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*Ricardo Alberto Giallorenzi: profesor ISFD 119 e ISFT 118.Doctorando en Economía UNR-FCE
Territorio, desarrollo y producción en tiempos de globalización.
De la diversidad al monocultivo y del minifundio a la concentración.
El impacto sobre la fruticultura en San Pedro 1988-2010
Ricardo Alberto Giallorenzi*
1. Resumen
Las actividades productivas que se han desarrollado en el partido de San Pedro,
provincia de Buenos Aires, han ido cambiando con el paso del tiempo inscribiéndose en
una lógica más amplia de transformaciones dentro del modo de producción y
reproducción capitalista.
La continua adaptación a paradigmas de rentabilidad epocales ha sido una constante
a lo largo de los diversos modelos de acumulación. En tiempos de tendencias
globalizantes el territorio local se encuentra sujeto a un proceso continuo de redefinición
de las actividades productivas que son consideradas viables y/o rentables por la lógica
racional del mercado que busca maximizar los beneficios.
Las transformaciones que produjeron las políticas de los años noventa suelen
analizarse en un entorno mayor -el macroeconómico, los procesos sociales, políticos, etc
- pero no se ha tenido cabal dimensión del impacto de esas políticas sobre un territorio
concreto y su gente, en este caso San Pedro.
En este trabajo -mediante un abordaje interdisciplinario- se procurará conocer e
interpretar los cambios y transformaciones del sector frutihorticola que ocurrieron en el
marco de tensiones territoriales, ideológicas, económicas y políticas que reprodujeron
localmente hechos y conflictos de nivel nacional e internacional.
Las cuestiones que planteamos no han sido abordadas sistémicamente hasta el
presente. Existen, y han sido tenidos en cuenta para ésta investigación, trabajos sobre
cuestiones y problemáticas del territorio de San Pedro; no obstante los recortes
conceptuales y contextuales que efectúan no posibilitan su automática ilación en
procura de un relato único que las contenga.
2. El medio natural: una pampa cercana y de paso
La geografía regional se aparta de la imagen tradicional que el imaginario colectivo
ha construido alrededor de la palabra pampa. La presencia conjunta de llanuras de la
pampa ondulada, el abrupto desnivel de las barrancas y el río Paraná, con sus
variaciones climáticas, hidrológicas y edáficas, permiten la aparición de praderas
herbáceas, de bosques semixerófilos y de toda una gama de vegetación palustre propia
de la llanura de inundación fluvial. Esto ha generado complejos sistemas naturales,
concentrados en pocos cientos de metros, que presentan unidades de paisaje comunes
características de los partidos comprendidos entre San Nicolás y Campana
El partido de San Pedro con aproximadamente 1.320 km2 de superficie limita al
Norte y al Este con el Río Paraná Guazú que lo separa de la provincia de Entre Ríos, al
Oeste con los partidos de Bartolomé Mitre, Capitán Sarmiento y Ramallo y al sur con
el partido de Baradero. Además de la ciudad cabecera, San Pedro1, forman el partido
una veintena de parajes y las localidades de Gobernador Castro, Ingeniero Moneta,
Pueblo Doyle, Río Tala, Santa Lucia y Vuelta de Obligado.
El territorio se encuentra en la denominada Pampa Ondulada y su suelo2, relieve,
clima, recursos hídricos y ecosistemas le confieren una especificidad manifiesta. La
superficie apta para cultivos y ganadería supera las100.000 has3. San Pedro se ubica en
un área de clima templado húmedo al que se lo denomina templado pampeano,
representado especialmente por la franja ribereña del Paraná–del Plata.
La potencialidad y la capacidad de adaptación del medio natural presente en San
Pedro ha permitido y sustentado los diversos modos de producción que se realizan en el
mismo desde el siglo XVIII a la actualidad conforme a los modelos macroeconómicos
epocales dominantes.
3. Globalización y territorio
3.1 Una relación dialógica
En las últimas décadas los procesos de reestructuración económica global están
dando lugar a una nueva relación –no exenta de tensiones- entre Estado, sociedad,
economía y territorio, generando nuevas estructuras de producción, gestión, circulación
y consumo, así como nuevas formas de fragmentación y segregación socio -territorial.
Según plantea Castells la globalización
Es un fenómeno nuevo porque sólo en las dos últimas décadas del siglo XX
se ha constituido un sistema tecnológico de sistemas de información,
telecomunicaciones y transporte, que ha articulado todo el planeta en una red de
flujos en las que confluyen las funciones y unidades estratégicamente
dominantes de todos los ámbitos de la actividad humana (Castells, 1999,p.2).
Se suele caracterizar a la globalización como un fenómeno de carácter
multidimensional4 que en el último cuarto del S.XX tuvo como características -en su
dimensión económica- a la gradual generalización del libre comercio, la creciente
presencia deempresas transnacionales que funcionan como sistemas de producción
integrados, la expansión y la considerable movilidad de los capitales. Pero por sobre
todo “esta tercera fase de la globalización ha tenido una notable tendencia a la
homogeneización de los modelos de desarrollo” (CEPAL, 2002, p.41).
Dicha tendencia ha dado origen a una creciente interdependencia entre países y regiones
pero por sobre ha promovido procesos5 que han impactado asimétricamente sobre los
territorios locales, considerando no solo la situación previa a su implantación sino las
respuestas de los actores territoriales a los estímulos (económicos, financieros, fiscales,
tecnológicos, etc.) o a la falta de ellos. En otras palabras hay un marco general de
transformaciones pero el mismo no es homogéneo ni tampoco estático sino que
despierta una relación dinámica local/global, generando un aumento de las
desigualdades entre regiones y aún a nivel intrarregional. En ese contexto las
actividades económicas que se realizan en el territorio de San Pedro han sufrido
transformaciones a lo largo de las últimas décadas.
En el presente trabajo primará el enfoque territorial evidenciando tensiones,
producto tanto de las asimétricas relaciones de poder en torno al uso del espacio como
las que se originan en las diversas intencionalidades de los actores a lo largo del tiempo.
Consideramos que un territorio se construye a partir de dichas tensiones y no pese a
dichas tensiones y es la forma en que dichas tensiones se van desenvolviendo y
resolviendo la que le otorgan sus condiciones de especificidad y singularidad.
Nos abocaremos al fenómeno más reciente de la crisis paulatina y tal vez terminal
de algunas actividades productivas regionales, en especial la fruticultura, y el paso, o
bien la vuelta, a una situación de monoproducción y concentración económica.
Cambios, reconfiguraciones, desplazamientos y conflictos han sido y serán la
consecuencia de proyectos diversos, y la vez excluyentes, para un mismo territorio.
Como expondremos en las páginas siguientes la caída del empleo directo en la
actividad frutihortícola es superior a cuatro mil (4.000) puestos de trabajo.
Finalmente y en aras de facilitar la comprensión de la gravedad y magnitud de dicha
cifra diremos que equivale al 15% de la actual población económicamente activa (PEA)
de San Pedro y la supera si consideramos también a los puestos de trabajo no directos
perdidos.
3.2 Del minifundio a la concentración
Estudios históricos señalan la preponderancia –secular- en el territorio de las
familias nucleares que conformaban una sociedad campesina de labradores y pastores
de ganado, abarcando actividades diversas de producción de trigo, maíz y en menor
medida cebada, además de la cría de pequeños rebaños de ovinos, vacunos y yeguarizos
(Garavaglia y Gelman, 1998; Di Stefano, 1991).
Hemos corroborado dicha afirmación a través del estudio de los relevamientos
poblacionales que desde el S.XVIII se realizan sobre este territorio y su región6.
Bajo la categoría homogénea de productores se fue conformando en San Pedro un
variado grupo de actores territoriales: chacareros, arrendatarios, viveristas, pequeños y
medianos productores, estancieros, productores de montes frutales, productores de
batata, etc. En torno a ellos se fueron constituyendo oficios y ocupaciones con profunda
raigambre territorial: quinteros, peones, boyeros, puesteros, tractoristas, cosecheros,
alambradores, descartadores, embaladores, injertadores, viveristas, etc.
La característica distintiva era la variedad en la forma de producir en cuanto a
tecnología y herramientas, métodos aplicados, intensidad en el uso de la tierra, del
capital y del trabajo.Un elemento nodal, que atravesaba esta diversidad dándole cierta
unidad era la centralidad de la tierra y la producción para el grupo doméstico, que tenía
un alto compromiso en la dación de mano de obra para la propia explotación y un
estrecho vínculo producto de la sinonimia entre residencia y trabajo.
Los cambios tecnológicos 7 productivos y económicos -sea los del siglo XIX o del
siglo XX en los años 50, 60 y 70- acentuaron la heterogeneidad interna a través de
diversas escalas de unidades productivas. Un rasgo constitutivo era la relativa
estabilidad de los productores, en algunos casos a través de 2 ó 3 generaciones.
Hacia mediados de los años setenta las explotaciones agropecuarias (en adelante
EAPs) del territorio de San Pedro estaban estructuradas sobre la base de pequeñas
superficies de tierra con cultivos mano de obra intensivos y de alto valor agregado.
Como vemos en la tabla siguiente el 50 % de las EAPs se realizaba en superficies
inferiores a las 30 hectáreas mientras que el 85 % de las EAPs explotaban superficies
menores a 100 hectáreas.
Tabla 1 San Pedro: Distribución de EAPs (1974)
Fuente: Elaboración propia sobre relevamiento efectuado por la
Municipalidad de San Pedro (1974)
Superficie en has Cantidad de EAPs % del total % acumulado
hasta 5 83 7,47% 7,47%
de 6 a 10 93 8,37% 15,84%
de 11 a 15 103 9,27% 25,11%
de 16 a 20 119 10,71% 35,82%
de 21 a 25 68 6,12% 41,94%
de 26 a 30 57 5,13% 47,07%
de 31 a 35 71 6,39% 53,47%
de 36 a 40 56 5,04% 58,51%
de 41 a 45 35 3,15% 61,66%
de 46 a 50 46 4,14% 65,80%
de 51 a 55 34 3,06% 68,86%
de 55 a 60 25 2,25% 71,11%
de 61 a 65 28 2,52% 73,63%
de 66 a 70 29 2,61% 76,24%
de 71 a 75 24 2,16% 78,40%
de 75 a 80 11 0,99% 79,39%
de 81 a 85 18 1,62% 81,01%
de 86 a 90 18 1,62% 82,63%
de 91 a 95 10 0,90% 83,53%
de 95 a 100 16 1,44% 84,97%
Más de 100 167 15,03% 100,00%
Totales 1.111 100,00%
Las condiciones de producción agrícola se modificaron notoriamente a partir de los
años setenta afectando la estructura económica, laboral y social del territorio.
Los requerimientos de capital y nuevos umbrales de producción para un completo
aprovechamiento de las innovaciones tecnológicas tornaron inviable la situación de los
pequeños productores.
Situaciones de conflicto y violencia sistémica (“proceso de reorganización
nacional”) se trasladan a los territorios y afectan particularmente a sus actividades
productivas regionales.
Como consecuencia la superficie sembrada con cereales y oleaginosas disminuirá a
solo el 32% de las hectáreas aptas para cultivo. La recuperación de la superficie
sembrada se logra merced a la aparición y auge del cultivo de la soja.
Muchos especialistas 8han coincidido en afirmar que la expansión agrícola de los
años setenta y ochenta habría conllevado a la crisis de las pequeñas y medianas
explotaciones.
Al contrastar los Eaps de 1974 con los de los Censos Nacionales Agropecuarios de
1988 y 2002 encontramos –punta a punta- una drástica reducción, superior al 40%, en el
número de establecimientos agrícolas y también ganaderos, de lo que damos cuenta en
la tabla siguiente.
Paralelamente se observa un proceso de concentración en la propiedad de los
establecimientos. En explotaciones menores a 100 hectáreas, que en la década de los
setenta y ochenta nucleaban al 85% de los establecimientos se producirá una reducción
de quinientos veintitrés (523) EAPs.
La liquidación del 55% de los EAPs menores a cien hectáreas no solo deriva en una
cuestión inmobiliaria de concentración de la propiedad sino que impactan sobre la
población rural y ocasionará cambios socio laborales.
Tabla 2 San Pedro: evolución de las EAPs 1974-2002
Superficie de la EAP
en has.
Cantidad de EAPs
Año 1974
Cantidad de EAPs
Año 2002
Variación
absoluta
hasta 5 83 44 -39
de 5,1 a 10 93 41 -52
de 10,1 a 25 290 133 -157
de 25,1 a 50 265 95 -170
de 50,1 a 100 213 108 -105
Subotal 944 421 -523
mas de 100 167 211 44
Totales 1.111 632 -479
Fuente: Elaboración propia sobre datos de Municipalidad de San Pedro
(1974) y Censo Económico Nacional 2002.
3.3. De la diversidad al monocultivo
Para el presente apartado la investigación se centra en el estudio de superficies
sembradas con cereales y oleaginosas en el partido de San Pedro según series
estadísticas del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca de la Nación9.
Desde fines de los ’70 y en solo cinco años la soja pasará del 0% a representar el
55% de la superficie sembrada con cereales y oleaginosas en el partido de San Pedro.
Durante los 80´s, en un contexto de alta inflación, con crisis de hiperinflación, la
caída relativa de los precios ganaderos y altas tasas de interés jugaron en contra de la
estabilidad de los pequeños productores (Schorr, M y Ortiz R., 2006,p. 291).
Los avances en la superficie total sembrada coinciden con el avance de la soja, que
llegará a representar hacia fines de la década de los 80’s el 62% del total sembrado.
Durante los 90’s la liberalización del comercio y las finanzas, el tipo de cambio fijo
y sub o sobrevaluado desestructuraron el aparato productivo (Castellani, 2007).
Los productores 10
creyeron encontrar en la soja un refugio ante la falta de políticas
de sustentabilidad. La participación promedio en la década de los 90´s de la superficie
implantada con soja sobre el total sembrado con cereales y oleaginosas es del 67%.
En la primera década del tercer milenio la superficie promedio implantada con soja
sobre el total sembrado con cereales y oleaginosas es del 77%. En la campaña 2009-
2010 la soja representó el 85,16% de la superficie sembrada con cereales y oleaginosas
del partido de San Pedro. Contrasta con la variedad de cultivos que el territorio tuvo con
anterioridad. Observamos que la soja como cultivo predominante en el territorio (más
del 85% de la superficie sembrada) se comporta de una manera diferente para quienes
han realizado otras prácticas productivas. La soja transgénica no permite convivencia
con otros cultivos por lo cual se presenta como un factor que excluye y expulsa, a la
vez que por superficie sembrada homogeniza la anterior diversidad productiva.
Más que una cuestión estética, estadística o medioambiente sostenemos que el
territorio inmerso en la lógica del mercado económico globalizado ha sacrificado su
diversidad productiva, perdido la sustentabilidad alimentaria, y se encuentra sujeto a la
viabilidad de un único cultivo. Los gráficos siguientes nos permiten apreciar este
proceso de pérdida de la diversidad y tendencia al monocultivo.
Gráfico I San Pedro: de la diversidad al monocultivo (1969-2010)
Fuente: Elaboración propia sobre datos del SIIA. Dirección de Coordinación de
Fuente: Elaboración propia sobre datos del SIIA. Dirección de Coordinación de Delegaciones - Sistema
Integrado de Información Agropecuaria. MAGyP
Partido de San Pedro
Participación de la Sojaen total superficie sembrada con cereales y oleaginosas
0,00%10,00%20,00%30,00%40,00%50,00%60,00%70,00%80,00%90,00%
100,00%
1972/73
1975/76
1978/79
1981/82
1984/85
1987/88
1990/91
1993/94
1996/97
1999/00
2002/03
2005/06
2008/09
Gráfico II San Pedro: de la diversidad al monocultivo (1969-2010)
Participación en superficie sembrada
Fuente: Ídem anterior
3.4 De éxodos y migraciones
El poblamiento de San Pedro es producto de un secular proceso de interacciones
entre factores exógenos y endógenos. Su geografía y enclave, su cercanía con el Río
Paraná y con los puertos de Buenos Aires, Rosario y Santa Fe obraron como atracción
para los migrantes. Desde fines del S. XVII llegaron de diversas geografías al confluir
las posibilidades de San Pedro con los factores expulsivos de otros territorios.
La sociedad que comenzaba a construirse tuvo, a la vez, rasgos de complejidad y
de diversidad. La primera estuvo dada por la convivencia, asimilación y fusión entre
quienes ya se encontraban en el territorio y los que llegaban a habitarlo. Por su parte la
diversidad fue producto de la polivalencia de lenguas, costumbres y prácticas y la
participación en las actividades productivas que se desarrollaban, incluyendo,
uniformando y dando al territorio su particular mixtura.
Los cambios en la cuantía han sido producto de la alta movilidad de la población
tanto en momentos de atracción como en los de expulsión; en particular los ocurridos en
la primera mitad del S.XX. La crisis asociada a la caída del modelo agroexportador
(1929-1930) y el surgimiento del modelo de Industrialización por Sustitución de
Importaciones (ISI) determinaron un proceso de migraciones11
desde el ambiente rural y
el urbano del interior hacia las ciudades puerto del litoral y los cordones industriales.
En el período 1938-1947 el territorio objeto de nuestro estudio ve disminuir su
población en una cifra superior a 6.000 habitantes12
(un 18.29% del total). Se revierten
así tasas anuales de crecimiento poblacional que llegaron al 4.54% en pleno aluvión
inmigratorio y luego estabilizadas en torno al 2% anual. Este hecho no fue privativo de
San Pedro sino que se repite en territorios de la pampa bonaerense y de otras provincias.
La búsqueda de causas y consecuencias de este proceso de despoblamiento no
encuentra coincidencia entre los autores 13
tal vez por centrarse en aspecto focales de un
proceso complejo.
El cambio de reglas de juego macroeconómicas, la concentración en la propiedad,
los crecientes umbrales de producción, y la incipiente mecanización, tienen una
consecuencia: el éxodo rural. En las localidades14
del territorio y sobre manera desde los
parajes15
comienza un proceso lento y continuo de migración motivado no solo en
cuestiones económicas sino por mandato social : la continuación de estudios
secundarios en San Pedro y la carrera universitaria en Buenos Aires o Rosario16
.
3.5 La urbanización creciente
Las cifras de población originadas en los censos nacionales del período 1947-2010
nos muestran que el crecimiento poblacional, luego del retroceso del período 1938-
1947- es sostenido aunque con variaciones significativas en las tasas intercensales.
Al analizar los censos desde 1980 es dable observar que la tasa de crecimiento
intercensal -al igual que la tasa anual de crecimiento- se encuentra en disminución. La
tasa de crecimiento anual en el período 2001-2010, del 0,742%, es la menor desde la
década de 1970 cuando se registrara 0.37%.
Gráfico III: Evolución de la población del territorio
Fuente: Elaboración propia sobre datos de Censos locales, provinciales y nacionales.
En términos de realizar especulaciones si el territorio hubiese mantenido la tasa
anual de 1980 cuando crecía al 1.80% anual, el censo 2010 hubiese arrojado la cifra de
70.103 habitantes es decir 11.067 habitantes más que la medición de Octubre de 2010.
En la actualidad San Pedro tiene una estructura poblacional con una edad promedio
cercana a los treinta (30) años, algo por debajo de la media de la provincia de Buenos
Aires y dos (2) años menos que en el anterior censo de 2001.
Tabla III: Evolución de Población de San Pedro 1991-2010
Censo 1991 Censo 2001 Censo 2010 Variación intercensal
Pob. Por Localidad Total Pob Total Pob Total Pob 2001 / 1991 2010 / 2001
Gobernador Castro 2.127 2.604 2.607 22,43% 0,12%
Pueblo Doyle 467 474 528 1,50% 11,39%
Río Tala 1.145 1.681 1.814 46,81% 7,91%
San Pedro 36.841 42.151 47.452 14,41% 12,58%
Santa Lucía 2.141 2.352 2.360 9,86% 0,34%
Vuelta de Obligado 199 192 261 -3,52% 35,94%
Zona rural 5.931 5.780 4.014 -2,55% -30,55%
Total San Pedro 48.851 55.234 59.036 13,07% 6,88% Fuente: Elaboración propia sobre Censos Nacionales de Población (INDEC)1991,2001y 2010.
Tabla IV: relación urbano-rural San Pedro 1991-2010
Censo 1991 Censo 2001 Censo 2010 Variación intercensal
Urbana / Rural Población Población Población 2001 / 1991 2010 / 2001
Urbana 41.109 47.107 52.419 14,59% 11,28%
Rural 7.742 8.127 6.617 4,97% -18,58%
Total San Pedro 48.851 55.234 59.036 13,07% 6,88% Fuente: Ídem tabla anterior
Tabla V: relaciones población rural agrupada y dispersa San Pedro 1991-2010
Censo 1991 Censo 2001 Censo 2010 Variación intercensal
Agrupada / Dispersa Población Población Población 2001 / 1991 2010 / 2001
Rural agrupada 1.811 2.347 2.603 29,60% 10,91%
Rural dispersa 5.931 5.780 4.014 -2,55% -30,55%
Rural Total 7.742 8.127 6.617 4,97% -18,58% Fuente: Ídem tabla anterior
Tabla VI: relación urbano-rural San Pedro 1991-2010
Relaciones porcentuales 1991 2001 2010
Urbana17 84,15% 85,29% 88,79%
Rural 15,85% 14,71% 11,21%
Total 100,00% 100,00% 100,00% Fuente: Ídem tabla anterior.
Tabla VII: relación ciudad y resto de partido San Pedro 1991-2010
Relaciones porcentuales 1991 2001 2010
Ciudad Cabecera 75,42% 76,31% 80,38%
Resto Partido 24,58% 23,69% 19,62%
Total 100,00% 100,00% 100,00% Fuente: Ídem tabla anterior.
Se observa un despoblamiento de las áreas rurales con el consecuente proceso de
migración hacia núcleos urbanos de las localidades o la ciudad cabecera del partido.
Lejos de ser una particularidad del territorio se encuentra enmarcado en un
macroproceso: en el territorio de San Pedro reside en zonas urbanas más del 85% de su
población en tanto en las zonas urbanas de la provincia de Buenos Aires reside más del
96% de la población.
La población rural (15%) reside mayoritariamente en agrupamientos menores de
2000 habitantes los cuales no han tenido variación intercensal entre 2001/2010.
Densidad poblacional Según el último censo, Octubre de 2010, en sus 1320 km2 San Pedro tiene 59.036
habitantes. La densidad media es de 44.8 habitantes por km2 de superficie o sea 0,448
habitante por hectárea (hab/ha) pero la distribución no es uniforme:
- El “área centro” de ciudad de San Pedro tiene una densidad de 50 a 300 hab/ha.
- En el “área de expansión” la densidad oscila entre 100 a 300 hab/ha.
- En el “área de borde” la densidad es de 20 a 100 hab/ha. (Fernández, Rivarola y
Sañiowski, 2002, p.30).
3.6 Lo urbano como escenario del conflicto
Al abordar la cuestión social como categoría conceptual se hace manifiesta una
tensión entre lo social y lo urbano que interroga sobre los problemas que surgen en la
ciudad –en este caso San Pedro- y tienen dimensión territorial y aquellos que surgen en
el territorio y tienen resonancia y efecto en la ciudad.
Más allá de las particularidades con que se construye cada territorio es dable
encontrar algunas similitudes con procesos macroespaciales. Por ello proponemos un
breve recorrido histórico:
La ciudad colonial y por herencia la decimonónica fue emergente del espacio
territorial que las circundaban18
. Esta diversidad -que puede ser pensada como potencia-
decantó en dificultades manifiestas a la hora de pensar en términos de unidad. Pero en
una sociedad de migrantes e inmigrantes, dominada por la idea del progreso y el
ascenso social, el acceso masivo a la propiedad permitió una “gran homogeneidad,
dentro de la heterogeneidad” (Pedro Pires citado por Landau, 2013,9).
Hacia fines del S.XIX la influencia del Estado Nación sobre la ciudad será
inocultable: real y legalmente los poderes locales se subordinan a los poderes nacionales
y provinciales. Los conflictos estallaban en el mismo escenario -la ciudad- pero no
encontraban una respuesta cercana sino que la misma –si existía- era producto de una
relación mediada por y con el Estado Nación. El gobierno de la ciudad se reducirá a la
cuestión particular y “doméstica” en tanto los problemáticas sociales (salud, educación,
justicia por ejemplo) estaban en la agenda nacional. Ese particular esquema con la
pérdida de autonomía de las sociedades locales aún subsiste, aunque los paradigmas
hayan cambiado.
Hacia fines del S.XX el neoliberalismo muta el tenor de los problemas y los papeles
de los actores aunque los conflictos estallan en mismo escenario: la ciudad cercana. Y
aunque las políticas sociales se hayan nacionalizado los problemas son presentados y en
su caso acogidos por el gobierno cercano: los municipios.
La diferencia entre uno y otro escenario es que la ciudad de fines del S.XIX -con
políticas policiales higiénicas y sociales- delineó claramente un adentro y afuera, en
tanto la ciudad del S.XXI tiene dificultades para diferenciar la ciudad legal y la ciudad
real así como el adentro y el afuera.
En el escenario que propone el neoliberalismo o el post neoliberalismo las ciudades
son y serán el sitio donde se verifican la fragmentación y la insularidad (Vidal, 1995
citado por Prevot, 2000,p. 406). Lo que debería tener un funcionamiento global ha
estallado en múltiples unidades. En el sentido geográfico y metafórico del término, se
trataría de una fragmentación cada vez mayor de los mercados de trabajo, del sistema de
transporte, y de una involución del centro (Santos, 1990, citado por Prevot, p. 406).
Bustelo presenta a este proceso de estallido y fragmentación como “ciudadanía
diferenciada” (2003, p.137), donde a falta de sentido común de pertenencia afloran
derechos sociales subjetivos que posibilita una focalización de las acciones del Estado.
En medio de tantas demandas y urgencias es dable considerar si fue o no
comprendido por los actores políticos el proceso de reconfiguración qué estaba
ocurriendo en el propio territorio de San Pedro y si se realizaron acciones que evitaran
las consecuencias no deseadas de dicho proceso.
Para el presente trabajo de investigación hemos recurrido a los discursos de los
Intendentes de San Pedro en el periodo 1988 a 2011 pronunciados en ocasión de la
Apertura de Sesiones del Honorable Concejo Deliberante de los referidos años. Cada
discurso es una pieza oratoria que intenta reseñar lo actuado en el año precedente a la
vez que expresa los focos de atención de la gestión para el año entrante respectivo.
Consideramos que la problemática se visualizó en un entorno mayor, el
macroespacial, pero que no se tuvo cabal dimensión del impacto sobre el territorio y sus
localidades de las transformaciones que estaban ocurriendo a partir de los cambios en
las estructuras productivas.
La creación de la Dirección Municipal de Producción en 1993 es un intento de
respuesta por parte del Ejecutivo local a la crisis de empleo y producción que afectaba
por igual a fábricas, comercios, servicios y productores agropecuarios. Con un rango
menor – de Dirección y no de Secretaría- y una estructura mínima se realizaron
importantes acciones aunque la magnitud de la problemática las tornó insuficientes.
Hacia fines de los noventa es dable encontrar una bisagra, como en tantos otros
temas. Antes de la crisis del 2001 la idea siempre presente es "volver al campo", con
ciertos planes de fortalecimiento -articulados con la Provincia y la Nación- y de rescate
a los actores productivos.
Después del default una idea se repite y sostiene: potenciar al turismo. Para ello se
procura “dar lugar a la inversión privada” conjuntamente a un traslado de capitales
desde la producción a los servicios.
Finalmente, lo ocurrido en San Pedro no escapa a lo acontecido en otros territorios:
el programa llevado a cabo durante los años noventa delegó en las fuerzas del mercado
“toda capacidad de orientación de la economía y, lejos de producir desarrollo, terminó
generando la peor crisis de su historia moderna, dejando un país reprimarizado,
desindustrializado y con niveles de desempleo, pobreza, exclusión y desigualdad nunca
vistos antes” (Villar, 2007, p.213).
3.7 La crisis de empleo en San Pedro
Los procesos socio económicos que se verificaron en la década de los 90 castigaron
al tejido social del territorio de San Pedro al igual que en el resto de Argentina.
Siguiendo el análisis que realiza Weller (2006) observamos que las últimas décadas han
sido pródigas no solo en una disminución del empleo sino en la aparición y persistencia
de condiciones de precarización de la relación laboral y de degradación de las
condiciones en que el mismo se realiza19
.
El desempleo fue la consecuencia de un conjunto de factores que actuaron de
manera sistemática e interrelacionada (Neffa, 1998). A manera de enunciación y sin
ánimo de agotar la lista citamos a:
-distribución regresiva del ingreso,
-desindustrialización,
-redefinición del poder económico
-avance de los capitales extranjeros
-modificaciones en la estructura de los precios relativos de la economía, a las que los
autores califican de “drásticas, permanentes, generalizadas y discontinuas” (Aspiazu,
Basualdo y Khavisse, 2004).
Un segmento, limitado, del mercado laboral se beneficia de la modernización en
base al aumento de la productividad y de los salarios reales, mientras –contrariamente-
aumenta el porcentaje de la población activa que sólo encuentra trabajo por salarios
bajos y de poca productividad y, a menudo, con relaciones laborales inestables en una
microempresa informal, o bien en una gran empresa que tercerizando el trabajo elude
sus responsabilidades.
En otros casos el empleo, aun registrado, no permite una adecuada cobertura de las
necesidades del grupo familiar, configurando la figura de “pobres con empleo”.
El relevamiento realizado en San Pedro en el año 2011 por el Ministerio de Trabajo
de la Provincia de Buenos Aires revela la magnitud del desempleo (10,5 %, es decir por
encima del promedio nacional) y nos alerta sobre la incidencia de este flagelo en la
franja etaria de 14 a 29 años (19,3%) y en las mujeres (15,6%).
Uno de los datos que arroja dicho relevamiento es que el tipo de inserción laboral
está fuertemente relacionado con el nivel de educación formal alcanzado. Mientras que
aquellos que poseen estudios superiores tienen una tasa de empleo del orden del 80 %
quienes tienen un bajo nivel de instrucción registran una empleabilidad del 18%.
Mientras que los gobiernos y administraciones centrales se han esforzado en
desarrollar programas para controlar los grandes desequilibrios macroeconómicos
(inflación, deuda externa, déficit fiscal, etc.) las autoridades locales, junto a otros
actores territoriales, han comenzado –sea por convicción o sea por imperio de la
necesidad -a orientar sus intervenciones, estrategias y políticas hacia el estímulo de las
iniciativas económicas locales y hacia una mejor gestión de sus mercados de trabajo.
En San Pedro una parte significativa de la población, y especialmente aquella que se
encuentra en situaciones de pobreza, realiza actividades económicas por cuenta propia
como estrategias de inserción laboral y social.
4. Los modelos macroeconómicos y su impacto territorial: el caso de la fruticultura
Una investigación propia nos permitió constatar la existencia de montes frutales
desde la primera mitad del siglo XVIII. El censo de 174420
menciona la existencia de
dos grupos 21
familiares, migrantes, que contaban con montes frutales como sustento.
Posteriormente, en la época colonial tardía y en el posterior período independentista,
los arboles y los montes frutales contribuyeron a la economía de autosuficiencia.
Según nuestra investigación la implantación de montes de frutales comenzó a
realizarse masivamente desde principio de la década de 1880 y continuó pacientemente
hasta bien entrado el siglo XX. La marcada estacionalidad de las cosechas y la
necesidad de los productores de generar fondos a lo largo de todo el año obligaron a
complementar frutales de carozo y cítricos, combinando variedades que permitiesen
aumentar el período en el que se cosechaba y por ende en que se generaban fondos
(Riva y Glaria, 1960)
Asimismo las explotaciones agrícolas-ganaderas complementaban actividades
estacionales con plantaciones frutales, con una marcada diversidad productiva.
La variación de la superficie sembrada 22
es consecuencia de diversos procesos pero
resaltaremos dos cuestiones: los factores climáticos y la rentabilidad comparada de la
producción frutihortícola con otras opciones que estas tierras – de temprana ocupación-
brindaban a campesinos, labradores y hacendados.
Hacia fines de los años cincuenta del S.XX la producción de frutales y de batata de
San Pedro es de suma importancia para el abastecimiento de los mercados de consumo
nacionales. La producción artesanal de dulces y conservas dio paso a la producción
industrial hacia mediados del siglo XX; empresas23
en su mayoría de capital local -y no
exógeno- formaron una cadena de valor íntegramente en el territorio de San Pedro.
Hacia finales de la década del ´80 y principios del ´90, a raíz de condiciones
favorables para la exportación, se incrementó la superficie implantada con especies
cítricas en el partido, manteniéndose relativamente estable la superficie con duraznero.
La década de 1990 estuvo signada por fenómenos climáticos adversos 24
y un
mercado interno deprimido sumado a la casi imposibilidad de exportar producto de la
relación cambiaria y la competencia generada por Sudáfrica con sus productos (cítricos)
subsidiados; por ello los productores frutícolas del partido priorizaron la plantación de
durazneros de variedades tempranas o primicias.
A partir de 1996 se inician las exportaciones de duraznos en fresco a Brasil; la venta
del producto se realizaba con la modalidad Fob galpón empaque. Según datos
suministrados por la cámara que nuclea los productores de la zona (Caproem) el
incremento de la superficie sembrada operado en la década de los 80´s hasta llegar a su
máximo en 1990 con más de 19.000 has.de cítricos y frutales de carozo trajo aparejado
el fortalecimiento de las entidades intermedias, importantes inversiones en plantaciones,
con nuevas variedades acordes a las demandadas por los mercado, modernización de las
plantas de empaque, maquinaria rural, plena ocupación de mano de obra, demanda de
asesoramiento privado y desarrollo de empresas proveedoras de servicios.
Las exportaciones, concentradas durante los meses de noviembre/diciembre, se
incrementaron hasta la devaluación del real a principios de 1999. En ese período ya se
encontraba totalmente deprimido el mercado interno y se competía con mercadería
importada que ingresaba al país sin ningún tipo de arancel.
Comparando datos de la Encuesta Agropecuaria de 1994 y del Censo Frutícola de
2002 en menos de una década desaparecieron más del 50 % de las empresas frutícolas
en el partido, habiendo disminuido sensiblemente la superficie plantada.
En base al último relevamiento realizado en Abril de 2010 mediante imágenes
satelitales el INTA San Pedro calcula en 1.774 hectáreas la superficie plantada con
durazneros. En cuanto a cítricos la actualización de datos aún no ha concluido pero se
estima entre 2.800 y 2.900 hectáreas la superficie plantada. Según se muestra en el
gráfico siguiente son las más bajas de las series históricas a las que hemos accedido,
mostrando un retroceso de la actividad frutihortícola que aún no parece haber concluido.
Gráfico IV: San Pedro: Evolución de superficie sembrada con frutales
Fuentes: Ver gráfico V
Gráfico V: San Pedro: Evolución de superficie sembrada con durazneros y cítricos
Fuentes: ver gráfico V
Gráfico IV: San Pedro: Evolución de superficie sembrada con durazneros y cítricos
Fuentes: 1956-57 Dirección provincial de Estadística. El Independiente, Oct. 1957
1977-1978 Censo INTA 1977 (Barsky, 2003:35) y Reseña de la Municipalidad de San Pedro 1978 ,1980 Censo frutícola regional de 1980 ,1988 Censo Nacional Agropecuario 1988 ,1990 Estimación de Caproem
,1996 Estimación de INTA San Pedro, citada en "Cadena de Durazno fresco"
http://www.idr.org.ar/contenido/documento/cadena_durazno_fresco_2002_2009-07-27-669.pdf .2000
Estimación de Caproem ,2002 Censo Nacional Agropecuario ,2006 Caproem sobre relevamiento aéreo ,2007
y 2010 Estimación de INTA San Pedro
En resumen la actividad frutícola de la cuenca norte de la provincia de Buenos Aires
perdió en los últimos años superficie a manos de commodities, fundamentalmente soja,
desplazando sus cultivos a otras zonas del país como Mendoza y Jujuy.
5. Fruticultura: el impacto de la transformación sobre la mano de obra ocupada
La actividad se caracteriza por el alto índice de ocupación de mano de obra y la
especialización de la mayoría de las tareas que se realizan. La marcada estacionalidad
de los cultivos estaba atenuada por la alternancia entre cítricos y frutales de carozo de
distintas variedades, lo que aseguraba conjuntamente con los cultivos de batata y
guinea, una demanda sostenida de mano de obra en el territorio.
Los jornales por hectárea que demanda un cultivo son variables en función del grado
de tecnificación en el manejo previo a la cosecha, durante la misma y los trabajos de
post-cosecha que se realizan. El INTA (2009) ha monitoreado los requerimientos de
mano de obra para los cultivos de la región y considerando las hectáreas sembradas
hemos calculado los requerimientos de puestos de trabajo.
La mano de obra directa necesaria para las tareas culturales de frutales contrasta
notablemente con los de la soja, pues en tanto los cítricos requieren 60 (sesenta) horas
hombre anuales por hectárea y los durazneros 80 (ochenta), la agricultura de precisión
demanda solamente media (1/2) hora hombre por hectárea de cultivo.
FRUTICULTURA EN SAN PEDRO
EVOLUCION DE SUPERFICIE SEMBRADA
01.0002.0003.0004.0005.0006.0007.0008.0009.000
10.00011.00012.000
1980 1988 1990 1996 2000 2002 2006 2007 2010AÑO
HE
CT
AR
EA
S
Durazneros
Citricos
Tabla VIII: Requerimientos de Mano de Obra según tipo de Cultivo por hectárea y por año
Cultivo Requerimiento de
Mano de Obra
Agricultura 0,5
Batata 20
Cítricos 60
Frutales de
Carozo
80
Arándanos 100
Vivero 235
Fuente: elaboración propia sobre requerimientos de mano de obra x ha.de cultivo estimados por INTA San
Pedro (2009)
Como consecuencia de las hectáreas perdidas por la fruticultura a mano de cultivos
que no son mano de obra intensivos se puede calcular la disminución de jornales y
puestos directos. Si graficamos dicha evolución se evidencia aún más la pérdida de
puestos de trabajo directos en los cultivos frutales.
Gráfico VI San Pedro: Evolución puestos de trabajo directo en cultivos de cítricos y durazneros
Fuentes: elaboración propia sobre la base de requerimientos de Mano de Obra (INTA, 2009) y
superficies sembradas mencionadas en gráfico IV
Pero es necesario contextualizar lo que significa haber perdido para la economía
local más de un millón de jornales en cerca de tres mil quinientos puestos de empleo
directo25
.
1.927
2.520
4.520
3.214
2.420
2.022
1.5501.302
1043
0
500
1.000
1.500
2.000
2.500
3.000
3.500
4.000
4.500
5.000
1980 1988 1990 1996 2000 2002 2006 2007 2010
Años
Per
son
as
Según datos obrantes en los gremios del sector (UATRE y SEDA) y la delegación
local del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Bs.As el valor de dicho jornal para la
última cosecha (Octubre 2014) es de 335$ (trescientos treinta y cinco pesos).
Es posible dimensionar el impacto negativo sobre la economía local, de alrededor
de $350.000.000 medido en salarios directos que han dejado de percibirse anualmente
por la economía de San Pedro.
Para comparar y evaluar dicho impacto diremos que el presupuesto de Recursos
corrientes del Municipio de San Pedro –según Ordenanza 6090/14- para el año 2014
fue de $ 208.169.484.
Es decir los salarios directos resignados por la caída de la actividad frutihortícola
son equivalentes al 168% del presupuesto del Estado Local.
En otro orden diremos que la provincia de Buenos Aires transfirió al municipio de
San Pedro durante todo el año 2014 –y por todo concepto- la suma de $187.745.54826
.-
Los salarios directos resignados por la caída de la actividad frutihortícola son
equivalentes al 186 % de las transferencias de recursos que por todo concepto el Estado
Local recibe de la provincia de Buenos Aires.
Lo dicho contrasta –finalmente- con las cifras del llamado “fondo sojero” 27
que la
provincia coparticipa a los municipios. Por dicho concepto San Pedro recibió en el año
2014 la suma de $ 6.653.772.
6. Consideraciones finales
Las actividades productivas que se han desarrollado en la zona rural del
territorio de San Pedro han cambiado con el paso del tiempo inscribiéndose en una
lógica más amplia de transformaciones dentro del modo de producción y reproducción
capitalista.
La continua adaptación a paradigmas de rentabilidad epocales ha sido una
constante a lo largo de los diversos modelos de acumulación.
La reciente reducción de cultivos frutihortícola a mano de la llamada soja
transgénica está motivada por intereses económicos y políticos que poco se relacionan
con la trayectoria previa de los chacareros y pequeños productores sampedrinos.
El territorio se encuentra sujeto a un constante proceso de redefinición de las
actividades productivas que son consideradas rentables en el mercado internacional.
Emergen nuevos actores sociales con sus particulares habitus, al decir de
Bourdieu. Desde los años ’90 ha aparecido en el territorio de San Pedro la figura del
pool de siembra sojero, con su paquete tecnológico y sus prácticas univocas de
producción.
Sumado a esto nuevos cultivos llegan al campo de la mano de emprendedores
exógenos tanto al territorio como a la actividad. Vaya por caso el de los productores de
arándanos quienes ofrecen en contra temporada para la exportación de dicho cultivo al
mercado Europeo y América del Norte.
La soja como cultivo predominante en el territorio se comporta de una manera
diferente para quienes han realizado otras prácticas productivas pues no permite
convivencia con otros cultivos en los procesos de producción, por lo cual se presenta
como un factor que excluye y expulsa, a la vez que por superficie sembrada homogeniza
la anterior diversidad productiva.
Fundados en lo dicho y sin atarnos a una cuestión estética, estadística o de
medioambiente sostenemos que el territorio inmerso en la lógica del mercado
económico globalizado ha sacrificado su diversidad productiva, concentrado la
propiedad y el uso de la tierra, perdido la sustentabilidad alimentaria, sacrificado 4.000
puestos de trabajo directo y se encuentra sujeto a la viabilidad de un único cultivo.
Toda la experiencia territorial acumulada en un tiempo prolongado es susceptible de
transformarse en un recurso, adoptar un carácter patrimonial si se actualiza en un
proyecto colectivo o se asume como propia por la sociedad local anclada en el espacio
de referencia.
San Pedro tiene algunas marcas identitarias tangibles y reconocidas susceptibles de
valorizar o revalorizar al territorio y a sus actividades: el durazno, la naranja, los
rosales, la ensaimada y la sobresada mallorquina, el río y su ribera, la zona de islas, el
puerto, los pescadores artesanales, la historia lugareña, etc.Este proceso debe
necesariamente realizarse en un marco sistémico y un trabajo orientado a revitalizar la
economía local.
A partir de una síntesis colectiva de nuevas y/o viejas estrategias de identificación y
diferenciación se irán delineando los futuros rasgos territoriales de San Pedro y sus
habitantes, combinando pasado y presente en busca de un futuro en común, rescatando
lo local sin perder de vista lo global.
Animarnos a pensar en plural a la par que construimos ese sujeto plural. Tal vez en
eso consista el ejercicio.
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1Además de las fuentes especialmente citadas, se utiliza información suministrada por el Municipio de San Pedro en distintas publicaciones. 2 Véase al respecto http://www.inta.gov.ar/suelos/cartas/series/Rio_Tala.htm Consulta Diciembre 2010
Y también http://www.inta.gov.ar/suelos/cartas/series/Santa_Lucia.htm Consulta Diciembre 2010 3 El Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires calcula que en el partido de San Pedro
existen unas 109.574 hectáreas cultivables, sobre un total de 112.795 hectáreas de superficie agropecuaria. 4Economía, política y cultura se manifiestan como diferentes dimensiones de lo social, aunque esto no implica postular una separación entre las dimensiones, porque hay interacciones y determinaciones mutuas.
(UNESC, 1995, pp.25-26) 5Appadurai analiza la aceleración que la globalización realiza de cinco dimensiones de la realidad: el dinero, las tecnologías, las imágenes e información, las personas y las ideas. APPADURAI Arjun, “Disjuncao e
diferenta na economia cultural global”, FEATHERSTONE Mike. (org), Cultura Global. Nacionalismo,
Globalização e Modernidade, Editora Vozes, Petropolis, 1994 6 Hemos tenido acceso a versiones digitalizadas de censos y padrones obrantes en el Archivo General de la
Nación Pese a que lo conservado carece de sistematicidad y tiene una mínima base metodológica, la
información permite asomarnos a la sociedad diversa y compleja que se fue conformando en el territorio hacia mediados del siglo XVIII. 7Véase al respecto FRANK Rodolfo, Ganar el pan…cit. 8Mencionamos a OBSCHATKO Edith S.de,La transformación económica y tecnológica de la agricultura pampeana, 1950-1984, Buenos Aires, Ediciones Culturales Argentinas, 1986
BARSKY Osvaldo y PUCCIARELLI Andrés, “Cambios en el tamaño y el régimen de tenencia de las
explotaciones agropecuarias pampeanas”, BARSKY Osvaldo y GELMAN Jorge (comp), Historia del agro argentino. Desde la Conquista hasta fines del siglo XX. Buenos Aires, Grijalbo Mondadori, 2001.
PIZARRO José y CASCARDO Antonio, “La evolución de la agricultura pampeana”, BARSKY Osvaldo
(ed.), El desarrollo agropecuario pampeano, INDEC, Buenos Aires, Edigraf, 1991. FORNI Floreal y TORT María, “Las transformaciones de la explotación familiar en la producción de cereales
de la región pampeana”, JORRAT Jorge y SAUTU Ruth (comps.), Después de Germani. Exploraciones sobre
la estructura social de la Argentina, Buenos Aires, Paidós, 1992. 9 Véase SIIA. Sistema Integrado de Información Agropecuaria Dirección de Coordinación de Delegaciones ,
MAGyP 10 Como había acontecido un siglo antes los grupos nacionales cedieron total o parcialmente sus empresas, retirando sus capitales del circuito nacional o invirtiendo en el campo. 11Véase también Migraciones internas en la provincia de Buenos Aires. Departamento de Estudios
Demográficos. Dirección de Estadísticas Sociales. Dirección Provincial de Estadística de la provincia de Buenos Aires. Recuperado de
http://www.ec.gba.gov.ar/Estadistica/Censo/Nota%205_Las%20migraciones%20internas%20en%20la%20Pro
vincia%20de%20Buenos%20Aires.pdf Consulta Abril 2011 12Fuente: elaboración propia en base a censos nacionales de 1914 y 1947 y censo provincial de 1938. 13Para BARSKY Osvaldo y PUCCIARELLI Andrés, Cambios en el tamaño… cit.la causa debe buscarse en la liquidación de las formas de arriendo tradicional. SLUTZKY Daniel , Aspectos sociales….cit. sostiene que el
proceso de concentración que significó una disminución de la clase media rural, un aumento de la
participación de los asalariados en la fuerza de trabajo y una mayor mecanización. 14 Localidades: Gobernador Castro, Ingeniero Moneta, Pueblo Doyle, Río Tala, Santa Lucia y Vuelta de
Obligado. 15 Parajes en orden alfabético: Arroyo Burgos, Beladrich, Colegiales, Colonia Vélaz, El Descanso, Espinillo, La Estrella, La Buena Moza, La Bolsa, La Celina, La Colorada, La Matilde, La Rosada, Las Flores ,Larrigau ó
9 de Julio, Los Dos Machos, Rolfo, Sol de Mayo, Tablas, Villa Teresa y Villa Sarita. 16 Dicho proceso se puede también apreciar en las publicaciones periodísticas de las décadas del 50 y 60, donde a través de notas y avisos -sean comerciales, sociales, necrológicos, etc.- se constata el éxodo de
población sampedrina hacia otros destinos. 17Se considera población urbana a la que habita en localidades de 2.000 y más habitantes, y población rural al
resto y como población rural a la que se encuentra agrupada en localidades de menos de 2.000 habitantes y a la que se encuentra dispersa en campo abierto. 18Baste recordar el caso de Buenos Aires y su hinterland. En el caso de San Pedro no existió núcleo urbano
hasta bien entrado el S.XVIII en torno al convento franciscano. 19 Además la distribución del ingreso en los países de América Latina está entre las más desiguales del mundo,
característica que se ha mantenido a lo largo de las últimas cuatro décadas. (CEPAL, 2010) 20Padrones de Las Hermanas, Costa del Paraná y Arroyo Seco, y Padrones del Arroyo del Tala, Rincón de San Pedro y Espinillo, año 1744 según copias digitalizada facilitada por el Archivo General de la Nación (AGN) 21 Según menciona el censista las familias eran de apellido Santa Cruz y Herrera. Esta ultima “…vive en
tierras suyas y su ejercicio labrador, criar sus ganados mayores y menores, trajinar en sacar maderas de las islas y reparar su monte grande que tiene de duraznos.” 22Según fuentes: Campaña 56-57 Dirección provincial de Estadística. Publicado por El Independiente en la
edición del 50º Aniversario de San Pedro, 12 de Octubre de 1957.Campaña 1977-1978 y 1988: elaboración sobre Censo INTA 1977 (Barsky, 2003:35) y Reseña de la Municipalidad de San Pedro 1978 ; 1990
Estimación de Caproem;1996 Estimación de INTA San Pedro, citada en "Cadena de Durazno fresco"; 2000
Estimación de Caproem ;2002 Censo Nacional Agropecuario ; 2006 Caproem sobre relevamiento aéreo ; 2007 Estimación de INTA San Pedro ;2010 Estimación de INTA San Pedro. 23 Citamos en base a nuestras investigaciones y PICCAGLI Américo, Historia Documental de San Pedro
(Provincia de Buenos Aires). Tomo IV…cit. a las siguientes firmas: Amelú (circa 1950), Blasón –luego Cica (1955), Arco de Oro (1959), Finaco-luego Noel (1960) 24El más recordado es el tornado del 3 de Noviembre de 1990 que asoló el territorio de San Pedro, con efectos
devastadores para los cultivos y las viviendas de la población. 25 Se calcula sobre base de 300 jornales anuales. 26Fuente Dirección Municipal de Coordinación Municipal
http://www.ec.gba.gov.ar/areas/Sub_Politica_Coord_Eco/CoordMunicipal/municipios/01-15%20-
%20Transferencias%20Ac.%20Enero%20%202015.xlsx 27 El nombre técnico es Fondo Solidario Provincial Ley 13976 de la Prov. Bs.Aires
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