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Cuarta parte del tema primero libro sm
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DE LOS SENTIMIENTOS A LA VOLUNTAD
Continuamente experimentamos sentimientos, emociones, deseos.
Unos son agradables: alegría, placer, sentirse querido.
Y otros son desagradables: tristeza, enfado, miedo, humillación.
Hay otra distinción mejor. Son sentimientos buenos
los que favorecen la convivencia, la justicia, la igualdad y el respeto.
Son sentimientos malos los que favorecen el enfrentamiento, el afán de revancha y la violencia
Todo sentimiento despierta en nosotros un deseo de actuar. Si tengo miedo, deseo huir. Si siento ternura, quiero acariciar y proteger.
Estar motivado significa “sentir ganas de hacer algo”. Los buenos sentimientos nos motivan para “obrar bien”.
La motivación nos impulsa a actuar.
Libertad es la facultad que nos permite elegir entre actuar o no.
Hay momentos que hacemos algo porque estamos “motivados” y tenemos ganas de hacerlo.
En otras situaciones, sin estar motivados, hacemos las cosas porque pensamos que es bueno hacerlo, que es nuestro deber y obligación.
La VOLUNTAD es la capacidad de tomar decisiones responsables, sabiendo lo que hacemos y previendo sus consecuencias.
Gracias a la voluntad somos libres. DESTREZAS DE LA VOLUNTAD:
Controlar los impulsos y deseos . Deliberar, para considerar las mejores
opciones Tomar decisiones. Sopor tar el esfuerzo y aplazar las
recompensas.
¿De cuantas par tes se compone tu alma (o tu mente, o tu personalidad)? ¿Eres uno solo o varios? Responderás que “uno”.
Sin embargo, todos hemos tenido la siguiente experiencia: un conflicto interno, un DILEMA, sentimos que hay una parte que quiere hacer algo, que “empuja” en una dirección, y otra parte que se niega, que “tira” en la dirección contraria.
Es decir, nos dividimos, en dos que luchan entre sí.
Analicemos un DILEMA HABITUAL EN LOS ESTUDIANTES.
Supongamos que mañana tienes un examen. Una parte de ti, tu PARTE RACIONAL E INTELIGENTE te dirá algo así como: “Estudia, es lo que más te conviene”.
Lo más probable es que surja una segunda voz, LA VOZ DE TUS “GANAS” (DESEOS), esa que te dice: “Bah, haz lo que te apetezca. Mejor pásate la tarde enganchado a Internet, o jugando o viendo la tele… ¡cualquier cosa menos estudiar!”.
Tu voz racional replicará: “Hay varias razones por las que deberías estudiar: si no estudias hoy, probablemente tendrás que hacerlo de todos modos en verano y seguro que te será más difícil porque entrará más materia …
Tus ganas pronto intentarán engañar a tu razón: “Bah, ¿para qué te sirve estudiar? Además por mucho que estudie no voy a poder aprobar el examen… soy demasiado tonto, y el profesor me tiene manía”.
En ese momento aparece otra voz dentro de ti que se muestra herida, es TU ORGULLO: “¡Cómo que no soy capaz!¡Yo hago lo que quiero! Lo que pasa es que no quiero. ¡Si quisiera…!”.
En ese momento la voz de tus ganas intentará aprovechar la debil idad de tu voluntad para aliarse con ella contra tu razón: “¡Exacto!, no queremos y punto. Lo que realmente queremos es pasar una tarde divertida”.
La razón contestará: “No sabéis lo que decís, ¿preferís pasar una buena tarde a costa de mayores sacrificios en el futuro?” y dirigiéndose a vuestro orgullo le diría: “No deberías escuchar tanto a ese holgazán, deberías saber utilizar tu fuerza para algo más inteligente, no sabes lo que quieres, te están confundiendo…”
La batalla continúa y continúa… ¿Quién vencerá? Recordemos la fábula del viejo indio: ¿Cuál de los lobos ganará la pelea en tu corazón? Aquél que alimentes…,
" Imaginemos que el alma se parece a la
conjunción de fuerzas que hay en un carro t irado por alados corceles y un auriga. Pues bien, (. . .) está en primer lugar el conductor que l leva las riendas de un tiro de dos caballos, y luego los caballos, entre los que t iene uno bello, bueno y de una raza tal , y otro que de naturaleza y raza es lo contrario de éste. De ahí que por necesidad sea difíci l la conducción de nuestro carro.“
PLATÓN , Fedro, siglo V a.C.
EL ALMA ESCOMO UN CARRO
CON ALAS TIRADO PORDOS CABALLOS
UNO BLANCOBELLOBUENO
OTRO NEGROFEO
MALO
CONDUCIDOSPOR UNAURIGA
VIVE Y SE MUEVEEN EL MUNDODE LAS IDEAS
SI EL AURIGA CONTROLA
BIENA LOS CABALLOS
EL ALMA SE ELEVAY GOZA DE LA
CONTEMPLACIÓNDE LAS IDEAS
PERO SI NO PUEDEPERDERÁ ELEQUILIBRIO
Y CAERÁ
QUEDANDOAPRISIONADA EN UNCUERPO TERRESTRE
SU ANHELO MÁSGRANDE SERÁ
RETORNAR
Platón compara el alma con un carro alado . El auriga conduce un carro tirado por dos caballos, uno de los cuales es blanco, fuerte y noble y el otro negro, impetuoso y pasional.
El cochero o auriga simboliza el alma racional (la razón), el caballo negro el alma concupiscible (las pasiones o apetitos) y el blanco el alma irascible (la voluntad).
Pues bien, ¿cuál debe ser el conductor según Platón? ¿qué parte deberá l levar las riendas? Según Platón lo ideal es que sea la razón la que gobierne sobre las pasiones con ayuda de la voluntad.
Si la razón no dicta el camino adecuado, si no se “ata corto” al caballo negro, a nuestras pasiones, es fácil que el carro acabe despeñándose por alguno de los muchos “acantilados” que podamos encontrarnos en nuestro camino.
En cualquier caso lo ideal es que exista un equil ibrio entre estas tres partes.
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