View
218
Download
0
Category
Preview:
Citation preview
1
2
Por qué se celebra hoy el Día del Abogado en Argentina
La elección de la fecha fue
impuesta por la Federación
Argentina de Colegios de
Abogados (FACA) y no fue
arbitraria: el 29 de agosto, pero de
1810, nació el hombre que luego
se transformaría en jurista,
diplomático, escritor, periodista y
músico.
Tal como sucede desde 1958, este
29 de agosto se celebra en
Argentina el Día del Abogado en
homenaje a Juan Bautista Alberdi,
“al ilustre autor de Las Bases, que
con su copiosa obra de publicista
y jurisconsulto esclareció los
problemas del país”.
Alberdi es considerado como el
pensador argentino más
importante del siglo XIX. Fue
parte de la “Generación del 37”,
un grupo de jóvenes intelectuales
universitarios argentinos durante
el año 1837 que se consideraban
“hijos” de la Revolución de Mayo
porque habían nacido poco
después de su estallido.
Aunque vivió gran parte de su
vida fuera de la Argentina dejó
grandes lecciones de civismo y
jurisprudencia, además de ser un
acérrimo defensor de la paz y el
sistema republicano, diseñó con
sus ideas un modelo de país sobre
el respeto de los derechos
individuales, principios que
fueron tenidos en cuenta para la
cimentación del país en que hoy
habitamos.
Autor de "Bases y puntos de
partida para la organización
política de la República
Argentina" –texto que serviría de
pedestal para la redacción de la
Constitución de 1853- , "El
crimen de la guerra", "Grandes y
pequeños hombres del Plata",
entre otros, integró el Salón
Literario fundado por Marcos
Sastre y animado por Esteban
Echeverría.
Juan Bautista nació en Tucumán
y, a los 14 años, obtuvo una beca
para estudiar en el Colegio de
Ciencias Morales de Buenos Aires
(hoy Colegio Nacional). Luego
siguió abogacía en la Universidad
pero, al completar sus estudios,
ocurrió que el gobierno de Juan
Manuel de Rosas impuso un
juramento de fidelidad al régimen
federal como requisito para la
habilitación profesional.
Alberdi, que había sufrido ya
como periodista el cierre del
inofensivo periódico La Moda por
parte del despótico gobernador, no
quiso aceptar otra humillación y
3
prefirió marchar al destierro. En
1838 subió al bote que iba a
acercarlo hasta el barco que hacía
la carrera a Montevideo y, todavía
a la vista de las autoridades y
público del puerto, tiró al agua el
cintillo punzó que la dictadura
exigía como uso obligatorio. En la
capital uruguaya trabajó en un
diario e impulsó la expedición
libertadora encabezada por Juan
Lavalle, pero ante el fracaso de la
misma revalidó su diploma de
abogado y vivió de sus
honorarios. Al producirse el sitio
de Montevideo por las tropas
rosistas encabezadas por Manuel
Oribe, Juan Bautista viajó a
Europa y luego se radicó en
Valparaíso. Un programa, un país
Había llegado a Chile con sus
últimos ahorros y ejerció el
periodismo para sustentarse, pero
al poco tiempo presentó una tesis
sobre El Congreso Americano en
la Universidad y se dedicó
intensamente a la abogacía. Su
talento lo hizo distinguirse en el
foro y llegó a ser el profesional
mejor remunerado de la ciudad.
Con sus ingresos se compró la
quinta Las Delicias, en donde
recibía los domingos al mediodía
a los emigrados argentinos y sus
familias. Allí se enamoró de
Matilde, la hija de su amigo
Carlos Lamarca.
Cuando Urquiza derrotó en
Caseros a Rosas, Alberdi escribió
Bases y Puntos de Partida para
la Reorganización Institucional,
sugiriendo la implementación de
un programa republicano que
estableciera la libertad de cultos,
el liberalismo económico y el
fomento de la inmigración. En
relación a la educación, proponía
dejar a un lado la instrucción
humanística, para acentuar la
formación de artesanos que
supieran labrar la tierra y construir
caminos, puentes y ferrocarriles.
No necesitamos abogados, sino
técnicos, sostuvo tajantemente. En
1855, el presidente Urquiza le
pidió a Juan Bautista que viajara a
París como embajador, para evitar
que las naciones europeas
reconocieran a Buenos Aires
como nación independiente. Hacia
allí partió el tucumano
directamente desde Valparaíso,
sin regresar a la Argentina.
Cuando Mitre venció a Urquiza en
Pavón y el país se unificó bajo su
mando, decretó la cesantía del
diplomático. Al producirse la
guerra de la Triple Alianza contra
el Paraguay, Alberdi condenó la
actuación argentina. Dijo que era
una confrontación absurda, hecha
por la vanidad de los gobernantes,
y que si algún país tenía algo de
razón, era más bien el Paraguay.
El gobierno argentino lo acusó de
traidor a la patria y Juan Bautista
debió permanecer exiliado en
Francia otros catorce años.
Después de la confrontación
franco-prusiana escribió El crimen
de la guerra: con estilo de
abogado fue encadenando los
argumentos para demostrar que la
guerra no es un derecho, sino un
4
delito; y que la justicia sólo es tal
cuando es impartida por un tercero
imparcial. Recién en 1879, cuando
estaba a punto de cumplir los 70
años, arrastraba los pies y era una
figura legendaria, Alberdi regresó
a su patria. Había pasado 41 años
en el extranjero, aunque siempre
escribiendo sobre su país. En la
Facultad de Derecho de Buenos
Aires pronunció una conferencia:
La omnipotencia del Estado es la
negación de la libertad individual.
Pero la emotividad de sus años le
impidió completar la lectura y le
pidió a Félix Frías que terminara
de leer las cuartillas que él había
preparado. No tenía fuerzas
tampoco para empezar de nuevo a
litigar. Volvió a París, donde
murió solo y soltero, en una casa
de salud del suburbio de Neully
Sur Seine, el el 29 de junio de
1884.
Resistió los abusos de la dictadura
y criticó los errores de los
gobiernos democráticos. Diseñó la
arquitectura constitucional de la
república y exaltó la armonía entre
las naciones. Aunque nunca
ejerció la profesión en su país, nos
dejó a los abogados la mejor de
las lecciones: defendió la paz y el
sistema republicano, aun al costo
de sufrir en carne propia el
destierro y las persecuciones.
5
6
Día del Abogado en otros países
Ecuador
La Academia de Abogados de
Quito en sesión de 20 de febrero
de 1945, instituyó el 20 de febrero
de cada año, como el día del
abogado para que se rinda
homenaje al hombre y la mujer
ecuatorianos prestigiosos, en las
ciencias jurídicas y universales.
Esta fecha se eligió en homenaje
del eximio jurista dr. Luis Felipe
Borja, jurisconsulto, eminente
profesor, erudito literario,
publicista y escritor,
También el 20 de febrero es un día
especial en el Ecuador para
recordar a hombres de mucho
talento que dieron su aporte en la
Colonia como Eugenio de Santa
cruz y espejo; en la guerras de la
independencia como Antonio
Ante y Quiroga; en la vida
republicana, Vicente Rocafuerte,
Gabriel García Moreno, Luis
Felipe Borja, Víctor Manuel
Peñaherrera, Alfredo Pérez
Guerrero, Juan Isaac Lobato, Juan
Larrea Olguín y muchos abogados
ignotos más.
México
El 12 de julio de cada año, se
festeja en el país el Día del
Abogado. La conmemoración data
del año 1960; dicha fecha fue
elegida debido a que en ese día, en
el año de 1533, la Real y Pontífica
Universidad de México dispuso
que quienes se habían inscrito
para cursar la carrera de Derecho,
escucharan la primera cátedra
sobre la materia impartida en
América por el Lic. Don
Bartolomé Frías y Albornoz.
Guatemala
El día del abogado se celebra
precisamente el día 12 de julio, ya
que ciertamente en 1552 se
imparte la primera cátedra de
Derecho, en la Universidad de San
Carlos en Guatemala.
En el Mundo
El Día del Abogado coincidía con
el día de San Ivón de Kermartin,
nombre con el que fue canonizado
Ives Helory, que es el patrono de
los abogados del mundo y quien,
nacido en Francia, de familia
acaudalada, cursó estudios de
derecho canónico en París y
Orleans.
7
ABOGADO
19 de diciembre de 1958 la Junta
de gobierno de la Federación
Argentina de Colegios de
Abogados, aprobó por unanimidad el despacho
de una comisión especial integrada por los
Dres. Eduardo García Araoz, Luis A. Rassol y
Policarpo Yurrebaso Viale, que aconsejaba
consagrar como "Día del Abogado" para todo
el país, el 29 de agosto de cada año, fecha en
que naciera el insigne Juan Bautista Alberdi,
recomendándose a los Colegios federados la
colocación en su sede del retrato del
constitucionalista como consagración a su
memoria y ejemplo de virtudes republicanas y
democráticas. Como expresó en una
oportunidad en vibrante mensaje de adhesión
el Dr. José Antonio González "que era
necesario que los abogados argentinos
tributaran un gran homenaje al ilustre autor
de Las Bases que con su copiosa obra de
publicista y jurisconsulto había esclarecido los
problemas del país en la época en que le tocó
vivir y que aún hoy conserva enseñanzas
fundamentales para la convivencia pacífica.
Bien está entonces que el 29 de agosto sea
consagrado a su memoria y en ese día se
congreguen todos los abogados del país más
que con un efímero motivo de camaradería a
contraer el compromiso solemne de luchar por
el imperio del derecho, la justicia y la libertad.
LA VOZ DE LOS
ABOGADOS
29 de Agosto: Día del Abogado
La palabra abogado, proviene de
la voz Latina Advocatus integrada
por la partícula 'Ad'.para y
'vocatus'., llamado; estos
profesionales son requeridos por
los litigantes para que asesoren o
actúen por ellos, en las contiendas
judiciales, significa: el que 11
aboga', el que pide por otro, "el
que defiende", "consuela", "da
socorro", por eso existen en el
santoral eclesiástico, abogados y
abogadas. Para el diccionario de la
Academia Española: 'abogar es
defender en juicio, por escrito o de
palabra. Abogacía es profesión y
ejercicio de abogar y Abogado, es
perito en el derecho, que se dedica
a defender en juicio los derechos o
intereses de los litigantes y
también dar dictamen sobre las
cuestiones que se le consultan".
Entre los hebreos había defensores
caritativos, que asumían sin
ningún interés económico la
defensa de causas judiciales.
Siempre los hubo a través de toda
la historia. En Caldea, Babilonia,
Persia y Egipto, los sabios
hablaban ante el pueblo
congregado, defendiendo asuntos
litigiosos, pero es en Grecia donde
adquiere forma de profesión
específica y jerarquizado. Se
nombra a Pericles como el primer
abogado profesional reconocido
por sus pares. 1 En Roma la
defensa estaba atribuida a la
institución del 'Patronato" pues el
"patrono" estaba obligado a
defender en juicio, a su cliente,
pero la importancia y complejidad
de los asuntos, hizo necesario la
formación de técnicos; que fuesen
a la vez brillantes oradores y
jurisconsultos. En Roma, el
pueblo se reunía en las afueras de
un lugar llamado Forum en donde
se discurrían y contraponían los
asuntos enojosos. El Foro adquirió
El
8
su máximo esplendor durante la
República hasta el punto de que
los pontífices, eran elegidos de
entre los profesionales de la
Abogacía, quienes llegaron a
organizarse en Collegium
Togatorum. Roma dio al mundo
de entonces, y nos legó
Jurisconsultos de alto vuelo y
profundidad de conocimientos
jurídicos, como Ulpiano, cuya
fórmula: 'Honeste vivere"
'Alterum non laedere" y 'Sum
quique tribuere', es decir: "Vivir
honestamente", 'No dañar a otro"
y "Dar a cada uno lo suyo",
constituyen preceptos simples de
conducta recta, no sólo para
abogados, sino para todos los
seres humanos. El Fuero Juzgo,
español, contiene preceptos
relativos a los "voceros' o
'personemos", fijando normas para
quienes defendían derechos de
otros. En el Título sexto de las
Partidas 11 se determinan los
honores de las leyes a los
Maestros del Derecho. Carlos III,
por un decreto del año 1765 dio a
los abogados, la honra de ser
considerados Nobles y Caballeros.
En la Novísima Recopilación se
reunieron todas las normas
existentes sistematizándolas en un
cuerpo detallado y orgánico, para
el ejercicio de esta digna
profesión. El Prof. Ruiz Guiñazú
expresa que: "El abogado durante
la época colonial española
conserva los atributos formales de
su profesión jerarquizada y con un
sentido de dignidad'. la misión del
abogado presupone altas calidades
culturales y principios morales.
Parafraseando al Prof. Ciuratti,
expuestas en su libro Arte
Forense, nos ilustra: "Dad a un
hombre todas las dotes del
espíritu, dadle todas las del
carácter, haced que todo lo haya
visto, que todo lo haya aprendido
y retenido, que haya trabajado
durante 30 años de vida, que sea
en conjunto, un literato, un crítico,
un moralista, que tenga la
experiencia de un viejo y la
inefable memoria de un niño, y tal
vez, con todo esto, forméis un
abogado completo'. Estas palabras
que hoy nos parecen exageradas
nos hacen reflexionar sobre las
condiciones requeridas por
quienes dedican su vida, al noble
y áspero ejercicio de pedir
justicia, sufriendo el dolor
personal de no obtenerla. Se ha
dicho que el Abogado debe ser
como la hoja de una espada:
'recta, flexible, brillante y
acerada", recordando al ilustre
maestro Arturo Orgaz. Si bien no
todos los abogados encuadran en
estos postulados y definiciones,
existe gran cantidad de letrados
que se desvelan por defender y
hacer cumplir las leyes,
jerarquizando tan digna profesión,
y vivenciando aquel mandato
romano: Fiat Justicia perea
mundus, (Hágase Justicia aunque
perezca el mundo).
9
10
La primera abogada, Victoria Kent
Victoria Kent fue
una de las figuras femeninas más
destacadas de la historia siglo XX.
Fue pionera en muchas de las
cosas a las que se dedicó con
profunda entrega y determinación.
Primera mujer en ser colegiada
como abogada, primera mujer en
participar como tal en un consejo
de guerra y primera mujer en
ocupar un cargo político al asumir
la Dirección General de Prisiones.
En su exilio forzado por la Guerra
Civil, cuidó del bienestar de los
más indefensos, los niños.
Curiosamente, a pesar de ser una
mujer defensora de su género, se
negó a defender el sufragio
femenino.
De un hogar liberal a un consejo
de guerra Victoria Kent Siano nació en
Málaga el 3 de marzo de 1889 en
el seno de una familia liberal. Su
padre, José O'Kent Román, era un
comerciante de ascendencia
inglesa, y su madre, María Siano
González, era ama de casa. Era la
tercera de cinco hermanos, todo
varones menos ella, quienes
cuidaron de su única hermana con
gran cariño. La infancia de
Victoria transcurrió tranquila en el
barrio malagueño de la Victoria.
Victoria recibió su primera
formación de manos de su madre,
quien le enseñó a leer y escribir,
hasta que la familia contrató a
profesores particulares y
posteriormente se matriculó en la
Escuela Normal donde se sacó el
título de maestra. En 1916 se
trasladó a vivir a Madrid para
empezar sus estudios
universitarios en la Facultad de
Derecho de la Universidad Central
de Madrid. En 1924, tras haber
obtenido la licenciatura en
derecho, conseguía también el
doctorado y se convertía en la
primera mujer en ingresar en el
Colegio de Abogados. En los años
que vivió en la capital, Victoria se
instaló en la Residencia de
Señoritas que dirigía María de
Maetzu, otra gran mujer de su
tiempo y de quien aprendió mucho
y con quien colaboró
estrechamente. Primero
ocupándose de la biblioteca de la
residencia y posteriormente
participando con María en la
fundación del Lyceum Club
Femenino, una institución de la
que nacería la Casa del Niño, una
de las primeras guarderías de
nuestro país.
Victoria Kent continuó ejerciendo
como abogada durante los años
11
Siguientes. Pero fue su intervención en el Consejo Supremo de Guerra lo que le dio un mayor prestigio. Fue en el año 1931 cuando dicho consejo juzgaba al Comité Revolucionario Republicano. Victoria asumió la defensa de Álvaro de Albornoz convirtiéndose en la primera mujer que participaba en un consejo de guerra.
Revolucionando las prisiones
Aquel mismo año, meses después, Victoria Kent fue elegida por el presidente de la república, Alcalá-Zamora, como Directora General de Prisiones, cargo ocupado por primera vez por una mujer.
Durante los tres años que ocupó el cargo, Victoria tuvo un objetivo principal, dignificar y humanizar las prisiones así como priorizar la inserción por encima del castigo. Entre las distintas medidas que tomó para conseguir sus fines, se encuentran la mejora de las instalaciones, de la comida, la libertad de culto y la sustitución de las religiosas por funcionarias civiles formadas para ejercer su tarea en las prisiones.
Quizás el gesto más significativo fue la eliminación de grilletes y cadenas que recogió para fundirlos y erigir una estatua en honor a otra gran mujer, Concepción Arenal.
12
Mujeres Juristas que marcaron la historia
Sarmiza Bilcescu
Sarmiza (o Sarmisa) Bilcescu
(despues Bilcescu-Alimănișteanu)
(27 de abril 1867 - 26 de agosto
1935) fue la primera mujer de
Europa licenciada en Derecho por
la Universidad de París y la
primera en el mundo que
consiguió un doctorado de
Derecho
Obtuvo la licenciatura de Derecho
por la Universidad de París a
pesar de tener grandes
dificultades, incluso para poder
acceder a las aulas. Fue la primera
mujer en el mundo que consiguió
un doctorado de Derecho con una
tesis doctoral titulada "Sobre la
condición jurídica de la madre",
donde mostraba todas las
contradicciones y la carencia de
derechos de las mujeres y, muy
especialmente, de las madres. La
presentó, con 23 años, el 12 de
junio del 1890 a la Facultad de
Derecho de París.
Se convirtió en la primera mujer
que podía ejercer la abogacía en
su país al ser admitida en la
asociación de abogados del
condado de Ilfov, pero lo
abandonó seis años después para
dedicarse a difundir y defender el
derecho al acceso a la educación
de las niñas y los niños de su país
mediante becas, sobre todo en el
ámbito rural. El 1915 puso en
marcha una campaña a favor de
ofrecer educación alternativa y
adicional a las mujeres a quienes
se había negado el acceso a la
educación superior. Fundó, junto
con otras mujeres, feministas y
defensoras de los derechos de las
mujeres, la Sociedad Rumana de
Señoritas.
Clara Campoamor
Clara Campoamor Rodríguez
(Madrid, 12 de febrero de 18881 –
Lausana, 30 de abril de 1972, ) fue
una política española, defensora
de los derechos de la mujer y
principal impulsora del sufragio
femenino en España, logrado en
1931, y ejercido por primera vez
por las mujeres en las elecciones
de 1933.Clara Campoamor
Rodríguez nació en el seno de una
familia madrileña. Su padre,
Manuel Campoamor Martínez fue
contable en un periódico, y su
madre M.ª Pilar Rodríguez
Martínez, era costurera.
13
Después de desempeñarse en
varios oficios, entre ellos el de
telefonista, sacó plaza de
funcionaria en Correos. Entró a
trabajar en el periódico maurista
La Tribuna como secretaria del
director, un puesto que le permitió
conocer gente y donde comenzó a
interesarse por la política. En
1920 se matriculó como
estudiante en la escuela
secundaria (que termina en dos
años) y luego en la Facultad de
Derecho, donde obtuvo un título
en sólo dos años. A los 36 años se
convierte en una de las pocas
abogadas españolas y de
inmediato comienza a ejercer su
profesión. Sus ideas sobre la
igualdad de las mujeres la acercan
al PSOE y escribe el prólogo del
libro Feminismo Socialista de
María Cambrils, dedicado a Pablo
Iglesias. Pero nunca se incorporó
al partido ni aceptó la
colaboración de este con la
dictadura de Miguel Primo de
Rivera. En 1929 perteneció al
comité organizador de la
Agrupación Liberal Socialista,
que desapareció poco tiempo
después. Campoamor y Matilde
Huici, republicanas y enemigas
del régimen de Primo de Rivera,
quisieron sin éxito que la
Agrupación se desmarcara de la
Dictadura, motivo por el que la
abandonaron poco después de
ingresar. Mantuvo una gran
actividad como conferenciante en
la Asociación Femenina
Universitaria y en la Academia de
Jurisprudencia, defendiendo
siempre la igualdad de derechos
de la mujer y la libertad política.
Trabajó con Martí Jara, amigo de
Manuel Azaña en el embrión de
Acción Republicana, en cuyo
Consejo Nacional figuró al
principio. Pero, nunca logró su
ideal estratégico: la unión de todos
los republicanos y republicanas en
un gran partido de centro con
Azaña como delfín natural de
Alejandro Lerroux.
Después de la rebelión de Ángel
García Hernández y Fermín Galán
en Jaca, y el proceso contra el
Comité Revolucionario, Clara
asumió la defensa de algunos de
los implicados, entre ellos su
hermano Ignacio.
14
Elena Caffarena
Elena Caffarena Morice, (Iquique,
Chile, el 23 de marzo de 1903 -
Santiago, 19 de julio de 2003) fue
una abogada, jurista y política
chilena. Es considerada, bajo el
prisma de historiadores y
humanistas contemporáneos, uno
de los personajes públicos más
relevantes de la historia chilena
del siglo XX, que dedicó gran
parte de su vida a la lucha por la
emancipación femenina.-
Clara González de
Behringer
Clara González de Behringer
(nacida en 1900, en Remedios,
provincia de Chiriquí y fallecida
el 11 de febrero de 1990 en la
ciudad de Panamá) fue una
abogada, política y educadora
panameña. Fue la primera mujer
de su país en obtener una
licenciatura en Derecho.1 Fue la
primera jueza del Tribunal Tutelar
de Menores creado en 1951.1
Feminista convencida creó el
Partido nacional feminista en
1923 y la Escuela de Cultura
Femenina en 1924.
Clara Shortridge Foltz
Fue la primera mujer abogada de
Costa Oeste de los Estados
Unidos. Todo y su prematura
vocación, se inició en el estudio
del Derecho después de que su
marido la abandonara con cinco
hijos a cargo suyo. Por razón de
género se le denegó el acceso al
Hastings College of the Law bajo
el argumento que la ley permitía
sólo a los hombres blancos ser
abogados. Denunció esta situación
ejerciendo la propia defensa
durante la cual consiguió la
enmienda de los términos
“hombre blanco” por “persona” en
la ley californiana. El año 1878
superó el examen para ejercer la
profesión de abogada, mediante el
cual se convirtió en la primera
mujer de California que se
incorporaba a esta profesión.
Destacó por haber introducido en
los Estados Unidos el actual
concepto de asistencia letrada a
las personas sin recursos, así
como por haber influido en la
creación del modelo de libertad
provisional. Fundó el San Diego
Daily Bee y publicó escritos, así
como al New American Woman
Magazine. Entre sus éxitos, hay
que resaltar el hecho de haberse
convertido en la primera mujer
empleada del Comité Judicial del
Estado y la primera a postularse
para gobernadora de California.
Cornelia Sorabji
Fue la primera mujer de la India
en licenciarse por la universidad y
gracias a los contactos de su
familia consiguió ser la primera
mujer a obtener la licenciatura de
Derecho en la Universidad de
Oxford en el 1892. Al volver a la
India, ante la imposibilidad de
15
ejercer, consiguió que en el 1904
se creara el cargo de asesora legal
del Gobierno Británico para
ayudar a las purdahnashins,
mujeres que, de acuerdo con la ley
hindú, vivían recluidas. Las
casaban cuando eran niñas y ya no
podían ver más el mundo exterior
ni tener contacto con ningún otro
hombre que no fuera su marido.
Durante los veinte años siguientes
las ayudó no sólo legalmente sino
que escribió sobre ellas a Between
the Twilights, a Love and Life
behind the Purdah y en sus dos
autobiografías. El 1924 se
permitió el ejercicio de la
abogacía a las mujeres y Sorabji
empezó a ejercer en Calcuta. Se
retiró el 1929 y se instaló en
Londres, donde murió.-
Mary Ann Shadd Cary
Mary Ann Shadd Cary (9 de
octubre de 1823 - 5 de junio de
1893) fue una mujer negra y
editora de prensa.
Pionera de la educación, militante
antiesclavista, abogada, dirigente
del movimiento en pro de la
emigración al Canadá y
reclutadora de soldados negros
durante la Guerra de Secesión,
Mary Ann Shadd prestó una gran
contribución a las causas del
abolicionismo y el sufragio
femenino.
Christabel Harriette
Pankhurst
Destacada luchadora en favor del
derecho al voto de las mujeres en
el Reino Unido, fue cofundadora
en el 1903, junto con su madre,
Emmeline Pankhurst, de la
Women‟s Social and Political
Union, un movimiento
reivindicativo formado por
militantes sufragistas que
utilizaban métodos de lucha
activa. Bajo el lema “Hechos, no
palabras”, Pankhurst fue detenida
en varias ocasiones por haber
liderado protestas en la calle y
haber obstaculizado mítines
políticos. El año 1907, siguiendo
los pasos de su padre, abogado, se
licenció en Derecho en la
Universidad de Manchester pero
no se le permitió ejercer la
abogacía por el hecho de ser
mujer. La radicalización de sus
acciones y el temor a ser
encarcelada la llevaron al exilio en
Francia hasta el estallido de la
Primera Guerra Mundial. De
nuevo en el Reino Unido,
Pankhurst creó el Women‟s Party,
que defendía la igualdad de
derechos de hombres y mujeres en
el ámbito laboral y en el
matrimonio. Bajo las siglas de
este partido, el 1918 fue candidata
a las elecciones generales del
Reino Unido pero fue derrotada en
dos ocasiones. A partir de 1940 se
instaló definitivamente en los
Estados Unidos, donde murió el
1958.
16
Concepción Arenal
Concepción Arenal Ponte1
(Ferrol, La Coruña, 31 de enero de
1820 - Vigo, Pontevedra 4 de
febrero de 1893) fue una
importante escritora española
realista vinculada al pionero
movimiento feminista de finales
del siglo XIX. contra la voluntad
de su madre, como oyente en la
Facultad de Derecho de la
Universidad Central de Madrid,
vistiendo ropas masculinas, puesto
que en la época la educación
universitaria estaba vedada a las
mujeres. Vestida también de
hombre, Concepción participa en
tertulias políticas y literarias,
luchando así contra lo establecido
en la época para la condición
femenina.
17
18
La matriculación
de la primera
abogada
Argentina: María
Angélica Barreda
María Angélica Barreda, nacida
en La Plata, el 16 de mayo de
1887, fue la
Primera abogada argentina.
Estudió en la escuela normal, con
la dirección de Mary
Olstine Graham, quien había
llegado al país desde Boston,
convocada por Domingo F.
Sarmiento. Mary O‟Graham
(1842-1903) no llegó a ver
graduada a su ex alumna, ni
tampoco a otras mujeres
prestigiosas, como fueron la
educadora Ada María El flein,
Josefina Passadori, conocida
autora de textos escolares, o las
escritoras Martha Mercader y
Aurora Venturini, por citar solo
algunas de las muchas egresadas
de esa escuela, orgullo de los
platenses.
La joven María Angélica Barreda
vivía en La Plata, con su madre y
sus hermanas, en la calle 45
número 541. Era hija de Alberto
Barreda Hernández, profesor de
gimnasia y esgrima y de Rita
Fernández de Barreda, que siendo
viuda hizo grandes
sacrificios para que su hija pudiera
estudiar. Primero quiso ser
médica, pero carecía
de medios para vivir en Buenos
Aires.
Inscripta en la Facultad de
Ciencias Jurídicas y Sociales de la
Universidad
Nacional de La Plata, se ha dicho
que sufrió la desestima de algunos
compañeros y profesores (Carlos
Octavio Bunge, Agustín Alvarez,
Ernesto Quesada).
Terminó su aprendizaje en la
Universidad Nacional de La Plata,
el 21 de diciembre de 1909, poco
después de cumplir los 23 años.
Concluían con ella sus estudios
Julio J. Aramburu, César Díaz
Cisneros, Enrique Gil y Ernesto
Larrain .
Retiró su diploma (firmado por
Joaquín V. González y Rodolfo
Rivarola) de
manos del Presidente de la UNPL
en la misma sala de la Presidencia,
el 28 de diciembre de 1909
Obtuvo la inscripción en la
matrícula nacional, jurando en la
Capital de la República el 19 de
mayo de 1910 en el cabildo, como
todos sus colegas de la época, en
la misma sala en que se reunió la
Junta de Mayo. Por las
características propias de la
sociedad porteña, el hecho se
produjo en medio de general
beneplácito. Pero no sucedió lo
mismo en La Plata, su ciudad
natal, pocos días después, cuando
19
quiso matricularse, el 30 de mayo,
en el orden provincial.
Sin imaginar que su pretensión
provocaría un acuerdo –con
disidencia incluida– de la
Suprema Corte de la Provincia,
pidió día y hora para jurar y ser
inscripta en el libro de matrícula.
El expediente tuvo entrada el 1º de
junio de 1910. Contra todo lo
previsible, el Procurador General,
Manuel F. Escobar, se opuso a
que la Corte accediera a su
Matriculación. Dos días después,
el 10 de junio, Barreda pidió vista
de las actuaciones, y se le negó
una audiencia, por no ser un
asunto contencioso. Una semana
después, el 17 de junio, presentó
un escrito en 18 fojas manuscritas
patrocinada por el Dr. Rodolfo Moreno “Cuando presenté mi
diploma –decía– no pensé siquiera
en la posibilidad de una discusión.
El hecho de habérseme otorgado
el título por una universidad
Nacional y hasta la circunstancia
de haberse inscripto en la Cámara
Civil de la capital de la república,
alejaba toda duda y no daba lugar
a que alguien pudiera
Imaginarse una oposición
El dictamen denegatorio de mi
solicitud ha demostrado que aún
subsisten espíritus prevenidos al
surgimiento de la mujer, la que
reclama con su trabajo y sus
Necesidades un puesto de acción
en la sociedad que le permita la
subsistencia honrada, sin
dependencias absurdas dignas de
una época para siempre pasada.
Bajo el aspecto social el punto
está resuelto por las
circunstancias. Se me opone el
legal solamente, se concreta a mi
caso y a mi profesión y ello obliga
a considerar el asunto como se
plantea, es decir, legalmente”.
Sostuvo con carácter previo que la
Corte provincial carecía de
facultades para
Juzgar de la validez de un diploma
otorgado por una universidad
nacional en virtud de una ley del
Congreso.
La universidad es la autoridad
competente para dar diplomas
profesionales
y juzgar de las condiciones que
tengan los que solicitan ingreso.
Otorgado el título,
el que lo obtiene está habilitado
para el ejercicio de la profesión y
los tribunales no tienen más
misión que la de aceptar este
hecho, en cuyas interioridades no
pueden inmiscuirse. La
universidad es así, en virtud de
preceptos constitucionales y
legales, la autoridad competente
para dar diplomas profesionales y
juzgar de las condiciones que
tengan los que solicitan ingreso.
Nadie puede coartar este ejercicio
pretendiendo
juzgar un acto sobre el cual la
universidad dictó sentencia
inapelable. Barreda ilustró este
punto, lo mismo que los
siguientes, con referencias
históricas y doctrinarias:
“El año 1623 el gobernador
español De Vera y Zárate
pretendió intervenir en
20
los grados que otorgaba la
universidad. El rector rechazó la
intervención y sostuvo
que „la materia de los grados era
ajena al Real Patronato, en que se
fundaba el Gobernador‟,
quedando con esto terminado el
conflicto porque el funcionario
administrativo no insistió (ver
La Universidad de Córdoba
, por el Dr. Juan M. Garro, pág.
48)”.Si el título presentado fuera
honorífico o tendiera solo a
demostrar que se han obtenido
conocimientos en determinadas
materias podría discutirse su
inscripción, pero es profesional, y
“la Corte no tiene más misión que
la mecánica de anotarme y recibir
mi juramento”. Así se establece
expresamente en el
Manual del Abogado
(págs. 4 y 5) publicado por la
redacción de la
Revista de los Tribunales
Así lo dice Escriche en el
conocido repertorio de
Legislación y la misma opinión
comparten Eugenio Garsonnet
(Traité theórique et pratique de
procedure, Larose, 1899, tomo 1,
págs. 412, 416 y 418), Carpentier
(Repertorio de droit Francais,
tomo 6, pág. 14) y cuanta obra de
procedimientos quiera consultarse
porque la opinión es unánime. 3
del tomo 1º de los Acuerdos y
Sentencias editadas por la casa
Peuser De manera que la Suprema Corte no puede en
esta materia juzgar, sino anotar”
Al día siguiente, la Suprema Corte
de la Provincia produjo un extenso
acuerdo, con un voto mayoritario
firmado por Dalmiro Alsina
(Alsina Torres, sobrino de
Valentín Alsina, primo de Adolfo
Alsina), Juan Gregorio Lecot (de
larga actuación anterior en los
tribunales de Dolores) y Teodoro
Varela, fundador del Jockey Club
de la Provincia; y un voto en
disidencia de Rómulo Etcheverry,
quien consideró que no
correspondía la inscripción del
diploma de Barreda,
reproduciendo además el dictamen
del Procurador General.
Apreciaciones
Pero más allá del voto en
disidencia (Dr. Echeverry), los
considerandos de la Corte
demarcan casi con fervor que la
inscripción del título no importa la
habilitación para el ejercicio de
todas las funciones inherentes al
abogado, señalando además en
detalle las incapacidades vigentes
para las mujeres de ese época, no
fuera cosa que la Dra. Barreda las
desconociera.
Aunque era cuestión ajena a la
petición, se explayó el Superior
Tribunal sobre los requisitos para
acceder a la magistratura,
sustentados en el principio de
“ciudadanía”, más allá de la
nacionalidad. (El voto femenino
fue decretado en 1947. La Dra.
Barreda ya había cumplido 60
años.)
No cuesta mucho imaginar que el
imbatible alegato de la Dra.
Barreda impresionó tanto al
21
Tribunal que lo previno de futuros
planteos, si no se explica por qué
los Sres. Ministros de la Corte
dieran cátedra en ese fallo sobre el
acceso a la Magistratura.
O sea, la Corte hizo lugar a la
inscripción a la matrícula como
abogada, no sin antes fijar un
manual completo sobre las
incapacidades de las mujeres,
recordando la carencia de
derechos políticos que las
inhabilitaban, por ejemplo, al
acceso a la Magistratura. Dice
textualmente el fallo: “la mujer
argentina no es ciudadana.”
25º que, finalmente, el diploma de
abogado de la recurrente emana de
un título universitario, cuyos
estatutos han sido adoptados por
la provincia en virtud de una ley
contrato que obliga a todos los
poderes del Estado.
El voto concluía convocando a
María Angélica Barreda a
primera audiencia, a efectos de
prestar juramento como
abogado.-
Resuelta la cuestión de manera
favorable, en la misma fecha
compareció María
Angélica Barreda, prestó
juramento de ley ante la Suprema
Corte de Justicia y se le
inscribió en la matrícula de
abogados de la Provincia.
También retiró el diploma, y el 25
de julio de 1910 se archivó el
expediente, que no es más que un
pálido reflejo del interés que su
caso despertó en la vida forense y
en la sociedad.
22
Recommended