Tema 1 la prosa romántica

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La prosa romántica Escritores de la prosa romántica Mariano José de Larra. Su vida Mariano José de Larra como escritor Los artículos de Larra “La Nochebuena de 1836” Mariano José de Larra como autor de una novela

histórica

En el romanticismo, la prosa narrativa alcanzó difusión con la novela histórica, que manifestaba el deseo romántico de evadirse del presente y la admiración por tiempos pasados.

Estas novelas estaban ambientadas en la época medieval, pero no aspiraban a reconstruir con exactitud el pasado, sino a presentar en esos ambientes los conflictos e intereses románticos.

Uno de los escritores más destacados fue el inglés Walter Scott, con Ivanhoe.

Entre los escritores españoles sobresale Enrique Gil y Carrasco, con El Señor de Bembibre.

Sin embargo, el prosista más destacado de este período fue Mariano José de Larra.

(1809-1837).Nació en Madrid, pero vivió en Francia con su familia. Tras estudiar Leyes de dedicó a la política y al periodismo, profesión en la que firmaba con los seudónimos de El pobrecito hablador y Fígaro.

Se casó en 1829, pero su matrimonio fracasó. Mantuvo una

relación con Dolores Armijo, una mujer casada. El abandono de su amante y las decepciones políticas lo condujeron al suicidio a los veintiocho años.

Larra fue famoso por sus brillantes retratos críticos de la vida y la sociedad española de su época.

Lo mejor de la producción de Larra son sus artículos publicados en varios periódicos de la época, entre los que destacan El duende satírico del día (1828) y La revista española (1833)

Los artículos de Larra, publicados en periódicos de la época, plantean una crítica de la sociedad con la idea de reformar las costumbres de los españoles.

En sus artículos Larra presentó los hábitos españoles.

Algunos de sus artículos son: “Vuelva usted mañana”; “Día de difuntos de 1836” y “La Nochebuena de 1836”.

El articulo comienza explicándonos lo horribles que son para Larra los días 24 de cada mes, ya que siempre le ocurre algo malo en dicho día. Para que comprendamos mejor sus sentimientos explica lo que le sucedió el día de Nochebuena de 1836. Mientras narra la historia, nos va mezclando una serie de reflexiones sobre como se encuentra el país y en concreto la ciudad de Madrid, de la cual hace una sátira.

La historia empieza cuando de forma muy sutil se mofa de su criado dándole limosna. Larra pretende que el criado le diga la verdad, todo lo que piensa y que no sea hipócrita como el resto de la gente, que dicen lo que no piensan. Después se marcha al teatro y a la vuelta, al entrar en casa, se encuentra con su criado borracho. Entonces, el criado, debido a su estado de embriaguez, cuenta a su amo todo lo que piensa de él. Al oír la crítica de su sirviente se siente mal.

Junto con los artículos José de Larra también escribió novelas históricas, una de ellas fue El doncel de don Enrique el doliente.

Esta obra gira en torno al adulterio de Macías y Elvira, una dama de alta alcurnia castellana que se ha casado con Fernán Pérez de Vadillo, hidalgo y prominente miembro de la corte de Enrique III. Precisamente es el rey y su corte quienes sirven de marco histórico para la novela. Enrique de Villena, tío del rey, desea deshacerse de su esposa María Albornoz para convertirse en maestre de la Orden de Calatrava. Elvira, camarera de doña María, debe detener a Enrique con ayuda de Macías. Fernán descubre el engaño de su mujer y mata a Macías, mientras que Elvira pierde la razón.

A rticulo de L arra “ U n reo de muerte”

Fragmento de Un reo de muerte (...) Llegada la hora fatal, entonan todos los presos de la cárcel, compañeros de

destino del sentenciado, y sus sucesores acaso, una salve en un compás monótono, y que contrasta singularmente con las jácaras y coplas populares, inmorales e irreligiosas, que momentos antes componían, juntamente con las preces de la religión, el ruido de los patios y calabozos del espantoso edificio. El que hoy canta esa salve se la oirá cantar mañana. Enseguida, la cofradía vulgarmente dicha de la Paz y Caridad recibe al reo, que, vestido de una túnica y un bonete amarillos, es trasladado atado de pies y manos sobre un animal, que sin duda por ser el más útil y paciente es el más despreciado; y la marcha fúnebre

comienza. Un pueblo entero obstruye ya las calles del tránsito. Las ventanas y balcones están coronados de espectadores sin fin, que se pisan, se apiñan y se agrupan para devorar con la vista el último dolor del hombre.

- ¿Qué espera esa multitud? - diría un extranjero que desconociese las costumbres -¿Es un rey el que va a pasar, ese ser coronado que es todo un espectáculo para el pueblo? ¿Es un día solemne? ¿Es una pública festividad? ¿Qué hacen ociosos esos artesanos? ¿Qué curiosea esta nación?

Nada de eso. Ese pueblo de hombres va a ver morir a un hombre.

libro de la asignatura Wiki pedía Cervantes virtual Imágenes de google

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