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BOLETÍN TRIMESTRAL DE INFORMACIÓN AL
REGANTE
Nº 26, Abril-Junio 2014 Sistema de Asistencia al Regante (SAR)
1. Métodos de medida y estimación de
la evapotranspiración de referencia
2. Recomendaciones de riego del SAR
para la campaña 2014
3. Riego deficitario: Apuntes sobre
calendarios de riego y periodos
críticos de los cultivos (Parte II)
4. Evaluación de la Uniformidad de
distribución y Eficiencia de
aplicación de un riego por surcos en
el Bajo Guadalquivir
5. Fertilización en cultivos hortícolas en
invernadero bajo producción
ecológica
FOTO
Boletín Trimestral de Información al Regante nº 26 (Abril-Junio 2014). / [Baeza, R.; Bohórquez, J.M.;
Contreras, J.I.; Extremera, M.D.; Gómez, E.; Ruiz, N.; Salvatierra, B.]. – Córdoba. Consejería de
Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera, 2014.
1-36 p. Formato digital (e-book) - (Producción Ecológica y Recursos Naturales). D.L: CO-673/06. ISSN
edición digital: 1886-3906.
Evapotranspiración de referencia – Recomendaciones de riego – Riego deficitario - Riego por surcos –
Riego en producción ecológica
Este documento está bajo Licencia Creative Commons.
Reconocimiento-No comercial-Sin obra derivada.
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/es
Boletín Trimestral de Información al Regante
© Edita JUNTA DE ANDALUCÍA. Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera.
Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural.
Córdoba, Abril de 2014.
Suscripción y contacto
sar.ifapa@juntadeandalucia.es
Autoría: Edición y diseño:
Rafael Baeza Cano 1 Juan Manuel Bohórquez Caro 3
Juan Manuel Bohórquez Caro 3
Juana Isabel Contreras París 1
Mª Dolores Extremera Llamas 3
Eugenio Gómez Durán 2
Natividad Ruiz Baena 3
Benito Salvatierra Bellido 2
---------------------------------------------
1 IFAPA, Centro de La Mojonera
2 IFAPA, Centro de Chipiona
3 IFAPA, Centro Alameda del Obispo
1. Métodos de medida y estimación de la evapotranspiración de referencia
INTRODUCCIÓN
La determinación de las necesidades de agua de los cultivos es un aspecto de gran
importancia para la planificación, diseño y manejo del riego. Además, un manejo
eficiente del agua es esencial para asegurar la sostenibilidad de la agricultura de
regadío.
Los cultivos consumen agua en los procesos de crecimiento, fotosíntesis y, en mayor
medida, transpiración. No podemos olvidar la pérdida adicional que se produce por
evaporación directa de agua desde el suelo después de una lluvia o un riego.
Los procesos de evaporación directa y transpiración de las plantas son difíciles de
cuantificar de forma independiente, por lo que se utiliza el concepto de
evapotranspiración que los considera conjuntamente (Figura 1).
El método más generalizado de cálculo de las necesidades de agua de los cultivos
(ETc), propuesto por Doorenbos y Pruitt (1975), utiliza la expresión ETc = ETo x Kc y
precisa conocer, por un lado, la evapotranspiración de referencia (ETo) dependiente
de las condiciones atmosféricas y, por otro, un coeficiente asociado al propio cultivo
(Kc) (Figura 2).
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Mª Dolores Extremera Llamas IFAPA
Figura 1. Componentes de la
evapotranspiración (ET): evaporación
directa desde el suelo (E) y
transpiración de las plantas (T).
Fuente: IFAPA.
Figura 2. Componentes de la evapotranspiración del
cultivo (ETc): evapotranspiración de referencia (ETo) y
coeficiente de cultivo (Kc). Fuente: Allen et al. (1998).
con las recomendaciones de la FAO.
Este lisímetro es un contenedor de dimensiones 3 x 2 m2, y
1,5 m de profundidad, que es pesado por una balanza
dotada de una célula de carga, registrando con precisión
las diferencias de masa en períodos semihorarios (Figura 3).
Gracias a los registros del lisímetro, y conociendo el aporte
de agua (precipitación y riego) que se hace a la pradera, se
pueden medir las pérdidas de agua producidas, que se
corresponderán con la evapotranspiración del cultivo de
Festuca. Como este cultivo cumple con las condiciones de
superficie de referencia, las diferencias de masa nos darán
la evapotranspiración de referencia para el intervalo de
tiempo seleccionado. 04/36
Figura 3. Imagen de un lisímetro de pesada. Fuente: IFAPA.
1. Métodos de medida y estimación de la evapotranspiración de referencia
La ETo se puede medir, aunque esta acción puede resultar
complicada y costosa, o estimar siguiendo varios
procedimientos desarrollados al efecto, lo que facilita su
conocimiento de forma local.
MÉTODOS DE MEDIDA
El método más preciso y directo para determinar la ETo es
la lisimetría de pesada, que mide mediante pesada la
pérdida de agua en un volumen confinado de suelo (Figura
3). Su uso suele estar restringido a trabajos de
investigación, debido a la complejidad del propio lisímetro,
su coste y la necesidad de manejo del mismo por parte de
personal cualificado.
En el Centro IFAPA “Alameda del Obispo” (Córdoba) existe
un lisímetro de pesada, instalado bajo una pradera de
Festuca arundinacea . Junto a él se ubica una de las
estaciones meteorológicas automáticas de la Red de
Información Agroclimática (RIA) de la Junta de Andalucía.
Esta ubicación no es casual, pues dicho lisímetro se instaló
bajo una pradera que cumple las condiciones para ser
considerada como superficie de referencia, a saber:
superficie extensa de gramíneas verdes, de 8 a 15 cm de
altura, uniforme, de crecimiento activo, que sombrea
totalmente el suelo y bien abastecida de agua, de acuerdo
cantidad se corresponde con la disminución de la altura de
la lámina de agua en el tanque para un período de tiempo
determinado. La evaporación del tanque (Epan) está
relacionada con la evapotranspiración de referencia (ETo)
por un coeficiente empírico denominado coeficiente de
tanque (kp), determinado por el propio tanque, según la
siguiente expresión:
ETo = Epan x kp
Este método comparte inconvenientes con los de medida
descritos en el apartado anterior de este artículo, ya que
necesita de una instrumentación especial y un adecuado
manejo. Habitualmente se utiliza un tanque Clase A, de
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1. Métodos de medida y estimación de la evapotranspiración de referencia
Otra forma de medir la ETo es mediante el uso de
lisímetros de drenaje, que funcionan contabilizando la
cantidad de agua recogida en el drenaje respecto a la total
aportada. La diferencia constituye el agua
evapotranspirada por el cultivo.
Mediante balance de energía y con métodos
micrometeorológicos también es posible realizar medidas
de evapotranspiración, pero estos métodos quedan
exclusivamente restringidos a trabajos de investigación.
Finalmente, hemos de decir que estos métodos de medida
son fundamentales para evaluar las estimaciones de ETo
obtenidas con otros métodos indirectos.
MÉTODOS DE ESTIMACIÓN
A la vista de la complejidad tanto de instrumentación como
de manejo que presentan los métodos de medida, se
recomienda la utilización de métodos de estimación de la
ETo. Existen diversos métodos de este tipo, algunos
adaptados a condiciones locales, aunque en este artículo
sólo consignaremos los más relevantes.
Se puede estimar la ETo midiendo la cantidad de agua
evaporada de una estructura denominada tanque
evaporimétrico (Figura 4). En ausencia de lluvia, dicha
Figura 4. Imagen de un tanque evaporimétrico clase A.
Fuente: IFAPA.
temperatura del aire, humedad relativa, radiación solar y
velocidad del viento (Figura 5). Hoy día, todos estos
registros son relativamente fáciles de conseguir, gracias a
las redes de estaciones meteorológicas existentes desde
hace algunos años (AEMET, Red SIAR, RIA, etc.).
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1. Métodos de medida y estimación de la evapotranspiración de referencia
dimensiones determinadas, construido de hierro
galvanizado o láminas de metal, situado sobre una
plataforma de madera en forma de reja y nivelado. El agua
ha de mantenerse en un intervalo de altura fijado y
cambiarse regularmente para evitar la turbidez. Se
recomienda realizar las lecturas del tanque diariamente a
la misma hora en que se mide la precipitación,
normalmente a primeras horas de la mañana.
Se han propuesto multitud de métodos estimativos
adaptados a condiciones locales, para los que sólo es
necesario disponer de datos meteorológicos. Algunos de
ellos están basados solamente en la temperatura del aire
(Métodos de Thornthwaite, de Blaney y Criddle o ecuación
de Hargreaves), temperatura del aire y humedad relativa o
incluyen la radiación solar como un factor determinante en
la ETo (Método de Turc, por ejemplo). A medida que sean
necesarios más datos, estos métodos serán más difíciles de
aplicar aunque también nos reportarán resultados más
fiables.
El Manual de Riego y Drenaje FAO 56 propone un método
estándar para el cálculo de la ETo, basado en la que se
denominada ecuación de Penman-Monteith FAO-56. Es un
procedimiento estandarizado que requiere medidas de
Figura 5. Imágenes de sensores para medida de (en orden de
arriba hacia abajo): temperatura y humedad relativa del aire;
radiación solar; y velocidad y dirección del viento. Fuente: IFAPA.
La Red de Información Agroclimática (RIA) de la Junta de Andalucía está operativa desde el año 2000 y dispone en la
actualidad de 100 estaciones repartidas a lo largo de todas las zonas regables de la comunidad autónoma andaluza. Esta
Red ofrece diariamente en su Web un dato estimado de ETo aplicando la ecuación de Penman-Monteith FAO-56 (Figura 6).
La estación de Córdoba perteneciente a la RIA (Figura 7) se encuentra situada en la misma pradera que el lisímetro de
pesada citado anteriormente, lo que ha permitido testar la estimación con respecto a la medida de la ETo.
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Figura 6. Imagen de la Web de la Red de Información Agroclimática de Andalucía, donde
se puede consultar a diario un dato estimado de evapotranspiración de referencia (ETo). Se
muestra un ejemplo de datos diarios (ETo señalada en rojo) correspondientes a la estación
meteorológica de Jerez del Marquesado (Granada).
1. Métodos de medida y estimación de la evapotranspiración de referencia
BIBLIOGRAFÍA
Allen, R.G., Pereira, L.S., Raes, D., Smith, M. 1998. Crop
evapotranspiration. Guidelines for computing crop water
requirements. FAO Irrigation and Drainage Paper No. 56.
FAO, Rome.
Doorenbos, J., Pruitt, W.O. 1975. Guidelines for predicting
crop water requirements. FAO Irrigation and Drainage
Paper No. 24. FAO, Rome.
Página Web de la Red de Información Agroclimática de
Andalucía; IFAPA; Consejería de Agricultura, Pesca y
Desarrollo Rural; Junta de Andalucía.
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1. Métodos de medida y estimación de la evapotranspiración de referencia
CONCLUSIÓN
Dada la importancia que tiene una precisa determinación
de las necesidades de agua de los cultivos para el manejo
del riego, se considera fundamental disponer de datos
fiables de ETo en las distintas zonas regables. Si bien la
medida de esta ETo nos ofrece datos precisos de forma
puntual, las limitaciones que presentan los métodos de
medida inclinan la balanza hacia la utilización de métodos
de estimación. En Andalucía, a través de la página Web de
la RIA disponemos a escala diaria de un dato de ETo para
cada una de sus 100 localizaciones.
Figura 7. Imagen de la estación meteorológica de
Córdoba, perteneciente a la Red de Información
Agroclimática de Andalucía. Fuente: IFAPA.
2. Recomendaciones de riego del SAR para la campaña 2014
INTRODUCCIÓN
Al igual que en años anteriores, el IFAPA a través de su Sistema de Asistencia al
Regante (SAR) ofrece a los agricultores y técnicos una serie de recomendaciones de
riego durante la campaña 2014, en función de la época del año y del estado de
desarrollo de la planta. Esta es una de las actividades incluidas en el Proyecto
Transforma CONECTA-SAR (PP.TRA.TRA201300.10). Dicho Proyecto se enmarca
dentro del objetivo general en el ámbito de los regadíos andaluces de mejorar la
eficiencia en el uso de los recursos y minimizar los impactos ambientales. Como
novedad, este año la divulgación de estas recomendaciones en Internet se hace a
través de la plataforma SERVIFAPA.
En muchos casos, la utilización eficiente del agua de riego se ve limitada por la falta
de información del agricultor en cuanto a las necesidades de agua de los cultivos y a
las técnicas de programación de los riegos. Desde sus inicios, el SAR ha sido
consciente de esta necesidad, estableciendo como una de sus actuaciones
prioritarias el asesoramiento con propuestas y orientaciones sobre las dosis de riego
a aplicar, en diferentes cultivos y zonas geográficas.
METODOLOGÍA
Para elaborar estas propuestas de recomendaciones de riego se ha usado la
metodología FAO (Doorenbos y Pruitt, 1977; Allen y col., 1998), basada en el balance
de agua en el suelo (Figura 1). Este método utiliza las variables meteorológicas para
estimar la evapotranspiración de referencia (ETo) y corrige, posteriormente, este
valor mediante un adecuado coeficiente (Kc) específico para cada cultivo. La
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Figura 1. Componentes del balance de
agua en el suelo. Fuente: Fernández
Gómez et al. (2010).
Juan Manuel Bohórquez Caro IFAPA
2. Recomendaciones de riego del SAR para la campaña 2014
evapotranspiración del cultivo (ETc) se calcula mediante el producto de estos dos términos:
ETc = ETo x Kc
Donde, Kc es el coeficiente de cultivo y representa la disponibilidad del cultivo y el suelo para atender la demanda
evaporativa de la atmósfera, por lo que depende del cultivo en cuestión, de su desarrollo y de la cantidad de agua
disponible en el suelo. Este coeficiente debe determinarse experimentalmente. Por su parte, ETo es la evapotranspiración
de referencia y cuantifica la demanda evaporativa del aire, siendo equivalente a la evapotranspiración de una pradera de
gramíneas con una altura entre 8 a 10 cm que crece sin limitaciones de agua y nutrientes en el suelo y sin incidencia de
plagas y enfermedades (Doorenbos y Pruitt, 1977).
La cantidad de agua de riego que finalmente hay que aplicar para satisfacer las necesidades hídricas va a depender de la
lluvia o precipitación (P) registrada:
Riego = ETc - Precipitación
Sin embargo, el cultivo no dispone de toda el agua de lluvia ya que una parte importante de ésta se pierde por escorrentía
y percolación (Figura 1). Además, otros factores como el tipo de suelo, el cultivo, las labores agrícolas, etc., también
afectan de forma considerable a la precipitación efectiva (PE) o agua de lluvia útil. Para el cálculo de esta PE se puede
utilizar el método del “Bureau of Reclamation”, propuesto por Stamm (1967).
TIPOS DE RECOMENDACIONES
Teniendo en cuenta todo lo anterior, el SAR ha elaborado dos tipos de recomendaciones de riego. Por un lado, Avances de
recomendaciones de riego para toda la campaña 2014, que se basan en datos de cultivo según localidades y con datos
climáticos históricos. Para los valores de precipitación (lluvia) se han considerado los registrados durante los meses de
octubre, noviembre y diciembre de 2013; así como los meses de enero y febrero de 2014. Para los meses restantes hasta
final de campaña (es decir, de marzo a septiembre de 2014) se han estimado valores de lluvia a partir de datos medios
históricos. 10/36
2. Recomendaciones de riego del SAR para la campaña 2014
Por otro lado, se ofrecen también las Recomendaciones semanales de riego, ajustadas en función de la climatología de la
semana previa a la recomendación en curso.
Las propuestas de riego se ofrecen en litros por árbol y día en el caso de los cultivos leñosos, y en litros por metro
cuadrado para cultivos herbáceos.
Para interpretar adecuadamente las recomendaciones de riego ofrecidas en todos estos documentos, conviene tener en
cuenta las siguientes consideraciones:
Los datos meteorológicos se obtienen de las correspondientes Estaciones Meteorológicas Automáticas pertenecientes a
la Red de Información Agroclimática (RIA) de Andalucía. En el caso de las hortícolas en la provincia de Almería, también
se han considerado algunas estaciones pertenecientes a la Red de Alerta e Información Fitosanitaria (RAIF) y la estación
experimental de la Fundación Cajamar.
Coeficientes de cultivo (Kc): se especifican las fuentes consultadas en cada documento de recomendaciones.
En caso de que se produjeran episodios de lluvia durante el periodo de vigencia de una determinada recomendación
para cultivos al aire libre, contabilizar dicha lluvia en valores efectivos (70% de la lluvia medida en pluviómetro) para
descontarla del riego.
Eficiencias de aplicación del riego consideradas según el sistema de riego: 65% (superficie), 75% (aspersión) y 90%
(localizado). En caso de duda, se recomienda realizar una evaluación del sistema.
Las aportaciones de riego estarán siempre supeditadas a la disponibilidad de agua.
A través de la eficiencia de aplicación del riego, para el cálculo de las necesidades totales de riego se han tenido en
cuenta, además de las necesidades consuntivas, las cantidades adicionales de agua precisas para compensar las pérdidas
producidas por las condiciones en que se desarrolla el cultivo.
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2. Recomendaciones de riego del SAR para la campaña 2014
A continuación se indican los cultivos, municipios (o zonas de producción) y provincias para los que se han elaborado ya
avances de recomendaciones de riego:
• Cultivo de melón en invernadero: zonas de producción de la Cañada de San Urbano, Níjar y Campo de Dalías (Almería).
• Cultivo de sandía en invernadero: zonas de producción de Níjar y Campo de Dalías (Almería).
• Cultivo de almendro en: Córdoba (Córdoba); Los Palacios y Villafranca, y Lebrija (Sevilla).
• Cultivo de cítricos en: Huércal-Overa (Almería); Churriana (Málaga); Gibraleón, Lepe y Puebla de Guzmán (Huelva);
Hornachuelos y Palma del Río (Córdoba); Aznalcázar, La Rinconada y Lora del Río (Sevilla).
• Cultivo de melocotonero en: Cartaya, Gibraleón, La Palma del Condado y Villanueva de los Castillejos (Huelva);
Hornachuelos (Córdoba); Carmona, Brenes, Cantillana, La Rinconada, Tocina y Lora del Río (Sevilla).
En el caso de las recomendaciones semanales de riego, seguidamente se indican las provincias y comarcas agrarias para las
que se elaboran dichas recomendaciones:
• Almería: Bajo Almanzora y Levante Almeriense
• Cádiz: Campiña de Cádiz, Costa Noroeste y De La Janda
• Córdoba: Campiña Baja, La Sierra y Las Colonias
• Granada: Baza
• Huelva: Andévalo Occidental, Condado Campiña, Condado Litoral y Costa
• Jaén: Campiña de Jaén
• Málaga: Guadalhorce o Centro-Sur
• Sevilla: La Campiña y La Vega
Si para una determinada semana no se ofrecen estas recomendaciones en alguna comarca agraria concreta, o bien
municipio o cultivo dentro de ella, esto se debe a que las lluvias han cubierto las necesidades de riego del cultivo.
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2. Recomendaciones de riego del SAR para la campaña 2014
RECOMENDACIONES DE RIEGO EN LA PLATAFORMA SERVIFAPA
Desde el mes de enero de 2014, la presencia del SAR en Internet se hace a través de SERVIFAPA. Esta plataforma virtual
presenta 14 Sectores productivos con información de temática específica, entre los que se encuentra el de Riego donde se
ha integrado el SAR (Figura 2). También pone a disposición de los usuarios cinco Servicios horizontales: Buscador de
contenidos, Técnico Virtual, Formación Especializada, Espacios de Participación y, por último, Alertas.
Con el Buscador de Contenidos (Figura 3), los usuarios interesados dispondrán de toda la información de acceso libre que
genera el SAR. Aquí podemos encontrar, entre otros, el apartado de Recomendaciones (Figura 3) donde se incluyen
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Figura 2. Imagen de la página de acceso al sector Riego en
la Plataforma SERVIFAPA, donde se integra el Sistema de
Asistencia al Regante. El enlace para acceder a dicho
sector aparece señalado en color azul.
Figura 3. Imagen del sector Riego en la Plataforma SERVIFAPA
correspondiente al servicio Buscador de contenidos. El enlace para
acceder al apartado de Recomendaciones aparece señalado en color
azul.
2. Recomendaciones de riego del SAR para la campaña 2014
documentos con Avances de recomendaciones de riego al inicio de campaña (Figura 4) y con Recomendaciones semanales
de riego por comarcas agrarias (Figura 5).
En resumen, los documentos con recomendaciones de riego en SERVIFAPA van a estar disponibles en la siguiente ruta:
SERVIFAPA / Riego / Buscador de contenidos / Recomendaciones.
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Figura 4. Ejemplo de documento elaborado por el SAR con Avance de recomendaciones de riego al inicio de la campaña. Este tipo de
documento está disponible en la Plataforma SERVIFAPA, accediendo al apartado de Recomendaciones dentro del Sector Riego. Portada
del documento (izquierda) y tabla de datos (derecha).
2. Recomendaciones de riego del SAR para la campaña 2014
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Figura 5. Ejemplo de documento elaborado por el SAR con Recomendaciones semanales de riego para una comarca agraria. Este tipo
de documento está disponible en la Plataforma SERVIFAPA, accediendo al apartado de Recomendaciones dentro del Sector Riego.
Portada del documento (izquierda) y tabla de datos (derecha).
BIBLIOGRAFÍA
Allen, R.G., Pereira, L.S., Raes, D., Smith, M. 1998. Crop evapotranspiration. Guidelines for computing crop water
requirements. FAO Irrigation and Drainage Paper No. 56. FAO, Rome.
Doorenbos, J., Pruitt, W.O. 1975. Guidelines for predicting crop water requirements. FAO Irrigation and Drainage Paper No. 24.
FAO, Rome.
Fernández Gómez, R., Ávila Alabarces, R., López Rodríguez, M., Gavilán Zafra, P. y Oyonarte Martínez, N. 2010. Manual de
Riego para Agricultores. Módulo 1: Fundamentos del riego. Consejería de Agricultura y Pesca. Junta de Andalucía.
Página Web de SERVIFAPA; IFAPA; Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural; Junta de Andalucía (www.servifapa.es).
Stamm, G.G. 1967. Problems and procedures in determining water supply requirements for irrigation projects. Chap. 40 in
irrigation of agricultural lands by Hagan et al. Wisconsin, Amer. Soc. Agron. Agronomy II.
3. Riego deficitario: Apuntes sobre calendarios de riego y periodos críticos de los cultivos (Parte II)
CALENDARIOS DE RIEGO DEFICITARIO
La estrategia a seguir en la elaboración de un calendario de riego deficitario
conlleva una programación muy minuciosa y un conocimiento fidedigno de los
recursos hídricos de que se dispone, de forma que las dosis de riego se ajusten lo
máximo posible.
Tal como se indicó en el artículo “Riego deficitario: Fundamentos e implicaciones
económicas (Parte I)”, publicado en nuestro Boletín nº 25 del SAR, si la
disponibilidad de agua es muy limitada, el beneficio obtenido puede no justificar el
propio riego. En esa circunstancia puede resultar más conveniente optar por una
disminución en la superficie cultivada para repartir el volumen de agua disponible
entre una menor extensión, de forma que se optimice el uso tanto del agua de riego
como del resto de factores productivos.
En general, se pueden distinguir dos estrategias diferentes en cuanto a la
elaboración de un calendario de riego deficitario:
1. Disminuir las dosis y mantener la frecuencia de riego del calendario elaborado
suponiendo una disponibilidad de agua suficiente. Aplicando esta estrategia, el
contenido de agua en el suelo nunca se lleva a Capacidad de Campo por acción
del riego. De esta forma, si tras la aplicación del riego se producen lluvias, la
lámina precipitada podría ser retenida por la capacidad de almacenamiento del
perfil que se encuentra disponible. El contenido de humedad del suelo es
posible controlarlo con sondas que detectan la humedad del mismo (Figura 1).
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Figura 1. Red de tubos de acceso
para sondas que determinan el
contenido de humedad del suelo a
diferentes profundidades. Fuente:
Stewart et al. (2011).
Natividad Ruiz Baena IFAPA
en los periodos más críticos del ciclo del cultivo está
próximo al óptimo. Tradicionalmente, la recomendación
para la práctica de una estrategia de riego deficitario ha
sido repartir uniformemente el déficit de agua a lo largo de
la campaña de riego. La investigación de la respuesta de los
cultivos al déficit hídrico ha dado lugar a un nuevo
tratamiento de las estrategias de riego deficitario, según el
cual, el momento fenológico cobra una trascendencia
fundamental en la programación (Figura 3).
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2. Mantener las dosis y retrasar las fechas de la
programación, de forma que se reduce el número de
riegos inicial. Esta estrategia tiene la ventaja respecto
a la anterior de que, al reducir la frecuencia de
humedecimiento del suelo, se disminuye la
evaporación directa desde el mismo, con lo que se
consigue una mejor eficiencia en el uso del agua.
Ambas estrategias conllevan en realidad la consideración de
un Nivel de Agotamiento Permisible (NAP) del cultivo
superior al utilizado normalmente, entendiéndose como
NAP al contenido de agua en el que, teóricamente, el nivel
de estrés empieza a afectar a la producción del cultivo
(Figura 2). Ello induce a desarrollar un sistema radicular
más profuso, ya que se ve obligado a agotar en mayor
medida el contenido de agua del perfil. De esta forma, el
cultivo se va proveyendo progresivamente de una cierta
resistencia al estrés hídrico.
RIEGO DEFICITARIO CONTROLADO
El rendimiento de un cultivo afectado por déficit hídrico,
dependerá no sólo de la cuantía de éste, sino, además, del
momento en que éste se produzca. Así, los efectos del
déficit pueden minimizarse si el aprovisionamiento de agua
Figura 2. Para garantizar un máximo desarrollo de la planta,
dentro del Intervalo de Humedad Disponible (IHD) en el suelo,
solo una fracción (Nivel de Agotamiento Permisible, NAP) se
debe dejar consumir antes del siguiente riego. Fuente: IFAPA.
3. Riego deficitario: Apuntes sobre calendarios de riego y periodos críticos de los cultivos (Parte II)
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Figura 3. El estado fenológico de la planta es fundamental en la respuesta de
los cultivos al déficit hídrico. Esta estrategia de programación se denomina
Riego Deficitario Controlado. Fuente: Faci et al. (2010).
De esta forma, se le da un enfoque más fisiológico a las estrategias de riego con limitación de la evapotranspiración. Este
enfoque pretende establecer aquellos momentos en los que los aportes son más necesarios desde el punto de vista de la
repercusión que el estrés hídrico tiene sobre la productividad del cultivo.
Los intervalos temporales en los que el cultivo presenta una mayor sensibilidad respecto al déficit de agua en el suelo se
denominan periodos críticos. Estos periodos suelen coincidir con los procesos de floración y fructificación, aunque no
siempre es así (ver Tabla 1). Hoy día ya es comúnmente aceptado hacer referencia a estrategia de programación como de
riego deficitario controlado.
3. Riego deficitario: Apuntes sobre calendarios de riego y periodos críticos de los cultivos (Parte II)
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3. Riego deficitario: Apuntes sobre calendarios de riego y periodos críticos de los cultivos (Parte II)
Tabla 1. Periodos críticos para diferentes cultivos respecto a la ocurrencia de déficit hídrico. Fuente: Doorenbos et al. (1975).
Nota: En el caso de que en un mismo cultivo aparezca más de un periodo crítico, dichos periodos se indican de mayor a menor
influencia sobre el rendimiento final.
PERIODOS CRÍTICOS CON DÉFICIT HÍDRICO
Alfalfa Justo después de la siega en el caso de la alfalfa para heno y al principio de la floración para el destinado a la producción de semillas.
Albaricoquero Periodo de floración y desarrollo de las yemas.
Trigo Durante la fase de formación de los flósculos y de las cabezuelas y dos semanas antes de la polinización.
Sandía Desde la floración hasta la recolección.
Nabo Desde el inicio de la fase de crecimiento rápido de la raíz hasta el momento de la recolección.
Tomate Cuando se formen las flores y los frutos crezcan rápidamente.
Tabaco Desde el momento en que la planta alcanza una altura de 50 cm hasta la floración.
Caña de azúcar Periodo de crecimiento vegetativo máximo.
Remolacha azucarera Tres o cuatro semanas después de la nascencia.
Fresa Desde el desarrollo del fruto hasta la maduración.
Soja Fase de floración y fructificación y periodo de crecimiento vegetativo máximo.
Sorgo Aparición de las raíces secundarias y ahijamiento hasta la fase de formación de las vainas, formación de las cabezuelas, floración y formación del grano y periodo de desarrollo de éste
Girasol Durante la siembra y la floración y en la fase de germinación de las semillas.
Rábano Durante el periodo de ensanchamiento de las raíces.
Patata Después de la formación de los tubérculos y en el periodo comprendido entre floración y recolección.
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3. Riego deficitario: Apuntes sobre calendarios de riego y periodos críticos de los cultivos (Parte II)
Tabla 1. Periodos críticos para diferentes cultivos respecto a la ocurrencia de déficit hídrico (Cont.). Fuente: Doorenbos et al. (1975).
PERIODOS CRÍTICOS CON DÉFICIT HÍDRICO (Continuación)
Guisante A principios de la floración y cuando se llenan las vainas.
Melocotonero Periodo de rápido crecimiento del fruto hasta la maduración (Figura 2).
Olivo Justo antes de la floración y durante el crecimiento del fruto.
Avena Desde la aparición de los flósculos hasta la formación de las cabezuelas.
Maíz Periodo de polinización desde la inflorescencia hasta la fructificación, antes de la inflorescencia, periodos de desarrollo del grano.
Lechuga Necesita unos suelos húmedos especialmente antes de la recolección.
Cacahuete Fases de floración y desarrollo de las semillas, periodo comprendido entre la germinación y la floración y el final del periodo vegetativo.
Cebada Fase inicial de formación de las vainas, fase de consistencia blanda del grano e inicio de la fase de ahijamiento o maduración.
Fríjoles Fase de floración y aparición de las vainas y periodo de maduración.
Col y Brécol Durante la formación y desarrollo de las cabezas.
Ricino Requieren un nivel de humedad del suelo relativamente alto durante todo el periodo de crecimiento.
Coliflor Requiere riegos frecuentes desde la plantación hasta la recolección.
Cítricos Fases de floración y de fructificación; se puede favorecer una alta floración suspendiendo el riego justo antes de la fase de floración (limón); se puede controlar la "caída de junio" de los frutos más débiles manteniendo un alto grado de humedad del suelo.
Algodón Floración y formación de las cápsulas, fases iniciales de crecimiento y después de la formación de las cápsulas
Cerezo Periodo de rápido crecimiento de la fruta antes de la maduración.
Nota: En el caso de que en un mismo cultivo aparezca más de un periodo crítico, dichos periodos se indican de mayor a menor
influencia sobre el rendimiento final.
evidencia del ahorro de agua que se consigue aplicando la
estrategia de riego deficitario controlado es el
melocotonero (Figura 4). Una de las razones que explican
esto es que en la fase de crecimiento vegetativo, el cultivo
es más sensible al déficit hídrico en relación al del fruto.
Durante el endurecimiento del hueso, un aporte hídrico que
lleve al cultivo a la tasa potencial de ETc se manifiesta en
el rápido crecimiento de brotes vigorosos, los cuales son
indeseables por varias razones. Por un lado, este grado de
hidratación máximo tiene como consecuencia el sombreado
de los frutos y de las hojas cercanas a los mismos, de las
cuales aquellos se nutren principalmente. Además, este
21/36
Las estrategias de riego deficitario bajo este nuevo enfoque
no sólo han de procurar el suministro adecuado en los
periodos críticos. Además, se ha de tener presente el que
la demanda en un determinado momento también
dependerá del vigor acumulado en periodos anteriores, en
los que, por ejemplo, haya llovido notablemente. El exceso
de fructificación provocado en esa situación puede tener
efectos nefastos sobre toda la cosecha, si no se ha previsto
una reserva de agua de riego suficiente. Los suelos más
apropiados para la puesta en práctica de estas estrategias
son los poco profundos con escasa capacidad de retención
(arenosos), como consecuencia de que los vaciados y
llenados del suelo son más rápidos y la reserva de agua del
suelo resultará más fácilmente controlable. Otra vía para
conseguir este efecto será evitar la profusión del sistema
radicular de la planta.
Las estrategias de riego deficitario también tendrán una
mayor aplicabilidad en climas áridos. En estas condiciones,
la planta difícilmente estará sometida a situaciones de
estrés provocadas por el vigor adquirido en periodos en los
que la disponibilidad de agua de lluvia ha ocasionado un
crecimiento vegetativo excesivo.
Un cultivo que representa un paradigma en cuanto a la Figura 4. Fruto de melocotonero en cosecha. Fuente:
Isabel Abrisqueta Villena.
3. Riego deficitario: Apuntes sobre calendarios de riego y periodos críticos de los cultivos (Parte II)
BIBLIOGRAFÍA
Alarcón, J.J., Torrecillas, A., Sánchez-Blanco, M.J.,
Abrisqueta, J.M., Vera, J., Pedrero F., Magaña, I., García-
Orellana, Y., Ortuño, M.F., Nicolás, E., Conejero, W.,
Mounzer, O., Ruiz-Sánchez, M.C. 2006. Estrategias de riego
deficitario en melocotonero temprano. Vida Rural. Dossier
Agua. Pp: 28-32.
Doorenbos, J., Pruitt, W.O. 1975. Guidelines for predicting
crop water requirements. Irrigation and Drainage Paper No.
24, FAO.
Faci, J.M., Aragüés, R., Blanco, O., Medina, E. 2010. Ensayo
de riego deficitario controlado en melocotón de Calanda.
Comunicación Centro de Investigación y Tecnología
Agroalimentaria de Aragón.
Prieto, M.H., Moñino, M.J., Vivas, A. 2005. Estrategias de
riego deficitario en melocotón temprano. Vida Rural.
Dossier Frutales de Hueso. Pp: 38-42.
22/36
sombreado dificulta una maduración óptima de los frutos.
Por otro lado, el incremento en la cantidad de brotes
vigorosos encarece la poda del árbol, ya que la finalidad de
la misma es la eliminación de éstos, al provocar un
desequilibrio entre la carga vegetativa del árbol y la de
fructificación.
Alarcón et al. (2006) pusieron de manifiesto la poca
significación sobre la producción de los diferentes
tratamientos de riego deficitario aplicados en
melocotonero (Figura 5), que además supusieron una
mejora en la eficiencia en el uso del agua. Prieto et al.
(2005) demostraron que al reducir el aporte de agua en
poscosecha, además del ahorro evidente de agua de riego,
se redujo el vigor de los árboles y no hubo pérdidas de
cosecha.
Figura 5. Muestra de cosecha obtenida en
distintos tratamientos de riego deficitario en
melocotonero. Fuente: Alarcón et al. (2006).
3. Riego deficitario: Apuntes sobre calendarios de riego y periodos críticos de los cultivos (Parte II)
4. Evaluación de la Uniformidad de distribución y Eficiencia de aplicación de un riego por surcos en el Bajo Guadalquivir
INTRODUCCIÓN
En Andalucía, el sistema de riego por gravedad estaba llamado a extinguirse.
Actualmente ocupa una superficie considerable. Según datos de la “Encuesta sobre
Superficies y Rendimientos de Cultivos. Informe sobre regadíos en España”
(MAGRAMA, 2013), el porcentaje de riego por superficie llegaba al 18,12% con una
superficie de 182.048 ha.
En la provincia de Sevilla, se estima que pueden quedar en torno a las 38.000 ha con
riego por surcos en la zona del Bajo Guadalquivir (Figura 1). Es un riego que cobra
protagonismo, ya que las necesidades de energía son escasas y, por tanto, el coste
del riego se reduce a la regulación y al de estructura de las comunidades de
regantes. Según esto, el estudio de este sistema de riego debe estar enfocado para
cumplir con la sostenibilidad de los regadíos, fomentando el ahorro y la mejora de la
eficiencia en el uso del agua
El Sistema de Asistencia al Regante (SAR) ha llevado a cabo algunos trabajos sobre
uniformidad de distribución y eficiencia de aplicación en parcela del riego por
surcos, para la zona del Bajo Guadalquivir (Salvatierra, 2009). Además de la
metodología general expuesta en la página web del IFAPA, se han realizado
evaluaciones de riego con técnicas más específicas para obtener resultados
concretos del riego por surcos en esta zona.
El objetivo del presente trabajo del SAR consistió en evaluar la mejora de la
eficiencia del riego con un aumento de caudal en el surco, para el cultivo del
algodón regado con surcos alternos, en la zona del Bajo Guadalquivir.
23/36
Figura 1. Imagen de un cultivo de
algodón regado por surcos en la
zona del Bajo Guadalquivir. Fuente:
IFAPA.
Benito Salvatierra Bellido Eugenio Gómez Durán IFAPA
Regla para medir en los aforadores el caudal de los
surcos.
Estacas para señalar los puntos de referencia donde se
miden los tiempos de avances y de receso del agua.
Martillo.
Cinta métrica para establecer los puntos de referencia.
Reloj.
24/36
MATERIAL Y MÉTODOS
Para el presente estudio se valoraron diversos métodos.
Finalmente, se eligió la metodología propuesta por Walker
(1989) en el Manual de Riego y Drenaje FAO 45, para la
evaluación de los sistemas de riego por surcos. Dicho
procedimiento se basa en la medición en campo de las
variables características de un riego por surcos, para
posteriormente ajustar una función de infiltración del agua
en el suelo (modelo de Kostiakov-Lewis). La ecuación para
nuestro sistema suelo-planta se obtuvo a partir del estudio
del riego. Se utilizó un modelo de simulación de riego por
surcos, donde se definieron exhaustivamente todas las
variables del riego y la ecuación de infiltración ajustada.
Este modelo reproduce nuevamente el riego y obtiene los
resultados finales de la evaluación.
Los materiales utilizados fueron:
Material de campo:
Formulario de campo diseñado específicamente para el
método de trabajo utilizado.
Cuatro aforadores de caudal de estrechamiento largo,
situados en la cabecera y en la cola de cada surco
evaluado (Figura 2).
Figura 2. Imagen de la cabecera de un surco de riego en un
cultivo de algodón donde se midió el caudal con un
aforador de estrechamiento largo.
4. Evaluación de la Uniformidad de distribución y Eficiencia de aplicación de un riego por surcos en el Bajo Guadalquivir
4. Evaluación de la Uniformidad de distribución y Eficiencia de aplicación de un riego por surcos en el Bajo Guadalquivir
Material de gabinete:
Hoja de cálculo para definir la ecuación de
infiltración.
Programa de simulación de surcos “SIRMOD”.
La parcela escogida es representativa de la zona
regable del Bajo Guadalquivir y el cultivo del
algodón está muy adaptado al riego por surcos.
En la Tabla 1 se muestran todas las variables
que influían en la evaluación del riego, salvo el
valor de caudal en los chorros de los surcos.
Para determinar la eficiencia y la uniformidad
del riego con distintos caudales se evaluaron dos
surcos. En uno de ellos se aplicó el agua a través
de un único taladro (chorro) en la tubería
terciaria de plastocanal (sirva como referencia
la Figura 1). En el otro surco, por su parte, se
utilizaron dos taladros (chorros). Para evitar el
efecto borde, en ambas estrategias se
establecieron cuatro surcos más por cada lado
que se regaron de la misma forma. Los caudales
medios con los que se hicieron estas
evaluaciones fueron de 0,95 l/s y 2,3 l/s,
respectivamente.
25/36
CULTIVO
Cultivo Algodón
Fecha de la evaluación Principios de Junio
Fase del cultivo Inicio de la floración
Marco de siembra 0,95 m de distancia entre líneas
Longitud de los surcos 235 m
Marco de riego Riego en surcos alternos
SUELO
Textura Arcillosa
Estado inicial Seco
Agua útil (capacidad de almacenamiento del suelo para el cultivo en la fecha de evaluación)
60 mm
Pendiente Uniforme, 1,5 por mil
SISTEMA DE DRENAJE
Tipo Subterráneo cerámico
Separación entre drenes 10 m
Profundidad de drenes 80 cm
Tabla 1. Variables para la evaluación del riego por surcos en un cultivo de
algodón ubicado en la zona del Bajo Guadalquivir.
Estos resultados nos permiten concluir que la Uniformidad
de distribución (Figura 3) es, por tanto, un parámetro muy
dependiente de las condiciones de suelo, pero la Eficiencia
de aplicación depende más del cultivo y de lámina de agua
requerida en cada momento. Un aumento de caudal del
riego por surcos aumenta la Eficiencia de aplicación, sin
riesgos de no cubrir la lámina requerida (ver Eficiencia
requerida en Figuras 4 y 5). El caso estudiado es un cultivo
con valores altos de lámina requerida en los riegos. Para
26/36
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos en las dos estrategias de caudal de
riego aplicadas en las condiciones descritas se presentan en
las Figuras 4 y 5. Ambas figuras muestran los resultados
finales obtenidos como salida de la aplicación informática
de simulación de surcos “SIRMOD”.
En este estudio se ha supuesto que la lámina requerida de
riego era de 60 mm, de acuerdo a las circunstancias previas
a la evaluación (suelo seco y agua útil de 60 mm).
En la Figura 4 se observa que regando con un caudal menor
(0,95 l/s, similar al aplicado en riegos convencionales en la
zona), obtenemos un valor de Uniformidad de distribución
del 69%, aceptable para el riego por surcos. Sin embargo, la
Eficiencia de aplicación muestra un valor de 35,3%, que se
considera bajo. Es decir, tenemos aquí el valor medio del
agua aprovechada por la planta frente al agua aplicada.
Según esto, perdemos un 64,7% de agua.
Por su parte, en la Figura 5 se muestra que con un caudal
de riego mayor (2,3 l/s), el valor alcanzado de Uniformidad
de distribución fue del 65,8%, algo menor que en el caso
anterior, quizás por haber cortado el agua antes de tiempo.
Pero la Eficiencia de aplicación fue mucho mayor, 48,2%
frente al 35,3% del otro caso.
4. Evaluación de la Uniformidad de distribución y Eficiencia de aplicación de un riego por surcos en el Bajo Guadalquivir
Figura 3. La Uniformidad de distribución del agua
de riego en un cultivo debe ser adecuada, lo que nos
va a permitir aprovechar al máximo el agua
disponible. Fuente: Fernández Gómez et al. (2010).
4. Evaluación de la Uniformidad de distribución y Eficiencia de aplicación de un riego por surcos en el Bajo Guadalquivir
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Figura 4. Gráfica de los resultados finales para la evaluación de riego del surco con un chorro y un caudal de 0,95 l/s.
Esta gráfica se ha obtenido como salida de la aplicación informática de simulación de surcos “SIRMOD”.
4. Evaluación de la Uniformidad de distribución y Eficiencia de aplicación de un riego por surcos en el Bajo Guadalquivir
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Figura 5. Gráfica de los resultados finales para la evaluación de riego del surco con dos chorros y un caudal de 2,3 l/s.
Esta gráfica se ha obtenido como salida de la aplicación informática de simulación de surcos “SIRMOD”.
4. Evaluación de la Uniformidad de distribución y Eficiencia de aplicación de un riego por surcos en el Bajo Guadalquivir
cultivos con menor profundidad radicular, es mucho más
importante el aumento de caudal para evitar pérdidas
excesivas de agua.
En la práctica del riego por surcos es posible aumentar el
caudal con tuberías terciarias de plastocanal más cortas.
Igualmente, podría mejorarse aún más con la técnica de
manejo denominada “riego por pulsos”. Para ello ha de
utilizarse en la pieza “T” del plastocanal un conmutador
que nos permita regar alternativamente hacia un lado u otro
de la “T”, de manera intermitente, contando además con
una automatización apropiada. Esta última técnica de riego
mejora la Uniformidad de Distribución del agua y, por
consiguiente, la Eficiencia de Aplicación de riego. Esto se
justifica porque el avance del agua se hace con suelo
saturado y con doble caudal en cada pulso.
Por último, conviene recordar que hay algunas cuestiones
muy básicas que aportan mejoras al riego por surcos y a las
que no siempre se les da la importancia que merecen. Por
ejemplo, el mantenimiento de una correcta nivelación en el
terreno (Figura 6) asegura valores potenciales de
uniformidad y de eficiencia máximos.
29/36
Figura 6. En las parcelas con riego por surcos es
imprescindible mantener una correcta nivelación del
terreno. Fuente: www.pepehermano.blogspot.com
4. Evaluación de la Uniformidad de distribución y Eficiencia de aplicación de un riego por surcos en el Bajo Guadalquivir
30/36
BIBLIOGRAFÍA
CAP, 2001. Mejora del Uso y Gestión del Agua de Riego. Consejería de Agricultura y Pesca, Junta de Andalucía.
CD-ROM.
Fernández Gómez, R., Ávila Alabarces, R., López Rodríguez, M., Gavilán Zafra, P. y Oyonarte Martínez, N. 2010.
Manual de Riego para Agricultores. Módulo 1: Fundamentos del riego. Consejería de Agricultura y Pesca. Junta
de Andalucía.
MAGRAMA, 2013. Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos. Informe sobre regadíos en España.
Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Salvatierra, B. 2009. Eficiencia de aplicación del riego en Andalucía. Boletín Trimestral de Información al
Regante nº 10 (Enero-Marzo 2009). IFAPA, Consejería de Agricultura y Pesca, Junta de Andalucía.
Walker, W.R. 1989. Guidelines for designing and evaluating surface irrigation systems. FAO Irrigation and
Drainage Paper 45. Food and Agriculture Organization of the United Nations. Rome, Italy.
5. Fertilización en cultivos hortícolas en invernadero bajo producción ecológica
Desde los inicios en 1990, la agricultura ecológica en España no ha cesado en su
crecimiento, tanto en superficie como en número de operadores. Según datos de
MAGRAMA (2012), en 2011 había inscritos 32.800 operadores y más de 1.845.000 ha
(Figura 1). En Andalucía, el crecimiento ha sido más significativo aún, representando
en la actualidad el 60% del total nacional en cuanto a superficie. Los cultivos
hortícolas en invernadero no han permanecido al margen de esta tendencia. Sólo en
la provincia de Almería aparecen inscritos actualmente 418 productores de cultivos
hortícolas bajo plástico (SIPEA, 2014).
Por agricultura ecológica se define el sistema agrario cuyo objetivo fundamental es
la obtención de alimentos de máxima calidad, respetando el medio ambiente y
conservando o incrementando la fertilidad del suelo a medio o largo plazo, mediante
31/36
Figura 4. Evolución de la
superficie de producción
ecológica en España. Fuente:
MAGRAMA (2012).
Rafael Baeza Cano Juana Isabel Contreras París IFAPA
0
200000
400000
600000
800000
1000000
1200000
1400000
1600000
1800000
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1991
1995
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
Sup
erf
icie
(h
a)
Año
Evolución superficie de Producción Ecológica (1991-2011)
5. Fertilización en cultivos hortícolas en invernadero bajo producción ecológica
la utilización óptima de los recursos naturales, sin el
empleo de productos químicos de síntesis y manteniendo el
bienestar de los animales.
La producción mediante sistemas ecológicos hace necesario
recurrir a la fertilidad natural del suelo para garantizar la
nutrición de los cultivos. Para restablecer esta fertilidad se
utilizará principalmente estiércol, abonos verdes o se
favorecerá la fijación natural de nitrógeno (González et al.,
2011). En concreto, por lo que respecta al nitrógeno, en
producción ecológica está prohibido el empleo de
fertilizantes nítricos de síntesis, tan abundantemente
empleados en agricultura convencional. Por otro lado, se
fija un límite anual de 170 UF de nitrógeno en las
aplicaciones al suelo de estiércol ganadero para evitar la
contaminación por nitratos de las aguas subterráneas y la
elevada presencia de estos en los propios alimentos
(Reglamento CE 889/2008).
Por tanto, la gestión de la fertilidad del suelo presenta
grandes diferencias respecto a la que se practica en
agricultura convencional. Sin embargo, los productores de
horticultura en invernadero acogidos a producción
ecológica proceden normalmente de una producción
convencional, por lo que sus instalaciones para cultivar
tienen características similares a las de esta última. Los 32/36
suelos de cultivo suelen ser enarenados en la mayor parte
de los casos y las instalaciones de fertirrigación
normalmente cuentan con un programador modular de
riego. Estos programadores controlan la inyección de varios
tanques de solución madre de fertilizante y regulan el pH
actuando sobre la inyección de un tanque de ácido (Baeza y
Contreras, 2014).
En la agricultura convencional en invernadero, los
programas de fertilización están basados en la práctica del
fertirriego, habiéndose abandonado casi por completo las
aplicaciones directas de fertilizantes en el suelo, tanto de
materiales orgánicos, como la incorporación en fondo de
fertilizantes minerales. El propio enarenado limita la
aportación de fertilizantes orgánicos al suelo al ser
necesario retirar la capa superior de arena, cuyo espesor es
de unos 6-10 cm (Figura 2), para poder incorporarlos, en lo
que se conoce como técnica del “retranqueo”. Esta técnica
actualmente se encuentra en desuso.
En cambio, en la agricultura ecológica para mantener o
incrementar la fertilidad del suelo los programas de
fertilización deben estar basados en la incorporación de
materia orgánica en el suelo. Se trata por tanto de pensar
en una fertilidad a medio-largo plazo, que no puede
5. Fertilización en cultivos hortícolas en invernadero bajo producción ecológica
sustentarse exclusivamente en programas de
fertirrigación. Esta fertirrigación debe considerarse un
complemento que se empleará sólo en caso necesario.
Estudios recientes realizados en el Centro IFAPA La
Mojonera han demostrado que la sustitución parcial de la
fertirrigación por aplicaciones en fondo de fertilizantes
organominerales no suponen una merma de la
productividad de estos cultivos y pueden ayudar a mejorar
la fertilidad del suelo (Contreras et al., 2014). En
concordancia con esto, en trabajos desarrollados por Del
Moral et al. (2012) en la Universidad de Almería, en
invernaderos con cultivos hortícolas bajo producción
ecológica y en los que se ha realizado una incorporación
continuada de materia orgánica en el suelo durante un
33/36
Figura 2. Esquema de un suelo enarenado. Fuente: IFAPA.
periodo largo de tiempo (10 años), se ha observado una
disminución del pH y la densidad aparente del suelo y,
como consecuencia, una mejora de la infiltración.
Además, el carbono orgánico total, el nitrógeno total y la
capacidad de intercambio catiónico aumentaron respecto
al manejo convencional.
Sin embargo, en este ámbito del riego de cultivos
hortícolas en invernadero bajo certificación ecológica, la
información que se puede extraer de las diferentes
actuaciones que está realizando actualmente el SAR
muestra que en un sector importante de estas
explotaciones el fertirriego sigue siendo la base de los
programas de fertilización. La única modificación
destacable observada es que se han sustituido los
fertilizantes químicos de síntesis por productos con uso
autorizado en agricultura ecológica.
Esta situación, además de que apenas contribuye a la
mejora de la fertilidad del suelo, ha generado una serie de
contratiempos adicionales, tales como el incremento de
los costes de los programas de fertilización y problemas de
obturación en las redes de riego. Esto último es debido a
que se utilizan principalmente fertilizantes orgánicos de
precio elevado, de escasa solubilidad y elevada carga
5. Fertilización en cultivos hortícolas en invernadero bajo producción ecológica
biológica, cuya acumulación en los emisores de riego
puede generar el bloqueo de los mismos (Figura 3).
Independientemente de la problemática que pueda
ocasionar a nivel de explotación, este sistema de manejo
afecta negativamente a la imagen del sector de la
agricultura ecológica en invernadero, puesto de por sí en
entredicho por algunos puristas en la materia, que
consideran que la agricultura en cultivos forzados
(invernaderos) no debería acogerse a certificación
ecológica.
34/36
Figura 3. Depósitos orgánicos en la red de riego
localizado, causantes de obturaciones en los emisores.
Los motivos de esta tendencia pueden estar, como se ha
comentado anteriormente, en las propias dificultades que
ocasiona el enarenado. Sin embargo, también podrían ser
achacables a la presión comercial de los suministradores
de inputs para la fertilización, más interesados en la
comercialización de productos orgánicos envasados (para
su empleo vía fertirriego), que en la comercialización de
abonos orgánicos a granel para las enmiendas de suelo y a
las propias rutinas de manejo de los productores
procedentes de agricultura convencional. En este sentido,
como consecuencia de la creciente demanda de productos
hortícolas ecológicos, son cada vez más los productores de
agricultura convencional que optan por la agricultura
ecológica. En cualquier caso, sean cuales sean los agentes
causales, es evidente que se aprecia falta de información
técnica.
Por la sensibilidad del tema, todos los agentes implicados
(sector productor, comercializadoras, administración,
etc.) deben de aunar esfuerzos para poner en marcha
herramientas que permitan cambiar la tendencia actual.
Una de estas herramientas debe ser la transferencia de
tecnología y la formación. El IFAPA, como responsable
institucional de la formación agraria en Andalucía, ha
impartido cursos de conversión a la producción
5. Fertilización en cultivos hortícolas en invernadero bajo producción ecológica
35/36
BIBLIOGRAFÍA
Baeza, R., Contreras, J.I. 2014. Caracterización de las
instalaciones de fertirriego utilizadas en cultivos
hortícolas bajo abrigo de Almería. V Jornadas del grupo de
fertilización de la Sociedad Española de Ciencias
Hortícolas.
Contreras, J.I., Cánovas, G., Baeza, R. 2014. Aplicación
en fondo de fertilizantes organominerales como
alternativa a la fertirrigación convencional en cultivos
hortícolas: I Efecto sobre la dinámica de producción de
frutos y nutrientes en suelo. V Jornadas del grupo de
fertilización de la Sociedad Española de Ciencias
Hortícolas.
Del Moral, F., González, V., Simón, M., García, I.,
Sánchez, J.A., De Haro, S. 2012. Soil properties after 10
years of organic versus conventional management in two
greenhouses in Almería (SE Spain). Archives of Agronomy
and Soil Science, 58: 226-231.
González, A., Redondo, F., Arrebola, F., Casado, J.,
Camps, M.J., Rull, P., Sánchez, R. 2011. Manual de
conversión a la producción ecológica. Instituto de
Investigación y Formación Agraria y Pesquera. Junta de
Andalucía.
Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
2012. Agricultura Ecológica. Estadísticas 2011.
Reglamento (CE) nº 889/2008 por el que se establecen
disposiciones de aplicación del Reglamento (CE) nº
834/2007 del Consejo sobre producción y etiquetado de
los productos ecológicos.
Sistema de Información sobre la Producción Ecológica en
Andalucía. 2014. Dirección General de Calidad, Industria
Agroalimentaria y Producción Ecológica. Junta de
Andalucía.
Los motivos de esta tendencia pueden estar, como se ha
ecológica. Un número importante de estos cursos ha ido
destinados a productores de horticultura en invernadero
de Almería (Figura 4) e incluyen entre sus materias
impartidas la gestión del riego y la fertilización. No
obstante, en los últimos años se aprecia un descenso en el
número de actividades formativas ejecutadas y, en
contraposición, un incremento de los productores
adscritos. Es preciso, por tanto, reimpulsar esta línea y
poner en marcha las actividades de experimentación y
transferencia necesarias para cambiar la tendencia
actual.
Figura 4. Evolución de proyecto formativo “Conversión a la
Producción Ecológica” en la provincia de Almería realizado
por el IFAPA.
BOLETÍN TRIMESTRAL DE INFORMACIÓN AL
REGANTE
Nº 26, Abril-Junio 2014 Sistema de Asistencia al Regante (SAR)
Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera
Edificio Administrativo Bermejales
Avda. de Grecia, s/n
41012 Sevilla (Sevilla) España
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Este trabajo ha sido cofinanciado al 80% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, dentro del Programa Operativo FEDER de Andalucía 2007-2013.
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