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Equation Chapter 1 Section 1
Trabajo Fin de Grado
Ingeniería Civil
Caracterización arqueométrica de materiales
cerámicos de Cuatrovitas (Sevilla). Importancia en la
ordenación del territorio
Autor: Fernando Rodríguez Fernández-Palacios
Tutor: María Isabel González Díez
Dep. Cristalografía, Mineralogía y Química Agrícola
Escuela Técnica Superior de Ingeniería
Universidad de Sevilla
Sevilla, 2017
2
Trabajo Fin de Grado
Ingeniería Civil
Caracterización arqueométrica de materiales
cerámicos de Cuatrovitas (Sevilla). Importancia en
la ordenación del territorio
Autor:
Fernando Rodríguez Fernández-Palacios
Tutor:
María Isabel González Díez
Catedrático
Dep. de Cristalografía, Mineralogía y Química Agrícola
Escuela Técnica Superior de Ingeniería
Universidad de Sevilla
Sevilla, 2017
4
Trabajo Fin de Grado: Caracterización arqueométrica de materiales cerámicos de Cuatrovitas (Sevilla).
Importancia en la ordenación del territorio
Autor: Fernando Rodríguez Fernández-Palacios
Tutor: María Isabel González Díez
El tribunal nombrado para juzgar el Proyecto arriba indicado, compuesto por los siguientes miembros:
Presidente:
María Isabel González Díez.
Vocales:
Adolfo Miras Ruiz.
Secretario:
Antonio Romero Baena.
Acuerdan otorgarle la calificación de:
Sevilla, 2017
El Secretario del Tribunal
6
A la Luz de mis desvelos
A mis padres
8
Agradecimientos
La elaboración del presente trabajo no habría sido posible sin el apoyo y colaboración de la tutora del
proyecto, María Isabel González Díes, a la que agradezco efusivamente su trato y ayuda.
De igual forma, agradezco al Departamento de Historia Medieval de la Universidad de Sevilla, y en especial a
Magdalena Valor Piechotta, su atención y la cesión de las muestras para su análisis. También al Departamento
de Cristalografía, Mineralogía y Química Agrícola y al Centro de Investigación, Tecnología e Innovación
(CITIUS) por posibilitar el uso de sus instalaciones y por los servicios prestados.
Por último, agradezco a cuantos compañeros han dado lo mejor de sí para que yo haya podido llegar hasta este
punto. Sin vuestra ayuda no habría sido posible.
10
Resumen
En la sociedad actual han de convivir el progreso con la preservación de los valores, por lo que un desarrollo
sostenible se vuelve capital a la hora de afrontar cualquier problema ingenieril. Todo ello englobado en un
prisma de diversas aristas, donde intervienen factores tales como la cultura, el medio ambiente o la economía.
Esta situación, como tantas otras, ha de ser tenida en cuenta no sólo a la hora de la planificación, ejecución o
construcción de una infraestructura, sino también en términos de una legislación que aborde y contemple estos
términos.
El objetivo de este documento es la profundización en tareas de análisis de piezas cerámicas arqueológicas,
tratándose de un supuesto muy común dado que la Península Ibérica, y concretamente el Valle del
Guadalquivir, ha estado habitada por múltiples civilizaciones durante milenios. Con ello se persigue el
conocimiento y la sensibilización en lo referente a tareas que no son propias de la actividad del ingeniero, pero
que sí son necesarias y están presentes en la obra, como es la arqueología. Este caso, se aborda desde el ámbito
científico el proceso derivado de la misma, tratándose el estudio y análisis de elementos cerámicos obtenidos
de un yacimiento y el terreno adyacente.
También se ha conseguido aprender una metodología de trabajo para la caracterización de materiales de gran
interés en el desarrollo de la actividad profesional de un ingeniero civil.
12
Abstract
Nowadays, society demands that the progress must be lived with the preservation of values, so sustainable
development becomes the capital when facing any engineering problem. All this encompasses a prism of
several edges, where factors such as culture, the environment or the economy are involved.
This situation, like so many others, must be taken into account not only when planning, implementing or
constructing an infrastructure, but also in terms of legislation that addresses and contemplates these terms.
The purpose of this document is to deepen the analysis of archeological ceramics, a very common assumption
given that the Iberian Peninsula, and specifically the Guadalquivir Valley, has been inhabited by multiple
civilizations for millennia. In this way, knowledge and awareness are pursued in regard to tasks that are not
specific to the engineer's activity, but which are necessary and present in the work, such as archeology. This
case, it is approached from the scientific scope the process derived from it, being the study and analysis of
ceramic elements obtained from a deposit and the adjacent land.
It has also been possible to learn a methodology of work for the material’ characterization of great interest in
the development of the professional activity as civil engineer.
14
Introducción
En este estudio se presenta el planteamiento metodológico desarrollado para la investigación de diversos
fragmentos y piezas cerámicas hallados en el yacimiento arqueológico de Cuatrovitas (Bollullos de la
Mitación, Sevilla). De igual forma, se exponen los datos obtenidos en dicha investigación, así como los
resultados y conclusiones que de ellos se extraen.
En la actualidad, el estudio químico y mineralógico en detalle de los materiales arqueológicos presenta grandes
ventajas en la restauración de las piezas fragmentadas, en la determinación de su autenticidad y en ocasiones
para saber la época a la que pertenece la pieza analizada.
El estudio sistemático de las piezas arqueológicas encontradas en un yacimiento puede conducir a resolver el
origen de los materiales utilizados para la fabricación de las distintas piezas, la temperatura de cocción de los
cuerpos cerámicos, los procesos de fabricación, la edad, etc. Para ello, es necesario realizar estudios
mineralógicos, químicos, petrológicos y determinaciones isotópicas de los restos encontrados en el yacimiento.
En Arqueología, por tanto, los estudios arqueométricos tienen una gran importancia debido a que aportan una
abundante información que por otros medios no se podría llegar a conocer (De Soto García et al. 2012).
En los últimos años son abundantes los estudios mineralógicos realizados en arqueometría. En general las
técnicas más usadas son la difracción de rayos-X y la fluorescencia de rayos-X para la caracterización química
y mineralógica de las muestras. Otras técnicas que pueden aplicarse para el estudio de las piezas cerámicas son
la espectroscopía, la termoluminiscencia, la microscopía óptica y la electrónica, entre otras.
La arqueometría se ocupa del estudio de la naturaleza, estructura y propiedades de los materiales utilizados en
la antigüedad, mediante un variado número de técnicas que van desde los análisis químicos y mineralógicos
hasta el empleo de métodos espectrométricos (De Andrés et al, 1987).
Son diversos los aspectos a analizar en las piezas, para lo cual hay que aplicar procedimientos y realizar
experimentos sobre las mismas. Cada uno de ellos aportará datos que contribuirán en el estudio que se realiza
sobre sus características. Así, habría que centrarse en la temperatura y humedad de cocción, color de la
cerámica, procedencia de la pieza y análisis del yacimiento, etc.
La información sobre la temperatura y la atmósfera de cocción es de gran interés en el contexto arqueológico,
ya que permite aproximar la técnica empleada y el periodo histórico, y todo ello puede estimarse a partir de los
datos obtenidos de los fragmentos cerámicos.
El color de la cerámica está relacionado con varios factores, como la naturaleza de la arcilla empleada, el
contenido de óxidos de hierro, la materia orgánica presente o añadida, la textura, la temperatura y la atmósfera
de cocción del horno.
Un factor significativo a considerar es el efecto del enterramiento de la pieza cerámica, puesto a que puede
producir disoluciones, deposición de materiales en los poros o descomposición de minerales, con la
consiguiente distorsión y pérdida de información. Las técnicas de excavación y de recuperación de las mismas
también suponen un punto importante en la conservación de las piezas, puesto a que estos objetos guardan un
equilibrio con el medio en el que se encuentran, si bien ello se escapa al alcance de nuestro estudio.
Dado el valor histórico, y a veces artístico, que acompaña a piezas y fragmentos cerámicos de carácter
arqueológico, su estudio se puede ver limitado debido a la necesidad de conservar la integridad de la pieza.
Ello obliga al uso de técnicas y procesos no destructivos o de aquellos que produzcan un impacto mínimo en el
fragmento.
En el presente trabajo se tratará también la relación de los yacimientos arqueológicos, de donde supuestamente
proceden las piezas de análisis, con la ordenación del territorio, especialmente para adoptar medidas para su
conservación. Y no es un tema baladí, ya que el patrimonio territorial, en el que se enmarcan, ha supuesto una
16
fuente de conflicto recurrente a lo largo de los últimos siglos.
Por una parte, el concepto de patrimonio ha sufrido un largo desarrollo hasta alcanzar la idea actual, puesto que
inicialmente se entendían como dignos de preservar aquellos bienes que, ya sea por su excepcional
singularidad o su fuerte carga estética, formaban parte de la herencia común de la sociedad de cada época. Esta
evolución se ha venido reflejando en la normativa jurídica desde mediados del XIX. Todo ello ha provocado
pérdidas patrimoniales irreparables, también en el caso de los yacimientos arqueológicos, que debido a su
situación física (excavaciones, lugares apartados) no formaban parte de este concepto (Florido Trujillo, 2013).
Un caso significativo, a modo de ejemplo, pudiera ser el conjunto arqueológico de Itálica (Santiponce,
Sevilla), que durante siglos sufrió el expolio de particulares y de la propia Administración.
Centrados en el ámbito andaluz, el II Plan General de Bienes Culturales de Andalucía (Junta de Andalucía,
2000) definió el patrimonio como “el conjunto de elementos naturales y culturales, materiales e inmateriales,
heredados de sus antepasados o creados en el presente, en el que los andaluces reconocen sus señas de identi-
dad, y que ha de ser transmitido a las generaciones venideras acrecentado y mejorado”.
Por otra parte, desde hace décadas se vincula el patrimonio cultural y natural con el desarrollo social.
Actualmente se pretende una correcta gestión de los bienes patrimoniales, lo que debe provocar el progreso de
la sociedad y contribuir a la redistribución de la riqueza y al equilibrio territorial (Junta de Andalucía: III Plan
General de Bienes Culturales, 2012). Esta forma de entender el patrimonio choca diametralmente con el
pensamiento generalizado hasta el tercer cuarto del siglo pasado, considerándolo una barrera para el desarrollo
y provocando la pérdida de innumerables bienes fruto, también, de la especulación a lo largo de toda la
geografía andaluza.
El avance y desarrollo conceptual sobre el patrimonio en el ámbito jurídico no siempre viene acompañado por
su desarrollo en el ámbito social. De hecho, aún hoy diversos sectores de la sociedad consideran una lacra las
cuestiones patrimoniales, culturales e históricas, pues traban y dilatan multitud de actuaciones. Ello puede
deberse a la muy escasa formación, en general, propuesta sobre este concepto y a que no siempre se ha
gestionado ni gestiona el patrimonio desde el punto de vista que proponen los Planes Generales, produciendo
una percepción errónea sobre el mismo. El III Plan General de Bienes Culturales de Andalucía propone, en
este sentido, un cambio en la concepción de la Administración como gestora y responsable de la tutela del
patrimonio, dando paso a un papel de coordinación y asesoría.
El territorio es “un referente de la gestión de los bienes culturales que obliga a considerar la relación entre el
patrimonio y su contexto territorial no solo desde un punto de vista de interpretación de los procesos históricos
sino como engarce con las crecientes iniciativas locales”, por englobar múltiples perspectivas y dimensiones.
Es en el territorio donde encuentran su contexto y razón de ser los elementos patrimoniales, ya sea por estar
vinculados a él o por formar parte del mismo. La Ley 14/2007 de Patrimonio Histórico de Andalucía contiene
una detallada clasificación del patrimonio, lo que conlleva la catalogación exhaustiva y precisa de los
elementos patrimoniales.
El Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (Junta de Andalucía, Decreto 206/2006, de 28 de
noviembre de 2006) incorpora una estrategia novedosa establecida en el Sistema de Patrimonio Territorial de
Andalucía, concibiendo el territorio como un conjunto de elementos protegidos, conectados y articulados por
diversos ejes de comunicación relacionados, a su vez, entre sí. Pretende, de esta forma, servir de marco para la
protección, difusión y puesta en valor del patrimonio.
En el caso de la zona arqueológica Cuatrovitas que nos ocupa, el estudio arqueométrico de los diferentes restos
cerámicos encontrados pueden contribuir al conocimiento de la cultura europea existente en la época medieval.
Además, permitirá conocer las canteras de donde se extrajeron los materiales utilizados para la realización de
las piezas cerámicas y su preservación.
Cuatrovitas se encuentra a 17 km al suroeste de Sevilla (Figura 0-1). Se trata de un despoblado medieval
situado en la comarca sevillana del Aljarafe, en el término municipal de Bollullos de la Mitación. Según la
información que ofrece el Excmo. Ayuntamiento de Bollullos de la Mitación, “puede ser un ejemplo válido del
proceso de contracción de poblamiento característico desde la época andalusí hasta fines del siglo XV
cristiano. En su término se han localizado un total de trece despoblados medievales”.
No se conoce qué es lo que ocurrió con Cuatrovitas tras la conquista cristiana en 1248, es decir, en qué medida
se vio afectada por los acontecimientos que se produjeron en los decenios posteriores a la misma, caso de: la
revuelta mudéjar de 1262-64 o, los ataques de los benimerines entre 1275-85. Tampoco se ha tratado la
información sobre este lugar y su entorno durante la Baja Edad Media (siglos XIV y XV). Sin el conocimiento
de todos estos datos no se podrá comprender la evolución de la aldea y el momento de su abandono y
transformación en ermita.
Figura 0-1. Localización de la Ermita de Cuatrovitas.
Los objetivos concretos del presente trabajo serán:
Caracterizar los materiales cerámicos y las posibles materias primas utilizadas en su fabricación.
Estimar las posibilidades y viabilidad de distintas técnicas de estudio en el conocimiento de las piezas
cerámicas.
Valoración de los resultados e integración de los datos en los estudios arqueométricos realizados en la
zona.
18
Índice
Agradecimientos 9
Resumen 11
Abstract 13
Introducción 15
Índice 18
Índice de Tablas 20
Índice de Figuras 22
1 Antecedentes 24 1.1 Contexto histórico-cultural del yacimiento. 24 1.2 Cerámica islámica en el suroeste de la península ibérica. 25 1.3 Materiales para la fabricación de la cerámica. Contexto mineralógico. 26 1.4 Recientes trabajos sobre arqueometría. 26
2 Materiales y métodos 29 2.1 Materiales. 29 2.2 Metodología. 33
3 Resultados y discusión 35 3.1 Caracterización. 35
3.1.1 Muestras tomadas en campo. 35 3.1.2 Piezas arqueológicas. 36
3.2 Estimación de la temperatura de cocción. 52
4 Conclusiones 54
Referencias 56
20
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 2–1. Valores de poderes reflectantes utilizados. 33
Tabla 3–1. Composición mineralógica suelos y margas del entorno de Cuatrovitas. 36
Tabla 3–2. Composición química de los materiales muestreados. 36
Tabla 3–3. Composición mineralógica productos cerámicos. 37
Tabla 3–4. Composición química (%Wt) de ladrillo LCV y teja TV. 39
Tabla 3-5. Composición elementos mayoritarios por mapeo en microFRX de las muestras
cerámicas (%Wt). 39
22
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 0-1. Localización de la Ermita de Cuatrovitas. 17
Figura 2–1. Afloramiento de margas neógenas. 29
Figura 2–2. Descripción de visu de los materiales cerámicos estudiados. 30
Figura 2–3. Afloramiento de los suelos cuaternarios. 32
Figura 2-4. Portamuestras de metracrilato adaptado para poca cantidad. 33
Figura 3-1. Imágenes de lámina delgada LCV. 38
Figura 3–2. Mapa microFRX zona interior de la teja TCV. 40
Figura 3–3. Mapa microFRX muestra 1. 39
Figura 3–4. Mapa microFRX muestra 2. 42
Figura 3–5. Mapa microFRX muestra 3. 43
Figura 3–6. Mapa microFRX muestra 4. 44
Figura 3–7. Mapa microFRX muestra 5. 45
Figura 3–8. Microfluorescencia muestra 1. 46
Figura 3–9. Microfluorescencia muestra 2. 46
Figura 3–10. Microfluorescencia muestra 3. 46
Figura 3–11. Microfluorescencia muestra 4. 47
Figura 3–12. Microfluorescencia muestra 5. 47
Figura 3–13. Microfluorescencia muestra 6. 47
Figura 3–14. Microfluorescencia muestra 7. 48
Figura 3–15. Microfluorescencia muestra 8. 48
Figura 3-16. Microfluorescencia muestra 9. 48
Figura 3-17. Microfluorescencia muestra 10. 49
Figura 3-18. Diatomeas en la capa superficial del ladrillo LCV. 49
Figura 3-19. Microscopía interior LCV. 50
Figura 3-20. Fusión en zona interna TCV. 50
Figura 3-21. Imagen SEM y análisis EDS de la teja TCV. 50
Figura 3-22. Imágenes SEM y análisis EDS de la muestra 2. 51
Figura 3-23. Imágenes SEM y análisis EDS de la muestra 3. 51
Figura 3-24. Imágenes SEM y análisis EDS de la muestra 7. 52
24
1 ANTECEDENTES
e realiza un recorrido para poner en situación de cara a la materia que se aborda. De esta forma, se
trata el contexto histórico del lugar del yacimiento, que tiene un alto valor religioso y cultural. A
continuación, se aborda la situación histórica del emplazamiento desde el punto de vista de la
cerámica, sobre la que versa el presente trabajo, en lo que a la tipología y materiales se refiere. Por último,
se hace un recorrido por trabajos recientes que están relacionados con los análisis en cerámica.
1.1 Contexto histórico-cultural del yacimiento.
La a Ermita de Nuestra Señora de Cuatrovitas, junto al yacimiento, es la única construcción que se conserva de
origen islámico. Durante el año alberga una muy devota imagen de la Virgen María, Titular del templo, que
recibe su advocación del lugar en el que fue encontrada.
Según la tradición, la imagen de la Virgen (seguramente una anterior a la actual) fue hallada en una pequeña
cueva junto a un pozo en las inmediaciones del poblado de Quatro-habitan y fue colocada en el interior de su
ermita. Sabemos del poblado que tuvo su origen bajo la dominación islámica, alcanzando cierto volumen de
población, tal y como atestiguan la extensión de los restos hallados. Numerosas son las piezas cerámicas
repartidas por el entorno, que pueden ser especialmente visibles tras periodos de lluvia debido a que la
escorrentía levanta la capa superficial del terreno y arrastra algunas de ellas hacia el cauce del pequeño arroyo
adyacente. También han sido hallados pequeños muros, ladrillos y restos óseos de animales en el mismo
estrato del terreno. En cierto momento esta población entra en declive, quedando únicamente la mezquita y un
par de viviendas a su alrededor en tiempos de la Reconquista. Precisamente de ahí recibe su nombre, de los
“cuatro moros” que aún “habitaban” en la zona.
La citada ermita se trata de una mezquita reconvertida en templo cristiano. En torno a ella se desplegaba una
aldea, según los vestigios encontrados en el yacimiento, como el cimiento de una serie de estancias junto al
alminar de la mezquita, hoy campanario. Cuatrovitas debió ser una de las aldeas que pudo sufrir el asedio
cristiano, pues el estado del poblado en 1252 no era óptimo, ya que, según recoge el Repartimiento de Sevilla,
la mitad de su territorio estaba quemado. No obstante, el lugar continuó contando con población, pues se
conoce que en la segunda del siglo XIII ya templo cristiano tenía asignado un clérigo. Su despoblamiento
debió ser temprano, debido a que no se detectan objetos ni materiales anteriores a la época moderna,
coincidiendo con las restauraciones del templo en el siglo XVII (Valor Piechotta, 1996).
Dentro de esta campaña arqueológica, bajo la dirección de Lorenz Korn por la Universidad de Bamberg y
Magdalena Valor Piechotta por la Universidad de Sevilla, se han hallado túneles y pequeñas cuevas que dan
consistencia histórica a las leyendas sobre el antiguo poblando, especialmente a las teorías del siglo XIX que
las mencionan expresamente (Baquero, 2017).
Actualmente sólo se conserva la antigua mezquita, convertida en templo cristiano años después de la
Reconquista. La orientación de sus naves fue modificada en noventa grados, y se le añadió posteriormente el
porche de entrada. La torre se conserva intacta, al igual que parte del patio de abluciones, que ahora queda en
su parte trasera.
En la investigación que se está llevando a cabo, se quieren conocer más datos sobre la industria local, pues ello
puede conducir a corroborar que se trataba de una urbe de cierta importancia en la comarca. También sobre las
S
técnicas y la procedencia de los materiales utilizados. Todo esto también contribuirá a fechar la época del
poblado y, tal vez, arroje luz sobre su desaparición.
Hasta ahora se tenía a Cuatrovitas como una comunidad aldeana, conociéndose un conjunto cerámico poco
rico y fechable a partir de la segunda mitad del siglo XII. No es hasta el siglo XI cuando pueden fecharse
claramente producciones importantes en esta zona, coincidiendo con el florecimiento y el desarrollo de la
ciudad de Sevilla, y por ende de su entorno. A partir de esa fecha el oeste de Andalucía se comporta como una
unidad con talleres propios y redes de distribución. A partir de la llegada de almorávides y almohades, se
establecen rutas comerciales con la zona oriental de la península ibérica (Lafuente Ibáñez, 1994).
1.2 Cerámica islámica en el suroeste de la península ibérica.
En el trabajo estudio de cerámicas de Sevilla, Mértola, Jerez, Córdoba y Écija (Bridgman, 2012), se
obtenienen resultados que confirman la existencia de esta red comercial y aportan esta nueva visión de la
economía de la zona. Sevilla, por su situación geográfica, podría asumir el papel de exportadora. Mediante la
aplicación de análisis petrológicos se confirman las notables diferencias entre la producción cerámica local y la
importada, existiendo una población de la primera muy superior a la segunda. Sevilla destaca y marca la
complejidad de la producción en el periodo almohade, habiéndose localizado un total de nueve grupos de
productores y hornos locales en esta red. Se diferencian por el tamaño y la frecuencia de las inclusiones, si
bien todos se caracterizan por un rango definido, a la par que heterogéneo, de las mismas. El material,
procedente de Sierra Morena, probablemente habrá sufrido un proceso de abrasión en su descenso montaña
abajo. Las inclusiones identificadas se basan en cantidades moderadas de cuarzo y de un escaso porcentaje de
calizas, feldespatos y micas, así como algún fragmento de granito y arenisca.
La exportación de cerámica sevillana revela una posible conexión fluvial con Córdoba, terrestre con Écija y
marítima con Mértola. Ello viene a corroborar las evidencias documentales que existen en los textos y estudios
sobre la época (Valor Piechotta, 1999). Curiosamente, se ha encontrado cerámica de importación en Sevilla, si
bien era utilizada, aunque en mucha menor medida, junto con la producción local. Ello podría estar
relacionado con el estatus de la ciudad, asumiendo el papel de centro comercial donde no sólo se vende sino
que también se adquiere el producto.
A diferencia de Sevilla, centro productor y exportador de cerámica, Écija y Córdoba estaban situadas en la
frontera cristiano-musulmana, lo cual influía de forma notable en su economía. En lo referente a la cerámica,
los continuos conflictos no permitían que la producción local repusiera estos elementos, por lo que la
importación era forzada.
El caso de Jerez se sitúa en el extremo contrario. Al estar alejada de los conflictos entre musulmanes y
cristianos, ello permite que la producción local abastezca la demanda de la ciudad. De hecho, la totalidad de
muestras analizadas en este lugar en el estudio al que nos referimos tienen origen local.
Las características generales que definen los tipos de cerámica producidos en esta época en el entorno de
Sevilla se detalla a continuación (Lafuente Ibáñez, 1994).
Cerámica sin vidriar:
Bizcochada. Es la más común. Van desde piezas realizadas a mano, otras con un torneado rápido y
descuidado, hasta algunas formas de gran calidad técnica y estilística.
Pintada sobre bizcocho. Previas al vedrío, y relegadas tras la aparición de este al uso cotidiano de
almacenaje de agua y algunas ollas. Pintadas en blanco, negro o rojo con pincel o con los dedos.
Espatulado. Técnica que pretende impermeabilizar la parte interior de algunas piezas.
Molde. Se asocia a piezas de lujo, siendo poco frecuente.
Incisa. Realizada con punta, ruedecilla o a cuchillo.
Excisa. Sirve para delimitar espacios en piezas muy decoradas por otras técnicas y para realizar
calados.
Impresa. Estampillado, digitaciones. Es muy popular.
26
Con aplicaciones. Bandas, sogas, asas ornamentales y otros motivos modelados.
Por otro lado, la producción vidriada se resume en:
Vedrío simple. Comienza como adorno para vajillas de alta calidad, generalizándose después como
impermeabilizante para cualquier tipo de objeto. Colores verde, negro o melado.
Vedrío sobre bizcocho. Ornamentación con motivos pintados con la misma sustancia que se utiliza
para vidriar.
Bícroma. Decoración con trazos de manganeso sobre cubierta. Verdes o meladas.
Cuerda seca. Total o parcial. Evita la mezcla de colores en la cocción abriendo un surco entre ellos y
rellenándolo con una sustancia grasa.
Vedrío blanco de estaño.
1.3 Materiales para la fabricación de la cerámica. Contexto mineralógico.
Los métodos y procedimientos de fabricación juegan un papel fundamental en las características que tendrá la
pieza final. Asimismo, la selección de materias primas adecuadas para la fabricación de las pastas que luego
habrán de ser cocidas, se antoja capital a la hora de obtener la calidad deseada en las piezas (contracción
moderada en el secado, porosidad adecuada para la adherencia del esmalte, resistencia a flexión, etc.).
En el caso de Sevilla, las margas azules del valle del Guadalquivir son una materia prima usada con frecuencia
por sus características plásticas. Este material contiene ilita, caolinita, algunas esmectitas, cuarzo libre, óxidos
de hierro, feldespatos dispersos y grandes cantidades de CaCO3 (González, 1986). Su alta plasticidad y
contracción en el secado pueden reducirse mezclándose con otros materiales arenosos, existentes en la zona.
Las transformaciones de cocción que sufren las mezclas de margas azules con otras arcillas caoliníticas o
ilíticas del valle del Guadalquivir, ha sido analizado con el objetivo de determinar su utilidad como materia
prima para la fabricación de azulejos ornamentales, así como para valorar la influencia que la formación de
nuevas fases minerales tiene en las propiedades de las piezas cocidas (González García et al, 1990). En este
sentido, el proceso de análisis tanto de las arcillas constituyentes de las mezclas y como de las experimentadas
por estas últimas. Tales mezclas producen productos cocidos con excelentes propiedades cerámicas para la
industria de losas decorativas.
En líneas generales, la temperatura está intrínsecamente relacionada con el color final de la pieza (Castellanos
et al, 2012). Se revela una variación de la tonalidad del color después de la cocción particularmente asociada a
la composición química de las arcillas crudas. El color se oscurece al aumentar la temperatura en el caso de
concentraciones de óxidos de hierro.
De igual forma, el color de las arcillas parece estar influenciado por la microestructura de la arcilla (Swapan et
al, 2005), que a su vez cambia con la temperatura de cocción (Riccardi et al, 1999). La cocción también
provoca cambios significativos en los filosilicatos (Baccour, 2005; Renedo et al, 1988).
1.4 Recientes trabajos sobre arqueometría.
Se repasan, a continuación, diferentes aspectos de algunos de los numerosos estudios recientes en el campo de
la arqueometría, concretamente en lo que se refiere a métodos y técnicas.
En muchos casos, los resultados del análisis de cerámicas de yacimientos cercanos pueden ser infructuosos en
cuanto a poder extraer conclusiones que pudieran relacionarlos o diferenciarlos unos con otros. Ello requiere el
uso de técnicas más precisas y sensibles que detecten elementos específicos y con presencia menor en las
muestras. Se realiza la caracterización mediante análisis por activación neutrónica instrumental, y sobre los
resultados se aplican técnicas estadísticas para buscar evidencias de relaciones entre las muestras clasificadas
previamente (Aldazábal et al, 2010). El material que resulta del pretratamiento es envasado en ampollas de
cuarzo para su irradiación, junto con patrones y materiales para control de calidad. Esta técnica, por su alta
sensibilidad, permite determinar elementos que se encuentran en muy baja concentración y así cuantificar las
pequeñas diferencias que pudiesen existir dentro de las arcillas, tendiendo a una clasificación más específica de
la materia prima utilizada.
Desde el ámbito histórico, la cerámica puede aportar datos muy relevantes sobre las consecuencias de
determinados acontecimientos. El trabajo Composición mineralógica y química y posible proveniencia de
cerámica pre y post-hispánica del valle del río Copacabana, noroeste de Córdoba (Bertolino et al, 2010) es un
ejemplo de ello, pues se pretende argumentar con el análisis de las muestras consideradas las imposiciones y
restricciones socioeconómicas que conllevó el dominio español en este territorio.
El análisis de muestras cerámicas obtenidas de un mismo yacimiento, el cual ha albergado civilización durante
un largo y continuado periodo de tiempo, tiene la dificultad añadida de que no siempre pueden distinguirse las
épocas a las que pertenece. Se analizan las diferentes variables divididas en tres aspectos generales:
tecnológico, teniendo en cuenta compactación, textura, fractura, cocción, naturaleza y densidad de las
inclusiones; morfológico, contemplando parte, tipo de pieza y dimensiones; decorativo, incluyendo los
tratamientos y acabados de superficie a partir de los cuales se conformaron asignaciones temporales y
tipológicas de los fragmentos (Giovannetti et al, 2010).
La fluorescencia de rayos-X por dispersión de energía (ED-XRF) en la identificación de elementos químicos
de las cerámicas, se trata de una técnica multi-elemental, simultánea y no destructiva. Por ello asume una gran
importancia en el análisis de objetos artísticos, arqueológicos y patrimoniales en general en los que, además de
su análisis y la consiguiente extracción de la información que pudiesen aportar, se persigue y pretende su
conservación. En general, la caracterización química de los fragmentos puede proporcionar información útil
sobre el origen de la materia prima, la calidad del revestimiento o indicios de la ocurrencia de pinturas,
auxiliando de esta forma a los estudios arqueológicos sobre un determinado emplazamiento. El objetivo se
basa en verificar la existencia de vestigios de pintura en los fragmentos, comprobar si existe algún tipo de
tratamiento diferente en las caras cóncava y convexa en relación con la pasta de cerámica, construir gráficos
bidimensionales para verificar la similitud entre los elementos químicos en los fragmentos de la misma
estratigrafía y de estratigrafías diferentes, y cuantificar algunos elementos químicos que componen la pasta del
muestreo recogido (Ikeoka et al, 2010).
El uso doméstico de la cerámica a lo largo de los siglos ha tenido diferentes funciones, sobresaliendo entre
ellas la de almacenamiento. Concretamente, el almacenaje de líquidos ha sido constante en la historia, y no
sólo como función cotidiana, sino también en el ámbito mercantil e industrial de cada época. Por ello, existen
líneas de investigación para desarrollar posibles análisis de la cerámica desde este enfoque (Iucci et al, 2010).
El uso de análisis arqueométricos para el estudio de la cerámica arqueológica es una metodología consolidada
que permite la caracterización y clasificación de este tipo de material con datos provenientes de las ciencias
naturales, que cruza con la información de origen arqueológico. Entre las técnicas utilizadas se han destacado
los análisis petrográficos para la caracterización de minerales presentes en las pastas cerámicas. Este tipo de
análisis permite indagar en la procedencia de los conjuntos cerámicos y en las características tecnológicas de
los recipientes (Pérez, 2010).
28
2 MATERIALES Y MÉTODOS
2.1 Materiales.
Los materiales utilizados han sido dos margas azules de edad terciaria (Figura 2-1) de la Cuenca del
Guadalquivir [MCV1 y MCV3], dos suelos cuaternarios [SCV1 y SCV2] recogidos en el área de estudio
(Figura 2-2) y 12 piezas cerámicas procedentes del período almohade de Al-Andalus [teja (TCV), ladrillo
(LCV) y otras diez piezas arqueológicas] (Figura 2-3).
Figura 2-1. Afloramiento de margas neógenas.
30
Figura 2–2. Afloramiento de los suelos cuaternarios.
Muestra Descripción
Ladrillo (LCV)
Teja (TCV)
Desecho de horno
de forma cerrada
(1)
Vedrío de plomo
sobre bizcocho
(2)
Cazuela de
costillas
esmaltada (3)
Ataifor de vedrío
de plomo verde
(4)
Ataifor con
cubierta blanca
interna(5)
32
Olla asa* (6)
Cazuela borde*
(7)
Borde olla
almohade(8)
Base forma
cerrada pasta roja
(9)
Jarrita forma
cerrada de pasta
clara (10)
Figura 2–1. Descripción de visu de los materiales cerámicos estudiados.
2.2 Metodología.
La caracterización mineralógica de todas las muestras se ha realizado mediante difracción de rayos-X con
difractómetro Bruker D8 Advance A25 (radiación Cu Kα, filtro de níquel, 20mA, 40kV). La muestra total se
analizó por el método de polvo. Las muestras se montaron en un soporte lateral para evitar orientaciones
preferentes. En las muestras en las que no se disponía de suficiente cantidad (10 piezas arqueológicas) se
modificó el procedimiento habitual utilizando un portamuestras especial (Figura 2-3). Este procedimiento
también se realizó sobre las muestras TCV y LCV y se compararon los resultados obtenidos en ambos casos.
Figura 2–4. Portamuestras de metracrilato adaptado para poca cantidad.
En las muestras naturales (SCV1, SCV2, MCV1 y MCV3) se determinó la composición de la fracción <2m
diagramas obtenidos de los agregados orientados secados al aire y con distintos tratamientos (solvatados en
etilenglicol, en dimetilsulfóxido y calentados a 550 ºC). La composición semicuantitativa se realizó siguiendo
el método de Relación de Intensidad de Referencia (RIR) generalizado y comparado con el procedimiento
clásico de los poderes reflectantes de Schultz (1964) para las muestras enteras, y las de Galán y Martin
Vivaldi (1973) y Martín Pozas (1978) para los agregados orientados (Tabla 2-1). El error relativo de este
método es ± 5%.
Tabla 2–1. Valores de poderes reflectantes utilizados.
Mineral Poder Reflectante
Cuarzo 2
Calcita 1
Feldespatos + plagioclasas 1
Filosilicatos 0.15-0.1
Hematites 2.69
Dolomita 1
En el caso de las piezas arqueológicas se realizó una semicuantificación mediante la medida de la altura de los
picos.
La composición química de las muestras se determinó mediante fluorescencia de rayos-X usando el
espectrómetro secuencial de fluorescencia de rayos-X PANalytical AXIOS. El límite de detección y el error
del instrumento se proporcionan junto con los datos químicos. La composición química de las muestras en las
que no se disponía de suficiente cantidad (10 piezas arqueológicas) se determinó mediante microfluorescencia
de rayos-X con el equipo Eagle III de la marca EDAX. Este procedimiento también se realizó sobre las
muestras TCV y LCV para la comparación de los resultados.
34
Para completar la caracterización, 5 muestras (LCV, TCV, 2, 3, 7) se estudiaron mediante microscopía
electrónica de barrido (SEM) utilizando un microscopio FEI TENEO con un sistema de dispersión de energía
de espectrómetros de rayos X (EDS).
Se estudió la lámina delgada de la muestra de ladrillo LCV con un microscopio Zeiss mod. Junior con cámara
externa Nikon CoolPix 4500.
3 RESULTADOS Y DISCUSIÓN
os resultados de los diferentes análisis realizados se exponen a continuación, ofreciéndose, además, una
comparativa entre lo obtenido de uno u otro procedimiento. Se sucederán tablas y elementos gráficos
que ilustrarán el discurso.
3.1 Caracterización.
3.1.1 Muestras tomadas en campo.
La composición mineralógica global de las muestras tomadas en el campo es calcita entre 20-80%, cuarzo
entre 15-65% y bajos contenidos en filosilicatos (Tabla 3-1).
Tabla 3–1. Composición mineralógica suelos y margas del entorno de Cuatrovitas.
Q: cuarzo, Ca: calcita, Fd+Plg: feldespatos y plagioclasas, Do: dolomita, Ph: filosilicatos.
Q Ca Fd+Plg Do Ph
MCV1 40 30 10 Tr 15
MCV3 65 20 5 Tr 6
SCV1 15 80 tr 0 Tr
SCV2 30 55 tr 0 10
En cuanto a los minerales de la arcilla, en las muestras MCV1 y MCV3 se pueden observar esmectita, illita y
caolinita; y en el caso de SCV2 únicamente se observan illita y caolinita.
Los resultados del análisis químico de los elementos mayoritarios de los suelos y margas (Tabla 3-2) están de
acuerdo con los obtenidos por la mineralogía. Los altos contenidos en SiO2 (65-72%) están relacionados con el
mayor porcentaje de cuarzo. El contenido en CaO de las margas es notablemente menor que en los suelos, ya
que el contenido en calcita es más bajo.
Tabla 3–2. Composición química de los materiales muestreados.
LD (%): límite de detección, LQ (%): límite de cuantificación.
Muestra SiO2 Al2O3 Fe2O3 MnO MgO CaO Na2O K2O TiO2 P2O5 SO3 PC Total
MCV1 65,67 6,02 2,05 0,04 2,32 8,94 0,36 1,42 0,49 0,06 N.D. 11,90 99,31
MCV3 72,03 3,23 0,91 N.D. 0,83 10,46 0,27 1,07 0,34 0,09 N.D. 10,28 99,57
SCV1 24,36 2,42 0,88 N.D. 0,36 38,22 0,13 0,63 0,20 N.C. N.D. 31,84 99,14
SCV2 52,18 4,58 1,62 N.D. 0,42 19,69 0,27 1,22 0,35 0,12 N.D. 18,63 99,17
LD (%) 0,01 0,01 0,00 0,01 0,01 0,03 0,08 0,00 0,02 0,01 0,05
LQ (%) 0,03 0,02 0,01 0,01 0,02 0,04 0,04 0,00 0,07 0,01 0,07
L
36
3.1.2 Piezas arqueológicas.
Las muestras TCV y LCV tienen similares características mineralógicas una vez realizados los dos
procedimientos. Este hecho da fiabilidad al procedimiento alternativo utilizado para el resto de piezas
arqueológicas. La composición mineralógica de las piezas cerámicas obtenida mediante el procedimiento
adaptado de la difracción de rayos-X (DRX) es bastante parecida en todos los casos, compuesta por cuarzo,
calcita y plagioclasas, excepto para las muestras TCV, 4 y 10 (Tabla 3-3). Las muestras TCV, 4 y 10 poseen
diópsido en lugar de calcita. Los minerales neoformados son gehlenita, wollastonita, kilchoanita y diópsido.
La illita permanece hasta los 900-1000 ºC (Linares et al, 1983). En ningún caso se ha llegado a la destrucción
de illita (900-950 ºC).La gehlenita se forma a partir de filosilicatos con calcita y/o dolomita a partir de 900-950
ºC (González-García et al; 1990, Linares et al, 1983). La presencia de diópsido implica que la muestra de
partida tiene contenido en magnesio y se ha debido cocer a la temperatura de formación de diópsido 800 ºC
(Linares et al, 1983). La presencia de calcita en las otras muestras indica que no se ha cocido a su temperatura
de destrucción (800-850 ºC).
Se han encontrado minerales accesorios en LCV por el estudio de lámina delgada que no han sido hallados por
difracción de rayos-X, entre los que están hematites y anfíboles (Figura 3-1).
Tabla 3–3. Composición mineralógica productos cerámicos.
Q: cuarzo, Ca: calcita, Do: dolomita, Ort: orthoclasa, Alb: albita, Hem: hematites, Anor: anorthita, Geh:
gehlenita, W: wollastonita. Kl: kilchoanita, Li: lime, Diop: diópsido, Ill: illita.
Q Ca Plag Hem Geh W Kl Diop Ill
LCV* xx X X x X
TCV* xx X x x x X
1 xx x Xx X
2 xx x x ? X
3 xx x Xx X
4 xx Xx x x x X
5 xx x X x x? X
6 xx xx X X
7 xx x X x? X
8 xx xx X X
9 xx x Xx x X
10 xx X xx x xx X
[Equivalencina Figura 2-3].
Figura 3-1. Imágenes de lámina delgada LCV.
Como se ha comentado anteriormente, para constatar la fiabilidad de las técnicas utilizadas se han comparado
los resultados de LCV y TCV de microfluorescencia y fluorescencia de rayos-X. Se puede observar que los
resultados son similares (Tabla 3-4). La diferencia se encuentra en la cantidad de óxido de calcio, debido a que
por microfluorescencia se ha analizado la capa externa del ladrillo que está encalada (15,56% en la superficie
blanquecina del ladrillo). Los porcentajes obtenidos por fluorescencia de rayos-X coinciden con la
composición mineralógica de las muestras. En el mapa tomado por microFRX de la muestra TCV se observan
granos compuestos principalmente por calcio (plagioclasas cálcicas o gehlenita) y otros formados de aluminio
y potasio (feldespato potásico) (Figura 3-2). El 2,07% de MgO obtenido por fluorescencia se puede relacionar
con el diópsido observado por difracción.
En las piezas arqueológicas los resultados de la composición de elementos mayoritarios también están de
acuerdo con los obtenidos por DRX. Destaca el contenido en plomo de las muestras vidriadas, perteneciendo
al denominado vedrío de plomo (Tabla 3-5). La microFRX no ha permitido detectar el magnesio en las
concentraciones, por ello se completaron los análisis en SEM con EDS.
Aunque por DRX no se observó hematites en la muestra 1, sin embargo, la microFRX indica la posible
presencia de pequeños granos de este mineral (Figuras 3-3 y 3-8). En la muestra 2 se observa que el vedrío
está compuesto por plomo; el resto de la muestra tiene una distribución homogénea principalmente en sílice
(cuarzo) y calcio (calcita) (Figuras 3-4 y 3-9). Las muestras 3 y 4 tienen altas concentraciones de plomo en
torno a 30-40%. En la muestra 3 se observan granos de calcita, y en la 4 se observa puntualmente lime (pues el
silicio y el calcio no van conjuntos). Las muestras 3 y 4 poseen sobre el vidriado las zonas blancas con alto
contenido en calcio (Figuras 3-5, 3-6, 3-17 y 3-11).
Observamos también lo correspondiente al resto de muestras (Figuras 3-7, 3-10, 3-12, 3-13, 3-14, 3-15 y 3-
16).
38
Tabla 3–4. Composición química (%Wt) de ladrillo LCV y teja TV.
Oxide LCV* LCV capa
externa**
LCV capa
interna**
TCV* TCV capa
externa**
TCV capa
interna**
Al2O3 13,10 14.54 17.22 10,00 13.40 13.62
SiO2 67,09 63.62 65.42 63,39 64.11 64.74
K2O 1,84 01.76 01.66 1,84 01.66 01.73
CaO 4,06 15.56 10.22 11,06 16.26 15.09
TiO2 0,86 00.73 00.83 0,70 00.59 00.65
Fe2O3 5,18 03.76 04.63 3,84 03.95 04.15
CuO 00.02 00.02 00.01 00.02
MnO 0,11 0,07
MgO 1,81 2,07
Na2O 1,62 1,02
P2O5 0,14 0,12
*Fluorescencia de rayos-X. **Microfluorescencia de rayos-X
Tabla 3-5. Composición elementos mayoritarios por mapeo en microFRX de las muestras cerámicas (%Wt).
Oxide 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Int. Ext. Wh. area. Ext.
Al2O3 13,17 13,77 17,74 2,76 2,78 12,8 14,55 9,78 15,12 15,92 14,78 14,24
SiO2 52,63 60,82 63,99 51,89 44,89 52,88 62,94 37,17 54,82 53,99 59,16 55,52
K2O 1,69 2,5 1,71 0,56 0,73 5,27 2,43 1,73 2,45 2,14 2,23 2,02
CaO 26,93 13,37 9,18 8,28 7,6 17,17 13,63 46,02 20,67 20,3 17,39 21,43
TiO2 0,65 0,61 0,77 0,37 0,29 0,56 0,77 1,15 0,99 0,93 0,79 0,79
Fe2O3 4,92 3,99 5,75 2,89 2,13 4,61 5,16 4,15 5,96 6,4 5,49 5,86
CuO 0 0,53 0,02 0,13 1,87 0,05 0 0 0 0 0 0
PbO2 0 4,39 0,84 33,11 39,71 6,67 0,18 0 0 0,33 0,15 0,14
Gráfico Elemento
Muestra TVC interior
Al
K
Si
Ca
Fe
Figura 3–2. Mapa microFRX zona interior de la teja TCV.
40
Gráfico Elemento
Muestra 1
Al
K
Si
Ca
Fe
Figura 3–3. Mapa microFRX muestra 1.
Gráfico Elemento
Muestra 2
Al
K
Si
Ca
Fe
Pb
Figura 3–4. Mapa microFRX muestra 2.
42
Gráfico Elemento
Muestra 3
Al
K
Si
Ca
Fe
Pb
Figura 3–5. Mapa microFRX muestra 3.
Gráfico Elemento
Muestra 4
Al
K
Si
Ca
Fe
Figura 3–6. Mapa microFRX muestra 4.
44
Gráfico Elemento
Muestra 5
Al
K
Si
Ca
Fe
Figura 3–7. Mapa microFRX muestra 5.
Figura 3–8. Microfluorescencia muestra 1.
Figura 3–9. Microfluorescencia muestra 2.
Figura 3–10. Microfluorescencia muestra 3.
Oxide Wt%
Al2O3 15.12
SiO2 54.82
K2O 02.45
CaO 20.67
TiO2 00.99
Fe2O3 05.96
Oxide Wt%
Al2O3 13.77
SiO2 60.82
K2O 02.51
CaO 13.37
TiO2 00.61
Fe2O3 03.99
CuO 00.53
PbO2 04.39
Oxide Wt%
Al2O3 14.22
SiO2 63.85
K2O 02.54
CaO 13.36
TiO2 00.58
Fe2O3 03.81
CuO 00.19
PbO2 01.45
Oxide Wt%Al2O3 03.61SiO2 15.46K2O 00.99CaO 71.68TiO2 00.11Fe2O3 01.27PbO2 06.87
Oxide Wt%Al2O3 01.35SiO2 54.22K2O 00.61CaO 05.68TiO2 00.29Fe2O3 02.19CuO 00.12PbO2 35.53
Oxide Wt%Al2O3 03.65SiO2 52.42K2O 00.60CaO 05.86TiO2 00.44Fe2O3 03.32CuO 00.12PbO2 33.60
46
Figura 3–11. Microfluorescencia muestra 4.
Figura 3–12. Microfluorescencia muestra 5.
Figura 3–13. Microfluorescencia muestra 6.
Oxide Wt%
Al2O3 17.74
SiO2 63.99
K2O 01.71
CaO 09.18
TiO2 00.77
Fe2O3 05.75
CuO 00.02
PbO2 00.84
Oxide Wt%
Al2O3 04.65
SiO2 37.59
K2O 00.74
CaO 15.74
TiO2 00.17
Fe2O3 01.35
CuO 01.66
PbO2 38.11
Oxide Wt%
Al2O312.80
SiO252.88
K2O 05.27
CaO 17.17
TiO200.56
Fe2O304.61
CuO 00.05
PbO206.67
Oxide Wt%
Al2O3 14.55
SiO2 62.94
K2O 02.43
CaO 13.63
TiO2 00.77
Fe2O3 05.16
PbO2 00.18
Oxide Wt%
Al2O3 13.64
SiO2 57.41
K2O 02.28
CaO 20.02
TiO2 00.76
Fe2O3 05.32
PbO2 00.18
Figura 3–14. Microfluorescencia muestra 7.
Figura 3–15. Microfluorescencia muestra 8.
Figura 3-16. Microfluorescencia muestra 9.
Oxide Wt%
Al2O3 09.78
SiO2 37.17
K2O 01.73
CaO 46.02
TiO2 01.15
Fe2O3 04.15
Oxide Wt%
Al2O3 15.12
SiO2 54.82
K2O 02.45
CaO 20.67
TiO2 00.99
Fe2O3 05.96
Oxide Wt%
Al2O3 14.82
SiO2 50.85
K2O 02.14
CaO 24.67
TiO2 00.92
Fe2O3 06.18
PbO2 00.42
Oxide Wt%
Al2O3 15.92
SiO2 53.99
K2O 02.14
CaO 20.31
TiO2 00.93
Fe2O3 06.40
PbO2 00.33
Oxide Wt%
Al2O3 14.28
SiO2 49.06
K2O 02.26
CaO 27.96
TiO2 00.89
Fe2O3 05.56
Oxide Wt%
Al2O3 14.09
SiO2 55.48
K2O 02.10
CaO 21.66
TiO2 00.79
Fe2O3 05.74
PbO2 00.15
Oxide Wt%
Al2O3 14.78
SiO2 59.16
K2O 02.23
CaO 17.39
TiO2 00.79
Fe2O3 05.49
PbO2 00.15
48
Figura 3-17. Microfluorescencia muestra 10.
La microscopía electrónica de barrido ha permitido observar las texturas de las piezas arqueológicas y realizar
análisis puntuales. El ladrillo LCV es homogéneo en su interior y composición (Figura 3-19). Un hecho
relevante es que se han observado diatomeas sobre la superficie del mismo (Figura 3-18).Esto hace suponer
que posiblemente la fachada de la mezquita ha sido encalada con margas diatomíticas, que son rocas
sedimentarias silíceas formadas por la acumulación de frústulas de diatomeas y suelen tener espículas de
esponjas y otros materiales silíceos posiblemente de la zona de Sanlúcar de Barrameda. Este material de baja
densidad y alta porosidad se encuentra en numerosos afloramientos de sedimentos margosos en la Cuenca del
Guadalquivir (Galán et al., 1989).
Figura 3-18. Diatomeas en la capa superficial del ladrillo LCV.
Oxide Wt%
Al2O3 14.24
SiO2 55.52
K2O 02.02
CaO 21.43
TiO2 00.79
Fe2O3 05.86
PbO2 00.14
Figura 3-19. Microscopía interior LCV.
La composición de la teja TCV también es homogénea aunque en su capa exterior se observa mayor porosidad
y en su interior resaltan zonas en las que se han alcanzado la fusión (Figura 3-20). Se han podido distinguir los
granos blancos formados principalmente por silicatos cálcicos (Figura 3-21). Las fases minerales observadas
por microFRX se pueden observar en los análisis EDS, siendo el 52,76% de Ca perteneciente a la kilchoanita.
El contenido en Ca en la muestra total de TCV es menor que el encontrado en SEM, esto indica la
concentración en gránulos concretos de la kilchoanita. El análisis EDS permite observar el 1,66% de Mg
perteneciente al diópsido.
Figura 3-20. Fusión en zona interna TCV.
Figura 3-21. Imagen SEM y análisis EDS de la teja TCV.
Oxide Weight %
MgO 2.23
Al2O3 16.07
SiO2 65.11
K2O 0.68
CaO 8.28
Fe2O3 7.63
Oxide Weight %
MgO 1.34
Al2O3 14.36
SiO2 66.53
K2O 0.00
CaO 3.12
Fe2O3 14.65
Oxide %Wt
MgO 1.78
Al2O3 8.30
SiO2 30.48
K2O 0.48
CaO 52.76
Fe2O3 6.19
Oxide %Wt
MgO 0.44
Al2O3 11.44
SiO2 55.92
K2O 2.01
CaO 20.59
Fe2O3 9.60
Oxide %Wt
MgO 1.66
Al2O3 18.57
SiO2 48.58
K2O 1.36
CaO 21.58
Fe2O3 8.24
50
Las texturas observadas mediante SEM en el resto de piezas arqueológicas se pueden dividir en dos tipos de
superficies, siendo una más porosa y otra vitrificada. Todas tienen una composición similar según análisis
EDS, con altos contenidos en Si y Al, menores de Ca, Fe, Mg y Ti (Figuras 3-22, 3-23 y 3-24). Destaca la
presencia de plomo en las muestras vidriadas con contenidos de hasta 40% (% en óxido).
Figura 3-22. Imágenes SEM y análisis EDS de la muestra 2.
a) Zona no vidriada, b) Zona vidriada.
a)
Oxide %Wt
Al2O3 23.33
SiO2 62.52
Ca O 5.84
Fe2O3 8.32
Oxide %Wt
Al2O3 13.82
SiO2 60.86
PbO2 10.54
K2O 5.44
Ca O 9.34
Oxide %Wt
Mg O 1.72
Al2O3 16.17
SiO2 43.75
PbO2 8.84
K2O 2.35
Ca O 19.20
Fe2O3 7.97
b)Oxide %Wt
Al2O3 3.19
SiO2 43.12
SO3 5.82
PbO2 41.20
SnO2 1.54
Ca O 2.63
Fe2O3 0.84
Cu O 1.67
Figura 3-23. Imágenes SEM y análisis EDS de la muestra 3.
a) Zona interior, b) Zona exterior, c) Análisis EDS de la zona interna.
Figura 3-24. Imágenes SEM y análisis EDS de la muestra 7.
a) Zona exterior, b) Zona interior.
a)
c)
b)
Oxide %Wt
Na2O 5.19
MgO 6.64
Al2O3 21.04
SiO2 41.78
K2O 0.53
Ca O 17.61
Fe2O3 7.21
Oxide %Wt
Na2O 6.72
MgO 5.73
Al2O3 22.61
SiO2 43.51
K2O 1.02
Ca O 13.61
Fe2O3 6.80
Oxide %Wt
MgO 3.71
Al2O330.32
SiO249.68
K2O 0.66
Ca O 11.81
Fe2O33.81
Oxide %Wt
MgO 4.12
Al2O3 23.33
SiO2 54.84
P2O5 9.10
K2O 2.19
Fe2O3 5.99
a)
b)
52
3.2 Estimación de la temperatura de cocción.
En función de la composición química y de las fases minerales presentes en los materiales se podrían proponer
las materias primas utilizadas, así como la temperatura de cocción.
Las muestras LCV y TCV provienen de una materia inicial rico en cuarzo y feldespatos y pobre en minerales
de la arcilla; así como también rica en magnesio. La diferencia entre las dos piezas cerámicas es la temperatura
de cocción. La temperatura de cocción del ladrillo debió ser menor de 700-800 ºC, debido a que sigue
habiendo calcita presente en la muestra y no se ha encontrado ninguna fase mineral de alta temperatura. Puede
que la TCV tuviera calcita, pero se ha cocido a una temperatura mayor que LCV, porque se han formado las
nuevas fases diópsido, gehlenita y kilchoanita.
Para la muestra 1 se podría proponer una temperatura menor de 700 ºC debido a la persistencia de los silicatos
cálcicos en ella. La materia prima debía poseer carbonatos y hierro, pero no filosilicatos.
La muestra 2 debió cocerse a baja temperatura, pues sigue conteniendo calcita. Además, el vedrío que posee
en la superficie emplea el plomo como fundente. La utilización de este elemento indica que no puede cocerse a
alta temperatura.
Las muestras 3, 6 y 8 deben haberse cocido a temperatura baja, por debajo de los 800 ºC. En las tres muestras
persiste la presencia de calcita y feldespatos.
Sin embargo, las muestras TCV, 4 y 10 han debido cocerse a mayores temperaturas (≥ 900 ºC), pues presentan
fases minerales que se forman a altas temperaturas, tales como gehlenita, kilchoanita, wollastonita (González-
García et al, 1990).
Para la producción de la muestra 5 probablemente fue utilizada una materia prima rica en magnesio, o con
esmectita como una de las fases minerales. La temperatura de cocción debió ser 800-850 ºC.
54
4 CONCLUSIONES
as técnicas utilizadas son reproducibles y pueden contribuir favorablemente al estudio de materiales de
las que se posea poca cantidad o en los que por su valorarqueológico no puededestruirse la pieza. El
estudio arqueométrico de las cerámicas almohades ha proporcionado información sobre el origen de los
materiales utilizados para fabricar los productos cerámicos, la temperatura de trabajo, etc.
El material de la zona MCV1 podría haber sido utilizado en la fabricación de los productos cerámicos
estudiados. Probablemente se usaron las margas azules de los sedimentos neógenos de la Cuenca del
Guadalquivir.
Los datos obtenidos permiten proponer que para el blanqueo del alminar de la antigua mezquita de Cuatrovitas
se han utilizado materiales de la zona de Sanlúcar de Barrameda.
La temperatura de cocción ha sido en torno a 900 ºC para TCV, 4 y 10, entre 800-850 ºC para la 5 y menor de
900 ºC para el resto de las muestras analizadas.
La zona posee una triple protección (Ayuntamiento de Bollullos de la Mitación, 2010): protección territorial,
por estar enmarcada en un área de especial interés agrario; especial protección por sus valores arqueológicos y
culturales, y protección del patrimonio cultural B.I.C. por contener en su área la ermita. Por su parte, el Plan de
Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (Junta de Andalucía, 2009) no contempla
actuación alguna en las inmediaciones y señala el lugar como yacimiento arqueológico y lugar de interés
territorial. La zona habría que preservarla y evitar cualquier infraestructura.
L
56
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