View
224
Download
0
Category
Preview:
Citation preview
1
MIRANDO A TRAVÉS DE LA INOCENCIA:
Un acercamiento gráfico a las condiciones Psico-socioculturales de las niñas y niños en el
siglo XX.
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN EN
CREACIÓ ARTÍSTICA.
CRISTIAN CAMILO MATEUS AGUIRRE
CAROLINA ORDOÑEZ PRIETO.
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
LINCECIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS
EN EDUCACIÓN ARTÍSTICA.
BOGOTÁ D. C.
2017
3
INDICE.
I. OBJETO ..................................................................................................................................... 4
III. OBJETIVO GENERAL ........................................................................................................... 7
4
I. OBJETO
Esta investigación-creación generó como objeto la elaboración de un libro álbum 1
estructurado de forma serial en cuanto sus historias, cuyo eje central son los aspectos siniestros de
la infancia. Estas historias tiene como título principal “Historias re-encontradas de la infancia, para
adultos olvidadizos” su contenido aborda pequeños relatos ilustrados en la cuales se evidencian
experiencias comunes en la cotidianidad, nuestra iniciativa va encaminada a un ejercicio de
inversión, en donde buscamos por medio de la narración gráfica aquellos aspectos ominosos de la
infancia en la que alguna vez hicimos parte, para así dirigirla a los adultos que han olvidado dichos
aspectos, es un acto de memoria y concientización con respecto a los traumas o temores que
dejamos atrás o que simplemente no recordamos dicha magnitud angustiante, refiriéndonos
específicamente a las apreciaciones siniestras que fueron parte de nuestra niñez; La razón por la
cual elegimos dicho formato es para generar un acercamiento a una infancia desdibuja dentro de
los imaginarios del adulto, pues nuestra creación aunque aborda temas de infancia no tiene como
objetivo principal a la población infantil.
1Los orígenes del libro álbum se remontan a mediados del siglo XVII y se confunden con los ámbitos comunes de la educación y la literatura infantil. En 1650 el pedagogo Comenius publicó un libro llamado Orbis sensualium pictus, que utilizaba la imagen como un medio para atraer a los niños hacia el mundo del aprendizaje.
5
II. JUSTIFICACIÓN
El interés principal que surgió para realizar esta investigación-creación es la relación que
existe entre la infancia y lo ominoso; vemos la necesidad de realizar una indagación sobre estos dos
conceptos, puesto que al hablar de infancia casi siempre se alude a pensar en la inocencia y pureza
de ésta, donde la niñez ha sido vista y tratada desde su vulnerabilidad como un ser lleno de
ingenuidad pero que a su vez es juzgado como ser malvado con perversidad heredad. A partir de
esta exploración historiográfica daremos paso hacia la construcción de un libro álbum que evidencie
este proceso.
Uno de nuestros referentes a partir de la narración gráfica que capturó nuestra atención fue el
artista Edward Gorey con su obra “los pequeños macabros” y el artista Roman Dirge, con su obra
“Lenore, La niña muerta”, pues con sus ilustraciones narran historias de niños que han sido víctimas
de sucesos terribles como: morir asfixiados, devorados o quemados; pero a pesar de estos sucesos
no sólo son víctimas, también son victimarios ya que en medio de su inocencia cometen actos de
crueldad hacia otros personajes logrando generar una atmosfera siniestra.
Ahora bien, podemos hallar que a lo largo de la historia de la humanidad, la infancia ha sido
relegada y ensombrecida, puesto que su voz no había sido escuchada ni tenida en cuenta por los
6
mayores, entre más se retrocede en la historia se ve cómo el niño carecía de dicha palabra, ya que
esta etapa no era considerada importante para el desarrollo y la vida del pequeño, pues éstos solían
ser vistos como objeto o vehículo para suplir las necesidades de sus padres sin importar el bienestar
de éste. Llyod deMause afirma a su juicio tres visiones que tienen el adultos ante el niño, las cuales
son: “ proyección, inversión y empatía”, estos tres principios psicológicos generan una obligación a
la infancia, convirtiendo al niño en una figura paterna, pues el adulto depende del niño, este tipo de
reacciones son parte de esas experiencias psicológicas que sufren el niño al tener este tipo de
intercambio de roles que ellos no deberían asumir, generando así una desestabilidad emocional que
perjudicará el desarrollo adecuado del infante.
Teniendo en cuenta la magnitud del tema y la problemática que encierra éste, tanto
económico, política, psicológico, social y cultural, nos enfocaremos en lo psico-sociocultural, pues es
allí en donde la relación entre el niño, el adulto y la sociedad generan tenciones y acciones que
pueden dominarse como siniestras. A partir de esta indagación, hemos decidido trabajar y utilizar
como medio de lenguaje artístico la ilustración, la razón por la cual nos decidimos por este lenguaje
es porque nos sentimos más familiarizados con la técnica.
7
III. OBJETIVO GENERAL
Generar una investigación en la cual este profundizada en los aspectos que
“causan” la perversidad y lo no familiar en la infancia, para así proponer la creación de un libro álbum
que contenga narraciones ilustradas con relación a los miedos en la infancia.
IV. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Estudiar historiográficamente la infancia y sus implicaturas para comprender sus
implicaciones en estados de angustia, miedo, terror en los niños.
Buscar y analizar los referentes artísticos que han surgido a partir de nuestro tema
de interés y establecer que aspectos pedagógicos, psicológicos y sociales generaron ante los
imaginarios de la infancia y de la población adulta.
Elaborar un libro álbum llamado “Historias re-encontradas de la infancia, para
adultos olvidadizos” en donde se materializará nuestra investigación.
8
V. BASES CONCEPTUALES
En la elaboración de este trabajo de investigación-creación, vemos necesario hacer un
acercamiento a la historia de la infancia en occidente y paralelo a esto se indaga sobre las diferentes
perspectivas en torno a la relación que existe entre la infancia y lo Ominoso. Para llevar a cabo esta
investigación-creación haremos referencia a algunos teóricos como: Philippe Ariès, Sigmund Freud,
Lloyd deMause, entre otros. En cuanto a los referentes gráficos es relevante para nosotros
mencionar a Edward Gorey y Roman Dirge
Haciendo referencia a la historia de la infancia, el autor Philippe Ariès, hace un acercamiento a
diversos conceptos de infancia que han surgido en el transcurso de la humanidad, en su libro “El
niño y la vida familiar en el antiguo régimen, capítulo II2, nos habla históricamente sobre la niñez
desde lo pictórico en el arte medieval, ya que dicho tema no era de vital importancia dadas las
circunstancias de la época, en las cuales predominaba el interés religioso y sus representaciones de
los niños estaban asociadas a los rasgos de un adulto. Lo anterior es el reflejo de una sociedad que
se negaba a esa etapa de los primeros años, para pasar rápidamente a una edad en la cual el niño
hace parte de las costumbres medievales junto a la vida cotidiana de los adultos, por tal razón la
infancia no era más que un pasaje sin importancia para la memoria, dado que si un niño fallecía, la
indiferencia respecto a su pérdida no era relevante para los familiares, precisamente se le
2 Ariès P. (1987) El descubrimiento de la infancia. Taurus ed.
9
consideraba un ser incompleto para la vida sin ninguna preparación y demasiado frágil ante la
probabilidad de sobrevivir.
La autora Sandra Carli3 señala que el adulto tiene una influencia perjudicial en el niño y coincide
en la definición del modelo familiar a través de la imposición de una imagen de hijos perfectos a los
cuales no les permite cometer ningún acto en contra de lo estipulado por los padres y a su vez los
diferentes sistemas que ha construido la sociedad tales como: lo educativo, lo religioso, lo político y
cultural. Podemos resaltar que los factores sociales y psicológicos que influyen en el niño
determinarán la construcción de un sujeto que aporte o sea sustraído de la sociedad de acuerdo a
sus acciones. Por otro lado, “Lo Ominoso” de Sigmund Freud4 (1919), será el texto base con el cuál
lograremos realizar aquella relación con la infancia, ya que lo oculto, lo desconocido o lo no familiar,
hacen parte de los elementos que se definen desde la infancia.
ACERCAMIENTO A LA HISTORIA DE LA INFANCIA.
A partir de los acontecimientos históricos más relevantes de la humanidad, la infancia no ha
tenido un protagonismo muy significativo para la documentación de la misma, tan solo a partir de la
3 Carli, S. (1999). De la familia a la escuela. Infancia, socialización y subjetividad. Buenos Aires: Santillana.
4 Freud S. (1856-1939) Médico neurólogo Austriaco, padre del psicoanálisis.
10
segunda mitad del siglo XX se comienza a hablar de una niñez y a medida que ha trascurrido el
tiempo su voz es más escuchada y tenida en cuenta por el adulto.
Ahora bien, para comprender un poco el concepto de lo que es infancia en la contemporaneidad
hay que retroceder un poco en la historia, Philippe Ariès5 hace visible el comportamiento de los
adultos ante la niñez y cómo éste comportamiento y actitudes han cambiado y que en nuestra
opinión aún siguen cambiando en la historia aunque un tanto imperceptibles para nosotros. Para el
historiador Francés uno de sus puntos de partida para hablar de infancia fue la forma en que se
personificaba la niñez en el arte medieval, pues consideraba que los artistas de la época eran
incapaces de hacer un retrato fiel del niño ya que en esta sociedad no había espacio para esta; en
su texto “El descubrimiento de la infancia” vemos que hace un recorrido histórico en el cual habla de
un proceso evolutivo iconográfico del niño, en donde a mediados del siglo XIII aparecen varias
representaciones de niños: el ángel-monaguillo, que era representado bajo la apariencia de un
adolecente joven, de niños más a menos jóvenes quienes se les educaba para que cumplieran una
función a la hora de dar la misa, otro tipo de niño, fue el niño Jesús, que como dice Ariès “fue el
precursor de todos los niños pequeños de la historia del arte” (Ariès, 2016) pero que aun así al inicio
de su representación era como el de un adulto en miniatura, para la época gótica surge el niño
desnudo, en las biblias moralistas, éste se representaba sólo si se trataban de los inocentes o de
niños muertos. “la alegoría de la muerte y del alma introducirá en el mundo de las formas la imagen
de esta joven desnudez”. (Ariès, 2016). Todos estos retratos sufrían de una deformación corporal,
pues siempre eran representados de tamaño reducido con facciones adultas, tan sólo la estatura y
sus vestuarios los diferenciaban de los mayores.
5 Ariès P. (1914-1984) Historiador Francés
11
A partir del siglo XIV la imagen santa del niño se comenzará a expandirse y a cambiar, entrando
así en una conciencia colectiva, donde el artista comienza a resaltar aspectos que son graciosos,
sensibles e inocentes de la infancia, tales como: el niño jugando, comiendo, etc., pero que con
dificultad estas representaciones logran salir de la iconografía religiosa. Las imágenes de una vida
cotidiana en el cual se evidenciaba unas costumbres, fueron remplazando aquellas pinturas
estáticas en donde sólo se representaba al individuo de mayor simbología, en donde el niño
comienza a tener un protagonismo más frecuente pero no importante, ya que aparece como “relleno”
ante los protagonistas principales de la obra y en donde la sociedad tendía a “separar el mundo de
los niños del de los adultos”. (Ariès, 2016)
En cuanto al deceso de un infante Ariès P. indica que nadie tenía presente la muerte de un niño,
por lo tanto no era digno de ser recordado, pues se creía que entre más se engendraran hijos habría
más posibilidad de conservar sólo algunos, como si la vida de aquellos seres fuese un objeto que se
puede desechar en cualquier momento, pues la “gente no se podía apegar demasiado a lo que se
consideraba como un eventual desecho6”, esta indiferencia persistió en el mundo rural hasta el siglo
XIX. Ahora bien, esta apatía hacia la infancia no estaba muy lejana de las sociedades romanas y
chinas las cuales estaban acostumbradas al abandono; cuando se daba a luz a un niño romano,
este era ubicado en el suelo para que el padre lo reconociera o lo aceptara por medio de la
elevación, si el padre no lo eleva, éste era abandonado y expuesto ante la puerta, igual era para los
hijos de los esclavos cuando no se sabía qué hacer con ellos, dejándolos ante un destino incierto,
6 Ariès P. (1987) El descubrimiento de la infancia. Taurus.
12
algunos de ellos corrían con suerte al ser hallados y criados por personas piadosas pero la gran
mayoría perecían ante la desnutrición y el clima.
Como vemos, la mortandad del infante era un suceso irrelevante, pero que al mismo tiempo,
alrededor de este nace un deseo de conservar el recuerdo de aquel pequeño. En el siglo XVI nace el
“retrato del niño muerto”, esta representación inicia con una “efigie funeraria”, estos retratos del
párvulo se realizaban en las tumbas de sus padres ya fallecidos, cabe indicar que los niños que
aparecían allí no siempre estaban muertos ya que se hacía una representación de toda la familia
alrededor del difunto. La forma en que se diferenciaban los infantes vivos de los muertos es porque
estos últimos eran de un tamaño reducido y en sus manos empuñaban una cruz. Esta costumbre va
hasta mediados del siglo XVII pero a comienzos de este siglo, gracias a los artistas, el retrato del
infante se expande, dando paso a la representación del niño solo, separado de la familia,
convirtiéndose en uno de los modelos principales; para el siglo XIX la fotografía remplaza aquellas
pinturas pero “el sentimiento no ha cambiado” (Ariès, 2016). Y aún prevalece en nuestra sociedad
contemporánea.
Como se ha indicado anteriormente, la infancia ha tenido sus dificultades en ser representada de
una forma sensata, tal vez porque esta etapa de la vida era algo efímero, pues los niños eran
introducidos o mezclados con la sociedad en cuanto estos podían desenvolverse físicamente
pasando de niños a ser hombres jóvenes, donde los juegos, las labores de trabajo y cotidianas eran
compartidas con los viejos y sus amigos jóvenes. Dentro de este contexto, las enseñanzas o
conocimientos no iba por parte de la familia puesto que se le separada de ella tan pronto era posible,
13
este aprendizaje era gracias a la convivencia con los mayores y tan solo se aprendía lo que era
necesario para su sustento (Piedrhita, 2003, pág. 33). También es pertinente ver esta problemática
desde un punto de vista psicológico como la hace el autor Lloyd deMause7; se centra en los
momentos que más influyen en la psiquis del infante, en cuanto el adulto se halla frente de un niño y
sus necesidades, por lo cual define tres reacciones que el adulto posee ante esta relación adulto
niño: “reacción proyección, reacción de inversión y reacción empática” (deMause, 1994, pág. 24), en
la primera, los padres generan un imaginario hacía el niño que a veces va más allá de su
pensamiento natural e inocente descargando así sus sentimientos hacía él, estos son utilizados
como “recipientes” o vehículos de las proyecciones de los adultos; en la segunda proyección los
roles de padres e hijos se intercambian, en donde el niño pasa a hacer el padre y el padre el niño ya
que los hijos están únicamente para satisfacer las necesidades de los padres; por último, la reacción
empática: es aquella capacidad que tiene el adulto para suplir las necesidades del niño sin que
intervengan sus propias proyecciones, de manera que Las reacciones de proyección y de inversión
según el autor se daban simultáneamente causando un efecto que él mismo denomina como “doble
imagen”, en donde se veía al niño como aquel que se le atiborraba de proyecciones pero que de
igual manera se veía como aquel que suplía las necesidades del adulto; con esto vemos cómo el
párvulo es puesto en dos situaciones en la cual es “bueno, malo, amado, odiado, castigado y
recompensado” situándolo en una encrucijada de sentimientos, pensamientos y acciones o como
dice el autor un “doble enlace” (deMause, 1994, pág. 25) que lo conllevaran a una inestabilidad
emocional que serían base de la esquizofrenia.
7 Pensador social estadounidense, trabajó en el campo de la psicohistoria.
14
Dicho lo anterior, donde el niño tiene que hacer lo que el padre diga y a la vez suplir las
necesidades de éste, vemos cómo la infancia pasa a estar ubicada como un ser político, pues pasa
a hacer parte de una sociedad en la cual la autoridad es aplicada por el adulto cuyo objetivo
pareciere reprimir o eliminar el potencial innato que hay en ella para así sólo desarrollar el potencial
que es útil para su explotación (Rochefort, 1982, pág. 33). Christiane Rochefort8 denomina como
“mutilaciones” estas represiones, donde lo corporal y lo mental están sujetas a lo que indique la
autoridad hasta el punto de llegarlo a controlar o a dominar; según la autora, las mutilaciones varían
dependiendo del contexto “económico, sexual, racial-cultural” en los que el infante nace, ya que no
es lo mismo un niño de altos recursos que uno de bajos recursos. Con esto nos atrevemos a decir
que el niño ha sido tratado como objeto de manipulación, subyugado a las órdenes del adulto y
moldeado al antojo, en donde no existe una privacidad, pues siempre se está bajo la mirada y
cuestionamiento de quien esté a cargo de él. “El niño está permanentemente bajo la mirada de los
adultos. Sólo el prisionero llega a estarlo hasta el mismo punto, y es para castigarlo. En cambio, a
los niños es para “protegerlos” 9 (Rochefort, 1982, pág. 36).
Maria Victoria Alzate en su texto la infancia: concepciones y perspectivas, capítulo I10,
cita a Pachón y Muños (1991), quienes indican que a inicios del siglo XX el contexto colombiano más
específicamente en la sociedad bogotana se actuaba bajo unos principios de formación religiosa y
militar, éstos principios eran construidos bajo una doble moral, desigualdad y dominación los cuales
predominaban en las instituciones, en donde
8 Escritora feminista francesa 9 Rochefort C. (1982) Los niños primero. Barcelona. Ed. Anagrama.
10 Concepciones históricas de la infancia. Las concepciones de la infancia en Colombia: del concepción divina y demoniaca a la concepción moderna del desarrollo psicosocial.
15
“Las escuelas, con sus grandes internados, parecían más bien
cuarteles o conventos. La disciplina que se decía debía regir en las familias para con los niños
recordaba la disciplina férrea de aquellos cuarteles o conventos donde el silencio era la palabra
vigente, donde estaba reducida al máximo la comunicación entre los subalternos y sólo se permitía
con el superior inmediato. La autoridad, tanto escolar como familiar, era una autoridad distante, en
aislamiento: el padre a quien se veía poco porque “no tenía por qué encargarse de los hijos, para
eso estaba la madre”, y el maestro subido en una tarima y un pupitre, se diferenciaban claramente
del resto de la familia y la clase” (Piedrhita, 2003, pág. 54).
Por ende el niño en la escuela y en el núcleo familiar era tratado con severidad si se quería
hacer de él un hombre de “bien” pues no había espacio para el afecto ya que si se tenía una muestra
de éste las repercusiones serian terribles por lo que se creía que si había un exceso de ternura los
hijos serían débiles y hasta “homosexuales”, en cambio Los niños que eran abandonados por sus
padres al contrario a los que pertenecían a una familia eran tratados de forma cariñosa, amable, de
acuerdo con los principios religiosos de la caridad cristiana.
En cuanto a la enfermedad, el niño que se encontraba contagiado era puesto en cuarentena,
aislado del lado de su madre y hermanos y cuidado por alguien más que pudiera ser resistente a la
enfermedad. “La enfermedad conservaba, en mucho, los componentes de lo demoníaco, de la
maldición”. (Piedrhita, 2003, pág. 56). Por otro lado los juegos eran basados en guerras, bautizos y
entierros.
16
Habría que decir también que si el niño lograba sobrevivir, (en la cuales pocas veces lo
lograba) tenía que someterse totalmente a la autoridad sin posibilidad de ser autónomo. Este exceso
de autoridad, control y subordinación era otra manera de “infanticidio” como lo afirma la autora “La
obediencia ciega equivalía al no ser y exigía un ser al margen (…)” (Piedrhita, 2003, pág. 57). En
este contexto, donde la infancia no era relevante y algo pasajera; el abandono y la dominación
violenta estaban presentes para hacer sentir al menor que no importaba, que su existencia era una
carga de la que nadie quiere hacerse cargo por la que tenía que arreglárselas como fuera posible
para sobrevivir.
<<El concepto de niñez oscila entre lo demoníaco y lo divino.
El niño era fundamentalmente “un don de Dios”, y su origen divino, hacía que cualquier rechazo
fuera considerado un “sacrilegio”. Ese ser de origen divino venía, sin embargo, cargado de “malos
impulsos” que había que “dominar con ternura pero con firmeza” y frente a quien no había que
claudicar pues cualquier triunfo en este sentido lo llevaría a la desgracia. Aunque el niño era
responsabilidad de los padres, era a la madre a quien se le dirigían, casi siempre, los consejos de
cómo tratarlo.>> (Muñoz, Pachón, 1991: 365. Negrilla mía).
Hemos dicho anteriormente que el niño tiene que estar bajo las ordenes y necesidades del
adulto, pues es considerado como un ser imperfecto al que hay que corregir, de allí la importancia
que surge de los maestros en cuanto a la educación de estos seres incompletos, pues los infantes
eran considerados como mazas moldeables al que se le daba un orden coherente para tener un
buen desempeño dentro de la sociedad, ésta necesidad por educar (o más bien domesticar) al niño
en una edad temprana, era para hacer de él un ser de bien y alcanzar la perfección. “Padres,
maestros y sacerdotes aparecen como la trinidad educadora de la época y constituyen aquellos
17
pilares en los que la sociedad depositó la responsabilidad de perfeccionar esos seres maleables e
imperfectos, irreflexivos y frágiles y encauzarlos por el camino de la vida racional y cristiana”
(Piedrhita, 2003, pág. 61)
Prosiguiendo con el tema, en Colombia, la concepción de infancia específicamente en la
ciudad de Bogotá era considerada como: “el niño demoníaco o divino, ángel o demonio, flor
inmaculada, rocío de la mañana, árbol que hay que cuidar e impedir que se tuerza, tabula rasa en la
cual hay que imprimir las bondades del mundo adulto” (Piedrhita, 2003, pág. 53) pero que a
mediados (1930-1950) tiene una evolución, el niño ya es tenido en cuenta, sus necesidades
comienzan a hacer respetadas y se le otorga un espacio propio donde se puede desarrollar
adecuadamente si se le permite. En los años sesenta, la crianza tuvo una evolución en el método de
formación, pues el dialogo que anteriormente no se daba en las familias pasa a hacer un hecho
fundamental en el núcleo familiar, donde el niño no sería un extraño conviviendo bajo el mismo
techo, sino que pasará a hacer parte de este, como dice Becerra Absalón “El equilibrio del niño se
comienza a asociar con los altos grados de emotividad, afecto y amor en el interior del núcleo
familiar, lográndose evidenciar la revolución de carácter afectivo que se debe vivir (…)” (Becerra,
2008, pág. 163). Estas dinámicas de crianza eran basadas o influenciadas por las metodologías
norteamericanas donde fueron adaptadas de acuerdo a las necesidades de la sociedad, en la revista
Your New Baby que era publicada regularmente en el diario El Tiempo, esta se enfocaba
principalmente en el “tema de la primera infancia en un contexto nuclear estable…”. Las nuevas
dinámicas de crianza que fueron acogidas y establecidas en la sociedad colombiana hizo que se
tuviera más en cuanta al niño desde el momento de su nacimiento, pues ya se pensaba en su
sensibilidad, el desarrollo de sus sentidos, su alimentación, el sueño, la vida sexual y hasta el tiempo
que se le debía dedicar al infante. Estas nuevas pautas, de cierta forma comienzan a cuestionar a
18
los padres y su destreza en la crianza de los hijos. Dicho esto, desde el entorno familiar se comienza
a pensar y a reflexionar sobre la educación, pues una iniciación temprana en la educación hace que
el niño desarrolle destrezas que enriquecerán sus experiencias.
Los padres, que anteriormente eran desentendidos en la formación y educación de sus hijos,
ahora son participes tanto física como emocionalmente alejándose de la época en donde se
consideraba al niño como un objeto imperfecto, moldeable, sin necesidades, para pasar a ganarse la
confianza del pequeño por medio del dialogo y comprensión de este. A las madres que en mayor
parte permanecían más en relación con el niño se les pedía que “una vez que descubrieran
incomodidades en los niños debían buscar las causas de las mismas” (Piedrhita, 2003, pág. 66).
Debido a este suceso el concepto de madre también cambia ya que no es más considerada como
una madre instruida sino como una madre sabía, pues tenía conocimiento científico sobre
alimentación, crianza, educación y salud. Todos estos cambios repercutieron para que el concepto
de infancia cambiara, como ya se había dicho anteriormente, el pensamiento y deseo por tener un
hijo perfecto se comienza a desvanecer, abriendo paso a una infancia libre e independiente.
A partir de este cambio, aparece la protección del infante a cargo de las instituciones de carácter
municipal, departamental y nacional. La educación que anteriormente era de orientación religiosa
pasa a ser una educación bilingüe, los juegos pasaron de realizarse en las casonas a salir a la calle
y parques, todo esto gracias a esa evolución de concepto de infancia en el cual “La familia y la
escuela se convirtieron en modelos de funcionamiento y reemplazaron al convento y al cuartel de
comienzos de siglo” (Piedrhita, 2003).
19
A manera de una breve conclusión podemos decir que la niñez y el concepto de ésta a
tenido una transformación a lo largo de la historia, ya que la infancia se veía como algo que se debía
corregir, reparar y darle forma, donde emociones de miedo y ansiedad estaban presentes en los
niños pero que tal vez debían ser reprimidas para poder cumplir con las expectativas de los adultos;
más no como aquel ser que sentía y tenía unos derechos que lo determinaban como persona
autónoma e independiente capaz de analizar y tomar decisiones propias. Esta mirada se le
comienza a atribuir al niño cuando se le reconoce aspectos naturales como propios.
INFANCIA Y SU RELACIÓN CON LO SINIESTRO.
Ahora sabemos que la infancia es una etapa fundamental para el buen desarrollo físico y
emocional del niño; en donde éste es visto como algo puro, inocente, vulnerable, sonriente, (entre
otras cualidades), pero si sólo se hablara de infancia desde este punto de vista, se estaría negando
aquella parte en donde la infancia también es dolor, terror, angustia, incierta, destructiva, violenta y
en ocasiones evoca la muerte, donde “La infancia es el tiempo donde surge lo innombrable, donde
el terror de lo incierto cubre el cuerpo del niño, y el lenguaje le brinda el lugar de la estructuración
psíquica” (Jacobo, 2010, pág. 71).
Ernst Jentsch denomina lo siniestro como aquello que es desconocido y novedoso, en donde
existe una incertidumbre intelectual en el que el sujeto no logra ubicarse u orientarse, pero Freud
indica que no todo lo nuevo y no familiar es terrorífico, pues para que esto suceda se tiene que
agregar algo a eso no familiar que lo conlleve a hacer “ominoso”; un ejemplo que viene al caso y que
cita Freud de E. Jentsch es el siguiente: “la duda sobre si en verdad es animado un ser en
20
apariencia vivo, y, a la inversa si no puede tener alma cierta cosa inerte” (Freud, 2017), ya que la
incertidumbre de saber si está vivo o no es un elemento que se suma a la situación y hace que se
convierta o transforme en ominoso, lo cual conviene mencionar la relación que hay entre el texto de
E. Jentsch y E.T.A. Hoffmann11 con respecto a la figura del autómata en su obra “Der Sandmann”12
(El Arenero), pues en este cuento podemos hallar una gran variedad de elementos detonantes que
caben dentro del concepto de lo “siniestro” donde la infancia recoge dichas imágenes y se ubican en
el inconsciente generando así traumas; pues uno de los mayores temores de la infancia que
repercute de gran manera en la adultez es estar en contacto con objetos inanimados que aparentan
tener movimientos propios, tal ejemplo es cuando el joven Nataniel se enamora de una hermosa
mujer llamada Olimpia, la hija del viejo mecánico Spalanzani, en la que luego Nataniel descubre que
su amada siempre fue un ser mecánico, un “ autómata”, generando un hecho de total angustia y
terminando con el fatal suicidio del joven enamorado.
Freud también menciona a Hoffmann haciendo énfasis en un hecho traumático que es relevante
dentro del concepto de lo siniestro, pues afirma que el hecho de la pérdida de los ojos es una acción
que marca en el inconsciente del ser humano, pues
“la experiencia psicoanalítica nos recuerda que herirse los ojos o perder la vista es un
efecto de motivo de terrible angustia infantil. Este temor persiste en muchos adultos, a quienes
11
Escritor, lurista, dibujante, caricaturista pintor cantante (tenor) y compositor musical prusiano, que participó activamente en el movimiento romántico de la Alemania del siglo XVII Y XIX 12
Hoffmann, E. T. A. EL Hombre de Arena.
21
ninguna mutilación espanta tanto como los ojos (…), el miedo de quedar ciego, es un sustituto
frecuente de la angustia de la castración13”.
Otro ejemplo que abarca el tema de lo siniestro es el cortometraje “Violeta, la pescadora del mar
negro” dirigida por Anna Solanas y escrita por Marc Riba en el año 2006, vemos como en esta obra
audiovisual surge un contexto lleno de elementos que se relacionan en una atmosfera lúgubre que
lleva a la protagonista (que en este caso es una niña) a comportarse de una manera inusual
(siniestra) pero que ella lo efectúa de una forma que contrasta con lo que para nosotros sería un
comportamiento no admitido por la sociedad. En este cortometraje hay imágenes que se pueden
relacionar con lo que Freud, Jentsch y Hoffman, comparten entre textos, y son aquellas imágenes
que evocan “lo siniestro” como por eje mplo la mutilación y la animación de objetos no vivos14, Otros
aspectos a analizar de este mismo, es la imagen de cómo Violeta infringe terror tanto físico y
emocional por medio de lo que se podría dominar una tortura y que es representada de manera tan
natural o normal, pues violeta realizaba dichas acciones mientras sonreía, generando en el
espectador cierto aire de repulsión, evocando de alguna manera un choque con respecto a los
imaginarios de infancia que tenemos ¿qué pasaría si el protagonista de este relato fuese un adulto
en vez de un infante? Quizás el impacto emocional no fuese de mayor magnitud debido a que este
tipo de acciones son más regulares en el momento que un adulto las efectúe, pues de alguna ya
estamos acostumbrados a este tipo de casos, pues es un ideal que la sociedad ya ha construido en
la cual trata acerca de la inocencia que perdemos en el momento de ser adultos apoyándose en la
13
Freud, S. Lo ominoso (1919). Obras completas, 17, 215-251. 14 Refiriéndonos a la técnica artística usada en el corto, pues el hecho de que se maneje el “Stop Motion” genera cierta atmosfera siniestra.
22
teoría donde “El Hombre es naturalmente bueno, es la sociedad lo que lo corrompe” ” (Rousseau,
1790).
APROPIACIONES PEDAGÓGICAS- ARTÍSTICAS
A partir del proceso constructivo de nuestra investigación-creación tenemos presente el
hecho de que somos educadores en el área artística, por el cual hemos vinculado nuestro trabajo
hacia un interés con fines pedagógicos, por medio de la creación ya mencionada del libro álbum
donde abordaremos un tema que poco se ha trabajado, ya que las referencias de este tipo de
dinámica son bastantes escasas, debido a que buscamos enfatizar en un producto didáctico que
maneje los aspectos siniestros que inquietan de alguna manera los imaginarios sociales, por ello
afirmamos nuevamente la idea de que abordaremos un tema de infancia, pero a pesar de eso no
será un producto destinado para las niñas y niños.
Para comprender mejor lo mencionado anteriormente es necesario revisar algunos autores
que han realizado creaciones artísticas relacionado especialmente con lo narrativo, dichas
creaciones tienen como eje central las perspectivas del ámbito de lo siniestro y perturbador
específicamente en la infancia, en las cuales estas historias tienen como espectador principal a la
población adulta; uno de estos autores Cristina Peri Rossi15, donde hacemos énfasis en su obra “La
rebelión de los niños”16 en el que hallamos una serie de cuentos que están permeados de una
atmósfera totalmente “distópica”, este aporte es fundamental pues hace parte de aquel elemento
15 Escritora, traductora y activista política Uruguaya 16
Peri Rossi, C. (1992). La rebelión de los niños. Barcelona, Seix Barral.
23
detonante de inversión que estamos buscado establecer, puesto que Peri Rossi logra trasportarnos
por medio su fascinante literatura de corriente realista al interior de las angustias mayores de los
niños y de los adultos, profundizándose en como desde la cotidianidad se entrelazan estos temores,
sin necesidad de ir a la ficción ya que “Los principales horrores no han estado siempre en la
imaginación” (Rossi, 1980), pues a partir de la intención de la autora, nosotros buscamos
profundizar en como aquellos temores que a veces consideramos menores o insignificantes y que
son parte de la cotidianidad de nuestras infancias adquieren gran magnitud cuando las ponemos
frente a los temores comunes de los adultos.
Otro caso a rescatar con respecto a la creación artística que tiene como eje principal la
perversidad en la infancia y que es dirigida a la población adulta es el caso de Edward Gorey17,
quien se destacó por publicar polémicas series de cuentos ilustrados donde sus protagonistas son
niños víctimas de situaciones macabras, pues muchos de estos pequeños hacen parte de
narraciones donde son golpeados, engullidos, ahogados, envenenados, asesinados brutalmente,
etc. Simplemente son pequeñas historias rodeadas de una atmosfera llena de humor negro,
Gorey definía su trabajo como “literary nonsense” (“absurdo literario”), donde se narraba con cierta
comicidad las tragedias de los pequeños protagonistas; Entre sus obras más destacadas podemos
hallar “The Gashlycrumb Tinies” 18 “Los Pequeños Macabros” Una obra que transgredió los
imaginaros tanto de los adultos como de los más pequeños, donde podemos hallar una serie de
dibujos aludidos al tema más común en la literatura para la infancia, el abecedario, la estructura de
este libro se propone de la manera en que va apareciendo niño por niño en orden alfabético, según
la letra inicial de su nombre, pero los pequeños e inocentes protagonistas son víctimas de
situaciones perturbadoras, como por ejemplo:
17 Escritor e ilustrador Estadounidense 18
Gorey, E.(1963). The Gashlycrumb tinies, or, After the Outing. Houghton Mifflin Harcourt.
24
“I is for IDA Who drowned in a lake” (La I es de IDA que se ahogó en un lago). (Gorey,
1963)
Cada una de estas situaciones tiene un desenlace fatal, que generan un fuerte contraste con
respecto a las tiernas imágenes de los pequeños y de las rimas que se proponen en cada una de
estas cortas historias, Gorey juega con los espectadores proponiendo un breve ejercicio
pedagógico ilustrando el abecedario y la infancia de una forma divertida y lúdica, haciendo sentir al
lector en una bruma angustiosa por las fatalidades llenas de ironía y humor negro, es una propuesta
en al cual dificulta el momento de pensar si en verdad es una literatura dirigida para los niños; La
razón es que su clasificación siempre fue y aún sigue siendo un aspecto bastante inestable, pues,
“éste siempre ha sido definido como un autor inclasificable, ya que presenta sus cuentos con un
formato ideal para los más pequeños pero con un contenido contradictorio” (Palmer, 2004)19
Ahora bien, podemos hallar que antes del polémico Gorey se lograron publicar una gran
serie de cuentos infantiles cargados de ironía y humor negro ante situaciones que se vinculaban con
el tema de la desgracia infantil, ya que en el siglo XIX este tipo de literatura era normal en la
circulación y lectura, siendo así una literatura apropiada para todo tipo de público, espacialmente
19Oscar Palmer, traductor y prologuista de la última edición en español que reúne la obra de Edward Giorey(Chicago, 1925-2000)
25
para los niños, debido a que la publicación de estos cuentos eran utilizados como una forma de
adoctrinar a los más pequeños, pues “Este tipo de literatura surgió por parte de los pedagogos y en
particular por los religiosos como un modo de contrarrestar la “Mala influencia” de la literatura de
cordel20 en los niños de menores recursos” (Carranza, Un libro poco edificante. Historia de un niñito
bueno. Historia de un niñito malo de Mark Twain, 2010)21, aunque en algunas ocasiones “sus
publicaciones tenían un destinatario limitado: Los niños de la burguesía y clases superiores”. (Shavit,
1986)22; a partir de aquellas dinámicas moralistas surgieron estrategias pedagógicas invitando a los
niños a leer pequeñas historias llenas de elementos propios de la literatura popular, con el fin de
llevar enseñar el buen camino al público infantil; dichas historias eran acordes con la aprobación y
satisfacción de los padres; aquellas historias se habían convertido en los primeros libros de escuela
dominical y luego como material pedagógico por parte de la escuela y el hogar, tratando de formar
niños buenos de una forma masiva; estas dinámicas llenas moralismo y religiosidad dieron origen
una literatura muy predecible, en la que todas las narraciones se parecían en sus contenidos ya que
todas las historias ilustraban anécdotas acerca de “niños buenos que reciben su recompensa en
está y en la otra vida, y niños malos castigados, arrepentidos y redimidos” (Carranza, 2010).
20
Desde fines del siglo XVI hasta entrado el siglo XIX los libros de cordel tuvieron gran éxito entre
las clases populares y los niños en particular; Eran unos libritos que, editados en forma de pliegos, eran distribuidos por buhoneros o vendedores ambulantes. Se trataba de una literatura sumamente heterogénea: cuentos de hadas, adaptación de novelas medievales, historias de santos, de criminales, noticias espantosas, relatos sobre toda clase de curiosidades, almanaques y calendarios, libros de medicina, de astrología, de profecías, de brujería, guías de viaje, tratados amorosos, diálogos dramáticos, obras burlescas, parodias de sermones o de tratados didácticos, adaptaciones populares de obras de la literatura “culta” como Los viajes de Gulliver, Robinson Crusoe y Gargantúa y Pantagruel. Esta literatura de cordel constituía una desigual y difícil competencia para la literatura infantil oficial. 21 Carranza, M. (2010). Un libro poco edificante. Historia de un niñito bueno. Historia de un niñito
malo de Mark Twain. Bellaterra Journal of Teaching & Learning Language & Literature, 2(2), 91-105. 22
Shavit, Z. (2009). Poetics of children's literature. University of Georgia Press.
26
Uno de estos resultados fue la creación de “Der Struwwelpeter” ó (Pedrito Melenas) 23
escrito e ilustrado por Heinrich Hoffmann 24; “Der Struwwelpwpeter” fue una propuesta didáctica
publicada en 1846 con el objetivo de reforzar la obediencia en los niños, utilizando como ejemplo a
Pedrito Melenas, un niño desobediente en el que Hoffman en verso lo describe de la siguiente
manera: “Por no Cortarse las uñas le crecieron diez pesuñas, y hace más de un año entero que no
ha visto al peluquero. ¡Qué vergüenza! ¡Que horroroso! ¡Que niño más cochambroso!” (Hoffmann,
1846) Lo que Hoffmann buscaba era demostrar a partir de este particular protagonista era
evidenciar como el no obedecer generaba graves consecuencias y de qué manera la misma vida
ofrecía severos castigos a quién pasaba por alto las órdenes de sus mayores; Lo que más llama
nuestro interés con respecto a estas publicaciones subjetivas es que las pequeñas historias
ilustradas contienen cierta picardía al momento de describir las desagracias que sufren los pequeños
rebeldes ya que ”No queda claro si en el prevalece la instrucción o el deleite”25 (Puertas,2015)26 es
evidente que estas pequeñas narraciones puede generar cierto aire de ocio y diversión en el
momento de que un adulto lo lee, pero estamos hablando de una literatura destinada exclusivamente
a la población infantil, convirtiéndose así en un acto problemático, violento y amenazante “Asumimos
defensivamente que atemorizan al niño, incapaz de apreciar su humor y de entenderlas, que son
capaces de herir su sensibilidad y corromper su inocencia, concluimos, en consecuencia, que Pedro
Melenas no es, en definitiva, una lectura apropiada, adecuada, correcta o idónea para el chaval de
hoy” (Puertas,2015) queda claro que dichas propuesta pedagógica, no tuvieron nada de edificante
para los niños, pero sí logró captar, de alguna manera, la atención de los adultos y de algunos
jóvenes aceptándose así al humor negro como un especie de género literario.:
23
Hoffmann, H., & Bravo-Villasante, C. (1987). Pedro melenas: historias muy divertidas y estampas
aún más graciosas. 24
Psiquiatra y escritor Aleman del siglo XIX. 25 Hoffmann,H., & AA. VV.(2015). Pedro Melenas y compañía, Editorial Impedimenta. Impedimenta. 26
Gustavo Puertas Leise, investigador venezolano, crítico literario y especialista en literatura infantil
27
“El humor negro constituye la expresión humorística más audaz, el alzamiento más herético contra la
ley del lugar común: extiende la contradicción a los valores más venerados; los trastoca, los
identifica y los anula. Tras la batalla, muchas veces es difícil, saber qué se ha ganado y distinguir al
triunfador.” (Stilman, 1967)27
Y tal como lo menciona Stilman vemos como dicha “contradicción a los valores más venerados” se
disfrutan de la forma más noble e inocente posible, como la de regocijarse viendo sufrir a unos
niños desobedientes en un libro ilustrado.
Es como si de alguna manera se disfrutase de la perversidad infantil (tanto de sus actos como de
sus consecuencias), donde hay casos como el de “Pedro melenas”, en la que los niños sufren y
otros casos donde los niños hacen sufrir, volviéndose más apreciable y divertido el hecho de ver
cuando dicho sufrimiento lo transmite un ser que aparenta inocencia debido a su reducido tamaño y
corta edad, otro gran referente con respecto al tema es el ejemplo de “Max und moritz – Eine
Bubengeschichte in sieben Streichen” (Max y Moritz. Una historieta en siete travesuras) 28 escrita por
Wilhelm Busch29, esta propuesta narrativa empezó como una simple publicación semanal en la
revista “Fliegen Blätter”30 Después de la segunda mitad del siglo XIX; estas historias tratan acerca
de dos pequeños niños llamados “Max y Motriz” donde sus anécdotas son narradas en siete rondas
ilustradas y cada una consta de una travesura diferente en la que estos dos picaros hacían la vida
imposible a los habitantes de una pequeña villa, Busch genera que esta propuesta narrativa sea
leída y disfrutada por todo el público, pues al ser publicadas en revistas semanales hacia que estas
historias no fueran vistas como material exclusivo para niños de escuela dominical; cada travesura
27
Stilman, E. (Ed.). (1967). El humor absurdo. Brújula.
28
Busch, W. Max und Moritz. 29 pintor, caricaturista y poeta alemán 30
Revista satírica alemana
28
resaltaba la perversidad de la infancia pues estaba basada en las aventuras de los niños que
deambulaban en los pueblos y ciudades de Alemania, tan grande fue su auge que “Fue editado en
otros países europeos y en Estados Unidos. También fue el primer libro infantil extranjero editado en
Japón, concretamente en 1887.” (Garcia, 2010)31. Convirtiéndose de esta manera en una referencia
fuerte siendo un obra pionera del cómic o al arte secuencial.
Lo que más nos llama la atención de estas obra es que de alguna manera “max y moritz”
termina siendo moralista pero con una alta dosis de humor negro ya que en la séptima y última
travesura los dos niños pagan todas sus picardías por medio de la muerte, en donde son echados a
un molino y triturados en mil pedazos, después son comidos por las aves de una forma muy satírica,
finalizando con un verso donde los habitantes de la villa celebran la perturbadora partida.
“Al saber su fin ahora nadie en aquel pueblo llora. Viuda Bolte comentaba: -Yo ya me lo
figuraba. Y con risa decía el sastre:- Siempre fueron un desastre. Añadió Lempo, el maestro:-¡Que
triste ejemplo fue el vuestro! El panadero chistoso: ¿Por qué el hombre están goloso? Y hasta el
mismo tío Fritz dijo: - Todo esto vino, de fijo, de hacer tantas travesuras que eran ya casi locuras. El
honrado campesino pensó: “Me importa un pepino”. El pueblo entero respira y, alegre, alrededor
mira: -¡¡Gracias a Dios se ha acabó lo que nos dio tanto enfado!!” (Busch, 1865)
De esta manera podemos ver que la perversidad en la infancia por parte de la literatura y la
ilustración pasó de ser un acto de adoctrinamiento y castigo destinado a los niños a una fuente de
entretenimiento y ocio aceptado y recibido por los adultos.
Este tipo de literatura se ha prestado para generar controversia ya que incomoda y
perturba, pero a la vez genera algún tipo de morbo en la cual lo hace apreciable, y es bastante claro
31
García, S. (2010). La novela gráfica. Astiberri.
29
que si se usan estas historias como un método pedagógico podría considerarse como maltrato
infantil, ya que de alguna manera vulneran los derechos de los niños; hay un caso en particular que
logra sesgar el cliché imaginario moralista que predominaba en la cultura del siglo XIX, donde era
normal encontrar un cuento infantil donde el niño bueno recibía su recompensa, y el niño malo
enfrentaba sus castigo, y es el caso de Mark Twain32 con su obra “Historia de un niñito bueno.
Historia de un niñito malo”33 es la típica historia de dos niños que viven sus vidas paralelamente, uno
se llamaba Jacob y “Siempre obedecía a sus papás sin importar cuán absurdas o irracionales fueran
sus órdenes” (Mark Twain, (2005)) y el otro niñito se llamaba Jim34 (James) y hacia todo lo contario
que el buen Jacob, pues desobedecía a sus mayores, lo curioso de este cuento es que por más que
obedeciera el niñito bueno siempre caía en desgracias, mientras Jjm siempre salía con las suyas y la
culpa de sus travesuras las recibía otros niños inocentes, en resumen el pequeño Jim
“Creció y se casó y tuvo muchos hijos, y una noche les rompió la crisma a todos de un
hacha. Se hizo rico mediante toda la clase de artimañas y engaños. Ahora es el bribón más cruel y
despiadado del pueblo, es universalmente respetado y tiene un puesto en la cámara legislativa.
(Twain 2005:42)
El caso de Jacob tomo un rumbo muy distinto pues por más bondadoso que fuese su suerte
no fue la misma que la del pequeño jim
“Y, en un instante, el niñito bueno salió disparado por el techo en dirección al sol con los
pedazos de los quince perros colgando tras él como la cola de una cometa. No quedó rastro alguno
del concejal o de la vieja fundidora sobre la faz de la Tierra, y en cuanto al joven Jacob Blivens,
32 Escritor estadounidense, famoso por escribir cuentos para jóvenes 33 Twain, M., Peláez, R., & Ruiz, U. P. (2005). Historia de un niñito bueno. Historia de un niñito
malo. Fondo de Cultura Económica.8 34 aunque, si te fijas, los niñitos malos casi siempre se llaman James en tus libros de la escuela dominical” (Twain 2005: 31).
30
nunca tuvo oportunidad de decir sus últimas palabras después de lo mucho que le había costado
prepararlas, a menos que se las dijera a los pájaros, porque aunque la mayor parte de su cuerpo
cayó en la copa de un árbol del condado vecino, el resto quedó distribuido en cuatro pueblos
cercanos, de modo que hubo que realizar cinco indagaciones para averiguar si estaba vivo o muerto,
y cómo había sucedido todo. Nunca se vio un niño tan hecho pedazos” (Twain 2005: 24)
Es claro el mensaje que nos transmite Twain, pues con esta satírica comparación de los dos
tipos de niñitos, figuras que siempre se representaban en la literatura infantil del siglo XIX, pues sus
publicaciones son una clara “Denuncia de los clichés que conforman estos textos cuya función es la
de adoctrinar a los niños en la moral vigente, fuera de cualquier objeto artístico o literario” (Carranza,
2010 Pág. 100) el caso de Twain sirvió como una lección pues los adultos inculcan sus imaginarios a
los niños por medio de una literatura que engañar “Les mostramos un mundo que no existe y
pretendemos que vivan de acuerdo a él” (Carranza, 2010 Pág. 101).
Por último y no menos importantes para el aporte a este capítulo son los casos contemporáneos Tim
Burton35 y Roman Dirge36 que ha llevado sus proceso creativos a una estética poco convencional
pues se nota mucho la influencia gótica que dejó como legado Edward Gorey debido al tipo de trazo,
tonalidades y la forma en que abordan sus historias generando atmosferas relacionadas con la
infancia, lo absurdo y la muerte; El caso de Burton es más globalizado ya que su creación se ha
expandido por medio del cine, pero nosotros queremos enfatizar en su creación literaria llamada
“The Melancholy Death of Oyster Boy & Other Stories”37 (La melancólica muerte del chico ostra y
otras historias) dicha creación es una colección de 21 cuentos bastante cortos escritos en forma de
versos en la que tienen la particularidad de manejar temas llenos de humor negro y cierta
melancolía, es pertinente resaltar que en cada cuento hay un niño como personaje principal, pero
son personajes que no acostumbramos ver en la literatura infantil ejerciendo roles de protagonistas,
mas bien son pequeños solitarios, con alguna deformidad que los sobresalta en la que terminan sus
historias con una incertidumbre negativa, donde algunos en desenlaces se resuelven con la muerte.
35
Escritor, guionista e ilustrador estadounidense de finales del siglo XX y del siglo XXI 36Ilustrador estadounidense 37
Burton, T. (2000). La melancólica muerte de Chico Ostra. Círculo de Lectores.
31
El cuento principal de este libro es la que se presencia en el título, “La melancólica muerte del chico
ostra” y quizá es porque es la narración más “melancólica” de todas, de allí su nombre, pues en
forma de verso narra de la historia de un niño que nace con cierta deformidad, pues era mitad niño y
mitad ostra, sus padres sin saber que hacer acuden al médico sin saber cómo solucionar los males
que ocasionan su condición, ya que huele mal, su piel sangra y no para de sufrir; Al final los padres
del chico ostra consideran acabar con la vida del niño, pues el doctor les aconseja comer de él ya
que las ostras son un buen afrodisiaco y así pueden intentar tener otro niño más saludable. Burton
describe la tragedia de la siguiente manera
“Se acercó muy de puntitas, muy a oscuras y en celada, porque no notara nada
quién le daba tantas cuitas. Y en voz muy baja le dijo: -Carlo queridísimo, hijo: no quisiera inferir ni
causarte desconsuelo. Pero ¿has pensado en el cielo o te has querido morir? Carlo parpadeó al oírlo
pero no le dijo nada. Su papi apretó el cuchillo y se aflojó la corbata.” (Burtom, 1997)
El aporte literario de Burton es de alguna manera ficticia pero al mismo tiempo, de una
forma sub-textual, aborda ciertos temores desde la cotidianidad, donde muchos lectores se sienten
identificados, y al referirnos a los “lectores” se vincula tanto los adultos como a los niños,
convirtiendo estas historias como un puente donde los temores ponen al mismo nivel a estas dos
etapas de la vida.
32
VI. REFERENCIAS
Ariès, P. (julio de 2016). Obtenido
dehttp://iin.oea.org/Cursos_a_distancia/El_nino_y_la_vida_familiar.pdf
Becerra, A. J. (2008). Historia de la infancia en Colombia: Crianza, juego y socializacíon, 1968 -
1984. Anuario Colombiano de historia social y de la cultura. N.° 35, 155 - 188.
Blaas, R. (Dirección). (2009). Alma [Película].
Burtom, T. (1997). La melancolica muerte del chico ostra y otras historias. New York: ANAGRAMA.
Busch. (1865). Max und Moritz.
Button, J. (Dirección). (2009). Behind Closed Doors [Película].
Carranza, M. (2007). La heregía de lo macabro .
Carranza, M. (2010). Un libro poco edificante. Historia de un niñito bueno. Historia de un niñito
malo de Mark Twain. En C. Marcela, Un libro poco edificante. Historia de un niñito bueno.
Historia de un niñito malo de Mark Twain (págs. 91-105.).
deMause, L. (1994). Historia de la infancia. Madrid: Alianza Universidad.
Freud, S. (3 de Febrero de 2017). Lo Ominoso. Obtenido de Damiantoro:
http://www.damiantoro.com/frontEnd/images/objetos/LOOMINOSO.pdf
Garcia, S. (2010). La novela gráfica. Astiberri .
Gorey, E. (1963). Los pequeños macabros . Chicago.
Hoffmann, H. (1846). Der Struwwelpeter.
Jacobo, M. J. (2010). Pulsión de muerte, terror e infancia. Revista de Educación y Desarrollo, 69-73.
Mark Twain. ((2005)). Historia de un niñito bueno. Historia de un niñito malo. Fondo de Cultura
Económica.
Piedrhita, M. V. (2003). La infancia: concepciones y perspectivas. Pereira: Papiro.
Riba, M., & Solanas, A. (Dirección). (2010). Les Bessones del Carrer de Ponent [Película].
Rochefort, C. (1982). Los niños primero. Barcelona: Anagrama.
Rossi, P. (1980). La rebelión d elos niños . En P. Rossi.
Shavit. (1986). Poetics of childre's literature. Georgia : University of Georgia Press.
Recommended