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VIOLENCIA DE ESTADO EN LA CIUDAD DE RIO DE JANEIRO UNA VISIÓN SISTÉMICA
DAVID MARQUES DO NASCIMENTO
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES
CARRERA DE CIENCIA POLÍTICA BOGOTÁ D.C.
2009
7
VIOLENCIA DE ESTADO EN LA CIUDAD DE RIO DE JANEIRO UNA VISIÓN SISTÉMICA
DAVID MARQUES DO NASCIMENTO
TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR EL TÍTULO DE POLITÓLOGO
DIRECTOR DE TESIS NEFTALÍ DAVID SUAREZ RIVERO
Magister en Filosofía
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES
CARRERA DE CIENCIA POLÍTICA BOGOTÁ D.C.
2009
8
CONTENIDO
1. INTRODUCCIÓN……………………………………..………………..……….10 1.1 Dos enfoques en el análisis de la violencia en Rio…………….………… 12 1.2 Objetivos…………………………………………………………………………15 1.2.1 Objetivos generales……………………………………………….………..15 1.2.2 Objetivos específicos……………………………………………………….15 1.3 Justificación………………………………...……………………………….…..16 1.4 Aspectos Metodológicos…………………………………………………….…17
2. MARCO TEORICO……………………………………………………………..18
3. ENTRE LA CRIMINALIZACIÓN DE LA POBREZA Y LA SEGURIDAD……………………………………………………………… 24
3.1 La ciudad…………………………………………………………………….…. 25 3.2 La población………………………………………………………………….....26 3.3 La sociedad civil…………………………………………………………….…..28 3.4 Las milicias………………………………………………………………….….. 29 3.5 Los narcotraficantes ...………………………………………………………....32 3.6 El Estado……………………………………….………………………………..33 3.7 La ONU…………………………………………………………………….…… 38
4. ANÁLISIS……………………………………………………….…………….....39 4.1 El output del Estado………………………………………………….………...44 4.2 La retroalimentación……………………………………………………..…….42 4.3 Conclusión de esta parte…………………………………………………..….50 4.4 Los derechos Humanos y la Política de Seguridad del Estado………...…51
5. CONCLUSIONES……………………………………………………..………..57 5.1Consideraciones Finales…………………………………………………..…..59 6. BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………..…..61
Anexos………………………………………………………………….…….....63 Mapas………………………………………………………....…………...…….64 Gráficas………………………………………………………....………...……..65 Gráficas e imagen……………………………………………………..….…....66 Imágenes....................................................................................................67 Imágenes....................................................................................................68 Gráficas.......................................................................................................69 Gráficas.......................................................................................................70 Gráficas.......................................................................................................71 Fuentes de Anexos………………………………..……….………..……..…..72
9
RESUMEN DEL CONTENIDO
Ante la actual situación de violencia urbana que vive la ciudad de Río de Janeiro,
en el Brasil, causada por distintos factores y actores; y teniendo en cuenta la
actual decisión del gobierno del estado de Río, de hacer una intervención violenta
como forma de solucionar esa problemática, el presente trabajo tiene por objetivo
analizar esta intervención, la cual según el gobierno del estado es una forma de
solucionar el problema de violencia en la ciudad.
Cabe resaltar que debido al marco teórico aquí utilizado (Enfoque Sistémico de
David Easton), se plantea que la sociedad carioca se caracteriza por un sistema
abierto que interactúa con otros sistemas. Así dentro de esta sociedad/sistema,
diferentes sistemas estarán en constante interacción, donde el Sistema Político es
el que asigna autoritariamente los valores a esa sociedad/sistemas, a través de
sus interacciones.
Partiendo de lo anterior, se propone con ese análisis generar en el lector una
posición para luego generar discusiones sobre los alcances del uso de la fuerza
por parte del Estado, recuperando para eso el principio de legitimidad del uso de la
fuera por parte de éste.
Ahora bien, se resalta que no se pretende con ese trabajo establecer una posición
predefinida ante una problemática tan complicada como es el uso de la fuerza por
el Estado en determinados contextos. Se busca ante todo, a través de un marco
teórico determinado hacer una reflexión sobre esos alcances y así generar una
discusión que podría ser útil para los debates de contemporáneos sobre ese tipo
de acciones.
Para lo anterior, el trabajo estará dividido en cinco partes: la primera, una
introducción a la problemática, así como también una descripción de los aspectos
metodológicos; una segunda parte donde se explica el marco teórico aquí utilizado
para el análisis, en ese caso el Enfoque Sistémico de David Easton; la tercera
parte es dedicada a una contextualización de los principales actores (sistemas)
analizados; la cuarta parte el análisis de la problemática teniendo en cuenta el
marco teórico y la situación de la ciudad, y finalmente, la quinta y última parte está
dedicada las conclusiones.
10
1. Introducción
La región metropolitana de Rio de Janeiro en Brasil es la segunda más grande del
país después de São Paulo, y está localizada en la región sudoeste del Brasil que
comporta el 42% de la población total (IBGE 2008). Esta zona se ha caracterizado
por ser la región brasilera de mayor desarrollo económico y social. (Ver imágenes
de las regiones en los anexos). Ese hecho ha ocasionado desde hace muchas
décadas que, tanto São Paulo como Rio de Janeiro, sean las ciudades que más
población migrante reciben de otras regiones del país; dicha población migra en
búsqueda de mejores condiciones de trabajo y de vida.
El desplazamiento de dicha población hacia estas ciudades puede ser
considerada como una de las causas de los crecientes cinturones de miseria y
pobreza y, consecuentemente, una de las razones del creciente índice en la
violencia en las mismas, dado que las condiciones de vida que esperan a esas
personas no son las más favorables.
Los migrantes son en su mayoría procedentes de la región norte del país y su
movilización se debe a diferentes factores, tanto políticos como económicos y
sociales, pero principalmente a fenómenos naturales de su entorno el norte del
país sufre un alto grado de sequías que contribuyen a forzar las migraciones de
nordestinos hacia el sur. Esos migrantes nordestinos son generalmente
estigmatizados por la población receptora en el sur del país, por lo que llegan a
ocupar puestos de trabajo de baja calidad y a vivir en las áreas de riesgo
conocidas como “favelas”. Este puede considerarse uno de los factores del
aumento de las favelas en las dos ciudades más grandes de Brasil, aunque es
importante recalcar que no se trata del único factor.
Es así como Río de Janeiro (ver imagen de la ciudad en los anexos) posee hoy
más de 900 favelas. Entre los múltiples factores que han favorecido ese
incremento en los últimos años, apenas he expuesto uno de ellos. Sin embargo,
según las Naciones Unidas (UN-HABITAT, 2006 pp. 43), pese al creciente número
de favelas, se advierte una tendencia hacia su estabilización, situación que
11
obedece a iniciativas políticas recientes. Por lo menos la garantía de condiciones
básicas de vida, como saneamiento básico e infraestructura, han posibilitado una
mejora en la condición de vida de los moradores de esas comunidades, y eso de
una forma o de otra se puede confirmar con las diferentes políticas de
gobernadores y alcaldes en algunas ciudades en el país, en especial de Rio de
Janeiro. Programas como “Favela-barrio” en sus diferentes etapas, buscan hacer
reformas de infraestructuras en esas comunidades llevándoles agua potable,
servicio de energía eléctrica, pavimentación, etc.
Ahora bien, pese a esas iniciativas, el gran problema que ha sufrido Brasil y su
población en general es la cuestión de la desigualdad social (Unesco1), que
aparece estrechamente asociada a la cuestión de género y raza. Según la
Unesco, quienes más sufren con las desigualdades sociales en el país son las
poblaciones originarias del norte y nordeste, y entre ellos, los negros y las
mujeres.
La desigualdad social en Brasil ha sido un problema que tiene sus orígenes desde
hace siglos, se puede decir que desde la época de la colonia, así mismo la
situación de discriminación y desigualdad hacia la población afro brasilera se da
desde casi el comienzo mismo de la historia misma del país.
Según el documento O estado das cidades do mundo 2006-20072 (Unesco) pese
a las distintas iniciativas políticas orientadas a introducir mejoras en las
condiciones de vida de esas comunidades, la situación de esas personas sigue
empeorando y continúan siendo víctimas de muchos prejuicios; el mismo
documento indica que esas personas sufren más de hambre, tienen menos
educación, y sus oportunidades de conseguir empleo son también bastante
menores.
Situaciones reales de desigualdad como las descritas, podrían estar dentro de las
causas del alto nivel de violencia que sufre la ciudad de Rio de Janeiro hoy. Río ha
1 UNESCO NO BRASIL (2009), “Pobreza persistente e desigualdade social” [en línea], disponible en:
http://www.brasilia.unesco.org/Brasil/contextoSHS/pobrezapersistente 2 UN HABITAT, (2006) “State of the World´s Cities 2006/7 – The Milleniunm Development Goals and Urban Sustainability:
30 years of shaping the habitat agenda”
12
venido sufriendo el creciente problema de la violencia urbana. Como ya se dijo,
varios pueden ser considerados los factores que han ayudado a incrementar esa
violencia: la desigualdad social, característica del país, factor que cabe considerar
dentro del orden de estructural; el creciente número de comunas (favelas) ligado al
constante aumento de la población; la migración de habitantes desde otros
estados; el tráfico de drogas y la lucha entre los traficantes por ocupar y dominar
los puntos de venta en la ciudad; la corrupción de la policía y la esfera política; el
surgimiento de nuevos actores armados como las milicias, quiénes tienen gran
poder económico y de armamento, además de poder político, nutriéndose de la
confrontación entre los diferentes actores, como el poder público, los traficantes y
las milicias, entre otros.
Así, se puede decir que la violencia en Río de Janeiro, aunque es discutible el
peso específico de cada factor dentro de la actual violencia, fuera de toda duda se
incrementa con el paso de los días. Es posible encontrar en los diferentes
periódicos de la ciudad y del país, noticias sobre la creciente violencia, las
numerosas muertes de civiles, narcotraficantes, policías, etc. Se puede decir que
la ciudad se encuentra en un estado donde el poder público pareciera no
encontrar la salida a dicho problema.
Es exactamente de esa afirmación, que el poder público pareciera no encontrar la
salida para la violencia en la ciudad, que surge el interés de tratar ese tema en
esta monografía. Pero la violencia tratada aquí no será aquella ejercida por los
diferentes actores de la esfera no política, sino la ejercida por el propio gobierno
del estado de Rio de Janeiro, que ha “encontrado” en el uso “legítimo” de la
fuerza, una respuesta para combatir la violencia vivida en la ciudad derivada de
distintas fuentes.
1.1 Dos enfoques en el análisis de la violencia en Río de Janeiro
Debido a los crecientes índices de violencia en Río de Janeiro, a la cual se hará
una referencia más adelante, y también a la preocupación que esta situación ha
13
generado no solo en la población en general, sino también en los académicos, el
sector privado y el público; la producción de estudios y análisis de carácter tanto
académico como político, así como de artículos de opinión sobre el tema, se
puede considerar bastante extensa.
Al hacer una revisión de lo escrito y dicho con respecto al problema de la violencia
en la ciudad, se puede concluir que ésta es causada por la pobreza y desigualdad
social, que a su vez es causada por el abandono del poder político del país y sus
regiones - este tema es bastante conocido entre nacionales y extranjeros
estudiosos de la cultura brasilera.
La violencia vendría a ser un problema causado por el abandono del Estado, del
poder público, por su omisión en dar respuestas a las necesidades de la
población.
Ahora bien, mucha de esa literatura hace referencia a que la población en general
sufre debido a acciones de actores como traficantes de drogas y delincuentes
comunes, y también por el fenómeno de la favelización de la ciudad. Ese
fenómeno se da muchas veces debido a las migraciones del norte hacia el
sudoeste del país: la población del nordeste es la que representa el mayor
contingente de emigrantes del país. A 2008, 10,5 millones de nordestinos ya
habían dejado su región3. La falta de empleo y la precaria condición de vida es
una característica de esa población como se puede ver en Metrópole, cultura e
conflito de Gilberto Velho4.
Buena parte de los estudios que abordan el tema de la actual violencia en Rio de
Janeiro se centran en el análisis de los intereses de los grupos armados fuera de
la ley, el negocio de venta de drogas, la violencia causada en regiones dominadas
3 Véase IBGE – 2008 – Según El estudio Síntesis de Indicadores Sociales 2009, en 2008 Brasil tuvo 19,5 millones de
migrantes brasileros. La región nordeste representó el 53,4% de esta migración, para un total de 10,5 millones de nordestinos. “Síntesis de Indicadores Sociales 2009” 2009 [en línea], disponible en http://www.ibge.gov.br/espanhol/presidencia/noticias/noticia_impressao.php?id_noticia=1476 4 VELHO, Gilberto (2007) "Metropole, Cultura e Conflito" en Rio de Janeiro: cultura, política e conflito, Rio de Janeiro, Zahar
14
por narcotraficantes y milicias, como también en las dinámicas resultantes del
comportamiento de estos actores: enfrentamientos entre los diferentes sectores de
la sociedad, aumento de los índices de violencia delincuencial e incremento de la
tasa de homicidios y muertes violentas en la ciudad (Souza, J; Lannes, F y
Willadine, R, 2008, pp. 16-21) y (Musumerci, L, 2006, pp.34).
Por el contrario, es relativamente poca la literatura académica que trate el otro
lado del fenómeno de la violencia, a saber, la que es ejercida por y desde el
Estado. Sin embargo, con las actuales acciones tomadas por el Gobierno
Regional, acciones violentas de enfrentamiento a los grupos armados, los
diferentes sectores de la sociedad, como las organizaciones de la sociedad civil y
organizaciones internaciones, han comenzado a hablar mucho más del tema y a
resaltar aun más la violencia también ejercida por el propio Estado. Así el artículo
Uso de força e ostensividade na ação policial de Jaqueline Muniz y otros de Grupo
de Estudos Estrategicos GEE-COPPE, auspiciado y publicado por la Universidade
Federal do Rio de Janeiro, condensa una visión crítica sobre el uso de la fuerza
por parte del gobierno y los crímenes que están siendo causados por éste, la cual
se apoya en una lectura analítica de los hechos y la política del Gobierno
Regional.
Entre quienes enfocan la violencia en la perspectiva que considera al Estado como
un actor involucrado en su generación, se muestran en algunos casos las
acciones del gobierno como una respuesta violenta que criminaliza la pobreza. En
esta mirada se “asocia al habitante de las favelas con la criminalidad y [se] asume
el número de muertos como un resultado positivo”5, al tiempo que muchas veces
se obvian, siquiera como coadyuvantes, otras formas de solucionar la violencia,
entre las que se cuentan la inversión social en la población más vulnerable, la
creación de empleo, la educación, el fomento de oportunidades, etc.
5 “Política de segurança pública que criminaliza a pobreza gera medo e pânico nas Comunidades” 2007 [em línea],
disponible en: http://www.fbes.org.br/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=2286
15
1.2 Objetivos
Partiendo de lo anterior, el objetivo del trabajo es hacer un análisis crítico de la
violencia en la ciudad de Río de Janeiro desde la perspectiva de los estudios que
se focalizan en el papel que desempeña el Estado en la dinámica de la violencia,
más concretamente en la violencia ejercida por éste. Para lo anterior se tendrá
como marco temporal, la actual administración en Rio del gobernador Sergio
Cabral, el cual ha decidido implementar una política de confrontación, como él
mismo la denomina, como forma de solución al problema de la violencia urbana en
la ciudad. El gobernador, en diferentes ocasiones, ha mencionado que con
bandidos no se negocia y que la única forma de acabar con la impunidad en la
ciudad es a través de la confrontación directa con esos actores.
1.2.1 Objetivo general
Contribuir desde un enfoque sistémico al debate sobre los alcances y magnitudes
del uso de la fuerza física y de políticas de confrontación por parte del Estado en
situaciones de alto conflicto.
1.2.2 Objetivos específicos
Describir el contexto de violencia que vive la ciudad de Rio de Janeiro hoy.
Describir en qué consiste la política de seguridad o política de confrontación
del actual gobernador de la ciudad.
Analizar a través del enfoque sistémico la actuación del Estado en ese
contexto. En ese sentido lo que se propone es que el Estado ante
demandas de la sociedad (inputs) responderá con políticas (outputs) de
fuerza, como lo está haciendo el gobierno de la ciudad, utilizando el
principio del uso legítimo de la fuerza.
Poner en discusión el alcance de la legitimidad del uso de la fuerza física
por parte del Estado que, en contextos de alto conflicto, encuentra
16
justificación en el propósito de remediar los niveles de violencia en una
ciudad.
Analizar la relación existente entre esa legitimidad y la violación de los
Derechos Humanos ejercida por el propio Estado cuando al hacer legitimo
el uso de la fuerza no tiene en cuenta los derechos de los ciudadanos.
1.3 Justificación
Generalmente cuando se hace uso de la expresión “violencia de Estado”, se la
comprende de forma peyorativa, llevando a una deslegitimación de ésta. Se suele
entonces dar al Estado el adjetivo de autoritario. Sin embargo, ante la constante y
creciente violencia urbana en nuestras ciudades, principalmente en metrópolis,
como Rio de Janeiro, Sao Paulo y Bogotá, el surgimiento de nuevos actores
armados y la falta de voluntad para negociar o someterse a la justicia por parte de
esos actores fuera de la ley, se hace necesario que el Estado tome el control de la
situación, es decir, que devuelva la paz y seguridad a la población. En ese sentido,
distintos ámbitos de nuestras sociedades han planteado diferentes formas de
solución al problema de violencia en las grandes urbes, tales como, reformas y
fortalecimiento institucionales, mejoramiento de la calidad de vida de la población,
creación de mejores empleos, educación y acceso y cubrimiento de las
necesidades básicas de la población. El Estado a su vez, a través de los planes
de gobierno de los diferentes mandatarios, ha respondido a esas necesidades a
través del desarrollo de distintas políticas reformatorias, como será mostrado más
adelante en el caso de la ciudad de Río de Janeiro. Sin embargo, el Estado a
pesar de aceptar que estas reformas son necesarias, también argumenta que en
contextos donde la criminalidad alcanza niveles inmanejables, la necesidad de una
política más agresiva y contundente se hace necesaria.
Es así como este trabajo estará enfocado a reflexionar sobre si una política más
agresiva, como respuesta a una necesidad de la población, caso específico de la
seguridad, es legítima o no. De este modo, la investigación intenta responder a
17
dos preguntas, primer, si el gobierno de Río de Janeiro, al ejercer la violencia, la
ejerce realmente con el propósito de dar respuesta a una necesidad de la
población, y, en segundo lugar, si es así, hasta qué punto se trata de una violencia
legítima.
1.4 Aspectos metodológicos
La metodología utilizada consistió en la recolección, revisión y análisis de los
registros de datos consignados en diversas fuentes, tales como revistas
especializadas, periódicos, artículos académicos y noticieros televisivos, así como
en informes de organizaciones internacionales, artículos desarrollados por
instituciones gubernamentales, y libros especializados en la problemática aquí
tratada.
Las informaciones tomadas de periódicos y noticieros corresponden
principalmente a todo el año de 2008, período durante el cual se desarrolló la fase
de compilación que serviría de base al análisis aquí presentado, y son de autoría
de algunos de los periódicos más grandes del Brasil, como es caso del periódico
O DIA (Río de Janeiro), Jornal do Brasil (Nacional) y O Globo (Nacional).
Por otro lado, también se tomaron en consideración los noticieros más importantes
como Jornal Hoje (Nacional), Jornal Nacional (de carácter nacional siendo el
noticiero más importante del país) y RJTV (noticiero especializado en la ciudad de
Río de Janeiro).
Este es un trabajo de recopilación y revisión de fuentes secundarias, pues una
investigación en terreno, como sería lo ideal para este tipo de investigaciones,
habría sido imposible por razones de tiempo y presupuesto. Este proceso de
revisión y recolección fue sometido a un examen bajo el ángulo del enfoque
sistémico tal como el propuesto por David Easton.
18
2. Marco Teórico
El marco teórico que se utilizará para el análisis de este trabajo será el Enfoque
Sistémico de David Easton6. Este enfoque facilita hacer un mejor análisis de la
situación de violencia vivida en la ciudad de Rio de Janeiro, ya que permite
estudiar la vida política de la ciudad desde una perspectiva holística y dinámica.
Este enfoque es muy utilizado en la Ciencia Política debido a su utilidad a la hora
de dar explicaciones a los fenómenos políticos por él analizados. El objetivo
consiste entonces, en hacer un análisis de la vida política como un sistema en
constante interacción con otros subsistemas de la sociedad. Así, el Sistema
Político es considerado como un sistema más que interactúa con los demás y su
objetivo principal es subsistir.
Es importante de todas formas recalcar que el estudio o análisis de una realidad
política a través de este enfoque nos permitiría, a través de su teoría, tener una
visión y comprensión mucho más profunda e integral de la problemática tratada en
esta monografía; sin embargo, aquí serán tenidos en cuenta solamente sus
fundamentos o bases principales, ya que, es suficiente para cumplir las
expectativas de este trabajo.
El enfoque sistémico tiene sus bases en la Teoría General de los Sistemas, la cual
se dedica al campo de las matemáticas y las ciencias de la computación
(Bertalanffy 1968). Es a partir de allí que surge un interés de las diferentes
corrientes de estudios, incluyendo las disciplinas humanistas, en buscar a través
del estudio sistémico de las sociedad las explicaciones a las distintas
problemáticas y situaciones que ocurren en un determinado grupo humano, vistas
como “problemas de interrelaciones entre gran numero de variables”7 y no
solamente con el estudio de las variables aisladas; surge así la necesidad del
6 EASTON, D. (1967), A system Analysis of Political Life, New York, John Wiley & Sons, 1967
7 BERTALANFFY, L. (1968), Teoría General de los Sistemas, Fondo de Cultura Económica, México, pp. xiv
19
estudio de las problemáticas desde un punto de vista de totalidad donde el todo
está conformado por partes y estas partes a su vez están en constante
interacción, “de esa suerte, la teoría general de los sistemas es una ciencia
general de la totalidad”8.
Esa totalidad está conformada por diferentes organismos vivos, esos organismos
son llamados por Bertalanffy “Sistemas Abiertos”. Tales sistemas se mantendrán
en estado de uniformidad a través de la recepción y eliminación de materias,
logrando así una disminución de entropía –“medida del desorden”9, con vistas a
alcanzar algún tipo de orden y estabilidad.
Por otro lado, la Teoría General de los Sistemas también tiene como componentes
la noción de comunicación, la cual hace referencia a corrientes de energía
(Bertalanffy 1968) y la noción de retroalimentación la cual permite al sistema saber
cómo está y así poder auto-regularse.
Es con base en estos principios de la Teoría General de los Sistemas, formulados
anteriormente de forma muy resumida, que David Easton desarrolla su específico
Enfoque Sistémico aplicado a los fenómenos políticos.
El Enfoque Sistémico se caracteriza por ser una teoría analítica la cual considera
la vida política como un sistema de conductas10.
Para realizar un apropiado análisis de la vida política desde este enfoque, David
Easton recomienda que previo a su utilización se tengan por lo menos algunos
conceptos claros para su comprensión, estos son: sistema, ambiente, respuesta y
retroalimentación. Donde el primero se refiere a un sistema de conductas; el
segundo (ambiente) hace referencia a aquello que se distingue del entorno
aunque al mismo tiempo recibe influencias de él; el tercero se refiere a que este
8 BERTALANFFY, L. (1968), Teoría General de los Sistemas, Fondo de Cultura Económica, México, pp. 37
9 BERTALANFFY, L. (1968), Teoría General de los Sistemas, Fondo de Cultura Económica, México, pp 42
10 Easton, D. (comp),(1984), Enfoques sobre teoría política, Buenos Aires, Amorrortu editores, 1984
20
sistema dará respuestas ante situaciones de tensiones, ya sea generadas por los
demás sistemas exteriores o por el propio sistema en sí; finalmente, el cuarto
concepto hace referencia a la capacidad que tiene el sistema de subsistir ante las
tensiones ejercidas sobre él11.
Así, bajo este enfoque de análisis, el sistema político será entendido como un
sistema abierto y como conjunto de interacciones dentro de otros sistemas, en ese
caso, de sistemas sociales; para permanecer vivo – objetivo final del sistema - el
sistema político a su vez necesita retroalimentarse12. Sus unidades básicas son
las interacciones. Es importante entonces aclarar que el sistema político difiere de
los demás sistemas por el conjunto de sus interacciones, es decir, que le son
peculiares a ese sistema y marcan la diferencia frente a los demás. Esas
interacciones se refieren a la asignación autoritaria de valores13. Eso es muy
importante debido a que de allí es que se posibilitará distinguir el sistema político
de los demás. El sistema político es aquel que a través de sus miembros, asigna
autoritariamente los valores en una sociedad, ya sea privando a una persona de
algo valioso, entorpeciendo el acceso a ciertos valores o permitiendo el acceso a
unos y negándolo a otros14.
La sociedad entonces puede ser vista como un organismo vivo, un sistema
abierto, que permite el intercambio y comunicación con los diferentes sistemas. En
ese sentido los sistemas estarían insertos dentro de la sociedad, la cual recibe el
nombre de suprasistema, esto es, el sistema que abarca a todos los demás
sistemas y donde se dan las diferentes interacciones entre los diferentes sistemas
que la integran. Entre esos sistemas figura el Político. Los sistemas que están
fuera del político son de dos tipos, el intrasocietal y el extrasocietal15 (ver imagen #
5).
11
EASTON, D. (1979), Esquema para el análisis político, Amorrortu, Buenos Aires, pp 48
12 EASTON, D. (1979), Esquema para el análisis político, Amorrortu, Buenos Aires, pp 48
13 EASTON, D. (1979), Esquema para el análisis político, Amorrortu, Buenos Aires, pp 79
14 EASTON, D. (1979), Esquema para el análisis político, Amorrortu, Buenos Aires, pp 79 y 80
15 Es importante resaltar que, para un análisis desde la perspectiva sistémica, se toma al Sistema Político como un Sistema
“externo” a la sociedad analizada. Eso porque, entre otras, es el Sistema Político el único sistema que asigna valores
21
El sistema intrasocietal (el ambiente) es aquel que se encuentra dentro de la
sociedad que es analizada, por ejemplo, en una sociedad se pueden distinguir los
sistemas ecológicos, biológicos, el sistema político, entre otros. (Ver imagen # 5).
El extrasocietal es aquel que se encuentra por fuera de esa sociedad analizada;
en ese caso se hace referencia al sistema internacional, donde sus miembros
pueden ser organismos como la ONU, la Unión Europea, etc. Estos sistemas,
pese a que se encuentran fuera del Político y fuera del ambiente de éste, pueden
y ejercen gran influencia sobre él.
Al recibir influencias sobre sí, los Sistemas Políticos responden; aunque son ellos
quienes, al mismo tiempo, asignan los valores en la sociedad. Esas influencias
pueden ser tomadas como tensiones ejercidas sobre el Sistema Político; sobre
esto, Easton aclara que no son necesariamente de tipo revolucionarias o guerras,
sino sencillamente tensiones y, en tal sentido, más simples. Pueden surgir tanto
desde dentro del mismo Sistema Político como desde fuera, e Easton las define
como aquellas situaciones que ponen a prueba la capacidad de un sistema para
subsistir16.
Las tensiones no sólo son susceptibles de surgir del interior del Sistema Político,
desde el ambiente o desde lo extrasocietal, sino que tienen diferentes
características y se presentan en cantidad también diversa. De otra parte, pueden
ser benignas o malignas. Sin embargo, lo más importante es su carácter, el cual
es una función de su capacidad de afectación a la supervivencia del Sistema
Político. Dicho de otra forma, la descripción del carácter del sistema se da en
términos de la capacidad de las tensiones de todo tipo para afectarlo. En el
estudio de la vida política, David Easton, no se refiere a todas las tensiones, sino a
aquellas que amenazan la subsistencia del Sistema Político, es decir, aquellas que
autoritariamente en la sociedad (analizada), aunque se entendería que el Sistema Político es un sistema más de dicha sociedad. Ver Imagen # 6 16
Easton, D. (1979), Esquema para el análisis político, Buenos Aires, Amorrortu, pp. 130
22
perturban tanto el funcionamiento del Sistema Político que puede, de alguna
manera, dificultar la toma de decisiones por parte de éste. Sin embargo, el
Sistema Político siempre buscará la forma de responder a esas tensiones y así
seguir subsistiendo, ya sea adaptándose a las nuevas realidades cambiando por
completo o modificando parcialmente sus medios de acción o a sí mismo.
Las tensiones o influencias ejercidas de un sistema sobre otro, en ese caso de los
sistemas ambientales al Sistema Político serán llamadas inputs (insumos) y las
respuestas dadas a esos por parte del Sistema Político serán llamadas outputs.
Así, se tendrá que la relación entre los diferentes sistemas será de tipo inputs-
outputs, donde el Sistema Político a través de sus procesos e instituciones
buscará transformar esos inputs en outputs.
Ahora bien, es importante resaltar que el Sistema Político está constantemente
recibiendo inputs de la sociedad, si bien no todos son transformados en outputs;
los sistemas políticos tienen formas y medios de seleccionar los inputs que entran
al sistema, ya que por un lado, es imposible para el Sistema Político responder a
todas las demandas (inputs), y por otro, se puede decir que no todas las
demandas son importantes, de hecho cuando eso es así, muchas demandas
entran al sistema político en forma de conjunto, es decir, entran pegadas a otras
demandas que tendrían mayores posibilidades de pasar al procesamiento dentro
del Sistema Político. Solo serán procesados aquellos inputs que puedan interferir
en la subsistencia del Sistema, por la disminución del apoyo a éste, o aquellas que
sirvan para mantenerlo vigente.
Estas demandas son expresadas de diferentes modos. Como lo dice Easton,
éstas se dan por medio de la palabra, por los medios de comunicación o por otros
medios, y son expresiones de esperanzas, deseos y necesidades de la sociedad.
Los inputs son las primeras formas de representación de tensión a un Sistema
Político. Ahora bien, existe una segunda forma de representación de tensión: el
23
apoyo dado a diferentes aspectos del Sistema. Una vez que el Sistema Político
percibe que ese apoyo disminuye a un nivel crítico y que por lo tanto pueda ejercer
algún tipo de peligro para la subsistencia del Sistema, éste buscará formas de
contrarrestar esa tendencia. En ese sentido, David Easton dice que las
respuestas que puede dar el Sistema para evitar la disminución en el apoyo son
de tres tipos: (1) la regulación estructural del apoyo, (2) el apoyo difuso y (3) los
productos (outputs) como mecanismo regulador. La primera busca de alguna
forma cambiar las estructuras y procesos del Sistema; la segunda respuesta, en
este caso, el apoyo difuso, hace referencia a la inculcación de sentimientos de
legitimidad, el reconocimiento de un bienestar general y un sentimiento de
comunidad política, y finalmente, la tercera respuesta, los outputs como
mecanismo regulador, hace referencia a que las demandas han sido atendidas lo
que a su vez aumenta el apoyo al sistema vigente.
Los outputs pueden ser de orden jurídico, de resoluciones y acciones
administrativas decretos, reglamentos y medidas políticas adoptadas por las
autoridades, favores, beneficios, entre otros17. Esos son medios utilizados por el
Sistema Político a la hora de ejercer la función de asignación autoritaria de
valores.
Una vez expuestos los pilares básicos del enfoque sistémico, faltaría explicar la
característica que hace del Sistema Político un sistema autorregulador y
autodirectivo de conductas, es decir, la retroalimentación. Es a través de los
outputs y la retroalimentación que los Sistemas Políticos son capaces de
responder a las tensiones ejercidas sobre él y así poder subsistir, que es su
objetivo final, como se dijo anteriormente.
La retroalimentación es el proceso donde los efectos causados por los diferentes
outputs del Sistema son conocidos por los miembros del Sistema Político, es decir,
el Sistema asigna autoritariamente los valores a la sociedad en forma de outputs,
17
Easton, D. (1979), Esquema para el análisis político, Buenos Aires, Amorrortu, pp. 174
24
estos una vez en el ambiente podrán sufrir una aceptación o rechazo de la misma.
Esa respuesta que reciben los outputs del Sistema vuelven al Sistema Político
donde las autoridades podrán conocer en qué situación se encuentran esos
outputs y así poder, si es necesario, hacer adaptaciones a ellos, o al Sistema
Político como tal, ya sea a su estructura, procedimientos, formas de asignación de
valores, etc. (Ver imagen # 7)
Así, no es solamente con la asignación de valores que el Sistema Político logrará
subsistir en un sistema cambiante o abierto, sino que se hace necesario que los
miembros del Sistema Político se retroalimenten con los efectos de esas
asignaciones, si quiere subsistir.
Teniendo entonces el enfoque sistémico como marco de análisis, se buscará
entender y analizar la forma en que el Sistema Político de la ciudad de Rio de
Janeiro ha asignado valores en la sociedad con el objetivo de resolver la
problemática de la violencia en la ciudad y así poder subsistir como sistema.
3. Entre la Criminalización de la pobreza y la Seguridad
Este capítulo busca, a través de la contextualización de cada uno de los
principales actores involucrados en el conflicto, ubicar al lector frente a la situación
que vive la ciudad en ese momento. Es importante resaltar que no se hará una
descripción exhaustiva de esos grupos, como tampoco de sus intereses, por
cuanto el marco teórico aquí utilizado no requiere de este tipo de descripción. Sin
embargo, es importante, por lo menos, conocer los principales actores
involucrados en el problema y el rol que desempeñan dentro de la problemática,
para así poder entender los procesos de asignación de valores al momento de
emprender el análisis de la situación en el próximo capítulo.
25
Pese a la posibilidad de resaltar otros actores, aquí se tendrá en cuenta solamente
aquellos de mayor importancia, es decir, la población general, la sociedad civil, los
narcotraficantes y las milicias.
3.1 La ciudad
Como se ha dicho anteriormente, Rio de Janeiro es una de las ciudades más
grandes del Brasil. El Estado, según el censo de 2007 (IBGE), tiene 15.420.735
habitantes mientras que su capital tiene 6.093.472, lo que hace que sea la tercera
ciudad más grande del país. Es sin embargo, la de mayor número de favelas en el
Brasil: son 968 de acuerdo con el IPP (Instituto Municipal Pereira Passos), según
el cual el número de favelas ha crecido un 7% de 1999 a 2008. Esos datos son
importantes porque, ligados a ellos está la problemática de la violencia que sufren,
por un lado, esas comunidades, y por otro, la ciudad en sí con el resto de la
población.
La capital del Estado está dividida en grandes tres áreas económicamente
diferenciables: región norte, sur y oeste. Donde la región norte es una región
caracterizada por ser de clase baja, media y media-alta, la zona sur caracterizada
por ser de clase media-alta y alta, y la zona oeste que dependiendo de la
ubicación puede ser considerada de clase baja, media, media-alta o alta. Es
importante conocer esa división ya que con ella será posible entender el proceso
de la aplicación discriminatoria de la política de seguridad del Gobierno del
Estado.
Es muy claro que las personas que viven en las comunidades llamadas favelas
son aquellas que podrían ser catalogadas como la clase baja de la población.
Aunque muchas veces se ha negado la coexistencia en la ciudad de dos ciudades,
como lo podría sugerir la segmentación de la población. Aquí no se puede hacer
una división tajante de barrios que permita determinar con claridad que unos son
específicamente para pobres y otros para ricos, como resulta en el caso de otras
26
ciudades, por ejemplo en Bogotá, donde el sur de la ciudad está caracterizado por
ser habitado básicamente por personas de menor poder adquisitivo y el norte por
las personas de clase media alta y alta. En Río de Janeiro eso es diferente, por
ejemplo en un barrio que se podría catalogar de clase alta, es posible ver
comunidades muy deprimidas socialmente cohabitando en él.
Sin embargo, últimamente se ha producido una mayor demarcación y separación
entre esas dos esferas de la ciudad (RDHRIO), lo que a su vez ha causado que
las políticas de seguridad en el estado también se vean segmentadas. Hoy día es
común escuchar la expresión “población del asfalto” y “población de las montañas”
para hacer una diferenciación de aquellos que son ricos y viven en la partes
costosas del barrio y de aquellos pobres que viven en las montañas y que son
llamados favelados.
Por otro lado, algunas regiones de la ciudad, en los últimos años o décadas, se
han convertido en verdaderos conjuntos de favelas, como es el caso de la zona
oeste y norte de la ciudad. Esa situación también ha sido fuente de otras
discriminaciones, ya que, ciertas políticas de algunos dirigentes ha sido la de
hacer obras de infraestructuras en esas favelas, buscando así un mejoramiento de
la condición de vida de la población de este lugar, esa política quedó conocida
como Favela-Barrio, pero la población que ya habitaba esas regiones fuera de las
favelas, argumentan que esa política ha servido para transformar lo que antes era
un barrio, ahora en una gran favela, y se refieren a estos barrios como
barriofavela.
3.2 La población
Ahora bien, con esa división en mente, se debe tener en cuenta que la población
que habita esas áreas deprimidas económica y socialmente, son, en su mayoría,
afro descendientes o, como es el uso en Brasil, personas de color pardo o negro.
A su vez éstos son los mismos que según el Relator, Dr. Philip Alston, de
27
Desarrollo Humano/Brasil 2005 (PNUD)18, han sufrido y sufren con mayores
niveles de discriminación y violación de los Derechos Humanos en contraste con
la población no Afro descendiente. En su informe sobre estas violaciones, el
Relator resalta la violencia ejercida por la propia policía, donde los negros19 son
los actores más sospechosos, perseguidos, demandados y condenados (RDH
2005). También en este documento queda resaltada la preocupación por el hecho
de que la violencia policíaca en Río de Janeiro esté directamente ligada a la
cuestión de la segmentación de la población, a través de la división favela-barrio.
Se podría concluir entonces que, pese a la gran violencia sufrida por la población
general en Río de Janeiro, la población pobre, negra, joven y favelada es la que
más sufre con la violencia general, ya que no solamente sufre con la violencia
ejercida contra ellos dentro de sus comunidades como también fuera de ellas.
Por otro lado, la población del asfalto se encuentra en medio de otro tipo de
violencia: aquella que baja de las montañas y llega a los barrios. Esa violencia se
caracteriza por dos factores: primero, por los altos niveles de robos a mano
armada y homicidios20(ver tablas 13 y 14 para homicidios en los anexos – datos
2008), y, segundo, por la confrontación con la fuerza pública. La incidencia de
estos factores sobre el estado de los derechos de la población, se confirma a
través de los altos índices de personas que son asesinadas durante un intento de
robo21, como también por la constantes muertes y lesiones causadas por las
llamadas balas perdidas22 (proyectiles que al ser disparados ya sean dirigidos a un
18
ALSTON, P. (Dr.) (2008), “Relatorio do Relator especial, Philip Alston, sobre as execuções extrajudiciais, sumárias ou arbitrárias referente a sua missão ao Brasil (4 a 14 de novembro de 2007)” [em linea], disponible en: http://www.global.org.br/pub/FCKeditor/arquivos/File/relatorios/%7B5CDC8111-85E7-4DAA-9D58-B10ED88DE26A%7D_RelatorioAlston2008.pdf 19
Se aclara que La palabra “negro” en Brasil no es un término despectivo, muy por el contrario, así se refiere a las personas de color de piel oscura. 20
IBGE 2004, Síntese de Indicadores Sociais 2003, en Estudos e Pesquisas Informação demográfica y socioeconômica # 12 21
Según el Instituto de Segurança Pública de Rio de Janeiro entre junio de 2007 y junio de 2008, los índices de asesinatos en tentativa de robo, lo que es llamado Latrocinio, aumentó un 20% en la ciudad de Rio de Janeiro, pasando de 89 en 2007 y 107 en 2008. Los datos pueden ser consultados en la página web del instituto: http://www.isp.rj.gov.br 22
DUARTE, Mário Sérgio de Brito; SILVA, Robson Rodrigues da; OLIVEIRA, João Batista Porto de & SILVA, Leonardo de Carvalho (org.) Bala Perdida. Rio de Janeiro: ISP, 2008. Arquivo disponível em www.isp.rj.gov.br.
28
punto o al azar alcanza a una persona cualquiera – ver tabla 15, 16 y 17 para
homicidios – datos 2008) durante un cruce de fuego entre policías y delincuentes.
Así, la existencia de una población segmentada, donde las políticas son aplicadas
casi de forma diferente para cada grupo poblacional; el rechazo de la población
del asfalto a la población de las montañas; la discriminación que sufren estas
últimas personas por ocupar básicamente puestos de carácter inferior, junto al
desempleo por falta de estudio, y la facilidad para ingresar a la criminalidad para
obtener mejores ingresos, aun a riesgo de la propia vida, son factores que podrían
explicar los patrones de violencia delincuencial entre los moradores de favelas.
3.3 La sociedad Civil
Ante la situación de violencia sufrida por la población carioca (Río de Janeiro),
representantes de la sociedad civil23 tiene su posición muy bien definida: para
ellos, la violencia en este estado es un problema que lleva muchas décadas y que
el gobierno regional no ha podido resolver; la opción sin embargo que han
encontrado los gobernantes hoy día para dar solución a un problema que ya
debería estar resuelto, es la implementación de una modalidad más de violencia:
la violencia de Estado como fórmula de solución. Esta solución, conocida más bien
como política de seguridad, ha sido tema de diversos debates que se centran en el
cuestionamiento de su legalidad y legitimidad, así como también de su carácter
discriminatorio.
De hecho, los representantes de la sociedad civil se han sostenido en la crítica de
que la medida tomada por el gobierno de Río de Janeiro representa una política
discriminatoria, ya que es aplicada de forma diferenciada dependiendo de la
región de la ciudad24; en ese sentido vale recordar lo que se expuso anteriormente
23
ONG‟s y movimientos sociales que representan los intereses de los ciudadanos y luchan por la protección de los derechos humanos y la democracia. 24
Justiça Global (2007 y 2008) [en línea], disponible en: http://global.org.br/programas/politica-de-seguranca-publica-que-criminaliza-a-pobreza-gera-medo-e-panico-nas-comunidades/, http://global.org.br/programas/organizacoes-de-direitos-humanos-movimentos-sociais-e-populares-denunciam-violacoes-de-direitos-humanos-no-complexo-do-alemao-a-oea/ ,
29
sobre la división socioeconómica de la ciudad, en donde una gran parte de la zona
oeste y la zona norte son las más afectadas y con mayor número de favelas.
Según esos representantes, el gobierno aplica su política de seguridad de forma
negativamente diferenciada, por cuanto es en esas dos áreas donde la política en
cuestión es aplicada de forma mucho más agresiva, se hace evidente el mayor
número de víctimas, tanto civiles como militares y de policía, que se cobra en su
ejecución. Con base en lo anterior, muchas organizaciones dicen que “la sociedad
no puede legitimar una política de seguridad pública pautada por el proceso de
criminalización de la pobreza y de irrespeto a los Derechos Humanos”25. De
hecho, “criminalización de la pobreza” es el término utilizado por los diferentes
grupos de defensa de los Derechos Humanos para caracterizar la política de
seguridad del gobierno. Ese término es así utilizado por el hecho de que, como ya
se dijo, es aplicada de forma selectiva: son los pobres, los negros, los favelados
quienes más la sufren, principalmente de forma más agresiva y, según parte de la
sociedad civil, con un preocupante saldo de violaciones a los Derechos Humanos,
supuestamente en nombre de la seguridad de la población; sin embargo, parece
ser que esa seguridad cobijaría solo a una sola parte de la población: las clases
más altas.
3.4 Las Milicias
Otro factor que ha contribuido para el aumento de la criminalidad y violencia en el
estado de Rio es el surgimiento en los últimos tiempos de lo que se podría llamar
un tercer actor armado en ese conflicto: las milicias cariocas. Este actor, según
documento desarrollado por Justicia Global (2008), viene actuando en el estado
desde hace ya algunos años, se podría hablar de alrededor de una década26. Las
milicias en Rio de Janeiro surgen como una supuesta respuesta a la ineficiencia
del estado para combatir los altos índices de criminalidad y de esta forma se
http://global.org.br/arquivo/noticias/ongs-e-movimentos-tem-audiencia-tensa-com-governo-do-rio/ ,http://global.org.br/programas/nota-de-repudio/ 25
Justiça Global (2007) [en línea], disponible en: http://global.org.br/programas/politica-de-seguranca-publica-que-criminaliza-a-pobreza-gera-medo-e-panico-nas-comunidades/ 26
“Milicias no Rio de Janeiro” (2009), [en línea], disponible en: http://www.dw-world.de/dw/article/0,,4779290,00.html
30
presenta como una la alternativa en seguridad para la población habitante de las
comunidades socialmente deprimidas.
Estos grupos están constituidos por policías, bomberos, ya sean activos o no; por
moradores de las comunidades, y todos aquellos a quienes interese mantener
“activamente” el orden en su comunidad. Su modus operandi en términos
generales consiste en invadir las favelas y literalmente expulsar a los traficantes
de allí; de esta manera pasa a tener el control de la comunidad. En un principio,
como se suele percibir, pareciera que la presencia de los milicianos podría traer la
paz a una determinada comunidad, ya que sus políticas son de represión contra el
comercio y consumo de drogas, así como frente a todo tipo de violencia que
pueda ser ejercido contra los moradores de la comunidad. Según los diferentes
medios de comunicación, algunas comunidades se sienten muy bien con la
presencia de los milicianos en su comunidad, mientras que otras dicen que lo
único que ha cambiado es el actor armado, pues la violencia sigue igual27. Las
quejas dan cuenta de que, al ocupar las comunidades, los milicianos hacen un
censo de la población residente e indagan, sobre todo en cada familia, diferentes
datos, como: número de miembros, si trabajan o no, el valor del salario de cada
uno, etc. Según ese censo, se estipula un valor que cada célula familiar debe
pagar mensualmente para que la seguridad siga siendo efectiva en aquel lugar, es
una especie de cuota de administración. Sin embargo, dicen los moradores, que
no todos pueden pagar, hay familias con condiciones de vida muy precarias, las
cuales no pueden cargar con esa mensualidad. Cuando eso pasa, las familias son
penalizadas y dentro de estas penas incluye la muerte de sus miembros. Así, con
ese argumento, algunas poblaciones dicen que la violencia continúa igual o peor.
Por otro lado, hay algunas comunidades donde la población dice estar contenta
con esa forma de protección, ya que el Estado no ha sido capaz de proveerla ni de
27
Jornal Hoje (2008, 8 septiembre), [emisi[on por televisi[on] Costa, E. (dir.), Rio de Janeiro, Globo
31
responder a las necesidades mínimas en ese aspecto. Esas comunidades dicen
que las milicias son un mal menor28.
Otro medio de subsistencia de las milicias se da a través de la venta de cilindros
de gas y del servicio de televisión por cable denominado gatonet. Los milicianos
tienen negocios con los proveedores de gas y, en algunos casos, son incluso ellos
mismos los propios dueños de tales empresas; así, la población de las
comunidades ocupadas por los milicianos debe comprarles los cilindros de gas a
estos actores, los cuales son más caros de lo normal. A su vez, el gatonet es un
servicio de televisión por cable ofrecido a los moradores de la comunidad por muy
bajos precios; sin embargo, esa conexión es ilegal. De esta forma, los moradores
entonces hacen tres tipos de aportes a la seguridad proporcionada por las milicias:
primero la cuota mensual, de carácter obligatorio; segundo está la compra del gas
de cocina, que se puede decir que también es de carácter obligatorio, una vez que
las familias lo necesitan, y tercero el gatonet, sistema ese no del todo obligatorio
ya que no todas las familias están interesadas en tenerlo o no tienen condiciones
de pagar por él. Ahora bien, la falta de pago en uno de esos aportes puede causar
grandes problemas a las familias, ya que son severamente penalizadas.
Principalmente las mensualidades, que son de carácter obligatorio. Al tener un
censo de la población de la comunidad, los milicianos conocen el valor del aporte
de cada familia y ese aspecto ellos no lo negocian, hay que pagar y punto. Si no
pagan, corren el riesgo de sufrir represalias que varían desde pequeñas
advertencias o amenazas, hasta la pérdida de la casa o la propia vida, y es allí en
donde el terror empieza para aquellas familias que no tienen como pagar o no
desean hacerlo, sin importar la razón.
Así, los milicianos se han vuelto otro problema a resolver en el estado de Rio de
Janeiro, y de eso se hablará más adelante.
28
BBC (2008, 13 de junio), “Milicias substituem traficantes como reis do crime no rio, diz NYT”, en G1 Online [en línea], disponible en: http://g1.globo.com/Noticias/Rio/0,,MUL599784-5606,00-MILICIAS+SUBSTITUEM+TRAFICANTES+COMO+REIS+DO+CRIME+NO+RIO+DIZ+NYT.html
32
3.5 Los narcotraficantes
El tráfico de drogas ha sido un problema global desde hace varias décadas y el
Estado de Rio de Janeiro no podría ser ajeno a esa situación. Esto se puede
remontar a las décadas de 70 y 8029.
Ese actor armado se puede decir que ha compartido y luchado por el territorio de
la ciudad por muchos años. De hecho, se puede tener una idea de la magnitud del
problema, solo con el hecho de saber que la ciudad tiene más de 900 favelas, casi
todas dominadas por traficantes de drogas.
El conflicto entre el Estado y los traficantes se da por diversos factores, de los
cuales los más importantes son: la problemática del tráfico de drogas, el tráfico de
armas, la corrupción de la policía, una vez que ya se ha demostrado que ésta
mantiene nexos y negocios con los traficantes, y finalmente la lucha por el
territorio. Esa lucha se da en dos niveles: primero a un nivel de Estado
enfrentando a los traficantes, y a un segundo nivel, que es entre los mismos
traficantes. Estos últimos se encuentran divididos básicamente en dos principales
facciones: una llamada Tercer Comando (ese nombre puede variar dependiendo
de la comunidad) y el Comando Rojo30. Esas dos facciones han librado durante
varios años una lucha por el control de la venta de drogas en diferentes puntos de
la ciudad. Existe entre ellas una rivalidad muy grande donde son constantes los
enfrentamientos.
Las comunidades carentes de recursos y vulnerables sufren con las constantes
declaraciones de guerra entre las dos facciones por la toma de un punto de venta
de la droga. En esas confrontaciones, una facción le declara la guerra a la otra y le
invade su comunidad. Esos eventos se caracterizan por los altos índices de
asesinatos de traficantes, civiles o policías, los cuales son movilizados para
29
JUSTICA GLOBAL(2008), Seguranca, Tráfico e Milicias no Rio de Janeiro,Rio de Janeiro, Fundação Heinrich Böll 30
A estruturacao de atividades criminosas: um estudo de caso – Claudio Beato , Luis Felipe Zilli – CRISP Centro de Estudos de Criminalidade y Seguranca Pública
33
intervenir en la confrontación. Una confrontación de este tipo puede durar varias
semanas y llegar a tener como resultado la ocupación de la comunidad por la
facción adversaria o su repliegue. En el caso que se logre ocupar la comunidad,
muchos de los moradores que supuestamente tenían relación con la facción
anterior son expulsados de las favelas sin llevar nada o son simplemente
asesinados. Al tener la comunidad ocupada, los moradores entonces son
obligados a vivir bajo otro tipo de ley impuesta por los nuevos traficantes, lo que a
su vez también puede resultar en muertes de civiles31.
Finalmente, luego de la ocupación, existe un período de tensión donde es posible
y la mayoría de las veces ocurre así una revancha de los traficantes
anteriormente expulsados.
De este modo, las favelas de la ciudad que son ocupadas por traficantes
pertenecen al Tercer Comando o al Comando Rojo. Cuando, una favela es
invadida por una facción diferente, esto es, por los traficantes de otras favelas
pero de la misma facción, son movilizados por los que mantienen el control para
ayudar en la lucha contra los invasores.
Ahora bien, la forma de subsistencia de esos actores es básicamente la venta y
tráfico de drogas y armas. Difícilmente se les cobra a los moradores algún tipo de
aporte económico. Sin embargo, el apoyo es de otro tipo: es común ver a los
moradores de esas comunidades salir a las calles y destruir las propiedades o
cerrar grandes vías de acceso, en apoyo a una facción, a un traficante, o también
cuando culpan a la policía por la muerte de algún morador de la comunidad32.
3.6 El Estado
La violencia en Rio de Janeiro, como se ha venido insistiendo, surge desde varias
fuentes, y las expresadas hasta ahora son apenas algunas de ellas. Se las ha
31
A estruturação de atividades criminosas: um estudo de caso – Claudio Beato , Luis Felipe Zilli – CRISP Centro de Estudos de Criminalidade y Segurança Pública 32
Ver vídeo: Puga Monica (2009, 14 de abril), SBT BRASIL, Rio de Janeiro, [en línea], disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=tFNlqqLdVJ4
34
presentado por la sencilla razón de considerarse las más relevantes. Se puede
entonces hablar del desempleo y el estigma social, el racismo, el creciente índice
de delincuencia común, las altas tasas de homicidios, la presencia de milicias y
narcotraficantes como algunas de las causas de violencia en el estado de Rio. El
gobierno actual ha expresado en diferentes medios que el problema expresa una
situación que lleva décadas y que es a partir de ahora que habría que cambiar. Se
plasma así en el discurso político oficial el comienzo de una serie de acciones
iniciadas por el gobernador del estado que, a su modo de ver, son una solución,
por lo menos momentánea, a la problemática de violencia en la ciudad33.
Para eso, y como es común en los planes de gobierno34, el Gobernador Sergio
Cabral, al conocer la situación de violencia que vive la ciudad, dijo que en su
gestión el tema de combate a la violencia es uno de los principales temas a ser
tenido en cuenta. Así, en su Plan de Gobierno desarrolló los principales puntos
que marcarían una solución eficaz. En los términos empleados por él, se trata de
aspectos que han de ser dados por terminados, cambiados o fortalecidos en lo
relativo a respuestas frente a la violencia en el Estado.
Es bien sabido que la situación de las instituciones que prestan la seguridad en la
ciudad son precarias35 y es con base en eso que, el capítulo tercero del Plan de
Gobierno ofrece como prioritarios los temas de integración y modernización de la
gestión del sistema de seguridad; la prevención y vigilancia de la violencia; la
modernización del sistema de investigación; una mejor preparación y
mejoramiento del agente de seguridad pública; la inversión en infraestructura,
punto ese muy importante en la política del Gobernador; la ampliación y
modernización del sistema penitenciario, y finalmente el enfrentamiento a la
33
Con base en esa afirmación, el gobernador declara en diferentes ocasiones que su política de confrontación continuará.
Ver Vídeo: http://video.globo.com/Videos/Player/Noticias/0,,GIM1143341-7823-VIOLENCIA+NO+RIO+SERGIO+CABRAL+TARSO+GENRO+E+EDUARDO+PAES+SE+MANIFESTAM,00.html 34
Ver plan de gobierno del Gobernador Sergio Cabral disponible en línea en: http://diariodorio.com/wp-
content/uploads/2007/02/plano_governo_sergio_cabral_governador.pdf 35
La precariedad que se hace referencia aquí no es solamente de tipo material, sino también ético-moral de la propia
institución. En PANDOLFI, D. et al.(1999), Cidadania, Justica e Violencia, Rio de Janeiro, Fundação Getulio Vargas, Marcos Luis Breta y Paula Pancioni hacen una descripción de cómo es la cultura policiaca y el policial carioca hoy.
35
violencia36. En este último punto, un mejor entrenamiento a los oficiales del BOPE
(Batallón de Operaciones Especiales), según el Plan de Gobierno, será llevado a
cabo, para que cuando haya la necesidad de que el batallón entre en acción, sea
de forma adecuada; el combate al tráfico de drogas se hará, por un lado, con la
represión a todo lo que posibilite este delito, así como también de una política de
educación contra el consumo de esas sustancias; se reprimirán los pequeños
delitos y así se promoverá el orden urbano, entre otros aspectos.
El gobierno del estado y la Secretaria de Seguridad, según los datos emitidos por
esas entidades, han trabajado de tal manera para mejorar los puntos de la política
de seguridad de la ciudad antes mencionados, como también se ha trabajado en
la sensibilización de los policías en diferentes problemáticas y hacia diferentes
grupos poblacionales.
Por un lado, se ha llevado a cabo esos procesos de mejoramiento de la institución
policial y de justicia para dar una mejor respuesta contra el crimen organizado,
pero por otro, una política digamos que paralela a esta modernización, es la que
implementa el gobierno del estado de Rio de Janeiro cuando utiliza la fuerza física
como forma de solución a ese problema.
El gobierno ha declarado que, debido a la urgencia de dar solución a los altos
niveles de criminalidad en el estado, una política de confrontación es necesaria37.
Su argumento parte de que el proceso de crecimiento en los índices de
criminalización en el estado es un proceso que larga data y que ha sido, de una
forma o de otra, también culpa del propio estado por no haber dado una respuesta
efectiva al problema cuando “todavía era posible”. Al preguntárseles sobre el
porqué del advenimiento de una política de ese tipo, los voceros del gobierno
contestan que las administraciones pasadas no se preocuparon por hacer una
planeación de la ciudad y que hoy la situación está fuera de control, con favelas
36
La política de seguridad del gobernador Sergio Cabral trabaja junto a la política de seguridad del gobierno Federal, conocida como Pronasci (Programa Nacional de Seguranca Pública com Cidadanía). Toda la información sobre esa política puede ser encontrada en el siguiente enlace: http://www.pronasci.gov.br/ . 37
Política de confrontación se define por megaoperaciones.
36
cada vez más expandidas y con niveles de criminalidad, narcotráfico y
contrabando de armas en aumento38.
Frente a ese argumento, la oposición, en donde se encuentra parte de la sociedad
civil, indica que la actitud y respuesta del estado ha sido de tipo reactivo y no
proactivo y que ha sido demasiado violenta39. También afirman que es cierto que
la violencia en el estado es grande pero que la violencia ejercida por las
instituciones policíacas es mucho más fuerte, ya que dentro de esta institución
prima una cultura de confrontación armada, la cual debe ser desactivada.
Pese a lo que expresa el Plan de Gobierno con relación a la solución de la
violencia en el estado, y pese a todo lo que se ha hecho para cumplir esas
políticas, el gobierno del estado ha adoptado otra forma más para solucionar el
problema que viven los ciudadanos hoy día: la confrontación directa.
La confrontación directa hace referencia a las llamadas mega-operaciones
llevadas a cabo en la ciudad40.
El gobernador dice que la sola aplicación del Plan de Gobierno en la solución de la
violencia en la ciudad no es suficiente por el momento, que un enfrentamiento más
directo se hace necesario debido a los altos e incontrolables índices de violencia.
Es así que desde ese momento, año 2007 hasta hoy, las mega-operaciones son
llevadas a cabo en la ciudad. La más conocida de ellas es la llevada a cabo en la
favela llamada Complejo del Alemán, zona norte de la ciudad. Se trató de una
operación de gran despliegue, con centenas de policías, carros fuertemente
blindados y helicópteros, que tenía el objetivo de invadir la comunidad y recuperar
el control de ésta (Alston 2008). Luego de esta operación, muchas otras han
38
Carballo Blanco, Antonio Carlos [2007, 18 de noviembre], en “Olho no Olho”, CNT, Rio de Janeiro. Disponible en línea
en: http://www.youtube.com/watch?v=jcCun7k3M54&feature=related 39
Carballo Blanco, Antonio Carlos [2007, 18 de noviembre], en “Olho no Olho”, CNT, Rio de Janeiro. Disponible en línea en:
http://www.youtube.com/watch?v=jcCun7k3M54&feature=related 40 JUSTICA GLOBAL(2008), Seguranca, Tráfico e Milicias no Rio de Janeiro,Rio de Janeiro, Fundação Heinrich Böll
37
tenido lugar en el estado, todas caracterizadas por su fuerte armamento y tácticas
de ataque.
Discriminar aquí los números de muertos, heridos y detenidos en esas
operaciones no es de mucha relevancia. Lo relevante es la acción tomada por el
Estado para solucionar el problema de violencia causado por los demás actores,
pero no sobra decir que el número de muertes, ya sea de traficantes, policías y/o
civiles es muy alto y la tendencia es de aumentar.
Las incursiones de la policía en esas comunidades se caracterizan por el alto
grado de violencia, donde pareciera no importar si se trata de un ciudadano
inocente o de un traficante o miliciano, lo importante es tomar el control de la
comunidad, incautar las drogas y armas y aprehender a tantos cuántos individuos
fuera de la ley se hiciera posible; todo esto con el objetivo de legitimar dichas
acciones y mostrar la efectividad en las mega-operaciones41. De hecho frases
como la siguiente se volvieron comunes entre los oficiales del estado “la policía es
el mejor remedio contra el dengue. Ningún mosquito resiste…es el mejor
insecticida social” (Comandante de la Policia Militar, Coronel Marcos Jardim -
2008).
Luego de invadir a las comunidades, los policías ocupan el área para,
supuestamente devolverle a la comunidad la paz. En algunas encuestas
realizadas en la ciudad (Ver imágenes # 8-1242) se preguntó a la población que
vive en esas comunidades qué sentían sobre la acción de la policía y del Estado.
La respuesta en algunas de ellas fue muy positiva, muchos habitantes se sentían
tranquilos y en paz con la presencia de los policías allí; otros moradores dijeron
que no estaban de acuerdo con la forma en que lo hicieron, por el número
escandaloso de muertes que tuvieron lugar en dichas confrontaciones.
41
Ver más em: JUSTICA GLOBAL (2008), Seguranca, Tráfico e Milicias no Rio de Janeiro,Rio de Janeiro, Fundação
Heinrich Böll
42 PRADO, T y CUNHA, V, (2009, 29 de marzo), “A retomada do espaço público nas favelas”, en O DIA Online [en línea],
disponible en: http://odia.terra.com.br/portal/rio/html/2009/3/a_retomada_do_espaco_publico_nas_favelas_2890.html
38
Cabe resaltar que esa política de mega-operaciones ha sido llevada a cabo en
zonas de la ciudad donde predomina la población pobre, de ahí el argumento de la
sociedad civil de que se trata de una política discriminatoria y que criminaliza la
pobreza.
Esa ha sido la forma de solución inmediata dada por el gobierno al problema de
violencia en el estado. Cabe decir, como conclusión a esta parte, que se ha
apostado por una respuesta igualmente violenta como solución a la violencia.
3.7 La ONU
Algunos organismos de las Naciones Unidas han ejercido un papel importante en
ese proceso de dar solución a la violencia en Rio, el PNUD es una de ellas con el
documento Relatorio de desenvolvimento humano do Rio de Janeiro (1996) y el
Informe de Philip Alston (ONU-2008) Execuções extrajudiciais, sumárias ou
arbitrárias referente a sua missao ao Brasil (4 al 14 de noviembre de 2007).
Estas organizaciones y las que trabajan con Derechos Humanos han estudiado el
caso de la violencia de la ciudad y han resaltado los altos índices de violencia
ejercido por la policía en sus incursiones, las violaciones de los derechos humanos
por parte de oficiales de la fuerza pública, la pobreza y discriminación que vive la
población y la falta de preparación de las instituciones del estado, como la justicia,
en el momento de dar solución a la problemática.
Es así, con diferentes informes que ese actor ejerce influencia en los organismos
del gobierno y exigen una respuesta efectiva a la criminalidad existente en la
ciudad, visibilizando la problemática no solo ante el gobierno local del estado, sino
ante el gobierno Federal y el contexto internacional.
39
4. Análisis
Luego de esta breve descripción de los principales actores involucrados en el
conflicto aquí tratado, este capítulo estará dedicado a hacer un análisis de la
problemática teniendo en cuenta el enfoque sistémico de David Easton.
Conviene recordar que el principal objetivo de esta monografía es analizar la
actuación del Estado en el contexto de violencia en la ciudad de Río de Janeiro,
como también la legitimidad de sus acciones para explorar, finalmente, la cuestión
de, o la relación de esta respuesta política con los Derechos Humanos. En el
análisis se parte del supuesto de que las acciones del Estado, en este caso
referidas al uso de la fuerza como forma de solución momentánea, son legítimas.
Vale, no obstante, resaltar que en ningún momento se estará haciendo apología a
la violencia, simplemente se parte de una posición en la cual el Estado procura las
formas necesarias para, de un lado, dar respuestas a las demandas de la
población, específicamente, demandas de seguridad, y por otro, responde al
objetivo de supervivencia del Sistema Político. De este modo se plantea que, con
base en el análisis sistémico, el uso de la fuerza puede ser una respuesta legítima
y, por qué no, necesaria.
“…el Estado es la única fuente de derecho a la violencia.43
”
(WEBER)”
Partiendo del principio de que el Sistema Político es un sistema abierto inserto en
un sistema de subsistemas también abiertos, buscará así como los demás su
supervivencia, y hará lo necesario para mantenerse vivo.
En el escenario de violencia en la ciudad de Rio, las interacciones entre los
actores se configuran como relaciones de poder donde estos procuran establecer
quién tiene más fuerza y quién es el que manda. El número de homicidios en la
43
WEBER, M. (1984), “El político y El Científico”, Madrid, Alianza, pp. 84
40
ciudad es altísimo, a punto de ser comparada la ciudad con la Medellín de los
tiempos de Pablo Escobar: “Rio es la nueva Medellín”44.
El gobierno del Estado ante tal situación ha buscado resolver el problema de
violencia con base en una política de confrontación, donde argumenta que es el
único actor que tiene el uso legítimo de la fuerza, y que es el guardián del
bienestar y la seguridad de la población.
En ese orden de ideas y teniendo como fondo de análisis un enfoque sistémico
para el estudio de la violencia en Rio, es pertinente afirmar que el Sistema Político
en la ciudad se encuentra en peligro de subsistencia, es decir, tomando como
marco las proposiciones centrales de Easton esbozadas anteriormente, el Poder
Público ha dejado de ser aquella entidad que tiene el control de la ciudad y aquel
ente que asigna los valores a la sociedad. Existen ahora, por el contrario, otros
actores que están ejerciendo las mismas funciones que el Estado, pero de forma
ilegal.
Teniendo en cuenta que la sociedad aquí analizada es vista como un gran sistema
abierto donde diferentes subsistemas coexisten, una interacción armoniosa
(unidad básica de los sistemas) se hace necesaria para el buen funcionamiento
de la sociedad. Para el caso de la ciudad de Rio de Janeiro, sin embargo, es
evidente que una interacción de esas características no se está dando. Si
comparamos la sociedad analizada con el cuerpo humano, se diría que, así como
en éste los diferentes órganos deben funcionar en armonía y que entre ellos
corresponde al cerebro la función de comandar a todos los demás, en una
sociedad lo mismo pasaría, donde la interacción entre los diferentes actores deben
ser armoniosas y el cerebro, en ese caso, el Sistema Político, podría funcionar
también de forma correcta.
44
BRUXELAS, A. (2009, 26 de octubre), “Rio é a nova Medellin, avalia enviado da ONU ao Brasil”, en Terra Online [en línea], disponible en: http://noticias.terra.com.br/brasil/noticias/0,,OI4063311-EI5030,00-Rio+e+a+nova+Medellin+avalia+enviado+da+ONU+ao+Brasil.html
41
En un cuerpo humano, cuando un órgano se ve afectado por una enfermedad,
ésta puede afectar a los demás órganos, puede incluso llegar hasta al cerebro y
así causar un colapso total del sistema nervioso. Para el caso de una sociedad, se
diría que lo mismo pasaría.
Los diferentes actores al empezar a interactuar de manera contraria a su
naturaleza o cuando empieza desde las interacciones a perturbar el buen
funcionamiento de los demás entornos, empieza así a ejercer fuerza sobre los
demás sistemas/actores lo que a su vez también forzará una respuesta por parte
de los demás sistemas afectados.
Así, viendo la sociedad carioca (Rio de Janeiro) como un sistema de este tipo, que
interactúa de esta manera, se sostendrá aquí que el Sistema Político hoy se
encuentra bajo un estado de gran perturbación. Ahora bien, vale aclarar, como lo
manifiesta David Easton, que una sociedad no puede o no queda nunca sin un
Sistema Político vigente, siempre habrá algún tipo de sistema, a lo que hay que
añadir que el que esté vigente hará lo imposible por sobrevivir.
Las interacciones entre los sistemas en la ciudad se han dado a través de las
diferentes demandas y confrontaciones entre los actores.
Ahora bien, el Sistema Político carioca, se encuentra en una situación donde su
permanencia en el tiempo, se ve amenazada, porque en la ciudad los diferentes
actores han ejercido presión desde formas distintas que a la larga pueden
perturbar su funcionamiento. Por un lado, la población que sufre con los altos
índices de violencia, ha exigido mayor nivel de seguridad en la ciudad y
condiciones básicas de supervivencia, como vivienda, salud, empleo y educación.
Las demandas/inputs de seguridad han sido expresados a través de diferentes
formas, como marchas, cartas de la sociedad y población civil y manifestaciones
en los medios de comunicación, así mismo a través de la instalación de un panel
42
de violencia (así lo llamaron) en una de las playas más famosas de Rio de Janeiro
- la ONG Rio de Paz, instaló un panel indicativo de la violencia en la ciudad
(observatorio), el cual mostraría los datos estadísticos sobre las cifras de muertos,
heridos y desaparecidos ocurridos durante el período de enero de 2007 a mayo de
2009. Según esa organización, se dieron veinte mil muertes violentas en mil
días45, un promedio de veinte homicidios diarios solo en la ciudad de Rio de
Janeiro. La población diariamente, eso se ven en los varios noticieros del país y de
la ciudad, exclama su inconformidad con los altos índices de violencia que perdura
en la ciudad, la sensación de inseguridad y el miedo de no volver a casa.
Por otro lado, según investigación de la ONG Rio como Vamos, el carioca tiene
gran temor a las balas perdidas, toda vez que solo en el primer semestre de 2009,
setenta y cuatro personas fueron heridas por este hecho. El miedo a las balas
perdidas es mayor en la región norte de la ciudad -Jornal do Brasil46.
De otra parte, las demandas de la población y sociedad civil estaban incidiendo
sobre el comportamiento electoral, pues se habían convertido en una razón para la
disminución de apoyo a los gobernantes. Era un sentir permanente de la población
que el gobierno, ante la situación de violencia en la ciudad, no hacía nada.
Es de añadir que la sociedad civil, especialmente aquel segmento de ella
representado por las diferentes organizaciones defensoras de los derechos
humanos ha estado ejerciendo presión a través de sus comunicaciones y contacto
con las diferentes redes de sociedades civiles y organismos internacionales. Junto
con la población civil, ejercen presión y demandan una solución al Gobierno del
estado. Su principal argumento es que el Estado, a partir del momento en que la
situación de violencia llega a niveles inmanejables, por ejemplo cuando “la
ausencia del estado en comunas como la del Complejo del Alemán, permitió que
45
AGENCIA BRASIL (2009, 2 de novembro), “Manifestantes protestam contra violencia e mortes em favela no Rio”, en O DIA Online [en línea], disponible en: http://odia.terra.com.br/portal/rio/html/2009/11/manifestantes_protestam_contra_violencia_e_mortes_em_favela_no_rio_43995.html 46
REUTERS (2009, 28 de octubre), “Pesquisa: carioca teme mais bala perdida que assalto e sequestro”, en JB Online [en línea], disponible en: http://jbonline.terra.com.br/pextra/2009/10/28/e281018599.asp
43
las facciones tomasen el control de comunidades, volviéndose así, lo que algunas
personas llaman de „poder paralelo‟” (Alston), el Gobierno Estatal toma entonces
acciones violentas para resolver un problema que ya debería estar resuelto. Lo
cierto es que la población civil inocente sigue sufriendo con los altos índices de
violencia y fenómenos como el de las balas perdidas.
Otra fuente de tensión ejercida sobre el Sistema Político es la situación conflictiva
entre el Estado y grupos armados fuera de la ley, que buscan tener el control del
territorio carioca. Esos grupos armados, narcotraficantes y milicianos, desde hace
décadas han sido un problema que el Sistema Político no ha podido resolver; sin
embargo, en los últimos años, la violencia ejercida por esos actores se ha
agudizado, tanto que el problema, para muchos, está fuera de control.
Por un lado, los narcotraficantes han impuesto el miedo en gran parte de la
población, ya sean aquellas que viven en las comunas dominadas por éstos, o
fuera de ellas, “las facciones y los traficantes se volvieron tan poderosos que en
grandes ciudades como Rio de Janeiro, Sao Paulo y Recife, ellos ejercen control
sobre algunas comunas, amenazando y extorsionando a los moradores y
comerciantes, imponiendo sus propias leyes y exigiendo que la población los
proteja de la policía” (Alston). Además, el nivel de control de los traficantes es tan
alto que no es raro que en un enfrentamiento, ya sea entre traficantes de
facciones distintas y/o policías y traficantes, cuando termina con la muerte de
algún líder de comuna, los demás traficantes dan la orden de que todo el
comercio, fuera de la comuna, se cierre, y nadie puede en tal circunstancia ejercer
el derecho de trabajar, ni siquiera cuando cuentan con el apoyo de la policía. Los
comerciantes temen por su vida y así acatan la orden de los narcotraficantes.
Además, es bien sabido que el poder de fuego de los narcotraficantes es tan
fuerte, si no más, que el del Estado. De allí la dificultad de dar respuesta por parte
del Gobierno Estatal ante la situación, ya que tiene un adversario tan bien armado
como él mismo. Para dar un ejemplo de esto, en octubre de 2009 en una
44
confrontación entre policías y narcotraficantes en la zona norte del Estado, los
narcotraficantes derrumbaron a base de armamento un helicóptero de la policía
militar que daba apoyo a una operación en una de las comunas de la región47.
Los milicianos a su vez, también se han caracterizado por ser una fuerza ejercida
contra el Estado, creando así tensiones que perturban el funcionamiento del
Sistema Político. Los milicianos, formados por población civil, militares retirados y
activos, y bomberos, han entrado también en varias ocasiones en confrontación
con el Estado por el dominio del territorio, si bien su discurso es diferente al de los
narcotraficantes. Ellos se basan en la ineficiencia del Estado, en su incapacidad
de dar respuestas a los índices de violencia vividas en la ciudad y deciden dar
solución al problema por sus propias manos. Sin embargo, como ya fue dicho, los
milicianos se han vuelto un problema más de violencia ejercida contra civiles
inocentes. En ese contexto, los dos actores armados que actúan por fuera de la
ley han generado tensiones, que tienen como propósito ejercer la propiedad de
asignación autoritaria de valores, característica del Estado. El Estado al recibir las
influencias de esos actores responderá de alguna manera a esas circunstancias.
4.1 El output del Estado
Ante la situación anteriormente descrita, el Estado a su vez, en su capacidad de
asignar valores a la sociedad y como necesidad de subsistir, responderá a todas
esas tensiones ejercidas sobre él. El problema con relación a la respuesta dada a
la necesidad de paz y seguridad en Rio de Janeiro, está en que el output del
Estado también se trata de una respuesta violenta, por lo menos momentánea,
como dicen los dirigentes. Sin embargo, esa respuesta ha sido muy criticada, pero
el Estado dice que apenas está ejerciendo su derecho de guardián de la seguridad
y lo que busca es el bienestar de la población, aunque para eso deba recurrir al
uso de la fuerza.
47
Jornal Nacional 2009, (17 de octubre), [emisión por televisión], Latgé, Luiz Cláudio (dir.), Rio de Janeiro, Globo, disponible en línea en: http://video.globo.com/Videos/Player/Noticias/0,,GIM1143357-7823-PERICIA+VAI+DESCOBRIR+COMO+O+HELICOPTERO+FOI+DERRUBADO,00.html
45
Es así como la política de confrontación del Gobernador Sergio Cabral ha llevado
a cabo las mega operaciones, de las cuales se ha hablado en el capitulo tres. La
crítica a ese tipo de acciones está en que las mega operaciones son
discriminatorias; no son aplicadas en toda la ciudad, ni a toda la población, sino a
aquellas regiones más deprimidas donde predominan la población pobre y afro
brasileña. Debe ser por eso entonces, que el Secretario de Seguridad de Rio de
Janeiro, José Mariano Beltrame, dijo que Rio de Janeiro no es violento sino que
tiene zonas violentas. Incluso, ha llegado a aseverar que en Rio hay zonas donde
los índices de violencia son casi nulos comparados con niveles de países
europeos desarrollados.
Sin importar si esa es la razón o no, lo importante es que la política de seguridad
del Gobernador Sergio Cabral, sí puede ser y está siendo tomada como una
solución inmediata al problema de la violencia en la ciudad. Pero, esa solución no
solo está cobrando la vida de narcotraficantes y milicianos, o todo aquel que actúa
por fuera de la ley, lo cual implica ya una situación grave en términos tanto
humanitarios como de derechos humanos, sino que en su ejercicio se cobran
igualmente las vidas de miles de ciudadanos comunes y de policías en servicio y
fuera de él.
En informe de Alston (ONU), el relator enfatiza que la política de confrontación ha
cobrado muchas vidas y que los “policías en servicio son responsables por una
proporción significativa de todas las muertes en Brasil”48. Según el informe, en la
ciudad de Rio de Janeiro, los policías que están en servicio son responsables por
casi el 18% del número total de muertes, matando cerca de tres personas por día.
48
ALSTON, P. (Dr.) (2008), “Relatorio do Relator especial, Philip Alston, sobre as execucoesextrajudiciais, sumárias ou arbitrárias referente a sua missão ao Brasil (4 a 14 de novembro de 2007)”, pp. 9 [en línea], disponible en: http://www.global.org.br/pub/FCKeditor/arquivos/File/relatorios/%7B5CDC8111-85E7-4DAA-9D58-B10ED88DE26A%7D_RelatorioAlston2008.pdf
46
Para el Estado, la solución inmediata a la violencia en Rio es también el uso de la
fuerza, y así lo ha asumido desde el punto de vista de la necesidad de la población
y de la propia supervivencia del Sistema Político.
El Gobernador y el Secretario de Seguridad han mencionado en diversas
ocasiones la importancia de una confrontación directa, ya que es inaceptable que
los grupos armados fuera de la ley estén mejor armados y preparados para un
combate que el propio Estado. No obstante, las mega-operaciones han sido de
carácter temporal, es decir, el gobierno envía las tropas a las comunas, las invade,
entran en guerra con los narcotraficantes o milicianos, incautan armas y drogas,
capturan a algunos traficantes y luego se van, no permaneciendo en las
comunidades. Sin embargo, la finalidad de las mega-operaciones es exactamente
la incautación de drogas y armamentos, y la aprehensión de jefes del narcotráfico.
Pero según el reporte de Alston y las demás investigaciones hechas sobre el
tema, las mega-operaciones difícilmente alcanzan sus objetivos, y la permanencia
de los militares en las comunas no dura mucho tiempo, permitiendo así el regreso
de los traficantes a esas comunidades. La realidad más bien, según los datos del
informe de Alston, es que las mega-operaciones no sólo han dado muy pocos
resultados en cuestiones de disminución de la violencia en la ciudad, sino que han
posibilitado el aumento de muertes de civiles inocentes.
Para el gobernador Sergio Cabral, las muertes ocasionadas en las mega-
operaciones es un precio que se debe pagar para restablecer el orden en la
ciudad y para que el Sistema Político vuelva a tener el control de la situación.
“Sergio Cabral y sus secretarios, afirman que las muertes de civiles son un precio
inevitable del enfrentamiento entre las fuerzas represoras del Estado y los
traficantes de drogas”49 (Brasil de Fato). De hecho, esa política adoptada por el
Sistema Político carioca ha sido comparada a la política de seguridad en
Colombia, lo que en suma, no está lejos de la realidad, toda vez que
49
JUNIA, R (2008, 28 de junio), “Ato-missa no Rio de Janeiro exige fim da violência policial”, en Brasil de Fato [en línea], disponible en: http://www.brasildefato.com.br/v01/agencia/nacional/ato-missa-no-rio-de-janeiro-exige-fim-da-violencia-policial/?searchterm=racista
47
representantes del gobierno carioca estuvieron en Colombia para recibir
asesoramiento sobre la política de seguridad en el país vecino.
4.2 La retroalimentación
La retroalimentación, como se ha dicho anteriormente, es aquel proceso donde los
efectos causados por los diferentes outputs del Sistema son conocidos por los
miembros del Sistema Político. Dependiendo del nivel de aceptación o rechazo
que un output tenga, el Sistema Político replanteará o seguirá con una política o
decisión frente a una problemática, todo con el objetivo de perpetuarse en el
tiempo. Para el análisis sistémico, la retroalimentación es vital ya que le permitirá
al Sistema Político saber en qué situación se encuentra.
Con base en lo anterior, para el análisis de la problemática de violencia en la
ciudad de Rio de Janeiro, la retroalimentación que recibe el Sistema Político, ya
sea de rechazo o aceptación a la política de confrontación del Gobernador ha sido
una herramienta vital para la consecución de dicha política, ya que de acuerdo a
los resultados que ésta, podría afirmar que se seguirá aplicando.
De esta forma, para el Sistema Político en Rio de Janeiro, la información que ha
recibido sobre la aceptación de la política de confrontación ha sido relevante a la
hora de las tomas de decisiones. Esto porque el gobierno se ha sostenido en el
discurso de que toda acción que se ha llevado a cabo hasta ahora, incluyendo las
muertes generadas por el propio Estado, ha sido por el bien de la población. El
gobierno ha intentado inculcar en el pensamiento de los ciudadanos que sus
acciones son la única salida contra la violencia en la ciudad, y de hecho, mucho ha
logrado en ese sentido.
Este documento sostendrá que el Sistema Político ha tenido los dos tipos de
actitudes ante sus acciones, una de rechazo y otra de aprobación.
48
El rechazo que ha recibido el gobierno por sus acciones, parte principalmente de
aquellas organizaciones que trabajan en pro de los Derechos Humanos. Esas
organizaciones se han manifestado de distintas formas: marchas, confrontación en
los medios de comunicación, además de denuncias ante organismos
internacionales sobre las acciones violentas que el Estado ha llevado a cabo con
la supuesta razón de devolver a la ciudad la seguridad que perdió hace mucho
para los grupos armados ilegales.
Esa retroalimentación no ha hecho que el gobierno cambie su real posición o
actitud ante la situación, sino más bien que ha ocasionado que disimule o
“maquille” un poco más sus actitudes, pese a que el gobierno en todo momento ha
dicho que la política de confrontación sigue y seguirá por el tiempo que sea
necesario. El único cambio vendría a ser que la forma de actuación buscaría no
ser tan violenta. Pero de ser el caso, se actuaría de manera contundente.
Por otro lado, los organismos internacionales también han exigido una respuesta
más efectiva por parte del Estado a la sociedad y ante los propios organismos
internacionales, toda vez que, según los informes producidos por esas
organizaciones, el gobierno de la ciudad ha incurrido en graves violaciones de los
Derechos Humanos.
El Estado ante esa situación ha permitido todo tipo de investigaciones por parte de
esos organismos en la ciudad y ha decidido usar los resultados de esas
investigaciones como productos que ayuden al combate de la violencia en Rio de
Janeiro.
Ahora bien, por otro lado, el Estado ha tenido el apoyo de gran parte de la
población a sus acciones violentas, y, por paradójico que parezca, es la propia
población la que apoya los actos del gobierno. De hecho, muchos ciudadanos que
viven en las diferentes comunas de la ciudad se quejan porque el gobierno no ha
enviado tropas para ocupar sus comunidades “¿Porqué no hacen ocupación aquí?
49
Sería una buena medida para contener la violencia,”50 dice una habitante de uno
de los barrios más violentos en la ciudad”.
Así, gran parte de la población se ve identificada y acepta las acciones del
gobierno, y aquellas comunidades que no se han “beneficiado” con las mega-
operaciones, se ha quejado por que la violencia en su región tiene índices muy
altos.
Por otro lado, los moradores de la mayoría de las comunidades ocupadas por las
mega-operaciones se sienten satisfechos con su situación actual, es el caso por
ejemplo de una vecina del sector de sesenta años, integrante de una de las
comunidades ocupadas por el Poder Público: “La vida aquí siempre fue difícil, pero
nunca vi a la comunidad tan bien como ahora. Duermo sin miedo… son ángeles
guardianes (los policías), me ayudan a subir (la colina), cargan las bolsas e incluso
me acompañan al médico”51.
Es cierto que al indagar por la forma en que las ocupaciones se llevan a cabo,
algunos ciudadanos son un tanto precavidos al momento de hablar. Muchos dicen
que preferirían una forma menos violenta, ya que en esas acciones muchas
personas inocentes pueden morir; sin embargo, también “dicen” que ante al
ausencia de otra forma más rápida de solucionar el problema, que se haga lo que
mejor se pueda hacer.
Según una investigación hecha por el Instituto Informa (2009), sobre la sensación
de seguridad sentida por los ciudadanos que viven en comunas ocupadas por
policías, tras las mega-operaciones la situación ha mejorado un 40%. La población
de esas comunidades cree que la seguridad pública ha mejorado
considerablemente. Por otro lado, aquellas comunidades todavía dominadas por
narcotraficantes apenas entre el 8% y el 24% se sienten más seguras.
50
PRADO, T y CUNHA, V, (2009, 29 de marzo), “A retomada do espaço público nas favelas”, en O DIA Online [en línea], disponible en: http://odia.terra.com.br/portal/rio/html/2009/3/a_retomada_do_espaco_publico_nas_favelas_2890.html 51
Ibíd.
50
También según esa misma investigación, la población de las comunidades que
ahora tienen ocupación luego de una mega-operación, el 73% creen que la ciudad
estará mejor dentro de un año. En las comunidades no ocupadas, por el contrario,
ese índice cae en un 50%. (Ver imágenes # 8-12)
Es con base en ese tipo de información y retroalimentación que el Sistema Político
indica que las mega-operaciones seguirán dándose, como lo afirma el Secretario
de Seguridad del Estado, José Mariano Beltrame, quien afirma que habrá nuevas
ocupaciones, pero no especifica los lugares por cuestiones estratégicas.
4.3 Conclusión de esta parte
El análisis de la violencia en la ciudad de Rio de Janeiro, conducido sobre el
trasfondo teórico del Enfoque Sistémico de David Easton, permite aclarar desde
este punto de vista el porqué el Sistema Político ha utilizado la fuerza como
solución a la violencia en la ciudad.
El gobierno o el Estado, el único que detenta el uso legítimo de la fuerza, ha hecho
uso de ésta para dar solución a una problemática que ponía tanto el bienestar de
la población como la del propio Sistema Político en peligro.
A través de una explicación sistémica donde la sociedad es vista como un
organismo vivo en constante interacción, y donde estos sistemas estarán siempre
ejerciendo presión sobre los demás, y que éstos siempre buscarán la forma de
sobrevivir a estas presiones, se ha logrado demostrar que el uso de la fuerza por
parte del Estado puede ser considerada como una respuesta a la demanda de
seguridad de la sociedad. Ésta, al exigir una respuesta (input output) a los altos
índices de violencia en la ciudad, logra hacer que ese input sea inserto en la
agenda política y logre de esa forma ser un tema de relevancia para los dirigentes,
51
obligándolos así a buscar una solución al problema. Esa solución como se ha
dicho es la política de confrontación del gobernador del Estado.
Una vez implementada esa política, el Sistema Político necesita entonces una
retroalimentación sobre cómo ha sido la aceptación de esta decisión. Dos
posiciones han sido identificadas: la primera, aquella que es expresada por parte
de la sociedad civil, una posición crítica y de poca o ninguna aceptación en la
decisión tomada por el Estado, y por otro lado, aquella posición de los propios
ciudadanos que, aunque preferirían que la intervenciones del Estado no fueran tan
violentas, sienten bienestar con muchos de los resultados que ha dado la
implementación de esa política.
El Estado a su vez, al ver que la gran mayoría de la población recibe “de buena
forma” esa decisión, opta por lo tanto en darle continuidad, ya que ha logrado que
la población recobre un poco más de confianza en los órganos públicos y así el
Sistema Político tiene un poco más de apoyo y legitimidad.
4.4 Los Derechos Humanos y la Política de Seguridad del Estado
“Cualquier concepto de Derechos Humanos debe contener alguna alusión a la
dignidad humana como valor. La dignidad humana está en íntima relación con los
principios de igualdad y libertad. En cuanto valor, la dignidad humana involucra
también la búsqueda constante por un proyecto de vida digno para todos y
todas”52.
Pese a que, hasta aquí, este escrito ha venido defendiendo y apoyando al Estado
en su legitimidad de uso de la fuerza, hay un aspecto muy importante que no
podría quedar por fuera de este trabajo: los Derechos Humanos.
52
GONZALEZ MONGUI, P. E. (comp.),(2008), “Derechos Humanos. Fundamentación, obligatoriedad y cumplimiento”, Bogotá, Universidad Libre 2008, pp. 27
52
La queja de muchas organizaciones no gubernamentales y organismos
internacionales cuando se trata de la violencia en la ciudad de Rio de Janeiro se
da principalmente por las diversas violaciones de los Derechos Humanos en las
que incurre el gobierno carioca en el momento de aplicar su política de
confrontación.
Según Orlando Fals Borda, “los derechos humanos son una constante
manifestación diaria de relaciones entre personas y entre personas e instituciones
del Estado que interactúan a partir de ciertas reglas de respeto mutuo”53.
Entonces, de acuerdo a lo anterior desde la óptica de relación sociedad-Estado, la
aplicación de la política de seguridad del Gobernador de Rio de Janeiro ha
incurrido en graves violaciones de los Derechos Humanos. De hecho, la más
clara es aquella en donde al aplicar su política de confrontación, mata a
ciudadanos sin preguntar por qué.
La sociedad civil ha acusado al Estado carioca de ser un Estado autoritario, que
entre otras violaciones, atenta contra derecho a la vida, a la integridad personal, a
las garantías judiciales, la honra y dignidad, el derecho al trabajo y salario digno,
igualdad ante la ley, el derecho a la paz.
Las mega-operaciones han ocasionado miles de muertes, ya sea de ciudadanos
inocentes o de individuos fuera de la ley. Pero la gran preocupación tanto de la
sociedad civil como la de los organismos internacionales, es el hecho de que esa
política no solamente se esté llevando a cabo con fuertes implicaciones en el alto
grado de violencia ejercido contra la población, sino también y si no más
importante todavía que el Estado, según consideran estos actores, discrimina a
quien se aplica la política, violando así, los principios de universalidad e igualdad
de los Derechos Humanos.
53
GONZALEZ MONGUI, P. E. (comp.),(2008), “Derechos Humanos. Fundamentación, obligatoriedad y cumplimiento”, Bogotá, Universidad Libre 2008, pp. 27
53
En confirmación de lo anterior cabe traer a colación la aseveración del Gobernador
y/o de sus Secretarios, como por ejemplo, el Secretario de Seguridad José
Mariano Beltrame respecto a que, Rio de Janeiro no es una ciudad violenta, sino
que hay zonas violentas, y que son esas zonas las que tienen que ser intervenidas
y sobre las cuales ha de aplicarse la política de seguridad del Gobernador.
Ahora bien, resulta que esas zonas son las más pobres de la ciudad, y donde está
la mayor la concentración de personas vulnerables. Afectando en mayor medida,
su derecho a la vida, a las garantías judiciales y la igualdad ante la ley.
Al aplicar la política de confrontación, la población más vulnerable y que más sufre
con muertes violentas por parte del Estado, es la población joven, masculina y afro
brasileña. Esas tres variables han sido un punto importante en el momento de
hacer efectiva la política del Gobernador. Una vez que han sido los hombres
jóvenes afro brasileños los que más han perdido sus vidas en las mega-
operaciones.
Según un estudio realizado por Marcia Lima54 sobre raza, ciudadanía e violencia
en Rio de Janeiro, la población afro brasileña es la que más ha sufrido con
intervenciones de agentes del Estado. En su investigación, por ejemplo, el 13,2%
de la población negra, en contraste con un 9,2% de la población blanca, han sido
detenidos en la calle para ser requisados por policías, mientras que de los
entrevistados, el 5% de la población negra, contra el 1% de la blanca, han recibido
algún tipo de amenaza por parte de los agentes de seguridad. En su reseña, la
autora también destaca que ha sido la población afro brasileña y parda la que más
han sido amenazadas, detenidas e irrespetadas. Y entre los mayores agresores se
encuentra la policía civil y militar con un 15% de las agresiones55.
54
PANDOLFI, D. et al.(1999), Cidadania, Justica e Violencia, Rio de Janeiro, Fundação Getulio Vargas 55
PANDOLFI, D. et al.(1999), Cidadania, Justica e Violencia, Rio de Janeiro, Fundação Getulio Vargas, pp. 243
54
Por otro lado, Sergio Adorno56, resalta que los afro brasileños que están bajo
algún tipo de acusación tienden a ser más perseguidos por la vigilancia policíaca,
tienen mayores obstáculos para acceder a la justicia criminal y más dificultades
para usar del derecho de defensa. Por otro lado, también sufren con sentencias
judiciales más fuertes, y tienen mayores probabilidades de ser juzgados en
comparación con los blancos.
Es así que la población afro brasileña y parda deviene las más vulnerables en los
procesos llevados a cabo por la fuerza pública en la ciudad.
Ahora bien, por un lado, se resalta toda violación de Derechos Humanos de la
población en general, y en especial, como se dijo, de la población afro brasileña,
que sufre con mayores arremetidas provenientes de la fuerza pública y que tienen
las mayores dificultades de inserción en la sociedad, en términos de acceso a
servicios, educación, trabajo, vivienda y salud (IBGE).
A todo esto se suma que el cuerpo policíaco en la ciudad de Rio de Janeiro puede
ser considerado de los más violento y corrupto del país. Varias son las razones
para ese hecho, pero las pésimas condiciones de trabajo y los bajos salarios son
los más significativos. Se añade también la falta de empleo en otras áreas, lo que
hace que la policía sea la última alternativa de ocupación. Esta situación conlleva
a que, en general, ya no existe en la ciudad una policía de vocación: “La ausencia
de vocación provoca la proliferación de un comportamiento marginal al interior de
la organización”57. Hoy los uniformados se encuentran en ese puesto de trabajo no
por creer en la institución, sino porque es una posibilidad de empleo; se ve a “la
institución (policíaca) como un empleo, más que como una misión de guardianes
de la autoridad”58. En ese sentido la “misión y la visión” de la institución policíaca
no son algo que sean muy tenidas en cuenta por los oficiales de hoy, y sus
acciones no están soportadas en principios de protección a la vida y de los
56
(Adorno citando en Pandolfi, 1999) 57
PANDOLFI, D. et al.(1999), Cidadania, Justica e Violencia, Rio de Janeiro, Fundação Getulio Vargas, pp. 157 58
Ibíd.
55
derechos de los ciudadanos. De hecho, pareciera que los oficiales “salen a matar”
y no a proteger la vida.
El policía carioca cuando entra en confrontación con narcotraficantes o milicianos
no quiere saber quién es inocente y quién no. Lo único que le interesa son los
resultados de la acción. El policía ha ejercido el papel de aquel que juzga y da el
veredicto de una vez, dependiendo apenas de lo que cree que es lo más
adecuado en ese momento. Según el informe de Alston, en una de las mega-
operaciones llevadas a cabo por la policía militar en una de las comunas de Rio de
Janeiro, “diecinueve personas murieron y por lo menos nueve quedaron heridas…
todas las muertes fueron registradas como “resistencia” seguida de muerte. Sin
embargo, hay fuertes evidencias que algunos de los muertos fueron ejecutados
extrajudicialmente”59. Según el mismo informe el número de muertes registradas
como “actos de resistencia” ascendió de 300 en 1997 a 1.330 en 2007. Números
que muestran el nivel de muertes ocasionados por policías en servicio pero que
comprueban a través de exámenes en Medicina Legal, que las muertes fueron
ocasionadas de forma extrajudicial, cuando la actuación del policía sobrepasa lo
permitido por la ley60.
Pese a todo lo anterior, es decir, los problemas que pueda tener la institución
policíaca en cuestiones de falta de vocación, pésimas condiciones de trabajo y
preparación, los altos niveles de corrupción y el carácter de violencia extrajudicial
que adquiere el ejercicio de sus funciones, y pese, incluso, a que la policía tenga
una pésima imagen ante los ciudadanos, muchas de las violaciones de Derechos
Humanos en que incurre la policía terminan siendo aceptadas o produciendo una
imagen de “legitimidad”, es decir, la población muchas veces pareciera aceptar
esas actitudes de los policías y éstos a su vez interpretan la posición de los
ciudadanos como una aprobación de sus actos.
59
ALSTON, P. (Dr.) (2008), “Relatorio do Relator especial, Philip Alston, sobre as execucoesextrajudiciais, sumárias ou arbitrárias referente a sua missão ao Brasil (4 a 14 de novembro de 2007)”, pp. 15 [en línea], disponible en: http://www.global.org.br/pub/FCKeditor/arquivos/File/relatorios/%7B5CDC8111-85E7-4DAA-9D58-B10ED88DE26A%7D_RelatorioAlston2008.pdf 60
PANDOLFI, D. et al.(1999), Cidadania, Justica e Violencia, Rio de Janeiro, Fundação Getulio Vargas, pp. 120
56
La situación, en ese sentido, se sale del control, y lo que deberían ser acciones en
pro de la seguridad ciudadana donde el Estado tiene el control de las actitudes y
procesos de la fuerza pública, se vuelve una situación donde el Estado,
representado por las instituciones policíacas, es caracterizado de ineficiente y
consecuentemente autoritario, ya que al no ser capaz de dar una solución al
problema de la violencia, utiliza este mismo “remedio” para reducir sus niveles.
Es por esto que, las diversas organizaciones de Derechos Humanos entran a
condenar las acciones del Estado y dicen que éste viola los Derechos Humanos y
aplica políticas discriminatoriamente.
En ese sentido, el Estado sí estaría violando los derechos de aquellas personas
que deberían más bien tener su protección y no sufrir con la violencia ejercida por
los grupos armados fuera de la ley. También es clara la actitud discriminatoria ante
ciertos sectores de la población, como lo es la población afro brasileña y pobre de
la ciudad.
Ante este panorama, el Estado responde que las acciones tomadas son por el
bien y seguridad de la población. Eso puede ser correcto, es decir, la intención
puede ser adecuada, pero las acciones no son las más correctas. La política de
seguridad implementada en la ciudad hoy, incurre en muchas más violaciones de
derechos que lo que pudiera, en caso extremo, permitir una solución al problema
de seguridad en la ciudad.
Es posible que la sensación de seguridad o disminución de la violencia se haya
incrementado, sin embargo, ¿a qué costos? y ¿será que sí ha disminuido?
57
5. Conclusiones
El objetivo de este trabajo ha sido antes que nada, el de examinar un tipo de
intervención del Estado en un escenario de conflictividad muy violenta. El
escenario ha sido el de una ciudad, en este caso Rio de Janeiro, con altos niveles
de violencia y prácticamente bajo el “control” de grupos armados fuera de la ley, y
la intervención del Estado para dar solución al problema ha consistido en recurrir a
formas también violentas, por considerar que las demás acciones, comprendidas
dentro del abanico de respuestas estatales, como políticas de empleo, educación,
salud y participación ciudadana, no han sido suficientes para conjurar la situación.
Se dijo entonces que estas acciones violentas por parte del Estado son legítimas,
y son una respuesta a una necesidad de la población, la necesidad de seguridad.
Para sustentar esa tesis, se utilizó el enfoque sistémico de David Easton, con el
cual a través de un análisis sistémico basado en inputs y outputs, e interacciones
entre sistemas, se sostuvo que la población al demandar mayores niveles de
seguridad al Estado, “obliga” a éste a dar una respuesta efectiva al problema
vivido por los ciudadanos.
Como se dijo antes, la respuesta fue una solución violenta al problema. Sin
embargo, en el plan de gobierno del Gobernador nunca se mencionaron las
acciones violentas como respuesta a la problemática de violencia en la ciudad,
sino más bien diversas reformas institucionales, de procedimientos y de mejora de
condiciones de vida de la población.
Una vez en el poder, el Gobernador implementó mucho de lo que se propuso en
su plan de gobierno, sin embargo, al parecer no fue suficiente para acabar con la
violencia en la ciudad, eso debido a las quejas y manifestaciones de la población
quienes exigían mayores niveles de seguridad. El Estado tomo dichas exigencias
como inputs y respondió con una política “paralela” de confrontación, outputs.
58
Una vez alcanzando cierto nivel de aprobación de su política, pese a lo muy
discriminatoria que pueda ser, el Estado decide seguir implementándola, hasta
porque los niveles de apoyo, también necesarios para la supervivencia del
Sistema Político, aumentaron. Ese proceso de retroalimentación que el Sistema
Político ha recibido, ha fortalecido tanto al sistema como a la implementación de la
política de confronto del gobernador. De hecho, luego que en octubre de 2009, un
helicóptero de la policía fuera derrumbado por narcotraficantes de una comuna en
Rio de Janeiro, no solamente la población ha apoyado más las acciones del
gobierno local, sino también el Gobierno Federal, a su vez a entrado a intervenir y
a ofrecer ayuda para la consecución de la política de seguridad del Estado de Rio
de Janeiro.
Finalmente se justifica el uso de la fuerza por parte del Estado, y se afirma que es
legítima y por consiguiente, esa es una respuesta a una necesidad de la
población.
Luego se dijo que esa política de confrontación, aunque se trata de una solución a
una demanda ciudadana, choca de lleno con el respeto por los Derechos
Humanos de gran parte de la población. Las organizaciones internacionales y la
sociedad civil han sacado a la luz pública, que muchas de las acciones del estado
en la implementación de esa política han sido discriminatorias y esas acciones han
en vez de mejorar la situación de violencia, han causado más muertes.
Esos actores, los organismos internacionales y la sociedad civil, asumiendo el
papel de sistemas que interactúan con el Sistema Político, el primero de
característica extrasocietal y el segundo intrasocietal, han ejercido presión sobre el
Estado, sin embargo, la presión no ha sido suficiente para dar fin a la puesta en
práctica de la política de confrontación. Por otro lado, le ha permitido a los medios
de comunicación hacer una gestión de difusión de la problemática y “solución”
encontrada por el Estado, y seguido de esto, ha posibilitado que el tema sobre el
uso de la fuerza por parte del Estado sea un tema cada vez más tratado, con
59
varios interrogantes sobre cuándo y cómo el uso de la fuerza es una alternativa de
las políticas.
5.1 Consideraciones Finales
El deseo de tratar el tema del uso de la fuerza por el Estado parte del hecho de
creer realmente que éste es el único actor en la sociedad que detenta su uso
legítimo, y también en la creencia que ésta debe ser usada cuando se haga
necesario, ya que comparto plenamente la posición sostenida por Hobbes en el
Leviatán de que el Estado es aquel ente que debe proteger a las personas en
contra de la acción de otros individuos.
Sin embargo, el Estado también tiene que ser suficientemente inteligente para
saber cómo aplicarla, para no caer o entrar en procesos de uso y abuso de la
fuerza.
Para el caso de la violencia en la ciudad de Rio de Janeiro, es claro no solo el
problema de falta de seguridad que existe en la ciudad, sino también el grave
problema estructural que viven las instituciones que representan la fuerza pública
en la ciudad.
Entonces no se trata solamente de un problema social fuera del Sistema Político
como el caso de los grupos armados ilegales, sino también que dentro mismo del
Poder Público existe una falencia.
Las instituciones son arcaicas, sus procesos son anacrónicos, no hay incentivos
que promuevan una mejor ejecución de las acciones policíacas, la corrupción es
altísima, la opción de ser policía se volvió un empleo más donde los valores a la
vida, el respeto al orden y a la ley ya no son respetados.
Así, con ese panorama donde la propia institucionalidad no se encuentra en
condiciones propias de correcto funcionamiento, y con el oficial de policía teniendo
60
que “hacer negocios” con los delincuentes para poder mejorar sus ingresos, es
muy difícil la consecución y solución de una política que ofrezca soluciones a
problemas tan graves en una sociedad como es el caso de la violencia.
El Estado si tiene la legitimidad del uso de la fuerza, pero para que sea legítimo
ese uso, y que se dé de forma correcta y eficaz las instituciones deben ser sólidas,
con funcionarios conscientes de su papel e importancia en la sociedad, con el
respeto inquebrantable de los Derechos Humanos.
Pero no solamente eso, las condiciones de trabajo y preparación de esos agentes
deben ser las mejores, el tema financiero, de salarios es muy importante, ya que la
corrupción y la facilidad de conseguir recursos provenientes de grupos armados es
muy fácil y según innumerables investigaciones, ese es el común de la situación.
Se hace necesaria una mejor profesionalización de los agentes que representan la
fuerza pública en la ciudad.
Así, el estado de calamidad en que se encuentra la ciudad hoy, no es solamente
debido a que grupos armados estén en confrontación entre si y con el Estado, sino
que la situación es debido a ambas partes, es decir, al Sistema Político y aquellos
que se encuentran por fuera de él.
Una política de violencia como solución no debe ni debería nunca ser la salida.
Esta debería ser siempre a través del diálogo y concertación con los actores
involucrados en el conflicto. Sin embargo, en situaciones donde ese dialogo y
concertación no son posibles debido a que un actor no está dispuesto a negociar,
el Estado debe tomar las acciones necesarias para proteger la población, teniendo
siempre el cuidado de velar por sus derechos y no por infligirlos.
61
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WEBER, M. (1984), “El político y El Científico”, Madrid, Alianza
63
Anexos
64
Imagen 1 Imagen 2
Imagen 3 Imagen 4
65
Imagen 5
66
Imagen 6
Imagen 7
Imagen 8
67
Imagen9
Imagen 10
68
Imagen 11
Imagen 12
69
Tablas Homicidios 13 y 14
Tabla 13
Tabla 14
70
Tablas Homicidios 15, 16 y 17
PAF – Producidos por Armas de Fuego Tabla 15
Tabla 16
71
Tabla 17
72
Fuentes de anexos:
Las imágenes 1, 2, 3 y 4 fueron tomadas de internet y editadas por mí.
Las imágenes 5 y 7 fueron tomadas de: Easton, D. (1979), Esquema para el
análisis político, Buenos Aires, Amorrortu, pp. 112 y 154 (respectivamente).
La imagen 6 fue desarrollada por mi mismo con base en el Enfoque
Sistémico.
Las imágenes 8, 9, 10, 11 y 12 fueron tomadas de: PRADO, T y CUNHA, V,
(2009, 29 de marzo), “A retomada do espaço público nas favelas”, en O DIA
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http://odia.terra.com.br/portal/rio/html/2009/3/a_retomada_do_espaco_publi
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DUARTE, Mário Sérgio de Brito; SILVA, Robson Rodrigues da; OLIVEIRA, João Batista Porto de & SILVA, Leonardo de Carvalho (org.) Bala Perdida. Rio de Janeiro: ISP,
2008 (Imágenes 13, 14, 15 16 y 17)
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