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Maria Mur y su equipo en las oficinas de ‘consonni’ en Bilbao La Vieja
Txani Rodríguez
DICE María Mur Dean, directorade ‘consonni’, que sueña “con unmundo de la cultura abierto, femi-nista, diverso, tolerante, dialogan-te, transversal, optimista y crítico,donde pensar sea el objetivo y co-laborar en la estrategia”. En ciertomodo, ‘consonni’ nació hace másde veinte años para apuntalar esesueño. Primero funcionó comouna productora y actualmente,aunque desarrollan proyectos muydiversos, se va definiendo comouna editorial de cultura crítica. Sudinamismo se refleja también enMaría, que transmite entusiasmopor su trabajo y optimismo, a pe-sar de que el sector de la culturano parezca a veces el más promi-sorio.
–¿Qué cambios han experi-mentado la cultura y el arte enestas décadas en Bilbao?
–¡Muchísimos! De manera con-creta cuando se crea ‘consonni’ noexistía ni el Guggenheim, ni Az-kuna Zentroa, en ese momento seestaba creando BilbaoArte, no ha-bía macro festivales como BBKLive, existía Arteleku en Donostiay Abisal en Bilbao. Por aquel mo-mento se empezaba a vislumbrarla necesidad de utilizar la culturacomo lancha salvavidas de unasociedad industrial de capa caídapero las industrias culturales noeran un sector estratégico de lapromoción económica de la ciu-dad como pasa hoy en día. A díade hoy cierta cultura con muchavisibilidad se ve necesaria para ladifusión y promoción de la ciudady otras prácticas más experimen-tales se intuyen cada vez más co-mo imprescindibles creo yo.
–Nació como productora, pe-ro en 2016 ‘consonni’ se con-vierte en editorial y es precisa-mente esa línea la que se quierepotenciar.
–‘consonni’ redactado en mi-núscula, es una criatura mutante,en constante movimiento y evolu-ción con los feminismos como su-perpoderes. En la actualidad estáformada por Munts Brunet, IñakiLanda, María Macía, Dina Camo-rino y yo misma, además de quie-nes estuvieron en el equipo en al-gún momento, de multitud de es-tudiantes de prácticas, artistas, au-toras y autores y múltiples colabo-raciones que forman este ‘conson-ni’ expandido. Se crea como cen-tro de prácticas contemporáneasen diciembre de 1996 e invitamosa artistas a intervenir en una fábri-ca abandonada de la que se tomael nombre. Posteriormente en1999 se abandona la noción decentro y adoptamos la idea de pro-ductora, nos alejamos de la fábri-ca y pasamos a operar desde pe-queñas oficinas buscando los lu-gares más adecuados para los pro-yectos (desde un parque de atrac-ciones, hasta un centro comercial,
–HPC, Habitación PropiaCompartida, es un programa deresidencias para artistas.¿Quién puede optar a utilizarese espacio? ¿Cómo se gestiona?
–Ese programa de residenciasque mencionas, y también una se-rie de talleres llamados con_tex-tos, que realizamos en nuestro lo-cal. Suele ser por invitación. Invi-tamos a artistas a participar en laresidencia aunque también hayquien se nos acerca a proponerse.El caso es que le planteamos queaproveche las posibilidades quenosotras les brindamos. Un espa-cio de trabajo con un dinero deproducción, unos honorarios y unainterlocución constante. Apoya-mos los procesos en los que estány se presenta en una actividad pú-blica. Esta forma de trabajo nos hapermitido vincularnos con proyec-tos de diferente índole, desde el ta-ller de lectura con Diego del Pozoque acabó en un skype público enel Hika Ateneo con Donna Hara-way, a Fermín Jiménez Landa quenos propuso un viaje en barco parair a buscar ballenas. El último pro-yecto ha sido con Maider Lópezque quería trabajar directamentecon nuestros libros y en concretocon Video Green de Chris Kraus.A partir de una cita de este ensayoen la que Kraus reflexiona sobre elfetichismo de los objetos, la pro-puesta de López consiste en reco-lectar recuerdos que diariamenteusamos como marcapáginas. Asírecolectamos mil objetos planosque la gente utiliza para marcarsus lecturas e incluimos uno en ca-da libro. Por lo que cada ejemplarcuenta con una particularidad irre-petible, la vivencia de alguien.
–La sede física de ‘consonni’está en Bilbao La Vieja. ¿Se re-troalimen del barrio?
–Cuando tuvimos que hacer lareforma del local, decidimos queestuviera abierto y nada de crista-les tintados. Tenemos unos gran-des ventanales que nos hacen estarexpuestas y al mismo tiempo noshace estar al tanto de lo que pasaen el día a día. Nos gusta esa cone-xión con la cotidianidad, con la ca-lle, con el barrio donde nos ubica-mos que aúna a grupos socialesmuy distintos entre sí.
¿En qué consiste esa residencia?–Esa posibilidad que brinda Al-
hóndiga al contexto local es mara-villosa. Es una iniciativa muy jo-ven que antes la aprovecharon Bu-legoa Z/B o Inteligencias Colecti-vas. Es un ofrecimiento a un co-lectivo independiente local decontinuar su línea habitual y estardurante dos años programando enAZ y contando con el apoyo de suequipo de trabajo que es fantásti-co, muy profesional y propositivo.Nosotras hemos optado por desa-rrollar un estudio de radio diseña-do por Gorka Eizaguirre e invitar adiferentes profesionales a dirigirprogramas. Contamos con perio-distas como Tania Arriaga y AliciaSan Juan que han desarrollado ca-da cual su programa (Titania y Vo-ces en el jardín) con distintos for-matos y contenidos pero teniendoen común las ganas de experimen-tar con el medio radiofónico y elproducir cultura crítica. Y este año2019 estrenaremos programas delartista Xabier Erkizia y de la espe-cialista en ciencia ficción feminis-ta Arrate Hidalgo. Así cada martesemitiremos un nuevo episodio deuno de los programas que se puedeseguir en directo por streaming oacercándote a nuestro estudio deradio en el atrio de AZ. Despuésestos episodios siguen disponiblescomo podcasts. Además continua-mos con otro programa, el podcastde Trincheras de la Cultura Popde Elisa MCcausland y Diego Sal-gado. Son otras fórmulas para tra-bajar con la palabra, para difundircultura crítica.
15febrero de 2019 B i lbao
“‘consonni’ en minúscula, es unacriatura mutante, en constantemovimiento y evolución con losfeminismos como superpoderes”“
“Vista nuestratrayectoria, lo másprudente que hemoshecho hasta ahoraha sido apostarpor la edición”
“
María Mur Dean, directora de ‘consonni’
“Apostamos por la palabra escritay la que está por escribirse”
hemos publicado a profesionalesde la cultura y el arte, sus prime-ros títulos que se han ido convir-tiendo en libros referenciales: Elarte de la mediación de OriolFontdevila, La línea de produc-ción de la crítica de Peio Aguirre,Cuerpos que aparecen de MaiteGarbayo o La Rue del Percebe dela Cultura de Mery Cuesta entreotros, son ejemplo de ello. Porotro lado, también hemos aposta-do por libros muy reconocidos pe-ro no traducidos hasta ahora comola novela experimental de la críti-ca cultural y activista feministaLucy Lippard Yo veo / tú signifi-cas o Video Green de la novelistay ensayista Chris Kraus, conside-rada por el New York Times comouna de las escritoras de arte con-temporáneo y cultura más inteli-gentes y originales pero que a díade hoy en España no tiene todavíael reconocimiento que se merece.
–No faltará quien les diga queestán ustedes locas por fiárselotanto al complejísimo mundo dela edición…
–Vista nuestra trayectoria alo-cada, lo más serio y prudente quehemos hecho hasta ahora es apos-tar por la edición (risas).
–Este curso son el colectivoresidente de Azkuna Zentroa.
un canal de televisión, los almace-nes de un museo, la radio…) condiferentes artistas. En 2009 empe-zamos a publicar libros sobrenuestros proyectos de forma tími-da y pasamos años con una líneaeditorial asociada a la productora.
–Han publicado ya a autorestan interesantes como Iván de laNuez o Remedios Zafra, quecuenta en su currículo con elPremio Anagrama de Ensayo.¿Cuál está siendo la acogida deestos libros?
–En concreto, la acogida de loslibros que mencionas ha sido ma-ravillosa. Ambos son una bombade relojería de pensamiento críti-co y los dos autores son coheren-tes con sus discursos, tienen tra-yectoria en la escritura y en la edi-ción, son generosos y da gusto tra-bajar con ellos. La comunidad lec-tora y la crítica ha acogido ambostítulos con muy buenos comenta-rios, los merecidos.
–Editan óperas primas yapuestan también por reforzaralgunas trayectorias.
–Sí, el primer libro de la colec-ción Paper de crítica cultural, Sa-lir de la exposición de Martí Ma-nen, también fue el primero de suautor y cada vez que lo reimprimi-mos se nos agota. En este sentido,
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