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MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO

PARA LA 57 JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES

03 de mayo 2020

F u e n t e d e i n s p i r a c i ó n :

La Carta a los Sacerdotes (4 de agosto

2019 en el 160 aniversario de la

muerte del santo Cura de Ars)

U n t e x t o e v a n g é l i c o :

Mt 14, 22-33 una singular

experiencia de Jesús y Pedro durante

una noche de tempestad, en el lago

de Tiberíades.

C u a t r o p a l a b r a s c l a v e :

Gratitud

Ánimo

FatigaAlabanza

Una breve

reflexión sobre

Mt 14, 22-33

Esta travesía

en el lago

evoca de algún modo

el viaje de

nuestra existencia.

L a b a r c a d e n u e s t r a v i d a

Avanza lentamente

S iempre inquieta buscando un

fe l iz desembarco

Dispuesta para afrontar los

r iesgos y las oportunidades del

mar

Anhela rec ib ir del t imonel un

cambio de d irecc ión que la

ponga f inalmente en e l rumbo

adecuado.

L a b a r c a d e n u e s t r a v i d a

Puede perderse y dejarse

encandi lar por fa l sas i lus iones

Es desaf iada por los v ientos

contrar ios de las d i f icul tades ,

de las dudas y de los temores .

L o s d i s c í p u l o s

d e b e n d e c i d i r s e a

p a s a r a l a o t r a o r i l l a ,

a p o s t a n d o

v a l i e n t e m e n t e p o r

a b a n d o n a r s u s p r o p i a s

s e g u r i d a d e s e i r

t r a s l a s h u e l l a s

d e l S e ñ o r .

Esta aventura

no es pací f ica:

L lega la noche

Sopla e l v iento contrar io

La barca es sacudida por las olas

El miedo de no lograr lo y de no

estar a la a l tura de la l lamada

amenaza con hundir los .

En la aventura de es te v ia je

d i f íc i l , no es tamos so los :

EL SEÑOR ESTÁ

CON NOSOTROS.

El Señor está s iempre presente:

Caminó sobre las aguas ag i tadas

Alcanzó a los d i sc ípulos

Invi tó a Pedro a i r a su encuentro

sobre las aguas , lo sa lvó cuando

lo v io hundirse

Subió a la barca

Hizo ca lmar e l v iento.

Gratitud

Pr imera palabra de la vocación

Toda vocac ión nace de la

mirada amorosa

con la que

el Señor vino a

nuestro encuentro ,

quizá prec i samente

cuando nuest ra barca

es taba s iendo sacudida

en medio de la tempestad.

Gratitud

La vocac ión,

más que una e lecc ión nuestra ,

es respuesta

a un l lamado gratuito

del Señor .

Gratitud

L legaremos a descubr ir la

y a abrazar la cuando

nuest ro corazón se abra

a la grat i tud y sepa acoger

el paso de Dios

en nuestra vida .

Gratitud

Ánimo

Segunda pa labra de la vocación

El Señor sabe que

una opc ión fundamental de v ida,

como la de casarse

o consagrarse de manera espec ia l

a su serv ic io, requiere

Valentía

Lo que a menudo

nos impide caminar, c recer,

escoger e l camino que

el Señor nos señala son

los fantasmas que se ag i tan

en nuestro corazón,

part icularmente

el “fantasma de la

incredulidad”.

Ánimo

Fatiga

Tercera palabra de la vocación

Fatiga

Toda vocación - laical,

presbiteral y de vida

consagrada - implica

un compromiso.

Si dejamos que nos abrume

la idea de la responsabilidad

que nos espera

o las adversidades

que se presentarán, entonces

apartaremos

la mirada de Jesús

rápidamente y, como Pedro,

correremos el riesgo

de hundirnos.

Fatiga

El Señor resucitado

nos t iende la mano

cuando el cansancio

o el miedo amenazan

con hundirnos,

y nos da el impulso

necesario para vivir

nuestra vocación

con alegría y entusiasmo.

Fatiga

Conozco vuestras fat igas,

l a s so ledades que a veces

abruman vuestro corazón ,

e l r ie sgo de la rut ina que

poco a poco apaga

e l fuego ard iente

de la l lamada,

e l peso de la incert idumbre

y de la precar iedad

de nuestro t iempo,

e l miedo a l futuro.

¡Ánimo, no tengáis miedo!

Jesús está a nuestro lado

y, s i lo reconocemos como

e l ún ico Señor de nuestra v ida,

É l nos t iende la mano

y nos su jeta para sa lvarnos.

Alabanza

Cuarta pa labra de la vocación

El Papa nos invi ta a cu l t ivar

la ac t i tud inter ior de la

Bienaventurada Virgen María :

Vivía agradecida por la mirada

que Dios le d ir ig ió

Abandonó, con fe, sus miedos

y su turbación

Abrazó con valent ía la

l lamada.

Alabanza

Ella hizo de su vida

un eterno canto de

alabanza al Señor .

Que cada uno pueda:

Descubr ir con grat i tud la l lamada

de Dios en su v ida

Encontrar la va lent ía de dec ir le

“s í”

Vencer la fa t iga con la fe en Cr i s to

Ofrecer la propia v ida como un

cánt ico de a labanza a Dios , a los

hermanos y a l mundo entero.

Que la

Virgen María

nos acompañe

e interceda

por nosotros .

¡Muchas gracias!