Peru21 - Sumplemento Cheka - 04-06-2015 - Gaston Acurio_EL Number One.pdf

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  • creadores, que disea y pone en valor lo suyo codendose en este te-rreno con pases todo-poderosos.

    Y es que ese f ue el sueo desde siem-pre. Que un da nues-tra cocina sea conoci-da y querida en todo el mundo; que, gracias a ello, la imagen del Per tenga mejor reconoci-miento; que, con ello, la confianza en nosotros mismos se fortalezca; y que, como consecuen-cia de ello, todo aquello que los peruanos produ-cimos con calidad y pa-sin tenga un valor por lo menos similar al va-lor de lo fabricado en las grandes potencias.

    Hoy, por muc hos motivos, y este gran lo-gro de Virgilio, Diego y Mitsuharu lo confirma, parece que aquel sue-o otrora utpico em-pieza a hacerse reali-dad, pero lo que es an ms estimulante es que una nueva cercana se abre con ello. Un nue-vo sueo empieza a te-jerse: la posibilidad de que un da cercano, en todos los peridicos del mundo, el titular sea: El mejor restaurante del mundo est ubica-do en Lima, Per. Hoy, dado que del nmero 4 al nmero 1 media un paso, esto se ha conver-tido en una posibilidad real, la cual debemos enfrentar sin miedo al-guno. Con humildad sin duda, con realismo y, sobre todo, con un ele-vadsimo espritu auto-crtico, claro que s. Pero no renunciando jams

    tara saltando con doble alegra si es que, den-tro de los cinco mejo-res, estuviera tambin Diego Muoz, el actual lder de Astrid y Gas-tn y que en esta edi-cin alcanz un impor-tantsimo puesto 14, o que Mitsuharu Tsu-mura, debutante en la lista, hubiera queda-do entre los 20 mejores. Claro que s. Pero eso es solo una emocin natu-ral. Lo verdaderamen-te importante es que, en la lista, hay un pe-ruano que est dentro de los cinco mejores del mundo, que hay dos pe-ruanos dentro de los 15 mejores del mundo y que Lima es una de las tres nicas ciudades del mundo que cuenta con tres restaurantes den-tro de los 50 mejores del planeta. Y esto es lo im-portante porque, gra-cias a ello, esos millones de potenciales clientes que aman la gastrono-ma en todo el mundo hoy saben y sienten que la gastronoma perua-na es un referente, una inspiracin y una expe-riencia a descubrir y vi-vir, y que el Per es un destino turstico culi-nario que hay que visi-tar. Pero, sobre todo, es poner un grano de are-na para romper con la idea equivocada de que somos un pas destina-do solo a exportar ma-terias primas y fabri-car bienes sin nombre a bajsimo costo para que luego otros le pongan la marca y se lleven todo el beneficio, sino que somos una nacin de

    El trabajo bien hecho de otros debe ser divulgado sin miedo alguno para que se convierta en fuente de inspiracin, en modelo a seguir, en terreno frtil de confianza. lado b

    en fuente de inspi-racin, de referencia, de influencia para toda una industria mundial culinaria y para millones de mi-llones de amantes y seguidores de la gas-tronoma en todo el mundo que quieren vivir lo que hace y crea aquel al que to-dos sealan y defi-nen como el number one.

    Por ello, porque es un sueo posible y porque, de hacer-se realidad, benefi-ciara a muchos pe-ruanos, es deber de todos los que poda-mos contribuir a que ello suceda hacer todo lo posible para colaborar sin lmi-tes ni miedos ni des-confianzas en dicho objetivo. La tarea no ser fcil, pero, con el concurso de to-das las voluntades, puede ser una tarea posible. Por nuestra parte seguiremos haciendo lo que nos toque hacer. Cocine-ros, agricultores, pes-cadores y comensa-les haremos fuerzas en ese camino.

    Ojal que el Es-tado haga lo mis-mo apoyando esta c r uzada, au nque en estos tiempos en donde se espa a coci-neros es algo que pa-rece poco probable. Pero esa es otra his-toria. Esta es una his-toria de fe, de perse-verancia, de unin, de sueos, de futuro. De arriba, Per.

    Soy accionista de una buena can-tidad de restau-rantes peruanos.

    Quiz por ello siempre me preguntan por qu suelo recomendar otros restaurantes si ellos son mi directa competen-cia. La respuesta que suelo dar siempre es la misma.

    Los que siguen esta columna ya la cono-cen. En la cocina perua-na no competimos, sino compartimos. Porque, si crecen todos, uno tam-bin crece. Porque el re-conocimiento de otros trae prestigio a la ac-tividad a la que perte-necemos y, por ende, a nosotros. Porque el tra-bajo bien hecho de otros debe ser divulgado sin miedo alguno para que se convierta en fuente de inspiracin, en mo-delo a seguir, en terre-no frtil de confianza, respeto mutuo y unin de manera que vaya-mos construyendo to-dos juntos una indus-tria slida donde todos, desde el comienzo has-ta el final de la cadena, se sientan parte de ella y, lo ms importante, sientan que pueden ha-cer sus sueos realidad dentro de ella.

    Por ello es que, hace unos das, celebr como propio el impresionan-te ascenso de Virgilio Martnez en la lista de los Mejores Cincuenta Restaurantes del Mun-do hasta la cuarta po-sicin. No lo hice por-que Virgilio fue jefe de cocina de Astrid y Gas-tn en Bogot y Madrid

    a dicha posibilidad ni permitiendo que des-pierten esos fantasmas que habitan dormidos en nosotros desde si-glos, dicindonos que no es posible la victo-ria. S es posible. Claro que lo es. Y es importan-te soar con ella por-que los beneficios im-plicados en un triunfo de esta envergadura en una industria que mue-ve cientos de miles de millones de dlares en todo el mundo seran incalculables para ac-tividades important-simas en nuestro pas, como la agricultura, el turismo o la pesca, sin contar los beneficios para la imagen del Per en el mundo y para las seales de confianza a todo aquel joven perua-no que hoy abrigue un gran sueo.

    Soy ntimo amigo del actual nmero uno del mundo, Joan Roca, y puedo dar fe de lo que significa ocupar esa po-sicin para su tierra. He visto cmo cientos de periodistas se le acer-can por el mundo pre-guntando por sus pro-ductos, su tierra, su cultura. He visto cmo su casa es visitada por miles y miles de per-sonajes influyentes y annimos que vienen desde los lugares ms alejados del planeta en una suerte de peregri-naje para ser parte de la experiencia del mejor restaurante del mun-do. He vivido a su lado cmo, de pronto, su cul-tura y lo que su entorno produce se convierten

    La columna de Gastn Acurio

    Editor: Diego Salazar Cierre: Julio Alegra Redaccin: Christian Saurr, Gonzalo Pajares, Mijail Palacios, Diana Hidalgo, Pablo Vilcachagua Correccin: Juan Caldern Editor grfico: Luis Hidalgo Diseo y diagramacin: Fiorella Rojas Fotografa: Rafael Cornejo Infografa e ilustraciones: Martn Arias

    Director: Juan Jos Garrido

    Es una publicacin de

    Per21

    hace unos aos o por-que es mi compae-ro en la Pandilla Leche de Tigre. Lo hice porque s con absoluta certe-za que su triunfo es el triunfo de todos los que hoy forman parte de la cocina peruana, y que su ascenso fortalece el sueo de cientos de miles de peruanos que hoy, en diferentes ac-tividades, sienten que forman parte de una ac-tividad econmica en la que van haciendo sus sueos realidad. Peque-os agricultores en el campo histricamente olvidados, que hoy em-piezan a encontrar re-conocimiento a sus pro-ductos gracias en parte al trabajo de cocineros como Virgilio que van por el mundo promo-cionndolos y llevando a una audiencia inter-nacional a descubrirlos y utilizarlos. Pescadores artesanales que sien-ten, tras largos aos de abandono, que tienen en la cocina peruana una oportunidad para que sean valorados y re-conocidos en este mun-do que finalmente se ha enamorado de nues-tros cebiches. Cocineros y cocineras que fundan pequeos restauran-tes dentro y fuera del Per en los ms diver-sos estilos como carre-tillas, puestos de merca-do, restaurantes y bares que sienten que este triunfo ayudar mu-chsimo al prestigio de la cocina peruana y, por ende, a la afluencia de pblico en sus locales.

    S. Lo admito. Hoy es-

    El NUMbER oNE

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