Sistema Esqueletico - HELDY

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Sistema Esquelético

Dr. Heldy Jesús Vasquez

Sistema esquelético El sistema de sostén corporal está formado

por tejidos conectivos especializados: El hueso. El cartílago.

El hombre posee un endoesqueleto osteocartilaginoso y membranoso que integran el conjunto de estructuras rígidas del cuerpo y permiten su movilidad.

Con la edad el cartílago se va reemplazando por hueso.

La cantidad en el adulto es muy reducida de cartílago.

Los huesos están formados por tejido conectivo.

El 99% del calcio corporal se almacena en los huesos.

Cartílagos Los cartílagos cubren las superficie articulares

o están unidos a algunos huesos. El tejido cartilaginoso prácticamente no tiene

vasos y sus células se nutren por imbibición. Su sustancia intercelular está muy hidratada

(70% de agua).

El pericondrio: Es la membrana conectiva que lo envuelve y lo

nutre. El tejido cartilaginoso es rígido, pero a la vez es

elástico en la flexión y la compresión.

3 tipos de cartílagos:

Hialino

Fibroso

Elastico

Cartílago hialino:

Es el más abundante, translúcido y algo azulado. Forma los cartílagos:

Articulares Costales Traqueales Bronquiales Laríngeos De la nariz Epifisarios.

Cartílago fibroso: Es de color blanquecino, resistente, con

abundantes fibrillas colágenas. Se lo encuentra en:

Los discos articulares Los meniscos.

Cartílago elástico: Es de color amarillento, flexible y con

abundantes fibras elásticas. Forma el cartílago:

Auricular La trompa auditiva La epiglotis.

Huesos El esqueleto óseo

está formado por 206 huesos constantes. 200 huesos. 6 huesecillos del

oído.

Existen huesos inconstante: Los supernumerarios o accesorios pueden

ser: A) Suturales (generalmente en las suturas

craneales) B) Sesamoideos (pequeños, se encuentran

asociados a algunos tendones y articulaciones).

Esqueleto axial y apendicular

Esqueleto

Axial

Cráneo

Columna Vertebral

Apendicular

Miembro superior

Miembro inferior

El esqueleto de cada miembro tiene dos porciones:

A) Una cintura (cingulum), que lo relaciona con el esqueleto axial,

B) Una porción libre del miembro, que corresponde al resto de sus huesos.

Configuración interna del hueso En la estructura interna del hueso del adulto se

reconocen dos porciones : El hueso compacto El hueso esponjoso (o trabecular).

El hueso compacto: Forma una capa periférica y continua, que está

cubierta en su superficie externa por el periostio.

El hueso esponjoso:

Está constituido por laminillas o trabéculas que delimitan espacios comunicados entre sí, ocupados por la médula ósea.

Las trabéculas del hueso esponjoso se disponen y orientan a lo largo de las líneas de tensión que soporta cada porción del hueso.

Esto permite al hueso una mayor resistencia a las presiones o a las tracciones.

La diáfisis de los huesos largos, está constituida por hueso compacto que rodea la cavidad medular.

Las epífisis, están constituidas por hueso esponjoso y rodeadas por una delgada lamina de hueso compacto.

El hueso esponjoso de los huesos planos se dispone entre dos láminas de hueso compacto. DIPLOE

Los huesos cortos están formados por hueso esponjoso, rodeado por una lámina de hueso compacto.

La médula ósea se encuentre en: La cavidad medular de los huesos largos Las cavidades del hueso esponjoso (entre las

trabéculas) Se produce la hematopoyesis.

El periostio: Es una membrana fibrosa, ricamente

vascularizada e inervada, que rodea la superficie exterior del hueso.

Participa en el crecimiento del hueso y en su irrigación

Los cartílagos epifisarios Se encuentran en los huesos largos antes

de llegar a la edad adulta. Permiten el crecimiento en longitud del

hueso.

Clasificación Los huesos se pueden diferenciar y

clasificar de acuerdo con la forma general que presentan.

Segun la Forma

Huesos largos

Huesos planos

Huesos cortos

Huesos irregulares

Huesos neumaticos

Huesos sesamoideo

s

Huesos largos: Predomina la longitud por encima del

grosor y el ancho. Presentan:

Una diáfisis (cuerpo) Dos epífisis (extremos).

La zona de unión de la diáfisis con la epífisis se denomina metáfisis. La tibia es un ejemplo de hueso largo.

Huesos planos: El grosor es reducido y predominan el

largo y el ancho. Constituyen paredes de las cavidades

corporales y presentan superficies de inserción muscular amplias. Por ejemplo, el occipital.

Huesos cortos: Presentan dimensiones semejantes en

sus tres ejes, con forma variable. Por ejemplo, los huesos del carpo.

Los huesos irregulares Tienen formas y proporciones variadas.

Por ejemplo, el esfenoides

Los huesos neumáticos Presentan cavidades rellenas de aire

(cavidades neumáticas) denominadas celdas o senos de acuerdo con su tamaño. Por ejemplo, el esfenoides.

Los huesos sesamoideos Son huesos pequeños, anexos a un

tendón o un ligamento. Su nombre es debido a su parecido con la

forma de una semilla de sésamo.

Los huesos sesamoideos

Pueden ser inconstantes Se los encuentra en relación estrecha con

las articulaciones metacarpofalángica del pulgar y metatarsofalángica del dedo gordo (hallux),

En la porción medial del gastrocnemio En el tendón del peroneo largo

Los huesos sesamoideos Se articulan con un hueso que les sirve

de sostén. La rótula (patella) puede ser

considerada, por su ubicación y relación con el tendon del cuádriceps femoral.

Clasificación funcional De acuerdo con la función o funciones

que cumplen, los huesos pueden agruparse en diferentes tipos, pudiendo pertenecer a más de uno.

Funcion

Armazon del

Cuerpo

Palanca

Soporte

Protecion

Porciones de los huesos largos

Diafisis

Epifisis

Metafisis

Cartilago Epifisiario

Linea Epifisiaria

Cuello Anatomico

Cuello quirurgico

Cavidad Medular

La diáfisis: Forma el cuerpo del hueso. Es la porción central,

aproximadamente cilíndrica y con un diámetro prácticamente uniforme, formada por tejido óseo compacto.

Las epífisis:

Se encuentran en ambos extremos del hueso largo y

Constituyen los abultamientos donde se ubican las superficies articulares, lisas y cubiertas por cartílago articular.

La metáfisis: Tiene forma de cono truncado o

embudo y se ubica entre la diáfisis y la epífisis,

Constituye la zona de transición entre ambas partes.

Cartílago epifisario (placa epifisaria) [cartílago de crecimiento],

Esta en la unión entre la epífisis y la metáfisis.

Es responsable del crecimiento en longitud de estos huesos, hasta su osificación, cuando es reemplazado por la línea epifisaria.

El cuello anatómico: Es una porción más

estrecha del hueso, ubicada entre la superficie articular y los tubérculos.

El cuello quirúrgico: Está ubicado entre los

tubérculos y la diáfisis.

La cavidad medular: Es el espacio central,

amplio y hueco, como un conducto, que se ubica a lo largo de la diáfisis, pero que no se encuentra en las epífisis del hueso.

La superficie interior de la pared de la diáfisis está revestida por el endostio.

El interior de la cavidad medular se encuentra ocupado por la médula ósea.

En los niños, la médula ósea tiene aspecto rojizo (médula ósea roja) debido a su función hematopoyética.

En el adulto, la médula ósea está inactiva y acumula tejido adiposo, siendo denominada médula ósea amarilla.

Accidentes de la superficie del hueso En la superficie de los huesos existen

irregularidades denominadas accidentes óseos.

Puede tratarse de: Protrusiones (salientes), Depresiones (fosas) Superficies ásperas.

Las salientes articulares Presentan una forma regular, relacionada

con la forma geométrica que tiene la superficie articular que soportan.

Cóndilo: saliente articular en un complejo articular.

Cabeza, extremo abultado articular. Capítulo, extremo abultado articular

como una cabeza, pero de menor tamaño. Cara articular, cara que presenta una

superficie articular.

Las salientes extraarticulares

Tienen formas variables, en general son irregulares y rugosas.

Están destinadas a inserciones de músculos o ligamentos.

Su grado de desarrollo depende de la potencia del músculo que se inserta en ellas.

Tuberosidad: es una protuberancia ósea más bien redondeada con un relieve rugoso.

Tubérculo: es una protuberancia ósea de menor tamaño.

Eminencia: es una prominencia más bien alargada.

Proceso (apófisis): protrusión alargada, puede ser de inserción.

Apófisis: protrusión desarrollada en una epífisis, con un centro de osificación propio.

Epicóndilo: relieve óseo relacionado por proximidad con un cóndilo.

Cresta: reborde óseo elevado. Línea: una protrusión ósea lineal. Espina: protrusión puntiaguda. Protuberancia: prominencia más o

menos redondeada.

Los huesos pueden presentar cavidades que pueden ser articulares o no.

Las cavidades articulares: Son depresiones esferoidales, elipsoidales

o cupuliformes, con superficies lisas, que están cubiertas por cartílago articular, para recibir a una saliente del hueso con el que se articulan.

Las cavidades no articulares: Tienen formas y funciones diversas. Pueden ser cavidades de inserción de

músculos o ligamentos. Hay cavidades de recepción, por donde

pasan tendones, vasos y nervios que se presentanen forma de conducto, canal, surco (depresión lineal) y escotadura o incisura (muesca entrante en un borde).

La cavidad también puede constituir una fosa (depresión o excavación) donde se alojan diferentes estructuras anatómicas.

Las cavidades de ampliación son excavaciones rodeadas de hueso, que forman celdas y senos intraóseos comunicados con las cavidades de la cabeza

Forámenes nutricios Aberturas por donde pasan los vasos

que irrigan el hueso y que se continúan a través del tejido óseo con conductos vasculares.

Los más amplios (de primer orden): Corresponden al pasaje de la arteria

nutricia principal del hueso En los huesos largos se ubican en su diáfisis

para dirigirse a la cavidad medular. Los de diámetro intermedio (de

segundo orden): Se ubican generalmente cerca de las

superficies articulares.

Los más estrechos (de tercer orden): Son los más numerosos y se encuentran

en las superficies no articulares.

Osificación Los huesos son formados por los

osteoblastos y osteocitos que producen la matriz ósea.

Osificación Membranosa El hueso se forma a partir de un molde

(maqueta) de tejido conectivo mesenquimatoso que está ricamente vascularizado.

En la osificación condral El esbozo inicial del hueso es de tejido

cartilaginoso y está revestido de pericondrio.

El cartílago es sustituido progresivamente por hueso.

El proceso de osificación condral Puede desarrollarse desde el pericondrio

ubicado en la superficie del esbozo cartilaginoso, se trata en este caso de la osificación pericondral.

La osificación pericondral Es característica de las diáfisis de los

huesos largos. El pericondrio de esta región se

transforma en periostio con capacidad osteogénica y deposita las láminas concéntricas de hueso en la superficie de la diáfisis.

En la osificación endocondral Hay una penetración de vasos desde el

periostio hacia el interior de los esbozos cartilaginosos del hueso.

Centros de osificación Los centros de osificación son los

lugares donde se inicia el proceso de osificación en los huesos de origen cartilaginoso.

Este proceso es progresivo a partir del tercer mes de vida embrionaria.

Los centros de osificación primarios: Son los que aparecen primero, como los

centros diafisarios de los huesos largos. Los centros de osificación

secundarios: Son epifisarios y apofisarios, se originan

después del nacimiento, excepto en la epífisis distal del fémur y la proximal de la tibia, donde se originan antes.

Osteona Constituye la unidad funcional del tejido

óseo compacto. De acuerdo con la forma de

ordenamiento de las fibras de colágeno de la matriz ósea, se distingue el

Hueso reticular (de tipo embrionario) del Hueso laminar (hueso del adulto).

Trabécula Es la unidad funcional del tejido óseo

esponjoso, la organización de este tejido es básicamente laminar.

Las laminillas óseas se disponen paralelas a la superficie de las trabéculas, que presentan la forma de placas curvas, barras y cilindros que se dividen y se unen entre sí.

No hay vasos recorriendo el interior de las trabéculas óseas, los osteocitos se nutren por difusión desde la médula ósea.

La superficie de estas trabéculas está cubierta por el endostio

Osificación normal: crecimiento

El modelo cartilaginoso de un hueso largo presenta dos extremos engrosados (futuras epífisis) y una parte media (futura diáfisis).

En la zona entre la diáfisis y la epífisis (la metáfisis), existe una lámina cartilaginosa, el cartílago epifisario, que persiste hasta el final del crecimiento

Este cartílago permite, mediante su osificación, el agregado de material óseo a la diáfisis, aumentando su longitud.

El eje de crecimiento del cartílago epifisario está orientado longitudinalmente.

En su extremo relacionado con la diáfisis, los vasos invaden el cartílago y se produce su sustitución progresiva por hueso.

Vascularización del hueso Las arterias del hueso son numerosas y

su organización depende del tipo de hueso que se considere.

En los huesos largos las arterias se clasifican en tres sistemas.

Para el sistema vascular diafisario: La arteria principal del hueso penetra por el

foramen nutricio de mayor calibre. La arteria nutricia ingresa en dirección oblicua a

través del hueso compacto de la diáfisis, formando el conducto nutricio.

En el miembro superior las arterias nutricias se dirigen hacia el codo y en el miembro inferior, en cambio, se alejan de la rodilla.

La arteria nutricia se distribuye en el tejido óseo compacto por los conductos centrales y transversos de la osteona.

En la médula ósea sus ramas recorren la cavidad medular del hueso.

El periostio que recubre la diáfisis se encuentra ricamente vascularizado por arterias de la proximidad (músculos, ligamentos) que dan origen a una abundante red vascular arterial.

Cuando se separa el periostio, se produce una abundante hemorragia en la superficie.

En el sistema perióstico: Los vasos periósticos se introducen por

forámenes de menor diámetro hacia los conductos nutricios, donde se ramifican y capilarizan, anastomosándose con las arterias endósticas originadas en el sistema precedente.

El sistema epifisometafisario: Se origina en las arterias articulares, las

arterias musculotendinosas vecinas y algunas arterias propias para la epífisis y la metáfisis.

Las arterias de la médula ósea proceden de la arteria nutricia diafisaria.

Los sistemas que irrigan el tejido óseo de los huesos largos y las arterias que irrigan la médula ósea en su interior se anastomosan entre sí.

Los huesos planos se irrigan por dos tipos de arterias.

Las arterias periósticas constituyen una red perióstica de donde nacen ramas que penetran en el hueso por forámenes de diámetro intermedio y pequeño.

Las arterias orificiales penetran en el hueso por orificios de mayor tamaño describiendo un trayecto oblicuo con respecto a la superficie del hueso.