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8/18/2019 Utopía de la disoñación
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JOSELÍN
ACOSTA GUTIÉRREZ
UTOPIA DE LA DISOÑACÍON
Prácticas para vencer lo imposible en laescuela
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En verdad él no existía. Pero porque lo amaron,llegó él a ser un animal puro..."...... No lo alimentaron con grano
"sino sólo con la posibilidad de que existiera.Y ésta le dio al animal una tal fuerza
que un cuerno emergió desde su frente...
Rilke
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CONTENIDO
Presentación!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! .
CAPÍTULO 1LA DECADENCIA DE LOS DRAGONES!!!!!!!!!!!!!!!!!..
CAPÍTULO 2SOLICITUD HACIA LA UTOPÍA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! .
CAPÍTULO 3 PRACTICAS PARA VENCER LO IMPOSIBLE!!!!!!!!!!!!!!!.
CAPÍTULO 4EL MÉTODO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ..
CAPÍTULO 5UNA EXPERIENCIA DE DISOÑACIÓN!!!!!!!!!!!!!!!!!!.
Consideraciones!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Bibliografía
Anexos
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Presentación
El hombre moderno tiene deseos, pero ya no tiene ilusiones
Chateaubrian
Reciente, Carvajal (2010) llamó la atención sobre la necesidad de construir relatos
para hacer frente a las más profundas crisis que experimenta la humanidad en las
actuales sociedades. Inspirado en el trabajo de Ricoeur, sobre la capacidad de
ficción narrativa, arguye que la manera como las sociedades construyen y
consolidan sus identidades y se proyectan al futuro ocurre, en tanto, sea posible
transfigurar y recrear la experiencia temporal personal y colectiva inventándola,
asentándola a partir de narraciones portadoras de sentido que hacen posible
reconocer-nos como comunidad.
Cooperrider ( 2013), por su parte, nos enseñó que la vitalidad y posibilidad de
progreso de una nación se encuentra antecedida por la capacidad de ésta para
producir imágenes de esperanza que muevan el actuar individual y colectivo en el
horizonte de lo posible. Recuperando ideas de Fred Polak, se refiere,
La subida y la caída de las imágenes del futuro precede o acompaña la subida y
la caída de las culturas. Mientras la imagen de la sociedad sea positiva y
floreciente, la flor de la cultura estará en pleno florecimiento, una vez que la
imagen empieza a decaer y perder su vitalidad, la cultura no sobrevive mucho
tiempo (p.85)
Así, una de la más probas tareas en la educación sería la de mantener el
horizonte de probabilidades humanas despejado. Tarea que nos convoca, entre
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muchos más esfuerzos, a provocar en la escuela un programa de apetitos más
que un manual de obligaciones, pues a saber de Gasset, siempre es más fecunda
una ilusión que un deber. El texto que se presenta propone estimular el soñar
diurno en la escuela para mantener con vida los apetitos frente a la idea que un
mundo más justo y más bello puede ocurrir. Pretensión que se encauza en la
medida que éste pueda disoñarse como condición para que la vida, a como dé
lugar, se abra paso como forma de un porvenir que puede anticiparse
inventándolo.
El texto presenta cinco capítulos. El primero muestra, a modo de contexto, la
extinción de ciertas formas de fantasía en nuestras sociedades modernas
herederas de un pensar enraizado en una razón formal que se ha extraviado de sucortejo con el sueño, con el romance, el misterio y la fantasía. El segundo
presenta, un revisitamiento a la utopía como reconstrucción de lo posible,
fraguado por el sostenimiento de sueños y esperanzas humanas, sin desconocer
que la pérdida y el desencanto nos asedian para recordarnos que en la obra de
Beckett, Godot pueda que tarde mucho más. El tercero, desde la mano de Alicia,
delinea los contornos de algunas prácticas para vencer lo imposible que ocurren
en borde telúrico de un orden-caos en un paisaje habitado por la razón y la locura.
El cuarto se refiere al método, en clave de disoñación, para que surta el proceso
del soñar despiertos y con esto pueda darse lo posible como tarea a realizar. El
quinto muestra una experiencia de disoñación.
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CAPÍTULO 1LA DECADENCIA DE LOS DRAGONES
En una época utilitarista es un asunto de gran importancia que se respeten los cuentos de hadas.Una nación sin fantasía, sin algo de romance, nunca ocupó, nunca puede ocupar, y nunca ocupará
un gran lugar bajo el sol.
Charles Dickens
Con reparo, el ensayista colombiano William Ospina (2006) acusa la ausencia de
cuidado por los dragones y, con ello, la declinación de ciertas formas de fantasía
que antes les permitía a los primeros hombres, desde una sensibilidad común,tejer símbolos para otorgarle a la existencia un sentido en particular. Los primeros
asentamientos humanos fueron logrados por el esfuerzo de la imaginación que
fungía su actividad en otorgarle al hombre un lugar desde el cual lograra
comprender el mundo y resguardarse en él desde un organizar comunitario,
Me parece advertir que las grandes creaciones fantásticas de la humanidad
corresponden a épocas en que primaba una cosmología compartida. En la
antigüedad las sociedades vivían y creaban colectivamente, en tanto que en la
nuestra predomina lo individual. Las grandes mitologías fueron fruto de la
sensibilidad unánime de los pueblos, y también lo fueron las más ilustres
formas de fantasía. Dioses, monstruos, prodigios y criaturas fantásticas,
corresponden a creencias colectivas, y suponen un acuerdo profundo entre los
miembros de una comunidad ( pág. 201)
Formas ilustres de fantasía, constituyeron en tiempos antiguos, las bases para el
surgimiento del mundo humano. Los primeros hombres, ante la extrañeza del
reciente mundo tuvieron la necesidad de imaginarlo y luego crearlo. Así, nuestro
universo se pobló de relatos maravillosos que le otorgaban a la vida cierto flujo de
misterio favoreciendo creer, que no solo lo visible era lo real y que el mundo, como
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insistía el poeta, había despertado entre un manojo de hierbas fragantes que
acababa de surgir entre las jóvenes estrellas ( p.34).
Ha de colegirse, que este antiguo trabajo de imaginar el mundo tuvo su origen en
la fantasía como fuerza creadora, y no como una mera abstracción, ni evasión de
las cosas. Existía una conexión primordial entre ésta y las actividades
existenciales base de los primeros hombres, como prender el fuego, despejar las
selvas o desvelar la extrañeza del reciente mundo. La fantasía y el trabajo sobre el
mundo, constituyeron una primera labor poética donde el pensamiento humano
explicaba el mundo haciéndolo. En este albur de cosas, pensar correspondía
directamente con el crear y modificar lo existente desde un esfuerzo colectivo que
se anclaba y procuraba a partir de relatos fantásticos que tejían símbolos yexperiencias compartidas.
Grassi (2003) aduce que fueron los poetas los primeros fundadores de las
ciudades y que mediante la música Orfeo sacó a los seres humanos de los
bosques y los llevó a fundar una comunidad humana, como también Anfión, logró
proezas con el sonido de su lira traslado piedras para construir Tebas. Un universo
dable a la fantasía surgió en la primera mañana del pensamiento. Sevilla ( 2011)
retornando a las ideas Viquianas, de donde se nutre el propio Grassi, señala al
respecto:
Por ello, su facultad primordial es la imaginación: la naturaleza fantástica es
propiedad connatural a los hombres de las naciones y a los primeros autores de la
humanidad , quienes según ! Vico ! creaban las cosas a partir de sus ideas,
pero lo hacían a fuerza de una fantasía muy corpulenta y con una maravillosa
sublimidad, de manera que fingiendo las cosas las creaban, por lo que fueronllamados poetas, que en griego suena lo mismo que creadores (p.68)
Históricamente, la gesta del poeta ha sido traer aperturas para que surja el mundo
(que llega a ser mundo) hasta que el hombre lo alcanza, lo dota de sentido, lo
hace suyo como algo verdadero. Y para que esto tenga lugar le corresponde a la
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fantasía provocar su aparecer (phanestai) apoyándose en la palabra poética y
metafórica que posee la fuerza originaria de despejar el sendero para abrir,
recordando a Heidegger, el bosque y hacer que brille la luz y se ilumine entonces
lo desconocido.
Podría arriesgarse, que de la fantasía se obtienen las semillas a partir de las
cuales brota la realidad como algo que se inventa. Consideración que se opone a
la idea de la realidad como el insumo para que la fantasía realice su labor de
fingimiento, desfigurando o reemsamblando lo real para que este adquiera nuevas
relaciones. Sevilla (2011) agrega en este encuadre cosas, lo que sigue:
Porque la realidad primaria ! lo que los filósofos desde antaño se empeñan endefinir como realidad ! le es al hombre no un verdadero mundo, sino una realidad
desfigurada o, más precisamente dicho, carente de figura; un ámbito problemático
o autentica problematicidad, un existencial enigma ante el que tiene que
reaccionar( y veritar con su hacer). Por esta razón el filósofo comienza fingiendo
la realidad no menos que- antes que incluso que él- lo hace el poeta. Fingiendo
representa imágenes ( effingere), amasando y moldeando la materia problemática
que rodea su existir, levantando figuras desde un primordial barro amorfo. Mas por
esta facultad poetizante el hombre se convierte en un artificioso creador demundos, en un engendrador de múltiples universos (p. 70)
Por lo que el mundo es un acto poético en su aparecer constante, pues no está
dando como algo definitivo ni infraqueable. Y éste tendrá que llenarse de sentido
en un doble juego entre su descubrimiento y su comprensión. Lo primero, es
ocupación del ingenio; lo segundo de la razón. Así, el hombre procura hacerse
cargo de su vida que se le presenta como un problema y que solicita ser
desentrañado lógica y poéticamente para que la autenticidad humana encuentre
lugar. Añade, al respecto Sevilla (2011):
Para que la vida pueda ser auténtica requiere de la comprensión: de descubrir
mundos para hacer la vida habitable y pensar la vida para que ésta llegue a ser
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plenamente vivible. De hecho, si el hombre necesita de la razón es ! como
hemos dicho anteriormente ! para poder hacerse cargo de su vida; para saber a
qué atenerse y perfilar el sentido, la dirección de su problemática realidad. Más
para ello, no menos que de la razón, ha menester de la fantasía (p.78)
Sin embargo, a fuerza de una razón moderna fría, calculadora y omnívora, se
apagaron, en un letargo considerable de tiempo, las historias que movían el alma
en procura de alumbrar asuntos que pudiera llevarnos a la comprensión que
otro(s) mundo(s) podrían realizarse. Durante siglos, la humanidad con pasmosa
resignación se ha intoxicado de realidad, de hechos y de certezas, bajo el
supuesto que la objetividad y un lenguaje capaz de atraparla contribuiría desde el
avance científico y tecnológico a traernos la anhelada felicidad.
En los trazos de la literatura puede verse, en diferentes sociedades, muestras del
deterioro de ciertas formas ilustres de fantasía ante la preponderancia de
lenguajes que matematizan la existencia. Se disminuye, con ello, nuestra herencia
simbólica común desde donde se ha caldeado desde tiempos antiguo las
variaciones de un mundo que por el ímpetu de lo poético ha permanecido siempre
abierto, inacabado y con espacio para la acogida del misterio como asunto del vivir
y del encuentro humano. En la pluma de Unamuno (1952) Dickens (1992) ó
Schatzman (2005) hemos tenido que aprender, a costo de tragedias, que la vida
es superior e irreductible a la razón:
Avito Carrascal, destacado pedagogo fabricante de genios, a pesar de sus
metódicos procedimientos deductivos, acompañados de una exacerbada
racionalización de la existencia, al final, lo único que consigue es que su hijo
Apolodoro abrace la desdicha en el amor y la torpeza como escritor. Adolece esteexperimento de amor, prima una fría pedagogía de cálculos y probabilidades que
conduce al suicidio del hijo del fabricante de genios, pues ¿cómo lograr un genio si
se le permite el amor?
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! ¡El amor! ¡herencia fatal! Es un caso de la nutrición, después de todo, y nada
más. Este tropiezo te servirá. También yo pasé por ahí!
! ¿Tú? ! y abre los ojos como queriendo tragarle con ellos- ¿ tú? ¿ tú? ! y se
echa a reír como un loco.
! Yo, si, yo; ¿pues qué se te figura, chiquillo?¿ qué sólo tú eres capaz de
enamorarte? También yo, sí, también yo me enamore de tu madre, también yo, y
así has salido tú, como engendrado en amor !
! ¿En amor? ¿engendrado en amor yo? Te equivocas.
! Sí, tú. Pero para algo me has servido, para algo servirás a la humanidad,
porque ahora se pone en claro que no haremos con la pedagogía genios mientras
no se elimine el amor ( p.119)
Muestra Dickens a Thomas Gradgrind como un profesor de hechos y realidades.
Un señor con la regla, la balanza y la tabla de multiplicar siempre en el bolsillo,
dispuesto a pesar y medir cualquier partícula de la naturaleza, le bastaba invocar
un número para referirse a alguno de sus estudiantes, además, un experto
aniquilador de tiernas imaginaciones quien con tono severo, enseñaba a sus
estudiantes que, lo que no se ve en la vida real, no debéis verlo en ninguna parte .
Fiel seguidor de esta lógica de sumas y restas, el profesor Gradgrind formará a
sus hijos en medio de este rígido sistema de mediciones. Su hija Louisa esobligada a casarse sin amor con el burgués Bounderby. Su hermano Tom
acompañará con su mudez la muerte de sus ensoñaciones diurnas convirtiéndose,
con asombrosa exactitud, en un ser amador de sí mismo, carente de respeto por
valor alguno.
Daniel Paul Schreber, un destacado juez alemán enloquece a los cuarenta y dos
años. Se recuperó, para enloquecer definitivamente ocho años y medio después.
Su padre, Daniel Gottlieb Moritz Schreber, destacado médico y pedagogo alemán,
termina como lo expresa el título del libro, asesinando su alma a partir de la
aplicación de estrictos métodos de corrección fundados en la guía de una razón
instrumentalizante de la vida orientada a la obediencia total en la autoridad del
padre. Daniel Gustav, su otro hijo, también enloquece y termina suicidándose.
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Goya estaba en lo cierto cuando en un grabado, de su serie los caprichos, atinó
con decir que el sueño de la razón produce monstruos; no menos cierto, resultaría
esta sentencia para los sueños de la fantasía, pues si se asume esta como forma
radical de conocimiento y completa (en sí misma) puede derivar en una nueva
tragedia. De lo que se trata entonces es de cuidar los decadentes y viejos
dragones a partir de un despertar poético que, custodiado por una razón
dialogante, nos permita construir relatos portadores de sentidos, pues como
señalará Carvajal (2012) las crisis más difíciles de llevar son las que están
ausentes de alma.
En su época Gianni Rodari (1937) ya había reparado en la íntima y necesariarelación entre la fantasía y la lógica cuando inspirado en un fragmento de poesía
se dio a la tarea de escribir las primeras líneas de una gramática de la fantasía. Lo
descubierto por este autor evocaba un deseo del poeta alemán Novalis: Si
tuviéramos una fantástica, como una lógica, habríamos descubierto el arte de
inventar. Más recientemente, Jacob (2005) se refirió en este mismo sentido al
afirmar que,
Cierto, la ciencia se esfuerza por describir la naturaleza y por distinguir
entre “sueño” y realidad, pero los seres humanos tienen tanta necesidad de
sueños como de realidades. Y es la esperanza lo que da sentido a la vida.
La esperanza se funda en la posibilidad de transformar el mundo presente
en un mundo posible que parece mejor ( p.96)
O, como enseñara Zuleta (2008) meditando sobre el Quijote en quien ve que la
cordura y el delirio se hacen igualmente visibles y donde ninguno tiene más
existencia que el otro. En esto quizás, esté la clave para zurcir los hilos de una
pedagogía al cuidado de las dragones y corresponder, así, con la aspiración de
Ospina cuando insta a que,
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Tal vez el hecho indudable de que la humanidad está por primera vez unida por la
conciencia común de formar parte de un todo, verdad que antes era borrada por la
pertinencia ciega a naciones y tribus, por la subordinación a los poderes
gentilicios, y la conciencia profunda que el planeta es nuestra frágil morada común,
hagan surgir el nuevo sistema de mitos y de sueños compartidos que, en la orillade esta época de violencia y de desorden, abran un futuro para todos ( p.213)
CAPÍTULO 2SOLICITUD HACIA LA UTOPÍA
¿ Qué es el ser humano sin esperanza?
La pretensión de hacer surgir otro mundo ha sido la forja de colosales esfuerzos
humanos en diferentes épocas para anunciar, como nos recuerda Mumford
(2013), que la aventura humana no ha hecho más que comenzar. Obedece tal
recobro a un rescate estético e inventivo de la existencia que deroga, en derivas
inimaginables de sentido, el determinismo de las cosas que se presentan tal como
son ( por lo menos como han sido dadas) empujándolas al terreno del como sí
pudieran llegar a ser de otro modo. Se abre entonces un horizonte de lo posible
ante lo acabado y definitivo que pueda pensarse del mundo: una utopía.
La utopía es un trasegar por paisajes del aún no que abren condiciones al
porvenir. Nos lleva al siguiente segundo de una novedad sin fondo donde la vida
reclama, contra todo infortunio y precariedad, que esta puede hacerse surgir
desde actos inventivos que se fraguan en el asombro de un mundo que puede
darse aún. Invita a comprender lo vivo como un acontecer que echa a andar
ilimitadas variaciones para resolver lo infranqueable que sale a su paso paraponerle a prueba. En este encuadre de cosas la vida es una solicitud a realizarse
que exige una organización de posibles para traer a la existencia, desde lo
existente la novedad de un mundo por darse.
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Indagar por la utopía obedece a una solicitud humana que empuja a abrirse paso
e imaginarse más allá del lugar y del tiempo que le corresponde vivir, pues quien
sueña, como pensaba Bloch (1977) nunca queda atado al lugar. La utopía nos
instala en siguiente segundo de un peregrinaje perpetuo. Nos lleva, como enseñó
Mélich (2002) a oponernos a las cosas en su carácter definitivo y cerrado,
Utopía significa negarse a aceptar las cosas tal como son ( o como dicen
que son), y luchar para que las cosas, los hechos, arrancándolos de su
pastuosidad, puedan llegar a ser otra cosa distinta. ( p.144)
A Tomás Moro se le atribuye el término de utopía traducido por diferente autores
como no hay tal lugar. Por lo que es común asociarla a lo irrealizable, a un destino
que se mueve en la medida que avanzamos y solo nos permite, como indicó,
Galeano caminar, pues ésta se aleja dos pasos cuando nos acercamos dos. Sin
embargo, Mumford (2013) rastreando a Moro, encuentra en este autor cierto gusto
por los juegos de palabras para encubrir significados. Al respecto nos cuenta que
en un pequeño poema, explicaba Moro, que utopía podía referirse bien al griego
eutopia, que significa buen lugar, bien a outopía que quiere decir no lugar ( p.10).
En la actualidad, los estudios utopológicos se han encargado aumentar las
comprensiones de ésta en su intento de construir una teoría para el caso. Dos
importantes vetas abre Tamayo ( 2012) para que puedan ser consideradas como
trasfondo en el esfuerzo de imaginar un mundo mejor: las utopías de evasión y las
utopías constructivas. Las primeras son una crítica al presente y ocurren en el
diseño de mundos hipotéticos a partir de las mejores condiciones posibles:
anuncian una quimera como juego de idealización de lo real. Corresponden a un
trabajo que se ocupa de desocultar, poéticamente, la injusticias y malestares quecompartimos como humanidad. Las segundas, suman un esfuerzo por la
efectuación de los ideales utópicos que se proponen alrededor del diseño de un
determinado mundo y se encargan, a su vez, de trazar posibles caminos para
provocar existencias.
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Se trate de asumir lo utópico como evasión o como reconstrucción se aprecia
como fundamental en el trabajo de creación, aceptar que los sentidos que mueven
los anhelos humanos son hijos de la incompletud. Que ninguna Utopía es perfecta,
que los sueños no son imposiciones ni camas procustianas para estirar o alargas
los posibles en dirección de una nueva tiranía de lo perfecto. Razón de lo anterior,
la utopía en su parentela con el sueño y la esperanza tendrá que vérselas con el
asedio del desencanto y la desesperanza como asunto ineludible de su labor en el
mundo.
Bachelard (1982) se ocupó del sueño diurno que tiene lugar en la vigilia de una
conciencia creante, guiada a la búsqueda del germen con el cual se producirán los
mundos para redoblar las oportunidades en un acto de ensoñación poética.Movimiento de la imaginación, que nos pone el alma en un estado siempre
naciente y nos ayuda a ganar confianza en el tiempo y el mundo,
La imaginación intenta un futuro. Es en primer lugar un factor de impudencia que
nos aleja de las pesadas estabilidades. Veremos que algunas ensoñaciones
poética son hipótesis de vidas que amplían la nuestra poniéndonos en confianza
dentro del universo (p.20)
El sueño diurno escapa a las simples explicaciones. Exige, más bien, condiciones
para darse. Es un sueño responsable en lograr acopios, en traer a lugar los aún no
que permanecen latentes y surge, a saber de Bachelard, en redes crepusculares,
figuras libremente escogidas y procesos de fabulación movidas por el entusiasmo;
por un impulso que llevan al soñador no sólo a planear los castillos en el aire sino
a proyectar arquitecturas para su realización y sostenimiento. Y esto corresponde,
con la idea del hombre, en palabras de Bloch ( 2004) como un ser de impulsos debastante amplitud , fugitivo frente a lo dado que persiguiendo lo posible, muchas
veces, lo rodea evadiéndolo para mantenerse despierto.
De la esperanza se nutre también la utopía. De aquella que muestra que toda
realidad esta hecha de infinitas realidades susceptibles de ser liberadas y puestas
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en existencia: una esperanza ocupada en actos que inventan el futuro; sostenida
y corregida por la amenaza de la pérdida y su necesidad de ser inventada las
veces que así se requiera. Por lo que la esperanza no nace de una visión del
mundo tranquilizadora y optimista, sino de la laceración de la existencia vivida y
padecida sin velos, que crea una irreprimible necesidad de rescate (Magris 2001,
p.15). Esperanza que por cierto no teme ser frutada ya que como el mismo Bloch
nos enseñó, también ella podrá ser frustrada y será frustrada por su honor propio,
si no, no sería esperanza. Utopía y esperanza, en tal sentido, anuncian la
persistencia humana que se opone contra toda imposibilidad y proclama la
necesidad de seguir construyendo nuevas arcas de Noé, a sabiendas que,
seguramente, terminarán en naufragio.
Hay en lo anterior dos importante claves para visitar la utopía: el desencanto, y la
desesperanza. Asuntos que puestos en tensión con el esfuerzo de mejores
mundos, permitirá avanzar en la idea que la vida, cualquiera que sea, ha de
permanecer dándose sin detenerse ni cerrarse, aún sabiendo que el jardín del
edén nos pertenece como herencia.
A Magris ( 2001) le debemos la comprensión que Utopía y desencanto son
inseparables y que éste desencanto toma forma irónica, melancólica y aguerrida
de la esperanza. Nos alerta de los peligros de una felicidad avasalladora, de una
esperanza sin desilusión y de los sueños que al presumirse alcanzados, se
pervierten cuando adquieren el estatus de obligación para otros.
Utopía y desencanto, antes que contraponerse, tienen que sostenerse y corregirse
recíprocamente. El final de las utopías totalitarias sólo es libertario si viene
acompañado de la conciencia de que la redención, prometida y echada a perderpor esas utopías, tiene que buscarse con mayor paciencia y modestia, sabiendo
que no poseemos ninguna receta definitiva, pero también sin escarnecerla ( p.13)
Por su parte, Sponville (2000) anunció las trampas de la esperanza, pues ésta la
entiende como una felicidad aplazada que huye siempre hacía delante de
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esperanza en esperanza sin satisfacerse en el presente. Bastaría, siguiendo estos
razonamientos, saber que de la esperanza no hay que esperar nada. Que más
bien ella, nos permita contemplar el presente en cada paso que se da y no el lugar
a donde nos conduce: una esperanza del instante como forma de la felicidad en
acto.
Aguza lo anterior Mélich ( 2002) al advertirnos que,
La utopía llegan a se peligrosa cuando se cree que ya se ha alcanzado, y se
impone dictatorialmente( el caso de las utopías totalitarias). Creer que se ha
conseguido la utopías es perverso. Esto es especialmente relevante en el caso de
las utopías positivas. Es decir, cuando alguien se cree capacitado para proponeruna utopía en positivo, como un estado o un tiempo ideal a alcanzar realmente,
históricamente ( p.145)
CAPÍTULO 3PRACTICAS PARA VENCER LO IMPOSIBLE
La utopía tiene la gracia de los mitos, la maravilla de las
quimeras. Si tenemos ánimo, paciencia y un poco de ilusión,
podemos navegar en la barcaza de la utopía, pero no en el acorazado de loimposible
Benedetti
La única manera de descubrir los límites de lo posible
es aventurarse un poco más allá de ellos en lo imposible
Kakú
Con la niña del cuento de Carroll Lewis, aprendimos que lo imposible se vence
con la práctica. En una conversación de Alicia con la reina blanca del cuento se
supo que,
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! Intentarlo no sirve de nada, dijo Alicia; Nadie pude creer cosas que son
imposibles.
Creo que te falta práctica ! contestó la reina.
Cuando yo tenía tu edad... llegué a creer en seis cosas imposibles antes del
desayuno.
A lo largo de la obra nos convencemos que no basta creer en seis cosas
imposibles antes del desayuno, sino que además, hay que atravesar el espejo
para vencerlas. Esto significa abrirse a la presunción que es posible, en el mundo
de Alicia: repartir el ponqué y luego cortarlo, recordar lo que está en el futuro,
correr muy de prisa para llegar al mismo lugar, obedecer la regla de callar cuandose termine de hablar y no antes. O, si se prefiere, saber que siempre se llega a
alguna parte si se camina bastante.
El reino de Alicia es el lugar de los podría ser logrados en el humus de una locura
lúcida que fingiendo desconocer lo que ya sabe, lo deja suceder. Aquí lo imposible
es una práctica constante que se sostiene por la ocurrencia de lo inusual y cierto
afecto ante lo improbable. Absortos de la mano de Alicia, nos enfrentamos al
cumplimiento de las reglas como única posibilidad de derogarlas y, tal vez en esto,
se encubra la grandeza del personaje que siendo extraña a este mundo ha sabido
preguntar por la manera correcta de dirigirse a un ratón. Siguiendo de Alicia sus
huellas dejadas, advertimos además, que una práctica para vencer lo imposible se
sostiene en el tiempo y tal esfuerzo se afirma en el encanto de un día o mil años,
pues la eternidad se resuelve en el instante como lo sabía el conejo,
Alicia: ¿Cuánto tiempo es para siempre?
Conejo blanco: A veces, sólo un segundo.
Otro personaje que llegó a creer en seis cosas imposibles, no se sabe si antes o
después del desayuno fue el destacado divulgador científico Michio Kakú (2010) a
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partir de una manifiesta relación amorosa con la magia, la fantasía y la ciencia
ficción. Seis preguntas, como interpelaciones a lo imposible, anteceden los más
inusuales descubrimientos científicos en la actualidad: ¿será posible algún día
atravesar las paredes? ¿ Construir naves espaciales que puedan viajar a una
velocidad superior a la luz? ¿Leer la mente de otra persona? ¿ Hacerse invisible?
¿ Mover objetos con el poder de nuestra mente? ¿ Transportar nuestro cuerpo de
manera instantánea por el espacio exterior?
Se suma a lo anterior, la tenacidad de Dashrath Manjhi quien mantuvo un esfuerzo
durante 22 años, trabajando con martillo, cincel y palancas para abrirle el vientre
a una montaña y lograr así acercar el hospital a su pueblo; de la alemana
Heidemarie Schwerme y su renuncia desde hace 16 años a vivir con dinero; deThai Ngoc quien desde 1973 no ha podido dormir y esto parece no preocuparle;
de Paul Smith un anciano con parálisis cerebral quien realiza imágenes con las
teclas de su máquina de escribir; los niños de la escuela mi Magdalena (vereda
nueva esperanza) que cruzan un campo de muerte jugando a la golosa para no
caer en una mina. Veamos algunas prácticas para vencer lo imposible:
El Inventor del 304.
Dos hombres compartían la habitación 304 en un hospital. Uno de ellos, el más
enfermo, estaba junto a una ventana. Cada atardecer narraba con asombroso
detalle a su compañero el paisaje que se metía en su mirada. Hablaba de amantes
jóvenes caminando al norte del atardecer, de palomas y blancos colores atrapados
bajos sus alas, de un niño descalzo y una madre siguiendo sus pisadas en la
arena. De flores, vientos y canciones que se escondían en los misteriosos cabellos
de una mujer.
Cierto día, el hombre que estaba lejos de la ventana decide que ya es hora de ver
por sus propios ojos el paisaje. Insiste en cambiar de lugar, pero la enfermera
niega repetidamente la petición. Los celos empiezan, ahora, a revolverse con las
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descripciones contadas por su amigo llevándole a tramar un plan para llegar hasta
el privilegiado lugar. Esa noche, el oidor de historias asesina a su amigo cerrando
el paso de oxígeno del tanque.
A la mañana siguiente sacan el cuerpo y dejan el espacio para el nuevo
observador. El asesino, se ubica cerca de la ventana respira profundamente y
corriendo las cortinas, ve como sus ojos se estrellan con una gruesa pared: la
ventana comunica a un muro del bloque C del hospital.
Podría indicarse que la mirada elegida, por nuestro desaparecido personaje del
cuento, le permitió herir la realidad, determinarse a desobedecer el paisaje para
avistar un distinto sol que alumbraba bajo su piel y era más potente que aquel quese asomaba tímidamente algunas mañanas por las persianas.
El cuidador del tiempo
Los densitómetros óseos son unas cajas de no poco tamaño y algo más costosas
que los rayos x. Esencialmente permiten ver la masa humana ósea para detectar
anomalías metabólicas en los huesos. En la película en busca de la felicidad a
Chris Gardner, personaje interpretado por Will Smith, casi siempre se le ve
corriendo con uno de esos artefactos en su mano. Unas veces intentando
venderlo; otras, recuperando su extraña caja de manos de cantores hippies o de
un mendigo viajero del tiempo.
Muestra esta película la persistente disposición de Chris, padre de familia, para
procurar encontrar cada día un lugar en el mundo de cuya mesa pudiera tomarse
algo prestado para sobrevivir. Dos pares de manos acompañan de manera distinta
a nuestro vendedor. Unas, a distancia, apuntan a la realidad para subrayar con un
reproche suficientes evidencias para partir. Otras de menor tamaño, aunque en
mayor cercanía, señalan una distinta dirección: el lugar de los podría ser. Allí un
densitómetro puede mudar de piel para convertirse, como lo creía el mendigo, en
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una máquina del tiempo. Un baño puede ser una prehistórica cueva para
esconderse de la noche y hambrientos dinosaurios. Y hasta la llave a un mundo
de oportunidades se asemeja a uno de esos complicados cubos rubik.
Buscar la felicidad en los entresijos de máquinas para ver huesos o cualquier otra
cosa, es una tarea que puede terminar dejándonos en absoluta soledad, sin abrigo
y tal vez sin un zapato. Es una labor funesta de no ser por las afirmaciones
contundentes de algunos locos, mendigos y vendedores quienes afirman haber
descubierto maneras de viajar por el tiempo.
El oidor de Lluvia.
En la película voces inocentes el campo del juego y la muerte comparten un
espacio sembrado por casas con el techo de cartón. En las calles, ráfagas de
plomo tragándose el paisaje; dentro de la casa un rostro pintado, una guitarra. Y
en una absurda mezcla de balas, acordes y risas se corta el aire con extraños
guiños a semejanza de una obertura a la fantasía.
Chava personaje principal de la historia es un niño de once años atrapado entre
un primer amor esquivo de escuela y la absurda guerra que lo hace convertirse en
el hombre de la casa. En los años 80 el gobierno del Salvador reclutaba niños de
doce años para el ejército. Tal situación enfrentaba a los pequeños adultos a una
triple paradoja. Juego, trabajo o guerra. Y es precisamente entre estas brutales
tensiones donde los perímetros de la razón se funden con las objeciones propias
de la imaginación para teñir de credulidad oídos, rostros y afectos.
Un par de escenas muestran la creación y el juego en inquieta complicidad:
En una primera escena, una bala atraviesa el improvisado refugio de colchones y
mesas. Los niños tendidos en el piso se esfuerzan para evitar encontrarse con la
lluvia de plomo que tristemente se oye en la casa. El terror rompe el silencio de
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uno de los niños empujándole a expresar su miedo a través de un grito, de un
llanto delator. Justo antes de que esto ocurriera, Chava nota que una bala ha
abierto una bolsa y que de su interior salen los cosméticos de su mamá. Decide
entonces poner pintura en su rostro, a manera de otra piel, de delgado velo
impenetrable a la muerte. Y en una bella representación de muecas hace que se
desborden los contornos del otro rostro obligando una sonrisa, suspendiendo un
silencio de vida. Así, el escenario ensordecedor de metralla es invadido por una
mímica predecesora a toda posibilidad, por un hablante rostro que exorciza el
miedo.
Una segunda escena tiene lugar en la misma casa, con los mismos niños. Frente
a una similar tormenta de disparos, el tío Beto, desenfunda su guitarra. El llanto delos niños empuja los dedos del músico y una melodía es rasgada en las cuerdas.
Entonces la desconsolada madre presente allí, súplica el silencio de la voz del tío.
Ella conoce la canción, sabe que la palabra envuelta por acordes es más peligrosa
que el disparo de plomo.” Que triste se oye la lluvia en los techos de cartón” son
las primeras ideas que Beto abre en la noche a manera de oración en su canto.
Chava es alcanzado por la melodía y se recuesta junto al hombro del cantor para
dejarse allí tendido, anclado a este refugio.
En ello, estriba el poder que tiene la imaginación, la música y la mímica sobre el
tiempo y el mundo para nombrar en el lienzo de un rostro amables pliegues o
verter bálsamos medicinales sobre los oídos. La canción, la representación y el
gesto, por suerte, son lluvias alegres para endebles techos de cartón.
El jugador de la esperanza
La vida es bella. Un juego de invisibilidad y estrategia le permiten a un padre
esconder a su hijo en las fisuras de la crueldad mientras la muerte y la vida
hurgaban el límite de la alambrada. Es quizás, una de las películas donde más
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frecuentemente la voluntad humana persuade a la realidad para que desobedezca
lo aprendido en la escuela de las lógicas circunstanciales.
Atrás quedan la tienda de libros, las clases en la escuela y los paseos en bicicleta.
Guido, Dora y Giouse son llevados a un campo de concentración. A un lugar
donde el trabajo absurdo y sin esperanza tomaba forma de sol, de luna. Eran días
absolutamente terribles que impedían distinguir las pesadillas diurnas de las
nocturnas.
No obstante a todo ello, la imaginación creadora de Guido empezó su labor
hortelana sembrando en el estéril encierro palabras germinales a manera de
semilla. Frases, silencios y abrazos actuaron para podar, limpiar, desyerbar lamaleza que se pegaba a la esperanza. Mi papá planeo algo así cuando yo era
pequeño;¿estás contento?¿viste este lugar?; ¡Empieza el juego. El que está, está,
el que no, no; ¡No veo el momento de seguir mañana! Más que expresiones
llegaron a ser determinaciones para alejarse de un tiempo de oscuridad donde
toda raíz que quedaba apuntaba sus frutos hacia la locura, el dolor o la muerte.
Empieza así, un juego de mil puntos. Y allí está Guido inaugurando con el
lenguaje el territorio, las reglas, los tiempos. A manera de traductor comunica las
orillas de dos realidades distintas haciendo coincidir el gesto más no la palabra; la
dirección aunque no el destino de lo escuchado. Valiéndose de todas las
artimañas de la invención para animar una vida y aplazar, con ello, la tristeza que
como hambrienta mensajera buscaba a quien consumir.
La película está repleta de situaciones donde la imaginación asiste al
alumbramiento del espíritu para entrar y salir del confinamiento físico. Casi al final,
Guido en una triunfal actitud de marcha, como aquella que muestran
simpáticamente los payasos al caminar, se desplaza de la vida a la muerte sin
mostrar sombra de duda en su recorrido. Determina cada paso, cada segundo es
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suyo. Escucha, entonces, un rumor de vida palpitando en la muerte, sellando un
nuevo comienzo.
¿Un mentiroso?
Jakob Heym es un judío polaco atrapado en un ghetto. Una tarde por casualidad,
cuando pasaba cerca del cuartel de la gestapo, escucha una emisora que anuncia
una victoria rusa. Esto le llena de ánimo y lo cuenta a su compañero quien
empieza a pensar que él tiene un radio. Ante tal situación y frente a la
desesperanza que se vive allí, Jakob, tímidamente empieza replicar noticias que
provienen de su inexistente receptor. Una obstinada actitud por la vida le lleva a
imaginar tanques, aviones y ejércitos aliados en cercanía. Nada extraño tendríaello de no ser porque sus avistamientos imaginarios están empezando a creerse, a
convertirse en única esperanza.
Una escena asiste a lo posible en su encuentro:
Jakob desciende al sótano con Lina, una niña huérfana a su cuidado a quien le
había prometido después de muchas excusas dejarle oír noticias. Sólo una
petición hace el propietario de la radio a la ahora iniciada oyente. ”Siéntate aquí,
no te muevas o si no el radio no va a funcionar” le dice. Entra así detrás de un
quiosco y gira la palanca de lo que parece ser la parte de un desbaratado artefacto
de cafetería.
Dos mundos en íntimo encuentro. Adentro del quiosco, un inventor de ondas
radiales, una voz metida en otras ausentes. Afuera los sedientos oídos y la mirada
esquiva sobre el hombro. Entre tanto, empiezan a calentarse, en palabras de
Jakob, los bulbos de la máquina productora de noticias. Bulbos capaces de traer
presencias desencarnadas que se meten en las vibraciones del aire y crecen a
modo de palabras.
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Una primera presencia alemana se percibe desde un perol mohecido, desfondado.
Parece la voz de algún experimentador demente. Decide entonces, Jacob mover
el dial, tomar otra vasija. Sintoniza la BBC de Londres. Es ahora la voz del primer
ministro de Gran Bretaña, Winston Churchill, quien envía un saludo de buenas
nuevas a los polacos, después de haber apagado su puro. Se escucha segundos
después un estornudo, a estas alturas ya no sabe si es de Churchill o de Jakob.
Lo cierto es que el viejo radio encendido en la garganta del poeta ha conseguido,
en no más de diez minutos, resucitar el brillo de unos pequeños ojos a punto de
perderse.
Sembrador de luciérnagas
Las bombas caían como incendiaria lluvia nocturna. Las luciérnagas se movían en
inmortal danza de vida. Y entre la lluvia ácida de muerte y el aire alcanzado por las
alas iluminadas de los insectos permanecía la mirada de Setsuko vigilante, muda.
La tumba de las luciérnagas cuenta los periplos de dos niños atravesados por un
puñado de desgracias propias de toda inútil guerra. El mayor, Seita, se convierte
en el cuidador de su pequeña hermana Setsuko. Es 1945, en marzo, los
bombarderos B-29 de los Estados Unidos arremeten contra la población civil. Las
bombas incendiarias caen en las casas logrando su cometido con perversa
exactitud.
Y allí afuera una segunda muerte parecía anidarse en la mirada. Con las manos
se escarban los escombros y con los ojos puestos en el cielo se huía. Escapar,
esconderse y postergar lo inevitable produjo en la mente de Seita destellos de luz
que se abrían en un par de alas incendiadas por el prolífico fuego de la creación.
Alas que se abren en esta historia para asistir la transmutación de sombras en
clarividencias; de una cueva en útero iniciático a la fantasía. Allí están sus cuerpos
desmembrados, los ojos se han hundido hasta pegarse al asiento de la mirada. La
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piel que circundaba los límites del espacio ha empezado a borrarse y a cambio de
ello aparecen llagas, hendeduras y abismos. Seita ha tomado entre sus manos
luciérnagas y las lleva a la cueva en compañía de Setsuko. Las manos se abren y
una estrella empieza a agitarse, a enredar sus alas en el cabello de la pequeña.
Sonríe y una segunda luz de los ojos sale alcanzando la primera, empujándola
hacía un corto vuelo. Seguido a esto, Seita abre una vasija que contiene más
estrellas. Dos segundos y la densa oscuridad ha cedido. Ahora, en el cielo
reducido de la cueva se instaura un universo desde donde saltan naves nocturnas,
rastro de un pasado que logra atravesar el deseo y cautivar la mirada, escarbando
en ella luz.
Setsuko, escucha ahora con los ojos cerrados la voz de su hermano, siente queuna tumba empieza a pegarse a su cuerpo. Seita sabe que su pequeña luciérnaga
ha empezado a morirse. Un sordo latido de luz. Un final.
El hincha
En pena máxima, película colombiana, el entierro y el espectáculo se mezclan
como si no pudieran ser puestos en tiempos distintos. El fútbol y el velorio parecen
entrecruzar el alma para decir que se sufre por la tristeza de una ausencia o la
imposibilidad de un penalti. Bastará, entonces, un radio puesto en la solapa del
muerto para que el grito y el llanto pierdan su destino, se inserten en el féretro o
en el estadio.
Mariano y Saúl. Dos historias que llevan un número y un escudo tejido
indeleblemente bajo la piel. A pesar de la corbata, saco o pantalón que
cotidianamente aprieta los segundos de la casa, la calle o el trabajo una sórdida
militancia al fútbol inunda todo. La vastedad del universo se reduce a 90 minutos,
una camiseta y una apuesta. Ya no importan las deudas, los sueños de una casa
propia y ni siquiera el amor.
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Ojos rasgados por las velocidades de los cuerpos. Las manos disueltas entre el
sudor y el grito parecen mil piernas hirviendo en la tribuna. Banderas y trompetas
se erizan en el viento contaminando por pasiones. Y en la arena verde los
gladiadores explotan sus pulmones, la sangre en cópula con el escaso aire
combustiona cada órgano obligando una erección del torso, un salto, un golpe
seco de la cabeza a la esfericidad de cuero. Un gol y todo el estadio se tuerce en
el vacío formando un solo trozo de carne tricolor.
Pero ahora lo que se ve es un cuerpo tieso encerrado en cuatro tapas de madera.
La imprudente muerte llegó a la familia. Olvido la fecha. No respeto los boletos
comprados. Tuvo en poco el empate de la selección Colombia en el monumental
estadio de Buenos Aires. Quizás nuestra sombría mensajera no sabía que con ungol de diferencia bastaría para ir al mundial. Lo cierto es que allí estaba el cuerpo
del tío Pedro en el cajón. Acababa de colgar los guayos.
En la funeraria, se encuentran Mariano y Saúl detenidos por la presencia del
cadáver. Con un dolor mayor a todos los dolores sumados de esa sala. Repletos
de nostalgia e imposibilidad. Como si sus gargantas se cerraran a la promesa de
acompañar 65.000 voces que simultáneamente hacían brillar la luz en un estadio
de vivos a punto de morirse.
Se percibe entonces una leve palpitación que perfora la madera alcanzando el
oído adiestrado de Mariano. Es una familiar voz que le habla desde el cajón. Una
onda radial le dice a su pasión levántate y anda. Un murmullo de vida asoma en
el pecho del difunto a modo de segundo corazón: es el radio puesto por Saúl en el
pecho del tío Pedro palpitando desde el más allá, sirviendo como arbitramento que
comunica el reino de la fiesta con el del lamento, el negro de los trajes con el
tricolor de la fiesta.
Una vez más mundos en apariencia distantes desdibujan sus contornos. Vida y
muerte imbricados perpetuamente. Alegrías y tristezas hablan con inequívocas
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promesas de resurrección para que los cuerpos despierten en un paraíso o a las
puertas de un mundial. Un último grito de Mariano cierra esta irrefutable muestra
de encuentros y disparidades. Colombia ha quedado fuera del mundial y ahora el
luto sale de la pequeña sala advirtiendo más dolientes en las calles y las casas.
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