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Índice SCL/PRB de bienestar de la población mayor Informe final Proyecto de supervisión y envejecimiento global Junio 2011 Toshiko Kaneda, Marlene Lee y Kelvin Pollard Population Referente Bureau Traducción: Adela Varela Miramón
2
Índice Agradecimientos ----------------------------------------------------------------- 2 Resumen ejecutivo -------------------------------------------------------------- 3
I. Introducción – La necesidad una unidad de medición unificada del bienestar de la población mayor ----------------------------------------------------------------------------------------------- 7
II. El Índice SCL/PRB de bienestar de las personas mayores ---------------------------------------------------------------------------- 10
III. Bienestar material -------------------------------------------------- 17 IV. Bienestar físico ------------------------------------------------------ 21 V. Bienestar social ----------------------------------------------------- 28 VI. Bienestar emocional ----------------------------------------------- 34 VII. Resumen y conclusiones ----------------------------------------- 37 VIII. Referencias ---------------------------------------------------------- 39 Apéndice – Definición de las variables ------------------------------ 43 Apéndice B –Tablas de resultados del Índice de SCL/PRB ----- 46 Apéndice C – Tablas de análisis de la sensibilidad --------------- 55
3
Agradecimientos
El Stanford Center on Longevity y el Population Reference Bureau han
contado con la experiencia de un grupo de investigadores, entre los cuales
figuran un comité asesor y una serie de supervisores que nos han orientado
en la adopción de decisiones técnicas para la elaboración de este Índice de
bienestar de las poblaciones mayores del SCL/PRB. Estas personas han
aportado su experiencia en temas económicos, de salud global, de salud
comunitaria, en seguimiento metodológico, indicadores sociales,
envejecimiento y política. Han aportado orientación técnica fundamental
para abordar aspectos como el cotejo de datos, el desarrollo de la
metodología para la elaboración del índice, o la toma de decisiones acerca
de cómo dirigirse a una audiencia de políticos. La lista que sigue incluye
únicamente a aquellos expertos que participaron en reuniones consultivas y
no incluye a todos los consultados a lo largo del desarrollo del Índice. La
lista no implica que estas personas sean responsables de la elaboración del
Índice o de los hallazgos del informe. Stanford Center on Longevity y el
Population Reference Bureau asumen totalmente la responsabilidad en lo
que al Índice respecta.
Nos gustaría expresar nuestro agradecimiento a Adele Hayutin, William
Butz, Barbara Torrey y Rebeca Wong por su tiempo y por su contribución a
este proyecto. También nos gustaría hacer extensivo este agradecimiento a
Laura Carstensen por sus constantes palabras de ánimo. Genevieve Dupuis,
Jonathan Stall, Lisa Aronson y Kristen Devlin colaboraron en el análisis de
datos, tablas, gráficos y con el trabajo de investigación. Richard Suzman y
John Haaga también aportaron valiosos comentarios al resultado final. El
Índice SCL/PRB ha sido elaborado y desarrollado por Toshiko Kaneda,
Marlene Lee y Kelvin Pollard, del Population Reference Bureau.
Comité asesor:
David Canning, Harvard University
Kenneth Land, Duke University
4
Vincent Mor, Brown University
Mary Beth Ofstedal, University of Michigan
John Rother, AARP
5
Resumen ejecutivo
Antecedentes y objetivos
En casi todas las regiones del mundo el crecimiento de la población de 65 años
y más sobrepasa al crecimiento total de la población. Este cambio en las
dimensiones de la población mayor con respecto a otros grupos de edad
representa un reto para los servicios de salud existentes, las relaciones
familiares, la seguridad social o los programas de pensiones. Se requieren
nuevas herramientas para identificar los cambios asociados al envejecimiento
de la población y para evaluar la continuidad de la eficacia de los programas de
ámbito nacional. Para evaluar en qué medida los programas gubernamentales
nacionales, las pautas culturales y los factores socioeconómicos afectan al
bienestar de las personas mayores a nivel nacional, normalmente es necesario
cruzar los datos de los diferentes países. Para facilitar dicho análisis, el
Population Reference Bureau (PRB) y el Global Aging Program at the Stanford
Center on Longevity (SCL) han trabajado juntos en la creación del Índice
SCL/PRB del bienestar de poblaciones mayores, una unidad resumen del
bienestar de las personas mayores basado en datos cruzados entre los
diferentes países.
Tras revisar un exhaustivo conjunto de indicadores de bienestar en países de
todo el mundo, el equipo del estudio se centró en los indicadores de resultados
con datos comparables disponibles y en el estudio de 12 países con niveles de
desarrollo similares – Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Francia, Alemania,
Grecia, Italia, Holanda, España, Suecia, Suiza y Estados Unidos. El Índice
resultante centra la cuestión sobre el bienestar de las personas mayores en
resultados clave y propone una unidad de medición unificada que resuma las
múltiples dimensiones del bienestar de las personas mayores. Este Índice
puede usarse para evaluar la situación general de las poblaciones mayores y
para establecer comparaciones entre países.
6
Metodología de la elaboración del Índice
El Índice SCL/PRB es útil para la evaluación del bienestar de los grupos de
población mayor de un país en relación con otros y a determinar cuáles son los
factores que contribuyen a su situación de un país determinado. El índice
recoge 12 indicadores clave del bienestar en las personas mayores en cuatro
áreas: bienestar material, físico, social y emocional:
1. Bienestar material
. Nivel medio de ingresos familiares per capita (PPA, paridad de poder
adquisitivo)
. Porcentaje de personas mayores al margen de la pobreza absoluta
2. Bienestar físico
. Porcentaje de personas mayores libres de discapacidad
.Porcentaje personas mayores sin dificultad para autoadministrarse
medicación (que viven de forma independiente).
. Porcentaje de personas mayores sin dificultades para caminar un
trayecto corto (sin limitaciones funcionales)
. Esperanza de vida en personas mayores (50-64, 65-69 o 75-79,
dependiendo del grupo de edad).
. Porcentaje de personas mayores sin obesidad
3. Bienestar social
. Porcentaje de personas mayores que participan en actividades
económicas o sociales (relacionados socialmente)
. Porcentaje personas mayores que está en contacto con al menos un
niño.
4. Bienestar emocional
. Porcentaje de personas mayores sin informe de depresión (medición no
clínica)
. Tasa de suicidio en personas mayores (código invertido)
7
. Porcentaje de percepción de mejora (satisfacción con su vida actual y
perspectivas para el futuro)
El Índice SCL/PRB es la media de las puntuaciones obtenidas en las cuatro
áreas mencionados arriba. Cada área consta de dos a cinco indicadores que
expresan el porcentaje de los valores óptimos observados en todos los países
– también denominados “buenas prácticas”- y están establecidos en forma de
escala de 0 a 100. Los resultados dentro de cada área son la media de los
resultados obtenidos de los indicadores dentro de esta área. En comparación
con los resultados obtenidos con otros índices metodológicos, la evaluación
comparativa respecto a la mejor práctica produce resultados que son hasta
cierto punto, fácilmente comprensibles. Para obtener un resultado en el Índice
SCL/PRB de 100 puntos, un país ha de obtener el mejor valor en los 12
indicadores. La puntuación obtenida por de EE.UU. de 88 sobre 100 para el
grupo de edad 65-74, que los clasifica en lo más alto entre todos estos países,
sugiere que incluso los países que están lo más arriba de la clasificación tienen
mucho que mejorar.
El Índice SCL/PRB se basa casi por completo en datos de obtenidos en
estudios de poblaciones no institucionalizadas realizados entre 2004 y 2006, el
Health and Retirement Surveys (HRS) en Estados Unidos y el Survey of Health,
Ageing and Retirement in Europe (SHARE). Los elementos principales de las
mediciones del SHARE se diseñaron para que pudieran ser compatibles con
los de HRS. El empleo de estos datos minimiza las inconsistencias en las
mediciones cruzadas en los diferentes países, pero el tamaño de las muestras
de cada país varía sustancialmente, desde alrededor de 1.000 personas en
Suiza a los más de 12.000 en Estados Unidos. Para controlar las diferencias en
la estructura de edad entre los países el Índice mide el bienestar de las
poblaciones mayores en tres grupos de edad (50-64, 65-74, y 75 y más). Este
informe analiza resultados de las poblaciones de 65-74 y 75 y más, con una
breve referencia a las diferencias que se producen entre estos grupos y el de
50-64.
8
Resultados
El Índice SCL/PRB nos permite evaluar el bienestar de los grupos de población
de personas mayores en su conjunto en un país en relación con otros y,
también, identificar los factores que contribuyen al nivel relativo alcanzado por
cada país. Entre las conclusiones clave figuran:
Dentro de este grupo de países, el Índice SCL/PRB de bienestar de las
personas mayores en EE.UU. de edades entre 65-74 y más de 75 más se
coloca en el puesto más alto de la clasificación. El resultado se debe en
gran medida a la alta puntuación de EE.UU. en materia de compromiso
social y bienestar emocional. El alto nivel de participación en actividades de
voluntariado y como fuerza laboral en EE.UU. entre las personas mayores
implica que el porcentaje de personas mayores comprometidas activamente
en alguna organización social o trabajando, excede con mucho al de los
siguiente países en la lista en materia de participación en el área de
bienestar social, que son Suiza y Grecia para grupos de edad de 65-74 y 75
y más respectivamente.
Otros países que sistemáticamente se clasifican en las primeras
posiciones en materia de bienestar global para grupos de 65-74 y más
de 75 son Suiza, Holanda, Dinamarca y Suecia.
Italia y España sistemáticamente ocupan los puestos más bajos en
materia de bienestar global para ambos grupos de edad. En la mayoría
de los indicadores estos dos países obtienen resultados que los sitúan
en la franja inferior de los países de este estudio. Y además, y a pesar
de estar considerados como países con sistemas familiares más
tradicionales, Italia y España se posicionan entre los más bajos en
bienestar social. Por ejemplo, Italia se clasifica en la posición doce (la
última) en porcentaje de personas mayores que están socialmente
relacionados, tanto en el grupo de edad de 65-74 como en el de 75 y
más.
9
La posición de los países que se estudian aquí no refleja en sentido
estricto su riqueza. En general, la población mayor de Grecia está
sorprendentemente bien, teniendo en cuenta que Grecia es la más
parecida a Italia y a España en materia de riqueza y nivel educativo
entre la población de personas mayores, que otros países de este
estudio. Grecia se sitúa en el sexto lugar en bienestar general para el
grupo de edad de 65-74 y en el séptimo para el grupo de 75+. La
elevada puntuación de Grecia es debida, en gran parte, a la valoración
obtenida en las áreas de bienestar emocional y social.
El Índice va más allá del bienestar material y las clasificaciones por
países reflejan esto. Alemania se sitúa por debajo de lo esperado
considerando su bienestar material. Alemania está situada en décimo
lugar en bienestar general para ambos grupos de edad, 65-74 y 75+.
Aunque Estados Unidos está entre los que obtienen peores
puntuaciones en el área de bienestar físico, para el grupo de edad de
65-74, son los segundos sobre doce en esta área para el grupo de edad
de 75+. Este resultado apunta a un aumento más fuerte en las tasas de
discapacidad relacionada con la edad en otros países respecto al de
Estados Unidos. Además, son notables las diferencias entre cohortes en
el indicador de la obesidad en Estados Unidos –el grupo de 75+ tiene la
tasa de obesidad más elevada.
En Estados Unidos el nivel de bienestar material en los grupos de 65-74
y 75+ es más bajo en relación al bienestar material del grupo de edad de
50-64. El resultado de EE.UU. representa un porcentaje de la buenas
prácticas mucho más bajo para los grupos de edad más alta, 85 y 86 por
ciento frente al 94 por ciento para el grupo de 50-64. Este resultado es
tan diferente porque la renta media per capita decae mucho más rápido
con la edad en Estados Unidos de lo que lo hace en Suiza, el país con la
renta media per capita más alta en los tres grupos de edad.
10
La variación en la puntuación dentro de las diferentes áreas entre los
países es más baja para el bienestar físico y más elevada para el
bienestar material. Esto es aplicable a los tres grupos de edad.
La metodología del Índice SCL/PRB es muy sensible a los países que
tienen valores extremos en algún indicador (valores distorsionadores),
como es el caso de Estados Unidos en el área del bienestar social. Sin
embargo, estos análisis sugieren que mientras el nivel exacto de un país
puede variar con el uso de otras metodologías diseñadas para reducir el
efecto de los valores extremos, la posición general de los países
permanece inviable. Estados Unidos permanecería entre los países en
la posición más alta, y España e Italia seguirían clasificándose en los
puestos más bajos en materia de bienestar en las personas mayores.
Nuestros resultados demuestran que cada país tiene presenta ventajas en
diferentes áreas y se enfrenta a diferentes desafíos para mejorar la situación
general en sus poblaciones mayores. Ningún país es mejor en todas las áreas
ni en todos los indicadores, lo que sugiere que a la hora de planificar la política
y los programas es más práctico observar qué factores contribuyen a la mejora
o al empeoramiento de la situación relativa de un país, que preocuparse
demasiado de las puntuaciones del Índice y las clasificaciones en las que éstas
se basan.
El Índice SCL/PRB proporciona la primera unidad unificada de bienestar de
personas mayores comparativa entre países. El Índice se ha desarrollado en
primer lugar para comparar países y se basa en los datos disponibles cuando
se inició el proceso de análisis. Los resultados que aquí se presentan se basan
en los datos recogidos antes de la recesión económica global y no reflejan los
cambios en el bienestar de las personas mayores desde 2007. Los principios
que se han utilizado en el desarrollo del Índice han arrojado un sólido conjunto
de resultados para estos países y han de seguirse desarrollando en sucesivos
análisis, entre ellos, el del seguimiento de las tendencias en materia de
11
bienestar de las personas mayores a lo largo del tiempo y que compare el
bienestar de los diferentes grupos de personas mayores por país.
Pasos siguientes
Existen varias posibilidades de desarrollo del Índice SCL/PRB. Una de ellas es
comprobar su aplicación del Índice a un grupo de países con mayor diversidad
cultural y socioeconómica, tanto en Europa como en otras regiones. Cada vez
se dispone de más datos comparativos. Por ejemplo, en Asia, ya se han
producido informes con contenidos ampliamente comparables con el HRS en
Corea del Sur y Japón, y se ha aplicado un pre-test en China. En Europa ya se
dispone de datos necesarios para aplicar el Índice en otros nueve países
adicionales, que son la República Checa, Estonia, Hungría, Irlanda,
Luxemburgo, Polonia, Portugal, Eslovenia y Reino Unido. La inclusión de más
países requerirá un mayor esfuerzo de armonización de los datos en los
diferentes países, poniendo especial atención al procedimiento de obtención de
las muestras del estudio y a las poblaciones que representan.
Otra posible línea de desarrollo consiste en extender el análisis en el tiempo
para evaluar las tendencias en cuanto estén disponibles las nuevas mediciones.
El HRS, por ejemplo, nos permite realizar análisis comparativos de datos que
se remontan hasta 1992. Se han llevado a cabo hasta tres estudios SHARE
con encuestas masivas en numerosos países de Europa. Cada año se añaden
nuevos informes HRS y SHARE. La ampliación de los análisis a lo largo de
muchos años permitirá a los países planificar cambios en el bienestar de las
personas mayores y comparar sus progresos en relación con otros estados en
situación de desarrollo similar. A la larga, la medición comparativa del bienestar
de las personas mayores a lo largo del tiempo y en los diferentes países
mejorará nuestra capacidad para realizar un seguimiento del impacto de los
cambios sociales, políticos y de políticas dentro estos grupos. Finalmente este
trabajo podría ampliarse al análisis del funcionamiento de los diferentes
subgrupos de personas mayores en cada país. Este análisis necesita conjuntos
de datos en los que el tamaño de las muestras sea suficientemente amplio. Por
12
ejemplo, el análisis del bienestar de personas mayores entre regiones y grupos
étnicos y raciales de Estados Unidos puede aportar alguna información
significativa acerca de las diferencias entre las personas mayores del país.
El Informe SCL/PRB llena un importante vacío al aportar un instrumento de
medición de fácil manejo que resume la naturaleza compleja y multidimensional
del bienestar y que sirve para establecer comparaciones entre países. El Índice
se emplea como una herramienta valiosa para que las partes interesadas
evalúen la situación global del bienestar de grupos de población de personas
mayores en los diferentes países y, potencialmente, a lo largo del tiempo.
Entonces puede conducir a la discusión sobre temas importantes y confrontar
los países a medida que la población mundial envejece. Contar con una unidad
global de bienestar, orientada específicamente a resultados es un importante
primer paso en la presentación de análisis, que puede determinar lo que está
ocurriendo con las poblaciones mayores. El Informe SCL/PRB también puede
servir para concienciar al público y provocar la adopción de decisiones políticas
que contribuyan a mejorar la vida de las personas mayores y las sociedades
en las que viven.
13
I. Introducción
1.1. La necesidad una unidad de medición unificada del bienestar
de las personas mayores
En casi todas las regiones del mundo, el crecimiento de los grupos de
población de 65 años y más supera el crecimiento total de la población. Este
cambio en el tamaño de la población mayor en relación con otros grupos de
edad supone un reto para los servicios de salud existentes, las relaciones
familiares, la seguridad social y los programas de pensiones. La evaluación de
la eficacia continuada de los programas nacionales frente el envejecimiento de
la población necesita de nuevas herramientas. Valorar la forma en que los
programas nacionales y las normas culturales afectan al bienestar de las
personas mayores requiere a menudo establecer comparaciones
transnacionales. Con los datos de varios países, los analistas pueden evaluar
el impacto de las políticas adoptadas por unos países y no por otros, o pueden
distinguir los aspectos universales del envejecimiento de los efectos de la
cultura, las instituciones políticas y sociales y diferentes respuestas políticas.
Pero estos análisis necesitan una unidad de medición unificada del bienestar
de las personas mayores que sirva para establecer comparaciones entre
países.
La ausencia de una unidad de medición unificada del bienestar de las personas
mayores estándar obstaculiza el desarrollo de políticas y programas para las
personas mayores y limita la posibilidad de que un país pueda aprender de la
experiencia de otro. Para cubrir ese vacío el Population Reference Bureau
(PRB) y el Global Aging Program at the Stanford Center on Longevity (SCL)
han colaborado en la creación del Índice SCL/PRB del Bienestar en las
Poblaciones Mayores. El Índice SCL/PRB resume la situación de las personas
mayores a través de múltiples dimensiones (Ver apartado 1) y permite la
posibilidad de comparar el bienestar de las personas mayores entre países con
diferencias fundamentales en materia de políticas o programas dirigidos a las
personas mayores.
14
1.2 Datos y mediciones
El Informe SCL/PRB resume los indicadores clave de bienestar en personas
mayores adaptando estos indicadores y la metodología diseñada de estudios
de bienestar a grupos de población variados (Apartado 2). Hay múltiples
factores que contribuyen a la percepción individual de bienestar. Existen
estudios que han evaluado las tendencias subjetivas de bienestar para
considerar factores que representan aspectos poco específicos de la vida
(Cummins 1996; 1997). Los siguientes indicadores se consideraron altamente
relevantes del bienestar subjetivo entre una gama amplia de edades y una
variedad de población (Cummins 1996,1997; Land 2001): bienestar material,
estos es, disponer de recursos materiales y financieros; salud; seguridad;
actividad productiva como un empleo, trabajo, dedicación, estudios; relación
con la comunidad, relaciones con familiares y amigos; y bienestar emocional.
En el libro Successful Aging (Envejecer con éxito), que tuvo un gran impacto en
su momento, Rowe y Kahn (1968) definen envejecer con éxito como “la
habilidad para mantener tres comportamientos o características clave: (1)
riesgo de padecer enfermedades y de enfermedad relacionada con la
discapacidad bajo, (2) funciones físicas y mentales elevadas, y (3) compromiso
activo con la vida” (p.38). Estas tres características tienen en cuenta factores
similares a aquellos que se consideran importantes en el bienestar subjetivo,
pero dejan fuera manifiestamente el bienestar material y la seguridad. El Índice
SCL/PRB se construye sobre el anterior trabajo incluyendo medidas de
bienestar material a los resultados que indican el envejecimiento positivo de las
personas mayores, concretamente bienestar físico, bienestar emocional y
bienestar social.
Se han hecho esfuerzos para minimizar los errores de medición u otros
factores de confusión, tales como las diferencias en la estructura de edad. Los
indicadores de países utilizados en la elaboración del Índice se han diseñado a
partir de fuentes que proporcionan los datos comparables para todos los países
15
estudiados: El Health and Retirement Surveys (HRS) realizado en Estados
Unidos, el Survey of Health Aging and Retirement in Europe (SHARE), el
Gallup World Poll, las tablas de mortalidad y de natalidad de la OMS. El HRS y
SHARE son las fuentes primordiales de datos para el Índice y se realizaron
entre 2004 y 2006. El Índice SCL/PRB describe además el bienestar de las
personas mayores a mediados de los años 2000. Aunque el equipo de trabajo
consideró el uso de estadísticas de bases de datos transnacionales existentes,
tras una reunión con expertos se llegó a la conclusión de que la información
existente en muchas de esas bases de datos reflejaba las necesidades de
datos específicos de países individuales, limitando con mucho el significado
comparativo entre los países.
Tener acceso a los microdatos del informe HRS y SHARE permitió al equipo
SCL/PRB agregar datos para crear indicadores comparables.
Las diferencias culturales y socioeconómicas también pueden producir
respuestas diferentes, aun cuando no existan diferencias significativas en el
bienestar. Los tipos de indicadores que manejan los niveles de bienestar en las
personas mayores también dependen estrechamente del nivel de desarrollo
socioeconómico del país, junto con otros factores entre los que se incluyen la
cultura y el clima político de un país. Para reducir la distancia con la que estos
factores pueden influir en los resultados, el equipo analizó un grupo
seleccionado de países occidentales industrializados (Austria, Bélgica,
Dinamarca, Francia, Alemania, Grecia, Italia, holanda, España, Suecia, Suiza, y
Estados Unidos) y ha dejado fuera países industrializados en otras regiones
(como Japón, Corea del Sur e Israel), o países emergentes de Europa (como
Polonia, la República Checa y Hungría) que también producen informes
semejantes. La circunscripción del análisis a los 12 países mencionados arriba
proporciona la oportunidad de examinar cómo se comporta cada indicador en
un grupo de naciones más homogéneo, antes de extenderlo potencialmente a
un grupo más extenso de naciones en una etapa posterior. Para limitar el
impacto de las diferencias de estructura de edad en los resultados el índice
SCL/PRB se ha hecho de forma independiente para tres grupos de edad, de
50-64, de 65-74, y de 75 y más. Las potenciales diferencias culturales, las
diferencias en la composición de la edad de la población y las pequeñas
16
variaciones en los indicadores de medidas entre los países todavía pueden
crear pequeñas diferencias en el índice SCL/PRB. Se deben tomar
precauciones al interpretar pequeñas diferencias en los resultados entre los
países. Por otro lado las grandes diferencias proporcionan valiosa información
acerca del relativo bienestar en las personas mayores en esos países.
Los resultados de este informe proporcionan una visión general sobre como las
personas mayores en dos grupos de edad (65-74 y 75 y más) valoran en cada
país las “buenas prácticas” observadas entre los países a mediados de la
década de los 2000. El informe presenta resultados del Índice global para cada
área: bienestar material, bienestar físico, bienestar social y bienestar emocional.
El informe también debate sobre las diferencias transnacionales que se
observan en estos grupos de edad y que son similares a las diferencias
transnacionales que se observan en adultos en la última franja de mediana
edad, el grupo de edad de 50-64.
El informe se organiza de la siguiente forma. Primero, el siguiente capítulo
presenta resultados de bienestar global usando el Índice SCL/PRB. Cada uno
de los cuatro capítulos que le siguen examina los resultados de un área,
proporcionando argumentos sobre los indicadores usados, una breve revisión
de aquellos aspectos relevantes con la medición, un resumen de las principales
conclusiones y una explicación de cuestiones políticas que pueden arrojar luz
sobre alguno de los resultados inesperados. Se ha prestado especial atención
a los resultados de Estados Unidos porque este país es el que se sitúa más
alto en el bienestar de la población de 65-74 y 75 y más.
En un primer momento el equipo del proyecto consideró un amplio rango de
indicadores, incluyendo algunos indicadores en proceso, tales como las
medidas de cuidado de salud, uso y acceso, factores de riesgo conductuales y
situación socioeconómica. Sin embargo el equipo decidió limitar el análisis a los
indicadores de resultados (con la excepción del indicador de obesidad). El
índice incluye los indicadores clave de bienestar en las personas mayores con
recientes datos comparables entre países que estaban disponibles al inicio del
17
análisis. La decisión inicial de fijarse en indicadores y recursos de datos
también tuvo en cuenta la disponibilidad y la capacidad comparativa de países
claves en otras regiones. Aunque no fue posible en esta ocasión ampliar el
Índice SCL/PRB a otros países, el equipo espera poder hacerlo en el futuro.
Otro factor que se ha considerado en este índice es la posibilidad de ampliar el
Índice al análisis de tendencias a lo largo del tiempo. La metodología que se ha
empleado en la elaboración del Índice puede modificarse para seguir el
progreso de los países a lo largo del tiempo.
Área Variables
1. Bienestar material
1.1. Nivel medio de ingresos familiares per
capita (PPA, paridad de poder adquisitivo)
1.2. Porcentaje de personas mayores al
margen de la pobreza absoluta
2. Bienestar físico 2.1. Porcentaje de personas mayores libres
de discapacidad
2.2 Porcentaje personas mayores sin
dificultad para autoadministrarse medicación
(que viven de forma independiente)
2.3. Porcentaje de personas mayores sin
dificultades para caminar un trayecto corto
(sin limitaciones funcionales)
2.4. Esperanza de vida en personas mayores
(50-64, 65-69, o 75-79 dependiendo del
grupo de edad)
2.5. Porcentaje de personas mayores sin
obesidad
3. Bienestar social
3.1. Porcentaje de personas mayores que
18
participan en actividades económicas o
sociales (relacionados socialmente)
. 3.2. Porcentaje personas mayores que está
en contacto con al menos un niño.
4. Bienestar emocional 4.1. Porcentaje de personas mayores sin
informe de depresión (medición no clínica)
4.2. Tasa de suicidio en personas mayores
(código invertido)
4.3 Porcentaje de percepción de mejora
(satisfacción con su vida actual y
perspectivas para el futuro)
II. El Índice SCL/PRB de bienestar de las personas mayores
El Índice SCL/PRB ayuda en la evaluación del bienestar global de los grupos
de población de personas mayores de un país en relación con otros, así como
en determinar que factores contribuyen a la situación relativa de un país. El
Índice resume 12 indicadores clave de bienestar en las personas mayores en
cuatro áreas –Bienestar material, físico, social y emocional. Los resultados del
Índice, de las áreas y de los indicadores muestran la representación de cada
país en relación con la mejor práctica observada entre este grupo de 12 países,
11 países europeos y Estados unidos.
El sistema de puntuación usado por el Informe SRC/PRB se clasifica de cero a
cien. Para cada indicador, el mejor valor observado entre los países recibe la
puntuación de 100. Las puntuaciones del área son una media de las
puntuaciones de los indicadores en esa área. La puntuación (compuesta) del
Índice es una media de las puntuaciones de las áreas. En comparación con las
puntuaciones resultado de otras metodologías la evaluación comparativa contra
19
la mejor práctica resulta relativamente fácil de entender. Para recibir una
puntuación de 100 en el Índice SCL/PRB un país debe tener el mejor valor en
los 12 indicadores. Aunque la puntuación de 88 de Estados Unidos para el
grupo de edad de 65-74 se pone en lo más alto entre estos países, todavía
permanece sólo con 88 de un posible 100.
2.2. Bienestar global
El resultado del índice SCL/PRB muestra que el bienestar global entre las
personas mayores en Norteamérica es mejor que del bienestar global de las
personas mayores en los 11 países europeos incluidos en el análisis (Gráficos
1a y 1b). La ventaja de EE.UU. se relaciona con el fuerte bienestar emocional y
social entre los norteamericanos. Estados unidos también presenta buenos
resultados en bienestar material en ambos grupos de edad, pero Suiza y
Holanda tienen los mejores resultados en esta área. Estados unidos tiene la
peor clasificación en el área del bienestar físico en el grupo de edad de 65-74,
pero esto no afecta mucho su ventaja en otros áreas, porque la diferencia entre
la puntuación más alta y más baja en el área del bienestar físico es menor de
10 en porcentaje de puntuación. En el grupo de 75 y más, Estados Unidos se
clasifica cerca de la puntuación máxima en bienestar físico.
El margen de diferencia en las puntuaciones de los países varía dependiendo
del área, siendo el área del bienestar físico la que presenta la menor oscilación
y la del bienestar material la que presenta la mayor amplitud. Para el grupo de
edad de 65-74, la clasificación del bienestar material va desde el bajo 53 para
España y el alto 99 para Suiza. El bienestar físico oscila desde el 91 de España
al 100 de Suiza. En el área del bienestar emocional Alemania tiene la
puntuación más baja, 43, y Estados Unidos y Grecia alcanzan 75.
Apartado 2 – Metodología del Índice
El índice SCL/PRB de bienestar de las personas mayores mide la situación
20
actual de las personas mayores en tres grupos de edad (50-64, 65-74 y 75 y
más) en 12 países, 11 países europeos y Estados Unidos. El equipo del
proyecto SCL/PRB crea indicadores usando principalmente datos del Health
and Retirement Surveys (HRS) realizado en Estados Unidos y el Study of
Health, Ageing and Retirement en Europa (SHARE). Son informes basados en
la población, con elementos de comparación destacables en relación con el
bienestar de las personas mayores. El equipo ha consultado a expertos en el
desarrollo de los indicadores, la metodología para manejarlos y en la
verificación de los datos.
El Índice SCL/PRB resume la situación de las personas mayores en cuatro
áreas, bienestar material, bienestar físico (salud y discapacidad), bienestar
social (relaciones y compromiso activo con la vida); y bienestar emocional
(moral y salud mental). Todos los indicadores de medidas excepto uno
señalan un resultado. La excepción es el porcentaje sin obesidad. Ninguno de
los indicadores mide el porcentaje de la población en el grupo de edad en un
estado específico, tal como el porcentaje disponible de los que toman
medicaciones sin asistencia. En los tres indicadores restantes uno, la renta per
capita media por hogar, es un resumen estadístico, y los otros dos son
medidas de población elaboradas con datos de estadística vital – esperanza
de vida y tasa de suicidio. Cada indicador, puntuación de área, y el resultado
global del Índice se ha elaborado de forma que el valor más alto significa el
bienestar más alto.
El Índice SCL/PRB es el promedio de los resultados de las cuatro áreas. El
resultado de cada área es a su vez un promedio de las puntuaciones
destacadas del indicador. Las puntuaciones del indicador se obtienen
normalizando cada valor indicador como un porcentaje del mejor valor
observado para cada indicador en el estudio de los países. El mejor valor
observado se considera la “mejor práctica” y tiene una puntuación de 100. Se
han empleado los mismos esquemas suplementarios para crear el Índice y los
resultados del área, las variaciones del número de indicadores por área
suponen que la contribución de cada indicador al Índice global esta
21
inversamente relacionada con el número de indicadores en el área. Los
análisis de percepción muestran que la elección en el esquema suplementario
no debe afectar al patrón general de los descubrimientos.
Los resultados del Índice SCL/PRB, los resultados de área, y los resultados de
indicadores están todos clasificados de 0 a 100 y se han redondeado para
aproximarlos al número completo más próximo. Todos se han elaborado de
forma que el valor más alto equivalga al nivel de bienestar más elevado. A
menos que se indique otra cosa, las clasificaciones presentadas en este
informe se basan en los resultados del Índice o en los resultados de cada
área.
Gráfico 1a. Puntuación global de bienestar, edades 65-74, 2004-2006.
63
66
73
74
76
76
80
81
81
85
88
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
España
Italia
Alemania
Bélgica
Austria
Francia
Grecia
Holanda
Dinamarca
Suiza
Estados Unidos
Fuente: Population Reference Bureau
22
Gráfico 1b. Puntuación global de bienestar, edades 75+, 2004-2006.
57
62
69
70
70
71
73
75
78
81
88
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
España
Italia
Alemania
Francia
Grecia
Bélgica
Austria
Dinamarca
Holanda
Suiza
Estados Unidos
Fuente: Population Reference Bureau
2.2. Nivel elevado de bienestar en personas mayores
Para las personas de edades entre 65-74 y 75+ los Estados Unidos, Suiza,
Holanda, Dinamarca y Suecia se clasifican por encima de los demás países en
términos de bienestar global. No debe sorprender que Estados Unidos y Suiza
obtuvieran una puntuación manifiestamente más alta en bienestar general, ya
que estaban entre los veinte países más ricos del mundo en 2006 y son los
países más ricos de este grupo, en términos de renta per cápita. La situación
de los países que aquí se estudian no refleja con exactitud su riqueza. En el
grupo de edad de 65-74 en bienestar global Alemania se sitúa décima y Grecia
sexta (ver Gráfico 1a y 1b). En el grupo de edad de 75 y más Grecia se coloca
en octavo lugar y Alemania en el décimo.
En general la población mayor de Grecia se sitúa sorprendentemente bien,
teniendo en cuenta que Grecia es más parecida a Italia y España que otros
países en el estudio respecto a su salud y logros en educación. La puntuación
más alta de Grecia en bienestar social y emocional eleva su puntuación de
23
bienestar global a 76 en el grupo de edad de 65-74 y a 70 para la población de
75 y mayores.
Los gráficos 2a y 2b muestran las puntuaciones del área de EE.UU., el
resultado medio de cada área entre los países y el resultado de la mejor
práctica en cada área. Los resultados del área de la mejor práctica son siempre
100 y representan el conjunto de la línea divisoria entre el valor más alto
observado para cada indicador en este conjunto de países. Aunque las
puntuaciones de Estados Unidos son más altas en las áreas social y emocional,
solo en el área del bienestar social tenía las puntuaciones más altas en todos
los indicadores como se pone de manifiesto por la puntuación del área de 100.
Aunque las puntuaciones de arriba son la media de todas las áreas para la
edad de 75+, todavía se puede mejorar en algunos indicadores en las áreas de
bienestar material y bienestar emocional, especialmente en renta media per
capita, porcentaje fuera de la pobreza absoluta, tasas de suicidio y porcentaje
satisfecho con su vida actual y futura.
2.3. Bajo nivel de bienestar en personas mayores
En este grupo de países Italia y España ocupan de forma habitual las
posiciones más bajas en bienestar global de personas mayores (ver Gráfico 1 a
y b). Las puntuaciones de estos dos países casi nunca se sitúan en la mitad
superior de este grupo en ninguno de los doce indicadores. Además, a pesar
de considerarse países con familias más tradicionales, estos dos países se
sitúan en lo más bajo en compromiso activo con la vida/conexión social
medido desde el punto de vista de participación en organizaciones sociales y
como fuerza laboral. Italia tiene el resultado más bajo en esta categoría en los
tres grupos de edad, con una distancia notable entre su puntuación y la
siguiente por encima.
24
Gráfico 2a, Puntuaciones en las cuatro áreas: Estados Unidos, media en los doce países y buenas prácticas. Grupo de edad 65-74, 2004-2006.
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100Material
Física
Social
Emocional
Media EE.UU
Media 12-países
Buenas prácticas
Fuente: Population Reference Bureau
Resultado del Índice SCL/PRB, edades 65-74: 88
Gráfico 2b, Puntuaciones en las cuatro áreas: Estados Unidos, media en los doce países y buenas prácticas. Grupo de edad 75+, 2004-2006.
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100Material
Física
Social
Emocional
Media EE.UU
Media 12-países
Buenas prácticas
Fuente: Population Reference Bureau
Resultado del Índice SCL/PRB, edades 75+: 88
25
III. Bienestar material
Las investigaciones sobre demografía indican una fuerte relación entre el nivel
de riqueza y varios indicadores de bienestar, entre los que se incluyen la salud
y la vida satisfactoria. El Índice SCL/PRB emplea los siguientes indicadores de
recursos financieros para medir el bienestar material:
Nivel medio de ingresos familiares per capita por hogar (PPA, paridad de
poder adquisitivo en dólares)
Porcentaje de personas mayores al margen de la pobreza absoluta 1
Ambos indicadores se basan en la renta por hogar según se midió en los
informes del Health and Retirement Study (HRS) y del Study of Health Aging
and Retirement in Europe (SHARE). En estas bases de datos las rentas
estimadas por hogar se basan en los ingresos personales todos los miembros
del hogar, así como en el nivel de ingresos del hogar, tales como ingresos por
activos obtenidos de forma conjunta y partes de cantidades procedentes de
seguros, pensiones o herencias. Para el Índice SCL/PRB tanto la medida de
ingresos como los umbrales de pobreza absoluta usados para una estimación
porcentual fuera de la pobreza se miden en dólares, en paridad de poder de
adquisición (PPA), lo que asegura que las diferencias transnacionales que se
observan no sean resultado de las diferencias de precios entre países.
La medición del nivel de ingresos en el hogar es importante en las personas
mayores que ya no están en el mercado de trabajo pero todavía viven con otros
porque se benefician de los ingresos de los miembros del hogar y de las
economías de escala. El bienestar financiero en las personas mayores se
relaciona mucho con las condiciones de empleo pasadas y presentes. Las
1 En el índice de pobreza utilizado en este estudio no se han tenido en cuenta factores, como el régimen de tenencia o propiedad de la vivienda, que influyen en el poder adquisitivo de las personas y que sí se estudian en investigaciones españolas. Si se hubieran tenido en cuenta estos criterios, hubiéramos obtenidos mejores resultados, al haber un porcentaje importante de personas mayores españolas que viven en su propia vivienda, por lo que el porcentaje de la pensión que, en otros países, se dedica a pagar el alquiler, nuestros compatriotas lo pueden destinar a otro tipo de gastos e, incluso, al ahorro.
26
fuentes de ingreso varían entre los diferentes grupos (hombres y mujeres;
jóvenes-mayores y mayores-mayores), pero normalmente incluyen pensiones
públicas y privadas, ahorros, activos y ganancias de personas que permanecen
activas económicamente. La importancia de cada uno de estos recursos en los
ingresos de personas mayores varía de un país a otro. Los programas de
pensiones difieren entre los países respecto a los requisitos elegidos y los
mecanismos de financiación, por lo que se debe especificar cuales de esos
beneficios sustituyen los ingresos de prejubilación (Gruber and Wise 1999;
Bloom et al. 2007).
También varían entre los países los impuestos, los bonos de seguros de salud
y la cantidad de cuidados en salud que compran. Como resultado, el coste total
del cuidado de la salud es una partida importante en las personas mayores, y
varía entre los países de ingresos más altos. Además, la proporción de la renta
por hogar que se emplea en pequeños gastos médicos varía según los países.
Comparando países con economías similares, el cuidado de la salud per cápita
es más caro en Estados Unidos. En Estados Unidos los desembolsos en
gastos menores en el porcentaje de ingresos por hogar se elevan del 7 al 10
por ciento a partir de los 65 años (Federal Interagency Forum on Aging-Related
Statistics 2010).
La pobreza absoluta en las personas mayores permite evaluar si la fuente de
ingresos es suficiente para cubrir necesidades básicas como comida, vestido y
alojamiento. En este estudio no se consideran pobres los hogares que están en,
o sobre, la paridad de poder de compra (PPP) en el umbral de pobreza oficial
establecido en EE.UU. en el año en que se reunieron los datos. El umbral de
pobreza de EE.UU. tiene en cuenta el tamaño del hogar y los ingresos. Lo
clasifican entre 9.973$, o 27$ al día, para un hogar de una persona y 40.288$,
o alrededor de 12$ por persona y día, en un hogar de nueve. El umbral oficial
de la pobreza en EE.UU. para un año determinado se basa en el “tres-veces-el-
coste-del-plan-alimentario” de Orshansky, calculado en 1963, actualizado por
los cambios de precios usando el Costumer Price Index (CPI) (Índice de
precios al consumo) de Estados Unidos. Estos umbrales no tienen en cuenta
de forma explícita las necesidades de gastos como el cuidado de la salud, y los
27
ingresos por hogar que se usan aquí para determinar el nivel de pobreza no se
ajustan a impuestos o trasferencias sociales. Las implicaciones de usar este
umbral de pobreza absoluta se debaten al final de este capítulo.
Las comparaciones internacionales a menudo confían en una medida relativa
de pobreza (que se opone a una medida de pobreza absoluta), porque la
mayoría de los países no tienen una medida de pobreza absoluta. Además,
cuando hay una amplia disparidad en el producto doméstico bruto per capita,
un umbral de pobreza absoluta tiende a producir niveles extremadamente altos
de pobreza en algunos países y niveles extremadamente bajos de pobreza en
otros. Debido a que la mayoría de los países que se examinan aquí son
relativamente ricos, y a que la medida de ingresos y el umbral de pobreza
absoluta que se emplea están disponibles en paridad de poder de compra en
dólares, para el indicador de pobreza-un umbral de pobreza absoluta común- el
índice SCL/PRB está menos sujeto a esas desventajas.
Las tasas de pobreza absoluta se establecen habitualmente como la proporción
de individuos cuyos ingresos constituyen al menos un porcentaje específico de
la media de ingresos (suele ser 50% o 60%).
Por tanto las tasas suelen ser más bajas en países con una distribución de
recursos más equitativa. Aquí no se muestran las bases de los análisis, en el
estudio de los países la pobreza relativa se expresará en dobles dígitos,
clasificándose del 15 al 38 por ciento las personas de 65 años y mayores que
son pobres. Entre estos países los Estados unidos, Bélgica y Grecia tienen la
pobreza relativa más alta entre las personas mayores, lo que sugiere que estos
países tienen los niveles más altos de desigualdad.
Una desventaja específica del indicador de pobreza relativa es que las tasas de
pobreza que se basan en una medida relativa pueden permanecer estables o
mejorar si las personas disponen cada vez de menos. Por ejemplo, cuando
todos los ingresos caen proporcionalmente, la tasa de pobreza relativa
permanece sin cambios. De igual modo, si caen únicamente los ingresos de
algunas personas con recursos medios o bajos, es posible que mejoren las
tasas de pobreza relativa. Mediante el uso de las tasas de pobreza absoluta en
28
lugar de las tasas de pobreza relativa el Índice SCL/PRB tiene en cuenta el
poder que tienen las personas mayores para comprar lo que puedan necesitar
en bienes y servicios, no solo si tienen más o menos poder de compra, de
media, en relación con otros en el mismo país.
Tabla 1 Puntuaciones y clasificación de bienestar material por grupo de edad y
país
País
65-74 años 75+ años
Puntuación
(0-100) Rango
Puntuación
(0-100) Rango
Alemania 81 6 81 7
Austria 85 4 90 3
Bélgica 75 9 79 8
Dinamarca 79 8 79 8
España 53 12 46 12
Estados Unidos 85 4 86 4
Francia 81 6 85 5
Grecia 56 11 50 11
Holanda 91 2 98 2
Italia 64 10 64 10
Suecia 89 3 83 6
Suiza 99 1 100 1
29
3.1. Bienestar material global
Suiza es el líder manifiesto en el área del bienestar material de personas
mayores, mientras que España, Grecia e Italia ocupan repetidamente los
lugares más bajos en los grupos de edad. Estados Unidos se sitúa
sistemáticamente entre los cuatro países con puntuaciones más altas. Por
ejemplo el resultado de este área de 85 sobre 100 para el grupo de edad de
65-74 significa que el nivel de bienestar material de adultos en este grupo de
edad en EE.UU. es 85 por ciento del nivel potencial de bienestar que podrían
obtener, esto es, el nivel más alto observado entre todos los indicadores de
área de los países estudiados. Los países estudiados varían sustancialmente
en sus niveles de bienestar si se miden como renta media per capita por hogar
o por porcentaje fuera de la pobreza absoluta. Los resultados para este área
tienen el mayor despliegue en la zona en todos los áreas, van desde una
puntuación baja de 53 a una alta de 99 en el grupo de edad de 65-74 y de 46 a
100 en el grupo de más de 75 (Tabla 1).
El resultado de Suiza de 100 en el grupo de edad de 75+ señala que este país
tiene los mejores valores en ambos indicadores. En general estos dos
indicadores están estrechamente relacionados: un país con un resultado alto
en renta media per capita por hogar también tiene una puntuación alta en
porcentaje fuera de la pobreza absoluta.
Una comparación entre personas mayores y adultos en la última mediana edad
(50-64) sugiere que las personas mayores en Estados unidos no disponen de
tanto bienestar material como el que tiene el grupo más joven. En la mayoría
de los países las clasificaciones de bienestar material en personas mayores
mejoran o permanecen igual que en la clasificación del grupo de edad de 50-64.
Las clasificaciones de bienestar material en Austria, Francia y Holanda mejoran
ampliamente con la edad porque la renta media per capita por hogar no decae
significativamente con la edad. La renta media per capita por hogar más alta
que se ha observado entre todos los países decae para cada grupo de edad,
yendo de 29$, 185 a 27$, de 499 a 22,021 PPP. Solo en Dinamarca, Suecia y
30
Estados Unidos salen las personas mayores con resultados más bajos en
bienestar material que los adultos con edades entre 50-64. La renta media per
capita por hogar decae con más rapidez en estos países con la edad,
especialmente en Dinamarca y Estados Unidos, de lo que lo hace en Suiza, el
país con la renta media per capita por hogar más alta en los tres grupos de
edad.
Entre el grupo de países en que ha evaluado el Índice SCL/PRB surgen varios
patrones destacables en las tasas de pobreza subyacente. Holanda y Suiza
han bajado marcadamente las tasas de pobreza absoluta observadas en cada
grupo. En Grecia, Italia, España, Dinamarca, Suecia y Estados Unidos las
tasas de pobreza absoluta parecen incrementarse con cada grupo de edad
mayor, aunque estas tasas de pobreza se dan en dígitos dobles en los países
del Sur de Europa y en dígitos únicos en Suecia y Estados Unidos. En los
países restantes las tasas de pobreza son las más altas en el grupo de más de
75 y las más bajas en el grupo de edad de 65-74.
Gráfico 3. Tasa de pobreza absoluta en adultos con edades 65-74, por países.
30,2
27,5
21,4
8,6
8,4
7,8
7,0
7,0
4,8
3,9
3,4
0,0 5,0 10,0 15,0 20,0 25,0 30,0 35,0
España
Grecia
Italia
Francia
Bélgica
Alemania
Austria
Estados Unidos
Holanda
Dinamarca
Suecia
Fuente: Population Reference Bureau
Nota: La tasa de pobreza absoluta se basa en el umbral estadounidense para hogares de personas mayores en el año en que se recabaron los datos sobre lngresos.
31
3.2. Análisis de la sensibilidad
A pesar de todos los esfuerzos para asegurar las comparaciones algunas de
las variaciones transnacionales en bienestar material pueden relacionarse con
diferencias entre los países, en lo bien que las preguntas recogen todos los
recursos de ingresos disponibles en los hogares de personas mayores.
Además, la buena disposición para responder a preguntas acerca de los
ingresos varía entre los países. Una aproximación alternativa emplea las
clasificaciones medias de los países en los indicadores de áreas para
determinar la situación global en el área. En otras palabras, cada país se
clasifica basándose en la media de sus clasificaciones para cada indicador más
que en la media de los resultados de sus indicadores para cada área. Esta
aproximación es menos susceptible a las diferencias extremas en valores
indicadores (es decir, lo valores extremos) entre los países. El análisis muestra
que las clasificaciones del país que se basan en este método alternativo
generalmente son comparables con aquellos que se basan en el método
descrito en el Apartado 2 y comentadas en el cuerpo de este informe,
especialmente respecto a los países situados en los dos extremos del espectro.
Holanda y Suecia tienen las clasificaciones más altas en los grupos de edad de
65-74, y Suiza tiene la clasificación más alta para el grupo de 75+. Italia, Grecia
y España tienen las clasificaciones mas bajas en ambos grupos de edad. La
clasificación media de Estados unidos se sitúa en cuarto lugar en ambos
grupos, junto con Austria y Dinamarca en el grupo de 65-74.
3.3. Efectos de las redes de seguridad social y de las pensiones
Aunque las personas de todas las edades son vulnerables a caer en la pobreza,
las personas mayores solas pueden enfrentarse a dificultades mayores para
32
escapar de la pobreza debido a las edades de retiro obligatorio, la
discriminación por edad, y a que las limitaciones físicas pueden limitar las
oportunidades de empleo. En general el riesgo de pobreza en los hogares que
son más dependientes de las ganancias de una paga es relativamente más
bajo en los países europeos que en Estados Unidos. La pobreza entre los que
tienen una paga es más alta en el Sur de Europa y en Estados Unidos que en
otros países occidentales (Notten and de Neubourg 2007). Cuando la pobreza
absoluta se mide usando el método Orshansky, como se ha hecho en Estados
Unidos, los hogares con seguridad social y/o pensiones privadas como
principal fuente de ingresos generalmente es más probable que lleguen a ser
pobres, especialmente en el Sur de Europa. En Suecia y Holanda los hogares
de pensionistas se cuentan entre los que están en mejores condiciones
financieras. En Estados Unidos los hogares de pensionistas tienen menos
riesgo de pobreza que otros hogares.
El sistema de redes de seguridad social del que disponen los pobres también
varía en gran manera de un país a otro. Algunos países dependen más de las
pensiones que de otros beneficios sociales para reducir la pobreza, como son
permisos familiares, otros beneficios de seguros sociales y asistencia social.
Un análisis (usando el método Orshansky) ha encontrado que, a iguales
condiciones, las pensiones reducen las tasas de pobreza más del 40 por ciento
en Austria, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Francia, Italia, Holanda y Estados
Unidos (Notten and de Neubourg 2007). En Estados Unidos el efecto de
reducción de la pobreza a causa de las pensiones es efectivo en más de siete
veces que otras trasferencias sociales, un 47 por ciento de reducción
comparado con un 6 por ciento de reducción en tasas de pobreza. En el
estudio Notten and de Neubourg (2007), los efectos de reducción de la pobreza
de las pensiones en oposición a otras trasferencias sociales puede estimarse
en todos los países incluidos en este análisis con excepción de Suiza y Suecia.
Entre estos países sólo Italia y Grecia dependen con mayor fuerza de las
pensiones que Estados Unidos en la reducción de la pobreza.
Las relaciones entre salud y ganancias, y entre ganancias, pensiones y
pobreza absoluta sugieren que una salud mejor entre las personas mayores
33
tiene el potencial de convertirse en un menor riesgo de pobreza entre las
poblaciones mayores. Las personas mayores que son capaces de trabajar
necesitarían un empleo y un seguro, lo que significa seguridad en el futuro,
mediante contribuciones de los empresarios, pensiones públicas o fondos de
de inversión privados.
IV. Bienestar físico
La salud afecta a la propia facultad de cuidar de uno mismo, de mantenerse
activo y productivo, y de vivir independiente en la comunidad. La falta de salud
disminuye directa e indirectamente la felicidad y la satisfacción general en la
vida (Easterlin, 2003). El Índice SCL/PRB emplea medidas de discapacidad,
vida independiente, funcionalidad física, esperanza de vida y obesidad para
resumir la salud global de las poblaciones mayores en las sociedades. Los
indicadores específicos son:
Porcentaje de personas mayores sin discapacidad.
Porcentaje sin dificultad para autoadministrarse medicamentos (que
viven de independiente)
Porcentaje de personas mayores sin dificultades para caminar un
trayecto corto (sin limitaciones funcionales).
Esperanza de vida en personas mayores (50-64, 65-69, o 75
dependiendo del grupo de edad)
Porcentaje de personas mayores sin obesidad
La discapacidad se mide habitualmente por la capacidad para desarrollar
Actividades de la Vida Diaria (AVD), un conjunto de actividades básicas diarias
necesarias para el propio cuidado, tales como bañarse, vestirse, comer y
arreglarse (Katz et al. 1963). La capacidad para vivir de forma independiente se
mide frecuentemente con la capacidad para desarrollar Actividades
Instrumentales de la Vida Diaria (AIVD), un conjunto de actividades
generalmente más complejo y que requiere niveles más altos de capacidades
34
físicas y mentales que las contempladas por las AVD, como son las compras,
la preparación de comidas, la gestión de la medicación y el uso del transporte
público (Lawton and Brody 1969). Por ejemplo, manejar la medicación requiere
mantener un seguimiento de la medicación y tomar las dosis prescritas a su
debido tiempo. Entre las AIVD medidas en los informes de los diferentes países
la toma de medicación es una cuestión por la que sistemáticamente se
pregunta y que ofrece implicaciones similares entre la variedad de contextos
culturales. Sin embargo está relacionada con la capacidad de llevar a cabo
otras AIVD.
Medimos la funcionalidad física en función de que uno pueda caminar sin
ninguna dificultad en una distancia corta. La referencia exacta que se usa para
una distancia corta es un bloque en los informes de EE.UU. (conjunto de datos
HRS ) y 100 metros en los informes europeos (conjunto de datos SHARE).
La esperanza de vida, el número de años que se espera que queden en una
vida a una edad determinada (o un grupo de edad), es una medida resumen de
la salud de la población. Las grandes mejoras en sanidad, nutrición y medicina
que se han producido en el último siglo han permitido grandes mejoras en
esperanza de vida en el momento del nacimiento, reduciendo las tasas de
enfermedades infecciosas en casi todo el mundo. En el futuro se espera que
los beneficios de la reducción de enfermedades infecciosas sean mucho más
pequeños que en el pasado, la mayor mejora en la esperanza de vida llegará
fácilmente a las personas mayores y se conseguirá reduciendo las tasas de
enfermedades crónicas. Este caso se produce especialmente en países
industrializados donde la mortalidad general es baja y donde la mayoría de las
muertes se producen entre personas mayores (Deaton 2006).
La obesidad ha alcanzado en muchos países proporciones de epidemia y
supone la mayor contribución a la preocupación general sobre enfermedad y
discapacidad. La obesidad no es un resultado sino un factor de riego y tiene
numerosas consecuencias serias para la salud, que van desde el incremento
de riesgo de muerte prematura hasta importantes condiciones crónicas que
reducen la calidad de vida global, entre las que se incluyen la diabetes tipo II,
35
enfermedades cardiovasculares, hipertensión y derrames cerebrales y ciertas
formas de cáncer. Aunque un ligero sobrepeso actualmente puede mejorar las
posibilidades de supervivencia entre las personas mayores mediante la
aportación de reservas nutricionales en la recuperación de una enfermedad
(Flegal et al. 2007), la obesidad generalmente tiende a elevar el riesgo de
problemas médicos, limitaciones funcionales y mortalidad en las personas
mayores (Alley and Chang 2007; Dolan et al. 2007; Flegal et al. 2007; Jenkins
2004).
Estados Unidos es con mucho el país que más la sufre, no sólo entre los
países de este estudio sino en todo el mundo. Las diferencias comparadas son
llamativas respecto al segundo país más alto – se gastan al menos cinco
puntos de porcentaje más de GDP, sobre 2,900$ más per capita en cuidados
de salud que en segundo país más alto. Más de la mitad de los gastos en
cuidados de salud en EE.UU. proceden de recursos privados, aunque el gasto
público todavía es grande como porcentaje de GDP.
Tabla 2 Puntuaciones y clasificación de bienestar físico por grupo de edad y
país
País
65-74 años 75+ años
Puntuación
(0-100) Rango
Puntuación
(0-100) Rango
Alemania 94 5 87 7
Austria 95 4 90 3
Bélgica 93 9 85 10
Dinamarca 94 5 87 5
España 91 12 79 12
Estados Unidos 92 10 92 2
Francia 96 3 87 7
Grecia 92 10 83 11
Holanda 94 5 87 4
Italia 94 5 87 7
Suecia 97 2 88 5
Suiza 100 1 99 1
36
4.1. Salud global y discapacidad
Los resultados del área de bienestar físico del Índice SCL/PRB generalmente
son altos en todo el grupo de países, y la variación es pequeña. Suiza se sitúa
en lo más alto y España en lo más bajo en los dos grupos de edad, pero las
puntuaciones de campo de estos son países están alrededor del 10 al 20 de
diferencia de puntos de porcentaje en cada grupo de edad. La estrecha
diferencia en el campo de los resultados del bienestar físico produce un
resultado interesante: con el mismo resultado en el área, Estados Unidos se
sitúa segundo para el grupo de 75 y más, pero el segundo por el final para el
grupo de 65-74.
Las clasificaciones de indicadores individuales en el área revelan que Estados
Unidos está mucho mejor en sus clasificaciones en el grupo mayor de edad
que en el más joven en los indicadores de toma de medicamentos, caminatas y
esperanza de vida, lo que explica la gran diferencia en las clasificaciones entre
los dos grupos de edad. En contraste la clasificación de EE.UU. es
considerablemente alta en el porcentaje de no discapacitados y en
consecuencia baja en el porcentaje sin obesidad en ambos grupos de edad.
Las clasificaciones de bienestar físico de los países en el grupo de 65-74 son
similares a sus clasificaciones en este campo en el grupo de mediana edad, en
edades de 50-64. La principal excepción a este resultado se da en Estados
Unidos donde se clasifica más bajo el grupo de mediana edad que el de 65-74,
doce contra diez. Los resultados muestran que las tasas de discapacidad
37
aumentan a menos velocidad en los grupos de edad de 50-64 y 65-74 en
Estados Unidos que en Suiza, el país con el mejor resultado para estos dos
grupos de edad. Estados Unidos también obtiene las tasas más elevadas de
obesidad, respecto a la buena práctica, en los grupos más jóvenes.
4.2. Análisis de la sensibilidad
En los países occidentales industrializados incluidos en este análisis, los
resultados están agrupados rigurosamente, por lo que afectan menos al efecto
de los extremos de las clasificaciones. La metodología alternativa, basada en la
media de las clasificaciones de los indicadores, da lugar a clasificaciones de
países coherentes con las clasificaciones que resultan de la metodología
adoptada por el Índice SCL/PRB. La media de clasificaciones de indicadores en
este campo también coloca a Suiza a la cabeza de los países y a España y
Grecia en la parte inferior para los grupos de 65-74 y 75 y más. En Estados
Unidos cuando se emplea esta metodología alternativa el grupo de 75+ ya no
está clasificado segundo pero todavía se mantiene sexto.
4.4. Comportamientos saludables y acceso al cuidado de la salud
Además del efecto de las diferencias en la presencia de la obesidad que se ha
indicado arriba, las diferencias transnacionales en salud posiblemente reflejan
una amplia gama de factores que el Índice SCL/PRB no puede controlar, entre
ellas se incluyen las diferencias nacionales en el acceso al cuidado de la salud,
los comportamientos saludables y las condiciones de vida anterior (Crimmins
and Finch 2006; Case, Fertig, and Paxson 2005; Hayward and Gorman 2004;
Doblhammer 2003; Burns 2000; Elo and Preston 1992). El acceso al cuidado
de la salud, evitar comportamientos de riesgo y la baja exposición a infecciones
o a condiciones de vida precarias en la vida anterior están entre las que
incrementan la esperanza de vida y reducen el riesgo de enfermedad y
discapacidad que puede perjudicar la funcionalidad física.
38
Las poblaciones mayores en todos los países del estudio tienen un amplio
acceso al cuidado de la salud, aunque entre los países existe una amplia
variación en cuanto a cómo se organiza el Medicare, cómo se administra y se
financia. Dinamarca, Italia y España tienen sistemas nacionales de salud de
pago único en los que el cuidado de la salud lo proporciona y lo financia el
gobierno mediante el pago de impuestos. Austria, Bélgica, Francia, Alemania,
Holanda y Bélgica tienen un sistema basado en un modelo de seguro social
que usa un sistema de seguro que se financia conjuntamente por empresarios
y empleados a través de deducciones en nómina. Grecia tiene un sistema
mixto que se basa en un modelo de seguro social y un sistema nacional de
salud de pago único. Suecia tiene aspectos de los dos sistemas nacionales de
salud descritos arriba y un sistema de seguro nacional de salud de pago único
por el que las personas reciben cuidados de proveedores del sector privado a
los que el gobierno les reembolsa los gastos mediante un programa
gubernamental en el que participan todos los ciudadanos.
Al contrario de todos los países de los que se ha hablado más arriba, Estados
unidos no tiene un sistema único de cuidado de la salud para todos sus
ciudadanos. Existe Medicare dentro de un programa de seguro nacional de
pago único disponible para los ciudadanos de EE.UU. o para los residentes
permanentes de 65 y más si ellos o sus parejas han trabajado al menos diez
años en empleos con cobertura médica. El Medicare también se proporciona a
personas menorea de 65 años con discapacidad o con un problema renal
permanente que requiera diálisis o transplante. Antes de los 65 las personas
capaces y los que dependen de ellos reciben los beneficios en salud
establecidos con sus empresarios o aquellos beneficios disponibles a través de
los programas sociales de seguros administrados individualmente por los
estados. Se proporcionan Medicare a los veteranos y similares mediante un
sistema de servicio de salud nacional de pago único. Todos los demás deben
pagar por estos cuidados o depender de los proveedores de redes de
seguridad a menos que estén incluidos en programas de seguros de
evaluación financiera (ej., Medicaid).
39
Los países también presentan diferencias respecto al desembolso individual en
los costes y la calidad del cuidado de la salud. Por ejemplo, el Medicare solo
cuenta como la mitad de todo el coste del cuidado de la salud en personas
mayores, siendo las personas mayores de EE.UU. las que tienen mayores
gastos en salud (Federal Interagency Forum on Aging-Related Statistics 2010).
Los elevados gastos en salud pueden afectar a la posibilidad de obtener
resultados de calidad en cuidados y salud, así como a todas las otras
necesidades que las personas puedan asumir y a la calidad de vida en edades
mayores.
La Tabla 3 analiza los gastos nacionales en cuidado de la salud de los países
estudiados. De acuerdo con la OCDE, el crecimiento de los gastos en cuidado
de la salud ha sido mayor que el crecimiento económico en casi todos los
países de la OCDE en los últimos quince años (OCDE 2010). La mayoría de
los países que aquí se muestran gastan alrededor del diez u once por ciento de
PDG en cuidado de la salud. Aproximadamente tres cuartas partes de los
gastos en cuidado de la salud se basan en la mayoría de los países en
presupuestos públicos.
Tabla 3. Gastos en cuidado de la salud públicos y privados como parte del PIB
total per capita en PPA, 2008 o último año disponible
Puntuación Público Privado GastoGrecia 96,2% 3,8% $2.687,00España 97,5% 2,5% $2.902,00Dinamarca 98,5% 1,5% $3.540,00Bélgica 97,2% 2,8% $3.677,00Francia 97,5% 2,5% $3.696,00Alemania 97,5% 2,5% $3.737,00Austria 97,6% 2,4% $3.970,00Italia 97,9% 2,1% $2.870,00Holanda 98,4% 1,6% $4.063,00Suiza 95,6% 4,4% $4.627,00Estados Unidos 91,5% 8,5% $7.538,00
Fuente: Datos de salud de la OCDE, 2010
40
La relación entre el bienestar físico y las características de los sistemas de
cuidado de la salud es débil. Por ejemplo, a pesar de sus elevados gastos en
cuidados de salud, Estados Unidos se sitúa cerca del final en el grupo de edad
de 65-74. También Francia, a pesar de estar entre los que más gastan en
cuidado de salud, se sitúa por debajo de la media en el grupo de 75+ en este
campo. Las investigaciones sobre un número mayor de países realizadas tanto
dentro como entre los países ha mostrado resultados mixtos de las relaciones
entre gastos del cuidado de la salud y los resultados en la salud (Nixon and
Ulmann 2006; Asiskovitch 2010).
Los grupos actuales de personas mayores, durante su etapa de crecimiento,
estuvieron expuestos de forma habitual a una nutrición escasa y a
enfermedades infecciosas. También en su infancia o juventud vivieron la
experiencia de la Gran Depresión y/o la Segunda Guerra Mundial con posibles
impactos potenciales en la salud al llegar a ancianos. La extensión del impacto
de estos eventos y condiciones, y el periodo de tiempo en el que los países
estuvieron particularmente afectados fue diferente y actualmente se refleja en
diferentes impactos en los mayores entre los países. También hay diferencias
de grupo en aquellas experiencias de vida temprana entre las poblaciones
mayores de cada país. Con la mejora de la situación de vida, la exposición de
la infancia a enfermedades infecciosas o a una nutrición deficiente decayó a lo
largo del tiempo en muchos países (Catalano and Bruckner 2006). La salud en
los grupos de edad en y entre los países se vio afectada de este modo de
forma diferente, dependiendo de la edad y del período de tiempo de exposición
a esas condiciones.
Las diferencias en la preponderancia de comportamientos de riesgos relativos
de salud proporcionan posibles explicaciones a algunos de los resultados en el
campo del bienestar físico de arriba. Comportamientos como fumar, beber
mucho y no hacer ejercicio tienen consecuencias crónicas en la salud bien
conocidas, tales como enfermedades de corazón, derrames cerebrales y
cáncer (López et al. 2006). Las enfermedades crónicas son los retos
principales a afrontar por las personas mayores y a menudo tienen como
41
consecuencia una dificultad funcional y discapacidad, resultados medidos como
parte del campo del bienestar físico.
La preponderancia de estos comportamientos de riesgo en la salud varía
sustancialmente entre los países (Gráficos 4-6). Por ejemplo, las personas
mayores en España tienen las puntuaciones más bajas en el campo del
bienestar físico y también se clasifica alto en el porcentaje que bebe mucho y
que son sedentarios. Suiza se sitúa en lo más alto del campo y en lo más bajo
en el porcentaje de los que son sedentarios. También tiene porcentajes
relativamente altos de fumadores y personas que beben mucho. Estados
Unidos tiene porcentajes relativamente bajos de fumadores y grandes
bebedores, aunque sus clasificaciones se encuentran mezcladas en los dos
grupos de edad. Factores que influencian en la preponderancia de estos
comportamientos incluyen el precio del alcohol y del tabaco, las políticas en
torno a ellos, la desigualdad en la población y cómo y hasta donde se conocen
y aceptan las consecuencias de estos comportamientos en la población (Cutler
and Glaeser 2006). En personas mayores no solo dependen de los
comportamiento de riesgos actuales, sino que también contribuyen a la
situación actual de la salud la historia de comportamientos de salud y
enfermedad durante toda la vida. Las significativas variaciones transnacionales
sugieren un amplio espacio para mejorar la salud mediante la promoción de
comportamientos saludables, especialmente para los futuros grupos de
personas mayores.
42
Gráfico 4. Porcentaje de personas de 50+ que actualmente fuma.
14
15
17
17
17
18
18
19
20
24
24
31
0 5 10 15 20 25 30 35
Francia
Estados Unidos
España
Bélgica
Suiza
Italia
Alemania
Austria
Suiza
Grecia
Holanda
Dinamarca
Fuente: SHARE, 2004 y HRS, 2006
Nota: Se define como fumadores el porcentaje de personas de 50 y más que fuman actualmente algunos cigarrillos
Gráfico 5. Porcentaje de personas de 50+ que actualmente son grandes bebedores.
2
3
8
8
9
14
15
15
16
17
23
23
0 5 10 15 20 25
Suecia
Estados Unidos
Austria
Grecia
Alemania
Suiza
Bélgica
Dinamarca
España
Holanda
Francia
Italia
Fuente: SHARE, 2004 y HRS, 2006
Nota: Se definen como grandes bebedores el porcentaje de adultos de 50 años y más que toman tres o más copas de alcohol al día y/o beben más de cinco días a la semana
43
Gráfico 6. Porcentaje de personas de 50+ que actualmente son sedentarios.
4
7
7
8
8
9
10
12
13
14
15
21
0 5 10 15 20 25
Suiza
Suecia
Grecia
Alemania
Dinamarca
Holanda
Estados Unidos
Austria
Bélgica
España
Francia
Italia
Fuente: SHARE, 2004 y HRS, 2006
Nota: La vida sedentaria se define como el porcentaje de adultos de edades de 50 y más que hacen ejercicio menos de una vez por semana y no tienen un trabajo que requiera al menos na acti idad física moderada
V. Bienestar social
El campo del bienestar social recoge el compromiso social, que comprende
implicarse con los miembros de la familia, iguales, miembros de la comunidad e
instituciones sociales. El compromiso social en las personas mayores se asocia
con una salud mejor y mayor satisfacción en la vida. El Índice SCL/PRB lo mide
usando dos indicadores:
Porcentaje de personas mayores que participan en actividades
económicas o sociales (p.e. empleo, organizaciones comunitarias o
religiosas, clubs sociales, trabajo voluntario)
44
Porcentaje de personas mayores que está en contacto con al menos un
niño
Hay varias vías en las que el compromiso social puede mejorar el bienestar
entre las personas mayores. Por ejemplo, están bien documentados los
beneficios sobre la salud, incluida una mortalidad más baja, que tienen los
contactos que se consiguen a través de las actividades sociales (House, Landis,
and Umberson 1988). Las investigaciones sugieren que involucrarse en redes
de trabajo sociales tiene una influencia protectora en la salud física. Tener un
papel productivo como empleado o voluntario también puede aportar una
gratificación emocional y una sensación de poder y prestigio que puede tener
un impacto positivo en el bienestar propio (Moen et al. 1992). Los estudios
sugieren que el voluntariado, aunque se emplee una pequeña cantidad de
tiempo, tiene beneficios para la salud en personas mayores, entre los que se
incluyen mejor percepción de la salud y una mortalidad más baja (Morrow-
Howell et al. 2003; Musick and Wilson 2003; Van Willigen 2000). La mera
actividad física requiere participar en actividades que también benefician a la
salud ya que la actividad física es importante para mantener la salud en las
personas mayores (Carlson, Seeman, and Fried 2000; Chambre 1987).
El contacto con la familia y los amigos es una vía importante en las personas
mayores tanto para recibir como para proporcionar apoyo social. Los niños
habitualmente componen la mayor parte de una red de trabajo de apoyo social
y proporcionan la mayor fuente de cuidado informal en las personas mayores.
Como está ampliamente documentado, al tener relaciones cercanas con
adultos los niños también tienen un impacto beneficioso en su bienestar
psicológico (Koropeckyj-Cox 2002; Connidis and McMullin 1993; Silverstein and
Bengston 1991; Umberson 1992). La medida que se ha empleado en este
estudio no distingue entre co-residentes y otros niños. Por supuesto en los
países con mayor presencia de hogares multigeneracionales se podría esperar
que se registrara una frecuencia más alta de contactos entre familiares
mayores, adultos y niños, pero nuestra medida no distingue la frecuencia del
contacto entre los países por la cuestión de datos comparativos.
45
Sin tener en cuenta las razones que las personas mayores eligen para trabajar,
el trabajo proporciona una vía importante en la que permanecen socialmente
activos. Los factores que influyen en la propia decisión de trabajar en las
personas mayores son variados. La edad legal de jubilación en los sistemas de
pensiones públicos juega algún papel, como lo hacen los incentivos
económicos relacionados con la jubilación y la disponibilidad de oportunidades
de empleo en las personas mayores. La situación de salud y de riqueza
también tiene algunos efectos, aunque generalmente son menores. La
situación de empleo de la esposa también puede afectar a las decisiones de
jubilación de las personas casadas.
Tabla 4. Clasificación y puntuación de bienestar social por grupo de edad y
país
País
65-74 años 75+ años
Puntuación
(0-100) Rango
Puntuación
(0-100) Rango
Alemania 70 7 63 7
Austria 69 9 61 9
Bélgica 70 7 63 7
Dinamarca 82 3 70 4
España 61 11 59 11
Estados Unidos 100 1 100 1
Francia 68 10 61 9
Grecia 81 4 79 2
Holanda 75 6 68 5
Italia 58 12 52 12
Suecia 77 5 67 6
Suiza 83 2 73 3
46
5.1. Compromiso global en la vida activa
Los resultados del campo de bienestar social varían ampliamente entre los
países en cada grupo de edad. Estados Unidos está sistemáticamente en lo
más alto de la clasificación e Italia en lo más bajo. Un campo de puntuación de
100 en Estados Unidos señala que en dos indicadores, porcentaje de
participación en actividad social o económica y en porcentaje de mayores que
están en contacto con al menos un niño, Estados Unidos tiene la puntuación
más alta. El campo de puntuación de Italia sugiere que, de media, el nivel de
compromiso social entre las personas mayores de Italia está a un poco sobre la
mitad del nivel de Estados Unidos en este campo.
Un examen separado de los indicadores individuales ofrece algunas visiones
profundas de las clasificaciones globales de los países. Los valores de los
indicadores de participación social muestran que el porcentaje de adultos con
alguna participación social es sorprendentemente bajo en la mayoría de los
países. En el grupo de edad de 65-74 únicamente Dinamarca, Grecia, Suiza y
Estados Unidos tienen más del 50 por ciento de personas mayores que
participan en actividades sociales o económicas como se han definido aquí. En
el grupo de edad de más de 75 sólo Estados Unidos tiene un porcentaje de
más de cincuenta por ciento de adultos con alguna participación social.
Estados Unidos lidera ambos grupos de edad con amplios márgenes –
alrededor una mitad a dos tercios más alto que el siguiente país con la
puntuación más alta- y esto explica por qué Estados Unidos se clasifica en lo
más alto de este campo.
La comparación de las clasificaciones de los países para la mediana edad
(grupos de edad de 50-64) muestra resultados patrones de resultados similares
a los resultados de arriba para las personas mayores. Francia y Suecia
destacan con clasificaciones mucho más altas en los grupos jóvenes que en los
grupos mayores. La participación social en Francia decae de forma más rápida
con la edad de lo que lo hace en Estados Unidos. En Estados Unidos la
participación social alcanza el 92 por ciento en grupos de mediana edad y el 80
47
por ciento en los grupos más mayores. En Francia la participación social va del
69 por ciento al 26 por ciento. En Suecia cae del 84 por ciento al 31 por ciento.
5.2. Análisis de la sensibilidad
El resultado mucho más elevado de Estados Unidos con relación a otros países
en el campo del bienestar social en parte puede ser producto de ligeras
diferencias en la medición de las preguntas o a diferencias culturales en la
tendencia a informar sobre el trabajo o voluntariado en las personas mayores.
Igual cuando se usa la metodología alternativa que es menos susceptible a los
resultados de indicadores extremos (p.e. clasificaciones medias de indicadores
en el campo), Estados Unidos y Grecia se sitúan en primer y segundo lugar
para los dos grupos de edad 65-74 y 75+ (Grecia comparte el segundo con
Dinamarca en el grupo de 65-74). El bienestar global de los grupos mayores es
mejor en Estados Unidos debido a la alta clasificación media en los indicadores
de este campo y en el campo de bienestar emocional.
5.3. Relación con la fuerza laboral y el voluntariado
De los doce países, los que, en este campo, se clasifican por debajo del
séptimo lugar, tienden a tener la media más baja en edad efectiva de jubilación
(Gráficos 7 y 8). Algunos países planean elevar sus edades oficiales de
jubilación, lo que puede tener implicaciones en los patrones de trabajo de
personas mayores y por tanto en sus niveles de participación social. Por
ejemplo, Francia y España han anunciado planes para elevar dos años sus
edades oficiales de jubilación.
48
Gráfico 7. Media de edad efectiva de jubilación en hombres.
58,7
58,9
59,6
60,8
61,4
61,6
62,1
62,4
63,5
64,6
65,2
65,7
54,0 56,0 58,0 60,0 62,0 64,0 66,0 68,0
Francia
Austria
Bélgica
Italia
España
Holanda
Alemania
Grecia
Dinamarca
Estados Unidos
Suiza
Suecia
Fuente: Society at a Glance 2009: Indicadores Sociales OCDE
Gráfico 8. Media de edad efectiva de jubilación en mujeres.
57,9
58,3
59,5
60,8
60,9
61,0
61,3
61,3
62,9
63,1
63,9
64,1
54,0 55,0 56,0 57,0 58,0 59,0 60,0 61,0 62,0 63,0 64,0 65,0
Austria
Bélgica
Francia
Italia
Grecia
Alemania
Holanda
Dinamarca
Suecia
España
Estados Unidos
Suiza
Fuente: Society at a Glance 2009: Indicadores Sociales OCDE
49
La edad de jubilación varía poco entre los países; Grecia y Francia son los
únicos países que tienen una edad oficial por debajo de los 65 para los
hombres, con edades de 58 y 60 respectivamente. Estados Unidos es el único
país con una edad oficial de jubilación para los hombres por encima de la edad
de 65 años. Las mujeres generalmente tienen las mismas condiciones de
beneficios de jubilación completa a la misma edad que los hombres en todos
los países excepto en cuatro (Austria, Bélgica, Italia y Suiza). En estos países
ellas tienen derecho a retirarse de uno a cinco años antes. En contraste,
actualmente la media de edad de cese real del trabajo varía considerablemente
también en países con la misma edad oficial de jubilación. Los Gráficos 7 y 8
presentan la media de edad efectiva de jubilación para hombres y mujeres en
los países del estudio. En la mayoría de los países la media de edad efectiva
de jubilación es más baja que la edad oficial de jubilación, en algunos casos
alcanza los seis años. En Austria, Bélgica y Francia, de media, los adultos
dejan la fuerza laboral antes de los 60 años.
El voluntariado y la participación en organizaciones comunitarias o religiosas y
en clubes sociales son salidas muy populares en las que las personas mayores
permanecen comprometidas socialmente, especialmente cuando ya no
desempeñan otros papeles importantes en la vida, como trabajadores o padres
de niños menores. La participación social está influenciada por una serie de
factores que incluyen la disponibilidad de tiempo libre y oportunidades,
condiciones de salud, acceso a los trasportes y normas sociales. Sólo el 4 por
ciento de los griegos y el 12 por ciento de los italianos a la edad de 50 o
mayores dicen ser voluntarios, en comparación con el 29 por ciento de los
suecos y el 34 por ciento de los holandeses en ese grupo de edad (Erlinghagen
and Hank 2005). Las diferencias nacionales en voluntariado se pueden
relacionar con las diferencias en cultura de familia, entornos sociales y
regímenes de estado de bienestar. En Italia, España y Grecia, por ejemplo, se
espera que las familias aporten el tipo de apoyo y ayuda que una organización
de voluntarios podría sustituir. En los países del norte como Noruega,
Dinamarca y Holanda, tienen sistemas de estado del bienestar bien
establecidos y disponen de una estructura mejor organizada de servicios
sociales que promueve el voluntariado (Haski-Leventhal 2009; Hank and
50
Erlinghagen 2009). Estos resultados subrayan el efecto que pueden tener la
estructura política, social y económica en las decisiones de los ciudadanos
mayores de participar en el voluntariado (Musick and Wilson 2008).
La elevada tasa de voluntariado en Estados Unidos puede explicarse en parte
por la alta proporción de americanos que tienen creencias religiosas y por el
hecho de que las organizaciones basadas en la fe patrocinan una gran parte de
los esfuerzos de los voluntarios en Estados Unidos.
5.4. Apoyo familiar
En contraste con la participación social los valores indicadores de contacto con
niños generalmente muestran niveles altos de contacto, 80 por ciento o más,
con los niños en todos los países. Las diferencias observadas entre los niveles
más altos y más bajos no son más de once puntos de porcentaje en los dos
grupos de edad. Mientras el porcentaje que está en contacto con niños es
generalmente alto en los grupos actuales de personas mayores examinados en
este estudio, las tendencias de fertilidad pueden afectar a la proporción de
personas mayores que viven con niños. Las políticas que se relacionan con la
provisión de cuidados de larga duración informales en las personas mayores
pueden afectar al contacto con niños, tanto estableciendo incentivos para
sustituir el cuidado profesional por los cuidados familiares o facilitando el
esfuerzo de las familiar para proporcionar apoyo emocional y ayuda con las
tareas diarias y el cuidado personal.
Aunque la fertilidad ha oscilado en muchos países en varias de las décadas
pasadas, ésta no se encuentra por encima de la tasa de reemplazo en ningún
proyecto de los países desde la década de los 80. Aunque las investigaciones
encuentran que la probabilidad de tener contacto con niños no está
simplemente en función del número de niños que uno tiene, un incremento en
la proporción de personas mayores que tienen un niño o ninguno en el futuro
podría establecer una diferencia en la disponibilidad de apoyo emocional y de
apoyo de los niños en tareas diarias variadas. El indicador, contacto con niños,
51
es con mucho una medida mejor para el apoyo emocional que para el apoyo
instrumental.
En Europa existe un alto nivel de contacto entre las personas mayores y sus
niños aun cuando no vivan juntos. Un análisis del futuro inmediato (Grundy
2008) sugiere que las personas mayores europeas podrán recurrir al apoyo del
cónyuge o un hijo a pesar de la reducción de la fertilidad y de la co-residencia
intergeneracional. Los estudios han demostrado que el matrimonio se asocia
con beneficios claros en la salud en los hombres. También han encontrado que
son menos claros en las mujeres. Respecto a los beneficios en la salud de vivir
con niños es difícil aclarar la complejidad de posibilidades ello implica –
algunos pueden vivir con niños a causa de una salud deficiente. Aquellos que
viven con el cónyuge tienen mejor salud que los que viven solos pero los que
viven solos tienen mejor salud que los que viven con familiares. Como dice
Grundy (2008) estos resultados sugieren la necesidad de identificar el
significado más efectivo de animar a las personas mayores a mantener y
desarrollar relaciones de apoyo.
En los países incluidos en este análisis hay una amplia variación en la
extensión con la que los estados proporcionan asistencia a las personas
mayores con limitaciones en el cuidado personal. El cuidado familiar todavía es
necesario también en los estados con mayor riqueza. En la Unión Europea
cerca del 50 por ciento de los que cuidan a personas mayores tienen sus
propios niños (Glendinning, Arksey, and Tjadens 2009). Las personas que
dejan o reducen su trabajo remunerado a causa de fuertes responsabilidades
en el cuidado ven afectada de forma adversa su vida actual y sus futuras
carreras y ganancias, aunque no está claro cuáles aportan un número de horas
importante por dejar su trabajo debido a compromisos con el cuidado y cuáles
de ellas se hacen cargo de compromisos con el cuidado porque no están
trabajando. En cualquier, caso aquellos que no pueden conciliar el trabajo
remunerado con el cuidado informal ven reducida la posibilidad de participar en
las fuerza de trabajo cuando acaben sus obligaciones con el cuidado. Cada
período de reducción de la participación en la fuerza de trabajo afecta a las
pensiones y los ahorros, reduciendo la independencia personal en la vejez. En
52
Estados Unidos los miembros de la familia también proporcionan la mayor
parte del cuidado de larga duración y los cuidadores se enfrentan a problemas
similares.
Las posiciones respecto a los papeles y responsabilidades de las familias y los
niveles de servicios profesionales de cuidados de larga duración para personas
mayores varían ampliamente entre los países (Glendinning, Arksey, and
Tjadens 2009). Como resultado el número de cuidadores no profesionales y
sus responsabilidades son diferentes de un país a otro. Hay pocos recursos
probables que estén disponibles para el cuidado familiar cuando se asume que
las familias son las principales responsables del cuidado de personas mayores
y discapacitadas. Las diferencias entre los países respecto a la preponderancia
del cuidado no profesional probablemente también reflejan las diferencias entre
los distintos patrones de empleo (tales como la posibilidad de trabajo de media
jornada y la participación de las mujeres en la fuerza laboral), la ampliación de
la co-residencia para niños y personas mayores y las normas culturales.
Se pueden utilizar diferentes mecanismos para proporcionar apoyo económico
de base pública para los cuidadores no profesionales. Y cada mecanismo
probablemente tiene implicaciones diferentes tanto en la posibilidad de los
cuidadores para conseguir otros empleos remunerados mientras proporcionan
los cuidados como en la posibilidad de acceder a servicios formales que
sustituyan el cuidado de la familia. En algunos países, como Austria y Alemania,
la persona que necesita cuidados recibe una prestación o beneficios y puede
entonces pagar a un cuidador informal. En Holanda las personas con
discapacidad y las personas mayores pueden recibir un beneficio en metálico
antes que servicios de clase, y los cuidadores reciben una compensación
económica en reconocimiento a su papel. Muchos utilizan el beneficio en
metálico para contratar cuidadores no profesionales o agencias informales de
cuidados. En algunos países escandinavos los cuidadores deben contratarse
por los ayuntamientos para sustituir los servicios formales de ayuda doméstica.
En Estados Unidos está aumentando el reconocimiento de los muchos
norteamericanos que cuidan gratis a sus parientes mayores, a veces
53
poniéndose ellos mismos en riesgo económico. Desgraciadamente se le da
poca importancia en los programas actuales y la relevancia propuesta en las
legislaciones federales en los últimos años ha tenido poco interés en la
legislatura federal. Con respecto a los programas existentes, a nivel federal, el
Family Medical Leave Act (FMLA) y Medicare proporcionan algunos beneficios
a corto plazo. El Family Medical Leave Act asegura que las personas que
trabajan en empresas con al menos 50 empleados pueden tomarse hasta 12
semanas libres para cuidar de un pariente enfermo, aunque no necesariamente
se le pagará durante este período. Medicare puede autorizar la asistencia con
cuidado personal conjuntamente con tratamientos o condiciones que cualifican
a una persona para realizar cuidados domésticos de enfermería o terapia física.
También Medicare paga por servicios de residencia que a menudo incluyen el
acceso a ayuda a corto plazo (varía de horas a semanas) para los que cuidan
de enfermos terminales. Para las personas mayores de ingresos bajos el
programa Medicaid también aporta algunos cuidados en el hogar. Se ha
propuesto una legislación en Estados Unidos para dar un crédito a los
cuidadores o a otros que den crédito a los cuidadores calculando que los
beneficios de la seguridad social (pensión pública) pueden reducir el riesgo
económico de algunos cuidadores potenciales.
VI. Bienestar emocional
La salud emocional en las personas mayores se puede ver afectada tanto por
la salud física como por la disponibilidad de apoyo social. Los indicadores de
este campo incluyen:
Porcentaje de personas mayores sin informe de depresión (no clínica)
Tasa de suicidio en personas mayores (código invertido)
Porcentaje de percepción de mejora (satisfacción con la vida actual y
perspectivas de futuro)
La depresión se mide con un indicador no clínico que se basa en que los que
respondan digan si se han sentido deprimidos la mayor parte del tiempo en la
54
semana anterior a la entrevista. El uso de este indicador de auto-información
no clínico de depresión es más apropiado para las personas mayores porque
los diagnósticos clínicos generalmente no tienen en cuenta las causas de
depresión en el último período de la vida, como el manejo y la convivencia con
múltiples condiciones crónicas. Entre la población mayor de Estados Unidos
sólo del uno al cuatro por ciento tiene una depresión clínica mayor, como
señalan al menos cinco de los siguientes síntomas: “Ánimo depresivo,
reducción del interés, pérdida de la capacidad de disfrute en todas o en la
mayoría de las actividades, pérdida o incremento del peso (más del 5% del
peso corporal), insomnio o sueño continuo, agitación o retardo psicomotor,
fatiga, sentimientos de inutilidad o culpabilidad inapropiada, capacidad de
concentración reducida y pensamientos recurrentes de muerte o suicidio”
(Alexopoulos 2005). Después de los 70 años se duplica la presencia de
depresión mayor. La depresión clínica menor es más común entre las personas
mayores que la depresión clínica mayor, pero los mayores todavía muestran un
poco menos los síntomas de depresión clínica que los adultos de mediana
edad. En Estados Unidos la evidencia experimental también sugiere que, en
comparación con las de mediana edad, las personas mayores ponen más
atención en la información positiva y expresan más sentimientos positivos
(Carstensen et al. 2010; Carstensen, Mikels, and Mather 2006).
En Estados Unidos es más frecuente el suicidio entre las personas mayores
que en la población general. El suicidio se emplea habitualmente como una
medida de serios problemas mentales de salud porque la mayoría de los casos
de suicidio tienen criterios de desorden mental (Harris and Barraclough 1997;
Arsenault-Lapierre, Kim and Turecki 2004). En Europa las personas mayores
son el grupo con tasas de suicidio más altas (Jané-Llopis and Gabilondo 2008).
En general históricamente las personas mayores también tienen registrada la
mayor proporción de suicidios (Pearson and Convell 1996). La depresión
crónica, las enfermedades crónicas y dolorosas y el aislamiento social son
factores de riesgo específicos de suicidio en las personas mayores (O’Conwell
et al. 2004). Un sentido de inutilidad, penurias económicas y las múltiples
pérdidas de seres queridos también se identifican como razones que aumentan
las tasas de suicidio con la edad (Kennedy 1996; Stillion and McDowell 1996).
55
El contexto cultural y político de los suicidios varía de un país a otro y puede
afectar a la manera de informar. El acceso a métodos letales de suicidio,
incluyendo armas de fuego, afecta a la tasa de éxito en los intentos de suicidio
(Brent and Bridge 2003). En los países con un porcentaje importante de
católicos el suicidio puede notificarse mucho menos que en otros países. La
revisión de Andriessen (2006) sobre estudios en la clasificación de suicidios
concluye que los datos de suicidios en Europa parecen ser fiables y se pueden
hacer comparaciones internacionales a lo largo del tiempo. La comparación
entre las tasas de suicidio entre Estados Unidos y Europa puede ser menos
fiable. Los suicidios llevados a cabo como manifestación de aflicción
psicológica, física y social entre las personas mayores representan sólo la
punta del iceberg.
La felicidad se ha medido tanto en términos de satisfacción global con la propia
vida como basándose en la felicidad afectiva (respuestas positivas o negativas
a los acontecimientos diarios). Tanto la felicidad global como la afectiva
comienzan a aumentar alrededor de los cincuenta años, después de haber
decaído a lo largo de la vida adulta, alcanzando su punto más bajo entre los
cuarenta y los cincuenta, (Stone et al. 2010; Blanchflower and Oswald 2008).
El Índice SCL/PRB Index emplea el indicador de satisfacción en la vida, o la
prosperidad, del trabajo Gallup World Poll para medir la felicidad (ver
http://www.gallup.com/poll/122453/Understanding-Gallup-Uses-Cantril-
Scale.aspx). Los que se han clasificado como prósperos basándose en los
datos Gallup World Poll tienen visiones positivas de su situación de vida
presente y también de los próximos cinco años. De acuerdo con los análisis de
Gallup, las personas que han respondido también informan sobre pocos
problemas de salud y una gran capacidad de disfrute e interés en actividades.
Tabla 5 Clasificaciones y puntuaciones de bienestar emocional, por grupo de
edad y país
País 65-74 años 75+ años
Puntuación Rango Puntuación Rango
56
(0-100) (0-100)
Alemania 43 12 44 12
Austria 54 7 51 8
Bélgica 52 8 55 5
Dinamarca 68 3 65 3
España 48 11 46 11
Estados Unidos 75 1 73 1
Francia 51 9 47 9
Grecia 75 1 70 2
Holanda 65 4 59 4
Italia 49 10 47 9
Suecia 56 6 53 6
Suiza 59 5 52 7
6.6. Bienestar emocional global
El bienestar emocional varía ampliamente entre los países del estudio. Ningún
país tiene una sólida puntuación alta ente todos los indicadores. Estados
Unidos está clasificado en lo más alto en los dos grupos de edad. Las
situaciones de los países en este campo son diferentes de lo que podría
esperarse dadas las situaciones en otros campos. Grecia, que habitualmente
se sitúa en las puntuaciones más bajas en otros campos se sitúa muy bien en
éste: está clasificada primera o segunda en los dos grupos de edad arriba en la
Tabla 5. En contraste Alemania, clasificada normalmente en algún lugar central
en otros campos, en éste está repetidamente en los lugares más bajos. Una de
las razones de que Grecia se clasifique tan alto como lo hace en el bienestar
global medido por el Índice SCL/PRB se debe a su representación en el campo
del bienestar emocional.
Los indicadores individuales subyacentes en este campo muestran que
Estados Unidos lo hace tan bien en bienestar emocional porque tiene el
porcentaje más bajo de personas mayores que informan de sentimientos
depresivos y está relativamente bien (entre los cuatro más altos) con una tasa
57
baja de suicidio y un alto porcentaje de prosperidad en ambos grupos. La
clasificación alta de Grecia en este campo se explica por sus bajas tasas de
suicidio en ambos grupos de edad. En contraste Grecia está precaria en el
porcentaje de prosperidad, en el que se clasifica entre los cuatro últimos países
en los dos grupos de edad. Suiza tiene una tasa sorprendentemente alta de
suicidios y sus puntuaciones en este indicador se sitúan en el final (once y doce)
en los dos grupos de edad.
En este campo el resultado de los indicadores subyacentes que miden la
depresión no clínica se acercan mucho a los resultados SHARE que emplean
medidas de depresión clínicas (Ploubidis and Grundy 2009; Castro-Costa et al.
2007). Ente los países europeos los niveles de depresión clínica más bajos
para los grupos mayores se encuentran en Austria, Dinamarca y Suecia y los
más altos están en Francia, Italia y España. De igual forma los resultados de
los indicadores de prosperidad (satisfacción en la vida) resultan coherentes
desde el pasado Gallup World Polls. En particular el alto nivel de satisfacción
entre los mayores daneses es similar a los resultados globales de todos los
adultos en Dinamarca.
La situación relativa de los países en el campo del bienestar emocional en las
personas mayores corresponde esencialmente con las clasificaciones que se
observan en grupo de edad de 50-64. Los países con resultados altos en este
grupo de edad tienen mayores probabilidades de obtener resultados altos en
los grupos de edad mayores. Grecia y Estados Unidos son los dos países que
están más altos en los tres grupos de edad. El resultado es coherente con los
análisis internacionales que han mostrado que la felicidad no decae después
de la mediana edad (Blanchflower and Oswald 2008).
6.2. Análisis de la sensibilidad
58
La media de clasificaciones de Estados Unidos todavía se sitúa en lo más alto
para los grupos de edad de 65-74 y 75+. Los resultados de Estados Unidos en
relación con otros países en el campo de bienestar emocional pueden ser en
parte producto de diferencias culturales en cuanto a la propensión de informar
sobre depresión y suicidios. Si los indicadores de depresión y suicidio se
excluyeran de este campo Estados Unidos se clasificaría cerca de lo más alto,
tercero o segundo en lugar de primero en los grupos de edad de 65-74 y 75+
respectivamente. Si se moviera del primero al segundo en el grupo de edad de
65-74 Suiza podría alcanzar el primer lugar.
6.3. Intervenciones y contexto de la política de salud mental
En una declaración publicada sobre los problemas de la política de salud
mental europea la Federation of the European Academies of Medicine (FEAM
2010) (Federación de Academias Europeas de Medicina), se considera que la
carga de enfermedad mental en la Unión Europea es elevada, pero que se
encuetra abandonada. El estudio destacó nuevos retos en el tratamiento de la
enfermedad mental, uno de los cuales es el envejecimiento progresivo de la
población. Una población envejecida no solo aumenta potencialmente la
incidencia de desórdenes y enfermedades mentales, la discriminación en el
acceso a tratamientos especializados y el aumento del riesgo de interacción
con medicamentos, sino que también dificulta el tratamiento de los pacientes
mayores. FEAM hace un llamamiento para que se aumente la inversión en
investigaciones sobre los mecanismos biológicos que afectan a la salud mental,
se transfieran los resultados de las investigaciones a la práctica y se comparta
la información de los mejores resultados.
El envejecimiento de la población en Estados Unidos alcanza inquietudes y
prioridades similares a los europeos respecto a la prevención y el tratamiento
de desórdenes mentales en personas mayores (Bartels et al. 20005), complica
estos problemas el actual sistema de seguro de salud en los grupos de edad de
65 y mayores. Medicare ha pedido desde siempre que los pacientes paguen
una gran parte del coste de los servicios de base psicológica, más que por las
59
visitas médicas (50 por ciento vs. 20 por ciento). Además, aunque las personas
mayores prefieran recibir diagnósticos y tratamiento en casa o en el lugar
donde reciben otros servicios no clínicos, las políticas de reembolso de
Medicare insisten en los servicios de base clínica.
Para mejorar el bienestar mental de las personas mayores se han establecido
redes de trabajo de apoyo social, promoción de la actividad física y programas
de participación en la comunidad y voluntariado (Jané-Llopis and Gabilondo
2008). En Alemania un proyecto de demostración general establece centros o
casas multigeneracionales. Estos centros alojan en el mismo edificio servicios
como cuidado diario de niños, cuidado geriátrico, cafés y pisos para mayores.
La proximidad de estos servicios no solo proporciona oportunidades de trabajo
y voluntariado para las personas mayores sino que estimula la interacción y en
aprendizaje social entre los grupos de edad. En Alemania el programa Fit for
100 establece un conjunto específico de ejercicios para personas de 80 años y
más en diferentes aspectos como enfermeras domésticas, cuidado diario de
adultos y centros de mayores. El resultado fue la mejora de la salud mental y la
forma física entre los participantes que siguieron el régimen de ejercicios
durante al menos un mes. En el Reino Unido también se ha empezado un
programa de entrenamiento, Walking the way to Health Initiative (WHI), cuyas
evaluaciones muestran una mejora en los resultados de la función emocional.
El éxito de estos programas sugiere que la mejora del bienestar emocional
puede lograrse tanto estableciendo oportunidades para la interacción y la
promoción de la actividad física como dando ejemplos que pueden adaptarse a
otros países.
Resumen y conclusión
El Índice SCL/PRB
El Índice SCL/PRB ayuda en la evaluación del bienestar global de los grupos
de personas mayores de un país con relación a otros y determina qué factores
60
contribuyen al nivel relativo de un país. El Índice resume 12 indicadores clave
de bienestar en las personas mayores en cuatro áreas – bienestar material,
físico, social y emocional. Todos los resultados del Índice, de las áres y de los
indicadores muestran la representación de cada país en relación con la mejor
puntuación observada entre este grupo de 12 países, 11 países europeos y
Estados Unidos.
El sistema de puntuación que se usa en el Índice SCL/PRB se distribuye de
cero a 100. El mejor valor observado para cada indicador entre todos los
países recibe la puntuación de 100. Los resultados de los campos son una
media de los resultados de los indicadores de cada campo. El resultado
(compuesto) del Índice es una media de los resultados de cada campo. En
comparación con los resultados obtenidos con otras metodologías de índices,
la evaluación comparativa contra el mejor resultado produce resultados que
son relativamente fáciles de entender. Para recibir un resultado de 100 por
parte del Índice SCL/PRB un país debe tener el mejor valor en los 12
indicadores. El resultado de EE.UU. de 88 sobre 100 para el grupo de edad
65-74, le pone en lo más alto entre todos estos países, pero todavía es una
puntuación de 88 sobre un posible 100.
El índice SCL/PRB clasifica a Estados Unidos en lo más alto tanto en el grupo
de edad de 65-74 como en el de 75+. Mirando en las cuatro áreas para adultos
de edades de 65-74, Estados Unidos está considerablemente mejor
representado que los otros 11 países en el campo del bienestar social. En el
campo del bienestar emocional Estados Unidos comparte con Grecia la
puntuación más alta para el grupo de 65-74. Estos resultados colocan a
Estados Unidos en lo más alto de la clasificación en bienestar global para el
grupo de 65-74, a pesar de sus posiciones en el área del bienestar físico, en el
que Estados Unidos tiene su peor clasificación en todas las áreas. La poca
diferencia en el rango de resultados en el campo de bienestar físico significa
que una clasificación baja en este campo tiene poco efecto en el resultado del
Índice.
61
En el grupo de edad de 75+ Estados Unidos también se clasifica el primero de
doce en bienestar global, en gran parte a causa de su representación en las
áreas de bienestar social y emocional. Para este grupo de edad Estados
Unidos tiene mejor representación global en las áreas de bienestar físico de la
que tenía en el grupo de edad de 65-74. En general los grupos de EE.UU. de
75+ se beneficiaron de tener menor tasa de obesidad que los grupos de 65-74.
En las áreas de bienestar material y físico Estados Unidos no tenía los
resultados más altos por país, siendo Suiza la más alta clasificada tanto para el
grupo de 65-74 como para el de 75+. En relación con Suiza el ingreso medio
por hogar en Estados Unidos decae de forma más rápida del grupo de 50-64 al
grupo de 75+. En Estados Unidos los ingresos de la seguridad social ayudan a
mantener las tasas de pobreza relativamente bajas, pero los ingresos de la
pensión hacen que en Suiza las personas mayores disfruten de un mejor nivel
económico (Notten and de Neubourg 2007). Basándose en los datos utilizados
en este análisis las tasas de discapacidad son mucho más altas en Estados
Unidos que en Suiza para el grupo de 50-64, pero las tasas convergen para el
grupo de 75+. Esto plantea preguntas sobre el bienestar físico de los grupos de
EE.UU. de 50-64 cuando éstos tengan 75+, sugiriendo que tipo de atención
tendrá que proporcionarse a los resultados en salud en las personas de
mediana edad si, en veinte años, su bienestar será tan bueno como en las
cohortes actuales de 75+ lo es ahora.
Los resultados muestran que los países con niveles globales de bienestar
similares entre las personas mayores pueden tener diferentes ventajas y
enfrentarse a retos distintos para mejorar el bienestar de sus poblaciones
mayores. Por ejemplo, el Índice SCL/PRB sitúa a Dinamarca y Holanda
terceras en bienestar global para el grupo de 65-74, aunque los recursos
económicos de los grupos de población de 65-74 en Holanda superan a los
recursos de ese mismo grupo de edad en Dinamarca. Esto es en gran parte
porque las pensiones de jubilación en Dinamarca no tienen el fuerte efecto de
poder de reducción que tiene el esquema de pensiones en Holanda. Por otro
lado el grupo de edad de 65-74 en Dinamarca disfruta de un compromiso más
activo con la vida y de una visión mental más positiva. A pesar de sus bajas
62
clasificaciones en bienestar global, Italia y España también tienen lecciones
que ofrecer a otros países. Por ejemplo España tiene buenos resultados en
bienestar emocional para personas de edades entre 65-74, e Italia las tiene
relativamente buenas en el campo de la funcionalidad física.
Aunque el Índice SCL/PRB proporciona la primera medida resumen del
bienestar de las personas mayores que es comparable entre países, existen
varias limitaciones que deben considerarse cuando se utilicen los resultados.
Primero, una desventaja de la metodología aplicada para clasificar países en el
Índice SCL/PRB es que es menos sólido para algunos países que tienen
valores extremos en indicadores particulares (valores extremos). Un método
alternativo que clasifica los países basándose en la media de la clasificación de
las puntuaciones de indicadores (en oposición a la media de las puntuaciones
de los indicadores que se usa aquí) es menos susceptible a esos valores
extremos. Los análisis susceptibles hechos con este método alternativo para el
grupo actual de países sugieren que las clasificaciones por país obtenidas con
el Índice SCL/PRB son fuertes en este grupo de países.
Segundo, debido a que el Índice como aquí se presenta describe el bienestar
en la media de personas mayores en los grupos de edad respectivos por cada
país, puede enmascarar diferencias entre las subpoblaciones en cada grupo de
edad. Se incluyen posibles diferencias de género, raza y etnicidad y religión.
Por ejemplo, Estados Unidos en particular tiene una población que es diversa
en raza y en etnia – y probablemente lo sea más en los años venideros. Esta
diversidad está destacada especialmente en términos de actividades
económicas en el transcurso de la vida y puede tener un impacto acumulativo
en el bienestar material y en la salud en edades avanzadas. Las diferencias
raciales y étnicas en muchos indicadores empleados en la construcción de
nuestro Índice suponen un caso poderoso de comparación de bienestar entre
grupos étnicos y raciales en Estados Unidos. Otros países, como Bélgica y
Francia, también tienen importantes minorías étnicas con diferentes
trayectorias vitales económicas y sociales, lo que hace que la construcción de
un índice por grupos étnicos sea de interés potencial en otros países.
63
Tercero, como antes se mencionó, el Índice se basa principalmente en datos
de informes llevados a cabo ente el año 2004 y el 2006, por lo que no recoge el
impacto de la crisis económica global que comenzó en 2007 y la recesión
global que la siguió. Teniendo en cuenta estos cambios en la economía global,
otra ronda de análisis que se base en informes realizados entre los años 2007
y 2009 podría identificar potencialmente los efectos a corto plazo de tales
sucesos en el bienestar de las personas mayores. Una aproximación
semejante a la utilizada para elaborar el Índice SCL/PRB también puede usarse
para valorar el progreso de los países individuales a lo largo del tiempo, bien
realizando una evaluación comparativa de cada país en cada año del mejor
resultado observado en un año de referencia o evaluando comparativamente
cada país con su propio resultado en un año de referencia.
Cuatro, mientras que el Índice se compone de una variedad de indicadores
identificados en trabajos previos, éste debe dejar fuera factores que se
consideran importantes en algunos campos de estudio o en grupos constituidos
específicamente. Como se planteó antes, la selección de indicadores se dictó
no sólo por nuestro marco analítico sino también por la disponibilidad de datos
comparables para todos los países estudiados. Además, era una solución de
compromiso entre el número de indicadores y el número de países que se
incluían. Por ejemplo, el Índice no incluye un indicador de salud cognitiva, que
muchos podrían defender que es una dimensión importante dentro del
bienestar de las personas mayores. Esto se debe a la falta de datos válidos
comparables en los informes que examinamos de todos los países del estudio.
Los retos contabilizados en el proceso de selección de indicadores reflejan la
dificultad de los análisis transnacionales y aumentan la necesidad de mayores
esfuerzos para mejorar las medidas de las comparaciones transnacionales.
Para terminar, el actual Índice sólo examina un grupo selecto de países
occidentales industrializados. El paso lógico siguiente para que el Índice
avance incluye ampliar el Índice para examinar el bienestar de personas
mayores en un grupo de países cultural y social y económicamente más
diverso. Esto podría requerir mayor armonización de los datos entre los países,
incluyendo una cuidada atención a la forma en que se diseñan las muestras de
64
informes y como se generalizan las muestras a la población mayor al completo
de un país.
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Apéndice. Definición de las variables
Todas las variables utilizadas en este estudio para propósitos comparativos se
definen o se recolocan de forma que los valores más altos indican la mejor
situación de un indicador particular. Las fuentes de datos para Estados Unidos
se encuentran en el Health and Retirement Study (HRS) y en el Survey of
Health, Ageing and Retirement in Europe (SHARE) para los países europeos, a
menos que se indique otra cosa. Los autores consideraron los valores de
indicadores utilizando estos conjuntos de bases de datos. A menos que se
refleje otra cosa, los casos en los que faltan datos se sacaron del análisis de
estos indicadores. La mayor parte de las variables usadas para codificar los
doce indicadores tienen una tasa de no-respuesta (porcentaje seleccionable de
personas que responden con respuestas perdidas o rechazadas) de menos del
cinco por ciento, con unas pocas excepciones registradas sobre preguntas
relacionadas con implicaciones y variables que requieren una respuesta válida
a preguntas múltiples.
1. Área de bienestar material
1.1. Renta per capita por hogar: renta media per capita en hogares en los
que viven personas mayores, (PPA, paridad de poder adquisitivo en
dólares)
Los ingresos por hogar son los ingresos personales de todos los miembros de
un hogar, así como el nivel de ingresos por hogar, tales ingresos proceden de
activos tratados conjuntamente y de las partidas sumadas procedentes del
seguro, la pensión y la herencia. Los componentes exactos son diferentes en
los diversos informes. Registramos el ingreso per capita dividiendo los ingresos
totales del hogar por el tamaño de cada hogar entre los que responden.
Convertimos el ingreso per capita por hogar en dólares PPP utilizando la Penn
72
World Table (Versión 6.3), publicada por el Center for International
Comparisons of Production, Income, and Prices at the University of
Pennsylvania. Entre el 50 y el 70 por ciento de los que responden en cada país
tiene los ingresos por hogar legal con datos parciales (entre paréntesis) o
perdidos por hogar. Las respuestas legales a estas preguntas se incluyen en
los ficheros de datos del proyecto SHARE project and RAND HRS. (Para
detaller ver Börsch-Supan and Jürges, Chapter 10 at http://www.share-
project.org/t3/share/uploads/tx_sharepublications/SHARE_BOOK_METHODOL
OGY_Wave1.pdf and
http://www.rand.org/labor/aging/dataprod/fattable/doc/incwlth06f2a.pdf)
a. Fuera de la pobreza absoluta: porcentaje de personas mayores
que viven en o sobre el umbral de la pobreza (se mide la moneda
local equivalente al umbral de la pobreza de EE.UU. en un año
determinado)
Definimos la pobreza absoluta como la renta por hogar por debajo del umbral
de la pobreza para un tamaño de hogar determinado en un año concreto, como
lo define la Office of Management and Budget de EE. UU. Empleamos la media
compensada de umbrales para un tamaño de hogar específico sin considerar la
composición por edad de los miembros del hogar. Ajustamos los umbrales de
pobreza usando los factores de conversión PPP de la Penn World Table
(Versión 6.3) publicados por el Center of International Comparisions of
Production, Income and Prices en la Universidad de Pennsylvania. Como los
datos de ingresos disponibles en los informes se refieren a los del año anterior,
aplicamos los umbrales del año anterior para la medición del año (p.e. 2004
para SHARE y 2005 para HRS). La renta por hogar es un aporte fundamental
en el cálculo de esta variable, y del 50 al 70 por ciento de los que responden
cada país tienen valores legales para esta variable. Las respuestas legales a
esta pregunta se obtienen de ficheros de bases de datos del proyecto SHARE y
RAND HRS. (Para detalles ver Börsch-Supan and Jürges, Chapter 10 at
http://www.share-
project.org/t3/share/uploads/tx_sharepublications/SHARE_BOOK_METHODOL
73
OGY_Wave1.pdf and RAND (2006)
http://www.rand.org/labor/aging/dataprod/fattable/doc/incwlth06f2a.pdf)
2. Área de bienestar físico
2.1 Personas mayores libres de discapacidad: Porcentaje de personas
mayores que no tienen dificultad en el desarrollo de actividades de la vida
diaria (Activities of Daily Living, ADL) como vestirse, bañarse, comer,
entrar o salir de la cama, o usar el baño
Medimos la discapacidad usando niveles de dificultad para realizar un conjunto
de actividades básicas en la vida diaria (AVD) por un problema físico, mental,
emocional o de memoria. Éstos son indicativos en los que es posible encontrar
necesidades del propio cuidado personal. Definimos las personas mayores sin
discapacidad si éstas no informan sobre dificultades en la realización de los
cinco AVD: vestirse, bañarse, comer, entrar y salir de la cama y usar el baño. A
las personas que responden se les pidió que excluyeran las dificultades
esperadas en menos de tres meses. Estas preguntas no responden a si los
preguntados requerían alguna asistencia (p.e. ayuda personal o una ayuda
técnica) para realizar estas actividades. En consecuencia, entre las personas
que se considera que no tienen limitación se pueden incluir las que realizan
determinadas actividades concretas únicamente con alguna asistencia. Hemos
excluido a las personas que notificaron que habitualmente no llevaban a cabo
determinada actividad. El número de personas que no respondieron a cada una
de las preguntas que contribuyen a este indicador fue de menos del cinco por
ciento.
2.2 Vida independiente: Porcentaje de personas mayores que no tienen
dificultad para autoadministrarse medicación
No tener dificultad en la toma de medicamentos es una de las actividades
instrumentales de la vida diaria (AIVD) necesarias para que las personas vivan
independientes dentro de una comunidad. Medimos la capacidad de vivir
independientes empleando la pregunta sobre la toma de medicamentos, ya que
74
fue la única pregunta de la medición AIVD que se hizo de forma sistemática en
todos los informes de este estudio. Las personas que respondieron lo hicieron
a la pregunta de si tenían alguna dificultad en la toma de medicamentos debida
a algún problema físico, mental, emocional o de memoria, excluyendo las
dificultades que se podrían esperar en menos de tres meses. Excluimos a las
personas que informaron de que no tomaban ninguna medicación. El número
de los que no respondieron a esta pregunta acerca de la dificultad en la toma
de medicamentos es menos del cinco por ciento en cada informe.
2.3 Personas sin limitaciones funcionales: Porcentaje de personas
mayores que no tienen dificultades para caminar en un trayecto corto.
Aunque en los informes se preguntó sobre varias cuestiones referidas a la
funcionalidad física, nosotros medimos la capacidad funcional empleando la
pregunta de si tenían alguna dificultad para caminar en el recorrido de una
manzana en la ciudad, ya que fue la que se respondió en la mayoría de los
informes del estudio. Los informes pidieron a los preguntados que excluyeran
las dificultades que se podrían esperar en menos de tres meses. En el SHARE
la distancia se especificó como 100 metros. El número de los que no
respondieron a esta pregunta acerca de la dificultad en caminar es de menos
del cinco por ciento en cada informe.
2.4 Esperanza de vida en las personas mayores: La media de vida
restante a una determinada edad, asumiendo que los niveles de
mortalidad a una edad específica permanecen constantes.
Los datos proceden de las tablas nacionales de vida abreviadas de grupos de
edad para cinco años disponibles en el WHO Statistical Information System
(WHOSIS), disponibles online en
http://apps.who.int/whosis/database/life_tables/life_tables.cfm. Las tablas están
disponibles para los años 1990, 2000 y 2006. Hemos usado las tablas de vida
de 2006 para todos los países. En nuestro análisis presentamos la esperanza
de vida a edades de 50-54 para el grupo de edad de 50-64. Igualmente
presentamos la esperanza de vida a las edades de 65-69 para el grupo de
75
edad de 65-74 y los de edades de 75-79 para el grupo de edad de 75 y más. La
definición de esperanza de vida es el número medio de años adicionales que
personas de un grupo determinado de edad de cinco años puede esperar vivir
si los niveles de mortalidad actuales observados en las edades del grupo
superior a éste continúan durante el resto de sus vidas.
2.5 Personas sin obesidad: Porcentaje de personas mayores con el Body
Mass Index (BMI) (Índice de masa corporal) menor de 30.
Evaluamos la presencia de obesidad usando el Body Mass Index (BMI) (Índice
de masa corporal) que se define como el peso en kilogramos dividido por el
cuadrado de la altura en metros (kg/m2). Clasificamos como no obesos a los
que tienen el BMI por debajo de 30. Usamos el umbral más alto de BMI para no
obesos en lugar de la definición usual para alumnos BMI por debajo de 25)
porque una masa corporal ligeramente más alta tiende a resultar protectora en
las personas mayores, especialmente en los de más de 65 años. El número de
no respuestas para la pregunta del BMI es menos del cinco por ciento en cada
informe.
3. Área de bienestar social
3.1 Conectados socialmente: Porcentaje de personas mayores que están
empleados o participando en al menos una actividad u organización
social en el último año (p.e. trabajo voluntario formal, organizaciones
políticas/religiosas).
Definimos la conexión social tanto para estar empleado como para estar
comprometido con algún trabajo voluntario formal o actividades organizadas en
clubes, organizaciones o sociedades en el último año. La lista de clubes,
organizaciones y sociedades mencionadas específicamente en este
cuestionario varía según los países. El HRS preguntó sobre el compromiso con
el trabajo voluntario y la asistencia a servicios religiosos, o las reuniones o
programas de grupos, clubes u organizaciones a los que pertenecían los
preguntados. El SHARE preguntó si los entrevistados estaban comprometidos
76
con trabajos voluntarios, clubes u organizaciones políticas o religiosas en el
último mes. El De igual modo el número de no respuestas para las preguntas
referidas a la comunidad, la religión u otras actividades es de menos del cinco
por ciento tanto por país en el SHARE y para Estados Unidos en el HRS.
3.2 Contacto con niños: Porcentaje de personas mayores que tienen
contacto con al menos un niño en el último año.
Definimos a personas mayores que tienen contacto con niños como las
personas que viven o están en contacto con al menos un niño mediante alguna
forma de relación en el último año- en persona, por teléfono, por email o por
correo postal-. Incluimos a las personas mayores preguntadas que no viven
con niños en el denominador del indicador. En el informe SHARE se pregunta a
un miembro de cada familia sobre el número de niños que tienen él/ella y su
pareja, incluyendo hijastros y niños adoptados, y sobre el contacto con más de
cuatro de sus niños en el último año. El número de no repuestas está por
debajo del cinco por ciento en todos los países SHARE así como en el HRS en
Estados Unidos.
4. Área de bienestar emocional
4.1. Personas sin depresión: porcentaje de personas mayores que no se
han sentido deprimidas en el último mes (no definidos clínicamente).
Medimos la depresión mediante un indicador no clínico de si/no de los
sentimientos de las personas-si se han sentido tristes o deprimidos en el último
mes. El HRS preguntó si se habían sentido o no muy deprimidos durante la
semana previa a la entrevista. El número de no respuestas a la pregunta
acerca de la depresión es de menos del cinco por ciento en cada uno de los
informes.
4.2. Tasa de suicidio: Número de muertes por suicidio y daños
autoinducidos por 100.000 personas en el grupo de edad correspondiente
(código inverso).
77
Calculamos este indicador dividiendo el número de personas de un
determinado grupo de edad que murieron por suicidio o por daños
autoinducidos en un año concreto por la población de ese mismo grupo de
edad, multiplicando ese resultado por 100.000. Invertimos la escala
multiplicando la tasa por (-1) de modo que los resultados más altos indican el
nivel más bajo de riesgo de suicidio. Los datos proceden de WHO Mortality
Tables, “Tabla 1: Número de muertes registradas”. Esta tabla informa sobre el
número de muertes registradas por causa, sexo y edad. También se
proporcionan los datos de población y nacimiento de vida y se han utilizado
para calcular las tasas de muerte. Para cada país hemos elegido el año más
cercano al que corresponde al año del informe de los datos utilizados en este
análisis (p.e. 2006 para HRS y 2004 para SHARE)
4.3. Prosperidad: Porcentaje de personas mayores prósperas, o que están
satisfechas con su vida actual y con sus perspectivas futuras.
El informe Gallup World Poll emplea la Cantril Self-Anchoring Striving Scale
para clasificar a los preguntados en función de si se sienten “prósperos”
“agobiados” o “sufriendo”. El informe pregunta para tasar su vida actual y sus
próximos cinco años desde el momento indicando si permanecen arriba o abajo.
Lo más alto representa la mejor vida posible y lo más bajo la peor vida posible.
Lo más bajo y lo más alto se numera de 0 a 10. Los clasificados como
prósperos tienen visiones positivas de su situación de vida actual- situando su
vida presente en la posición séptima o más alta. La clasificación de prosperidad
se basa en las respuestas a dos preguntas, de las que se obtiene una tasa de
no respuesta del 11 al 40 por ciento para personas de edades de 50 y más en
cada país.
78
79
Apéndice B – Tablas de resultados del Índice SCL/PRB Tabla 1.1. Valores de los indicadores del Índice SCL/PRB, Personas mayores. Edad 50-64 País Bienestar material Bienestar físico Bienestar social Bienestar emocional Nivel
medio de ingresos familiares per cápita (PPA)
No en situación de pobreza absoluta (%)
Sin discapacidad (%)
Sin dificultad para autoadministrarse medicación (%)
Sin limitaciones funcionales (%)
Esperanza de vida para personas mayores
Sin obesidad
Relacionados socialmente
Contacto con niños (%)
Sin depresión (%)
Tasa de suicidio por cada 100.000 (código invertido)
Autosatisfacción (%)
Austria 18,033 85.5 88.3 99.8 96.2 31.9 76.6 66.0 85.9 69.9 -22.9 48.3 Bélgica 16,863 86.2 85.7 99.5 95.4 31.5 79.7 65.5 90.1 62.7 -27.0 55.9 Dinamarca 27,100 96.7 86.9 99.6 96.4 30.5 84.8 82.0 90.5 68.0 -18.8 83.6 Francia 17,241 84.9 89.4 99.7 97.1 32.9 82.4 69.4 92.5 51.8 -22.3 44.6 Alemania 21,406 84.9 90.7 99.6 95.7 31.6 83.8 75.0 81.7 62.4 -17.5 32.5 Grecia 9,994 73.9 91.1 99.2 96.4 31.9 79.6 72.7 87.4 71.3 -3.6 27.9 Italia 12,716 81.3 91.3 98.9 95.0 32.9 81.8 52.1 86.5 58.8 -8.7 42.4 Países Bajos 20,758 89.4 87.5 99.8 95.5 31.6 84.0 77.1 88.2 67.5 -13.6 56.0 España 9,069 69.7 86.5 99.1 93.9 32.7 74.2 61.9 87.4 63.6 -9.4 42.7 Suecia 22,671 96.8 89.7 99.8 97.7 32.4 84.7 84.3 91.6 65.6 -18.8 64.4 Suiza 29,185 86.1 93.0 99.8 97.4 33.5 85.4 89.5 86.2 60.4 -25.3 59.0 Estados Unidos
26,900 92.2 88.4 97.8 90.1 31.0 65.3 92.3 90.0 84.0 -13.8 64.4
80
Tabla 1.2. Puntuaciones por países del Indice SCL/PRB, áreas e indicadores. Personas mayores. Edad 50-64 País
Índice SCL/PRB
Bienestar material Bienestar físico Bienestar social Bienestar emocional Area Indicador Area Indicador Area Area Indicador
Nivel medio de ingresos
No en situación de pobreza absoluta (%)
Sin discapacidad (%)
Sin dificultad para autoadministrarse medicación (%)
Sin limitaciones funcionales (%)
Esperanza de vida para personas mayores
Sin obesidad
Relacionados socialmente
Contacto con niños (%)
Sin depresión (%)
Tasa de suicidio por cada 100.000 (código invertido)
Autosatisfacción (%)
Austria 76 75 62 88 96 95 100 98 95 90 82 72 93 52 83 16 58 Bélgica 76 73 58 89 95 92 100 98 94 93 84 71 97 52 75 13 67 Dinamarca
88 96 93 100 96 93 100 99 91 99 93 89 98 67 81 19 100
Francia 76 73 59 88 98 96 100 99 98 96 88 75 100 44 62 16 53 Alemania 77 81 73 88 98 98 100 98 94 98 85 81 88 45 74 21 39 Grecia 78 55 34 76 97 98 99 99 95 93 87 79 94 73 85 100 33 Italia 73 64 44 84 98 98 99 97 98 96 75 56 94 54 70 41 51 Países Bajos
82 82 71 92 97 94 100 98 94 98 89 84 95 58 80 26 67
España 71 52 31 72 95 93 99 96 98 87 81 67 94 55 76 38 51 Suecia 85 89 78 100 98 96 100 100 97 99 95 91 99 58 78 19 77 Suiza 85 94 100 89 100 100 100 100 100 100 95 97 93 52 72 14 71 Estados Unidos
88 94 92 95 91 95 98 92 93 76 99 100 97 68 100 26 77
Nota: Las puntuaciones se han redondeado al número entero más cercano al elaborar las puntuaciones de cada área y también para elaborar en índice general.
81
Tabla 1.3. Clasificación de los países en el índice SCL/PRB, áreas e indicadores, Personas mayores. Edad: 50-64 País
Índice SCL/PRB
Bienestar material Bienestar físico Bienestar social Bienestar emocional Area Indicador Area Indicador Area Area Indicador
Nivel medio de ingresos
No en situación de pobreza absoluta (%)
Sin discapacidad (%)
Sin dificultad para autoadministrarse medicación (%)
Sin limitaciones funcionales (%)
Esperanza de vida para personas mayores
Sin obesidad
Relacionados socialmente
Contacto con niños (%)
Sin depresión (%)
Tasa de suicidio por cada 100.000 (código invertido)
Autosatisfacción (%)
Austria 8 7 7 7 8 7 1 6 6 10 10 9 10 8 3 9 7 Bélgica 8 8 9 5 10 12 1 6 8 8 9 10 4 8 8 12 5 Dinamarca
1 1 2 1 8 10 1 3 12 2 4 4 3 3 4 7 1
Francia 8 8 8 7 2 5 1 3 2 6 6 8 1 12 12 9 8 Alemania 7 6 5 7 2 2 1 6 8 5 8 6 12 11 9 6 11 Grecia 6 11 11 11 6 2 9 3 6 9 7 7 7 1 2 1 12 Italia 11 10 10 10 2 2 9 10 2 7 12 12 7 7 11 2 9 Países Bajos
5 5 6 4 6 9 1 6 8 4 5 5 6 4 5 4 5
España 12 12 12 12 10 10 9 11 2 11 11 11 7 6 7 3 9 Suecia 3 4 4 1 2 5 1 1 5 3 2 3 2 4 6 7 2 Suiza 3 2 1 5 1 1 1 1 1 1 2 2 10 8 10 11 4 Estados Unidos
1 2 3 3 12 7 12 12 11 12 1 1 4 2 1 4 2
82
Tabla 2.1. Valores de los indicadores del Índice SCL/PRB, Personas mayores. Edad: 65-74 País
Bienestar material Bienestar físico Bienestar social Bienestar emocional Nivel medio de ingresos por hogar (PPA)
No en situación de pobreza absoluta (%)
Sin discapacidad (%)
Sin dificultad para autoadministrarse medicación (%)
Sin limitaciones funcionales (%)
Esperanza de vida para personas mayores
Sin obesidad (%)
Relacionados socialmente (%)
Contacto con niños (%)
Sin depresión (%)
Tasa de suicidio por cada 100.000 (código invertido)
Autosatisfacción (%)
Austria 20,304 93.0 80.5 99.2 93.4 19.2 80.4 39.5 86.0 70.2 -30.3 46.4 Bélgica 15,372 91.6 77.5 99.5 91.0 18.9 80.6 39.2 88.7 65.9 -23.4 41.8 Dinamarca 16,196 96.1 81.5 98.5 92.4 18.0 82.7 57.1 90.0 70.2 -20.8 72.9 Francia 18,367 91.4 80.2 98.9 90.6 20.5 83.2 34.0 89.5 55.7 -23.3 49.2 Alemania 18,521 92.2 82.6 98.4 90.2 18.9 78.9 41.6 85.3 62.6 -18.6 22.8 Grecia 10,308 72.5 75.4 98.0 89.4 18.9 80.1 56.8 89.6 66.3 -4.9 34.4 Italia 12,741 78.6 81.3 98.3 86.2 19.8 80.8 20.9 85.7 55.6 -10.7 27.5 Países Bajos 22,782 95.2 81.2 99.3 90.3 18.7 82.6 47.2 88.8 66.1 -8.2 42.9 España 9,518 69.8 74.1 98.3 87.5 19.8 71.9 24.1 88.2 57.6 -13.1 29.2 Suecia 21,291 96.6 82.9 99.4 95.2 19.3 84.1 49.5 89.7 67.5 -18.1 46.7 Suiza 27,499 95.0 88.6 100.0 96.5 20.4 86.1 61.2 87.4 63.4 -26.6 62.5 Estados Unidos
20,490 92.8 86.8 97.8 87.1 18.8 69.3 85.5 93.4 86.4 -12.5 62.1
83
Tabla 2.2. Puntuaciones por países del Índice SCL/PRB, áreas e indicadores. Personas mayores. Edad: 65-74 País
Índice SCL/PRB
Bienestar material Bienestar físico Bienestar social Bienestar emocional Área Indicador Área Indicador Área Área Indicador
Nivel medio de ingresos por hogar (PPA)
No en situación de pobreza absoluta (%)
Sin discapacidad (%)
Sin dificultad para autoadministrarse medicación (%)
Sin limitaciones funcionales (%)
Esperanza de vida para personas mayores
Sin obesidad
Relacionados socialmente
Contacto con niños (%)
Sin depresión (%)
Tasa de suicidio por cada 100.000 (código invertido)
Autosatisfacción (%)
Austria 76 85 74 96 95 91 99 97 94 93 69 46 92 54 81 16 64 Bélgica 73 75 56 95 93 87 100 94 92 94 70 46 95 52 76 21 57 Dinamarca
81 79 59 99 94 92 99 96 88 96 82 67 96 68 81 24 100
Francia 74 81 67 95 96 91 99 94 100 97 68 40 96 51 64 21 67 Alemania 72 81 67 95 94 93 98 93 92 92 70 49 91 43 72 26 31 Grecia 76 56 37 75 92 85 98 93 92 93 81 66 96 75 77 100 47 Italia 66 64 46 81 94 92 98 89 97 94 58 24 92 49 64 46 38 Países Bajos
81 91 83 99 94 92 99 94 91 96 75 55 95 65 77 60 59
España 63 53 35 72 91 84 98 91 97 84 61 28 94 48 67 37 40 Suecia 80 89 77 100 97 94 99 99 94 98 77 58 96 56 78 27 64 Suiza 85 99 100 98 100 100 100 100 100 100 83 72 94 59 73 18 86 Estados Unidos
88 85 75 96 92 98 98 90 92 80 100 100 100 75 100 39 85
84
Tabla 2.3. Clasificación de los países en el índice SCL/PRB, áreas e indicadores, Personas mayores. Edad: 65-74 País
Índice SCL/PRB
Bienestar material Bienestar físico Bienestar social Bienestar emocional Área Indicador Área Indicador Área Área Indicador
xNivel medio de ingresos por hogar (PPA)
No en situación de pobreza absoluta (%)
Sin discapacidad (%)
Sin dificultad para autoadministrarse medicación (%)
Sin limitaciones funcionales (%)
Esperanza de vida para personas mayores
Sin obesidad
Relacionados socialmente
Contacto con niños (%)
Sin depresión (%)
Tasa de suicidio por cada 100.000 (código invertido)
Autosatisfacción (%)
Austria 6 4 5 5 4 8 3 3 5 8 9 8 10 7 2 12 5 Bélgica 9 9 9 7 9 10 1 5 7 7 7 8 6 8 7 9 8 Dinamarca
3 8 8 2 5 5 3 4 12 4 3 3 2 3 2 8 1
Francia 8 6 6 7 3 8 3 5 1 3 10 10 2 9 11 9 4 Alemania 10 6 6 7 5 4 8 8 7 10 7 7 12 12 9 7 12 Grecia 6 11 11 11 10 11 8 8 7 9 4 4 2 1 5 1 9 Italia 11 10 10 10 5 5 8 12 3 6 12 12 10 10 11 3 11 Países Bajos
3 2 2 2 5 5 3 5 11 5 6 6 6 4 5 2 7
España 12 12 12 12 12 12 8 10 3 11 11 11 8 11 10 5 10 Suecia 5 3 3 1 2 3 3 2 5 2 5 5 2 6 4 6 5 Suiza 2 1 1 4 1 1 1 1 1 1 2 2 8 5 8 11 2 Estados Unidos
1 4 4 5 10 2 8 11 7 12 1 1 1 1 1 4 3
85
Tabla 3.1. Valores de los indicadores del Índice SCL/PRB, Personas mayores. Edad: 75 y más País
Bienestar material Bienestar físico Bienestar social Bienestar emocional Nivel medio de ingresos por hogar (PPA)
No en situación de pobreza absoluta (%)
Sin discapacidad (%)
Sin dificultad para autoadministrarse medicación (%)
Sin limitaciones funcionales (%)
Esperanza de vida para personas mayores
Sin obesidad (%)
Relacionados socialmente (%)
Contacto con niños (%)
Sin depresión (%)
Tasa de suicidio por cada 100.000 (código invertido)
Autosatisfacción (%)
Austria 18,600 92.2 56.9 97.4 81.0 11.8 86.0 27.1 80.5 66.2 -42.2 37.8 Bélgica 14,921 88.1 51.5 94.7 72.0 11.6 80.5 27.1 84.7 56.8 -39.7 52.1 Dinamarca 14,050 91.5 55.7 91.8 77.1 11.2 88.0 35.8 86.6 63.2 -34.3 64.3 Francia 17,590 87.4 51.6 91.2 70.5 13.0 85.0 25.5 81.6 53.9 -35.0 36.9 Alemania 16,170 86.9 57.7 94.5 71.8 11.6 84.3 25.5 85.7 49.1 -29.7 33.4 Grecia 8,972 58.5 49.4 92.3 67.2 11.3 82.1 47.5 89.7 53.7 -6.3 28.7 Italia 12,073 70.4 54.7 92.0 69.2 12.3 85.1 10.4 83.8 50.7 -16.1 26.1 Países Bajos 21,378 96.8 60.7 94.9 74.5 11.4 86.7 32.2 86.7 62.2 -14.0 36.7 España 8,005 54.5 47.6 88.3 65.0 12.2 67.1 19.9 84.8 49.4 -20.4 30.6 Suecia 15,896 90.8 55.4 89.6 79.4 11.9 86.4 30.5 86.5 64.5 -19.1 30.5 Suiza 22,021 97.5 75.2 97.5 92.6 12.7 85.5 40.1 87.2 54.8 -47.8 48.6 Estados Unidos
17,464 90.6 74.0 92.5 74.1 11.9 82.0 79.5 91.4 83.1 -16.8 51.6
86
Tabla 3.2. Puntuaciones por países del Índice SCL/PRB, áreas e indicadores. Personas mayores. Edad: 75 y más País
Índice SCL/PRB
Bienestar material Bienestar físico Bienestar social Bienestar emocional Área Indicador Área Indicador Área Área Indicador
Nivel medio de ingresos
No en situación de pobreza absoluta (%)
Sin discapacidad (%)
Sin dificultad para autoadministrarse medicación (%)
Sin limitaciones funcionales (%)
Esperanza de vida para personas mayores
Sin obesidad
Relacionados socialmente
Contacto con niños (%)
Sin depresión (%)
Tasa de suicidio por cada 100.000 (código invertido)
Autosatisfacción (%)
Austria 73 90 84 95 90 76 100 87 91 98 61 34 88 51 80 15 59 Bélgica 71 79 68 90 85 68 97 78 89 91 63 34 93 55 68 16 81 Dinamarca
75 79 64 94 87 74 94 83 86 100 70 45 95 65 76 18 100
Francia 70 85 80 90 87 69 94 76 100 97 61 32 89 47 65 18 57 Alemania 69 81 73 89 87 77 97 78 89 96 63 32 94 44 59 21 52 Grecia 71 50 41 60 83 66 95 73 87 93 79 60 98 70 65 100 45 Italia 63 64 55 72 87 73 94 75 95 97 52 13 92 47 61 39 41 Países Bajos
79 98 97 99 89 81 97 80 88 99 68 41 95 59 75 45 57
España 58 46 36 56 79 63 91 70 94 76 59 25 93 46 59 31 48 Suecia 73 83 72 93 88 74 92 86 92 98 67 38 95 53 78 33 47 Suiza 81 100 100 100 99 100 100 100 98 97 73 50 95 52 66 13 76 Estados Unidos
88 86 79 93 92 98 95 80 92 93 100 100 100 73 100 38 80
87
Tabla 3.3. Clasificación de los países en el índice SCL/PRB, áreas e indicadores, Personas mayores. Edad: 75 y más País
Índice SCL/PRB
Bienestar material Bienestar físico Bienestar social Bienestar emocional Área Indicador Área Indicador Área Área Indicador
Nivel medio de ingresos
No en situación de pobreza absoluta (%)
Sin discapacidad (%)
Sin dificultad para autoadministrarse medicación (%)
Sin limitaciones funcionales (%)
Esperanza de vida para personas mayores
Sin obesidad
Relacionados socialmente
Contacto con niños (%)
Sin depresión (%)
Tasa de suicidio por cada 100.000 (código invertido)
Autosatisfacción (%)
Austria 5 3 3 3 3 5 1 2 7 4 9 7 12 8 2 11 5 Bélgica 7 8 8 7 10 10 3 7 8 11 7 7 8 5 6 10 2 Dinamarca
4 8 9 4 5 6 8 4 12 1 4 4 3 3 4 8 1
Francia 9 5 4 7 7 9 8 9 1 7 9 9 11 9 8 8 6 Alemania 10 7 6 9 7 4 3 7 8 8 7 9 7 12 11 7 8 Grecia 7 11 11 11 11 11 6 11 11 9 2 2 2 2 8 1 11 Italia 11 10 10 10 7 8 8 10 3 6 12 12 10 9 10 3 12 Países Bajos
3 2 2 2 4 3 3 5 10 2 5 5 3 4 5 2 6
España 12 12 12 12 12 12 12 12 4 12 11 11 8 11 11 6 9 Suecia 5 6 7 5 5 6 11 3 5 3 6 6 3 6 3 5 10 Suiza 2 1 1 1 1 1 1 1 2 5 3 3 3 7 7 12 4 Estados Unidos
1 4 5 5 2 2 6 5 5 10 1 1 1 1 1 4 3
88
Apéndice C– Análisis de auto-percepción y tablas Tabla 1. Puntuación media en todas las áreas, adultos mayores. Edad: 50-64 País Puntuación
media en de todas las s
Puntuación media de los indicadores en cada
Bienestar material
Bienestar Físico
Bienestar Social
Bienestar emocional
Austria 7 7 6 10 6 Bélgica 7 7 7 7 7 Dinamarca 4 2 6 4 4 Francia 6 8 3 5 7
Alemania 7 6 4 9 7
Grecia 7 11 6 7 5 Italia 8 10 6 10 5
Países Bajos 5 5 6 6 4
España 9 12 9 9 5 Suecia 3 3 3 3 4
Suiza 4 3 1 6 6
Estados Unidos 5 3 11 3 3
89
Tabla 2. Puntuación media en todas las áreas, adultos mayores. Edad: 65-74 País Puntuación
media en de todas las s
Puntuación media de los indicadores en cada
Bienestar material
Bienestar Físico
Bienestar Social
Bienestar emocional
Austria 6 5 5 9 6 Bélgica 7 8 6 7 8 Dinamarca 5 5 6 3 4 Francia 6 7 4 6 8
Alemania 8 7 7 10 9
Grecia 7 11 9 3 5 Italia 9 10 7 11 8
Países Bajos 5 2 6 6 5
España 10 12 9 10 8 Suecia 4 2 3 4 5
Suiza 4 3 1 5 7
Estados Unidos 4 5 8 1 3
90
Tabla 3. Puntuación media en todas las áreas, adultos mayores. Edad: 75 y más País Puntuación
media en de todas las s
Puntuación media de los indicadores en cada
Bienestar material
Bienestar Físico
Bienestar Social
Bienestar emocional
Austria 6 3 4 10 6 Bélgica 8 8 8 8 6 Dinamarca 5 7 6 4 4 Francia 8 6 7 10 7
Alemania 8 8 6 8 9
Grecia 8 11 10 2 7
Italia 9 10 7 11 8
Países Bajos 4 2 5 4 4
España 10 12 10 10 9 Suecia 6 6 6 5 6
Suiza 4 1 2 3 8
Estados Unidos 4 5 6 1 3
91
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