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7/23/2019 Perdidas en El Espacio. ASUN BERNRDEZ
1/8
PERDID S EN EL ESP CIO
Formas de ocupar recorrer y representar
lo s
lugares
oordin cin de SU NBERNRDEZ
H U E R
F I E R R O
e itores
7/23/2019 Perdidas en El Espacio. ASUN BERNRDEZ
2/8
ESPACIO EXPRESIVO Y CUERPO
EXTREMO UNA EXPERIENCIA
DEL LMITE
A S U N B E R N R D E Z
L A
R E F L E X I N S O R E
E L
C U E R P O
se ha convertido en una
constante contradictoria
y no
uniforme porque pensar
en
e l
cuerpo nos conduce a un labe rinto de posiciones teoras
manifestaciones artsticas y has ta intereses econmicos
qu e dominan
la
corporalidad
qu e
habitamos.
El us o de la
imagen de l cuerpo en lapublicidad e l arte la prensa o e n
e l
cine
no ha
hec ho
ms que
au mentar nuestro desasosiego
ante un cuerpo humano qu e sabemos e n plena reestructu-
racin yreconstruccin po r cientficos e ingenieros.
Hoy la ciencia n os anuncia qu eciertas mquinas puede n
hacer prescindir al serh u m a n od e su srganos que la vida
puede prolongarse cua ndola mente h adejadode
funcionar
que es posible clonar seres humanos fabricar piel artifi-
cial manipular
e l
sistema gentico
que no
existen dos
sino tres cuatro
o
incluso cinco gneros
o que
existen
virus
raciales
artistas
que se comportan dentro de un pro-
grama de ordenador como si tuviera n vida propia au torre-
plicndose interactuando y transmitindose de padres a
hijos algoas como informacin gentica1. Con todo esto
1
Vid. l
Pas
del 14 de m ay ode 1998.
31
7/23/2019 Perdidas en El Espacio. ASUN BERNRDEZ
3/8
la
mayora
de los
valores
m s
arraigados
en
nuestra cultu-
ra
se estn poniendo en duda: oposiciones tradicionales
como
vida/muerte
femenino/masculino animal/humanoe
incluso orgnico/inorgnico debern
ser
reelaboradas;
de
tal
manera
que la
superacin
de
estas dicotomas tradicio-
nales
parece
ser lo que une diversas manifestaciones arts-ticas estticas
e
incluso cientficas
de lo que
llamamos
postmodernidad. Este texto se propone analizar cmo a lo
largo del siglo hemos
generado
imgenes profundamente
contradicorias
de la corporalidad ya que la veneracin de
la
juventud
y la
belleza
en los
medios
de
com unicacin
corre paralela a una ferocidad autodestructiva del cuerpo
humano
en l
arte: fragmentacin irracionalidad
y
morbo-
sidad son
algunos
de los
adjetivos
que podemos
otorgar
a
la obra de
ciertos
artistas que han tratado el cuerpo huma-
no
de una
manera violenta para hacernos despertar
de ese
sueo de la razn de
poseer
un cuerpo que ignore la muer-
te y el
sufrimiento. Esta reivindicacin
de la
corporalidad
desde
s u
vertiente
m s
trgica
y
perecedera podra
ser
tam-
bin la base de manifestaciones aparentemente ms bana-
les que consideramos
fruto
de las modas juveniles como la
escarificacin
el
tatuaje
el piercing
etctera.
El cuerpo como valor histricamente determinado
El
cuerpo
no es un
simple objeto natural sino
un
valor
producido por el entorno cultural y fsico. La cultura occi-
dental ha
producido
la
imagen
del ser
human o escindido
en
alma y
cuerpo. Esta divisin
que
durante siglos
h a
resulta-
do tan natural se gener al rededor del siglo V antes de
nuestra
era. La Grecia arcaica no
conoca
l a
fractura
entre
alma-cuerpo
sino
que
ste comprenda varias cosas:
el
soma que
significa
cuerpo pero que en realidad quera
decir cadver;e l Demsquehaca alusin a la aparien-
cia externad el
individuo como
un
todo compuesto
de
par-
tes y e l Chrs que
remita
a l a
exterioridad
m s
visible:
l a
piel.El
cuerpo
humano era
deficiente
y
fragmentario pero
travs
de l era
posible
la
relacin
con los
dioses
que
poseanun cuerpo pleno y
perpetuo.
La
concepcin
del ser
32
humano como ser escindido entre alma y cuerpo se inici
en
la pocaClsicacon Scrates. En el Fednse habla del
alma como algo que habita temporalmente el cuerpo y
luego lo abandona porque es inmortal. Platn va ms all
al
asegurar que la perfeccin est en con seguir la sumisin
del
cuerpo para
que el
alma siempre amenazada
por los
sentidos y las pasiones violentas pueda elevarse hacia
estadios superiores: el cuerpo comenz a pensarse como
una
tumba
la
prisin
de l
alma. Estas ideas pasarn prcti-
camente in tactas al cristianismo que con las m etforas cor-
porales como
e l
Cuerpo
de
Cristo o la Cabeza
de la
Iglesia
genera
una
imagen
de lo
corporal como
el
habit-
culo de la divinidad y que por lo tanto tiene que ser con-
tinuamente
purificado limpiado para hacerlo digno
de
Dios.
As
se
produce
de
nuevo
una
escisin radical pero
esta vez sobre el propio cuerpo: se reconoce la existencia
de un
cuerpo fsico escindido.
Por una
parte
lo
carnal
lo
pasional
que
debe
ser
controlado
y
purificado
en
eras
de
un
cuerpo purificado
qu e
albergue
con
dignidad
la
presen-
cia de
Dios. Esta sacralizacin
del
cuerpo impedir
por
ejemplo
durante siglos
la
manipulacin mdica sobre
los
cuerpos incluso despus
de
haber sobrevenido
la
muerte.
En
la
poca medieval todos
los
seres humanos estaban
unidos en la
miseria
de la
carne pero continuando
con la
misoginia propia de la poca clsica era el cuerpo femen i-
no el que se hizo depositariode todas las impurezas que ate-
nazaban
la carne. Un ejemplo lo tenemos en la explicacin
mdica del funcionamiento del cuerpo humano que sigui
viva en laEdad Media y que hoy nos parecede un gran sim-
bolismo para explicar cmo se va generando la negativiza-
cin del cuerpo femenino que llegar hasta nosotros. LaMedicina clsica haba explicado
la
diferencia
en el
funcio-
namiento del cuerpo feme nino y el masculino diciendo que
sedebaa que el
primero
era fro y
hmedo mientras
que el
segundo era caliente y
seco.
El organismo humano era una
especie de alambique que asimilaba alimentos y los trans-
formaba primero
en
sangre luego formaba
los
huesos ms-
culos nervios etctera. Estas transform acione s eran posi-
bles gracias
al
calor
que
desprenda
el
hgado.
Como
los
varones tenan naturalmente ms calor corporal podan
lle-
7/23/2019 Perdidas en El Espacio. ASUN BERNRDEZ
4/8
gar a una
fase
superior de d estilacin y generar el semen y
la sustancia cerebral, mientras que las mujeres, al ser ms
fras no podan llegar a estos altos estadios de destilacin y
la materia sobrante
se
corrompa
y sedesechaba:
eran subs-
tancias nocivas que daban lug ar a la menstruacin (palabra
qu e
viene de mens y de monstrum-mente ymonstruo- .
Evidentemente, esta
teora
demostraba
la
inferioridad men-
tal y
fsica
de las mujeres, y lo hacan de una manera tan
contundente que si una
mujer presentaba cualidades como
inteligencia, templanza,
etctera,
era considerada una per-
turbacin,una alteracin monstruosa de la naturaleza. Poco
a poco, lamujer, limitada por esta devaluacin de su corpo-
ralidad,
fue
siendo relegada
no
slo
de la
participacin acti-
va en la sociedad, sino incluso de lafuncinque parece ms
consustancial
a la
mujer:
la
procreacin. sta
er a
posible
slo gracias
alesperma
masculino;
la mujer
slo aportaba
la materia, mientras que el hombre la
forma
2
.
Con el nacimiento del sistema burgus en el Renaci-
miento, el cuerpo consigue una cierta autonoma y pasa aconcebirse como lmite, como fron tera con los dems, y en
definitiva, como
un
factor decisivo
en el
proceso
de
indi-
vidualizacin
qu e
caracteriza
la
Modernidad.
La
obra
de
Vesalio D eCorporis Humani Fabricainici una visin del
cuerpo humano en la que seconsolida ladisociacin de l
alma del cuerpo poniendo las bases para las ideas de
Descartes que definira el cuerpo como una materia mani-
pulable yadaptable a lasociabilidad.Apartir deestem o-
2 Hay que decir que en la Alta Edad Media, la mujer tuvo espacios de
libertad
social y jurdica muchom samplios que en pocas posteriores. Un
ejemplode
ello
es el
Fuero Juzgo.
Co n
Alfonso
X
comienza
un
perodo
d e
des-
posesin de lasmujeres de sus
derechos
q uetiene suculminacin en el
siglo
x v i con lasLeyesd eToro dondese leniega totalmentesucapacidad jurdica.
Otro ejemplo de control de la independencia de las mujeres conforme
avanza laEdad Mediaes laliteratura. Mientrasqu ehastaelsigloxn, talcomo
muestra la
literatura
en el amor corts las mujeres representaban unpapel
act ivo
ydominante
(esto llegar
a la
literatura castellana
en el
siglo
xv con los
poetascastellanosde lascortes deJuanII yEnriqueIV yautores como Diego
de San
Pedro
o
Juan
d eFlores, a
finales
deeste siglo, y con la
llegada
de l
dolce
s t l
nuovo se producel a descorporeizacin de la mujer qu e pasa a
lene r
un
papel pasivo,m era disculpa para
l os
juegos retricos.
ment, se inicia el control del cuerpo dentro de un marco
tecnocientfico, reducindolo
a
mero mecanismo
al que
ha y qu e corregir continuamente. La corporalidad moderna
est sometida aldeseo demirgico demejorarla parte pre-
caria de la corporalidad sometindola a la medicina, que se
convierte en el instrumento en contra del sufrimiento, el
envejecimiento, y en ltima instancia, lamuerte. Norbert
Elias en
E l Proceso de la Civilizacin
habla de cmo el
Estado Moderno se va constituyendo como el nico rga-
no legitimadoparallevar acabolaviolencia sobrelos indi-
viduos
con el fin de que
stos moderen
su s
impulsos agre-
sivos: desde esta perspectiva se explican la gran cantidad
demanuales debuenas manerasque
proliferaron
duranteel
XVII y el XVIII, el
cuerpo codificado
y
disciplinado
y el
repliegue de lopasional, losentimentala lmbito familiar,
cerrado
de lo
privado. Paralelamente,
se
irn desarro-
llando
un a
serie
de
leyes
qu e
separen
el
comportamiento
normal del comportamiento desviado.
En este proceso de redefinicin de los mbitos pblicos
y
privados,de nuevo,e lpapel de la
mujer
tiene qu e adap-
tarse a los ideales de la burguesa. Su energa y juve ntu d
deber dedicarsea unaintensa preparacin para se rmadre
y
sobre todo una bue na esposa. Para ello, en el sigloX IXse
crea un contramodelo: la
mujer
histrica. La
condicin
femenina
s upone un mayor grado de irritabilidad que no le
permiten compaginar las tareas de fuera del hogar con la
familia. Con la formalizacin de la
histeria
se
reduce
a
patologa todo
el
comportamiento desviado femenino3.
Es
de sobra conocida la teora de Freud de que lahisteria se
debe
a la incapacidad de las mujeres para sublimar las
represiones sexuales
en la
creacin artstica
o en los
traba-
jos intelectuales. Pero, en definitiva, tanto hombres como
3 La creencia de que exista una relacin e ntre los rganos sexuales y el
cerebro
se
documenta
ya en
Juan Huarte
de San
Juan
Examen de Ingenios para
las ciencias Durante e l XV Ise crea que eltero se mova en el interior del
cuerpo
y en su
movimiento ascendente provocaba
la
histeria.
Ya en el
siglo
xvniesta creencia
est
desterrada,
sinembargo, laideade laconexin uterina
(Huarte de San Ju an) entre las dilataciones del tero y los problemas mentales
de
las mujeres permanece inamo vible.
35
7/23/2019 Perdidas en El Espacio. ASUN BERNRDEZ
5/8
mujeressern reducidos a u nobjetosq ue debe respondera
las exigenciasde unsistema: debeser una
fuerza
producti-
va. El cuerpo debe se rrentable almximo incluso como
instrumento de consumo: ahora es expuesto, vendido y
consumido comou na mercanca ms.
El
siglo
de la
reivindic cin
de l cuerpo
Perosi elcuerpofue uno de los terrenos preferidos para
el
desarrollo
de la
ciencia
a lo
largo
de la modernidad el
sigloXX ha sido el
siglo
de la
reivindicacin
del mismo.
Slo tenemos qu e hacer mencin a obras corno la de
Melanie
Kleinqueestudilaimportanciadelcuerpo mater-
no en eldesarrollode losnios,aWilhelm Reichy lateora
orgsmica delcuerpo,a
Goffman
y susteorasdelestigma
a
Mary
Douglas que vio en elcuerpo un smbolo social o
Marleau-Ponty que en su Fenomenologa de la Percepcin
afirmaba que elcuerpo es nuestro medio general de tener
unmundo.Sinduda,enesta reivindicacind elcuerpohan
sido fundamentaleslas investigaciones llevadasa caboen el
campo de l feminismo autoras como Luce Irigaray Monic
Witting
Audre Lorde, Adrienne Rich
Susan
Griffin y un
largo etctera.En elartee lcuerpohacontinuado siendoun
foco
de
atencin, pero desde coordenadas distintas: ahora
se
quiere dejar
fluir el
cuerpo
y sus
instintos como profunda-
mentesabio.
Paraqu eeste renacer de lcuerpo fuera posible, fuecru-
cial elpensamientode Nietzsche queinvolucrelcuerpoen
la
experiencia esttica,que noconsiste tantoen lacontem-
placin pasivay
racional
de unaobradearte, comoen una
respuesta sensual yertica de l mismo como centro de la
experienciaartstica.
E nE l
n cimiento
de la
tr gedi vea
el origen de lacultura griega como
fruto
dionisiaco de la
cultura ms quecomounproductode la racionalidad.Estas
ideasinfluirn
por
ejemplo,
e n
WalterBenjamn
que
pen-
saba
que el
arte
era el
nico
producto
humano capaz
de
des-
pertarelsentidode lxtasisyaperdido parael sujetomoder-
no disciplinado;
o en Foucault, para el que toda
socializacin implica
la
supresin
de l
deseo
y el
ejercicio
36
de unpoder directo sobrelos cuerpos.Ese control se ejerce
fundamentalmente
atravsd efbricas, escuelasyhospita-
les.Elcuerpo pasaa sercontroladopor unbatallndeespe-
cialistas: mdicos, psiquiatras, psiclogos,
criminlogos...
Elcuerpose haconvertidoen lametforade laencarnacin
de lpoder, un poder que nonecesita ya ejercerl arepresin
directa de los individuos, porque su dominio est en el
hecho
de ser
omnipresente,
al
estar
en
todas partes produ-
ciendo realidad.
ElsigloX Xy lavisin siniestr de loorgnico
En las representaciones del
cuerpo
del
siglo
XX
llama
poderosamente
la
atencin
la
visin siniestra
de lo
orgnico
que transmiten algunos autoresen susobras.Sinduda fue-
ron de gran influencia en este sentido George Bataille,
Artaud HansBellmery susinquietantes muecas;ymani-
festaciones
ms
recientes como
los
sacrificios animales
de
Wols lascabezas monstruosasdeMichaux,las
performans
de Gina Pane que secortaba con cuchillas, andaba sobre
vidrio
o se
cosa
la
piel
con
hilo
de
colores,
las
Automuti
laciones
de Gnter Brus etctera. Estas representaciones
extremasde lacorporalidad quieren contradecire larquetipo
generadopor losmedios decomunicacindel ideal exclu-
yente delcuerpo sanoyjoven,el cuerpo narcisista yreivin-
dicar
esa
parte maldita sometida
a la
temporalidad,
al
dolor,
yen ltimo extremoa la muerte. Este tipode representacin
extremadelcuerpo estenconexincon la reivindicacin
de lonatural,loprimitivo,qu ehicieronlasvanguardias,que
admiraron las sociedades donde el sacrificio del cuerpo
jugaba un papel
fundamental
como soporte de lintercam-
bio simblico
entre
la diversidad de cdigos
presente
en la
vidadel serhumanoycapazdehacerlo pasar seguramen-
te
con ayuda del chamn) del estado
real
inmediato y
pragmtico, aaqul de la trascendencia y launincon la
divinidad. Esto
se realizaba casi siempre a
travs
del
sufrimiento corporal, de l trance, qu e conecta el espritu
con lodivino,tal vezpara simbolizarque elcuerpono es
nada
encomparacincon l.
37
7/23/2019 Perdidas en El Espacio. ASUN BERNRDEZ
6/8
Por otra parte, estas manifestaciones artsticas quieren
contradecir el cuerpo funcionalizado que ha limitado en las
interacciones el uso social de los sentidos. En nuestra cul-
tura
est limitado
el uso del
tacto,
los
olores corporales,
y
los sonidos estn tambin totalmente proscritos. Lo que ha
ocurrido es que la sociedad occidental ha privilegiado la
distancia fsica y la mirada por encima de cualquier otro
sentido, hasta
tal
punto
que
nuestras
experiencias
corpora-
les estn reducidas, en la mayora de los casos, al sentido
de la vista. En la negacin de los otros sentidos parece latir
el deseo de olvidar el cuerpo como algo perecedero y pre-
cario,queslo apareceen momentos lmitede dolor, pla-
cer, sexualidad,
fatiga,
h eridas, etctera. En este sentido se
pueden explicar manifestaciones como la de Gnter Brus
que se
embadurnaba
de
excrementos
o
beba
sus
propios
orines mientras cantaba
el
himno nacional
de
Austria.
Desde que Rodin iniciara un modo de representacin
tortuosa delcuerpocon suobraEl
hombre
de la n ariz rota
de
1864
dondeporprimeravezdesaparecel experienciade
la
representacin
del
cuerpo como unidad,
la
complejizacin
de la representacin del cuerpo no ha hecho m s que acen-
tuarse. A partir de esta obra comienzan a aparecer represen-
taciones parciales, rganos separados, sobre todo sexuales,
queposteriormente Deleuze y
Guattari
llamarn
mquinas
deseantes Este proceso
de
descomposicin
y
fragmentacin
del cuerpo se har ms radical en autores como Nauman,
Sherman
y Gober que en los aos 80 y 90 se vern afecta-
dos por larealidad delSIDAeincidirn laideadel cuerpo
precario, fragmentario y sometido a la temporalidad. Es
como si se hubiese dado una saturacin de la imagen del
cuerpo disciplinado, y la dualidad cuerpo/alma se hubiera
sustituido
por la de
cuerpo
perfecto/
cuerpo maldito
por
estar sometido al tiempo y la decrepitud.
Postmodernidad
y
cuerpo diseminado
Han
sido varias las metforas corporales que han acam-
panado
nuestra
cultura
en el
proceso
de
tecnificacin
sufri-
do a lolargode laM odernidad. Las mscercanasa noso-
tros son sin duda, la fantasa del monstruo del Dr. Fran-
kenstein de M ary W. Shelley que surge precisamente en un
momento
de
temor
y
admiracin hacia
el
desarrollo
de
nue-
vastcnicas
de
perfeccionamiento mdico
de la
corporali-
dad. Pero la figuraq ue ha recorrido la fan tasa de la civili-
zacin industrial ha sido la del robot, representado de
diversas forma s tanto en la literatura como en el cine. En un
primer momento, esta
figura era la
encarnacin
del
temor
humano a un mundo excesivamente
tecnificado
que ame-
nazaba una precaria identidad. En los ltimos tiempos, sin
embargo, esta figura ha sido sustituida por la imagen del
cyborg unin de ciberntica yorganismo .Mientras que la
figura del robot expresaba el temor de que el ser humano
creara una mquina que llegase a dominarnos tanto fsica
como intelectualmente, el cyborg muestra el proceso de
integracin
del hombre y la mquina que en los ltimos
aos la ciencia est haciendo
realidad
4
.
Automticamente,
ante esta
figura delcyborg
surgen algunas preguntas como
qu nmero de prtesis tcnicas puede tener un cuerpo
humano para seguir siendo humano?, dndereside enton-
ces la
identidad ? Pero
en los
ltimos tiempos,
la
fantasa
ha
ido incluso ms all y como explica Antonio
Carona,
la
narrativa
ciberpunk
ha superado estas dos figuras propo-
niendolo que elautor llamael
cuerpo
diseminado
en elcibe-
respacio Gibson, Rucker
y Sterlin),
donde cada sentido
puede estar en un lugar diferente. El cuerpo supera sus pro-
pios lmites fsicos, y sus sentidos pueden captar sensaciones
que
ocurren
muy
lejos
del
entorno fsico.
En
realidad,
esto
ha
dejado
de ser una
mera fantasa
y, por
ejemplo,
hoy es
posible hacer operaciones quirrgicas en las que el mdico
y
e lpaciente estn separados porcientosde
kilmetros
5
.
En
cualquier caso, esas creaciones literarias
o
cinematogrfi-
4 No es de extraarque la fantasa haya introducidouna seried e
figuras
intermedias
entre
elhombrey elrobot,
figuras
queremitena unmododesen-
tir que, por un lado pueden no ser todava plenamente humanas androide, el
replicante),
o figuras en la que su humanidad yaest pasadapor laincorpora-
cin deprtesis tecnolgicas:humanos que h an dejado deserlo:cyborg.
5 Por ejemplo,vid.ElPasdel 23 de mayo de1998 dondese cuentacmo
un cirujano
realiza una operacin desde Mallorca, estando el
enfermo
de
hidrocefalia en Barcelona.
38
39
7/23/2019 Perdidas en El Espacio. ASUN BERNRDEZ
7/8
cas
tienen inquietantes concomitancias con la realidad:
fecundaciones
in vitro, trfico de rganos, la posibilidad de
clonacin, los neomuertos: individuos en estado vegeta-
tivo, muertes
parciales:
cerebro,
corazn...,
o elcasode
la mujer gestante que es mantenida con vida en estado
comatoso hasta
que el
nio
es
capaz
de
sobrevivir
por s
mismo...
Estas
experiencias
que
tienen
con ver con la
cor-
poralidad como sede
de la
vida humana,
han
perturbado
la
conciencia
de
nu estros lmites,
y han
hecho
q ue
categoras
fundamentales como la de sujeto, hayan entrado en crisis
radical.
Postmodernidad,
mujer y
cuerpos anerxicos
En
la
postmodernidad
se ha
llegado
una
saturacin
del
modelo mecanicista
d el
cuerpo,
una
saturacin
que ha
lle-
vado
a los
cuerpos hacia
una
especie
de
delirio
de su
propia
manipulacin y recreacin continua. La tendencia a la supe-
racin de nuestra cultura ya no parece estar representada
slopor eldeseodeintervenir ennuestro entorno, sinoque
es nuestro propio cue rpo el que se presta a la m anipulacin,
a la interven cin directa, a la superacin de sus lmites: el
cuerpo como exceso, el cuerpo como la materia contra la
que se apuesta porque el desafo ya no est fueradel cuer-
po sinodentrode l. Lo arriesgado loaudazy la excitacin
perpetua
se
logran luchando contra
el
propio cuerpo.
Se
trata de superar loslmitesy todo el sufrimiento corporal
que la sociedad contempornea seniega aaceptar, la pre-
sencia
de la
muerte,
la
decadencia fsica, encuentra
as una
nueva va de expresin. Las manipulaciones del cuerpo yLa
dialctica continua entre interdicto y transgresin no son
algonuevoni exclusivo denuestra cultura. Muchas
socie-
dades han desarrollado un ideal de belleza: deformacin en
lospiesde lasmujereschinas cuellos de lasmujeresKaren
de
Burma, labios deformados
en la
cultura ugandesa, fajas,
corss y tacones en la nuestra, han sido fenmenos impor-
tantes
de simbolizacin social.
Dentrodelordendeeste excesoquedominalosimb-
lico
contemporn eo, como manipulacin
sobre
el cuerpo
de las mujeres, resulta muy interesante pararnos a pensar
sobre
el
tema
de los
desrdenes
alimenticios
-bulimia
y
anorexia- vistos
de
esta perspectiva.
Las
dietas tampoco
son
algo nuevo,
y han
tenido
funciones
diferentes
a lo
largode lahistoria.Lonuevoes elcarcter epidmicoque
est teniendo
en una
sociedad opulenta.
En
general,
el
control
de la
comida tena
que ver con la
posibilidad
de
controlar elcuerpo: por ejemplo, paralos griegos propor-
cionaba dominioymoderaciny en la
Edad Media
era un
camino
d e
purificacin espiritual para conseguir
e l
someti-
miento de las pasiones. La anorexia, unida fundamen-
talmente a las mujeres, como anorexia santa fue practi-
cada
por
Catalina
de
Siena, Vernica Giulani, Beatriz
de
Nazaret, MargaritadeYpren, etctera. Elayuno como pro-
teccin contra las fuerzas del mal, fue practicado en todo
elmundocatlico.
Ho yen da no selleva ladieta alextremo pormotivos
espirituales, sino para imponer al cuerpo un nuevo ideal
corporal,
que
abandona
la
tendencia higienista propia
de
pocas pasadas, y ms bien se produce un impulso agre-
sivo con respecto al cuerpo tal como afirma Carmen
Bauelos. La fobia a la gordura ha sido particularmente
estudiada
por la crtica
feminista
6
.
Es muy
interesante
el
anlisis
de
Susan Bordo
que
analiza
los
cuerpos delgados
que
aparecen
en los
medios
de
comunicacin, comentando
cmo las mujeres percibimos la gordura como una fuerza
hostil dentro
del
cuerpo,
el
enemigo
que
explota dentro
pesadamente, que nos impide la movilidad, algo que no
podemos controlar. Bajo su punto de vista, la anorexia es
socialmente
ms
aceptada
que labulimia porque se apro-
xima
a la
cultura
del
cuerpo ideal, mientras
que el
obeso
6 NatalieAllon,The stigmaof overweight in vereryday
Ufe, Obesity
in
Perspective (1983) y Marcia Millman,Such
apretty
face, 1980, analizan las
dietas como una
forma
de religin ritual, y la go rdura es pecado y una identi-
dad
latente servicio social benefac tor. Susie
Ohrbach,
Fat es
afeminist issue
(1978); Hunger Strike: TheAnoretic s Struggle as a
Metaphor
for O ur Age
(1986); Kim Chernin, Th e Obsession tratae ltema desdeel punto de vista
psicoanaltico (1981). (Chernin,The obsession: Reflections on the Tyranny of
slenderness, New York:Harper
Row, 1986;
The hungry
self: women,
eating
and identity, NewYork:
Times Books, 1985.
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7/23/2019 Perdidas en El Espacio. ASUN BERNRDEZ
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inducerabia por su apariencia indife rente de los estndares
sociales. Susan Bordo ve en todo esto un proceso de nor-
malizacin sobre las
mujeres
para conseguir cuerpos
dciles, capaces
de auto-control y
dispuestas
a
mejorarse
y sacrificarse por las normas
sociales
7
.
Por otra parte, la
metfora
del hambre ha sido una representacin continua
de la sexualidad femenina: la diosa Kali, sedienta de san-
gre, las brujas del XVvoraces e insaciables, las mujeres
pantera de fines del
X IX
y
principios
de lX X,
eran
mujeres
arrastradas por las pasiones y a la corporalidad. Silvia
Tubertobserva cmo a medida que proliferan las represen-
taciones terrorficas de la mujer insaciable, adelgaza la
imagen del cuerpo femenino, que quiere aparecer como
un a
eterna nia o adolescente, pero la imagen andrgino
de la
mujer
no slo tiende a apaciguar la inqu ietud que sus-
cita
el
imaginario colectivo sobre
los
deseos femeninos,
sino que tambin asume una significacin aparentemente
contradictoria, que puede explicar su atractivo para las
mujeres:
le s
ofrece
u na
perspectiva
diferente
de la del
cuer-
po maternal asociado a su destino reproductor.
Vencerel propio cuerpo, someterlo a una
serie
de idea-
les
externos ignorando
el
sufrimiento.
Parece como
si las
heronas de nuestros tiempos no fuesen las vencedoras, las
triunfadoras
ni mucho menos la s vctimas ni las mrtires,
sino
las
sobrevivientes, aquellas
que han
estado prximas
a la muerte, al desfallecimiento, y que sin embargo, lo ha
conseguido una v ez ms: sobrevivir en el abismo del riesgo
ante
s
misma. Como dice Vicente Verd Nada
hay ms
chic en la moda que la contravencin de loperfecto (...)la
anorexia como una orga de la enfermedad sobre la salud .
lcuerpo
como
cosa
Tienen algo
que ver la
anorexia
con el
artista Rudolf
Schwarzkogler
1940-1969)
que consideraba el cuerpo
como un objeto de arte y que se quit la piel hasta morir?
7 Bordo,
Reading the
slender body,
Body Polines 1990).
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o con el australiano Stelarc, que se haca suspender en el
vaco colgadod e agujas?,o con la francesa Orlanque se
somete a continuas operaciones de ciruga esttica cam-
biando sucara,y no precisamente para ganare nidealde
belleza tradicional?, est todo esto en relacin con la
descorpreizacin
ydesterritorializacina la que nossome-
ten nuevas tecnologas como Internet? Yodira que s en
cuanto so nfenmenosquerespondend eigual modoa esa
cultura
del
excesocorporal. Diana Fembonneexplicaestas
manifestaciones artsticas como expresiones de lo que
denomina el bello extremo, que lo que hacen es resta-
blecer as la relacin entre esttica y aisthesis de la que
hablaba Nietzsche y que se haba perdido en el momento
en el que
sta
fue
reducida
a lafilosofa de l
arte. Cuando
estos artistas hacen materia de arte su propio cuerpo, su
propio
sufrimiento,
hacen presente un a nueva forma de
trascendencia, un trnsito, un contacto con unadivinidad
qu ese ha perdido, pero haciendo como si esto no importa-
ra... el cu erpo entra en trance, el arte es
pasin,
sufrimien-
to, acercamiento mstico y no racional: ese sentimiento
artstico del que hablaba Nietzsche,
Btanle,
Klossovskiy
tantosotros...
Mario
Perniola
en su libro recin traducido El
sex-api-
lle de lo inorgnico, dice cmo en losltimos tiempos se
ha radicalizado la experiencia en el cuerpo como vestido:
maquillaje, tatuaje,
gimnasia, peluquera, diettica, ciruga
plstica o ingeniera gentica son los pasos sucesivos de un
camino que con duce al ser humano a sentirse casi cosa,
a
borrar las fronteras, comodicetambin Donna Haraway
entre
lo artificial y lo
natural.
Es
decir,
el fin de las
cate-
goras animado/inanimado, animal /humano, etc. Este
cuerpo extremo, ese sentirse como un a
cosa
en un
continuo estado de trance, es la materia bsica para llevar
a la
prctica
un a
esttica
de l
lmite,
qu e
consiste
en
hacer
como si la muerte no existiese o no tuviera ninguna impor-
tancia,
porque
tal vez la
alteracin fsica
de uno
mismo
proporciona
el
enfrentamiento
con la
violencia
m as
radical
y arriesgada.
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