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MOTIVACIONES CONSCIENTES
MOTIVACIONES
INCONSCIENTES
MOTIVACIONES SUPERFICIALES
MOTIVACIONES
PROFUNDA
Cualquiera
que sea la
MOTIVACIÓN
puede
purificarse en
el CORAZÓN
EUCARÍSTICO DE JESÚS
Motivaciones
Conscientes
busca las
Inconscientes y
también anótalas
Mt. 25,35-40
35.Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de
beber; era forastero, y me acogisteis;
36.estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel,
y vinisteis a verme."
37.Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber?
38.¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos?
39.¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?"
40.Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de
estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis."
Dirección espiritual y en obediencia a su Párroco
Vida EUCARÍSTICA
CONFESIÓN frecuente
PALABRA DE DIOS
Ejercicio de la MISERICORDIA
Asistencia a los ENFERMOS
INDIVIDUALISMO
DAÑAR EL NOMBRE DEL GRUPO Y DE LA
IGLESIA
DEBILITAR LA IDENTIDAD DE GRUPO
PROYECTARSE
LA DESORGANIZACIÓN
SER INOPORTUNO EN LAS
INTERVENCIONES
DISGUSTARSE POR CRÍTICAS O
SUGERENCIAS
SENTIR QUE SE LAS SABE TODAS
JESUCRISTO es la
razón de ser de
nuestra esperanza,
de nuestra entrega,
de nuestra misión.
Esta motivación
nace de lo profundo
de nuestro ser, está
en nuestro interior y
es la que
permanece en el
tiempo a pesar de
las dificultades
1.Pedro y Juan subían al Templo para la oración de la hora nona.
2.Había un hombre, tullido desde su nacimiento, al que llevaban y ponían todos los días
junto a la puerta del Templo llamada Hermosa para que pidiera limosna a los que entraban
en el Templo.
3.Este, al ver a Pedro y a Juan que iban a entrar en el Templo, les pidió una limosna.
4.Pedro fijó en él la mirada juntamente con Juan, y le dijo: «Míranos.»
5.El les miraba con fijeza esperando recibir algo de ellos.
6.Pedro le dijo: «No tengo plata ni oro; pero lo que tengo, te doy: en nombre de
Jesucristo, el Nazareno, ponte a andar.»
7.Y tomándole de la mano derecha le levantó. Al instante cobraron fuerza sus pies y
tobillos,
8.y de un salto se puso en pie y andaba. Entró con ellos en el Templo andando, saltando y
alabando a Dios.
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