View
284
Download
2
Category
Preview:
DESCRIPTION
Edición editada por la Municipalidad de General San Martín de la obra de Jose Hernández, ilustrada con pintores de esa ciudad
Citation preview
Dr. Ricardo Ivoskus Intendente Municipal
Prof. Silvia Elena GorostiagaSubsecretaría de Cultura
Lic. José María DobalDirección de Museos
EEE D II CC II ÓÓ NN DDD EE L B I CC EE N TT EE NN AA RR II OO
Lic. José María DobalDirección de Museos
E d i c i ó n d E l B i c E n t E n a r i o
Stupenengo, SebastiánMartín Fierro, Edición del Bicentenario / Sebastián Stupenengo ; edición literaria a cargo de Sebastián Stupenengo. - 1a ed. - Buenos Aires : Epyca, 2010.140 p. ; 28x20 cm. ISBN 978-987-00000-0-0 1. XXXXXXX. I. Stupenengo, Sebastián, ed. lit. II. TítuloCDD 982.12
La reproducción total o parcial de este libro no autorizada por los editores viola los derechos reservados, cualquier utilización deberá ser previamente solicitada.Fecha de catalogación: 20/10/2010
PENDIENTE / FALTAN DATOS
Es una publicación de
Lavalle 557, piso 9, oficina 902, C.A. de Buenos Aires. Tel: (011) 4393-5764
Impreso en: Brapack S.A., Noviembre 2010.
staffCOOrDINACIóN gENErAL
Lic. José María DobalTExTOS
Prof. Gustavo Suárez Echenique Lic. Nora Tristezza
INvESTIgACIóN DOCumENTAL
Lic. Lucrecia HerreraDOCumENTACIóN ArTíSTICA
Lic. Nora TristezzaFOTOgrAFíAS
Oscar Balducci Eduardo Iparaguirre
EDICIóN
Lic. Sebastián StupenengoDISEñO gráFICO:
Diego Ay
AgrADECImIENTOS:
Museo de Arte del Tigre Sra. Raquel PeláezMuseo Provincial de Bellas Artes Emilio PettorutiDra. Leonor Ripamonte
E d i c i ó n d E l B i c E n t E n a r i o
El “Martín Fierro se ha constituido en el relato emblemático de la lite-
ratura gauchesca argentina. José Rafael Hernández, su autor, nació el 10 de noviembre de 1834 en nuestra Ciudad, hecho que nos llena de legítimo orgullo y nos convierte por derecho en la Cuna de la Tradición.
Es por eso que la Municipalidad de General San Martín ha decidido rendir un merecido homenaje al poeta y su obra, con la publicación de una edición ilustrada por pintores locales. Enten-demos que de esta manera reforzamos el sentido de pertenencia de nuestros artistas, uniendo la palabra y la imagen en una afinidad que tiene como común denominador la referencia local.
Ceferino Carnacini, Juan Peláez, Carlos Ripamonte, Eduardo Sívori, Ventura Robustiano Lynch y Silvio Rossi conforman el grupo de creadores que en esta ocasión acompañan y acrecientan con sus imágenes el valor del poema.
Linaje de grandes autores, estas tierras acunaron a todos ellos en su vecindad, quienes nos dejaron su testimonio profundo del arraigo a la tradición. Hoy rescatamos esa memoria siempre viva
para amalgamarla con nuestro poema más importante, obteniendo como resultado un recorrido visual que fortalece nuestra identidad.
Numerosas y en las más diversas lenguas han sido las ediciones publicadas desde el año 1872, año en la que su primera parte El gaucho Martín Fierro “echó a volar…” tal como expresa su autor. La segunda parte, “La vuelta del Martín Fierro, salió a la luz en el año 1879 y tuvo igual reconocimiento.
En vista de tal repercusión, y teniendo en cuenta la herencia cultural que tan dignamente llevamos, ésta, nuestra edición, se yergue como el mejor homenaje a la celebración del Bicentenario de nuestra patria que como sanmartinenses podemos ofrecer.
Es para destacar que la mayor parte de las representaciones pictóricas, documentos y manuscritos que acompañan y en-riquecen este texto se encuentran en el Museo Histórico José Hernández – Chacra Pueyrredón, el que desde el año 1980 de-pende de esta Municipalidad.
Valga este homenaje a la patria grande desde nuestra patria chica, ciudad de la tradición y de los grandes hombres que supieron forjarla.
Dr. Ricardo IvoskusINTENDENTE MuNIcIPAL
JoSé HERNáNDEz8
José Hernández nace el 10 de no-viembre de 1834 en la Chacra Puey-
rredón, hoy convertida en “Museo His-tórico José Hernández”, en el Partido de San Martín. La construcción de la casa data de 1831 y vino a reemplazar a otras construcciones —que a mediados del siglo XVIII pertenecían al francés Julián Perdriel—, originando el nom-bre utilizado décadas después, “Case-ríos de Perdriel”.Desde 1831 la propiedad de la chacra pertenece a Mariano y Victoria Puey-rredón, primos y esposos a la vez, tíos maternos del futuro poeta.Los padres de Hernández —Pedro Pascual Rafael Hernández Plata e Isa-bel Pueyrredón— contraen matrimo-
nio el 20 de enero de 1833, con opo-sición del padre del novio, don José Gregorio Hernández Sánchez Plata. Este desacuerdo provocará problemas económicos al reciente matrimonio, que terminará viviendo en la casa de Mariano e Isabel.El actual museo conserva la habitación donde nació el poeta, como así tam-bién objetos personales, como un da-guerrotipo con la imagen de Hernán-dez en una cara del medallón y en el anverso la imagen de su espalda; una libreta de baile; un reloj de oro con la inscripción “Martín Fierro” en su inte-rior, y cartas de puño y letra a partir de las cuales es posible abordar parte de su vida literaria y política. Se destaca
una misiva de 1872 enviada a su espo-sa, Carolina González del Solar, donde le anuncia la pronta edición de su poe-ma gauchesco.Es bautizado en 1835 y vivirá en la chacra de sus tíos hasta 1840. Ese año, la situación política en la provincia de Buenos Aires es alarmante: el goberna-dor Juan Manuel de Rosas afronta el bloqueo del puerto, a manos de una escuadra francesa, desde 1838, y los unitarios han invadido la provincia desde la Banda oriental, al mando del General Juan Lavalle. Los Pueyrredón son una familia de conocida raigambre unitaria, a diferencia de los Hernández, que apoyan el federalismo. Debido al recrudecimiento de la represión a los
enemigos del gobernador, Mariano Pueyrredón y su esposa Victoria deci-den abandonar su propiedad para exi-liarse en el sur del Brasil.El pequeño José, junto con su madre, se traslada entonces a la casa de su abuelo paterno español, don Grego-rio Hernández, en Barracas al norte, cerca del Riachuelo. A partir de 1841 comienza a cursar la escuela primaria con el maestro Pedro Sánchez. En esta propiedad nacerá su hermano Rafael (Hernández tenía además una hermana mayor, Magdalena). En 1843, en Baradero, fallece Isabel, su madre, y para el niño se abre un nuevo cambio pues tres años después se lo en-cuentra viviendo en el sur de la provin-
Biografia política
9MARTíN FIERRo
cia, junto con su padre, dedicado éste a administrar estancias de la familia ortiz de Rosas.El aprendizaje que recibirá el joven en los campos del sur, en contacto con las tareas propias de la ganadería, en Camarones y Sierra de Los Padres, y el vínculo que le permitirá conocer las costumbres, lenguaje y padecimientos de la población rural, le servirán —en esto coinciden todos sus biógrafos— para crear el ambiente y las vicisitu-des que atravesará el personaje Martín Fierro.En 1852 la situación política vuelve a marcar la vida de Hernández. Ese año es vencido en Caseros el gobernador Juan Manuel de Rosas, transformando a su vencedor, el gobernador de Entre Ríos, General Urquiza, en la figura más importante del federalismo. Si en febre-ro de ese año Buenos Aires recibe con agradecimiento a éste último por haber terminado con el rosismo, en septiem-bre, la ciudad deseosa de mantener sus privilegios ante los planteos de crear un estado nacional por parte de Urquiza, se separa de la Confederación.La actividad política de Hernández se inicia con la revolución porteña de septiembre de 1852. En un primer momento, forma parte de las tropas de la ciudad que se enfrentan al ejército del vencedor de Caseros. Así, participa
de la batalla de San Gregorio (cerca de Chascomús) del lado de Pedro Rosas y Belgrano, enfrentándose al coronel Gregorio Paz, lugarteniente de Lagos, el sitiador de la desobediente Buenos Aires. Meses después volverá a tomar parte de la Batalla del Tala, donde esta vez se enfrenta al mismo Hilario Lagos, el 8 de noviembre de 1854. En estos combates, Buenos Aires de-fendía su independencia de la Confe-deración para mantener su predominio sobre el resto de las provincias. éstas reconocían la autoridad del reciente presidente constitucional, Urquiza, que había erigido su capital en la ciu-dad de Paraná. Hernández no tardará en combatir esa separación que dividía la Confederación.Surge entonces una corriente partida-ria, el Partido Federal Reformista, que cuenta también con un periódico, “La Reforma Pacífica” (que cuenta supues-tamente con la pluma del poeta y pe-riodista) bajo las órdenes de Nicolás Antonio Calvo. La situación política se agrava. El enfrentamiento entre “refor-mistas” —llamados despectivamente por sus enemigos “chupandinos”— y los partidarios del gobierno —a su vez denominados por los reformistas “pan-dilleros”—, son cada día más violen-tos, logrando que muchos hombres de “La Reforma Pacífica” emigren hacia
Paraná, para ponerse bajo las órdenes de Urquiza. Así también lo hace Her-nández a fines de 1855 (algunos lo ubi-can en la capital de la Confederación a principios de 1858).En la ciudad entrerriana ocupará el cargo de Procurador y continuará con su actividad periodística como corres-ponsal de “La Reforma Pacífica”; lue-go también se sumará un cargo como escribiente en un Juzgado de Paz de Paraná.Cuando la situación política entre Bue-nos Aires y la Confederación se agra-ve y el conflicto se resuelva a través de las armas, Hernández estará sirviendo en el ejército urquicista con el grado de Capitán de batallón N° 1 de línea, participando en la batalla de Cepeda el 23 de octubre de 1859, donde Urquiza resulta vencedor. Al año siguiente Santiago Derqui asu-me la presidencia y José Hernández se pone a sus órdenes, encargándose de la redacción del periódico oficialista “El Nacional Argentino”. En sus páginas opina que la antinomia liberalismo – federalismo debe ser superada y que en su lugar tienen que surgir nuevos partidos regidos por la “anchurosa base de la ley”, y que en cuyas banderas no habrá “nombres escritos, no habrá indi-vidualidades ni personificaciones” pero si representarán “principios e intereses
generales”. Para el redactor, las luchas sangrientas deben quedar de lado y la política mostrará luchas por el progreso con métodos civilizados.La situación política no resulta tal como la proyecta Hernández. La guerra entre Buenos Aires y el interior estalla en 1861, haciendo participar al futuro autor del Martín Fierro en la batalla de Pavón siendo testigo de la derrota de Urquiza y la consecuente victoria de Mitre, que al año siguiente se transfor-ma en presidente de la Nación. Con Bartolomé Mitre en el poder comienza la intervención de Buenos Aires en el interior, para lograr la obediencia.Esa sumisión se logrará con la fuerza de las armas pues Mitre, aprovechando su victoria, invadirá las provincias con gobiernos federales para reemplazarlos por autoridades liberales. La ofensiva se detiene en Entre Ríos pues allí go-bierna Urquiza, quien ha aceptado el dominio porteño. En este contexto, la vida de Hernández sigue vinculada al periodismo, a la ciudad de Paraná y al gobernador de Entre Ríos, pues en febrero de 1863 se convierte en el director del periódico “El Argentino”. En sus páginas abandonará la idea de la superación de los viejos partidos, sos-tiene que estos no han muerto; la vieja disputa entre unitarios o liberales y fe-derales sigue en pie, pero no actúan de
JoSé HERNáNDEz10
la misma manera. El crimen y la sangre son consecuencia del accionar de los primeros. En cambio, los federales son los que expresan los valores realmente liberales, a pesar de las denuncias de la prensa porteña que ve a Urquiza como el instigador de la resistencia federal. El ejemplo de esta resistencia es el accionar del caudillo riojano, ángel “Chacho” Peñaloza. Hernández se en-cargará de negar la instigación de Ur-quiza pero reconocerá que la figura del vencedor de Rosas es “la más notable del país” y por eso es el jefe indiscutido del partido federal.Cuando toma conocimiento del asesi-nato de Peñaloza, le dedicará una serie de artículos, en donde realzará el accio-nar violento de los liberales. Su pluma apela a la dureza de las palabras: “los salvajes unitarios están de fiesta. Cele-bran en estos momentos la muerte de uno de los caudillos más prestigiosos, más ge-nerosos y valientes que ha tenido la Repú-blica Argentina”. También le advierte al mismo Urquiza por sus acercamientos a los “unitarios”: “No se haga ilusión el general Urquiza, el puñal que acaba de cortar el cuello del general Peñaloza, bajo la infame traición de los unitarios, en momentos de proponerles la paz, es el mismo que se prepara para él, en medio de las caricias y halagos que le prodigan traidoramente sus asesinos”.
Poco tiempo después “El Argentino” deja de aparecer. La postura irreconci-liable con el Partido Liberal lo lleva a trasladarse a la provincia de Corrientes, donde previamente se habían instalado los hermanos de su reciente esposa.En 1868 Hernández se encuentra tra-bajando en la redacción de “El Eco de Corrientes”, un periódico al servicio del gobernador federal, Evaristo López. A este puesto se le suma el de fiscal del Estado y secretario de la Legislatura.Los federales correntinos, a diferencia de los de otras provincias, están a favor de la guerra contra el Paraguay, sobre todo porque esa provincia había sufri-do la invasión del ejército paraguayo con graves acusaciones de saqueos y muertes. Hernández comparte esas mismas premisas. Eso se verá en sus cartas privadas como en los artículos en el periódico. Entre las primeras está la conocida carta a Martínez Fontes donde se alegra de la supuesta caída de una fortaleza paraguaya: “Humaita se jodió, a López se lo llevó el diablo, lo que no ha hecho Mitre en dos años lo ha hecho Caixas en un mes”. Entre sus artículos se destaca el aparecido el 18 de febrero de 1868, donde sostie-ne: “El cañón va a iluminar el porvenir sombrío del Paraguay, va a despejar las tinieblas que lo inundan y a irradiar so-bre esa república hermana los fulgentes
resplandores de una existencia política, comercial y civilizada de cuyos goces y beneficios ha sido privada por la fiera voluntad de sus tiranos”. Hernández refleja la postura del fede-ralismo correntino, favorable a la gue-rra y justificándola como lo hacía el gobierno de Mitre: la guerra terminará con el tirano López que ha mantenido a su país “como obstáculo a la civiliza-ción”. Pero sus escritos no sólo giran al-rededor de la guerra, se acercan épocas de elecciones, se renueva la autoridad presidencial y comienzan a aparecer fórmulas presidenciales: desde el frente, el presidente Mitre apoya la candidatu-ra de su Ministro de Relaciones Exte-riores, Rufino de Elizalde; una fracción del ejercito apoya la fórmula Sarmien-to–Alsina; y el federalismo del interior, la de Urquiza. Desde “El Eco de Co-rrientes” se mete de lleno en la contien-da: denosta la candidatura de Sarmien-to, siempre enfrentado al federalismo, para quien “la federación es una bestia negra, con el que siempre ha proclama-do el unitarismo…”. Para el periodista Hernández, Sarmiento es “como una es-pada desnuda sobre el cuello del partido federal”. Por eso, una fórmula de fusión es lo más importante: ella acabaría con los enfrentamientos que se desarrolla-ban desde la batalla de Pavón. Esa fór-mula era Urquiza–Elizalde. Y escribirá
a favor de ella. Considerará la misma como la del “partido nacionalista”, por eso no pueden estar enfrentados. Los que están afuera, Sarmiento, Alsina y los caudillos como Felipe Varela, son expresiones de una época que debe mo-rir. Pero una vez más la situación del escritor cambiará, pues un golpe de estado, de signo liberal, desplazará al gobernador Evaristo López y destruirá la redacción del “Eco de Corrientes”, logrando la huida de la provincia, jun-to con el ex gobernador, hacia los pagos de Urquiza. De allí pone rumbo a Ro-sario, donde explicará, en una serie de artículos aparecidos en “La Capital”, la situación de Corrientes, descargando su ira sobre Mitre, por considerarlo res-ponsable. También lo culpa del fracaso de la candidatura de Elizalde: “¿Porque el presidente Mitre carecía acaso de poder suficiente para alcanzar el triunfo de su candidato? No debió disputarlo al menos. Pero esa lucha habría traído la división del partido liberal de Buenos. Aires. y el Gral. Mitre, antes de que esa división se produjera, ha querido sacrificarlo todo, hasta su propio candidato”.Con estos artículos se cierra un capítulo en la vida de Hernández. Su nueva eta-pa se abre en Buenos Aires, la provincia que abandonó hace casi quince años y con un nuevo proyecto: un periódico de su propiedad y sin apoyo de ninguna
11MARTíN FIERRo
fracción política, tratando de buscar su lugar junto con otros periódicos, como “La Tribuna”, “La Prensa” o “La Nación Argentina”. Ahora, sin sustento políti-co, busca la aprobación de la opinión pública y, a través de los lectores, finan-ciar el emprendimiento. El periódico es “El Río de la Plata” y sale a la luz el 6 de agosto de l869, participando en sus páginas Carlos Guido Spano y su primo Vicente Hernández.En este período Hernández se mantie-ne alejado de Urquiza, quien no co-laboró con el periódico a pesar de lo sostenido por sus opositores, que veían el dinero del entrerriano detrás de la publicación.Las ideas que defiende “El Río de la Plata” giran alrededor de la defensa del poblador rural, defensa del régimen municipal, juicio por jurados, etcé-tera. La mayoría de los biógrafos de Hernández sostienen que en “El Río de la Plata” se advierten muchos de los postulados aparecidos tres años más tarde en “El Gaucho Martín Fierro”. El 19 de agosto de 1869 el periodista ataca el sistema de levas o contingen-tes, para servir en la Guardia Nacional en la frontera con el mundo indígena: “¿Qué se consigue con el sistema actual de contingentes? Empieza por introducirse una perturbación profunda en el hogar del habitante de la campaña. Arrebatado
a sus labores, a su familia, ¿quitáis un miembro útil a la sociedad que lo recla-ma, para convertirlo en un elemento de desquicio e inmoralidad?”, sostiene.En agosto de ese año escribe: “Por mu-chos años la campaña ha permanecido en el más completo abandono, bajo el dominio absoluto de Jueces de Paz y comandantes mandados por los gobiernos, como instru-mentos electorales y que se han preocupado bien poco de establecer en ella una organi-zación conforme con sus ingentes riquezas, sus necesidades y su industria”.otros temas que le preocupan giran alrededor del reparto de la tierra públi-ca a precios accesibles, y la posibilidad de crear colonias y frenar el latifundio (propuestas mantenidas por otros polí-ticos y escritores).Pero los graves acontecimientos polí-ticos que se desencadenan hacia 1870 pondrán fin a la experiencia de Her-nández como propietario de un medio. En abril de ese año, es asesinado Ur-quiza por los federales entrerrianos di-rigidos por López Jordan, cansados de la inacción del vencedor de Caseros y Cepeda y sus acercamientos al gobier-no de Sarmiento.“El Río de La Plata” se despide de sus lectores de esta manera: “No queremos asistir en la prensa el espectáculo de san-gre que va a darse en la Republica.....”. Su director se refería aquí a la pronta
intervención a Entre Ríos por parte del Presidente de la Nación.Hernández vuelve a la lucha. El 7 de octubre le escribe a López Jordán: “Como el que más, me siento interesado en el triunfo de esa revolución. Urquiza era el Gobernador Tirano de Entre Ríos, pero era más que todo el jefe traidor del gran partido Federal y su muerte, mil veces merecida, es una justicia tremenda y ejemplar del partido, otras tantas veces sacrificado y vendido por él.”Se suma a la rebelión, participando en la batalla de Ñaembé, contra el ejército nacional. Vivirá la derrota de esa jor-nada y compartirá el exilio con su jefe, en el sur brasileño. Los estudiosos del poeta concuerdan en señalar ese exilio en Santa Ana do Livramento como el escenario en que comenzara a escribir el poema “El Gaucho Martín Fierro”, para terminarlo en Buenos Aires a co-mienzos de 1872 (regreso concretado en forma clandestina). No pudo disfru-tar el éxito de su poema —agotada su primera edición en dos meses—, pues vive oculto entre Buenos Aires y Mon-tevideo. Finalmente llegará la amnistía y una nueva etapa política.López Jordán retoma las armas en 1873 y nuevamente es derrotado, pero tam-bién los liberales recurren a las mismas: Mitre, vencido en las urnas, se rebela y también es batido.
Hernández considera que la etapa de los alzamientos ha finalizado, la lucha política pasa ahora por otros caminos. Uno es, precisamente, consolidar un estado fuerte, garante del “Progreso y la paz”. Se vincula al partido más popular de Buenos Aires, el Autonomista. Allí ejercerá el cargo de diputado y luego el de senador provincial.En 1879 publica “La Vuelta de Martín Fierro”, donde se reflejan los cambios personales y también el modelo de país que se avecina. Fallece en su quinta de Belgrano, el 21 de octubre de 1886, a los 51 años. Su hermano Rafael es-cribirá años mas tarde en la primera biografía del poeta: “José Hernández, popularmente conocido como Martín Fierro, pues como decía él mismo, era ese un hijo que había dado nombre a su padre...”.
Prof. Gustavo Suárez Echenique
BiBliografía
Borello, Rodolfo. Hernández: poesía y Política. Bs. As, Plus Ultra, 1973.Chavez, Fermin. La vuelta de José Hernández. Bs. As., Ed. Theoria, 1973.Halperin Donghi,T., José Hernández y sus mundos, Bs. As., Ed. Sudamericana, 1987.El Pensamiento de José Hernández. Prólogo de Roy Hora. Bs. As, Ed. El Ateneo, 2010.Miguez, Eduardo. El Mundo de Martín Fierro, Bs. As., EUDEBA, 2005.Salduna, Bernardo. La Rebelión Jordanista, Bs. As., Ed. Dunken, 2005.
JoSé HERNáNDEz12
En el Partido de San Martín, más precisamente en lo que hoy es la
localidad de Villa Ballester, se encuen-tra la casa natal del escritor, conocida en la actualidad como “Museo Histó-rico José Hernández - Chacra Pueyrre-dón”, espacio que alberga numerosos documentos referidos a la vida del poeta, patrimonio sumamente valioso no sólo porque relata parte importan-te de la historia argentina sino tam-bién porque permite hacer una lectura enriquecedora de la vida cotidiana de la segunda mitad del siglo XIX.Los títulos de propiedad del solar donde esta erigida la casa natal de José Hernández se remontan al siglo XVI, pasando por varios dueños, entre ellos Julián Perdriel, francés afincado en la Argentina, quien la adquiere hacia 1750, casado con Josefa Islas Garay y Ladrón de Guevara, quien daría el nombre al lugar como Chacra o Case-río de Perdriel. Una chacra en el siglo XVIII era una unidad lucrativa volcada a la produc-
ción agrícola forrajera o triguera que también contaba con animales (novi-llos y lecheras) y bueyes. Estas chacras también poseían esclavos (cinco como promedio) y los tenían tanto los pro-pietarios como los arrendatarios. El mercado donde estas unidades colo-caban su producción era la ciudad de Buenos Aires.En 1806 la capital del Virreinato del Río de La Plata, fue ocupada por una pequeña fuerza británica, en el marco de la guerra que España mantenía con Inglaterra. El plan para expulsar a los soldados ingleses consistió en buscar fuerzas suficientes en la Banda orien-tal para atacarlos en la propia ciudad. Es entonces cuando el comerciante Juan Martín de Pueyrredón organizó un reducido ejército en la campaña bonaerense en apoyo al desembarco de las fuerzas que venían de la orilla oriental, al mando de Liniers.El lugar elegido para esperar a Li-niers va a ser esta Chacra de Perdriel, propiedad en esos momentos de Do-
mingo Belgrano, padre de Manuel y alquilada por el comerciante mono-polista Martín de Alzaga.El solar había sido adoptada por los paisanos y peones de la zona como campamento por su estratégica posi-ción, cerca de de Buenos Aires pero también de los puertos en los que podría desembarcar Liniers con re-fuerzosEl gobernador inglés Beresford en-terado de la presencia de fuerzas en
José Hernández en San Martín
Retrato de José Hernández.
Partida de matrimonio de Isabel Pueyrredón y Rafael Hernández.
Primeras ediciones y diferentes traducciones del Martín Fierro.
13MARTíN FIERRo
Perdriel, sale de Buenos Aires y se en-frenta a Pueyrredón. Es por esta razón que el 1ero de agos-to en 1806 se libra en estas tierras el Combate de Perdriel dispersando a los efectivos allí reunidos pero sin conse-cuencias que eviten la reconquista de la ciudad once días después, marcan-do el primer hito de la resistencia y el germen de la Reconquista.La construcción de la casa data de los años 1831/1832 y consta de ocho ha-bitaciones. El 25 de junio de 1832, con Lucio Mansilla como intermedia-rio, Mariano Pueyrredón y su esposa Victoria Pueyrredón se convierten en sus nuevos propietarios.A partir de esta época, comienza a de-nominarse también “Chacra Pueyrre-dón”. La propiedad se heredará de pa-dres a hijos durante más de un siglo. José Hernández pasará allí los prime-ros años de su infancia, al cuidado de su tía Victoria (llamada cariñosamen-te “mamá Totó”) hasta que por razo-nes políticas su familia debe exiliarse en el Brasil en 1840.A fines del siglo XIX será propieta-ria la hija de Mariano y Victoria, la prima de José Hernández, Victoria Pueyrredón de Lynch, para luego ocupar su lugar a comienzos del siglo XX, Patricio Lynch Pueyrredón. En 1959, Elvira zulema Lynch Pueyrre-
dón de Lynch será quien done a la provincia de Buenos Aires el casco de la chacra y dispone que se construya en homenaje a José Hernández un museo que perpetúe su vida y obra. En el año 1966 se crea allí el Museo Histórico José Hernández y a partir de 1980 su administración pasa a de-pender de la Municipalidad de Gral. San Martín.
El casco de la chacra se conserva como fue originalmente, con tres cuerpos de construcciones: la casa principal, la casa de peones y la caballeriza, co-chera y cocina.Dentro de la casa principal se puede encontrar la Sala Combate de Per-driel donde se exponen algunos de los elementos encontrados en su cercanía y que fueron utilizados en la jornada del combate, como balas de cañón, bayonetas y otras armas además de una maqueta a escala del sector de la provincia donde se desarrollaron los preparativos de la Reconquista. Asimismo la casa posee una impor-tante biblioteca con traducciones del poema y ediciones de otras obras de autoria de José Hernández.Un recorrido por sus salas permite abarcar casi de un golpe de vista los numerosos objetos que conformaron la vida diaria del artista. Entrando a la
Victoria Pueyrredón de Pueyrredón, esposa de Mariano (mamá Totó).
Mariano Pueyrredón.
Doña Elvira Zulema Lynch Pueyrredón de Lynch y su esposo, últimos propietarios de la quinta.
Entrada a la chacra.
Martín Fierro ilustrado por Adolfo Bellocq, 1930.
JoSé HERNáNDEz14
casa se descubre una habitación am-plia que funcionaba como comedor. En ella, varios retratos de los antepa-sados que la habitaron se hacen pre-sentes, como las figuras de Victoria Pueyrredón de Lynch (mamá grande) y su esposo Enrique Lynch.
Llama poderosamente la atención en el medio de la sala, un cuadro que representa el árbol genealógico, rea-lizado a mano. En él, de manera a veces poco legible por el tamaño de la caligrafía, figuran los antepasados y descendientes de la familia.Entre otros espacios valiosos, se desta-ca la habitación en la que se conserva la cama en la cual nació el poeta el 10 de noviembre de 1834.Allí se pueden apreciar sus afectos más cercanos como los retratos de sus hermanos Rafael José y Magdalena que acompañan desde uno de las pa-redes del cuarto.
En la misma habitación un recorri-do rápido nos hace conocer también los rostros de los antepasados inme-diatos, su abuelo José Gregorio Her-nández Plata, su padre Pedro Pascual Rafael Hernández Plata y también el retrato de su esposa, Carolina Gonzá-lez del Solar.
Victoria Pueyrredón de Lynch, “mamá grande”.
Enrique Lynch, esposo de “mamá grande”.
Árbol genealógico de la familia Hernández.
Magdalena Hernández, hermana del poeta. Rafael José, hermano del poeta.
15MARTíN FIERRo
Habitación donde nació José Hernández.
JoSé HERNáNDEz16
otra de las salas del museo atesora los numerosos documentos originales que atestiguan la trayectoria política del escritor, y que son propiedad del Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires.En la actualidad, en la casa de peones funciona una biblioteca para consulta de carácter público con más de mil volúmenes referidos a la vida y obra del escritor.José Hernández frecuentó la casa en reiteradas oportunidades hasta su muerte, ocurrida en Buenos Aires el 21 de octubre de 1886, su tía Doña Victoria Pueyrredón (mamá Totó) moriría en ella poco tiempo después, el 19 de abril de 1888 pasando a habi-tarla entonces una nueva generación de los Lynch Pueyrredón. La misma importancia que tuvo en su vida su casa natal, la tuvo también el ambiente rural. Hernández ha sido por sobre todas las cosas un escritor cuyas experiencias y aprendizajes estuvieron íntimamente ligados a la tierra. Fue en el agreste paisaje de la hacienda familiar cercana a Laguna de los Padres, donde a la par de continuar con su educa-ción formal se vuelve un vehemente observador de los trabajos agrarios, de modo tal que él mismo comienza a in-volucrarse en las tareas y manejar los códigos de los peones rurales.
Carta de Santiago Lugones a Alberto Jackson, del 18 de abril de 1926.
José Gregorio Hernández Plata, abuelo paterno del poeta.
Pedro Pascual Rafael Hernández Plata, padre del poeta.
Carolina González del Solar, esposa de Hernández.
Pluma y daguerrotipo de Hernández.
17MARTíN FIERRo
Es de este modo como logra aprehen-der el espíritu del campo, ese campo y su paisanada a los que rinde home-naje con su obra más importante, ya que él mismo se considera, según sus propias palabras, “Por asimilación, sino por la cuna, soy hijo de gaucho, hermano de gaucho, y he sido gau-cho. He vivido años en campamen-tos, en los desiertos y en los bosques, viéndolos padecer, pelear y morir; ab-negados, sufridos, humildes, desinte-resados y heroicos”.
BiBliografía
Borello, Rodolfo: Hernández: Poesía y Política As, Plus Ultra, 1973.Garavaglia, Juan Carlos: Pastores y Labradores de Bs. As: una historia agraria de la campaña bonaerense, 1700 -1830. Bs. As., Ed. de La Flor, 1999.Roberts, Carlos: Las Invasiones Inglesas. Bs. As., Emecé, 2003.
Carta de Leopoldo Lugones a un familiar de José Hernández del 28 de marzo de 1912.
Carta de José Hernández a su futuro yerno, 15 de junio de 1886.
Nota del Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública Eduardo Wilde fechada el 1° de marzo de 1882, comunicándole a Hernández que ha
sido designado como Vocal Inspector de la Comisión Nacional de Educación.
Carta de José Hernández a su hija Isabel, fechada el 27 de junio de 1886.
Libreta de baile perteneciente a Hernández.
Petrona Castro Pueyrredón de Lynch Pueyrredón, “mamá chica”.
Carta de José Hernández a su esposa fechada el 26 de octubre de 1872, donde le anuncia que la primera edición del Martín Fierro... “pronto saldrá a volar”.
19MARTíN FIERRo
Buenos Aires, Octubre 26/1872Mi China Querida:
Hacen algunos que estoy recibiendo cartas tuyas, aunque cortas, fre-cuentes, y algunos telegramas. Todo ha quedado sin contestación de mi parte, tanto por falta de tiempo materialmente, cuando porque esperaba poder escri-birte de un momento a otro una larga carta en que pudiera darte algunas noti-cias agradables.
(…) Carlos me escribió haciéndome un encargo, y aunque lo deseaba no he podido hacerlo, ni creo tener tiempo. A Andrés tampoco le he contestado, y aunque ya sé que con esto me expongo a cosechar disgustos y producir resentimientos; desde que no puedo, no puedo, y pídeles a todos que me perdonen. Con decirles que no he podido mandarte las píldoras que me encargaste y de que me acuerdo todos los días acusándome por mi falta, les has dicho todo. De familia en general buenas. Las únicas novedades son de mi tía Igna-cia que está enferma hace algunos días, aunque no parece de gravedad el asunto; y la chiquita mayor de Rafael, que ha pasado algunos días mal, pero que ya está mejor. Les tengo para las muchachas unas pizarras muy bonitas se las mandaré pronto, y prometo irá el bordado para Isabel. Mañana es domingo. Tal vez pueda consagrar el lunes a estos detalles, sino lo haré el martes. Concluidos estos puntos vamos a otros, que también te importan.
(…) Mercado: Esta parte la leerás con calma, pues sé la simpatía que le tienes a este negocio. Le diré tu mercado para que así lo he considerado siempre y así lo has considerado vos misma. Pues bien, tu mercado marcha rápidamente y hasta ahora con viento en popa. No te faltará por allá algún santo de tu devoción, que nos ayude a llevarlo a término feliz.
JoSé HERNáNDEz20
Están ya construidos cuatro grandes cuerpos del edificio, que harán un número de 36 piezas, y pronto empezarán a habitarlas. Muchas de ellas están ya comprometidas, y todas se ocuparán inmediatamente que se inaugure la obra, o antes, según permiso que hemos conseguido de la Municipalidad por deferencia, en vista de nuestro empeño por dotar a Belgrano de una obra importante. Cier-tamente que desde el primer día, producirá lo suficiente para la amortización del capital empleado, dejando una utilidad regular. Belgrano marcha en un progreso que sombra. Adelanta rápidamente y a este paso, antes de mucho, esta empresa va a ser muy productiva. A un tiempo que no será muy largo ella sola sostendrá tu casa honrada y decentemente. Bien lo necesitamos. Paso a hablarte ahora de un negocio nuevo, original, de pura invención y del cual, sin embargo, espero favorables resultados. Lo hemos hecho a medias con Vicente, porque él fue el autor de la idea, y yo inventé el sistema. Así es que tenemos establecido con él, sociedad en este negocio.
(…) Ya creo que estarás curiosa por saber de que se trata, y para que puedas formarte idea del asunto, voy a transcribirte algunos párrafos de la solicitud elevada al Gobierno. Deseaba mandarte una copia íntegra, pero he escrito mu-chísimo todo el día, es muy tarde y me falta el tiempo porque es demasiado larga.
(…) “Buenos Ayres tiene gas, telégrafos, aguas corrientes, tranvías, ferroca-rriles y cuanto la civilización ha inventado en provecho o comodidad de la vida social, pero carece totalmente de una cosa que no es menos importante que todo esto, y es: la seguridad del hogar”.
(…) Hemos inventado un sistema que denominaremos “timbres eléctricos de seguridad”
Sencillo, porque todas las complicaciones han sido vencidas felizmente y el sistema está reducido a su última inspección. Fácil, porque con él reclama el auxilio de la autoridad policial, cual-quier persona, de cualquier clase, sexo, edad o condición. Cómodo, porque no emplea persona alguna, ni tiempo, ni espacio, y puede usar de él cualquier hombre, niño y cualquier señora sin salir de su escri-torio o habitaciones interiores. Seguro, porque con él, puede reclamarse el auxilio de la comisaría de la sección, del sereno de la manzana, de los vecinos y transeúntes, sin que el em-pleado que con negligencia dejare de acudir al llamado, tenga medio alguno de disculpar en falta de cumplimiento. Es barato…
Al interior del hogar va a ir la seguridad de que ha carecido hasta hoy que la madre de la familia, débil por naturaleza e indefensa en el interior de su casa, se hallará siempre amparada por la autoridad pública, cuyo auxilio puede reclamar desde sus habitaciones interiores en cualquier minuto.
(…) Como no obstante todo esto, tengo entre manos negocios de otro orden, me ocupo de hacer imprimir en estos momentos mi libro “Martín Fierro” que debe salir pronto a volar.
(…) Basta por hoy, abraza a los chiquilines. No lo apures a Macuca y mi opinión es que a Isabel tampoco.
Recuerda y Abraza a tu compañero que te ama mucho.
Polilla
JoSé HERNáNDEz22
Silvio Rossi, El Gaucho Martín Fierro, 1947, óleo s/tela, 94 x 80 cm,
Museo Histórico José Hernández, Chacra Pueyrredón
23MARTíN FIERRo
El Gaucho Martin Fierro1
I
1 1
Aquí me pongo a cantarAl compás de la vigüela,Que el hombre que lo desvelaUna pena estrordinaria,Como la ave solitariaCon el cantar se consuela.
2
Pido a los Santos del CieloQue ayuden mi pensamiento;Les pido en este momentoQue voy a cantar mi historiaMe refresquen la memoriaY aclaren mi entendimiento.
3
Vengan Santos milagrosos,Vengan todos en mi ayuda,Que la lengua se me añudaY se me turba la vista;Pido a mi Dios que me asistaEn una ocasión tan ruda.
1 Este nombre indica que Martín Fierro empieza a cantar, lo que hace ininterrumpidamente hasta el canto X. - (N. del E.).
4
Yo he visto muchos cantores,Con famas bien otenidas,Y que después de alquiridasNo las quieren sustentar:Parece que sin largarSe cansaron en partidas2.
5
Mas ande otro criollo pasaMartín Fierro ha de pasar.Nada lo hace recularNi las fantasmas lo espantan;Y dende que todos cantanYo también quiero cantar.
6
Cantando me he de morir,Cantando me han de enterrar,Y cantando he de llegarAl pie del Eterno Padre:Dende el vientre de mi madreVine a este mundo a cantar.
2 Solían preceder a las carreras de dos caballos numerosas partidas, sin más objeto que cansar la cabalgadura del competidor.
7
Que no se trabe mi lenguaNi me falte la palabra:El cantar mi gloria labraY poniéndome a cantar,Cantando me han de encontrarAunque la tierra se abra.
8
Me siento en el plan de un bajo3
A cantar un argumento:Como si soplara el vientoHago tiritar los pastos;Con oros, copas y bastos4
Juega allí mi pensamiento.
9
Yo no soy cantor letrao,Mas si me pongo a cantarNo tengo cuándo acabarY me envejezco cantando:Las coplas me van brotandoComo agua de manantial.
3 Parte inferior de un terreno bajo al que sigue una loma.
4 Con oros, copas y bastos: con entera libertad.
10
Con la guitarra en la manoNi las moscas se me arriman,Naides me pone el pie encima5,Y cuando el pecho se entona,Hago gemir a la primaY llorar a la bordona.
11
Yo soy toro en mi rodeo6
Y torazo en rodeo ajeno;Siempre me tuve por güeno7
Y si me quieren probar,Salgan otros a cantarY veremos quién es menos.
12
No me hago al lao de la güeya8
Aunque vengan degollando,Con los blandos yo soy blandoY soy duro con los duros,Y ninguno en un apuroMe ha visto andar tutubiando9.
5 Naides me pone el pie encima: nadie canta mejor que yo.
6 Rodeo: lo integran los vacunos que suelen andar juntos.
7 Me tuve por güeno: me tuve por buen cantor.8 Güeya: camino.9 Tutubiando: titubeando.
JoSé HERNáNDEz24
21
Junta esperencia en la vidaHasta pa dar y prestarQuien la tiene que pasar Entre sufrimiento y llanto,Porque nada enseña tanto Como el sufrir y el llorar.
22
Viene el hombre ciego al mundo,Cuartiándolo12 la esperanza,Y a poco andar ya lo alcanzan Las desgracias a empujones;¡La pucha, que trae licionesEl tiempo con sus mudanzas!
23
Yo he conocido esta tierraEn que el paisano vivía Y su ranchito teníaY sus hijos y mujer...Era una delicia el ver Cómo pasaba sus días.
24
Entonces... cuando el luceroBrillaba en el cielo santo,Y los gallos con su cantoNos decían que el día llegaba,A la cocina rumbiaba13
El gaucho... que era un encanto.
12 Cuartiándolo: ayudándolo, facilitando su paso.13 Rumbiaba: se encaminaba, se dirigía.
17
Yo no tengo en el amorQuien me venga con querellas;Como esas aves tan bellasQue saltan de rama en rama,Yo hago en el trébol mi cama,Y me cubren las estrellas.
18
Y sepan cuantos escuchanDe mis penas el relato,Que nunca peleo ni matoSino por necesidá,Y que a tanta alversidáSólo me arrojó el mal trato.
19
Y atiendan la relaciónQue hace un gaucho perseguido,Que padre y marido ha sidoEmpeñoso y diligente,Y sin embargo la genteLo tiene por un bandido.
II
20
Ninguno me hable de penas,Porque yo penando vivo,Y naides se muestre altivoAunque en el estribo esté11:Que suele quedarse a pieEl gaucho más alvertido.
11 Estar en el estribo: hallarse en posición buena o superior a la de los demás.
13
En el peligro, ¡qué Cristos!El corazón se me enancha,Pues toda la tierra es cancha,Y de esto naides se asombre:El que se tiene por hombreDonde quiera hace pata ancha10.
14
Soy gaucho, y entiendanlóComo mi lengua lo esplica:Para mí la tierra es chicaY pudiera ser mayor;Ni la víbora me picaNi quema mi frente el sol.
15
Nací como nace el pejeEn el fondo de la mar;Naides me puede quitarAquello que Dios me dió:Lo que al mundo truje yoDel mundo lo he de llevar.
16
Mi gloria es vivir tan libreComo el pájaro del cielo;No hago nido en este sueloAnde hay tanto que sufrir,Y naides me ha de seguirCuando yo remuento el vuelo.
10 Hacer pata ancha: afirmarse para hacer frente al enemigo; afrontar un peligro.
25
Y sentao junto al jogón A esperar que venga el día,Al cimarrón14 le prendía15
Hasta ponerse rechoncho,Mientras su china16 dormíaTapadita con su poncho.
26
Y apenas la madrugada Empezaba a coloriar,Los pájaros a cantar,Y las gallinas a apiarse17,Era cosa de largarse.Cada cual a trabajar.
27
Este se ata las espuelas,Se sale el otro cantando, Uno busca un pellón18 blando,éste un lazo, otro un rebenque,Y los pingos relinchando Los llaman dende el palenque.
28
El que era pion domadorEnderezaba al corral,Ande estaba el animalBufidos que se las pela ...19
Y más malo que su agüelaSe hacía astillas el bagual20.
14 Cimarrón: mate amargo.15 Le prendía: tomaba, bebía.16 China: mujer, compañera.17 A apiarse: a bajar de los árboles en cuyas ramas
suelen pasar la noche.18 Pellón: cuero de lanar dispuesto sobre la silla de
montar para hacerla más blanda.19 Que se las pela: con todas sus ganas.20 Bagual: yeguarizo arisco o no domado aún.
25MARTíN FIERRo
Ventura Robustiano Lynch, El baile del gato, 1875-1878, óleo s/tela, 299 x 399 cm, Museo Histórico José Hernández, Chacra Pueyrredón
JoSé HERNáNDEz26
36
El gaucho más infelizTenía tropilla de un pelo31,No le faltaba un consuelo32
Y andaba la gente lista...Tendiendo al campo la vista,Sólo vía hacienda y cielo.
37
Cuando llegaban las yerras33,¡Cosa que daba calor!Tanto gaucho pialador34
Y tironiador sin yel35.¡Ah, tiempos... pero si en élSe ha visto tanto primor!
38
Aquello no era trabajo,Más bien era una junción,Y después de un güen tirónEn que uno se daba maña,Pa darle un trago de cañaSolía llamarlo el patrón.
39
Pues vivía la mamajuana36
Siempre bajo la carreta,Y aquel que no era chancleta37,En cuanto el goyete vía,Sin miedo se le prendíaComo güérfano a la teta.31 De un pelo: de un solo color, constituía un lujo.32 Un consuelo: un amor.33 Yerra: acto de marcar la hacienda con hierros
calentados al rojo.34 Pialador: individuo hábil en enlazar por las patas
delanteras al animal en carrera.35 Sin yel: incansable.36 Mamajuana: damajuana.37 Chancleta: aplicábase siempre a la mujer, mas no
siendo habitual en ella el alcoholismo, decíase tam-bién, en consecuencia, del hombre que no bebía.
32
Y mientras domaban unos,otras al campo salíanY la hacienda recogían,Las manadas repuntaban28,Y ansí sin sentir pasaban Entretenidos el día.
33
Y verlos al cair la tardeEn la cocina riunidos,Con el juego bien prendidoY mil cosas que contar,Platicar muy divertidosHasta después de cenar.
34
Y con el buche bien llenoEra cosa superiorIrse en brazos del amorA dormir como la gente29,Pa empezar al día siguienteLas fainas30 del día anterior.
35
Ricuerdo ¡qué maravilla!Cómo andaba la gauchadaSiempre alegre y bien montadaY dispuesta pa el trabajo...Pero hoy en día... ¡barajo!No se la ve de aporriada.
28 Repuntaban: reunían.29 Como la gente: confortablemente.30 Fainas: faenas, tareas.
29
Y allí el gaucho inteligente,En cuanto el potro enriendó,Los cueros21 le acomodóY se le sentó en seguida,Que el hombre muestra en la vida La astucia que Dios le dió.
30
Y en las playas22 corcoviandoPedazos se hacía el sotreta23
Mientras él por las paletas Le jugaba las lloronas24
Y al ruido de las caronas25
Salía haciendo gambetas.
31
¡Ah, tiempos!... ¡Si era un orgullo Ver jinetear un paisano!Cuando era gaucho baquiano,Aunque el potro se boliase26,No habia uno que no parase27 Con el cabresto en la mano.
21 Los cueros: el apero.22 Playas: terreno llano y exento de árboles o
matorrales.23 Sotreta: caballo inservible por gastado o por vie-
jo. Suele usarse en el sentido opuesto, es decir, como en el caso, para realzar su valor
24 Le jugaba las lloronas: le hincaba repetidamente las espuelas.
25 Carona: cuero o suela que se pone encima de las matras y bajo los bastos para evitar el des-gaste de áquellas, además como cuando llueve se dobla el cojinillo, con la lana hacia adentro, la carona impide que se mojen las demás prendas del recado.
26 Se boliase: se arrojase de lomo al suelo, luego de alzarse sobre los miembros posteriores, con lo que a veces aplasta al jinete.
27 Que no parase: que no quedara de pie.
40
¡Y qué jugadas se armabanCuando estábamos riunidos!Siempre íbamos prevenidos,Pues en tales ocasionesA ayudarle a los pionesCaiban muchos comedidos.
41
Eran los días del apuroY alboroto pa el hembraje,Pa preparar los potajesY osequiar bien a la gente,Y ansí, pues, muy grandemente,Pasaba siempre el gauchaje.
42
Venía la carne con cuero,La sabrosa carbonada,Mazamorra pien pisada,Los pasteles y el güen vino...Pero ha querido el destinoQue todo aquello acabara.
43
Estaba el gaucho en su pagoCon toda siguridá,Pero aura... ¡barbaridá!,La cosa anda tan fruncida38,Que gasta el pobre la vidaEn juir de la autoridá.
38 Tan fruncida: tan mal.
27MARTíN FIERRo
Eduardo Sívori, Camino al Jagüel, s/fecha, 29 x 45 cm, gouache s/cartón, Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti
JoSé HERNáNDEz28
Silvio Rossi, La vuelta de la frontera, óleo s/tela, 1947, 80 x 94 cm,
Museo Histórico José Hernández, Chacra Pueyrredón
29MARTíN FIERRo
44
Pues si usté pisa en su ranchoY si el alcalde lo sabe,Lo caza lo mesmo que aveAunque su mujer aborte...¡No hay tiempo que no se acabeNi tiento que no se corte!
45
Y al punto dése por muertoSi el alcalde lo bolea,Pues ahi no más se le apea39
Con una felpa de palos;Y después dicen que es maloEl gaucho si los pelea.
46
Y el lomo le hinchan a golpes,Y le rompen la cabeza,Y luego con ligereza,Ansí lastimao y todo,Lo amarran codo con codoY pa el cepo40 lo enderiezan41.
47
Ahi comienzan sus desgracias,Ahi principia el pericón42,Porque ya no hay salvación,Y que usté quiera o no quiera,Lo mandan a la frontera43
o lo echan a un batallón.
39 Se le apea: le descarga.40 Cepo: instrumento de tortura que mantenía
sujeto al invididuo por las piernas y el cuello.41 Lo enderiezan: lo mandan.42 Pericón: cierto baile tradicional argentino; pero
en este caso es sinónimo de baile en el sentido de calamidades.
43 Frontera: llamábase así a la línea avanzada de fortines que defendían del indio las tierras ocupadas por los cristianos.
48
Ansí empezaron mis malesLo mesmo que los de tantos,Si gustan... en otros cantosLes diré lo que he sufrido:Después que uno está... perdidoNo lo salvan ni los santos.
III
49
Tuve en mi pago en un tiempoHijos, hacienda y mujer,Pero empecé a padecer,Me echaron a la frontera,¡Y qué iba a hallar al volver!Tan sólo hallé la tapera44.
50
Sosegao vivía en mi ranchoComo el pájaro en su nido,Allí mis hijos queridosIban creciendo a mi lao...Sólo queda al desgraciaoLamentar el bien perdido.
51
Mi gala en las pulperíasEra, en habiendo más gente,Ponerme medio caliente45,Pues cuando puntiao45 me encuentroMe salen coplas de adentroComo agua de la virtiente.
44 Tapera: habitación, casa o rancho en ruinas y abandonado, e invadido por el pasto.
45 Medio caliente: alegre, algo ebrio.
52
Cantando estaba una vezEn una gran diversión,Y aprovechó la ocasiónComo quiso el Juez de Paz...Se presentó, y ahi nomásHizo una arriada en montón.
53
Juyeron los más matreros46
Y lograron escapar:Yo no quise disparar,Soy manso y no había porqué,Muy tranquilo me quedéY ansí me dejé agarrar
54
Allí un gringo con un órganoY una mona que bailaba,Haciéndonos rair estaba,Cuanto47 le tocó el arreo,¡Tan grande el gringo y tan feo,Lo viera cómo lloraba!.
55
Hasta un inglés zanjiador48
Que decía en la última guerraQue él era de Inca-la-perraY que no quería servir,También tuvo que juirA guarecerse en la sierra.
46 Matrero: arisco. Llámase así el gaucho errante por huir de la autoridad.
47 Cuanto: en cuanto.48 Zanjiador: que traza o hace zanjas.
56
Ni los mirones salvaronDe esa arriada de mi flor49,Fué acoyarao el cantorCon el gringo de la mona,A uno solo, por favor,Logró salvar la patrona50.
57
Formaron un contingenteCon los que del baile arriaron,Con otros nos mesturaron51,Que habían agarrao también.Las cosas que aquí se venNi los diablos las pensaron.
58
A mí el Juez me tomó entre ojosEn la última votación:Me le había hecho el remolónY no me arrimé ese día,Y él dijo que yo servíaA los de la esposición52.
59
Y ansí sufrí ese castigoTal vez por culpas ajenas,Que sean malas o sean güenasLas listas53, siempre me escondo:Yo soy un gaucho redondo54
Y esas cosas no me enllenan55.
49 De esa arriada de mi flor: de ese arreo formida-ble.
50 La patrona: la dueña de la pulpería.51 Mesturar: mezclar.52 Esposición: oposición, partido opositor.53 Las listas de candidatos que se presentan en la
elección.54 Gaucho redondo: bruto, sin instrucción.55 Enllenan: llenan, satisfacen.
JoSé HERNáNDEz30
Silvio Rossi, Arriada en montón, óleo s/tela, 1947 80 x 94 cm,
Museo Histórico José Hernández, Chacra Pueyrredón
31MARTíN FIERRo
60
Al mandarnos nos hicieronMás promesas que a un altar,El Juez nos jué a proclamarY nos dijo muchas veces:«Muchachos, a los seis mesesLos van a ir a revelar56.
61
Yo llevé un moro57 de número58
¡Sobresaliente el matucho!59
Con él gané en Ayacucho60
Más plata que agua bendita:Siempre el gaucho necesitaUn pingo pa fiarle un pucho61.
62
Y cargué sin dar más güeltas62
Con las prendas que tenía:Jergas63, ponchos, cuanto habíaEn casa, tuito lo alcé:A mi china la dejéMedio desnuda ese día.
56 Revelar: relevar.57 Moro: caballo de pelaje negro y blanco, en que
predomina el primer color.58 De número: de buena clase, muy buena.59 Matucho: caballo inservible. En el verso indica
precisamente lo contrario.60 Recuérdese que la acción transcurre en la pro-
vincia de Buenos Aires, donde hay una localidad de ese nombre.
61 Un pingo de fiarle un pucho: un buen caballo al que poder apostar algún dinero.
62 Sin dar mas güeltas: sin demora.63 Jerga: tejido de lana, rústico y grueso, que se
pone bajo los bastos para que éstos no lasti-men el lomo del caballo.
63
No me faltaba una guasca64
–Esa ocasión eché el resto65–,Bozal, maniador66, cabresto,Lazo, bolas y manea67...¡El que hoy tan pobre me veaTal vez no crerá todo esto!.
64
Ansí en mi moro, escarciando,Enderecé a la frontera.¡Aparcero68, si usté vieraLo que se llama cantón69!...Ni envidia tengo al ratónEn aquella ratonera.
65
De los pobres que allí habíaA ninguno lo largaron,Los más viejos rezongaron,Pero a uno que se quejóEn seguida lo estaquiaron70,Y la cosa se acabó.
64 Guasca: cualquiera de los tientos o partes del apero, algunos de los cuales se mencionan a continuación.
65 Eché al resto: hice todo lo posible para presen-tarme mejor que nadie.
66 Maniador o maneador: correa de cuero crudo, rematada en una argolla y cuyo fin es mantener atado al caballo, el cual puede alejarse los 3 o 4 metros que aquélla tiene de largo.
67 Manea: par de esposas de cuero unidas que sujetan las patas delanteras del animal.
68 Aparcero: compañero, amigo.69 Cantón: cada uno de los fortines de la frontera.70 Consistía este suplicio en atar a la victima,
por las manos y los pies, a cuatro estacas convenientemente separadas, estirando sus miembros cuanto era posible. Así se le dejaba larguísimas horas.
66
En la lista de la tardeEl Jefe nos cantó el punto71
Diciendo: «Quinientos juntos72
Llevará el que se resierte73;Lo haremos pitar del juerte74,Más bien dése por dijunto.»
67
A naides le dieron armas,Pues toditas las que habíaEl Coronel las tenía,Sigún dijo esa ocasión,Pa repartirlas el díaEn que hubiera una invasión.
68
Al principio nos dejaronDe haraganes criando sebo75,Pero después... no me atrevoA decir lo que pasaba...¡Barajo!... si nos tratabanComo se trata a malevos76.
69
Porque todo era jugarlePor los lomos con la espada,Y aunque usté no hiciera nada,Lo mesmito que en Palermo77,Le daban cada cepiada78
Que lo dejaban enfermo.
71 Canto el punto: nos leyó el reglamento.72 Quinientos juntos: quinientos azotes seguidos.73 El que se resierte: el desertor.74 Pitar del juerte: sufrir tremendo castigo.75 Criando sebo: engordando en la ociosidad.76 Malevos: malechores.77 Refiérese al cuartel que en tiempo de Rosas
existía en dicho lugar.78 Cepiada: castigo del cepo.
70
¡Y qué indios, ni qué servicio;Si allí no había ni cuartel!Nos mandaba el CoronelA trabajar en sus chacras,Y dejábamos las vacasQue las llevara el infiel79.
71
Yo primero sembré trigoY después hice un corral,Corté adobe pa un tapial,Hice un quincho80, corté paja...¡La pucha que se trabajaSin que le larguen un rial81!.
72
Y es lo pior de aquel enriedoQue si uno anda hinchando el lomoSe le apean como un plomo...82
¡Quién aguanta aquel infierno!Si eso es servir al Gobierno,A mi no me gusta el cómo83.
73
Más de un año nos tuvieronEn esos trabajos duros;Y los indios, le asiguro,Dentraban cuando querían:Como no los perseguían,Siempre andaban sin apuro.
79 El infiel: los indios.80 Quincho: pared de paja, retorcida y revocada
con barro.81 Rial o real: moneda de plata de la época.82 Si uno anda haciéndose el malo, lo castigan con
la mayor pena reglamentaria: le aplican todo el rigor de la ley.
83 El cómo: el modo de hacerlo; esa manera de servir.
JoSé HERNáNDEz32
Carlos Pablo Ripamonte, La Despedida, óleo s/tela, 65 x 95 cm, Colección privada
33MARTíN FIERRo
74
A veces decía al volverDel campo la descubierta84
Que estuviéramos alerta,Que andaba adentro la indiada,Porque había una rastrillada85
o estaba una yegua muerta86.
75
Recién entonces salíaLa orden de hacer la riunión,Y cáibamos al cantónEn pelos y hasta enancaos87,Sin armas, cuatro pelaos88
Que íbamos a hacer jabón89.
76
Ahi empezaba el afán–Se entiende, de puro vicio90–De enseñarle el ejercicioA tanto gaucho recluta,Con un estrutor91... ¡que... bruta!Que nunca sabía su oficio..
77
Daban entonces las armasPa defender los cantones,Que eran lanzas y latones92
Con ataduras de tiento...Las de juego no las cuentoPorque no había municiones.84 La descubierta: los exploradores.85 Rastrillada: hilera de rastros o huellas.86 Como los indios se alimentaban con carne caba-
llar, la yegua muerta era una prueba de su paso.87 Enancaos: dos individuos sobre el mismo caba-
llo, uno de ellos en las ancas.88 Pelaos: infelices.89 A hacer jabón: a llevarnos un buen susto.90 De puro vicio: inútilmente.91 Estrutor: instructor.92 Latones: sables.
78
Y un sargento chamuscao93
Me contó que las teníanPero que ellos las vendíanPara cazar avestruces;Y ansí andaban noche y díaDéle bala a los ñanduses.
79
Y cuando se iban los indiosCon lo que habían manotiao94,Salíamos muy apuraosA perseguirlos de atrás;Si no se llevaban másEs porque no habían hallao.
80
Allí, sí, se ven desgraciasY lágrimas y afliciones;Naides le pida perdonesAl indio: pues donde dentra,Roba y mata cuanto encuentraY quema las poblaciones.
81
No salvan de su jurorNi los pobres angelitos;Viejos, mozos y chiquitosLos mata del mesmo modo:Que el indio lo arregla todoCon la lanza y con los gritos.
93 Chamuscao: fogueado, veterano.94 Manotiao: arrebatado, robado.
82
Tiemblan las carnes al verloVolando al viento la cerda95,La rienda en la mano izquierdaY la lanza en la derecha;Ande enderieza abre brecha,Pues no hay lanzazo que pierda.
83
Hace trotiadas tremendasDende el fondo del desierto;Ansí llega medio muertoDe hambre, de sé y de fatiga;Pero el indio es una hormigaQue día y noche está dispierto.
84
Sabe manejar las bolas96
Como naides las maneja;Cuanto el contrario se aleja,Manda una bola perdida97,Y si lo alcanza, sin vidaEs siguro que lo deja.
85
Y el indio es como tortugaDe duro para espichar98;Si lo llega a destriparNi siquiera se le encoge;Luego sus tripas recoge,Y se agacha a disparar.
95 La cerda: los duros cabellos de los indios.96 Bolas: boleadoras.97 Bola perdida: bola de piedra arrojadiza que se
revolea mediante una cuerda.98 Espichar: morir.
86
Hacían el robo a su gustoY después se iban de arriba99;Se llevaban las cautivas,Y nos contaban que a vecesLes descarnaban los pieses100,A las pobrecitas, vivas.
87
¡Ah! ¡si partía el corazónVer tantos males, canejo!Los perseguíamos de lejosSin poder ni galopiar;¡Y qué habíamos de alcanzarEn unos bichocos101 viejos!
88
Nos volvíamos al cantónA las dos o tres jornadas,Sembrando102 las caballadas;Y pa que alguno la venda,Rejuntábamos la haciendaQue habían dejao rezagada.
89
Una vez entre otras muchas,Tanto salir al botón103,Nos pegaron un malón104
Los indios y una lanciada105,Que la gente acobardadaQuedó dende esa ocasión
99 De arriba: sin haberle costado siquiera un susto.100 Los pieses: las plantas de los pies, a fin de que
no pudiesen escapar.101 Bichoco: caballo inútil para el galope.102 Sembrando: perdiendo.103 Al botón: sin ninguna utilidad.104 Malón: correría y asalto de los indios a las
poblaciones de los blancos.105 Nos pegaron una lanziada: nos golpearon de lo
lindo.
JoSé HERNáNDEz34
90
Habían estao escondidosAguaitando106 atrás de un cerro...¡Lo viera a su amigo FierroAflojar como un blandito107!Salieron como maiz frito108
En cuanto sonó un cencerro.
91
Al punto nos dispusimosAunque ellos eran bastantes;La formamos al istanteNuestra gente, que era poca,Y golpiándose en la boca109
Hicieron fila adelante.
92
Se vinieron en tropelHaciendo temblar la tierraNo soy manco pa la guerraPero tuve mi jabón,Pues iba en un redomón110
Que había boleao en la sierra.
93
¡Qué vocerío! ¡Qué barullo!¡Qué apurar esa carrera!La indiada todita enteraDando alaridos cargó,¡Jué pucha!... y ya nos sacóComo yeguada matrera111.106 Aguaitando: acechando, espiando.107 Blandito: cobarde.108 Como maiz frito: ruidosa y atropelladamente.109 Manifestaban los indios su enardecimiento
entrecortando sus alaridos con la repetida apli-cación de la palma de la mano sobre la boca.
110 Redomón: caballo que se utiliza después de doma-do y que al querer servirse de él tiempo después, es de dificilísimo manejo por sus mañas.
111 Nos hizo huir como una manada de yeguas salva-jes.
Eduardo Sívori, Ñandú, óleo s/tabla, 22 x 16 cm,
Colección privada
35MARTíN FIERRo
94
¡Qué fletes112 traiban los bárbaros!¡Como una luz de ligeros!Hicieron el entreveroY en aquella mezcolanza,Este quiero, éste no quiero,Nos escogían con la lanza.
95
Al que le dan un chuzazo113,Dificultoso es que sane,En fin, para no echar panes114,Salimos por esas lomas,Lo mesmo que las palomasAl juir de los gavilanes.
96
¡Es de almirar la destrezaCon que la lanza manejan!De perseguir nunca dejan,Y nos traiban apretaos.¡Si queríamos, de apuraos,Salirnos por las orejas115!
97
Y pa mejor de la fiestaEn esa aflición tan suma,Vino un indio echando espuma,Y con la lanza en la mano,Gritando: «Acabáu cristiano,Metáu el lanza hasta el pluma116.»
112 Fletes: caballos.113 Chuzazo: lanzazo.114 Echar panes: inventar hazañas.115 Salirse por las orejas: huir más aprisa.116 Hasta el pluma: hasta las plumas que adorna-
ban el principio del asta de la lanza.
98
Tendido en el costillar,Cimbrando por sobre el brazoUna lanza como un lazo,Me atropelló dando gritos:Si me descuido... el malditoMe levanta de un lanzazo.
99
Si me atribulo o me encojo,Siguro que no me escapo:Siempre he sido medio117 guapo,Pero en aquella ocasiónMe hacía buya118 el corazónComo la garganta al sapo.
100
Dios le perdone al salvajeLas ganas que me tenía...Desaté las tres marías119
Y lo engatusé a cabriolas...¡Pucha...! si no traigo bolasMe achura120 el indio ese día.
101
Era el hijo de un cacique,Sigún yo lo averigüé;La verdá del caso juéQue me tuvo apuradazo121,Hasta que al fin de un bolazoDel caballo lo bajé.
117 Medio: el gaucho no disimula el concepto con el empleo de este partitivo, cuando hablaba de si mismo. En realidad daba cuenta, en el caso, de todo su valor, mediante ese rasgo de su peculiar modestia.
118 Me hacía buya: me latía con fuerza.119 Las tres marías: las boleadoras.120 Me achura: me mata.121 Apuradazo: en gran aprieto o apuro.
102
Ahi no más me tiré al sueloY lo pisé en las paletas;Empezó a hacer morisquetasY a mezquinar la garganta...Pero yo hice la obra santaDe hacerlo estirar la jeta122.
103
Allí quedó de mojónY en su caballo salté;De la indiada disparé,Pues si me alcanza me mata,Y al fin me les escapéCon el hilo de una pata123.
IV
104
Seguiré esta relación,Aunque pa chorizo es largo:El que pueda hágase cargo Cómo andaría de matrero,Después de salvar el cueroDe aquel trance tan amargo.
105
Del sueldo nada les cuento,Porque andaba disparando;Nosotros de cuando en cuandoSolíamos ladrar de pobres:Nunca llegaban los cobres124
Que se estaban aguardando.
122 Hacerlo estirar la jeta: darle muerte.123 Con el hilo de una pata: con grandes dificultades.124 Los cobres: el escaso dinero que se les adeuda-
ba.
106
Y andábamos de mugrientosQue el mirarnos daba horror;Les juro que era un dolorVer esos hombres, ¡por Cristo!En mi perra vida he vistoUna miseria mayor.
107
Yo no tenía ni camisaNi cosa que se parezca;Mis trapos sólo pa yescaMe podían servir al fin...No hay plaga como un fortín Para que el hombre padezca.
108
Poncho, jergas, el apero,Las prenditas, los botones125,Todo, amigo, en los cantonesJué quedando poco a poco;Ya me tenían medio locoLa pobreza y los ratones.
109
Sólo una manta peludaEra cuanto me quedaba:La había agenciao126 a la taba127
Y ella me tapaba el bulto;Yaguané128 que allí ganaba129
No salía... ni con indulto.
125 Botones: monedas de plata que adornaban el tirador.
126 Agenciao: conseguido, ganado.127 Taba: juego en que se utiliza ese hueso del
vacuno.128 Yaguané: zorrino. Dícese que es de color yagua-
né el vacuno que presenta dos listas blancas en sus costados. Esta última característica la posee el piojo; de ahí que a él se refiere el autor.
129 Ganaba: entraba, se metía.
JoSé HERNáNDEz36
Silvio Rossi, Prisioneros de los indios,
óleo s/tela, 1947, 80 x 94 cm, Museo Histórico José Hernández,
Chacra Pueyrredón
37MARTíN FIERRo
110
Y pa mejor hasta el moroSe me jué de entre las manos;No soy lerdo... pero, hermano,Vino el Comendante un díaDiciendo que lo quería«Pa enseñarle a comer grano130.»
111
Afigúrese cualquieraLa suerte de este su amigo,A pie y mostrando el umbligo,Estropiao, pobre y desnudo;Ni por castigo se pudoHacerse más mal conmigo.
112
Ansí pasaron los meses,Y vino el año siguiente,Y las cosas igualmenteSiguieron del mesmo modo:Adrede parece todoPa atormentar a la gente.
113
No teníamos más permiso,Ni otro alivio la gauchada,Que salir de madrugada,Cuando no había indio ninguno,Campo ajuera a hacer boliadasDesocando131 los reyunos132.
130 A fin de prepararlo para correr carreras, con cuyo objeto había que alimentarlo con maiz, avena, etc.
131 Desocando: deszocando, derrengando.132 Reyunos: caballo sin dueño.
114
Y cáibamos al cantónCon los fletes aplastaos133,Pero a veces medios aviaos134
Con plumas y algunos cueros,Que pronto con el pulperoLos teníamos negociaos.
115
Era un amigo del JefeQue con un boliche135 estaba;Yerba y tabaco nos dabaPor la pluma de avestruz,Y hasta le hacía ver la luz136
Al que un cuero le llevaba.
116
Sólo tenía cuatro frascosY unas barricas vacías,Y a la gente le vendíaTodo cuanto precisaba... Algunos creiban que estabaAllí la proveduría.
117
¡Ah, pulpero137 habilidoso!Nada le solía faltar.¡Ahijuna!, para tragarTenía un buche de ñandú138;La gente le dió en llamar«El boliche de virtú.»
133 Aplastaos: cansados a más no poder.134 Aviaos: provistos.135 Boliche: almacén y despacho de bebidas en la
campaña.136 Hacía ver la luz: daba algún dinero.137 Pulpero: dueño de una pulpería o boliche.138 El ñandú traga cuanto encuentra a su alcance.
118
Aunque es justo que quien vendeAlgún poquito muerda,Tiraba tanto la cuerda Que, con sus cuatro limetas139
El cargaba las carretasDe plumas, cueros y cerda.
119
Nos tenía apuntaos a todos Con más cuentas que un rosario,Cuando se anunció un salarioQue iban a dar, o un socorro140;Pero sabe Dios qué zorroSe lo comió al Comisario;
120
Pues nunca lo vi llegar,Y al cabo de muchos díasEn la mesma pulperíaDieron una güena cuenta140,Que la gente muy contentaDe tan pobre recebía.
121
Sacaron unos sus prendas,Que las tenían empeñadas;Por sus deudas atrasadasDieron otros el dinero;Al fin de fiesta el pulperoSe quedó con la mascada141.
139 Limetas: frascos de bebidas alcohólicas.140 Socorro, güena cuenta: anticipo de parte del
sueldo o salario.141 La mascada: todo.
122
Yo me arrescosté a un horcón142
Dando tiempo a que pagaran,Y poniendo güena caraEstuve haciéndome el poyo143,A esperar que me llamaranPara recebir mi boyo.
123
Pero ahi me pude quedarPegao pa siempre al horcón,Ya era casi la oraciónY ninguno me llamaba;La cosa se me ñublabaY me dentró comezón.
124
Pa sacarme el entripao144
Vi al Mayor, y lo fí a hablar;Yo me lo empecé a atracar145,Y como con poca gana Le dije: «Tal vez mañanaAcabarán de pagar.»
125
«¡Qué mañana ni otro día!»,Al punto me contestó:«La paga ya se acabó;¡Siempre has de ser animal!»Me rai y le dije: «Yo...No he recebido ni un rial.»
142 Horcón: tronco de árbol colocado como poste; su parte superior, que se bifurca en forma de V, recibe el nombre de horqueta.
143 El poyo: el inocente.144 Entripao: descontento, duda.145 Atracar: arrimar.
JoSé HERNáNDEz38
126
Se le pusieron los ojosQue se le querían salir,Y ahi no más volvió a decirComiéndome con la vista:«¿Y qué querés recebir Si no has dentrao en la lista?»
127
«Esto sí que es amolar146,Dije yo pa mis adentros;«Van dos años que me encuentroY hasta aura he visto ni un grullo147;Dentro en todos los barullos Pero en las listas no dentro.»
128
Vide el plaito mal paraoY no quise aguardar más...Es güeno vivir en pazCon quien nos ha de mandar;Y reculando pa atrásMe le empecé a retirar.
129
Supo todo el ComendanteY me llamó al otro día,Diciéndome que quería Aviriguar bien las cosas...Que no era el tiempo de Rosas,Que aura a naides se debía.
146 Amolar: fastidiar.147 Grullo: cobre, moneda.
130
Llamó al cabo y al sargentoY empezó la indagación:Si había venido al cantónEn tal tiempo o en tal otro...Y si había venido en potro,En reyuno o redomón.
131
Y todo era alborotarAl ñudo, y hacer papel148;Conocí que era pastelPa engordar con mi guayaca149;Mas si voy al CoronelMe hacen bramar en la estaca.
132
¡Ah, hijos de una...! ¡la codiciaojala les ruempa el saco!Ni un pedazo de tabacoLe dan al pobre soldao,Y lo tienen, de delgao,Más ligero que un guanaco.
133
Pero qué iba a hacerles yo,Charabón150 en el desierto;Más bien me daba por muertoPa no verme más fundido:Y me les hacía el dormidoAunque soy medio despierto.
148 Hacer papel: perder tiempo en expedientes.149 Pastel pa engordar con mi guayaca: asunto
para aprovechar a costa mía. Guayaca: taba-quera, bolsillo del dinero.
150 Charabón: avestruz jóven.
V
134
Yo andaba desesperao,Aguardando una ocasiónQue los indios un malónNos dieran, y entre el estragoHacérmeles cimarrón151
Y volverme pa mi pago.
135
Aquello no era servicioNi defender la frontera;Aquello era ratoneraEn que sólo gana el juerte:Era jugar a la suerteCon una taba culera152.
136
Allí tuito va al revés;Los milicos153 son los piones,Y andan en las poblacionesEmprestaos pa trabajar;Los rejuntan pa peliarCuando entran indios ladrones.
137
Yo he visto en esa milonga154
Muchos Jefes con estancia,Y piones en abundancia,Y majadas y rodeos;He visto negocios feosA pesar de mi inorancia.
151 Hacérmeles cimarrón: huir de su autoridad.152 Taba culera: la cargada, ocultamente rellena de
plomo de modo que la parte denominada culo caiga siempre hacia arriba.
153 Milico: soldado, miliciano.154 Milonga: cierto baile criollo; su letra y su música.
138
Y colijo que no quierenLa barunda155 componer;Para eso no ha de tener,El Jefe que esté de estable156,Mas que su poncho y su sable,Su caballo y su deber.
139
Ansina, pues, conociendoQue aquel mal no tiene cura,Que tal vez mi sepolturaSi me quedo iba a encontrar,Pensé en mandarme mudar157
Como cosa más sigura.
140
Y pa mejor, una noche¡Qué estaquiada158 me pegaron!Casi me descoyuntaronPor motivo de una gresca:¡Ahijuna, si me estiraronLo mesmo que guasca fresca!
141
Jamás me puedo olvidarLo que esa vez me pasó;Dentrando una noche yoAl fortín, un enganchao,Que estaba medio mamao,Allí me desconoció.
155 Barunda: baraúnda, lío.156 De estable: fijo, permanente.157 Mandarme mudar: irme, desertar.158 Estaquiada: acto de torturar en las estacas.
39MARTíN FIERRo
142
Era un gringo tan bozal159,Que nada se le entendía,¡Quién sabe de ande sería!Tal vez no juera cristiano,Pues lo único que decíaEs que era pa-po-litano.
143
Estaba de centinelaY por causa del peludo160
Verme más claro no pudo,Y esa jué la culpa toda:El bruto se asustó al ñudoY fí el pavo de la boda161.
144
Cuando me vido acercar:«¿Quén vívore...?»162 preguntó;«¿Qué víboras?», dije yo.«¡Ha garto!»163, me pegó el grito,Y yo dije despacito:«¡Más lagarto serás vos!»
145
Ahi no más, ¡Cristo me valga!,Rastrillar164 el jusil siento:Me agaché, y en el momentoEl bruto me largó un chumbo;Mamao, me tiró sin rumbo165,Que si no, no cuento el cuento.
159 Bozal: bruto.160 Peludo: borrachera.161 El pavo de la boda: el que paga las consecuen-
cias.162 ¿Quién vivore?: ¿quién vive?163 ¡Ha garto!: ¡haga alto!164 Rastrillar: preparar el fusil para disparar, montarlo.165 Chumbo: balazo.
Juan Peláez, Milico de campaña,
s/fecha, tinta y acuarela s/cartón, 30 x 20 cm, Colección privada
JoSé HERNáNDEz40
146
Por de contao, con el tiroSe alborotó el avispero;Los oficiales salieronY se empezó la junción;Quedó en su puesto el nación166,Y yo fí al estaquiadero.
147
Entre cuatro bayonetas167
Me tendieron en el suelo;Vino el mayor medio en pedo168
Y allí se puso a gritar:«¡Pícaro, te he de enseñarAndar reclamando sueldos!»
148
De las manos y las patasMe ataron cuatro cinchones169;Les aguanté los tironesSin que ni un ¡ay! se me oyera,Y al gringo la noche enteraLo harté con mis maldiciones.
149
Yo no sé por qué el GobiernoNos manda aquí a la fronteraGringada que ni siquieraSe sabe atracar a un pingo.¡Si crerá al mandar un gringoQue nos manda alguna fiera!
166 Nación: extranjero.167 En caso necesario las bayonetas suplian a las
estacas.168 Medio en pedo: casi borracho.169 Cinchón: correa que sujeta el pellón al recado
o montura y pasa por debajo de la panza de la cabalgadura.
150
No hacen más que dar trabajo,Pues no saben ni ensillar;No sirven ni pa carniar170:Y yo he visto muchas vecesQue ni voltiadas las resesSe les querían arrimar.
151
Y lo pasan sus mercedesLengüetiando pico a pico171,Hasta que viene un milicoA servirles el asao...Y eso sí, en lo delicaos,Parecen hijos de rico.
152
Si hay calor, ya no son gente;Si yela, todos tiritan;Si usté no les da, no pitanPor no gastar en tabaco,Y cuando pescan un naco172
Uno al otro se lo quitan.
153
Cuando llueve se acoquinanComo perro que oye truenos.¡Qué diablos!, sólo son güenosPa vivir entre maricas,Y nunca se andan con chicasPara alzar ponchos ajenos.
170 Carniar: matar y descuartizar las reses.171 Lengüetiando pico a pico: conversando, hablan-
do entre ellos.172 Naco: rollo de hojas de tabaco bien apretadas.
154
Pa vichar173 son como ciegos;No hay ejemplo de que entiendan,Ni hay uno solo que aprienda,Al ver un bulto que cruza,A saber si es avestruza174,o si es jinete, o hacienda.
155
Si salen a perseguir175
Después de mucho aparato,Tuitos se pelan176 al ratoY va quedando el tendal:Esto es como en un nidalEcharle güevos a un gato.
VI
156
Vamos dentrando reciénA la parte más sentida,Aunque es todita mi vidaDe males una cadena:A cada alma doloridaLe gusta cantar sus penas.
157
Se empezó en aquel entoncesA rejuntar caballada,Y riunir la milicadaTeniéndola en el cantón,Para una despedición177
A sorprender a la indiada.173 Vichar: otear, divisar, mirar.174 Es cosa fácil para el gaucho distinguir el macho
de la hembra, aún de lejos.175 Se sobreentiende a los indios.176 Se pelan: las posaderas, por no tener costum-
bre de cabalgar.177 Despedición: expedición.
158
Nos anunciaban que iríamosSin carretas ni bagajesA golpiar a los salvajesEn sus mesmas tolderías178;Que a la güelta pagaríanLicenciándolo al gauchaje;
159
Que en esta despediciónTuviéramos la esperanza;Que iba a venir sin tardanza,Según el Jefe contó,Un menistro o qué sé yo...Que le llamaban don Ganza179;
160
Que iba a riunir el EjércitoY tuitos los batallones,Y que traiba unos cañonesCon más rayas que un cotín180;¡Pucha!... Las conversacionesPor allá no tenían fin.
178 Toldería: conjunto de toldos que forman las poblaciones de los indios.
179 Era entonces ministro de Guerra el coronel Martín de Gainza.
180 Cotín: se refiere a que eran cañones con el ánima rayada, como el género de este nombre.
41MARTíN FIERRo
Silvio Rossi, Fierro estaquiado, óleo s/tela, 1947, 80 x 94 cm,
Museo Histórico José Hernández, Chacra Pueyrredón
JoSé HERNáNDEz42
161
Pero esas trampas no enriedanA los zorros de mi laya;Que esa Ganza181 venga o vaya,Poco le importa a un matrero.Yo también deje las rayas...182
En los libros del pulpero.
162
Nunca juí gaucho dormido;Siempre pronto, siempre listo,Yo soy un hombre, ¡qué Cristo!,Que nada me ha acobardao,Y siempre salí paraoEn los trances que me he visto.
163
Dende chiquito ganéLa vida con mi trabajo,Y aunque siempre estuve abajoY no sé lo que es subirTambién el mucho sufrirSuele cansarnos, ¡barajo!
164
En medio de mi inoranciaConozco que nada valgo:Soy la liebre o soy el galgoAsigún los tiempos andan;Pero también los que mandanDebieran cuidarnos algo.
181 Juego de la palabra ganza, hembra del ganzo, y Gainza, el nombrado ministro.
182 Son las rayas, tarjas o muescas el medio de llevar sus cuentas la gente analfabeta. Las tarjas se hacían en palos, o en las jambas de la puerta, y las rayas en la pared o en un papel. Se refiere el gaucho a las anotaciones del pulpero en sus libros.
165
Una noche que riunidosEstaban en la carpetaEmpinando una limeta183
El Jefe y el Juez de Paz,Yo no quise aguardar más,Y me hice humo en un sotreta.
166
Me parece el campo oréganoDende que libre me veo;Donde me lleva el deseoAllí mis pasos dirijo,Y hasta en las sombras de fijoQue adonde quiera rumbeo.
167
Entro y salgo del peligroSin que me espante el estrago,No aflojo al primer amagoNi jamás fí gaucho lerdo:Soy pa rumbiar como el cerdo,Y pronto caí a mi pago.
168
Volvía al cabo de tres añosDe tanto sufrir al ñudoResertor, pobre y desnudo,A procurar suerte nueva;Y lo mesmo que el peludo184
Enderecé pa mi cueva.
183 Empinando una limeta: bebiendo de un frasco.184 Peludo: armadillo sudamericano de pequeño
tamaño.
169
No hallé ni rastro del rancho:¡Sólo estaba la tapera!¡Por Cristo, si aquello eraPa enlutar el corazón!¡Yo juré en esa ocasiónSer más malo que una fiera!
170
¡Quién no sentirá lo mesmoCuando ansí padece tanto!Puedo asigurar que el llantoComo una mujer largué:¡Ay, mi Dios: si me quedéMás triste que Jueves Santo!
171
Sólo se oiban los aullidosDe un gato que se salvó;El pobre se guarecióCerca, en una vizcachera:Venía como si supieraQue estaba de güelta yo.
172
Al dirme dejé la haciendaQue era todito mi haber;Pronto debíamos volver,Sigún el Juez prometía,Y hasta entonces cuidaríaDe los bienes, la mujer.. . . . . . . . . . . . . . . . . .185
185 Esta línea de puntos, que por figurar en el original se conserva en esta edición, indica solamente una transición en el relato.
173
Después me contó un vecinoQue el campo se lo pidieron;La hacienda se la vendieronPa pagar arrendamientos,Y qué sé yó cuántos cuentos;Pero todo lo fundieron.
174
Los pobrecitos muchachos,Entre tantas afliciones,Se conchabaron de piones;¡Mas qué iban a trabajar,Si eran como los pichonesSin acabar de emplumar!
175
Por ahi andarán sufriendoDe nuestra suerte el rigor:Me han contao que el mayorNunca dejaba a su hermano;Puede ser que algún cristianoLos recoja por favor.
176
¡Y la pobre mi mujer,Dios sabe cuánto sufrió!Me dicen que se volóCon no sé qué gavilán:Sin duda a buscar el panQue no podía darle yo.
43MARTíN FIERRo
177
No es raro que a uno le falteLo que a algún otro le sobreSi no le quedó ni un cobre186
Sino de hijos un enjambre.¿Qué más iba a hacer la pobrePara no morirse de hambre?
178
¡Tal vez no te vuelva a ver,Prenda de mi corazón!Dios te dé su proteciónYa que no me la dió a mí,Y a mis hijos dende aquíLes hecho mi bendición.
179
Como hijitos de la cuna187
Andarán por ahi sin madre;Ya se quedaron sin padre,Y ansí la suerte los dejaSin naides que los protejaY sin perro que les ladre.
180
Los pobrecitos tal vezNo tengan ande abrigarse,Ni ramada188 ande ganarse189,Ni rincón ande meterse,Ni camisa que ponerse,Ni poncho con que taparse.
186 Cobre: moneda de uno o de dos centavos.187 Cuna: casa de expósitos, inclusa.188 Ramada: abrigo consistente en un techo de
ramaje sostenido por horcones o postes.189 Ganarse: guarecerse.
Juan Peláez, De vuelta al pago,
tinta y acuarela s/cartón 30 x 20 cm, Colección privada
JoSé HERNáNDEz44
181
Tal vez los verán sufrirSin tenerles compasión;Puede que alguna ocasión,Aunque los vean tiritando,Los echen de algún jogónPa que no estén estorbando.
182
Y al verse ansina espantaos190
Como se espanta a los perros,Irán los hijos de Fierro,Con la cola entre las piernas,A buscar almas más tiernaso esconderse en algún cerro.
183
Mas también en este juegoVoy a pedir mi bolada191;A naides le debo nada,Ni pido cuartel ni doy:Y ninguno dende hoyHa de llevarme en la armada192.
184
Yo he sido manso primero,Y seré gaucho matrero;En mi triste circunstancia,Aunque es mi mal tan projundo,Nací y me he criado en estancia.Pero ya conozco el mundo.
190 Espantaos: arrojados, echados.191 Pedir la bolada: meterse resueltamente en un
asunto.192 La armada del lazo es la lazada corrediza que
se hace con la argolla. Por referencia a ella, se dice “llevar a uno en la armada”, en el sentido de arrastrarlo a hacer lo que se pretende por medio del engaño.
185
Ya les conozco sus mañas,Le conozco sus cucañas193;Sé cómo hacen la partida,La enriedan y la manejan;Deshaceré la madejaAunque me cueste la vida.
186
Y aguante el que no se animeA meterse en tanto engorroo si no aprétese el gorro194
Y para otra tierra emigre;Pero yo ando como el tigreQue le roban los cachorros.
187
Aunque muchos cren que el gauchoTiene alma de reyuno,No se encontrará a ningunoQue no lo dueblen las penas;Mas no debe aflojar unoMientras hay sangre en las venas.
VII
188
De carta de más me vía195
Sin saber a dónde dirme196;Mas dijeron que era vagoY entraron a perseguirme.
193 Cucañas: acciones basadas en la mala fe.194 Aprétese el gorro: huya sin perder tiempo.195 De carta de más me vía: sabía que allí estaba de
más.196 Dirme: por irme.
189
Nunca se achican los males,Van poco a poco creciendo,Y ansina me vide prontoobligado a andar juyendo.
190
No tenía mujer ni ranchoY a más, era resertor;No tenía una prenda güenaNi un peso en el tirador197.
191
A mis hijos infelicesPensé volverlos a hallar,Y andaba de un lao al otroSin tener ni qué pitar.
192
Supe una vez por desgraciaQue había un baile por allí,Y medio desesperaoA ver la milonga fuí.
193
Riunidos al pericónTantos amigos hallé,Que alegre de verme entre ellosEsa noche me apedé198.
197 Tirador: cinto de cuero, ancho y con bolsillos, a veces enriquecido con monedas varias y abro-chado con un cierre grande de plata, llamado rastra.
198 Me apedé: me embriagué.
194
Como nunca, en la ocasiónPor peliar me dió la tranca199.Y la emprendí con un negroQue trujo una negra en ancas.
195
Al ver llegar la morena,Que no hacía caso de naides,Le dije con la mamúa199:«Va...ca...yendo gente al baile.»
196
La negra entendió la cosaY no tardó en contestarme,Mirándome como a un perro:«Mas vaca será su madre.»
197
Y dentró al baile muy tiesaCon más cola que una zorra,Haciendo blanquiar los dientesLo mesmo que mazamorra200.
198
«¡Negra linda!»... dije yo.«Me gusta... pa la carona201»;Y me puse a champurriar Esta coplita fregona202:
199 Tranca y mamúa: borrachera200 Mazamorra: comida muy apreciada en el campo
argentino que se hace con maiz blanco, pisado, y leche.
201 Carona: pedazo de cuero que se interpone entre la montura y las jergas. Formaba parte del lecho del gaucho; de ahí su picaresca alusión.
202 Fregona: zumbona, burlona.
45MARTíN FIERRo
199
«A los blancos hizo Dios,A los mulatos San Pedro,A los negros hizo el diabloPara tizón del infierno.»
200
Había estao juntando rabiaEl moreno dende ajuera;En lo escuro le brillabanLos ojos como linterna.
201
Lo conocí retobao203,Me acerqué y le dije presto:«Po...r...rudo204 que un hombre seaNunca se enoja por esto.»
202
Corcovió el de los tamangos205
Y creyéndose muy fijo206:«¡Mas porrudo serás vos,Gaucho rotoso!», me dijo.
203
Y ya se me vino al humo207
Como a buscarme la hebra208,Y un golpe le acomodéCon el porrón de giñebra209.
203 Retobao: enojado.204 Nótese el doble sentido, en que puede tomarse.
Por rudo, por torpe o tosco, y porrudo, que tiene porra, motoso, greñudo.
205 Tamangos: calzado tosco usado por los negros.206 Fijo: seguro de sí mismo, confiado en su valor207 Se me vino al humo: se me echó encima al instante.208 Buscarle la hebra: hallas el modo de castigarlo,
herirlo o matarlo con más facilidad.209 Giñebra: ginebra.
204
Ahi nomás pegó el de hollínMás gruñidos que un chanchito,Y pelando210 el envenao211
Me atropelló dando gritos.
205
Pegué un grito y abrí cancha212
Diciéndoles: «Caballeros,Dejen venir ese toro.Solo nací... solo muero.»
206
El negro, después del golpe,Se había el poncho refalao213
Y dijo: «Vas a saberSi es solo o acompañao.»
207
Y mientras se arremangó,Yo me saqué las espuelas,Pues malicié que aquel tíoNo era de arriar con las riendas214.
208
No hay cosa como el peligroPa refrescar un mamao215;Hasta la vista se aclaraPor mucho que haiga chupao216.
210 Pelando: desenvainando, sacando.211 Envenao: cuchillo cuyo cabo se reforazaba con
tira frescas de verga, que apretaban mucho al secarse.
212 Abri cancha: despejé algún espacio.213 Se había el poncho refalao: se había sacado el
poncho, con el que se envolvió el brazo izquier-do para detener así los ataques del contrario.
214 No era de arriar con las riendas: era bravo y duro de pelar.
215 Mamao: ebrio, borracho.216 Chupao, bebido, tomado.
209
El negro me atropellóComo a quererme comer217;Me hizo dos tiros seguidosY los dos le abarajé218.
210
Yo tenía un facon con S219,Que era de lima de acero220;Le hice un tiro, lo quitóY vino ciego el moreno;
211
Y en el medio de las aspas221
Un planazo222 le asenté,Que lo largué culebriandoLo mesmo que buscapié223.
212
Le coloriaron las motasCon la sangre de la herida,Y volvió a venir juriosoComo una tigra parida.
213
Y ya me hizo relumbrarPor los ojos el cuchillo,Alcanzando con la puntaA cortarme en un carrillo.
217 Como a quererme comer: con ganas.218 Abarajé: atajé, paré.219 Un facón con S: puñal muy largo, con gavilanes
en forma de esa letra.220 De lima de acero: construído con una lima de
ese metal.221 En el medio de las aspas o de las astas o cuer-
nos: en medio de la frente.222 Planazo: golpe descargado con el costado del facón.223 Es decir, tambaleándose y haciendo eses, como
borracho.
214
Me hirvió la sangre en las venasY me le afirmé al moreno,Dándole de punta y hacha224
Pa dejar un diablo menos.
215
Por fin en una topada225
En el cuchillo lo alcé,Y como un saco de güesosContra un cerco lo largué.
216
Tiró unas cuantas patadasY ya cantó pal carnero226:Nunca me puedo olvidarDe la agonía de aquel negro.
217
En esto la negra vinoCon los ojos como ají227
Y empezó la pobre allíA bramar como una loba.Yo quise darle una sobaA ver si la hacía callar,Mas pude reflesionarQue era malo en aquel punto,Y por respeto al dijuntoNo la quise castigar.
224 De punta y hacha: a estocadas y mandobles o tajos.225 Topada: ataque, encuentro.226 Cantó pa el carnero: murió.227 Con los ojos como ají: colorados.
JoSé HERNáNDEz46
Silvio Rossi, Fierro mamao, óleo s/tela, 1947, 80 x 94 cm,
Museo Histórico José Hernández, Chacra Pueyrredón
47MARTíN FIERRo
218
Limpié el facón en los pastos,Desaté mi redomón,Monté despacio y salíAl tranco228 pa el cañadón229.
219
Después supe que al finaoNi siquiera lo velaron,Y retobao230 en un cuero,Sin rezarle lo enterraron.
220
Y dicen que dende entonces,Cuando es la noche serenaSuele verse una luz mala231
Como de alma que anda en pena.
221
Yo tengo intención a veces,Para que no pene tanto,De sacar de allí los güesosY echarlos al camposanto.
228 Al tranco: lentamente.229 Cañadón: faja de terreno bajo en medio de dos
lomas.230 Retobao en un cuero: envuelto o metido en el
cuero no curtido de un animal.231 Luz mala: mito que consiste en la aparición
nocturna de una luz brillante que flota a poca altura.
VIII
222
otra vez en un boliche232
Estaba haciendo la tarde233;Cayó un gaucho que hacía alardeDe guapo y de peliador;A la llegada metióEl pingo hasta la ramada,Y yo sin decirle nadaMe quedé en el mostrador.
223
Era un terne234 de aquel pago235
Que naides lo reprendía,Que sus enriedos236 teníaCon el señor Comendante;Y como era protegido,Andaba muy entonao237,Y a cualquiera desgraciaoLo llevaba por delante238.
224
¡Ah pobre! si él mismo creibaQue la vida le sobraba;Ninguno diría que andabaAguaitándolo la muerte.Pero ansí pasa en el mundo,Es ansí la triste vida:Pa todos está escondidaLa güena o la mala suerte.
232 Boliche: almacén y despacho de bebidas en la campaña. Hoy se aplica a cualquier comercio pequeño o mal dispuesto.
233 Haciendo la tarde: tomando unos mates.234 Terne: matón, pendenciero.235 Pago: lugar.236 Enriedos: enjuagues, negocios turbios.237 Entonao: pagado de sí mismo.238 Llevaba por delante: atropellaba.
225
Se tiró al suelo239; al dentrarLe dió un empeyón a un vasco,Y me alargó un medio frascoDiciendo: «Beba, cuñao.»«Por su hermana», contesté,«Que por la mía no hay cuidao.»
226
«¡Ah, gaucho!», me respondió;«¿De qué pago será crioyo?¿Lo andará buscando el hoyo240?¿Deberá tener güen cuero241?Pero ande bala este toroNo bala ningún ternero.»
227
Y ya salimos trenzaosPorque el hombre no era lerdo,Mas como el tino no pierdo,Y soy medio ligerón242,Le dejé mostrando el sebo243
De un revés con el facón.
228
Y como con la justiciaNo andaba bien por allí,Cuanto pataliar lo vi,Y el pulpero pegó el grito,Ya pa el palenque salíComo haciéndome chiquito244.
239 Se tiro al suelo: bajó del caballo.240 Hoyo: sepultura, tumba, la muerte.241 Tener güen cuero: ser valiente.242 Medio ligerón: bastante rápido.243 Sebo: la grasa, tejido adiposo.244 Haciéndome chiquito: achicándome, agachán-
dome.
229
Monté y me encomendé a Dios,Rumbiando para otro pago,Que el gaucho que llaman vagoNo puede tener querencia245,Y ansí de estrago en estragoVive llorando la ausencia.
230
El anda siempre juyendo,Siempre pobre y perseguido,No tiene cueva ni nidoComo si juera maldito;Porque el ser gaucho... ¡barajo!,El ser gaucho es un delito.
231
Es como el patrio de posta246;Lo larga éste, aquél lo toma,Nunca se acaba la broma;Dende chico se pareceAl arbolito que creceDesamparao en la loma.
232
Le echan la agua del bautismoAquél que nació en la selva;«Buscá madre que te envuelva»,Le dice el flaire247 y lo larga.Y dentra248 a cruzar el mundoComo burro con la carga.
245 Querencia: vivienda o domicilio fijo.246 Patrio de posta: el patrio era el caballo mostren-
co, que, por lo tanto, pertenecía al estado, o a la patria, de ahí su nombre, como el de reyuno, es decir, del rey. Se le empleaba generalmente en las mensajerías y diligencias (postas); el mal trato que se les daba era proverbial.
247 Flaire: fraile, cura.248 Dentra: empieza.
JoSé HERNáNDEz48
233
Y se cría viviendo al vientoComo oveja sin trasquila249;Mientras su padre en las filasAnda sirviendo al Gobierno,Aunque tirite en invierno,Naides lo ampara ni asila.
234
Le llaman «gaucho mamao»Si lo pillan divertido250,Y que es mal entretenidoSi en un baile lo sorprienden;Hace mal si se defiendeY si no, se ve... fundido.
235
No tiene hijos, ni mujer,Ni amigos ni protetores,Pues todos son sus señoresSin que ninguno lo ampare:Tiene la suerte del güey,¿Y dónde irá el güey que no are?
236
Su casa es el pajonal,Su guarida es el desierto;Y si de hambre medio muertoLe echa el lazo a algún mamón251,Lo persiguen como a plaito252,Porque es un gaucho ladrón.
249 Oveja sin trasquila: oveja que nadie cuida ni esquila.
250 Divertido: alegre, algo bebido.251 Mamón: vacuno que aún mama.252 Como a plaito: con el mismo empeño con que
los abogados sin clientela tratan o buscan un pleito.
237
Y si de un golpe por ahiLo dan güelta panza arriba,No hay un alma compasivaQue le rece una oración;Tal vez como cimarrón253
En una cueva lo tiran.
238
El nada gana en la pazY es el primero en la guerra;No le perdonan si yerra,Que no saben perdonar,Porque el gaucho en esta tierraSólo sirve pa votar.
239
Para él son los calabozos,Para él las duras prisiones,En su boca no hay razonesAunque la razón le sobre;Que son campanas de paloLas razones de los pobres254.
240
Si uno aguanta, es gaucho bruto;Si no aguanta es gaucho malo.¡Déle azote, déle palo,Porque es lo que él necesita!De todo el que nació gauchoEsta es la suerte maldita.
253 Cimarrón: perro salvaje.254 No son oídos los argumentos o las razones que
expone el pobre.
241
Vamos suerte, vamos juntosDende que juntos nacimos;Y ya que juntos vivimosSin podernos dividir...Yo abriré con mi cuchilloEl camino pa seguir.
IX
242
Matreriando255 lo pasabaY a las casas256 no venía;Solía arrimarme de día,Mas, lo mesmo que el carancho257,Siempre estaba sobre el ranchoEspiando a la polecía.
243
Viva el gaucho que ande mal,Como zorro perseguido,Hasta que al menor descuidoSe lo atarasquen258 los perros,Pues nunca le falta un yerroAl hombre más alvertido.
244
Y en esa hora de la tardeEn que tuito se adormece,Que el mundo dentrar parece A vivir en pura calma, Con las tristezas del almaAl pajonal enderiece.
255 Matreriando: viviendo como matrero.256 A las casas: a mi rancho, a mi casa.257 El carancho vigila desde lo más alto del árbol en
que se posa.258 Atarasquen: le den de tarascones.
245
Bala el tierno corderitoAl lao de la blanca oveja,Y a la vaca que se alejaLlama el ternero amarrao;Pero el gaucho desgraciaoNo tiene a quien dar su queja.
246
Ansí es que al venir la nocheIba a buscar mi guarida,Pues ande el tigre se anidaTambién el hombre lo pasa,Y no quería que en las casasMe rodiara la partida259.
247
Pues aun cuando vengan ellosCumpliendo con su deberes,Yo tengo otros pareceres,Y en esa conduta vivo:Que no debe un gaucho altivoPeliar entre las mujeres.
248
Y al campo me iba solito,Más matrero que el venao260,Como perro abandonaoA buscar una tapera,o en alguna vizcacheraPasar la noche tirao.
259 Partida: comisión policial.260 Venao: el ciervo o venado de la pampa anda
siempre solitario.
49MARTíN FIERRo
249
Sin punto ni rumbo fijoEn aquella inmensidá,Entre tanta escuridáAnda el gaucho como duende;Allí jamás lo sorpriendeDormido, la autoridá.
250
Su esperanza es el coraje,Su guardia es la precaución,Su pingo es la salvación,Y pasa uno en su desvelo,Sin más amparo que el cieloNi otro amigo que el facón.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
251
Ansí me hallaba una nocheContemplando las estrechas,Que le parecen más bellasCuanto uno es más desgraciao,Y que Dios las haiga criaoPara consolarse en ellas.
252
Les tiene el hombre cariñoY siempre con alegríaVe salir las Tres Marías;Que si llueve, cuanto escampa,Las estrellas son la guíaQue el gaucho tiene en la pampa.
253
Aqui no valen dotores,Sólo vale la esperencia;Aquí verían su inocenciaEsos que todo lo saben,Porque esto tiene otra llaveY el gaucho tiene su cencia.
254
Es triste en medio del campoPasarse noches enterasContemplando en sus carrerasLas estrellas que Dios cría,Sin tener más compañíaQue su delito y las fieras.
255
Me encontraba como digo,En aquella soledá,Entre tanta escuridá,Echando al viento mis quejas,Cuando el grito del chajá261
Me hizo parar las orejas262.
256
Como lumbriz me peguéAl suelo para escuchar263;Pronto sentí retumbarLas pisadas de los fletes,Y que eran muchos jinetesConocí sin vacilar.
261 Chajá: ave que tiene su nombre del grito que lanza al menor ruido que percibe.
262 Parar las orejas: escuchar atentamente.263 El gaucho, como el indio, pegaba su oído a
tierra, pues en ella repercute a lo lejos el ruido del galope.
257
Cuando el hombre está en peligroNo debe tener confianza;Ansí tendido de panzaPuse toda mi atención,Y ya escuche sin tardanzaComo el ruido de un latón.
258
Se venían tan calladitosQue yo me puse en cuidao;Tal vez me hubieran bombiao264
Y me venían a buscar;Mas no quise disparar,Que eso es de gaucho morao265.
259
Al punto me santigüéY eché de giñebra un taco266;Lo mesmito que el matacoM e arroyé con el porrón267;«Si han de darme pa tabaco268»,Dije, «ésta es güena ocasión».
260
Me refalé las espuelas,Para no peliar con grillos;Me arremangué el calzoncillo269,Y me ajusté bien la faja,Y en una mata de pajaProbé el filo del cuchillo.264 Bombiao: descubierto.265 Morao: flojo, pusilánime, cobarde.266 Taco: trago.267 Arrojé el porrón, como el mataco, especie de ar-
madillo, deja su presa para ponerse en situación de defensa cuando se encuentra en peligro.
268 Si han de darme pa tabaco: si me van a maltra-tar, a zurrar.
269 El ancho y adornado calzoncillo del gaucho llegaba hasta los tobillos; de ahí la precaución de arremangárselo para no enredarse o pisarlo.
261
Para tenerlo a la manoEl flete en el pasto até270,La cincha le acomodé,Y, en un trance como aquél,Haciendo espaldas en élQuietito los aguardé.
262
Cuando cerca los sentí,Y que ahi no más se pararon,Los pelos se me erizaronY, aunque nada vían mis ojos,«No se han de morir de antojo271»,Les dije, cuando llegaron.
263
Yo quise hacerles saberQue allí se hallaba un varón;Les conocí la intenciónY solamente por esoEs que les gané el tirón272,Sin aguardar voz de preso273.
270 Para no perder tiempo en desatarlo, si era necesario huir, pues bastaba con dar un tirón.
271 No se han de morir de antojo: no se van a quedar con las ganas.
272 Ganar al tirón: pegar, atacar o hacer cualquier cosa antes que los demás.
273 Voz de preso: intimación de dejarse prender.
JoSé HERNáNDEz50
264
«Vos sos un gaucho matrero»Dijo uno, haciéndose el güeno274.«Vos mataste un morenoY otro en una pulpería,Y aquí está la polecíaQue viene a ajustar tus cuentas;Te va alzar por las cuarenta275
Si te resistís hoy día.»
265
«No me vengan», contesté,«Con relación de dijuntos;Esos son otros asuntos;Vean si me pueden llevar,Que yo no me he de entregar,Aunque vengan todos juntos.»
266
Pero no aguardaron másY se apiaron en montón;Como a perro cimarrónMe rodiaron entre tantos;Ya me encomendé a los Santos,Y eché mano a mi facón.
274 Haciéndose el güeno: compadreando, dándose-las de guapo.
275 Alzar por las cuarenta: lance ganador de cierto juego de naipes. El sentido de la expresión aquí empleada es: Vas a salir perdiendo.
267
Y ya vide el fogonazoDe un tiro de garabina276,Mas quiso la suerte indinaDe aquel maula277, que me errase,Y ahi no más lo levantaseLo mesmo que una sardina278.
268
A otro que estaba apuraoAcomodando una bola,Le hice una dentrada279 solaY le hice sentir el fierro,Y ya salió como el perroCuando le pisan la cola.
269
Era tanta la afliciónY la angurria280 que tenían,Que tuitos se me venían,Donde yo los esperaba;Uno al otro se estorbabaY con las ganas no vían.
270
Dos de ellos que traiban sablesMás garifos281 y resueltos,En las hilachas envueltosEnfrente se me pararon,Y a un tiempo me atropellaronLo mesmo que perros sueltos.
276 Garabina: carabina.277 Maula: cobarde. El gaucho tenía por cobarde el
uso de armas de fuego.278 Lo mesmo que una sardina: con la punta del
cuchillo.279 Dentrada: entrada, arremetida, ataque, acometida.280 Angurria: ansia, avidez.281 Garifos: orondos, presumidos.
271
Me fuí reculando en falsoY el poncho adelante eché,Y en cuanto le puso el pieUno medio chapetón282,De pronto le di un tirónY de espaldas lo largué
272
Al verse sin compañeroEl otro se sofrenó283;Entonces le dentré yo,Sin dejarlo resollar,Pero ya empezó a aflojarY a la pu...n...ta disparó.
273
Uno que en una tacuaraHabía atao una tijera,Se vino como si jueraPalenque de atar terneros284,Pero en dos tiros certerosSalió aullando campo ajuera.
274
Por suerte en aquel momentoVenía coloriando el albaY yo dije: «Si me salvaLa Virgen en este apuro,En adelante le juroSer más güeno que una malva285.»
282 Chapetón: poco ducho, inexperto.283 Se sofrenó: paró o detuvo de golpe, brusca-
mente.284 Como si yo fuera incapaz de moverme o defen-
derme.285 Alude a las propiedades medicinales de la malva.
275
Pegué un brinco y entre todosSin miedo me entreveré;Hecho ovillo286 me quedéY ya me cargó una yunta,Y por el suelo la puntaDe mi facón les jugué287.
276
El más engolosinaoSe me apió288 con un hachazo;Se lo quité con el brazo;De no, me mata los piojos;Y antes de que diera un pasoLe eché tierra en los dos ojos.
277
Y mientras se sacudíaRefregándose la vista289,Yo me le fuí como lista290
Y ahi no más me le afirmé,Diciéndole: «Dios te asista»,Y de un revés lo voltié.
278
Pero en ese punto mesmoSentí que por las costillasUn sable me hacía cosquillasY la sangre se me heló;Dende ese momento yoMe salí de mis casillas.
286 Hecho ovillo: encogido y en guardia.287 Desmenuzando con ella la tierra para arrojársela
luego a los ojos.288 Se me apió: me descargo.289 La vista: los ojos.290 Como lista: a fondo.
51MARTíN FIERRo
Silvio Rossi, Desafiando la partida,
óleo s/tela, 1947, 80 x 94 cm, Museo Histórico José Hernández,
Chacra Pueyrredón
JoSé HERNáNDEz52
279
Di para atrás unos pasosHasta que pude hacer pie;Por delante me lo echéDe punta y tajos a un criollo;Metió la pata en un hoyo,Y yo al hoyo291 lo mandé.
280
Tal vez en el corazónLe tocó un Santo benditoA un gaucho, que pegó el gritoY dijo: «¡Cruz no consienteQue se cometa el delitoDe matar ansí a un valiente!»
281
Y ahi no más se me aparió292,Dentrándole a la partida;Yo les hice otra embestidaPues entre dos era robo293;Y el Cruz era como loboQue defiende su guarida.
282
Uno despachó al infiernoDe dos que lo atropellaron;Los demás remoliniaron,Pues íbamos a la fija294,Y a poco andar dispararon Lo mesmo que sabandija.
291 Juego de palabras con el doble sentido de la palabra hoyo; en el segundo caso, la sepultura.
292 Se me aparió: se me puso al lado.293 Era robo: era demasiado fácil.294 A la fija: sobre seguro.
283
Ahi quedaron largo a largo Los que estiraron la jeta;otro iba como maleta295,Y Cruz de atrás les decía:«Que venga otra polecíaA llevarlos en carreta.»
284
Yo junté las osamentas,Me hinqué y les recé un Bendito296,Hice una cruz de un palito Y pedí a mi Dios clementeMe perdonara el delitoDe haber muerto tanta gente.
285
Dejamos amotonaosA los pobres que murieron;No sé si los recogieron,Porque nos fimos a un rancho,o si tal vez los caranchosAhi no más se los comieron.
286
Lo agarramos mano a manoEntre los dos al porrón:En semejante ocasiónUn trago a cualquiera encanta;Y Cruz no era remolónNi pijotiaba297 garganta.
295 Como maleta: tan malherido que iba echado sobre el caballo.
296 En Bendito: la oración que empieza con esa palabra.
297 Pijotiaba: mezquinaba.
287
Calentamos los garguerosY nos largamos muy tiesos298,Siguiendo siempre los besosAl pichel299, y por más señas,Ibamos como cigüeñasEstirando los pescuezos300.
288
«Yo me voy», le dije, «amigo,Donde la suerte me lleve,Y si es que alguno se atreve,A ponerse en mi camino,Yo seguiré mi destino,Que el hombre hace lo que debe.
289
»Soy un gaucho desgraciao,No tengo donde ampararme,Ni un palo donde rascarme,Ni un árbol que me cubije;Pero ni aun esto me afligePorque yo se manejarme.
290
»Antes de cair al servicio,Tenía familia y hacienda;Cuando volví, ni la prenda301
Me la habían dejao ya.Dios sabe en lo que vendráA parar esta contienda.»
298 Muy tiesos: muy campantes.299 Besos al pichel: reiterados tragos del frasco.300 Es decir desviando la cabeza para mirar en
todas direcciones para ver si alguien los perse-guía.
301 La prenda: la mujer, la compañera.
X
C R U z302
291
–Amigazo, pa sufrirHan nacido los varones;Estas son las ocasionesDe mostrarse un hombre juerte,Hasta que venga la muerteY lo agarre a coscorrones.
292
El andar tan despilchao303
Ningún mérito me quita;Sin ser un alma benditaMe duelo del mal ajeno:Soy un pastel con relleno Que parece torta frita304.
293
Tampoco me faltan malesY desgracias, le prevengo;También mis desdichas tengo,Aunque esto poco me aflige:Yo sé hacerme el chango rengo305
Cuando la cosa lo esige.
302 El gaucho Cruz comienza a cantar, respondien-do a Fierro, y sigue hasta el canto XIII.
303 Despilchao: sin pilchas o con ellas en mal estado.304 A pesar de mi humilde aspecto soy hombre que
valgo.305 Hacerme el chancho rengo: disimular, pasar por
un pobre diablo.
53MARTíN FIERRo
Silvio Rossi, Cruz y Fierro, óleo s/tela, 1947, 80 x 94 cm,
Museo Histórico José Hernández, Chacra Pueyrredón
JoSé HERNáNDEz54
294
Y con algunos ardiles306
Voy viviendo, aunque rotoso;A veces me hago el sarnosoY no tengo ni un granito,Pero al chifle307 voy ganosoComo panzón al maiz frito308.
295
A mí no me matan penasMientras tenga el cuero sano;Venga el sol en el verano Y la escarcha en el invierno;Si este mundo es un infierno¿Por qué afligirse el cristiano?
296
Hagámosle cara fieraA los males, compañero,Porque el zorro más matreroSuele cair como un chorlito309;Viene por un corderitoY en la estaca310 deja el cuero.
297
Hoy tenemos que sufrirMales que no tienen nombre,Pero esto a nadies lo asombrePorque ansina es el pastel,Y tiene que dar el hombreMás güeltas que un carretel.
306 Ardiles: ardides, mañas.307 Chifle: recipiente para agua o aguardiente fabri-
cado con un cuero de buey.308 Maíz frito: también llámase pororó.309 Chorlito: pájaro confiado que se atrapa con
cierta facilidad.310 En la estaca: en la trampa, pues el lazo que lo
apresaba se hallaba atado en una estaca. Un cordero solía servir de cebo para atraer al zorro.
298
Yo nunca me he de entregarA los brazos de la muerte;Arrastro mi triste suertePaso a paso y como pueda,Que donde el débil se quedaSe suele escapar el juerte.
299
Y ricuerde cada cualLo que cada cual sufrió,Que lo que es, amigo, yo,Hago ansí la cuenta mía:Ya lo pasado pasó;Mañana será otro día.
300
Yo también tuve una pilcha311
Que me enllenó el corazón,Y si en aquella ocasiónAlguien me hubiera buscao,Siguro que me había hallaoMás prendido que un botón.
301
En la güeya del quererNo hay animal que se pierda...Las mujeres no son lerdas,Y todo gaucho es dotorSi pa cantarle al amorTiene que templar las cuerdas.
311 Pilcha o prenda: es decir la mujer con quien se vive.
302
¡Quién es de una alma tan duraQue no quiera una mujer!Lo alivia en su padecer:Si no sale calaveraEs la mejor compañeraQue el hombre puede tener.
303
Si es güena, no lo abandonaCuando lo ve desgraciao,Lo asiste con su cuidao,Y con afán cariñoso,Y usté tal vez ni un rebozo312
Ni una pollera le ha dao.
304
¡Grandemente313 lo pasabaCon aquella prenda mía,Viviendo con alegríaComo la mosca en la miel!¡Amigo, qué tiempo aquél!¡La pucha, que la quería!
305
Era la águila que a un árbolDende las nubes bajó;Era más linda que el albaCuando va rayando el sol;Era la flor deliciosaQue entre el trebolar creció.
312 Rebozo: manto que cubría la cabeza y el busto.313 Grandemente: contento y feliz.
306
Pero, amigo, el ComendanteQue mandaba la milicia,Como que no desperdicia314
Se fué refalando315 a casa;Yo le conocí en la trazaQue el hombre traiba malicia.
307
El me daba voz de amigo,Pero no le tenía fe;Era el jefe, y ya se ve,No podía competir yo;En mi rancho se pegóLo mesmo que un saguaipé316.
308
A poco andar, conocíQue ya me había desbancao317,Y él siempre muy entonao,Aunque sin darme ni un cobre,Me tenía de lao a laoComo encomienda de pobre.
309
A cada rato, de chasque318
Me hacía dir a gran distancia;Ya me mandaba a una estancia,Ya al pueblo, ya a la frontera;Pero él en la comendanciaNo ponía los pies siquiera.
314 Como que no desperdicia: sin perder ocasión.315 Refalando: allegando con disimulo, poco a
poco.316 Sanguaipé: sanguijuela, en guaraní.317 Desbancao: suplantado.318 Chasque o chasqui: mensajero.
55MARTíN FIERRo
310
Es triste a no poder másEl hombre en su padecer,Si no tiene una mujerQue lo ampare y lo consuele:Mas pa que otro se la pele319
Lo mejor es no tener.
311
No me gusta que otro galloLe cacaree a mi gallina;Yo andaba ya con la espina,Hasta que en una ocasiónLo pillé junto al jogónAbrazándome a la china.
312
Tenía el viejito una caraDe ternero mal lamido320,Y al verle tan atrevidoLe dije: «¡Que le aproveche!...Que había sido pa el amorComo guacho321 pa la leche.»
319 Se la pele: se la saque, se la robe.320 Cara de ternero mal lamido: cara de barbas
revueltas y no peinadas.321 Guacho: mamón que queda sin madre o al que
se la quitan y que, por lo tanto, anhela la leche materna.
313
Peló322 la espada y se vinoComo a quererme ensartar,Pero yo sin tutubiar Le volví al punto a decir:«¡Cuidado!, no te vas a pér...tigo323;Poné cuarta pa salir324.»
314
Un puntazo me largó,Pero el cuerpo le saqué,Y en cuanto se lo quité,Para no matar un viejo,Con cuidao, medio de lejosUn palazo le asenté325.
315
Y como nunca al que mandaLe falta algún adulón,Uno que en esa ocasiónSe encontraba allí presente,Vino apretando los dientesComo perrito mamón.
316
Me hizo un tiro de revuélver326
Que el hombre creyó siguro;Era confiao y le juroQue cerquita se arrimaba,Pero siempre en un apuro Se desentumen mis tabas327.322 Peló: desenvainó, sacó.323 No te vas a pér...tigo: el empleo de esa palabra
se explica por la intención picaresca, pues el gaucho quiso decirle “no te vas a peer”...; para disimular agregó las otras dos sílabas tras la pausa de los puntos suspensivos, queriendo significar con ello que le hacía falta ayuda.
324 Salir: salir del atolladero.325 Asenté: pagué, di.326 Revuélver: revolver.327 Se desentumen mis tabas: tengo mucha agilidad.
317
El me siguió menudiando328
Mas sin poderme acertar,Y yo, déle culebriar329,Hasta que al fin le dentré330
Y ahi no más lo despaché331
Sin dejarlo resollar.
318
Dentré a campiar332 en seguidaAl viejito enamorao...El pobre se había ganao333
En un noque de lejía334.¡Quién sabe cómo estaríaDel susto que había llevao!
319
¡Es zonzo el cristiano machoCuando el amor lo domina!El la miraba a la indina,Y una cosa tan jediondaSentí yo, que ni en la fondaHe visto tal jedentina
328 Menudiando: disparando tiros sin escatimar municiones.
329 Déle culebriar: esquivando continuamente.330 Le dentré: me tiré a fondo.331 Lo despaché: lo maté, lo mandé al otro mundo.332 Campiar: buscar.333 Ganao: guarecido, escondido.334 Noque de lejía: recipiente de cuero en que se
trata la lejía, o sea la ceniza del arbusto llamado jume.
320
Y le dije: «Pa su agüela Han de ser esas perdices335.»Yo me tapé las narices,Y me salí esternudando,Y el viejo quedó olfatiandoComo chico con lumbrices.
321
Cuando la mula recula,Señal que quiere cociar,Ansí se suele portarAunque ella lo disimula;Recula como la mulaLa mujer, para olvidar.
322
Alcé mis ponchos y mis prendas336
Y me largué a padecerPor culpa de una mujerQue quiso engañar a dos;Al rancho le dije adiós,Para nunca más volver.
323
Las mujeres, dende entonces,Conocí a todas en una;Ya no he de probar fortunaCon carta tan conocida:Mujer y perra parida337,¡No se me acerca ninguna!
335 Perdices: el mal olor resultante de peer y lo demás.
336 Prendas o pilchas: las prendas de vestir y el apero.
337 Por lo traicionera que suele ser en esa ocasión.
JoSé HERNáNDEz56
Silvio Rossi, Cruz en el baile, óleo s/tela, 1947, 80 x 94 cm,
Museo Histórico José Hernández, Chacra Pueyrredón
57MARTíN FIERRo
XI
324
A otros les brotan las coplasComo agua de manantial;Pues a mí me pasa igual:Aunque las mías nada valen,De la boca se me salen Como ovejas del corral.
325
Que en puertiando338 la primera,Ya la siguen los demás,Y en montones las de atrásContra los palos339 se estrellan,Y saltan y se atropellanSin que se corten jamás340.
326
Y anunque yo por mi inoranciaCon gran trabajo me esplico,Cuando llego a abrir el pico,Téngalo por cosa cierta,Sale un verso y en la puertaYa asoma el otro el hocico.
327
Y emprésteme su atención;Me oirá relatar las penasDe que traigo la alma llena;Porque en toda circustancia,Paga el gaucho su inoranciaCon la sangre de sus venas.
338 En puertiando: al salir por la puerta.339 Palos: los travesaños paralelos de la puerta del
corral de ovejas.340 Sin que se corten: sin separarse.
328
Después de aquella desgraciaMe refugié en los pajales341;Anduve entre los cardalesComo bicho sin guarida;Pero, amigo, es esa vidaComo vida de animales.
329
Y son tantas las miseriasEn que me he sabido ver,Que con tanto padecerY sufrir tanta aflición,Malicio que he de tenerUn callo en el corazón.
330
Ansí andaba como guachoCuando pasa el temporal342;Supe una vez por mi malDe una milonga que había,Y ya pa la pulperíaEnderecé mi bagual343.
331
Era la casa del baile Un rancho de mala muerte344,Y se enllenó de tal suerteQue andábamos a empujones:Nunca faltan encontronesCuando un pobre se divierte.
341 Pajales: pajonales.342 Como guacho cuando pasa el temporal: vagan-
do, sin saber a dónde ir.343 Bagual: caballo en este caso.344 De mala muerte: misarable, sórdido.
332
Yo tenía unas medias botas345
Con tamaños verdugones346;Me pusieron los talonesCon crestas como gallos:¡Si viera mis aflicionesPensando yo que eran callos!
333
Con gato347 y con fandanguilloHabía empezado el changango348,Y para ver el fandango349
Me colé haciéndome bola350,Mas metió el diablo la cola,Y todo se volvió pango351.
334
Había sido el guitarreroUn gaucho duro de boca352:Yo tengo paciencia pocaPa aguantar cuando no debo;A ninguno me le atrevo,Pero me halla el que me toca.
335
A bailar un pericónCon una moza salí,Y cuanto me vido allíSin duda me conoció;Y estas coplitas cantó Como por rairse de mí:345 Medias botas: botas cuya caña llega a media
pantorrilla.346 Con verdugones: llenos de desigualdades, y no
lisas en su interior.347 Gato: danza gauchesca.348 Changango: diversión, fiesta, baile.349 Fandango: algazara, jarana.350 Haciéndome bola: el chico, el inocente.351 Pango: lío, bochinche.352 Duro de boca, provocador: dícese también del
caballo poco dócil al llamado de la rienda.
336
«Las mujeres son todasComo las mulas;Yo no digo que todas,Pero hay algunasQue a las aves que vuelan Les sacan plumas.
337
»Hay gauchos que presumenDe tener damas;No digo que presumen,Pero se alaban,Y a lo mejor los dejan Tocando tablas353.»
338
Se secretiaron354 las hembras,Y yo ya me encocoré355;Volié la anca356 y le grité:«¡Dejá de cantar... chicharra!»Y de un tajo a la guitarraTuitas las cuerdas corté.
339
Al punto salió de adentroUn gringo con un jusil;Pero nunca he sido vil,Poco el peligro me espanta;Yo me refalé la manta357
Y la eché sobre el candil.
353 Tocando tablas: sin un centavo.354 Secretiaron: hablaron en secreto, al oido.355 Encocoré: enojé.356 Volié la anca: me di vuelta para encararme con
él. La expresión tiene su origen en el acto de pasar la pierna sobre el anca del caballo para apearse de él.
357 Manta: poncho que no tiene boca.
JoSé HERNáNDEz58
Eduardo Sívori, Agüaytando, s/fecha, 30 x 45 cm, gouache s/papel, Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti
59MARTíN FIERRo
340
Gané en seguida la puertaGritando: «¡Nadies me ataje!»Y alborotado el hembraje,Lo que todo quedó escuro,Empezó a verse en apuroMesturao358 con el gauchaje.
341
El primero que salióFué el cantor, y se me vino;Pero yo no pierdo el tinoAunque haiga tomao un trago,Y hay algunos por mi pagoQue me tienen por ladino359.
342
No ha de haber achocao360 otro:Le salió cara la broma;A su amigo cuando tomaSe le despeja el sentido,Y el pobrecito había sidoComo carne de paloma361.
343
Para prestar un socorroLas mujeres no son lerdas:Antes que la sangre pierdaLo arrimaron a unas pipas;Ahi lo dejé con las tripasComo pa que hiciera cuerdas.
358 Mesturao: mezclado.359 Ladino: hábil, diestro.360 Achocao: provocado.361 Como carne de paloma: flojo.
344
Monté y me largé a los camposMás libre que el pensamiento,Como las nubes al viento A vivir sin paradero,Que no tiene el que es matreroNido, ni rancho, ni asiento.
345
No hay juerza contra el destinoQue le ha señalao el Cielo,Y aunque no tenga consuelo,¡Aguante el que está en trabajo!¡Naides se rasca pa abajo,Ni se lonjea contra el pelo362!
346
Con el gaucho desgraciaoNo hay uno que no se entone363
¡La menor falta lo esponeA andar con los avestruces364
Faltan otros con más lucesY siempre hay quien los perdone365.
XII
347
Yo no sé qué tantos mesesEsta vida me duró;A veces nos obligóLa miseria a comer potro:Me había acompañao con otrosTan desgraciaos como yo.362 Estos dos versos refuerzan la idea de los cuatro
que preceden: No se pueden romper las leyes establecidas, hay que tener paciencia cuando le toca a uno sufrir.
363 Entone: envalentone.364 A andar con los avestruces: huyendo, matrereando.365 Otros menos ignorantes delinquen, pero a ésos
los disculpan.
348
Mas ¿para qué platicarSobre esos males, canejo?Nace el gaucho y se hace viejo,Sin que mejore su suerte,Hasta que por ahi la muerte Sale a cobrarle el pellejo
349
Pero como no hay desgraciaQue no acabe alguna vez,Me aconteció que despuésDe sufrir tanto rigor,Un amigo, por favor,Me compuso con el Juez.
350
Le alvertiré que en mi pagoYa no va quedando un criollo:Se los ha tragao el hoyo,o juído o muerto en la guerra;Porque, amigo, en esta tierra Nunca se acaba el embrollo.
351Colijo que jué por esoQue me llamó el Juez un día,Y me dijo que queríaHacerme a su lao venir,Y que dentrase a servirDe soldao de polecía.
352Y me largó una proclamaTratándome de valiente;Que yo era un hombre decente,Y que dende aquel momentoMe nombraba de sargentoPa que mandara la gente.
353
Ansí estuve en la partida,Pero ¿qué había de mandar?Anoche al irlo a tomarVide güena coyontura,Y a mí no me gusta andarCon la lata366 a la cintura.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .367
354
Ya conoce, pues, quién soy;Tenga confianza conmigo:Cruz le dió mano de amigo,Y no lo ha de abandonar;Juntos podemos buscarPa los dos un mesmo abrigo.
355
Andaremos de matrerosSi es preciso pa salvar;Nunca nos ha de faltarNi un güen pingo pa juir,Ni un pajal ande dormir,Ni un matambre que ensartar.
366 Lata: sable.367 Los puntos suspensivos, aunque innecesarios,
se conservan siempre, por hallarse en el original.
JoSé HERNáNDEz60
Ceferino Carnacini, La tranquera, óleo s/hardboard, 60 x 80 cm, Colección privada.
61MARTíN FIERRo
356
Y cuando sin trapo algunoNos haiga el tiempo dejao,Yo le pediré emprestaoEl cuero a cualquiera lobo,Y hago un poncho, si lo sobo,Mejor que poncho engomao.
357
Para mí la cola es pechoY el espinazo es cadera368
Hago mi nido ande quieraY de lo que encuentro como;Me echo tierra sobre el lomo369
Y me apeo en cualquier tranquera.
358
Y dejo rodar la bola,Que algún día se ha de parar...Tiene el gaucho que aguantarHasta que lo trague el hoyo,o hasta que venga algún criollo370
En esta tierra a mandar.
359
Lo miran al pobre gauchoComo carne de cogote371:Lo tratan al estricote372
Y si ansí las cosas andan,Porque quieren los que mandan,Aguantemos los azotes.
368 Con cualquier cosa me conformo; todo es bueno para mi.
369 Me echo tierra sobre el lomo: aguanto cualquier cosa.
370 Un gobernante criollo, es decir, noble, bueno, generoso.
371 Carne de cogote: la que menos vale del vacuno.372 Al estricote: con desprecio.
360
¡Pucha! si usté los oyera,Como yo en una ocasiónTuita la conversaciónQue con otro tuvo el Juez;Le asiguro que esa vezSe me achicó el corazón.
361
Hablaban de hacerse ricosCon campos en las fronteras,De sacarla más ajuera,Donde había campos baldidos373
Y llevar de los partidosGente que la defendiera.
362
Todos se güelven proyetosDe colonias y carriles,Y tirar la plata a milesEn los gringos enganchaos,Mientras al pobre soldaoLe pelan la chaucha...374 ¡ah, viles!
363
Pero si siguen las cosasComo van hasta el presente,Puede ser que redepente375
Veamos el campo disierto,Y blanquiando solamenteLos güesos de los que han muerto.
373 Baldidos: baldios.374 Le pelan la chaucha: lo dejan en la miseria.375 Redepente: de repente.
364
Hace mucho que sufrimosLa suerte reculativa376:Trabaja el gaucho y no arriba377,Porque a lo mejor del caso,Lo levantan de un sogazoSin dejarle ni saliva.
365
De los males que sufrimosHablan mucho los puebleros,Pero hacen como los teros378
Para esconder sus niditos:En un lao pegan los gritosY en otro tienen los güevos.
366
Y se hacen los que no aciertanA dar con la coyuntura:Mientras al gaucho lo apuraCon rigor la autoridá,Ellos a la enfermedadLe están errando la cura379.
376 Suerte reculativa: mala suerte.377 No arriba: no prospera, no llega a mejorar.378 Tero: ave zancuda que habita en las orillas de
las lagunas.379 Hernández satiriza contra los legisladores, a
quienes señala con el nombre de puebleros, los que hablaban mucho de los males que aqueja-ban a los pobladores de la campaña, pero que, quizá por conveniencia propia, no buscaban remedio a tales calamidades.
XIII
MARTIN FIERRo380
367
–Ya veo que somos los dosAstillas del mesmo palo:Yo paso por gaucho maloY usté anda del mesmo modo;Y yo, pa acabarlo todo,A los indios me refalo381.
368
Pido perdón a mi DiosQue tantos bienes me hizo,Pero dende que es precisoQue viva entre los infeles,Yo seré cruel con los crueles:Ansí mi suerte lo quiso.
369
Dios formó lindas las flores,Delicadas como son;Les dió toda perfeción Y cuanto él era capaz, Pero al hombre le dió másCuando le dio el corazón.
370
Le dió claridad a la luz,Juerza en su carrera al viento,Le dió vida y movimientoDende la águila al gusano;Pero más le dio al cristianoAl darle el entendimiento.
380 Vuelve a cantar Martín Fierro.381 Me refalo: me marcho, me voy.
JoSé HERNáNDEz62
Eduardo Sívori, Rejuntando la novillada, s/fecha, 20 x 30 cm, gouache s/papel, Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti
63MARTíN FIERRo
371
Y aunque a las aves les dió,Con otras cosas que inoro,Esos piquitos como oroY un plumaje como tabla382 Le dió al hombre más tesoro Al darle una lengua que habla.
372
Y dende que dió a las fieras Esa juria tan inmensa,Que no hay poder que las venzaNi nada que las asombre,¿Qué menos le daría al hombreQue el valor pa su defensa?
373
Pero tantos bienes juntosAl darle, malicio383 yoQue en sus adentros pensóQue el hombre los precisabaQue los bienes igualabaCon las penas que le dió.
374
Y yo empujao por las míasQuiero salir de este infierno:Ya no soy pichón muy tiernoY sé manejar la lanza,Y hasta los indios no alcanzaLa facultá del Gobierno
382 Como tabla: lleno de colorido como un cuadro.383 Malicio: sospecho, pienso, me imagino.
375
Yo sé que allá los caciquesAmparan a los cristianos,Y que los tratan de «hermanos»Cuando se van por su gusto.¡A qué andar pasando sustos...!Alcemos el poncho y vamos.
376
En la cruzada hay peligros,Pero ni aun esto me aterra:Yo ruedo sobre la tierraArrastrao por mi destino;Y si erramos el camino...No es el primero que lo erra.
377
Si hemos de salvar o no,De esto naides nos responde;Derecho ande el sol se escondeTierra adentro hay que tirar;Algún día hemos de llegar...Después sabremos a dónde.
378
No hemos de perder el rumbo:Los dos somos güena yunta.El que es gaucho ve ande apunta384
Aunque inore ande se encuentra;Pa el lao en que el sol se dentraDueblan los pastos la punta.
384 Apunta: a donde se dirige, a donde pensó ir.
379
De hambre no pereceremos,Pues, sigún otros me han dicho,En los campos se hallan bichosDe los que uno necesita...Gamas385, matacos, mulitas386
Avestruces y quirquinchos.
380
Cuando se anda en el desiertoSe come uno hasta las colas;Lo han cruzao mujeres solasLlegando al fin con salú,Y ha de ser gaucho387 el ñandúQue se escape de mis bolas.
381
Tampoco a la sé le temo;Yo la aguanto muy contento;Busco agua olfatiando el vientoY, dende que no soy manco,Ande hay duraznillo blanco388
Cavo, y la saco al momento.
382
Allá habrá siguridáYa que aquí no la tenemos;Menos males pasaremosY ha de haber grande alegríaEl día que nos descolguemos389
En alguna toldería.
385 Gama: la hembra del venado o gamo.386 Mulita: otra especie de armadillo o quirquincho.387 Gaucho: vivo, hábil.388 El duraznillo blanco crece en los lugares donde
el agua se halla casi a flor de tierra.389 Nos descolguemos: lleguemos de modo inespe-
rado.
383
Fabricaremos un toldo,Como lo hacen tantos otros,Con unos cueros de potro,Que sea sala y sea cocina.¡Tal vez no falte una chinaQue se apiade de nosotros!
384
Allá no hay que trabajar,Vive uno como un señor;De cuando en cuando un malón,Y si de él sale con vida,Lo pasa echao panza arribaMirando dar güelta el sol.
385
Y ya que a juerza de golpesLa suerte nos dejó a flus390
Puede que allá veamos luzY se acaben nuestras penas:Todas las tierras son güenas;Vamosnós, amigo Cruz.
386
El que maneja las bolas,El que sabe echar un pialY sentársele a un bagualSin miedo de que lo baje,Entre los mesmos salvajesNo puede pasarlo mal.
390 A flus: en situación muy difícil.
JoSé HERNáNDEz64
387
El amor como la guerraLo hace el criollo con canciones;A más de eso en los malonesPodemos aviarnos de algo;En fin amigo, yo salgoDe estas pelegrinaciones391.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
388
En este punto el cantorBuscó un porrón pa consuelo,Echó un trago como un cielo,Dando fin a su argumento;Y de un golpe el istrumentoLo hizo astillas contra el suelo.
389
–Ruempo –dijo–, la guitarra,Pa no volverme a tentar;Ninguno la ha de tocar,Por siguro tengaló;Pues naides ha de cantarCuando este gaucho cantó.–
390
Y daré fin a mis coplasCon aire de relación392;Nunca falta un preguntónMás curioso que mujer,Y tal vez quiera saberComo jué la conclusión.
391 Pelegrinaciones: malandanzas, vida aporreada.392 Aire de relación: en forma de narración o relato.
391
Cruz y Fierro de una estanciaUna tropilla se arriaron;Por delante se la echaronComo criollos entendidos,Y pronto sin ser sentidosPor la frontera cruzaron.
392
Y cuando la habían pasao,Una madrugada claraLe dijo Cruz que miraraLas últimas poblaciones,Y a Fierro dos lagrimonesLe rodaron por la cara.
393
Y siguiendo el fiel del rumbo393
Se entraron en el desierto,No sé si los habrán muertoEn alguna correría,Pero espero que algún díaSabré de ellos algo cierto.
394
Y ya con estas noticiasMi relación acabé;Por ser ciertas las conté,Todas la desgracias dichas:Es un telar de desdichas394
Cada gaucho que usté ve.
393 El fiel del rumbo: la dirección señalada.394 Telar de desdichas: un conjunto de desdichas
entrelazadas.
395
Pero ponga su esperanzaEn el Dios que lo formó;Y aquí me despido yoQue he relatao a mi modoMales que conocen todos,Pero que naides cantó.
67MARTíN FIERRo
La Vuelta de Martin Fierro395
I
396
Atención pido al silencioY silencio a la atención,Que voy en esta ocasión,Si me ayuda la memoria,A mostrarles que a mi historiaLe faltaba lo mejor.
397
Viene uno como dormidoCuando vuelve del desierto;Veré si a esplicarme aciertoEntre gente tan bizarraY si al sentir la guitarraDe mi sueño me despierto.
398
Siento que mi pecho tiembla,Que se turba mi razón,Y de la vigüela al sonImploro a la alma de un sabioQue venga a mover mi labioY alentar mi corazón
395 Reiteramos que éste título sólo indica que comienza a cantar el propio Martín Fierro.
399
Si no llego a treinta y unaDe fijo en treinta me planto396,Y esta confianza adelantoPorque recibí en mí mismo,Con el agua del bautismo,La facultá para el canto.
400
Tanto el pobre como el ricoLa razón me la han de dar;Y si llegan a escucharLo que esplicaré a mi modo,Digo que no han de rair todos:Algunos han de llorar.
401
Mucho tiene que contarEl que tuvo que sufrir,Y empezaré por pedirNo duden de cuanto digo;Pues debe crerse al testigoSi no pagan por mentir.
396 Alusión al juego de naipes denominado la treinta y una.
402
Gracias le doy a la Virgen,Gracias le doy al Señor,Porque entre tanto rigorY habiendo perdido tanto,No perdí mi amor al cantoNi mi voz como cantor.
403
Que cante todo vivienteotorgó el Eterno Padre;Cante todo el que le cuadreComo lo hacemos los dosPues sólo no tiene vozEl ser que no tiene sangre.
404
Canta el pueblero... y es pueta;Canta el gaucho... y, ¡ay Jesús!,Lo miran como avestruz397,Su inorancia los asombra;Mas siempre sirven las sombrasPara distinguir la luz.
397 Lo miran como avestruz: lo toman por tonto.
405
El campo es del inorante,El pueblo del hombre estruido;Yo que en el campo he nacidoDigo que mis cantos sonPara los unos... sonidos,Y para otros... intención.
406
Yo he conocido cantoresQue era un gusto el escuchar;Mas no quieren opinarY se divierten cantando;Pero yo canto opinando,Que es mi modo de cantar.
407
El que va por esta sendaCuanto sabe desembucha398,Y aunque mi cencia no es mucha,Esto en mi favor previene;Yo sé el corazón que tieneEl que con gusto me escucha.
398 Desembucha: dice.
JoSé HERNáNDEz68
408
Lo que pinta este pincelNi el tiempo lo ha de borrar;Ninguno se ha de animarA corregirme la plana;No pinta quien tiene ganaSino quien sabe pintar.
409
Y no piensen los oyentesQue del saber hago alarde;He conocido aunque tarde,Sin haberme arrepentido,Que es pecado cometidoEl decir ciertas verdades.
410
Pero voy en mi caminoY nada me ladiará399;He de decir la verdá;De naides soy adulón;Aquí no hay imitación;Esta es pura realidá400.
411
Y el que me quiera enmendarMucho tiene que saber;Tiene mucho que aprenderEl que me sepa escuchar;Tiene mucho que rumiarEl que me quiera entender.
399 Me ladiará: me hará torcer el rumbo; me hará cambiar.
400 No hay falsía, es verdad pura.
412
Más que yo y cuantos me oigan,Más que las cosas que tratan,Más que los que ellos relatan,Mis cantos han de durar;Mucho ha habido que mascarPara echar esta bravata.
413
Brotan quejas de mi pecho,Brota un lamento sentido;Y es tanto lo que he sufridoY males de tal tamañoQue reto a todos los añosA que traigan el olvido.
414
Ya verán si me despiertoCómo se compone el baile;Y no se sorprenda naidesSi mayor fuego me anima;Porque quiero alzar la primaComo pa tocar al aire401.
415
Y con la cuerda tiranteDende que ese tono elija,Yo no he de aflojar manija402
Mientras que la voz no pierda,Si no se corta la cuerdao no cede la clavija.
401 Subir el tono estirando esa cuerda, para tocarla no apretándola contra los trastes de la guitarra.
402 Aflojar manijita: ceder.
416
Aunque rompí el estrumentoPor no volverme a tentar,Tengo tanto que contarY cosas de tal calibre,Que Dios quiera que se libre403
El que me enseñó a templar.
417
De naides sigo el ejemplo,Naide a dirigirme viene;Yo digo cuanto conviene,Y el que en tal güeya se planta,Debe cantar, cuando canta,Con toda la voz que tiene404.
418
He visto rodar la bolaY no se quiere parar;Al fin de tanto rodarMe he decidido a venirA ver si puedo vivirY me dejan trabajar.
419
Sé dirigir la mancera405
Y también echar un pial;Sé correr en un rodeo,Trabajar en un corral;Me sé sentar en un pértigo406
Lo mesmo que en un bagual
403 Que se libre: que se salve.404 Con toda la voz que tiene: el que adopta esa
posición o partido debe decir todas las verda-des.
405 Mancera: parte posterior del arado con la que se lo dirije.
406 Pértigo: en la carreta, la lanza o vara a que se uncen los bueyes y sobre la cual se sienta el carretero, a la altura del yugo.
420
Y enpriéstenme su atenciónSi ansí me quieren honrar;De no, tendré que callar,Pues el pájaro cantorJamás se para a cantarEn árbol que no da flor
421
Hay trapitos que golpiar407
Y de aquí no me levanto;Escúchenme cuando cantoSi quieren que desembuche:Tengo que decirles tantoQue les mando que me escuchen.
422
Déjenme tomar un trago:Estas son otras cuarenta408
Mi garganta está sedienta,Y de esto no me abochorno,Pues el viejo, como el horno,Por la boca se calienta.
II
423
Triste suena mi guitarraY el asunto lo requiere;Ninguno alegrías espereSino sentidos lamentosDe aquel que en duros tormentosNace, crece, vive y muere.
407 Hay trapitos que golpiar: hay cosas que censu-rar.
408 Alusión al canto de las cuarenta en varios jue-gos de naipes, que se logra con la posesión del rey y el caballo del triunfo.
69MARTíN FIERRo
Silvio Rossi, Rumbeando a la toldería,
óleo s/tela, 1947, 80 x 94 cm, Museo Histórico José Hernández,
Chacra Pueyrredón
JoSé HERNáNDEz70
424
Es triste dejar sus pagosY largarse a tierra ajenaLlevandose la alma llenaDe tormentos y dolores;Mas nos llevan los rigoresComo el pampero409 a la arena;
425
Irse a cruzar el desiertoLo mesmo que un forajido,Dejando aquí en el olvido,Como dejamos nosotros,Su mujer en brazos de otroY sus hijitos perdidos.
426
¡Cuántas veces al cruzarEn esa inmensa llanura,Al verse en tal desventuraY tan lejos de los suyos,Se tira uno entre los yuyos410
A llorar con amargura!
427
En la orilla de un arroyoSolitario lo pasaba,En mil cosas cavilabaY, a una güelta repentina,Se me hacía ver a mi chinao escuchar que me llamaba.
409 Pampero: viento seco procedente de la región argentina denominada La pampa.
410 Yuyos: hierbas.
428
Y las aguas serenitasBebe el pingo trago a trago,Mientras sin ningún halagoPasa uno hasta sin comer,Por pensar en su mujer,En sus hijos y en su pago.
429
Recordarán que con CruzPara el desierto tiramos411;En la pampa nos entramos,Cayendo, por fin del viaje,A unos toldos de salvajes,Los primeros que encontramos.
430
La desgracia nos seguía:Llegamos en mal momento;Estaban de parlamentoTratando de una invasiónY el indio en tal ocasiónRecela hasta de su aliento.
431
Se armó un tremendo alborotoCuando nos vieron llegar;No podíamos aplacarTan peligroso hervidero;Nos tomaron por bomberos412
Y nos quisieron lanciar.
411 Tiramos: nos encaminamos.412 Bomberos: espías.
432
Nos quitaron los caballosA los muy pocos minutos;Estaban irresolutos;¡Quién sabe qué pretendían!Por los ojos nos metíanLas lanzas aquellos brutos.
433
Y déle en su lengüeteoHacer gestos y cabriolas;Uno desató las bolasY se nos vino enseguida:Ya no créiamos con vidaSalvar ni por carambola.
434
Allá no hay misericordiaNi esperanza que tener;El indio es de parecerQue siempre matar se debe,Pues la sangre que no bebeLe gusta verla correr413.
435
Cruz se dispuso a morirPeliando y me convidó.«Aguantemos», dije yo,«El fuego hasta que nos queme.»Menos los peligros temeQuien más veces lo venció.
413 El indio saciaba su sed bebiendo en la herida de la sangre de la res, acabada de degollar.
436
Se debe ser más prudente Cuando el peligro es mayor;Siempre se salva mejorAndando con alvertencia414,Porque no está la prudenciaReñida con el valor.
437
Vino al fin el lenguaraz415
Como a trairnos el perdón;Nos dijo: «La salvaciónSe la deben a un cacique;Me manda que les espliqueQue se trata de un malón.
438
»Les ha dicho a los demásQue ustedes quedan cautivosPor si cain algunos vivosEn poder de los cristianos,Rescatar a sus hermanosCon estos dos fugitivos.»
439
Volvieron al parlamentoA tratar de sus alianzas,o tal vez de las matanzas,Y, conforme les detallo,Hicieron cerco a caballoRecostándose en las lanzas.
414 Con alvertencia: con cuidado, con precaución.415 Lenguaraz: intérprete.
71MARTíN FIERRo
440
Dentra al centro un indio viejoY allí a lengüetiar416 se larga;¡Quién sabe qué les encarga!Pero toda la riuniónLo escuchó con atenciónLo menos tres horas largas.
441
Pegó al fin tres alaridosY ya principia otra danza;Para mostrar su pujanzaY dar pruebas de jinete,Dió riendas rayando el flete417
Y revoliando la lanza.
442
Recorre luego la fila,Frente a cada indio se para,Lo amenaza cara a caraY, en su juria, aquel malditoAcompaña con su gritoEl cimbrar de la tacuara418.
443
Se vuelve aquello un incendioMás feo que la mesma guerra:Entre una nube de tierraSe hizo allí una mezcolanzaDe potros, indios y lanzas,Con alaridos que aterran.
416 Lengüetiar: Perorar.417 Rayando el flete: frenando de golpe el caballo
lanzado al galope, cuyas patas, al resbalar, trazan surcos en el suelo.
418 Tacuara: lanza; así llamada por su mango, una caña de ese nombre.
444
Parece un baile de fieras,Sigún yo me lo imagino;Era inmenso el remolino,Las voces aterradoras;Hasta que al fin de dos horasSe aplacó aquel torbellino.
445
De noche formaban cercoY en el centro nos ponían;Para mostrar que queríanQuitarnos toda esperanza,ocho o diez filas de lanzas419
Alrededor nos hacían.
446
Allí estaban vigilantesCuidándonos a porfía;Cuando roncar parecían«Huincá», gritaba cualquiera,Y toda la fila entera«Huincá», «huincá», repetía.
447
Pero el indio es dormilónY tiene un sueño projundo;Es roncador sin segundoY en tal confianza es su vida,Que ronca a pata tendidaAunque se de güelta el mundo.
419 Lanzas: indios combatientes; guerreros.
448
Nos aviriguaban todoComo aquel que se previene,Porque siempre les convieneSaber las juerzas que andan,Dónde están, quiénes las mandan,Qué caballos y armas tienen.
449
A cada respuesta nuestraUno hace una esclamación,Y luego en continuaciónAquellos indios feroces,Cientos y cientos de vocesRepiten al mesmo son.
450
Y aquella voz de un solo,Que empieza por un gruñido,Llega hasta ser alaridoDe toda la muchedumbre,Y ansí alquieren la costumbreDe pegar esos bramidos.
III
451
De ese modo nos hallamosEmpeñaos en la partida;No hay que darla por perdidaPor dura que sea la suerte,Ni que pensar en la muerte,Sino en soportar la vida.
452
Se endurece el corazón,No teme peligro alguno;Por encontrarlo oportunoAllí juramos los dos:Respetar tan sólo a Dios;De Dios abajo, a ninguno.
453
El mal es árbol que creceY que cortado retoña;La gente esperta o bisoñaSufre de infinitos modos;La tierra es madre de todos,Pero también da ponzoña.
454
Mas todo varón prudenteSufre tranquilo sus males;Yo siempre los hallo igualesEn cualquier senda que elijo;La desgracia tiene hijos,Aunque ella no tiene madre.
455
Y al que le toca la herencia,Donde quiera halla su ruina:Lo que la suerte destinaNo puede el hombre evitar,Porque el cardo ha de pincharEs que nace con espinas.
JoSé HERNáNDEz72
456
Es el destino del pobreUn continuo zafarrancho420,Y pasa como el carancho,Porque el mal nunca se sacia,Si el viento de la desgraciaVuela las pajas del rancho.
457
Mas quien manda los pesaresManda también el consuelo:La luz que baja del cieloAlumbra al más encumbrao,Y hasta el pelo más delgaoHace su sombra en el suelo421.
458
Pero por más que uno sufraUn rigor que lo atormente,No debe bajar la frenteNunca, por ningún motivo:El álamo es más altivoY gime constantemente.. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
459
El indio pasa la vidaRobando o echao de panza;La única ley es la lanzaA que se ha de someter:Lo que le falta en saberLo suple con descondianza.
420 Zafarrancho: combate.421 Significa este refrán que todo tiene importancia
en la vida.
460
Fuera cosa de engarzarloA un indio caritativo:Es duro con el cautivo,Le dan un trato horroroso;Es astuto y receloso,Es audaz y vengativo.
461
No hay que pedirle favorNi que aguardar tolerancia;Movidos por su inoranciaY de puro desconfiaos,Nos pusieron separaosBajo sutil vigilancia.
462
No pude tener con CruzNinguna conversación:No nos daban ocasión,Nos trataban como ajenos422
Como dos años, lo menos,Duró esta separación.
463
Relatar nuestras penuriasFuera alargar el asunto.Les diré sobre este puntoQue a los dos años reciénNos hizo el cacique el bienDe dejarnos vivir juntos.
422 Como ajenos: sin importarle nuestra situación.
464
Nos retiramos con CruzA la orilla de un pajal;Por no pasarlo tan malHicimos como un bendito423
En el desierto infinito,Con dos cueros de bagual.
465
Fuimos a esconder allíNuestra pobre situación,Aliviando con la uniónAquel duro cautiverio,Tristes como un cementerioAl toque de la oración.
466
Debe el hombre ser valienteSi a rodar se determina,Primero, cuando camina;Segundo, cuando descansa;Pues en aquellas andanzasPerece el que se acoquina
467
Cuando es manso el terneritoEn cualquier vaca se priende;El que es gaucho esto lo entiende,Y ha de entender si le digoQue andábamos con mi amigoComo pan que no se vende424.
423 Bendito: toldo de dos aguas, a modo de carpa.424 Como pan que no se vende: vagando y sin
ayuda de nadie.
468
Guarecidos en el toldoCharlábamos mano a mano:Eramos dos veteranosMansos pa las sabandijas,Arrumbaos como cubijasCuando calienta el verano425.
469
El alimento no abundaPor más empeño que se haga;Lo pasa uno como plaga,Ejercitando la industria,Y siempre como la nutriaViviendo a la orilla del agua.
470
En semejante ejercicioSe hace diestro el cazador:Cai el piche426 engordador,Cai el pájaro que trina;Todo bicho que camina Va a parar al asador.
471
Pues allí a los cuatro vientosLa persecución se lleva;Nadie escapa de la leva427,Y dende que el alba asomaYa recorre uno la loma,El bajo, el nido y la cueva.
425 Olvidados, como las frazadas durante el verano.426 Piche: otra de las variedades del armadillo, una
de las más pequeñas.427 Leva: se le llama así al acto de reclutar hombres
para enviarlos a servir en el ejército. En este caso significa búsqueda, caza.
73MARTíN FIERRo
Carlos Pablo Ripamonte, Payadores en la estancia. óleo s/tela. 135 x 207 cm, Museo de Arte de Tigre
JoSé HERNáNDEz74
472
El que vive de la cazaA cualquier bicho se atreve,Que pluma o cáscara lleve,Pues, cuando la hambre se siente,El hombre le clava el dienteA todo lo que se mueve.
473
En las sagradas alturasEstá el maistro principal428,Que enseña a cada animalA procurarse el sustento,Y le brinda el alimentoA todo ser racional.
474
Y aves y bichos y pejesSe mantienen de mil modos:Pero el hombre en su acomodoEs curioso de oservar:Es el que sabe llorarY es el que los come a todos.
IV
475
Antes de aclarar el díaEmpieza el indio a aturdirLa pampa con su rugir,Y en alguna madrugada,Sin que sintiéramos nada,Se largaban a invadir.
428 Maistro principal: Dios.
476
Primero entierran las prendasEn cuevas como peludos;Y aquellos indios cerdudos,Siempre llenos de recelos,En los caballos en pelos429
Se vienen medio desnudos.
477
Para pegar el malónEl mejor flete procuran;Y como es su arma seguraVienen con la lanza sola,Y varios pares de bolasAtados a la cintura.
478
De ese modo anda liviano,No fatiga al mancarrón430;Es su espuela en el malón,Después de bien afilao,Un cuernito de venaoQue se amarra en el garrón.
479
El indio que tiene un pingoQue se llega a distinguir,Lo cuida hasta pa dormir;De ese cuidao es esclavo.Se lo alquila a otro indio bravoCuando vienen a invadir.
429 En pelo: sin recado o montura.430 Mancarrón: caballo
480
Por vigilarlo no comeY ni aun el sueño concilia:Sólo en eso no hay desidia;De noche les asiguro,Para tenerlo siguroLe hace cerco la familia.
481
Por eso habrán visto ustedes,Si en el caso se han hallao,Y si no lo han oservao,Ténganlo dende hoy presente,Que todo pampa431 valienteAnda siempre bien montao.
482
Marcha el indio a trote largo,Paso que rinde y que dura;Viene en direción siguraY jamás a su capricho;No se les escapa bichoEn la noche más escura.
483
Caminan entre tinieblasCon un cerco bien formao;Lo estrechan con gran cuidaoY agarran, al aclarar,Ñanduces, gamas, venaos,Cuanto a podido dentrar.
431 Pampa: indio de esa raza; habitaba parte de la provincia de Buenos Aires y la gobernación de La Pampa.
484
Su señal es un humitoQue se eleva muy arriba,Y no hay quien no lo apercibaCon esa vista que tienen;De todas partes se vienenA engrosar la comitiva.
485
Ansina se van juntando,Hasta hacer esas riunionesQue cain en las invasionesEn número tan crecido:Para formarla han salidoDe los últimos rincones.
486
Es guerra cruel la del indioPorque viene como fiera;Atropella donde quieraY de asolar no se cansa;De su pingo y de su lanzaToda salvación espera.
487
Debe atarse bien la faja432
Quien a aguardarlo se atreva;Siempre mala intención lleva,Y, como tiene alma grande,No hay plegaria que lo ablandeNi dolor que lo conmueva.
432 Debe tener agallas, prepararse debidamente.
75MARTíN FIERRo
Eduardo Sívori, La quemazón, s/fecha, 17 x 30,5 cm, gouache s/papel, Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti
JoSé HERNáNDEz76
488
odia de muerte al cristiano,Hace guerra sin cuartel;Para matar es sin yel,Es fiero de condición;No golpia la compasiónEn el pecho del infiel.
489
Tiene la vista del águila,Del león la temeridá;En el desierto no habráAnimal que él no lo entienda,Ni fiera de que no apriendaUn istinto de crueldá.
490
Es tenaz en su barbarie:No esperen verlo cambiar;El deseo de mejorarEn su rudeza no cabe;El bárbaro sólo sabeEmborracharse y peliar.
491
El indio nunca ríe,Y el pretenderlo es en vano,Ni cuando festeja ufanoEl triunfo en sus correrías;La risa en sus alegríasLe pertenece al cristiano.
492
Se cruzan en el desiertoComo un animal feroz;Dan cada alarido atrozQue hace erizar los cabellos;Parece que a todos ellosLos ha maldecido Dios.
493
Todo el peso del trabajoLo dejan a las mujeres:El indio es indio y no quiereApiar de su condición433;Ha nacido indio ladrónY como indio ladrón muere.
494
El que envenenen sus armasLes mandan sus hechiceras;Y como ni a Dios veneran,Nada a los pampas contiene:Hasta los nombres que tienenSon de animales y fieras.
495
Y son, ¡por Cristo bendito!,Los más desasiaos del mundo:Esos indios vagabundos,Con repunancia me acuerdo,Viven lo mesmo que el cerdoEn esos toldos inmundos.
433 Apiar de su condición: rebajarse, desmerecer.
496
Naides puede imaginarUna miseria mayor;Su pobreza causa horror;No sabe aquel indio brutoQue la tiera no da frutoSi no la riega el sudor.
V
497
Aquel desierto se agitaCuando la invasión regresaLlevan miles de cabezasDe vacuno y yeguarizo;Pa no afligirse es precisoTener bastante firmeza.
498
Aquello es un hervideroDe pampas –un celemín434–.Cuando riunen el botínJuntando toda la hacienda,Es cantidá tan tremendaQue no alcanza a verse el fin.
499
Vuelven las chinas cargadasCon las prendas en montón;Aflige esa destru ción:Acomodaos en cargueros435
Llevan negocios436 enterosQue han saquiao en la invasión.
434 Un celemín: múltitud, gran cantidad.435 Cargueros: caballos de carga.436 Negocios: tiendas, comercios.
500
Su pretensión es robar,No quedar en el pantano;Viene a tierra de cristianosComo juria del infierno;No se llevan al GobiernoPorque no lo hallan a mano.
501
Vuelven locos de contentoCuando han venido a la fija;Antes que ninguno elijaEmpiezan con todo empeño,Como dijo un santiagueño,A hacerse la repartija.
502
Se reparten el botínCon igualdad, sin malicia;No muestra el indio codicia,Ninguna falta comete:Sólo en eso se someteA una regla de justicia.
503
Y cada cual con lo suyoA sus toldos enderieza;Luego la matanza empiezaTan sin razón ni motivo,Que no queda animal vivoDe esos miles de cabezas.
77MARTíN FIERRo
504
Y satisfecho el salvajeDe que su oficio ha cumplido,Lo pasa por ahi tendidoVolviendo a su haraganiar,Y entra la china a cueriar437
Con un afán desmedido.
505
A veces a tierra adentroAlgunas puntas438 se llevan;Pero hay pocos que se atrevanA hacer esas incursiones,Porque otros indios ladronesLes suelen pelear la breva439.
506
Pero pienso que los pampasDeben de ser los más rudos;Aunque andan medio desnudosNi su conveniencia entienden:Por una vaca que vendenQuinientas matan al ñudo440.
507
Estas cosas y otras pioresLas he visto muchos años;Pero si yo no me engañoConcluyó ese vandalaje441,Y esos bárbaros salvajesNo podrán hacer más daño.
437 Cueriar: despojar del cuero a las reses.438 Punta: cierta cantidad de cabezas de ganado.439 Pelar la breva: arrebatar, robar.440 Al ñudo: sin ningún beneficio, inúltilmente.441 Vandalaje: barbarie, acto de vándalos.
508
Las tribus están deshechas;Los caciques más altivosEstán muertos o cautivos,Privaos de toda esperanza,Y de la chusma442 y de lanza,Ya muy pocos quedan vivos.
509
Son salvajes por completoHasta pa su diversión,Pues hacen una junciónQue naides se la imagina;Recién le toca a la chinaEl hacer su papelón.
510
Cuando el hombre es más salvajeTrata pior a la mujer:Yo no sé que pueda haberSin ella dicha ni goce.¡Feliz el que la conoceY logra hacerse querer!
511
Todo el que entiende la vidaBusca a su lao los placeres;Justo es que las considereEl hombre de corazón;Sólo los cobardes sonValientes con sus mujeres.
442 Chusma: población india que no combate.
512
Pa servir a un desgraciaoPronta la mujer está;Cuando en su camino vaNo hay peligro que le asuste;Ni hay una a quien no le gusteUna obra de caridá.
513
No se hallará una mujerA la que esto no le cuadre;Yo alabo al Eterno Padre,No porque las hizo bellas,Sino porque a todas ellasLes dió corazón de madre.
514
Es piadosa y diligenteY sufrida en los trabajos;Tal vez su valor rebajoAunque la estimo bastante;Mas los indios inorantesLa tratan al estropajo443.
515
Echan la alma trabajandoBajo el más duro rigor;El marido es su señor,Como tirano la manda,Porque el indio no se ablandaNi siquiera en el amor.
443 Al estropajo: desconsideradamente.
516
No tiene cariño a naidesNi sabe lo que es amar.¿Ni qué se puede esperarDe aquellos pechos de bronce?Yo los conocí al llegarY los calé444 dende entonces.
517
Mientras tiene qué comerPermanece sosegao;Yo que en sus toldos he estaoY sus costumbres oservo,Digo que es como aquel cuervoQue no volvió del mandao445.
518
Es para él como un jugueteEscupir un crucifijo;Pienso que Dios los maldijoY ansina al ñudo desato446:El indio, el cerdo y el gatoRedaman447 sangre del hijo.
519
Mas ya con cuentos de pampasNo ocuparé su atención;Debo pedirles perdón,Pues sin querer me distraje;Por hablar de esos salvajesMe olvidé de la junción.. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
444 Los calé: los conocí, los comprendí; vi los pun-tos que calzaban.
445 Alusión al cuervo que soltó Noe para saber si habían ya bajado las aguas y no regresó por saciarse en los cadáveres.
446 El ñudo desato: explicó el caso.447 Redaman: derraman.
JoSé HERNáNDEz78
520
Hacen un cerco de lanzas,Los indios quedan ajuera;Dentra la china ligeraComo yeguada en la trilla,Y empieza allí la cuadrillaA dar güeltas en la era.
521
A un lao están los caciques,Capitanejos y el trompaTocando con toda pompaComo un toque de fajina;Adentro muere la china,Sin que aquel círculo rompa.
522
Muchas veces se les oyenA las pobres los quejidos;Mas son lamentos perdidos:Al rededor del cercao,En el suelo están mamaosLos indios dando alaridos.
523
Su canto es una palabraY de ahi no salen jamás;llevan todas el compás«Ioká-ioká» repitiendo;Me parece estarlas viendoMás fieras que Satanás.
524
Al trote dentro del cerco,Sudando, hambrientas, juriosas,Desgreñadas y rotosas,De sol a sol se lo llevan:Bailan aunque truene o llueva,Cantando la mesma cosa.
VI
525
El tiempo sigue su giroY nosotros, solitarios;De los indios sanguinariosNo teníamos qué esperar;El que nos salvó al llegarEra el más hospitalario.
526
Mostró noble corazón,Cristiano anhelaba ser;La justicia es un deber,Y sus méritos no callo:Nos regaló unos caballosY a veces nos vino a ver.
527
A la voluntad de DiosNi con la intención resisto:El nos salvó... pero, ¡ah, Cristo!,Muchas veces he deseadoNo nos hubiera salvadoNi jamás haberlo visto.
528
Quien recibe beneficiosJamás los debe olvidar;Y al que tiene que rodarEn su vida trabajosa,Le pasan a veces cosasQue son duras de pelar448.
529
Voy dentrando poco a pocoEn lo triste del pasaje;Cuando es amargo el brebajeEl corazón no se alegra;Dentró una virgüela449 negraQue los diezmó a los salvajes.
530
Al sentir tal mortandáLos indios, desesperaos,Gritaban alborotaos:«¡Cristiano echando gualicho!450»No quedó en los toldos bichoQue no salió redotao451.
531
Sus remedios son secretos,Los tienen las adivinas;No los conocen las chinasSino alguna ya muy vieja,Y es la que los aconsejaCon mil embustes, la indina.
448 Cosas duras de pelar: trances difíciles.449 Virgüela: viruela.450 Gualicho: brujería.451 Redotao: Derrotado, vencido.
532
Allí soporta el pacienteLas terribles curaciones,Pues a golpes y estrujonesSon los remedios aquellos:Lo agarran de los cabellosY le arrancan los mechones.
533
Les hacen mil herejías452
Que el presenciarlas da horror;Brama el indio de dolorPor los tormentos que pasa,Y untándolo todo en grasaLo ponen a hervir al sol.
534
Y puesto allí boca arriba,Alrededor le hacen fuego;Una china viene luegoY al oido le da de gritos;Hay algunos tan malditosQue sanan con este juego.
535
A otros les cuecen la bocaAunque de dolores cruja;Lo agarran allí y lo estrujan,Labios le queman y dienteCon un güevo bien calienteDe alguna gallina bruja.
452 Herejías: atrocidades.
79MARTíN FIERRo
536
Conoce el indio el peligroY pierde toda esperanza;Si a escapárseles alcanzaDispara como la liebre;Le da delirios la fiebre,Y ya le cain con la lanza.
537
Esas fiebres son terribles,Y aunque de esto no disputoNi de saber me reputo, «Será», decíamos nosotros,«De tanta carne de potroComo comen esos brutos.»
538
Había un gringuito cautivoQue siempre hablaba del barco,Y lo augaron en un charcoPor causante de la peste;Tenía los ojos celestesComo potrillo zarco453.
539
Que le dieran esa muerteDispuso una china vieja,Y aunque se aflije y se queja,Es inútil que resista:Ponía el infeliz la vista454
Como la pone la oveja.
453 Zarco: animal que tiene un ojo celeste y el otro de otro color.
454 La vista: los ojos, la mirada.
540
Nosotros nos alejamosPara no ver tanto estrago;Cruz sentía los amagosDe la peste que reinaba,Y la idea nos acosabaDe volver a nuestros pagos.
541
Pero contra el plan mejorEl destino se rebela.¡La sangre se me congela!El que nos había salvadoCayó también atacadoDe la fiebre y la virgüela.
542
No podíamos dudar,Al verlo en tal padecer,El fin que había de tener,Y Cruz, que era tan humano:«Vamos», me dijo, «paisano455,A cumplir con un deber.»
543
Fuimos a estar a su ladoPara ayudarlo a curar;Lo vinieron a buscarY hacerle como a los otros;Lo defendimos nosotros,No lo dejamos lanciar.
455 Paisano: compañero, amigo.
544
Iba creciendo la plagaY la mortandá seguía.A su lado nos teníaCuidándolo con pacencia,Pero acabó su esistenciaAl fin de unos pocos días.
545
El recuerdo me atormenta;Se renueva mi pesar;Me dan ganas de llorar;Nada a mis penas igualo;Cruz también cayó muy malo456,Ya para no levantar.
546
Todos pueden figurarseCuánto tuve que sufrir;Yo no hacía sino gemir,Y aumentaba mi afliciónNo saber una oraciónPa ayudarlo a bien morir.
547
Se le pasmó la virgüela,Y el pobre estaba en un grito;Me recomendó un hijitoQue en su pago había dejado:«Ha quedado abandonado».Me dijo, «aquel pobrecito. »
456 Cayo muy malo: enfermo de gravedad.
548
«Si vuelve, buesquemeló»,Me repetía a media voz;«En el mundo éramos dos,Pues él ya no tiene madre;Que sepa el fin de su padreY encomiende mi alma a Dios.»
549
Lo apretaba contra el pecho,Dominao por el dolor;Era su pena mayorEl morir allá entre infieles;Sufriendo dolores cruelesEntregó su alma al Criador.
550
De rodillas a su ladoYo lo encomendé a Jesús.Faltó a mis ojos la luz,Tuve un terrible desmayo;Cai como herido del rayoCuando lo vi muerto a Cruz.
VII
551
Aquel bravo compañeroEn mis brazos espiró;Hombre que tanto sirvió,Varón que fué tan prudente,Por humano y por valienteEn el desierto murió.
JoSé HERNáNDEz80
552
Y yo, con mis propias manos,Yo mesmo lo sepulté;A Dios por su alma roguéDe dolor el pecho lleno,Y humedeció aquel terrenoEl llanto que redamé.
553
Cumplí con mi obligación;No hay falta de que me acuse,Ni deber de que me escuse,Aunque de dolor sucumba:Allá señala su tumbaUna cruz que yo le puse.
554
Andaba de toldo en toldoY todo me fastidiaba;El pesar me dominaba,Y entregao al sentimientoSe me hacía cada momentooir a Cruz que me llamaba.
555
Cual más, cual menos, los criollosSaben lo que es amargura;En mi triste desventuraNo encontraba otro consueloQue ir a tirarme en el suelo,Al lao de su sepultura.
556
Allí pasaba las horasSin haber naides conmigoTeniendo a Dios por testigo,Y mis pensamientos fijosEn mi mujer y mis hijos,En mi pago y en mi amigo.
557
Privado de tantos bienesY perdido en tierra ajena,Parece que se encadenaEl tiempo y que no pasara,Como si el sol se pararaA contemplar tanta pena.
558
Sin saber qué hacer de míY entregao a mi aflición,Estando allí una ocasión,Del lado que venía el vientooí unos tristes lamentosQue llamaron mi atención.
559
No son raros los quejidosEn los toldos del salvaje,Pues aquél es vandalajeDonde no se arregla nadaSino a lanza y puñalada,A bolazos y a coraje.
560
No preciso juramento,Deben crerle a Martín Fierro;He visto en este destierroA un salvaje que se irrita,Degollar a una chinitaY tirársela a los perros.
561
He presenciado martirios,He visto muchas crueldades,Crímenes y atrocidadesQue el cristiano no imagina,Pues ni el indio ni la china457
Sabe lo que son piedades.
562
Quise curiosiar458 los llantosQue llegaban hasta mí;Al punto me dirigíAl lugar de ande venían:¡Me horroriza todavíaEl cuadro que descubrí!
563
Era una infeliz mujerQue estaba de sangre llena,Y como una MadalenaLloraba con toda gana;Conocí que era cristianaY esto me dió mayor pena.
457 La china: se refiere en este caso a la india.458 Curiosiar: averiguar la causa de.
564
Cauteloso me acerquéA un indio que estaba al lao,Porque el pampa es desconfiaoSiempre de todo cristiano,Y vi que tenía en la manoEl rebenque ensangrentao.
VIII
565
Más tarde supe por ella,De manera positiva,Que dentró una comitiva459
De pampas a su partido,Mataron a su maridoY la llevaron cautiva.
566
En tan dura servidumbreHacían dos años que estaba;Un hijito que llevabaA su lado lo tenía.La china la aborrecíaTratándola como esclava.
567
Deseaba para escaparseHacer una tentativa,Pues a la infeliz cautivaNaides la va a redimir,Y allí tiene que sufrirEl tormento mientras viva.
459 Comitiva: malón.
81MARTíN FIERRo
Silvio Rossi, La muerte de Cruz, óleo s/tela, 1947, 80 x 94 cm,
Museo Histórico José Hernández, Chacra Pueyrredón
JoSé HERNáNDEz82
568
Aquella china perversa,Dende el punto que llegó,Crueldá y orgullo mostróPorque el indio era valiente:Usaba un collar de dientesDe cristianos que él mató.
569
La mandaba a trabajar,Poniendo cerca a su hijitoTiritando y dando gritos,Por la mañana temprano,Atado de pies y manosLo mesmo que un corderito.
570
Ansí le imponía tareaDe juntar leña y sembrar Viendo a su hijito llorar,Y hasta que no terminaba,La china no la dejabaQue le diera de mamar.
571
Cuando no tenían trabajoLa emprestaban a otra china,«Naides», decía, «se imagina,Ni es capaz de presumirCuánto tiene que sufrirLa infeliz que está cautiva.
572
»Si ven crecido a su hijitoComo de piedá no entiendenY a súplicas nunca atienden,Cuando no es éste es el otro,Se lo quitan y lo vendeno lo cambian por un potro.»
573
En la crianza de los suyosSon bárbaros por demás.No lo había visto jamás:En una tabla los atan,Los crian así, y les achatanLa cabeza por detrás.
574
Aunque esto parezca estraño,Ninguno lo ponga en duda:Entre aquella gente ruda,En su bárbara torpeza,Es gala que la cabezaSe les forme puntiaguda.
575
Aquella china malvada,Que tanto la aborrecía,Empezó a decir un día,Porque falleció una hermana,Que sin duda la cristianaLe había echado brujería.
576
El indio la sacó al campoY la empezó a amenazarQue le había de confesarSi la brujería era cierta;o que la iba a castigarHasta que quedara muerta.
577
Llora la pobre afligida,Pero el indio, en su rigor,Le arrebató con jurorAl hijo de entre sus brazos,Y del primer rebencazoLa hizo crujir de dolor;
578
Que aquel salvaje tan cruelAzotándola seguía;Más y más se enfurecíaCuanto más la castigabaY la infeliz se atajaba460
Los golpes como podía;
579
Que le gritó muy furioso«Confechando no querés»;La dió vuelta461 de un revésY, por colmar su amargura,A su tierna criaturaSe la desgolló a los pies.
460 Atajarse: evitar o eludir un golpe.461 La dió vuelta: la hizo rodar por tierra.
580
«Es increible», me decía,«Que tanta fiereza esista;No habrá madre que resista;Aquel salvaje inclementeCometió tranquilamenteAquel crimen a mi vista.»
581
Esos horrores tremendosNo los inventa el cristiano:«Ese bárbaro inhumano»–Sollozando me lo dijo–«Me amarró luego las manosCon las tripitas de mi hijo.»
IX
582
De ella fueron los lamentosQue en mi soledá escuché;En cuanto al punto llegué,Quedé enterado de todo:Al mirarla de aquel modoNi un instante tutubié.
583
Toda cubierta de sangreAquella infeliz cautiva,Tenía dende abajo arribaLa marca de los lazazos:Sus trapos echos pedazosMostraban la carne viva.
83MARTíN FIERRo
Silvio Rossi, La cautiva, óleo s/tela, 1947, 80 x 94 cm,
Museo Histórico José Hernández, Chacra Pueyrredón
JoSé HERNáNDEz84
584
Alzó los ojos al cieloEn sus lágrimas bañada;Tenía las manos atadas;Su tormento estaba claro;Y me clavó una miradaComo pidiéndome amparo.
585
Yo no sé lo que pasóEn mi pecho en ese istante;Estaba el indio arroganteCon una cara feroz:Para entendernos los dosLa mirada fué bastante.
586
Pegó un brinco como gatoY me ganó la distancia462,Aprovechó esa gananciaComo fiera cazadora:Desató las boliadorasY aguardó con vigilancia.
587
Aunque yo iba de curiosoY no por buscar contienda,Al pingo le até la rienda,Eché mano dende luegoA éste que no yerra juego463,Y ya se armó la tremenda.
462 El manejo de las boleadoras, en caso de pelea, requiere no hallarse junto al adversario.
463 Este que no yerra juego: el cuchillo; la alusión despectiva al revolver, arma de fuego, es evi-dente.
588
El peligro en que me hallabaAl momento conocí;Nos mantuvimos ansí,Me miraba y lo miraba:Yo al indio le desconfiaba,Y él me descofiaba a mí.
589
Se debe ser precavidoCuando el indio se agazape:En esa postura el tape464
Vale por cuatro o por cinco;Como el tigre es para el brincoY fácil que a uno lo atrape.
590
Peligro era atropellarY era peligro el juir,Y más peligro seguirEsperando de ese modo,Pues otros podían venirY carniarme allí entre todos.
591
A juerza de precauciónMuchas veces he salvado,Pues es un trance apuradoEs mortal cualquier descuido;Si Cruz hubiera vividoNo habría tenido cuidado.
464 Tape: indio, en general.
592
Un hombre junto con otroEn valor y en juerza crece;El temor desaparece;Escapa de cualquier trampa;Entre dos, no digo a un pampa,A la tribu, si se ofrece.
593
En tamaña incertidumbre,En trance tan apurado,No podía por de contadoEscarparme de otra suerte,Sino dando al indio muerteo quedando allí estirado465.
594
Y como el tiempo pasabaY aquel asunto me urgía,Viendo que él no se movíaMe juí medio de soslayoComo a agarrarle el caballo,A ver si se me venía.
595
Ansí jué, no aguardó másY me atropelló el salvaje;Es preciso que se atajeQuien con el indio pelee;El miedo de verse a pieAumentaba su coraje.
465 Estirado: muerto.
596
En la dentrada466 no másMe largó un par de bolazos;Uno me tocó en un brazo;Si me da bien, me lo quiebra,Pues las bolas son de piedraY vienen como balazo.
597
A la primer puñaladaEl pampa se hizo un ovillo;Era el salvaje más pilloQue he visto en mis correrías,Y, a más de las picardías,Arisco para el cuchillo.
598
Las bolas las manejabaAquel bruto con destreza;Las recogía con prestezaY me las volvía a largar,Haciéndomelas silbarArriba de la cabeza.
599
Aquel indio, como todos,Era cauteloso... ¡ahijuna!Ahi me valió la fortunaDe que peliando se apotra467;Me amenazaba con una Y me largaba con otra.
466 Dentrada: primera acometida.467 Se apotra: en enceguece, se ofusca.
85MARTíN FIERRo
Silvio Rossi, El Duelo, óleo s/tela, 1947, 80 x 94 cm,
Museo Histórico José Hernández, Chacra Pueyrredón
JoSé HERNáNDEz86
600
Me sucedió una desgraciaEn aquel percance amargo;En momento que lo cargoY que él reculando va,Me enredé en el chiripá468
Y cai tirao largo a largo.
601
Ni pa encomendarme a DiosTiempo el salvaje me dió;Cuanto en el suelo me vióMe saltó con ligereza:Juntito de la cabezaEl bolazo retumbó.
602
Ni por respeto al cuchilloDejó el indio de apretarme,Allí pretende ultimarmeSin dejarme levantar,Y no me daba lugarNi siquiera a enderezarme469.
603
De balde470 quiero moverme:Aquel indio no me suelta.Como persona resueltaToda mi juerza ejecuto,Pero abajo de aquel brutoNo podía ni darme güelta.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
468 Chiripá: especie de bombacha muy holgada.469 Enderezarme: erguir el cuerpo, levantarlo algo.470 De balde: en vano.
604
¡Bendito, Dios poderoso,Quien te puede comprender!Cuando a una débil mujerLe diste en esa ocasiónLa juerza que en un varónTal vez no pudiera haber.
605
Esa infeliz tan llorosa,Viendo el peligro se anima;Como una flecha se arrimaY olvidando su aflición,Le pegó al indio un tirónQue me lo sacó de encima.
606
Ausilio tan generosoMe libertó del apuro;Si no es ella, de siguroQue el indio me sacrifica;Y mi valor se duplicaCon un ejemplo tan puro.
607
En cuanto me enderecé471
Nos volvimos a topar,No se podía descansarY me chorriaba el sudor:En un apuro mayorJamás me he vuelto a encontrar.
471 Me enderecé: me puse de pie.
608
Tampoco yo le daba alce472,Como deben suponer;Se había aumentao mi quehacerPara impedir que el brutazoLe pegara algún bolazoDe rabia a aquella mujer.
609
La bola en manos del indioEs terrible y muy ligera;Hace de ella lo que quieraSaltando como una cabra.Mudos, sin decir palabra,Peliábamos comos fieras.
610
Aquel duelo en el desiertoNunca jamás se me olvida;Iba jugando la vidaCon tan terrible enemigo,Teniendo allí de testigoA una mujer afligida.
611
Cuanto él más se enfurecíaYo más me empiezo a calmar;Mientras no logra matarEl indio no se desfoga473;Al fin le corté una soga474
Y lo empecé a aventajar.
472 Tampoco yo le daba alce: tampoco le permitía descanso ni respiro.
473 Desfoga: desahoga, calma.474 Una soga de las boleadoras.
612
Me hizo sonar las costillas475
De un bolazo aquel maldito;Y al tiempo que le di un gritoY le dentro como bala,Pisa el indio, y se refalaEn el cuerpo del chiquito.
613
Para esplicar el misterioEs muy escasa mi cencia:Lo castigó, en mi conciencia,Su Divina Majestá;Donde no hay casualidáSuele estar la Providencia.
614
En cuanto trastabillóMás de firme lo cargué,Y aunque de nuevo hizo pie Lo perdió aquella pisada;Pues en esa atropelladaEn dos partes lo corté476.
615
Al sentirse lastimaoSe puso medio afligido,Pero era indio decidido,Su valor no se quebranta;Le salían de la gargantaComo una especie de aullidos.
475 Me hizo sonar las costillas: me dió un fuerte golpe el ellas.
476 En dos partes lo corté: le inferí dos heridas
87MARTíN FIERRo
616
Lastimao en la cabeza,La sangre lo enceguecía;De otra herida le salíaHaciendo un charco ande estaba,Con los pies la chapaliabaSin aflojar todavía.
617
Tres figuras imponentesFormábamos aquel terno:Ella en su dolor materno,Yo con la lengua dejuera,Y el salvaje como fieraDisparada del infierno.
618
Iba conociendo el indioQue tocaban a degüello:Se le erizaba el cabelloY los ojos revolvía;Los labios se le perdíanCuando iba a tomar resuello.
619
En una nueva dentradaLe pegué un golpe sentido477,Y al verse ya malherido,Aquel indio furibundoLanzó un terrible alaridoQue retumbó como un ruidoSi se sacudiera el mundo.
477 Sentido: terrible, decisivo.
620
Al fin de tanto lidiar478,En el cuchillo lo alcé,En peso lo levantéAquel hijo del desierto;Ensartado lo llevé,Y allá recién lo larguéCuando ya lo sentí muerto.
621
Me persiné dando graciasDe haber salvado la vida;Aquella pobre afligida,De rodillas en el suelo,Alzó sus ojos al cieloSollozando dolorida.
622
Me hinqué también a su lado A dar gracias a mi Santo;En su dolor y quebrantoElla, a la Madre de Dios,Le pide en su triste llantoQue nos ampare a los dos.
623
Se alzó con pausa de leonaCuando acabó de implorar,Y, sin dejar de llorar,Envolvió en unos trapitosLos pedazos de su hijito,Que yo le ayudé a juntar.
478 Lidiar: luchar.
X
624
Dende ese punto era juerzaAbandonar el desierto,Pues me hubieran descubierto,Y aunque lo maté en pelea,De fijo que me lanceanPor vengar al indio muerto.
625
A la afligida cautivaMi caballo le ofrecí:Era un pingo que alquirí,Y, donde quiera que estaba,En cuanto yo lo silbabaVenía a refregarse en mí.
626
Yo me le senté al del pampa;Era un escuro tapao479
(Cuando me hallo bien montaoDe mis casillas me salgo),Y era un pingo como galgoQue sabía correr boliao480.
627
Para correr en el campo No hallaba ningún tropiezo;Los ejercitan en eso,Y los ponen como luz481,De dentrarle a un avestruzY boliar bajo el pescuezo482.
479 Un escuro tapao: caballo de pelo totalmente negro.
480 Correr boliao: a saltos, es decir, con las dos manos o con las dos patas maneadas.
481 Como luz: veloces como la luz.482 Bajo el pescuezo: desde tan cerca que el aves-
truz parezca estar bajo el cuello del caballo.
628
El pampa educa al caballoComo para un entrevero:Como rayo es de ligeroEn cuando el indio lo toca,Y como trompo en la boca483
Da güeltas sobre un cuero.
629
Lo varea484 en la madrugada(Jamás falta a este deber),Luego lo enseña a correrEntre fangos y guadales485:Ansina esos animalesEs cuanto486 se puede ver.
630
En el caballo de un pampaNo hay peligro de rodar487,¡Jue pucha!, y pa dispararEs pingo que no se cansa;Con prolijidá lo amansaSin dejarlo corcoviar.
631
Pa quitarle las cosquillasCon cuidao lo manosea;Horas enteras emplea,Y, por fin, sólo lo dejaCuando agacha las orejasY ya el potro ni cocea.
483 Tan dócil de boca que el jinete logra hacerlo girar en el menor círculo posible.
484 Lo varea: lo adiestra para la carrera.485 Guadales: terrenos arenosos.486 Es cuanto: es lo mejor.487 Rodar: caer el caballo.
JoSé HERNáNDEz88
632
Jamás le sacude un golpe,Porque lo trata al bagualCon pacencia sin igual–Al domarlo no le pega–,Hasta que al fin se le entregaYa dócil el animal.
633
Y aunque yo sobre los bastos488
Me sé sacudir el polvo489,A esa costumbre me amoldo:Con pacencia lo manejanY al día siguiente lo dejan Rienda arriba490 junto al toldo.
634
Ansí todo el que procureTener un pingo modelo,Lo ha de cuidar con desveloY debe impedir tambiénEl que de golpes le deno tironeen en el suelo.
635
Muchos quieren dominarloCon el rigor y el azote,Y, si ven al chafalote491
Que tiene trazas de malo,Lo embraman492 en algún paloHasta que se descogote.
488 Bastos: parte integrante y principal con la que el gaucho arma el recado.
489 Sacudir el polvo: aguantar los corcovos y saltos del potro.
490 Rienda arriba: con las riendas sobre el pescuezo y suelto.
491 Chafalote: caballo de notable alzada, pero torpe en sus movimientos.
492 Embraman: atan fuertemente a un poste llama-do bramadero, para que se habitúe al cautiverio; el animal así sujeto brama de impotencia.
636
Todos se vuelven pretestosY güeltas para ensillarlo;Dicen que es por quebrantarlo,Mas compriende cualquier boboQue es de miedo del corcovo,Y no quieren confesarlo.
637
El animal yeguarizo–Perdónenme esta alvertencia–Es de mucha conocenciaY tiene mucho sentido493;Es animal consentido494:Lo cautiva la pacencia.
638
Aventaja a los demásEl que estas cosas entienda;Es bueno que el hombre aprienda,Pues hay pocos domadoresY muchos frangoyadores495
Que andan de bozal y rienda496.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
639
Me vine, como les digo,Trayendo esa compañera;Marchamos la noche entera,Haciendo nuestro camino,Sin más rumbo que el destinoQue nos llevara ande quiera.
493 Sentido: inteligencia.494 Consentido: amigo de mimos y caricias.495 Frangoyador: frangollón, que tiene poca habili-
dad para hacer una cosa.496 Andan de bozal y rienda: esto es, con las pren-
das propias del domador.
640
Al muerto, en un pajonalHabía tratao de enterrarlo,Y después de maniobrarlo497
Lo tapé bien con las pajas,Para llevar de ventajaLo que emplearan en hallarlo.
641
En notando nuestra ausienciaNos habían de perseguir,Y, al decidirme a venir,Con todo mi corazón Hice la resoluciónDe peliar hasta morir.
642
Es un peligro muy serioCruzar juyendo el desierto:Muchísimos de hambre han muerto,Pues en tal desasosiegoNo se puede ni hacer juego,Para no ser descubierto498.
643
Sólo el albitrio499 del hombrePuede ayudarlo a salvar:No hay ausilio que esperar,Sólo de Dios hay amparo;En el desierto es muy raroQue uno se pueda escapar.
497 Maniobrarlo: haber hecho esa operación o maniobra.
498 Los indios, que se entendían entre sí a larga distancia, con señales de humo, poseían una vista notable para distinguirlo.
499 Albitrio: habilidad, conocimiento.
644
¡Todo es cielo y horizonteEn inmenso campo verde!¡Pobre de aquel que se pierdeo que su rumbo estravea500!Si alguien cruzarlo desea,Este consejo recuerde:
645
Marque su rumbo de díaCon toda fidelidá;Marche con puntualidá,Siguiéndolo con fijeza,Y, si duerme, la cabezaPonga para el lao que va.
646
oserve con todo esmeroAdonde el sol aparece;Si hay ñeblina501 y le entorpeceY no lo puede oservar,Guárdese de caminar,Pues quien se pierde perece.
647
Dios le dió istintos sutilesA toditos los mortales;El hombre es uno de tales,Y en las llanuras aquelas,Lo guían el sol, las estrellas,El viento y los animales.
500 Estravea: extravía.501 Ñeblina: neblina.
89MARTíN FIERRo
Silvio Rossi, La fuga, óleo s/tela, 1947, 80 x 94 cm,
Museo Histórico José Hernández, Chacra Pueyrredón
JoSé HERNáNDEz90
648
Para ocultarnos de díaA la vista del salvaje,Ganábamos un parajeEn que algún abrigo hubiera,A esperar que anochecieraPara seguir nuestro viaje.
649
Penurias de toda claseY miserias padecimos:Varias veces no comimoso comimos carne cruda,Y en otras, no tengan duda,Con raices nos mantuvimos.
650
Después de mucho sufrirTan peligrosa inquietú,Alcanzamos con salúA divisar una sierra,Y al fin pisamos la tierraEn donde crece el ombú502.
651
Nueva pena sintió el pechoPor Cruz, en aquel paraje,Y en humilde vasallajeA la Majestá infinita,Besé esta tierra bendita,Que ya no pisa el salvaje.
502 En el territorio que habitaban los indios pampas no habían ombúes.
652
Al fin la misericordiaDe Dios nos quiso amparar;Es preciso soportarLos trabajos con costancia:Alcanzamos a una estancia503
Después de tanto penar.
653
Ahi mesmo me despedíDe mi infeliz compañera:«Me voy», le dije, «ande quiera,Aunque me agarre el Gobierno,Pues, infierno por infiernoPrefiero el de la frontera.»
654
Concluyo esta relación,Ya no puedo continuar;Permítanme descansar:Están mis hijos presentes,Y yo ansioso porque cuentenLo que tengan que contar.
503 Estancia: establecimiento de campo.
XI
655
Y mientras que tomo un tragoPa refrescar el garguero,Y mientras tiempla el muchachoY prepara su estrumento,Les contaré de qué modoTuvo lugar el encuentro.Me acerqué a algunas estanciasPor saber algo de cierto,Creyendo que en tantos añosEsto se hubiera compuesto;Pero cuanto saqué en limpioJué que estábamos lo mesmo.Ansí, me dejaba andarHaciéndome el chancho rengo504,Porque no me conveníaRevolver el avispero;Pues no inorarán ustedesQue en cuentas con el GobiernoTarde o temprano lo llamanAl pobre a hacer el arreglo.
504 El chancho rengo: el tonto.
656
Pero al fin tuve la suerteDe hallar un amigo viejoQue de todo me informó,Y por él supe al momentoQue el Juez que me perseguíaHacía tiempo que era muerto: Por culpa suya he pasadoDiez años de sufrimientoY no son pocos diez añosPara quien ya llega a viejo.Y los he pasado ansí,Si en mi cuenta no me yerro505:Tres años en la frontera,Dos como gaucho matrero,Y cinco allá entre los indiosHacen los diez como yo cuento.Me dijo, a más, ese amigoQue anduviera sin recelo,Que todo estaba tranquilo,Que no perseguía el Gobierno,Que ya naides se acordabaDe la muerte del moreno,Aunque si yo lo matéMucha culpa tuvo el negro.Estuve un poco imprudente,Puede ser, yo lo confieso,Pero él me precipitó,Porque me cortó primero,Y a más me cortó la cara,Que es un asunto muy serio.
505 Yerro: equivoco.
91MARTíN FIERRo
Eduardo Sívori, El arroyo, s/fecha, 23 x 29,5 cm, gouache s/papel, Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti
JoSé HERNáNDEz92
Carlos Pablo Ripamonte, De recorrida, óleo s/tela, 70 x 85 cm, Colección particular
93MARTíN FIERRo
657Me asiguró el mesmo amigoQue ya no había ni el recuerdoDe aquel que en la pulperíaLo dejé mostrando el sebo.El, de engreido, me buscó:Yo ninguna culpa tengo;El mesmo vino a peliarme,Y tal vez me hubiera muertoSi le tengo más confianzao soy un poco más lerdo.Fué suya toda la culpaPorque ocasionó el suceso.Que ya no hablaban tampoco,Me lo dijo muy de cierto,De cuando con la partidaLlegué a tener el encuentro.Esa vez me defendíComo estaba en mi derecho,Porque fueron a prenderme De noche y en campo abierto:Se me acercaron con armas,Y, sin darme voz de preso,Me amenazaron a gritosDe un modo que daba miedo,Que iban a arreglar mis cuentas,Tratándome de matrero;Y no era el jefe el que hablabaSino un cualquiera de entre ellos,Y ése, me parece a míNo es modo de hacer arreglos,Ni con el que es inocente,Ni con el culpable menos.
658Con semejantes noticiasYo me puse muy contentoY me presenté ande quieraComo otros pueden hacerlo.De mis hijos he encontradoSólo a dos hasta el momento,Y de ese encuentro felizLe doy las gracias al Cielo.A todos cuantos hablabaLes preguntaba por ellos,Mas no me da ningunoRazón de su paradero.Casualmente, el otro díaLlegó a mi conocimientoDe una carrera muy grandeEntre varios estancieros,Y juí como uno de tantos,Aunque no llevaba un medio506.No faltaban, ya se entiende,En aquel gauchaje inmenso,Muchos que ya conocíanLa historia de Martín Fierro;Y allí estaban los muchachosCuidando unos parejeros507.
506 Aunque no llevaba un medio: no llevaba ni un centavo.
507 Parejeros: caballo de carrera. Llamábanse así por correr dos a la vez.
659Cuando me oyeron nombrarSe vinieron al momento,Diciéndome quiénes eranAunque no me conocieron,Porque venía muy aindiaoY me encontraban muy viejo.La junción de los abrazosDe los llantos y los besosSe deja pa las mujeres,Como que entienden el juego.Pero el hombre, que compriendeQue todos hacen lo mesmo,En público canta y baila,Abraza y llora en secreto.La único que me han contadoEs que mi mujer a muerto;Que en procuras de un muchacho508
Se jue la infeliz al pueblo,Donde infinitas miseriasHabrá sufrido, por cierto;Que, por fin, a un hospitalJué a parar medio muriendo,Y en ese abismo de malesFalleció al muy poco tiempo.
660Les juro que de esa pérdidaJamás he de hallar consuelo,Muchas lágrimas me cuestaDende que supe el suceso.Mas dejemos cosas tristesAunque alegrías no tengo;Me parece que el muchachoHa templao y está dispuesto.Vamos a ver qué tal lo hace,Y a juzgar su desempeño.508 En procura de un muchacho: intentando hallar a
ese hijo.
661
Ustedes no lo conocen;Yo tengo confianza en ellos,No porque lleven mi sangre–Eso juera lo de menos–,Sino porque dende chicosHan vivido padeciendo.Los dos son aficionados;Les gusta jugar con juego,Vamos a verlos correr:Son cojos... hijos de rengo.
XII
EL HIJo MAYoR DE MARTIN FIERRo509
LA PENITENCIARIA662
Aunque el gajo se pareceAl árbol de donde sale,Solía decirlo mi madre,Y en su razón510 estoy fijo:«Jamás puede hablar el hijoCon la autoridá del padre.»
663
Recordarán que quedamosSin tener donde abrigarnos,Ni ramada ande511 ganarnos,Ni rincón ande meternos,Ni camisa que ponernos,Ni poncho con que taparnos.
509 Aquí empieza a cantar el primogénito de Fierro.510 En su razón: en su palabra.511 Ande: donde.
JoSé HERNáNDEz94
Eduardo Sívori, Pingo aplastao, s/fecha, 30 x 46 cm, Gouache s/papel, Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti
95MARTíN FIERRo
676
»A la justicia ordinariaVoy a mandar a los tres.»Tenía razón aquel Juez,Y cuantos ansí amenacen;ordinaria... es como la hacen:Lo he conocido después.
677
Nos remitió, como digo,A esa Justicia ordinaria,Y juimos con la sumariaA esa cárcel de malevos516
Que, por un bautismo nuevo,Le llaman Penitenciaria.
678
El porqué tiene ese nombreNaides me lo dijo a mí,Mas yo me lo esplico ansí:Le dirán PenitenciariaPor la penitencia diaria,Que se sufre estando allí.
679
Criollo que cai en desgraciaTiene que sufrir un poco;Naides lo ampara tampocoSi no cuenta con recursos.El gringo es de más discurso:Cuando mata, se hace el loco.
516 Malevos: malandrín, bandido.
672
Si alguna falta cometoLa motiva mi inorancia;No vengo con arroganciaY les diré, en conclusión,Que trabajando de piónMe encontraba en una estancia.
673
El que manda siempre puedeHacerle al pobre un calvario;A un vecino propietario;Un boyero515 le mataron,Y aunque a mí me lo achacaronSalió cierto en el sumario.
674
Piensen los hombres honradosEn la vergüenza y la penaDe que tendría el alma llenaAl verme, ya tan temprano,Igual a los que sus manosCon el crimen envenenan.
675
Declararon otros dosSobre el caso del dijunto;Mas no se aclaró el asunto,Y el Juez, por darlas de listo,«Amarrados como un Cristo»,Nos dijo, «irán todos juntos.»
515 Boyero: peón que guía los arreos de ganado vacuno; dícese también del peón jovencito que atiende a los trabajos menores.
664
Dichoso aquel que no sabeLo que es vivir sin amparo;Yo con verdá les declaro,Aunque es por demás sabido,Dende512 chiquito he vividoEn el mayor desamparo.
665
No le merman el rigorLos mesmos que le socorren;Tal vez porque no se borrenLos decretos del destino,De todas partes lo correnComo ternero dañino.
666
Y vive como los bichosBuscando alguna rendija;El güerfano es sabandijaQue no encuentra compasión,Y el que anda sin direcciónEs guitarra sin clavija.
667
Sentiré que cuanto digoA algún oyente le cuadre.Ni casa tenía, ni madre,Ni parentela, ni hermanos;Y todos limpian sus manos513
En el que vive sin padre.
512 Dende: desde.513 Limpian sus manos: lo maltratan, le pegan.
668
Lo cruza éste de un lazazo,Lo abomba aquél de un moquete,otro le busca el cachete,Y, entre tanto soportar,Suele a veces no encontrarNi quien le arroje un zoquete514.
669
Si lo recogen, lo tratanCon la mayor rigidez;Piensan que es mucho tal vez,Cuando ya muestra el pellejo,Si le dan un trapo viejoPa cubrir su desnudez.
670
Me crié, pues, como les digo,Desnudo a veces y hambriento;Me ganaba mi sustento,Y ansí los años pasaban;Al ser hombre me esperabanotra clase de tormentos.
671
Pido a todos que no olvidenLo que les voy a decir:En la escuela del sufrirHe tomado mis lecciones,Y hecho muchas reflesionesDende que empecé a vivir.
514 Zoquete: mendrugo.
JoSé HERNáNDEz96
680
No sé el tiempo que corrióEn aquella sepoltura;Si de ajuera no lo apuran,El asunto va con pausa;Tienen la presa siguraY dejan dormir la causa.
681
Inora el preso a qué ladoSe inclinará la balanza,Pero es tanta la tardanzaQue yo les digo por mí:El hombre que dentre allíDeje ajuera la esperanza.
682
Sin perfecionar las leyesPerfecionan el rigor;Sospecho que el inventorHabrá sido algún maldito:Por grande que sea un delito,Aquella pena es mayor.
683
Eso es para quebrantarEl corazón más altivo;Los llaveros517 son pasivos,Pero más secos y durosTal vez que los mesmos murosEn que uno gime cautivo.
517 Llaveros: carceleros.
684
No es en grillo ni en cadenasEn lo que usté penará,Sino en una soledáY un silencio tan projundo,Que parece que en el mundoEs el único que está.
685
El más altivo varónY de cormillo gastao518
Allí se verá agobiaoY su corazón marchito,Al encontrarse encerraoA solas con su delito.
686
En esa cárcel no hay toros,Allí todos son corderos;No puede el más altanero,Al verse entre aquellas rejas,Sino amujar las orejas519
Y sufrir callao su encierro.
687
Y digo a cuantos inoranEl rigor de aquellas penas,Yo, que sufrí las cadenasDel destino y su inclemencia:Que aprovechen la esperenciaDel mal en cabeza ajena.
518 De cormillo gastao: adulto, por referencia al caballo, cuya edad se sabe por los dientes.
519 Amujar las orejas: contenerse, achicarse.
688
¡Ay! madres, las que dirigenAl hijo de sus entrañas,No piensen que las engaña,Ni que les habla un falsario520;Lo que es el ser presidiarioNo lo sabe la campaña.
689
Hijas, esposas, hermanas,Cuantas quieren a un varón,Díganles que esa prisiónEs un infierno temido,Donde no se oye más ruidoQue el latir del corazón.
690
Allá el día no tiene sol,La noche no tiene estrellas;Sin que le valgan querellasEncerrao lo purifican,Y sus lágrimas salpicanEn las paredes aquellas.
691
En soledá tan terribleDe su pecho oye el latido;Lo sé, porque lo he sufrido,Y, creameló el aulitorio521,Tal vez en el purgatorioLas almas hagan más ruido.
520 Falsario: embustero, mentiroso.521 Aulitorio: auditorio, oyentes.
692
Cuentan esas horas eternasPara más atormentarse;Su lágrima al redamarseCalcula, en sus afliciones,Contando sus pulsaciones,Lo que dilata en secarse.
693
Allí se amansa el más bravo,Allí se duebla522 el más juerte;El silencio es de tal suerteQue, cuando llegue a venir,Hasta se le han de sentirLas pisadas a la muerte.
694
Adentro mesmo del hombreSe hace una revolución:Metido en esa prisión,De tanto no mirar nada,Le nace y queda grabadaLa idea de la perfeción.
695
En mi madre, en mis hermanos,En todos pensaba yo;Al hombre que allí dentróDe memoria más ingrata,Fielmente se le retrataTodo cuanto ajuera vió.
522 Duebla: dobla, doblega.
97MARTíN FIERRo
Silvio Rossi, El hijo de Martín Fierro, óleo s/tela, 1947, 80 x 94 cm,
Museo Histórico José Hernández, Chacra Pueyrredón
JoSé HERNáNDEz98
696
Aquel que ha vivido libreDe cruzar por donde quiera,Se aflige y se desesperaDe encontrarse allí cautivo:Es un tormento muy vivoQue abate la alma más fiera523.
697
En esa estrecha prisión,Sin poderme conformar,No cesaba de esclamar:¡Qué diera yo por tenerUn caballo en que montarY una pampa en que correr!
698
En un lamento costanteSe encuentra siempre embretao524;El castigo han inventaoDe encerrarlo en las tinieblas,Y allí está como amarraoA un fierro que no se duebla.
699
No hay un pensamiento tristeQue al preso no lo atormente;Bajo un dolor permanenteAgacha al fin la cabeza,Porque siempre es la tristezaHermana de un mal presente.
523 Fiera: altiva, en este caso.524 Embretao: metido en un brete.
700
Vierten lágrimas sus ojos,Pero su pena no alivia;En esa costante lidia525,Sin un momento de calma,Contempla con los del almaFelicidades que envidia.
701
Ningún consuelo penetraDetrás de aquellas murallas;El varón de más agallas,Aunque más duro que un perno,Metido en aquel infiernoSufre, gime, llora y calla.
702
De juror el corazónSe le quiere reventar,Pero no hay sino aguantarAunque sosiego no alcance.¡Dichoso, en tan duro trance,Aquel que sabe rezar!
703
¡Dirige a Dios su plegariaEl que sabe una oración!En esa tribulaciónGime olvidado del mundo,Y el dolor es más projundoCuando no halla compasión.
525 Lidia: afán, lucha.
704
En tan crueles pesadumbres,En tan duro padecer,Empezaba a encanecerDespués de muy pocos meses;Allí lamenté mil vecesNo haber aprendido a ler.
705
Viene primero el juror,Después la melancolia;En mi angustia no teníaotro alivio ni consuelo,Sino regar aquel sueloCon lágrimas noche y día.
706
¡A visitar otros presosSus familias solían ir!Naides me visitó a míMientras estuve encerrado.¡Quien iba a costiarse526 allíA ver a un desamparado!
707
¡Bendito sea el carceleroQue tiene buen corazón!Yo sé que esta bendiciónPocos pueden alcanzarla,Pues si tienen compasiónSu deber es ocultarla.
526 Costiarse o costearse: tomarse la molestia de ir.
708
Jamás mi lengua podráEspresar cuanto he sufrido;En ese encierro metido,Llaves, paredes, cerrojosSe graban tanto en los ojosQue uno los ve hasta dormido.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
709
El mate no se permite;No le permiten hablar;No le permiten cantarPara aliviar su dolor,Y hasta el terrible rigorDe no dejarlo fumar.
710
La justicia es muy severa;Suele rayar en crueldá:Sufre el pobre que allí estáCalenturas y delirios,Pues no esiste pior martirioQue esa eterna soledá.
711
Conversamos con las rejasPor solo el gusto de hablar,Pero nos mandan callarY es preciso conformarnos;Pues no se debe irritarA quien puede castigarnos.
99MARTíN FIERRo
712
Sin poder decir palabraSufre en silencio sus males,Y uno en condiciones tales,Se convierte en animal,Privao del don principalQue Dios hizo a los mortales.
713
Yo no alcanzo a comprenderPor qué motivo seráQue el preso privado estáDe los dones más preciososQue el justo Dios bondadosootorgó a la humanidá.
714
Pues que de todos los bienes,En mi inorancia lo infiero,Que le dió al hombre altaneroSu Divina Majestá,La palabra es el primero,El segundo es la amistá.
715
Y es muy severa la leyQue, por un crimen o un vicio,Somete al hombre a un suplicioEl más tremendo y atroz,Privado de un beneficioQue ha recebido de Dios
716
La soledá causa espanto;El silencio causa horror;Ese continuo terrorEs el tormento más duro,Y en un presidio siguroEstá demás tal rigor.
717
Inora uno si de allíSaldrá pa la sepoltura;El que se halla en desventuraBusca a su lao otro ser,Pues siempre es güeno tenerCompañeros de amargura.
718
otro más sabio podráEncontrar razón mejor;Yo no soy rebuscador,Y ésta me sirve de luz:Se los dieron al SeñorAl clavarlo en una cruz.
719
Y en las projundas tinieblasEn que mi razón esiste,Mi corazón se resisteA ese tormento sin nombre,Pues el hombre alegra al hombreY el hablar consuela al triste.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
720
Grábenlo como en la piedraCuanto he dicho en este canto,Y, aunque yo he sufrido tanto,Debo confesarlo aquí:El hombre que manda allíEs poco menos que un santo.
721
Y son güenos los demás(A su ejemplo se manejan),527
Pero por eso no dejanLas cosas de ser tremendas;Piensen todos y compriendanEl sentido de mis quejas.
722
Y guarden en su memoriaCon toda puntualidá528
Lo que con tal claridáLes acabo de decir:Mucho tendrán que sufrirSi no creen en mi verdá529.
723
Y si atienden mis palabrasNo habrá calabozos llenos;Manéjense530 como güenos;No olviden esto jamás;Aquí no hay razón de más;Más bien las puse de menos.
527 A su ejemplo se manejan: se inspiran en su ejemplo.
528 Puntualidá: fidelidad.529 Si no creen en mi verdá: si no creen en mi pala-
bra.530 Manéjense: compórtense.
724
Y con esto me despido(Todos han de perdonar):Ninguno debe olvidarLa historia de un desgraciado.Quien ha vivido encerradoPoco tiene que contar.
XIII
EL HIJo SEGUNDo DE MARTIN FIERRo531
725
Lo que les voy a decirNinguno lo ponga en duda:Y aunque la cosa es peluda532,Haré la resolución;Es ladino el corazón,Pero la lengua no ayuda.
726
El rigor de las desdichasHemos soportao diez años,Pelegrinando entre estraños,Sin tener dónde vivir,Y obligados a sufrirUna máquina533 de daños.
531 Como en los casos similares anterior, indica el título que el nombrado empieza a cantar: prosi-gue hasta el canto XIX.
532 Peluda: ardua, dificultosa.533 Una máquina: múltitud, gran cantidad.
JoSé HERNáNDEz100
727
El que vive de ese modoDe todos es tributario;Falta la cabeza primario534
Y los hijos que él sustentaSe dispersan como cuentasCuando se corta el rosario.
728
Yo anduve ansí como todos,Hasta que al fin de sus díasSupo mi suerte una tíaY me recogió a su lado;Allí viví sosegadoY de nada carecía.
729
No tenía cuidado algunoNi que trabajar tampoco,Y como muchacho locoLo pasaba de holgazán;Con razón dice el refránQue lo güeno dura poco.
730
En mí todo su cuidadoY su cariño ponía;Como a un hijo me queríaCon cariño verdadero,Y me nombró de herederoDe los bienes que tenía.
534 Primario: cabeza o jefe de familia, el padre.
731
El juez vino sin tardanzaCuanto falleció la vieja.«De los bienes que te deja»,Me dijo, «yo he de cuidar:Es un rodeo regularY dos majadas de ovejas.»
732
Era hombre de mucha labia,Con más leyes que un dotor,Me dijo: «Vos sos menor.Y por los años que tienesNo podés manejar bienes;Voy a nombrarte un tutor.»
733
Tomó un recuento de todo,Porque entendía su papel,Y después que aquel pastelLo tuvo bien amasao,Puso al frente un encargao,Y a mí me llevó con el.
734
Muy pronto estuvo mi ponchoLo mesmo que cernidor535;El chiripá estaba pior,Y aunque para el frio soy guapo536
Ya no me quedaba un trapoNi pa el frío, ni pa el calor.
535 Lo mesmo que cernidor: lleno de agujeros.536 Guapo: valiente, resistente.
735
En tan triste desabrigoTras de un mes, iba otro mes;Guardaba silencio el Juez;La miseria me invadía:Me acordaba de mi tíaAl verme en tal desnudez.
736
No sé decir con fijezaEl tiempo que pasé allí;Y después de andar ansíComo moro sin señor537,Pasé a poder del tutorQue debía cuidar de mí.
XIV
737
Me llevó consigo un viejoQue pronto mostró la hilacha538,Dejaba ver por la facha539
Que era medio cimarrón,Muy renegao540, muy ladrón,Y le llamaban Vizcacha.
738
Lo que el Juez iba buscandoSospecho, y no me equivoco;Pero este punto no tocoNi su secreto aviriguo;Mi tutor era un antiguoDe los que ya quedan pocos;
537 Como moro sin señor: libre de obligaciones.538 Mostró la hilacha: dejó entrever su índole.539 Facha: aspecto.540 Renegao: echador de reniego y maldiciones.
739
Viejo lleno de camándulas,Con un empaque a lo toro541,Andaba siempre en un moroMetido no sé en qué enriedos;Con las patas como loro,De estribar entre los dedos542.
740
Andaba rodiao de perrosQue eran todo su placer:Jamás dejó de tener Menos de media docena;Mataba vacas ajenasPara darles de comer.
741
Carniábamos noche a nocheAlguna res en el pago,Y dejando allí el rezagoAlzaba en ancas el cuero,Que se lo vendía a un pulperoPor yerba543, tabaco y trago544.
742
¡Ah!, viejo más comercianteEn mi vida lo he encontrao.Con ese cuero robaoEl arreglaba el pastel,Y allí entre el pulpero y él,Se estendía el certificao545.541 Empaque a lo toro: ceño torvo, cara de pocos
amigos.542 Recuérdase que era común el uso, como
estribo, de una correa terminada en un nudo. Su constante empleo ocasiona el apartamiento de los dedos mayores del pie, entre los cuales pasaba dicha correa.
543 Yerba: yerba mate.544 Trago: cualquier bebida alcoholica.545 Certificao: no podía venderse ningún cuero sin exhi-
bir el certificado que acreditara la venta de la res.
101MARTíN FIERRo
Carlos Pablo Ripamonte, El Viejo Vizcacha,
óleo s/cartón, 43 x 54 cm, Colección Privada
JoSé HERNáNDEz102
743
La echaba de comedido;En las trasquilas, lo viera,Se ponía como una fieraSi cortaban546 una oveja;Pero de alzarse no dejaUn vellón o unas tijeras.
744
Una vez me dió una sobaQue me hizo pedir socorro,Porque lastimé a un cachorroEn el rancho de unas vascas;Y al irse se alzó unas guascas:Para eso era como zorro547,
745
«¡Ahijuna!», dije entre mí,«Me has dao esta pesadumbre,Ya verás; cuanto vislumbreUna ocasión medio güena,Te he quitar la costumbreDe cerdiar548 yeguas ajenas.»
746
Porque maté una vizcacha549
otra vez me reprendió;Se lo vine a contar yo,Y no bien se lo hube dicho:«Ni me nuembres ese bicho»,Me dijo, y se me enojó.
546 Si la herían con la tijera al trasquilarla.547 Para eso era como zorro: los zorros son muy
afectos a comer tientos.548 Cerdiar: cortar la cerda, lo que siempre obtiene
buen precio.549 Vizcacha: mamífero roedor.
747
Al verlo tan irritaoHallé prudente callar.«Este me va a castigar»,Dije entre mí, «si se agravia.»Ya vi que les tenía rabia,Y no las volví a nombrar.
748
Una tarde halló una puntaDe yeguas medio bichocas;Después que voltió unas pocas,Las cerdiaba con empeño:Yo vide venir al dueño,Pero me callé la boca.
749
El hombre venía juriosoY nos cayó como un rayo;Se descolgó del caballoRevoliando el arriador550,Y lo cruzó de un lazazo551
Ahi no más a mi tutor.
750
No atinaba don VizcachaA qué lado disparar,Hasta que logró montar,Y, de miedo del chicote552,Se lo apretó hasta el cogote553,Sin pararse a contestar.
550 Arriador o arreador: especie de látigo.551 Lazazo: golpe dado con el lazo, o con el arrea-
dor por ser este también de cuero.552 Chicote: látigo, rebenque, arriador.553 Se lo apretó hasta el cogote: se encasquetó
bien el sombrero.
751
Ustedes crerán tal vezQue el viejo se curaría...No, señores; lo que hacía,Con más cuidao dende entonces,Era maniarlas de díaPara cerdiar a la noche.
752
Ese jué el hombre que estuvoEncargao de mi destino;Siempre anduvo en mal camino,Y todo aquel vecindarioDecía que era un perdulario554,Insufrible de dañino.
753
Cuando el juez me lo nombró,Al dármelo de tutor,Me dijo que era un señorEl que me debía cuidar,Enseñarme a trabajar Y darme la educación.
754
¡Pero qué había de aprenderAl lao de ese viejo paco555;Que vivía como un chuncaco556
En los bañaos, como el tero;Un haragán, un ratero,Y más chillón que un varraco557!
554 Perdulario: truhán, pillo, bribón.555 Paco: farsante, taimado.556 Chuncaco: especie de sanguijuela.557 Varraco: verraco.
755
Tampoco tenía más bienesNi propiedad conocidaQue una carreta podrida,Y las paredes sin techoDe un rancho medio deshechoQue le servía de guarida.
756
Después de las trasnochadasAllí venía a descansar;Yo desiaba aviriguarLo que tuviera escondido,Pero nunca había podido,Pues no me dejaba entrar.
757
Yo tenía unas jergas viejas,Que habían sido más peludas;Y con mis carnes desnudas,El viejo, que era una fiera,Me hechaba a dormir ajueraCon unas heladas crudas.
758
Cuando mozo jué casao,Aunque yo lo desconfío,Y decía un amigo míoQue, de arrebatao y malo,Mató a su mujer de un paloPorque le dió un mate frío558.
558 El mate que se servía frío o tibio constituía una demostración de desaire o desprecio.
103MARTíN FIERRo
Silvio Rossi, Vizcacha y el hijo segundo de Fierro,
óleo s/tela, 1947, 80 x 94 cm, Museo Histórico José Hernández,
Chacra Pueyrredón
JoSé HERNáNDEz104
759
Y viudo por tal motivoNunca se volvió a casar;No era fácil encontrarNinguna que lo quisiera:Todas temerían llevarLa suerte de la primera.
760
Soñaba siempre con ella,Sin duda por su delito,Y decía el viejo maldito,El tiempo que estuvo enfermo,Que ella dende el mesmo infiernoLo estaba llamando a gritos.
XV
761
Siempre andaba retobao559;Con ninguno solía hablar;Se divertía en escarbarY hacer marcas con el dedo,Y en cuanto se ponía en pedoMe empezaba a aconsejar.
762
Me parece que lo veoCon su poncho calamaco560,Después de echar un güen taco561,Ansí principiaba a hablar:«Jamás llegués a pararAnde veas perros flacos562.»
559 Retobao: malhumorado, irritado.560 Poncho calamaco: poncho pobretón, sin fle-
chos, de mala calidad.561 Güen taco: buen trago.562 Pues ello es prueba de que allí se pasa hambre.
763
«El primer cuidao del hombreEs defender el pellejo.Lleváte de mi consejo,Fijáte bien en lo que hablo:El diablo sabe por diablo,Pero más sabe por viejo.»
764
«Hacéte amigo del Juez;No le des de qué quejarse;Y cuando quiera enojarseVos te debés encoger,Pues siempre es güeno tenerPalenque ande ir a rascarse563.»
765
«Nunca le llevés la contra,Porque él manda la gavilla:Allí sentao en su silla,Ningún güey le sale bravo;A uno le da con el clavo564
Y a otro con la cantramilla565.»
766
«El hombre, hasta el más soberbio,Con más espinas que un tala566,Aflueja andando en la malaY es blando como manteca:Hasta la hacienda bagualaCai al jagüel567 con la seca568.»
563 Esto es, a quién acudir.564 Clavo: el que está fijo en la punta de la picana o
aguijada.565 Cantramilla: clavo fijo hacia los dos tercios de la
picana, para aguijar con el a los dos bueyes in-termedios, de los seis que tiraban de la carreta.
566 Tala: árbol espinoso.567 Jagüel: represa rústica en que se conserva el
agua de lluvia.568 Seca: sequía.
767
«No andés cambiando de cueva;Hacé las que hace el ratón.Conserváte en el rincónEn que empezó tu existencia:Vaca que cambia querenciaSe atrasa en la parición.»
768
Y menudiando los tragosAquel viejo, como cerro569,«No olvidés, me decía, «Fierro,Que el hombre no debe crerEn lágrimas de mujerNi en la renguera del perro570.»
769
«No te debes afligirAunque el mundo se desplome.Lo que más precisa el hombreTener, sigún yo discurro,Es la memoria del burro,Que nunca olvida ande come.»
770
«Dejá que caliente el hornoEl dueño del amasijo;Lo que es yo, nunca me aflijoY a todito me hago el sordo:El cerdo vive tan gordo,Y se come hasta los hijos.»
569 Viejo, como cerro: firme y resistente a los efec-tos de la bebida.
570 Aforismo que hizo popular Cervantes en El Quijote.
771
«El zorro que ya es corridoDende lejos la olfatea571;No se apure quien deseaHacer lo que le aproveche:La vaca que más rumea572
Es la que da mejor leche.»
772
«El que gana su comidaGüeno es que en silencio coma;Ansina, vos, ni por bromaQuerás llamar la atención:Nunca escapa el cimarrónSi dispara por la loma573.»
773
«Yo voy donde me convieneY jamás me descarrío;Lleváte el ejemplo mío,Y llenarás la barriga:Aprendé de las hormigas:No van a un noque vacío.»
774
«A naides tengás envidia:Es muy triste el envidiar;Cuando veás a otro ganar,A estorbarlo no te metas:Cada lechón en su tetaEs el modo de mamar.»
571 La olfatea: olfatea o advierte el peligro.572 Rumea: rumia.573 Por ser más visible la huída que si lo hiciera por
el bajo.
105MARTíN FIERRo
Silvio Rossi, Los consejos del Viejo Vizcacha,
óleo s/tela, 1947, 80 x 94 cm, Museo Histórico José Hernández,
Chacra Pueyrredón
JoSé HERNáNDEz106
775
«Ansí se alimentan muchosMientras los pobres lo pagan;Como el cordero hay quien lo hagaEn la puntita, no niego;Pero otros, como el borrego574,Toda entera se la tragan.»
776
«Si buscás vivir tranquiloDedicáte a solteriar,Mas si te querés casar,Con esta alvertencia sea:Que es muy difícil guardar Prenda que otros codicean.»
777
«Es un bicho la mujerQue yo aquí no lo destapo575,Siempre quiere al hombre guapo;Mas fijáte en la eleción,Porque tiene el corazónComo barriga de sapo576.»
778
Y gangoso con la tranca577,Me solía decir: «Potrillo,Recién te apunta el cormillo,Mas te lo dice un toruno:No dejés que hombre ningunoTe gane el lao del cuchillo578.»
574 El cordero come sólo la punta de la hierba, pero el borrego no se detiene hasta la raíz.
575 Aquí no lo destapo, porque otros lo han dicho ya.
576 Como barriga de sapo: frio, voluble y veleidoso.577 Tranca: borrachera.578 Se ponga en posición de poder desarmarte; te
conozca tu debilidad.
779
«Las armas son necesarias,Pero naides sabe cuándo;Ansina, si andás pasiando579,Y de noche sobre todo,Debés llevarlo de modoQue al salir, salga cortando580.»
780
«Los que no saben guardarSon pobres aunque trabajen;Nunca, por más que se atajen,Se librarán del cimbrón581:Al que nace barrigónEs al ñudo que lo fajen.»
781
«Donde los vientos me llevanAllí estoy como en mi centro;Cuando una tristeza encuentroTomo un trago pa alegrarme:A mí me gusta mojarmePor ajuera y por adentro.»
782
«Vos sos pollo, y te convienenToditas estas razones;Mis consejos y lecionesNo echés nunca en el olvido:En las riñas582 he aprendidoA no peliar sin puyones583.»
579 Pasiando: paseando.580 Con el filo hacia abajo, pues así puede herirle al
enemigo con solo estirar el brazo.581 Cimbrón: Golpe582 En las riñas de gallo.583 Puyones: puas de metal con que se cubrían las
espuelas de los gallos de riña.
783
Con estos consejos y otrosQue yo en mi memoria encierro,Y que aquí no desentierro,Educándome seguía,Hasta que al fin se dormíaMesturao entre los perros.
XVI
784
Cuando el viejo cayó enfermo,Viendo yo que se empiorabaY que esperanza no dabaDe mejorarse siquiera,Le truje una culandrera584
A ver si lo mejoraba.
785
En cuanto lo vió, me dijo:«Este no aguanta el sogazo585:Muy poco le doy de plazo;Nos va ha dar un espetáculo,Porque debajo del brazoLe ha salido un tabernáculo586.»
584 Culandrera: curandera.585 Sogazo: golpe de la soga tensa al romperse; en
este caso, el daño causado al organismo por la “rotura” de la salud.
586 Tabernáculo: forúnculo, golondrino.
786
Dice el refrán que en la tropaNunca falta un güey corneta587:Uno que estaba en la puertaLe pegó el grito ahi no más:«Tabernáculo... ¡qué bruto!Un tubérculo dirás.»
787
Al verse ansí interrumpido,Al punto dijo el cantor:«No me parece ocasiónDe meterse los de ajuera;Tabernáculo, señor,Le decía la culandrera.»
788
El de ajuera repitió,Dándole otro chaguarazo588:«Allá va un nuevo bolazo589;Copo y se la gano en puerta590:A las mujeres que curanSe las llama curanderas.»
587 Ninca falta un güey corneta: entre varias personas reunidas, siempre hay una que no guarda unifor-midad con los demas. El sentido del refrán queda aclarado por el hecho de llamarse güey corneta aquel que se le ha quebrado una de las astas, lo que lo diferencia del resto de la tropa o manada.
588 Chaguarazo: golpe, latigazo, pinchazo, todo ello en sentido figurado.
589 Bolazo: equivocación, mentira.590 Apuesto lo máximo y lo desbanco porque gano
con la primera carta que sale. las palabras del texto aluden al juego llamado “monte”.
107MARTíN FIERRo
789
No es güeno –dijo el cantor–Muchas manos en un plato,Y diré al que ese barato591
Ha tomao de entrometido,Que no creia haber venidoA hablar entre literatos.
790
Y para seguir contandoLa historia de mi tutor,Le pediré a ese dotorQue en mi inorancia me deje,Pues siempre encuentra el que tejeotro mejor tejedor.
791
Seguía enfermo, como digo,Cada vez más emperrao;Yo estaba ya acobardaoY lo espiaba dende lejos;Era la boca del viejoLa boca de un condenao.
792
Allá pasamos los dosNoches terribles de invierno:El maldecía al Padre EternoComo a los Santos benditos,Pidiéndole al diablo a gritosQue lo llevara al infierno.
591 Barato: llámese así el asunto u operación en que alguien solicita intervenir con el fin de lucirse cuando otro se desempeñó mal.
793
Debe ser grande la culpaQue a tal punto mortifica;Cuando vía una reliquiaSe ponía como azogado592,Como si a un endemoniadoLe echaran agua bendita.
794
Nunca me le puse a tiro,Pues era de mala entraña;Y viendo herejía tamaña,Si alguna cosa le daba,De lejos se la alcanzabaEn la punta de una caña.
795
«Será mejor», decía yo,«Que abandonado lo deje,Que blasfeme y que se queje,Y que siga de esta suerte,Hasta que venga la muerteY cargue con este hereje.»
796
Cuando ya no pudo hablarLe até en la mano un cencerro,Y al ver cercano su entierro,Arañando las paredes,Espiró allí entre los perrosY este servidor de ustedes.
592 Azogado: tembloroso, asustado.
XVII
797
Le cobré un miedo terribleDespués que lo vi dijunto;Llamé al Alcalde, y al puntoAcompañado se vinoDe tres o cuatro vecinosA arreglar aquel asunto.
798
«Anima bendita», dijoUn viejo medio ladiao593,«Que Dios lo haiga perdonao,Es todo cuanto deseo.Le conocí un pastoreo594
De terneritos robaos.»
799
«Ansina es», dijo el Alcalde;«Con eso empezó a poblar595;Yo nunca podré olvidarLas travesuras que hizo;Hasta que al fin fué precisoQue le privasen596 carniar.
800
»De mozo jué muy jinete:No lo bajaba un bagual;Pa ensillar un animalSin necesitar de otro,Se encerraba en el corral,Y allí galopiaba el potro.
593 Medio ladiao: torcido, contrahecho.594 Pastoreo: se trata aquí de una pequeña majada.595 Poblar: llevar ganado a un campo donde no lo
hay.596 Privasen: prohibiesen.
801
»Se llevaba mal con todos:Era su costumbre viejaEl mesturar las ovejas,Pues al hacer el aparte597
Sacaba la mejor parte,Y después venía con quejas.»
802
«Dios lo ampare al pobrecito»,Dijo en seguida un tercero.«Siempre robaba carneros;En eso tenía destreza:Enterraba las cabezas598,Y después vendía los cueros.
803
»¡Y qué costumbre teníaCuando en el jogón estaba!Con el mate se agarraba599,Estando los piones juntos.–Yo tallo – decía– y apunto–600,Y a ninguno convidaba.
804
»Si ensartaba algún asao601
–¡Pobre! ¡como si lo viese!–,Poco antes de que estuviese602,primero lo maldecía,Luego después lo escupíaPara que naides comiese.
597 Al hacer el aparte: al separar las ovejas.598 Por que en las orejas de los ovinos se pone la
marca. 599 Es decir, no lo soltaba, se prendía a él.600 En los juegos bancados, el que talla o hace
de banquero no apunta, pero él hacía las dos cosas.
601 Si preparaba el asado.602 De que estuviese a punto.
JoSé HERNáNDEz108
805
»Quien le quitó esa costumbreDe escupir el asadorFué un mulato resertorQue andaba de amigo suyo:Un diablo muy peliadorQue le llamaban Barullo.
806
»Una noche que les hizoComo estaba acostumbrao,Se alzó el mulato enojaoY le gritó: –¡viejo indino,Yo te he de enseñar, cochino,A echar saliva al asao!–
807
»Lo saltó por sobre el juegoCon el cuchillo en la mano;¡La pucha el pardo liviano!En la mesma atropelladaLe largó una puñaladaQue la quitó otro paisano.
808
»Y ya caliente Barullo,Quiso seguir la chacota603;Se le había erizao la motaLo que604 empezó la reyerta:El viejo ganó la puertaY apeló a las de gaviota605.
603 Chacota: broma, pero en este caso quiere decir lío, pelea.
604 Lo que: cuando.605 Apeló a las de gaviota: huyó a escape.
Carlos Pablo Ripamonte, La curandera,
óleo s/cartón. 40 x 30 cm, Colección Privada
109MARTíN FIERRo
809
»De esa costumbre malditaDende entonces se curó;A las casas no volvió:Se metió en un cicutal606
Y allí escondido pasóEsa noche sin cenar.»
810
Esto hablaban los presentes,Y yo, que estaba a su laoAl oir lo que he relatao,Aunque él era un perdulario,Dije entre mí: «¡Qué rosarioLe están rezando al finao!607»
811
Luego comenzó el AlcaldeA registrar cuanto había,Sacando mil chucheríasY guascas y trapos viejos,Temeridá608 de trebejosQue para nada servían.
812
Salieron lazos, cabrestos,Coyundas y maniadores,Una punta609 de arriadores,Cinchones, maneas, torzales610,Una porción de bozalesY un montón de tiradores.
606 Cicutal: terreno en que abunda la planta deno-minada cicuta.
607 ¡Que crítica le están haciendo! 608 Temeridá: gran cantidad.609 Una punta: gran número.610 Torzales: sogas de tiras de cuero retorcidas.
813
Había riendas de domar611,Frenos, estribos quebraos;Bolas, espuelas, recaos612,Unas pavas613, unas ollas,Y un gran manojo de argollasDe cinchas que había cortao.
814
Salieron varios cencerros,Alesnas, lonjas614, cuchillos,Unos cuantos cojinillos615,Un alto de jergas viejas,Muchas botas desparejas616
Y una infinidá de anillos.
815
Había tarros de sardinas,Unos cueros de venao,Unos ponchos aujeriaos,Y en tan tremendo entreveroApareció hasta un tinteroQue se perdió en el Juzgao.
816
Decía el Alcalde muy serio:«Es poco cuanto se diga;Había sido como hormiga.He de darle parte al Juez.¡Y que me venga despuésCon que no se los persiga!»
611 Se distinguen de las corrientes por ser pesadas y carentes de adornos.
612 Recaos o recados: monturas.613 Pavas: recipientes de metal que poseen un
pico largo en forma de pico de ave, se los usa especialmente para calentar el agua con que se ceba el mate.
614 Lonjas: tiras anchas de cuero.615 Cojinillos: pellones de lana.616 Desparejas: es decir, cada bota de un par distinto.
817
Yo estaba medio azoraoDe ver lo que sucedía;Entre ellos mesmos decíanQue unas prendas eran suyas,Pero a mí me parecíaQue éstas eran aleluyas617.
818
Y cuando ya no tuvieronRincón donde registrar,Cansaos de tanto huroniarY de trabajar en balde,«Vámosnos», dijo el Alcalde,«Luego lo haré sepultar.»
819
Y aunque mi padre no eraEl dueño de ese hormiguero,El, allí muy cariñero618,Me dijo con muy buen modo:«Vos serás herederoY te harás cargo de todo.
820
»Se ha de arreglar este asuntoComo es preciso que sea;Voy a nombrar albaceaUno de los circunstantes;Las cosas no son como antesTan enredadas y feas.»
617 Aleluyas: frases sin fundamento; pretextos.618 Cariñero: que afecta o finge cariño.
821
«¡Bendito Dios!» pensé yo,«Ando como un pordiosero,Y me nuembran herederoDe toditas estas guascas.¡Quisiera saber primeroLo que se han hecho mis vacas!»
XVIII
822
Se largaron, como he dicho,A disponer el entierro;Cuando me acuerdo me aterro:Me puse a llorar a gritosAl verme allí tan solitoCon el finao y los perros.
823
Me saqué el escapulario,Se lo coloqué al pecador,Y como hay en el SeñorMisericordia infinita,Rogué por la alma benditaDel que antes jué mi tutor.
824
No se calmaba mi dueloDe verme tan solitario;Ahí le champurrié619 un rosarioComo si juera mi padre,Besando el escapularioQue me había puesto mi madre.
619 Champurrié: recé como sabía y pude.
JoSé HERNáNDEz110
825
«Madre mía», gritaba yo,«¿Dónde estarás padeciendo?El llanto que estoy virtiendoLo redamarías por mí,Si vieras a tu hijo aquíTodo lo que esta sufriendo.»
826
Y mientras ansí clamabaSin poderme consolar,Los perros, para aumentarMás mi miedo y mi tormento,En aquel mesmo momentoSe pusieron a llorar.
827
Libre Dios a los presentesDe que sufran otro tanto;Con el muerto y esos llantosLes juro que faltó pocoPara que me vuelva locoEn medio de tanto espanto.
828
Decían entonces las viejas,Como que eran sabedoras,Que los perros cuando lloranEs porque ven al demonio;Yo creia en el testimonioComo cré siempre el que inora.
829
Ahi dejé que los ratonesComieran el guasquerío,Y como anda a su albedríoTodo el que güerfano queda,Alzando lo que era míoAbandoné aquella cueva.. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
830
Supe después que esa tardeVino un pión y lo enterró;Ninguno lo acompañóNi lo velaron siquiera;Y al otro día amanecióCon una mano dejuera.
831
Y me ha contao ademásEl gaucho que hizo el entierro,–Al recordarlo me aterro,Me da pavor este asunto–Que la mano del dijuntoSe la había comido un perro.
832
Tal vez yo tuve la culpaPorque de asustao me fuí;Supe, después que volví,Y asigurárselos puedo,Que los vecinos, de miedo,No pasaban por allí.
833
Hizo del rancho guaridaLa sabandija más sucia–El cuerpo se despeluza620
Y hasta la razón se altera–:Pasaba la noche enteraChillando allí una lechuza.
834
Por mucho tiempo no pudeSaber lo que me pasaba;Los trapitos con que andabaEran puras hojarascas;Todas las noches soñabaCon viejos, perros y guascas.
XIX
835
Anduve a mi voluntá,Como moro sin señor:Ese jué el tiempo mejorQue yo he pasado tal vez;De miedo de otro tutor,Ni aporté por lo del Juez.
836
«Yo cuidaré», me había dicho,«De lo de tu propiedá:Todo se conservará,El vacuno y los rebaños,Hasta que cumplas 30 años,En que seás mayor de edá.»
620 Se despeluza: se espeluzna.
837
Y aguardando que llegaseEl tiempo que la ley fija,Pobre como lagartijaY sin respetar a naides,Anduve cruzando el aireComo bola sin manija621.
838
Me hice hombre de esa maneraBajo el más duro rigor;Sufriendo tanto dolorMuchas cosas aprendí:Y, por fin, vítima fuíDel más desdichado amor.
839
De tantas alternativasEsta es la parte peluda622:Infeliz y sin ayuda,Fué estremado mi delirio,Y causaban mi martirioLos desdenes de una viuda.
840
Llora el hombre ingratitudesSin tener un jundamento;Acusa sin miramientoA la que el mal le ocasiona,Y tal vez en su personaNo hay ningún merecimiento.
621 Como bola sin manija: sin rumbo e inútilmente.622 Peluda: dificilísima; grave.
111MARTíN FIERRo
841
Cuando yo más padecíaLa crueldá de mi destino,Rogando al poder divinoQue del dolor me separe,Me hablaron de un adivinoQue curaba esos pesares.
842
Tuve recelos y miedos,Pero al fin me disolví623:Hice coraje y me fuíDonde el adivino estaba,Y por ver si me curaba,Cuanto llevaba le di.
843
Me puse, al contar mis penas,Más colorao que un tomate,Y se me añudó el gaznate624
Cuando dijo el ermitaño:«Hermano, le han hecho daño625
Y se lo han hecho en un mate.
844
«Por verse libre de ustéLo habrán querido embrujar.»Después me empezó a pasarUna pluma de avestruz,Y me dijo: «De la CruzRecebí el don de curar.
623 Me disolví: me resolví.624 Gaznate: garganta.625 Daño: brujería.
845
»Debés maldecir», me dijo,«A todos tus conocidos;Ansina el que te ha ofendidoPronto estará decubierto,Y deben ser maldecidosTanto vivos como muertos.»
846
Y me recetó un hincaoEn un trapo de la viuda,Frente a una planta de ruda,Hiciera mis oraciones,Diciendo: «No tengás duda;Eso cura las pasiones.»
847
A la viuda, en cuanto pude,Un trapo le manotié626;Busqué la ruda y al pie,Puesto en cruz, hice mi rezo;Pero, amigos, ni por esoDe mis males me curé.
848
Me recetó otra ocasiónQue comiera abrojo chico627;El remedio no me esplico,Mas, por desechar el mal,Al ñudo en un abrojalFí a ensangrentarme el hocico.
626 Manotié: hurté627 Abrojo chico: fruto espinoso de la planta del
mismo nombre.
849
Y con tanta medecinaMe parecía que sanaba;Por momentos se aliviabaUn poco mi padecer,Mas si a la viuda encontraba,Volvía la pasión a arder.
850
otra vez que consultéSu saber estrordinario,Recibió bien su salario,Y me recetó aquel pilloQue me colgase tres grillosEnsartaos como rosario.
851
Por fin la última ocasiónQue por mi mal lo fí a ver,Me dijo: «No, mi saberNo ha perdido su virtú;Yo te daré la salú:No triunfará esa mujer.
852
»Y tené fe en el remedio,Pues la cencia no es chacota;De esto no entendés ni jota.Sin que ninguno sospeche,Cortále a un negro tres motasY hacélas hervir en leche.»
853
Yo andaba ya desconfiandoDe la curación maldita,Y dije: «Este no me quitaLa pasión que me domina;Pues que viva la gallina,Aunque sea con la pepita.»
854
Ansí me dejaba andar,Hasta que, en una ocasión,El cura me echó un sermón,Para curarme sin duda,Diciendo que aquella viudaEra hija de confisión.
855
Y me dijo estas palabrasQue nunca las he olvidao:«Has de saber que el finaoordenó en su testamentoQue naides de casamientoLe hablara en lo sucesivo;Y ella prestó el juramentoMientras él estaba vivo.
856
»Y es preciso que lo cumpla,Porque ansí lo manda Dios;Es necesario que vosNo la vuelvas a buscar,Porque si llega a faltarSe condenarán los dos.»
JoSé HERNáNDEz112
857
Con semejante alvertenciaSe completó mi redota;Le vi los pies a la sota628,Y me le alejé a la viuda,Más curao que con la ruda,Con los grillos y las motas.
858
Después me contó un amigoQue al Juez le había dicho el curaQue yo era un cabeza duraY que era un mozo perdido;Que me echaran del partido629,Que no tenía compostura.
859
Tal vez por ese consejoY sin que más causa hubiera,Ni que otro motivo diera,Me agarraron redepenteY en el primer contingenteMe echaron a la frontera.
860
De andar persiguiendo viudasMe he curao el deseo;En mil penurias me veo,Mas pienso volver tal vezA ver si sabe aquel JuezLo que se ha hecho mi rodeo.
628 Le vi los pies a la sota: me percaté de lo que ocurría.
629 Partido: en la provincia de Buenos Aires, la división política y administrativa que a su vez, se divide en cuarteles.
XX
861
Martín Fierro y sus dos hijos,Entre tanta concurrencia,Siguieron con alegríaCelebrando aquella fiesta.Diez años, los más terribles,Había durado la ausencia,Y al hallarse nuevamenteEra su alegría completa.
862
En ese mesmo momentoUno que vino de ajuera,A tomar parte con ellosSuplicó que lo almitieran.Era un mozo forasteroDe muy regular presencia,Y hacía poco que en el pagoAndaba dando sus güeltas.Asiguran algunosQue venía de la frontera;Que había pelao630 a un pulperoEn las últimas carreras;Pero andaba despilchao631,No traia una prenda güena:Un recadito cantor632
Daba fe de sus pobrezas.Le pidió la bendiciónAl que causaba la fiestaY, sin decirles su nombre,Les declaró con franquezaQue el nombre de Picardía Es el único que lleva.
630 Pelao: ganado todo el dinero.631 Despilchao: pobremente vestido.632 Cantor: de los mas ordinarios; de escaso valor.
Y para contar su historiaA todos pide licencia,Diciéndoles que en seguidaIban a saber quién era.Tomó al punto la guitarra,La gente se puso atenta,Y ansí cantó Picardía En cuanto templó las cuerdas:
XXI
PICARDIA 633
863
–Voy a contarles mi historia(Perdónenme tanta charla),Y les diré al principiarla,Aunque es triste hacerlo ansí:A mi madre la perdíAntes de saber llorarla.
864
Me quedé en el desamparo, Y al hombre que me dió el serNo lo pude conocer;Ansí, pues, dende chiquito,Volé como el pajaritoEn busca de qué comer.
865
o por causa del servicio634,Que tanta gente destierra,o por causa de la guerra,Que es causa bastante seria,Los hijos de la miseriaSon muchos en esta tierra.
633 Toma ahora la palabra Picardía, y continúa con ella hasta el canto XXIX
634 El servicio militar.
866
Ansí, por ella empujado,No sé las cosas que haría,Y aunque con verguenza mía,Debo hacer esta alvertencia:Siendo mi madre Inocencia,Me llamaban Picardía.
867
Me llevó a su lado un hombrePara cuidar las ovejas,Pero todo el día eran quejasY guascazos635 a lo loco,Y no me daba tampocoSiquiera unas jergas viejas.
868
Dende la alba hasta la noche,En el campo me tenía;Cordero que se moría–Mil veces me sucedió–Los caranchos lo comían,Pero lo pagaba yo.
869
De trato tan rigorosoMuy pronto me acobardé;El bonete me apreté636
Buscando los mejores fines,Y con unos volantines637
Me fuí para Santa Fe.
635 Guascazos: latigazos.636 El bonete me apreté: huí, me escapé.637 Volantines: volatineros.
113MARTíN FIERRo
870
El pruebista principalA enseñarme me tomó,Y ya iba aprendiendo yoA bailar en la maroma,Mas me hicieron una bromaY aquello me indijustó638.
871
Una vez que iba bailando,Porque estaba el calzón roto,Armaron tanto alborotoQue me hicieron perder pie;De la cuerda me larguéY casi me descogoto.
872
Ansí me encontre de nuevoSin saber dónde meterme,Y ya pensaba volvermeCuando, por fortuna mía,Me salieron unas tíasQue quisieron recogerme.
873
Con aquella parentela,Para mí desconocida,Me acomodé ya en seguida,Y eran muy buenas señoras;Pero las más rezadorasQue he visto en toda mi vida.
638 Indijustó: disgustó.
874
Con el toque de oraciónYa principiaba el rosario;Noche a noche un calendarioTenían ellas que decir,Y a rezar solían venirMuchas de aquel vecindario.
875
Lo que allí me acontecióSiempre lo he de recordar,Pues me empiezo a equivocarY a cada paso refalo,Como si me entrara el Malo639
Cuanto me hincaba a rezar.
876
Era como tentaciónLo que yo esperimenté,Y jamás olvidaréCuanto tuve que sufrir,Porque no podía decir«Artículos de la Fe».
877
Tenía al lao una mulataQue era nativa de allí;Se hincaba cerca de míComo el ángel de la guarda;¡Pícara!, y era la pardaLa que me tentaba ansí.
639 El Malo: el diablo, el demonio.
878
«Rezá», me dijo mi tía,«Artículos de la Fe».Quise hablar y me atoré;La dificultá me aflige;Miré a la parda, y ya dije:«Artículos de Santa Fe»640.
879
Me acomodó el coscorrónQue estaba viendo venir,Yo me quise corregir,A la mulata miréY otra vez volví a decir:«Artículos de Santa Fe».
880
Sin dificultá ningunaRezaba todito el día,Y a la noche no podíaNi con un trabajo inmenso;Es por eso que yo piensoQue alguno me tentaría.
881
Una noche de tormentaVi a la parda y me entró chucho;Los ojos –me asusté mucho–Eran como refocilo641:Al nombrar a San Camilo,Le dije San Camilucho.
640 Santa Fe: alude a la provincia de este nombre, de donde era natural la mulata.
641 Refocilo: relámpago.
882
Esta me da con el pie,Aquella otra con el codo:¡Ah, viejas, por ese modo,Aunque de corazón tierno,Yo las mandaba al infiernoCon oraciones y todo!
883
otra vez, que como siempreLa parda me perseguía,Cuando yo acordé, mis tíasMe habían sacao un mechónAl pedir la estirpaciónDe todas las herejías.
884
Aquella parda malditaMe tenía medio afligido,Y ansí, me había sucedidoQue, al decir «estirpación»,Le acomodé «entripación»Y me cayeron sin ruido642.
885
El recuerdo y el dolorMe duraron muchos días;Soñé con las herejíasQue andaban por estirparY pedía siempre al rezarLa estirpación de mis tías.
642 Me cayeron sin ruido: me atacaron sin avisarme.
JoSé HERNáNDEz114
886
Y dale siempre rosarios,Noche a noche sin cesar;Dale siempre barajarSalves, trisagios y credos;Me aburrí de esos enriedosY al fin me mandé mudar.
XXII
887
Anduve como pelota,Y más pobre que una rata;Cuando empecé a ganar plataSe armó no sé qué barullo:Yo dije: A tu tierra, grullo643, Aunque sea con una pata.
888
Eran duros y bastantesLos años que allá pasaron;Con lo que ellos me enseñaronFormaba mi capital;Cuanto vine, me enrolaronEn la Guardia Nacional.
889
Me había ejercitao al naipe,El juego era mi carrera;Hice alianza verdaderaY arreglé una trapisondaCon el dueño de una fondaQue entraba en la peladera644.
643 Grullo: en vez de grulla, obligado por la rima.644 Peladera: acto de pelar, esto es, ganar todo al
contrario por medio ilícitos.
890
Me ocupaba con esmeroEn floriar una baraja645;El la guardaba en la cajaEn paquetes, como nueva;Y la media arroba lleva646
Quien conoce la ventaja.
891
Comete un error inmensoQuien de la suerte presuma;otro mas hábil lo fuma,En un dos por tres lo pela,Y lo larga que no vuela,Porque le falta una pluma.
892
Con un socio que lo entiendeSe arman partidas muy güenas;Queda allí la plata ajena,Quedan prendas y botones:Siempre cain a esas riunioneszonzos con las manos llenas.
893
Hay muchas trampas legales,Recursos del jugador;No cualquiera es sabedorA lo que un naipe se presta:Con una cincha647 bien puestaSe la pega648 uno al mejor.645 Floriar una baraja: es preparar los naipes,
mediante marcas en algunos de ellos, a fin de poder conocerlos.
646 Alude a que media arroba de peso, en las carreras de caballos, constituye una ventaja apreciable.
647 Cincha: en el juego del monte, al acto de sacar dos cartas juntas, de modo que aparezcan una sola, a fin de que no se vea una de ellas, que haría perder al banquero.
648 Se la pega: lo engaña.
894
Deja a veces ver la boca649,Haciendo el que se descuida;Juega el otro hasta la vidaY es siguro que se ensarta,Porque uno muestra una cartaY tiene otra prevenida.
895
Al monte, las precaucionesNo han de olvidarse jamás;Debe afirmarse ademásLos dedos para el trabajo,Y buscar asiento bajoQue le dé la luz de atrás650.
896
Pa tallar, tome la luz;Dé la sombra al alversario;Acomódese al contrarioEn todo juego cartiao651:Tener ojo ejercitaoEs siempre muy necesario.
897
El contrario abre los suyos,Pero nada ve el que es ciego:Dándole soga652, muy luegoSe deja pescar el tonto;Todo chapetón653 cre prontoQue sabe mucho en el juego.
649 Dejar ver la boca: dejar ver una carta del mazo.650 Para que la sombra del cuerpo facilite la comi-
sión de las trampas de que se habla.651 Juego cartiao. Cualquier juego de naipes o
carta.652 Dándole soga: dejándole ganar al principio.653 Chapetón: individuo inexperto, novato, poco
hábil.
898
Hay hombres muy inocentesY que a las carpetas654 van;Cuando azariados655 están–Les pasa infinitas veces–Pierden en puertas656 y en treses657,Y dándoles mamarán658.
899
El que no sabe no ganaAunque ruegue a Santa Rita659;En la carpeta a un mulita660
Se le conoce al sentarse,Y conmigo era matarse:No podían ni a la manchita661.
900
En el nueve y otros juegosLlevo ventaja y no poca,Y siempre que dar me tocaEl mal no tiene remedio,Porque sé sacar del medioY sentar662 la de la boca.
654 Carpetas: mesas de juego.655 Azariados: aturdidos, preocupadísimos.656 Pierden en puertas, es decir, con la primera
carta que se muestra.657 En treces: otro lance del monte en que el ban-
quero prescinde de las tres primeras cartas.658 Mamarán era el lance en que el jugador fullero
hacía otra demostración de su pericia, para ganar al jugador bisoño.
659 Santa Rita es la abogada de las cosas imposi-bles de lograr.
660 Mulita: novato, chambón.661 Manchita: diminutivo de mancha, cierto juego
de niños.662 Sentar: correr una carta hacia atras y sacar la
siguiente.
115MARTíN FIERRo
Ceferino Carnacini, La tormenta, aguafuerte, s/f, 16 x 25 cm, Colección privada
JoSé HERNáNDEz116
901
En el truco, al más pintaoSolía ponerlo en apuro;Cuando aventajar procuro,Sé tener, como fajadas,Tiro a tiro el as de espadas,o flor, o envite siguro.
902
Yo sé defender mi plataY lo hago como el primero:El que ha de jugar dineroPreciso es que no se atonte;Si se armaba una de monte,Tomaba parte el fondero.
903
Un pastel663, como un paquete,Sé llevarlo con limpieza;Dende quc a salir empiezanNo hay carta que no recuerde;Sé cuál664 se gana o se pierdeEn cuanto cain en la mesa.
904
También por estas jugadasSuele uno verse en aprietos;Mas yo no me comprometoPorque sé hacerlo con arte,Y aunque les corra el descarte665
No se descubre el secreto.
663 Pastel: es, entre fulleros, la baraja preparada para “pelar” a los jugadores.
664 Se cual: se con cual.665 Les corra el descarte: les pase las cartas ya sali-
da para comprobar si no se ha hecho trampa.
905
Si me llamaban al dao,Nunca me solía faltarUn cargado666, que largar,Un cruzao667 para el más vivo,Y hasta atracarles un chivo668
Sin dejarlos maliciar.
906
Cargaba bien una taba,Porque la sé manejar;No era manco en el billar,Y por fin de lo que esplico,Digo que hasta con pichicos669
Era capaz de jugar.
907
Es un vicio de mal finEl de jugar, no lo niego;Todo el que vive del juegoAnda a la pesca de un bobo,Y es sabido que es un robo Ponerse a jugarle a un ciego.
908
Y esto digo claramentePorque he dejao de jugar;Y les puedo asigurar,Como que fuí del oficio:Más cuesta aprender un vicioQue aprender a trabajar.
666 Dícese del dado que por llevar mas peso de un lado, cae casi siempre del mismo modo.
667 El dado cruzado, tenía el mismo punto en dos caras totalmente opuestas.
668 Chivo es el dado cuyas caras presentan un mismo punto.
669 Pichicos: huesos de las patas del ganado vacu-no.
XXIII
909
Un nápoles670 mercachifleQue andaba con un arpista,Cayó también en la listaSin dificultá ninguna:Lo agarré a la treinta y unaY le daba bola vista671.
910
Se vino haciendo el chiquito,Por sacarme esa ventaja;En el pantano se encaja,Aunque robo se le hacía;Lo cegó Santa Lucía672
Y desocupó las cajas.
911
¡Lo hubieran visto afligidoLlorar por las chucherías!«Ma gañao con picardía»,Decía el gringo y lagrimiaba,Mientras yo en un poncho alzabaTodita su merchería673.
912
Quedó allí aliviao del pesoSollozando sin consuelo;Había caido en el anzuelo,Tal vez porque era domingo,Y esa calidá de gringoNo tiene santo en el cielo.
670 Nápoles: napolitano.671 En dicho juego, era una gran ventaja dejar ver al
contrario el número de esa bola.672 Santa Lucía es invocada en las enfermedades
de los ojos.673 Merchería: mercería; mercancía.
913
Pero poco aprovechéDe fatura tan lucida;El diablo no se descuida,Y a mí me seguía la pistaUn ñato muy enredistaQue era oficial de partida.
914
Se me presentó a esigirLa multa en que había incurrido,Que el juego estaba prohibido,Que iba a llevarme al cuartel674:Tuve que partir con élTodo lo que había alquirido.
915
Empecé a tomarlo entre ojosPor esa albitrariedá;Yo había ganao, es verdá,Con recursos675, eso sí;Pero él me ganaba a míFundao en su autoridá.
916
Decían que por un delitoMucho tiempo anduvo mal;Un amigo servicialLo compuso con el Juez,Y poco tiempo despuésLo pusieron de oficial.
674 Cuartel: comisaría.675 Con recursos: con artimañas.
117MARTíN FIERRo
917
En recorrer el partidoContinuamente se empleaba;Ningún malevo agarraba,Pero traia en un cargueroGallinas, pavos, corderosQue por ahi recoletaba.
918
No se debía permitirEl abuso a tal estremo.Mes a mes hacía lo mesmo,Y ansí decía el vecindario:«Este ñato perdularioHa resucitao el diezmo676.»
919
La echaba de677 guitarreroY hasta de concertador678:Sentao en el mostradorLo hallé una noche cantandoY le dije: «Co...mo...quiando679
Con ganas de oir un cantor.»
920
Me echó el ñato una miradaQue me quiso devorar,Mas no dejó de cantarY se hizo el desentendido;Pero ya había conocidoQue no lo podía pasar680.
676 Diazmo: tributo anual equivalente a la décima parte de los productos de la ganadería, o la agricultura, que se pagaba a la iglesia.
677 La echaba de: se tenía por, presumía de.678 Concertador: improvisador.679 Provocación resultante del énfasis con que se
pronuncian las sílabas que forman palabras hirientes.
680 No lo podía pasar: le tenía antipatía.
921
Una tarde que me hallabaDe visita... vino el ñato,Y para darle un mal ratoDije juerte: «Ña...to...ribia681,No cebe con la agua tibia», Y me la entendió el mulato.
922
Era todo en el Juzgao,Y como que se achocó682,Ahi no más me contestó:«Cuanto el caso se presienteTe he de hacer tomar caliente,Y has de saber quién soy yo.»
923
Por causa de una mujerSe enredó más la cuestión;Le tenía al ñato afición;Ella era mujer de ley,Moza con cuerpo de güey,Muy blanda de corazón.
924
La hallé una vez de amasijo;Estaba hecha un embeleso,Y le dije: «Me interesoEn aliviar sus quehaceres,Y ansí, señora, si quiereYo le arrimaré los güesos683.»
681 Juego de palabras ña toribia (doña Toribia) y ñato-ribia, con lo que está llamándole ñato, romo.
682 Se achocó: se enfadó, se ofendió.683 Téngase en cuenta el doble sentido de esta ex-
presión, pues no sólo se refiere al combustible con que se calentaba el horno del pan.
925
Estaba el ñato presenteSentado como de adorno;Por evitar un trastornoElla, al ver que se dijusta,Me contestó: «Si usté gusta,Arrímelos junto al horno.»
926
Ahi se enredó la madejaY su enemistá conmigo;Se declaró mi enemigo,Y, por aquel cumplimiento,Ya sólo buscó el momentoDe hacerme dar un castigo.
927
Yo vía que aquel malditoMe miraba con rencor,Buscando el caso mejorDe poderme echar el pial;Y no vive más el lial684
Que lo que quiere el traidor.
928
No hay matrero que no caiga,Ni arisco que no se amanse;Ansí, yo, dende aquel lance,No salía de algún rincón,Tirao como el San Ramón685
Después que se pasa el trance.
684 Lial: leal.685 La imagen de ses santo, patrono de las
parturientas, queda arrumbada mientras no se requiere su protección.
XXIV
929
Me le escapé con trabajoEn diversas ocasiones;Era de los adulones;Me puso mal con el Juez;Hasta que al fin una vezMe agarró en las eleciones.
930
Ricuerdo que esa ocasiónAndaban listas diversas;Las opiniones dispersasNo se podían arreglar:Decían que el Juez, por triunfar,Hacía cosas muy perversas.
931
Cuando si riunió la genteVino a proclamarla el ñato,Diciendo con aparato«Que todo andaría mal,Si pretendía cada cualVotar por un candilato.»
932
Y quiso al punto quitarmeLa lista que yo llevé,Mas yo se la mesquiné686,Y ya me gritó: «¡Anarquista!Has de votar por la listaQue ha mandao el Comiqué687.»
686 Se las mesquiné: me la guardé.687 Comiqué: comité.
JoSé HERNáNDEz118
Silvio Rossi, Picardía, óleo s/tela, 1947, 80 x 94 cm,
Museo Histórico José Hernández, Chacra Pueyrredón
119MARTíN FIERRo
933
Me dió vergüenza de vermeTratado de esa manera;Y como si uno se alteraYa no es fácil que se ablande,Le dije: «Mande el que mande,Yo he de votar por quien quiera.
934
»En las carpetas de juegoY en la mesa eletoral,A todo hombre soy igual,Respeto al que me respeta,Pero el naipe y la boletaNaides me lo ha de tocar.»
935
Ahi no más ya me cayóA sable la polecía;Aunque era una picardíaMe decidí a soportar,Y no los quise peliarPor no perderme ese día.
936
Atravesao688 me agarróY se aprovechó aquel ñato;Dende que sufrí ese tratoNo dentro donde no quepo;Fí a jinetiar en el cepoPor cuestión de candilatos.
688 Atravesao: en desventaja, sin poder defenderme.
937
Injusticia tan notoriaNo la soporté de flojo;Una venda de mis ojosVino el suceso a voltiar:Vi que teníamos que andarComo perro con tramojo689.
938
Dende aquellas elecionesSe siguió el batiburrillo;Aquél se volvió un ovilloDel que no había ni noticia,¡Es señora la justicia...Y anda en ancas del más pillo!
XV
939
Después de muy pocos días,Tal vez por no dar esperaY que alguno no se juera,Hicieron citar la gente,Pa riunir un contingenteY mandar a la frontera.
940
Se puso arisco el gauchaje:La gente está acobardada;Salió la partida armadaY trujo como perdicesUnos cuantos infelicesQue entraron en la voltiada690.
689 Tramojo: palo rematado en horqueta que, pues-to el cuello de los animales, les impide meterse por cercos, alambradas, etc.
690 Voltiada: acto de reunir el ganado volteándolo a la carrera, mientras huye. El sentido figurado es evidente en el verso.
941
Decía el ñato con soberbia:«Esta es una gente indina;Yo los rodié a la sordina:No pudieron escapar;Y llevaba orden de arriarTodito lo que camina.»
942
Cuando vino el ComendanteDijeron: «¡Dios nos asista!»Llegó les clavó la vista(Yo estaba haciéndome el zonzo);Le echó a cada uno un responsoY ya lo plantó691 en la lista.
943
«¡Cuadráte!», le dijo a un negro.«Te estás haciendo el chiquito,Cuando sos el más malditoQue se encuentra en todo el pago.Un servicio es el que te hago,Y por eso te remito.»
944A oTRo
«Vos no cuidás tu familiaNi le das los menesteres692;Visitás otras mujeres,Y es preciso, calavera,Que aprendás en la fronteraA cumplir con tus deberes.»
691 Lo plantó: lo inscribió.692 Los menesteres: lo necesario para vivir.
945A oTRo
«Vos también sos trabajoso;Cuando es preciso votarHay que mandarte llamarY siempre andás medio alzao693;Sos un desubordinao694,Y yo te voy a filiar695.»
946A oTRo
«¿Cuánto tiempo hace que vosAndás en este partido?¿Cuántas veces has venidoA la citación del Juez?No te he visto ni una vez:Has de ser algún perdido.»
947A oTRo
«Este es otro barulleroQue pasa en la pulperíaPredicando noche y díaY anarquizando a la gente:Irás en el contingentePor tamaña picardía.»
948A oTRo
«Dende la anterior remesaVos andás medio perdido696,La autoridá no ha podidoJamás hacerte votar:Cuando te mandan llamarTe pasás a otro partido.»
693 Alzao: esquivo.694 Desubordinao: insubordinado, rebelde.695 Filiar: enderezar, hacer sumiso.696 Medio perdido: alejado de los lugares a que
concurría habitualmente.
JoSé HERNáNDEz120
949A oTRo
«Vos siempre andás de florcita697:No has hecho ningún servicio;No has votado ni una vez.¡Marchá!... para que dejésDe andar haciendo perjuicio.»
950A oTRo
«Dame vos tu papeleta698:Yo te la voy a tener.Esta queda en mi poder;Después la recogerás,Y ansí, si te resertás,Todos te puedan prender.»
951A oTRo
«Vos, porque sos ecetuao699,Ya te querés sulevar700;No vinistes a votarCuando hubieron eleciones;No te valdrán ececiones:¡Yo te voy a enderezar!
952
Y a éste por este motivoY a otro por otra razón,Toditos, en conclusión,Sin que escapara ninguno,Jueron pasando uno a unoA juntarse en un rincón.
697 Andas de florcita: ocioso, y dándosela de elegante.698 Papeleta: documento que acreditaba haber
servido en la guardia nacional.699 Ecetuao: exceptuado.700 Sulevar: sublevar.
953
Y allí las pobres hermanas,Las madres y las esposasRedamaban cariñosasSus lágrimas de dolor;Pero gemidos de amorNo remedian estas cosas.
954
Nada importa que una madreSe desespere o se queje,Que un hombre a su mujer dejeEn el mayor desamparo;Hay que callarse, o es claroQue lo quiebran por el eje.
955
Dentran después a empeñarseCon este o aquel vecino;Y, como en el masculino,El que menos corre, vuela,Deben andar con cautelaLas pobres, me lo imagino.
956
Muchas al Juez acudieron,Por salvar de la jugada701;El les hizo una cuerpiada702,Y, por mostrar su inocencia,Les dijo: «Tengan pacencia,Pues yo no puedo hacer nada.»
701 Jugada: mala situación.702 Les hizo una cuerpiada: se desentendió; esqui-
vó el bulto.
957
Ante aquella autoridáPermanecían suplicantes,Y, después de hablar bastante,«Yo me lavo», dijo el Juez,«Como Pilatos los pies:Esto lo hace el Comendante.»
958
De ver tanto desamparoEl corazón se partía;Había madre que salíaCon dos, tres hijos o más,Por delante y por detrás,Y las maletas vacías.
959
«¿Donde irán», pensaba yo,«A perecer de miseria?Las pobres, si de esta feriaHablan mal, tienen razón;Pues hay bastante materiaPara tan justa aflición.»
XVI
960
Cuando me llegó mi turnoDije entre mí: «Ya me toca»,Y aunque mi falta era pocaNo sé por qué me asustaba;Les asiguro que estabaCon el Jesús en la boca703.
703 Con el Jesús en la boca: asustadísimo.
961
Me dijo que yo era un vago,Un jugador, un perdido;Que dende que fí al partidoAndaba de picaflor704;Que había de ser un bandidoComo mi antesucesor705.
962
Puede que uno tenga un vicioY que de él no se reforme,Mas naides está conformeCon recebir ese trato:Yo conocí que era el ñatoQuien le había dao los informes.
963
Me dentró curiosidá,Al ver que de esa maneraTan siguro me dijeraQue jué mi padre un bandido;Luego, lo había conocido,Y yo inoraba quién era.
964
Me empeñé en aviriguarlo;Promesas hice a Jesús;Tuve por fin una luzY supe con alegríaQue era el autor de mis díasEl guapo Sargento Cruz.
704 Andaba de picaflor: de lugar en lugar, sin hacer nada.
705 Antesucesor: antecesor, progenitor.
121MARTíN FIERRo
965
Yo conocía bien su historiaY la tenía muy presente:Sabía que Cruz, bravamente,Yendo con una partida,Había jugado la vidaPor defender a un valiente.
966
Y hoy ruego a mi Dios piadosoQue lo mantenga en su gloria;Se ha de conservar su historiaEn el corazón del hijo;El al morir me bendijo:Yo bendigo su memoria.
967
Yo juré tener enmiendaY lo conseguí de veras;Puedo decir ande quieraQue, si faltas he tenido,De todas me he corregidoDende que supe quién era.
968
El que sabe ser güen hijoA los suyos se parece;Y aquel que a su lado creceY a su padre no hace honor,Como castigo merece De la desdicha el rigor.
969
Con un empeño costanteMis faltas supe enmendar;Todo conseguí olvidar,Pero, por desgracia mía,El nombre de PicardíaNo me lo pude quitar.
970
Aquel que tiene güen nombreMuchos dijustos se ahorra,Y entre tanta mazamorra706
No olviden esta alvertencia:Aprendí por esperenciaQue el mal nombre no se borra.
XVII
971
He servido en la fronteraEn un cuerpo de milicias;No por razón de justiciaComo sirve cualesquiera.
972
La bolilla me tocóDe ir a pasar malos ratosPor la facultá del ñato,Que tanto me persiguió.
973
Y sufrí en aquel infiernoEsa dura penitencia,Por una malaquerenciaDe un oficial subalterno.
706 Mazamorra: hojarasca; múltitud de cosas emba-rulladas.
974
No repetiré las quejasDe lo que se sufre allá:Son cosas muy dichas yaY hasta olvidadas, de viejas.
975
Siempre el mesmo trabajar,Siempre el mesmo sacrificio,Es siempre el mesmo servicio,Y el mesmo nunca pagar.
976
Siempre cubiertos de harapos,Siempre desnudos y pobres,Nunca le pagan un cobreNi le dan jamás un trapo.
977
Sin sueldo y sin uniformeLo pasa uno aunque sucumba:Confórmese con la tumba707;Y si no... no se conforme.
978
Pues si usté se ensoberbeceo no anda muy voluntario708,Le aplican un novenarioDe estacas... que lo enloquecen.
979
Andan como pordioserosSin que un peso los alumbre,Porque han tomao la costumbreDe deberle años enteros.
707 Tumba: trozo de carne vacuna cocida, de mala calidad.
708 Voluntario: sumiso, obediente.
980
Siempre hablan de lo que cuesta;Que allá se gasta un platal:¡Pues yo no he visto ni un rialEn lo que duró la fiesta!
981
Es servicio estrordinarioBajo el jusil y la vara,Sin que sepamos qué caraLe ha dao Dios al Comisario709.
982
Pues si va a hacer la revistaSe vuelve como una bala:Es lo mesmo que luz malaPara perderse de vista;
983
Y de yapa710 cuando va,Todo parece estudiaoVan con meses atrasaosDe gente que ya no está;
984
Pues si adrede que lo hagan,Podrán hacerlo mejor:Cuando cai, cai con la pagaDel contingente anterior;
985
Porque son como sentenciaPara buscar al ausente711, Y el pobre que está presenteQue perezca en la endigencia;
709 Comisario: encargado de pagar los sueldos.710 De yapa: además, para colmo.711 Como sentencia para buscar al ausente: como la sen-
tencia no puede hacerte efectiva en el ausente, tam-poco podia realizarse el pago de que habla el verso.
JoSé HERNáNDEz122
986
Hasta que, tanto aguantarEl rigor con que lo tratan,o se resierta, o lo matan,o lo largan sin pagar.
987
De ese modo es el pastel,Porque el gaucho –ya es un hecho–No tiene ningún derecho,Ni naides vuelve por él712.
988
¡La gente vive marchita!Si viera cuando echan tropa:Les vuela a todos la ropaQue parecen banderitas713.
989
De todos modos lo cargan,Y al cabo de tanto andar,Cuando lo largan, lo larganComo pa echarse a la mar714.
990
Si alguna prenda le han daoSe la vuelven a quitar:Poncho, caballo, recao,Todo tiene que dejar.
712 Vuelve por él: lo defiende, se preocupa de él.713 Por lo rotosa que está y lo holgada que les
queda a causa de su delgadez.714 Como pa echarse a la mar: sin nada, casi des-
nudos.
991
Y esos pobres infelices,Al volver a su destino,Salen como unos Longinos715
Sin tener con qué cubrirse.
992
A mí me daba congojasEl mirarlos de ese modo,Pues el más aviao716 de todosEs un perejil sin hojas.
993
Aura poco ha sucedido,Con un invierno tan crudo,Largarlos a pie y desnudosPa volver a su partido.
994
Y tan duro es lo que pasaQue, en aquella situación,Les niegan un mancarrónPara volver a su casa.
995
¡Lo tratan como a un infiel!Completan su sacrificioNo dándole ni un papelQue acredite su servicio.
996
Y tiene que regresarMás pobre de lo que jué;Por supuesto, a la mercéDel que lo quiere agarrar.
715 Como longinos: semi desnudos.716 Aviao: provisto, rico.
997
Y no averigüe despuésDe los bienes que dejó:De hambre, su mujer vendiópor dos lo que vale diez.
998
Y como están convenidosA jugarle manganeta717,A reclamar no se meta,Porque ése es tiempo perdido.
999
Y luego, si a alguna estanciaA pedir carne se arrima,Al punto le cain encimaCon la ley de la vagancia.
1000
Y ya es tiempo, pienso yo,De no dar más contingente:Si el Gobierno quiere gente,Que la pague y se acabó.
1001
Y saco así en conclusión,En medio de mi inorancia,Que aquí el nacer en estanciaEs como una maldición.
1002
Y digo, aunque no me cuadreDecir lo que naides dijo:La Provincia es una madreQue no defiende a sus hijos.
717 Jugarle manganeta: engañarlo.
1003
Mueren en alguna lomaEn defensa de la ley,o andan lo mesmo que el güey,Arando pa que otros coman.
1004
Y de de decir ansí mismo,Porque de adentro me brota,Que no tiene patriotismoQuien no cuida al compatriota.
XVIII
1005
Se me va por donde quieraEsta lengua del demonio.Voy a darles testimonioDe lo que vi en la frontera.
1006
Yo sé que el único modo,A fin de pasarlo bien,Es decir a todo: Amén,Y jugarle risa a todo.
1007
El que no tiene colchónEn cualquier parte se tiende:El gato busca el jogónY ése es mozo que lo entiende.
1008
De aquí comprenderse debe,Aunque yo hable de este modo,Que uno busca su acomodoSiempre lo mejor que puede.
123MARTíN FIERRo
1009
Lo pasaba como todosEste pobre penitente;Pero salí de asistente,Y mejoré en cierto modo;
1010
Pues aunque esas privacionesCausen desesperación,Siempre es mejor el jogónDe aquel que carga galones.
1011
De entonces en adelanteAlgo logré mejorar,Pues supe hacerme lugarAl lado del ayudante.
1012
El se daba muchos aires718:Pasaba siempre leyendo;Decían que estaba aprendiendoPe recebirse de flaire.
1013
Aunque lo pifiaban719 tanto,Jamás lo vi dijustao;Tenía los ojos paraos720
Como los ojos de un santo.
1014
Muy delicao, dormía en cuja721:Y no sé por qué sería,La gente lo aborrecíaY le llamaban La Bruja.
718 Se daba muchos aires: obraba con vanidad, alardeando de su importancia.
719 Lo pifiaban: le hacía burla, se mofaban de él.720 Ojos de mirada bondadosa.721 En cuja: en cama.
1015
Jamás hizo otro servicio,Ni tuvo más comisionesQue recebir las racionesDe víveres y de vicios722.
1016
Yo me pasé a su jogón723
Al punto que me sacó,Y ya con el me llevóA cumplir su comisión.
1017
Estos diablos de milicosDe todo sacan partido:Cuando nos vían riunidosSe limpiaban los hocicos724.
1018
Y decían en los jogonesComo por chocarrería:«Con la Bruja y PicardíaVan a andar bien las raciones.»
1019
A mí no me jué tan mal,Pues mi oficial se arreglaba;Les diré lo que pasabaSobre este particuIar.
1020
Decían que estaba de acuerdoLa Bruja y el provedor,Y que recebía lo pior:Puede ser, pues no era lerdo.
722 Los vicios del gaucho son el tabajo, la yerba y el azucar.
723 Me pasé a su jogón o fogón: me puse a su servicio.
724 Se limpiaban los hocicos: murmuraban.
1021
Que a más en la cantidáPegaba otro dentellón, Y que por cada raciónLe entregaban la mitá;
1022
Y que esto lo hacía del modoComo lo hace un hombre vivo:Firmando luego el recibo,Ya se sabe, por el todo.
1023
Pero esas murmuracionesNo faltan en campamento.Déjenme seguir mi cuento,o historia de las raciones.
1024
La Bruja las recebía,Como se ha dicho, a su modo;Las cargábamos, y todoSe entriega en la Mayoría.
1025
Sacan allí en abundanciaLo que les toca sacar,Y es justo que han de dejarotro tanto de ganancia.
1026
Van luego a la compañía;Las recibe el Comendante,El que, de un modo abundante,Sacaba cuanto quería.
1027
Ansí la cosa livianaVa mermada, por supuesto;Luego se le entrega el restoAl oficial de semana.Araña, ¿quién te arañó?otra araña como yo.
1028
Este le pasa al sargentoAquello tan reducido,Y, como hombre prevenido,Saca siempre con aumento.
1029
Esta relación no acaboSi otra menudencia ensarto,El sargento llama al caboPara encargarle el reparto.
1030
El también saca primeroY no se sabe turbar:Naides le va a aviriguarSi ha sacado más o menos.
1031
Y sufren tanto bocaoY hacen tantas estaciones,Que ya casi no hay racionesCuando llegan al soldao.
1032
¡Todo es como pan bendito725!Y sucede de ordinarioTener que juntarse variosPara hacer un pucherito726.725 ¡Todo es como pan bendito!: ¡todo llega muy poco!726 Pucherito: diminutivo de puchero.
JoSé HERNáNDEz124
1033
Dicen que las cosas vanCon arreglo a la ordenanza.¡Puede ser! pero no alcanzan;¡Tan poquito es lo que dan!
1034
Algunas veces, yo pienso,Y es muy justo que lo diga,Sólo llegaban las migasQue habían quedao en los lienzos.
1035
Y esplican aquel infiernoEn que uno está medio locoDiciendo que dan tan pocoPorque no paga el Gobierno.
1036
Pero eso yo no lo entiendo,Ni a aviriguarlo me meto;Soy inorante completo,Nada olvido y nada apriendo.
1037
Tiene uno que soportarEl tratamiento más vil:A palos en lo civil,A sable en lo militar.
1038
El vistuario es otro infierno;Si lo dan, llega a sus manosEn invierno el de verano,Y en el verano el de invierno.
1039
Y yo el motivo no encuentroNi la razón que esto tiene,Mas dicen que eso ya vieneArreglao dende adentro.
1040
Y es necesario aguantarEl rigor de su destino;El gaucho no es argentinoSino pa hacerlo matar.
1041
Ansí ha de ser, no lo dudo;Y por eso decía un tonto:«Si los han de matar pronto,Mejor es que estén desnudos.»
1042
Pues esa miseria viejaNo se remedia jamás;Todo el que viene detrásComo la encuentra la deja.
1043
Y se hallan hombres tan malosQue dicen de güena gana:«El gaucho es como la lana:Se limpia y compone a palos.»
1044
Y es forzoso el soportarAunque la copa se enllene;Parece que el gaucho tieneAlgún pecao que pagar.
XXIX
1045Esto cantó PicardíaY después guardó silencio,Mientras todos celebrabanCon placer aquel encuentro.
1046Mas una casualidá–Como que nunca anda lejos–Entre tanta gente blancaLlevó también un moreno,Presumido de cantorY que se tenía por güeno.Y como quien no hace nada,o se descuida de intento,Pues siempre es muy conocidoTodo aquel que busca pleito,Se sentó con toda calma,Echó mano al estrumentoY ya le pegó un ragido727:Era fantástico728 el negro;Y para no dejar dudas,Medio se compuso el pecho.Todo el mundo conocióLa intención de aquel moreno:Era claro el desafíoDirigido a Martín Fierro,Hecho con toda arrogancia,De un modo muy altanero.
1047Tomó Fierro la guitarra,Pues siempre se halla dispuesto,Y ansí cantaron los dos,En medio de un gran silencio:727 Ragido: rasgueo.728 Fantástico: presuntuoso, compadrón.
XXX
MARTIN FIERRo1048
Mientras suene el encordao,Mientras encuentre el compásYo no he de quedarme atrásSin defender la parada729,Y he jurado que jamásMe la han de llevar robada730.
1049
Atiendan, pues, los oyentesY cáyense los mirones;A todos pido perdones,Pues a la vista resaltaQue no está libre de faltaQuien no está de tentaciones.
1050
A un cantor le llaman güenoCuando es mejor que los piores;Y sin ser de los mejores,Encontrándose dos juntos,Es deber de los cantoresEl cantar de contrapunto.
1051
El hombre debe mostrarse731
Cuando la ocasión le llegue;Hace mal el que se niegue,Dende que lo sabe hacer;Y muchos suelen tenerVanagloria en que los rueguen.
729 Parada: cantidad apostada, puesta en juego.730 Jamás me la han de llevar robada: no me gana-
rán tan fácilmente.731 Debe mostrarse: debe hacerse valer, mostrando
lo que sabe o puede.
125MARTíN FIERRo
1052
Cuando mozo fuí cantor(Es una cosa muy dicha);Mas la suerte se encaprichaY me persigue costante:De ese tiempo en adelanteCanté mis propias desdichas.
1053
Y aquellos años dichososTrataré de recordar;Veré si puedo olvidarTan desgraciada mudanza,Y quien se tenga confianzaTiemple, y vamos a cantar.
1054
Tiemple y cantaremos juntos;Trasnochadas no acobardan.Los concurrentes aguardan,Y porque el tiempo no pierdan,Haremos gemir las cuerdasHasta que las velas no ardan732.
1055
Y el cantor que se presiente,Que tenga o no quien lo ampare,No espere que yo dispareAunque su saber sea mucho:Vamos en el mesmo puchoA prenderle733 hasta que aclare.
732 Hasta que las velas no ardan: hasta que se consuman, osea, hasta el alba.
733 Vamos en el mesmo pucho a prenderle: empe-cemos ahora mismo.
1056
Y seguiremos si gustaHasta que se vaya el día;Era la costumbre míaCantar las noches enteras:Había entonces, donde quiera,Cantores de fantasía734.
1057
Y si alguno no se atreveA seguir la caravana,o si cantando no gana,Se lo digo sin lisonjaHaga sonar una esponjao ponga cuerdas de lana.
EL MoRENo1058
Yo no soy, señores míos,Sino un pobre guitarrero,Pero doy gracias al CieloPorque puedo, en la ocasión,Toparme con un cantorQue esperimente a este negro.
1059
Yo también tengo algo blanco,Pues tengo blancos los dientes;Sé vivir entre las gentesSin que me tengan en menos:Quien anda en pagos ajenosDebe ser manso y prudente.
734 De fantasía: buenos, inmejorables.
1060
Mi madre tuvo diez hijos,Los nueve muy regulares735;Tal vez por eso me ampareLa Providencia divina:En los güevos de gallinaEl décimo es el más grande.
1061
El negro es muy amoroso,Aunque de esto no hace gala;Nada a su cariño igualaNi a su tierna voluntá;Es lo mesmo que el macá736:Cría los hijos bajo el ala.
1062
Pero yo he vivido libreY sin depender de naides;Siempre he cruzado los airesComo el pájaro sin nido;Cuanto sé lo he aprendidoPorque me lo enseñó un flaire.
1063
Y sé como cualquier otroEl porqué retumba el trueno;Por qué son las estacionesDel verano y del invierno;Sé también de dónde salenLas aguas que cain del cielo.
735 Muy regulares: normales y con tendencia a sobresalientes.
736 Macá: ave zambullidora que, al nadar, lleva sobre el lomo a sus polluelos.
1064
Yo sé lo gue hay en la tierraEn llegando al mesmo centro;En dónde se encuentra el oro,En dónde se encuentra el fierroY en dónde viven bramandoLos volcanes que echan juego.
1065
Yo sé del fondo del marDonde los pejes nacieron;Yo sé por qué crece el árbol,Y por qué silban los vientos:Cosas que inoran los blancosLas sabe este pobre negro.
1066
Yo tiro cuando me tiran;Cuando me aflojan, aflojo;No se ha de morir de antojoQuien me convide a cantar:Para conocer a un cojoLo mejor es verlo andar.
1067
Y si una falta cometoEn venir a esta riunión,Echándola de cantor,Pido perdón en voz altaPues nunca se halla una faltaQue no esista otra mayor.
JoSé HERNáNDEz126
1068
De lo que un cantor esplicaNo falta qué aprovecharY se le debe escucharAunque sea negro el que cante:Apriende el que es inorante,Y el que es sabio, apriende más.
1069
Bajo la frente más negraHay pensamiento y hay vida.La gente escuche tranquila,No me haga ningún reproche:También es negra la nocheY tiene estrellas que brillan.
1070
Estoy, pues, a su mandao;Empiece a echarme la sonda737,Si gusta que le responda,Aunque con lenguaje tosco:En leturas no conozco:La jota, por ser redonda.
MARTIN FIERRo1071
¡Ah, negro!, si sos tan sabioNo tengás ningún recelo;Pero has tragao el anzuelo,Y al compás del estrumentoHas de decirme al momentoCuál es el canto del cielo.
737 Echarme la sonda: preguntarme.
EL MoRENo1072
Cuentan que de mi colorDios hizo al hombre primero,Más los blancos altaneros,Los mesmos que lo convidan,Hasta de nombrarlo olvidanY sólo le llaman negro.
1073
Pinta el blanco negro al diablo,Y el negro, blanco lo pinta;Blanca la cara o retintaNo habla en contra ni en favor:De los hombres el CriadorNo hizo dos clases distintas.
1074
Y después de esta alvertenciaQue al presente viene al pelo,Veré, señores, si puedo,Sigún mi escaso saber,Con claridá responderCuál es el canto del cielo.
1075
Los cielos lloran y cantanHasta en el mayor silencio:Lloran al cair el rocíoCantan al silbar los vientos;Lloran cuando cain las aguas.Cantan cuando brama el trueno.
MARTIN FIERRo1076
Dios hizo al blanco y al negroSin declarar los mejores;Les mandó iguales doloresBajo de una mesma cruz;Mas también hizo la luzPa distinguir los coIores.
1077
Ansi, ninguno se agravie;No se trata de ofender,A todo se ha de ponerEl nombre con que se llama,Y a naides le quita famaLo que recibió al nacer.
1078
Y ansí me gusta un cantorQue no se turba ni yerra;Y si en tu saber se encierraEl de los sabios projundos,Decíme cuál en el mundoEs el canto de la tierra.
EL MoRENo1079
Es pobre mi pensamiento,Es escasa mi razón,Mas pa dar contestaciónMi inorancia no se arredra:También da chispas la piedraSi la golpia el eslabón.
1080
Y le daré una respuestaSigún mis pocos alcances:Forman un canto en la tierraEl dolor de tanta madre,El gemir de los que muerenY el llorar de los que nacen.
MARTIN FIERRo1081
Moreno, alvierto que traisBien dispuesta la garganta;Sos varón, y no me espantaVerte hacer esos primores;En los pájaros cantoresSólo el macho es el que canta.
1082
Y ya que al mundo vinistesCon el sino de cantar,No te vayás a turbar, No te agrandés ni te achiquesEs preciso que me expliquesCuál es el canto del mar.
EL MoRENo1083
A los pájaros cantoresNinguno imitar pretiende;De un don que de otro dependeNaides se debe alabar,Pues la urraca apriende a hablar,Pero sólo la hembra apriende.
127MARTíN FIERRo
1084
Y ayúdame, ingenio mío,Para ganar esta apuesta;Mucho el contestar me cuesta,Pero debo contestar;Voy a decir en respuestaCuál es el canto del mar.
1085
Cuando la tormenta brama,El mar, que todo lo encierra,Canta de un modo que aterra,Como si el mundo temblara:Parece que se quejaraDe que lo estreche la tierra.
MARTIN FIERRo 1086
Toda tu sabiduríaHas de mostrar esta vez;Ganarás sólo que estésEn baca738 con algún santo.La noche tiene su canto,Y me has de decir cuál es.
EL MoRENo1087
No galope, que hay aujeros,Le dijo a un guapo un prudenteLe contestó humildemente:La noche por cantos tieneEsos ruidos que uno sienteSin saber por dónde vienen.
738 En baca: de acuerdo.
1088
Son los secretos misteriosQue las tinieblas esconden;Son los ecos que respondenA la voz del que da un grito,Como un lamento infinitoQue viene no sé de dónde.
1089
A las sombras sólo el solLas penetra y las impone;En distintas direccionesSe oyen rumores inciertos:Son almas de los que han muerto,Que nos piden oraciones.
MARTIN FIERRo1090
Moreno, por tus respuestasYo te aplico el cartabón,Pues tenés desposiciónY sos estruido, de yapa:Ni las sombras se te escapanPara dar esplicación.
1091
Pero cumple su deberEl lial diciendo lo cierto,Y, por lo tanto te alviertoQue hemos de cantar los dos,Dejando en la paz de DiosLas almas de los que han muerto.
1092
Y el consejo del prudenteNo hace falta en la partida;Siempre ha de ser comedidaLa palabra de un cantor.Y aura quiero que me digasDe dónde nace el amor.
EL MoRENo1093
A pregunta tan escuraTrataré de responder,Aunque es mucho pretenderDe un pobre negro de estancia;Mas conocer su inoranciaEs principio del saber.
1094
Ama el pájaro en los airesQue cruza por donde quiera,Y si al fin de su carreraSe asienta en alguna rama,Con su alegre canto llamaA su amante compañera.
1095
La fiera ama en su guarida,De la que es rey y señor;Allí lanza con jurorEsos bramidos que espantan,Porque las fieras no cantan:Las fieras braman de amor.
1096
Ama en el fondo del marEl pez de lindo color;Ama el hombre con ardor;Ama todo cuanto vive:De Dios vida se recibe,Y donde hay vida, hay amor.
MARTIN FIERRo1097
Me gusta, negro ladino,Lo que acabás de esplicar;Ya te empiezo a respetar,Aunque al principio me rei,Y te quiero preguntarLo que entendés por la ley.
EL MoRENo1098
Hay muchas dotoreríasQue yo no puedo alcanzar;Dende que aprendí a inorarDe ningún saber me asombro,Mas no ha de llevarme al hombro739
Quien me convide a cantar.
1099
Yo no soy cantor ladinoY mi habilidá es muy poca;Más cuando cantar me tocaMe defiendo en el combate,Porque soy como los mates:Sirvo si me abren la boca.
739 No ha de llevarme al hombro: no ha de vencer-me fácilmente.
JoSé HERNáNDEz128
Silvio Rossi, Payada con el negro, óleo s/tela, 1947, 80 x 94 cm,
Museo Histórico José Hernández, Chacra Pueyrredón
129MARTíN FIERRo
1100
Dende que elige a su gusto,Lo más espinoso eligePero esto poco me afligeY le contesto a mi modo:La ley se hace para todos,Mas sólo al pobre le rige.
1101
La ley es tela de araña–En mi inorancia lo esplico–.No la tema el hombre rico;Nunca la tema el que mande;Pues la ruempe el bicho grandeY sólo enrieda a los chicos.
1102
Es la ley como la lluvia:Nunca puede ser pareja;El que la aguanta se queja,Pero el asunto es sencillo:La ley es como el cuchillo:No ofiende a quien lo maneja.
1103
Le suelen llamar espadaY el nombre le viene bien;Los que la gobiernan venA dónde han de dar el tajo:Le cai al que se halla abajoY corta sin ver a quién.
1104
Hay muchos que son dotores,Y de su cencia no dudo;Mas yo soy un negro rudoY aunque de esto poco entiendo,Estoy diariamente viendoQue aplican la del embudo.
MARTIN FIERRo1105
Moreno, vuelvo a decirte:Ya conozco tu medida;Has aprovechao la vida,Y me alegro de este encuentro;Ya veo que tenés adentroCapital pa esta partida.
1106
Y aura te voy a decir;Porque en mi deber está(Y hace honor a la verdáQuien a la verdá se duebla).Que sos por juera tinieblasY por dentro claridá.
1107
No ha de decirse jamásQue abusé de tu pacencia,Y en justa correspondencia,Si algo querés preguntar,Podés al punto empezar,Pues ya tenés mi licencia.
EL MoRENo1108
No te trabes lengua mía;No te vayas a turbar;Nadie acierta antes de errar,Y, aunque la fama se juega,El que por gusto navegaNo debe temerle al mar.
1109
Voy a hacerle mis preguntas,Ya que a tanto me convida,Y vencerá en la partidaSi una esplicación me daSobre el tiempo y la medida,El peso y la cantidá.
1110
Suya será la vitoriaSi es que sabe contestar;Se lo debo declararCon claridá, no se asombre,Pues hasta aura ningún hombreMe lo ha sabido esplicar.
1111
Quiero saber y lo inoro,Pues en mis libros no está–Y su respuesta vendráA servirme de gobierno–,Para qué fin el EternoHa criado la cantidá.
MARTIN FIERRo1112
Moreno, te dejás cairComo carancho en su nido740;Ya veo que sos prevenido,Mas también estoy dispuesto;Veremos si te contestoY si te das por vencido.
1113
Uno es el sol, uno el mundo,Sola y única es la luna;Ansí han de saber que DiosNo crió cantidá ninguna.
1114
El ser de todos los seresSólo formo la unidá;Lo demás lo ha criado el hombreDespués que aprendió a contar.
EL MoRENo1115
Veremos si a otra preguntaDa una respuesta cumplida:EI ser que ha criado la vidaLo ha de tener en su archivo,Mas yo inoro que motivoTuvo al formar la medida.
MARTIN FIERRo1116
Escuchá con atenciónLo que en mi inorancia arguyo:La medida la inventóE1 hombre para bien suyo;740 Como carancho en su nido: haciéndote sentir.
Ya que el carancho se deja caer a plomo sobre su nido desde algunos centímetros de altura.
JoSé HERNáNDEz130
1117
Y la razón no te asombre,Pues es fácil presumir:Dios no tenía que medirSino la vida del hombre.
EL MoRENo1118
Si no falla su saberPor vencedor lo confieso;Debe aprender todo esoQuien a cantar se dedique;Y aura quiero que me espliqueLa que significa el peso.
MARTIN FIERRo1119
Dios guarda entre sus secretosEl secreto que eso encierra,Y mandó que todo pesoCayera siempre en la tierra;
1120
Y sigún compriendo yo,Dende que hay bienes y males,Jué el peso para pesarLas culpas de los mortales.
EL MoRENo1121
Si responde a esta preguntaTéngase por vencedor(Doy la derecha741 al mejor),Y respóndame al momento:¿Cuándo formó Dios el tiempoY por qué lo dividió?
741 Doy la derecha: reconozco su valor.
MARTIN FIERRo1122
Moreno, voy a decir,Sigún mi saber alcanza:El tiempo sólo es tardanzaDe lo que está por venir;
1123
No tuvo nunca principioNi jamás acabará,Porque el tiempo es una rueda.Y rueda es eternidá.
1124
Y si el hombre lo divide,Sólo lo hace, en mi sentir,Por saber lo que ha vividoo le resta que vivir.
1125
Ya te he dado mis respuestas,Mas no gana quien despunta742; Si tenés otra preguntao de algo te has olvidao,Siempre estoy a tu mandaoPara sacarte de dudas.
1126
No procedo por soberbiaNi tampoco por jactancia,Mas no ha de faltar costanciaCuando es preciso luchar;Y te convido a cantarSobre cosas de la estancia.
742 Despunta: va delante, sale primero.
1127
Ansí prepará, moreno,Cuanto tu saber encierre,Y sin que tu lengua yerre,Me has de decir lo que empriende,El que del tiempo depende,En los meses que train erre743.
EL MoRENo1128
De la inorancia de naidesNinguno debe abusar;Y aunque me puede doblar744
Todo el que tenga más arte,No voy a ninguna parteA dejarme machetiar745.
1129
He reclarao746 que en leturasSoy redondo como jota,No avergüence mi redota,Pues con claridá le digo:No me gusta que conmigoNaides juegue a la pelota747.
1130
Es güena ley que el más lerdoDebe perder la carrera;Ansí le pasa a cualquiera,Cuando en competencia se hallaUn cantor de media tallaCon otro de talla entera.
743 Las tareas de chacareros y ganaderos en los meses de enero, febrero, marzo, abril, septiem-bre, octubre, noviembre y diciembre.
744 Doblar: vencer, ganar.745 Machetiar: maltratar.746 Reclarao: declarado.747 Juegue a la pelota: abuse impúnemente de mí.
1131
¿No han visto en medio del campoAl hombre que anda perdido,Dando güeltas afligido,Sin saber dónde rumbiar748?Ansí le suele pasarA un pobre cantor vencido.
1132
También los árboles crujenSi el ventarrón los azota,Y si aquí mi queja brotaCon amargura, consisteEn que es muy larga y muy tristeLa noche de la redota.
1133
Y dende hoy en adelante,Pongo de testigo al CieloPara decir sin receloQue, si mi pecho se inflama,No cantaré por la famaSino por buscar consuelo.
1134
Vive ya desesperaoQuien no tiene que esperar;A lo que no ha de durarNingún cariño se cobre;Alegrías en un pobreSon anuncios de pesar.
748 Sin saber donde rumbiar: sin saber a donde ir.
131MARTíN FIERRo
1135
Y este triste desengañoMe durará mientras viva;Aunque un consuelo recibaJamás he de alzar el vuelo:Quien no nace para el cieloDe balde es que mire arriba.
1136
Y suplico a cuantos me oiganQue me permitan decirQue, al decidirme a venir,No sólo jué por cantar,Sino porque tengo a másotro deber que cumplir.
1137
Ya saben que de mi madreJueron diez los que nacieron,Mas ya no esiste el primeroY más querido de todos:Murió por injustos modosA manos de un pendenciero.
1138
Los nueve hermanos restantesComo güerfanos quedamos;Dende entonces lo lloramosSin consuelo, creanmeló,Y al hombre que lo mató,Nunca jamás lo encontramos.
1139Y queden en paz los güesosDe aquel hermano querido;A moverlos no he venido,Mas, si el caso se presienta,Espero en Dios que esta cuentaSe arregle como es debido.
1140
Y si otra ocasión payamosPara que esto se complete,Por mucho que lo respete,Cantaremos, si le gusta,Sobre las muertes injustasQue algunos hombres cometen.
1141
Y aquí, pues, señores míos,Diré, como en despedida,Que todavía andan con vidaLos hermanos del dijunto,Que recuerdan este asuntoY aquella muerte no olvidan.
1142
Y es misterio tan projundoLo que está por suceder,Que no me debo meterA echarla aquí de adivino;Lo que decida el destinoDespués lo habran de saber.
MARTIN FIERRo1143
Al fin cerrastes el picoDespués de tanto charlar;Ya empezaba a maliciar,Al verte tan entonao,Que traías un embuchao749
Y no lo querías largar.
749 Embuchao: motivo oculto, intención oculta.
1144
Y ya que nos conocemos,Basta de conversación;Para encontrar la ocasiónNo tiene que darse priesaYa conozco yo que empiezaotra clase de junción.
1145
Yo no sé lo que vendrá;Tampoco soy adivino;Pero firme en mi caminoHasta el fin he de seguir:Todos tienen que cumplirCon la ley de su destino.
1146
Primero jué la fronteraPor persecución de un juez;Los indios jueron después,Y, para nuevos estrenos,Aura son estos morenosPa alivio de mi vejez.
1147
La madre echó diez al mundo,Lo que cualquiera no hace,Y tal vez de los diez paseCon iguales condiciones:La mulita pare nones,Todos de la mesma clase750.
750 De la mesma clase: del mismo sexo.
1148
A hombre de humilde colorNunca sé facilitar751;Cuando se llega a enojarSuele ser de mala entraña:Se vuelve como la araña,Siempre dispuesta a picar.
1149
Yo he conocido a toditosLos negros más peliadores;Había algunos superioresDe cuerpo y de vista752... ¡ahijuna!Si vivo, les daré una...753
Historia de las mejores.
1150
Mas cada uno ha de tirarEn el yugo en que se vea;Yo ya no busco peleas,Las contiendas no me gustan,Pero ni sombras me asustanNi bultos que se menean.
1151
La creia ya desollada,Mas todavía falta el rabo,Y por lo visto no acaboDe salir de esta jarana;Pues esto es lo que se llamaRemachársele a uno el clavo.
751 Nunca sé facilitar: nunca me fío de él.752 Superiores de cuerpo y de vista: que su gran
agilidad y su buena vista les permitían esquivar las puñaladas del adversario.
753 Los puntos suspensivos recalcan la intención: les daré una paliza.
JoSé HERNáNDEz132
Silvio Rossi, Los consejos del Martín Fierro, óleo s/tela, 1947, 80 x 94 cm,
Museo Histórico José Hernández, Chacra Pueyrredón
133MARTíN FIERRo
XXXI
1152
Y después de estas palabrasQue ya la intención revelan,Procurando los presentesQue no se armara pendencia,Se pusieron de por medioY la cosa quedó quieta.
1153
Martín Fierro y los muchachos,Evitando la contienda,Montaron y paso a paso,Como el que miedo no lleva,A la costa de un arroyoLlegaron a echar pie a tierra.Desensillaron los pingosY se sentaron en rueda,Refiriéndose entre síInfinitas menudenciasPorque tiene muchos cuentosY muchos hijos la ausiencia.Allí pasaron la nocheA la luz de las estrellas,Porque ése es un cortinaoQue lo halla uno donde quiera,Y el gaucho sabe arreglarseComo ninguno se arregla:El colchón son las caronas,El lomillo754 es cabecera,El cojinillo es blanduraY con el poncho o la jerga,Para salvar del rocío,Se cubre hasta la cabeza.Tiene su cuchillo al lado
754 Lomillo: los bastos del recado.
–Pues la precaución es güena–,Freno y rebenque a la mano,Y, teniendo el pingo cerca,Que pa asigurarlo bienLa argolla del lazo entierra–Aunque el atar con el lazoDa del hombre mala idea755–,Se duerme ansí muy tranquiloTodita la noche entera;Y si es lejos del camino,Como manda la prudencia,Más siguro que en su ranchoUno ronca a pierna suelta,Pues en el suelo no hay chinches,Y es una cuja camera756
Que no ocasiona disputasY que naides se la niega.Además de eso, una nocheLa pasa uno como quiera,Y las va pasando todasHaciendo la mesma cuenta;Y luego los pajaritosAl aclarar lo dispiertan,Porque el sueño no lo agarraA quien sin cenar se acuesta.
1154
Ansí, pues, aquella nocheJué para ellos una fiesta,Pues todo parece alegreCuando el corazón se alegra.No pudiendo vivir juntosPor su estado de pobreza,Resolvieron separarse
755 No es prudente quién ata el caballo con el lazo trenzado, pues así puede este lastimarse las patas.
756 Cuja camera: cama ancha, como para matrimonio.
Y que cada cual se jueraA procurarse un refugioQue aliviara su miseria.Y antes de desparramarsePara empezar vida nueva,En aquella soledáMartín Fierro, con prudencia,A sus hijos y al de CruzLes habló de esta manera:
XXXII
1155
–Un padre que da consejosMás que padre es un amigo;Ansí como tal les digoQue vivan con precaución:Naides sabe en qué rincónSe oculta el que es su enemigo.
1156
Yo nunca tuve otra escuelaQue una vida desgraciada:No estrañen si en la jugadaAlguna vez me equivoco,Pues debe saber muy pocoAquel que no aprendió nada.
1157
Hay hombres que de su cenciaTienen la cabeza llena;Hay sabios de todas menas757,Mas digo, sin ser muy ducho:Es mejor que aprender muchoEl aprender cosas güenas.
757 De todas menas: de toda laya, de todo calibre.
1158
No aprovechan los trabajosSi no han de enseñarnos nada;El hombre, de una mirada,Todo ha de verlo al momento:El primer conocimientoEs conocer cuándo enfada.
1159
Su esperanza no la cifrenNunca en corazón alguno;En el mayor infortunioPongan su confianza en Dios;De los hombres, sólo en uno;Con gran precaución en dos.
1160
Las faltas no tiene límitesComo tienen los terrenos;Se encuentran en los más güenos,Y es justo que les prevenga:Aquel que defetos tenga,Disimule los ajenos.
1161
Al que es amigo, jamásLo dejen en la estacada758,Pero no le pidan nadaNi lo aguarden todo de él:Siempre el amigo más fielEs una conduta honrada.
758 Dejar en la estacada: dejar a alguien sólo cuan-do se halla frente a un peligro.
JoSé HERNáNDEz134
1162
Ni el miedo ni la codiciaEs güeno que a uno le asalten;Ansí, no se sobresaltenPor los bienes que perezcan;Al rico nunca le ofrezcanY al pobre jamás le falten.
1163
Bien lo pasa, hasta entre pampas,El que respeta a la gente;El hombre ha de ser prudentePara librarse de enojos:Cauteloso entre los flojos759,Moderado entre valientes.
1164
El trabajar es la ley,Porque es preciso alquirir;No se espongan a sufrirUna triste situación:Sangra mucho el corazónDel que tiene que pedir.
1165
Debe trabajar el hombrePara ganarse su pan;Pues la miseria, en su afánDe perseguir de mil modos,Llama en la puerta de todosY entra en la del haragán.
759 Flojos: cobardes, traicionero.
1166
A ningún hombre amenacen,Porque naides se acobardaPoco en conocerlo tardaQuien amenaza imprudente:Que hay un peligro presenteY otro peligro se aguarda.
1167
Para vencer un peligro,Salvar de cualquier abismo–Por esperencia lo afirmo–,Más que el sable y que la lanzaSuele servir la confianzaQue el hombre tiene en sí mismo.
1168
Nace el hombre con la astuciaQue ha de servirle de guía;Sin ella sucumbiría:Pero, sigún mi esperencia,Se vuelve en unos prudenciaY en los otros picardía.
1169
Aprovecha la ocasiónEl hombre que es diligente;Y, tenganló bien presente:Si al compararla no yerro,La ocasión es como el fierro:Se ha de machacar caliente.
1170
Muchas cosas pierde el hombreQue a veces las vuelve a hallar;Pero les debo enseñar,Y es güeno que lo recuerden:Si la verguenza se pierde,Jamás se vuelve a encontrar.
1171
Los hermanos sean unidosPorque ésa es la ley primera;Tengan unión verdaderaEn cualquier tiempo que sea,Porque, si entre ellos pelean,Los devoran los de ajuera.
1172
Respeten a los ancianos:El burlarlos no es hazaña;Si andan entre gente estrañaDeben ser muy precavidos,Pues por igual es tenidoQuien con malos se acompaña.
1173
La cigüeña, cuando es vieja,Pierde la vista, y procuranCuidarla en su edá maduraTodas sus hijas pequeñas:Apriendan de las cigüeñasEste ejemplo de ternura.
1174
Si les hacen una ofensa,Aunque la echen en olvido,Vivan siempre prevenidos;Pues ciertamente sucedeQue hablará muy mal de ustedesAquel que los ha ofendido.
1175
El que obedeciendo viveNunca tiene suerte blandaMas con su soberbia agrandaEl rigor en que padece:obedezca al que obedeceY será güeno el que manda.
1176
Procuren de no perderNi el tiempo ni la vergüenza;Como todo hombre que piensa,Procedan siempre con juicio;Y sepan que ningún vicioAcaba donde comienza.
1177
Ave de pico encorvadoLe tiene al robo afición;Pero el hombre de razónNo roba jamás un cobre,Pues no es vergüenza ser pobreY es vergüenza ser ladrón.
135MARTíN FIERRo
1178
El hombre no mate al hombreNi pelé por fantasía760;Tiene en la desgracia míaUn espejo en que mirarse;Saber el hombre guardarseEs la gran sabiduría.
1179
La sangre que se redamaNo se olvida hasta la muerte;La impresión es de tal suerte,Que, a mi pesar, no lo niego,Cai como gotas de juegoEn la alma del que la vierte.
1180
Es siempre, en toda ocasión,El trago761 el pior enemigo;Con cariño se los digo,Recuérdenlo con cuidado:Aquel que ofiende embriagadoMerece doble castigo.
1181
Si se arma algún revolutis762,Siempre han de ser los primeros,No se muestren altaneros,Aungue la razón les sobre:En la barba de los pobresAprienden pa ser barberos.
760 Por fantasía: sin motivo fundado.761 El trago: el alcohol, la bebida.762 Revolutis: pelea, riña, pendencia.
1182
Si entriegan su corazónA alguna mujer querida,No le hagan una partidaQue la ofienda a la mujer:Siempre los ha de perderUna mujer ofendida.
1183
Procuren, si son cantores,El cantar con sentimiento,Ni tiemplen el estrumentoPor sólo el gusto de hablar,Y acostúmbrense a cantarEn cosas de jundamento.
1184
Y les doy estos consejosQue me ha costado alquirirlos,Porque deseo dirigirlos;Pero no alcanza mi cenciaHasta darles la prudenciaQue precisan pa seguirlos.
1185
Estas cosas y otras muchasMedité en mis soledades;Sepan que no hay falsedadesNi error en estos consejos:Es de la boca del viejoDe ande salen las verdades.
XXXIII
1186
Después a los cuatro vientosLos cuatro se dirigieron;Una promesa se hicieronQue todos debían cumplir;Mas no la puedo decir,Pues secreto prometieron.
1187
Les alvierto solamente–Y esto a ninguno le asombre,Pues muchas veces el hombreTiene que hacer de ese modo–:Convinieron entre todosEn mudar allí de nombre.
1188
Sin ninguna intención malaLo hicieron, no tengo duda;Pero es la verdá desnuda–Siempre suele suceder–:Aquel que su nombre mudaTiene culpas que esconder.
1189
Y ya dejo el estrumentoCon que he divertido a ustedes;Todos conocerlo puedenQue tuve costancia suma:Este es un botón de pluma763
Que no hay quien lo desenriede.
763 Botón de pluma: el tejido con plumas, imposible deshacer.
1190
Con mi deber he cumplido,Y ya he salido del paso;Pero diré, por si acaso,Pa que me entiendan los criollos:Todavía me quedan rollos764
Por si se ofrece dar lazo.
1191
Y con esto me despidoSin espresar hasta cuándo;Siempre corta por lo blandoEl que busca lo siguro,Mas yo corto por lo duro,Y ansí he de seguir cortando.
1192
Vive el águila en su nido,El tigre vive en su selva,El zorro en la cueva ajena,Y, en su destino incostante,Sólo el gaucho vive erranteDonde la suerte lo lleva.
1193
Es el pobre en su orfandáDe la fortuna el desecho,Porque naides toma a pechosEl defender a su raza:Debe el gaucho tener casa,Escuela, iglesia y derechos.
764 Rollos: vueltas de lazo con que se da soga a la res enlazada.
JoSé HERNáNDEz136
1194
Y han de concluir algún díaEstos enriedos malditos;La obra no la facilito765
Porque aumentan el fandango766
Los que están, como el chimangoSobre el cuero y dando gritos767.
1195
Mas Dios ha de permitirQue esto llegue a mejorar;Pero se ha de recordar,Para hacer bien el trabajo,Que el juego, pa calentar,Debe ir siempre por abajo.
1196
En su ley está el de arribaSi hace lo que le aproveche;De sus favores sospecheHasta el mesmo que lo nombra:Siempre es dañosa la sombraDel árbol que tiene leche.
1197
Al pobre, al menor descuido,Lo levantan768 de un sogazo,Pero yo compriendo el casoY esta consecuencia saco:El gaucho es el cuero flaco769:Da los tientos para el lazo.
765 La obra no la facilito: no confío en que se reali-ce.
766 Fandango: desórden, enredo.767 El chimango grita mientras devora su presa.768 Lo levantan: lo espantan, lo arrojan a los latiga-
zos.769 Del cuero del animal flaco se confiesan los
lazos.
Carlos Pablo Ripamonte, A lo lejos,
óleo s/ tabla, 60 x 40 cm, Colección privada
137MARTíN FIERRo
1198
Y en lo que esplica mi lenguaTodos deben tener fé;Ansí, pues, entiendanmé,Con codicias no me mancho:No se ha de llover el ranchoEn donde este libro esté.
1199
Permítanme descansar,¡Pues he trabajado tanto!En este punto me plantoY a continuar me resisto:Estos son treinta y tres cantos,Que es la mesma edá de Cristo.
1200
Y guarden estas palabrasQue les digo al terminar:En mi obra he de continuarHasta dársela concluida,Si el ingenio o si la vidaNo me llegan a faltar.
1201
Y si la vida me falta,Tenganló todos por ciertoQue el gaucho, hasta en el desierto,Sentirá en tal ocasiónTristeza en el corazónAl saber que yo estoy muerto.
1202
Pues son mis dichas desdichasLas de todos mis hermanos;Ellos guardarán ufanosEn su corazón mi historia:Me tendrán en su memoriaPara siempre mis paisanos.
1203
Es la memoria un gran don,Calidá muy meritoria;Y aquellos que en esta historiaSospechen que les doy palo,Sepan que olvidar lo maloTambién es tener memoria.
1204
Mas naides se crea ofendidoPues a ninguno incomodo,Y si canto de este modo,Por encontrarlo oportuno,No es para mal de ningunoSino para bien de todos.
Artistas
139MARTíN FIERRo
Nace el 4 de mayo de 1874 en la Ciudad de Buenos Aires.Sus padres son Mateo Ripamonte, y Mercedes Toledo. A partir de 1890 se lo reconoce como miembro activo de la Sociedad Estímulo de Bellas Artes. En 1899 gana por concurso una beca a Roma. Al año siguiente llega a la ciudad italiana y comienza sus estudios con el maestro Arístides Sartori.Regresa al país en 1904 y comienza su carrera como profesor.En1907 es generador del nacimiento del Grupo Nexus y expone en la primera muestra del grupo en el Salón Costa. Ese mismo año contrae matrimonio con Enriqueta Cambiaggio, quien había sido discípula suya.Al año siguiente asume como Presidente de la Sociedad Estímulo de Bellas Ar-tes y luego como vicedirector de la Academia de Bellas Artes.Nace su único hijo, Carlos Enrique.En la Exposición del Centenario gana el Primer Premio en la categoría Cos-tumbres nacionales con su obra Canciones del Pago. Presenta allí once trabajos.A partir de 1911 se instala en Villa Ballester.En 1918 publica su primer libro: Datos de Historia Artística Argentina. Carlos E. Zuberbühler.En 1926 publica Janus, Consideraciones y reflexiones artísticas y es nombrado profesor titular en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires y en 1928 es nombrado Director interino de la Escuela Superior de Bellas Artes.En 1930 publica Vida. Causas y efectos de la evolución artística argentina. Los últimos treinta años. En el año 1931 Carlos Ripamonte, Juan Peláez, Ceferino Carnacini exponen en una muestra compartida en el Salón Witcomb, algo que se repite en 1935.En 1942 se jubila del cargo de profesor de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.En 1947 es nombrado Socio Honorario de la Sociedad EstímuloMuere en su casa de Villa Ballester el 14 de agosto de 1968.
Carlos Pablo Ripamonte
JoSé HERNáNDEz140
Nace el 18 de marzo de 1880 en Serandinas, provincia de oviedo, España. En 1890 se traslada a Madrid y en 1892 va a Bayona, Francia, donde realiza estu-dios de dibujo. Hacia 1894 estudia en la Academia de San Fernando de Madrid donde obtiene el título de Maestro de Pintura y Dibujo. En 1895 trabaja como dibujante en la Real Fábrica de Tapices de Madrid.Al morir su padre en 1901 decide emigrar a la Argentina, llega a Buenos Aires y comienza a tomar clases de pintura en la Academia de la Sociedad Estímulo de Bellas Artes. Se vincula con Rosendo Martínez, paisano y vecino de Villa Ba-llester. Trabaja como ilustrador en diferentes revistas, entre ellas, Caras y caretas.En 1906 realiza su primera exposición individual en la Galería Witcomb. Juan Peláez hace en 1907 un breve y último viaje a España. Pinta en Madrid, Astu-rias y Toledo.A su regreso se casa con Clementina Arrechea.Desde el año 1909 es empleado por el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública de la Nación para realizar pinturas de temas históricos y paisajes desti-nados a las escuelasA partir de 1912 Juan Peláez se instala en Villa Ballester.En 1922 obtiene el Premio único para extranjeros por su óleo La hora de la siesta en el Salón Nacional. En el mes de octubre expone en la Sala Ramón Eyzaguirre de Santiago de Chile. En 1934 se nacionaliza argentino y se jubila de su cargo de dibujante en el Ministerio de Justicia.Muere en Villa Ballester el 9 de marzo de 1937.Al año siguiente se realiza una exposición póstuma en la Galería Witcomb con más de cincuenta de sus obras.
Juan Francisco Peláez Leirena
141MARTíN FIERRo
Nace el 10 de abril de 1888 en la calle Lamadrid del barrio de La Boca. Hijo de padres italianos, en 1901 viaja al terruño paterno y estudia en la Escuela de Artes Aplicadas de Verona. En 1906 regresa al país e inicia sus estudios en la Academia de Bellas Artes. Paralelamente asiste al taller de Carlos Ripamonte. Se instala en la casa de su hermana en la Ciudad de San Martín, para ganarse la vida trabaja como carpintero en el Ferrocarril Central.En 1910 gana un Diploma y la Medalla de oro por su obra A la querencia en la Exposición Internacional del Centenario. En 1911 expone en el Primer Salón Nacional. Gana por concurso, el “Gran Premio Europa” consistente en una beca por tres años para estudiar en el viejo mundo. Recorre Francia y España, estudia en Roma con el maestro Arístides Sartorio.Regresa al país en 1914 y realiza su primera exposición individual en el Salón Witcomb. Ese mismo año se instala en Villa Ballester y es nombrado Ayudan-te de cátedra en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires.En 1915 participa con obras y gana una Medalla de Plata en la Exposición Universal de San Francisco de California. Integra la Sociedad de Acuarelistas, Pastelistas y Aguafuertistas. A partir de 1917 es profesor titular de la Academia Nacional de Bellas Artes. Su presencia en el Salón Nacional es permanente.En 1945 se jubila de profesor de la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano.Muere en su casa de Villa Ballester el 18 de marzo de 1964.En 1966 se realiza en la Galería Witcomb una exposición póstuma.
Ceferino Carnacini
JoSé HERNáNDEz142
Nace en Buenos Aires el 27 de abril de 1897. Fue autodidacta en sus comienzos y cursó estudios superiores en Florencia (Italia) entre 1921 y 1924. Trabajó con técnicas de dibujo y pintura. Se especializó en el trabajo al óleo, sobre todo en la realización de retratos, paisajes y motivos costumbristas del campo argentino.Su formación clásica fue determinante en su estilo, pleno de color y vigoroso trazos que muchos críticos ubicaron dentro del impresionismo.En su prolífica trayectoria obtuvo importantes premios y realizó gran cantidad de exposiciones tanto en la Argentina como en el exterior.Entre los premios más importantes que obtuvo, podemos citar:1940: “Retrato de mi madre”, Salón Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, 1ª premio.1942: “Siena y negro”. Municipalidad de de Lomas de zamora 1º Premio ex-posición intercomunal.1949: “Martín Fierro” Serie de 21 obras de gran tamaño, 20 de ellos basados en pasajes de la obra literaria de José Hernández y su retrato. Primer premio y adquisición del Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires a tra-vés del Museo Nacional de Bellas Artes de la Ciudad de La Plata. En 1951 fue declarada obra de Arte Nacional por la H. Cámara de Diputados de la Nación. Las telas se hallan actualmente en el Museo Chacra Pueyrredón, Pdo. de San Martín, Pcia. de Bs. As.Entre las exposiciones realizadas cabe citar:1940: Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires.1941: Galería Witcomb1941 Galería MullerFue además ilustrador de la revista Fray Mocho y de la Editorial EstradaDesarrolló también una amplia labor como docente.Muere en 1973.
Silvio Rossi
143MARTíN FIERRo
Nace en Buenos Aires, el 24 de mayo de 1851. Era hijo de Ventura Lynch y Bernabela Andrade, emparentados con las familias del general Pueyrredón y del poeta olegario V. Andrade. Estudió música, cultivó las letras y la pintura. A partir de 1868 se encuentra frecuentemente citado su nombre como organizador de conciertos en los que participaba tocando algún instrumento. Escribió libros vinculados a los temas nativos, como por ejemplo “Las costumbres del indio y las transformaciones del gaucho”.Entre 1881 y 1883, trabajó como periodista en “El Nacional” y “La Patria Ar-gentina”, noticias de carácter histórico y aspectos de la vida cotidiana de nuestra ciudad. En esa misma época fue pintor de historia contemporánea, de motivos campes-tres, de asuntos militares y de retratos.Todo el bullir de su vida se apagó repentinamente el 14 de enero de 1883 a la edad de 32 años. No existen datos al respecto de sus maestros de dibujo y pintura. Tal vez estudiara con el joven Ignacio Manzoni o con José Aguyari, ya que ambos eran los maestros que mayor alumnado tenían.Tampoco quedan documentos de sus presuntos viajes a Europa. Una de sus óleos más importantes lo constituye “La muerte de Adolfo Alsina”, otro “El baile del gato”, cuadro de gran interés artístico y folklórico, de genero-sas medidas, que presentó en la Academia Argentina de Ciencias, Letras y Artes, en 1875, mereciendo una crítica elogiosa del doctor Gregorio Uriarte. Esta obra se encuentra actualmente en el Museo Histórico José Hernández – Chacra Pueyrredón.
Ventura Robustiano Lynch
JoSé HERNáNDEz144
De padres italianos, Eduardo Sivori nace el 13 de octubre de 1847 en Buenos Aires. En 1874 recorre Italia. Pocos meses después, a su regreso al país, inició sus estu-dios de dibujo con el pintor José Aguyari y también fue discípulo de Francisco Romero uno de los primeros profesores de Estímulo de Bellas Artes, asociación de la cual Sívori fue cofundador.Participó por primera vez en una exposición, organizada en París, en 1875, obteniendo allí una medalla de honor. En 1880 concurre, junto a los alumnos de la Academia, al Salón Continental, en donde obtuvo una medalla de oro.En 1882 vuelve a marcharse a Europa, estudia en París con Jean Paul Laurens hasta el año 1888 y frecuenta la Academia Colarossi y al gran pintor Puvis de Chavannes. Es en esta época cuando se familiariza con la pintura impresionista. Expuso obras en el Salón de París entre 1886 y 1891. Regresó, ya formado, a Buenos Aires en 1890.Integró la Comisión Nacional de Bellas Artes y fue profesor y Director de la Academia. Su obra es abundante, trabajando la figura y el paisaje con igual maestría. Las obras iniciales ya nos permiten situarlo con su medio y con su hora. Se ma-neja con libertad dentro de un naturalismo claro, con otras pinturas que rozan el realismo tales como “El despertar de la criada” de 1887.Fue uno de los primeros artistas en utilizar la práctica del grabado al aguafuerte. En muchas de sus obras se inspiró en motivos criollos y en el paisaje argentino, el de Sivori un iluminismo atenuado, no aspiró nunca a los contrastes violentos no a las notas vibrantes. En los comienzos del siglo se lo puede ubicar viviendo y pintando en la zona de Villa Ballester.Muere en la misma cuidad que lo vio nacer el 5 de junio de 1918.
Eduardo Sívori
Dr. Ricardo Ivoskus Intendente Municipal
Prof. Silvia Elena GorostiagaSubsecretaría de Cultura
Lic. José María DobalDirección de Museos
EEE D II CC II ÓÓ NN DDD EE L B I CC EE N TT EE NN AA RR II OO
Lic. José María DobalDirección de Museos
Recommended