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DEVENIR SUBJETIVIDAD POLÍTICA: UN PUNTO DE REFERENCIA SOBRE ELSUJETO POLÍTICOdoctorado en Ciencias sociales, niñez y juventud
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DEVENIR SUBJETIVIDAD POLTICA: UN PUNTO DE REFERENCIA SOBRE EL
SUJETO POLTICO
ALVARO DAZ GMEZ
CENTRO DE ESTUDIOS AVANZADOS EN NIEZ Y JUVENTUD
UNIVERSIDAD DE MANIZALES CINDE
DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES. NIEZ Y JUVENTUD
Entidades Cooperantes:
UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MANIZALES, UNIVERSIDAD DE CALDAS,
UNICEF, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA, UNIVERSIDAD PEDAGGICA
NACIONAL, UNIVERSIDAD CENTRAL, UNIVERSIDAD NACIONAL DE
COLOMBIA, UNIVERSIDAD DISTRITAL, PONTIFICIA UNIVERSIDAD
JAVERIANA
MANIZALES
2012
2
DEVENIR SUBJETIVIDAD POLTICA: UN PUNTO DE REFERENCIA SOBRE EL
SUJETO POLTICO
ALVARO DAZ GMEZ
Tutora:
SARA VICTORIA ALVARADO
Doctora en Educacin
Tesis presentada como requisito parcial para optar al ttulo de
Doctor en Ciencias Sociales. Niez y Juventud
CENTRO DE ESTUDIOS AVANZADOS EN NIEZ Y JUVENTUD
UNIVERSIDAD DE MANIZALES CINDE
DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES. NIEZ Y JUVENTUD
Entidades Cooperantes:
UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MANIZALES, UNIVERSIDAD DE CALDAS,
UNICEF, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA, UNIVERSIDAD PEDAGGICA
NACIONAL, UNIVERSIDAD CENTRAL, UNIVERSIDAD NACIONAL DE
COLOMBIA, UNIVERSIDAD DISTRITAL, PONTIFICIA UNIVERSIDAD
JAVERIANA
MANIZALES
2012
3
Nota de aceptacin
___________________________________
___________________________________
___________________________________
___________________________________
___________________________________
Presidente
___________________________________
Jurado
Manizales, noviembre de 2012
4
A Nancy y Laura. Porque han estado ah, aqu,
conmigo, siendo sujetos, desplegando subjetividades.
5
Mis agradecimientos a las Doctoras Martha Cecilia Herrera, Sara Victoria Alvarado y al
Doctor Jos Daro Herrera quienes en diferentes momentos acompaaron y animaron mi
reflexin en este proceso investigativo.
A las Doctoras Mara Teresa Luna, Claudia Luz Piedrahita, Mara Cristina Martinez y al
doctor Fernando Gonzlez Rey quienes como pares acadmicos evaluadores de la tesis
actuaron con diligencia, cuidado terico y perspectiva formativa mostrndome otros
horizontes posibles de interpretacin, comprensin y conceptualizacin ms all de lo
que mi mirada alcanzaba a ver.
De manera muy especial a Diana Giomar la joven que narr su vida poltica y permiti
reconocer el devenir de la (su) subjetividad poltica.
6
CONTENIDO
Resumen ......................................................................................................................................... 8
Introduccin ................................................................................................................................. 10
1. Justificacin ......................................................................................................................... 12
2. Subjetividad y subjetividad poltica ......................................................................................... 14
3. Autobiografa y subjetividad poltica ....................................................................................... 18
4. Opciones metodolgicas en construccin ............................................................................... 22
4.1 Perspectiva histrico cultural compleja ............................................................................. 22
4.2 Perspectiva Narrativa ......................................................................................................... 24
4.3 Perspectiva hermenutica ontolgica performativa ........................................................... 26
5. Mi andadura investigativa o el recorrido emergente ............................................................... 29
5.1 Ideas sobre la andadura investigativa ................................................................................. 29
5.2 Abducciones respecto de la autobiografa.......................................................................... 32
5.3 Mi andadura en el abordaje de la autobiografa poltica o la bsqueda de una vida poltica
ejemplar ................................................................................................................................... 34
5.4 La escritura de una autobiografa poltica ejemplar: el punto a saturar ............................. 36
5.5 Reflexin del texto autobiogrfico poltico ....................................................................... 40
5.5.1 Conmocin en la labor lectobiogrfica ....................................................................... 40
5.5.2 Reflexin del texto autobiogrfico poltico: bsqueda de huellas narrativas
autobiogrficas polticas ...................................................................................................... 41
5.5.3 Del texto autobiogrfico poltico al discurso conversacional poltico ........................ 49
5.5.4 Sobre el abordaje del texto autobiogrfico poltico y la autobiografa poltica
conversacional ...................................................................................................................... 50
6. Categorizar, dotar de sentido ................................................................................................... 52
7. Interpretar, comprender, atreverse a decir ............................................................................... 54
7
7.1 Trazo 1. la subjetividad como acto de memoria atada por recuerdos ................................ 55
7.2 Trazo 2. Subjetivacin como sentido de coherencia .......................................................... 56
7.3 Trazo 3. Subjetivacin como acto de pensar (SE) ............................................................. 58
7.4 Trazo 4. Las agencias y los agentes socializadores configuradores de la subjetividad
poltica ..................................................................................................................................... 59
7.5 Trazo 5. Tensin y desdoblamiento entre el sujeto esperado y lo subjetividad emergente 64
7.6 Trazo 6. Expresiones de la emocin en el despliegue de la subjetividad poltica .............. 70
7.7 Trazo 7. Subjetividad poltica encorpada: el cuerpo (poltico?) que va siendo (poltico?)
................................................................................................................................................. 74
7.8 Trazo 8. La subjetividad poltica se despliega en acciones ................................................ 87
7.9 Trazo 9. Los dolores que se forjan en la subjetividad poltica cuando esta emerge en
contextos de conflicto armado ................................................................................................. 90
9. Conclusiones ............................................................................................................................ 96
Bibliografa ................................................................................................................................ 103
Anexo 1. Autobiografa poltica................................................................................................. 112
Anexo 2. Gua de preguntas para la entrevista a profundidad .................................................. 121
8
Resumen
La idea central que subyace en los argumentos que aqu expongo es la siguiente:
el sujeto poltico es una expresin del ejercicio de la subjetividad poltica y sta se
despliega en cuanto ms se pueda ser sujeto poltico, esto lo llev al plano de la
investigacin orientado por la siguiente pregunta Cules son los procesos de
subjetivacin mediante los que deviene en sujeto poltico una joven estudiante de una
universidad Colombiana? Lo que se desdoble mediante un objetivo general con el que
pretend conocer los procesos de subjetivacin mediante los cuales devienen sentidos
subjetivos en la constitucin de un sujeto poltico. Esto a su vez lo concret en dos
objetivos especficos mediante los cuales esperaba: Identificar los procesos de
subjetividad poltica de una joven de una universidad Colombiana; caracterizar los
sentidos subjetivos polticos de esta joven.
Para llevar lo anterior al plano del mtodo, implement como opcin
investigativa la autobiografa mediante la siguiente procesualidad: 1.- Abducciones
respecto de la autobiografa; 2.- La bsqueda de una vida poltica ejemplar; 3.- Una
autobiografa poltica ejemplar: el punto a saturar; 4.- Reflexin del texto
autobiogrfico; 5.- Construccin de los sentidos subjetivos: emergiendo la subjetividad
poltica; 6.- Categorizar, dotar de sentido; 7.- Interpretar, comprender, atreverse a decir.
Esta parte del proceso se desdobla en nueve trazos a saber: la subjetividad como acto de
memoria atada por recuerdos; subjetivacin como sentido de coherencia; subjetivacin
como acto de pensar (se); las agencias y los agentes socializadores configuradores de la
subjetividad poltica; tensin y desdoblamiento entre el sujeto esperado y lo subjetividad
emergente; expresiones de la emocin en el despliegue de la subjetividad poltica;
Subjetividad poltica encorpada; la subjetividad poltica se despliega en acciones; los
dolores que se forjan en la subjetividad poltica cuando esta emerge en contextos de
conflicto armado.
9
Se cierra el texto con las conclusiones derivadas del anlisis de los resultados en
cruce con los referentes tericos.
Palabras Clave: Subjetividad poltica, subjetividad, sujeto poltico
10
Introduccin
Desde una perspectiva contempornea y compleja no es posible tratar en
condicin de disyuncin las relaciones que se presentan entre categoras tales como
democracia, ciudadana, poltica, subjetividad, institucin, sociedad, socializacin, por
mencionar slo algunas de las categoras/procesos que emergen como posibilidad
explicativa de las acciones de convivencia humana a partir de la diferencia.
Pero, tampoco es posible asumir la totalidad de estas interrelaciones, por lo que
se hace necesario realizar cortes categoriales y procesuales que nos permita como lo
plantea Luhmann (1989) abordar en complejidad terica definible, lo que en la realidad
es complejidad indefinida.
Desde estos puntos de referencia, presentar en el presente texto, argumentos que
permitan reconocer, cmo, pensar el sujeto poltico, implica, en una de sus posibilidades
hacerlo desde la categora subjetividad poltica, por lo que dar relevancia discursiva a
sta con ocultamiento intencional de aquella, para fortalecer, lo que a mi parecer es
fundamental pero descuidado- en el abordaje del sujeto poltico, a saber, la subjetividad
poltica.
Por lo tanto, en la estructura del texto presentar argumentos respecto de qu es
la subjetividad y qu la subjetividad poltica, sobre la cual arriesgo definiciones que, a
manera de propuesta, emergen de la presente investigacin en cuanto es una falencia en
los antecedentes que sobre el tema indagu. Complemento lo anterior con referentes
sobre la autobiografa en dos perspectivas: sus fundamentos conceptuales y
epistemolgicos; y, algunas opciones metodolgicas que se derivan de su desarrollo
investigativo.
11
En cuanto la idea central que subyace en los argumentos que aqu expongo es la
siguiente: el sujeto poltico es una expresin del ejercicio de la subjetividad poltica y
sta se despliega en cuanto ms se pueda ser sujeto poltico, esto lo llev al plano de la
investigacin orientado por la siguiente pregunta Cules son los procesos de
subjetivacin mediante los que deviene en sujeto poltico una joven estudiante de una
universidad Colombiana? Lo que se desdoble mediante un objetivo general con el que
pretend conocer los procesos de subjetivacin mediante los cuales devienen sentidos
subjetivos en la constitucin de un sujeto poltico. Esto a su vez lo concret en dos
objetivos especficos mediante los cuales esperaba: Identificar los procesos de
subjetividad poltica de una joven de una universidad Colombiana; caracterizar los
sentidos subjetivos polticos de esta joven.
Para llevar lo anterior al plano del mtodo, implement como opcin
investigativa la autobiografa mediante la siguiente procesualidad: 1.- Abducciones
respecto de la autobiografa; 2.- La bsqueda de una vida poltica ejemplar; 3.- Una
autobiografa poltica ejemplar: el punto a saturar; 4.- Reflexin del texto
autobiogrfico; 5.- Construccin de los sentidos subjetivos: emergiendo la subjetividad
poltica; 6.- Categorizar, dotar de sentido; 7.- Interpretar, comprender, atreverse a decir.
Esta parte del proceso se desdobla en nueve trazos a saber: la subjetividad como acto de
memoria atada por recuerdos; subjetivacin como sentido de coherencia; subjetivacin
como acto de pensar (se); las agencias y los agentes socializadores configuradores de la
subjetividad poltica; tensin y desdoblamiento entre el sujeto esperado y lo subjetividad
emergente; expresiones de la emocin en el despliegue de la subjetividad poltica;
Subjetividad poltica encorpada; la subjetividad poltica se despliega en acciones; los
dolores que se forjan en la subjetividad poltica cuando esta emerge en contextos de
conflicto armado.
Se cierra el texto con las conclusiones derivadas del anlisis de los resultados en
cruce con los referentes tericos. El contenido especfico de esta andadura es lo que
presentar a continuacin.
12
1. Justificacin
Qu justifica hacer una tesis doctoral? Qu justifica hacer sta tesis doctoral?
La necesidad de pensar. Eso es todo. Sin embargo, desplegar argumentos respecto de
tal afirmacin, recordando lo siguiente Debera hablarse de una poca de la tesis? De
una tesis que requerira tiempo, mucho tiempo, o de una tesis a la que le habra pasado
su tiempo...? En una palabra, Hay un tiempo de la tesis? E incluso, debera hablarse de
una edad de la tesis, o de una edad para la tesis? (Derrida, 1997: 1)
En un sentido general, una tesis es una obra de conocimiento, es el resultado
parcial de una accin continuada de investigacin, reflexin, escritura y debate de ideas
y eso es sta tesis: una accin procesual del pensamiento. He ah su justificacin!
En principio esta tesis debe justificarse por s misma, por lo que dice, por lo que
se dice tericamente, por el conocimiento emergente. Lo que no implica, como
frecuentemente se plantea cuando se habla de una tesis doctoral, que rompa con el
conocimiento existente, esta es una pretensin que desconoce la procesualidad de la
produccin terica y en tal sentido la continuidad fluida que realizan las comunidades
acadmicas. Tampoco se ubica en el conocimiento de punta, pues en cuanto ste no es
un objeto no tiene puntas, ni bordes, ni centros. Tiene s, cierto referente desde la
contemporaneidad. Esta, en alguna forma, le da una justificacin secundaria dada la
necesidad de aportar en el dilogo que el tiempo presente propicia para que las
deficiencias tericas existentes sobre el tema de la subjetividad y de manera especfica
la subjetividad poltica se vayan allanando.
En este sentido se pueden explicitar tres razones derivadas de la necesidad de
pensar- del porqu de esta tesis: la acadmica terica, que permite reconocer
fundamentos sobre qu es la subjetividad, cul ha sido su trayecto hasta asumir las
semnticas actuales, mientras que, simultneamente se aportan planteamientos para
13
visibilizar y circular la nocin de subjetividad poltica ; la metodolgica investigativa,
desde la cual se asume una perspectiva cualitativa y novedosa - la autobiografa - en
tanto poco trabajada para indagar la subjetividad poltica, esta opcin en el presente caso
se fundamenta tericamente, mientras que se lleva al plano de lo prctico mostrando una
posibilidad de su uso metodolgico; la poltica, dado que el tema asumido permite
conocer cmo contra lo instituido siempre hay opciones instituyentes desde la potencia
del sujeto poltico, que es tal, dado el despliegue de su subjetividad poltica.
Ahora, esta necesidad de pensar se expresa en la presente tesis con una forma
narrativa en primera persona. Lo que demarca cierta ruptura con la manera tradicional
como se normatiza la entrega de este tipo de textos y esto, tambin justifica la presente
tesis, pues muestra opciones para ir construyendo lo otro, lo alterno a la
institucionalidad, Derrida (1997) lo dijo as: Estaba ya claro para m que la marcha de
mis investigaciones no podra someterse a las normas clsicas de la tesis. Estas
investigaciones no reclamaban slo un modo de escritura diferente, sino un trabajo
transformador sobre la retrica, la puesta en escena y los procedimientos discursivos
particulares, histricamente muy determinados, que dominan el habla universitaria,
especialmente ese tipo de texto que se llama tesis
14
2. Subjetividad y subjetividad poltica
Reflexionar sobre la subjetividad poltica, implica asumir en perspectiva de
conjuncin, estas categoras que se trabajan desde diferentes disciplinas de manera
separada. As, desde la tradicin, estas se han abordado -principalmente y de forma
respectiva- por la filosofa y la psicologa, la ciencia poltica, la antropologa, la
sociologa. Cada una de ellas presenta sus conceptualizaciones y definiciones sobre lo
que entienden por subjetividad y, por poltica. Slo en la ltima dcada empieza a
emerger una tendencia reflexiva que aborda la subjetividad poltica.
Dado lo anterior, presento a continuacin perspectivas que sirven de base para
proponer sendas definiciones sobre lo que se puede entender por subjetividad poltica.
Una primera fuente es Castoriadis (1997,1998, 2000,2001, 2003, 2004) para
quien la realidad no la reproducimos tal cual, sino que constantemente la inventamos
dados dos procesos: el imaginario social que es caracterstico de la sociedad en su
conjunto, presentndose como lo instituido, lo dado; y la imaginacin, que corresponde
a una cualidad propia del sujeto y que emerge en tensin con aquel, como lo
instituyente, la novedad, el acontecimiento.
Dado lo anterior, Castoriadis (1997) hablar de creacin imaginaria de la
sociedad desde la cual los humanos estamos en posibilidad de crear la institucionalidad
que nos orientar y regular, a la vez que nos hacemos sujetos, siempre en historicidad.
Es desde el sujeto singular que se concreta la imaginacin radical creadora, sta le har
quiebres a lo instituido y se instalar en tensin de cohabitacin/ desplazamiento con
los imaginarios existentes.
Esto implica que no somos solo reproductores de la realidad y por lo tanto
sujetos sujetados, sino que tenemos la posibilidad de la reflexividad mediante la cual
15
cuestionamos la realidad, y en particular la vida social en sus diversas expresiones.
Cuando lo hacemos respecto de la poltica y en particular sobre las instituciones que
constituyen la sociedad, se crea la poltica como alteridad de lo poltico, alteridad que
es la puesta en cuestin de estas instituciones y la pregunta por las mejores instituciones
que la sociedad puede darse; creacin de la poltica que de manera indisociable incluye
la creacin de la democracia como rgimen con un proyecto emancipatorio (libertad de
decir, de hacer y de ser) (Malaver, 2001: 7)
Si la imaginacin individual que se expresa cualificada y potencial en lo social
mediante el imaginario radical, crea lo instituyente, se rompe con la nocin de
determinismo, linealidad y leyes universales, abriendo el horizonte a las opciones,
posibilidades y contingencias del actuar humano (Castoriadis, 2004).
Por lo tanto, y como lo he planteado en otro momento (Daz: 2006 a) la poltica
ser discontinuidad, aleatoriedad e improbabilidad, desde la que se despliegan procesos
de autoorganizacin social en devenir lo que hace que cualquier proyecto poltico sea
endeble y por lo tanto se puede perder, o, por el contrario, consolidar desde trayectos
colectivos.
La accin de reflexividad entendida como la posibilidad de que la propia
actividad se vuelva objeto explcito, y esto independientemente de toda funcionalidad.
Explicitacin de s como un objeto no objetivo en la manera como lo son los otros
objetos, simplemente por posicin y no por naturaleza (Castoriadis 2004:102) permite
que el sujeto acte sobre sus actos, y que mediante la creacin instituyente realice
procesos de interrogacin sobre las instituciones constituyentes de la sociedad y con
ello el despliegue de la poltica como posibilidad, o desde Castoriadis (2001) creacin
efectiva de la historia.
Dados estos planteamientos propongo una primera comprensin sobre qu
entender por subjetividad poltica: esta ser la accin de reflexividad que realiza el
16
sujeto sobre s mismo y sobre lo instituido centrndose en el plano de lo pblico, de lo
que es comn a todos para desde all protagonizar instituyentemente la poltica y lo
poltico.
La segunda fuente ubicada desde una perspectiva histrico- cultural es la
propuesta por Gonzlez Rey (1997, 2002; 2005, 2007a, 2007b; Daz, 2006 b) l
diferencia entre subjetividad individual y subjetividad social sin reconocer la subjetivad
poltica a la que asume como expresin de sta. Ahora, la diferenciacin que realiza, no
es para presentar una dualidad, pues es claro que ambas son un desdoblamiento de la
subjetividad y que no se constituyen independientemente.
Para Gonzlez Rey (2007a) la subjetividad no es una categora de la psicologa
sino de las ciencias antroposociales siendo una dimensin presente en todos los
fenmenos de la cultura, la sociedad y el hombre, por lo que est constituida tanto en el
sujeto individual como en los diferentes espacios donde ste vive. Es claro el autor en
plantear que la subjetividad se construye procesualmente como caracterstica del sujeto
por lo que diferencia y aporta los conceptos de Sentido subjetivo y configuracin
subjetiva (Gonzlez Rey: 2007b) sobre los primeros dice aparecen como la
combinacin singular de las emociones y procesos simblicos que se desarrollan
alrededor de una experiencia culturalmente definida, integrando una multiplicidad de
sentidos subjetivos asociados a otras esferas de la vida y que aparecen como momentos
de la condicin subjetiva de la experiencia vivida (pp. 20) Frente a la configuracin
subjetiva plantear son los sistemas de sentidos subjetivos que se organizan como
formaciones psicolgicas de la subjetividad individual. Una configuracin subjetiva es
una fuente permanente de produccin de sentidos subjetivos en relacin a todo campo
de actividad y/o relaciones significativos de la persona (pp.20) apoyados en esto, digo
que la subjetividad poltica se expresa mediante sentidos subjetivos que en cuanto
mltiples se interrelacionan constituyendo lo que se puede denominar como las tramas
de la subjetividad poltica (Alvarado, S, Ospina, H, Botero, P; Muoz, G: 2008)
17
Como he planteado previamente, Gonzalez Rey no asume la existencia de la
subjetividad poltica como tal, sino que la considera como parte de la subjetividad social
en la que se encuentran elementos aparentemente no polticos como la religin, las
creencias, los mitos Esa subjetividad poltica es sntesis de una subjetividad social con
desdoblamientos infinitos, de all que me cuesta trabajo seccionar la subjetividad, decir
que esto es dominio de la subjetividad poltica (Daz, . Gonzlez, F. 2005: 376)
Desde una perspectiva completaria creo que la subjetividad poltica tiene su
propio status, su particularidad, por lo que es produccin de sentido subjetivo individual,
en relacin con las producciones de sentido subjetivo social, en cuanto no existe la una
sin la otra. Por lo tanto, lo poltico y la poltica adquieren sentidos subjetivos, segn
contextos particulares y momentos histricos especficos, rompiendo cualquier
pretensin universalista. De ah que siempre existirn sujetos generadores de sentidos
subjetivos polticos que sern transformadores no slo de lo que se puede asumir como
la utopa colectiva, sino tambin de su vida cotidiana.
Desde estos planteamientos la subjetividad poltica se puede entender como la
generacin de sentidos subjetivos y de configuraciones subjetivas que desarrolla el
sujeto mediante procesos de subjetivacin sobre la poltica y lo poltico que siempre se
despliegan en el mbito de lo pblico, de lo que es comn a todos.
18
3. Autobiografa y subjetividad poltica
La autobiografa, ubicada como una expresin literaria permite el despliegue de
la narrativa, de la subjetividad. Quien en ella habla, se asume en primera persona, YO.
Por lo tanto, lo que se dice se espera- es lo que se es, no desde algn criterio de
objetividad, sino desde la vivencia profunda y existencial de quien auto grafa su bos.
En principio, la autenticidad de la autobiografa est dada por la narracin en s,
all se encuentra su criterio de validez, la veracidad surge de la confianza mutua que se
establece entre quienes propongo denominar el autobigrafo y el lectobigrafo, el
primero se asume en sinceridad consigo mismo y frente al otro; el segundo, en
credibilidad respecto de lo que lee. La verdad autobiogrfica se construye en la
confianza intersubjetiva que a manera de una tica del cuidado establecen quienes he
dado en denominar el sujeto autobiogrfico y el sujeto lectobiogrfico.
En la autobiografa no predominan los tecnicismos, ni el lenguaje cientfico, lo
que se devela en su discurso es la cotidianeidad del autobigrafo, se despliega su mundo
de la vida, sus entramados, nudos, redes, opacidades, lo pblico, lo privado y lo ntimo
en aquello que el autobigrafo permita conocer,la recomposicin en esencia de mi
destino muestra las grandes lneas que se me escaparon, las exigencias ticas que me
han inspirado sin que tuviera una conciencia clara de ellas, mis elecciones decisivas... tal
es , sin duda alguna, la intencin ms ntima de toda empresa de recuerdos, memorias o
confesiones. El hombre que cuenta su vida se busca a s mismo a travs de su historia;
no se entrega a una ocupacin objetiva y desinteresada, sino a una obra de justificacin
personal (Gusdorf, G; 2004: 13-14)
Por lo tanto, la autobiografa no es el sujeto, ni una foto del sujeto, tampoco es la
subjetividad ntida, transparente, es la narrativa interesada que escribe quien desea
abrirse a otros desde su propia voz, intentado romper las censuras y autocensuras que el
19
acto de escritura genera, por lo que la autobiografa permite iluminar la
interdependencia entre subjetividad y escritura (Brguer y Brguer; 2002:8)
Tal narracin, se asume como una expresin de sentido subjetivo, una forma
cotidiana del habla mediante la cual nos comunicamos, expresamos lo que ocurre en
nuestros mundos de la vida. Como se ha planteado previamente, en la narrativa no existe
un lenguaje especializado en cuanto tiene como pretensin la comunicabilidad de las
acciones humanas, el entendimiento respecto de lo vivo, lo vital de la existencia
expresado en lo biolgico, lo psicolgico, lo sociolgico, lo antropolgico y lo
ecolgico.
En tanto la subjetividad se despliega en la vida cotidiana y en cuanto sus
referentes estn dados desde las lgicas de la interaccin humana, esta se reconoce
mediante su enunciacin - que en tal sentido, es biogrfica por lo que la manera
privilegiada para compartirla es la narrativa. Esta, siempre ser algo ms que mera
configuracin de relatos de palabras, es tambin vehculo de comprensin e
interpretacin de las personificaciones, tramas de relaciones, metforas de sentidos
contextualizados en el tiempo y en el espacio dirn, Ospina y Botero (2007; 814)
En ella no hay linealidad discursiva, se presentan entramados vivenciales que no
muestran de forma clara los sentidos subjetivos, sino que se entrecruzan con la ancdota,
fluyen el viejo y el nuevo recuerdo, se pasea por el humor, se salta del comentario sobre
las relaciones familiares a los encuentros entre amigos, se hace travesa por los amores y
desamores, se evoca lo realizado y lo que an no se ha realizado. La subjetividad se
expresa, por lo tanto, como narracin biogrfica de, sobre y desde la vida cotidiana. He
ah su potencia, es vida viva.
Por lo tanto, la subjetividad es espacio de creacin individual, es mismidad que
permite la generacin de nuevas, originales y personales formas de actuacin social en
cualquier condicin en que esta se configure. Por ello, su potencial poltico. Aqu las
20
resistencias tienen asidero, las disidencias emergen, la constitucin de lo nuevo se
enuncia e instaura por lo que asume su condicin de subjetividad poltica.
La subjetividad es procesualidad construida desde acciones de reflexividad del
sujeto, y se expresa mediante la subjetivacin que a travs de la narrativa permite
evidenciar los sentidos subjetivos, en este caso, polticos. Estos emergen en distintos
planos y se trastocan, siendo reorganizados por el investigador, quien interpreta
tericamente tales narrativas.
Esta puede ser indagada mediante la autobiografa poltica entendida como
aquella en la cual predomina la narracin respecto de la participacin social en el mbito
de lo pblico y lo colectivo demarcado por el inters general, permite por lo tanto
reconocer actores, escenarios y discursos de lo poltico.
Si la subjetividad hace referencia a los procesos de reflexividad que
desarrollamos los sujetos, a la emergencia del yo cmo indagar ste intangible? Cmo
reconocer algo que no es evidente? Cmo lograr que emerja una esa-interioridad? Si
la subjetividad en cuanto expresin del yo, se evidencia mediante la enunciacin que
hace el sujeto de s mismo, es necesario lograr tal enunciacin y esto slo es posible si
l, se narra.
Ahora, hay diferentes maneras mediante las cuales, el investigador -o el
ciudadano en situaciones coloquiales- puede conocer las narraciones de el otro, as se
tiene: la correspondencia, los diarios ntimos, Las memorias, los relatos de vida, las
historias de vida, las autobiografas y la entrevista; Todas se ubican dentro de los
mtodos de investigacin cualitativa y se consideran como mtodos en s mismos, o
como tcnicas mediante las cuales se puede conocer quin es el otro va explicitacin
de sus narraciones. Segn Laclau (2005) las tres primeras modalidades corresponden a
formas escriturales clsicas, de la modernidad, donde se tena la nocin de un sujeto
autnomo, autocentrado, transparente, con una referencialidad estable como punto de
21
anclaje, que se expresa a travs del discurso, perspectiva que comparte Touraine (1993);
mientras que las restantes -pero en particular la entrevista como forma autobiogrfica-
emerge como expresin de la postmodernidad, donde el sujeto se asume descentrado,
constituido desde diversas estrategias discursivas de auto-representacin, vinculadas a lo
que se denomina la razn dialgica y que conlleva a que el sujeto sea asumido a partir
de su otredad, del contexto de dilogo que da sentido a su discurso, por lo que el sujeto
se constituye a travs de este, Arfuch (2005)
Por su parte, Venti (2008) propone reconocer la diversidad de textos narrativos,
que siendo distintos y complementarios, se pueden clasificar en: textos ntimos: Diarios,
notas de cuaderno, textos autoficticios inditos; textos privados: cartas y dedicatorias;
textos pblicos: entrevistas, textos autoficticios publicados, reconociendo entre estas tres
opciones las dbiles fronteras, las intersecciones, las ambigedades (entre biografa,
autobiografa, testimonio, diario ntimo, correspondencia, etc.) Venti (2008; 13)
En cualquiera de los casos lo que encontramos en la autobiografa son
testimonios vitales, discursos del yo mediante los cuales se hace una delimitacin del s
mismo. Esto implica un hablar consigo mismo, el encuentro con la intimidad, para en
el caso de la autobiografa poltica- expresarse en el eje tensional pblico-privado, tal
expresin se hace desde la singularidad de la experiencia, sin pretensiones de
universalidad, en contraposicin y opcin a los metarrelatos. De ah que el
autobiografiado es el ciudadano comn y corriente quien mediante la narracin de su
existencia da cuenta de un proceso histrico en el que l encarna las tensiones y
caractersticas propias de lo social.
22
4. Opciones metodolgicas en construccin
En cuanto no existe una nica manera de investigar, sino que cada quien
construye su propio mtodo, del que deja huellas metodolgicas como referencia para
que otros las vean y construyan sus propios caminos, presentar algunas opciones,
rasgos, si se quiere, para el abordaje de la autobiografa:
4.1 Perspectiva histrico cultural compleja
Sobre la base que lo que indago mediante la autobiografa es una narrativa,
aparece la pregunta cmo captarla para su interpretacin? En principio se asume que
aquella es una manera mediante la cual se puede explicitar sta, una forma a travs de la
cual se facilita que se cuenten experiencias autenticas de la existencia y con ello la
produccin del mundo que se est expresando (Daz y Gonzlez, 2005)
Del texto autobiogrfico no se toma lo que literalmente se dice, sino lo que
contiene la autobiografa. Para esto hago recortes de lo narrado y construyo supuestos
que no estn explcitos, pero que voy indagando con las diferentes fuentes de
informacin en el mismo proceso de investigacin. Ahora, no se trata de hacer slo
anlisis de algunos fragmentos de la narrativa, pues el fragmento nunca contiene toda la
potencia que quiero indagar, ste es un espacio simple, no afirmativo, es parte de una
procesualidad, tanto de la narrativa como de la vida que se expresa en ella. Por eso, en
esta opcin, la autobiografa es slo una estrategia ms para indagar las narrativas,
permitindonos tener una red de informacin vital sobre la cual -como investigador-
intervengo, traduzco, interpreto. Lo anterior, dado que en la escritura de la
autobiografa, generalmente se encuentra un momento descriptivo en el que se dejan
entrever vrtices de sentido a profundizar; en otro momento se evidencian huellas
emocionales, que me van a permitir un tercer momento de desdoblamiento de los
sentidos subjetivos (Gonzlez Rey; 2008, a) y con ello, en cuarto momento asumir la
23
interpretacin a profundidad del fenmeno a investigar, de los acontecimientos reales
que me relatan. Por esto, no slo interesa lo que dice la narrativa de forma textual, sino
los sentidos que se le asignan y ello, ya es emocionalidad, Gonzlez Rey (2008, b)
Lo anterior, dado que no deduzco la subjetividad sino que la tengo que construir
en espacios que no estn explcitos dentro de la narrativa. El autobiografiado me est
hablando, pero en cuanto investigador de esa conversacin no tomo la representacin
intencional que se transmite en el complejo narrado, sino que opero sobre los aspectos
que no pasan por su intencionalidad. As, entonces, sobre el texto autobiogrfico trabajo
con todas las figuras que se narran (reconozco los actores, las tramas, las tensiones)
deduzco cules son los elementos de importancia y qu elementos de conflicto existen
en cada figura, desde all comienzo a establecer hiptesis sobre las configuraciones.
Como se aprecia, lo central no es lo que se describe en la autobiografa, sino como se
expresa el narrador, como construye las diferentes figuras que declara significativas en
su vida. La clave, por lo tanto, no est en describir lo que se dice, sino en construir a
partir de como se dice.
Sin embargo, se espera que haya interaccin cotidiana entre el autobigrafo y el
investigador (para este caso cumple el rol de lectobigrafo) quien al verlo actuar en un
escenario determinado reconocer nuevas hiptesis de trabajo y por eso buscar indagar,
complementar con entrevistas a profundidad, discusiones grupales, o grupos focales, lo
que emerge.
Como en la investigacin cualitativa es importante la amplitud de lo narrado, se
debe ampliar al mximo lo que, desde su vivencia tenga para decir el autobiografiado, l
habla desde su existencia, no desde el instrumento con el que se recoge informacin,
ste es slo un artefacto que a manera de pretexto empleamos para conversar, no hay
una verdadera generacin de sentido, si no creamos las condiciones para que el otro se
abra con sinceridad y autenticidad a nosotros, en la accin de recoleccin de la
informacin. Por eso es aconsejable tener el texto de la autobiografa para desde esa
24
primera apertura reconocer e interpretar trechos de sentido subjetivo que nos sean
significativos y ahondar mediante la entrevista a profundidad en las porosidades de lo
narrado, en los vacios que encontramos, en los enmascaramientos que evidenciamos.
Con la entrevista a profundidad y mediante cada pregunta se espera pasar del
plano descriptivo que nos muestra unidades de sentido sin elementos valorativos, ni
tejido discursivo a la experiencia vivida en la que se expresa la emocionalidad, las
omisiones, los nfasis, la construccin, la creacin de su vivencia, es decir: a la
expansin de la subjetividad (Gonzlez Rey; 2008b)
Ahora, cuando las condiciones lo faciliten, es aconsejable generar estrategias de
trabajo grupal en las que la persona se involucre a profundidad, acte con
espontaneidad, pueda rememorar y seguir narrando su experiencia; El tema tratado en
este grupo no tiene que ser directamente sobre lo que se conoce de la autobiografa, sino
un tema que despierte el inters de los participantes para desde all derivar la
conversacin en lo que nos interesa como investigadores -en el caso de la subjetividad
poltica, la categora poltica- Esta, posiblemente no aparece de forma directa y clara,
sino que se entrecruza con otros niveles de la narrativa, pero en ella se siguen captando
nuevos sentidos subjetivos o se reconocen otros aspectos de los sentidos ya
evidenciados.
4.2 Perspectiva Narrativa
Al asumir la autobiografa en cuanto medio para la expresin de la narrativa y
opcin metodolgica para indagar la subjetividad poltica, se encuentra que el
propsito del investigador al usar la narracin es develar las experiencias humanas,
aquellas con un sentido poltico. As lo presenta Daz (2007 b) en voz de una de las
estudiosas y conocedoras del pensamiento de Arendt, como es C. Snchez quien dice
Lo que propone Arendt, es la utilizacin de relatos que puedan aportar luz sobre las
experiencias polticas bsicas. La narracin de relatos que ella recoge son las de los
25
judos en su relacin con la asimilacin o la exclusin del espacio pblico; es decir, son
vidas privadas pero con una trascendencia pblica, en lo poltico, por eso se apoya en
los relatos autobiogrficos (p. 310) que no son los del gran hroe, sino los del
ciudadano y la ciudadana comn y corriente, los de aquellas personas annimas que de
alguna manera tambin son hroes en el diario vivir y que se resisten a la eliminacin de
lo poltico, a que lo eliminen en su pluralidad; Por lo tanto, C Snchez, en la entrevista
de Daz (2007) dir mediante la narracin de las biografas se adquiere un
reconocimiento pblico y eso forma parte de lo que ella denomina la trama de las
relaciones humanas e historias interpretadas, que actan como un elemento
interpretativo del espacio pblico (p. 311) tanto aquellas, como estas, son espacios de
trabajo del investigador quien indagar y ver lo que no es explcito de la subjetividad
poltica en tal narracin; y del ciudadano o la ciudadana en cuanto sujetos que
autorreflexionan sobre s mismos mediante el acto escritural biogrfico o el relato
dialgico.
Desde esta perspectiva, abordar la subjetividad poltica mediante la
autobiografa, implica, en el plano de lo metodolgico, tener en cuenta a la manera de
una veedura (en cuanto no se trata de una receta) los siguientes aspectos: La narrativa
que encontramos escrita y que leemos en el texto autobiogrfico corresponde a un
pasado/presente actualizado desde la memoria y el recuerdo del autobigrafo pero que
en s mismo no nos muestra la subjetividad, siendo nosotros, en cuanto investigadores y
lectobigrafos, quienes debemos construirla, esto supone la tarea (Daz y Snchez,
2008) de desarrollar procesos de pensamiento y de comprensin sobre nuestras
experiencias polticas para dar respuesta a preguntas tales como Qu tipo de
subjetividad estn creando las sociedades en las que vivimos?
El abordaje de la memoria autobiogrfica implica (Daz, 2007) retomar una idea
central de Arendt como es la de narratividad, donde esta debe ser captada mediante un
mtodo - para el presente caso es la autobiografa- y as lograr la comprensin de los
fenmenos polticos. Por lo tanto, al centro de esta comprensin estar el relato, pero no
26
cualquier tipo de relato, sino aquellos colectivos que si bien se expresan mediante
historias de vida individuales se insertan dentro de marcos colectivos en cuanto para
Arendt, la accin es accin poltica en tanto no se asume como algo individual sino
como proceso que mantiene un poder colectivo y comunicativo, aspectos fundamentales
para hablar de ciudadana, autoridad, democracia (Daz, 2007:302)
Mediante las narrativas construimos nuestra identidad, la que se expresa a travs
del relato caracterizado por: ser una accin discursiva; revelar quines somos en lo
propio de nuestras historias de vida, nuestros anhelos y deseos; reconocer qu somos,
lo que conduce a ser conscientes de nuestras diferencias y similitudes con otras
especies; permitir ver que tanto la identidad como el relato se realizan en un espacio
pblico, siendo los otros los que dan sentido a nuestros relatos de vida y comprenden el
significado de la narracin.
Un ejemplo de cmo se traduce lo anterior en metodologa se encuentra en Luna
(2007) quien lo presenta de la siguiente manera: una vez se tiene el texto autobiogrfico
se hace lectura de cada uno de los relatos que aparecen en la narracin; se identifican los
acontecimientos descritos en ellos; se ubican los rasgos de la subjetividad ms
importantes que all se expresan; se interpretan los significados que contiene para la
configuracin de la subjetividad; se realizan lecturas de esos rasgos respecto de la
experiencia de la intimidad (lectura intratextual) y de la experiencia pblica; Se
Identifican criterios de juicios, decisiones y elecciones que en todos los relatos, dan
cuenta, tanto de la experiencia ntima como de la experiencia pblica (lectura
intertextual horizontalizacin)
4.3 Perspectiva hermenutica ontolgica performativa
Respecto de algunas maneras como se puede investigar la subjetividad poltica,
se encuentra en Botero, Alvarado y Luna (2008) as como en Daz (2009) que existiendo
muchas alternativas, una, es la hermenutica, bajo el entendido que: mediante ella y en
27
cuanto problema fundamental que la caracteriza, es posible trascender los sentidos,
comprenderlos, aprehenderlos de los textos sociales a travs de los cuales se expresan;
estos son objetivaciones que no se presentan de manera clara, sino que tienen sentidos
ocultos que se van configurando histricamente a la vez que toman vida simblica; el
lenguaje cumple una funcin fundamental en cuanto es mediante l que se pueden
conocer los textos sociales y con ello los sentidos -que para el presente caso lo son
sobre la subjetividad poltica- Por eso decimos: la nica opcin para desentraar los
sentidos ocultos en el texto social es la hermenutica con las implicaciones
metodolgicas que de ello se deriva Daz (2009: 5)
Ahora, en sta misma lnea se plantea que no existe una sola manera de hacer
investigacin hermenutica sino que esta se concreta en diferentes alternativas
metodolgicas, siendo una de ellas las que asume Alvarado y colaboradores- la
hermenutica ontolgica performativa caracterizada por: permitir la interpretacin de
sentidos; aceptar al sujeto como parte y en el devenir de la vida misma; trabajar en la
recoleccin de la informacin directamente con los sujetos en su vida cotidiana; asumir
sus expresiones comunes pues desde all se configuran los sentidos de vida; reconocer
que en la objetivacin que se obtiene con el texto social, no se deja al sujeto
suspendido en la historia, sino que an en aquel, se sigue pensando, reflexionando,
hacindose en devenir.
Tal hermenutica ontolgica performativa o hermenutica ontolgica poltica a
decir de Ospina, Alvarado, Botero, Patio y Cardona (2010) tiene los siguientes rasgos:
Integra el comprender en la accin poltica; hace visibles y audibles elementos de la
realidad que no han sido nombrados; permite sealar desde la singularidad de las
prcticas aquellos modos de ser en el mundo que se instituyen, acontecen y aparecen en
medio de la pluralidad; Descifra como devienen las acciones colectivas de quienes han
decidido actuar juntos en la creacin de disidencias y resistencias; visibiliza las tramas
de historias tejidas en las diversidades de saberes; despliega relatos de mundos co-
habitables con el conflicto, desinstitucionaliza patrones culturales de inequidad;
28
desactiva la cosificacin de los otros, desinstala en las esferas cotidianas del mundo de
la vida y en las macroestructuras comunicativas imaginarios existentes.
En un plano de despliegue del mtodo se sugiere su operatividad (Muoz y
Alvarado, 2011) de la siguiente manera: rastreo terico sobre el estado del arte del tema
investigado; identificacin de antecedentes y experiencias empricas; focalizacin de
experiencias con la cuales se interactuar a manera de estudios de caso; realizacin de
grupos focales, realizacin de talleres participativos de reconstruccin de su historia, a
partir del reconocimiento de los acontecimientos socio-histricos y polticos frente a los
cuales han actuado y configurado sus experiencias colectivas, as como en la
visibilizacin de las biografas de sus integrantes y en la comprensin de los horizontes
de sentido y las prcticas de las distintas experiencias (p. 118); desarrollo de entrevistas
semi-estructuradas; y encuentro con algunas de las experiencias participantes para
socializar y validar los resultados as como construir colectivamente el informe final.
Como se aprecia, la subjetividad poltica, expresada mediante la autobiografa
poltica es generativa de nuevas trayectos que se oponen a los proyectos
unidireccionales y teleolgicos. Hay nuevos tiempos, los tiempos del devenir, por lo que
debemos asistir protagnicamente al debilitamiento de los metadiscursos, afrontar los
discursos que proclaman el fin de la historia, acompasar la efervescencia respecto de las
utopas, del papel protagnico de las vanguardias polticas, de la funcin del partido
nico, del sujeto como militante acrtico, para estar vitalmente comprometidos con la
generacin de nuevos sentidos, la autoproduccin individual y colectiva de la historia,
la imaginacin de lo posible, la creacin de formas polticas alternativas y la
emergencia/constitucin de la subjetividad poltica individual y social.
Veamos entonces, cmo los referentes anteriores se concretaron de manera
especfica y creativa en la experiencia investigativa que estoy compartiendo.
29
5. Mi andadura investigativa o el recorrido emergente
5.1 Ideas sobre la andadura investigativa
Si lo que se hace en una investigacin es un proceso, no la aplicacin de una
receta, ni el seguimiento de un instructivo, lo que deviene, entonces, es un ejercicio del
pensamiento que permite reconocer las maneras especficas mediante las cuales se ha
vivido un trayecto- en este caso investigativo- esto es lo que podemos entender por
andadura.
Lo anterior est en ntima relacin con el planteamiento y diferenciacin que se
hace entre metodologa y mtodo es preciso recordar aqu que la palabra
en absoluto significa metodologa? Las metodologas son guas a priori que programan
las investigaciones, mientras que el mtodo que se desprende de nuestra andadura ser
una ayuda a la estrategia (la cual comprender tilmente, es cierto, segmentos
programados, aunque necesariamente comportar el descubrimiento y la innovacin) El
fin del mtodo, aqu, es ayudar a pensar por uno mismo para responder al desafo de la
complejidad de los problemas Morn (1999; 36) Como se aprecia, lo fundamental en
cualquier proceso investigativo que pretenda aportar conocimiento nuevo es la accin de
pensar realidades concretas, contextos especficos y dar cuenta de ello mediante el
mtodo emergente. Este se expresa, s, en trechos operativos, pero no se agota en ellos.
Tales trechos no son ms que indicios de un camino asumido, nunca mandato de
obligatorio cumplimiento por parte de nadie.
Por lo anterior, en Daz (2006) hablando sobre el mtodo y la accin de pensar,
deca:
30
a) En trminos de los procesos de investigacin, esto (pensar) es lo mnimo y
nico que se le puede pedir a y que se debe esperar de quien se asume como
investigador y, en tal sentido, aspira a producir conocimiento.
b) Si logra tal condicin cognitiva, no pedir metodologas sino que se abrir a
su propio mtodo.
c) A manera de testimonio narrativo, presentar la metodologa que devino de su
andar investigativo.
d) Pensar. Si esto se logra, los autores que se lean sern slo puntos de referencia
para la construccin propia, no dependeremos del maestro o del experto para que nos
traduzca la obra y nos presente el ABC del tema que estemos abordando.
e) El maestro generar condiciones para que cada uno de los aprendices
desarrolle su propio pensamiento y, para ello, debe superar el ABC, enfrentando al
estudiante al reto del pensar, a nuevos lenguajes, a otras perspectivas de la tradicin.
Hacer la transicin de las metodologas en cuanto reglas, al mtodo en tanto
proceso de pensamiento puede implicar tres opciones (Diaz, 2006; 2007 a) Reformar el
pensamiento de los reformadores del pensamiento; trabajar con y sobre el pensamiento,
el cerebro-espritu; asumir los textos de los clsicos contemporneos.
Lo anterior se ampla en (Daz, Salamanca & Carmona; 2011; 79) cuando
planteamos: hemos aprendido que el mtodo es uno de los aspectos originales en los
procesos investigativos pues dan cuenta de la manera especfica como el investigador
asumi el problema terico, lo desdobl en otros componentes y los operacionaliz para
acceder a la realidad, retomar de ella datos y significarlos; es por lo tanto, el camino
propio que ha andado el investigador y que le permite mostrar cmo hizo lo que hizo
Es evidente que ste, en s, no es el conocimiento nuevo que se espera producir en una
accin investigativa, pero s es la base, el medio que nos lo permite. Ahora, esto no
31
quiere decir que el mtodo no sea parte del nuevo conocimiento. Lo es siempre y cuando
asumamos que este es creacin originaria que realiza el investigador de su parte
procedimental. Por lo tanto el comienzo del momento metodolgico es inseparable de
la produccin terica producida en la definicin del problema, la cual ser
permanentemente confrontada con las nuevas ideas y reflexiones que se producirn al
comienzo de la intervencin metodolgica (Gonzlez Rey, 1997; 143)
De all que continuamos diciendo: (el mtodo) no es accin instrumental,
aunque la complementa, sino proceso de pensamiento, accin de pensar; el mtodo, por
lo tanto, nos va a mostrar el ordenamiento lgico que desde la racionalidad particular del
investigador se hace del caos y la complejidad propia del mundo real del cual, l, da
cuenta (Daz, Salamanca & Carmona; 2011; p. 79) En cuanto ordenamiento lgico de
procesos de la realidad, implica cierta arbitrariedad en la manera como eso se hace y por
ende una significacin particular de tal mirada, en este caso de un proceso social que no
es claro, transparente ni evidente, sino que se debe construir desde el caos. Gonzlez
Rey (1997) dir como existe una relacin directa e inseparable entre realidad y
conocimiento por lo que el aumento de la complejidad de una de las partes conduce
necesariamente al aumento de la complejidad en la otra (p. 5) produciendo nuevas
situaciones contradictorias entre ellas, tales contradicciones van produciendo en el
conocimiento lo que l denomina zonas de sentido sobre lo real entendemos por zonas
de sentido aquellos espacios de la realidad que se vuelven inteligibles ante el desarrollo
de la teora; es decir, permanecen ocultos para el hombre antes del momento terico que
permite su construccin en forma de conocimiento (p. 5)
Tal proceso investigativo debe ser puesto a disposicin de las comunidades
acadmicas y de la sociedad en general, por lo que se debe hacer presentable, presentar
en su forma y contenido el mtodo se presenta escrituralmente de forma lineal, aunque
en la vida viva de la accin investigativa es de contingencias, con avances y retrocesos,
con delineados, bocetos, figuras, des-figuraciones, con-figuraciones, re-configuraciones
de los distintos momentos que constituyen nuestra andadura investigativa. Por lo tanto,
32
no hay un mtodo universal, lo que obliga a que cada quien de cuenta del mtodo que ha
construido y con ello la metodologa que le sirve de soporte (Daz, Salamanca &
Carmona; 2011; p. 79). Entonces, sigamos reconociendo la andadura que en
complejidad he vivido en el presente proceso.
5.2 Abducciones respecto de la autobiografa
Si por abduccin entendemos, en palabras de Pierce aquella clase de operacin
que sugiere un enunciado que no est en modo alguno contenido en los datos de los que
procede. Hay un nombre ms familiar para ella que el de abduccin, pues no es ni ms
ni menos que adivinar citado por Nubiola, J (2001) lo que tena en este momento de la
investigacin como apropiacin sobre la autobiografa, eran enunciados mediante los
cuales intua que esta opcin me permitira indagar de forma pertinente, algo que siendo
del plano de lo social, se expresa en el nivel de lo individual. Crea que esta era la ruta
que me permitira indagar de forma procesual e histrica, una vivencia profunda, de la
que me interesaba destacar el plano reflexivo del sujeto protagonista.
Pero esta abduccin emerga de cierta ruptura que quera hacer respecto de mi
experiencia investigativa y que puedo resumir as: siempre he estado interesado en la
investigacin cualitativa. Desde mi tesis de pregrado (Daz, 1986) pasando por mi tesis
de maestra en educacin comunitaria (Daz, 1996) y, tambin, mi tesis en maestra en
psicologa comunitaria (1997) que las realic desde la opcin de la Investigacin Accin
Participante (IAP) pasando por experiencias de investigacin etnogrfica (Daz y
Aguirre, 1998; Daz, 1999) y otras opciones que sin ser ubicadas en estas perspectivas,
recogen elementos de sus lgicas metodolgicas, conceptuales y epistemolgicas (Daz
y otros, 2005; Daz y otros, 2009). Estas opciones que siempre han aparecido como
innovaciones y novedades en el pas, las he asumido en sus momentos primigenios, con
lo que ello implica en trminos de la discusin y el posicionamiento en las comunidades
acadmicas.
33
Porque siempre he estado en el borde, al lmite de las emergencias
metodolgicas, he dicho la resistencia y las formas alternas de investigacin, son
todava algo raro en el concierto de las ciencias sociales aunque quienes la hacemos
tendamos a creer que son muchos los que lo hacen- De ah que debemos hacer un doble
trabajo de resistencia: respecto de los poderes polticos referidos al estado y frente a los
poderes polticos que concretan la ciencia y la academia (Daz, 2005: 129) por esto,
empec a interesarme por la autobiografa como opcin investigativa, sin tener mayor
claridad sobre cmo concretarla, ni sobre sus fundamentos, pero, iniciando la andadura
desde esta opcin, de forma asistemtica, discontina, pero, con ella como horizonte
propositivo y de mi inters temtico (Daz, 1999, 2002).
Concretando algunos rasgos de la investigacin en el aula, en combinacin con
didcticas para la reflexin sobre la relacin juventud y poltica tema que forma parte
del curso que he impartido durante los ltimos aos en la Universidad Tecnolgica de
Pereira- he realizado acercamientos a la puesta en escena escritural de relatos
autobiogrficos.
La consigna que les sugiero a los estudiantes de pregrado previa
contextualizacin y ambientacin del tema- con quienes he tenido estos acercamientos
es: escriba su autobiografa de participacin poltica. As, he logrado tener un archivo de
autobiografas que, aunque no han sido abordadas reflexivamente desde una pretensin
investigativa, si me han acercado y formado en: la sensibilidad para su abordaje; el
reconocimiento de algunos trayectos vivenciales polticos de parte de los jvenes
caracterizados por su inters frente a la poltica, su participacin tal vez por ser de
sectores populares y estar en una universidad pblica- en acciones polticas desde la
poca del colegio y , algunos, ahora en la universidad. Estas autobiografas, si bien no
forman parte de la presente investigacin, s me han formado para la investigacin, en
simultaneidad con los abordajes tericos realizados.
34
Ahora, esto, siguiendo a Pierce, en voz de Nubiola (2001) se debe ubicar bajo el
entendido que la abduccin es un tipo de inferencia que se caracteriza por su
probabilidad: la conclusin que se alcanza es siempre conjetural, es slo probable, pero
al investigador le parece del todo plausible. Es esa plausibilidad, ese carcter intuitivo
donde radica su validez y no en su efectiva probabilidad que tiene slo una influencia
indirecta
5.3 Mi andadura en el abordaje de la autobiografa poltica o la bsqueda de
una vida poltica ejemplar
En simultaneidad con las anteriores acciones de autoformacin en el abordaje de
la autobiografa cuyos textos me dejaban cierta insatisfaccin abductiva por sus
contenidos demasiados cortos parecan ms bien cartas, o relatos breves- su nivel de
profundidad, la dificultad de encontrar en ellas formas de accin poltica sostenidas y
que me permitieran reconocer cierta procesualidad en la emergencia de la subjetividad
poltica, fui focalizando la mirada para encontrar experiencias de jvenes quienes
participando polticamente, tuvieran la potencialidad de ser indagadas a profundidad.
Esto lo segu haciendo con los estudiantes con quienes comparta los seminarios de
psicologa comunitaria, en la carrera profesional de psicologa, en la Universidad de
Manizales.
El supuesto que me orientaba era: quienes se interesan por esta rea de la
psicologa, han constituido sensibilidad social, sentido crtico, pensamiento divergente
frente a la profesin y al entorno poltico que viven, por lo que se interesan por
participar polticamente.
Durante dos aos convers con los jvenes que semestralmente compartan este
seminario conmigo y fui ratificando el supuesto que tena. Por eso, les peda que
compartieran escrituralmente su experiencia de participacin poltica, as obtuve una
autobiografa por semestre durante el perodo 2007, al 2008. Pero, estas, seguan
35
abductivamente, generndome insatisfaccin pues tenan muchos de los rasgos que
caracterizaban las experiencias anteriores y, adicionalmente su tono escritural era el de
un ensayo acadmico y no el de una autobiografa, aunque as fuera denominada por
quienes la escriban. Vea en ellas sentidos de vida, pero estos no me permitan
estructurar ideas generadoras para indagar sobre los sentidos subjetivos polticos que los
caracterizaba.
En lo que denomino el punto de quiebre en esta bsqueda, en el ao 2009, en una
de las asesoras con la directora de la tesis acordamos abrir la perspectiva de trabajo
sobre una autobiografa, en cuanto vida ejemplar, al entramado de la autobiografa
poltica de dos jvenes de Universidad pblica y dos jvenes de universidad privada, un
hombre y una mujer para cada uno de los casos. La consigna era clara: no se trataba de
hacer un estudio comparativo entre gneros, ni entre tipos de universidades, sino, tener
suficiente material narrativo para entrelazarlo y hacer los desdoblamientos necesarios
que permitieran reconocer el devenir de la subjetividad poltica y con ello de sujetos
polticos.
Por vnculos acadmicos e investigativos tena relacin con cuatro jvenes que
cumplan con los referentes establecidos. Por lo que con ellos volv a protagonizar el
ritual de invitacin (contexto de los estudios doctorales, perspectivas de la investigacin
a realizar, metodologa privilegiada, uso de la autobiografa y condiciones de ellos como
potenciales autobigrafos) para que compartieran su autobiografa poltica. Ellos y ellas
aceptaron la invitacin escritural haciendo tres preguntas Por dnde empiezo? Qu
puedo asumir por autobiografa poltica? Para cundo debe estar el texto escrito? Frente
a estos interrogantes les suger: su autobiografa poltica, es la escritura de lo que usted
asuma ha sido su vida poltica. Por lo tanto, empiece por donde desee, cmo usted
quiera hacerlo segn su estilo escritural o los rasgos de su memoria. En cuanto al
tiempo: asuman el que razonablemente les sea necesario, aunque con un margen de un
mes para volver a conversar y saber algo sobre el proceso. Con estos referentes y en un
36
periodo de entre uno y dos meses, recib, va correo electrnico tres versiones
autobiogrficas y en formato impreso la cuarta autobiografa.
Cuando con la asesora de la tesis, lemos las narrativas presentadas, no dudamos
en que debamos asumir y profundizar slo en una de ellas, pues narraba una existencia
poltica vital, amplia, en sntesis, era una vida ejemplar. A esta forma de asumir una
experiencia y un texto narrativo se le denomina: seleccin intencional de una vida
ejemplar. As, que ya estaba asido a una autobiografa susceptible de analizar y darle
sentidos subjetivos polticos (Ver anexo 1)
5.4 La escritura de una autobiografa poltica ejemplar: el punto a saturar
Si compartimos que el mundo no es lineal sino que lo construimos desde el caos
y la contingencia, es posible asumir que los procesos investigativos tambin tienen estas
condiciones. Por lo tanto Cmo encontrar nuestros sujetos de investigacin? Y, para el
caso de la autobiografa cmo hallar el autobiografado? Puede que no se de un
encuentro en el sentido que el investigador de forma unidireccional y como si
estuviera buscando un objeto lo haga- sino que se presente una coincidencia existencial.
La diferencia estar dada en que, si bien aqu emerge el encuentro, ste es azaroso, se
presenta en la coincidencia de un campo vital que protagonizan quienes tienen intereses
comunes en la vida.
As, entonces, si bien es cierto me encontraba interesado en coincidir con una
persona joven que pudiera y quisiera narrarme su vida poltica (como he mencionado
previamente haba realizado actividades en tal sentido) esto slo sera posible en el
proceso tendencial de las coincidencias.
Para Junio de 2009, haba organizado, conjuntamente con los colegas de la lnea
de investigacin en socializacin poltica y cultura poltica, de la Universidad
Tecnolgica de Pereira (UTP), el III coloquio de la red de investigadores en formacin
ciudadana. Este, por sus caractersticas, es un evento direccionado y cerrado con quienes
37
desde universidades colombianas realizan procesos de investigacin en el tema del
coloquio. Por tal motivo, estos eran los convocados. Y hubiera sido as, si el mundo
fuera funcional y determinado o predeterminado. Pero, como ste siempre tiene lneas
de fuga desde las cuales emerge lo inesperado, me informaron como coordinador del
coloquio, que estaba presente una persona a quien me presentaron- que no haba
realizado inscripcin previa, no era docente investigador, pero quera participar de la
actividad acadmica. Le pregunt a ella, una mujer joven, cul era su inters por
participar en el coloquio y expres que trabajaba con un proyecto sobre formacin
ciudadana en Bienestar universitario de la misma Universidad. El campo vital lo
estbamos con-formando, las co-incidencias estaban con-fluyendo, los intereses
temticos dispersos se estaban encontrado. No vi problema en que ella participar de las
reflexiones que durante dos das se iban a desarrollar.
Durante este tiempo no volv a preocuparme por la desconocida, quien se
volvi a hacer visible al cierre del coloquio, para agradecer la posibilidad que se le haba
abierto de participar en esta actividad y hacer las valoraciones respectivas. Hubo
intercambio de correos electrnicos para mantener el vnculo y hacerle llegar las
anotaciones y memorias del proceso acadmico vivido.
Haba quedado interesado en conocer detalles del proyecto de formacin
ciudadana en el que la desconocida participaba dentro de la misma universidad, pero,
en diferente dependencia, por lo que le escrib e intercambiamos un par de mails,
acordando un encuentro para conversar. Mi inters era estratgico en cuanto vea la
posibilidad de encontrar con ella, un frente de entrada a grupos de estudiantes de la
UTP, con quienes pudiramos desarrollar un proyecto de investigacin sobre sujeto
poltico en jvenes universitarios (Daz y otros, 2008).
En esta conversacin fuimos teniendo apertura interpersonal, dilogo sobre la
vida cotidiana y algunas pistas sobre quin era cada uno de nosotros. Aqu se expreso un
primer momento del yo, tanto el de ella, como el mo, nos encontramos en cuanto
38
otredad, diferentes pero coincidentes. Ella era una estudiante de licenciatura en
Etnoeducacin, vinculada al movimiento estudiantil y quien daba cuenta de los grupos
que existan en la Universidad, as como de las tendencias polticas que las
caracterizaban. Su trayecto participativo haba tenido diferentes momentos y a la fecha
se encontraba en proceso de repliegue y receso respecto de la intensidad con que haba
asumido su rol de joven universitaria polticamente activa.
Este dilogo me ratific la intuicin en el sentido, que ella, era una vida
ejemplar digna de tener en cuenta para realizar a profundidad mi proceso investigativo.
Por eso, unos das despus, la contact telefnicamente para viabilizar la posibilidad de
un encuentro en el que le pedira un favor.
Cuando nos vimos y en medio de una conversacin sobre temas variados, le
platee que estaba realizando mis estudios de doctorado, le cont sobre el proyecto de
investigacin que estaba desarrollando, le describ la lgica general del mismo y
explicit como estaba en el proceso de recoleccin de la informacin, donde
privilegiara la autobiografa de jvenes universitarios que tuvieran o hubieran tenido
participacin poltica, por lo que vea en ella, una mujer que poda narrar su vida,
compartirla y permitir que se hiciera el anlisis acadmico respectivo. Esta era la
invitacin que le haca: narrar su vida poltica.
Despus de comentarios, preguntas, sugerencias, aclaraciones sobre el proceso,
en el que se dej explcito cul sera el uso que se le dara a la informacin
autobiogrfica, el anonimato de la misma, el manejo tico de la relacin y la narrativa
resultante; la entrega a ella de los audios, los textos transcritos y la versin final del
anlisis que se realizara, se concreto el consentimiento informado y con ello el pacto
autobiogrfico.
Ella, la que ya no era desconocida sino, un poco menos desconocida, acept
escribir su procesualidad existencial delimitada en el mbito de su participacin poltica
en cuanto joven. No hubo ms consigna, ninguna otra orientacin, nada que pudiera
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sesgar la reconstruccin histrica de su vida. Y, en cuanto al tiempo para escribir y
hacer un cierre de su narrativa? el que se requiriera, el que el tono y el ritmo tanto del
texto, como de los recuerdos y la vitalidad que ello generara, permitiera. No se estaba
frente a un producto fabril, sino a un proceso de reconstruccin del yo, a un acto de
reflexividad de la existencia y el devenir poltico.
A los veinte das de establecido el pacto autobiogrfico, busqu comunicacin
va celular, para saber sobre el proceso, pero estaba incomunicado por esta va
Me encuentro sin telfono celular, as que para pactar cualquier encuentro
nos queda la opcin del correo
Esta fue la respuesta que recib a un mail en el que preguntaba por la reflexin
autobiogrfica. Por sta va electrnica supe que el texto estaba escrito, pero no se
deseaba enviar por correo electrnico. Inicialmente no entenda la razn, as que
buscamos un par de encuentros que no se lograron concretar por distintos motivos: cruce
de actividades, llegada tarde, no lectura del mail donde se haca la invitacin. Por esto,
un da, la autobiografa estaba por debajo de la puerta de mi oficina y dentro de un sobre
de manila que deca autobiografa. Para el profesor Alvaro Daz. Proced a leerla con
inters y avidez. Su contenido me permiti saber porqu no se haba enviado por medio
electrnico a travs de la web. Por cuidado de s, por prevencin, por miedo.
Recordemos que en Colombia los organismos de seguridad e inteligencia del
Estado realizaron en la dcada del 2000 y correspondiente con los dos perodos de
gobierno del Presidente Alvaro Uribe Vlez (2002- 2010) acciones de seguimiento a
todos aquellos a quienes por no compartir sus polticas y ser crticos frente a las mismas
eran considerados enemigos. Tales seguimientos se concretaban en observacin de la
cotidianeidad del sospechoso y de su familia, se describan sus rutinas, crculos de
amigos, se escarbaba dentro de la basura que sala de su hogar para saber qu consuma,
en qu cantidad, qu desechaba y qu poda haber all que lo involucrara en evidencia
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contra el gobierno. Igual, se encontraba el procedimiento de las intercepciones ilegales
de llamadas por parte de dependencias del Departamento Administrativo de Seguridad
(DAS) y el acceso a los correos electrnicos, cuando no, de la informacin contenida en
los discos duros de los porttiles o computadores caseros. Pero, adems, en Colombia,
los jvenes estn siendo vctimas de desapariciones y posterior asesinato, en lo que se
configura como un crimen de Estado, denominados por ste, como falsos positivos.
Por lo tanto, el correo electrnico no aparece como un medio seguro para remitir una
autobiografa poltica en la que se muestra la accin militante dentro del movimiento
estudiantil de una joven universitaria.
5.5 Reflexin del texto autobiogrfico poltico
Una vez recib el escrito autobiogrfico que esperaba, proced a su lectura
mediante lo que ahora reflexiono desde dos momentos a saber: la conmocin en la labor
lectobiogrfica y la bsqueda de huellas narrativas autobiogrficas. Veamos en detalle
las caractersticas de cada una de ellas.
5.5.1 Conmocin en la labor lectobiogrfica
Me emocion mucho su texto, es claro, vital, bien narrado, atrapa al lector. Por
todo ello, Gracias (mail del 22 de octubre de 2009) As respond, a la cada vez ms
conocida y ahora, autobigrafa, cuando le por primera vez su versin narrativa. Si lo
que hay en una autobiografa es apertura interpersonal, despliegue del yo, no puede el
lectobigrafo ser ajeno a los rasgos de humanidad y a las voces que del texto emergen.
En condicin vital no se puede guardar distancia, no es viable en este momento
asumir la epoj, propuesta desde la fenomenologa, mucho menos la distancia sujeto-
objeto, que tanto se pregon desde el positivismo. Por el contrario, lo que se encuentra
es la imbricacin con el contenido discursivo. Con ello llega el recuerdo de procesos
vividos por quin est como lector de la intimidad compartida a travs de la
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autobiografa. La identificacin con la trama de vida que se explicita en el texto y que
permite reconocer lo que pareciera ser cierta elongacin del tiempo y los sucesos que el
lectobigrafo ha vivido, por lo tanto, la autobiografa poltica se presenta como un
espejo retrovisor que mira y en el que se mira quien la lee.
En cuanto en la investigacin autobiogrfica no hay una accin instrumental y
asptica, la lectura del texto genera identidad y emocin con lo que all est escrito, que
es expresin de una vida en horizonte colectivo. Qu me emocion? El tono del texto,
la narracin de una vida en contextos adversos, el reconocimiento de la transicin
procesual de una poca, la expresin de la tradicin y la novedad, el valor al desarrollar
acciones que desde el poder institucional pueden ser catalogadas como acciones contra
el sistema, insurgentes, revolucionarias y por lo tanto, quien las encarna: un enemigo,
con las consecuencias de fuerza que esta denominacin puede generar desde el poder del
Estado.
Creo que tal identificacin y emocin se debe vivir con intensidad, sintindola en
la piel, atravesando el cuerpo, hasta el llanto si este se presenta, como opciones para
hacer el ejercicio -no de colocarse en el lugar del otro- pero, s, para acercarse lo ms
posible al lugar del otro. No se trata de remplazar al otro, pero, s, de entenderlo en sus
circunstancias narrativas y si hay coincidencias existenciales dejarse llevar por la
evocacin, para reconocer la historicidad y prolongacin generacional de los procesos.
Una vez vivida esta empata, se debe asumir distancia reflexiva para evidenciar las
novedades, las emergencias que la vida autobiografada nos est presentando.
5.5.2 Reflexin del texto autobiogrfico poltico: bsqueda de huellas narrativas
autobiogrficas polticas
Asumir el texto implica ver lo que se presenta de forma inherente, lo que
subyace en cada frase y que puede ser una pista para profundizar en ella. As, en la
presente investigacin proced a realizar una lectura emocional y de inmersin en la
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narrativa que se presentaba -tal como lo he planteado en el apartado anterior- para luego
releerlo y releerlo, ver sus matices, reconocer lo que explcitamente se deca e ir
hilvanando lo que implcitamente se dejaba entrever.. Una vez logrado esto, busqu
perodos de tiempo que se expresaban desde lo narrado y daban cuenta de la
procesualidad de la subjetividad poltica, as tenemos el perodo de la niez, donde
surgen preguntas espontneas como formas de conocer el mundo, de querer indagarlo,
de abrirse a l, pero, sin que exista un referente ideolgico o poltico que lo oriente, as
se dice:
Algunos antecedentes de mi vida familiar habran marcado la tendencia que
mas adelante se convirti en la ideologa que motivo mi vida durante casi toda
mi Juventud.
Sin duda algunos recuerdos vagos que despus rescat de mi memoria para
sentirme bien conmigo misma, entre ellos una vez que tendiendo alrededor de 6
aos le pregunte a mi Pap Qu era la guerrilla? y l me respondi que un
grupo de personas que luchaban porque no existieran ms pobres en el pas,
por esta misma poca un recorrido de la escuela Villa Fanny hasta mi casa en
la Aurora (municipio de Dosquebradas) en la que despus de una tormenta en
la noche anterior se me hacia evidente la fragilidad de las casas en que vivan
unos vecinos, algunas tejas se haban volado y las seoras an al medio da
sacaban agua por baldados de sus hogares, tambin recuerdo que yo saba que
mi padre no tena para darme regalos o plata que yo le pidiera para ir a algn
paseo en la escuela, en contraste con un primo de mi misma edad que le daban
doscientos pesos diarios, mientras yo para reunir esa cantidad necesitaba
ahorrar durante varios meses los veinte pesos que me daban cada semana, por
otro lado ya casi a los doce aos vea las noticias en compaa de mis tas y
haba protestas por todo el pas, Luisa Marina, la ms joven, bella y quien
gozaba del status de ser muy inteligente, afirmaba que slo una guerra civil
hara que las cosas cambiaran en este pas, a parte contaba con la ancdota
que cuando yo no saba hablar, en la poca en que se tararea la cancin de los
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pollitos yo adems cantaba que la tortilla se vuelva, que los pobres coman
pan y los ricos mierda, mierda. (Autobio1. p. 1)
La pregunta formulada al padre sobre qu es la guerrilla? no es ingenua pues al
hacerse permite reconocer que existe un proceso social con unos actores especficos y
unos discursos que forman parte del ethos cultural desde el cual se formula el
interrogante. Por lo tanto hay una vida poltica en la que se est imbuido desde el
nacimiento y que va a atravesar el ciclo existencial del sujeto.
Otra periodicidad se presenta al inicio de la juventud, cuando se empieza a asumir de
manera personal y como una decisin la posibilidad de participacin poltica, por lo que
se plantea:
Pero a los 17 aos estos recuerdos no estaban agrupados, las motivaciones
por las que comenc una vida poltica activa se me fueron presentando.
Recin iniciaba la carrera de ingeniera elctrica en la universidad, traa del
colegio la idea de que nada era para m inaprehendible, acostumbrada a
superar los retos acadmicos sin esfuerzos, mientras el reconocimiento social
estaba marcado por otros hechos, entre ellos que mi grupo de amigos era
considerado altamente conflictivo, (drogas, lesbianismo, prostitucin, falta de
respeto a la autoridad, entre otros). La Universidad era para mi otro momento,
yo ya no viva en el barrio, mis intereses y relaciones sociales recin se
construan y empezaron a presentarseme nuevos conflictos, entre los cuales
para mi tenan gran peso que la nica razn que me hacia popular estaba
relacionada con factores estticos, pareca pasar inadvertido que gozaba de
otras cualidades, para completar: las asignaturas estaban todas relacionadas
con matemticas, a mis compaeros les pareca una estupidez la materia de
humanidades, ninguno vea noticias, ni mucho menos lean el peridico, no les
1 Con esta denominacin (Autobio) se identificarn las narrativas que se citan del texto autobiogrfico.
Mientras que con la sigla E.A.P, se referir a lo retomado de la entrevista a profundidad. Las letras (p.)
especifican en cual pgina se encuentra la narrativa.
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gustaba conversar, las reuniones eran para resolver ejercicios de qumica,
matemticas, fsica o geometra descriptiva, para variar de vez en cuando
veamos futbol, o mis compaeros que eran en su mayora hombres se sentaban
en el galpn esperando que pasara alguna jovencita para hacerle chiflados y
silbidos que se me parecan al cortejo de animales salvajes, pero
absolutamente ineficiente. (Autobio. pp. 1,2)
En esta elongacin del tiempo se empieza a hacer lecturas de la realidad, de los
procesos que ocurren en la cotidianeidad y que no son neutrales sino que obedecen a
lgicas de inclusin y exclusin social, siendo por lo tanto polticas y afectando las
formas de asumir el mundo social por lo que ste deja de sernos indiferente:
El cambio de ruta por la ciudad (antes solo me mova en tres o cuatro barrios
alrededor del colegio) empez a hacerme ver sucesos que no estaban tan
cercanos, en esa poca (1999) una ola de desplazamiento de los indgenas
embera inund la ciudad, se les vea en los andenes y junto a los semforos con
tres o cuatro nios menores de cinco aos pidiendo limosna a gente que no les
miraba a los ojos y prefera no verlos, la ruta del bus tambin pasaba por el
terminal y yo desde la ventana poda ver las casas llenas de miseria en la
Churria y a la cuadra siguiente los palacetes estrato seis de los riquitos de la
ciudad, el mundo me impactaba, pero las muchachas que yo conoca solo
queran hablar de pantalones y peinados o el nuevo color de los labiales de
Avon (que yo adems no poda comprar). (Autobio. p. 2)
Pero, en cuanto como sujetos no vivimos un tiempo esttico, ni en l ocurren
slo cosas lineales, sino que en la simultaneidad del devenir del tiempo se viven
diferentes experiencias que constituyen nuestra subjetividad, la que a su vez es
influenciada por aspectos macro y en tal sentido generales, o por procesos micro,
especficos y que afectan directamente al sujeto en cuanto tiene que ver con su mbito
vital se encuentran temporalidades relacionadas con esta dimensin:
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De vuelta en Pereira, algunas organizaciones polticas cayeron al asecho
para vincularme, yo me di a la tarea de analizar los documentos y eleg la que
en mi criterio hacia los anlisis ms consecuentes con la situacin del pas, en
sus principios formulaba que era clasista, antiimperialista e internacionalista,
y yo entend que ser clasista significaba en otras palabras que consideraba
justo que las clases populares se organizarn para arrebatarle el poder a las
clases dominantes. Aos despus comprender que no entendamos lo mismo me
provoc una fuerte ruptura.
La vida organizativa se me haca muy placentera, el grupo cumpla el sentido
estricto de la comunidad: afecto, proteccin, seguridad, solidaridad y certezas,
yo me haba declarado materialista a mis 15 aos, pero esta poca supli para
m un nuevo conjunto de verdades, que estuvieron acompaadas de procesos
de transformacin interior.
La estructura a la que yo perteneca era semiabierta, es decir que no era
pblica ni clandestina del todo, como responsabilidades los activistas tenamos
que exponer la lnea poltica de la organizacin y para ello debamos agrupar
al mayor nmero de compaeros universitarios en proyectos estudiantiles, as
que uno estaba todo el tiempo indagando que le interesaba a la gente, metido
en revistas, grupos de discusin, galponeando, en las canchas de deportes,
organizando foros y asambleas.
En diciembre del ao 2000, se hizo un paro en la UTP2 cuya principal
demanda era con respecto a las matriculas, yo acostumbraba a vivirme el paro
con intensidad y acampaba todas las noches, asista a todos los debates y
asambleas, prestaba guardia, decoraba la universidad con grafitis, y pona mi
cuota de estudiantes que estuvieran acompandonos y apoyando las
directrices que reciba de mi direccin poltica. (Autobio. p. 5)
2 Hace referencia a la Universidad Tecnolgica de Pereira UTP-
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Ahora, sin que las acciones que nos constituyen polticamente se presenten en un
continuum prolongado de tiempo, sino que existe una especie de congelamiento de las
mismas, para emerger segn las dinmicas sociales y los ritmos de los movimientos
sociales, se presenta lo que podemos denominar continuidad discontinua de tales
procesos que son hilvanados por el sujeto para configurar un sentido de coherencia y de
totalidad:
Me refugi en la academia y en un proyecto de revista que tena con
estudiantes de la facultad. En el 2003 se present un nuevo paro, los viejos
activistas haban salido de la universidad (se graduaron en su mayora) y se
vino una nueva ola, chicos ms jvenes, desorganizados, culturalistas,
ambientalistas, muy marihuaneros, fiesteros y algunas posturas con referentes
anarquistas, yo como siempre me sum al paro y all conoc a mi nueva pareja,
era un chico que estudiaba literatura y era un buen orador, a su lado banalic
el mundo.
La vida poltica continu pero de manera muy intermitente, yo tena la
impresin que los proyectos no salan porque ya no tena quien orientara como
hacerlos, y cada vez fui percibiendo que las organizaciones que se denominan
de izquierda reproducen los vicios burocrticos de sus oponentes (Autobio. p.
7)
Apreciemos que entre el ao 2000 y el 2003 no se reportan relatos respecto de
ningn paro, pero ste, en cuanto accin, vuelve a emerger con la misma denominacin,
por lo que la historicidad es una de sus caractersticas y en ella se desenvuelve el sujeto
poltico siendo producto y productor de su subjetividad poltica.
Posteriormente y como aspectos constitutivos de estas t
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