize la Coustituci( a que hicieron correspondencomo responsabilidad y título de honor, á españoles y americanos y qua
ambas representacLones de ta gran familia Ibérica pueden y deben coa•
liderar aquellas empresas como cosa propia y punto de par t? €19 31)
IrstiefortnacM. pf)LWca dentro de La ►ida contemporánea.
XII
Tara termiLar y completar este moilesto zrs l)a.jc sobte el °riges, y
la formación de las jóvenes Nacionalidades hispano americanas, y su
actual relación con la Espata oficia] contemporánea, parece oportuno
decir algo (aunque muy poco) sobre el estado presente de aquellos
Pueblos, después de corridos unos cien aloes desde que entraron, más é
menos, en re vida independiente
Ciare que esta indicación tiene que ser muy somera, por lo mismo
que la iv.ateria es abundante y su tratamiento pide muchos datos y nc
pocos e7plicaziones. P3r tanto, y para evitar el doble pecado de la Sna-,
-pertinencia y la jactancia, hay que ceder la palabra á la Estadística....acilLociendo la aridez y la deficiencia de sus fórmulas.
Fin el curso t'ite los cíen silos que van desde que se inició en la Améti-
riel; latna, non carácter de continuidad, el movimiento insurrectlonal
basta los dial presentes, se -Las. desarrollado la vida de los pueblos azoericanos de un modo, á las veces sorprendente y por lo general cons-tante y satisfactorio.
gran obstáculos poderosos para ese desarrollo las condiciones ex4,
cepcionales de la espléndida y al parecer indomable Naturaleza de
aquella espléndida y deslumbradora parte del Mundo, con sus ríos comomares, sus alturas casi inaccesibles, sus pavorosos volcanes, sus himen./
osas planicies, sus bosques impenetrables y terríficos, su vegetación,frenética é incansable, ad fauna maravillosa, y sus cambios, contrastes,transformaciones, iras, sorpresas, acometimientos, caricias y misterios
las veces eslos_mecedores.
A esto se unía la relativa modestia de los medios científicos é in-
dustriales conocidos en la vieja Europa, antes de las portentosas apli•
cacioner del vapor y la electridad; medios que tenían que emplearse en
América, y que no guardaban proporción con las colosales resistencias
y las provocaciones inacabables del orden físico de aquel estupendo es-
cenario, mucho más imponente y exigente que el de la América Sep-
tentrional.
El mimo rápido desenvolvimiento de esta última (singularmente, el
inverosímil desarrollo de la República Norte Americana) constituyó por
bastante tiempo una dificultad; porque la feraz, fácil y atractiva tierra
regada por el Misisipí, el Missouri y el San Lorenzo y protegida por
leyes definitivas de carácter expansivo y tono democrático, se llevó la
mirada y el esfuerzo de la casi totalidad de la emigración europea.
Además, es necesario reconocer que la disposición de los Gobiernos de
Europa, después de l89.6 no fué grandemente favorable á las nuevas y so-
beranas Sociedades de la América latina. Educada la diplomacia europea
en un sentido totalmente opuesto á todo la que era y significaba América,
llevó á la consideración del Nuevo Mundo, aun después de la célebre de-
claraci6u de Monroe (1825), no pocas prevenciones y lactancias que ese
torbaron grandemente á la marcha ordenada de aquellos pueblos, con
frecuencia perturbados por la parte que muchos inmigrantes tomaban
en las contiendas internas de aquellos países, por las enigencias mone-
traosas de prestamistas y usureros europeos y por el apoye que los Go-
ernos de Europa prestaban á los huéspedes molestos y revoltosos y 1
los acreedores irritantes y despiadados.
A lo que hay que añadir las agitaciones y luchas interiores de aque-
llas Repúblicas,, á partir de su establecimiento como Ilaciones indepen-
dientes. Porque entonces se produjo, con toda libertad, la contienda de
elementos políticos y sociales más 6 menos contenidos hasta aquello
kora por el poder metropolítico; contienda determinada nr'incipalmente
por la necesidad de aquellas sociedades de transformarse profunda-
mente en armonía can las exigencias de los nuevos tiempos, y coll, le
que suponía, en el orden mundial, el mero heclso de la emancipacién
americana.
enea crearon de la AmérIca latina e rnotin y la revolución; topaa
= Mal 88
reoieron las dictaduras, los golpes de Estado y las persecuciones y el
ostracismo; la guerra civil prosperó por espacio de muchos de años en
aquellos países tan necesitados de seguridad, capital., brazos, garantía
y calma; verificáronse, en número y modo verdaderamente asombroso y
con una rapidez vertiginosa, los cambios y transformaciones políticos
más radicales y peregrinos, favorecidos singulQrmente por la falta de
población, la facilidad de los éxitos pasajeros y la generalización del
vértigo Irevoluzicuario,.
Pero no es de eutrattar que esto pasara en la América latina, porque
aqaella alterna época sucedía una cosa análoga (aunque en propor
:iones mucho menores) en la antigua Metrópoli española, que aun des-
InTiés de establecer definitivamente el régimen constitucional en 1836,
tuvo qtie sostener las dos largas guerras carlistas y producir los movi-
mientos revolucionarios de 1854 y 68.Sin embargo, la influencia de los nuevos tiempos produjo en Amé-
rica los más satisfactorios efectos, al comenzar el último tercio del si-
gile XIX. Aumentó 19 población; casi terminaron las agitaciones intepriores; casi concluyeron las guerras que las Naciones americanas soste-tulan frecuentemente entre si; los inmigrantes se apartaron de las lu-
chas políticas interiores para dedicarse al trabajo, y Europa, por su pro -pia .Inclinaci.61 y también ante las disposiciones y protestas de la prós-pera y gigante República eb los Estados Unidos, tomó una actitud de7mayOr deferencia para la América latina independiente, llevando á ella,en condiciones regulares, los productos de SU industria, los fondos deaus capitalistas y la atención de sus Gobiernos.
Por este camino se ha llegado á la situación presente y si cuadro-alentador que ofrecen los nuevos pueblos de América, donde reciente-mente se han firmado numerosos y expansivos Tratados internacionales(de todo género) inspirados en el sentido jurídico y económico máspro-graeivo y avanzado. En toda la América latina ahora rigen Constitucio-nes pollticsta do carácter liberal y democrático, estando allí plenamenteconsagraba la libertad religiosa, el hogar inviolable, la seguridadper •sonal l 31 réwlm.en representativo 6 parlamentario, el sufragio univer-sal, todas las libertades públicas (de, imprenta, reun5ón y asociación), elTeapetia la propiedad. (garantizada de igual modo al extranjero y si.
- 89nacional) el pleno disfrute de los derechos civiles por el primero, y ex
garlas Repúblicas (como el Perú y Cuba) la capacidad del extranjeropara formar parte de los Ayuntamientos y Comisiones municipales.
De los Censos y documentos oficiales últimamente publicados
por algunos Gobiernes de América (por ejemplo, Cuba, la Argen-
tina, Uruguay, Pkdrú); as los datos consignados: en libros de ca-
rácter general como el Slantes Man is Year Book de 1909, el Flazell's
:tunal for 1909, y el Mundo en 1909 del Barón de Sacro Lirio, asf
como en otras obras especiales recientísimas sobre la vida políticay económica de la América latina, á que se aludirá más tarde (porejemplo, las monografías del Bureau o( The American Republice, laobra de Keane sobre la América Centra/ y del Sur), los Stantords Con-
pendium de Londres, los Estudios comparativos de Seeber, y el librotitulado Loa Pueblos Americanos en el siglo XX de Beltrán Róspide),resultan las siguientes comprensivas notas sobre el estado actualde las Repüblicas Hispano-Americanas,
90 •••••■••••
XIII
1,4 iteygbZiza rgeottitta
es Luí mad4 po:r 14 provincias y 10 territorios sometidos a la Constitucióik de 15 de Mayo de 1853, mo(-ificada 1860. 1862, 46 y 98.
Tiene 1-Ana extensión de 2,950,520 metros cuadrados y una po-
htm3i(Su de 6,201.000 hlbitaintes. De elles, 30 mil indios.La población de las provhacias es de cerca de 6 millones de
almm. La de los territorios:„ de cerca de 200 mil individuos. Entos terriiUyrSos están ias 1-7,::,,aipas, el. Chaco, las Misiones y laTierl'a del Fuego.
provincia de Buenos Aires, cuya capital es la Plata (donde(711a la ya famosa Universidad de este nombre) y que tiene unae;(-1,cw,ión de 177 millas flgle911, 9 cuadradas) es de 1.5'50.372 almas.La ciudad de Buenos Aires es independiente y Centro de la Re -pública, Tiene 72 millas inglesas c. de extensión y mas de 1 mi-kiou de habitantes. Eu 1895 tenía 664 mil.
Fas 1895e1 número de extranjeros residentes en la Repúblicasubía á 888395. De ellos 492.656 italianos ) 198.6815 españoles, 94.098franceses, 21.788 ingleses, 14.789 suizos, 17.143 'alemanes, 2.269portugueses, 12.803 austriacos y 32.184 de otras varias naciona-ii dades e
El año 1901 eatraron 209.103 emigrantes y emigraron 90.190.De los inmigrantes fuerot 90.282 italianos, 82.606 españoles,
--91--
9.531 rusos, 7.436 sir;os, 4.115 franceses, 3.439 austriacos, 2.322.alemanes, 1.659 . ingleses, 1.118 portugueses, 1 220 húngaros. Los
Alemás provenientes de los Ba t kanes de Europa y el resto de laAmérica del Sur.
Desde 1857 á 1905 inmigraron 3.387.695 personas. Y emigra-ron 1.321.836. Diferencia 2.065.859 inmigrantes
La inmigración en 1857 fué de 4.051 individuos. En 1885, de105.722.
Entre las ciudades de la República Argentina destacan Bue-nos Aires, con 1.129 286 habitantes. Rosario con 150.000. Tuc.-man con 55.008. Córdoba, con 6040G0. Y la Plata (antes citadas,con 85.000.
Presupuesto oficial de 1909..Ingresos .......... • ..... • 52.520.433 dollars oro.
89.979.319 dollars papel.Gastos• .. • • ..... • • 0,4*.)J 25.463 321 dollars oro
(73.965.224 dollars papel.En 1907 los ingresos tisca►esfocron: 529.000.000 frarcos y
pastos: 475 225.000 francos.Movimiento mercantil Cfr. 1907
Irnportacion.. 1 ... 2S"5.860.6b dollars.
29 - 264.369 dollars.amsw■ ••■■■••■> .••7•.■ ■■•••=lia ■•■■•11W
„ 574. i25.952 dollars.En otros términos y segúval e JTos datos;
Importació , „ 1.329.300.000 francosExportación:. 1.481 025.000 francos
zowemon. mama. •••••=•■■■
Tbtai, • 2 8 0.3S5.0j0 francos.
Principales exportaciotaks; ganado, cafnes, pieles y protilicagrícolas (maiz y trigo). Después muy por bajo) productos fo-
restales, mineral y caza.La importación es genera Traen de idos:, de a, godóin,
!roaquinaria y carbón..,El 31'1 por ciento ele la inapr ración ef de Inglaterra, Y á
92 ---
.glaterra está destinado el 14'8 por ciento de la exportación. Elmovimiento mercantil con. Inglaterra en 1907 (vino á ser de 154millones de dollars oro. Luego el comercio es con Alemania (84millones). Bélgica (45 y pico millones) . España (9 millones). Frau -cia. (64 millones). Ital'a (27 mllones). Estados Unidos (50 millones1Brasil (22 mdlones). Todo, en números redondos y c . fra aprox' -
roada.Las principales partidas del presupuesto de gastos del Estado
racional son las dedicadas á la Educación y la Justicia (31 112millones de dollars papel) y á las Obras públicas (26.370.346 depapel y 1..525.600 dollars en metálico). Después vienen los gastosdel interior, la Deuda y el Ejército.
El capital empleado en ferrocarriles sube á 790 millones dedoilars oro. Y el número de viajeros que utilizaron las vías fé-rreas, en 1908, pasó de 48 112 millones.
La extensión del terr tor o argentino es más de 5 veces mayorque el de Alemania (540.720 ki órn. c.) y que el de Francia (536mil), Mayor tamWén., que e' de Suecia, Noruega, Alemania, Fran-cia, Italia, Suiza, Ho'anda y Bé l gica reun'das. Y por el t'po depoWación de Suecia (67'78 hab. por k. c.), podría tener 200 mi-li...coles de hablantes.
Los Estados Unidos de Amér:ca, tienen una extens i ón de9„120.670 . c. y una pob ac : ón de 82 millones de hab - tautes. Arizón de-81 habitantes por k. c
La dens dad de la pob'ae'ón Argentina es de 2 10 hab. por k. c.S14 crecimiento anual desde 1891 á 1903 ha sido de 33 por mil: - tiposuperior al de toda Amér ca.. pues que el de los Estados UnidosYo pasa de 20 7. Et de Bras 1 ea (cono el del Uruguay), el 24. Elde Chile el 17. El de Guatema'a e. 21'9. El de Venezue:á el 17-4. Yel de Costa Rica, el 31'8.
Las tierras laborab'es aptas para el cultivo ititeed;atO en laArgentina son 104.300.000 hec;áreas: De ellas, só'o 14 millcinesestán en cultivo. Las aplicalVes á la ganadería sol 100 minimice.El año 1873 es aban cultivadas só o 580 rail , heltáreas. El airó 1390subían á 3 millones.
- 93 -
El azúcar producida por la Argentina en 1907 se acercó aiS0.600 tone l adas, valuadas en 65.345.000 francos. La producciónde vino, 202.00a heetóiitros: va or 1.175 000.000 ps. La producciónde trigo, 3.820 000 tone l adas; va or 573 millones de fráncos. LaProducción de maíz, 2.427 .0P0 tone adas; valor, 261.016 000 fran-cos Se calcul a en 25.900,000 el número de cabezas de ganado va-cuno, en 5 12 millones el de caba los, y en 75.531 000 el de carn4_-
l'os y ovejas.El movimiento comerc i al de ia, Argent i na en 1900 fué de frau
cos 1.340.427.405. El de 19 7, más de doble.
La longitud de las vías férreas es de 23 205 kil (en explotación:,En Italia es de 16 212 y en Fraile a de 46 mil.
Se pubiican 189 periód i cos. De e l os, 151 en español, 14 enliano, 8 en a l emán, 5 en ing l és y 8 en escandinavo, francés, vascoy ruso.
La República de Bolivia
tiene 1.226.600 kilómetros cuadrados de extensión y una poblaciónde 2.267.935 almas repartidas en 8 departamentos y un territorio
Los indios son cerca de 1 millón. Los negros, 4 mil. Los mes-tizos 500 mil y los b ancos 230 mil.
Allí rige la Constitución de 28 de Octubre de 1330. Su presu-puesto es de 13.583.333 pesos bolivianos de ingreso y 14,5190793 degastos.
Su movimiento mercantil es (en 1908) de 37.897 610 pesos bo-livianos la importación y de 50 331.548 la exportación. Total88.229.128. El trato es con los Estados Unidos, Inglaterra, Ale-mania, el Perú y Chile. Por este orden. La exportación coas steen oro plata cobre, caucho y la importación es de a l godón, ma
quinaria, ropa y vinos..Son poblaciones de importancia: la capital (Sucre), de 24 'mil!
habitantes; La Paz, de 5S mil y Cochabamba de 21 mil,
Colombiz
tiene de extensión ; 1.206.200 kil. c. -
94 —
De poblacion • 4.279~ habit-altite4, repartidos en 27 departa -
rar,fitos,En 1870, la población de Go 3..ombia, comprendiendo á Panamá,solo de 2.951,323 alma-4, En Colombia viven 30.000 indios reo
,Ivilizadosa capital (Bogotá, tiene 1.00 000 habitaltes). Medellín, bo,opo
Eh, •ra nquilla 40, 200Sus principales exportaciones rJou de % Ifé, especias, ganado,
ebracho, pieles, tabaco y minerales.171 mayor comercio es con los Estados Unidos, Alemania é In-
'' / 76 ,erra, de cuyes paises se r'<icibe harina, tocino, petróleo, azú.-SJ`arroz, patatas y tejidos de algodón.
Rige la Constitución de 4 de Agosto de 1886 modificada,1905Presupuesto de 1907, Ingre Ç4o4, 15,494.583 pesos. Gastos, canti-
dad idéntica..Movimiento mercantil en 1906. Imp. 12.038 553 pesos oro. Ex-
port, 13;731.442 pesos. Total: 25 819.995 pesos.
098ta Rica
tiene de extensión.-48.410 kiloms. cuadrados.Población en 1907.-351.590, De ellos, 3.500 alborígenes y so-
bre 6.289 extranjeros, de los cuales 831 son españoles; 622 italianos;
342 alemanes; 246 ingleses; 204 norteamericanos,. y 634 de las An-tillas inglesas.
Rige la Constitución de 7 de Diciembre de 1871, con modifica-ciones posteriores, de 1882 á 1903.
Presupuesto de 1907; Ingresos, 3.958.238 pesos. Gastos, 459.572.Movimiento mercantil en 190 7 . Import. 7.511.905 pesos oro. Ex-
portación, 8.802.650 pesos. Total: 14.311.555 •Comercia principalmente con Estados Unidos, Inglaterra, Ale-
mania, Francia, España é Italia. Exporta café, plátanos, cacao,pieles, caucho, oro y plata en barras, cedro, cochinilla. Importatejidos, hierro y lana.
95 s~11•I1M
La capital (San José) tiene 27 mil habitant es, La4 demás leo -blaciones importantes, de 4 á 8 mil almas.
La inmigración en. 1907 fué de 12.:195 individuos, Y la em;_gración de 8.510.
Costa Rica y las cuatro Repúblicas contiguas de Guatemala,Honduras, Salvador y Nicaragua forma el grupo de Repúblicas de,la América Central que propenden á formar una sola Nación. y quehan intentado varias veces para federarse. En estos momentos pa-rece apartada de las demás Repúblicas centrales que han licsacióen 1906 á, una cierta intel igencia. Pero últimamente allí se trabajg.con calor para llegar ala unión"centra americana,.
En junto, las cinco Repúblicas tienen una extensión de 422.61.0kilómetros cuadrados co 3.254 9 000 habitantes (número redondo).—España (la Penínsu T a) tiene 497.244 kit, c. cont9 mitones de al -mas, y Portugal, 88.95 kilómetros e. con 5 112 millone3 de alnag,it„
La distribución de los citados kilárn3. y habitwatsrica Central, es esta:
Costa Rica: 48.410 kil. y 334.000 hab.Honduras: 111.670 kil: y 544.000 hab.Guatemala: 113.030 kil. y 1.842.000 hab,Nicaragua; 128.340 kil. y 430.000 hab.„Salvador: 21.160 kil. y 104 000 hala:
Cuba
Extensión: 144.524 kil. e. ó sea una superficie mayor que La de
Portugal en 52.000 c. y cuatro veces más que la re:- ion ca,b.-
lana española.Población (en 1907), 2 048.980. De ellos 1 074.882 varones y
974.098 hembras.Extranjeros, 228.741. De ellos 185.393 espaí--ioles.Constituyen la población de Cuba blancos, negros, chinos y
mestizos. De éstos (sobre todo) mestizos.En 1907-8 los inmigrantes fueron 31.227. De ellos 24.792 es-
pañoles. El resto, puerto riqueños (2.918.), antillanos (4.29), mejicanos (11.187.), hispano-americanos del Centro y del. Sur el .442,
96 ~so
nor te_amer:canol (6 713), franceses (1.476), íngleses (1.252), deL ros países de Europa (1.811), africar os (7.948), chinos (11.217)o
v. de otros países ó de procedencia desco n ocida (3.104)._En 1904 la inmigración fué de 29 116 individuos; en 1905 de
51 21.9; en 1906 de 51.513.La Flaharia tiene 297A59 Taibitantes, Santiago de Cuba, 45.470
Matanzas, 36 002 y Cienfuegos, 30.100.Presupuesto de 1.909-9. Ingresos: 99 415.163 Gastos: 24.235.303.Se dedica-d 4.275 794 doilars á Instrucción pública, y 3.257.878
a Obras públicas.Movimiento mercantil en 1907 Importación, 105.218.206 do.
Liare . Exportación, 116.592 648, Total: 221.810.854.En 1.903 el total movimiento mercantil fué de 145.564.085.
Desde esta fecha el progreso fué constante.Las principales exportaciones de Cuba consisten en azúcar y
melazas, tabaco, frutas, minerales y algodón. Las importacionesson de tej d.os, vinos, conservas, frutas secas, aceites, maquinaria,hierro, carbón, etc.
El. mayor comercio de Cuba es con los Estados Unidos deAmérica sobre 143.0i 0.000 de dollars. Después con Inglaterrasobre 20.000.000. Luego con Alemania (sobre 15.000.000); <ion Es-paña (sobre 10.000 000) y con Francia (sobre 7 y medio millones):
Rige en Cuba la Constitución política de 21 de Febrero de1901, completada por la llamada ley Plat de los Estados Unidos,la cual figura corno Apéndice de aquella Constitución.
Chiletiene de extensión: 759 000 K c.
Número de provincias: veintitrés. Y un territorio (de Magallanes).
Población en 1 905.—Habitantes, 3.399.928. De ellos, 72.812 ex-,kranjeros. Entre éstos, 7.049 alemanes, 1.490 austrohúngaros,13.290 españoles, 7.809 franceses, 6.241 ingleses, 7.587 italianos,8.570 suizos, 2.066 de otras partes de Europa y 1.020 asiáticos áafricanos.
97De las principales poblaciones, Santiago (la capital) tiene 350
mil habitantes. Valparaíso, 110 mil y la Concepcion 60 mil, Iqui-que, 44.500, y Talca, 44.300. Hay bastantes pueblos de 20 y 30 milalmas.
La mayoría de la población es de origen europeo. En 1885, lapoblación total difícilmente llegaba á 2.530.000 almas. En 1895llegó á 2.712.200. Existen bastantes indios en los Andes y Tierradel Fuego.
Los intnigrantes (favorecidos por el Gobierno) fueron 1.442 en1906. Muchos con familia.
Presupuesto de 1905. Ingresos, 90 636.702 pesos. Gastos,12.508.075.
Movimiento mercantil de 1907. Importación: 293.681. 855 pesesExportación: 288.080;730 Total: 581.762.585.
El comercio es con Inglaterra (255 millones), Alemania (131),Estados Unidos (56), Francia (33 y 112), Argentina (20), Perú (12),Italia (13), Bélgica (14), España (4) y Holanda (12).
La exportación consiste en salitre, yodo, cobre, estaño, lanas,cereales, hulla y cueros. La importación es de tejidos de algodóny lana, aceites, drogas, maquinaria y herramientas.
La partida mayor de su presupuesto de gastos está dedicada álos de Hacienda (sobre 12.700.000 pesos). Después los de Obraspublicas é Industria (16 1j2 millones), los de Justicia é Instruc-ción pública (9.300.000), Guerra (8.112 000), etc
Rige la Constitución de 1833, reformada en 1874
Ecuador
tiene de extensión: 307.420 kilómetros cuadrados.—Población:1 400 600 habitantes repartidos en 17 provincias
Está en cuestión con el Perú por varias extensiones sobre elAmazonas.
Rige la Constitución política de 1884, modificada en 1887 y 1897.Presupuesto de 1907. Ingremos: 14,547.700 pesos. Gastos:
13.831.220.7
98
El movimiento mercantil en 1907 fué:Importación 19 699.673 pesos (ó sucres ). Exportación;
22 906.953. Total, 42.606.27.Ea 1903 el movimiento mercantil del Ecuador se acercó difí-
cilmente á 30 millones de pedos .La capital, Quito, tiene 51 mil almas, otras tantas Guayaquil,
Cuenca, 30 000.La población india se estima en 200 mil almas.Los principales productos del país (y por tanto la expórtacion
de éste) consisten ea cacao, café, caucho, maderas, mineral ypieles, sombrero de paja y quina. Se importan tejidos, drogas,hierro, materias alimenticias, oro y plata.
El comercio se hace principalmente con los Estados Unidos;luego con Inglaterra y Alemania.
Guatemala
tiene una extensión de 113.030 kil. c. — Población: 1.842.134habitantes. El 60 por 100 indios.
Presupuesto de 1906. Ingresos: 30.505.773 dollars. Gastos: do-llars, 45.732.138.
Movimiento mercantil en 1907. Import. 7.220.760 doll. Expor-tación. 7.136.230. Total: 14.356 040. Exporta café, azúcar, pláta-nos, pieles, madera y cacao. Importa tejidos de algodón, harina,productos alimenticios y licores. Trafica principalmente con losEstados Unidos (el 40 por 100 de la importación). Alemania (el22) é Iuglaterra (el 22). Más de la mitad de lo exportado va áAlemania y el 40 por 100 á los Estados Unidos .
Rige la Constitución de Diciembre de 1876, modificada en1335-87 y 89 y 1903.
_Honduras
Su extensión es de 114.670 kilóms. cuadrados. Población:500.136 habitantes. De ellos 90 mil indios
Presupuesto de 1906. Ingresos; 3.535.070pesos. Gastos: 3.294.747.
- 99
Comercio en 1996. 'Expt. 1.899.950 Itnpt. 2.390.000. Total:4 .285 950.
Rige la Constitución de Octubre de 1794.
Méjico
Extensión: 1.937.200 K. c. de superficie.—Población: 13.605.919habitantes en 1900.
De ellos, 16.258 españoles, 15.265 norte-amen' canos, 5.804 gua-temaltesos, 3.976 franceses, 2.845 ingleses, 2.721 cubanos, 2.565alemanes, 2.564 italianos, 2.834 chinos. Total de extranjeros:57.507 El 19 por 100 del total de la población lo forman los blan-4sos; e143 los mestizos; el 33 los indios
Rige la Constitución de 3 de Febrero 1357, modificado en 1837y 1904. Se divide en 46 Estados y tres territorios.
La densidad de población es de 17,7 por milla cuadrada.El 'año 1900 eran 6.716.007 los varones y 6.829.4551as hembras.El año 1895 la población de Méjico difícilmente llegaba á 12 y
medio millones de habitantes.De las principales ciudades mejicanas, la capital (Méjico) tie-
ne 345 mil habitantes. Puebla, 94 mil. Guadalajara, 101.200; SanLuis de Potosi, 61 000; Leou, 63 300; Monterrey, 62 300; Pachuca, 37 490; Zacatecas, 32 900; Guanajuato, 41.486; Mérida, 43.630;Querataro, 33.150; Morelia, 37.280; Oaxaca, 35.050; Orizaba, 32.900;Aguas Calientes, 35.012; Durango, 31.092; Chihuahua, 30 405, yVeracruz, 30.000.
Presupuestos generales del Estado federal; de 1907 á 909:Ingresos: 103.335 000 pesos; Gastos: 103,203.830 pesos.La partida mayor de gastos es la de Hacienda (sobre 35 mlilo
nes). Luego Guerra y Marina (20 112 millones). Obras públicas17 1j2 millones). Interior (15) Instruccion pública (7)
Movimiento mercantil (1907-8); importación: 221 .535.993; ex-portación: 242.738.996. Total: 464.274 899.
En 1904-5 el movimiento no llegó á 390 millones. El mayor co-mercio de Méjico es con los Estados Unidos, Inglaterra, Francia,Alemania, España y Bélgica. Con Estados Unidos, sobre 237 mi-
•■•=1.1.1111•
loo
ll•ites de doilars (importacion y exportación); con Inglaterra, 60millones; con Alemania, 51; con Francia, 32 1j2; con España, 10;c©n Belgica, 9 112. y con Italia, 2. Exporta principalmente plata,•ro, cobre, plomo, henequén, café, chauco, madera, resina, taba-co, -vainilla, plantas textiles, ganados y pieles. Importa algodón,lino, hierro, acero, máquinas, carbón; carruajes, lanas y pro-
ductos químicos.
Nicaragua
Extensión: 128.340 Kil. c.—Población (1906) sobre 600.000 habi-tantes. De ellos, 40.000 indios. En 13 departamentos y dos comarcas.
Rige la Constitución de 30 de Marzo de 1905.Presupuesto de 1906. Ingresos: 12.065.115 pesos. Gastos:
9.818.065.Comercio en 1905. Importación: 3.407.204 pesos oro. Exporta-
ción: 3.541.815. Total, 6.949 019. El mayor comercio es con los Es-tados Unidos é Inglaterra. Luego, con Alemania y Francia. Ex-portación de cafés, oro, plata, cacao, azucar, tabaco, plátanos,caucho, caoba y cedro, gomas y plantas medicinales y ganado;importa hierro, algodón y productos alimenticios.
La capital, Managua. tiene 35 mil habitantes; León, 62.600;Granada, 17.100; Matagalpa, 16.000.
PanamáExtensión: 87.480 K. c.Población: 400.000 habitantes repartidos en siete provincias.
Hombres de todas razas: blancos, negros, 40 mil chinos y 3 milindios. Los blancos son de procedencia criolla, española, norte-americana, antillana, alemana, inglesa, etc.
Rige la Constitución de 1904.Movimiento mercantil en 1907. Importación: 2.008.904 pesos.
Exportación: 1.410.485. Total: 3.419.389.
Panamá (la capital) tiene 30 mil. habitantes; Penonome, 13 mily Bocas del Toro, 12 mil; comercia con los Estados Unidos Inglaterra, Alemania y Francia.
- 101
La exportación del pais es de plátanos y algo de caucho, cacao,oafé y p'antas medicinales y ganado.
España importa 38.400 libras esterlinas Casi la mitad que Fran-cia. Y sobre la sexta parte que Alemania (212.3S0 lib.) Y la nove-na que Inglaterra (377 200). Los Estados Unidos importan (libras1.912 889).
País de un extraordinario porvenir, así que se termina y Ira-bilite el Canal del Panamá, que ha de unir los mares Atlántico yPacífico, es hoy frecuentado por una considerable y abigarradaetnigración mundial, atraída, por las obras del Canal, que así- garaan tratado hecho por los Gobiernos de los Estados Unidos y Pa-namá en 19o3. En ese Canal trabajan hoy 45 mil hombres. La nen-tralizac ón. de esa vía (quizás de más porvenir que la de Suez) es-tá, consagrada por un tratado hecho por Inglaterra y los EstadosUnidos á fines de 1901.
hl Paraguay
Es quizá el país más original de América. Antes de la Re-volución, por las célebres Misiones de Jesuitas. Después, porla dictadura del Doctor Francia y su secuestro del Mundocontemporáneo, dentro del cual le pusieron las armas combina-das de la Argentina, el Brasil y el 'Uruguay, en 1870.
Su extensión es de 253.109 kilómetros cuadrados.Su población de 631.347 habitantes. De ellos 50 mil indios.
Muchos mestizos de blancos españoles, indios guaraní y negrosLos extranjeros en 1900 eran 18.130. De ellos, 9.300 argenti-
no-8, 2.700ita.lianos, 1 40) brasileños, 1.100 espaSioles, 900 alema-
Ite8, 8)0 franceses, 600 uruguayos, 400 ingleses.La capital (La Asunción) tiene 60 300 habitantes; Villa Rica,
25 mil; la Concepción, 15 mil..La inmigración comienza á tomar viveza. Los inmigrantes son
italianos, alemanes, franceses y españoles.Allí rige la Constitución de 25 de Noviembre (le 1S70.Presupuesto del Estado.Ingresos: 2.5137 000 pesos oro y 6.080.000 pesos papel.
- 102Gastos: 389.137 pesos oro, y 30.008.806 pesos papel.
Movimiento mercantil.Importación: 5.000.006 pesos oro. Exportación: 6.132.72*
pesos oro.—Total: 11.132.720 pesos.La importación es de textiles, provisiones, vinos y arroz. La ex-
portación es de carne, pieles, yaba (té), naranja, tabaco, maderayquebracho. La mayor exportación es á la Argentina (1.856.610 do-ilars); á Alemania (566.700); a] Uruguay(475.624); á Bélgica (768 &50)En último término, comercia con Francia, Italia y España.
Perú
Extensión de 1.147.060 kilómetros c. Se divide en dieciocho,departamentos y 2 provincias. Es cuatro veces España.
Población: 4.600.999 almas. El 13'8 por 100 blancos, el 11/negros, el 57'6 indios, el 24'8 mestizos.
Rige la Constitución de 16 de Octubre de 1856, revisada ea
25 de Noviembre de 1860.Presupuesto de 1907: Ingresos, 26.792.660 soles. Gastos:
21.070.410.Movimiento mercantil de 1906. Importación: 49.990.460 soles.
Exportación: 58.172.320. Total: 98 162.780.El mayor comercio es con Inglaterra. Después con Norte Amé-
rica, Alemania. Francia, Chile, Italia, Bélgica, Ecuador, y_Boli-"Tia. Con Inglaterra casi la mitad.
Salvador
Extensión: 21.160 kilóms. cuadrados. Las cuatro provinciasgallegas de España tienen sobre 29 kilómetros, con 2 millones deItabit antes. Y Valencia, Alicante y Castellón (de España) tienek22 mil kilómetros de evensión con 1.532.000 almas.
Población; 1.116.253 habitantes. De ellos 235 mil indios y773.000 mil mestizos. La ciudad de San Saltador (capital), tiene-159.450 habitantes, Santa Ana 48 mil, San Miguel 25 mil.
Rige la Constitución de 1824 modificada en 1859, 64, 71, 72, 80,86. 83 y
--103
Presupuesto de 1906. Ingreses; 8.784.2,0 dollars. Gastos:10.021.000.
Comercio en 1907. Importacion: 3.440.721 doll. Exportación:15.163.490. Total: 18.847.621.
Trata principalmente con los Estados Unidos, Inglaterra, Ale-mania y Francia.
Exportación; café, índigo, mineral, azúcar, oro, plata, Imp: al-godón, oro acuñado, drogas, harina, géneros de hilo y seda.
Santo Domingo
Ocupa toda la parte Este de la Isla de Haiti, que fué la pri-mera donde Colón constituyó el núcleo del imperio colonial espa-ñol en los últimos años del siglo XV.
La parte oriental de aquella Isla que constituye el territoriode la República española de Santo Domingo se estima en unos48.580 kilómetros cuadrados. Su población aproximadamente esde 420.000 habitantes: en su generalidad blancos y mestizos.
Presupuesto de 1906. Ingresos, 4.665.673 dolía. Gastos, 2.051.696.Comercio en 1906. Importación: 4.281.337 dolls. Exp. 6.543.872.
Total: 10.831 .209.El trato es principalmente con los Estados Unidos, Inglaterra,
Alemania y Francia.Exporta caña de azúcar, cocos, café, tabaco, piñas.La capital (Santo Domingo] tiene 20 mil habitantes. Santiago
12 mil, Puerto Plata, 16 mil.
Uruguay
La República tiene 186.925 kil. metros cuadrados de extensión
y 1.111.958 habitantes, repartidos en 19 departamentos.Allí rige la Constitución de 1829-1830.Presupuesto en 1908. Ingresos: 21.079.883 dollars. Y gas-
tos 21.075.331.Movimiento me :cantil en 1907. Importación: en 34.425.205 de-
llars. Exportación: de 35.102.821. Total: 69,528.026 dollars.En 1903 el total fué de 62 112 millones (número redondo).
104 -
La exportación es de ganado, lana, pieles, carnes maiz y ce-reales. La importación es de tejidos y maquinaria, vinos, prime-ras materias y productos alimenticios.
La inmigración en 1907 fué da 449.41 3,individuos. De ellos21.927 españoles, 26,105 italianos, 4.186 brasileños, 2.311 fracceses, 1.824 alemanes y 2.355 ingleses . La emigración fué de129.755.Una diferencia para la inmigración de más de 300 mil in-dividuos. La inmigración en 1904 fué de 98.240 personas.
La población en 1900 era de 915.641 individuos: de ellos, 474.811hombres y 440 836 mujeres. Por tanto 196.311 menos que en 1903.La población en 1906 era de 818.843 individuos. Sobre 4'58 porkilóme'ro cuadrado. Hoy es 6`68.
De los 915.64" habitantes del Uruguay en 1900 eran 193.154 ex-tranjeros De ellos, 73. 288 italianos, 27.889 españoles, 15.244 ar-gentinos, 12.879 franceses, 2.106 ingleses, 2.057 suizos, 1.562 ale-manes y 5.524 de otras naciones.
La partida mayor del presupuesto de gastos es la de Guerra yMarina (3 y pico millones). Después, Gobierno (3 millones), é In-dustria (1.370 mil). La última, Obras públicas (280 mil dollars).
El principal comercio es con Inglaterra (1 809 millones, en ná-mero redondo). Francia (7.300.000); Alemania (4.300.000). Bél-gica (4.802.000); (Italia 1.010.000) ; y España (80.541). Con otrospaíses, hasta 13 112 millones.
Montevideo (la capital) tiene 316 mil habitantes.La extensión de España (504.517 kil. c.) es cerca del triple
de la del Uruguay. Y ésta, el doble de la de Portugal (92mil k.) Cuba tiene 70 mil k. menos que el Uruguay
El año 1829 el Uruguay tenía 74 mil habitantes. El año 35 so-bre 132 mil. El año 1882 sobre 505.207. La población es hoy 34veces la de 1.796.
El año 60 había (para una población total de 223.208) 19.433brasileños; 19.004 españoles; 10.209 franceses; 8:924 franceses6.362 argentinos; 2.390 africanos; '1.067 ingleses; 1.C56'portuine-sea; 680 alemanes; 179 paraguayos; 135 americanos, y 114 suizos.
Total de extranjéros.60.109. Lueg. subieron Mucho.
•■■■ •■••••
- 105,En 1,00 suben los italianos á 73.288 y los españoles á 57.866.
Los argentinos á 15 244; los franceses á 12.879; los ingleses á2.106; los suizos á 2.057 y los alemanes á1.562.
En 1908 los extranjeros habitantes de Montevideo eran 94.93$para una población de 309.231 almás. Aquella cifra se descompo-ne de este modo: italianos, 40.549; españoles, 34.220; argentinos,1.471; franceses, 4.870; ingleses, $46; alemanes, 623: de las demásNaciones, 4.367.
a densidad de ,población en el Uruguay es de i'6 por kilóme-tros c. (término medio). La de Salvador, 47; la de Cuba, 11, la doGuatemala, 15; las de Méjico y Costa Rica, 7; las de Chile, Ecua-d.or, Panamá y Honduras, 4; las de Colombia, Venezuela y Nica-ragua, 3: las de la Argentina, Brasil, Paraguay y el Perú, 2, y la■le Bolivia, 1.
Si el Uruguay tuviese la densidad de población de Bélgica,tendría 46 millones de habitantes, y si la de Francia, 13 railloadsale almas.
Los españoles entra rlos en el Uruguay en los 30 últimos años,fueron 37. 975: s i empre en aumento. Los ital i anos, 51.357.
Venezuela
Extensión: 921.300 kil. e (Población: 2.613.218 hab. repartidos enI. distrito federal, 13 Estados y 5 territorios. La capital (Caracas)
tiene 72 mil almas. Valencia, 33.654. Maracaibo, 31.284. Barqui-simeto, 31 476 Barcelona, 12.785.
En Venezuela hay sobre 31 mil extranjeros. De ellos, 14.000
españoles, 6 rail ingleses, 4 mil holandeses, 3 2talianos, 2.500
franceses, 1.000 alemanes y 230 norteamer i canos.Presupuesto de 1907. Ingresos, 2.567.000 pesos oro. Gastos,
366).037.Movimiento mercantil en (905: Importación: 4.678.511 pesos
oro. Exportación: 5.232.770. Total: 9.911.284.Exporta café, cacao, caucho, perlas, asfalto, y ganado. Importa
sedas, mercería, paños, carbón, máquinas, etc.
- 106El comercio es principalmente con los Estados Unidos, Alema-
tia, Francia, Holanda y España.Rige la Constitución de 25 de Abril de 1904.
En resumen:
De estos datos resulta que el movimiento mercantil de lais
Repúblicas Hispano-americanas viene á ser de (números redes-dos y cifra aproximada) 2.280.200.000 pesos oro.
Esta cifra se divide de este modo. Importación ea aquellasRepúblicas: sobre 1.100.200.000 pesos Exportación: 1.180.600.9».
La extensión superficial es de 11.659.468 kilómetros e. Y lapoblación de 46.235.000 almas.
Las Repúblicas son 18. Por su población destacan Méjico, Ar-gentina, Perú, Colombia, Chile, Venezuela, Bolivia, Cuba, Ecua-dor, Uruguay.... Por su movimiento mercantil: Argentina, Chile,Méjico y Cuba. (1)
(1) En el texto, y al tratarse de la extensión de la RepúblicaArgentina, se ka cometido la errata que decía que aquélla es de2.160 7 pico ~roo. Debía decirle: 'Mión11149.0. El error cuotadesde luego.
107 -
XIV
Buena parte de loe datos que preceden debe ser aceptada con re-serva. sobre todo, loe relativos á la población extranjera de las Repú-blicas Hispano-americanas. Y dentro de este capítulo, lo tocante h. lapoblación española. Porque en la mayoría de esas Repúblicas no estátodavía bien organizad. el servicio de Estadística y es evidente la de-ficiencia de las investigaciones particulares.
En lo relativo á los españoles, debe tenerse en cuenta que son mu-chos los inmigrantes y residentes en aquellas Repúblioas que, por difi-cultades en los Consulados, exceso de impuestos y expedientes y
abandono b negligencia, más 6 menos pasajeros, prescinden de ins-cribirse ea los registros consulares.
Esto último trasciende á la Dirección de Registros de la Península,donde las deficiencias del Registro de españoles ausentes de la Madrepatria son considerables y ya han hecho pensar en el modo y manera
de hacer más útiles y eficaces los artículos 1, 2 y 4 de la Ley de Re.gistre Civil de 17 de Junio de 1870 y el Reglamento de 5 de Septiem-bre de 1871 para plantear el Registro de los españoles domiciliados ytranseuntes en el extranjero.
De poco acá se kan hecho, dentro y fuera del Parlamento, repetidasexcitaciones á maestre Ministerio de Estado para que, cuanto antes, seaborde la formación de un Cense general de españoles que viven fueradel» país. Los datos recogidos y publicados por la Dirección 6 Insti-
tuto de Estadística de Espata, ID ninguna manera pueden satisfacer,
entre otros motives, porque están contradichos por datos más preciso
109
eepaTioles las mejores fábricas de tabacos de la Habanana: de españoles,
muchos de los buenos ingenios azucareros: de españoles numerosospo-
treros, colonias de caña, vegas de tabwco y cafetales. Y de españoles,
aumerosísimae casas en todas las ciudades y de españolas, inmensas in-dustrias. Finalmente, con trabajo español, material y mental, se hace
andar todo ese comerció, toda esa industria, toda esa agricultura ybuena parte de la industria y de la agricultura cuya propiedad está en
manos sajonas ó cubanas. Así Cuba es hoy, desde el punto de vista de laproducción, tan española como lo era hace quince años.
El Anuario de Hazell, de 1909, asegura que el capital inglés inverti-
do en la Argentina en 1906, pasaba de 300 millones de libras esterli-
nas; que la Deuda exterior de aquella República en 1808, llegaba é,
21822.333 libras' esterlinas, y que en 1906, Inglaterra tenía el 35 por100 de las importaciones y el 14'8 de las exportaciones. El mismo libro
dice gua el capital británico comprometido en el Brasil excede de 100millones de libras.
La Revus Dip/omatique de París aseguró que hace pocos años qua
más de 8.800 millones de francos, capital fraucés, estaban comprometi-
dos en empréstitos, ferrocarriles y grandes empresas agrícolas de Cen-
tro América; además de 1.5C0 millones representados en el Canal de Pa-
uamá. El Cónsul general de Alemania en Guatemala decía, poco ha, con
referencia al de los Estados Unidos, que si el capital norteamericano era
el primero en relación á los ferrocarriles guatemaltecos, el capital alemán
figuraba en primer término en cuanto al comercio de aquella República.
—Otro Cónsul norteamericano, recientemente ha asegurado que el ca-
pital alemán empleado en varios negccios de Centro América asciende á
60 millonos de pesos. Y añade que 740 mil acres de terreno de aquetla
región son plantaciones alemanas, así como que el tráfico y las comuni-
caciones entre Alemania y la América Central están en poder de com-
pañías marítimas germánicas.Afirma el Sr. Beltrán v Róspile que casi la mitad de la importación
en Bolivia es de productos alemanes, gracias al servicio regular que
hacen entre Hamburgo y el Pacífico importantes compañías de navega-
ción y al perseverante trabajo y hábil propaganda de casas alemanas
restablecidas en el país, cuyos representantes forman parte de las Cáma-
— 110 —
ras é Instituciones de comercio bolivianas. Esto aparte la instalación
de muchos alemanes y compañías germánicas en los Estados del Sur de
Brasil, donde recientemente una compañía germánica ha adquirido (ea
Río Grande del Sur, á lo largo del Río Taquari), 6500 kilms. c de tie•
rras, hacia las cuales se pretende que vayan la mayor parte de los emi-
grantes de Alemania, que hasta hace poco se dirigían á Norte Amé"'
rica.innecesario demostrar el valor que tendría, en todos sentidos, una
exacta determinación de la cooperación del capital europeo (y en gene-
ral extranjero) en la industria y ta propiedad latino-americanas.
De la rápida lectura de los datos estadísticos (mejor dicho, de las bre-
ves indicaciones) que preceden résultan tres consideraciones de evi-•
dente importancia. La primera referente á la relación del comercie
europeo y el comercio norte-americano en el mercado del Centro y Sar
de América; la segunda sobre el valor que el elemento extranjero y se-
ñaladamente el europeo, tiene en la población total de la América lati-
na, y la tercera, respecto de la importancia y el peso numérico, moral y
social del elemento español, en relación con los demás grupos extran-
jeros y la población general del Mundo hispano-americano.
A partir del último tercio del siglo XIX, la América latina es el
escenario amplio y cómodo de las terribles batallas que se dan, las in-fluencias, las aspiraciones, los compromisos y los intereses de todo gé-nero del poder norte americano y la fuerza y los preetigius de la viejaEuropa . Los incidentes son tan continuados como varios, distintos yejemplares. No es del caso detallar ni explicar lo que el Pueblo y elGobierno de Norte América hace para establecer y afirmar, primero,su superioridad respecto del viejo Mundo y luego su hegemonía en to-do el Mundo nuevo. Pero es dable recordar que en el orden diplomáti-
en hace raya el Tratado de Washington, sobre los asuntos de Veiezaelay en quebraito de Inglaterra, en 1894. Luego, el ominoso Tratado de
París de 1898, que no sólo deshizo el Imperio colonial español, sinoqueatacó, de in modo tremendo, la autoridad y los prestigios de Europatoda allende el Atlántico. Por último 'están los Tratados de los EstadosUnidos con Inglaterra sobre el Canal de Panamá.
Al mismo tiempo se ha desarrollado la acción norte-americana,
—
dieren y contradicha en Washington, ]sacia 1889 (en la época de Blaine)poro pujante en el Congreso Pan Americano de Méj'co de 1909 y con
probabilidades de éxito en parte considerable (ya que no ea todo) ea-el reciente Congreso de Río Janeiro.
Sin embargo de esto y á pesar del colosal desarrollo del arte, la in- 11-dustria, el comercio y la navegación en loe Estados Unidos y de la re.lativa cercanía de la República del Norte y las Repúblicas de la Améri-441 meridional, se da el caso de que el comercio europeo "seabastante su •perior al Norte americano en el Centro y Sur de América.
Con referencia á los primeros arios del siglo XX dice el Sr. Beltrán
y Roepide, en su estimable libro los Pueblos Hispano atnericanos(de 19 38á 1903), lo siguiente:
«En la misma América Central, en Nicaragua, el comercio inglés
(481.450 libras esterlinas) supera, en 1901 al de los yankis (311.90 0).
Y el de Alemania (217.000) se acerca al de éstos.
»En el Salvador, Inglaterra, Francia y Alemania juntas (9 136.00)
dollars) representan casi el doble que los Estados Unidos (5.100.000)
En el comercio argentino, estos figuran después de Inglaterra, Alema-
nia, Italia y Bélgica, cuyo comercio total suma 213.000.000 de pesos;
es deoir unas 17 6 18 veces más que el tráfico yanqui argentino. En
Chile, el comercio inglés está representado por 155.000.000 de pesos, y
el alemán por 51.000.000 y el de los yankis por 15 igual al de Francia.
En el Perú, el valor del comercio inglés es triple que el del yanqui
(22. 400.000 y 7.800,000 pesos respectivamente), y éste es casi igual al
alemán (6.810 000). En el Uruguay, Inglaterra, Francia, Bélgica y Ale-
mania aparecen sobre los Estados Unidos del Norte: á 2.900.000 pesos
oro asciende el comercio de éstos; el de aquellas naciones es en total
de 29.100.000 Italia y Espata, con 2.860.000 y 2.213.000, igualan casi
á los Estados Unidos.»Sobre todo en ol comercio de importación la inferioridad de los Es.
fiados Unidos con relación á Europa es tal, que sólo le corresponde la
octava parte de las importaciones que se hacen á las Repúblicas de la
América del Sur. De los 321.000.00 de dollars que aquéllas suman, 105
millones son la parte de Inglaterra; 44 millones de Alemania y 42 mi•
llones de los Estados Unidos.
112 -En los nueve primeres meses de 1908 el Comercio de los Estados
Unidos eon la Argentina fué el 6 por 100 del comercio total de esta Re-
pública. Al comercio con Inglaterra correspondió el 23 por 100, al fran-
cés el 12'50; al alemán el 12 y al belga el 7 por 100,
Todos estos datos y proporciones se encuentran señalados y amplia-
dos en el folleto publicado en 1908, en Norte América, con el título de
Comercio da la América Latina (A Brief Stistical Reviva, preparad and pu-.
blishet by the Philadelphia Conmercial Muscum.)
Sobe esto también puede leerse un reciente trabajo de D. Eloy Luis
André titulado Nuestras relaciones comerciales con la Argentina. Publi-cado en El Financiero Hispano Am.ricano, de Madrid. Julio de 1909.
■
113
X V
El movimiento general mercantil de la América latina en 1901 se-gún orles k e dije), 'vino á ser de ur os 2.280.000 pesos.
La importación fué de 1.100.200.003 pesos. La exportación de1.180.000 000 números redondos y aproximados.
En detalle (y respecto á las principales naciones hispano americana
y europeas, en 1907 por ejemplo) Thc Statesman s Year Boohl de 1909, yel Hazell's Annual del mismo arto, dan las siguientes cifras.
República Argentina
Inglaterra importó en aquella República por 9'7.935 748 dollars y
exportó por 53.116.152. Tctai, 1.7)1.651.895. — Alemania. Importación,
45.811.110. Exp. 86.423.056. Total, 82.234.226.—Francia . Importa-
ción 25 .408.026. Exp. 87.162.040. Total, 63.11E066 — Bélgica. Im-
portación 15 896.850, Exp. 29.592.133. Total, 45 488.953. — Italia.
Imp, 22.003.241. Exp. 5.219.466 T ,tal, 27.222.101.—Espata. Im.
portación, 1.294.409. Exp. 1.935.605. Tota,: 9.221.114.
Estados Unidos. Imp. 38.842.211. Exp. 11.9 40.436. Total;
49 .182.113.
Bolivia
Inglaterra. Imp. 1.590.610. Exp. (No hay datos). Total: 1.590.600.
--Alemania. Imp. 1.968.400. Exp. (No hay datos). Total: 1.968.401.
Los Estalos Unidos. Imp. 1.126.000 Exp. (Ni hay datos.) Total:
1.126.100.$
- 114Co¿ombia,
Inglaterra, imp: 41.428 359 pesos. Exp: (de) 14.000.( 1 10. To-
tal: 61.428.360, España. Imp. (en) 800 090 Y) Exp, (de) 100.000, To-
ta 900.000.Los Estados Unidos importaron 3,984.'118 doll. y exportaron (de Co-
lombia) 6.308. 680. Total: 9 393.398 .
el-81a Rica
Inglaterra. Importó 1.500.000. Export5 4.000.000 dollaTs. Total:
5.500.000.—Aleman ia , Imp. 800.000. Exp, 525.000. Total: 1 325.000.
—Francia, imp. 315.000. Exp. 110.000. Total: 545.000.--- España,
Imp. (en) 90.000 p. Exp. (a) 42000 Total: 132.000 pesos.
Los Estados Unidos, Imp, 3 500.000 Exp. Tota
1.500.000.
Chile
Inglaterra. Imp. 113.503.000 p. Exp. 141.410 000. Total:
254.913.000, Alemania. Imp 14.310. Exn. 56.402. Total: 130,112.
—Francia. Imp. 16.094.000. Exp. 24.895.000. Total: 40.989.000.-~
Italia. Im. 8.232.000. Exp. 4 318 .000. TGtal: 12.550.000. - Bélica.
Imp. 10.191.000. Exp. 3.810.000. Total: 14.001.000 — Holanda. Im-
port9ción. 236.000. Exp. 11.563.000. Tot►: 11.199 000. —Espata.
Imp. 2.701.000. Exp. 1.220.600. Total: 3.931.000.
Los Estados Únidos. Imp, 31 124 000. Exp. 24.895 000. Total:56.019 000.
Cuba
Inglaterra. Imp. 15.323.000. Exp. 4.506.000, Total: 19.829.( 00 pesos.—Alemania, Imp. 1.592.000. Exp. 1.592.000. Total: 15.184.000.--•
Francia. Imp . 6.045 .000, Exp. 1 . 366 . 000. Total: 1.411.000. —Espau.Ea. Imp. 9.479.100. Exp. 482.601. Total: 9 961.000.
Los Estados Unidos, Imp. 51.319.000. Exp. 90.874.009. Total:142.183 000.
- Ecuador
Inglaterra. Imp. 1 118.922. Exp. 2 . 328.194. Total 9.491.116.,
- 115--Alemania. Imp. 9.608.180. Fxp, 2.329.194. Total 5 930.514—Francia: 1 .196.600. Exp, 8 092.159. Total 9.289.359.
Los Estados Unidos. Imp 4.698.366. Exp. 6.914 .491. Total:10.713.263.
Honduras
Inglaterra imp. (en) 479.525 p. exporta (de) 18.955. Total: 498.41•
. España. Imp. (en) 40.040 p. Exp. (de) No hay datos. Total: 40.000
Los Estados Unidos Imp. (en) 1.833.056, Exp. (de) 2.196.556. To-tal: 4.129.612 pesos. •
Guatemala
Inglaterra importa (en) 2.031.195 d. Exportó (de) 864.008. Total:
2.901.195.—Alemania. 'flap. 1.661.805. d. Exp. 3.811.710. Total
5.419.515.—Esparia. Imp. (en) 23.000. Exp (de) 105.000. Total:
128.000 dol .Los Estados Unidos importaron 5.031.195 d. Exportaron 2.159.884 .
Total. 7.197.675.
_Méjico
Inglaterra. Imp.32.810. 327. Exp. 26.256.848. Total, 59.12'1.115.—
Francia. Imp. 19.986.127. Exp. 12.393.816. Total, 32 380.543.-211e-
mania. Imp. 28.891.662. Exp. 22.359.312. Total, 51.251.034. —Etélgige
.ca. I vrp. 3.231.551. Exp. 6.029.537. Total, 9 261.088.—Espaha„ Im-
portación: 7.609.924. Exp. 2.331.048. Total, 9.940.912.—ltala.
Imp. 1.922.268. Exp. 48.056. Total, h971.324
Los Estados Unidos importan 111.235.114. Y llevan 6 exportan de
Méjico, 170.125.337. Total, 287.360.521.
Nicaragua
Inglaterra. Imp. /42./88 d. Exp. 359.010. Total, 1.101.198 d. —
Alemania. Imp. 424.628. Fxp. 420.318. Total, 844.946. — Francia.
Imp. 294.116. Exp, 654.266. Total, 948.382.«"Espail8. Imp. 6.000 pe-
ces. Exp. (de) 11.100. Total, 11.000,Los Estados Unidos importaron (en) 1.907.050 y exp. (de) 1.611.84•
Total, 3.598,$90 d.
116Panamá
Inglaterra. Imp. (en) 1.935.000 dol. Exp. (de) 231.00e. Totaly
2.166.000 pesos. —Alemania. Imp. (en) 765.000. Exp. (a) (No hay da-
tos). Total, 165.000.—Francia. Imp. (en) 140.000. Exp. (de) (No hay
datos). Total, 140.000. España. Imp. (en) 660 000. Exp. (de) 14 .000.
Total, 614.000.Los Estados Unidos. Imp. (en) 36.000.000 Exp. (de) (No hay datos)..
Total, 36.000.000.
Paraguay
Inglaterra. Imp, 567.695 p. Exp. (No hay datos). Total: 567.695 p
ni-Alemania, Imp. 566.100. Exp. (No hay datos). Total: 566.700.-1341w
gica, Importé: 268.650. Exp. (No hay datos). Total. 268.650 Espata.
Imp. 14.000. xp. (No hay datos). Total: 14.000 pesos.
Los Estados Unidos. (No hay datca).
Perú
Inglaterra, lmp. (en) 7.736.000 pesos. Exp. (de) 11.800.000. Total
19.536.000. — Alemania, Imp. 4.571.195. Exp. 2.605.015 Total:
7.116.210—Francia, Imp. 1.569.255. Exp. 2.515.215. Total: 4.084.470.
—Italia, Imp. 834.260.Exp. 46.185. Total: 881.045.—Bélgica, Impor-
tó 923.945 Exp. 651.510. Total: 1.575.515.--España, Imp. 160.100.Exp. 53.00C. Total: 213.000.
Los Estad, s Unidos, Imp. 5.541. 1 50 pesos y Exp. 3.180.700. Total':8.121.850.
Santo Domingo
Inglaterra, Imp. (en) 161.781 p. E xp. (de) 330.787. Total: 1.092 574.—Alemania, Imp. 953.963. Exp. 2.159.624. Tota': 3.713.587.—Frana
cia, Imp. 250.408. Exp. 1.018.308. Total: 1.328.716. España, Imp.10.000. Exp. 1C0.000. Total: 119.000
Los Estados Unidos Imp. 2.863.709 d. Exp. 3 329.018. Total:,6.192.121.
Salvador
Inglaterra, Import. 1.881.165, Export. (de) 311.415. Total:
- 117 -1.714.640 p.—España, Imp. (en) 25.000. Exp. (de) 21.b00. Total:132.500.
Los Estados Unidos. Imp. 1.603.166. Exp. 1.111.298 . Total:
2.774.464 p.
Uruguay
Inglaterra.—Imp: 9.155 408 d. Exp: 1.808.405.--Tota1: 11.563.413.
—Francia.—Imp. 4.015.331. Exp. 1.284.829. Total: 11.300.160.
Alemania. Imp. 5,391.620. Exp.-44.292.812.—Total:
Bélgica. Imp. 1.903.110. Exp. 4.802.148. Total: 6.106.458.—Ita-
Ea. Imp. 2.185.219 Exp: 1.009.091. Total: 3.'794..316 f/aparia.
Imp. 750.000. Exp, 2.000.300 Total; 2./50.000.
Los Estados Unidos importaron en Uruguay, 3.358.3/9 d. Y expone
taron de aquel país, 1 996.313. Total: 5.354.692.
Venezuela
Inglaterra importó 19.463.066. Exp. 1.839.815. Total: 21.302.441.
—Alemania, Imp. 10.416.619. Exp. 5.202 551. Total, 15.679.11t3.
~Holanda. Imp. 4.922.828. Exp. 5.280.107. Total, 10.202.935.
España. Imp'. 2.091.017. Exp. 3.129.135. Total, 5.220.152.
—Italia. Imp. 1.329.584. Exp. 325.104. Total, 1 655.288.—Fran-
cia. Imp. 562.164. Exp. 24.323.134. Total, 24.885.898.
Los Estados Unidos importaron 14.921.455. Y exportaron 30.191.258.
Total, 45.124.713. (1)
(1) Algunas de lis cifras arriba consignadas referentes al comerciode les Repúblicas Americanas con España no coinciden con las publiaradas por la revista madrileña El Financiero Hispano Americano en su
notable y detallado cuadro del número extraordinario de 29 de Enerode 1909.
El Financiero afirma que en 1901 el movimiento mercantil de Esaspaila con América fué de 210.526.315 pesetas. De ellas: 51.848.019 laimportación, y 152.678.236Ia exportación.
En 1891 el movimiento total fué 432.218.484 peseta& De ellas
148.068.481 la importación y 284.210.003 la exportación.
Una diferencia de 221.152.169 pesetas de baja por Cuba.
XVI
De los incompletos y aun contraditorios datos que preceden, resulta
que el movimiento mercantil de la gran República de los Estados Uni-
dos con las Repúblicas hispano-americanas (no ya con todas las Repú-
blicas /atinas, pues que en la indicación falta el Brasil) sube á unos
380.948.660 pesos. Número redondo y aproximado.
Esta cifra se divide de este modo:
Importación de Norte-América en la América española; 321.908.155
pesos.Exp. de la América española á los Estados Unidos: 359.040.505.
Conviene recordar que la República de los Estados Unidos tiene una
extensión de 9.420.610 kil, cuadrados con 16.803.381 habitantes, se-
gún el Censo de 1900.—En 1906 se estimó que la población de los Esta-
dos Continentales de aquella República llegaba á 84 millones de almas.
Nada menos que 10 112 millones habitantes eran de procedencia extran-
jera. Sobre 1.620.000 de Inglaterra, Gales, Escocia é Irlanda. Es de-
cir, el 2'13 por ciento de la población total de la República. (1)
Los españoles eran unos 7.100: la tercera parte de los portuguesesque allí vivían.
31 total de inmigrantes en 1907 fué de 1.285.350 individuos.
La importación mercantil (en 1908) fué de 1.194.341.792 dollars,T la exportación de 1.884.186.357. Total: 8.029.128.149' dollars.
(1) Tal vez sean aprovechables algunos de los datos consignados euel libro titulado La República de los Estados Unidos de América al fi:salida-zar el siglo XIX, por Rafael M. de Labra. 1 vol. 8_ 4 Madrid 1903.
La segunda edición de este libro es de 1906. Con él se publicó u»trabajo sobre la Tercer _República Francesa. El título de la obra es LasRopliblieas contemporáneas.
119Según el Sr. Barón de Sacro Lirio, en su ya citado libro si Mundo
•n 1908, elrcomercio de exportación de los Estados Unidos en 1901 fuéde 1. ns,895.085 pesetas y el de la importación de 3.855.436.855. Total,11 081.331.140.
Ocup&oa el tercer lugar entre las naciones exportadoras, y el sextoentre las importadoras.
Los países donde la importación norte-americana es mayor son Cu-ba, Méjico, Chile, Panamá. Los países que más exportan para los Esta-dos Uuides son (por este orden) Méjico, Cuba, Venezuela y Chile.
El movimiento mercantil total de los Estados Unidos con Méjico es(como se ha visto) de 281.360.521 dollars. El de Cuba 142.183.000. Elde Chile, 56.019.000, el de Panamá 36.000.000; y el de Venezuela;
45.152.:13.
Ahora hay que poner frente á las anteriores cifrar; las que resumen
el movimiento mercantil entre Ruropa y la América española.
En vbrdad no puede referirse esto á la totalidad de las Naciones
europeas, porque buena psi te de- ellas no comercian 6 comercian muy
poco con aquella América.
Las que comercian pueden dividirse en dos grupos. El primero y
de mayor importancia lo constituyen Inglaterra, Francia y Alemania.
El segundo lo forman Italia, España, Bélgica y Holanda.
Las tres naciones del primer grupo unidas tienen una extensión
1.391.874 kilómetros cuadrados. De este modo: Inglaterra 314.667 ki-
lómetros c. —Francia, 536.464 k. 540.143 k. e.
Y es de 137.998.498 habitantes, divididos de la si-
guierkte manera: Inglaterra, 38.104.975 almas.—Francia, 89.252.245
y Alemania, 60.641.278.
Las cifras relativas al segundo grupo, son éstas: (1)
Extensión de Its cuatro Naciones que le forman. Total:845.918
(1) Las cifras de la extensión de las naciones europeas (en kil6mmetros c.) están tomadas del libro del Sr. Barón de Sacro Lirio: Bi
Mundo en 1909. Y también las relativas al movimiento mercantil esti-mado en pesetas y con referencia á 1901. Tomado de ese libro, pres-cindiendo de cualquier otro extranjero, por su mayor sencillez y supe-
rior claridad para el lector español.
120
metros. De este modo. Italia, 286.682 k. —Rapala, 497.244 k.—Bélgi-
ca, 29.456 k . —Holanda, 32.536 k.La población total es da 64.968.619 habitantes, divididos de este
modo: Italia, 33.909.776.--España, 18.618.986.—Bélgic a , 6.693.541.
—Holanda, 5 741.269.El movimiento total mercantil de Inglaterra se ha cifrado en 1901
en 16.147.604.400 (6 sea 3.229.520.880 de duros) de exportación por
10.655.114.900 ptas. (iá ses. 2.131..022.980 duros) de importación. Un
total de 26.802.119.300 (6 sean 5.360.543.880 duros).El movimiento mercantil de Alemania se ha cifrado en 6.596.000.000
de pesetas (6 sea 1.319.200.000 duros) la exportación y 8.844.000.000
de pesetas sea (1.168.800.000 de duros) la importación. Total:
15.440.000.000 d e. pesetas, 6 sean (3.088.000.000 de duros).
El movimiento mercantil 'de Francia se estima corrientemente en
5.050.000.000 de pesetas (6 sea 1.010.000.000 de duros) da exportación
y 5.250.000.000 ptas. (1;050.000.000 de duros) de importación. Total:
11.300.000.000 ptas. (6 sean 2.060.000.000 de duros).
Las cifras reunidas de Inglaterra, Alemania y Francia acusan una
importación de estas Naciones de 24.149.114.900 pesetas (que son
4.949.822.980 duros) y una exportación de 27.193.604.400 pesetas, que
son 5.558.120.880 duros.
Total: de importación y exportación: 52.542.719.300 pesetas, 6 sea10.508.543.860 duros.
En cuanto al movimiento general mercantil del segundo grupo de
las naciones europeas antes dichas, según las Estadísticas más gener».
lizadas, pueden ofrecerse los datos siguientes.
Italia. Exp: 1.844.130.000 liras. Importación: 2.550.000.000. Total:4.394.130.000.
Espata. Exportación 930.860.000 pesetas. Importación 932.549.000
pesetas. Total: 1.863.409.000 pesetas.Bélgica, Exportación, 2.780.000.000 de pesetas. Importación:
3.380,000.000. Total; 6.160.100.000.
Holanda. Exp . 5.206.000 000. Imp. 6.522.000.000pesetas. —*Tomtal 11.128 millones de pesetas.
Resumen de las cuatro Naciones.importación: 13384.549.000 pe-
.,.■■•••••■•••••■■••■11~11
106.452.456 81.257.091• .110 • ve.•••• • *mambo. .wo • ....a....
190.709,547• e.. alumam • ■•■•■•■• a«.01.0
- 121setas. Exportación: 10.160.990.000 Total: 24.145.539.000 pesetas, ósea 4.829.101.800 duros.
De aquí resulta que el movimiento general mercantil de las siete
naciones europeas arriba dichas es de 16.688.258.300 pesetas. distrigihuídas del siguiente modo. Importación: 38.183.663.900. Exportaci6n88.554.594.400.
Poniendo la atención en el detalle de las relaciones mercantiles delas siete naciones europeas arriba indicadas con las Repdblicas hispano.
americanas, resulta que el movimiento mercantil de todas aquéllascon la totalidad de éstas se cifra del e modo que expresa el siguientecuadro:1011111111"■••••■~1•••• ■•■■•■•■••
Importa- Exporta-!NACIONES ción. ción. TOTAL
Inglaterra ... 362.136.180 269.846.411
ler. grupo Alemnia... — 113.561.852 88.383.840
Francia . . .. 75.937.227 120.535.367
•• • •■•••••• ~mem. Gue.... • me. •
631.982.591
201.945.692
196.472.594
Totales, en dollars , . 551.635.259 478.765.618 1.030.400.877amalgama,«Ruma... awswilm. ••• ••••••■• ••■
Italia......
España...2.° grupo.
Bélgica.
Holanda
37.106.572 10.967.108
31.759.3501 11.560.888
32.427.706 , 44.885.988
5.158.828 16.843.107
48.073.680
43.320.238
77.313.694
22.001.935
41.
Totales, en dollars
Total general de loe dos
,romos. • • • 658.18 5 563.022.709. L221.110,424
anuue••■■••••■••••••■••■•••■•••■ cwo•••••••••••■•••■••••••••■••••••
y consultados :os anteceden-
tes y supuestos del mismo que aquí no se exponen por Dc abusar de
la paciencia del lector, parece evidente la extraordinaria '1 13 patioridad
anteriorEstudiado e 1 cuadro
-- 122(401 movimiento mercantil europeo hispano-hmericano (1.221.110.424
dollars) respecto d6I que sostienen los Estados Unidas con la América
meridional (sobre 681 millones de dollars).
Sólo inglaterra domina á los Estados Unidos, en esta relación. Pero
éstos vencen á Alemania y Francia separadas.
B1 mayor comercio de Inglaterra es con Chile (sobre 255 millones
de pesos); luego, y sucesivamente, vienen la Argentina, con más de 15
112 millones; Colombia con 61 112; Méjico con 59; Venezuela con cerca
de 21 112; Cuba con cerca de 20; el Perú con 19 112.
El mejor mercado para Alemania es el argentino. El movimiento
mercantil germano platease es (números redondos) de 82.300.000 pear
sos. Después el de Méjico con 51 114 millones, y el de Venezuela con
15 112 y el de Cuba con otros tantos.
Francia trafica principalmente con la Argentina. El movimiento
argentino francés es de algo más de 63 millones de pesos. Luego vie-
nen los movimientos entre Francia y Chile (sobre 21 millones) y Méjico
(32 112), y Venezuela (sobre 25), y Uruguay (cerca de 11 112), y Cuba
(1 112).
La relación mercantil de Italia y' la Argentina se cifra en 21 114 mi-
llones de pesos. Con Chile, en 12 112: con Uruguay en cerca de 4: con
Méjico en cerca de dos.
Bélgica comercia preferentemente con la Argentina por 45 112 mi-
llones; con Chile, por 14 millones; con Méjico, por 9 114; con Venezue-
la por cerca de '7, con el Perú, por algo más de 1 112.
Holanda trafica con Chile por cerca de 12 millones y con Venezuelapor 10 114.
Espata comercia principalmente con Cuba por cerca de 10 millonesde pesos, con Méjico y en la Argentina (separadamente) por otros tan-tos; con Venezuela con algo más de 5; con Chile poi cerca de 5, y conUruguay, por tres. (1)
(1) Las cifras relativas al zomercio de tuba con Espata que ahoraso consignan no Corresponden á otras consignadas en otras partes deeste trabajo, y que sin duda son más exactas, como que están tomadasde recientes datos oficiales de nuestro país y de la República Cubana.Hoy realmente Espala importa en Cuba por 613.899 .418 pesetas y trae
-123--
Clara- es que los datos anteriormente expuestos y comentados no
bastan para formar un juicio completo sobre la influencia mercantil eu-ropea en el Sur y Centro de América. Ya se ha dicho que del cuadroexpuesto se ha suprimido, conscientemente, todo lo relativo al Brasil,
pues que este trabajo se refiere sólo á la América independiente espa-«ola .
Pero esta es la oportunidad para advertir que si se tratara de todaaquella América, sin distinción, sería preciso contar con loa datos
referentes al movimiento mercantil que sostienen con Europa (con
sus Metrópolis y con otras Naciones) las colonias francesas, inglesas,
danesas y holandesas que todavía existen en aquella parte del Nuevo
Mundo. Es decir (prescindiendo del Oanadá) la Guyana británica, Hon-duras británica, New fouladland y Salvador, Bahamas, Barbados, Jamai-
ca, Zeevard lslands, Trinidad; Windward Islands, Guadalupe, Martini.ea, St. Pierre y Miquel6n, la Guyana francesa, Santa Cruz, Santo Tho-
mas, San Juan, Surinam y Curacao y sus dependencias _
Como este trabajo no tiene el fin general de discutir el problema de
la influencia europea en el Nuevo Mundo y sus relaciones coa lo política
norte americana, no procade pasar de esta mera indicación, afirmando
que el estudio es interesante y hasta hoy poco ó nada estudiado
de aquella Isla 3.141.542, Tot-1.1.: 61.140.955. 0 sea 13.428.191 pesos . Sin
embargo, en el texto se toman las cifras publicadas en Reporta ex-tranjeros para facilitar la comparación con otras que aparecen en aquealíos resúmenes relativos al comercio de otros países. Después de todo,
la diferencia no es de gran importancia. Lo que en realidad la liana es
la monstruosa distancia que va de las importaciones á las exportaciones
de Espata y Cuba. Y sobre todo, la base de este enorme disparate, que
exige rectificación inmediata.
XVI
Todo lo expuesto anteriormente es base y al propio tiempo excita-
ción para ciertas investigaciones y consideraciones sobre las diversas
influencias que trabajan el espíritu de las Sociedades hispano-ame-
ricanas. A la par sirven para que el estadista europeo, y sobre todo el
estadista espaüol, se den buena cuenta de lo mucho que falta por hacer
para asegurar y extender en la América meridional la influencia de
aquende el Atlántico, *nfrento del sentido absorvente y exclusivo nor-
te americano, y en obsequio, no ya sólo de los interesas particulares de
las antiguas Metrópolis, por razón de sus antecedentes y con motivo de
la representación que en la actualidad allí tienen por medio de sus emim
grantes, sino da la economía política y social mundial, que no consien-
te que exclusivismos continentales sustituyan á las intransigencias y
las estrecheces de las viejas Nacionalidades 6 Estados del Mundo Antim
guo, Contra aquellos exclusivismos hablan elocuentemente los novísi-mos progresos del Derecho Internacional público y privada,
La preferencia que todavia muestran los Pueblos hispano-americanos
por las antiguas Metrópolis se ha desmjstrado hasta, ahora, especialmen-te, en la relación mercantil, según acreditan los datos consignados en
otra parte; preferencia que acentúan los crecientes esfuerzos de Norte:América para coatrarrestarla y vencerla. En estos esfuerzos hay que ad•mirar sí lo que se refiere al orden material y de que son manifestacil
- 125nes superiores los proyectos aprobados en el Congreso Americano deMéjico de 1901, como lo que tiene sentido y alcance característicamentepóliticos y morales. La labor norte-americana, en este orden, está muy
cima de la labor europea, á pesar del cambio operado recientemente en
los Gobiernos de Europa respecto á los Gobiernos y los Pueblos de laAmérica Latina.
Aq :ella preferencia trasciende al orden moral, por cuanto el comer-
cio no se reduce á la satisfacción de las necesidades materiales de los
Pueblos. Produce trato de los hombres, comunioación de ideas y sen-t mientos, ensanche del espíritu y de los conocimientos humanos; creausos y costumbres de cierta generalidad y lleva á un concepto superior
•
y comprensivo de la vida. De aquí, el tono internacional que va adqui-
riendo e Derecho mercantil. De aquí, las instituciones y Uniones inter
nacionales creadas, sobre todo, en Suiza, dentro del último cuarto de
siglo XIX, para la garantía y el desarrollo de las comunicaciones pos
tales, los ferrocarriles, la propiedad literaria, las marcas industriales,
los telégrafos, etc. etc.
Por poco que se penetre en el estudio de las causas y los modos de
la influencia europea en el Centro y Sur de América, se comprende con
mucha facilidad que son aquéllos diversos, figurando en primer térmi-
no la Historia, la Raza y de un modo especialísimo el hech de la im-
portancia que los elementos europeos tienen actualmente en la pobla-
ción y la vida toda de aquella parte del Nuevo Mundo.
De la Historia y de la R tza no hay para qué hablar. Los hechos son
muy conocidos y sus inmediatas consecuencias de facilísima y muy
generalizada comprensión.En cuanto al otro factor, ya se ha dicho algo en este trabajo. Pero
conviene insistir sobre el particular, menos conocido y sobre todo mee
nos estimado de lo que es necesario.Las cifras antes expuestas expresan claramente la enorme inferio-
ridad numérica del elemento norte-americano en la población total de
la América Meridional.
En Sléjico es donde aparece más nutrida la colonia de Norte Améri-
ca, son 15.265 los norteamericanos.Después viene Cuba (6.800, por lo alto). Se explica esto per razones
- 126 -de vecindad y por circunstancias politieas Le extrarie es que la cifra
de Cuba no sea de mayor importancia. Par ,r qu.9 1:s norteameri-
C3,1108 se limitan en la grande ( o 3 P1 q (le en Puerto Rico,
anexada á la graay República por el Tratlde d( París le 1998), á la ad-
quisición. de flacas agrícolas, cuyos propie¿mos -viven fuera del país.
Quizá influya algo esto en :a frialdad, cundo no la prevención con que
los norteamericanos son vistos en Cuba, eztus9. que no empec á otras
de distinto género y que han debilitado las consideraciones políticas
dimanadas tanto del concurso eficaz que €; 1 Gobierno y el Pueblo de los
Estados I.Tnidos de Amé ica 'prestaron Atl última revolución de Cuba
contra España, como de la intervención gut aquel Gobierno tiene en la
dirección superior política económica de lt misre a Isld, por efecto de
la llamada Ley Platt, que aparece en el Apándice de la Constitución
cubana de 1901.
Esto mismo dicen que sucede; en Puerto Rico, pero en condiciones
distintas y de modo 113.b3 extratio. Porque e,z: evidente que la anexión de
la pequeña Antilla se hizo contra el voto de ésta y por la mera impo-
sición de la fuerza, acentuada por el. deplorable cuanto originalísimo
artículo del Tratado de París, que negó los naturales de las Anti-
llas y de Filipinas el derecho de libre opción á la nacionalidad, des-
pués de vencida España. Luego se ha acentuado la oposición de puer-
toriqueños y norteamericanos, acentuándose en cambio la simpatía de
los primeros hacia la Antigua Metrópoli. Y las cosas han llegado
al extremo de que en estos últimos días, obstinándose el Gobierno de
Washington en no reconocer á Puerto Rico como Estado 6 como Terri-
torio norteamericano (aparte las franquicias comerciales con que ha ob-
esquiado á la pequeña Antilla), los periódicos de Nueva York propalen
la peregrina, la escandalosa tesis de que Puerto Rioo es ingobernable»..tPuerto Rico!
No existe todavía una Estadística regular de la situación de esta úl-
tima Isla después de 1900. Los últimos datos oficiales son el Report
del Depara" lento de ddraercio de los Estados Unidos sobre el Comerciode Puerto álittó et2:1907-3/ el Report sobre el Censo de población de laIsla en 1909. Por tattée, no se puede decir-. con fijeza el número de nor-teamericanos que allí existen, ni la cuantía' del aumento que hayan te-
— 127-nido en los nueve años corridos desde que comenzó el siglo XX. Se ha
publicado que la población de Puerto kico en 1904 llegó á 1.013.000 al•mas, con aumento de cerca de 60 mil desde 1899. Merecen especial con.
sideracíón los progresos de la educación pública y del comercio. Cal-
cálase el valor de la propiedad inmueble en 99.630.000 dallare. Losespañoles allí residentes constituyen un grupo extenso y de fuerte po
económica.
Los españoles en Cuba y en Méjico superan en número á los nortemamerIcanos. Allí, son (ya se ha dicho repetidas veces), por lo menos
cerca de 200 mil (treinta veces más que los yankis) y como posición so-cial y económica la superioridad de aquéllos sobre éstos es más conside-rable, En Méjico se halla también asegurada aquella superioridad,
siendo los españoles, en el orden numérico, más de la tercera parte de
la totalidad de la población extranjera. Recuérdese que ésta sube, en
Méjico, á cerca de 58 mil individuos. Ya se ha visto que la población nor-
-te-americana, no pasa de 15.300 personas.
En el resto de la América Meridional, el número de norteamericanos,
es bastante inferior. En la Plata (Argentina, Uruguay y Paraguay) es
de escasísima importancia. Lo mismo en algunas de las Repúblicas de
la América Central: por ejemple, Costa Rica.
La mayor representación numérica así en la inmigración como en
orden á la residencia de extranjeros en la América latina, corresponde
España y á Italia. Estos dos países contribuyen poco al desarrollo de
los Estados Unidos de la América del Norte, en la cual existen sólo poco
más de 7 mil españoles. La cifra de italianos es de mucho mayor im-
portancia. Es de 484.201. Pero los ingleses son 2.188.103; los alemanes,
2.666.990; los escandinavos, sobre 1 millón; los rusos, 424.016; los pola-
cos, 383.510; los franceses, 104.341; los suizoe. 116 mil; los húngaros,
146, mil, etc. etc. Les portugueses son cuatro veces más que los espa-
ñoles: 31.618. Los sudamericanos, como la mitad (4:1'61). Y los cuba-
nos y demás antillanos, 25.586. Lo cual no quita para que la colonia es-
pañola de Tampa (dedicada especialmente á la elaboración del tabaco)
sea la primera de la Florida y su importancia económica tenga un gran
valor, acreditado, cuando menos, por la magnitud de las fábricas, la
organización de los Centros españoles (muy relacionados con los de Cuba)
- 128
y la esplendidez de los Palacios donde se reunen sus individuos, aten
t os siempre á las necesidades y los progresos de la Madre Patria. Los
españoles viven muy relacionados entre sí en algunos puntos de los Es-
tados Unidos; al contrario de los demás extranjeros. Y últimamente se
ha hablado de establecer un Centro en Nueva York .La inmigración italiana es poderosa en la Plata. En la Argentina los
italianos establecidos son medio millón. En el Uruguay, unos 78.300
(número redondo). Pero en los demás países cede mucho la cifra. En
Méjico, los italianos son 2,584. Casi lo mismo que los franceses, y que
los ingleses, los cubanos, los alemanes y los chinos separados. En Cuba
apenas constituyen grupo apreciable. En Chile son 7.587; en Méjico
2 570, en Costa Rica, 622 Y así en las demás Repúblicas latinas, fuera
del Brasil, donde la inmigración italiana si, bien ha decaído bastante ea
estos últimos años, superó en 1904 á la de los demás países europeos.
En aquel año entraron en Uruguay sólo 4.780 españoles, 2 mil portu-
gueses, 570 alemanes, 141 rusos, 50 ingleses. La totalidad de inmigran-
tes no pasó de 12.450 Pero desde 1855 á 1904 ent/-aron 2 100.000 ex-
tranjeros. De ellos 1.030.000 italianos; sobre 500 mil portugueses: 20mil españoles, 80 mil alemanes y 4.510 ingleses.
En la Argentina existen (registrados) cerca de 900 mil extranjeros.Los italianos se ha dicho ya varias veces, (pero es preciso repetirlo)
cerca de 500 mil; luego vienen españoles, cerca de 200 mil; luego
los franceses (94.053); los ingleses (22 mil); los suizos (14 mil) los ale-
manes (11.200); los portugueses (2.210); los austriacos (13 mil)... De
modo que los italianos sólo son más que todos los otros extranjeros
reunidos. Y los españoles, son más qne todos ellos, á excepción de lositalianos.
Pero esas cifras aisladas no valen para estimarla representación y lafuerza de los españoles en la región de la Plata, donde la emigración deespañoles ha aumentado extraordinariamente en estos últimos cincoarios. La del ario 1908 se ha estimado (no sé con qué fundamento) en 10mil hombres. En el libro aquí tantas veces citado y que tiene el títulede The Statestnan's Year Booh, se afirma que en 1917 fueron 209.108los inmigrantes en la Argentina: de ellos, 90.282 italianos, 82.606 es-Parloles; 9.181 los rusos; 7,486 los suizos; 4.125 los franceses; 3.439 los
- 129austriacos; 2.322 los alemanes; 1.659 los ingleses; 1.118 losportugueseo y 1.129 los húngaros. .. (1)
También es indispensable no perder nunca de vista el hecho'de que la mayor parte de los. españoles que viven en la Plata, no estánregistrados como tales en los Consulados de España y que las Constitu-ciones políticas de aquellos países atribuyen el carácter deplateuses á
los hijos de extranjeros, si nacen en la Plata, Esto, que es origen de
dificultades en diferentes órdenes de la vida política, jurídica y militar,
tiene una importancia enorme para los efectos de que ahora se trata.
Por eso, la fantasía ha llegado á aventurar que el número de españo-les que viven nada más que en la Argentina llega á un millón.
Además hay que tener muy en cuenta la manera con que viven los
extranjeros en el Nuevo Mundo. Esto es, su distribución en el país de
adopción, las profesiones á que se dedican, las posiciones que tienen y la
influencia que á cada uno de los grupos dan sus antecedentes étnicosé
históricos.
Sería negar la evidencia discutir el gran valor de los inmigrantes ita•
llanos, á quienes deben las regiones de la Plata gran parte de su riqueza,
de su cultura y hasta de su libertad política. De ello sabiamente se
ocupa el Gobierno italiano, que aplica,'con gran sentido, una adelantada
(1) Con plena conciencia repito datos ya consignados en otraspartes de este trabajo, pero los produzco ahora de chro modo y en com-paración con otras cifras, para efectos distintos y en vista de la mayorclaridad.
Además conviene advertir que yo no doy—ni puedo dar—como míosy por mí verificados esos datos, que tomo de libros muy conocidos y quefrecuentemente cito. Asímismo propendo á dar números redondos y hedicho varias veces que las Estadísticas americanas, por lo gene-ral, son deficieatísimas ylas españolas, en lo relativo á nuestras rela-ciones coa América y en general con el resto del Mundo, deplorables.He explicado las causas. No sería justo lanzar las censuras sobre nuestroInstituto Geográfico: pero si es necesario señalar con firmeza las defi
ciencias de no difícil corrección.Ademas, no he recibido todavía los libros que he pedido directa-
mente á América y que suplirán algunos vacíos ,Mi trabajo se reduce á meras indicaciones. Y con supuestos y salve
dadeb bien sehalados.
- 130
Ley de emigración, superior tal vez á la alemana y verdadero múdelo
en la materia, Y hay que reconocer, con gusto, que la alta representa-
ción italiana, la llevan en la Plata hombree de mérito, patriotismo y
cultura social.De ello se ha bablado reciente y extensamente en el Parlamento
talisno, con motivo de una interpelación hecha por el renombrado po-
lítico y profesor Ferri, que hace poco estuvo en Buenos Aires y dió allí
un curso de lecciones muy celebradas. Algo parecido debiera ocurrir
en las Cámaras española s.Pero también estaría fuera de lo justo y lo palpable el discutir la
situación ventajosa que á la colonia española dan en países de origen,
lengua, costunores y tradiciones españolas, sus antecedentes, y sus dispo-
siciones, combinadas con su fuerza numérica. No hay por qué ni para
qué discutir quiénes son los mejores en América. Son todos buenos. Pero
el peso y la influencia de cada grupo depe7 den (hoy por hoy) de circuns-
tancias extrañas, por lo general, á su propia y particular voluntad.
Y cuenta que el peso de los españoles en la Plata debiera ser mayor,
si de estas cosas se hubiera ocupado reflexiva, insistente y pelíticamente
el Gobierno español, dedicando á este particular una sol'citad análoga
á la afortunada y plausible que, en estos últimos años, ha consagrado á
la celebración de tratados internacionales de arbitraje.
Porque con ser esto bueno y facilitar otros empeños y la libre acción
de nuestro Gobierno en América, no basta, ni con mucho, para la fortim
icación del elemento .español dentro dé las Repúblicas americanas, ni
aprovecha los medios que para otras empresas le ofrece hoy mismo la coselonja española. Es decir, lo que los italianos llaman colonia sin bandera.
Los últimos tratados internacionales de la Argentina con Italia cons-
tituyen un adelanto evidente. Pero sobre ellos están los esfuerzos italianos
para organizar (con apoyo del Estado europeo) escuelas en la Plata
y la organización especial y eficaz que el Gobierno de Italia mantiene
lace bastante tiempo, para proteger, así en la Madre Patri t como en
América, la vida, los derechos, los intereses y el prestigio de sus naciom»ales. De esto, apenas si tenemos noticia en España, aun después de la
novísima Ley de Emigración. Y es tanto más de lamentar cuanto quela expentaneidad y energía españolas se han adelantado á constituir en
131 ----
la. America latina los grandes Centres españoles de Cuba, Méjico, Bue--nos Aires. Montevideo y Chile.
La fuerza de la sangre, la voz de la tradición familiar y el poder delidioma producen en los Retados de la Plata (y en Cuba y en Méjico y enChile, principalmente) manifastacianes espontáneas, importantes y álas veces asombrosas, en favor de la intimidad hispano-americana. To-
mando ocasión 6 pretexto en los alardea artísticos de nuestros actores
peninsulares (que con gran freonencia pisan los escenarios americanos,como si fueran escenarios de la propia casa) se verifican manifestacio-
Res políticas que llegan, á veces, á revestir el carácter de solemnidades
6 demostraciones oficiales, de excepción al alcance. Las descripciones, que los periódicos trasatlánticos hacen tienen que sorprenderá los poco
sonoceiores de estas asuntos y obligan á la reflexión á los apercibidos y
, estu liosos. Porque no se trata de meros desahogos, 6 de demostraciones
momentáneas y más 6 menos insustanciales.
Además merece considerarse la propensión que los españoles de
América tienen á establecerse preferentemente en las poblaciones, á
dedicarse al comercio y A constituirse en fuertes núcleos (Centros y
Casinos españoles 6 ngionales) de auxilio, defensa é influencia social.
Lo que esos Centr©s 6 Casinos son, numérica y económicamente, no
tiene parecido en nue-tra Península y dista In.indecible de lo qua hacen
las demás Colonias europeas del Nuevo Mundo.
Todo esto contribuye á fomentar la relación y aun la intimidad
de españoles y americanos; y ha servido de veinte arios á esta parte, á la
deferencia acentuadísim p que los Gobiernos hispano-americanos han
tenido y tienen para la Colonia española de los principales Estados de
aquel Continente.El problema tomaría nuevo aspecto_ si al fin llegaran á realizarse Ios
proyectos recientemente patrocinados y expuestos por consideraVe nu-
mero de españoles de Centro América, Méjico y Cuba de constituir una
federación de españoles para los solos efectos de beneficencia y cultura,
en toda la América Meridional; proyectos que van tomando forma por
la invita ión que los propagandistas de la idea acaban de hacer para un
Congreso de representantes de Centros españoles que se ha de reirn
Man José de Costa Rica.
132No hay medio de precisar el número de españoles que, manteniendo
su nacionalidad, viven hoy en la América Latina. Es evidente que losespañoles de la Argentina son muchísimos más que los que dan los Re-
gistros y Estadísticas oficiales. Allá se habla frecuentemente de que
solo los establecidos en la joven ciudad de la Plata (á las puertas de
Buenos Aires), son más de cien mil, que procede p , no ya de Asturias y
Galicia como la mayor parte de los españoles argentinos, si que tam-
bién de comarcas del interior de España. como Astorga y Soria. DA
todos modos es notable y notoria la importancia de loe grandes clpi-
tales que representan muchos españoles de Cuba, la Argentina, Chile,
Méjico y el Uruguay.Por todo ello puede asegurarse que los españoles son el primer fac-
tor de la Colonia extranjera de la América Latina y un elemento pctísi-
MO de la vida general de f qu el próspero y hermoso pais. Y esto, ate-
niéndonos 4 lo que allí pasa por la fuerza natural de las cosas y sin que
la España contemporánea, y sobre todo, sus Pil l as representaciones, ha-
yan todavía acordado los medios necesarios para aprovechar las cir-
cunstancias y dar un grande y ya no difícil desarrollo á la influencia
española en el Nuevo Mundo latino.
La superioridad numérica de los españoles, y de 16s italianos, sólo ce-.de en algunas paises como Chile y Méjico. En Chile, española es poco
más de la décima parte de la población extranjera (que es de 72812 in-
dividuos) á cnya cabeza van los suizos con cerca de 8.600 hombres. Peroasí y todo, allí son 8.300 los españoles y detrás vienen los francesescon 1.830, los italianos con 7.600, los alemanes con 7.040 y los inglesescon 6.250.
Ya se ha dicho que en Méjico, detrás de los españoles (16260) y los.
norteamericanos (15200) vienen. (entre los europeos) los franceses concerca de 4 mil individuos, los ingleses con 2850, los alemanes con 2571
y los italianos con otros tantos. La población extranjera es de cerca de
58 mil almas. Por manera que los españoles son allí algo más que la,tercera parte de los extrarjeros, en junto y mucho más que cada uno de'los grupos de europeos allí formados.
En Costa Rica pasa algo análogo. Los españoles (son 881) constitu-yen así como la séptima parte de los extranjexos de aquella Reptblicsk
133 -,detrás de ellos están los italianos (con 622 individuos), los alemanes(con 342), y los ingleses, que son 246.
Sumadas les representaciones numéricas de Espaia é Italia en la Amé-(rica aspa cola (prescindo del Brasil, pues que no hablo de toda la América
atina), pasarán seguramente (aún cibéndonos á los datos oficiales antes
consignados), de dos millones de hombres; más de un millón, españoles.
Los franceses parecen anos 40 mil. Y los portugueses, sobre tres mil. De
„►►odo que el elemento latino en el Mundo hispano americatte está repre-
-sentado por cerca de 2.050.000. Númezos aproximados.
Los ingleses llegan á 45.150 y los alemanes á 31.600.
El total de la población extranjera de los diferentes Estados hispano-
Americanos viene á ser de unos 2.200.000 individuos, de los anales, so-re *nos 30.000, son hispano-americanos.
Para apreciar estos datos es preciso, en primer término, no olvidar
'nunca lo que con repetición se ha di cho respecto de la irregularidad de
los Registros de extranjeros en Am4Srtca y de los preceptos corrientes
de las Constituciones trasatlánticas en punto á la nacionalidad de los
que naoen en aquellos territorios. Por todo lo cual bien puede aventu-
rares que el número de extranjeros res ntes 6 avecindados en los Es-
tados Hispano americanos quizá se aeltrea al doble de los 2.200.000 antes
señalados como cifra aproximada.
DespLés deberá considerarse, liquiera ligeramente, la extensión y la
población total de la América espi.hola..
La extensión es, según los d4tett, oficiales ú ofi,z,iostn, que se han ain«
dido en este trabajo, de unos 11 ."718.168 kilómetrJs cuadrados. Y !a po-
blación sobre 46.133.885 habitautes (1).
(1) gn los libros de Geegrafia más en uso (B , 33.111 ..t, RelAhus etc.)
se divide América en tres er plato t4eLl3u 3.9315 500 c.
de swerficie, ocu 9a(loe por zarca 1.1.: 154 an.1 l b .,Lituritek s. Este
_número ha aumentado bsistante á.ltiat›,miute.Las regiones antes sohalari ,3,f3 so; ,América Seteutrional , con 21
millones de kj1. c. y 100 rt,ii'ollm4 b_ del Ca-
nadá, la República lity:1,b y NaPi ,co . 2, 4 :txuencti,Cestriii, pon
4.5.' 500 kil, e, y 8 adliebed -S, 1J-1.1.3 culo° Re«.
publicas centrh.les y i Ant-11.1 tí=1 ., 8 clu:.érica :_om'orensina
Venezuela, Colombia-;,Pelú. etilif3 y .1,-gutin a, Para-
guaY Y Per i", Brasil y Usticesa, ing-1,1 bulaLt11-;sa de la
Gua con 17.850.000 kii. e,. y 36.500..W0yan
EXTENSIÓN POBLACIÓN
1.950 520 K. C.1.226 600 »1.206.200 »
422 610 »144,524 »759.000 »307.420 »
1 987.200 »87.4S0 »
253.109 »1.147.000 »
48.580 »186.925 »921 300 »
6.201.000 h.2 267.935 »4 279.000 »3 254.000 »2.048.980 »3.399.925 »1.400.600 »
13.605.920 »400.000 »631.347 »
4.600 989 »•420.000 »
1.111.958 »2 613.218 »
■—••••••••
-e-•-■.-111■
134 -
El pormenor es el siguiente:
NACIONES
Argentina.. ,Bolivia •
Colombia Centro América (5 Repúblicas) Cuba Chile Ecuador.... • • ....... .
México ............ e.w91114h ****
Panamá .Paraguay Perú....... , .......Santo Domingo. Uruguay....Venezuela
*zumo... walsWIM. ■••■■■••••1 •■■••■■ arma •■••■■
Totales ..... . 10.648.468 46.234.872
Los alemanes son los recién llegados á la América meriodional. Y ea
de notar el progreso realizado dentro áe los últimos 25 años. Se acole&
bastante al avance de su comercio, allí inc4,ividualmente superado sólo
por el británico. Ahora Alemania pone particularísima atención en el
Brasil, donde, desde 1895 á. 1904, han entrado 10 540 alemanes. Allí im-
portó en 1906 sobre 23.100.000 mil reís y en 1901 sobre 30.221.000 mil.
De allí exportó en esta última fecha, cey- a de 45.085.000 mil reir, cifraanáloga á la del año anterior. Hoy el movimiento mercantil del Brasil
con Alemania figura á la cabeza del cuadro brasileño.
El otro pais predilecto de los alemanes es Chile. Ya se ha visto queel comercio entre este pais y Alemania cede en importancia sólo al an-glo-chileno. Este es de unos 255 millones de pesos (imp. y exp.): aquél.de 121 millones. Francia no pasa de 33 millones.
La influencia de Inglaterra, Francia, Alemania, Bélgica y Holandasala América latina descansa superiormente en el comercio que ha-
cen con las jóvenes Repúblicas trasatlánticas y quizá tanto ó Más queen esto, en el alto valor de la representación política mundial de aqueo,
as Potencias europels y en los adelantes extraordinarios de sus artes yde su cultura científica y literaria. Esto último pesa consid.erablerneate
I
---- 135 —sobre los elementos intelectuales hispano•americanoe. La cosa no nece-sita demostración:
Pero sí merece fijar la atención de los españoles de aquende y alleu-
de. Porque conviene advertir que las Ciencias, las Letras y el Arte hanadquirido en España, en estos últimos tiempos, un desarrollo imponen-
te, que da base para una seria competencia, sin que por esto se haya de
caer en el dislate de que la superioridad está de nuestra parte y queá los españoles ilustrados corresponda la tarea de enso gas (ii!!) á los i 7N-
telectuaies y políticos hispano americanos.
Adem%s es notario que el gran mercado de la librería española
es, hace bastante tiempo, el mercado hispano-americano, pero que
aquella está rudamente combatida por los editores de Francia y Ale-mania que inundan el Nueva Mundo de libros en castellano.
No- hay que decir que el cambio de este orden de cosas está dentro
del círculo de las cosas hacederas,
Algo de lo que viene sucediendo en estos últiarios meses correspon-
de muy bien á buena parte de las indicaciones anteriores_ Artistas es-
pañoles, de primer orden, han turnado sobre sí obras escultóricas rela-
cionadas con la vida libre y los admirables progresos de las Repúblicas
del Plata. Nuestros principales actores dramáticos pasean gloriosamen-
te la bandera de España, por las hermosas tierras que nuestros may ores
descubrieron y trajeron al orden de la civilización y los éxitos artísti-
cos de nuestros compatriotas parecen triunfos del patriotismo, por
cuanto la muchedumbre americana, con su motivo, victorea ardorosa-
mente á la Vieja Madre Patria. Novelistas de reputación ya euro pea
como Biseco Ibáñez, y profesores eminentes de nuestras Ueiver,sidadee
como Altamira, y poetas y académicos y escritores de talla como GiVe*.•■
tany, realizan, con éxito positivo, una verdadera propaganda de la elle
perior cultura española, no para enseñar (?) á los americanos intelectsa-
les, si que, de una parte, para evidenciar la resurrección moral de
vieja Metrópoli, y de otra, para contribuir á la identificación de -I espirílqa
amplio, expansivo y progresivo que se desenvuelve de diversa manera,
pero con sentido y orientación idénticos, allende y aquende el Atilintk‘k
Pronto será un hecho el noble propósito de la Universidad de la PIAÁ,.
ta de establecer el intercambio intelectual con] los Centros superbares
- 136 ---docentes de España, y en su vista se aprestan á contribuir á asta ot
hombres de primera importancia de nuestro País, invitados para el efes
to y autorizadamente, por quien escribe estas líneas.
Proyecta nuestra Academia de Ciencias Morales y Políticas (y así
lo ha anunciado en su última Memoria su activísimo y laborioso Secre-
tario general D. Eduardo Sanz Escartín) crear sucursal©s en las princi-
pales capitales americanas; algo análogo y quizá de mayor olcance que
lo realizado, tiem po atrás, por la Academia Española de la Lengua.
El Ateneo Científico y literararío de Madrid (quizá el primer factor
de la transformación intelectual de la España contemporánea) proyecta.
en estos momentos, debates solemnes y conferencias públicas y declara-
ciones trascendentales, conmemorando la obra inmortal de las Cortes de
Cádiz, sobre los hombres, las cosas, los progresos y el porvenir de la
América latina emancipada desde 1810 á 1826.
Pocos meses hace se constituyó en Madrid el Instituto jurídico ibe.
ro americano, y en Barcelona se intenta, por conocidos publicistas y
profesores, con la cooperación de la Universidad oficial de aquella chi-
áad, la fundación de una Escuela especial de Estudios Americanistas.Acentúa su labor en Madrid y en América, la perseverante Sociedad
ero-americana, para cuyo honor bastaría el haber hecho el Congreso
apano- americano de 1900. Y en tanto, en América, las Sociedadesnt electuales honran con títulos y honores á las personalidades cultasde nuestro País y las muchedumbres aclaman á España, levantando mo-numentos en honor de los grandes literato; de los maestros insignes,de los descubridores inmortales y de los guerreros heróicos que pusie-ron en primera línea el nombre de la antigua Metrópoli española (1).
11~11•11111111101
(1) Se escribieron estas líneas antes de que se celebrase el Congreso de Emigración convocado por la Sociedad Económica de Amigos delPaís y las Cámaras de Comercio y Agrícola de Santiage de Galicia, yque funcionó, en esta Ciudad, bajo la presidencia de quien esto dice,en los días 6, 1 y 8 de Septiembre de 191.09.
Aquel Congreso ha tenido una gran importancia por el número y larepresentación de los Congresistas; por el efecto pioducido inmediata-mente en la región gallega, dnode la emigración á América tiene unvalor considerable y creciente; por las Memorias allí presentadas y losdebates sostenidos y los acuerdos y resoluciones tomados y, en fin,
137Sería injusto negar que en las esferas oficiales se escuchan esta
demostraciones. Buena prueba son los recientes tratados de Arbitrajehispano-americano; los nuevos. Tratados que en estos momentos se pre-paran entre Cuba, la Argentina y Espabila; las recientísimas declaracio-nes Simpáticas al Nuevo Mundo que oficialmente han hecho nuestrosMinistros de Estado en nuestro Parlamento; el proyecto de una gran
Delegación Española que concurra en la primavera de 1910 á las fiestasconmemorativas de la iniciación de la vida libre argentina, etc. etc.
En las últimas sesiones dc,l Parlamento español se dan tres hechos
de importancia. El uno, las manifestaciones explícitas del Gobier.
no español sobre la protección debida á los españoles emigrantes, con
ocasión de varias denuncias formuladas contra el mal trato recibido por
un grupo considerable de gallegos que volvían á nuestra Península,
en un barco inglés procedente de la Pata, y contra los atropellos de queeran víctimas españolas y españoles en el Brasil y en el Uruguay .Otro hecho es el compromiso contraído por nuestro Gobierno de extender
á la correspondencia particular y á les periódicos y libros que corren
entre España y América, las nuevas y bajas tarifas que regirán para la
por haberse determinado, primero, la celebrad.% de un nuevo Congre-so de Emigración, en 1910, en Oviedo y la constitución en Espzilia deuna Sociedad libre de protección de los españoles que viven en el extranjero
y señaladamente en Portugal, América y Norte de Africa.
Respecto del Congreso de Ovisdo se acordó que fuera una parte prin,«cipal del mismo la exposición de las organizaciones españo11 4 s en el ex-tranjero y de los trabajos de esos españoles, en los países fh:vorecides
por la emigración.En cuanto á la Sociedad protectora se entendió que esta hab rá de te-
ner un alcance internacional, procurando el tonol,imiento y la intimi-
dad de Espata y los Países de preferencia de nuestros exaigrantes, así
como el aprovechamiento de la disposición y el trat» do los
tos políticos, intelectuales y económicos de esos Paises, enbeneficio de
los españoles ausentes de su Patria ,
El éxito del Congreso de Santiago (en eJ cual se hici Iron represen-
tar las Sociedades Económicas de la Habanm, y Sv.ntis,g,) de Cu b a ei
Ayuntamiento, la Diputación provincid, la Cal5 ,4.ra de Coruercio y el
Club de San Carlos de esta última Ciudad)superó á, lo t-s'»;leado y ,entram
la grandes consecuencias en el orden de la Política Hispano Americana.
138 -correspondencia interior de la Península, á fines del año corriente (1) .
El tercer hecho es la conformidad del Ministro de Estado, Sr. Allen-
de Salazar, con la recomendación que quien escribe esto hizo reciente-mente en el Senado para la creación en Madrid de una Escuela especial
para diplomáticos y cónsules, en cuya Escuela tendrían una particular y
predominante importanc ia los estudies relativos á la kmérica. latina,
Portugal y Norte de Africa (2).
(1) Las declaraciones oficiales arriba aludidas se hicieron en las se-siones del Senado Español de 8 y 4 de Junio de 1909 por los señoresMinistros de Estado (Allende Salazar) y de la Gobernación (La Cierva),á instancias del Senador D. Rafael M. de Labra. Sobre esto se ha pa,blicado un folleto en Junio de 1909.
La importancia de la reforma postal se ha estimado por algún perió-dico de Madrid (La Correspondencia de España) de esta suel te.
(Las explícitas y favorables contestaciones dadas por los Ministrosde la Gobernación y de Estado á la propuesta del Sr. Labra sobre apli-cación de las nuevas tarifas postales y telegráficas de la Península á lascomunicaciones con la América latina, han producido gran satisfaciónen las provincias del Norte .y Noroeste de España, así como en el litoralde Cataluña donde existe una considerable masa de población que sos-tiene relaciones directas y constantes con América.
Y hay motivo para ello, porque la carta sencilla de 20 gramos pagahoy 25 céntimos de peseta; los periódicos pagan 2 céntimos por cada 25gramos, y los impresos, 5 céntimos por 50 gramos. Un libro paga, porlo general, 25 céntimos.
En lo sucesivo, cuando se plantee la reforma y se hagan los oportu-nos Convenios postales con América, el libro pagará 5 céntimos, la car-ta, de 20 gramos 10 céntimos; el periódico, un céntimo por cada 150gramos, y el impreso un céntimo por cada 50 gramos.
No se debe olvidar que, como observó el Sr. Labra, en Cuba haytantos 6 más peninsulares que en las provincias de Guadalajara, Guidepúzcoa, Soria, Ávila y otras análogas peninsulares. De los 58 000 ex-tranjeros de Méjico, son 11.000 españoles, constituyendo la colonia másconsiderable y superLr á la yanqui, y cerca del doble que todos los demmás europeos reunidos. En Uruguay hay 188.000 extranjeros: de ellos,españoles tres veces más que todos los europeos. Sólo en: tres poblarciones de la Argentina (Buenos Aires, la Plata y Rosario), la colonia es,»pañola pasa de 800.000 personas.
(2) El compromiso se ha traducido en una partida de 25 mil pasetas que, como iniciación, se ha consignado en el Presupuesto de gastesdel Ministerio de Estado, para 1.910. .
139
Que todo esto no es bastante, parece cierto á los que de veras hanestudiado y estudian el problema hispano-americano, necesitado de con-sideración distinta de la usual hasta el día, y para otros fines muy di•ferentes de los desahogos, los brindis y las fantasías de los que por aq alpiensan que se trata poco menos que de conquistar, otra vez, y quiasabe si de descubrir, nuevamente, á América.
El problema es serio.
Capital para España, en el período abierto por los desastres de 1898
y la cuesticn de Marruecos.
Importantísimo para la América latina.
De gran trascendencia para el Derecho Internacional, el Derecho
público y la Economía del Mundo...
La Suerte una vez más hace que en este último problema sea Es-
paña uno de los primeros factores.
¡Será de ver si continúa la batalla de la Providencia con los directo-
res de la política españala, empeñados éstos, hace tiempo, en compro.
meter nuestra representación y nuestro porvenir, y decidida aquélla I
facilitarnos soluciones y á poner á España en condiciones propiciar
para au xesurgimiento y la afirmación de su personalidad!
Porque me atrevo á decir que solo los que no sepan lo que pasa en
el Mundo ó aquellos á quienes la pasión ciegue para no ver lo que
nos sucede en Europa, pueden desconocer que la intimidad hispano
mericana (favorecida excepcionalmente, en estos momentos, por cir-
cinstancias muy comple jas y singulares) es un elemento asencill de 11.
personalidad internacional de España
sin esa persionalidad fue es España?
— 141 ---
APÉNDICES
CONGRESO DE EMIGRA,CON
DE SANTIAGO DE GALiCIA
Fué este Congreso ideado y convocado por la Sociedad;Igeondmidade Amigos del Pais y las Cámaras Agrícola y de Comercio de la Ciudad
de Santiago de Galicia, cuyos Presidentes, en unión del Seoretario dela Sociedad Económica, firmaron la convocatoria en 1 de Julio de 1900.
Al propio tiempo hicieron los Estatutos y el Reglamento per los cuales debía regirse aquella Asamblea.
Los citados Presidentes eran (y son) D. Eduardo Villaritio, Catedrá-
tico de Derecho de la Universidad de Santiago.—D. Felipe Romero Do-
nano, Abogado y Diputado á Cortes--y D. Domingo Carro, Comercian-
te. El Secretario de la Económica era y es el abogado D. Luis Fernández
Garrido.
Conforme á la convocatoria, las sesiones del Congreso se celebraron,
en Santiago, en 6, '7 y 8 de Septiembre de 1909, bajo la Presidencia do
D. Rafael Marfa de Labra.Al constituirse la Asamblea fueron designadas las personas que laa•
bian de formar y formaron la Mesa 6 Junta Directiva.
Estas personas fueron las siguientes:
Presidente
D. Rafael M. de Labra, Senador electivo de las Sociedades Económí.,
cas de Amigos del País del N. y NO. de Espafía.—Representante en Espa-
ta de las Sociedades Económicas de la Habana y Santiago de Cuba, de los
centros Asturianos de la Habana y Tampa, del Centro Bspalfor da "rampa
142 —(retados Unidos) y de la Sociedad Patriótica Enuttloics de Buenos Aires.~
y Apoderado en este Congreso de las Económicas de León, Oviedo, Seo
via, Cartagena, Liébana, Béjar y Málaga.
Vicepresidentes
1.° D. Julio Puyol, Secretario del Instituto de Reformas Sociales,
miembro del Consejo de Emigración y representante del Gobierno_ en el
Congreso.2.° D. Enrique Tranman, Cónsul general de Guatemala en Madrid.
3.° D. Luis Palomo Ruiz, Senador, Vicepresidente de la ünión Ibero
Américana y Apoderado de la misma en este Congreso.4.* D. Pedro Sangro y Ros de Olano, del Consejo Superior de Etnia
gración y de la Asociación Internacional de protección de trabajadores.
Secretarios
D. Federico Rahoin, Diputado, Director del Mercurio de Barcelona,
miembro del Consejo de Emigración y de la Consultiva de Africa y
Apoderado en este Congreso de la Económica de Barcelona.
D. Ceferino Maestú, del Comercio de Vigo.
D. Ildefonso Meruendano, Cónsul de Chile en Orense.
D. Luis Fernández Garrido, Abogado y Secretario de la Económica
de Santiago.
Además fueron nombrados Ponentes para el 'mamen de las Memorias
y proposiciones que se presentaran al Congreso, los autores de esasmismas Memorias y don Fernando Conde, del Comercio de Vigo y Apo-derado de la Asociación de Navieros y consignatarios de Vigo en esteCongreso. Todos habrían de constituirse y se constituyeron en Comisiónespecial.
La Sesión inaugural se verificó en el gran salón de actos de la Uni-
versidad de Santiago el día 6 de Septiembre por la tarde. Presidió, en
ausencia del Sr. Labra, el Vicepresidente primero D . Ju io Puyol, te-niendo á su lado á D. Cleto Troncoso, Rector de la Universidad, y á donSalvador Cabeza de León, Alcalde de Santiago. En los escaños figu-raban las personas de mayor distinción de la Ciudad.
El Secretario de la Comisión organizadora, Sr. Fernández Garrido,
leyó una Memoria sobre los antecedentes del Congreso,y el Sr. Villa-
143 ----riño, Presidente de dicha Comisión, pronunció un discurso detallando
los propósitos y fines de la Asamblea proyectaia. En las siguientes se-
siones se leyeron varias de las Memorias presentadas y se dió cuenta detodas las que habían llegado á manos de la Comisión organizadora. EsasMemorias son las siguientes:
Don Lorenzo N. Zelada y Quintana (sobre el tema 1.°) Reforme delartículo 118 del Reglamento provisional de Emig r ación, en el sentidade exceptuar penaliiad á ciertas publicaciones propagrandiatas, en de-terminados casos.
La Sociedad Económica de Amigos del País de León (tema 1.°) Autor,el Secretario D. Alfrede Núñez Villabrille. Estudio de las deficienciasde la actual legislación emigratoria y propuesta de que ee organicenjuntas locales con la misión tutelar de informar á los candidatos emi-
grantes y ejercer sobre éstos una acción protectora constante.
Don Cererino Maesttis (tema 1.0). Acerca de la actual Ley de Emigra-
ojón de 21 de Diciembre de 1901 y su Reglamento, fijándose especiab►
mente en la necesidad de que se modifique el artículo 2.° de dicha ley
en el sentido de que sólo sean emigrantes, los españoles que abandonen
el suelo patrio con pasaje gratuito; que se autorice el embarque de es-
pañoles en puertos extranjeros en la forma propuesta por el Consejo
Superior Emigración y que se puntualicen con toda claridad los docu-
mentos que deban acompañar al emigrante evitando trabas inútiles.
D. Josd Corona Pareja y D. Manuel Ariz'nendi (tema 3.°) Sobre diver-
sos medios para crear y sostener en el extranjero Asociaciones benefie.
cas en favor de los emigrantes.
Un P. Jesuita de Santiago (tima 2.°) Transcribiendo otra de un Pa-
dre residente en Montevideo, en el cual se da noticia de una casa-asilo-
que en aquella capital, y á cargo de las hermanas de la Caridad, tienen
establecida para instrucción y refugio de las jóvenes emigrantes .
Un Gallego de Buenos Aires (temas 3.° y 4.°) Estadísticas y observa-
dones acerca de la situación económica de la República Argentina y (ie
los emigrantes en ella acogidos.
Don Graciano Sela (tema 3.°) O bservaciones acerca de Las condicom
nes de la emigración á las diversas Repúblicas Americanas.
D. Lorenzo N. Celada (tema 4.° y 5.°). Sobre Fernando P00 y num-
- 144tras Colonias de las Costas del Muni, con una breve historia del ensayo
de coloniz&ción realizado en 1892.Señor Delegado de España de la Misión de expansión económica del Bra•
sil. (Tema 3.°) Datos Geográficos y Estadísticos del Brasil.
Cámara de Comercio de Zaragoza. (tema 1.°) Sobre la Emigracion.
Cónsul de Nicaragua en Gijón (tema 1.°). «El emigrante debe saber
leer y escribir› .
Sr. Oviedo Arce. Códice del siglo XVI (que está expuesto en la Sec-
ción arqueológica de la axposición regional de Santiago) en el cual el
cura de Leiros del siglo XVI canta las excelencias de la emigración y
expone las causas que en aquella ya remota edad la originaban.
Rafael M. de Labra (hijo) Tema 4.°. La Emigración á Cuba y los
nmigr antes españoles en aquellas Repúblicas.
Los temas de las Memorias y los debates del Congreso fueron loe
que s' guen:1 ° Deficiencias notables en nuestra legislaci¿n emigratoria y
reformas qua en ella pudieran introducirse para evitarlas en lo sucesivo.
2.° Instituciones benéfico-sociales de iniciativa priva da creadas
para defender los derechos del emigrante, garantir sus condiciones de
vida moral, material y religiosa y mantener sus relaciones con la Ma-
dre Patria. Caso de no haberse establecido, qué obras análogas se han
fundado por los nacionales de otros países y cuáles se juzgan más ade-
cuadas para implantarlas, aplicándolas á las necesidadés de los espa-ñoles.
3. 0 Situación del emigrante espatól en las Repúblicas Ibero-Ame-
ricanas, atendiendo á la condición á que las leyes de los distintos pai-
ses los sujetan y á su condición de prosperidad económica. Determinan
ción, en lo posible, de las industrias á que se dedican los emigrantesespañoles y raj.s particularmente los de la región gallega.
4. En el supuesto de que la corriente emigratoria se encamine álas Repúblicas Ibero-Americanas, con inclusión de nuestras antiguascolonias de Cuba y Puerto Rico, cuáles &e éstas son más convenientespara el emigrante español. Estudios monográficos de la emigraciónespañola en cada tina de estas Repúblicas.
5.° Maneras de favorecer la emigración nacional á Marruecos
145 --
y exposición monográfica de sus resultados con inclusión del origen re-gional de los emigrantes, considerando el problema en sus relacionescon la emigración á la Argelia.
6. 6 Qué efectos ha producido y cómo se ha de desarrollar, caso desu conveniencia, la emigración española á nuestras posesiones del Gola!!o de Guinea.
1. 9 Consecuencias económicas de la emigración con respecto á las
relaciones comerciales entre Espata y los lugares de destino de los
emigrantes. Manera de fomentar estas últimas. Mención particular dela importancia del giro de los capitales á la madre Patria. Especial
consideración, en este punto, de las ventajas 6 perjuicios que puede
ocasionar la emigración gallega.
También se dió cuenta de las adhesiones al Congreso. Estas fueron
las siguiente:
Centros adheridos y representadosGobierno de España. --Consejo Superior de Emigración.—Instituto
de Reformas Sociales.—Unión Ibero Americana.—Ateneo de Madrid.—
Propaganda Económica del Brasil en España.—Fomento 41e1 Trabajo
nacional de Barcelona. entro Asturiano de Madrid.—Sociedad Geo-
gráfica de Lisboa. —Instituto Ibero Americano de Derecho Comparatio,
—Universidad de Oviedo. —Centro Asturiano de la Habana.—Instituto
general y Técnico de Santiago. — Asociación de Navieros v Consigna
tarios de Vigo.—Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Santiago.--
Obispadó de Orense.—Escuela Superior de Industrias de Bajar. — Cá
mara Agrícola de la Coruria.—Soc i edad da Agricultores y Ganaderos
de alo.—Asociación de Navieros y Consignatarios de Coruña. — So-
ciedad. de Beneficencia de Gallegos de la Habana.-- Ceatro Gallego de
ideen.--Ayuntamiento de Santiago. —Idem de Vigo.—Idem de Vivero.
--Idem de Vedra.—Idem de Santa Eugenia de Riveira.—Idem de Jun.,
qaera de Anví z .—Idern. de Negreira idem de Muros. —Ay unta= euto
de Santiago de Cuba —Cámara de Comercia de Santiago de Cuba.-'So-
ciedad Económica. de Santiago.—Idem de León.—idem Aragonesa. —
Idea de Pa.lenci P .—Idem de Murcia.—Idem de 0v edo.—Idem de Sea
gavia,--ídem de Málaga.--Ideen de ralévana, — Idena de Cartagena.
ideal de Béjar.—Idem id. Vascongada. — Idem de Barcelona. — ídem
i O
146
Mallerquina.—Idem de Tudela. Idem de Pontevedra. Idem de Va-
lencia.—Cámara Agrícola de Santiago. —Sociedad Económica de la Ha-
bana. — Económica de Santiago de Cuba. — Cámara de Comercio de
Murcia.—Idem de Málaga..—De Vigo.—De Melilla.—De Zaragoza.
De Barcelona.—De Madrid.—De Cáceres, — y de Santiago. — Consejo
Superior de Industria y Comercio de Madrid. — Colegio de PP. Fran-
ciscanqs de Santiago.'—Recreo Artístico é Industrial de idem.—Centro
Gallego de Montevideo„—Consejo de Agricultura y Ganadería de Ge-
rona. - Gaceta Administrativa de Madrid.—Monte de Piedad y Caja de
Ahorros de León --Club San Carlos de Santiago de Cuba.
ParticularesSeñor Marqués de Figueroa, Ministro. —D. Ramón Bustelo, Senador.
—D. Emilio Mille, id.—D. Eduardo Gasset, id.— D. Angel Avilés, id.
—D. Justo Martínez, Prudencio Rovira, Diputado á Cortes. —
D. José Zulueta, id.—D. Eduardo Vicenti, id. - D. Angel Urzáiz,
D. Odón de Buen, Senador.—D. Agustín Sartlá, id. — D. Luis Palomo
idem.—D. Federico Rahola, Diputado á Cortes. — D. Bernardino Ma•
chado, ex Ministro de Lisboa .—D. Adolfo A. Bonilla, Catedrático.
D. Ernesto Vasconcellos, de Lisboa.—D. Juan Díaz — D. Juan
Bauces, Banquero de la Habana. —D. Delfín B Silva, de Lisboa. —Don
Guillermo de Sonza, de Lisboa. —D . Jesús Pando y Valle. — D. Carlos
R. Tovar, Diplc mático americano .—D. Baldomero Luis ' Plirez . Li•
sardo Barreiro.—D. Rafael M. de Labra (hijo). D. Antonio S. Busta•ruante, Senador y Catedrátieo Cubano.—Director del Diario de la Mari,ha de la Habana.—Del Mercurio de Barcelona.—Del Popuiar de Málaga.—Consejo provincial de Oriente de la República de Cuba. Club deSan Carlos.
Legaciones representadasDe Guatemala—El Salvador Cuba—de Venezuela-R•del Perú ea Dia-
drid.
Adheridas»el Uruguay—México — Ecuador—Brasil en Madrid.
Consulados representadosMéxico, en Barcelona. •Paraguay, en Madrid. Uruguay, ea Vigo.
— 147--Cuba. en Vigo. —Cuba, en Barceiona.--Colowbia, en Vigo.-- Porta-gal, en Vigo. Argentina y Chile en Orenga.
AdheridosNicaragua, en Gijón.~Argentina—Per6.--Costa Rica Colombia y
nPadamá en la Coruiia.
La sesión de clausura ef. verificó en la noche del 8 de Septiembre, en' el gran salón de fiestas de la Exposición Regional Gallega. Al acto
asistieron todas las autoridades de Santiago. Numerosísimas damas y
las personas de mayor distinción de la ciudad, La orquesta y los corosde la Sociedad Económica amenizaron la fiesta.
Resumen
EL SEÑOR PRESIDENTR HIZO EL DE LOS DIARA.TES DE ESTE MODO:
1.°
Afirmación de la libertad migratoria, con viva protesta contra-todas las mixtificaciones de este principio, comenzando por las limitaciones puestas á la propaganda sincera, veraz y honrada dela obra de emigración y la explicación razonada y fundamentadade las condiciones de 1,1s países adonde van ó pueden ir nuestrosemigrantes.
En tal sentido conviene reatificar ó anular algunos de los arculos de la reciente Ley española de Emig •acién, y más aún algu-nos de los preceptos del Reglamento dado para la ejecución de laLey, siendo muy de recomendar que se dé á conocer, con detallesel estado político, económico y comercial, así como la organiza-ción de los institutos y establecimientos dedicados á los inmi-granteu de las Repúblicas latino americanas y especialmente delas originarias de España, que son los países que el Congreso se-ñala como más favorables para los emigrantes que prescinden delos territorios españoles de Africa.
2.°
Intervención activa del Estado, tanto para garantizar la liber-tad de emigrar eomo para asegurar la vida y el honor de los emi-grantes y la eficacia de su emigración. Esta intervención desean-
- 148 -
sa: 1, 0 , en razones de Humanidad á que no puede sustraerse nin-gún Estado culto, incompatible con cualquier hipócrita resurrec-ción de la trata africana, y 2.°, en principios del Derecho Inter-nacional corriente que obligan al Estado nacional á seguir á susciudadanos y á ampararlos donde quiera que estén. Por otro lado,esta intervención no puede limitarse á los lugares de donde salenlos emigrantes, sino que t'ene que extenderse á los sitios dondeva la emigración, al transporte de los que emigran, y á los modosde corresponderse y ayudarse los españoles que viven fuera desu país y los deudos y amigos de éstos que continúan en los luga-
res patrios.En tal sentido urgen las reformas postal y telegráfica y la
adopción de medidas tutelares del amplio sentido de las que rigen en Italia, en Alemania y en la Argentina.
3.®Conveniencia moral y económica de la emigración en el esta-
do actual de España, y ventajas, ' que esa emigración ha produci-do de modo per cnanente á Galicia, Asturias y todo el Norte deEspaña. Las ventajas más señaladas han sido la vida; un tanto,desahogada de la generalidad de los emigrantes que trabajan en,América y aquí se consumían en la miseria,—la liberación de lascomarcas peninsulares de elementos llevados á la irregularidady la desesperación por la angustia de su existencia y por el con--contraste evidente y diario de su inópia, con su aptitud y deseo,bien probados de trabajar,—el envío regular y hasta sIstemáticcepor los emi grantes de parte de sus ahorros á sus famil as de s laPenínsula; envíos de much s millones de pesetas al año, se-gún acreditan certificados notorios de muchas casas de Bancal,de Madrid, Asturias, Galicia y Cataluña,—auxilio eficaz,progre-sivo y visible por los emigrantes establecidos en América ó de•regreso en la Península á la mejora de 'muchas poblaciones dellitoral español, y fundación de numerosas Escuelas en el Noroeste-de es paña—repetidos, generosos y considerables donativos á laMadre Patria, con ocasión de calamidades públicas ó con motivo,
— 149
,Acle guerras extranjeras --y educación de una masa considerable de-españoles que en un nuevo ambiente desarrollan sus nativas ener-gías y rectifican preocupaciones ó ignorancias, producto de suestrechez y aislamiento en el lugar de su procedencia, y que se
..menuan o desaparecen .en otro escenario, en trato y concurrenciade hombres de otras .razas y situaciones y bajo la influencia deleyes y prácticas más progresivas.
4-o
No empece esto á la superior ventaja de que las condiciones„políticas, económicas y sociales de la Península española, hacien-do mediana ente conioda la vida de los ciudadanos, y singular-mentción, ó por lo menos la reduzcan considerablemente, aumentan-do la población peninsular, que no pasa hoy de IS millones dehombres, en un territorio de 504 517 kilómetros cuadrados, que,conforme al tipo modesto de Francia, debería contener más de36 millones de habitantes. Pero el Congreso parte del hecho pre-sente y se da cuenta de las enormes dificultades que, por ejemploen Galicia, oponen á la vida de las clases trabajadoras el caci_quismo, la usura y el régimen de los Foros, por e cual ei Congre-so recqmienda á los Poderes públicos la adopción de medidas quedestruyan estos inconvenientes, y que, por otro lado, nunca im-pedirán la emigración expontánea y natural, por cuanto no soncausas unicas de la emigración el hambre y la injusticia, si que
-también el ansia de las exteriorización que caracteriza á /muchasregiones españolas y que, ha entrado por mucho en la gloriosa
historia de España, bien acreditada en el extremo Oriente, en las
amplitudes del Atlántico y en A deslumbrador escenario de la
América en los siglos .x.vL y xvil
.'
La ,-211iigr.lciont tiene eu Jodas partes, y muy especialmente en
Españz, uta positivo y gr Alcance iaternacional. Respondy
este concepto á tres iiehos es1 leutes. El uno la relacion que ne-cesariamente han de ,oaritener entre sí 103 Gobiernos de los paí-
- 150 -ses de arribo y establecimiento de los emigrantes, conforme á lasleyes y prácticas de unas y otras naciones, que es preciso armonizar por intereses y pricipios superiores á todo particularismo.El otro hecho consiste en la excepcional importancia que por sunúmero, su raza, su lengua, sus antecedentes, su posición y suorganizacion y otras circunstancias, tienen las grandes masas deinmigrantes españole3 ,1n determinadas comarcas, como el Nortede Africa, Portugal, y, especialmente, la América latina, dondeesas masas han llegado á ser un factor económico de mucha fuerza, un elemento político inexcusable y un dato social de superiormonta. El tercer hecho resul 5 a de la relación de los dos anterio-res con la posición actual de España en el círculo europeo y en elconcierto del Mundo internac oiial, donde nuestro País, muy de-caido en estos últimos años, necesita mantener vigorosamente suinfluencia y su representación americana—bien fundamentadas,no solo por su posición geográfica y su historia esplendorosa, sin.por la existencia y las notas características del millón y medio 421
dos millones de españoles, que alientan y mantienen el prestigiede la Madre Patria en el Nuevo Mundc
6.t
Es necesario el concurso de los Gobiernos y de las Asociacio-nes intelectuales y beneficas de los países adonde van con prefe-rencia nuestros emigrantes, siendo de toda urgencia así la cele-bración. de Tratados internacionales sobre este particular, como-la organización definitiva de los elementos españoles que viven.en aquellos países. Pueden señalarse corno ejemplo los dos pode-rosos Centros Asturiano y Gallego de la Habana de 30 mil socioscada uno, con palacios y bibliotecas y sana,torios y hospiliales.merecen partieular atención los proyectos que en estos instantesse hacen en Cuba, en América Central y en México para federartodas las Asociaciones españolas de Beneficencia y Cultura establecidas en la América Latina, á cuyo efecto habrá de celebrarse,en plazo próximo, un Congreso de delegados en San José de CostaRica.
151 -
7 .0Conviene considerar el actual Congreso de Emigración de
Santiago de Galicia como el punto de partida de un movimiento Ra-cional que produzca, primeramen•e, la celebración, en el año 1911,en la ciudad de Oviedo, del segundo Congreso de Emigración,por convocator.a y bajo la dirección de la Sociedad Económicaovetense. Por este camitio se vendrá á establecer la periodicidadde Asambleas de esta naturaleza y la creación en comarcas pe-ninsulares muy caracterizadas por la importancia de la emigra-ción, de núcleos ó juntas de personas especialmente comw'ome-tidas al cumplimiento de los acuerdos de los Congresos y á vi-gilar por la suerte de los emigrantes.
8 .°Es útil la constitución en España de una «Sociedad libre de
protección de los españoles que viven fuera de Patria.» Esta So-ciedad puede tener una extraord naria importancia en la vida to-tal y en el orden representativo de la España contemporánea.Porque, apane la atención especial á los españoles de allende lafrontera, tendrá como , empeños capitales el favorecer las relacio-tes morales, políticas, literarias y económicas de España con lospaíses favorecidos ó preferidos por nuestra emigración. En talsentido y con tal fin, esa Sociedad ha de llevar su espíritu, su pa-labra y su acción á las Naciones hermanas y procurar el conoci-miento mutuo de sus respetuosos intereses así como el. trato fe-cundo de sus intelectuales, sus propagandistas, sus gobernantes.sus directores y la gran masa de sus nacionales.
y 9.6Son obligados el reconocimiento y la gratitud muy especiales
al Gobierno y á los Centros gubernamentales de España, á Fall
Asociaciones libres de la misma, al Cuerpo diplomático y Con-sular latino-americano y portugués y á las Corporaciones oficia-
les y populares de la República de Cuba por su calurosa adhesión
á las tareas del Congreso.La adhesión del Gobierno español se acredita en forma singl;
41.1. ■•••••It
- 152larísima por la Real orden de 31 de Agosto ullimo, en la cual. alBianifestar que al Congreso de Santiago asistiría oficialmente elSecretario del Consejo Super or de Emigración, se declara que«la asistencia de este elevado funcionario demostraría la vis l b e
Asociacion del Estado a tan importante obra social, cuyo mejoréxito desea vivamente el Gobierno de Su Majestad.»
El número más conz3iderable de Asociaciones libres, adheridasó representadas, lo constituyen las Sociedades Económicas deAmigos del País, detrás de las cuales vienen las Cámaras de Co-mercio, elementos ambos excepcionalmente aprovechables para el
desarrollo de los planes del Congreso.Luego merece extraordinaria consideración, porque cowribu-
yen á dar cierto carácter internacional á este Congreso y confir-
man una de sus conclusiones, la adhesion y presencia de los re-
presentantes oficiales de la América latina en spaña, así cornola fortificante felicitaciOn de las Sociedades económicas de Ami-gos del País de Santiago de Cuba y la Habana, de la Comisiónprovincial de- Oriente de Cuba y de la Cámara de Comercio. elAyuntamiento y el Club San Carlos, de Santiago de Cuba: delmostraciones de simpatía nunca bastante aplaudidas, por venirde la Colonia más recientemente emancipada s por concordar conlas declaraciones análogas de los Centros Asturiano v Gallegode la Habana y por evidenciar la profunda intimidad de senti-mientos é intereses de e:-p añoles y cubanos.
ACUERDOS DEL CONGRESO
Después de leídas varias Memorias y formuladas varias proposicio..nes y de intervenir en los debates de la Asamblea los Señores Labra,
Pujol, Palomo, Sangro, Rahola, Vincenti, Celada, Conde, Díaz Caueja,Vilariño, Fraiz Andón, Oviedo y Sanz, el Congreso resuelve 1. 0 , que lascuestiones sobre las cuales sea grande la diferencia de pareceres de
los Señores Congresistas, queden sin resolver en este Congreso, lla-mando sobre ellas ht atención de los . Congresos que sigan. 2. 0, quese observe lo mismo respecto de las Memorias remitidas á la Asamblea
- 153
en las cuales fose p recisen soluciones concretas y en disposIción deaer votadas; y 3. 0, que los acuerdos del Congreso sean por unanimidadde votos.
Estos acuerdos son los siguientes:La Solicitar del Gobierno que se digne re lactar porquien corres-
ponda, el art. 178 del actual Reglamento provisional de Emigración
43l análogo, en el definitiva, de la siguiente ó parecida forma:' Los que funden una Agencia de emigración, la dirijan b exploten;
los que recluten emigrantes por cuenta propia ó al servicio de unaAgencia, y los que. lucrándose 6 no, hagan propaganda oral 6 escrita
para fomentar la emigración con datos falsos, engaños y promesas quedenoten .abuso de la ignorancia y credulidad de la población emigras
te, serán castigados con la pena de prisión correccional en su grado
mínimo, entendiéndose libres de esta sanci6íi los periódicos, artículos,
grabados y libros cuyos directores 6 autores sean de reconocida com-
petencia ó autoridad para garantizar que no intervienen directa ni in
directamente en el embarque ni reclutamiento de enai.graeten y cuyes
trabajos sólo tiendan á la ilustración y cultura dentro del ezás acera-
d ado patriotiemo.,
2. a Cursar á donde proceda, y como aspiración del Congreso, e
trabajo presentado por el Sr. Representante de le Cárna Y e de í_ omercio,
industria y Navegsción de irgo, ceu el fin de h p,eb •de oar ecer L,71.
desigualdad que establece la ley al considerar efeigrautes solameete
á los pasajeros de tercera clase, mod;ficando en el sentido propuesto, y
cuando llegue el caso, el artículo correspondiente de la ley de 21 de
Diciembre de 1901.
3. 1 Pedir que el Jonsejo Superior de Emigración, por medio del
Cuerpo Consular, se ponga en relación con las persones más prestigio-
sas de la Colonia espehola en la feepábacas ibero-amerieltna3 y Per-
tugal, c bjon eeto de que por las instituciones berkéfieütle SOCIalC S por
ellas creadas, se fomente la eneeüaeze de la Len ceue cá8tollana, Hietce
ria, Geog;sfle, Centabilided y Artee é iinieetries efiee de iciz
eraigrantee espellelee, uná 47;,1",a especi pare eee eeeltebetoe.
El Estado deber eooperar á eete beber liewenetalnapatriótiee
med i ante subvenciones, en ar1111129. con la inipetteec ia del beneficio
-N- 154 —
prestado por las Instituciones aludidas, á :os emigrantes españoles, y
llegando si es posible, á la creación de eso,uelas por el Estado.Estima tanabién.de verdadera necesidad crear en España sanatorios
y hoteles destinados á los emigrantes españoles durante los primeros
días de reg'reso á la Madre Patria.
4. a Teniendo en cuenta que existen opiniones dist i ntas respecto
á las conclusiones sosten i das por el Sr. Celada en la Memoria relativa
á las Colonias de Guinea, y, reconociendo el mérito de evite trabajo,
elevarlo al Gobierno para que fije su atención á las nuevas orientacio-
nes sostenidas en la Memoria.
5 a Recomendar al Gobierno que s9 preocupe de la situación
especial crt, ada á los hijos de españoles, nacidos en algunas Re-
públicas americanas, los cuales, por virtud de la Ley constitu-
cional de las citadas Repúblicas, son considerados coma ciudadaL os
de ellas y sujetos á su servicio militar, mientras que, por nuestra.
Constitución, pierden la calidad de españoles por entrar al servicio de
las armas sin licencia del E.ey.
tk 1 propio tiempo se recomienda al Gobierno y al Parlamento que, al
discutirse el proyecto de ley de Reclutamiento, se tenga en cuenta el
problema de la emigración, evitando ciertas responsabilidades que se
hacen pesar sobre los padres y tutores con relación á los prófugos.6. a Declarar que para favorecer las relaciones comerciales con los.
países latino americanos, adonde se dirige nuestra emigración impulsan-
do el consumo de artículos españoles, conviene llegar á acuerdos comer-
ciales basados en concesiones tan especiales y señaladas que no puedan
ser extensivas á las demás naciones que gozan del trato de favor, sinsacrificio alguno de su parte.
Para fomentar el envío á España de ahorros de los emigrantes quehoy se realiza casi en su totalidad por intermediación de los extraños,
entiende el Congreso que procede crear Agencias del Banco de España
en los países de mayor emigración y establecer el giro postal de pes(lunas cantidades por medio de la Compañía que obtenga el serviciode comunicaciones marítimas y Correo de Ultramar.
1•a Afirmar que la emigración que más puede favorecer á los intere-ses nacionales es la que se encamina á los países latino-americanos, ea.»
155pecialmente aquellos de origen español donde se hable el idioma casetellano y de clima semejante al nuestro.
8.a Declarar que el estado de la propiedad territorial en Galicia, porestar sometido al régimen del foro, demanda se lleve á cabo, en el plazomás breve posible, la redención forzosa de las 'argas y gravámenesque impiden el desarrollo de la riqueza, por considerar que dichascargas y gravámenes constituyen una de las causas de la emigración.
9.a Expresar el fervoroso deseo de constituir una Sociedad librede protección á los españoles que viven y trabajan fuera de su país,procurando en su obsequio la buena disposición de los Estados espa-ñol y extranjeros, y el auxilio de Ios organismos sociales é intelecet !mies de toda clase.
10. a Proclamar (por cuanto el Congreso tiene de regional, en vistade las opiniones unánimes de los economistas y sociólogos gallegos y,sobre todo, considerando los datos de la realidad y el voto de los mis-mos emigrados de la región), los beneficiosos resultados queGalicia obtiene de la emigración de sus naturales á las Repúblicashispanc•americanas.
11.a Proponer á quien corresponda, que, en vista del carácteresencialmente obrero de nuestros emigrantes, se tome la iniciativa parala celebración de una Conferencia internacional, base del oportunoTratado, en el que se regule de común acuerdo la concesión recíprocade las ventajas de la legislación social ú obrera á los naturales denuestro pais y de las naciones á que se dirije el emigrante español .
12.a Recomendar las obras llamadas (Sociedades de pro.,tección comercial, constituidas en América por emigrados galle-gos para fundar en sus pueblos naturales escuelas, al apoyo de las
Corporaciones populares locales y á la atención de los Poderes públicos,
en el sentido de suprimir trabas de expedientes y de impuestos á ta
acción de dichas Sociedades en la realización de sus fines, desde laadquisición del solar para la escuela, hasta la llevanza de sus libros decontabilidad, el libre nombramiento de maestros titulares y la expedí..
eiónpor éstos de certificados de la enseI ..anza recibida por los alumnos
13. 11 Expresar si testimonio de su respeto y gratitud al Excelen-
tísimo Sr. Presidente del Consejo de Ministroe, por si apoyo presta.
- 156do al enviar un rapresentante de las brillantes cualidades del Sr. Don
Julio Puyo!, Secretario del Instituto de Reformas Sociales y del Con-
sejo de Emigración; voto extensivo al Consejo Superior de Emigra
ción é Instituto de Reformas Sociales por sus demostraciones de con-
si leración y simpatía á esta Asamb'ea y por la atención que 'reatan al
problema objeto de debates y resoluciones de este Congreso .
Asimismo el Congreso saluda á la Unión Ibero-Americana; al Fo-
mento dei Trabajo Nacional de Barcelona, y á la Universidad de
Oviedo representxdos especialmente en el Congreso; al Excmo. señor
D. Eugenio Montero Ríos, constante y sincero defensor de la libertad
emigradora; á los Excmos. Sres. García Prieto y González Besada,
autores de los proyectos que precedieron á la actual ley de 21 de Di-
ciembre de 1901, y al que lo es de la misma, Excmo. Sr. Ministro de
la Go tee n ción D. Juan de la Cierva' y Peñafiel. aeí como á la Secie-
dad Económica, Cám ras Agricola y de Comercio de Santiago, organi-
zadoras de este Congreso.
Además el Congreso envía la expresión más entusiasta de su cari-
11-) á las Colonias de emigrados españoles, representados en esta Asam-
blea, por varios señores Congresistas y por las Sociedades que en A mé-
ica unen en amoroso hogar á nuestros hermanos.
14, a Dirigi un efusivo y cariñoso saludo á los m inistros repre-
sentantes ante el Gobierno de España del vec ino reino de Portugal y
de las Naciones hermanas nuestras del Nuevo Continente.
15.a Dar carácter periódico á esta Asamblea, estableciéndose que
la segunda se celebre en e: próximo alío de 1910 en la ciudad de Oviedo.
16. a Declarar que la Comisión ejecutiva de las decisiones del pri-
mer Congreso, de acuerdo con la Sociedad Económica Ovetense, consti-
tuirá la Junta organizadora del segun''o Congreso de Emigración,11.a establecer que del cumplimiento y práctica de los acuerdos
del primer Congreso de Emigración se ocupará, como Comisión ejecu-
tiva del mismo, su actual Mesa Directiva, que continuará en funcionespermanentes para aquel objeto.
Además, esta Comisión queda investida con las facultades necesariaspara agregar á ella á otros individuos del Cóngreso ó extraños almismo, que estime necesarios para ' el desempeño de su encargo.
157. Las personas agregadas á dicha Comisión formarán parte de la.misma, con las mismas facultades de ésta y entre ellas figurarán nece-sariamente los Organizadores del actual Congreso.
18. a Felicitar y dar un voto de gracias á. los Sres. D. Eduar-do D. Felipe Romero, D. Luis Carro y D. Luis Fernán-dez Garrido, que han constitutdo la Comisión organizadora de esteCongreso, por el celo, los l rábajos, el acierto y el éxito de sugestión.
19. a Dar votos de gracias al Sr. D. Cleto Troncoso, Recite:-de la Úniversidad compostelana, por las muchas atencio es que htenido con el Congreso y con los congresistas, poniendo á dispol4iciónde éstos, los salones, las dependencias y los servidores de la Universi-
dad—al Ayuntamiento de Santiago de Galicia y á su Alc ,Ilde ir►erincD. Salvador Cabeza, por las deferencias y obsequios con que han favo-
recido á los congresistas,—y á las Sociedades y Corporaciones populares
de Santiago, al Comité ejecutivo de la Exposición regional y sl vecin-
dario todo de la Ciudad compostelana por las dem, strsciones de si= e
patía y los reiterados agasajos con que han obsequildo al Congre p o •
20.' Demostrar de modo especial su gratitud y correspopdecc:_
á les Cuerpos diplomático y consular do la América latina y de Prir-
tugal que funcionan. en España, por su adheeión á este Congrelg,
mediante expresivas cartas 6 por la presencia personal, en muchas i//3
las ses'on es del Congreso, de respetables funcionarios -pertenecient?z.,
á aquellos Cuerpos.
21. a Saluiar cariáosarneute á los Centros Asturiano y Gallego de
la Daba a, á la Diputación provincial y el Ayultamierde y el Club San
Carlos de ::: antiago de Cuba, á la Cámara de Comercio de la misma
Ciudad y á las Sociedades E::onónsicas de Amigos del País y los Cena
tros intelectuales y de cultura de Sa.nti ltgo de Cuba y de la 1111baria
por sus afectuosas comunicaciones oficiales y sus calurosos y entusías
tas cablegramas de adhesión a! Congreso.
22. a Dar un voto de gracias á la Prensa local cempoetelan,
y á la de toda España por el concurso que han prestado á la preparas
ción y celebración r'e esta Asamblea.
28.a Saluctar tusiásticamente á los españoles que viven fuera
158 -de au país y señaladamente á los españoles de América que allá
mantienen, con su discreta conducta, su laboriosidad y su respeto á la
soberanía y su devoción al progreso de aquellas nacientes Rep4blicas
y lus constantes y positivas demostraciones de amor á la Patria, los
prestigios tradicionales y el porvenir de Rapiña.
e
II
LIBROS DE CONSULTA
SOBRE LA AMÉRICA CONTEMPORÁNEA
,Sobre estos particulares y las importantes cuestiones históricas,políticas, económicas y sociales que con ellas se relacionan pueden serconsultadms especialmente los libros que siguen:
Arossmena (1) Constituciones políticas de la América Meridional. 2vol. París. 181,
Torres Caicodo (J. M.)Lii Latino Americana (Bolivar y el C01121
greco de Panamá de 1826, el Congreso de Lima de 1847 y las tentativasde 1851 y 1864), 1 vol. 11.., 1865.
Toro (Gaspar) Sobre el Arbitraje internacional en las República -
latino•americanas. 1 vol. Santiagode Chile. 1898.
Angulo Heredia (Antonio) y Labra /Rafael M. do) Revista Hispano
Americana 5 vol. folio. Madrid, 1866 á 1872.
Labra ,'R. M. de) y Regidor (Manuel) El. Correo de Espata. (Revista
hispano americana). 2 vol, folio. Madrid. 1872-4.
Reeius (Onosi kno y Eliseo) Geografía Universal. Edición espangia.
Trad. de Vicente Biseco Ibáñez. Tomos 6.' y 7.' América. 2 vol. Ma-
drid. 19E.
Roclus (Eliseo) Nouvelle Geographie Universella.—Tomos 17 y 18.
Indes Occidentales, Méxique, Antilles, Istmes Americaines, 1, Ame..
fique du Sud. París. 1891-92. (Hay traducción espartola con notas.)
Horsolia (Francisco) Recopilación de las Constituciones vigentes en
Europa y América, 2 vol. 4.* Madrid. 1884.Ovaiie (E.) Código de Constituciones vigentes, de todas las Naciones
civilizadas. 2 vol. 4.* Sevilla. 1898.
- X60 -
Posada (Adolfo) Instituciones políticas de los Pueblos Hispano ame-
ricanos. 1 vol. 4 Madrid. 1900.
Colmeiro (Manuel) Derecho constitucional de las Repúblicas hispano
americantts. 1 vol. 8.° Madrid, 1858.
Beltrán Rozpide (Ricardo) Los Pueblos hispano americanos en el siw
glo XL De 1901 á 1906.-2 vok. 4.° Madrid. 1904-1
Labra (Rafael M. de) La Colonización en la Historia. 2 volt 8.) Ma-
drid. 18/2.
Zaragoza (Justo de) Piraterías y agresiones de los ingleses en la
América Espahala. 1 vol. Madrid. 1883.
El mismo —Las Insurrecciones en Cuba . 2 vol. 4.° Madrid. 1872.
Altamira (Rafae9.—Espaija en América, (Fuerzas progresivas. In-
fluencia intelectua l . El castellano en América, etc.)— 1 vol. 4.° Valen-
cia 1909. .
Valliats (P.). —La Vie Politique dans le Deux Mondes. 2 vol. 4.° Pa.
rís, 1901 1909.
Deberle (Alfredo. --- Histoire de l'Amerique del Sud. (Depuis la Con-
quete jusque COS jours). 1 vol. S.°, edition 1891.ffarkham (C. R.) —A History of Perú. London 1890.Mackenna (J ) —Historia de la Independencia del Perú. (De 1809 á
1819). 2 vd. Lima 1890.
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cas de Europa y América sobre Bolivia y Brasil. 1. volumen, La Paz,
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-Dato (Eduordb) com tie fmrf q ilkeffi4 i) 14/1 (In 1 «„ 1 41,8
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Rojas (J) .--lioequejo histórico de Venezuela. 1 vol. Caracas, 1888.
Coloreu (José) y Arando Sanjuan (danuel).--América. Historia desu colon ización, dominación é independencia. 4 vol. 4 .°, Barcelona1896.
Labra (Rafael M. de) --La Censtitución de Cadiz le 1812. 1 voló-men, 16. Madrid.
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vue gel era: N. a International Public).
16t
PRINCIPALES ERRATAS
e 1511111•111111111"1~111
Pág. XXVII (indice) —Línea 69.—Debe decir: La Colonización en
¡a Flistorii .
Pág. 15. —Línea 84.—Debe decir: 25 de Septiembre .
Pág. 18.—Línea 28.—Debe decir: el mismo Canónigo Pérez NI Pre-
sidente de las Cortes extraordinarias en 24 de Enero de 1811. Es de-
cir, el sexto Presidente y antes que el ilustre Muñoz Torrero. Ningeln pe.Wnsutar ¡ué tres veces Presidente; de 1812 á 1814.
Pág. 95.--Linea 81. —Hay que añadir: mestizos de blanco y negro,nacidos en tierra cubana.
Pag, 95.—Línea 8.—Debe decir: Presupuesto di Cuba de 1908.9Ingresos: 29.415.165 pesos: gastos, 24.285.803.
Notas sobre la edición digital
Esta edición digital es una reproducción fotográfica facsimilar del original perteneciente al fondo bibliográfico de la Biblioteca de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla. Este título contiene un ocr automático bajo la imagen facsimil. Debido a la suciedad y mal estado de muchas tipografías antiguas, el texto incrustado bajo la capa de imagen puede contener errores. Téngalo en cuenta a la hora de realizar búsquedas y copiar párrafos de texto.
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