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PROPÓSITO DE LAS SEÑALES
Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios.
_______________________________________________________________
Nos acercamos rápidamente al cumplimiento de grandes eventos sobre la
tierra, eventos que cambiarán drásticamente el curso y las agendas de las
naciones así como de la vida de cada individuo sobre el planeta, eventos que
de paso, serán catastróficos y nunca antes vistos por mortal alguno. El rápido
cumplimiento de las profecías sorprenderá incluso al mismo pueblo de Dios,
donde para muchos, las profecías son incomprensibles y no existe un real
interés en conocer la revelación de Jesucristo.
Pronto se cumplirán solemnes profecías incumplidas del libro del Apocalipsis, la
terminación del tiempo de gracia que nos llevará rápidamente al epilogo de
este planeta donde la segunda venida de Cristo será el magno evento el cual
coronará los escritos de los profetas.
No estamos en tinieblas ¿Cómo ladrón en la noche?
Desde el monte de los Olivos, Jesús en un dramático sermón escatológico
reveló a sus discípulos los eventos que se desarrollarían sobre la tierra previos
a su segunda venida, presentó eventos de los más variados, donde el hombre y
la naturaleza pasarían a ocupar un papel preponderante y significativo en el
establecimiento de las condiciones sociales a escala global de la sociedad del
tiempo del fin construida a partir de un nuevo orden mundial.
En este sermón profético, Cristo no revelo a sus discípulos todos los eventos
venideros y los detalles que estos encierran, él fusionó la destrucción de
Jerusalén, que también es profetizada, con la destrucción del mundo en el fin
de los días.
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Muchos eventos no fueron revelados a los discípulos pues muchos de ellos no
se cumplirían en sus días, especialmente los que tienen que ver con la segunda
venida, estos eventos estaban reservados para las generaciones venideras en
el tiempo profético que la profecía apuntaba, por otro lado, estos
acontecimientos serían de tal naturaleza que aquellos hombres no habrían
podido soportar la visión de lo venidero, de esta forma a través de la
destrucción de Jerusalén se transforma ésta en una figura a escala de la
destrucción de todo un mundo.
Los discípulos de Cristo y toda aquella primera generación esperaban que la
segunda venida de Cristo se realizaría en sus días, Pablo mismo así lo creía (1ª
Tes. 4: 13-17), sin embargo, antes que se produjera aquel magno evento
tendrían que cumplirse otros acontecimientos contenidos en la agenda
profética, esto implica que la segunda venida de Cristo tendría lugar en otra
época que la profecía llama “el tiempo del fin.”
Daniel mismo no comprendió las visiones que se le presentaron en su tiempo,
siglos antes de Cristo, las cuales se cumplirían en una época donde Cristo
comenzaría su ministerio celestial hasta el tiempo cuando éste, bajo el nombre
de Miguel, se levantaría en el fin. Visiones que revelaban eventos que no eran
para los días del profeta y de las cuales no llegó a comprender lo que
sucedería, tal como le dijo el ángel “Entiende, hijo de hombre, porque la visión
es para el tiempo del fin.” (Dan. 8: 14-27; 12: 4, 8, 13)
De esta forma, el avance del tiempo en la línea profética revelaría los
acontecimientos anunciados, sin embargo, para nuestra época, la generación
del fin, se cumplirían todos los eventos profetizados y donde el tiempo ya
estaría completamente maduro (Apoc. 14: 15, 18) todos los eventos que
muchos ya vivieron en el pasado, ahora en estos días, los podemos
comprender y los eventos que son para el fin se cumplirán de la misma forma.
Hoy ya estamos viviendo en los días finales, los tiempos de los cuales hablaron
y escribieron los profetas son los nuestros, sus escritos contienen
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acontecimientos que de no ser revelados, bajo ninguna otra condición
podríamos haber conocido los eventos finales en su conjunto y detalles
importantes, tan solo existirían meras especulaciones y las más diversas y
encontradas teorías sobre la escatología de la tierra.
Toda la Sagrada Escritura revela en sus páginas mucho de lo que acontecerá
en el porvenir, nada de ello debe ser menospreciado, en las páginas sagradas
de la profecía se encuentra el destino del mundo y la manera en que se
desarrollará y terminará este gran conflicto cósmico en el cielo y en la tierra,
conflicto que tiene a los habitantes de este mundo como actores principales.
Y por otro lado, los impresionantes detalles que ofrece el libro de Apocalipsis,
sobre los acontecimientos finales proporcionan un cuadro completo y colorido
del escenario del retorno de Jesús, el desarrollo que hace éste libro de los
acontecimientos finales es completo y abarca toda la historia del cristianismo
hasta la segunda venida de Cristo y mucho más adentro después de tal evento.
Un evento magno como ese y la solemnidad del fin de la historia humana como
la conocemos hoy, no podrían pasar sin ser anunciados de manera igualmente
solemne y proveyendo Dios la información necesaria para ello, por otra parte,
los poderes del mal en contra de Cristo y de su pueblo, la ira del diablo en el
último tiempo con todo despliegue de engaños para hacer caer al pueblo de
Dios y oponerse al mensaje final, debían de ser advertidos y poner al pueblo en
alerta, ya Jesús lo anuncio: Mirad que nadie os engañe. (Mat. 24: 4)
Dios ha proporcionado toda la información necesaria para que todo aquel que
estudie la profecía, sepa y comprenda los eventos que acontecerán previos a
su retorno, y de cómo estos afectarán poderosamente a cada ser humano que
viva para entonces, para que así y como parte de su preparación para el cielo,
la iglesia pueda pasar incólume por tales eventos finales.
Conocer los eventos que se llegarán a producir sobre la tierra nos proporciona
los antecedentes necesarios para conocer en qué parte de la línea profética
nos encontramos viviendo como humanidad y marcar el avance de la profecía
en su desarrollo y cumplimiento final.
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Sin embargo, para muchos en el pueblo de Dios los eventos finales les resultan
desconocidos y lo más grave que está sucediendo al interior de la iglesia
remanente, es que desde los mismos púlpitos ha desaparecido la voz de la
profecía, siendo ésta sustituida por mensajes espurios que llevan a los
hombres a pensar más en lo terrenal que en lo celestial, para muchos las
profecías están perdiendo el valor y están comenzando a quedar de lado por
beneficiar más a los hombres y ganar adeptos a las filas en base a mensajes de
paz, amor y de seguridad.
Pero este no es el mensaje del cielo, en ninguna parte de la profecía y de las
Sagradas Escrituras Dios envía un mensaje de tranquilidad que resultaría en lo
más fatal para el ser humano, no, el mensaje de la Biblia para este tiempo es
un mensaje de advertencia, “si alguno” y “escapa por tu vida.”
¿Acaso es la profecía un capricho o fruto de un plan humano?, poco apoco el
pueblo está despreciando la profecía como carente de significado para su vida,
o de no ser cristocentrica, ¡pero qué gran error! cuando la misma profecía es la
propia revelación de Jesucristo (Apoc. 1: 1) así, para muchos el porvenir es
desconocido, que no se puede saber con certeza lo que vendrá sobre la tierra
es verdad, que no tenemos toda la luz sobre todos los temas, también es
cierto, pero el tiempo está madurando rápidamente y pronto veremos
solemnes profecías cumplirse bajo nuestra adormecida e incrédula mirada.
Pero sí es verdad y es la voluntad de Dios que su pueblo conozca los eventos
finales, de lo contrario ¿Para qué exhortar a velar como Jesús lo hace en su
sermón profético cuyo tema central es “velad” registrado en tres de los cuatro
evangelios?
¿Para qué revelar todo un libro como el Apocalipsis y cuyo significado es
revelación que muestra todo lo que acontecerá no tendría sentido alguno?
¿Para qué advertir sobre un enemigo que se encuentra al acecho y de los
poderes del mal en orden de batalla en contra del pueblo de Dios? ¿Qué
sentido tendría entonces la revelación de Jesucristo en los libros de Daniel y
Apocalipsis?
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Además, existen entre nosotros declaraciones que dicen que Jesús vendrá
como ladrón en la noche, haciendo alusión a palabras de Cristo mismo (Mat.
24:42-44), y son aplicadas para indicar o referirse al hecho de que, así como no
sabemos cuando viene el ladrón a robar, así tampoco sabremos cuando Cristo
venga, por lo tanto, no debemos de afanarnos para estudiar estos eventos,
pero esto no es así, sí sabremos muchas cosas que sucederán relacionadas con
el tiempo final, tenemos todo un libro profético llamado Apocalipsis, donde su
mismo nombre viene del griego Apokalupsis, que significa revelación.
Este libro nos revela los más grandes e importantes sucesos que vendrán sobre
la tierra y los eventos que se desencadenarán en contra de la iglesia
remanente terminando en el gran hito de la segunda venida de Cristo, el
milenio, también nos revela parte de lo que será el mismo Edén restaurado y el
fin del plan de la redención. Apocalipsis es un libro escrito pensando en los
tiempos finales, nuestros tiempos, nuestros días y nos pone en alerta sobre lo
que viene en la tierra y que están por acontecer eventos que cambiarán el
curso de la historia de la humanidad.
La pluma inspirada también nos revela que en último tiempo, el pueblo de Dios
sí conocerá el día y la hora de la segunda venida de Cristo, de manera que,
¿Estamos en tinieblas con relación a los eventos finales?, ¿Puede aún así, ser la
segunda venida de Cristo secreta, desconocida y tenebrosa para la iglesia,
como lo es el rapto secreto y otras creencias?
¿Estamos en tinieblas o desconocimiento en cuanto a los eventos finales?,
¿Puede Dios dejarnos de esa manera?, ¿Es Jesús un ladrón para la iglesia?, o
¿Lo es y será para todos aquellos que desconocen los eventos que en estos
momentos se están desarrollando sobre la tierra relacionados con su segunda
venida y del fin del tiempo de gracia?
Es verdad que desconocemos el día y la hora de la segunda venida de Cristo,
es más, él mismo lo declaró diciendo: Pero del día y la hora nadie sabe, ni
aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. (Mat. 14: 36).
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El texto señala implícitamente que sí existe un día en que Cristo retornará a la
tierra, donde hay una hora y un día escogidos por Dios, lo que no señala y que
esta de forma explícita es el ¿cuándo?, es decir, qué día del calendario y de
qué año así como su hora, eso no se encuentra revelado y que no lo esté no
significa lo contrario.
Cuando los destinos de la humanidad hayan sido sellados para la eternidad,
será el momento en que Dios dará a conocer el cuándo de la segunda venida,
su día y su hora, saberlo para ese entonces no será trascendente para ninguna
decisión que se tome para esos momentos o que influya de manera poderosa
en las decisiones de los hombres que pueden llegar a ser puramente
interesadas, para esos momentos, una vez terminado el tiempo de gracia, ya
no habrá más intercesión y se escuchará la voz de Dios. (Apoc. 22: 10, 11)
Conocer el día y la hora de aquel dramático evento no será anunciado de forma
liviana, para esos momentos acontecerán sobre la tierra impresionante
eventos dentro de los cuales la voz de Dios se oirá desde el cielo revelando la
fecha del retorno de Cristo, el día y la hora. Este tiempo en que se producirá
de aquella dramática revelación es conocido en la profecía como el tiempo de
angustia de Jacob, (Jer. 30: 4-8) como también el tiempo en que Miguel, el gran
príncipe se levantará (Dan. 12: 1) y que será además el tiempo cuando las
siete plagas estén cayendo sobre la tierra, todo eventos previos al retorno de
Cristo a la tierra. (Apoc. 15: 5-8; 16: 1-21)
“Desde el cielo se oye la voz de Dios que proclama el día y la hora de
la venida de Jesús, y promulga a su pueblo el pacto eterno. Sus palabras
resuenan por la tierra como el estruendo de los más estrepitosos truenos. El
Israel de Dios escucha con los ojos elevados al cielo.
Sus semblantes se iluminan con la gloria divina y brillan cual brillara el rostro
de Moisés cuando bajó del Sinaí. Los malos no los pueden mirar. Y cuando la
bendición es pronunciada sobre los que honraron a Dios santificando su
sábado, se oye un inmenso grito de victoria.” (CS. Cáp. 41 La liberación del
pueblo de Dios. Pág. 698)
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De manera que ni aún en esto Dios ha dejado a su pueblo en tinieblas, cada
evento se irá cumpliendo en su debido tiempo y orden conforme al calendario,
agenda, y propósitos divinos, no estamos a ciegas con respecto a los eventos
que nos afectarán de forma directa, en la palabra de Dios se encuentra la
revelación de Jesucristo que Dios le dió para dar a conocer al mundo lo que
viene sobre la tierra.
En una importante declaración hecha por el apóstol Pablo, en el contexto de los
eventos finales y la segunda venida de Cristo, en relación si la iglesia está o no
en tinieblas y si ésta será sorprendida por los eventos finales él dice: Pero
acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad,
hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que
el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche. Que cuando digan: Paz y
seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores
a la mujer en cinta, y no escaparan. Más vosotros, hermanos, no estáis en
tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos
vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las
tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos
sobrios. (1ªTesal. 5:1-6)
Sin embargo, la promesa es para todos aquellos que se dedican al estudio de
las profecías, las cuales nos ponen en el conocimiento de los eventos
venideros, donde éste es uno de los propósitos de la profecía no dejarnos en
tinieblas y poder así discernir los tiempos en que vivimos, de lo contrario
¿cómo conocer importantes verdades?, ¿Cómo saber de manera veraz lo que
viene sobre la tierra?
La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos
las cosas que deben suceder pronto. (Apoc. 1:1), Y me dijo: Estas palabras
son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha
enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben
suceder pronto. (Apoc. 22:6)
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Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor
siguiendo fabulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros ojos
su majestad. Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual
hacéis bienes estar atentos como a una antorcha que alumbra en
lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga
en vuestros corazones. (2ªPed. 1:16,19)
Debemos ver en la historia el cumplimiento de la profecía, para
estudiar las operaciones de la Providencia en los grandes
movimientos de reforma, y para comprender el progreso de los
eventos en el ordenamiento de las naciones para el conflicto final de
la gran controversia. -8T 307 (1904). (EUD. Cáp. 1 Pág. 9)
Aquellos que se coloquen bajo el control de Dios, para ser guiados por él,
captarán el paso continuo de los eventos que él ha dispuesto que
ocurran. -7T 14 (1902). (EUD. Cáp. 1 Pág. 9, 10)
Se nos exhorta a estar atentos a los eventos venideros y poder identificarlos
así como el cumplimiento y desarrollo de la profecía apocalíptica para nuestros
días, muchos de los eventos del pasado se volverán a cumplir en nuestro
tiempo y debemos de sacar las lecciones para no cometer los mismos errores
que llegó a cometer el pueblo de Israel, Dios no ha dejado a su iglesia
remanente en tinieblas con respecto a los eventos venideros.
“Deben guardarse los hombres de no menospreciar el aviso de Cristo
respecto a su segunda venida; porque como anunció a los discípulos la
destrucción de Jerusalén y les dió una señal para cuando se acercara la ruina,
así también previno al mundo del día de la destrucción final y nos dió señales
de la proximidad de ésta para que todos los que quieran puedan huir
de la ira que vendrá. (CS. Cáp. 1 El destino del mundo predicho. Pág. 41,42)
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Al permanecer en comunión con Dios y en el estudio de las Sagradas
Escrituras, podemos comprender los sucesos relacionados con el fin de los
tiempos, descubriendo importantes verdades y acontecimientos que Dios ha
dispuesto que se cumplan en su debido orden y tiempo señalado, los cuales,
podemos así ir reconociendo en la historia contemporánea que el fin del tiempo
de gracia se termina y la segunda venida de Cristo está cada vez más cerca,
solamente el estudio de las Sagradas Escrituras nos puede iluminar con
respecto a los eventos venideros y poder de esta forma estar en pleno
conocimiento mientras que, ninguno de los impíos entenderá. (Dan. 12:10)
Existen pasajes de las Sagradas Escrituras donde Cristo mismo y los apóstoles
señalan que la segunda venida será como ladrón en la noche, según esta
parábola, señala que no se sabrá realmente cuando venga Cristo (Mat. 24: 42-
44; 2ª Ped. 3: 10; Apoc. 16: 15) ¿Será realmente así, es eso lo que Cristo está
diciendo y tanto el mundo como la iglesia no lo sabrán?
Las declaraciones de Cristo con respecto a su segunda venida, como ladrón en
la noche, se aplican más bien a los impíos y hombres que desprecian la voz de
la profecía, la cual los alerta con respecto a los tiempos del cumplimiento de
las eventos del fin, para ellos y para todos los que desprecien la escatología,
aquel día los sorprenderá como ladrón y no escaparán. Inicuo cuyo
advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios
mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por
cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto
Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de
que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que
se complacieron en la injusticia. (2ª Tes. 2: 9-12)
“El mundo no está hoy más dispuesto a creer el mensaje dado para este
tiempo de lo que estaba en los días de los judíos para recibir el aviso del
Salvador respecto a la ruina de Jerusalén. Venga cuando venga, el día de Dios
caerá repentinamente sobre los impíos desprevenidos. El día menos pensado,
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en medio del curso rutinario de la vida, absortos los hombres en los placeres
de la vida, en los negocios, en la caza al dinero, cuando los guías religiosos
ensalcen el progreso y la ilustración del mundo, y los moradores de la tierra se
dejen arrullar por una falsa seguridad, - entonces, como ladrón que a media
noche penetra en una morada sin custodia, así caerá la inesperada destrucción
sobre los desprevenidos "y no escaparán." (Vers. 3.) (CS. Cáp. 1 El destino del
mundo predicho. Pág. 42)
No solo el mundo secular desconoce los graves y catastróficos eventos que
acontecerán sobre la tierra, sino también el mundo religioso tiene una mala
interpretación de las profecías bíblicas que señalan el fin de ésta tierra, los
mensajes desde los mismos púlpitos son irrelevantes y mundanos para una
hora como la que se vive sobre el planeta.
“Las iglesias protestantes se hallan sumidas en grandes tinieblas, pues de lo
contrario discernirían las señales de los tiempos.” (CS. Cáp. 36 La libertad de
conciencia amenazada. Pág.621)
Los sucesos más significativos de la profecía y determinantes para los destinos
de la humanidad, son anunciados por eventos o señales que ya están en
cumplimiento o desarrollo y de las cuales muchas de ellas están pasando de
manera desapercibida por muchos de quienes profesan la verdad, las cuales
anuncian y presagian que los acontecimientos venideros son severos y de
mayor gravedad, en otras palabras, nos indican que la profecía no es estática
sino dinámica y se mueve, es decir, avanza progresando de forma ordenada en
eventos sobre una escala de tiempo indeterminada por el momento para el
hombre pero que obedecen a un plan superior ordenado e inteligente.
“Así sucede todavía. Pasan inadvertidos para los dirigentes religiosos
y para los que adoran en la casa de Dios, acontecimientos en los
cuales se concentra la atención de todo el cielo. Los hombres reconocen
a Cristo en la historia mientras se apartan del Cristo viviente. El Cristo que en
su Palabra invita a la abnegación, el que está en los pobres y dolientes que
suplican ayuda, en la causa justa que entraña pobreza, trabajos y oprobio, no
es recibido más ávidamente hoy que hace mil ochocientos años.” (DTG. Cáp. 5
La dedicación. Pág. 37, 38)
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“Debemos ver en la historia el cumplimiento de la profecía, para
estudiar las operaciones de la Providencia en los grandes
movimientos de reforma, y para comprender el progreso de los
eventos en el ordenamiento de las naciones para el conflicto final de
la gran controversia.” 8T 307 (1904). (EUD. Cáp. 1 Pág. 9)
“Las iglesias de nuestro tiempo están buscando la grandeza mundana y están
tan poco dispuestas a ver la luz de las profecías y a recibir la evidencia de su
cumplimiento, que muestran que Cristo muy pronto vendrá, como los judíos
con respecto a su primer advenimiento. Esperaban el reino temporal y
triunfante del Mesías en Jerusalén. Los profesos cristianos de nuestra época
esperan la prosperidad temporal de la iglesia, manifestada en la conversión del
mundo, y el gozo del milenio temporal.” (Maranata, el Señor viene. Cuando
Jesús nació. Pág. 9)
A través de todos los tiempos Dios siempre ha advertido a los hombres sobre lo
que él ha de realizar sobre la tierra, para ello les envía profetas, quienes
proclaman los mensaje de advertencia sobre el mundo. Ocurrió de la misma
forma en los días previos al gran diluvio universal, por un tiempo de gracia de
120 años, Noé predicó el mensaje de advertencia que la tierra sería destruida
por un diluvio, 120 años en que también los hombres despreciaron la
amonestación y se burlaron de ella. De todas formas Dios les revelo lo que
acontecería sobre el mundo de entonces y donde solamente ocho personas se
salvaron.
Por medio del profeta Daniel, Dios también ha revelado importantes eventos
para este tiempo, el surgimiento de los más grandes e influyentes imperios
mundiales sobre la tierra y que la historia se ha encargado de autenticar la
predicción bíblica, figuran como impresionantes acontecimientos revelados por
Dios a los hombres. El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone
reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. El revela lo
profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz.
Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber
al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. (Dan. 2: 21-
22; 28)
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También Dios revela, por medio de éste profeta, acontecimientos que
alcanzarían hasta nuestros tiempos y de los cuales serían determinantes para
nuestra salvación, como el término de los 2300 días proféticos y el comienzo
del juicio en el cielo conocido como el día de la expiación. (Dan. 7: 9-10; 8: 14-
27; 12: 1-13)
Dios no solamente ha dado importantes revelaciones sobre el fin de los
tiempos y la segunda venida de Cristo, sino que también reveló los
acontecimientos de la primera venida de Cristo, el Mesías príncipe. Todo el
ministerio terrenal de Cristo y la encarnación de éste, siglos antes que
sucediera ya había sido anunciado. (Dan. 9: 20-27)
Propósito de las señales del fin
Podemos ver claramente como Dios ha mostrado a los hombres lo que ha de
acontecer en lo porvenir, nada que sea útil e importante para la salvación del
hombre ha quedado vedado, cada parte de este plan cronológico de Dios se
iría cumpliendo en el tiempo y alcanzando a las generaciones que vivieran para
entonces terminando con la última que sería testigo y actor directo de aquello
que estos profetas anunciaron.
Todo se ha cumplido con la mayor fidelidad y exactitud en el tiempo y evento
que se anunciaba, de manera que decir que estamos en tinieblas con respecto
a los acontecimientos venideros es un error, decir que el porvenir es incierto en
cuanto a los eventos finales es contrario al espíritu de las profecías.
De manera que ¿tienen un propósito los eventos que se producirán en los
últimos días?, ¿los acontecimientos que ya vemos obedecen a algún motivo y
si es así con qué finalidad? ¿Lo que está ocurriendo en estos momentos sobre
la tierra tiene una explicación?
En relación a estas señales o eventos, tanto en la sociedad como en el
comportamiento de la naturaleza, Jesús dijo: Así también vosotros, cuando
veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios.
(Luc. 21: 31), Jesús revela que los eventos finales marcarían el tiempo de su
13
retorno a la tierra, así, estos servirían de anunciadores o precursores de su
segunda venida.
“¿Qué significan las horribles calamidades marinas, barcos arrojados a
la eternidad sin un momento de advertencia? ¿Qué significan los
accidentes en tierra, incendios que consumen las riquezas que los
hombres han atesorado, mucho de lo cual ha sido acumulado
oprimiendo al pobre? El Señor no intervendrá para proteger la propiedad de
aquellos que transgreden su ley, quebrantan su pacto y pisotean su día de
reposo, aceptando en su lugar un día de descanso espurio.
Las plagas de Dios ya están cayendo sobre la tierra, arrasando las estructuras
más costosas como si fuera mediante un soplo de fuego desde el cielo. ¿No
harán estos juicios recapacitar a los profesos cristianos? Dios los
permite para que el mundo preste atención, para que los pecadores le
teman y tiemblen ante él.-3MR 311 (1902).
Dios tiene un propósito al permitir que ocurran estas calamidades.
Son uno de sus medios para llamar a los hombres y mujeres a la
reflexión. Mediante fenómenos insólitos a través de la naturaleza, Dios
expresará a los incrédulos agentes humanos aquello que ha revelado
claramente en su Palabra.-19MR 279 (1902). 29
¡Con cuánta frecuencia oímos hablar de terremotos y ciclones, así como de la
destrucción producida por incendios e inundaciones, con gran pérdida de vidas
y propiedades! Aparentemente estas calamidades son estallidos caprichosos
de las fuerzas desorganizadas y desordenadas de la naturaleza,
completamente fuera del dominio humano; pero en todas ellas puede
leerse el propósito de Dios. Se cuentan entre los instrumentos por
medio de los cuales él procura despertar en hombres y mujeres un
sentido del peligro que corren.-PR 207 (c. 1914).” (Eventos de los últimos
días. Cap. 2 Señales del pronto regreso de Cristo. Pág. 16,17)
“Deben guardarse los hombres de no menospreciar el aviso de Cristo
respecto a su segunda venida; porque como anunció a los discípulos la
destrucción de Jerusalén y les dió una señal para cuando se acercara la ruina,
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así también previno al mundo del día de la destrucción final y nos dió señales
de la proximidad de ésta para que todos los que quieran puedan huir
de la ira que vendrá. (CS. Cáp. 1 El destino del mundo predicho. Pág. 41,42)
Dijo Jesús: " Y habrá señales en el sol, y en la luna, y en las estrellas; y sobre la
tierra angustia de naciones." (S. Lucas 21: 25, V.M.;S. Mateo 24: 29; Apocalipsis
6: 12 - 17.) "Cuando viereis todas estas cosas, sabed que está cercano, a las
puertas." (S. Mateo 24: 33.) “Velad pues " (S. Marcos 13: 35), es la
amonestación del Señor.
Los que le presten atención no serán dejados en tinieblas ni sorprendidos por
aquel día. Pero los que no quieran velar serán sorprendidos, porque "el día del
Señor vendrá así como ladrón de noche." (1 Tesalonicenses 5: 1-5.) (CS. Cáp. 1
El destino del mundo predicho. Pág. 41,42)
Dios ha revelado el porvenir, lo que ha de acontecer sobre la tierra, sin
embargo, estos eventos tiene también el propósito de despertar y hacer tomar
conciencia a los hombres de lo que está sucediendo sobre la tierra, Dios está
llamando a la reflexión, a un cambio de vida y retornar a él, también estos
sucesos nos anuncian acontecimientos de la mayor gravedad que se acercan
sobre la tierra acontecimientos que serán devastadores que despertarán el
asombro y el terror de toda la humanidad.
Pero al parecer los hombres no hacen caso de las señales y más aun el profeso
pueblo de Dios, aun permanecemos en adormecimiento y gran frialdad así
como terrible indiferencia hacia lo venidero.
Entonces ¿De qué magnitud tendrán que ser los acontecimientos sobre la
tierra para que el mundo y la iglesia puedan reflexionen y despertar? ¿Cómo
tendrán que ser los eventos venideros para darnos cuenta que el fin de todas
las cosas se aproxima y que el tiempo de gracia se termina?
Jesús mismo reveló a sus discípulos que todos estos acontecimientos serían
considerados solamente como principios de dolores, pero que el fin como tal
(la segunda venida de Cristo) no acontecería de forma inmediata (Luc. 21: 7-9)
estos eventos anunciarían por su parte otro tipo de acontecimientos de mayor
gravedad en el establecimiento de un nuevo orden mundial y las condiciones
15
para el retorno de Cristo, así como también nos revelan que el ministerio
celestial de Cristo en el lugar santísimo del santuario celestial está llegando a
su fin, dicho de otra forma que el tiempo de gracia está por terminar y que el
fin llegará pronto. (Apoc. 8: 1-5; 15: 5-8; 22: 10-11)
Los eventos se irán cumpliendo de manera ordenada y cada uno de ellos
cumplirá un determinado propósito en los planes de Dios, ningún evento es
antes que otro cada uno en su tiempo y correspondiente orden.
Los hombre en la actualidad y a decir verdad a través de todos los tiempos han
despreciado la verdad que proviene de Dios y que se encuentra registrada en
su palabra, y han creído más en fabulas, cuentos, mitos y leyendas, la Biblia no
forma parte de la bibliografía o de los planes educativos de una sociedad a la
hora de formar un curriculum de estudio, por sobre todo en una sociedad que
pretende elevar los niveles de la educación, se da más atención a aquello que
pone al mito y la leyenda supersticiosa por sobre la verdad.
La humanidad ha tenido suficiente luz para conocer el camino de la salvación y
del fin de la historia de este mundo así como de los acontecimientos que
marcarán dicho fin, todos los que finalmente se vean entrampados y sumidos
en la más grande desesperación al fin del tiempo se deberá únicamente al
rechazo de la verdad divina y el desprecio de las profecías.
Porque no envío Dios a su hijo al mundo para condenar al mundo, sino para
que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que
no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito
Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo y los
hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran
malas. (Ju. 3: 17-19)
Es la voz de alerta de la profecía que nos señala los tiempos en que vivimos y
nos dice qué esperar del futuro del planeta, Satanás sabe muy bien esto y de
esa forma echa sombras sobre la profecía del fin para que nadie descubra los
planes secretos y solapados de los poderes de las tinieblas, así como para
desprestigiar los divinos oráculos. Es capaz de provocar situaciones contrarias
y hacer cierto tipo de falsas predicciones por medio de supuestos videntes que
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anuncian cataclismos, de forma tal que al momento de no llegar a
cumplimiento dicho evento, y que por el contrario predicciones semejantes que
sí hacen las profecías de la Biblia las gentes, autoridades, se mofen de tales
predicciones tildándolas de fanatismo religioso o producto de mentes
disidentes y desequilibradas que sólo siembran el temor sobre la población.
De esta forma está sucediendo en la actualidad, mientras que las supuestas
profecías del fin, provenientes de supuestos “profetas” medievales, que rayan
más en lo fantasioso o la brujería son tomados como máximas autoridades a la
hora de pronunciarse en temas de escatología y se convierten en la norma
infalible con la cual se compara o corrigen las Sagradas Escrituras.
Pero no debemos dejar engañarnos por estos falsos anuncios y rumores
fantasiosos, o por predicaciones que solamente hablan de paz y de amor,
mientras que el mensaje bíblico para nuestros días es de otra naturaleza. La
profecía bíblica nos revela el porvenir con una veracidad y exactitud que todo
aquel que quiera ser guiado por ellas se pondrá seguro e inamovible sobre la
roca de los siglos.
Dios no nos ha dejado en tinieblas con respecto a los eventos venideros sobre
la tierra, él nos reveló el porvenir, la iglesia cuenta con mucha luz para este
tiempo de grandes y densas tinieblas espirituales, se cuenta con la experiencia
dejada por grandes lecciones del pasado y en lo maduro del tiempo para poder
comprender mejor el desarrollo y cumplimiento de la profecía bíblica, sobre
todo para este tiempo, el tiempo del fin.
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